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19215 CORTES GENERALES DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS COMISIONES Año 2002 VII Legislatura Núm. 588 EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. EUGENIO NASARRE GOICOECHEA Sesión núm. 41 celebrada el miércoles, 9 de octubre de 2002 Página ORDEN DEL DÍA: Celebración de comparecencias de personalidades al objeto de informar sobre el proyecto de ley orgánica de calidad de la educación. (Número de expediente 121/000104.): Del señor secretario general de la Federación de sindicatos independientes de enseñanza, FSIE (Vírseda García). (Número de expediente 219/000418.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19216 Del señor portavoz de la Comisión permanente de directores de instituto (Baggeto Torres). (Número de expediente 219/000421.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19220 Del señor presidente del Consejo superior de evaluación del sistema educativo (Departament de ensenyament) (Sarramona López). (Número de expediente 219/000422.) . . . . . . . . . . . . . . . . 19228 Del señor secretario general de la Confederación de padres y madres de alumnos, COFAPA (Trascasa Temiño). (Número de expediente 219/000419.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19238

cortes generales diario de sesiones del - CONGRESO DE

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CORTES GENERALES

DIARIO DE SESIONES DEL

CONGRESO DE LOS DIPUTADOSCOMISIONES

Año 2002 VII Legislatura Núm. 588

EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. EUGENIO NASARRE GOICOECHEA

Sesión núm. 41

celebrada el miércoles, 9 de octubre de 2002

Página

ORDEN DEL DÍA:

Celebración de comparecencias de personalidades al objeto de informar sobre el proyecto de leyorgánica de calidad de la educación. (Número de expediente 121/000104.):— Del señor secretario general de la Federación de sindicatos independientes de enseñanza, FSIE

(Vírseda García). (Número de expediente 219/000418.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19216— Del señor portavoz de la Comisión permanente de directores de instituto (Baggeto Torres).

(Número de expediente 219/000421.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19220— Del señor presidente del Consejo superior de evaluación del sistema educativo (Departament

de ensenyament) (Sarramona López). (Número de expediente 219/000422.) . . . . . . . . . . . . . . . . 19228— Del señor secretario general de la Confederación de padres y madres de alumnos, COFAPA

(Trascasa Temiño). (Número de expediente 219/000419.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19238

Se abre la sesión a las nueve y diez minutos de lamañana.

CELEBRACIÓN DE COMPARECENCIAS DEPERSONALIDADES AL OBJETO DE INFOR-MAR SOBRE EL PROYECTO DE LEYORGÁNICA DE CALIDAD DE LA EDUCACIÓN.(Número de expediente 121/000104)

— DEL SEÑOR SECRETARIO GENERAL DELA FEDERACIÓN DE SINDICATOS INDE-PENDIENTES DE ENSEÑANZA, FSIE(VÍRSEDA GARCÍA). (Número de expediente219/000418.)

El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión.Buenos días, señoras y señores diputados. Compare-

ce en primer lugar en la sesión de esta mañana donFrancisco Vírseda, que representa a la Federación deSindicatos Independientes de Enseñanza, FSIE, a quiendoy la bienvenida y agradezco su colaboración en lostrabajos de esta Comisión en torno al proyecto de leyde calidad de la educación. De acuerdo con nuestrasnormas va a disponer de una primera intervención, quele ruego no supere los quince minutos, después lo haránlos portavoces que deseen formularle preguntas y ten-drá una segunda oportunidad para contestar en los tér-minos que considere conveniente, agrupando o no laspreguntas que le hayan formulado. Sin más preámbulosy reiterándole mi agradecimiento, tiene la palabra.

El señor SECRETARIO GENERAL DE LAFEDERACIÓN DE SINDICATOS INDEPEN-DIENTES DE ENSEÑANZA (Vírseda García):Muchas gracias.

Buenos días, señorías. Quisiera en primer lugar agra-decer a esta Comisión de Educación, Cultura y Deportela iniciativa tomada de invitar a comparecer ante uste-des a los representantes de las diversas organizacionesque conformamos la comunidad educativa. Estoy con-vencido de que las aportaciones que se han venidohaciendo y las que se hagan en el transcurso de estassesiones contribuirán a enriquecer el texto definitivodel proyecto de ley de calidad de la educación que eneste momento nos ocupa. FSIE, a quien represento, esuna organización sindical con implantación exclusiva-mente en la enseñanza privada, mayoritaria en el ámbi-to de la enseñanza privada concertada, que agrupa a 42sindicatos y federaciones autonómicas, que tiene 36.200profesores y que cuenta con 2.012 delegados sindicalesy miembros de comités de empresa. Desde nuestropunto de vista hay razones objetivas que obligan demanera significativa al cambio en nuestro sistema edu-cativo para ordenar el mismo. Les citaré a ustedes algu-nas. La desmotivación y falta de interés de los alumnos,el bajo rendimiento escolar que sitúa a nuestro paísentre los últimos de Europa, la promoción automáticasin tener en cuenta el grado de conocimiento de los

alumnos, el abandono precoz del sistema educativo demuchos jóvenes, la pérdida de valores éticos y morales,el clima actual de indisciplina escolar, la pérdida derespeto y autoridad que padecemos los profesores y elpanorama creado como consecuencia del fenómeno dela inmigración. Por estas y otras razones, como porejemplo los datos objetivos y evidentes del informeOCDE 2001, Eurostat 99, Instituto Idea, indicadores decalidad 2000 del INCE, FSIE mantiene una actitudfavorable a la necesidad de mejorar la calidad de nues-tro sistema educativo y, por tanto, en su globalidadvaloramos la propuesta del proyecto de ley de calidadde la educación como positiva. Creemos que desde queapareció el documento de bases, el 11 de marzo de2002, al actual proyecto de ley de calidad de la educa-ción ha habido mejoras sustanciales como consecuen-cia del debate amplio y honesto propiciado por elMinisterio de Educación, Cultura y Deporte, a travésdel cual nuestra organización sindical ha aportado pro-puestas concretas, muchas de ellas recogidas primeroen el texto del anteproyecto de ley, que como sabenustedes fue informado favorablemente el 4 de junio porel Consejo Escolar del Estado, y otras las aportamos através de enmiendas concretas al anteproyecto y hemosde decir que las hemos visto ya reflejadas en el proyec-to y que estamos seguros de que han contribuido a suenriquecimiento. Esperamos mucho de la ley de la cali-dad y al apoyarla la mayoría de los profesionales lohacemos con la exigencia y el rigor de quienes quere-mos solucionar los problemas que tiene planteada laeducación española. Como profesionales de la educa-ción tenemos la obligación, la responsabilidad y elderecho de ponernos al servicio de los demás en elespacio del bien común que nos corresponde, que eneste caso es el de la educación española.

¿Qué aspectos concretos valora nuestra federaciónpositivos? En primer lugar, en la propia exposición demotivos del texto se contemplan medidas encaminadasa promover la calidad del sistema educativo que se apo-yan en cinco ejes vertebradores: los valores, la orienta-ción mediante la evaluación del sistema educativohacia los resultados, el reforzamiento de las oportuni-dades de calidad para todos, políticas dirigidas al pro-fesorado y desarrollo de la autonomía de los centros,ejes que a nuestro juicio se inician con el análisis de losproblemas y concluyen en el texto articulado del pro-yecto con la formulación de instrumentos concretosque los intentan resolver. En definitiva, el proyectotiene como base una política educativa desde nuestropunto de vista basada en la libertad, en la calidad y enla equidad. En segundo lugar, valoramos positivo queen la educación infantil, artículo 10, se considere éstacomo voluntaria y gratuita. En tercer lugar, la evalua-ción general de diagnóstico con carácter informativo yorientador para la comunidad educativa al concluir laprimaria, artículo 17, y la secundaria obligatoria,artículo 29. Cuarto, en el artículo 28, acabar con la pro-

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moción automática. Quinto, los itinerarios educativosen la ESO, que obliga a ofrecerlos a todos los centrossostenidos con fondos públicos, artículo 25.4, y queconducirán al título de graduado en secundaria obliga-toria, artículo 30. Sexto, la prueba general de bachille-rato en la que se establece además de la necesaria eva-luación positiva en todas las asignaturas, la superaciónde la prueba, artículo 36. Séptimo, todo el capítulo 7,referido a la atención de los alumnos con necesidadeseducativas especiales y de manera particular al artículo44 contenido en este capítulo, en el que se establece ladotación a los centros sostenidos con fondos públicosdel personal y de los recursos necesarios para garanti-zar la escolarización de estos alumnos con las máximasgarantías de calidad. Octavo, el compromiso de realizaruna adecuada programación de la enseñanza que garan-tice la efectividad del derecho a la educación y el dere-cho a la libre elección de centro educativo, artículo 66.Noveno, la sección segunda del título V, referida a loscentros concertados, conciertos, módulos, autonomíaorganizativa, pedagógica y de gestión económica. Ydécimo, en último lugar, y en relación con las disposi-ciones transitorias, destacamos la transitoria tercerasobre la concertación de la infantil y la transitoria octa-va sobre la transformación de los conciertos, cuestio-nes que deberían a nuestro juicio incluirse en el trámiteparlamentario del proyecto de ley. Me centraré enaspectos que afectan directamente al profesorado, des-tacando cuatro de ellos: garantizar la obligación de lascomunidades autónomas de concertar la educacióninfantil precisamente para garantizar la igualdad deoportunidades, como dice el artículo 1.a) del proyecto,superar cualquier tipo de discriminación, artículo 1.b),garantizar los mismos derechos de los alumnos,artículo 2.a) y garantizar la libertad de elección de cen-tro educativo por parte de las familias, artículo 3.b). Ensegundo lugar, demandamos que las medidas de apoyoal profesorado de la enseñanza pública que se contem-plan en el artículo 59, tales como incentivos para lafunción tutorial, reducción de la jornada lectiva paralos mayores de 55 años sin disminuir sus retribuciones,otro tipo de incentivos económicos, las licencias parasu formación continua, etcétera, se extiendan tambiénen esta igualdad de trato que demandamos a los profe-sores de la enseñanza privada concertada. Pedimostambién, en tercer lugar, en relación con la disposiciónfinal cuarta del proyecto, que los profesores de la ense-ñanza privada podamos acceder al Cuerpo de inspecto-res de educación mediante el reconocimiento, como sedice en el proyecto, de una experiencia mínima docentede seis años. Y en cuarto lugar, solicitamos que en elartículo 68.4, que se refiere a la analogía retributiva, segarantice el mismo salario que a los profesores estata-les de los distintos niveles al personal docente de laenseñanza concertada.

Para ser fiel al tiempo que se me ha concedido, amodo de reflexiones o de conclusiones, permítanme

que concluya con unas consideraciones finales relacio-nadas con algunos mensajes que se están intentandotransmitir a la opinión pública y que a nuestro juicioestán cargados de inexactitudes. No compartimos queel proyecto de ley no ha sido fruto de un debate amplioy honesto cuando el Ministerio de Educación y Culturase ha reunido y recabado opiniones de más de un cente-nar de organizaciones del sector educativo de todaEspaña. No compartimos que se diga que el proyectocarece de un diagnóstico previo serio. Tampoco com-partimos que se diga que con esta ley se pretende segre-gar a los alumnos y expulsar del sistema educativo alos que presentan mayores dificultades. Precisamentees lo contrario: el proyecto de ley trata de favorecer alos alumnos más desfavorecidos mediante una forma-ción de calidad para todos, donde todos sin exclusiónencuentren la integración y obtengan el máximo rendi-miento posible que les capacite para la obtención de untítulo que les permita su incorporación en las mejorescondiciones posibles a la vida activa. Y finalmente,tampoco compartimos el que este proyecto favorezca ala enseñanza privada y que ésta se vaya a llevar el 80por ciento del presupuesto cuando ni siquiera, quenosotros sepamos, el Ministerio de Educación ha pre-sentado memoria económica alguna. En el mundo occi-dental en el que estamos inmersos hemos superado yala dicotomía entre lo público y lo privado. Estas sondos realidades que se complementan. Dar prioridad auna de las dos redes conculcaría el derecho primarioque tienen los padres para la elección de centro educa-tivo para sus hijos. En cuanto a la igualdad de oportuni-dades como derecho fundamental de la persona, noso-tros pensamos que debe entenderse en un doblesentido: primero, que todos los alumnos puedan acce-der a los centros docentes públicos o privados sin discri-minación alguna y que los centros dispongan de losmedios necesarios para impartir una educación de cali-dad; y segundo, que todos y cada uno de los alumnos enun centro educativo reciban la orientación necesaria paraque de acuerdo con sus capacidades puedan crecer ymadurar. La igualdad de oportunidades en educación notiene nada que ver con la uniformidad en las propuestasni con la pretensión de alcanzar los mismos resultadospara neutralizar las desigualdades. Por el contrario,entendemos que la igualdad de oportunidades debesuponer asegurar a todos los alumnos la misma posibili-dad de ser distintos, asegurando su dignidad de formaque cada uno pueda seguir sus estudios según su voca-ción y sus aptitudes personales, atendiendo a los princi-pios de mérito y capacidad, tratando de compensar,cómo no, a aquellos alumnos que presentan mayoresdificultades proporcionándoles las ayudas que necesitan.

Muchas gracias, señorías.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señorVírseda.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, el señor Nietotiene la palabra.

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El señor NIETO GONZÁLEZ: Buenos días, señorVírseda, y gracias por esta comparecencia, por haberacudido a esta casa a dar su opinión sobre el contenidode este proyecto de ley que en estos momentos tene-mos entre manos y tratamos de que llegue a buen puer-to, aunque no lo tengo yo muy claro. Espero que elGobierno, igual que está rectificando profundamenteen relación con el contenido del llamado decretazo enel mundo laboral, también rectifique en esta tramita-ción parlamentaria en relación con el contenido de laley orgánica de calidad de la educación. En todo caso,las propuestas que ha hecho ahí están, van a quedarreflejadas y espero que alguna de ellas pueda ser tenidaen cuenta, aunque después de oír su intervención per-mítame que le diga que creo que el ministerio ya hatenido en cuenta su opinión, ya ha tenido en cuenta laspropuestas que ha hecho su sindicato.

A lo largo de las comparecencias que se vienen pro-duciendo en estos días, lo que sí tengo claro es que hahabido poco diálogo por parte del ministerio, escasísi-mo diálogo, si lo comparamos sobre todo con esos pro-fundos y largos debates a los que fueron sometidas lasleyes que actualmente ordenan nuestro sistema educati-vo cuando eran proyectos de ley o anteproyectos. Pare-ce cierto que ha habido dos foros de diálogo por partedel ministerio, uno en relación con aquellas organiza-ciones favorables a las tesis del ministerio, entre las quesin duda se encuentra la suya, y otro foro de diálogoescaso, inexistente, con aquellas organizaciones que elministerio sabía o presumía que iban a poner alguna pie-dra en el camino al contenido de este proyecto de ley.Esa parece ser la realidad y lo lamento. Creo que debe-ría haber habido un debate largo, sincero y profundo departe del Ministerio de Educación con todos los interlo-cutores —que hay muchos— en este mundo de la edu-cación: sindicatos, partidos políticos, asociaciones, esoque llamamos la comunidad educativa, incluso iría unpoco más allá, también la comunidad política que semueve en el campo de la educación. Es cierto que no seha buscado el consenso. Como demuestra el debate queha habido en esta Cámara hace muy pocos días, se hatraído un texto nada consensuado con los grupos políti-cos. Todos los grupos políticos de la Cámara, excepto elque apoya al Gobierno, han votado en contra del texto ose han abstenido en algún caso, pero no ha habido nin-gún voto favorable a las tesis del Gobierno; las enmien-das que se han presentado han sido apoyadas por todoslos grupos con el voto a favor de las mismas o con laabstención. Y en lo que se refiere a las organizaciones,asociaciones, en fin, al mundo de la educación, por loque estamos viendo en las comparecencias en estaCámara, salvo algunas que parece que sí han sido oídasy están muy contentas, como es el caso de la suya, otras,la inmensa mayoría, no opinan eso sino todo lo contra-rio. En todo caso, espero que de estas comparecenciasobtengamos toda una serie de propuestas que el minis-terio sea capaz de asumir y así rectificar el texto que ha

enviado a la Cámara, como decía hace un momento,igual que ha hecho con ese otro texto que se refiere almundo laboral.

No soy de la opinión que usted ha manifestado de queel ministerio ha hecho un diagnóstico serio de la situa-ción. Creo que no ha hecho un diagnóstico serio de cuáles la realidad educativa de nuestro país. Lo que ha hechoel Ministerio de Educación en los últimos años, seis añosdesde que gobierna el Partido Popular, ha sido abando-nar de forma sistemática y calculada la atención a la edu-cación en nuestro país, al conjunto del sistema educati-vo, también en el que usted tiene representación sindical.Ha abandonado de forma muy especial a la parte públicadel sistema educativo, pero la totalidad del sistema hasido abandonado por el Ministerio de Educación con unobjetivo muy claro: poner las cosas mal para justificaruna reforma, mejor dicho una contrarreforma del actualsistema educativo. Evidentemente el abandono de esosseis años ha producido sus frutos y ha dado argumentosal ministerio para poder articular esta contrarreforma,cuando en mi opinión lo que tenía que haber hecho eralo contrario, haber actuado en positivo en relación con elsistema educativo precisamente para mejorar la calidaddel mismo. Porque ¿qué se pretende con esta ley?¿Mejorar la calidad del sistema educativo? Sin duda queno. La calidad del sistema educativo se puede y se debemejorar —yo no creo que el sistema que tenemos seaperfecto, nada es perfecto en esta vida—, es plenamenteperfectible, pero se puede hacer con multitud de actua-ciones por parte de las administraciones educativas queno tienen que ser necesariamente la elaboración de unnuevo texto legal que ponga —permítame la expresióncastiza— patas arriba todo el sistema educativo. Se podíanhacer actuaciones administrativas y legales, tendentes ala mejora de esa calidad, sin tener necesariamente queelaborar un texto como éste del que estamos hablando,que no persigue la mejora de la calidad del sistema edu-cativo, que lo único que persigue es acabar con el siste-ma existente y elaborar uno nuevo y montar un nuevosistema educativo en nuestro país. Ese es el objetivo quepersigue esta ley, ese es el objetivo del Partido Popular.Creo que se equivocan con esta propuesta. Debierahaberse hecho la otra pero, en todo caso, ya que elGobierno ha aprobado un proyecto de ley como éste delque estamos hablando, lo mínimo que debería es hacerlode forma consensuada. Un sistema educativo que no sehace por consenso tiene poco futuro, muy poco futuro.Se puede imponer un modelo en un momento determi-nado porque se tenga mayoría absoluta, es legítimohacerlo, pero evidentemente el futuro de un sistema deese tipo no suele ser muy largo. Y esta ley va a terminarcon un consenso muy importante que se llevó a cabo a lolargo de años cuando se aprobaron las leyes orgánicasque estructuran nuestro sistema educativo. Usted losiguió en primera línea —ya era responsable sindical enaquel entonces—, fue crítico con las reformas en losmomentos iniciales pero después las aceptó y pública-

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mente lo dijo en muchas ocasiones. Por tanto, creo quees un error de bulto el que está cometiendo el Gobiernoy espero —y termino, señor presidente— que rectifiquea lo largo de los próximos meses, oídas las opiniones detodos, no solamente las de algunos sino de todos. Y enese sentido algunas de las propuestas que usted ha hechoestán recogidas en el texto, otras no, y espero que las queno están recogidas y que sean de interés el Gobierno seacapaz de recogerlas.

Termino haciéndole una pregunta. Me gustaría queme diera su opinión y la del sindicato que representasobre si considera que el tratamiento que recibe el pro-fesorado en este texto, el profesorado de la enseñanzapública y de la enseñanza concertada, especialmente dela concertada, que es la que usted representa, es un tra-tamiento adecuado; que profundice un poco más enesas líneas gruesas que ya ha trazado de lo que opinausted sobre el tratamiento del profesorado en la concer-tada, que profundice un poco más en esa materia, en loque significa tratamiento profesional en relación con elprofesorado, carrera profesional si quiere, retribucio-nes, homologación, etcétera; cuál es su opinión sobretodo ese complejo mundo que gira alrededor del profe-sorado de los centros concertados. Si me aclara esto selo agradecería.

El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamenta-rio Popular, tiene la palabra el señor Bermejo.

El señor BERMEJO FERNÁNDEZ: Señor Vírse-da, le reconocemos su esfuerzo por venir a esta Cámaraa dar su opinión y se lo agradecemos profundamente.Palasí, LODE, LOGSE, ley de calidad son palabras quetienen que verse desde el punto de vista normalizado,pienso yo. La LOGSE, según dicen muchos profesoresen silencio, apostó por una reforma que no se ajustó ala realidad y con la que se ha pretendido hacer unaenseñanza sin autoridad —entiéndaseme bien la pala-bra autoridad— y sin esfuerzo. Por lo que yo he podidoapreciar en distintos colectivos de profesores son mani-festaciones que han hecho en silencio. No obstante, hayque reconocer la necesidad de reformas educativas (nohay que llevarse las manos a la cabeza como algo dra-mático; son procesos continuados de revisión, de ajus-te, de mejora) y éstas hay que verlas como aconteci-mientos normales, no excepcionales, como procesoscontinuados de estas revisiones, ajustes y mejoras. Sonlisa y llanamente procesos ordinarios que tienen comoobjetivo atender las nuevas exigencias, retos, dificulta-des, adecuación de la educación. Por ello en estosmomentos el Gobierno del Partido Popular, en base asu responsabilidad —no lo hace por capricho—, previoconocimiento de la sociedad y previo consenso mayo-ritario de diez millones de votos que le han dado al Par-tido Popular, ha presentado responsablemente una leyde calidad porque la considera oportuna y necesaria enbase a unos datos que ha recibido para ello. Estas tres

palabras que en muchos colectivos de profesorados seestán señalando permanentemente, a ver si son realidadsegún la experiencia que tienen esos colectivos. Fraca-so escolar, conflictividad en las aulas, desconciertoentre el profesorado, ¿son exageraciones o realidades?

Me gustaría hablar con usted de los itinerarios. Handicho algunos comparecientes que un alumno a los 14años no tiene capacidad mental para elegir ese itinera-rio acorde a sus aptitudes. Y yo le pregunto: ¿Cómopuede decirse eso y no que un alumno a los 14 años enun consejo escolar puede ser capaz de elegir al directordel centro? ¿Qué diferencia hay entre la capacidad paraelegir director de centro y para elegir un itinerario? Esuna exageración que yo he oído permanentemente enesta sala en algún compareciente.

Termino con estas preguntas: ¿Considera esta ley decalidad necesaria? ¿La considera flexible, no dogmáti-ca? ¿La considera oportuna y que en estos momentoses básica para mejorar la educación en España?

El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señorVírseda.

El señor SECRETARIO GENERAL DE LAFEDERACIÓN DE SINDICATOS INDEPEN-DIENTES DE ENSEÑANZA (Vírseda García): Elseñor Nieto ha sido el primero en hacer una serie deaportaciones creo que todas importantes en educación.Lo importante en educación es el consenso, pero per-mítame decirle que no todos colaboran en este consen-so. Unos se oponen de entrada a cualquier proyecto, acualquier iniciativa parlamentaria de los grupos y lovemos a veces de forma incomprensible. Yo asistí en latribuna de invitados al debate sobre este proyecto deley y créame, señor Nieto, que oí por parte de su grupocosas que no acabo de entender. Dice usted que elGobierno —entiendo que se lo dice al Gobierno, no amí, pero lo plantea aquí— debe rectificar. Hay que rec-tificar no sólo desde la oposición sino desde la contri-bución y las aportaciones serias y razonables a cual-quier documento que se plantee en esta Cámara.

