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UN ESCRITO QUE SIRVE DE AYUDA SOBRE COMO ALCANZAR A OTROS PARA CRISTO A TRAVÉS DEL TESTIMONIO Y EL MENSAJE PERSONAL. HA SIDO ESCRITO USANDO COMO BASE LAS ESCRITURAS Y VARIOS TESTIMONIOS PERSONALES.
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LA
EVANGELIZACION
PERSONAL
(No. II. Cap. 4)
TOMO I
LIBRO: COMO ALCANZAR A
OTROS PARA CRISTO
¿LA EVANGELIZACIÓN ES POSIBLE
HOY?
Dr. Luis A. Silva Cisneros
y Colaboradores.
Valencia, Venezuela.
(1a Edición. 1996. 2a Edición. 2011).
LA EVANGELIZACIÓN PERSONAL
(No. II. Cap. 4)
Dr. Luis A. Silva Cisneros
Al comentar en el capítulo anterior sobre el testimonio, hicimos mención del testimonio de una
congregación entera y el de individuos. Hablaremos ahora algo más sobre el evangelismo personal. Es la
obra que realiza un creyente para ganar almas para Cristo.
“YO PLANTÉ...”
Esta dedicación personal al evangelismo era una pasión para el apóstol Pablo: “me he hecho
siervo de todos para ganar a mayor número... Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los
débiles, a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.” ¿Y por qué? “Esto
hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él,” (1 Corintios 9:19-23).
Su fin era de hacer saber la salvación que hay en Cristo. Al despedirse de los ancianos de Éfeso,
él dijo que ni estimaba preciosa su propia vida, con tal que acabase su carrera con gozo, “y el
ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios,” (Hechos 20:24).
¿Qué del lector? Si uno es salvo, debe haber por dentro este afán y haber en la práctica esta viva
disposición de ganar almas para aquel que se dio a sí mismo por nosotros en el Calvario.
No todos serán grandes predicadores y viajarán de país en país al estilo del apóstol. No todos
verán casos de conversión en su propia esfera como consecuencia inmediata de su testimonio.
Pablo reconoció esto: “Yo planté, Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni
el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento,”. Pero tengamos clara una
cosa: “Cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.” (1 Corintios 3:6-8).
LA PREPARACIÓN PREVIA.
LISTOS PARA
EVANGELIZAR
¿CUÁNDO?
ACCIÓN
ORAMOS
APRENDEMOS
DIRIGIDOS
RECURSOS
POR LA COMUNIÓN CON DIOS
LA PALABRA DE DIOS
POR EL ESPÍRITU SANTO
+
El evangelismo personal requiere oración, preparación y dirección. La oración es de parte
nuestra, la preparación es el aprendizaje de la Palabra de Dios y la dirección es del Espíritu Santo.
Pedro lo expuso así (1 Pedro 3:15,16):
- Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones
- Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia
- Teniendo buena conciencia... (y)... buena conducta en Cristo.
El creyente no debe pensar que no puede hacer nada hasta que se encuentre en un estado
“perfecto.” No debe pensar que el Espíritu no le va a dirigir hasta que sepa “todo” de su Biblia. Si se
dedica a la oración, se le presentarán oportunidades para comunicar a otros lo que está aprendiendo del
Señor. El ciego de nacimiento en (Juan capítulo 9) es ejemplo de uno que creció en la fe a medida
que decía a los demás, paso por paso, lo que conocía de su Salvador.
EL CONTACTO SILENCIOSO.
El buen testimonio es el primero y hasta el principal método de evangelización. Nos referimos a
lo que uno hace, y no a lo que dice. El buen testimonio es primeramente cuestión de conducta, actitud y
reacciones ante la adversidad. Pedro dijo que “Mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad
de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.” (1 Pedro 3:17).
