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Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
HISTORIA DE LEPRA EN COLOMBIA Hugo Armando Sotomayor Tribín
Nombres.
La lepra se ha conocido también como elefantiasis griega, malatía, lacería o mal de San
Lázaro, y, a partir del V Congreso Internacional de la Lepra llevado a cabo en la Habana
en 1948, en memoria del descubridor del agente infeccioso, en 1873, el médico noruego
Gerhard Armauer Hansen, como enfermedad de Hansen. Los enfermos de lepra han
recibido diferentes nombres: leprosos, lazarinos, elefanciacos, malatos, gafos, enfermos
de lepra y, desde 1948, para evitar convertir lo adjetivo en sustantivo, enfermos de
Hansen y no leprosos.
Definición.
Es una enfermedad infecciosa crónica con posible susceptibilidad genética que se
transmite por contacto directo y prolongado con paciente bacilíferos sin tratamiento. La
enfermedad es el resultado del concurso del agente infeccioso, el Mycobacterium leprae,
el sistema inmune y ciertos factores sociales, que en obrando en conjunto determinan
el desarrollo del padecimiento.
La lepra ocurre en la naturaleza únicamente entre los humanos que sin tratamiento
adecuado pueden ser desfigurados e incapacitados. Los bacilos responsables de la lepra
se multiplican muy lentamente, usualmente en las envolturas de los nervios periféricos.
Agente.
El germen responsable de la lepra es un bacilo ácido alcohol resistente, inmóvil, el
Mycobacterium leprae con características muy parecidas a las del bacilo de Koch, el
responsable de la tuberculosis. El M. leprae pertenece a un gran grupo de patógenos
bacterianos intracelulares ampliamente distribuido en la naturaleza.
El bacilo usualmente entra a al cuerpo de las personas por vía respiratoria o por la piel.
Debido a su periodo de incubación tan largo, su diseminación a través del cuerpo no
está suficientemente conocida. Comúnmente los síntomas tempranos de la enfermedad
aparecen de 3 a 5 años después de la infección, pero las evidencias clínicas pueden
aparecen tan temprano como 6 meses o tan tarde como 20 años después de la
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infección. El principal reservorio y fuente de infección para la propagación de la lepra es
la existencia de enfermos de lepra, sin tratamiento. Por esto, el principal factor de riesgo
para adquirirla es el contacto o convivencia con un paciente bacilífero. Es aceptado que
cerca del 90% de la población es resistente natural al bacilo de Hansen, es decir, el
individuo se puede infectar pero no se enferma.
Esta resistencia natural proviene de la respuesta inmune y de la magnitud y frecuencia de
la exposición al bacilo..
La susceptibilidad parece estar genéticamente determinada. Los diferentes tipos de lepra
que desarrolla el individuo están relacionados con los genes ligados al sistema HLA. La
lepra no es hereditaria, lo que se puede heredar es la susceptibilidad a padecerla.
La susceptibilidad inmunológica del huésped, la magnitud del inóculo y las necesidad
básicas insatisfechas, desnutrición, hacinamiento, mala higiene personal y de la vivienda,
constituyen los factores de riesgo asociados con la presencia de un caso nuevo de lepra.
Existe evidencia de que la convivencia con un enfermo de lepra no tratado multiplica el
riesgo de infección y por lo tanto la probabilidad de enfermar si las condiciones
inmunológicas individuales y los factores ambientales favorecen el desarrollo de la
enfermedad
Manifestaciones clínicas y patológicas. Clasificación de la lepra
La entrada del M. leprae al organismo en el 90% de las personas, que tienen una
adecuada capacidad inmunológica lleva a una infección subclínica y a la cura sin
tratamiento. En un 10% de la población se desarrolla una lepra indeterminada que si se
diagnostica a tiempo y se trata, cura sin dejar secuela. Cuando no hay un diagnóstico
precoz se desarrollan formas clínicas estables o inestables de acuerdo a la respuesta
inmune: lepra tuberculoide (LT), lepra lepromatosa ( LL) y lepra dimorfa o limítrofe (L
dimorfa), que según su apariencia clínica puede ser limítrofe lepromatosa (LDL) o
limítrofe tuberculoide ( LDT).
La lepra en sus diferentes formas clínicas afecta varias partes de la economía corporal.
La lepra lepromatosa afecta la facies, los nervios la piel, los huesos, los testículos y los
ojos. La lepra tuberculoide presenta lesiones en cara, piel, nervios y huesos.
Desde 1981, la OMS con el fin de instaurar los regímenes de terapia multidroga,
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introdujo una nueva terminología basada en los hallazgos bacteriológicos: pacientes
multibacilares (MB) y paucibacilares (PB). El grupo multibacilar incluye a los
lepromatosos y dimorfos de la clasificación de Madrid y a los LL, BL, Y BB de la
clasificación de Ridley y Jopling. El grupo paucibacilar incluye a los indeterminados (I) y
tuberculoides (T) de la clasificación de Madrid y a los TT y BT de la clasificación de Ridley
y Jopling.
Historia de la lepra.
La historia de la lepra ha estado dominada por tres campos: su origen y dispersión, el conocimiento de ella como una enfermedad infecciosa y el estigma asociado a ella.
Hoy se acepta que los primeros casos de lepra aparecieron en Asia - India y China- por
lo menos cinco centurias antes de Cristo; que con el regreso, tras la invasión a la parte
norte de la India, de las huestes de Alejandro Magno, en el s. IV a. C. la enfermedad se
introdujo al Grecia y al norte de África; que con el regreso de las ejércitos de Pompeyo
del Medio Oriente a Roma en el s. I a. C. la lepra se dispersó a Italia, a la Galia y a Iberia,
que tras las incursiones de los vikingos por la ruta del río Volga, entre los siglos IX y XI,
hasta Bagdad, capital del imperio Abásida, ella llegó al norte de Europa ; que con las
Cruzadas, realizadas entre los siglos XI y XIII la enfermedad hizo mayor presencia en
Europa; que con los viajes de portugueses y españoles, y sus esclavos negros esta
enfermedad penetró al Hemisferio Occidental, América, y que con la navegaciones a
Australia y Oceanía ella terminó generalizándose por todo el mundo
En los Tratados hipocráticos, escritos entre los siglos IV y I a.C., las evidencias
descriptivas no hacen pensar en la lepra, tal como la a conocemos hoy, sino más bien en
la psoriasis. Tampoco aparece una descripción de lepra en los textos de Galeno, escritos
en la segunda centuria d.C.
Existe una descripción de lo que parece ser una forma lepromatosa en el texto chino de
Hua T’o’s del año 150 d. C.
Según el escritor griego Pausanias del siglo II d.C, la enfermedad debe su nombre a la
ciudad griega de Lepreos cuyos habitantes al verse afectados por este mal erigieron allí
un templo a Zeus-Leukakios (lepra blanca). En la segunda centuria después de Cristo el
médico griego, Areteo de Capadocia, hace la primera descripción en la literatura europea
sobre lo que el llamó, usando un término empleado por los árabe, la elefantiasis.
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De la cuarta centuria después de Cristo data la evidencia no literaria de lepra, como son
las casas reservadas para leprosos, en Capadocia y en Europa. El Emperador
Constantino sufrió de lepra.
Esta enfermedad que afectó a los Cruzados que habían ido a Palestina a liberar los
Santos Lugares a principios del siglo XII de la dominación musulmana, hizo que aquellos
crearan una orden religiosa militar bajo la advocación de San Lázaro para el cuidado de
los leprosos. Se pusieron bajo la advocación de este santo por cuanto los cristianos
designaron a la lepra con el nombre de mal de San Lázaro, convencidos como estaban
que este hermano de María y de Marta, y resucitado por Jesús, había padecido la
enfermedad Estos cruzados cuando volvieron de Tierra Santa fueron acogidos por Luis
VII que les concedió cerca de París una casa, que transformaron en un lazareto.
Con el correr de los años la idea de lazareto en Europa se relacionó con un espacio
cercado, próximo al mar y construido expresamente para recibir las mercaderías y a los
enfermos y aun a los equipajes de las embarcaciones durante observación, o la
cuarentena que se les imponía, a las embarcaciones y personas procedentes de otros
países contaminados o sospechosos de contagio
El documento médico de la India, el Susrutha Samhita (600 años d.C) ya distinguía dos
formas de la enfermedad: las que hoy llamamos lepromatosa y neural. Para la sexta y
séptima centuria la presencia de lepra en Europa es clara. Otra descripción de
descripción de lepra, tal como la conocieron los europeos, está en la obra el Canon de
Avicena, escrita en el siglo X
En el periodo medieval tardío hubo en Europa un continuo incremento de la prevalencia
de lepra, hasta llegar a contabilizarse en el siglo XIII 19000 lazaretos. Según Moller-
Christensen en los lazaretos daneses el 70% de los esqueletos de esos lazaretos tenían
lepra). El retorno de los Cruzados contribuyó enormemente a la difusión de la lepra en
Europa. Para el siglo XVI la mayoría habían sido cerrados. En el siglo XIX existían todavía
importantes lazaretos en Europa. Estos cambios coinciden con cambios demográficos
relacionados con un aumento de la tuberculosis, cuyo pico estuvo en el siglo XVII. La
lepra fue un grave problema en Europa durante 17 siglos.
Ya para el año de 1860 el médico francés Pierre Paul Broca comprobó en un antiguo
cementerio de leprosos que gran parte de los cráneos que había examinado no
presentaban alteraciones leprosas sino luéticas, hecho este que señala que muchas de
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las lesiones consideradas como lepra, con seguridad eran causadas por otras
enfermedades.
Las sociedades occidentales, chinas, tibetanas generaron una mirada estigmatizadora, no
así las sociedades islámicas.
En el libro Levítico del Antiguo Testamento de la Biblia, escrito 1.500 años a.C, se
expresa el temor y asco que sobre ciertas enfermedades de la piel tenía el pueblo judío.
Estas emociones y prejuicios contribuyeron a construir el estigma que sobre la lepra
tuvieron y tienen las sociedades cristianas, que llegó a ellas procedente del Oriente:
“Cuando tenga uno en su carne alguna mancha escamosa, o un conjunto de ellas, o una
mancha blanca, brillante, y se presente así en la piel la plaga de la zara’ath (o tsara’ath),
será llevado a Aarón, sacerdote. o a uno de sus hijos, sacerdotes. El sacerdote examinará
la plaga de la piel de la carne…el sacerdote recluirá al enfermo por siete días y pasado
este término lo examinará de nuevo…. Todo el tiempo que le dure la zara’ath será
inmundo. Es impuro y habitará solo; fuera del campamento tendrá su morada”.
En Europa durante le Edad Media la expulsión de la comunidad de los enfermos que se
consideraban tenían lepra tenía lugar por la denominada separatio leprosorum en una
capilla lateral, separada de la nave principal. Esta ceremonia religiosa difería poco del
oficio de difuntos. Al enfermo después de echarle tres paladas de tierra se le consideraba
muerto. A partir de ese momento el enfermo se le prohibía relacionarse con personas
sanas, se le obligaba a llevar vestidos grises, a pedir limosna, a señalar su presencia
con una matraca o campanilla, a colocarse en contra del viento al encontrarse con
personas sanas, y para obtener agua de las fuentes o quebradas se le obligaba a usar
unos recipientes y/o cucharas y a no meter las manos en aquellas. A los enfermos de
lepra se les prohibió casarse y se les obligó a divorciarse, y al cónyuge del enfermo, se le
prohibió, aunque estuviese sano, contraer de nuevo matrimonio.
El prejuicio contra los enfermos de lepra no ha cesado en Occidente.
Hoy se sabe que sólo hasta cuando se desarrolló la medicina moderna y la
dermatología en el siglo XIX no fue fácil el diagnóstico clínico preciso de la lepra y que
con ella se confundieron diferentes enfermedades,
La disminución de la lepra en Europa a partir del siglo XIV pudo ser debida en parte a las
catástrofes demográficas, como las ocasionadas por la peste, que generaron una
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importantísima disminución de los enfermos de lepra , a la lenta pero sostenida mejoría
de las condiciones de vida, y a otros factores como un mejor diagnóstico médico y a un
incremento de los enfermos por tuberculosis en virtud a su más fácil diseminación entre
las poblaciones asentadas en los cada vez más y mayores poblados.
El estudio moderno de la lepra comenzó con la publicación del libro Sobre la lepra (1847)
de Daniel Cornelius Danielsen y C. W Boeck, que consideraban la lepra como una
enfermedad hereditaria. Estos autores diferenciaron la lepra de la sífilis, la psoriasis y la
tuberculosis.
En 1852, los mexicanos R. Lucio e I. Alvarado publicaron su trabajo Sobre El Mal de San
Lázaro, donde además de presentar las formas ya descritas de la lepra describieron una
forma nueva que actualmente se denomina de Lucio, cuyo conocimiento fue revivido,
difundido y actualizado por el dermatólogo mexicano Fernando Latapí a partir de 1936.
En 1862 Rudolph Virchow describió la célula espumosa de la lepra lepromatosa que lleva
su nombre. Este autor alemán tiempo después también describió por primera vez el daño
neural.
Armauer Hansen demostró el bacilo de la lepra impregnado con ácido ósmico en un
extendido de lepromas en 1873. Hansen observó en las células de los tejidos de seis
pacientes enfermos de lepra, pequeños corpúsculos en forma de bastoncillos. Sin
embargo no es hasta después de ver preparados de mal de bazo hechos por Robert
Koch, cuando reemprende, en el año de 1879, sus investigaciones con el propósito de
demostrar la naturaleza bacteriológica de la lepra. Valiéndose de métodos de coloración
mejorados consigue demostrar la presencia de gran cantidad de cuerpos en forma de
bastoncillos en las células de material leproso. Pero, es el bacteriólogo Albert Neisser
quien, en el año 1879, consigue demostrar de forma convincente, a partir de tejidos
leprosos que obtiene de Hansen.
El estudio de resistencia ácido - alcohol de las micobacterias comenzó cuando Robert
Koch anunció su descubrimiento del bacilo de la tuberculosis en 1882. El bacilo de la
tuberculosis y la lepra toman el color azul intenso. En 1881 Danielsen y Boek se refirieron
a la lepra nodular y a la anestésica.
En 1895, Hansen y Looft acuñaron el término de maculoanestésica, para formas
incipientes de lepra tuberculoide.
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En 1910 el médico colombiano Juan Bautista Montoya y Flórez en su libro Contribución al
estudio de la Lepra en Colombia, afirmo la existencia de dos formas clínicas de la lepra: la
afimatoide y fimatoide. En 1923, Neisser reconoció tres tipos de lepra: tuberosa, cutánea
y nerviosa. En 1925, Roger y Muir admitieron tres formas: una cutánea (C), la forma
nerviosa (N) y la forma mixta (CN). En 1936, Wade llamó la atención sobre la existencia
de una forma de transición entre la lepra tuberculoide y la lepromatosa, a la que denominó
bordeline (limítrofe o dimorfa).
Para 1918 , Hayashi reportó la reacción , que una año más tarde, en 1919, K Mitsuda
ajustó e interpretó y que hoy conocemos como lepromina y que mostró por primera vez el
espectro inmunológico de la lepra, ampliado por D.S Ridley y W. H. Jopling en1966. En
1940, José M. Fernández, en Argentina, demostró que la reacción podía leerse
precozmente, en 48 horas, y que esta lectura tenía correlación semejante con la realizada
a las tres semanas, establecida por Mitsuda. Se discute si la reacción de Fernández es
una respuesta de hipersensibilidad retarda ante M.leprae u otras micobacterias. El
Mitsuda mide resistencia y pronóstico y es positivo en el polo tuberculoide. Ninguna de
las dos pruebas tiene valor diagnóstico.
Fite y el histotecnólogo brasileño José Faraco en 1938 demostraron que si a los cortes
de tejido se les agregaba en vez de xilol diferentes aceites se mantenía la tinción ácido
alcohol resistente
En 1938, en la Conferencia Internacional de Lepra en El Cairo, se aceptó una forma
lepromatosa (L) maligna, rica en bacilos, negativa a la lepromina, que afecta la piel y
algunas vísceras. También se estableció una forma nerviosa (N) benigna,
bacteriológicamente negativa, lepromina positiva, con presencia de manchas anestésicas
y, además, con cambios tróficos, atrofia muscular y parálisis, con tres subtipos: nerviosa
anestésica, nerviosa macular y nerviosa tuberculoide. En esta misma conferencia, se
aceptó la existencia de la lepra neural primaria, sin signos cutáneos de la enfermedad,
pero con afección mono o polineurítica, troncular.
En 1940, Cochrane insistió sobre la presencia de una forma fronteriza entre la
lepromatosa y la tuberculoide, a la cual denominó " intermediaria".
En 1946, en la Segunda Conferencia Panamericana , en Río de Janeiro, se propusieron
dos tipos polares estables, la lepromatosa y la tuberculoide y una forma inestable: no
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característica. Esta clasificación fue ratificada en 1948 en el Congreso Internacional de la
Habana.
En 1952, en la Primera Reunión del Comité de Expertos en Lepra de la OMS, se
adicionaron a las lepras lepromatosa, indeterminada y tuberculoide, una nueva forma
denominada borderline o limítrofe o dimorfa.
En el año de 1953 el francés Raúl Follerau estableció el día 25 de enero como el Día
Mundial de la Lucha contra la Lepra, siendo uno de los fundadores de la Federación
Internacional de Asociaciones Antilepra, con el propósito de convertir esa fecha en un
punto de reflexión sobre los diferentes aspectos que esta enfermedad cubre.
El Sexto Congreso Internacional de Lepra, en Madrid, 1953, recomendó establecer dos
tipos polares, lepromatosa y tuberculoide, y dos grupos, indeterminada y dimorfa.
Se debe a C. Shepard el desarrollo del modelo de multiplicación del bacilo de Hansen in
vivo en el cojinete plantar del ratón, en 1960.
En 1962, Ridley y Jopling desarrollaron una clasificación basada en muchos criterios y en
donde la lepra se considera un espectro constituido. En los extremos se encuentran los
tipos polares de la enfermedad: tuberculoide- tuberculoide (TT) y lepromatoso-
lepromatoso (LL) y entre ellos está el grupo dimorfo-tuberculoide (BT), dimorfo - dimorfo
(BB) y dimorfo - lepromatoso (BL)
TT BT BB BL LL.
W.F Kircheimer y E.E Storrs, en 1971, establecieron el armadillo de nueve bandas como
un modelo más apropiado para la infección con el bacilo de la lepra, modelo que permitió
la obtención de grandes cantidades de bacilo para estudios inmunológicos y bioquímicos,
los cuales llevaron al descubrimiento del glicolípido fenólico específico de M.leprae por
P.J Brennan y W.W Barrow en 1980. Este hallazgo abrió un nuevo campo para interpretar
la transmisión de la enfermedad, al permitir desarrollar pruebas de fácil ejecución como el
ELISA y la aglutinación de partículas de gelatina para estudios de campo sobre la
infección en lepra.
La OMS , en 1981, con el fin de instaurar los regímenes de terapia multidroga, introdujo
una nueva terminología basada en los hallazgos bacteriológicos: pacientes multibacilares
(MB) y paucibacilares (PB). El grupo multibacilar incluye a los lepromatosos y dimorfos de
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la clasificación de Madrid y a los LL, BL, Y BB de la clasificación de Ridley y Jopling. El
grupo paucibacilar incluye a los indeterminados (I) y tuberculoides ( T) de la clasificación
de Madrid y a los TT y BT de la clasificación de Ridley y Jopling.
Grandes personajes han estado asociados a la ayuda de loe enfermos de lepra y la lucha
contra esta enfermedad.: San Francisco de Asís, San Pedro Claver,
Padre Damian, Albert Schweitzer, Mahatma Gandhi, y la Madre Teresa de Calcuta.
Historia de la lepra en Colombia.
Generalidades, una introducción.
Según la historiadora Pilar Gardeta Sabater en su artículo Discurso sobre una
enfermedad social: la lepra en el Virreinato de Nueva Granada en la transición de los
siglos XVIII y XIX, se calcula que en la España cristiana entre los siglos XIX y XV
cristiana había unos 20.000 leprosos, recluidos en unas 150 leproserías, que en la del
siglo XVI el número de enfermos y de leproserías seguía siendo grande , y que en el
siglo XVII esta enfermedad ya no era un problema muy importante.
La historia de la lepra en América y en todos los territorios de colonización europea a
partir de los primeros viajes de navegación oceánicas desde 1492, conforman la
segunda ola de avance de la enfermedad tras el comienzo de la disminución de esta
enfermedad en Europa
La historiadora Gardeta informa que el primer hospital de San Lázaro fundado en las
nuevas posesiones españolas fue el de México, el segundo el de Lima, fundado en
1563, y el tercero el de Filipinas en 1557. A estos le siguió el de Cartagena, el de
Guatemala, fundado en 1640, el de la Habana en 1667 y el Quito, en el Virreinato de la
Nueva Granada, en 1799
Esta enfermedad que comenzó a presentarse en el territorio de lo que hoy es Colombia
a partir de la segunda mitad del siglo XVII, sólo desde hace unos pocos años ha
comenzado a dejar de ser un problema de salud pública, gracias al cambio demográfico
que implicó un mayoría de población urbana sobre la rural a partir de los años cincuenta
del siglo XX, a las prácticas de vacunación con BCG, a una búsqueda activa de los casos
y de los convivientes y a una significativa mejoría del tratamiento médico desde 1985.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
La historia de la lepra en lo que hoy es Colombia puede ser dividida en 5periodos: 1)
Desde la presentación de los primeros casos de lepra en el siglo XVI hasta del
descubrimiento de bacilo responsable de la enfermedad por G. A. Hansen en 1873. Éste
periodo incluye la creación del Hospital de San Lázaro en Cartagena a finales del siglo
XVI y la fundación de los lazaretos de Caño de Loro, en la isla de Tierrabomba, cerca de
Cartagena, en 1796 y en los primeros años del siglo XIX , el de El Curo, Santander, en
1812, de Contratación, Santander, en 1861, y de Agua de Dios, Cundinamarca, en 1871;
las discusiones que sobre la causa de esta enfermedad se dan entre los médicos
nacionales en el siglo XIX y el temor que la enfermedad desencadena entre la población
y las autoridades. Este período es de tres siglos.
2) Lucha médica contra la lepra presidida por la idea de contagio y sin disponer de
tratamientos verdaderamente adecuados. Este periodo se da a partir del descubrimiento
del bacilo de Hansen en 1873 y hasta el levantamiento y superación de las severas
medidas de confinamiento y aislamiento de los enfermos de lepra en los tres lazaretos,
Caño de Loro, Contratación y Agua de Dios, en 1961. Este período coincide con el mismo
tipo de lucha que libraron todos los países del mundo afectados por esta enfermedad en
esos años. A partir de 1941 el tratamiento médico de la lepra a nivel mundial sufre un
cambio significativo con la introducción de las sulfonas. Este período es de 88 años
3) Desde 1961 hasta 1986. Este periodo, jalonado por los buenos resultados con el
tratamiento con sulfonas, va desde la recuperación de los derechos civiles de los
enfermos en 1961, hasta la introducción en Colombia del tratamiento poli- quimio-
terapéutico muy efectivo e impulsado mundialmente por la OMS desde 1981 y aplicado
en Colombia desde 1986. Este período es de 25 años
4) Desde 1986 hasta 1997. Periodo que permite disminuir la lepra, a nivel nacional, a
igual que a nivel internacional, a tasas consideradas universalmente como un problema
de salud pública controlado. Este período es de 11 años
5) Desde 1997 hasta el presente, 2009. En este periodo en que los casos de lepra a
nivel global nacional van disminuyendo, se crea a nivel mundial y nacional un discurso
médico atravesado por la bioética, que recalca la necesidad de superar el paternalismo y
el autoritarismo en las relaciones médicos -enfermos. En estos años, en el 2002, se
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
funda dentro de ese nuevo espíritu, la Corporación Social para la Rehabilitación de los
Enfermos de Lepra y Consanguíneos, Corsohansen, como una organización no
gubernamental, empeñada en la lucha contra el estigma de la lepra, y el 27 de abril de
2009 se impulsa la iniciativa de levantar un Museo de la lepra en Agua de Dios e inclusive
de convertir todo lo referente al sanatorio de Agua de Dios en un Museo. Este período
lleva 12 años.
Parece que un sexto periodo esta en desarrollo. Esto se puede colegir por el descenso de
los pacientes asilados en los sanatarios de Agua de Dios y Contratación y que casi
igualan al número de empleados que existen en estos dos institutos.
¿Tuvo lepra el adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada?
Aunque se ha afirmado que el Adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada, fundador de
santa Fe de Bogotá padeció lepra, los testimonios que hablan de su aspecto no parecen
corroborarlo. En 1931 Enrique Otero D'Acosta recuperó los siguientes testimonios:" El
testigo Pedro García Ruiz afirma, que .muchos días ha le conoce, con una enfermedad
que se dice asma, y el testigo Licenciado médico Francisco Díaz, vecino de Santa Fe, que
conoce al dicho Señor Adelantado don Gonzalo Jiménez de Quesada de tiempo de cuatro
años y medio a esta parte ha conocido algunas enfermedades que tiene, las cuales asy
mesmo el dicho Adelantado ha comunicado muchas veces con este testigo entiende de
las dichas sus enfermedades ( una de las cuales y que más impide la cópula es asma)
sabe este testigo que del celibato es saludable al dicho Adelantado.. y Diego Sotelo dijo
que en este tiempo le ha visto he conocido la enfermedad de asma y con ella, muy grande
agotamiento, e que ha visto por vista de ojos que no puede andar a pie" Santa Fe de
Bogotá ( españoles Fray Pedro de Guzmán, siglo XVI, y Diego de Santibañez ,XVII )
Los lazaretos en Colombia.
Cartagena.
Del Hospital de San Lázaro a Caño de Loro
I período. Desde la segunda mitad del siglo XVI hasta 1873.
Hospital de San Lázaro.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
La lepra ingresó al territorio de lo que llamaba el Nuevo Reino de Granada, vía Cartagena
de Indias. Esta localidad a pesar de su poca población fue el primer foco y el más
considerable durante los tres siglos que duró la dominación española gracias a su
condición de puerto y ser centro del tráfico de esclavos negros, principalmente desde
finales del siglo XVI. Por esos años en esta ciudad se fundó el Hospital de San Lázaro.
La historiadora María del Carmen Borrego Pla cuenta en su obra El Hospital de San
Lázaro de Sevilla y su proyección indiana. Andalucía y América. La influencia andaluza en
los núcleos urbanos americanos, que el cabildo de Cartagena el día 16 de diciembre de
1592 encomendó al alcalde de la ciudad José de Barros, la construcción de este hospital,
que comenzó a operar hacia 1598, " en la esquina que cae en el último remate de
Getsemaní, frontero al fuerte Boquerón"
La misma historiadora relata que mas tarde, hacia 1608 este hospital de malatos se
trasladó por conveniencia pública, dado el crecimiento de Getsemaní y su incorporación a
la ciudad, "cerca del camino Real en el cerro de San Lázaro, en donde luego se instalaría
el Fuerte de San Felipe de Barajas". El cerro tomó el nombre del hospital.
El historiador Tulio Aristizabal cuenta en su obra Iglesias, conventos y hospitales en
Cartagena Colonial que: “Este hospital que aparece en el plano de la ciudad de don
Francisco de Murga del año 1620, albergaba en ese entonces unos setenta enfermos y
tenía serios problemas económicos. Estos problemas hicieron que el soberano lo
autorizara a buscar ayudas en todas las parroquias del Nuevo Reino y le otorgara el
"derecho de anclaje" mediante el cual toda embarcación que atracara en el puerto debía
pagar tres pesos con destino al lazareto”. El Hospital de San Lázaro pasó del patronato
del cabildo al patronato Real.
