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1 Emmanuel Kahan, “¿Todo preso es político? Características de la “espía”, el “registro” y el “control” que efectúan los agentes de la DIPBA sobre las instituciones judías de La Plata”. En Soprano, Germán y Bohoslavsky, Ernesto, Funcionarios e instituciones estatales en Argentina (desde 1880 hasta la actualidad)., Buenos Aires, Prometeo, 2010. ¿Todo preso es político?” Características de la “espía”, el “registro” y “control” que efectúan los agentes de la DIPBA 1 sobre las instituciones judías de la ciudad de La Plata. Emmanuel N. Kahan CONICET/UNLP Introducción. I Quien leyera el periódico Página/12 el 25 de noviembre de 1998 se podía sorprender frente a una noticia que, aunque sospechada, fue largamente esperada. El artículo, de autoría de Laura Vales, se titulaba “Detrás de una puerta gris estaba la verdad”. En el mismo se describía que: “En el corazón del edificio donde funcionó la sede central de los servicios de inteligencia de la Bonaerense, detrás de una puerta gris que simula ser un simple armario, se esconde una sala que contiene cientos de miles de fichas de personas ordenadas meticulosamente por orden alfabético. Hasta allí llegó, poco después del mediodía, un grupo de la Comisión por la Verdad encabezados por Estela de Carlotto -de Abuelas de Plaza de Mayo-, Adelina de Alaye -de Madres- y el diputado Alejandro Mosquera. Alguien, casi a modo de prueba, abrió el fichero en la letra T. Ajada por el tiempo, la ficha con datos de inteligencia sobre Jacobo Timerman estaba intacta. A un costado los lomos de gruesas carpetas de madera terciada guardaban todavía la inscripción "DS", la sigla que los visitantes atinaron a traducir como "delincuente subversivo". Soria [Ministro de Justicia y Seguridad bonaerense] sacó al azar una carpeta del estante y la abrió. „Son fotos de detenidos‟, concluyó después de repasar las páginas que mostraban tomas, de frente y perfil, de alguien que vivió alguna vez en la provincia de Santa Fe.” (Página/12, 25/11/1998) 1 La Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires recibió, a lo largo de toda su trayectoria (1956-1998) distintos nombres que la situaban en el organigrama policial. No obstante, en el presente trabajo aludiremos a ella como DIPBA, pues es el nombre con la que se la conoce públicamente.

¿Todo preso es político?” Características de la “espía”, el “registro” y “control” que efectúan los agentes de la DIPBA sobre las instituciones judías de la ciudad

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Emmanuel Kahan, “¿Todo preso es político? Características de la “espía”, el

“registro” y el “control” que efectúan los agentes de la DIPBA sobre las

instituciones judías de La Plata”. En Soprano, Germán y Bohoslavsky, Ernesto,

Funcionarios e instituciones estatales en Argentina (desde 1880 hasta la actualidad).,

Buenos Aires, Prometeo, 2010.

“¿Todo preso es político?” Características de la “espía”, el “registro” y “control”

que efectúan los agentes de la DIPBA1 sobre las instituciones judías de la ciudad de

La Plata.

Emmanuel N. Kahan

CONICET/UNLP

Introducción.

I

Quien leyera el periódico Página/12 el 25 de noviembre de 1998 se podía

sorprender frente a una noticia que, aunque sospechada, fue largamente esperada.

El artículo, de autoría de Laura Vales, se titulaba “Detrás de una puerta gris estaba

la verdad”. En el mismo se describía que:

“En el corazón del edificio donde funcionó la sede central de los servicios de

inteligencia de la Bonaerense, detrás de una puerta gris que simula ser un simple

armario, se esconde una sala que contiene cientos de miles de fichas de personas

ordenadas meticulosamente por orden alfabético. Hasta allí llegó, poco después del

mediodía, un grupo de la Comisión por la Verdad encabezados por Estela de

Carlotto -de Abuelas de Plaza de Mayo-, Adelina de Alaye -de Madres- y el diputado

Alejandro Mosquera. Alguien, casi a modo de prueba, abrió el fichero en la letra T.

Ajada por el tiempo, la ficha con datos de inteligencia sobre Jacobo Timerman

estaba intacta. A un costado los lomos de gruesas carpetas de madera terciada

guardaban todavía la inscripción "DS", la sigla que los visitantes atinaron a traducir

como "delincuente subversivo". Soria [Ministro de Justicia y Seguridad bonaerense]

sacó al azar una carpeta del estante y la abrió. „Son fotos de detenidos‟, concluyó

después de repasar las páginas que mostraban tomas, de frente y perfil, de alguien

que vivió alguna vez en la provincia de Santa Fe.” (Página/12, 25/11/1998)

1 La Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires recibió, a lo largo de toda

su trayectoria (1956-1998) distintos nombres que la situaban en el organigrama policial. No obstante,

en el presente trabajo aludiremos a ella como DIPBA, pues es el nombre con la que se la conoce

públicamente.

2

La apertura del Archivo y Fichero de lo que fue la Dirección de Inteligencia de

la Policía de la provincia de Buenos Aires (DIPBA)2 era presentado como la

posibilidad de acceder, por vez primera, a uno de los repositorios pertenecientes a

los organismos de seguridad vinculados a la represión y la violación a los derechos

humanos durante la última dictadura militar en Argentina. El entusiasmo, la sorpresa

y la urgencia por “sistematizar la información para hacerla pública” son

caracterizados en el artículo periodístico. Pero, sobre todo, la periodista destacaba

las potencialidades que poseía este “archivo de la represión” para comprender la

dinámica de la inteligencia y la persecución a militantes políticos durante la década

del setenta.

“Todo indica que la virtual apertura de los archivos de la represión, sostienen en la

Comisión, es una caja de Pandora con información que arranca a principios de los

'70, en el reinado de la triple A, y se extiende hasta el '97, cuando la Bonaerense era

dirigida por Pedro Klodczyck. Un material que de ser analizado y clasificado permitirá

reconstruir una historia que excede en mucho a los negros años de la dictadura

militar.” (Ibidem)

Las expectativas respecto de los posibles empleos del archivo de la DIPBA

se concentraron en la posibilidad que este poseía para explicar el carácter y la

dinámica de la represión a diversos actores políticos- militantes de partidos políticos,

sindicatos y organizaciones armadas, entre otros- durante la década del setenta y

los años posteriores al terrorismo de estado. Esta perspectiva se sostenía sobre las

expectativas que depositaban en este fondo documental los actores que durante

muchos años habían confrontado con el estado nacional en pos de su recuperación

y apertura.

II

Durante el transcurso del acto en recordación del “Levantamiento del Ghetto

de Varsovia”, celebrado en el mes de mayo del 2004, el Centro Literario Israelita y

Biblioteca “Max Nordau” de la ciudad de La Plata recibió, por parte de la Comisión

Provincial por la Memoria, los documentos de inteligencia producidos por la DIPBA

2 El organismo provincial encargado de la “inteligencia política” modificó sus nomenclatura a

lo largo de toda su existencia. Sin embargo, se hará alusión a ella como DIPBA, pues es el nombre con el que se la conoce desde la apertura pública de su archivo.

3

en torno a la institución judía platense. La documentación entregada relevaba la

“vigilancia” que había sido desplegada entre fines de la década del sesenta y los

albores de los noventa. El secretario de la institución, Eduardo Rezses, afirmaba:

“La recuperación del Archivo de la DIPBA comporta un valor ético y jurídico de primer

orden para la búsqueda de la verdad, la compensación y la reparación. Los

documentos que se encuentran allí pueden aportar parte de las pruebas para los

juicios por la verdad y todas aquellas causas penales que involucran a los

responsables de los crímenes de lesa humanidad. La investigación y el espionaje

fueron elementos de base y necesarios para la represión de Estado que sufrió el

país, y que tuvo su máxima expresión en el golpe de 1976. Este archivo es el

primero que se encontró en el país, y seguramente habrá muchos más, pero que

difícilmente lleguemos a conocer. Pero este desnuda, entre muchas cosas, una de

las formas que el Estado tiene de subsistir, que es la de inventarse enemigos que

después destruirá.” (Eduardo Rezses, Nueva Sión, http://www.nuevasion.com.ar)

En sintonía con la obra foucaultiana, el secretario del Centro Literario Israelita

y Biblioteca “Max Nordau”, expresa que las sociedades están sometidas a un

continuo examen de vigilancia y que, a fin de asegurar esa tarea, el estado posee

una serie de instituciones diseminadas por el territorio que “institucionalizan” las

formas del poder. En sintonía con el artículo periodístico de Laura Vales, el archivo

de la Dirección de Inteligencia bonaerense podría ser ilustrativo respecto de la

dinámica del control social ejercida por el estado.

El presente trabajo abordará la documentación producida por los agentes de

inteligencia durante el seguimiento que efectuaron sobre una serie de

organizaciones localizadas en la ciudad de La Plata- las instituciones de la

“comunidad judía”- durante un período de tiempo considerable (1947-1979). Este

estudio focalizado permitirá conocer, comprender y poner en suspenso algunos

supuestos acerca de la(s) dinámica(s) del trabajo desarrollado por los agentes de la

DIPBA.

La DIPBA: origen, función y apropiación.

El desarrollo de un inestable sistema de relaciones político-institucionales fue

característico del proceso de construcción y consolidación del Estado-Nación en

4

Argentina. La alternancia de gobiernos democráticos -de distinto nivel de autonomía

respecto de la tutela de las Fuerzas Armadas- y dictaduras militares, como

podríamos encontrar en cualquier línea de tiempo escolar, fue un rasgo distintivo.

Aunque la bibliografía que aborda la característica del sistema político argentino

resulta abundante, los trabajos de análisis sobre la función de los servicios de

inteligencia de los que se sirvieron las autoridades estatales y, sobre todo, los

regímenes represivos, resultan escasos.

