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Al hablar de sistemas emergentes autoorganizados se está planteando sencillamente una forma nueva de percibir y estudiar fenómenos que de alguna manera ya eran conocidos, pero que se observaban a partir 'de otros parárnetros. Para tener una idea general de los fenómenos que pueden ser observados desde la perspectiva de los sistemas emergentes autoorganizados en la sociedad, basta con mencionar algunos ejemplos, tales como: el desarrollo de los servicios en espacios urbanos no regulados, el surgimiento de movimientos de protesta, las guerrillas, el terrorismo, el crimen organizado, la aparición de organizaciones no-gubernamentales que asumen funciones que tradicionalmente correspondían al Estado, los chats, los grupos de discusión y los grupos de juego e interés en Internet y, en general, las comunidades virtuales, las iniciativas de los empleados en las empresas para desarrollar su trabajo (al margen de los sindicatos y la jerarquía institucional), los nuevos movimientos artísticos, etcétera, Dentro de esta perspectiva, diversa, provocativa e interesante por su novedad y los retos que implica, se sitúan los trabajos que integran este libro,

LHA LA DEMOCRACIA MEXICANA SILENCIAMIENTO

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Al hablar de sistemas emergentes autoorganizados se está planteandosencillamente una forma nueva de percibir y estudiar fenómenos que de algunamanera ya eran conocidos, pero que se observaban a partir 'de otros parárnetros.

Para tener una idea general de los fenómenos que pueden ser observados desde laperspectiva de los sistemas emergentes autoorganizados en la sociedad, basta conmencionar algunos ejemplos, tales como: el desarrollo de los servicios en espaciosurbanos no regulados, el surgimiento de movimientos de protesta, las guerrillas, elterrorismo, el crimen organizado, la aparición de organizaciones no-gubernamentalesque asumen funciones que tradicionalmente correspondían al Estado, los chats, losgrupos de discusión y los grupos de juego e interés en Internet y, en general, lascomunidades virtuales, las iniciativas de los empleados en las empresas paradesarrollar su trabajo (al margen de los sindicatos y la jerarquía institucional), losnuevos movimientos artísticos, etcétera,

Dentro de esta perspectiva, diversa, provocativa e interesante por su novedad y losretos que implica, se sitúan los trabajos que integran este libro,

Introducción . 9

.''s.

Indice

EMERGENCIA y SILENCIAMIENTO

La función del silencio en el surgimiento de lossistemas emergentes autoorganizados en México

Silvia Molina y Vedia 25

Enciclomedia y el silencio magisterial: expresionesmarginadas y/o emergentes

Enrique González CasanovaMarcela Pérez de Alba Pérezgasga 63

Poblaciones silenciadas, estrategias de supervivenciay autoorganización: un estudio de supervivenciaen la periferia urbana de Hermosillo, Sonora

Manuela Guillén Lúgigo 115

ESTUDIOS DE CASO '

La otra campaña del EZLN, condiciones deemergencia y acción dentro del proceso eiectoralde 2006

Christopher Guevara Acevedo 167

8 INDICE

La Policía Comunitaria: un sistema emergenteautoorganizado para procurar e impartir justiciaen la Montaña y la Costa Chica de Guerrero

Marisol Chan .

La cuestión gay como movimíentoemergente

Luis Alberto de la GarzaNapaJeón Glockner

Comunidades onstianas en México: el desarrollode la Iglesia de los creyentes nacidos en Cristo

Si/via Molina y Vedia

El arte del perfomance como manifestaciónemergente en México

Fernando Ayala Blanco

Comunidades de videojugadores como sistemasemergentes autoorganizados

José Angel Garfias Frías .

LA EMERGENCIA DE LA DEMOCRACIA

La democracia mexicana y emergencia de laoposición

Laura Hernández Arteaga

Conclusiones .

.'-s.

197

231Introducción

267Aclaraciones y antecedentes

315

En 1973 Heinz von Foerster.' físico y poseedor de un pensa-miento lógico matemático irnpecable," comentaba con ciertaironía que sus amigos científicos le anunciaron un día quehabían "descubierto" la existencia del medio ambiente, co-mo si no se hubieran dado cuenta de que todo lo queexiste está en algún medio ambiente y que la misma no-ción de "medio ambiente" es una construcción. Para vonFoerster este comentario era igual al de Jourdain, el' bur-gués qentllhornbre,> cuando a raíz de que le encarga a unpoeta escribirle una misiva a la mujer de la que estaba ena-morado, descubre que toda su vida había estado hablandoen prosa. El estudio de los sistemas emergentes autoor-ganizados es un "descubrimiento" similar a los anteriores,sólo que a pesar de la ironía, cada uno de éstos ha provo-cado cambios irreversibles en cuanto al conocimiento de lasociedad y de la realidad en general (cualquiera que seala forma en que se la defina): Jourdain, en su ingenuidad,supo más sobre sí mismo; el mundo de ~a ciencia y la socie-

351

383

419

1 La referencia fue tornada de "Construyendo una realidad", publicadadentro de la obra La realidad inventada, de Paul Watzlawick et al,. Gedisa,Barcelona, 1988.

2 Heinz von Foerster fue uno de los padres de la cibernética de se-gundo orden, que es la que rige el sistema de todas las computadorasactuales.

3 Se hace referencia a la obra de Moliere titulada El burgués gen-tilhombre.

,.'s.

CAPíTULO X

La democracia mexicanay emergencia de la

oposición

Laura Hernández Arteaga

En México, la democracia vista desde la perspectiva de laautoorganización' posibilita un análisis de largo aliento; másque detenerse en una idea de un pacto o fecha fundacio-nal, esta forma de acercamiento permite identificar que elproceso de democratización en México es eso, un proceso,ya que su temporalidad si bien puede establecerse de ma-nera más acotada, está relacionada con la capacidad delsistema político para crear sus propias estructuras que noemergen de manera autárquica, sino en correspondenciacon el estado evolutivo de la sociedad mexicana del sigloXX.

1 Aquí seguimos la teoría de los sistemas autorreferentes y auto-poiéticos de Niklas Luhmann, para quien la autoorganización y autopoiesisen sí son expresión de que el sistema sólo puede disponer de sus pro-pias operaciones; esto es, dentro del sistema no existe otra cosa queoperaciones propias del sistema, cuya "operación única logra conformardentro del sistema dos acontecimientos fundamentales: la autoorganiza-ción y la autopoiesis. Para Luhmann, autoorganización "quiere decir cons-trucción de estructuras propias dentro del sistema. Como los sistemasestán clausurados en su operación, no pueden importar estructuras. Ellosmismos deben construirías" (Luhmann, 2002, 111) Por su parte. autopoiesis"significa determinación del estado siguiente del sistema a partir de la limi-tación anterior a la que llegó la operación" (/bid., 111).

En esta misma perspectiva, se considera -inspirada en los plan-teamientos de Prigogine- que de las estructuras simples pueden emergerestructuras más complejas.

384 LAURA HERNÁNDEZ ARTEAGA

En tal perspectiva, este trabajo se propone observar eldesarrollo de la democracia mediante la distinción del códigobinario qobíerno/oposición." Proceder de esta manera implicaconsiderar que el sistema de la política mexicana está in-serto en un entorno más complejo y que la democracia sur-gida en ese ambiente ha recorrido su camino de maneraaccidentada en el contexto de una sociedad que se mueveentre la tradición y la modernidad.

En términos generales, se puede afirmar que aunquela distinción gobierno-oposición ha estado presente desdela existencia del México independiente," adquiere contenidoen términos de un código binario" propiamente dicho sólo

2 Para Luhmann, el código principal de la política es superioridad delpoder/inferioridad del poder, esto es, gobernantes/gobernados. A éste sele han sumado códigos secundarios que surgen en contextos históri-cos específicos. Por consiguiente, el código del sistema de la política regidopor la forma democrática es el de gobierno y oposición (Luhmann, 2000,99). En palabras de Luhmann mismo: "propongo concebir la democraciacomo la escisión de la cima: la escisión de la cima del sistema políticodiferenciado mediante la distinción entre gobierno y oposición. En termi-nologia de teoría de sistemas puede hablarse también del código delsistema político, no entendiendo por código sino el hecho de que el sis-tema se orienta a partir de una diferencia entre valor positivo y nega-tivo (... ) en el sistema político, precisamente la diferencia entre gobierno/oposición" (Luhmann, 1997, 162-163).

3 En México como en América Latina, los procesos de independenciafueron sobre todo una lucha por la autonomía política de la metrópoli;una defensa de los novohispanos, principalmente los criollos, por desplazardel "poder soberano" a los peninsulares. En palabras de Fray Melchor deTalamantes (... ), si una colonia tiene dentro de sí misma todos los recur-sos y aptitudes para el sustento, conservación y felicidad de sus habitan-tes, si su ilustración es tal que pueda encargarse de su propio gobierno,organizar a la sociedad entera y dictar las leyes más convenientes parala seguridad pública [... j, semejante sociedad capaz por sí misma de nodepender de otra está autorizada por la naturaleza para separarse desu metrópoli (citado por López Cámara, 1977, 98).

En suma, como bien ha afirmado Federico Reyes Heroles, "el mitofundador de los países latinoamericanos no fue la revuelta democrática,fue la expulsión" (Reyes Heroles, 1991, 29).

4 El código es un esquematismo binario que sólo conoce dos valoresy excluye terceros valores. En la lógica de la teoría de los sistemas auto-referentes, se considera que en el transcurso del desarrollo social sur-gen códigos especiales cuyo origen está referido a los diversos sistemasfuncionales, tales como la política, la economía, el derecho o la religión.

"LA DEMOCRACIA MEXICANA Y EMERGENCIA DE LA OPOSICiÓN, 385

hasta inicios del segundo milenio, cuando se hace efectivala existencia de una relación gobernantes-gobernados eri-gida sobre la base de un sistema de partidos que posibilitala alternancia en el poder, al establecerse elecciones libresy competitivas. Sólo así, como se expondrá en este tra-bajo, es que la democracia como forma de gobierno hadesplazado a la estructura autoritaria que caracterizó a lapolítica mexicana hasta bien avanzado el siglo XX.

