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Hispanohablantes en Asia COMUNIDAD GLOBAL 86 GLOBAL ASIA MAGAZINE Internet revoluciona China 世界上没有另外一个国家像中国一样,如此快速、彻底并不可逆 转的改变其消费习惯。中国正在转变成为各品牌的考验基地,要在 那里竞争并取得成就,首先我们需要解读中国人在想什么、需要 什么。无论是模拟的还是数字的,没有什么比深入进去能更好的了 解一个社会了。因为我们不应该忘记中国拥有全球最多的互联网用 户,而在购物时,中国人民也越来越信赖网络了。对初来乍到的人 来说,生活上往往会有很多误解,比如沟通不畅、还不错的饮食以 及非常、非常多的孤独时刻。这就是对我们这些西方人来说,刚到 这个语言、习惯、方式、颜色和味道都不相同的地方,所必须要承 受的文化冲突。我仍然记得,当我第一次去香港一个市场的时候, 闻到了一些香味让我如此陶醉,带给了我极特殊的回忆。 之所以特殊是因为当时是我第一次踏上那片土地。但是中国就 是具有这种异常的能力,用其悠久的历史丰富我们的想象,让我 们觉得身临其中。在中国,人们总是感觉到自己的渺小,象是巨 大拼图里小小的一块。这种渺小的感觉加强了想要融入的需求, 毫无疑问,这是从数世纪前就开始了的。随着互联网的到来,这 种现象却有了质的飞跃。现如今,借由网络,一个四川的家庭, 可以和他们那在上万公里以外美国大学读书的儿子一直保持联 系。互联网打开了大门,缩减了距离。记得我曾经听过一个古老 的神话,是说“所有的父母都望子成龙,望女成凤”。表达了 父母们的愿望,期待儿女们取得很好的成就,过上更好的生活, 在未来还能帮助家庭。这就是当下的中国精神:朝前看,兴旺发 展,和世界联系日益密切。 Roger Nierga 罗杰•尼尔卡 互联网 改变 中国 No hay ningún país en el mundo que esté cambiando sus hábitos de consumo de una manera tan rápida, radical e irreversible como China. El gigante asiático se está convirtiendo en el gran banco de pruebas de las marcas, y para competir allí y tener éxito, primero tenemos que descifrar qué quieren y cómo piensan los chinos. Y no existe mejor camino para entender bien una sociedad que sumergir- se en ella, ya sea analógica o digitalmente. Porque no debemos olvidar que China posee el mayor número de internautas del mundo y tampoco que sus ciudadanos confían cada vez más en Internet a la hora de comprar. La vida cotidiana del recién llegado a China suele estar poblada de malentendidos, torpes intentos de comu- nicación, hallazgos culinarios más o menos agradables y momentos de soledad. Esta situación es el resultado del choque cultural que sufrimos los occidentales cuando nos sumergimos en una cultura que no nos es propia y que dista tanto de la nuestra en cuanto a idioma, costumbres, formas, colores y olores. Recuerdo pasearme por un mercado de Hong Kong y embriagarme de unos aromas que me inspiraban unos recuerdos imposibles; imposibles porque era la primera vez que pisaba ese lugar. Pero China tiene esa extraordinaria capacidad de alimentar nuestro imaginario con su historia ancestral y hacernos sentir parte del cuadro. En China uno se siente pequeño, como una pieza diminuta de un gigantesco puzzle, y este sentimiento de insignificancia refuerza la necesidad de pertinencia al grupo; sin duda, un hecho diferencial de la idiosincrasia china desde hace muchos siglos y que, con la llegada de Internet, ha dado su gran salto ade- lante. Ahora una familia de Sichuan tiene la posibilidad de estar en permanente contacto con su hijo, que se encuentra estudiando en el extranjero, gracias a las redes sociales. Con Internet, las distancias se han reducido y las puertas se han abierto. Recuerdo una antigua leyenda que dice que “todo padre quiere que su hijo se convierta en dragón y su hija, en fénix”, como muestra del deseo de que los hijos tengan muchos éxitos, vivan una vida mejor y puedan ayudar a sus pro- genitores en el futuro. Ese es el espíritu de la China actual: Mirar hacia adelante, prosperar y estar cada vez más conectados con el mundo.

