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127 7. Una mirada a la organización del trabajo investigativo PEREIRA DE HOMES, LILIA DÍAZ BARRIOS, JAZMIN PEREIRA, MORELA Consideraciones preliminares La evolución de la organización del trabajo ha sido influenciada por diversos factores como son el entorno, las épocas y lugares don- de se desarrolla. Estos agentes han conducido a cambios de gran envergadura con impacto no sólo en la organización de los distintos ámbitos laborales, sino también en el modus vivendi de los trabaja- dores. Es así como tanto el concepto de trabajo como su organiza- ción han evolucionado a lo largo de la historia, dando lugar a distin- tos tipos de asociaciones y a la prueba de modelos con potencialidad para incrementar la eficacia, eficiencia y/o efectividad de las activi- dades realizadas. Los cambios en la organización del trabajo tienen mucho que ver con la situación en que se encuentran los trabajadores, con las relaciones que ellos entablan con los patrones, con los modelos de producción en los cuales se insertan y con los paradigmas de desa- rrollo adoptados. Por otra parte, cada país, región y organización le imprimen sus propias particularidades. En el caso de las universidades, la organización del trabajo, de acuerdo con su razón de ser, ha tenido su propia evolución y la inves- tigación dentro de ellas ocupa un lugar particular. En esta obra se revisa el trabajo en términos generales, sus enfoques y distintos con- textos, así como el trabajo investigativo propiamente dicho en LUZ. Para cumplir tal propósito, se utilizó una metodología cualitativa, con recolección de información documental y el análisis de conteni- do como herramienta de análisis.

Una mirada a la organización del trabajo investigativo

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7. Una mirada a la organización

del trabajo investigativo

PEREIRA DE HOMES, LILIA

DÍAZ BARRIOS, JAZMIN

PEREIRA, MORELA

Consideraciones preliminares

La evolución de la organización del trabajo ha sido influenciadapor diversos factores como son el entorno, las épocas y lugares don-de se desarrolla. Estos agentes han conducido a cambios de granenvergadura con impacto no sólo en la organización de los distintosámbitos laborales, sino también en el modus vivendi de los trabaja-dores. Es así como tanto el concepto de trabajo como su organiza-ción han evolucionado a lo largo de la historia, dando lugar a distin-tos tipos de asociaciones y a la prueba de modelos con potencialidadpara incrementar la eficacia, eficiencia y/o efectividad de las activi-dades realizadas.

Los cambios en la organización del trabajo tienen mucho quever con la situación en que se encuentran los trabajadores, con lasrelaciones que ellos entablan con los patrones, con los modelos deproducción en los cuales se insertan y con los paradigmas de desa-rrollo adoptados. Por otra parte, cada país, región y organización leimprimen sus propias particularidades.

En el caso de las universidades, la organización del trabajo, deacuerdo con su razón de ser, ha tenido su propia evolución y la inves-tigación dentro de ellas ocupa un lugar particular. En esta obra serevisa el trabajo en términos generales, sus enfoques y distintos con-textos, así como el trabajo investigativo propiamente dicho en LUZ.Para cumplir tal propósito, se utilizó una metodología cualitativa,con recolección de información documental y el análisis de conteni-do como herramienta de análisis.

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1. Organización del trabajo

La organización del trabajo ha cambiado en el transcurrir deltiempo en atención al surgimiento de nuevas condiciones y exigen-cias que la época y circunstancias le imprimen. Con el fin de dar aconocer tales cambios, se presenta su evolución a través de la histo-ria en el contexto global, latinoamericano y venezolano.

· Evolución

Históricamente, las organizaciones que tuvieron alguna preemi-nencia en el pasado, bien sea en el plano político, religioso, militar osocial, se estructuraron básicamente de forma piramidal, de lo que seinfiere que el trabajo era organizado con un arreglo estrictamentejerárquico y un concepto subyacente de dominadores y dominados.

A finales del siglo XVIII, la Revolución Industrial modifica larelación del trabajador al sustituir el trabajo del hombre y su fuerzamuscular por las grandes máquinas de la época. El artesano y supequeño taller desaparecen y dan paso al obrero y las fábricas. Co-menta Chiavenato (2000) que de la tranquila producción artesanal,en la cual todos los trabajadores estaban organizados en corporacio-nes de oficios, se pasó abruptamente al régimen de producción fabrilsin ningún tipo de adaptación. El trabajo autónomo de los artesanosse diluyó en la fusión de los talleres o en su cierre, convirtiéndoseellos en asalariados o propietarios, según las condiciones financierasde cada uno. A medida que aumentaba la tecnología, más se acelera-ba este proceso.