1. La democracia y sus contenidos

Se parte aquí, como guía, de una "definición mínima de lademocracia" sugerida por Norberto Bobbio." Democracia concontenidos mínimos es una democracia representativa cuyosustrato es la pluralidad y la incertidumbre con vigenciadel orden jurídico y con aspiraciones normativas. La políticaasí entendida es una política con decisiones y con conte-nido democrático, que no puede eludir su permanente re-ferencia al Derecho."

Al grito de "sufragio efectivo, no reelección", Francisco1. Madero reivindicó la democracia en contra de la dictadurade Porfirio Diaz,? la defensa del sufragio libre y la decisióntomada por el dictador de no hacer efectiva la competencia

5 "( ... ) se entiende por régimen democrático un conjunto de reglasprocesales para la toma de decisiones colectivas en el que están previstasy propiciada la más amplia participación posible de los interesados. Esconveniente agregar que si se incluye en el concepto general de democra-cia la estrategia del compromiso entre las partes mediante el libre de-bate para la formación de una mayoría, la definición que aquí se proponerefleja mejor la realidad de la democracia representativa. Entre estas ins-tituciones están los partidos, únicos sujetos autorizados para fungir comomediadores entre los individuos y el gobierno" (Bobbio, 1986, 9).

6 No es fortuito que en el México de los años 2000 en adelante, ladiscusión sobre la consolidación de la democracia se refiera a la gober-nabilidad y al establecimiento del Estado de Derecho.

7 En el Manifiesto de Madero al pueblo mexicano, dirigido desde lapenitenciaria de Monterrey, Nuevo León, el 14 de junio de 1910, se puedeleer: "recordad que el momento supremo se acerca: que yo, en quien habéiscifrado grandes esperanzas y a pesar de mi papel de candidato que meharía inviolable en cualquier nación civilizada, me encuentro reducido a

386 LAURA HERNÁNDEZ ARTEAGA

por el poder, desencadenaron la revolución mexicana. Si bienla Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de1917 establece como forma de gobierno "una república re-presentativa, democrática, federal" ,8 la gran paradoja del sis-tema político durante gran parte del siglo XX es la con-formación de una forma autoritaria" del ejercicio del poderpolítico. En la conformación de la misma confluyeron varios

prisión por no haber vacilado en defender vuestros derechos, que no sal-dré de esta prisión si no obtenéis el triunfo de mi candidatura: siempreme consideraron peligroso estando en libertad, porque siempre seguirédefendiendo los intereses del pueblo. Por tales motivos y si realmenteconsideráis vinculadas vuestras aspiraciones y vuestras esperanzas conmi personalidad, conquistad en las urnas vuestras libertad y la soberaníadel pueblo ( ... )" (Tomado de Madero: presencia de la Revolución Mexicana,138). En un discurso previo, el 22 de mayo de ese mismo año pero dic-tado en Orizaba, Veracruz, afirmó: "El edificio de la dictadura ya se bam-bolea, ya vacila, ya está próximo a derrumbarse y no podrá resistir alprimer embate del pueblo. Y ese embate lo daremos todos unidos en loscomicios electorales, en ese nuevo campo de batalla en que por primera vezvamos a esgrimir la formidable arma del voto [ ... ] Si yo llegó al poder, serápor vuestro voto, por vuestra voluntad" (lb id. , 128-129).

8Articulo 40, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.9 Para efectos de esta exposición, se parte de la distinción entre la

forma autoritaria del ejercicio del poder y la forma democrática. En estaúltima, las decisiones son tomadas de tal manera que todos pueden par-ticipar en el proceso de decisiones, principalmente bajo los principios derepresentación a través del sufragio universal, para lo cual rige el códigogobierno-oposición. En la forma autoritaria, por su parte, el poder se ejercede manera jerárquica y no existen las condiciones para una competen-cia politica que haga efectivo el que "la oposición" acceda al ejercicio delpoder público.

Esta distinción está inspirada en el concepto de forma desarrolladopor la teoría de los sistemas autorreferenciales y alude al espacio divi-dido en dos por una distinción que, a su vez, está sugerida en el cálculomatemático de George Spencer-Brown.

"( ... ) utilizaremos el concepto de forma de George Spencer Brownen sus Laws of Form. Las formas ya no pueden considerarse más comoconfiguraciones (Gestalten) más o menos bellas, sino como límites,como marcas de una diferencia que obligan a clarificar el lado que seseñala cuando se dice encontrarse en un lado -desde el cual hay quecomenzar para proceder con nuevas operaciones. El otro lado del límitede la 'forma' viene dado simultáneamente. Cada lado de la forma es portanto el otro lado del otro lado. Ningún lado es algo en sí mismo. Seactualiza sólo por el hecho de que se señala ese lado y no el otro. En

"os.LA DEMOCRACIA MEXICANA Y EMERGENCIA DE LA OPOSICiÓN 387

factores reales de poder: una presidencia fuerte que limitóla división de poderes mermando el ejercicio efectivo yequilibrado de los poderes Legislativo y Judicial; una socie-dad civil débil que avanzados los años treinta se subsu-mió al partido en el poder bajo la modalidad del corpo-rativismo estatal, 'o y la existencia de un pluralismo políticolimitado, controlado desde el propio poder público. En es-tas condiciones, bajo un ejercicio del poder y de la toma dedecisiones de tipo presidencialista, la oposición política difí-cilmente podía acceder al ejercicio del poder, incluso mo-vimientos políticos opositores de la posrevolución surgieronde las filas del propio grupo gobernante."

Dicho en términos sistémicos, un sistema político con

este sentido, la forma es autorreferencia desplegada o, para decirlo todavíacon mayor precisión, es autorreferencia desplegada en el tiempo. Hay quepartir siempre del lado señalado y se necesita tiempo para una operaciónposterior: tanto para permanecer en el lado designado como para atravesarel limite que constituye la forma" (Luhmann, 2007, 40-41).

10 Estas relaciones corporativas no son exclusivamente relaciones je-rárquicas de los lideres a los agremiados, al revés también es cierto. Alrespecto coincidimos con Brachet (2004), quien afirma que la estructuraclientelar de los lazos sociales propios al corporativismo abarca la tota-lidad de los nexos sociales, por lo cual se deberia asumir su desapariciónuna vez que se instituyen las elecciones libres. Esta última asevera-ción debe matizarse, pues de hecho, en los años ochenta del siglo XX enfranca entrada de los proyectos modernizadores y globalizadores, se re-funcionalizó el corporativismo de acuerdo a las nuevas circunstancias."Las estructuras corporativas han sido altamente funcionales para laformulación e implementación de las medidas de ajuste y el programa demodernización que ha impuesto costos altos entre los miembros de lascorporaciones" (Casar, 1991).

" Es interesante resaltar que en coyunturas de sucesión presi-dencial se producían disidencias de figuras políticas de importancia en laépoca. Destaquemos el caso del general Juan An,.drew Almazán, quien enel contexto de la sucesión presidencial de 1940 lanza su candidatura enlas filas de la oposición, formando su propio partido, el Partido Revolucio-nario de Unificación Nacional (PRUN). También las sucesiones presiden-ciales de 1946 y 1952 resintieron conflictos en el grupo en el poder. En1946 Ezequiel Padilla no contó con una base de apoyo interna como paratener posibilidades serias de lograr su propósito de llegar a la Presiden-cia de la República. Seis años después, en 1952, el movimiento encabe-zado por el general Miguel Henriquez Guzmán destaca su impacto unavez que se constituye la Federación de Partidos del Pueblo (FPP) en el

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388 LAURA HERNÁNDEZ ARTEAGA

estas características es un sistema con escasa diferen-elación" interna. Ésta se puede observar, por un lado, enla existencia de una Constitución que de jure establece ladivisión de poderes, pero de facto implica el predominio delpoder Ejecutivo; a su vez, la administración pública propia-mente dicha está subsumida a los designios de la polí-tica, por lo cual el centro del que emanan las decisioneses el Ejecutivo, principalmente la figura de su titular." Porotro lado, la escasa diferenciación interna también se mani-

mes de octubre de 1945, sólo reconocida de manera oficial seis añosdespués. Precisamente en el contexto de la sucesión presidencial de 1952,el candidato de la Federación recorrió toda la República, enarbolando el Pro-grama de la Federación, inspirado en el Plan de San Luis y en la Consti-tución de 1917, y en el cual se proponía no apartarse de los ideales de laRevolución Mexicana. Este grupo opositor justificaba su posición argumen-tando que el partido oficial había desviado y hasta negado los ideales dela Revolución (Pérez, 1984, 62). Como resultado de los comicios, el votohenriquista obtuvo un 16% de la votación total nacional emitida, votaciónque provino sustancialmente de las ciudades medianas y grandes. Reivin-dicaron su triunfo y en un acto masivo celebrado el 7 de julio de 1952 enla avenida Juárez de la ciudad de México, como no habían solicitado elpermiso correspondiente a la Secretaría de Gobernación, la policía disol-vió la manifestación resultando 524 apresados y una gran cantidad deheridos" (Pérez, 1984, 39).

Era la últíma vez que un militar aspiraría a la presidencia. Asi, AdolfoRuiz Cortinez arriba a la presidencia de la República. Las bases de la esta-bilidad política en la sucesión presidencial no se verían afectadas sinohasta 1988, cuando se produjo un nuevo movimiento disidente del grupoen el poder (Hernández y Yañez). Ya entrada la década de los ochentasurge la Corriente Democrática al interior del PRI, en 1987, que al paso deltiempo tiene que salir del partido en el poder (lunto con otros miembros delos desintegrados partidos de izquierda) y se integra al Partido de la Re-volución Democrática (PRO). Este último desprendimiento es interesanteporque habría de devenir en una oposición política con posibilidad real deacceder al poder.

