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El discurso político contemporáneo en Latinoamérica: el Programa Aló Presidente

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Alicia Elizundia

Universidad Iberoamericana del Ecuador

2013

El discurso político contemporáneo en Latinoamérica: el Programa Aló Presidente

Universidad Iberoamericana del Ecuador (UNIB.E).Av. Colón y 9 de Octubre N25-12, Quito.www.unibe.edu.ec Rector: Dr. Jaime Castro. EL DISCURSO POLÍTICO EN LATINOAMÉRICA: EL PROGRAMA ALÓ PRESIDENTE.Primera Edición, diciembre de 2013, 250 ejemplares.Autor: Dra. Alicia Elizundia.Editor general: MSc. Patricio Yánez, Director INCYT-UNIB.E.Diseño y realización: INCYT-UNIB.E. La presente publicación ha sido posible gracias a un profundo proceso investigativo de la autora y los soportes academicos de la Universidad Iberoamericana del Ecuador (UNIB.E) y del Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (INCYT-UNIB.E).

Publicado por:

Derechos reservados: © Universidad Iberoamericana del Ecuador.ISBN UNIB.E: 978-9942-9924-6-8

Los criterios emitidos en la presente obra, así como también los contenidos, ideas, análisis, conclusiones y propuesta(s) son de exclusiva responsabilidad de la autora.La reproducción del presente trabajo puede realizarse con fines educativos y otros fines no comerciales, previa la autorización respectiva escrita por parte de la UNIB.E.

Citación:Elizundia, A. (2013). El discurso político en Latinoamérica: el Programa Aló

Presidente. Editado por P. Yánez. Universidad Iberoamericana del Ecuador. Quito. 182 pp.

Impresión: OFFSET CHÁVEZ, [email protected], Quito-Ecuador.

Publicación arbitrada de la Universidad Iberoamericana del Ecuador.

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PRESENTACIÓN El presente libro, de Alicia Elizundia, es un texto que, debido a los sucesos ocurridos a lo largo de 2013 en la hermana República Bolivariana de Venezuela, termina convirtiéndose no solo en un documento que refleja y analiza el carácter comunicacional que tuvo el Gobierno de Hugo Chávez, materializado a través de su propio líder, sino también en un texto de carácter histórico: al describir los sucesos más importantes ocurridos en los primeros diez años de la Presidencia de Hugo Chávez (1999-2009). Esta obra cobra una importancia mayor, triste y paradójicamente, debido al fallecimiento de este líder latinoamericano, ocurrido a comienzos de 2013. En el decurrir de sus páginas, el texto nos brinda un análisis técnico exhaustivo de la capacidad discursiva y comunicacional de Chávez y enfatiza en el uso que efectuó de su, posiblemente preferido, instrumento de comunicación: el Programa Aló Presidente. Un Programa que como enuncia Elizundia revela “un discurso marcado por un profundo carácter pedagógico, en lo político, ideológico, cultural, ético y participativo, que se radicaliza en la misma medida que avanza el proceso de maduración del gobierno chavista; en el que el discursante tiene muy en cuenta la función ideológica de la cultura y su socialización a través de los medios, todo ello dirigido a transformar en el individuo el ‘sentido común’ en ‘buen sentido’, en función de fomentar un pensamiento crítico, transformador y contrahegemónico en el auditorio”. Cabe también mencionar que la presente obra constituye un texto de lectura altamente recomendada para chavistas y no chavistas de Latinoamérica, para partidarios del socialismo del siglo XXI y sus

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detractores; ya que nos ilustra y educa de manera pausada sobre un proceso comunicacional que se ha vuelto recurrente en varios lugares de nuestra América Latina contemporánea. Patricio Yánez Director del Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas Universidad Iberoamericana del Ecuador. Quito.

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AGRADECIMIENTOS A la Universidad Iberoamericana del Ecuador y a su Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, que colaboraron con la edición y preparación de la presente publicación. A la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Habana, y a la memoria de su decano, el Dr. Julio García Luis, a quién admiré desde mis años de estudiante universitaria. Mi agradecimiento por sus precisiones certeras, su paciencia y el entusiasmo que le impregnó a este sueño, de que periodistas en ejercicio nos adentráramos en el camino de la ciencia. A la Dra. María de los Ángeles González Borges, profesora de la Universidad de La Habana, siempre de su mano en toda mi formación profesional. Mi admiración y agradecimiento por su consagración y entrega al magisterio, por todo el tiempo que me dedicó y sus acertadas recomendaciones. A mi esposo Boris Mesa, sosiego y luz en los momentos de tormenta; sostén en los de cansancio; mi consultor más cercano y emergente. A mi hija Claudia, por su paciencia y comprensión, y por ser un aliento en cada despertar. A mi hermana Nancy, por sus atinados consejos de cada noche. A la Emisora Provincial CMHW, por el apoyo brindado para que esta investigación se hiciera realidad. A la Dra. Miriam Rodríguez, de la Universidad de La Habana, mi profesora de siempre. Mi eterna gratitud por sus sabias lecciones y apoyo.

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A Helena Salcedo, directora de Radio Nacional de Venezuela, por su decisiva ayuda desde la distancia, y a la profesora de la Universidad Central de Venezuela, Lic. Olga Dragnic. Al teórico holandés, Teun Van Dijk, quien con asombrosa inmediatez nunca dejó de contestar a ninguno de mis mensajes. Toda una lección de conocimiento y humildad de su parte. Al maestro de periodismo, Guillermo Cabrera, por facilitarme realizar este sueño. Al amigo, Wunsch Joel, por sus buenas energías y apoyo en los momentos difíciles. A mi amigo, Jorge García, diseñador del periódico Vanguardia (Santa Clara, Cuba), por su incondicional ayuda. A los profesores de la Universidad Central de las Villas y el Instituto Pedagógico Félix Varela de Villa Clara (Cuba): los doctores Graciela Urías y Ricardo Pino.

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DEDICATORIA

A quienes han hecho que mi paso por la vida sea más pleno y feliz: A mi hija Claudia, por iluminarme.

A Boris, por hacer juntos caminos al andar. A mis padres y hermanos, por sus lecciones de entrega y constancia.

A mis maestros, por encausarme en la fascinante aventura del conocimiento.

A los buenos amigos. A todas mis pasiones…

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RESUMEN

El presente análisis del discurso político contemporáneo en Latinoamérica es un estudio comunicológico de corte cualitativo, que se centra en el análisis crítico de diez emisiones radiofónicas, transmitidas en cinco momentos decisivos del proceso bolivariano vivido en Venezuela entre 1999-2009. En un primer momento se analizan las relaciones que existen entre cultura, ideología, comunicación y poder, y como estas categorías, que se expresan a través del discurso y a la vez lo constituyen, tributan a la construcción hegemónica del poder. La investigación sistematiza los principales momentos del complejo y polarizado escenario histórico social en el que se desarrolla el discurso del Programa Aló Presidente, cuyos mensajes se basan en realizaciones prácticas dirigidas a la inclusión social, y convierten a este espacio en un proyecto de comunicación antihegemónica fundamental en el enfrentamiento contra los grandes medios oligárquicos preponderantes en la Venezuela de 1980-1998. En el tercer capítulo del presente libro se determinan y analizan los principales rasgos que caracterizaron la construcción simbólica del discurso en Aló presidente, así como las estrategias empleadas por el líder venezolano ya fallecido, Hugo Chávez, en función de gestar un nuevo poder hegemónico en Venezuela. Se constata que a través de la cultura e ideología, el hablante logra relacionar el discurso y su contexto político, a partir de toda una gama de significados, construcciones y representaciones que contribuyen a fortalecer las relaciones de dominación y a estructurar una hegemonía liberadora. Como espacio de comunicación antihegemónico, Aló Presidente podría ser un modelo para otros procesos democráticos del continente. Muestra de ello es, el surgimiento con posterioridad de

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programas de corte similar conducidos por otros presidentes de la región, con el fin de establecer una comunicación sistemática y directa con sus públicos.

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Resumen vii Sumario ix Introducción 3 Capítulo I. Cultura, ideología, comunicación y poder 13 1.1. Cultura 13 1.1.1. La cultura como representación e interpretación 15 simbólicas 1.1.2. La ideología y la cultura 17 1.1.3. La cultura y los medios desde diferentes perspectivas teóricas 20 1.1.3.1. La mirada de la Escuela de Frankfurt 23 1.1.3.2. Los Cultures Studies Ingleses 24 1.1.3.3. El paradigma cultural latinoamericano 25 1.4. La cultura en la construcción de una nueva hegemonía 27 1.5. El poder y los medios desde diferentes enfoques teóricos 29 1.5.1. Los medios en la comunicación política 31 1.5.2. La concepción del poder simbólico 34 1.6. Discurso, ideología y poder 37 Reflexiones sobre el capítulo 45 Capítulo II. Hacia la construcción de una nueva hegemonía en Venezuela 49 2.1. Antecedentes de una Revolución anti-oligárquica 49 2.2. Nacimiento y desarrollo de la V República 53 2.2.1. Golpe y guerra mediáticos 57 2.2.2. Misiones contra la exclusión social 62 2.2.3. Un acto de democracia inédito 63 2.2.4. Hacia el socialismo del siglo XXI 66

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2.2.5. El NO al referéndum 68 2.2.6. Reafirmación a Chávez y su proyecto 71 2.3. Alternatividad ante un discurso dominante 74 2.3.1. La radio y el poder en Venezuela 76 2.3.2. El Aló…: un acto de ciudadanía y democracia desde la radio 79 Reflexiones sobre el capítulo 81 Capítulo III: La construcción simbólica del Proyecto Social Bolivariano desde el programa Aló Presidente 85 3.1. Comunicación política y liderazgo de Hugo Chávez 85 3.2. Aló Presidente: un proyecto de comunicación antihegemónico 89 3.3. Construcción simbólica del discurso en Aló Presidente 91 3.3.1. Principales estrategias discursivas empleadas por Hugo Chávez en el programa Aló Presidente 98 Conclusiones 139 5. Literatura citada 143 6. Lista de entrevistas realizadas 153 Anexos 155

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“El caso de Hugo Chávez es excepcional en la historia de la política. Otros han logrado fama y celebridad a través de la prensa escrita, radial o televisiva, pero nunca una idea revolucionaria hizo uso de un medio

de comunicación con tanta eficacia.” (Castro-Ruz, 2009).

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INTRODUCCIÓN

Cuando, avanzado el siglo XVII, aparece ante la luz pública lo que se reconoce como el punto de partida de las publicaciones de Estado bajo el título de Gaceta de Francia (1631), el Cardenal Richelieu establece un control implacable sobre este medio y, en aras de conservar el consenso, practica todo el ocultismo posible sobre lo que ocurre en el país y mitifica cuanto da “imagen de poder”. Así son avizoradas las potencialidades de los medios de comunicación desde los siglos XVII y XVIII, aun cuando no existía todavía una teoría que lo sustentara. Fueron momentos en que las estructuras de poder europeas comienzan a crear su propio aparato ideológico informativo cultural para establecer “el control de la información y la literatura impresas, por su cualidad de medios transmisores de ideología que pudiera ser conflictiva con la verdad establecida” (Vázquez-Montalbán, 2005: 49). Casi cuatro siglos han transcurrido desde aquellos tirajes artesanales, cuyas informaciones son consumidas por limitados compradores letrados, quienes se encargan de circular de boca en boca lo que es de interés del aparato de gobierno. Tirajes que constituyen antecedentes de la prensa ideológica, que alcanza mayor desarrollo durante las revoluciones burguesas europeas y los procesos de la ilustración. El camino transitado ha sido largo. Vázquez-Montalbán (2005) ofrece un panorama detallado de este proceso histórico; sin embargo, es en la segunda mitad de la pasada centuria cuando de manera vertiginosa se acrecienta el desarrollo tecnológico de las comunicaciones, razón por la que varios autores como Hall (1981), Thompson (1993) y Castells (1998) le atribuyen a los media un liderazgo en la esfera cultural, y aseguran que el poder radica hoy, como nunca antes, en las redes de intercambio de información y manipulación de símbolos.

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Otros teóricos como Bourdieu señalan que vivimos en un mundo de imágenes y símbolos. El capital simbólico, acumulado históricamente por las clases y grupos dominantes, se traduce en poder simbólico e incluso en violencia simbólica. Es el poder más volátil, el más subjetivo, pero su importancia no ha cesado de crecer hasta ocupar hoy una posición central. A comienzos del siglo XXI, varios estudios apuntan acerca de la contribución de los medios de comunicación a la creación de un sentido de la realidad social; a su alcance como reproductores de ideologías; a su rol en la imposición de una realidad que en diversos grados puede ser imaginaria en aras de lograr un consenso y de legitimar poderes; y en el uso que se les ha dado para la comunicación política. En todas estas potencialidades intervienen los “sistemas de símbolos” como instrumentos de integración. Esta investigación se centra en el análisis crítico de los mensajes emitidos regionalmente por el Jefe de Estado venezolano Hugo Chávez durante los primeros diez años de su programa radial Aló Presidente (AP), espacio desde el cual transmite todo un conjunto de significados, de construcciones simbólicas capaces de movilizar el sentido a partir de las transformaciones que vive el pueblo venezolano desde enero de 1999. En el presente estudio se analizan las relaciones que existen entre cultura, ideología, comunicación y poder, y como éstas se expresan mediante el discurso. El poder, como ejercicio simbólico, y no como empleo o amenaza de la fuerza, como dominio económico, requiere de la cultura y del liderazgo propiciado por los medios de comunicación. Al decir de Gramsci, lograr la hegemonía en el plano cultural implica poseerla también en el plano económico. Es desde la cultura que mejor se puede ejercer la dominación, y en ello un rol protagónico le corresponde a los medios por sus enormes potencialidades para la socialización de las formas simbólicas y la legitimación del poder

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político. Potencialidades estas, que son muy bien aprovechadas en función de la comunicación política y la construcción del discurso. De manera que, si reconocemos a los fenómenos comunicativos como prácticas culturales, y el importante rol que desempeñan los medios en la legitimación del poder y en la comunicación política; y por otra, consideramos los vínculos indisolubles que unen al poder con la cultura, la que incluye como factor integrante a lo ideológico, podemos entonces partir para este análisis de los indisolubles vínculos que existen entre la cultura, la ideología, la comunicación y el ejercicio del poder. Por sus características, el discurso constituye en sí una forma simbólica compleja, que encierra a su vez muchas otras formas simbólicas, las que contribuyen a sostener las relaciones de dominación, a reproducir la ideología de la clase dominante, y a ejercer el poder simbólico, “ese poder invisible que no puede ejercerse sino con la complicidad de los que no quieren saber que lo sufren o que lo ejercen” (Bourdieu, 2000: 67). El presente estudio sobre la construcción del discurso en el programa AP, parte “de que el objeto de análisis es una construcción simbólica significativa que requiere una interpretación” (Thompson, 1993: 410). A partir de enero de 1999, la Revolución Bolivariana comienza a realizar profundos cambios económicos, políticos y sociales, toda una transformación en el orden cultural en Venezuela. Crea sus propios medios de comunicación y todo un conjunto de instituciones estatales para construir, legitimar y ejercer el poder político emergente, nuevos medios que conviven con los tradicionales de la oligarquía, la que mantiene gran parte de su poder mediático y económico durante todos estos años. La batalla comunicacional librada por los medios alternativos surgidos al calor de la Revolución, resulta decisiva para la sobrevivencia del proyecto y la difusión de mensajes con un carácter anti-hegemónico.

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El programa AP comenzó a transmitirse el 23 de mayo de 1999 por las frecuencias de Radio Nacional de Venezuela. No es hasta la emisión número cuarenta que se incorpora la Televisión como medio, con lo cual logra un mayor impacto y alcance sobre la tele-audiencia venezolana. Este estudio se centra solo en las emisiones radiofónicas. Según plantea Thompson (1991), el estudio de la construcción de los mensajes de los medios, es “un ingrediente esencial porque examina los rasgos estructurales por medio de los cuales éstos se convierten en fenómenos simbólicos complejos capaces de movilizar el sentido”. No obstante, consideramos que interpretar una construcción simbólica como ideológica implica asumir ciertos riesgos “es abrir la posibilidad a la crítica, no solamente de otras interpretaciones (incluyendo aquella de los sujetos que constituyen el mundo social), sino también de las propias relaciones de dominación que la significación ayuda a mantener”. Para la presente investigación sólo se tuvo presente el emisor y el mensaje. No fue objeto nuestro hacer un estudio de recepción, mismo que debiera haber sido hecho in situ (en Venezuela). Teniendo en cuenta lo antes planteado, nos propusimos el siguiente objetivo general:

- Determinar los rasgos que distinguen la construcción simbólica del discurso del presidente Hugo Chávez en las emisiones radiofónicas del programa AP, con el objetivo de gestar un nuevo poder hegemónico en Venezuela.

Y como objetivos específicos:

- Fundamentar teóricamente las relaciones que se establecen entre cultura, ideología, comunicación y poder a través del discurso, como elementos esenciales para interpretar el proceso de construcción de un nuevo poder hegemónico en Venezuela.

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- Analizar cómo estos componentes se integran y expresan por medio del discurso en el espacio AP.

- Determinar los principales referentes contextuales operados en el marco de la Revolución Bolivariana que se expresan a través de los discursos del programa AP.

- Analizar los principales rasgos de forma y contenido en el programa AP, que constituyen estrategias discursivas de Hugo Chávez en función de construir un nuevo poder hegemónico en Venezuela.

Para el estudio partimos de la premisa de que la alternatividad del discurso político bolivariano en Venezuela tiene marcadas desventajas frente a los medios tradicionales. Entre los escasos medios y espacios surgidos al calor de la Revolución está AP, desde el cual Hugo Chávez construye un discurso simbólico dirigido a gestar un nuevo poder hegemónico en Venezuela. La construcción simbólica de la realidad que expresa este discurso tiene un sentido emancipador y dialógico, pues concuerda en lo esencial con la praxis transformadora de la Revolución Bolivariana y con el protagonismo, movilización, conciencia política, experiencias y beneficios que han logrado las grandes mayorías venezolanas en el transcurso de este proceso. Al analizar la construcción del discurso de Hugo Chávez nos remitiremos a la metodología de hermenéutica profunda propuesta por Thompson, la que atribuye gran importancia al estudio del contexto socio-histórico y proporciona un marco adecuado para el análisis cultural entendido “como el estudio de las formas simbólicas en relación a contextos y procesos especificados históricamente y estructurados socialmente a través y por medio de los cuales, estas formas simbólicas se producen, transmiten y reciben” (Thompson, 1991). El escenario histórico social en el que tiene lugar el discurso del programa AP, un contexto de relaciones complejas, donde operan

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múltiples mediaciones, convierten a este espacio en una amplia gama de objetos y enunciados significativos, de construcciones simbólicas, que en ese medio pueden funcionar como ideología. La construcción del discurso en el programa AP es un tema que se aviene a los requerimientos de un diseño cualitativo de caso único, teniendo en cuenta que se propuso la búsqueda de la profundidad de la comprensión del fenómeno. La investigación, de acuerdo con Alonso y Saladrigas (2001), puso énfasis en los contextos y prácticas culturales en que se expresa el objeto de estudio, ofrece una visión holística, se centra en los significados y percepciones, en el proceso de descubrimiento continuo en cada fase de análisis de los datos, y el uso de un enfoque multidisciplinar, todo lo cual concuerda con nuestro objetivo esencial y los requerimientos para este tipo de estudio. Este estudio comunicológico de corte cualitativo pretende centrarse sólo en las emisiones radiofónicas del programa AP, pues aunque como medio, la televisión tiene actualmente la primacía en la comunicación que los gobernantes sostienen con sus públicos, en el caso que nos ocupa la radio fue elegida en primera instancia, y el programa se mantuvo durante 15 meses saliendo solo a través de las ondas radiales (23 de mayo de 1999 - 27 de agosto de 2000). Con posterioridad, en febrero de 2007, AP comenzó a emitirse lunes, martes, miércoles y viernes por radio y solo salía por la TV el jueves. La idea de transmitirlo todos los días no fructificó, sin embargo, es significativo que su conductor eligiera a la radio nuevamente como principal medio. Según testimonio de Hugo Chávez en entrevista concedida a Marta Harnecker (2002), antes del Aló Presidente quiso mantener una comunicación con el pueblo a través de la prensa escrita y la televisión, pero ambos intentos fracasaron. El periódico que se llamaba El Correo del Presidente “era muy ‘gobiernero’ y, además, hubo fallas de distribución...” y el programa de televisión semanal De Frente con el Presidente, “comenzó a hacerse muy pesado y a perder audiencia”.

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Al surgir AP los domingos –añade Chávez-- “fueron sumándose muchísimas emisoras; sobre todo las regionales. Llegamos a tener hasta 100 emisoras pegadas a la señal, era como si tuviésemos una cadena nacional de radio.” En la emisión número cuarenta, cuando el programa comienza a transmitirse por ambos medios, el propio Chávez reconoce como los requerimientos de la televisión atentaban contra el estilo inicial del programa, el de poder intercambiar ampliamente con la gente, posibilidades que si le ofrecía la radio. La capacidad de la radio de contribuir a la democratización de la comunicación mediante el diálogo directo entre dirigentes y dirigidos, la confrontación de ideas y el debate ha sido muy bien aprovechada por la comunicación política. Tal y como afirma el comunicador ecuatoriano Edgar Jaramillo: “por su poder y representatividad, las radios asumirán más plenamente su papel de mediadoras entre los ciudadanos y el Estado, provocarán el acercamiento, la discusión y la búsqueda de soluciones entre la sociedad civil y los poderes constituidos locales y regionales. Es un poderoso medio de comunicación que propone, cataliza y refleja la realidad y diversidad de las culturas y las personas” (Jaramillo, 2003: 7). En el presente estudio comunicológico se analizan diez emisiones radiofónicas de AP. Estas coinciden con cinco momentos decisivos de la Revolución Bolivariana entre 1999-2009. Se decidió limitar el examen a estos cinco momentos para determinar las estrategias discursivas que utilizó el presidente Chávez. En cada momento se seleccionó el programa previo y posterior al acontecimiento, con excepción del posterior a la constituyente, por haber sido conducido por el vicepresidente Diosdado Cabello y estar íntegramente dedicado a la tragedia de Vargas. Ese acontecimiento que tuvo repercusión nacional también acaparó la agenda de los AP posteriores, de ahí que para el estudio optamos por analizar el AP número 30, realizado ya en otro escenario fuera de Vargas.

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Corpus analizado (detalles en el Anexo 1)

Programas 24 y 30. La aprobación de la nueva constituyente, diciembre 1999 y febrero 2000.

Programas 101 y 102. Golpe de estado del 11 de abril de 2002.

Programas 200 y 201. Referéndum revocatorio de agosto de 2004.

Programas 298 y 299. Reforma constitucional del 2 de diciembre de 2007.

Programas 324 y 325. Enmienda constitucional del 15 de febrero de 2009.

Aunque los estudios sobre cultura, ideología, comunicación y poder comienzan a gestarse a partir de la Escuela de Frankfurt, cobran mayor fuerza a partir de los Estudios Culturales Ingleses en la década del 50, y de manera más reciente en el contexto latinoamericano, éstos no han sido un campo suficientemente explorado aún dentro de las investigaciones de comunicación. Las relaciones entre cultura, ideología, comunicación y poder constituyen un tema de gran interés para el sostenimiento de las relaciones de dominación, relación que puede ser apreciada desde la concepción comunitaria y del micropoder, tan extendido hoy en el contexto latinoamericano, hasta una concepción macro del poder. Comprender las lógicas culturales de los procesos comunicativos, así como las lógicas comunicativas de los procesos culturales es imprescindible para entender las relaciones de poder y la construcción de un poder hegemónico, tanto en el orden local, nacional, como regional. Según la bibliografía consultada, acerca del discurso político de Hugo Chávez en el programa AP, se han hecho escasos análisis, casi siempre artículos descriptivos, con un enfoque positivista y desde una visión parcializada de la oposición. En opinión de la propia productora general del programa, hasta sus primeros diez años de transmisión no se conocía de ninguna investigación profunda con un enfoque

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cualitativo sobre el espacio. Ello nos motivó a profundizar en este vacío del conocimiento. En el contexto latinoamericano, el análisis del programa AP podría contribuir a:

Sistematizar los principales referentes teóricos acerca de la vinculación entre cultura, ideología, comunicación y poder, y cómo ellos se expresan en la construcción simbólica del discurso de AP con el objetivo de gestar un nuevo poder hegemónico en Venezuela.

Realizar un análisis cualitativo sobre las principales estrategias discursivas empleadas por Hugo Chávez en el programa AP en función de la construcción de un nuevo poder en Venezuela.

Aportar elementos que pudieran ser útiles para el análisis que realizan otras entidades acerca del proceso de cambios políticos que tiene lugar en América Latina y sus expresiones en los campos de la cultura, la ideología y la comunicación.

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CAPÍTULO I

CULTURA, IDEOLOGÍA

COMUNICACIÓN Y PODER

1.1. Cultura

A partir de la década de 1960, el interés por los procesos culturales tiene un sostenido y creciente desarrollo en las más diversas disciplinas científicas. Tal vez, muy pocos fenómenos de las ciencias sociales, como el que nos ocupa, ha provocado tanta divergencia de puntos de vista, de juicios y conceptos debido a su carácter polifacético y universal. Llama la atención que aunque la obra de los fundadores del marxismo se desarrolla en el siglo XIX, Marx y Engels no conceptualizan de manera expresa el término cultura, pero sí de forma reiterada aluden a la indisoluble relación que existe entre todo el conjunto de la vida material y espiritual de la sociedad. “Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su propia vida material. El modo como los hombres producen sus medios de vida depende, ante todo; de la naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentra y que se trata de reproducir. Este modo de producción no debe considerarse solamente en cuanto es la reproducción de la existencia física de los individuos. Es ya, más bien, un determinado modo de actividad de estos individuos, un determinado modo de manifestar su vida, un determinado modo de vida de los mismos " (Marx y Engels, 1979: 37). Marx considera la acción social transformadora como una potencialidad, como un medio para alcanzar mayor libertad. La socialización de los medios de producción permite que los hombres

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puedan asociarse libremente y utilizar esos recursos para satisfacer las necesidades y promover el desarrollo humano. Estos conceptos de Marx sobre el doble carácter material e ideal de la actividad social sientan las premisas para formulaciones teóricas posteriores en torno al término cultura, como la propia concepción del teórico italiano Antonio Gramsci, quien entiende este proceso no como acumulación de conocimientos, sino como modo de pensar, como acción política que conduce a la transformación. El nexo entre cultura y pensamiento crítico, activo, expuesto desde época bien temprana por Gramsci (1916)1 es retomado con posterioridad por otros autores. Tanto para Marx como para Gramsci, los hombres son los forjadores de la historia, no son espectadores de la historia, impotentes ante la presencia de las ideologías dominantes, y desarmados ante el poder de las élites. También desde una perspectiva marxista, Raymond Williams, uno de los iniciadores y máximos representantes de los Cultural Studies ingleses aborda en sus investigaciones las implicaciones de la cultura en los procesos históricos y cambios sociales al definirla como “el sistema significante a través del cual necesariamente (aunque entre otros medios) un orden social se comunica, se reproduce, se experimenta y se investiga” (1981: 42).

1 En su artículo Socialismo y cultura, Gramsci enuncia: Hay que perder la

costumbre y dejar de concebir la cultura como saber enciclopédico… La

cultura es cosa muy distinta. Es organización, disciplina del yo interior,

apoderamiento de la personalidad propia, conquista de superior conciencia

por la cual se llega a comprender el valor histórico que uno tiene, su función

en la vida, sus derechos y sus deberes.

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1.1.1. La cultura como representación e interpretación simbólicas

Thompson (1993) profundiza en la larga historia del concepto de cultura, hace una modificación a la concepción simbólica y propone una concepción simbólico-estructural de la cultura, la que puede interpretarse “como el estudio de las maneras en que individuos situados en el mundo socio histórico producen, construyen y reciben expresiones significativas de diversos tipos (Thompson, 1993: 192).

Es decir, los fenómenos culturales pueden entenderse como formas simbólicas (acciones, imágenes, objetos y expresiones) en contextos estructurados; y el análisis cultural se da, por lo tanto, a través del estudio de la constitución significativa de estas formas simbólicas, dentro de su relación con los contextos y procesos socio-históricos en los cuales son “producidas, transmitidas y recibidas” (Thompson, 1998: 149-150). En la interpretación de los significados de las estructuras simbólicas que componen los fenómenos culturales, los sujetos asumen una postura activa, crítica de reinterpretación y transformación hacia, y según el contexto. Para Eco toda la cultura se considera como un sistema de signos, los que constituyen una fuerza social y no son simples instrumentos que reflejan las fuerzas sociales, “independientemente del hecho de que sean palabras, objetos, cosas, ideas, valores, sentimientos, gestos o comportamientos” (1994: 184).

El valor que tiene la cultura para la comprensión, interpretación y accionar de los sujetos en su entorno también es objeto de análisis por el teórico Habermas: “Llamo cultura a la provisión de saber de la que los participantes en la interacción, al entenderse entre sí sobre algo en el mundo, se proveen de interpretaciones” (1989:17).

El sociólogo Bourdieu (1994) considera que la cultura no es un patrimonio, ni algo muerto, ni un instrumento de dominación y de distinción, “sino un instrumento de libertad que supone la libertad,

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como modus operandi que permite la superación permanente del opus operatum”. Los autores mencionados tienen en cuenta algo que le es inherente a la cultura: el componente liberador, y el desarrollo de nuevos valores, conocimientos, y de un pensamiento crítico en los sujetos, que los hace partícipes y cuestionadores de los sucesos que ocurren en su entorno. En ese sentido el argentino García-Canclini señala: “si la cultura no es solo un sistema de ideas e imágenes, si tiene estas otras funciones, estamos abarcando bajo el nombre de cultura todas aquellas prácticas e instituciones dedicadas a la administración, renovación y reestructuración del sentido de una sociedad” (1995: 60). La interpretación de las formas simbólicas es un proceso creativo en el cual su significado se constituye y reconstituye activamente según la trayectoria2 por la que se muevan los sujetos en los diferentes campos de interacción, las instituciones sociales y los contextos sociales. Todo campo, señala Bourdieu: “es un lugar de relaciones de fuerza, de poder, y de lucha por transformar o conservar esas fuerzas” (1993: 156). Esa lucha depende en una medida esencial del capital simbólico que cada fuerza ha adquirido a lo largo de su experiencia histórica. Al decir de Thompson (1991), lo que define a nuestra cultura como "moderna" es el hecho de que, desde fines del siglo XV, la producción y la circulación de las formas simbólicas han estado sujetas a procesos de mediatización y transmisión que ahora poseen un carácter global.

2 Tales posiciones y trayectorias están determinadas en cierta medida por el

volumen y la distribución de diversos tipos de recursos o "capital". Bourdieu distingue tres tipos principales de capital: el "económico", que incluye la propiedad, la riqueza y los bienes financieros de diversos tipos; el "cultural", relativo al conocimiento, las habilidades y los diversos tipos de créditos educativos; y el "simbólico", que alude a los elogios, el prestigio y el reconocimiento acumulados que se asocian con una persona o posición.

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Idea que es retomada por García-Canclini “no basta decir que los sistemas simbólicos son instrumentos de dominación en tanto son estructurantes y están estructurados; hay que analizar cómo la estructura interna de esos sistemas, o sea del campo cultural, se vincula con la sociedad global. Es aquí donde se vuelve decisivo investigar el proceso de producción y apropiación de la cultura” (1990: 40). El análisis realizado nos permite valorar el papel de lo simbólico, de lo cultural, de lo cotidiano, tanto para la reproducción del orden social como para la formulación de alternativas dirigidas a su transformación. 1.1.2. La ideología y la cultura

Según Marx y Engels, en una sociedad, la ideología3 que impera es la de la clase dominante “(…) la clase que ejerce el poder material

3 No es objetivo de este estudio, hacer un largo recuento sobre la historia del

término ideología, sino detenernos en algunas definiciones centradas en la

ideología como expresión de la cultura. Grosso modo, diremos que las

definiciones del término ideología han evolucionado desde 1796, año en que

es propuesto por el filósofo francés Antoine Destutt de Tracy, con el fin de

estudiar, desde un primer acercamiento, la creación de una ciencia de las

ideas, donde se analizara su surgimiento y función de manera pragmática

(Van Dijk, 2005; Guadarrama, 2001).

En la Ideología alemana se confirma el sentido peyorativo que le fue

concedido al concepto ideología, al Marx denominarla falsa conciencia y

compararla con la imagen distorsionada que un grupo social se hace de su

realidad histórica.

Al decir del filósofo estructuralista francés Louis Althusser(1970), la “ideología

es realizada, se realiza y se convierte en dominante con la puesta en marcha

de los Aparatos Ideológicos del Estado”, aparatos que se conforman con las

diferentes instituciones que integran la sociedad civil. Para su análisis, parte

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dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante” (1976:45). La convicción anterior resulta clave para entender la historia de las ideas y de los procesos políticos como resultado del enfrentamiento entre diferentes y asimétricos campos de poder, clases y grupos sociales. La comprensión del carácter clasista de la ideología y de las potencialidades de esta para enmascarar los modos de reproducción de la clase dominante, le permite a Marx analizar y criticar agudamente el sistema de relaciones sociales capitalista.

Gramsci (1999), al revisar el concepto de ideología en su obra, le confiere un sentido más práctico, al definirlo como una filosofía de la praxis, que tiene que presentarse al principio con actitud polémica y crítica, como superación del anterior modo de pensar y del concreto pensamiento existente.

Para el teórico italiano es a partir de la ideología que los seres humanos se vuelven conscientes del conflicto social. “La filosofía de la praxis no tiende a dejar al `sujeto´ en su filosofía primitiva del sentido común, sino que los lleva a una concepción más alta de la vida. . .” (Gramsci, 1971: 332-334). Sólo a través de la relación que establecen los sujetos con la vida material y espiritual de la sociedad, en aras de comprenderla o transformarla, es decir, desde la condición de sujetos activos, es que éstos pueden superar su conocimiento instrumental, su sentido común, y desarrollar su pensamiento crítico como expresión de libertad, de construcción de sentidos, de fuerza social y de superación permanente.

del concepto de ideología emitido por Marx, la que entendía como “un

sistema de ideas, de representaciones, que domina el espíritu de un hombre

o un grupo social”. Concepto que posteriormente el propio Althusser amplía

como “un sistema de representaciones, dotados de una existencia y de un

papel histórico en el seno de una sociedad dada.”

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Van Dijk, define las ideologías4 como “creencias fundamentales que subyacen en las representaciones sociales compartidas por tipos específicos de grupos sociales. Estas representaciones son a su vez la base del discurso y de otras prácticas sociales” (2005b).

Es decir que, para el autor holandés las ideologías constituyen sistemas complejos, más o menos coherentes de valores, principios, creencias y opiniones, relacionados con aspectos relevantes de la realidad social, los que son compartidos por un grupo amplio de personas cuyos intereses definen la identidad social de un grupo, sus modos de existencia y reproducción. Son adquiridas gradualmente y pueden cambiar en el transcurso de la vida, de ahí que sean relativamente estables.

Según Thompson las formas simbólicas no son ideológicas per se, sino que toman ese carácter en dependencia del uso y el significado que adquieran en contextos sociales específicos. De ahí que este autor define la ideología, como “las maneras en las que el significado sirve para establecer y sostener las relaciones de dominación”, definición con la cual absolutiza el concepto solo desde la clase dominante, al afirmar que las formas simbólicas contestatarias no son ideológicas5. Es decir, que para este autor, la ideología es privativa del poder. En tiempos más recientes, Néstor García Canclini ha afirmado que “... la ideología –entendida más bien como cultura, o sea, no como mera distorsión de lo real - es vista hoy como un componente indispensable

4 Van Dijk le atribuye varias funciones cognoscitivas y sociales a las ideologías.

Ver Van Dijk, T.A., 2005(b). Ideología y análisis del discurso. Utopía y praxis

Latinoamericana, 9-36.

5 En su obra Ideología y cultura moderna. Teoría crítica social en la era de la

comunicación de masas”, (1993) Thompson, reconoce que el orden social se mantiene y se reproduce de muchas maneras: por hábito, rutina, costumbre, es decir, lo que Gramsci denominaría el “sentido común”, propio de la hegemonía burguesa. También se puede sostener mediante el empleo de la fuerza. En ambos casos enfatiza que ello no es ideología.

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para la reproducción material y simbólica de las sociedades, para construir el consenso y la cohesión social” (1995:22).

De ahí que, la ideología constituya un elemento central en la conquista de la hegemonía por la clase que ostenta el poder o por aquéllas clases o grupos que luchan por transformarlo. Es a través de las representaciones simbólicas, de la cultura, en cuya socialización los medios de comunicación desempeñan un rol fundamental, que se construyen o consolidan las relaciones hegemónicas. La ideología les permite a los individuos entablar una relación simbólica con su contexto, en la medida en que participan, voluntaria o involuntariamente, de un conjunto de representaciones del orden social. De manera que, al Gramsci entender la ideología como filosofía de la praxis le está atribuyendo un rol fundamental en la construcción hegemónica del poder.

Las concepciones sobre cultura e ideología aquí expuestas resultan imprescindibles para comprender los significados, la construcción de sentidos, y las representaciones simbólicas emanadas y promovidas por toda la estructura material y espiritual que constituye el proyecto bolivariano, así como la participación protagónica que ha tenido el pueblo en este proceso. Todo ello ha encontrado eco a través del discurso de AP, herramienta comunicativa que ha estado en función del objetivo de construir un nuevo poder hegemónico en Venezuela, y en lo cual se profundiza en el tercer capítulo de este estudio.

