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  • F. GONZALfZ GUINAN

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    VENEZUELA

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  • HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA

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    - Nota drlGeneral Paez al Gobtorno.c=Br md is en el ba nquot c dc l 5 de julio-Renuncia el Genr-ru l Pal'? la Jrtat urn del Ejrcito-No es acep-tada la renuncia -Contman las int r igas do los intransIgentcs-Buenos y ma losi--Cont rov l'rS ia. pcriod.st ica -Incidente sour e los bie-nos del General Mn r mo -Lo que dIU' a (',tf' respecto (I DoctorJ. M. de Rojns.i-=Acusacin del per idico Reformas Legales =-Caucade traidor al VicqJreSIdl'ntc -Carta rrvoluciona r ia del General Oliva-res.i--Aumento del escandalo -Pld(' el Vicepresidente al Consejo deGobierno permiso para convocar d Congreso. a n de que lo juzue.-Niega el Consejo el perm iso.c-Acusacin y absolucin de Las Re torttuislegales =-Recrudcctm.ento dp los a tnques al Ejecuttvoc-Maniesto de lGeneral Pez.-Alocucin del General Soublette -Juicio de la Prensasobre ambos docurnr nt.os -Continuan los ataques al Vicepresidente.-Delaciones de El Nacional-Intprvenc!n amistosa del General Pez.-Promesas de reconciliaci6n.-Trmino del ao 1837.-Ultimos princi-pales sucesos.c-Presentacn del General Ollvares.--Coleg!o de laIndependenc!a.--Conrnutacin de una pena de muerte .

    EllO de mayo cerraron sus sesiones las Cmaras legisla-tvas, habiendo sancionado los siguientes actos:

    1. Decreto de 14 de febrero creando escuelas de nuticay pilotaje en los Colegios nacionales de Maracaibo y Mar-garita.

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    2. Decreto de 23 de febrero mandando asegurar los bie-nes del Convento menor de franciscanos y hospicio de ca-puchinos.

    3. Decreto de 23 de febrero declarando vigentes las leyesde Colombia sobre supresin de Conventos.

    4. Decreto de 27 de febrero designando algunos actosdel Congreso que pueden expedirse en una soh discusin.

    Esos actos eran: 1.' Si los motivos por que se convoqueextraordinariamente el Congreso son bastantes para cont-nU:H reunido, y el tiempo que deben durar estas sesiones;2. La autorizacin al Poder Ejecutivo en los casos del artcu-lo 118 de la Constitucin; 3." La aprobacin en Cmaras se-paradas de las ordenanzas que acuerden las Diputacionesprovinciales : si las dos Carnaras no estuvieren de acuerdo,se reunir .m para resolver, y 4." La declaratoria sobre nulidadde los actos de los Colegios electorales.

    5. Decreto de 4 de marzo declarando vlidas las reelec-ciones de Senadores y Diputados provinciales.

    Este decreto ru dictado en virtud de una consulta hechapor e l Colcg!o electoral de la provincia de Coro.

    G. Decreto de 6 de marzo autorizando al Ejecutivo parapermitir 1:1 libre Introduccin de granos.

    7. Decreto de 15 de marzo autorizando a los Colegios na-cionales para conferir grados de Bachiller en Filosofa.

    B. Decreto de lB de marzo auxiliando a los Colegios na-cionales C0n la suma de 300 pesos anuales.

    9 Resolucin de 9 de marzo autorizando al Ejecutivopara poner sobre las armas dos mil hombres y usar de la fa-cultad 2.' del articulo 118 de la Constitucin.

    10. Resolucin de 29 de marzo autorizando al PoderEjecutivo para llamar al servicio hasta ocho mil hombres dela milicia nacional y exigir anticipadamente las contribu-ciones.

    Esta y la anterior di'l;osici fueron motivadas por la in-surreccin del Coronel FrUtn, de que ya se ha hablado.

    II. Decreto de 30 c, marzo permitiendo la entrada enlos puertos de la Repbl.cu a los buques mercantes espaolesy ofreciendo a los sbditos de la Espaa la proteccin y ga-rantas de que gozaban los de las dems naciones.

    12. Decreto de 17 de abril prorrogando el trmino a lacomisin corograca hasta el 31 de diciembre de 1838.

    F R A N e I s e o G o N Z A L E Z GUINAN

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    HISTOPIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA

    13. Decreto de 29 de abril fijando la fuerza armada per-manente.

    Se fijaron 1.400 hombres de infantera y 200 de artillera.La fuerza martima se fij en un bergantn, tres goletas. unabalandra y diez flecheras.

    14. Decreto de 5 de mayo dispensando a los buques queentren en lastre en el Orinoco de subir hasta Angostura.

    15. Ley de 5 de mayo sobre Crdito pblico.Con esta ley naci el Crdito pbltco de Venezuela. Por

    ella se dispona: que desde er L" de julio prximo se recau-dase en numerario la totalidad de los derechos de importa-cin, cesando el pago de la deuda ftotante en las Aduanas yque se saldasen por Tesorera los crditos que resultasen afavor de particulares; que de los productos de los derechosnacionales que se cobraran al comercio exterior se destinaraanualmente la suma de $ 160.000 al pago de intereses de lasporciones que segn la Convencin de 23 de diciembre de 1834sobre la divisin de la Deuda colombiana habia reconocido Ve-nezuela en los emprstitos extranjeros de 1822 y 1824; queesta suma se remitiera a Londres por mitad en cada seismeses, y con la debida anticipacin en los dias en que debie-ran pagarse los intereses, depositndose en el Banco de In-glaterra; o bien que se empleara en billetes de la Tesorerageneral britnica hasta que concluido el nuevo arreglo conlos tenedores de vales colombianos se determinase el modoy trminos de efectuar el pago.

    En cuanto a la Deuda interna, se fij a la ftotante el in-ters de cinco por ciento anual: y para el pago de los intere-ses y amortizacin del capital de sta y de las otras Deudasinternas se destinaron algunos ramos secundarios de la rentanacional y s 50.000 de los ingresos de las Aduanas. Las deu-das internas se representaran en billetes, desde 50 hasta1.000 pesos, firmados por el Secretario de Hacienda, el Pre-sidente del Tribunal de Cuentas y el Tesorero y Contador dela Tesorera General. El pago de los intereses se hara por laTesoreria o por las Aduanas, a opcin del tenedor, y unavez cubiertos los intereses, el remanente se empleara en laamortizacin del capital en remate pblico ante la Juntaeconmica de Hacienda creada en la capital de la Repblica.

    16. Ley de 8 de mayo reformando la de habilitacin depuertos.

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  • , B A M e I s e o G o N Z A L E Z GUINAW

    17. Ley de 8 de mayo creando las Juntas econmicas deHacienda.

    Crebanse estas Juntas en cada capital de Provincia, en'La Guaira y Puerto Cabello; se campanian de la primera au-tordad civil del lugar, de dos miembros del Concejo Munici-pal, de dos ciudadanos nombrados por este cuerpo y del Te-sorero, en la capital de la Repblica, y del Administrador delas rentas nacionales, en los dems lunares. Eran funcionesde estas Juntas: proponer al Gobierno todas las medidas quejuzgaran convenientes para evitar el contrabando y las que-tendieran a la fcil recaudacin de las rentas; averiguar cu-les eran los terrenos y proptcdades pertenecientes a la na-cin; orr proposiciones sobre el arrendamiento de estas pro-piedades y contratarlas con la aprobacin del Gobierno: vigi-lar sobre el cuido de las propiedades nacionales e informarsobre ellas; or I3.s proposiciones para la sumntstraconde vestuarios. provisiones. armamento, equipo y municin delEjrcito y Marina. construccin y reparacin de los buques.y edificios del Estado, y para c ua lquie r otro gasto que debahacerse por contrata. siempre que exceda de 200 pesos; apro-bar provisionalmente, y mientras lo resuelva el ejecutivo, ladescnacn del sustituto que haga un empleado de Haciendade f ue r a de la capital, y nombrar provisionalmente, hastaque el Ejecutivo determine lo conveniente, la persona quedeba reemplazar a los mismos empleados en los casos demuerte. suspensin a enfermedad grave.

    18. Ley de 13 de mayo estableciendo un impuesto sobrela destacn de aguardiente y sus compuestos.

    El impuesto establecido fu de ocho reales (cuatro boliva-res) por ao sobre cada galn de cuatro y media botellas que'midiera el alambique de cualquier clase que fuese.

    19. Ley de 13 de mayo estableciendo un Impuesto extra-ordinario.

    En virtud de esta ley ueron recargados algunos artculosde exportacin, como algodn, ail, caballos. cacao, caf, cue-ros y otros. La dsposcon era anteconmca, y tanto sta,como la anterior, fueron dictadas para equilibrar el tesoropblico. Tambin se estableci un descuento de 2, 3, 4, 5 Y 8por 100 sobre los sue Idos ei viles.

    20. Ley de 13 de mayo aumentando los derechos sobre'la sal.

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    IJi I S TOr. I A e o N T E M POR A N E A D E V E N E Z U E L A

    2l. Decreto de 13 de mayo fijando el presupuesto de gas-tos para el ao econrnco de 1837 a 1838.

    Se asign para los gastos la suma de $ 1.763.649,51.A pesar de la sensible dsmnuctn que haba sufrido la

    lista inactiva militar por las asgnactones que hablan dejado.de pagarse a los m1litares que tomaron parte en la revolucin.de 1835, el presupuesto para pagar a los militares con licen-cia indefinida, en cuartel, retirados e invlidos, montaba a

    .s 179.109,92.22. Ley de 15 de mayo reformando la de enganches y

    premios de constancia para el ejrcito.Aunque mejor las condiciones del enganche, tampoco

    .esta ley di resultados satisfactorios.23. Ley de 18 de mayo reformando la de 1833 sobre res-

    guardo marttrno.24. Ley de 19 de mayo sobre inmigracin.Por esta ley se generaliz la proteccin a la inmigracin,

    que hasta entonces haba estado reducida a los individuosprocedentes de las Islas Canarias. La nueva ley conceda alos empresarios que trajesen inmigrados de Europa $ 30 por-cada uno, despus que estuviesen en el territorio de la Re-pblica y obtuviesen carta de naturaleza. Adems se lesofrecian terrenos baldos para cultivos, no pudiendo excederde tres las fanegadas que se diesen a cada inmigrado mayorde diez aos.

    25. Ley de 28 de mayo organizando las Administracio-nes de Aduanas.

    26. Ley de 28 de mayo organizando las oficinas superio-res de Hacienda.

    27. Ley de 28 de mayo reformando la de sueldos de losempleados de Hacienda.

    Como se ve, este Congreso no se ocup sino de la parteadmtmstr atva del pas, a la inversa del anterior que dedicsu mayor atencin a la ardiente poltica para avivar ms anel fuego de las pasiones: y cuando en algunas de sus tenidasdel mes de marzo consider varas representaciones de pa-rientes de proscrptos o confinados, notse ya la tendenciaa la poltica de perdn, aunque mngn acto dictara sobre elparticular.