El ministerio ya ha tenido en cuenta nuestra opinión,dice usted. Creo que el ministerio ha tenido en cuentalas opiniones que ha considerado oportunas de todaslas organizaciones sindicales, empresariales y de estu-diantes en este proyecto de ley. Nosotros hemos aporta-do soluciones, hemos aportado documentos y entende-mos que otras organizaciones se han opuesto porprincipio a este proyecto y la verdad, que conozcamos,pocas cosas han aportado. Dice que ha habido pocodiálogo. Se han organizado congresos, debates, más de170 reuniones; nosotros en concreto hemos tenido másde ocho entrevistas con representantes del Ministeriode Educación, Cultura y Deporte y que sepamos 5.000profesores al menos han participado en los debates deeste proyecto. Nuestra organización ha tenido nuevecongresos autonómicos en los que hemos debatido en

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profundidad desde el documento de bases al antepro-yecto de ley y a este proyecto que nos ocupa. Me sitúaen estos debates entre los que somos favorables. Ya lohe dicho: evidentemente que sí. Y lo diré también enbase a lo que apuntaba el señor Bermejo. Es decir, enestos momentos consideramos necesario este proyectode ley, lo entendemos además de necesario oportuno yque tiene unas dosis de flexibilidad que son muy inte-resantes. Consecuentemente usted nos sitúa en estelado de los favorables, pues estamos en ese lado.

Dice que no ha habido diagnóstico serio. Esto meparece serio, señor Nieto. Si se está cuestionando lo quedice el Instituto Idea, lo que dice el informe Eurostat 99,lo que dicen los indicadores del INCE del año 2000sobre la calidad, de ese muestreo entre 32 países queEspaña ocupa entre el puesto 16 y 17 en algunas cues-tiones y del 22 al 26 en otras, me parece que el diagnós-tico es suficientemente serio como para entender quehay que mejorar nuestro sistema educativo. Yo indicabaen mi intervención una serie de cuestiones en las quecreo que todos estamos de acuerdo: desmotivación yfalta de interés de los alumnos, bajo rendimiento esco-lar, una promoción automática que no conduce a nada ycon la que habrá que acabar de alguna manera, el aban-dono precoz de muchos jóvenes del sistema educativo,la pérdida de valores éticos y morales en la escuela, lafalta de autoridad a veces de los directores o de los pro-fesores. Todo esto habrá que resolverlo y yo creo que elproyecto de ley introduce elementos importantes paraintentar resolver estas carencias de nuestro sistema edu-cativo. ¿Se pretende mejorar la calidad con esta ley?Usted cree que no y yo creo que sí, y por eso apoyamoseste proyecto, porque nos preocupa la calidad.

¿El tratamiento que se da al profesorado y en con-creto al que yo represento de la enseñanza privada con-certada es el adecuado? Ya me referí al final de miintervención a que hay algunas cuestiones que entende-mos que en el debate parlamentario deberían resolver-se. He hecho mención específica al artículo 68.4 quehabla de la analogía retributiva, donde seguimos enten-diendo que hay un término vago, esa tendencia graduala ser posible, que eso debería matizarse más, y alartículo 59, que hace alusión a una serie de mejoraspara el profesorado de la escuela pública, que entende-mos que deberían trasladarse al profesorado de la ense-ñanza privada concertada. El tema del profesorado esuno más —y se lo dice un sindicalista— de todos loscontenidos favorables de este proyecto de ley. Conse-cuentemente, a pesar de estas carencias, entendemosque, por los ejes vertebradores en que se mueve esteproyecto, van a ser de alguna manera consideradas.

En cuanto a lo que planteaba el señor Bermejo, coin-cido prácticamente con sus aportaciones. Hay fracasoescolar, conflictividad en las aulas, desconcierto entrelos profesores. Como esto es verdad, pues habrá queponer los remedios para reconducir estas cuestiones.

Respecto a los itinerarios, también comparto su opi-nión de que si los alumnos a los 14 años pueden parti-cipar de, por qué no tienen la capacidad suficiente paraorientarse. Los itinerarios, a nuestro juicio, no segregana los alumnos. Los itinerarios lo que hacen es recondu-cir a los alumnos mediante la evaluación de los profe-sores, el diálogo con las familias, con los propios alum-nos, y en función de sus méritos y capacidades, haciaaquello en lo que pueden prosperar. Lo que pasa es que,quienes han defendido, como ustedes —permítame elatrevimiento, señor Nieto—, el tema de la comprensi-vidad con tanto ahínco, pues yo creo que esto —denuevo pido perdón por la expresión—, les molesta untanto. Es decir, aquí el pan para todos, no. Al que vale,habrá que orientarle en una dirección, hacia la universi-dad, hacia programas de iniciación profesional, haciaunas alternativas que no segregan —insisto—, orientana los alumnos. Y esto no va a desmerecer ni va a ami-norar la calidad educativa.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señorVírseda, en nombre de la Comisión. Todas sus opinio-nes quedan reflejadas en el «Diario se Sesiones», portanto, serán leídas por el conjunto de miembros de estaComisión, y como todas las intervenciones serán teni-das en cuenta en los futuros trabajos de la misma.

— DEL SEÑOR PORTAVOZ DE LA COMISIÓNPERMANENTE DE DIRECTORES DE INSTI-TUTO (BAGGETO TORRES). (Número deexpediente 219/000421.)

El señor PRESIDENTE: Corresponde la siguientecomparecencia a don Vicente Baggeto Torres, portavozde la Comisión permanente estatal de directores de ins-tituto, y director del Instituto Joan Fuster, de Sueca, enValencia, al que le doy la bienvenida en nombre detodos los grupos de esta Comisión. Le agradecemos sucolaboración en nuestros trabajos en torno al proyectode ley de calidad de la enseñanza.

Nuestras reglas de juego es que dispone usted de unaprimera intervención. Le ruego que no supere los 15minutos aproximadamente. Después, los grupos parla-mentarios que deseen le formularán preguntas u obser-vaciones, y tendrá usted una segunda intervención paracontestar en los términos que usted considere oportunos.

Sin más preámbulos, tiene la palabra.

El señor PORTAVOZ DE LA COMISIÓN PER-MANENTE ESTATAL DE DIRECTORES DE INS-TITUTO (Baggeto Torres): En primer lugar, quieropresentarme de alguna manera, más allá de la presenta-ción personal que amablemente se me ha hecho, hablarun poco de la Comisión permanente estatal de directo-res y directoras de instituto de educación secundaria,entrar en alguno de los aspectos posiblemente más con-trovertidos del proyecto de ley para marcar una primera

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posición, y quedar a su disposición, valga la redundan-cia, posteriormente para sus preguntas.

La Comisión permanente estatal de directores de ins-tituto se consolida aproximadamente en el año 2000con motivo de las primeras jornadas de directores de laComunidad Valenciana, celebradas en Torrevieja, enAlicante. No estamos dotados de ningún estatus jurídi-co particular ni general, es decir, somos un movimientoque nace en las diferentes comunidades autónomas,con distintos niveles de representación y que designa-mos, de forma libre y voluntaria, por cada comunidaddos o tres representantes en una comisión permanentede carácter estatal, que en este momento la portavocíala asume la Comunidad Valenciana, puesto que somoslos organizadores de las próximas jornadas que se cele-brarán a finales del mes de noviembre en la ciudad deElche. Han tenido lugar numerosas reuniones y jorna-das a lo largo de estos dos años. Madrid, Medina delCampo, Pamplona o Teruel han acogido nuestrosencuentros, en los que hasta ahora han estado presentesaproximadamente 11 ó 12 comunidades autónomas deforma estable (Andalucía, Aragón, Madrid, País Valen-ciano, Murcia, Euskadi, Galicia, Cataluña, Cantabria,La Rioja, Navarra, etcétera) y otras de forma circuns-tancial (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Melilla,las islas Baleares, particularmente). En cuanto a lasestructuras organizativas o la representatividad quepodamos arrogarnos, ya he comentado en mi introduc-ción que hay diferentes niveles, como asociaciones dedirectores constituidas con sus estatutos, vinculadas ono a la Administración autónoma correspondiente,como puede ser el caso de Navarra, en proceso tambiénAndalucía, y según una información de última hora deayer, las islas Baleares. Hay otras formas, digamos,menos jerárquicas o más —si ustedes quieren— asam-blearias de participación de directores, como el caso dela Comunidad Valenciana o el caso de la junta de porta-voces de Madrid.

Con motivo de las jornadas de Teruel, en mayode 2002, en que monográficamente analizamos el ante-proyecto de ley de calidad, se intensifican los contactoscon el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, seregulan y planifican reuniones sobre, fundamentalmen-te, la ley de calidad, como es natural, la siguiente de lascuales tiene lugar hoy mismo a las 12 horas con la asis-tencia de otros compañeros y la mía, si posteriormentepuedo aún acudir. En cuanto a las actividades desarro-lladas últimamente se han centrado, como es natural,en la ley de calidad. Desde la aparición del documentode bases para una ley de calidad y después del textoarticulado de la misma, la Comisión permanente estatalde directores ha centrado sus reuniones, esfuerzos, tra-bajos y reflexiones en la problemática general del siste-ma educativo que la ley pretende ahora reformar. Laposición oficial de la permanente estatal es la que apa-rece reflejada en el documento de conclusiones elabo-rado consensuadamente en las pasadas jornadas del

mes de mayo en Teruel, documento del cual se hizoentrega al ministerio me parece que en la primera reu-nión de contacto después de las mismas jornadas. Setrata, sin embargo, tan solo de una primera lectura, deuna primera aproximación al texto. El citado documen-to fue presentado por las diferentes permanentes auto-nómicas a las administraciones de las distintas comuni-dades autónomas por una parte, y por la estatal a lasautoridades del ministerio. Pese a no tratarse de un aná-lisis exhaustivo ni por profundidad ni por omitir algu-nos temas, dada la premura con que fue elaborado, esun suficiente punto de partida para fijar la posición delos directores sobre los principales temas a debate: iti-nerarios y atención a la diversidad, función directiva ypapel del consejo escolar, carrera docente, pruebageneral de bachillerato, repetición, promoción, evalua-ción, y titulación serían algunos de los puntos que conmás detalle se tratan en este documento, quedando almargen otras cuestiones que no llegaron a debatirse,como el papel de la nueva materia de enseñanza reli-giosa, etcétera. Una última cuestión en mi introduc-ción, por no hacerme largo ni prolijo, serían, digamos,un poco los principios generales que informan la posi-ción de la permanente estatal de directores. Y luego, siles parece, entraríamos, con sus preguntas, en algunode los puntos que yo he citado, o aquellos que ustedestengan a bien formular.

Es evidente que el sistema tiene problemas. Es evi-dente que muchos de los problemas son problemassociales y familiares y no estrictamente problemasescolares, pero que la escuela también tiene los suyospropios, los que genera ella misma. Este reconocimien-to, sin embargo, no implica necesariamente ni coinci-dencia en el diagnóstico ni acuerdo en las vías de solu-ción. Sin obviar nuestras responsabilidades, se ha deinsertar la problemática educativa en lo social y fami-liar, como comentaba anteriormente. Nuestro objetivoes la consecución o la mayor aproximación posible auna educación de calidad para todos, desde la afirma-ción de que la escuela ha de colaborar activamente enla superación de las desigualdades sociales. Reivindi-camos además el papel de la escuela pública como ejevertebrador de todo el sistema educativo, y ello insis-tiendo en la absoluta necesidad de autonomía de ges-tión, tanto organizativa y de personal como económicade los centros, que obviamente no sólo no está reñidacon, sino que exige el control y la participación de lacomunidad educativa y de la sociedad en general. Éstasería, digamos, la declaración de principios.

De los temas que he comentado, uno primero sería lacuestión de los famosos itinerarios y la atención a ladiversidad. Entendemos que no se ha de reducir lacuestión a un debate puramente nominalista, que lacuestión no es tanto itinerarios sí, itinerarios no, puestoque si por itinerario entendemos tratar diversamente loque es diverso, eso, de hecho, ya se hace, con un nom-bre o con otro: la estructura del cuarto de secundaria,

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que permite las áreas troncales enfocadas hacia unossitios u otros, las matemáticas a, matemáticas b, etcéte-ra. Con otro nombre, un tratamiento diverso de lo quees diverso, ya se da. Si se le llama itinerarios o no, esuna cuestión que a nosotros nos parece menor. En todocaso, sí entendemos que tal y como están formuladosestos itinerarios o los grupos de refuerzo de primerciclo, más suponen una clasificación del alumnado queya ha fracasado que una real vía de superación delmismo fracaso escolar. No son, por tanto, a nuestroentender y según decíamos en Teruel, ni la única medi-da ni la más importante, y esos itinerarios, en todocaso, han de entenderse como una medida más de aten-ción a la diversión y no tanto como una mera organiza-ción del currículum. Valoramos la posibilidad que elproyecto de ley planteaba de anticipar a los 15 años laincorporación a los programas de iniciación profesio-nal para el alumnado que lo requiera, pero pensamosque esa anticipación se debe hacer extensiva a los pro-gramas de diversificación curricular, que no encontra-mos en el texto. Nos parece que es una experiencia queha funcionado magníficamente en todas las comunida-des autónomas y que es un elemento de progreso y deconsolidación del sistema educativo que ahora mismono vemos reflejado en el texto de la ley.

En cuanto a la función directiva, y conversando conalgunos de ustedes, anteriormente hubo un compare-ciente que defendió la profesionalización de una espe-cie de cuerpo de directores. Nosotros no estamos poresa vía, entendemos que la participación en la eleccióndel director, del equipo directivo (nos gusta más hablarde equipo directivo que sólo de director) de la comuni-dad escolar es fundamental. Lo que no puede ser, evi-dentemente, es el mantenimiento de la situación actualen los términos en que está. Es decir, donde la figuradel director tiene mucha responsabilidad y práctica-mente ningún margen de actuación, ningún poder, siquieren ustedes decirlo en esos términos. Una ciertaprofesionalización, entendida como una capacitaciónpara el ejercicio de la dirección, de carácter específico,nos parece absolutamente imprescindible. Dar el pasode la profesionalización absoluta no es ahora mismo laposición de la permanente estatal de directores, lo cualno quiere decir que andado el tiempo en los debates sevaya por un sitio o se vaya por otro diferente. En todocaso, la crisis del modelo actual, creemos que no sedebe al hecho de que sea la participación del consejoescolar en la elección la que determine la crisis delmodelo de dirección, sino que son otros factores, en losque ya, en su caso, podríamos entrar.

En cuanto a la carrera docente, valoramos que debehaber movilidad y que debe haber posibilidades de pro-greso dentro de la carrera docente, pero algún aspectode la regulación actual no nos parece correcto, como laposibilidad de acceder a una cátedra desde la calle, sinningún tipo de experiencia docente propia, en unossupuestos que pueden ser más o menos restrictivos,

pero hay una puerta abierta a una vía que no tiene encuenta la carrera pedagógico-didáctica docente en elaula del profesorado. En cuanto a la prueba general debachillerato, desde las jornadas de Teruel hemos mani-festado que debe haber una prueba que homologue elsistema y que regule el acceso a la universidad, pero noentendemos que esta prueba general de bachilleratodeba estar vinculada a la obtención del título de bachi-ller y la imposibilidad, si no se obtiene, de continuarpor la vía ordinaria los estudios. Se abre también unapequeña puerta en el caso del acceso a los ciclos for-mativos de grado superior, pero es algo que habrá queestudiar muy detenidamente. En cuanto a la repetición,entendemos que ni la promoción automática o semiau-tomática por ella misma ni la repetición por obligaciónson en sí mismas medidas que, si no van acompañadasde otros factores de corrección, sean particularmenteinteresantes. Si un alumno ha de repetir y repite en lasmismas condiciones en que ha estado escolarizado, lomás normal es que ese alumno vuelva a fracasar. Larepetición, por tanto, no ha de ser un elemento de puni-ción, sino un elemento de recuperación, acompañadode programas específicos para atender las necesidadesde esos alumnos con carencias académicas.

Yo creo que he tocado un poco por encima todos lostemas de los que hablamos. No he tocado aquellos enque no entramos y quedo a su entera disposición.

El señor PRESIDENTE: muchas gracias, señorBaggeto

¿Grupos que desean intervenir? El señor Guardanstiene la palabra.

El señor GUARDANS I CAMBÓ: Bienvenido,señor Baggeto, a esta Comisión. Soy el portavoz deConvergència i Unió. Nosotros conocemos su docu-mento y conocemos un poco lo que son las posicionesde los directores en estos temas.

La verdad es que no sé, uno estaría tentado porempezar a hacerle todo el interrogatorio sobre el con-junto de la ley, porque podríamos ir examinando suposición sobre cada uno de los temas, no me importaríaque incluso en su turno de replica siguiera detallandocuál es su posición sobre las distintas fórmulas. Ustedsabe que la oposición fundamental que tenemos noso-tros a este texto, la más importante, es de tipo compe-tencial, no sólo sobre la fórmula por la que se opta encada caso, sino sobre lo que nosotros entendemos quees una especie de retrocesión o de recuperación porparte de la Administración del Estado y del Gobiernode funciones que no le corresponden. Poniendo unejemplo muy sencillo que le afecta directamente, todoel proceso de elección de director. No tendríamos espe-cial inconveniente en que se reformara el actual y enque, de alguna forma, se basara en el mérito y la capa-cidad, en un concurso basado en el mérito y la capaci-dad. Lo que pasa es que nos parece absurdo, y proba-

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blemente estaremos de acuerdo en eso, que en una leyorgánica se entre al detalle de cómo debe llevarse acabo esa elección, además uniformizando si se tieneque hacer mediante una comisión, uniformizando casiel detalle reglamentario de cuál tiene que ser ese proce-so y, por tanto, privando a la Administración autonómi-ca, que es a quien le corresponde y quien tiene compe-tencias para hacerlo, de introducir variantes, deintroducir otro modelo que se base en esos principios,que ése sí puede ser un principio común para todo elEstado. O que incluso distinga la forma de nombra-miento de un director en el ámbito rural y de un direc-tor en el ámbito urbano, por poner un ejemplo bienclaro. Ése sería un ejemplo concreto de una de nuestrasdiscrepancias.

Yo no querría ir preguntándole por cada uno de lostemas sino en un punto concreto. Nos gustaría que sépronunciarse un poco más sobre su planteamiento res-pecto a la figura del director, las funciones, ese discur-so.en favor de la disciplina, que puede tener puntos deverdad, pero que cuando se insiste demasiado en éltiene una lectura que ya no nos resulta cómoda. Megustaría que desarrollara un poco más su concepciónde lo que es el director; y en segundo lugar, su concep-ción de lo que debería ser la carrera docente. Es otropunto concreto de discrepancia con este texto, y en estecaso ya no competencial. Es esa idea de, en el fondo,cargarse —suprimir, perdón, por ser más finos— lanoción de carrera docente propiamente con esta crea-ción del cuerpo de catedráticos tal cual se crea aquí, talcual se establece en esta ley. Al permitir al mismo tiem-po que se pueda acceder a él por libre oposición prácti-camente con la carrera recién terminada, se le quitatodo aliciente a lo que supone que eso sea la culmina-ción de una carrera. En el texto alternativo presentadopor Convergència i Unió, que supongo que usted cono-ce o que si no, le animo a conocer, entre otras cosas,suprime o deja de crear, por decirlo así, ese nuevo cuer-po, se mantiene el cuerpo de catedráticos tal como estáahora, por tanto, además se permite que sigan siendocatedráticos aquellos que no tienen licenciatura supe-rior, cosa que en la ley, tal y como esta previsto, sólopodrían incorporarse al cuerpo de catedráticos los quetienen el título de licenciado. Esto en el caso de Catalu-ña causa un grave perjuicio y es un ataque directo aderechos consolidados de mucha gente. Pero en todocaso, se suprime, por tanto, esa posibilidad de que hayacatedráticos que accedan ahí directamente. Ya digo,ganas tendría uno de preguntarle por el conjunto de laley, pero me parece que no es el momento. Me gustaríaque se pronunciara usted sobre esos dos puntos.

Uno: la función del director, su concepción. Dos,¿cómo entiende usted una carrera docente?

El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamenta-rio Socialista la señora Valcarce, tiene la palabra.

La señora VALCARCE GARCÍA: Señor BaggetoTorres, bienvenido en nombre del Grupo ParlamentarioSocialista a esta Comisión de Educación, Cultura yDeporte del Congreso de los Diputados. Es para noso-tros verdaderamente un placer tenerle aquí en este trá-mite de comparecencias que preceden a la discusión enesta Comisión del proyecto de ley orgánica de la cali-dad de la educación.

Nosotros somos, como usted conoce, muy críticoscon el proyecto del Gobierno, entre otras razones, por-que no parte de un diagnóstico previo de la situación denuestro sistema educativo. El Gobierno, a nuestro jui-cio de forma muy irresponsable, ha sustituido el diag-nóstico serio y riguroso, y sobre todo un diagnósticocompartido con las comunidades autónomas, un diag-nóstico compartido con la comunidad educativa, quetiene amplísima representación, lo ha sustituido, repito,por un conjunto de impresiones que desgraciadamentesólo comparte el Grupo Parlamentario Popular, comose ha podido demostrar el pasado jueves en el Pleno delCongreso. Y en ese diagnóstico, señor Baggeto Torres,nos llama profundamente la atención que se presentenuestro sistema educativo con tintes absolutamentecatastrofistas. Usted comparece aquí no sólo comorepresentante de la permanente de directores, sino tam-bién como director del Instituto Joan Fuster, de Sueca,Valencia, y por eso quiero preguntarle desde su opiniónpersonal, desde su dilatada carrera profesional y desdesu experiencia como director de un instituto que tieneun amplio claustro de profesores, que atiende a un buennúmero de estudiantes, que además es un instituto queimparte tanto el bachillerato como los ciclos formati-vos de formación profesional, un instituto además quetiene, desde mi punto de vista, una riquísima experien-cia en la atención a la diversidad, si comparte lasimpresiones del fracaso escolar y de las medidas paracombatir el fracaso escolar que se contienen en el pro-yecto de ley. Y en concreto me parece muy importanteque nos dé su opinión sobre los programas de diversifi-cación curricular, no solo en general (sabemos que tie-nen un éxito escolar en promedio, según los datos delConsejo Escolar del Estado, del 82 por ciento) sinodesde la experiencia de su instituto, el Instituto JoanFuster, de Sueca.

Nos parece además que, a falta de un diagnósticoserio y riguroso, se presenta la situación de nuestro sis-tema educativo como si en nuestros centros hubieseauténticos problemas de seguridad ciudadana, como silos problemas de convivencia escolar fuesen de gravísi-mos incidentes indisciplinarios. Quería conocer tam-bién su opinión. Y sobre esos problemas de fracasoescolar, esos problemas de indisciplina, la frustracióndel profesorado, de la que tanto se habla para justificaresta reforma, quería saber si las medidas que se contie-nen en el proyecto de ley, desde su punto de vista, sonútiles, es decir, ¿usted cree que van a resolver algúnproblema de los que usted como director tiene en su

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centro? ¿Cree que el hecho de que usted pueda pasarahora del cuerpo de profesores de enseñanza secunda-ria a la categoría de director le va a resolver los proble-mas que usted tiene como director? ¿Cree que en esteproyecto hay medidas que pueden ser útiles para laresolución de los problemas que hoy se viven en tantosy tantos institutos en España?

El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamenta-rio Popular, el señor Calomarde tiene la palabra.

El señor CALOMARDE GRAMAGE: En primerlugar, quiero darle la bienvenida a don Vicente BaggetoTorres, y además hacerlo, como hemos tenido ocasiónde comentar brevemente en la entrada a esta compare-cencia, con la mayor de las cordialidades, entre otrasrazones porque hace muchos años que el señor Bagge-to y yo nos conocemos. Bienvenido, pues, en nombrede mi grupo.