1.1.3. La cultura y los medios desde diferentes perspectivas teóricas

Cultura y comunicación son dos cosas inseparables, puesto que la cultura se constituye a base de

comunicaciones repetidas (Pross 1993).

Actualmente, los medios constituyen poderosos aparatos de producción y distribución de formas simbólicas, de expresiones

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significativas y están reconocidos entre las instituciones que más aportan a la legitimación del poder. Desarrollan una actividad clave “en la producción, reproducción y distribución de conocimiento (...), conocimiento que nos permite dar un sentido al mundo, modela nuestra percepción de éste y contribuye al conocimiento del pasado y a dar continuidad a nuestra comprensión del presente” (McQuail, 1998). Sin embargo, se debe dejar bien sentado que subestimar el papel de los medios como agentes de cambio social podría ser tan ingenuo y desacertado como sobreestimarlos, tal y como ocurrió con las primeras teorías que le atribuían un papel omnipotente a los medios.

En esa misma línea, Thompson desecha la manera restrictiva de ver a los medios como meros reproductores o sostenedores de los sistemas sociales y reafirma que la comunicación masiva constituye un componente central de la cultura moderna: “vivimos en un mundo en que la experiencia cultural está profundamente moldeada por la difusión de formas simbólicas a través de los diversos medios de la comunicación masiva”, los que constituyen “una excelente vía para la producción y transmisión de las formas simbólicas, una excelente vía para socializarlas, construcciones simbólicas que pueden operar como ideología en circunstancias socio-históricas específicas” (Thompson, 1993: 399). Es decir, que los medios no son simples voceros de una clase o de la ideología imperante en el poder, también son expresión de las prácticas humanas, del conocimiento y del conjunto de significados que emanan de las relaciones sociales.

Es así como se empieza a mirar el papel de los medios desde otra perspectiva más allá de las consabidas categorías de la alienación y la manipulación o como “máquinas” que hegemonizan una manera de producir y de entender la cultura de masas. Los medios ofrecen una pluralidad aparente, una infinita variedad de modos de clasificar y ordenar la vida social, de “representaciones

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colectivas” que se corresponden con las visiones y puntos de vista dominantes. Al decir de Stuart Hall, los medios modernos de comunicación “han colonizado progresivamente la esfera cultural e ideológica” y la primera de sus grandes funciones culturales es garantizar “el suministro y construcción colectiva del conocimiento social, de la imaginería social por cuyo medio percibimos ‘los mundos’, las ‘realidades vividas’ de los otros y reconstruimos imaginariamente sus vidas y las nuestras en un ‘mundo global’ inteligible, en una ‘totalidad vivida” 6 (Hall, 1981: 384). El rol que desempeñan los medios en la producción y reproducción de significados, y en las visiones ideológicas dominantes, es compartido por Martín-Barbero al afirmar: “yo parto de la idea de que los medios de comunicación no son un puro fenómeno comercial, no son un puro fenómeno de manipulación ideológica, son un fenómeno cultural a través del cual la gente, mucha gente, cada vez más gente, vive la constitución del sentido de su vida” (2006: 15). Las potencialidades de los medios como instituciones culturales en función del poder también encuentra puntos de coincidencia en esta valoración de Castells (1998: 37): “Las batallas culturales son las batallas del poder en la era de la información. Se libran primordialmente en los medios de comunicación y por los medios de comunicación, pero estos no son los que ostentan el poder. El poder, como capacidad de imponer la conducta, radica en las redes de intercambio de información y manipulación de símbolos, que relacionan a los actores sociales, las instituciones y los movimientos culturales, a través de íconos, portavoces y amplificadores intelectuales”.

6 Hall atribuye tres funciones culturales a los medios: la segunda es la de

reflejar y reflejarse en una infinita variedad de modos de clasificar y ordenar la vida social; suministrar un inventario constante de los léxicos, estilos de vida e ideologías que son objetivados allí. El tercer aspecto clave del efecto ideológico de los medios está constituido por la producción del consenso y la construcción de la legitimidad.

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Así, los medios constituyen un elemento cultural importante en las sociedades modernas. Desempeñan un rol fundamental en la socialización de las representaciones simbólicas y de la ideología. Son instituciones mediadoras por excelencia con una amplia participación en la socialización y legitimación del poder, es decir, en su construcción hegemónica. Todo ello explica el amplio uso que han hecho de los medios de comunicación, procesos como los vividos en Venezuela y en Ecuador, incluyendo a sus presidentes. Primero, Hugo Chávez emprende su Aló Presidente, el que se mantuvo durante más de diez años, y posteriormente, en el 2007, Rafael Correa da inicio al Enlace Ciudadano. En ambos países se fortalece el sistema de medios públicos y comunitarios en función de informar y legitimar las transformaciones del proyecto social y las nuevas relaciones de poder.

1.1.3.1. La mirada de la Escuela de Frankfurt La amplia concepción que hoy existe sobre el rol de los medios de comunicación en la esfera cultural y en las relaciones de poder, la que supera totalmente la visión hipodérmica de la escuela norteamericana, y otros enfoques funcionalistas, cuantitativos y descriptivos afines a la matriz positivista, ha sido posible luego de transitar un largo camino de reflexiones teóricas. El punto de giro comienza con las teorías críticas nacidas de la Escuela de Frankfurt7, grupo al que corresponde el mérito de haber sido el primero en dejar sentada la vinculación entre comunicación y cultura, así como el rol de las mediaciones en la construcción de sentidos, temas que mantienen total vigencia al analizar hoy cualquier proceso comunicológico.

7 Esta corriente nació en 1923 en Alemania y en 1938 con la llegada del

nazismo se traslada al Institute for Social Research de Nueva York. Tuvo como principales fuentes teóricas el marxismo y el psicoanálisis de Freud. La crítica de los frankfortianos rebasa la mirada del positivismo y el esquematismo con que fueron analizados los procesos comunicativos desde el estructural funcionalismo norteamericano, para adentrarse también en la rigidez dogmática del “marxismo-leninismo” estalinista.

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Para sus análisis, este grupo sitúa a los medios de comunicación dentro de la llamada industria cultural, la que con sus estereotipos y producciones estandarizadas generan la consiguiente homogenización y estilización en el consumo de los públicos. Sus representantes asumen posiciones críticas frente a ciertas posturas economicistas del marxismo, algo que ya había sido avizorado y alertado por Gramsci, e introducen cambios en la idea de estructura de Marx, y a las relaciones de producción añaden otras como las familiares, las políticas y las privadas. A los frankfortianos se les ha señalado, entre otras limitaciones, el haber subordinado todas las lógicas del proceso comunicativo a las de la reproducción del sistema capitalista, y el no haber superado la concepción hipodérmica de la escuela norteamericana. No obstante, su mirada diferente a los procesos comunicativos marca un punto de giro que ha generado fértiles reflexiones teóricas hasta hoy, y ha servido de referencia a otras escuelas y corrientes. 1.1.3.2. Los Cultural Studies ingleses

Con una dimensión mucho más abarcadora, que coloca a la cultura en el centro de sus reflexiones teóricas, nacen en la segunda mitad de la década de 1950, los Cultural Studies en Inglaterra, en torno al Center for Contemporary Cultural Studies of Birmingham. Este grupo presta especial atención a la cultura popular, a las subculturas y a la vida cotidiana de la gente, rechazan al determinismo económico y toda visión “superestructuralista” de la cultura. Entre sus aportes está el de redefinir el concepto de cultura, en su sentido más abarcador y holístico. “Los productos simbólicos son entonces un ‘campo de batalla’ en el que diferentes grupos sociales disputan la hegemonía sobre los significados...” (Castro-Gómez, 2000 ).

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La reproducción cultural a través de los media ocurre a través de múltiples mediaciones que se producen entre el contexto social y las instituciones comunicativas, otorgándoles así especial atención al ámbito superestructural más allá de la oposición entre estructura y superestructura. Es a partir de los Cultural Studies que queda abordada de manera explícita la interrelación entre cultura, medios de comunicación y poder, al reafirmar los productos culturales colectivos como agentes de continuidad social, es decir como elementos de producción de sentido y de intercambio simbólico. Lo que permite afirmar junto a Gámez que “estos estudios retoman el concepto de hegemonía de Gramsci para fundamentar por qué la cultura se ha vuelto hoy un lugar de luchas y conflictos, donde se produce y se reproduce, donde se negocia y se resiste la hegemonía” (2005a:112).

1.1.3.3. El paradigma cultural latinoamericano

Los referentes mencionados abonaron el camino para que a partir de 1960 los estudios latinoamericanos pudieran conformar desde posiciones críticas una visión más holística sobre la comunicación, desentrañando así al complejo entramado que une a la comunicación con la cultura en un contexto socio-político determinado, y sus relaciones con el cambio social. Se trataba de proteger las ricas tradiciones culturales del continente ante el dominio cultural del imperialismo, denuncia explícita que trasciende como la Teoría de la Dependencia, considerada como el primer paso en una tradición autónoma. La defensa de estas políticas nacionales en el plano de la comunicación ante la homogenización que trataban de imponer las transnacionales, tuvieron por lo general un enfoque culturalista.

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En la década de 1960, época de reflujo del movimiento popular en el Sur del continente, de avance del neoliberalismo y de los patrones culturales norteamericanos, los estudios de la comunicación abandonan el llamado paradigma de los estudios de la economía política de los medios, de las estructuras de dominación y se producen una serie de rupturas y desplazamientos teóricos en la comprensión de los fenómenos comunicativos, entre los que pueden señalarse el retorno al sujeto, es decir la capacidad del receptor en la construcción de sentidos, el reconocimiento de la diversidad, el énfasis en lo microsocial y los cambios en las concepciones del poder y del estado. Tal y como afirman Alonso y Saladrigas (2006) es a partir de este momento que los medios como parte del aparato ideológico del estado dejan de ser vistos como meros reproductores del orden social existente y comienzan a ser analizados como espacios contradictorios donde se crea y recrea la hegemonía cultural. Martín-Barbero se sitúa a la vanguardia de esta corriente, a partir de la década de 1980, con la propuesta de los desplazamientos necesarios en los estudios comunicológicos latinoamericanos: de los medios a las mediaciones (de medios, mensajes, canales, a la multiplicidad de matrices culturales que le dan sentido) y de la comunicación a la cultura (del enfoque estrecho-comunicativo a los procesos de producción simbólica de la realidad y de percepción de dicha realidad) (Alonso y Saladrigas, 2006: 63). Barbero parte de una nueva comprensión del concepto de cultura lo que implica empezar a pensar los procesos de comunicación “desde las matrices de identidad y los conflictos que articula la cultura” (Martín-Barbero, 1991). Es decir, que los medios como entes importantes de la cultura moderna y como instrumentos para mantener la hegemonía son expresión de la cultura masiva, vista ésta como la heterogeneidad de lo popular, el espacio donde confluyen los procesos macrosociales con toda la avalancha de desarrollo tecnológico, y los procesos

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microsociales ligados a las culturas regionales, y a la cotidianidad de las pequeñas comunidades. Este giro culturalista en la corriente de los estudios latinoamericanos ha sido, a su vez, objeto de crítica por teóricos que ven en ella un repliegue de las posiciones críticas hacia el dominio transnacional y una hiperbolización de la capacidad de las culturas populares para resistir y negociar la penetración de los centros hegemónicos. 1.4. La cultura en la construcción de una nueva hegemonía Al referirse al valor que tiene la cultura en la construcción de una nueva hegemonía liberadora, Gramsci apunta como una reforma en el plano económico no puede estar desligada de una reforma intelectual y moral que le ofrezca a las masas una visión diferente, crítica y totalizadora del mundo. Reforma que, según explica Acanda (2002) al interpretar la obra gramsciana, no excluye la convivencia, sino que la presupone, entre elementos de una cultura hegemónica y una subalterna. Es decir, los sujetos no son invadidos por una cultura que les es totalmente ajena, sino que en esa cultura están, aunque de manera transformada o deformada, sus propias prácticas culturales, sus matrices, sus concepciones simbólicas de manera que puedan reconocerse e identificarse en ellas. Tal hibridación, en la que se mezcla la tradición con la cultura transnacional, no está exenta de antagonismos y contribuye a la vez a la cohesión o a la reproducción equilibrada del sistema.

La cultura popular ha logrado sobrevivir en medio de la homogenización y estilización que ha pretendido imponer la industria cultural porque constituye el principal soporte de la hegemonía y del ejercicio del poder simbólico de las clases élites. De manera que, la hegemonía se sustenta en esa compleja interrelación de la cultura, en su dualidad como elemento de dominación y liberación.

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Ello significa que la clase dominante para ejercer su hegemonía, se convierte en constructora de un “sentido común”, es decir de un conocimiento instrumental, que le permite practicar su dominación simbólica, pero a la vez necesita buscar y nutrirse del complejo entramado de las subculturas, del “buen sentido”, que en algún momento puede constituir un elemento desafiante del poder y una forma diferente de mirar la realidad. La concepción gramsciana sobre una hegemonía liberadora se sustenta en la cultura, y en una pedagogía adecuada que supere el anterior modo de pensar, capaz de proveer a los sujetos de conocimientos, significados y de un pensamiento crítico que puede tener un carácter movilizador en la acción transformadora de la realidad objetiva, y por tanto, convertirlos en entes activos de los procesos sociales. Ello ayuda a comprender el interés y las acciones que en diferentes contextos acomete el poder en función de la cultura, pues para todo orden social los procesos culturales, vistos en su verdadera dimensión simbólica, constituyen un pilar fundamental sobre el cual se construye la hegemonía. Si analizamos los procesos políticos que han ocurrido en las últimas décadas en América Latina, ningún aparato de poder ha dejado pasar inadvertido el fortalecimiento de la cultura, consciente de que es un elemento fundamental de dominación y liberación. Pensemos en las transformaciones en el orden social y económico, en los programas de alfabetización y en el sector de la salud, en el programa del Buen Vivir en Ecuador, en las políticas para preservar la identidad nacional, la defensa de las prácticas de las poblaciones indígenas, así como de los diferentes elementos y protagonistas que han marcado hitos en la historia de nuestros países. Es en la enorme madeja de las relaciones cotidianas en la que las construcciones simbólicas nos permiten comprender, reproducir o transformar el sistema social imperante, construcciones que emanan y

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son promovidas por la estructura material y espiritual de la sociedad, y que encuentran aprobación o no según la “trayectoria” de la que nos hablara Bourdieu, en la que se muevan los sujetos en su interacción social, y en los medios de comunicación como entes socializadores. Es en ese complejo entramado cultural donde todos de alguna manera tributan a las relaciones de poder, pilar fundamental donde descansa la hegemonía.

1.5. El poder y los medios desde diferentes enfoques teóricos

“Si se le diera rienda suelta a la prensa, yo no permanecería ni tres meses en el poder” aseveró el emperador francés, Napoleón Bonaparte, quien inmediatamente después de su toma de posesión maniató a los medios de comunicación social para “crear una imagen inmaculada del poder personal” (Vázquez-Montalbán, 2005:78). Estas palabras de Napoleón develan una concepción hipodérmica sobre los medios, la que, ya fuera por su posición en el poder, o por la luz de los tiempos que le tocó vivir, parece descartar todas las demás influencias y mediaciones que tienen lugar en el entramado social y en la construcción hegemónica del poder. Lo cierto es que, con su excesivo control, el emperador francés sienta las bases de una prensa dictatorial que marcaría pautas para posteriores regímenes europeos como los nacidos al calor del fascismo nazi, del fascismo italiano y del estalinismo. En este sentido, al reflexionar sobre el papel de la prensa, en función del poder, resulta obligatorio remitirse a la figura de Goebbels (1936), ministro de propaganda del Reich alemán, quien más allá de su tan socorrida frase de que “una mentira repetida cien veces se convierte en verdad” dejó bien sentado los principios propagandísticos que tuvo en cuenta para su trabajo como agente del poder.

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Esteinou-Madrid (1992: 51) considera a los medios de difusión de masas8 dentro de todo el entramado institucional del sistema capitalista como punta de hegemonía del sistema, y aunque considera que la función de introyección de ideología... no es exclusiva de los medios de difusión masiva, sino del conjunto de aparatos ideológicos del estado, destaca que “lo que sí es propio y singular de estos, es la forma masiva, instantánea y de perfección tecnológica con que ejercen su función”.

El rol atribuible a los medios de comunicación en la reproducción de las ideas de la clase dominante, sin desdeñar la eficacia de múltiples instituciones mediadoras como portadoras de símbolos, también es destacado por Pross: “Los medios no dicen lo que debe o no hacerse, sino que reproducen lo que es bueno y pensado, y sólo la repetición sugiere que podría tratarse de algo que es correcto hacer” (1980:138). Los medios de comunicación intervienen en lo que Chomsky y Edward (1990) denominan una ingeniería de la historia, una construcción artificial que pretende dar como verdaderos hechos históricos que no lo son, diseñada para inducir a la conformidad y el respeto a la doctrina establecida. Por otra parte, Serrano (1978) considera que el sistema social y el de comunicación son dos sistemas “abiertos”, con influencias recíprocas, pero acepta que existe autonomía cuando ninguno de ellos por sí solo

8 Esteinou le atribuye las siguientes características a los medios:

a) Amplio radio de actuación ideológica (a diferencia de otros aparatos que se dirigen a grupos o públicos reducidos).

b) Temprana y asidua multi-socialización de la conciencia. c) Gran capacidad de legitimación continua y acelerada. d) Enorme poder de formación de consenso y de movilización de los

individuos. e) La capacidad para asumir tareas como prolongación de la sociedad

civil. f) Su permeabilidad al proyecto dirigente. g) Su hermetismo de acción al programa proletario.

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tiene la capacidad de determinar los componentes que forman el otro ni controlar las relaciones entre estos componentes. Esta aseveración de Serrano ayuda a comprender lo que ha ocurrido con los media en el contexto de la Revolución Venezolana, explica la creación durante sus primeros diez años de vida, de varias instituciones comunicativas, y la implementación de regulaciones y leyes para controlar los modos de actuar de la prensa tradicional. 1.5.1. Los medios en la comunicación política

“La historia política dice que los imperios duran lo que dura su hegemonía sobre los medios de producción de comunicación” (Pross, 1993: 11).

Dentro del rol que desempeñan los medios en la legitimación de las relaciones de poder y en el funcionamiento de los sistemas políticos, no se puede obviar la función que éstos desempeñan en la comunicación política. El vínculo directo que se establece a través de los medios entre gobernantes y gobernados permite lograr mayor nivel de influencia y de credibilidad, al no existir un mediador entre la sociedad y el gobierno.

La comunicación política moderna inicia su desarrollo después de la Primera Guerra Mundial a través de las posibilidades de propaganda que ofreció el auge de la prensa, el cine y la radio. Es a partir de entonces que en los Estados Unidos comienzan a realizarse estudios sobre comunicación política, con el fin de medir el poder de influencia que tenían los medios de comunicación sobre sus audiencias. Entre los autores más importantes en los estudios de comunicación política en ese período se encuentran: Lazarsfeld, Lewin, Hovland y Lasswell con sus conocidas teorías sobre los efectos.9

9 En el período de postguerra en los Estados Unidos la teoría de los efectos de

los medios se desarrolla en tres direcciones: la corriente empírico experimental o de la persuasión, la sicología empírica y la funcionalista con su hipótesis de los usos y gratificaciones

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Según Eulau, Eldersveld y Janowits, quienes en la década de 1960, se aproximan a una definición del concepto, la comunicación política es un “…proceso que interviene, junto con el liderazgo político y los grupos organizados, en la transmisión y movilización de la influencia política entre las instituciones formales de gobierno, por una parte y el comportamiento electoral por otra” (Rospir, 2003:41). Varias son las definiciones de comunicación política, concepto que también ha ido variando con el propio desarrollo tecnológico de los medios y las formas en las que los dirigentes se relacionan con sus públicos, al prescindir muchas veces del rol del periodista como intermediario. Para Ochoa (2001: 37), los medios han cumplido una función política en cuanto a que ponen en contacto a gobernantes y gobernados, mediante procesos de emisión y recepción de mensajes, define a la comunicación política como “El proceso de transmisión y recepción de mensajes, desde y hacia los componentes del sistema político en los asuntos de la comunicación política”.

Autores como Fagen (1966) y Wolton (1995) entre otros, coinciden en que la comunicación es un factor de gran influencia para el funcionamiento de un sistema político y para los intercambios simbólicos entre los sistemas institucionales y los actores sociales. Meadow, por su parte, define a la comunicación política como “el intercambio de símbolos o mensajes que, con un significativo alcance, han sido compartidos por, o tienen consecuencias para, el funcionamiento del sistema político” (1980: 52). Aunque los medios no son transmisores de una verdad absoluta, sino referentes, los receptores les otorgan un alto grado de confiabilidad atribuyéndoles a veces el mérito de ser los portadores de una verdad única, incuestionable, de manera que para muchos “lo que no está en la prensa no existe”. Estas potencialidades de los medios son muy bien utilizadas en la comunicación política.

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Dentro de la función política de los medios se considera también el poder que tienen como armas de control social, por la fuerza e incidencia que ejercen sobre sus públicos y el poder de influencia que determinan en el logro de actuaciones, en consecuencia con el sentido orientador de sus mensajes. Son varios los ejemplos, de gobernantes que han contado y cuentan con espacios habituales en los medios de comunicación, hecho que hoy toma mayor significado y alcance ante el desarrollo tecnológico, de manera que “en la medida en que los medios electrónicos han dado mayor visibilidad a los líderes políticos y que la política misma ha tenido en la prensa uno de sus espacios privilegiados de realización, ha aumentado la preocupación del poder por generar representaciones de los aconteceres afines a sus intereses dominantes” (Garcés-Corra, 2006). Obviamente, en plena era de la videopolítica la televisión tiene hoy la primacía en la comunicación entre gobernantes y públicos, sin embargo, a lo largo de una centuria la radio ha mediado en múltiples ocasiones en la comunicación que los políticos han sostenido con las masas (Anexo 2). El famoso episodio radiofónico vivido por Orson Welles, en la noche del 30 de octubre de 1938, al transmitir un radiograma sobre la invasión de la Tierra por habitantes de Marte, lo que hizo que se extendiera el pánico por los Estados Unidos, pasó a formar parte de la historia de la radio y de esos poderes mágicos que le acompañan hasta hoy.

La radio ha permitido a los líderes políticos establecer un tipo de comunicación diferente con su público al poder hablarle directamente a miles y millones de personas. Ello explica que en los tiempos que corren los grandes grupos mediáticos, productores en cadena de símbolos, ninguno ha desechado el sonido de la radio para la transmisión de sus mensajes. El objeto de estudio de la presente investigación, el programa AP, ideado y conducido por el Presidente Venezolano Hugo Chávez, surge

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como comunicación política alternativa en función de un nuevo poder, para contrarrestar el mensaje de la oligarquía, que entonces era predominante a través de los grandes medios. El programa, además de constituir una alternatividad en el plano simbólico, también logró transmitirse con gran cobertura desde sus inicios gracias a las decenas de emisoras comunitarias que se sumaron a la cadena de Radio Nacional de Venezuela. 1.5.2. La concepción del poder simbólico

“El simbolismo como tal es un prerrequisito vital para

la formación del poder” (Luhmann, 2005: 47).

En la madrugada de julio de 1793, por la Plaza de la Bastilla “desfilaron carrozas simbólicas, se erigieron estatuas de la libertad al pueblo francés; desfilaron portadores de símbolos jacobinos, distintivos tricolores, pancartas exhibidas por el pueblo durante los desfiles” (Vázquez-Montalbán, 2005: 77). La propaganda que emana de la Revolución Francesa crea una nueva mística, en torno a nuevos símbolos. La nueva clase que se instaura en el poder durante la Revolución Francesa trata de encontrar un lenguaje diferente mediante el empleo de varios símbolos propagandísticos. Para comenzar, se cambia el nombre de las calles y plazas públicas, el calendario, el término de ciudadano por el de señor, la ornamentación de los vestuarios, los monumentos... en fin todo un trabajo impreso y de imagen visual en función de una concientización revolucionaria. Luhmann, al abundar en el valor del simbolismo como prerrequisito vital para la formación del poder, apunta: “los símbolos expresan una posibilidad estabilizada, una disposición del sistema para actuar como su propio catalizador…” (2005:47) y en ese propósito le atribuye gran valor al lenguaje por su fuerza, habilidad y potencial.

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El estado ejerce su autoridad mediante dos tipos de poderes: el coercitivo y el simbólico. Mientras el primero apela a la fuerza o a la amenaza, el segundo cultiva y sostiene una creencia en la legitimidad del poder político “poder casi mágico que permite obtener el equivalente de lo que es obtenido por la fuerza (física o económica), gracias al efecto específico de movilización”, según lo define Bourdieu (2000).

Sin embargo, debemos tener presente algo sobre lo que nos advierte Bourdieu, que el dominio de este capital simbólico no puede lograr nunca un monopolio absoluto, pues las clases dominantes ejercen su poder y aplican la violencia simbólica sobre las clases y grupos dominados, a través del poder real, económico, político y cultural. Para Bourdieu, el poder simbólico no se constituye en la lucha de ideas, sino en las relaciones de sentido, a menudo inconscientes, que se organizan en el habitus, concepto que permite adentrarse en la superestructura de una sociedad, en el carácter de las clases; en sus sistemas simbólicos, su cotidianidad, tanto para la comprensión, el conocimiento o la reproducción del sistema social, como para su transformación.

Al decir de Martín-Barbero (1991, 2006) en esa estructuración de la vida cotidiana desde el habitus, formulada por Bourdieu, es donde se hace presente la eficacia de la hegemonía “programando” las expectativas y los gustos según los grupos y las clases sociales. Y por ahí pasan también los límites objetivo-subjetivos de las propuestas de transformación de las alternativas que producen las clases populares. Para Bourdieu la percepción que los sujetos se forman del orden social no se fundamenta solo en lo objetivo, sino en todo un sedimento cultural, de experiencias pasadas, de hábitos y esquemas estructurados desde la sociedad; “el poder simbólico debe estar fundado sobre la posesión de un capital simbólico... la eficacia simbólica depende del grado en el que la visión propuesta está fundada en la realidad” (1993: 140).

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Es decir que, en la percepción que los sujetos se forman del orden social y su correspondencia con la realidad; en la estructuración que hace de lo cotidiano cada grupo o clase social; en el sedimento cultural de los individuos, en las matrices culturales, en la heterogeneidad de lo popular, en todas esas representaciones simbólicas se sustenta lo hegemónico.

“Si el poder –señala Foucault fuese únicamente represivo... ¿creen realmente que se le obedecería? Lo que hace que el poder se aferre, que sea aceptado, es simplemente que no pesa solamente como una fuerza que dice no, sino que de hecho circula, produce cosas, induce al placer, forma saber, produce discursos; es preciso considerarlo más como una red productiva que atraviesa todo el cuerpo social que como una instancia negativa que tiene como función reprimir” (2004:38). La aceptación de las estructuras simbólicas, estructuras ideológico-culturales, las que son promovidas mediante las diferentes estructuras de la sociedad permiten a las clases hegemónicas construir la legitimidad de su poder y también disimularlo “desplazando a un lugar simbólico la explotación o la opresión económica” (García-Canclini, 1995: 27). Así sociedad y poder interactúan y se reproducen a sí mismos. El estado como institución social es creado y legitimado por la propia sociedad. A través de esta integración entre la realidad objetiva y su representación social, las relaciones de poder buscan reforzar, argumentar o modificar la hegemonía, la que se presenta comúnmente como un sistema simbólico en el seno del cual compiten las distintas fuerzas sociales. En la construcción hegemónica del poder resulta de gran interés la diferenciación que hace Gramsci sobre la hegemonía ejercida por la burguesía, la que de acuerdo con sus intereses impone una

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concepción del medio ingenua, una conciencia acrítica que favorece a la pasividad y aceptación del orden social de manera mecánica, lo que define como el sentido común (instrumento de dominación de clase); y la construcción de una hegemonía revolucionaria, liberadora, la que debe centrarse en la obtención del consenso “activo”, es decir en la participación de los individuos, actuación que debe subvertir los patrones políticos y culturales impuestos por la hegemonía capitalista. 1.6. Discurso, ideología y poder El discurso como producción simbólica es uno de los instrumentos más eficaces para la acción colectiva, pues “todo acto discursivo apela a la persuasión, entendida como la actividad de demostrar y de intentar modificar la conducta de por lo menos una persona mediante la interacción simbólica (Reardon, 1981:31).

El discurso político constituye un recurso para ejercer el poder simbólico. Cuanto mayor control haya del discurso público, mayor control tendrá la clase gobernante sobre las mentes de las personas y sus acciones futuras. Van Dijk (2004) define el poder (social) en términos de control; el que un grupo o institución ejerce sobre otras personas. Poder que puede ser coercitivo, o discursivo, es decir, mental.

Al abundar en las propiedades del discurso como elemento reproductor o transformador del status quo, Fairclough y Wodak apuntan: “las prácticas discursivas pueden ayudar a producir y reproducir las desigualdades en las relaciones de poder, pero ni la carga ideológica en la utilización del lenguaje, ni las relaciones de poder que subyacen resultan evidentes” (1997:367-368).

Ambos criterios sugieren que en esos casos el ejercicio de dominación sobre los receptores se realiza gracias a la persuasión, la que no excluye según el propio Van Dijk el abuso de poder, y agrega: “la noción clásica de Gramsci de hegemonía está basada en esta noción de consentimiento: esas personas creen y hacen lo que las élites dicen

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no debido a algún tipo de coerción sino por su libre albedrío” (Van Dijk, 2004). Concepto que también había sido abordado en otro momento por el autor holandés: “el poder hegemónico logra que las personas actúen como si el consenso o el sometimiento fuera natural, normal: son innecesarias las órdenes, solicitudes, ni siquiera las sugerencias” (Van Dijk, 1997).

Estos criterios guardan relación con lo que Gramsci denominara como “sentido común”, forma de dominación a la que apela la hegemonía burguesa para lograr en los sujetos la aceptación pasiva de lo ya establecido10.

Ciertamente entre el propósito de legitimar, lograr consenso y persuadir, y el desarrollo del “buen sentido” necesario para una hegemonía liberadora, siempre va a existir alguna contradicción, pues tales estrategias son hasta cierto punto aniquiladoras del “buen sentido” gramsciano. No se puede obviar que todo acto discursivo encierra siempre propósitos solapados -niveles de lectura a distintos planos-, aun cuando el usuario de la lengua también se proponga una intención pedagógica, emancipadora y considere a los sujetos entes activos del proceso que se gesta. Para decirlo en palabras de Barbero: “no hay dominación sin complicidad y seducción entre el dominador y el dominado” (Barbero, 1991(b):27).

Los sujetos al exponerse a un discurso no solo construyen un modelo mental subjetivo a partir del texto del discurso, sino que también involucran otras opiniones y emociones derivadas del mismo texto y que pueden influir en el sistema de creencias de quienes consumen el discurso. Así, “entre el discurso, la sociedad y la cultura se da una relación dialéctica: el discurso constituye a la sociedad y la cultura, de

10 Gramsci plantea la necesidad de abogar por un “buen sentido” “se refiere

a la presencia en el “sentido común”, de elementos de humanización y

racionalidad, de elementos de un pensamiento crítico y verdaderamente

contra hegemónico” (Acanda, 2002: 297).

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la misma forma en que es constituido por ellas; de allí la importancia del mismo en los procesos sociales y en las relaciones de poder (Fairclough y Wodak, 1997:390).

El discurso como expresión de cultura, y acto comunicativo que actúa sobre las mentes de las personas en función del poder, es también portador de ideología. Para Thompson “la ideología dominante es un sistema simbólico que, al incorporar a individuos de todos los estratos al orden social, ayuda a reproducir un orden social que sirve a los intereses de los grupos dominantes” (1993: 143).

Por tanto, las ideologías están implícita en la redacción del discurso, y se expresan en múltiples mensajes que configuran un todo, donde el escrito comprende texto y contexto con lenguaje apropiado, cuya intención es convencer, persuadir mediante opiniones, juicios, argumentos, conclusiones y posible solución al problema.

Al decir de Van Dijk en su artículo Discurso, conocimiento e ideología: “En realidad, muy pocas propiedades del discurso serán capaces de expresar el contenido ideológico (aparte de las ideologías que subyacen la interacción misma entre los participantes de diferentes grupos). Sin embargo, se puede desplegar un sistema muy rico de variaciones formales para acercar tales proposiciones ideológicas al contexto del momento, y para ´portar` las estructuras sintácticas que no necesitan expresarse de manera explícita, como por ejemplo la agencia, responsabilidad, superioridad y polarización grupal, pero que tienen, al mismo tiempo, implicancias ideológicas muy importantes” (2005b).

Según Helena Calsamiglia y Amparo Tusón (2007)11 existen cinco modos de organización del discurso: argumentación, narración, descripción, explicación, y diálogo. Estas formas se presentan de manera relacionada en el texto, se apoyan unas a otras.

11

Helena Calsamiglia Blancafort es doctora en Filología española y profesora titular de Análisis del discurso de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, y Amparo Tusón Valls es doctora en Antropología lingüística y en Filología y catedrática de Lengua Española en la Universidad Autónoma de Barcelona.

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Se argumenta siempre que se quiere convencer o persuadir de algo a una audiencia. Esta práctica discursiva responde a una función comunicativa: la que orienta hacia el receptor para lograr su adhesión.

En un texto argumentativo “puede haber descripciones, narraciones, explicaciones que funcionan como argumentos o que refuercen esa función dominante persuasiva. Los argumentos que se buscan para apoyar las premisas pueden basarse en ejemplos, analogías, criterios de autoridad, causas o consecuencias” (Calsamiglia y Tusón, 2007: 287).

La argumentación tiene por objeto cualquier tema controvertido, dudoso, problemático, que admite diferentes maneras de tratarlo, y se puede formular como pregunta. El discursante ha de manifestar una manera de ver o interpretar la realidad, una toma de posición y exponer sus opiniones que contrastan con los enunciados de otros. El propósito es convencer, persuadir al auditorio sobre el tema es cuestión.

Los argumentos se pueden matizar con descripciones, cifras, emociones que los refuerzan y apoyan. En su propósito de persuadir el usuario de la lengua “utiliza en la comunicación el modelo preferido del otro para hacer pasar el modelo preferido del hablante” (Van Dijk, 1994).

El análisis argumentativo12, al decir de Thompson “es particularmente útil para el estudio del discurso abiertamente político…puesto que tal discurso se presenta con frecuencia bajo la forma de un argumento: una serie de enunciados o aseveraciones, asuntos o temas hilvanados de manera más o menos coherente, que buscan a menudo con la ayuda de adornos retóricos, persuadir a un público” (1993:167).

La narración puede combinarse en un discurso argumentativo, según afirman Calsamiglia y Tusón “como argumento que apela a la

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Tompson propone cinco tipos de análisis para el análisis formal o discursivo: semiótico, conversacional, sintáctico, narrativo y argumentativo. (pp. 157-167)

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experiencia” y también, en una anécdota, un diálogo, una historia (2007:260). Se narra para informar, argumentar, persuadir, entretener, crear intrigas…

La descripción “expresa la manera de percibir el mundo a través de los sentidos y a través de nuestra mente que recuerda, asocia, imagina, interpreta” (Ob.cit. 269). La enumeración constituye el recurso más utilizado en la secuencia descriptiva.

Como forma discursiva, la explicación parte de que hay un conocimiento previo y tiene el propósito de cambiar el estado epistémico del interlocutor, de ofrecerle información, hacerla accesible, digerible. Este modo supone la posesión de un conocimiento, por lo que le otorga prestigio, autoridad y poder a quien lo emite.

El diálogo permite caracterizar a los personajes que se evocan, haciéndoles hablar de una manera particular, y “constituye un recurso que aumenta el efecto de verosimilitud de aquello que se está contando” (Ob.cit. 312).

Las características de los dialogantes, es decir, la forma de hablar, las intenciones y la manera de proyectarse públicamente también contribuyen a calzar el sentido del discurso.

El estudio del discurso formula teorías que explican las relaciones entre el uso del lenguaje, las creencias y la interacción social. De ahí que en cualquier análisis, resulte difícil soslayar algunos aspectos del lenguaje que influyen en la interacción, y viceversa.

Al analizar al discurso como acción e interacción, Van Dijk apunta que éste “no solo consiste en (estructuras de) sonidos e imágenes, y en formas abstractas de oraciones (sintaxis) o estructuras complejas de sentido local o global y formas esquemáticas. También es posible describirlo en términos de las acciones sociales que llevan a cabo los usuarios del lenguaje cuando se comunican entre sí en situaciones sociales y dentro de la sociedad y la cultura en general” (2003:38).

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El propio teórico holandés reconoce que las estructuras sonoras del discurso no han sido lo suficientemente estudiadas desde el Análisis Crítico del Discurso a pesar de que los sonidos desempeñan un rol fundamental en la interpretación del sentido y de las funciones del discurso. El hecho de que un interlocutor esté enojado no solo se manifiesta en la elección particular de palabras que hace, sino también en el volumen o entonación de los sonidos que emite.

“…los sonidos pueden establecer relaciones entre oraciones (por medio, por ejemplo, del énfasis contrastivo), señalar actos verbales como las preguntas, indicar el comienzo o final de un segmento de discurso o caracterizar la alternancia de hablantes.” (Van Dijk, 2003:28)

Otro aspecto del discurso es el estilo el que depende mucho de las variaciones que ocurren en función del contexto (hablante, perspectiva, auditorio, grupo). De ahí que un mismo hecho pueda ser narrado con variaciones en la entonación, en la escritura, en el orden de las palabras, de las oraciones, variaciones funcionales que forman parte del estilo.

