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DIALOGO '.
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Los ones90
87FERNANDOBUSTAMANTE
Critic a de una
98ciencio c riticaIMELDA VEGA
Globalizoc i6n y
105conocimientoJAIMEMASSARDO
N I~evos crocro-oosc cceores
Colombia:Ia violencia sin finFERNANDO CARRION
NOVEDADES .
FRONTERAS
DEBATE
NOTICIAS FLACSO ~:,'...' '
veser'csbibliogr6 ficosEDUARDO KINGMANHERNAN IBARRACARLOSARCOSLUCIANO MARTINEZSIMON PACHANO
Umiles y ronzoores de10 nec ociocrooADRIAN BONILLA3
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60
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52
43
1420
CONTENIDO
Sa ccobcron lastouros vercru c cocsoe represeotocron :ANDRES GUERRERO
ACTUALIDAD
MUJERESY POLITICA
EDITORIAL
los controccccoes de10 Convertib ilidadCESAR MONTUFAR
score rrccr os.oocteros y caballeros:ANA MARIA GOETSCHEL
i,.C ri~s en democraciao oerrococc en crisis"CARLOS ARCOS
Dernocrocc a10 rnedidoSIMON PACHANO
los c6digos ccultos d elpoder masculinoMARIACUVI YALEXANDRA MARTINEZ
penexones a proposltod e 'un loco Que orneFELIPE BURBANO
los rezones deleones
•
•••••
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•••••••
••••••••N' 1. Febrero · abril, 1997
~ al1 iculos que SO! publicanllI1 ~ re'o'isla SOIl <:If! e.clusllla
''l$pOOsabilidacl de sus 3.ulO<l!S.no refleian necesari<lmefllO el
pem;amienlQ de ICONOS
CO!.ABORADORESENESTE NUMEROALBERTO Ac:>Sl ..S MON PACt<A~
CESAR MCWT1..IFMlFELIPE B UI'BANO
M"'A'AGIN,AU XAhOflA M-'f1T1t< U
AN'" M MlIA GO(lSO<ElF Eflt<..NOO C ",RAION
AeR'''''' 8oN..~...uc coc MARI'NUEOUAAOO KNGIMr.
HU'....N leMlRAC/llll.OS AIlCOS
EDITOR ICONOSFEllP!': BUABANO DE lARA
~RECTORFLAC~ECUADOA
ARC. F ERNA"lOO C A RRI ON
FLACSO ECUADO R
Oir«(ion:Av. Ull'O&no ~ie . 11 8,~~
Tcl"fonoo: S<41·7 1 ~.
542·7IS 1 542.116Fax: sU·ln£ · M ai l, i'*'@ll~uo.«><_....
REVISTA DEFLACSD· ECUADOR
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LAS CIENCIAS SOCIALES EN EL BANQUILLO
Ciencias Socioles, Universidad y Estado *
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Las universidadesecuatorianas han recogidomuy debilmente la idea de launiversidad como centro decreaci6n-reproducci6n de conocimientos
,
Los CAMBIOS DE
LOS 9
Fernando Bustom<JnteSoci6Iogo y PoIir6/ogo
Este articulo tiene por objeto plantearun conjunto de renextones de caracter preliminar sobre el estado de las
Ciencias Sociales en el Ecuador. Para ellcintentare haeer un analtsts del punto en quese encuentra su proceso de desarrollo, centrandcme sabre todo en sus Iormas de inserci6n institucional, su dialogn y articulaci6n con otras priicticas intelectuales y discursivas y, per ultimo, su relaci6n ante suspublicos mas releventes.
Antes de entrar en materia, quisiera hacer unas poeas afirmaciones pr eviae r espeeto a la forma como abor da re el temaaqui anunciado. En primer lugar, quis ieradejar en claro que me parece particular-
Los aruccros que aparecen en esta secclcnlueron cedidos por 1LOIS a ICONOS para supubliCaci6n. Los artlculos de FernandoBustamante y Jaime Mas sarOO son versronesedHadas de los originales. Los tres artlculoalueron cresemeccs en et VIII zncuentrc deHistoria y Realidad Eoon6mica Social delEcuador y America Latina, realizado en Cuencaemre ell 1 y 15 de noviembre de 1996.
mente interesante enfocar el tema de lasdisciplines englobada s bajo el terminu"Ciencias Sociales" , desde un paradigma intelectual que las ve como otras tant as"practices", el hacer esto hace que el enrasis no sea particularmenle normativo, sinoque busque cnentarse mas bien a hacer unadescripci6n un tanto distanciada de 10 quehacen los Ilamados ctennsras sociales, y atrarar de entender Is posible evoluci6n desu quehacer desde una actitud intelectualque intenta aproximarse a una especie de"sociologfa del conocimiento". Si se quiere,puede interpretarse como un primer intento de mirar a la s Ciencia s Socia les delEcuador, can el mismo prisma y perspectiva con que elias pretenden mirar a aquelloque elias mismas han definido como el objete de su mirada.
