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¿Qué significa interpretar? Interpretaciones generales de la biblia, como saber intepretar bien la biblia, reglas generales de la Interpretación, quienes son los que interpretan bien la biblia, historia de la Biblia
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Universidad Católica“Santo Toribio de Mogrovejo”
Facultad De Derecho CURSO:
TEOLOGIA DOGMATICA
TEMA:
LA INTERPRETACION DE LA BIBLIA PROFESOR:
JUAN MANUEL MEDINA C.
ALUMNOS:
- CORONEL FALLAQUE PILAR- FERNÁNDEZ BUENAÑO CÉSAR- LI QUIROGA LEIKY - ZAPATA SERQUEN PAOLA
CICLO:
III
CHICLAYO – PERÚ2009
DEDICATORIA
A Dios, nuestro Padre Celestial, que entrego al mundo a su Hijo unigénito, para salvarnos del pecado original
A nuestros padres, por brindarnos siempre su apoyo incondicional en cualquier situación de nuestras vidas
A nuestros profesores, por guiarnos por la senda correcta del conocimiento.
Al profesor Juan Medina, por acercarnos más a dios, por medio de sus enseñanzas
Marco Teórico
CAPITULO I:
“LA BIBLIA”
1.1.Definición
1.2.Nombres dados a la Biblia
1.2.1. Biblia
1.2.2. Escritura
1.2.3. Testamento
1.3.Los autores sagrados de la biblia, instrumentos de Dios
1.4.Historicidad de los textos bíblicos
1.5.Lugares en donde se escribieron los textos bíblicos
1.6.Lenguaje de la Biblia
1.7.Mensaje central de la Biblia
1.8.Importancia del conocimiento de la Biblia
CAPITULO II:
“HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN”
2.1. Período patrístico
2.1.1 Escuela De Alejandría
2.1.2 Escuela De Antioquía
2.2.Periodo medieval
2.2.1. Biblia y Enseñanza
2.2.2. Biblia y Enseñanza
2.3.Periodo moderno
2.3.1. Reforma Protestante (Lutero)
2.3.2. Contrarreforma (Concilio de Trento 1546)
2.4.Del Vaticano I al Vaticano II
2.4.1. Movimiento bíblico
2.4.2. Concilio Vaticano II ("Dei Verbum")
Capitulo III:
“INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA”
3.1.¿Qué significa interpretar?
3.2.Reglas fundamentales para la interpretación
3.3.¿Por que se interpreta la biblia erróneamente?
3.4.Cómo podemos estar seguros que interpretamos la Biblia correctamente.
3.5.¿Dios prohíbe la interpretación privada de la biblia?
3.6.¿Quienes son las personas que interpretan bien la Biblia?
CAPITULO IV:
“MÉTODOS Y ACERCAMIENTOS PARA LA INTERPRETACIÓN”
4.1.Planos en la interpretación bíblica
4.1.1. Método Histórico - Critico (Plano histórico - literario)
4.1.2. Los sentidos de la Escritura Santa (Plano teológico)
4.1.3. La biblia, libro de todos los tiempos (Plano actualizante)
4.2.¿Cómo hay que interpretar la biblia?
4.3.La interpretación de la escritura en la Iglesia
BIBLIOGRAFIA
Introducción
Cada día se fundan nuevas iglesias, cada una de las cuales afirma poseer la
interpretación correcta de la Biblia. Cristo, en su infinita sabiduría, bien sabía
que su palabra se sostendría para siempre ante los ataques del demonio y la
debilidad de los hombres que somos propensos a manipularla a nuestra
conveniencia. Para que todos puedan encontrar la verdad, Cristo fundó una
Iglesia, su Cuerpo Místico, y le prometió que el Espíritu Santo siempre la
guiaría, para que en ella todos puedan conocer la verdad. Ni los ataques externos
ni los pecados de sus propios hijos jamás podrán alterar la verdad revelada y
custodiada por la Iglesia. La verdad se mantiene íntegra e invariable porque
Dios es siempre fiel a la Iglesia.
En la Sagrada Escritura, Dios habla al hombre a la manera de los hombres. Por
tanto, para interpretar bien la Escritura, es preciso estar atento a lo que los
autores humanos quisieron verdaderamente afirmar y a lo que Dios quiso
manifestarnos mediante sus palabras (1). Para descubrir la intención de los
autores sagrados es preciso tener en cuenta las condiciones de su tiempo y de su
cultura, los "géneros literarios" usados en aquella época, las maneras de sentir,
de hablar y de narrar en aquel tiempo. "Pues la verdad se presenta y se enuncia
de modo diverso en obras de diversa índole histórica, en libros proféticos o
poéticos, o en otros géneros literarios" (2). Pero, dado que la Sagrada Escritura es
inspirada, hay otro principio de la recta interpretación, no menos importante que
el precedente, y sin el cual la Escritura sería letra muerta: "La Escritura se ha de
leer e interpretar con el mismo Espíritu con que fue escrita" (3)
1(() Cfr. Concilio Vaticano II. Const. Dei Verbum - 12,12(() Cfr. Concilio Vaticano II. Const. Dei Verbum - 12,23(() Cfr. Concilio Vaticano II. Const. Dei Verbum - 12,3
CAPITULO I:
“LA BIBLIA”
1.1.Definición:
Es el libro que contiene la palabra de dios expresada en palabras humanas, es una gran obra
literaria; un libro único, inagotable, donde se encuentra todo lo que se refiere a dios y al
hombre.
Llamamos Biblia o Sagrada Escritura a la colección de libros escritos por inspiración del
Espíritu Santo, tiene a Dios como autor, y como tales han sido entregados a la Iglesia” (4). En
esta definición o descripción se pueden apreciar ya dos características primarias de los libros
que la componen:
a) Son divinamente inspirados, y tienen a Dios por autor principal
b) Han sido entregados a la Iglesia para que cuide la verdadera interpretación de la biblia
1.2.Nombres dados a la Biblia:
1.2.1. Biblia:
La palabra biblia proviene del griego y significa etimológicamente “Los libros”. Este término
tiene su origen en la remota ciudad llamada Biblos, lugar donde se fabricaban los papiros para
hacer el papel de los libros
Desde hace muchos siglos este término designa la colección de los escritos que forman el
Antiguo y el Nuevo testamento. El origen del término se remonta al Segundo libro de los
Macabeos 8:23, en donde se refiere a las escrituras como “Biblia te agia”, en lengua griega
significa “Libros Santos”
“También mandó a Eleazar que leyera en alta voz el Libro sagrado. Y
finalmente, dándoles como santo y seña el grito "Auxilio de Dios", se lanzó él
mismo a combatir contra Nicanor, al frente del primer cuerpo”
1.2.2. Escritura:
4(() Cfr. Pelach I Feliu, Mons. Enrique. (1993). Catecismo De La Iglesia Católica. Perú – Lima: Editorial Bruño.