El estilo “es el resultado de las elecciones que el hablante realiza entre las variaciones opcionales de las formas del discurso que pueden utilizarse para expresar más o menos el mismo significado (o denotar el mismo referente)” (Van Dijk, 2001:108).

Un aspecto del discurso estrechamente vinculado al análisis estilístico es la dimensión retórica del discurso, la que tiene como propósito calar más en las mentes y ser más persuasivo.

Si bien todo discurso entraña necesariamente un estilo, no todo discurso presenta estas figuras, denominadas por Van Dijk (2003) “estructuras retóricas”, entre las que se pueden citar: metáfora, enumeración y diferentes formas de repetición léxica como anadiplosis, reduplicación, anáfora, y epífora, etc.

Según Gill y Whedbee “…la retórica es el discurso calculado para influir sobre un auditorio hacia cierto fin en particular… se trata de un tipo de

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discurso instrumental. De un modo u otro, es un vehículo para reforzar, alterar o responder a las opiniones de un público determinado, del tejido social de la comunidad” (En: Van Dijk, (2003:234).

Los procedimientos retóricos tienen la intención de mover hacia la acción, conmover o crear la adhesión de los receptores. Uno de los procedimientos más básicos y eficaces es el de la repetición, “factor expresivo que focaliza la atención y puede lograr efectos de intensificación, de liturgia o de encantamiento” (Calsamiglia y Tusón, 2007: 331).

En el caso del discurso oral la repetición es un recurso fundamental ya que los participantes van construyendo conjuntamente el sentido de la interacción.

La metáfora, como figura retórica, suele ser atractiva y pueden lograr cierta complicidad entre el hablante y el oyente, al establecerse una analogía con mundos supuestamente presentes en la mente de los hablantes, condición necesaria para que ambos puedan construir su interpretación.

El discurso está conformado por varios niveles que representan diferentes tipos de fenómenos como los sonidos, las formas, los sentidos, o la acción. Los usuarios del lenguaje operan estratégicamente con varios niveles o dimensiones del discurso al mismo tiempo durante el proceso de compresión o producción del discurso y en el proceso de consecución de sus metas comunicativas o sociales.

Toda ideología se vale de estrategias para ser aceptada a través de su poder persuasivo en la mente del receptor. “Las ideologías determinan no sólo la forma de hablar sino el sentido de las palabras que pueden variar de significación, según el contexto donde están utilizadas; su orden y selección hacen que el discurso cobre sentido, poder y manifestación de la ideología dominante y simbólica” (Reboul, 1986 y Haidar, 2002; citado por Sergio de la Fuente; 2006).

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Para Van Dijk, (2005b) cualquier estructura variable del discurso puede tener una intención ideológica, en dependencia de las intenciones del discurso, por ejemplo, la entonación específica, la tensión o el volumen en la expresión de una palabra o frase, la preferencia por temas específicos, el uso de las figuras retóricas, etc. estarán marcados por la ideología del hablante.

Al analizar la relación entre discurso-ideología y poder Thompson, enfatiza en la necesidad de contextualizar el discurso en las condiciones socio-históricas y describe las maneras en las que opera la ideología en el discurso, las cuales guardan una estrecha relación con las expresadas por Van Dijk. Ambos autores mantienen una postura flexible, al considerar que las estrategias pueden operar en circunstancias especiales de formas diferentes.

La legitimación y deslegitimación constituyen las estrategias más recurrentes en el discurso político. Cuando un grupo legitima sus acciones ante otro grupo necesita mostrar que sus principios básicos son justos, es decir sus criterios de pertenencia, acciones, objetivos, y que los de los otros grupos son posiblemente incorrectos.

Si se deslegitima el discurso público de un grupo social “el grupo dominante o competidor puede establecer la hegemonía sobre el campo simbólico, esto es, el control de los significados y de las mentes de los receptores de ese discurso” (Van Dijk, 2005(a): 330).

Este estudio se propone valorar las estrategias discursivas más empleadas por Chávez en AP y revelar su significado en función de construir un nuevo poder hegemónico, sin obviar como afirma el teórico inglés que la conducción del análisis formal o discursivo debe ser suficientemente flexible, creativo, para tomar en cuenta sus diferentes rasgos, y demostrar cómo estos apoyan las relaciones de dominación en circunstancias socio históricas específicas; “en otras palabras, se debe desarrollar un argumento acerca de las interrelaciones entre significado y poder” (1993:174).

Este capítulo ha analizado la interrelación que existe entre la cultura, la ideología, los medios de comunicación y el poder, espacios todos

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que interactúan en una sociedad en función de consolidar la hegemonía de la clase que está en el poder y que encuentran expresión a través del discurso. Relación que certeramente es abordada por García Canclini al analizar la obra de Bourdieu: “No hay relaciones de comunicación o conocimiento que no sean, inseparablemente, relaciones de poder. Y las relaciones culturales pueden operar como relaciones de poder justamente porque en ellas se realiza la comunicación entre los miembros de la sociedad y el conocimiento de lo real (1990:40).

REFLEXIONES SOBRE EL CAPITULO

Entre el pensamiento marxista de Gramsci, la Escuela de Frankfurt, los Cultural Studies ingleses, la sociología de la cultura de Bourdieu y el nuevo paradigma cultural latinoamericano ha habido una continuidad, no exenta de polémicas, que ha estado centrada en el papel de la cultura dentro del sistema de mediaciones, en las relaciones de poder y como constructora de hegemonía.

Los medios de comunicación constituyen hoy poderosos aparatos de producción, distribución y socialización de la cultura, y están reconocidos entre las instituciones que más aportan a la legitimación del poder, sin desdeñar la acción mediadora de todo el conjunto de instituciones que conforman la sociedad civil.

La clase dominante solo puede ejercer su verdadera hegemonía desde las matrices y los valores históricos de la cultura popular, en la medida en que la clase élite representa intereses que también reconocen como suyos, de alguna manera, las clases subalternas.

En la sociedad moderna el poder representa una construcción social y es el resultado de la interacción cotidiana de los individuos, circula a través de ellos y reside en cada uno de los elementos o factores que conforman la sociedad, este criterio

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se sustenta en el concepto de hegemonía de Gramsci, y ha sido suscrito por varios autores.

Los media, como parte importante del sistema de comunicación en una sociedad, son en su gran mayoría expresión de las relaciones de poder dominantes, constituyen actores políticos y agentes de reproducción en las sociedades contemporáneas. El alto grado de confiabilidad que los receptores les otorgan a los mensajes transmitidos por los medios, así como su gran alcance y desarrollo tecnológico, constituyen potencialidades muy bien utilizadas por los gobernantes en la comunicación política. El poder para ser reconocido, legitimado necesita apoyarse en procesos comunicativos que le permitan la transmisión y socialización de los valores simbólicos, y en ello la radio ha desempeñado un rol fundamental en sus más de cien años de existencia.

El poder simbólico debe sustentarse en el capital simbólico acumulado por la clase élite, lo que implica al menos un cierto grado de correspondencia entre lo que ésta propone en su accionar y la realidad.

Para la construcción de una hegemonía liberadora se necesita superar los patrones de dominación simbólica de la hegemonía burguesa, sustentada en el desarrollo de un “sentido común” como instrumento de dominación, y universalizar en los sujetos la capacidad de pensamiento crítico hacia su realidad social.

El discurso como práctica cultural y forma simbólica compleja, es expresión de las relaciones de poder y un acto de poder en sí que actúa sobre las mentes de las personas. La ideología no debe ser concebida como una estructura independiente o un tipo especial de discurso, sino como un momento presente en la construcción de sentidos y de significados indisolubles a todas las expresiones de la cultura. La producción discursiva socializada a gran escala a través de los medios, constituye uno de los instrumentos más eficaces para la construcción hegemónica del poder.

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La cultura, la ideología, la comunicación, y el poder constituyen fenómenos o instituciones mediados y al mismo tiempo mediadores de la realidad social; espacios desde donde se gestan o se ejercen, a la vez, relaciones de poder, de comunicación y de cultura, las que se sustentan en estructuras comunicativas, y en las lógicas de la cultura y el poder. Esta cuatrilogía de instituciones y fenómenos, en un contexto social actúan de manera interrelacionada, en función de que la clase dominante pueda ejercer su hegemonía.

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CAPÍTULO II

HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA

HEGEMONÍA EN VENEZUELA

2.1. Antecedentes de una Revolución anti-oligárquica Desde que Venezuela alcanza su independencia de la Gran Colombia en 1830, la oligarquía ejerce su dominación en el país. Los grupos élites en el poder, por casi 200 años mantienen un dominio total en todas las esferas de la vida, e imponen a todos los sectores o estratos sociales su cultura de dominación y supeditan los intereses nacionales a sus planes hegemónicos. Este sistema de poder crea una cultura de dominación, a través de un proceso de aculturación y occidentalización que forma parte de la cotidianidad del venezolano; lo que contribuye, a veces de manera inconsciente y natural, al balance equilibrado del poder hegemónico de esa oligarquía. Es así como se cumplen los enunciados de Hall (1981: 16): “las clases dominantes fijan los límites -mentales y estructurales- dentro de los que ‘viven’ las clases subordinadas y dan sentido a su subordinación de un modo que se sostenga su dominancia sobre ellas” y de Bourdieu (1990: 46): “el campo establecido por las élites con una fuerte autonomía opera como criterio de legitimación, o al menos como referencia de autoridad, para el conjunto de la vida cultural”. Es decir, que la oligarquía ejerce su hegemonía cultural presentada como un sistema simbólico que interactúa con las distintas clases sociales, con sus culturas.

Desde 1925, el oro negro se convierte en el primer producto de exportación de este país. Esta base moldea durante muchos años el sistema político venezolano. De hecho, la democracia venezolana

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fundada después del derrocamiento de Pérez Jiménez por el Pacto de Punto Fijo13 descansa en la distribución de las rentas petroleras a través de un sistema de clientelismo político.

No es objetivo de esta investigación hacer un recorrido por toda la historia venezolana que antecede al proceso revolucionario de Chávez, en el que decenas de gobernantes ascendieron al poder. Sí consideramos pertinente ofrecer algunos elementos de lo que es la Cuarta República14 como el antecedente más cercano que tiene el actual proyecto revolucionario, etapa que se inicia con el puntofijismo, una vez que el dictador Marcos Pérez Jiménez (1952-1958) es derrotado con un movimiento cívico militar. Desde entonces, varios presidentes le suceden en el poder15. Venezuela es presentada como modelo de democracia parlamentaria en el área latinoamericana, mientras la mayoría de su población vive en condiciones de pobreza. El legado de la partidocracia de Acción Democrática (AD) y Comité Político Electoral Independiente (COPEI) desafortunadamene constituyó la instauración de la corrupción como modo de vida en el país.

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En octubre de 1958 se firma el pacto de Punto Fijo entre los partidos políticos venezolanos Acción Democrática (AD), Comité Político Electoral Independiente (COPEI), el Partido Demócrata Cristiano y Unión Republicana Democrática (URD), el objetivo era instaurar la democracia mediante la participación equitativa de todas las fuerzas políticas en el gabinete ejecutivo del partido triunfador. 14

Período que el presidente Hugo Chávez calificó tras haber aprobado una nueva constitución en el año 1999. La IV República se iniciaría en 1958 con el Pacto de Punto Fijo. 15

Durante los cuarenta años del puntofijismo estuvieron en el poder:

Wolfgang Larrazábal (1958), Edgard Sanabria (1958-1959), Rómulo

Betancourt (1959-1964), Raúl Leoni (1964-1969), Rafael Caldera (1969-1974),

Carlos Andrés Pérez (1974-1979), Luis Herrera Campins (1979-1984), Jaime

Lusinchi (1984-1989), Carlos Andrés Pérez (1989-1993), Ramón J. Velásquez

(1993-1994) y Rafael Caldera (1994-1999).

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Con el puntofijismo se acentúa, estructural y funcionalmente, el protagonismo de la oligarquía cultural, se eterniza un modelo político institucional. En su libro La Revolución es Cultural o reproducirá la dominación, Lanz-Rodríguez determina algunas características16 de la “cultura puntofijista” y agrega: “este conjunto de aspectos de la cultura puntofijista no es un asunto del pasado, sino que se encuentra vigente en el presente, con el peligro de reproducirse en el futuro.

Estos valores, métodos y prácticas erróneas no sólo se reproducen en la revolución bolivariana por la presencia en su seno de algunos personeros reproductores de la cultura puntofijista, sino que forman parte de un conjunto de relaciones sociales que son la trama material y simbólica de la dominación” (Lanz-Rodríguez, 2004). López-Maya (2004a), considera que en la década de 1980 ocurren cambios en la cultura política del venezolano, debido al deterioro de la democracia representativa y sus actores hegemónicos, al mostrarse éstos incapaces de remontar la crisis de la deuda de los primeros años 80, al negarse a aprobar reformas estatales de profundización de la democracia, exigidas crecientemente por diversos sectores sociales y políticos y al implementar, a pesar del expreso rechazo del electorado, planes de ajuste y reformas económicas de orientación neoliberal. La situación de crisis en el orden económico y político le abre un camino a los medios de comunicación y comienzan a fungir como instituciones políticas, lo cual tiene como antecedente relevante la alianza surgida en el Pacto de Punto Fijo entre los medios y el poder

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1- Desarraigo, individualismo competitivo, egoísmo posesivo. 2.- Predominio del pragmatismo y el sectarismo. 3.- Enfoques superficiales y reproducción de las relaciones de producción. 4.- Desarrollo de la burocracia, el burocratismo y la burocratización. 5.- Descrédito y desencanto en torno a la política. 6.- Atomización y burocratización de la administración pública.

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político. En esa década ocurren, según Bisbal17 “… profundas mutaciones en la estructura comunicacional del país, en donde los dos grandes grupos dueños de la televisión comercial, se empiezan a convertir en lo que hoy denominaríamos grupos multimediáticos, es decir, el cruce del medio que les dio origen como grupo económico comunicacional y la presencia dinámica en otros sectores del sistema comunicacional nacional, y en algunos casos internacional” (2000:49). La reacción popular al modelo político económico impuesto durante cuarenta años por el puntofijismo, puede decirse que tiene su momento clímax al inicio del segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, el 27 de febrero de 1989, con los sucesos conocidos como “El Caracazo”. Casi cuatro años después, en ese contexto de crisis de representación, de desencanto y desilusión con el sistema político venezolano, el 4 de febrero de 1992, el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) liderado por el teniente coronel Hugo Chávez Frías intenta derrocar al gobierno de turno mediante una insurrección militar. Al decir de Romero (2005) “Si bien la intentona fracasó, la breve aparición pública18 del militar marcó significativamente la psiquis del venezolano promedio, desatándose un revuelo que fue recogido por los medios de comunicación en Venezuela y el mundo. Se constituyó en una referencia identitaria, en un factor de congregación y aglutinación de las voluntades políticas del ciudadano”. Hugo Chávez cumple condena y es indultado por el presidente Rafael Caldera, luego de éste asumir el mandato en 1994. Con su accionar, Chávez se gana la simpatía y el apoyo de los sectores más populares y opta por el camino de las urnas.

17 Director de los Postgrados en Comunicación Social de la Universidad

Católica Andrés Bello (UCAB). Colabora en revistas y publicaciones especializadas con una postura abierta contra el chavismo.

18 Anexo 3: palabras de Hugo Chávez, 4 de febrero de 1992.

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El Pacto de Punto Fijo, la derrota de las tesis insurreccionales de los años 60, el reflujo de la izquierda, y el deterioro de las condiciones de gobernabilidad de Venezuela, con el descrédito de los partidos tradicionales, que tiene su pico de crisis en la respuesta espontánea de los sectores populares en los sucesos conocidos como el “caracazo”, sientan las bases para un cambio político en Venezuela. Todo lo anterior explica que en las elecciones presidenciales de noviembre de 1998, AD y COPEI son barridos con el 9% de los votos, entre los dos, y que el programa de Hugo Chávez obtenga el 57% de los sufragios. Este resultado constituye un duro golpe a la institucionalidad tradicional del sistema político y una muestra de la pérdida de credibilidad de los actores sobre los cuales ha estado estructurada la democracia venezolana durante cuatro décadas. El triunfo de Chávez marca el fin de casi dos siglos de hegemonía oligárquica. 2.2. Nacimiento y desarrollo de la V República La aprobación de la Constituyente significó el acto político y jurídico más importante sobre el cual se diseñó todo el andamiaje de la nueva república y el accionar de sus principales actores. Ello generó, a sólo unos meses de la llegada de Chávez al poder, varias controversias y enfrentamientos que se suscitan desde la convocatoria al referéndum y la realización del nuevo proyecto de Constitución. El primer punto de controversia es el referido al hecho de si la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) debe sólo formular una nueva constitución, posición de la mayoría de los miembros de AD y COPEI –los dos partidos tradicionales de la oligarquía--, o si por el contrario, tal y como sostienen Chávez y los partidos del Polo Patriótico, se debe proceder a una reestructuración de todo el poder constituido. El referéndum del 25 de abril de 1999 establece las bases de convocatoria de la ANC.

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Finalmente, más de 3 millones 500 mil personas votan a favor de la transformación del orden que había prevalecido en Venezuela desde 1958. La victoria en la consulta del 25 de abril le permite a Chávez y al Polo Patriótico construir una red de poder que facilita el control de la ANC, de manera que de sus 131 miembros, 126 son postulados por el Polo. Se completa así “un proceso de progresivo y efectivo desplazamiento de los espacios de poder de los factores políticos ligados al puntofijismo, y su sustitución por un nuevo agente social de manifiesta vocación popular (López-Maya y Lander, 2000).

La Constitución Bolivariana es aprobada el 15 de diciembre de 1999. Nace así lo que Hugo Chávez denomina como V República, nombre del partido que fundara en 199719, y con el cual se postula para la presidencia. Con la nueva constitución20, la nación adopta el nombre de República Bolivariana de Venezuela, en honor al Libertador Simón Bolívar. Refuerza el poder del presidente y permite ejercer mayor control económico por parte del estado, su objetivo es transformar el marco político-jurídico existente, ya agotado, para dar paso a una auténtica democracia participativa y protagónica, con una mayor intervención del pueblo en todas las escalas del poder, uno de los

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Desde 1998 hasta 2006, año en el que se integra al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el Movimiento Quinta República (MVR) se mantiene como el de mayor popularidad en el país, y supera por una gran diferencia de votos a los otrora partidos tradicionales AD y COPEI. Su plataforma se sustenta en los ideales de Simón Bolívar. 20

La cual plantea la existencia de cuatro tipos diferentes de referéndum: el consultivo, donde se someten a consulta problemas de trascendencia nacional; el referéndum revocatorio, que es el instrumento señalado por la Constitución para someter a consulta popular si un funcionario debe o no permanecer en su cargo, luego que ha transcurrido la mitad de su mandato; el referéndum aprobatorio, que somete a consulta para su aprobación acuerdos, convenios o tratados internacionales; y, el referéndum abrogatorio, que somete a consulta la posibilidad de abolir leyes o decretos con fuerza de ley .

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pilares en los que se sustenta el Socialismo del Siglo XXI que Chávez proclama años más tarde21. El proyecto bolivariano considera que dos sujetos políticos son cruciales para el desarrollo de la sociedad: “el Estado en todos sus niveles administrativos y ramas, y los ciudadanos, que a través de su organización y participación irán transformándose en sujetos políticos con valores como la solidaridad, el respeto a los procedimientos democráticos y la corresponsabilidad” (López-Maya, 2004a). La participación ciudadana se aprecia en numerosas áreas del Estado. En los ayuntamientos de planificación local, en los programas sociales y en varios mecanismos institucionalizados para la implicación de la sociedad civil en el gobierno (los referéndum, la selección de los altos funcionarios y la auditoría ciudadana de las instituciones del Estado). El creciente descrédito de los partidos tradicionales y las políticas sociales emprendidas por el chavismo, que responden a las necesidades ciudadanas abren, al decir de Romero (2002a): “amplias posibilidades a la estructuración de una verdadera ciudadanización determinada por procesos donde el hombre público hace, construye y por lo tanto ‘recibe’ asignaciones sociales dentro del espacio compartido que derivan necesariamente en el fortalecimiento institucional de la democracia como eje estructurante de la vida social.” Años más tarde, al cumplirse el décimo aniversario de la Revolución, el propio Romero planteará: “En el caso nuestro, la Constitución selló un déficit histórico de derechos que se tenía desde la propia independencia. Procesos ligados a tres problemas no resueltos, tales como el acceso a la propiedad, el tema de la participación política y la igualdad real ante la sociedad, son tratados en la Constitución de 1999

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El 15 de agosto de 2004, se puede decir que el proceso revolucionario venezolano entró en una nueva etapa anti-imperialista. En enero de 2005, en el Foro Mundial de Porto Alegre, proclama la construcción del socialismo del siglo XXI.

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y han permitido un dinamismo de gran significado en cuanto al desarrollo de la ciudadanía” (2009a). Otro documento importante que define la estrategia del nuevo proyecto social es el programa de gobierno propuesto por Hugo Chávez en el cual plantea como hecho novedoso cambiar las condiciones materiales y sociales de vida de las mayorías venezolanas, pero con la participación de los propios ciudadanos. Las libertades públicas y el derecho al voto, no son suficientes. El tercer documento decisivo para la transición es el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación: 2001-2007. Por vez primera en Venezuela se presenta un Plan de Desarrollo Nacional22 para el mediano plazo, con el fin de transitar de una Venezuela petrolera rentista, a una Venezuela productiva, de democracia participativa. La concepción de una democracia participativa que involucra a importantes sectores del pueblo en las transformaciones y proyectos asumidos por la revolución se puede decir que constituye una de las acciones más importantes desde el punto de vista cultural. Este nuevo modelo democrático implica, según expresa Dragnic (2007) “una primera ruptura con uno de los más significativos valores de la democracia liberal, de larga y profunda simbolización político-social: al modificar la adjetivación y reemplazar la denominación “representativa” por “participativa y protagónica”, se abrió el camino para un replanteamiento de las formas de convivencia social en términos de igualdad real y no solo formal.”

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Este plan se fundamenta en la interacción de los cinco ejes de equilibrio: el económico, el social, el político, el territorial y el internacional. De esta forma, Venezuela se convirtió en el primer país del continente que logró construir un programa estratégico económico-social fuera de las recetas de los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial diseñadas para América Latina y el Caribe.

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Entre 2005 a 2010, Venezuela se ubicó en el rango alto del IDH, gracias a la política de inclusión social, especialmente en educación, salud y por el incremento significativo en el nivel de ingreso de los hogares pobres23. Para acometer estos propósitos se establecieron tres ejes de acción (López-Maya, 2004b): uno, centrado en superar la desigual distribución de la riqueza y del ingreso; otro, que busca alcanzar la equidad en el acceso y ejercicio de los derechos humanos; y en tercer lugar, lograr el pleno desarrollo del ciudadano. 2.2.1. Golpe y guerra mediáticos

La ofensiva de la oposición24 se exacerba a partir de diciembre de 2001, dado fundamentalmente por la inclusión de nuevos actores en el sistema político venezolano, que plantean una ruptura total con el protagonismo asumido durante 40 años por los partidos tradicionales. Entre diciembre de 2001 y abril de 2002 se generan una serie de conflictos internos25, cuya irrupción tiene como punto clímax el momento en que Hugo Chávez, en uso de poderes extraordinarios, aprueba la Ley Habilitante26.

23

Anexo 4: Venezuela mejoró el índice de desarrollo humano (IDH). 24

La oposición al Régimen Chavista incluye a prácticamente todos los sectores que solían tener un papel determinante en la sociedad venezolana, como los antiguos partidos en el gobierno, los antiguos sindicatos, la jerarquía eclesiástica, los grandes negocios y casi todos los medios de comunicación privados. 25

Vea Anexo 5: Principales acciones realizadas por la oposición en Venezuela entre diciembre de 2001 y abril de 2002. 26

Un paquete de 49 leyes que instauran reformas moderadas en sectores

puntales de la economía como los hidrocarburos, la banca, la pesca, y las

tierras. Entre los años 1999 y 2001, fueron activados por Hugo Chávez dos

grupos importantes de leyes habilitantes. Entre ellas se destacan las leyes

tributarias, la eliminación de algunos organismos públicos, la modernización

de los trámites administrativos y las relaciones entre el Estado y el sector

privado. Durante 2001 el Presidente Hugo Chávez también concreta la

creación del sistema microfinanciero, así como de las leyes que regulan las

58

Al golpe de abril de 2002 lo anteceden varias conspiraciones y conflictos internos en Petróleos de Venezuela (PDVSA), lo que genera profundos cambios en su junta directiva27. Las actividades subversivas aumentan hasta llegar a ausentarse el 50% de los trabajadores a sus puestos de trabajo. La gerencia directiva que funge hasta entonces exige al presidente un plazo de una semana para que rectifique la designación de la nueva dirección empresarial. Al no concedérsele la demanda, convoca el 4 de abril a un paro general. Tal situación hace que el presidente Chávez en su programa AP del domingo 7 de abril, despida a siete gerentes de la nómina mayor y ordena jubilar a otros 12 trabajadores.

actividades productivas del sector privado. Asimismo, se reforma la Ley de

Hidrocarburos y se crea el Banco de Desarrollo Económico y Social de

Venezuela. Se retoma de este modo la industria petrolera como empresa

perteneciente a la Nación. Estas leyes, en su conjunto significan el comienzo

de transformaciones decisivas en todos los ámbitos de la sociedad. 27

En mayo de 2000, el primer mandatario nombra al General retirado

Guaicaipuro Lameda, como presidente de PDVSA, pero con ello no cesaron las

críticas al gobierno, con un declarado rechazo a la promulgación en agosto de

2001 de la Ley de Hidrocarburos, así como la intención por parte del Ejecutivo

de incluir a la industria petrolera dentro del Ministerio de Energía y Minas.

Por otra parte, Pedro Carmona Estanga, presidente de FEDECAMARAS,

desarrolló una estrategia de ataque en conjunto con los medios, en rechazo al

Acuerdo de Cooperación Energética con Cuba y en contra de la permanencia

de Venezuela en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Lameda conspiró para separar la industria de los proyectos sociales del

presidente Chávez, e inició en abril de 2001, junto a otros empresarios una

conspiración para derrocarlo.

En febrero de 2002 es designado Gastón Parra Luzardo, como presidente de

PDVSA, y la inclusión en la junta directiva de otros partidarios al gobierno.

Ello desencadenó nuevos conflictos en la empresa. El 7 de marzo al ser

presentada la nueva dirección, la empresa es paralizada durante 4 horas.

59

La CTV y FEDECAMARAS apoyan a los gerentes de PDVSA y anuncian la decisión de apoyar a un paro nacional para el que se convoca a todos los trabajadores y empresarios del país pertenecientes a estas organizaciones, con el fin de solucionar la crisis.

Finalmente, la oligarquía al ver afectados sus intereses económicos, adopta la decisión de sacar al presidente mediante un golpe militar28 el 11 de abril de 2002. Para ello, logra atraer a importantes sectores medios de la sociedad, a organizaciones e instituciones como la asociación patronal Fedecámaras y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV); a la alta jerarquía de la Iglesia Católica, y a los medios masivos de comunicación, que juegan un papel protagónico como organizadores colectivos de la oposición29. Todos estos conflictos encuentran eco y apoyo en los medios de comunicación, los que asumen el rol de los partidos de la oposición y actúan como instigadores del golpe, y del paro y sabotaje petrolero de ese mismo año. Para el periodista Earle Herrera: “igual ocurrió con el poder económico. El gremio empresarial, la Federación de Cámaras de Comercio y Producción (FEDECAMARAS), privilegiada durante los 40 años del bipartidismo, auténtico poder detrás del trono, que ponía y

28

Luego del paro laboral que no logra plenamente sus objetivos, el 11 de abril

de 2002, un golpe militar destituye a Chávez del gobierno y coloca como

presidente a Pedro Carmona, el más alto ejecutivo de la asociación

empresarial Fedecámaras. Al asumir el gobierno, éste decide eliminar la

nueva Constitución y disolver todos los poderes públicos, y sus adeptos

empiezan a agredir físicamente a funcionarios chavistas. De inmediato,

Estados Unidos reconoce al mandatario usurpador.

La victoria de la oposición duró unas horas. Al difundirse la noticia de que

Chávez no había renunciado y que estaba preso, el pueblo sale de los cerros y

de los barrios populares hacia los cuarteles y hacia el palacio de gobierno,

exigiendo su regreso. En menos de 48 horas el pueblo, junto a la inmensa

mayoría de la Fuerzas Armadas, logran su objetivo: Chávez retorna a la

Presidencia de la República. 29

Anexo 6: Principales fuerzas opositoras en Venezuela.

60

quitaba los ministros de la economía, también cae en el desprestigio con la caída de la Cuarta República. Esta patronal encabezó el golpe de Estado contra el presidente Chávez. Su máximo dirigente, Pedro Carmona Estanga, fue colocado como presidente de facto por los golpistas. El pueblo bolivariano los identifica como enemigos del proceso bolivariano. Ya los medios ni el poder económico engañan a nadie. Ese apoyo popular es la fuerza que sostiene e impulsa a la revolución bolivariana” (Entrevista a E. Herrera: 15 de enero 2010). La oposición interna encuentra pronto respaldo en los gobiernos de Estados Unidos y de España, quienes reconocen de inmediato al presidente golpista. La huelga general convocada por la oposición causa la muerte de 19 personas y más de cien heridos. Oficiales del Alto Mando Militar desconocen la autoridad del presidente constitucional (Hugo Chávez) y ordenan su detención en la base aeronaval de la Orchila, a unos 160 kilómetros de Caracas. La televisión comercial transmite un amplio arsenal informativo durante esos días y legitima el discurso opositor a través de una amplia agenda política destinada a derrocar al gobierno de Chávez. El montaje realizado por Venevisión, intentando modificar los sucesos de Puente Llaguno, es un ejemplo del desenfreno mediático vivido durante los sucesos de abril, en el que los medios de comunicación privados alientan la violencia de la oposición, convocan a la marcha y se convierten en factores de desestabilización social. Las radios comunitarias son las que contribuyen a romper el cerco mediático durante esos días, en opinión de Brito (2005), de Radio Zamora Libre: “La gran lección la dieron el 11 de abril de 2002 y los días que siguieron al Golpe de Estado, cuando estos medios lograron comunicar al pueblo la verdad que los medios fascistas ocultaban, mientras resistían los embates, ataques y allanamientos de la derecha golpista”.

61

Al referirse a la movilización popular que sale a respaldar a Chávez, Medina y López-Maya (2003) describen "muchos de los participantes en las movilizaciones del 13 de abril levantaban en las manos el librito azul, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela... El pueblo de los estratos socioeconómicamente más deprimidos, con bajos niveles de educación formal; se ha constituido en el defensor de la constitucionalidad".

Según criterios de algunos expertos, a partir del golpe de 2002 se agudiza la polarización política en la sociedad venezolana. López-Maya (2003) al analizar estos conflictos que tienen como elemento detonante el botín petrolero considera que “el proyecto que encarna el presidente Chávez y el movimiento popular que lo secunda, reivindica el papel del Estado en el diseño de la política petrolera”. Destaca, además, el papel desempeñado por Chávez, no solo en la recuperación de los precios de los hidrocarburos en el mercado mundial, sino además en el fortalecimiento de la OPEP y los países que la integran, así como el malestar en el gobierno de los EEUU. Al analizar las enseñanzas de los sucesos de abril, seis años después, Romero (2008a) señala “que es necesaria una profundización del debate ideológico, que permita en el sentido planteado por Gramsci, la conformación de un Bloque Histórico, capaz de lograr aglutinar voluntades sociales que sirvan de apoyo a los procesos y acciones emprendidas”.

Durante todos estos años, la oposición cuenta con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos. Organizaciones como SUMATE, reciben cuantiosas sumas de dinero para alentar la contrarrevolución interna. El gobierno norteamericano toma a Colombia como base de operaciones, con la creación, muy cerca de la frontera venezolana, de asentamientos y bases militares estadounidenses. La polarización de la sociedad venezolana cada vez se hace más notable, con la presencia, y obvia repercusión, en todos los sectores de la vida económica, política y social, de dos grupos bien diferenciados: “chavistas” y los mal denominados “escuálidos”.

62

Según Wilpert (2006) “el problema clave del gobierno de Chávez con esta oposición no es tanto su poder, que ha ido perdiendo de manera constante en gran parte debido a sus propios fallos y desorganización, sino a su falta de deseo de tomar parte del juego democrático, como hizo durante el intento de golpe de abril de 2002, la paralización de la industria petrolífera de diciembre de 2003 y el boicot en diciembre de 2005 a las elecciones parlamentarias…” La sobrevivencia de la revolución en medio de tal antagonismo, hace singular el proceso en un contexto en el que la oligarquía ha tenido casi el control absoluto de lo económico y lo mediático y pugna por imponer la herencia cultural legada de los años del puntofijismo. Ello confirma la veracidad de la teoría gramsciana de la unidad dialéctica que rige la relación entre la estructura y la superestructura en una sociedad, “distanciándose del marxismo vulgar que absolutizaba la importancia de la base económica en los cambios sociales” (Acanda, 2002: 247). Posterior al golpe militar, el Estado logra el control sobre PDVSA, su industria estratégica y recupera un recurso de primer orden para acometer el desarrollo del proyecto bolivariano30. 2.2.2. Misiones contra la exclusión social

La puesta en marcha del plan cívico-militar Bolívar 2000, significa los primeros pasos para una profunda transformación de las estructuras económicas y sociales del país. Este plan genera mucha polémica durante sus tres años de existencia (1999-2001), sobre todo la referida a la deficiente gestión y la poca transparencia en el manejo de las decisiones relacionadas a la ejecución presupuestaria.

30

Chávez desarrolló una política en el plano internacional dirigida a fortalecer los precios petroleros y a controlar la industria nacional, con el fin de dar acceso a los sectores populares a la renta petrolera a través de múltiples políticas sociales distributivas, formas de empleo público, participación comunitaria.

63

Una de las acciones de mayor repercusión social emprendida en los inicios de la Revolución es la puesta en marcha de la Misión Robinson en 2003, concebida para erradicar por completo el analfabetismo. Ese mismo año se impulsa las Misiones Ribas y Sucre, establecidas para otros objetivos sociales relacionados con la educación media y superior. El 28 de octubre de 2005, Venezuela se autodeclara como territorio libre de analfabetismo: 1’482000 personas adultas han aprendido a leer y a escribir. Otra estrategia medular en aras de disminuir la exclusión social es la creación del Plan Barrio Adentro, con el fin de garantizarles la salud a los ciudadanos más desprotegidos, convertida en 2004 en la Misión Barrio Adentro para promover el desarrollo de la salud, educación, cultura y deporte en las comunidades más necesitadas del país. Posteriormente, son puestas en práctica casi una treintena de misiones en lo económico, lo social y cultural (Anexo 7); todas destinadas a elevar el nivel de vida de los sectores más desprotegidos31. 2.2.3. Un acto de democracia inédito Una gran ofensiva política y social de las fuerzas opositoras caracteriza el último trimestre de 2002. La realización de la huelga general que

31

En entrevista a King (2009), el presidente Hugo Chávez aporta las siguientes cifras: En Venezuela cuando yo llegué al gobierno la pobreza era de casi un 60 % y ya llegamos por debajo de 30%, ya cumplimos la meta del milenio. La pobreza extrema era de 24%, hoy está en 7 % y sigue disminuyendo, el desempleo era de casi 20 % y estamos en un 7,5 %, mucho mejor que en Estados Unidos, por cierto… La mortalidad infantil estaba en 25 por mil nacidos vivos hoy estamos en 13 por mil…Tenemos un servicio de salud que atiende a 15 millones de habitantes, totalmente gratuito…Un sistema de distribución de alimentos. Venezuela ha cambiado de manera extraordinaria en los últimos 10 años porque hemos redistribuido el ingreso nacional.

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culmina con el paro petrolero protagonizado por la oposición entre diciembre de 2002 y enero de 2003, tiene nuevamente como estrategia derrocar a Chávez, coyuntura en que el poder mediático vuelve a asumir el rol de los partidos políticos. La confrontación de ambas fuerzas está marcada por la realización de varias marchas multitudinarias, lo que culmina con la mediación de la OEA y la firma en febrero de 2003 entre el ejecutivo de Chávez y la Coordinadora Democrática32 del pacto contra la violencia. De manera que, el proceso para activar el revocatorio es largo, enfrenta múltiples obstáculos y está sujeto a muchas tensiones. Según Hidalgo (2004) “la aprobación de las normas para su celebración fue un paso indispensable para garantizar su transparencia y seguridad”. Sin embargo, el no cumplimiento de manera reiterada por parte de la oposición, de las normativas para la recogida de firmas establecidas por el Consejo Nacional Electoral, genera múltiples conflictos, apelaciones y manifestaciones violentas. Los partidos opositores, agrupados en la Coordinadora Democrática, luego de múltiples debates, deciden aceptar el proceso ratificatorio que se celebra en las últimas semanas de mayo de 2004. Las campañas electorales de las fuerzas opositoras están signadas por múltiples debates. Los chavistas sostienen como bandera los diversos programas de desarrollo social a lo largo de cinco años de mandato; mientras la oposición se empeña en evidenciar un desastre económico del país durante el gobierno de Chávez, la inseguridad jurídica y el mantenimiento de las misiones sociales de ganar la opción del SÍ.