Al respecto, existe una cronología de eventos que modificaronel trabajo: Desde la aplicación del principio de especialización y elconcepto de control a los trabajadores manufactureros de Adam Smith(1776); los métodos de Watt y Boulton (1800) en cuanto aestandarización de operaciones, métodos de trabajo, incentivos sala-riales, seguros y bonificaciones; el entrenamiento de obreros y losplanes de vivienda introducidos por Owen (1810); y el énfasis en laespecialización y división del trabajo de Babbage (1832), hasta laAdministración Científica de Taylor (alrededor de 1900). Igualmen-te, la influencia de Marx (1867) y su teoría del valor del trabajo.

La aparición de Taylor en el escenario laboral representa unhito: un antes y un después, puesto que a partir de sus planteamien-tos se generalizan, entre otros, la supervisión funcional, la

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estandarización de herramientas e instrumentos, planeación de ta-reas, estudios de tiempo y estándares de producción, rutinas de tra-bajo, tarea asociada a incentivos salariales, en suma, lo que se dio enllamar la organización racional del trabajo (ORT).

A diferencia de la administración científica de Taylor (que re-salta la tarea que realiza el individuo), surge la administración clási-ca de Fayol, caracterizada por destacar la estructura que una organi-zación debe tener para lograr los objetivos de eficiencia. En esta teo-ría, el enfoque del trabajador se amplía con respecto a la estructuraorganizacional al considerarlo como un ser humano. Fayol da vida alos Principios Generales de la Administración, entre los que se in-cluyen: equidad, estabilidad del personal, iniciativa y espíritu de equi-po (Dávila, 2001).

Con el desarrollo de las ciencias sociales, especialmente lasicología y sociología del trabajo, surge el enfoque humanístico deltrabajo, el cual da prioridad a la preocupación por el hombre y sugrupo, en lugar de los aspectos técnicos y formales inherentes a laorganización. Sin embargo, debido al laissez-faire del modelo hu-manista, nace una corriente contraria que defiende los postuladosclásicos y es, entonces, cuando el modelo sociológico de Weber ad-quiere relevancia. La teoría burocrática weberiana de la organiza-ción toma de los clásicos el interés en realzar la eficiencia técnica, laestructura jerárquica de la organización y el predominio de la orga-nización industrial, añadiéndoles los reglamentos, sistemas y proce-dimientos, la impersonalidad en las relaciones interpersonales, laselección para el empleo y la promoción basada en competencia téc-nica (Kliskberg, 1990).

A medida que evolucionan las organizaciones, el trabajo expe-rimenta un nuevo cambio: se abandonan las posiciones normativas yprescriptivas para dar paso nuevamente a un enfoque centrado en laspersonas (Robbins y Coulter, 2000). La motivación humana, elliderazgo y la dinámica de grupos, serán la base del enfoque deltrabajo en esta época. Ampliando y contraponiéndose a las anterio-res, surge la teoría sistémica: integradora, sinérgica, interdependiente,abierta, basada en el hombre funcional, en contraste con el hombreeconómico, social y organizacional de las concepciones previas(Dávila, 2001).

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En la medida en que la sociedad se complejiza debido al avancecientífico y tecnológico, la sociedad industrial da paso a la sociedad dela información y del conocimiento, aumenta la incertidumbre del en-torno y los modelos deterministas son menos eficaces. En razón deesto, surge la visión contingencial o situacional, la cual postula que noexiste un mejor tipo de organización para todas las circunstancias, sinoque ésta es contingente, depende de una serie de factores.

Al respecto, existen muchas variables contingenciales, pero lasmás comunes son: tamaño de la organización, tecnología, incertidum-bre del entorno y diferencias individuales (Woodward citado por Stoner,1996). Estas variables introducen nuevos tipos de relaciones de traba-jo tanto interna como externamente a la organización. A lo interno secrean grupos de trabajo, polivalencias, achatamiento de las pirámidesde mando, reducción de niveles, cambios en el rol de las jefaturas eincorporación de nuevas tecnologías (Novick y Wilkis, 2003).