Por 10 tanto, al mtentar esrablecer unaagenda del desarrollo de estas practicas mepreocupa ante todo evitar alguna forma dedogmatica moral de 10 que deberfa ser laClencia, y mas bien busco preguntarme sabre las posibilidades inherentes a su dinamica y a las condiciones circunstancialesen que se desar rollan, poniendo entre pa-
Las universidadeseassoaoos norespondenexacromf'f'lle oresquema europeooonglosaj6n deinsfiluoonoliloooo,111 de vinculacioncccaemoux eooa
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oz:ou-
LAS CIENCIAS SOCIALES EN EL BANQUILLO
M oo deorse qvecoda vel es m6sluerre eI desfaseentre eI enoro·real·de Icscecos Sociolesyel entornoimoginodo 01 cuolse refieren tantocomo ob;eIO deesludio, comode"""" yresponsabilidod.
cooz:oV- 88
rentests la tentaclon de precipitarse a unaprescrtpctcn hecha desde algun punta devista axiol6gico extrfnseco.
En segundo termino, qut siera ver a estaspractices intelectuales como si Cuesen partey constituyeran elias mismas un "sentido comun". Quiero decir con ella, que las disciplinas ctenuficas, tienen tarnbien cotidianeidady sus rutinas pre-reflexives, al igual que losdisnntos ambitos vitales que confjguran lapraxis corriente de los actores sociales. Estas rutinas pueden ser una valiosa fuente deinformacion sabre 10 que realmente son estas practicas, mas alia de su forma de autoconsciencla ostensible 0 de su votuntad. EImismo tlpo de actitud crtnca y fenomenol6gica se puede tener frente a ctras practices,a veces con resultados sorprendentes.
Esto tiene por consecuencia el que puedahacerse ebsrreccton . al menos provisional,de 10 que sabemos respecto al rol y Cunci6nde las Ciencias Sociates en otros contextcs,soctecaaes 0 redes de significado. Puede ser
en principie, que en nuestro medio,el discurso autojustificatorio de estas practices tenga una relaci6n diCerente con su telos interne, que eLque la racicnalizacion ex post supone. 0 que el que se da en otras experiencias histcricas.
Por ultimo, perece cada vez masimportante el grado de "determinacion extra-nacionel" que tienen estaspracucas. Los actores disciplinarios,se hanan cada vez mas estrechamente vincutados a redes sociales que notienen como referente centralIa sociedad 0 el estedc nacionales, y quisie ra examinar brevemente, comoeste hecho cambia las maneras dearticulaci6n Interne de las profesiones y de estes can el medio inmediato que las rodea. De heche, podriadecirse que cada vez es rob fuerteet desCase entre et entorno "real" delas Ctenctas Sociales }' el entornoimaginado al cual se reCieren tantocomo objeto de estudie, como de accion y responsabitidad. Justamentequisiera decir unas palabras respecto a las cuesncn de quien 0 quienesson aquellos Crente a los cuales losprotagonis ta s de estas disciplinasdeben responder, mas alia de sus deseos 0 de sus ilusiones. La cuesnonde la responsabilidad nos remite al
tema ccnexo de Que 0 quien sirven y debenservir los ctenttstas scciales, sobre tcdo apartir del quiebre de una sene de imageriesy deseos que al respecto se hablan cristalizado entre 1950 v 1980.
Quisiera enfrentar el lema haciendo unaespecie de inventario de los "locus" de residencia de las Ctenctas Sociales en el Ecuador. Determinar estc nos pone en una primera pista sabre las "formas de tnsntuctcnauzaci6n" y las determinaciones que tal insercion pone sobre la precnce de estas disciplinas.
En primer lugar estan las Universidades:ubicacien ctaslca de la practice cientCfica yprobablemente rambien el punta bistcricamente primordial de su apancton dent rc delcampo de las pracncas intelectuales socialmente reconocidas. La tnsercton academicade las Ciencias Sociales es desde rode puntode vista su malriz Cormadora original, sobretodo por cuanto mundtetmenre elias adquieren carta de ciudadania institucional, bajo el
LAS CIENCIAS SOCIALES EN EL BANQUILLO
amparo de la vida universitaria. No es queantes de I. dtedr. no haya existido Cien<:iaSocial. pern $U orientaei6n y forma actualtiene un punto de arranque reconocible enlos es(uenos de sus practicant es para convertirlas en disciplinas a pleno derecho.