Él había hablado al comienzo del capítulo del caso de las esposas cristianas cuyos maridos no son
salvos aún, y lo que dijo es aplicable a toda esfera de testimonio para cualquier creyente: Que sean
ganados sin palabra, considerando la conducta casta y respetuosa de la evangélica o el evangélico.
Posiblemente somos tardos a captar que “el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible... es
de gran impacto delante de un compañero o vecino inconverso también, aun cuando la tal persona profese
que no.
Los folletos o “tratados” son un medio que Dios ha usado mucho. Uno debe procurar repartirlos
con sabiduría, preferiblemente escogiendo el título conforme al interés o el problema de la persona que lo
leerá, y nunca dando ofensa a causa de una manera tosca o desconsiderada de entregar el folleto. Mejor
que el tratado en algunos casos específicos es el regalo de una Biblia o una “porción” (v.g., uno de los
evangelios en forma de librito) o quizás un libro de lectura evangélica que sea apropiado en el caso
particular.
Todos reconocemos que Dios puede usar cualquier medio, pero no por esto dejamos de pedirle
sabiduría al decidir qué poner en manos del amigo, colega, pariente o alumno, y qué palabras usar (si
acaso alguna). Posiblemente sepamos de un regalo idóneo en las circunstancias, si no, sabemos que uno
nunca se equivoca al obsequiar amablemente un Nuevo Testamento.
No queremos pensar que la evangelización tiene que tomar la forma de un mensaje directo o de
una prédica. Un favor hecho a otro - y especialmente a uno que ha contrariado - puede ser el mensaje más
elocuente, aún si no viene acompañado por el momento de palabra alguna. (Más tarde habrá oportunidad.)
“.. los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los
hombres. ... aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de
necesidad,” (Tito 3:8,14). Muchas veces ésta debe ser la primera forma de evangelización, quedando los
tratados y las reuniones de predicación pública para ocasiones posteriores. La cosa es que “Las buenas
obras” cuestan, y no todos están dispuestos a sacrificarse.
LA CONVERSACIÓN OPORTUNA.
Las visitas en casa de un amigo (o, mejor todavía, la invitación que él visite la casa de uno) son
otra forma de evangelización. Requieren tiempo, esfuerzo y mucha prudencia. No deben ser abusivas. Si
no hay en el creyente el sincero interés por la persona como persona, la visita no conviene. Visitar no
quiere decir predicar, pero si una visita es producto de ejercicio espiritual, bien puede proporcionar
oportunidad para una palabra en sazón. Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el
tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis
responder a cada uno. (Colosenses 4:5-6).
Otra manera de mostrar este amor es la de reunir un grupo en la casa. Puede ser una visita entre
tres o cuatro damas, sólo para un cafecito y un poco de conversación sana, no tiene que ser un “culto
casero.” Leemos en Hechos capítulo 10 de una visita personal que sí se convirtió en reunión de
predicación. Cuando Pedro vio que Cornelio había convocado a sus parientes y amigos íntimos, él
preguntó, “¿Por qué causa me habéis hecho venir?” y el anfitrión contestó, “Todos nosotros estamos
aquí en presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado.” (Hechos 10:29,33).
Estas iniciativas que hemos venido notando pueden dar oportunidad para el método de
evangelización que nuestro Señor usó tan a menudo: la conversación personal. Una vez, cansado del
camino, Él se sentó junto a un pozo. Vino una mujer a sacar agua, y Jesús le dijo, “Dame de beber.” ¡El
resto de la historia, usted lo sabe! El no “predicó” sino conversó con ella, como había hecho una noche
con Nicodemo. La conversación evangelizadora es un arte, un don que haríamos bien en pedir.
Y esto nos conduce a una forma especializada de testimonio: las preguntas y respuestas.
Felipe se acercó al coche de un desconocido y cortésmente le preguntó: “¿Entiendes lo que lees?”
Usted sabe el resto de ese relato también, esa pregunta dio lugar a la lectura de la Santa Biblia,
cosa que debe ser un objetivo detrás de toda visita, conversación o reunión evangelística. Felipe supo
esconderse a sí mismo y dirigir la atención del inconverso a la obra de Cristo.
