23F Pilar Urbano Cronica

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  • 8/12/2019 23F Pilar Urbano Cronica

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    P. 8

    ELENFERMEROESPAOL QUEMIRA A LOSOJOS DEL

    C R O N I C A

    E L M U N D O

    . D O M I N G O

    3 0 D E M A

    R Z O

    D E 2 0 1 4

    . N 9 6 2

    P.10

    UNA OREJADELAT AL 7

    P.14

    Y FRANCOESCRIBI: LA

    P.19

    MIGUEL, ELPRODIGIOSO

    PARA SUREZ

    ESTABA CLARSIMOQUE EL ALMADE LA OPERACIN

    ARMADA

    ERA EL REYY QUE NACEEN ZARZUELA

    P. 2

    Pilar Urbano avanza en una entrevista

    exclusiva el contenido

    explosivo de su nuevo libro y desentraa uno de losepisodios ms ocultos

    de la Historia de Espaa:el 23-F

    LOS SEIS CHOQUESENTRE

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    EL MUNDO. DOMINGO 30 DE MARZO DE 2014 3.C R O N I C A

    P.- El Rey piensa lo contrario: t eel problema y el otro la solucin.R.- Su Majestad llevaba ao y meoyendo de militares, de empresarde banqueros, de algunos obispde catedrticos, de gente de distinsectores sociales, de algunos perdistas, que todo iba muy mal y qhaba que cambiar el Gobierno su presidente. Lo que un banque ya en el verano de 1980, en su vial monarca defini como cambiaalambre, pero no los postes. Toparecan olvidar, empezando porRey, que slo las urnas pueden cabiar al partido gobernante y a su psidente. En realidad fue el 5 de jude 1980, siete meses antes del 23cuando se produjo un primer anucio en Zarzuela de que el Rey hadecidido entrar en accin.P.- Sigamos con la visita del ReMoncloa.R.- El Rey, en un momento, coge codo al presidente. Lo agarra paque se pare. Surez, segn mi tesgo presencial, se desembaraza de tirn. Nada que ver con la foto amble que aos despus el hijo de S

    rez tomara, con el Rey y el ex prdente, ya enfermo de alzheimer, seando por el jardn de la cafamiliar. Un momento, no te emles, dice el Rey a Surez, y stcontesta: Me embalo porque sque digo; Armada es un enredadque vende humo, que vende consraciones, sediciones, sublevacion Y lo malo es que se las vende al pio Rey. Surez se mantiene en trece y se niega a traer a ArmadMadrid. Ah rompieron.P.- El Rey ya no controla a SurNo puede conseguir ni traer a Armda a MadridR.- Nunca pens que la persona ql eligi como presidente (julio1976) pudiera llegar a este extreml, que muchos aos atrs, cuanempezaba a reinar, haba dichoTorcuato Fernndez MirandHombre, yo crea que iba a ser mo Franco pero en Rey.P.- 22 de enero de 1981. Surez een Zarzuela...R.- Aquello fue muy fuerte. Sur

    subi a Zarzuela como sola hacer en vperas del consejo dministros. Lo cuenen el captulo titulad Surez, el Rey, un pe-rro, una pistola... . Yano son desencuentros, ya estn a mandoblazos, sobre todpor parte del Rey. Rey consulta, escu

    cha y hace caso cualquiera antes qua m, se queja Surez. Don Juan Carlo ve al jefe del Gobino sin rumbo. Utilizen algn momento frase de Abril Martrell, ntimo y fiel coborador de SurezEres un arroyo seco, sin un norte ilusionante. Tras combatir en una esgrim

    de reproches, Surez espeta al RHablemos claro, seor, yo no esen el cargo de presidente porque mhaya puesto ah su Majestad. que no es normal, por

    CASIME MUERDELOS COJ...,EXPLICSUREZ APILARURBANOSOBRE

    EL 22 DEENERO DE1981 ENZARZUELA.LLEGARON A

    ALZARSE LAVOZ CONTAL RUDEZAQUE LARKY,

    SU

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    muy legtimo que sea, esque yo diga blanco y t negro. Lascosas han llegado a un punto en quecada vez coincidimos en menos te-mas, expresa don Juan Carlos. Elcruce de reproches crece en grados.Me temo que empezamos a dar laimpresin de dos jefaturas que en loimportante discrepan, dice Surez. Y recuerda al Rey que es presidentepor las urnas, en las que obtuvo6.280.000 votos (en 1979). T estsaqu porque te ha puesto el pueblocon no s cuntos millones de vo-tos Yo estoy aqu porque me hapuesto la Historia, con setecientos ypico aos. Soy sucesor de Franco, s,pero soy el heredero de 17 reyes demi propia familia. Discutimos siOTAN s u OTAN no, si Israel o si Arafat, si Armada es bueno o peli-

    groso. Y como no veo que t vayas adar tu brazo a torcer, la cosa estbastante clara: uno de los dos sobraen este pas. Uno de los dos est dems. Y, como comprenders, yo nopienso abdicar.

