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Director de La Llfiertad hartado «fe Como» 98/

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ÍM aaunctoa ae reciben en nuestraa ofletnmétt « » o e fa mañana a diez 4e la nocJtc, y apar» m tma Itora, hasta la madrigada, en la imfirví^

Factor, 7

DE MARRUECOS

Ataques moros en Tetuán y Larache

Los rumores de ayer y el régimen del silencio.-bl viaje de La Cierva.-Los últimos combates de Melilla.-Se repiten los ataques moros en la zona de 7etuán.-Acontecimien­tos en Larache.-Siete mil hombres salen para esta zona

Impresiones de la guerra

(t>E NUESTRO ENVIADO ESPECIAL)

Una visito al zoco de EMIad Día 25. Esta mañana m« dijo un amigo :

• —¿No va usted al zoco El-Had?, —¿Ocurre algo?—^pregunté.

. —No, n a d a ; pero han tomado nuevas O08i<;iones... • —Sí, eso ya lo sé... ,

—'Pues ^ o e usted verlas. Atendí él consejo de mi amigo, y a las

tres de la tarde tomé el automóvil y me di-rigí al zoco. La taide estaba calurosísima,

. una verdadera tarde africana. El sol caia ( sobre la tierra de esta región, en la que

no se conocen los árboles, implacablemen-' te . Mientras el (¡auto» corría por la carre­

tera, yo pensaba en los pobres soldados : üe mi patria, acampados a pleno sol, entré

las peñas del camino, sin poder'cerrar los ojos diez m*¡ñutos por miedo a la sorpresa de la.muerte.

Por la carretera de El-Had, el misrio movimiento militar de todos los días. Ca­rros régimen tales que suben ,y bajan. Ca­miones, Escoltas de Caballería. Grupos de Polifcía indígena. ((Motas» con oficiales y jefes. Y de tr-echo en trecho, gruipos de ni'j-i;op pacíficos, a pie y a caballo, que son constantemente parados por las parejas vigilantes de nuestros soldados, quienes les piden el correspondiente pase. Los

• moros enseñan su d(x;uimenío y siguen la J>ausada marcha hacia quién sabe dóüde.

Antes de llegar al zoco hemos visto '.os tres blocaos que se instalaron en la opera­ción de ayer. Los tres están a la izqiii<'r-da de !a carretera, en lo alto de las i:a-rfahíías de 'Frajana. Con ellos la carretera queda protegida muy bien. A uno de '.'A-lós ptiestos de avanzadilla íe han (lado el nombre d e «Deraai), en recuerdo del capi­tán, de este ,apeUido, que murió en la '.•¡JK-

• raíjión que se hizo ayer, precisamente pa-• ra conseguir estos .puestos.

Cuando IJegamos al zoco nos reciiien amablemente. Allí ya son?os amigos, ios 'periodistas. Cuando no están unos, esuin otros. Periodista 'ha habido que no ha piv

' d ido llegar a la plaza, y en el campamen­to del zcx;o le han dado cena, cama y ca­maradería hasta el amanecer. Notamos

' qiie desde nuestra última visita a esta p.j-stción se ha aumentado considerablemen­te la fuerza y se le ha hecho una más só­lida defensa^ Los parapetos se han hecho más altos. Tiene dos o tres bg^terías de ar­tillería más. El zoco resulta ya casi mex-pugnable.

Hemps dicho él objeto dte nuesfra visi^ ta, y el' inteligente y mundano comandan­te de E s t a d o ^ a y o r D . Felipe Fernández nos ha acompañado hasta el frente, aya?» lado de la. posición, explicándonos deta­lladamente desde allí la operación de la mañana, hecha por el general Sanjurjo.

—Se trataba—nos dice el Sr . Feínán-tlez—ndé llevar convoyes a las posiciones de Titza y establecer una nueva posición entre este 'punto y Sidi-Amarán.. . .A.mbc.;-objetivos se han llevado a'efcdto con toda felicidad... No hemos tenido bajas ap i ­ñas. . . La posición se ha', logrado estabio-Oer, y además, se Ó'an instalado dos nue­vos blocaos, uno de ellos a la derecha de

.Vezanen , desdte donde se domina perlec-tamente la costa...

Mientras nuestro amigo me va dando *stas explicaciones, me va señalando los puntos, que yo recojo con toda perfección

'con' mis prismáticos, haciéndome cargo de 'la operación coa todo detalle.

—El ako comisario y el comandante general—4ice—estuvieron esta mañana y quedaron muy satisfechos 4^1 pequeño favancx'. . Cuando me decía esto e! Sr . Fernández, .c»pii,enzan » oirse (cpacos».

,—Sen los del atardecer—añade, son-*ieiUe. ,

El..jefe de la batería mira al campo mo­fo con sus anteojos y da orden de carL^ar 1f *de haoer fuego. Lds cañones rompen el

no es re.-oiutiva, como !ia de-•'¡llima guerra.

La Redacción de LA LIBERTAD está formada por Luis de Oteyza, d i r ec to r ; Aateaio de Lezama, Redactor-jefe; Alejo García Gón^era, Secretario; Augusto Barcia, Cari^ Bonet, Ezequiel Eadériz, Narciso Fer­nández Boixader, Heliodoro Femásdez Evan­gelista, Víctor Gabiroado, Ricard* Hernán­dez del Pozo, Francisco ÜMnández Mir, Ra­fael Hernández Ramírez, Manuel Machado, Ricardo Marín, Encarnación Mateos, Maxi­miliano Miñón, Eduardo Ortega Gasset, Ma­nuel Ortiz de Pinedo, Pedro de Répide, Luis Salado, Alfonso Sáncliez, Luis de Tapia, Antonio de la Villa, Antonio Zozaya y : : : : : ; : Luis de Zulueta : : : : : :

silencio de los valles con su estrépito. A mil o mil quinientos metros vemos los pro­yectiles hacer explosión. Nuevo fuego. Más. ITasta que el moro paréete dejar quie­ta su «fusila».

Hemos aprovechado este descanso para despedirnos.

A popo, el automóvil serpenteaba veloz por la carretera, huyendo de la noche, ciue se tendía sobre el campo moro como una amenaza.

ATiación

Todas las tardes vuelan sobre Melilla y su campo los avioiíes de la escuadrilla que vino desde Madrid.

Los moros le llaman al avión el njam-ma», que es el pájaro enorme que, según el Koran, ha de anunciar el fin del mundo.

Este (íjamma», si no anuncia el fin del mundo, realiza el fin de muchos pobla los.

Porque casi todas sus visitas consisten en dejar caer cincuenta bombas sobre las kábilas y volver al aeródromo.

La gente dice: —Vuelan demasiado altos. Otros repiten: —Hasta que no traigan aparatos blin­

dados, no podrán volar bajo. A propósito de esto he hablado con uno

de nuestros más bravos e inteligentes a^ ia-dores militares, y me ha dicho a s í :

—Se festá formando un estado de opi­nión que pai^oe esperar la resolución dé nuestro problema miilitar a base del em-pteo intensivo de la Aviacióni, sobre todo dte «aparatos de combate blindados», y que interesa mucho rectificar, por estar funda­das en un disculpable desconotimiento de la nueva arma.. .

Su actuación queda limitada al '•econo-cimiento de! terreno y de núcleos impor­tantes de enemigo, cuando existen, y ai bombardeo de éstos j las poblaciones, allí donde no alcancen las armas tferrestit?s, mr.cho más prrcis.'i.s y eficaces, y aun-osí, su act.uaciór mostrado la

Y añadió : . —El combat • y la ametralladora en el

aire no hsin frangido ha.-ta que no .-.ipare-ció la ncc'p-sidñcí de batir a «enemigo aé­reo» que se opusiera a sus misiones de re-cdnocimiento v bombardeo. Para batir en€mi¿;o ternístiie es mucho más eficaz la bomba que la bala de fusil, por la di.sper-sión de sus numerosos balines y por el eílícto moral que prcxiuce su escandalosa explosión, del mismo modo que es supe­rior la granada de metralla al fuego de fusil, y más teniendo en cuenta lo tijante que es el fuego desde aeroplano...

—¿ Y lo de los aparatos blindados ? -—•Aparatos blindados no los hay ; el

peso efe un blindaje completo absorbe to­da la potencia «voladora» (digámoslo así) de nxi avión, y, hoy por hoy, es un pro­blema no resuelto aún. Hay aparatos me­tálicos que emplean este materia!, en vez del trapo y iñadera, por más fuerte e in­demne contra el incendio y fes deforma­ciones del calor y la Humedad, como ¡os hay con ligeros escudos que protegen en i «combate-aéreo» algún sector más vulne­rable ; pero en modo a,lguno contra el fue-1 p;o desde tierra, que les alcaliza por t(xlas partes. Por todo ello, por no preíjentarse i ¿1 enemigo generalmente en grandes ma-l sas vulne¡aÍTl'''s, sierá escaso el efecto «ma-| ferial» de la Aviación, no citamos el («mo­ral», y desde luego fuera de lugar el apa­rato de combate, ya que en Marruecos no existe, como usteci sabe, el enemigo aéreo.

Conviene aclarar tcxio ésto—añade—,. porque luego no nos llamemos a engaño. Cada Arma da lo que puede dar de sí, y la Aviación no puede pasar del reconoci­miento, y en determinados casos, del bom­bardeo.. .

La Restirtga El secreto 'ÚA alto mando es im{^ne-

trable. Nadie, , nadie puede presumir hoy de-conocer el pensíuniento de Bercnguer. Y coastantemente ^e oyp:

—;. Se ataca a Nador V —r-ij Cuándo 'í. •—^, Por dónde? Y todas estas preguntas son tontestadas

cOn más o menos fantasías.

Sóflo ,se sabe que el ataque no puede tar­dar mucho, y que si no se ha iniciado ya, es; sin duda, por el grave probleona de los prisioneros, cuyo rescate va prolongándo­se demasiado.

Logrado esto, tengo la s ^ u r i d a d que e! alto comisario ordenará las columnas y el avance se iniciará.

Y para esto se ha comenzado a hacer en la Restinga una concentración de fuerzas m"-" importante.

la guarnición que allí había hay que añadir un batallón del regimiento de Cór­doba, que salió ya en el ((Princesa de As-tur'ias», y dos compañías dé Ingenieros.

El batallón de Navarra también está destinado a la Restinga.

De modo que si allí se forma un gran núcleo de fuerzaá, el plan que tan/ en se­creto se lleva comienza a descubrirse.

EZEQUIEL ENDERIZ Melilla, 25 Agfosto.

UN ASPECTO DEL PROBLEMA

LA ACCIÓN BUROCRA TICA

(DE NUESTRO ENVIADO ESPECIAL) Si es cierto qxie va de rerdf- eso de rec­

tificar radicalmenite io'> procedimjieníos que el Gobierno sigue para cumpÜr la misión que nos incuimbe en Marruecos, es opor­tunísima, y es también, de excepcional im­portancia, la autorizada excitación que ((La Época» ha dirigido al Gabinete Mau­ra con el fin dt que se umifixTue la acción burocrática que desde Madrid regula el ejercicio del protectorado.

Ahora intervienen, por su cuenta y riesgo, todos los departamentos minis6&-riates en aquello que a cada' cuial incuan-biría si se tratase dte la adminiiétración de una provincia española; y de esa diversi­dad nacen demoras y complicaciones .que se reflejan en la esterilidad de los buenas proptásitos y en el abandono forzado de las más" coinvenienles iniciativas. Es in -HJispensabie, por lo tanto, como el diario oo:Tser\ador propone, qye ccse la d'lversi-ficación, organii;ándoae un centro directi­vo que a las órdtincs de la Presidencia del Consejo de mintótros manttenga el enlace del Gobierino con el alto comisario, lo que ahorraría vacilaciones y evitaría divergen­cias.

La sola enamciacióin de lo que pudiera ser propósito ministerial ha causado aq.uí excelente efecto, ponqué se vive bajo la pe­sad umhne de un sistema absurdo, y por patriotismo los españoles, por conveniesn-cia los naturales, todos desean que la in­acción administrativa sea reemplazada por un régimen ejecutivo que facilite el áes-envolivimiejíto de la labor civilizadora que nos está encomendada.

Para lograr ese fin no se precisa otra cosa que un poco d e buena voluntad en 1Q altura. No hay (jue pensar, ni por asomo, en la oneación de un ((Consejo Colonial» con que al osunos sueñan a base de muchas plazas espfendidamente retribuidas y de pingües dietas para auxilio de pescadores; el «Consejo» feria una espita más en el Presapiuesto de la nacióin y un obisitáoulo invencible para realizar las mejoras (-¡'ue con suma rapidez deben llevarse a cabo. Aunque, para despistar, en los primeros momentos se hablara de d a ríe carácter ho­norífico, su influencia sería pernicioea, porque basta oír las palabras informe, ase-sonamiento, dictaniien', para saber que en la practica significan. rutinarismo, entor­pecimiento, emiuliación de iniciativas.

Precisamepte lo que hace faifa es sim­plificar, ahorrar trámites, huir de lo que en España tanto daño ha ocasionado al in­terés general. Urna simple Sección en la .Presidencia del Consejo, con negociados para los idiiversos asuntos, (Ua personal procedente de ios respectivíjs ministerios y un ré^-lameñtó orgánico especial que ar-mo'niíce la ptísibilidad fecKilizador^'Con la rapidez del despachp Üenaríañ , sobracia-mcnte las necesidades bunxrráticas Jte nuestra acción en Marruecos, unificarían

la labor adiminístrativa y pondría» térmL no al escándalo actual die que dijerman (dsiine die» en algunos centros móinjsteria-les expedientes y proyectos de vital Inte­rés piara el aaraigo de la influencia espa­ñola en la zona de po tec torado .

Pendiente dte resolución, y c»n informe favorable, se halla un empréstito para obras púbilicas que son de siuma urgencia, talas como e^ ferrocarril a Tánger, edifi­cación de hospitales, saneamiento dfe Te­tuán, abasibecimiento de aguas de esta po­blación y die Larache, instalación de fa­ros en Puiríta Ncgri, Arcila, Cabo Quila­tes, Punta Leona, Farallones y Cabo de Agua, así como para la 0 0 ^ áél 'Lucus, pmerto die Larache y emba«adero del de Arcila. Pendiente de aprobación está el reglamento de almadrabas, que serán cuantiosa fuente de ingresos. Sin airtori-zar por la superioridad madrileña está igualmente el proyecto para la cobranza del ((tertib» (impuesto moro sobre cose^ d ías y ganados) , que en la zona francesa se aplica con excelente ¡rendimiento. _ Y así podríamos continuar la emaneración (Je proyectos ahogados por el régimen, con liesiión de nuestra economía y oon des-orédito <iel prestigio que a toda costa á». hemos mantener y acrecentar en el país.

Hay un caso, más lamentable aún, <jue supera por lo escandlaloso y por lo lesivo a todos los anteriores: el del proyectado ferrocarril a Xauen.

Apenas ooupada la ciudad comprendió el mando que era indispensable abrir vías da comunicación y se proyectó un, ferroca­rril que, partiendo del Mogote y utilizán­dose la línea mi/litar que llega a Latiden, llenaría esa neoesidad inapfezable, facili­tando el aprovisionamiento de las rauíevas posiciones. Se hizo el proyecto, que im­portaba un gasto de seis millones de pe­setas, tres y medio por la construcción y el ii.%iío para material móvil. Se empezó la obra destinando cantidades sobrantes die varios capítulos, y cuando están gastadas en la explanación más de cien mil pese­tas, que se distribuían en jonnales a los moros, ha sido necesario siuspenderla, por-qfue de Madrid ni autorizan' el proyecto ni envían una peseta.

¿ Resuikado de elto? Que eoB^ -a» se puede dejar de aprovisionar la zona, que es de unos sesenta kilófft))etros, se hace el servicio a lomo por arrieres que cobran caro, porque exponen la p ieLy recorren malísimos caminos de sierra; a España le cuesta diariamente esa atención unas ciu-ífi-ce mil pesetas, lo que supone al año cinco V medio nmillones, y como el gasto del ferrocarril no pasaría de uno, r^íuJta que en veinte Aieses se habría economizado más de lo preciso para amortizar el pffe>-CÍO, aparte de qnie a los moros de la co­marca se les habría proporcionado trabajo bien retribuido.

Así hace España la obra de penetra­ción .

Es urgente, pu«s, acabar con el poderío oculto, que sólo se manifiesta en esas de-mo'iedoras pasividades, porciue el interés de k nación no puede Oontimuar estando a merced de las pasiones o del mal humor de cualquier reyezuelo dlel balduque.

¿ Está esto cíaro ? • . F. HERNANDBi MIR

Tetuán, 35 Agosto.

Número suelto, 1ÍI cén

LO QUE SE PUEDE DECIR

Datos para la historia del desastre

El ilustre presidente del Consejo de minis­tros ha hecho, una vez más, honor a sus convicciones: «¡Que gobierne ^i<«i no deja gobernar!», dijo, airado, en situación críti­ca; y, consecuente con su criterio, ha con­fiado la organización de la victoria a quien organizó lo otro, a su entrañable D. Juan de RóbreSi el hombre de las tres P. P. P . : el Previsor, el Prudente, el Patriota.

Y D. Juan ha colocado la primera pica en Flandes, imponiendo a la Prensa perió­dica (amor de sus amores) la prohibición de publicar determinabas noticias del movimien­to de fuerzas en la Península y de su distri­bución en Marruecos, determinación sabia, merced a la cual el enemigo no tendrá otra itrformaciíin que la que le suministren los miles de hijos del Profeta que residen en la

¡zona, desde Larache a Melilla, y los que a diario entran y salen libremente en toda? las poblaciones del protectorado; mientras que ios picaros periodistas no podremos ya in­ferir a España el daño de comunicar a los millares de famiHas de los millares de expe­dicionarios hótiíiias del paradero de éstos, que a vfec«s no pueden escribí rJes con la pre-tnura qué ese nimio detalle requiere.-• ¡Acatemos la voluntad de Alah, que por al«) es glande y es podert)so! ' Pero 'isi del movtrtiiérito" y distribrfción de fúet-zas militares no se debe decár ni la millo­nésima parte de una silaba, nada, en cam-

' bio, se opone a que eseudfifiemos e» las pu«

blicaciones oficiales para conocer cuáles í la organizaciíki y los contingentes de anta-ño; con qué elementos se realizaba en am« bas zonas la misión que, por acuerdo inter­nacional, hubo de confiarse a España.

' Teníamos eñ África \in ejército de 63.653 hombres, mandado por

Dos generales de división. Cuatro de, bngada. Treinta y un coroneles. Noventa y un tenientes coroneles. Doscientos nueve comandantes. Setecientos cincuenta y tres caijitanes. Y mil seiscientos noventa y uno subalter-

nos. El contingente indígena era áe. 1.2.765

hombres: 7.344 de regulares, 4.930 d»? po­licía, 146 de la jarka dp Alcázar y 345 de la del kaid Melali. *

Disponíase de 15.196 cabezas de ganado, a saber:

Caballos: 1.462 de oficial, 6.013 de tro»-pa, 834 de tiro y 54 de carga.

Mulos: 5.536 de carga, y 1.207 de tiro. El presupuesto anual para sostener ese

contingente era de 147.^3.469*46 pesetas.-Veamos ahbra la distribución de fit^etm^

y para abreviar tiempo y trabajo, DastaifA con que enumeremos las que contribuían al contingente de la ajna oriental, o sea de MeltUa, deduciéndose por diminación las res« tantes.

loíanteria: R^mien tos de San Fernando^ Cerifiola, Melilla y África, que, a 3.000 bom-hres, suman 12.000. A ellos hay que agre* gar la brigada disciplinaria, con 3(x>. Dispo­nían esas fuerzas de 160 caballos y 7,20 mu­los.

Caballeria: Regimiento de Alcántara, con 2.006 soldados y 1-934 caballos.

Aritilleria: Comandancia y Parque, 1.200 hombres, con 62 acémilas. Parque meWil de municionamiento, 277 y 199. Regimiento mixto, 1.454 y 865. Total, 2.931 hombro y 1.126 cabezas de ganado.-

Ingenieros: Plana mayor, 11 soldados con 10 acémilas. Zapadores, 1.044 y 186. Telé­grafo de campaña, 230 y 82. Telé^^rafo de la red permanente, 170 y seis. Total, 1.455 y 290.

Intendencia: Plana mayor, 12 y 12. Pri­mera compañía de plaza, 250 y 99. S e g u n ¿ y tercera compañías montadas, 278 y asow Cuarta compafifa de automóvil, 82. Quinta, sexta y s^^ima compafifas de mootafia, 58» y 45c, Total, i.ao4 y 781. v

Sanidad: 405 practicaotra y oooduetoret, con 114 acémUás.

Total de fuerzas peninsulares, so.jot hombres, que disponían de 5.125 cabezas do ganado de silla y arrastre.

Esos contingentes estabas mandados po | ocho coroneles, 19 tenientes coroneles, 31 co^ mandantes, 180 Capitanes y 425 subalternos.;

Del Cuerpo de Estado Mayor había dos coroneles^ dos tenientes coroneles, dos 'co* mandantes y cinco capitanes.

Fuerzas ind%ena^ Las constituían los elementos sigvientest Un grupo de Regulares formado por tres

taboMS de Infantería a tres compañías cafla uno, y un tabor de Caballeria con tres ési« cuadrones.

Cuatro ((mías» (Je retaguardia en Quebda* tía, Mazuza, Benis¡car"y Wad-Settut,

Cinco («mías» de apoyo en Beni-Bugafaff Beni-Sidel, Beni-bu-Ifrur, Saret y Beni4ñi> Yahi.

Y cuatro «mías» de «intacto. Esas fuerzas estaban mandadas por Un teniente coronel. Ocho comandantes. Veintiséis capitanes. Y cuarenta y seis subídtemos. Había, además-, veinticúico oficiales monM,

y nueve suboficiales de Infanteria y euattjt» de Caballería europeos.

Las clases y tropa peninsulares que ttgitim en esos grupos eran:

Cincuenta y cinco sargwíbMh Ciento un cabos. Trescientos catorce toldados« Seis cometas. Dos trompetas. Tres educandos^' Tres armeros. Un sillero^ Y veintiún herradores. Las clases y tropas indígenas eran, istk ra^

fanteria: Setenta y ocho «mekadden» o sat^ivatoi. CSentú cinc:uenta y nueve amajun», o em*

bos. • , Ochenta y un corbetas. Siete educandos. CSento cincuenta y nueve policías de pt i

mera. Y dos mil noventa y ot&> de segjundii. Caballería: Cuarenta y dos «mokadden». Noventa y cinco (¡rnaun». Cuarenta y cinco trompetas. Dos educandos. Ochenta y nueve policías de primem. Y novecientos veinte y nueve de segwidiR, Tbtal del contingente europeo, 506 dase í

.y soldados. ^ Total del indígena, 3.784. Los oficiales moros tenían sueldo de s.goe

pesetas; los «mokadden»,, 1.548*75; tse «ímatm», 1-173'73; '<> tronfpetes y poliqias de primera, 1.082*50, y los de s e g u c ^ , 991'25-

Disfrutaban, ademas, gratiñcación por ca bailo V wimera ouesta.

