45
La Emonci.pación L'it erana DE MEXiCO 1¿r JOSE LUIS MARTINEZ ANTIGUA LIBRERT ROBREDO

J.L. Martínez. La emancipación literaria de México

  • Upload
    uv-mx

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

La Emonci.pación L'it erana

DE MEXiCO1¿r JOSE LUIS MARTINEZ

ANTIGUA LIBRERT ROBREDO

MEXICO Y MEXICANOLO

2LN{EXICO Y LO I\{EXICANO

Dra¿ccróu on Lroporoo Zr¡

VOLÚ}IENES PUBLICADOS

L Alfonso Reyes: Ia x en la lrente.2. Leopoldo Zea: Conciencia y posibilidad d.el mericano,3. Jorge Ca¡¡ión: llito y mag¡a del mexicano.4. Emilio Uranga: lzálisis del set ¡ltl merícano.5. José tr{o¡eno \illa: Cornucopia d,e México. (Nueva edición, corregida

aumentada-)6, Salvado¡ Reyes Nevárez: fil amar y la amistad, en el ntetícano.7. Josó C;ros: En to¡no ¿ ta lilo.oJia meticuna,*8. César Ga¡izu¡ietst Isa1oge sobre lo mexicano.9, Ma¡ia¡o Picón-Salas: Custo de trIéxico.

10. Luis Ce¡nuda: I/ariaciones $obre tema mcxicano.11. José Gaos: En ¿orno a la lilosolía meuícaila.**12. Silvio Zavala: Aprorimaciones a la historia de llléxico.13. Juan A. Ortcga y Nleditra: lléxico en la conciencia anglosajona.*14. Leopolrlo Zea: El Occítlente t la concíencía de lléxico,'15, Jo.é Dur¡nd: l-¿ t¡ansl,,¡moei,jn soci¿l tlel conqu¡stodot,416. José Du¡and: La translotmdción social d,cl conqu¡sta¿or.+*I7. F¡ancisco de la l{aza: El guadalupanismo ntetícano.18. Paul Westheim: La cala:cra.19. Ramón Xirau: 7¡es poetas de la soled,ad,.20. Ma¡ía Elrira Bermúclcz. La tid,a lamil.iar del neticano.21. Josó Luis \l¿rtin¡z: J.1 encnci¡ución litproria cn 1t :rico,

EN PREPARACIÓN

Juan A. Ortega y }\fedinal XIéico en la conciencia anElosaiona.4+Samuel Ramos: El ntrxieano d"l n"dio s¡gto.Jorge Portilla: La crisís norteañericana en la conciencia de lIéxico.Agustin Yáñez: Metícanos tle ayu y d,e hoy.Fausto Vega: Dl mexicano en la noiela.Edmundo O'Gorman: El sentido mágico rle I.a hístoria de LIéxico.And¡és Henest¡osa I Cielo espdñol !, tiena india.Carlos Graef Fernández: El mexicano en la ciencia-Andrés Idna¡te: LIéxico al retorno.Wigbe¡to Jiménez Mo¡eno: R¿í: y sentído de la meilcanid,ad-Salr¿dor Celvillo \tedrigrl: Formqs J" ,usc"ttibililad pn el meticano.J:r-tino Fcrnándoz: .4ttp dp aquí 1 de allá.Luis Quintanilla: Autopsic di la Reuolución lleticana.Clementina Díaz de Ovando: La éBica popular,Juaq Hernández Lt¡a: El petusañiento d.e la Retolución sobre el nexicanoRamó¡ Alco¡ta: Dislocdción geográlíca del me*ícano,Bc¡nabé Nava¡ro: lilosolía e historía etu lo ntesícono.Ped¡o F¡ank de And¡ea: Los mesicanos pintados por los eut¡anjeros.Rafacl Corrales Ayalat El meÍicdilo y el Estú¿o.Aogólica llendoza: Ilnxico al pendicnie.R¿lael Heliod"ro \':rlle: /ransmu¡Jo y rpalidod, tl" ltéxico.Iloracio Labastidai Lo economía indígena y la aida nacional.

La E¡nancipacióro Literaria

DE MEXICO

]OSÉ LUIS MARTÍNtrZ

por

ANTICUAN{ésiccr

LIBRERfA ROBRBDOtqSt

Portada de Elaira Gascón

Dcrechos rescnados conforme a la lct,Copyright áy Antigua Librería ñ.frr"jl,

Esq. Guarcmála r. Argentina

Lnpreso ,. ¡,."f,o en ffó.,iicoPriitted in,f nnde in Merico

I

LA EA,ÍAI{CIPACIÓI{ ñ,ÍENTAI-

ANacnoNrsr,ro

Ha.ce algún tiempo me sorprendió escuchar, enuna diverrida confeiencia, un

^grito de combate oproclama_ literaria, que debe h-aber provocado enalgunos

.de sus_ oyerries, corno la povtcó en mí, lacuriosa impresióri de que vivíamo's. cuando *".ro,en el orden de las ideás literarias, algo más de unsiglo atrás. Para aquel conferencian-te, era impe_noso "propugnar por la conquista de nuestra ináe_pendencia literaria", y le-parécía necesario que ,,ellenguaje popula_r,- cori todá su riqueza de expresióny matices,

_sea el fundamenro de la riqueza lingtiísti_

ca nacional".lTemo, con ciertos fundamentos, que la procla_

mación d-e selejalqe¡ ideas, a mediedo's del si!.lo xx,carezcc. de originalidad y aun se colnpliqu. d'. ,.rr_cronismo, pgrgr,., o biei algo ha l.,eclio por afirmarsu originalidad la literaturá mexicana, a partir denuestra independencia política, o bien ha sido envano el esfuerzo de continuadas generaciones ynuestra situación intelecrual continü en el mismtestado que guardaba en los albores clel México in_d.ependiente. Pero no es mi propósito inmediato,sin embargo, el de examinar hasia qué punto losesc¡itores mexicanos han conseguido'expiesar unaoriginaiidad literaria, sino más blen exporier a gran_

t. Cei.. Garizuriera, ,,Altirud y Iongitud de la Iiteraruramexrcana , conterencia reproducida en Atttéica, Atéxico,1949, núm. 60, pp. 197 ss.

7

8 JOSÉ LUIS MARTfNEZ

1? :i-rg":, uno d1 Ios capítutos que me parecen

mas sugestrvos en Ia historia de nuésrras idéas lite_

::::T,1os origenes y el desarrollo de la lucha quesostuvleron, con heroísmo intelectual, los escriio_res de Hispanoamérica. y.especialmente de México,para conquistar su emaricipación literaria.

Hrsronre DE LAS rDEAS LTTERARTAS

En su recienre obra, intitulada Dos etapas delp en s arni ent o en H i s pano ornéric a ( D el r owaiticismodt postttuismo),2 Leopoldo Zea ha estudiado con::,lbt. precisión las etapas de esta empresa intelec_

3i1l^l?lll!"tarmenre en sus aspecros sociotógicosy trlosofrcos. pero aun cuando en este ensayá, alcual deberé recurrir,muy a..menudo

"r, I^ pli*.r,

!::t: q" 1i exposición, .e fi¡an Ios rasgos y'tn, ..r-pas prrncipoles de la emancipación cültuial _quepuede hacer.se extensiva a Ia iiteraria_ ¿e L e,]rZ_rica hispánica. Te parece que existen aún orros

:f,.j::r^-)- doctlinas que merecen examinarse espe_cralmente.

Entre las muchas investigaciones que están Dorli:"T.,en et campo' de nriesrra hi.J;r-il;;rí;:una. de tas mas r¡xportantes es la que se refiere a laáccron que clertas ideas y tendencias doctrinariasnan tentdo sobre nuestras letras. \- si por Io re_gular en todo. tiempo Ia creación Iite.lria se ue

l1nt^rli1. { dirigidi hacia atgún propósito generaly s9 frge en Io rnrerno por un repertbrio dJctrinalde iuicios y valoracionei estéticosj .n lr, ¿po.r, ¿.grandes transtormrciones sociales esros piopósirosy doctrinas adquieren una forma -á, á.¡irrid,

"rmperlosa y ocurren, entonces, Ias que pudiera lla_ma¡se revoluciones litera¡ias.

z El Colegio de México, México, 1949.

I-A EMANCIPACIÓN LITERARIA DE MEXICO g

Durante la época colonial esta fuerza activa denuest_ra .lrteratura se contentó en términos gene_rales con la imitación de las letras españolas, si"biense iba-realizando, al mismo tiempo,'un lento pro_ceso de maduración y de independencie. Fero a

tl:rl:,1-",los primeros'años, del ,'igto *r*, en que seconqursró Ia autonomía

.polírica án 1a mayor partede Hispanoamérica,.la literatu¡a, al iguai qr,! l^,demás disciplinas del pensanri.nto, adqiirió üna in_tensa electricidad ideológica con la qut parricipaba,a.su manera, en el complejo proceso de^la ela6ora_ción e integración dc'núesira cukura. Ningun"otra empresa posterior lleg.aría a tener. la fíerzaque ruvo, en la América hispánica-, la que se pro_puso conquistar nuesrra emanbipación litiraria;.ior_que mientras los movim.ientos que a éste srgureronluchaban por forma.s y doctrinas'circunstancíales, latratalla que se libró a principios del síelo xrx lu_chaba por establecer la- existéncia mismi de Ia ex_presron hreraria propia de América.

CoNcrnNcra AN,rERrcA^- A

. Cuando ,Te propuse estudiar el proceso queluy9, en AIéxico, Ia-emanc.ip,rción ]iteiaria, pr.onrodebí reconocer la imposibiliidad de circunscribir Iainvestiga-ción a nuesrio propio ánbito, yr

-q". éri.

había sido un movimierrro ^ro aislado É,, ün prir,sino general .v paralelo en la ¡navor parte de tsIis_panoamerrce. Las tendencias en lrs obrrs de crea_

:ió,..y Ias postulaciones teóricas que "prr..írn .,ruexrco, eran casr srernpre simultáneas o tenianun antecedente en otros-príses de lengua española

del . Continenr.". )' exigíari por cllo nüor.no, un es_tudlo rnrcra.l de_ coniunto. para que Iuego pudieran

oestacarse las doct¡.inas mexicenás. En-pocas oca_

10

siones, como en el primer tercio del siglo xrx, loshispanoamericanos tuvieron una conciencia másplena de que constituían una unidad y realizabanempresas comunes. Los poetas cantan a América;las odas e himnos escrito§ durante las campañas deindependencia, hablan de la América española comode una unidad;3 los grandes capitanes- de Ia inde-pendencia no se contentan con luchar por la liber-tad de su propio país, sino que desean libertar atoda América;. el primer periódico insurgenre queaparece en México se llama El Des.pertador Ame-ricano, y los emigrados políticos que viven enLondres, y singularmente don Andrés Bello, llamana sus revistas La Biblioteca Awericana o El Reper-torio Americano. Pero esta conciencia americana,que venía a ser uno de los principales apoyos dela lucha por la emancipación ,cultural y. de-la quepartrclparon casl sln excepcron las recrén constl-tuídas naciones, tuvo sus manifestaciones más des-tacadas en la Argentina y Chile, en torno a laAsociación de lla'yo y al grupo de emigrados po-Iíticos de distintas'nadionalldaáes que se"refugiaionen Chile. Allí se formularon por la primera vez mu-chos de los principios que habían de guiar, entodo eI Continente, la lucha por la emancipaciónliteraria que, en sus principiosi aeUió extende-'rse enun campo más vasto, pues para conseguirla, erainCispensable conquistar primero la emáncipaciónde las mentes.

Ya desde la segunda mitad del siglo xvrrr, esta-bleciendo los cimientos intelectuales de la indepen-dencia hispanoamericana, numerosos literatos, eru-ditos, historiadores y hombres de ciencia se habían

3 Pedro Henríquez Urcña, Los cotientes literarias enla Antérica hispánica (Trad. de Joaquín Díez-Canedo),Fondo de Cultura Económica, X,Iéxicof 1949, p. 236.

LA E¡,IANCIPACIÓN LI ERARIA DE NIÉXICO 11

preocupado por el esrudio ¡' r,rlor.ación de nues-tra propia cultura, pero sin llegar aún a conside-mrla ni a desenrla diferente y separada de la matrizespañola. Esta aspiración áebeiía aparecer. comoconsecuenci¿ de la independencia pólítica, ,y porello, habiéndose anticipado los Estüos Uniáos'ensu conquista, allí surgieron las primeras declaracio-nes del propósito de lograr una-independencia inte-lectual y literaria, paralela a la- políticn.

- En el mis-

nro año en que se coitsurlreba la independenci¿norteamericana, 1783, Noah \\¡ebster afiimaba que"América debe ser tan independiente en literatitrac_omo en político'.'.a Posteriormente, Channing yEmelson reforzarían aquella tesis nacionalista. Wii-liam Ellery Channing pensaba que "r\leior sería notener literatura que abandonarnos sin resistencia a

la extranjera",i r. Ralph \,\/aldo Erreison, en el en-sa\-o que escribiri en 1837 sobre la educación delhombre de letras americano

-ensayo que Oliver

Wendell Holmes llamó "nuestr.a deciaración de in-dependencia intelectual"-, advertíe que,,hemosprestado demasiada atención a los coriesanas lnu-scs de Europn" 6 ¡' qte era va tiempo de que losnrlencanos nos ocupásentos (le los nsunros propiosde América.

SuprRr,tvnlcIAS coI-oN rALIis

Cuando la mavor parte dc los p:ríses hispano-amerlcanos.conqulstaron, a priucipios del sigló xrx,su independencia. política, süs intéleoualcs í. escri_tores pronto advi¡tieron que, aunque r.ótas lasataduras materiales, subsistíañ otras en la nrente de

i 9i*{: p.or !e!qo Henríquez Ur-:irt,-Op-us cit., p.234.5 On National Literatzre,-1g2j. Citado ibidem, f. zl+.t The Am.ericon Scholdr, 1837. Citado lbidern', i,. fO+.

JOSÉ LUIS MARTfNEZ

lllos honrb"r'es que hacían que la indepenclencia con_scguroa tuera lrlsrrtlcrenre, pucsto que sólo habíasigniticado un cambio de foin-ras v áe hombres enel poder. Los hispanoar.nericanos ie gobernaban vaa sr nlrsn)os. per.o en gobernantes \- e.obernrdbspcrduraba aún-un espíriiu coloninl. "

Iin uno de sus textos más drarnáticos v honra_dos, el Testtrntento y despeclida del ,,pensádor

Me_xicano", firmado et )Z ae abrii cie lg2Z, pn.o, ,rr.r.s;antes de su nruerre, José Joaquín Feinán<iez deLizard| anunciaba ntelancólicamente:,,Dejo estarnisnra patria libre de Ia dominación español'a; aun-que no de nuciras de sus ler-cs r- de lás despóticaslutinas §e. su gobierno. Hb1. que los mexicanosson ciudadanos, se les decretair sirs merroriales conlrr nlisura. xsper.eza r- arbitrariedad que cuando eranvrsnllos de [.sprñ1".; Senreianre peidtrracir,rrr de loshábiros cojor:iales se ndr-ei-tía rr,,if,ié,., cn orros peí_ses. En la Argentina, Esteban Echer-erría hacra no_tar que en lrr gener-eción. que siguió a h inclepen_(lenc.lx. "su cucrpo se lro ctitancipado. peto sl-tinteligencir no", i. Ia Arrrérica indépendienre sos-riene nú,n "en sigrrl de r-asallajc, los ca'bos del ropnjcirnperirl de la que fue su sehor.a y se aclorna consus apoiilla.das libreas". "ya los bi.azos de Españano nos op1!rn9n

-añadía-, per-o sus rradiciones nosabruman." s En Chile, José-\¡ictorino Lastarria fi-)aba tarnbién los términos de esta lucha conrra eldespotismo {el pasado. "Ca_vó el despotismo de losreves

-escnbia en lB4ri_, I. qtredó en pie y conroilo su vigor el clesporisnm aál prroáo.l . Érrri.ternrinada h revolución cle indepén«lencia política

1 Testmtrcnto y despedida, nléxico, 1g27.s Esteban Echer.erría, Dogrna sociali.sta de la Asociación

,le AIc1,o, Buenos Aires, 1838. Citado por L, Zea, Opzrc cit..,I. ll, pp. 59-60.

LA EA4ANCIPACIÓN LITETTARIA DE I\,{ÉXICO 13

y principiaba la guerra conrra el poderoso espíritug": .."] sisremr colonial inspiró en nuesrra socie_

9r1.'ii Y ayn pensador tan ponderado y ajeno ala fobia antiespañola, como el venezolano Ánrlrés.tsello, reconocía. que con las guerras de indepen_dencia "Arrancóse el cerro al" monarca, pero noal espíritu.español",lo ya que en las.leyei que pro_mulgaban los nuevos iong?esos podíaí reconocerseinspiraciones góticas, ), á las iostumbres mismasoe los guer.reros insufg-entes, persistían fueros queestabrn en pugna con- los principios de igualáadpor los que peleaban.

Le npeccróx DE Los TNTERESES coLoNrArES

Pero además de estos lastres coloniales, existíanotros factores activos que trataban d" impedir quefueran una realidacl la

-autonomía y la démocraciaen Hispanoamérica. Las ii-lstitucioáes y las formassociales del régimen virreinal imclicab'an una seriemuy grand,e de privilegios e intereses para las cla_ses .acomodadas v poderosas, que no sé resignarolrfácrlmenre a perderlos. De aquí que. por dTferen_tes camrnos, unas veces solapados-y oiras francos,iniciaran una reacción tendiénte a 'minar la efecti_vidad liberal y democrática que se había propuesro

, o José Victo¡ino Lastarria, Inttestigaciomes sobre la in_flumcia social de la conqu,isti y art ,iiin'i-ioiío¡ot ¿, to,esprñoles en Cl¡ile. Santiago de Chile, rs+1. óiáao po, L.Zea, Oyus cir., I, il, p. ss.

. ro.Andrés Bello. laueslrgaciones sobre la influcttcia so_cial de la conauista y de.l isrema coton¡it'lr"ío'i ,rprnol*en Chile, Santiago ¿e Ctrile, 1814'E;';;;.,ír#i.i ,.,1.r_Io del mismo riombre de J. V. L;r.rri;. "it"."onian .,, t,Antolo,gía del pensatniento- ile lengui;;ir;;l;r" h edacl

12y1em0o-r!yca, por José Gaos, Editoriri S¿;;;, México,1945, p. 200.

JOSÉ LUIS MARTÍNEZ

14 JOSÉ LUIS A,IARTÍNEZel movimiento insurgenre.. En t\_[éxico, esra reac_ción fue denunciadaipor ejernplo, p", .if periodistaJosé María det Castiil<j v.lJ*áiq,ii5" ., r, oración:?,:: l" pr.onunció..^ il Á¿;"ir"i. México,el 16 de seotiemhr:e de 1850. h ;ñ;r; como si_gue: .,La siiuación ,.,rrl d"" i, iü"r?üu"a no esmás que Ia lucha de dos g.*rr.iá"álin urru qr"represenra Ias preocupacioíes, Ios intereses v el sis_tema de Ia adririnist¡j.i¿n .oloriri"i;'Jtil G il_cida entre los combater, .ao"rár';rr";, Hbertad,rep.resenta esfe Densarniento grande del héroe dlDolores. la independ"n.ir.; r?' p;;Ji*mente,

alformular una rer-isión de la histori, i"-nf¿.i.á,i.r_de el c¡iterio liberal que susrentába, Ignacio ManuelAltamirano ac.só a hg"rr"- á; I;;Bd; de haberencebezado .rt,

"onrpirr"iór. i,pár-_.ái"

de unamaniobra hábil _esc'¡ib._, q". ;Gffi a rodos,que sedujo hasra a los. caudiilci d. ir';;;..a épo_?ll_!"1 i"rprendió a ta metróp"ti, qrá ,icrnzó unlflto- fro^to,.pero que fue piecisarienre

"rrru d"nuestro ietardo en lá vía-d"i progr"ro Jocial, esasclases sociales,- nobleza colonial', ,]?; ;i"r-.ta¡ios territoiirl.r, comercianres ricos, i;f,lr"Prri;rnteresados en conserva, L ropr"*r.á'r*l.l y "r,prolongar el estado de cosas d". p;;;r;ente ha_bía hectro insopo¡table .t Á;t;;":'lájon,rl, .on_

:ibtul:i el plañ de dirigir-un nuevo Áovimiento,acaudillándolo. o¡sanizá"nd"lo ;; -;

práu..r,o vcer'ando así más íu"r,"-"ri. q;; ;r:;ias puei_11. ,Iosti .\[arí¡ del Castiilo \.clasco. ,.Oración

cívica pro_::1;t;§"#"r¡ .Alameda de 1fé_lc;. _ii;.;; Iepti.mb,e

*iiii:i :';.' ii ;, ;',t ;i; ; p ; ;;;;,7:*":'#' itr' {i;'#cn ruersori o s d e nuesta i nd e p end en c ii- ;;'; ; r; ;, se pti em_bre de tSj7. Se publicr por. -orden a.f Srp.á.no"bobiemo.Imprenta de rgna'cio crÁpiiü-u¿ii"", it!i,,,,i., r r.

