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LOS GENERALES DE DIOS, Tomo 1 - Roberts Liardon

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  • Los Generales De Dios

  • Los Generales De DiosLas claves de sus xitos.

    ypor qu algunos fallaron.

    Roberts Liardon

    Buenos Aires - San Jos - New York

  • Los Generales de DiosRoberts LiardonPublicado por Editorial PenielBoedo 25 (1260) Buenos Aires - ArgentinaTel/Fax: 4981-6178 / 6034e-mail: [email protected]

    Publicado originalmente con el ttulo: God's GeneralsBy Albury PublishngTulsa, Oklahoma 74147-0406

    Traduccin al Espaol por: Virginia Lpez GrandjeanCopyright 2000 Editorial PenielISBN N: 987-9038-37-1Producto N: 316054

    Ninguna parte de esta publicacin puede ser reproducida en ningunaforma sin el permiso escrito de Editorial Peniel.

    Impreso en ColombiaPrinted in Colombia

  • l\lgllnas opiniones sobre este libroLa f0l1aleza y el poder del cuerpo de Cristo en la actualidad no son

    obra de la casualidad. Cierto, son obra del Espiritu Santo, pero el Es-pritu Santo unge a sus siervos fieles y humildes para llevar a cabo suspropsitos. En este libro, Roberts Liardon ha hecho una obra maestraal abrir nuevas puertas que nos penniten ver por dentro las vidas dealgunos de los ms grandes hroes de la fe. Los Generales de Dios lealentar y le dar fuerzas para llegar al xito en cualquier propsitoque Dios tenga para usted en su Reino.

    Dr. C. Peter WagnerEscritor y profesor de Crecimiento de la Iglesia en el Seminario

    Teolgico Puller, Pasadena, California.

    Haca tiempo que era necesario contar con una obra que combina-ra las historias de grandes predicadores pentecostales del siglo XX enun libro. y estoy seguro de que esta publicacin ser grandementeapreciada. Estoy feliz de que mi madre, Aimee Semple McPherson,haya sido incluida entre los otros Generales de Dios, dado que sirvicon todo su corazn como pionera en las trincheras del frente al msgrande de todos los Generales: su Seor, Jesucristo. Agradezco since-ramente el tributo que este libro le brinda.

    Rolf K. McPhersonPresidente de la Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular,

    Los ngeles, California.

    Muy poca gente aqu saba algo sobre John Alexander Dowie, Ma-ria Woodworth-Etter, Jack Cae y otros como ellos, hasta que llegRober1s Liardon. Sus enseanzas han tenido un profundo impacto so-bre las jvenes iglesias de Asia. Las lecciones que podemos aprenderde estos grandes evangelistas del siglo XX, tanto de sus xitos comode sus fracasos, son absolutamente vitales para impulsar a la genera-cin que est surgiendo, a alcanzar nuevas alturas espirituales mien-tras entramos en un nuevo milenio.

    Hee KongPastor de la Iglesia City Harvest, Presidente del Centro de

    Capacitacin Bblica City Harvest, Singapur.

    *"s"1if*

  • Conozco a Roberts Liardon desde que era un adolescente. Lo co-noc cuando buscaba informacin sobre mi padre, Jack Cae Sr., unode los doce generales que se estudian en este libro. En ese momentome impresion su entusiasmo por la tarea, y me alegra ver el frutoque ha producido su vida y su ministerio en el da de hoy. Recomien-do este libro, no slo por su valor histrico, sino por su verdaderacomprensin de lo que es necesario para contar con el verdadero po-der de Dios

    Jack Cae, Jr.Evangelista internacional, Presidente de Christian

    Fellowship, DalIas, Texas.

    Roberts Liardon es uno de los principales expertos en los dinmi-cos ministerios de sanidad de los siglos XIX y Xx. Despus de pasarcasi dos dcadas investigando y estudiando a los lderes espiritualesms importantes cuyas vidas han estado caracterizadas por seales,prodigios y milagros, Liardon presenta un impactante e inspirador pa-norama de sus ministerios. Este es el primer volumen en el que sepresenta un estudio detallado de estos gigantes de la fe. Es historia dela iglesia, y de la mejor.

    Paul G. ChappellPh. D. Decano de Estudios de Posgrado de la Facultad de Teologa

    de la Universidad Oral Roberts, Tulsa, Oklahoma.

    Los pioneros de Dios son figuras controversiales. Muchas vecesse equivocan, porque pocos, antes, se han aventurado por los caminosque ellos recorren. Roberts Liardon ha hecho un trabajo excelente,proveyendo un extraordinario material de investigacin sobre LosGenerales de Dios, los pioneros de la historia pentecostal y carism-tica. Al leer este libro, su fe recibir inspiracin, y aprender algunaslecciones en el camino.

    Gerald Coates Pioneer International.

    Debemos redescubrir nuestro legado pentecostal. Mientras busca-mos tomar agua de la fresca y pura corriente de Pentecosts, que co-rre desde las pginas del Nuevo Testamento hasta los avivamientos deeste siglo, veremos cmo Dios nos lleva a alcanzar nuestro mximopotencial en l. Roberts Liardon ha reconocido la importancia de hon-

  • rar a quienes han recorrido el camino antes que nosotros, aprendien-do de sus errores, y permitiendo que sus testimonios nos inspiren. Heodo la presentacin que el pastor Roberts hace del material incluidoen este libro, y s que los aos que ha pasado estudiando las vidas deestos grandes hombres y mujeres de Dios han producido un materialque servir para alentar, exhortar y educar a muchos en esta genera-cin. Por lo tanto, lo recomiendo especialmente, sabiendo que cam-biar vidas y nos presentar una vez ms aspectos de la vida pente-costal que muchos no conocen.

    Colin Dye, B. D.Pastor del Kensington Temple,

    Londres, Inglaterra.

  • DedicatoriaQuisiera dedicar este libro a tres grupos de personas:

    A mis pastores asociados, Lany y Kathy Burden, y a mi congre-gacin en el Embassy Christian Center en Irvine, California. Quieroagradecerles especialmente por su fidelidad, su lealtad y su confiabi-lidad. Deseo que sepan que los reconozco como uno de los mejoresdones que tengo en el llamado de Dios.

    A los pastores Hee y Sun Kong y la congregacin de la IglesiaCity Harvest en Singapur. Quiero agradecerles principalmente por sualiento y la especialsima amistad que compartimos. La comunincon ustedes es una parte muy importante de mi vida. Es hermoso sermiembro oficial de su iglesia, aunque yo est a miles de kilmetrosde ella!

    A los pastores Richard y Gail Perinchief y su congregacin en elSpirit Life Christian Center en Florida. Quisiera agradecerles espe-cialmente por su amistad, que se ha mantenido lealmente a lo largode los aos. Y quiero agradecerles por ese carcter especial que apa-rentemente compartimos en nuestro llamado celestial: parece quesiempre terminamos predicando juntos en el mismo pas, al mismotiempol Es maravilloso ministrar en diferentes naciones con ustedes,y ser considerado su amigo.

    Amigos mos, nunca nos demos por vencidos en nuestra bsque-da de alcanzar el elevado llamado de Dios!

  • ContenidoAlgunas opiniones sobre este libro 5Dedicatoria 9Prlogo 13Prefacio 15Agradecimientos 17Introduccin 19

    John Alexander Dowie"El apstol de la sanidad" 21

    2 Mara Woodworth-Etter"La Mujer que Mostr el Espritu de Dios" 53

    3 Evan Roberts"Lder del avivamiento en Gales" 91

    4 Charles F. Parham"El padre de Pentecosts" 127

    5 William J. Seymour"El catali::ador de Pentecosts" 161

    6 John G. Lake"Hombre de sanidad" 197

    7 Smith Wigglesworth"Apstol de fe" 231

    8 Aimee Semple McPherson"Mujer de la Providencia" 269

    9 Kathryn Kuhlman"La Mujer que Crea en los Milagros" 317

    10 William Branham"Un Hombre de Notables Seiiales y Prodigios" 363

    11 Jack Coe"El Hombre de la fe Temeraria" .407

    12 A. A. Allen"El Hombre de los Milagros" .443

  • PrlogoQuisiera felicitar a mi querido amigo y compaero en el ministerio,

    Roberts Liardon, por esta contribucin que hace conocer la historia. delgran mover de Dios por medio del ministerio de sus verdaderos Gene-rales. Este libro le mostrar sus fortalezas y sus puntos dbiles.

    Es claro que esto no es obra de un hombre, sino del Espritu San-to del Dios viviente. Esta obra le ensear a usted que Dios no depen-de de lo que somos, ni lo que poseemos, isino de lo que l puede ha-cer en nosotros!

    Al leer este inspirador libro, usted recordar que el Dios de Elases su Dios; as como fue el Dios de sus otros Generales en el pasado.Tome su Biblia ahora y lea Hebreos 11: 1-12:2 antes de embarcarse eneste histrico viaje, y ver que "toda verdad es paralela".

    Dios siempre ha tenido sus Generales: "Porque muchos son llama-dos, y pocos escogidos" (Mateo 22: 14). Dios no desea que olvidemosesto mientras vemos a muchos nuevos Generales emergiendo en loscampos de batalla en la actualidad. Por tanto, miremos siempre a "Je-ss, el autor y consumador de la fe" (Hebreos 12:2).

    Esta obra literaria est destinada a ser un clsico espiritual que lemostrar que aun la persona ms pequea y aparentemente insignifi-cante puede ser usada por Dios. El comentario de Roberts es podero-so y prctico, y dejar en usted una gran esperanza de lograr la meta.

    Los Generales de Dios fueron diamantes en bruto; la mayora deellos sencillos, sin gran cultura a los ojos del mundo; pero fueron ca-nales en los que Dios reconoci las caractersticas nicas que l po-dra usar si ellos se rendan a su llamado.

    Querr usted rendirse tambin?

    Dr. Morris Cerrullo,Presidente Morris Cerrullo

    World EvangelismSan Diego, California.

  • PrefacioRoberts siempre ha tenido un especial anhelo por comprender el

    llamado de grandes hombres y mujeres de Dios. Como su madre, videsarrollarse este anhelo espiritual en dos maneras.

    Primero. siendo un nio muy pequeo, el inters de Roberts cre-ci porque mi madre le contaba muchas historias sobre los grandesministerios y sus reuniones en carpas, de las que ella haba participa-do. Sus descripciones eran vvidas y coloridas, y en casi cada una deestas historias ella tena una leccin para ensear.

    Segundo. cuando Roberts cumpli doce aos, el Seor se le apa-reci y le indic que estudiara las vidas de los grandes hombres y mu-jeres de Dios. El Seor le dijo que este estudio intensivo sera unaparte importante de su preparacin para el ministerio.

    Inmediatamente despus de esta visitacin del Seor, Roberts co-menz a estudiar. En nuestra casa ya haba una atmsfera de estudio.Yo pas muchos aos avanzando en mi educacin mientras los nioscreCan. y tena una biblioteca bien provista. La combinacin de la in-fluencia de mi madre y mi diligencia para el estudio aparentementeimpartieron a Roberts lo que l necesitaba en ese momento. Recuer-do muchas noches en que todos nos sentbamos a la mesa, inclinadossobre los libros que leamos y destacando las partes ms importantes.

    Roberts comenz a zambullirse en cada libro que poda encontrar,que hablara de un mover de Dios. Si encontraba un nombre en un li-bro, investigaba todo lo posible sobre esa persona. Si en su investiga-cin descubra que la persona haba muerto, buscaba hasta encontraral pariente o amigo ms cercano a ella. El favor de Dios en la vida deRoberts era evidente. Siempre, estas personas le otorgaban entrevis-tas, e inevitablemente l comenzaba a desarrollar una relacin perso-nal con ellas. Estas personas aparentemente estaban dispuestas a dar-le todo lo que pidiera, ya fueran materiales, fotograflas o libros.