3<iK> -

' i:

MÉ» LA LIBERTAD Disponían estas fuerras de 150 caballos de

oficisd, 1.279 de tropa, 12 ád tiro, nueve nni-}os de tiro y 142 de carga.

En resumen, el ejército de la a»na orien­tal lo constituían:

Diez coroneles. Veintidós tenientes eoroneles* Cuarenta y un comandantes.; Doscientos once capitanea. Cuatrocientos setenta y un subalternos. (Veinte mil ochocientos veinte suboficiales,

^ase9 y soldados. Y el contingente ind%ena era de veinticin-

jBO crfíciaJes y tres mil setecientos ochenta y caiatro clases e individuos de tropa.

Esto es cuanto se refifre a la orgranización oficial anterior a las actuales circunstancias. De los elementos ahora reunidos en toda la roña del protectorado nada podemos decir, porque es preciso respetat las sabias disposi­ciones de D. Juan.

{Quien manda, manda!;

Disposiciones oficiales Las baju

Ayer publicó el «Diario Oficial» de Gue­rra ima disposición aclaratoria que dice asi:

«La real orden circular de 19 del mes acr tual, referente a la forma en que deben ser noticiadas las bajas ocurridas en el ejército de Airica, no tiene otro alcance que el de que «ean conocidos con la rapidez posible los da­tos que en la misma s« expresan por las au­toridades militares, facilitándolos también a las familias que lo soliciten, pero sin que produzcan efectos civiles esas noticias, y, en tal concepto, se dispone que por las autori­dades militares y jefes de Cuerpo se siga (i^ndo cumplimiento a lo prevenido en la ley 4el Reg-istro civil respecto a la inscripción de las defunciones de tós militares muertos , . -. , « campafia, y lo dispuesto en_la real orden) ^e no 'c -asa larm.sas .

carse M campo de la luda, donde unestroa hermanos pelean^

Yo siento que, como ney, no pueda i í con vosotros, yai que dts todos los militareis es ésta ta más sublime aspiración; pero mar-cdiad confiados y seguros áe que al entrar en fuí^o por primera vez y siempre, vuestrq rey está,a vuestro lado.

Me esftá viedado, como digo, a<x)mpaSaros en estos momentos; pero sabed que desde España yo velaré en todos I08 momtsntos para que nada os falte.

Con vosotros cuento y con vosotros creo segxira la victoria. Por ello, antes de mar­char, permitidme que, como rey y que como padre de mis soldados, os bendiga a todos.

Jefies y oficiales, clases y soldados ciel re­gimiento de Valencia: ¡ ViVa Espafia!»

Este viva fué contestado clamorosamente. Las tropas desfilaron ante la familia real. £1 infante D. Femando mandaba las fuer­

zas de Escolta. La irMísiJerada salida del ney para Madrid

en la tarde del doiningxj también dio lugar en Santander a muchos comentarios.

Por su base cae la infantil explicación dada en los centros oficiales de que el rey habla precipitado el viaje para poder presenciar desde un balcón de Palacio el desfile del re­gimiento de León, que se marchaba a Lara-che. Evidentemente, el regreso de D. Al­fonso estaba relacionado con ríuevos aconte­cimientos desarrollados en África.

Los rumores de ayer E! regreso del rey y la marcha de nuevas

fuerzas dieron motivo para que durante el día de ayer circulasen rumores alarmantes sobre acontecimientos en Marruecos.

En los centros oficiales los' negaron, y hasta un colega afecto al Gobierno pide que se castigue severamente a los propaladores

circular de 26 de Julio de 1884 cuando se irat^ de desaparecidos.»

las opoff iooM « CB«{KI« ^nko* mflitareiS

E! «Diario Oficial» publicó t a m b i ^ la si­guiente real orden:

«En vista de la instancia promovida por © . Fabián Luengo Fernández, farmacéutico f v«cino de Madroñera (Cáceres), en solici­tud de que se le autorice a su hijo D . Fa-<|»án Luengo García, sc^dado del regimiento de Infantería Segovia, y formaíido parte fKtualmenté del batallón del mismo Cuer-

' f » , que ae encuentra en el ejército de ope-racione* en Melilla, a presentarse a las opo-«icioaes que han de dar comienzo en esta «orte el I de Septiembre próximo, para cu­brir plazas de médicos en el Cuerpo de Sa­ludad Militar, a las que se halla admitido, «1 rey (q. D. g ) , teniendo en cuenta los in-jbonvenientes que presenta el distraer " in­dividuo álgtmo de dicho ejército del servi-itío de campaña que actualmente se halle jprestando, s« ha dignado desestimar la soli-

.(tstud de pcferenria, disponiendo al propio tiempo, con carácter general, que a todos ipe aspirantes admitidos antes, de esta fecha

. '$ dichas oposiciones que se encuentren en id caso del soldado de que se trata, se les re-( e r w el derecho a presentarse en las mis-f»a$, que con este obj«to se reanudarán tan

f ronte como se ordene su regreso a la eninsula, y, llegado el mqmento de ser pro-

•^fl^vidos a. tenientes médicos, después de Hprobado el plan de estudios en vigor, se-f¿n colocados en el puesto de la escala que,

•por la conceptuación que merezcan, les co-iresponda en la promoción con la que hubie-Mn salido por virtud del resultado i e las 0po«ciones antes mencionadas.»

Regreso del rey Como ,en nuestra información política se-

(faüamos, ayer, a las dos de la madrugada,

2resó a Madrid el rey, que había salido el ado jjara Santandeiv

Después <|e haberse anunciado en Palacio

f e la ausencia de D. Alfonso duraría dos tres día», por tener d propósito de acom-

E f l a r a la reina Victoria e hijos a San Se-sttán, el precipitado e inesperado regineso

jiJM rey produjo impresión en Madrid. El rey, durante su breve estancia en San-

lífcnder, asistió el domingxt a la áe»íta «fie la 'Aitrega de la nue\«a batidera del regimiento

' Jfe Valencia* El acto tuvo lugar frente al Casino dfel

J l^dinero , en la pla^a llamada de Linares, ~^onde se formaj-on toda» las tropas de la Étiaiinición, compuerta» por el regimiento de

; ÍValenáa y fuerzas de Carabiiurros, (iuardia '.ÍBVÍI, Remonta, Sanidad, Marina, Escolta

Pues bien; nosotros, que creemos que los rumores cuando circulan con insistencia es que tienen un fundamento serio, también pe­dimos una sanción; pero es para los que im­poniendo el odioso régimen del silencio, ta­padera con la cual se pretenden tapar todas nuestras desdichas, dan lugar a que en vez de conocerse concretamente las noticias de lo que ocurre en Marruecos, circulen los rumo­res anónimos, que, como es natural, han de exagerarle, por falta de informes, y han tie producir mayor intranquilidad que las pro­pias noticias verdaderas.

En diferentes ocasiones hemos protestado, y con nosotros otros periódicos, del estápido empleo de la censura.

¿Pero es que todavía hay un gobernante un poco serio que piense que por impedir la circulación de un telegrama no se van a cono­cer las noticias?

¿Es que juzgan esos periódicos afectos al Gf>!,.ierno que sabiendo, como conocía el mi­nistro de la Guerra el sábado por la noche, lo ocurrido en las zonas de Tetuán y Lara-che, debían facilitarse a los periódicos, jus­tamente alarmados por los rumores conoci­dos, esas ridiculas notas en que se dice que onc/ hay novedad»?

Éso no se puede hacer, y éso es lo que da base para los rumores primero y para que la opinión se indigne creyendo que se la ocul­tan los acontecimientos que tiene derecho a conocer.

Porque, como antes decimos, el sábado por la noche el Sr. La Cierva, después de exhi­birse en las posiciones de Melilla, conoció las noticias que por telegrafía sin hilos le trans­mitió el general Barrera, y el propio minis­tro las comunicó a Madrid; pero advirtiendo, según nuestros informes, «que exigiría res­ponsabilidad si alifuna noticia de las que en­viaba se traslucía y se publicaba en la Prensa».

Después de esto, ¿quién es el responsable de que los rumores alarmantes circulen, no Isólo en Madrid, sino en España y hasta en el extranjero?

De manera que si los propaladores de esos noticiones debían ser castigados, ¿qué san­ción podía aplicar la opinión pública a quien por el placer de silenciarlo todo y de creer que por este medio se arreglan las cosaS, oculta las verdades y deja circular toda espie-cie de gupo.siciones a cual más aventurada?

Pero se afirma que lo pafriótico es callarse, no oir, no .ver y no sentir. ¡Buen criterio! ¡Así nos luce el pelo a todos los españoles!...

Dos telegramas oficiales Comprobando cuanto decimos anteriormen­

te, ayer se (acilitaron en el ministerio de la Out-rra las dos notas oficiales siguientes:

^{Conferencia de la noche del 2S.}—^Parti­cipa e) aifo comisario que el señor ministro visitó las posiciones, hospitales y aeródromo,

"^al, Intendencia, Prisioi»*, e t c , comfjonien-ik> un total de 6.000 hombres. ' , . , , - , - \ j

. >A las onoe y media Ifeg-aron ios reyes en revislandu también las cplunuias y zarpando , jriitomóvil, acompañados del general Milájis|cof rumbo a Málarra.

" • é e i Bosch, las duquesa» de Alba, Santoña y | El convoy • j^ten Carlos ; condesa del Puerto, marqués de • ^/"iana y otras personalidades de la Casa rea!. . . " Los infantes Jaime, Juan y Gonzalo, y el

'iÜncipe de Asturias, iban «estados de uni-• 5>mic.

Terminada la.misa, el rey ordenó que se ' i to ' iwa^ fil»8, y «iíwándose al laijo de la ban-fs«n, dirigió a las tropas ia siguiente alo-jl^ción: •' «Soldados del regimiento de Valencáa: En jH^e acto solemne bemo* bendecido la ban-

- . ^ a de vuestros triunfoá y vxicstras glorias y que iley» psndiente de su asta tres cor-

, «Stas de San Femando, presas que conqtii^ teron con su ralof y sus heroísmos nuestros i layores en este 23 de línea, exponiecido y

Y líih-endando sus vida4 por la patria. v Esto debéis tener siempre pnsscnte, ya

^ e d* toctos 1^ de ser co4iciado blasón el W luchar f mprir por ia enseña nacional. •-'.^<IÍDf colí?rp| f esto» pttí^rue» clainaa en

. i l s te momento venganza-• Hemos sido ultrajados en esta bandem, y ^ jieaiioi df (ps valientes soldgdos espa£o-^ S s«)>fá*| veturar 1« ofensa rfcibida.

' ^ f t « los cmtmm éi$ batalla sabrás vosotros '"'JMliaciri» e ^ m s t a , j haréis que « t o s «ÜIM» ' W l o t o s« ttoeviertMi «a días de gioria.

Sidda4ot *k| ViJfnefai: Uno Hs «stof días múittitá mom'Éñ - - -

Sidi-Hamed-el-Hach se b5zo normalmente ^ajo la protección del fuego de nuestra artillería.»

«(Conferencia de la noche del 9g.}—iParti-cipa el alto comisario desde Meliíla que en aquel territorio no ha ocurrido novedad.»

Siete mil fiambras a Larache Acogiéndonos a la autorización oficial que

nos permite publicar la salida de tropas den­tro de las . veinticuatro Isoras, y' como res­puesta a la verdal oficial, diremos que du­rante el día de ayer, y obedeciendo órdenes telegráficas del ministro de la Guerra, sa-üeron para Larachs ^iete batallones, de unas mil plazas cada uno.

Los batallones pálidos son: De Madrid, Lpóo (Infantería) y regimien­

to del Príflcijie (Caballeria). De Vigo, los de Vitoria y M{jrc|a¿ De Valencia, lo i de MaHor.?a y AragtSa* De Sísyüla, uno cel regirniepto de Soría-Qaro es que si 00 fuesen de una urgencia

grande estas trptws en Loache , no se les hubiese dado órdenes para que saÜMan ta» precipitad*"mente y con el mismo destino.

Como .'onsemien ta de la salida de f u e m s d« Madrij, y pm^ cuidar é^ ttrémi «o la corte, han fiagstds mil g u a r d a civUes, que

des para alojarse, por estar ya ocupados lo­dos los coarteles de aquel instituto*

L«3 Juntas rectifican Contestando a les comentarios qne éstos

días ha hecho la Prensa a supuestas actitu­des atribuidas a las llamadas ahora Juntas técnicas, y que antes se denominaron de de­fensa, dice anoche un periódico militar que en algtin momento interpretó exactamente el sentir de aque'^os organismos:

«Los organismo? aludidos, nos consta as!, ni se oponen a la justa concesión de recom-pen.sas que premien méritos de campaña, ni pretenden ser obstáculo a la misión depura­dora de res(>onsabilidades confiada a la dis­creción compulsada del general Picasso.»

El general Navarro Ha regresado de Mefilla el teniente de la

Escolta real D. José Navarro Morenes, hijo del general Navarro, barón de Casa Dava-lillo, que marchó a dicha plaza cuando ci>y6 en poder de los moros el heroico defensor de Monte Arruit.

El teniente Navarro csttrvo anteayer en esta corte, saliendo por la tarde para San­tander, con objeto de incorporarse a la Es­colta real.

Interrogado por loS amigos Sobre el cau­tiverio de SU padre, manifestó que carecía de noticias, p>or haber cortado las comunicacio­nes los moros en su avance hacia el campo de Melilla.,

# Un periódico de la noche lanza la notída

de que habían terminado las negociaciones con Abd-el-Krim para el rescate del general Navarro y que éste llegaría ayer tarde a Me­lilla.

No nos parece exacta la noticia, puesto que una tan grata como ésta se apresura­rla el Gobierno a facilitarla, y anoche ro la dieron en el ministerio de la Guerra.

Más aproximada a la verdad nos parece esta información, que recogemos de un pe­riódico de anoche:

«El general Navarro, acompañado de dos comandantes, uno de Caballería y otro de Infantería; cuatro capitanes de Policía indí­gena, Artillería, Caballería y Sanidad; siete tenientes de distintas Armas; un alférez de Policía indígena, un intérprete, dos cabos y cinco o seis hombres de tropa, se encuen­tran en la kábila de Beni-Urriaguel,. frente a Alhucemas, en casa del «chej» Yatarí, en perfecto estado de salud.

El sábado y el domingo, desde nuestra pla­za de Alhucemas, se vio al general Navarro y a los oficiales que con él están cautivos, pasearse por la playa, escoltados por indí­genas.

Uno de éstos, en un cárabo, se acercó a Alhucemas, y, previa la autorización del co­mandante de la plaza, desembarcó e hizo e j -trega de un pliego suscripto por el general Navarro, en el que daba cuenta de su buen estado de salud, asi como el de todos los que le acomfjañaban, y solicitaba que se le enviasen, con el mismo moro correo, algu­nas cosas, entre ellas ropa, que, en efecto, se le envió.

l>o que ño se sabe, y en esto n o podemos satisfacer la curiosidad pública, es si el ge­neral Navarro y los demás cautivos han si­do conducidos a la. rada de Alhucemas para desde allí ultimar el rescate, o si, por el con­trario, BU presencia en la kábila de Beni-Urriagud es debido a haber fracasado las negociaciones que nos consta se venían man­teniendo desde Nador y por nuestras auto­ridades de Melilla y los representantes ie Abd-el-Krim.

Les dijimos a nuestros lectores que dichas negociaciones habían fracasado, de un lado, ¡5or la informalidad y eternas dilaciones que al rescate oponían los jefes de la jarka, y de otra parte, porque habiéndose tratado de que la cancelación de prisioneros se hicieje de una vez y en masa, Abd-el-Krim habii solicitado una cantidad tan crec-Jda, que hu­bo de ser rechazado por el alto comisario, que se atuvo a las órdenes que en este reb-pecto le comunicó el Gobierno.»

Bl regimiento de León La compafiia éa ametraSadam

El sábado, como ya habíamos annnciado nosotros, se recibió orden en el regimiento de Infantería de León, número 38, acuarte­lado en San Francisco, para salir con direc­ción a Larache. '

Se trató de que el batallón expedicionario embarcase en la estación del Mediodía a las dos de la madrugpada, pero no pudo ser por tener que completar el material.

. Esto no obstante, en el referido tren em­barca la compañía de ametralladoras.

El embarque se realizó con un perfecto orden, dirigido por el capitán de la unidad, D. José Gil de .^valle, y tenientes señores Loma y González Marrupnda. El coronel Da­ban presenció el embarque, siendo vitorea­do por sus soldados, que van, como los del resto del batallón, animados del mejor es­píritu.

Despedida m el cuartel Ayer por la mañana se hicieron en fi cuar­

tel de San Francisco todos k» preparativos para la marcha.

En el sorteo verificado hace días corres­pondió salir al segtmdo batallón, formado por 800 hombres, 200 por compañía. . Manda el batallón el teniente coronrf don Carlos García Castaños, comandante D. Ma­nuel Balanzat Torróntegui, formando parte de la plana mayor los tenientes Gutiérrez Terán y Santos.

Primera compañía: capitán D. Ramón :lt*»onte y tenientes D. Manuel Romero y Harcfa Guardiola y D . Ángel Cuenca..

Segunda compaAía: capitán D. Juan Ji­ménez Ortega y tenientes D. Buenaventura Roche, D . Evaristo Fu«ites y Gil del Pa­lacio.

Tercera compañía: capitán D.' Luis de Ramos Mosquera y l o a n t e s D. José Otaya Giiti¿nw« Ui^wtÉta j D. fmimmo Cfticia y|*els.,

£^iÉ(ta 'liifiirrfiftÉB «iwwtt » tL Soát &BÍi»

Lotuido y tenientes JX Federioof MaStorefli González Urrutia y Chave».

En La sala de banderas se iervió nn es­pléndido «tenteempié», con el cnal se despe­dían de los que mardiaban los jefes y. ofi­ciales que quedan en esta corte.

El coronel Daban pronunció anas caantas palabras de despedida, a las cuales contestó el teniente coronel jefe de las fuerzas expe­dicionarias.

Entre los soldados qne marcBan y I09 que quedan también se desarrollaron esci^ias de ínatepiidad y compañerismo.

La salida del caartel Kn la orden del Cuerpo el teniente COfO-

nel publicó la siguiente alocución: «Soldados del seigundo batallón: Vai* i

marchar a diefender la integridad de nuestra amada patria; todo lo es|>ero de vuestro acendrado pariotismo, dejando en d lugar que siempre ha ocupado esCe heroico regi­miento desde su creación y haciendo honor a vuestro bravo coronel, a la discipUna de que siempre dio muestras este Cuerpo, al cual tenemos la honra de prartcnecer.

Os saluda y marcha orgullosq de mandaros vuestro teniente cortxicl, Carlos Garda Cas­taños.»

A las nueve y media se tocó escuadra, for­mando las fuerzas en los patios del cuartel, al mando de sus capitanes y oficiales.

Reunido el batallón, el coronel, Sr. Daban, pronunció un breve y patriótico discurso, que en sfiit'esis decía lo que sigue:

«Azares de la suerte han heciio que, no obstantje mis reiteradas instancias a la supe­rioridad, m e hacen tener que despediros, <rn vez de acompañaros, como hubiese sido mi deseo.

Pero también en esto quiero dafos ejem­plo dt obediencia y disciplina.

Sólo espero que dejéis en el lugar qtre co­rresponde, y en que siempre quedó, el, nom­bre del 38 de línea-

Jurad que nunca habéis de abandonar a ningún compafiíero herido o muerto, y que siempre obedeceréis ciegamente a los que tie­nen la suerte de mandaros.

Tened presente oue en la bandera Ilrváis la nepresentación de nuestra madre patria, la vieja España, y más en pequeño en el re­gimiento de l^ón lleváis esa misma repre­sentación honrosísima.

Sed fieros como su emblema, y antes de partir, gritad conmigo: ¡Viva Espaual ¡Vi­va el rey I ¡Viva el regimiento de León!»

Estos vivas fueron contestados con éntu-siasoi» delirante.

A las diez y media, hora mareada para la salida de las fuerzas, nO se podía dar un paso por las inmediaciones del cua^el, ocu­padas por un inmenso gentío.

Fuerzas de Seguridad a pie y H caballo cuidaban de mantener el orden, despejando la plaza de San Francisco.

A las diez y media de la mañana salió el batallón expedicionario, a los acordes del pa-sodoble de «Las corsarias».

Por el Viaducto se dirigió el batallón ex­pedicionario a Palacio, acompañado de in­menso gentío, que marchaba junto a los sol­dados, deshaciendo toda lá formación.

La presencia del rey en uno de los balco­nes del regio Alcázar fué acogida con vivas.

El rey despidió cariñosamente a los sol­dados, y éstos continuaron por la calle del Arenal hacia la Puerta del Sol.

También en este sitio el paso de la i-opa fué objeto de patrióticas manüestaciones.,

Ep la estacióo.- La salida

La entrada en la estación del Mediodía era materialmente imposible, porque millares de personas llenaban los andenes y los te­chos de los vagxjnes de los trenes formídos.

La tropa tuvo que entrar n>ezclada con los paisanos, los cuales les llevaban k» fusiles y hasta las bicicletas de posición.

Con grandes dificultades se hizo d embar­que, pues las compañías se hablan mezcla­do unas con otras y con los paisanos. Por fin pudo organizarse éste, y la música tocó el himno del regimiento y «La canción del soldado», que fué coreada por la tropa y el público, entre vítores a España y al Ejérci­to y grandes aplausos.

En el andén se encontraba d capitán ge­neral de la región, D. Miguel primo de Rir vera; d general de la brigada, Sr. Beren-guer; el gobernador militar; el general de la división, Sr. Sidris, d general Zabalza y rñuchísimos jefes y oficiales de ta guarni­ción.

A la hora señalada, o sea a las doce y cuarenta, el cornetín de órdenes tocó la mar­cha, saliendo el tren entre una estruendosa salva de aplausos y vivas, que duraron has­ta que el tren se perdió de vista. ,

La compañía que había acudido a la imi­tación, con bandera y música, para (Jespe dir a sus compañeros, desfijó ante las auto­ridades, regresando después a su cuartel»

El comajtdaoito BaSMOzA

do« los vobmtariaei, g o n i a a ^ di permUn w>*' ficitadOü

La salida IA' las cuatro de la. tarde gaSS <!d txaatdil

del Ccmde-£>Mqw$ el primer escuadnSta, q u * fué acompañado por bastanUe público hast4' la estación d d Mediodía.

Allí se Sallaban, con objeto de despedir W las titjpas, un ayudante áá rey y los ^ént­rales Primo do Rivera, Ayala y Frioditoh, V, bastantfca jefle» j «nfidales ftaneo* d« mr^ CÍO.