En el media de las universidades en lospa{ses de cneen de las Ciencias Sociales, esto ha significado ante todo una doble voce.ci6n original: como aetividad docente, destiucla a formar proCesionales informados ynuevos decentes e invesligadores. y, en seI(UDdo termiec como activ idad de investigaciOn, que se ha sentide obJigada a adaptarsus canones, formas de legitimidad y practicas a los standares ya estab lecidos per lasciencias de institucionalizaci6n mas tempra na (Oienciaa Naturales e Historia). La matrizuniversi taria ha implicado una tnterccnexi6n estrecha y siner gica, por medio de laeual, la Investigaci6n alimentaba de continuoIa docencia, y esta a su vez generaba nuevoeinvestigadores. No serla muy aventurado decir que en tal maridaje, la "investigaci6n" tomaba (0 debla tomar) el papel de rceea Impulsora y telos ultimo de 13 "ciencia". Se ensetla y se en.seftaba para formar nuevos recursos humanos y equipos destinados a traba,jar en la "acumu13ci6n de conocimientos"Duevos. Secundariamente, y en una posterior etepe, apareci6 la idea de l cientista social como un profesional aplicado, del tipa liberal, que debf.a ser capaz de of recer servicios" utiles" a patenciales d ientes, a la manera de abogados, ingenieros 0 arquit eiOtoS.Pero esta actividad era (y aun es) tomada c0mo una aplicaci6n Sttundaria y de prestigio(aunque no necesariamente de reRtabilidad )meDores. Finalmente, y sobretodo a partirde los sesenta, se dio una cierta tendencia aver al dentist. social como una especie detransformador social. 0 como un experto enla conducci6n polHica", que debla act ivamente insertarse en las luchas de actoresextra..cad~micos en pos de la realizaci6n deintereses que se con sideraban eticamenteprioritarios a los de un pur(l saber por el saber. Aunque en muchas partes del mundo, yen los centros mas importantes de la activi ·dad academica y profesional tal idea se bateeD retirad a, despui s de su auge de hacevemte a u einta anos, subsiste bas tante deella, Bunque sea ba jo formas modificad as,como para que eJ model<> del cientista "activista" siga s iendo pert inenle al analisis sociol6gico de las pract icas profesionale s.
Este esquema que acabo de presenter. estaba condicionado fuertemente por Ia manera misma como las corporaciones universitarias se habfan desarrollado y articuladocon el restc de la sociedad. En efec to, lasCiencias Sociales son relatwamente -reeienIlegadas" al mundo de las disciplinas ecedemicas. Por tanto, euas debieron acomodarsedentro de los esquemas ya seculares en quehabla cristalizado la Universidad y las retedones de esta con el entorno. Para ello tuvieron, entre otras casas, que adoptar losIcrmetcs 'eutrurales. los valeres y hesta losriluales preexistentes. La inslitucionalizaci6n academica de las Ciencias Sociales, noes anterior a la ultima d~cada del siglo pasado, en Europa Continental , y a la primera deeete sigle en el mundo anglosaj6n. Para entonces. ya el sistema univers itario habla alcanzado un alto grado de cristalizaci6n y lasformas basicas con que hoy 10 reccnocemos.
Era de esperar, puee. que al introducirseestas ciencias en el medio universttaricecuatoriane, se vieran, e lias tembien forzadas a plegarse a las caracteristicas y las medalidades con que este ult imo se arteculabacon Ia sociedad circundanle y a su propio interior.
Y es aqui donde comienza a atterarse Iahistoria: las universidades ecuatorianas noresponden exactarnente al esquema europeoo an glosaj6n de ins t itutionalization, ni devinculaci6n academi&-sociedad. Por ello mismo, resuh aba di fid l esperar que las Ciencias Sociales, pudiesen insen arse de igualmanera como 10 hicieron en el sistema original.
En primer lugar, la Universidad ecuatoriana y sus relaciones can el enlom o ha seguido una histor ia y un modelo particular.Estas universidades han recogido muy debilmente la idea de 1a universidad como centrode creaci6n- reproducci6n de conocimientos.o sea como "locus" privilegiado de la ciencia, Que el racionalismo post·revolucionarioy el empirismo naturalista Jegaron a sus cont rapartes del "Norte". La universidad ecua·toriana incorpor6 algunos elementos del mode lo napole6nico de la educaci6n superior(al Iaicismo, el profesionalismo, el utilitaris·mo, e lc. etc.), pero reluvo mucho mas queotras Ia herencia y el legado de Ia Universidad Escolast ica. Este ultimo vela a la educa·ci6n superior CO£n() un espacio de reprod uccion de un saber que era al mi smo tiempodoxico y trascendental. La relaci6n central
EJdebate ococ/err»coI'I'Wno f'lO(l' IT\Ol"COl'i)por10 necesidodde """'"-cuddebe set 10GW1C<:b;ioyse- ,""""'"y fTl1'/ mclf(ocbnenreen 1.#1 debate sabrert'oI'toS Y sabre""",.-,
LAS CIENCIAS SOCIALES EN ELBANQUILLO
Ser ·culro· en estesenrido, permite a10 personadesempeoorsecompetenlemenreen Ia represenraci6nd~ sf miSIJJO comoindividuodo/adodevalor m/finsecD
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era la docente, porque 10 que habra queaprender eslaba ya Iisto en los textos y en laexperiencia de los profesores. Sin embargoel elemento decisive aquf, no es ni la maestria adquirida por el practicante que enseae(y por medio de la ensenanza "transmite" suexperiencia al estudiante: caso ciestcc de laformacion en artes, i.e. medicina), ni la busqueda de un saber infinitamente inacabado,sino el logro del dominic de una escritura sa·grada, contenida en los textos culturalmenteprestigiosos. La hegemonta del estudio delderecho, por ejemplo, y de un derecho antetodo basado en "ccdigos", mas que en la hermeneuuca interpretative del "common law",da a toda la educactcn un sesgo muy maroado.