Al tiempo de iniciado el proceso “desperonizador” que la Revolución

Libertadora planteó como uno de sus objetivos, las autoridades dispusieron la

intervención, por parte de las Fuerzas Armadas, de la conducción de la Policía de la

Provincia de Buenos Aires. Entre las nuevas orientaciones que dispondría la

autoridad de la fuerza policial, se encuentra la de jerarquizar las tareas de

inteligencia orientadas al control, la persecución y la represión de movimientos

políticos. El interés particular de las autoridades militares por profesionalizar las

actividades de inteligencia no fue privativo de la institución bonaerense. En el

devenir del año 1956, como indica Funes, el Poder Ejecutivo Nacional dispuso la

creación de la Secretaria de Informaciones de Estado (SIDE)- por decreto 776/56- y

la Dirección de Informaciones Antidemocráticas (D.I.A). Esta última tenía por objetivo

coordinar y reunir la información producida por otros organismos del mismo tipo: la

SIDE, el Servicio de Informaciones del Ejercito (SIE), el Servicio de Informaciones

Naval (SIN), el Servicio de Informaciones Aeronáuticas (SIA) y el de las policías

provinciales y la Federal. (Funes, 2006: 206)

La intervención militar sobre la fuerza policial bonaerense creará, en enero

de ese mismo año, la Central de Inteligencia de la Policía de la provincia de Buenos

Aires, disolviendo la División de Orden Público3. Posteriormente, en 1961, la Central

cambiará su nombre por el de Servicio de Informaciones de la Policía de la provincia

de Buenos Aires (SIP y luego SIPBA), hasta que en 1977, tras una reestructuración

del organigrama policial, se denomine al organismo como Dirección General de

Inteligencia. (CPM, 2006)

La documentación que contiene el Archivo y Fichero de la nueva institución

es producto del trabajo de “infiltración”, “vigilancia” y “registro” de los agentes

policiales y, también, del fondo documental que fuera producido por las anteriores

Secciones de Orden Público y Social. Las fechas extremas de la documentación que

3 Las actividades de inteligencia realizadas por parte de la Policía de la Provincia de Buenos Aires

tienen sus orígenes en la década de 1930, tras el primer Golpe de Estado. Está actividad fue realizada

por la Institución bajo distintas nomenclaturas: “Oficina de Movimiento Político”, “Dirección de Orden

Público” y “Sección Orden Social”. Ver Funes, Patricia (2004)

5

guarda el archivo van desde 1932 hasta 1998. Las modificaciones en la

nomenclatura del organismo y, también, en las definiciones categoriales con las que

observan a individuos y organizaciones de la sociedad civil son propuestas desde

una perspectiva genealógica respecto de la radicalización de la persecución política.

Según Funes, el pasaje del concepto de “orden” al de “información” y de este al de

“inteligencia” se fue construyendo con un sentido político e ideológico que respondía

a la dinámica de los servicios de inteligencia que encontraban en el “enemigo

interno” sus formas de legitimar la represión de las ideas, las intenciones y los actos.

(Funes, Idem: 203-204)

A partir del trabajo realizado con material del archivo y considerando las

fechas extremas del fondo documental de la DIPBA, Funes propone una mirada que

contempla la acción de vigilancia sobre la sociedad civil desde la tradición

inaugurada tras el primer golpe de estado y la creación de la Sección Especial de la

Policía Federal, en 1930. Su análisis incluye una cronología que incorpora la

legislación producida durante las décadas de 1930 y 1940 tendientes a perseguir a

los individuos y movimientos afines al comunismo. (Funes, Idem: 203-206) Esta

genealogía categorial es considerada, a su vez, desde el derrotero histórico de la

inteligencia policial en relación a la construcción de un “enemigo interno” como

sujeto legitimador de la realización de la inteligencia política.

La nueva estructuración y jerarquización del organismo de inteligencia

provincial, acontecida en 1956, se inscribe en el programa antiperonista de la

“Revolución Libertadora”. Contemporánea de la creación de la Central de

Inteligencia es la reglamentación del Decreto-Ley 4661 de proscripción y prohibición

de todas las actividades vinculadas al peronismo. Como indica Funes, la impronta

represiva de la dictadura militar de 1955 se cimentó, además de su militante

antiperonismo, en la redefinición del rol del aparato represivo del estado en el

contexto de la Guerra Fría y, particularmente en Latinoamérica, tras la proclamación

de la Revolución Cubana como una revolución de carácter socialista. (Funes, 2004:

36) En esta coyuntura deberá comprenderse el origen de la DIPBA y, sirviéndonos

de Funes, el derrotero de su “profesionalización” e incremento de las tareas de

vigilancia, control y represión.

La documentación con la que cuenta el archivo DIPBA, como se señaló

anteriormente, provenía del “trabajo de campo” realizado por los agentes de las

comunas bonaerenses. Los informes y materiales obtenidos eran remitidos a la

División Archivo y Fichero, en la ciudad de La Plata. Una vez centralizada la

información, se la consignaba en un fichero alfabético y se la ingresaba en los

legajos clasificados por Mesas, Carpetas y Factores. Las fichas remiten a legajos

6

que contiene información sobre personas y/o acontecimientos. En total se han

encontrado 217.000 fichas personales, 43.250 fichas sobre acontecimientos, 2.500

fichas sobre partidos políticos, 3.500 fichas sobre el factor religioso, 1.000 fichas de

entidades estudiantiles y 500 fichas sobre publicaciones extranjeras.

El caudal de información producido por el organismo de inteligencia estatal

de la provincia de Buenos Aires no es nada despreciable: aproximadamente 4

millones de folios que equivalen, en términos archivísticos, a 336 metros lineales. La

tarea cotidiana, realizada por agentes policiales, de “búsqueda” y “producción de

información”, se complementó con la labor burocrático-administrativa de “elaboración

de informes”, “fichaje” y anexión del material relevante de las organizaciones

observadas. Los legajos sobre las diversas organizaciones se encuentran ordenados

a partir de los datos que producían diversas “Mesas de trabajo” o de análisis de la

información4.

4 Aunque aún no ha sido posible establecer empíricamente la relación y/o la certeza respecto

de los mecanismos de nomenclatura, el folleto producido por el Área de Archivo y Centro de Documentación de la Comisión Provincial por la Memoria establece- al menos de forma provisional- las siguientes características para las Mesas de trabajo: Mesa A: Esta mesa contiene la información producida/relevada en torno de los factores político, comunal, estudiantil y prensa. Aquí encontraremos un seguimiento detallado de las organizaciones políticas de la sociedad civil- partidos, agrupaciones, centros de estudiantes, etc.-. La información refiere a un seguimiento de alcance nacional, provincial y por localidades de la provincia de Buenos Aires. Mesa B: Esta mesa guarda información producida/relevada sobre los factores gremial, económico y laboral. Mayoritariamente se podrán encontrar informes de inteligencia y materiales referentes a la actividad de orden sindical y/o de colegios y asociaciones de profesionales y empresarios. Como en la mesa anterior, la información archivada contiene un registro de la actividad desplegada a nivel nacional, provincial y local. Mesa C: Los documentos y la información producida en torno de la acción “comunista” y sus “colaterales” son contenidos en esta mesa. Los documentos más antiguos, y gran parte del material heredado de la Sección de Orden Público, se encuentran aquí. Al interior de la Mesa se pueden identificar dos subcategorías: “Varios” y “R.E” (Referencia especial). Mesa De: El seguimiento de las más diversas organizaciones de la sociedad civil fue depositado en esta mesa. Involucra a los factores religioso y organizaciones comunales y contiene un amplio registro de las actividades desarrolladas por asociaciones de diversas características, agrupadas por localidades de la provincia de Buenos Aires. Mesa DS: Sus siglas refieren a la nominación “Delincuente Subversivo” y contiene información producida/relevada sobre las actividades consideradas por la propia policía como “actividad subversiva”. Pueden encontrarse legajos que refieren a organizaciones político-militares y a intervenciones desarrolladas por estas, sobre organizaciones de defensa de derechos humanos y actuaciones que estas realizaron y, también, se encuentran las solicitudes de habeas corpus que fueron realizadas por los familiares de detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar. Sus documentos más antiguos nos remiten a los albores de la década del sesenta para concluir en 1998: la actividad de las organizaciones defensoras de los derechos humanos- Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo, HIJOS- fue tipificada, aún después de concluido el gobierno de facto, como DS. Mesa Referencia: Guarda información registrada sobre temas, personas y organizaciones que no pueden ser clasificados dentro de las Mesas y Factores señalados anteriormente. Mesa Doctrina: Contiene reglamentos, leyes, decretos y disposiciones, estudios y documentos internos de la propia policía- desde discursos de la fuerza hasta la Revista Policial. Jaschek sostiene que, al analizar el orden de

7

El trabajo de los agentes de la inteligencia policial: la “infiltración”, el “registro” y la

“vigilancia” efectuados sobre las instituciones “judías” de La Plata.

El acceso al fondo documental de la DIPBA5 nos permitirá reconstruir de

manera parcial el trabajo desarrollado por los agentes de inteligencia policial

bonaerense sobre las diversas organizaciones de la “comunidad judía platense”.

Siguiendo con detenimiento el accionar de una serie de agentes anónimos durante

el desarrollo de sus tareas de “infiltración”, “vigilancia” y “registro” sobre una serie de

instituciones de la sociedad civil, la presente investigación buscará comprender

cómo era la dinámica de trabajo de los hombres que conformaban la institución

policial.

Una diversidad de instituciones conforma el espectro de las organizaciones

“judías” en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Aunque, a

grandes rasgos, tres de ellas conforman el marco de participación de la vida

“comunitaria judía”. En primer lugar se encuentra la Asociación Mutual Israelita de

Argentina (AMIA), que nuclea la actividad desarrollada por otras organizaciones.