    PareCa que Roberts nunca senta inhibiciones o temor en su bs-queda. Recuerdo un incidente en particular, cuando mi hijo recin co-menzaba sus estudios secundarios. Cierto da regres a casa y descu-br que, de alguna manera, Robelts se haba puesto en contacto conalguien en el extranjero que estaba ansioso por ayudarlo a investigar

    ** 15

  • sobre reformadores y lderes de avivamientos como Evan Roberts yJohn Wesley. Cuanto ms estudiaba, ms se le abran las puertas. Es-taba obedeciendo a Dios, por lo que era natural que las puertas seabrieran. Cuando otras personas que buscaban lo mismo que l se en-teraban de su xito en conseguir materiales para sus investigaciones,le preguntaban: "Cmo conseguiste eso?", y l simplemente respon-da: "Lo ped".

    Durante los aos en que Roberts estaba investigando la vida deLos Generales, yo estudiaba y trabajaba en la Universidad Oral Ro-berts. Mi hijo pasaba mucho tiempo all, estudiando los materiales delCentro de Investigaciones del Espritu Santo. En realidad, l trabajall dos veranos, como voluntario, cuando lo necesitaban. Cuando elpersonal de la universidad descubri todo el material que Roberts ha-ba obtenido por s mismo, se sorprendieron mucho y le ofrecieroncomprarlo. l estudi la oferta, pero yo me puse firme.

    Hoy, esos materiales estn en la Biblioteca de los Reformadores yLderes de Avivamientos, en su instituto bblico.

    El deseo de Roberts de conocer y comprender las vidas de estoshombres y mujeres era tan puro como diligente. Recuerdo claramen-te que cuando subi por primera vez al plpito, a los diecisis aos,su investigacin estaba completa. Haba cumplido su tarea para esemomento. No tena educacin formal, ni contactos, ni experiencia.Simplemente haba obedecido a Dios. Fue fiel a lo que se le puso pordelante, y esa fidelidad madur hasta convertirse en un llamado inter-nacional. Para m es un testimonio de alguien que no slo compren-de una etapa de su vida, sino que la completa.

    Roberts probablemente siempre contine estudiando las vidas deLos Generales de Dios, ya que esto es an parte de su llamado. Aho-ra, el ministerio tiene un departamento de investigaciones que es elresponsable de continuar la bsqueda donde Roberts la dej para se-guir el llamado de ayudar a las naciones para el regreso del Seor.

    Carol M. Liardon. B. S.. M.L. S.Vicepresidenta Ejecutiva,

    Ministerios de Roberts Liardon.Irvine, California.

    ** 16

  • AgradecimientosQuiero agradecer especialmente a dos personas:Mi editora, Denyse Cummings, y mi director de investigacio-

    nes, Laurel McDonald. Como equipo, hemos atravesado intermina-bles estudios, entrevistas, escritos y ediciones, para dar forma a es-te libro y hacer que cumpla su cometido. Ustedes dos me han ayu-dado a completar una parte vital de mi llamado en la Tierra. Gra-

    . . .Clas, amIgos mIos.

  • IntroduccinCuando yo tena casi doce aos, el Seor se me apareci en una

    visin. En esta visin, me dijo que estudiara las vidas de los grandespredicadores. para aprender de sus xitos y sus fracasos. A partir deese da dediqu una gran parte de mi vida al estudio de la historia dela iglesia.

    Cuando muere un personaje prominente del mundo secular, laspersonas observan sus logros naturales. Pero cuando muere un lderen el cuerpo de Cristo, creo que Jess desea que estudiemos no slolo que esta persona logr en el mbito natural, sino lo que ha logradodentro del cuerpo de Cristo. El propsito de ese recuerdo no es alabarni criticar al lder, sino verlo como un ejemplo para nuestras vidas.

    Los 11 generales 11 sobre los que escribo en este libro son humanos.Sus historias son una representacin de cmo es la vida. No he con-vertido a nadie en un sper ser humano, ni un hombre O una mujerbinicos. He reflejado sus lgrimas, sus risas, sus xitos, y sus fraca-sos. A todos los persiguieron; les mintieron; los calumniaron; los trai-cionaron; as como tambin los honraron, adoraron y apoyaron.

    Pero lo ms importante es que he tratado de revelar los secretosdel poder en cada uno de sus llamados al ministerio: cmo actuaban,qu crean, qu los motiv, a cada uno, a CAMBIAR a su generacinpara Dios.

    Los fracasos que se produjeron en las vidas de estos grandes hom-bres y mujeres de Dios amenazarn con repetirse. Pero sus xitostambin son un desaflo para nosotros, y estn esperando ser alcanza-dos una vez ms. No hay nada nuevo bajo el Sol. Si algo de esto esnuevo para ti, es porque t eres nuevo bajo el Sol.

    Se necesita algo ms que un deseo para cumplir la voluntad deDios; se necesita fortaleza espiritual. Al leer estos captulos, permiteque el Espritu Santo te lleve en un viaje que seale las reas de tu vi-da en que necesitas concentrarte o rendirte. Luego, decdete a que tuvida y ministerio sean en esta generacin un xito espiritual que ben-diga a las naciones de la tierra para la gloria de Dios.

    Roberts Liardon

  • CAPTULO UNO

    Jobo AlexaoderDowie

    "El apstol de la sanidad"

  • " 1

    el ftPOSIOl De lft SftnlDftD"" Se atrever a orar por lluvia? Si lo hace y no

    (llueve, entonces no es Elas. Si no lo hace, en-tonces es porque tiene miedo... yeso es anpeor."

    "Finalmente el predicador cay de rodillas detrs delplpito. Nunca antes la gente haba escuchado susoraciones con tanta tensin en la espera. 'Dios, PadreNuestro, hemos visto el sufrimiento de esta tierra...mrala ahora en tu misericordia, y enva la lluvia... ""De repente, el Sobreveedor General se detuvo; lue-go dijo: 'Vayan pronto a sus hogares, porque hay so-nido de abundancia de lluvia.' Y tan pronto como lamultitud se volvi para salir, la lluvia descendi entorrentes. "1

    Pocos, en nuestra generacin actual,conocen el fascinante y dramtico mi-nisterio de John Alexander Dowie. Sinduda, este hombre logr sacudir al mun-do de principios de este siglo. l trajo ala vista de todos en la sociedad la Igle-sia visible del Dios vivo, especialmenteen el rea de la sanidad divina y el arre-pentimiento. Sea que uno estuviera deacuerdo con el Dr. Dowie, o no, es unhecho que la suya es una increble histo-ria de una fe inquebrantable y una pode-rosa visin. La cantidad de personasconvertidas por el ministerio de Alexan-der Dowie suman incontables millones.Aunque el final de su ministerio es tr-gico, rara vez ha habido una misin msvigorosa y vital. Su ministerio apostli-

    Contra el ataque dereligiosos hipcritasque se le oponan,

    publicaciones ferocesy calumniadoras,

    multitudes que buscabanmatarlo, y autoridades

    gubernamentalesimplacables, el Dr.

    Dowie mostr su llamadoapostlico como unacorona de Dios, y supersecucin como undistintivo de honor.

  • ...Dios le hablabavez tras vez.Su corazn

    continuamente sesenta atrado hacia elministerio de tiempo

    completo. Dowiecomprenda q'J,e haba

    muchas verdadesen la Biblia que

    haban sido dejadas delado por los religiosos

    de esa poca.

    LOS GENERALES DE DIOS

    co cambi el mundo. De costa a costa. por s solo, desafi y triunfsobre la gran apostasa y el letargo de su poca, demostrando clara-mente que Jesucristo es el mismo ayer. hoy y por siempre.

    Contra el ataque de religiosos hipcritas que se le oponan, publi-caciones feroces y calumniadoras, multitudes que buscaban matarlo,y autoridades gubernamentales implacables, el Dr. Dowie mostr sullamado apostlico como una corona de Dios, y su persecucin comoun distintivo de honor.

    fXTRftORDlnftRIOJohn Alexander Dowie naci el 25 de mayo de 1847 en Edimbur-

    go, Escocia. Sus padres, John Murray Dowie y su esposa, que erancristianos, lo llamaron con nombres que, segn ellos esperaban, ex-presaban lo que su hijo llegara a ser cuando creciera: "John", que sig-nifica "por gracia de Dios", y "Alexander", que significa "que ayudaa los hombres".

    John Dowie naci en la pobreza. Habra que mirarlo con los ojosde la fe para creer lo que el futuro le deparara a este pequeo nio.Aunque su asistencia a la escuela fue irregular debido a las frecuen-

    tes enfermedades, Dowie era la imagendel nio brillante y entusiasta. Sus pa-dres lo formaron y lo ayudaron porquetenan esperanza en su llamado. El jo-ven Dowie participaba activamente ensus reuniones de oracin y sus estudiosbblicos. Nunca lo dejaron fuera del mi-nisterio, y lo amaban profundamente.Esta seguridad del amor paterno fue unelemento clave en sus primeros aos.

    A la edad de slo seis aos. Dowieley la Biblia de tapa a tapa. Con unaprofunda conviccin nacida de su lectu-ra. desarroll un intenso odio por el usode bebidas alcohlicas. En esa poca. enEscocia se estaba formando un movi-miento de abstinencia. y sin siquiera

    darse cuenta de que la mano de Dios estaba sobre l. Dowie hizocampaa contra el abuso del alcohol y firm un compromiso de no

  • Jolm Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad"

    practicarlo jams.Dowie continu leyendo la Biblia y acompaando a su padre tan-

    to como le era posible en sus viajes a los lugares donde iba a predi-car. En uno de estos viajes, conoci a un humilde predicador calleje-ra llamado Henry Wright. Despus de escuchar el evangelio de bocade este hombre. Dowie entreg su corazn a Jesucristo.

    A la tierna edad de siete aos. recibi su llamado al ministerio. Pe-ro an no saba cmo responder.

    A los trece aos John parti con sus padres en un viaje de seis me-ses por Australia. Una vez ubicado en este nuevo pas, comenz a ga-narse la vida trabajando para su to, que era zapatero. Pronto dej asu to y comenz a trabajar en otras lugares, siempre en puestos casiinsignificantes. An entonces, sus compaeros notaban que era unjoven hombre de negocios realmente extraordinario. Dowie pronto seconvirti en asistente del socio de una firma que facturaba ms de dosmillones de dlares al ao.

    Durante estos aos de "ascensos laborales". Dios le hablaba veztras vez. Su corazn continuamente se senta atrado hacia el ministe-rio de tiempo completo. Dowie comprenda que haba muchas verda-des en la Biblia que haban sido dejadas de lado por los religiosos deesa poca. Una de ellas, la sanidad divina, le haba sido revelada acosta de su propio sufrimiento. Dowie haba sido un nio enfermizo,y sufra de "dispepsia crnica", una severa indigestin que lo acosen su adolescencia. Pero despus de leer sobre la voluntad divina conrespecto de la sanidad, clam al Seor y fue "completamente libera-do de tal afliccin".! Y esta manifestacin divina fue slo una mues-tra de la revelacin que llegara a su vida.

    Finalmente, a la edad de veintin aos, tom la decisin absolutade responder al llamado de Dios. Tomara el dinero que haba ahorra-do con su trabajo y comenzara a estudiar con un profesor privado pa-ra prepararse para el ministerio. Quince meses despus, sali de Aus-tralia para inscribirse en la Universidad de Edimburgo, para estudiaren la Facultad de la Iglesia Libre. Aunque se especializ en teologay ciencias polticas, no era considerado un estudiante modelo debidoa sus desacuerdos con los profesores y sus doctrinas. l desafiaba susletrgicas interpretaciones en forma brillante. John Dowie tena unhambre y sed extraordinarias por la Palabra de Dios. Lea constante-mente y tena memoria fotogrfica. Esto hizo que sobrepasara larga-

  • LOS GENERALES DE DIOS

    mente a sus superiores en conceptos y exactitud.Mientras estaba en Edimburgo, Dowie se convirti en "capelln

    honorario" de la Enfermera. All tuvo la oportunidad nica de escu-char a los famosos cirujanos de su poca, y comparar sus diagnsti-cos con la Palabra de Dios. Pero mientras los pacientes yacan sin es-peranzas bajo los efectos del cloroformo, Dowie escuchaba a estosmdicos hablar sobre sus fracasos como profesionales. Entonces fuecuando comprendi que estos mdicos no podan curar, y que su ni-co recurso era extraer los rganos enfermos, esperando que de estemodo los pacientes mejoraran. Dowie observ muchas operacionesque acabaron en la muerte de los pacientes. Al or de labios de estosprofesores de medicina la confesin de que trabajaban a oscuras, s-lo guindose por su parecer, Dowie desarroll una tremenda antipatapor la ciruga y la medicina.]