En cuanto a lo externo, surgen nuevos fenómenos asociativos,ya sea en el ámbito del grupo familiar que organiza el trabajo, ya seaen el de los trabajadores subordinados que tienen una relación másestrecha con el pequeño empresario como es el caso de las coopera-tivas (Raso, 2005). Igualmente, ha cambiado el perfil del trabajador:se requieren individuos con mayor capacidad para tomar decisiones,efectuar elecciones, comprender procesos de mayor complejidad téc-nica y efectuar controles de calidad, entre otros.

Bajo el enfoque contingencial, la organización del trabajo hatratado de adaptarse al entorno económico imperante que confina alindividuo a nuevas relaciones de trabajo, manifiestas en jornadas atiempo parcial, contratación inestable, extensión del período de prue-ba, trabajo independiente, es decir, flexibilidad integral del trabajo,lo cual lleva en ocasiones a la precarización del hombre en su con-texto laboral (Iranzo, 1994).

Estructuralmente, la tendencia actual se orienta a aplicar enfo-ques múltiples e integrales, pero en cuanto a la organización del tra-bajo, asistimos a su transformación con directas consecuencias so-ciales como la desregulación y la flexibilización. Como consecuen-cia, los fines se transmutan en medios, de manera tal que el costo dela fuerza de trabajo, la protección de los trabajadores, la seguridadsocial y en general el bienestar de la fuerza de trabajo pasan a estarsubordinados a la competitividad (Lucena, 2004).

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En suma, el mundo está asistiendo a una nueva forma de orga-nización del trabajo tanto en la administración pública como priva-da, donde la idea de la flexibilización es parte de las nuevas formasde empleo.

b. Contexto: América Latina y Venezuela

Toda la evolución anteriormente descrita está referida básica-mente a los países del primer mundo, es un contexto global. Ahorabien, los cambios de paradigmas organizacionales experimentadosen los países desarrollados también han ocurrido en América Latina,pero con las particularidades que le imprimen la cultura, población ymodelo político de cada país. En este contexto, el modelo tayloristapresenta diferencias significativas en relación con su aplicación enlos países del primer mundo debido, básicamente, a dos condicio-nes: 1) los modelos de gobierno de corte populista en la región, ca-racterizados por otorgar fuertes subsidios, ser proteccionistas, favo-recer las economías cerradas y carecer de criterios de productividad,y 2) la existencia de fábricas mucho más pequeñas que las de lospaíses industrializados, haciendo inaplicables las economías de es-cala supuestas en el modelo taylorista-fordista.

Por otra parte, la organización y condiciones de trabajo orienta-das a la productividad, en América Latina, fueron desvirtuadas alenfocarse en el control y la disciplina sobre los trabajadores, tanto enel ámbito público como privado. Específicamente en el ámbito pú-blico, el Estado se convirtió en un generador de empleo de baja pro-ductividad, transformándose en el primer empleador nacional a tra-vés de gigantescas estructuras burocráticas.

El estudio del trabajo desde un punto de vista sociológico fueabordado en América Latina a partir de los años 50, pasando básica-mente por tres etapas (Abramo y Montero, 2000:67). La primera,desde mediados de los cincuenta hasta finales de los sesenta, cuyotema principal era la transformación de una sociedad tradicional enuna urbana e industrial, en el marco de las teorías de desarrollo y delsurgimiento de una clase trabajadora adecuada al proceso de moder-nización.

La segunda etapa abarca desde mediados de los setenta hastafinales de los ochenta y corresponde con una fase crítica cuando locentral pasa a ser la polaridad democracia versus dictadura, siendo el

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tema medular el rescate de la clase trabajadora y el movimiento sin-dical, ambos afectados por los regímenes militares. La tercera, seinicia a finales de los ochenta y se caracteriza por el marcado interésen los procesos de ajuste estructural y de globalización de la econo-mía a escala internacional, así como por su impacto en el trabajo.

Esta última etapa, caracterizada por la precariedad típica de laseconomías latinoamericanas, calificadas tradicionalmente como emer-gentes o en vías de desarrollo, ha hecho que el impacto de laglobalización -que implica crisis, cambios tecnológicos, nuevas mo-dalidades de organización del trabajo, caída de las barreras arancela-rias, entre otros-, sea mucho más duro en las relaciones laborales ennuestro medio. De hecho, las características de la organización deltrabajo en América Latina por muchos años serán contradictoriashasta que cada país, tipo de organización y sector defina el modelode organización del trabajo que más se adapte a las particularidadesque la define.