12 La diferenciación se refiere a la complejidad de un sistema; la di-ferenciación de sistemas es la repetición de la formación de sistemas den-tro de los sistemas. Esta lógica sistémica y funcional debe adecuarse a lascaracterísticas de México y América Latina como tal, en los cuales el Estadoha jugado un papel relevante en la construcción de un orden social en elque coexisten relaciones sociales tradicionales con modernas.

13 "La primera impresión que uno recibe de la estructura política me-xicana -dice Vernon-, es de inmensas discrepancias entre la forma legaly el aspecto real, que lleva a una enorme concentración de poder en la

"'s.LA DEMOCRACIA MEXICANA Y EMERGENCIA DE LA OPOSICiÓN 389

fiesta en el hecho de que es el gran constructor del ordensocial.

2. La oposición silenciosa y laoposición silenciada

En México, en el periodo comprendido entre 1929 y 2000,se distinguen dos formas de oposición. La primera es aquellaque está ubicada en línea de continuidad con la aspira-ción maderista de una democracia a través del ejercicio yrespeto del sufragio. El movimiento vasconcelista de 1929es un ejemplo paradigmático de esta forma de oposición.Como se puede colegir, es una oposición que se organiza através de los partidos políticos; su travesía por el largo einterrumpido camino de la democracia mexicana" la ha

presidencia. Nominalmente, México tiene una forma de gobierno federal[ ... ] En la realidad, sin embargo, el gobierno federal domina a los esta-dos" (Vernon, 1975, 31).

"La estructura de la rama ejecutiva es fascinante en su complejidad.Innumerables ministerios, comisiones, institutos, comités y corporaciones in-dependientes, parecen depender de la Presidencia. Una compilación fide-digna enumera veintiún ministerios y departamentos ejecutivos, quince comi-tés interministeriales, sesenta comisiones administrativas independientesencargadas de tareas que van desde el control de importaciones hasta laadministración de proyectos de colonización, setenta y ocho institucionesdescentralizadas que operan directamente en campos como petróleo, fe-rrocarriles o la banca, y veintenas de empresas individuales que actúan enlas muchas ramas de la industria ... " (Vernon, 1975, 31).

14 En un artículo escrito en el contexto de la polarización política pos-terior al proceso electoral de julio de 2006, Enrique Krauze señaló: "Paraponderar el grave peligro que se cierne sobre la democracia mexicana,considérese la siguiente estadística. En los 681 años transcurridos desdela fundación del imperio azteca (1325 d.C.) hasta nuestros días. México havivido 196 bajo una teocracia indigena, 289 bajo la monarquía absoluta deEspaña, 106 bajo dictaduras personales o de partido, 68 años sumido enguerras civiles o revoluciones, y sólo 22 años en democracia.

Agrega que este tres por ciento democrático "corresponde a tresetapas, muy distanciadas entre sí: once años en la segunda mitad del sigloXIX, once meses a principio del XX y la década de 1996 a 2006. En elprimer caso, el orden constitucional establecido por Benito Juárez y Se-bastián Lerdo de Tejada fue derrocado por el golpe de Estado de Porfirio

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390 LAURA HERNÁNDEZ ARTEAGA

llevado de ser meramente simbólica, sin que aspirara du-rante mucho tiempo, en términos reales, a acceder al poder,a ser partícipe de una competencia efectiva para conver-tirse en gobierno. Incluso en esta forma opositora hay di-ferencias: no es lo mismo la trayectoria del Partido AcciónNacional (PAN), que la del Partido Comunista Mexicano(PCM). Para distinguir sus formas de lucha y trayectorias,es posible hacerlo mediante un atributo ideológico: izquier-da/derecha."

En lo que respecta al primer lado de la distinción, "de-recha", se distingue también un ala moderada y una radi-cal. La primera tiene una línea de continuidad con los idea-les del movimiento vasconcelista y está representada por elPartido Acción Nacional (1939) bajo la dirección de ManuelGómez Morín, con una ideología inspirada en la doctrinasocialcristiana y cuyas bases sociales provienen de la clasemedia urbana. En la radical confluyeron la clase media ruraltradicional y católica e importantes contingentes campesi-nos, que se agruparon en la Unión Nacional Sinarquista (UNS)que surge en el año de 1937, "expresión agraria y pueblerinade la derecha radical, configurada muy cerca de las líneasorganizativas de los fascios italianos" (Medina, 1995, 154). Deesta tradición es continuador el Partido Demócrata Mexicano,que a su vez fue el cobijo de un ala radical y católica como laOrganización Nacional del Yunque.

La izquierda, por su parte, también tiene una tendenciamoderada y otra radical. En esta última, incluso su postura

Díaz. En el segundo episodio, otro golpe de Estado orquestado por Vic-toriano Huerta derrocó al presidente Francisco 1. Madero. Esta tercera etapa¿será definitiva o correrá la suerte de las anteriores?" (Krauze, 2006).

15 Para Luhmann, en el contexto de la Revolución Francesa surge elcódigo político izquierda/derecha. A la izquierda se encuentran los princi-pios radicales y del lado derecho las tendencias restauradoras. Este có-digo permite mantener una cierta línea de lealtad en el marco de conflictospoliticos (Luhmann, 2000, 94). Esta visión se complementa con la pers-pectiva de Bobbio, para quien el criterio de esta distinción es el del juiciopositivo o negativo frente al ideal de la igualdad. Mientras la izquierdapropugna por un componente igualitario, la "derecha está más dispuesta aaceptar lo que es natural, y aquella segunda naturaleza que es la cos-tumbre, la tradición, la fuerza del pasado" (Bobbio, 1996, 147).

,,~s.

LA DEMOCRACIA MEXICANA Y EMERGENCIA DE LA OPOSICiÓN 391

ideológica ha fluctuado en determinadas circunstancias deuna postura anti-régimen a posturas cotaboracicnistas." Ensus filas se encuentra un abánico amplio de influencias doc-trinales: marxismo-leninismo, trotskismo, maoismo, euro-co-munismo y nacionalismo revolucionario. Durante los primerossesenta años del siglo XX, destaca el papel del PartidoComunista Mexicano, creado en 1918, el cual se caracterizópor sus divisiones internas; en 1950 se presenta una divisióny se crea el Partido Obrero Campesino de México (POCM),que después se mutó a Movimiento de Acción y UnidadSocialista (MAUS). La Liga Leninista Espartaco también surgióde las filas del PCM. Por su parte, el ala moderada está re-presentada por la izquierda Lombardista (Labastida, 1991 ySemo, 1985). Al mismo tiempo, sus oscilaciones ideológicasse han matizado conforme se ha avanzado de un sistemade pluralismo limitado a un multipartidismo con posibilidad dela alternancia en el poder.

En los últimos treinta años, posteriores a la Reforma Po-lítica de 1977, la izquierda se fue desplazando de posicionesradicales a moderadas y se fueron fusionando distintas or-ganizaciones y partidos. Y una vez que el PCM obtuvo suregistro condicionado (4 de mayo, 1978), se abrió una ten-dencia hacia la unificación de la izquierda: del surgimientodel Partido Socialista Unificado de México (PSUM) pasandopor el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), concluyóen la conversión del Frente Cardenista, de fines de los añosochenta y en la constitución del Partido de la Revolución De-mocrática (PRD). "Este proceso le hizo perder su identidadde izquierda y su espacio de poder?" (Schmidt, s/f).

16 Alberto Aziz propone clasificar a la izquierda por su ideología o porsu componente estratégico, o por sus diferentes. ramas y raíces históri-cas; distingue entre la colaboracionista, la oposicionista y la de los movi-mientos sociales o apartidista (Aziz, 1992, 359-360).

17 "Poco tiempo después de su legalización en los setenta, el PCM sefue moviendo paulatinamente hacia el centro. Primero eliminó lo comunistapara llamarse Partido Socialista Unificado de México y, más adelante,simplemente Mexicano Socialista. El siguiente paso fue nominar a un can-didato presidencial no marxista (Heberto Castillo) y, por último, a través deuna coalición con una escisión priísta -aunque ésta se considere iz-quierdista-, se convirtió en Partido de la Revolución Democrática (PRO)".

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392 LAURA HERNÁNDEZ ARTEAGA LA DEMOCRACIA MEXICANA Y EMERGENCIA DE LA OPOSICiÓN 393

16 Cfr. Molina y Vedia en este mismo libro. Para Pulccinelli, el silencia-miento es una expresión polítíca del sílencio e ímplica de una u otra ma-nera la retórica de la opresión y de su contraparte: el oprimido (Pulccinelli,1992, 30, 31).

19 La guerrilla en México apareció después de la revolución cubana eimplicó una radicalización del reformismo e incluso del nacionalismo de losgrupos de izquierda.

20 En Guerra en el paraíso, de Carlos Montemayor, se lee: "Lo que yopuedo decir es que si en Guerrero hubiera habido una política de con-ciliación, posiblemente no estaríamos lamentándonos ahora de la gue-rrilla de Genaro, que está dentro de eso que llamamos izquierda delirante.Muchas ideas son utópicas, pero sus programas son subversivos, incitana la rebelión. Asi que tiene que vérsele como delincuente, como enemigodel orden. Aunque lo obligaron a asumir esa postura violenta políticosincapaces. Primero, por la falta de apertura del gobernador Raúl Caba-llero Aburto, que fue destituido por la lucha cívica de Genaro; después porel rechazo constante del siguiente gobernador, Raimundo Abarca Alar-eón, y por los caprichos de Miranda Fonseca, que era secretario de lapresidencia y que impuso como gobernador a Abarca Alarcón" (Montema-yor, 1991, 13-14).

el fracaso de su disputa por los cauces institucionales, de-cide internarse en la montaña y crear comités de luchaclandestina.

También se da el caso de movimientos más moderadoscomo el Movimiento de Liberación Nacional. Este se cons-tituyó en agosto de 1961, impulsado por el expresidenteLázaro Cárdenas, el Partido Comunista Mexicano y el Par-tido Popular Socialista. En su ideario se planteaba la luchacontra el imperialismo, la independencia económica y polí-tica, y la democracia e independencia campesina y sindical(Moguel, 1989, 109). Al revés es igualmente cierto, en losaños setenta, posterior a la instrumentación de la ReformaPolítica de 1977, líderes guerrilleros se incorporaron a ladinámica organizativa de la lucha política mediante los par-tidos políticos.