Como se sabe este Hospital fue uno de los más frecuentes campos de apostolado de San
Pedro Claver desde su llegada a Cartagena en 1615, después de terminar sus estudios
en Santa Fe y Tunja. Un día el sargento Jerónimo Jiménez se encontró a la salida de la
ciudad con el sacerdote y preguntándole " A dónde va, padre Claver?", éste le respondió "
a carnestolendas", es decir, al carnaval. Y el carnaval para ese sacerdote era el Hospital
de San Lázaro. En 1620 el capitán Diego de Latorre, por petición del padre Claver, hizo
cercar este hospital con tapias y ordenó la reconstrucción de la capilla. Algunos años más
tarde las tapias fueron reemplazadas por muros de piedra.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
En la obra, "Discursos Medicinales", del médico Juan Méndez Nieto, que llegó a
Cartagena en 1571 y murió, al parecer en la misma ciudad, en 1617, a los ochenta y
seis años de edad no se hace referencia en su casuística, durante su estancia en la
ciudad, de casos de lepra. Igual ausencia de referencia casuística sobre lepra se
encuentra en la obra del cirujano Pedro López de León," Practica y teórica de los
apostemas", aparecida en 1628, después de ejercer la profesión en Cartagena,
principalmente en el Hospital de San Sebastián, desde el año de 1591,conociendo, sin
embargo, muy bien ese autor la enfermedad según se colige de los apartados, en su
obra, titulados "Dudase, si las manchas que suelen venir en el rostro se mal de S. Lázaro
(p 160) ; De la lepra, su definición, causas, y señales, y pronóstico ( p 161-163); Señales
de la leonina ( p 163) y Señales de elefancia ( p 163-64)
El historiador Tulio Aristizabal en su obra Iglesias, conventos y hospitales en Cartagena
Colonial comenta que: La Real Cédula, fechada en Madrid el 27 de julio de 1627, del rey
Felipe IV , que se encuentra en el Título IV del Libro I de la Recopilación de Leyes de los
Reinos de las Indias, Ley XVI, consigna: "ordenamos y mandamos a nuestro Gobernador
de Cartagena de Indias, si se ofreciere llevar al Hospital de San Lázaro diputado para
curar los enfermos, algún tocado de este mal, hagan llevar con las mismas personas los
bienes muebles que fueren de su servicio al tiempo que les hubiere dado la enfermedad y
los llevasen al Hospital, para que con esta prevención no pase el contagio a otros" . La
historiadora Gardeta en su obra arriba comentada, refiere que en 1627 existían en
Cartagena 70 enfermos de lepra.
Los historiadores José P. Urueta y Eduardo G. De Piñeres cuentan en su obra Cartagena
y sus cercanías. Guía descriptiva de la capital del Departamento de Bolívar" que : El Rey
proveía al sostenimiento de ese establecimiento, como lo demuestran las reales cédulas
de 21 de septiembre de 1640, de 9 de agosto de 1651, de 4 de Agosto de 1671 y de 4 de
agosto de 1675, por las cuales se prorrogó la cesión que había hecho a favor del Hospital
En la Real cédula de Felipe IV, fechada en Madrid el 9 de agosto de 1651 se consigna:
"Habiéndosenos hecho relación en nuestro Real Consejo de indias de que el Hospital de
san Lázaro de la ciudad de Cartagena acude mucho número de enfermos, y por no haber
con que sustentarlos ni asistir a las necesidades para su cura, andan divertidos por la
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
ciudad y estancias, de que resulta el quedar otros muchos tocados de aquel contagio;
tenemos por bien de conceder, como por la presente concedemos, al dicho Hospital de S:
Lázaro de la ciudad de Cartagena, el derecho de anclaje de los navíos que entran en el
puerto de ella, en la forma que se cobra en otras partes y puertos de aquellas costas y así
mismo los privilegios de que goza el de S. Lázaro de Sevilla por D. Fernando y Dña
Isabel, Dña Juana y D. Carlos, D. Felipe I y D. Felipe II, nuestros predecesores, que
santa gloria hayan, con calidad de que solamente se ejecuten en lo que en esta Ley se
declara y no más", así como por la de 22 de septiembre de 1687, se dispuso que para el
sostenimiento de dicho instituto, se cargara a " las mercaderías y demás géneros que
salían de ella ( la ciudad) la cuarta parte más de los que les está repartido para la paga de
los doce mil pesos del derecho de avería"
Mendo López del Campo, tegua o médico, al tiempo que ejerció en el centro de la ciudad,
atendió a los leprosos del Hospital de San Lázaro hasta su muerte en 1640.
Se sabe que en 1706 había en Cali ocho elefancíacos y que allí se estableció un pequeño
hospital, que se inauguró con seis enfermos y que en 1742 se resolvió aislar a los
elefancíacos de Buga en el sitio denominado Palo Blanco y que allí en 1746 había unos
tres enfermos, entre los cuales un negro.
En 1740 existían en el Hospital de San Lázaro de Cartagena 160 enfermos .El ingeniero
militar don Antonio de Arévalo y Porras, venido a Cartagena en el año de 1742 por
comisión del gobernador, marqués de Sobremonte, propuso el traslado del leprocomio a
la vecina isla de Tierrabomba. Él mismo ejecuto el proyecto y escogió su ubicación en el
sitio llamado Cantera Vieja, cerca de la Punta de San Mateo. Sería un gran edificio de
base cuadrada, con plaza de pórticos y amplios corredores a los que darían ochenta
habitaciones de enfermos; además de salones, enfermerías, refectorios de hombres y
mujeres y capilla. En 1760 el Monarca había solicitado se le informara sobre si sería útil y
necesario se trasladara el hospital a otra parte, para la seguridad y defensa de la plaza; a
lo que contestaron afirmativamente don Antonio Arévalo y don Antonio Narváez y la
Torre.
En el año de 1772 existían en el Hospital de San Lázaro de Cartagena, 104 elefancíacos.
Según la obra Cartagena y sus cercanías. Guía descriptiva de la capital del Departamento
de Bolívar, de los historiadores José Urueta y Eduardo De Piñeres en una Noticia
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
historial de la Provincia de Cartagena de Indias escrita en 1772 está consignado que: "
Extramuros de la Plaza se halla el Hospital real de San Lázaro, con su cura, que además
de 106 leprosos de confesión administra 218 cabezas de familia con 577 almas de
confesión y 179 esclavos esparcidos en varios sitios, hacienda de tejares y cortas
labranzas"
Según está escrito en la página 214 de la obra de Uñeta y De Piñeres en la Relación
histórica del viaje a la América Meridional de Jorge Juan y Antonio de Ulloa esta
consignado: " Para estorbar que se comunique esta enfermedad, hay un hospital que
tiene el nombre de San Lázaro, situado fuera de la ciudad, y no lejos del cerro donde está
el castillo del mismo nombre: en él se ponen a todos los que se conocen que la han
contraído, así hombres como mujeres, sin excepción de persona: pero allí dentro se
aumenta el mal entre ellos mismos, porque les permiten que se casen unos con otros, y
así queda permanente en la generación la enfermedad. La asistencia y ración que les dan
para vivir es tan escasa, que no pudiendo subsistir con ella, les permiten que salgan a
pedir limosnas a la ciudad; y de este comercio que tienen con los sanos, resulta que
nunca disminuye el número; el cual es tan crecido que parece aquel hospital una pequeña
ciudad según el ámbito dilatado de su recinto. Luego que cada uno entra allí donde ha de
terminar el resto de sus días, forma una choza (que llaman bujío en el país)
proporcionada a su posible para que le sirva de habitación, y vive en ella lo mismo que en
su casa, con sólo la prohibición de no poder salir de aquel terreno, sino es que sea para
pedir limosna; y el espacio que ocupa este hospital está cercado de pared para que no
haya más salida, que por una sola puerta"
Por la Real Cédula, dada en San Ildefonso, el 30 de julio de 1784 se previno al Arzobispo
Virrey Caballero y Góngora, dispusiese y ejecutase la traslación del Hospital de San
Lázaro de Cartagena, al sitio vulgarmente llamado "La Cantera", Caño de Loro, y se
construyera según las reglas del plano formado por el ingeniero D. Antonio Arevalo y que
para su manutención se cargara un cuartillo de real en cada azumbre de aguardiente. Por
memorial de 1786 se sabe que Rafael Antonio Tatis, Administrador Tesorero del Hospital
de San Lázaro de Cartagena insiste en que se cumpla la Real Cédula del 30 de julio de
1774, por la cual se resuelve la traslación del Hospital a su cargo, del paraje en que se
halla al de La Cantera Vieja o Caño de Loro, anotando que los enfermos de Quito
pueden venir con la facilidad por las vías de Guayaquil y Panamá, con menos quebrantos
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
que los de Popayán, Socorro, Mogotes y Girón, que tiene un viaje de cuarenta días, a
pesar de que las rentas eran insuficientes para sostener el número de enfermos aislados,
que ascendían a ciento diez y nueve (119) y a los cuales se les daban dos vestidos por
año.
Según el Padrón de 1777, del Hospital Real de San Lázaro, hecho por D. Juan del Real,
Capitán de Infantería, durante la administración del Virrey Flórez, los elefancíacos
asilados allí ascendían a 100, y los sanos que vivían con ellos, a 27. Todos estos
individuos estaban distribuidos en 41 casas pajizas; de manera de un caserío y no de un
hospital. Cartagena tenía en ese entonces, con sus éjidos, según D. Juan del Real, 1014
habitantes.
Aunque los enfermos del Hospital de San Lázaro de Cartagena, según la tradición
española iniciada a finales del siglo XV, debían ser atendidos por el Protomédico, según
la historiadora Gardeta en los documentos de finales del siglo XVII, el protomédico de la
ciudad, entre 1755 y 1796, Francisco Xavier Pérez, protestaba en 1781, porque los
enfermos del hospital eran atendidos por el médico Andrés González de Estrella, médico
que venía desempeñando el cargo desde la muerte del médico Antonio José Gaviria., y
que lo siguió haciendo hasta su muerte, momento en que fue nombrado Manuel Julián
Gastelbondo.
En 17 de septiembre de 1791 el Gobernador de Popayán le comunica al Virrey José
Antonio de Ezpeleta, que debido a las dificultades para trasladar los elefancíacos de su
jurisdicción al Hospital de San Lázaro de Cartagena, debería mantenerse el albergue que
tienen los leprosos en las inmediaciones de la ciudad de Cali.
Caño de Loro.
Según la historiadora Gardeta en 1796, año en que murió el protomédico Francisco
Xavier Pérez y asumió como protomédico Juan de Arias, - que lo fue hasta,
aproximadamente, 1815,- los lazarinos de la ciudad ya estaban en Caño de Loro, en
unas chozas de paja que funcionaban como hospital, justo cuando ya se habían iniciado
los trámites para construirlo de “calicanto y texas”.
En 1797 Rafael Antonio Tatis como Administrador Tesorero del Hospital de San Lázaro
de Cartagena informó que sólo los administradores de la Renta de aguardiente de Santa
Fe, Medellín, Socorro y Cartagena cumplen mandándole lo correspondiente al cuartillo del
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real sobre el azumbre de aguardiente que pertenece al Hospital, y que las demás
provincias del Reino no lo hacen. En este mismo año el Cabildo de la ciudad de Buga
pide al gobierno trasladar unos elefancíacos al lazareto de Cartagena.
En 1799 el Rey expidió una Real Cédula, recibida en Santa Fe en 1800, por la cual se
permitían, por primera vez, los leprosorios necesarios en cada una de las Provincias. El
Virrey Mendinueta recibió orden del rey de España, Carlos IV, de permitir y fomentar los
lazaretos provinciales en los puntos en que fueran necesarios.
Por la firma de unos elefancíacos, de un memorial del 19 de octubre de 1806 se sabe
para esa fecha el lazareto de Cartagena ya funcionaba en el edificio de calicanto y teja
de Caño de Loro: "El Hospital que en el día existe, está situado en la isla de Perico,
nombrada ahora Caño de Loro y su plano está bien arreglado en orden a las casas, su
Iglesia decente de material, el piso del caserío. Pedregales, pues de sus contornos se
extrae la piedra para las fortificaciones, por cuyo motivo es tan ardiente. Su agua es la de
unos pozos, que la vierten las mismas piedras, la cual deja un sedimento en el fondo de la
vasija, que por consiguiente dejará el mismo en los que la beben." Estos enfermos
relataron que cuando iban en la piragua a Cartagena, por comida, la tropa los hacía volver
al lazareto, donde los metían al cepo, furor injustificado, pues en la ciudad había infinidad
de elefancíacos, que vagaban públicamente por las calles.
Parece que en 1815, durante el cerco de Morillo a la ciudad, en la isla de Tierrabomba en
el que hubo importantes combates entre los patriotas y los españoles, y bajo el lema de
guerra a muerte en donde no se respetaban a prisioneros y heridos, el venezolano, a
órdenes de Morillo, General Francisco Tomás Morales, pasó a cuchillo a los leprosos e
hizo incendiar las chozas en que residían.
Por documento de diciembre de 1817 , en el gobierno colonial, de La Junta del Hospital
de San Lázaro se sabe que los alimentos los llevaban a la isla desde Cartagena " Aunque
parece muy material el señalar un método a fin de comprar y distribuir los comestibles de
los Lazarinos proporcionalmente a la anticipación con que se les da el salario, no estará
demás conocer esta práctica en los días que viene la piragua al efecto, pues en nada
habrá más disputas que en su particular donde por otras manos se consume el salario de
cada Lazarino", y que al cirujano se le pagaban 480 pesos anuales, al practicante 180 y
al aguador 120 .
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
II período. Desde 1873 hasta 1961
Se sabe que por el decreto N° 347, dado en Cartagena el 8 de noviembre de 1887, el
Gobernador del Departamento Nacional de Bolívar H. L. Román y en el que reorganizaba
la Administración del lazareto de Caño de Loro, se decretaba en el Artículo 1° ...una Junta
especial para manejar el lazareto de Caño de Loro. Esta Junta debía nombrar médico del
establecimiento, quien debía ensayar los medicamentos más recomendados para la lepra,
tomando una fotografía de cada enfermo antes de comenzar el tratamiento y otra en la
época en que rindiera informe. El tratamiento especial al que aluden los decretos del
gobernador Román, fue, primero el de Unna y después el chaulmoogra, implantados por
el doctor Lascario Barboza. En 1887 el lazareto que estaba muy deteriorado fue arreglado
por el gobernador del departamento, el médico Enrique l Román.
Cuando el doctor Lascario Barboza comenzó a dirigir en 1888 el Lazareto de Caño de
Loro había en él catorce enfermos, veinte casas de bahareque y paja, y tenían que llevar
el agua potable de Cartagena. Los pacientes también estaban afectados por fiebres
palúdicas y oftalmías. El doctor Lascario Barboza, quien siendo médico en 1888 del
lazareto hiciera ensayos con el aceite de chaulmugra e hiciera fotografías de los
enfermos antes y después al tratamiento con este medicamento,
Ya en tiempos republicanos y a finales del siglo XIX, en 1896, el Ministerio de Gobierno
envió al Caño de Loro al Roberto Azuero para que aplicara el suero Carrasquilla. En 1897
este médico después de tratar allí por la seroterapia a diez y nueve elefancíacos escribió
en su trabajo Consideraciones generales sobre la lepra y su tratamiento por el suero
antileproso, que aunque algunos mejoraron, dice que no cree que este procedimiento cure
radicalmente. Este mismo médico en 1898 escribió en el número 236 de la Revista
Médica de Bogotá su artículo Lepra griega y lazaretos circunscritos que era sorprendente
que en el caserío de Caño de Loro, que tenía en ese entonces cerca de mil habitantes no
se registre un solo caso de contagio inmediato y creía que los insectos, especialmente los
chinches y las pulgas, podían inocular la lepra y recomendaba la vigilancia severa de la
prostitución en vista que aunque las mujeres sanas se entregaban más fácilmente aun
elefancíaco que a un sano, jamás había visto una mujer de estas infectarse así, pero que
si ha visto sanos infectados a tener relaciones sexuales con mujeres elefancíacas.
Los enfermos en Caño de Loro en diciembre de 1908 eran 85, de los que 61 eran
hombres y 24 mujeres.
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
En 1912 el Lazareto de Caño de Loro no estaba limitado por ninguna pared y tenía por
médico al doctor Teófilo Barboza, nieto del doctor Lascario Barbosa, que en 1909 había
presentado su tesis de grado, Lepra
En 1912 al pueblo donde estaba fundado el lazareto como no tenía recursos de ninguna
clase, más que los pocos que poseían los mismos enfermos cultivando la tierra, era
preciso enviarles de Cartagena los alimentos, los vestidos y las medicinas.
En la Universidad de Cartagena en 1935, Rafael Ibáñez Ferrer presentó como tesis de
grado el trabajo Apuntes sobre el diagnostico y tratamiento de la lepra y en 1939 Germán
Berdugo S presentó su tesis de grado Algunas consideraciones sobre lepra. En enero de
1939 había en caño de Loro 466 enfermos. En 1946 era médico del Lazareto de Caño de
Loro el doctor Hugo Corrales.
En 1950, siendo Jefe de la División de Lepra el doctor Dario Maldonado Romero, Ministro
de Higiene el doctor Jorge Cavelier y Presidente de la República Mariano Ospina Pérez,
se trasladaron alrededor de 500 enfermos de Caño de Loro , vía aérea a Flandes, Tolima,
y de allí en tren hasta Tocaima, desde donde fueron trasladados a Agua de Dios. El
leprocomio de Caño de Loro fue sometido a un bombardeo aéreo en los días 20, 21, 22,
23 y 24 de septiembre de 1950 siendo Ministro de Higiene Alfonso Carvajal Peralta.
Según el Dr. Jorge Cavelier Gaviria a su padre el Dr. Jorge E. Cavelier Jiménez le tocó
participar en la decisión de trasladar a los enfermos de Caño de Loro y de bombardear
ese leprocomio: " Durante el mandato del Presidente Mariano Ospina Pérez, quien
organizó el llamado Gobierno de Unión Nacional, presentóse una nueva crisis política
entre los partidos tradicionales que obligó al mandatario a reintegrar su gabinete
ministerial el 21 de mayo de 1949, cuando fui sorpresivamente designado Ministro de
Higiene. El Ministerio de Higiene se había creado en virtud de la Ley 27 de 1946 pues los
asuntos relacionados con el ramo de la salubridad habían formado parte del Ministerio de
Trabajo, Higiene y Previsión Social y habían dependido de Juntas Centrales de Higiene,
de la Dirección Nacional de Higiene y del Departamento Nacional de Higiene en sucesivos
cambios. El primer Ministro en ocupar tan importante cargo fue el profesor Jorge
Bejarano, relevado por el cirujano Pedro Eliseo Cruz y posteriormente por Hernando
Anzola Cubides a quien a su vez reemplazó de nuevo el profesor Bejarano... Una de mis
principales y primarias preocupaciones constituía el grave problema de los leprocomios de
Caño de Loro, Agua de Dios y Contratación. Particularmente del primero de ellos del cual
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yo tenía noticia desde mi juventud, pues estaba localizado muy cerca de Cartagena en la
isla de Tierrabomba. Me preocupé por el traslado de todos los pacientes de este
leprocomio a Contratación y con la ayuda de la Armada y de Fuerza Aérea Colombiana se
consiguió la destrucción de las antihigiénicas viviendas y hospital que funcionaron hasta
ese momento en dicho leprocomio"
Los enfermos del Lazareto de Caño de Loro fueron traslados en su mayoría al lazareto
de Agua de Dios, y la minoría al lazareto de Contratación.
Dispersión de la lepra en el interior del país.
I período: Desde la segunda mitad del siglo XVI hasta 1873.
La lepra después de hacer su llegada a la costa caribe, siguió su marcha por el país a
través, principalmente, de los ríos Magdalena, Cauca y se asentó entre los pueblos de
negros y las localidades campesinas propias de esas cuencas . Fue así como en Cali se
detectaron tres elefancíacos en 1706 y en Buga , en 1776, existían tres elefancíacos. Es
interesante anotar aquí que el historiador Germán Colmenares encontró en diez y seis
inventarios de cuadrillas, realizados entre 1736 y 1799, que entre 1.702 esclavos,
distribuidos en cuadrillas de 12 a 35 esclavos, un total de 224 casos de patologías y
entre estas 4 casos de lo que se llamó Mal de Sanantón y 3 leprosos con mal de San
Lázaro.
En el Socorro, al que llegó la lepra, en 1745, de manos de una esclava negra traída de
Mompox, tenía en 1778, 67 elefancíacos. Se sabe que en la villa de Mompox, con la
que Cartagena se comunicaba con el interior de país a través del Canal del Dique y el río
Magdalena, existían en 1777, 74 elefancíacos.
En el altiplano cundiboyacense se registraron casos de elefancia en Chiquinquirá, en
1779; en 1809 en Santa Fe de Bogotá, diez casos, en 1846, en Paipa, y en, 1879, en
Villa de Leiva, un caso
En la vieja Antioquia, el primer caso de elefancia ocurrió en Santa Fe de Antioquia , fue
el de un esclavo, en 1816, y luego se presentaron casos en Amagá, entre 1820 y 30 ,
procedentes de Mompox; en La Unión, 1844, había un leproso, en Betulia, en 1849; en
Medellín, en 1849, en Pácora, los casos eran de La Unión y llegaron después de la guerra
de 1854; en Salamina en 1871 había un leproso; tres elefancíacos, en Itagüi , en 1876 ,
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
procedentes de Amagá, y EL Carmen( Chocó) 1876
II período: desde 1873 hasta 1961.
En 1908 publicó el Dr. José María Ruiz una conferencia sobre elefancia, dictada en
Bogotá en la que dice que la última estadística de elefancíacos de Colombia arroja 4.152
enfermos, " debiendo advertirse que en los territorios que constituyen las intendencias de
la Goajira, el nacional del Meta y los del Putumayo y Caquetá, poblados en su mayor
parte por indios salvajes, no ha lepra, así como no se la encuentra en los indios tunevos,
cobarías, tecautas, ni otros de la cordillera oriental, a pesar de las pésimas condiciones
higiénicas en que viven" " Las anteriores cifras que creo las más exactas, dan
aproximadamente un porcientaje de un leproso por cada mil doscientos habitantes,
calculados los colombianos en cinco millones.." y refiriéndose al número de leprosos que
antes le habían asignado a Colombia dice"... son creaciones fantásticas que han nacido
al calor de palabras intemperantes, de fútiles temores o de injustificable ligereza, que
siempre se han empleado entre nosotros, con imprevisivo espíritu, como elementos para
estimular la caridad de nuestro pueblo".
En 1908 el Gobierno envió a Hamburgo al Dr. Cenón Solano, con el objeto de estudiar el
tratamiento del profesor Unna, quien desde 1907 había enviado al Gobierno un plan para
el saneamiento de la República de Colombia, en lo referente a la elefancia.
El presidente Rafael Reyes en carta a Unna escribió el 27 de febrero de 1908, entre
otras cosas, " No es que en Colombia haya mayor número de leprosos que en cualquier
otro país tropical, como falsamente se ha asegurado en el exterior, y, al contrario, por los
más recientes datos estadísticos se sabe que hay menos enfermos en este país que en
muchos otros, pues no alcanzan a 4000 los que aquí existen en una población de cinco
millones de habitantes, es decir a menos de 0.8 por mil, que van disminuyendo
notablemente y si se aplican, como se están , y se seguirán aplicando los métodos
aconsejados por usted, desaparecerá completamente del suelo colombiano la terrible
enfermedad…El Gobierno ha gastado en los últimos tres años varias centenas de miles
de dólares en la construcción de edificios adecuados y en reunir todos los enfermos del
país y sostenerlos en los tres lazaretos de Agua de Dios, Contratación y Caño del Loro."
En el año de 1909 se publicó en Bogotá un Informe sobre Lazaretos del Dr. Pablo García
Medina, Secretario de la Junta Central de Higiene; en este informe contaba cuenta que "
En Abril de 1905 principió el trabajo de reunir los datos para formar una estadística de los
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
leprosos de la República, lo cual ha estado desde entonces a mi cuidado como Médico
adjunto a la Sección de Lazaretos. Reunidos los datos en el curso de dos años se pudo
formar una estadística tan completa como era posible...Con los datos recogidos se puede
afirmar que hay en Colombia 4.296 leprosos, de los cuales hay 2359 mujeres y 1937
hombres. En 1905, por orden del Ministerio de Gobierno, la Sección de Lazaretos envió a
los Gobernadores de los Departamentos los cuadros que debían llenarse con los nombres
de los elefancíacos de cada población, de acuerdo con los médicos de la localidad y de
los Alcaldes Municipales; los últimos de estos datos llegaron al Ministerio de Gobierno en
1906.
En Agua de Dios en octubre de 1906 había 1332 enfermos, 647 hombres y 685 mujeres.
En noviembre de 1905 había en Contratación 328 enfermos, 165 hombres y 163 mujeres.
En Caño de Loro 53, hombres 32, mujeres 21.,
En octubre de 1906 había, asilados en los leprosorios de Colombia 1658 elefancíacos,
que sobre el total de 4304 enfermos significaba el 41%.
Resumen de la estadística oficial de los elefancíacos de Colombia
Por Departamentos (censo de 1905 a 1906)
Galán,781;Santander,570;Boyacá,370;Tundama,235;Quesada,143;
Cundinamarca, 81; Distrito Capital,52;Antioquia, 39;Caldas,29
Tolima,36;Huila,18;Bolívar,70; Atlántico,61; Magdalena, 33
Nariño, 75; Cauca (Chocó y Buga), 53
Lazareto Agua de Dios 1332, menos 218 por estar sanos
Lazareto Contratación 491
Lazareto Caño de Loro 53
Total 4304
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
En el informe, de octubre - diciembre de 1940, del Dr. Luis Patiño Camargo, siendo
Director del Instituto de Investigación de Lepra " Federico Lleras Acosta" en Colombia, se
habla para ese año de 8200 enfermos recluidos en los lazaretos y de 4000 enfermos más
tratados en los dispensarios y unidades sanitarias. El censo de 1938 había arrojado un
total de 9.066.218 habitantes.
En 1945, siendo presidente de la República Alfonso López Pumarejo y Ministro de
Trabajo, Higiene y Previsión Social el doctor Adán Arriaga Andrade, tomó posesión el 15
de febrero de 1945 como director de la lucha antileprosa el Roberto Serpa Director. En
este año en el lazareto de Agua de Dios había 3000 enfermos, en el de Contratación 2500
y en Caño de Loro 600 enfermos. Como el total de la población colombiana en 1951 era
de 12.339.910 habitantes y el de 1938, lo arriba anotado, por cálculo se asume que la
población en 1945 era de alrededor 10.600.000 habitantes.
Los lazaretos en Colombia.
Santander.
De El Curo a Contratación
I período: desde la segunda mitad del siglo XVI hasta 1873.
En 1775 el Cabildo de la Villa de Nuestra Señora del Socorro, pidió al Virrey Guirior, se
construyera allí un Hospital de San Lázaro, y entre otras providencias preliminares el
Gobierno nombró reconocedor oficial a Juan Bautista de Vargas, médico de la
Universidad Angélica, residente en Bogotá.
En memorial fechado en el Socorro el 18 de mayo de 1775 se dice que si no se pone
remedio al mal, se extinguirá el comercio de los efectos de algodón, por el peligro de que
en los tejidos se difunda el contagio en todas las provincias y se pide que se construya un
hospital, fuera de la Villa, para que en él se recojan los elefancíacos.
