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18 de mayo, 2010
Comunicación en situaciones de crisis:
El caso del Fondo Monetario Internacional
El Fondo Monetario Internacional
Fundando, con el Banco Mundial, en 1944.
Actualmente tiene 186 países miembros, casi a la par de Naciones Unidas. Cuba y Corea del Norte son las únicas excepciones relevantes.
Su objetivo: promover la cooperación monetaria internacional fungiendo como un foro de consulta y colaboración.
Famoso alrededor del mundo por prestar dinero a países en crisis a cambio de condiciones en materia económica. Durante décadas el FMI ha sido protagonista central en numerosas crisis económicas, otorgando apoyo financiero.
Visto por sus críticos como brazo ejecutor del gobierno de Estados Unidos en materia de política económica internacional, imponiendo modelos económicos inadecuados y provocando recesión, desempleo y pobreza.
Una visión popular del FMI
¿Qué significa un préstamo del FMI?
La percepción popular del FMI tiene raíces en esas condiciones que se exigen a cambio de un préstamo, que muchas veces incluyen:
Un fuerte “apretón” fiscal. Esto es, aumento de impuestos y/o recorte del gasto público (en caso de dudas, preguntar a George Papandreou, actual primer ministro griego).
Un aumento (muchas veces significativo) en las tasas de interés (preguntar a deudores de la banca mexicana en 1995).
En el corto plazo, las consecuencias de un programa de ajuste, con o sin FMI de por medio, pueden ser muy duras:
Recesión (o una mayor recesión).
Caída (o mayor caída) del poder adquisitivo de los salarios y mayor (o mucho mayor) desempleo.
El malo de la película “Es un trabajo sucio y alguien tiene que hacerlo”. El FMI
sirve de chivo expiatorio, lo que es muy bienvenido por todos los gobiernos involucrados.
De hecho, muchos gobiernos no ayudan a otros (Estados Unidos a México, escandinavos a Islandia, Alemania a Grecia) si no hay acuerdo previo con el FMI, como un sello de garantía.
Y el gobierno del país que está pidiendo el préstamo muchas veces también trata de pasar parte de la factura al FMI (aparte de otras figuras más etéreas como los “especuladores internacionales” o los “mercados”).
El FMI, por su parte, no puede “defenderse” ante un fracaso (como Argentina 2001), y menos todavía reclamar parte del mérito cuando el programa es exitoso (como Brasil 2002).
Es, pues, un reto formidable de comunicación.
Tal vez necesario, sin duda impopular
Nueva importancia mundial
Así las cosas, es entendible que muchos gobiernos, y la población en general, reciban al FMI con tanto entusiasmo como un brote de peste negra.
En la reciente época de prosperidad mundial, sobre todo en 2000-07, decenas de países (alrededor de 40) pre-pagaron al FMI sus préstamos.
El organismo parecía encaminado a convertirse en un Fondo Monetario Irrelevante.
La crisis financiera global de 2008-09, y los problemas que han seguido, le han dado una nueva vida. Actualmente su importancia está fuera de toda discusión.
Lo que hace imperativo mejorar el modelo de comunicación dada la situación de crisis…. Y crisis en plural.
No una, sino dos crisis Por un lado, la crisis económica mundial, que sigue
teniendo secuelas de consideración, como hoy lo demuestra Europa, con el FMI jugando un papel central.
Por otro, la crisis del modelo de comunicación del FMI.
Avances… a partir de cero Ha habido avances importantes en años recientes,
sobre todo considerando el punto de partida (prácticamente cero).
De hecho, puede decirse que hasta mediados de la década de 1990, al FMI le importaba muy poco la comunicación y lo que el mundo pudiera pensar sobre el organismo.
Se veía como una especie de fondo o banco para emergencias de los países miembros (que lo es) y por tanto sus obligaciones eran con los accionistas (los países) y sus autoridades, no los habitantes respectivos.
El FMI era entonces acusado de ser una institución alejada del público y arrogante… y era muy cierto.
Los 70: ¿el Papa da entrevistas a medios?
Los 90: un desastre real y de comunicación
El presidente Suharto de Indonesia firma una Carta de Intención ante el Director Gerente del FMI, Michel Camdessus (Yakarta,
1998).
Los 2000: Una apertura sin precedentes
En enero 2001 se adopta una decisión para hacer públicos muchos documentos del FMI.
Actualmente se publican más del 90% de documentos como análisis sobre países y acuerdos con el organismo, incluyendo los programas específicos a cambio de préstamos.
En la última década se ha dado un gran énfasis a lo que se llama la propiedad (ownership) de un programa. Esto es, que todos los involucrados y afectados, incluyendo la población, sepan –y en la medida de lo posible se comprometan y aprueben– las medidas que implica un programa. En la realidad, esto implica involucrar a gobierno, parlamentarios y algunos organismos como sindicatos y ONGs.