No sólo ha habido expresiones sociales propias de mo-vimientos de izquierda, también los hay de posturas ideo-lógicas de derecha y extrema derecha; sólo se mencionanunas cuantas expresiones, tales como el movimiento PRO-

VIDA, cuyo antecedente está en los grupos de corte fascistaJuventud Lasallista y la Juventud por la Vida, que surgen amediados de los años setenta; la Liga Nacional de la De-fensa de la Libertad Religiosa (LNDLR), Acción Revolucio-naria Mexicanista (Camisas Doradas), los Legionarios deCristo y el Opus Dei.

Para los propósitos de este trabajo se abunda en laoposición político-partidaria por ser este conducto organi-zacional e institucional por el que transitó la democraciaen México, si bien no se omite que los movimientos socia-les que se generaron en determinado contexto históricofueron un entorno sin el cual la política no hubiera adqui-rido características de verdadera pluralfdad, ni se hubierahecho posible que la -oposición política en México accedieraal gobierno.

Un segundo tipo de oposición se refiere a aquella queno necesariamente está interesada en la contienda poi íti-co-electoral. El concepto tiene un contenido más extensoy sus áreas de acción están más ubicadas en los movi-mientos sociales, sean movimientos por la demanda detierra, de tipo sindical, urbanos e incluso movimientos an-tisistema. Aunque analíticamente estas dos formas oposito-ras se plantean como distintas, en el México de la posre-volución se pueden observar momentos específicos 'en loscuales grupos con pretensiones de participar en la con-tienda electoral, como una fórmula para concretar sus aspi-raciones y demandas sociales, son "silenclados?" y obliga-dos a radicalizarse y convertirse en querrilleros ." Tal es elcaso de la trayectoria del movimiento encabezado por Ru-bén Jaramillo, que inició en 1946 con la creación del PartidoAgrario Obrero de Morelos y desembocó, a fines de los añoscincuenta y principios de los sesenta, en una lucha basadaen tácticas guerrilleras inspiradas tanto por la Revoluciónchina como la cubana (Padilla, 2004, 217); del movimientoencabezado por Genaro Vázquez, quien al contender poruna diputación, que no le fue reconocida, en 1960 promovióel Comité Cívico Guerrerense," y ocho años más tarde ante

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3. Un sistema que inhibe y alienta,La oposición partidaria

que ni siquiera se contempla la posibilidad de una rotaciónen el poder" (Sartori, 1987, 278).

El sistema de partido hegemónico y el presidencialismose constituyeron en elementos estructurales definitorios delsistema político en México, lo que les permitió controlar lapolítica propiamente dicha y los procesos electorales hastamediados de los años noventa. La paradoja es clara: era ungobierno que se observaba a sí mismo como democráticoporque legalmente permitía la existencia de partidos políti-cos, pero en el ejercicio del poder real utilizaba mecanismosde control político" para proteger la permanencia del sis-tema de partido heqernónico." Hacia los años cincuenta lospartidos con reconocimiento oficial, PAN, PARMY PPS no sig-nificaban un peligro real al partido en el poder, el PRI.26 De

El sistema político de la posrevolución se caracteriza porla conformación de una forma" autoritaria del ejercicio delpoder. La institucionalización de los mecanismos de suce-sión y el fortalecimiento de la figura presidencial, sumadoa la conformación de un partido hegemónico, fortalecieronlos mecanismos de control del Ejecutivo sobre la política yla economía nacional, con lo que se conformó un sistemapolítico en el cual la presidencia extendió su ámbito de in-fluencia más allá de los límites permitidos teórica y cons-titucionalmente.P El "presidencialismo mexicano encuentrasus bases político-institucionales de poder en un conjuntode arreglos institucionales que definieron una estructura noequitativa de acceso y distribución de poder" (Casar, 1996,62). Sumada a esta característica, figura la existencia de unpartido" (PNR, PRM, PRI) que se constituyó en una piezacentral del sistema de la política mexicana. Giovanni Sartoriha definido al mexicano como un sistema de partido hege-mónico, porque "no permite una competencia oficial por elpoder, ni una competencia de sistema de facto," y no pro-duce la alternancia. De hecho, ésta "no puede ocurrir, dado

24 Por control político "se entiende la capacidad de las autoridades pararegular y dirigir la forma y contenido de las demandas y apoyos politicos alsistema, así como la naturaleza de los actores del mismo" (Meyer, 1977, 7).El control político posibilita que las estructuras del sistema político selec-cionen "aquellas demandas que se pueden absorber, y de suprimir aquellasque son incompatibles" (Reyna, 1979, 12). Entre los varios recursos de con-trol político figuran, según José Luis Reyna, los mecanismos legales, me-didas abiertas de manipulación, la cooptación, la corrupción y, el casoextremo, la represión y la violencia. El control político "es un conjunto demedidas que pretenden ser legítimas, aplicadas por el sistema para man-tener a la mayoría de los grupos en los límites prescritos por él mismo"(Reyna, 1979, 25).

25 "El sistema de partido hegemónico en México es en muchos senti-dos único. Ha podido conciliar durante décadas un antagonismo profundoen su estructura y funcionamíento: la falta de competitivídad con la exis-tencía legal de varios partidos, lo que se ha traducido en su legitimacióndemocrática básica, sin poner en riesgo la hegemonía del partido oficial.Esta difícil combinacíón ha sido resultado del origen mismo del sistemade partidos en cuya cúspide ha quedado uno que goza de la protección yapoyo total del Estado, y de una constante legislación electoral desde 1946,modificada cuando es necesario para fomentar la participación opositora.pero en condiciones de hegemonía oficial" (Crespo, "1991, 71).

26 En este sentido, es 'lógico que estudiosos de la política mexícana laobservaran con escepticismo. Para Arnaldo Córdova, la oposición polítícaen México era por naturaleza "antigobiernista". "En México, la oposiciónsiempre ha estado fuera del gobierno y el gobierno no ha aceptado nuncaa la oposición como una fuerza alternativa en el ejercicio mismo del po-der. La oposición en México no lucha por alcanzar el gobierno, como luchala oposición en cualquier país democrático, sino que necesariamente luchacontra el gobierno" (Córdova, 1991, 27).

21 Supra, nota 9.22 "El carácter hegemónico del partido revolucionario, junto con el

hecho de que desde 1935 dícho partido sea lidereado por el presidente de laRepública en turno, han tenido efectos devastadores sobre el Legíslativocomo órgano de poder. El partido revolucionario penetró las arenas ejecu-tiva y legislativa y sírvíó como correa de transmísión entre poderes. Peroal concentrarse el liderazgo del partído en el Poder Ejecutivo, la correa detransmisión se convírtió en fuente de excesiva delegación, uno diría caside capitulacíón, para el Poder Legislativo. El peso abrumador del partidorevolucíonario se reflejó en las cámaras del Congreso: con la mayoríaabsoluta (la mitad más uno de sus míembros) y calificada (dos tercios desus integrantes), la diarquía presidencia de la República-PRI pudo gobernaral país en el marco de la Constitución y sin necesidad de buscar arribar aacuerdos con partidos políticos ajenos a la coalición revolucionaria" (Lu-jambio, 1996, 211).

23 En opinión de Lorenzo Meyer, las principales características delsistema de control vigente empezaron a tomar su forma definitiva a partir dela creación del Partido Nacional Revolucionario en 1929 (Meyer, 1977).

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hecho refuerzan la propia lógica del sistema de partido he-gemónico. Uno de los opositores con más presencia quizáhasta ese momento, el PAN, surgido al calor de las refor-mas cardenistas de los años treinta, es un partido que seajusta a los patrones de comportamiento formal que le ofre-ce el sistema" (Loaeza, 1981).

La existencia de esta forma autoritaria inhibió la posi-bilidad real de la existencia del código gobierno-oposiciónporque uno de los lados de la distinción -oposición- notenía las condiciones institucionales para competir por elgobierno, ni los factores reales de poder se lo posibilita-ban, pues se inscribía en un entorno en el cual el grupogobernante disponía para sí prácticamente de los meca-nismos institucionales, legales o no, para protegerse o libe-rarse según las circunstancias históricas y los niveles demovilización política y social." Uno de ellos -como hemosdicho- es permitir la existencia de partidos políticos paramostrarse como un sistema en el que predomina el pluri-partidismo. Ello se constituye en el entorno en el cual emer-ge la ruta hacia el asentamiento de la democracia, puesla arena política a largo plazo se convirtió en el espacio pri-vilegiado de los grupos opositores para hacer valer susdemandas de flexibilización y democratización.

Este camino no ha sido fácil, en distintos momentosy con distintos grados de intensidad la oposición de iz-quierda y derecha ha presionado al sistema para obligarloa abrirse a la competencia política.

Desde la óptica del sistema, el recurso de la reformaelectoral ha sido uno de los instrumentos privilegiados decontrol y liberalización. La legislación electoral desarrolló unpapel central en el predominio del sistema de partido he-gemónico; a partir de la Ley Electoral de 1946 se estable-cieron requisitos más rigurosos para el reconocimiento departidos nacionales; el control del proceso electoral estabaen manos del Ejecutivo, la Comisión Federal Electoral fuela encargada de las elecciones federales de 1946 a 1988 ysu titular era el Secretario de Gobernación."

En esta dinámica de control y liberalización, en 1963 seaprobó una reforma electoral para ampliar las posibilida-des de representación de la oposición, mediante la figurade los diputados de partido, con lo cual se estableció unsistema mixto de representación. El propósito era fortalecerla imagen de que en México existía un sistema de parti-dos pluralista, debido a que para esos años los partidos deoposición con registro en su conjunto apenas ocupaban el4.1% de las curules (20 de las 483).