Por ese tiempo el Cura del Socorro resolvió no poner agua bendita en las pilas, alegando
que los elefancíacos metían la mano en ellas y temía se pegara el mal a los sanos. Hacía
notar que el mal se extendía sobre todo porque los elefancíacos de aquellos lugares eran
los que tejían e hilaban más y esas telas iban a todo el Reino. El mismo cura dice en
informe del 17 de julio de 1775, que el mal llegó al Socorro hacía 35 años, 1740, en una
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
sola persona, que el Derecho Canónico permitía la separación de los consortes y
declaraba nulos los esponsales y que de esa Villa era difícil remitir a Cartagena los
enfermos porque eran muchos y la distancia y fragosidad del camino muy grandes, y en
fin, que eran muy pobres y no había fondos para trasladarlos.
En un memorial del Socorro, fechado el 22 de junio de 1778, se dice que fue una mujer la
que llevó la elefancia al Socorro, y no los alimentos ni las bebidas, pues algunos
sostenían que el guarapo era el causante del mal. En este mismo año el Virrey Flórez y
Maldonado, nombró reconocedor de los elefancíacos de la Provincia del Socorro al doctor
Juan José de Cortés, antiguo Protomédico de Santa Fe, francés de nacimiento, graduado
en la Universidad de Montpellier y en la Tomística y que vivía en su hacienda
Lenguazaco, feligresía de Soita, en jurisdicción de Vélez. Este médico informó que en la
Villa del Socorro existían 35 hombres y 32 mujeres elefancíacos. O sea un total de 67
enfermos En informes de la época se insiste que la lepra llegó a la Villa procedente de
Mompox.
Por diferencias, por las exageraciones posteriores, del médico Cortés, el Gobierno envió,
a finales de 1778, a las Villas de San Gil y del Socorro a los médicos Alejandro de
Gastelbondo y Juan Bautista Leblond.
En 1779 Leblond en una comunicación teórica dice que el mercurio obra mejor en la lepra
que en el gálico y a los elefancíacos les conviene más un clima frío, y aconseja como más
eficaz para el gálico el antimonio. No cree que sea necesario aislar a los elefancíacos que
aún están en el primero o segundo período, y agrega que " Para los individuos en tercer
grado debe usarse con ellos del rigor de la Ley". El gobierno da la orden de trasladar a
Cartagena a los leprosos informados por el doctor Gastelbondo: de Chiquinquirá 2, de
Puente Real 2, de Guadalupe 1, de Villa del Socorro 20, de Simacota 2, de Villa de San
Gil 1 , de Barichara 5, de Curití 5 , de Mogotes 12, de Ocamonte 2 , de Sincelada 3, de
Charalá 3, de Los Confines 2 y de Oiba 1
En 1789 el gobierno comisionó al doctor Sebastián Prat para reconocer de nuevo los
elefancíacos de San Gil y el Socorro. Este reconoció un total de 66 elefancíacos y cinco
dudosos, lo que significó un aumento de ocho en diez años sin contar con los muertos de
la primera inspección. Esta situación hizo que comenzara a ventilarse de nuevo la
necesidad de la fundación de un Hospital de elefancíacos para San Gil y el Socorro.
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
En 1795 a raíz de un caso dudoso de lepra que se presenta en Santa Fe es claro que una
teoría médica de la época se creía que el morbo gálico se podía convertir en lepra "...
más Fray Bernardo opinó que era morbo gálico, pero que si no se le trataba se
corrompían los humores, engendrando la terrible enfermedad de la lepra o lazarino"
En 1796 José Celestino Mutis a raíz de un reconocimiento de un enfermo escribió: "...
creo que el mal de S. Lázaro se ha propagado de la Provincia de Cartagena a lo interior
de ésta, pero especialmente a la Villa del Socorro y San Gil donde considero la hoguera,
que con el tiempo comunicará su fuego a todo el Reyno, sino se trata seriamente de
atajarla. Piensen por allá como gustaren: que de la elefancia, que cunde por las
Provincias de este Reyno hay pruebas positivas del contagio. La propagación del mal que
no depende del clima, que siempre ha sido el mismo, de las agua, y aires ni de los
comunes alimentos de aquellos habitantes que avran sido los mismos. Siempre e
sospechado que del abuso de alguno de estos alimentos conocidamente dañosos, como
lo son las carnes saladas. Las frescas de cerdo y su manteca, no corregidas con el
saludable uso y alimentos vegetales, avrá existido siempre una disposición a contraer la
enfermedad luego que apareció la causa ocasionada por el contagio del veneno de algún
lazarino. La misma rapidez con que va cundiendo el mal en las Provincias desgraciadas
es una prueba convincente de la realidad del contagio"... "De modo que transplantados
todos, no al lugar de su mayor infelicidad, como al Hospital de Cartagena, ni a cualquiera
otro país caliente, que les es conocidamente nocivo sino al que debería construirse en
alguna de las tierras altas por la salubridad del aire y aguas frescas convenientes a la
enfermedad, y de los alimentos vegetales, que se cultivan con facilidad en ellas, reunidos
en tal lugar, sería lo mismo que extinguir de una vez para siempre un mal tan terrible"
Los habitantes de Santander prefirieron no permitir que sus familiares enfermos viajaran
al Hospital de Cartagena.
En documento del 11 de junio de 1812 el Mayordomo del Hospital de la Villa de San Gil,
pedía se le reintegrara por el ramo de S. Lázaro la suma que había dado para sostener
nueve elefancíacos aislados en un campo cercano. Parece que este primer leprosorio se
fundó en el punto denominado "El Curo", en las vegas del río Suárez, que se trasladó a
un clima mas benigno, con, menos paludismo a Contratación en cumplimiento de la Ley
de 1861.
Ya en tiempos republicanos, entre 1826 y 1831 en gobierno retomó la preocupación que
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
sobre la lepra y los lazaretos existía desde tiempos coloniales. En el gobierno del
General Francisco de Paula Santander, se expidió la segunda Ley sobre Lazaretos, del 5
de agosto de 1833, en la que se mandó establecer en el territorio de la Nación tres
lazaretos: el primero, que debía comprender las Provincias de Bogotá, Casanare, Neiva,
Pamplona, Socorro, Tunja y Vélez; el segundo, las de Antioquia, Chocó, Buenaventura,
Popayán y Pasto; el tercero, las de Cartagena, Riohacha, Mompóx, Mariquita y
Santamarta. En cumplimiento de esta Ley, el ejecutivo comisionó a la Facultad Médica o
profesores de la Escuela de Medicina de Bogotá, presentar un informe sobre el
establecimiento de los lazaretos. La facultad en el informe que presentó en 1834, señaló
los lugares en que debían fundarse tales lazaretos, sus condiciones y el método higiénico
que debía observarse. La facultad comisionó al doctor Jorge Vargas, para visitar y
modificar la organización del lazareto del Socorro, ubicado en el Curo y publicó, con
autoría principal del doctor José Felix Merizalde, que era el Director de la facultad la
Memoria que la Facultad Médica presenta sobre los Lazaretos que manda la Ley.
La Legislatura Provincial del Socorro expidió las Ordenanzas de 15 de octubre de 1851 y
29 de noviembre de 1853, que fueron reformadas más tarde por la ley 6 del 27 de
diciembre de 1854, todas relativas al lazaretos de El Curo, existente en aquella Provincia.
En estas se insiste que no se recibirían en el lazareto sino los enfermos de la Provincia
que carecieran absolutamente de recursos, y a los cuales se les mandaba dar cinco
reales por semana.
La Legislatura Provincial de García Rovira dictó la Ordenanza N° 10, de noviembre de
1855, orgánica de un lazareto de la Provincia, en el punto denominado El Corozo, del
Distrito de San Andrés.
La Ley de 14 de septiembre de 1861 expedida por la Asamblea de Santander dice
"artículo 2- Igualmente se le autoriza (al Gobernador) para establecer el lazareto en la
Provincia del Socorro, en la forma que crea conveniente". En cumplimiento de esta Ley se
fundó el lazareto de Contratación y se abandonó el antiguo de El Curo.
Para la época que se fundo el lazareto de Contratación este era un lugar de “contratas”
o contratos entre los explotadores de quina de la vecina Serranía de los Yariguíes y los
comerciantes que llegaban allí a comprarla.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
En 1867 el doctor José María Ruiz al escribir su Tesis de doctorado, La Elefancia, que
parece ser la segunda escrita sobre el tema en la Escuela de medicina de Bogotá, la
dedicó al señor Antonio Uribe Silva, Director en ese entonces del Lazareto de
Contratación.
Contratación fue erigido en Municipio, en virtud de Decreto del Gobierno de Santander, el
30 de noviembre de 1887.
II período: desde 1873 hasta 1961.
Contratación
En un informe de 20 de noviembre de 1888 del secretario de gobierno del Departamento
de Santander, se dice que en esa época había en el Departamento 1416 leprosos; que el
paraje de Contratación no llenaba las condiciones apetecibles para lazareto; que existían,
269 enfermos que vivían en contacto con 770 individuos sanos; que aquel es un foco de
infección perjudicial, a causa de ser Distrito Municipal en virtud del Decreto del
Gobernador de Santander, de 30 de noviembre de 1887 y que no había capellán ni
médico.
Según el Anuario Estadístico del departamento de Antioquia, en 1888, existían en el
lazareto de Amagá 7 elefancíacos y en el Hospital General de santa Rosa 2. Los gastos
del leprosorio de Amagá los cubría el departamento.
El primer Padrón de los elefancíacos que se hizo durante la República, se hizo por
iniciativa de la Junta central de Higiene, con motivo del cuestionario del Dr. Nicolás
Osorio. Desde mayo de 1889 comenzaron a llegar las respuestas, y la Junta encargó al
Dr. Gabriel J. Castañeda, para que estudiara los informes, los ordenara. Los últimos
datos fueron enviados el 16 de diciembre de 1891, y fueron los del Gobernador de
Bolívar. Según Castañeda, de la mitad de los municipios de la Nación se obtuvieron 2325
elefancíacos. Esta estadística la presentó castañeda al Congreso Médico Nacional de
1893
El doctor Olaya Laverde, discípulo y colaborador de Carrasquilla, llegó a Bucaramanga en
1894 a fundar un Instituto Seroterápico en el que preparaba unos presuntos sueros
curativos tomándolos de lepromas que maceraba y luego sembraba en cultivos y los
inyectaba a animales. El doctor Jesús Olaya Laverde en su obra, publicada en París en
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
1897, La lépre, son traitement par la sérothérapie, decía que los ensayos seroterápicos de
Carrasquilla lo animaron a emprender los suyos, pero en lugar de inyectar los animales
con sueros leprosos, lo hacía de preferencia con agua esterilizada en que había
previamente triturado lepromas y aunque aseguraba que la mejoría que obtuvo era
evidente en todos los enfermos tratados, no podía afirmar que estas curaciones
aparentes fueran duraderas.
En 1896 el Ministerio de Gobierno envió a Contratación al doctor Jesús Navas a aplicar el
suero Carrasquilla. Este doctor viajó a Contratación después de haber estado en Agua de
Dios
El secretario de la Junta Central de Higiene, doctor Pablo García Medina, en su informe
de 1909, al referirse al estado anterior a 1905 de las leproserías de Agua de Dios,
Contratación, Caño de Loro y Cali escribió:" Las dos primeras no eran otra cosa que
verdaderas aldeas de leprosos, a donde no iban sino los enfermos muy pobres, y que
estaban en fácil y amplia comunicación con los pueblos vecinos". Escribió que " En lo que
conozco, no he visto nada más apropiado para una colonia agrícola de elefancíacos, que
Contratación. En efecto, es un vallecito de clima suave, naturalmente aislado por altas
sierras y riscos elevados, en comunicación sólo por dos vías con las poblaciones vecinas,
la del Sur (camino de Vélez) y la del Norte (camino del Socorro), en las cuales bastan
unos pocos guardas para que el aislamiento sea tan efectivo como en una isla."... "Es
indudable que el hacinamiento de los elefancíacos en las chozas llamadas hospitales, que
son menos que malos refugios de mendigos, como la aglomeración de los niños en las
infelices barracas que les sirven de asilo, contribuye a agravar la enfermedad, así como a
propagarla por contagio..." El doctor García Medina hacia notar la conveniencia de
construir una casa para el servicio médico y un laboratorio bacteriológico en lugar
adecuado y más cercano al leprosorio, así como la necesidad imperiosa de enviar un
autoclave apropiado para la desinfección de la correspondencia que salía de la Colonia, y
la necesidad de aumentar en número de médicos.
En 1906 se publicó en San Gil un informe rendido ante la Junta de Higiene de Galán, por
la Comisión designada con el objeto de escoger sitio apropiado para el lazareto de
Santander, Galán y Tundama; dicha Junta estaba compuesta por los Doctores Carlos E.
Putnam, Carlos Tirado Macías y Ángel María Otero. Según estos, no siendo el leprosorio
de Contratación susceptible de reforma alguna para transformarlo en un buen lazareto.
Propusieron al municipio de Cepitá como un lugar más adecuado para una leprosería y
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
que siendo Contratación un foco de infección debería destruirse tan pronto como lo
desocuparan los elefancíacos. La Junta Departamental de Higiene de Galán, en su
sesión del 28 de junio de 1906 afirmaba que "3°. El lazareto de Contratación, lejos de
corresponder a una medida profiláctica, es un foco de infección, que a ningún costo es
susceptible de mejora y 4° Debe destruirse el lazareto de Contratación tan pronto como
sea desocupado por los enfermos.
De acuerdo con esto, el Gobierno Nacional dictó el decreto N° 901, de 27 de julio de 1906
que decía entre otras cosas " Artículo 1°. Designase el Municipio de Cepitá para la
fundación de un Lazareto- colonia en donde deben asilarse los enfermos de los
Departamentos de Galán, Santander y Tundama...Art.7° El Ministerio de Gobierno dictará
las providencias necesarias para la pronta reparación de los edificios indispensables para
trasladar a Cepitá los enfermos asilados en Contratación; reglamentará la conducción de
estos enfermos, y tomará las medidas que se necesiten para que el nuevo lazareto tenga
las condiciones que ha indicado la Junta Central de Higiene"
El doctor Carlos Putnam publicó en la Revista Médica de Bogotá, n° 316. Un trabajo
intitulado Un Lazareto en Cepitá.
La oposición formal y decidida que hicieron muchos habitantes de las poblaciones vecinas
a Cepitá, hicieron fracasar completamente este proyecto.
En 1945, según el recien nombrado el Director de la lucha antileprosa, doctor Roberto
Serpa, en el lazareto de Contratación vivían 2500 enfermos.
El Gobierno Nacional había proyectado desde antes de la fecha de posesión del doctor
Roberto Serpa como directo de lucha antileprosa, establecer una colonia sanatorio en
Virolín, cerca de Charalá, en Santander. Aunque el doctor Serpa insistió en que lo que se
pensaba construir era una colonia y no un leprosorio el pueblo de Charalá y el gobierno
de Santander rechazaron tal proyecto.
Los hijos varones de los padres afectados de lepra y que estaban confinados en
Contratación fueron llevados y criados, desde 1927 hasta el año de 1961, en los asilos
de San Bernardo en el pueblo de Guacamayo, mientras las hijas lo eran en el asilo de
María Auxiliadora en el pueblo de Guadalupe.
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
Cundinamarca
Agua de Dios.
I período: antes de 1873
Según la Ley de 10 de noviembre de 1870, la legislatura de Cundinamarca destinó para el
lazareto de este Estado los terrenos llamados " Agua de Dios", " Ibáñez" y parte de la
vega de "Malachi" y se puso el Establecimiento bajo la dirección de la Junta general de
Beneficencia, y se estipulaba que serían recibidos todos los elefancíacos de la Nación,
siempre que el Gobierno Nacional lo auxilie con el producto de un recargo sobre la sal o
con una suma que no baje de seis mil pesos anuales. En cumplimiento de esta Ley se
inició definitivamente la fundación del leprosorio de Agua de Dios pero los elefancíacos,
que a la sazón residían en gran número en Tocaima, no quisieron trasladarse de grado,
por lo cual los vecinos de ésta tuvieron que expulsarlos por la fuerza, y de esta manera
comenzó a funcionar en 1871 el leprosorio con unos setenta y cuatro enfermos.
Las primeras casa construidas en Agua de Dios se construyeron en terrenos comprados
por el Gobierno de Cundinamarca al ex presidente de la República, doctor Manuel Murillo
Toro. En 1872 en el Establecimiento había 103 enfermos, hombres, 47; mujeres, 56.
Este Establecimiento de Sanidad, fue convertido poco tiempo después, en el mismo año
de 1872, en Municipio o aldea y así estuvo hasta 1907 en que el Gobierno suprimió el
Municipio pero dejo que fuera Parroquia.
II período: desde 1873 hasta 1961.
El primer médico que visitó Agua de Dios fue el doctor Samuel Durán. El hizo su Tesis de
Grado e 1873, sobre Elefantiasis de los griegos. En esta tesis habló por primera vez en
Colombia, de lo que se conocía y conoció, como la forma lazarina.
En 1874 aunque había una Enfermería, con un enfermero mayor y otro menor, el lazareto
no disponía de un médico
En 1878 aunque el pueblo, que no contaba todavía con agua potable, habían en él,"
cerca de doscientos enfermos [ que] viven en relación franca y fácil con más de
seiscientas personas alentadas...” y " se contaba con médico " A costa de cualquier
sacrificio debería el Gobierno nombrar y mantener constantemente en Agua de Dios un
médico.." Lo anterior lo contaba en su trabajo Agua de Dios el literato y enfermo, y
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
práctico homeópata Luis Carlos Pradilla.
En este mismo año el otro poeta y enfermo residente en Agua de Dios, Adriano Páez,
defensor de los enfermos, mantuvo una polémica con el abogado de la sociedad Doctor
Ramón Gómez. Páez sostenía que la lepra no era contagiosa, que era injustificable y
cruel el confinamiento o aislamiento completo de los enfermos, no admitía la separación
de sexos, y creía un delito la intervención del legislador al prohibir el matrimonio. Gómez
defendía el aislamiento y la separación de sexos y la prohibición del matrimonio de los
elefancíacos. Este autor reclamaba la caridad para poder mantener el lazareto.
Parece que con el ánimo equivocado de concitar dineros a través de la caridad, varios
miembros de la Academia de Medicina de Bogotá, algunos senadores de la República, los
socios de la Junta del gran lazareto Nacional y el padre Rabagliati, exageraron el número
de elefancíacos de Colombia.
En 1878 se nombró médico al Doctor Marcelino Liévano, que parece ser fue el primer
facultativo sano que vivió allí, ya que en ese lazareto vivía, como se sabe en 1879, un
médico enfermo, el doctor Marcelino Vargas.
En Tunja el Dr. Juan de Dios Tavera publicó el original Estudio de la lepra que le sirvió
para defender como tratamiento al producto de la ginocardia, el aceite de chaulmoogra.
El doctor Liévano murió en 1880, año en que fue nombrado, entonces, en el lazareto, el
doctor Carlos Ruiz, para acompañar en sus funciones de médico oficial al también
nombrado doctor Vargas. Del doctor Vargas se publicó un resumen de su trabajo
Elefantiasis de los griegos, en el número 66 de la Revista Médica de Bogotá en octubre
de 1881 .En este mismo año el Dr. Vargas publicó un folleto titulado La lepra de moisés y
la elefantiasis de los griegos
En 1881 ya había en Agua de Dios 296 enfermos. En 1881 publicó en Nueva York el
señor Antonio J. Márquez, un folleto intitulado La lepra y su curabilidad, en que defendía
el aceite de chaulmoogra, como ya lo había hecho en un artículo en el Diario oficial de
Cundinamarca, N° 2772, del 16 de octubre del mismo año. Márquez con el poeta Adriano
Páez y el médico Tavera fueron los que lucharon por hacer conocer el aceite mencionado
en el tratamiento de la lepra. El mismo señor Márquez defendía la teoría parasitaria
(infecciosa) del Dr. Pereira:" Pido, pues, que se repitan estas experiencias en Bogotá, con
microscopios poderosos, y que la Junta de Beneficencia compre en Europa los
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
instrumentos de esta clase y los ponga a disposición del Dr. Pereira, para que él
especialmente estudie este punto, ya que al resolverse le pertenecería la gloria del
descubrimiento, pues sus afirmaciones son anteriores a las de Hansen o cualquier otro
médico europeo"
En 1882 el Dr. Gabriel Castañeda publicó en Bogotá, su trabajo Tratamiento parasiticida
de la lepra, en que se proponía vulgarizar el sistema empleado por Beauperthuy, en
Cumaná, para tratar esta enfermedad, sistema ya conocido, según Pradilla, en el lazareto
de Agua de Dios.
Tras la muerte del Dr. Marcelino Vargas fue nombrado médico del lazareto el Dr. Lucas
Gallo. Este médico en comunicación que le dio en 1890 al Dr. Castañeda informó que
desde hacía 50 años habían comenzado a llegar los elefancíacos a Tocaima.
En 1885 Adriano Páez comenzó a escribir su libro Viaje al país del dolor, que dejó inédito
y que el Dr. J. De D. Carrasquilla publicó en Bogotá en 1891.
En el N° 107 de la Revista Médica de Bogotá de 1886, el Dr. Proto Gómez publicó una
traducción de un artículo de Beauperthuy, en que se trata de la curación de un
elefancíaco por el método de Unna
En 1887 el Dr. Leonardo Tascón publicó en la Revista Médica de Bogotá, N° 114, el
artículo El mal de San Lázaro y el Mal de San Antón, en el que afirma no estar de
acuerdo con los médicos caucanos E. García, Garcés, Scarpetta, en la creencia de que el
mal de san Antón sea una forma de elefancia, y cree que esta es una enfermedad no
hereditaria ni contagiosa.
En el N° 126 de la Revista Médica de Bogotá, del año 1888, el Dr. Proto Gómez describe
las lesiones oculares de la lepra.
En abril de 1888 en Agua de Dios había 422 enfermos en total.
En la sesión de la Junta Central de Higiene, del 1° de Octubre de 1888, el Dr. Nicolás
Osorio presentó un cuestionario de 13 preguntas sobre los casos de lepra que
conocieran los médicos, para que se enviara a todos los médicos de la República. Este
cuestionario fue el origen de la primera estadística de enfermos de lepra que se hizo en
Colombia, iniciada por la Junta Central de Higiene.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
En 1889, en el N° 137 de la revista Médica de Bogotá el Dr. Juan de Dios Carrasquilla
publicó un trabajo sobre Etiología y contagio de la lepra, en que sostiene que la elefancia
no es hereditaria. En ese mismo año el Dr. Roberto Sanmartín en un trabajo sobre lepra
tuberculosa afirma que la enfermedad es contagiosa y dice sobre el tratamiento que fue
el Dr. Oscar Noguera el primero en introducir el ictiol, la crisarobina y el ácido pirogálico,
con los cuales obtuvo éste notables resultados. En la tesis del Dr. Cenón Solano,
Diagnóstico diferencial entre la Lepra y el mal de San Antón sostiene que son diferentes y
que el mal de San Antón depende más bien de una mala higiene y de una alimentación
defectuosa.
En 1889 en la tesis del Dr. Indalecio Camacho B, Estudio de una afección cutánea
llamada vulgarmente marranas, sostiene que en el diagnóstico diferencial de esta figura la
elefancia tuberculosa.
En 1889 en el Boletín de Medicina del Cauca, N° 29, los Doctores Evaristo García y
Adolfo Tenorio dicen que en 1706 había en Cali ocho elefancíacos, y que se fundó
entonces un pequeño lazareto; que en 1807 se hicieron dos casitas en San Fernando
(Cali) para alojar cinco elefancíacos, y que en 1889 había 14 leprosos en Cali. Es
interesante anotar aquí recordar lo arriba escrito en el sentido que el historiador Germán
Colmenares encontró en diez y seis inventarios de cuadrillas, realizados entre 1736 y
1799, que entre 1.702 esclavos, distribuidos en cuadrillas de 12 a 35 esclavos, un total
de 224 casos de patologías y entre estas 4 casos de lo que se llamó Mal de Sanantón y 3
leprosos con mal de San Lázaro.
En los Anales de la Academia de Medicina de Medellín, de 12 de enero de 1890, en el
artículo, ¿Es la lepra un mal universal? El Dr. Manuel Uribe Ángel, dice que en el
departamento de Antioquia no había elefancia hasta la primera mitad del siglo XIX, y que
fue llevada de Cundinamarca por dos antioqueños de apellido Gutiérrez y Elejalde, que la
propagaron, el primero en Sonsón y el segundo en la Unión
Por el informe del Presidente de la Junta General de Beneficencia, de al Gobernador de
Cundinamarca, en 1890, se ve que la Junta deseaba que la población de Agua de Dios
fuera exclusivamente destinada a los enfermos y que las 54 casas de bahareque y paja
fueran reemplazadas por casas de teja y tapias.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
En el N° 20 de la revista de Higiene, de Bogotá, correspondiente al 1° de Junio de 1890,
publicó el Dr. Gabriel J. Castañeda un estudio, que le había sido sugerido por el doctor
Nicolás, Osorio, sobre la estadística de los elefancíacos del país: Investigaciones sobre la
lepra en la República de Colombia. En el estudio, Castañeda propone a la Junta Central
de Higiene que se solicite al Ejecutivo la expedición de una ley para hacer obligatorio el
aislamiento de los elefancíacos y establecer un impuesto especial para la creación y
sostenimiento de los lazaretos.
Otros lazaretos en Colombia. Una isla para un único Lazareto.
II período: desde 1873 hasta 1961.
Por la Ley 43, de 14 de noviembre de 1890, el Congreso decretó un auxilio anual para los
diferentes lazaretos de la República. Para el de Agua de Dios $12000; para el de
Contratación $ 10000; para el de Cali $800; para el de Boyacá $ 10000; para el de Caño
de Loro $2000 y para el de Antioquia $2000.
El Ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Roldán, a instancias del Dr. Castañeda,
promovió que el Congreso de Colombia decretara la Ley 113 de 29 de diciembre de 1890,
por la cual se establece una contribución nacional para el sostenimiento de Lazareto. En
este decreto se dice en el Artículo 8°: “El gobierno queda autorizado para destinar alguna
de las islas de propiedad de la Nación a la fundación de un Lazareto en donde puedan
recogerse todos los leprosos de la República y disponer lo necesario para llevar a cabo
esta obra. Las partidas que necesite para estos gastos deben considerarse incluidas en
los respectivos presupuestos"
En 1891 se trabó una discusión entre los médicos de la ciudad de Antioquia
(Santa Fe de Antioquia) y la Academia de Medicina de Medellín, debido a la elección
hecha por una comisión de esta Sociedad, del Villorrio de San Nicolás de Quebradaseca,
para establecer en él el leprosorio del Departamento de Antioquia, a orillas del río Cauca
y a bastante distancia de la ciudad de Antioquia. Este Lazareto según la Ordenanza 2 de
la Asamblea departamental, de 1° de julio de 1890, se llamaría Lazareto de San Pedro
Claver. (En 1899 se publicó un folleto intitulado Documentos relativos al lazareto de San
Pedro Claver, publicado en Medellín) En su discusión ellos alegan que el pueblo es
inadecuado y que además que el decreto N° 866, de 21 de septiembre de 1891, del
Presidente de la república, sobre lazaretos, ordenaba que por ahora todos los
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
elefancíacos de Colombia sean remitido a Agua de Dios, mientras una comisión científica
informa cual de las islas de la Nación reúne mayores ventajas para el establecimiento de
un lazareto nacional único.