Terminamos estas sugerencias sobre los métodos de evangelización personal con una mención de
los estudios bíblicos en el hogar. Las visitas y las conversaciones con preguntas y respuestas conducen
muchas veces al estudio de la Biblia en un ambiente familiar. No queremos usar la palabra “culto” porque
tenemos en mente una discusión menos formal. Es una práctica común en comunidades donde no hay
local evangélico o donde la gente es reacia a ser vista en una reunión de predicación. Estos estudios deben
ser estudios y no prédicas. Debe haber una disposición de oír preguntas y una capacidad de dar respuestas
basadas directamente en la Palabra. Citamos de nuevo a Pedro: “... preparados para presentar defensa
con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros.” (1 Pedro 3:15).
EJEMPLO BÍBLICO.
Andrés era un discípulo especialmente adepto en la evangelización personal. No leemos que
este apóstol haya “predicado un sermón” ante una multitud, pero sabemos que condujo almas al Señor
en tres ocasiones por lo menos, y es interesante observar la secuencia: en su propia familia, un
muchacho, y, un grupito de extranjeros.
Recién convertido, Andrés halló primero a su hermano Simón y le dijo: “Hemos hallado al
Mesías.” Y le trajo a Jesús, (Juan 1:40-42). En una ocasión posterior, Jesús probó a sus seguidores,
preguntando cómo darían a comer a una gran multitud. Ellos no sabían, pero Andrés se atrevió a comentar
(dudando el mismo de la solución): “Aquí está un muchacho que tiene cinco panes...,” (Juan 6:9). Resultó
ser la solución que el Señor tenía en mente. Más adelante, unos extranjeros inconversos (“griegos”)
dijeron a un discípulo que ellos querían ver a Jesús. El hombre no supo qué hacer, y por esto mencionó el
asunto a Andrés. Este último, empleando su don del contacto amistoso con las personas, condujo el grupo
al Salvador. (Juan 12:20-26).
Y nos decimos en palabras del himno: “Si como elocuente apóstol no pudieres predicar,
puedes de Jesús decirles cuánto al hombre supo amar”.
“Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuan grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y
como ha tenido misericordia de ti”. (Marcos 5:19).
El Señor Jesucristo es el modelo por excelencia del evangelista. Vamos a ver su ejemplo, y para esto
tomaremos como ilustración su relación personal con la mujer samaritana. Analizaremos varios pasos que
el dio, así como algunas cosas a las que el apeló para ganar su alma. (Ver Juan, Capítulo 4).
Pasos de Jesús. Jesús apeló en ella.
1- Busca la oportunidad. V: 4-6. 1- Simpatía o sentimiento. V: 4-7.
2- Toma la iniciativa y establece
el contacto. V: 7. 2- Curiosidad. V: 10.
3- Despierta la curiosidad. V: 10.
4- Indica la condición deplorable. 3- Necesidad o deseos. V: 13-14.
V: 16.
5- Reconoce o alaba las respuestas 4- Conciencia. V: 16.
Correctas. V: 17.
6- Evita desviaciones. V: 21. 5- Discernimiento. V: 17-18.
7- Conduce a la conversión. V: 26. 8- Efecto multiplicador. V: 39,41. 6- Conocimientos. V: 21-24. 9- Transforma una circunstancia material en una conversación 7- Decisión. V: 26.
espiritual. V: 7-26.
OPERACIÓN
ANDRÉS: CON SU
HERMANO
1. LO BUSCA
2. LE HABLA DE CRISTO
3. LO TRAE AL SEÑOR
BUSCA LA OPORTUNIDAD. El Salvador salió de Judea, y
se fue otra vez a Galilea. Dice la
Escritura que le era necesario pasar
por Samaria. (Juan 4: 3-4). Cuan
importante era para él ese lugar,
seguramente lo tenía en su corazón y
cuanto tiempo habría dedicado a la
oración, para que en su paso por
Samaria encontrara un alma sedienta.