LA EMANCIPACIóN LITERAR.IA DE ME"XICO 15tas que la- revolución de 1g-l0 quiso abrir para darenrrada al pueblo en el gobieráo d" L

-rrrción.,,r2

, , yo, smgular paralelismo, el mismo fenómenorraDra aparecido en Ias rcpúblicas del sur del Con_tln"rlgl.I en

- Chile, pór eiemplo, Lnstarria looescnbro con lucidez. ,,Apenas'terminada

Ia re_volución de indcpendencia'_decir_,--.urnao rr_turaimente, por un efecto dc las leyes de Ia socie_ctad. comenzó a abl.irse paso Ia reacóión del espíritucolonial,y dc los inrerescs que

"r, r"uolu.-ü;i;bf;numrlrado. Los. capitanes que la habían servido lle_vaoan-ese

.espintu en su educnción y en sus instin_LH:_-'1 ongra bien, según comenta Leopoldo Zea,LSra reaccron buscaría inmediatamente ius aliadosen todos.ios campos posibles. Bsto,

".p.raron asurgrr: atti esraba la reacción cclesiástióo_militar,exponente de las fuerzas conservadoras en n{éxicojallí también las fuerzas a" to,

".oáiiár"al'provin.l,con sus montoneras en Ia Argentina; allí Iireacciónde los 'pelucones, en Chile."I," ifflrir'li los mili_tares unidos se encargrrían prorr"to de, establecerel único orden gue c,ínvenía'. ,"r-ini...res. Isteorden no era otro que el español, sólo que sinEspaña." r+

Nrcpsr¡e» DE uNA BlreNcrpecróIy ¡TTENTAL

.N4as frente a esta reacción que pretendía Iaperduración del espíritu y de las' f"r';;; socialesr2 Ignacio Manuel Altamirano, Reoista histórica y polí-tica,

-M.éxíco, 1883. Reimpr.so bajo "i ii*1""J" Historiay politica de México dentio de u iárái,;":tl"Iiberalismomexicano en pensamiento y en ,."ió",f i. liéÁco, tc+7,pp. 23-2+.

13 J. V. Lastarria. Recuerdos literarios, Santiago deChile, 1912.t4 L. Zea, Opus cit,, I, ll, p. 5ó.

16 JOSÉ LUrS A,TARTfNEZy políticas coloniales, apareció una generación deliberales cuyo ideal era- transfor,rrr".rt, mentali_dad para alcanzar lo que ellos liamaban una ,,eman_

cipación mental". Era pues necesario aprovecharla lección sociológica gue nos habían llgado lossiglos.«lel virreinaio y se imponía el deíender ycompletar adecuadamente nu'estra independencil,realizando en las men[es una revolución qire las edu_case para la libertad y las liberase del despotismo

{.1 p"r"a". Fn toda áuténtica revolución, pensabaEcheverría, debe realizarse una ..emancipación

po-lítica v una emanciprción social',. Ilxra úirima, d'ebealterar todas las formas sociales y mentales impues_tas por España; ésta es la reíolución que falta.¿Cómo lograrla? "La emanciprción social'america_na

-concluye Echer.,erría- iólo podrá conseguirse

§pudiando.'la herencia. -qo". ,or' dejó Espaía.,, rs

Don Andrés Bello considéraba con términr¡s serne_iantes el conflicto gye s1 pianteaba a los hispano_amerrcanos a principios del siglo xrx. ,,Está6amos

-dice- an¡e Ia alternativa 4é npror,"char la pri_mera oporrunidad o de prolongár nuestra seivi_dumbre por siglos." Y se ie prelisado a reconocergue de Bpaña no podíemos ésper.ar ya ,,la educa_cron que predrspone para el goce de la liberrad...deberíamos educarnos , nos"iros rnismos, por cos_toso que fuese el ensayo".16 Una fundamental tareacultuial esraba destinada, pues, a aquella generaciónde grandes liberales,

^y el mexicano'José ñ{aría LuisA{ora, con la severidád y penetración que distinguesus juicios históricos, lá expone en réiminos cate_góricos: "F^s pr:eciso

-indiiaba el doctor Mora-,para la esrabilidad de una- reforma, que sea graduaÍv c^racterizada por revoluciones méntales, que se

15 Esteban Echeverría, Opus cit.16 Andrés Bello, Optu cit.

LA EÁ{ANCIPACIÓN LITERARIA DE AfÉ].xICo 17

extiendan a la sociedad y modifiquen no sólo lasopiniones de deter-minadas personas, sino las de todala masa del pueblo." rz

Er, ruruno coNTn*,t. EL pASADo

Los pensadores de principios del sig.lc xrx con_sidcraban pue:.qle las óausas-de aquella"insuficienteautonomla radtcaban, por una parte, en Ia carenciade .una adecuada pr.ep'aración in"ntál pam el eier-cicio.de la libertád, y por orra, en ia influericianegativa de la culturá española. El dilema que seplanteaban oponía las doótrinas liberales y progre_sistas con Ias conservcdoras y retró[radas:'"ffoiuro:9" :1

pasado. _Como lo ha'señaladá L,eopoldo Zea,

"I-a lucha por la emencipación men_ral dd Hirprno_amerrca será visra por la generación que poi ellase preocupa como la conrinuación áe li luchagy..:" ha planteado en Europa entre las fuerzas delMedioevo y las fuerzas de Iá modernidad. enrre elabsolutismo teocrático y la democracia iiberal, en_tre las fuerzas del retróceso y las fuerzas del pro_greso. En esta lucha a España le había tcóadorepresentar .a las primeras. Hispanoamérica se ha_Dla_ convertrdo asi, por obra y gracia de sus domi_nadores, en uno de los úldmósbaluarres del impe_rialismo teocrático y feudal.ls por una r.rcciónmuy-explicable en áquella circunstancia histórica,t-spana vrno a ser no solamente le opresora v lacausa de nuestros males, sino. además, cl símúolode todo atraso cuhural y de toda tiranía. Algunos

rz José Marí¿ Luis l,{ora, pasaje citado en Ensayos,i.lets. 11 r?tratos,. por ... ...'. prólogo y selecciónde Arturo l:láy..y. Freg. Imprenta Univósitária, Méxi_co,_1941, p. 134. Biblioreca del ittudiante Universitá¡io, 25.78 L. Zea, Opus ci.t., lf, 73, p. 64.

18 JOSÉ LUIS I\,IARTfNEZpaís-es, como Adéxico singularmente, se empeñaronen 7a realización de refórmas. sociáles y iofiti.r,r QUe, aun violentando su natural evoluciói,'ll.urrrn1 lyestro país a un orden social más uuunzad,o y[ST" -:l

su espíriru;pero en Ia mayor parte d'errspanoamenca se creyó que una maieladá de re_criminaciones conrra nprá, bastaba p/ra destruirla herencia que había dejado en lm cori"ierr"ir..

ANrrBspeñor,rsN{o

A4uchos ántececientes doctrinarios tenía la co_rriente de antiespañolismo que se d.s"tJ en His_pano¿menca y aun en la misma España, como,ustrtlc.aclon y consecuencia de Ias guerras de in_dependencia. Desde el siglo xvr en "que fray Bar_tolomé de las Casas dedicé a Felipe Ii la Bráaísimarelación de la destrucción.de los.htr{iqs (f 552), quá

9l:.:,:pg,:,1 l. qu. se. llamaría.,.te¡.enda n.g.l,,,agueila cornente censoria _paralela a otra np'rto_gética-ro no había cesado. 'A principios del si_glo xx, los restimonios de esta ráacciói son lnrro-T.rr9J..: y revisren las más variadas formas, desdeel anállsts mesurado hasta la violenta diatriba. Losfundamentos jurídicos que hasta ""rá".., habíansrcto considerados válidos para justificar el derechode dominio de España en Áméríca, fuerán rebatidoscon soltdas

-argumentaciones, como en el notablel)tscurso sobre Ia independcncia del iruperio mexi_canor- de José María Luis Mora,2o o con menosseriedad, como en este gracioso pasaje de Fray Ser_vando Teresa de Mier] ,,¡Descubrídores! _1decía

_ 19 Véase Guillermo de Torre, Mméndez pelayo y losdos

^Españas, Phag Buenos Aires,' 1943.

_ zo José María Luis Mora, Obras suehas, Librería deRosa, París, 1837, pp, 7-22.

LA trN{ANCIPACIÓN LITERARIA DE [{É,XICO 19

a los que alegaban que este título les daba dominiosobre América- esto

-es-, vosotros ignorabais que

existía la mayor parte del mundo: luágo en sabién-dolo sois sus dueños. ¿Con que si lós indios hu-biesen sabido antes que existia Europa, eran ipsofacto sluls dueñosl" 2{ La obra de Épaña en suscolonias de América se redujo, para ei criterio deaquella generación, a una sucésión de crímenes, co-dicia, confusión e ignorancia intelectual. En elprimero de nuesrros leriódicos insurgentes, Fran-cisco Severo A,Ialdonado excitaba "a lós americanosque militan bajo las banderas de los europeos Flony Calleja" a que volviesen hs armas contra aquellosinstrumentos de la tiranía, y para mejor persuadir-los, se preguntaba, exagerando--notoriímente las tin-tas oscuras: "¿Qué otra cosa es la historia de ladominación española entre nosotros, sino la histo-ria de las más lnauditcs crueldades) ¿qué otra cosanos manifiesta esta historia, que una lücha tenaz yconstante entre Dios, que se-ha esmerado en enri_q.uecer n-uestro suelo, derramando en él con profu_sión las fuenres todas cle la prosperidad; y en'tre losGachupines siempre encarn'izadbr

"ontrá nosotros,

siempre obstinadós en no delarnos gozar los donesde nuestro Criadorl" 22 Las'Leyes"de Indias, quehabían regido el gobierno de las' colonias, sólo sir_vieron para hacer posible Ia opresión. ,,Todos

tros

21 Fray Sen'ando Teresa de Miet, Historia de la revo-lución dé .Nye1:a E§!ú!, antigwménte ¿iit iiir.. , Im-pTpr_p:I la Cáma-ra de Diputados, A{éxico, 1922. 2 tomos.Lib-..KV, p.277. La primeia edición es de la Imprenta deGuillermo.Glindon, Londres, 1813, firmada 1". .f i."aá_nimo "José Guerra".. 22 Sin firma, "A los americanos-.q-ue militan bajo lasb,ild1r1t 4" Ios europeos plon y Calleia',, ,i nt Oripn*_dür-AmericdTta, Guadalafara, Aiéxico, i de enero de 1g11,num, +.

20 JOSÉ LUIS I,TARTÍNEZque h¿n conocido

-es.cribía Luis López Adéndez._,

ry:^t-iTJ:Tor,,.o p.or. informes .*r.i[, a. persor:rs

:Tf::T]:r y bieninformad,as, el modo con'que fuegobernada la América desde su monstruosa usur_

f:9:,f"r,España; y.rodos to, q;;-ñ;; sido bienenterados cle las que.ias amargas. siempre conti_,rrr,.,I cada uez más' justas, d'. lo, haÉitantes deaquellos oprimidcs paísés. acerca de Ios males enor_

lftlTg: que sufr.imos de los jefes españoles, hanpercrDldo muv bien la-_inconsistencia.'desorden yconfusión de ias Ieyes ll¿madas ¿. i.ái*, rxnro enta admlnrstración de la justicia, como en todos losramos, del gobielno.,,28- En cuanto al orclen inte_lecnrat, se atirnraba que de España no habíamosrecibido más q.uc aislamiento

"'ig.nor.n1;r. ya lo

Gecla en su estilo cortente F-ray Sirvando: ,,pareceel desdno de esra Neción ¡fs/aaal i;¡;r, por taignorancia".

-. y :l colom'biairo j;;; tórr.ía deIr(ro, en lUlJ, se lamentaba también de los males

que .sufríamos por el aislarniento intelectual: ,,Lapollrca española _escribía en el prospccto deLo BiblioteTr Aruc¡.icr¡¡ta qr. prffi".Ur'já'n anar¿,Bello- tuvo cerradas las. puerirs d. Ir-a*Jrü p;iT'::"-*:.-_::":'q,l:' a lds d.emás p.,.uiou der gro-unr; y ,no. satlsfecha con privarle de toda comu_nlcacron benéflca para ellos, Ie irlpidió tambiénconocerse a sí misma.,, 2s y tras 'estos

balancescondenarorios, el grito cie combate J.i po.to ¡ore

23 Luis López Méndez, ,,Observaciones sobre Iás Leyesde. Indias, y sobre Ia independen"i, a. Á*¿.ir\i,

"n Lr.Bi_bliol9c1 A'nr-sricanu, Londres, tBj;: i,-r.l;;:"" ,

z,.tray Sen-ando Teresa de l\Iicr.'Sequnda carta tle unnn eri c an o al es pañ ol so b1e- _y.r. núrneío fix-."

" óim rrtor¡¿nd su respucstl dada en el Ntítn. XX/],. Impreni" a. Cui_Ilermo_Glindon. Londres, rBr2; ;;;; ;;. """""'"zr Juan García del Río,_,,prospecto,,, en La BibliotecdAtnericana, Londres, 1g23, i, p. ;,t-"" ' tLL Ld L

LA EA,IANCIPACIÓN LITEfuA.R.IA DE A,{ÉXICO 21

Joiquin de Olmedo parece una consecuencia in-e.¡itable. En uno de iós más encendidos pasajes deli)oema .e.n qu9 canta.Lt aictoriu de Junln,lógradapor Bolívar, increpaba:

¡Guerra al usurpador! -¿Qué le debewos?

¿luces, costuntbres, religión o leyes. ..?¡Si ellos fueron estúpidos, aiciosos,feroces y por fiu. sn,persticiosos!¿Qué religión? ¿la de lesús?.. . ¡Bluf etnos!Sangre, plomo veloz, cadenas fueronlos stcratnetúos sa,ntos c1ue trajeron,26

Por otra parte, se comenzalon a comparar losresultados que habían renido Ia conquisra'españolay Ia.colonización inglesr, cinplcando'u,rr rrgu..n-iacrón que si hoy pucdc parecernos insidilse, enao,uella época no carccía dc efectividad. EI chilenoFrancisco Bilbao, en su libro El Eacngelio cmeri-ca¡to, q\e ha sido considerado con:o el punto cul-minante de estr corriente antiespañola,2T' escribía amediados del siglo xrx:

"La España conquisró la América."Los ingleses colonizaron ei norte.

."Con la España vino el catolicismo, la monar_quía, la feudalidad, la inquisición, el aislainiento, elsilencio, la-depravación y^el genio de la inroleranciaextelminadora, la sociábilidad de Ia obedienciacrega.

:0.José Joaquín de Oln'redo, La .".ictoria tle Jtmín. Cantoa Bolír¡r -(1825), Imprenta española de A{.

-Calero, Lon_

dres,,.l816,.p. 28t.Vóase en-la edición estabieciáa porAurelio

$pinosa Pólit, * las .po.esía¡ cotnpletas de J. J.'deO., !'ondo de Cultura Económica, Nléxióo, ú17,-p.'135.Biblioteca Americana, 5.

z7 Rodolfo Barón Castro, Esptfiolismc y antiesl;,añolisntoen la América hispana, Edicionei Atles, lládrid , tb+5, p. lt.

DBsospeñorrz¡.cróN

Tal como Io deseaba Bilbao, los hispanoameri_carlos trataron a toda costa de desespañolizarse,como uno de los r:i;Fd ; i *" ú;",f ':1'f ;:::,":'"' :T i,: Ji " i #:¡anre la primera mitad dét iiglo *,*, y aun posre_normente, se desataron Ias peisecucioñes contra losespañoles residentes en Ariérica, y ;ñ.i que ha_

lr:.1:9: et grito a. .o,-,rrrrie áJ lrJ i*rrsenresmexlcanos, continuó resonando aun en lrbñ, J"los homb¡es más cultos. Cuando lg;r;j; Ramírez,"El- Nigromente,,,. pot.-iró en i§;;:;" Emiliouasretar,, precisamente sobre esta cuestión, escribiót^t.1,1,1"1úpTlo.s palabras como értr* -;;;Ui.rr.,

to,gacnupmesl fue el primer grito de mi patria, t .;esta fórmula terribie_se eñcuentra h áesespañoli-zación de Mérico. ,Hay atgún ,I.-*]";; que nohaya pr"oferido en su vloa esas palabras secramen_Laresi ,." para extenderse Iuego én ]a enumeración

o,j-t- 1T:,"rr"o _Bllbao, El Et:mzgelio nftericdno, Buenosarres, 1864, p. 38.

, '/.s^.Ign1cio R.amírez, "La desespañolización,, (Jres, mayode 186j. Recocido en oh¡6s rle... Oficina TipoEráfica ¿"Ia Secretaría í" Fo*.nio, uJ"i".,lábi, rj#"*r, p. 317.t*te articuto fue parte aé t p"l-ei,i";";ffi;iil á.,t " R"_mffez y Castetar, ;l final d" ü ;J ér;r"*il.i¿, .r, o'

22 JOSE LUrS MARTfNEZ

- "Cgn los ing.leses vino la corriente liberal de Iareforma. La te\, det individum;:;ú;;1.,o, p.r_sador y trabajador, con compler, fib;;J."¿Cuál ha sido el resultadá?"Al norte, los Estados. (Jnidos,la primera de Iasnaciones antiguas y modernas."Al sur, los Esiado.s Des_uttidos, cuyo progreso

consiste en desespaño]izarse.,'2s -t --r" f

LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE MÉXICO 23

de los males que ha significado para fuIéxico su re-lación con ESpaña: despotismo, Inquisición, robos,y concluir afirmando que. "los españoles no hanhecho en nuestros puertos sino una cosa buen¿: salirpor ellos".3o-

Todo pues parecía aconseiar la conveniencia desepararse de Bpaña, política e intelectualmente.Pára nruchos pensadores de la época, "España es unpaís atrasado,-un país dominado por la ignorancia,irn oaís oue carece de fábricas v de industrias. Pspa-n, '.r oá pesadísimo lastre pára América; un pars

que sólo ha podido vivir a costa de sus colonias; sinellas, Bpaña habría desaparecido como nación." 81

Era necésario acabar con aquella pesadilla de treslargos sielos que había sido la Colonia, y todos de-,"n"brn, íomo'lo ha explicado muy bieá EdmundoO'Gorman, "ponerse al día... y sumarse de unsalto audaz a la trayectoria ascendente de los pue-blos anglosajones,.industriosos y liberales, usufruc-tuarios de las 'luces del siglo'." sz

CnNsunes nspeñor,;rs coNTRA Esp,q.ñe

¿Pero qué puede sorprendernos en estos des-afueros antiespañoles, al fin justificables y con-trapesados con la serenidad de juicio de tantospensadores hispanoamericanos, si aun hubo muyielevantes españoles que los acompañaron en lacondenación de la política indiana de su patria?

retrato suyo que envió a "El Nigromante", "Que Ia elo-cuencia y el talento estuvieron siempre de su parte."

30 I. hamírez, Ibident, p. 319.81 Edmundo O'Gorman, "Prólogo" r Antología del pm-

smniento político ttnericuno. Fray Sentando Teresa deMier. Selecciín, notas y prólogo de .... ... Im-prenta L,Iniversitaria, México, 1945, p. xxi.

62 Edmundo O'Gorman, Ibidem, p. )Lxxv.

24 JOSÉ LUrS MARTÍNEZPoeta tan celebrado en su tiempo como ft,lanuel

José Qtrintana, en su oda A la expedición espaíioLapdrd propügar la aacrma eru Atnéricu, de 1806, com-padecía a la "Virgen dei Nuevo Mundo, Américainocente" con estos conmovidos versos:

Con sangre están escritosen el eterno libro de la aidaesos dolientes gritosqLte tu labio afligido al cie'to enoía.Clatnan allí contra la patriu mía,y aedan est(t?trp6r gloria y ventttrtlerx el calttpo fatal donde bay delitos.