    Muchos, an hoy, acusan a Dowie de condenar a toda la medici-na. Pero quisiera destacar que en esa poca, la prctica de la medici-na era muy primitiva. Y l fue uno de los pocos privilegiados que pu-do ver detrs de bastidores. Fue testigo de cmo los mdicos de supoca ofrecan grandes esperanzas a los pacientes, pero luego, en pri-vado, confesaban que no saban nada. Vea a las pobres vctimas pa-gando fortunas con la esperanza de ser curadas, para luego recibir lospeores resultados. Dowie despreciaba la falsedad, por lo que buscabauna respuesta. Y cuando comenz a oponerse pblicamente a estosmtodos engaosos, se comprob que sus acusaciones eran ciertas.

    Mientras estudiaba en la Universidad de Edimburgo, recibi un te-legrama de su padre en Australia. Como respuesta al mismo, regresrpidamente a su hogar para liberarse de cualquier herencia del nego-cio familiar, debido a su amor al ministerio.

    Al dejar todo y regresar al hogar tan repentinamente, qued engrandes apuros econmicos. Pero decidi que esta dificultad no seraun obstculo para l, y prometi que cumplira la misin de su vida:sera un embajador de Dios en un ministerio de tiempo completo.

    Poco despus, acept la invitacin a pastorear la iglesia congrega-cional de Alma, Australia. Su tarea all se divida entre varias iglesias.y como era de esperarse, su osada manera de predicar hizo que lacongregacin se sintiera algo incmoda. Pronto comenz la persecu-cin contra l y debido a su penetrante mtodo de ministrar, las vocesdel resentimiento se hicieron or. Dowie era un visionario, pero a pe-

  • Saba que eraun hombre que tena

    una misin,pero no tenaidea de cmo

    o dnde su misinse cumplira.

    Jolm Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad"

    sar de sus repetidos esfuerzos, no logr despertar a la gente de su le-targo. Aunque necesitaba el apoyo econmico de la iglesia, decidi renun-ciar al pastorado porque senta que continuar era una prdida de tiempo.

    John Alexander Dowie era un reformador, un lder de avivamien-tos. Esta clase de llamado hace que la persona deba ver resultados,debido a la pasin por Dios que arde con tremenda fuerza en su inte-rior. l amaba a las personas, pero su compromiso con la verdad ha-ca que se concentrara nicamente en aquellas que le respondan.

    Poco despus de renunciar a ese pastorado, fue invitado a ser pas-tor de la iglesia congregacional de Manly Beach, donde fue recibidomuy clidamente. Pero una vez ms le afect la falta de arrepenti-miento y sensibilidad a la Palabra de Dios de parte de la congre-gacin. An as, continu con su pastorado. Su congregacin era pe-quea y le dejaba tiempo para ocuparse de sus estudios y buscarorientacin en cuanto al futuro.

    Pasaba el tiempo, y Dowie senta una inquietud constante en suespritu. Saba que era un hombre que tena una misin, pero no te-na idea de cmo o dnde su misin secumplira.

    Comenz a desear una congregacin msgrande, y pronto se le abri la oportunidad depastorear un grupo mayor en Newton, un su-burbio de Sydney. As que, en 1875, cambinuevamente de iglesia. Aunque l no lo sabaen ese momento, este cambio lo llevara a larevelacin que lanzara su ministerio a laaclamacin mundial.

    "iO~, VEn(jft fnSf(jUIDftl MftRY fSTft MURIEnDO... "Mientras pastoreaba la iglesia de Newton, una plaga mortal barri

    con la regin, particularmente en los alrededores de Sydney. La gen-te mora en tales cantidades que la poblacin estaba totalmente para-lizada de terror. A pocas semanas despus de haber asumido el pasto-rado en su nueva iglesia, Dowie ya haba oficiado ms de cuarenta fu-nerales. La enfermedad y la muerte parecan estar esperando a lavuelta de cada esquina. La tragedia de esta situacin golpe el cora-zn de Dowie de tal manera, que comenz a buscar inmediatamente

  • LOS GENERALES DE DIOS

    respuestas. Y saba que esas respuestas estaban a su alcance en la Pa-labra de Dios. Escuchemos la nota trgica en las propias palabras deljoven pastor:

    "Estaba sentado en mi oficina en la Iglesia Congregacional de Newton, un suburbio de Sydney, Australia. Mi corazn estaba muy cargado, porque habaestado visitando en sus lechos de enfermedad y muer-te a ms de treinta miembros de mi congregacin, yhaba devuelto el polvo al polvo de la tierra en ms detreinta tumbas en unas pocas semanas. Dnde, oh,dnde estaba aqul que sanaba a sus hijos sufrientes?Ninguna oracin por sanidad pareca llegar a sus o-dos, pero yo saba que su mano no se haba acorta-do... A veces me pareca que poda or la triunfanteburla de los enemigos creciendo en mis odos mien-tras yo hablaba a los deudos las palabras de cristia-na esperanza y consolacin. La enfermedad, la suciahija de Satans y el pecado, manchaba y destrua... yno haba un liberador.

    "Y ah estaba yo, sentado con mi cabeza hundidabajo el peso de la pena por mi pueblo afligido, hastaque lgrimas amargas vinieron a aliviar mi coraznardiente. Entonces or pidiendo un mensaje... y laspalabras del Espritu Santo inspiradas en Hechos10:38 se me presentaron en toda la brillantez de suluz, revelando a Satans como el Opresor, y Jess co-mo el Sanador. Mis lgrimas fueron enjugadas, micorazn se fortaleci; vi el camino hacia la sanidad...y dije: 'Dios, aydame ahora a predicar la Palabra atodos los que estn muriendo a mi alrededor, y decir-les que es Satans quien an enferma, y Jess quienan libera, porque l sigue siendo el mismo hoy.'

    "El sonido de la campanilla y varios golpes en lapuerta... dos mensajeros casi sin aliento que decan:'Oh, venga enseguida, Mary est muriendo; venga y

  • 10hn Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad"

    ore.' ...Sal apresuradamente de mi casa, sin siquieraponerme el sombrero, corr calle abajo, entr al cuar-to de lat dama que mora. All estaba, gimiendo, apre-tando I,os dientes en medio de la agona del conflictocon el d,tstructor... La mir, y se encendi mi ira...

    "Suce di en forma muy extraa la espada quenecesitab. \l estaba an en mis manos y ya nunca lapondra a un lado. El mdico, un buen cristiano, ca-minaba en silencio de un lado a otro del cuarto...Entonces SE ~ acerc y me dijo: 'Seor, no son miste-riosos los \caminos de Dios?' 'Los caminos deDios!... No, ~ ,eor, esto es obra del demonio y es ho-ra de que da tmemos a Aquel que vino a destruir laobra del diab. lo" .+

    Ofendido por las p 'alabras de Dowie, el mdico sali del cuarto.Dowie se volvi hacia la madre de Mary y le pregunt por qu lo ha-ba mandado llamar. LUI ego de escuchar que ella quera una oracin defe, el pastor se inclin jL mto a la cama de la nia y clam a Dios. Ins-tantneamente la nia se . qued quieta. La madre pregunt si su hijahaba muerto, pero Dowl ~ contest: "No... vivir. La fiebre se fue".'

    Pronto, la jovencita es\ ~aba sentada en su cama y comiendo. Se dis-culp por haber dormido tanto y exclam cun bien se senta. Y mien-tras el pequeo grupo agn ldeca al Seor, Dowie fue al cuarto de suhermano y su hermana, on :) por ellos, y tambin ellos fueran instan-tneamente sanados.6

    A partir de ese momente ), la plaga se mantuvo alejada de la con-gregacin de Dowie. Ning. n otro miembro de su iglesia muri de laepidemia. Y como resultado de esta revelacin, surgi el gran minis-terio de sanidad de John Ale xander Dowie.

    Poco despus de esta natal lle revelacin de la sanidad divina, Do-wie comenz a pensar en la pe lsibilidad de encontrar una esposa. En-tonces descubri que estaba en tamorado de su prima hermana Jeanie,y que no podra ser feliz sin el Ha. Despus de muchas discusiones y

    *~"***29 .

  • LOS GENERALES DE DIOS

    controversias con sus familia-res, acordaron que se casaran.As que a la edad de 29 aos, el26 de mayo de 1876, John Do-wie se cas con Jeanie y los doscomenzaron su increble misinjuntos.

    Su primer hijo, Gladstone,naci en 1877. Pero Dowie sehaba equivocado con respectode ciertas personas en asuntosfinancieros, y se encontr engrandes apuros econmicos.As que Jeanie y Gladstone fue-ron a vivir con los padres deella hasta que la situacin pu-diera arreglarse. Obviamente.

    De derecha a i~quierda: Jolm, Gladstolle, esta decisin caus an mayo-Jeanie y Esther Dowie.

    res discordias, debido a la des-confianza que sus padres polticos sentan por Dowie. Sin embargo, apesar de estas dificultades, continu siendo un hombre con una visindivina. En medio del caos, se aferr a la obra que tenan por de-lante y escribi a su amada esposa: "...Velo el futuro mucho msclaramente de lo que puedo resolver los misterios del presenteinmediato" .7

    Todo ministerio tiene su futuro. Pero debemos creer en ese futuro,o jams daremos ese primer paso. Como Dowie, debemos decidirnosa aferrarnos a la Palabra de Dios y luchar por lo que es nuestro en laTierra. Siempre habr contratiempos, pero nosotros somos los que de-cidimos si el problema ser permanente..Aunque somos llamados, te-nemos an que luchar contra males espirituales que son enviados pa-ra destruir nuestra visin y desanimarnos. Los ngeles de Dios pue-den ayudarnos, pero la guerra por nuestro destino es una responsabi-lidad personal que debemos ganar.

    i~ftSTft DE REliGin!Durante este tiempo de pruebas, Dowie tom la decisin sin pre-

    cedentes de abandonar la denominacin a la que perteneca. No po-

  • ...decidi que su misinalcanzara a las

    multitudes agonizantesde las que nadie

    cuidaba en la ciudad,con la revelacin

    de que Cristoes el mismo ayer,

    hoy y siempre.

    John Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad"

    da comprender, ni trabajar con el estado letrgico y fro de sus lde-res. l arda con la pasin de proclamar el mensaje de la sanidad di-vina por toda la ciudad. Sus congregaciones haban crecido hasta msdel doble de las dems. Pero su xito hablaba a odos sordos, y cons-tantemente deba luchar contra la poltica y la teologa de "la letra dela ley" que amenazaba con apagar su fe.

    Debido a la hostilidad que le mostraban los lderes de la denomi-nacin. se encontraba constantemente a la defensiva. En una carta asu esposa en la que proclama su decisin de comenzar un ministerioindependiente. Dowie escribi que el sistema poltico de su denomi-nacin...

    "...mataba la iniciativa y la energa individual,haca que los hombres fueran herramientas de la denominacin o, an peor, les haca tener una mentalidad mundana, y los dejaba, en su mayora, altanerosy secos, intiles; buenos barcos, pero mal piloteadosy terriblemente sobrecargados con mundanalidad yapata" .'