En Venezuela, las dos primeras fases del modelo de Abramo yMontero (2000), se dieron de manera inversa, ya que en los 50´ im-peraba la dictadura, mientras que en las décadas de los 60´ y 70´nuestro país se situaba entre las economías emergentes más acentua-das de América Latina. Por su parte, los 80´ se caracterizaron poruna contracción del aparato público producto del pobre desempeñode la economía de la región. Y, posteriormente, en 1983, se acentúael déficit fiscal que conduce a la devaluación de la moneda y, porconsiguiente, a la profundización de la crisis económica.

A partir de entonces, el país se equipara a la tercera etapa des-crita por los referidos autores, con el consiguiente impacto en la or-ganización del trabajo. Surge o se acrecienta el trabajo flexible, adestajo, a tiempos parciales, y la precariedad laboral desplaza la se-guridad social preexistente. Lo anterior cubre todo el espectro delmundo del trabajo, e incluso permea el trabajo académico debido,fundamentalmente, al ajuste del presupuesto universitario hasta unacuota máxima (presupuestos equilibrados). En consecuencia, dentrode las universidades se ve afectada la organización del trabajo alacrecentarse la modalidad de contratos a tiempo parcial en sustitu-ción del trabajo a tiempo indeterminado. Adicionalmente, se estan-can las mejoras en las condiciones de vida de los académicos.

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2. El trabajo investigativo en Venezuela

La ciencia y la tecnología en Venezuela empiezan a mostrarsignos de avances a partir de su incorporación a los procesos de de-sarrollo nacional en 1936, cuando se da inicio a un plan de moderni-zación de las estructuras e instituciones sociales y políticas del país.Es así como la organización del trabajo investigativo comienza adesarrollarse en el área de ciencia y salud, en concordancia con loque plantea Ruiz (1992), para quien, históricamente, la lucha contralas enfermedades y la enseñanza de la medicina han sido actividadesdonde ha florecido la investigación científica.

En este contexto, se crea el Ministerio de Sanidad y AsistenciaSocial y se modifica la estructura de la Facultad de Medicina de laUniversidad Central de Venezuela para dar cabida a la creación deinstitutos de investigación. Estas instancias se constituyen enorientadoras de la actividad de investigación referente a la salud pú-blica y a las disciplinas biomédicas.

Con la aprobación de la primera Ley de Universidades en 1940,esta actividad adquiere una mayor importancia con el surgimiento delos primeros centros de investigación en las universidades. Para Ruiz(1992), a la actividad científica en esta época se le abren espacios, conrecursos económicos y profesionales derivados de la creciente com-plejidad del Estado y de la búsqueda de diversificación universitaria.

Ahora bien, la sistematicidad de la investigación en Venezuelapasa por la sistematización en las universidades, la cual comenzó en1958 con la promulgación de la nueva Ley de Universidades, donde seestipula la creación del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico(CDCH), organismo que a partir de esa fecha coordinará, promoverá yfinanciará la investigación en el ámbito universitario.

Posteriormente, el Estado le da otro impulso a la investigaciónal instituir el Consejo de Investigaciones Científicas y Tecnológicas(CONICIT)1 y la Asociación Venezolana para el Avance de la Cien-cia (ASOVAC), apoyado en las condiciones políticas y financierasdel país, las cuales persisten durante toda la década de los 70 y per-miten a la investigación científica alcanzar un nivel importante deinstitucionalización y expansión.

No obstante, para la década de los 80´ y como consecuencia dela crisis económica se debilitaron los programas de apoyo al sectorde ciencia y tecnología, hecho evidenciado, según Montilla (1990),

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en la reducción del valor real del presupuesto para las universidades,el deterioro del salario real de los investigadores, la no incorpora-ción de nuevos investigadores y la desatención a los institutos y cen-tros de investigación. Todo ello producto de la ausencia de políticaspúblicas adecuadas que hubieran permitido canalizar el mantenimien-to y desarrollo de la actividad científica en el país.

La grave crisis financiera nacional representó para la investiga-ción una etapa difícil, utilitaria, selectiva, competitiva, rentable yprivatizada. El saber por el saber mismo, dio paso a la ciencia útil enel corto plazo como herramienta tecnológica para salir de la crisis(Yero, 1991). El modelo neoliberal continuó y se intensificó en ladécada de los 90, dando lugar a una investigación centrada en lasnecesidades del mercado más que en la creación de conocimiento,como forma para obtener el financiamiento que soportara sus estruc-turas y operación.

