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La realidad material de nuestro cuerpo queda
excluida de la espiritualidad si negamos
nuestra apertura del cuerpo al espíritu.
Nuestra vida biológica participa de nuestra vivencia espiritual.
Lo espiritual se proyecta sobre lo espiritual.
Una actividad puramente espiritual no es posible, por lo que no
podemos prescindir del cerebro...
Pero eso no quiere decir que en el cerebro se originen las
características del hombre.
El cerebro es la central biológica… No une al cuerpo y al alma.
La vida surge por la intervención directa de DIOS.
El alma esta abierta al espíritu, dándoles UNIDAD, DIRECCION y
SENTIDO.
El hombre no debe dejarse llevar por sus instintos y pasiones.
La persona es esencialmente espiritual
María Esther Solís