Quisiera hacer un comentario lo más ceñido posible,desde el Grupo Parlamentario Popular, a lo que ha sidola intervención del compareciente, que para eso esta-mos aquí, para escucharles a ustedes y comentar lo queustedes tienen la amabilidad de indicarnos. Usted,señor Baggeto, viene como representante de la Comi-sión permanente estatal de directores de instituto, y hahecho una introducción en donde ha planteado losdiversos aspectos que más les interesan a ustedes conrespecto a este proyecto de ley, como son la calidad,los itinerarios, la función docente, la carrera docente, laprueba general de bachillerato (de la que hablaremos),la promoción y evaluación. Quiero señalar en primerlugar mi particular complacencia, en el sentido de queme alegro de que haya indicado usted los contactosque, como representante de la comisión permanente, yla propia comisión permanente, no solamente usted atítulo individual, ha tenido con el Ministerio de Educa-ción, Cultura y Deporte. Y me congratula especialmen-te su anuncio en esta Comisión de que, dentro de unratito, si le dejamos, puede usted asistir también a unareunión más en el ministerio, lo cual indica, y quierosubrayarlo, el afán de diálogo del ministerio con todosy cada uno de los colectivos sociales y profesionales enel ámbito de la educación. Yo ya sé, naturalmente, queeste es uno de los caballos de batalla y de los titulares,tanto políticos como periodísticos, de estos últimostiempos, pero quiero subrayarlo, y me alegra que almenos usted lo subraye en lo que se refiere, evidente-mente, a esa comisión permanente estatal. Ha señaladousted diversas afirmaciones, algunas de las cuales com-parto como representante del Grupo Popular, y otras,obviamente, no. De todos modos, dado que usted hatenido una intervención manifiestamente sensata ymanifiestamente moderada en sus afirmaciones, por lomenos lo que ha dicho usted hasta ahora, yo tambiénquisiera ceñirme en el mismo sentido y en el mismotono a sus afirmaciones y comentarlas muy brevemente

en este turno. Ha dicho usted que los problemas educa-tivos son fundamentalmente problemas sociales y fami-liares. Es evidente, pero no es menos cierto, y ustedmismo lo ha señalado, que un problema diferente es lavaloración política que a eso le demos; que la propiaescuela y el propio sistema educativo ha generado enlos últimos años problemas que son sustanciales y queson de ese propio sistema y vinculados a la organiza-ción legislativa y funcional del sistema educativo.Quiero señalarle, señor Baggeto, que en modo algunonadie ha dicho nunca por parte del Partido Popular, nidel Gobierno, ni del Ministerio de Educación, que esteproyecto de ley de calidad sea una ley anti-LOGSE,nadie ha dicho eso. Sí se ha dicho que nuestro sistemaeducativo tiene carencias, que nuestro sistema educati-vo tiene problemas y que, evidentemente, es voluntaddel Gobierno de la nación y del Grupo Parlamentariodel Partido Popular solucionar esos problemas, indicarlas mejores soluciones desde nuestro punto de vistapara los mismos, y en ese sentido está planteado todoel proyecto de ley.

Ha hecho usted referencia a diversos aspectos en loscuales podemos generalmente coincidir. Ha señaladousted que el objetivo de la calidad es irrenunciable paracualquier sistema educativo que se precie. Evidente-mente. Y por eso esta ley se llama proyecto de ley orgá-nica de la calidad de la educación. En cuanto a los pila-res en los que se estructura y se defiende el concepto decalidad, según algunos intervinientes dijeron —no hasido su caso— en el día de ayer y anteriores, es que nohabía ninguna puntualización respecto a qué entendíael proyecto de ley por calidad. Yo le sugiero, estoy con-vencido de que ustedes ya lo han hecho, una lecturaatenta de los principios generales de la ley, para ver quése entiende y qué se defiende por calidad educativa. Haseñalado usted el interés y la defensa que ustedes hacende la escuela pública. Nosotros también. En esta ley nohay ni un solo párrafo, ni un solo artículo en contra dela escuela pública en España. Un problema diferente,naturalmente, son las lecturas políticamente interesa-das, todas ellas legítimas, pero políticamente interesa-das, que se hacen del contenido de la ley. Ha señaladousted su posición y su opinión matizadísima respecto alconcepto de itinerarios y la atención de la diversidad.Me alegro de lo manifestado por usted en un sentido:ha dicho usted que no deberíamos entrar en un debatenominalista. Me parece muy bien. Y ha dicho usted queno está usted en contra de lo que la ley llama itinera-rios, tampoco necesariamente a favor, por cuanto que,según interpreta este diputado que le habla, dice ustedque desde su punto de vista más bien parece que estositinerarios clasifican alumnos que ya han fracasado.Permítame la primera discrepancia: es evidente que elproyecto de ley no dice esto, ni esa es la intención delGobierno ni es la intención de la ley. Los itinerariosestán pensados justamente para atender a la diversidad.Yo ya sé, como usted, señor Baggeto, que en el actual

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modelo, inspirado en la LOGSE, hay diversidad curri-cular en cuarto de secundaria y en otros cursos y enotras alternativas. Pero no es ese el modelo de la ley. Ynaturalmente aquí sí que estamos en una discusión polí-tica de calado. Es obvio que el Gobierno y el PartidoPopular no están de acuerdo con ese modelo de laLOGSE, porque, de lo contrario, lo habríamos hechonosotros o lo habría hecho quien fuera, pero natural-mente no fuimos nosotros quienes lo hicimos. Consi-guientemente estamos defendiendo unos itinerarios quesí quiero señalar, para que esto conste en el «Diario deSesiones» y porque está en el proyecto de ley; son iti-nerarios que están pensados para la orientación y parala diversidad del alumno, en beneficio fundamental-mente de los intereses directos de los alumnos y de lasalumnas. Esto quiere decir, y así lo dice la ley, que lositinerarios son flexibles y son voluntarios. Que seanflexibles y voluntarios me parece de la máxima impor-tancia, por la sencilla razón de que no son coactivos enmodo alguno y en ningún sentido definitivos para nin-gún alumno, ni para ninguna alumna. Y además todosellos llevan necesariamente a una meta final y todosacaban en la misma meta, que son el título de graduadoen secundaria (y luego hablaré brevísimamente de laprueba general del bachillerato). Por lo tanto, permíta-me que desde el Grupo Parlamentario Popular discrepeprofundamente no tanto de lo que usted ha señalado,que me parece muy bien, sino del constante y macha-cón intento por entender esto que acabo de decir comouna medida segregadora, disciplinaria, etcétera. No loes en modo alguno, a no ser que queramos, naturalmen-te, desde el punto de vista político, y aquí sí con todoslos intereses de por medio, tergiversar por completo elsentido y el alcance de lo que propone el proyecto deley. Pero insisto, habría que leer el proyecto de ley.

Usted ha hablado, como es natural, de la funcióndirectiva. Me alegro de coincidir con usted en un punto,y de discrepar, probablemente, en otros. No obstante,yo le haré una pregunta al final en este sentido, señorBaggeto. Usted habla de la necesaria —he creídoentenderlo así— profesionalización de la funcióndirectiva o de un camino de profesionalización de lafunción directiva, aunque no parecen ustedes estar deacuerdo con la vía que propone la ley. La ley proponeuna determinada vía, y es la que define el artículo 81,que usted conoce sobradamente, cuando habla deldirector como lo que es, como el representante de laadministración educativa en el centro, que tiene atribui-das una serie de competencias. Y me permito señalarleque cuando el proyecto de ley establece la selección delos directores no puede ser más claro en su artícu-lo 84.1. Y yo espero que ustedes como directores puedanllegar a compartir, (ojalá sea, como usted mismo haindicado, en un proceso sustantivo de diálogo) lo queeste artículo dice. Mire usted, señor Baggeto: elartículo 84.1, como principio general, establece que laselección y nombramiento de directores de los centros

públicos se efectuará mediante concurso de méritosentre profesores funcionarios de carrera de los cuerposdel nivel educativo y régimen al que pertenezca el cen-tro. Y señala después que la selección se realizará,como no puede ser de otro modo, de conformidad conlos principios de publicidad, mérito y capacidad. Yoespero y deseo que ustedes, como Comisión permanen-te estatal de directores, puedan llegar a compartir, insis-to, con el mejor sentido y con la expectativa de diálogomás amplia posible, lo que este artículo dice.

En siguiente lugar habla usted de la carrera docente.Estoy de acuerdo con usted, y me alegro de que ustedesseñalen que están a favor del progreso y la movilidaddocentes. Me parece fundamental que lo digan ustedescomo directores de instituto. ¿Por qué? Pues porque esfundamental. Es impensable una correcta, una buenafunción docente en la enseñanza española si no cumpleestos requisitos. Ahora bien, señala usted su discrepan-cia, me imagino que en nombre de la comisión de laque usted es portavoz, con respecto al método de acce-so a cátedras. Me va a permitir usted un leve matiz, y esque la ley no crea ningún nuevo cuerpo docente, lo quehace es restaurar, esto sí, un antiguo cuerpo que tienemás de 150 años de historia en la enseñanza española,como usted sabe sobradamente, que es el cuerpo decatedráticos. Y efectivamente se podrá discrepar o norespecto a las bondades o no bondades de esa restaura-ción que el proyecto establece. No obstante, sí quieroseñalarle, señor Baggeto, que se establece el cuerpo,pero también se establecen las condiciones de acceso.Y en esas condiciones de acceso no se perjudica en estemomento absolutamente a nadie y sí se puede benefi-ciar a muchos y a muchas licenciados, y no solamentelicenciados, que puedan ver... (La señora ValcarceGarcía pronuncia palabras que no se perciben.)—permítame, señora Valcarce, que yo no la he inte-rrumpido a usted, le ruego que me escuche—. En cual-quier caso no se perjudica absolutamente a nadie por lasencilla razón, que usted conoce de sobra como profe-sional que es de la enseñanza hace muchísimos años,que la condición de catedrático no es ningún cuerpo,sino una condición personal adquirida, que la LOGSEen una disposición concreta estableció, que así se efec-tuó posteriormente, y que no hay ningún punto en estaley que lesione derechos adquiridos absolutamente deningún profesor, con independencia de que se quierapensar lo contrario o que se quiera argumentar en esesentido.

Ha comentado usted, señor Baggeto, respecto a laprueba general de bachillerato, que a ustedes no lesparece mal que exista una prueba que homologue el sis-tema educativo. Pues me felicito por ello y naturalmen-te no puedo sino estar de acuerdo con usted. Parecerazonable, y yo espero que así se pueda entender porparte de todos, por parte de la sociedad española en suconjunto, por parte del colectivo docente y por parte detodo el mundo, parece razonable, repito, que exista una

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prueba general de bachillerato, una prueba de homolo-gación del sistema educativo al menos una vez en elsistema educativo. Y el Gobierno, el proyecto de ley yel Partido Popular han pensado sensato y han pensadorazonable que esto sea así en las condiciones que marcala ley, que en modo alguno son draconianas y son per-fectamente claras y homologables. Quiero subrayaresto último: son homologables con cualquier otra prue-ba parecida en cualquier otro país de la Unión Europea.Y esto no es discutible, esto es así. Consiguientementeme parece perfectamente defendible.

Ha hablado usted de las repeticiones, un larguísimodebate que podríamos sin duda tener, y muy complejo,que seguramente excedería el escasísimo tiempo quetenemos en esta comparecencia.

Por último, quiero señalar que el proyecto de leyapuesta por una especie de mesa con tres patas:esfuerzo, calidad y la vieja auctoritas latina, que notiene nada que ver ni con el autoritarismo ni con ladisciplina de cuartel, como lamentablemente este por-tavoz ha tenido que oír —y lo siento mucho, sincera-mente— en los últimos tiempos por parte de algunosrepresentantes parlamentarios, políticos o de otranaturaleza. Sí quiero, y con esto termino, señor presi-dente, preguntarle con interés, señor Baggeto, cuálsería su alternativa para la función directiva, qué leparece a usted que se podría hacer mejor con losdirectores en este país.

El señor PRESIDENTE: Oídas las intervencionesde los portavoces, señor Baggeto, tiene la palabra.Tiene usted 10 ó 15 minutos.

El señor PORTAVOZ DE LA COMISIÓN PER-MANENTE ESTATAL DE DIRECTORES DE INS-TITUTO (Baggeto Torres): Intentaremos centrar lascosas y contestar las preguntas de la manera más claraposible.

En cuanto a la intervención del señor Guardans, ennombre de Convergència i Unió, en la permanenteestatal de directores somos conscientes, puesto queprovenimos de diferentes comunidades autónomas, deque hay un trasfondo de conflicto competencial detrásde la elaboración y de la aprobación de la ley. Más alláde eso, como permanente director en reconocer eseposible conflicto, difícilmente podemos ir como tales,evidentemente. Disciplina, elección de directores,cuerpo de catedráticos, papel del director... De algunamanera, como algunas de las preguntas son confluyen-tes, quizá la reflexión sobre la figura del director ladejaría para el final, y así contesto un poco globalmen-te a sus tres intervenciones. También respecto al cuer-po de catedráticos.

La señora Valcarce, en nombre del Grupo Parlamen-tario Socialista, hace una reflexión inicial sobre elcatastrofismo, creo que lo ha calificado de esa manera,con que en un primer momento se intentaba transmitir

de alguna forma, o se transmitía de alguna forma unaimpresión de catástrofe en el sistema educativo. Noso-tros, por desgracia, tuvimos la misma percepción. Esdecir, cuando empezó el debate sobre el documento debases, cuando empezó a generarse un clima sobre lanecesidad de cambios importantes, profundos en el sis-tema educativo, más que ir directamente a señalar demanera sosegada aquellos aspectos que realmente debí-an ser cuestionados o revisados, por lo menos la per-cepción que desde un cierto sector social, y en concretonosotros como directores tuvimos, se iba a que de algu-na manera se estaba remarcando excesivamente unasituación que además no es real. Que hay conflicto yque hay problema es evidente, pero que los institutos sehan transformado en una especie de Alcatraz o una cosapor el estilo, afortunadamente estamos muy lejos desituaciones que incluso en nuestro contexto europeoson bastante más preocupantes que la nuestra propia.Luego señalaré alguna cosa en particular, pero la ver-dad es que como permanente de directores, y eso loseñalamos también en las reuniones a que ha tenido abien referirse el señor Calomarde, con el ministerio esla primera cosa que planteamos: no nos parecía de reci-bo la imagen, no sé si voluntaria o involuntariamente,pero que de hecho había trascendido a la sociedad espa-ñola de catastrofismo, de catástrofe, de gravísima pro-blemática, que justificaría una entrada a saco en el sis-tema educativo. Se me pide una opinión personal; no séhasta qué punto estoy facultado para darla, al ser fun-damentalmente representante del conjunto de los direc-tores, que somos cada uno de un padre y de una madre,como es natural, y llegamos a unos acuerdos mínimos,en el sentido de que evidentemente se trata de un movi-miento muy plural que funciona por consenso, antetemas que puedan generar una discrepancia fuerte losaparcamos para próximas reuniones y únicamentehacemos público aquello que podemos defender todosy cada uno de los miembros de la permanente estatal yaproximadamente de la misma manera. Subrayo lo deaproximadamente porque es claro que no es lo mismola defensa, la interpretación o la exposición que unapersona pueda hacer o que otra persona pueda llevar acabo. De todas maneras, a riesgo de incurrir en algúnpequeño defecto de forma, sí me gustaría también daralguna opinión propia que no sólo la representacióninstitucional.

Los problemas de convivencia escolar se dan, peroyo quisiera hacer una pequeña reflexión muy breve. Enmi centro comienza la implantación anticipada delnuevo sistema educativo en el año 1992, no la faseexperimental de la reforma, por distinguir, sino a pelo,no en condiciones de laboratorio, sino en condicionesde funcionamiento normal. Los problemas en un pri-mer momento se detectan sobre todo en tercero desecundaria, aquellos alumnos que quizá hayan repeti-do, que están esperando cumplir la edad para salir delsistema porque no tienen ningún interés. Pero con el

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tiempo posiblemente los problemas se están desplazan-do a un nivel anterior. Los problemas más importantesquizá en estos momentos están en segundo, y esto ya esuna opinión personal fruto de mi experiencia en micentro; yo tengo ahora muchos más problemas ensegundo de secundaria que en tercero de secundaria. Ylos alumnos que me plantean esos problemas en segun-do, los itinerarios, desde luego, no los van a resolver.Creo que con ello contesto también una pregunta quese me ha hecho anteriormente.

Entre las cosas que los directores llevamos diciendo,no ya desde Teruel, sino desde Torrevieja, el origen alque me remonté anteriormente, está la necesidad deque en el propio sistema educativo se incluyan nuevasprofesiones que ayuden a la resolución de conflictos(trabajadores sociales, por ejemplo). Es una cosa quellevamos diciendo bastante tiempo y que no parecehaber recogido un consenso por parte de nadie más. Yoahora vengo de Francia, de una experiencia de inter-cambio con un instituto de Normandía, y he asistido areuniones del equipo directivo allí, y uno de los proble-mas que tenían era la atención por parte de las enfer-meras a los alumnos. Claro, a mí se me caía la cara devergüenza. No tengo nada, no ya dos enfermeras deplantilla en el centro, sino un trabajador social, unmediador social, que pueda, ante los nuevos retos, porejemplo de la inmigración, ejercer un papel dentro dela propia organización escolar, no yéndonos fuera deella, no recurriendo a otras cosas.

En cuanto a la frustración del profesorado, supongoque el profesorado pueda estar más o menos —no sé sifrustrado es la palabra— tenso en el aula ante una situa-ción para la que no se considera preparado, puesto queél se considera preparado para una impartición demateria específica y no tanto para la atención a estosproblemas que genera el nuevo alumnado, pero desdeluego yo no tengo la impresión, no ya como miembrode la permanente estatal de directores ni como directorde mi centro, sino como persona que ha participado enplanes de formación, que ha dado charlas, que ha dadoconferencias, que ha paseado en la fase de implanta-ción definitiva del sistema su pobre o rica experienciapor muchos centros de mi comunidad, yo no tengo laimpresión, digo, de que el conjunto del profesoradovalore la situación en términos de frustración.

Si alguna cosa de las que han preguntado no he con-testado, me disculpan, por favor, quizá no he tomadobien las notas.

En cuanto a la intervención del señor Calomarde, ennombre del Grupo Parlamentario Popular, las cosas queexisten, existen, y ni se han de esconder ni se han parti-cularmente de alabar. Es decir, el hecho de que elministerio mantenga unos contactos usuales con susdirectores debería ser la cosa más normal del mundo.Hasta ahora no lo ha sido. Afortunadamente ahora esta-mos en un momento en que sí podemos decir que sehace. Otra cosa es el caso que nos hagan. Es decir, fren-

te a las propuestas que tengamos o frente a nuestrasreflexiones, el acuerdo o el desacuerdo que puedehaber, y me ha agradado su intervención, en el sentidode señalar tanto una cosa como la otra, los puntos enque podemos llegar a acuerdos, que eso es importante,como también los puntos en que hay una manifiestadiscrepancia entre nuestras posiciones.

Los problemas internos del sistema, los itinerarios.Es evidente que nos hemos leído con mucha atenciónel documento, que se habla de flexibilidad y que con-ducen a una única titulación, pero de todas las manerasnosotros tenemos, no sé si decir miedo, si es un térmi-no que se pueda utilizar, de cómo en la práctica sepueda dar esa movilidad entre diferentes itinerarios, ysi no estaremos poniendo una cruz sobre un determina-do tipo de alumnos. Y en última instancia la generaciónde grupos de ese nivel académico más bajo, sin estímu-los, sin referente positivo, más allá de que puedan lle-gar a la misma titulación, no sabemos si no sería unaforma de perpetuar el propio fracaso. Por otra parte, laasociación implícita entre alumnado con dificultades yel itinerario general de orientación técnico-profesional,la fusión de ambos principios no parece dejar en muybuen lugar el prestigio de la formación profesionalespecífica, desde mi punto de vista uno de los mayoreslogros del actual sistema. La desaparición de la doblevía, los listos a BUP, los menos listos a formación pro-fesional, en la década de los noventa, en la fase deimplantación anticipada y en la fase de implantacióndefinitiva se consiguió prestigiar de una manera muyimportante la nueva formación profesional. Y esaimplícita posible asociación entre itinerario técnico-profesional y aquellos alumnos de peor rendimientoacadémico, no nos parece que vaya en la línea depotenciar o de mantener la potenciación de la nuevaformación profesional, una de las grandes virtualidadesdel sistema, a mi modo personal de ver. Después, ¿quéalternativas, soluciones? Sobre la carrera docente algocomenté antes: la posibilidad de acceder desde la calle.Es un tema en el cual desgraciadamente no voy a entrarmás, porque aquí no hay doctrina. La permanente esta-tal lo trató de una manera muy liviana y no me atrevoen este sentido a ahondar en la cuestión más allá de lavaguedad o de las generalidades que pueda haberdicho. Promoción y repetición, temas más o menos quese han ido tocando; y quedaría un poco la cuestión dela función directiva.

Se señala, y el señor Calomarde ha tenido a bienremarcarlo en su intervención, el papel de representan-tes de la Administración de los directores. Eso es así,evidentemente, pero a nosotros nos gustaría ser consi-derados no solo representantes de la Administración,sino de alguna manera líderes o gestores pedagógicos yorganizativos de nuestros centros. Por ello no estamosen la vía de la plena profesionalización, si por elloentendemos la creación de un cuerpo o algo por el esti-lo, porque la vinculación del director o del equipo

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directivo con su claustro, con su comunidad escolar,con su consejo escolar, que de órgano de decisión enmuchos aspectos pasa a ser prácticamente sólo un órga-no consultivo en el texto de la ley, no nos parece unavía adecuada de tratamiento para reforzar la figura deldirector. Yo he dicho antes que más que de director nosgusta hablar de equipos directivos, porque pobre deldirector que no tenga un señor equipo directivo detrás,pues está condenado al más radical de los fracasos. Sien algunos aspectos, estemos o no de acuerdo en quesea la medida más correcta, sólo potenciamos la figuradel director a efectos administrativos, a efectos econó-micos, a efectos de carrera, etcétera, vamos a ahondarlas diferencias en los claustros. Ahora es difícil en algu-nas comunidades, en la mía en concreto en las últimaselecciones a directores y directoras de los centros; esverdad que hubo mucha ausencia de candidatos, pero elproblema es un poco lo que he comentado antes desdemi punto de vista: mucha responsabilidad, muchafaena, y ningún reconocimiento o muy poco reconoci-miento. Y no hablo sólo en términos mercantiles o eco-nómicos. Incluso al interior del propio sistema, ya noestoy hablando de la sociedad en general o de las fami-lias o de nuestros alumnos, sino del propio sistema, lapropia Administración, en última instancia, pues dealguna manera a veces nos sentimos un poco solos.Mantenimiento de la vinculación del director en suelección y en su control por parte de un consejo escolarque tenga capacidad de asesoría, en principio es laposición que nosotros mantenemos.

Ya digo, esta es la reflexión a día de hoy de la per-manente de directores tomada en su momento en undebate. Evidentemente nosotros estamos abiertos acontinuar la discusión y, de hecho, nuestras próximasjornadas van a continuar tratando fundamentalmentede la ley de calidad. De manera que algunas de las posi-ciones expuestas serán ratificadas, otras pueden ser rec-tificadas o, en todo caso, matizadas de una maneramayor.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias en nom-bre de todos los grupos y de la Comisión a las intere-santes reflexiones, observaciones del señor Baggeto.Concluimos esta comparecencia.

Quiero decir a los portavoces de los grupos parlamen-tarios que las comparecencias a celebrar en relación conla tramitación del proyecto de ley de PresupuestosGenerales del Estado, finalmente, para que tomen nota,se realizará de la siguiente manera: a las 14:00 horas elsecretario de Estado de Cultura; a las 17:30 horas elsecretario de Estado de Educación y Universidades; alas 18:30 el presidente del Consejo Superior de Depor-tes; a las 19:30 el subsecretario de Educación, Cultura yDeporte; y a las 20:30 horas la secretaria general deEducación y Formación Profesional.

— DEL SEÑOR PRESIDENTE DEL CONSEJOSUPERIOR DE EVALUACIÓN DEL SISTE-MA EDUCATIVO (DEPARTAMENT DEENSENYAMENT) (SARRAMONA LÓPEZ).(Número de expediente 219/000422)

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):Corresponde comparecer ahora a don Jaume Sarramo-na López, que es presidente del Consejo Superior deEvaluación del Sistema Educativo, a quien en nombrede la Comisión le doy las gracias por la comparecen-cia, y le agradecemos la colaboración en los trabajosprevios de los debates parlamentarios de la ley de cali-dad. Dado el tiempo de que disponemos en cada com-parecencia, se sugiere una intervención no superior aun cuarto de hora al principio, a continuación los gru-pos parlamentarios que desean intervenir lo harán,haciendo sugerencias y preguntas. Posteriormentehabrá un nuevo turno de contestación a las mismas.