A partir de esta década, el sistema de investigación se complejiza,ya que las instituciones y las comunidades de investigadores seestratificaron, diversificaron y heterogeneizaron. En palabras de Molero(2005), se produjo una eclosión de la productividad científica.

En este contexto, el Estado venezolano crea en 1991 el Progra-ma de Promoción del Investigador (PPI)2 y en 1999, el Sistema Na-cional de Innovación (SNI)3 y el Ministerio de Ciencia y Tecnología,instituciones generadoras de políticas tendentes a regular y promo-ver la actividad científica de acuerdo con líneas de investigación prio-ritarias para el desarrollo nacional.

Ahora bien, todas estas iniciativas no obedecen a una políticade investigación integral, sistemática y coherente: son más bien in-tentos desarticulados que han dado un impulso a la investigación,aun cuando no han logrado acoplarla a las necesidades que el desa-rrollo del país requiere. Esto es especialmente cierto en las universi-dades, donde los CDCH y el PPI, entre otros, han contribuido a quela investigación adquiera cierta relevancia frente a la función docen-te, pero no deja de estar relegada a un segundo plano dentro de lafunción académica.

3. El trabajo investigativo en la Universidad del Zulia

Independientemente del tipo de estructura que exista a nivelmacro en las organizaciones, casi siempre el trabajo se realiza en

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unidades, equipos o grupos pequeños. Para Bolman y Deal (1995),los grupos pequeños son el microcosmos de las grandes organizacio-nes y los equipos exitosos son aquellos que tienen la habilidad derediseñar su estructura a fin de ajustarla a las circunstancias.

Lo anterior es apoyado por Hamui (2002) cuando señala que esaestructura puede girar en torno a un liderazgo, rol que puede saltar deuna persona a otra en distintos momentos del proceso. Por otra parte,en los grupos de investigación, cada proceso puede funcionar con unaestructura diferente, por ejemplo, la planificación puede ser un proce-so participativo, creativo y autónomo, mientras que la ejecución delplan requiere definición de tareas y responsabilidades.

El grupo de investigación es un rasgo característico de la cien-cia del siglo XX y fue aceptado como una forma institucional apro-piada para trabajar sobre problemas científicos, siendo necesario elliderazgo institucional a fin de lograr articular consenso dentro yfuera del grupo y de la institución académica (Vessuri, 1995:26).

En la Universidad del Zulia, al igual que en el resto de las uni-versidades nacionales, los investigadores se han organizado en equi-pos de investigación (proyectos y/o programas) vinculados a una lí-nea4 de investigación. Los equipos estructuralmente se adscriben adepartamentos, unidades, centros e institutos de investigación ypostgrados. Estos grupos presentan características específicas res-pecto a otras formas de organización del trabajo productivo o de ser-vicio, tales como la conformación en torno a un área problemáticadefinida, líneas de investigación, expectativas de los integrantes yasignación de tareas o funciones. Estas últimas referidas al papel quea cada miembro le corresponde ejecutar, bien como responsable delproyecto, coinvestigador principal, coinvestigador auxiliar o perso-nal de apoyo.

En nuestra Casa de Estudios, el organismo coordinador de lasactividades de investigación es el Consejo de Desarrollo Científico yHumanístico (CONDES), encargado de aprobar, apoyar y financiara los investigadores en las distintas Facultades, aun cuando en menormedida otros organismos nacionales e internacionales, entre ellos elFONACIT, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desa-rrollo, también ofrecen financiamiento a los proyectos.

Como consecuencia de lo anterior, el clásico investigador indi-vidual, que en el pasado solamente demandaba su talento personal,

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hoy tiene pocas posibilidades de llevar a cabo un proyecto de inves-tigación sin apoyo económico, humano e institucional que permitasu cristalización. El trabajo investigativo dejó de ser una actividadindividual y se ha convertido en una actividad en colectivo. Inclusodentro de las normas operativas del CONDES se establece comoobligante la existencia de al menos un coinvestigador que avale ygarantice la prosecución y consecución de los objetivos trazados.

En LUZ, la actividad de investigación se realiza en 238 depen-dencias adscritas a las 11 Facultades y 2 Núcleos que la conforman,alrededor de los cuales se ha ido conformando una comunidad cien-tífica con proyectos inter-facultades e incluso inter-universidadesnacionales y extranjeras que le imprimen pluralidad de ideas ytransdisciplinariedad en el análisis de los resultados. Esta eclosióncientífica, mencionada anteriormente, ha impactado positivamente ala institución, incrementando tanto el número de investigadores acre-ditados en el PPI5, como su productividad científica, hasta el puntode llevarla a ocupar el primer lugar entre las universidades autóno-mas nacionales.