Tanto la institución centralizadora, como la de las otras que alberga, poseen legajos

en el archivo de la DIPBA6. El Centro Literario y Biblioteca Popular Israelita Max

la numeración de los legajos, esta Mesa ha nacido en un momento posterior al de la fundación de la DIPBA y la División Archivo y Fichero. (Jaschek, 2003: 9) 5 El material analizado en el presente trabajo fue obtenido a través de distintas solicitudes

que fueron presentadas al Área de Archivo de la Comisión Provincial por la Memoria. El trámite implica el llenado de una Planilla de Solicitud de Información que, a posteriori, será atendida por un Perito y/o miembro del Staff del Archivo. Al no existir un Catálogo y/o Auxiliar Descriptivo del material que constituye el fondo documental de la DIPBA, el trabajo de búsqueda resulta artesanal: basado en el rastreo a través de ficheros, los conocimientos adquiridos por el trabajo en el Archivo, las bondades poco satisfactorias de un enclenque software de producción local- DICUM. En estas circunstancias, el hallazgo de materiales afines a la solicitud presentada, resultan parciales. La buena disposición y los avisos de “nuevos hallazgos” por parte de quienes allí trabajan, hizo posible la demanda de ampliación de la información solicitada. Para el desarrollo de esta Tesis fueron solicitadas siete entregas de material. 6 Los Legajos correspondientes son: Mesa “DE”, Legajo Nº 2, La Plata, sección 1ra,

caratulado “Asociación Unión Israelita de Beneficencia y Protección Reciproca”, fechas extremas: 1949-1966; Mesa “DE”, Legajo Nº 31, La Plata, sección 1ra, caratulado “Amigos del Maguen David Adom”, fechas extremas: 1953-1961; Mesa “DE”, Legajo Nº 32, La Plata, sección 1ra, caratulado “Asociación Amigos Universidad Hebrea de Jerusalem”, fechas extremas: 1950-1968; Mesa “DE”, Legajo Nº 37, La Plata, sección 1ra, caratulado “Asociación Hebrea Macabi”, fechas extremas: 1950-1970; Mesa “DE”, Legajo Nº 159, La Plata, sección 1ra, caratulado “Asociación Amigos del Keren Kayemet”, fechas extremas: 1960-1972; Mesa “DE”, Legajo Nº 174, La Plata, sección 1ra, caratulado “Organización Sionista de Pioneras”, fechas extremas: 1960-1969; Mesa “DE”, Legajo Nº 272, La Plata, sección 1ra, caratulado “Asociación Mutual Israelita Argentina Filial La Plata”, fechas extremas: 1967-1987; Mesa “DE”, Legajo Nº 306, La Plata, sección 1ra, caratulado “Amigos

8

Nordau- de aquí en más CLIB Max Nordau- constituyó otra de las instituciones

aglutinadoras de la comunidad judía local. Aunque más escueta en relación a la

diversidad de actividades desarrolladas, cobrará relevancia a partir del vínculo con la

Federación de Instituciones Culturales Judías o Idisher Cultur Farband (ICUF). Esta

organización se presentaba como la sección idiomática idishista del Partido

Comunista Argentino7. Finalmente, la Asociación Sefaradí también constituyó una de

las organizaciones sometidas a la pesquisa policial8.

Las primeras informaciones que registran los legajos de la DIPBA, sobre estas

instituciones, remiten a la década del 40. Uno de los denominadores comunes de los

legajos sobre instituciones judías de la “Mesa DE” es el “Registro estadístico de

entidades”. La planilla se completaba con información sobre las funciones,

ubicación, cantidad de socios, forma de financiamiento y nómina de los integrantes

de la Comisión Directiva. La mayoría de los legajos posee en forma preponderante

este tipo documental, exceptuando los legajos 2, 29, 31 y 272. La frecuente

aparición del “Registro” constituía una de las fuentes de información primordiales de

la institución policial. Este formulario que debía ser completado cada vez que se

conformaba una nueva Comisión Directiva, permitía mantener actualizados los datos

respecto de la “cantidad de socios”, el “carácter de la institución”, las actividades que

se desarrollan y, sobre todo, los miembros de la Comisión Directiva.

Aunque el carácter de la información era reiterativo- la ubicación, el número de

socios y las funciones tendían a conservarse- el seguimiento que se ejercía sobre

los miembros de la Comisión Directiva servía a los fines de conocer y tipificar la

orientación política institucional y de los individuos que la conformaban. Tras las

preguntas de rigor que debían contestar las autoridades institucionales, una serie de

tópicos eran indicados por el oficial policial. El tenor de las respuestas da la pauta

del sentido de las preguntas- aunque estén ausentes en el “Registro”-:

del Maguen David Adom”, fechas extremas: 1969; Mesa “DE”, Legajo Nº 68, La Plata, sección 9ª, caratulado “Escuela Hebrea J. N. Bialik”, fechas extremas: 1957-1970; Mesa “DE”, Legajo Nº 88, La Plata, sección 9ª, caratulado “Asociación Escuela Hebrea”, fechas extremas: 1968-1972. 7 Los Legajos correspondietntes son: Mesa “Referencia”, Legajo Nº 14.024, sin título, fechas

extrema: 1966; Mesa “DE”, Legajo Nº 212, Capital Federal, caratulado “Federación de Entidades culturales judías en la Argentina”, fechas extremas: 1968; Mesa “DE”, Legajo Nº 29, La Plata, sección 3ª, caratulado “Centro Literario Israelita y Biblioteca Max Nordau”, fechas extremas: 1947-1979; Mesa “DE”, Legajo Nº 31, La Plata, caratulado “Escuela Popular Israelita D. F. Sarmiento”, fechas extremas: 1947-1969; Mesa “DS”, Legajo Nº 14.625, Carpeta Varios, caratulado “Investigación Centro Literario Max Nordau”, fechas extremas: 1979. 8 Los Legajos correspondientes son: Mesa “DE”, Legajo Nº 49, La Plata, sección 9ª,

caratulado “Asociación Israelita Sefaradí”, fechas extremas: 1951-1970; Mesa “DE”, Legajo Nº 139, La Plata, sección 9ª, caratulado “Asociación Israelita Sefaradí”, fechas extremas: s/d.

9

“a) No se le conoce una determinada influencia política predominante, teniendo en

forma favorable al actual gobierno, que se justiprecia en un 55%.

b) Ignorase que algún miembro o asociado se destaque en actividades de carácter

gremial disolvente, anarco-sindicalista o comunistas o profese doctrinas de esa

índole.

c) La acción comunista no existe.

d) No apoyan a determinado dirigente, ya sea gremial o político.

La Plata, Sec. 3ra, Mayo 4 de 1950.” (Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 29, La

Plata, sección 3ª, caratulado “Centro Literario Israelita y Biblioteca Max Nordau”, folio

4)9

En el caso del CLIB Max Nordau, el “Registro estadístico de entidades”

contempla el período 1947-1957, renovándose la información cada dos años. El

legajo de la Asociación Unión Israelita de Beneficencia y Protección Recíproca

posee características similares. Los primeros folios del legajo contienen los

“Registros” durante el período 1949-1959. La información vertida es del mismo tipo,

exceptuando un ítem que no había tenido lugar en el “Registro” del CLIB Max

Nordau.

“a) No existe influencia política que predomine entre los componentes de la C.D. y

sus asociados, pudiendo conceptuarse a la entidad como INDEPENDIENTE.

b) No existe.

c) No hay.

d) Ninguno.

e) Esta entidad es conocida comunmente en esta ciudad con la denominación de

“ESRAH” y agrupa a todo el judaísmo platense.

Es digno de hacer notar que dentro de la misma existe simpatía por las actuales

autoridades nacionales, a juzgar por las expresiones de complacencia vertidas por

su Presidente en el acto realizado en su sede el 14 de Mayo del año en curso con

motivo de festejarse el Tercer Aniversario de la creación del Estado de Israel.”

(Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 2, La Plata, sección 1ra, caratulado

“Asociación Unión Israelita de Beneficencia y Protección Reciproca”, folio 3)

La década que comprenden los “Registros estadísticos de entidades”, que

forman parte de los legajos de las instituciones “judías” de La Plata, acompañan el

proceso de consolidación, caída y proscripción del peronismo. Las fórmulas para

9 Las citas respetarán, de aquí en más, la forma de redacción que registran originalmente los

informes de inteligencia.

10

considerar la orientación política de las instituciones, a través del análisis y

tipificación de los “prontuarios” de los miembros de la Comisión Directiva de la

Asociación Unión Israelita de Beneficencia y Protección Recíproca, no registran

modificaciones a través del tiempo. La evaluación tiende a ser una fórmula que se

repite: institución independiente o apolítica. Lo mismo ocurre en los legajos

correspondientes a las organizaciones que desarrollaban sus actividades en el

marco de lo que sería, a posteriori, AMIA-La Plata (excepto los legajos Nº 174 y 272,

que se inician en fechas posteriores y, como veremos más adelante, muestran otro

tipo de control y vigilancia).

El CLIB Max Nordau presenta, al respecto, una serie de particularidades. La

Planilla del “Registro”, fechada el 15 de enero de 1949, describe, sobre la

“Orientación Política Predominante”, que la institución posee un “60% de oposición

al gobierno, 40 % apolítico”. Habiendo entre sus asociados “simpatizantes

comunistas”. (Legajo Nº 29, Idem, fl.: 2) Sin embargo, los restantes “Registros

estadísticos de entidades” esgrimen la fórmula anteriormente citada, caracterizando

a la institución como “favorable al actual gobierno” y sin “acción comunista”

detectada. (Idem: fs: 5-7)

En 1954, un Memorandum enviado por Coordinación de Informaciones de la

Gobernación de la provincia de Buenos Aires al Jefe de la Policía de la misma

provincia, solicita información referida a los “Antecedentes Generales, policiales,

judiciales, afiliación política, ideología y concepto general de los integrantes de la

C.D.” del CLIB Max Nordau. (Idem: fl: 12). La planilla “Registro” reproduce los datos

sobre ubicación y cantidad de socios, pero anexa la nómina de las autoridades

institucionales indicando, en todos los casos, que “XXXX XXXX, no se encuentra

afiliado al Partido Peronista”. (Idem: fl.: 9)10 Concluyendo que:

“Los componentes de esta C. Directiva, gozan de buen concepto en el vecindario, y

en el orden político, los mismos no figuran afiliados al Partido Peronista, como puede

considerarse como apolitico.” (Idem: 8)11

10

Argentina carece de una legislación que regule la desclasificación de los “archivos de la represión”. La única normativa vigente, con la cual realizan la tarea los miembros del equipo del Archivo de la Comisión Provincial por la Memoria, es la de Habeas Data. Si bien cualquier ciudadano tiene el derecho a conocer los informes que ha producido el Estado sobre su persona, deberá resguardarse la identidad de terceros en los casos donde esos informes involucren a más personas. Las reprografías que cede la Comisión Provincial por la Memoria, para el caso de los investigadores, son sometidas a un proceso por el cual se tachan todos los nombres propios, exceptuando el de los funcionarios públicos. 11

Uno de los problemas al analizar los Legajos producidos por la DIPBA es que el foliado no respeta, en algunas ocasiones, el orden de producción. Los Memoranda solicitando información pueden encontrarse a posteriori del Informe de Inteligencia producido. Aunque

11

El último de los “Registros” que acompañan la década fue elaborado al

promediar el gobierno militar que derrocó a Perón, coincidiendo- como se describió

anteriormente- con las nuevas características y roles que debería cumplir el órgano

de inteligencia provincial. A la persecución del comunismo se sumaba la proscripción

del peronismo, ampliando el campo de “posibles agentes disolventes”. Aunque el

“concepto del que goza” el CLIB Max Nordau fue considerado como “bueno” (Idem:

20), una hoja adjunta detentaba la “Información sobre las actividades de la entidad e

ideología política y concepto ambiental de cada uno de los miembros de la Comisión

Directiva”. Allí se establecía que:

“XXX XXX: Hijo de XXX y de XXX, polaco, casado, comerciante, 34 años de edad,

domiciliado en XXX, C.I. Nº XXX. COMUNISTA.