Este no constttuye, ni podia constituir unmedio que permitiese racttmente una incorpcracion de las Ciencias Sociales como practicas investigativas, porque ni estudiantes,ni profesores, ni los publiccs potencialmenteinteresados tenian la rormacion cultural ymental para aceptar el quehascer cientfficocomo arte y como busqueda. La actividaduniversitaria central era y es aun la transm j~ de las doxae. EI debate ececemicc mismo nace marcado por la necesidad de discernir polemicamente cual debe ser la ortodoxia y se convierte a menudo y muy marcadamente en un debate sobre textos y sobreautoridades, en disputativo sobre la correctaintelecci6n de una palabra escrita autorizada. Ser academtco y, per derivaci6n cienttsta social, es asumido como un trabajo sobretestes y sobre el valor de estos, en la busqueda esperanzada de poder establecer pormedics dlalecticos la valide z relativa de losdistintos candidatos a la consagreclon como"cedigo" final mente autorizado.
AI rasgo anterior debe sumarse la persistencta cultural de un cierto sesgc "aristotel ico" en la idea que los elementos ilustradosde la sociedad se han hecho de los fines de laeducacion: esto implica que esta ultima esvista ante todo como el proceso de forma·cion de un tipo de persona mas que como elproceso de capacitadon del individuo enciertas competencias cognitivas. La forma ·cion de la persona es la dotad6n de un ciertocapita l cultural y simb6lico que permite alsujeto pasar a formar parte de un grupo destatus, mas que de una comunidad de deSirezas, 0 como recurso humano. este status quela educacion superior alimenta, es la de la"persona culta", y representa un tipo de dis-
tincicn social que, en cierta forma reemplaza a la que proporciona la educactcn del caballero. EI universi tario es tarnbien. y conprominencia, el candidate a formar parte delestrato de las personas "cultas'', las cualespor serlo pueden ser plenamente acepradaacomo integrantes del grupo de quienes merecen respeto, ser tratados con deferencia ytener voz y vote en las decisiones de la vidapublica y social.
Ser "cutro" en es te sentido, permite a lapersona desempefiarse competeotemente enla representacien de sl misma como lndividuo dotado de valor intrtnseco, y puede servisto de manera ostensible en la insistencialocal de las gentes en agregar a su nombreel titulo profesional 0 academicc al que sehan hecho acreedores . Este titulo aperececomo distintjvo 0 marca que da a la personaun lugar social honroso y respetable ~. tiendea reemplazar a los derivados del nacimientoo la adscripcidn. EI saber se asocia aqui a lasbuenas maneras, al estilo de vida y de presentacion del yo en sociedad y per 10 tanto esadomo, indumentaria, manera y estilo aso.ciados a un arte escentco interpersonal y auna retonce de las relaciones humanas. EIsaber social en tanto ciencia. es con frecuencia asumido como otra forma de gusto y distincion, como arte retorica. mas que comopraxis orientada a fines instrumenrales . Eneste contexte es facil que la mvestigacicn sepierda de vista y que el objetivo de los participantes se desvre muy natu ratmente a lasfunciones representaci onales del conocimiento.
Todo 10 anterior t iene un erecrc espedficoy concreto: el hacer que la rclacien entre docencias e inves tigacion surra un vuelco: eovez de que la docencia sea un medio para reproducir ampliamente la mvesngacion. sehace un fin en sf mismo. La universidad esante todo una universidad docente, de reproducci6n de saberes trascendentalizados y deretoricas. En este contexto. la investigaci6nno es central a la actividad de los centros suoperiore s, y qu eda co mo una especie de"hobby", 0 de idiosincrasia optativa del cate·dratico. La invesligaci6n del caledratico reovisle todavia un sabor a divertimento de hora s Iibres, que el profesor puede emprendersi asllo desea y no tiene otra mejor cosa enque ocupar su tiempo, asi como los noblesilustrados del antiguo regimen que gustabande hacer colecciones botanic as. mineral6gicas 0 de anligliedades arquool6lo:icas.
LAS CIENCIAS SOCIALES EN EL BANQUILLO
La academiaperiferica seconsldera obligodaa cowxpose 01I%rudio de 10particular,idiosifl(rotico,opJicodo, utilitorlO ylocal
Cree que esrc explica, en cierta medida, 18masiva debilidad de los esfuerzos por hacermvestigacion socia l en las Uni ve r sidadesecuatorianas. Sin embargo, creo que hayotros factures a tener en cuenta y que son decaracter mas estructuret. Paso a mencionarlos.
La concepci6n dominante en el Ecu adorsobre las relaciones entre estado, sociedad yuniversidad, tambien tiene particularidadesque afectaron poderosamente 13 forma de inserci6n e insti tucionalizaci6n de las cienciasSociale s en el media nacional. En primertermino, la Universidad no se configura como un espacin academlco independiente (almenos idealmente), de la esfera potrncc-estaral. Sobretodo a partir de su const ituci6n1aica desde principios de siglo, es cotmin vera la Universidad como un aparato de estado,o a1 menos profundamente vinculada al estado. Ella debe ser una fuente de dirigentes yde cuadros para la funci6n publica, y el campo de entrenamiento delliderazgo polfticoadministrativo.
A partir de esta matr iz inicial (muy vinculada a Ia hegemonfa del Derecho en sus aulas), es facil ver como es posible que en generaciones de universitarios, y sobretodo a
partir de los M OS cincuenta se cr istal iza unethos activista y misionero, volcado hacia lapolttica, y muy pronto, tambien hacia el servtcic de las funciones tecntcas que se imputan a la pelttica. entre las cuales ocupa un lugar de fundamental importancia el "secerdoetc del desarrollo".