Nosotros al igual que Señor
deberíamos cada día encomendarnos a
él, con el fin de que él nos use para su
gloria y el bien de nuestros
semejantes. Nos acordamos del siervo
de Abraham, como él oró “Oh
Jehová, Dios... dame, te ruego, el
tener hoy buen encuentro”.... (Génesis 24:12). Hemos visto, como
cuando muy temprano por la mañana
buscamos el rostro del Señor, para que él nos presente oportunidades para una conversación personal,
esta, se presenta. Queremos decir que las oportunidades se presentan o nosotros las buscamos, es por eso
que podemos decir que hay tres tipos de creyentes: 1- Los que buscan las oportunidades y las aprovechan.
2- Los que se les presentan las oportunidades y las usan. 3- Los que teniendo las oportunidades no las
aprovechan. En este último grupo hemos estado muchas veces, y como nos ha reprendido nuestra
conciencia; pongámonos en las manos del Señor cada día, para que seamos usados por él, y podamos......
anunciar de día en día su salvación. (Salmos 96:2).
TOMA LA INICIATIVA Y ESTABLECE EL CONTACTO.
El Señor, una vez que llegó a Samaria, se dirigió a una ciudad llamada Sicar, y estaba allí el pozo
de Jacob. y dice: entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora
sexta, es decir al mediodía. Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús toma la iniciativa,
entrando en contacto con ella, apelando a su simpatía o sentimientos y le dijo: “Dame de beber”.
(Juan 4:5-7). Reconocemos cuan difícil es dar este paso, requiere de mucho tacto para iniciar ese
contacto, estamos muchas veces llenos de temores, pero cuando nos ponemos en las manos del Señor
esperando su dirección, hay algo que nos impulsa, que no podemos resistir y esa es la voz del Espíritu
Santo que nos anima a entrar en contacto con la persona para ser usados como canal de Dios y así
hablarle de Cristo.
DOS
PRINCIPIOS
BÁSICOS
TACTO
Y
CONTACTO
Vienen a nuestra memoria las palabras del profeta Jeremías. “Dije: no me acordaré más de él, ni
hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis
huesos: traté de sufrirlo, y no pude. Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes....
Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante....” (Jeremías 20: 9-11).
La mayoría de las personas están sedientas de Dios y el corazón del hombre estará siempre vacío
hasta que se llene de aquella persona para quien fue creado. Puede ser que no muestren señales exteriores
de esto, pero sabemos que el Señor sabe que hay en el corazón del hombre, está por nuestra parte salir a
encontrar al sediento y llevarle agua. (Isaías 21:14). Algunas de las mejores oportunidades las
encontramos, por ejemplo en una parada de autobuses, en una sala de espera, con pacientes
hospitalizados, etc. Por eso el Señor dijo a sus discípulos:
DESPIERTA LA CURIOSIDAD Y COMIENZA A ELIMINAR BARRERAS.
Jesús venció la barrera racial,....y ella le dijo: “¿Cómo tu siendo judío, me pides a mi de beber,
que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.” (Juan 4:9). No hay
duda que Jesús es el ejemplo por excelencia, con razón Pedro en su (1a Epístola 2:21) dijo: “Cristo
padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”. Igualmente Pablo lo hizo y
él nos dice: “...a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos”. (1 Corintios
9:22). Si ellos lo enseñaron y lo practicaron, no seremos también nosotros capaces de hacer lo mismo.
Sepamos que.... “nuestra competencia proviene de Dios”. (2 Corintios 3:5). Pidamos al Señor sabiduría
para vencer cualquier obstáculo que se nos presente.