Al arrancar d tren ae <yeron naoMiMoal • ivas , a ios que loa aoldadoa coofleataroB aS>* tando sufi gorros^

A las diej: de kt nodte, «n el segundo tfetí especial^ marcharon otnos dos escuadroaes^ mandados por d comandante 3r» MacUmba* trena.

A las coatro y media de la m a d n ^ d a B»« Bó otro treb coa d oiarto esCuadróo, af tpando d d comazKlante conde de Mayoffia^

£1 tufante D. Gabriel Entfe la oficialidad dd regimieste 9 d '

Príncipe que ha marchado a AJ^gec^M f p » ta d infante D. Gabriel

A incorporarse a filaa El domingo, a las cuatro y cvmfto í é la

tarde, salió de la estación dd Mediodía tm tren especial condudendo soldados de Inten­dencia y Artillería y otros de los regimientos de Cuenca y Guadalajara, que estaban con licencia cuando marcharon a Marryecos su» respectivas unidades^^ que, despuéi de con­centrarse en Madrid, van ahora a incorp<iraC"" se a sus batallones.

Los servicios sanitarios "\ En la actualidad hay en MeMa los 3I-»

guientes hospitales, divididos en tres grupos: Primer- grupo. El H o ^ i t ^ de AÉon-

so XIII, encomendado al Cuerpo de Sanidadii qtíe cuenta con 750 camas.

El Hospita^ Central, qu»8 e s d a t ó í ^ o Hospital Civil (fe Melilla, y se halla servido también por la Sanidad Milita/. Tíeno »00 camas^

El Hospital de infecciosos, en ej qtie hay 60 camas, está servido pojí personal m4^'-'* del Ejército, y se destina, sólo al empleo qU' su nombre indica.

El Hoepital de ind^i^enas, que tienfe i<^ camas, y está dedicado a los naturateí dd país.

Segundo grupo. El Hbspital Docker, que depende de la Sanidad Militar, tiene 750 ca­mas ; está muy bien instaiado, aíei ítá con excelente personal facultativo y can material sufkiente-

Tercer grupo. El Hospital de Santiago^ cuya instalación proviaicmal acaba de hacer­se couj motivo de las rccreotes operaciones. Tiene 750 camas; está servido por la Sani­dad Militar.

Existe, además, d Hospital de la Crua Roja, instalado por esta Institución.

A su frente está la duquesa dte la Victoria; d personal facultativo e s del Cuerpo de Sa-nidnd Militar-, y prestan servicio damas en-ftermferas, enfermeras de prc^esióa y rtSpfy sas de San Vicente.

Además, se ha instalado por la Cruss Roja un Hospital en la fábrica d d (kupo Escolar, que será capaz para 150 camas.

Hay, pues, en opinkSn de personas pwi-tas, en Melilla buenas injstalaciones para unos 3.000 heridos 6 enfermos, j es preciso mencionar las transformaciones aceitas en d vapor «Alicante», que coaverti<sk> en barco-hospital, está permitiendo la f i o l evacuación de los heridos y su transporte a otros hospt' ' tales de la Península, Cádiz, Vaieoda, AJi-oante, etc.

En cuanto a personal, oonsiklérase qae Say suficientes médicos müitanos.

En lo que se refiere al máteHal, la Sanida4 Militar,' cuyo jefe es el corood Triviflo, h»* ce grandes esfufsrzos para reponer lo perdí* do, entne ello lo que figuraba en las enfer-nrerias de Zeluin y de Nador, que se halla* ban perfecíameíite provisionada».

El Cuerpo de Sanidad tiene una boerai kia* talación radiográfica en d Hospital Dodier y un excelente Laboratorio bacteriológico, C cargo, respectiraioente, de los Srea. Beózo y Jurado;

El Laboratorio tiene suficientea Tacusaa que se han remitido de Madrid.

Se atiende también al refuenso de los ca­rruajes de ambttlancia y camiones de eva­cuación en las mejores condictooes posibles para los berídoa.

El comandante Sr. Balanzat tiene una hi­ja, niña de poco más de un año* enferma de tal gravedad, que aytr hubo dfe practicársele la terrible operación de la trepanadóo. , No obstante, ha marchado coo au bata­

llón.

El regimiento del Principe Alnaerzo coa d rey

Ayen, ]por la ma&ana, almorzanM oool d rey, en rem^sentacíóa d«i regínñento del Principe, el coronel, D. E«uñque Chacón; tí teniente corond D. José Rico, lo» capitanes D. Ricardo Pascual del Povil y D. Ricardo Pasarófi y los alfér^fcc» IX íáa» PQODA (£e León y Sr. Carrasco.

Durante la comida, M coroad fidSó al rey petmiso j>ara que los nnni]«os vblmitarios pertenecieirtes al tercer año de senvicio pn-dieran marchar a África.

El coronel citó al rey d caso del soldado Ramón FWnándea, que, pnstand&endo ir vo­luntario a Marruecos, Usfé a dadr ai sefior Qiaoón que di no le panai^a ir con el escua­drón a que perteneca, a f dirruiría djsaata-asaate al rey «o sápliea d d paraiiso*

jQL AUrmimn. a f l l l l d t M l d f l d i BMMMMÜk <As t»»

Acefca dé las fiebres paliidicas, enferme» dad que acecha al soldado espafiol en*flfa-rruecos, dice «La Época» que en Méjico se en>plea para su curación un sistema que está dando excelentes resultados.

Consiste en mezdar, en un medicamento, el «azul de metileno», como desinfectante, con la qttinina. El azul de metileno, ( ^ es mofenstvo, produce el efecto de aumentar la rapidc» de la coraó^i eo términos cotmé*' rabies.

El viaje de La Cierva L« estancia a a Malilta

lifdHla, 39.—A las ocho y media 'dé a^er ' d o m i n ^ desembanxS d ministro d d «Giral­da», en donde había pernoctado.

Acon^wiVado dd alto comisario y autori­dades aviles y militares fué a oír misa co )a iglesia parroquial.

Cerca de las tausre salaS para d aooo ai Had.

Fué recibido en d zoco por el corond Ri-ouelme, que presentó al ministro a los j ^ e s !& la kábila Abd-«1-Kader, el Gato y MÍ2-zian, y otroa doscientos más qoe se fti^fabaP presentes.

Después revistó tas fuerzas destacaáatf quedando muy satisfecho de la visita.

Lue|ro de visitar la posickSo de Hidum regrreao a la p l a n , a las doce de !§ ^ a -Auta.'

Durante el regreso del zoco, los «pacost> hieiaroa disparos contta la comkiva oücial* ski causar tMJaa.

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i "\ S5 C-A t - ieeK~í '^?^ » » =?

PiKtro 3e la tmrde m i s t ó tinm b r i f ^ i ^ de Caballcria en el campo del Hipó<5roino.

TamUiéii visitó ios fuertes y los hospitales Bd I>ok<irs y Aiíoaso X l i i , a más del de la fCruz Roja.

A la duquesta de la Victoria le eatr^itS mil. ' '({tectas para los heridos.

Por lli noche comió con el a!to comisario, C|uien sentó a su mesa, además del ministro

> f sus ayudantes, al gfcnenU Cavalcanti, al leoronel Jo/dana, al juez de instrucción señor Aguirre y a los ingenieros Pérez Peílnto y C a r d a AÍix, ai aotario Sr. Cano y al doctor Queiro.

Después de la cena conferenciaron exten­samente el Sr» L a Cierva y el alto sooiisa-rio.

A las doce «alió el Sr. L* Cierva de la Jfclta comisaria y se dirigió al puiErto^ donde

r embarcó en el «Giralda». Le despidieron varios generalrs , ía i auto-

íridades todas y las Directivas de Sociedades ' ¡y corporaciones.

El Sr. La Cierva ha dicho que no será ésta %. últíina vez que visite Melilia, porque lo linisrao que cuando era ministro de Fomento Je gustaba vivir cerca de las manifesiacio-| ies del trabajo, aiiora que deseni¡x;ñaba lü t a r t e ra de Guerra cree obligatorio es'í.'i.r en {Contacto con el Pljército y proporcionar a los koldados todas las comodidades y todos los medios saaitarios que se pueda, para lo piial IlPf .^sc^timará el Gobierno nada.

En M&Iaga.-Para Madrid Málaga , í 9 — H a Ucgíido el ministro Be la

p u t r r a , Sr , La Ci t rva , do regreso de ^Ie~ lilla.

Vúsitó a kw tierídos de los. hospitales civil j tnititar y el buque-4x)spitai «Alicante».

Almorzó lueüQ coa los marqlieses do Mt-)aai|o.

Ésta oocbe, en el expreso, salió para M»* ^ t d , despidiéndote el elemento oíiclaU

Informes de Melilia Ei traa biiflda<3o a Nador

Afelina, 28.—A primera hora de la mafia-* » salió de Melilia un tren blixídsido coudu-fci.endo '90 soldados del rejgfiíniento de Meü-jila y fuerzas de liígenicros de fcrrocarri)c*>, ía! mando die} teaaitnte coronel g r . Pérea Un-¡pitL

El tuen Degó al Atalayón sin haber sido •hostilizado. I ^ p u é s . las fuerzas echaron pie ^ tierra y continuaron explorando el tcire-*io. EU tren siguió su marcha lent^niente, jiavanzando con precauciones, y en esta for-íima Ucgó el convoy a dos liiiómetros dü Wa-

Los soldados vieron a los moros que cfu-fcaban de unos poblados a otros y por cooi-

. Jpleto* ajenos a la presencia del tren. A cauia de haliurse levantados los íicles

líJetuvo el tren su marcha. \ Por la tarde hiciéronse nuevos viajes^ y ijbomo en uno de ellos fuese excesivo el oü-«nero de soldados y no cupieran en los tres lyagones blindados de que se componía el giren, el jefe concedió autorización para que a j a r a n los quiC quisieran; pero ninguno ffcceptó el ofreciinienlo.

Los moros advirtieron la salida del tren. Ee apostaron «n la vía e hicieron numerosos pisparos contra el t ren. *

L«ts t ropas contestaTxsn dtjsparando por las (troneras y causando numerosas bajas al ene-(•igo.

Tal debió d« ser el cas t igo sufrido por los inoros, que éstos huyeron y no volvieron a (iiostilizar el.convoy.

En los coches blindados se observaron mu­l l o s iuipactos alrededor de las troneras^ \ Los eoBvoyes dei domingo • 'Ayer domingo se llevó un nuevo convoy a ^ linea de posiciones avanzadas .

E l Atalayón sostuvo vivo íuegt»,_ ¡dispanan-jlo su» baterías .

TVótegla el convoy nna columna compues-fa de fuerzas del ' le rc io extranjero, de Re­gulares , los batallones de ia Princesa y Gui-búzcoa, ocho batería» y el r^ñ in ien io de Ca-paDeria de Alcántara. . P o r la tarde se envió otro convoy^ k L a s piesns cic artíUeria de los moros hi­cieron numerosos disparos sobre la segunda ^ s e t a y positñones avanzadas ; pero sólo dos ¡proyectil*» lograron hacer blanco, cayendo r de cmcuenta fuera de las posiciones y le-

de ia cohimna, estalkuido por percusióm, ÍIDJI proyficlil conrea de una sección de Cabalte-Ijpia de Alcár,tara, jnfitandb t res caballos e hi-| i e r d o dos. '

Ai atardecer, a! regreso del convoy, oues -| r a artillería hizo numerosos disparos. Du-Irante 'a revista militar oías© coiuinua^o fue-p ; ; áe las bü ter ias . ii Blocao atacado r Melilia, ag.'—Anoche los mpfds atacaron

,S|n blocao situado en Iks proximidades de IRidi Hamcd, llamado por los legionarios «El Alíala», que se hallaba guarnecido por vn |:ab)0 y quince soldados del Tercio.

Los rebeldes arrojaron bombas de mano fiobre las tropas y con navajas apuñalaban l o s u c o a terreros para poder «ntrar . Ade-tif)4s, agarraban los cañones de los fusiles, Isin poder desarmar a los legionarios, q u e h i -(Eíeron una heroica defensa, logrando des­l o e s de varias horas de encarnizadji lucha iifeuyentar a los ataoantes,-

Junto a la alambrada, que <niedó destro­cada , fueron hallados tres cadáveres de in-iSgTna*. i Al vnaneoer , Io« legionarios fueron a la feesfunda caseta a comunicar lo ocurrido^ I La tamilia Lloinpart ' Mellüa, 29.—«El Telegrama del RiF» pn-|>lica una interesante información acerca de Ibómo haJÍÓ la muerte el cadete de Infantc-fcla D . Julio Uompar t .

Este, que habla Ucgmdo de Toledo en p i i ó n de un hermano suyo pafa ver a su jpadre en Melilia, tuvo que marchar a Zt-luán, püe i su progenitor, auxiliar de Inten-Ifencla, n® podía ir a la p5«i«a en «(^tellos Pl^t diffcilM, ^ ^ llejfar a Zel«á«, arreciaba el ataque de |op, tapxg» cootea la alaacaha^ y el Juerroaáo

del cadete, menor q t » fl^ fué pnviado pjwci' piladamente a Melilia.

Julio Uompar t solicitó y obtuvo permiso para quedar junto a su padre^

—Morir—dijo—^ no se muere más que una vez; y si muero defendiendo a mi pa­tria y a mi padre, ¿qué mejor muerte?

El cadete Liompart murió defendiendo a su patria y vengando a su padre, el au.\iliar de intendencia D. Julio Liompart, muerto momentos antes que él en la alcazaba de Zcluán durante el impetuoso asedio poc los moros.

Con la muerte del heroico alumno de In­fantería son ya 102 personas de ski familia muertas por ios moros.

El primero de los Uompar t fué un capitán llamado p . Onofie, que formaba parte de las tropas que, mandadas por D. Garc'a de Toledo, en el año 1564, reiaarido Felipe II , reconqifisfaron dcfinilivaTsrite la isla dt l Pe­ñón de Vélcz de la Gomera.

D. Onofre creó allí una familia. En aquellos tiempos, los ¿.abitantes de la

isla se veían obligados a ir f recuci tementí al vecino campo para siirtirsc de víveres y de leña, ••'xpÜcpiido eTio que existan en dicha familia tantas victimas de los rífenos.

Un teniente vicario que estuvo en el Pe­ñón más de treinta y siete años, llamado don Roque González Palacios, afirmaba que en los libros parroquiales había inscripTííf-59 personas, descendientes tedas de D. Onofre Liompart, que habían muerto en lucha con los moros.

El número ciento de los muertos por los moros, correspondientes a la familia Liom­part, lo hizo el sargento de! regimiento" ?le Melilia, D. José Rivero Tejeiro, que sucum­bió en 1909 eij el barranco del lx>bo.

El auxiliar de IntcndencJa, D. Julio U o m ­part , y el cadete de Infantería del mismo nombre y apellido han hecho llegar a 102 el número de las víctimas de los moros que cuenta, esa familia.

Noticias diversas Durante la tarde, fuerzas de Regñslafes

detuvieron a dos upacos», que fueron entie-ga'Jos al jefe de la columna con ei armamen­to y conducidos a Melilia.

Él capitán Fernández Ortega, herido de gravedad en el vientre, sigue mejorando.

—En el cementerio de la Purísima Con­cepción se ha verificado el entierro de los heroicos comandantes de Infantería D. Juan Romero López y de los capitanes de l.is fuerzas Regulares D . Eduardo Guzmán Ruiz y D. Rantón Morerio de Gueira , muertos glor iosameile por la patria.

El t i isie acto constituyó una imponente manifestación de duelo.

— H a regresado del zoco El-Had-Benisl-car el primer tabor de Regulares de Ceut^, que se hallahn allí desde el 24 de julio.

Viene a incoiporarsc al resto del grupo que manda el teniente coronel Gonzálei Ta-bfiis.

Han comenzado las obras de ampliación de dicho campamento, jxir haber sido re­forzada su guarnición con los batallones de Esprña y Sevilla.

—El teniente El-Miziam, que se halla con­valeciente de las heridas que recibió en el combate de Annual, ha solicitado ingresar en el Tercio extranjero.-

—Las fuerzas del pnmer regimiento de ferrocariles, 'mandadas por el teniente coro­nel Sr. Martínez Unciti, que están tendien­do un ramal para unir la linea del ferroca­rril con el embgtrcadero qvje se construye jíerca de ¡a primera caseta, en Mar Chica, hain encontrado grandes cantidades de ce­bada al hacer unas excavaciones, y

—Un avión que volaba sobre el Gurugii y Nador, puntos en los que se veían grupos de moros, fué tiroteado.

El aparato tiene cinco impactos.» — H a comenzado eJ envío de fuerzas a la

Restinga, á<o\\óe parece que sie va a oon-sti-tuir una fuerte columna, que se movilizará en tiempo oportuno.

La Artillcrta. y Caballería van por tierra, pascando la Bociina de Mar Chica en lancho-ncs.

—^Toda la artillería que se pidió a Ceuta en los pirimeros momentos de peligro regresará a aquy torritorio, en virtud de órdenes da­das, en el vapor «Isla de Menorca».

'—Han llegado un escuadrón de Lusitania, 105 artilleros y una seoción de Ingeniieros.

Llegada de paisauos ' Han llegado a esta plaza la viuda Juana

Martínez y su hijo Salvador Vizcaíno, que es­taban estabiWádos en B a t d ouando se replegó la otdumna NaVarro.

Juana y su hijo se refugiaron en Monte Arruit, donde permanecieaioii hasta su eva­cuación. '

Tanibién ha llegado herida una cantinera^ Ifawnada Paca Valenzueia, que estaba estable­cida en Zeluán, y que logró refugiarse en Sidi-Hamed-el-Hach.

Ot ra mujer, llamada María González Far-gas, que se hallaba en Zelpán durante ed ase­dio y se dedicaba a condimentar la comida a los defensores de la Alcazaba, ha Uegado a Melilia. Dice que permaneció varios días ocul­ta y vino csuninando durante la noche.

^ De Chafaiinas Chafa riñas, 29.—Las fueraas de rng>etnie-

ros llegadas de Sevilla, y que manda el co­mandante Bénjumea, han reginesado a Meli­lia, después de dejar admirablemente fortifi­cada la posición de Cabo de Agnaa.

En la plaza y en dicha posición reina ab­soluta tranquilidad.

Algunos grupos de moros se han presen­tado en las inmediaciones; pero ni» en acti­tud hostil.

A Chafarinas cont inúan HegranSo moros pa­ra vender víveres en la plaza.

A última hora se reciben noticias diciendo que un pequeño grupo de moros hizo algu­nos disparos contra la posicióh de Cabo de Affua. ^

Fueron enér^cair ient* T<ech»i!ad«s por wuestras t ropas cea ua certer» fuef» de fu-atlaría y ar tüUrla , ka«ta p*««rle en fug^t

Pe Alhucemas I Hechos los convenientes preparat ivos, sa-, . , . „ ., • • j ili'^ ia tropa Hby, a las dos de la ta rde , para Algeciras, 29.—Se reciben noticias de que^ (^artagena, donde constituirá una media bri-

en ia Gomera los moros tirotearon la posi- „ ,cj¡, (-Q^ ^^ batallón del regimiento de Al­ción, matando un caballo. Nuestras ametra-• ¡;j,;.,.,_ ¿e gu,r :noi6n en Lérida, y con ot ro lladoras consiguieron despejar los alrckcio- " res de la posición.

De Peñón y Aihucemas fondeó a m^^Jio d:;* de ayer en Melilia el vapor correo ul Juanes», que a las órdenes de su -s . ;<.' capitán, Sr. Boix, y primer oficial, Sr. ?'t;-gartegui , tan excelentes servicios vicns pres­tando desde gue estallaren ios sucesos en la zona.

Los viajeros llegados de las plazas meno­res dicen que en ellas reina completa tranqui­lidad.

Los indígenas se dedican a sus cotidianas faenas, y como de or'di'nario, muchos de ellos desembarcan en aquellas islas para expender sus mercancías y auqiiiiir las que necesitan.

En AlhuceiTsas se reciben casi a diario no­ticias de nuestros compatriotas prisioneros en lieni-Un iaguel.

Respecto a los alimentas, están autoriza­dos los prisioneros para pedir los que más les api^tfi-can-

Desde la plaza se les ve muchas veces, cuando salen de las viviendas y tiendas de campaña donde se aloian.

Además reciben cuantos encargos les en-ví;<n sus familiasT Apenas fondf'ó el «Juan de Ju mes» en aquella tiahia, zarparon cuatro boifcs para la playa vecina cargados de en­voltorios de todos los tamaños,- recuerdos de los que aquí aguardan aalielaiites la hora de la liberación.

En Teiuán Los últimos ataques

El batallan do las Ordenes .Militaros Tetuán, 29.—^Ha llegado el batallón de las

Xí'ldivi»,

íir.tín, que giuarnecia Figue-1 ¡iiaiiua de toda es ta fuerza • í; )n, D. Fernando Valdivia. í-atall(Sii de esta ciudad 1.047 !os que ftguran muchos spl-

. Las n'<andan, además del co­cí teniente coronel D. Luis

Gonzalu, ei camandaníe D. Félix Martínez GusrdJola, el capitán ayudante D. Roque Pa­lacio Graifié, los canitr^nes Prado, Muñoz, Ategre y Palacios y el de amcta-alladoras se­ñor Cfih'ncho.

Lleva el batallón cinco cocinas d*e campa­ña y abundante material. Tambiéin van el ca­pellán y el médico del regimiento y 15 subal-ieiuos.

El batalícn expedicionario salió a las tres de la tairde del cuartel, diri^^iéndose por eJ centr» ác la peblación al templo del Pilar," dpnde 9C cantó una salve. El vicario general, D. José Peüicer, y el capellán castrense se­ñor Perdices pronunciaron patrióticas pláti-•as . El batallón desfiló lue to ante la Ima­gen, marcJiand» dej^ué» al campo del Se­pulcro, donde fué lévistarie por el general i e división Sr. G*rcía Moreno. ,

El desfile de las tropas por las cicles cons­tituyó un espectáculo. Todo el trayecto esta­ba Heno de público, que aclamó sin cesar a los soldados. E n e i Coso, donde todo? los Casinos habían engalanado sus balcones, el entusiasmo fué extraordinario.

H U E S C A Otro batallón a África

Huesca, 29.—^l batallón del regimiento de Galicia de guarnición en Jaca ha recibi­do orden de marchar, lo que efectuará ma­ñana, pasando por esta capital, donde será"!

Ordenes militares, que hizo marcha por la f saludado por las autoridades militarejt y ci-carretera desde Cei^ia, pernoctando en el Rin­cón del Medik, y trasladándose a esta plaza en la madrugada de hoy. '

Con estas fuerzas vinieron también tres ba­terías de Artillería ligera.

Las calles habían sido enarenadas para el paso de la Caballería.

Un enorme nübiico recibió a los expedi­cionarios, a los que no cesó de vitorear.

Las tropas desfilaron lue^o todas en co­lumna de honor por la plaza de España, des­de donde marcliaron a sus respectivos aloja­mientos.