Ante ello, la Cámara de Diputados fue el espacio quese abrió a la disputa electoral, con controles, claro está.El acceso al Senado tardaría todavia unas décadas. Dehecho, la llegada de un partido opositor a la Cámara de

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111111 27 En el contexto del sistema de partido hegemónico, Soledad Loaezase referió al PAN como una "oposición leal", la cual se define "como unafuerza políticamente organizada que vindica los intereses de una mino-ría participante, pero dentro de los límítes del marco ínstitucional dentro delcual actúa. Al aceptar las reglas establecidas del juego político nunca de-safía su funcionamiento ni las bases constitucionales del sistema, tácitay explícitamente contribuye a su estabilidad y legitimación" (Loaeza, 1981,169).

26 En su fase de consolidación autoritaria en los años cuarenta ycincuenta llama la atención el así denominado delito de disolución social, enun contexto históríco de "unidad nacional" justificado por la Segunda GuerraMundial, que restringía movilizaciones sociales y políticas recomendandoel encarcelamiento de todo aquel bajo sospecha de desestabilizar al sis-tema, o de excluir de sus filas a sus antiguos aliados, como fue el casode la izquierda lombardísta, la cual primero fue desplazada de la dirigen-cia de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y, posterior-mente, se convirtió en oposición política una vez creado el Partido Popularen 1948.

29 Jacqueline Peschard ha afirmado que la Ley Electoral del año de1946 "marca el inicio de la institucionalización de los proceso electoralesen México. Este marco legal "normaría los procesos electorales federa-les, así respondía ya a las exigencias de un sistema de partido hegemó-nico en la medida en que se caracteriza por: 1. El control centralizado delgobierno sobre la organización, el cómputo y la calificación de los comi-cios (por la presencia privilegiada del gobierno y su partido en los órga-nos electorales). 2. El ingreso restringido de los partidos políticos a la arenaelectoral (por los enormes requisitos que se exigían para acceder al regis-tro y por la total discrecionalidad de la Secretaria de Gobernación paraotorgarlo o retirarlo). 3. El método de escrutinio mayoritario y la autocalifi-cación (porque no daba cabida a las minorías y se sancionaba a sí mismo)"(Peschard, 1993, 101).

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Senadores se da a principios de los años setenta con laincorporación a esta representación de Jorge Cruickshank, delPPS, por el estado de Oaxaca. Esta representación fueproducto de una negociación de la dirigencia del PPS conla dirigencia del PRI, ante el no reconocimiento del triunfode Alejandro Gascón Mercado como candidato del PPS ala gubernatura de Nayarit en las elecciones celebradas en elaño de 1975 (De Remes, 1991, 99).

Esta reforma electoral también es una respuesta a laactitud limitativa del sistema para tolerar la competencia, loque había obligado a la oposición a dudar de su propiaparticipación en la contienda electora!" como fue el caso,en 1958, de la decisión de la dirigencia panista para quesu representación en la Cámara de Diputados no se pre-sentara a tomar sus cargos y el retiro de su representantede la Comisión Federal Electoral (De Remes, 1991, 103). Porsupuesto, esa flexibilización no fue tal como para haberreconocido la incorporación de nuevos partidos políticos, porlo cual el PCM se mantuvo en la clandestinidad.

Como puede observarse, la arena político electoral es-taba prácticamente reservada para el PRI y ello se pudogarantizar por la estabilidad política y el crecimiento eco-nómico que experimentaba la sociedad en esos tiempos.La industrialización se profundizó en el contexto de la Se-gunda Guerra Mundial y tuvo efectos significativos en lasociedad como tal. Sus niveles de urbanización y de cre-cimiento demográfico impactaron en el carácter de las de-mandas de los grupos sociales.

A fines de los años sesenta se muestran los signosde agotamiento del modelo económico del "desarrollo esta-bilizador" y el surgimiento de un ciclo de crisis económicasque se inicia en las postrimerías de los sesenta. Precisa-mente derivados de los efectos sociales y de marginación,aparecieron en la escena pública movimientos sociales de

carácter rural y urbano, sindicales e incluso guerrilleros quepresionaron al sistema para abrir la arena política.

Importante a este respecto fue el movimiento estudiantildel año 1968. El desafio de los estudiantes al sistema esuna expresión clara de] reclamo de una sociedad cadavez más compleja que no se ve representada por los me-canismos tradicionales del ejercicio del poder público.También es manifestación del desgaste del partido hege-mónico, como lo atestigua el surgimiento de diversas orga-nizaciones de izquierda tanto en las zonas rurales como enlas urbanas a principio de los años setenta e incluso elreclamo de democracia al interior de los sindicatos incor-porados a las corporaciones oficiales, como el Congreso delTrabajo y la Confederación de Trabajadores de México.

Frente a estos cuestionamientos a su legitimidad y eldesgaste del sistema de partido hegemónico, el sistemaoptó por encauzar el descontento social, no por la vía dela violencia, sino por la electoral. En palabras del secretariode Gobernación durante el gobierno de López Portillo, "en-durecernos y caer en la rigidez es exponernos al fácil rom-pimiento del orden estatal'?' (Reyes Heroles, 1977, XI-XII).El punto de inflexión del desgaste del partido hegemónicolo constituye el contexto de la elección presidencial de1976. Para la contienda electoral, en térm inos estrictos, sólofiguró la candidatura del PRI, con José López Portillo, a cuyacausa se sumaron el PPS y el PARM. Mientras que el can-didato del PCM, Valentín Campa, sólo lo fue simbólicamente,pues su partido no tenía reconocimiento legal.

En este contexto es que se formula la Reforma Políticade 1977, por medio de la cual se ofrecieron incentivos a lospartidos opositores para presentar candidatos a puestos de

31 Esta afirmación es· parte del discurso pronunciado en el marco delsegundo informe del gobernador del estado de Guerrero, Rubén Figueroaen 1977. Ahi mismo se lee: "Frente a esta pretensión, el presidente LópezPortillo está empeñado en que el Estado ensanche las posibilidades dela representación política, de tal manera que pueda captar en los órganosde representación el complicado mosaico ideológico de una corriente ma-yoritaria, y pequeñas corrientes que, difiriendo en mucho de la mayoritaria,formen parte de la nación" (Reyes Heroles, 1977, XI-XII).

30 Durante las primeras décadas de existencia del PAN. sus asam-bleas generales registraron frecuentes debates sobre su participación enlas elecciones, que incluso consideraban elecciones arregladas, o su abs-tención a participar y "desenmascarar" al PRI (Eisenstadt, 2004, 78-79).

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elección." Con esta reforma incluso se incorporó a lasfuerzas de izquierda radical que consideraban a las elec-ciones como un mero instrumento para hacer la revolución.También "silenció a los críticos desde la derecha, y evitótemporalmente que las élites empresariales recurrieran alPAN" (Eisenstadt, 2004, 84).

Los primeros signos alentadores de la Reforma Políticay su impacto en el espectro partidario se vieron en la elec-ción de 1982, que contó con nueve partidos y siete can-didatos." Desde ese momento hasta el año 2000, la arenapolítico electoral se convirtió en el espacio por antonoma-sia por la disputa democrática. Como afirma Todd Eisens-tadt, los efectos de la reforma de 1977 en su ruta hacia lademocratización en México se hicieron más evidentes enel contexto de la crisis económica, con la vigencia de losprogramas de ajuste y las consecuencias que ello tuvo alalentar votos de protesta contra el PRI y "empezó a debi-litar la disciplina del partido anticipando la marcada divi-sión que habría de seguir a fines de la década de 1990"(Eisenstadt, 2004, 84).

Es interesante hacer notar que con el marco de estaReforma Política, se va diluyendo el recurso de las movili-zaciones sociales y de la violencia social como factor decambio político. Empero, no se erradica del todo y quedacomo una opción latente de la izquierda opositora. De elloda cuenta el estallido del movimiento del Ejército Zapatistade Liberación Nacional en 1994. Como se verá más ade-lante, el movimiento del EZLN obligó al gobierno federal aimpulsar una reforma electoral para dar certidumbre en laselecciones que se llevarían a cabo ese mismo año, asícomo ofrecer incentivos al PROpara no salirse de esta vía.

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4. La arena política como espaciode la democracia

32 Con esta reforma se modificaron los artículos 6, 41, 52 al 55, 60,61, 65, 70, 72, 74, 76, 93,97 Y 115 de la Constitución y se aprobó la nuevaley electoral, la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Elec-torales (LFOPPE). La Cámara de Diputados se integraría por 300 dipu-tados de mayoría y 100 de representación proporcional, estos últimos des-tinados exclusivamente a los partidos minoritarios. Se estableció la figura delregistro condicionado al resultado de las elecciones, por el cual nuevospartidos tienen acceso a participar en las mismas, pero se mantuvo la fi-gura del partido nacional para presentar candidatos a cargos de elecciónpopular. Sin embargo, por la composición del organismo encargado delproceso electoral, la Comisión Federal Electoral, el gobierno mantenía elcontrol del proceso electoral (Molinar, 1991, 98).

33 Debido a esta Reforma, obtuvieron su registro los partidos Comu-nista Mexicano, Demócrata Mexicano y Socialista de los Trabajadores, loscuales ratificaron su registro al obtener más del 1.5% de la votación enla elección de 1979. Así, en las elecciones presidenciales de 1982 parti-ciparon 9 partidos que presentaron un total de 7 candidatos presidencia-les: Pablo Emilio Madero (PAN), Miguel de la Madrid Hurtado (PRI), ArnoldoMartínez Verdugo (PCM), Cándido Díaz Cerecero (PST), Rosario Ibarra dePiedra (PRT), Manuel Moreno Sánchez (PSD) e Ignacio González Gollaz(PDM). EL PPS y el PARM apoyaron al candidato del PRI (Molinar, 1991:107). .