    Dowie haba llegado a darse cuenta de que era posible un aviva-miento. si se lograba despertar a la iglesia. Consider las vastas opor-tunidades que se abran delante de l. Estudi el lado letrgico de laiglesia. y luego estudi a los que no asistan a la iglesia. Y tom la de-cisin de que alcanzar el vasto nmerode los que no asistan a la iglesia produ-cira un mayor fervor por Jesucristo. En-tonces decidi dejar de trabajar entre loscnicos. Por eso decidi que su misinalcanzara a las multitudes agonizantesde las que nadie cuidaba en la ciudad,con la revelacin de que Cristo es elmismo ayer, hoy y siempre.

    En 1878, Dowie se apart de su de-nominacin y consigui el Royal Thea-tre en Sydney para comenzar un minis-terio independiente. Cientos de personas

  • LOS GENERALES DE DIOS

    se agolpaban en el teatro para escuchar sus potentes mensajes. Perouna vez ms, la falta de fondos detuvo su tarea. Aunque el nmero depersonas que asistan era enorme, muchas de ellas no tenan ingresos.La nica respuesta que Dowie hall fue vender su hogar y sus mue-bles, poner el dinero en la obra y mudarse a un lugar ms pequeo.Despus de esto, la obra floreci. En un mensaje en el que hablaba desu decisin, Dowie manifest:

    "Haban desaparecido mis hermosos muebles ymis cuadros, pero en su lugar llegaron hombres ymujeres que fueron trados a los pies de Jess por laventa de mis bienes personales".9

    En su pasin, Dowie no haba previsto la tremenda oposicin quese levant contra l. Dowie denunciaba con vehemencia los males dela poca, y form un grupo para distribuir literatura en toda la ciudad.Estos panfletos provocaron una violenta persecucin por gran partede parte de los pastores locales. Pero l continu denunciando sin mi-sericordia a los lderes letrgicos, y no se ahorr palabras, respon-diendo que l "no les reconoca derecho para pedirle informacinalguna sobre sus acciones, ni respetaba sus juicios". Dowie con-test a un ministro:

    "Considero que su juicio es tan dbil e incapaz co-mo su ministerio... Deseara saber quin distribuy es-tos 'repugnantes tratados' entre su rebao; ciertamente lo felicitara por haber elegido bien el campo... " 10

    Parte del llamado de Dowie era atacar los males morales. Una fir-me posicin moral generalmente va acompaada por un ministerio desanidad fuerte. (Gran parte de las enfermedades y dolencias son cau-sadas por el pecado.) Pero Dowie paralizaba a sus crticos con talaguda astucia, que esto los llev a unirse y planear en secreto cmodestruirlo. As se prepar el escenario para la cada del aparentemen-te invencible John Alexander Dowie.

    un LLftt\ftDO t\ftL InTfRPRfTftDODowie era un apstol, pero no comprenda en su totalidad ese ofi-

    ~**j0i, 32

  • Jo/m Alexander D01\'ie - "El apstol de la sanidad"

    cio. La uncin que l tena atraves las teocracias religiosas de supoca. pero pocos lo comprendan. incluyendo a l mismo. Comoconsecuencia. Dowie interpret mal algunas de las facetas de la pa-sin de su oficio. Una de ellas era la poltica.

    El liderazgo de Dowie estaba creciendo en influencia en todo elpas. Viendo su potencial y conociendo su posicin, la Sociedad deAbstinencia le pidi que se postulara para integrar el Parlamento. Alprincipio. Dowie se neg. Pero luego. pensando que posiblemente enel campo de la poltica podra influir mucho ms, cambi de idea yentr en calTera.

    Pero Dowie sufri una terrible denota en las elecciones. Los pe-ridicos locales que haban sido tan daados por su ministerio lo ata-caron sin misericordia. Los polticos y la industria de las bebidas al-cohlicas pagaron sumas siderales para verlo calumniado y derrota-do. Despus de las elecciones. Dowie haba herido a su iglesia y aver-gonzado a su ministerio.

    Dowie se mova por un anhelo espiritual tan poderoso que intentsatisfacerlo en lo natural. Slo puedo especular en cuanto a la raznpor la que actu de esa manera. Podra haber sido porque la iglesia noestaba captando la verdad con la rapidez que l hubiera deseado.Cualquiera fuera la razn, se equivoc al interpretar el plan y lostiempos de Dios para su ministerio.

    Debemos comprender que Dios tiene un punto central a partir delcual opera cada aspecto de nuestras vidas, ya sea individualmente oen forma conjunta con otros. Esa rea se llama "oportunidad". Segnla forma en que se maneje esa palabra, las vidas pueden avanzar en elplan de Dios. o detenerse. Las naciones pueden avanzar, o retroceder.La vida en el mbito espiritual tiene un tiempo y una oportunidad, dela misma manera que los tiene la vida natural. Por lo tanto, es muyimportante que sigamos la gua de nuestro espritu. Debemos apren-der que no siempre es correcto pasar a la accin slo porque pareceque es "lo que hay que hacer". Esta clase de obediencia slo debe serresultado de un tiempo de oracin e intercesin.

    Los polticos y el campo de la poltica jams han cambiado almundo, ya sea a travs de la iglesia o del gobierno. Slo un pueblocuyos corazones son cambiados por el evangelio puede transformarlas leyes y las normal civiles. Los polticos tienden siempre a cederpara gozar del favor del pueblo en general. El oficio apostlico pre-

  • Los dones del Espritucomenzaron a

    manifestarse en suvida, y la revelacin

    abundaba comonunca antes.

    Debido a su obedienciaespiritual,

    miles de personasfueron sanadaspor medio de su

    ministerio.

    LOS GENERALES DE DIOS

    senta la Palabra del Seor; luego, depende de las personas conformar-se a ella y seguirla. Lo apostlico y lo poltico no se mezclan. Dowie.con su llamado, jams debera haberse dedicado a la poltica.

    Mientras haca campaa para entrar en el Parlamento, tambindescuid el mandato de predicar la sanidad divina. Simplemente seapart de su llamado para buscar una meta personal, pensando quepodra alcanzar a un nmero mayor de personas. Como consecuencia.el resto de su tiempo en Australia fue oscuro e intil.

    lft CifnH Yfnft Df TODftS PftRHSFinalmente, Dowie se arrepinti, y en

    1880 regres al mensaje de sanidad divi-na, lo cual le trajo grandes bendicionesfsicas y espirituales. Los dones del Esp-ritu comenzaron a manifestarse en su vi-da, y la revelacin abundaba como mll1-ca antes. Debido a su obediencia espiri-tuaL miles de personas fueron sanadaspor medio de su ministerio. La persecu-cin tambin abundaba. a tal punto queuna vez. sus enemigos en el crimen orga-nizado planearon colocar una bomba de-bajo de su escritorio. La bomba deba ex-plotar a altas horas de la noche. mientrasDowie generalmente trabajaba. pero eseda. Dowie escuch una voz que le deca:

    "Levntate y anda!" A la tercera vez que escuch esa voz. Dowie to-m su abrigo y fue a terminar su trabajo a casa. Pocos minutos des-pus que l llegara a salvo a su hogar. la bomba estall bajo su escri-torio, a varias calles de distancia.

    En 1888. Dowie sinti que deba trasladarse a los Estados Unidos.y luego, posiblemente. a Inglaterra. Esta uncin se hizo realidad enjunio de ese ao, mientras pasaba bajo el puente Golden Gate en SanFrancisco. Los peridicos publicaron la noticia de que Dowie iba ha-cia Amrica. y que gente de todas partes de California vena para sersanada. De la maana a la noche. los salones se llenaban de personasque deseaban una audiencia con l, ya que l oraba solamente por unapersona a la vez.

  • Jolm Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad"

    El reformador tena una manera nica de orar por los enfermos. lcrea fervientemente que nadie poda ser sanado sin primero habernacido de nuevo y haberse arrepentido de cualquier estilo de vida quefuera contrario al evangelio. Generalmente se indignaba si captabamundanalidad en alguna persona que vena para ser sanada. Comoconsecuencia. al principio de su ministerio, or por muy pocas perso-nas ... pero aquellas por las que oraba eran instantneamente sanadas.

    OlVID lO DIVIMOPronto Dowie comenz a realizar cruzadas de sanidad por toda _

    la costa de California. Fue en esta poca que conoci a MariaWoodworth-Etter. la gran evangelista y ministradora de sanidad.Pero se produjo un cont1icto entre ellos. y Dowie critic la forma deministrar de Maria. Personalmente. creo que esto fue un error trgi-co de su parte.

    En nuestras vidas tenemos muchas relaciones; algunas casuales,otras que llegan a ser ntimas. Pero las ms significativas para el rei-no de Dios son las "relaciones divinas". En cada llamado, sea secularo ministeriaL Dios nos enva relaciones divinas que ayudan a fortale-cer nuestro andar con l. Tenemos muchas relaciones casuales, peromuy pocas son las relaciones divinas. Generalmente se las puede con-tar con los dedos de una mano.

    Creo que Dowie y su familia se perdieron una tremenda oportuni-dad de tener una relacin divina con Maria Woodworth-Etter. Peropor alguna razn, probablemente cierto "orgullo ministerial machis-ta" Dowie crucific a Etter en cada oportunidad que pudo hacerlo.Una vez asisti a una de sus reuniones, subi a la plataforma y pro-clam que ella era una mujer de Dios. Pero luego se apart de esa pa-labra del Espritu, y no quiso saber nada ms de Maria.

    El mtodo de ministrar de Etter pona incmodo a Dowie, porqueno lo comprenda. Pero nunca se tom el tiempo para hablar con ellaen privado, de corazn a corazn, sobre ese tema. Su "preferencia"por un estilo determinado de ministerio, hizo que descalificara cate-gricamente a Maria. Etter tambin posea una revelacin de sanidaddivina. pero tena ms experiencia en trabajar con el Espritu. Y tenala fOlialeza espiritual para poder hablar a la vida de Dowie. Ella po-dra haberle indicado cmo vivir en el espritu al mismo tiempo quedescansaba su cuerpo. Dowie tena un problema en este sentido. Al-

  • LOS GENERALES DE DIOS

    gunas veces trabajaba cuarenta y tres horas seguidas. movido por supasin. Por medio de Maria. podra haberse hecho amigo de otraspersonas de igual fe y el mismo llamado. haciendo avanzar as su pro-pio ministerio. Pero no lo hizo.

    Como consecuencia. Dowie tuvo relaciones slo casuales con al-gunos de sus seguidores, en lugar de la clase de relacin divina quepodra haber tenido con otros lderes como l.

    Creo que es interesante destacar que entrevist al gran impostor desu poca, ]acob Schweinfurth. que deca ser]esucristo. l Tambin de-safi al famoso ateo Robert Ingersoll. a una confrontacin. I ' Peronunca dio a la hermana Etter, siquiera la cOltesa de una conversacin.

    No pierdas las relaciones divinas que puedes tener en tu vida.Siempre habr colaboradores. pero las relaciones divinas son pocas yaisladas.

    flnfilMfnH, El ~O(jftRLa persecucin de varios ministros envidiosos comenz a levan-

    tarse furiosamente contra Dowie. Para esta poca. l ya se haba con-vertido en un veterano en el arte de enfrentar la oposicin. La perse-cucin haca surgir toda su brillantez y toda su fuerza. y nunca dedi-c siquiera un pensamiento a quienes lo perseguan. a menos que es-tuvieran en el camino inmediato de su misin.

    Dowie recorri los Estados Unidos y finalmente decidi estable-cerse en Evanston, IIIinois. en las afueras de Chicago. Los peridicosde Chicago lo atacaron amargamente. llamndolo falso profeta e im-postor, y declararon con osada que no era persona deseable en esaciudad. Pero ninguno de sus ataques hizo retroceder a Dowie. quienpermaneci all donde haba elegido estar. y ministraba dondequieraque se senta llamado a ir.