Dos cabecillas mnertos Tetuán, sj.—Anoolie, a primera hbra,

cuando se retiraba el servicio de vigilancia de Kcrikera a la posición de Ben-Carrik, un gru­po de moros hostilizó a las fuerzas, que eran de Caballería y de lá Policía indígena.

Estaban los moros apostados, como de cos­tumbre, en un lugar que dominaba el camino e hicieron una descarga, matando a un sol­dado e hiriendo a otro.

La fuerza contestó briosamente a la agre-

viles de la capital. SEVILLA ,

El batalióa de Soria Sevilla, 29.—A las doce del día zarpó con

rumbo a T/aradie el vnpor «Romeu», condu-1 cíendo el segundo batallón del regimiento lie •Soria, compuesto de 1.147 plazas.

Numeroso gentío acudió al muelle, acla­mando a las tropas y obsequiándolas con agua, vinos y cigarros.

En el rriomento de zarpar el buque, la banda del regimiento tocó la Marcha real y La canción del soldado. Los vítores y acla­maciones se sucedi^eron con un desbordamien to de entusiasmo.

La mayoría del público siguió la tu tá del vapor por el paseo parídelo al río, agitando pañuelos y dando vivas. ' .

Par* artiWeria para aeroplanos Se%"!lia, 39.—:En el aeródromo de TabUda

se está terminando de montar las ametralla­doras y lanzabombas de los aeroplanos que ha.n de ir a Melilia.

Se han hecho todos los ajustes necesarios sión y se lanzó a perseguir al enemigo, lo-! en los apara tos para convertirlos en aviones grando matar a tres de la partida y apoderan dose de los cadáveres y de los fusiles.

De los tres muertos, dos eran muy conoci­dos por sus constimtes fecJiorías. Se t ra ta de unos bandoleros, llamados Harfitis, que con su hermano Sal-lam Karrich, organizaron fre­cuentes agresiones y se jlmponian por rterrojc a las kábilas.

H. MIR Otro aíaqne

Algeciras, '29.—Noticias que se reciben de Tcíuán aseguran que anteayer sál:)ado los moros, agredieron a un convoy, compuesto por un cabo y ocho soldados y dos acémilas, entre Budcs y Alalck, cerca de Xexauen y del monte Cónico.

Se dice que resultaron rnuertos los nueve hombres y que los moros,se llevaron las dos acémilas.

Al m i ^ o tiempo tiroteaVon una posición próxima a ese lugar, para impedir que salie­ran fuerzas en socorro del convoy,. ,

En Larache Convoy atacado y aduar razziado

Tetuán, 29.—En la región de Larache fué ayer atacado el convoy de Bardex, resultan­do muerto 'un policía indígena.

La fuerza de custodia contesta con eficacia a la agresión e hizo cuatro muertos al enemi­go, que se puso en fuga.

Al conocerse el suceso por la superioridad,

de bombardeo. Cücstantemente se realizan pruebas, y está ya completo el cuadro de pi­lotos y obse.ivadoies, cuyo jefe es ei capitán D. Pedro Gonjfélez I>í««.

VALENCIA Trofis I l^arache

ValeiKÍa, 29.—Ha recibido urgente aviso de embarcar con rumbo a Larache^ un ba ta­llón del regimiento de Mallorca, de guarni­ción en esta capital, juntamente con otro del regimiento de Arag^W, que, procedente de Zaragoza, llef;ará esta noche.

Embarcarán mañana, a pr imera hora , en el vapor (cRomeo».

.Se decía que ambos batallonies iban a for­mar parte del ejército de reserva, y por ello, al enterarse el pVibHco de su precipitada mar­cha a la zona de Lafache, se ha producido la natura l sorpresa y se han hecho conjetu­ras y comentarías muy diversos.

VIGO Embarqtíe de tropas

Vigo, ag.—A bordo del «NaVarra» salen hoy las íucrzas del batallón de Salamanca.

Son 1.140 hombres. El Ayuntamiento les ha obsequiado con miUaircs de lata's dé con­servas y de cajetillas.

El regimiento de ^ifurcia, de guarnición aquí, recibió orden de %%Xw hoy mismo..,

EL F E I K O L U a a cabalgata patriética

El Ferrol, 39.—Con pran entusiasmo ha como se supiera que los agresores pertenecían | gído organizada la cabalgata patriótica, que al aduar»de Dar-Barratia, se organizó una expedición de castigo por la policía de La­rache.

Esta sostuvo fuego con los kabilcflos; les hizo varios muertos y siete prisioneros, y «razeio» el aduar, quemándolo despué5i|r

Consta que de alli han partido varios ata­ques a nuestros convoyes y destacamentos, por lo que el castigo era muy necesario.

Graves acontecimientos Tetuán, 29.—(Urgente).—En este momen­

to (diez rnafiana) recibo informes de haberse desarrollado en la zona de Laraclie serios c imprevistos acontecimientos.

Parece que varios núcleos moros han ata­cado las posiciones españolas.

Según se asegura, el ataque ha sido fuer­t e ; pero, por discreción y no tener datos completos, no quiero adelantar el- resultado que ha tenidóda lucha en alguno de loa pun­tos atacados.

Salgo para la zona de LaracEe.—H. Mir. •K-

Nada más nos dice nuestro compaKero; pero de todo lo que en l a r a c h e , como /en las demás zonas de Marruecos, ocurra, tendre­mos jH corriente a nuestros lectores.i

EN PROVINCIAS ZARAGOEA

Un KataMa del rejinitnto de Ara* g é « «•!• para MtUf l

\ Zafa^fMa, 29.—M sdbada, a las ocho 'de !a noche, se nídbió la orden de par t ida del liatalién del í-agfÍMÍento devAvaipón, que és-¿lilJKa prf(yucad« pa ra marchar a Melilia.

ha recorrido la población. Formaban parte del cortejo los exploradores, carrozas de ia Cruz Roja, figurando tiendas de campaña, ocupadas por herijiosas niñas, vestidas - de enfermeras y postradas a los pies da solda­dos pertenecientes a los distintos Cuerpos que permanecen en esta plaza.

En otras carrozas, t i tuladas «Espafia«, adornadas con el' escudo nacional, iba una soberbia matrona, rtodeada por individuos pertenecientes a todas las Armas del Ejér­cito y de la Marina. '

Para asistir a la cabalgat?i llegaron de Betanfos grupos de baijannes pertenecien­tes a los gremios. Las bandas de música-de los regimientos amenizaron el grandipso acto.

En algunas calles y piazas se estableciftron íncsas petitorias para recaudar fondos para los soldados de África; siendo muy satisfac­torio el resultado de la colecta..

BILBAO ladaleci» Prieto se va a MeliOa '

BilWo, «9.—-SI diputado socialista Inda-l«iiio~l'rieto fca marchado a Melilia con ob­jeto de estudiar sobj-e el terreno los sucesos acaecidos en la zona y documentarse a fip de intervenir en el debate que se suscite lue­go en el Parlamento acerca de esta cuestión.

B A t C E L O N A Tropas de lat^slepija j Sanidad.-El batalióa i* San Quiatla.-Otras tro*

p«s a Afríft Barcelona, 39.-^Esta manan», a la» once,

embarcaron p^ra MdilU «f» compaflía ^de Iatend«cia v «na sección de S«nid»d Mili­tar.: ,- -• ,

Asistieron al acto el gobernador militai) interino, pomandante de Marina, d goberna­dor civil, Sr. Martínez Anido, y otras auto* ridades.

Presenció las operádones del embarque un numeroso público, gue prorrumpió en vivas y aplausos.

l ina banda militar interpreta escogidas pie­zas durante el embarque.

A la una y media de la madrug-ada salió de Tarragona el trasatlántico «Claudio Lopes», llevando a bordo dos baterías del 9 l 'gero de Artillería y una compañía de Intendencia.

La otra batería de dicho regimiento ligero ení^arcará en Tar ragona a bordo del «Bar-celó», el cual salió este mediodía de este puer­to con una compañía de montaña de Intenden­cia y una Sección de ambulancia de Sanidad, que van a Melilia.

Se ha dispuesto que un Batallón del regT-micnto de San Quintín, que se halla da guar ­nición en Figucras, marche en un tren militar a Valencia, en perspectiva de embarque.

La Asociación de consignatári"- de buque» de esta capital ha hecho entrega tic i.ooü pe­setas para que sean repartidas entre las tro­pas de África.

MALAGA El temporal

Málaga, íg .—A causa del temporal de Le­vante han suspendido su salida los vapores «Marqués de Campos» y «Menorquín», don­de habían embarcado el personal, material y ganado de dos compañías de Sanidad de la Comandancia de Madrid y lá compañía de ametralladoras de Isabel Í I .

¡COCHEEITOj PARAI

MONOMANÍAS EXÓTICAS

llanera ffiginai de tomsr los coc&eí en Améric!!

Todo í( americano es original, y todo lo que haceíi los americanos tiene que ser origi-nalísimo. Así es que,nada tiene de particulai lo que vam.os a referir.

Al pasar un coche de La Peña por la caHi de Alcalá, frente ai Retiro, >se acercaron dos jóvenes extranjeros, pidiendo | d cochero, Jos^ María Rodríguez, que parase.

No había parado aún el cocl«ro cuando los ' dos sujeips, llamados Arthur Leari, de veinte . años, y Édvard De-W¡tr-Wal&h, de diecinue­ve, ambos'norteamericanos y residentes en eí Hotel Ritz, se sr.bieron al pescsnte y, cogien­do las riendas y la fusta empezaron a golpear al caballo,

Ei escándalo fué fenomenal, presenciando el público la lucha que en el pescante sostu­vieron el cocísero y los dos extranjeros.

Llegaron los guardias , pero los dos jóvenes se negaban a bajar del pescante.

Cuando creyeron los guardias haber redu­cido a la obediencia a los furibundos yanquis, éstos se arrojaron sobre uno de los sacerdotes del orden, a quien atizó una soberana paliza.

, A viva fuerza fucfCMi llevados a la Comisa-rfa, y ya en el centro policiaco ia emprendie­ron a golpes con los muebles, con el perso­nal, y cuando ya no encontraron qué golpear, se arrojaron al suelo, con tal furia, que fué precisa la intervención de los .médicos d e i s Casa de socorro, más que para curarles de laí lesiones que padecían, de la monumental «tO' quilla internacional» que padecían.

En Sniza también toman los coches de nn modo parecido

Sin duda alguna, en el ambiente debía existir ayer algún microbio de una acción pe­ligrosísima fiara la integridad perscnal de los cocheros, y, claro está, para !c/s hombres no acostumbrados a aspirar nuestro aire, la in­vasión del microbio produjo terribles resulta­dos. Esto debió ser, cuando tres suizos repi­tieron la misma' escena que los americanos. Estos suizos, llamados Guillermo Ciamber-bara, que vive en Conde-Duque, número J|»; Francisco Lingulabia y Teófilo Alcaset, con' igual domicilio que el primero, preten«JiíTen tomar, pese a la oposición del coohero, F ran­cisco Quiñones Arizrhcndi, el coche n ú n e r o S36, que éste guiaba. Alegaba el coohero, ^ue fué abordado por los suizos en la calll) del Duque de Alba, que iba a encerrar. ^

No les pareció a los envenenados de «antí-cooherismo» suficiente la razón expuef*» jior el auriga y vino la discusión, a contintwcián los golpes, y el cochero, viendo la cosa mal pfirada, convenció al caballo de la nesrsidadí de escapar por pies, y a una vclocidtsd com­pletamente desconocida se lanzó el coche ca­lle de la Magdalena arriba, seguido de.lo» suizos.

Aquello, ínás que un síinple «simSn», 9» asemejaba al carro del Apocalipsis llevado ^po» vm caballo de fuego y guiado* por Júpiter.

As! llegaron hasta la calle del Prado , e» que la presencia de varios guardias puso fifli al incidente, que acabó, como el anterior, en, Ja Comisaría del distrito, aunque en ella !o« sqizos, menos fogosos que los norteamerica­nos, no opusieron resistencia alg^una. . . . . . . 1 . 1 1 ^ — - * < l / ^ / % ^ - , ' -m

Contm los perturbadora. del orden en Alemania

- Berlín, ,29.—Después del Consejo de Qa^ bínete celebrado hoy, el presidente del Rfúdi ha publicado una ordenanza disponiendo quA 's^ dicten las W d i d a s más severas contr» . |os que se esfuercen en derribar la Cónstitucióíl alemana y la forma, republicana en A l e o ^ nia.

Los periódlcosViue publiquen á ^ c o n t i ^ ' rio a la Constitución o dirigido contra^ l09 representantes del partido demócirata t«|Mi> blicano podrán ser suspendidos duraa le un periodo de quince día».

Las rcuniqncs donde se predique la r ^ M ^ día serán innsediatamente disueltas.

Se ú.ipondrán pehas de prisión y m u l t a d 4fue podrán elevarse hasta medio millóo, « lo» qv-c infrinjan esta ordctia»iza o exciten los •sDÍritus contra U> Constitución de Weínuir . '

LA LIBERTAD «" EL CRIMEN. DE 'ANOCHE

Agresión y suicidio A primera hora de la oodtx'át ayer se des­

arrolló una tragedia en una de las ha4>itacio-nes de cierta casa de mala, nota, conocida'por

• Kcafd de la Granadioa», sita en la calle de GravLna, i 8 . I

Sin que hasta la hora presente haj*»!! podi­do averiguarse las causas, es k) cierto que un joven, llamado Agustín Carbonell y Alvarez de Sotomayor, puso fin a su vida, después de atentar ccMitra la de una de las pupilas.

El suceso Poco después de las siete y media de la tar-

i e , la encargada de la casa oyó dos disparos, que partieron de la habitación que ocupaban .'Vgustín Carbonell y la pupila Casmea Arías^ de veinticuatro años. i

La encargada abrió la puerta de la aJoofaa y vio que Carmen estaba tendida en la caaxa^ arrojando sangre, y que en aquel momeato el joven volvía d artiia contra sí y'^dispard.

A los gritos de la encargada acudieran ot ras pupilais y el médico de la casa, que casuaJt-mente se encootraba alH.

Mientras, sonaron otros disparos, que vi­nieron a aumentar la confusión y el espanto.

Seguidamente se djó aviso a los centros ofi-' cíales, y a los pocos minutos acudió á facul­

tativo de la Casa de socon-o ded distrito del Hospicio, D . A n t o n b Sagredo, y dos agen­tes de lá Coimisaiia correspondiente.

•v^ Los primeros auxilios Cúanck» Uegó.a la casa dé la caüe de Gna^

f vina el doctor Sagredo, d facultativo de la casa prestaba auxMio a Carmen, que M>ia sKk> previ^neiUe t tasladada a ot ra habitaotóo d d piso scguncb.

Cuando se certificaba la defunción de Agus­tín Carbonell I kgó al lugar del suceso el juez

' de guardia, quien procedió a interrogar a Car­men y ordenar el levantamiento del cadáver y su traslado al Depósito judiciaL

Declara Carmen . ; El juez de guardia interrogó a Carmen, la

c(j%) declaró qiíe desde hace algún tiempo el joven Agustía la visitaba pon relativa fre­cuencia.*

\ Comprendió Carmen desde los primeros días que a q u d honibre estaba enamorado de ella, y suponía que a juzgar por sus gastos Agustín d e b k de bacerlps supeViores a sus fuerzas.

Hace poco tiempo, Carmen marchó a HuéP-\'3L, de .donde es natural , para visitar a sus padres, y allí recibió cartas de Agustín, a las cuales contestó.

Como nunca le propuso de una manera ;" clara sué deseos de sostener rdáciones, nada

'.•- pudo contestarle. ' Desdé d sábado, Carmen y Agustín perma-

^ necieron juntos hasta la Jjora d d drama. Según parece, Agustííí escribió ayer varias

car tas pidiendo dinero. Sín que mediase dis-^ '« €iMéa 'í%aiBB*, y ^ u a n d o «a» ésísíbasíeéostada '***en la daitiá, apoyada en d braáay'üsquierdo, él, , que estaba sentado en un sillón colocado en .. frente, sacó un revólver y dispat-ó dos veces "' sobfe ella. (

latertieiM elJnz¿ado En d reconodnfiento practicado por el Juz-

.'•,, gado se encontró d arma con que disparó ''' Agustín.

En los bólsUtos se le halló una carta Be ; ' qu in tas ; otras , firmadas por Carmen y fecha-'•'• das en Huelva, y otra, dirigida a un pariente ' ;• suyo pidiéndole dinero. j • Los facultativos entregaron al juez d acta í ; de defunción del Sr. Carbondl , según la cual ' sufre dos lesiones en ambos parietales, leves,

producidas por arma de fuego, y otra en la í región mamaria izquierda, que le atravesó d »-;• corazón. .r 'í^;._, Carmen padece una herida, que le atravie-;»* «£i la mano izquierda, y otra ei) la región ma-j^^Jínaria izquierda. '

•Jie dispuso su ingreso en d Hospital de la ^,¿ Princesa. ': / ' El ntHfirto

Como hemos dicho, el protagonista se Ua-moba Agustín C a r b o n d l . y Aivarez d e Soto-niayo»-, de veintiún años, que vrvía en d nú­mero 7 de la calle de Ferraz. -, ,

Según parece, Agustín, que e r a ' d sostén ' de su familia, se dedicaba a representaciones. , . Deja rtiadre. Ire^ hermanas y .un hermanó

dn m e n o \ ejíad que él,' sumidos en J a mayor

" " '^/1^/^/^¡r——''• ' ' '

Las represaÜM París, .29.—Telegrafían de Oalikut (lodia

meridional británica) que las tropas ingtesas han oam«izado las operwáooes ooiitra la tribu rebelde de los Moplalis, quimes han perdido ya más de 700 liombires, entre muertos y he­ridos.

Los Moplahs han capturado a varios fun­cionarios y policías, saqueando las oficinas de la Admóinistración, especialmente el Tesoro, en Emad, eo d cuai se guardabaü sesenta mil rupias.

Los rebddes han puesto en libertad a todos los detenidos por delitos comunes e incendia­do d palacio de Nolabour.

En la región de MaJabaxos ha sido proda-maéa. la ley marcial.

UBga4a de refuerzos Oalifcut, 29.—Han llegado ya refuerzos de

Infantería y Caballeria inglesa, destinados a reforzar las fuerzas bri t inicas que se encuen­tran en la región de Bengaihore y en las oer-canias de Ernad.

Los detalles que se reciben son aJarmanti-simos, pues los insurrectos se entregan al ase­sinato y a l saqueo.

A áttfaiui bon Londres, 29.—A úitiraa hora de la tarde

continuaban siendo muy alarmantes las noti­cias recibidas de Calikut.

Parece que d movimiento es de carácter fanático, siendo los m á s cast igados sus pro­pios sacerdotes.

ATRO PE LLO S , CHOQUES Y. ACCIDENTES

LOS PEUGROS DE LA A VIACION

W.

LA INSURRECCIÓN BN LA INDIA

La sitnadón empeora l iendres, 29.—La situacióio en la India es

todavía inquietante. El movimiento rebdde • , ' en Malabar y su distrho, que actualmente ha j ' « . « d o sometido a la ley marcial, en ua princi-

• • pió de carácter pcdítico, ha tomado un as{>ec-- u> más bien rdigioso^ d d qiie son victimas

-•, los indios. : '^. ' LM borrores de Í9 úg^nrecciófl

Bómbay, 29.—Se han redbidQ noticias de los horrores cometido^ por tós insurrectos en

' ' MilambDuf, cuya c ú i d ^ W sido saqueada por í"- .¿f^nipte to .

.*' l 'n jefe rebelde, después de o ^ e n á r d ase-> '. -'tfinato de 17 personas que había en d p^la-K•A•^^áo d d Gobierno, se instaió eo d , y para cap-: / , ' i t w s e la,s• simpatías de la población repart ió " ^^,tí botin entre los habitantes más pobres. • ' } \ Se espera con impacáém^a ¡a llegada de las

t ropas inglesas, cot^fiáüdose que estas logra-- /ia restaWecer el orden y'éastsgar la rebeiiíkj.

La gravedad, del movimieofo • ,^ i^íilikut, sg.—La sublevación de la tribu de

'Uis Móplabs ha dado caracteres de verdadera •Mjtravedad al movimiento insufreiedonal en la "india; ' /'

' ''- ' Los r ebddes continúan robando y asesi-• « a n d o a los europeos y ostentíun en sus corre-Has d estandarte del Proíeta.

Se tiene noticia de haber salido con urgen-i '(da para esta retjirtn tropas británicas de re­lucí zo en iirportanle nombro. 1 I

Una niña muerta y una mujer grave

Monfoírte, 29.—^Ayer t a rde se verificó la fiesta de aviación, efectuando el aviador Gre­co diversos vuelos ante varios miles de per­sonas.

Al verificar d último vuelo, en que el her­mano del aviador faabía de lanzarse desd^ el aeroplano con un paracaídas efe su inven­ción ocurrió la desgracia .

Al intentar elevarse, no pudo hacerlo a causa de la muchedumbre que ise agolpaba d d a n t e del apara to , ocurriendo lo que se te­mía, a pesar de las advertencias de los or­ganizadores, resul tando ineficaz la escasa fuerza pública que habla en el campo.

El aviador obligó al a^iárato a dar dos bo­tes , haciéndole g i ra r a la izquierda, evitando que el apara to cayese en la masa de gen te , lo que habría ocasionado una tremenda ca­tástrofe.

El "aparato picó sobre el ala izquierda, ca­yendo «n un lugar donde había poca g e n t e ; pero alcanzó a una mufer de sesenta y cinco años, Francisca Pedreda López, y a la niña íle dos años Maria Rodríguez Roquete . La primeara resukó con gravís imas hericjas, y la niña murió en él acto.

En el púbfico se produjo un pánico enor­me. El apa ra to resultó con grandes avenas . '-jiiiirri riii • I ' ' r "%1Í/W%'''"' '"' ''<'^'<<'

EL TIEMPO Se afianza el buen tiempo en España y va

en aumento la temperatura. La máxima de iayer fué de 35 grados en Se-r

villa, y la mínima ha sido de 8 grados en San­tander.

En Madrid la máxima de ayer fué de 29. ídem la mínima ha sido de 16,2.

Tiempo probable para hoy Estrecho de Gibral tar : Viento d d Este. Por toda España : Buen tiempo,

- • t ^ / ^ / ^ ^ r ' •' ••—-»•

Horrible accidente ferroviario Turín, 29.—Un tren de viajeros que venia

de Ladispoü, a consecuencia de un falso cam­bio de agujas, chocó con un tiren de mercan­cías que venia en sentido Contrario.

Ocho vagones del tren de viajeros cayeron p§r un barranco. Resultaron muertos 37 via­jeros y heridos 150.

f. ^ — — • ' ^ / ^ / % ^ • • • "

PARRICIDIO Y SUICIDIO Bilbao, 29. A las d ie^y media de la maña­

na se ha registrado hoy en esta capital un doblfe crimen.