El fin del ciclo intervencionista estatal y la adopción deuna política de reformas estructurales centradas en el mer-cado y en la inserción en la economía global, constituyenun entorno en el cual este reclamo por la democraciaavanzó con más celeridad que en los años que corren demediados de los cuarenta a principios de los ochenta> Laprofundización de la liberalización política (Linz y Stepan,1996) caminó en paralelo con las reformas modernizadorasde los años ochenta, iniciadas por el gobierno de Miguel de laMadrid y profundizadas por los de Carlos Salinas de Gor-tari y Ernesto Zedillo. Como señaló Todd Eisenstadt, el cam-bio económico estructural causó la apertura electoral. La"crisis económica creó las condiciones propicias para la rebe-lión electoral a partir de la década de 1980. Sin embargo,

~34 De hecho, la "ola democratizadora" en América Latina coexistió con

el predominio de una visión sobre el Estado fincada en el rnercado. De unEstado "máximo" que señoreaba a la sociedad (en unos países más fuerteque en otros) en la modalidad de gobiernos autoritarios (los más milita-res, pero no todos), se transitó, a lo largo de más de dos décadas bajo elpredominio de los embates "neoliberales", a un "Estado mínimo", que en unaperspectiva de corto y mediano plazo de los actores involucrados (en latoma de decisiones) fue correcta en términos de una redefinición del pa-trón de acumulación centrado en el mercado.

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estas condiciones estructurales no podían determinar por sísolas la dirección del cambio" (Eisenstadt, 2004, 72-73). Lasrespuestas de los partidos opositores que emergieron enese contexto de crisis y reorganización del patrón de acu-mulación y que trataron de dar contenido político al des-contento social imperante, así como las estrategias porellos adoptadas en ese entorno, privilegiaron la arena polí-tica como el espacio de disputa por el respeto al voto ypor el establecimiento de reglas de juego más equitativas.

En este contexto, la oposición política no sólo adquiriómás presencia en el Poder Leqislativo" y en los congresoslocales." sino que también le fueron reconocidos sus triun-fos en elecciones locales. En 1983, el PAN ganó las plazasde las ciudades de Chihuahua, Durango y Ciudad Juárez,entre otras. No obstante, no se le reconoció su triunfo engubernaturas. El caso paradigmático es Chihuahua tres añosdespués, donde pese al fuerte cuestionamiento de que elPRI hubiera ganado, el gobierno federal intervino para quese declarara la validez de la elección. El caso Chihuahuaresulta interesante, porque manifestó las resistencias que se

tenían dentro de la propia clase política y las corporacio-nes obreras hacia la apertura política de los grupos oposi-tores a los espacios de poder público (Eisenstadt, 2004,85 Y 86).

Con estos antecedentes, el gobierno de De la MadridHurtado formuló una nueva reforma electoral al Código Fe-deral Electoral -sustituto de la LFOPPE-, mediante el cualse aumentó el número de diputados plurinominales de 100a 200; además, el partido mayoritario que antes estaba ex-cluido de las pluranominales tuvo derecho a ellas, con loque podría obtener hasta 350 diputados de un total de500; se dispuso renovar el Senado cada tres años pormitades; se creó el Tribunal de lo Contencioso Electoral pararesolver las quejas en materia electoral, y se instituyó laAsamblea de Representantes del Distrito Federal.

Precisamente, el proceso electoral de 1988 constituyóuna coyuntura en la que se hacen explicitas las diferenciasen la clase política por las políticas de cambio estructuralimpulsadas desde principios de esa década. En ese con-texto, surgió al interior del PRI una corriente que inició di-sintiendo del procedimiento empleado para la selección delcandidato y conformó una Corriente Democrática encabe-zada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo; éstosse ubicaron como continuadores de la tradición herederadel nacionalismo revolucionario y se manifestaron por la lu-cha democrática, legal y republicana (Garrido, 1993). Comotal demanda resultó infructuosa, abandonaron el PRI y Cár-denas Solórzano aceptó ser postulado por el PARM comocandidato a la Presidencia de la República. Esta candida-tura fue secundada por los partidos del Frente Cardenistade Reconstrucción Nacional (PFCRN) y Popular Socialista, quejunto con la Corriente Democrática +-dísidente del PRI- yotras organizaciones sociales, formaron el Frente DemocráticoNacional (FON). Más adelante se unió también el apoyo delPartido Mexicano Socialista (PMS) a la candidatura de Cár-denas, con la declinación de la candidatura de HebertoCastillo a su favor. Por tanto, con la conformación de esteFrente Democrático, los partidos de izquierda y centro iz-quierda se aglutinaron alrededor de la figura de Cárdenas.

35 En la Legislatura de 1988-1991, la oposición mantuvo un controlsobre 240 de los 500 escaños disputados en la Cámara de Diputados y, porprimera vez, el PRI no pudo contar de antemano con la mayoría necesariapara llevar a cabo cambios constitucionales. El PRI lograria recuperar suhegemonía en el Congreso en 1991 y de nuevo en 1994 (Serrano, 1996,463).

36 Como bien apunta Alonso Lujambio, producto de la Reforma Políticase ampliaron los espacios de representación de los partidos minoritariosa todos los congresos locales, y el número de partidos politicos en compe-tencia y el espectro ideológico de las opciones electorales. "Los diputadosde partido en 17 congresos locales en el periodo 1974-1977 significaron,sin duda, una ruptura con el pasado. Ahí está en perspectiva histórica, suindudable relevancia. Justo antes de su introducción, esto es, a principiosde los años setenta, sólo cuatro legislaturas (de 31) escuchaban algunavoz disidente: la LlI de Chiapas (1973-1976), con una diputada del PAN;la XLVII de Jalisco (1974-1977), con dos diputados del PAN; La XXLVIIIde Tamaulipas (1972-1974), con un diputado del PARM. Todos, obviamente,había llegado al congreso local por la vía del triunfo mayoritario en undistrito electoral. El resto de los 27 congresos locales enfrentaban el es-cenario del unipartidismo absoluto: todos sus diputados pertenecían al PRI"(Lujambio, 1994, 54).

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Mientras se producían estas alianzas, el PAN postuló aun empresario sinaloense, Manuel J. Clouthier, que logró unagran movilización social en su apoyo. Por su parte, el PRIpresentó una lista de pre-candidatos, quienes expusieronsus programas en un dudoso intento de mostrar algunalegitimidad de selección democrática interna; finalmente eli-gió a Carlos Salinas de Gortari, con el disgusto evidente delos dirigentes obreros.

Los resultados de la elección atravesaron por un am-plio cuestionamiento a la legitimidad de todo el procesoelectoral y de su calificación. Lo más cuestionado fue laexplicación del secretario de Gobernación, Manuel BartlettDíaz, sobre la "caída del sistema" de cómputo que reco-pilaba los resultados de las casillas. Al principio, Salinasy Cárdenas anunciaban su triunfo, mientras Clouthier soli-citaba la anulación de las elecciones. Al final, Carlos Sali-nas resultó presidente electo con el voto en contra, en laCámara de Diputados, de toda la oposición (Hernández yYañez, 1995).

Estas elecciones -además- arrojaron una composicióntotalmente diferente de la Cámara de Diputados. Por vezprimera, el PRI no podía por sí solo aprobar una reformaconstitucional. La composición del Senado también cambió;por primera vez, dos candidatos de oposición, en este casodel FON, accedieron a aquél. De este proceso surgierontres fuerzas político-electorales importantes: el PRI, el PANy el Partido de la Revolución Democrática (PRO), organizadoa raíz de la desaparición del FON. Con este partido, laizquierda mexicana prácticamente desapareció, pues el PMSse disolvió para incluirse y ceder su registro al PRO. ElPAN, por su parte, tomó concienoia de su condición comopartido listo para competir por el poder.

De acuerdo a lo señalado previamente, 1988 se convir-tió en un punto de inflexión del sistema de partido hege-mónico; además de la fractura al interior del propio grupogobernante, se presentó un realineamiento de la oposiciónde izquierda en torno a la figura de Cárdenas y "se debiómodificar significativamente la legislación electoral, ahorasí tocando zonas y elementos de vital importancia para el

funcionamiento del sistema de partido hegemónico (Valdés,2000: 20).

En este marco, se instrumentaron vari.os cambios enmateria electoral. En 1989-1990 se aprobó una nueva re-forma constitucional y en sustitución del Código FederalElectoral se estableció el Código Federal de Instituciones yProcedimientos Electorales (COFIPE), reformas que fueronbásicamente apoyadas por el PRI y por el PAN, con la opo-sición del ya para entonces Partido de la Revolución De-mocrática (PRO).

Esta reforma electoral resultó en muchos aspectos unacontrarreforma: aumentó el control de los partidos de opo-sición, al impedírseles coligarse para postular un candi-dato común, lo que fue una dedicatoria al PRO. Reforzó lallamada "cláusula de gobernabilidad", que estableció queaquel partido que obtuviese por lo menos el 35% de los vo-tos y fuese el de mayor votación, alcanzaría el 50% másuno de los escaños. Por cada punto porcentual extra, esepartido obtendría dos diputados más, para de esta maneraalcanzar la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.

Con este marco, en 1991 nuevamente el PRI recuperóla capacidad de decidir por sí solo una reforma constitucio-nal. Esto en momentos en que se perfilaban importantesmodificaciones constitucionales, como los artículo 27 y 130,Y la sanción al Tratado de Libre Comercio (Hernández yYañez, 1995). En este contexto, el PRO, éste orientó sulucha política mediante una estrategia de posicionarse frenteal electorado, estrategia que le fue fructífera, pues se llegóa ubicar en la tercera fuerza a nivel nacional en las elec-ciones federales de 1991.

Como se puede observar, después de la reforma polí-tica de 1977 y más aun de la elección de 1988, los proce-sos electorales jugarqn un papel significativo no sólo en elmarco de las elecciones propiamente dichas, sino tam-bién en la presión para que la norma electoral garantizarael respeto al voto y el ejercicio libre del sufragio, así comocontiendas electorales menos inequitativas. Así, en 1993 seaprobó otra reforma poIítico-electoral, entre cuyos aspec-

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tos figura la modificación al artículo 82 constitucional,"permitiendo la postulación de un ciudadano mexicano depadre o madre extranjero; precepto que entraría en vigora partir del año 2000. Se amplió el número de senadoresde 64 a 128, se eliminó la autocalificación y posibilitó quelos partidos tengan acceso al padrón electoral, entre otras.En ambos casos, el PRD cuestionó los cambios, al tiempoque PRI y PAN los aprobaron."