    Cierta vez. mientras hablaba en una convencin sobre sanidad di-vina en Chicago. fue llamado a orar por una mujer que estaba mLlrien-do de un tumor fibroide. En ese momento. Chicago era la segundaciudad ms grande de los Estados Unidos. Haba fuertes influenciasespirituales malignas dominando la ciudad. y Dowie estaba muy in-teresado en establecer su base all. Por eso. tom el pedido de sani-dad de esta mujer como una prueba sobre si debera o no comenzaruna obra en ese lugar. El tumor era. segn decan. del tamao de uncoco, y haba crecido en varios lugares de su cuerpo. Cuando DO\vie

    :::: :::z36

  • Dowie construyuna pequea

    "choza" a sus puertas.En lo alto de

    la choza, haba unabandera que deca"Cristo es todo".

    1011/1 Ale.mnder DOH'ie - "El apstol de la sanidad"

    or por la mujer. ella fue sanada inmediatamente. Fue una sanidad tanextraordinaria que varios peridicos de Chicago dieron la noticia.Ahora DO\\ie estaba convencido. as que estableci la sede mun-dial de su ministerio en esta ciudad. A sus enemigos no les causdemasiada gracia. pero a Dowie eso nole import.

    La Feria IvIundial sera inaugurada enunos pocos meses. as que que Dowieconstruy una pequea "choza" a suspuertas. En lo alto de la choza. llamada"Tabernculo de Sin". haba una bande-ra que deca "Cristo es todo". All se ha-can reuniones da y noche. Aunque ensus comienzos la asistencia era escasa.fue creciendo regularmente. y poco tiempo despus, la gente tenaque quedarse de pie fuera de la estructura. en la nieve. para poder es-piar las milagrosas sanidades que se producan all.

    Como haba sucedido antes en Australia. Dowie se haba abiertolas puertas de la ciudad de Chicago a travs de la sanidad divina.Nunca antes. ni despus que l. un hombre ha atrapado de tal mane-ra a una ciudad. An as. vivi la lucha de su vida en esos primerosaos. l demostraba la Palabra de Dios con todo poder, y al hacerlo,los profesionales mdicos y las iglesias sufran estragos en sus ingre-sos. As que los peridicos formaron rpidamente una lista de aliados,incluyendo ministros. que se dedicaron a tratar de detener su ministe-rio por todos los medios posibles. Pero nadie poda manchar su mi-nisterio. Para desconsuelo de sus rivales, los artculos y las calumniasque se publicaban sin cesar slo lo hacan crecer ms.

    OTRO ~O(jftR ... iLft CftRCfL!Para este entonces. cientos de personas inundaban la ciudad de

    Chicago para asistir a las reuniones de Dowie. Como consecuencia,era difcil conseguir hospedaje; as que Dowie abri varias casasgrandes para alojar a estas personas, llamadas "Hogares de sanidad".Aqu. los enfermos que haban venido por sanidad podan encontrarrefugio y descanso entre los cultos que se desarrollaban en el "Taber-nculo de Sin". Una vez que estaban all. podan recibir ministracinconstante de la Palabra hasta que su fe llegaba al punto de la manifes-

  • LOS GENERALES DE DIOS

    tacin total. Pero los peridicos, especialmente el Chicago Dispatch,los atacaban sin misericordia, y llamaban a estos hogares "asilos delunticos", adems de imprimir todas las mentiras imaginables.'"

    Gracias a la existencia de estos hogares de sanidad. los enemigosde Dowie pensaron que haban hallado un punto vulnerable en su mi-nisterio. Por eso, a principios de 1895, lo hicieron anestar por "prc-tica ilegal de la medicina". Lo cual era obviamente falso. ya que lhubiera sido la ltima persona en permitir que se practicara medicinaen sus hogares. Dowie contrat un brillante abogado, pero este slolo aconsejaba en temas legales. Por tanto, decidi representarse a smismo en la corte, ya que nadie podra expresar su llamado en formatan exacta como l mismo.

    El intelecto superior de Dowie no fue suficiente para contranestarel maligno dominio que pesaba sobre la corte. A pesar de sus profun-dos argumentos, la corte le impuso una multa. Pero nunca soaronque l Jlevara el caso a un tribunal superior. lo cual cost mucho msdinero que lo que ellos le haban impuesto en multas. Dowie lo hizoy el tribunal superior denunci el mal en que haba incunido el tribu-nal inferior, y revirti la decisin.

    La ciudad esperaba que Dowie se desalentara si continuabananestndolo y aplicndole multas. Por eso. antes que terminara eseao, lo haban anestado cien veces. Aunque la persecucin era terri-ble, Dowie nunca perdi el nimo. La persecucin le daba ms fuer-za a su carcter. En realidad. las aflicciones y los interrogatorios a quelo sometan sus perseguidores hacan surgir lo mejor de s mismo.

    El mal siempre tratar de perseguir el bien de Dios. Pero Johntena una seguridad sobrenatural y estaba anclado firmemente en suautoridad divina. Lo sobrenatural nunca se inclina ante lo natural.

    HOJftS Df SftMIDftDDespus de intentar sin xito derrotarlo por medio del sistema le-

    gal, los enemigos de Dowie se complotaron para quitarle sus privile-gios postales. En 1894, el boletn publicado por l. Hojas de sanidad.se distribua semanalmente a todo el mundo. Este boletn estaba lle-no de enseanzas y testimonios de sanidad. Obviamente. era algomuy especial para Dowie. quien siempre hablaba con cario del mis-mo y lo llamaba "palomita blanca".

    Coherente consigo mismo. Dowie nunca ahorraba palabras en sus

  • 101m Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad"

    escritos, denunciaba fervientemente el pecado y expona las indus-trias malignas. Y quienes ms sufran a causa de su publicacin lovieron como una nueva oportunidad de terminar con su ministerio.Hojas de sanidad tambin adverta a sus lectores sobre las denomina-ciones letrgicas y controladoras.

    La gente disfrutaba de la charla directa y cargada de dramatismode Dowie. Muchos deseaban decir esas mismas cosas, por lo que loconsideraban su voz. Aun aquellos que lo despreciaban lean su bole-tn para ver qu tena que decir. Por esto, la circulacin de la publica-cin creca rpidamente. Gran parte del apoyo a su ministerio se atri-bua a esta publicacin.

    El Jefe de Correos de Chicago era un devoto catlico, as que losenemigos de Dowie le mostraron uno de sus sermones en que ataca-ba la infalibilidad del Papa, para que le quitara sus privilegios posta-les. Inmediatamente, el jefe se sinti ofendido y retir los privilegiospara correspondencia de segunda clase de que gozaban los envos deDowie. con lo cual lo obligaba a pagar catorce veces el precio usual.

    Pero nadie poda vencer a Dowie. l pag el precio requerido ysolicit a sus lectores que escribieran a Washington DC quejndosepor esta injusticia. Sus seguidores hicieron sentir su peso, e inmedia-tamente se le otorg a Dowie una audiencia con el Jefe General deCorreos en Washington. Una vez que Dowie le cont su historia y lemostr las mentiras maliciosas que imprima el peridico de Chica-go, el gobierno de los Estados Unidos denunci tanto al editor comoal peridico. En realidad, para 1896, este editor en particular, que erauno de los mayores perseguidores de Dowie, fue enviado a la crcelpor otra acusacin, y se convirti en un espectculo pblico. Estabaarruinado para siempre.

    Mientras estaba en Washington, a Dowie se le otorg una audienciacon el presidente William McKinley. Dowie le asegur que orara porl mientras estuviera en su cargo y el presidente se lo agradeci clida-mente. Mientras sala de la Casa Blanca, Dowie coment a sus colabo-radores que tema por la vida de McKinley. Luego pidi a sus seguido-res que oraran por la seguridad del presidente, ya que este no tena su-ficiente proteccin. P A pesar de las advertencias profticas de Dowie,el presidente McKinley fue atacado con un arma de fuego en Buffalo,Nueva York, e16 de setiembre de 1901, y muri ocho das despus. Fueel tercer presidente de los Estados Unidos que muri asesinado.

  • Pronto, apenas habaalguna persona

    en Chicago que nohaba escuchado

    el mensajedel evangelio

    LOS GENERALES DE DIOS

    "sln ~ft llfGftDO"A fines de 1896, Dowie haba ganado gran influencia sobre la ciu-

    dad de Chicago. Sus enemigos estaban muertos, en la crcel. o guar-daban silencio. La polica local, que lo haba anestado cien veces. eraahora su amiga, y cona a protegerlo apenas fuera necesario. Las au-toridades polticas, incluyendo al intendente, haban sido votadas porla gente de Dowie. La sanidad divina se predicaba en cada esqui-na. John haba dividido los distritos de la ciudad. y haba envia-do equipos llamados "Los setenta". que proclamaban el evangelio

    en cada rea.Pronto. apenas haba alguna persona

    en Chicago que no haba escuchado elmensaje del evangelio. Ahora. cada se-mana, Dowie oraba para que miles depersonas recibieran la sanidad divina.Sadie Cody. sobrina de Buffalo BillCody. fue milagrosamente sanada luegode leer un ejemplar de Hojas de SClIli-

    dad. Entre otras notables sanidades se cuentan las de Amanda Hicks.prima de Abraham Lincoln: la Dra. Lillian Yeomans: el Rev. F.A.Graves; la esposa de John G. Lake. y la esposa de un congresista delos Estados Unidos.

    Por medio de su manto apostlico. John Alexander Dowie literal-mente gobernaba la ciudad de Chicago para Jesucristo. Alquil el au-ditorio ms grande de Chicago por seis meses. y mud el gran Taber-nculo de Sin a este edificio. Los seis mil asientos se llenaban en ca-da culto.

    Ahora Dowie poda, finalmente. proseguir con el sueo que hacatiempo tena en su corazn: organizar una iglesia sobre los principiosapostlicos. El deseo de toda su vida haba sido regresar a las ense-anzas y los fundamentos de la iglesia primiti\a que se encontrabanen el Libro de los Hechos. Esta obra se llam "Obra Catlica Cristia-na", en la cual la palabra "Catlica" significaba "universal". sin cone-xin alguna con la Iglesia Catlica Romana.

    l jams permitira que su iglesia fuera conocida como" algo nue-vo". La consideraba una "restauracin" de los principios que el cuer-po de Cristo haba perdido. Su teologa era buena en el sentido de que

  • 101m Ale.rander Do\\'ie - "El apstol de la sanidad"

    adyerta que si algo era "nueyo". entonces era "falso". En pocos aos,la Iglesia Catlica Cristiana se haba multiplicado y tena decenas demiles de miembros.

    Creo. sin duda alguna. que los cinco ministerios que mencionaEfesios 4 estn viYOS y actiyos hoy (yer vv. 11-13). El oficio apost-lico no termin cuando los primeros doce apstoles murieron. Tam-poco permiti Dios que su plan para la iglesia muriera cuando la car-ne de los apstoles pereci. Los principios de su nuevo pacto debencontinuar hasta el regreso de Cristo. No estn limitados por las ideashumanas ni por su teologa: y las promesas de Dios no se terminancuando los hombres se ponen nerviosos. Ha habido muchos ms quelos doce apstoles originales. y hay hombres que en la actualidad anson llamados a ese oficio.

    Efesios 2:20 dice que los fundamentos de la iglesia estn basadosen los apstoles y los profetas. con Jesucristo mismo como piedra an-gular. El oficio de apstol trae consigo gran autoridad, y creo queDios. soberanamente. elige y equipa a quienes desea para ese puesto.Pero siempre ha faltado conocimiento en lo relativo a la administra-cin de ese oficio. Creo que Dowie fue llamado soberanamente yequipado como un apstol. Y no creo que su ministerio haya falladoporque l acept ese llamado apostlico. S creo que a causa de su fal-ta de conocimiento y comprensin, se equivoc al interpretar la for-ma en que este oficio operaba espiritualmente. Y creo que esto, en s,fue la principal deficiencia que hizo que utilizara mal su autoridad.