32

La Coordinadora Democrática inició la recogida de firmas, que denominó el firmazo, para promover diferentes acciones contra el presidente, que iban desde la celebración de referendos revocatorios hasta la exigencia de su renuncia. Con el firmazo concluyó la huelga general, que duró dos meses y tres días. La oposición proclamó la recogida de más de cuatro millones de firmas, posteriormente se convocó a un referendo revocatorio.

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El 15 de agosto de 2004 se efectúa el referéndum popular para evaluar la gestión gubernamental del Presidente. El resultado es la aprobación del mandato de Hugo Chávez Frías, lo que se considera por historiadores y expertos como un hito en la historia de la democracia.

“El referéndum inaugura una forma inédita de democracia directa. Un acontecimiento extraordinario: ¿Cuántos presidentes, de cualquier país del mundo, se animarían a hacerlo? ¿Y cuántos seguirían siendo presidentes después de hacerlo?” (Galeano, 2004). La celebración del referendo contribuye a que se relajen las tensiones. El diputado Herrera sostiene que “toda aquella intolerancia que existía en el país terminó desembocando en un conducto democrático, en ese sentido, el pueblo venezolano dio una gran lección de democracia” (Tortoza, 2008). Para los partidarios del chavismo, el referéndum constituye una reafirmación al liderazgo y la gestión del presidente. La verificación de las firmas se realiza con observadores internacionales, quienes dan fe de la transparencia del proceso. “El Centro Carter, encabezado por el ex presidente Jimmy Carter, y la Organización de Estados Americanos (OEA), garantizaron que no hubo fraude porque los sondeos realizados a boca de urna por ambos organismos eran casi idénticos al reporte del Consejo Supremo Electoral. Y nadie que se considere medianamente cuerdo osaría pensar que la OEA y el Centro Carter sean capaces de desvirtuar la realidad para hacerle el favor a Chávez” (Uribe, 2004). La victoria chavista contribuye en alguna medida a que la oposición se desuna. Al aceptar la derrota de la oposición, Fedecámaras se separa de la CTV, de la mayoría de las fuerzas políticas y sociales, que se autodenominan democráticas y de los partidos con poca o ninguna representación institucional. Con el referéndum se bajan en diez puntos los niveles de abstención de los últimos 20 años.

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Para el periodista y escritor mexicano, director de opinión de La Jornada, Hernández-Navarro, una de las claves del triunfo presidencial de Chávez en el referendo revocatorio de su mandato “está, precisamente, en la forma en que ha redistribuido esas rentas petroleras, desplazando a los antiguos beneficiarios y destinando parte de ellas a los sectores más pobres del país” (2004). Luego de su reafirmación en las urnas, y de cierta estabilidad interna, el presidente Chávez realiza mayores esfuerzos en pro de la integración latinoamericana y la creación del ALBA33. 2.2.4. Hacia el socialismo del siglo XXI En el Foro Mundial de Porto Alegre en Brasil (2005), Chávez plantea que el único camino para salir de la pobreza es el socialismo, “un socialismo nuevo, con planteamientos frescos, acoplado con una nueva era que apenas está comenzando. Por eso me atreví a llamarlo 'socialismo del siglo XXI', como proyecto… Soy cristiano y pienso que el socialismo debe nutrirse de las corrientes más auténticas del cristianismo… Vamos a hacer el socialismo desde nuestras propias raíces…” (Cabieses, 2005).

33

El ALBA es un mecanismo de integración latinoamericana, nacido el 14 de diciembre de 2004, fecha en que se celebra su primera Cumbre en La Habana. El Presidente Hugo Chávez, y el Presidente del Consejo de Estado de Cuba, Fidel Castro, firman la Declaración Conjunta para la creación del ALBA y el acuerdo de aplicación del ALBA. En el texto de la histórica Declaración Conjunta se señala que el principio cardinal que debe guiar el ALBA es la solidaridad más amplia entre los pueblos de América Latina y el Caribe, con el objetivo de construir una Patria Grande en la América Latina. Hasta el momento lo integran 9 países: Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas. El ALBA centra su atención en la lucha contra la pobreza y la exclusión social y fomenta proyectos grannacionales en lo histórico y geopolítico, socioeconómico e ideológico.

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Esta propuesta de Chávez tiene múltiples resistencias en el plano interno. Según Wilpert (2006) los obstáculos más importantes para instituir el socialismo del siglo XXI en Venezuela son los internos, entre ellos cita la persistencia de una cultura del clientelismo; el latente culto a la personalidad en torno a Chávez y la enorme burocracia del gobierno, a pesar de la auténtica búsqueda de democracia participativa a nivel local.

Las elecciones de 2006 constituyen una reafirmación al proyecto bolivariano. Chávez gana nuevamente la presidencia con más del 60 por ciento de los votos, frente al candidato opositor, Manuel Rosales. “Para Chávez, la campaña se presentó como una disputa con los intereses de los EEUU…. No hay duda del profundo carácter ideológico de esta propuesta. Se trataba de recurrir a una estrategia de deslegitimación y minimización del candidato opositor al reducirlo a una simple representación de los intereses de los EEUU en la región” (Romero-Jiménez, 2007). En marzo de 2007, con el fin de transformar la cultura política existente en el país por más de 40 años, se crea el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), a partir de la fusión de varias de las fuerzas políticas y sociales34 que apoyan a la Revolución Bolivariana impulsada por el presidente Hugo Chávez. Sin embargo, la creación del (PSUV), no es bien acogida por importantes sectores y partidos simpatizantes del chavismo. En enero de 2007, el presidente venezolano anuncia el Proyecto Nacional Simón Bolívar, primer Plan Socialista que permitiría lograr el establecimiento de una democracia profunda en el país y el desarrollo

34

Entre ellas figuraron el mayoritario Movimiento Quinta República, y partidos menores como el Movimiento Electoral del Pueblo, el Movimiento Independiente Ganamos Todos, Unidad Popular Venezolana, el Movimiento Tupamaro, Independientes por la comunidad Nacional y la Liga Socialista, entre otras, quienes juntos sumaron un 45,99% de los votos obtenidos por Chávez durante la elección presidencial de 2006

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económico y social de la Nación en el período 2007-2013, a través de cinco grandes motores (Anexo 8). 2.2.5. El NO al referéndum

Tras la victoria de las elecciones de 2006, e iniciar un nuevo período de su mandato en enero de 2007, el presidente Hugo Chávez solicita a la Asamblea Nacional poderes especiales para gobernar durante un año, y afrontar una modificación constitucional que permita profundizar el proceso revolucionario emprendido, de acuerdo con el camino del socialismo, proclamado en febrero de 2005.

El referéndum constitucional tiene como objetivo modificar 69 artículos de la Constitución de 1999, ampliar los poderes del presidente y permitir su reelección. Por primera vez, en doce jornadas electorales35 celebradas desde diciembre de 1998, el chavismo es derrotado por ligera mayoría36. Varias son las causas que se le atribuyen a la pérdida del chavismo en el referéndum del 2 de diciembre de 2007, como la sostenida campaña de descrédito a la Revolución por los medios de comunicación privados; la no renovación de la licencia del canal RCTV (Anexo 9) por parte del gobierno; la ocupación del presidente en la creación del

35

Elecciones presidenciales, diciembre 1998; Referendo Consultivo Constitución Nacional, abril 1999; Referendo Aprobatorio Constitución Nacional, diciembre 1999; “Mega” Elecciones, julio 2000; Referendo revocatorio presidencial, agosto 2004; Elecciones regionales, octubre 2004; Elecciones parlamentarias, diciembre 2005; Elección presidencial, diciembre 2006; Referendo constitucional, diciembre 2007 (primera derrota electoral); posteriormente se realizarían las elecciones regionales, de noviembre 2008 y el Referéndum Aprobatorio de la Enmienda Constitucional, se realiza el 15 de febrero de 2009, también ganadas por el chavismo. 36

Según datos del CNE el número de votos por el Sí en el bloque A fue de 4’379392 para un 49 %, mientras el No obtuvo 4’504354, un 50,7%. Los resultados en el bloque B fueron: por el Sí, 4’335136 votos para un 48,94%, por el NO, 4’522332 para un 51,05%.

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Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); las amplias sumas de dinero y los planes desestabilizadores del gobierno de Estados Unidos para apoyar a la oposición; el no cumplimiento de las expectativas sobre el ritmo de cambio para las mayorías venezolanas, entre otras. Sin embargo, varios expertos de la realidad venezolana coinciden en que la causa principal es la abstención de quienes incluso habían apoyado a Chávez en procesos anteriores, pues “si se comparan los resultados con las elecciones presidenciales de 2006, la oposición ha conseguido sólo 100000 votos más, pero Chávez ha perdido casi 3 millones de votos. Estos votos no fueron a la oposición sino a la abstención” (Woods, 2007). En el contexto nacional, el cierre de RCTV se convierte en un elemento desfavorable a Chávez en el período previo a la reforma constitucional, pues se trata del primer canal de TV introducido en el país, y de un medio que forma parte de la cultura del venezolano. También en el plano interno hay que decir que el anuncio de la creación del PSUV no es bien acogida por una parte de los partidos simpatizantes del chavismo, y, obviamente, tampoco por los principales partidos de la oposición. En el contexto internacional ocurren varios hechos que atentan contra la estabilidad en el orden interno. El deterioro de las relaciones diplomáticas con Colombia alcanza su punto clímax unos días antes de la reforma constitucional; también en el mes de noviembre tiene lugar el conocido incidente entre Chávez y el Rey Juan Carlos de España. Por otra parte, el acrecentamiento de los conflictos entre Venezuela y Estados Unidos, hace que el presidente venezolano amenace con suspender la venta diaria de petróleo a los norteamericanos, país que compra la mitad del crudo que produce diariamente Venezuela.

Con respecto a las reformas constitucionales, la propuesta más polémica es la relacionada con que el carácter socialista del Estado quedaría inscrito en la Constitución.

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Para el investigador venezolano Juan Eduardo Romero: “El rechazo manifestado al proyecto de Reforma Constitucional refleja cómo buena parte de los más de 7 millones de votos que obtuvo en diciembre de 2006, mostraron actitudes muy conservadoras en torno a los denominados valores socialistas” (Romero-Jiménez, 2008b). La coyuntura es aprovechada por la campaña mediática para desacreditar algunas propuestas contenidas en la reforma de la constitución, como la posibilidad de la reelección indefinida y la jornada laboral de seis horas, entre otras. Los medios mantienen, además, las principales estrategias comunicativas desarrolladas durante todos estos años como: la “cubanización” de Venezuela; la falta de democracia; la demonización de la figura de Chávez y la omisión de los avances logrados por el proyecto chavista. Al decir de algunos expertos de la comunicación venezolana (Woods, 2007; Romero-Jiménez, 2008b) el debate ideológico está ausente en lo interno del chavismo, la desorganización, la carencia de una estructura de poder que le permita avanzar en la construcción de una nueva hegemonía y la existencia de una burocracia que teme a la aprobación de estas reformas más que la oposición, son procesos que tiene que enfrentar el chavismo. “Algunos chavistas han declarado: ‘No es la oposición la que ganó, somos nosotros los que perdimos” (Toussaint, 2007). Para (Romero-Jiménez, 2007) las propuestas chavistas son muy precipitadas, pues el gobierno “tiene el control del poder ejecutivo hasta el 2013, domina el poder legislativo -sin oposición- hasta el 2010, tiene más de 280 de las 333 Alcaldías del país, tiene 21 de los 23 gobernadores, en fin toda las instancias políticas, no obstante Chávez avanza firmemente en la construcción de un "bloque histórico", en el sentido de Antonio Gramsci, capaz de ser empleado para consolidar su

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hegemonía. Sea cual fuere su desenvolvimiento, Chávez de nuevo ha creado incertidumbre, entusiasmo y miedo.37” El crecimiento aritmético que experimenta el chavismo en el lapso 2000-2006 se ve estancado durante la reforma de 2007. En el Aló Presidente del domingo 06 de enero de 2008, Chávez se pronuncia por las tres erres: revisión, rectificación y reimpulso al proceso, con lo cual se propone la consolidación del chavismo como un factor hegemónico. En las elecciones regionales de noviembre los partidarios al presidente vuelven a ser mayoría. 2.2.6. Reafirmación a Chávez y su proyecto

El Referéndum Aprobatorio de la Enmienda Constitucional se realizó el 15 de febrero de 2009, con el fin de permitir la postulación de cualquier cargo de elección popular de manera continua. La victoria le da la posibilidad a Chávez de reelegirse en febrero de 2013. Contra todos los pronósticos de la oposición, la enmienda es aprobada a favor del chavismo con una diferencia de más de un millón de

37

Según Romero, acompañando al miedo se debe señalar dos factores adicionales: “ 1) la disputa por el liderazgo en el PSUV y 2) las debilidades organizativas. Con respecto al primer factor, la coincidencia o yuxtaposición entre la elección de los voceros y comisionados con la propuesta de Reforma produjo una dispersión de esfuerzos terrible. En relación al segundo factor, el PSUV demostró que la autodisolución de las demás organizaciones políticas que durante 11 procesos electorales habían sido efectivas fue un error. Hay, por otra parte, otra explicación sociopolítica del fenómeno de la abstención: el cansancio electoral. La realización de tantos ejercicios electorales puede haber incidido en el resurgimiento de un sentimiento antipolítico, o puede haberse producido una mezcla entre el sentimiento de cansancio y el miedo a los cambios, que en sí es una resistencia ideológica. Eso serviría para explicar por qué el chavismo perdió (pues no se pronunció) 2’973944 votos entre diciembre de 2006 a diciembre 2007.

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votos38 con respecto a las elecciones del 2007, lo que significa un 5,86 por ciento de crecimiento. La aprobación de la enmienda constituye otro gran reto político para los partidarios del chavismo. Aunque la oposición no cuenta con un programa político que la represente como alternativa al Proyecto Simón Bolívar, construye una matriz de opinión que hace énfasis en las apetencias de Chávez de perpetuarse en el poder, mientras las fuerzas que apoyan a Chávez se centran en reconocer que no existe chavismo sin Chávez. “La enmienda también sirvió para demostrar que no hay un liderazgo más allá de la figura carismática del presidente” (Romero, 2009b). La contienda electoral vuelve a mostrar la mantenida polarización de los venezolanos, reflejada en los procesos electorales durante diez años, una verdadera medición de fuerzas que arroja un resultado con 10% de diferencia, “…se impone el reconocimiento, bajo el paraguas de la Constitución y del estado de derecho, de las diferencias y, sobre todo, de la existencia del contrario” (Rangel, 2009). Entre los derrotados el 15 de febrero también figuran los medios privados de comunicación, los que en más del 70% apoyan abiertamente la opción del "No", según información ofrecida por el Observatorio de Medios. En su artículo “Diez años de ajuste socio político”, Romero alerta sobre los peligros que representa para la continuidad de este proceso, un nuevo sector que se ha venido gestando: la boliburguesía. “Es el

38

Según el tercer boletín emitido por el CNE el 17 de febrero de 2009 con el

99,75% de actas transmitidas y 11’724224 votos escrutados el Sí (a favor de

aprobar la enmienda) alcanzó 6’319636 votos (54,86%) y el No (en contra de

la enmienda) 5’198006 votos (45,13%), la abstención se situó en 30,08%. En

comparación con las elecciones del 2007 el chavismo creció 1’91901

votos.

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reformista que se viste de rojo y se aprovecha de su condición, es el funcionario burócrata, es el diputado que no rinde cuenta a sus electores, en fin es el peligro del más de lo mismo. Diez años después debemos reflexionar sobre lo que puede ser y lo que ha sido…” (Romero, 2009b).

En diez años de Revolución el chavismo ha mantenido la hegemonía política, en 13 de los 14 procesos realizados en un contexto donde la oligarquía ostenta una parte importante del poder económico y mediático. Fenómeno que es explicado por diferentes expertos de la comunicación en Venezuela. Para Dragnic: “la oligarquía venezolana, si bien tenía, y tiene aún, considerable poder financiero y económico, ese poder no era absoluto, debido a que la principal fuente de ingresos nacionales proviene del petróleo que, una vez nacionalizada la industria petrolera, es controlado y utilizado por el poder Ejecutivo. Ese hecho, sin duda, ha contribuido a consolidar el gobierno de Chávez. En cuanto al problema mediático, debo decirte que yo no comparto la creencia, muy repetida, sobre el poder absoluto de los medios. Los medios solo refuerzan las convicciones ideológicas ya existentes en los distintos segmentos sociales. Y en el caso venezolano, sobre todo durante el golpe de 2002, ese hecho fue evidente: los medios convencieron y movilizaron solamente a los sectores sociales que, por su ubicación en la escala social, eran antichavistas. En aquellos años, el predominio de los medios de la oposición, sobre todo de los canales de televisión, era prácticamente absoluto. Solo existía el Canal 8 cuyo alcance era muy limitado y su cobertura noticiosa bastante deficiente. Sin embargo, el pueblo salió a defender al presidente Chávez” (Entrevista a O. Dragnic, 2009). “En Venezuela se han roto todos los patrones que le asignaban a la prensa un poder incontrolado y un impacto incuestionable sobre el público. A pesar de que la fuerza mediática ha operado sistemáticamente y de forma conjunta en contra de Chávez, éste ha logrado sobrevivir. Su carisma y ese diálogo sin mediación de

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interlocutores que ha privado en su relación con el pueblo, han marcado la diferencia” (Entrevista a M. Linares, 2009). En la construcción de una nueva hegemonía, la revolución bolivariana propicia que a través de la participación una gran parte de los sectores populares se sientan parte del proyecto y del programa de lucha contra la exclusión social. Ello permite la solución democrática de varios problemas, y el fortalecimiento institucional. 2.3. Alternatividad ante un discurso dominante En contraste con todo el arsenal informativo de la oligarquía, el sector público cuenta con escasos medios para el momento de la confrontación39 durante el primer lustro de Revolución.

Al valorar el primer quinquenio, Brito (2006) cataloga como débil la respuesta administrativa del Estado. En virtud de que las frecuencias del espectro televisivo pertenecen a la República y ésta las otorga en concesión, puede retirarlas discrecionalmente. No ha habido una sola medida de esta índole, ni siquiera para evitar flagrantes actos contrarios a la Constitución tales como el derrocamiento del gobierno electo, el sabotaje a la industria petrolera y la prédica de la guerra civil y la discriminación racial. La promulgación de las leyes respectivas y la puesta en función de sus regulaciones obviamente no elimina la constante incitación al magnicidio y otras violaciones al derecho a la información por parte de los medios. Lo que genera la toma de otras decisiones por el gobierno como el cierre de RCTV el 27 de mayo de 2007, el reordenamiento del

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En un principio sólo existía una cadena de televisión: el Canal 8, cuya imagen los canales privados sacan del aire en el momento del golpe; y una pequeña cadena de televisión alternativa, Catia TV. Después de vencido el sabotaje petrolero en 2003, se suman ViveTV, y ANTV, canal de la Asamblea Nacional, ambos de poco alcance, así como el circuito radial YKE Mundial y el Diario Vea.

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espectro radiofónico, y varios procedimientos administrativos y de sanciones contra Globovisión. Esta cadena a pesar de múltiples advertencias, continuó con la transmisión de mensajes de incitación a un golpe de Estado y al magnicidio. La toma de medidas por parte del gobierno genera críticas de sectores de la oposición que reclaman la democratización de los medios, lo que al decir de Bisbal (2007) implica la participación de todos los sectores organizados de la sociedad en igualdad de condiciones. Sin embargo, el propio catedrático reconoce que antes del cierre de RCTV, en el aspecto cuantitativo, el sector privado tenía la mayoría de medios, al menos en el caso de la televisión y más adelante ofrece datos: “la sintonía en todo el país estaba repartida entre RCTV y Venevisión con 70%, Televen con 10%, VTV también con 10%, Globovisión entre 3 y 4% y el resto de los canales entre 6 y 7%.” En 2009, el gobierno basado en las normas legales existentes adopta de nuevo medidas. Al vencérseles la concesión a 32 emisoras y dos canales de televisión, no les fue renovada la licencia. Aunque con marcada desventaja aún respecto a los medios privados, la Revolución ha fortalecido su espectro mediático a nivel nacional durante estos diez años. Ello está en correspondencia con lo que afirma Castells, “en la era de la información las principales batallas se dan en el orden cultural y éstas se libran fundamentalmente en los medios de comunicación” (1998: 35). La aparición de nuevos medios de comunicación, como resultado de los cambios ocurridos en el orden social en Venezuela, constituyen una vía para la legitimación y socialización del proyecto porque, y nuevamente me remito a Serrano “cuando en la sociedad unos nuevos agentes consiguen el poder, es posible que se produzca un relevo de los mediadores y de los propios medios, porque la comunicación de masas es un aparato en cuyo control suelen interesarse los poderes públicos” (1993:83).

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2.3.1. La radio y el poder en Venezuela

La radio continúa siendo el medio de comunicación masiva de mayor cobertura y aceptación en la región latinoamericana, según opinión del radialista cubano-ecuatoriano López-Vigil (2007). En su opinión “Es difícil encontrar, incluso en el altiplano o en la profundidad de la selva amazónica, un hogar donde no haya un receptor de radio. Para 1999 las estadísticas indicaban que el 95% de los hogares tenía, al menos, un receptor de radio. Este porcentaje debe estar rondando ya el 98%... Además, el estudio mostró que el público asignaba mayor credibilidad a la radio que a otros medios. Investigaciones con resultados semejantes podrían llevarse a cabo en otros países de la región.” Díaz-Rangel (2008) da fe del poder político que históricamente ha tenido la radio en Venezuela “desde 1928, cuando la dictadura de Juan Vicente Gómez optó por cerrar Ayre, la primera emisora venezolana, por temor a que se dijeran cosas inconvenientes, comenzó a quedar claro que la radio era un instrumento con poder político. En un país de tantos analfabetos, era un medio ideal para llegarles a todos, no importa dónde vivieran.” La radio fue usada ampliamente por el presidente Eleazar López Contreras (1936-41). Fue silenciada por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, limitada a leer la prensa que ya había pasado por la censura oficial y en los largos años de adecos y copeyanos, decenas de ellos y de sus amigos recibieron licencias para operar emisoras. “El presidente Eleazar López Contreras, en el año 1936, inició en Venezuela la alocución presidencial a través de las cadenas de radioemisoras. Era la primera vez que el pueblo oía la voz de un presidente venezolano. Las reseñas periodísticas de la época describen cómo la gente se reunía en las bodegas, bares, en sitios públicos donde había un radiorreceptor para escuchar los mensajes de López Contreras. Los presidentes de la etapa de la democracia representativa utilizaban el formato tradicional, la mayoría como alocuciones formales. Los ex presidentes Caldera y Herrera Campins optaron por

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las ruedas de prensa con periodistas invitados (Entrevista a O. Dragnic, 2009). Según Díaz-Rangel, el poder de la radio en el contexto político venezolano perdura hasta los días de hoy, y lo explica a través del resultado de un 40 por ciento de votos, mantenido por la oposición en las elecciones. “Pienso que el factor fundamental en la preservación de ese porcentaje, de esos cuatro de cada diez, son los medios. Y si hoy existe cierto equilibrio en la TV, no ocurre lo mismo con la radio y los impresos. La mayoría están alineados con la oposición. De las emisoras, según riguroso estudio del sector privado, 217 tienen posiciones recalcitrantes contra el Gobierno; la mayoría agrupada en 11 circuitos con un mínimo de 10 emisoras cada uno. Son 217 radios que diariamente emiten mensajes negativos de las políticas oficiales, de la acción presidencial, de los gobiernos regionales, de la actividad partidista chavista; mensajes que se escuchan en toda Venezuela, que no tienen oportuna y eficiente respuesta, y que influyen en la formación de la opinión pública y de la conducta electoral de millones de venezolanos.” ¿Cómo decir que la radio ha perdido poder político?, pregunta finalmente Díaz-Rangel (2008). Posteriormente, en entrevista concedida a la autora, Díaz-Rangel al analizar los resultados del referendo de 2007 en Venezuela, profundiza en el poder que continúa teniendo la radio: “la oposición obtuvo 5 millones de votos, seis el chavismo, de esos 5, tres eran de los sectores pobres (niveles D y E, que totalizan casi 80% de la población),… la mayoría de esos votos habían sido ganados por la oposición desde la radio (entonces, de unas 700 emisoras AM y FM, la oposición influía o controlaba el 70%). Los partidos no tienen organización para llegar a los barrios en las grandes ciudades, pero tenían la radio. Deduzca usted el rol de la radio” (Entrevista a E. Díaz-Rangel, 2009). En tiempos de Revolución, se le ha dado un gran impulso a la creación de emisoras comunitarias en aras de recuperar el lenguaje de los sectores más populares, y contrarrestar el mensaje de los grandes medios.

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Varias emisoras en Latinoamérica han asumido su responsabilidad social y su capacidad de movilización en situaciones extremas donde se ha atentado gravemente contra la democracia. Un ejemplo en Venezuela fue Radio Fe y Alegría, la única voz independiente en el dial venezolano que desenmascaró la supuesta renuncia del presidente Hugo Chávez el 11 de abril de 2002. El golpe de estado, fraguado con la directa complicidad de los grandes medios de comunicación, se revirtió en apenas 48 horas gracias a la valiente movilización popular. La periodista Teresa Maniglia, Directora de Prensa Presidencial y entonces Directora de Radio Nacional de Venezuela, señala que en el momento en que el Comandante Chávez inicia el programa Aló Presidente, la emisora, no era "tomada en cuenta y era de poca credibilidad. Cuando yo recibí la emisora el 9 de febrero de 1999, estaba en el puesto 44 de audiencia. Es decir, en el suelo… Desde el principio, al anunciarse que comenzaría el programa Aló Presidente, varias emisoras comerciales privadas pidieron permiso para retransmitir el programa. Aceptamos la petición porque nuestro interés era que llegara a todo el territorio nacional, y como algunas de ellas eran circuitos, eso nos daba la garantía de audiencia total” (Entrevista a T. Maniglia, 2010). Al hablar del rol desempeñado por Radio Nacional de Venezuela, su actual directora Helena Salcedo (2009), destaca la importancia de la veracidad del mensaje “eso es lo que nos ha permitido gozar de la credibilidad dentro del pueblo venezolano.” Según Maniglia, actualmente “el nivel de escucha radial sigue siendo muy alto. RNV ahora tiene cobertura prácticamente nacional y hay emisoras en varios estados del país que se pegan a la señal. A veces ocurre que cuando lo realizamos en un estado, los medios audiovisuales de la región se pegan voluntariamente a la señal. Jamás se obliga a ningún medio comercial a hacerlo” (Entrevista a T. Maniglia, 2010).

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2.3.2. El Aló…: un acto de ciudadanía y democracia desde la radio En una era de predominio de la imagen la muerte de la radio ya ha sido anunciada muchas veces; sin embargo, coincido con Guilhon, Presidente de la Asociación de las Radios Públicas del Brasil, que la radio tiene su lado de cisne, y que “... la acción a la distancia, sin ningún contacto físico evidente, la invisibilidad, el poder encantador de la palabra y de la música, son efectos que van a continuar desafiando el imaginario social del siglo XXI…” (Guilhon, 2009: 139). En opinión del periodista paraguayo Dos Santos: “la radio tiene una misión apropiada al tiempo de cambio que estamos transitando hacia ese ansiado fin de la transición e inauguración de una democracia plena, con los poderes del Estado cumpliendo a plenitud su papel. Esa misión es la construcción ciudadana, y -agrega- la de empoderamiento (Dos Santos, 2009: 124). Higuerey (2009) plantea: “inicialmente, se proyectó AP en radio por el gran alcance que este medio posee, como un método estratégico para alcanzar a toda la población, llegando incluso a retransmitirse por todo el circuito RNV en más de 26 emisoras, pero debido a los cambios surgidos dentro del espacio dominical, entre ellos muestras de obras emblemáticas, invitados especiales, entre otros, el formato del programa fue adaptándose a las exigencias del público y de la realidad que viene transformando al país desde la llegada de la Revolución Bolivariana”. Sobre la preferencia inicial que tiene el Presidente Chávez por la radio, señala Dragnic: “Creo que se debió al hecho de que el alcance del único canal de televisión de que disponía el Estado en aquel entonces, el Canal 8, era muy limitado: apenas una o dos ciudades más cercanas a Caracas. En cambio, la red de radios sí tenía mayor penetración” (Entrevista a O. Dragnic, 2009).

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La radio, como ningún otro, medio permite el diálogo directo entre gobernante y gobernados, sin intermediarios, desde cualquier sitio del país y con un mínimo de gastos. En nuestro criterio, Chávez recurrió a la radio, en función de la democracia que se proponía construir. A través de este medio logró una comunicación directa con la ciudadanía, la que participa, dialoga francamente con el líder y denuncia todos los males de la vieja constitucionalidad. Convierte al auditorio que hasta ese momento era un receptor pasivo, un “simple consumidor”, en un sujeto activo, al que se le toma en cuenta sus opiniones. Estas posibilidades que encuentra inicialmente en la radio contribuye a legitimar las nuevas transformaciones que emanan del proyecto y democratizar la comunicación, pues como el mismo manifestara en entrevista a Marta Harnecker (2002), sus intentos iniciales de comunicarse a través del periódico, y la televisión no funcionaron como esperaba. Esta interacción entre gobernante y gobernado que propicia Chávez a través de la radio, en la que el ciudadano funge como un actor principal de la comunicación, pone en práctica un viejo desafío del medio, en el contexto latinoamericano. También la radio le permite una mayor movilidad por toda la geográfica del país, rasgo que caracteriza a AP, lo que demuestra que éste sigue siendo un medio de comunicación vital, para el desarrollo comunitario “su programación hablada intenta cohesionar y vincular temas y personajes con los que el ciudadano interactúa y construye comunidad. El filósofo Dewey lo resume en la siguiente fórmula: comunidad + comunicación = democracia” (Fernández-Bogado, 2009). En la emisión número cuarenta, cuando AP comienza a transmitirse por ambos medios, el propio Hugo Chávez reconoce como los requerimientos de la televisión atentaban contra el estilo inicial del programa, el de poder intercambiar ampliamente con la gente, posibilidades que sí le ofrecía la radio.

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“El programa Aló… en radio fue como decimos ‘un palo’ porque todo el mundo lo escuchaba. En el carro, en el mercado, en los kioskos, en las casas. Se había programado que serían tres difusiones al mismo tiempo. Por prensa: el Correo del Presidente (no fue exitoso y tuvo muchos problemas y su existencia fue muy corta); por TV: De frente con el Presidente, transmitido por VTV, pero tampoco tenía la fuerza necesaria, era con público y no fue exitosa la experiencia porque no estaba bien producido; y Aló Presidente por radio, donde demostró al país la cara de una imagen presidencial nunca antes conocida: un hombre que ama, llora, sufre, ríe, canta, político, historiador, locutor. En Aló… la gente escuchaba a un Chávez auténtico, real. Además la radio llegaba a todas partes, al campo, la playa, la ciudad y la gente lo seguía con mucho interés. Chávez se abrazó a la radio, porque era el medio del momento. Todo lo que decía por radio, la gente lo comentaba, lo seguía, lo analizaba, lo apoyaba o lo cuestionaba. Chávez con el Aló… revaloriza aún más el medio radio. Ya en el programa 5 se hace una gran cadena radial. Llegó a tener hasta 67 emisoras a nivel nacional que lo retransmitían completo. Hoy en día, aún Unión Radio y Rumbera, lo retransmiten por radio40” (Entrevista a T. Maniglia, 2010). Desde el propio programa AP, el presidente Chávez en varias ocasiones legitima el papel de la radio al señalar como puede ser utilizada en función de la gestión de los gobiernos locales, de darle participación al pueblo, y de mantenerlo informado sin grandes costos.

REFLEXIONES SOBRE EL CAPITULO

Con el modelo democrático representativo impuesto por el puntofijismo a partir de 1958, se buscó eternizar un modelo político institucional en Venezuela que entra en crisis a partir de la década de los ochenta, lo cual sienta las bases para un

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Ambas emisoras tienen alcance en casi todo el país y transmiten por Internet. Radio Rumbera se escucha además en todo el Caribe y tiene una emisora en Islas Canarias y Madrid.

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cambio político en el país. El triunfo de Chávez marca el fin de casi dos siglos de hegemonía oligárquica.

La configuración de nuevas relaciones de poder en el sistema político venezolano, la presencia de nuevos actores sociales y de estructuras políticas, todo lo cual tiene como base la constitución aprobada en 1999, permite el establecimiento de una democracia participativa, de nuevo tipo que implica la construcción y ampliación de otros espacios de participación. La aprobación de la constitución, primera estrategia política del nuevo gobierno y las transformaciones que ella implica, constituye una de las acciones más importantes desde el punto de vista cultural emprendida por la Revolución.

La inclusión de otros actores políticos, así como la aprobación de leyes en la esfera económica exacerban la ofensiva de la oposición a partir de diciembre de 2001. Ello genera una serie de conflictos internos, que tienen su punto clímax en el golpe militar del 11 de abril de 2002. La polarización de la sociedad venezolana se hace cada vez más notable.

El conflicto político venezolano tiene en los medios de comunicación de la oligarquía su principal fuerza opositora. La guerra mediática alcanza su máxima expresión durante los días del golpe de estado en abril del 2002. A partir de este momento la Revolución comienza a fortalecer su espectro mediático en aras de legitimar y socializar los resultados del proyecto. Sin embargo, transcurrida una década estos medios tienen una marcada desventaja con respecto a los medios privados.

La reafirmación al proyecto y a su presidente en el referéndum de 2004, sienta las bases para que en enero de 2005, en el Foro Mundial de Porto Alegre en Brasil, Chávez proclame la construcción del Socialismo del siglo XXI para Venezuela. Se pone en práctica una política de inclusión social que abarca casi una treintena de misiones sociales. La reafirmación al proceso vuelve a patentizarse en las elecciones de 2006.

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El crecimiento aritmético que experimenta el chavismo en el lapso 2000-2006 se ve estancado durante la reforma de 2007, primer proceso en el que es derrotado en las urnas.

Contra todos los pronósticos de la oposición, Hugo Chávez vuelve a ser reafirmado en las urnas en febrero de 2009, por décimo tercera vez, lo que evidencia el respaldo de la amplia mayoría a su liderazgo. En diez años de Revolución, el chavismo mantiene la hegemonía política, en un contexto donde la oligarquía ostenta parte importante del poder económico y mediático.

La radio en Venezuela desde la década de 1920 ha constituido un instrumento en función del poder político. Este poder de la radio en el contexto político venezolano perdura hasta transcurridos diez años de Revolución. En nuestra opinión, Chávez recurre a la radio, en función de la democracia que se propone construir.

La realidad que se transforma, y que tiene en cuenta a otros agentes sociales, hasta el momento marginados o totalmente omitidos de los grandes medios; la amplia gama de programas sociales dirigidos a reivindicar los derechos de la mayoría desposeída; la participación activa de la gente en el proceso que se gesta; el fortalecimiento de la sociedad civil venezolana y de varias instituciones; son puntales del capital simbólico que construye la Revolución Bolivariana durante sus primeros diez años.