En la casa número 35 de la calle Tres Pila­res vivían separados desde hace tiempo, por disgustos familiares^ los esposos Simona Gar­úa y Joaquín Agorrete.

Pafece que,,J}py los dejaron solos erí la casa y entonces disputaron violentamente, por lo cual el marido con un ^ o r m e cuchillo de co­cina infirió a su mujer sdis cuchilladas.

A ios gri tos de la víctima acudió el vecin­dario, y el .criminal viéndose estrechado se

Tres muertos y varios heridos Ayer mañana, a las diez y media, en la ca­

lle de Jovellanos, el aüt(»mó'vil 7.572 M., de alquiler, ocupado por el doctor IJarraquer, a t ropdló a un niño de corta edad, ocasionán­dole la muerte.

A la hora indicada, José Gallegos Día?, de once años, cruzaba corriendo la calle frente al Congreso, para ver a los soldados que en aquellos momentos pasaban por la Carrera de San Jerónimo.

A gran velocidad embocó entonces en la calle el automóvil a que antes nos referimos, y sin dar tiempo a que la infeliz criatura pu­diera apartarse, le enganchó c|)n una aleta, arrastrándolo durante un gran trecho.

Cuando el auto paró, algunos transeúntes recogieron al muchacho, que y a d a en d sue­lo inanimado. *

En el mismo automóvil le condujeron a la Casa de socorro de Buenavista, donde los médicos de guardia le apreciaron la fractura del cráneo, con salida de la masa encefálica.

El padre del desdichado niño se presentó en la Casa de socorro, dando lugar a una escena emocionante.

Las lesiones que sufria eran tan graves, que el infeliz muchacho falleció a los pocos momentos de ingresar.

En la Casa de socorro se personó el juez de guardia, quien ordenó d traslado d d ca dáver al Depósito judicial.

El conductor del automóvil quedó dete­nido.

« El domingo por la tarde, la motocicleta

5.239, que conducía Antonio García, chocó en la carretera de El Pardo con el carro que guiaba Jesús López.

El encontronazo fué violentísimo, saliendo despedidos del «side-car», donde viajaban, los hermanos Antonio y María Vázquez No-voa.

Recogidos por los ocupantes de un auto­móvil que por allí pasaba, fueron trasladados a la Casa de socorro de Palacio, donde apre­ciaron a Antonio la fractura de la tibia y pe­roné derechos y varias lesiones de carácter grave en diferentes partes del cuerpo.

Maria sólo padece lesiones leves. El infortunado Antonio García falleció ayer

mañana, a las once, en el Hos^jital de la Princesa.

* Un guardia ciclista que prestaba servicio

en la carretera de El Pardo dio cuenta en la madrugada de ayer de que en Puerta de Hie­rro, un automóvil particular, con fuerzas de Artillería que se dirigia a dicho Real Sitio, sufrió un a c ^ e a t ^ por consecuencia d d cual

a bien disponer con carácter .general y en evi­tación de interpretaciones erróneas, que con nrreglo a lo determinado en d último inciso del articulo 11 de la ley de 12 de Junio de 1911, no podrán ser objeto del arbitrio de in­quilinato los locales destinados exchisiva-

{.:íi:i.. clases, que tengan en el Muni-,u domicJiio social o ajrencia y estén

mt-iií'' '•! eier'^icio tic la industria o del co­mercio que utilicen las Compañías mercanti­les de

I cipio sujetas a recargo municipal de la contribu cicVn industrial, con arredilo a las d¡sirM>sicio-nes de la ley reg-uladora de la contribución .sobre Jas utilidades de la riqueza mobiliaria, texto Bcfundido de 19 de Octubre de 1920.»

—•©/©/©/§/-

c1í^b*^is ocupantes d d resu l t^ ro# ' cóchel

Los lesionados fueron llevados a El Pardo en otros automóviles.

El conductor del vehículo, que es de na­cionalidad alemana, se dio a la fuga ; pero la Policía, que conoce su domicilio, se interesa por capturarle.

arrojó por una ventana que da a la calle de Bilbao La Vieja, matándose.

La mujer falleció a poco de ingresar en la C^sa de socorro. 4

Con insistencia circuló ayer mañana el ru­mor de haber ocurrido un sensible acfcidente de automóvil en la provincia de Palencia, a consecuencia del cual habían sido victimas personas muy conocidas en la sociedad madri­leña.

Posteriormente, el presidente de la Au­diencia ha recibido un telegrama de Palen­cia, en el que se decía que a cbnsecuencia del accidente habla resultado muerto el ahe­lgado fiscal de esta Audiencia D. Manuel Cal­derón, y heridos su señora y el doctor Para-che.

De la noticia también tuvo conocimiento el gobernador civil, que la comunicó al mi­nistro y al subsecretario de la Gobernación. , Posteriormente,recibimos un telefonema de Palencia, en que, desgraciadamente, se con­firma la muerte del Sr. Calderón.

*

Ayer, cerca de Colmenar Viejo, una moto­cicleta en la que iba un joven llamado Juan José Carmona Prieto, de veintiséis años, sol­tero, domiciliado en el paseo de lá Dirección, 17, tropezó con otro vehículo, volcando, con tanta desgracia que pasó sobre d d t a d o jo-vén.

Conducido a la enfermería de la plaza 9e toros, por individuos de !a Cruz Roja, fué

EL FLUIDO ELÉCTRICO Al recibir anteayer t a rde el gobernador a los

periodistas, les manifestó que cgmo el pro­blema del suministro del fluido eléctraco es complejo y que h a de plantearse en var ias ocasiones, como se ha venido planteando des­de haoe tiempo, ha determinado estudiar las verdaderas causas de que , al llegar el vera­no, se vea el vecindario dfc Madrid amena­zado todos los años con ta restricción, del fluido, y pa ra ver de subsanar para siempre ese peligno, ha nombrado dos ingenieros del gobierno civil, otros di^s que le han sido fa­cilitados por el ministerio ^e Fomento ,y uno del Ayuntamiento de Madrid, pa ra eíítudiar ese asunto , tan to en la presa de Santillaná como en la del Júcar, en Allbacete, y la de Bolarqüe, procediendo al aforo, y una vez documentado con lo que le digan, más !a ma­nera de corregirlo, reunir entonces a todos los elementos intenesados, vecinos, indus­triales y Eniprasas, para ver de armonizar los interesies, pttes se corre el riesgo de que en cuanto empiecen a funcionar las nuevas lincas del Metropolitano, el consumo ha de ser mucho mayor, y s,e correrá el riesgo de que no solamente falte el fluido en el vera­no, sino que escasee en todo momento.

•curado dé primera intención de una lesión de tercer g rado a nivel de la línea extraumbjjical, con hemorragia uretral. Pronóstico reservado.

* En la plaza de Santa Bárbara fué atrope­

llado por la «moto» 5,362 M., que"gTHa!)a Pablo Fernández y Fernández, de veinticuatro años, que vive en él paseo de Recojetos, nú­mero 14, el joven David Tirón "AÍvarez, de dieciséis años, habitante en la calle del Di­vino Pastor, núm. 5. Por fortuna, las lesio. nes que sufrió revisten escasa importancia.

* En la Casa de socorro del distrito de Pa­

lacio fué asistido dé la fractura completa f!e la tibia y el peroné, en su tercio inferior, D. Julio Mendíaoiti.

Esta lesión, calificada de pronóstico gra­ve, se la produjo en la calle de Bailen en la'"«moto» de su propiedad, matriculada 'con el núm, 3.561 M.

Después de practicada la primera cura pasó el herido a l domicilio de un hermano suyo.

La cuestión de Alia Silesia

El informe del vizconde de Ishii Ginebra, 29.—El enviado especial de la

Agencia Havas , de París , telegrafía a esa Agencia lo siguiente: *

«El Consejo de la Sociedad de Nadones se ha reunido esta tarde, a las cuatro y cuarto, asistiendo todos los miembros que lo inte­gran.

Luego de darse por abierta la sesión, el presidente de dicho Consejo, vizconde de Is­hii, dio lectura de su informe sobre la cues­tión de Silesia. '

En ese documento, que está redactado en francés, el ponente empieza recordando los textos que fijan' la posición de la Sociedad de Naciones.

El Consejo dé la Sociedad de Naciones—di­ce—está invitado a actuar por la aplicación del artículo 2.° del Pacto, y en virtud de la carta que con fecha 12 de Agosto le dirigió el Sr. Briand, en su calidad de presidente del último Consejo Supremo, para pedirle su opi­nión sobre el trazado de la frontera germano-polaca en Alta Silesia.

Por otra parte—añade—^los artículos 87 y. 88 del Tratado de Versalles conceden termi­nantemente a los aliados el derecJio de tomar la decisión definitiva en lo que condeme a esa frontera.

La posición del Consejo de la Sociedad de Naciones resulta, pues, claramente definida.

El Consejo habrá de comunicar su opinión a las potencias que irítegran el Consejo Su­premo para que éstas puedan t¿mar la deci­sión definitiva.

Opino—añade él vizconde de Ishii, que «en esas condiciones el Consejo de la Sociedad de Naciones tiene no sólo el derecho sino ade­más el deber de asumir el papel que le impone el espíritu que informa al Pacto, y para cuyo desempeño tiene asegurada toda la libertad y la autoridad que necesita y sean de desear».

Recordó que el Consejo de la Sociedad de Naciones no debe reconcentrar exdusiva-mente su atención sobre uno u otro de esos puntos, 'descartando los demás, s.ino que es la cuestión de Alta Silesia eñ conjunto y con todos sus puntos la que se halla plan­teada ante el juicio del Consejo.

El vizconde de Ishii terminó declarandoi «El asunto es tá ya ante el Consejo de la

Sociedad de Naciones. Cumple a éste pronunciarse, en primer

término, sobre si acepta la misión que el Consejo Supremo le ha pedido que asuma, y después', en el caso de aceptar la misión, sobre el piocediniiento que estimare más oportuno para logiar el fin propuesto, o sea el de facilitar el arreglo satisfactorio de cues­tiones complejas, cuya situación no puede aplazarse por más tiempo sin grandes incon­venientes para la paz general.»

La lectura del informe duró escasamente un cuarto de hora.

El Consejo, adhiriéndose al criterio de su presidente (el mismo \b le de Ishii), de­cidió aceptar la misión e.^cargada por el Consejo Supremo.

Se declaró, pues, competente. ^ En su consecuincia, el vizconde de Ishii

ha dirigido esta misma tarde al. Sr. Briand, presidente del Consejo Supremo, el siguien­te teieijrama:

«Señor presidente. En la carta que tuve el honor de dirigirle con fecha 19, en contes­tación a l'i' suya del 12,•de participaba que tenía el firme convencimiento de que el Con­sejo de 'a Sociedad de Naciones estarla dis­puesto a aceptar la misión que se le confia­ba respecto al asunto de Alta Silesia.

Reunido hoy el Consejo de-la Sociedad de Naciones, y después de enterarse de dicJia carta mía fecha i 9, me ha encargado diga a V. E. <iUe se adhiere en un todo a los términos <le la misrna y acepta la invitarión que le ha dirigido el Consejo Supremo.»

El Consejo de la Sociedad de Naciones, t ras rápido cambio de impresiones, en el que tomaron parte el Sr. Dacunha, Lord Bal-fonr y el Sr. Burgeois, acordó suspender sus sesiones hasta e' jueves por la mañana (día 8), por estimiir necesario ese plazo para poder estudiar antes de iniciar la discusión de! asunto los numerosos documentos refe­rentes a éste, cu / a copia ha sido repartida «^ntre todos los in, 'mbros de! Conse^ .

Opiniones diversas

París, 29.—El corresponsal del «Journa l^e Genevc» ha interrogado a dos delegados de potencias neutrales, europeo uno y sudameri­cano otro, en la Sociedad de Naciones, acerca de la cuestión de Alta Silesia, comprobando que sus apreciaciones son idénticas en cuanto al forido de dicho problema.

Ambos delegados consideran que .^Ita Süe-! sia e.s incontestablemente un territorio pola­co, en contra de !a opinión de Mr. Lloyd Gcorge y estiman que fué innecesario el ple-

,bisciio, y que, en todo caso, los resultados Bl inOUilinatO IJ las Sociedades \ * Í «ste deben ser ir.terpretados. no en conjun-

' • ' tó , sino según ios \o ios emitsaos por cada

La «Gaceta» dice as i : '

«S. M. el rey (q

anónimas inserta una rea! orden que

D. g . ) , de conformidad 1 con lo informado por esa Dirección gener.-i

Ayuntamiento, La cuestión de!

cutida, y el tKameii t¡e Consejo debe limitarse a g-enci;is irreductibles qr.e

reparto no deberá ser dis--'•• !a cuestión por el

estudiar las diver-

y la de lo Contencioso del Estado, ha tenido seno d d Consejo Supremo. han surgido en e!

El asesinato de Erzberger

Buscando a ios asesinos < Berlín, 29.—Hah llegado a Oppeoau treinta

agentes de Seguridad, los cuales han oomeo» zado Lnmedlatamente a practicar gestiones cO" caminadas al descubrimiento de los asesinoa de Erzberger.

Los individuos que fueron detenidos haf sido ya puestos en libert.ad.

Los funerales Berlín, 29.—Telegrafían de Opferbaum qu*

ayer se cdebnaron en aquella ciudad los fu­nerales por d Sr. Erzberger, asistiendo a 1* ceremonia una multitud inmensa.

El cadá^'er d d Erzberger será inhumado cn B,iberach, en el Wurtenberg.

Los trabajadores de esta capital b.w convo­cado f>ara el próximo día 31 una gran mani­festación de carácter republicano, con ocasióp de los funerales del Sr. Erzberger.

Lo que dice un ministro

Oppenau, 29.—-El ministro de Comunica^ dones , Sr. Gierberts, en un discurso pro­nunciado en esta ciudad durante los funeraJe» celebrados por la muerte del Sr. Erzberger, dedaró que no podía saberse si este asesinato traería consigo graves disturbios políticos, y aseguró que el Gobierno del Imperio hará todo cuanto esté en su mano para poner ttQ fin a los asesinatos de carácter político.

Comeutarios Londres, 29.—El «Times», comentando d

asesinato del Sr. Erzberger, dice lo siguiente: «Aunque eJ Consejo Supremo haya juzgado

próce.dente levantar las sanciones económicas, los manejos de los militaristas alemanes sófe» pueden mantener viva la duda y la sospec^f* entre los países aliados.

Se trata de saber qué continuidad existe «O la política ajlemana, y en el interés de Alen»*' nía esto la enérgica supresión de todos I** recuerdos y seciuelas del sistema que arrastro al mundo al espantoso desastre de la guerra.

Al mismo tiempo, ¡os Gobiernos aliados dO" ben permanecer atentos a estos movimientos de opinión de Alemania, tan poco íavpraW** a la, causa de la paz.»

' ^ / ^ / ^ / ^ "• - *

DEL VERANEO EN EL NORTE

SAN SEBASTIAN Inauguración de un bospHal

San Sebastián, 29.—Ayer, a las once d« 1* mañana, se. celebró la inauguradón d d Hos­pital de la Cruz Roja creado por la reina doli» Cristina cn un «dialet» d d barrio d d Atttk" guo, cercano a Miramar.

Las r&gatas de traineras En la bahía de la Condiá .se celebraron ayV

mañana las regatas de trianeras ante numero­so JDÚblícb. "lÉn'las r ega t a* d« consolación ven­ció la tripuladón donostiarra en lucha con 1» de Guetaria. Las regatas de la bandera de honor, cuyo premio consistía además en 7-SOO pesetas, fueron ganadas por el equipo de P** sajes de San Pedro contra d de Orio, qu* era el favorito de la afición donostiarra.

Dos obreros mnertos por noa «tos» carga eléctrica

Esta tarde, en Astigarraga^ ha ocurrido una lamentable desgracia. A las dos de ' • tarde trabajaban en un bosque en la col*>-cación de cables de alta tensión varios obte-ros. Uno de los cables hizo contacto con una plancha de hierro, en la cual se hallabín va­rios. Oibreros, y se produjo una espantosa deííbarga. Quedaron muertos en el acto do* obreros, y los demás se salvaron milagrosa* • mente-

SANTANDER La familia real

Santander, 29.—Los infantito.s pasaron M mañana en la playa del Sardinero.

El principe de Asturias paseó por la pO" blación con el profesor Sr. Portes .

La reina no salió de Palacio. La duquesa de Fernán-Nüñez

De Bélgica llegan noticias anunciando cfOA se iialla en gravísimo estado la duquesa de Fernán Núñez..

Con ^ste motivo salieron esta mañana pa­ra San Sebastián, donde tomarán un rápi­do, los condes de la Maza, los duques de Santoña y los de Alba, nietos de la ¡lastra enferma.

^@/@/®/®<— m

Los ferroviarios de Salamanca

Salamanca, 29.—Los ferroviarios han celo-brado una reunión, acordando prestar su apo­yo moral y material a sus compañeros de la línea de Salamanca-Frontera de ' Pórtííigal, quienes tienen hechas varias peticiones a la Compañía, sin haber obtenido cootes tadóo a ellas. ' , ,

Una Comisión de ferroviarios visitó al go­bernador, comunicándole los acuerdos adopta­dos, para el caso de que la Compañía mao-tenga su negativa a aquellas peticiones. •~ • ' —'—'^/©/©/a/ —• *

El hambre en Rusia Menos mal que les envían jabichueias

Marsella, 29.—El vapor inglés «Eaton Oro-ve» ha zarpado con rumbo a Petrogrado, Con­duciendo mil ochocientas tondadas de habi­chuelas secas para el abastecimiento de I* población rusa.

La acciüiqi del proletariado será suBcieote Bruselas, 29.—La Internacional pbrera sO*

¿iaiista y la Internacional sindical han decli­nado 1,1 invitación del Conjité extranjero para organizar, eñ una reunión que debe celebrarse el día 30, los socorros del demento obrert* para los famélicos de Rusia. ,

La Internacional sindical asegurará por M In unidad de acción del proletariado en íU^Of df! sus compañeros rusu"

I

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LA FIESTA NACÍONAL :-: EN MADRID

Solo, bola y palo de favor NACIONAL, E L GRANDE

j Salve, Nacional ; yo te saludo! Te saludo como al más íornudable mata­

dor de toros que de muchos años acá ha pi­tado los ruedos taurinos.

Se necesita todo el valor que tú tienes, to­do tu amor propio, tu voluntad y tu añcióu sin limites para encerrarse en Madrid con seis toros de una ganadería, sm elegirla, una cualquiera, y salir, no airoso, sino tnusifa-dor en toda la linea, aclamado por ila mu­chedumbre entusiasmada, que desde que el inmenso baturro hizo el paseo hasta que fué conducido en hombros de los admiradores , que le sacaron por la puerta grande, no cesó ni un solo momento d e oir ovaciones enor­mes, constantes. , . , . , . . ,

El éxito de Nacional II fué indescriptible. ¡Y cuidado que la empresa era como para asustar al más sereno!

Para lidiar seis toros un ma tador solo ha de poseer cualidades excepcionales. De no ser asi, necesariamente ha de caer en la mo­notonía, aburriendo al espec tador Es decir, que t iehe muchas probabilidades en contra y pocas a favor. .

Ahí está precisamente el mayor éxito ele Nacional I I ; ,ese fué el mérito extraordina­rio de su labor: torear y mata r seis toros sin que el público se aburriese ni un solo ¡instante, sin que sintiese fatiga ni cansan­cio, sin que cesase de aplaudir en toda la t a r d e ; matar seis toros colosalmente, sin fla-quear un momento, sin que el público tuvie­se <)casión de hacer la más insignificante pro­tes ta . .„ ,

Anteayer se despidió de novillero el mata­dor Juan Añiló, Nacional I I . Con la hazaña del domingo, el valiente novillero hizo opo­siciones al doctorado, y las g a n ó a concien­cia, con nota de sobresaliente y premio ex-traordinario.

Coronó sus faenas hermosas, va l ien tes ; tu­zo el ejercicio de oposición cor tando la ore­ja del último novillo que mató en Madrid, i Digno nemate de su labor en la temporada!

Es decir, que jugó un tresillo con espadas , de palo de favor; jugó un solo, y tiró la bo­la. Nada más.

« ' Y como venimos observando en cuantas

corridas ha toreado Nacional I I , no tuvo suerte en cuanto a los toros; siempre le to­can los más mansos o dificiles, y lo mismo ocurrió el 'domingo. De los seis toros de He­rrero Manjón, sólo el tercero y el se^ito, sdbre todo este último, fueron bravos y lle­garon a la muerte suaves, dejándose torear; tos demás fueron broncos, dificiles, reservo­nes, descompuestos.. . unos toros que de no matarlo» Nacional, hubiesen durado más que un traje de pana. El más difícil fué el se­gundo, un buey fogueado, que daba arran-cadas peligrosísimas, defendiéndose en ta­blas y cabeceando. ¡ Una perita 1

Repito, pues, que Nacional II no tíeiie suerte en el reparto de toros. Le toca siem­pre lo peor..

Pero contra la suerte y sobre la suerte está la voluntad enorme, el valor sereno, tranquilo, la afición sin limites, como antes he dicho, del gran matador. Y como querer es poder, y Nacional quiere y puede, el do­mingo puso el pabellón aragonés a una al­tura envidiable.

A su primer toro, que ' pudo ser bueno, y que por exceso de castigo llegó descompues­to y bronco, lo sujetó a fuerza 'de riñones, aguantando tarascadas, y en cuanto lo igrua-ló, en la suerte contraria, entró todo derecho, metiendo un gran volapié. (Ovación.)

En su segundo, el más difícil y con mu­cho nervio. Nacional toreó, eso no hay que decirlo, metido entre los pitones, inteligen­te, sabiendo lo que traía entre manos, sin afligirse por álgiin achuchón' serio y entran­do valentísimo, dio media en las agujas, que tiró al toro patas arriba. La ovación fué unánime y merecida, pues el toro tenía mu­cho que matar , y a muchos toreros les hu­biese dado un disgusto.

Al tíTcer toro, uno de los que salieron aceptables, lo tomó Nacional con la izquier­da, dando un alto, otro de pecho, un natu­ral y otro de pecho, enoriues de apretados, y todos en medio de oles y palmas, siguien­do la faena adornado y pinturero, para arrear un pinchazo soberano y otro hondo en todo lo alto.

Cada pinchazo valió por una estocada, y se ovacionaron, y terminó con media lagar­tijera... y siguen las ovaciones.

También el cuarto era gazapón y manso, y. Nacional lo toreó enormemente valiente, apoderándose del bicho. Un gran pinchazo, por no estar igualado el toro. Más pases in­teligente, y volcándose sobre el toro, do­blando la cintura y saliendo limpio por los costillares, dio un volapié dibujado. (La ova­ción fué la número tres mil y petición de oreja.) ^

El quinto, mansurrón, nervioso, hipido, di-( ficil de veras, y Nacional, a fuerza d.e va­

lor y de inteligencia, lo sujeta y le da un pinchazo, y luego, «pierfilándose Con el pitón contrario», metió hasta la pelota. (Ovación enorme.)