10 pág.
Viene del verbo “escribir”. Se denomina así por ser el mensaje o Palabra de Dios que
permanece escrito. Jesús mismo, al rechazar las tentaciones, empleó la expresión, “Escrito
está” (Mateo 4:4)
“Pero en respuesta el dijo: Esta escrito: No de pan solamente debe vivir el
hombre sino de toda expresión que sale de la boca de Dios”
1.2.3. Testamento:
El tercer nombre que se da a la Biblia es el de “testamento”. La palabra castellana de este
término viene de la palabra latina “testamentum”, que corresponde a la palabra griega
“diazeque” y a la palabra hebrea “berit”. Pues bien, estas palabras significan: pacto, alianza,
convenio, contrato. Así que la Palabra de Dios es el Pacto o Alianza de este con los hombres y
mujeres. (2 Cor. 3,14).
“Pero ellos no lo entendieron así, y todavía ahora, cuando leen el antiguo
pacto, ese mismo velo les impide entender, pues no les ha sido quitado, porque
solo se quita por medio de Cristo”
Así como un testamento es un escrito legal en que se hace una promesa de dejar los bienes a
los hijos y demás parientes, así también la Biblia es una promesa que Dios hace por escrito.
Esta gran promesa está sellada en el Nuevo Testamento, por la misma sangre de Jesucristo
1.3.Los autores sagrados de la biblia, instrumentos de Dios:
La formula “Dios autor de las escrituras”, originariamente quería significar que el mismo
Dios fundo con el mismo título los dos Testamentos. Dios por medio de la palabra del hombre
nos da a conocer la suya propia, y este hecho presupone para el profeta una gracia del Espíritu
Santo y una relación con el verbo. El verbo fue, dice Teófilo de Antioquia, quien hablo por
Moisés en el Génesis “como por un instrumento” (5)
5(() Cfr. Grelot, P. (1968). La Biblia. Palabra de Dios. España – Barcelona: Editorial Herder. 68 pág.
Enrique Gante distingue el autor principal (Dios) de los autores ministeriales (profetas), Santo
Tomas de Aquino atribuye el titulo de autor principal al Espíritu santo mientras que a los
profetas les atribuye el titulo de autores instrumentales (6)
1.4.Historicidad de los textos bíblicos:
La Biblia no fue escrita de una sola vez. Llevó mucho tiempo, más de mil años. Comenzó
alrededor del año 1250 a.C. y se terminó cien años después del nacimiento de Jesús.
En el año 1250 a.C. es probable que se escribiera un poco acerca de las leyes o
mandamientos. En el tiempo del rey Salomón (970-931 a.C.), un grupo de historiadores
empezó a escribir algo del Génesis, del Éxodo y de algunos otros libros. Alrededor del año
620 a.C., un reformador escribió otros libros, como el Deuteronomio, Josué, Jueces, etc. En
el año 550 a.C. un grupo de sacerdotes y profetas escribieron algo más de la Biblia. Y así,
poco a poco, se fue escribiendo el Antiguo Testamento.
El Nuevo Testamento también tiene sus momentos importantes de la escritura. Por ejemplo,
las Cartas de Pablo, en su mayoría, fueron escritas entre años 50-60 d.C. Los Evangelios,
Hechos de los apóstoles y otras cartas fueron escritos entre años 70-90 d.C. Finalmente, en el
año 95 d.C. fue escrito el Apocalipsis.
Por otro lado, hay que agregar que es muy difícil saber las fechas exactas de las escrituras
bíblicas; pues antes de ser escrita, la Biblia fue narrada y contada en conversaciones y en
celebraciones populares. Y antes de ser narrada y contada, fue vivida por muchas
generaciones en un esfuerzo grande y fiel por poner a Dios en la vida y por organizar la vida
de acuerdo con la justicia. La Biblia, entonces, salió de la vida y memoria del pueblo. Nació
de la preocupación por no olvidar el pasado (7)
1.5.Lugares en donde se escribieron los textos bíblicos:
La Biblia no fue escrita en un solo lugar, sino en muchos lugares e incluso en países
diferentes. La mayor parte del Antiguo y del Nuevo Testamento fue escrita en Palestina, la
tierra en la que vivía el pueblo, por donde anduvo Jesús y en donde nació la Iglesia.
6(() Ibídem. 70 pág. 7(() Cfr. A. Roberto & A. Fenillet. (1970). Introducción a la Biblia Tomo Primero. España – Barcelona:
Editorial Herder. 38-39 Pág.
Algunas partes del Antiguo Testamento fueron escritas en Babilonia, donde el pueblo vivió
en el exilio, en el siglo sexto entes de Cristo. Otras partes del Antiguo Testamento se
escribieron en Egipto, a donde muchos habían emigrado después del exilio.
El Nuevo Testamento tiene partes que fueron escritas en Siria, en Asia Menor, en Grecia y en
Italia, donde había muchas comunidades, fundadas o visitadas por el apóstol Pablo. Por lo
mismo, las costumbres, la cultura, la religión, la situación económica, social y política de
todos estos pueblos dejaron huellas en la Biblia y se nota su influencia en la manera cómo
presenta la Biblia el mensaje de Dios a los seres humanos.
1.6.Lenguaje de la Biblia:
La Biblia no fue escrita en una lengua única, sino en tres lenguas diferentes. La mayor parte
del Antiguo Testamento fue escrita en hebreo, que era la lengua que se hablaba en Palestina
antes del exilio. Después del exilio (538 s.C.), el pueblo de Palestina comenzó a hablar el
arameo. Sin embargo, la Biblia continuó siendo escrita en hebreo. Y así sucedió que mucha
gente ya no comprendía bien la Escritura Sagrada. Por lo cual, a fin de que el pueblo pudiera
comprenderla, empezaron a fundarse escuelas en todas las comunidades. Jesús, siendo niño,
como cualquier niño judío, frecuentó las escuelas de la sinagoga de Nazaret, para aprender el
hebreo y poder así entender la Biblia.