    Pero se vea que ganaba proslitos la causa de la clemen--cia, que es la noble causa del sentimiento cristiano; y aun-que el partido predominante en las esferas oficiales rnostr-

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  • fRANCISCO G a l'\ Z A L F: Z C; U I N !\ x

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    base aferrado a sus erradas creencias. el General Soublette,desde que ocupo la Presidencia de la t: pbhca, se exhibi ani-made de los mejores deseos de restablecer la verdadera pazentre los venezolanos. es decir: la paz que nace del universalcontento, la paz sin vencidos ni vencedores, Queria ir gra-dualmente avunzundo en tan snnpatica senda. y al efectoj Sil atencin en los revolucionarios de 1835 que se encon-traban en el territorio de la Repblica. estuvieran o no en-causados. y pidi en ]8 de mayo al Consejo de Gobierno quelo autorizase para usar de la atribucin -1' del artculo 118de la Consttucon. a nn de concluir el proceso de la revolu-cin de julio. mandando cortar las causas pendientes, proh-blondo que se ubi rosen otras y alzando los confinamientosden: ro de I pais.

    ti Consejo dio la autorizacin. salvando su voto el Doc-tor Br acho. y el :2 del mismo mayo decret el Encargado delEjecutivo una amnist ru a todos los comprometidos en la re-volucin de 8 de Julio de 1335 que se encontraran en el terri-torio de la Repuuhca, estuv.crun o no encausados: y en talvirtud no podria abrirse causa a ninguno de los amnistiados,se sobreseeru en bs que stuvresen abiertas y los encausados,as como los confinados en el territorio de la Repblica, que-daran en libertad para restituirse a sus hogares.

    Este humanitario decreto del Encargado de la Presiden-cia de la Repblica. si bien le conquisto aplausos entre lospartidarios de la poli tic a de clemencia. abri para el equita-tivo Magistrado una era de sinsabores y de crueles mortifica-ciones, porque los hombres del gobierno aspiraban a mantenercada vez mas tirante la poutrca represiva Indudablemente-que el Gcnerul Soublette habria impuesto sus honradas con-vicciones; pero por mas que tenia las investiduras oficiales fal-tabule autoridad efectiva. porque de hecho la tenia el GeneralPez como Jefe reconocido del partido dominante y como Jefedel Ejrcito De aqui que los intransigentes Que rechazabanla politicu magnanima por el Vicepresidente Iniciada, comen-zasen u esparcir rumores criminosos y hasta escribiesen al Ge-neral Puez alertndote mulicosarnente.

    Estas intrigas no detuvieron al General Soublette en susnobles propsitos; y como suba que el General Paez habla sidoel iniciador de esa poltica, y que en el caso concreto de lainsurreccin del Coronel Farfan la haba practicado con algu-[JOS de los que en ella formaron, ocurri a fines de mayo al

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  • HISTOllIA CONTEMPORANEA DE VENEZUFL.'\

    Consejo de Gobierno pidindole autonz.v-ion para amnistiar alos rendidos o presentados; y una vez obtenida dict el 5 dejunio un decreto indultando a todos los comprometidos en laexpresada insurreccin. que hubiesen sido hechos prisioneroso se hubiesen presentado, bien estuviesen en libertad a dete-nidos. Tambin indultaba a los que se presentaran. hastatreinta das despus de pub licndo el decreto; y exclua del in-dulto al Coronel Jos Francisco Farfan (1) y a los prmcipalcsautores de la insurreccin.

    Este decreto aviv el disgusto de los intransigentes. perola opinin pblica le hizo eco simptico. porque como dijo unperidico nde ne nden tc de la poca, - la poltica aconseja yla humanidad dcrnandi que en .itcntudos semejantes. cuandolos culpados son muchos. se aparten .os ojos de ellos desde elmomento en que. con e l castigo de algunos, se ha procuradola salvacin de la sociedad con su saludable escarrnento. (2).

    Aunque el der t ct o del Vicepresidente no otorgaba un per-dn absoluto. los intransigentes del partido del Gobierno leopusieron una censura ardiente y hasta llegaron a acusar porla prensa al Ejecutivo de qucbra nturme nto de 1:1 Constitucin.De manera que el General Soublettc encontraba embarazosen el propio circulo oci al que caracterizaba los rumbos de lapoltica en la capital de la Repblica. En cuanto a las provin-cias. la poltica enrecia de ese a rdirnen to, y ms bien le pres-taban decidido apoyo al EJecutivo nacional. Sus Gobernado-res eran los mismos que haban entrado a regirlas en el se-gundo periodo constitucional, a sabe r : de Caracas. el seorMartn Tovar; de Coro, el seor Mariano Garca; de Maracai-bo, el Doctor Juan Jos Rorne ro : de Margarita, el seor PoU-carpo Mata; de Cuman . e I Coronel Francisco A vendao; deBarcelona. el Coronel Eduardo Antonio Hurtado; de Guayana,el General Toms de Heres; de Apure. el seor Jos GabrielRodrguez; de Harinas, el seor Miguel Mara Pumar; de M-rtd a, el seor Toms La Cruz; de Trujillo. el seor Jos MariaBaptista; ele Barquistmeto. el Doctor Juan de Dios Ponte. y deCarabobo. el seor Pedro Tinoco.

    Crea honradamente el Vicepresidente que urgia apaciguarlos esprrtus y desarmar las malas voluntades para llegar a

    (1) Farfn. despus del suceso de Pavara, pas el rio de Arauca y seIntern en la provincia granadina de Casanare.

    (2) El Nacional.

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  • r R A N e I s e o G o N Z A L E Z GUINAN

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    una paz slida. No di mpor tancia, porque en realidad no latena, a la tentativa revolucionaria que en Soledad, unsdc-cion de Maturin, hicieron los ndigenas de la parroquia deSanta Barbara, capitaneados por Julian Machuca; ni tampocoa una partida de facciosos que apareci por Chaguaramal, acuya cabeza estaban Manuel Martinez y Carlos Snchez, de-pendientes de Machuca; menos aun a otra partida que surgien Villavieja, jurisdiccin de la provincia de Maracaibo, acau-dillada por Luis Garcia, porque estos trastornos no revestangraves caracteres y las autoridades locales habanlos reprimi-do y destruido velozmente, muriendo en un encuentro Machu-ca y cayendo prisioneros los otros cabeclllas.

    Dile importuncia a la insurreccin de Furf n, porque evi-dentemente la tenia; y como despus del extraordinario suce-so de Payara. crey que la magnanimidad era el camino msamplio para atraerse a la gran mayora arrastrada por la in-surreccin. no vacil el General Soublette en implantar, sino en totalidad, en gran parte. la politica del perdn, porquepatrrotcamente deseaba poner un Sllo a la revel ucin. termi-nando sus dolorosas consecuencias. Adems, el ultimo Con-greso habla considerado benvolamente el asunto. y si par-ticulares circunstancias del momento no favorecieron la idea,el Ejecutivo se crey en la necesidad de practicarla.

    Las conmociones y asonadas, de que acabamos de hablar,y Ia insurreccin ele FiuIun, eran hechos violentos y peligro-sos a la tranquilidad publica; y aunque haban sido reprim-dos y castgados dejaban en pos de s los trstes efectos de13s conagraciones polticas, y en tules circunstancias tenanaplicacin los principios ele po litr' mas generalmente acep-tados y el texto mismo de la Constitucin abr a al Ejecutivoel camino legal y Je imporna la amnistia, porque como muybien elijo el seor Secretario del Interior y Justicia, el olvido,el perdn de los delitos politicos. conveniente yoportunamen-te acordados. les :lJeja el deseo de reincielir. los hermana en lacausa cornun, rrsLlble('c la armona y asegura 1:1 paz pblica.

    Los intransigentes que atacaban al General Soublette porla expansin de generosos sentimientos. cuidronse de ha-cer cargo alguno :)1 General Paoz y no reprodujeron los es-candulos que promovieron con motivo de la amnista del Piri-tul ; no obstante C!lle despus de Payarn el Jefe del Ejrcitor(,.3t:tblf'C: J ];\ CO:li;:illZ;t en Apure concediendo salvoconductos

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  • HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUEL.\

    y publicando bandos y proclamas prometiendo garantas:pero es evidente que los ataques al Ger..eral Soublette eran unaterminante impugnacin a la poltica de clemencia, y el he-cho no pasaria para el General Paez inadvertido.

    En tal situacin anunci el Genera! Pez su marcha aCaracas con el objeto de informar al Gobierno sobre algunosparticulares relacionados con la campaa que acababa dehacer. Mas que esto, lo llamaba a Caracas la constante y ma-liciosa informacin que de los procederes del General Sou-olette le enviaban frecuentemente los intransigentes.

    Encontrbase a la sazn desempeando las carteras deHacienda, Relaciones Exteriores y Guerra y Marina el seorCoronel Guillermo Smith, en sustitucin del seor SantosMchelena, quien se disponia a partir para Bogot nueva-mente investido con el carcter de Enviado Extraordinarioy Ministro Plenipotenciario de Venezuela, a ultimar la nego-ciacin sobre reconocimiento y divisin de los crditos co-lombianos, pues el Congreso granadino acababa de aprobarla Convencin de 1834 (1). El Coronel Smith dijo, en contes-tacin al General Pez, que ningn anuncio podia ser msgrato al Poder Ejecutivo, porque le prometa ver muy prontoen la capital al Ciudadano Esclarecido. al guerrero magn-nimo, que acababa de afirmar la paz y el orden en el extra-ordinario y prodigioso combate de San Juan de Pay.ira ; quehonrarla a los Jefes, oficiales y soldados ausentes en la per-sona de su Jefe; que el Gobierno esperaba Que las medidasQue se dictaran como consecuencia de los informes del Gene-ral Pez, contribuiria al bien del pais, y Que el Vicepresiden-te estaba personalmente agradecido por haber atendido alnombramiento Que le hizo el 29 de marzo.

    El General Pez lleg a Caracas a fines de junio y ruobjeto de una ruidosa ovacin. Haba subido todava ms enla cumbre de la popularidad. Se crey que habla llegado asu cenit despus de las victorias, verdaderamente glortosas,de 1835 y 1836, pero he aqu que la Providencia le reservabael suceso de Pavura para magnificarlo Ya el vulgo no lovea como valiente, ni como heroico, pues haba comen-zado a verlo como sobrenatural.

    Despus que el General Pez lleg a Caracas contest (26

    (1) En el mes de agosto parti el seor Mchelena a rendir su m-portante comisin

    33. rr ronrx III. -3.

  • fRA;-JCISCC G a N Z A L E Z GUINAN'

    de junio) muy cordialmente la nota del Secretario de Guerray Marina, protestando su agradecimiento y refiriendo todala gloria a los pueblos que lo ayudaron. En cuanto a mi-agreg- he jurado ser un sbdito fiel, y emplear todoslos das de mi vida en acreditarlo; y hoy que un Gobiernopatriota e ilustrado rene la cqnanza comn y el apoyo detodos, repito desde e l fondo de mi corazn, amante de lagloria pura. que mi espada es del Gobierno, y yo el ms obe-diente de sus sbditos y el mus pronto a hacer el sacrcode la fortuna. del reposo y de la vida por sostenerto.

    Estas frases eran reveladoras de la mejor inteligencia en-tre el Ejecutivo y el Jefe del Ejrcito. Mas luego se encon-traron juntos los Genrrales Paez y Soublette con motivo de-un banquete oficial que en ce lcbrucin del 5 de julio, da dela Independencia. se ctectu en Caracas. Tambin ru allel trato cordial. A la hora de los brindis el General Soublettedijo: que tcndrta por guia en el desempeo del Gobierno,.los ejemplos que dej el Libertador. El General Pez tam-bin brind; y gener alizando la poltica dijo: que era menes-ter saber si Venezuela se hallaba en nimo de continuarhaciendo sacrificios por el sistema que abraz el ao 1810, siestaba contenta con ese sistema. a si quera algunas refor-mas. No era que e l General Puez dudase de la bondad delas instituciones. sino que en cuenta de las manifestacionesde la opinin. supona que hasta cierto punto deban rev-fiarse algunas leyes por las tramitaciones ordinarias. Empe-ro. le Iu criticada lo. frase y se le supuso imbuido en dudas'peregrinas. porque eran aquellos tiempos no slo de intrigaspalaciegas sino de susceptibilidad republicana.