De hecho, para el año 2006, el CONDES reportó, del total deinvestigadores de la institución, 1.041 profesores acreditados en elPPI y 522 investigaciones repartidas en 51 programas, 410 proyec-tos financiados y 61 proyectos no financiados, las cuales involucran11 Facultades y dos Núcleos.

Ahora bien, no todas las dependencias de investigación tienen lamisma organización: incluso dentro de cada programa y/o proyecto seplantean diferentes formas de organizar el trabajo atendiendo al tipode investigación que realizan (básica, aplicada) o a las distintas áreasde investigación (ciencias exactas, humanas, sociales, médicas).

En este sentido, en la revisión documental de los proyectos ads-critos al CONDES, se encontró que, en promedio, los proyectos sondesarrollados por 4 personas, con productividad múltiple, lo que in-dica que la participación es colectiva. De igual manera, los resulta-dos de la investigación reflejan que los roles -en lo interno de losequipos de investigación - son poco diferenciados e intercambiables.En ellos priva el trabajo en colectivo frente a la jerarquía natural, ylas funciones de cada individuo varían de acuerdo con el rol que seanecesario asumir para la consecución del objetivo de investigación.

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En contraste, en los aspectos administrativos, se encontró quesubsiste una burocracia bien definida basada en una rigurosa norma-tiva de la Universidad y del CONDES (a veces contrapuestas), lascuales definen las relaciones investigador-universidad, el procesoinvestigativo, el financiamiento y, por ende, la rendición de cuentas,tanto en lo administrativo como en la productividad científica (pu-blicaciones arbitradas, ponencias, formación de talento humano, te-sis tutoradas, etc.).

En este sentido, el CONDES como organismo rector de la in-vestigación ha creado lineamientos relativos a la organización deltrabajo investigativo, acentuados a partir de la gestión de 1996 y re-flejados en sus normas operativas6. Pasemos ahora a revisar las másimportantes, las cuales se presentan en el siguiente cuadro.

Normas CONDES para la organización del trabajo investigativo

1. Los proyectos deben estar adscritos a las áreas prioritarias estable-cidas por el Ministerio de Ciencia y Tecnología

2. Los programas y proyectos deben estar adscritos a alguna línea deinvestigación declarada por la respectiva Facultad o Núcleo.

3. Se establece una estructura mínima para los grupos de investiga-ción conformada por el investigador responsable, coinvestigadorprincipal, coinvestigadores auxiliares y personal en formación.

4. Los responsables (investigador y coinvestigador principal) de losproyectos deben ser miembros del personal docente y de investiga-ción ordinario (de planta), con categoría mínima de asistente.

5. La duración de los proyectos es de un año a partir de la fecha deinicio, con una prórroga máxima de seis meses calendario.

6. Es obligatoria la presentación de un informe de avance a los seismeses y productividad (articulo publicado en revista arbitrada) alfinalizar el proyecto.

7. El investigador responsable de un proyecto debe estar adscrito auna red de investigación.

8. Es obligatoria la aprobación de diversas instancias, en lo interno dela Facultad de adscripción del investigador, de cualquier documen-tación relacionada con un proyecto, previo a la tramitación ante elCONDES.

Fuente: Elaboración propia a partir de las normativas del CONDES

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En cuanto a la definición de áreas prioritarias por parte del Es-tado venezolano, éstas son necesarias, siempre y cuando den res-puesta a las necesidades de la nación en una época determinada yconstituyan un lineamiento y no una imposición. En este último caso,representarían una restricción y limitarían la capacidad de innova-ción de los investigadores para explorar nuevas áreas, al obligarlos aorientarse a temas ajenos a su línea de investigación e, incluso, comoseñala Follari (2002:268), a fingir interés por temáticas que no lesson afines para lograr financiamiento.

Por otra parte, la definición de líneas de investigación en lasFacultades orienta a los investigadores sobre las áreas que de una uotra manera ellas consideran importantes de abordar , pero, igual-mente, no permiten que en el corto plazo –debido a los trámites bu-rocráticos- se puedan emprender investigaciones en temas no toca-dos previamente.