Sin más y reiterándole las gracias por su compare-cencia, tiene la palabra don Jaume Sarramona López.

El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO SUPE-RIOR DE EVALUACIÓN DEL SISTEMA EDU-CATIVO, DEPARTAMENT DE ENSENYAMENT(Sarramona López): Agradezco esta oportunidad. Esuna segunda experiencia, recuerdo haber venido conmotivo del debate sobre la gratuidad de los libros detexto. Ojalá estas comparecencias se unan a todas lasreflexiones que hacen ustedes y ayuden a encontrar elmejor camino, porque en definitiva la educación nosimporta a todos y todos creemos que es decisiva para elfuturo de un país. He tenido ocasión de estar escuchan-do antes y puedo reiterar algunos aspectos que ya hansido dichos por el anterior compareciente, pero entien-do que también es correcto y es útil que ustedes notenciertas reiteraciones.

Lo primero que les quiero decir es que yo intentaréanalizar esta ley en una doble perspectiva: una pedagó-gica y otra competencial, porque en definitiva este esmi doble rol profesional. Soy catedrático de pedagogíade la Universidad Autónoma de Barcelona, con muchosaños, quizá demasiados, de docencia y de investigacióneducativa, y a la vez soy alto cargo del Departament deEnsenyament de la Generalitat de Catalunya, precisa-mente responsable de la evaluación del sistema educa-tivo no universitario. Por tanto, mi perspectiva es sobredos situaciones que quiero plantearles.

También tengo que decirles de entrada que de ningu-na manera, ni institucional ni personalmente, defenderéla ley vigente a ultranza; es decir, aquí no hay que serintegrista de nada, ni de la LOGSE ni contra la LOGSE,ni a favor ni en contra de manera integrista, repito. Todaley es mejorable, y sin duda doce que años después dela ley hay aspectos que deben ser cambiados, primeroporque en su momento seguramente se podrían haberplanteado de otra manera, y, segundo, porque nuestra

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sociedad ha cambiado en doce años lo suficiente comopara buscar respuestas educativas distintas de las definales de los ochenta. Así, entiendo personalmente quehay aspectos que debían haberse planteado de otramanera en la misma LOGSE y que ahora se afrontan, ycreo que en la buena línea, salvo algunos detalles, comoes el tema de la dirección, como es el tema de que elConsejo Escolar no sea un órgano de gobierno, otracosa es qué atribuciones, pero que sea un órgano deconsulta, como ocurre en el resto del mundo.

Tenemos que afrontar también la evaluación delprofesorado que, a pesar de que en la LOPEG de 1995se planteaba, la verdad es que hasta ahora no hay eva-luación del profesorado y sólo una incipiente evalua-ción de centros. De alguna manera también la forma-ción inicial del profesorado, aunque aquí —luego haréreferencia— creo que no se acaba de resolver bien elproblema.

Otras cuestiones me parece que son más claras delos nuevos tiempos: una atención a las minorías cultu-rales, es evidente; una atención a puntos de fricción quecreo que, como ha dicho el compareciente anterior, sehan exagerado, pero evidentemente hay en las aulasuna situación de tensión, minoritaria todavía, pero queno teníamos hace un par de decenios; profundizar en eldominio de las TIC —las tecnologías de la informacióny de la comunicación—, y también, cómo no, profun-dizar en el conocimiento de las lenguas extranjeras quenos acerque a esa Europa unida, esa Europa comparti-da, y a ese mundo que se nos queda pequeño desde elpunto de vista de la comunicación. Lo primero quepodría advertir es que esto no necesita forzosamente deuna nueva ley. Cada vez más los países no hacen leyesgenerales de educación, hacen reformas de puntos con-cretos. Una ley general al cabo de diez años, poniendopatas arriba lo que tenemos, perdonen ustedes la expre-sión, creo que es imprudente, es muy difícil que se lle-gue a consensuar y de alguna manera puede suscitar elánimo de que, ante un posible cambio de Gobierno,tendremos otra ley general. Hay muchas cosas que sepueden modificar sin necesidad de ir a una ley que,cuando uno la ve impresa, con ochenta y pico de pági-nas y no sé cuántos artículos, cree que quizá esto puedeprovocar el escepticismo en el propio sistema educati-vo, porque hemos tenido una parte del profesorado yuna parte de la comunidad educativa escéptica respectoa la reforma aún vigente, y esto lo único que hace esconfirmarlo. Una parte de ese escepticismo era la pro-puesta de que se iba a cambiar la ley; si ahora, porejemplo, se dice que se volverá a cambiar, podemostener otra parte esperando otros turnos. Yo creo que noharía falta y según las corrientes internacionales, al serleyes tan amplias y generales, provocan debatesexhaustivos y e innecesarios.

Entiendo que todo cambio en el sistema educativodemanda dos cuestiones importantes: la primera, undiagnóstico serio. Hay que saber lo que hay, tanto que

se habla de evaluación, tanto que se habla de calidad...Pues miren ustedes, a pesar de lo que dice un documen-to anexo, en donde se relacionan personas que han sidoconsultadas, organismos, etcétera, esto se ha llevado acabo de una manera sistemática y, por supuesto, notransparente, porque si hubiera habido una evaluacióndiagnóstica exhaustiva, transparente, tendría que estarpublicada, y no lo está. Puedo decir esto porque uste-des sabrán que por deseo expreso del Gobierno entran-te en Cataluña hace dos años y medio, cuando se cul-minó la implantación de la reforma en Cataluña, seculminó el calendario, el Gobierno de la Generalitatdijo: Vamos a hacer una evaluación exhaustiva del sis-tema educativo en Cataluña. Hemos trabajado dos añosy medio; el producto lo tienen ustedes, se les ha repar-tido en este documento, que se hizo público a media-dos de junio, es el resultado de la denominada Confe-rencia Nacional de Educación, que les he de decir austedes que fue y ha sido un diagnóstico de nuestro sis-tema llevado al cabo al margen de la Administración,con personas independientes, con absoluta autonomíade acción, y cuyo resultado y propuestas de mejora noha conocido la Administración hasta que se han vistopublicadas. Esto es un ejemplo, y perdonen ustedes quepodamos decir que es un ejemplo, porque la consultade esta metodología para hacer un diagnóstico del sis-tema la sometimos a personalidades como Delors,como Mayor Zaragoza, como Cecilio Braslvsky, comola propia comisaria europea de Educación, etcétera, ytodos diagnosticaron que se trataba de una manera deevaluar autónoma, participativa, democrática y alta-mente eficaz. A mí me parece que el ministerio deberíahaber hecho algo semejante, público y transparenteantes de acometer una reforma, porque si no el peligroque hay es que te refuerzas escuchando a los que pien-san igual que tú, y escuchas, pero no haces caso a losque discrepan. Así nadie sabe qué han dicho unos yotros. La sociedad no puede constatar el desafío de cuálha sido el diagnóstico realmente y en qué se apoyan lasmedidas a tomar. Se hace referencia a evaluacionesinternacionales y nacionales. En el documento de basesera tan explícita la referencia del programa PISA queno hacía falta nombrarlo. Se decía: quedamos por deba-jo de la media de los países de la OCDE. Luego estánlas evaluaciones del INCE, ciertamente, pero les he dedecir que todas estas evaluaciones tienen lecturas múl-tiples, y creo que ésta puede ser la explicación de porqué no se hace referencia ya explícita en el proyecto deley al programa PISA. Por ejemplo, los países nórdicostienen mucho mejores resultados en lectura que elresto, empezando por Finlandia, que es la primera, ytienen comprensibilidad. Italia no tiene repetición decurso y tiene mejores resultados que nosotros, mejorque Alemania, por ejemplo, que tiene separación, yellos están revisando, después de los resultados, simantienen esa separación que preponderaba la forma-ción profesional. Ellos lo tenían separado porque más

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del 80 por ciento hacía formación profesional, en unostiempos en que el mercado podía asumir esto. Ahora yano, con lo cual se están volviendo a plantear esta sepa-ración temprana de los alumnos. Digo esto porque enlas lecturas siempre puede uno encontrar datos que ava-len sus planteamientos.

Entiendo que las medidas no se derivan directamen-te de los principios que hay en el documento, con loscuales podemos estar todos de acuerdo. He de decir quesi uno lee la justificación de motivos o la introduccióno el preámbulo, o como sea, del documento de baseshasta el proyecto se advierte claramente una acción quepolíticamente sólo puedo calificar como hábil, que esincorporar toda la terminología de la crítica al docu-mento de bases y al anteproyecto. Aparece la palabraequidad, que antes no estaba; se introduce flexibilidad,se habla de participación... No, no, si en esto podemosestar absolutamente todos de acuerdo. El vocabularioha sido perfectamente asimilado. Lo que ocurre es quede aquí no se deriva qué medidas hay para llevarlo atérmino, y la medida de llevar a término un principiocomo la equidad, pues bueno, alguien puede considerarque son los itinerarios y otros consideramos que nopuede ser así. Y ya que los itinerarios son un puntoclave en el debate, yo tengo que referirme a él. No sejustifican ni psicológicamente. Miren ustedes, ya no sehabla de inteligencia ni de capacidades generales,hablamos de inteligencias múltiples. Todo el mundosabe esto. La obra de Gardner es un abecé, esto quieredecir que nadie puede ser catalogado al mismo nivel enmatemáticas que en lengua, que en la educación artísti-ca, que en educación física, que en literatura, que enhistoria.

No se justifica sociológicamente porque crea grupospredeterminados, aunque se diga que es posible el tras-vase. En un estudio hecho en Francia al respecto sedemuestra que no se trasvasa, nadie pasa de uno a otro,entre otros motivos porque no habrán hecho el mismocurrículum. Para eso están las optativas, ¿no? Supongoque el latín debe estar para algún itinerario, no paratodos. Tampoco se justifica pedagógicamente porqueesto equivale a romper unas expectativas para algunosy a condicionar absolutamente lo que cabe esperar deun grupo para otros. Los efectos Rosenthal están sufi-cientemente estudiados. Del grupo C, por decirlo así,nadie va a esperar nada y, por tanto, no va a salir nada.

Por otra parte, tienen otros problemas organizativosimportantes: ¿qué va a ocurrir con los centros peque-ños? La ley dice que todos los centros públicos ofrece-rán todos los grupos. ¿En grupos de 30? ¿O si hay 60,serán dos? ¿O serán los alumnos los que se amoldarána los grupos? Es que esto organizativamente no va afuncionar. Puedo compartir los temores que manifesta-ba el director escolar anteriormente, aunque él que estámás a pie de obra que yo mismo. Ustedes dirán: ¿yalternativa? Sí, flexibilidad, la palabra que aparece tam-bién en la ley: flexibilidad, pero no rígida para un itine-

rario en todas las materias, flexibilidad en cada mate-ria, y agrupaciones flexibles. Miren ustedes, no haréteoría, aunque esta es mi profesión, se me paga porhacer teoría en la universidad, aunque en otro sitio mepagan para hacer cosas más prácticas, pero les diré losiguiente: todo sistema organizativo de grupo supuesta-mente homogéneo es el reflejo de la primera revolu-ción industrial que llegó a la escuela. Ahora no hay nin-guna organización laboral que funcione con estructurasorganizativas como la que queremos mantener en lasescuelas.

Estas agrupaciones flexibles, de acuerdo con objeti-vos y cambiante con el tiempo, eso que se hace en elmundo de las empresas, es lo que hay que adaptar alsistema educativo. ¿Que es un poco más caro? Segura-mente sí, pero pedagógicamente se puede defender yorganizativamente, si se arregla bien, tampoco tieneque ser más caro. Tenemos algunas tradiciones en algu-nas materias, donde lo hemos hecho siempre: en idio-mas, en informática, en educación física, en enseñan-zas artísticas, y no pasa nada.

Suscribo el hecho de que, aunque el nombre se hacambiado respecto a los primeros anuncios de itinera-rio, que decían un itinerario para bachillerato, otrospara la FP, otros para los programas de garantía social,y había un posible cuarto, que no iba a ninguna parte.Aunque se han cambiado, la terminología ahora eshumanística, científica, etcétera, en la práctica sabemosperfectamente que están diseñados para ir al bachillera-to, a la formación profesional y a ninguna parte, ocomo un camino de ninguna parte. He de decir que estova a desacreditar la formación profesional. Estoy abso-lutamente de acuerdo. Cuando alguien se pasea por loscentros actuales de formación profesional se da cuentade que los alumnos, las alumnas que están en la forma-ción profesional de grado medio no pueden ser, no pue-den ser los alumnos que por definición tienen más difi-cultades que los que prevemos que vayan al bachillerato.En esto tenemos un problema, porque la orientación queestá dando el profesorado de secundaria, que provienedel bachillerato y que es licenciado universitario, enca-rrila a los alumnos hacia el bachillerato. Mientras seconsidere que esto es una cuestión de gradación, novamos ni a resolver el tema de la formación profesionalni a resolver el tema de la cualificación laboral quenosotros necesitamos.

He de decir que me parecía antes que había algunosaspectos que mostraban que no se había hecho un diag-nóstico exhaustivo. Yo les quiero comunicar que tengola impresión, cuando leo, de que ha habido algún colec-tivo que ha impuesto sus criterios claramente. Algúncolectivo que ha tenido más fuerza incluso que la quehan tenido los catedráticos de universidad. Me refierono solamente a la recuperación de un cuerpo de cate-dráticos, sino al hecho de que, por ejemplo, lo que nose ha hecho en la universidad, que es que los catedráti-cos dirijan los departamentos, se pone aquí en esta ley.

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Fíjense si han tenido más fuerza que los catedráticos deuniversidad. No hace falta que les cite la recuperacióndel latín como obligatorio, aunque ahora no se haceseparación de las comunes y los itinerarios, como esta-ba en el documento de bases, porque esto ya podía sermotivo de escándalo. La impresión era: los que no sir-ven, música; los que sirven, latín. Está planteado así.Les diría que sorprende, por ejemplo, y se puede ver lainfluencia de algunos colectivos, cómo en las materiastroncales de bachillerato no sólo hay filosofía, hay dosfilosofías, no hay matemáticas. Éstos parece que no tie-nen tanta influencia. Hay una filosofía y una historia dela filosofía. La influencia de un cierto colectivo que noha sido nunca especialmente favorable a la LOGSE yque seguramente no se resolvió su problema profesio-nal de poderlos mantener en lo que estaban haciendo,que era bachillerato, no puede condicionar absoluta-mente lo que debe ser la secundaria obligatoria. Esteseguirá siendo un problema, aunque en ciertas modifi-caciones en el documento anexo se advierte un princi-pio que figuraba en el anteproyecto, que decía: ¡Hom-bre!, tendrán preferencia los catedráticos para elegirasignaturas de bachillerato. Era tan bochornoso queesto se ha quitado, pero en la práctica va a ocurrir eso,sobre todo si son los directores de departamento, ya noles digo a ustedes.

El segundo bloque de polémica es el tema de lascompetencias. He de decir que no entiendo cómo en unEstado donde se han traspasado todas las competenciasa las comunidades autónomas estamos ahora ante unproceso de recuperación absoluto de competencias.Encuentro evidentemente dos explicaciones. Una detipo ideológico: esta es la concepción que tiene delEstado de las autonomías el partido en el Gobierno. Yquizá alguna más pedestre, corporativa, como que en elMinisterio de Educación y donde no sé si hay centena-res o miles de personas, no saben qué hacer y evidente-mente, tienen que inventarse muchas cosas para seguirjustificando su salario porque no se ha traspasado nada.Esto podría ser algo pedestre, pero a veces también seexplica. Miren ustedes, hay más de 50 artículos pen-dientes de despliegue básico por parte del ministerio,que llega a algunos detalles casi ridículos, como elartículo 86, que regula hasta el procedimiento internode las comisiones para seleccionar a los directores delos centros públicos. ¿Qué quiere decir competenciasplenas en educación? ¿Ni siquiera el reglamento de lascomisiones, ni siquiera? Se parte de la desconfianza,cuando no del menosprecio hacia las administracionesautonómicas. Este afán uniformador se nota en elcalendario: fija hasta las fechas: no podrá empezarantes del 1 de septiembre. Miren ustedes, miren lo quepasa en Alemania con los Länder, cómo se lo gradúan,para que los padres tengan las vacaciones de otra mane-ra, etcétera. Hoy la prensa trae un informe que se hahecho en Cataluña sobre los horarios laborales y esco-lares, que creo que puede ser bastante ilustrativo.

La imposición de las evaluaciones generales de diag-nóstico en primaria y secundaria. Esto, les he decir quenos sentimos honrados, creo que lo han tomado deCataluña. Les he repartido a ustedes un documentoverde. Cataluña lo hace desde el año pasado, a los 10 ya los 14. Nosotros tenemos identificadas las competen-cias básicas. En el documento de base se hablaba decapacidades básicas, luego se cambió por la palabracompetencias. El ministerio, que yo sepa, no las tiene.

Estamos haciendo un trabajo de identificación de lascompetencias básicas en nuevas tecnologías, en ense-ñanzas artísticas y en educación física en colaboracióncon varias comunidades autónomas, cuando se justificaesa evaluación, se dice textualmente en el artículo 95.3:por criterios de homogeneidad, para garantizar criteriosde homogeneidad. Más claro no puede ser. A mí meparece que realmente es incómodo, por no decir insul-tante, que cuando se están haciendo cosas, ya no digola formación permanente del profesorado, la organiza-ción de la inspección, y cuando hay comunidades quetienen transferida educación desde hace 22 años, quese nos diga ahora que esto no lo podemos hacer o que,en todo caso, lo haremos en colaboración.

Otra cosa que no puedo dejar de decir, perdonen, esque resulta altamente ofensivo el tratamiento a las len-guas propias de cada comunidad autónoma, que soncalificadas de cooficial, ya tiene..., el lenguaje no esbaladí. Si ustedes comparan lo que hay en la LOGSE,hay un área de conocimiento que dice lengua castellanay lengua oficial y propia de la comunidad autónoma,dentro de la misma área. Aquí no está en un área, y ade-más se dice textualmente: las administraciones educati-vas, en su caso, podrán poner conocimientos de la len-gua cooficial. Voy a apelar a la Constitución, que es loque se lleva: dice que la diversidad lingüística y cultu-ral de España es patrimonio, que será velado especial-mente. Si esto puede ser, podrán quiere decir que esoptativo, y esto significa que un gobierno, cualquiera,en una comunidad autónoma podría decir que la lenguapropia de la comunidad es optativa. Y esto al ministeriono le preocupa. ¿Y por qué no pone lo mismo con lalengua extranjera? Podrán las administraciones poner-la. ¿Y por qué no hace lo mismo con las matemáticas?Creo realmente que el lenguaje aquí ya ni tan solo hasido corregido, es tan transparente que indica unavisión de la diversidad cultural y lingüística españolaque me parece inadmisible.

En grandes líneas les he dicho lo que me parecía. Seha perdido una ocasión de ir más adelante en la descen-tralización, puesto que ahora se dice que el Estado delas autonomías, casi, casi, a criterio de algunos, hatocado techo, y hay que ir a la descentralización muni-cipal. Pregunto: ¿por qué no se ha hecho la apuesta demunicipalizar la enseñanza infantil y primaria? Ciertosproblemas se podrían resolver, y yo personalmente, nohablo institucionalmente, estaría a favor de esto.

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El tema de la formación inicial del profesorado no seresuelve. Mi propuesta no va a servir de nada, pero endefinitiva recojo algo que ya dijimos en la comisión deestudios que planteó el cambio de los planes de estu-dios en títulos educativos a raíz de la LRU, y yo pudeser miembro de esa comisión: creo que habría quehacer un perfil específico de profesor de ESO, de pro-fesor de secundaria obligatoria, con unas reglas dejuego que no estén contaminadas por experiencias ante-riores, y con una preparación ante una situación que esdistinta a la del bachillerato, de la formación profesio-nal y de primaria.

Me parece que no costaría mucho y nos resolveríaalgunos problemas de adaptaciones personales al sis-tema.

Gracias, y disculpe porque me he excedido un poco.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):¿Grupos que deseen intervenir? Por Convergència iUnió, el señor Guardans tiene la palabra.

El señor GUARDANS I CAMBÓ: Gracias, señorSarramona, bienvenido, benvingut a esta Comisión.

No le sorprenderá, ni probablemente se sorprende-rán los demás portavoces si le digo que coincido sus-tancialmente con lo que es su intervención y que, por lotanto, son pocas las preguntas que le podré formular, ano ser que me dedicara a pedirle uno por uno, artículopor artículo, su opinión sobre los distintos puntos delconjunto de la ley; además intuyo que, viendo los tra-zos generales, incluso algún ejemplo concreto que hapuesto usted, coincidiríamos en el balance que hace-mos de la misma, tanto desde la perspectiva pedagógi-ca como, muy particularmente, en lo que en estemomento a priori más inquieta al Grupo ParlamentarioCatalán, sin descartar evidentemente discrepancias envarios ámbitos, que es esa discusión competencial. Elejemplo que usted ha puesto, como es llegar a regla-mentar por ley orgánica cómo se ha de componer lacomisión para el nombramiento de directores, es el queyo mismo he dado en otras comparecencias y que rozael esperpento, incluso jurídico, porque tiene un puntode absurdo.

Yo le haría una sola pregunta: ¿cómo valora usted,cómo evalúa usted las consecuencias que puede tenerel artículo 95? Me refiero a esa ese método de evalua-ción, esa reforma de la evaluación que establece, per-mitiendo y en el fondo casi estimulando, tal como estáelaborado y puesto en contexto con los otros dosartículos en los que se hace una referencia cruzada alartículo 95, una evaluación que se llama prueba, queviene a ser un examen de carácter exhaustivo, por lomenos es posible que sea exhaustiva tal y como estáelaborada en la ley y que, por tanto, afecte al conjunto,al cien por cien de los alumnos de un determinadonivel, elaborado desde el Ministerio de Educación,donde las administraciones educativas lo único que ten-

gan es la función de prácticamente trasladar los camio-nes con los papeles hasta la puerta del colegio y vigilarque nadie salga mientras se realiza la prueba, quizáimprimirlo, sería discutible si les corresponde la facul-tad de llegar a imprimir la literalidad del texto, etcéte-ra. El contenido les vendría dado desde el Ministerio deEducación y, por tanto, es previsible que cuando eso serepita durante dos, tres años consecutivos, los centrosacaben orientando su currículum hacia de esa prueba,entre otras cosas porque esa prueba, como usted biensabe, según este texto, pasa a ser la que orienta a lospadres, y a la sociedad respecto de cuál es el nivel deenseñanza que tiene ese determinado ese centro, aun-que formalmente se diga que no tiene valor académico.Por tanto, usted, como experto también en lo que esevaluación, me gustaría que se pronunciara hasta quépunto la prueba propuesta en los términos como loplantea la ley, puede condicionar la propia elaboracióndel currículum de un centro y, por tanto, vaciar de con-tenido las competencias que tienen las administracio-nes educativas, que son muy amplias, en la fijación delcurrículum.

Es la única pregunta concreta que le haría, insisto,agradeciéndole y felicitándole por la claridad de susobservaciones y apreciaciones, que no puedo sino com-partir.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Nieto.

El señor NIETO GONZÁLEZ: Quisiera, en nom-bre del Grupo Parlamentario Socialista, profesor Sarra-mona, darle la bienvenida a esta Comisión, agradecerlesu comparecencia y sobre todo la exposición que hahecho, que ha sido larga pero fructífera. Ha aportadouna serie de consideraciones, con muchas de las cualesestoy de acuerdo, quiero decírselo de antemano. Leharé alguna pregunta en relación con algún punto paraque profundice en él, pero esencialmente me voy areferir a algunas de sus afirmaciones para mostrar micoincidencia con su exposición.