¿No cesarán jawás? ¿No son bastantestres siglos infelicesde amarga expiación?

para exhortar luego a los arnericanos a olvidar aque-llos agravios y acuñar la frase que serviría paradisculpar las falsas o verdaderas culpas de España:

. . .Yo olrtidarínel rigor de ruis dt ros aencedores;sLt atTaz codicit::, su inclemente saña,crinten ftteron del tiernpo y no de Espaíta,3z

En otros tcxtos su)'os, como en sus Vidcs de espa-ñoles célebres,sa Quintana volvió a la defensa delos americanos y a la condenación del mal gobierno

33 Manuel losé Quintana, "A la expedición espairolapara propagar la vacuna en América", et Abras coznpletasdel Excmo. Sr. D. . ..... .

^4. Rivadeneyra, Im-

presor-Editor, A,Iadrid, 7867, p. 5. Biblioteca de AutoresEspaño1es.

31 Especialmente en la de fray Bartolomé de las Casas,que apareció en la edición en tres volúmenes, publicadaen i8li. de esta obra. Reproducida en Obras corupletu,pp. +3j-175.

LA Ei\,TANCIPACIÓN LITEfu\RIT\ DE IIÉ,XICO 2,

.,p;;; i e n I as rnd ias I;;""' : lX X,::t'i'T: ?XiXi:;

ElflTll',,ñlilil;il]""iri"' / a'r'nt"'bi"-tamente lluestta ina"p*áttitie: "Amelicanos -de-

*ffi:"il:'L*Ttil,",';ffi üi** T'5 {*3;cuando que ersrs-:]3::il;

uo.*ro futuro des-

nT #'fi::il,"i'H# ;;""': 4Ti-10"' habéis

sido el luguete ¿" r[' virreyes' siempre sometido

, 1-*,.'Ji?iu" v i'[i.:fili:,f :X::,:i:;41:ll'JlJ§3,t: ;i..l.#'#;; ;; .á"p'1a'

*á' ¿"

ellos." 35 Una "tt"o'J 'o"tiun" fue^ adoptada por

eI escritor y uutntoiJ'" j*é J9a.quín de-.Mora' que

había viajado *¡tqo'io""Á*.ttié' y ,1'1t' al igual

que Quintan', 1""'iit"'u' i' l"atpdndéncia de las

iolonias r*t''t'n"' "Los hispenoameric¡nos -es-:;tbil

"lü;;i- "',llii;*iy,,ry¿JiH''j.,'h ;l

pupilale_má:,:^P^'";" Eui,_,pr, y empezaoan a gozar

hierno mas c1eg0 u

:#'ilñ á""td'á viril"retár'ladá hasta elltonces

ffi i;tñ;;'ión a" sus tutores"'36-

Mas no eran """' pot suPuesto' las írnicas vo-

ces española' qt'"'iJ tt"uth'aban a propósito

-de

;ñ";"5;;ii¿'o'' en'r bando opu";11',1ins:"-' J:-::ffi;;i¿;^ n* t"u"t'da..oyerln los'ingratos nts-

oanoamericato' qot ^'"Ñlla'famosa

qtt bYql:^'1:t;ir*,',ál';- odu'Á li ttobles Ü.rtes' la que' segun

35 Terto citado por Meichor Fernárrdcz 'At*lql?:"1"i

**.,ip^iig,'i;aí!¡';-1u,X'{,lii:.,Í{l[^;:Á:"i:;;:,esPo-ñola, Institutooo.30-31'" su José Joaquin d' ,llo1:';::"* ilffi:T X",'^;,,kl-,

ii),']j::, iHáli;:i:fi :: I B 5'i:,',1**' "í c'ii a o po' F e rná n d ez

Áil;;ó' tbidan, PP' 34-35'

26 JOSÉ LUIS MARTÍNEZcuenta don juan Valera, hizo llorar a Fernando VIIen el acto público en que f".l;Jdr,r;,-"

¡Gentes_ qu.e alziis incógnita banderacontrd la Mtdre patria!*En aano et inmdode Colón, de Corrés y de pizirt:oa-Espaiia intent( nrrábotn, ta gti'riode ha.ber sido cspoñot; jotntís tir-iiirr.tos rtfos y costttntbres que guardaíon',

l1,r:., olo, y Ploru y entre oromn y ptinta,

tos pueblos de Atúuatpa y Alocieiuntay üuestras wisutos ptdrei derribcron.r e st tt ls I e c e r p o dr é i s :

-

o rt i o, rr l go,iri,'''ttos juraréis, cual pérfi,tos l¡ei.n,niL,! /t_d! ittdio, esclovo, o ,rííorrr),

--'e-spañoles y scráis, no tv¡tericonos:tVts, ah.ora y siempre, cl orgonaufo osadoque del ntdr drrostrLrn los furores,al arrojm el títtcoyl pesor{a'

-'--'eu los pltyns dnrípoA0s clifidtttes.aer,t la cruz dcl Gólgota plontrtrlay escuchará la lengia de"Cervctntes.se

LA EA,ÍANCIPACIÓN LITERARIA DE MÉXICO 27

glorioso pasado español, las que requieren una acla-iación, slno más bien aquellas otras de quienes,como Quintana y Mora, se volvían contra su P_a-

tria para defender el derecho de los americanos. Laactiiud de estos últimos puede explicarse en Partecomparando sus casos con ]os de Francisco Javieri\4iná, que decide venir a luchar y a morir por lalibertad, v "hacer la guerra al tirano de España yno a los Éspañoles",oo"y d" Antonio Gonzálé2, quese nacionalizó peruano e hizo suya la causa de laindependencia.'i En unos y otroí chocaban en sus

conóiencias las ideas liberales de la Ilustración conel dominio tiránico y opresor que eiercía España

en las Indiasr f unos y otros sentían la incongruen-cia de tener que luchar, Por una Parte, Para con-servar su libertad frente a los invasores franceses, yde impedir, por otra, que los americanos lo obtu-viesen. Así lo percibían algunos españoles que,como Rico y Amat, consideraban que "Américahacía con nosotros lo que habíamos hecho antes

con Napoleón: luchaba por romPer la cadena de laesclavitud",42 y aquella contradicción no se ocul-taba tampoco para los hispanoamericanos. Son in-consecuentes los españoles, escribía el mexicano

José María Luis Mora, "porque proclamando lalibertad en su patria con la mayor firmeza, sostie-nen con la misma tenacidad la esclavitud de A{é-

a0 La expresión textual de ]\{ina dice: "hacía la guerraal tirano de Fxpaña y no a los españoles". Citad¿ en lVlarcínLuis Guzmán, Mina el Mozo, héroe de Navorra, FspasaCalpe, S. A., Madrid, 1932, p.2ó0. Vidas Españolas e His-panoamericanas del Siglo XIX, 28.

a1 Femández Almagro, Opus cit., pp. 35-3ó.42 Juan fuco y §mat, Hi.stori.a políiíca y parlmnentaia,

tomo I, pp. 500-501. Citado en Fernández Llma,gro, Opwcit., p. 93.

No quedó por ciérro sin .respuesta esta airada pre_dicción del-Duque de-_Frías,'p;., .i"frU."o Lasta_rria formuló.oirr., ella unatJpl;., iro"ir"no, "n_cendida.Be pero no son las ,.r.:i;;;'á"'"rt" tipo,at fin naturales en quien", * ;;;;;"nli.i.ro. a.t

37 Fernández Almagro, Opus cit., p. t49.,s8 Bemardino Fer¡índez- !: ü;1;rI;, 'ürqu" de Frías,"A las nobles arres. Oda,', o.?;r-.i;i;; lrlll ¿_ ,rrrl,enObras poéticus del F.rcmo. señorD. ........ ..... pu_blicadas a expensas d" .,r: l]Sl._d.tos por Ia Rcal AcademiaF-spa ñ ola d. qr" f ue s, Tndi vidr;." iri;il;r' y "r.i.r.otipi,

d" S._Rivadáneyra. Atadrid, l8j7 ;.'i;2*- / -,n-J9_ré

^Victórino rrrtrrr;r, -in,2)rir¡ro,

Buenos Ai_res, 1865. Gantc, I8ó7, tomo Ii, i'.' S)-.""'"', ""'

Ittt

¿ó

xico".a3 "¿Por qué -se preguntaba al lnismo res_pecto. T,orenzo de Ztvah-- eñ su p;trir reclanran. . .principios que hollan enrre nosorros¡ 44

Ex susce DE soLUCToNES

Pero todas estas especies cle censulas y negacio_

::: j" la. cultura y déi do.minio espaÍioÍes se pro_ponran clertamente destruii. un orCen mateliál yespiritual, rnas para sustituirlo por otro quc se con_sideraba más ádccuado para .l p.ugr.ln intelec_tual- y político de Hispanoamé¡icá. f en busca demodelos que seguir, irucstros pcnsadorcs vuelr-enlos ojos al eiemplo de aquelias'na.ciones que paraellos significan el progreso y el Jiberalisnro, comoFrancia, InglaterrJ y.- singúlarmcnte, los F_stadosUnidos. En este úlrimo piír, .run err¡sos escritoresde la. época, como los ar§entinos Juan Bautista Al_berdi y Domingo Faustiiro Sarmiénto, los chilenos!rancisco Bilbao I José \rictorino Lasrarria, los ve_nezolanos Simón Rodríguez v Simón Bolívar y losmexicanosTra¡' Servarido Teresa de Mier í fr_renzo de Zavala, ven encarnado el espíritu'de lamodernidad y cle la deurocracia y ,.rolito, ventu_rosamenre lot problemas que ,¡íkir. ,J ,esro deAmérica.{5 Pronto debieron reconácer, sin embar_go, que la imitación no podía lievarlos a una autén_tica resolución de sus_pioblen¡as y que éstos debe_rían afrontarse con soluciones ori'ginlles, aclecuadasa la realidad de Hispanoamérica."En eÍ orden es_

- a1 José María Luis A,{ora, ,,Discurso sobre Ia indeoen_dencia del imperio mexicano't, en Obras,r"iirr, iiú..rll-¿"Rosa, París, Ís;2, pp.8-9.- 44 Lorenzo de ?ttala, Ensayo ltistórico político sobrelas rwoluciomes de Nu,eu-a isprña, pr.l.,'iÁli. ¡.¡".u,York, 1831, cap. III.

+i L. Zea, Opus cir., \'ll. 29, pp. I05 ss.

LA EA,{ANCIPACIÓNT LIT'ERATTIA DE, MÉXICO 29

pirirual, Ios ntelores P!'ogramas qYt..:t formularon

iu.to,-t Ia educación populer, o "civiltzacton contra

trri"ti"", según el t'enia cle Srrmiento,.y Ia reali-

ii"ld^ de ""í cultura original. Dentro dé este últi-..rá-áto.",o. h literatura iue con'siderada desde lue-

s" ."'rno uno de los obietivos capitales' Pero las

i.;r; á; Hispanoaméricá. como bien lo percibían

il.ito, C"ti¿ ri", y Lastarria, seguían siendo colonia-

i*,-;";. las foímas sociales--y las mentes de los

hoir.,bt.t que las escribían. Mas, ¿cómo liberarse

áá "tr. yüeo? En aquella crisis histórica, la res-

,""irn n'o "podía ser nlás que llnÍ'': vo-lviendo los

blos hacia lb propio de Amér'ica y.hacia lo nacto-

nát. Corndo lse bbietivo se conquistara' la litera-

tura de nuestros p.leblos mereceiía llemarse inde-

pendiente y original.

JOSÉ LUIS ¡IARTÍNEZ

I1

DO(II'R.INAS Y REALIZACIOI{ESHISPANOAMERICANAS

Cr¡.cuxsraxcrAs Pr.oPrcIAS

Los hombres cle letras que a principios del si-glo xrx se propusieron lograr la emancipación denu€stra expresión literaria, encontrarcn una situa-ción que, a.ungue no exenta de problemas, era lacoyuntula histórica justa para emprender aquellatarea. En efecto, la corriente que se advierte en elsiglo xvrrr, de interés por el estudio y valoraciónde nuestra culiura., había abonarlo eficazmente elcamoo de nuestre conciencia intelectual. Ya se ha-bían'realizarlo invesrigaciones sobre la historia polí-tica y cultural de Éispanoarnérica y estudio's de

"^ráiter científico; se había iniciadó nuestro pe-

riodismo y se habían fundado corporaciones aca-démicas; la filosofía moderna comenzaba a abrirsepaso entre el intrincado follaje de la escolástica y,én suma, lo que Pedro Henríquez Ureña ha llamado"florecimiento del mundo colonial",l era el anunciode otro inminente florecimiento, el de la culturaoriginal de la Arnérica hispánica. Por otra parte,la indepenilencia política recién conquistada habíadespertádo en los hispanoamericanos los impulsoscreadores que, durante los tres siglos coloniales,debieron permanecer reprimidos. Como si, por obrade aquella libertad, nuestro pasado histórico, nues-tras costumbres y nuestro paisaie, cobraran de

1 Título del capítulo III, que comprende el perío-do 1ó00-1800 de su obra Las cori.entes litermias en la Amé-ri.ca bispánica. l\4éxico- ,rOr.

,,

32 JOSÉ LUIS A,TARTÍNEZ

pronro un relieve y una inciración para el intelec_

Lurl y el arrisre, dé los que carecían' coando aque_ilos acrores y aquel esc-enario estaban dominJdospor manos extranjeras. Los seres y las cosas queformaban nuestra

'circunstancra nos pertenecían ;a

y estábamos ligados a ellos por. esa soiidaridad aglu_trnante que constiruye las naciones. Nuestra históriase organizaba en toino a una directriz que nos Der-mitía discernir quiénes habían luchadd a favo'r vquiénes en conrrír de Ia patria. y aunque nuestiamorada fuese-aún pobre y deficiente nuistra civili_zacton, eran las nuestras y a ellas quedaba ligadonuestro destino.

Junto a todas estas circunstancias favorables oaranuestra emancipación literaria, debe consid.ráru",con no menor importancia, el movimiento román_tico que hacia estos años se introduce en Hispano_amér'ica. Emancipación y romanticismo eran, enefecto, corrientes'paralells y pa_recían alimentarsemutuamenre. Ambas partiiipában de las mismasideas de libertad y del ñrismo'deseo de increnrentarlas peculiaridadei distintivas de los pueblos. Laopinión del argentino Estel¡an Echevcriía, autor delprrmer p9ery1 romántico hispanoamericano, Ehtirao.la novia del Plata (1832) lqo., como lo ha he-cho notar Henríquez

.-Ure!a., se- anticipa al primero9y-. 3p?r:cj en Bpaña, El ntoro expósito- (t8jj-1834) del Duque di Rivas-,2 .t r.u"lr,lora a esterespecto. Echeverría concebía al romanticismo comouna. "reyolución espiritual .que -abría

a cada gruponacional.o regional el carnino de su expresió;pr;_pia, de Ia completa revelación de su álnra.'.s ',.E1espíritu del siglo

-manifestaba Echeverría_ llevaho1- a todas les ntciones a emancipar.se, a gozar Ia

2 P..Henríqucz Ureira, Optts cit., pp. l2l-lll.z lbidatt, p. l2l.

LA EMANCIPACIÓN LITE,RARIA DE MÉ].XICO 33

independencia no sólo política, sino filosófica yliteraria." a

DrcrenecloNEs DE INDEpENDENCTA INTELECTUAL

Considera Pedro Henríquez Ureña que "El de-seo de independencia intelecrual se haóe explícitopor vez primera en la Alocución a la Poesía de An-drés Bello." 5 F-ste poema es la primera de las dosSilaas americaT,ras qloe escribiría él maestro venezo-lano, y en la invocación con que principia, el poetapide á la.musa de-la poesía «iue abanabne Eüropay vuele al Nuevo A4undo, cuyas riquezas naturaiesáescribe con elegancia clásica'y .ori "o.r toque delaronr¿ nativo de nuestro suelo'":6

Diainu Poesía,tú de La soledad habitadora,d cotxsultdr tus cantos enseííadacon el silencio de la sehta urnbría,tú a quien la verde gruta fue mordd:d)y el eco de los ntontes conepaííía:tienzpo es qae clejes ya la crilta Europa,que tu natiaa nlstiqu.ez desotna,y dirijos el paelo a donde te abreel nrando de Colón su grande esceita.l

Atendiendo a precisiones cronológicas, un año an-tes de la aparición del poema de Bello

-publicadopor primera vez, "como una especie de programa4 lbid., t2t.s lbid., p. 103.a lbid., p. 104.? Apareció por primera vcz al frente del primer número

de La Biblioteca Awericana, Londres, 1821, pp. 3-ló. Larevista Ia publicaba Andrés Bcllo cn compañíi'del colom-biano Juan Carcía del Río,

)4 josÉ LUIS ÑfARTf\E7. LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE MÉ'XICO 35

ricrnor] -decía a la luvenrud chilena- todavía a

.:;;;'..r"ilmente las'lecciones de la ciencia euro-

;"t::il-;;;;;;;;"' a discutirlas' a ilustrarlas con

fiíi.#;;;l;;i;;, a darles una estamPa de nacio-'r':á-ál",;li ,'yo pudiera -rnanifestaba

en otro

;;;;i;1" su discurso- extender mucho más estas

ffilt,ü.i;nát. u ¿*r"s nueva f.uetza aPlicándolas

;"#;#t.;.^;i't' *b;" moral. a la poesíá y ' lodo;á;"1;" de composición literaria: Porque'.o es rarso

ilf :'::TJ:.?""":'-Tll''0""3".',1J'il.ü""iJ'i:;lr; tt""tl¿;ámidos en Iá barbarie'es ]lamado a

].ri"lrtt. en una literatura propia v a estamPar en

.il" á"t formas." 12 No podía enunctarse con ma-

.,r.,i .n"tsí, la dura alterhativa -en que nos encon-

l.rUr*otl Y porque le parecía' en etecto' quc

estábamos en una encruciiada decisiva ,"" "y"::11tritiáti, cultural, eI gran maestro venezolano lnslste

una v otra vez "., J*" punto: En r1n artículo del

m#" """. t"t* el M'odo de estudinr -la historia

""*'"qluisiéramos sobre todo precaverla [a Ia.iu-

i"Á¿ iftit"rrrl de una servilidad excesiva a la cien-

;;; i'-Jiuiiir"a^ Europa'" "¡Jóvenes chilenos!

,Anrended a iuzgar por uosótros mismos; aspirad'a la

i"á"o"r¿"r.i, d"e póns'miento'" 13 "Nuestra crvlllza-

;i;;t-;;ñ, Beüo- será también iuzgada Por sus

;;;;tt ;"; ;" Ia ve copiar ser-vilmente a Ia europea

,rr" ."'f"'q".2t,. noii""e de aplica-bl.,e'.icuál será

.flri.io qJe formarán cle nosotrós un Michelet' un

11 "Discurso pronunciado por eI rector de l¿ Univer-

.i¿"a ¿f 'dfrii"

.i-, "l '"itttt"io solemne de 29 de octubre

üJ'ie;8;', ;-Aiotr, á-i li'u'¡"'sidad' santiago de chi-

i., fS+S. Obras completas, YTll' p' 372'

tz lbideru, p. 374.13 Andrés Bello, "Moclo de estudiar la historia"' en El

Ar*t*;-s".;riÑ a"-cr''il", fi48' obras completas' \71'r24.

editorial",s al frente de La Biblioteca Armericana'

;;';;;:,-el hondor"ño José Cecilio .del Valle

-r"1;; de la declaración de la independ:n-t1' P:-Íri;;"-l" América Cenral (182t)--s había de-

.üiu¿o orgullosamente "La América será- desde hoy

#^;;;5tó"- exclusiva' Améric¿ de día cuando

;;;ribrti;¿ti., a. noche cuando piense' El es-

ñ;;r;ig"" a" un americano e--s América"'1o

Sin embargo, iro puede dudarse .que los elegantes

"áitnt cle ?ot Andrés Bello tuvieron un eco rna-

;;';;;;; i* o.tit*"s de la lengua española del

tontinente.