Al inicio de 1994, cuando entró en vigencia el TLC, elpaís se levantó con la noticia del estallido de un conflictoarmado en Chiapas. El Ejército Zapatista de Liberación Na-cional (EZLN) tomó cuatro municipios en la región de LosAltos de Chiapas, zona poblada mayoritariamente por indí-genas y caracterizada por la pobreza extrema, grandes pro-blemas raciales, caciquismo y latifundismo.

En la Declaración de la Selva Lacandona, el EZLNaseguró ser producto de 500 años de luchas y llamó al pue-blo a combatir contra más de 70 años de dictadura y por"trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, inde-pendencia, libertad, democracia, justicia y paz". Declaró laguerra al Ejército Mexicano, exigió la renuncia de CarlosSalinas para establecer un gobierno de transición y mani-festó su propósito de avanzar hasta la capital del país."

Esta rebelión tuvo gran impacto en la política, porqueobligó al gobierno a reencauzar el descontento social porcaminos institucionales y cedió a las demandas de los par-tidos políticos por una nueva reforma electoral. Dentro deun contexto de crisis política, el gobierno encabezado porSalinas de Gortari impulsó los acuerdos necesarios paragarantizar el desarrollo pacífico del proceso electoral. El27 de enero de 1994 se firmó el "Pacto por la Paz, la De-mocracia y la Justicia", mediante el cual se impulsa la ideade la imparcialidad de las autoridades electorales, la audi-

toría al padrón electoral, la garantía de equidad en los me-dios de comunicación electrónica, la tipificación de los deli-tos electorales y la presencia igualitaria de los partidos enlos órganos colegiados.

A la rebelión zapatista se sumó el lamentable aconte-cimiento del asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato ala presidencia de la República por el PRI, durante un mítincelebrado durante el mes de marzo en Lomas Taurinas, enTijuana. Más allá de la teoría de la conspiración" que es-tuvo latente como explicación de este suceso, lo verda-dero es que la crisis que detonó al interior de la clase polí-tica es expresión de que estaba llegando a su fin una delas reglas no escritas del régimen priísta, a saber: que losconflictos entre los diversos grupos de poder debían re-solverse en el interior del partido y bajo el control del pre-sidente de la República.

En este marco de incertidumbre y en un clima de vio-lencia, se celebraron las elecciones presidenciales de 1994,con la candidatura de Ernesto Zedillo (quien sustituyó aLuis Donaldo Colosio, asesinado el 23 de marzo) por el PRI,Diego Fernández de Cevallos por el PAN y Cuauhtémoc Cár-denas por el PRD. Estas elecciones presentaron aspectosnovedosos como el uso de encuestas de opinión, la rea-lización de un debate televisado y la presencia de obser-vadores electorales nacionales y extranjeros. El candidatopri ísta resultó ganador con un 50.1 % de la votación.

Sin duda, Ernesto Zedillo arribó a la Presidencia de laRepública en un contexto social que se agravó con el es-tallido de la crisis económica en diciembre de 1994, frentea los reclamos de los grupos sociales afectados por la

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'140 "( ••• ) Cabe que nunca sepamos con precisión y claridad lo que

sucedió aquella sofocante tarde en Lomas Taurinas; los sucesivos gobiernosde la República que traten el caso, posiblemente quedarán presos en lapérfida trampa que les tendió el sistema politico que los condujo al poder.Para el sistema sólo es aceptable una explicación individual, mientras quela opinión pública sólo cree en una conspiración -con una motivacióninverosimil- y en una autoria intelectual a la altura del magnicidio. De estedilema no hay salida: nunca se podrá construir la hipótesis que satisfagaambos requisitos" (Castañeda, 1994, 64-65).

liI 37 Ni en el mismo PRI hubo unanimidad al aprobar esta reforma. VéaseLa Jornada, 3 de septiembre, 1993.

38 Woldenberg, José, "1994: elecciones y legalidad", en Nexos, núm.195, marzo 1994.

39 Véase "Declaración de la Selva Lacandona del EZLN, del 31 dediciembre de 1993", en La Jornada, 2 de enero, 1994.

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devaluación del peso, entre ellos "El Barzón", que fue de-sactivado por medio de la firma del Acuerdo de Apoyo alos Deudores de la Banca, También se vivía un clima derecrudecimiento de la violencia social; en los dos primerosaños de su gobierno, se intensificó la militarización enChiapas como estrategia para acallar al EZLN y apareció unnuevo grupo armado denominado Ejército Popular Revolu-cionario (EPR). El 22 de diciembre, 45 indígenas, en sumayoría mujeres y niños, fueron asesinados en la comunidadde Acteal, municipio de Chenalhó, en los Altos de Chiapas ."Fue tal el impacto suscitado por la difusión del hecho, quetuvieron que renunciar el secretario de Gobernación, EmilioChauyffet, y el gobernador del estado de Chiapas.

En este marco social, parte significativa de los resul-tados electorales de esos años son adversos al gobierno.Destacó el triunfo del PAN en las elecciones para goberna-dor en Jalisco, Guanajuato y Yucatán. En el caso de las elec-ciones para gobernador en el estado de Tabasco, el PROlogró documentar el cuantioso uso de recursos financierospúblicos y privados a favor del candidato del PRI, RobertoMadraza, y destacó la movilización del candidato perre-dista, Andrés Manuel López Obrador, quien encabezó el"éxodo por la dignidad y la democracia".

Los partidos políticos, por su parte, mantuvieron su re-clamo por elecciones limpias y el reconocimiento de losresultados electorales. En 1996 se aprobó una reforma elec-toral que se anunció como "definitiva", mediante la cual seestableció la autonom ía del Instituto Federal Electoral ex-cluyendo algún representante del Ejecutivo. En ella se ga-rantizaba que los partidos contaran de manera equitativa conlos elementos para desarrollar sus actividades, se estable-ció su derecho al uso permanente de los medios de comu-nicación y se reglamentó el financiamiento de los partidosy las campañas electorales, garantizando que los recursos

públicos prevalecieran sobre los privados. Asimismo, se po-sibilitó que la Suprema Corte resolviera los conflictos elec-torales, "por cauces estrictamente jurisdiccionales y nopolíticos, como había sucedido en años anteriores" (Pes-chard, 2003, 15).

Sin duda, esta reforma abrió el camino del sistema departidos en México a una competencia real por el ejerciciodel poder, que desembocaría hacia el año 2000 en la al-ternancia en el poder. Cabe señalar que en septiembre de1996, en el marco de la XVII Asamblea Nacional del PRI,al presidente de la República se le impusieron límites parano influir en la designación de candidatos. Destaca el es-tablecimiento de un sistema de elección interna y requisi-tos para acceder a una candidatura de un cargo de elec-ción, incluida la presidencial. Con esta medida se afectóuna de las facultades que hacían del presidente una delas figuras centrales y más fuertes en la política mexicana:la designación de su sucesor.

En tal sentido, las elecciones llevadas a cabo en 1997resultaron paradigmáticas, si bien el PRI mantuvo la mayo-ría de las presidencias municipales, el congreso local y lagubernatura del estado de Morelos, así como las guber-naturas de Colirna y Campeche; sin embargo, en las elec-ciones federales para renovar la cuarta parte de la Cámarade Senadores y la Cámara de Diputados en su totalidad, elRevolucionario Institucional perdió por primera vez en suhistoria la mayoría absoluta, constituyéndose en la mino-ría más grande de ese recinto legislativo en San Lázaro."Mientras, el Partido de la Revolución Democrática ganó enel Distrito Federal, Tlaxcala, Zacatecas y Baja California, yse colocó como la segunda fuerza en la Cámara de Di-putados al obtener el 25% (125-) de las curules. Este com-portamiento es una clara expresión del papel que estabaadquiriendo el Legislativo y de cómo la mayor presencia dela oposición obligó al partido en el poder desde 1929, acompartir este espacio de decisión con otros partidos po-

41 Para realizar un análisis sobre las implicaciones judiciales de Ac-teal se puede consultar Alejandro Posadas Urtusuástegui y Hugo E. Flores,"Acteal: La otra injusticia", en Nexos, núm. 342, junio 2006,http://www.nexos.com.mx/articulos.php?id_article=955&id_rubrique=329.

'2 El PRI obtuvo 239 curules, mientras que el PAN, PRD, PT Y PVMlograron 261.

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Iíticos: a su vez, obligó al presidente de la República aestablecer mecanismos de negociación para sacar ade-lante ciertas iniciativas, tal es el caso de la relacionada conla privatización de la industria petroquímica y del sistemade pensiones " (Casar, 1999),

Como se puede observar, lo descrito previamente esexpresión de una arena política que adquiere relevanciacomo un espacio privilegiado para la disputa del poder polí-tico, A su vez, coexiste con un proceso de debilitamientode los engranajes de la forma autoritaria del ejercicio delpoder, el partido heqernónico'" y el presidencialismo.

Este debilitamiento data de principios de los ochentacon el decreto expropiatorio de la banca, pues los empre-sarios e incluso la intelectualidad liberal cuestionaron ladecisión presidencial:" y se profundizó por los efectos de las

reformas salinistas, tales como la modificación al Artículo27 constitucional y a la legislación agraria; la reforma alrégimen legal del Banco de México, mediante la cual se leotorgó su autonomía del gobierno; la reforma de 1992 quehizo desaparecer la Secretaría de Programación y Presu-puesto, ya que una disposición transitoria de la Ley Orgá-nica de la Administración Pública Federal determinó que laSHCP la absorbiera" (Serna de la Garza, 1998, 216-22).

En lo que se refiere al partido hegemónico, se puededecir que la creciente presencia opositora tanto en los con-gresos locales y presidencias municipales como en algu-nas gubernaturas, indica también que el sistema de par-tido hegemónico ya tenía competencia real. El camino es-taba pavimentado para la llegada de la alternancia en elpoder. Sin duda, en el 2000, la contienda electoral adquiriótal relevancia y se desarrolló en términos de una estrate-gia, que explotó la idea del cambio frente a la continuidad.pues había una opinión generalizada de que la democra-tización del país tenía que pasar por la derrota del PRI ypor su desplazamiento de la Presidencia de la República."