    Das despus del banquete, y causando general sorpresa,el General Paez renunci 124 de julio) la Jcrutur a del Ejr-cito. Quiso con esto hacer el vaco al Vicepresidente y darprendas al poderoso e intransigente partida que lo llevaba asu cabeza? Prest oido a las murmuraciones contra el Ge-ner al Soublette? Fundaba la renuncia en que despus detantos aos de constante dedicacin al servicio pblico, sucuerpo y su esprltu le pedan sosiego. Agregaba luego: Fuer-te y sano como estoy todava despus de tantas y tan crudascampaas; elevado al ltimo grado de la m!licia; contentocon la amistad de mis buenos compatriotas; con bienes defortuna bastantes para una cmoda y decente subsistencia;honrado por la Representacin nacional con el titulo de Buen

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    HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA

    Ciudadano, nada tengo que apetecer, nada que esperar, sinoel goce tranquilo de tanta felicidad, preparando el hogar dela edad provecta y contemplando el espectculo de una Re-pblica que vi nacer en medio de peligros, formarse entrecombates y victorias, y constituirse sobre los ms bellosprincipios y por la voluntad soberana de sus propios hijos Concluia el General Pez manifestando estar dispuesto asostener la causa del Gobierno, que era la de las institucio-nes de la Patria.

    Tocle al seor General Rafael Urdaneta, nombrado dasantes Secretario de Guerra y Marina (1), contestar al Gene-ral Pez dicindole: que el Vicepresidente estimaba en todosu valer las razones en que f undaba su solicitud, pero quean no habia llegado el momento en que pudiera separarsedel servicio porque no estaba completamente asegurada lapaz interior.

    El Gener al Pez no insisti en su renuncia, pero la intri-ga de los intransigentes continu adelante, llegando en susescritos por la Prensa a decir, entre otros dicterios. que elVicepresidente contemporizaba con los enemigos, que seatraa sus alabanzas y que congeniaba ms con los malos quecon los buenos.

    Dividir una nacin en buenos y majos es el ms funestode los errores. Puede una nacin dividirse en partidos. y den-tro de ellos haber buenos y haber maJos; pero adjudicarse labondad de un partido y darle la maldad a otro, es el mscompleto desconocimiento de las impulsiones humanas.

    Era natural que la controversia surgiera, y el GeneralSouble tte tuvo impugn adores y tambin defensores. Respon-diendo a los cargos hechos deca. entre otras cosas, la Gacetade Venewela de 13 de agosto de 1837:

    Muy bien puede suceder que el Encargado del Poder Eje-cutivo se haya atraido las alabanzas y aun las bendicionesde aquellos que de resultas de la conspiracin de julio esta-ban extnrcstos a ser perseguidos por acusadores con justiciao sin ella: de aquellos que viviendo tranquilos hoy no estabanseguros de no ser molestados despus; de aquellos que porno naberse puesto lin sello a dicha conspiracin y hecho cesarsus dolorosas consecuencias, andaban prfugos y errantes o

    (1) El Coronel Smith qued sirviendo la cartera de Hac.enda y Rela-cton-s Ext et ior cs.

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  • F R A N e r s e o G o N Z A L E Z GUIN.N

    condenados 3. no ver la luz del da. Si, desde 183G el Gobier-no trabajaba incesantemente por merecer estas alabanzas;pero la Constitucin opona a sus deseos una barrera que nole era dado traspasar: e lev con ene rg ia su voz al Congresov aun alii frustrara sus deseos un desgraciado evento (1), a noser que al mismo tiempo que cerraba esta nueva calamidadlas puertas al Congreso, las abru al Poder Ejecutivo paraconceder una ammsta que la Repblica entera reclamaba.D este modo puede decirse que los mismos enemigos de lasinstituciones alaban y bendicen al Gobierno; pero que laconsecuencia de esto sea la enemistad de sus amigos y sos-tenedores. es lo que no podemos comprender, a menos quese tome por amigos solamente a aquellos hombres implacablespara quienes nunca es bastante el castigo y slo quieren per-secucin y venganza .

    " Conceder el perdn a los culpados no es simpatizar consus culpas; templar e I rigor de la ley, no es destruir su auto-ridad y accin; y hacer cesar las persecuciones que siguensiempre a una conspiracin, no es en manera alguna alentara los conspiradores. No, jams se dir que el Gobierno haaprobado ni aplaudido. ni agasajado los hombres ni las ideasque en 1835 quisieron aniquilar las instituciones patrias;antes bien sus actos, cualesquiera Que sean por otra partesus defectos y errores. probarn siempre a los venezolanosQue el Gobierno de 1837 es el mismo Gobierno Que en 1835intentaron destruir los conspiradores y Que la nacin tan no-blemente sostuvo, y que cualesquiera Que sean los sentimien-tos de lenidad que le animan, para l la traicin ser siem-pre traicin, y la conspiracin crmenes

    -La estrechez de estas columnas no permite dar comple-to desarollo a las ideas que animan al Encargado del PoderEjecutivo, aunque tal vez no pasar mucho tiempo sin quesus actos y sus opiniones sean ms extensamente expuestos.Entre tanto toca a la gran mayora de los venezolanos juz-gar con calma y discrecin, sin dejarse seducir por el extra-o colorido que el espritu de faccin da a los actos ms indi-ferentes del Gobierno. Suyo le llamar un partido a quienha sustraido al rigor de la ley; enemigo le llamar otro porexcesivo celo y desconfianza; pero si al terminar sus runco-

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  • HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUEL.\

    jr:

    "nes el Encargado del Poder Ejecutivo es tan afortunado Quepresente a la Nacin puras las doctrinas, ilesas las institucio-nes, la paz cimentada y los rencores extinguidos. sus votosestarn cumplidos, sus errores mismos sern perdonados porlos Que tan cruelmente le atacan hoy, y sus conciudadanostodos harn Justicia a su patrotsmo.s

    Semejantes razonamientos de La Gaceta estaban inspira-dos por la justicia y ponan de relieve la rectitud y buenosdeseos del General Soublette; pero como las pasiones no ra-ciocinan, sino Que tratan a toda costa de imponer sus impe-tus por desesperados que ellos sean, los peridicos de la siste-mtica oposicin continuaron su ingrata tarea de atacar ru-damente al Encargado del Ejecutivo. Esos peridicos, que sepublicaban en Caracas, eran El Liberal, El Nacional y Refor-mas legales (1). Sus principales tendencias eran demostrarQue el Vicepresidente habia violado la Constitucin. que alexpedir las amnistas habia contrariado las disposiciones delCongreso de 1836, que haba simpatizado con los facciosos enlugar de castigarlos con severidad, que propenda al desalien-to entre los sostenedores del Gobierno y que haba perjudi-cado al Tesoro pblico al mandar a sobreseer en los juicios deresarcimiento que se seguan contra los bienes de los revo-lucionarios.

    Tales acusaciones eran inmotivadas e hijas de la malig-na suspcaca que siempre en el seno de los partidos politicosbrota de los corazones de sectarios vehementes; pero comostos gritaban a todo pulmn y de las hojas de los peridicossurgian los dicterios y las calumnias, ms se escuchaba en elmbito del pas el grito de esos pocos que el silencio de la in-mensa mayora de los venezolanos que aprobaba en actitudremisa los actos riel vicepresidente.

    La Gaceta de Venezuela, como ya hemos visto, y tambinel peridico La Bandera Nacional (2). defendan al Ejecuti-vo; pero esta defensa, por ms que era Inteligente y se en-contraba fundada en la razon, no era bastante a calmar laviolencia intransigente.

    Un inesperado suceso vino a aumentar la intensidad de

    (}) Redactaban El Nacional el seor Domingo Briceno y Briceo : ElLiberal. el dominicano seor Jos Maria de Rojas, y Las Re/armas t.eaaies.el seor Francisco Mlchelena.

    () Redactaba La Bandera Nacioru E'I seor Juan Bautista Ca1cao.

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  • FRANCISCO G o N Z A L E Z GUINAN'

    las pasiones, y para referirlo y darle mayor autenticidadcederemos la palabra al seor Doctor Jos Marra de H.ojas,quien por tradiciones de familia recoge la herencia del parti-do entonces imperante. Dice aSI: Fue el caso que los deudosdel General Marino solicitaron proteccin para sus bienesque, como afectos a la responsabilidad creada por la revolu-cion corran peligro de ser embargados por los acreedores delGeneral. Al acordar la solicitud, el Presidente Soublette d16a Marmo el tratamiento de Excelentisimo senor General enJete. Levantse' en la prensa un clamoreo de injurias contrael Presidente de la Repblica: desconse de su adhesin yndetidud a las instituciones. y el mismo Pez consign en unmunicsto extemporneo, que no Ilev.iba parte en la polticaadoptada por el Poder Ejecutivo. En vista de todo lo cualquiso Soublette dimitir el encargo dl' Presidente, pero ha-bicridolo empeado sus buenos amigos, hubo de limitarse aJlllbliclr UIl mamcsto para recordar que era ncl a la Cons-t t uc.on :/ su i csolucin de ser inexorable COil los perturba-dores del orden pblico (1).

    Turnbien contribuvo a exaltar los unimos la publicidadque se clio en el peridico Reformas ie qates, reproducida lue-go por los dems oposicionistas, de una carta dirigida desdeel Sombrero por el Oene r al Jase Manuel Olivares al GneralJ os Corm lo Muoz, en la cual k proporua que se uniesentodos los veteranos con el fin de curar a la Patria de la en-Ie r mcd.rd que adoleca, proveniente de la multitud de leyescontradictorias sancionadas despus de 1830, Creia el Oe-

    t l' Bosqu, JI) It isiorico de i'l'71l':,la Paris. 1888; pgs. 44 y 45.CI):lCUL-."run al li\'nnal "larlllo, dcmanoundolo en Curacas por resar-

    cirnrento d" pcrju.cio ocusion.nio-, por la n-volucion de 1835, los seoresJos "lana Peru, Agusun Hvrnandrv. Juan Antonio Mcuelcna. Jos Jove.Jacinto y Eleuurio Parr agu, Bonu acro y Evaristo Artcngn, Ramn Jo.sMatos, Juan Jose Caldera, J,ICOlJO Fuentr-. Jo-e Sanchez de Agreda, Euse-bio Gonzu lc r, Luis Portugal. :\1an,lI1O Prruda. JOM' dI' la Cruz Peroro.Manurl Pe-rozo. Antonio Rcdrigurv Feo, Ru.urt o Hand y Bcnosor Goodrich.Est as ct"ll.and", a-cendran a S \16000 La op.ruon publica conden este he-cho qUE' anudia atuccron al afligido, por lo cual desistieron del juicio casitodos los e-mandantes. y ,,010 IK[,I: uvron I n l Ruperto Hand, BenestrGoodr ich. Jos d., la Cruz y :\lanucJ P"[070 Estos dos ltimos rebatie-ron el poder con que el Licenciado Francisco de Paula Quintero habahecho el desistimiento, contmuuron la causa, y despus que obtuvieronsentencia favorable en que los Jueces Ignacio Requera. Guillermo Espinoy Fernando A. Diaz condenaron al General Marmo a pagarles $ 12.114,98.hicieron donac.cn d" ",la suma ti favor de los hijos de dicho General

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  • HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA

    neral Olivares que mientras existiesen esas leyes habra re-voluciones, porque ellas daban campo a la ambicin de man-do a personas que no podan dirigir ni la cocina de la casa;que era preciso destruir eS3 esperanza y nombrar un Presi-dente y un Vicepresidente vitalicios, que los altos funciona-rios durasen todo el tiempo de su buena conducta y que losGenerales Pez y Soublette eran los llamados a ponerse a lacabeza de ese movimiento.

    Como es de suponerse, el escndalo tom grandes pro-porciones; los peridicos levantaron solemnes protestas ennombre de las instituciones y pidieron el enjuiciamiento deOlivares, como conspirador de primera clase; a tiempo queaplaudieron entusiasmados al General Muoz por habersepatrrotcamcnte negado a contribuir a un plan liberticida.Ahond todavia mas el pcridico Las Reformas legales elabismo del escndalo; lanz invectivas y proyect sombrassobre el General Pez, en lo cual fu apoyado por El Nacional.y encimndose osadamente sobre el General Soublette y sinrespeto a sus honorables antecedentes, le lanz el epteto detraidor a las instit uciones.