Hace poco tiempo acudió a la clínica medica donde trabajo el padre de un paciente a quien había
operado, se sentó frente a mi escritorio y comenzamos a hablar del estado postoperatorio de su hijo de 18
años y....Yo lo veía que mientras él hablaba conmigo lanzaba su mirada hacia un lado del escritorio donde
tengo varios títulos de tratados para obsequiarlos a los pacientes, pero tengo que confesar que yo tenía
miedo de darle esos tratados evangelísticos, y la razón era que ese señor, de buena posición social, era
árabe y musulmán. Creo, que todos nosotros hemos experimentado lo que significa hablar con alguien y
simultáneamente orar a Dios, eso lo puse por práctica en ese momento y pedí a Dios “Oh Señor dame
fuerza y libertad para hacerlo”. En ese instante se apoderó de mi una capacidad especial, y al indicarle
el tratamiento y despedirme de él, le di los folletos y.... que gozo.... el padre del paciente me dijo: Dr.,
gracias por darme estos mensajes, son muy buenos y cuanto me han ayudado.... yo estaba esperando que
me los diera.... los voy a leer y en la próxima consulta hablamos de ellos. Yo no me acordaba que en otra
oportunidad anterior le había dado algunos. Oh hermanos, cuan débiles somos. Rompamos las barreras
con el poder de la oración y el Espíritu Santo se encargará de lo demás. El Señor dijo: “No os preocupéis
por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no
ALZAD VUESTROS OJOS Y MIRAD LOS
CAMPOS PORQUE YA ESTÁN BLANCOS PARA
LA SIEGA
JUAN 4:35
sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros”. (Mateo
10:19-20).
Volviendo al encuentro de Cristo con la samaritana podemos ver que él despertó la curiosidad de
la mujer al decirle: “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tu le
pedirías, y él te daría agua viva....... mas el que bebiere el agua que yo le daré, no tendrá sed jamás;
sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. (Juan 10-
14). Así Cristo apeló a los deseos o necesidad de aquella mujer de tal manera que ella pudo decirle:
Dame esa agua........ (Juan 4:15)
¿Cómo podemos hacer para que las personas con quien tratamos sientan curiosidad acerca de las
cosas espirituales o de Cristo? Diremos que hay varias maneras:
1) Tratados, he visto que cuando acostumbramos repartirlos o aún sin haberlo hecho y los
cargamos en un lugar visible, como por ejemplo en el bolsillo delantero de la camisa, o en el caso de una
hermana que maneja y coloca los mismos al lado de su asiento, o cuando va en un autobús y saca el
tratado para leerlo y a su lado va otra persona, la tendencia de las gentes que está al frente o a nuestro
lado es de mirar para ver por curiosidad y ese es el momento oportuno para ofrecerle el folleto
Evangelístico. Además, sugiero que al entregarlo le demos un pequeño bosquejo muy corto del contenido
del mismo pero de una manera tal, que se vea estimulado a leerlo, despertando la curiosidad, como
por ejemplo: “esto trata de un caso de una familia que perdió el camino cuando iban hacia la playa y esto
también nos puede suceder a nosotros en la vida espiritual”...., o..... Este trata de un señor que tuvo un
cáncer de la próstata y a partir de ese momento su vida fue transformada... etc. Claro está, que antes de
repartirlos debemos conocer su contenido.
2) Relato de nuestra conversión. Pablo relató por lo menos tres veces su conversión, como se
encuentra narrado en los (Hechos de los Apóstoles, capítulos 9,22 y 26). El usó ese método como una
valiosa herramienta para alcanzar a otros para Cristo, no vemos que comenzó diciendo “entréguense a
Cristo” , sino, mas bien inició narrando su vida anterior y progresivamente fue conduciendo la
conversación hasta llegar al encuentro personal con el Señor. Oh hermanos, hemos vivido la
experiencia que cuando hablamos de como éramos y como el Señor tuvo misericordia de nosotros como
pecadores, las persona con quienes estamos hablando quedan impactados y quieren saber mas, claro está,
siempre y cuando nuestra vida respalde el testimonio que estamos dando. El Señor usó esta técnica
también cuando le dijo al endemoniado gadareno ya convertido: “Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales
cuan grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti,...... así lo
hizo......y todos se maravillaban” (Marcos 5:19-20).