Cur-:run.q oRIGTNAL

Fara los alltores de nuestras primeras declara-

"i";;;" l;cependencia intelectuál América debe-

;i; ;.t. po.r, .i asunto propio de los escritores ame-

;d;1,';;--¿iu^-o"' é'nt" a América con Ia

i;.:ó^'ffiala. án. Europr? )Jucho¡. t' h1l-i1i

dicho va, pero pr:ecisaba repetirl": ::i- necesarlo

concruistat nuestra independéncia . cultu.ral' Aius-

i.-"¿i, fot térnrinos en (tre debería rellizarse esta

;;;;;";rr, literaria, Anárés Bello' en. el discurso

"r" ,tá,r""ció como rector de la Universidad de

¿;iJ-;;;.tubre dc i848, se preguntaba con una

uiol.n.l, poco habitual en hombre de su mesura'

como si d.r.rp","' del logro de Ia -empresa que

l'rrU;t iri.;raoi "¡E t"tt'oí condenados Ilos ame-

s P. Henríquez fJreña, OWS cit', P' 103's lbiCem, P. 234-,iíri'ri'^"rt iuod de strn Pedro; y yo to-ntbién sé soñar'

z: de febrero de rsz'' Reproducidó et Valle' lró\rgo yíá"""iá""i" nri,"t rltto¿áro Valle', Secrttaría de Educa-

"i¿""i¡lir[r, ,il¿ri.",]sal, p' r;' rt artículo habla de la

#;'td;l-á; q". ro''puebloi {e f'qrer11a se reúnan en un

concilio para lbgrar su engrandecrmlento'

i'ltlil!!fl

36 JOSÉ. LUIS NIARTfNEZ

Guizot? Dirán: La América no ha sacudido aún

sus cadenas; se arrastra sobre nuestras huellas con

i;; "i"" ueniados; no respira en sus obras un Pensa-

mierrto propio, nada original, nada caracterlstlco;

remeda'las'formas de nuestra filosofia y no se

;;;;; de su espíritu. Su civilización es una planta

;fii..; q.r. no ia chupado todavía sus iugos a Ia

tierra qu'e la sostiene'" la

Er- pnocnelrA DE LA asocrecrós DE NrAYo

El orosnama que formulaba Bello' y que PT-

¿i.r, tint"?irrrr. én estos términos: independencra

ñ;i ;;;;tátrlit.o. y nacionalismo iguál a origi-

nalidad. este programá' decí", había siáo adoptado

va v puesto en práctica en dos focos culturales det

ilt.i ¿;;it."i., que dieron coherencia a las doc-

trinas v ," "rr.rrg,,án de difundirlas en el resto de

iriror,{"r*¿rica'"El primero de ellos-fue- }a genera-

.iOriltg.r.ina llamaia Asociación d" A4iI: t:"," ,"rrriió en torno a Juan María, Gutiérrez' ha-

;r^iil,; v sufrió destierros en l\Iontevideo y en

ér.,tirso áe Chile. Inicialmente, el- grupo se con-

;'";;";; sriá" li,.tario, que findó en-aquel

;;;:;Br;;* Air.'. trlarcos s.as1e'.En el di::l',so inausural de aquella sociedad' Gutiérrez exPreso

,rn, d."1", declaráciones más hermosas que regls-

It, f, titi"tia de nuestra emancipación.intelectual:

"Si f,.*o, de tener una literatu?a -dijo-' haga-

mos que sea nacional' que,rePresente nxestras cos-

tumbies Y nuestra naturaleza, así como nuestros

ffi.'; á.not tiot. sólo refleian en sus agu.as las

"t?ári á. n".t*o úcmisferio''; r5 Un año más tar-

ta lbidem, p. r25.,t jtrn ff,lr'ti, Gutiérrez, Discurso de apcrtura Jcl Salón

Literaiio d'e Marcos Sistrc,'1837' Citado por Ernesto Mo'

LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE MÉXICO 37

de. aquel mismo grupo.: al que se habiln incorpo-

IJ¿r'árrir,i*li¿or" "'iti'ot"J uruguayos' inicia la

i,llj r.r.li"i ; M"";;;ileo' de la" reúista Et t n i c i a -

'dor. Frn"I p'o'p"tto que anunciaba los ptopóilllt

áii .í*""'¿Igá"!' e"dtes Lamas hizo "una vahen-

te afirmación de Ia á-ur, ¿" libertad y de reforma

a oue se senda llamiáu-'qo"tt' iuventud"'16 "Dos

:iil';iÁut" Lamal en uá pasaje..de su tex-

to- nos ligaban a Bpaña; una ^material' visible'

ominosa; otra no t""il'íáÁi"osa' no meno's pesada'

ü;;;ittble, incorpórea' que' como aquellos gases

lt.o*rr"r",ribi"' qoá poi io sutileza lo penetran

ffi"".'ffi ; ;;.J; legislación' en .nuestras letras'

:] il*,,.o""*uluio""'"""tot hábitos' Y todo

iJ#.;-;".;llL",I!fi il"r",,,'.",I1ii,ffi;]'H:t,y desmiente nuestrr

ila, pudimos y 'up'-* naceila pedazot-::'el vigor

. de nuestros nrazos ri-"i hi"tto' de nuestras lanzas;

il; p.".i,o q"e'9'."P1'"':1 :T:::l si nuestra

oersonalidad naclonal ha'de ser una realidad; aqyé-

f i;;i;i,i* glotiáta de nuestros padres' ésta

;T b;;';;;;; ."Fi;;. nada meuos -igj:913;q",,:É;d*":^[;lj,il;'i:ff :",ill,'i?,,';,,i,,'..,nación, su lndePe:

industrial; porque üs l"ytt' Ia sociedad' la literatu-

;. i;ill{i'in¿"tttiu' deben llevar' como nuestra

bandera, to, toto'J'''''u"ion'le'' I ttll lo*o ella' el

testimonio d" "";;;; i;átptáátt'"i' y nacionali-

dad." 1? Durante el año esóaso en gue :--e ryl*r:Et iniciador' tan nobles propósitos fueron cumPll-

IÉ"Li,,.inrr" a J' l\f' Gudérrez' Estu.d.ios h.is^t.2ricos ',1,

ii'i)r¡Á."Á"sel Esirada v Cía'' Buenos Aires' 'e191..P;l^t'"''l;'l;;ii,;";queRodó' "Juan l\laría Gutiérrez y su epo-

c¿". en El tnirador iil''óti'no' ia ed" Editorial Ccnantes'

Barcelona, 1928. P' 747 '1? Andrés L'*'i':'b'o'pecto"' en EI Iniciador' l\llonte-

video, abril de 1838, núm' 1'

?t¿

It

38

1^":: Sl ejecución, en el.aspecto literario, signifi_

:rq1, "9-g apunta José Enrique Rodó, ,,la a"simi_

raclon de .las lnfluencias románticas orientadas enun sentido nacional".l8 AIí se publicaron edito_riales de Andrés Lamas en que se precisaba su doc_trina.nacionalista; ensayos dé ,\Iigu'el Cané sobre losproblemas propios de'América íecién emancipada;sátrras de costumbres y artículos doctrinario! so_bre el romanticismo y.'sobre. nuestra emancipaciónliteraria, de Juan Baulista Alberdi; cuadros de cos_tumbres y p.oesías de colo¡ido americano, de JuanMaría-Gutiérrez, y, entre otros, un aftículó deFélix Frías sobre Poesít nociounl en el que pedíaa ella una tendencia activa,.va.ronil, milita'nt" y al_dáctica en el más alto seniido. ,,{ueremos _pre_cisaba Frías- ia ciudadanía en poesía, en arre, enpolítica, en literatura." 1e ,.Si dé la Áociacióí deNlayo y de Lt cautia.a (de Esteban Echeverría) fueeI programa

-escribe Rodó_, de El Inic'iadorfue el primer desenvolv-imiento de aquel grandey fecundo arranque de ideas, que imprimió s"u selloa unc época literiria." 20 ¡ t

Er, »rscunso op Lasr¡.nnre n¿ l g42

, P, s:tondo de los .focos cukurales que, segúndecía, dieron coherencia y difusión a las'doctrínasnacionalistas, tuvo su asiento en Santiago de Chiley su punto de partida en el notable discurso quep.r,onu-ncjó José Victorino Lastarria en la inaugura_ción de la Sociedad Lireraria, el j de mayo de ig42.En aquella pieza oratoria, que Jleqaría ,'.., ."*o_rable, Lastairia comenzaba'analizándo las debilida_

rs José Enrique Rodó, Opus cit., p. 3+7,re Cirado Ibidan, p. 367.20 lbid., p. 3ó8.

LA EMANCIPACIÓN LITERARIA DE MEXICO 39

des de Ia civilización de su patria y exponiendo lanecesidad.apremiante de forialeceria por medio dela ilustración. En cu¿nto a la literatura, de acuer-do con el pensamiento de la época, la considerabacomo la expresión de la socieáad. Pero las letraschilenas,.hasta. aquellos c{ías, no habían expresadoa su pueblo, sin duda porque se lo impidieron losvicios- de la administración colonial. todo, pues,estaba por hacer; pero importa mucho, dice Lasta-

irl., i l": ióvenes éscritorel chilenos, que "IrIo per-ctals lamas de vrsta que nuestros progresos futurosdependen enreramenie del giro qü. á.mor a nues-tros conocimientos en su punto de partida. Btees el momento crítico para nosotros." 2i A,Ias, ¿cómoemprender esa obra? La reforma, explica Lasiarria,no puede ser súbita, y por ello ,,resignémonos

alpausado curso de Ia seveia experienciañ,22 dice coneJegante- frase. Hay que comenzar, pues, por apren-dqr d.e los puebloé más sabios. proéurrnáo escogeratinadamente nuestros modelos.- La literatura espa_ñ9.11 no es Ia nuesrra, pero la lengua de sus gro.rdu,clásicos es la fuente de nuestro- rico idioma quedebemos conservar en su pureza original. IJna r,,ezaventaiada esra preparacién, ya es posible ¡ecibirlas influencias de la literatuia francesa, llena deestímulos creadores. En Francia, dice Lastarria,que no quiere aludir directamente al romanticis-mo, se "ha levantado la enseña de la rebelión lite-raria-" 23 y es preciso aprender aquella Iección delos franceses, no para copiarlos sin tino, ,,sino

para

. 21 José Victorino Lastarria, Recuerdos literarios, Sar'-tiago de Chile, 1912, p. t26. Obras Completas de Don .....

. . .. Edición Oficial. Volumen X. Estudios iite¡a-rios. Primera serie.

z2 lbidem, p. 127.zz lbid., p. 131.

JOSÉ LUIS MARTÍNEZ

:1_ .¿y

fi F ?J'lt' : "Í;:i,;',f,"|:?,'ff

, §: :, "xH.::.,.#ni-iiteratura. para oue podáis icguiij, *á", senda yretratéis al'vivo ia naturrlezan.r* La imitación sólbserviría para manrener Ia .depena"".ir"a" nuestraliteratura^. ,.No-

seit;;;;;il.i;,"'"::'.'io,:A,.'ü,"ff B:3,?ffi:,':TTj:seamos originales: renemos dentro ¿" .r,rlrt , ,o"i._dad todos "los ele-",.,i";-;;' :";^'"1' :^'nuesrralit.r,t,,,r".iij';.i::1r';'lh,orffi ,"."fl:T::tra nacionalidad. AIe piegunrrreii

-q"J pretendo

l:,:i1 .r" esro, y -o, ,.qpo,ia";t ."" ti'utt,rrao "r_crrtor que acabo de citaios {Artaucl;, qu. l" nacic¡_nalidad de une literarura consisrc

"o q.i. renga una

::1i:'fl en qxe.q.i p"*ii,, a.i |i.nr" que taposee, conservando fielmente Ia esraJrpa de su ca_

í*y: d: ese carácrer que se prodr.i-iá ranro me_,or mrenrras sea más pópular. Es preciso que laiiteratu¡a no sea .l .i.lirirá pru5r"ri" de una:l:::-lit"tl.giada, que no se encier.re en un círculoestr-echo, porque .entonces acabará po, ,oIrlararr"a un gusto apocado a _fuerza de sutii.ezas. Al con_trario, debe ñacer habtar ,"¡";l;;;ffi;ientos deIa naruraleza humana y reflejar- to;;;"# afeccio_l::_d. le.mulritud, qü_9 en a'.finitiur, es"el m"io,,uez. no de los oro"édimientos del ,rt., ,i de susdefectos." 2i Si ja Iiteratu¡a no expresa al puebloy^se- escribe para._el pueblo, p.r-r'"... Jitu"iorr_,rta y s: arrasa. ..La literaturá d.be o,r". _

Las ¡a rri a- dir i s i rse ; "

;" J;' ; "";;. f; ,::' ;pXg::fl :tarto todo .nt.r6, ,rí .omá ioJ;Jbi";;;; j.b.n ,..el, tesunren de todas las tuerzes socia]es. l,sión de todas ras-n...ri-aJ*1" ;;;i.¿"",:H:;de todas las superior;drd.u,*lJrr'.r.* i."afciones2a lbid., p. t3S.25 lbid., i. 135.

LA EMANCIPACIÓN LITERAR.IA DE MÉXICO 4i

sólo ouede ser una literatura verdaderamente nacio-nal."'zo Y para concluir tan brillante,y revolucio-nario programa, Lastarria pedía a los escritoreschileno^s qüe t..ono.iesen y aceptasen_la tarea fun-damental que les tocaba afrontár. "No hay sobre

h tierra --decía- pueblos que tengan cómo los

americanos una necesiclad más imperiosa de ser ori-Einales en su literatura, porquc todas sus modifi-Eacioncs les son peculiarei v ñada tienen de comúncon las que conitituyen lá originalidad del ViejoI\{undo. La naaualela americana, tan Prominenteen sus forrnas, tan variada, tan nueva en sus her-mosos atavíos, permanece virgen; todar'ía no ha

siclo interrográr] *gr.tda que il genio de sus hijosexplote los ienerol inagotábles cle belleza con quele brinda." 27

IJna declaración tan franca, valerosa y densa de

doctrina como ésta de Lastarria no podía pasar in-advertida. Algunos la recibieron con sorPresa' Perootros compreñdieron, corno Sarmiento, que aquélera un "hécho nuevo" y Ia bandera que alzaba lanueva generación para fundar una literatura. propia.Aunqué Lastarria

-se había preocupadg crridadosa-menté por evitar la palabra "romanticismo", no se

oodía oculta, o*" .rÉ. rnovi;niento era la raíz ideo-iógi.. de su dis.u.so. Y ello encendió la chispaen-la batalla que librarían los jóvenes románticos, en

su mayoría desterrados argentinos, contra los dis-cípulo's de Bello. adictos íl neociasicismo, disputaqúe habría de derivar a la discusión de un temade larga historia en nuestras letras: la independen-cia linigtlística de ln -\mérice hispánica.

za lbid:, p. 136.zt fbid', pp. 136'117.

JOSE LUIS T,IARTfNEZ

42 JOSÉ LUrS MARTfNEZ

Le polÉlrrce Senr,rroxro-BBrro

Por aquellos días, Sarmienro. que había ido años

llt.r.., Chile huyendo de Ia tiranía de Rosas, escri_Dra dranamente en El Mercurio, de Valparaíso. yhacia Ia misma época, Bello y sus discípllos chile_nos, erltre los que se contabr Lastarriá, escribíanpay El Semunaiio Literario, de Santirq.o de Chite.Inflamados los ánimos por el djscurs'o de Lasta_rria,28 pronto se inició'una reñida batalla entrelmbos grupos.

. Sarmiento, exponiendo sus propias

ideas y Ilevando a sus últimas consecuenóias'lasdoctrinas de Lastarria, clefendía la libertad rornánti_ca. de expresión, un concepto progresista de lacultura y la soberanía del §ueblb eñ mate¡ia lin_güística. Bello, a quien el'calor de la discusiónIIevo a atirmaciones demasiado radicales, insistiópor su par-te en xn concepto aristocrático de la len_g"r-.I q. Ios valores literários.2e El pretexto inicial13, dro. la reseña que escribió Sarmiento sobre unost4erctctos populares de leugun cqstellana con los

_ 28 En rigor, Ia poiémica Sarmiento_Bello se inició el 27j,. .*:,] 1i-l:-1 I "1. di,co.uo

-á;'-i;;;;;:."p.o,,u,,"ió

:r^rl-_o. ,mayo , det mismo año, vinicndo, propiamente, a

I:lo,l.ri la polémica. -Véase al respecro el relaro de estos,."lr,TiT.Tos-p_or el mismo Lastirria, Opus ,ir., p. i1i.'" rxta mavores normenores de esta polémicá 'r.éase:

F::::1:, *,.i1'.

^1

t yi 1,t, Q . i i p *, e r."'í, ¡ i i' i )" s o,* ¡, n, o,.E-ortoflal Losada. .Buenos Aires, 1941. pp. 179ss.,. ArrurJf.IlT^\.::.o, \a. sray litcraiura iberbhnericmta, EmecéLutores, Duenos arres, 1945, pp. ó7 ss. Los textos o¡incina_res- se encuentren reDroducidos en las ediciones ha ob,rrs

::TIr:lT" 1-^ 1:,9.r :,.*i.niá ;., ;;.á..- ;;' i,,ntorogí,oe re_oDra de Sarnxenro. pros de üer y pensar. Selecciánpor Eduardo^.Mallea, Ernecé Ediror* É;;;; Áires. r9_f3,pp. .81-144. Cito en cada caso a.lemás áe la pu¡licaciónll:gi"rl; las páginas en que se encucnrran lo, i.il, de csraantologta,

LA EMANCIPACIóN LITER-{R.IA DE NIÉ,XICO 43

oue su autor. Pedro Fernández Garfias, deseaba co-

,lr"oi. .rrores comunes en el lenguaje' No se con-

;;;?; a;;t.rto con aplaudir la-utilidad de aq.uel

iibr;. -iú"roso

en la'polémice y en Ia, aq:TillexDuso caiegóricamente su concePto revoluclonarlo

á;i l.nü;i8'" 'iL, ,ob"renía del ^pueblo -escribióé;;;;,ir; tiene todo su valor

*y su predominio

"r, "i iaio-a; Ios gramáticos son'como el senado

"ánr.rrr"dor, creadó pare resistir- los embates PoPu-

lares, para.conservaria rutina y las tradicic¡nes' Son

a nuestro lulclo, s1 se nos peráonr la mala palab.ra'

el partido'reti:ógrado. cstecionario. de la socreciacl

habladoral pero. como los de su clase en política, su

á"r..ho está reducido a gritar v desternillarse con-

ao -ü

.ottupción, contla los' abusos, contra las

inrorru.io..r.' El totr"ttte los empuia y hoy admi-

ten una palabra nueva, mañana un extranJerlsmo

vivito, al'otro díe una vulgaridad cliocxnte; Pero,orré .e ha de hacer?, todós han dado en usarla,

i,]¿n, t, escriben v Ia Írablan, fuetza es agregarla al

diccionario, y quiLran que no, enojados y mohinos'

Ia agregan, yu'qo" no'hay -remedio' .f ..9J^ P=9"b1o

triuñfaí Io iotrónrpe y lo'adulrela todo.'''o Y P9I

"á?"r'rrt los escriiorés cultos las corrupciones del

i";Ñ;i" popular, agreqa Srrmi.en19. "Ljegó cl día

en que un gran núméro se sintió con ganas de

,rr."ird.t a eícribir y se encontró corl quc mis se-

nLi", lit.trtos escriÉían como el puebio liabía ha-

blado quinientos años antes".31

Senieiantes conceptos' ímpliceban un reto abier-

to al grírpo de Bellá. adictó a la pureza del len-

g.raje."Cámo dice Ricardo Roias, don Andrés,

iao Domingo Faustino Sarmiento, "Fjercicios poP:lil.. l:lenzua castelTana", en El Alcrcurio, Valparaíso, Chile' 27

de "abril de 1842.-Prasa de ,¡er y pensar, pp. 82-83'at lbidem, p. 83.