Sólo una pequeña parte del Antiguo Testamento fue escrita en arameo. Se trata de algunos
capítulos del libro de Daniel y de Esdras y, además, un versículo del libro de Jeremías (Jr
10,11). Algunos libros del Antiguo Testamento fueron escritos en griego: Tobías, Judit, 1 y 2
Macabeos, Baruc, Eclesiástico, Sabiduría, algunas partes del libro de Daniel y de Ester. Todo
el Nuevo Testamento fue escrito en griego. El griego era la nueva lengua del comercio que
invadió el mundo de aquel tiempo tras las conquistas de Alejandro Magno (siglo cuatro a.C.).
En tiempo de Jesús, el pueblo de Palestina hablaba el idioma llamado arameo en casa; era tan
popular que la mayoría de los judíos en Palestina lo usaba. Así el hebreo, aunque era el
idioma oficial, había quedado en al segundo plano y más que todo utilizado en la escritura y
en el culto (8)
1.7.Mensaje central de la Biblia:
8(() Cfr. Lambiasi, F. (1988). Breve Introducción a La Sagrada Escritura. España – Barcelona: Editorial Herder.
36 pág.
Podemos decir que como resumen de la Biblia, su mensaje central, es el Nombre de Dios. El
nombre de Dios es Yahvé, cuyo sentido reveló y se lo aplicó a su pueblo él mismo (Ex 3,14).
Yahvé significa Emmanuel, esto es, Dios con nosotros, Dios presente en medio de su pueblo
para liberarlo. Dios quiere ser Yahvé para nosotros, quiere ser presencia libertadora en medio
de nosotros. Y Dios dio pruebas bien concretas de que ésta es su voluntad para siempre. La
primera prueba fue la liberación de la esclavitud en Egipto, concretizada en la Alianza en el
monte Sinaí. La última prueba se está dando, aún hoy, en la resurrección de Jesús, llamado
Emmanuel (Mt 1,23). Por medio de la resurrección de Jesús, Dios venció a las fuerzas de la
muerte y abrió para nosotros el camino de la vida. De esta manera, Jesús se hace el centro de
la Biblia y de nuestra vida, invitándonos a ser el Pueblo de Dios. Y ser el Pueblo de Dios
significa: ser un Pueblo en el que no haya opresión como en Egipto; en el que el ser humano
no explote al otro ser humano; en el que reine la justicia; en el que el amor al prójimo sea
igual al amor de Dios; en el que el pueblo viva y celebre su fe. Este es el mensaje central de la
Biblia.
1.8.Importancia del conocimiento de la Biblia:
Hemos visto que la palabra de Dios tiene un significado verdadero. ¿Qué tan importante debe
ser para nosotros entender ese verdadero significado?
Efesios 5:17
"No seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor"
Juan 8:32
"Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres"
Esto se refiere a la libertad de la culpa del pecado. Todos necesitamos estar libres del pecado
porque todos somos culpables, y porque la paga del este es la muerte (Romanos 3:23; 6:23).
La palabra de Dios es verdad (Juan 17:17), y solamente la verdad puede liberarnos del
pecado. Cualquier cosa diferente a la verdad es error, y nos deja esclavos en el pecado. Esto
es por lo que la verdad es tan importante.
Para ser liberados por la verdad, debemos conocer la verdad. Si uno no conoce la verdad, sino
que cree cualquier cosa diferente a la verdad, ¿es salvo del pecado? No, únicamente
conociendo la verdad podremos salvarnos. La idea de que toda persona tiene derecho a su
propia interpretación indicará que la gente quien no conoce la verdad no tiene la misma
fortuna que aquellos que conocen la verdad.
1 Pedro 1:22-23
“Para ser purificado del pecado y nacer de nuevo, uno debe obedecer a la
verdadera palabra de Dios. Pero uno que no entiende la verdad no puede
obedecerla. Por tanto, quien crea cualquier cosa diferente al verdadero
significado de la palabra de Dios no puede ser purificado del pecado”
CAPITULO II:
“HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN”
2.1.Período patrístico:
Escuelas catequéticas del periodo patrístico:
2.1.1. Escuela De Alejandría:
Época: Siglo III
Lugar: Alejandría de Egipto
Ambiente Cultural: La importancia de Alejandría reside en que es centro importante de la
cultura helenística; y al mismo tiempo, reside una comunidad judía floreciente, por tanto,
es encrucijada para el encuentro entre la cultura griega y la teología hebrea. Allí se había
producido la "Setenta" (LXX), la traducción del Antiguo Testamento al griego (s. III - I
a.C.) y se siente la influencia de Filón de Alejandría, autor judío que introdujo la lectura
alegórica para demostrar que las ideas de la filosofía griega estaban ya anticipadas en las
Escrituras hebreas
Características: Se da una Interpretación Alegórica, con la intención de acercar el
mensaje bíblico al ambiente cultural de su tiempo.
"Sabemos que la Escritura no se ha redactado para relatarnos historias
antiguas, sino para nuestra instrucción salvífica; así comprendemos que lo que
han dicho es siempre actual" (9)
Meritos: Se da el Cristocentrismo: Interés en buscar "al Hijo de Dios diseminado en las
Escrituras", basándose en el convencimiento de que detrás de cada palabra de la Biblia
resuena la "Palabra" con mayúsculas, que es Cristo. Y la Actualización: la Biblia no es un
libro del pasado, y no la leemos por simple curiosidad por el pasado histórico, sino
porque ella nos tiene que decir algo hoy
9(() Cfr. http://www.auladebiblia.com/introduccion/tema10/tema10.html
Riesgos: Vaciar de realidad y sentido concreto a la historia. La historia es un mero
"pretexto" para comunicar un mensaje, que es el que verdaderamente importa. Conlleva al
moralismo (reduce la Palabra de Dios a unas enseñanzas sobre cómo hay que vivir)
2.1.2. Escuela De Antioquía:
Época: Siglo IV – V
Lugar: Antioquía de Siria
Ambiente Cultural: La importancia de Antioquía reside en que es la Iglesia madre de
Siria, y una de las Iglesias más antiguas, es un ambiente casi totalmente semítico-arameo y
está más cercana a la mentalidad de la Biblia y menos tentada a "helenizar" el mensaje
bíblico
Características: Se da una Interpretación literal, con una Meticulosa atención al texto,
evitando el exceso alegorizante.