3) Convicciones, amor y gozo del Señor. Dice el evangelista D. Watson: “Mi primera impresión
del evangelio, cuando me encontraba en un estado de incredulidad sofisticada, fue ver la realidad del
amor y gozo de Cristo en una persona completamente desconocida. Habló en una reunión, y nunca pude
acordarme nada de lo que dijo. Pero sin poder yo expresarlo en palabras en ese momento, él irradiaba un
sentido de la presencia de Cristo que fue, para mí, inequívocamente e inmensamente atractivo. Por
esta razón solamente, me sentí curioso y porque mi curiosidad fue provocada, estuve dispuesto a hablar,
escuchar, pensar, preguntar, tratar de entender, y en veinte y cuatro horas había entregado mi vida a
Jesucristo”. No hay duda que algo que impacta y hace reflexionar a otros, no solo son nuestras
convicciones sino también como reaccionamos ante las pruebas.
SON MÁS VISIBLES NUESTRAS REACCIONES
ANTE LAS PRUEBAS,
QUE NUESTRAS CONVICCIONES
Me recuerdo del caso de la hermana Chila Fariñas, quien ante una terrible enfermedad maligna
que tenía en su cuerpo, prácticamente tomados todos sus huesos (columna, pelvis, cadera, costillas,
clavícula..... y compresión de la medula espinal por el tumor que le producía dolor y grandes dificultades
para caminar ), usando un corsé y andadera ortopédica para caminar, conociendo que no se podía hacer
nada y que le quedaba poco tiempo de vida, pudo expresarse ante los Médicos Traumatólogos que la
estaban evaluando así: “ ¿ Cuáles medicamentos necesito tomar, cuándo debo volver....etc. ?,.....
Comprendo mi situación, pero yo sé que voy a estar con Cristo lo cual es muchísimo mejor”...... Aquellos
Médicos que me acompañaban me dijeron después que ella salió......! Qué fe, que confianza y paz
irradia! ...... es raro encontrar una persona así........ Yo pude decir en mi interior: Gracias Señor. Esto
también me dio la oportunidad de hablar a ellos y además me ha servido para decir a otros la importancia
de tener nuestras vidas fundadas sobre la roca que es Cristo, a pesar de las tempestades que sobrevengan,
tal como lo dice el Señor en su Palabra. (Mateo 7:24-28).
¿Seremos nosotros así? ¿Estaremos dando un buen testimonio que despierte la curiosidad
para tener al mismo Cristo?
INDICA LA CONDICIÓN DEPLORABLE.
Una vez que la mujer estaba interesada y su curiosidad era acentuada, el Señor en una forma sutil
y sabia le hizo ver su mala condición. Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo:
No tengo marido. (Juan 4:16-17). No hay duda que ese era el momento mas oportuno para despertar
su conciencia , hacerle ver cuan mal había vivido y que le era necesario algo mas o mejor dicho a alguien
mas. Hermanos, aprendamos de la sabiduría del Señor y si no la tenemos, Dios dice en su Palabra: “Y si
alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada”. (Santiago 1: 5). El Medico para decirle al paciente cuan mal o grave está,
busca en una forma sabia como decírselo. Sabemos que muchas personas se ofenden cuando les decimos
que son pecadoras, pero cuan importante es decirle a ellas como dijo Pablo: .... Cristo Jesús vino al
mundo para salvar a los pecadores de los cuales yo soy el primero. (1 Timoteo 1:15). Cuidado con
ponernos como santos, porque para ganar a otras personas para Cristo tenemos que comenzar por
reconocer cuan malos éramos y como el Señor tuvo misericordia de nosotros. (Tito 3:4-5).
RECONOCE O ALABA LA SINCERIDAD Y LAS RESPUESTAS CORRECTAS.