EI universitario tiende a verse a sl mismo,como un sujeto a1 que se Ie ha encomendadola tarea Irascendental de guiar a la colecrlvidad en su evoluci6n hist6riea, como un iluminador y un combatiente del progreso social,sea eete vtstc desde una perspective mater ial 0 moral. La profundizaci6n de estes rasgos lIeva fac ilmente a que se cree un climaen el cual, la investigacien acadermca clastca, 0 el desarrollo de una vi da intelectua ldesde su propia dlnamtca end6gena, son posturas eticamente repudiables. La misi6n delacade micc se conc ibe como fu ndam entalmente or ientada a transformar su mun do ysu pais, sea en un regtstrc" desarrcllis ta" (elpro fesional modernizador), sea en un registrc revolucionario (el intelectual mllitante 0
cuadro jacobino). La busqueda pura del saber es despreciada como un "lujo" que unpals atrasado y pobre, Ileno de injust icias ydesigualdades, no puede permiti rse, y no re- 91
(fJ
oz:ou-
LAS CIENCIAS SOCIALES EN EL BANQUIL-
Cf)
oz:ou- 92
quiere realmente. La tarea del acedemico esla apbcacion de un programa de eccion y unacto de servicio a una causa determinada,asf como a los suietos putativamente protagonicos de dicha causa encemente imperatiYO.
Esta actitud al mismo tiempo misiona!,mesiin ica, jacobina, pclincecenn-ica y extrovertida, tenninaba por hacer de las facullades de Ciencias goctales, una mera "posiemo" de retaguardia en las luchas politicas,un espacio de formaci6n de militantes y unAmbito dentro de 10 ests ta l. Las luchas queallf se trababan, eran luchas por control derecursos de poder que deblan ser eventualmente invertidos en 18 transforrnaci6n y enla ccnquista del mundo circundante.
Asociado a est e sfndrome, se consta la un resgcideol6gico que termina porinhibir y retardar el desarrollo de la vocaci6n invest igadora de La Unive rsidad,al menos en el ambito de lasCiencias Socia les: se tretade una determinada formade asumir la cuest i6n del"tercer mundismo", De rnanera ma s 0 menos implfcitase da una internacionaliza ·ci6n en registro academicodel imaginar io de las relec iones - centre-pertrerte",En estes perspective, es tarea privative del"centro" el desarrollo del conocimiento "puro", general. universal y teortco. En cambioque la academia periferka se considera obligada a consagrarse al estudio de 10 particular, idiosincrat ico, aplicado, utilitario y local.De esta forma , se considera que la tarea propia y razonable de un acedemico ecuarcrianoes ser un especialista sobre el Ecuador y enlas aplicaciones y especificaciones locamente relevant es de las tecrtes de pre tensionuniversalista Importadas desde los centrosreconocidos del saber . Mientras resulta normal que un academico, por ejemplo frances ,se consa g r e a estudios sobr e el LejanoOriente 0 sobre teorla del conocimiento, sehizo extrano, an6malo y hasta r idkulo queun ac ademico ecuatoriano pudiese ser iamente consagrarse a dichos temas. Su campo compulsivamente propio, no podia ir masalia de "su" real idad nacional. Pot ello mismo,la cuesti6n te6ria decisiva era Ia opci6nsobre que producto t rorico debfa ser impor-
tado y utilizado para e1 estudio de estos particularismos de su competencia: La gran teor ia 0 la metodologfa no era n ni podfan serasunto y jurisdicciOn de estudioscs tan apremiados por Ia exigencia perentoria de deciralgo re levante a las practices politicas y teenol6gicas volca das bacia el hinter land aunpor-civilizar.
A los factores indicados, quisiera agregarotro de tipo rruis material: se t rata del enorme desfase entre las exigencias y canonesde la metodologia ecademtca "central" y lascondiciones estrucrurales de la pracnca academia en Ecuador.
Me expl ico: los metodcs y recntces de inve st igaci6n de sarrolladas por las CienciasSociales emplricas de los centres originarios
de las Ciencias Sociales, incorporan un a se r ie de supuestos re ferentes a los costos de Ia invest igaci6n, a ladisponibilidad potencia l derecursos y a la eapaeidad delos cientistas para rnevilizar los. Las tecmcas que se eeeerrollan son, por asl decirlo,"capital intensivas". lMtodosstandard, como la encuesta.el exper imento, la ebservaci6n ant ropol6gica, las estadfst icas anaUticas, e rc., sonsumamente cares. Ind uso lainvestigaci6n de ga bine te ,
utilizando fuent es secundarias, y la ren exi6n te6rica, se apoyan y nutren en grandesbancos de datos, en sofisucadcs s istemas dedocumentaci6n, en bibJiotecas y archivoscompletfsimos, que penniten desarrollar exhau stivos sistemas de referencia y apoyo bibliografico.