44 JOSÉ LUrs MARTfNTEZ"gramático eminente, creyó que un ladrón entrabaen su huerro. v salió.a atájarli,..az

'Ei ñismo gello,

lajo et seudóÁimo. d; ;¿Ji. ó;ianil,,"'.nui ó a Et

!,r::r:r: "na réplica en ta q-ue

""nrlrrOu a Sar_T]:1., por su.defensa de hs óorrupciones del len_guaJe. ya gue "Semejante plaga Ilos,extranje.ir*árlpara la. claridad y p"r9zá aÉt espa,ioi-es ran soloI::TItqi por toí qi,..i,.riciaaor-.I-i¿"i"r,rs exrran_Jeros y srn el conocimiento y esrudio de los admi_rables modelos de nuesrr, ,;.í r¡i.rli;;r,;" lanzabana, es.cribir, según Ia versión qtre más han lcído,,.Bsf,9k...plUrábsolutunenre clá lm id.rr'q'u. su con_trncanrc había exouesro sobr.e h ,;b;;;;i; d;l ;;;blo en marerie Iin.¡ir¡¡.f"ru-.;-rr_ É:ii, .,En

lasIenguas, como en i, p"rii5rl'.r"irj,rlolrrabre oueIl: ^:l -.-:e rpo de,l ui",,-i,"" ;i dH:,'"ffi i#::convenrentes a sus necesidadés. .or.,o I* d;i i;fi;."^T:1, de expresarlrr; y no'r"r,;'áe;, ¡idículo

-agrega_ confiar al pueblo la decisión de sus le_yes, que autorizarle en-la formaclón aeil¿ioma. Enyano claman Dor esa libertad ,"á¿"ii."li.enciosadel lenguaie, lás que por prurito a" nou"i.a o po.eximirse det trabáio á"

"lrr¿;r, ; ñg'ur, quisie_ran^hablar v escribir a su díscreciónli.ror*

_^ -no.?,te'preccupaba a §;i;# ra autoridadreconocida de su cáry,,i n ti é n a o;J il, ; ; :::;: XIH 3, ¿o ::']

"J::.,"

:T:bríos. juvenil.r.^ y prr, .rd, ono J.io"r"iur,o, ao._t¡inales de Beilo. ,Lro ur.,r-.¿fI., ,¡r"l"h.rp"".oa las causas de Iá corrupción de Ia lLngua, aducidaspor el maesrro ,,.rr"rálrrro, Srr;'t#;" conrestó:32 Ricardo Roias. O¡

,, _11,;t{^g,¡;"#:'.Éín:k i.iii* de rengua caste_Irena', en El Merctrio, iz ,1. _ryo, á"'rc+i_-i)'i* ¿, ,ny pensar, p. 142.3a lbidott, p. 143.

, LA EMANCIPACIÓN LITE,RARIA DE MÉXICO 45

"Esto es, pues escriben según la versión que másleen, y no es su culpa si la antigua puLreza dei cas-tellanó se ve empañáda desde qie éi ha consenridoen dejar de ser eI intérprete de las ideas de queviven hoy los mismos pueblos españoles." 35 Cuán-do los hispanoamericanos desean adquirir conoci-mientos es preciso buscarlos en Francia, en Alema-nia, en Inglaterra, en Italia, a través de traducciones,"IJn idioma

-confirma Sarmiento- es la expresión

de las ideas de un pueblo, y cuando un pueblo novive de su propio pensamiento, cuando tiene queimportar de ajenas fuentes el agua que ha de saciarsu sed, entonces está condenado a recibirla con ellimo -y las arenas que arrastra en su curso; y malhan de intentar los de gusro delicado poner cblade-ras al torrente: que pesarán las aguas-y se llevaránen pos de sí- estal teürañas fabric"adas 'por un espí-riru nacional mezquino y de alcance

-limitado.'t 86

Y para dar mayor peso á sus argumentos decía ha-ber tomado a la venrura el catálogo de una librería,y entre quinientas obras en castellano, sólo cincuen-ta eran originales.

En cuanto a la segunda de las afirmaciones deBello, a propósito de la incapacidad del pueblo paralegislar en su lengua, se pregunta el espiritu de¡no-crático de Sarmiento, "¿Quién es ése'que tan ri-dículo halla confiar al pueblo Ia decisión de susIeyesl".sz 1- explica en seguida que cuando un cuer-po político formull leves, representa a un pueblodel que proviene, y cujra voluntad y deseos expresa

35 Dorningo Faustino Sarmiento, .,Contestación a unquidam", en El Mercurio, 19 de mayo de lg42,-prosa dever y pettsar, p. 92.

st lbid"w.-lbident, p. 93.

- ul D. F.. Sarmiento,-"Segunda contestación a un qui-dam", en El Mercurio, 22 dé mayo de 1812.-prosa de very pmsar, p.98,

JOSÉ LUIS MARTfNEZ

\1r

LA EA,{ANCIPACIóN LITERARIA DE A,{ÉXICO 47

en las leyes que promulga. De Ia misma manera,'j:i lry en Fspaña una Academia que reúna en undiccionario las paiabres que el uso seneral del pue-blo ya tiene saicionadas. ,o ., poiqrre aurorió suuso, ni forme el lenguaje con sus decisiones, sinoporque recoge como en un armario las palabras

:uyo uso está autorizado unánimemente pof el pue-blo mismo_ y por los poeras."r38 Pero nb pard allísu contundente argumentación. Sinriéndosé picadopor una alusión de Bello al dialecto español-gálicode los-argentinos, no sabe contenerse yá y arremeteen defensa de los suyos. Fues mientrás lbs argenti-nos, dice Sarmientoi "han escrito más l'ersos, vef-dadera manifestación de la lireratura, que lágrimashan derramado sobre Ia triste patria", ios cñilenos"no hemos sabido hacer uno solo, lo que es uno,que parecem-os perláticos con ojos para ver, y juiciosano para criticar y para admirar con la boca abier-ta lo que hacen otros."rse ¿A qué se debe esa im-posibilidadt Precisamente a Ia influencia de los gra-máticos, al respeto que tienen"por los ,,admira-bles

n¡odelos". En suma,. a la atención que han presta-do a las enseñanzas del gramático Andrés-Bello.Y no contento con criticar a los poetas chilenos,Sarmiento los aconseja aún: "echád -les dice-miradas observadoras sob¡e vuestra patria, sobre elpueblo, Ias costumbres, las instituciones, las nece-sidades actuales, y en seguida escribid con amor,con razón, lo que se os alcance, lo que se os anto-je, que eso será bueno en el fondo, aúnque la formasea incorlecta; será apasionado aunque a veces seainexacto; agradará al lector aunque rabie Garcilaso;no se parecerá a lo de nadie; pero bueno o malo,

ll l_lidem,-lbidan, pp. 98-99.se lbid.-lbid., p. to4.

será vuestro." 40 Y finalmente, ya en tono de bromaque algunos no comprendieron así, llegó a de-séar que se desterrase a Bello, sin otro motivo qxeser démasiado literato v haber profundizado en losarcanos del idioma "más allá de lo que nuestra na-ciente civilización exiqs".ar

En los artículos qüe siguieron, la polémica de-rivó, como era de esperarse, a la cuestión nacio-nalisia provocada po, i, censura de Sarmiento a lospoetes cl'rilenos, quienes lo repudiaron Por extran-jero v aun lo calumniaron. Bello, ante el ataque Per-sonai, se calló discretamente. Sarmiento fue dilu-yendo la acritud del debate con ingeniosas fábulas,'como la que llamó Los gdlos |iterarios. Al fin,encontró un recurso excelente para acallar a sus

impugnadores, discípulos cle Bello que defendíanel |réstigio de la cultur¿ esPañola, atacándolos consrrs rnismrs armas. En el artículo intitulado La cues-

tión literariu forjó un pastiche habilísimo y excelen-

te del artículo de Larra que lleva el nombre de

Literantrera2 adaptándolo a Ias circunstancias. Ex-puso allí las causas de la decadencia de Ia culturaéspañola, hizo una arnplia profesión de fe románticav

-abogó por una literatura libre de magisterios y

reducida no sólo a las galas ciel decir, sino hija de

la experiencia y de la historia, capaz de decirlotodo aI alcance de la multitud, una literatura quefuese "expresión de la sociedad nuead qtJe consti-tuímos; toda de rserdad, como es de verdad nuestra

sociedad; sin más reglas que esa verdad misma, sin

40 lbid.-Ibid., p. 105.41 Ibid-Ibid.a2 EI artículo de l{ariano José de Larra se pubücó

entre 1832 y 1834 en la Revista Española o en El Obser-tador, de l\,Iadrid. Puede verse en Obras de Fígaro, Baudry,París, 1866, t. II, pp. 56-61.

JOSÉ LUIS A,lARTfi{EZ

:

\d

más maestro que la naturaleza_n.risma; joven, en fin,co.mo el estado guc constituímos.,.ri'y d" nuevosobre e.[ tema del empobrecimiento de Ia lenguacastellana, añadió: ,,est'a lengua, deseme¡ante de larunica del Señor, no había Srecido .on'io, años ycon el progreso.gue había de representar; esta len_gue, mn rlca antrguemente, había venido a ser pobrepara las necesidades nuevas,,. y tras estos denues_tos contra la len-gua y Ia cultura españolas, Sar_mrento, para co,nfundii a sus impugnaáores que nosupleron descubrir la superchcríal escribe .l ,r_tículo intitulado burlonánenre jnaii-'aescuOrfmiento!,..en el que aclara que .urnro había dichoto suscrrr,la nada menos que -un escritor español.Y.ya ganada Ia batalla .on'1, di.p.r..ió"-á; los con_trlncantes, Sarnriento concluye: .,como

nosotros(Larra) ha declarado la incorípetencia áe un idio_m€ vetusto pare. expresar Ias nuevas ideas; comonosor.ros, en fln, ha recomendado Ia libertad en idio_ma y literatura, como en política,,.r+

Ln posrcróN nn B¡rroA4as al concluir la. reseña de esra polémica, noseamos iniusros con don Andrés Bellá s.;ardando

:"i?r:j*-l-agen poc.o airosa de su ilusire perso_nanoad, pues no se diría verdad si se le enieñaracoilo un enenrigo de Ia autonomía literaria de His_panoamerlca. Recordemos que él fue uno de losprimeros en manifestar el.dlseo a. i"alpl"a"rr.i,intelectual, uno de los pumer-os en cantar la na_turaleza v el pasado de América y él fue también

1, ?: f. Sarmiento. ..La cuesrión lircraria.,, ctt El Mu_'o,,n1,7t j.l::: 0.. 1842.-proso d., ;;;'; i,;;ar, p. t35.

:- u. y. Darmrcnro. .,I{aro descubrimiento.., cn Ej Mer_curio, 30 «Ie jurrio d,e 1842._prorn ii-"'ri'y"p'rnir, p. tio.

LA EA,TANCIP,A.CIóN LITERARIA DE MÉXICO 49

uno de los maestros que con más constancia pre-dicaron el imperativo de nuestra autonomía cultu-ral. Sólo que, al igual que Lastarria, estaba firme-mente persuadido de la necesidad de conservar lapureza de nuestra lengua, y no le faltaban razonesen su actitucl, y llevado, además, por cieftos orgu-Ilos aristocrátióos, tan afines al gutto por Ia filílo-gía, exageró le inoperancia dei puebló en materialingüística. Quien léa su discurso en la Universidadde Chile,_en 1848, posterior a la polémica, quedaráconvencido d.. qy" sus ideas lespécto a la indepen-dencia litelaria de Aruérica esraban muy cercá delas de su contrincante Sarmiento, y tan cercanascomo óstas podían estarlc a la verdad.

L¡. euroNor,rÍ¡, por cASTELLANo rN AuÉnrca

Esta discusión sobre la autonomía del castellanoen América hispánica, que tuviera una de sus for-mulaciones más elocuentes en el debate de estosmaestros, ha sicio una de las cuestiones de más per-manente interés 1- r'igencia en nuestr.os países, v hadado origen a cllriátes lirei¡r'ias y a 'teorías'lin-

güísticas inclinadas a uno u otro de sus extremos.trtluchos años antes de la disputa de Sarmiento yBello, el hondureño José Cecilio del Valle habíaadvertido. ya que "La lengua castellana, hablada pornaciones independientes de Casriila, se irá mudañdoinsensiblemente. Cada Btado americano tendrá sudialecto: se multiolicarán los idiomas, y cada idio-ms será un método nue\¡o de análisis,í.a5 A,fuchos

, a5 José Cecilio dcl Vaile, "América',, en El Atnigo dela Pctria, Guatemala, 30 de noviembre de 1921, t. II, núáts, 1g

I..19, pp._ 13.9-15+. Rcproducido cn Valle, prólogo y sclec_ción de Rafael Ilcliodoro \-alie. Edicionás dc la"Secret,rríade Educición Fúbtica, frIéxico, 1943, pp. 52-71. El pensa-miento de América, X.

JOSÉ LUIS MARTÍNF,Z LA EMANCIPACIóN LITE.RARIA DE A4EXICO 51

más violento e impertinente. A todos contestó Gu-tiérrez con una agiiidad que no desmentía la desus años juveniles, y dejó una serie de diez cartasllenas de erudición e ingenio en defensa de aquellaactitud suya.

En estas cuestiones de la lengua nunca podrádecirse en definitiva quién ha sido el triunfador yquién tuvo toda la ruzón. Sarmiento, ciertamente,ganó la batalla contra los gramáticos, pero no porello toda la literatura hispanoamericana se enca-minó por la ruta que él había trazado. Uno y otrocaminos tuvieron sus adictos, y tanto contribuye-ron al esplendor de las letras de América hispánicael Facundo o las Recuerdos de provincia, de Sar-miento, como la Graunítica de la lengua castellmtao las Silu¿s rffnericanas, de Bello.

Pero desde otra perspectiva que preste mayoratención a lo que pudiera llamarse Ia dinámica denuestras letras, doctrinas nacionalistas y revolucio-narias como las que proclamaron Gutiérrez, Lasta-rria y Sarn-riento, han sido más provechosas para eldesarrollo autónomo de la literatura hispanoame-ricana. Gracias al entusiasmo creador que los teó-ricos de la emancipación literaria supieron susci-tar en el ánimo de nuestros escritores, sus obrasparecieron cobrar nueva vitalidad -y en toda Amé-rica hubo un despertar literario que abría los ojosasombrados a una realidad cotidiana que no había-mcs sabido ver.

Le t'An.rÉnrc,q PoÉ,TrcA"

'El primer testimonio destacado que tuvo el des-pertar de nuestra poesía fue la primera gran anto-logía sistemática hispanoamericana que se publicó

años, después de haber sido escrita esta profecía,que-hoy nos parece menos estimulante, ocu'rrió unóde los hechos más significarivos en la historia deesta controversia: Ia renuncia que hizo el argentinoJuan A,Iaría Gutiérrez al cargb de Miembro Co_rrespondiente de Ia Academii F_spañola de la len_gua, p.ara el que fue designado en ig73. En la cartaque dirigió a.l secretario-de Ia Academia, don Au_reliano Fernández Guerra y Orbe, exponiendo lascausas que lo habían inducido a ronlai aquella de_terminación,. dice que le parece una incorigruenciaamoldar Ia lengua que hibla su pueblo, ilena deextranrensmos y provincialismos, imprescindiblespor su consritución racial y si peligrosos quizáspara la gramática, fecundoí para el- pensarnientolibre, con la lengua castellana ial romo ^la prescribela Academia. Gutiérrez manifiesta, muy cdrtésmen_te, que .r., 1 los hombres cultos dé su país lesextrañaría si é1 les hablara de ,,pureza y elegancia',en,la lenguar f Que, como sudamericano, Ie parecepeligroso aceptar un título de Ia Academia, a cu_yas creencias y. opiniones conselvadoras no estáseguro de poder amañar sus inclinaciones.aG

_ 9.r!9 tan independiente y orgulloso como éstede Gutiérrez, Teal a los principios que había defen-dido desde los días de li Asociacién de Mayo, nopasó

-en silencio, y casi todas 1as voces que ie alza-

ron fueron para censurarlo: Alberdi, Vicuña ArIac_kena y el español Juan M. Villergas, este último el

'46 Juan A4aría Gutiérrez, "Carta al señor Secretario dela Academia Española", en La Libertad, Buenos Aires, 5de enero.de 187ó. Reproducida en J. A{. Guiérrez, Esta-dio's ltistórico-literarios. Selección, prólogo y notas de Er-nesto N{orales. Colección Estrada, Bucnós Aires, 1940, pá-gi-rtas 219-?27.

52

en el Continente, la Awiérica poéticcr"raT compiladapor aquel argentino que había sido uno de los aban-derados en la causa de nuestra emancipación litera-ria, Juan A{arí¿ Gutiérrez. Fasada la hora de losmanifiestos y cle las erposiciones tsóricas, Gutié-rrez conrprendió muy bien que era necesario mos-trar qué habían hecho nuestros poetes por e.\prescrla originalidad de Amér'ica; v tanto las notas quepuso a su antología, como las selecciones que in-cluye están encaminaclas precisamente a destacar yagrupar de preferencia los aspectos nativos y máspersonales de los poetas escogidos. La Arnérica poé-¡lc¿ contribuvó, adernás, a la fijación de un primercuadro de la iírica hispanoanrericana en la primeramitad del siglo xrx, y no fuelon menores sus servi-cios por lo que toca al conocimiento mutuo quehizo posible entre los poetas del Continente, porregla genelal tan ignorados entre sí.

Los esux, os NACToNAT.ES

Y no sólo en las obras de k-,s poetas presentadospor Gutiérrez, sino en casi todos los éscritos, enprosa o en \reíso, hacia mediados del siglo del ro-manticismo se hizo patente el esfuerzo de sus auto-res por cantar los asuntos nacionales, con una vozque si aún no era oripinrl, estaba ya en vías deliegar a serlo. Entre lós varios nrpát"r que pue-den distinguirse en estos asuntos nacionales, lospreferidos por los escritores de la época fueronlos temas históricos, los patrióticos, los indíge-nas, lcs costumt¡ristas, los populares y los descrip-tivos.

47 Juan A{aría Gutiérrez, América poética. Colecciónescogida de composiciones en verso escritas por americanosen ei presente siglo, Valparaíso, 1846.

I-A E,1\{ANCIPACIÓI\I LITERARIA DE ]ITEXICO 53

Lo coroNlel v r-o rN»icBN¡.

Los temas históricos unas veces se quedan en

el pasado inmediato colonial, como en las Tradicio'nei peruanas de Ricarclo Palma o en el teatro delmexicano Rodríguez Galván, y en otras ocasiones

se remontan hasia lo indígena. Por una conversiónmental, explicable por la doble corriente naciona-lista y antiespañola-vigente.en,la éPoca,, 1o colonialse convierte en una especie de Edad A.{edia, a laque se rechaza, mieirtras lo indio se eleva a la cate-goría de prsaclo clásico. Los héroes indígenas son

éxaltados,-como en el pasaie en que aParece FluainaCapac, er La victoria- de Junín de Olmedo, en Laprofecía de Guatimoc de Roclríguez Galván o en

al novela Guatirmotzin de la Avellaneda. Pero tam-bién se intenta interpretar el espíritu o los senti-mientos indios, como lo hace en sus yaraaíes, o can-tos amorosos nativos, el peruano fuIariano Melgar;en forma de versiones parafrásticas de los antiguosDoemas indígenas. comó en Los Aztcctts del mexi-Lano José Jíaquín Pesado, o bien en fortras líricasmás personaleí como el cubano José Atlaría Here-ciia en el Teocali de Cholu.la. De paso cabe agre-gar que las guelras mismas de indepenCencia se

lieroñ complicadas a menudo por propósitos, casi

siempre \¡agbs, de restauración o vindicacitin de loindí§ena, como ocurrió con la rebeiión de Tupac-Amaru en el Perú, a fines del siglo xvIII, o como lodenuncia tácitamente ia denomtnación de Anáhuaccon que se prefería llarnar a México en la épocade los insurgentes. Por otra parte "estaba cierta-mente en el repertorio filosófico y literario de laépoca la idealización del indio".a8

48 Fernández Almagro, Opus cit., p. 64,

JOSÉ LUIS A,{ARTÍNEZ

54 JOSE LUrS MARTÍNEZ

Le parnre

. Lo.r temas patrióticos y cívicos eran también delos más cultivádos. En lá Arg.entina, por eiemplo,se desarrolló un ciclo de poesla patrióiica en tornoa la Asociación de A{ayo,-y en c'asi todos los paísesde Hispanoamérica pbetas como Olmedo, helo,Fernández, Madrid, Acuña de Figueroa, Juan Car-los Gómez, Abigail Lozano y eüintana h.oo, crn-taron las glorias nacionales, l<is triunfos de las armasinsurgentes o los hechos heroicos de los padres dela patr.ia. cuando no apostrofaban a los tiianos quedestruían la libertad rlcién conquistada.

Cosrulrnn¡s ¡¿ puEBLos

Los temas costumbristas y 1os populares casisiempre aparecieron unidos, arinque eh l'a poesía delguatemalteco José Batres MontúTar, el co'stumbris_mo descubre "la antigua y reposada gracia de aquelpaís" ro e.n la er.a colóniaj. Cbsrumblismo y popu_Ia¡ismo derivaron por lo general a la creácián'degeneros poétrcos regionales, como los ,,cielos,, o Iapoesía gauchesca árgentina, o los ,,corridos,,

mexi_c,angs.