Y salió el sexto. Un toro gordo, bravo. Nacional brinda en el centro de la plaza, dtespidiéndose del público como novillero, y haciendo casi toda la faena sobre la izquier­da, con pases de todas clases, enormes de valentía y de arte, emocionantes, dio un gran pinchazo y una estocada estupenda, que tiró al toro patas arriba. El público, en­tusiasmado, sin moverse de los asientos, le tributó uiia enornie ovación y se le concedió i* oreja.

Los entusiastas lo sacaron en hombros por la puerta grande y lo llevaron así , largo rato Dor la calle de Alcalá

¿Quedamos en que se mata asi? Pues , se­ñores, descubrirse ante el formidable ma­tador.

Seis toros , seis estocadas, y algún pincha­zo tan suf>erior como éstas; seis toros , m^-los casi todos, sin que el torero vacilase un momento; seis toros, todos bien muertos.

1 Viva Aragón! •

De intento he dejado para el final la ma­nera de torear de Nacional II . Yo quisro que alguien me diga si se puede torear más cer­ca, más parado, más valiente; y quiero que me digan a cuál de los seis toreó más cer­ca, más parado y más valiente. No cabe más; es imposible que un toro pase más cer­ca de lo que le pasa a Nacional. Las ova­ciones que se le tr ibutaron fueron enormes, unánimes..»

• En resumen: espadas son triunfos y palo

de favor. Nacional jugó y dio bola. j U n a tonter ía! ¿ H a y quien pida más?

SANSÓN

EN 7EWAN Patriotismo y arte

También este simpático y generoso pue­blo de Tetuán de las Victorias ha querido contribuir a remediar en lo posible la situa­ción de los soldados heridos en África.

Su caridad ha sido probada en distintas ocasiones y siempre ha respondido cumpli­damente.

Apenas arrastrado el tercer novillo, apare­ció en el ruedo la Comisión de la Cruz Ro­ja, con su bandera al frente.

El público, adivinando lo que se preten­día, sin lugar para haber leído la demanda que se hacía en un cartelón, comenzó a arro­jar monedas. Fué una verdadera lluvia.

Todos los soldados que presencian el es­pectáculo saltan al ruedo, suena una ova­ción y la banda de música entona la Mar-clia real, mienti*as en los tendidos se dan vivas a la patria y al Ejército...

El alcalde del pueblo, D. Manuel Martín, que preside, y los concejales, el secn'tario y alíTunos periodistas que le acompañan, también arrojan al ruedo su óbolo.

Los militares alzan en hombros a los ma­tadores y unos y otros se abrazan.

El empresario, Sr. Bertólez, y el represen­tante, Juanito Romera, están satisfechos de haber organizado esta colecta, qu^ al pare­cer ha resultado abundante.

Ya tenemos torero Ocho días hace ; fué en la última revista

donde con razón pude decir que por esta pla­za no habla pasado un lidiador al cual pu­diéramos aplicarle el «marchamo» de buen torero.

Desde el domingo no puedo decir otro tanto.

Llamas recogió la alusión y nos demostró que él es un torero completo y de los bue­nos.

Con ocasión de su reaparición, el 17 del pasado Julio, observé en Llamas condiciones excepcionales en el arte de lidiar toros. Aquel día cortó una oreja por su excelente faena en el cuarto de la tarde.

Repitió Llamas su actuación el domingo 24, y la cosa estuvo tan deficiente que en­toné un ¡ yo pequé!

Creí entonces que había juzgado a este muchacho con ligereza y rectifiqué.

Hoy vudvo por mis fueros, y ya sin te­mor á equivocarme, y, como siempre, con i juicio s ano /puedo decir que.Antonio Llamas es un buen torero.

Ocurrirá, como el 24 de Julio, que Lla­mas no pueda o no quiera, pero quien hace lo que le vimos hacer el domi i^o , eg un to­rero.

Apareció el cuarto de la t a r d e ; era negro, pef|ueño, bien puesto de pitones.

Sale corretón y, t ras unos recortes^de Hi­pólito, Llamas le toma en corto, con los pies juntos, muy juntos, demasiado jun tos ; empapa al novillo en los vuelos del Capote , t ira de él y se le pasa todo entero por de­bajo del vientre; le manda mucho, tan to , que al querer recargar la suerte, el torero se apoya en el pie dereciio para no caer cuando el toro se revuelve nervioso.. ,

Y así una, dos, tres, cuatro y cinco veró­nicas escalofriantes, que arraníAn ¡oles! de todos los pechos ; después, una media veró­nica ^ por el lado derecho, tan ceñida, tan tsmplada, tan superiormente ejecutada y re­matada que podría firmarla con orgullo ese torero que se llama Juan Belmonte.

Suena el clarín, coge los palos y arrancan­do desde las tablas del uno clava medio p a r ; repite, y otra vez de dentro a fuera pi*ndc tres pa los ; por último, cambia un par , que resulta defectuoso por haberlo iniciado en lá suerte contraria y porque el animalejo ga-zapea.

Toma la muleta, y no hallando a mano la bandera de la Cruz Roja, a la que quiere brindar, lo hace por el público todo.

Un natural, que tampobo dejarla en mal lugar a Chicuelo, y que l i ra con uno de pe­cho formidable; otro natural y otro de pe-cüio, superiores ambos ; unb en redondo, otro por alto, bastante ceñido; dos más , sin ton ni son, uno de ellos rodilla en tierra.

Entrando muy bien, suelta una estocada tendida, otra defectuosa y do|S taedias de buena calidad. -'...,

Suena una ovación que debió oírse en Ma­dr id ; Llamas da la vuelta al anillo y se k concede la oreja. .

A su primero, que era un mansurrón fo­gueado, le dio seis buenas verónicas en dos seftes, y media ceñida. Luego,, a la hoca de matar, , estuvo deaciente porqm el enemigo no fijaba a pesar de todos los esfuerzos, y*se hizo necesario entrar a paso de bajiderillas.

Mató el segun' 'o por h a b c sido cogido Emili» Rey, de dos pinchazos, y una entera.

En el quinto marcó cuatro verónicas de su estilo, y al iniciar la quinta íué empalado y volteado sin consecuencias, merced a 1Ú iii;er. vención de la Providencia, peí que el mata­dor quedó arrodillido ante la cara del lo.u, que no hizo por él.

Brinda a la bandera, y como el novillo que es grande y bi^n armado está reservón y se defiende, hace una faena de aliño y acaba con él de un pinchazo y una un poco delan­tera, que le vale una g ian ovac.ón, me figuro que por el brindis a la bandera

Y ahora un consejo a Llamas por si va le : A la hora de matar mjn te el es foque un poco más bajo. Ya le diré el por qué.

*

Con esto queda dicho lo que merece rese­ñarse.

Emilio Rey, segundo matador, no pudo hacer nada con el manso segundo, que achu­chaba. A! pasarle de muleta fué cogido y heri­do en un muslo.

El debutante, Pozo, estuvo desgraciado ¿n e! p r imero ; oyó los t res avisos y vio salir los mansos.

Mas afortunado en el último, fué muy aplaudido al torear con el capote y a la hora de matar.

Bien Ocejito y Malagueflin. *

Los novillos de D. Vicente Bertólez, muy desiguales. Bravo el cuarto, regulares el ter­cero y quinto y mansos el primero, segundo y sexto, aun cuando sólo se foguearon el pri­mero y último.

Para el Sr. Retana Amig-o Manoio: Usted que tampoco anda

muy sobrado de novilleros debe molestarse en i ver la competencia que pronto tendremos aquí , entre Llamas y Gastejón; pero con novillos, i no con bueyes. ''•" |

Desde luego le aseguro que si Llamas hace | en su plaza, lo que hizo en ésta el domingo, él se hgfía rico y usted no perdería nada.

RECORTE Porte lacultativo

(cDurante la lidia del segundo novillo ha ingresado en la enfermería el diestro Emi­lio Rey con una herida por asta de toro en ^ la cara interna del tercio superior del muslo derecho, de unos seis centímetros de exten­sión por ocho de profundidad, con dirección de abajo arriba y hacia adentro, que intere­sa piel, tejido celular y aponeurosis, sin in­teresar al parecer órganos importantes. Le­sión de pronóstico reservado.—Doctor Fer-nándes Altniñaque.a

EN PROVINCIAS BILBAO

La última de feria La pechera do Frrg

Bilbao, 39.—No h a sido un broche de oro precisamente esta última corrida de la feria bilbaína.

í a i n p o c o las anter iores fueron una mara­villa que mereciera el «áureo» • r e m a t e ; fué, pues, una más, digna continuadora de las que le antecedieron. Final no muy brillante de una feria que nada de brillante tuvo.

Como las cinco pasadas , esta sexta y últi­ma ha sido una corrida vu lga r ; sin embar­go , ha complacido más que ot ras a la afi-ciótn.

Ya hemos dicho que en Bilbao son icono­clastas los aficionados, que sienten, más que despego, odio hacia los pr imates de la tauro­maquia, y como en esta corrida no tomaron par te aquéllos, o, por lo menos, no era a base de ellos, pues el público admitió, y has­t a toleró, lo que a los ot ros les hubiese re­chazado.

Y así, una corrida vulgar tuvo para el pú­blico cierto encanto. El encanto de poder aplaudir a los modestos, agraviando a los so­berbios. Porque las ovaciones a Fneg, pon­g a m o s por ejemplo, más que al torero rtieji-cano por su labor iban dirigidas con la sana intención de molestar a Chicuelo, que toma­ba par te en la corrida, y a los otros , que no toreaban.

Pero, por cualquier causa que futra , ellas existieran, y el papel F r e g se elevó conside­rablemente.

Si en la corrida anterior fué For tuna el que consiguió un triunfo g rande , en ésta el éxito fué para Freg,. y en las dos se han des­cubierto dos toreros que es muy posible que ' toreen más en la feria próxima. Y ciertamen­te lo han conquistado en buena lid. No to­reando con estilo puro y derrochando exqui­siteces, que no caben en^ estos toreros secos, pero sí demostrando un g ran valor y d'eján-dose romper la pechera de ,la camisa por las as tas del to ro .

Estos ges tos gallardos de los lidiadores modestos lian jiuesto algún calor en esta úl­t ima corrida. Si bien es cierto que se ha gr i ­tado, que se ha hecho uso una vez más de las almohadillas, no es menos verdad que, den t ro ' de esa tempestad, hemos tenido cla­ros de sol alegres, momentos de calina, ins­t an tes de alegría, que acallaban la indigna­ción que exacerbó t an t a s m a l a s faenas y tan­tas pésimas cor r idas ; una más ésta, una igual que las o t r a s , repetimos, vista en con­junto ; pero algunos detalles mejor que todas las que torearon los g randes , porque tuvo la suprema gallardía del valor.

Algunas verónicas de Chicuelo, algunos quites «le For tuna y, sobre todo, «1 valot v la voluntad sin Hmites de F r e g hicieron <M-vidar d mal sabor de boca que los ot ros nos dejaron.

No queremos decir con esto que estuvie­ron mejor que los otros , n o ; que ya hemos dicho que la corrida fué piala; pero eran to­reros modestos, con excepción de Chieuelo, los que en ella tomaban par te , y el público no se mostró tan exigente. Y aunque fué mala, no tuvo la sosería^ la vulgaridad de esas mo­nótonas corridas que tanto aburren.

Hubo en ella un cuarto toro, muerto por Luis F reg , <iue nos hizo olvidar el resto de

la corrida. Después de dos pindiazos, entran. do recto como una vela y saliendo despedí» <o por t rooeiar en hueso el acero, entró el

'ncjic:!no poí v r c e r a vez empujando la espa­cia coa d ainia, tan derecho, tan a volapié neto, que marcó los tiempos de la suerte. Tan cerca le pasó el cuerno del toro, que se hun­dió en la pechera de la camisa, ra^fándola, destrozándola. Salió rodando el enemigo y fué aclamada la gallardía del torero con ver­güenza, que recordó en esta plaza de Bil-Bao al admirado Matíhaquito. Le dieron la oreja, le hicieron dar una vuelta al ruedo, lo hicieron salir a los tercios primero, a los medios después. Fué una apoteosis.

En la feria de Bilbao, y en la última co­rrida, como en los tiempos pasados, cuando los toderos firmaban con una faena o una es­tocada el contrato del año siguiente, se dejó F reg la pechera de su camisa en las astaS del enemigo. Y como el torero es modesto, el púbíTco le perdonó su deficiencia de torero, acordándose sólo de su valor al matar.

Estamos seguros que lo mismo que For­tuna, que ha tenido dos buenas tardes y ha, matado cuatro toros muy bien, aunque en esta última no le acompañase la suerte, ten­drá un hueco el próximo año y se dará el caso de que los últimos serán los primeros, porque los últimos ponen voluntad y grandes deseos.

También los puso Chicuelo en esta sexta; pero el gesto de F reg hizo olvidar sus veró­nicas y sus quites. Lo mismo que hizo olvi­dar la actuación de Fortuna, y sin embar­go, uno y otro, aunque en la hora suprema no tuvieron suerte, estuvieron activos, tra-1 bajadores y art istas.

También es verdad que para hacer rcali-1 dades sus deseos no tropezaron con el toro, j Cuatro de los seis de Gamero Cívico tuvie- 1 ron excesivo nervio, y dos, el quinto, y sexto, mansurronearon bastante. Para mí, los dos | mejores, el primero y el cuarto, aunque el tercero también podía torearse, y a torearlo eijipezó Chicuelo con la izquierda; pero un extraño del animal descompuso al torero.

Como el día anterior, se corrió un séptimo toro de Argimiro Pérez Tabernero, que fué grande y bravo. De su lidia se encargó el novillero Sagasti , que toreó bien a la veró­nica, apretado y (jon modos. Pasó de muleta muy valiente y mató de una buena estocr.dn.

Insisto en lo que dije el otro día: que con el acero es gente el bilbaíno Sagasti .

GABIRONDO

L I N A R E S . -. Belmonte, Varelito y Sánchez Mejías

Linares, 29.—Primer miura.—Belmonte ve­roniquea colosalmente. (Ovación.)

Con la muleta hace una faena enorme, ro­zándole los pitones la casaquilla ; da pases na­turales,, de petho y otros. Suena la,.múí>.i,ca en su hpnor» , " , "

Una estocada superior, de la que rueda él toro, al tiempo que Belmonte es cogido y de­rribado. Se levanta sangrando por la boca y se retira a la enfermería en medio de una ovación delirante.

Segundo.—Varelito veroniquea valiente. ('(Palmas.) Ejecuta luego una faena emocio-Inante, con pases de pecho y molinetes bru­tales.

' Entrando con valor, agarra una estocada superiorísima, de la que cae el toro sin pun­tilla. (0 \ac ión , oreja y vuelta al ruedo.)

El toro resultó bravo. Tercero.—Mejías le para con verónicas ce­

ñidas. Hace un quite a un picador. Clava tres pares a petición del público, que

se aplauden. Mejías obliga al miurefio a tomar la muleta,

pues está un poco dificil. Prende una estoca­da, que basta. (Ovación y oreja.)

Dicen de la enfermería que Belmonte tiene una herida de cuatro centímetros en el labio, habiendo sido preciso dí\rle tres puntos de su­tura, que le impide continuar la lidia.

Cuarto.—Sale bronco y Varelito se estre­cha en Verónicas, siendo aplaudido.

Desde el centro de la plaza brinda al pú­blico y comienza una faena temeraria, sobre­saliendo algunos pases de pecho.

Una estocada un poco delantera, pero de admirable ejecucitte, da fin ,a la vida del miu­refio. (Ovación.)

'"^•^^ quinto toro no hemos recibido telefo­nema.)

, A.o.—Mejías le para los pies, templan­do mucho. Clava tres pares de banderillas su­periores. (Ovación.)

Hace una faena emocionante, dando pas^^s de todas marcas ; agarra luego media estoca­da en la misma cruz, de la que muere el toro sin puntilla. (Ovación y oreja.)

SAN SEBASTIAN.-Sa le r i , Nacional y Mésdez

San Sebastián, 28.—Toros de Salas, cum­plieron.

Saleri I I , muy bien en sus dos toros, siendo ovacionado. ^

Nacional, que ^ r e a b a con la herida abierta de la última cogida, estuvo muy trabajador y valiente, toreando artístico y despachando sus dos toros superiormente. (Ovactói .)

Emilio Méndez, en su primero estuVo muy bien con la capa v mule ta : fué breve matan­do. A su segundo lo lanceó tu^ r io rmen te} colocándole tres pares de banderillas hírnen» sos. Faena de muleta emocionante; pases de pecho y de rodillas, rematando con vn g r an volapi^. (Ovación y oreja.)

CORDOBA.'*J9selito Martfa f Pablo Lalanda

Córdoba, 28.—Novillos de Sotomayor, re­gulares.

Joselito Martin y Pablo Lalanda estuvieron toda la tarde muy trabajadores, tanto veroni­queando y banderilleando, como haciendo qui­tes. Con la espada, ambos estuvieron mu^ acertados, despachando sus toros cpn gran valentía. Fiíeron aplaudidos.

e O L M E N A R . - B a r a J a s y Alárquez Colmenar, 29.—-Se cetójrá la novillada de

feria, que es de «postín».

Los palcos es táa ocupados por un ramille­te de lindísimas muchachas: María y Catal i . na Sanz, dos encantos ; Carmencita y Emilia Montoya, bonitas como un sueño; las señori­tas de Bertólez, tres capullos l indos; Faust ina y N¡canora Pérez ; la señorita de Oleas, ele­gante y bella; Consuelito Lójjei Pajedcs, una morena bellísima, capaz de trastornar el jui­cio, y otras muchas más , todas tocadas con la airosa mantilla y el mantón polícromo... ¡ Has ta los palcos se tambaleaban, asustados de albergar tanta gentileza !

Se lidiaron cuatro toros de Aloas, grandes, gordos y con poder, resuhando Ijravo de •ve» '-ras e! último y algo difíciles los otrot,.

Barajas en su primero toreó con arte c in­teligente, para recoger al bicho, y dpspués de •; poner dos buenos pares de haniierillas, de valiente, ¡o muleteó cerca, \r: ':ente, y en­trando bien metió una estocada buena. (Osa- ;•, ción . ) ( • • ^;

A su segundo le obsequió <"on unas \eróni« cas apretadas y toreras. Cogen los palos Már­quez y Barajas, y después de jugut.tejíf un rato con el toro, pone el primero un buen par, fino, y Barajas otro al sesgo x-aÜcnte.;,.,. Este da pocos pases, valienie, ce rca 'y una' ".. buena estocada. (Ovacioni) •/•

Se despide por tener nue ir a torear en» •;" Santander, quedando solo Márquez.

Márquez torea imiy requeteriién a su prí« . mero. En una arrancada el tnrr> voTtea-íM ' .Ahijao, que sólo sufre un va'Tia^o. Marques muletea a! bicho, que< está difiíil, con inteli- ' gencia y arte, l^na estoi;sda h.ib'l y otra SU» f>erior le valen muchas píjímas. ,". •

Toreó muy bien al puarto, v de-~pucs de po­nerle án gran par de banderiM-AS, lo toreó ' , adornado y valiente, pasaportándolo de una gran estocada. (Ovación.) ->

Antes de lidiarse este toro se hi.ro unaí cuestación para los heridos de Melilla, qut ' ' produjo una buena cantidad. ^ i

Bregando tod% la tard<- como leones, Ahijao, Pelucbo, Victoriano Boto y Eduardo Vega, que oyeron palmas abundantes, y pi­cando, Farnesio v algún (.'tro.

CIEZA.-JjmiÜstiD Cieza, 2g.—Ce1e1)rr^se l;i <-orrida anuncia­

da, en la cual Jumülnno había de entender» - selas ron cuntro rovi'''o«i de A.;-i: -i!n Flores. '.-

Tres de eüos cumplieran; el segundo re-stiltó manso.

Jumübpo toreó cíe rapa con sn emocio- -*. nanio estilo, coreándose tocias •'\s faenas. y

Con la, muleta estuvo metido entre los pi­tones de sus cnc^migos, éjerutando pases de todas las marcas y derrochando valor.

Despachó a sus cuatro enemigos ÁH o t ras '" tnntas estocadas, cortando las orejas de to- ••*' dos ellos.

ZARZA LA MAYOR.-.Vünto!<ira , Zarzíi. Ut .Maíx>r» «©.-TTSe baa «sfekjtxradft Ja» • dos novUlaítas de feria con ganado d e Mu» riel, que cumplió como bravo. ,'^

En ambas corridas actuó coíno único ea> '; pada Eugenio Ventoldra, que ha logrado un Í < gran éxito tanto toreando como banderillean» [ í do y matando. Los dos dfas fué sacado en "•>• hombros hasta la fonda. í-

La últirna tarde e«;tor;!U'cí muy bien rf',| cuarto novillo Mi<Tuel Pedraza. •'.•/

B O C A I R E N T E . - M . Martínez, An- i '% . dresito y Floras f,

Bocairente, 29.—Toros de Miramón, r e g ^ \ lares. • . , • '• ':

Manuel Martínez, superior toreando y m»- ,S tando. Corte!' la oreja. '. .,"

Andresito y Flores, cumplieron. ".".V;

SAN SEBASTIAN DE LOS R E Y E S . Neira y Castejón ' "i

San Sebastián de los Reyes, 29.—^Los tMh--/' villos de Llórente, broncos. , '-

Neira, bien con la capa y superior mataií» .;.; do, siendo ovacionado. ,'V '.

Ángel Castejón, superiprísimo con el i5apo» ? te, bien con ¡as bánddrrílas y colos.'íl matffl!*'^*: do, oyendo grandes ovaciones. •.'-

El primer novillo, al cornear y rfcstrlliir »tí-,\ burladero, atravesó de una cornada el- rauíl6¿^"' derecho al mozo de espadas de Casteíónt VW¿;' cente Infante. , v •

Al herido se le trasladó a Madrid. ' ' - ' --'©/g.^'®/--

DE SOCIEDADri Una boáa *4,

Pa ra el próximo otoño se a m i n d a . e l tSnX lace de la bellísima señorita-Piedad I t u r b e ^ A l Scholtz, hija de la duquesa de' Parcent, c*l<r,?'| el muy ilustre señor pjrincipe Maximiliano > Egón de Hohenlohe Lángebourg, p^rteM^ n ciente a noble familia alemana. , ';{i

^ Saa Rasnón . -¡^ I Mañana serán los d í a s ' d e las marjjuewdííl

de Nerva, Casa Pardiñas, Vega de S a u t l ^ i María y Átalayuelas.