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CAPÍTULO III

LA CONSTRUCCIÓN SIMBÓLICA DEL

PROYECTO SOCIAL BOLIVARIANO DESDE EL

PROGRAMA ALÓ PRESIDENTE

3.1. Comunicación política y liderazgo de Hugo Chávez

La popularidad y el liderazgo de Hugo Chávez, durante sus primeros diez años de gobierno, se le atribuyen a múltiples factores, tanto por partidarios como por detractores: a la conexión emocional que logró con los sectores populares; a su carisma; a su concepto de democracia que presenta a los pobres como destinatarios del poder; a su poder comunicativo; a su lenguaje propio de las llamadas culturas populares... “¿Qué será lo que tiene Chávez? ¿Cómo es posible que la cabeza de un gobierno tan malo, con resultados tan pobres y con un discurso tan mediocre, pueda mantener una gran popularidad?”, pregunta el articulista Tarre-Briceño (2006). Luego de descalificar ampliamente el programa de gobierno, reconoce: “Lo primero que el Líder de la Revolución Bolivariana maneja con lujo de acierto, es su identificación con la mayoría de quienes lo escuchan. Es cálido, simpático, alegre, cariñoso, familiar“. Al preguntársele a Vicente-León, analista político venezolano, Director de la encuestadora Datanálisis, sobre: ¿Qué cosas positivas se pueden rescatar de los diez años de gobierno del Presidente Chávez?, argumenta: “Lo principal es que Chávez incorporó al debate un interés en el tema de los más necesitados que antes no existía. Resultaba increíble que, antes de su llegada, el debate político estuviera centrado en lo macroeconómico cuando había una parte importante de la población en la pobreza. Hoy, él no ha resuelto el problema, pero

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al menos se conversa sobre ello. Otra cosa destacada es la incorporación de los ciudadanos a la discusión política, cosa que antes era privilegio de unos pocos” (Bakit, 2009). Según los analistas, la forma personal de Chávez de expresarse discursivamente y la manera de comunicarse con las masas se alejan de las formas verbales tradicionalmente empleadas por el discurso del poder en la historia de Venezuela, lo que contribuye a desmitificar el discurso presidencialista. Los destinatarios de sus mensajes son, en primer término, los sectores más desposeídos, los que en el contexto venezolano constituyen mayoría. “Su discurso tiene que ver con un principio comunicacional como es la verosimilitud: se parece a mí, habla como yo; actúa como yo, por lo tanto yo le creo” (Uribe, 2010). Bermúdez y Martínez (2000) al estudiar el discurso de Chávez como construcción de sentidos para la acción colectiva parten de dos supuestos: “Primero, que Hugo Chávez es un actor relevante en la producción simbólica de la sociedad venezolana actual; y segundo, que la efectividad simbólica de su discurso puede encontrar una explicación en los núcleos de sentido que constituyen la cultura política del venezolano, en la apelación de elementos simbólicos afectivos y en las condiciones estructurales en las que se desenvuelve la experiencia de vida de los sujetos.” En ese mismo sentido, Gutiérrez y Barboza (2000) afirman que el clima de inseguridad, incertidumbre, desarraigo y fragmentación ciudadana y, la consiguiente búsqueda de alternativas para recuperar el vínculo del sentido perdido, explican las condiciones por las cuales en aquel momento, alrededor de la figura del presidente, se construyeron expectativas como: “Es el presidente de los pobres”, “No tiene miedo”, “Va a sacar el país adelante”, “Gracias a Dios que van a echar los militares a la calle para acabar con tantos delincuentes”, “Va a acabar con el desempleo”, “Chávez tiene las mismas ideas de Bolívar”. Bermúdez y Martínez (2000) concluyen que el mito político de Chávez se basa en las características del líder carismático y agregan:

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“ciertamente, la presencia de Chávez como fenómeno político es el producto del desencanto que expresa el venezolano con su experiencia en la democracia vivida y de sus demandas y expectativas sobre la democracia deseada.” Gutiérrez y Barboza (2000) y Bermúdez y Martínez (2000) le atribuyen el nivel de aceptación del nuevo presidente al agotamiento del orden sociopolítico instaurado desde 1958. Para sus análisis descartan el programa del proyecto para la transformación social, así como la correspondencia, que puede existir o no, entre el accionar del nuevo gobierno y su discurso. El escritor y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal centra la aceptación de Chávez en su accionar: “Chávez tuvo la audacia de convertir el sueño de Bolívar en un proyecto político y un programa de gobierno…” (Cardenal, 2004a). El norteamericano Murphine (2001), quien según la revista Chasqui ha asesorado a nueve Presidentes latinoamericanos, y casi una decena de campañas electorales en la región, al referirse a la forma de comunicación del presidente venezolano, señala: “Chávez ha logrado demostrar un comando claro de las técnicas de la moderna comunicación política, y los resultados (un continuo apoyo de las dos terceras partes del electorado) producen envidia en los líderes más tradicionales de la región… el presidente ha adoptado un estilo informal, un lenguaje coloquial, y un tratamiento de sentido común que tiene un enorme atractivo en la teleaudiencia especialmente entre la mayoría de los votantes venezolanos que se encuentran en el nivel socioeconómico más bajo.” Mientras algunos analistas centran su atención en el carisma y la forma de comunicarse del líder venezolano, otros consideran que estas cualidades no son suficientes, que lo más importante es la correspondencia que existe entre su discurso y su accionar. Domínguez considera que hay coincidencia con otros líderes populistas del pasado, sin embargo, reconoce que “las políticas

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públicas y los instrumentos legales aprobados durante el gobierno de Chávez expresan una concepción de lo social diferente a la de los gobiernos anteriores que siguieron orientaciones neoliberales. Este cambio conceptual se caracteriza por considerar que la exclusión y la injusticia social son los obstáculos para el desarrollo democrático de una sociedad. Las acciones gubernamentales del presidente Chávez se han centrado en la transformación de las condiciones materiales y sociales de los grupos que no han tenido acceso a la riqueza y al bienestar. Además de las transformaciones político-constitucionales implantadas en Venezuela, el primer mandatario ha impuesto cambios radicales en el estilo de gobernar y en la forma de dirigirse al país; sus discursos son fuente constante de polémicas y contribuyen a polarizar la opinión pública, de allí que éstos hayan despertado el interés de analistas del discurso, historiadores, politólogos y sociólogos” (Domínguez, 2008). En el programa AP 30 el propio Chávez le confesaría a la audiencia sobre su vocación por el arte de comunicar: “La ciencia de la Comunicación Social. Eso es apasionante, a mí me encanta, me apasiona y la he vivido y la he jugado toda mi vida, toda mi vida…y por eso estoy en la batalla comunicacional.” Es decir, que como líder de un proceso que ha tenido como principal fuerza opositora a los medios de comunicación, habría que preguntarse cómo hubiera marchado el proyecto, de no haber contado con un líder comunicador capaz de liderar tal batalla. El poder de comunicación política, la capacidad para sorprender al adversario, la forma peculiar de comunicarse con el pueblo, su lenguaje llano y coloquial, la posibilidad de abordar disímiles temas, el conocimiento que tiene del país y su gente y el compromiso con las grandes mayorías constituyen características que identifican a Hugo Chávez como líder.

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3.2. Aló Presidente: un proyecto de comunicación antihegemónico

He calculado conservadoramente que en esos 10 años el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha dedicado

1536 horas netas, es decir lo equivalente a 64 días completos, en un programa para informar y educar a la nación

(Castro, 2009).41

A través del Aló…42 Chávez ha promovido y analizado en detalles cada programa de la Revolución, consciente de que el poder no solo se ejerce por el aparato de coerción estatal, sino también por las entidades que actúan en el ámbito de la sociedad civil, dentro del cual la prensa desempeña un rol fundamental como institución legitimadora. Aló Presidente pasó de ser un programa, para convertirse en una política comunicacional que contrarresta la matriz de desinformación implementada por los principales medios de comunicación privados existentes. La polarización en el lenguaje empleada por el conductor, quizás sea el aspecto más cuestionado por parte de los analistas, pues “por un lado fomenta la cohesión de grupo (los seguidores del presidente). Por el otro, refuerza la división y la polarización” (Bolívar, 2003: 127). De ahí que, varios estudiosos como Bolívar (2003) y Erlich (2005a), valoren a AP como una situación comunicativa con características muy particulares, donde el presidente interactúa con la audiencia mediática, con el público presente y con los simpatizantes que establecen contacto telefónico. Chávez utiliza un registro informal para abordar temas relacionados con el dominio público, al tiempo

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Anexo 10: Reflexiones del compañero Fidel “Diez años enseñando y aprendiendo”. 42

Anexo 11: “Aló Presidente: diez años junto al pueblo”.

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que suele hacer digresiones para evocar sentimientos o emociones pasadas o presentes, compartir pensamientos íntimos y narrar anécdotas extraídas de su experiencia personal. Tanto los partidarios como los adversarios del proceso bolivariano reconocen el poder comunicacional que logró desarrollar el Presidente Chávez a través de su programa. Ello se debe, en gran medida, al carácter innovador que caracterizó a ese espacio. “Sin duda, la característica más novedosa consiste en el carácter participativo de la audiencia”, afirma Dragnic, quién le atribuye a este programa tres objetivos fundamentales en la intencionalidad con que fue concebido: “el contenido informativo, los contenidos de carácter ideológico, que también incluye contenidos de formación ciudadana y de diseminación de conocimientos básicos, y su carácter participativo….” (Entrevista a O. Dragnic, 2009). Según criterios de varios expertos los contenidos del programa también inciden en la agenda de los medios tradicionales, pues ninguno de ellos se mantiene ajeno a las emisiones de AP y a sus informaciones, conocidas como “tubazos”. La Directora de Radio Nacional de Venezuela, Helena Salcedo afirma: “Al siguiente día de la realización del programa los titulares de prensa y los opinadores en los programas de radio y televisión de los medios oposicionistas hacen fiesta regodeándose de la tergiversación que han hecho de lo expresado por el Presidente Chávez. Cacarean sus mentiras y con esa línea cartelizan su discurso” (Entrevista a H. Salcedo, 2008).

El canal Globovisión, un medio de la derecha, ha lanzado dos programas que parodian el nombre del espacio conducido por el líder de la Revolución Bolivariana: “Aló ciudadano”, de lunes a viernes. Y “Aló Venezuela”, los domingos. Ambos constituyen un remedo de AP, pero dicen y reflejan la importancia que la oposición le da a este programa.

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“El éxito de AP ha sido tan fundamental que el concepto ha sido tenido en cuenta por otros mandatarios (Uribe, Lula, Correa) que, aun cuando cambien el formato o el medio, intentan lograr el mismo éxito de Chávez: el trato directo con el pueblo, su mayor fortaleza” (Entrevista a M. Linares, 2009). 3.3. Construcción simbólica del discurso en Aló Presidente Antes de adentrarnos en el análisis de las principales estrategias empleadas por el discursante considero pertinente referirme a algunos aspectos generales relacionados con el corpus analizado. Los objetivos principales que animaron a cada programa, así como los escenarios elegidos por el hablante estarán en función del contexto. AP 24: (previo a la constituyente) Deslegitimar la vieja constitucionalidad. Se realizó en Valencia, Estado Carabobo. AP 30: Legitimar los preceptos de la nueva constitución que establecerán en adelante la plataforma política, económica y social al nuevo proyecto. Se transmite desde Radio Nacional de Venezuela. AP 101: (previo al golpe) Continuar legitimando la nueva constitucionalidad, y desacreditar las acciones del adversario y la guerra mediática que obstaculiza el avance del proceso. En el momento en que se transmite el país está amenazado por una inminente huelga empresarial. AP 102: (posterior al golpe) Signado por el llamado a la reconciliación nacional y la deslegitimación al adversario. Ambos tienen como escenario el Palacio de Miraflores. AP 200: (previo al referéndum de 2004) Transmitido desde el Estado Vargas. El hablante se propone demostrar días antes del referéndum, como este lugar se transforma y se recupera, aun después de la

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tragedia vivida. Legitima la obra de la Revolución al enfatizar en las transformaciones realizadas durante cinco años, así como en el programa diseñado para eliminar la pobreza en Venezuela. AP 201: (posterior al referéndum) Se transmite desde Mérida, lugar donde el chavismo ganó por amplia mayoría y que el hablante define como “la atalaya venezolana”, para desde allí dar a conocer el inicio de una nueva etapa de la Revolución: la radicalización del proceso. AP 298: (previo a la reforma de 2007) Legitimar la elección del socialismo como proyecto social días antes de la Reforma. La elección de Santa Clara, Cuba, como escenario tiene toda una intencionalidad política. Desde aquí también internacionaliza la propuesta de la integración latinoamericana. AP 299: (posterior a la Reforma) Se realiza desde una Escuela de Formación Socialista en el Estado Miranda, de acuerdo con el objetivo del programa: demostrar que la Revolución y la opción del socialismo continúan vigentes, aún después de la derrota en las urnas. AP 324: (previo a la enmienda de 2009) Tuvo como escenario la inauguración de Complejo Agroindustrial Vuelvan Caras, en el Municipio Turén, Estado Portuguesa, lugar donde el chavismo obtuvo mayoría cuando la reforma constitucional. El hablante se propone legitimar la gestión de los Consejos comunales y la incipiente empresa socialista que pretende establecerse a nivel nacional. AP 325 (posterior a la enmienda) Reafirmación del proyecto y del socialismo como sistema. Se transmite desde el Estado Aragua, lugar donde la Enmienda fue aprobada con más del 60 por ciento del SI, y donde en las elecciones regionales de noviembre del 2008 ganó el chavismo por primera vez en los diez años de Revolución. Como puede apreciarse en los análisis de los diez programas, la movilidad del escenario juega con su intencionalidad. De igual manera,

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los géneros discursivos y diferentes recursos que emplea el hablante están en función de la dramaturgia, y los objetivos de la emisión. La inauguración de obras de alto interés social, en los últimos tres programas analizados, tiene como propósito legitimar las nuevas formas de producción socialistas que se comienzan a implementar en las Comunas, así como los propios Consejos Comunales como órganos de gobierno en la comunidad. En el corpus se pudo determinar el predominio de los siguientes tópicos o macro-estructuras semánticas, los cuales se encuentran en función de las principales estrategias empleadas por el usuario de la lengua.

- Transformaciones económicas, políticas y sociales emprendidas por la Revolución Bolivariana (Misiones sociales, programa de inclusión social, inversiones, fortalecimiento de la institucionalidad, acciones transformadoras en todos los ámbitos).

- Acciones desestabilizadoras realizadas por parte de la oposición interna y externa (El hablante refuta las acciones que realizan en contra del proceso las grandes empresas mediáticas, la jerarquía de la iglesia católica, las organizaciones que representan la oposición y el apoyo que estas reciben de los Estados Unidos).

- Gestación de una democracia participativa (Participación activa de los ciudadanos en el proyecto social y la comunicación que se establece entre el líder y las masas).

- Identidad cultural, y tradiciones populares venezolanas (Exaltación a los valores de la historia, la cultura, las tradiciones, lo nacional y religioso).

- La integración latinoamericana (Acciones que realiza el gobierno venezolano en pro de la unidad, la colaboración, el desarrollo y la soberanía de los pueblos del continente).

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Aló Presidente es un texto que contiene a su vez una amplia gama de textos (informaciones, comentarios, poemas, canciones, diálogos, materiales audiovisuales, secciones habituales, anécdotas). La presencia de estos elementos varía, y en algunos casos pueden estar ausentes, en dependencia del objetivo central del programa, y de las estrategias que se plantea el hablante, según el contexto y la coyuntura política. De ahí que, cada emisión tenga rasgos muy particulares. La variedad de textos discursivos a las que apela Chávez nos habla también de sus amplias maniobras argumentativas y recursos narrativos, pues coincidimos con Van Dijk en que “cuando un orador emplea un género se crean expectativas tanto en el orador como en el auditorio” (2003a: 234). El discurso expositivo de AP no se desarrolla en un sentido lineal, podría decirse que, en todos los programas analizados, se asume una estructura en espiral. La idea principal, que es anunciada al inicio, o poco después, con cierto énfasis, es aparentemente abandonada para introducir temas muy diversos. Luego de tales digresiones, vuelve con énfasis a desarrollar los planteamientos iniciales. Esta especie de suspenso, al decir de Dragnic, genera un interés especial sobre la temática de marcado interés político. “Tal estructura expositiva, tiene como fin lograr una formación política propiamente en sus seguidores, el contenido es elaborado sobre una base ideológica, donde pocas veces o casi nunca se recurre a planteamientos conceptuales complejos. En cambio, abundan referencias a hechos históricos o acontecimientos actuales que refuerzan las referencias de tipo ideológico” (Entrevista a O. Dragnic, 2009). En la emisión número 200, aniversario en que hace un recuento de los más de cinco años del programa, su protagonista enfatiza en su propósito: “este programa es parte de esta batalla… es parte de la batalla y parte muy importante de la guerra mediática.”

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También en la emisión número 200 alude al tan controversial tema sobre la longitud del programa: “…y hemos vuelto a estos programas que son relativamente cortos los domingos, (pausa con intención reflexiva) si los comparamos con los cañonazos que nos vienen a diario desde los comandos del diablo” (metáfora con un significado negativo para referirse al contrario). En el primer momento del corpus analizado los programas tienen dos horas de duración. A partir de entonces comienzan a extenderse a cuatro horas hasta llegar a seis horas (AP 298, 324 y 325). Aunque las opiniones sobre la duración de AP son muy diversas, según los expertos entrevistados, en nuestro criterio hay emisiones que se tornan demasiado extensas, con intervenciones muy prolongadas por parte del hablante, en detrimento de la participación popular y de la de otros funcionarios del gobierno. En el segundo momento analizado (AP 101 y 102), el programa ya se transmite por la televisión. Se aprecian cambios en la concepción inicial del programa, con la supresión de varios elementos y la introducción de otros como los materiales audiovisuales que le sirven de apoyo al hablante. Entre los que se suprimen están: el presentador del programa; la sección Agenda Nacional y la presencia de la música en los momentos intermedios (solo se escucha en el cierre). También las intervenciones del pueblo vía teléfono disminuyen considerablemente, hasta desaparecer en los dos últimos momentos. A partir de entonces, las intervenciones se realizan por lo general desde el mismo escenario, con una amplia representación de ministros y funcionarios. Con frecuencia, el hablante aporta cifras sobre los niveles de audiencia con el propósito de continuar legitimando el programa a través de la universalización. Sin embargo, aunque los datos que ofrece son los de la televisión, reconoce el papel que tiene la radio en la difusión del Aló: “hay gente que, mis hijas son unas, no se pelan Aló Presidente pero salen y entonces me dicen que van oyendo por radio, entonces la audiencia cambia a radio….” (AP 200) El hecho de que cite a sus hijas

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como oyentes de la radio, y de que la gente se lleve el aparatico para donde vaya habla de la importancia que para el hablante continúa teniendo este medio. Una y otra vez, volverá a legitimar el papel de la radio, al sugerírsela a alcaldes y gobernadores para que mantengan informada a la ciudadanía. Enfatiza y reitera: “…despliéguense por radio, la radio (anadiplosis) es muy importante (pausa reflexiva). A veces nosotros nos olvidamos de la radio. La radio (anadiplosis) está al aire 24 horas al día” (AP 324) En la emisión siguiente vuelve a insistir en la importancia de este medio. El radialista cubano-ecuatoriano López-Vigil, le concede un rol decisivo a la radio en las transmisiones del Aló… “porque como son intervenciones largas no se pueden seguir por TV todo el tiempo. Por radio sí. La radio sigue teniendo la mayor penetración, especialmente en los estados venezolanos más apartados… En ese contexto, las radios comunitarias, alternativas, locales, juegan un rol decisivo” (Entrevista J.I. López-Vigil: 2010). Esta aseveración de López-Vigil, queda totalmente confirmada en el programa 325, en el momento en que un asistente del público interrumpe al Presidente para decirle en son de queja, que no dejaron pasar a la televisora local del municipio Zamora, y que a ese lugar no llegaba la señal de la televisión nacional. Por lo que obviamente, gracias a la cadena radial que transmite a AP, ese día los pobladores de esa zona de la geografía venezolana pudieron escucharlo. El hecho de ser un discurso en el que el conductor todo el tiempo improvisa, provee a AP de cierta espontaneidad e informalidad, además de permitirle al discursante el empleo de una amplia variedad de tonos, que le añaden nuevos significados al mensaje. El conductor maneja diferentes tipos de inflexiones con la voz según las intenciones del discurso y la comunicación que se propone sostener: emotiva, enfática, con sentido humorístico, empática, o

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agresiva. Su entonación constituye un elemento de identificación importante en la comunicación que sostiene con los sectores populares, la que “pone de relieve las características personales como la edad, el sexo, el temperamento, el carácter… así como las características del grupo al que pertenece el individuo, como el origen geográfico, el medio social, el grado de cultura…” (Quilis, 1993: 453). Su tono grave, le da seguridad y proximidad a los mensajes. El timbre (calidad física del habla) es claro, con predominio de una intensidad alta teniendo en cuenta sus propósitos principales: impregnar al auditorio de optimismo y confianza para legitimar el proyecto, o desacreditar las acciones de los contrarios. El tempo está muy relacionado con el tema que aborda, el receptor a quien está dirigido el mensaje y su intencionalidad. No es lo mismo la velocidad del habla cuando narra una anécdota, conversa con un trabajador a pie de obra, o trata de persuadir, momentos en que la velocidad es más lenta (entre 85 y 130 palabras por minuto) que cuando arremete contra las acciones de la oposición y se dirige al adversario, en estos casos la velocidad es mayor. En su expresión oral, Chávez apelaba a disímiles recursos estilísticos en aras de hacer más efectivo el mensaje y de imprimirle mayor emotividad, ritmo y énfasis al texto, los cuales están muy relacionados con las estructuras globales y locales del contexto. Por ejemplo, el uso que hace de las figuras retóricas le imprime a su discurso una amplia riqueza de significados, lo cual bien pudiera ser objeto de otro estudio. De ahí que sólo nos detendremos en destacar aquellas figuras más frecuentes y que en determinados momentos tienen una marcada intencionalidad dentro de las estrategias simbólicas que se propone el hablante, como son: la metáfora, la enumeración, y varias formas de repetición léxica como la anadiplosis, la reduplicación, la anáfora, y la epífora. Al finalizar cada discurso, a manera de cierre, Chávez reitera y enfatiza aquellos aspectos esenciales, recursos muy válidos para una pieza

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oratoria y para el medio radio. Por lo general, en el momento de la despedida, alude a imágenes y metáforas en busca de mayor emotividad y de elevar el ritmo. Con un lenguaje cercano, casi confidencial, suele dirigirse a cada uno de los oyentes en busca de complicidad, como en el AP 24 cuando se propone persuadir sobre la necesidad de votar por la constituyente: “en un minuto usted puede encenderle la antorcha bolivariana a alguien que ande en la oscuridad”; o el AP 101, posterior al golpe cuando comparte una experiencia muy personal: “Déjenme decirles algo, después de mi retorno, de aquella incertidumbre que rozaba con la muerte en unas ocasiones, no sé, he aprendido a amar más la vida. Los detalles, los ojos de mi mujer,… si estaba lleno de amor, hoy estoy inundado de amor. Gracias a Dios y gracias a ustedes.” En el próximo acápite, al analizar las estrategias del hablante, profundizaremos en algunos de los aspectos antes señalados y como éstos, están en función de la dramaturgia y de los objetivos del programa. 3.3.1. Principales estrategias discursivas empleadas por Hugo Chávez en el programa Aló Presidente

“No hay antecedentes en la historia política de Venezuela,

ni en los medios de comunicación, sobre un programa como éste, dirigido y producido por un Presidente de la República”

(Bolívar, 2003: 102).

En aras de legitimar los cambios económicos, políticos y sociales del nuevo proyecto transformador y de inclusión social que es la Revolución Bolivariana, el conductor de AP desarrolla varias estrategias discursivas que, como ya apuntamos, no se pueden ver en el discurso de manera independiente, sino que muchas veces interactúan y tributan al objetivo principal del hablante, es decir, “se pueden traslapar y reforzar unos a otros” (Thompson, 1993: 83). De manera que, el significado de una forma simbólica puede representar en un sentido amplio a varias estrategias, puede proyectar varios

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significados. Cuando, al tomarse una medida a partir de la denuncia realizada por un oyente (AP 24 y 30), simbólicamente el hablante nos está sugiriendo que el pueblo es quien gobierna, dicha construcción está en función de fomentar una democracia participativa de nuevo tipo en el auditorio, pero a la vez, de legitimar las nuevas formas de gobierno, y deslegitimar a la vieja institucionalidad, significados todos que pueden operar como ideología en un contexto como el venezolano sometido durante décadas a la oligarquía puntofijista, y donde existía un aislamiento total entre gobernantes y pueblo. De igual forma, la mayor o menor presencia de una estrategia estará en dependencia del contexto, el que junto con la ideología del líder de la Revolución bolivariana determina el discurso como instrumento simbólico en función de emprender las nuevas transformaciones.

Por tanto, las construcciones simbólicas que emanan del discurso de AP, sustentadas en el conjunto de significados que representa la Revolución Bolivariana, constituyen proposiciones ideológicas que “contribuyen a imponer una coherencia o unidad imaginaria” en el receptor (Hall, 1981: 381). El análisis realizado a los diez programas AP permite hacer una generalización, a partir de los rasgos formales y los principales tópicos abordados, de las estrategias más utilizadas por Hugo Chávez en su discurso, así como de las principales formas simbólicas que emanan de ellas.

1. Legitimación del nuevo proyecto social La transformación del orden constitucional, primera gran estrategia política de la Revolución, marcará la intencionalidad del primer momento de la muestra, tema que será retomado una y otra vez durante el corpus. El uso reiterado de metáforas tiene la intención de persuadir sobre el valor de la aprobación de la nueva constitución, la que según el hablante significa: “la partida de nacimiento de la República Bolivariana”, “encender la antorcha bolivariana”, “una

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semilla para que retoñe Venezuela” (AP 24), metáforas que aluden de manera simbólica a que la constitución será cambio, transformación, nacimiento, luz, futuro; la continuidad de los ideales de Bolívar; un sí al próximo milenio. Al referirse a la Constituyente, López-Maya (2009) apunta: “…los principios de la participación y la descentralización, principios interrelacionados, se asentaron como orientadores de la estructura y práctica del nuevo Estado en construcción… diversos sectores sociales se incorporaron a lo que sentían como un futuro que se construiría colectivamente”. El tema de los derechos constitucionales se retomará en el AP 30, después de haberle dedicado varias emisiones a la tragedia de Vargas. La rápida solución que encuentran los planteamientos de las llamadas, y el curso que se les da a otras, a través de los ministros presentes, legitiman el incipiente sistema institucional plasmado en la nueva Carta Magna: “… en la medida en que vayamos fortaleciendo a las instituciones, pues ustedes, el pueblo, tendrá eso, una democracia ágil que los atiende, que les responde rápido, que con ustedes participa en todo esto…” Le explica a un oyente del estado de Zulia, que ha llamado para denunciar el mal manejo administrativo de la alcaldía municipal, donde aún gobierna la oposición. De esa manera, establece una diferenciación: autopresentación positiva de la nueva clase en el poder y presentación negativa de los otros. El hablante argumenta y enfatiza para persuadir sobre los valores de la constitucionalidad que se pretende instaurar y recaba de la interacción social, en aras de que los ciudadanos se sientan constructores de la nueva sociedad. Se trata de despertar la conciencia y de fomentar una cultura e ideología diferentes, pues en “esa estructuración de la vida cotidiana se arraiga la hegemonía… en el ordenamiento del tiempo y del espacio, en la conciencia de lo posible y de lo inalcanzable” (García-Canclini, 1990: 35).

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El sujeto emisor de AP tiene como propósito fundamental la legitimación permanente del proyecto a través de los cambios que ocurren, dígase: todo el conjunto de misiones sociales destinado a la inclusión social, y a disminuir los niveles de pobreza; la construcción de nuevas estructuras, e instituciones; el acometimiento de importantes inversiones, y transformaciones en sectores como el petróleo, la energía, la vivienda, el transporte, la educación, la cultura, etc. El hablante ofrece una cadena de argumentos basados en las nuevas representaciones, normas, valores y contenidos en correspondencia con las transformaciones que se suscitan, y que pueden actuar como mediadores en ese contexto. Es por medio de esa integración entre realidad objetiva y representación social que las relaciones de poder “buscan reforzar, argumentar o modificar la hegemonía, la que se presenta comúnmente como un sistema simbólico en el seno del cual compiten las distintas fuerzas sociales” (Bourdieu, 1987: 157 en García, inédito). Ante cada golpe de la oposición, el hablante responde con un contragolpe que favorece a las grandes mayorías: eufemización. Es usual que, casi al concluir cada emisión, luego de deslegitimar a los medios y a la oposición, ofrezca informaciones que favorecen a la clase trabajadora y desacreditan la campaña de los adversarios, recurso muy válido en función de la dramaturgia y que mantiene en alto las expectativas de la audiencia. Así, mientras Globovisión informa sobre los resultados de una encuesta que el Presidente va dando a conocer cada cierto tiempo (¿Apoya el paro convocado por la CTV para el martes? No: 67,5%. Sí: 32%), bajo ese clima, en la última hora del AP 101, Chávez da a conocer dos importantes noticias: los pagos de deudas de más de diez años sin pagar, con lo cual ahora muchos trabajadores acumularán en sus cuentas bancarias varios millones de bolívares (ejemplifica con cifras a través de varios casos); y el aumento de un 20 por ciento de los salarios. Esto tiene toda una intencionalidad política. La medida tomada contra la cúpula de PVDSA se revierte en beneficios para los

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trabajadores De esta manera, recurre a la eufemización, a la vez que legitima la gestión gubernamental. Al referirse al golpe de abril de 2002 volverá a eufemizar a través de metáforas como “la muerte súbita que resucitó rápido a la democracia”, “la resurrección nacional de la democracia bolivariana” (AP 102). Metáforas que aluden simbólicamente a la reacción popular de apoyo al chavismo que lo hizo retornar a Miraflores, lo que convirtió al golpe en un acto de reafirmación democrática, y de legitimación al proyecto. Transcurridos los primeros cinco años de Revolución, se han generado varios cambios en la estructura y superestructura social, es decir se han ido construyendo los cimientos del “bloque histórico” al que aludiera Gramsci, con el propósito de consolidar una nueva hegemonía. Por tanto, si en 1999 se trataba de arremeter y eliminar la vieja constitucionalidad y darle paso a una nueva; ya en 2004, además de seguir avanzando en ese camino, hay una obra que legitimar. De ahí que, el hablante todo el tiempo enfatice en que “Venezuela vive una revolución en el orden cultural” (AP 200) pues, tal y como afirma García-Canclini, es “en lo simbólico (donde) se transfiguran las relaciones básicas del poder para legitimarse” (1990:41). Tras la victoria del referéndum, el entonces Ministro de Cultura, Francisco Sexto, apunta que el gran reto de ese momento es democratizar la cultura, que el pueblo participe. La estrategia planteada por el Presidente Chávez “es darle al pueblo conocimientos, que el pueblo tenga acceso al conocimiento, que es una de las formas de poder del pueblo” (Guzmán, 2004). En ese mismo sentido, Méndez señala que Chávez se propuso “hacer un cambio desde las raíces culturales y con un cambio radical en lo educativo y en la participación ciudadana, no desde la politiquería ni el populismo barato” (Méndez, 2004: 165).

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Las transformaciones económicas que anuncia, los cambios estructurales, las misiones sociales, constituyen parte importante de la transformación en el orden cultural, la que “pasa a través de todas las prácticas sociales y es la suma de sus interrelaciones” (Hall, 1981: 60). Dicho en palabras de Gramsci: “una reforma intelectual y moral no puede dejar de estar ligada a una reforma económica, o mejor, el programa de reforma económica es precisamente la manera concreta de presentarse toda reforma intelectual y moral” (Acanda, 2002: 276). Expresión de esas transformaciones en el orden cultural fue también la creación de varias instituciones y la formación de nuevas fuerzas políticas desde el estado (sindicatos, organizaciones civiles, cooperativas, organizaciones empresariales y partidos políticos) con el propósito de movilizar la participación ciudadana en función del proyecto social. El inicio de la etapa de radicalización que da a conocer en AP 201, a partir de la victoria obtenida por el chavismo en el referéndum de 2004, constituye el preámbulo del anuncio del socialismo del siglo XXI, que anuncia meses más tarde. Para el hablante, la nueva etapa debe ser “…la revolución dentro de la revolución, el primer gran impulso tiene que ser moral, por eso quise venirme a Mérida, al pico Bolívar, a la atalaya de Venezuela a lanzar este mensaje” (AP 201). Metáfora con sentido positivo que alude simbólicamente a la dimensión del giro que debe tomar el proceso. Una transformación política, ética, económica, cultural, que cambie el status anterior pues “el pensamiento revolucionario tiene que ser lo que Walter Benjamín llamó ‘pensamiento destructivo”. Según Acanda “este guarda respeto y complicidad exclusivamente con un proyecto; con aquel que tiene como objetivo abrir espacios, pretender posibilidades siempre nuevas, ser liberador… El pensamiento revolucionario es pensamiento destructivo porque está obligado a demostrar toda la indeterminación del presente. Es decir, que ha de liberar todas las posibilidades que ese presente encierra en su interior” (Acanda, 2009: 17).

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A través de varias imágenes y metáforas persuade y apela a la emoción, sobre la necesidad y confianza en las transformaciones radicales que vivirá la Revolución: “Seguiremos navegando el mapa de la Patria nueva”, “Vamos a seguir limpiando el pantano”, “Hay que enterrar el elefante de cuatro patas.” (AP 201). Las argumentaciones que emplea como recurso permanente, a través de la comparación, ejemplificación, ilustración, enumeración, cifras, metáforas, tienen el propósito de comunicar y persuadir sobre las transformaciones culturales que implica el proceso, y dotan a sus discursos de una intención pedagógica, con la que arremete contra los presupuestos de la vieja hegemonía, “se trata de destruir el sentido que la cultura hegemónica anterior le dio a los productos culturales, el modo en que los organizó, en que los dotó de un sentido específico para que sea apropiado de una manera diferente” (Acanda, 2009: 17). Para el radialista López-Vigil, AP “ha sido una herramienta poderosísima para la construcción de valores ciudadanos en Venezuela. Nunca antes los presidentes habían rendido cuenta de su gestión ni siquiera dialogado con el pueblo. En este sentido, es una novedad en Venezuela y que ha sido replicada en otros países, por ejemplo, en Ecuador (Entrevista a J.I. López-Vigil, 2010). Un replanteo de varias cuestiones en aras de continuar legitimando el proyecto tiene lugar en el AP 299, posterior a la NO aprobación de la Reforma. Ante el retroceso momentáneo, el hablante apela a la estrategia de eufemización, al llamar a 2008, el año de las tres R, lo que permitirá revisar, rectificar y reimpulsar el socialismo. En el AP 325 emplea un lenguaje persuasivo, y legitima la nueva propuesta que debe ser aprobada en las urnas: “la enmienda le dará todo el poder al pueblo; el pueblo será quien quite y ponga a los gobiernos”. Todo el tiempo se propone establecer una diferenciación con el enemigo y con el pasado a través de la narrativización; legitimar los beneficios de las nuevas transformaciones por medio de la universalización y transmitir confianza y optimismo en el triunfo

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“…nosotros salimos de la tumba y no vamos a volver más nunca a la tumba (Metáfora que alude al pasado y reafirma el camino hacia el socialismo). El cambio que el presidente propone, previo a la enmienda de 2009, a una consigna arraigada ya en sus partidarios, para convertirla en el lema de la campaña: “Uh, ah, Chávez sí va”, tiene un fin estratégico: reafirmar el SI en el pueblo, además de reafirmar la centralidad en su liderazgo. Entre los objetivos principales que Dragnic le confiere a AP está el de los contenidos ideológicos: “hay una intencionalidad en la mayoría de las intervenciones del Presidente que consiste en proporcionar a la audiencia mensajes formativos, explicando lo que él concibe como el “proceso bolivariano” (Entevista a Dragnic, 2009). Al ser aprobada la Enmienda, el Presidente Chávez, anuncia el inicio del tercer ciclo de la Revolución Bolivariana, el afianzamiento de la Revolución. Toda la emisión del AP 325 está dirigida a legitimar a través de la universalización y diferenciación el avance hacia una ideología y una cultura socialistas, teniendo en cuenta que el propósito de construir una nueva hegemonía requiere de “liberar a las masas de su cultura y llevarlas a una visión del mundo diferente, coherente, crítica y totalizadora” (Acanda, 2002: 294-295). A través de este espacio, Chávez se propuso movilizar a los sectores populares para la transformación del país, al ofrecerle a los sujetos una concepción diferente del mundo. Su discurso se sustenta en realizaciones prácticas dirigidas a la inclusión social de miles de venezolanos. El hablante despierta el sentido crítico en los receptores, y los convierte en partícipes de las transformaciones, sobre todo a aquellos que históricamente habían sido utilizados como meros objetos de la política.

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a) Búsqueda de consenso La búsqueda de consenso para lograr el consentimiento de las mayorías en una sociedad tan polarizada como la venezolana, constituyó una estrategia permanente de Hugo Chávez en función de la legitimación, de ahí que con frecuencia se dirija a sectores fundamentales como la clase media, los jóvenes, las mujeres, y los grandes sectores desfavorecidos. Una marcada estrategia del hablante es la de buscar acercamientos con la clase media. Legitima la decisión de este sector de colaborar con el proceso a través de los diálogos: “Soy un microempresario que fabrico lámparas decorativas para el hogar…Quiero, señor Presidente, presentarle estas lámparas decorativas a su consideración para que sean utilizadas en el Plan Nacional de Viviendas...” (AP 24). Previo al golpe mediático anunció el éxito que ha tenido la puesta en marcha del programa del vehículo familiar: “el año pasado se batió record en Venezuela de venta de vehículos, lo cual evidencia la recuperación del poder adquisitivo sobre todo de la clase media.” (AP 101). Se trata de una estrategia política que responde a una tradición cultural de consumo, pues como afirma García-Canclini, al analizar la obra de Bourdieu, “la acción ideológica más decisiva para constituir el poder simbólico no se efectúa en la lucha por las ideas, en lo que puede hacerse presente a la conciencia de los sujetos, sino en esas relaciones de sentido, no conscientes, que se organizan en el habitus y sólo podemos conocer a través de él” (Bourdieu, 1990: 34). Establece una comparación entre el modo de vida de la oligarquía venezolana y la clase trabajadora. Argumenta a través de cifras: “Esa élite, algunos ganan al año hasta 300 millones de bolívares. Algunos ganan (anáfora) 15 millones de bolívares al mes. Usted sabe lo que es un salario de esos comparado con el salario de los trabajadores” (AP101). En varios momentos enfatiza, con tono emotivo, en aras de desarrollar un sentido de identidad colectiva hacia el proceso. Se dirige sobre

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todo a los jóvenes: “esto es de ustedes, este es el futuro de ustedes (epífora) y por eso es que estamos dando la batalla…los que estamos cerca de 50, a nosotros nos robaron la vida o parte de la vida,…” Al mismo tiempo apela a la estrategia de diferenciación y enfatiza “muchachas y muchachos de Venezuela no les roben el futuro, el futuro (anadiplosis) es de ustedes y será bonito ¡se los juro!” (AP 101). Legitima a través de las estrategias de racionalización, narrativización y universalización. El llamado a la reconciliación nacional, a la unidad y al respeto constitucional marcará al AP 102, posterior al golpe. Durante toda la emisión volverá una y otra vez sobre la misma construcción simbólica: la necesidad de reconciliación de la gran familia venezolana. “Como Presidente, también hará lo que nunca hicieron los jefes de Estado anteriores: reconocer sus fallas o errores, excusarse, pedir perdón, autocriticarse y rectificar. A esto se une su subordinación al pueblo, al soberano. La frase, ‘Con Chávez manda el pueblo’ es algo más que una consigna” (Entrevista a E. Herrera, 2010). La marcada intencionalidad de buscar acercamiento y consenso con la clase media en los primeros años del proceso, se hace menos notable en la medida que avanzamos en la muestra. El hablante busca un acercamiento y una relación empática, por lo general, con los grandes sectores desfavorecidos. Ello, según Dragnic, propició que “la mayoría de la clase media, ajena a esos valores populares y que en gran medida había votado por Chávez, dejó de sentirse identificada con el mensaje presidencial” (Entrevista a O. Dragnic, 2009).