    Esto colm la medida de la paciencia y de la toleranciarepublicana del Vicepresidente; y cediendo a un sentimientode personal delicadeza pidi en 25 de septiembre, por mediodel Secretario del Interior y Justicia, al Consejo de Gobierno,autorizacin para convocar extraordinariamente al Congre-so, porque juzgaba que el nico medio oportuno y constitu-cional para poner a cubierto la nacin de los funestos malesque serian consiguientes a un trastorno pbli-co. era esa con-vocatorra. a fin de que el Cuerpo Legislativo conociese sobreel denuncio de traicin, oyese al denunciante y juzgase le-galmente.

    El mismo da se reuni el Conseja y neg la autorizacinpedida. fundndose en que el denuncio hecho por la impren-ta contra un funcionario pblico. aunque poda motivar unprocedimiento de parte de la autoridad que debia juzgar delhecho denunciado, no podia llamarse una acusacin en elsentido legal, y no hub in por tanto antecedente que motivarala convocatoria extraordinaria del Congreso.

    El perrdco Las Reformas legales ru llevado a los tri-bunales por acusacin del seor Jos Manuel Fern:indez.quien en la Prensa ministerial haba hecho publicaciones enfavor del Gobierno, y dicho peridico al contestarlas, haba

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  • FRANCISCO G o N Z A L E Z GUINAN'

    dicho: ,,A qu degradacin ha llegado nuestro Gobierno, detener por defensor un tahur, un hombre que tiene en la callede San Juan una casa pblica de prostitucin, de nrnora-ldad! El Jurado reunido en Caracas el 5 de octubre. y com-puesto de los seores Jos Julian Ponce, Onofre Basalo, JosMaria de Rojas, Juan Bautista Calcao, Marcelino de la Pla-za, Guillermo Espino y Ramn Diaz, declar que habla lugara la formacin de causa; pero reunidos el 12 los jueces dehecho Santana, Machado, Ibarra, Vidal, Mosquera, Monse-rrat y Ribas, pronunciaron la absolucin, y el redactor seorFrancisco Michelena obtuvo lo que llaman los ingleses unbill de indemnidad, es decir, que el procedimiento no le traaperjuicio a su reputacin.

    Indudablemente que el Tribunal de hecho no aplic conrectitud la justicia, quiz por rendir exagerado homenaje ala libertad de imprenta; pero esto cede en aplauso de aquelGobierno, porque pone de manifiesto su ce lo por las garan-tias constitucionales.

    El triunfo judicial de Las Retormas Icc/ales di tema a laoposicin, no slo para vanagloriarse de la victoria, sino pararedoblar sus ataques al Ejecutivo, al cual preparaban, decan,una acusacin ante el prximo Congreso de 1838.

    Tales ardientes pasiones hicieron comprender al GeneralPez que se caminaba rectamente al abismo de la anarqua.a Lempo que pudo observar al General Soublette en toda suestatura moral, cumpliendo estrtctamentc las leyes, y bus-cando los medios de apaciguamiento que consolida.sen la an-helada paz: y como entre alabanzas y adulaciones la Prensade oposicin no habia dejado de zaherirlo, trubai y di a lapublicidad un extenso Manifiesto (1) donde pasaba revista atodos los actos de su vida pblica y concnuu declarndose unsumiso esclavo de la voluntad nacional, un vigilante de losderechos de los venezolanos, un enemigo inexorable de todotrastorno y un argos de su propia rcputucin : y concluia di-ciendo: Arriado de mi Patria y honrado por ella, echariasobre mi el oprobio de la infidehdad. la execracin debida ala pe::fidia, que no perdonara mis propios huesos? Nada msinjusto que pensarlo; nada habra ms maligno que decirlo.Si, yo os juro por lo ms sagrado que hay en el cielo y en la

    (1) A este documento no dd) aludir el autor del Bosquejo histricode . t.>nezuela.

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  • HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA

    :.:00

    tierra, por mi reputacin y fama: os juro sobre la cruz demi espada que jams me desmentir. La Patria honrar misepulcro y mi nombre no manchar su hstorta.s

    Este manifiesto tenia fecha del 20 de octubre y era, msque todo, autobiogrfico, sin concretarse a los temas de lapontca de actualldad.

    El Vicepresidente habl tambin al pais y lo hizo el 4 denoviembre en estilo culto, sencillo y digno de la Magistra-tura, sin dejarse tnur por el calor de las pasiones. Refirin-dose a los periodistas de la oposicin, dice: cHago a estosescritores la justicia de creer que hablan con sinceridad. ElGobierno cree de su deber anunciaros que nada tenis quetemer, que no hay miras, que no hay designios en los escri-tores que le censuran de causar ningn trastorno ... No mecontraer a otras producciones insensatas, sediciosas podriallamarlas, que tambin han aparecido como para revivir losazarosos precedentes de los aciagos das de la revolucin dejulio. Ellas no da an a la Repblica, que las condena alta-mente; slo perjudican a sus ingratos autores, cuyas opera-ciones no se escaparan a la vigilancia del Gobierno que pe-netra sus intentos, por ms que pretendan cubrirse con unaaparente adhesin a la administracin actual.s

    De seguidas manifiesta el Presidente la buena fe con queha procedido y la rectitud de sus intenciones; justifica susactos politicos y administrativos con un razonamiento vigo-roso. Aade que no habiendo podido convencerse de habererrado y creyendo que su conducta ha sido constitucional,promete que continuara firme en el ejercico de sus funcio-nes; pero que sabr volver sobre sus pasos cuando la raznle advierta sus equivocaciones, porque el patriotismo sugie-re sus ideas.

    Semejante documento honraba a su autor y colocaba a laPatria en los luminosos senderos de la Repblica. Empero, laPrensa de oposicin lo calific de reticente y continu ases-tndole sus alevosos tiros; a tiempo que del manifiesto delGeneral Pez hizo los mas grandes elogios, hasta el puntode decir que era la franca expresin de un militar qije reno-vaba sus juramentos de fidelidad para que sus estrellas nolas empaase el vapor caliginoso que despeda an la con-agracn de julio.

    La furia que contra el Vicepresidente desataba la Prensade oposicin, multplcbase por el factor del odio que expe-

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  • FRANCISCO G O N Z A L F. Z GUINAN'

    rimen taba contra los vencidos reformistas. El tiempo trans-currido no habla bastado para atenuar esas pasiones, y msbien parecan tales periodistas posedos de una especie desatiriasis de rencor. Lanzaban dcteros, vigilaban, delatabana los llamados facciosos, como se ver por estas lineas que seleen en El Nacioru: 1:\'VISO I:l1PORTANTE a la seguridad pblt-ca.-Se sabe que se hallan en la capital el seor Julin Cas-tro, Jos del Rosario Aponte y N. Solano, oficiales que suble-varon el batalln Anzctegu el 8 de julio de 1835; habiendosido el primero de stos el que mantuvo en prisin al Presi-dente, el que mand hacer fuego al pueblo y el que entr a1:1 morada del mismo Presidente, llena entonces de ciudadanos,con L, soldadesca que lo mantuvo en prisin. Ninguno de estoshombres ha podido ser indultado; se hallan libres y vivenentre nosotros. A este nmero agrcg uense el de otros mu-chos individuos que se hallan en esta capital y en otros pun-tos de la Repblica, que fueron expulsados y no han cumpli-do el tiempo prefijado por la ley. cuya congregacin se creeamenaza la seguridad pblica; y lo damos como un compro-bante de la poltica extraviada de la actual administracin.'Habia llegado para Venezuela la poca de Fouquier-Tinville?

    El General Paez, que era la supremaca poltica de lapoca, a quien cortejaban los oposicionistas. hubo de inter-venir amistcsament para traerlos al terreno de la calma, yel Ejecutivo se vi desembarazado de tan crueles mortifica-ciones y pudo seguir administrando honradamente la Re-pblica.

    Terminaba. pues. el angustioso ao de 1837 entre pro-mesas de reconciliacin. Los sectarios del partido dominantese explicaban y perdonaban; siendo los sucesos principales delos ltimos das del ao la presentacin del General Olivaresante la autoridad de Caracas pidiendo ser juzgado; la cesinque hizo el Gobierno al seor Feliciano Montenegro Coln deledficio del extinguido Convento de San Francisco para colo-car en l el Colegio de Ll Independencia; los magnficos ex-menes anuales rendidos for este instituto y el de la Paz, y laconmutacin en diez anos de presidio de la pena de muerte aQue haba sido condenado Tiburcio Gonzalez, reo de parri-cidio.

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  • CAPITULO XXX

    SUMARIO. Ao de 1838.-Atenuacin de la Prensa de oposlcin.-Noblezade sus propsitos.-Insurreccin de Cordero y Figueroa en Macarapa-na, provincia de Cuman.-Su destruccin.-Invasin del CoronelFaria a Perij, provncr.i de Maracaibo.-Antecedentes.-Medidas to-madas contra Farla.-In"talacin del VIII Congreso Constitucional.-Mensaje presidencial.-Su anlisis; reformas a ciertas leYES; rendi-mientos de la renta; Crdito pblico; administracin de justicia;fuerza permanente; orden pblico; politica conciliadora; relacionesextertores=-rmpreston que produjo el Mensaje.-Iniciacin de los tra,bajos legislativos.-Permiso otorgado al General Pez para aceptar elregalo de una espada que 11' hizo el Rey de Inglaterra.-Destruccinde la faccin de Faria.-Captura de ste, su conduccin a Maracaibo,su juicio y condenacin a muerte. peripecias de la causa, maltrata-miento y ejecucin de Faria: indignacin pblica; testament-o. ideasy ltimos pensamientos del ajusticiado.-Indulto a los complicados enI? faccin del Coronel Faria -Cf Iebracin del anvcrsario del 19 deabr.e-Prcsentactn al General Pez de la espada que le decret elCongreso de 1836.-Di:;cursos.-Descripcin de la espeda+-Banquetepresidencial.-Brindis.

    El ao 1838 se inici bajo los mejores auspicios.La prensa de oposicin haba calmado en sus furores; pero

    -a pesar de su vehemencia hay que concederle que en el fondoestaba animada de un celo patritico. Ella haba querido-elevar los principios sobre los hombres y rendir culto religio-so a la Constitucin y a las leyes. Se haba exagerado en laexpresin de las ideas yen el planteamiento de los propsitos,pero llevaba un fin noble, el de conservar la libertad civil.El Gobierno, por su parte, haba sido honrado, respetuoso ytolerante. De manera que al iniciarse el ao de 1838 reina-ban la armona en el campo de la poltica y el contento enlo social.

    Pero cuando en la capital de la Repblica se iniciaba elao de tan feliz manera, en la provincia de Cuman se alte-raba el orden pblico, pues en la parroquia de Macarapanahabian levantado el 6 de enero el estandarte de la insurrec-cin Juan Cordero y Eduardo Figueroa. El Gobernador de la

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    It

  • FRANCISCO G o N Z A L E Z GUINAN

    provincia, seor Jos Maria Rodriguez, procedi activamentea extinguir el foco de insurreccin y confi con tal fin el man-do de una columna de infantera al Comandante Jos JessVallenilla, quien di alcance a los insurrectos, los derrotcompletamente, muriendo en el encuentro Figueroa y aco-gindose luego a la clemencia del Gobierno, Cordero y suscompaeros, quienes das despus fueron indultados por de-creto del Ejecutivo, se sobresey en sus causas y se les manda poner en libertad.