Señoras de Fernández Caro, I^ezama y i viudas de Taramona, Murga y Miraved. 'y:

Señores obispos de Barcelona, Coria, O^é huela y Palencia. ;X

Duque de Seo de ü r g t i . ' ,, | 1 Marqueses de Espeja, Pilares, Rubí, A í * §

legui. Casa Pardiñas , Oquendo, Zarco, 0(fcí }í Vart, Villapuente de la Peña, Torreniegf i^^ Vi l l a toW y' viudo d«;« Garcillán e hijo. * f i

Condes del Asalto e hijo. Melgarejo, Ti»*'! rreánaz, Francos, Pallares, Limpias, M«Mí»"¿ Ba, Turnes , Cabezuelas, Canalejas V ' l M ü h ^ ^

Vizcondes le Roda y Nava del Rey.' " ,.Íj B a r ( ^ de Cóvadohga. ^'''• Señores Olascoaga, P i f e , Fernández {%eMii«|

toria, Blanco, An.puero, Rio,. Aviléí», Meigáféf i jo, Cascarosa, Alonso Villar, Ossorio de Moií»''i* caso y Taramona, Ruiz Atnádt, García Roíiri»^ go Nocedal, l ^pcz Dóriga, Sans Pinilla, M l j ^ s cas, Neyra y Ga-sset, Gassct y ( r h i n c l t p í ^ Cárdenas, Padilla Estalella, Ochando. P e t ó a O Valle. I n d á n , Rccaíort , López MQntenegm' |L ' Ossío. . ""..*:

Les deseamos felicidades. ',,j BRUMMBIi

' i » : -.-^

LJ\ L.I0H.KÍ A O

LA POLITICJ^^^^í^'^^^^^'^'mDE BARCELONA] Regí ÉSO deHey

E n la madnig-ada de ayar Ueg^S a Madrid en autorwiv^ d rey, acompañado del d u q u : de Miranda y del general Milans del B^sch.

A las dies de la mañana recibió la visita ídel jefe del Gobierno, quien despaduS coo el rey, informándole de las últioias noticias de Afarruecos.

A las once, d rey j el Sr. Maura, desde un balcón de Palacio, presenciaron el desfile del batallón de León que salió a medio dia para Cá8iz\ y Larache.

Con el rey conferenció desde las once has­ta las doce y media el ministro de Estado, t ra tando del aspecto internacional de la cues­tión de Marruecos.

En la Presidencia El subsecretario de la Presidencia mani-

ifestó que había visitado al Sr. Maura, quien le habia dado cuenta del regreso del rey,

. negando que esfe precipitado viaje obcdezsc* , a haber ocurrido acontecimiento alguno, si-

-•' DO al deseo de despedir al re5;!miento de L«ón.

Afiadió el sub?;ecretario que el St. I. a " Cierva salió de Meiilla ¡Mira Málaga y que

de Málaga emprendería anoche su vraje a füfadrid.

Terminó manifestando que la colonia bri-• lánica de Conjfta había celebrado una re-

.^í^ítinión, acordando enviar al embajador inoflds ,' iCn Madrid, para que lo transmita al minis­

t r o de Estado, un telegrama de simpatía • i jpara la acción de nuestros soldados en Ma-

ITuecos y abrir una suscripción para l o s iOS.,

De Gobernación E l mtnist/c de la Gobernación rcg^resíS ayer

fitafian» de Zarag-o/a. A las once fué a visttaf ¡al Sr. Maurf. no

¡encontrándole en casa por hallarse despachan­do con c! rpy, por lo cual dejó una tarjeta co-jBunicándoie su regreso.

AJ recibir a ios periodistas a fncdiodfa hiá-' frifestó el ministro de la Gobernación nue con-• t ínuaba recibiendo telegramas de prt.>viiicia£ ' pon ofrecimientos.

Asi, en Gijói se ce lebró la fiesta def solda­d o ; en Aviles se recogieron 4.966 pese tas ; en f luelva se acordó celebrar la fiesta de la ban­dera y una suscripción.

Anunció el ministro que el director de Co-iáunicaciones dimisionario, conde de Colombi, salla do Vicáti para Madrid.

Un periodista preg-untó ; l i ndo se baria pú­blica la combinación de g^obemadores, con­testando el ministro que estaba pendieste

, itquáUa de una conferencia que tenia que ce-Hbrai: con el Sr. Maura.

El expreso dé Málaga Eí ministro de Fomento participó iayer a los

periodistas que desde el miércoles próximo j^fuedará restablecido el servicio de expresos b a r i o s entre Madrid y Málag"a, cuyo servicio es de extraordinaria importancia en las ac-ttiales circunstancias.

Elogió el ministro la actitud de las Compa-' Itias ferroviarias, que desde ei primeg monien-

í d dieron toda clase de facilidades.

]^' El letlro obre} o, !El ministro del Trabajo ha conferendado

l ^ e t mafiana extensamente con e! general p í a r v á acerca de la implantación j ^ r decre­t o del retiro obrero.-

lia/eros . 'Ay«: vino a Madrid el coíidfe de Romano-

/ í H a y regresarán : el Sr. Cambó, de Bafce-' Ijucok, y fl Sr. Silió, rie MoUeda.

,•• Sobre ana indisposición / / E l ministro de Gracia y Justicia sigue in-"Hípuesto. "' Po r tal ¡causa feo ¡x>co asistió «yer a su Ifespacbo ofici«J, siendo probable lo realice | i 9 si contirCa la ¡aiejorfa en la lesión gue l^ene padai ic i^o.;

;f Los srxrefartos Judiciales , . üna Comisión de «ecreta'rios |udldale> vi­

al subsec t?nr ib dc/ G r a J a y Justicia. Sr. GriHón ,' probó, en principio, Ifis con

r*da figura ua proyecto de reorganización tíol secretariado judicial, que piensa en bre-yp someter a I9 consideración del ministro.

¿05 reglonallsfas delibetan eon el Sr. Cam-bó sobre el leparíó de altos caígos

D e Barcelona, al dar cirenta del misterio­so viaje del 9 r . Cambó, dicen que llegió con el mievo gobernador del Banco, Sr. ¿iedó.

Anteayer cotiferenció con el Sí . Martlnea Anido y después se reunió en s\j domicilio con el presidente de la .Mancomunidad y los consejeros Sres. Ventosa y Duran.

Una de las personalidades del regionalis­mo dijo luego, hablando de la reunitíÑn a que aludimos anter iormente:

era necesaria la reunióVi celebrada en el despacho del Sr. Cambó. No para po-

^nornos de acuerdo, puesto que lo estamos siempre, «iño para onlenar , organizar lo que bien puede llamarse pian político. Sobre el tablero están tres asuntos impor tan tes : la cuestión de las delegaciones a la Mancomu­nidad, el estado de la «sconomia catalana y el nombramiento de altos cargo». En la re­unión se ha hablado de las dclsfaciooes 4t la Mancomunidad. El S^. Puíg y Cadafaldi ha expuesto a ¡os reuniílos la situacióia actual de la Mancomunidad de Cata luña , situación económica que pueden envidiar muchos or­ganismos dei Estado, y la necesidad de que •e resuelva lo más pronto posible la cuestión de las delegaciones. ¡ Sería un g ran golpe de efecto pana Cataluña eilcontrarsc con la en­trega de las delegaciones en el momento en que se reúna la asatniblea de la Mancomuni­dad! Después se ba hablado de la n«ce.s!dad de resolver el actual estado de la economía cata lana, porque mientras continúe este es­tado de cosas es imposible que se desenvuel­van como deben hficerlo la producción, la in­dustria y el comercio de Cataluña. Se ha ha­blado también en la reunión del nombramien­to de políticos regionalJstas para los gobier­nos civiles de ' t r e s pro^óncias ca ta lanas , y se ifu'j sobre esto un voto de confianza al seño:> Cambó.!

••—•"••• W%/9/^

La salud del rey de Servia Parfs, 28.—Esta mafiana fué operado el

absceso que padece el rey Alejandro de Ser­via, con feliz resultado.

La temperatura descendió por la tardó a 37 grados 4 décimas, y el númeio de pulsaciones a 82.

El estado del rey no inspira inquietud algu­na. Las noches las pasa él augusto enfermo con tranquilidad, especialmente estas últimas.

Ull.ii . •'^/^/l^/^ —i

NECROLÓGICAS En Gijóo ha fallecido casi repentinamente

el notabilísimo periodista, redactor de *Í^<Í Prensa», D. Alol ío G. Rivero.

Co".taba veintitrés años y ¡labía sabido con­quistar por sus propios méritos un p'iesto de primera fila en el periodismo asturiano.

Hombre de iaquierda y de arraigadas con­vicciones, era considerado per todos como im elemento de gran valor para las batallas que actualmente se riñen y unánimemente se le auguraba un gran pKjrvemir.

Su entierro ha sido una graa manifoftación de sentimiento acendrado, en la que tuvieron representación todas las clase* sociales.

No obstante sus pocos áftot, kabia ya tra­bajado mucho, atrayend» con sus escritos la atención de las máa signiftcadas personali­dades. Baste recordar que julio Senador Gó­mez le dedicó uno de sus libros magistrales.

Descanse en paz el queridísimo y malogra­do compañero.

—Victima de rápida dolencia ha fallecido en plena juventud la señora dofift María Pie-ra Santiago, esposa de nuestro querido ami­go e! acreditado industrial madrileño don Antonio Pérez.

Ayer se verificó el entierro 3« la infortu­nada señora, constituyendo el fúnebre acto una prueba más de las grandes simpatías y afecto con que contaba la finada

A su tiíísconsoiado esposo, a quien since­ramente estimamos, sírvale de lenitivo en su

. . . . dolor la parte que todos los íimigos tomamos l e o n e s que le entregaron, manifestando a I en su desgracia. I

Ün atrac9 BareelóhS, ag.—Ayer, a las ocho de la ma­

ñana, al pasar por la calle de Milá y Fonta-nals un individuo que llevaba al hombro un saquito de dinero destinado al pago de joma» f les, filé atracado por un grupo de de!5C«»»»ci-' dos, que le arrebató el dinero y se dio a la fuga.

Un transeúnte, llamado Antonio Barrachi-na, de treinta años, al darse cuenta del hecho, persiguió a los fugitivos, uno de los cuales, al llegar a la calíe de San Luís, se volvió rápi-da.mente e hizo tres disparos de pistola con­tra su perseguidor, causándole tan graves he­ridas en la cabeza que falleció a los pocos ins­tantes.

Incendio del motor de on tranvía. Varios bsridos

Esta mañana se incendió en la calle de las Cortes el motor de un tranvía.

Al apercibirse los viajeros del siniestro se atropeliaron en las puertas de salida, resul­tando heridos por «¡ncarse en msrclm ei guar­dia civil Paulino Manzanares, Dolores Boscái y Dolores Conesa. Los dos primeros yreacn-tan heridas de pronóstico itscn'ftdo y la úl­tima magullamiento general y una profuada herida en e! húmero izquierdo, sienda mliflaa-de su estado de grave.

Identlñcadé.n d«l úUifflo «sts iaado Hoy ha sido identificado c! sujcfo que fuá

asesinado el sábado pasado. Llaxnábase Fcl'-pe Vicente óonzález (a) «el Maño», de oñ¡-io pesc.'uior, ds veintiocho años de edad y perte­neciente a! Sindicato único.

DescuI»riiuiefito ds un Matadero claa-destkia

Per la Policía ha sida descubierto un Ma­tadero clandestino, que se dedicaba a la fabri­cación de embutidos.

En el momento de presentarse los agente; de la autoridad se est.Hba procediendo a la ía brif-ftción de butifarra cop canie que no era prtólsamente de cerdo.

1^3 desaprensivos fabricantes fueron pues­tos a disposición del Juzgado, juntamente cor los cuatrocientos y pico kilos de butifarra que se encontraron en el locía!.

Un cabo poco correcto iAnoohe se promovió un escándalo en la

plaza de Cataluña porque, al pasar una fa­milia, compuesta por varias jóvenes y su p« dre, un cabo de Artillería se permitió diriy-a una de las mucliachas frases poco corree tas . .

El padre recriminó al cabo, y éste sacó * machete para agredirle. Pero en aquel mr mentó llegó un sargento de vigilancia y deti vo al militar, conduciéndole alx;uartel de Ata­razanas a disposición de la autoridad militar, ••• - ' % / % ^ S / ^

A LOS PEQUEÑOS PRESTATARIOS m FINCAS URBANAS D£ MADRID Y PUEBLOS INaiEDIATOS

Se les conceden préstamos, con garantía de primera hipoteca, para liberar, «imforar o tsrmlnar sus construcciones. Interés, 7 por 100.

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Aírica, el de Murcia, cuyo cabo es el oficial segundo de! Cuerpo, D. Eudosio Kons.

Haoetnos votos por que, convencidos de esto, vayan imitando los coroneles su ejemplo, «¡ue además de agradecérselo !a Corporación pastal, tendría una ventaja grande para los dejwás Cuerpos del ejérciio.

Queda aún «tra iniciativa, que va íntim;i-waente unida a la pri iuera: la rápida marcha de la correspondencia.

Para el" envío de ésta se f^KÜa, por cada provincia de las que dependea ios regimien­tas actualmente en .'\frica, el envío de saa is Sirectas a los reí.f-"*ctivo.s regimientos, y que el empleado de Correos, encargaxlo de la dis

—En la calle de Alcalá fué aíropellado poC un tranvía de las Ventas Enrique ü r t i z Alva-" rez, de diez y ocho arios, sufriendo lesiones de pronóstico reservado.

—También íe.sionó un tranvía en la calle de ía Lealtad al inspector 'de V'igilanda D. Luis

U D atraco.—^Luis Sucedo Hemánde», de veuuiseis años, que vive en la calle Je San Igna^cio, número 3, fué asistitio el domingo de diversas lesiones de pronóstico reservado, que le produjeron tres deesconocidos al inten­tar robarle.

Una coz.—En la Casa de socorro corres­pondiente fué asistido el niño de ocho años

tnbuaór . y reparto, se encargaría, bien por s( Juan Graada Sánchez, que vive en la caDb de so o o ayudado por sus compañeros, si había I Pcrraz, número 7 , , de una contulióo en la r ^ Illas de uno en el Cuerpo de re íerenca , de jg iáa bipogdstrica, que le produjo con una ribnr las cajas correspondientes al. regimiento, 1 coz una muía que se hallaba uncida a un carra .atallpn, compafiia, e tc^ que luego serian en - | en medio de la caite. El pronóstico que toS

íaculialivos hicieron de la lc*ión fué de gravea "fr-irtrií; rápidimentc. Esto, además de facili­tar un enorme descanso a la oficina de Correos.

ut)aitcrna en Meiilla, serviría para que las artas llegasen con más rapidez y mayores cguridades.

Claro es que sin nombrar antes a los em-ileados de Correos cabos carteros de los re eridos regimientos, nada hay de correspon-'encía directa desde el momento que el cabo ' r te ro , ^in ser de Correos, generalmente no

está en condiciones de distribuir corrcsp'ondcn-:a alguna.

Una vez lanzadas estas jdeas , viéremos si )s jefes de los Cuerpos militares qujeren nte-•>rar un servicio que, sobre tcdo en guerra, « la tranquilidad a los hogares ,

EMERODROMO -^^/^/W^

Notas postales M telegréflmm CORREOS

Mecidas jiMtas Coa la íft-s%a¡B«ciáfi del ejercite da fernt-

Clones de Marrueco* háa sida movilisados en el Cuerps de Correos y en el de Tclégvtifm» unos i .ao» hoaibres. L i s empleados de Telé­grafos, sagiín toawMMi entendido, esláa exen­tos d« ir a A/rica en virtud de una real ordea reciente; It de Correas, ^ue ao se encuentran en esc caso, van a ella a cumplir con ío.<5 de­beres militares.

Pero como tales deberes son fcompatibles con su profesión, creemos que habría una ma­nera d<í conseguir que el servicio tuviese toda la eficacia apetecible, logrando, de paso", que los regimientos estuvieran mejor atendidos.

A ií, pues, esperamos que ya que en cada rcun ;;;r.to de los salidos hasta ahora van em-pleíii'on de Correos, ellos y nó otros deben asumir el cargo y funciones de carteros del reg^imiento, encargándose de la recíproca en­trega de valores y de certificados, con lo cual su labor sería probablemente más útil y efi-' caz que la que pudieran realizar como un sol­dado cualquiera. I

E«t» ya se ha hecho en un batallón d e '

O cy O c M C/ O ÜD ctistigo que estarla bien aplicado.—

León Vega Cano, de diez y nueve aÁos; Juan Campos Ribiño, de veintidós^ y Ventura Gon­zález,, paseaban por el paseo de la Florida coincidiendo con la joven Isabel MufíOZ, quien iisa aconipaftada de su novio Dámaso líscri-baa» Aviles.

Ai«[udllos, a quienes sin duda molestaba la paz y armenia que reinaba entre Isabel y E>á-masw, comeiMtaron a insultar a la joven, dan-da lufur a la aimda firotesta del jfMlán.

I-as ««ulús», lejos de reconocer su falta, la emprendieron a golpes con EXámaso, produ-ciéndale lesiones de pronóstico reser^Tido.

Fueran detenidos y puestos a disposición del juay de guardia.

H«r id t tfr«T«.-*-Eft la PolicHnicfe de urgen­cia de Buenavista fué asistido Lucio Díaa Peón, de treinta ,y siete años, domiciliado en la calle de Palcncia, número 28, de una he­rida linestl en la cabeza, y otra en el parietal iziquierdo y conmoción cerebral, de pronósti­co grave , causadas en riña por un compañero de oficio, Ikimado Manin Marroquín, en la calle de Diego de I.^ón.

El agresor h u y ó ; pfro la Policía virMa su casa, situada en la calle de Bravo Murijlo, ni'i-mern 50, y le busca en otros sitios para dete-ncrl»'.

Los tranvias.—^Al tomar un tranvía en la calle de T fortaleza se produjo coptusiones de pronóstico reservado Cleuterio Ramón Gon-aálesj, domiciliado en la casa número 33 de la i cal!» d§ 9 rav» Idurille.

Los «guapos».—Trinidad Agudo Ga rda , dé veintinueve años, que vive en ia calle de Ve* larde, núm. 7, fué asistida de dolores coo» tusivos en ¡a ca¡-a y en ei vientre, de protMÍ*"^ tico reservado, que le pixtáujo al goipeária mí individuo apellidado Roldan. '

—En la Casa de socorro de la I n d a » * ft>í asistida ayer Concepción G a r d a Soriano, ds veinte años, domiciliada en la ronda de To* ledo, número 10 duplicado, la cual presentaba contusiones en la cara y ¿n d costatlo tziquiér-' do, que le causó en su dumicüio un individafii ILamado Anselmo Torraiba, qti« vrrc en I* casa número 10 de la ronda de Toledo.

El estado de Concha fué calificado de f^th nóstico rí'servado.

—Una mujer llamada Marisi GanJa Xtxrití^, de cincuenta y dos a/los, a la que acompafi*' ban sus hijos Rafad y Vjsús, de diecñochú Jf^ once años, resf>ectivamente, reclamó él auja-lio de los guardias númcfos 799 y &()(>, por­que su esposo y padre de los hijos, Pabk) Of>« ttz de Haro , los habia maltratado, negájidose a que entrasen en d domicilio. Tramitada la denuncia, el Juzgado de guardia dispuso qtW un cerrajera abriese el piso para que pudie-ra» entras ia esposa y los ifijos«

El padre, en vista de esto, ae ábádJS W abrir, y quedó detenido.

I Na roe fcabíc nsted de !a fnena!—^E! d * mingo pasaban por la calle de .Alberto AguiSS ra Francisco Sanjurjo Rüiz, Francisco MoyK García, Eiii-iqíie Hueso del Castillo, Joaqula' García del Busto y un cabo de Caballería.

Los cinco hablaban de la campafia de Afríoi y terminaron, según parece, por vitorea? sil ejército.

Miguel Martin Gafindó, vaqnero, qw) ffviS en S&sUa Engracia, 19, y otro individuó IIa« mado Francisco de la Iglesia, a quieoes mef lesta que se les hable de la guerra, protestai» ron de las manifcstacionca de loa dooo anú» gos.

Uno y otro bando la emprendieron a pH' Cetazos, y para a p a d g u a r los ánimoa mter-vinieron un guardia de Seguridad y un alfi» rez de Caballería, quienes después de redueíiv les a obediencia les puso a disposición d e l ' Juzgado militar para que aclaren d por qué de los vivas y el de la protesta.

¡Cuidado con Jos rateros!—En mt traovfetf de la línea tran¡r ersal .sustrajeron ayer ai aiW liguo pcíiodista D. Modesto Moyrón un lobre en el que guardaba 425 pesetas que aesababe de cobrar y alg^unos documentos.

WBBteaii—imia..ii,wui,wHiinwani'wmiiiwim

$pLLETON DE. <^LA UBERTADm

w»

POR

miKo Richebourg

f ''>•«—Querida aini|yá, RSs en'contra'do la re-' j i l inpensa a tus virtudes. La dicha no e« cie-

gtt, ni la suerte tampoco, créelo; si no siem-

E favorecen a los que' tó merecen, se ale-sio piedad de los indignos, j Oh, tú has

lltfirrcido esa dicha de que gdzas, y ninguna ' hq^jer lia sido nunca más d igna ! No necesi-

Hlíi contarme tu historia, ya lo conozA». Su* Y^tu matrimonio, el nacimiento de tu hijo

fe, que está ahora en la escuela naval de %t, y si no me equivoco, a punto dé sa-No lie visto nunca a tu mar ido ; pero sé

«pw es para ti lo que tú eres para ¿1.

• ^ ¿ Y cómo sabes todo eso?—exdam«$ la Mllera Lambert con extrafieza—'. ¿Te lias ipe rdado de mí, pues, alguna vez?

» gruesas l ig r imas se desprendtertín de M I ojos.

• - ^ N o he dejado nanea de penSaf en ti— • fitüpondió la señora de Precourt—. Dos o tftet veces por año hacia que me diesen no-tihldfluí t u j«s , sin qne las personas que me

las proporcionaban sospechasen d placer que me causaban. .

—I Malo !—dijo la señora Lambert honda­mente conmovida—. Y durante tanto tiemp» me has hecho dudar de tu amistad y supo­nerte ingrata.

—Era de3gr' 'ciadá— replicó la señora de Preccurt—, y me consolaba imaginándome el cuadro de tu felicidad.

—¿Peor iK>r qué no venias a vertfie, por qué cesaste bruscamente de escribirme?

La señora de Precourt se estremeció y ba­jó la cabeza.

—^No podía escribirte ya—^'respondió des­pués de un momento de süencio—. En cuan­to a ir a verte cuando te casaste o luego, hubiera sido llevar ia tristeza y d dolor en medio de tus satisfacciones y de tus afectos.

—Si eras desgraciada te habría consolado. —No era posible. t

- —Mi querida Adela, ¿no puedo yio hacer nada por t i?