Con relación a la estructura mínima de grupos, tal como semencionó anteriormente, esto ha favorecido el desarrollo y fortaleci-miento de equipos multidisciplinarios, así como la incorporación deinvestigadores noveles que en el esquema anterior no se atrevían aincursionar en investigación y ahora pueden hacerlo con el apoyo deinvestigadores de trayectoria. Sin embargo, al existircorresponsabilidad en la productividad del proyecto -y por ende delas sanciones- algunos investigadores, que tradicionalmente han ve-nido trabajando de manera individual, se inhiben de participar enesta forma de asociación.

La exigencia de condición y categoría mínima para responsabi-lizarse en calidad de investigador y coinvestigador, por su parte, ga-rantiza que quienes están liderando los proyectos son profesionalescon cierta experiencia y compromiso institucional y avala el empleode los recursos asignados en los objetivos del proyecto. Sin embar-go, esta norma igualmente restringe el acceso para quienes no tienenesas características, por ejemplo, los profesores contratados o losempleados administrativos con cargos de investigación.

En cuanto al tiempo y entrega de los resultados de la investiga-ción tiene dos aspectos que analizar: por un lado es importante con-tar con una garantía de productividad a fin de que no se diluyan losrecursos en el tiempo; y por otro, la presión que tienen los investiga-dores para entregar el producto (que se concreta, como mínimo, en

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un artículo científico publicado) podría, en algunos casos, mermartanto la creatividad como el nivel de análisis de los resultados.

A partir del año 2007, el CONDES incluyó en las normas revi-sadas la exigencia a los investigadores de adscribirse a una red deinvestigación. En principio, tal norma luce positiva, ya que los im-pulsa a integrarse con sus pares y a conectarse con la nueva visiónglobal de la investigación y del desarrollo del talento que incluye eltrabajo en redes. No obstante, de concretarse este requerimiento,muchos investigadores (diríamos que la mayoría) que todavía tienenun enfoque local y no tienen medios para efectuar esa integración –ni reciben apoyo institucional para ello-, quedarían fuera del sistemafinanciado de investigación.

En lo concerniente al recorrido de un proyecto previo a su lle-gada al ente financiador, le da una connotación burocrática al proce-so, debido al tiempo que permanece en cada instancia de decisión ya las firmas necesarias en los diversos documentos que deben sopor-tar el proyecto.

Estos lineamientos, sin embargo, apuntan a reforzar la estruc-tura organizativa de la investigación en LUZ y de sus procesos, conel propósito de darle organicidad y sistematicidad a la misma.

En suma, la organización del trabajo investigativo en LUZ haevolucionado en los últimos años hacia un modelo grupal que está enproceso de consolidación en cuanto a su conformación como equiposde investigación propiamente dichos y a su integración en redes, tantoen lo interno como en lo externo de la institución.. En cuanto a losaspectos administrativos, los grupos de investigación responden amodelos matriciales con dependencia tanto de la Facultad de adscrip-ción como del ente financiador (CONDES); sin embargo, el modelode Universidad que tenemos es absolutamente burocrático, lo cual res-tringe la fluidez de los procesos y la oportunidad de respuesta.

A pesar de los avances que se han logrado en materia de inves-tigación, se observa una imperante apatía en el sistema universitariohacia el desarrollo de dicha actividad. Pareciera que el sistema noestá diseñado para que sea importante y ocupe el lugar que le corres-ponde como pilar sustentador de una educación de calidad.

4. Consideraciones finales

Los cambios en la organización del trabajo tienen mucho quever con la situación en que se encuentran los trabajadores, con las

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relaciones que estos entablan con los patrones, con los modelos deproducción en los cuales se insertan y con los paradigmas de desa-rrollo adoptados. Adicionalmente, cada país, región y organizaciónle imprimen sus propias particularidades.

Por otra parte, la evolución de las organizaciones ha traído con-sigo un constante cambio en la organización del trabajo, producto dela búsqueda de nuevos esquemas para el impulso de actividades in-herentes al logro de mayores índices de productividad y desarrollo.

En la actualidad, la organización del trabajo presenta una pro-funda transformación que ha llevado a las relaciones de trabajo aexperimentar fenómenos como la desregularización y flexibilización,trayendo consigo fuertes consecuencias sociales para los trabajado-res, como son la desprotección en cuanto a condiciones de trabajo,seguridad laboral y seguridad social. Los efectos de estos cambiosno son ajenos a la actividad académica, aunque enmarcados por lasregulaciones contenidas en la Ley de Universidades, reglamentos,resoluciones, actas convenios y otras disposiciones internas.