    Durante la poca en que la iglesia de Dowie se estaba establecien-do. se produjeron ciertos hechos muy interesantes. Este perodo ha si-do llamado "los aos dorados" de Sin.\' Los tres aos siguientes fuerontranquilos. prsperos y de gran influencia. Fue entonces que Dowiehizo sus planes secretos para una ciudad muy especial.

    4]

  • LOS GENERALES DE DIOS

    Dowie y su e,lposa Jeanie sentados freme a una pared llena de trofeos en la Iglesia CarlicaCristiana

    Dmvie predicando en Australia

  • Jolm Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad"

    ltillla /Jtograj/a de DOIt'ie poco antes de su lIluerte

  • LOS GENERALES DE DIOS

    Sabiendo que tal esfuerzo provocara curiosidad, Dowie distrajo laatencin de las multitudes declarando una "guelTa santa" y anunciun mensaje prximo que llevara por ttulo "Mdicos. drogas y demo-nios". El mensaje fue anunciado durante semanas y caus no poco re-vuelo. Entonces, mientras sus enemigos estaban distrados por todoesto, Dowie secretamente contrat algunas personas que fueran a ob-servar unas tierras a unos setenta kilmetros al norte de Chicago. pa-ra construir una ciudad. Cuando ellos encontraron seis mil seiscien-tos acres sobre el Lago Michigan, Dowie se disfraz de vagabundopara no ser reconocido, y recorri el terreno. Antes que sus enemigospudieran descubrir lo que estaba sucediendo, el telTeno haba sidocomprado y ya se estaban haciendo planes decisivos para construir laciudad de Sin. en Illinois.

    Dowie revel los planes de construccin de Sin en la Vigilia deAo Nuevo. ello de enero de 1900. Cuando inici la Asociacin deInversiones Inmobiliarias Sin. tanto sus seguidores como el mundosecular elogiaron su capacidad para hacer negocios. Se hicieron sub-divisiones y comenz la construccin. La tielTa no se vendera. sinoque se dara en alquiler durante un perodo de mil cien aos. Los tr-minos de este "alquiler" prohiban estrictamente la posesin y el usode tabaco, licor. y carne de cerdo dentro de los lmites de la ciudad."Dos aos despus, ya haba casas completamente edificadas y la ciu-dad estaba tomando forma.

    fl COMPLfJO DE flASAunque su "utopa moral" pareca florecer. quienes estaban ms

    cercanos a Dowie notaron un cambio. En Sion estaban comenzandoa surgir problemas. Ya no haba tiempo para predicar la sanidad divi-na porque Dowie tena todos sus esfuerzos concentrados el~ dirigir laciudad. l se haba nombrado a s mismo Sobreveedor General de laciudad. El gobierno de la misma deba estar absolutamente en sus ma-nos. Astutamente, comenzaron a surgir problemas y ms problemasque lo apartaban del mandato original de su ministerio.

    Durante este tiempo. algunos ministros se acercaron a Dowie pro-clamando que l era el Elas que la Biblia anunciaba. Al principio.Dowie, sanamente. rechaz ~us afirmaciones. Pero esas palabras si-guieron sonando en sus odo~. Luego. despus de un tiempo. Dowiemismo dijo que una voz pareca decirle: "Elas tiene que venir... y

  • Finalmente, Dowiese haba apartado tantristemente del plan

    de Dios para su vida,que acept lassugerencias de

    algunos seguidoresy las proclam comoverdaderas, creyendo

    que l era Elas

    Jolm Alexallder DOl\'ie - "El apstol de la sanidad"

    quin est haciendo la obra de Elas. sino t?'WFinalmente. Dowie se haba apartado tan tristemente del plan de

    Dios para su vida. que acept las sugerencias de algunos seguidoresy las proclam como verdaderas. cre-yendo que l era Elas. Hasta lleg acreer que estableciendo otras ciudadescomo Sin a las pue11as de cada ciudadimportante de los Estados Unidos. po-dra eventualmente reunir el dinero ne-cesario para construir cerca de Jerusa-ln. Su plan era comprar a los turcos. losmusulmanes y los judos. para poder to-mar Jerusaln para Cristo. de maneraque el Seor pudiera establecer su ciu-dad para el reinado del milenio. Dowieestaba totalmente engaado. Pronto supredicacin se deterior al punto que slo atacaba a sus enemigos.Tambin" disertaba" sobre puntos de vista de poltica mientras exhor-taba a sus seguidores a invertir ms en la obra de la ciudad. 's No acep-taba consejos de nadie. excepto en temas menores. Y quit todas lasrestricciones que podan haber puesto freno a su poder o haber sidoobstculo para sus planes.

    KnOCK-OUT fn n l~ftDISOn SQUftRf GfiRDfMLo que una \eZ fuera una batalla en la persecucin contra la Pala-

    bra de Dios se haba conve11ido en una guelTa personal para mante-ner el nivel de la influencia personal de Dowie. La persecucin porser un hombre de Dios haba sido la que haba activado el manto desu oficio apostlico. pero ahora estaba luchando para mantener supropia influencia y su xito personal. Yeso lo destruy.

    Un ejemplo tristemente claro de la vanidad de Dowie en esta reafue lo que sucedi en la llamada "visitacin de Nueva York". El Dr.Buckley. obispo de la Iglesia Metodista y editor de su peridico de-nominacionaL pidi una entrevista con Dowie. ste le otorg una au-diencia y pens que lo haba persuadido totalmente de que creyerasus afirmaciones. Pero no era as. Segn el artculo que luego Buc-kley escribi en su peridico, Dowie estaba "en la tierra fronteriza dela locura. donde algunas veces se han originado grandes movimien-

  • LOS GENERALES DE DIOS

    tos de duracin limitada." Tam-bin agregaba: "Lo crea o no.[Dowie] no es ms que un nue-vo impostor. "19 Enfurecido, Do-wie alquil el Madison SquareGarden y, aun con grandes es-fuerzos econmicos. hizo losarreglos necesarios para queocho trenes transportaran a mi-les de sus seguidores a NuevaYork. Una vez all, planeabahacer una demostracin abiertade las fuerzas de ambos, [Buc-kley y l mismo] para demos-trar el poder que an tena. Loque una vez haba sido inspira-

    Jolm Alexander DOH'ie, SobrereedorGeneral de Sil1. restido con su atuendo de do por la direccin divina desumo sacerdote Dios, ahora quedaba reducido a

    una iniciativa solamente de Dowie, Fue algo hecho totalmente en lacarne. Dowie reaccion frente a una herida y al dolor emocional queesta le provocaba, y estaba decidido a vengarse.

    El acto fue un fracaso estrepitoso. Aunque miles de personasacompaaron a Dowie, miles ms vinieron con un plan diferente enmente. Llenaron el Garden, pero cuando Dowie subi a la plataformapara hablar, comenzaron a salir por decenas, La escena confundi te-rriblemente a Dowie y le impidi hablar como haba planeado hacer-lo originalmente. En general, la ciudad de Nueva York ni siquiera te-na idea de que haba tenido lugar esta reunin. Fue como si Dios hu-biera silenciado los peridicos por misericordia para con su siervo.

    fl flnftl fftTftlPara este entonces, la ciudad de Sion estaba en quiebra. Dowie

    busc entonces la manera de escapar iniciando un carsimo viaje portodo el mundo, durante el cual en muchas ciudades le negaron labienvenida. Durante este viaje, su tren lleg a Pomona. California.Haba habido una grave sequa en la tierra, y no haba llovido duran-te ocho meses. Por lo tanto, los reporteros provocaron a Dowie. re-cordndole que Elas haba orado en un tiempo de sequa en IsraeL y

  • 101m Alexander Dmvie - "El apstol de la sanidad"

    a consecuencia de ello haba llovido. Si l era Elas, seguramente po-dra hacer lo mismo por California. Dowie or verdaderamente pi-diendo lluvia al final del culto. y antes que la multitud comenzara adispersarse. la lluvia caa a tOlTentes.

    Al salir de California, Dowie plane un viaje a Mxico, donde es-tablecera la "plantacin Sin". Esperaba que esta nueva empresa pa-gara las deudas de la anterior. Pero sus seguidores, quebrados econ-micamente y desilusionados, lo haban abandonado. No podan evitarver que ellos mismos haban empobrecido, mientras Dowie viva enel otro extremo. daba fiestas fastuosas y se iba de viaje por todo elmundo.

    Algunos dicen que Dowie construy su propia ciudad porque es-taba cansado de las persecuciones. Pero en mi opinin personal, nocreo que sea as. Aunque era grandemente ungido y enviado porDios. aparentemente tena debilidad por el poder y el xito. l mis-mo manifestaba:

    "Para ser un apstol, no es cuestin de elevarse,sino de ponerse por debajo... no creo haber alcanza-do la profundidad suficiente para una verdadera hu-mildad... para negarme a m mismo verdaderamentey borrarme de la superficie, lo suficiente como parapracticar el elevado oficio de un apstoL.. "20

    Jess nunca nos orden que construyramos comunidades: Nosorden "Id!". no "protegeos". La comunidad que vemos en el Librode los Hechos tampoco dur demasiado tiempo (Hechos 2:44-47;5: 1-10). La persecucin golpe al grupo, que se dispers por todas lasregiones de la Tierra (Hechos 8: 1). Por qu? Para que pudiera cum-plirse la Gran Comisin de Mateo 28: 19-20. Debemos ser luces delmundo y penetrar en las tinieblas de Satans. Si nos quedamos todosjuntos. protegindonos unos a otros, no llegaremos a cumplir la tarea.

    La mayor prueba de un lder no es la persecucin, aunque muchoscaen en ella. Creo que una de las ms grandes trampas se presenta ba-jo la apariencia del poder y el xito. Nunca debemos pensar que "lologramos" y comenzar a dictar a partir de nuestro poder personal co-mo consecuencia del xito que Dios nos ha dado. El xito trae consi-go una multitud de caminos y empresas. Si nos atrapa alguna de las

  • Nunca debemospensar que "lo

    logramos" y comenzara dictar a partir de

    nuestro poderpersonal como

    consecuencia del xitoque Dios nos ha dado.

    El xito trae consigo unamultitud de caminos y

    empresas. Si nos atrapaalguna de las numerosasavenidas que surgen delxito y no desarrollamos

    nuestra tenacidadespiritual, podemos caervctimas del "torbellino".

    LOS GENERALES DE DIOS

    numerosas avenidas que surgen del xito y no desarrollamos nuestratenacidad espiritual, podemos caer vctimas del "torbellino". No po-demos tener paz con el pasado utilizando el poder del presente. Con

    cada nueva altura. debemos desarrollaruna nueva tenacidad. Es por eso que al-gunas iglesias crecen hasta un determi-nado niveL y luego se vuelven "cmo-das". o caen. Los lderes se ocupan de-masiado en las "avenidas" y pierden eltiempo y la energa que deberan dedi-car a desanollarse a s mismos y a susmiembros para nuevas alturas en Dios.

    Cuando obedecemos a Dios. tendre-mos xito. Por eso. nunca temas al xi-to! Pero para adri1inistrarlo correcta-mente. debemos mantenernos en la for-taleza del Espritu, escuchando atenta-mente para seguir su direccin: no lanuestra. Slo con la f0l1aleza del Espri-tu y teniendo hambre de Dios podremoscontinuar en el camino que Dios ha ha-blado. como pioneros hacia el prximonivel.

    Dowie se proclam poco despus Primer Apstol de una iglesiarenovada de los ltimos tiempos, renunci a su apellido. y comenza firmar documentos con el nombre de "John Alexander. PrimerApstol".cl No mucho despus de este "autonombramiento". sufri unataque en la plataforma, mientras predicaba su ltimo sennn. Mien-tras estaba fuera de la ciudad, recuperndose, la ciudad de Sin sereuni en asamblea para votar la expulsin de Dowie.