    Tambin se alter el orden pblico en la provincia deMaracaibo a principios de enero por una invasin que hizoel Coronel Francisco Maria Faria. Este se encontraba en te-rritorio granadino y el gobierno de Venezuela tenia fundadosindicios de que fraguaba alguna conspiracin. circunstanciapor la cual habra elevado sus instancias a la autoridad gra-nadina y sta dadole seguridades de su vigilancia. A fines dediciembre Faria tuvo un choque personal con el Doctor An-tonio Maria Vale y se fu a 1::1. parroquia del Molmo. dondereuni algunos vecinos de Perij, y por la noche fu con ellosa atacar :11 Doctor Vale, pero ste ya habia abandonado ellugar. Un cuerpo de tropas granadinas march a imponer elorden y 'ntonces Paria. acompaado de seis hombres, inva-di a Perita 'n la noche del 7 de enero, redujo a prisin a lasautoridades del lugar. intercept el camino de Maracaibo,tomo algunos fusiles, carabinas y pertrechos y arm cua-renta hombres.

    El suceso alarm profundamente a la ciudad de Maracaiboy al Gobierno de la provincia. por las condiciones de valory di> audacia del Coronel Faria, que lo hacan un hombre te-miblc. El Gobernador levant fuerzas de infanteria y caba-llera para combatir a los insurrectos; y el Gobierno nacio-nal dispuso que el Ministro de la Guerra y Marina. GeneralUrdaneta. llevando el Batalln nmero 1." de la guarnicin dela capital, marchase al teatro de los sucesos. No fueron in-fundadas las alarmas de los marucaberos, pues a poco deestar en armas Faria se acerc a la ciudad, puso en fuga unapequea fuerza del gobierno que mandaba el ComandanteManuel Jimnez e hizo prisionero a ste; pero habiendo sa-lido de Maracaibo una columna regida por los Coroneles An-tonio Pulgar y Jos Escolstico Andrade, Faria repleg haciaPerij

    Dejrnoslo en sus correrias y volvamos a la capital de la.

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  • HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUEL,"

    Repblica, donde el 23 de enero se instalaron en sesionesordinarias las Cmaras legislativas. La del Senado nombrpara su Presidente al seor Jos Joaquin Freytes; para suVicepresidente al seor Doctor Angel Quintero; y para suSecretario al seor Jos Angel Freire; y la de Diputados de-sign, respectivamente, para los mismos cargos a los seoresJuan Nepomuceno Chavez, Ramn Gmez Sotillo y JulinGarcia.

    Al da siguiente se ley en. ambas Cmaras el Mensajedel Vicepresidente encargado del Ejecutivo.

    El documento es lacnico, y cominzalo el Vicepresidentepor manifestar que en lo general haban producido buenosefectos las leyes Que regan a Venezuela, pero que habia al-gunos ramos Que reclamaban la atencin del Congreso, parallenar vacos, rectificar equivocaciones y remover inconve-nientes, siendo los principales la hacienda nacional, la fuerzaarmada y la administracin de justicia. En consecuencia ma-nifiesta: Que los rendimientos del Tesoro pblico han sidomayores este ao Que en el anterior; Que el crdito habaprincipiado a restablecerse (1); que era indispensable el arre-glo de las rentas pblicas para Que la nacin pudiese cumplirsus compromisos; Que en el ramo de justicia habian ocurridodudas y consultas, y aun se haban odo Quejas; que la fuerzaarmada o permanente estaba reducida a batallones incom-pletos, y que la milicia nacional consista ms en un alista-miento general que en cuerpos arreglados y tiles.

    Por lo que respecta al orden pblico, alude el Menajenicamente a la vencida insurreccin de Farfn, y rinde ho-menaje de aplauso y de agradecimiento a la conducta obser-vada por el General Pez y por los Jefes, oficiales y soldadosdel Ejrcito; y al anunciar la paz alcanzada, agrega que laclemencia complet la obra comenzada por el herosmo. Es-tos resultados -dice el primer Magistrado- me estimulan apedir al Congreso la continuacin, por su parte, de esta poli-tica conciliadora a que se ha manifestado siempre dspues-

    (1) La primera amort.izacon que se erectuo de Deuda flotante (in-ternal, despus de pagados los intereses de la Deuda consolidada, se prac-tic en remate pblico el 25 de enero. Con S 5.094,43 en dinero efectivose amortizaron $ 26.905,92 en papeles de la Deuda: habindose hecho lasadjudicaciones a favor de loo seores Reincken, Groscos & C., J. M. deRojas y E. Mayer, al 29. 32 Y 33 por 100. El remate se hizo ante la Juntaeconmica de Hacienda.

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  • 4l'5

    III Et Nacirmal:

    (:;, La e spada terna e-sta inscripcin:Obsf'!J1W) del Re- Gu:llermo IV al General Pez como muestra de

    f'S "maMn por su caracter, y por el delntcresado patriotismo que ha(h'!lry"ildrJ 'li 'rnlln te IJ Ilr-torio.'a carrera.-1837

    GUINAN'G O N Z }\ L E Z

    to. en t.mto que sea ravor.rble al bienestar de la nacin; te-n.enco presente que los ciudadanos tJdJS gozan de seguridady de perfecta libertad legal, y que el Gobierno no tiene mo-LvO .llguno de temer que estos goces sean perjudicados porninguna causa, y antes bien confa que ellos continuarnsiendo un poderoso estimulo para la conservacin del ordenpubuco. )

    Termina el Mensaje anunciando que Venezuela conservala mejor arrnoma con las naciones de America y Europa conquienes lleva relaciones, sin tener motivo de recelar de partede las de mas de ninguna novedad que pudiese alterar lapersuasin de la benevolencia de todas, incluyendo a la Es-p::::':.J.. pues sta haba abierto sus puertos al comercio vene-cclano.

    Este Mensaje ru generalmente bien recibido, y la mismaPrensa de oposicin dijo que encerraba vastos objetos y gran-d . s miras y que honraba al encargado de la administracinp.esent.ir el cuadro de la Repblica sin sombras ni ilumina-crones exticas (1). Las Cmaras contestaron el documentopresidencial en terminas hononficos para el Vicepresidente yP.,LI el General Paez y abrieron sus trabajos ocupndose endiscutir un proyecto de ley sobre la organizacin de las pro-vinci.cs. de otro sobre rentas munrcipales y de otorgar al Ge-ner al Paez el permiso que solicit para aceptar el presentede una espada que le habla hecho el Rey Guillermo IV de In-g.ate rra l21 La actitud de este Congreso ru tranquila e rn-portantes sus labores, como lo veremos al analizar sus actos.

    Volvamos a Maracaibo, nico punto conmovido de la Re-pubhca. donde van a representarse tristes escenas. El Gene-rdI Urdune ta lleg con sus fuerzas a aquella ciudad el 3 defebrero y encontr ya aniquilada la faccin del Coronel Faria,quien acompaado de unos pocos hombres andaba huyendopor las montaas de Perija. Perseguialo una columna de ope-raciones dvidida en guerrillas, y una de stas, mandada porE'l teniente Hplito Martinez, lo captur el 8 del mismo fe-brero en el lugar del Rodeo, en la casa de Francisco Final.

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    aISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA

    Conducido Faria a Maracaibo, fu puesto en prisin con gri-llos 3. los pies y sometido a juicio. Siendo Juez en la causael de P instancia de Maracaibo seor Bartolome Osorio, fis-cal el seor Aniceto Serrano y defensor el seor Carlos Ur-daneta, el Coronel Faria fu condenado el 28 de marzo a su-frir la pena de ltimo suplicio, sentencia que confirm en 25de abril la Corte Superior de Valencia compuesta por los Doc-tores Jos Manuel de los Rios, Jos Isidoro Rojas y Jos Ma-ria Ramirez.

    Esta causa produjo honda sensacin en el pals, y particu-larmente en Maracaibo, donde exstran los parientes y amigosdel Coronel Faria. Este neg desde el primer momento suactitud revolucionaria; pero los documentos oficiales que te-nemos a la vista demuestran que efectivamente estuvo en ar-mas contra el Gobierno y vindose abandonado por sus pro-pios compaeros trat de ocultarse en la montaa. Mas estactrcunstancia no autorizaba el brutal tratamiento de que ruvctima el prisionero y la poca libertad que tuvo para defen-derse, de lo cual son ante la Historia principales responsableslas primeras autoridades. civil y militar. de la provincia, alcargo, respectivamente, de los seores Licenciado Juan JosRomero y General Len de Febres Cordero.

    Hubo por parte del circulo oficial imperante en Maracaibogrande empeo en la muerte del Coronel Faria, porque las pa-siones politicas cuando estn acaloradas por sentimientos lo-cales asumen salvajes caracteres. y Faria tenia fuertes anta-gonistas; de manera que despus de la confirmacin de laCorte de Valencia, se ejercieron grandes inftuencias. maraca.-beras especialmente. para que no se otorgase la conmutacin.y el encargado del Ejecutivo. en un momento desgraciado ypugnando con sus propios nobles sentimientos. devolvi losautos para la ejecucin de la pena. Varias circunstancias con-tribuyeron a imprimir carcter cruel a la negativa de la con-mutacin, a saber: el ser Faria prcer de la independencia yuno de los fundadores de la Repblica. su valor heroico. laspeticiones que en su favor se dirigieron desde Maracaibo yotros puntos y la que en Caracas hicieron personas tan nota-bles como los seores Doctor Pablo Antonio Romero. DoctorManuel A. Brceo, Manuel Cipriano Snchez, Doctor Jos Al-berto Espinoza, Doctor Domingo Quintero. Doctor Jos Joa-quin Hernandez. el Obispo de Tr cola, el Doctor Jos Hilario-

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  • fRANCISCO G o N Z A L E Z GUINAN

    Bosett, Domingo Briceo Brceo. Doctor Mariano F. ForUquey otros que expresaban el deseo de que no se derramase mssangre por consecuencia de la revolucin de julio, de que ce-saran las calamidades de Venezuela por diferencia de opinio-nes polticas y de que el Ejecutivo restituyese al pais la con-cordia, el orden y la paz, bienes que no podan conseguirsecontinuando las venganzas y los patbulos. Agregaban los pe-ticionarios caraqueos: La sangre de una vctima multpl-caria los proslitos y ser imposible la consolidacin de lasinstituciones. porque es falso a ms de atroz que la muertesofoque las opiniones. Vuecencia viene de la culta Europa yha visto que en la Francia no se ejecuta la pena de muertepor delitos polticos. El ftlsofo rey Luis Felipe se ha con-solidado sobre el trono e ercendo la clemencia, porque stahace amar al Gobierno que la ejerce: y la sangre, la violen-cia y las persecuciones le hacen aborrecible. En el caso pre-sente no se versa otra cosa que un delito politico, no acom-paado de crmenes morales como incendios. asesinatos, robos,que manifestaran perversidad del corazn. El que hoy piensade un modo. se convence maana y es un ciudadano til,pues de ordinario los que se hacen reos de delitos politicostienen un alma elevada y noble, de que hay siempre muchoque esperar.

    Es sensible encontrar esta sombra en e; lumtnoso Gobiernodel General Soublette, y slo puede explicarse el fenmenopor la intransigencia y cruel severidad del partido oficial im-perante: partido tan avasallador y robusto, a quien ya hemosvisto en 1836 conteniendo y atenuando al mismo General Pezen sus nobles clementes propsitos.