Él le dice a la samaritana: “Bien has dicho: no tengo marido; porque cinco maridos has
tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad”. (Juan 4: 17-18). Esto no
significa que Jesús fuera hipócrita, sino pone de manifiesto más bien su omnisciencia. (Juan 2:25), y a la
vez nos muestra la manera sabia como debe ser tratado el ser humano. Cuan agradable resuenan a
nuestros oídos palabras de estimulo y reconocimiento, tales como: Bien has dicho, me parece lógica tu
respuesta, etc. Debemos aprender del gran maestro la manera de tratar a nuestros semejantes, porque
muchas veces lo que hacemos es solo ver los defectos, fallas y pecados, sin tomar en cuenta algunas
virtudes o cualidades positivas. Nos acordamos del caso de Cornelio en hechos 10, cuando Dios valoró y
reconoció sus oraciones y limosnas, a pesar de no ser salvo. No estoy diciendo con esto que no hay que
decir al inconverso la verdad: que es pecador, que está destituido de la gloria de Dios y que anda en el
camino ancho que conduce a la perdición, etc. Pero hay que saberlo decir y como decirlo. Cuidado con la
tosquedad, engreimiento y vanagloria. Recordemos de donde venimos y tengamos compasión se nuestro
prójimo como el Señor.
Jesús además apeló al discernimiento de la samaritana, ella inicialmente lo cataloga como Judío,
(Juan 4:9); luego como Señor, (Juan 4:11,15); ahora como Profeta, (Juan 4:19); después como Mesías,
(Juan 4:29) y por ultimo junto a los samaritanos como el Salvador del mundo, (Juan 4:42). Es indudable
que la compresión y el discernimiento de ella progresan.
EVITA DESVIACIONES.
Jesús en esta parte de la conversación apeló a la memoria o conocimiento de la mujer samaritana,
y ésta le dice: “Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el
lugar donde se debe adorar”. (Juan 4:20). Ella pareciera que intentara desviar la conversación apelando
a otros aspectos no relacionados con el tema que están tratando.
A veces sucede así en nuestra conversación, en el cual nuestro interlocutor puede desviarla con
razón, o a veces con otros propósitos y así poner algunos obstáculos o barreras.
Está por nuestra parte responder con gracia a sus inquietudes, dudas, problemas y luego con la
sabiduría que viene de lo alto (Santiago 1:17), conducirlo de nuevo a la meta prevista. Aunque los
razonamientos de la mujer eran legítimos, Jesús no permitió que los asuntos secundarios le desviaran del
principal.
Jesús dijo: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al
Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios
es Espíritu; y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. (Juan 4:23-24).
Con esta actitud el Señor nos muestra, la necesidad que tenemos de indicar a las personas con quien
conversamos el de confrontarlos con la verdad sin presionarlos, y así puedan reflexionar entre lo que
saben y creen, y lo que necesitan saber y creer.
CONDUCE A LA CONVERSIÓN.
La samaritana dijo: “Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando el venga nos
declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo”. (Juan 4:25-26). Ella había sido
conquistada por el Señor, solo le faltaba la entrega o conversión a él. Si nosotros leemos los versículos
siguientes, no encontramos nada que nos diga que ella creyó allí, sin embargo, podemos observar lo que
hizo con los hombres de la ciudad a quien ella fue “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo
cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?”. (Juan 4:29). Los samaritanos así como ella crecieron en el
conocimiento de él y decían: “Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos
oído, y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo, el Cristo”. (Juan 4:42). Es decir,
BARRERAS DE LA MUJER:
1. RACIALES. 4:9.
2. DISCERNIMIENTO. 4:11,15.
3. RELIGIOSAS. 4:20.
4. SEXO. 4:27.
en algún momento de la conversación con el Señor o posterior a esta, creyó, se convirtió en la mejor
propagadora del Evangelio.
EFECTO MULTIPLICADOR.