"Nosotros no excluimos la interpretación más elevada, pero hemos de estar
atentos a que no perjudique las bases históricas, pues el resultado sería
entonces la alegoría" (10)
Meritos: Sobriedad de la interpretación, manteniendo a raya los excesos de la
interpretación alegórica, percibir la correspondencia entre "hecho histórico" y
"contenido espiritual". El sentido espiritual sin ninguna referencia histórica termina por
desaparecer.
Riesgos: Conlleva al Literalismo (Toda la interpretación de la Biblia se agota en el
sentido literal. Se desprecia todo lo que sea ir más allá de la letra o de la historia)
2.2.Periodo medieval:
10(() Cfr. http://www.auladebiblia.com/introduccion/tema10/tema10.html
2.2.1. Biblia y Enseñanza:
Toda la teología medieval, tanto la dogmática como la moral, está impregnada de la Escritura.
Incluso todo el saber científico se extrae de la Biblia (física, ética, lógica).
2.2.2. Biblia y Enseñanza:
a) Biblia y vida monástica: La oración y la vida comunitaria del monje están impregnadas
de la Sagrada Escritura. Se acuña la "lectio divina".
b) Biblia y pueblo cristiano: Gran parte del pueblo no sabe leer ni escribir, ni estaba en
condiciones de tener una Biblia, por lo que se idean métodos para acercar el contenido
de la Biblia al pueblo:
Los ciclos de figuras presentes en capiteles y otros lugares de las catedrales.
Las obras teatrales sagradas en torno a los misterios de la fe que se representan en las
iglesias.
Los cantares bíblicos (que modulan textos sagrados con melodías profanas pegadizas)
La "Biblia de los pobres" ("Biblia pauperum"): tablas con representaciones del Nuevo
Testamento, acompañadas de modelos del Antiguo Testamento (hechos el Antiguo
Testamento o profetas) referidas al acontecimiento ilustrado.
2.3.Periodo moderno:
2.3.1. Reforma Protestante (Lutero):
Cristocentrismo: "Quita a Cristo de la Escritura, ¿y qué otra cosa encuentras?". Toda la
Escritura habla de Cristo.
"Sola Scriptura": El único canal por el que nos llega la Palabra de Dios es la Biblia, la
Palabra de Dios escrita. La Biblia no puede estar sometida al juicio de la Iglesia: "el
evangelio no puede estar sometido al espíritu del hombre, ni siquiera del papa".
Rechaza la canonicidad de los libros deuterocanónicos.
2.3.2. Contrarreforma: (Concilio de Trento 1546)
Reafirma el carácter divino de la Escritura: toda la Escritura está inspirada, "los libros
enteros y todas sus partes" (incluidos deuterocanónicos)
Contra el exclusivismo protestante de la "sola Scriptura" reafirma el valor de la
Tradición. Palabra de Dios tiene por tanto dos canales: la Sagrada Escritura (Palabra de
Dios escrita) y la Tradición (Palabra de Dios oral). No hay una Biblia escrita sin una
Iglesia que lea y la interprete a la luz del Espíritu.
Para defenderse de los peligros de la época, se limita el uso y la lectura de la Biblia.
Prevale el instinto de defensa y de vigilancia sobre el de estudio y la búsqueda.
2.4.Del Vaticano I al Vaticano II:
2.4.1. Movimiento bíblico: Que prepara el Concilio Vaticano II, y es propiciado
por:
Mayor acercamiento ecuménico.
Atmósfera eclesial en fermento: es una época fecunda en iniciativas eclesiales.
Apoyo a la investigación histórico-literaria.
Hallazgos de manuscritos y descubrimientos arqueológicos.
Investigación paciente y oscura de muchos exegetas (investigadores de la Biblia).
Intervenciones de León XIII y Pío XII.
2.4.2. Concilio Vaticano II: ("Dei Verbum")
a) Biblia e Iglesia:
El tesoro de la revelación se le ha confiado a toda la Iglesia, pastores y fieles.
El Magisterio tiene la función de interpretar "auténticamente" la Palabra de Dios; pero no
está "por encima" de la Palabra de Dios, sino a su servicio (tiene una función "diaconal").
b) Biblia y ciencia:
Veracidad de la Escritura: La Biblia enseña fielmente y sin error la verdad que Dios hizo
consignar en esos libros para nuestra salvación".
La Biblia va encaminada a la salvación; no es un libro científico.
Capitulo III:
“INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA”
El problema de la interpretación de la Biblia no es una invención moderna, como a veces se
querría hacer creer. La Biblia misma testimonia que su interpretación presenta dificultades.
Al lado de textos límpidos, existen también pasajes oscuros.
Leyendo algunos oráculos de Jeremías, Daniel se interrogaba largamente sobre el sentido de
estos (Dn 9, 2). Según los Hechos de los Apóstoles, un etíope del primer siglo se encontraba
en la misma situación a propósito de un pasaje del libro de Isaías (Is 53, 7-8) y reconocía la
necesidad de un intérprete (He 8, 30-35).
3.1.¿Qué significa interpretar?
La biblia es un libro en donde Dios habla al hombre a la manera de los hombres, por medio de
hombres. Todo lector que se acerca a la biblia tiene interés en su lectura porque Dios “sigue
hablando” en sus páginas a los hombres de nuestro tiempo, me dice algo a mí, hoy, ahora.
Interpretar un texto es tratar de entender lo que dice tal como esta escrito en su tiempo y en
su cultura, buscar el sentido que el autor intento expresar y expresó con palabras y
reflexionar después sobre la verdad de su contenido que me interpela. Con un lenguaje más
preciso, se llama hermenéutica del griego ermeneuein, interpretar, traducir al conjunto de
principios y métodos de interpretación, que nos permiten entender con exactitud unos textos
y sus contextos (11)
3.2.Reglas fundamentales para la interpretación:
Para una correcta interpretación es importante que el intérprete humano tenga las siguientes
disposiciones:
Si no queremos reducir la escritura a la letra muerta, se ha de leer e interpretar con el
mismo Espíritu con que fue escrita. La docilidad al Espíritu Santo es el prologo de toda
correcta disposición del interprete humano, por que para hacer una lectura plenamente
válida de las palabras inspiradas, es precisa la ayuda y guía del Espíritu.
11(() Cfr. Monforte, J. M. (1998). Conocer la biblia: Iniciación a la Sagrada Escritura. 5ta ed. España – Madrid:
Editorial RIALP. 101-102 pág.