    Cuando lleg a Maracaibo la orden para la ejecucin de lasentencia, el disgusto ru universal y protundo el espanto.Aquella ciudad estaba aterrada porque dias antes haban sidoejecutados siete ciudadanos por haber pertenecido a la fac-cin de Faria. Esta era la octava vctima, y era natural que susiniestro destino conmoviese lastimosamente al pueblo que loamaba y lo haba admirado heroico en sus luchas por la in-dependencia. La ejecucin se llev a efecto bajo conmovedo-ras circunstancias. Faria estaba gravemente enfermo de di-sentera, contrada en la estrecha y hmeda prisin; llevabatodava los pesados grillos: como no podia caminar fu condu-cido en una silla de manos: Y casi a la puerta de la crcel fu

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    HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA

    fusilado por la espalda el insigne maracaibero (1). Antes dela ejecucin, y pensando quizu que poda impedirla a retar-darla, el pueblo se reuni para hacer una peticin al Gober-nador, pero ste public un bando explicando el derecho depeticin y negando toda instancia verbal.

    Una relacin publicada en Curazao en 1838, a raz de lossucesos, dice con relacin al suplicio del Coronel Faria lo quesigue: "El pueblo no presencio la muerte del mrtir, peroacompa su cadver al camposanto. Muchas lagrtmas ha de-rrarnudo el bello sexo por su muerte y por su martirio crueldurante cuatro meses en un reducido calabozo, oscuro, hme-do, sin ventilacin alguna, con un par de grillos pesadsimosmandados hacer a propsito por el administrador de rentasprovinciales Esteban Villasmil, enemigo suyo, y la Repblicaha perdido un buen padre de familia, un Jefe de talento mi-litar y politico nada comn. Mostr su grandeza de alma h.istalos ltimos instantes y tuvo exequias en la Catedral de estaciudad. Su memoria se eternizara entre los de buenos senti-mientos. No se olvidar su valor, ni los dias de gloria que segranje libertando a Maracaibo de Morales, despus de perdi-do por la desacertada orden de soubrette de sacar los dosbatallones y cuatro buques que hacan nuestra defensa, tras-tornndole sus operaciones con motivo de la toma que hizo delcantn Zulia; ni se olvidar tampoco que a las ocho de la nochedel mismo dia del sacrificio de la noble victima, el complotsanguinario enton canciones de alegria, al son de la msicamilitar, por haber triunfado de los que solicitaron la clemen-cia. El desgraciado Faria ha sido sacado al patbulo en unasilla, ya moribundo: el mdico que lo recetaba dice que aqueldia deba morir. Habindolo sabido uno de los del complotsanguinario dijo que lo dejasen morir, pero el Comandante deArmas, su pariente por tres lineas, su amigo, su contempor-neo y su paisano, aconsej que se acelerase el sacrificio.'>

    Desde que lleg a Maracaibo la orden para la ejecucinde la inicua sentencia, el Coronel Faria se dispuso cristiana-mente a morir, y escribi su testamento, en el cual declaraba:que maria por causa de los hombres y no por las leyes; queera casado con la seora Teresa Briceo, en quien habia te-nido tres hijos; que amaba tiernamente a su esposa a quien

    (1) La ejecucin del Coronel Pana tuvo efecto el 7 de junio. a lascuatro de la. tarde.

    49'IlIsTe RI.\ Ill. -4.

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    adornaban muchas virtudes; Que sus bienes haban sido t0-mados por el Gobierno y por particulares en la guerra civilde 1835; que siempre haba tenido buenas intenciones, amadoa la Patria y servidora: que deba pruebas de amor a las pro-v.ncias de Coro. Caracas y Trujillo; Que deseaba Que sus restos5(' enterrasen en 13. villa de Altagr aca, lugar de su nacimien-to para que all reposasen al lado de sus mayores; que agrade-cia a sus amigos los esmeros Que le haban prodigado; quemora en la creencia de todos los misterios de la religin cat-lica: que su carcter firme y lleno de justicia le cortaba el hilode la vida porque haba detestado el engao y la perfidia, yque recomendaba a su mujer el pago de sus deudas al mejorarde fortuna.

    Los das que precedieron a la muerte fueron empleadospor el Coronel Faria. cuando se lo permitan sus dolenciasfsicas. en escribir algunos pensamientos relacionados con sutriste suerte. Antes que todo se dirigi a los maracaiberos yles dijo:

  • HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA

    que he tenido a la libertad, y le ordeno el perdn de mis ene-migos.

    Se han eclipsado mis glorias, y pierde la Patria un hijocon grande sentimiento de los buenos. Mi fondo de justiciame granje la estimacin pblica, y una provincia enlutaday otras llorosas lo justifican.

    No se desve mi familia de la religin catlca.sDos das despus de haber escrito el atribulado Coronel

    Fara los pensamientos que anteceden, escribi estos otros:Siempre pens que buscaban al hombre, no al delito. Con

    todo, deca: el Gobierno ha derramado mucha sangre .. y estomismo debi desesperanzarme; pero nadie crey que se des-oyeran los votos de muchas provincias. lo que da idea de quees la fuerza la que gobierna, que me miraban algunos como es-torboso; de que se sigue que cualquiera que ofrezca algo en labalanza de Venezuela est en peligro, y yo que nada valia hetomado importancia. [ Cun tos males ca usa la ambicin! Si:mi asesinato es una leccin para los pueblos que an con-servan restos de virtud. El de Maracaibo, que no saca venta-jas en este sistema, mirar con horror al Jefe que gobierna,quien ha fijado la linea de separacin.

    No he sido halageo, pero he administrado justicia: hesido hermano en mis triunfos, y los pueblos me han remune-rado con su benevolencia.

    Nunca he adulado, y siempre detest la mentira, el roboy el engao: franco y generoso, era para mi el mejor da aquelen que obsequiaba a mis amigos o perdonaba a mis enemigos.

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    pariente y compaero, viniera de Caracas a tomar medidaspara mi muerte.

    -Siento una congoja suma. Mi muerte y causa se asemejana la de Luis XVI, pero con la diferencia de la dignidad.Mas temo la ignominia que el ltimo trance. Ya ste se hallasobre mi por mi cruel enfermedad, sin ser necesario el pa-tbulo.

    : i Oh puebla de Maracaibo, cunto te debo! Juzgu a Sou-blette tal cual es: le negu los votos en 1834. Las provinciastenan puestos en l los ojos, y las ha dejada en desolacin.

    Comienza mi cabeza a trastornarse. i Qu iniquidad secomete en un ciudadano ilustre! Mi retrato para mis hijos, ypura rru esposa una porcin de mi pelo que entrego a unamigo.

    Nada he dicho del abogado defensor Carlos Urdaneta. Eshombre de bien, y por eso crey rectitud en los tribunalessuperiores: en otra poca seria muy apreciado.

    -Casi no existo: mi cabeza no est segura.Al db siguiente volvi a tomar la pluma y escribi:

    : .. :0 ha tratado el capitan Martin. encargado de mi cus-todia. con mus dureza e indecencia que el gobernador de SantaElena a Napolen. Siendo alfrez este oricial lo dej para se-cretaro en una comisin y me pareci moderado: lo trat conmucha distincin, y me ha sucedido muchas veces hallar in-gratos. Es joven. y no sabr que el oficio de espa tiene muymal nombre. Mas ahora se asciende por otros caminos quesiempre desprec,

    -Desde cadete en 1810 fui sostenido; los generales y jefesespaoles me apreciaron y consideraron por esto; y en la Re-pblica, con brillantes acciones, slo hall persecuciones yabatimiento.

    Cuando Bolivar me conoci, me hizo justicia. Era elhombre que ms sabia; lleno de gloriosa ambicin y generoso.Si no hubiera muerto sera otra mi posicin

    "Veinticinco aos me prometa mas para formar mis hijosy hacer beneficios. Vaya concluir trgicamente, y mi pobref arml.a.. Dios cuidar de ella y su buena madre. Ohmujer singular I

    -Mis pocos enemigos van a dejar de maldecir, y los bue-nos me llamaran el mrtir de la Patria; pero al fin todos mesentirn.

    GUINAN'G O N Z A L E ZFRANCISCO

  • HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA

    Si hubiera dejada matar a Jrnnez yo vivira; pero obrconforme a mi conciencia. No vine a hacer guerra, sino abuscar mi familia y el natural sustento. Libr a muchos dela muerte en Perij, y luego ped1an mi cabeza. Qu infamia!Hombres rsticos, pero de mala intencin. Ah hay muchosbuenos dominados por una oligarqua bestial. Quiera Diosque no paguen tantos asesinatos con la pena del talin' Estono es desearlo, pero as se observa El juez poltico PonclanoMartinez, en dos pocas mi prisionero, ha sido bien tratadoy puesto en libertad, y se ha empeado en mi muerte. Qude ingratos he hallado siempre!

    Entre ms parientes, Jos Antonio Fara ha sido el msesmerado en asistirme, no obstante las amenazas y prisin quesufri. Lo recomiendo muy particularmente. Es hombre muyhonrado.

    La vspera de la ejecucin el Coronel Faria se senta pos-trado, hasta el punto de creer l mismo que en la tarde de eseda vendria la muerte natural a librarlo del innoble patibulo.Sin embargo. con un pequeo alimento se reanimaron sus des-fallecidas fuerzas, y pudo escribir estos ltimos pensamientos:

    No debe temerse a un valiente, y mucho a un cobardeautorizado.

    Mi corazn siempre en mis labios.Compatriotas: me han credo capaz de regir los destinos

    de mi Patria, y he aqu mi delito. Dije al Gobierno que seme haba faltado a un pacto pblico, y este es mi crimen.

    Hoy he sentido dos accesos terribles, y parece que ya lamuerte natural quiere venir. Deja a mi esposa y dos hijosrecomendados a vuestro cario y entregados a la Providencia.Maana los ver por ltima vez, si por desgracia estoy vivo.

    Har cuarenta y cinco das que dije: la pugna es tristey Maracaibo estar de luto. No creo engaarme

    De seguidas se levanta con el recuerdo de la familia y dela Patria y escribe estas frases como envueltas en las tinie-blas del sepulcro:

    Esposa mia: ningn hombre es digno de ti. Hermosa yllena de virtudes, te he amado. y tu vida la prefera a la demis hijos. Tambin te persiguen los malvados. i Qu porcinde ideas' La ignominia me spanta y no la sufro. La pos-teridad me har justicia, bien que los pueblos la han publ-eado ya.

    Pensaba formar a mi hijo de modo que fuese benfico

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    como yo, y va a morir de hambre por las confiscaciones. Yse llama esto Repblica I i Qu inversin de voces! Cmo seJuega con la vida, la propiedad y la honra!

    Adis Patria querida, esposa amada, hijos que formabanm delicia. adis; amigos y parientes, un recuerdo ."

    Hemos trado a estas pginas todos los detalles que nosha sido dable recoger referentes al fin desgraciado del CoronelFaria, porque el Suceso conmovi dolorosamente a Venezuela.La opinin pblica conden este supllcio como innecesario,como ilegal, como salvaje: y en realidad as ru. Adems, elestril sacrificio del Coronel Faria rompa la tradicin conmu-tadora creada por el Presidente Vargas.

    Terminada la narracin de este episodio. retrocedamos ensolicitud del hilo de otros sucesos, pero antes digamos queun mes despus de la ejecucin del Coronel Faria, el encar-gado de la Presidencia de la Repblica, con el voto del Con:'r'Jo de Gobierno, indult a los dems comprometidos en laraccion. exceptuando a Pascual Matamoros.

    El 19 de abril fU celebrado en Caracas con entusiasmoel :::8. aniversario de la primera demostracin de independen-eta hecha por el pueblo y Cabildo de la capital, y form partede los testejos del da la presentacin por el encargado delEjecutivo al General Pez de la espada de oro que le decretel Consrr so de 1836. en premio de los importantes servicios queprestara restableciendo el gobierne y el imperio de las insti-tuciones. A !8 nueve de la maana asisti el Vicepresidente,acompaado de los Secretarios de Estado, Consejeros, Cuerpodiplomtico y de los dems empleados civiles y militares, aun solemne Te Deurn que se cant en la iglesia Catedral, enaccin de gracias por los triunfos que haba alcanzado la Re-pblica durante su independencia.