    (Pilar Urbano relata que cuandoSurez oye la palabra abdicar, l mis-mo dice que sera el mayor fracasode todos sus empeos y que, llega-dos a este punto, lo mejor es disolverlas Cortes para que el pueblo hable, ya que no cuenta con el apoyo delRey ni con parte de su partido, y scon la animadversin de la oposi-cin. El Rey le responde que eso se-ra una locura y que se niega a disol- ver las Cortes).P.- Plantea el Rey a Adolfo Surez ladimisin?R.- En realidad le dice que no puedeimpedir que dimita, pero que disol- ver las Cmaras supondra un nuevoparn nacional, con la crisis econ-mica que haba. Aqu lo que hacefalta es un gobierno fuerte, cohesio-nado, que cuente con una mayoraestable y que gestione. Por tanto, no voy a firmar el decreto de disolu-cin. La bronca crece y crece cuan-do el presidente recuerda al Rey que,segn la Constitucin, la disolucinno corresponde al jefe del Estado yque ste no puedenegarse a firmarla.P.- Con la Constitu-cin como armaarrojadizaR.- Y el Rey, enton-

    ces, comete una in-discrecin al recor-dar a Surez quetambin el artculo115 advierte que nose podrn disolverlas Cortes si est entrmite una mocinde censura. Nadiehaba hablado democin de censura.Se le escap incons-cientemente lo que ledaba vueltas por lacabeza: una dimisin repentina inva-lidara el plan de derrocarle por la va intachablemente parlamentariade la mocin de censura. Y una diso-lucin dejara la Operacin Armada

    en papel mojado. Por tanto, el Rey noquera que Surez dimitiera todava,ni disolviera las Cortes. Y de maneraentre infantil y desesperada le dice aSurez que no piensa firmar, que seir de viaje, que se pondr enfer-mo La discusin suba y suba detono. Llegaron a alzarse la voz contal rudeza que el perro del Rey,Larky, un pastor alemn, tumbadoen la alfombra del despacho real, co-menz a ladrar y, excitado, se arrojcontra Surez. Casi me muerde loscoj, me cont Surez tiempo des-pus. El Rey salt y sujet al perro.Ms all de esta ancdota, Surez leley la cartilla al Rey, el hombre quelo haba elegido para, juntos, hacerHistoria.P.- 23 de enero. El Rey precipita suregreso a Madrid. Est de cacera,pero cuatro tenientes generales sehan presentado en Zarzuela.R.- Cuatro y un almirante. Los te-nientes generales Elcegui, MerryGordon, Milans del Bosch y Campa-no Lpez, de las regiones de Zarago-za, Sevilla, Valencia y Valladolid.Desde Zarzuela avisan al Rey, que

    tiene que suspender la cacera. Porcierto, los compaeros de monterase indignan con el Rey porque el he-licptero ahuyenta las piezas. Estosgenerales estn pensando un golpe ala turca. Ya haban enviado una car-ta a Zarzuela, por el conducto regla-mentario, como me dijo el generalGonzlez del Yerro. Al no obtenerrespuesta, se presentan en Zarzuela.Entra el Rey, jefe y compaero de ar-mas, y cuando comienzan con la re-tahla de quejas, les dice: Un mo-mento, yo soy el Rey. El Rey reina,pero no gobierna. Decdselo al jefede Gobierno. Llama a Surez. Enun rato est en Zarzuela. Realmen-te estos que hay dentro quieren ver-te a ti. Y don Juan Carlos se ausen-ta. Nadie se sienta y Surez adviertea los entorchados que Zarzuela no esel sitio para hablar; que si quieren, llos recibe en Moncloa, que es la sededel presidente de Gobierno.P.- Y aparece la primera pistola.R.- Milans dice a Surez que por elbien de Espaa debe dimitir ya,cuanto antes. Y es cuando Surez pi-de al luego golpista que le d una ra-zn para ello. En ese momento, Pe-dro Merry Gordon saca del bolsillode su guerrera una pistola Star 9mm,se la pone en la palma de la mano iz-