En la “escucha” de la palabra de Dios, todo trabajo intelectual debe estar impregnado de
aquel impulso de vida espiritual que conduce a leer e interpretar los textos sagrados con
espíritu de fe y humildad., que si son virtudes siempre necesarias para la vida cristiana,
adquieren especial importancia cuando el hombre se aplica a conocer las realidades
sobrenaturales.
La virtud de la Fe es el primer medio, e irremplazable para conocer la palabra de Dios
escrita; así lo exige la naturaleza misma del objeto sobrenatural. Solamente quien tiene fe
se sitúa en un plano de connaturalizad con los misterios divinos y, por tanto, con las
verdades contenidas en la Biblia. La fe dirige al intérprete humano, iluminando su camino
y ayudando a las fuerzas de su espíritu con una nueva vitalidad y comprensión.
También es especialmente necesaria la virtud de la humildad, por que el Espíritu Santo
nos transmite su verdad mediante la iglesia y ha establecido en ella un Magisterio. La
actitud de humildad se muestra precisamente en el acatamiento de lo que la iglesia
enseña.
En suma todo interprete de la Escritura debe ser hombre de ciencia, pero también, y
precisamente en cuanto exegeta (o teólogo), hombre de oración. No solo ha de atender al
despliegue de la historia y al desarrollo de las ciencias, sino también y todavía más al
testimonio de quien, habiendo recorrido hasta el fondo el camino de la oración, ha
alcanzado ya en la tierra las vetas mas altas de la intimidad divina; es decir al testimonio
de quienes, en el lenguaje ordinario, denominamos con el calificativo de santos (12)
3.3.¿Por que se interpreta la biblia erróneamente?
La Biblia, más que a cualquier libro, está expuesta a ser criticada por contener errores, sea en
lo que dice acerca de la naturaleza o la historia. Decimos esto porque la Biblia contiene los
escritos más antiguos que existen, y porque trata una gran variedad de temas acerca del
universo y del hombre, como también de la Deidad que no hemos visto. (Expone también
muchas profecías. Puede que no sean creídas por algunas personas, pero las acusaciones de
12(() Cfr. Monforte, J. M. (1998). Conocer la biblia: Iniciación a la Sagrada Escritura. 5ta ed. España – Madrid:
Editorial RIALP. 105-106 pág.
que son erróneas no son tan abundantes, ¡porque muchas de ellas ya se han sido cumplidas al
pie de la letra!)
Ahora, ¿Dichos errores son tal cosa, o son producto de nuestras dudas y conclusiones
erróneas? Para responder esta pregunta tengamos presente que:
Las fuentes extrabíblicos son incompletas y por lo tanto inconclusas.
Hay material extrabíblicos que ha sido interpretado erróneamente.
La Biblia no pretende dar un recuento completo de los hechos históricos.
A veces los autores actualizaron las historias al escribirlas.
A veces el texto de la Biblia ha sido interpretado erróneamente, aun por sus amigos.
La transmisión a través de siglos e idiomas ha dado lugar a errores de escritura.
Un lenguaje figurado suele dar la impresión de contradecir la ciencia.
La Biblia revela verdades progresivamente, no todo de una vez.
3.4.¿Cómo podemos estar seguros que interpretamos la Biblia correctamente?
Los pasos indispensables para una lectura metodológicamente correcta podemos
esquematizarlos trazando la siguiente escala:
3.5.¿Dios prohíbe la interpretación privada de la biblia?1. Critica Textual
2. Traducción
3. AnálisisEstructural
4. Análisis de la redacción
5. Estudio de las fuentes
6. Critica Histórica
7. Actualización
La respuesta la podemos encontrar en la misma Biblia, sin embargo hay muchos que tuercen
el significado de las cosas por falta de conocimiento, tal y como también dice la escritura.
¿Podemos leer, efectivamente cada persona en nuestra casa la Biblia? Eso no sólo es posible,
sino deseable y recomendado por la misma Iglesia Católica, pero no podemos interpretar la
Biblia cada uno como entienda mejor. Si no tenemos un mínimo de conocimiento necesario
para "entender" lo que dice lo que leemos, mejor es que nos abstengamos de formular
hipótesis que te pueden llevar al error o la herejía. Es decir, nuestra interpretación de las
Escrituras deben estar de acuerdo con la Iglesia de Jesucristo, la única que el fundó. SÓLO
una Iglesia. Las Sagradas Escrituras no pueden ser interpretadas de forma privada. Esto es lo
que dice la Palabra de Dios.
En 2 Pedro 1,20 (13) se nos manifiesta que:
“Pero ante todo, tened presente que ninguna profecía de la Escritura puede
interpretarse por cuenta propia”
Nosotros no podemos ir cada uno con una Biblia debajo del brazo diciendo: "Yo
entiendo esto", o "Pues a mi me dice esto otro". Esto es lo que ocurre en las
iglesias y otros grupos separados de la comunión con la Iglesia católica, la Iglesia
que fundó Cristo. Cada grupo tiene una visión propia de la verdad revelada por las escrituras
en un aspecto u otro, de modo que al no ponerse de acuerdo en su interpretación, se prestan a
la división en cientos de grupos e iglesias de diferentes nombres y fundadas por hombres
contradiciendo así la misma Biblia como hemos visto mas arriba. La única forma válida de
interpretar la Biblia es en comunión con el magisterio vivo de la iglesia, y esa es la verdad
que enseña la Biblia y su Iglesia universal, que fundó Jesucristo, y no los hombres.
3.6.¿Quienes son las personas que interpretan bien la Biblia?
«El oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios, oral o escrita, ha sido
encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en el nombre de
Jesucristo, es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma»
«El Magisterio no está por encima de la Palabra de Dios, sino a su servicio para
enseñar puramente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del
Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explica
13(() Cfr. Biblia de Jerusalén
fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como revelado
por Dios para ser creído» (14)
El sentido autentico de las Sagradas Escrituras solo podemos conocerlo por la Iglesia, porque
solo la Iglesia, no puede errar en su interpretación. Ya de la definición de la Sagrada
Escritura ensenada por el Concilio Vaticano I, se desprende esta condición esencial de la
interpretación de la Biblia, a saber, que únicamente la Iglesia, mediante su Magisterio, es el
interprete autentico de la Sagrada Escritura. Por ello la Biblia no puede ser plenamente
entendida por quien no tenga la fe cristiana. Ocurre ante la Biblia como ante la figura de
Jesucristo: quien no tenga la fe, solo podrá ver en Jesús a un hombre interesante,
extraordinario y singular. Pero con ello queda muy lejos de la verdad, ya que no entenderá a
Jesucristo quien no crea que es el Hijo de Dios Encarnado, la segunda Persona de de la
Santísima Trinidad, el único Salvador y Redentor de la Humanidad. La Biblia, en su sentido
profundo, no puede ser entendida por quien no crea en su divina inspiración en que tiene a
Dios por autor principal.