Nada de esrc se ha dado, ni parece factible que se de en e t medic naciona!' Los ln.vestigado res y academtccs ecuatonanos nohan podido, ni de lejos, disponer ni de losfondos, ni de la infraestructu ra, ni de las bibliotecas mini mamente requeridlls para hacer ciencia social de acuerdo a los dnonesmetodol6gicos institucionalizados en su disciplina a 10 largo de las decadas. Muchas veces la repugnancia y eI desamor por la metodologfa y por las tk nicas standard han s ido---en cierta medida--- una respuesta adaptatj.va a posteriori a la extremi' diricultad de acceder a los medios que hubiesen hecllo pasj.ble lIevar a cabo ese tipo de ciencia social.
Sin embargo, tampoco ha habido, sino hag.
LAS CIENCIAS SOCIALES EN EL BANQUILLO
EI segundo esP.8clo deintemallzaci6n da las
Ciancias Socialas an alEcuador 10 oonstltuyan
al Estado y lasinstituciones
para-estatales qua sadesarrollaron y
fIorecieron sobretododaspues de 1960.
la muy recientemente, ningUn esfuerzo concentradc en pregumerse par la metodologlaposible bajo Iuerte resrrtccien de recurscsbUicos. En cierta forma esto puede heberestado fomentado por la mencionada inlernalizac i6n del " tercermundismo": la elaboraem metodol6sica era tarea de los "cenrrca",00 de las perifenas, y per tanto, ni se pod1a(0 queria) &Similar seriamente las ina1<:anUtbles tecnrces clasicas, ni se debia (0 querla)desarrollar ctras. EI resultado ha s ido un reoIuereo de 18 renencia relativa a la jnvestigaci6n, )' un ulterior debilitamiento de Ia voceci6n investigative de los ececemtccs naci~
nales. Mas viable y Ucilera pues cent rerse en ladocen cia (que es rn uy.perc muy barata comparativamente ), 0 en 1a militancia, 0 en el serviciopublico (que puede se rasumida como otra rorrna de mllitancia, por 10menos en tecrtaj.
La debilidad del desarrollo del sistema de catedras a tiempo cempjeto, ha sido OIro (actor queba bloqueado el desarrollo de las clenctas soc iales desde las universidades ecuator tanas. La in-vestigaci6n academica esuna aet iv idad de alta dedicaci6n, pero lasunivers idades se han apoyado y se siguenapoyando de manera predominante en prefesores de jomada parcial. Ind uso alli dondeha comenzado ha desarrollarse el s islema dejornada completa y/o dedicacion exd usiva,elio ocurre de una manera espuria. Las remuneraciones asociadas a los cargos docentes de este tipo, son cast siempre tan men.guadas e inferiores a 10 que los catedratlcospueden obtener en ctras aetividades, que dehecho, estos ultimos no ejereen las funciones proplas de una jornada completa . Lousual es que los profesores tengan otros empleos y act ividades, a los que con freeuenciadedican 10 mejor de sus esfuerzos.
Las razones de esta incapacidad insti tucional de las unive r sidades ecuatorianas ,son varias: las financie rss no deben dejarsea un Iado, pero tambien quisiera seilalar elpeso que alln pareee tener una concepci6nhonoraria de La catedra: el docente todavlaes visto como una persona de quien se espe-
ra una donaci6n grackJsa de su saber y tiempo, por entenderse que se treta de alguienque ya ha probado su valor y su competenciafuera de la universidad, y que poe tanto tiene medios de vida independientes, 0, mctuscpeer, porque se entiende I. aetividad academica como el "hobby" pre.st ia ioso de personas distinguidas que realizan en 1a universidad una especie de censcripcion cfvica, 0
mecenazgo cultural propio de caballeros let rados y con t iempo disponible. La catedrasigue, pues, marcada poe rezagos de un "etbos" de gentileshombres amateurs. Por desgraeia, el desarrollo de las Ciencias Sociales
hoy en dla r equiere otrot ipo de compromiso y dedicacJ6n, y cuando, comoocur re con frecuencia , larealidad y el mito del profe so r univ ers it a r- io, nocoinciden en absoluto, tene mos por resultado ela tareado y plur iempleadodocente "taxi", que cobrapor hora de ctase y saled isparado a buscar ot rosmedios de vida mas susrenetcsos, en otra parte .ESle personaje, difCcilmente puede desa r rolla runa docencia de calidad, ymenoa aun ser portador deuna 56lida implantacion de
Ia invest igaci6n en los cteusrres universilarios (y ademas, basta bace muy poco, debiamultipl icarse para asistir a 1as reuniones departido y donar su uempo a las actividadesde diferentes n pos de militancia).
ELESTADD
EI segundo espacio de internalizaci6n delas Ciencias socteies en eJ Ecuador 10 constituyen e l Estado y las instituciones para·estata les que se desarrollaron y florecieron sobretodo despues de 1960. En efeeto, a partirde dicha fecha se produce una impor tanteexpansion de los aparatos aubernamen talesde regulaci6n planificaci6n y gestion de lavida colectiva. Esta expansi6n se da en e lcontexto del ascen50 (tard io en el ca50 ecuatoriano), de una dete rminada forma de 10que se denomin6 el "£Slade Desarrollista".En la I6gica de esta fonna de 10 pUblico, lasadministraciones estatales deben tamar unpapel protag6nico en la consecuci6n del Db- 93
LAS CIENCIAS SOCIALES EN EL BANQUILLO
ApaTtir de fines de10 decode POsOOose toce palpableuna ceoeoedificultad en faarticula06n de lasCiendas50cialesam"rdeticoeslofo ,
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jetivo del desarrollo y la modernizaci6n social y econ6mica. Este proceso entrena unciertc cambio en 18 nocton tradicional delfuncionario publico y su transformacien, almenos parcial, desde 18 idea del empleadoadministrativo a 18 del experto 0 tecnocrataencargado de constituirse en el gestor "dentrnco'' de los procesos teleol6gicos de transformaci6n y racionalizaci6n cotecttvas.