    Dowie luch contra esta decisin con sus ltimas fuerzas. pero nologr retomar su puesto. Se le permiti vivir sus ltimos das dentrode la Casa de Silo, su hogar durante muchos aos. y muri el 9 demarzo de 1907. Su muerte fue documentada con estas palabras por eljuez V. V. Barnes:

    ".. .la ltima noche que John Alexander pas en esta Tiena. estabauna vez ms en el espritu, sobre la plataforma. hablando a la multi-tud de su gente. Esa noche predic pensando que expona los princi-

  • 101m Alexander D01\'ie - "El apstol de la sanidad"

    pios del evangelio a miles de personas. Mientras enseaba las mismasviejas verdades ... cay otra vez en un sopor, despertando de tanto entanto para continuar con la dispensacin del viejo mensaje del evan-gelio. La ltima cancin que cant. mientras la luz del da comenza-ba a asomarse. fue: "Soy un soldado de la cruz". Entonces ellos pres-taron atencin para escuchar su ltima frase, y l dijo: 'Ha llegado elmilenio: regresar por mil aos'. Estas fueron las ltimas palabrasque habl. la ltima frase que pronunci".'2

    Cmo pudo una gran vida como esa acabar tan tristemente?Existe alguna respuesta? Una vez ms, creo que la respuesta se en-cuentra en una mala interpretacin de los principios espirituales.

    Dios haba asignado a Dowie a la ciudad de Chicago, y l la con-quist. Mientras vivi en esa ciudad, y llev a cabo la tarea que Diosle haba ordenado. los principados y las potestades no pudieron tocar-lo. Pero Dowie. aparentemente, sali de Chicago movido por su pro-pio deseo de poder. y de esa manera dio al diablo la libertad de des-truir su vida. Cuando dej la ciudad a la que haba sido llamado, elenemigo mat la influencia que l tena en todo el mundo por mediodel engao. mat a un miembro de su familia, destruy su matrimo-nio. y destruy a Dowie mismo. con "toda clase de enfermedades"que comenzaron a afectar su cuerpo.";

    Debemos quedarnos con el plan original que ha sido ungido porDios para nuestras vidas. y permitir que sea l quien abra los caminosnecesarios para administrarlo. Quiz Dowie debera haber construidoiglesias e institutos bblicos en lugar de construir una ciudad. Ese ca-mino habra impulsado a miles de personas al ministerio a travs desu influencia como hombre de Dios.

    Dowie se fue en paz. para estar con el Seor. Quienes estuvieroncon l en el final dijeron que haba regresado a la fe de sus primerosaos. Muchos incluso testifican que se haba conveltido en un hom-bre suave y amoroso que actuaba como si se hubiera quitado un tre-mendo peso de encima. Y la ciudad de Sin, Illinois, permanece has-ta la actualidad, pero el liderazgo est dividido entre muchos herma-nos ... "...porque no existe una sola persona que pueda ocupar porcompleto el lugar del Dr. Dowie". 2+

    unft GRftn lECCin O~JnlvftGordon Lindsay. bigrafo oficial de John Alexander Dowie y fun-

  • John AlexanderDowie pas a lahistoria como unimpostor, pero fueun genio llamado

    por Dios.

    LOS GENERALES DE DIOS

    dador de Cristo para las Naciones en DalIas, Texas, describi el mi-nisterio de Dowie como "la ms grande leccin objetiva en la histo-ria de la iglesia. "25 En cuanto al ministerio, su vida estuvo llena dedetalles vvidos e instructivos. Las lecciones que podemos aprenderno tienen intencin de degradar ni criticar de ninguna manera a estegran hombre de Dios. Debemos separar sus problemas personales delllamado de Dios.

    John Alexander Dowie pas a la historia como un impostor, perofue un genio llamado por Dios. Aun en medio de su error, profetizla venida de la radio y la televisin en nuestra generacin. Tuvo sus

    fracasos, pero de su influencia surgierongrandes hombres de Dios. Su ministerioprodujo a John G. Lake. el gran apstolde Sudfrica: F. F. Bosworth y su herma-no B. B. Bosworth. cuyas campaas desanidad tocaron a millones y millones depersonas: Gordon Lindsay, cuya vida yministerio dieron inicio a la gran univer-sidad interdenominacional Cristo para

    las Naciones, en DalIas. Texas: Raymond T. Richey. que condujo cru-zadas de sanidad; y Charles Parham. el "padre de Pentecosts". cuyoinstituto bblico en Topeka. Kansas, fue utilizado como puerta de en-trada para un nuevo mover del Espritu Santo. Muchos otros de susseguidores han tenido grandes ministerios radiales y obras misione-ras llenas de poder.

    Sin duda, John Alexander Dowie logr hacer que la Biblia cobra-ra vida para millones de personas. Fue un instrumento usado por Diospara restaurar las claves de la sanidad divina y la revelacin del arre-pentimiento a una generacin tibia y aletargada. Si existe una mora-leja en el mensaje del fracaso de su vida. es esta: Nunca te apartes delo que Dios te ha llamado a hacer en la Tierra. No importa cul sea tuedad, tu generacin no ha pasado hasta que salgas de la Tierra paraentrar al cielo. As que, si Dios te ha encomendado cumplir una co-misin, haz que ella sea tu prioridad absoluta durante toda tu vida.

  • Jolm AlexclIJder Duwie - "El apstol de la sanidad"

    CAPITULO UNO: JOHN ALEXANDER DOWIEReferencias

    Gordon Lindsay. John A1exander Dowie: ALife Story of Tria1s,Tragedies and Triumphs (John Alexander Dowie: La historia deuna vida de pruebas. tragedias y triunfos) (Dallas, TX: Christ forthe Nations. 1986). pgs. 228-229.Ibid.. pg. 15.Ibid.

    -1 Ibid.. pgs. 22-24.Ibid.. pg. 25.

    6 Ibid.7 Ibid., pg. 43.8 Ibid.. pgs. 44-45.9 Ibid.. pg. 46.10 Ibid., pg. 49.11 Ibid.. pg. 95.L2 Ibid.. pg. 15 1.13 Ibid., pgs. 107-109.1-1 Ibid.. pgs. 133-135.15 Ibid.. pg. 161.16 Ibid.. pg. 173.17 Ibid., pg. 188.18 Ibid.. pg. 199.19 Ibid., pg. 221.20 Ibid.. pgs.155-156.21 Ibid.. pg. 235.22 Ibid.~ pg. 260-261.23 Ibid.. pg. 2S l.24 This We Believe (Esto creemos), Manual de la Iglesia Catlica

    Cristiana. pg. 7.25 Lindsay, John A1exander Dowie: ALife Story... Introduccin.

  • CAPTULO DOS~.~

    MaralVoodvvorth-Etter

    "La Mujer que Mostrel Espritu de Dios"

  • llEscuch la vozde Jess llamndome

    a ir a los caminosy los arbustos parareunir a las ovejas

    perdidas. "

    1

    "lft MUJfR QUf MOSTRO1

    fl fSPIRITU Df DIOS"El Seor me ha dado una misin especial para traerun espritu de unidad y amor... Dios est levantandoun pueblo en cada tierra, que busca ms de l y quedice: 'Ven y aydanos. Queremos el espritu de amor.Queremos las seales y las maravillas'." 1

    Desde el Libro de los Hechos. no ha habido una persona quemostrara mejor el Espritu de Dios en la historia pentecostal,que Mara Woodworth-Etter. Fue una mujer increble de visiny fortaleza espiritual, que se plant firmemente frente a la fe-roz oposicin, levant su pequea mano, y permiti que el EsprituSanto esparciera su fuego. La hermana Etter vivi en el mbito del es-pritu como un canal poderoso de la gua de Dios y sus manifestacio-nes sobrenaturales. Fue una fiel amiga del cielo, y prefiri perder sureputacin terrenal para ganar una celestial.

    Mara naci en 1844 en una granja en Lisbon, Ohio y naci denuevo al comienzo del Tercer Gran Avivamiento, a la edad de treceaos. El predicador que la llev a los pies de Cristo or para que suvida fuera "una luz brillante"." No tena forma de saber que esta niapor la que acababa de orar sera la abuela del movimiento pentecos-tal que se extendera por todo el mundo.

    Mara escuch inmediatamente elllamado del Seor y le dedic su vida.Ms tarde, dira sobre su llamado: "Es-cuch la voz de Jess llamndome a ira los caminos y los arbustos para reu-nir a las ovejas perdidas. "3 Pero algo ladetena: era una mujer, y en esa poca,no se permita predicar a las mujeres. Amediados del siglo XIX, las mujeres nisiquiera podan votar en las elecciones nacionales, as que ser predi-

    **'**' 55 *'

  • LOS GENERALES DE DIOS

    cadora era decididamente algo impensable. Y estar en el ministeriosiendo una mujer soltera estaba completamente fuera de lugar. Por lotanto, Mara pes en su corazn lo que el Seor le haba dicho. y de-cidi que tendra que casarse con un misionero para cumplir con sullamado. Por eso plane continuar con su educacin y luego entrar enuna universidad para prepararse.

    Pero su familia, que era muy unida. fue azotada por la tragedia. Supadre muri mientras trabajaba en los campos de su granja. por lo queMara debi regresar inmediatamente para ayudar a sostener a la fa-milia. Ahora sus sueos de obtener una educacin formal haban de-saparecido, y se acomod a lo que segn ella pensaba. sera una vidacristiana normal.

    "fnTRftROn finCflfS ft MI CUftRTO ... "Durante la GuelTa Civil, Mara conoci a P. H. Woodworth. que ha-

    ba regresado a su casa de la guelTa. con licencia. debido a que habasido herido en la cabeza. Despus de un breve e intenso noviazgo. secas con el ex soldado. Juntos se dedicaron a trabajar en la granja. pe-ro sus labores no producan fruto. Pareca que todo fracasaba.

    Con el paso de los aos, Mara se convirti en madre de seis hijos.y trat de establecerse en una vida de hogar normal. mientras el Se-or continuaba llamndola. Pero ella. absorbida por su rol como es-posa y madre, no poda responder a ese llamado. Estaba casada conun hombre que no tena deseos de estar en el ministerio. tena seis hi-jos que criar, y era de constitucin enfermiza. Entonces una verdade-ra tragedia sacudi su hogar. Los Woodworth perdieron a cinco de susseis hijos a causa de diversas enfermedades. Mara pudo recuperarsede este terrible episodio. pero su esposo nunca logr volwr a ser elmismo. Ella hizo su mayor esfuerzo para ayudarlo mientras criaba ala nica hija que haba sobrevivido. En medio de todas estas luchas.jams sinti amargura hacia Dios. ni su corazn se endureci comoresultado de sus prdidas.

    Pero ella necesitaba respuestas para el dolor que oprima su cora-zn a causa de la calamidad que haba atacado a su familia. :\egn-dose a darse por vencida. comenz a buscar en la Palabra de Dios. Yal leerla, vio cmo las mujeres haban sido utilizadas por Dios en re-petidas ocasiones en toda la Biblia. Ley la profeca de Joel que diceque el Espritu del Seor se deITamara sobre hombres y mujeres. Pe-

  • Mara Woochl'Ortlz-Etter - "La Mujer que Mostr el Espritu de Dios"

    ngeles entrarona su cuarto, y la llevaronhacia el Oeste, por sobrepraderas, lagos, bosques,

    y ros, donde vio unamplio campo sembrado

    de granos dorados.Mientras la visin sedesarrollaba, Mara

    comenz a predicar yvio que los granos caan

    como gavillas.