XXX XXX: Hijo de XXX y de XXX, argentino, casado, comerciante, 51 años de edad,

domiciliado en XXX, C.I. Nº XXX. COMUNISTA.

XXX XXX: Hijo de XXX y de XXX, argentino, casado, comerciante, 28 años de edad,

domiciliado en XXX, C.I. Nº XXX. IGNORASE FILIACION POLITICA” (Idem: 20)

En la nómina con las autoridades de la Comisión Directiva del CLIB Max

Nordau se indicaba que cuatro de los trece miembros eran “COMUNISTAS”. De

estos, tres ocupaban los cargos jerárquicos de la Comisión. Si bien la indagación

sobre el “comunismo” había sido uno de los ejes del trabajo policial, el paso del

peronismo al gobierno militar, de la autoproclamada “Revolución Libertadora”,

muestra un corrimiento respecto de la preocupación acerca de las características

ideológicas de los individuos observados. Mientras que en el último “Registro” la

observación se hace sobre cada individuo- para establecer su vínculo con el

“comunismo”-, durante la administración peronista se relevaba la cercanía u

oposición al partido de gobierno por parte de los asociados y miembros de la

Comisión Directiva de la institución.

No sólo este cambio se registró en la vigilancia policial tras la intervención

militar de 1956. Los legajos muestran una nueva dinámica en la recolección de

información. Los “Registros estadísticos de entidades” comienzan a ser

desplazados- en algunos legajos dejan de estar presentes- y el Memorandum

solicitando información constituirá el tipo documental característico que inicie la

intervención de la inteligencia policial. Las agencias estatales productoras de estos

las fechas dan cuenta de la secuencia cronológica del proceso de “solicitud/producción de la información”, el foliado es menos riguroso.

12

podían ser de carácter nacional, provincial o de la misma Dirección de Inteligencia

para las distintas delegaciones.

Junto a esta dinámica de vigilancia comienzan a presentarse distintos

registros a partir de los cuales la DIPBA ejerce un seguimiento sobre las

instituciones judías platenses. Mientras que la AMIA-La Plata es “vigilada” a través

de sus actos, conferencias y declaraciones públicas, el CLIB Max Nordau es

interpelado por su posicionamiento y/o difusión del “comunismo”. Una serie de

Memoranda, fechados entre el 28 de junio y el 1 de julio de 1960, solicitan la

ratificación o rectificación de la información vinculada a la “Asociación Israelita de

Enseñanza progresiva”:

“Se tiene conocimiento que en los colegios “MANUEL BELGRANO” y “SARMIENTO”

ubicados en la calle Emilio Mitre y Ramos Mejía de la localidad de Morón y calle 11

Nº 1272, de La Plata respectivamente, de la asociación precedentemente

mencionada se imparten clases de adoctrinamiento comunista. A tal fin utilizan el

idioma “IDISH”

SE DESEA CONOCER:

-Ratificación o rectificación del presente informe

En caso afirmativo:

-Profesores que imparten dichas clases.-

- Nómina del personal directivo.-

- Cantidad de alumnos.-

- Si es subvencionado por el Gobierno de la Pcia..-

Cualquier otro dato de interés.” (Idem: 40-42)

La respuesta del oficial B-29, remitida el 4 de agosto de 1960, aunque no

confirma la sospecha que motivó la vigilancia policial, releva algunos de los datos

solicitados:

“En cumplimiento de la orden del epígrafe me dirijo a Ud. a fin de llevar a su

conocimiento que de las diligencias practicadas se ha podido establecer:

Que en la calle 11 Nº 1272 de esta ciudad funciona la “ESCUELA POPULAR

ISRAELITA DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO”, cuyo cuestionario estadístico de

entidades adjunto; siendo esta misma Comisión Directiva la que administra el

“CENTRO ISRAELITA Y BIBLIOTECA MAX NORDAU” que funciona en el mismo

lugar

Se dictan clases didácticas a alumnos exclusivamente de descendencia

judía, por los profesores XXX XXX y XXX XXX. Los profesores son pagos por la

institución arriba mencionada, debiendo los alumnos pagar una cuota anual, como

13

a la vez un pago mensual por el transporte que los lleva de su casa al

establecimiento y viceversa.

De 20.30 horas a 01.00 se reune la colectividad diariamente, no pudiendose

constatar que temas tratan, debido a que permiten únicamente la entrada a

personas pertenecientes a ese círculo y tratan sus asuntos en su idioma natal.”

(Idem: 45 y 49)

La sospecha policial acerca del adoctrinamiento comunista a través del idish,

como se sugería anteriormente, no encuentra sustento a juzgar por el informe de

inteligencia policial. Sin embargo, el tenor de la respuesta permite proponer algunas

consideraciones. En primer lugar, los informes policiales se realizaban aún cuando la

respuesta resultase negativa. Si bien el oficial B-29 no ratifica la información que

había originado el Memorandum, la nómina de los docentes, la manera en que se

sustenta la actividad y la cantidad de alumnos- 90 (Ibidem)- son notificadas al “Sr.

Jefe de la División Búsqueda”.

A la vez que la pesquisa recogida era remitida por el agente de inteligencia,

algunas representaciones acerca de los judíos tendían a filtrarse en los informes

policiales. Al finalizar el agente B-29 destaca que quienes se reúnen “tratan sus

asuntos en su idioma natal”. Sin embargo, al observar la nómina de la Comisión

Directiva- aunque sus nombres están debidamente tachados-, se indica la

nacionalidad de cada uno. Los miembros resultan, mayoritariamente, “argentinos”.

Aunque pueda ser cierta la información respecto del idioma utilizado durante las

reuniones de la Comisión Directiva, la representación del idish como el idioma “natal”

de los judíos actualizaba la representación de estos como “extranjeros” o individuos

“no-asimilables”. De manera similar, el pormenorizado registro realizado por el

agente B-4 sobre el acto “en rememoración del XX aniversario de la represión al

Gheto de Varsovia” destaca que:

“Se deja expresa constancia que al iniciarse el acto fué coreado por todos los

presentes el Himno Nacional de Israel, en tanto que en ningún momento se coreó

nuestra Canción Patria.

Después de un intervale de aproximadamente una hora y cuarto, se presentó el Coro

Israelita que después de entonar dos canciones patrióticas de su País, cerró el acto

con el Himno Israelita el que fué coreado con unción por todos los presentes, no

haciéndose lo mismo con nuestro Himno Nacional en ningún momento.” (Idem, s/f)

(El subrayado corresponde a la versión del original)

14

Aunque los presentes en el acto de “rememoración de la represión del Gheto

de Varsovia”, organizado por el CLIB Max Nordau, cantaban en idish el “Himno de

los Partisanos”- y no el “Himno de Israel”12-, el registro destacado sobre la ausencia

del “Himno Argentino” servía para reproducir la imagen del judío como un sujeto “no-

asimilable”. Además, posicionaba al agente policial como un celoso custodio de los

símbolos de la “argentinidad”. En este sentido, se podría proponer para la institución

policial una hipótesis similar a la que han sostenido- autoreferencialmente- las

Fuerzas Armadas: presentarse a ellas mismas como garantes de los valores de la

Nación. En el libro conmemorativo de un nuevo aniversario de la creación de la

institución policial bonaerense, realizado durante el transcurso de 1980, se sientan

las bases de una tradición13 en la que corresponde al organismo estatal una larga

genealogía: desde 1580 hasta 1980. El prologuista del mismo, el Jefe de la Policía

de la Provincia de Buenos Aires, General de Brigada Ovidio Pablo Riccher, reconoce

el origen de la entidad vinculada a la seguridad provincial en la fundación de la

ciudad de La Trinidad y Puerto de Santa María, por parte de Juan de Garay.

(Riccheri, 1980: 1-6)

Sin embargo, y en tensión con este registro, aparecen una cuantiosa

cantidad de informes de inteligencia en los que se informa sobre actos y

conferencias en conmemoración de los “días patrios” y de los “próceres argentinos”.

Por ejemplo, el registro de un acto celebrando el “25 de Mayo”, organizado por el

12

Durante las entrevistas realizadas para la elaboración de un corto documental sobre los actos del “Levantamiento del Ghetto de Varsovia” en la ciudad de La Plata, organizados por el CLIB Max Nordau, los informantes advertían que durante el desarrollo del acto se entonaba, en homenaje a los “jóvenes rebeldes” y en sintonía con la pertenencia al ICUF de la institución organizadora, el “Himno de los Partisanos”. 13

Sirviéndonos de Hobsbawm podemos proponer que la agencia policía bonaerense pretendía legitimar sus prácticas a través de una vinculación con un pasado histórico que le sea adecuado. (Hobsbawm, 2002). En este sentido, la edición policial destaca, entre los argumentos legitimadores de un discurso acerca de la tradición de la institución, que “Cuando España recaló en esta parte del mundo, que con el andar de los siglos devendría en esta gloriosa e internacionalmente querida República Argentina, traía en su bagaje disposiciones legales e instituciones públicas, la tradición greco-latina y arábiga que había generado el hidalgo espíritu peninsular. A la inversa de otras naciones colonizadoras no venía a llevarse los bienes de esta tierra; venía a traer, su cultura, su religión, su grandeza. Al clavar en el suelo virgen de los márgenes del Plata la antorcha preconizadora de la labor cristiana y dignificante; a regarlo con el sudor y la sangre de sus hijos más dilectos y nobles. Muchos de estos hidalgos habían sido allá, en las lejanas tierras natales, miembros de la Santa Hermandad, institución surgida en plena época de la lucha contra el invasor del territorio hispano, alentada por los reyes cristianos y auspiciada por la Iglesia.”. (Riccheri, 1980: 3) El emparentamiento con la tradición hispanista y católica reforzaba el valor identitario de la Policía de la Provincia de Buenos Aires como un organismo con una larga tradición nacional. Si bien, nuestro trabajo intenta problematizar la cuestión de la ausencia del Himno Nacional durante el desarrollo de un acto conmemorativo del “Levantamiento del Ghetto de Varsovia”, queda para trabajos posteriores una reflexión profunda acerca de la correspondencia entre esta narrativa policial y su incidencia en la acción desplegada y los argumentos producidos por la institución policial durante la última dictadura militar.