CAPITULO IV:
“MÉTODOS Y ACERCAMIENTOS PARA LA INTERPRETACIÓN”
14(() Cfr. Lambiasi, F. (1987). Breve introducción a la sagrada escritura. España – Barcelona: Editorial Herder.
112 pág.
Juan Pablo II denota que la exégesis católica no tiene un método de interpretación propio y
exclusivo, sino que, partiendo de la base histórica-critica, sin presupuestos filosóficos u otros
contrarios a la verdad de nuestra fe, aprovecha todos los métodos actuales, buscando en cada
uno de ellos la Semilla del Verbo (15)
4.4.Planos en la interpretación bíblica:
Para entender más fácilmente los métodos hermenéuticos o de interpretación, vamos a
distinguir tres planos en los que se puede captar con plenitud el mensaje que los libros
bíblicos nos trasmiten.
4.4.1. Método Histórico - Critico (Plano histórico - literario)
Se trata de un método analítico por que estudia el texto bíblico de igual manera que cualquier
otro texto de la antigüedad y lo comenta en lenguaje humano. Se dice que es histórico por
que investiga su alcance cronológico y procura esclarecer los procesos históricos del texto
bíblico; y critico por que actúa con la ayuda de criterios científicos tan objetivos como sea
posible
El método histórico-crítico es el método indispensable para el estudio científico del sentido
de los textos antiguos. Puesto que la Sagrada Escritura, en cuanto «Palabra de Dios en
lenguaje humano», ha sido compuesta por autores humanos en todas sus partes y todas sus
fuentes, su justa comprensión no solamente admite como legítima, sino que requiere la
utilización de este método.
a) Descripción: En el estadio actual de su desarrollo, el método histórico-crítico recorre
las etapas siguientes
La crítica textual, practicada desde hace mucho tiempo, procura, según reglas
determinadas, establecer un texto bíblico tan próximo al texto original como sea posible.
El análisis literario (morfología y sintaxis) y semántico, que utiliza los conocimientos
obtenidos gracias a los estudios de filología histórica.
15(() Cfr. Juan Pablo II, Discurso, 23-IV-1993, n. 13.
La crítica literaria, se esfuerza luego por discernir el comienzo y el final de las unidades
textuales, y de verificar la coherencia interna de los textos.
La crítica de los géneros procura determinar los géneros literarios, su ambiente de origen,
sus rasgos específicos y su evolución.
La crítica de las tradiciones, sitúa los textos en las corrientes de tradición, de las cuales
procura precisar la evolución en el curso de la historia.
La crítica de la redacción, estudia las modificaciones que los textos han sufrido antes de
quedar fijados en su estadio final y analiza ese estadio final, esforzándose por discernir las
orientaciones que le son propias.
4.4.2. Los sentidos de la Escritura Santa (Plano teológico)
EL argumento central de la biblia y lo que le confiere su unidad se puede resumir diciendo
que es una historia de salvación. Por tanto en todo texto bíblico hay un mensaje salvífico que
toca al intérprete esclarecer. (16)
El aporte moderno de las hermenéuticas filosóficas y los desarrollos recientes del estudio
científico de la literatura, permiten a la exégesis bíblica profundizar la comprensión de su
tarea, cuya complejidad se ha vuelto más evidente. La exégesis antigua, que evidentemente no
podía tomar en consideración las exigencias científicas modernas, atribuía a todo texto de la
escritura diferentes niveles de sentido.
a) Sentido literal:
El sentido literal no se debe confundir con el sentido «literalista» al cual se adhieren los
fundamentalistas. No basta traducir un texto palabra por palabra para obtener su sentido
literal, es necesario comprenderlo según las convenciones literarias de su tiempo. Cuando un
texto es metafórico, su sentido literal no es el que resulta inmediatamente de una
comprensión palabra por palabra (por ejemplo: «Tened ceñida la cintura», Lc 12,35) sino el
que corresponde al empleo metafórico de los términos («Tened una actitud de
16(() Cfr. Monforte, J. M. (1998). Conocer la biblia: Iniciación a la Sagrada Escritura. 5ta ed. España – Madrid:
Editorial RIALP. 110 pág.
disponibilidad»). Cuando se trata de un relato, el sentido literal no comporta necesariamente
la afirmación de que los hechos narrados se han producido efectivamente, ya que un relato
puede no pertenecer al género histórico, sino ser una obra de imaginación. El sentido literal
de la Escritura es aquél que ha sido expresado directamente por los autores humanos
inspirados. Siendo el fruto de la inspiración, este sentido es también querido por Dios, autor
principal. Se le puede discernir gracias a un análisis preciso del texto, situado en su contexto
literario e histórico. La tarea principal del exegeta es llevar a buen término este análisis,
utilizando todas las posibilidades de investigación literaria e histórica, para definir el sentido
literal de los textos bíblicos con la mayor exactitud posible. Con este fin, el estudio de los
géneros literarios antiguos es particularmente necesario. El sentido literal de un texto
normalmente es único, pero no se trata de un principio absoluto, y esto por dos razones. Por
una parte, un autor humano puede querer referirse al mismo tiempo a varios niveles de
realidad. Por otra, aún cuando una expresión humana parece no tener más que un significado,
la inspiración divina puede guiar la expresión de modo de producir una ambivalencia (17)
b) Sentido espiritual:
Se puede definir el sentido espiritual, comprendido según la fe cristiana, como el sentido
expresado por los textos bíblicos, cuando se los lee bajo la influencia del Espíritu Santo en el
contexto del misterio pascual de Cristo y de la vida nueva que proviene de él. Este contexto
existe efectivamente. El Nuevo Testamento reconoce en él, el cumplimiento de las Escrituras.