En cuanto a la situación del trabajo investigativo en Venezuela,puede concluirse que han habido muchas iniciativas, pero éstas, enlugar de responder a una política sostenida de Estado en materia deinvestigación, son más bien intentos desarticulados que no han lo-grado acoplarla a las necesidades que el desarrollo del país requiere.Esto es aplicable igualmente a las universidades, donde la investiga-ción, tradicionalmente relegada dentro de la función académica, enla actualidad ha adquirido cierta relevancia por el impulso de losCDCH y el PPI, entre otros. No obstante, la docencia continúa te-niendo preeminencia.

En el caso del trabajo investigativo que se desarrolla dentro delas instituciones universitarias, la organización del trabajo y, por ende,las relaciones entre los individuos presentan características sui generis,con roles poco diferenciados y una jerarquía achatada que favorecela participación en lo que a planeación y ejecución se refiere, peroburocrática en los aspectos administrativos. A ello se añade una or-ganización macro matricial y una organización micro de grupos yequipos de trabajo.

Lo anterior se evidencia en los equipos de investigación (cuatromiembros en promedio), la productividad compartida (no solamentede los investigadores principales) y la formación de talento humano

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(todos los proyectos CONDES cuentan con personal de investiga-ción en formación que constituirá la generación de relevo). Dichosequipos incluyen personal inter-facultades e inter-universidades, locual indica la pluralidad de criterios en la organización del trabajoinvestigativo en nuestra Casa de Estudios. Sin embargo, todos losaspectos administrativos de la organización del trabajo son rígidos,lentos y excesivos. Pareciera que la universidad vive una dualidadparadigmática en investigación: los investigadores le imprimen a susproyectos o programas modelos de organización flexibles,polifacéticos y vigentes, pero se encuentran enclavados en un régi-men bastante burocrático.

Ahora bien, vale la pena preguntarse: ¿Cómo afecta esta organi-zación del trabajo las funciones sustantivas de la universidad? Comose sabe, en nuestro país, la triada docencia-investigación-extensión,tradicionalmente, ha carecido de equilibrio, ya que como se mencionóanteriormente, la docencia siempre ha tenido preeminencia. Como res-puesta a la pregunta formulada, el modelo actual de organización de lainvestigación intenta impulsar el desarrollo y fortalecimiento de la in-vestigación para que, en el largo plazo, sea el soporte fundamental dela docencia, tanto en pregrado como en postgrado, y se logre un ciertoequilibrio en las funciones sustantivas de la Universidad.

Estamos en presencia de un modelo que gestiona el desarrollodel talento y la «masificación» de la investigación, e intenta involu-crar a todos los académicos en esta actividad como estrategia paracrear una nueva plataforma generacional, en la cual la investigaciónsea parte de su quehacer diario. Esto se corresponde con las condi-ciones de un país en vías de desarrollo –de acuerdo al modelodesarrollista- en el cual hace escasamente 20 años, la investigaciónconstituía una actividad marginal. Se han logrado algunos avances,pero aún estamos lejos de tener una plataforma sólida de investiga-ción que genere conocimiento y soporte el desarrollo humano. En ellargo plazo, el logro dependerá de la sistematicidad y congruenciade las políticas de Estado en esta materia.

En los concerniente al corto plazo, el modelo de organizacióndel trabajo investigativo vigente -preparado básicamente para for-mar investigadores- no promueve la difusión, divulgación y aplica-ción de los resultados generados por los equipos de investigación

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LILIA PEREIRA DE HOMEZ (COMPILADORA)

que se han venido consolidando, ya que carece de mecanismos quele impriman viabilidad a la utilización del conocimiento creado.

Notas1 Actual Fondo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas

(FONACIT), a partir de 20012 El Programa de Promoción del Investigador (PPI) es una iniciativa guber-

namental para incentivar el desarrollo de la investigación en el país,promovida por el Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología(FONACIT).

3 El SNI está estructurado en tres niveles: 1) diseño de políticas; 2) orga-nismos de intermediación y promoción de la actividad de ciencia,tecnología e innovación y 3) ejecución conformado por universida-des, centros de investigación públicos y privados y la industria.

4 Enunciado de un eje temático que orienta el esfuerzo de investigacióncumplido en una Unidad de Investigación (CONDES, 2007).

5 En el caso de LUZ, el número de investigadores acreditados se incrementóde 163 en 1996 a 957 en el 2005, es decir, casi el 600%.

6 Estas normas se mantienen en constante revisión y actualización, siendola última en enero 2007.

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