    quierda y mostrn-dola dice al presiden-te: Le parece bien austed esta razn?.El Rey, en la escale-ra, le advierte: Te

    das cuenta de hastadnde me ests ha-ciendo llegar?. Y lereitera que la solu-cin para evitar elgolpe militar pasapor un cambio deGobierno.P.- Dos ltimas fe-chas para olvidar esta tragedia en lasrelaciones de losdos parteros de laTransicin. 27 de

    enero, con el golpe en puertas.R.- Surez acude a Zarzuela para co-municar al Rey que tira la toalla, quese va. Antes almuerza con los Reyes. Al acabar, suben los dos al despacho.

    Qu es eso tan importante que tie-nes que decirme?, inquiere el Rey.Que me voy, seor. S, he pensadomuy seriamente que debo irme. Irme y, como deca Maura, que gobiernenlos que no me dejan gobernar. ElRey escucha en silencio, sin moverun msculo. Con pose de rey, no deamigo. Asiste, impvido, a la explica-cin de Surez, que se queja de tenerel enemigo dentro. l ya sabe, comome dijo aos despus Sabino, que es-taba en marcha una mocin de cen-sura movida y encabezada por Ar-mada. Gente de su partido, comoHerrero de Min, participa activa-mente. Piensa que con su dimisinpodr desactivarla. Pero Armada se vea ya como presidente de un go-bierno de concentracin, una opera-cin que comenz a trazarse en Zar-zuela en julio de 1980. Ya hablare-mos luego de esto...P.- El Rey no hizo el menor amagopidindole que siguiera?R.- En absoluto. Descuelga el telefo-nillo interior y llama a Sabino: Sabi-no, sube, sube inmediatamente.Cuando llega, don Juan Carlos le

    suelta: Sabino, que ste se va. Niun abrazo, ni un gesto. Como si sesintiera liberado. Qu hay que ha-cer ahora? Qu pasos? Es la prime-ra dimisin de un presidente en de-mocracia, pregunta al fiel secreta-rio. Punto y final. Al da siguiente, el28, Surez lleva la carta de dimisina Zarzuela. Su publicacin en el BOEse retrasa durante semanas. El actode Surez de dimitir por sorpresa tie-ne enormes consecuencias porquedeja a los golpistas, militares y civiles,sin argumentos para la sublevacin.P.- ltima fecha. 24 de febrero de1981. Horas despus de acabar el se-cuestro de Tejero. Surez se presen-ta en Zarzuela.P.- Surez, tras ser liberado, es infor-mado por Francisco Lana de que hasido Armada quien ha arreglado la li-beracin de los secuestrados y deque el mismo Armada haba estadometido en el golpe hasta las cejas. Yaen Moncloa, se encierra con sus co-laboradores directos Arias-Salgado y Meli, y les pide uninforme tcnico ur-gente para revocar sudimisin. La investi-dura de Calvo-Sotelo,interrumpida por Te- jero, se reanudar elda siguiente, 25, a lasseis de la tarde. El ce-se de Surez an nose ha publicado en elBOE. Hay muchoque limpiar, apunta-

    lar, poner coto a losque quieren quitar-nos la libertad. Si le-galmente puedo, vol- ver. Eso s, respalda-do por la msGrosse

    Koalition que puedaconstituir, dice a susntimos.P.- Y acto seguido, vaa Zarzuela a hablarcon el Rey. Por lla-marlo cortsmente.R.- Es el enfrenta-miento ms duro, dursimo, queSurez tiene con el Rey. Se lo con-t a muy pocas personas recinocurrido, y 12 aos despus lo revi- va con las mismas palabras. Leo a

    partir de la pgina 701 de mi libro:Arriba, en la puerta, me espera

    Sabino. Me da un abrazo. Yo se lo to-mo. Al que no se lo puedo tomar esal Otro. Entro en el despacho delRey. Est vestido de uniforme. Esmedioda. Tiene all a su perro Larky,el que me atac la otra vez. Estamossolos, le tuteo.

    Nos la has metido doblada.De qu me hablas?Hablo de que, alentando a Ar-

    mada y a tantos otros, jalendolos,dndoles la razn en sus crticas, di-cindoles lo que queran or de bocadel Rey, t mismo alimentaste el di-choso malestar militar () Sabes c-mo entre elGuti (el general Guti-rrez Mellado), Agustn (RodrguezSahagn) y yo hicimos trigonome-tra para desplazar al quinto moo alos generales golpistas, a los que t ala semana siguiente recibas; y cmome opuse al traslado de Armada.

