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Entre los ferrocarriles más pintorescos de Europa está el
tren colgante de Wuppertal, en el estado alemán de Renania
del Norte-Westfalia. Son solo 13,3 kilómetros de recorrido
pero valen la pena tanto por el paisaje como por ir en un
tren que no circula pegado a la vía, como casi todos los del
mundo, sino colgado de los raíles, por encima del río y de
las casas.
Otro recorrido digno de mención es el que permite
subir hasta el pico Jungfrau, en Suiza, pues es uno
de los más espectaculares que se pueden realizar
por los Alpes, en Europa.
Su estación, que se encuentra entre los montes
Eiger y Mönch, es considerada una de las más altas
de Europa, con 3.454 metros de altitud.
Su trayecto se inicia en el puerto de Kleinen
Scheidegg hasta Jungfraujoch y durante este
recorrido es posible ver desde las ventanas de
cualquier vagón, las estatuas esculpidas en el
hielo. También es posible durante este recorrido
realizar paradas para esquiar o escalar.
Otra de las opciones para aquellos que quieran estar más cerca
del cielo es el viaje que realiza el Qinghai en el Tibet, a una altura
de 5.072 metros sobre el nivel del mar.
Esta vía que se construyó a pesar de las dificultades por los
bloques de hielo que se formaban entre las rocas y por los -40
grados de temperatura, se caracteriza por tener el túnel y la
estación ferroviaria más alta del planeta. Tiene una capacidad
para transportar a 863 personas desde la ciudad de Lhasa, capital
del Tibet, hasta Xining, capital de la provincia china de Qinghai,
atravesando paisajes de una belleza excepcional.
El Tren a las Nubes recorre 434 kilómetros (ida y vuelta) por Los
Andes argentinos en un trayecto que atraviesa 29 puentes, 21 túneles
y 13 viaductos, y posee una capacidad máxima para 468 pasajeros. Su
principal atractivo es ascender hasta 4.220 metros sobre el nivel del
mar en el punto más alto de su itinerario: el Viaducto la Polvorilla,
donde limita su velocidad a 35 kilómetros por hora y el pasajero
experimenta la sensación de tocar con sus manos el cielo.
Su trayecto dura quince horas, sale de la ciudad de Salta (1.187
metros por encima del nivel del mar) y para en San Antonio de los
Cobres (3.774 metros), una pintoresca localidad construida en una
desértica cavidad, dos estaciones antes del Viaducto de La Polvorilla.