Ha dicho que toda ley es mejorable, refiriéndose a laLOGSE, y estoy de acuerdo. Yo, que fui ponente deaquella ley, le digo que toda ley, es mejorable, laLOGSE también lo es. Fue mejorable quizá en aque-llos momentos, cuando se llegó al consenso al que sepudo llegar, que fue amplísimo y de él participarontodos los grupos políticos, con la excepción del GrupoPopular, pero evidentemente el paso del tiempo haceque las leyes haya que mejorarlas. Ha hecho usted unasegunda afirmación donde ha expresado una serie decambios necesarios en el actual cuerpo legal que orde-na nuestro sistema educativo. Ha hecho referencia aalgunos de ellos, en los cuales no voy a entrar, creo queapuntaba en la buena dirección.

Ha insistido en que en su opinión no es necesaria unanueva ley. En eso estoy de acuerdo con usted: creo que

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esta ley que estamos en estos momentos comenzando adebatir en esta Cámara no es una ley necesaria. Sí queson necesarios cambios, cambios puntuales, que ade-más son imprescindibles para que nuestro sistema edu-cativo funcione y consiga mayores cotas de calidad. Eneso, plenamente de acuerdo con usted. Sin embargo,para hacer eso hay que tener voluntad de querer intro-ducir esos cambios puntuales que mejoren la calidad denuestro sistema educativo. En mi opinión, el Gobiernoactual no lo ha hecho, porque lo primero que tenía quehaber hecho, y lo ha dicho usted, es haber realizado undiagnóstico serio y profundo del sistema educativoespañol, para ver dónde funcionaba bien, dónde fun-cionaba regular y dónde no funcionaba, para, a partirde ese diagnóstico, introducir aquellos cambios nece-sarios para mejorar la calidad. Evidentemente no lo hahecho, pero no lo ha hecho porque no ha querido hacer-lo. Eso no lo ha dicho usted, pero lo digo yo. El Gobier-no actual no ha querido diagnosticar la realidad denuestro sistema educativo, sino que lo que ha hecho hasido dejación de funciones en la atención a nuestro sis-tema educativo, para empeorar en cierta medida algu-nas cosas en el mismo y de esta forma justificar estareforma en profundidad. Ha sido una decisión plena-mente premeditada: No queremos saber lo que pasaporque no nos interesa; simplemente vamos a empeo-rar lo que tenemos y así justificamos algo que quere-mos hacer, porque tenemos tomada la decisión de ante-mano, queremos cargarnos el actual sistema, el actualmodelo, e ir a un modelo que es el nuestro. Esa ha sidola decisión y por eso se ha actuado como se ha actuado.Y, claro, tenemos el proyecto de ley que tenemos, queevidentemente, insisto, no va a servir para mejorar lacalidad de nuestro sistema escolar.

Dicho esto, usted ha incidido fundamentalmente endos cuestiones. Coincido en lo que ha dicho sobre lositinerarios y también sobre las competencias. Creo quelos itinerarios evidentemente son muy discutibles,habría que pensar en términos de itinerarios de unaforma diferente a como lo contempla la ley, evidente-mente va a tener todo tipo de dificultades, no solamen-te para el alumno, sino para los centros. Le voy a haceruna pregunta en relación con los itinerarios desde elpunto de vista organizativo. ¿Usted cree, profesorSarramona, que todos los centros escolares sostenidoscon fondos públicos —todos, por lo tanto, tanto lospúblicos como los concertados— deberían organizartodos y cada uno de los itinerarios que se contemplanen el proyecto de ley? Y a continuación le digo: ¿estova a ser posible o al final va a haber una segregaciónclara de unos centros respecto a otros y, por lo tanto, deunos colectivos de alumnos respecto a otros?

Quisiera también que me diera su opinión sobre elartículo 36, que es el que organiza, como usted sabe,una prueba al final del bachillerato, la reválida, si ustedcree que esta prueba va a servir para mejorar la calidadde nuestro sistema educativo o, por el contrario, va a

ser una norma —esa es mi opinión—, una medidasegregadora más y evidentemente no va a contribuirpara nada a mejorar la calidad de la educación. Esta esmi opinión, y me gustaría conocer la suya para contras-tarla.

También quisiera que profundizara un poco la expo-sición que ha hecho, lo ha tocado muy de pasada, enrelación con los artículos 39 y siguientes, que hacenreferencia a la atención a los alumnos con necesidadeseducativas especiales. ¿Usted cree que lo que contem-pla la ley, la regulación legal que se hace de esta mate-ria va a contribuir a mejorar la situación muy deficienteen estos momentos o, por el contrario, va a contribuir aempeorarla?

Finalmente, le diría, más bien aquí le confirmaría loque ha dicho, pero también le pediría una pequeña pro-fundización sobre lo que ha dicho en relación con lascompetencias. Opino que esta ley es una ley centralis-ta, recorta competencias que tienen en estos momentoslas comunidades autónomas y que vienen ejerciendoen algunos casos desde hace mucho tiempo, en otroscasos desde hace menos tiempo porque las transferen-cias se han llevado a cabo recientemente. Esta ley, evi-dentemente, es una ley, en mi opinión, que recorta deuna forma importante estas competencias. No creo quesea bueno para que el sistema educativo en su conjun-to funcione mejor o se oriente hacia cotas de mayorcalidad. Me gustaría también que en este puntoampliara un poco lo que ha dicho en su primera inter-vención.

Seguiría en esta línea, le haría muchas más pregun-tas, profesor Sarramona, pero no tenemos mucho tiem-po. He agotado el que el presidente me ha concedido,con esto termino mi intervención y le doy las graciasnuevamente.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):Por el Grupo Popular, señor Calomarde.

El señor CALOMARDE GRAMAGE: SeñorSarramona, buenos días. He escuchado con atención suintervención y lamento algunas de sus afirmaciones,como supongo que usted lamentará las mías. Entoncesvamos a ver si en los minutos de que dispongo soycapaz de explicar lo que me ha parecido lo que ustednos ha dicho aquí. Vamos empezar por el final. Ustedha desglosado su intervención en dos ámbitos, el queusted ha llamado pedagógico y competencial. Vamos aempezar por las competencias y terminaré por el pri-mero que usted ha planteado.

El Grupo Parlamentario Popular, el Partido Populary el Gobierno, al plantear este proyecto de ley hanhecho uso de un derecho y de una obligación, que es elque se refiere a la responsabilidad política de cualquierGobierno. Este grupo parlamentario y en concreto estediputado que tiene el honor de dirigirse en este momen-to a usted en representación del mismo están franca-

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mente un poco cansados, ¿qué quiere que le diga,Sarramona?, un poco cansados de escuchar afirmacio-nes del tipo de que el Gobierno hace esta ley porque leda la gana, que el Gobierno hace esta ley porque leparece bien, que el Gobierno hace esta ley sin haberhecho ningún tipo de consulta, estudio, análisis, esdecir, como si fuese una frivolidad legislativa. Ustedsabe igual que yo que esto no es así, por cuanto queusted mismo ha indicado al comienzo de su interven-ción los distintos aspectos de este propio proyecto deley con los que usted concuerda, o al menos los diag-nósticos a los que usted se ha referido como comparti-dos. Ha citado varios: la dirección, el consejo escolar,etcétera. Lo primero que usted ha dicho.

El Gobierno al plantear este proyecto de ley, ejercesu responsabilidad política, la que le otorga en este casola mayoría parlamentaria que tiene en las Cámaras ylas convicciones que siempre ha expresado y manifes-tado, no de ahora, de hace mucho tiempo, como ustedconoce sobradamente, con respecto a las insuficienciasy con respecto a las lagunas que nuestro actual sistemaeducativo tiene. Nadie ha planteado una ley anti-LOGSE en ningún sitio, nunca, ni desde el PartidoPopular ni desde el Ministerio de Educación, Cultura yDeporte. Sin embargo, sí se ha planteado claramente yse ha vertido como proyecto de ley, lo que el Gobierno,insisto, en uso legítimo de sus competencias y en ejer-cicio de su responsabilidad política, entiende que debenser condiciones para lograr una mejora sustantiva y sus-tancial de la calidad de la enseñanza en España. Esta esla responsabilidad del Gobierno, que haría clara deja-ción de sus funciones si dejara de hacerlo.

Naturalmente ya sé que usted ha manifestado aquíque no creía necesaria una ley de esta naturaleza por-que usted no la ve necesaria. Me parece muy bien. Ocu-rre que por parte del Gobierno y del Grupo Parlamenta-rio Popular y del Partido Popular entendemos, por elcontrario, que un marco legislativo de carácter generalsí es importante a la hora de afrontar con ánimo, conconvicción y con estimables resultados, esperemos quepositivos, reformas en el sistema educativo español.

Ha dicho usted que el proceso no ha sido transparen-te. Usted sabe que eso no es así. Lo sabe sobradamente.El proceso ha sido suficientemente transparente, se haconsultado con innumerable cantidad de entidades,asociaciones, sindicatos, personas a título individual,autonomías, comunidades autónomas, partidos políti-cos y, en general, con todas y cada una de aquellas per-sonas, etcétera, que han querido dialogar con el Gobier-no. Pero, señor Sarramona, y usted y yo nos conocemoshace algunos años y, por lo tanto, me voy a permitirdecírselo con absoluta claridad, usted sabe igual que yoque una cosa es dialogar y otra cosa distinta es llegar aacuerdos cuando se necesitan, cuando son oportunos ocuando se creen convenientes. Quiero con ello indicar-le que es evidente que el Gobierno, el ministerio y elpropio Partido Popular, al unísono y en perfecta coor-

dinación, quiero subrayar esto, han dialogado con todoel mundo, absolutamente con todo el mundo. Un pro-blema diferente, como es natural, es que se llegue aacuerdos totales, a acuerdos parciales o simplemente adiscrepancias de carácter general.

Usted se ha referido a las competencias, y ha habla-do aquí de desconfianza y menosprecio con respecto alas comunidades autónomas. A mí esa afirmación,señor Sarramona, me parece grave. Y le diré por quéme parece grave: porque las comunidades autónomasson Estado, no son alguien con quien el supuesto Esta-do, que no son ellas, deba estar en permanente litigio oen permanente confrontación. Pero, ¡ojo!, al decir queson Estado lo son para todo, naturalmente también parareconocer lealmente las competencias legales y consti-tucionales que tiene la Administración central del Esta-do en lo que se refiere a la política general educativa enEspaña. Eso, señor Sarramona, entiende este portavozque le habla que es también un importante acervo delealtad mutua y de confianza mutua entre las partes delEstado. Me parece que es una discusión en la que segu-ramente no habrá tiempo suficiente, y lo lamento, créa-me, de poder profundizar en esta Comisión y en estemomento.

Usted ha hablado de invasión competencial y ha uti-lizado usted afirmaciones de calibre grueso. Ha habla-do usted de imposición competencial, de que vamos allevar camiones... No sé si ha sido usted u otra persona,no importa, pero se han utilizado expresiones de carác-ter grueso, expresiones gruesas. Es evidente que elMinisterio de Educación, Cultura y Deporte, es decir,el Gobierno o la Administración central del Estado, siusted lo prefiere, cuando realiza un proyecto de leyorgánica que remite a las Cortes Generales, en este casoal Congreso de los Diputados, ha pedido el pertinentedictamen, como es preceptivo, y usted conoce sobrada-mente, del Consejo de Estado, en donde se dice de unamanera fehaciente y clarísima que la ley no incumpleni avasalla ninguna de las competencias legal y consti-tucionalmente establecidas para las comunidades autó-nomas o de las comunidades autónomas. Sin embargo,sí quiero señalarle, y se lo quiero subrayar con conven-cimiento, que aquí tenemos que llegar a un acuerdofundamental. Ese sí que es un problema político impor-tante, señor Sarramona, que consiste en que la Admi-nistración central del Estado tiene constitucionalmentey legalmente competencias en materia educativa a lasque no tiene por qué renunciar, y es perfectamente le-gítimo y políticamente responsable por parte delGobierno llevar a cabo no lo que usted llama o podríausted llamar o algunos podrían llamar una restauracióndel centralismo, no, no, ni mucho menos; se trata sim-plemente de que en aquello para lo que la Administra-ción central del Estado tiene legal y constitucionalmen-te atribuido competencias para ejercer, las ejerza conabsoluta lealtad y con absoluta tranquilidad democráti-ca. Lo mismo, como es natural, que esta ley respeta

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escrupulosamente las competencias de las comunida-des autónomas, independientemente de que algunacomunidad autónoma haga una lectura más cercana omenos cercana, en aspectos puntuales, reglamentarioso no, de algunos de los artículos de la ley. Eso es otracosa diferente, y no tiene nada que ver con la primeraafirmación que usted ha hecho.

Sí quiero también decir, y muy brevemente porquedispongo de muy poco tiempo, que no comparto, comoes natural, su apreciación o su visión de los itinerarios.Es una apreciación que no está en la ley, sencillamente,aunque entiendo que cualquiera pueda discutir y puedavalorarlo de manera diferente, pero sí me gustaría,como portavoz del Grupo Parlamentario Popular eneste caso, que se ciñese usted a lo que dice la ley. Laley no dice lo que usted dice, dice otra cosa. Entonces,claro, el pretender dar interpretaciones de lo que en estemomento es un proyecto legislativo y que dice cosasdistintas a las que usted comenta, me parece muy bienlo que usted dice, y me parece perfectamente legítimoque usted lo valore de ese modo, pero no confundamosa la opinión pública por cuanto que no es eso en eltalante del proyecto de ley, ni se segrega a nadie ni hayningún ánimo tal cuando la ley aborda precisamente laatención a la diversidad y la orientación personalizadade los alumnos a través de este determinado meca-nismo.

Lamento decir que no estoy de acuerdo con ustedcon respecto al cuerpo de catedráticos: la ley no rein-venta nada, como usted sabe muy bien, lo que hace esrestaurar, que no es lo mismo, y potencia una determi-nada carrera profesional que la LOGSE truncó dedeterminadas maneras. No estoy en absoluto de acuer-do con usted en las supuestas triquiñuelas o tácticas dediversos colectivos con respecto a imponer más omenos sus reivindicaciones profesionales en este pro-yecto de ley. No ha sido así.

Por último, lamento decirlo, pero lo tengo que decir:yo le rogaría, señor Sarramona, con la mayor educa-ción del mundo por mi parte, pero también con ciertacontundencia, que se retractara usted de una afirmaciónque ha hecho —lamento decírselo, pero se lo tengo quedecir— con respecto a los funcionarios del Ministeriode Educación, Cultura y Deporte. No creo sinceramen-te, señor Sarramona, que sea lógico y que sea correctopor su parte, y le ruego que me disculpe si no lo heentendido bien, pero creo haberle escuchado así, que,en fin, que los funcionarios del ministerio han redacta-do este proyecto de ley, o que se ha redactado este pro-yecto de ley, porque no tenían otra cosa que hacer. Meparece francamente lamentable, insisto, en el caso deque esa haya sido su afirmación. Este portavoz creehaberla oído. Sí le pediría, con absoluta educación pormi parte pero no exenta de convicción, que si eso hasido así, se retracte, y si no ha sido así, le pido discul-pas por mi parte, si lo he entendido mal, pero si ha sidoasí, me parece por su parte sinceramente injusto.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):Para contestar a las intervenciones de los portavoces delos grupos intervinientes, tiene la palabra el señorSarramona.

El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO SUPE-RIOR DE EVALUACIÓN DEL SISTEMA EDU-CATIVO, DEPARTAMENT DE ENSENYAMENT(Sarramona López): Comprendo que mi forma deexpresarme en algunos casos puede chocar con un len-guaje que en política es de otro tipo. Permítanme elcomentario, pero yo siempre he dicho que no me puedodedicar a la política porque se me entiende todo y enalgunos casos soy demasiado rotundo. Lo digo encuanto a la forma, porque en un cuarto de hora, aunqueyo me he excedido, intentaba clarificar y no hacer teo-ría, que esto ya lo hago bien en la universidad. Me haparecido que debía ser concreto. Luego aclararé estasúltimas cuestiones.

Por el orden en que han intervenido, al señor Guar-dans, sobre cómo valoraba las consecuencias de la eva-luación que haría el ministerio. Bueno, la cosa estáclara, yo he leído textualmente que dice: para garanti-zar la homogeneidad. Es decir, toda evaluación tieneun factor perverso en sí mismo y positivo en sí mismo.Una evaluación sirve para diagnosticar, se sabe dóndese está, y justifica medidas, pero también condiciona.Por lo tanto el gran interrogante es: ¿qué entiende elministerio por competencias básicas? No lo sé, esto noes motivo de ley, pero en todo caso es una discusión nofácil de decir. Por ejemplo, las competencias básicas,¿entenderá un tipo, un modelo de enseñanza aprendiza-je que de alguna manera estaba implícito en la LOGSEy que ahora en todo el documento del nuevo proyectode ley desaparece y que es una visión moderna de loque es un proceso de aprendizaje, de lo que es una con-cepción del aprendizaje, como un saber hacer vincula-do con dimensiones actitudinales?; ¿o viendo antece-dentes de los documentos de la reforma que ya seaplicó el año pasado sobre el curriculum, volvemos alista de contenidos?, los cuales a cada reforma lo quese hace es precisamente agrandarlos, incrementarlos.Cuando en realidad, cuando hablamos de competenciasbásicas hablamos de conceptos trasversales. ¿Existe elconcepto de trasversalidad? Esto es un gran interrogan-te, ¿cómo serán esas pruebas? Pero tiene una perver-sión, y es que los centros trabajarán de acuerdo conesto.

¿Qué hará el ministerio con esos datos? Tampoco losé, pero como los haga públicos, estaremos como enEstados Unidos, ránkings, o de comunidades autóno-mas, con todo el debate que esto puede suponer, o decentros. No lo sé si lo hará público, no lo dice, perocomo los tiene, los puede hacer públicos. En la evalua-ción de competencias básicas en Cataluña no se hacenpúblicos los resultados de los centros; lo tienen ustedesahí, se hacen públicos unos baremos, y además por

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nivel socioeconómico. Tampoco hacemos diferenciasentre públicos y privados, esas cosas que me parecenabsolutamente perversas, porque la noticia tendría queser un día que los centros públicos tienen mejor resul-tados que los privados. Entonces esto habría que publi-carlo, lo contrario contradiría absolutamente cualquieranálisis sociológico. El problema es sobre qué. Por otraparte me parece que, evidentemente, lo dice el artículo,es «para homogeneizar.

Señor Nieto, le agradezco sus consideraciones. Tam-bién, como usted ha apuntado, quizás estemos en un 90por ciento en cosas de acuerdo, y si estuviéramos entodo y todos, quizás sería aburrido. Al final quizá habráun punto en el cual no estaremos de acuerdo, pero lavida es así.

Entiendo que una ley de este tipo o una reforma hade ser por consenso. Algo se advierte. El consenso hoypor hoy no existe. Esa es una realidad. Lo digo comociudadano, simplemente. Aunque sea legítimo que unGobierno con mayoría absoluta haga las leyes que creaconveniente, también podría replantearse qué pasa sino consigue ese consenso.

Usted me pregunta sobre cómo ese diagnóstico no seha hecho. Yo ratifico que no se ha hecho. Se han hechoconsultas, pero el diagnóstico no se ha hecho, sino quese publica. En el libro hay 220 propuestas en Cataluñade mejoras, y dice quién las ha propuesto. Entonces, sihablamos de diagnóstico y de estudios internacionales,voy a leer unos párrafos de un texto elaborado por untécnico del propio Ministerio de Educación que ha ana-lizado los resultados del programa PISA. Dice: Elentorno socioeconómico de los alumnos tiene en todoslos países de la OCDE efectos positivos sobre su rendi-miento. No obstante, este efecto del entorno socioeco-nómico es menor en España que en el conjunto de lospaíses de la OCDE, siendo el tamaño del efecto deEspaña, en el caso de la lectura, de 26,5 puntos y en laOCDE de 33,6. De modo similar la riqueza familiartiene efectos sobre el rendimiento académico, existien-do una relación positiva en todo los países de la OCDEentre una mayor riqueza familiar y un mejor rendimien-to, excepto en Islandia. También en este caso el efectode la riqueza familiar sobre el rendimiento en lectura esmenor en España que en el conjunto de países de laOCDE, siendo el tamaño del efecto 17,2 puntos frentea 19,8 de la OCDE. Y ahora viene la explicación: Estosresultados vuelven a poner de manifiesto el papel equi-librador de las diferencias de origen social del sistemaeducativo español, que es superior al de otros países yal promedio de países de la OCDE. Algo debe haberinfluido la política educativa hasta estos momentospara no agudizar las diferencias. Se pueden subir lasmedias con grupos de excelencia o se pueden subir lasmedias intentando hacerlo conjuntamente. Yo creo quela ley opta por la primera de las opciones.

Usted ha apuntado el tema de los itinerarios. Haydificultades, lo he indicado, prácticas de organizarlo.

A los centros concertados no creo que se les puedaobligar a tener los tres itinerarios, porque si ellos dicenque todos van hacia una opción, ¿cómo se les va a obli-gar? Es que además no me parece que legalmente sepueda hacer, con lo cual en la práctica, si a un alumnode la escuela pública lo ponen en un itinerario que vaencarado a la formación profesional —si no, ¿por quése llama tecnológico?—, ¿va a preparar para el bachi-llerato tecnológico? ¿De verdad va a preparar? Puesque se diga en la ley, que se diga que los tres itinerariosvan a preparar igual para el bachillerato que para la for-mación profesional, no que podrán los alumnos optar,porque tienen el título, que se diga, y que en el curricu-lum se demuestre. Es que no va a ser así, es que sabe-mos que no va a ser así. Los centros concertados dudoque pongan itinerarios hacia la formación profesionalsi el conjunto de familias dice que no.

La prueba de bachillerato. Personalmente, quizá pordeformación del cargo, creo que a lo largo del sistemaeducativo una prueba externa es necesaria. No puedeser que solamente las notas y los títulos vengan dadospor el centro. Esto ocurre en todos los países delmundo. Mi problema no es estar en contra de la pruebade reválida. El problema es quién la va a hacer. Esta-mos con lo mismo que con las pruebas aquellas. Quizáen otro ambiente... Yo no tengo motivo para ser descon-fiado, pero es que son muchos factores en este contextoque nos llevan hacia una ley. Por lo tanto, el tema durode las competencias, mantengo lo que he dicho.

El señor Calomarde tiene razón cuando dice, y loavalo, yo soy respetuoso de las leyes y ciudadano de unpaís democrático, que los gobiernos tienen absolutalegitimidad. Una cosa es la legitimidad, esto no lo estoydiscutiendo; estamos analizando una ley, no la legitimi-dad de la ley, sino el contenido de la ley. Entonces esevidente, se suele decir así, es como si ahora dice: ¿Yusted no quiere que el sistema educativo fomente elesfuerzo? ¿Está en contra del esfuerzo? Oiga, yo noestoy en contra del esfuerzo, ni en contra de la calidad,ni en contra de la evaluación, pero puedo estar en con-tra de la manera de cómo esto se materializa.

Cuando se dice las atribuciones del ministerio,¡hombre!, a mí me cuesta entender que en un Estado delas autonomías, donde se dice que tenemos el Estadomás descentralizado de Europa —hay gente que ha via-jado poco, ¿verdad?—, pero que tenemos el Estadomás descentralizado de Europa... En Suiza no tienenMinisterio de Educación, y tampoco es que sean unosdesgraciados, o sea que no pasa nada.

¡Hombre!, que le permita al ministerio en nombre deley básica, por lo tanto normativa básica, dictaminartodo, todo lo que dice, entonces 22 años que hemosestado haciendo formación permanente del profesora-do, ¿ahora lo hará el ministerio también?

Usted ha dicho muy bien que las comunidades autó-nomas son Estados, totalmente de acuerdo, pero mireel vocabulario de la ley, aparecen solamente dos expre-

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siones: una, Gobierno. ¿A qué gobierno se refiere?¿Incluye a las comunidades autónomas cuando habladel gobierno, porque creo que lo debería incluir? No,se refiere al Gobierno central. Ministerio de Educación,y luego dice administraciones educativas, que debeestar también el ministerio dentro, porque también esadministración, ¿no? Entonces resulta que el vocabula-rio es: Gobierno, Ministerio de Educación, administra-ciones educativas. ¡Hombre, no es baladí este vocabu-lario tampoco!