    Pero t te das cuenta de lo quedices y a quin se lo dices?

    S demasiado bien a quin selo digo. Esta situacin la has provo-cado t.

    Noooo. Al revs, la has provoca-do t y la he evitado yo.P.- O sea, que Surez acusa al Rey depromover el golpe de Armada.R.- Para Surez est clarsimo ya enese momento que la Operacin Ar-mada nace en Zarzuela y que el al-ma es el Rey: que don Juan Carlos esel muidor para que Armada sea elpresidente de un gobierno de con-centracin. Incluso que el mismoRey conoca el Gobierno que el gol-pista tena preparado. Un Gobiernoen el que, entre otros, Felipe Gonz-lez iba de vicepresidente. En el trans-curso de esa conversacin con tonoelevadsimo, Surez alaba el com-portamiento digno del pobreGuti ,un anciano, cuatro huesos, y critica,en cambio, al otro, a gatas debajodel escao, refirindose al presiden-te a punto de ser investido, Calvo-So-telo. Pero el clmax de la pelea verbalse alcanza cuando Adolfo advierte alRey lo siguiente: Quiero revocar midimisin. Traigo un estudio jurdico-

    constitucional delproceso. Y saca elfolio del bolsillo y lodespliega ante el Rey.Le anuncia que pien-sa hacer depuracio-nes en el Ejrcito, lle-gando hasta dondehaya que llegar. Meests amenazando,so cabrn? Te atre- ves a hablarme deresponsabilidades a

    m? T a m? Mirale dice el jefe delEstado, ni t pue-des retirar ya la dimi-sin ni yo voy aecharme atrs en lapropuesta de Leopol-do. Todava no tehas enterado de queha sido a ti a quien lehan dado el golpe? Ati, a tu poltica, a tufalta de poltica, a tupsima gestin.

    Responsabilidades? T eres el au-tntico responsable de que hayamosllegado a esto!. El rifirrafe entre losdos contina y se despea hasta elpunto de que don Juan Carlos le di-

    ce: O te vas t o me voy yo, norecordarle que no podr formar ngn gobierno de unidad porque die va a querer ir contigo Poltmente ests muerto. No revoquesdimisin. No intentes volver. Tieque saber poner punto y final apropia historia. Vindolo as, en con el uniforme de capitn generaal otro lado de la mesa, Surez secuenta, segn l mismo contaba dpus, de que ese seor imponenque tiene delante es el Rey. Junlos talones, doy un cabezazo, pasusted y le presento mis excusDisculpe, Seor, me he excedidoLarky, el perro, esta vez no atacindignado visitante.P.- Pilar, esto que usted cuenta, dconcertante por la gravedad de lacusaciones pronunciadas por Surez, as como por las que el jefeEstado dirige al presidente dimisnario, lo tendr muy contrastadoR.- No me hubiese atrevido a escbirlo si no hubiera tenido varios ttigos y confidentes de Adolfo Su(Efectivamente, en el apndicenotas se citan las fuentes con no

    bres y apellidos.)P.- Perdneme que le insista ms sbre sus fuentes, porque la gravedde su narracin lo exigeR.- Como estn documentadas enlibro, no tengo ningn problema. hablado con decenas de personasno una, ni dos, ni tres veces. Algude los trances sobre los que escrime los han ratificado Aurelio Dedo Lito , el cuado de Surez e ntimayudante, y colaboradores inmedtos del presidente como Antonio valn, Eduardo Navarro, Jaime mo de Espinosa, Jos Pedro PrLlorca, Rafael Arias-SalgaFrancisco Lana Lito me recordaba: Me acuerdo que eran las cinde la madrugada, y t seguas h

    SECRETOS

    EL 23F

    SABINOFERNNDEZCAMPO MEDICE QUE SI ARMADAHUBIERACONSEGUIDO PLANTEARSUGOBIERNODE

    P.

    AMIGOSDEL REY,COMO JAIMECARVAJAL EIGNACIOGMEZ

    ACEBO, LE ADVIRTIERON DE QUEQUITAR A

    ADOLFOSUREZ YPONER AOTRO ES LOQUE

    ALFONSOXIII HIZOCON PRIMO

    P.