En el N° 29 de la Revista de Higiene de Bogotá, del 10 de junio de 1891 el Dr. Castañeda
informó que en el país existían dos mil trescientos veinticinco elefancíacos (2325)
En el N° 31 de la Revista de Higiene de Bogotá, de 1891, el doctor Proto Gómez concluye
que en vista de las malas condiciones de higiene de los lazaretos y que el aislamiento de
los leprosos es el único medio para extinguir paulatinamente la lepra en la Nación y que
no se pueden tener varios lazaretos, una isla es el punto mas apropiado para fundar la
Colonia y que esa isla sería la de Coiba, en el Pacífico panameño. En el mismo año de
1891, en la revista de Higiene de Bogotá, en el N° 33 los doctores Nicolás Osorio y
Gabriel Castañeda publicaron un proyecto sobre la comisión que debía visitar la isla de
Coiba y que se compondría de un médico, un ingeniero y un naturalista. El contrato se
hizo con el ingeniero D. Rafael Álvarez Salas y el médico Dr. Cenón Solano.
En 1892 el Dr. Carlos Putnam informó que Isla Fuerte podría ser un buen lugar para el
lazareto único
En los Anales de la Academia Nacional de Medicina, tomo 1, de 1893, se hallan
publicados algunos de los trabajos sobre elefancia, presentados al Primer Congreso
Médico Nacional, reunido en Bogotá el 20 de Julio de 1893.
En 1894, en el Boletín de Medicina del Cauca, N93, se ve que a causa del fracaso del
lazareto en la isla de Coiba, se deseaba fundar un leprosorio departamental en la región
de Quilcacé.
Por la Ley N° 28. De 20 de octubre de 1903, sobre lazaretos el Congreso de Colombia
impuso a los Departamentos el deber de crear lazaretos dentro de los territorios de su
jurisdicción.
En el N° 279 de la Revista Médica de Bogotá, de 1903, el Dr. José María Lombana
Barreneche publicó su trabajo Fundación de lazaretos departamentales en que expresa
que ellos no diferirán del de Agua de Dios que no ha cumplido su cometido que es el de
aislar a los enfermos. El mismo médico en el artículo Lazaretos departamentales, de
1904, de la Revista Médica de Bogotá, N° 289 condena a los asilos hospitales, que
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compara con cárceles y opina que se hagan colonias departamentales ya que no se
decidieron por una gran colonia insular.
En 1904 apareció en Popayán un folleto oficial, La Lepra en el Cauca en él que se
encuentran los documentos referentes a la visita que Dom Sautón hizo a ese
Departamento, contratado por el Gobernador D. Luis Enrique Bonilla, para hacer un
estudio detallado de la elefancia. El resultado final de los dos meses de permanencia de
Dom Sautón en el departamento del Cauca, fue la resolución tomada por el Gobernador
D. Pedro Antonio Medina, de establecer tres hospitales- leproserías, distribuidos en
Popayán, Pasto y Cali, de acuerdo con el croquis que dejó Dom Sautón, proyecto que
después no se llevó a cabo.
En 1904 y en N° 291 de la arriba mentada revista se publicó un trabajo Del contagio por
el papel moneda y en otro, del N° 295, el Dr. Víctor A. Gómez S publicó una carta en la
que dice que una leprosería en Sube sería perniciosa.
De 1905 en adelante el Gobierno Nacional asumió la dirección de los leprosorios, para
hacer más eficaces las medidas de aislamiento, y uniformar todo lo relativo a este ramo,
antes confiado a las Juntas de beneficencia y en parte a la caridad pública.
En los números 81 y 82 de la Revista de Higiene de Bogotá, de diciembre de 1905 se
publicó el Acuerdo n° 2 de ese año sobre profilaxis de la lepra y lazaretos y el que dio la
Junta central de higiene sobre los planos de los lazaretos departamentales, el 13 de abril
de 1904, En este habla de la prohibición de los billetes y del uso de las monedas y de la
necesidad de la desinfección con autoclaves de la correspondencia. En la revista de
Higiene apareció la resolución n° 3, de la Oficina Central de Lazaretos, sobre aislamiento
de enfermos de lepra.
En 1906 el Dr. Pablo García Medina y el señor Amador Gómez, en informe sobre Agua de
Dios, al Ministro de Gobierno, concluyeron entre otras cosas, que se debía " Construir,
fuera de la población y cerca de ella, un local para la residencia de los médicos y para
colocar el laboratorio, que hoy está en Tocaima."
El 12 de septiembre de 1906, el Ejecutivo Nacional dictó el Decreto N° 1.905, por el cual
se reorganizó el servicio científico de los lazaretos de la República. Se creó el puesto de
un Médico Jefe de las leproserías nacionales; un Médico Director del laboratorio de Agua
de Dios, y un Médico reconocedor de elefancíacos en cada una de las capitales de los
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Departamentos; un laboratorio central en Bogotá, para rectificar los diagnósticos de
elefancia de los enfermos que así lo exigieran y para el examen especial de los enfermos
del Distrito capital, Cundinamarca y Quesada; y se dispuso que dicho laboratorio tuviera
un Médico Director y un Practicante. En este mismo año el Médico Adjunto a la Sección
de lazaretos, pasó una circular a los médicos de la República para obtener información
sobre varios tópicos de la lepra en las regiones del país
Juan Montoya y Flórez publicó en 1906 el trabajo Tratamiento y profilaxis de la lepra. En
el dice que sin que existiera aún una estadística oficial, él calculaba en cuatro a seis mil
elefancíacos en toda la Nación y hacía notar que tan crecido número de enfermos sería
muy costoso para aislarlos y que era necesario que los Departamentos de la Costa
debían preferir los leprosorios en islas no lejos del continente, y para los del interior
leproserías de fácil aislamiento. Condena las aldeas de elefancíacos, las cuales considera
como semilleros de la enfermedad, que en lugar de ser focos de extinción de la elefancia,
son focos de propagación. Considera que si existe la herencia en esta enfermedad, debe
ser excepcional.
En 1907 publicó en Medellín el Dr. Teodoro Castrillón su trabajo Lepra y leprosos donde
dice que no haya los tales 30.000 enfermos y que en vista de que la estadística que se
hizo por orden de Gobierno en 1906, es evidente que, a lo más, se llegaría a un total de
cinco mil elefancíacos en toda la Nación
Payán y Guillermo Wills, que informan al final que el mangle tiene indiscutiblemente efecto
sobre la elefancia.
La lepra en el Siglo XX.
Segundo período: desde 1873 hasta 1961.
En el mes de abril de 1901 el doctor Elisio Medina, Gobernador de Cundinamarca, con el
propósito de hacer conocer las medidas que se aplicarán sobre aislamiento " aconsejadas
por la Academia de Medicina…siendo la primera de levantar un cerco de alambre erizado,
rodeando el perímetro del Lazareto
En 1905, se estableció la desinfección para sanos y los utensilios que portaran.
Igualmente se prohibió salir del Leprocomio a los sanos
En 1909 , las cartas que salen de Agua de Dios, como las que se envían allí, no necesitan
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
estampilla y van libres de porte a toda la República, con el fin de evitar el contagio.
Al principiar el año de 1911, se conocieron las perentorias órdenes de aislamiento
riguroso y expulsión de los sanos de acuerdo con el Decreto 913 del 13 de octubre de
1910 y se empezó a cumplir estrictamente
A principios del mes de mayo de 1911, llegaron unos enfermos fugados de Contratación y
el Gobierno ordenó su regreso enviando una escolta para que los custodiara. El
Administrador local, debidamente autorizado, agregó a los fugados otros enfermos de
este Lazareto que observaban mala conducta.
Entre 1916 y 1919 existían los retenes, asistidos por la policía sana, de Puente de los
Suspiros, El Salto, Tocaima, Las Lomas, Casa de Madera, Caracolí o La Soledad,
Barrero, Ibáñez y El Observatorio para evitar la salida o entrada de los pobladores. El
perímetro era conocido como Cordón Sanitario.
A los enfermos rebeldes los castigaban con reclusión o los trasladaban a Caño de Loro.
Destrucción de las viviendas de los enfermos. Confinamiento y viaje de enfermos.
Por aquella época de 1929, cuando los enfermos eran capturados, su casa o propiedades
eran quemadas y remitidas de su tierra natal al edificio Los Alisos, en la capital, donde
eran obligados a permanecer como presos. En el recorrido los vigilaba la policía como si
aquellos fueran delincuentes. Luego de soportar hambre y el frío bogotano por dos, tres o
más días, les remitían por tren en un vagón conocido como ambulancia con destino a
Tocaima.
El Dr. Fernando Serpa Flórez recuerda como años después vio un vagón de esos
transportando enfermos, decorado con la Cruz de Malta.
Entre 1930 y 1939 se conocieron en los lazaretos los cigarrillos que la empresa "Garnica"
de Bucaramanga fabricante de tabacos y cigarrillos, por consideración enviaba a estos
lugares. Cada cigarrillo venía marcado con un letrero que decía "Leprocomio"
Desinfecciones para los enfermos y sanos que pretendían salir del leprocomio
En 1958, siendo presidente de la república el doctor Alberto Lleras Camargo y con la
asesoría del doctor Nelson de Souza Campo de la OMS, fue suspendida la Intendencia de
Agua de Dios. Se suprimieron el cordón sanitario y la vigilancia de la policía en los retenes
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
dando paso libre al tránsito de sanos y afectados. Igualmente se autorizó la venta,
consumo de aguardiente y cerveza
Los Lazaretos hasta ese momento habían sido administrado por autoridades nombradas
exclusivamente por las máximas directivas nacionales de sanidad, no dependiendo de la
Gobernación, con linderos trazados por las directivas del lazareto que tan sólo podían ser
traspasados mediante un permiso, régimen y monea especial; dirección del Lazareto con
mando sobre la policía interna o enferma y sobre la policía externa o sana, prohibición de
la presencia de sanos acompañando a los recluidos, cédula especial para afectados que
no les permitía votar o ser elegidos, prohibición de contraer matrimonios.
A partir de la ley de 1927 que ordenaba separar los niños sanos de los padres enfermos,
en 1933 y hasta 1961 los hijos varones de los padres afectados con lepra eran asilados
en el internado de Nazareth, y las niñas en el internado de Santa Helena, en las
proximidades del lazareto de Agua de Dios.
En 1940, con el apoyo de don Guillermo Greiffestein se construyeron el Internado
Campestre Santa Ana para niños enfermos de Hansen, a quienes se les brindaría
servicios de salud, educación y se les capacitaría en las artes de sastrería, carpintería y
zapatería. En 1957, se construyó el Internado Femenino Crisanto Luque para niñas
enfermas de lepra
Estadísticas y la leyenda negra sobre la lepra en Colombia.
II período: desde 1873 hasta 1961
En los números 163 y 164 de la revista Médica de Bogotá, de 1891, el Dr. Abraham
Aparicio, en ese momento Redactor de la Revista, en su artículo La lepra y los lazaretos
dice que es imperiosa la necesidad de aislamiento absoluto y de por vida de los enfermos
y que según los datos suministrados por el Dr. Juan David Herrera, en Colombia pasa de
20.000 el número de elefancíacos, que proporcionalmente hay aquí diez veces más
leprosos que en la India; que Colombia es el gran foco de Lepra. Después de considerar
los inconvenientes de los lazaretos mediterráneos, en el interior del territorio, conceptúa
que " es claro que son las islas la únicas localidades a propósito para el establecimiento
de los lazaretos. Los lazaretos que hoy existen no deben mejorarse, es perder dinero,
tiempo y no hacer nada al derecho". Este artículo del Dr. Aparicio fue el primero que lanzó
la leyenda de los 20000 leprosos en Colombia, que luego sirvió para que los leprólogos y
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
dermatólogos europeos la tomaran y aumentaran en un crescendo tal, que ya el Dr.
Manuel F. Alfonso, de la Habana, nos asignó en un artículo en módico número de
100.000 elefancíacos.
En 1900 en una carta inédita del Dr., Manuel S. Algandona al Dr. Julio Rodríguez
Piñeres, sobre Lazaretos en Colombia dice que la propaganda del sacerdote salesiano
Evasio Rabagliati, sobre el número exagerado de enfermos y la contagiosidad de la lepra,
es perjudicial y que el gran lazareto nacional no debía ser en la isla de Coiba sino en el
Departamento del Magdalena.
En 1906 el Dr. Julio Manrique presentó un informe al Ministerio de Gobierno, como
comisionado especial de Colombia para estudiar el tratamiento de la elefancia en Europa.
En el lamenta que no haya una estadística oficial de los elefancíacos de Colombia y
escribió: " El país está sufriendo real y verdaderos perjuicios causados por los datos
exagerados en demasía, suministrados por indoctos en la materia y que a diario se
publican en libros y periódicos extranjeros. " En su apoyo cita los 20.000 o 30.000
elefancíacos que atribuye a Colombia Dom Sautón y un artículo de Hallopeau, publicado a
principios de 1906 en la obra de Bronardel y Gilbert, en el cual afirma que en Colombia
hay un elefancíaco por cada ciento treinta y tres habitantes." En los mapas que indican la
distribución de la lepra en el mundo y que figuran en todas las obras clásicas, nuestro
país está teñido de rojo, color escogido para marcar la abundancia de la enfermedad,
siendo de observar que ni en la India inglesa en donde se cuentan por centenares de
miles el número de enfermos, ni en las islas de Sandwich y de Haway, la mancha que
estigmatiza es tan grande ni de color tan subido como la que marca nuestro país..." En
este informe el médico Manrique hace un planteamiento de verdadera medicina social: "
Sólo modificando profundamente las condiciones higiénicas de un país en que reine la
lepra, se puede triunfar de ella. En los pueblos mal vestidos, mal alimentados, en los
pueblos descalzos y desaseados, que viven en chozas oscuras pequeñas y mal aireadas,
bien pueden establecerse lazaretos, bien pueden fundarse hospitales, que la enfermedad
continuará desarrollándose, Así, pues, todos los esfuerzos que se hagan para contener la
propagación de la enfermedad, tienen que tender tanto a la fundación de establecimientos
convenientes para aislar a los enfermos, como al mejoramiento de las condiciones
higiénicas del país en general."
El 1° de octubre de 1895, llegó a Agua de Dios el doctor Carlos C. Putnam, trayendo la
buena nueva del estar descubierto el remedio para curar la lepra por medio del sistema
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
seroterápico... Este ensayo produjo en la mayor parte de los tratados mejorías muy
satisfactorias... A principios del mes de diciembre el doctor Putnam, comunicó por
telégrafo que se suspendiera el tratamiento por circunstancias que luego
explicaría...Pocos días después se supo que el doctor Juan de Dios Carrasquilla había
reclamado ante el Gobierno sus derechos, por ser el descubridor del tratamiento
seroterápico que estaba ensayando en Bogotá..
En 1902 el Dr. Miguel Arango M, publicó en Barranquilla el trabajo Notas sobre la
cirugía en la lepra
En 1903 en los Anales de la Academia de Medicina de Medellín, agosto de 1903,
comenzó a publicar el Dr. J. de D. Carrasquilla un trabajo intitulado Contribución al estudio
de la leprosis, en el que trata de sus teoría de la inoculación de la elefancia por las pulgas.
Las guerras del 1894-1895 y de los Mil Días.
En la obra Apuntamientos… se recuerda "... Hacia fines de 1894, llegó al lazareto el
general Zoilo Urrea, leproso decidido defensor de las ideas liberales...A mediados de
diciembre de 1894, ingresó al Lazareto un piquete de caballería, enviado para rondar las
casas de algunos enfermos que habían sido denunciados como conspiradores contra el
Gobierno y tener algunas armas ocultas. Dicha comisión metió mucho ruido en la plaza
poniendo así en guardia a los comprometidos y aunque fueron verificadas las rondas
nada descubrieron...En los primeros días del mes de enero de 1895, la situación se
agravaba. El Gobierno ordenada a las autoridades locales vigilaran a los enfermos que
se creían comprometidos en la próxima revolución, por lo cual el Corregidor hizo trasladar
al general Urrea a una de las piezas del tramo alto de la plaza. Contigua a la Corregiduría.
A mediados del mes llegó el sub Síndico señor Vergara para averiguar la verdad respecto
a la participación del movimiento político...El día 23 se conoció del levantamiento de un
grupo de enfermos a favor de la revolución. Los conspiradores acudieron a la casa de uno
de ellos donde bajo un tablado estaban depositadas las armas. Los treinta o cuarenta
insurrectos dirigidos por el general Urrea y debidamente armados se dirigieron a la plaza
donde éste se declaró Jefe Civil y Militar del caserío y ordenó la captura del ex
administrador Aguilera. al Corregidor Salgar y a su Secretario Forero, al telegrafista
Ronderos y su cartero Rojas y al Alcaide de la cárcel, Ariza...A las 11 de la noche esta
fuerza se movió hacia Tocaima, dizque por haber sido comisionado Urrea para
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
aprehender al General Reyes en su hacienda de Andorra, pero al llegar supieron que el
general Reyes había pasado por allí a la madrugada con dirección a Bogotá...Entonces se
dirigieron por el Camino Nacional hacia Girardot donde había acantonada una fuerza
revolucionaria a quienes no satisfizo esa presencia y los destinaron a custodiar las
caballerizas y otras penosas comisiones... Los revolucionarios del Lazareto luego de un
mes de campaña empezaron a regresar uno por uno, en la más deplorable situación, y las
autoridades los fueron reduciendo a prisión y les suspendieron todos los auxilios."
"..El 29 de octubre de 1899 llegó al Lazareto una fuerza revolucionaria a órdenes del
general Barón... El 1 de enero de 1900, otra fuerza revolucionaria a órdenes del general
Gaitán pasó por el Lazareto destruyendo la línea telegráfica...Cinco días después llegó
una fuerza conservadora, la cual sacó de sus casas a 32 leprosos y los llevaron para
Girardot acompañados por el Padre Rafael Crippa, donde posteriormente les dejaron en
libertad y dos días después regresaron al Lazareto…La guerra continuaba más
encarnizada cada día. El incentivo del escuadrón levantado en el Lazareto al mando del
Comandante Adolfo Benavides, y los informes más o menos verídicos de los enfermos y
sanos que fueron a la revolución, situada en Viotá, dieron por resultado las constantes
visitas de estas fuerzas al Leprosorio... En el año de 1903 se acentuaba la calma en el
Lazareto, proveniente de la suspensión de las hostilidades y el advenimiento de la plaza.
Los enfermos y sanos del Leprosorio que habían tomado parte en la revolución
regresaron."
Cuando el Gobierno Nacional asumió la dirección de los leprosorios, puede decirse que
éstos eran unos miserables caseríos de elefancíacos y sanos, con intercambio libre y
permanente en todo el país. Tres años de guerra civil en que los mismos enfermos habían
entrado como guerrilleros, destruyeron lo poco que habían podido hacer las Juntas de
Beneficencia. En Agua de Dios se habían destruido completamente más de treinta casa;
no exista servicio médico; los enfermos estaban medios desnudos, por una canoa
pasaban leprosos y sanos el río Bogotá; muchos enfermos se fueron a sus casa, otros
organizaron guerrillas o mendigaban por los caminos y mercados. Muchas de las
guerrillas que entraron a Agua de Dios ejecutaron allí sus depredaciones, y en ocasiones
se llevaron hasta la ropa de los enfermos. En Contratación la situación de los enfermos
era aún más grave, y se fueron en masa hasta el Socorro; los de Caño de Loro invadieron
a Cartagena y poblaciones cercanas, pero los más se fueron a sus casas.
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
En Contratación durante la Guerra de los Mil Días se organizó una guerrilla conservadora
conocida con el alias de batallón "Rajao", por estar integrada en su mayoría por enfermos
de lepra
El 9 de abril de 1948 y los lazaretos.
Días después de ocurrido el 9 de abril de 1948, el Gobierno Nacional expulsó de Agua de
Dios a varios individuos que se supuso dirigieron la trifulca en el Lazareto. Fueron
llevados por la fuerza a Contratación
Unas peculiares consultas médicas en el marco del despotismo médico asociado al temor del contagio.
Según Álvaro Ruiz Arenas en su libro “Croniquilla de Contratación”, antes de 1939 “la
consulta-si así puede llamarse- la adelantaba un médico desde dos ventanas abiertas en
los flancos oriental y norte de el consultorio. El galeno formulaba al enfermo reunido en
corrillo en la calle, frente a las ventanas. Su enfermedad debía gritarla desde ahí, delante
de todos, no interesaba lo penosa o reservada, por ejemplo, una blenorragia, un chancro
u otra similar, confesión inaudita, responsable de vergüenza y burla de circunstantes de
ambos sexos”.
Ruiz Arenas dice que el doctor Milcíades Mogollón Fernández al asumir como director
médico del lazareto de Contratación cambió ese esquema de consulta y que él escribió
las siguientes opiniones en la revista de Contratación, en su número 6 de abril de 1940 : “
La iniciación de la absurda rutina que ahora cuento se pierde en la tradición oral del
Leprocomio; tan vieja era; pero la fecha exacta del principio no tiene importancia; lo
interesante de mi relato está en saber dónde y cómo se hacía la consulta médica a los
enfermos de lepra, desde no se cuando hasta septiembre de 1939.
En un destartalado cuarto, una mesa forrada en papel Manila y un asiento por todo
mobiliario y dotación médica; el galeno-blusa y gorro puestos- atiende a través de una
ventana, un desfile de enfermos, que van pasando por la calle…Una muchacha lavapisos
era la intermediaria entre la mesa forrada con papel Manila-detrás de la cual estaba el
médico garrapateando terapéutica- y la ventana de la calle por donde desfilaban los
interminables “casos clínicos”…El médico extraía la ciencia terapéutica de un cartón de 50
x 20 centímetros en que estaban anotadas unas fórmulas estandarizadas para 6.000
habitantes…Así transcurría la consulta y la terapéutica de la lepra, hasta Septiembre de
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
1939: sin oír, sin palpar, sin percutir un enfermo, sin salirse de las 14 prescripciones
consignadas en el tegüista Codex de Contratación.”
Luís Antonio Martínez Morales en su libro “Bajo el Ardiente Sol de Agua de Dios”, cuenta
que después de haber disfrutado el pueblo de buenos médicos: “Luego transcurrió el
tiempo y llegaron unos “proyectos de médicos” a quienes aún no salía el bigote,
formulaban desde la calle montando un caballo, casi sin mirar al paciente y guiados por
indicaciones que proporcionaban los familiares sobre el malestar, se limitaban a recetar
pastillitas en grandes cantidades. Estos jovencitos desde el mismo momento en que eran
informados para acudir a atender en consulta a un enfermo, se llenaban de terror,
sudaban frío, palidecían y les temblaban sus manos. “
Prostitutas en los lazaretos.
Se sabe que en Agua de Dios hacia 1930, hubo mujeres venidas de Girardot que se
dedicaron a la prostitución pero que fueron expulsadas por las autoridades religiosas y
de policía. Ellas manifestaron que los enfermos eran muy generosos
Los Salesianos en los lazaretos.
II período: desde 1873 hasta 1961
La comunidad salesiana, integrada por siete sacerdotes llegó a Colombia, procedente de
Turín, Italia, a Bogotá, en febrero de 1890, presididos por el sacerdote Miguel Unia, en
ausencia de su titular el padre Evasio Rabagliati que se encontraba en esos momentos
en Chile.
El sacerdote salesiano Miguel Unia llegó a Agua de Dios en 1891, 20 veinte años después
de haberse fundado ese lazareto.
La situación de los lazaretos de Colombia fue ampliamente conocida en todo el mundo,
gracias a las crónicas del Padre Miguel Unia, primero y Evasio Rabliagati, después, que
para conseguir fondos y ayudas de vocaciones, y encontrarse alarmados por la
enfermedad, y no existir estadísticas oficiales confiables, la exageraron de buena fe,
El padre Rabliagati, por encargo del gobierno colombiano se entrevisto con G.A. Hansen
en 1898.
A este lazareto llega procedente de Turín, el seminarista Luis Variara en mayo de 1894.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Tras tener que abandonar Colombia por problemas de salud el Padre Unía muere en
Turín en diciembre de 1895. El trabajo del padre Unía queda bajo las manos del
seminarista Luis Variara, que se ordena en Fontibón en abril 1898. Ya desde 1897 la
comunidad salesiana se encarga de la parroquia del lazareto de Contratación.
El padre Evasio Rabagliati fue reemplazado en el año 1903 por el padre Antonio Aime,
como nuevo inspector de la comunidad.
La labor del padre Variara era apoyada por las Hermanas de la Presentación quienes
tenían con muchachas leprosas e hijas de leprosas una asociación denominada Hijas de
María. Algunas de esas jóvenes tenían vocación religiosa, pero su condición les impedía
ser aceptadas en una comunidad ordinaria. El padre Variara decidió entonces que era
pertinente crear una comunidad con estas jóvenes y es así como el 7 de mayo de 1905
funda las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María (HHSSCCJM,)
El padre Variara murió en la ciudad de Cúcuta el 1 de febrero de 1923. Fue beatificado el
14 de abril de 2002 por el Papa Juan Pablo II y sus restos yacen en la capilla de la Casa
Madre de las HHSSCCJM de Agua de Dios
Investigaciones colombianas sobre la lepra.
II período: desde 1873 hasta 1961.
El suero Carrasquilla.
El punto de partida de la inmunización pasiva con sueros fue el aislamiento de la toxina
diftérica en 1888 por Émile Roux y Alexandre Yersin, dos colaboradores de Pasteur.
Partiendo de sus resultados, Emil von Behring obtuvo la antitoxina y preparó un suero
antidiftérico que fue inyectado a un niño en 1891.Sin embargo, el suero antidiftérico no se
difundió de modo general hasta que Roux presentó una comunicación sobre el tema en el
Octavo Congreso Internacional de Higiene y Demografía celebrado en Budapest en 1894.
Casi simultáneamente comenzó a utilizarse el suero antitetánico, desarrollado a partir de
los trabajos de Behring y de su colaborador japonés Shibasaburo Kitasato (1890), y a lo
largo de las décadas siguientes los correspondientes a otras enfermedades. Después de
estos trabajos y otros muy importantes apareció la primera doctrina de carácter
sistemático , la de la teoría de las cadenas laterales, elaborada por Paul Erlich en los
años de transición del siglo XIX al XX, cuando el planteamiento inicial toxina - antitoxina
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
se pasó al más general antígeno - anticuerpo. A partir de entonces, se realizaron
investigaciones que demostraron la extraordinaria complejidad del sistema inmunitario.
Por ejemplo, las de los franceses Charles Richet y Paul Portier, que condujeron al
hallazgo de la anafilaxia (1902), y que desmintieron que los mecanismos inmunitarios son
puramente defensivos, ya que en ocasiones producen graves alteraciones que pueden
causar la muerte.
El médico colombiano Juan de Dios Carrasquilla conocedor de los trabajos de Roux,
Yersin, Behring y Kitasato, en su conferencia sobre seroterapia dictada el 1 de julio de
1895 en la Policlínica de Bogotá, después de hacer una presentación exhaustiva de los
conocimientos de ese momento sobre inmunología, presentó una discusión sobre la
seroterapia que el profesor francés Charles Richet había utilizado en pacientes sifilíticos.