Puede argumentarse que el FMI se ha adaptado con relativo éxito al mundo de la Web 1.0.
Sin embargo, mientras que el FMI se abre al mundo, su funcionariado mantiene los procedimientos típicos de una burocracia soviética:
Una estructura vertical y cuasi-militar que no sólo inhibe, sino rechaza, las acciones independientes y la innovación... salvo cuando ha sido profundamente analizada y aprobada por los (muy) altos mandos.
En términos de comunicación, mucho empieza, termina y se centra en una figura: el Director Gerente del FMI.
La “cultura del Memorándum”: todo por escrito, cuidadosamente revisado y re-revisado, como paso previo a cualquier acción. La perfección de la redacción es un imperativo, y seguir el Manual de Estilo del FMI toda una obsesión para muchos funcionarios.
Una burocracia anquilosada (1)
El Departamento de Relaciones Externas sigue siendo visto por muchos dentro del FMI como algo relativamente secundario y que debe subordinarse a los objetivos de otros Departamentos.
Habitualmente una iniciativa de comunicación toma meses en madurar e implementarse… por supuesto con muchos memorándums de por medio.
Una burocracia anquilosada (2)
¿Un FMI acomplejado? (1) El colapso crediticio y los pre-pagos de préstamos en
masa de 2004-07 causaron algo inusitado: ejercicios de introspección – y el objetivo de tratar de ganar la aprobación de los numerosos críticos del organismo, particularmente entre académicos y las llamadas Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC).
Esto es, a elementos importantes como la transparencia y la propiedad de los programas se añade un contrasentido: tratar de que un organismo por definición técnico en sus decisiones y con una percepción popular profundamente negativa logre comprensión y apoyo entre aquellos que se le oponen.
El resultado es que, en materia de comunicación, se emprende una estrategia tan contradictoria como inútil, malgastando recursos (humanos y materiales) aparte de dar oxígeno a aquellos que, independientemente la validez de sus razones, se oponen a los trabajos del FMI.
¿Un FMI acomplejado? (2) El FMI puede estar acomplejado y buscando
aprobación, pero sus objetivos no han cambiado, ni tampoco sus propuestas en materia de política económica (como pueden testificar, entre muchos otros, islandeses y griegos).
La gobernanza no ha cambiado, y sigue en manos de los gobiernos, sobre todos de los más grandes a nivel mundial.
Esto es, el organismo ahora trata de desplegar una actitud humilde, cuando en los hechos no puede variar su intransigencia en materia de políticas ni en la forma de tomar sus decisiones.
El resultado son choques frecuentes entre lo que se quiere y lo que se hace en materia de comunicación.
Las respuestas a medios impresos y electrónicos son habitualmente lentas dado que son casi siempre precedidas por un memorándum (o varios). Las respuestas a medios como blogs prácticamente son inexistentes.
El cortejo a OSC y grupos similares ha sido un fracaso, dado que el organismo no puede acceder a sus demandas. Esto aparte de la falta de representatividad real de muchas OSC, que en ocasiones son membretes de pocos individuos.
Destacadamente, un proceso para que los miembros de la “sociedad civil” opinaran sobre la gobernanza del FMI (“The Fourth Pillar”) atrajo 495 miembros a nivel planetario, contando personal del propio Fondo a título personal e, incluso, algunos individuos con ofertas de servicios peculiares -que es de esperarse se registraron de forma automática en el lugar equivocado. Podemos suponer que la “sociedad civil” era entonces de un par de cientos de personas.
Comunicación en crisis (1)
¿Consultas del FMI con la sociedad civil?
Además, la formalidad y rigidez se transmite a la web, lo que causa una adopción burocrática de la Web 2.0:
Los blogs del FMI habitualmente son temporales y sobre temas específicos. Actualmente hay dos, ambos extremadamente regulados.
Alrededor de 160 vídeos en YouTube, de los cuales el más visto tiene 10,570 hits. Casi todos con títulos tan anodinos como “Islandia: el camino hacia delante”.
Cerca de 4,000 seguidores en Twitter (imfnews, sobre todo enfocado a noticias).
No hay página de Facebook.
Comunicación en crisis (2)
Una de las iniciativas más reciente en materia de comunicación muestra el afán por estrechar lazos con grupos habitualmente críticos. Como ocurre con la “sociedad civil” se termina con grupos tan pequeños como carentes de representatividad. Ahora el turno es de los estudiantes:
Encuentros del Director Gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, con universitarios.
El primero tuvo lugar en abril, en Jordania. Debate directo con 35 estudiantes, además de aceptarse preguntas por otros medios.
Siguiente etapa: diálogo con estudiantes de América Latina, en Perú, a celebrarse el 27 de mayo.
Comunicación en crisis (3)
“Diálogo con la Juventud” – Medio Oriente
El problema es que hay otros problemas más graves y urgentes
Muchas graciasMuchas gracias