—Nada, amigfa mía, nadÉ. — ¿ N o puedo, cuando menos, ser la fcon-

fidcfite de tus penas? La señora de Precourt suspiró. —No, no—contestó—; eso serla turbar la

paz de tu Corazón. Es mejor que no sepas nada. Seguramente tendría qtie enrojecer 5 pero no temería acusarme y humillarme ante ti, que ere» una s a n t a ; tampoco me Harían retroceder tus censuras y tu severidad; pero hay cosas qué se guardan eñ lo máí» profun­do del alma, que quisiera una ocultarse a si ralsma y que no se debe» revelar a nadie, r^ «un a la mejor «miga.

—Adela, tú ya sabes lo que yo t* quiero; te 1* supliea, permíteme ^ue te ••«suele , y para ^ue pue4ia lúcl»ar «aatM tu d«J*r, dime tu secreto. Va verá !s c^m* sé kaeer 4|He disaiÚfiUX'^ tas ipaaa . Sxásitá» mastf» auiA' '

do las dos lloremos juntas. Veamos, ¿es tu esposo el que te hace dcsg;rac¡ada?

-.—Mi marido es el mejor y el más gene­roso *lc los hombres. Aunque es mucho más /iejo que yo, siento por él d más vivo ca­riño.

—¿Má» viejo que tú? . . . P e r o r o creía, si « i «emor ia aa me es i a i d , que sólo habia entre v«»atias una diferencia de cuatro » cinco aftas.

—El se lor de Precourt tiene cincuenta y cinco aftos. '^

—¿Pero «s ifue no te casaste con Alfonso? Uaa pálidas lívida cubrió iustantáneamen-

te d rastro de la señora de Pracourt, su cuerpo se agitó convulsivamente y dos re­lámpagos de furia brotaron de sus ojos.

—¡Alfonso...—afiadió con voz sorda—; no pronuncies nunca ddan t e de mí ese nom­bre fatal y maldi to! Tienes un hijo, al que ya quiero y ardo en deseos de conocer; I pues bien, si se llamara Alfonso seria capas de aborrecerlo 1 ¡ Alfonso 1 Es recordarme en una sola ,palabra todas mis angust ias , to­das mis torturas. Ya lo veo ; mi corazón es­taba demasiado lleno, y sin quererlo lo has sacudido violentamenie y se . ba d^<>borda-do por todPs lados. ¡Hace ya largo tiempo que Be han ido amontonando «n él, gota, a gota, todas las p e n a s ! j Y no hsy curación para esa herida profunda y terr ible! ¡El Ó0Í7| co remedio, ya lo sé, se llama la muerte I

La señora Lambert estaba a te r rada ; escu­chaba y miraba a sti amiga con verdadero asombro, al que se a l ad i a uaa viva eempa-site. •

—,*n has creide ^ue Alfeaso «m «d s e i T de Freceurt , M Í aiaride—prasifulá k INU-*-• • •a—, es {MM-aue tgveras «i apefilda 4é ese

Tiás libertad. Quieres conocer mi secreto, ,3ues vas a oir una confesión. Escúchala.

Asuí tada por la expresión dolorosa que 'sc^k tomado el semblante de su amiga, la •wftara Lambert estuvo a punto de g r i t a r :

—] Detente, no quiero saber nada ! Pero las palabras expiraron en sus' la-

bies. * L« s ^ e r a de Precourt empezó d relato

de su delorosa. historia, dieiendo: —Me acuerde como si fuera ayer de la

última carta que te escribí. Te de('ía en ella que la kermana de Alfonso me había invita­do a pasar iJma temporadita en un castillo que SM esposo poseía a diez o doce kilóme­tros de la línea férrea de Rouen a Dieppe. Mi tía aceptó, por mi, la invitación en se­guida. Aprovechaba con ello la ocasión de desembarazarse momentáneamente de una muchacha corta y torpe, que se veía obliga­da a presentar a ,sus amigas, y delante de la cual había de observar cierto comedimien­to, lo cual era una verdadera molestia para iu naturaleza Jiljre e independiente... Segu-raitierttc, y más de una ocasión he tenido de comprobarlo, mi tía no reunía ninguna de las cualidades necesarias para dirigir, en los comienzos de la vida, los pasos insegu­ros de urta joven ignorante de todo. Única­mente una madre es la que puede compren­der loa éuidados delicados, loi consejos pru­dentes y la solicitud de que debe ser rodes-éá una muchacha a su entrada en el mundo. 4 Cómo mi tía, que no sabía protegerse a sí misma, h a b k de defenderme contrs les pc-byrce que assenaxaban a n i mexperiencia?.. . Y, sia eMltai^e, mt q u e r k enuche; per* del IMaNte «sede fftie querkva su espese, a sus «Mjeree aai iges , per eapricke, • veOM loea-«nfiíte, pera aueea «ea ei e e » u i ^ . . . l u i a

Al llefrar aquí, la baronesa exlialó un aii»> piro, y tras uiia breve pausa cont inuó:

—Tres días después de habernos instala» do en el castillo, Alfonso, d d que su ber» mana me hablaba constantemente, llegó tan»» bien. Yo lo había visto repetidas vccí» ea casa de mi tía desde mi salida del colegio} pero ignoraba que hubiese de venir a acom» peñarnos. Ya fuera por darme una sorpresa o por cualquier otro motivo, su hermana no me había dicho una palabra. Quedé, lo conh Seso, encantada ante la perspectiva de pa­sar con él una temporada, ' pudiéndole ver a todas horas y gozar a mi gusto de su con­versación. Además, ateniéndome a sus pro­mesas, yo ya casi me consideraba algo co­mo su esposa, y luego que le quería.. . Lo» ocho primeros días se pasaron con una sor­prendente rapidez.. . Conviene d c d r que el cufiado de Alfonso, el marido de su biernui-na, se encontraba por aquellos días en Frsmc-fort, donde graves intereses le hablan obli­gado a ir y lo retenían.

I.^ señora de Precourt, como ahogada pix la intensidad de la emoción de que era pre­sa, se detuvo un instante, al cabo del cual pasóse la mano por la frente y prosigió:

—A pesar de todos los placeres y las di­versiones que me procuraban, yo no te ol­vidaba. Una noche me retiré a mi habita­ción más temprano y me puse a escribirte una extensa carta que quería llevar al co­rreo al día siguiente. Antes de acostarme quise cerrar la puerta de la alcoba, como de cos tumbre ; pero no encontré la llave en el sitio que la ponía de ordinario. Pensé qiie la criada encargada de k limpieza se la ha­bría metido distraídamente en el bolsillo, y «juise i k m a r k ; pero ya estaba acostad* ha­cía rato y debía ha lkrse duriaionde. Ad*^ eaás, B» le di ÍBUMl| t«»l e l í «Jf USe Í M J Í

l«A L IOeRTAQ ssss

Dirección de la Deuda L«s pafos 4B k femam

La Dirección de la Deuda ha acordado que por la tesorería de la niisma se verifiquen los pagos que a continuación se expresan y que Se entreguen los valores siguientes: \ J?l<w a¡g de Agosto y i, a y 3 f^ Síf- ' íiembre.—'Pago de créditos de Ultramar re­conocidos por los ministerios de la Guerra, JJíarina y esta Dirección general a los presen­tadores en Madrid y por giro postal a los demás del turno préíerente, con arreglo al real decreto de 28 de Octubre de 1915 y las del t u m o corriente que se consignan en las relaciones adjuntas.

Entrega de hojas <¡te cxspones de 1900, tx>-•rrespomtóeníes a titirios de la Deuda amorti-zable al 5 por 100 basta d nútaaro 8.921.

Entrega de títiulos de la Deuda perpetua al 4 por loo interior, entikión de 30 de di­ciembre de igoS, por canje de otrx» de igual ígnita, emisión de 31 de julio de 1900, hasta el Damero 27.353.

Pago dte carpetas de oboversión de títulos de la Deuda exterior, con arreglo a la ley y real decreto de 17 de mayo, 9 de agosto de 1898 y real decreto de 30 de marzo de 1912, hasta el número 34.764 de la Dirección y 34.697 del registro de la agencia de París .

Entrega de hojas de cupones de la Deuda initerioB al 4 por 100, emisión de títulos de ,1917, facturas píiesentadas y corrientes.

Pago de tdtulos de la Deuda exterior pre­sentados para la agregación de sus respec­tivas hojas de cupones, con arreglo a la real orden de i 8 de agos to de 1898, hasta el nú­mero 3.045. .

Pago de residuos procedentes de las deu-«das coJoniales y amortizabJe al 4 por 100, con arregio a la ley de 27 de marzo de 1900, hasta el número 3.417.

Pago de conversión de res-dbos de l a Deu­da al 4 por 100 interior, hüsta el número 1.038.

Canje de carpetas provisionales al 5 por loo ámortazable por sais tUnJos definitivos, con arreglo a la real orden de 14 de octubort de 1901, hasta el número 11.140.

Canje de carpetas provi&iortales de la emi-6^n de 1917 por sus títulos definitivos, hasta el número 3.745. ' Canje de títulos de la Deu<ía amortázabSt al 4 por roo por otros de igual renta, con cupón del 41 al 80, hasta el número 1.217.

Canje de carpetas de la Deuda interior a 4 fwr ioo„ emisión de 1919, por 6u« Ututos definitivos, los días 2 y 3, facturas corrien­tes, hasta el número 1.553 de la serie C y Itasta el número 4.558 de las demás series.

Entrega de los nuevas titulds de la Deuda perpetua aJ 4 por 100 interior, emisión de 22 de agosto de 1919, correspondientes a ha, facturas de canje de los de la emisión de 1908, señalados los días 2 y 3, hasta la fac­tura número 21.102.

Entrega de los nuevos tituJos de la Deuda amortizable al 5 por 100, emisión de 1900, 1902 y 1906, por los de la emisión de 1920, los días 1 / 2 , hasta la factura aúmero a.500.

Entrega de títulos del 4 por 100, emisión de 1900, procedentes de otros de igual renta de las emis.ioites de 1892, 1898 y 1899, fac­tu ras presentadas y corrientes, hasta ¿ «ú-piiero 13.794.

Entrega de carpetas prí>visionales repre-teentativas de títulos de la Deuda amortiza­r e al 4 por 100 para su canje por sus títulos

definitivos 4e fe iniaama iBoiíaii basto al p^ txntto 1^94*

Pago de tJkiAoa de la Deuda ai 4 por 100 interior, ttoMÍón de 31 de juKo de 1900, por coever^óa die otros de igual renta, con arreglo a la reaj Oirden de 14 de oetabn de 1901, hasta el número 3.689.

Insoripciot^s presentadas en esta Düec -ctón para su canje y pomfKendidas hasta el número 17.768.

Reembolso de acdoncs de oBras púWioas y carreteras d« 80, 34 y 55 miJJones de rea­les, facturas presentadas y corrientes no in-cursos en prescripcióti.

Pago de intereses de inscripciones deJ ee-mestre de julio de 1883 y anteriores no in-cursos en prescripción.

Pago de intereses de carpetas de toda cla­se de Deudas del semestre de julio de 1883 y anteriores a julio de 1874, reembolso, de títulos" del 2 por 100 amortizados en todos los sorteos, facturas presentadas y corrien­tes no incursas en prescripción.

Las facturas existentes en caja por con­versión del 3 y 4 por 100 interior y exterior no incursas en prescripción.

Entrega de valores depositados en arca le t res llaves proc<'dentes de conversiones, Teaciones, renovaciones y canjes.

NOTICIAS La operación del seguro de décimos de la

Lotería Nacionnl más bien puede llamarse de REGALO DE DECIMOS, puesto que en defi­nitiva regalado resulta el (lécimo.

Así lo entiende la mayoría del público y por ello acude todos los sorteos a la casa cen­tral, Cfirrera de San Jerónimo, 15 (Continen­tal Exprés), o a las demás sucursales, conven­cido de que ha encontrado el medio de jugar gratis a la lotería.

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BIBLIOGRAFÍA

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Acaba de ponerse a la venta esta admirable producción del autor de «LA MAGDALENA EN EL COLONIAL», y es tal la fuerza, la emoción y el interés de esta nueva obra, que los que la conooen la auguran un ¿xito supe­rior al obtenido por su libro anlericw. Pre­cio: 4,Srt ptas. ejemplar. Pedidos á BIBLIO­TECA l l l S P A N í A, CU, 4,"Maíífid.

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Bolsa de Madrid La Bolsa empieza con mayor &-méza, co­

tizando el interior con aumento de 60 cén­timos y aún más en las series aUas.

En los valores industríales, sólo los Ta­bacos bajaron un entero. Los Nortes y Ali­cantes subieron cuatro enteros.

Los francos no variaron. Los dólares su­bieron cuatro céntimos y las libras y los marcos bajaron cuatro y 25 céntimos, res­pectivamente.

Cotización de! día 29 de agosto. 4 POR ICO ÜJTER'OR. —Serie P, 67^5; E.

67,95; D. 67,60; C, G7,S0; B, 67,50; A, 67,75; G y H, 70,00; Dilerentes B»ñ»6, C0»00; í ' ia oorñents, 00,00: F i í iir6xi»o, OO.M.

4 POR 100 I5XTÍÍUÍ0R..-S6rie P , 82,60; R, 82,60; D, 88,70, C, Sí.D», B, 84,00; A, SifiO, (J. y H, 84,00: l)i)eri>tit«>s »«n«>8, P*,oe.

4 POR ICO AMORTIZABLE.—Serie E,00/10; D, TO,00: C, «0,00; B, 89,75; A, 89,76; Dilerentee

I r O B 101 AMOUTiZARLE.—Señe F , 00,00; P;, 93,1)0; l\ 98,50; O. 9íJ,óÜ; JB, 9a,5U; A, ttU^O; Pi-•ereiit*« •«>«•«, 00,oe.

i I'OR 100 AMORTIZARLE (Rmisién de I817).--Seri» F, (Xi.OO; h, ti0,i)i.; D, 00,0y; O, 9a,25; B, TlSMñ; A, « , 2 : Í)ilej^nt»8 seruM, 93,25. -OBLIGACíONi£ DEL 'lt£ORO.-TS»ri» A,

101.00: íí, ltn,9fc AYUNTAMIENTO DR M A P R X n - T Ü U

Madrid 1918, 0#y'O; üfcli|f«cioijeí de 1868, 0Q,tM¡ i" xpropiícionw! Xateri tró p^t KX), (H',W); CécJ*. 'ks del Jr Dsanofee, uO.iiU; JW» (Deudsi y übnw.. ü0.r<i: ItwprMíito ti» I«14, 1.10,0'X

BÁhCÓ lílíOTliOARlCf DE P « P A ^ A . - 0 * . émRS »1 4 pwe !<*, n,»; Ídem ri * por IO.I, 98^j; idetn al 6 p0T 100, 1(4.80: Marruíksoí!, 6">,-5á.

VALORICS INDÜSTRIALK8 (Aeciones).-Bsnuo de España, SCS*,'»; Hipottíoario, ¿dSj'M); HiSpaB»ftm»ricano, 0(10,00; Español de Orédito;

•i»',00; Tsbaoos, 27e#% Ksploíivos, 000,(0; Cs8*i-!la, eo,r)ú; (i. Azucareras pr»t»rent«g Ou,<.«, Ídem ordinarias, '<',0>'; Altoa Htífoos, OsOiOÜ; Duro Feigutir», UO,0<i; Unión Alcoholar», ÜO Xt; Banoo Central, OOOjíX);" Bonos Banoo ilispeR»,

J S l l , ' ^ r i R R O C A R R I L Í S . — M. » Z, y Alicante,

,?S5,'''0; Nnrt#s, aí-yX); Motropolitano, 0<-Ú,(Xl OIÍI . lOAtíONPB. General Azucarera: e»-

tanijpilludas, )M*,*t; Iriem id., no eswmpiUtdas, O ,'•(>; BsT-os Naral, 0(),(KÍ.

Fr« , J lOCABR] .Lrs . -M. n Z. y a A. AHUSM, (X)^.'; Nortes, 1905, 5T,5<>, Alsa.'^uas, (V,a\ Anda-.uc»*, ISl», 0'.1,»#! jjohadiila a Aife-poiras CKj,(Xi.

-VALORES E X T R A N J l ROS.-Banco Cen-fral Míxicsno,'CÍV'O; íiaiioo deJ R í n d a l a Pla-tu, SüO,'),); Ubiuraoiünes Ríotinto, ú(J,Oi.!; tíojao» 1 f»f.»rrrrB, f* .en. . *

CAMBI0S.-- l i ra8. OO/V^ Merooe, «,85? f r » » . «tos, 5S,75; irsncvjs siuzoa, (HA),ii:; Era» eos bolín-i ;,-í5, ()n,Oü; Labras, '¿ti^üd; Itóiart*, I.ÍÍJi jywa-) 'ios, 0,Oti

-/5j/®/®/8>—

/¡DA SOCIETARIA ASOCIACIÓN D E L A R T E D E IMPRI­

MIR.—^Se ruega a los que pertenecen a la caja de previsión nombren los recaudadores y qué éstos pasen por st>cretarja el jueves o el viernes, de nueve a once de la noche, pa­ra recoger la documentación- de los adljeri-dos. La recaudación empieza ei próximo lu-p.cs.

SOCIEDAD DE C A N T E R O S DE MA­DRID.—Esta Sociedad invita a todos los obreros de! ramo de la edificación a rendir ql último tributo al que en vida fué nuestro compañero, el cual, cumpliendo pon su' de­ber, perdió la vida en la obra I » c o n s t r u o ción para el Banco Bilfeaino. -»

E Í entierro se verificará hoy marte», a las cuatro y media, hora en que saldrá del DCT pósito judicial .—í^ Dirfidiva.

TERCIO DE EXTRANJEROS C U E I Q I O N E X T R AIMÜ E R A )

JESPAÑOLESl lEXTUANJEROSi •V'ettid al Tercio d« extranjeros, <|ae d ^ l e s é * ¡d hooor y terrkar lo nactonaks . Se abre un es^anche por la ¿un tc i t a éa ia f M r r a . Bramio, 300 pesetas. Sigile abierto d eoganche por c^üán J ciac« tAos, 000 500 y 700 peaeCa* de

respectivamente. En el Gobiea-no mltitía- podéis iasciríbiros. No se exif« dooumentaci<ki aigucMU El Tercio extranjero es un Cuerpo ya glorioso.

Correo de teatros ROMEA.—Este a.-isíoerático y elegantt

teatro está organizundo, por inkiAtiva de su celoso y dt-sintcrcsado empresario, don Antonio AlesiUico, una función extraordina­ria para mañana miércoles, a las diíá: y media de la nodic, patrocinada por los re­yes D . Alfonso y doña Victoria Eugenia, a beneficio de los Hospitales que sostiene la Cruz Roja para los heridos del ejército d. .lírica.

Es de esperar que dado el ofrecimiento patriótico del Sr. Alcsanco, y teniendo eu cuenta se está confeccionando un programa en el que puedan figurar los números más notables en el género de varietés y que en la actualidad tengan esa fecha disponible, el público madrileño ha de corrcspunder a tan laudable propósito, y cuanto se recaude en esta furción sea un donativo más para nucs tro Ejércsto, que tan valientemente pelea e«i África.

Hay ya un pedido grande de localidades, y eí resto de los billetes se expenderán en t.l despacho del teatro desde las once de 1-i Bia-ftana del miércoles, día en que se verificará esta función benéfica.

ROYALT\ ' .—Ya son numerosísimo» los encardo* de localidades recibidos en la con­taduría de este elefr«nte cinematósTrafo para el jueves próximo, día de su reapertura. Y este afán de! público es un feliz auofurio para !a afortunada {impresa del ari.stocrático Ro-valty, que así ve premiados sus constantes csfuej-zos en pro del selecto espectáculo que cultiva.

- ' ••' • ' ' ' % / % / ^ / ® ^ • "" ••••»

OCURR ENCÍAS Un teniente coronel que tiene fama de eco-

uómico, da una comida a la oficialidad. —.Señores oüciales—les dice después <te los

postres—, ¿ustedes tendrán costumbre de tomar café después de la comida?

—St, señor. —^Pues no se ha de decir qti« soy ua t i­

rano. No le» Retengo. Vayanse usttMJps a to-marío.

En una pastelería. El propietario a un dependiente: —Procure usted que los pasteles y dulces

tenigaií un aspecto atrayente para el pú­blico.

—^Sl, señor; ya lo bago asi. Todas las ma­ñanas les quito el polvo y las moscas antes de ponerlos en el escaparate,^

SEÜCfON RELIOfO^.^ Stmtts i-e hoy.—Santas Rosa de Lima, « r -

f « n ; Gfudencia, virgen y mártir, y Tecla, cen sus dpcc hijos, már t i res ; Santos Félix, Adauto, Pamaquio y Roniíacia, mirúrt»; Pedro, FlacTO y Bonomio y beato |uaffl |J« RiVicra, cpnfjRsorcs.

Cultos.—Se g a n a A jubileo de Cuarenta Horas en la parroquia de San Ramón (Puen* te de Vallecas). • • I . ' • . I ijj I I I I H

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ñ¿iPE.C TACULQS PARA HOY !

COMEDIA.—A las d k » y medía, La p r o ­cesa de la Czarda.

TEATIIO DEL CENTRO.-A fa» diez y me^a, Los papiros, por la GompiiAift Olimpia de 0|H»r«te.

NOVEDADES.—A las scif. El racluta.— .A, las siete y cuarto. La v i f j e c i t » . - ^ í»i diej! y niedia. La chicáiarra.—A las anoe j tr«s cuartos, Las tres cosas de Juanita.

FÜENC.ARRAL.—^A la» seii y a I M 4MW'X cuarto. Carrillo and Pardini, hermanas tkvt, troupe Manetti, Luis Esteso, la Cibeles L«i« ska E«(@so, Jan ftak.

REAL CINEMA y P R I N C I P E ALFON* SO.—(Empí^sa Sagarra.)—A ki« eei» 4t i» tarde y a k « diez d« la noche.— ésito de E! r«scat« del oro (por Anaa Nil-son], Las tres semillas n ^ r a s («juinta j«r-iiada)» estreno 4f Divorciémonos (por B ^ e tkirke).—Miércoles, La tigresa parisiiéa (por V'iaia Rana).

CLNEMA ESPAÑA.--EjBpres« Sí^arrm, —Desde las cinco. Estreno de A toda vd|o-. ckiad (por Jorg« Walls), ««treno de Las t res semillas negras (tercera jomada) , es treno de El c a p i t i i del Estrelte Sur (por Will^an, Russell), Casados por (uena. {BHiy o^i ie i l ) .

C INE IDEAL.—A las cinco y fnectta v a las diez. El g ran misterio d« Lottérm (un-dácimo y duodécimo episodios, por • ! gr$JH actor yanaui CÍKirles Raymoiid), estceoo d« Cajo nombre supuesta (per I* btílm •Ctfi» Tljeda B»ra), Marido tmtm&ev9 y otra*.

K E S M E S S E RENEPfCA, F u e n c w n í . 141.—A las diez, grai | ktimmtmf B»ñdjl j(á-Asila de la Paloma.

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