    Concluido este acto, la gran concurrencia oficial y par-ticular se dirigi a la iglesia del extinguido Convento de SanFrancisco, lugar escogulo para el acto de la presentacin dela e.-;:)ada. El espacioso recinto era estrecho para contener lanumerosa concurrencia. En el pavimento tapizado de la navemayor se haba colocado una mesa con cojn de damasco car-mes, sobre el cual estaba la espada Objeto del presente. Allado de esa mesa se encontraba la silla que ocup el Vice-presidente, y a la derecha de ste la del General Pez. A pe-sar de encontrarse el templo literalmente lleno con la concu-rrencia de personas. reinaba el ms respetuoso silencio. como

    I, ..

    GUINANG o N Z A L E ZFR!\:'

  • HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUEL"

    si cada cual quisiese no perder una sola palabra de lo que enaquel acto iban a decir las dos figuras ms prominentes dela poca. El General Soublette se levant de su asiento, tomen sus manos la rica espada y colocndose delante del GeneralPez, se expres as:

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  • HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENElZUELA

    la guarnicin de la capital, hizo salva, con la descarga de susarmas, y el jbilo Iu universal. De la iglesia de San Fran-cisco se dirigi la concurrencia a la Casa del gobierno, que sehallaba situada en la esquina de Camejo, y all f u corts-mente despedida por el encargado del Ejecutivo.

    La espada de la ofrenda ru construida de orden del Go-bierno de Venezuela en una casa de Londres, y su costo ru,ms o menos, de 30.000 bolvares Fueron constructores Ofabricantes los seores Rundell Bridge & ca, orfebres y joye-ros de la casa real de Inglaterra. El puo lo forma la esta-tua de la Victoria con una corona de laurel en la cabeza, unaoliva en la mano derecha y las alas extendidas hacia atrs.Sobre stas y en las partes anterior y posterior estn coloca-dos algunos diamantes y piedras preciosas. Sus dos cazoletasse levantan y bajan por medio de resortes. En la parte con-vexa de la cazoleta externa y al pie de la estatua de la Vic-toria que forma el puo, est grabada la inscripcin de quehabl en su discurso el Vicepresidente. En la parte cncavade la cazoleta interna est grabada la firma de los fabricantes.En la parte exterior y superior de la vaina, est simbolizada laRepblica en la figura de una matrona sentada apoyada lamano derecha sobi e las armas nacionales e inmediata a ellasla diosa Minerva. y despus de sta las nueve Musas. emblemade 1:1s artes y de las ciencias. Al pie de'ste grupo de figuras,en relieve cincelado. est la segunda argolla de las dos quetiene la vaina yen ella una cornucopia de las dos que formanel crestn de las armas de la Repblica. Poco ms abajo estla cabeza de Medusa para significar el vencimiento del mons-truo de la guerra civil. Por un lado de la hoja de la espadaest grabada esta inscripcin en letras de oro: Al CiudadanoEsclarecido General Jos Antonio Paez; y por el otro la si-guiente: El Congreso de Venezuela de 1836; estando, adems,toda la hoja iluminada con oro embutido. Unese a esta espadaun biric a portasable de terciopelo encarnado bordado enoro y con tres Chapas tambin de oro: dos de ellas representanla cabeza de Medusa en armona con la vaina; la tercera tienegrabado exquisitamente el escudo de armas de la Rep--blica (1).

    (1) Dice el General Pez en su Autootoarata, tomo II, pg. 314. queesta espada es una de las pocas alhajas que ha salvado del naufragio de'sus bienes.

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  • FRANCISCO G O N Z A L It Z GUINAN

    Despus de despedida la concurrencia en la Casa de Go-bierno, el Vicepresidente, el General Pez y muchas otras per-sonas notables de la poltica, del comercio y de los demsgremios sociales se dirigieron a la casa habitacin del primero,donde se haba preparado un suntuoso banquete, aderezadocon muy buen gusto. Ms de trescientos comensales tomaronparte en este acto de cordialidad, y fueron all. como los anti-guos hebreos, a compartir el pan y el vino en signo de afectocomn. A la hora de los brindis se propusieron cuatro. El Vi-cepresidente brind: por los felices y magnificas resultadosdel 19 de abril de 1810 que vea Venezuela, gozando de pazgeneral a beneftcio de su Constitucin y leyes. El seor Brice-o y Briceo, antiguo periodista de oposicin, brind por laespada de honor que, como uno de las ms grandes resultadosdel 19 de abril de 1810, celebraba Venezuela en el 19 de abrilde 1338. El Doctor Pedro Quintero brind por la obedienciaa la ley, que obligaba a reconocer a dos eminentes ciudadanoscomo salvadores de la Patria, a Vargas y Pez; y por ltimoel senor Valentin Espinal brind por los sentimientos que enaquel momento deleitaban su corazn: veneracin y gratitudhacia los patriotas del 19 de abril de 1810, y porque los ve-nerandos ciudadanos que de ellos quedaban marchasen siem-pre unidos con la gaaleracin presente para dar eternos dasde gloria a Venezuela.

    Los asistentes a este almuerzo dejaron a las dos de la tardela casa del General souolette, despidindose complacidos '1

    .satsrechos,

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  • CAPITULO XXXI

    SUlo1ARlo.onclulle el aflo de 1838.Memortas 4e 108 Secretarios de Es.-tado.--su anlisis.-Interior y Justicia: personal del COnsEjO de Go-bierno; orden pblico, indultos y conmutaciones; inmigracin: ind-genas; manumisin; n 'gocios eclesisticos; el internuncio Baluffi:Ministros de la Corte .:iuprema; instalacin de la Superior del 2.'distrito; gastos de [ust.cta ; oficinas de REgistro: tribunales de co-mercio: instruccin pohca : organizacin de las provincias: salu-bridad; rentas provinciales; presidios.-Hacienda: movimiento de larenta; movimiento de las deudas; crdito publico; deuda exterior;amparo a los bienes de los conspiradores; importacin y exportacin;derechos aduaneros.-Relaciones Exteriores: negocios con la. NuevaGranada: SItuacin de Mxico: tranco de esclavos; tratado deamistad y comercio con las ciudades anseticas; negociacin con Es-paa.-Gu'!"ra y Mar ma ; orden publico: m.lcia: com.s.on e o-ogru-ca : Academia de Matemticas: abandono del ramo miutar : fuerzamarrtima ; escuela nutica.-Clausura de las sesiones del Congr e so.c-Anlisis de sus actos: capital reconocido al Colegio de Guayana:supresin de los cantones Pilar y Caura en las provincias Barcelonay Guayana : permiso otorgado al General Pez para aceptar una ES-pada del Rey de Inglaterra; derecho de puerto; aprobacin del tra-tado con las ciudades anseticas; Indulto; igualacin de buques es-pafioles y vcnezolanos : ley de Registro; cesin de un escombro alConcejo Municipal de Maracaibo; cantn los Caos: resguardos dendigsnas ; emprstito; excepcin de derechos: supresin de un im-puesto; papel sellado; organizacin de las provincias; fuerza per-manente; reclamos contra el Estado; arreglo de los crditos deColombia; crdito publico: arancel de importacin : suplemento a lasrentas municipales; aprobacin del tratado con Dinamarca; sueldosmilitares; presupuesto : privilegio de inve ncin : minas; obras publi-cas de La Guaira: poder judicial; reformas al Cdigo de procedi-mientos; gastos de justicia; rentas municipales -Discusin per io-dstica robre la ley de 10 de abril de 1834.-Estado de la instruccinpbltca.c-Creacln de la Direccin General de Instruccin.-Proyectopara abrir un camino carretero entre Puerto Cabello y Valencia.-Eleccin del Gerier al Pez para. Presidente de Venezuela.-Asonada. enlas cercanas de Puerto Cabello.

    Ya hemos hablado en el captulo precedente del Mensajepresidencial dirigido a las Cmaras legislativas; y a fin dedar al lector idea completa de la marcha de la Administracinen el ltimo ao, veamos las Memorias presentadas por losSecretarios de Estado.

    Secretaria del Interior 'V Justicia. En virtud de recientes

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  • ffl.\NCISCO G o N Z A L E Z GUINAN

    nombramientos hechos por el Congreso y por la Corte Supre-ma de Justicia, en cumplimiento de atribuciones constitucio-nales, el Conseja de Gobierno se campania de los seores Ge-neral Jos Maria Carreno, Doctor Francisco Javier Yanes,Juan Elizondo, Doctor Jos Bracho, Doctor Manuel LopezUmrez y los Secretarios de Estado. El Consejo llenaba sumisin constitucional con toda cabaldad

    Detalla el seor Secretario todos los acontecimientos rela-cionados con la subversin del orden pblico en las provinciasde Apure, Curnana y Maracaibo, y habla de los indultos con-cedidos, as como de haber conmutado la sentencia de muertea sesenta y cuatro condenados por los Tribunales ordinariospor asuntos politicos. Seis de los principales revolucionarioshabian sido ejecutados Las ardientes pasiones de aquellapoca, tan cruelmente interpretadas por el Poder .Iudic al, mi-naban el edificio del orden y alejaban el reinado de la bien-hechora paz, porque las revoluciones se multiplican siemprepor el tactor de la tirana. El Gobierno, por su parte, conmuta-ba la mayor parte de las sentencias capitares y expresaba endocumentos pblicos la inconveniencia de los castigos, perotemeroso al partido dominante no afrontaba con noble y pa-tritica resolucin la derogatoria a modificacin de la verda-deramente salvaje ley de conspiradores.

    La nueva ley sobre inmigracin apenas haba producidoel ingreso al pais de 97 canarios.

    En la orovincia de Guayana haban sido algunas tribusde indgenas reducidas a poblado, merced a los esfuerzos delGobernador y del Obispo de la Dicesis, y el Gobierno nacio-nal haba dictado medidas para dar instruccin a los indge-nas reducidos.

    No se haba efectuado la manumisin de esclavos, de con-formidad con la ley, porque no se haba presupuestado la can-tidad que cubriese el dficit de las provincias.

    Hallbanse vigentes las dificultades en el servicio ecleslas-tco cuando el Ilustr simo seor Cayetano Baluffl, internuncioapostlico cerca del Gobierno de la Nueva Granada, dirigidesde Bogota una carta al Vicepresidente encargado del Eje-cutivo, manifstandole que su Santidad Gregario XVI. ani-mado por el bien espiritual de estos paises, se haba compla-cido en proveer de Pastor propio a la Dicesis de Mrida enla persona del seor Doctor Jos Vicente Unda, a cuyo efecto

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    : .

    .'

    "

  • H I S TOR I A e o N T E M POR A N E A. D E V E N El z U E L .\

    enviaba el Breve epistolar correspondiente. Agregaba el inter-nuncio que se prometa que la benevolencia del Gobierno deVenezuela le auxiliara con su autoridad para atender conms provecho a la salud de las almas; que deseaba vehemen-temente asegurar los negocios eclesisticos; que peda protec-cin para Jos dems Obispos de Venezuela; y que como Dele-gado Apostlico en la Amrica Meridional se disponia a pro-poner un concordato que equilibrase los derechos de la Igle-sia y de la Repblica, pero que sabedor del extraamiento aque estaba condenado el Arzobispo de Caracas. creia que nin-gn tratado podra celebrase sin la presencia local del Prela-do, a cuyo efecto Interceda por su llarnamiento y vuelta alpais.

    El Gobierno, a pesar de sus deseos de llegar a un arre-glo definitivo, que juzgaba importante a! mejor servicio de laIglesia. contest al seor Baluffi dicindole que su exigenciaestaba fuera de las facultades constitucionales del Poder Eje-cutivo; y tratando de arreglar las dificultades actuales de laArquidicesis y de prever las que pudieran surgir en el por-venir, dispuso ocurrir directamente al Sumo Pontifice con elObjeto de promover y ajustar el respectivo concordato, y alefecto acredit un Agente diplomtico cerca de la SantaSede (1).