Para Romero: “La propia dinámica socio-política que ha implementado, sobre todo a partir de la relegitimación de los poderes efectuadas en julio del año 2000, ha generado una progresiva depuración de los diversos sectores que conforman el chavismo, esta depuración ha tenido un doble efecto. Por un lado, ha cohesionado sus fuerzas hacia lo interno, permitiendo identificar los elementos más cercanos a su postura política, pero por otra parte, las fuerzas políticas

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que en un momento lo habían apoyado al dejar de hacerlo han pasado a constituirse en elementos fuertes en la conformación de la oposición….” (2008b). Luego del NO a la reforma, y ante la convocatoria para la creación del PSUV, como estrategia política del momento, el Presidente reconoce la necesidad de una mejor interpretación de la teoría gramsciana sobre la construcción de un bloque histórico43, que no solo tenga en cuenta a los sectores populares. Sin embargo, llama la atención, que en el AP 324, previo a la Enmienda, no convoca de manera directa, en ningún momento, a la clase media para el SI. El propio hablante reconoce su parcialidad y para ello recurre a varias figuras retóricas en aras de persuadir, con lo cual le imprime mayor ritmo y emotividad a la prosa: “yo le pido perdón a los demás, si estoy pareciendo pretencioso, perdónenme que me brota el regionalismo llanero, el orgullo de ser llanero…, aquí está la llave de la victoria, aquí está, aquí está (reduplicación) el blindaje, la caballería,…aquí vamos a ganar y asegurar la victoria nacional, 80-20 le vamos a meter en el llano (tono eufórico). Todos los llanos ¡todos los llanos! (reduplicación) se va a ver el horizonte rojito, (metáfora que transmite seguridad en el triunfo chavista) la carga patriótica viene de los llanos, llanos (reduplicación) de Venezuela.”

Sin embargo, una vez aprobada la Enmienda, volverá a insistir de manera reiterada en la reunificación de la familia venezolana: “Sólo pido a todos los venezolanos que sigamos uniéndonos, que sigamos fortaleciéndonos, que sigamos (anáfora) trabajando, dedicándonos al trabajo, al estudio para darle vida cada día más a la revolución bolivariana comenzando como estamos el tercer ciclo 2009-2019” (AP

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El propio Chávez en el AP 299 posterior a la reforma reconocería: “Tenemos que abrirnos, hay que leer un poco más a Gramsci (Antonio Gramsci, el nuevo Bloque Histórico), hay que revisar la teoría y revisar la praxis para construir el nuevo Bloque Histórico, es la sumatoria de distintos sectores políticos, sociales, religiosos.”

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325). Acude a la anáfora para enfatizar en los elementos enumerados en aras de persuadir sobre la necesidad de consenso.

La legitimación del nuevo proyecto, a través de las transformaciones económicas, políticas y sociales emprendidas y la búsqueda de consenso, constituye la estrategia principal del hablante durante los cinco momentos de análisis, estrategia a la cual también tributarán el resto de las empleadas. De manera que AP ha sido expresión de la radicalización que ha vivido el proceso durante los primeros diez años de revolución, de la pedagogía de su conductor en aras de transmitir una nueva cultura e ideología. 2. Deslegitimación de las fuerzas opositoras La manipulación y omisión que hacen del proceso los grandes medios empresariales, defensores del viejo orden social, de los intereses oligárquicos y demás fuerzas opositoras, entorpecen el funcionamiento del nuevo orden institucional, de ahí que ese sea un tema permanente en la agenda de cada AP. No se puede obviar que, todo poder político necesita legitimarse y en ello los medios de comunicación desempeñan un rol fundamental. El hablante, a través de la argumentación y otros recursos, apela de manera constante a las estrategias de diferenciación, y expurgación pues según criterio de Bolívar: “las estrategias discursivas más usadas por los actores políticos venezolanos son la legitimación del propio grupo y la deslegitimación del otro, a través de su descalificación y rechazo” (Bolívar, 2003: 147). La constante campaña de los grandes medios por desacreditar el proceso encuentra una amplia respuesta de argumentos en cada programa, lo que ha sido denominado por el hablante como “batalla comunicacional”: “Yo estoy obligado a decir la otra cara, a plantear la otra cara (epífora) de la moneda, la cara más grande…” (Anadiplosis) (AP 30), consciente de que “la comprensión que tiene la gente de gran parte de la realidad social es modificada por los media” (Shaw citado por Wolf, 2002: 88). Es notable, como el discursante enfatiza a través

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de figuras retóricas, las que facilitan la comprensión, asimilación y recordación del mensaje. Todo ello con el objetivo de persuadir a un receptor que se encuentra constantemente bombardeado por los grandes medios oligárquicos.

En varias emisiones (AP 24, 30, 100 y 324) el conductor dedica amplio espacio para argumentarle a la gente cómo se manipula una información desde los medios. Un ejemplo de ello ocurre a partir de una entrevista publicada por El Nacional, en la que un representante de la alta jerarquía de la iglesia católica arremete contra su figura: “Dice que la campaña del Presidente Chávez a favor del SÍ es inmoral… (AP 24). Con varias interrogantes se dirige al Cardenal Castillo Lara, a la vez que ofrece varios argumentos para descalificarlo. Establece comparaciones con otros períodos de gobierno y ofrece cifras para contrastarlos con el presente, a la vez que recurre en varias ocasiones a la anáfora, como figura retórica, con la cual le transmite ritmo y emotividad a la prosa. Enumera varios hechos con el propósito de refutar y desmentir a este alto representante de la jerarquía eclesiástica que vive distanciado del pueblo. “Alguna vez criticó la inmoralidad que cometieron sus amiguísimos personales, entre ellos Rafael Caldera y su otro amiguísimo personal, Carlos Andrés Pérez, usted dijo alguna vez que fue inmoral, por ejemplo, matar y masacrar a cientos de venezolanos el 27 de febrero de 1989? ¿Dijo usted algo, Cardenal Castillo Lara? ¿Usted dijo algo (anáfora) de que era inmoral, por ejemplo, saquear al pueblo y robar a los pobres y producir la quiebra de la clase media venezolana, esa que hoy anda por allí buscando caminos porque la quebraron, la saquearon, la robaron? ¿No será inmoral?, Cardenal Castillo, eso que hizo Caldera, su amiguísimo personal, cuando le dio a la banca un auxilio financiero, así lo llamaron, el gobierno pasado que llegó a USA. 7000, casi 8000 millones y ¿esos banqueros se llevaron el dinero de aquí y quebraron a miles y miles de familias venezolanas? ¿No será eso inmoral, Cardenal Castillo? ¿No será inmoral también favorecer a los traidores y hacer grandes negociados? ¿No sería inmoral (anáfora) tener amantes en el Palacio de Gobierno? ¿Dijo usted algo en esa

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ocasión, Cardenal Castillo? …Véngase conmigo a la calle, Cardenal Castillo, para que llore conmigo la pobreza y el dolor de las mujeres abandonadas con sus hijos muertos de hambre, enfermos. Véngase para que vea los indígenas en las costas del Orinoco o allá en el Valle de Los Motilones o en los Cajones del Arauca y el Capanaparo diezmados por enfermedad y por hambre, Monseñor Castillo. Venga (anáfora) para que vea la verdad.” (AP 24)

El calificativo de inmoral en voz de un Cardenal, días antes de votar por la nueva constitución, es de marcada connotación en un país donde la Iglesia Católica tiene una gran autoridad como institución, y donde la religiosidad constituye un elemento clave de la cultura, de ahí que el hablante le dedique amplio espacio y ofrezca varios argumentos para desmentirlo. Para el periodista y diputado Herrera: “enfrentar a los medios y a la cúpula de la Iglesia Católica no es cualquier cosa. Ambos sectores estuvieron involucrados en el golpe del 11 de abril de 2002. El primero que firmó el decreto dictatorial del empresario Pedro Carmona Estanga, presidente de facto por 48 horas, fue el jefe de la Iglesia Católica, el cardenal ya fallecido Ignacio Velasco. La pelea fue, era y es dura” (Entrevista a E. Herrera, 2010). El hablante, una y otra vez, deja clara la intencionalidad del programa cuando le advierte a los medios: “ustedes saben que nosotros tenemos también nuestros cañones” (AP 30) (metáfora que alude a los nuevos medios y espacios creados por el propio proceso).

Un punto clímax en la deslegitimación de los adversarios ocurre en el programa previo al golpe en el que arremete contra la cúpula de PVDSA (AP101). La actitud manipuladora y de incitación al golpe por parte de los medios oligárquicos fue cuestionada hasta por los propios partidarios de la oposición: “En estos tiempos difíciles para el liberalismo constitucional, si bien les corresponde jugar un papel indispensable en la defensa de nuestra libertad de expresión, también es verdad que

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ciertas actuaciones como el black out informativo de abril de 2002 plantean un dilema ético” (Colina, 2006). Al referirse a los sucesos de abril de 2002, el opositor Bisbal señala: “la minusvalía gubernamental en materia de medios de comunicación era evidente, así como era visible el dominio del sector privado en pocas manos” (Bisbal, 2007). Dos años más tarde, al explicar la victoria del referéndum, el entonces ministro de Cultura, Francisco Sesto, declara: “La verdad es que no hay grandes estrategias comunicacionales, sino que la movilización y la participación del pueblo es lo que contrarresta la guerra mediática y permite avanzar al proceso. La fuerza está en un pueblo activo, no tanto en estrategias de comunicación” (Guzmán, 2004). En cada emisión analizada, el discursante ofrece comparaciones con la época puntofijista, al abordar temas relacionados con la educación, la salud, el nivel de pobreza, la situación de los niños y las mujeres, las nuevas inversiones que se acometen para beneficio del pueblo, comparaciones y explicaciones que constituyen argumentos que mueven a la reflexión y arremeten contra lo viejo ante un auditorio que se empeña en crear una realidad diferente, consciente de que un “argumento fuertemente valorizado… tiene casi todas las probabilidades de serlo asimismo en la agenda del lector (oyente)” (Bechelloni, en Wolf: 94). A través de AP, Chávez ha sido un mediador importante dentro del sistema de comunicación surgido del propio proceso, al informar sobre otros sujetos, objetos, situaciones, ofrecer otros juicios de valor. Las informaciones de AP influyen en la agenda de cada lunes de los principales medios tradicionales, según criterios de varios expertos entrevistados.

El programa “ha sido lanza y escudo frente al enorme poder mediático privado. El bombardeo antibolivariano de los medios opositores se ha topado con un programa que inutiliza sus misiles propagandísticos. Al

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mismo tiempo, cohesiona y organiza al pueblo por el carácter didáctico que le da el presidente como estratega político. Ver Aló Presidente es asistir cada domingo a una reunión política, donde se traza la línea de la organización y sus formas de ejecución. Y donde se desmontan las tácticas y estrategia del adversario” (Entrevista a E. Herrera, 2010). A través de una ideología diferente, su conductor trata de potenciar la autoconstitución de los sujetos a partir de una nueva práctica cultural y una política que anima al proyecto transformador. A partir de 2006, la estrategia de confrontación en el orden político alcanza una mayor dimensión contra el gobierno de los Estados Unidos. En el AP 298, celebrado en Santa Clara, Cuba, alertó sobre el peligro común que representa Estados Unidos para todo el continente. Previo a la Enmienda, define muy bien a ese enemigo, establece una marcada diferenciación a través de la expurgación al otro: …no subestimemos a nuestros adversarios ni un segundo. Ni un segundo (anadiplosis) olvidemos que nuestros adversarios se pueden concentrar o se pueden condensar en un solo nombre: el imperio norteamericano... Nosotros no estamos enfrentados realmente a la oposición interna en Venezuela, ¡no!, ellos sólo son instrumento del imperio (AP 324). “Conozco los discursos contra los gobiernos de Estados Unidos, donde Chávez hace una sorprendente combinación de agresividad y humor. Nunca nadie dijo tan claro y pelao las cosas a los gringos. Eso está muy bien. Donde creo que falla es en mantener la misma agresividad hacia adentro” (Entrevista a J.I. López-Vigil, 2010).

La fortaleza comunicacional de AP ha sido extraordinaria para promover la obra del proceso bolivariano, y lo continúa siendo, pues transcurridos más de diez años todavía la batalla contra los medios no ha cesado. El nuevo modelo comunicacional aún está en construcción. Al decir de Herrera: “Todo lo que tenemos lo ha dictado la emergencia

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y el día a día. No es fácil capturar una audiencia modelada por el consumismo, las telenovelas rosas, la superficialidad y la alienación” (Entrevista a E. Herrera, 2010). Se trata de una audiencia que aún reproduce los patrones de la dominación simbólica ejercida durante décadas por la hegemonía burguesa, basada en una cultura enajenante y en una concepción desarticulada, ingenua y acrítica del mundo. De ahí la importancia de fomentar un discurso alternativo al de las grandes empresas mediáticas y el interés por crear nuevos medios que socialicen el accionar de la Revolución. En el AP 324 previo a la aprobación de la Enmienda, argumenta sobre los planes que tiene la oposición interna y externa. Explica y describe a su audiencia, a la vez que apela a varias estructuras retóricas para persuadir, mediante la estrategia de fragmentación: “Ellos tienen una campaña intensa destinada a dividirnos. Y esa campaña (anadiplosis) hay que enfrentarla por dentro. Es permanente. Andan buscando debilidades de gente nuestra, de corrientes nuestras, (epífora) de partidos. Les lanzan cantos de ballena (metáfora para descaracterizar al enemigo) como dijo aquel, les tiran puentes ¿eh? Es una estrategia bien concebida. Debilitar la unidad nuestra, dividirnos para luego ellos volver.” Ese es el plan. Y no van a descansar un día. No van a descansar un día (anadiplosis) porque se trata de Venezuela. Venezuela (anadiplosis) entre otras cosas la primera reserva de petróleo de este planeta. La primera reserva (anadiplosis) de gas de este continente, la puerta de entrada al gran continente suramericano (metáfora que alude a la posición geográfica del país) y además la cuna de la revolución bolivariana (metáfora que alude a Venezuela como iniciadora de los cambios en Suramérica) que está impactando el continente y más allá en otras partes del mundo ¿eh?” (Enumeración). El empleo de todas estas figuras en el discurso tiene una función enfática, emotiva y ritmática, así como una función de fondo, es decir,

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darle prominencia a los argumentos sobre lo que representa Venezuela en varios sentidos para el continente. Todo ello facilita una mejor comprensión del texto, una mejor asimilación y recordación. Sobre el silencio que hacen los medios de la oligarquía ante hechos importantes para el país, como es el caso del lanzamiento del satélite Simón Bolívar, explica y enfatiza: “es verdaderamente sorprendente, sorprendente (reduplicación). Que ocurra un hecho de tal magnitud histórica, de tal impacto en la vida de los venezolanos, y estos periódicos... y las televisoras de ellos tampoco, nada, lo de ellos es plomo contra el pueblo (metáfora), ¡Plomo contra Chávez! (metáfora) ¿Ves? todo un plan psicológico” (AP 324). Igualmente alerta sobre la campaña desatada por los medios de la oposición antes de la aprobación de la enmienda. Recurre al pronombre ellos para establecer una diferenciación con el enemigo, y a varias figuras retóricas con el objetivo de reiterar y persuadir. Enumera y emplea la epífora para darle mayor prominencia a los elementos enumerados. Argumenta a través de varios elementos que le ofrece al oyente: “Ellos no tienen razón, pero por ningún lado tienen razón. Que si Chávez con eso va a eternizarse en el poder, sabemos que es mentira, pero hay que explicarle a la gente. Hay que explicarle a la gente (anadiplosis) con ejemplos sencillitos. No, para Chávez ser presidente otra vez, más allá del 2013, tiene que ir a elecciones, primero tiene que ser postulado como candidato por el Partido Socialista, por el pueblo, y luego tiene que ganar… porque ellos que son los reyes de la mentira (metáfora con sentido negativo para dirigirse al contrario). Andan diciendo todo esto por todos lados. Prendan la radio para que vean. Busquen en los periódicos para que vean. Oigan la televisión para que vean (epífora). La campaña de ellos se basa en la mentira, en un millón de mentiras para influir en el cerebro, en la mente del pueblo, para agarrar por inocente a alguna gente desprevenida, para meterles miedo” (AP 324).

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El hablante cita ejemplos y usa términos como plomo, reyes de la mentira, plan sicológico, miedo, para enfatizar y argumentar que se trata de una guerra en el ámbito de las ideas. En esta emisión la deslegitimación alcanza su punto clímax, cuando transmite un video en el que pone al desnudo todo el plan de la oposición y el apoyo que están recibiendo las organizaciones contrarrevolucionarias desde los Estados Unidos. Los argumentos que se ofrecen son contundentes, por lo que pide que AP se encadene con toda la red nacional y se vuelva a retransmitir el material

a) La polarización en el lenguaje Si bien utiliza un lenguaje afectivo, empático y popular para comunicarse con sus seguidores, el hablante marca la diferencia al referirse a sus adversarios. Recurre frecuentemente a la diferenciación, a la expurgación del otro, a la eufemización y al empleo de términos con una connotación negativa. A través del uso frecuente de los pronombres ellos y nosotros, establece una marcada diferenciación con el enemigo (auto-presentación positiva y la presentación negativa del otro). “Nosotros no estamos enfrentados realmente a la oposición interna en Venezuela, ¡no!, ellos sólo son instrumento del imperio” ….

“Ellos tienen una campaña intensa destinada a dividirnos… Debilitar la unidad nuestra, dividirnos para luego ellos volver.”(AP 324) Desde el primer programa analizado (AP 24) emplea en momentos muy puntuales, varios calificativos para denominar a la oposición, como oligarquía rancia, manipuladora, insensible, pitiyanquis, los que se tornan mucho más agresivos en el AP 101 previo al golpe, en medio del clima de confrontación política que vive el país.

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“El lenguaje va de lo agresivo a lo irónico de acuerdo con las circunstancias. En el primer caso, lo empleó frente a la agresividad mediática en su contra; no podía responder de otra manera. Lo mismo ocurre frente a la jerarquía eclesiástica, que emplea los púlpitos de las iglesias para atacarlo durante todas las misas. Estaba obligado a desenmascararlos ante el pueblo y a demostrar que no les temía, como sí ocurría con gobiernos anteriores” (Entrevista a E. Herrera, 2010). Sin obviar que AP tiene el marcado propósito de legitimar el nuevo proyecto, ni menospreciar el contexto de confrontación en que ha vivido la sociedad venezolana, esta marcada polarización en el lenguaje, a nuestro modo de ver, conspira contra el propósito de crear una identidad colectiva, “vehículo fundamental -según Gramsci- en la articulación progresiva de la nueva hegemonía” (Acanda, 2002: 280), para cuya construcción se requiere lograr el consentimiento de las mayorías. En varios momentos del corpus, el hablante apela a otros calificativos de connotación negativa, y se dirige a los adversarios con tono agresivo, autoritario y amenazador: “Alerto a la llamada nómina mayor, yo no tengo problemas de rasparlos a toditos, sí a toditos (reduplicación) hubiera que rasparlos, no tengo ningún problema (anáfora)…aténganse a las consecuencias, porque como subversivos están comenzando a ser investigados, así lo he ordenado y así lo he pedido… (AP 101). Uso de la voz pasiva (pasivización) para enfocar la atención sobre el hecho en cuestión, es decir, la inconstitucionalidad no quedará impune. “Si bien su estilo suele ser autoritario, propio de su condición militar, existe un Chávez pedagogo que trata de manera permanente de enseñar a su audiencia la importancia del trabajo colectivo. No olvidemos que éste es un país consumista, signado por patrones de conducta profundamente individualistas, de allí que crear ese nivel de conciencia del colectivo es una de las tareas más difíciles que le ha

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correspondido desarrollar al Presidente” (Entrevista a M. Linares, 2009). Algunos expertos consideran que la agresividad en el lenguaje se convierte en caldo de cultivo para los mensajes que al día siguiente rebotan los medios de la derecha, dándoles la posibilidad de que se centren en estas particularidades del discurso y minimicen aspectos de mayor interés.

“El desafío de reconocer al otro sigue siendo una materia pendiente, sobre todo para el liderazgo y algunas de las bases de la oposición, que se niegan, pese a todas las evidencias empíricas, en reconocer que el otro no sólo existe sino que es su igual y por ahora es la mayoría. Es también de urgencia que el oficialismo abandone el discurso ramplón, según el cual todo opositor es un oligarca golpista" (López-Maya, 2004a). Para Hernández-Montoya: “Si estamos en lucha, no podemos esperar lenguaje apacible. De hecho, los comunicadores burgueses o al servicio de la burguesía no dudan de calificar a Chávez de tirano, dictador, loco, ofender a su madre, a su hija, etc. (Entrevista a R. Hernádez-Montoya, 2010). La agresividad en el lenguaje, y la entonación tendrá un giro total en el programa posterior al golpe (AP 102) con un constante llamado a la reconciliación y a la unidad de toda la familia venezolana, a la vez que reconoce su culpabilidad hasta donde le toca. También llamará una y otra vez al entendimiento en el AP 201, ante la negativa de la oposición de acatar los resultados de referéndum y en el AP 298, posterior a la reforma, al emplear un lenguaje moderado, de reconciliación y búsqueda de consenso. La confrontación permanente que ha vivido la sociedad venezolana, sobre todo a partir de la crisis de 2002, hace que en un mismo discurso el presidente por una parte llame a todos los sectores a la unificación, y por otra alerte al adversario, haciendo uso de su autoridad, lo que

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se explica debido a que: “Las relaciones entre un líder político y el público pueden ser contradictorias, por un lado como relaciones de solidaridad y por otro como relaciones de autoridad (Fairclough y Wodak, 1997: 361). 3. Gestación de una democracia de nuevo tipo (Gobernar con el pueblo) a) Participación popular en el programa Este será uno de los principales presupuestos que marcará a las emisiones de AP desde los inicios, a tono con las propias transformaciones que vive el proceso venezolano. Todos los diálogos tienen una marcada intencionalidad44 dentro de la dramaturgia del programa por lo que están en función de las diferentes estrategias discursivas, y de los temas abordados, aunque muchas veces parezcan estar signados por la espontaneidad. La conexión del soberano con el líder se establece en un principio de diferentes maneras (teléfono, correspondencia, emails, unidad móvil y público asistente), las que varían de acuerdo con los propósitos del programa o desaparecen con el transcurso del tiempo, según el levantamiento realizado. Sí llama la atención que ninguna de las llamadas analizadas ha sido para disentir en ningún aspecto del proceso, por lo que al decir de Bolívar: “está ausente la voz de los que piensan de manera diferente” (2003: 127). Explicable, si tenemos en cuenta que AP prácticamente estaba solo en los primeros años de la “batalla comunicacional”, pero a la vez, consideramos que la total ausencia de disensión atenta contra los postulados de la nueva democracia que propugna el proceso.

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La cual podría atentar contra la situación ideal de diálogo, núcleo de la teoría clásica habermasiana que como forma ideal de comunicación presupone que los sujetos se reconocen mutuamente en “plena igualdad” de seres libres, responsables y autónomos, de total ausencia de manipulación.

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Para Romero: “el discurso de Chávez, señala una construcción simbólica importante, mediante la cual el ciudadano/pueblo pasa a ocupar un lugar resaltante en la estructura expresiva empleada por el líder, en él el pueblo no se asume como un unicornio indefenso, o un ser grotesco plagado de raíces de ignorancia, por el contrario, la expresión socializante del sujeto pueblo, en su discurso, está impregnada de valores sociales positivos, de civilidad, de ciudadanía, que se traducen en una identificación de ese ciudadano con el líder” (Romero-Jiménez, 2005). Al decir de Serrano, director del sitio digital Rebelión: “El principal mérito del programa Aló Presidente es eliminar el papel intermediario de los medios y los periodistas y establecer una relación comunicacional directa entre gobernante y gobernados…” (Entrevista a P. Serrano, 2009). El diálogo directo con el pueblo, a través de múltiples llamadas, propicia que sea éste quien denuncie y proponga soluciones, lo que le facilita al interlocutor tomar decisiones y deslegitimar a la vieja oligarquía (AP 24 y 30). De esa manera, la ciudadanía se involucra en el proceso como sujeto activo; se le da participación a diferentes sectores y existe una comunicación directa, cercana, entre el presidente y su público. Esa transformación en el orden cultural está en función del objetivo de consolidar una nueva hegemonía “al incentivar a través de la participación, el empoderamiento de los sectores populares, elevar su autoestima, despertar sus rebeldías y hacer retroceder el conformismo y la naturalización de la dominación” (Entrevista a J.R. Vidal, 2010). La capacidad de persuasión del discurso chavista para representar una idea de pueblo como sujeto histórico activo es, al decir de Romero, “efectiva, congruente y dinámica, permitiendo construir una base de apoyo para establecer una forma de socialización política…” (Romero, 2005).

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Según López-Vigil, lo más positivo de AP es “la presencia directa del pueblo. De los ministros y funcionarios también. Pero lo más importante es ese enlace directo y semanal y descentralizado con la gente. Y que cuando los ministros no han actuado bien, los confronta con la gente. Eso es estupendo” (Entrevista a J.I. López-Vigil, 2010).

Esta forma de concebir la comunicación subvierte las acostumbradas relaciones políticas y culturales dadas entre gobernantes y gobernados. El hablante tiene en cuenta que “la construcción de la voluntad colectiva, según Gramsci, constituye un vehículo fundamental en la articulación progresiva de la nueva hegemonía” (Acanda, 2002:280). En cada programa, a través de los diálogos involucra a la gente en la toma de decisiones y en las misiones sociales; alude a los resultados del Plan Bolívar 2000 principalmente durante los días de la tragedia de Vargas, con el fin de acercar el Ejército al pueblo; legitima los Círculos Bolivarianos, como formas de organización popular; busca acercamiento con la clase media y los micro-empresarios; le da protagonismo a los Consejos Comunales. Todo ello tiene el propósito de activar a la sociedad civil, consciente de su importancia en la difusión de la ideología, los intereses y los valores del nuevo poder, así como en la socialización de lo simbólico y la articulación del consenso. La inauguración de nuevas escuelas (AP 200 y 299), el fortalecimiento del sistema de medios de comunicación a través de la Ley de Responsabilidad Social de la Radio y la Televisión (AP 201) y el impulso a un sistema de medios de comunicación que difundan la nueva ideología y el accionar gubernamental (AP 325) son acciones dirigidas al fortalecimiento institucional, pues todo poder para legitimarse necesita el apoyo y control de instituciones “dadoras de sentido, las que establecen y justifican al individuo, le enseñan a pensar de una manera, y a no pensar de otras, le indica los valores que tiene que compartir...” (Acanda, 2002: 249).

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Una y otra vez el hablante enfatizará en la importancia de la democracia participativa, con una perspectiva incluso mucho más radical, sobre todo cuando denuncia la persistencia de ciertos vicios del pasado como la corrupción “…si queremos acabar con la pobreza, debemos obligatoriamente darle poder a los pobres” (AP 200); “… hago un llamado a todos para que este año sea un año…, de más avance en la transferencia de poder al pueblo, por eso saludo con ese espíritu a los consejos comunales” (AP 298). Para algunos expertos, “aquellos elementos que han coadyuvado a su éxito comunicacional entre ciertos sectores de la población, están ligados a las interpelaciones populistas45. Las interrogaciones, el lenguaje sencillo y directo, narrativo, oral y el estilo conversacional e informal, logran un efecto de igualación con sus votantes. El “pueblo” es interpelado como sujeto” (Colina, 2006).

En la medida en que la gente participa, toma parte y se siente parte del proceso al contribuir en las decisiones dictadas por el gobierno, se entabla una relación simbólica con el nuevo orden social que puede

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El término de líder populista, para referirse al presidente venezolano, es recurrente por varios expertos de la comunicación en ese país “el que se presenta como el hombre capaz, justo, la persona adecuada para tener el control o ejercer el poder”. (Márquez-Fernández y Hernández; 1999:12, citado por Méndez, 2004) El estilo conflictivo característico del presidente Chávez es considerado por los autores como un rasgo típico del populismo, “montado sobre códigos binarios tales como honesto-deshonesto, patriotas-antipatriotas, los cuales nutren el antagonismo entre lo que se quiere extirpar o aniquilar y lo que se proclama como nuevo” (Arenas y Gómez, 2000: 46; 2002: 54). Méndez, a su vez, señala que “esas conductas no son propias solo del líder

populista, es la de cualquier político. En última instancia todos los políticos de

derecha o de izquierda, de democracias avanzadas, en transición o en

proceso de consolidación, y hasta los dictadores recurren al discurso

populista” (Méndez, 2004: 112).

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traducirse en ideología, al compartir e incidir en los significados de la clase que gobierna. Según criterios de los propios expertos, uno de los objetivos fundacionales del programa fue la participación popular. Las intervenciones ciudadanas, aunque en muchas ocasiones hacen alusión a problemas personales, tienen como principal propósito denunciar y deslegitimar la vieja constitucionalidad. Sin embargo, en los dos últimos momentos (AP 298 y 299) y (AP 324 y 325), desaparecen las llamadas telefónicas y otras vías de comunicación ya citadas, se hacen mucho más notables las intervenciones de ministros, funcionarios, gobernadores locales e invitados presentes, lo que si bien puede constituir un mérito para el programa y una exigencia del propio proceso de involucrar a todas las partes responsables, es evidente que el programa actualmente tiene “una mayor estructuración…, y si bien no está prohibida la participación del público tampoco se incentiva” (Entrevista a O. Dragnic, 2009). Según López-Vigil, el presidente “debería dejarse interpelar más por las inquietudes reales que tiene la gente de a pie. Hay un evidente malestar en muchos sectores que siguen siendo chavistas pero que están muy molestos con la inseguridad, el desabastecimiento, la corrupción, etc. (Entrevista a J.I. López-Vigil, 2010). Sin obviar lo que en reiteradas ocasiones ha expresado su conductor, que AP nació como parte de la batalla comunicacional, para enfrentar la guerra de los grandes medios; que este espacio tiene como estrategia fundamental legitimar el nuevo proyecto social; por tanto, varias de las transformaciones del programa estarán en función de la propia radicalización y transformación del proceso; y que como el propio presidente manifestara, en entrevista a Marta Harnecker (2002), el hecho de comenzar a transmitirse por televisión originó varios cambios al formato original, también llama la atención, en los últimos momentos analizados, la casi total ausencia de denuncias por parte del pueblo sobre problemas sociales o de corrupción que

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entorpecen a la revolución. Problemas que son expuestos en reiteradas ocasiones durante el corpus por el propio hablante (no olvidar que en 2004, llamó a una profundización del proceso: AP 201, y que en 2008 hizo un llamado a las tres R: revisión, rectificación y reimpulso: AP 298). “He visto ´Aló Presidente´ desde ciudades distintas de Venezuela, he visto la urgencia de fiscalía rigurosa que se le exige al programa y el clamor inmenso por usarlo como arma consciente de la conciencia revolucionaria en la guerra contra el burocratismo. He visto, cómo muchos exigen menos palabras de funcionarios y más palabras de los luchadores desde abajo. He visto como se disiente a veces sobre algunos dichos de Chávez y he visto cómo se madura amorosamente la crítica fraternal con el líder… No conozco muchos programas de contenido político que logren lo mismo” (Entrevista a F. Buen-Abad, 2008). En AP 325, el hablante es interrumpido en dos ocasiones desde el público para hacer dos denuncias: la paralización de la explotación de las minas de cobre por contaminar a los ríos, y el no haberle permitido pasar a la televisora local del municipio de Zamora, lugar donde se realiza el Aló… para transmitir el programa, las cuales son escuchadas por el hablante, y puestas en manos de los ministros correspondientes. También algunos beneficiarios de las comunas a los que se les concede la palabra, se desvían del objetivo central del diálogo para plantear problemas de la comunidad. Actitudes que a nuestro modo de ver constituyen un reclamo de la esencia inicial de AP.

La propia alerta del hablante, en AP 325, alude a lo que ha estado ocurriendo en detrimento de esa participación ciudadana, y aboga porque las propuestas socialistas de cada alcalde salgan del pueblo “no elaboradas en un laboratorio, en una oficina encerrado y una computadora. No, es el protagonismo del pueblo porque esto es para el Poder Popular…” En esa misma emisión arremeterá varias veces contra los alcaldes que no escuchan al pueblo.

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A juicio de López-Vigil: “Es increíble que la figura de Chávez haya sido tan fuerte para nadar contracorriente y lograr lo que ha logrado. Pero el socialismo del siglo XXI está en jaque si no logra resolver los problemas cotidianos que vive y padece el pueblo venezolano… El problema no está en él, pero sí en muchos seguidores al interior de Venezuela” (Entrevista a J.I. López-Vigil, 2010).

También se considera que “La continuidad de este proceso va a depender de con cuanta audacia y claridad se continúe socializando el poder y haciendo retroceder las rémoras burocráticas que se heredan del estado burgués y se reproducen en el estado revolucionario si no hay una conciencia del peligro que representan y consecuentemente se actúa en su sustitución por formas de poder verdaderamente populares” (Entrevista a J.R. Vidal, 2010). La preocupación manifiesta por algunos expertos acerca de la importancia de continuar socializando el poder es comprensible porque como ha quedado demostrado en los momentos analizados, ha sido la movilización y la participación del pueblo la mayor fortaleza de la revolución bolivariana, la que ha sabido enfrentarse a la guerra desatada por los grandes medios de la oligarquía, a la oposición interna y externa y a defender las transformaciones emanadas del nuevo proyecto. b) Conexión que se establece entre el líder y las masas

Las mejores confesiones en el orden personal tienen lugar cuando establece diálogos con la audiencia. Las historias de vida humanizan al líder, y permite compartir emociones, en aras de construir un sentido colectivo, pues los efectos de persuasión serán mayores “siempre que los mensajes estén estructurados de forma adecuada a las características psicológicas de los destinatarios” (Wolf, 2002: 31). “… cuando yo me muera quiero que me entierren en Sabaneta de Barinas, - dice en diálogo con un coplero natural del estado de Apure- lo digo ante el país, que me entierren allá en la sabana donde nací, a la

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orilla de por allá entre el Apure y el Boconó donde corren las aguas del toro bravío (metáfora), salen a mitad de la sabana y caen esos chubascos, esos palos de agua (metáfora) que hacen temblar la tierra (metáfora) y dónde brota la paja (metáfora), dónde vuelan las garzas, dónde (anáfora) hay tanta libertad. Allá quiero descansar, lo digo a todos para que se cumpla eso” (AP 30). Descripción poética en la que emplea múltiples imágenes para aludir a sus orígenes, de manera que, las secuencias dialogales y las descriptivas se entrelazan para dar mayor viveza y detalle a la narración. A través del ritmo que logra con el uso de figuras retóricas busca emotividad y exacerba el nacionalismo como símbolo de unidad y de amor por la patria, muy a propósito con la celebración del Día de los Enamorados: “esa construcción de la relación Yo-Pueblo, establece una vinculación entre su historia de vida y la experiencia de vida en que se desenvuelve el sentido de las mayorías” (Bermúdez y Martínez; 2000). Juega con la dramaturgia, por lo que las anécdotas y confesiones por lo general son contadas después de un momento de enfrentamiento verbal con el enemigo. Es muy significativo el cambio de entonación, el sentido del humor, y la apelación a la cultura popular para establecer una relación empática con sus seguidores y descaracterizar a los adversarios: “Hay otra cosa que me dijeron, que ellos… tienen unos brujos que tienen a Chávez patas arriba (metáfora), que le echan humo, lo queman, le fuman el tabaco, le ponen unas agujas,…. Bueno, tendrán al muñeco ese bien quemao, pero aquí estoy yo” (AP 101). La anécdota también tiene la intención de reforzar su fortaleza como líder ante las maniobras del enemigo por eliminarlo. “Es el primer gran líder latinoamericano que hace del humor un arma política. Esto no se había visto en América Latina. El lenguaje campechano es un camino real para lograr esa empatía con el pueblo” (Entrevista a J.I. López-Vigil, 2010).

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Los diálogos constituyen el mejor momento para que el público y el hablante se expresen mutuamente sus afectos. Ello sitúa al líder al nivel del pueblo, como puede apreciarse en el AP 30 cuando conversa con una anciana de 84 años, la que llama para denunciar la venta fraudulenta de sus tierras, de las cuales fueron expropiadas ella y su esposo de 89 años: … Zoila de Carrillo: Te ensalmo y te bendigo. Presidente Chávez: ¿Eso llega desde lejos? Zoila de Carrillo: ¡Coño! [expresión vulgar], ¡que sí llega mijo! Cada vez que te veo en el televisor te santiguo, te echo la bendición, que Dios me lo acompañe y me lo cuide. Presidente Chávez: Amén mi amor, y a tí también y que Dios te dé larga vida y que mañana celebren también un día más de los enamorados… (tono afectivo)

Las anécdotas también tienen una intencionalidad política como la historia de la niña que vive en una choza de lata, narrada en el AP 30; su historia es la de muchos. La comunicación franca y abierta que sostiene con la audiencia le permite percibir como los gobernados legitiman o rechazan la hegemonía desde la cotidianidad, como entre las clases se articulan los procesos hegemónicos, y las nuevas prácticas culturales emanadas de la nueva clase en el poder. El hablante maneja diferentes tipos de tonos: emotivo, humorístico, empático, jovial, agresivo en dependencia del contexto, de la estrategia que se proponga y de a quién se dirige con el mensaje, pues todas estas variaciones en el discurso tienen ante todo una función ideológica.

