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Ejercicio para no perder la memoria sobre los movimientos de mujeres en Chile.
Mujeres del sur, el centro y el norte chileno.JIMENA SILVA SEGOVIA, 2015
“Si se leen los textos de la historia tradicional u oficial de Chile, o se
escuchan los discursos de los grandes políticos, uno queda
convencido de que la Nación, la Patria, el Estado y la Fama del país
han sido, más o menos heroicamente, erigidas por
'hombres' (que para estos efectos se llaman "próceres").
Los historiadores, que en su mayoría son hombres—pero no próceres—, han persuadido a todo el mundo de que eso ha sido, es, y siempre será
así” (G. Salazar, 1999).
En comparación con los censos del siglo XIX, los del S. XX borraron del registro histórico muchos oficios femeninos.
Las mujeres chilenas somos tributarias de una larga genealogía o linaje que a lo largo de la historia nacional, solas o junto a otras y a veces con
otros, han portado vindicaciones y reivindicaciones
Familia del carbónBelén de Sárraga
Niñas salitreras cuidadoras
Nuestra participación en el espacio público nos ha expuesto a duras críticas, a la sorna y a la estigmatización. Sin embargo, cada una de
nosotras ha decidido correr ese riesgo y, con ello hemos contribuido a erosionar la representación social de la hegemónica vigente.
Mujeres socialistas 1940
Mujeres de organizaciones mapuches
Cada mujer en su época ha plantado una bandera que otra después, y a veces mucho después, ha retomado y
consolidado en los más variados ámbitos y espacios.
Prensa feminista 1906
Belén de Sárraga
Voto femenino 1949
Mujeres trabajadoras en el norte
Trabajo en pulperias
Trabajo en salitreras
Producción doméstica de alimentos
4 categorías de empleo femenino en Antofagasta entre 1880-1930
1) Servicio doméstico: cocineras, lavanderas, limpieza de casas particulares, cuidadoras.
2) Costureras, modistas y sastres.
3) Comercio, formal e informal: bordadoras, costureras, floristas (género y papel), hilanderas, tejedoras, modistas, sombrereras, sastres, vestoneras y otras, estuvieron asociadas como mano de obra a la industria textil y del vestuario.
4) Parteras, enfermeras y practicantes.
En todos los registros revisados, he constatado que la situación laboral de las mujeres trabajadoras en
Antofagasta estuvo caracterizada por condiciones de precariedad, inseguridad, abusos y brechas salariales.
La brecha histórica es tan profunda que para alcanzar un grado de igualdad
acorde con los países desarrollados nos queda mucho por avanzar:
La mujer latinoamericana y caribeña está: Más educada pero peor pagada que los hombres.Pese a tener más años de educación que los hombres, las mujeres aún se concentran en ocupaciones peor remuneradas como la enseñanza, la salud o el sector servicios.
Al comparar hombres y mujeres de la misma edad y del mismo nivel educativo, los hombres ganan un 17 por ciento más que las mujeres en América Latina.
La brecha salarial ha venido cayendo en los últimos años, pero a un ritmo aún lento.
Cambiar los roles en el hogar y los estereotipos son esenciales para lograr igualdad de género en el mercado laboral.
¿Como estamos respecto de otros países de la región?
BID. 2013