Se aprecia que muchos samaritanos creyeron en Cristo por la palabra de ella. . y muchos
más por la palabra de él. (Juan 4: 39,41). Es esto se nota el efecto multiplicador. Es decir que, con la
conversión de aquella mujer fueron alcanzados para Cristo muchos samaritanos. Un ejemplo
característico lo encontramos cuando Pablo y Silas estaban presos en la cárcel y ellos le hablaron al
carcelero sobre la necesidad de creer, después de haberle dado ese gran testimonio con hechos y palabras
mientras sufrían severamente en la prisión. Primero creyó él y luego toda su familia. Suponiendo, que en
tu congregación haya 50 creyentes y ellos se disponen en la voluntad del Señor a conquistar a otras
personas para Cristo, cada uno a 1 inconverso por año, esto daría un total de 100 creyentes en un año. Si
estos a su vez proceden a realizar lo mismo, en 2 años la congregación aumentaría a 200, y así
sucesivamente habría un crecimiento rápido. No estoy pensando solamente en función de números, pero
quiero preguntarte ¿ Cuantas personas cada día y año están pasando a la eternidad sin Cristo ?. Se
considera que cada segundo muere una persona en el mundo, cada minuto 60, cada hora 360, cada día
8640, cada año 103680, esto es sin tomar en cuenta guerras, terremotos y otras muertes por accidentes.
¿Cuántos de ellos se convirtieron al Señor? Nos preguntamos ¿Podremos nosotros vivir y tener la
compasión del Señor? Apreciado hermano, ¿ será posible poner delante del Señor la necesidad de ganar
por lo menos a una persona para Cristo este año ?. Por ejemplo: ( Un familiar, amigo, compañero, vecino,
conocido. etc.), Dios dice en su palabra: Porque nada hay imposible para Dios. (Lucas 1:37).
TRANSFORMA UNA CIRCUNSTANCIA MATERIAL EN UNA CONVERSACIÓN
ESPIRITUAL.
Él le pide a la mujer agua material y luego él le ofrece el agua espiritual. Que sabiduría y gracia la
del Señor, de lo cual deberíamos aprender.
Me recuerdo de una ocasión en el Hospital Universitario de Valencia en el cual estaba hablando
con una enfermera y ella me dijo de la crisis y de la mala situación de país, por unos pocos minutos
conversamos de los problemas y las posibles soluciones, y mientras hablaba con ella, oraba internamente
a Dios para que me guiara a buscar la forma de entrarle y decirle de lo que Dios podía hacer por nosotros
y...fue ella quien me abrió la puerta y me dijo: En verdad que la única solución esta en Dios. Yo allí,
dentro de mi corazón di gracias al Señor y dije: la puerta se abrió, aprovecha la oportunidad, y por la
gracia y el poder de Dios pude hablarle, que todo lo que nos pasaba era el producto de que el hombre
había puesto a Dios a un lado, y que lo que necesitaba era un rencuentro con El (reconciliación con
Dios). (2 Corintios 5:20). Así pude hablarle de Cristo......ella me dijo, es verdad, y nos despedimos. Que
paso después no lo se, solo Dios lo sabe. No digo esto para indicar que siempre lo hago, ojalá siempre lo
hiciera. Aprendamos de Jesús y sigamos sus pisadas. (1 Pedro 2:21). Si internizamos como ejemplo a
seguir, los pasos que Jesús dio para alcanzar a la mujer samaritana, nuestra vida se convierte en una
continua aventura. Constantemente estaremos en la búsqueda de una nueva oportunidad que Dios nos
presente, de dar testimonio personal como servidores de Cristo y así poder alcanzar por su bondad,
misericordia y poder a otras personas para el Señor. Ojalá puedas tú y yo decir cada día:
OH JEHOVÁ, DIOS.....
DAME, TE RUEGO, EL
TENER HOY
BUEN ENCUENTRO
(GÉNESIS 24:12)