Usted, y sé que es sensible a ello, no me ha dichonada ni me ha criticado lo que le he dicho del trata-miento de la lengua, que tampoco es baladí el lenguaje.

Efectivamente, mire, otro detalle. ¿El Ministerio deEducación tiene derecho a establecer programas decooperación entre comunidades autónomas? ¡Hombre,pues mire, bienvenido! Yo ya lo estoy haciendo, y con-cretamente colaboramos con Valencia y con las Balea-res y con Galicia, sí. Pero mire lo que dice el puntosiguiente: Los programas que establezcan de coopera-ción las comunidades autónomas deberán ser aproba-dos por el ministerio. ¡Hombre, ya es el colmo! Hastaun programa de colaboración que podamos hacer unascomunidades autónomas en educación, vaya. ¿A quéatenta? Tiene que ser aprobado por el ministerio, lodice textualmente la ley. ¡Hombre, si esto...!

En este momento todos somos conscientes de que seha hecho el traspaso a una serie de comunidades que, adiferencia de lo que ocurrió en la primera etapa, no lasquerían las competencias en educación. Hay que decir-lo así. Se les ha tenido que dar sobreprecio para que selas quedaran. Creo que por dos motivos: unas por opo-sición política, gobiernos contrarios, y otras, porque loque hacía el ministerio les va bien. Si yo lo he oído enreuniones del INCE: Lo que haga el INCE ya nos vabien. A Navarra le encanta, a La Rioja le va de maravi-lla. Nosotros tenemos un organismo de evaluaciónantes que el INCE, ¿no? Valencia lo tiene creado, lasBaleares lo tiene, Euskadi también. ¿Se nos puede tra-tar a todos igual? No queremos aquí discriminaciones,ni decir que unos somos mejores que otros, no.

A mí el planteamiento me parece claro, el ministeriopuede hacer una ley con todos los detalles que quiera, yaquellas comunidades que ya les va bien, porque seidentifican, pues que lo hagan. Pero los que estamoshaciendo formación permanente, evaluación, tenemosorganizada la inspección, tenemos un modelo curricu-lar propio... ¡Hombre ¿ahora todo esto no sirve de nada,nos tienen que homogeneizar? Pues sinceramente, yohe de decir que esto es una vuelta atrás, de eso no hayninguna duda, porque estas mismas atribuciones y esemismo concepto de Estado, yo entiendo que lo tenía elanterior gobierno. Igualmente hizo una ley muchomenos intervencionista. Por lo tanto, el margen por elcual un gobierno considera que debe entrar en el uso desus competencias es algo bastante aleatorio. En estecaso basta con leérselo para advertir el nivel de detalle

en el cual entra, y concretamente me parece que estono responde a las expectativas de las comunidades quetenemos 22 años de trabajo en educación, como a laque usted pertenece, como la mía, como las siete quehabía, independientemente del color político. Se lodigo sinceramente. Yo no he venido aquí a hacer en nin-gún momento un planteamiento político opuesto, sinosimplemente como ciudadano de un gobierno que quie-re ejercer lo que se llama competencias plenas, si no,no sé qué quiere decir competencias básicas.

Usted me ha pedido una rectificación. Yo le he dedecir que encontraba que en algunos casos se podríaexplicar una serie de actividades que el Ministerio deEducación ahora se plantea después de haber hechotransferencias por dos motivos: uno, de concepción delEstado de las autonomías, y otro, porque la cantidad defuncionarios que hay en el Ministerio de Educaciónpuede justificar el realizar ciertas tareas que antes reali-zaban como territorio MEC y que ahora no pueden rea-lizar. No he dicho que hayan hecho una ley porque notuvieran otra cosa que hacer, pero es indudable quemuchos grandes proyectos y leyes a veces se explicanpor cosas muy concretas. Usted sabe perfectamente,como yo, que la composición del Consejo Escolar delEstado no se cambió durante la época socialista, y elargumento era que no se había transferido todo, y tene-mos una composición del Consejo Escolar del Estadoprevia al Estado de las autonomías.

¿Allí por qué no se cambia? Pues también le puedodecir por qué: porque los componentes del ConsejoEscolar del Estado, los mismos componentes no estándispuestos a que tenga otra constitución, quieren estarlos organismos de representación de ámbito estatal, ydicho por ellos mismos. Son cosas corporativas.

Yo, desde un punto de vista laboral, encuentro legíti-mo que el Ministerio de Educación, que tenía un volu-men cuando tenía el territorio MEC, por lo tanto 10autonomías, ahora se encuentre que estaría vacío decontenido si realmente aplicase el mismo criterio queel que existía con las transferencias. Por lo tanto, no meextrañaría nada, y no tengo por qué considerarlo uninsulto, que ese volumen de personal, de trabajo y deestructura organizativa pida intervenir en una serie deactuaciones, porque lógicamente tienen que seguir tra-bajando. Si se hubiera transferido todo ese personal, elministerio dudo que hubiera montado una nueva estruc-tura para llevar a cabo todo lo que se propone.

Yo, si en algo he de rectificar, será en el tono, perome parece que lo que he dicho no puede ofender anadie y es perfectamente explicativo, como es explica-tivo que haya dos asignaturas de filosofía. Y usted losabe muy bien. Es claro que los catedráticos de filoso-fía han tenido más voz en el ministerio que los de mate-máticas, porque en el extranjero llama la atención quelas matemáticas no sean materia común y haya dos defilosofía. La cosa está clara.

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Por otra parte, yo creo que ustedes buscan compare-cientes para escuchar cosas distintas, porque se cono-cen tanto entre sí que cada uno, cuando abre la boca, yasabe lo que va a decir. Lo comprendo perfectamente.He sido seis años y medio presidente del Consejo Esco-lar de Cataluña y cuando en los plenarios y en las comi-siones intervenía, cada miembro ya sabía también pordónde iría. Pero estas son las leyes de la democracia.

Yo les agradezco que ustedes me hayan escuchado yojalá les sirva de algo.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):La Comisión, señor Sarramona, también le agradece sucolaboración y desea que esa contribución pueda serviren los debates posteriores en los trámites parlamenta-rios.

Muchas gracias y hasta una nueva ocasión.

— DEL SEÑOR SECRETARIO GENERAL DELA CONFEDERACIÓN DE PADRES YMADRES DE ALUMNOS, COFAPA (TRAS-CASA TEMIÑO). (Número de expediente219/000419)

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):Corresponde ahora la comparecencia de don ÁngelTrascasa Temiño, secretario general de la Confedera-ción de Padres y Madres de Alumnos. Y voy a decirleal señor Trascasa lo que la presidencia de la Comisióndice a los comparecientes al principio: gracias por sucolaboración, gracias por querer participar en el debateprevio de una ley como es ésta de calidad y gracias, entodo caso, por lo que puedan servir estas aportaciones.

Habrá una primera intervención, que sugerimos nosea superior a 15 minutos; posteriormente intervendránlos grupos parlamentarios que lo deseen; y se cerrará eldebate con su intervención contestando a las preguntaso sugerencias formuladas por los portavoces intervi-nientes.

Una vez más, muchas gracias por esta colaboración.Tiene la palabra el señor Trascasa.

El señor SECRETARIO GENERAL DE LACONFEDERACIÓN DE PADRES Y MADRES DEALUMNOS, COFAPA (Trascasa Temiño): Le devuel-vo las gracias. El que los padres podamos ante ustedesmanifestar nuestra opinión, la gran implicación quecada vez vamos teniendo en la educación de nuestroshijos y en el ámbito educativo nos satisface enorme-mente.

Y para no perder ni un segundo de los 15 minutos, levoy a decir que hace poco más de un año el Ministeriodel Interior y el Ministerio de Educación incluyeron ensus registros de asociaciones a COFAPA.

COFAPA es una confederación de ámbito estatal querepresenta a las asociaciones de padres de alumnos delos centros de iniciativa civil del Estado español.

En nuestro país existen cooperativas de padres, coo-perativas de profesores, sociedades educativas, socie-dades empresariales y padres, profesores o empresariostitulares de centros educativos. Todos ellos son expre-sión del protagonismo de la sociedad civil en la educa-ción y, por tanto, ésa es la defensa que vengo a hacer, elprotagonismo de esta sociedad civil en el ámbito de laeducación.

En estos centros de iniciativa civil no confesionalestán escolarizados 800.000 alumnos. Unos centros sonprivados, otros centros son concertados. COFAPArepresenta, por tanto, a los padres de estos alumnos,1.200.000 padres y madres.

La raíz de nuestro posicionamiento educativo nacede la defensa de una educación de calidad, en libertad,para todos y sin discriminación. Y yo espero que esteinicial posicionamiento no les defraude. Nunca denuestros labios ha salido ni saldrá una palabra, unmatiz, un ataque ni a la escuela confesional ni a laescuela pública, porque iría contra la raíz de nuestroposicionamiento. Creemos en la defensa de una educa-ción de calidad, en libertad para todos y sin discrimina-ción.

¿Era necesaria una reforma educativa? Los sistemaseducativos no pueden concebirse como algo cerrado yacabado. Eso se lee en el preámbulo de la LOGSE. Laley es un instrumento imprescindible y decisivo para lareforma, sin el cual ésta no sería posible en sus elemen-tos esenciales, pero no es el principio, el inicio ni elfinal de la misma. La ley contiene la suficiente flexibi-lidad como para aspirar a servir de marco de la educa-ción en un período largo de tiempo, siendo capaz deasimilar en sus estructuras las reorientaciones quepueda aconsejar la cambiante realidad del futuro. Esose lee en el preámbulo de la LOGSE. Sin embargo, elsalto de calidad que auguraba la LOGSE, para nosotrosno se ha producido. Es más, la realidad imponía no unareorientación, sino una reforma, ya que bastantes de lasmedidas adoptadas por la LOGSE se han traducido enfracasos.

Para los padres el ámbito de los fracasos se centrasobre todo en la comprobación de una desmotivacióncreciente de los profesores, de un fracaso escolar cons-tatado en las estadísticas y en la realidad, del incremen-to de los problemas de indisciplina y violencia escolary de la falta de relación y comunicación entre padres yprofesores. Fracaso en estos cuatro ámbitos, pues nosparecía que más que una reorientación era necesariauna auténtica reforma. Y nosotros justificamos estareforma.

Desmotivación de los profesores, decía, que hanvisto cómo no disponen de medios para combatir elaumento del fracaso escolar, la indisciplina y hasta laviolencia en las aulas, a la vez que han sido relegadosen la toma de decisiones que afecta a su trabajo, des-considerados socialmente, no bien retribuidos y condesigualdades entre pública y privada.

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Según el Instituto Idea, en su estudio titulado «Eva-luación de la educación secundaria», los docentesapuntan como factores de calidad, en primer lugar, supropia formación y preparación, y, en segundo lugar, elnivel de disciplina en las aulas. Ambos factores en fran-co retroceso.

Fracaso escolar. Nuestro país tiene una tasa de fraca-so escolar difícilmente asumible por un Estado moder-no. Según encuestas, el 25, el 30, el 23, que nos sitúa ala cola de Europa, sólo por delante de Italia y de Por-tugal.

El número de alumnos que han abandonado la ESOy que afronta ahora programas de garantía social se hatriplicado en seis años. Nuestros escolares han idoretrocediendo en lo que son materias clave, como mate-máticas, lengua o comprensión lectora.

El fracaso en primaria y secundaria se ha ido tradu-ciendo en deficientes resultados en las etapas posterio-res. Los profesores universitarios se han venido que-jando del menor nivel y de las graves carencias con lasque los alumnos acudían a las aulas. Debido a esta faltade nivel, algunas universidades han tenido que tomarcartas en el asunto. En el año 1999, recordarán, lafacultad de matemáticas de la Universidad Compluten-se de Madrid ponía en marcha un curso cero para quelos futuros alumnos alcanzasen el nivel necesario parapoder cursar con éxito ese primer curso.

La capital importancia que el dominio de la lengua ola competencia lingüística de un niño tiene en su desa-rrollo intelectual nos lleva también a que aboguemospor la implantación de un plan nacional de enseñanzade la lengua. La mejora del nivel de instrucción denuestros hijos pasa necesariamente por una enseñanzaadecuada de la lengua en las escuelas. A su deficienteenseñanza y a su escaso dominio se atribuyen lospobres rendimientos académicos y la raquítica forma-ción intelectual que acompaña a un número cuantitati-vamente alarmante de la población estudiantil. No escuestión solamente de ampliar su horario lectivo o dededicar una hora diaria a la lectura: exige una forma-ción técnica y didáctica que muchos profesores desco-nocen y una metodología adecuada en su enseñanza.Hay que leer mucho, pero también hay que leer bien ytambién hay que disfrutar con la lectura. El estudio sindominio del vocabulario lleva al memorismo o al ver-balismo, de esto los padres sabemos un montón encasa. Las faltas de ortografía que se cometen hasta porlos universitarios son cuantiosas; en ámbitos previos,casi innumerables. La ortografía es una respuestamecánica a una imagen visual y motora que se haincrustado en el cerebro. Los alumnos a los 14 añospueden dominar la ortografía básica de todo el vocabu-lario español si se les ha enseñado bien. No pensamos.Algunos de ustedes están tomando ahora nota, no pien-san cómo escriben, simplemente escriben, porque esuna respuesta mecánica. No es problema de saber lasreglas, quiero decir, no se enseña bien. La expresión

escrita es una técnica fácil si el alumno va siendo guia-do de la palabra a la frase, de la frase al párrafo, delpárrafo al texto. Pero los alumnos escriben un texto sinun solo punto, lo cual indica el galimatías mental yestructural que tienen para la comprensión, comodemuestran en la expresión. La expresión oral. Nose enseña a hablar, sino practicando la gramática,etcétera.

El caso es que la falta de base que se aprecia en lasáreas fundamentales desde los primeros cursos de laeducación primaria, y luego en toda la primaria, secun-daria y bachillerato, reclama que abordemos con carác-ter urgente y prioritario probablemente esto, el llevar acabo un plan nacional de enseñanza de la lengua. Lasdeficiencias en lenguaje se traducen en dificultadespara todo el aprendizaje.

Áreas o asignaturas como la lengua, la literatura, lahistoria, el conocimiento del medio, la filosofía, etcéte-ra, se reducen básicamente a técnicas o problemas delenguaje. Leer, comprender lo leído, pensar, relacionar,tener riqueza de vocabulario, saber expresarse oralmen-te y por escrito. Los padres de familia numerosa sabe-mos bastante, cuando estudiamos con los hijos o lesayudamos en los deberes, lo que esto significa. Por elloabogamos nuevamente por la implantación de un plannacional de enseñanza de la lengua que sistematicecontenidos, procedimientos y recursos metodológicos,que lleve a cabo una formación debida del profesorado.Son unos ámbitos que justificaban el porqué de unareforma.

Incremento de los problemas de indisciplina y vio-lencia escolar. Es cierto que azota a la mayoría de lospaíses occidentales, pero creemos que necesita para susolución la participación de padres, profesores ymedios de comunicación.

Nos relacionamos ordinariamente las tres grandesconfederaciones de padres. Nosotros somos máspequeños. Ceapa, Concapa, que creo que han compare-cido con ustedes, con todas las federaciones de padresde la Unión Europea. La violencia la están combatien-do con la participación de padres, profesores y mediosde comunicación. Recientemente, uno de los premiosque se da cada año a una labor interesante para comba-tir la violencia fue para unas escuelas de Bélgica, norecuerdo ahora la ciudad, donde se apedreaban los chi-cos todos los días. Y, por supuesto, los padres y los pro-fesores se lanzaban también los dardos y los insultos.Al final, la solución vino de la participación e implica-ción de los padres, los profesores y los medios decomunicación.

Pensamos que es necesario dotar al profesorado y ala dirección de cada centro de autonomía y de herra-mientas útiles, ágiles y prácticas que permitan mante-ner un clima de convivencia en las aulas, puesto que sinun ambiente propicio no es posible educar. No hay quellegar a los índices de otros países de nuestro entornopara tomar estas medidas.

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Falta de relación y comunicación entre padres y pro-fesores. Cuando nos relacionamos también con lospadres de la Unión Europea, hay tres asuntos de per-manente preocupación: el fracaso escolar, la violenciaen las aulas (muy superior en otros países, desde luego,que en el nuestro) y sobre todo la falta de relación ycomunicación entre padres y profesores.

Se debe promover el diálogo y la relación entrepadres y profesores. La comunicación y relación padresy profesores es una de las mejores respuestas, si no lamejor, para combatir la indisciplina, la violencia esco-lar, el fracaso escolar, imprescindible también para laadecuada integración de alumnos con dificultades espe-ciales. Los padres debemos dedicar más tiempo a nues-tros hijos, implicarnos más en su educación y partici-par más y mejor en la escuela. Y ustedes, con eldesarrollo del texto legislativo, tienen que ayudarnos aello.

Pero la sociedad del conocimiento es una sociedadcambiante y los padres necesitan formación. Para ello,será necesario invertir en escuelas de padres, foros depadres o algo similar. La Asociación Europea de Padresnos presenta periódicamente casos de buenas prácticasen este sentido, con resultados significativos y ejempla-rizantes. Les he dicho, por ejemplo, la resolución deconflictos de disciplina en Bélgica. Pero en Alemania,otro de los premios anuales europeos que se dan a lasasociaciones de padres, la integración de familias yalumnos en barrios marginales de algunas ciudades ale-manas, con una emigración del 85 por ciento, con unosíndices delictivos impresionantes, se llevó a cabo latransformación nuevamente por la participación e inte-gración de padres y profesores en la resolución del con-flicto.

Colaboración en tareas de cuidado y mantenimientode los espacios educativos. ¿Saben que en casi todoslos países de Europa, y sobre todo los nórdicos, empe-zando desde Alemania hacia arriba, los padres colabo-ran en tareas de cuidado y mantenimiento en las escue-las? Una de mis hijas, que quiere aprender alemán yque ha estado acogida en una familia alemana, todoslos jueves iba a barrer con la señora la escuela de sushijos. Decoran las escuelas, participan, se preocupan.Luego les diré por qué, qué es lo que puede unir apadres, profesores y alumnos en una intención edu-cativa.

Cualquier proyecto de ley que tratara de poner frenoa este deterioro de la educación, nosotros lo hubiéra-mos apoyado fuera cual fuera el partido político que lohubiera planteado. Ténganlo por seguro.

Valoración del proyecto de la Ley Orgánica de Cali-dad de la Educación. Es innegable para nosotros que elproyecto de ley realiza aportaciones que incidirán posi-tivamente en la calidad de la educación. Un sectorimportante incluso de nuestra confederación ha venidodiciendo —no en los medios públicos, que hubiera ade-más añadido más calor innecesario a la contienda que

hemos mantenido estos meses— qué nos aporta la ley:Y siempre ha habido una respuesta: la ley aporta atodos, y sobre todo a los que están en situación peordentro de estos parámetros o indicadores de falta decalidad.

Quiero decirles (luego les haré una propuesta) que,efectivamente, para la enseñanza privada o para laenseñanza concertada no confesional no es precisa-mente racimos de uvas y de dólares o de euros lo quenos llega con la ley, donde en muchas cosas vamos aseguir prácticamente igual, pero la defensa y la valora-ción que venimos a hacer no es sólo por lo que percibacada uno de nosotros, sino por lo que perciban todoslos padres y la sociedad en su conjunto, que es un bienfundamental para todos. Con ello también les estoydiciendo que siempre hemos visto mal la politizaciónde todos los debates que se han ido haciendo a lo largode estos meses.

La reválida puede ser buena o ser mala; la pruebageneral de bachillerato puede ser buena o ser mal; perodesde luego el ataque tiene que ser mediante una argu-mentación. Y eso educa también a la ciudadanía y tam-bién a los escolares. La descalificación global quemuchas veces se han cruzado entre ustedes y los gru-pos políticos, simplemente calificando despectivamen-te, a nosotros nos ha sobrecogido un poco, y ademásdespista también a la propia sociedad y la deforma.

Es innegable que el proyecto de ley para nosotrostiene aportaciones positivas en la calidad de la educa-ción. Una de las aportaciones que nos parece más inte-resante (y también les quiero decir que sobre todos losaspectos que se han debatido nos hemos manifestadosiempre públicamente y por escrito, y se lo hemosenviado sistemáticamente en estos seis meses al minis-terio; muchas cosas hemos visto que han sido recogi-das, otras, no, es normal) es orientar más abiertamenteel sistema educativo hacia los resultados, pero vincu-lando la consolidación de la cultura del esfuerzo con laintensificación de los procesos de evaluación.

No obstante, la evaluación no debe centrarse exclu-sivamente en el resultado, evidentemente. A mi modode ver, debe buscarse el equilibrio entre la evaluaciónde los resultados y la de procesos. La experiencia prác-tica de cualquier padre o docente pone de manifiestoque tan importante para generar una cultura del esfuer-zo en la escuela es la evaluación de los resultados comola exigencia de las familias y del profesor en el día adía con los alumnos.

Otro punto positivo del proyecto (y voy a resumir,porque veo que estoy en el folio cuatro y tengo veinti-cuatro y se han pasado diez minutos) es el énfasis quepone en la promoción de la innovación educativa, por-que innovación y calidad creemos que son dos concep-tos que deben ir siempre juntos.

Las muestras de flexibilización del sistema nos pare-cen también muy interesantes. La posibilidad de acce-der al título de graduado en educación secundaria a tra-

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vés de diversas fórmulas. Así, nos gusta el artículo 30,por ejemplo, que explicita que un alumno podrá obte-ner el título de graduado en ESO sin haber superadotodas las asignaturas en las condiciones que la ley esta-blezca. Las muestras de flexibilización las valoramos,pues, positivamente. También nos ha parecido acertadoel 36, que establece que la superación de la pruebageneral de bachillerato tenga efectos meramente acadé-micos.

Por otro lado, las vías que facilitan el acceso de unosestudios a otros las consideramos también acertadas.Pensamos que todo lo que sea dotar de oportunidadesconcretas a los alumnos servirá de estímulo a éstos parauna mejor preparación, más personalizada y adaptada asus intereses y necesidades. Además con estas salidasexisten menos posibilidades de que alumnos indecisoso sin criterios profesionales se queden en vía muerta,como ha sucedido a veces frecuentemente en la ESO, o,peor, que pasen a incrementar el número de parados ode fracasados universitarios, debido en gran medida aque no poseen los conocimientos oportunos ni la titula-ción adecuada.

El que se prestigie los ciclos formativos de graduadosuperior, sólo por citar los títulos, eso es una garantíapara la sociedad y para los alumnos mismos. Es posi-tivo.

La implantación de los itinerarios a partir de tercerode ESO, pues para nosotros es una buena manera deatender a la diversidad de intereses y capacidades delos alumnos. Porque si no hay itinerarios, puede haberun itinerario negro, que es mucho más grave, que es elde caer y no poder salir, que es el fracaso escolar, desdelos 13 o los 14 años llegar a los 18, acabar en una esco-laridad, no tener titulación, no haber avanzado en losconocimientos. Para nosotros no son discriminatorios,sino que tienen la capacidad de integrar a los alumnos,permiten dar una respuesta más específica a las necesi-dades educativas de cada uno, favoreciendo el máximodesarrollo de sus potencialidades. No nos parece ade-cuado que se diga que la LOCE, por ello, es discrimi-natoria y excluyente. La LOGSE incorporó como pudoen su momento las adaptaciones curriculares, y no diji-mos esto de ella.

Nos parece que articular itinerarios a partir de segun-do ciclo de secundaria puede ayudar también a la moti-vación de alumnos y profesores y mejorar el rendi-miento. Indudablemente pensamos que esta medidadebe responder siempre a criterios pedagógicos, estáclaro; pues orientar a un alumno hacia un itinerario pormotivos disciplinarios o por motivos sociales sería gra-vemente injusto. Para evitarlo, proponemos que seanecesaria la participación en esta decisión de padres,tutores, profesores y, por supuesto, del departamentode orientación. Tres de cada cuatro docentes reclamanitinerarios en esta etapa. En concreto, 72,5 del profeso-rado.