15

CLIB Max Nordau en 1964 (Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 29, Op. Cit., s/f)

es motivo de la presencia policial. Pero, en esta oportunidad, el informante se

abstiene de hacer consideraciones acerca de la condición de “argentinidad” de los

presentes. Un acto similar es informado por otro funcionario policial; en este caso se

indica que los asistentes a un acto de celebración del 60º aniversario de AMIA-La

Plata se “encaminaron hasta el monumento levantado „Al Maestro‟” con el objeto de

“tributar un homenaje floreal a Domingo Faustino Sarmiento al cumplirse 79º años de

su fallecimiento de su desaparició (sic) física”. (Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo

Nº 272, Op. Cit., fl. 6)

Uno de los tópicos rectores de los legajos que tienen como protagonista al

CLIB Max Nordau, es la sospecha acerca de la orientación comunista que posee

esta institución. Las actividades que allí se desarrollaban eran controladas con el

argumento que “en la Comisión Directiva de la institución figuraban elementos

comunistas”. Por ejemplo, para el festejo del cincuentenario de la institución, en

1962, el CLIB Max Nordau auspició una exposición de libros en idish y castellano y

se encomendó al oficial de la DIPBA verificar “que no se encuentre en infracción el

Art. 2do del Decreto Nº 4965/59 del P.E. Nacional”14. (Idem: 125) Sin embargo, el

agente B-6 ve frustrada su tarea: “no se ha podido concurrir en razón de la

concurrencia exclusiva de elementos pertenecientes a la colectividad” (Idem: 127); o,

la fórmula menos sutil:

“estos tres actos [unas conferencias dictadas durante la exposición] no han podido

ser controlados en razón de que la concurrencia en forma exclusiva pertenece a la

colectividad israelita, no pudiendose infiltrar sin pasar desapercibido” (Idem: 129)

La imposibilidad de “pasar desapercibido” y acceder a las conferencias

organizadas por el CLIB Max Nordau, relativiza la capacidad de “infiltración” que

nutre el imaginario acerca de las dinámicas de control de los aparatos de inteligencia

estatales. Aunque el agente B-6 no logra registrar las declaraciones formuladas en

las conferencias dictadas para el cincuentenario de una de las instituciones “judías”

platenses, la falta de respuesta y la imposibilidad de ratificar el vínculo o la

infiltración de “comunistas” no desanimaba la vigilancia policial. Tras una larga serie

de actos, conferencias y actividades que tuvieron lugar a lo largo del año 1964, otro

14

El decreto, sancionado durante la presidencia de Arturo Frondizi (1958-1962), creaba una comisión encargada de “planificar, dirigir y supervisar la acción del Estado en materia de comunismo y otros extremismos”. (Sain, s/d) La narrativa estatal, en última instancia, prohibía las actividades del Partido Comunista y sus entidades afines. Entre ellas se encontraba el ICUF, de la que el CLIB Max Nordau formaba parte.

16

Memorandum advierte sobre la realización de “Actividades Comunistas en el Centro

Israelita Max Nordau”. Allí se indica y prescribe que:

“Sobre el particular se tiene conocimiento de lo siguiente:

a) En el centro Israelita “Max Nordau” ubicado en la calle 11 Nº 1272 de La Plata, se

vienen realizando una serie de actividades comunistas.

b) Entre estas actividades se destaca la disertación que realizará esta noche a las 21

en el en salón de actos de la institución y que estará a cargo del Responsable

Nacional de Finanzas del Partido Comunistas Sr. XXX XXX.

c) El conocido dirigente comunista hablará sobre el tema titulado “SITUACION

ECONOMICA ACTUAL Y PERSPECTIVAS” con la entrada al público absolutamente

libre.

d) Al mismo concurrirían conocidas figuras comunistas locales y nacionales.

SE DESEA SABER

1) Ratificación y/o rectificación de la información que antecede.

2) En caso afirmativo, cantidad de público aproximado de concurrencia a la conferencia;

y ampliación conveniente.

3) Antecedentes ideológicos del disertante.

4) Antecedentes ideológicos de cada uno de los miembros de la Comisión Directiva del

Centro Israelita “MAX NORDAU”

5) Todo otro dato que se considere de interés para la presente investigación.” (Idem,

s/f)

Las “actividades comunistas” a las que refiere la DIPBA, que fueron

organizadas y/o tuvieron lugar en el CLIB Max Nordau durante el transcurso del año

1964, consistieron en una conferencia sobre “Teatro Griego”, el acto en

conmemoración por el “Levantamiento del Ghetto de Varsovia” y una conferencia

sobre “La Revolución de Mayo y su influencia en América Latina”. Pero la presencia

del “Responsable Nacional de Finanzas del Partido Comunista” sirve a los fines de

extender el manto de las sospechas sobre la relación entre el CLIB Max Nordau y el

“comunismo”.

Como en los casos anteriores, el agente policial se hace presente en la

disertación. Con mejor suerte que B-6 y advertido de que esta vez el acceso al

público es “absolutamente libre”, X-1 releva el desarrollo del encuentro: desde el

horario de inicio- “una hora después de lo anunciado”- hasta el fervoroso aplauso de

los concurrentes. Según lo registrado por X-1 podemos saber que:

17

“Abordó el Dr. XXX XXX, con carácter eminentemente científico, y sin apreciaciones

de carácter político de ninguna índole, la situación económica en que se desenvuelve

la economía Argentina, con abundante documentación estadística y en forma

puramente objetiva”. (Idem, s/f)

Sin embargo, la mención sobre la conferencia no se agotaba en la

consideración de su “carácter eminentemente científico”, sino que ahondaba en la

reproducción de ciertos argumentos que le habían resultado al informante

particularmente dignos de ser destacados:

“Expresó el orador que en los últimos tiempos esta rectoría de nuestra economía

había derivado del Imperio Británico hacia los Estados Unidos, que eran quienes

regían la política económica de todos los paises latinoamericanos, vulgarmente

denominados subdesarrollados.

Crítico el orador nuestra política económica que nos impide comerciar con todos los

países del mundo, viéndonos constreñidos a hacerlo con determinados países que

nos imponen precios sumamente bajos a nuestras exportaciones, estableciendo

precios extraordinariamente elevados a nuestras importaciones de productos

manufacturados.

[…]

Esbosó el orador una ligera crítica al Gobierno Argentino al no haber procedido a la

total ocupación de las cuencas energéticas, lo que ha permitido que las empresas

extranjeras hayan disminuído la producción al reducir la extracción de petróleo, con

los perjuicios para nuestra economía que son de imaginar.” (Ibidem)

La conferencia sobre la “situación económica Argentina”, pese a la

percepción “objetiva y científica”, presentó consideraciones de carácter crítico

respecto de las decisiones y lineamientos de la política económica nacional, que el

agente no consideró especialmente pasibles de ser condenados. Las declaraciones

producidas en actos y conferencias a menudo activaban un espacio de reflexión

policial que se encontraban por fuera de las tareas de vigilancia y control. De esta

manera, sus juicios no estaban siempre predeterminados por los estereotipos

generales con que se confeccionaban las directivas de investigación.

En otra oportunidad, el oficial K-15 relevó una conferencia sobre “Estructura

de la Economía Argentina”, el 7 de agosto de 1964, a la que concurrieron alrededor

de cien personas. Tras la descripción de los tópicos centrales abordados por el

orador, el agente concluye:

18

“Es de hacer notar, que de impresiones recogidas en el lugar de disertación se está

en condiciones de informar que el conferencista sería de tendencia “frigerista”, pese

a que otros presentes lo ubican en la línea trotkista” (Idem, s/f)

¿Frigerista? ¿Trotskista? Los informes de inteligencia producto de la

infiltración en las actividades desarrolladas en el CLIB Max Nordau, registran los

acontecimientos pero sin poder dar cuenta de aquel objetivo inicial: establecer la

relación entre la institución y la infiltración “comunista”. Sin embargo, ciertos

sobreentendidos en los informes policiales parecen no requerir más que de algunas

menciones puntuales para ubicar la tendencia ideológica de los individuos sometidos

a vigilancia. Por ejemplo, durante el acto de conmemoración del alzamiento de

jóvenes “judíos” en el Ghetto de Varsovia, el agente X-1 destacó la reacción del

público frente a la propuesta esgrimida por el miembro de la “Organización Judía

Pro-Paz”- quien hacia referencia a las intromisiones perpetradas por los Estados

Unidos en Vietnam del Norte, el Congo y Corea del Norte-:

“Ante esta alarmante situación era necesario que todos los países democráticos y

progresistas se coaligaran para obligar a los imperialistas americanos a retirar sus

sucias manos de vietnam y Cuba. Ante estas palabras la sala irrumpió en una

estruendosa ovación que dejó apreciar bien a las claras la tendencia, tanto del

orador como de los organizadores del acto”. (Idem, s/f) (Las cursivas son nuestras)

Aunque no se adjetiva ni califica la tendencia expresada en el acto, la

mención de Cuba y la “estruendosa ovación” resultan significativas para el agente

policial, que la considera como una mención digna de ser destacada y que permite

identificar “bien a las claras” una tendencia política que aunque no se termina de

explicitar supone un guiño de complicidad con el destinatario del informe policial.

En oposición a las descripciones y evaluaciones de los informes anteriores,

las palabras vertidas por el orador sobre Cuba mostraban “a las claras” el

posicionamiento político de todos los que poblaban la sala del Teatro Ópera. En

cambio, las definiciones críticas de las conferencias sobre “economía argentina” y la

relación de dependencia frente al mercado internacional, no resultaban significativas

o, al menos, no eran “sospechosas” para los representantes de las fuerzas de

seguridad. En este sentido, los informantes policiales parecían estar guiados por la

necesidad de transmitir “palabras claves” que ya estaban identificadas como

pertenecientes al vocabulario de los grupos que debían ser vigilados.