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c) Recursos que emplea para lograr empatía con sus seguidores Chávez tiene en cuenta las funciones estéticas y lúdicas de la oralidad al incluir de manera frecuente en sus discursos leyendas, canciones, refranes, chistes, anécdotas, poemas, los cuales tienen un origen oral, todo ello en función del contexto e intencionalidad. En su discurso emplea por lo general un lenguaje popular, asequible para las grandes mayorías que lo escuchan, sin palabras técnicas, ni formalismos, a pesar de ser un hombre que demuestra tener amplios conocimientos. Aun cuando comparta con su audiencia, las últimas lecturas realizadas u otros temas poco cotidianos, lo hace con un lenguaje llano y con vocación pedagógica. Su pronunciación denota tener un buen dominio del idioma. De manera que, la conexión con las masas también se da durante todo el corpus no solo a través de lo que dice, sino como lo dice. Es muy importante el tono coloquial, afectivo, a veces íntimo que emplea para dirigirse a sus seguidores, pues no se puede obviar que la voz instaura una relación muy particular con el escucha “(…) porque la voz revela, atenta o inconsciente, los movimientos afectivos, sentimientos favorables o desfavorables, el temblor de las emociones, la frialdad o la pasión, las vibraciones de la mente, la sinceridad o el engaño” (Charaudeau, 2003: 227). Algo distintivo en el discurso de Chávez es la presencia del locutor explícito, rasgo importante desde el punto de vista temático. Al emitir criterios personales busca persuadir, compartir experiencias, emociones, y dejar claro su entrega y posición como líder: “Yo ando metido de lleno en esta batalla por amor y no le temo a nada, sólo a Dios.” “Yo ando en este huracán de pueblo por todas partes” (AP 24); “Ahora ando en este viento, ya no me pertenezco, ni soy dueño de mi tiempo, ni de mí mismo” (AP 201).

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«El uso del yo deviene un uso comprometido, arriesgado. Con su uso, el que escribe no sólo se responsabiliza del contenido de lo enunciado sino que al mismo tiempo se impone a los demás» (Calsamiglia y Tusón, 2007:129). También en aras de involucrar al auditorio y lograr mayor empatía recurre con frecuencia a la primera persona del plural: “No nos podemos dejar chantajear, aquí hay que decirse las verdades. En momentos como el que estamos viviendo hay que decirse las verdades” (AP 24). Con el propósito de ofrecer argumentos y convencer establece de manera reiterada comparaciones en las que hace uso del lenguaje beisbolero (elemento cultural importante), como ocurre en la emisión previa a la aprobación de la enmienda, en el que involucra al oyente con el objetivo de persuadirlo sobre la necesidad de que se sienta parte del “juego”: “es como el pitcher, que yo sea el manager y tú…eres un pitcher y estas pitcheando y en el primer inning ponchaste los 3 primeros: por qué yo te voy a sacar, no, sigue pitcheando que estamos ganando el juego…” (AP324). La comunicación empática que establece con el auditorio se expresa también en las veces que el hablante recurre a la poesía, al canto y a frases populares como: “Ni lavan, ni lavaban ni prestaban la batea”, “Estemos con el ojo pelao”, "Ni tan calvos ni con dos pelucas" (AP 102), “No vamos a permitir que nos mamen gallo” (que nos engañen) (AP325). 4. Unificación Durante todo el corpus analizado, la unificación en aras de lograr consenso y en función de crear un sentido colectivo constituye una estrategia permanente. Para ello, el presidente venezolano recurre a temas como la historia del país, la religiosidad, los valores nacionales y culturales, y la integración latinoamericana.

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La figura del libertador Simón Bolívar está presente en todos sus discursos, sobre todo recurre a él en aquellos momentos que son definitivos para la historia de la nación. De ahí que, simbólicamente votar por la constitución significa votar por Bolívar (AP 24): “ahí está Bolívar. Inspirémonos en esa mirada del Padre…” exclama junto al cuadro del prócer, ante el llamado a la reconciliación posterior al golpe (AP101). Exalta los valores éticos y humanos del socialismo a partir de la figura del libertador, de ahí que lo apellide bolivariano. En cada emisión del Aló…, el hablante hace alusión al pasado histórico, y cómo éste encuentra una continuidad en el actual proceso, momentos en que recurre a la narrativización. En el AP 30 alude a febrero como símbolo de unidad, de triunfo, de cambio y de confianza en el futuro, lo cual ratifica tras el triunfo de la Enmienda de febrero de 2009 (AP 325). Con todo ello, alude al 4 de febrero, reitera y enfatiza sobre lo que significa como hito histórico y significativo en la historia política contemporánea de Venezuela. “…va cabalgando febrero, este mes, siempre hemos dicho que febrero es febrero; febrero (anadiplosis) rebelde, febrero vibrante, (anáfora) siempre ha sido así y siempre será así (AP 30). La exaltación a la religiosidad también constituye un tema recurrente en aras de la unificación durante todo el corpus de análisis. Antes de votar por la Constitución, establece un paralelismo entre el ideario cristiano y los presupuestos de la Revolución con el objetivo de persuadir: “Por la verdad murió Cristo, por los pobres, por la salvación del ser humano y por eso andamos luchando nosotros” (AP 24), de manera que simbólicamente votar por la constituyente es votar por los mandamientos de Cristo. De igual forma, apela a su afiliación religiosa como elemento emocional y alude a su posición como líder, cuando el país vive una situación difícil días después del golpe de 2002: “agradezco a Dios que me dio este futuro ¿chico?” (AP 101); en los momentos en que enfrenta al adversario, consciente de que se trata de un elemento cultural importante: “demuestren que son seres humanos, hijos de Dios, para ponernos al servicio de tanto dolor” (AP

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30); ante el proceso de radicalización que plantea a partir de la victoria del referéndum: “Cristo vino al mundo a hacer una revolución, la revolución (reduplicación) del amor. Esta es una revolución del amor.”(Anadiplosis) (AP 201); y en el AP 325 al comparar el socialismo con el reino de Cristo. El paralelismo que establece entre los postulados cristianos y la nueva sociedad que se construye tiene el propósito de argumentar y persuadir sobre lo que significa el socialismo como proyecto social. Al ser interrogado acerca de la religiosidad de Hugo Chávez en sus discursos, el Ministro de Cultura, Farruco Sesto, señala: “Él es una persona creyente, es sincero. Las referencias siempre son a un Cristo luchador, que se comprometió con la gente de su tiempo, que es una referencia siempre. La jerarquía eclesiástica es un factor de oposición en Venezuela, pero el pueblo, que es mayoritariamente católico, aunque hay sectores de evangélicos, está con Chávez, hay sacerdotes y monjas que trabajan en zonas populares y apoyan resueltamente al gobierno de Hugo Chávez” (Guzmán, 2004). El hablante constantemente desarrolla sentido de pertenencia hacia los valores nacionales, dígase recursos como el petróleo, el oro, la tierra, así como a las características culturales del venezolano. La propia movilidad del programa le permite resaltar los valores de cada región que visita: “Así que si usted no ha tocado nunca la nieve, con sus manos, no se ha deslizado, no ha caminado en la nieve, véngase a Mérida, y ahí está en pleno funcionamiento el Teleférico más alto del mundo, recuperado por la revolución” (AP 201). Exalta los valores de la geografía venezolana y de la obra de la Revolución, en aras de la unificación y de la universalización. “Hugo Chávez resalta y reivindica la venezolanidad, con proyección en lo latinoamericano y caribeño, en la Patria Grande bolivariana; en esa Nuestra América de José Martí” (Entrevista a E. Herrera, 2010).

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La apelación constante a elementos de la cultura popular tradicional, términos, anécdotas, a historias cotidianas, tanto del ciudadano común como personales además de buscar la cercanía y empatía con su auditorio, contribuye a desmitificar el discurso desde el poder. Chávez, a la vez que informa, y dialoga, incorpora con frecuencia elementos de la cultura popular: les recita un poema, disfruta una copla, canta y comparte con la audiencia una gaita, de esa manera “pone en el tapete la música recia de los llanos venezolanos, por años excluida de las programaciones de la radio y la televisión del sistema” (Entrevista a E. Herrera, 2010). Para Hernández: “Chávez ha recuperado los resortes básicos de lo mejor de la cultura venezolana, incluida la hecha por el pueblo a través de los siglos, como los cantos populares, la poesía, la literatura, el arte, la culinaria, etc. Eran expresiones que habían sido descalificadas e invisibilizadas” (Entrevista a Hernández-Montoya, 2010). Los elementos de la cultura popular que introduce también le permiten jugar con la dramaturgia. Después de un momento de expurgación al enemigo, de arremeter contra los medios, hasta llegar a ser agresivo, el hablante en aras de suavizar el clima de tensión, recita un poema de amor (día de los enamorados) (AP 30) o le pide a un coplero, que llama al programa, que le cante una copla (AP 101); o cuenta una anécdota personal (AP 324). De manera que, todos los elementos culturales están en función de sus estrategias discursivas, tal y como ocurre con otros recursos formales ya mencionados. Nada es casual, aunque la propia dinámica del programa y las habilidades comunicativas del hablante, parezcan demostrar lo contrario. El coro multitudinario del grupo de tambores Sentir Sabanero, con el que concluye la emisión 200, previo al referéndum, tiene la intencionalidad de hacer un llamado multitudinario al consenso. Los valores culturales también tributan a la unificación:

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Ay no se va, no se va / Ay no se va, pues pa’ hoy / Ay Chávez ya no se va./ Esta revolución señores… El empleo de la música siempre en función de la dramaturgia, tiene en cuenta su poder de convocatoria para persuadir, despertar emociones colectivas e incitar a la acción. Al hacer alusión permanente al pasado histórico, a la religiosidad del venezolano, a sus valores nacionales y culturales, a lo simbólico y cotidiano, el hablante apela a todo un sistema de creencias, a esquemas de percepciones fuertemente arraigadas en la cultura del venezolano, “verdadero patrón de identidad formado socialmente”, que nos remite al concepto de habitus de Bourdieu, en lo cual descansa la hegemonía como generadora de consenso y de aceptación del orden social. Chávez ha logrado “visibilizar al pueblo, a la mujer, al indio, al negro, a los que hasta ahora habían sido invisibles y se les había convencido de su supuesta inferioridad. Hoy en día se mueven con orgullo por todo el tejido nacional” (Entrevista a R. Hernández-Montoya, 2010). En opinión de la autora, el presidente venezolano al hacer un uso recurrente de los valores de la cultura popular de su país, así como el propio acercamiento y la comunicación que establece con los sectores mayoritarios a través del lenguaje, está haciendo una interpretación consciente de la teoría gramsciana, al considerar la cultura popular “como un punto de partida en el desarrollo de una nueva conciencia política, cuyas raíces están en la cultura popular,” cultura que obviamente deberá modificarse y superarse con el propio proceso en aras de transformar el “sentido común”, arraigado durante tantos años de hegemonía burguesa, en el “buen sentido” que se necesita para fomentar un pensamiento crítico y contrahegemónico y construir una hegemonía liberadora. La continuidad entre el pensamiento de la Revolución y el de Bolívar, en torno al papel de Venezuela para la integración de América Latina,

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ha sido tema de varios de sus discursos46 . Sin embargo, según nuestro corpus, la integración latinoamericana como tópico que tributa a la estrategia de unificación, cobra mayor fuerza a partir de 2007, luego de la victoria del chavismo en las elecciones de 2006, y la eventual tranquilidad interna que experimenta el país; así como de los cambios ocurridos en el poder en diferentes países del área. Es en estos momentos cuando Chávez se propone radicalizar el proceso hacia el socialismo, a través de un conjunto de reformas que propone hacerle a la Constitución. Lo anterior se ratifica en palabras de Dragnic: “La espontaneidad, tanto del propio Chávez como de personas presentes durante la transmisión, que caracterizó aquellos primeros años de Aló…, ha ido cediendo terreno para privilegiar el planteamiento de temas y problemas actuales de mayor significación política, acorde con los acontecimientos del momento. Es decir, se verifica una estrategia comunicativa distinta a los primeros años” (Entrevista a O. Dragnic, 2009). El llamado a la unidad y a la integración serán el objetivo central del AP 298 realizado en Cuba, en la Plaza Ernesto Che Guevara de Santa Clara, “…vamos a convertir esta agregación de países del ALBA, y más allá del ALBA, en una confederación de repúblicas… Nosotros vamos hacia la confederación de repúblicas bolivarianas, martianas, caribeñas, suramericanas.”

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“Y vamos a decirle desde aquí a todos los pueblos hermanos de la América

Latina o Caribeña, que así como 200 años contaron con el pueblo de

Venezuela para abrir nuevos caminos, vamos a repetirles hoy desde esta

Caracas cuna de Simón Bolívar a los pueblos hermanos que cuenten con el

pueblo de Venezuela para que juntos escribamos la nueva historia de América

Latina y el Caribe” (Chávez, 2003). Discurso pronunciado, al conmemorarse el

décimo aniversario de los sucesos del 4 de febrero de 1992.

http://www.chez.com/lito/v0154.htm

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La idea de crear un bloque sociopolítico47 a partir de los esfuerzos de los movimientos de izquierda en todo el continente sudamericano, se basa en la aspiración de Bolívar de fundar la patria grande. La elección de Cuba como país y de la Plaza Ernesto Ché Guevara, como escenario para transmitir el Aló… tiene todo un valor simbólico en un momento en que está llamando a fomentar la idea de la revolución en Latinoamérica, y está convocando a toda Venezuela, a través de la reforma constitucional, a reafirmar el camino del socialismo. En el AP posterior a la reforma de 2007, volverá a enfatizar en el significado de la integración ante la amenaza de Estados Unidos y la responsabilidad que en ello tiene Venezuela. Legitima a través de la universalización: “La responsabilidad que tenemos nosotros trasciende los tiempos nuestros y la geografía nuestra, el mundo está pendiente de lo que aquí pasa y por eso el imperio no descansará, porque el imperio lo sabe muy bien, del impulso y el avance de la Revolución Bolivariana depende, de muchas maneras, el destino de este continente...” (AP 299). “La referencia a la patria grande latinoamericana es también muy constante y muy positiva…En cuanto a sus iniciativas, desde el ALBA hasta el Banco del Sur, desde el SUCRE hasta la relación con países tan difíciles como Irán. Resulta un líder indispensable en el mapa latinoamericano de hoy… En Ecuador, Correa ha tomado el ejemplo

47

Romero (2007) analiza que el proceso de integración se hace dificultoso por

varias razones: cada uno de los países del subcontinente sudamericano ha

adelantado negociaciones individuales con los EEUU; la prosperidad de

Venezuela y Brasil, contrasta con dificultades de Ecuador, Bolivia, Paraguay y

Uruguay; las condiciones de la democracia en cada país sudamericano son

heterogéneas; sin embargo, también alude que “el liderazgo y arrastre

popular que tiene Chávez en Latinoamérica y las ventajas que la bonanza

económica le genera, son un factor que concurrentemente debe ser analizado

al tomar en consideración la incidencia del chavismo en la Región.”

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del modelo comunicacional de Chávez (Entrevista a J.I. López-Vigil, 2010). Persuade sobre el rol de la integración para el propio desarrollo de Venezuela, al resaltar la labor de los trabajadores argentinos que han laborado en la fábrica de ensamblar tractores, los que se destinarán para el desarrollo de las comunas: “la Patria argentina, que es la misma Patria. ¡La Patria Grande!”, “el abrazo que se dieron nuestros padres, Bolívar y San Martín, en Guayaquil, aquí estamos nosotros multiplicándolo hoy, este es el abrazo... (Anáfora)” (AP 324). A partir de las estrategias analizadas, durante todo el corpus predominan las siguientes construcciones simbólicas: La legitimidad de la Revolución que heredó un país destruido; la revolución es transformación para las grandes mayorías; con la nueva constitucionalidad el pueblo es quien gobierna, es quien decide; el país vive una revolución cultural; Venezuela ahora es de los venezolanos; el futuro es para los jóvenes; la marcha de la Revolución es indetenible; el regreso al pasado sería la muerte de la esperanza; el socialismo significa la concreción práctica de los ideales de Bolívar y de Cristo; el socialismo es la vía para la construcción de la Venezuela grande. Estas construcciones sintetizan los significados emanados de la estructura material y espiritual que constituye el proyecto bolivariano, construcciones que apelan fundamentalmente a los valores y a lo afectivo, y que al decir de Bourdieu (2000), son “instrumentos por excelencia de la ‘integración social’ al ofrecer una imagen consensuada, integradora sobre el sentido de la realidad social, la que finalmente tributa a su propia reproducción”.

La pedagogía presente en cada discurso de Chávez, en aras de universalizar la capacidad de pensamiento crítico, nos remite al concepto de cultura de Gramsci (1916) entendida no “como acumulación de conocimientos, sino como modo de pensar, como acción política que conduce a la transformación” de acuerdo con lo que exige el nuevo contexto; una cultura que dignifica al ciudadano,

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que le devuelve su memoria histórica, como parte de su identidad, pero que le hace reflexionar sobre sus derechos y deberes, que lo involucra en la transformación de la realidad, que le provee del “buen sentido” en función de construir una nueva hegemonía.

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CONCLUSIONES

El presente estudio revela un discurso marcado por un profundo carácter pedagógico, en lo político, ideológico, cultural, ético, y participativo, que se radicaliza en la misma medida que avanza el proceso, lo que permite afirmar que desde el Programa Aló Presidente (AP), el discursante tiene muy en cuenta la función ideológica de la cultura, y su socialización a través de los medios, todo ello dirigido a transformar en el individuo el “sentido común”, en “buen sentido” en función de fomentar un pensamiento crítico, transformador y contrahegemónico en el auditorio. La experiencia de AP se verifica como única en la historia de la comunicación política de Venezuela y en los medios de comunicación de ese país. La correspondencia entre las transformaciones que tienen lugar como parte del proyecto social y su discurso es fundamental para contrarrestar la información difundida por los grandes medios de la oligarquía pre-chavista. La estrategia principal del conductor está dirigida a la legitimación del programa de la Revolución a partir de tres objetivos: sus contenidos informativos, su carácter ideológico y su carácter participativo.

El conductor desarrolla un estilo comunicativo que permite ratificarlo como “un nuevo género discursivo en la política,” al ser un texto que incluye a su vez varios textos en función de construir sentidos y significados que tributan a las nuevas relaciones de poder, la nueva cultura e ideología. Con ese propósito recurre a varios recursos formales, figuras retóricas, elementos de la cultura y estrategias discursivas, que están en función de la dramaturgia, del interés político, del contexto, y de los objetivos que se propone el hablante.

Como se evidencia en el estudio, la popularidad y el liderazgo del líder venezolano han sido atribuibles a múltiples factores, pero se considera como fundamental que Chávez funda su

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discurso en un accionar gubernamental, a diferencia de otros gobernantes que le antecedieron.

El estudio confirma que uno de los objetivos fundacionales del programa fue la participación popular, por encima de los medios de la oligarquía y al margen de la comunicación formal tradicional desde el poder. La forma de concebir la comunicación con el pueblo en los primeros momentos de análisis, a través del diálogo, en los que el receptor se convierte en un sujeto activo que denuncia, participa y gobierna, apunta a una democratización de la comunicación, que subvierte las acostumbradas relaciones políticas y culturales dadas entre gobernantes y gobernados. La constante exploración en las matrices culturales del venezolano, (religiosidad, apelación a la historia, a la figura de Bolívar y a los valores nacionales), así como la recurrencia a elementos de la cultura popular, de la cual Hugo Chávez proviene (extracción social, lenguaje, familiaridad del líder con la audiencia), le permite lograr mejor comunicación con su público y desmitificar el discurso desde el poder. De igual forma, la constante movilidad del programa, el ir y venir desde una ciudad, capital de un estado, hasta una remota comunidad de indígenas, demuestra el uso apropiado que el conductor hace del espacio público en función de la comunicación política, y como ésta ha sido una vía para exaltar el valor, la diversidad, la cultura viva, cotidiana de lo local, lo regional frente a la homogenización y estilización. Todo ello tributa a la democratización de la comunicación, la construcción ciudadana y a una comunicación antihegemónica. Se confirma que AP constituye una “herramienta comunicacional” en función de la Revolución Bolivariana, proceso dinámico, complejo, y cambiante. De ahí que, según el corpus analizado, se percibe una marcada diferencia sobre determinados aspectos entre los primeros momentos y los últimos, lo cual nos permite hablar de una primera etapa (1999-2004) y una segunda (2007-2009).

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- El estudio revela una tendencia creciente por parte del hablante (Chávez) a la radicalización del lenguaje en aras de su principal estrategia política: la profundización permanente del proceso revolucionario y la difusión de una nueva ideología, lo que tributa al objetivo de instaurar de manera progresiva una hegemonía liberadora.

- Según el corpus analizado, la introducción de la televisión

como medio no influyó en los propósitos comunicativos del programa, pero sí en su concepción y formato original, al apreciarse una mayor rigidez y estructuración en el diseño, con la consiguiente pérdida de frescura y espontaneidad que le caracterizaba en los inicios, dado fundamentalmente por la amplia comunicación telefónica que establecía el presidente con la audiencia.

- En los primeros seis años de la Revolución (1999-2004) el nivel

de confrontación se hace mucho más notable contra la oposición interna. Sin embargo, a partir de 2006, la discrepancia política adquiere mayor dimensión contra el gobierno de los Estados Unidos, ante la influencia notable que alcanza Venezuela a nivel continental y la asunción al poder de varios partidos de izquierda en Latinoamérica. De ahí que, la integración latinoamericana constituya una temática en aras de la estrategia de unificación, que marca la segunda etapa del discurso en AP.

- Dentro de este contexto, aunque la búsqueda de consenso es

una de las estrategias a las que apela el hablante, en medio de una permanente confrontación política, es notable en la segunda etapa del corpus un distanciamiento con la clase media y la permanente polarización en el lenguaje, lo que a nuestro modo de ver conspira contra el propósito de crear un “bloque histórico”, fundamental según Gramsci, para la articulación progresiva de una nueva hegemonía.

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- Otro elemento que adquiere mayor notabilidad en la segunda etapa es la centralización en la figura del líder. La campaña chavista para la enmienda de 2009 se fundamenta en que no habría chavismo sin Chávez.

Por otra parte, el discurso de Aló Presidente se basa en realizaciones prácticas dirigidas a la inclusión social, por lo que funcionó como alternativo al de los grandes medios oligárquicos, en un contexto donde coexistía todo un conjunto de mediaciones culturales, sociales, económicas, políticas y cognitivas de las viejas estructuras de poder. Se constata que a través de la cultura el hablante logra relacionar el discurso y su contexto político, a partir de toda una gama de significados, construcciones y representaciones que tributan a fortalecer las relaciones de dominación y a coadyuvar a la estructuración de una nueva hegemonía. Las construcciones simbólicas emanadas de AP se sustentan en la praxis transformadora de la Revolución Bolivariana, en el empoderamiento de los sectores populares; en los valores de la cultura, las tradiciones, la nacionalidad y la integración latinoamericana, construcciones que apelan a lo persuasivo, a lo emotivo y que buscan establecer una relación simbólica entre los sujetos y el nuevo orden social, al ofrecer un discurso sustentado en realizaciones prácticas. Aló Presidente, por tanto, puede ser valorado como un modelo para otros procesos democráticos del continente. Muestra de ello es, el surgimiento con posterioridad de programas de corte similar conducidos por otros presidentes, con el fin de establecer una comunicación sistemática y directa con sus públicos.

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153

6. LISTA DE ENTREVISTAS REALIZADAS (*)

Buenabad-Domínguez, Fernando. Profesor de la Universidad Abierta

de México. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Ciudad de México, 20 de octubre de 2009.

Díaz-Rangel, Eleazar: Periodista venezolano, director del diario Últimas Noticias. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Caracas, 8 de diciembre de 2009.

Dragnic, Olga. Periodista y profesora titular de la Universidad Central de Venezuela. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Caracas, 14 de noviembre de 2009.

Hernández-Montoya, Roberto. Escritor y funcionario de cultura en Venezuela. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Caracas, 19 de enero de 2010.

Herrera, Earle. Diputado a la Asamblea Nacional y Profesor Titular de la Universidad Central de Venezuela. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Caracas, 15 de enero de 2010.

Linares, Mariadela. Periodista y asesora en comunicación. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Caracas, 24 de noviembre de 2009.

López-Maya, Margarita. Profesora de la Universidad Central de Venezuela. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Caracas, 21 de enero de 2010.

López-Vigil, José Ignacio. Coordinador de la Red Latinoamericana Radialistas Apasionados y Apasionadas. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Quito, 25 de enero de 2010.

Maniglia, Teresa. Directora de prensa presidencial y productora del programa Aló Presidente. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Caracas, 8 de enero de 2010.

Murphine, Ralph: consultor político norteamericano, miembro de la Junta Directiva del American Associacion of Political

154

Consultants. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Washington D.C. 11 de diciembre de 2009.

Salcedo, Helena. Directora General del circuito Radio Nacional de Venezuela. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Caracas, 15 de septiembre de 2008.

Serrano, Pascual. Periodista, director fundador del sitio digital Rebelión. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Madrid, 24 de octubre de 2009.

Uribe-Trujillo, Nora. Periodista. Embajadora de la República Bolivariana de Venezuela en Paraguay. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. Asunción, 15 de enero de 2010.

Vidal, José Ramón. Profesor titular adjunto de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Entrevista por: Alicia Elizundia Ramírez. Medio de respaldo: escrita. La Habana, 9 de febrero de 2010.

(*) Todas las entrevistas efectuadas se realizaron a través del envío-recepción de los cuestionarios vía correo electrónico.

155

ANEXOS

ANEXO 1

DETALLES DEL CORPUS ANALIZADO

Programa Aló Presidente 24 (12 de diciembre de 1999). Estudio RNV. Programa Aló Presidente 30 (13 de febrero de 2000). Ciudad de

Valencia, Estado Carabobo. Programa Aló Presidente 101 (7 de abril de 2002). Palacio de

Miraflores. Programa Aló Presidente 102 (28 de abril del 2002). Palacio de

Miraflores. Programa Aló Presidente 200 (1 de agosto de 2004). Ciudad Caracas,

Estado de Vargas Programa Aló Presidente 201 (22 de agosto de 2004). Ciudad Ejido,

Estado de Mérida Programa Aló Presidente 298 (14 de octubre de 2007). Ciudad de

Santa Clara, Cuba. Programa Aló Presidente 299 (6 de enero de 2008). Escuela de

Formación Socialista Ezequiel Zamora. Charallave, Estado Miranda.

Programa Aló Presidente Nº 324, (11 de enero de 2009). Complejo Agroindustrial Vuelvan Caras, Municipio Turén, Estado Portuguesa.

156

Anexo 2

LA RADIO EN FUNCIÓN DE LA COMUNICACIÓN POLÍTICA

El presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt, advertido del papel de la radiodifusión en las campañas políticas, instituyó como parte de su programa electoral famosas charlas familiares que se transmitieron por ese medio a toda la nación: *…+ ganó cuatro mandatos presidenciales consecutivos no sólo debido a la manera en que sorteara los vendavales financieros o impusiera con éxito su política financiera del New Deal, sino también a que los medios consiguieron presentar su gestión ante la opinión pública norteamericana como un hecho exitoso. (Garcés, 2005: 46-47) En su libro Los dueños del aire, Raúl Garcés (2005:47) al referir el estudio realizado por Lazarsfeld, Berelson y Gaudet sobre los efectos comparativos de los medios como instrumentos de pedagogía informal y de persuasión, en el que resaltaban una serie de ventajas que tenía el medio como la posibilidad del oyente de sentirse parte de los hechos, de vivir emociones y una mayor carga dramática, “los autores concluían que la política a través de la radio se convertía para el oyente en una experiencia activa y lo proveía de un sentimiento de acceso personal muy beneficioso al propósito de persuadir.” Los bolcheviques fueron pioneros en la utilización de la radio como vehículo de propaganda. El medio resultaba ideal para resolver el problema de las grandes distancias del territorio ruso y el analfabetismo de las masas. Durante la II Guerra Mundial, la radio es utilizada por las tropas en conflicto como un arma ideológica. Joseph Goebbles, Ministro de Defensa y Propaganda del Reich, “en relación con la propaganda como conexión entre las élites y las masas, afirmaba que solo la radio había podido realizar plenamente el efecto de choque de la palabra,

157

revelándose como el elemento más potente para guiar las gentes (Wolf; 2007:32).

La creación de Radio Rebelde en plena Sierra Maestra durante nuestras luchas revolucionarias es otro ejemplo del poder que ha tenido la radio como medio de movilización política, de manera que en cada país y en cada época la radio tendría muchas historias que contar relacionadas con su capacidad de interacción y de dialoguicidad entre gobernantes y gobernados, su alcance territorial, sus posibilidades de comunicarse con los más disímiles públicos, y su bajo costo.

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Anexo 3

PALABRAS DEL TENIENTE-CORONEL HUGO CHÁVEZ

EL 4 DE FEBRERO DE 1992 POR TELEVISIÓN

Primero que nada quiero dar buenos días a todo el pueblo de Venezuela, y este mensaje bolivariano va dirigido a los valientes soldados que se encuentran en el Regimiento de Paracaidistas de Aragua y en la Brigada Blindada de Valencia. Compañeros: Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. Es decir, nosotros, acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor. Así que oigan mi palabra. Oigan al comandante Chávez, quien les lanza este mensaje para que, por favor, reflexionen y depongan las armas porque ya, en verdad, los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional es imposible que los logremos. Compañeros: Oigan este mensaje solidario. Les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, su desprendimiento, y yo, ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano. Muchas gracias. http://www.analitica.com/bitblioteca/hchavez/4f.asp

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Anexo 4

VENEZUELA MEJORÓ EL ÍNDICE DE DESARROLLO

HUMANO (IDH)

Según informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es un indicador medido a escala mundial, principalmente por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El IDH está comprendido entre 0 y 1 (donde 0 es mínimo desarrollo y 1 máximo) y reúne un conjunto de mediciones, como la tasa de alfabetización, la tasa de escolaridad, la de salud y la de esperanza de vida al nacer.

Mientras el Gobierno Bolivariano ha bajado los índices de pobreza, también ha subido la calidad de vida de los venezolanos, según consta en los informes sobre Índice de Desarrollo Humano.

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Venezuela avanza en la inclusión social para erradicar la pobreza, lo que la ubica en el puesto 74 entre 177 países, apuntó el Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Entre 2005-2010, Venezuela se ubica en el rango alto del IDH, gracias a la política de inclusión social, especialmente en educación, salud y por el incremento significativo en el nivel de ingreso de los hogares pobres.

En 1998, según la ONU y el Instituto Nacional de Estadística, el Índice de Desarrollo Humano de Venezuela era de nivel medio 0,77 (1 es el rango máximo y ningún país lo tiene). En 2008 llegó a 0,84. En menos de una década pasaron del nivel medio al nivel alto.

En: http://www.venezueladeverdad.gob.ve/logros-del-gobierno-bolivariano/venezuela-mejoro-el-indice-de-desarrollo-humano-idh-309.html

NOTA: para la fecha de edición del presente libro (diciembre 2013), y principalmente por los últimos acontecimientos de dominio público suscitados en Venezuela entre 2010 a 2013, el IDH de este país volvió a bajar a 0,75 (http://www.datosmacro.com/idh).

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Anexo 5

PRINCIPALES ACCIONES REALIZADAS POR LA

OPOSICIÓN EN VENEZUELA ENTRE DICIEMBRE DE 2001 Y

ABRIL DE 2002

La inclusión de nuevos actores en el sistema político venezolano, que planteaban una ruptura total con el protagonismo asumido por los partidos tradicionales durante 40 años desencadenó una serie de conflictos internos. A partir de diciembre de 2001 se suceden una serie de acciones por parte de la oposición con lo cual se acrecientan los conflictos. Entre ellas, cita Romero-Jiménez (2002b): Huelga convocada por la Asociación de empresarios de Venezuela (FEDECAMARAS) el 10 de diciembre de 2001, que generó la paralización del sector económico en el país, con el apoyo estratégico de la principal organización sindical: la CTV (Confederación de Trabajadores de Venezuela). Movilización del 23 de enero de 2002: la creciente oposición interna a Chávez organiza una gran marcha para conmemorar la instauración de la democracia consensual, adquiriendo esa marcha un carácter simbólico al señalar la necesidad de buscar la aplicación de las condiciones sociales y políticas que habían caracterizado a la democracia venezolana entre 1958-1998. Marcha del 4 de febrero de 2002: el ejecutivo respondió a la convocatoria hecha por la oposición para conmemorar el 23 de enero, con una marcha que celebró el intento de golpe de Estado de 1992. La representación simbólica de las movilizaciones del gobierno y la oposición no hacen sino señalar la profunda división que se experimenta en torno a la idea de la democracia en Venezuela. Disidencia abierta de miembros de las FFAA: en las semanas iniciales del mes de febrero se produce el pronunciamiento de ciertos sectores

162

de las FFAA -Aviación, Ejército, Armada- a través de algunos oficiales. Esta acción señala la evidencia de una fractura de la unidad de las FFAA en torno al Gobierno de Chávez, y será vital en el desarrollo de los acontecimientos de Abril. Pronunciamiento de la Comisión Interamericana de derechos Humanos, a través de Santiago Cantón Relator de la Libertad de Expresión, el 8 de febrero de 2002, allí se hacen una serie de observaciones acerca de la libertad de expresión en Venezuela a partir de las denuncias y declaraciones interpuestas por miembros de los medios de comunicación nacional, ante supuesto abusos comunicativos por parte del Gobierno de Hugo Chávez. La visita ratifica la posición de los medios de comunicación e incrementa la diferencia entre ellos y el Gobierno. Inicio del conflicto de PDVSA: la principal industria del país -la encargada de la extracción del petróleo- manifiesta su rechazo al nombramiento de la nueva Junta Directiva a partir del 22 de febrero, iniciándose una movilización que condujo finalmente a la total paralización de las actividades de exploración, explotación, refinación y exportación de petróleo en el mes de abril. Presentación de una propuesta de Gobierno conjunta por parte de FEDECAMARAS y la CTV. El 05 de marzo de 2002, las dos principales instituciones que se oponen al gobierno de Chávez hacen público un documento denominado Pacto para la Gobernabilidad, en donde se establece la base de un acuerdo -que no incluye al gobierno- para afrontar los principales problemas sociales, económicos y políticos, en el acto se suma una representación de la Conferencia episcopal de Venezuela (CEV) a través de Luis Ugalde. Con ello queda establecida una alianza múltiple: grupos económicos, sindicatos e iglesia, que sería vital en la conflictividad por venir. Movilización general de los trabajadores de PDVSA: a partir del 04 de abril se declara una paralización absoluta de la industria petrolera, generándose una gran movilización popular en apoyo a su propuesta

163

de modificación de la composición de la Junta Directiva. La situación se agrava cuando el gobierno decide el despido de los principales miembros de la Nómina Mayor que encabezan la protesta. La CTV, con el apoyo de FEDECAMARAS hace un llamado a una Huelga General, pautada inicialmente por 24 de horas -del 9 al 10 de abril- que decide ser extendida en forma indefinida, a través de una concentración y movilización popular en la sede de PDVSA en Caracas. La movilización del 11 de abril, genera un enfrentamiento entre los adeptos del presidente Chávez y los opositores que marchan al Palacio de Miraflores, generándose entre el día 11 y 13 más de 50 muertos según datos de PROVEA-Organización de Derechos Humanos. Las FFAA a través de su Comandante General del Ejército Gral. Div. Efraín Vásquez Velasco se pronuncian exigiendo la renuncia del presidente Chávez. El Alto Mando Militar también se acoge a la propuesta y se produce un Golpe de Estado que depone a Chávez y nombra al presidente de FEDECAMARAS, Pedro Carmona Estanca, como presidente transitorio de Venezuela. El día viernes 12 y sábado 13 de abril, se aceleran una serie de acontecimientos que tienen como marco la promulgación del Decreto Nº1 del gobierno de transición, a través del cual se disuelven todos los poderes públicos, se concentran los mismos en la figura del presidente provisional, se asumen facultades constituyentes al quitarse el nombre de república bolivariana de Venezuela, entre otros excesos; que generan una movilización popular de gran alcance que exige la vuelta de Chávez. Ante este accionar componentes del Ejército con sede en la Base Aérea Libertador en el centro del país, se pronuncian a favor del depuesto presidente a través de un contragolpe que retoma el Palacio de Miraflores, instala la Asamblea Nacional disuelta mediante el decreto Nº 1 y juramenta al Vice-presidente Diosdado Cabello, ante la ausencia de Chávez.

164

Anexo 6

PRINCIPALES FUERZAS OPOSITORAS EN VENEZUELA

Al asumir Chávez el poder en 1999, la inmensa mayoría de los partidos tradicionales, secundados por otros de menor cuantía de militantes, no aceptan al nuevo presidente de la república. Así surge el movimiento opositor venezolano, que hasta 2008 no contaba con una figura líder ni con un proyecto determinado. Entre los principales partidos que la integran están Un Nuevo Tiempo (UNT) y Primero Justicia (PJ).