"En la difteria son tantos los escritos que han dado a conocer esta medicación que no hay
periódico en que no se encuentre algo, y como todos conocen la comunicación de .Roux
al Congreso de Budapest, en que están todos los datos, me abstengo de tratar este
punto, para hacer conocer otro hecho más importante aún. Me refiero a un ensayo de
seroterapia antisifilítica, hecho también por el profesor Richet y por M. Héricourt, en el
servicio del profesor Fournier en el tratamiento de sifilíticos graves, rebeldes a la
medicación clásica...Para obtener un suero más activo y sobre todo más específico, los
autores, insistiendo siempre en el principio que no han cesado de desarrollar desde 1888,
que consiste en reforzar la inmunidad natural, en el animal, por la infección experimental,
y como en la sífilis no se podía cultivar el microbio, porque no se conoce, apelaron a la
sangre de un sifilítico, en plena erupción roseólica, y que no hubiera sufrido antes
tratamiento; inyectaron la sangre en asnos y perros y después tomaron a estos el suero y
lo aplicaron a enfermos, con resultados tan notables ...Quiero llamar particularmente la
atención hacia el tratamiento seroterápico de la sífilis por el nuevo procedimiento
empleado por el profesor Richet, porque no se necesita hacer cultivo del microbio, como
en los demás casos, sino tomar la sangre del enfermo, inocularla a un animal y con el
suero de éste hacer inoculaciones a los sifilíticos. Los cultivos de microbios ofrecen
dificultades casi insuperables entre nosotros…El bacilo de la tuberculosis y el de la lepra
se parecen hasta el punto de confundirse, las lesiones de la lepra y las de la sífilis
ocasionan a menudo errores de diagnóstico por su semejanza, sobre todo en los primeros
períodos. De estas analogías y similitudes me ha venido la idea de indicar la aplicación al
tratamiento de la lepra por la seroterapia, por el mismo procedimiento que se ha seguido
ya con tanto éxito en la sífilis".
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Con base en esa referencia el Dr. Carrasquilla tomó la decisión de probar con los
pacientes leprosos como consta en un Acta de la Academia Nacional de Medicina de
Colombia: " Presidencia del doctor Proto Gómez. En Bogotá, a 30 de Agosto de 1895, se
reunió la Academia Nacional de Medicina...El señor doctor Carrasquilla tomó la palabra
para hacer una comunicación sobre el empleo de la seroterapia en el tratamiento de la
lepra, con suero que él ha preparado e inoculado...El señor doctor Manrique (J. E) " He
oído con gran interés la muy importante comunicación del doctor Carrasquilla, que es el
desarrollo de ideas que yo le oí expresar desde hace más de un año....creo que podría
solicitarse de quien correspondiera, que se dedicara una pequeñísima parte de lo que se
está colectando para el Lazareto nacional, a procurarnos los elementos necesarios para
hacer más inoculaciones e inyecciones con los leprosos... Con ese pequeño auxilio se
podría fundar una especie de Instituto bacteriológico, en donde los médicos
encontraríamos el suero antileproso preparado en condiciones dignas de inspirarnos
confianza..."
"Presidencia del doctor Proto Gómez "En Bogotá, a 22 de noviembre de 1895, se reunió
la Academia Nacional de Medicina en sesión solemne... El señor doctor Carrasquilla pidió
la palabra para hacer la siguiente comunicación...El señor doctor Manrique fijó la siguiente
proposición: " La Academia Nacional de Medicina, Resuelve: 1° Dar las gracias al doctor
Juan de Dios Carrasquilla por su comunicación de hoy, sobre los sorprendentes
resultados obtenidos con la seroterapia en el tratamiento de la lepra, método del cual él es
el primer iniciador en este país… 2° Remitir los trabajos del doctor Carrasquilla a nuestro
Ministro en Francia, con el objeto de que aquel funcionario los remita, en nombre de esta
Corporación, a la Academia de Medicina de París"
Se sabe por el Acta de la sesión de la Academia Nacional de Medicina, con la Presidencia
del doctor Proto Gómez, del día 5 de marzo de 1896, y en aparte sobre la proposición que
hicieron los doctores Herrera (J. D) y Lombana Barreneche, a raíz de la amenaza que
Bogotá tenía por una epidemia de viruela, que el Gobierno ya había dictado un decreto de
fundación del Instituto Carrasquilla: ".La Academia Nacional de Medicina…Resuelve.
Hacer conocer del público y del Gobierno esta alarmante situación, para que se proceda
sin demora:...2° a dictar las medidas conducentes para proveer de buena y suficiente
vacuna a la población, de acuerdo con los dispuesto en el decreto de fundación del
Instituto Carrasquilla".
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Se sabe por el informe del doctor Ibáñez, consignado en el Acta de la sesión de la
Academia Nacional de Medicina, con la Presidencia del doctor Proto Gómez, del día 18
de marzo de 1896, a raíz de una comunicación de Ministerio de Gobierno a la Academia
sobre el tratamiento de la seroterapia que "El número de enfermos tratados llega, poco
más o menos, a 150, de los cuales concurren al Instituto unos 60”.
Algunos meses antes de "La tercera Comunicación sobre un procedimiento seroterápico
aplicado al tratamiento de la lepra griega", presentado en junio de 1896, el gobierno
presidido por el Sr. Caro le había dado a Carrasquilla decidido apoyo para la creación del
Instituto Carrasquilla, para el estudio de la lepra y algunas otras enfermedades infecciosas
Según figura en la Revista del Ministerio de obras públicas y fomento año 3°, numero 7,
Julio de 1908 en el Instituto Carrasquilla: "Allí, disponiendo ya de más recursos, se
preparó el suero en mayor escala, se aplicó el tratamiento en los Lazaretos de Agua de
Dios, Caño de Loro y Contratación y en los enfermos asilados en el Hospital de Leprosos
de Bogotá"
Sin duda el Instituto Carrasquilla logró el apoyo rápido del gobierno nacional gracias, a
que en el homenaje que le hizo en diciembre de 1895 a Carrasquilla se sabe que el
General Rafael Reyes, a la sazón Ministro de Gobierno ,era el Presidente de la Sociedad
de San Lázaro y estaba por esta última condición muy informado y sensibilizado por el
problema de la lepra.
Por Acta de la sesión de la Academia Nacional de Medicina, con la Presidencia del doctor
Proto Gómez, del día 23 de abril de 1896 se sabe que el Instituto Carrasquilla estaba
vinculado en ese momento a la producción de la vacuna de la viruela." En el Instituto
Carrasquilla también se está haciendo el cultivo del cow-pox, y sin duda alguna también,
se obtendrá allí buen éxito. Estos hechos demuestran la posibilidad de cultivar el cow pox,
y de tenerlo permanentemente entre nosotros, con un costo muy reducido para el
Gobierno"
Según figura en la Revista del Ministerio de obras públicas y fomento año 3°, numero 7,
Julio de 1908 el Instituto Carrasquilla se transformó en el Parque de Vacunación. Anexa
al Instituto Carrasquilla y en mismo local ocupado por éste, se creó la Sección de
veterinaria. Allí se preparó, por la primera vez en el país, bajo la inmediata dirección del
Dr. Carrasquilla Lema y con su cooperación y ayuda, cow-pox o vacuna animal de
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excelente calidad.
Parece que el Instituto Carrasquilla se cerró a finales 1896 o a principios de 1897
El Dr. Carlos Putnam se mostró muy crítico con el suero del Dr. Carrasquilla y recordó
como ya en Budapest y en EE.UU. otros investigadores habían utilizado suero
antileproso obtenido de inoculaciones con lesiones leprosas y no sólo de sangre de
leprosos, donde no se encuentra el bacilo. Carlos Putnam ensayó en enfermos de Agua
de Dios c el suero Carrasquilla con resultados diferentes a los de Carrasquilla. Los
médicos Lombana Barreneche, García Medina, entre otros, también se mostraron siempre
muy escépticos sobre la seroterapia
Después de muchos debates, la Academia aprobó la proposición hecha por el señor
doctor Pablo García Medina: " No está demostrado que el tratamiento empleado entre
nosotros con el nombre de seroterápico, destruya este contagio"
En la Conferencia Internacional, reunida en Berlín, en octubre de 1897, la seroterapia fue
el principal tratamiento discutido por los médicos.
El N° 227 de la Revista Médica de Bogotá, de marzo de 1898, publicó el informe adverso
de la Academia de Medicina de París, sobre la seroterapia del Dr. J de D. Carrasquilla. En
este informe se dice que " Debería inyectarse el animal con suero en el momento de un
brote leproso o bien bacilos de lepromas".
Anticipándose a esta crítica sobre la seroterapia que realizaba el doctor Carrasquilla, el
doctor Jesús Olaya Laverde ya inyectaba a los animales el suero obtenido de un brote
leproso y de lepromas desde 1897, en condición de Director del Instituto Seroterápico de
Bucaramanga. Los resultados de esta investigación fueron pasados a la Comisión de la
Academia Nacional de Medicina, encargada del estudio de la seroterapia aplicada a la
lepra
En el N° 240 de la Revista Médica de Bogotá, correspondiente a Abril de 1899, se publicó
la cuarta comunicación del Dr. Juan de D. Carrasquilla a la Academia Nacional de
Medicina, sobre seroterapia, en la cual indica el procedimiento que siguió para obtener el
cultivo del bacilo de Hansen.
Carrasquilla utilizó el suero por diferentes vías, hipodérmico, gástrico, intestinal, rectal e
inclusive por la leche de la nodriza: "El tratamiento seroterápico de la lepra practicado
Historia de la lepra en Colombia
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primero exclusivamente por el método hipodérmico, es susceptible de ser aplicado
también por la vía estomacal o por la intestinal, y además indirectamente a la nodriza que
amamanta un niño leproso.
He tratado varios enfermos exclusivamente dándoles a tomar el suero antileproso, sin
haberles puesto una sola inyección en todo el tiempo del tratamiento, y he obtenido las
mismas modificaciones que por el método hipodérmico... Algunos médicos han creído que
el suero administrado por la vía estomacal no producía tan marcadas modificaciones
como por la hipodérmica. Es posible que así suceda; pero en mi práctica no he podido
notar esa diferencia y trato ahora mayor número de enfermos administrándoles el suero
por aquella vía que por esta... Por el recto también se ha ensayado la aplicación del suero
antileproso, con el mismo resultado que por las otras vías; pero son tan limitadas las
indicaciones para usarlo de este modo y tan penosa la aplicación, que rara vez habrá
necesidad de recurrir a este medio...He transcrito detalladamente esta observación,
tomándola casi textualmente del registro de observaciones que llevo, porque la considero
única en los anales de la literatura médica de la lepra y de suma importancia para el
estudio de la enfermedad y sobre todo por la enseñanza que da de la acción del suero
antileproso, aplicado indirectamente, esto es, a la nodriza para que obre sobre la criatura,
del mismo modo, que se aplica el mercurio y otras drogas en la sífilis y otras afecciones..."
En el N° 252 de la Revista Médica de Bogotá, correspondiente a abril de 1901, en artículo
del Dr. Nicolás Osorio, titulado Sueros antileprosos, sueros citotóxicos se dice que
aunque las comunicaciones optimistas de Carrasquilla y de Olaya Laverde, fueron
confirmadas por muchos otros leprólogos, como se dijo en la Conferencia de Berlín, no
sería el producto de los bacilos de la elefancia sino las citoxinas lo que mejora"
El “aislamiento” del bacilo de la lepra, y la “reacción”, por cuenta de Lleras.
El suero del Instituto para las investigaciones de Lepra se obtenía inoculando repetidas
veces por vía subcutánea o intravenosa, un filtrado de cepas de bacilos ácido resistentes
aislados de material leproso y cultivados en caldo glicerinado, en corderos y cabras. Esas
cepas eran la de Duval, aislada en 1910; la cepa N° 364, aislada en 1909, en Honolulú -
remitida al Instituto por el " National Institute of Health"; la cepa Kedrowsky, aislada por
este investigador en 1901-2 y la cepa Lleras aislado por Federico Lleras en 1933 de la
sangre de enfermos de tipo lepromatoso por hemocultivo en medio de Petragnani.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Además de la cepa Lleras el ilustre bacteriólogo creó una reacción antígeno anticuerpo
con la que pretendidamente se podía hacer un diagnóstico de laboratorio fácil y rápido a
la él llamó "Reacción Lleras".
Tanto la "cepa Lleras" como la "reacción Lleras" fueron objeto de críticas científicas por
distinguidos médicos colombianos como fueron los doctores Erasmo Torres, Joaquín
Grillo y Abraham Afanador Salgar
El bacteriólogo Lleras desarrolló una prueba basada en la fijación del complemento para
el diagnóstico de la lepra, que en su informe original presentaba una sensibilidad del 97%
y una especificidad de 99.7%. La prueba no demostró iguales valores en otras latitudes y
fue abandonada.
En los estudios de serología de la lepra, la primera prueba utilizada a principios de siglo
fue la fijación del complemento, que empleó como antígeno un extracto de leproma. Sus
resultados mostraron una buena respuesta de anticuerpos en los pacientes con lepra
lepromatosa. La misma prueba realizada con antígenos procedentes de otras
micobacterias, mostró que la respuesta de anticuerpos estaba dirigida contra antígenos
comunes del género.
En 1918,Hayashi, reportó la reacción de lepromina, que en 1919 describió con su
interpretación modificada Mitsuda
El Dr. Federico Lleras Acosta trabajaba en su bacilo aislado de la sangre de leprosos y
verificaba inoculaciones en caballos para obtener sueros terapéuticos cuando llegó a
Colombia John Reenstierna, de Upsala, que experimentó con suero de cabras
inoculados con bacilos aislados de material leproso, en enfermos de Agua de Dios, con la
colaboración de bacteriólogo Federico Lleras Acosta. José Ignacio Chala H.
Lleras murió en Marsella en marzo de 1938. El Presidente de la República Alfonso López
Pumarejo y su Ministro de educación formaron un Decreto, el 18 de marzo de 1938 por
el que de ese momento en adelante el Instituto donde había trabajado Lleras se llamaría
en " Instituto Federico Lleras Acosta para las Investigaciones de Lepra". En el año 1939
se aisló la cepa N°8.
En la Revista Colombiana de Leprología de abril septiembre de 1941 se publicaron los
resultados del " Tratamiento biológico en la lepra. Sueroterapia antileprosa"
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
La mala habitación y la teoría de la pulga como transmisora de la lepra según Muñoz.
Juan de Dios Carrasquilla, Roberto Azuero, Guillermo Muñoz Rivas fueron
investigadores colombianos que pensaron en el papel de los insectos como medios por
los cuales se podía trasmitir la lepra. Hoy se sabe que aunque los estudios
experimentales han demostrado la posibilidad de que algunos artrópodos hematófagos
pueden trasmitir experimentalmente la lepra, esta evidencia no es suficiente para saber
que la naturaleza utilice esta vía.
Guillermo Muñoz Rivas señaló la omnipresencia de las micobacterias en el medio
ambiente, la transmisibilidad de lo que se llamaba lepra murina por las pulgas, la
importancia de la mala habitación en el mantenimiento de la endemia y la posibilidad del
medio ambiente como fuente de infección en lepra.
Este investigador estimulado por una de las afirmaciones hechas en la Conferencia
Internacional de El Cairo en 1938 al tratar de los principios generales de la lucha
antileprosa en los que se afirmaba que: “En tanto no se conozca con absoluta seguridad
el modo de transmisión de la lepra, todo método de profilaxis es hasta cierto punto
empírico”, y aprovechando que había sido nombrado jefe de la Sección de Microbiología
del Instituto Federico Lleras en 1939, inició sus investigaciones sobre el papel de la pulga
en la transmisión de la lepra, en razón a ser un insecto cosmopolita , a su ciclo biológico
y a su longevidad. Muñoz Rivas, recuerda como Cuervo Márquez afirmaba que "Algunos
médicos colombianos se han inclinado a considerar las pulgas como agentes de
transmisión, entre ellos los doctores Vargas Vega, Carrasquilla y Evaristo García", y
como, también los doctores Roberto Azuero, Alfredo Garcés, de Popayán, en el segundo
Congreso Médico de Colombia, y José Ignacio Chala, compañero suyo de trabajo en el
Instituto Federico Lleras insistían en lo mismo
Muñoz Rivas escribió en 1942 " Posiblemente podrían existir las pulgas en Colombia
antes de la Conquista pero se me ha hecho bastante raro no encontrar en el vocabulario
Chibcha una palabra que denomine claramente el animal, por que la expresión Muiza,
Sojoza o Sote, se relaciona con la nigua" ..." todos los animales que he mencionado (
Piojos {Pediculus humanus capitis y corporis},Simúlidos, mosquitos {culicinos}, pitos,
chiribicos {cimicideos}, chinches{ornithodoro}, mosca doméstica, niguas), incluso la pulga,
pueden en algunas ocasiones ser portadores del bacilo de la lepra. Sin embargo, la pulga
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
por su biología, que la asocia a casi todas las enfermedades de la suciedad, parece a mi
juicio ser la más sospechosa", " Durante mis últimos recorridos he podido tomar varias
notas relacionadas con los focos leprógenos, una de ellas es el aspecto colonial que se
encuentra en casi todas las poblaciones que sufren este flagelo, aspecto que tiene
relación con sus costumbres, a más de provocar físicamente, aún en las ciudades de
clima cálido, ciertas condiciones de frescura, derivadas claro está, del uso de ladrillos
para pisos, teja de barro en sus tejados y paredes bastante gruesas. Estas características
hacen que los pisos estén a un temperatura de dos o tres grados centígrados por debajo
de la del medio ambiente, y mejoren directamente las condiciones de vida de las larvas de
pulga. En el campo encuentro con mucha frecuencia casas de las cuales han salido
enfermos, con sus pisos de tierra o de ladrillo, pero casi siempre cubiertas con teja de
barro. Insisto mucho sobre estas condiciones, ya que como es lógico tiene relación con
los pisos de la región, porque siendo ricos en arcillas a más de suministrar la materia
prima de construcción, harán menos permeables los suelos y contribuirán en forma
decisiva a que la humedad sea mayor. Al viajar de Bogotá hacia el norte, se ven
frecuentemente techos con grandes barrancas de arcillas rojas (posiblemente " piso de
Guaduas". Se observan en Tenjo, Tabio, vía de Nemocón a Chocontá, en el Valle de
Tenza, lo mismo que en todas las carreteras de Santander, especialmente hacia Mogotes,
tal vez uno de los, focos más leprógenos con que cuenta el país, así como en las
ciudades que últimamente he visitado: Puente Nacional, Barbosa, Cite, Guadalupe,
Contratación, Guacamayo, Oiba, Simacota, Confines, Socorro, San Gil, Barichara, Galán
y Zapatoca... En la costa Atlántica, donde la incidencia de lepra decrece, las condiciones
anotadas varían, para estar sustituidas por casas cubiertas de paja, piso de cementos,
etc. De vez en cuando se aprecian en el campos ligeras formaciones arcillosas" "... si el
factor pulga se aceptara como propagador de le enfermedad, la explicación se ofrecía
sencilla, pues justamente la civilización trae consigo buenas habitaciones, pisos sin
criptas, aseo, etc., condiciones que prácticamente inhiben el desarrollo de las pulgas en
cantidad elevada, para que puedan desempeñar papel en la transmisión de la
enfermedad. En tanto, que la llegada de un enfermo a sitios donde el insecto abunda,
provocaría la infección del agente vector rápidamente.
Las principales víctimas de la lepra, se encuentran entre la gente que vive en malas
condiciones de higiene y son muy raros los casos de personas enfermas que hayan
vivido en buenas condiciones desde niños, edad propia para contaminarse. Sabemos que
las pulgas humanas se arrastran por las habitaciones buscando su alimento a una
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
velocidad media de cinco centímetros lineales al minuto, van moviendo la cabeza de
lado a lado, formando un surco de un milímetro de ancho. Durando varias semanas, bien
pueden recoger del suelo gran cantidad de los bacilos arrojados por el moco, linfa y
sangre, de los enfermos. Si por un momento se consideraran las costumbres de nuestra
población, recordaríamos que jamás usan el pañuelo, el sonado lo hacen directamente al
suelo; el cambio de vestidos lo hacen de vez en cuando y aunque en algunas
poblaciones acostumbran el baño, un vez terminado se ponen de nuevo la ropa sucia.
Camisas para dormir no las conocen o poco las usan y si lo hacen, las pondrán sobre el
ropaje interior, provocando así, la convivencia continua con las pulgas.
En los leprosorios y hospitales el contagio es casi nulo para el personal sano, debido
precisamente al aseo que se tiene especialmente con el suelo".
El doctor Guillermo Muñoz Rivas en el capítulo “El Aposento del Hanseniano en
Colombia” de su obra “Lepra .Estudios experimentales” escribió: “ Del estudio de 8.855
historias clínicas realizadas en los tres leprosorios del país en 1942, y de los datos que
desde entonces hemos podido acumular, se ha llegado a la conclusión de que la mayoría
de los enfermos vivía en chozas miserables, llamadas entre nosotros ranchos, y que
prácticamente consisten en un aposento con pisos de tierra apisonada, paredes de barro
y techos de paja.
La luz solamente llega a ellos por la puerta o una ventana que suele ser muy chiquita.
Esos aposentos son, a la vez dormitorio, cocina, despensa, gallinero y pocilga, además de
vivienda de varias generaciones…En los barridos superficiales de los suelos de estas
covachas se obtienen larvas de las pulgas, acarina, corredentia, como seres animales
vivos, mezclados con rstos de comidas, escamas, plumas, pelo, etc.… No es posible
olvidar que la gente del pueblo no tiene costumbre de usar el pañuelo y que por tanto
frecuentemente lanza directamente sobre el suelo las mucosidades nasales, al que
también bota sus expectoraciones.
Los enfermos que no han salido de los ranchos, que son relativamente pocos porque
tienen una posición social ligeramente superior, casi siempre han ocupado casas
antiguas, con pisos de ladrillo o de adobe, y con techos de teja de barro cosido.
Varios autores han afirmado que la lepra hace grandes destrozos cuando llega a lugares
donde no la había, si las condiciones son de civilización atrasada; en cambio no adelanta
cuando el nivel de civilización es elevado…
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Si la lepra fuera contagiosa, como los clásicos lo aceptan, transmisible directamente con
contactos repetidos, sin que haya factores climatológicos y sociales que determinen
mayor prevalencia, sería lógico que en Colombia los departamentos más atacados fueran
los de la Costa y muy especialmente el de Bolívar, por haber sido allí donde tuvo lugar el
foco leprógeno. Sin embargo no es así. Antes, por el contrario, ha disminuido, disminución
que nosotros atribuimos a los cambios de humedad en las habitaciones por el uso de los
pisos encementados y los techos de zinc, que modifican substancialmente la flora y la
microfauna del suelo de los aposentos.
Una observación que consideramos de gran importancia para nuestros estudios, fue la
realizada hace pocos meses en del departamento del Chocó, zona húmeda tropical.. (las)
viviendas …son palafíticas. Pues bien, los barridos superficiales no fueron positivos para
larvas de pulgas, ni para acarinos y de conformidad con nuestros estudios la prevalencia
de la lepra en esas zonas es prácticamente nula…”
Hoy se ha demostrado que M. Leprae puede sobrevivir en la capa gris de los musgos a
34°C y multiplicarse bajo estas condiciones y que hay una pequeña correlación positiva
con la humedad relativa del ambiente, y se piensa que la entrada del bacilo por la vía
cutánea predispondría a las formas paucibacilares, mientras que la colonización bacilar
sistémica originaría las formas multibacilares
Historia de la prevención y profilaxis de la lepra en Colombia.
I periodo: desde la segunda mitad del siglo XVI hasta 1873.
En la ley dada en Bogotá el 31 de mayo de 1833., 23 de la Independencia, figura en el
artículo 32 la idea dominante en esos años sobre las causas de la lepra y la profilaxis de
ella y de su agravamiento: “ Cada uno de lo leprosos que pueda cuidarse por sí, recibirá
cada día 2 raciones abundantes, compuestas de alimentos sanos, suculentos, frescos, i
en cuya elección se excluirá todo aquello que acelere el desenvolvimiento de la elefancia
ó embaraza su curación: la carne i la manteca de cerdo no se les suministrará jamás, ni
tampoco ninguna carne salada, ni condimentos picantes, ni licores espirituosos ó
fermentados: i se evitarán en lo posible la mayor parte de las especies de pescados, las
grasas i lactinios, las frutas oleosas ó indigestas, i las legumbres i hortalizas de naturaleza
estimulante…”
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
II período: desde 1873 hasta 1961.
El Dr. Gabriel J. Castañeda en su Estudio sobre la lepra en Colombia , de marzo de
1893, escribió sobre la profilaxis recomendaba sobre el presupuesto aceptado que la
lepra era una enfermedad infecto- contagiosa "El desarrollo de la lepra en la república de
Colombia ha tomado tal extensión, que ya amenaza invadirla toda, si no se trata de
impedir de algún modo su propagación... No hay una estadística de esos tiempos (1870)
que de a conocer el número de leprosos que existían; pero es de suponerse que ya casi
todas las provincias estaban invadidas por la lepra, cuando se aumentaba el número de
lazaretos Es solamente en los tiempos actuales cuando la Junta Central de higiene ha
emprendido la tarea difícil de levantar la estadística general de la lepra en nuestro país, y,
luchando con numerosas dificultades, ha podido dar a conocer el resultado de sus
investigaciones. Los datos obtenidos, son relativos a la mitad, poco más o menos, de
todos los pueblos de la Nación, y el número de elefancíacos reconocidos asciende a
2335.
Últimamente el Gobierno ha nombrado una comisión científica que estudie el punto más
adecuado para el establecimiento de un lazareto que quede bien aislado y que pueda
contener todos los leprosos de la República. La comisión, en su informe que está
publicado en el número 37 de la Revista de Higiene, propone la isla de Coiba, situada en
el Pacífico. Este proyecto, sin embargo de estar ajustado a los que la ciencia exige en
punto a aislamiento riguroso, ha tenido mucha oposición, y es posible que fracase, pues
en el Congreso pasado se sostuvo que la lepra no era contagiosa y que se cometería una
atrocidad desterrando los leprosos a morirse de hambre y desamparo en la isla de Coiba.
A la Academia de Medicina toca resolver un punto de tan gran trascendencia para las
generaciones venideras, pues si la lepra es contagiosa, seguirá minando la Nación, no
obstante las declamaciones que se oponen a las medidas profilácticas contra tan terrible
enfermedad...
El cuestionario que la Junta Central de Higiene de Bogotá distribuyó en todas las
poblaciones de la República en el año de 1888, tenía por objeto saber, lo más
aproximadamente, cuál es el número de leprosos que existen en el país, y conocer las
causas a las cuales se atribuye más generalmente el desarrollo de la lepra en Colombia.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Dicho cuestionario está redactado en los términos siguientes:
1° ¿ Qué número de individuos atacados de lepra existen en ese lugar?
2°¿Cuál es la causa a que se atribuye el desarrollo de la lepra en ese lugar ¿Cuál la que
usted juzga que la produce?
3°¿Cuál es la alimentación generalmente usada allí? ¿Cree usted que algún alimento
obre como causa predisponente, determinante u ocasional en el desarrollo de esta
enfermedad?
4°¿Las aguas que usan allí en la alimentación tienen las cualidades de las aguas
potables? ¡ Se usan aguas detenidas o dañadas en la alimentación?
5°¿Entre las condiciones climatéricas hay alguna o algunas que se hayan señalado como
favorables para el desarrollo de la enfermedad?
6°¿Existen hechos de contagio bien probado en la propagación de esta enfermedad?
7°¿Cuánto tiempo hace que se presentó la lepra en ese lugar?
8°¿Se sabe cuál fue la primera persona que la sufrió?