19

Así, el carácter de la mirada policial se cernía sobre las declaraciones,

actuaciones y manifestaciones directas sobre tópicos referidos a los “políticos”, la

“política nacional” y la “actualidad mundial”. A menudo, una de las cosas que se

destacaba precisamente era la ausencia de estas menciones. Una de las fórmulas

comunes registradas en los informes de inteligencia establecía que “Se deja

constancia que el orador en ningún momento abordó ni tan siquiera soslayó (sic)

situaciones de la política internacional ni nacional de la actualidad ni de un pasado

inmediato”. (Idem, s/f)

La sospecha sobre la relación con el “comunismo”, que dinamizaban la

vigilancia policial, se amplió a fórmulas más extensas- e inciertas- hacia fines de la

década del sesenta. A medida que las formas de participación política se

radicalizaban, también las fuerzas de seguridad ampliaban el marco de posibles

“enemigos” del orden político. La vigilancia sobre el CLIB Max Nordau también

registró modificaciones que acompañaban la impronta represiva. Un Memorandum,

que no registra fecha de elaboración pero que por su ubicación en el legajo sugiere

que fue producido en 1966, tiene por objeto actualizar la información sobre la

institución judía local. A diferencia de las anteriores ocasiones, el objeto de la

sospecha se ha modificado.

“INTERESA CONOCER

DEl CENTRO “ISRAELITA MAX NORDAU” y “ESCUELA ISRAELITA DOMINGO

SARMIENTO”, sitos en la calle 11 Nº 1272, los siguientes puntos:

1) Nómina completa de personas que integran la comisión directiva y cargos que

ocupan.

2) Contactos que mantienen con elementos izquierdistas.

3) Actividades que desarrollan.

4) Contactos que mantienen esas entidades con organizaciones de extrema

izquierda.

5) TODO OTRO ANTECEDENTE QUE ESTIME DE INTERES CONSIGNAR.” (Idem:

s/f)

Al igual que en el pasaje del peronismo a la Revolución Libertadora, donde

se reconocía un corrimiento respecto del registro acerca de las inclinaciones

políticas de los individuos que participaban del CLIB Max Nordau, la conflictividad

política que condujo al derrocamiento del gobierno radical de Arturo Illia y la

instauración de una nueva dictadura militar, autoproclamada como “Revolución

Argentina”, inscribió un nuevo desplazamiento: el acento estará puesto en las

relaciones con “elementos” y “organizaciones de extrema izquierda”.

20

Pese a que el legajo se extiende varios folios más, no se encuentra la

respuesta al Memorandum que requiere detalles de la relación entre el CLIB Max

Nordau y las organizaciones de extrema izquierda. ¿Acaso, como en las anteriores

oportunidades, los agentes no pudieron ratificar la información? El vínculo con el

peronismo había sido registrado con la expresión formal de una opinión “favorable al

actual Gobierno, que se justiprecia en un 55%”. Pero la relación con el “comunismo”

y con las “organizaciones de extrema izquierda” no puede ser verificada

empíricamente por los agentes de la inteligencia policial, ni siquiera en el momento

más álgido del terrorismo de estado, durante la última dictadura militar.

A través de la obtención de un “Periódico Juvenil”- Renacer- producido por

los jóvenes del CLIB Max Nordau, el Jefe de Inteligencia de La Plata, en

Memorandum fechado el 5 de octubre de 1979, remite el ejemplar para el “análisis

de contenido”15. Un agente policial reseña cada uno de los artículos, destacando que

en estos “se pueden apreciar que los conceptos vertidos redundan en la defensa de

los ideales judíos y de los intereses de su comunidad”. (Archivo DIPBA, Mesa “DS”,

Legajo Nº 1.425, Carpeta Varios, caratulado “Investigación Centro Literario Max

Nordau, fl.: 15) Una excepción es el artículo “A 129 años del fallecimiento del Gral.

JOSE DE SAN MARTIN”. En este escrito se identifica “su lucha libertadora con la del

pueblo judío” y “Finaliza ensalzando la lucha del pueblo nicaragüense”. (Ibidem) La

alusión a la revolución “sandinista” en Nicaragua, motivó la siguiente consideración

por parte del agente de inteligencia:

“debe tenerse en cuenta lo expresado en el primero de los artículos, cuando los

editores elogian sin retaceos a la revolución nicaragüense que terminara con el

régimen del Presidente Anastasio Somoza, sin tenerse en cuenta la infiltración

comunista que cooperó en la planificación y desarrollo de estos acontecimientos.”

(Idem, fl: 16)

Aunque se advirtiera sobre la exaltación de la revolución nicaragüense, el

agente policial realiza una expresión novedosa en relación al comunismo y el CLIB

Max Nordau:

“Con respecto al Centro Literario en sí, de acuerdo a los antecedentes obrantes en

esta Dirección General y las investigaciones realizadas a tal efecto, se estima que la

ideología comunista –detectada- en algunos de sus miembros, no tendría gravitación

15

A juzgar por el informe de inteligencia que acompaña al Memorandum, el “análisis de contenido” se caracterizaba por establecer un diagnóstico detallado de las particularidades de los artículos y el posicionamiento político de los editores.

21

fuera del ámbito de dicho Centro y dentro de este se vería reducida a una mínima

expresión”. (Ibidem)

En primer lugar, y tras dos décadas de “vigilancia”, un agente de la DIPBA

expresa que la influencia del comunismo en la institución es de una “mínima

expresión”. Magra conclusión para un trabajo de vigilancia que había supuesto como

hipótesis que esta institución podía ser particularmente sensible al “comunismo”.

Las palabras del agente policial, a su vez, descubren otros aspectos de la

inteligencia estatal. Al menos, del uso del Archivo y Fichero de la DIPBA. Al evaluar

el “Periódico Juvenil”, el agente destaca que “de acuerdo a los antecedentes

obrantes en esta Dirección General” la dimensión “comunista” del CLIB Max Nordau

es de una “mínima expresión”. La referencia a los antecedentes de la institución

propone que los materiales producidos por la DIPBA y depositados en el legajo de la

misma, eran consultados para las investigaciones policiales. La vigilancia ejercida a

través de más de tres décadas resultó un material de consulta para el trabajo

policial.

“Orden” y “control”: alcances y limitaciones del trabajo de inteligencia policial.

El trabajo de “infiltración”, “vigilancia” y “registro” realizado por los agentes

policiales pareciera tener en claro el sentido de su observación: los posicionamientos

y las acciones políticas que desarrollan estas instituciones. Las asambleas de socios

y los actos eleccionarios en pos de constituir una Comisión Directiva son,

mayoritariamente, registrados. Aunque, a diferencia de los tiempos en los que el

“Registro estadístico de entidades” actualizaba la nómina de representantes, la

incursión y obtención de materiales será la forma mediante la cual se efectúa el

control.

Como evidencia el seguimiento realizado al CLIB Max Nordau, los actos,

conferencias y reuniones de socios constituían el marco de actividades vigiladas. La

información registrada en los informes de inteligencia tiende a estar sistematizada: el

horario de inicio de la actividad, la cantidad de asistentes, los oradores y- si era

posible- las palabras que estos vertían. Finalmente se destacaba el horario de

finalización, al que seguía una fórmula que es común en los informes policiales: “…,

terminado a las 22:45, sin que durante el transcurso de la misma [ceremonia

religiosa] se registraran incidencia alguna” (Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 2,

La Plata, sección 1ra, caratulado “Asociación Unión Israelita de Beneficencia y

22

Protección Reciproca”, s/f) o “Al promediar las 15.15, tuvo lugar la desconcentración,

sin registrarse secuencias ulteriores” (Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 272, La

Plata, sección 1ra, caratulado “Asociación Mutual Israelita Argentina Filial La Plata”,

fl: 10)

El “orden”, a la vez que el grado de politización de los individuos “judíos” y

sus instituciones, constituye un aspecto relevante de la información que guardan los

legajos. Tanto la descripción de los actos, como la manera de describirlos, guardan

una estrecha relación con la noción del “orden”, que trata de subrayar la

meticulosidad con la que los informes son efectuados. No se trata únicamente de

“ratificar” la información que es solicitada por las diversas agencias del estado-

vinculadas a establecer el nivel de cercanía con el “comunismo”- sino de dar una

detallada descripción acerca del evento al que fueron asignados.

Sin embargo, la preocupación por el “orden” que atañe a la mirada policial,

contrasta con la secuenciación del foliado de las fojas o, en ocasiones, con la

incorporación de informes de inteligencia en los legajos de instituciones que refieren

a actividades o instituciones diferentes. En primer lugar, se puede observar que la

temporalidad “Memorandum-Informe de Inteligencia” no siempre es respetada. En

algunas oportunidades se encuentra un informe de inteligencia y a posteriori el

Memorandum que dio lugar a la infiltración y registro de datos. De manera que,

como enunciábamos anteriormente para dar cuenta de algunas de las problemáticas

para abordar los legajos de la DIPBA, para comprender la dinámica de la vigilancia

policial resulta necesaria la lectura completa del Legajo.

En segunda instancia, los legajos tienden a incorporar informes sobre

actividades e instituciones que no se condicen con lo enunciado en la carátula del

legajo. Esto puede ser resultado, en gran medida, a que las organizaciones

poseedoras de legajos tendían a ser subsidiarias de las instituciones centrales.

Tanto los Amigos del Maguen David Adom, los Amigos de la Universidad Hebrea de

Jerusalem, las Sionistas Pioneras funcionaban en la sede de la AMIA-La Plata. Lo

mismo ocurre respecto de la Escuela Israelita Domingo Faustino Sarmiento y el

CLIB Max Nordau. El seguimiento realizado a las instituciones judías locales

muestra que la vigilancia y el control tendió a recaer en los organismos centrales: el

CLIB Max Nordau y AMIA-La Plata. El resto de las organizaciones observadas,

exceptuando el de la Asociación Hebrea “Macabi”, comprende una serie de legajos

que poseen poca cantidad de fojas y, a su vez, de información- los tipos

documentales que priman en estos últimos son los “Registros estadísticos de

entidades” y los “recortes periodísticos”. Sin embargo, se puede observar que al

interior de los legajos de las dos grandes instituciones locales se encuentran

23

informes de inteligencia que aluden a actividades desarrolladas por las otras

organizaciones.

