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El propósito de esta lección es recalcar el inmenso amor de Dios hacia la humanidad perdida, un amor que se traduce en milagros que benefician a la comunidad de fe. La existencia de los milagros debe llenarnos de esperanza, sabiendo que Dios está presto a hacer hasta lo que parece imposible con tal de bendecir a las personas de fe.
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Lección 17: Los milagros existen Mateo 14.22-‐36
«En cuanto ellos subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se acercaron y lo adoraron, diciendo: —Verdaderamente eres Hijo de Dios. Jesús sana a los enfermos en Genesaret».
Mateo 14.32-‐33
Propósito El propósito de esta lección es recalcar el inmenso amor de Dios hacia la humanidad perdida, un amor que se traduce en milagros que benefician a la comunidad de fe. La existencia de los milagros debe llenarnos de esperanza, sabiendo que Dios está presto a hacer hasta lo que parece imposible con tal de bendecir a las personas de fe.
Bosquejo de la lección I. Jesús ora mientras los discípulos viajan por mar (Mateo 14.22-‐23). II. La súbita tormenta (v. 24). Jesús camina sobre el mar (vv. 25-‐27). III. Pedro intenta caminar sobre las aguas (vv. 28-‐31). IV. Cesa la tempestad (vv. 32-‐33). V. La fe de Jesús se exQende (vv. 34-‐36).
Vocabulario bíblico «MAR DE GALILEA»: También conocido como el Lago de Tiberiades (v. 22). Este cuerpo de agua dulce es tan grande que la Biblia se refiere a él como el «Mar» de Galilea o de Genesaret. En hebreo sencillamente le llaman el «kineret». Tiene 21 kilómetros de largo por 12 de ancho y entre 42 a 46 de profundidad. Está ubicado en un hueco entre montañas, a más de 200 metros o 650 pies debajo del nivel del mar. Esto hace que el viento que viene del Mediterráneo quede atrapado entre las montañas, comience a girar y forme trombas marinas, es decir, pequeños tornados en el agua. «DUDAR»: El verbo griego que emplea Jesús en el versículo 21 es «distazo», cuya raíz es la palabra «dis», que quiere decir «dos». Por lo tanto, el verbo se refiere a la acción de Qtubear entre dos opciones.
Mateo 14.22-‐23
RVR 22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la mulQtud. 23 Después de despedir a la mulQtud, subió́ al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
VP 22 Después de esto, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente. 23 Cuando la hubo despedido, Jesús subió́ a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo,
Mateo 14.24-‐26
RVR 24 Ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas, porque el viento era contrario. 25 Pero a la cuarta vigilia de la noche, Jesús fue a ellos andando sobre el mar. 26 Los discípulos, viéndolo andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: —¡Un fantasma! Y gritaron de miedo.
VP 24 mientras la barca ya iba bastante lejos de Qerra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. 25 A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. 26 Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo: —¡Es un fantasma!
Mateo 14.27-‐29
RVR 27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: —¡Tened ánimo! Soy yo, no temáis. 28 Entonces le respondió́ Pedro, y dijo: —Señor, si eres tú, manda que yo vaya a Q sobre las aguas. 29 Y él dijo: —Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
VP 27 Pero Jesús les habló, diciéndoles: —¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo! 28 Entonces Pedro le respondió́: —Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta Q sobre el agua. 29 —Ven —dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y comenzó́ a caminar sobre el agua en dirección a Jesús.
Mateo 14.30-‐32
RVR 30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo y comenzó́ a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame! 31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? 32 En cuanto ellos subieron a la barca, se calmó el viento.
VP 30 Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: —¡Sálvame, Señor! 31 Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: —¡Qué poca fe Qenes! ¿Por qué dudaste? 32 En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento.
Mateo 14.33-‐34
RVR 33 Entonces los que estaban en la barca se acercaron y lo adoraron, diciendo: —Verdaderamente eres Hijo de Dios. Jesús sana a los enfermos en Genesaret. 34 Terminada la travesía, llegaron a Qerra de Genesaret.
VP 33 Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: —¡En verdad tú eres el Hijo de Dios! Jesús sana a los enfermos en Genesaret 34 Cruzaron el lago y llegaron a Qerra en Genesaret.
Mateo 14.35-‐36
RVR 35 Cuando lo reconocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noQcia por toda aquella Qerra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos; 36 y le rogaban que los dejara tocar solamente el borde de su manto. Y todos los que lo tocaron, quedaron sanos.
VP 35 La gente del lugar reconoció́ a Jesús, y la noQcia se extendió́ por toda la región. Le llevaban los enfermos, 36 y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos.
Resumen -‐ 1 • La existencia de los milagros debe llenarnos de esperanza, sabiendo
que Dios está presto a hacer hasta lo que parece imposible con tal de bendecir a las personas de fe.
• Jesús presenta un gran ejemplo de piedad y devoción, ya que los Evangelios resaltan su profunda vida de oración. Este tema será́ tratado a profundidad en la lección de la semana próxima.
• Las referencias a caminar sobre las aguas y el uso de la frase «yo soy» recalcan la divinidad de Jesús.
Resumen -‐ 2 • Jesús es un ser divino que puede hacer milagros, dado que el poder
de Dios habita en él. • Los creyentes podemos caer en la ambivalencia espiritual. A veces
Qtubeamos, tratando de poner nuestra vista en dos siQos a la misma vez; miramos a la tormenta y miramos a Dios. La Palabra de Dios nos exhorta a fijar nuestra mirada en Jesús, el único que puede calmar las tormentas que nos torturan.
Oración Buen Dios, cuyo poder se deja sen2r en cielo, 2erra y mar, te alabamos y te bendecimos con amor. Gracias te damos, Dios de la vida, por amarnos tanto y por bendecirnos a cada paso. Gracias por los milagros que nos concedes cada día, a pesar de nuestras muchas maldades. Te alabamos y reconocemos tu poder, en el nombre de Jesús. AMÉN