Es, pues, normal releer las Escrituras a la luz de este nuevo contexto, que es el de la vida en el
Espíritu. El sentido espiritual no se debe confundir con las interpretaciones subjetivas dictadas
por la imaginación o la especulación intelectual (18)
No siempre existe una distinción entre sentido literal y espiritual; en particular, cuando un
texto bíblico se refiere directamente al misterio pascual de Cristo o a la vida nueva que
proviene de él, su sentido literal es un sentido espiritual.
c) Sentido pleno:
La categoría relativamente reciente de «sentido pleno» (sensus plenior) suscita discusiones. El
sentido pleno se define como un sentido profundo del texto, querido por Dios, pero no
claramente expresado por el autor humano. Se descubre la existencia de este sentido en un
17(() Cfr. "La interpretación de la Biblia en la Iglesia". Pontificia Comisión Bíblica. Roma 1993.
18(() Ibídem.
texto bíblico, cuando se lo estudia a la luz de otros textos bíblicos que lo utilizan, o en su
relación con el desarrollo interno de la revelación. Se trata, pues, del significado que un autor
bíblico atribuye a un texto bíblico anterior, cuando lo vuelve a emplear en un contexto que le
confiere un sentido literal nuevo; o bien de un significado, que una tradición doctrinal
auténtica o una definición conciliar, da a un texto de la Biblia (19)
Por ejemplo, el contexto de Mt 1, 23 da un sentido pleno al oráculo de Is 7, 14 sobre el alma
que concebirá, utilizando la traducción de los Setenta (parthenos): «La virgen concebirá». La
doctrina patrística y conciliar sobre la Trinidad expresa el sentido pleno de la enseñanza del
Nuevo Testamento sobre Dios, Padre, Hijo y Espíritu. La definición de pecado original del
Concilio de Trento proporciona el sentido pleno de la enseñanza de Pablo en Rm 5, 12-21 a
propósito de las consecuencias del pecado de Adán para la humanidad. Pero cuando falta un
control de esta naturaleza, por un texto bíblico explícito o por una tradición doctrinal
auténtica, el recurso a un pretendido sentido pleno podría conducir a interpretaciones
desprovistas de toda validez. En definitiva, se puede considerar el «sentido pleno» como otro
modo de designar el sentido espiritual de un texto bíblico, en el caso en que el sentido
espiritual se distingue del sentido literal. Su fundamento es que el Espíritu Santo, autor
principal de la Biblia, puede guiar al autor humano en la elección de sus expresiones de tal
modo, que ellas expresen una verdad de la cual él no percibe toda su profundidad.
4.4.3. La biblia, libro de todos los tiempos (Plano actualizante)
Ya en la Biblia misma se puede constatar la práctica de la actualización: textos más antiguos
son releído a la luz de circunstancias nuevas y aplicadas a la situación presente del Pueblo de
Dios. Basada sobre estas mismas convicciones, la actualización continúa siendo practicada
necesariamente en las comunidades creyentes. (20)
a) Principios: Los principios que fundan la práctica de la actualización son los siguientes:
La actualización es posible, porque la plenitud de sentido del texto bíblico le otorga valor
para todas las épocas y culturas (21). El mensaje bíblico puede a la vez relativizar y
fecundar los sistemas de valores y las normas de comportamiento de cada generación. La
19(() Cfr. Monforte, J. M. (1998). Conocer la biblia: Iniciación a la Sagrada Escritura. 5ta ed. España – Madrid:
Editorial RIALP. 113 pág.20(() Cfr. "La interpretación de la Biblia en la Iglesia". Pontificia Comisión Bíblica. Roma 1993. 21(() Cfr. Is 40, 8; 66, 18-21; Mt 28, 19-20
actualización debe tener constantemente en cuenta las relaciones complejas que existen
en la Biblia cristiana entre el Nuevo Testamento y el Antiguo, ya que el Nuevo
Testamento se presenta a la vez como cumplimiento y superación del Antiguo. La
actualización se efectúa en conformidad con la unidad dinámica, así constituida.
La actualización es necesaria porque, aunque el mensaje de la Biblia tenga un valor
duradero, sus textos han sido elaborados en función de circunstancias pasadas y en un
lenguaje condicionado por diversas épocas. Para manifestar el alcance que ellos tienen
para los hombres y las mujeres de hoy, es necesario aplicar su mensaje a las circunstancias
presentes y expresarlo en un lenguaje adaptado a la época actual. Esto presupone un
esfuerzo hermenéutico que tiende a discernir a través del condicionamiento histórico los
puntos esenciales del mensaje.
La actualización se realiza gracias al dinamismo de la tradición viviente de la comunidad
de fe. Esta se sitúa explícitamente en la prolongación de las comunidades donde la
Escritura ha nacido, ha sido conservada y trasmitida. En la actualización, la tradición
cumple un doble papel: procura, por una parte, una protección contra las interpretaciones
aberrantes, y asegura, por otra, la trasmisión del dinamismo original.
Actualización no significa, pues, manipulación de los textos. No se trata de proyectar
sobre los textos bíblicos opiniones o ideologías nuevas, sino de buscar sinceramente la luz
que contienen para el tiempo presente. El texto de la Biblia tiene autoridad en todo tiempo
sobre la Iglesia cristiana; y aunque hayan pasado siglos desde el momento de su
composición, conserva su papel de guía privilegiado que no se puede manipular. El
magisterio de la Iglesia «no está por encima de la Palabra de Dios, sino a su servicio, no
enseñando sino lo que fue trasmitido; por mandato de Dios, con la asistencia del Espíritu
Santo, la escucha con amor, la conserva santamente y la explica fielmente» (22)
b) Métodos: Partiendo de estos principios, se pueden utilizar diversos métodos de
actualización. (23)
22(() Cfr. Dei Verbum, 10 23(() Cfr. "La interpretación de la Biblia en la Iglesia". Pontificia Comisión Bíblica. Roma 1993.
La actualización, practicada ya en la Biblia misma, se ha continuado luego en la
Tradición judía por medio de procedimientos que se pueden observar en los Targumim y
Midrasim.
Por su parte, los Padres de la Iglesia se han servido de la tipología y de la alegoría para
actualizar los textos bíblicos de un modo adaptado a la situación de los cristianos de su
tiempo.
En nuestra época, la actualización debe tener en cuenta la evolución de las mentalidades
y el progreso de los métodos de interpretación.
La actualización presupone una exégesis correcta del texto, que determina el sentido
literal. Si la persona que actualiza no tiene ella misma una formación exegética, debe
recurrir a buenas guías de lectura, que permiten orientar la interpretación.