_ En. otros aspectos puede recordarse la poe_

sía de Ia vida rural. del cu'bano Domingo del A,ion_te, o los romances costulnbristas y pápuhres delmexicano Guillermo Prieto.

Er, r,,r.rse¡e

. .El paisaje americano, finahnente, alienta ya coninsistente aroma nativo, en el poema La cauíiaa deEsteban Echeverría; en las p.'oesías del mexicano

ae Elenríquez Ureña, Opws cit., p. 1,73.

r

trt

I

I

LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE MÉXICO 55

Fray Manuel de Navarrete; en la Silva a la agri-cubura de la zona tórrida del venezolano AndrésBello, y en los poemas del cubano José María He-redia, y alcanza una expresión ya preciosista en lasdescripciones de María, la novela del colombianoJorge Isaacs.

A través de todas estas modalidades, aquí ejem-plificadas sumariamente, la literatura hispanoame-ricana del siglo xrx emprendió la realización deaquella conquista de su autonomía a la que la im-pulsaron los escritores que a raiz de la indepen-dencia comprendieron el deber que tenían nuestrasletras de ser independientes y originales. Naciona-lismo no equivale por cierto a originalidad, peroes uno de los caminos más seguros para lográrlo.Mas lentamente, en aquellas primeras experienciasde libertad, nuestros escritorés iban recónociendocuáles eran las zonas más profundas en las que ra-dicaba su más auténtica or:iginalidad: eran fórma ymatices de sentimientos, ritmos espirituales, ideásy creencias persistentes, Ias notas (ue en realidadlos definían. Y en la tarea de rescate tanto deaquella originalidad exterior de los asuntos comode esta otra originalidad psicológica, continúan to-davía, cada ,'"r"-ár r"g.,im

"r, ío, pasos, las letras

de Ia América hispánica.

j

,t

IIf

LA EN,ÍANCIPACIÓN LITERARIA ENMÉXICO

Er, preNro,c.MIENTo ¡vrDxICANo DEL PRoBLEITA

El problema de la emancipación literaria no se

plenteó en Aléxico, en la primera mitad del si-

llo xrx, de la misma manéra que en los paises

del sur del continente como Ia Argentina y Chi-le. En N'féxico existía una tradición más antiguey profunda de conciencia nacional, acaso por laímport"ncia de nuestro prsado cultural indí§ene ypor la solidaridad que siente el mexicano por ese

pasado y por la realidad presente de io indio. Aque-Ila conciencia de lo nacional se inicia con la aten-ción que desde los días de la conquista se dedica a

Ias cosas nuestras, por medio de crónicas, descrip-ciones e investigaciones culturales. Ya en el si-glo xvrrr, esta atención comienza a producir unaliteratura folklórica y popularl que aspira a exPre-sar lo distintivo de'A{éxico, y se coñvierte sóbretoclo en el grupo de humanistás, en orgullo y exal-tación de fo 'mexicano. Como adviérte éabrielMéndez Plancarte, aquellos escritores hablan ya de

"los españoles como quien habla de extranieros" 2

y "son. y quieren ser, mexicanot" * y aun, orgullo-sos de Ia patria que han perdido, como Juan Luis

t Cf . Sátira r,nónima del siglo xlrn, Ed. preparada porJosé A4iranda y Pablo Gonzá|ez Casanova, Letras [lexica-nas, Fondo de Cuitura Económica, A,{éxico, 1953.

" 2 Gabriel Móndez Plancarte, "Introducción" a Hurnru-ni¡tas del sqglo xnrr, Irnprenta Universitaria, México, 1941,

p. xr. Biblioteca del Estudiante Universitario, vol. 24.3 lbident, p. xr.

57

I

i

i*III

I

;ltl

58

Maneiro, la prefieren al mejor sitio de la tierra.aPero como no podía ocultárseles que lo mexicanoes Io mestizo español-indio y en esia mezcla el ele-mento diférenciidor y clave es 1o indígena, nuestrosjezuítas del siglo xr,íu estiman parti;llarmente lasculturas prehispánicas, como püede apreciarse enIas obras de Clavijero, Cavo ¡ r\lárqué2.

Pnoool.rrNro oB ro porÍtrco

Por otra parte, debe considerarse el hecho degu.,.i partir del siglo xrx. la preocupcción políticaha sido la domin:rilrc en Nléx-ico. Durante un pe-ríodo de casi cincuenta años después de la consu-mación de la independencia, A,Iéfico vivió en con-tinuo sobresalto por cuestiones públicas. Violentasdisputas y guerras partidaristas,-invasiones extran-jeras .v revoluciones absorbiendo necesariamente laatención de los hombles de letras. Ello determinóque las personalidades intelectuales más distingui-das en aquellos años como Zavala, A,Iora y Alarián,s€ apartasen de le Iiteratura para consagrarse fun-damentalmente al ensa)'o político, a lJ historia yaun a la intervención directi en el gobierno de Mé-xico. Y es preciso reconocer que ñinguna de nues-tras figuras

-literarias de la époci puedé igualarse, en

calidad intelectual y aun eñ dominio déi lenguaje,con el rango de esios hisrol.iadores.

Sin en-rbargo, mientras sus contemporáneos his-panoamericanos, Lastarria, Bello, Gutiérrez o Sar-miento, consideraban que ia literatura era una acti-vidad tan imporranre para la integración culruralcomo podían serlo Ia educación o la conciencia cí-vica y política, nuestros mejores pensadores de

a lbid., p. xm,

LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE N'{É,XICO 59

principios del siglo xlx n-tlnca Parecieron conceder

inuchá importancia a la literarura, en la que qulza

veían un'eiercicio demasiado frívolo e inconsis-

tente Dara épo.rt de perpetuo sobresalto y crisis

sociale's. Auir Ignacio -Rainírez,

"EI Nigromante",maestro intelectual de la época de la Reforma, Pro-Done. en los aspectos literarios de su doctrina, una

i"..iá,", más bien escéptica y destructiva que . de

afirmación nacional. En su pensanllento subslste

aún, quizás un Poco anacrónicb aunque en l\4éxico

siempie vigenté, aquel antiespañolismo que tuvo

,o ,i'tio má"s iustificable en loi años de las luchas

insurgentes y'en los que inmediatamente siguieron'

Y en"generai, sus Iecdones insistentes son más bien

polítiás y cívicas que literarias.

JOSÉ LUIS MARTfN-EZ

PnÁcrrc,t DEL NACIoNALISITo

Estas particularidades de nuestra historia cultu-ral deteririnat:on que en los años- siguientes a laindependencia no iparecieran en N{éxico postula-

cionis doctrinarias, iobre la necesidad de emanci-

pación literaria, como las que se. propusieron en

bnit" o en la Argentina. Pero, al mismo tiempo,

diríase que aquí estas decla,raciones y Programasideotógióos nó er..t del todo necesarios, ya que,

por efécto de aquella tradicional adhesión a lo me-

,.i.urro, a que antes se ha aludido, nuestra literatura

venía cultivando desde la Colonia asuntos nativos /,en la misma época de la independenc-ia' Fernández

de Lizardi tuvt el acielto, excepcional para su épo-

ca, de canalizar nuestra novelísiica por el cauce de

lo costumbrista y de lo popular, que -irían a ser

algunos de los piincipales obietivos de las prédicas

nacionalistas.

60 JOSÉ LUrS X{ARTÍNEZA diferencia de Io que aconteció. en líneas oe_

nerales, en el resro cie Éispanoamérióa, en MéxiZo,por consiguienre, la práctica del nacionalismo lite_

:1-t: ?r...$ió a las ieorías, pues é-stas soio apare_cleron, en torma orgánica y significativa a partirde 1868.

Las oprNioNBs oB Lu¡s n¿ re Ros¡. v oo JosÉ A{aní¿Lernecua

- ,-9,or, todo, es posible encontrar en la primera

mrtad de nuestro siglo xrx, algunas reflexiones so_bre la función de Ii ]iterarura".n el lléxico inde_pendiente, muy diversas por cierto

_a las que pro_ponian los.sudamericanos. Luis de la Rosa, en unartículo sobre la Utitidad de la literatwa en Méxi_co", de 18.14,5 considere las relaciones entre la lite_ratut'a y la. libertad. en los siguientes términos: ,,Enoonde no ha¡- patria

-escribe_ no hay verdaderapoesía; en donde unos cuantos mandaí como tira_nos orgullosos, )' todos los demás tiemblan a la vozde su señor, como.esclavos envilecidos; en dondeno hay, en fin, toda la libertacl-que es compatiblecon.el orden, con la moralidad, ló talentos ,irir-o,participan de. la opresión y de'la afrenra,,, y luegoretrere estas ideas al caso de la literatura mexicaá¿en Ia época insurgente..anricipando doctrinas queaños más tarde desarrollaría Áltamirano: ,,Cuanidocomenzó en n{éxico la sangrienta guerra de inde_pendencia, hubo va verdadela- poesí-a, hubo inspira_cion, porque se concibió 1-a la esperanza de ieneruna patria. . " Este perío,Có cle la'guerra de inde_

. 5..Luis de la Rosa, ,.Utilidad de l¿ literatura en Mé_xlco', en El Ateneo Á{exicano, A{éxico, 1g44, tomo I, pp.270-211,.

LA EMANCIPACIóN LIT'ERARIA DE NIÉXICO 61

pendencia será el obieto de algunos Poemas nacio-nales, que, ojalá y se escriban alguna vez, Para quela literatura lerrante a nuestra patrla un monumen-to". Pero también piensa en- la conveniencia de

que nu€stra literaturá- se ocupe de Ios asuntos na-

iionrles, y agrega: "Cuando lleguen los días de

feliciCad para nuestra patria, cuando el- hombrecontemple' atónito tanta; bellezas, y cuando el ge-nio lie[Le a describir]as, ¿qué otra'literatura ha6rá

en el ñrundo ni nlás eleveda, ni más amena, ni más

espléndida.que la de. nuestro país, cuyos Poetas.ycu1ro5

"ttttrc-res no irán a otrbs pueblos a mendi-

gaí la irrrpiración, ni adornarán zus composicionesóon las g-alas de otra nación, con las bellezas ex-

tranjeras? "Resulta curioso advertir que, a diferencia de

un Lastarria o un Gutiérrez, por eiemplor paraouienes los asuntos nacionales eian un deber de laliteratum y un camino para alcanzar su originali-dad, el méxicano De la

-Rosa piensa en la conve-

niencia de recurrir a lo nacional, sencillamenteporque es Io meior Y porque dcscribiendo tantasbellezas nuestra literítuia )legorá a ser la más ele-vada v espléndidl del mundí. F-sa curiosa inclina-ción (ue'desde los días de la Conquista hasta los

actualés han rnanifestado los mexicanos, Por crear ymantener la levenda de México como el país de to-des las riquezal, bellezas y privilegios.o tiéne en este

pasale de .I

.uis- de Ia. Rosí una expresiórl muy cal'ac-ierística del alejamiento de la realidad que parecíadisting-uir a rluestros literatos de aquellos años.

Oíra reflerión sobrc Ia misión que tocaba a

nuestra literatura independiente se debe a José Ma-

6 Véase a estc respccto el estudio de Daniel Cosío Vi-llegas, "La riqueza le§endaria de N{éxico", et Ex*entos deAmérica, Tezontle, Xléxico, 1949, pp. 82-I11.

I

62

I

:t-JOSÉ LUIS MARTÍNEZ

ría Lafragua y apareció también, como Ia de Luisde la Rosá en'1g44, en la notable revista El AteneoMexicdno. para iÁaugular la asociación literariaf:,^:'l: nomb¡e, .fz; d" f"b;;r-;;"1844, La_X?_g:i.

pronunció u-n inreresante discurso sobre ely!,t-ru y ,obieto de la litcrat?ffd. y en é1, rras de

:..:]::r sob're problemas de caráóter general, sevucrve a Ia lrteratura mexicana Ia que, seíún su oni_nión. acababa de nacer "o

lo, ,ño1-;";"r;';i.#t_li1, pr* apenas

.se currivó .;--ñ -;pil;,

prehis_p.n]:1 . y. colonial. Conquisrada la ila.penaencia

en 1821, "durante tres lust¡os f, prtri", .ltgobiernoy Ia libertad" z ocuparon exclusivamenre los áni_mos de Ios escrirores'que sóto ," ;;;;;;;;.ían nro_piamente a Ia literaturá en Ios ;;";"á;-i;;;;;J;Y;de I.etrán. Más adelante discure f_rfrre* Ia con_veniencia de mantener Ios ojos fi¡or-"t*in, f.trmclásicas o volverlos hacia Ios profi.*rr^.onr.rnoo_:*"': I :"":1"y.: p.oponi.rio,-;Ñ;";;i;;ffi;l§}"1'::':'iil,ttl,s.r.¡ en ninguna materia; imi-rcrrros a tos. antrguos más que en sus produccionesen su estudio: beneficiemoi la mina virgen aún deluuestra patria, creaádo una literatur, "rrrlionrl.,, ,

LA EA4A}JCIPACIÓN LITERARIA DE A,{É.XICO 63pendiente: Ia Academia de Lerán. Los trabajosd"

..:lr_ agrupación se iniciaron, como es sabiáo,en 1836. Pertenecieron a ella la mayor parte de losescritores distinguidos de Ia época: 'Guiüermo prie_,,o,, Jolé María y Juan Nepomuceno Lacunza, An_drés Quintana Roo, Francisco Ortega, FernandoCalderón, Ignacio Rodríguez Galváni Ignacio Ra_mi,rez y .Manuel Eduardo de Gorostiza] entre Iosmás notables. Pero apafte de impulsar nrre.trrs Ie_tras de una manera géneral, ia Aóademia cle I_etrántuvo un propósito nacionalista bien definido. Enstts Metnorias de ruis tiewpos, escritas muchos añosmás tarde, Guillermo prieio, q.r" .o.r,pi.nAe la im_potancia histórica de este prbpósiro'de la asocia_ción, lo destaca con especia'l irisistencia: l,p.r, _í-esc¡ihe-,.1o grande y trascendental de la Acade_mra de Lerrán fue su tendencia decidida a mexica_

\?^: !^ lireratura, emancipándol¿ de toda otra ydándole carácter peculiar.'

,. "Los,folletos p-olíticos .v los poemas patrióticosoreron.et p.nnrer rmpulso a aquella tendencia quea_parecía corno intermirente deiahogo de Ia manerade ser. Alguna oda de lt'agle, los

-canros de Orte_

ga, Don Francisco, y de Lacunza, o Ld batalla deTatnpico,e va tuvieion más formeles aspiraciones;pero realmente no pueden rnencionarse como ca_ractenstlcas.

"No así en Letrán; que aunque había sus imita_dores, sin plan-y sin piemeditación, se procurabaexponer flores de nuestios vergeles y fruta's de nues_tros huertos deliciosos.

"Pesado-en su novelira intitulada El inquisiclorde México, Pacheco en sa Criollo, Ortega en Ner_

I Su autor, Joaquín Nlaría del Casrillo y Lanzas.

Le oene NACroNALrsrA DE LAAc¡r»Br.rre pB Lpr«ÁN

Un testimonio más concreto del esfuerzo reali_

::r:..::-liÍ:l:o p,'r. conquistar ra emancipaciónoe nuestra hteratu_ra, dedicándola a los asuntos na_clonales, nos lo ofrece la primera asociación litera_ria de importancia que funcionó

"" .l U¿rl.o inde_

7..José ,\laría Lafrauga,_,,Carácter y. obleto de la litera_tura", en El Areneo ).íeticano, Até*í.o;"iá¿,ii I, p. rz.e lbidem, I. p. IJ.

64 JOSÉ LUrS MARTÍNEZz1ila,rl Rodríguez Galván en su Moza, en sa Mano_lito de Pisoacrde, en su priaado del tsirrey, Calde_ró¡ en su Adela, y yo en mi Insurgente,-ein variasodas y erl romances, nos referíamos: pesado a loshorrores de la Inquisición, pacheco a Ia condicióndegradante de los

-criollos en México, Ortega a los

aztecas, Rodrrgucz, Calderón y yo. a nuestras cos_tumbres. cuvos curdros rre había yo atrevido aexponer al públic«r en El Domingo,'periódico queredactábamos Camilo Bros y yo,-pronunciándorioscontra los vicios de la eduóaiión clerical v de lossistemas de estudio." 11

,, Advjrtayos de. paso que prieto dice que aque_lla rcndencia nacionelista se practicaba ¿.sin ólany__sin premeditación", es decii, que coincidírri .nella esponráneamenre Ios escritoró de Ia Academiaaunque no se hubiere insisrido aquí. como en laArgenrina.¡.

.Chile. en Ia urgencia áe aquel progrr_ma. Y coincidían en el pro"pósito porque éi erí.r,una tradición en AIéxic-o, tradición visorizada ánaquellos primeros años de vida indepeñdi"rrt" porese redescubrimiqnto espiritual q.-,. é, uno de'losdones de la libertad.

AsuNros NACToN,qLES

Xlas no ernn aquellas cbrrs que señala Guiller_mo Frieto, Ias únióas de la primcra mitad del si_glo xrx en las que se intentaba ,,mexicanizar

la

1o Er,,. Ortega pu-cde ser Fraircisco o Eulalio, ambospoetas de rquellos airos. \'. -\gücros. cn el tomo I deN.o.ret0r cortds.. gue publicó e¡i le Bihliotccr de Aurores

lvrexrlcxnos, rtnbu)-e esta novela cafta, Netzuld. a José Ma_na Lafragua.t1-G.uil]91qo Prieto, Mentorins de t¡is tientpos, Ed. Bou_

ret, París-lléxico, I90ó, tomo I, pp. 716_217,

LA E,A4ANCIP,{CIóN LITE"RARIA Dtr A,,ÍÉ.XICO 65

literatura, emancipándola de roda orra y dándolecarácter peculiar'l En realidad, en todás nuestrasletras del siglo xx, una de las corrientes dominanteses nacionalista y popular y las tcndencias extran-jerizantes.y aristocráticas ion más bicn les excep-ciones. Ya en el repertorio que consigna priei:opueden encontrarse iepresentaáos los dlstintos te-mls en que se ramifica el genérico "asunto nacio-nal": lo patriótico y cívico, lo indígena y lo co-lonial. lo costumbrisie y Io popular. Y en tada unade estas direcciones la literarum de la época dio fru-tos, si no todos acabados y memorables, siempreadictos a las cosas nativas.

-

TBues p¡rnrórrcos y cívrcos

En el género patriótico y cívico se distinsuie-ron poetas como Quintana Roo y Prieto, además delos va mencionados Sánchez dé Taele, Orteqa vCastillo v Lanzas. AIas, como ,ñoro*á, trra""- láadvertirí Altamirano, nuestra tradición de litera-tura cír,ica es de las más débiles, sobre todo si seg9ppary" esas obras con las de un Olmedo, unA{ármol o un Echeverría. Sin embarso, nuestraguerra de independencia fue cantada pr-ofrsrmerrredesde los mismós días de los combater, y

"n los que

les siguieron, José de Jesús Díaz. el priínero, y -a,tarde Guillermo Prieto, con mayór.ampliiud-. yaliento, clearon un romancero sobre los i:pisodiósculminantes i los héroes más famosos de la guerraen que g¿namos nuestra autonomía.

Lo rx»ÍcrNR, p.lsADo crÁsrco

- lor temas indísenas se trataron en esta épocadesde una noeva pérspectiva: la solidaridad coir los

iI

L

héroes del mundo prehispánico, a los que se veíacomo raíces de nuestra nacionalidad, sojuzgada enlos tres siglos coloniales y recobrada con la inde-pendencia. Ya he aludido al sentimiento, comúna países de Hispanoamérica como Chile, Perú yMéxico, que tienen un fuerte pasado indígena, porel que repudian, como una oscura Edad Media, elperíodo colonial, al mismo tiempo que exaltanlo indio al rango de pasado clásico. Esta actitudmental es notoria en poemas como El Anáhuac de

José A,{aría Rodríguez }, Cos, La profecía de Gua-tbnoc de Ignacio Rodríguez Galván, las leyendasmexicanas de José María Roa Bárcena y aun lasparáfrasis de .iosé Joaquín Pesado que llevan elnombre de Los aztecas; en narraciones como Jico-téncatl, de autor anónimo, y Netzula, de Lafraguao de Ortega. Respecto al pasado colonial, el re-chazo a que aludía puede ilustra,rse con las piezasteatrales de Rodríguez Galván, Muñoz, Visitadorde México y El Prioado del uirrey, por eiemplo,aunque ya desde esta época comience a divulgarseesa otra actitud que.ve en lo colonial una era dediscreto y reposado encanto.