    Viene de

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    blando con Adolfo en Galicia, en unhotel, pese a que unas horas despusl tena una entrevista poltica impor-tante. Surez era noctmbulo y sipor la noche pegaba la hebra en con-fidencias, contaba cosas, sobre todoa los que nos vea interesados enasuntos como el 23-F, sobre el que yoescrib un libro,Con la venia, yo in-dagu. Adolfo iba dando pistas, cla- ves. Tengo escrito un captulo sobreel GAL, que no he incluido en el li-bro... Adolfo era un hombre de Esta-do, ante la idea de que por l pudierasobrevenir un golpe, no lo dud, sefue; y cuando ocurran cosas turbiasen torno al Monarca y alguien quisoaprovecharse o apalancarse en elRey, Adolfo saltaba.P.- Quin era ms hombre de Esta-do, Surez o don Juan Carlos?R.- Si Adolfo hubiese sobrevivido atodos los golpes morales que le ases-taron, podra haber llegado a ser elnico candidato a la Repblica capazde competir con Felipe VI. Aunquesu esencia era republicana, hizo unaespecie de voto de lealtad al Rey des-de el republicanismo nato de su pa-

    dre y de su madre. Crea en elchus-querismo : que desde abajo se puedellegar hasta arriba, si se trabaja; yque un rey tiene que estar sometidoa una disciplina constitucional. Dje-me decirle lo siguiente sobre lasfuentes de mi libro, con datos que heido recopilando durante aos. Adol-fo no ha sido un bocazas ni un voce-ras, pero en ocasiones se ha desaho-gado. Sobre todo, no ha querido quela Historia se escribiera mal. Por esoescribi su Yo disiento de la senten-cia del 23-F . l me dijo ms de una vez: No dejes que te equivoquen, Pi-lar, eso no fue as. All, en su despa-cho de la calle Antonio Maura, enMadrid, hemos tenido conversacio-nes largusimas y relajadas, expla-

    yndonos con la confianza de laamistad. Con su hija Marian cerca,que le adverta Pap, pap paraque no contara de ms. l, con susimptica picarda, deca: No, aqucon sta puedo, sta es del Opus.P.- S que su libro es mucho ms queel 23-F y sus circunstancias, que enl habla de episodios llamativos enlos prolegmenos de la Transicin,como el da en que el Rey seatrevi a echar al presidente Arias, o aquelmomento en el que Surez legalizael PCE y don Juan Carlos, curiosa-mente, est en Pars.R.- Claro, el libroabarca bastante ms,pero usted quiere ha-blar del 23-F y de suslados oscuros.P.- Un poco ms. Unaaclaracin: Qu di-ferencia hay entre laOperacin Armada yel 23-F?R.- El golpe de Arma-da, el golpe de timno de gobierno, presi-dido por l, tendra

    que haber acabadoen el momento en elque don Juan Carloscomienza a hacerconsultas para susti-tuir a Surez. Por fin,se decide por Leopol-do Calvo-Sotelo, perotiene enormes dudas.Tantea a Lamo de Es-pinosa, a Prez Llor-ca, a Rodrguez Sa-hagn. En realidad,cualquiera menosLeopoldo. Hasta que Leopoldo le so-luciona la papeleta. Convence al jefedel Estado dicindole que l es elhombre de la derecha que busca,bien visto por el empresariado; que

    sacar adelante el ingreso en laOTAN, el granmarrn del Rey antelos EEUU; la LOAPA para armonizarel tiberio de las autonomas; quetranquilizar a los militares, porqueal fin y al cabo su apellido es Calvo-Sotelo. Adems, ha sido elegido porel partido, la UCD, que en las eleccio-nes del 79 sac ms de 6.200.000 vo-tos. No hay duda de que la sustitu-cin con Calvo-Sotelo, y no a travsdel montaje Armada, es constitucio-nal. El Rey ve que puede tener unasalida fcil, libre de Surez, y sin co-

    rrer tantos riesgoscomo con Armada; yes cuando abandonala Operacin Arma-da. Estamos hablan-do del 10 de febrerode 1981, a 13 das delgolpe. Hasta ese mo-mento, la Operacin Armada no tena na-da que ver con el 23-F. Terminaba ah.P.- Pero el golpe seproduce.P.- El 23-F, como le

    digo, no debera ha-berse producido. Pe-ro a Armada el Reyle haba puesto lospatines, y ya no quie-re parar. Y se produ-ce el recurso a Teje-ro, que es un autorpor conviccin. Dehecho, Jordi Pujol yMarta Ferrusola, suesposa, hacen loshonores de despedi-da a Armada, que