Para llevar a cabo adecuadamente la actualización, la interpretación de la Escritura por la
Escritura es el método más seguro y más fecundo, especialmente en el caso de textos del
Antiguo Testamento que son releído en el Antiguo Testamento mismo (por ej. el maná de
Ex 16 en Sb 16, 20-29) y/o en el Nuevo Testamento (Jn 6). La actualización de un texto
bíblico en la existencia cristiana no puede hacerse correctamente sin establecer una
relación con el misterio de Cristo y la Iglesia. No sería normal, por ejemplo, proponer a
cristianos, como modelos para una lucha de liberación, únicamente episodios del Antiguo
Testamento (Éxodo, 1-2 Macabeos).
Inspirada por filosofías hermenéuticas, la operación hermenéutica comporta luego tres
etapas: Escuchar la Palabra a partir de la situación presente; discernir los aspectos de la
situación presente que el texto bíblico ilumina o pone en cuestión; y sacar de la plenitud
de sentido del texto bíblico los elementos que pueden hacer evolucionar la situación
presente de un modo fecundo, conforme a la voluntad salvífica de Dios en Cristo.
Gracias a la actualización, la Biblia ilumina múltiples problemas actuales, por ejemplo: la
cuestión de los ministerios, la dimensión comunitaria de la Iglesia, la opción preferencial
por los pobres; la teología de la liberación; la condición de la mujer.
La actualización puede también estar atenta a los valores cada vez más reconocidos por la
conciencia moderna, como los derechos de la persona, la protección de la vida humana, la
preservación de la naturaleza, la aspiración a la paz universal.
c) Limites: Para estar de acuerdo con la verdad salvífica expresada en la Biblia, la
actualización debe respetar ciertos límites y abstenerse de posibles desviaciones (24)
Aunque toda lectura de la Biblia sea forzosamente selectiva, se deben eliminar las lecturas
tendenciosas, es decir, aquéllas que, en lugar de ser dóciles al texto, no hacen sino
utilizarlo con fines estrechos
La actualización pierde toda validez si se basa sobre principios teóricos que están en
desacuerdo con las orientaciones fundamentales del texto de la Biblia mismo; como, por
ejemplo, el racionalismo opuesto a la fe o el materialismo ateo.
Es necesario proscribir también, evidentemente, toda actualización orientada en un
sentido contrario a la justicia y a la caridad evangélicas, como las que querrían apoyar
sobre textos bíblicos la segregación racial, el antisemitismo o el sexismo, masculino o
femenino.
Una atención especial es necesaria, según el espíritu del Concilio Vaticano II (Nostra
Aetate, 4), para evitar absolutamente actualizar algunos textos del Nuevo Testamento en
un sentido que podría provocar o reforzar actitudes desfavorables hacia los judíos. Los
acontecimientos trágicos del pasado, al contrario, deben ayudar a recordar sin cesar que,
según el Nuevo Testamento, los judíos siguen siendo «amados» por Dios, «ya que los
dones y la llamada de Dios son sin arrepentimiento» (Rm 11, 28-29).
Las desviaciones serán evitadas, si la actualización parte de una correcta interpretación
del texto y se efectúa en la corriente de la tradición viva; bajo la guía del Magisterio
eclesial.
24(() Ibídem.
De todas maneras, los riesgos de desviación no pueden constituir una objeción válida
contra el cumplimiento de una tarea necesaria: la de hacer llegar el mensaje de la Biblia a
los oídos y al corazón de nuestra generación.
4.5.¿Cómo hay que interpretar la biblia? (25)
La Biblia hay que interpretarla reuniendo tres características fundamentales:
4.5.1. Científicamente honesta:
Es decir, que tenga en cuenta los descubrimientos de la ciencia moderna aplicados a la Biblia
(crítica textual, crítica literaria, crítica histórica, etc.)
4.5.2. Eclesialmente correcta:
Es decir, que esté en armonía con la auténtica expresión de la fe de la Iglesia.
4.5.3. Existencialmente eficaz:
Es decir, que me sirva para iluminar mi vida cotidiana, y dé respuesta a las preguntas que uno
mismo se hace a diario
4.6.La interpretación de la escritura en la Iglesia
a) Para una interpretación teológica católica de la Escritura, hay que atender: (26)
Al contenido y unidad de toda la Escritura, es decir, que un pasaje de la Escritura no se
puede interpretar sin tener en cuenta el resto de la Biblia.
25(() Cfr. http://www.auladebiblia.com/introduccion/tema10/tema10.html 26(() Según el Dei Verbum 12
A la Tradición viva de toda la Iglesia, porque no existe la Biblia sin la comunidad que la
generó y en la que adquiere toda la resonancia: la Iglesia.
A la analogía de la fe, es decir, en conformidad con la formulación de la fe.
b) El Magisterio de la Iglesia y la interpretación de la Biblia: (27)
"El oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios oral o escrita, ha sido
encomendado solo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de
Jesucristo" (DV 10)
Pero el Magisterio de la Iglesia no está por encima de la Palabra de Dios, sino a su servicio
(función "diaconal" del Magisterio)
El Magisterio de la Iglesia realiza esta función diaconal respecto de la Palabra de Dios de
tres formas:
Escuchando devotamente la Palabra de Dios.
Custodiándola, es decir, conservándola.
Explicándola fielmente.
BIBLIOGRAFÍA
Concilio Vaticano II. Const. Dei Verbum - 12,1
Pelach I Feliu, Mons. Enrique. (1993). Catecismo De La Iglesia Católica.
Perú – Lima: Editorial Bruño.
27(() Según Dei Verbum 10
Grelot, P. (1968). La Biblia. Palabra de Dios. España – Barcelona: Editorial
Herder.
• Roberto & A. Fenillet. (1970). Introducción a la Biblia Tomo Primero.
España – Barcelona: Editorial Herder
Lambiasi, F. (1988). Breve Introducción a La Sagrada Escritura. España –
Barcelona: Editorial Herder.
http://www.auladebiblia.com/introduccion/tema10/tema10.html
Monforte, J. M. (1998). Conocer la biblia: Iniciación a la Sagrada
Escritura. 5ta ed. España – Madrid: Editorial RIALP.
Biblia de Jerusalén
Juan Pablo II, Discurso, 23-IV-1993, n. 13.
"La interpretación de la Biblia en la Iglesia". Pontificia Comisión Bíblica.
Roma 1993.