Qué hacer cuando vienen los problemas a nuestra vida?

2a. Corintios 4:7-10

La mayoría de nosotros

reaccionamos mal cuando nos

hayamos envueltos en diversas

pruebas. Pero el Apóstol Pablo dice:

no os sorprendáis cuando os halléis

en diversas pruebas, como si alguna

cosa extraña os aconteciese. Sino

gozaos por cuanto sois

participantes de los padecimientos

de Cristo, para que también en la

revelación de su gloria os gocéis

con gran alegría. Usted y yo no nos

podemos estar quejando de la

situación que estamos pasando, por

el contrario, nos debemos parar con

mayor fuerza que antes y seguir

adelante con un ferviente deseo,

ya que el problema fue nada más

un peldaño para escalar hacia

arriba, en pos de nuestra victoria.

(1 Pedro 4:12,13)

1. “Estamos atacados por todas partes,

pero no acorralados." Estamos

sometidos a toda clase de presiones,

pero no estamos nunca tan

arrinconados que no podamos salir. Es

característico del cristiano el que,

aunque su cuerpo esté confinado en

alguna circunstancia angustiosa, su

espíritu siempre puede volar

libremente por los espacios de Dios en

comunión con Cristo. (2 Timoteo 2:8-

10; 1 Pedro 4:15,16)

2. "Perseguidos por los hombres,

pero no abandonados por Dios." Una

de las cosas más notables en los

mártires es que, aún en medio de

los terribles sufrimientos, gozaban

de la dulce presencia de Cristo.

Como decía Juana de Arco cuando

la abandonaron los que deberían

haberle sido fieles: "Es mejor estar

sola con Dios. Su amistad nunca me

fallará, ni su consejo, ni su amor.

En su fuerza me atreveré, y me

En su fuerza me atreveré, y me

atreveré, y me atreveré hasta la

muerte." Como decía el salmista: "

Aunque me abandonarán mi padre y

mi madre, el Señor me recogería."

Nada puede alterar la fidelidad de

Dios.

(Salmo 27:10; Romanos 8:31-39)

3. "Desbordados, pero no

desesperados." Hay momentos en

los que no sabemos que hacer;

pero, aún aquí no duda de que algo

se pueda hacer. Hay veces cuando

no podemos ver muy bien hacia

dónde va la vida, pero no pone en

duda que va hacia algún lugar. Si

tiene que "lanzarse al oscuro y

tremendo mar de nubes," sabe que

saldrá con bien. Hay ocasiones que

tenemos que aprender la lección

tenemos que aprender la lección

más difícil de nuestra vida. Fue la

que Jesús aprendió en Getsemaní,

a aceptar lo que no comprendía.

Podemos estar derribados pero no

destruidos y es aquí donde Cristo

esta más cerca de nosotros para

ayudarnos. (Mateo 26:36-39;

Romanos 8:26,27)

4. "Sobre la lona pero no fuera del

combate." La característica más

poderosa del cristiano no es que no

pueda caer, sino que siempre que

cae se vuelve a levantar otra vez.

No es que no sienta los golpes, sino

que nunca acepta una derrota en su

vida. Pueda que pierda una batalla,

pero jamás aceptara perder la

guerra. (Proverbios 24:16; Hebreos

10:39)

En conclusión: Cuando las pruebas

lleguen a nuestra vida, debemos

enfrentarlas con verdadera

valentía, los valientes nunca se

rinden ni aceptan la derrota con

facilidad. Ellos van al frente con

verdadero coraje en busca de la

victoria y no en sus fuerzas sino en

el poder de nuestro Dios. (Mateo

11:12; 1 Samuel 14:6,7)