43 Mediante iniciativa presentada en diciembre de 1995, se reformó laLey del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cambiando el régimende pensiones y posibilitando la creación de los fondos privados de pen-sión (Afores). Estas medidas tenían el propósito de elevar el ahorro interno.Al respecto también se puede mencionar la reforma de la Ley del ISSSTEpara garantizar el traslado de los fondos de pensiones de sus mas de 2millones de derechochohabientes a las Afores y Siefores, por la vía delSistema de Ahorro para el Retiro.

44 Silva-Herzog Márquez lo ha expresado claramente. "Las eleccionesde 1997 cerraron el 'sistema de partido hegemónico'. El fin de ese arreglono se produjo, como quieren los que entienden la transición mexicana enclave dramática, como una muerte súbita. La hegemonía priísta no se rom-pió de repente, se fue deshaciendo poco a poco. La disolución del impe-rio priísta ha sido un lento pero constante proceso en el que se han su-mado dos factores: la pérdida de votos y desaparición de las estructurasque afirman la preeminencia del partido gubernamental. Durante por lomenos veinte años estos dos elementos se han conjugado: fortalecimientoelectoral de las alternativas y robustecimiento de las instituciones de laimparcialidad" (Silva-Herzog, 2004, 95).

44 Enrique Krauze, en el contexto de ese hecho y del fin del gobiernode López Portillo, se refirió a la "sacralización de la presidencia"; en suopiníón, durante este gobíerno el "Poder Legislativo se construyó un pala-cio diseñado no para la deliberación sino para el culto a la persona delEjecutivo. El Poder Judicial observó impasible el saqueo, declarando una yotra vez su solidaridad irrestricta con el presidente. La prensa, la doctrina-ria y la comercial, de derecha y de izquierda, se cuidó de no tocar al in-tocable. Los terribles grupos de presión adoptaron también los modeloscortesanos. Los miembros del gobierno concientes, muchos de ellos, de

los errores y malos manejos, se aferraron heroica mente a sus puestos: lamuerte antes que la renuncia. Y todo esto al tiempo que una familia tomabaal pais como patrimonio" (Krauze,1984, 6).

46 Con esta reforma "el presidente ya no cuenta con un órgano ad-ministrativo cuya 'misión institucional' sea la de articular una politica degasto público expansivo (vinculado a los proyectos de desarrollo y de legi-timación arriba mencionados); y segunda, el presidente ya no puede apli-car ese juego de balance y equilibrio que le permitia realizar la existenciade la SPP. Evidentemente, con ello el presidente ha perdido capacidad demaniobra política" (Serna de la Garza, 1998,224).

47 Una expresión de lo mucho que el sistema politico mexicano avanzóhacia la democracia de los años ochenta a principios del segundo milenio,lo constituye el análisls de Gabriel Zaid, escrito én 1985, sobre los diver-sos escenarios de la política en esos momentos. "El fin del PRI ( ... )consistiria en que el PRI estuviera dominado por los grandes ganadores devotos y no por el supremo dador del presupuesto. Consistiria en pasarde los caudillos armados, caciques locales y caciques federales, a loscaudillos electorales: a los políticos capaces de ganar el poder por su pro-pia fuerza electoral, sin dedazo presidencial, ni presupuesto federal, nialquimia electoral. Seria un PRI desconocido. No sería el PRI" (Zaid, 1995,36).

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Resultado de esta percepción fue el intento inicial porconseguir una candidatura común por todos los partidos deoposición para ganar la Presidencia. Al respecto, es signi-ficativo que siete de los once partidos con reconocimientooficial hayan optado por integrar dos grandes coaliciones:la Alianza por el Cambio, en la que confluyeron el PAN yel Partido Verde Ecologista de México, por un lado, y laAlianza por México, conformada por el PRD, el Partido delTrabajo, Convergencia por la Democracia, el Partido AlianzaSocial y el Partido de la Sociedad Nacionalista, por el otro.Mientras, el PRI, el Partido de Centro Democrático y De-mocracia Social postularon a candidatos propios" (Valdés,2000, 23).

La elección se realizó en un ambiente económico deprofundización de los índices de desigualdad y pobreza dela población y de emergencia de conflictos sociales; el casoChiapas seguía sin resolverse y estalló un conflicto estu-diantil en la UNAM que la mantuvo cerrada durante prác-ticamente un año; la delincuencia y el crimen organizadose posicionaban frente al ejercicio de la autoridad y la le-galidad. Este entorno social indudablemente influiría en lacontienda electoral.

Los resultados de la elección del domingo 2 de julio de2000 dieron como candidato ganador a Vicente Fox delPAN, con el 42,5% de la votación. El impacto del "voto porel cambio" permitió que con el triunfo del PAN se pusierafin al control del poder que ejerció el PRI por 71 años y seabriera paso la alternancia en el Poder Ejecutivo." Ello,como se ha expuesto en este trabajo, es condición de

posibilidad para que podamos hablar de una forma demo-crática del ejercicio del poder. Este camino se pavimentópor años. El partido que por siete décadas fue gobierno,ahora se ha ubicado del otro lado de la distinción, del dela oposición. El código de la política democrática se haestablecido en México, pero la incertidumbre y los nuevosprotagonismos opositores son expresión de que aún faltaconstruir los acuerdos para una gobernabilidad eficiente yeficaz que atienda las demandas de la sociedad y la con-formación de un efectivo Estado de Derecho, que limite ylegitime el ejercicio del poder público. En México, como envarios países de América Latina, hay una cultura del no res-peto a la ley o de aplicarla a modo que convenga a losencargados de hacerla valer. En este aspecto seguimos aGuillermo O' Donnell, para quien un Estado democráticosupone tres condiciones: la garantía de las libertades polí-ticas y la democracia política' propiamente dicha; los dere-chos civiles de la población, y el que se establezcan

redes de responsabilidad y rendición de cuentas que com-portan que todos los agentes, privados y públicos, inclu-yendo los cargos más altos del régimen, estén sujetos acontroles apropiados y legalmente establecidos sobre la le-galidad de sus actos"? (O' Donnell, 2001, 24).

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Dicho en el léxico sistémico, el código binario gobierno/oposición es importante para describir un sistema político

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48 "El PT es un partido de implantación en algunas regiones del nortede México que surgió a principios de los años noventa. CD es una jovenagrupación que al igual que el PAS y el PSN obtuvo su registro en vispe-ras del proceso electoral de 2000; sus principales dirigentes fueron an-tes militantes del PRI. PAS es un partido de centroderecha que cuenta ensus filas con militantes del Partido Demócrata Mexicano, actor de la re-forma politica de finales de los años setenta que no logró permanecer enel espectro político mexicano de esa época. El PSN es la evolución de unaagrupación politica formada por algunos ex-priistas con presencia socialmuy limitada (Valdés, 2000, 23).

49 "Las elecciones del año 2000 no sólo trajeron como novedad la

alternancia en el Poder Ejecutivo, sino que el partido del presidente ya nosólo tiene mayoría absoluta en la Cámaras, sino que además, como agra-vante, es la segunda fuerza política en ambas (el PAN tenía el 40% de losdiputados y el PRI el 42%, y en la Cámara de Senadores el PAN tiene el35.9% y el PRI el 46.9%). La situación en la Cámara de Diputados seagravó para el PAN y el, presidente con las elecciones del 2003" (Wol-denberg,2006: 38).

50 Siguiendo a Linz y Stepan, una democracia consolidada requierede la interacción de cinco "arenas". Una beligerante y activa sociedad civil,una relativamente autónoma y valorada sociedad política, un Estado deDerecho que garantice los derechos ciudadanos, un Estado con una buro-cracia funcional, una sociedad económica institucionalizada que sirva demediación entre el Estado y el mercado (Linz y Stepan, 1996,9-10).

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democrático, pero también se debe avanzar en la limitaciónde la política por el Derecho. No puede haber democraciasin un Estado de Derecho, que garantice los derechos fun-damentales y delimite jurídicamente los ámbitos de acciónde los actores involucrados."

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51 Para Niklas Luhmann, la Constitución es la expresión clara del aco-plamiento estructural que se da entre el sistema político y el sistema delDerecho, acoplamiento que se lleva a cabo mediante la garantía de losderechos fundamentales.

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Conclusiones

Durante el gobierno de Tito en Yugoslavia se construyó unagran carretera con el propósito de integrar en una sola na-ción los grupos nacionales que existían en ese país y suvecino, Albania. La visión estratégica en ese momento his-tórico buscaba fortalecer los lazos entre los pobladores delos Balcanes occidentales y tenía un claro objetivo de for-talecimiento de la hegemonía yugos lava en la región. En el2008 esa carretera todavía existe; Yugoslavia como paísdesapareció. El objetivo de la carretera nunca se logró y lasidentidades y formaciones culturales diversas que se inten-taba desaparecer en aras de la integración nacional sobre-viven, cada una a su modo. Como otros muchos sueños depoder, ése se esfumó, a pesar de que la circulación entreLjubljana, Zagreb, Novi Sad, Belgrado, Skopje, Prístina, Ti-rana, Podgorica y Sarajevo es perfectamente accesible. ¿Quénos dice este hecho?

Este hecho confirma que la ceguera de los sistemassociales acerca de sí mismos y su identidad es tan grande,que pueden vivir haciendo planes sobre su futuro sin per-cibir su propia desintegración. Este hecho hace evidente,además, que en su afán de eliminar aquello que irrita, loscentros de poder y decisión dentro de un sistema puedenintentar destruir los sistemas irritantes en su interior. Ade-más, aunque la mayor parte de las decisiones que setoman desde estos centros en cada uno de los sistemas dela sociedad son eficaces, la carretera en cuestión es untestimonio de su posibilidad de fracaso. Pero desde la pers-

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