La información que suministraba el agente policial no respondía, únicamente,

a la lógica del esclarecimiento de los acontecimientos. Para la dinámica de la

Dirección de Inteligencia, toda información podría resultar de utilidad. Cercana a las

dinámicas burocráticas, los informes de inteligencia dan cuenta de aquello que no es

demandado por los organismos estatales. Como evidenciaba el informe del agente

B-29- sobre el adoctrinamiento comunista a través del idish en la Escuela Israelita

Domingo F. Sarmiento- el funcionario policial ponía en circulación el conocimiento

adquirido como producto de su labor, aunque la respuesta fuese negativa. Pues

“registro de los acontecimientos” y la “producción de informes” eran característicos

del trabajo efectuados por el agente policial. Pues, en algunos casos, la obtención

de la información podía llegar a ser reconocida por la autoridad jerárquica:

Diríjome a señor Jefe, elevando a su consideración información relacionada con la

realización del IXº Congreso de la Federación de Entidades Judías en la Argentina.

Permítome hacer constar que en mérito a la laboriosidad, idoneidad y espíritu de

sacrificio demostrado por XXXXX XXXXX, que realizara durante tres días feriados

control y posteriormente la confección del presente informe adjunto, el suscripto

procedió a felicitarlo en reunión de personal, exaltando ante sus camaradas su

comportamiento.” (Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 212, Capital Federal,

caratulado “Federación de Entidades culturales judías en la Argentina”, fl: 9).

Sin embargo, como puede observarse en los documentos, muchas veces la

tarea no resultaba apacible. En algunas oportunidades, los agentes narran los

problemas a los que se ven enfrentados en pos de obtener la información que les

fuese solicitada. En primer lugar, y en mayor medida, uno de los obstáculos lo

representaba el idioma. Los informes de inteligencia de los actos y las conferencias

en las que se presentaba un orador cuyo discurso fuese pronunciado en idish o

hebreo, presentan una laguna en la descripción realizada por los funcionarios

policiales. Por ejemplo, al hacerse presente un funcionario policial en la sede de la

AMIA-La Plata para “vigilar” un acto en “solidaridad con Israel”, el mismo advierte

que:

“Durante el desarrollo usaron la palabra el Teniente Coronel (R) del Ejercito Israelí

XXX XXX y el señor MOSHE BARAM, destacado diputado Israelí, para

seguidamente pasar a proyectar un film titulado “En el Séptimo Día”, de procedencia

israelí.

24

Cabe agregar que las disertaciones a cargo de los nombrados, se desarrollaron en

idioma Idisch, por cuanto no se pudo identificar lo expresado por los mismos.”

(Legajo Nº 272, fl: 11)

Aunque seguramente los discursos fueron realizados en hebreo y no en

idish, el señalamiento del agente policial nos indica una de las falencias del trabajo

de “registro” policial. Otro de los problemas que resultaba central a los fines de la

inteligencia policial era el de la “infiltración”. Como ocurrió con el agente B-6, a quien

le fuera encomendado “vigilar” las actividades desarrolladas por el CLIB Max Nordau

en los festejos de su cincuentenario, varios informes destacan las dificultades para

introducirse en las instituciones en pos de obtener información. El agente K-11, al

presentarse en la Asociación Hebrea Macabi para registrar la conferencia sobre

“Actualidad Israelí”, informa que:

“A la espera de que comenzara la misma se me apersonó un dirigente de la citada

institución inquiriendome cuales eran los motivos por el cual me encontraba allí y si

era socio de la casa, para manifestarme seguidamente que no podia permanecer en

el local, pese a la insistencia de mi solicitud para poder asistir a la misma tuve que

hacer abandono del mismo.” (Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 37, La Plata,

sección 1ra, caratulado “Asociación Hebrea Macabi”, s/f)

Lo mismo sucede con el agente D-2, quien no puede obtener la información

de lo tratado por la Asamblea General Ordinaria del CLIB Max Nordau. (Archivo

DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 29, La Plata, sección 3ª, caratulado “Centro Literario

Israelita y Biblioteca Max Nordau”, s/f). Sin embargo, los problemas para presenciar

actos, conferencias y asambleas no se limitaban a que los agentes fuesen

descubiertos. En algunas oportunidades, el agente concurría ya transcurridas las

actividades. (Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 37, La Plata, sección 1ra,

caratulado “Asociación Hebrea Macabi”, fl: 10; Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº

272, La Plata, sección 1ra, caratulado “Asociación Mutual Israelita Argentina Filial La

Plata”, fl: 47) Finalmente, “C”9 tuvo una dificultad de otro tipo cuando fue enviado a

“registrar” la primera reunión del año de la Organización Sionista de Pioneras.

“Se desconoce el carácter de las películas y el desarrollo de la reunión en detalle,

por cuanto resulto imposible, por razones obvias, entrar al local en el que se

reunieron las damas.” (Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 174, La Plata, sección

1ra, caratulado “Organización Sionista de Pioneras”)

25

La DIPBA no tenía intérpretes ni traductores. ¿Tendría, acaso, personal

femenino que realizará el trabajo de “infiltración”? Resulta difícil, a juzgar por las

descripciones que realizan las fuentes policiales, establecer una respuesta definitiva.

Pero la imposibilidad de registrar la reunión de la Organización Sionista de Pioneras

refuerza la imagen de la policía como una institución masculina. A la vez que, si

consideramos como un a priori que la “reunión de damas” era exclusivamente para

mujeres, los funcionarios jerárquicos sobrevaloraron la capacidad del agente “C”9.

La imposibilidad de “infiltrarse” en reuniones, así sean de damas, no se

traducía en un impedimento para obtener información. La presencia y la espera eran

compensadas con el registro de alguna información: el agente pudo, al menos,

registrar la cantidad de damas que asistieron. En otra ocasión, por ejemplo, una

cena transcurrida en el campo de deportes de la Sociedad Israelita sólo permitió

informar sobre los vehículos estacionados en las inmediaciones del lugar “con

chapas patentes de esta provincia.” (Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 2, La

Plata, sección 1ra, caratulado “Asociación Unión Israelita de Beneficencia y

Protección Reciproca”, s/f) Como se advertía anteriormente, un informe de

inteligencia suministra siempre alguna información. Esta podía provenir, en los casos

en los que era impracticable la “infiltración”, de la observación o, incluso, de la

consulta a los propios individuos que habían participado de la conferencia, acto o

asamblea.

De esta manera, los informes muestran una tensión acerca de las

condiciones de la espía: mientras en algunas oportunidades son expulsados de las

actividades, en otras son informados por los miembros de las instituciones. Aunque

no se pueda afirmar que los individuos que participaban de las actividades

desarrolladas en estas instituciones fuesen concientes del destino de la información

brindada, la obtención de la información no siempre requería de la “infiltración”. En

un sentido similar los recortes periodísticos que contienen los legajos sirven como

otra forma de actualizar la información: desde la realización de una conferencia o la

renovación de la Comisión Directiva, los artículos de periódicos locales resultaban

una de las formas con las que el Archivo y Fichero de la DIPBA incrementaba la

información.

Si bien los agentes de la DIPBA actuaban bajo las directivas de los

funcionarios jerárquicos, cumpliendo con las solicitudes emitidas en los Memoranda,

en algunas ocasiones el origen de la espía era producto de la propia dinámica legal

y/o administrativa impuesta a las organizaciones civiles y políticas. Entre los tipos

documentales que se encuentran en los legajos, las cartas remitidas por las

instituciones a las comisarías en pos de solicitar custodia y/o demandar autorización

26

para la realización de un acto, conferencia, celebración religiosa u asamblea, eran el

puntapié para la vigilancia y el control.

“Sr. Comisario de la Seccional 3º de La Plata.

De nuestra consideración:

Por la presente nos dirigimos a Ud. a fin de solicitarle el correspondiente permiso

policial a fin de efectuar el pxmo. 19 de abril, un acto en conmemoración del

vigésimo aniversario del levantamiento de Ghetto de Varsovia.

El mismo se realizará en la Sala del Teatro Opera 58-770 a las 21 hs.

Aprovechamos la oportunidad para requerir de Ud. el envio de custodia policial.”

(Archivo DIPBA, Mesa “DE”, Legajo Nº 29, La Plata, sección 3ª, caratulado “Centro

Literario Israelita y Biblioteca Max Nordau”, s/f)

El comisario Raúl Molina, Jefe de la Comisaría 3º de La Plata, remite la carta

solicitando permiso para la realización del acto y custodia policial al “Director del

Servicio de Informaciones de la Policía de la provincia de Buenos Aires, a los fines

que estime corresponder”. Las tres páginas producidas por el empleado B-4 que

informan sobre el desarrollo del acto, la cantidad de asistentes y las palabras de los

oradores, ilustran cuál fue la función que cumplió para el Director de la DIPBA la

carta enviada por el presidente del CLIB Max Nordau. La “vigilancia” de una

conferencia era producto de la propia información que las instituciones brindaban

sobre la futura realización de la misma. No sustentándose solamente, el trabajo del

funcionario policial, en la inteligencia previa desarrollada por la institución policial;

sino que los funcionarios policiales eran advertidos sobre el desarrollo de una

actividad, en algunas ocasiones, por parte de sus organizadores.

Como los artículos periodísticos y la información suministrada por los

asistentes y/o asociados, las cartas tendían a suministrar información por

mecanismos que no necesitaban de la “infiltración” o que, incluso, la generaban. En

este sentido, si bien la DIPBA ejercía una función vinculada al seguimiento y control

de las instituciones de la sociedad civil, muchos de los mecanismos administrativos-

burocráticos implementados por el estado- como las solicitudes de permiso para la

realización de un acto público- contribuían con esa función. Las cartas enviadas a la

Comisaría 3º, por parte de las autoridades del CLIB Max Nordau- y la Comisaría 1º,

por parte de las autoridades de AMIA-La Plata, Macabi y las demás organizaciones

que funcionaban en su sede, resultaron un insumo relevante para activar y dinamizar

el trabajo de “infiltración”, “vigilancia” y “registro” que realizaron los agentes

policiales, a juzgar por el peso que tienen en los legajos del archivo de la DIPBA.

27

La pesquisa policial, considerando el registro que ha sido guardado en los

legajos que remiten a las instituciones “judías” de La Plata, muestra quiénes y cómo

fueron observados por los agentes de la DIPBA. Sin embargo, otra característica de

la espía debe ser considerada. La vigilancia, infiltración y control ejercida por la

Dirección de Inteligencia no eran el producto del trabajo exhaustivo. La composición

de un legajo describe un conjunto acotado de actividades que eran registradas.