    Notbanse en el Papa Grego rio XVI los mejores deseos dellegar a un avenimiento con el Gobierno de Venezuela, puesno slo hubo de complacerse en dar la institucin cannica alnuevo Obispo de Mrida, sino que acept y acogi la solici-tud que aqul le hizo para disminuir los das festivos.

    En materia de empleados judiciales expresa la Memoriaque los seores Licenciados Jos Vicente Mercader y ManuelLpez de Umrez, nombrados constitucionalmente Presidentey Vicepresidente de la Corte Suprema, haban entrado a ejer-cer sus funciones; asi como el Licenciado Jos PrudenciaLanz con el carcter de Ministro fiscal. Tambin anuncia lainstalacin de la Corte Superior del segundo Distrito, com-puesta por los Ministros Doctor Jos del Rosario Cistiaga,Doctor Alejo Fortique y Licenciado Manuel Cerezo. La juris-diccin de esta Corte se extenda a las provincias de Caracas,

    (1) Fu nombrado para desempear esta misin diplomticn e l y orGeneral Daniel Florencio O'Leary, con el carcter de Encargado de Ng oci os.

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  • Apure. Barcelona. Cuman, Margarita y Guayana. Funciona-ban. pues, slo dos Cortes Superiores residentes una en Ca-racas y la otra en Valencia.

    Era insuficiente el impuesto para gastos de justicia creadopor la ley, circunstancia por la cual solicitaba el Secretario lareforma de sta.

    En la prctica de la reciente institucin del Registro p-blico, slo se haban instalado las Oficinas principales deGuayana, Barcelona, Coro. Caracas. Carabobo, Maracaibo, M-rda y Barquisimeto. No se haban instalado las dems porqueera escasa la remuneracin de los Regstradores y las ftanzsexcedan en mucho a la produccin del oficio.

    Jg ual decencia se notaba en los Tribunales de comercio,pues solo existan los de Barquisimeto. M r ida, Maracaibo,Cora. Trujillo. Barinas. Puerto Cabello. Valencia, Caracas, LaGuarra. Cuman, Barcelona y Carupano.

    Con respecto a la instruccin pblica dice la Memoria:que los Colegios nacionales del Tor uyo. Trujrllo, Coro y ca-rabobo continuaban sus progresos literarios; que el de Bar-qusrneto se instalara pronto; que el de Guanare, despusque hubo de dejarlo su patrono el Doctor Unda, continuabaprogresivamente baja la direccin del Gobierno: que los deCuman, Margarita y Guayana se instalaran prximamente;que ya estaban decretados los de Barcelona y Maracaibo; que-

    -en la Universidad de Mrida se haban establecido las ctedrasde Derecho pblico y de Medicina. bajo la direccin de losDoctores Hilario Unda y Cleto Margallo, respectvarnentej quelas ren t:.JS de I extinguido Convento de Franciscanos de Carora.se habian adjudicada al Colegio de Barquisirneto que el pri-mer cuerpo del edicio del extinguido Convento de San Fran-cisco en Caracas, lo habia cedido el Gobierno al seor Mon-tenegro Coln para asiento del COlegio de la Independencaricomprometindose dicho seor a educar gratis veintisis alum-nos y a dejar a la nacin la propiedad del instituto a su muer-te o separacin, y que se haba reglamentado la ley del aoanterior autorizando a las Juntas directoras de estudios enlos Colegios nacionales para conferir grados de Bachiller.

    Insiste el seor Secretario en solicitar de las Cmaras le-gislativas la revisin de la ley orgnica de las provincias, y alefecto enumera las dudas y dcultades ocurridas en la prc-tica del afio ltimo.

    .,

    GUINANGO;\! Z A L Z Z, R A K e I s e o

  • HISTORIA CONTEMPORANEA DI! VENEZUELA

    Termina la Memoria hablando de los auxiHos prestados alos pueblos de Apure, Turmero y Maturin, flagelados por lafiebre, del estado de las rentas provinciales y de la falta deedificios aparentes para crceles y presidios. )(_, Secretara de Hacienda. El movimiento e las rentas p-blicas en el ano econmico de 1836 a 1837 fu el siguiente:

    Total de ingresos $ 1.714.689,07 ) egresos 1.634.;J59,31

    Balance a favor $ 80.329,76

    existente en Tesorera en dinero efectivo $ 19.834,70; Y enobligaciones por derechos de importacin y sal $ 60.495,06.

    Pero como en el ao se quedaron debiendo por sueldosatrasados, sueldos retenidos. libramientos contra la contribu-cin extraordinaria y emprstitos $ 387.762,90, el verdaderobalance resultaba adverso y ascenda a la suma de $ 307.433,14.

    En el mismo ao econmico ru ste el movimiento delas Deudas internas:

    Flotante radicadaAmortizado

    $ 617.341,91126.323,63

    Deuda de 1.0 de julio de 1837Calificada y radicada $ 89.308,95Amortizado 10.573,46

    Deuda en 1.0 de julio de 1837

    Van .Vienen .Pagadera en efectivo $ 546.830,78Pagado a cuenta 407.832,25

    Agrguense por sueldos y emprstitos

    Resultaba un total general de

    $ 491.018,28

    s 76.981,66

    $ 567.999,94$ 567.999,94

    138.998,53

    248.764,37

    $ 955.762,84

    Diversas causas haban nudo en la disminucin de losingresos, siendo las principales, en concepto del seor Secre-tario, el embarazo mercantil de los Estados Unidos de Norte-

    63

  • 64

    GUINA!'lG o N Z A L E ZF R A N e I s e o

    america. la caresta de los granos. el bajo precio de los frutosde I pais de consumo exterior (1) y la prdida de caballos ymulas en la zona pecuaria debida a la enfermedad llamadadcrren qatiera

    Prometiase el Secretario una mejor situacin financierapara el ao venidero.

    En cumplimiento de la ley de crdito pblico, el Ejecu-tivo dict el reglamento respectivo. En tal virtud se prepara-ba el envio a Londres de los S 80.000 que correspondian '(11pago de intereses de los emprstitos britnicos; se haba sal-dado por Tesoreria la Deuda flotante y emitidose y entrega-dose a los acreedores lo, respectivos billetes; y pagado los in-tereses del primer trimestre. se hizo con el sobrante la debidaamortizacin en subasta pblica. Algunas dificultades ocurrie-ron en la percepcin de parte de los fondos aplicados a lasotras Deudas internas.

    En cuanto a la colombiana. luego que el Gobierno recibiavisos oficiales de que los Congresos de la Nueva Granada yEcuador haban prestado su sancin a la Convencin de 23 dediciembre de 1834, aprobada desde 1835 por el Congresovenezolano, con el fin de acelerar por parte de Venezuela elcumplimiento de dicha Convencin, dict desde el 11 de juliode 1337 la resolucin necesaria para la preparacin de los do-cumentos de que haba de servirse en la reunin de Bogotel Plenipotenciario de Venezuela, cargo para que ru escogidoel mismo seor Santos Michelena. signatario de la Conven-cin de 133}

    Un Agente fiscal de Venezuela haba de ir a Londres parael arreglo de la Deuda britnica. pero para la fecha de laMemoria aun no haba sido nombrado por el Gobierno

    La Deuda interna se haba aumentado porque no habanpodido pagarse por completo los sueldos del servicio Judicial.Por este respecto haba un dficit de $ 154.000 que el Go-bierno no haba podido cubrir por falta de presupuesto.

    La resolucin dictada por el Ejecutivo en 5 de julio de1337 acordando el sobreseimiento en los juicios contra los bie-nes de los comprometidos en la revolucin de 1835, resolu-

    (II El ao de 1837, la cotizacin dr- los principales productos exporta-bles era 11:;1: algodn. quintal de 100 libras, $ 13; ail, libra, $ 1,25; ca-cao. fa!1Pg''l de 112 libras. $ 16; caf, quintal de lOO libras, $ 8,50; cueros

    de rex, quintal de lOO libras, $ 7.

  • H I S TOR r A e o N T E M POR A N E A D E v N El Z U E L \

    cin tan acerbamente criticada por los intransigentes delpartido oficial, dice el Secretario que ru dictada en virtud depoderosas consideraciones, pues constaba en los expedientesque varios de los principales Jefes habian obtenido indultocon garanta de propiedades, que otros subalternos habian al-canzado decretos de sobreseimiento, que en algunas partes nose haban encontrado personas que admitiesen el depsitode los bienes embargados y que los reclamos no progresabancon menoscabo y ruina de las propiedades. A ms de estas con-sideraciones tuvo presente el Ejecutivo, para dictar su reso-lucin, otras de carcter poltico, fundadas en los principiosfilantrpicos y liberales calcados en la Constitucin y en lasleyes.

    Algunas juiciosas observaciones hace para concluir su Me-moria el seor Secretario, relacionadas con las tierras baldas,papel sellado, derechos de prcticos, venduta, rentas muni-cipales, minas, comercio clandestino y correos.

    La exportacin de productos y manufacturas nacionalesalcanz en el ao econmico de 1836 a 1837 a S 4.943.597,05;figurando en esta exportacin el ail con $ 502.479.03; elcacao con S 875.032,15; el caf con S 1.659.908,36; los cue-ros de res vacuna con $ 247.331,39, Y el tabaco con $ 256.213,10.

    La importacin f u de S 4.679.439,26.Los derechos de importacin y exportacin producidos por

    las Aduanas en el citado ao, se dividen as: La Guaira$ 793.333,44; Puerto Cabello S 156.253,11; Guayana $ 121.273.22;Maracaibo S 85.903,6G; Cuma n S 55.060,66; BarcelonaS 33.921.26: Coro $ 10.334,62; Margarita S 1.503,01, e Higue-rote S 2.341,08.

    v Reaciones Exteriores. - El mismo seor Secretario deHacienda da cuenta de los asuntos de este ramo anexo a sucartera, comienza por imponer a las Cmaras de todo lorelacionado con la negociacin pendiente con la Nueva Gra-nada, de que ya hemos hablado en este mismo captulo, Agre-garemos que elll'lenipotenciario de Venezuela, seor Miche-lena. parti de Caracas hacia Bogot a fines de agosto de1837, llevando adems el encargo de ajustar con el MinistroPlenipotenciario del Ecuador un tratado en que fuesen con-sagrados y atendidos los intereses de ambos pases.

    Un cambio en las instituciones republicanas de Mxicoocurri en diciembre de 1836, pues el Congreso reform la

    65HTSTGRL\ TH.-5.

  • FR..NCISCO GOl\' Z A L E Z GUINAN

    constitucin de aquel pas y cambi el sistema federal por elcentral o unitario. As lo particip a Venezuela desde Lima,por encargo de su Gobierno, el seor Juan de Dios Caedo,Enviado extraordinario de Mxico cerca del gobierno delPer.

    Con la Gran Bretaa se celebr en 19 de mayo de 1837un tratado para la extincin del trunco de esclavos.

    Con las ciudades anseticas se celebr el 27 de mayo delmismo ao un tratado de amistad y comercio. Ambos tratadosfueron sometidos a la resolucin del Congreso.

    y por lo que respecta :1. la negociacin pendiente con Es-paila. permanecia en suspenso; pero algo se haba adelantadoen el campo de los hechos prometedores de la confraternidaddel porvenir, pues al saber el Gobierno espaol que el de Ve-nezuola haba franqueado sus puertos u. las naves comercia-les de la antigua madre, haba correspondido con un decretoIechado el 12 de septiembre de 1837 abriendo los puertos deEspaa e islas adyacentes al comercio venezolano. (

    Secretara de Guerra y Marina Comienza la cuenta enesta Memoria ccn las medidas tomadas por el Gobierno contrala faccin Farfan.

    La organizacin d