En diciembre de 1998, Chávez gana las elecciones presidenciales con su agrupación política Movimiento V República (MVR), integrada por la coalición denominada Polo Patriótico junto con otros partidos de izquierda entre los cuales se encontraba el MAS, Patria para todos (PPT) y el PCV, entre otros. Durante estos años, los partidos tradicionales AD y Copei continuaron perdiendo fuerza política a nivel nacional, de manera que en otros procesos electorales como en las elecciones presidenciales de 2000 y 2006 AD decidiera no presentar candidatos. Por otra parte, el MAS creció luego de darle su apoyo a Chávez y cuando se retiró de la coalición el partido se dividió, y quedó muy relegado. Según el Consejo Nacional Electoral, en febrero de 2007 existían 103 partidos políticos de carácter nacional, de los cuales 96 debían renovar su nómina de adherentes a fin de mantener su vigencia legal, por no cumplir con el mínimo establecido por la ley de obtener al menos un 1% de los votos en las elecciones nacionales. Desde el anuncio de la reforma constitucional la oposición se había dividido en dos grupos, uno que confiaba en la vía electoral, como Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia y otro sector radical conformado por Alianza Bravo Pueblo, Alianza Popular, Acción Democrática, Bandera

165

Roja y Comando Nacional de Resistencia que no cree en una salida electoral. Justo antes del referendo esas organizaciones se decidieron unir al grupo liderado por Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia. Estas organizaciones junto a AD, Copei y el MAS integran la oposición venezolana.

166

Anexo 7

BREVE RESEÑA SOBRE LAS MISIONES SOCIALES EN

VENEZUELA

Misión 13 de Abril En abril 2008, el Presidente Hugo Chávez anunció el lanzamiento de la Misión 13 de Abril, en el marco de la conmemoración del 13 de abril de 2002. Esta Misión nace con el objetivo de fortalecer el poder popular a través de la creación de las Comunas Socialistas. Se ejecutará en 2 etapas: la primera consistirá en hacer esfuerzos sobrehumanos para mejorar la calidad de vida de los pobladores y la segunda se encargaría de construir las comunidades socialistas para modificar la estructura socioterritorial hacia comunas y ciudades socialistas articuladas y autosustentables, que garanticen el funcionamiento del desarrollo y la calidad de vida de la población. La primera etapa de la Misión 13 de abril sería en 74 municipios y 181 parroquias de todo el país, se instalarían salas de Batalla Social en las parroquias para solucionar de inmediato los problemas más urgentes de la población, beneficiando a 15 millones 153 mil 792 habitantes, con lo que se lograría cubrir a la mitad de la población venezolana.

Misión Alimentación También se conoce como Misión Mercal. Se inicia en 2004 con el objetivo principal de comercializar y mercadear productos alimentarios de primera necesidad. Perseguía favorecer la seguridad alimentaria de la población venezolana de escasos recursos económicos. La Misión Mercal se enfocaba a: 1. Proyectos de organización y participación comunitaria:

Conformada por Frentes Comunitarios de Soberanía Alimentaria (FCSA), Programa de Economía Social y de Fortalecimiento Endógeno.

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2. Establecimientos Mercal: Abastecimientos con un costo bajo de los productos del mercado. Existen dos tipos de puntos de venta Mercal además de las Bodegas (Mercaditos), Bodegas Móviles, Megamercales a cielo abierto y Centros de Acopio.

3. Red Social Mercal: Destinada a beneficiar al mayor porcentaje de pequeños productores y comunidades con alta carga familiar en las áreas rurales y en comunidades indígenas. Esto se logra a través del subsidio a las personas que la comunidad determine más pobres, para venderles siete rubros de la canasta MERCAL al 50% de su precio y los comedores gratuitos que entregan tres veces al día comida para las 150 familias más pobres de la comunidad.

Misión Árbol La Misión Árbol nace en el primer semestre de 2006 con el fin de despertar en los habitantes su interés por los bosques, favorecer el equilibrio ecológico y la recuperación de espacios degradados. Al mismo tiempo, pone en práctica un ambicioso plan de reforestación en el que el pueblo y las instituciones públicas emprenden, de manera conjunta, la democracia participativa y protagónica en el ámbito ecológico para lograr el salto adelante en la conservación de la cobertura vegetal del país. La Misión Árbol busca contribuir en la recuperación y mantenimiento de los bosques en todo el territorio venezolano. Misión Barrio Adentro I La Misión Barrio Adentro nace en abril de 2003 para consolidar la Atención Primaria como prioridad de su política de salud, para dar respuestas a las necesidades sociales de la población, especialmente la excluida, bajo los principios de equidad, universalidad, accesibilidad, gratuidad, transectorialidad, pertenencia cultural, participación,

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justicia y corresponsabilidad social, contribuyendo a mejorar la calidad de salud y vida. El objetivo general es garantizar el acceso a los servicios de salud de la población excluida, mediante un modelo de gestión de salud integral orientado al logro de una mejor calidad de vida, mediante la creación de Consultorios y Clínicas Populares, además de los hospitales del pueblo, dentro de las comunidades de poco acceso a los ya existentes. Misión Barrio Adentro II Fue creada el 12 de junio de 2005. Es el segundo nivel de atención que brinda servicio integral gratuito a todos los ciudadanos a través de los Centros de Alta Tecnología (CAT), Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y las Salas de Rehabilitación Integral (CRI). Misión Barrio Adentro III Consiste en la modernización de la red hospitalaria del país y, a diferencia de las Misiones Barrio Adentro I y II, utiliza la red tradicional de hospitales para abrir esta tercera fase como un elemento fundamental en la composición del Sistema Público Nacional de Salud. Se enfoca hacia dos componentes: primero, la modernización tecnológica de equipos médicos y un segundo componente dirigido a la remodelación, ampliación y mejora de la infraestructura hospitalaria. Esta misión está fundamentalmente centrada en ofrecer a los barrios urbanos servicios de salud in situ, que incluyen: atención médica gratuita, suministro gratuito de medicinas, atención domiciliaria y servicio las 24 horas del día (Barrio Adentro, 2003). Mediante un convenio internacional entre la República de Cuba y Venezuela, profesionales de la medicina cubanos conjuntamente con médicos venezolanos comenzaron en 2003 a brindar asistencia médica a los

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municipios Libertador y Sucre del área metropolitana de Caracas y de allí se fue expandiendo hasta cubrir en 2004 todos los estados.

Misión Ché Guevara Nació el 13 de septiembre de 2007 para sustituir la Misión Vuelvan Caras. Es un programa de formación con valores socialistas integrando lo ético, ideológico, político y técnico productivo, para contribuir a generar el mayor número de satisfacción social y transformar el sistema socio-económico capitalista en un modelo económico socialista comunal. Su objetivo es diseñar y ejecutar acciones en materia de formación, capacitación y organización laboral sustentables, desarrollando la conciencia ética y moral revolucionarias como factores determinantes en la formación del hombre y de la mujer nuevos, sentando así las bases del proyecto revolucionario bolivariano, dentro del objetivo supremo de alcanzar la Misión Cristo: Pobreza y Miseria Cero en 2021. Misión Ciencia Se inició el 19 de febrero de 2006, dirigida a modelar una nueva cultura científica y tecnológica que aborde la organización colectiva de la ciencia, el diálogo de saberes y la participación de diversidad de actores en el ámbito del desarrollo científico-tecnológico del país, con la finalidad de alcanzar mayores niveles de soberanía. Busca ser un proceso extraordinario de incorporación y articulación masiva de actores sociales e institucionales a través de redes económicas, sociales, académicas y políticas para uso extensivo e intensivo del conocimiento en función del desarrollo endógeno, de la integración y del proyecto nacional Simón Bolívar, es decir el proyecto nacional de desarrollo de la Revolución.

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Misión Cristo Es considerada la Misión de Misiones porque su objetivo es lograr pobreza cero en 2021. Se logrará con la ejecución en conjunto de todas las misiones para darle igualdad y justicia al pueblo venezolano; basadas en el alcance de las Metas del Milenio trazadas mediante acuerdo en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la elevación de la calidad de vida en general de toda la población.

Misión Cultura Tiene como objetivo consolidar la identidad nacional enmarcada dentro del proceso de descentralización, democratización y masificación de la cultura venezolana. Pretende potenciar la sinergia institucional para incentivar la participación comunitaria, garantizar el acceso masivo a la cultura, proporcionar la divulgación y creación de las manifestaciones culturales de los sectores populares y comunitarios, estableciendo la construcción participativa de los patrones de valoración de lo cultural. Todo esto establecería un sistema innovador de protección y preservación del patrimonio cultural y la identidad nacional. Surge en conjunto con la Universidad Simón Rodríguez con la que se firmó un convenio a través del Consejo Nacional de la Cultura (Conac), en octubre de 2004. Misión Guaicaipuro Nace el 12 de octubre 2003, en honor al pasado, al presente y al futuro para restituir los derechos de los pueblos y comunidades indígenas del país. El objetivo general es restituir los derechos de los Pueblos Indígenas de acuerdo a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Surge en el marco del reconocimiento a la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su organización social, política y económica,

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sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida, y en el convencimiento de que es deber y responsabilidad del Estado, a través del Ejecutivo Nacional, garantizarle a los pueblos y comunidades indígenas el disfrute de esos derechos. Misión Hábitat Misión creada en 2004, destinada a crear soluciones habitacionales de manera inmediata, de forma articulada con los gobiernos locales, las instituciones que venían trabajando en el sector. Cuenta con recursos del fondo especial petrolero, y trabaja en pro de la organización y la participación ciudadana para el logro de la meta, el hábitat integral. Tiene como meta abarcar las áreas de habitabilidad, dar respuestas a los problemas de las familias y comunidades no sólo en materia de construcción sino sobre todo en el desarrollo del hábitat y comenzar a levantar urbanismos integrales, que dispongan de todos los servicios, desde educación hasta salud. Misión Identidad Fue creada con la finalidad de incluir en el proceso de cedulación, de manera rápida y sencilla al mayor número de ciudadanos que así lo soliciten. Esta misión tiene entre sus objetivos reducir el número de venezolanos y venezolanas que se encuentran sin documentación vigente. Es un programa que dota en pocos minutos de la Cédula de Identidad tanto a venezolanos como a extranjeros. En esta misión trabajan en conjunto el Ejecutivo Nacional y la Oficina Nacional de Identificación y Extranjera (ONIDEX), a través de módulos de cedulación a nivel

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nacional, para poder así prestar un mejor servicio a todos los usuarios que así lo requieran. Misión José Gregorio Hernández En marzo de 2008 el Presidente Hugo Chávez anuncia la Misión José Gregorio Hernández con el objetivo de llevar atención primaria a todas las personas que padezcan algún tipo de discapacidad. Para ello, los médicos y especialistas hacen un estudio para determinar las causas de su problemática, en caso de causas genéticas y/o hereditarias se aplican programas preventivos. En segunda instancia, se ponen en marcha estrategias de atención, tanto para el afectado como para su familia y entorno social. La Misión tiene cuatro objetivos a cumplir: el diagnóstico de la población con algún tipo de discapacidad, la determinación de las necesidades fundamentales de la persona y su núcleo familiar, el diseño de programas de atención inmediata y el trabajo social. Se pretende brindar atención médica, casa por casa, a personas con discapacidad. Con la puesta en marcha de la Misión José Gregorio Hernández, se da un paso más en el cumplimiento de los preceptos constitucionales, especialmente del artículo 81 de la Carta Magna, que reza textualmente que: "toda persona con discapacidad o necesidades especiales tiene derecho al ejercicio pleno y autónomo de sus capacidades y a su integración familiar y comunitaria"

Misión Madres del Barrio Tiene por objeto apoyar a las amas de casa que se encuentren en estado de necesidad, a fin de que logren, junto con sus familias, superar la situación de pobreza extrema y prepararse para salir de la pobreza en su comunidad, mediante la incorporación de programas sociales y misiones, el acompañamiento comunitario y el otorgamiento de una asignación económica.

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Surge en 2006 para apoyar a estas mujeres y sus familias, a fin de incorporarlas a actividades productivas y organizarse para participar activamente en el desarrollo del país.

Misión Milagro Comenzó en julio 2004 como parte de los acuerdos firmados entre Cuba y Venezuela. En principio se atendieron sólo pacientes venezolanos, ahora se extendió a otros países de América Latina. Nace como iniciativa de los presidentes de Venezuela y Cuba, motivados por la gran expectativa generada en la población venezolana, a raíz de la ampliación de las coberturas de servicios de salud a través de la Misión Barrio Adentro, desde donde los médicos cooperantes comenzaron a detectar la inmensa deuda social existente en la población excluida en aspectos relacionados a trastornos visuales degenerativos y limitantes de autonomía, sobre todo en la población de la tercera edad. Misión Miranda Nace en 2003 con el objetivo de estructurar el Sistema de la Reserva de la Fuerza Armada Nacional (FAN) mediante la organización, el control, la captación, el registro y el reentrenamiento de la misma. La Reserva, a través de la unión cívico-militar, tiene como visión constituirse en un recurso humano altamente capacitado, dinámico, flexible y moderno que le permita a la FAN incrementar su apresto operacional, mediante la utilización de unidades especiales, necesarias para asegurar el espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación el desarrollo nacional.

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Misión Música Esta misión nace en noviembre de 2007 para consolidar el sistema nacional de orquestas y coros infantiles y juveniles de Venezuela (FESNOJIV) e incentivar el aprendizaje de la música entre los niños y jóvenes de los sectores más necesitados de todo el país.

Misión Negra Hipólita

Se inicia el 14 de enero de 2006, con el objetivo de rescatar, reivindicar y garantizar los derechos de las personas en situación de calle y de la población que vive en pobreza extrema. Está dirigida a combatir la marginalidad, así como también a ayudar a todos los niños y niñas de la calle que sufren el embate de la pobreza. Misión Niños y Niñas del Barrio En junio de 2008, Chávez anunció la creación de esta Misión con el objetivo de atender las necesidades y defender a los niños, niñas y adolescentes en situación de calle. La misión abarca un sector de la sociedad que va desde los (0) hasta los (18) años. Se divide en dos fases: la primera atiende a cuatro grupos dentro de este gran sector: los niños y niñas que están en la calle; los niños que están institucionalizados, es decir los que se encuentran en el antiguo INAM; los niños, niñas y adolescentes trabajadores; y por último, los niños que están en situación de riesgo. Esta última es la población más grande porque comprende todos los sectores sociales. La segunda fase consiste en reunir a los niños, niñas y adolescentes en edades comprendidas entre 6 y 18 años, para formar la Organización de los Niños, Niñas y Adolescentes de Venezuela.

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Misión Piar Desde octubre de 2003, con el objetivo de incluir al sector de la pequeña minería en los cinco ejes contemplados en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación (Económico, Social, Político, Territorial e Internacional), promoviendo la organización y participación ciudadana del pequeño minero, con la finalidad de elevar su conciencia cívica, social y política. Misión Revolución Energética La Misión Revolución Energética es un programa social desarrollado por el Gobierno Bolivariano para promover el uso racional de la energía. Misión Ribas Surge en noviembre de 2003 como un programa educativo que pretende garantizar la continuidad de estudios a todos los venezolanos que no han logrado ingresar o culminar sus estudios desde la tercera etapa del nivel de educación básica, hasta el nivel de educación media diversificada y profesional. Misión Robinson I Es la operación cívico militar más importante de la historia republicana, tiene como finalidad formar corazones para la libertad, enseñando a leer y a escribir a más de un millón de venezolanos distribuidos por todo el territorio nacional. Nace en el año 2003 como un programa masivo de alfabetización.

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Misión Robinson II Tiene como objetivo que los participantes aprueben el sexto grado de educación básica, garantizar la consolidación de los conocimientos adquiridos durante la alfabetización y ofrecer otras oportunidades de formación en oficios varios. La Misión Robinsón 2 se apoya en el método "Yo sí puedo seguir", el cual utiliza la televisión y la video clase.

Misión Sonrisa En los últimos años las estadísticas registraron un alto índice de personas con déficit dental. Esta realidad planteó la necesidad de incorporar, en el programa nacional de salud pública, la rehabilitación protésica dental. En 2006 surge esta Misión. Es la primera vez que se asume como política de Estado otorgar prótesis dentales a la población para rescatar las sonrisas y restituir la autoestima de millones de venezolanos.

Misión Sucre Es una iniciativa del Estado Venezolano y del Gobierno Bolivariano que tiene por objeto potenciar la sinergia institucional y la participación comunitaria, para garantizar el acceso a la educación universitaria a todos los bachilleres sin cupo y transformar la condición de excluidos del subsistema de educación superior. En esta Misión, nacida en 2003, se conjuga una visión de justicia social, con el carácter estratégico de la educación superior para el desarrollo humano integral sustentable, la soberanía nacional y la construcción de una sociedad democrática y participativa, para lo cual es indispensable garantizar la participación de la sociedad toda en la generación, transformación, difusión y aprovechamiento creativo de los saberes y haceres. Busca masificar la Educación Superior a través

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de la desconcentración del sistema y la creación de nuevas modalidades, alternativas y oportunidades de estudio en todo el territorio nacional. Misión Villanueva Tiene como principal objetivo la redistribución de la población sobre el espacio, para que las familias vivan mejor. Esta Misión será aplicada en todo el país, empezando por Caracas, el más importante centro urbano de la nación y en pleno desarrollo por las inmensas obras de infraestructura móvil que se construyen en la actualidad. Surge en 2007 con el fin de sustituir ranchos y casas en condiciones precarias por modernas edificaciones, con todas las facilidades de servicios, cambiando la imagen urbana en las principales ciudades del país, enfrentando así la elevada demanda de inmuebles Misión Zamora Nace en 2001 con el objetivo de reorganizar la tenencia y uso de las tierras ociosas con vocación agrícola para erradicar el latifundio, promover el desarrollo del medio rural en los ejes estratégicos del país y garantizar la seguridad agroalimentaria de la población a través del desarrollo de una agricultura sustentable. El programa persigue la transformación de las tierras en unidades económicas productivas, e integrar todo este proceso en las políticas agroalimentarias establecidas en los planes de desarrollo del Ejecutivo Nacional.

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Anexo 8

PROYECTO NACIONAL SIMÓN BOLÍVAR:

PRIMER PLAN SOCIALISTA 2007- 2013

El 8 de enero de 2007, Chávez aseveró que había terminado la fase de transición del siglo XXI, de 1999 a 2006, y que Venezuela entraba a la era del Proyecto Nacional Simón Bolívar - Primer Plan Socialista que permitiría lograr el establecimiento de una democracia profunda en el país y el desarrollo económico y social de la Nación en el período 2007-2013. Chávez mencionó algunas de las líneas programáticas que integran este plan socialista: Nueva Ética Socialista, la Suprema Felicidad Social, la Democracia Protagónica Revolucionaria, el Modelo Productivo Socialista y la Nueva Geometría Nacional. Las grandes líneas transformadoras del Proyecto Nacional Simón Bolívar en lo político, social, económico, militar y territorial, internacional y ético se resumen en cinco grandes motores hacia el socialismo:

1. Ley Habilitante: “Esta ley consiste en que la Asamblea Nacional autoriza al Presidente de la República para que en el Consejo de Ministros, y con los procedimientos señalados en la Constitución, emita decretos-leyes”.

2. Reforma Constitucional: “La Constitución (actual) nos presenta un primer piso para la construcción del socialismo, pero para avanzar, en mayor amplitud y dimensión, se requiere de un conjunto de reformas”.

3. Moral y Luces: Educar con valores. Una revolución ética, inspirada en la frase de Bolívar allá en Angostura: Moral y Luces son los polos de una república”.

4. La Nueva Geometría del Poder: Persigue la reordenación de la estructura espacial y territorial, del poder municipal y local en lo político, social, económico, militar.

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5. Explosión del Poder Comunal: Persigue favorecer mecanismos de democracia directa, mediante las figuras de los Consejos Comunales y fortalecer el poder popular en las bases, y su éxito dependerá de la implementación de los otro cuatro motores.

Fuentes: Fragmentos de Discursos del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, extraídos de: www.mci.gob.ve y www.aporrea.org/actualidad/n102287.html

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Anexo 9

LEYES Y REGULACIONES DICTADAS POR

EL NUEVO GOBIERNO AL SISTEMA MEDIÁTICO

La Ley Orgánica de Telecomunicaciones de año 2000. Ley de comunicación dentro de la ley Habilitante, 2001. Ley del Ejercicio del Periodista, el Código de Ética, y el Reglamento de Radiodifusión Sonora y Televisión abierta Comunitarias de Servicio Público, sin fines de lucro de 2002. En el 2004, la Asamblea Nacional aprueba la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (RESORTE), cuyo objeto es el de establecer la responsabilidad social de los prestadores de los servicios de radio y televisión en el proceso de difusión y recepción de mensajes, favorecer la producción nacional e independiente, limitar el tiempo de publicidad y prohibir la incitación al consumo de tabaco, alcohol y drogas. Entre otras cosas, esta ley obliga a todos los prestadores de servicio de radio y televisión a transmitir obligatoriamente los mensajes y alocuciones que el Ejecutivo Nacional considere necesarias. También deben transmitir de manera gratuita y obligatoria mensajes culturales, educativos, informativos o preventivos de servicio público seleccionados por el Ejecutivo Nacional, los cuales no deben exceder los quince minutos diarios.

En septiembre de 2007 se publica el Plan para el Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013 en donde se esbozan una serie de principios, objetivos y estrategias para el ámbito de la comunicación-información en Venezuela, los cuales tienen como meta la realización del Socialismo del Siglo XXI. Entre los principios que se plantean figuran: El control social hacia los medios de comunicación masivos; fomentar la utilización de los medios de comunicación como instrumento de formación; universalizar el acceso a los diferentes tipos de comunicación; fortalecer los medios de comunicación e información del Estado y democratizar sus espacios de comunicación.

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Anexo 10

REFLEXIONES DEL COMPAÑERO FIDEL

10 años enseñando y aprendiendo "Aló Presidente" comenzó sus transmisiones el 23 de mayo de 1999. Ese día de este año Chávez estaba en Ecuador celebrando el 187 aniversario de la Batalla de Pichincha. Mañana se inicia la conmemoración del décimo aniversario del programa. El caso de Hugo Chávez es excepcional en la historia de la política. Otros han logrado fama y celebridad a través de la prensa escrita, radial o televisiva, pero nunca una idea revolucionaria hizo uso de un medio de comunicación con tanta eficacia. En la épica lucha de la Revolución Bolivariana, sin ese programa, el imperialismo y la oligarquía, con su control casi absoluto de los medios de comunicación masiva, sus calumnias y mentiras, habrían destruido la Revolución en Venezuela. He calculado conservadoramente que en esos 10 años el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha dedicado 1 536 horas netas, es decir las equivalentes a 64 días completos, en un programa para informar y educar a la nación. En ese incesante intercambio enseñaba y aprendía, educaba y era educado por el pueblo. Leía, adquiría y transmitía conocimientos. Estudiaba y recomendaba libros; recordaba la rica historia de su país, las luchas y los sueños proféticos de Bolívar, muchos de cuyos discursos conocía de memoria. El "Aló Presidente" se convirtió en un programa para Venezuela, y para los que en este Planeta deseamos conocer lo que sucede y lo que puede suceder. Entre mis tareas semanales dedico al "Aló" una cuota de tiempo.

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Lo más alentador es que el pueblo humilde y combativo de Venezuela apoya a Chávez cada vez más. Crece el número de trabajadores y de jóvenes que ingresan en las filas revolucionarias. Está ganando la batalla de ideas. Familiares allegados me cuentan que está muy bien de salud, nunca lo habían visto con más entusiasmo y vitalidad; corre 40 minutos diariamente y ha rebajado libras de sobrepeso en un mes. Nos alegramos. Ha sido un gran amigo en días difíciles de la Revolución. Hemos resistido y seguiremos resistiendo firmemente. Tenemos hoy más razones que nunca para hacerlo. Fidel Castro Ruz Mayo 27 de 2009 8 y 37 p.m. Tomado de http://www.aporrea.org/medios/n135283.html

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Anexo 11

ALÓ, PRESIDENTE CUMPLE 10 AÑOS

Hace diez años, una voz estremeció la radiodifusión venezolana, sacudió Latinoamérica y se convirtió en historia: Aló, Presidente, el programa dominical del jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez Frías, radiodifusor nato, amante de la polémica, directo en las respuestas y expresivo sin límites. Aló, Presidente salió por primera vez al aire desde la sede de Radio Nacional de Venezuela (RNV), en Caracas, el 23 de mayo de 1999 y desde ese mismo día se convirtió en el programa de opinión de mayor sintonía, crítica y referencia nacional. Ha recorrido un largo trecho con paso firme y sostenido. Con el único interés de informar e interactuar con el pueblo sobre los programas, planes y estrategias del Gobierno revolucionario, inició un diálogo entre el Presidente y el soberano. El circuito Unión Radio, Radio Continente, Radio Capital y YVKE Mundial, entre otras emisoras, hicieron posible su transmisión en todo el país. Aquel 23 de mayo se cumplían 100 años de la Revolución Restauradora de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. Análogamente, Aló, Presidente nació también para cerrar las puertas de un siglo y abrir las de otro, enarbolando una revolución pacífica como estandarte. Ameno, histórico, jocoso, romántico y a veces sentimental. Así es Aló, Presidente, un programa que brindó a un país la oportunidad inédita de interactuar con el Jefe de Estado, conjugando en un mismo espacio las esperanzas de todo un colectivo, por años silenciado, y en quien ahora reside la palabra.

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Un formato sin precedentes Aló, Presidente comenzó con una hora de duración, pero el tiempo transcurrió y el horario definitivamente varió. Con récords registrados de hasta ocho horas de transmisión continuas, el líder venezolano ha hablado de todo: deportes, música, política, historia, geografía, economía y hasta gastronomía. El primer escenario fuera de RNV fue San Juan de Los Morros, en Guárico, durante el sexto programa realizado el 4 de julio de 1999. Se destaca una transmisión histórica en vivo y directo, que ningún otro medio audiovisual ha podido realizar, cumplida desde Macuro, el 7 de noviembre de 1999. Pero aún faltaba más. La primera transmisión conjunta por radio y televisión fue el 27 de agosto de 2000, en el programa número 40, a través de la señal de Venezolana de Televisión. Hubo dos oportunidades puntuales en las que no pudo acudir personalmente pero participó por teléfono. Estaba enfermo y por primera vez en Venezuela se decía que un presidente tenía gripe. La primera ausencia fue el 24 de marzo de 2000, aún en radio, y el programa lo hizo Isaías Rodríguez. Luego, el 28 de enero de 2001, Adina Bastidas estuvo al frente. En ambos casos el programa se llamó Aló, Vicepresidente. La primera transmisión en usar señal satelital fue desde Isla de Aves, el 22 de octubre de 2000.También destaca una primera transmisión en vivo en movimiento, que se hizo el 4 de febrero de 2001 a bordo de una caravana de carros que recorrió tres estados, más de 300 kilómetros, en la edición número 61. En adelante, el programa se llevó a cabo en diversos escenarios, realizándose en todos las entidades que integran el país.

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De acuerdo con registros del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (Minci), tan sólo en sus primeros cuatro años trató más de 500 temas de interés nacional e internacional e hizo más de 800 anuncios, sin enumerar los denominados “tubazos”. También, en la primera mitad del período que lleva al aire el programa, Chávez recibió más de 25 mil cartas, y a muchas de ellas les dio respuesta al aire. En el mismo lapso habló por teléfono con más de 6 mil personas entre público en general, funcionarios de Gobierno, sacerdotes y militares. De un formato discreto y de corta duración, Aló, Presidente dio pasos agigantados para posicionarse como un espacio de amplio reconocimiento nacional e internacional, extendiendo su horario de duración y multiplicando su audiencia; pero manteniendo su economía de recursos y sin requerir grandes tácticas mediáticas. De Venezuela para el mundo “Nadie imaginaría que un programa televisivo largo, muy largo, basado casi en una sola toma, sin movimientos, con un hombre que habla y habla, que incluso canta de cuando en cuando, y feo, sería uno de los foros de comunicación política más importantes en plena civilización de la imagen”. Tal apreciación pertenece a Fernando Buen Abad, quien enfatiza que Chávez no es un “galán de pantalla” ni el vendedor más grande del mundo. Aun así, más de 350 periodistas internacionales han venido a Venezuela sólo para ver el programa y, en oportunidades, Aló, Presidente se ha trasladado al exterior para hacer sus transmisiones. El número 52 fue desde Guatemala, hecho histórico en el que, por primera vez, el entonces presidente Alfonso Portillo convocaba una cadena nacional de radio y televisión; el número 64 fue en República Dominicana, con la participación de Hipólito Mejías, quien gobernaba

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en ese momento; el 153, desde Brasil; el 160, en Argentina; el número 231 desde Cuba, entre otros. Asimismo, hubo una transmisión desde el estado Vargas pero que cruzó fronteras venezolanas: el programa del 17 de diciembre del 2000, número 55, se vio en vivo en Cuba, Brasil y España. Aló, Presidente. Un programa histórico no sólo por el personaje sino también por los escenarios, los contenidos y los invitados, que brindó la oportunidad a mucha gente que fue operada, recibió asistencia legal, viviendas, empleos. En la edición número 53 un niño invidente le cantó al Presidente, le pidió una operación para ver porque decía que quería ser famoso. Hoy Rigoberto, aquel infante, tiene un disco grabado con canciones de Alí Primera luego de ser intervenido quirúrgicamente por orden presidencial. Desde este espacio dominical, Chávez establece un puente de comunicación con el pueblo. En cada programa, ofrece información de primera mano sobre los avances de la Revolución bolivariana a través de un mensaje novedoso y pedagógico. En cada Aló, Presidente estuvo presente el país, con sus esperanzas y con sus necesidades, con sus deseos de superación, su voluntad de lucha. Aló, Presidente llegó a los hogares venezolanos como una guía, como un espacio organizador estratégico para la movilización social, como una ruptura de los cánones mediáticos preestablecidos y convencionales. Es también una ventana abierta al entendimiento de la realidad, enfocada desde todos sus ángulos pero explicada con métodos sencillos que, sin la grandilocuencia que aburre, alcanzan con precisa puntería a todas las audiencias. Fuente: ABN VIERNES, 22 DE MAYO DE 2009. 10:57 AM

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Anexo 12

EL CIERRE DE RCTV

El 27 de Mayo de 2007 cesó de transmitir RCTV por el Canal 2, luego de 53 años. Al vencer la concesión del canal, el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela decidió no renovarla. Este es el primer canal cerrado durante ocho años de gobierno, en un contexto donde las televisoras privadas acaparaban el 90 por ciento de la audiencia. Por tanto, lo cuestionable no es que tuviera una línea crítica del gobierno y de denuncia, sino las “acciones que evidentemente vincularon su desempeño durante varios meses con actitudes favorables al golpe y paro petrolero de 2002-2003" (Rangel, 2007).

Según William Lara, entonces, Ministro de Comunicación e Información, el grupo RCTV cometió una serie de delitos, violó la Ley Orgánica de Telecomunicaciones y la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión. La medida fue interpretada por muchos como de carácter político y de venganza -una medida en contra de la libertad de expresión- que despertó múltiples protestas estudiantiles y reacciones de distinto tipo tanto nacionales e internacionales, así como del Bloque de Prensa Venezolano. Según algunos analistas la medida estancó la popularidad de Chávez. La encuestadora Datanálisis hizo una medición posterior al anuncio: en el primer trimestre de 2007, el 72% de los venezolanos rechazaba la medida, mientras que sólo 16% la respaldó. Poco después de consumada la decisión, el 28 de mayo de 2007, Chávez tenía 55% de popularidad, casi 20 puntos porcentuales por debajo del techo que tocó, luego de reelegirse en diciembre de 2006

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Si antes del caso RCTV tenía entre 60% y 65% de confianza entre sus simpatizantes, hoy la cifra apenas rebasa 40%' (Meza, 2007). Ante varias acusaciones realizadas por Marcel Granier, presidente de grupo 1BC, que controlaba una cuarentena de canales de radio y televisión en todo el país y propietario de RCTV, el gobierno venezolano replicó inmediatamente: “Marcel Granier se ha dedicado a patear los derechos de los usuarios [...] creyéndose por encima del Estado de derecho por lo que no está cualificado para operar con una cadena de televisión de señal abierta”. Según las declaraciones del gobierno, el canal dos sería en lo adelante, patrimonio de todo el pueblo y no sólo de pequeños grupos de la oligarquía mediática (Lamrani, 2007).

La ley venezolana estipula que las señales de emisión pertenecen al Estado, que dispone del derecho de concesión, mientras que las infraestructuras, el material y las sedes de los canales son de propiedad privada. Como resultado del cierre de la señal de RCTV nace TVes, uno de los canales públicos con que cuenta hoy el gobierno. Al decir de varios analistas, la TV pública venezolana tiene hoy un gran reto que enfrentar pues su nivel de recepción y su infraestructura tiene gran desventaja respecto a la privada.

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Anexo 13

BREVE CRONOLOGÍA SOBRE LA VIDA DE HUGO CHÁVEZ

1954. Hugo Rafael Chávez Frías nació el 28 de julio de 1954 en Sabaneta de Barinas.

1971. Ingresa en la Academia Militar de Venezuela.

1975. Se gradúa con el grado de subteniente de Artillería, especializado en Ciencias y Artes Militares, en la rama de Ingeniería, mención terrestre.

1982. Funda el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200), en alusión a los doscientos años del natalicio de Simón Bolívar, que se cumpliría un año más tarde. El 17 de diciembre de ese año, aniversario de la muerte de Simón Bolívar, bajo el Samán de Güere -que según la tradición, era el mítico árbol bajo cuya fronda acampó Simón Bolívar- juró reformar el Ejército e iniciar una lucha para construir una nueva República.

1992. El 4 de febrero el Teniente Coronel de paracaidistas inicia una rebelión con comandos contra el presidente Carlos Andrés Pérez, operando simultáneamente en Maracaibo, Caracas, Valencia y Maracay.

1994. 27 de marzo. Después de dos años en prisión, Chávez y sus compañeros golpistas son liberados cuando el presidente Rafael Caldera desecha los cargos. Desde su salida, se lanza a la política.

1997. 21 de octubre. Chávez funda el partido Movimiento V (Quinta) República con el cual se postula a la presidencia con el apoyo de varios partidos minoritarios de izquierda.

1998. 6 de diciembre. Chávez es electo Presidente de Venezuela con el 56,5% de los votos.

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1999. 2 de febrero. Asume la Presidencia y convoca a un referéndum para designar una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Carta Magna, que fue aprobada el 15 de diciembre en un plebiscito con más del 70% de votos.

2000. 30 de julio. Chávez cumpliendo con la nueva Constitución, llama a elecciones y es reelegido con 59,76% de los votos para gobernar hasta 2006.

2002. 11 de abril. Se desata Golpe de Estado. En horas de la madrugada del 12 de abril, Chávez fue secuestrado y transportado inicialmente a la base militar ubicada en Fuerte Tiuna, Caracas. Unas horas después, ese mismo día, se autojuramentó Pedro Carmona, presidente de Fedecámaras, como presidente interino.

El sábado 13 de abril, desde horas de la mañana, muchos seguidores del Presidente Chávez comenzaron a manifestarse en Caracas. Los golpistas trasladaron al mandatario a una base naval en Turiamo, donde escribe una nota dirigida a los venezolanos expresando: "No he renunciado al poder legítimo que el pueblo me dio". De aquí, Chávez es enviado a la Isla La Orchila con la intención de sacarlo del país, pero el pueblo tomó el Palacio de Miraflores y en la madrugada del 14 de abril el Presidente retorna a Miraflores y se dirige al pueblo, en un discurso en el cual llama a la calma.

2004. 15 de agosto. Los venezolanos votan por gran mayoría a favor del `NO' en un referendo que pregunta si Chávez debe dejar el cargo inmediatamente.

2004. Chávez firma un acuerdo con el presidente cubano Fidel Castro que deriva en el bloque regional de izquierda llamado Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), al que se unen otras naciones latinoamericanas y caribeñas.

2006. Chávez es reelegido a un nuevo período de seis años, con el 63% de los votos.

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2007. Los votantes rechazan enmiendas constitucionales propuestas por Chávez.

2009. El 15 de febrero Chávez gana el referendo que le permite competir por la reelección indefinidamente y promete mantenerse en el poder por al menos otra década.

2011. 10 de junio. Chávez se somete a cirugía en Cuba por un absceso pélvico.

2012. 26 de febrero. Chávez se somete a una segunda operación para extirpar un tumor en el mismo sitio de la región pélvica

2012. 7 de octubre. Chávez gana un nuevo período de seis años con 55% de los votos.

2012. 9 de diciembre. Chávez, a menos de diez meses de una primera recaída en la enfermedad, anuncia que deberá someterse con urgencia a una nueva operación en Cuba. El mandatario anuncia que delega sus funciones en el vicepresidente Nicolás Maduro.

2013. 18 de febrero. Chávez anuncia por la red social de Twitter su regreso a Venezuela luego de más de dos meses en Cuba, para continuar su tratamiento en el país.

2013. 5 de marzo. El vicepresidente Nicolás Maduro anuncia el fallecimiento de Chávez. Al morir tenía 58 años. Su velatorio se extendió por 10 días. Más de 2 millones de personas de Venezuela y el mundo se acercaron a la capilla ardiente de la Academia Militar para darle el último adiós. Sus restos reposan en el Museo Histórico Militar de Caracas.