Esta evoluci6n result6 bastante ftutdaconsiderando lasrelaciones que yahe mencionado entre univeraidad,estado y sociedad.La "migracicn alse r- vicio publicotecnocratico se vtofacilitada per elhecho de que ellapodia ser vista como una natural yfluida dertvectende la militancia }'del compromisoeuccforzoso con elideal activisla y jacobino. Un someraanaltsts de las btograftas de muchosexpertos que hanhecho carrera eslatal, revel a susoriginales retce een una carrera poHti cc-academ icamarcada por labusqueda paraefectuar transformaciones y reformas en lasociedad. Este paso fue especialmente caraIizado en los gobiernos militares y en sus inmediatos sucesores civiles, los que con el senuetc de ofrecer un desemboque a las inquietudes practicas de los ctenustas eociales , no tuvieron problemas en embarcarlosen estos nuevos espacios estatat desarrollistas, con prescindencia de la naturaleza particula r de las ideologfas que en cada caso inspiraban a los afectados.
En este nuevo papel, los cientistas debianadoptar la personalidad de putativcs "ingenieros sociales", 10 que han logrado con diferente exito: mayor en el casu de los economistas, mucho menor en el de los cultoresde otras disclpllnas. Su funclon era la deaplicar su conocimiento de leyes sociales al
cumplimiento de los objetivos del desarrolloy el progreso, convlrtlendose en una erasedirigente "universal". Para el caso era indirerente que las justificadones doctrinalesunlizadas fueran de rafz leninista 0 comptiana: los ciennncos sociales se vefan a s l mismos como los iluminadores de la practica social y los encargados de garantizar la encecia y eficiencia del estado en sus tareas demanipulacien de la "arcilla" social envistas a
su tran smutectcnhlstortca.
Al hacer estatransici6n, los cientfficos sociales debieron ir adquiriendo paulatinamenteotra forma de versea si mismos: pasarde ser ecademtcos aser "expertos"; deimelectuales de tipotradicional, a teemcos: y de portadoresde valore s asoctados al conccimtentoy a la moral, a implementadores dealguna forma de utilitarismo generico.Tales modtncactones no pod ia n hacerse sin una fuer tetension subjetiva yno sin contradicciones stco-soctales importantes. En general, sin embargo, la
maxima etica que priorizaba el "hacer algo"lerminaba por facili tar la resoluci on de cualquier ccnmcrc al respecto.
Pero, esta reinserci6n de muchos acaoemicos y profesionales, se ha topado can masde una consecuencia no anricipada: el estadoal cual se han trepado los ctenttstas sociales.no era una tabla rasa, Hsta para ser moldeada s in frtccicn por esros conrin gentes denuevos expertos.
En primer luga r, existian y existen fuerres tradiciones y practices institucionalizadas que son por completo ajenas a la eticadel cientifico-experto: la logica legal-administrativa, en primer terminc, y la del chentelismo politico y su otro rostra: la concepcion patrimonial de l poder. Frente a estasdos, representadas en la figura de los fun -
LAS CIENCIAS SOCIALES EN EL BANQUILLO
Las ailicasambienlalistas,femimSlas,pos/-modemasYQnarea-liberalessiembran unacecese duoo so/;rela viabilidad deSegUif sosreniendoCOfTlQ memIncondi{ionolmentedeseable al propiodesarrollo, al menosen /a forma enque sehabiaplanleado desdela revoluci6nindustrkJl
eionarics-abogadas y en la de los poUticosprofesionales, respectivamente, Is posici6nde los nuevos expertos ha tendido a hallarsea menudo seriamente cuestionada. La 16gicainstitucionalizada de las practicas patrirnonialistas y las de la racionalidad admlnistrativa anclada juridicamente ha puesto un serio freno a las aspiraciones protag6nicas delos expertos "ctennncos'', 0, mas sutilmenteean, ha inten tado, no sin extto. supeditar 'idistorsionar sus desempeiios y rendimientosen aras de su propia reproducci6n y perpetuacion . La fuerza de los hechos, ha logradocon frecuencia que los saberes eientlficamente legftimados terminaran sirviendoa suvez, de mecanismo de prcteccicn y salvaguardia de las 16gicas mas tradicionales de18 accilm del estado.
En esta situaci6n, la practice misma de loscientlficos sociales en el sene del estado haterminado por realizar numerosos pactos,ecuerdos y transacciones stncrettces con elclientelismo y las rutinas burocraticas "normales", sumiindose can frecuencia a sus 16gicas y buscando msertarse ventajosamenleen ellas.
A partir de fines de la decade pasada sehece palpable una crectente dificultad en laarticulaci6n de las Ciencias Sociales con lapractice estatal. Quisiera resedar los factores que parecen ester influyendo en esta crisis, que es a la vez practice y de sentido.