9|¿ Hay hechos que comprueben que la lepra se haya transmitido por herencia? ¿En que
edad de la vida aparece la enfermedad?¿ Ha visto usted o sabe que alguna persona
competente haya visto niños leprosos recien nacidos?¿ Cuáles son los primeros síntomas
observados en estos casos? Sírvase precisarlos uno a uno.
10°¿Sabe usted que algún otro leproso de otro lugar haya vivido allí, antes de existir la
lepra en los naturales?
11° Sírvase transmitir todo lo que usted conozca respecto a las condiciones climatéricas
de ese lugar.
12°¿Cuáles son, fuera de la lepra, las enfermedades reinantes en eses lugar?
13°¿ Con que otros lugares mantiene ése relaciones comerciales?
De todos los informes de los pueblos, que se recibieron en la Junta Central de Higiene, en
contestación al anterior cuestionario, informes que están publicados en el número 20 de la
Revista de Higiene, se pueden hacer las apreciaciones siguientes:
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
1° No se sabe oficialmente cuál sea el número real de leprosos que existen en la
República. Los datos oficiales relativos casi a la mitad de los pueblos de Colombia, dan
2325 leprosos. Cálculos de algunas personas conocedoras del asunto, suponen 8000 en
toda la República, y hay quien piense que existen 30000. Esta última partida es
verdaderamente exagerada.
2° Los alimentos usados en el país se pueden dividir en tres grupos:
Alimentos de los climas fríos;
Alimentos de los climas templados;
Alimentos de los climas cálidos.
Los primeros se componen de carne de res, de cordero, de cerdo, de volátiles y de
caza; leche de vaca y de cabra, huevos, manteca y mantequillas; papas en abundancia,
legumbres muy variadas, ají, maíz, trigo, cebada, frutas.
Las bebidas populares en climas fríos son la chicha en la gente del pueblo, el agua pura
en la clase media y la cerveza y el vino en las clases acomodadas. El aguardiente se usa
entre la clase trabajadora.
En los climas templados se usan, en general, las mismas carnes, pero casi siempre son
saladas y se alteran con facilidad. El pescado es algo usado. La base de la alimentación
vegetal es el arroz, el maíz, el trigo, la yuca, la arracacha, el plátano, la ahuyama y el
café. La bebida fermentada usada entre los trabajadores, es el guarapo y el aguardiente.
En los climas cálidos las carnes son siempre saladas y frecuentemente picadas. Se
consume bastante pescado. Se produce el cacao, pero casi siempre se consume más en
los climas fríos y templados. La yuca, el plátano, el maíz, y el arroz son los vegetales más
usados. El guarapo y el aguardiente se consumen en abundancia. El ají lo toman como
condimento.
Entre todos estos alimentos, condimentos y bebidas hay cuatro que se consideran
comúnmente ya como causas eficientes y únicas de la enfermedad, o ya simplemente
como causas predisponentes: tales son la carne de cerdo, el pescado, el aguardiente y el
ají....
Pero repito que sólo en los países infectados puede transmitirse la lepra por medio de
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
alimentos. En los países no contaminados los alimentos son inofensivos...
No es aventurado el pensar que el microbio de la lepra pueda transmitirse no solamente
por la carne de cerdo y de pescado en los lugares infectados, sino que por medio de
algunos alimentos que el comercio lleva de allí a los países sanos, la lepra estalle en
éstos, y así sucesivamente en el radio de las relaciones comerciales de los pueblos
contaminados...
Causas a las cuales se atribuye el desarrollo de la lepra en Colombia
Contagio indicado en ............................................... 31 pueblos.
Herencia.................................................................... 29 pueblos.
Alimentos................................................................... 20 pueblos
Transiciones de temperatura..................................... 30 pueblos
Mala influencia de los climas templados y húmedos.. 40 pueblos....
Es necesario que todos los Gobiernos departamentales en cuyo territorio exista la lepra,
funden sin tardanza un Lazareto para sus enfermos....
El Dr. Juan de Dios Carrasquilla en 1897, en su "Memoria sobre la lepra griega en
Colombia presentada en la conferencia de Berlín de octubre de 1897, escribió: " Ya es
tiempo de renunciar a los errores de la Edad Media, a las preocupaciones engendradas
en la humanidad por las creencias de aquellas épocas, fundadas en la idea de que las
epidemias, las endemias y toda clase de plagas y calamidades son causadas fatalmente
por el enojo de las divinidades, como castigo impuesto a los pueblos por sus faltas, y
reputadas como incurables e inevitables.
Se ha dicho y se ha seguido repitiendo con insistencia que el único medio que la ciencia
reconoce como eficaz para detener la propagación de la lepra es el aislamiento en lugar
conveniente. Con esta proposición, emanada de sociedades que se dicen ser científicas,
se calumnia a la ciencia y se pregona su impotencia en su propio nombre. Qué habría
hecho, en efecto, la ciencia si hubiera llegado en tanto siglos a declarar que el aislamiento
en lugar conveniente es lo que ella reconoce como único medio de contener la
propagación de una infección? Eso se hizo en los primitivos tiempos, cuando la ciencia no
figuraba para nada en los, decretos prohibitivos, cuando la medicina se hallaba muy
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
atrasada, pero hoy, después de tantos y tan importantes adelantamientos como se ha
hecho en la Medicina, sobre todo después de los trabajos de Pasteur y sus sucesores,
salir diciendo eso de la ciencia, es, o desconocer sus progresos o negar su influencia y
declarar nulo y de ningún valor cuanto se ha hecho. Decir que sólo una isla desierta,
perdida en la inmensidad del Océano, adonde se remitan a viva fuerza a los lazarinos a
perecer en la miseria, es lo único que reconoce la ciencia, como medida eficaz para
contener la propagación del mal, equivale a decir que, en nombre de la ciencia, deben
condenarse al suplicio a todos los que han tenido la desgracia de sufrir y padecer el
terrible mal.
La obra de la Medicina no es de destrucción, de exterminio, y mucho menos de castigo;
quede eso para los legisladores, quienes sabrán si tienen derecho para tratar a los
desgraciados como criminales, y entonces la justicia exigiría que se aplicara el mismo
rigor a todos los miembros de la Sociedad atacados de enfermedades infecciosas. Lo
que se ha hecho y se sigue haciendo con la tuberculosis, da la indicación de lo que se
debe hacer con la lepra...La desinfección- uno de los mayores descubrimientos de la
Medicina moderna- es el procedimiento científico que se sigue para evitar la propagación
de las infecciones, sean endémicas o epidémicas, y se busca la inmunización, como en la
vacunación contra la viruela, el carbunclo, &&.. Se fundan establecimientos llamados
"sanatorios" para colocar a los tuberculosos en las mejores condiciones higiénicas, para
aliviar sus sufrimientos, para que, por la desinfección, se evite el que propaguen su
enfermedad, y para aplicarles los medios que la terapéutica recomienda. No se les
persigue, no se les obliga al aislamiento forzoso, no se intenta exterminarlos.
La justicia pide que se trate de igual manera a los tuberculosos, los sifilíticos y los
leprosos; la ciencia tiene el deber de estudiar los medios de combatir las infecciones, de
proponer las medidas conducentes al fin anhelado, tanto para evitarlas como para
curarlas. Que se funden sanatorios para los leprosos, donde se apliquen todas las reglas
higiénicas de la desinfección, donde se les provea de todo lo necesario para aliviar su
dolorosa situación, y se intente la curación, eso es lo que ha de pretender; lo demás es
crueldad inútil, como dijo un autor, y yo agrego, injusta.
Es cruel condenar a un individuo a los mayores tormentos porque ha tenido la desgracia
de enfermar; es inútil aislarlo, porque desde que el mundo es mundo, se ha estado
empleando este medio y nada se ha logrado; es injusto, porque no se hace lo mismo con
la tuberculosis, sífilis y las demás infecciones. Los sifilíticos andan libremente por todas
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
partes, sin las autoridades se preocupen por la propagación de la enfermedad; los
tuberculosos viven del mismo modo; a los leprosos se les proscribe, se les destierra, se
les condena al aislamiento y a todas las penas consiguientes, sin más razón que el horror
que inspiran y la creencia exagerada de la contagiosidad del mal. La injusticia es notoria.
Hoy, que la seroterapia ha abierto el camino de la curación de la lepra, debe con mayor
razón, procurarse su aplicación en sanatorios u hospitales convenientemente dispuestos y
pensar en salvar a los enfermos que sea posible, en preservar a los sanos y en tratarlos a
todos con humanidad."
En marzo de 1905 el Dr. Carrasquilla en su estudio La lepra. Etiología, historia y
profilaxis, presentado en el Tercer Congreso Científico Latinoamericano, que se reunió en
Río de Janeiro, insistió en que el tratamiento de los leprosos en los hospitales era el
único racional y reiteró que el aseo, la higiene, particularmente para impedir la acción de
las pulgas, eran medidas básicas en la profilaxis.
El Dr. Pablo García Medicina, en su trabajo Profilaxis de la Lepra. Medidas adoptadas en
la República de Colombia" presentado en el Congreso Científico Panamericano de Chile y
publicado en Argentina Médica en enero de 1909, siendo Secretario Perpetuo de la
Academia Nacional de Medicina de Colombia y Miembro de la Junta Central de Higiene
de Colombia y médico adjunto a la dirección de leproserías en Colombia escribió"
Llamado por el actual presidente de Colombia a ocupar el puesto de médico adjunto a la
dirección de las leproserías en Colombia, desde que en 1905 este magistrado inició l
importante obra de organizar en nuestro país la profilaxis de la lepra, he podido reunir
muy importantes datos relativos a la estadística de la lepra en esta nación y a la manera
como se halla hoy organizada esta rama de la higiene....Mientras el gobierno prestó poca
atención a la lepra, los lugares destinados para asilar a los leprosos carecieron de una
organización científica conveniente y de recursos suficientes. Esta situación dio lugar a
que muchas personas- entre ellas algunos médicos- alarmadas por la falta de aislamiento,
exageraran el número de leprosos del país en términos que, sin dato alguno, llegaron a
afirmar que había de 20.000 a 30.000 leprosos...En abril de 1905 se principiaron los
trabajos de la estadística...La estadística así formada...dio la cifra de cuatro mil
seiscientos sesenta y tres leprosos...de la indicada hay que deducir 367 individuos a
quienes, al hacerse el examen de rectificación, se encontró exentos de lepra. Deducida
esta cifra, que da la de 4296, que es el número real de leprosos de Colombia, lo que da
una proporción de algo menos de un enfermo por cada 1200 habitantes. De este número
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
están aislados en las tres leproserías del país 2826, es decir, un poco más del 50% del
total de enfermos...El número de mujeres atacadas de lepra es de 2359, y el de los
hombres leprosos de 1937....Antes de procederse a la organización de las leproserías, se
hizo un estudio comparativo de los dos sistemas de aislamiento: el hospital y la colonia.
Dada la marcha de la enfermedad, tan lenta en la mayoría de los casos, que permite casi
a todos los enfermos ejercer su actividad aún por quince o veinte años, sería una crueldad
someter a estos enfermos a una dura y larga prisión, que tal sería para ellos un hospital.
Además, el enfermo que tiene todavía cierta actividad y que se ve sometido a una prisión
perpetua, busca el medio de evadirse y de seguro lo encuentra. Los enfermos huirían de
allí y todos se empeñarían en ocultarse. El costo que ocasionarían la organización y el
servicio científico de los numerosos hospitales municipales sería tan considerable que
estaría fuera de nuestros recursos.
El otro medio, la colonia, tiene grandes ventajas para los enfermos; pero si no está
situada en una isla, es muy difícil vigilar el aislamiento de todos los enfermos. En vista de
los inconvenientes de uno y otro sistema, el gobierno de Colombia resolvió adoptar uno
mixto, es decir, colonias en las cuales se han establecido hospitales. A estos se llevan los
enfermos que por el estado bien avanzado de la lepra, por las mutilaciones que esta ha
producido en ellos o por su extrema pobreza, no pueden valerse a sí mismos. En esos
hospitales, construidos de acuerdo con la higiene y consultando la mayor comodidad de
los enfermos, se procura atenderlos cuidadosamente...Pero cuando algunos de los
enfermos a quienes se permite vivir en sociedad en la colonia, se sale, se le busca y, una
vez capturado, se lleva a unos de los hospitales, donde queda por un tiempo más o
menos largo...Hay una moneda especial que no puede circular sino en las leproserías,
pero están las transacciones reglamentadas de manera que los enfermos no sufran
perjuicios en sus negocios. Además de los hospitales, hay en las dos leproserías del
interior del país: librerías, escuelas para niños, local destinado para teatro, banda de
música bien organizada, asilo para niños y niñas leprosos, asilos para niños y niñas
sanas, hijos de padres leprosos y que se separan de éstos desde su más temprana edad.
En una de las leproserías, " Agua de Dios", hay baños de fuentes termales sulfurosas y
alcalinas...Además de las dos leproserías del interior del país, situadas una en el norte
,llamada de "Contratación" y " Agua fría", y otra en el centro , a veinte leguas al sur de
Bogotá, llamada " Agua de Dios", existe una pequeña, la de "Caño del Loro", en una isla
destinada para los enfermos de lepra de la costa del Atlántico...(en) " Agua de Dios", que
es la más importante (..) hay 1880 enfermos...La casa de los médicos es cómoda, situada
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
a un cuarto de legua de la colonia; ésta tiene un amplio departamento en que se ha
instalado un laboratorio bacteriológico bien dotado de aparatos y útiles, del cual están
encargados dos médicos muy competentes, y que han hecho en Europa estudios de
bacteriológica. Estos médicos son los doctores Juan B. Montoya y Flórez, médico jefe, y
J. Olaya Laverde, inmediato director del laboratorio. En este laboratorio se desinfecta la
correspondencia de los enfermos y los objetos que salgan de la leprosería...Por especial
indicación (del gobierno) se han dedicado los médicos de las leproserías a emplear varios
tratamientos, con los cuales se han obtenido resultados relativamente consoladores... En
la leprosería de la costa, " Caño del Loro", el doctor Barbosa ha obtenido resultados que
podríamos catalogar de sorprendentes con el aceite de chaulmoogra; en la de del norte, "
Contratación", el doctor Joaquín Leal ha empezado ya a observar notables mejorías con
el empleo del atoxil y del salicilato de soda...Hoy se están empezando a preparar en el
laboratorio de "Agua de Dios" sueros antileprosos por los métodos recomendados en
años anteriores por los doctores Juan de Dios Carrasquilla y J. Olaya Laverde, que
dieron algunos resultados tan satisfactorios....Se propone el gobierno establecer
convenientemente en las leproserías el tratamiento preconizado por el profesor P.G.
Unna, de Hamburgo, y ha enviado a esa ciudad a dos distinguidos médicos colombianos;
los doctores José M. Ruíz y Zenón Solano, con el objeto de conferenciar con el citado
leprólogo para establecer ese tratamiento en los hospitales que en dos de las leproserías
se están construyendo de acuerdo con las ideas del doctor Unna...El médico o médicos
de la población donde se encuentra la persona sospechosa, la examinan
cuidadosamente, y si en su concepto estuviere leprosa, se le lleva a la leprosería, donde
antes de recibirla se le hace otro examen clínico y bacteriológico; de manera que no
ingresa ningún individuo a la leprosería sin que haya sido examinado por lo menos dos
veces previamente. En Bogotá hay laboratorio bacteriológico destinado exclusivamente
para estos exámenes, dirigido por un médico competente y versado en estos estudios, el
doctor Luis Felipe Torres G. Allí se examinan las personas sospechosas de lepra de
Bogotá y de las ciudades y demás poblaciones inmediatas."
En un informe de Pablo García Medina titulado Profilaxis y estadística de la lepra en
Colombia presentado siendo director honorario de la Oficina Sanitaria Panamericana y
director de Higiene de Colombia en 192… escribió: “ La organización científica de los
leprosorios en Colombia principió en 1905. En este año, me comisionó el Presidente de la
República, General don Rafael Reyes, iniciador de esta importante obra. Para estudiar el
estado en que se hallaban los Lazaretos que hasta entonces servían para un defectuoso
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
e inconveniente aislamiento de los enfermos de lepra. Se me dio también la comisión de
proponer un nuevo plan de organización y reglamentación de los leprosorios. Se hizo, en
consecuencia, un estudio de los sistemas de aislamiento que la ciencia aconseja: el
Hospital y la Colonia… la Colonia, tiene grandes ventajas para los enfermos, porque allí
pueden vivir en común llevando una vida social y dedicándose muchos de ellos a ejercer
algunas pequeñas industrias, y principalmente el cultivo de la tierra. El ideal de este
aislamiento sería el que se estableciera en una o más islas, donde pudieran aislarse los
leprosos de tal modo que tuvieran campos para cultivos y medios de establecer
pequeñas industrias que les dieran ocupación y ayudaran a su subsistencia; pero como
Colombia no posee, en ninguno de los dos océanos que la bañan, isla alguna que reúna
estas condiciones, propuse al Gobierno que se adoptara un sistema mixto, es decir, el de
Colonias con Hospitales, y en esta forma se organizaron los tres lazaretos de le
República…Además de los hospitales, hay en estas colonias edificios para bibliotecas,
clubes, billares, escuelas, teatros, asilos para niños sanos hijos de leprosos, que se
separan de sus padres para evitarles el contagio. Se proyecta construir asilos semejantes
en las otras leproserías / Contratación, Caño de Loro/…Los médicos tienen un edificio
para habitación, situado muy cerca del lazareto, donde tiene laboratorio y servicio de
desinfección.
Las colonias están vigiladas por un cuerpo de policía para impedir la comunicación de los
enfermos con los habitantes de las poblaciones cercanas…
A los lazaretos no entra ningún enfermo sin haber sufrido previamente dos exámenes
clínicos y bacteriológicos. En Bogotá hay un laboratorio dirigido por el ilustrado leprólogo
doctor Luis F. Torres G. encargado de rectificar los diagnósticos y resolver las dudas que
se presentan…
… el censo de los leprosos de Colombia, formado oficialmente dos veces, dio el número
de 6.588; de éstos están ya asilados en los tres lazaretos 5.540, así: en la colonia de
“Agua de Dios”, 2.271 enfermos; en la de “Contratación”, 2.476 y en la de “ Caño de Loro”,
situado en una pequeña isla en el Atlántico, 213. Faltan, pues, por aislar, 1.128
leprosos… Por los datos que preceden se ve que Colombia tiene aislado en los tres
leprosorios el 79 por 100 de todos sus leprosos..
La población de Colombia, según el censo de 1912, es de seis millones doscientos mil
habitantes; hay, pues, un leproso por cada mil habitantes…
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Pede decirse que la lepra es una enfermedad rural; muy al contrario de la tuberculosis…
En la leprosería de “ Agua de Dios”, cuya clima es caliente seco, se tiene por cierto que
nunca se ha observado un solo contagio en las personas sanas que han vivido allí;
observación exagerada, pero que si demuestra que le enfermedad no se transmite con la
misma facilidad que en los climas templados y húmedos. Fundándose en estas
observaciones, la autoridad sanitaria dispuso que no se establecieran leproserías sino en
lugares cuyo clima no está comprendido entre 16 y 24 ª centígrados…”
Muñoz Rivas: Como... 7°" En Colombia, los focos leprógenos están localizados en las
comarcas donde se observa incidencia alta de la pulga" se puede concluir que: " De
conformidad con los trabajos descritos en estas notas preliminares, se puede considerar a
las pulgas como vehículo del bacilo de Hansen, y los hallazgos de laboratorio,
confirmados varias veces en la naturaleza, en relación con estos hematófagos, deben
tenerse en cuenta en la Profilaxis de la Lepra . No podría pasar por alto esta conclusión,
sin llamar la atención sobre la inmensa labor de saneamiento que en el país adelanta el
Instituto de Crédito Territorial, con la construcción de la vivienda campesina, paso
definitivo en toda campaña de higienización, pero el más esencial en la Profilaxis de la
Lepra y que debemos a la inteligencia de nuestro ilustre presidentes, el doctor Eduardo
Santos."
Restricción de los derechos civiles y medidas de control sobre los enfermos.
Antes del descubrimiento de Hansen. Tiempos republicanos.
La Ley 1 de 1833 empezó a organizar los lazaretos en Colombia
Aún en tiempos previos al reconocimiento del papel del Mycobacterium leprae, el
gobierno nacional, bajo la presidencia de francisco de Paula Santander, expidió la ley 5 de
agosto de 1833 en la que los derechos civiles, a la luz actual, de las personas con
lepra eran restringidos por el temor a la diseminación y el contagio de la lepra. En los
artículos 23, 27 y 38 del titulo 2 de esa ley, rezan, respectivamente: “Luego que se
tenga informe de que alguna persona se halla atacada de elefancia, el jefe político del
respectivo cantón procederá á hacerla reconocer por un profesor de medicina; í si no lo
hubiere en el lugar, la remitirá para el efecto al lugar más inmediato en donde lo haya. Si
del reconocimiento que deberá certificar por escrito el profesor con juramento i bajo su
firma, resultare que dicha persona padece realmente la elefancia, se dará aviso al
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
gobernador de la provincia i se dispondrá que se le conduzca al lazareto con las
correspondientes precauciones y seguridades, i comunicará el envío al gobernador de
Cartagena para su reconocimiento i el del director del lazareto, especificando el nombre,
apellido, edad, estado i vecindario del leproso “; “Si los mismos [los enfermos] tuvieren
hijos pequeños, o les nacieren después de estar en el lazareto. i estuvieren sanos, se les
quitarán inmediatamente i se entregarán a algún individuo de la familia que quiera
recogerlos i criarlos, o se enviarán a la casa de espósitos; en defecto de una u otra cosa,
se repartirán entre personas caritativas que se encarguen de su crianza; i si esto no
puede conseguirse se pagarán nodrizas de las rentas del establecimiento para que tomen
a su cargo las criaturas, procediéndose en el particular por la junta gubernativa con toda
la posible economía” ; “ No se permitirá de manera alguna que las ropas de los leprosos
se lleven a lavar fuera del distrito local del lazareto: todas deben serlo dentro de él, por
las lavanderas de que se hablará más adelante. Se impedirá, con la mayor vijilancia, el
contacto de los leprosos ó de las cosas que ellos usan o manejan con las personas sanas
que habitan ó visiten el establecimiento; i para precaver eficazmente todo contajio se
adoptarán las demás medidas sanitarias que aconseja la prudencia, oyéndose en el
particular los avisos del médico-cirujano por la junta gubernativa, que dictará las reglas
convenientes”
Por la Ley C de 1864 se creó el lazareto de Agua de Dios por orden del Estado de
Cundinamarca, y por la Ley C de enero 15 de 1873 se dio el nombre de Aldea de Agua
de Dios.
Después del descubrimiento de Hansen. Tiempos republicanos, con la participación de la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bogota (Academia Nacional de Medicina de Colombia), de la Constitución Centralista de 1886, y la constitución de la Junta Central de Higiene.
Tras el reconocimiento a partir del descubrimiento de Hansen del papel del
Mycobacterium leprae el temor al contagio aumentó y con él las medidas de control
sobre los enfermos.
Todas las siguientes medidas fueron dictadas en el ámbito de un gran temor al contagio
y con el respaldo de las ideas médicas dominantes en el concierto internacional, por las
autoridades sanitarias nacionales con el apoyo de la Academia Nacional de Medicina.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Ley C del diciembre 18 de 1879. Se suprimió la Aldea de Agua de Dios
Ley de noviembre 16 de 1881. Se volvió a la aldea
Ley 104 de 1898. Ordenó el aislamiento total y la implantación de retenes.
Monedas de Lazareto en Colombia. 1901.
La primera emisión: El 12 de marzo de 1901, por decreto 300, el Gobierno nacional
autorizó al Ministerio del Tesoro emitir las cantidades y tipos siguientes: 12000 pesos en
piezas de 50 centavos, 6000 pesos en piezas de valor de 20 centavos, 1000 pesos en
piezas de valor de 10 centavos, 500 pesos en piezas de valor de 5 centavos y 500 pesos
en piezas de valor de 2,5centavos. Las monedas de 1901 que fueron acuñadas en la
casa de la Moneda de Bogotá son de cobre con diferentes aleaciones, por lo cual se
conocen estas monedas desde color café oscuro hasta una amarilla casi dorada. y tienen
los valores de 50, 20, 10, 5 y 2,5 centavos. Estas fueron las primeras moneas de lazareto
que se acuñaron en Colombia y popularmente se les llamó "coscojas" que significa de
poco valor.
El 29 de mayo de 1905 se acordonó con una alambrada el lazareto y se dispuso de una
policía interna, enfermos, y otra externa, sanos.
Ley 14 de 1907. Organizó el tema de los subsidios o ración para los enfermos, las
monedas, la clínica y los hospitales
Desinfección Disposiciones acerca de la desinfección de locales ocupados por enfermos
de lepra .Resolución 72 de 1907
Aislamiento. Para disfrutar de las garantías legales se necesita que los enfermos residan
dentro de uno de los lazaretos oficiales. Artículo 20, Ley 14 de 1907. A los enfermos no
contagiosos se les pude dejar en libertad, con ciertas condiciones Ley 32 de
1932.Condiciones para obtener el aislamiento a domicilio Resolución 60 de 1933.
Monedas de Lazareto en Colombia. 1907.
La Segunda emisión: Decreto # 1452 de 30 de noviembre de 1907.Las monedas de 1907
que fueron acuñadas en la casa de la Moneda de Bogotá, por decreto de 30 de
noviembre:"Artículo 10. Destinase para restablecer la circulación metálica en los
Lazaretos de la República la cantidad equivalente a treinta mil pesos oro, en moneda de a
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
1,5 y 10 pesos papel moneda P/M, la cual quedará a disposición del Ministerio de
Gobierno, a fin de restablecer aquella circulación y cambiar por esta clase de moneda los
billetes nacionales que están en poder de leprosos". .Artículo 20 Todos los billetes
nacionales procedentes de los lazaretos se pasaran al Ministerio de hacienda y Tesoro
para que sean incinerados y reemplazados por billetes nuevos"
Estas monedas de 1907, fueron acuñadas en Bogotá con el metal que se recuperó con la
fundición de las antiguas monedas de cuproniquel que el gobierno, de Rafael Reyes,
desmonetizó, son de níquel, y que son de la denominación de 10, 5 y 1 pesos, papel
moneda, corresponden a una edición nacional del mismo año en que hubo una gran
devaluación por la que le quitaron dos ceros a cada valor. Así la de 10 correspondería a
1000, la de 5 a 500 y la de 1 a 100.
Policía Nacional. Se crea en cada uno de los lazaretos un Cuerpo de Policía que tendrá
el carácter de cordón sanitario. Decreto 414 de 1911.
Policía Interna. Se establece en el Lazareto de Agua de Dios un Cuerpo de Policía
Interna de sanos y enfermos. Resolución 9 de 1908.
Cordón sanitario A los lazaretos no se puede entrar sino con permiso de autoridad
competente .Artículo 65 de la Resolución 174 de 1913
Secreto profesional. Todo médico que fuere consultado por un leproso quedará
legalmente desligado del secreto profesional. Artículo 1, Resolución 100 de 1919.
Tratamientos No se podrán establecer en los leprosorios nuevos tratamientos ni hacer
experimentos para curar la enfermedad. .Artículo 15, Resolución 505 de 1919
Correspondencia La correspondencia cursará única y exclusivamente por la
Administración Interna de Correos, y será desinfectada. Resolución 6 de 1921
Monedas de Lazareto en Colombia. 1921
La tercera emisión: ordenada bajo la presidencia de Marco Fidel Suarez, por medio de los
decretos 2209 de 1918 y 68 de enero de 1919 en los que se dispuso que las monedas
del lazareto pasaran de peso a centavo. Aunque no se ordenó la acuñación de monedas
de 50, estas si se acuñaron. Las cantidades acuñadas para 1921 son de níquel y
corresponden a los valores de 50, 10, 5, 2 y 1centavos. Las cantidades acuñadas fueron
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
300.000 de 1 centavo; 350.000 de 2 centavos; 200.000 de 5 centavos; 200.000 de 10
centavos y 120.000 de 50 centavos.