La supresión de la promoción automática recogidaen el artículo 28 del texto legal, a nosotros nos pareceuna medida de sentido común más que de innovacióneducativa. Desde luego que la falta de esfuerzo de losalumnos no se debe solamente a que éstos puedan pro-mocionar de curso. Está claro. Las razones de este pro-blema son mucho más complejas y trascienden el ámbi-to escolar, pero con esta medida se combate esepasotismo de muchos alumnos, que afecta a todos y,por tanto, también a los que se esfuerzan. La supresiónde la promoción automática es una medida demandadapor todos, en nuestra opinión. Y su existencia ha provo-cado situaciones engañosas para padres y alumnos yfrustrantes para los profesores.

Sigo resumiendo. La prueba general de bachilleratoes otra iniciativa de la que se ha hablado ampliamente yha generado posicionamientos muy encontrados. Esevidente que realizar una evaluación a todos los alum-nos que finalizan el bachillerato es útil para diagnosti-car la calidad educativa del sistema y para homologarlos aprendizajes de todos los alumnos que finalizan losestudios de bachillerato. La prueba general por símisma no aumentará la calidad, claro que no, pero seráuna herramienta para medir el nivel de los alumnos ypara poder reorientar luego medidas correctoras.

Necesaria también es la apuesta que se realiza en elproyecto de ley para el aprendizaje de los idiomas,asignatura pendiente hasta ahora en el sistema educati-vo español. La gran mayoría de jóvenes ciudadanoseuropeos cuenta con la ventaja de dominar otros idio-mas, además del propio, a la hora de acceder a un mer-cado laboral tremendamente competitivo.

También nos parece positivo el mayor peso que seda a los contenidos y a las áreas de carácter instrumen-tal. Nos hemos referido antes a ello.

Por primera vez en una ley educativa se incluye unaatención específica para los alumnos con sobredota-ción intelectual. Nos parece también adecuado, lo cele-bramos. Igualmente es la primera vez que se dedica uncapítulo a los derechos y deberes de los padres. Tam-bién es un paso alentador y positivo.

Valoramos muy positivamente la implantación de lagratuidad en la educación infantil. Nos parece algo quela sociedad demandaba desde hace tiempo. La incorpo-ración de la mujer al trabajo exige ofrecer la posibili-dad de escolarizar a los hijos desde las edades más tem-pranas.

Directores. Estamos de acuerdo en el mayor recono-cimiento de la función directiva. La figura del directorde un centro educativo es clave para su funcionamien-to. De ahí que defendamos una mayor profesionaliza-ción de los directivos, dotándoles de medios y forma-ción suficientes.

Profesores. Es un elemento clave en la reforma. Sinellos no es posible un cambio en la educación (sin lospadres, tampoco). Hay que elevar su nivel de motiva-ción, atender sus necesidades de formación y de reco-

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nocimiento social y, en ese sentido, habrá que equipa-rar los sueldos de la pública y de la concertada y procu-rar que no haya diferencias sustanciales entre las dis-tintas comunidades autónomas, sólo he dichosustanciales.

Cualquiera que hubiera propuesto estas medidas, lesrepito, hubiera contado con nuestro apoyo y colabora-ción. Nos parece que son medidas sin signo políticoque afrontan la mejora y el bien de toda la educación.

Para terminar, nuestro posicionamiento y un poconuestra crítica, si es el caso. Los padres somos portado-res de derechos, pero también de deberes. Esto que lesdigo puede parecerles que son lugares comunes, perode ahí va arrancar nuestro posicionamiento también dela participación de los padres en la escuela, en el ámbi-to socioeducativo, político, etcétera.

Nosotros creemos, y así lo decimos sistemáticamen-te a los asociados, que nuestro principal derecho es exi-gir un alto nivel de instrucción para nuestros hijos; espor eso que apoyamos una reforma. Si creemos que deella se va a derivar un más alto nivel de instrucción paranuestros hijos, debemos apoyarla, y no hemos vistonada a la contra que diga que no va a ser así. Nuestroprincipal derecho es exigir eso: un alto nivel de instruc-ción para nuestros hijos. Y, otra cosa, que todos losmomentos y todos los lugares de un centro escolar seconviertan en momentos y espacios educativos. Éste esun derecho que queremos exigir.

De verdad que me ha pasado, y ahora es cuando iba air despacio porque era lo sustantivo. Pero voy a acabar.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):Puede continuar y lo que haremos es dar menos tiempoal final.

El señor SECRETARIO GENERAL DE LACONFEDERACIÓN DE PADRES Y MADRES DEALUMNOS, COFAPA (Trascasa Treviño): Ahoradefiniré muy claramente lo que pensamos: que todoslos momentos y lugares del centro escolar se convier-tan en momentos y espacios educativos: la clase, elrecreo, el comedor, los aseos y los jardines. Y todo esto,señorías, está muy deteriorado, bastante deteriorado.Y resulta que el ámbito fundamental de educación y desocialización de nuestros hijos hasta los 18 años se daen la escuela, después de en nuestra casa. Desde aquítenemos que pedirles que toda la reglamentación legaly posterior vaya en este camino. Los padres tenemosderecho a exigir un altísimo, alto nivel de instrucción, yque todos los momentos y lugares del centro se con-viertan en momentos y espacios educativos.

Pero también reconocemos nuestros deberes, queustedes legalmente o a través de las reglamentacionesposteriores tienen miedo a veces en reclamarnos. Nues-tros deberes como primeros y principales responsablesde la educación de nuestros hijos son: implicarnos acti-vamente en la educación de nuestros hijos. Y éste es un

deber exigible a todos los padres: intentar implicarseactivamente en la educación de los hijos, sea cual sea laescuela a la que llevan a los hijos. La educación escomo el amor verdadero, ni se compra ni se vende, yno sólo para los que pagamos un recibo, sino para aque-llos para los que paga el Estado por nosotros. Es decir,hay que implicarse, no se puede delegar y decir: ahíestá.

Además, los padres tenemos otra obligación (hepuesto dos derechos y dos obligaciones): debemoscolaborar y participar en lo que la escuela nos deman-da. De esta articulación de derechos y deberes debeemanar, a nuestro entender, la ordenación de la partici-pación de los padres en la escuela. Y a nosotros nosparece que no emana de ahí. Esa participación nosparece que ha estado tremendamente instrumentalizaday tremendamente politizada. No es lo mismo lo quehablamos públicamente que lo que hablamos en priva-do con los representantes de los padres de los otrosmodelos de escuela, indudablemente. Nosotros defen-demos una educación de calidad en libertad, para todosy sin discriminación, sea cual sea la ideología de lospadres, sea cual sea su situación económica, sea cualsea su situación cultural. COFAPA apuesta por unaeducación de calidad para todos: para la escuela esta-tal, para la escuela confesional, para la escuela de ini-ciativa civil, pero COFAPA apuesta por ello porque laConstitución y las leyes así lo regulan además. No nosmueve antagonismo alguno con nadie. Nunca desdenuestra asociación hemos hecho un ataque, jamás, ni alos padres de la escuela —podemos decir— pública niestatal, ni a los profesores ni a nadie. ¿Cómo vamos ahacerlo si creemos en la educación? Es que no es desentido común. Pero cuando otros ataques te llegan defrente nos dejan bastante perplejos. Por lo tanto, no nosmueve antagonismo alguno. Creemos que pueden con-fluir armónicamente la red estatal de centros y la de ini-ciativa social y que los derechos y deberes de los padresdeben ser atendidos por las administraciones educati-vas del Estado y de las autonomías. Claro, para unrepresentante de padres de la concertada, al decir auto-nomías siempre nos acordamos de algunas donde senos trató muy duramente.

COFAPA defiende los derechos de los padres, comoles decía. No hay carencias en esa atención. Estamosconvencidos de que la libre concurrencia de escuelasestatales y escuelas de iniciativa social y la consiguien-te elección de los padres beneficia a la escuela, a lasfamilias y a la sociedad en su conjunto. No es la escue-la la que marca o crea diferencias sociales; es la socie-dad. El Estado no puede asumir los derechos de los ciu-dadanos. Poco antes del verano un líder políticoreprochaba a otro en el Congreso de los Diputados—ustedes lo recordarán— que el Estado de bienestares un derecho de los ciudadanos. Pues el principal bie-nestar para los padres, nuestro principal bienestar ynegocio, ¿cuál es? La educación completa y armónica

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de nuestros hijos en el modelo que cada uno elija den-tro del ámbito de la ley, del sentido común, de la Cons-titución, del marco legal existente, pero una educacióncompleta. Nuestros hijos tienen cabeza para estudiar yhay que desarrollar sus capacidades intelectuales; tam-bién tienen un cuerpo, y hay que desarrollar su corpo-reidad; también tienen una voluntad, que es la culturadel esfuerzo, y eso hay que educarlo; también tienenunos sentimientos y fíjense ustedes en la laguna de for-mación que existe en la escuela en cuanto a la atencióndel ámbito de los sentimientos de las personas, tenien-do en cuenta lo importante que es en la configuraciónde la personalidad y en las respuestas de las personas.Ese bienestar los padres lo asociamos, ¿a qué?: a unpacto educativo que podemos hacer con otros padres yunos profesores; un pacto educativo que podemoshacer con otros padres y unos profesores para implicar-nos todos: los padres, los profesores y sus alumnos enun proyecto educativo afín y de calidad en el que cree-mos. Esta es la libertad y el derecho que proclamamos.No proclamamos enseñanza concertada, pública, priva-da, ricos, pobres y todas estas cosas. Proclamamos quelos padres y los profesores se puedan unir en torno a unproyecto educativo afín y de calidad. Esta es la base,entonces, y el origen de la calidad para nosotros. Todoel esfuerzo —y termino ya— que está haciendo Españapara sentar nuestro futuro en firmes bases de libertad,pluralismo y solidaridad, que son garantías de progresoeconómico y social sólido, justo y sostenible, tiene enla educación también una de sus claves fundamentales.Todos aceptamos que haya libertad y solidaridad en laeconomía, en la política y en la cultura. Pues nosotroscreemos que libertad y solidaridad verdaderas son inse-parables en educación. Los compromisos internaciona-les de España, la Constitución y la legislación, tanto laque va a derogarse como la que se propone, afirmancon contundencia esos principios como absolutamentebásicos y proclaman por ello la libertad de elección deproyecto educativo y de centro. Creemos que los pode-res públicos no deben imponer unos u otros centros, nifavorecer más la opción de los ciudadanos por lospúblicos o los privados. Deben, por el contrario, contri-buir eficazmente a remover los obstáculos económicos,sociales o de otro tipo que impidan a los ciudadanoselegir los centros que crean más convenientes. La futu-ra ley de calidad les brinda una oportunidad para ello.Si hubiera una respuesta en este sentido, nosotros pro-pondríamos la revisión de algunas modificaciones en eltexto del proyecto de ley, en concreto los artículos 10,38, 67 y 68, porque es necesario para nosotros quequede claro que se garantiza la gratuidad total en loscentros concertados y el reconocimiento de la demandasocial para otorgar los conciertos.

Finalmente, ante el debate del proyecto de ley orgá-nica de calidad de la enseñanza queremos manifestar-les que nos gustaría que se lograra un pacto de Estadoen materia educativa que librara al sector educativo de

cambios legislativos cada vez que se produzca la alter-nancia política. Para los representantes de COFAPAeste pacto de Estado debería estar precedido de un diá-logo valiente, sereno y eficaz entre todos los compo-nentes de la comunidad educativa.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):¿Grupos que deseen intervenir? (Pausa.) Por Con-vergència i Unió, el señor Martí tiene la palabra.

El señor MARTÍ I GALBIS: Muchas gracias, señorTrascasa, por su presencia en esta Comisión de Educa-ción del Congreso. Quiero, pues, en nombre de migrupo parlamentario darle la bienvenida y agradecerlemuy sinceramente la exposición tan interesante que nosacaba de ofrecer. Solamente querría hacer una muybreve intervención para valorar esa predisposiciónpositiva de su entidad, COFAPA, en relación con lasnecesidades que hay de que esta ley u otro instrumentointervenga para modificar esas deficiencias y esos pro-blemas en el sistema educativo del Estado que todo elmundo más o menos, con matices, reconoce. Por lotanto, creo que es muy importante que su disposiciónsea tan positiva y contenga factores o elementos huma-nísticos de absoluto compromiso de los padres ymadres con el sistema y con la mejora de la calidad dela educación. Teniendo en cuenta que como usted muybien ha dicho al comienzo de su intervención una partede los miembros de su asociación son padres y madresde centros de iniciativa civil, unos privados y otros con-certados, a mí me gustaría que usted concretara unpoco más, si puede, la opinión que COFAPA tiene enrelación con ciertos aspectos del proyecto de ley, enconcreto los artículos 67, 68 y creo que la disposicióntransitoria tercera, que regula la cuestión de los con-ciertos educativos, y también la opinión que le merecena usted las necesidades de financiación que va a tenerla implementación de esta ley. Creemos que es impor-tante conocer la opinión de personas como ustedes, tancomprometidas con el sistema y con las necesidades demejora de la calidad de la enseñanza. Sería interesanteque aparte de la opinión sobre la situación del concier-to o de los conciertos que regula este proyecto de ley,pudiera usted complementar con su opinión si cree queestán suficientemente previstas las cuestiones financie-ras o económicas para la implementación de esta ley enel futuro.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Nieto.

El señor NIETO GONZÁLEZ: Queremos dar lasgracias al señor Trascasa por su comparecencia y porlas cosas que ha dicho, que yo espero que sean útiles ala Comisión en este devenir que iniciamos ahora en la

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tramitación parlamentaria del proyecto de ley llamadode calidad.

Ya he oído que usted está de acuerdo con el conteni-do del proyecto de ley, esa es la impresión que yo hesacado en general, pero al mismo tiempo que ha afir-mado eso, con algún matiz, evidentemente, ha hechoun diagnóstico muy peculiar y ha dicho que hay quereformar el sistema educativo —hay que cambiar porlo tanto el modelo actual— y ha dado una serie de razo-nes para ello. Yo le agradezco que al menos haya hechousted un diagnóstico, ya que la Administración no hadiagnosticado previamente qué problemas tenía, conseriedad y con profundidad, nuestro sistema educativo,para después proponer su reforma. Usted sí lo hahecho. Lo que pasa es que me ha dejado bastante preo-cupado, porque, claro, dice usted que hay que llevar acabo una reforma en profundidad porque el sistema nofunciona y no funciona fundamentalmente, según hadicho usted, por tres cosas: por la desmotivación de losprofesores, porque existe un profundo fracaso escolar,teniendo en cuenta los resultados de nuestro sistemaeducativo, y porque existe falta de comunicación entrepadres y profesores. Lo ha centrado sobre todo en esastres cuestiones y esto me ha dejado preocupado, por-que en el fondo usted está culpando a los profesores.Está diciendo que hay fracaso escolar porque se enseñamal, hay desmotivación. Lo ha dicho, luego leerá ustedel «Diario de Sesiones». Si no es así, acláremelo des-pués. Dice usted que hay desmotivación de los profeso-res. ¿De qué profesores? ¿De los profesores de la ense-ñanza pública? ¿De los profesores de la enseñanzaconcertada? ¿De los profesores de los centros priva-dos? Si están desmotivados, ¿quién tiene la culpa? ¿LaAdministración, el Gobierno? ¿El Gobierno y las admi-nistraciones educativas, que no valoran correctamentey no retribuyen, por lo tanto, debidamente al profesora-do o no articulan una carrera profesional adecuada? Enlos últimos seis años se ha hecho muy poco por partede la Administración y puede ser que los profesores dela enseñanza pública estén desmotivados por la malaatención que el Gobierno del Partido Popular ha tenidocon ellos a lo largo de estos años. En el caso de los pro-fesores de la enseñanza concertada, las culpas podríanser a medias, entre la Administración del Estado, quepaga el salario de los profesores, y la patronal, quenegocia unas condiciones de trabajo determinadas paraestos profesores. En el caso de la enseñanza privada,sería culpa exclusivamente de los dueños de los centrosy en algunos casos de las asociaciones de padres o delos padres que llevan a sus hijos a esos centros y queson los que pagan las cuotas. En fin, ¿quién es el culpa-ble de la desmotivación?

Luego se ha centrado en el fracaso escolar, que diceque es muy alto. El fracaso escolar dentro del sistemaeducativo español no es evidentemente más alto que elque existe en otros sistemas educativos similares alnuestro, y, sin duda, alguna culpa tiene también el

abandono al que ha tenido sometido a nuestro sistemaeducativo la Administración, el actual Gobierno, quelleva ya gestionando mucho tiempo la educación. Pare-ce que llegaron ayer, pero hace seis años que estángobernando el país y evidentemente algo tendránque ver.

Ha hablado después usted de la falta de comunica-ción entre profesores y padres. Yo creo que siempre esbueno que exista comunicación y desde luego se pue-den tomar muchas iniciativas para mejorarla. Usted hadicho que esa falta de comunicación obedece sobretodo a que existen relaciones que están muy deteriora-das, violentas en algunos casos, dentro del espacioescolar, dentro de las aulas, dentro de los patios escola-res, etcétera. Yo no lo veo tan negro, pero si usted tieneesta impresión, me gustaría que dijera a la Comisióncómo cree usted que se puede mejorar esta comunica-ción entre los padres y los profesores, cómo se puedenenmendar estas situaciones que, según usted, son vio-lentas y están contribuyendo a deteriorar esta relación.

En otro orden de cosas, usted ha hecho un repasomuy general del contenido de la ley —ya digo queesencialmente está de acuerdo—. Sin embargo, cuandoanalizo lo que se refiere a la participación de los padres,creo que disminuye en relación con la que tienen reco-nocida con la legislación actual. ¿Usted cree que conesta ley la participación de los padres, y por lo tanto elpeso que estos van a tener en la gestión y control delsistema educativo español, mejora o empeora? Dígamecuál es su opinión. ¿Considera que mejora la situacióno empeora, y por qué, según la explicación que nosvaya a dar en un sentido o en otro?

Ha insistido mucho —y yo en el fondo tengo queestar de acuerdo— en que los padres son una parteesencial en el proceso educativo. Las familias, comousted ha dicho, juegan un papel muy importante, peroen algunos casos a las familias hay que ayudarlas, hayque tomar una serie de medidas positivas para que pue-dan implicarse más en la educación de sus hijos y en laparticipación en el centro escolar en el que están sushijos o implicarse más en el conjunto del sistema edu-cativo. Por eso le preguntaría en este sentido dos o trescosas muy sencillas. Primera: ¿qué le parece una pro-puesta que el Grupo Parlamentario Socialista ha hechoen relación con la reducción de jornada laboral paraque aquellos padres que tienen hijos con problemasescolares puedan dedicar más tiempo a ayudar a sushijos a salir de esa situación? Luego, en relación a otrotipo de ayudas, le preguntaría qué opinión tiene usteden relación con que los centros escolares, aparte deestar abiertos en el horario escolar, se abran en otroshorarios, más amplios, también como una forma deayuda a las familias, antes del inicio de las clases o conposterioridad a la finalización de las mismas. Dentro deeste capítulo le preguntaría qué opinión tiene ustedsobre las ayudas que reciben los centros a través de estaley en lo que se refiere a las actividades complementa-

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rias que los centros necesariamente deben realizar paracomplementar su labor educativa. ¿Qué opinión tieneusted en relación con los libros de texto? ¿Deben sergratuitos, no deben ser gratuitos, dentro, al menos, dela enseñanza obligatoria? Me gustaría que me diera suopinión también en relación con el artículo 10, quehace referencia a la gratuidad de la educación infantil.¿Es su organización partidaria de la gratuidad en estetramo de la enseñanza, que es una enseñanza no obli-gatoria? ¿Son ustedes partidarios de que se financie alcien por cien, con un concierto como en la enseñanzaobligatoria este tramo de la educación?

Finalmente, es quizá una curiosidad por mi parte,quisiera saber cuál es su opinión sobre el contenido delartículo 5, y es la última pregunta que le hago. Elartículo 5 se refiere a premios y reconocimientos.Habla de premiar la excelencia, el especial esfuerzo yel rendimiento académico de los alumnos, así como delos profesores, centros, etcétera. A mí esto me pareceun poco una Operación Triunfo escolar, como la que sehace en televisión con otros fines. Me gustaría que mediera su opinión sobre estas medidas que se recogen eneste artículo, qué le parecen a usted y cómo se puedenimplementar, cómo se pueden poner en marcha, si esque tiene alguna idea sobre ello. Se lo agradecería.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor GuerraZunzunegui.

El señor GUERRA ZUNZUNEGUI: Sean mis pri-meras palabras para dar la bienvenida al señor Trasca-sa, que representa a COFAPA y nos ha dicho que a800.000 alumnos, que es una cifra importante en estepaís.

Realmente las ideas que ha expuesto coinciden engran parte con las que desarrolla el proyecto de ley. Hacitado, por ejemplo, el informe Idea, del señor Marche-si, que da una serie de datos. Cuando a veces se diceaquí que de dónde se sacan los datos para hablar de unfracaso escolar del 25 por ciento, etcétera, pues, apartedel INCE, que es lo oficial y lo más importante, sesacan de informes como Idea, y no creo que el señorMarchesi sea sospechoso de querer ayudar al Gobier-no. El fracaso escolar es un hecho y, por cierto, comose ha dicho aquí, no similar al de los demás países de laUnión Europea. Yo no sé ni qué documentación se leeni qué documentación se aporta, o si es que se lee y nose entiende, porque realmente desde el 11 por ciento,por ejemplo, de Alemania, hasta el 16, que es la mediade los países europeos, si nos quedamos tan conformescon que nosotros estemos en un 23, 25 ó 26, me daigual... Por otra parte, se dice que por qué no se hantomado medidas en estos seis años. Pues porque seestaba haciendo el desarrollo de la aplicación de laLOGSE y había que esperar, no fuera a ser que nos

hubiésemos adelantado en un momento en que dichodesarrollo se estuviera terminando. Creo que en prime-ro de bachillerato están alumnos LOGSE; los de segun-do de bachillerato irán al plan anterior. Por lo tanto, nose podía. En todas las legislaciones y en todas las nor-mativas de educación hay que esperar unos años. Yo oídecir a una diputada socialista, inteligente y que cono-ce el tema, que era de libro que cada diez años hay quecambiar los sistemas educativos. Yo no lo encuentro delibro; lo que pienso es que hay que atenerse a lo quehay, hay que ver por dónde va, hay que ver cómo pro-gresa el mundo, igual que ocurre con las nuevas tecno-logías en estos momentos, hay que adaptar a nuestrosalumnos, etcétera.

Ha mencionado una cosa muy interesante, que es elplan nacional de la lengua. Efectivamente, hay dos pro-blemas tremendos en general en nuestra juventud y ennuestros niños, uno de los cuales es la llamada lecturacomprensiva. Yo haría una prueba en cualquier institutoo en cualquier colegio privado o de iniciativa socialpara que un chico o una chica de 11 años leyera dospáginas y luego hiciera una exposición sobre lo que haleído. Verían ustedes que un 80 por ciento no les van acontestar —habrá un 20 por ciento que sí—. Luego enrelación con un plan nacional de lectura ya se estánhaciendo esfuerzos, aunque todos queremos más ynecesitaríamos más dinero para él, pero, en fin, esta-mos en ello y un plan nacional de enseñanza de la len-gua es fundamental.

En cuanto a la violencia, ha dicho el señor Trascasaque en nuestro país todavía no hay una situación comopor ejemplo hemos visto en Francia y otros países, peroes indudable que hay que atajarla y que esta violenciageneralmente se efectúa entre chicos y chicas de 15 y16 años que no quieren seguir sus estudios, que tampo-co se van a garantía social —ya hablaremos de lo degarantía social, que era una especie de cajón no dema-siado social, a pesar de su nombre.