CosrunmnrsMo Y PoPULARrsl.{o

El costumbrismo y el popularismo, iniciadosdesde los días de El Periquillo scffniento, pronto se

ven reforzados por el romanticismo que los con-vierte en géneros literarios, y, además, por la co-rriente liberal que cruza dominante nuestro si-glo xrx. Desde 1840 Guillermo Prieto escribe"cuadros de costumbres" y él y muchos otros poe-tas, novelistas y ensayistas hacen del costumbrismoy del popularismo uno de los sectores más ricos yoriginales de nuestra literatura del siglo xrx, y sin

LA EA,IANCIPACIóN LITERARIA DE N'IEXICO ó7

duda aquél que conducia con menores riesgos a lameta clé ia óriginalidad literaria.

Er, pelsnJr

Entre las obras que menciona Prieto, -no hayninguna en que predómine la descripción de la na-

t tíler , que es otro de los caminos rtales del nacio-nalismo literario. Mas siguiendo una tradición de

oaisaiisra oue Darte de la érandeza mexicana de Bal-il,r.n', y es'pleide enla Rusticatio Mexicana deLan'dívar, Ñavarrete, a principios del siglo xrx, lografinos aciertos descriptivosf y más tarde' Carpio yPesado muestran uná sensibilidad ya refinada, aun-

que incierta en su exPresión, para'el paisaie nativo.

Er px.ocnAuA NACIoNALISTA DE AlreltrneNo

Nuestra literatura pudo haber seguido esPontá-

neamente por este camino en que se había encau-zado desdé las primeras décadas de vida indep.en-

diente; pero uno-de los grandes maestros-de México,Ignacio- Manuel Altamirano, comprendió que noeia aún suficiente aquel nacionalismo y que era ne-

cesario un programá coherente Pára que la litera-tura mexicana llegara a ser auténticamente nacionaly original y pari que, rindiendo culto a las tradi-Lion.í v a'loi héro'es. contribuyera a la formaciónde nueítra conciencia cívica. La situación de Mé-xico en 18ó8 exigía un impulso reconstructor de

esta naturaler . tin país qué había sido herido dos

veces, por distintos igresores y en corto intervalo,en su áutonomía terrilorial y política; un país ago-

tado por luchas fratricidas que dirimieron todos los

credJs y todos los cacicaz§os, sólo podía fortale-cerse y engrandecerse con el retorno a la propia

JOSÉ LUIS ¡,,TARTINEZ

,1

l

óó

esencia que le da vida, a su pasado más noble y a

su porvenir más auténtico. La bandera que po-día alentar a un pueblo exhausto y desilusionádodebía ser pues el^nacionalismo y Altamiranc fuequien primero convocó a la aristocracia intelectualde N4éxico para luchar por aquella meta salvadora.

La doctrina nacionalista de Altamirano, temaconstante en la mayor parte de su obra, se encuen-tra expuesta principelmente en las Re,¿istas liters"t'iasde México, de 18ó8; en las crónicas semanaies quepublicaba en El Renscinúento, en 1869; en ei ensayoDe la poesía épica y de la poesía lírica en 1870;'enla Carts a unu poetisa, de 1871, y en los prólogosa las Pasion:arias, d,e N{anuel ArL Flores (1882) y alRormancero ndciondl, de Guillermo Prieto (1885).1,

La médula de esta doctrina es el convencimien-to que abrigaba Altamirano de que nuestras letras,aftes. y ciencias necesitaban nutrirse de nuestrospropios temas 1- temperamento y de nuestra propiarealidad, es decir, convertirse en nacionales, paraque lograran ser expresión real de nuestro puebloy elemento activo de. nuestra integración nacional.La literatura debería sumarse al conocimiento denuestra historia y de nuestras personalidades emi-nentes, al fortalécirniento de nüestra educación yal cultivo de las lenguas indígenas, para lograr iaafirmación de una conciencia y un orgulio nacio-nales en el espíritu popular. El meior legado cleAltamirano queda sin duda en esta revelación que

12 Ignacio 14. Altamirano, La literatura nqcional. F:dí-ción y prólogo de José Luis N,Iartínez, Editorial Forrúa,México, 1949, 3 vols. Colección de Escritores Nfexicanos,vols. 52-54. En esta edición se han reunido los estudiossobre literatura mexicana que escribió Altamirano, conexcepción de sus crónicas y de sus artículos teatrales. Deeila proceden las referencias de las notas siguientes.

LA ENIANCIPACIÓN LITERARIA DE MÉXICO ó9

hizo de la dignidad estética de Io mexicano' men-

saie cue logró conve*it "' la doctrina literaria de

."' ¿r]".^ v" oue aún continúa vigente'-"* ;]ri""é-ó, un" literatura nrcional? -se Prrel

s'unt;ba en el prólog-o al Rowaltccro ltdctoTldl sc

É.ietn- v en caso atirmativo, ¿esta literatura debe

iii.t"".iítt" radicalmente de la literatura esPano-

tj;'i,'-5i'fin-i, opinió" de Altamirano' "nodemos

réñcr \r t"-.nemos de hecho una literatura .iracional';"]l:'JJ;il';;;;;;i"mos de gu: se direrencie

i;ái.I*.^;; de Ie literatura española' Puesto que

il ü;; qo.-'i'ut J" b"'e a ámbas el h misma'

Bastan las modrircation"t que han impuesto a Ia

ffi;;; .rprnol' qot tt h'uÉ en I\iéxico' los modis-

mos de la lengua qot-htbl' el pueblo-indíqena' ios

millares de vocablos de rcda. tlp":i" que }i"i-s.-*¡-

;."fil;el modo común de hablar a sus equlva-

i"ril"i-"rrr¡"Ies haciéndolos olvid¡r para'siempre;

iIffi""iffi'rá.rr,." fin, abundantisim.a 9¡t Ios paises

il.il;;;ñ,"ot,'¡"*Áente con las influencias de

nuestro clima, de "";;;; suelo y de nuestro modo

á" *tt ul,l, ioáo tt'o, rePedmos' Pxr'1 que nuestra

I ireratura .."p:, :^". j;:ái.l*,n *H;,Io,il#dience, autonomlca'+rlr4c ñrre qe han tormado con el fondo de la lengua'

;;;;"1'l; -i',por

qué -se pregunia con exPrestva

ffiil"- ptini"a"'"n otro zueló' balo otro soi' con

nue\-a savta, e trl¡errando en ella púas.de,las plantas

americanas, ,r,-t' "t*'lit;;;;;tí;it;á atuoi a" u

ii;;;;;tp,,"t' no hr de poder constituir a su

;;;; árbál robusio, frondóso y de esnecial as-

oecto. como hx "'ttii¿o con laé '"'""dtl 'i"¡o

irn..o latino?" 15

13 Altamirano, OPrc cit', lll' 169'

7a lbident' iII, 169-170'75 lh¡d., IlI, i70.

JCSÉ LUIS ¡,IAR.Tf}.]EZ

70 JOSE LUrs MARTÍNEZMas a pesar de todas estas

"ir"onrtr.r.ias favo_Tl,-Trlrrtre pasivas, nueslra lit.rrto., no ha al_canzado aún un desarrollo .r" ,;gárár;.ie la nacio_nalidad.y de la originalia.¿""rr5".i;;.. r" advierteen tas letras sudañr:ri".rrr.-"¿'["oZ' ]üLa"olo, no,Io han.impedidor + pü*,Yürli"r' in¡rr.n"i,que, sobre todo er

*fi úF r ;, ;;," :, ;'¿ J"r,: x,i:i .€i:ffi :, T, §," "J[1matlcos que asoraron Ia vita,lidaa,¿"-rq,í.1f", s."_tas.16 Más ellás ndebilidad a" ,,, ool'^tTo-s

fueron tutP'otet aá -i,

i,,:,fffi "J,{ }r i :ffi ll*irxf,: . H#IIo, otmedá, Márnior, E"ü.rr.T;:: a Méxicoun ejemplo, creand_o ,r.r, po.rí, nr"iorrrf, ,aop_Ill*^y: estilg pg_culr'ar y támando rrr"rrunr", ¿"ros anales patrios.rT Su p"oeía ,. áif..*.1, t;-r;:toriamente de Ia errrop.r. En on, i-"r'ael Vielorvlundo, dice Attami¿;, ;;";;;ir."ll""r..rr.ié,,del sentimienro o la.friaidal á"i'irrr,i"'o el vilardor de la orsanizaclAn dr.rar;, ;i:.#", que enel canro ,r"rilrr., ,t.n.i?¿ir-J;r¿"'iliI

Ia naru_¡aleza con su voz .,"rrurriu", ü'prrrár"Éln sus ar_*."r.: suspiros,

9 fi.n .r ¿}ál i""""ri.!i, ,rt.rr_;e, o Ja melancolía con su ,"*¡*'^i""r"risa comoIas pampas".rs Esros poetas f,rr, ,iao grina., po._:,:i.,":iT:l,H'}lJ,.. "o''""',

"';'",X;;',*,,,,,,

c";il;,;;ili,il""l",l#:ff T,rril,Io:i,1"irff ff :mente,.ellos han tenido l" roa*i, a.;;n'r r,Ienguaje poético, adaptándolo a su realidaj l[il:16 |bid., I, n3.77 lbid., lI, BO y 144.)8 lbid., I, 237.le lbid., I, n5.

LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE MÉ.XICO 71

nal. "La lenqua -piensa

Altamirano- debe refle_jar la naturaleza, el-espíritu y las cosrumbres de unpueblo,.y.la lengua española-casttza eru ya pequeñapara reflejar la natura]eza, el espíriru y Ías costum_bres de los pueblos anrericanos"'.20

- iQué debe hacer pues .nuestra literatura paraafirmar su peculiaridad nacional? ,,La poesía i Ianovela mexicanas

-propone el maestro_l debeí serv1-rgenes, vrgorosas, originales, como Io son nues_tro suelo, nuestras montáñas, nuestra vegetación.,, 21

Los escritores mexicanos deben estudiír todas lasescuelas Uterarias, pero aparrarse de la imitaciónservil.22 Una alta misión^p¿triótica debe inspirarsus obras.23 "En nuestra

-historia hay bastántes

asu.ntos .para enriquecer con ellos Ia pbesía heroi_ca." 21 Pero nuestios poetas los han visto con des_dén,25 olvidando que esos temas son una de lasme,ores pren-das de la originalidad de una obra lite_raria,26 olvidando tambián que la poesía heroicacontribuye "a formar Ia verdádera nacionalidad oorla fusión de los recuerdos gloriosos. y a dar a'lasmasas el conocimiento de iu verdad'er.o valor enlos futuros conflictos de su patria,,.27

Altamirano insistió constintemente en esta ma_teria. Creía que para que la nuestra fuese una lite_ratura orgánrca y n9 19 faltasen las raíces, pr.ecisá_bamos de una poesía épica, salud vigorosa de lasIetras y fundamento de-toda expresió"n y concien_

zo lbid" III, 87.27 lbid., l, 14.22 lbid., l, tt.2e lbid., I, 15.z+ Ibid., II, 127.z¡ lbid, II, 130.za lbid, II, l8l.zz lbid., lll, 2t7.

72

{r

cia nacionales. Advertía melancólicametne la in-consistencia y la fugacidad de nuestros cantoresgpi.ot y cíviéos y la

"propensión de nuesrros poeras

hacie el sentimentalismo queiumbrcso. No ll-egó acomprender que sólo drniro'de nuesrra propii ín-dole podíamos clesarrollarnos y que. acasb, nucstraépica había quedado en Ios óscüros poernes indí-genas o, según la tesis de Agustín yáñei, en algunascrónicas de la Conquista.2f Fero cuando apirecióel Ronruncero nocional de Guillermo prieto'-obralimitada a pesar de sus excelencias-, Altamiranocreyó v.er surgir el primer monumenro de la épicanacional que mantendrí¿ vivo en la memoria'delpueblo el recuerdo cle los héroes que forjaron lapatria.

Finalmente, Altamirano completó su doctrinapuntualizando las relaciones entré literatura y pue-blo y.las consecuencias lingüísticas que de áqüellarelación se derivan. Nuestros escritorej

-per-rsába-no deben perder de vista "que escriben p"., u.,pueblo que comienza a ilustrarse".2e Mas para quela literatura puecla ser accesible al pueblo'y lo éx-prese fielmenre, nuestro lenguaje^debe ábrir laspuertas- "a todas ias locuciones que puedan enri-quecerle, _eunque vengan de Ienguaí eXtrañas",3opero .*sí debemos velar porque se mantenga inco-rruptible su carácter" af paia que ,.no á.g.r"r"nucstra hennosa Iengua nacional-en un dialeóto delenguas extranjeras".l, En otro pasaie de sus ensa-

28 Cf. A. Yáñez, "Introducción,, a Crónicas de la Con_quista, Imprenta {Jnivcrsitaria, i\{éxico, 1919. Biblioteca delEstudiante Universitario, vol. 2.

2e Altamirano, Ibidem, I, 68.3o lb¡d., r, 70.31 lbid.32 lbid.

LA EMANCIPACIóN LITER-A.RIA DE I\{ÉXICO 73

vos se muestra más liberal en esta cuesdón sinto-

'^itir^ de la autonomía del castellano en América. "I-os pueblos americanos -dice-

tuvieron su

lensua. de'spués tuvieron sus libertades y sus insti-

to.%tnát p'olíti.ut, Iuego tuvieron. su literatura'e*rni..oÁ su derecho

-en materia de nacionalidad

,, -roai"tott

asumirlo en materia de idioma'" 83 Así

lo't'rrr't hecho ya los poetas zudam.ericanq: -I :Poteso han sido í seguirán siendo originales"'3{ Pero*aouí en Méiico "-llegó a afirmar Altamirano-.na-ruí, no nos hemos airevido todos a dat el grito

de Dolo",'es en todas materias' Todavía recibimos

ál L "* metrópoli PrecePtos comerciales, indus-

triales, agrícolas'y liierariós, con el mismo 'temor

., revereñcia' con que recibían nuestros abuelos las

á.rtigtrm reales cédulas en que los déspotas nom-

brrtan virreyes, prescribían iiest.s o daban la noti-

cia interesante dél embarazo de Ia reina"'S5

La doctrina nacionalista de Altamirano dejó una

huella profunda en las obras de poetas de su tiem-

on .oÁo Manuel M. Flores, José Peón Contreras,

ior., d" Dios Peza ) José Mería Bustillo-s; de no-

íe[stas como Vicenie Riva Palacio' José Tomás de

Cuéllar v Emilio Rabasa, y de investigadores como

iuis GJnzález Obregón y Antonio García Cubas'

Ellos formaron Parte de las gen€raclones .que ac-

tuaron entre 18ó8 y 1894, unó de los períodos de

más fértil actividad literaria en nuestro siglo xrx yal cual ningún otro nombre conviene más que el

de "períod6 nacionalista". En plena época moder-

nista'un grupo de novelistas -L6pez-Fortillo,

Del-

gado, Sal=ado Álvarez y Angel de Campo- man-

s3 lbid., III, 87-88.st lbit¡., III, 88.35 lbid., lr, 14+-145.

IOSÉ LUIS MARTfNEZ

74 JOSÉ LUIS MARTfNEZtuvo esta corriente nacionalista, y aun en la épocacontemporánea, un sector considerable de nuestrasletras ligue y enriquece la ruta que trazara elmaestro.

Le o¡n¿ NACroNALrsrA »nr, LrcEo Hr¡ereo

LA EA,TANCIPACTÓN LITERARIA DE N'IÉXICO 75

tivo de una literatura nacional, asi PgL eiemplo' los

il#;H";;;-dtá' a" 1o'e \Ia,ría-vis.il -que se

;;;;;¿; adelante- v el debate que' en torno

I "ri,

."*,ión, tuvieroi los más conspicuos rePre-

;;á,*"á;i-iiu"t'ritt* y del conse.atismo lite-

i;;#;"ü.r.to n'1"'o"i ¿'ltn*itn'.'o y Francisco Pi-

mentel.La más ilustre asociación literaria que funcionó

en México durante la segunda mitad del siglo xx,el Liceo Hidalgo, mantuvo como objetivo funda-mental el de la creación de una literatura nacional.Sus socios fueron alentados en este ideal por los dosprincipales animadores que tuvo el Liceo, Francis-co Zarco e Ignacio Manuel Altamirano, quienessupieron constantemente impulsar no sólo el des-arrollo de nuestras letras sino, además, dirigirlashacia su madurez y autenticidad. El Liceo celebrócada año, con uni velada, el aniversario de nuestraindependencia y \a memoria de Hidalgo, el liberta-dor; pero, además, en su período de mayor activi-dad, entre 1874 y 1876, organizó numerosas veladasdedicadas a ho.nrar a escritores mexicanos desapa-recidos,

"o*o Érry Servando Teresa de Mier, Frán-

cisco Zarco, Sor Juana Inés de 7a Crtz, AndrésQuintana Roo, Juan Valle, Juan Ruiz de Alarcóny Manuel Eduardo de Gorostiza, veladas éstas enlas que se declamaban poemas alusivos y se leíanestudios y discursos sobre la personalidad y la obrade. aquellos escritores. En el Liceo Hidalgo par-ticiparon activamente los más distinguidos hombresde letras de la época, como sus mismos animad<¡-res, Zarco y Altamirano y además, Ignacio Ramí-rez, Francisco Pimentel, Vicente Riva Palacio, JoséMaría Vigil I Justo Sierra. Los trabajos que pre-sentaban en el Liceo y sus discusiones referíansefrecuentemente a puntós relacionados con el obje-

Lt polÉ,ulce AlTeurn'r¡+o-Fuurr,N:rpr'

Cuenta José López Fordllo y Rgias' en el no-

table prólogo qo" po'o ' 'o no*l' La parcela' qloe

"Eú#;;;"'LiÉ.o'gialgo, que de Dios g!ce' con-

sagró años ha alguna dü sus' sesiones a discutir si

M?xico debería t"""' J-no una literatura' especial'

Si la memori" no no' t' infi"t -añade- don Fl'an-

;lá'iil,,t.f Y n""' Y -ao" Ignacio Y:^tl'i""ú;;";Io"t'o'

lós corifeoi de una y. t"''.t"1]l:1-j"'il;ñJ;; .oo tnt motivo en eruditas discustones'

;;Bi.;;; ;;os el segundo por una, litt"::l1. l:''f:-""ñ" "r.ional

y el" orimero por la conLlnuaclon

ili;H;;;;*o'Ná ñ"-"".onü"do hasta ahora los

I;;;t;ffilr'd. "'t" debate' pero cono-cemos ya Io

;i;n*;i9l. 1, r:r,',;,1':i#' ::; ;,1 |;v';';,:lalsunas notas de st

;';"M\-i;;, ha consignado las opiniones q"::17;; ;;-r;.,"i debate dEl Liceo Hiáalgo"En princtpto'

ñ;;}ñettt"t "l concepto sobre literatura na-

H;;iq"; r,,ui'. o'ott'o' Altamirano' afirmando

que, de aceptar t"'t*oáifit'ciones que el pueblo

ü i-'$r::1T,:::'riffi ¿l[ril',':ü:i.',:m;::ierga de gitanos' u:

ao José López Portillo y Roias' "Prólogo" a La parcel't

(1898). Edició" y P'ói;;J át-'Ánto"io iastro Leal' Edi-

torial Porrúa, lv¿*ito"iiis'-p' l' Col"ttión de Escritores

Mexicanos, vol' 11'

.- !1§- ity

toda clase de incorrecciones, de locuciones viciosas,cosa que no puede admitir el buen sentido, llamadoen literatura buen gusto".i3? Y más adelante re-cuerda Pimentel que Altamirano dijo una vez enel Liceo Hidalgo "'Que así como en México habíahabido un Hidalgo. el cual en lo político nos hizoindependientes de España, debía haber otro Hidalgorespecto del lenguaje.' Le contestamos:

-dice donFrancisco- 'que no sólo un hidalgo de esos, sinovarios, se hallaban en el portal de Santo Domingode. México y eran. los escritores pirblicos, bárbarose ignorantes, a quienes nuestro pueblo llama evan-gelistas, los cuales en toda su plenitud usan la jeri-gonza recomendada por D. Ignacio.' " as

otra _ parte, Pimentel puntualizó qué cuali-

dades debería tener, en su opinión, una -liter¿rtura

nacional: "10.' El autor mexicáno ha de escribir encastellano puro, aunque siéndole pennitido intro-ducir algunos neologismos convenientes. El caste-

]_lr.o. _ 9:, de hecho, el idioma gue dornina en laRepriblica Mexicana, es nuestro idioma oficial, nues-tro idioma literario, Las lenguas indígenas de Mé-xico se consideran como muertas v carecen deliteratura. 2p El escritor mexicano 'debe respetarlas reglas- del arte generalmenre admitidas; perobien puede proponer alguna nueva fundándoli de-bidamente. -?q Al escritor mexicano no le es vedadopertenecer a alguna escuela literaria comc la clá-sica, romántica, ecléctica, idealista, realista, etc.,pe¡o ,sin imitar servilmente a ningún auror deter-minado."ise

37 Francisco Pimentel, Hi¡toria crítica de la poesía mMéxico. 2a ed. Tip. Secretaría de Fomento, N{éxico, 1892,p. 841.

38 Francisco Pimenrel. ibidnn, p. 842.'es lbi.d., p. 975.

LA EN,IANCIPACIóN LITE.RARIA DE MÉXICO 77

Ñ. .r"" que Altamirano haya prestado dema-

siada atención a una dáttti"' co'mo'la de Pimentel'

En realidad, é,t. "p'"i"t't'bu con. toda exactitud

"1, ;il;l;¿adémica'¡' casticista más extrema' aun-

que aparentase transrgir con la frcr11 de. Ios hechos

,J d. 'lm nuevas ideas' Por suP.uT:.o que rno care-

'.iri.- i""t.¿n los ar¡lumtnt"' 'dt Pimentel v no la

tenían toda los d" Ai;;;;;;;' Pt'o' .a la' dístancia'

Dodemos pensar que era tan necesario- el esfuerzo

ffi;;i;;dt;,-r"uátot'o"ario y romántico de Alta-

;1ffi;:.";,"'i' "*'ión púrista de Pimentel' de

.rilrr" clásica y conservadoia' Ellos' Por otra Parte'

;;;;il'",t u'¿ri.o '¡ dsh-ate 9o" .yu,habían cur-

;;5;';"t atrás otros abanderados de los extremos

de la querella entre tfátit"t y románticos: Andrés

;hi: ;*ilá*i,s;-É'""i"o Sármiento' según se ha

á"".";.. "" t, !"gotá" parte de este estudio:

^9i::Itl!"i, a".rrina d'e Altainirano y su mrsma acclon

I"1.rá..""iir.*" 1' altura de las de sarmiento' su

""trÜ" ,tgentino; pero no-podría dccirse otro tan-

f"'á.'üt 'l?.","¿t'Fitntn'eli que carecía-de la ma-

d"uriá;á" i, tiq""'" del'efo,íritu de'Bello' Era

"""i" ¿Jsr".. "r, d"b'"t" caracteiístico del siqlo xtx'

5r1"'rr"."rr.; ";;;i'- r'i"t ¿"t impa.*o p'1óaut11"-

",,r"'criteriosacadémicosytrádicionalistas.porIas nuevas ;¿"t' 'o*aniittt qít luch¿ban por

'la li-

'#t.;;;;, "t

i"¿iu;¿oalismb en todos.los órdenes'

Y t;; filiti.trr"on las ideas de Atrtamirano' tnun-

á-"i-*uié,,, uot'oo" fuese en parte' las de Pimen-

tel. en cucnto '" "llpo'o un fr'eno -a los extremos

i.'l^ü.r.rJenci' ün|ilstica que sólo pasaieramen-

te defendió el maestro'

JOSE LUIS MARTfNEZ

78 JOSÉ LUIS MARTÍNEZ

Las puNrueLizACroNES »e JosÉ MenÍe \rrcrr,

Las doctrinas nacionalistas de Ignacio ManuelAltamirano dieron oportunidad no sólo para el de-bate con Fimentei sino también para otras reflexio-nes críticas en las que se procuraba afinar los tér-minos de este programa literario. En dos ensayos,de 1872 y 1876 respectivamente, de los más lúcidosque se escribieron en nuestro siglo xx, José MaríaVigil definió con notable precisión intelectual elconcepto de una literatura nacional y las condicio-nes que iuzgaba necesarias para su realización; pero,además, llegó a establecer una clara distinción éntrenacionalismo y originalidad. El primero de estosensayos, titulado Algtnas obsemsaciones sobre la li-teratura nacionul,ao fue leído en el Liceo Hidalgo,el ó de mayo de 1872. Se inicia con una evidentealusión a las exposiciones de Altamirano sobre estetema. "Frecuenterlente -dice Vigil- he oído que-

farse a algunos de nuestros más ilustres literatos,de que no exista en N.{éxico una literatura propia-mente nacional, insinuando al mismo tiempo la ideade que los esfuerzos de todas las personas que es-pecialmente se dedican a las bellas letras, debendirigirse a cre¿r esa literatura, a cuya idea dan hastacierto punto un carácter patriótiéo." a1 Tal es elpropósito, pero ¿cuál es el concepto y cuál el con-tenido de una literatura nacional? ''En todos lospueblos de la tierra

-explica Vigil- sus poeras se

han ocupado preferentemente de cantar sus gloriasnacionales, de lamentar sus desgracias presenies, decondenar la corrupción que engendra-esas desgra-

a0 Apareció en El Eco de Ambos Mundos, Ntléxico, 12de mayo de 1872, t. II, núm. 11, pp. 1-2. Btá dedicado adon Anselmo de la Portilla.

+r lbidem, p. l.

LA EMANCIPACIÓN LITERARIA DE ]\{É,XICO 79

cias v de presentar a lo le]os, como una intenciónprofética. ia realización de grandes esPeranzas Poria oreponderancia de su nación y de su raza; y esro

.r,' ,iri duda, Io que en su más grande significado

..tr"r"rra, la idea de una literátura nacional'" 42

Ci'ta a continuación eiemplos antiguos y modernos

de literaturas con caiáctér nacioñal, para afirmar

que: "como la imaginación no puedg crear de Iadada, como necesita tener un punto tle Partida so-

bre que elevarse, y como-este.punto de partida no

puedL ser otro qrre una historiá propia,.tradiciones

bloriosas, aspiración de rtza, y hasta lntortunlos'íi.iot y virtudes peculiares, se'sigue necesariamen-

te que'en donde fálta todo eso no puede existir una

liteiatura proPiamente- nacional, gues no puede to-,rr,

"r, ri§or'ese nombre la- poesla pur.amlnte sub-

ietiva. ,, .i L cual puede refléiarse. el sello de ciertas

lir.onítnn.ias locaies y aun afectar ciertas formas

á. t"ngor¡", sin que pót.to se salga de Ia esfera de

la servil imitación".43¿Cuáles han sido las circunstancias que han exis-

tido en el desarrollo de la literatura mexicana? En

la época colonial Vigil advierte..-que la.sociedad

*.ri.rm llevaba una áoble vida, "lá una ideal, que

la lisaba por los lazos tradicionales con la madre

oatria. .r, i, ott, positiva, digámoslo así, que la fi-iaba al'suelo que' poseía",{a'lo que determinó que

iu,riera los o]o's cérrados a la réa]idad c.1ue la ro-

deaba. Para probar su aserto, Vigil menciona como

los únicos r"ittos nativos que hJ encontrado en las

letras coloniales, una descripción encomiástica de

la ciudad de México en la Comedia El serueiante a

sí naismo de Ruiz de Alarcón, y un elogio de la fe-

tz lbid., p. 2.+s lbid., p. Z.++ lbi.d., p. 2.

'l

cundidaC y de la riqueza de América en un ro-mance de §or Juana, dirigido a Ia dama Porruguesadoña María Guadalupe de Alencastre.

Con la independéncia, sigue exponiendo Vigil,se abrió para [4éxico un horizonte nuevo, se des-

Dertaron'enersías desconocidas y Ia musa mexicana

tomenzó a pr6nuncirr las primeras palabras. Todaslas asoiraciónes populares ie concretaron en eI ob-

ietivJ de "orqrrittát

la independencia. "La poesía

Lntonces empléó sus acentos más terribles para in-culcar el odio a Ios tiranos. para ponderar Ias dul-zuras de la libertad, para enaitecei los derechos del

hombre. . . Se evocáron las sombras gloriosas de

los antiguos aztecas, las inhumanidades cometidas

en la co-nquista, los más bellos episodios de nuestra

historia antigua. no porque se creyera posible res-

tablecer les óosas talés como se haliaban en el tiem-po de A{octezuma, sino porque en tales circunstan-

tias se busca todo aquello que halaga el amoroatrio." "Desde esa épóca -dice más adelante Vi-hil-, puede decirse qu. t" echeron las bases de

úna litérarur'a propia, iiteratura que.ha venido to-mando las formas-adecuadas a los tiempos en que

vivimos y a las exigencias de nuestra sociedad."

Pero coáo "la literatura no es más que el reflelode Io que en Ia sociedad pasa, se comprende desde

luego que su oliEinaiidad debe estar en ProPor-cióñ a

-la originaiidad de los pueblos erl que. se

produce y , tñs tendencias individuales. En el sigloén qo" értamos hav entre los pueblos civilizadoscieró carácter cos-opolita que-es el resultado de

un fondo común de ideas y sentimientos que con-mueven de una manera análoga a todos los espíri-tus, a pesar de las diferencias de lenguas -y d"antecedéntes históricos". "Si la idea de una litera-tura nacional

-continúa exponiendo don José J\{a-

LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE I\'{ÉXICO 81

-' ría Vigil- significa, Pues, una cosa exclusivamente

,rr"rtrí, sin funtos dé contacto con ninguna otra'

sería preciso'renunciar a ella. La misma lengua que

hablainos nos liga invenciblemente a una literaturaa cuyo íntimo farentesco nos es imposible renun-

ciar.'Las sociedádes, por otra parte' no se transtor-man en un día. Debáio de Iaí teorías políticas que

revolucionan las fonnas de gobierno, se conservan

v persisten las costumbres, los hábitos, las preocu-

á"lion"t. que constituyen el verdadero espíritu de

ios pueblo's. Así es óomo puede observarse que

mieátras la poesía más eleváda ha tomado entre

nosotros cier^to giro especial que- se liga con los

srandes dolores v aleeríás nacionales. esa otra Poe-3í" o.r" expresa áát dit..rr*ente Ie vida común yordiiraria,'como la comedia. Permanece apegada a

tiemoos v situaciones que se relacionan con la so-

ciedád eipañola. Lo poco que se ha hecho en este

sentido nb sale de lá esferi de la imitación'. . ytodavía los poetas dramáticos no se atreven a tra-zar cuadros vivos de la vida que los rodea, no Por-que falten elementos para concluirlos, sino Porque,L ,.t.r.tt de chocar ion las preocupaciones de una

sociedad nutrida de otras ideas." al Bte esfuerzo

Dara acentuar la literatura nacional es el que, según

iri.nu, Vigil, está reservado a la sociedad literariaiI,l Li""o Éidrlgo, y sus Poetas deben ser tan auda-

ces como sus compañeros sudamericanos. Nuestra

poesía ha sido más castiza._ más ajustada a los mo-

delos antiguos, y Por ello ha expresado más débil-mente los" sentiinientos de ,ro.rit, sociedad y las

bellezas de nuestra naturaleza.

"En México -concluye Vigil- existen todos

los elementos propios Para constituir una literatura

JOSÉ LUIS A,,IARTfNEZ

+s lbid., p. z,

8: JOSÉ LUIS §{ARTfNEZ

nacional. . . Nuestra historia, tanto antigua comomoderna, abunda en hechos que se Prestan admira-blemente a todos los géneros de la poesía; nuestra

sociedad tiene sus *oáos de ser individual, sus as-

piraciones, sus sufrimientos y hasta sus temores Paraél porvenir. Todo esto puede considerarse como uncampo vastísimo para el genio de nuestros Poetas'que encontrarán en él fucntes inexploladas seme-

iántes a. las imponderab.les. riqueza§ que encierra

nuestro inmenso territorio." a6

Cuatro años más tarde José A4aría Vigil conti-núa preocupado por la necesidad de aiustar estos

concéptos, y en otro ensayo suyo que lleva portítulo' Algu'nas cottsideraci-oncs sobre la literaturamexicanaiT expuso nuevos puntos de vista acerca

del tema. Se áetuvo especiaimente en la distinciónentre literatura nacionai y literatura original, con-ceptos que por entonces'solían andar confundidos.paia Viiil literatura nacional era la que expresaba

a un puéblo que ruviese un modo de ser particular,,.rnqüe eilo ño implicara ni expresara una inde-penáencia política. 'Literatura original, en cambio,

bra aquella^que no revelara. ni por el fondo ni porIa forma, la'imitación servil de-modelos existentes'

Obietivo, este último, mucho más difícil de alcan-

,rr'qo. el prirnero. t\'Iut ,o se detenía aquí el aná-

lisis 'de Vigil. quien se proponía a continuaciónestablecer ín

'ddnde radióabán aquellos elementos

que hiciesen posible, en México, la realización de

rina literatura'nacional y original. Consideraba que

en las literaturas existen elementos cultos y elemen-

tos populares, pero que son estos últjmos, es de-

cir lbs lopularei. los que exPresan más fielmente a la

tri ¡g¡L., p. 2.{? Apaietió cn El Fcderclista, Nlé.ico, 21, 23 y 28 de

septiemÉre, y 5,7, 12, 14 y 21 Cs octubre de 187ó, PP' 1 y 2'

LA EMANCIPACIóN LiTERARIA DE MÉXICO 83

sociedad y los que, por ello mismo' pueden !ll!::-.i""rt *É¡"r", Ll"ttitntos Darx una relativa origtna-

Iidad. Mas ¿por que no'ht*.ot logrado exPresar

"::;;'üi;ib'rái Vigit Io explica cón mucha agu-

deza. por dos motruo's' NIéxito' afirma,' ha conse-

]iifl """' mJ*"ná.".¡' política' pero aún subsisten

E"'t" t.rro elLmentos añtagónicos que' sl Pol tl'orrt" oft..an ellos mismos un vasto -camPo

tema-

ft:;"";";i'.;il"t; retardan -sobre -todo los

;;;.t";;; árógrados o conservadores-' 11 :'t"t-'il;';;;;;i-y%rigi"al'

Por otra Parte vigil' an-

ii.i"anaor" a óbserlaciones sociológicas conrempo-

r#lt,;"tiorrl .á*á tr segundo o-bstáculo P"1 -1,'

..i'"'ia" "" i::ll -f" T"um*ff .'Ho ":A'"J;:;canas, un sentlmleilil;;;t ."mplei o-,. here dado d

". ", 9:-1o-"ta' Y 9ue

.nn."¿., en lbs'mexicanos una timidez qu9 n9 le;t";;.ñÁ, lo nuestro y nos lleva,a las imi-

;il";;;fii;t v al estudio.'exagerado de las lite-

raturas extran,eras. La solución ás po"t clara' Sólo

."- .á"t"s"irá' que nuestra literatuia complete 'su

*rtm .ir"¿" io, ""'ito'"s mexicanos vuelvan los

;ñ; * ft"pi, realidad, la expiesen' exoloren .su

;',opü "i.íriJía y reproduzcan iielmente eI espíritu

de su Pais.

EN euscA' DE uNA NACToNALTDAD PRoFUNDA

Me oarece que Vigil percibía muy claramente

"""';tl;;-rnát ." "que' escribía estas reflexio-

ries, 1876. el problema de nuestra literatura no era

,, i, .or.ooisia de un nacionalismo temático' Cuan-

á; ^M¿;t.';

se encontraba aún empeñado en inte-

aB Cf. Samuel Ramos, El perfil del hoonbre y Ia cultura

m México,2a ed., Robredo, México' 1938'

\

84 JOSÉ LUrS MARTTNEZgrarse como nación y cuando luchaba por organi-zar su vida conforme a los principios liberales, laexaltación de lo autóctono én literatpra resultabauna tarea esencial, era la manera de defendernos yafirmarnos; pero ya superada aquella etapa, era nece-sario madumr aquella otra sus tancia más sutil queconstituye el carácter de una literarura. Este óa-rácter propio, esra originalidad tiene en los temassolamente un camino, pero ella misma consiste enla peculiaridad espiritual que distingue a cada pue-blo, en su personal actifud ante la vida, en su estilo,podría decirse. Ahora bien, este caráctq propio,este estilo, se manifiesta fatalmente en todos los actosde nuestra vida y se marca también en nuestra lite-ratura, aunque ésta se ocupe de los asuntos más exó-ticos. Mas para que esta nacionalidad fatal y pasivaalcance una categoría estética, es necesario con-veftirla en mitos e imágenes con fuerza creadora,profundos y universales.

¿Hemos llegado ya a expresar cabalmente estanacionalidad profunda? Me parece que sólo a. par-tir del período modernista, y más rotundaménteen la época contemporánea, la literatura de Méxicoy la de toda Hispanoamérica han alcanzado ya unaexpresión tan original y nacional como es posibleen liter¿tura. Cuando el escritor de Hispañoamé-rica ha sentido confianza en el rango estético dela realidad de su pueblo y de su tierra, sea o nocomo otras realidades; cuando se ha decidido a ex-presar aquella realidad con los recursos lingüísticosque le son propios; cuando ha aprendido, en suma,a confiar en su propia dimensión, que equivale adecir en sus propias limitaciones, entoncea ha co-menzado a crear verdaderamente una literatura pro-pia de la nación a que pertenece.

Mas ahora que esta autonomía de nuestra lite-

LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE MÉXICO 8'

ratura Parece un hecho obvio e indiscutible' es

plrttiUfi recordar que, Para conquistarla' los hom-

bres que comenzaroIl."'oñ" en'ella hace más de

cien años tuvleron que destruir los despotismo^s-.del

Ñd; t las inerciai mentales de nuestros escnto-

res. Y tuvleron que ganar m-uchas batallas intelec-

;;i¿, "" -*tr'n.'8i|" y fértiles que las batallas

en que con las armas obtuvimos la llDcttao'

l,

l,

I.

ÍNDICE

Le Ermxcrp¡,cróN MBNr,rr, . . .. . .. 7

Anacronismo .... 7

Historia de las ideas literarias 8

Conciencia arnericana 9Supervivencias coloniales .... ..... 11

La reacción de los intereses coloniales ... 13

Necesidad de una emancipación mentai . .. 15

EI futuro contre el pasado . ...... 17

Antiespañolismo ..... 18

Desespañolización . ...22Censuras españolas contra Bpaña ........ 23

En busca de soluciones .... ....... 28

Docrnl:r.{s v Rr.trrz.qcroNEs HrspA}-oA \ rE-RTCAN AS

Circunstanci* prápi.ir; ... :.. : :.. ::....Declaraciones de independencia intelectualCultura originalEl programa de la Asociación de N{avo . .

El discurso de Lastarria de 1842La polémica Sarmiento-BelloLa posición de BelloLa autonomía del castellano en América . .

L¿ "América poética"Los asuntos nacionalesLo colonial y ló indígena ....La PatriaCostumbres y pueblosEl paisaje

III. Ll E¡r¿sc¡p.A.crós LIrnnenrA EN ¡fÉxrco. . .

, El planteamiento mexicano del probtrema..Predominio de lo político , . .

87

II.3l3ttt3+

36,ó424B

+951()53

545+54

57

57

58

fND¡CE

Práctica del nacionalismo ' """" 59

ilffiffi;;;; L"i' de la Rosa Y de José

MaúaLatragua " "" 60

il;;;;;.%nalista de la acrdemia de Le-

trán '"' 62

i;ü,rrtionnt" "' 64

?#;;"p;;'tóticosY cívicos """ 6s

Lo indíqena, Pasacto clásico " " " 65

Costurnbrismo y popularismo ' "" 66

EI paisa]e ."": ""' 67

El brograma naclonaiista de Altamirano ' ' ó7

i.;t;t",;onalista del Liceo f{idalgo "' 7+

il illffi; Ált'-it^tto-Pimentel .'-'-' ,-' ' 7 5

i:.t;,;.*liza.innes de José María. Vigil" 78

;i ffffi" ""'-""i"náti¿"d profunda ' ' 83

:i iiiif i.' :#i'ili',ff :".*',xtrrr"t.t de Gráfica Panamencana'

[';"'ñ.;. Parroquia, 9l l' México'D. F.