"Internet revoluciona China" | Hispanohablantes en Asia > Comunidad Global > Global Asia Núm 29. Enero-Febrero 2013

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86 GLOBAL ASIA MAGAZINE

Internet revoluciona China

世界上没有另外一个国家像中国一样,如此快速、彻底并不可逆转的改变其消费习惯。中国正在转变成为各品牌的考验基地,要在那里竞争并取得成就,首先我们需要解读中国人在想什么、需要什么。无论是模拟的还是数字的,没有什么比深入进去能更好的了解一个社会了。因为我们不应该忘记中国拥有全球最多的互联网用户,而在购物时,中国人民也越来越信赖网络了。对初来乍到的人来说,生活上往往会有很多误解,比如沟通不畅、还不错的饮食以及非常、非常多的孤独时刻。这就是对我们这些西方人来说,刚到这个语言、习惯、方式、颜色和味道都不相同的地方,所必须要承受的文化冲突。我仍然记得,当我第一次去香港一个市场的时候,闻到了一些香味让我如此陶醉,带给了我极特殊的回忆。

之所以特殊是因为当时是我第一次踏上那片土地。但是中国就是具有这种异常的能力,用其悠久的历史丰富我们的想象,让我们觉得身临其中。在中国,人们总是感觉到自己的渺小,象是巨大拼图里小小的一块。这种渺小的感觉加强了想要融入的需求,毫无疑问,这是从数世纪前就开始了的。随着互联网的到来,这种现象却有了质的飞跃。现如今,借由网络,一个四川的家庭,可以和他们那在上万公里以外美国大学读书的儿子一直保持联系。互联网打开了大门,缩减了距离。记得我曾经听过一个古老的神话,是说“所有的父母都望子成龙,望女成凤”。表达了父母们的愿望,期待儿女们取得很好的成就,过上更好的生活,在未来还能帮助家庭。这就是当下的中国精神:朝前看,兴旺发展,和世界联系日益密切。

Roger Nierga罗杰•尼尔卡

互联网改变中国

No hay ningún país en el mundo que esté cambiando sus hábitos de consumo de una manera tan rápida, radical e irreversible como China. El gigante asiático se está convirtiendo en el gran banco de pruebas de las marcas, y para competir allí y tener éxito, primero tenemos que descifrar qué quieren y cómo piensan los chinos. Y no existe mejor camino para entender bien una sociedad que sumergir-se en ella, ya sea analógica o digitalmente. Porque no debemos olvidar que China posee el mayor número de internautas del mundo y tampoco que sus ciudadanos confían cada vez más en Internet a la hora de comprar. La vida cotidiana del recién llegado a China suele estar poblada de malentendidos, torpes intentos de comu-nicación, hallazgos culinarios más o menos agradables y momentos de soledad. Esta situación es el resultado del choque cultural que sufrimos los occidentales cuando nos sumergimos en una cultura que no nos es propia y que dista tanto de la nuestra en cuanto a idioma, costumbres, formas, colores y olores.

Recuerdo pasearme por un mercado de Hong Kong y embriagarme de unos aromas que me inspiraban unos recuerdos imposibles; imposibles porque era la primera vez que pisaba ese lugar. Pero China tiene esa extraordinaria capacidad de alimentar nuestro imaginario con su historia ancestral y hacernos sentir parte del cuadro. En China uno se siente pequeño, como una pieza diminuta de un gigantesco puzzle, y este sentimiento de insignificancia refuerza la necesidad de pertinencia al grupo; sin duda, un hecho diferencial de la idiosincrasia china desde hace muchos siglos y que, con la llegada de Internet, ha dado su gran salto ade-lante. Ahora una familia de Sichuan tiene la posibilidad de estar en permanente contacto con su hijo, que se encuentra estudiando en el extranjero, gracias a las redes sociales. Con Internet, las distancias se han reducido y las puertas se han abierto. Recuerdo una antigua leyenda que dice que “todo padre quiere que su hijo se convierta en dragón y su hija, en fénix”, como muestra del deseo de que los hijos tengan muchos éxitos, vivan una vida mejor y puedan ayudar a sus pro-genitores en el futuro. Ese es el espíritu de la China actual: Mirar hacia adelante, prosperar y estar cada vez más conectados con el mundo.