Después nos ha indicado las aportaciones positivasdel proyecto de ley y hay una cosa que sí le pregunta-ría, porque ha dicho que hace seis meses tuvieron yalos primeros contactos y remitieron información sobrecuáles eran sus posiciones, lo que demuestra que estaha sido la ley de educación que más se ha debatido conla sociedad. Es decir, desde hace seis meses esta aso-ciación y otras que han venido por aquí, sindicatos,etcétera, vienen estudiando primero el documento debases, posteriormente el anteproyecto, etcétera. Estaley, cuando se termine por parte del Parlamento en elmes de diciembre, habrá llevado tras de sí ocho o nuevemeses de diálogo y de concertación en unos casos, enotros no ha sido posible. Usted ha pedido algo quetodos hubiéramos querido, el pacto de Estado en mate-ria de educación. Yo no sé si estaba usted —no en laconfederación, porque nos ha dicho que en el año 1990todavía no existía— en estas lides, pero eso es lo quenos hubiese gustado en el año 1990 con la LOGSE. Yo

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recuerdo perfectamente cómo se intentó por todos losmedios, incluso por el vicepresidente que preside enestos momentos, en el Senado, con el ministro deentonces, llegar a un acuerdo, porque entendíamos quelos temas de educación están por encima de otras mate-rias. Por ejemplo, el Gobierno francés de izquierdaanterior ha intentado hacer una reforma, sobre la cualel centro derecha le ha dicho en qué estaba de acuerdoy en qué no lo estaba. Es indudable que sería lo ideal,pero si bien hay algunos partidos que han dicho: anosotros nos parece bien esto, esto y esto y disentimosen estos otros temas, desgraciadamente otros han dichono, no, no, pero a cosas como, por ejemplo, la necesi-dad de la cultura del esfuerzo, que un chico o una chica,con siete asignaturas pendientes en el primero de laESO, no puede pasar a segundo. Tiene que haber prue-bas extraordinarias, como aquí se prevé. Es decir, siquitamos la cultura del esfuerzo, eso tiene que estarcomplementado indudablemente con un apoyo mayor aaquellos que, no por capacidad de inteligencia, sinoporque provienen de familias desestructuradas o tienenalgunos problemas no solamente familiares sino de otrotipo, lo necesitan.

Me alegro también enormemente que haya indicadolo de los itinerarios. No sé si se ha repartido un informe—me parece que sí, porque se sacaron fotocopias— delos países de la Unión Europea que tienen itinerarios,que son prácticamente todos, y a partir de qué edad.Eso es lo que integra mucho más en el sistema, es lamanera de integrar y no lo que se pretende decir, queeso lo que hace es echar fuera del sistema a una seriede alumnos.

Finalmente, abundo en una de las preguntas que lehan hecho anteriormente, sobre la gratuidad entre los 3y 6 años, cuál es la posición. No le pregunto por elartículo 5 ni lo comparo con la Operación Triunfo, por-que cuando hablamos de educación no me parece serio,pero sí por otro tema, que es el de la elección de losdirectores —no sé si se ha manifestado al respecto—,especialmente en la pública.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):Para contestar a los portavoces, tiene la palabra el señorTrascasa.

El señor SECRETARIO GENERAL DE LACONFEDERACIÓN DE PADRES Y MADRES DEALUMNOS, COFAPA (Trascasa Temiño): SeñorMartí, me preguntaba mi opinión en relación conaspectos concretos de los artículos 67 y 68. La verdades que venía lleno de papeles y de estadísticas y he pen-sado al salir de mi trabajo profesional que debía dejar-las, porque lo que debía traer es el pensamiento y laopinión de los padres. También he dejado lo que teníasobre este tema. La redacción que nosotros propondría-mos en el artículo 67 sería: Para el sostenimiento decentros privados con fondos públicos —que es el

quid—, se establecerá un régimen de conciertos al quepodrán acogerse aquellos centros privados que enorden a la prestación del servicio de interés público dela educación impartan las enseñanzas declaradas gra-tuitas en la presente ley, siempre que por acreditardemandas efectivas de escolarización, dirigidas a ellos,así lo soliciten y reúnan los requisitos previstos en lasleyes educativas. A tal efecto, los citados centros debe-rán formalizar con la Administración educativa queproceda el pertinente concierto. Ahí ha quedado de ver-dad explicitada la pequeña aportación. En el punto 5 deese mismo artículo diríamos: Tendrán preferencia paraacogerse al régimen de conciertos aquellos centros queimpartan la enseñanza básica, atiendan a poblacionesescolares de condiciones sociales y económicas desfa-vorables o que realicen experiencias de interés pedagó-gico para el sistema educativo. Además tendrán prefe-rencia aquellos centros que, en régimen de cooperativa,cumplan con las finalidades anteriormente señaladas.Las administraciones educativas tendrán en cuenta lademanda social de las plazas escolares en los centros.En realidad es nuevamente una proclama por la liber-tad: la demanda social, porque teóricamente ustedeslegislan, me parece, además de con respeto a las leyesy a la Constitución por supuesto, en un ámbito de liber-tad recogido en la propia Constitución y en esas leyes,teniendo en cuenta nuestra demanda social, recono-ciendo los derechos de libertad. Eso es un poco lo quehemos plasmado en el artículo 67.

El artículo 68.2 termina hablando de los módulos delos conciertos. Diríamos: En el citado módulo, cuyacuantía asegurará que la enseñanza básica se impartaen condiciones de gratuidad, se diferenciarán lassiguientes cantidades, que se fijarán en cuantías equi-valentes a las de los mismos costos de los centrospúblicos próximos o similares, con las modulacionesque se establezcan, en su caso, en esta misma ley. En elpunto 8 de ese artículo 68, diríamos: En tanto no seaposible aplicar la igualdad —porque ahora no es posi-ble; la discriminación ahora no la están teniendo, encuanto a costes del Estado, los centros públicos respec-to a los privados, sino los centros concertados respectoa los públicos, y no he traído las estadísticas, porque yono soy un técnico en educación, yo soy un padre, aun-que el día que me inviten a un debate más técnico, auncomo padre, traeré todas las estadísticas, que todostenemos, con menos tiempo y más esfuerzo— con loscentros públicos —que determina el artículo 3, porquelo dice el texto de la ley—, los centros concertados—y les explicaré por qué decimos esto los padres—podrán percibir cuotas complementarias por la diferen-cia de todos los usuarios que rebasen el nivel de rentafamiliar que se fije reglamentariamente. Porque, seño-rías, ¿qué hace un gestor en un centro concertado? ¿Esun mago? 3.600 euros/alumno, alguna comunidadautónoma, coste puesto escolar; módulos de los con-ciertos, 300.000 pesetas, grosso modo. ¿Cómo nos da

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calidad un centro concertado a los padres? ¿Siendo elgestor un mago? ¿Siendo el otro un inútil? No, nunca,luego responderé. Jamás atacaría, lo he dicho desde elprincipio, a nadie, ni a un profesor, ni a un padre, ni dela pública, ni de la privada, porque eso sería un errorgarrafal, iría en contra de nuestro posicionamiento.Pero entonces, ¿el uno es un inútil? No. ¿El otro es unmago? No. Entonces, ¿dónde está el quid de la cues-tión? Pues lo que es vox populi: que muchos padres tie-nen que atender con aportaciones personales a aquelloque el centro necesita para cubrir al menos el coste delconcierto. Ustedes tienen —lo sé porque el otro día melo facilitaron, aunque tampoco he querido traerlo— unestudio interesantísimo —de la Universidad de Vic,creo que es— sobre estas situaciones.

Respecto a la necesidad de financiación, aquí ya—yo soy un profano— me pilla usted, pero le voy aresponder con humildad: hay que rentabilizar los recur-sos. Lo que ahora nos dicen a nosotros los directores delos centros concertados es que si los módulos subieranautomáticamente a 600.000 pesetas —el presidentePujol también ha hecho declaraciones en algúnmomento de reconocimiento de que ése es el coste deun puesto escolar—, les sería muchísimo más fácilgarantizar la calidad de la educación en los centros con-certados. Por tanto, habrá que optimizar y rentabilizarlos recursos, porque parece ser que con ese mismodinero esta escuela concertada se comprometería a darniveles mucho más altos de calidad. Piense que, grossomodo, 4.600.000 alumnos están en la escuela pública y2.300.000 ó 2.400.000 están en la escuela privada oconcertada. El número de profesores para esos4.600.000 alumnos en la escuela pública son 400.000;el número de profesores para ese 50 por ciento son140.000. No es el motivo de mi comparecencia, pero esque los padres no estamos pidiendo ningún privilegiopara nadie, estamos pidiendo calidad de educación paratodos los padres.

¿Qué queremos hacer con los conciertos o con lalegislación: evitar las desigualdades sociales? Señorías,las desigualdades sociales no se crean en la escuela, lasgenera la sociedad. Hablo de memoria, y por tanto mepuedo pasar también en mis palabras, como el señorNieto dice que me he pasado, que ya comprobaremos,pero de la literatura educativa, que siempre me ha inte-resado, puedo decirle que hace 8, 10, 12 ó 15 años, sedio en Suecia una situación que yo recuerdo: un primerministro —Karsen creo que se llamaba— socialista yuna ministra procedente del Partido Comunista, ImnaJohansson, profesora de matemáticas de un institutodijeron: En la campaña electoral retiraremos el chequeescolar de todos los centros. En la realidad se multipli-có por cuatro el cheque escolar. Imna dijo: No nosengañemos, lo que va a facilitar el cheque escolar es laintegración de todos en la escuela. ¿Ustedes saben loque es EFECOT? Pues son los padres de los niñosferiantes, gitanos o payos. La Unión Europea ha dado

programas para ayuda de formación a estos padres, quetienen unos problemas de escolarización enormes. EnEspaña se ha hecho un proyecto, lo ha hecho mi fede-ración. No lo digo para destacarlo porque tampocosabía que iba a salir esto. Hemos ido a Córdoba, aAguilar, y allí hemos estado, financiados por la UniónEuropea. No lo han hecho los demás. No habrán podi-do, no pasa nada. Es decir, lo que está claro es que en laeducación que damos a los hijos la solidaridad debeexistir y la equidad también, y hay que empezar siem-pre por los más desfavorecidos. Pero no hay quemachacar a nadie, las libertades no deben machacarse.Le he respondido como he podido, señor Martín. EnCOFAPA existe una federación catalana, se llamaFAPEL, que integra a 300 escuelas de este tipo de cole-gios, escuelas concertadas no profesionales.

Señor Nieto, muchas gracias, porque me ha comen-tado un montón de cosas, y usted es un experto. Yo solosoy un padre y trataré de responderle como pueda.Puede ser que alguna palabra se me haya desvariado,aunque no tanto, porque también soy filólogo y lasmido un poco, aunque aquí he venido con toda confian-za, y ustedes lo han visto, simplemente a hablar comopadre. He participado a veces en debates en los queestaba la escuela pública y la escuela católica, y jamáshe faltado a Maite Pina, a Lali Vaquero ni a nadie. Yo ledecía con tiempo —y he estado fuera de Madrid puescasi desde que ustedes me avisaron—, que para hab larde la necesidad de una reforma había temas sustancia-les o profundos en cuatro ámbitos que a mí me parecíaimportantes. Uno es la desmotivación de los profeso-res. Si el profesor no está contento e implicado en laeducación, rinde poco. He citado encuestas de ellosmismos, a las que el señor Guerra hacía referencia, ydicen sobre la desmotivación que lo que más les afectaes la falta de preparación técnica metodológica y laindisciplina. Y eso es verdad, porque cuando un chavalinsulta a un adulto, cuando el padre encima viene y lepega la bronca, ¿cómo se va a sentir? Yo he intentadohablar sobre esto con cientos de profesores de la ense-ñanza pública, de la concertada y de la privada, y mehan asegurado que es así. Y me han dicho profesores,en algunos centros —y no los voy a diferenciar, porquetodos son iguales a estos efectos—: Yo ya no me com-plico la vida. Apruebo, y punto. Yo me refería a esa des-motivación, sin más, como un hecho evidente.

Usted me ha dicho que ataco a los profesores. Deninguna de las maneras. Yo no he dicho que se enseñamal, y me remito al «Diario de Sesiones». Lo que hedicho es que, hablando del plan de lengua y del recono-cimiento de los profesores, falta preparación técnica ymetodológica para enseñar áreas instrumentales, comoes la lengua, realmente complejas. Eso es así, y lo reco-nocen los profesores, y en realidad esa es una de lascausas, entre las muchas que se han citado, que estánllevando a impedir un progreso mayor en algunas áreasinstrumentales. La educación infantil, por la que me

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han preguntado y sobre la que hablaré, es vital y tras-cendental para el desarrollo intelectual posterior de laspersonas. La configuración neuronal se lleva a cabo enun 70 por ciento en esos años, por lo que lo que allíocurra va a tener una gran trascendencia. Antes setomaba como guarderías u otras cosas. Hoy sabemosque es de la mayor importancia. Piense usted que cuan-do en el año setenta empezaron a comprobar el fracasoescolar en Estados Unidos, lo primero que hicieron fueun plan nacional de enseñanza de la lengua y dijeronsin tapujos que los universitarios eran incapaces deredactar tres párrafos seguidos bien puntuados, conideas principales, etcétera. Y esto es lo que parece quenos ocurre también a nosotros. Respecto a la indisciplinay la violencia, se constata que se producen, aunque voy alos asuntos concretos. También se comprueba la falta derelación entre padres y profesores. En todos los paíseseuropeos están aplicando una palabra, partnership, ydicen que esa es la solución. Yo estoy convencido deque aquí está la solución.

Respecto a las preguntas concretas, ya he aclaradoque nunca he atacado a los profesores. La siguiente serefería a quién tiene la culpa de la desmotivación. Yo ledigo que todos: el alumno, que cree que todo vale y quepuede faltar gravemente al respeto al profesor y decirleque es idiota o hacer gestos obscenos, cualquier cosa.Hay otra cosa que puede minar mucho más. Hasta elaño 1992 ejercí la docencia media y universitaria, y notengo tanto dominio ahora efectivamente de todo aque-llo, pero sí le puedo decir que había profesores en cuyaclase, de lengua, de matemáticas, de historia, el mur-mullo no cesaba. Eso mina la autoestima de cualquierpersona y le crea unas dificultades enormes para incor-porar medidas disciplinarias que pudieran ser rechaza-das o que simplemente no eran posibles. Esta es unarealidad. ¿Quién tiene la culpa? Todos. Los alumnos,que conscientemente y en uso de su libertad saben desobra que eso fastidia y molesta. Los padres que nosaben educar e inculcar el respeto a los profesores, quees vital, y que incluso el día que el profesor ha tenidouna palabra un poco más dura, en vez de hablar perso-nalmente con él, montan en el pasillo una gresca. Todostenemos la culpa. Ellos mismos, algunos, porque es unaprofesión que hay que vivir. La educación no es sola-mente una transmisión de contenidos, eso está clarísi-mo. Los padres tenemos un problema, y es que ama-mos apasionadamente a nuestros hijos, y en ese ámbitode socialización los profesores nos enseñan a objetivarla situación. Hay una relación fluida y real, eso que sellaman tutorías, pero hay que ejercitarla, es una rela-ción permanente del padre con el profesor, que hacever su estímulo, su educación, sus valores, etcétera.Pues bien, decía, los padres tenemos una responsabili-dad grande en educar a nuestros hijos y hay que cum-plirla. Si el profesor es un gran profesional y lleva muybien preparada la lección, si es ordenado y puntual, sirespeta a los chicos tratándoles adecuadamente, etcéte-

ra, normalmente suele haber una respuesta. Todos tene-mos la culpa. Pero no se trata de acusarnos, sino dereconocer que todos debemos aportar soluciones.

La falta de comunicación entre padres y profesorespuede ser un factor de fracaso escolar. Aquí puede estarla clave de todo. ¿Cómo controlan los centros que pue-den el fracaso escolar? ¿Cómo consiguen muchos cen-tros el 98 por ciento de selectividad todos los años ensus colegios? Creo que la respuesta está clara: unospadres que se preocupan, unos profesores que se preo-cupan, unas reuniones periódicas que detectan los pro-blemas y desde luego esfuerzo y sacrificio. Yo tengohijos, uno de los cuales está en cuarto de Ingenieros yotro que tiene nueve años, y cada uno es distinto aun-que son del mismo padre y la madre. Y se ve el resulta-do del esfuerzo. Es verdad que hay falta de comunica-ción, pero ahora mismo toda Europa está propugnandoel partnership o relación padres y profesores comoforma de lucha contra la indisciplina, la violencia, elfracaso escolar, etcétera.

Respecto a la participación de los padres y a si elpeso en la gestión y control mejora o empeora, me heperdido un poco. Lo que quería decir es que he vistomucha politización en la participación. Nos han pre-guntado por la elección de directores y preguntas deeste tipo, y lo que les digo es que lo que a nosotros nosinteresa es que la escuela dé calidad y que en la direc-ción haya un gran profesional y gran competente. Y loque le puedo decir, señoría, es que normalmente nin-gún padre tiene conocimiento de la competencia de esedirector, excepto de por la buena marcha que lleva elcolegio, una vez que lleve un año y se vayan viendo lasrespuestas. Por tanto, en el colegio privado y concerta-do la titularidad pone al director, y nadie es tonto,ponen al mejor que tienen, porque debe sacar adelanteese negocio, esa realidad, ese reto.

En cuanto a que hay que ayudar a las familias, estoytotalmente de acuerdo. Respecto a mi opinión acercade la reducción de jornada, yo quiero ser tremendamen-te respetuoso. Además, las clases con 15 alumnos, envez de con 30, etcétera. Señoría, si multiplicamos 4,5 yduplicamos el PIB, estupendo. ¿Y para todos? Pues eslo suyo, me parece muy bien. Pero es que, como ledecía antes, el problema no es la reducción de jornada,porque la gente trabaja ocho horas y no va al colegio,los que no van, perdón, yo sé que les estoy hablandocoloquialmente. El problema del padre que tiene unhijo con fracaso escolar ha sido motivado en muchoscasos por una despreocupación generalizada desde elcomienzo. Fíjese en el famoso foso que crea la escuelacuando se pasa de los siete a los ocho. No pasa nada,simplemente no sabe multiplicar ni dividir, cometemuchas faltas de ortografía y lee muy mal pero pasa acuarto de primaria y a quinto. Ahí no suele ocurrirnada: un niño solitario, que llama la atención, un pocoarrinconado. Lo que pasa es que con doce o trece años,esto es un explosivo y luego sale todo lo demás. Lo que

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pienso es que algunas cosas me han parecido, señoría,con todos los respetos, oportunistas. Respecto a mi opi-nión sobre abrir los centros escolares, le digo lo mismo:ojalá, pero todo tiene costes. Yo creo que hay queempezar por arreglar las cosas, bueno, primero las másgraves, y lo más importante es que un centro escolar esun espacio socioeducativo, señoría, y en ese espaciosocioeducativo tienen que estar implicados los padres,los profesores y los alumnos. Vamos a reunirles y a vercómo se lleva a cabo esa participación, porque eso esde todos. Si va usted a los centros, pase a los aseos. ¿Dequién es ese centro? Porque hay latas de sardinas y decoca-cola y papeles. Digo en muchos centros, no entodos. En otros centros todo está limpio. Hay espaciossocioeducativos, de relación y de educación que edu-can y otros que, por problemas de todos, de los padres,de los profesores y de los alumnos, no educan. Y, desdeluego, como unos profesores no hayan elegido con lospadres un proyecto educativo, es como si nos pidierana nosotros que todos fuéramos del Madrid, del Barça, odel Atlético de Madrid. Es imposible. Respecto a lagratuidad en infantil, ya me he definido. La gratuidaden infantil y en todo, porque todos los ciudadanos soniguales ante la ley.

Señor Guerra, respecto al pacto de Estado en materiade educación, siempre que hemos salido del ministerio,cuando hemos sido convocados, nos hemos cruzado enlas escaleras con la escuela confesional y con la escue-la pública. Es decir, nunca hemos sido convocadosnosotros solos, y hemos participado desde hace bastan-tes meses. La gratuidad de 3 a 6 años, cómo no, meparece de justicia, me parece un avance por el que leshemos felicitado. Y respecto a los directores, nosotroscreemos en la profesionalización. Creemos además queparticipar exige también responsabilidad. Es decir, sielejimos al director y no tenemos ninguna responsabili-dad, maticemos esa participación en la elección.Alguien tiene que ser responsable subsidiario del direc-tor. ¿Quién es? La Administración? ¿El inspector? Puespongan a un director que sea bueno. Lo que pasa es quecreo que nosotros tenemos un derecho que es controlaresa gestión y, por tanto, hacer llegar a la Administra-ción correspondiente nuestras quejas o nuestra satisfac-ción. Eso es lo que pienso sobre la elección de direc-tores.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):Muchas gracias, señor Trascasa, secretario de COFAPA,por su colaboración con esta Comisión. Quiero reite-rárselo en nombre de la Comisión una vez más.

Anuncio a la Comisión que, por causas que esta Pre-sidencia desconoce pero que parecen estar motivadaspor problemas de transporte, no puede estar aquí pre-sente a esta hora para comparecer doña Marta Mata iGarriga, como estaba previsto.

Por lo tanto, con la comparecencia del señor Trasca-sa damos por finalizadas las comparecencias celebra-

das ante esta Comisión de Educación en relación con latramitación del proyecto de ley de calidad, y anuncioque a partir de las dos de la tarde la Comisión de Edu-cación celebrará en esta misma sala las comparecen-cias de la tramitación del proyecto de ley de Presupues-tos Generales del Estado, empezando con el secretariode Estado de Cultura. (La señora Valcarce Garcíapide la palabra.)

La señora Valcarce pide la palabra y la tiene.

La señora VALCARCE GARCÍA: Quiero hacerconstar la imposibilidad de comparecer ante esta Comi-sión de Educación, Cultura y Deporte del Congreso delos Diputados de doña Marta Mata i Garriga, por razo-nes ajenas totalmente a su voluntad que se refieren altransporte aéreo desde Barcelona.

La señora Mata i Garriga quiere agradecer a laComisión su invitación a participar en las comparecen-cias del trámite en el proyecto de ley de Calidad de laEducación, y además quiere hacer constar que enviaráel texto que había preparado para su comparecenciaen la Cámara. El Grupo Parlamentario Socialista, porlo tanto, pide a la Presidencia que, una vez que lleguea la Comisión el texto de la comparecencia de la seño-ra Mata i Garriga, lo haga llegar a todos los miembrosde la Comisión para su conocimiento, porque estamosseguros de que el prestigio pedagógico de la señoraMata i Garriga la hacen acreedora no sólo de compa-recer, sino que además creemos que su texto enrique-cerá los trabajos de esta Comisión, por lo que serámuy bien recibido por todos los miembros de laComisión.

El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Rozada):La presidencia así lo hará, con extrema puntualidad.(El señor Guerra Zunzunegui pide la palabra.)

Señor Guerra Zunzunegui.

El señor GUERRA ZUNZUNEGUI: Señor presi-dente, comprendemos que la señora Mata no puedacomparecer por problemas que no son de su voluntad.Ahora bien, en estas comparecencias lo importante noes sólo lo que dice el compareciente, que es muyimportante, sino también las preguntas que se le hacenal compareciente y las contestaciones que da al efecto.No se ha hecho nunca en anteriores comparecencias,de la Ley de formación profesional o del cine, etcétera,que se remitiera el texto del compareciente que no hayapodido venir, por las razones que fuera, y se adjuntaraen el orden del día. Porque en ese caso, con prescindirde las comparecencias y mandar a cada uno su docu-mento, estaríamos al cabo en la calle, yo creo que loimportante es lo que cada uno de los grupos pregunta alcompareciente.

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El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Roza-da): Sí, señor Guerra Zunzunegui. En todo caso, lapresidencia lo había asumido porque me parece que,independientemente del uso que haga cada grupoparlamentario, siempre es interesante y es buenotener materia para seguir estudiando. En este caso nose puede celebrar la comparecencia, como le hubieragustado, tal y como explica la portavoz señora Val-carce, y debo decirle que esta presidencia le agrade-ce en todo caso el esfuerzo que pueda hacer para que

el envío del texto llegue a la sede del Congreso delos Diputados.

Se suspende la sesión.

Era la una y veinticinco minutos de la tarde.

Nota.—El presente «Diario de Sesiones», de la Comisión de Edu-cación, Cultura y Deporte, del miércoles 9 de octubre de 2002,no guarda relación cronológica habitual, con el fin de no retrasarla publicación de los «Diarios de Sesiones» ya elaborados.

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