    "MUJfR" no fS SinniMODf "Df~ll"

    Muchas mujeres que estn leyendoeste libro han sido llamadas por Dios pa-ra predicar. Has tenido visiones y uncio-nes del Espritu de Dios para ir a liberar alos cautivos. Dios te ha hablado en elrea de la sanidad divina. de la libera-cin. de la libertad en el Espritu. Nuncapermitas que un espritu de religiosidadsilencie lo que el Seor te ha hablado. A la religin le agrada supri-mir a las mujeres y sus ministerios. especialmente si son jvenes. Ne-cesitas aprender a obedecer a Dios sin cuestionamientos. Si Mara hu-biera respondido desde su juventud. posiblemente sus hijos no ha-bran muerto. No digo que Dios haya matado a sus hijos. Lo que di-go es que si desobedecemos directamente a Dios. nuestras accionesabren la pue11a a la obra del diablo. Su obra es destruir; la obra deDios es dar vida. Aprende a obedecer a Dios con osada. La osadatrae el poder de Dios y dejar a tus acusadores sin palabras en tu pre-sencia. Tambin. busca mujeres fue11es, que tengan ministerios sli-dos. de las que puedas aprender. Y permite que estas palabras de la

    ro Mara miraba al cielo y deca: 11 Seor, yo no puedo predicar. Nos qu decir y no tengo educacin." Pero continuaba leyendo y en-contrando verdades en la Palabra de Dios. mientras luchaba con sullamado. Luego escribira: 11 Cuanto ms investigaba, ms hallabapara condenarme 11 ."

    Entonces tuvo una gran visin. ngeles entraron a su cuarto, y lallevaron hacia el Oeste. por sobre praderas, lagos. bosques, y ros,donde vio un amplio campo sembrado de granos dorados. Mientras lavisin se desarrollaba. Mara comenz a predicar y vio que los gra-nos caan como gavillas. Entonces Jess le dijo que "as como caael grano. caeran las personas" cuando ella predicara.) Finalmentecomprendi que jams sera feliz hasta que respondiera al llamado.En respuesta a esta gran visin divina, di-jo humildemente 11 s 11 al llamado de Diospara su vida. y le pidi que la ungiera congran poder.

  • LOS GENERALES DE DIOS

    hermana Etter conmuevan tu corazn:

    "Mi querida hermana en Cristo, que al escucharestas palabras el Espritu de Cristo venga sobre ti, yte d el deseo de hacer la obra que el Seor te ha asig-nado. Es ya tiempo de que las mujeres hagan brillarsu luz; que saquen a la luz los talentos que han esta-do escondidos, arrumbndose; que los utilicen parala gloria de Dios, y que hagan con sus fuerzas lo quele viene a la mano hacer, confiando en que Dios lesdar fuerzas, ya que l ha dicho: 'Nunca te dejar'.No digamos que somos dbiles; Dios utilizar lo dbildel mundo para asombrar a los sabios. Somos hijos ehijas del Dios Altsimo. No deberamos honrar nues-tro elevado llamado y hacer todo lo que podamos pa-ra salvar a quienes estn en el valle de la sombra demuerte? Acaso l no envi a Moiss, Aarn y Maraa ser vuestros lderes? Barac no se atrevi a enfren-tar al enemigo a menos que Dbora liderara la cara-vana. El Seor levant hombres, mujeres y nios quel mismo eligi: Ana, Huida, Ana, Febe, Narciso, Tri-fena, Prsida, Julia, las Maras y las hermanas quecolaboraban con Pablo. Es acaso ahora menos dig-no para una mujer trabajar en la via de Cristo y ensu reino, de lo que era en ese entonces?" 6

    Busca al Espritu de Dios por ti misma. Si eres llamada. tendrsque responder por ello. Obedece a Dios sin preguntas. l arreglar losdetalles.

    ~U~O llftnTO En lft CftSftAl principio, Mara inici su ministerio dentro de su propia comu-

    nidad. No tena idea de lo que dira, pero Dios le dijo que fuera, y quel pondra en su boca las palabras.- Y el Seor cumpli su Palabra.Mara, de pie frente al primer grupo de personas que la escuchara,compuesta en gran parte por sus propios familiares, abri la boca, yla gente comenz a llorar y caer al suelo. Algunos se levantaron y hu-yeron, llorando. Despus de esto, todos buscaban a Mara en la comu-

  • Mara WoodH'orth-Etter - "La Mujer que Mostr el Espritu de Dios"

    nidad. Varias iglesias le pidieron que fuera a revivir sus congregacio-nes. Pronto haba expandido su ministerio hacia el oeste y realizadonueve campaas evangelsticas. predicado doscientos sermones e ini-ciado dos iglesias con una asistencia a la escuela dominical de ms decien personas. Dios honr a Mara y compens los aos que habaperdido en un breve tiempo.

    Una reunin en particular se realiz en una ciudad llamada "LaCueva del Diablo". Ningn ministro haba tenido xito all jams, yla gente vino solamente a burlarse de ella. Queran ver a la mujerevangelista que pronto saldra coniendo de la ciudad, destruida yvencida. Pero se llevaron la sorpresa ms grande de sus vidas. La her-mana Etter podra ser simplemente una mujer, pero no era para tomar-la a la ligera. Conoca la clave de la guena espiritual, y la oracin fer-viente que abra los cielos.

    Durante tres das. Mara predic y cant. Nadie se movi. Final-mente. el cuarto da. ejerci su autoridad espiritual por medio de laintercesin y destroz el principado demonaco que gobernaba LaCueva del Diablo. Or para que Dios mostrara en gran manera su po-der para romper la dureza y la formalidad de la gente, y esa noche,durante toda la reunin, hubo personas que se anepentan, llorando,ante Dios. Fue la mayor manifestacin de la presencia de Dios que laciudad hubiera experimentado jams.

    PODfR DfMOl.fDORNo somos llamados a darnos por vencidos. Somos llamados para

    obedecer a Dios sea cual fuere el costo. y que nuestro xito sea la res-puesta para quienes nos critican. Si te parece que has llegado a un du-ro obstculo en tu vida o en tu ministerio, no te quejes ni llores. Notrates de explicarlo. Ora! Las explicaciones y las excusas nos quitanfortaleza y poder. No sacudas la cabeza ni canas. Utiliza la autoridadque te ha sido dada por medio de Jess y denota a los poderes demo-nacos que ciegan a las personas. Por medio de la oracin, toma au-toridad y limpia el camino para que el Espritu de Dios ministre a loscorazones de las personas. La hermana Etter preparaba su espritu pormedio de la oracin, y as obtena una fortaleza invencible. Lleg aser conocida como una lder de avivamientos que poda romper lasfuerzas que cenaban una ciudad.

    **59 *

  • LOS GENERALES DE DIOS

    llfGftROn ClftMftnDO POR MISfRICORDlftLa hermana Etter fue pionera de las manifestaciones pentecostales

    que hoy son tan comunes en este movimiento. Solo cuando predicen una iglesia al oeste de Ohio que haba perdido su poder, el signifi-cado de la visin de las espigas de trigo cobr claridad para ella.' Fueen esta iglesia que las personas cayeron en "trance". Esta fue la ma-nifestacin espiritual que se constituy en la marca distintiva de suministerio, y tambin la que ms oposicin le atrajo.

    Hasta este punto, tal manifestacin no era conocida en la iglesiacomo lo es ahora. En sus propias palabras. Mara explicaba:

    "Quince personas vinieron al altar gritando y cla-mando por misericordia. Hombres y mujeres caye-ron y quedaron como muertos. Nunca he visto nadacomo esto. Sent que era obra de Dios, pero no sabacmo explicarlo, o qu decir".')

    Despus de yacer en el suelo durante un tiempo. estas personas sepusieron de pie sin dificultad. con rostros radiantes y gritando alaban-zas a Dios. La hermana Etter dijo que ella nunca haba visto conver-siones tan brillantes. Los ministros y los ancianos lloraban y alababanal Seor por su "poder pentecostal". Y a partir de esa reunin. el mi-nisterio de la hermana Etter estara marcado por esta particular mani-festacin que siempre segua su predicacin. tras la cual cientos depersonas se entregaban a Cristo.

    ~ftblftnDO SObRf lOS "TRfinCfrLos "trances" se convirtieron en la comidilla del da. Cientos de

    personas se agolpaban intentando probar ese poder, mientras otros seacercaban para observar o burlarse. Cierta vez. quince mdicos. pro-venientes de diferentes ciudades. aparecieron en una reunin con elobjeto de investigar los trances. Uno de los mdicos era un lder mun-dial en su campo. La hermana Etter lo relata de esta forma:

    "l no quera admitir que el poder era de Dios, yhabra sido muy feliz si hubiera podido comprobarque se trataba de otra cosa. Vino a investigar... pero

  • Mara Wood\\'ort/z-Etter - "La Ml(jer que Mostr el Espritu de Dios"

    alguien lo llam a otra parte de la casa. Fue, esperan-do encontrar algo nuevo. Para su sorpresa, encontra su hijo en el altar, deseando que su padre orara porl. l no poda orar. Dios le mostr lo que era, y loque estaba haciendo. Entonces comenz a orar por smismo. Mientras oraba cay en trance, y vio los ho-rrores del infierno en el que iba a caer. Despus deuna terrible lucha Dios lo salv, y se fue a trabajar yganar almas para Cristo" . j(I

    En la ruta

    La hermana Etter tambin habl de una fiesta en la que varias jve-nes pensaban divertirse imitando caer en trance, Pero inmediatamen-te el poder de Dios las atrap, y sus burlas se convirtieron en clamo-res por la misericordia de Dios,: [

    Cierta vez, un hombre anciano que haba viajado por todo el mLII1-do estaba de visita en un lugar donde Mara estaba ministrando. Eraun hombre religioso. por lo que decidi asistir a una de sus reuniones,para satisfacer su curiosidad. Mientras participaba de la reunin, hi-zo un comentario jocoso a sus amigos en relacin con el poder que

  • LOS GENERALES DE DIOS

    all se manifestaba. Lleno de orgullo, el hombre se acerc osadamen-te a la plataforma para investigar. Pero antes que llegara al plpito,fue "derribado al suelo por el poder de Dios" y estuvo all tendido du-rante ms de dos horas. Mientras estaba en este estado, Dios le mos-tr una visin del cielo y el infierno. El hombre comprendi que de-ba elegir; inmediatamente eligi a Dios y naci de nuevo. Entoncesse levant, alabando a Dios.

    Lo nico que poda decir este hombre al salir del trance era que la-mentaba haber pasado sesenta aos perdido en la religin, sin haberconocido personalmente a Jesucristo. 12 Aun as, los peridicos y losministros incrdulos advertan a la gente que se mantuviera alejada deesas reuniones. Decan que "hacan volver locas a las personas". Sinembargo, miles de personas eran salvas, y muchas de ellas eran "de-rribadas al suelo, cayendo como muertas", aun cuando iban camino asus hogares. Se dice que muchas personas tambin cayeron bajo elpoder del Espritu estando en sus casas. a kilmetros de distancia dedonde se realizaban las reuniones.

    Qu son los "trances"? Son una de las cuatro formas en que Diosse manifiesta en una visin. La primera forma es una "visin interna".La figura que vemos en nuestro hombre interior. en nuestro hombreespiritual, nos ser de gran bendicin si hacemos caso de ella. En se-gundo lugar, est la "visin abierta". Esta visin se produce con losojos abiertos. Es como ver la pantalla de un cine abrirse delante denosotros para mostrarnos la escena que Dios desea que veamos. Entercer lugar, tenemos la "visin nocturna". sta es un sueo que Diosnos da para mostrarnos algo determinado. La ltima clase de visines la "visin en trance". En esta visin. las capacidades naturales secongelan y de esa manera Dios puede ministrar todo lo que sea nece-sario. Cuando las personas se levantaban despus de haber tenido untrance en las reuniones de la hermana Etter. decan haber visto tantoel cielo como el infierno.

    La hermana Etter tena un estilo "diferente". por llamarlo de algu-na manera, de los de los ministros de su poca. Jams prohiba a lacongregacin que participara. Al contrario del estoico orden eclesis-tico de fines del siglo XIX, Mara estaba de acuerdo con que la gen-te gritara, cantara, danzara y predicara. Crea que la expresin emo-cional era importante, mientras fuera re