En primer termine, y volviendo a 10 ya indicado en los piirrafos anteriores, no se hacumplido la esperanza de que el pensamiento, metodos y tecntcas de las Ciencias Sociales pudiesen llegar a desplazar, 0 por 10 menos subordinar a otros modus de operad6nde 1a pol!tica publica. EI actual auge del populismo puede ser visto como un sintoma yun resultado de este bloqueo. Las practicespropias del hiibito politico tradidonal han recobrado su vigor y es evidente su capacidadpara arrinconar a aquellas basadas en las esperanzas del quehacer de "experto". Se havuelto evidente Que Ia gesticn del poder enel Ecuador se mueve de manera sistematicabacia una 6rbita por completo distinta y antag6nica a los "sueiios iluministas de la raz6n".
En segundo lugar, el derrumbe de las utopias de transformaci6n que hablan dado suethos a la practica de los intelectuales , haarrebatado buena parte de su legitimidad yfactibilidad al "ethos" militante y jacobino.
En la medida en que la historia parece no ira ninguna parte, y en todo caso, si va a alguna, 10 haee movida por otras fuerzas y pederes racuccs, par completo distintos a losimaginados desde el paradigma de las Ciencias Sociales transformadoras; es evidenteque la razcn de ser y la autoimagen heroicadel cientista social se hace irrisoria y vacua.Esta reafirmaei6n de los procesoa eutcrnaticos y estructurales Ie da al experto un Iugarde mera administraci6n de 10 extstente y de10 ya decidido en otra parte. La soiiada eentralidad del expertise tecnocrancc parecedisolverse en procesos impersonales que careeen de sujeto, 0, si 10 tienen, es otro porcompleto inesperado en el marco de las anticipaciones urdidas por los dentistas socialesde los enos sesenta y setenta. Asf como en elcaso anterior, la evidencia y sintoma se localizan en el papulismo triunfante, en eete segundo especto, es la hegemonla de la economla. ortodoxa y de la administraci6n empresarial U orientada empresarialmente, la quesirve de indicador palpable a la disoluci6n delas expeetativas ereadas entomo a determinadas priicticas de las Ciencias Sociales.
En tercer terminoi la crisis del "estado nacional-deaarrollista", descencadenada sobretodo a partir de 1982, ha ida paulatinamentereccrtando aquellos espados e Instanctasdonde los cientistas sociales podfan apostara aplicar sus destrezas en el manejo de laspollticas publicae. Los tecn6cratas inspirados en las Ciencias Soctales (exceptuandoctertas vertientes de la economja), acompanan al estado en su retirada y pierden espacios de empleo y protagonismo. Mienlrasmas se achican las competencias de la gesti6n publica directa, menoa cabida resta parael tipo de activismo dirigista de los planificaceres socrates, Y sus propias competenclassufren una progresiva desvalorizaci6n en elmercedc profesional y en las [erarqutas delstatus profesional.
Esto tiene par correlate una crisis tntetectual, en la cuallas tecnrcas. teorlas y metodes de la planificaci6n, tal como habfan sidoeristalizadas previamente, se yen sometidasa una corrosiva crltica interna y externa y aun progresivo desuso de facto. Por otra parte, oeurre aqul tambien algo hom610go a 10que seiiale en el ambito academico. Las tecnieas y metodos del expertise teenoeriiticorevelan lentamente el caracter social e hist6ricamente determinado de sus supuestos
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pragmaticos fundacionales: en su mayor parte elias implican y requieren un ciertc tipode estado, dotado de determinadas capacidades, recursos, culture y procedimientos rutinarios. Las recnicas de 18 planiricaci6n dirigista se generan en aparatos publiccs, grandes, ricos, fuertemente racionalizados, condeterminadas capacidades infraestruclurales, mentalidad institucional, relaciones conla sociedad, recursos humanos y valores operactonales. La imposibilidad de reproduciren Ecuador esas condiciones, haee extremadamente diflcil desarrollar y aplicar el instrumental de gestlcn de acuerdo a los standares del dirigismo del estado del bienestaren su versi6n central.
Por ultimo, y en un plano tal vez mas abstracto, el propio mito funeional del progresoy la rundamentecton que scbre su base se hacfa el sentido ultimo de Ia accton del expertoestatal, comienzan a perder su control sobreel imaginario de los intelectuales aplicados.
Las cristicas ambientalistas , feministas ,pnat-modernas y enarcc-liberales siembranuna creeiente ducla sobre la viabilidad de seguir sosteniendo como meta inccndicionalmente deseable al propio desarrollo, al menos en la forma en que se habfa planteadodesde la revoluclon industrial a esta parte.AI perderse claridad respecto a los objetivosulnmos de la gesticn del desarrollo, parecetambien menos dara la necesidad 0 utilidadde los servicios 0 de las practicas que el dirigismo desarrollista habla puesto en escena.No es solo la idea de revolucton 0 transfermacidn radical progresista la que pierde sulugar en el centro del escenario lntelectual,sino que incluso, su version mas tibia, comienza a mostrar fisuras y porosidades queintroducen la duda tanto en los propios expertos, como en un ncmero creciente de susclientelas.
Octubre de 1996