En primer lugar, contemplando las fechas extremas de los legajos

analizados, se puede establecer que no todas las instituciones y organizaciones

fueron vigiladas de la misma manera a lo largo del tiempo. Sólo aquellas que

corresponden al CLIB Max Nordau, AMIA-La Plata y la Asociación Hebrea MACABI

tienen como característica la espía a lo largo de varias décadas. La ausencia de

menciones acerca de cómo fueron vigiladas las organizaciones como Amigos del

Maguen David Adom, Amigos de la Universidad Hebrea de Jerusalem, Organización

Sionista de Pioneras, Escuela Popular Israelita Domingo Faustino Sarmiento, entre

otras, responde a que sus legajos contienen, casi en forma exclusiva, los “Registros

Estadísticos de Entidades”, recortes periodísticos y cartas de solicitud para la

organización de actos.

Por el contrario, las instituciones centrales contemplan un seguimiento mayor

que tenía por resultado la elaboración de informes de inteligencia sobre las

actividades desarrolladas. Sin embargo, si se observa la cantidad de informes que

dan cuenta de las actividades vigiladas se puede establecer que la dinámica del

control tendió a ser esporádica. Es decir, a lo largo de un año son registradas unas

pocas conferencias, actos y/o ceremonias. Si sólo se contempla el registro de las

actividades que han quedado en los legajos, se podría afirmar que el trabajo que

desarrollaban estas instituciones era poco frecuente. Sin embargo, por las

características de las actividades vigiladas en cada institución, se puede establecer

que los agentes de la DIPBA observaban el mismo tipo de actividades, año tras año,

en cada una de las instituciones centrales, no afectando a todas las tareas

desarrolladas por las mismas.

Como se mencionó anteriormente, el CLIB Max Nordau fue sometido a un

seguimiento en torno a establecer sus posicionamientos políticos e ideológicos. La

impronta del control policial se legitimó través de la vigilancia política: los actos de

conmemoración del “Levantamiento del Ghetto de Varsovia” y los de repudio a los

atentados antisemitas quedaron registrados en minuciosos informes de inteligencia.

En cambio, en el caso de AMIA-La Plata y la Asociación Hebrea MACABI, se

contemplaron las ceremonias religiosas y los actos de celebración de los

28

aniversarios de la creación del Estado de Israel. Aunque la información recaudada

era cuantiosa, no se observó, en esta última, el sesgo de la persecución ideológica.

Algunas reflexiones finales.

Este trabajo se propuso caracterizar la mirada de la DIPBA sobre los “judíos”,

a través del análisis de los legajos vinculados con el registro y control efectuados por

dicho organismo sobre las instituciones de esta comunidad localizadas en la ciudad

de La Plata. La temporalidad de los legajos analizados evidencia un seguimiento que

se efectuó a lo largo de más de tres décadas. Al respecto, una serie de

consideraciones acerca de la propia temporalidad de este trabajo sirve para

proponer futuras perspectivas para la investigación en torno de este repositorio.

Los primeros registros de las tareas de inteligencia desarrolladas por la

institución policial bonaerense exceden la propia temporalidad de la DIPBA. Si, como

mencionamos en la breve reseña introductoria, la agencia estatal fue creada en

1956, los “Registros estadísticos de entidades” nos remiten al control y seguimiento

político-ideológico que el estado provincial efectuó desde mediados de la década del

40‟. Como mostró el análisis de las mismas, durante el gobierno peronista las

evaluaciones realizadas por los agentes policiales se concentraron en precisar el

posicionamiento de las mencionadas instituciones respecto del peronismo. Tras el

derrocamiento de Juan Domingo Perón, las evaluaciones y formas de búsqueda y

producción de información se vieron sometidas a nuevos fines. En un primer

momento buscaron, a través de la presencia policial en diversas actividades

desarrolladas por las entidades comunitarias, establecer los vínculos de las

instituciones “judías” con el “comunismo” y, hacia fines de la década del 60‟, con

organizaciones de “extrema izquierda”. Como señala Funes, los objetivos que

encuadraban el trabajo policial fueron redefinidos al compás de la dinámica de la

confrontación política que caracterizó a la Argentina en el siglo XX. (Funes, 2006:

203-204)

Las fechas extremas de los Legajos abordados muestran que el seguimiento,

la producción de informes de inteligencia y la tarea de archivar la información en los

diversos legajos institucionales no excede la década del 70‟- exceptuando el Legajo

Nº 272 de AMIA-La Plata, que finaliza en 1987. Sin embargo, la Dirección de

Inteligencia continuó sus tareas hasta 1998. Como señala Jaschek, en relación a las

labores desarrolladas por los funcionarios de la DIPBA durante el período que se

29

inaugura con la transición democrática y que finaliza con el cierre de la DIPBA, el

registro realizado sobre los diversos actores evidenció la preocupación por parte de

los agentes de inteligencia ante la pérdida de espacio y recursos para llevar a cabo

sus funciones (Jaschek, 2003: 31) Durante este último período, el control sobre las

instituciones judías platenses muestra una fuerte reducción16. Aunque los Legajos

referidos a este período no fueron analizados en este trabajo, se puede destacar que

la dinámica de la observación policial tendió a fragmentarse.

Los trabajos realizados con los “archivos de la represión” se caracterizaron

por indagar acerca de la magnitud de la persecución política efectuada durante las

dictaduras militares del Cono Sur. (da Silva Catela y Jelin, 2002) Sin embargo, los

Legajos archivados que dan cuenta sobre las formas de vigilancia y control al que

fueron sometidas las instituciones “judías” de La Plata, indican que la información

producida por la DIPBA excede el periodo de la última dictadura militar. En

consecuencia, la riqueza de su fondo documental radica en la posibilidad que nos

ofrece para analizar la dinámica de seguimiento y registro durante un período

considerable. Es decir, las particularidades de la vigilancia, espía y control que

ejercieron sus funcionarios no debe circunscribirse a la década del 70‟. Desde esta

perspectiva es factible avanzar en la identificación y la comprensión de los cambios

y las continuidades en las tareas de inteligencia política desarrolladas por el estado,

en parte registradas por el archivo de la DIPBA.

El análisis efectuado en la presente Tesis permite considerar y poner en

suspenso otra perspectiva analítica. Como advierten Boholavsky y Di Liscia (2005),

en las últimas dos décadas han proliferado los estudios sobre las diversas agencias

de control social: cárceles, manicomios, hospitales y escuelas, entre otras, han sido

investigadas por diversos cientistas sociales. Estas investigaciones, deudoras de la

obra de Michel Foucault, lograron promover un campo de estudio y han puesto de

manifiesto las estrategias seguidas por las elites y las clases dominantes para

imponer un modelo de “ciudadano” y cómo estos se han servido de los estados

nacionales a través de su poder regulador y normalizador sobre la sociedad civil.

16

Estos Legajos constituyen un cuerpo documental que, aunque de pocas dimensiones,

posee gran relevancia para futuras investigaciones. Los mismos registran, fraccionadamente, la denuncia de atentados contra las instituciones judías locales, las celebraciones de festividades religiosas y unos pocos actos institucionales.

Si bien su análisis podrían haber colaborado para comprender la dinámica de la inteligencia policial a lo largo de un período más amplio- incluso, conociendo la dinámica de la vigilancia a lo largo de las fechas extremas de la DIPBA-, el interés del investigador radicó en conocer las características del trabajo de espía y control desarrollado por la agencia provincial durante el proceso de conflictividad y radicalización política que concluyó- lamentablemente con 30.000 desaparecidos- durante el golpe militar de 1976, que implementó el terrorismo de estado.

30

(Boholavsky y Di Liscia, Idem: 9) Sin embargo, Boholavsky y Di Liscia proponen una

serie de reparos, que pueden ser fructíferos para el análisis de la DIPBA, respecto

de la capacidad regulatoria y la efectividad que han tenido los programas científicos

y políticos, así como las instituciones encargadas de su implementación.

En oposición a la consideración efectuada por el secretario del CLIB Max

Nordau, tras recibir los Legajos de la DIPBA por parte de los miembros de la

Comisión provincial por la memoria- acontecimiento que fue narrado en las primeras

páginas de este trabajo-, podemos afirmar que la investigación desarrollada permitió

reconocer, como indican Boholavsky y Di Lisia, la distancia entre la propuesta y/o

programa institucional y la labor real desarrollada por los funcionarios policiales.

(Boholavsky y Di Liscia, Op. Cit.: 10-12) El análisis efectuado con los Legajos de las

instituciones “judías” locales permite relativizar el enunciado que asevera la

efectividad del control social y político ejercido por la DIPBA.

La diversidad de documentos analizados permitió mostrar cómo el trabajo de

“infiltración”, “vigilancia” y “registro” policial se caracterizó por su inorganicidad y una

dinámica burocrática-administrativa que, por momentos, evidenciaba la poca

“profesionalidad” de la institución policial. Como consideran Boholavsky y Di Liscia,

se puede proponer que existía un hiato entre los supuestos y estereotipos que

regulaban la demanda de información por parte de la jerarquía policial- el suponer la

existencia de los vínculos entre “comunismo” o “extrema izquierda” e instituciones

“judías”- y los informes producidos por los diversos agentes de inteligencia.

Así como estos informes brindaban siempre algún dato- aunque no pudiesen

ratificar el vínculo con el “comunismo” o la “extrema izquierda”-, en muchas

oportunidades la capacidad de registrar los actos, reuniones y actividades se veían

vedadas por la falta de recursos o por la poca formación de los agentes. Los casos

referidos al desconocimiento del idish y la imposibilidad de “infiltrarse” en reuniones

de mujeres resultan ilustrativos. A su vez, el registro sistemático de unas pocas

actividades- actos de “Levantamiento del Ghetto de Varsovia”, “Creación del estado

de Israel” y de diversas conferencias- evidencia que el seguimiento que se efectuaba

sobre estas instituciones no se producía de manera permanente.

El control social y político, aunque servía a los fines de acumular información

sobre las instituciones y los individuos, se realizaba de manera intermitente y de

forma deficitaria en relación a la demanda formulada por la jerarquía institucional. En

este sentido, el análisis de los Legajos permite matizar la noción, sugerida por Funes

(2004), acerca del proceso de “profesionalización” del trabajo de inteligencia policial

31

en el contexto de la guerra fría y la radicalización de la violencia política en

Argentina. Aunque la información producida por los agentes de la DIPBA “se

incrementa al compás de las leyes represivas” (Funes, Idem: 216), las maneras en

que esta es obtenida no pareciera indicar, al menos para el caso abordado en este

trabajo, un alto grado de profesionalidad.

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