Pasaportes. Según la resolución # 17 del 28 de marzo de 1925 firmada por el Director
General de Lazaretos, practicado el examen y declarado leprosos el individuo, la primera
autoridad política del lugar procederá a expedirle el pasaporte, el cual tiene por objeto
abonarle los auxilios necesarios para trasladarse al lazareto que se le señale.
Perímetro de los lazaretos Es fijado por el Gobierno de acuerdo con las necesidades de
las leproserías. Artículo 17, Ley 20 de 1927.
Cervezas. Sólo las cervezas de 4 por 100 de alcohol pueden expenderse en los lazaretos
Artículo 4° de la Resolución 39 de 1928
Monedas de Lazareto en Colombia. 1928
La cuarta emisión: La moneda de 1928 es de bronce, aunque se conocen algunas piezas
acuñadas en cobre rojo, y sólo se acuñó un valor 50 centavos
Todas las monedas de todas las ediciones tienen en una cara una estilizada Cruz de
Malta.
Se acuñaron monedas en los lazaretos de Filipinas, Venezuela, Brasil y la Zona del Canal
de Panamá. La acuñación más temprana corresponde a la de Colombia.
En Colombia no hubo emisiones de estampillas con relación a los lazaretos
El estado de Massachusetts, cerca del año de 1900, utilizó la isla de Penikese para los
pacientes con viruela y a partir de 1905 para los pacientes leprosos a pesar de la protesta
de los islas vecinas. De los 20 pacientes con lepra que había en ese momento en eses
estado sólo fueron a vivir allí 5. La isla continuó como un leprocomio hasta 1921 cuando
los últimos 6 pacientes que había allí fueron trasladados al leprosorio federal de Carville
en Louisiana. Después del traslado de los pacientes, los edificios del leprocomio de la isla
fueron quemados y dinamitados con la expectativa que esto mataría a todos los
gérmenes.
Curación Social Prácticas que deben seguirse con los enfermos que se encuentran en
buenas condiciones de salud respecto de la enfermedad para ponerlos en observación. Si
el examen bacteriológico, que debe ser hecho tomando biopsias de las zonas
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
sospechosas que el enfermo presente y del moco, diere resultado negativo; y si de un
cuidadoso examen clínico se le encontrare sin lesiones abiertas, el médico debe hacerlo
comparecer, en calidad de postulante a la observación, ante una Junta general formada
por todos los médicos del Lazareto. Resolución 34 de 1929
Permisos. El Departamento Nacional de Higiene concederá a los enfermos de lepra
permisos para salir de los leprosorios por un tiempo prudencial. Resolución 96 de 1932.
Cédula de residencia. Se establece la cédula de residencia para las personas sanas a
quienes se les ha permitido residir en los lazaretos Resoluciones 46 de 1933, 109 de 1933
y 2 de 1934
Cédula de ciudadanía, Las disposiciones sobre cédula de ciudadanía no son aplicables a
los ciudadanos y funcionarios residentes en los leprosorios. Decreto 151 de 1935
Pases. Todas las personas sanas y enfermas de lepra residentes en el perímetro
aislado, necesitan proveerse de pase para llegar a los edificios que están ubicados en la
parte externa. Resolución # 406 de 1937, noviembre 12. Director Nacional de Lazaretos.
Cédula de Identidad Se establece la cédula de identidad personal de los enfermos de
lepra residentes en los lazaretos Resolución 188 de 1937
Empresas de transporte Se prohíbe a las empresas de transporte conducir personas
que se hallen atacadas de lepra. Resolución 9 de 1929.
Facultad de Medicina Se crea en la facultad la Cátedra de Leprología. Artículo 10 de la
Ley 32 de 1932
Hijos de enfermos El Gobierno toma a su cargo los niños que residan en los lazaretos
Artículo 4, Ley 14 de 1907.
Los asilos para niños sanos hijos de leprosos funcionarán en lugares cuya distancia
impida el trato fácil con los enfermos. Artículo 6, ley 20 de 1927.
Los hijos de padre o madre leprosos, que no presenten manifestaciones de la misma
enfermedad, serán separados del enfermo. Resolución 60 de 1933
Tabaco. La vigilancia y control sobre el consumo del tabaco quedará a cargo de la
Administración de rentas del respectivo Departamento donde quede ubicado el sanatorio
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
o leprocomio. Artículo 9. Decreto 94 de 1940
La ley 39 de 1947. Habló de sanatorio de Agua de Dios.
A partir de la recuperación de los derechos civiles.
La recuperación de los derechos civiles de la pacientes afectados por la lepra comenzó a
cambiar con la mayor conciencia mundial que surgiò alrededor del concentimiento
informado y la necesidad de tener el cuenta la voz de los pacientes a partir de los Juicios
de Nuremberg, terminada la Segunda Guerra Mundial , y en la que se condenaron los
excesos y crìmenes de guerra hechos a nombre de la investigación cientìfica.
Ley 148 de diciembre 22 de 1961. Aumentó el subsidio de alimentación y autorizó a la
asamblea departamental para erigir un municipio en el territorio de Agua de Dios El día
13 de marzo de 1966 se declaró oficialmente inaugurado el municipio.
Con base en la ley 100 de 1993, el 22 de junio de 1994 el decreto 1288 convirtió el
Sanatorio en Empresa Social del Estado
Ley 380, de 1997, artículos 1 y 2. Eleva el valor de un salario mínimo legal mensual el
subsidio del tratamiento que recibe el enfermo de lepra
La lepra y la estadística sanitaria nacional
Por ser los casos de lepra crónicos, terriblemente deformantes y existir desde un principio
la discusión sobre el confinamiento de los enfermos, estos siempre llamaron la atención
de los vecinos e hizo que su ubicación y conteo fuera más fácil que el de cualquier
enfermedad . Con la lepra comenzó el registro, en forma de lo que hoy llamamos
prevalencia, de los enfermos, en lo que hoy es Colombia
Con la encuesta que recomendó, en 1889, la Junta Central de Higiene y su estudio por
parte del Dr. Gabriel Castañeda, se inició por primera vez en Colombia la encuesta
epidemiológica. Esta se hizo más completa y sistemática con la ordenada por el
Gobierno Nacional entre 1905-1906.
En un informe de Pablo García Medina titulado “Profilaxis y estadística de la lepra en
Colombia presentado siendo director honorario de la Oficina Sanitaria Panamericana y
director de Higiene de Colombia en 1925… escribió: “ Aceptado por el Gobierno el plan
que propuse, principié en 1906 a organizar estas colonias, que estuvieron a mi cargo
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
hasta 1915. Al mismo tiempo me propuse hacer formar una estadística o censo completo
de los leprosos que había en Colombia; censo que se repitió cinco años después, a fin de
tenerlo tan completo como era posible. Como se verá adelante, por estos trabajos
estadísticos se ha llegado a demostrar que los leprosos de este país llegan a 6.558, dato
oficial exacto, muy distante de la cifra de 20.000 que se le da erróneamente a Colombia
en periódicos y en libros de Europa y América.”
Etiología. Contagio versus herencia
I periodo: desde la segunda mitad del siglo XVI hasta 1873.
Según lo consigna la historiadora Gardeta en su artículo sobre la lepra en la Nueva
Granada , el protomédico de Cartagena entre 1796 y 1815 , Juan de Arias, convencido
como estaba de la contagiosidad de la lepra y al ver esta enfermedad más entre los
negros y notar la práctica del uso de nodrizas negras para niños blancos, escribió que
su propagación podía deberse a “ la lactación que dan frecuentemente las negras a los
hijos de los blancos”.
Esta idea de la contagiosidad de la lepra fue expuesta en la ordenanza española de
1751. En esta se mandaba que el alcade barrio debía encargarse de quemar todo los que
hubiese utilizado el enfermo, y revocar y blanquear las paredes y enladrillar el suelo.
Como causa se pensó en los alimentos. Uno de los primeros que creyeron en el papel
de los alimentos en la generación de la lepra fue José Félix Merizalde quien en su libro
Epitome de los elementos de Higiene, publicado en 1828, escribió en el apartado de
alimentos y sobre el cerdo " Yo he observado que en cierto lugar de este departamento
que se mantienen muchos marranos que se alimentan en los pantanos i bebe aguas de
ellos, sus habitantes padecen más de lasarino. También he notado que muchos de los
que matan marranos se ven atacados de la lepra". El doctor Merizalde publicó en 1833 su
Disertación sobre la elefancia y en 1834- 35 otro titulado Nuevos ensayos sobre la
elefancia
Ricardo de la Parra además del consumo de un tipo de cerdos como causa de lepra ,
creyó también en que el consumo del gallo espedalco era una causa. Otros autores
creyeron que el consumo de la raza de gallinas, llamadas de cochinchina fue también
causa
En el departamento de Boyacá se le echaba la culpa al consumo de la carne de curí, pato
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
y carnero
Hutchinson en el siglo XIX creyó que la lepra se adquiría por comer pescado u otros
alimentos en descomposición.
Para Zambaco, reconocido estudioso de la lepra, del Viejo Mundo en 1884, las causas
principales de la elefancia eran: la mala alimentación, pescado salado, aceites rancios de
oliva o sésamo, quesos salados, bebidas alcohólicas, grandes oscilaciones de la
temperatura ambiente, desaseo personal y emociones vivas.
A finales del siglo XIX la discusión sobre la etiología de la lepra estuvo entre los
partidarios de la causalidad no contagiosa y los partidarios de las ideas contagionistas
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, ya aceptado el papel del bacilo de
Hansen, se creyó que las personas de los Departamentos de Boyacá y Cundinamarca y
Santander por su consumo excesivo de chicha, en los dos primeros , y de guarapo en el
segundo y por el consumo abundante de ají tenían condiciones que favorecían el
desarrollo de la lepra.
Muchos de los enfermos le echaban la culpa al enfriamiento brusco. Dentro de esta
creencia, por el tipo de vida que llevaban los campesinos, más expuestos a tales
enfriamientos, fue que Ricardo de la Parra creyó que era la causa para que los
jornaleros del campo sufrieran más lepra y , en la ciudad, las cocineras.
El doctor José Joaquín García en 1844 en su obra “Parálisis tegumentaria. Lepra leonina
o lázaro”, emitió entre nosotros la teoría de que la elefancia era una parálisis tegumentaria
por alteración especial del sistema nerviosos periférico, debida probablemente a algún
virus; esta idea se diferenciaba de la que en 1858 emitió el Dr. Ricardo de la Parra, en
que para éste la verdadera causa y asiento de la enfermedad residía en la astenia del
sistema nerviosos general. El Dr. Ignacio Pereira sostuvo, en 1867, que la elefancia era
una enfermedad parasitaria, lo mismo que todas las otras enfermedades contagiosas, y,
en consecuencia, proponía un tratamiento parasiticida, pero sus estudios no se basaban
en la experimentación sino en inducciones especulativas, a que sin duda dieron origen la
lectura del libro de Danielssen y Bock, en que se decía, por primera vez, que el ácaros era
muy frecuentes en los elefancíacos de Noruega. Desde fines del siglo XVIII el Dr. José
López Ruiz, en un informe al Virrey, decía que autores muy respetables consideraban la
elefancia como producida por singulares gusanillos microscópicos; pero, aunque admitía
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
esta etiología, creía que la enfermedad no era contagiosa.
El médico colombiano José Joaquín García, sostenía en 1842 que la lepra era una
parálisis tegumentaria con anestesia, debida a la destrucción de los filetes nerviosos por
un " virus", o tóxico.
En la Gaceta Médica de Bogotá, de marzo de 1867, Nicolás Osorio en un estudio crítico
sobre la Tesis de grado del médico Ruiz, emitió la opinión de que las lesiones de la
elefancia eran debidas a neuritis En 1867, Eloy Ordoñez, micrógrafo colombiano residente
en París, describió las lesiones neurales (el espesamiento del neurilema de los nervios
periféricos, y la destrucción de los acecillos nerviosos) de la lepra, casi simultáneamente
con Virchow
Etiología. La teoría bacteriana.
II período. Desde 1873 hasta 1961.
Aunque desde 1873 se demostró la existencia del bacilo en las lesiones leprosas, el
carácter contagioso de la lepra fue muy discutido como se puede ver por la respuesta
que la dio la Academia Nacional de Medicina la carta que hizo llegar a esa institución el
Ministro de Gobierno el 16 de Marzo de 1897, según se encuentra en el informe leído en
la sesión solemne de la Academia Nacional de Medicina el día 21 de julio de 1897: "Este
Ministerio desea conocer la ilustrada opinión científica de la Academia sobre algunos
puntos de cuya solución dependen las providencias que en lo sucesivo haya de adoptar el
Gobierno en lo que se relaciona con el gran problema de la lepra tuberculosa, que tan
vivamente ha preocupado su atención. Estos puntos son los siguientes: ¿La lepra es
contagiosa? ¿Deja de ser contagiosa la lepra por estarse medicinando el que la padece
por el procedimiento seroterápico ¿ Cuál es el medio más eficaz para evitar el contagio de
la lepra? "
En este mismo informe se encuentra escrito que" La cuestión relativa al contagio de la
lepra se ha discutido con gran detenimiento en el seno de esta Corporación años atrás,
así como lo fue también en el Congreso Médico, siendo decidida contagionista la mayoría,
y excepcionalmente anticontagionistas cuatro de sus miembros, por no estar probado
clínicamente el hecho de la inoculación. Se citaron opiniones de clínicos distinguidos que
no son partidarios del contagio, como Zambaco, Danielssen, Lucio y Alvarado y Boek. El
asunto quedó, pues, en discusión, y el hecho de que no se haya demostrado, no resuelve
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
de una manera definitiva el problema; pues una cosa es el contagio, que es un hecho de
observación, y otra cosa es el descubrimiento del agente patógeno, el estudio de sus
propiedades biológicas y la demostración de su especificidad: esto es , la determinación
del modo como se realiza el contagio"
En 1905 el Dr. Juan de Dios Carrasquilla presentó al tercer Congreso Científico
latinoamericano su Memoria Intitulada: La lepra en las que dice que la lepra es infectiva,
que el hallazgo del bacilo de Hansen en el contenido intestinal de la pulga constituye una
presunción a favor de la posibilidad de transmisión por ese medio y que " El aislamiento
empírico, sin objeto determinado, ha sido ineficaz en todo tiempo para contener la
propagación de la lepra. Es además, una medida cruel, inhumana y vejatoria de la
dignidad del hombre y de sus derechos individuales" y "El aseo, la limpieza, tanto de las
personas como en las habitaciones, y particularmente teniendo en mira impedir la acción
de las pulgas, es lo que debe recomendarse como medida profiláctica de primera
necesidad. Debe inculcarse esta noción desde la escuela a los niños y hacerla conocer
del pueblo para que sepa donde está el peligro y se precava de él".
En 1907 publicó un informe el Médico Jefe del servicio científico de las leproserías
nacionales , al Ministro de Gobierno, sobre el lazareto de Agua de Dios. En el hace notar
la necesidad de hacer construir un buen edificio para alojar a los médicos y establecer un
laboratorio bacteriológico; resalta la importancia de la desinfección de las casas que dejan
los elefancíacos al trasladarlos a los leprosorios, para evitar la posibilidad del contagio
indirecto; llama la atención sobre la conveniencia de una moneda metálica especial, para
evitar que los enfermos de Agua de dios manoseen el papel moneda nacional; habla de la
conveniencia de proveer el leprosorio de máquinas de lavar y de desinfectar la ropa sucia
de los hospitales, así como de la desinfección de la correspondencia en aparatos de
mayor capacidad.
En 1907, en el Boletín de Medicina del Cauca, n ° 182 publicó el Dr. P.P. Scarpetta su
trabajo La Lepra y el contagio donde opina que la elefancia se transmite por las pulgas,
chinches y moscas, por el contacto íntimo, habitaciones, muebles y ropas de los
enfermos; que la puerta de entrada de la infección sería la mucosa bucal o nasal, y
también la piel y que se necesita predisposición, porque hay inmunidad temporal
adquirida y natural. En este mismo Boletín viene el informe de la Comisión enviada a la
habana por el Gobierno de Colombia, para estudiar el tratamiento de la elefancia por el
mangle rojo, según el método del Dr. Matías Duque.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Como ha sido tan difícil estudiar la infección, no la enfermedad, por el M. leprae, el
período de incubación no está claro, aunque un estudio de excombatientes
norteamericanos, que estuvieron en áreas endémicas, demostró medianas de incubación
con un rango entre 2 y 5 años para la lepra paucibacilar y de 8 a 12 años para la
multibacilar.
En Colombia, en las región del Chocó, predominantemente habitados por personas
afrocolombianas, predomina la lepra tuberculoide.
Un estudio ecológico en Colombia para los datos de prevalencia de 1928, mostró una
asociación positiva con la altitud. Parece encontrarse en zonas de mayor altitud. En un
estudio en Colombia con los datos de prevalencia de 1928, se encontró que el promedio
de la humedad relativa estaba cercana al 80%.
En Colombia, desde los años 50, Muñoz Rivas sugirió la asociación de lepra con la
formación geológica de cretáceo. Esta sugerencia ha sido evaluada recientemente con los
datos de prevalencia de 1928, encontrándose un riesgo mayor para poblaciones
ubicadas en zonas que tiene cretáceo
Estudios en África y en Asia han demostrado una disminución significativa de la lepra,
asociada con el desarrollo económico, que influye en factores como la vivienda,
educación y nutrición. En Colombia, Muñoz Rivas defendió la hipótesis de la mala
vivienda como factor de riesgo en lepra, dando especial énfasis a la calidad de los pisos
que eran, y aún, siguen siendo de tierra. La lepra presenta tasas de incidencia y
proporciones de prevalencia mayores para la zona rural que para la urbana, y ésta puede
ser una de las causas para su disminución en Colombia, donde de una población rural del
70% a comienzos de siglo, se pasó al 30 % en el censo de 1983,.
Hansen afirmó " una enfermedad que es bacteriana no puede ser heredada"
Las investigaciones sobre los factores genéticos en lepra sólo fueron reiniciadas después
de la mitad del siglo XX. Se ha encontrado evidencia parcial de un factor genético
predisponerte para enfermar de lepra.
Existe una modulación de la respuesta inmune por las moléculas de la clase II del HLA,
insinuando la posibilidad de un gen Ir (de respuesta inmune) asociado con DR-3 y un Is (
de supresión) asociado con DQ-1.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
La desnutrición por afectar la inmunidad celular es un factor de riesgo para el desarrollo
de la enfermedad.
Los Mitsuda negativa pueden desarrollar con más facilidad la lepra y de presentar formas
multibacilares. Se ha podido establecer que la posibilidad de enfermar de lepra es mayor
en los individuos que tiene serología positiva para el PGL-I, que en aquellos con
serología negativa para el mismo antígeno
Gracias a los importantes estudios sobre la bioquímica del bacilo, Kato ha propuesto que
M. leprae es una bacteria dependiente de otras para su desarrollo.
Organización de la Lucha contra la lepra en Colombia en el siglo XX y XXI.
II período: desde 1873 hasta 1961.
En los primeros meses del año de 1915, el Gobierno encomendó la dirección de los
lazaretos a la Junta Central de Higiene que vino a sustituir la denominada sección 6° , del
Ministerio de Gobierno
En 1940 la lucha antileprosa en el país constaba de las entidades comprendidas en el
artículo 37 del Decreto número 2392 de 30 de diciembre de 1938, por el cual se
organizaba el Ministerio de trabajo, Higiene y Previsión Social. "Artículo 27. El
Departamento de Lucha Antileprosa estará a cargo de un Jefe,...a su cuidado tendrá
todas las dependencias de la campaña existentes hoy y las que se establezcan en el
futuro: Dirección de leprocomios, dispensarios antileprosos, médicos visitadores de la
lucha antileprosa, secciones de lucha antileprosa de las Unidades y Comisiones
Sanitarias, asilos, hospitales, sanatorios, preventorios." El artículo 5° de la Ley 32 de 1932
autorizó al, en ese momento ya extinguido, Departamento Nacional de Higiene para
fundar Dispensarios Antileprosos en las ciudades que estimare conveniente, dotándolos
del personal y elementos necesarios para su correcto funcionamiento. La acción de estos
organismos estaba determinada por la resolución número 84 de 1934, aprobada por el
Decreto Ejecutivo número 1099 de 1934.
El Laboratorio "Samper Martínez", que nació en 1917 como un laboratorio privado de
Salud Pública, y que se convirtió en un organismo estatal en 1928, se fusionó con otros
laboratorios estatales para conformar el Instituto Nacional para Programas especiales de
Salud - INPES-. Este Instituto se creó en cumplimiento de la ley 22 de 1959.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
En 1939, el doctor Luis Patiño Camargo, director del Instituto de Investigación de Lepra "
Federico Lleras Acosta", nombró como jefe de la Sección de Microbiología de dicho
Instituto al bacteriólogo Guillermo Muñoz Rivas y que ocupó hasta 1942. Al ser nombrado
el Dr. Luis Patiño Camargo Director del INPES y por existir en virtud del Decreto N° 643
del 20 de marzo de 1961 la Subdivisión de Investigaciones Epidemiológicas, el Dr. Patiño
nombro para ese cargo al doctor Muñoz Rivas. Desde este cargo, el doctor Muñoz trató
que el Instituto Federico Lleras Acosta se integrara al INPES pero no lo logró. Esto dio
como resultado que, con un decreto del 18 de junio de 1962, se creara la Sección de
Lepra del Instituto Nacional para Programas especiales de Salud - INPES-.. En 1962, el
país contaba con tres grupos de investigadores en lepra: el Instituto Federico Lleras
Acosta, la Sección de Lepra del INPES y la Sección de Lepra del Ministerio de Salud.
En 1947, por la ley 39, el gobierno se compromete a proporcionar asistencia hospitalaria
gratuita a los enfermos de lepra que no requieran aislamiento. Pero que por las
deformidades o incapacidades causadas por la enfermedad estén inhabilitados para la
vida social y el trabajo útil.
Gracias a la introducción en el lazareto de Carville, en Louisiana, Estados Unidos, por el
doctor Guy Faget en 1941 de la sulfona Promin y luego de otras sulfonas como el
Diasone, la Sulphetrone y la Dapsona comenzó una nueva era en el tratamiento de la
lepra.
En este mismo lazareto estadounidense los estudios experimentales realizados por
Storrs y Kircheimer con la inoculación del Mycobacterium leprae en el armadillo de 9
bandas (Dasypus novemcintus), en ratones y ratas permitieron un impulso en los
estudios de histopatología, microbiología e inmunología de la lepra
Con el descubrimiento de las sulfonas, dejó de ser obligatoria la reclusión obligatoria de
estos pacientes en leprocomios. Se da el nombre de sanatorios a los antiguos lazaretos;
se crean los consultorios para las enfermedades de la piel y se suprime el leprocomio de
Caño de Loro.
III período: desde 1961 hasta 1986.
La ley 148 de 1961 suprimió definitivamente los lazaretos y autorizó a las asambleas
departamentales de Santander y Cundinamarca para la creación de los municipios de
Contratación y Agua de Dios; igualmente, restableció los derechos civiles, políticos y
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
sociales a los enfermos de lepra. En su artículo 2 se consignó.: “A partir de la
promulgación de la presente Ley, las personas enfermas de Lepra tendrán los derechos
civiles y políticos y garantías sociales que consagra la Constitución Nacional, con
prerrogativas que les concede la presente Ley.”
En 1968, mediante el decreto 2470, se adscribe el control de la lepra a la División de
campañas Directas del Ministerio de Salud Pública. Su jefe expide la resolución N° 0643
del 2 de mayo de 1972, por el cual se adoptan el programa, el manual de operaciones y
los formularios e instructivos para el registro e información de datos, así como las normas
para la ejecución de las actividades oficiales del control de la lepra en todo el territorio
nacional, dando así origen al programa vertical. Se establecen los consultorios
dermatológicos en las ciudades capitales
En 1974, se aprobó el proyecto de creación de un laboratorio de campo en la ciudad de
San Gil que contó con el Instituto Nacional de Salud y la colaboración del Grupo de
Control de Lepra del Ministerio de Salud y del Hospital San Juan de Dios de esa ciudad.
En 1975, por medio de los decretos 350 y 356, se crea el Sistema nacional de salud y en
esta reorganización, el decreto 121 de 1976 coloca el Programa de Control de Lepra bajo
la Dirección de Atención Médica del Ministerio de Salud. Deja de ser una campaña
directa para convertirse en un programa a cargo de los servicios seccionales de salud.
En 1977, se firmaron los convenios de integración entre el Ministerio de salud Programa
Lepra y los Servicios de salud, traspasándose tanto los recursos materiales como
humanos a estas dependencias de orden departamental.
A partir de 1978, una vez entregados los recursos a las diferentes seccionales, se inició la
entrega de los pacientes para transformar la anterior campaña en un programa
horizontal.
En 1978, debido a la descentralización de la campaña de lepra del Ministerio de Salud a
los Servicios Seccionales de Salud, el laboratorio de campo de San Gil se cerró, y el Dr.
Muñoz propuso la fusión de la Sección de Lepra con el Laboratorio de Tuberculosis, para
crear el Grupo de Micobacterias.
El Ministerio de salud, mediante la resolución N° 10055 del 26 de julio de 1984, estableció
las normas y procedimientos para el control de la lepra por los Servicios Seccionales de
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Salud. El Programa de Control de Lepra dejó de ser una campaña directa para convertirse
en un programa más de las Seccionales de salud. Este objetivo parece que no se
cumplió.
IV período: desde 1986 hasta 1997.
Entre 1984 y 85 el Instituto le dio fuerza a la Red Nacional de Laboratorios. A partir de
1986, el Ministerio de salud, la Ayuda Alemana a los Enfermos de Lepra (AYU) y el Grupo
de Micobacterias intensificaron y retomaron las actividades del Programa de Control de
Lepra y se estandarizó la manera de establecer los diagnósticos y los tratamientos y
convenció a cada Servicio de Salud de tener un control adecuado de sus enfermos de
lepra. El Grupo de Micobacterias en cooperación con el grupo de Patología publicó en
1992 su manual de procedimientos " El laboratorio de lepra, Bacteriología y patología".
En 1987, por convocatoria del jefe de dermatología sanitaria del Ministerio de salud y con
la colaboración de la ayuda alemana a los enfermos de lepra se conformó un grupo para
proponer los cambios necesarios e implantar en todo el país el programa horizontal. El
proceso político cambió con la aparición de la ley 12 de 1986, y posteriormente con los
decretos 77, 78, 79, 80 y 81 de 1987, por los cuales se expidió el estatuto de
descentralización municipal y se asignó funciones para el mejoramiento de la vida
municipal. Con este marco político y por iniciativa de ese grupo de estudio de 1987,
conformado por personas pertenecientes al Ministerio de Salud ( grupo de Dermatología
Sanitaria), al Instituto Nacional de Salud ( Grupo de Micobacterias) y a la Ayuda Alemana
a los enfermos de lepra se preparó un documento que después de varias discusiones
sirvió para que el Ministerio de salud mediante la resolución N° 17048 del 4 de diciembre
de 1990, estableciera las normas científicas administrativas del programa del control
teniendo como base la ley 10 de 1990 y todo el proceso de descentralización político
administrativa del país
Tras la ley 100 de 1993 el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud (CNSSS),
estableció mediante el Acuerdo No. 117, la obligatoriedad de las Entidades Promotoras de
Salud (EPS), de las Administradoras del Régimen Subsidiado (ARS) y las Entidades
Adaptadas o Transformadas, en el cumplimiento de actividades, intervenciones y
procedimientos de demanda inducida, así como la atención prioritaria de enfermedades
de interés en salud pública, dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud;
mediante el mismo Acuerdo, el CNSSS, determinó la responsabilidad del Ministerio de
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
Salud en la elaboración de las respectivas Normas Técnicas y las Guías de Atención
Integral (GAI), para ser difundidas, desarrolladas y aplicadas en todo el país.
Por otra parte, se fijó como política nacional eliminar la lepra como problema de salud
pública antes del año 2000, reduciendo para esto la prevalencia a menos de un caso por
10.000 habitantes.
V período: desde 1997 hasta el presente, 2010
En Colombia la prevalencia o los casos que se encuentran en poliquimioterapia es de 0.7
x 10.000 habitantes, con 2.850 casos hasta el año de 1998, este indicador se encuentra
dentro del parámetro mundial de eliminación, según sugieren los datos registrados a nivel
nacional.
Aunque la prevalencia global del país actualmente es menor de 1 por cada 10.000
habitantes, este indicador no permite visualizar el problema en cada región, pues se sabe
que existen departamentos y municipios con prevalencias superiores a la meta de
eliminación por lo que se hace necesario que las acciones de detección temprana,
diagnóstico y tratamiento se fortalezcan en las áreas de mayor prevalencia.
En 1985 en Colombia se tenían registrados más de 12.000 casos de lepra. Un paso
significativo en su control fue la terapia multidroga contra el bacilo de Hansen,
preconizada por la OMS desde 1981 y que en Colombia se comenzó a usar desde 1986.
Esta terapia multidroga causó un impacto mundial extraordinario: redujo en los últimos 15
años en un 85% la prevalencia de la enfermedad, curó a más de 10 millones de personas
y evitó un sinnúmero de incapacidades. En 1991 la OMS comprometió a todos los países
endémicos en la tarea de eliminar la lepra para el año 2000. La eliminación se definió
como tener una prevalencia de la enfermedad menor de 1 caso por cada 10.000
habitantes.
Colombia cumplió esta meta en 1997. La prevalencia actual de la lepra en Colombia es de
0,8/10.000 habitantes. Su incidencia ha estado entre 650 - 850 casos nuevos por año en
los últimos 10 años. Actualmente hay menos de 3000 pacientes inscritos en el programa.
Mientras existan áreas geográficas colombianas en donde la prevalencia de la lepra sea
mayor de 1 caso/10.000 habitantes no habrá una eliminación satisfactoria. Esta cifra se
debe alcanzar en cada departamento, en cada municipio y en cada vereda.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
En el primer mes del año 2001, el control y vigilancia de los programas de lepra y
tuberculosis pasó al INS.
Lucha contra el estigma en Colombia
V período: desde 1997 hasta el presente, 2010.
El 13 de abril de 2002 se constituyó en el Sanatorio de Agua de Dios, Cundinamarca, la
organización no gubernamental que acogió a personas afectadas de lepra y parientes de
estas personas con el propósito de luchar contra el estigma, llamada Corsohansen,
Corporación social para la rehabilitación de los enfermos de lepra y consanguíneos . Esta
ONG, impulsa la celebración del Día de Lucha contra la Lepra, el último domingo del
mes de enero. Ha realizado desde el 2003 , hasta el presente, 2009, encuentros todos
los años, en Agua de Dios, y organizó un encuentro en el sanatorio de Contratación, en el
2008.
El autor de estas líneas, después de participar en varios de esos encuentros fue
nombrado hace 2 años como asesor de historia y antropología de Corsohansen, y en
esa condición viajó a mediados de julio de 2008 con los demás miembros de la ONG al
sanatorio de Contratación.
Profilaxis, tratamiento
I periodo: desde finales del siglo XVI hasta 1873
Cuente el doctor Adolfo de Francisco Zea, en su obra “ Juan de Dios Carrasquilla,
Hombre de Ciencia” que el doctor José Joaquín García en su obra” Parálisis tegumental,
Lepra leonina o Lázaro” menciona como tratamiento “ las soluciones de sal amoniacal
para quitar las manchas de la piel, la conocida y apreciada mixtura granadina, el
extracto de nuez vómica, la tintura acuosa de quina y alcanfor, el bálsamo de Tolú para
las úlceras, los extractos de plantas nativas como la otoba, el guaco, la teatina y el
frailejón silvestre, y finalmente, el guano, el estiércol de las aves del sur del continente
importado de Chile y el Perú que se administra a los leprosos por vía oral a la dosis de
tres dracmas dos veces al día”, y , que, sigue contando De Francisco, se publicó por
esos años del siglo XIX un documento, infortunadamente de autoría anónima, titulado
“Régimen que debe observar todo enfermo atacado de Elefancia o lepra en cualquier
estado de de la enfermedad” en el que además de mencionar los medicamentos
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
utilizados en esos tiempos , insiste en el papel el estado de ánimo del enfermo para
poder sobrellevar su enfermedad: “ Seguro como debe estar en enfermo de que no es ya,
como antes, una maldición espantosa ni una calamidad incurable; sabiendo que su mal ya
no tiene el carácter de irrevocabilidad que lo hacía semejante al infierno, debe tener su
ánimo tranquilo y confiado; debe tener esperanza y cultivar en su corazón ese bien del
alma, seguro de que se curará si pone todo su empeño en observar el régimen y en
hacerse escrupulosamente los remedios”
II período: desde 1873 hasta 1961
El aceite de Chalmoogra
El Doctor Lascario Barboza, que comenzó a dirigir el Lazareto de Caño de Loro en 1888
cuando había en él catorce enfermos hizo los primeros ensayos en Colombia con el
aceite de chaulmoogra , haciendo previas y posteriores fotografías, al tratamiento, de los
enfermos.
Según el Dr. Castañeda en su escrito Estudio sobre la lepra en Colombia, marzo de 1893:
" El tratamiento de la lepra comprende dos clases de medios: higiénicos y terapéuticos
.Medios higiénicos. Tanto para la seguridad del enfermo como para de los que lo rodean,
el enfermo debe someterse a una higiene bien dirigida... Medios terapéuticos. Los
numerosos hechos que registra la historia de curaciones espontáneas de la lepra, por los
solos esfuerzos de la naturaleza, deben estimularnos siempre para buscar el remedio
contra este mal.. Es verdad que la mayor parte de los medicamentos empleados hasta
hoy contra la lepra han fallado... Mencionaré simplemente varios medicamentos que se
han usado en el tratamiento de la lepra, pero que ya han caído en completo descrédito,
tales como el alumbre, el bismuto, el ácido oxálico, el antimonio, el hidrocalito asiático, la
hura del Brasil, la raíz de madar, las tisanas sudoríficas, el osocu, el bálsamo de Gurpín,
el aceite de acayú, el zoangnan, el azufre, etc. Hay otra lista de medicamentos que
pueden llenar indicaciones precisas y determinar una mejoría notable de síntomas. Entre
estos figuran el mercurio, el yoduro de potasio, el bromuro de potasio, el arsénico, el
aceite de bacalao, el aceite de Chaulmugra, los ácidos fénico, ginocárdico y salicílico, la
cresota, el salol, el salicilato de soda, el tanino, el sulfato de quinina, los ferruginosos,
especialmente el percloruro de hierro, el ictiol, el ácido priogálico, la crisarrobina, la
resorcina, el nitrato de plata y la estricnina...es preciso indicar que ninguno de ellos tiene
una acción específica sobre la lepra.... Se acepta hoy, generalmente, que este
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
medicamento es el más eficaz para el tratamiento de la lepra. La Comisión Científica
encargada por el Gobierno de estudiar el punto adecuado para fundar el Lazareto, a su
paso por Cartagena, visitó el Hospital de leprosos, y obtuvo los datos siguientes relativos
al tratamiento " El Dr. Barbosa, joven filántropo, estudioso e inteligente, ensayó al principio
simultáneamente varios tratamientos científicos aconsejados por profesores europeos,
para escoger el que mejores resultados diera, y viendo que los obtenidos con el aceite de
Chalmugra fueron superiores a todos los otros, se decidió por éste y sometió todos los
enfermos a tal tratamiento, cuyos resultados nos han dejado sorprendidos. Para mejor
apreciar los progresos de la reposición, el Gobierno, a solicitud del médico, dispuso hacer
un contrato con un fotógrafo para que tomara las fotografías de los enfermos cada
trimestre; pero como en tres meses no alcanzan a acentuarse de una manera sensible las
variaciones en el enfermo, solo se han tomado anualmente, desde febrero de 1889 hasta
el mismo mes de 1891... Con estas fotografías en la mano, las que adjuntamos al
presente informe, fuimos comparándolas una a una con los originales, y quedamos muy
sorprendidos al convencernos por nuestros propios ojos, de que estado de los enfermos
es mucho mejor del que presentan en las últimas fotografías.. El doctor Calvo y el señor
Román nos refirieron otros casos de curaciones en personas notables de la ciudad, que
desde hace bastante tiempo gozan de salud perfecta ( Revista de Higiene, número 37,
página 7)"( Anales del Congreso Médico Nacional 1893.)
En un informe de Pablo García Medina titulado “Profilaxis y estadística de la lepra en
Colombia presentado siendo director honorario de la Oficina Sanitaria Panamericana y
director de Higiene de Colombia en 192… escribió:
“ desde que se construyeron hospitales en las Colonias, se han aplicado los tratamientos
que la ciencia ha venido aconsejando para obtener la curación…En la colonia de “agua de
Dios” ( el doctor Montoya y Flórez) fue quien aplicó el atoxil y el salicilato de soda… Ha
sido el aceite de chalmugra el medicamento que más se ha compilado en nuestros
lazaretos, y el que mejores resultados ha dado... También se aplicó por algún tiempo el
ginocardato de sodio en inyecciones intravenosas, según lo aconsejó Rogers; pero las
mejorías que se obtuvieron fueron muy lentas y de poca importancia…Los tratamientos
especiales de la lepra en las colonias han estado bajo la dirección sucesiva de los
doctores J. B. Montoya y Flórez, Luís F. Torres, Julio Aparicio, Rafael del Valle, G. de la
Puente y Francisco de P. Barrera, ilustraos leprólogos a quienes se deben labores
importantes y muy activas en los lazaretos”
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
El 5 de mayo de 1929, salieron libres de Agua de dios a vivir con sus familias las primeras
personas curadas de Lepra, mediante el tratamiento de Chalmoogra y otras drogas ,
instaurado por el doctor Aarón Benchertrit, médico nacido en Marruecos, y al parecer con
experiencia en Venezuela y Europa. El total de aliviados fue como de doscientos
enfermos. Los celos profesionales acabaron con los dos tratamientos en 1933
En estos mismos Anales de la Academia Nacional de Medicina. tomo 1- entrega primera,
escribió el Dr. Manuel Uribe Angel sobre la Profilaxis de la Lepra " Si se admite como
verdad demostrada que la lepra es contagiosa y, por lo tanto, transmisible del hombre
enfermo al hombre sano, el aislamiento de los pacientes se impone como obligación
social; y si aún quedare alguna duda acerca del sentido en que debe resolverse la
cuestión, pienso que todavía el aislamiento conviene a los intereses de los pueblos y de
los individuos, con tal, eso sí, de que las medida que se tomen sean justificadas de tal
suerte, que a un mismo tiempo libren a los sanos de los peligros de la infección, y a los
dolientes, del triste estado en que los coloca el terror que infunden al vulgo, cuya creencia
en el contagio es indestructible.... Acomodándome a este principio, comienzo por decir
que para mí la lepra griega es una enfermedad esencialmente específica, microbiana,
contagiosa y crónica; y que, como todas las afecciones específicas, no debe tener sino
una sola causa eficiente, y dos o más o muchas coadyuvantes. Que, dado el caso,
provoquen la aparición del mal y el desarrollo subsiguiente de los destructores síntomas
que lo caracterizan....Partiendo de lo dicho, el empeño de los particulares debe
contraerse, a impedir el contacto íntimo entre sanos y enfermos, no por excesivo rigor
para éstos, porque la lepra no se contagia a distancia, aún suponiéndola corta, sino por
roce frecuente, por uso común de vestidos, por dormir en un mismo lecho, por comer con
una misma cuchara o en un mismo plato, por beber en un mismo vaso, especialmente si
hay excoriaciones en la membrana mucosa de los labios o de la boca, y, en fin, por esa
promiscuidad o, más claro, cohabitación estrecha, en que los gérmenes morbosos de un
doliente pueden pasar a los órganos de un sujeto sano ...Más claramente expresada
estas ideas, lo dicho equivale a que gobiernos y pueblos, penetrados de los altos
principios de la hermandad predicados por la civilización cristiana y por la filantropía, que
es su hija legítima, dulcifiquen en lo posible la tormentosa existencia de los dolientes y
lleguen hasta emancipar al hombre de tan pavoroso flagelo.
Hombre de muchísima más importancia que la mía, han indicado que el aislamiento
obligatorio de los enfermos, en lazaretos bien establecidos, está a la cabeza de toda
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
medida profiláctica. Yo lo he dicho también y lo digo ahora, a pesar de las objeciones que
alegan los que no creen en el contagio. Rechazo con toda seriedad la calificación de
inhumano que se da al que piensa que la secuestración de los contaminados es cruel y
ajena a los sentimientos de caridad; porque profesando, como profeso, aquel principio,
creo que al ponerlo en práctica cual lo entiendo, en vez de atacar los sagrados derechos
de algunos, los defiendo, al mismo tiempo que lidio por los de la comunidad social tomada
en su conjunto...Empero, prescindiendo por el momento de cuestiones de libertad, quiero
que se comprenda que si pido el aislamiento de los leprosos, no es con el fin de empeorar
su situación, sino, por el contrario, con intenso anhelo de que se les mejore por cambios
fundamentales.
Quienquiera que observe, aunque sea medianamente, habrá visto con lástima el
desdichado lote que toca al leproso cuando se le deja vivir libremente en sociedad. El mal,
por sí mismo, inspira invencible horror a los que lo contemplan. Tocar la mano de un
contaminado produce generalmente miedo. El leproso no puede hablar de cerca con el
sano ni puede vivir con él bajo un mismo techo; y esta aun tratándose de personas
allegadas. A esos pobres enfermos se les niega el vaso de la casa para beber; no se les
permite tocar las piezas de la vajilla, y se les vuelve la espalda cuando quieren saludar.
Los amigos los evitan, y los indiferentes les huyen. El mueble que usan queda manchado.
El hospedaje se les niega, y la repulsión que inspiran es visible....Trocar en ellos el
infierno de la vida pública por el consuelo de una existencia privada, razonablemente
cómoda y provista de consuelos, es para mí, y creo que debe ser para los demás y hasta
para los mismos pacientes, un cambio que ofrece ventajas innegables".
El doctor Pedro J. Pérez, cirujano, fue el primero en 1911, que optó por el procedimiento
de la aplicación de la Cánula a aquellos enfermos que no podían respirar libremente
Los esteres de chaulmoogra se preparaba en1940 en el Instituto Nacional de Higiene
"Samper Martínez"
Las sulfonas
La sulfona, Promin o pronamida, ( 4:4 diamino difenil - sulfona NN - didextrosa sulfonato
sódico), se aplicó por vía intravenosa para el tratamiento de la lepra por Faget, Pogge,
Johansen, D. Prejean y Eccles en el Leprosario Nacional de Carville ( Estados Unidos).
En 1946, Chochrane utilizó la sulfona base ( diamino -difenil- sulfona, conocida como
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
dapsona o DDS), en suspensión oleosa, por vía intramuscular, para tratar enfermos de
lepra en la India. En 1947, Lowe fue el primero en utilizar dapsona por vía oral para tratar
enfermos de lepra en Nigeria. En el mismo año, Opromolla la utilizó en el Brasil. En
Colombia, se utilizó el promin desde 1946.
La notable eficacia de la dapsona revolucionó el enfoque del control de la lepra, terminó
con el aislamiento de los enfermos y los pacientes pasaron a ser controlados de forma
ambulatorio, a través de un programa vertical. Pero pronto comenzaron a surgir
inconvenientes
Tratamiento.
III período: desde 1961 hasta 1986
En 1948, Barry y colaboradores demostraron la actividad antituberculosa de los productos
de oxidación de las fenilenediaminas y en 1960 se usó contra la lepra murina la
clofazimina (B 663)
La rifampicina fue introducida en el tratamiento de la lepra en 1970 por Leiker y Rees.
Luego fueron introducidas la etionamida y la protionamida
En 1965, Sheskin notó el buen resultado de la talidomina en los pacientes con reacción
leprótica
El comité de expertos en lepra de la OMS recomendó el tratamiento multidroga en su
quinto informe ( 1976), al menos con dos medicamentos eficaces contra M.leprae, para
evitar el desarrollo de la farmacorresistencia especialmente en los pacientes
multibacilares. Este hecho se reforzó en 1981, en la reunión de Ginebra del grupo de
estudio de la OMS sobre quimioterapia de la lepra, con su publicación del informe 675,
que recomendó los esquemas terapéuticos de Rifampicina, dapsona y clofazimina o
rifampicina, dapsona etionamida o protinamida
Laboratorio y enseñanza
II período: desde 1873 hasta 1961.
El Doctor Juan Bautista Montoya y Flórez publicó en 1910 su libro Contribución al estudio
de la Lepra en Colombia.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
En 1906 el doctor Pablo García Medina organizó la toma de moco nasal y de linfa de las
lesiones, que debían enviarse para coloración y confirmación del diagnóstico clínico de
lepra, al laboratorio central de referencia de Bogotá. El Médico Adjunto a la Sección de
Lazaretos del Ministerio de Gobierno, Dr. Pablo García Medina, pasó una Circular y envió
tubos capilares y láminas de vidrio a los Gobernadores de los Departamentos. Con el
objeto de que los médicos enviaran la linfa y el mucus nasal de las personas sospechosas
de elefancia, con el objeto de poder hacer el diagnóstico en el Laboratorio Central de
Bogotá. Dicha Circular contiene las instrucciones necesarias para la toma conveniente de
la linfa y del mucus.
El gobierno organizó por decreto una cátedra de leprología en la Facultad de Medicina de
la Universidad Nacional en 1932.
Según figura en el primer número de la Revista Colombiana de leprología de marzo de
1939 , el día 20 de marzo de 1939 se fundó la Sociedad Colombiana de leprología, que
se definió así mismo como una sociedad civil de carácter científico domiciliada en el
Instituto de Investigación de Lepra " Federico Lleras Acosta" de Bogotá. La primera junta
de esa sociedad fue constituida así: Presidente, doctor Arturo Robledo; Vicepresidente,
doctor Mario Bernal Londoño; Tesorero, doctor Luis Patiño Camargo; Secretario, doctor
Dario Maldonado Romero; Vocal, doctor Carlos Gómez Plata.
Textos
IV período: desde 1986 hasta 1997.
El Grupo de Micobacterias en cooperación con el grupo de Patología publicó en 1992 su
manual de procedimientos " El laboratorio de lepra, Bacteriología y patología".
El libro Lepra, publicado por el Instituto Nacional de Salud, en 1996.
La Cruz de Malta, la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bogotá
(Academia Nacional de Medicina de Colombia) y la lepra.
II período: desde 1873 hasta 1961.
El 20 de junio de 1883, el doctor Nicolás Osorio propuso que se diseñase una insignia de
la Sociedad de Medicina, para que se utilizara en la solapa cada uno de sus miembros: (
Adóptese una insignia o distintivo para la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales y
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nómbrese una comisión que se encargue de mandarla hacer) En la sesión ordinaria del
19 de julio de 1883, el doctor Gabriel J. Castañeda presentó a la Sociedad una muestra
del emblema que, en adelante, la distinguiría : una Cruz de Malta con dos colores.
Luego de la lectura y aprobación del Acta de la sesión del 20 de junio de 1883, el doctor
Castañeda "Presentó el distintivo de los miembros de la Sociedad: una cruz de malta con
dos colores" El Presidente, doctor Francisco Montoya Montoya ,dio las gracias al doctor
Castañeda y ordenó " que se diese una a cada uno de los miembros activos" El doctor
Proto Gómez Bohórquez propuso, y la Sociedad aprobó, lo siguiente:" Los miembros de la
Sociedad asistirán en corporación y en traje de ceremonia al paseo cívico que tendrá
lugar el 24 de Julio, en conmemoración del centenario del Libertador"" después de lo
cual el Presidente levantó la sesión.
El doctor Castañeda escogió la Cruz de Malta en razón a su vínculo con el estudio de la
lepra en Colombia y su conocimiento de la historia de la Orden de Malta. Ésta nace de
la determinación de unos mercaderes de Amalfi, Italia, de fundar en 1084, en Jerusalén, al
lado de la iglesia del Santo Sepulcro un hospital para peregrinos, que al estar consagrado
a San Juan Bautista, la orden que lo atendería se llamó la de Orden de San Juan del
Hospital de Jerusalén.
Se sabe que la lepra afectó a muchos cruzados. Uno de ellos fue el rey Balduino IV de
Jerusalén, conocido como el leproso, que fue rey de Jerusalén desde el 15 de julio de
1174 hasta su muerte en 1185.
Los miembros de la orden adoptaron la regla de San Agustín, el hábito negro y una cruz
de paño blanco con ocho puntas, las ocho bienaventuranzas
La Orden tuvo su primera sede en Jerusalén, en 1142. Tras la conquista de Jerusalén por
parte de Saladino en 1187 , pasó a San Juan de Acre, donde se construyó un hospital.
Cuando los cristianos fueron expulsados de toda Palestina en 1291, la Orden se instaló
en Chipre. Al perder la cristiandad a Chipre, la orden pasó a Rodas, y cuando los
cristianos perdieron esta isla, la orden pasó a la isla de Malta. El nombre oficial de la
Orden de Malta es Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de
Rodas y de Malta
La otra mirada: poemas, libros y música.
Del II al IV períodos
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Hugo Armando Sotomayor Tribín
1878. Adriano Páez abogado de los elefancíacos comenzó a escribir en 1885 el libro
Viaje al país del dolor, que fue editado en forma póstuma, en 1891 por el doctor
Carrasquilla
En el año de 1899 publicó en Bogotá el doctor Luis Arcadio Gaitán, médico, leproso,
recluido en Agua de Dios, un trabajo que tituló El contagio de la lepra, el cual critica las
voces de alarma " sobre el excesivo contagio de la Lepra; que no se alarme más a la
sociedad, con aquello que la ciencia no ha podido demostrar"
En “La Ciudad del dolor” de Adolfo León Gómez, en 1923
"Croniquilla de Contratación" de Álvaro Ruiz Arenas ( enfermo) 2 edición 1979
Bajo el ardiente sol de Agua de Dios" de Luis Antonio Martínez Morales,"Toño". Primera
edición 2001.
derroche,
Las noches de Agua de Dios.
( autor Adolfo León Gómez, Compositor Carlos Vieco Ortíz) 1924
Los que en sueños de amor hacen de risa derroche
no saben lo que es la noche en la ciudad del dolor,
si lo supieran lloraran con tan hondo desconsuelo
que las estrellas del cielo por no llorar pestañaran.
Tristezas de último adiós con ayes de cementerio
envuelven en sus misterios las noches de Agua de Dios,
vienen trayendo el gemido del lejano y triste hogar
de donde quitó el pesar el suave calor del nido.
Desengaños y reproches, y recuerdos y amarguras,
llenan de sombras oscuras la soledad de esas noches,
cenizas llevando van entre sus alas sombrías
de las muertes alegrías que ya nunca volverán.
V periodo: del 1997 al presente
La poetisa Argelia Josefina González Morales, “Chelita”, nacida en Inzá , Cauca, en 1932
y afectada de lepra desde la edad de 7 años, y ciega por la misma enfermedad desde
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1963, ha compuesto varios poemas desde su permanencia en el sanatorio de Agua de
Dios. Uno de ellos titulado “Quiero volver a ver”, escrito e el 5 de octubre 05 de 2007”
dice así:
Quiero caminar y buscar los ríos cristalinos
para que con su murmullo entonen cantos a mi señor
divino,
quiero ver con sus aguas la claridad del cielo,
quiero ver los árboles alegres cuando se mecen
con el vaivén del viento,
en los campos las flores perfuman el ambiente,
los colores de las flores se confunden con las
lindas mariposas que adornan el paisaje,
quiero volver a ver el bello amanecer
cuando el sol sale alumbrando toda la naturaleza,
quiero ver la luna blanca pálida y bella
rodeada de brillantes luceros allá en el firmamento,
no me gusta la noche oscura silenciosa meditabunda
con tanto desvelo y melancolía.
¿Porqué tanto dolor, amargura y sufrimiento?
mis ojos se llenan de lágrimas ardientes
que bajan por mis mejillas como aceite hirviendo,
siento un profundo dolor en mi cabeza
y un frío extraño que no puedo más,
mi cuerpo se estremece mis labios dormidos
por la cruel enfermedad,
tiembla mi boca se entreabre y da un último suspiro,
mi alma sale feliz volando viendo bellezas,
el sol la luna y las estrellas
y sigo cantando para llegar al cielo.
Prevención y tratamiento.
.Para prevenir la lepra y tratarla oportunamente, se debe pensar en ella y sospechar su
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presencia en personas sintomáticas de piel y con cualquier tipo de lesión cutánea, no
congénita, sea o no su motivo de consulta, de larga duración y que no haya respondido a
tratamientos previos.
Todo caso sospechoso de lepra debe someterse a estudio para confirmar si se trata de
lepra, siguiendo los siguientes pasos: historia clínica, con énfasis en el examen físico
dermato-neuro-oftalmológico; baciloscopia; biopsia.
El control de la lepra reposa en la búsqueda activa de casos nuevos de lepra, para
cumplir con el propósito de un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno. Toda
actividad de salud puede ser utilizada para la búsqueda de casos de lepra entre los
sintomáticos de piel y de sistema nervioso periférico. En los sintomáticos del sistema
nerviosos se buscarán en especial las áreas inervadas por los ocho troncos nerviosos
que con más frecuencia son afectados por la lepra (trigémino, facial, auricular posterior,
cubital, mediano, radial, ciático poplíteo externo y tibial posterior).
Estudios mundiales muy extensos avalados por la OMS en Venezuela durante más de 20
años y en Malawi mostraron que la vacuna BCG protege contra la lepra hasta en un 70%,
por mecanismos de inmunidad cruzada.
Por lo anterior, se debe vacunar con BCG al grupo de población de mayor riesgo o sea los
convivientes, entendiéndose que conviviente es toda persona que reside en la misma
vivienda de un caso confirmado de lepra. A todo conviviente, durante el tiempo que el
caso índice esté en quimioterapia, se le debe practicar al menos un examen clínico Las
pautas son: conviviente que presenta cicatriz de vacunación BCG previa, aplicarle una
dosis de BCG. Conviviente que no presenta cicatriz de vacunación BCG previa aplicarle
una dosis de BCG y un refuerzo 6 meses más tarde. Estas normas son hoy objeto de
debate
El tratamiento hoy en día está basado en la poliquimioterapia (PQT) con la administración
simultánea y diariamente de rifampicinna, clofazimina y dapsona, durante máximo un
año si le lepra es multibacilar y seis meses si es paucibacilar. El tratamiento lo administra
gratuitamente el Estado.
Historia de la lepra en Colombia
Hugo Armando Sotomayor Tribín
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