    viene a Madrid desde su destino enLrida. Los Pujol comentan al gene-ral que Calvo-Sotelo ser el nuevopresidente, y Armada deja caer unenigmtico ya veremos. Lo est di-

    ciendo el da 9 de febrero. En las fe-chas siguientes, Armada se ve no scuntas veces con el Rey: el 10, el 11,el 12, el 13. En la agenda de Armadaaparece todo eso pormenorizado.Sabino, que ya se da cuenta de que Armada est lanzado, empieza a ce-rrarle las puertas de palacio. El da13 de febrero, el Rey y Armada tie-nen una conversacin tan importan-te y grave que don Juan Carlos acon-seja a Armada que vaya a contarle aGutirrez Mellado todo eso de queLeopoldo no es la solucin para cal-mar la divisin del Ejrcito. Melladomanifestara luego que le dieron ga-nas de detener a Armada por todo loque le dijo. A partir de ese momentopodemos decir que el Rey ya se sacu-de de las manos el tema Armada ysigue la senda de Leopoldo, con unGobierno de UCD.P. - Pero Armada, como usted decaantes, tiene puestos los patines.R.- Armada est motivado, Armadaquiere ser presidente, ayudado por elCESID con el comandante Cortina alfrente de la operacin. Si el Rey esto no est en el 23 de febrero, si est

    enterado o no Hay cosas llamati- vas, raras, anmalas. Que los hijosdel Rey no vayan ese da al colegio,como tampoco fueron al colegio loshijos de los americanos de Torrejn,que le dijeran al mdico de Zarzuelaque ese da estuviera en Palacio des-de por la maana, que cierta vedette,Brbara Rey, declarara, vaya usteda saber si es cierto!, que el Rey la lla-m dicindole, oye, el lunes, 23,procura no ir a recoger al colegio alos nios, porque puede pasar al-go. Y otras curiosas coinciden-cias. Igual que no se entiende lo deOsorio dicindole a Fraga en el Con-greso, en pleno golpe, Manolo, baja y dile a Tejero que llame a Armada.Por qu quiere llamar Osorio a Ar-mada? Qu sabe l? O, tambin, quede los siete padres de la Constitu-cin, cinco conocieran en qu con-sista la Operacin Armada y que du-rante los acontecimientos del 23-F enel Congreso estuvieran relativamen-te tranquilos en sus escaos, leyendoo prestando sus abrigos a losrehenesde oro . Lean tranquilamente Grego-rio Peces-Barba, Miguel Herrero, Ga-bi Cisneros, Jordi So-l Tura y Fraga, pa-dres constituyentes ,tambin estaban enla lista de Gobiernode Armada. Al Rey,en cualquier caso, laactuacin de Tejerole result antiesttica,irreflexiva, repug-

    nante por la violenciade los tiros... Eso noera presentable. L-gicamente, yo tengoque pensar que elRey no estaba en el23-F; otra cosa esque, bueno, Armadas que habla con elRey ese da, aunqueluego en los juiciosse quiso borrar la in-terlocucin del Reyesa noche. No apare-ce en las actas, como si se hubierapasado untpex : en lugar del Reyaparece Sabino.P.- Lo que queda meridianamenteclaro en su libro es que la gestacin

    de la Operacin Armada, que deren el golpe de Estado del 23-F, ppor Zarzuela.R.- Sale de Zarzuela y sigue en Zzuela desde julio del 80 hasta la gunda semana de febrero de 198 Yo dejo al Rey fuera del golpe deF. Pero s digo que, si esa noche mada se hubiese llegado a entendcon Tejero, y Tejero le hubiese dedo pasar, como me deca Pablo Ctellano, en esa situacin, bajoamenaza de las metralletas, todhubisemos aceptado cualquier lucin que no fuese una junta mtar. Y mucho ms si todo se anciaba en nombre del Rey, que es mo Tejero entr en el CongresPaso, en nombre del Rey!.P.- De hecho en su relato de aquda pone nombre al Elefante Blanco ,la mxima autoridad militarR.- Lo dice Sabino. El Sabino deltimos tiempos, que no estaba gag en absoluto. Con el que fuera sectario y luego jefe de la Casa Rmantengo unas veintitantas convsaciones, en las que se va viendoevolucin en cuanto a libertad v

    bal. Sabino va contando cada vms, sobre todo si t tienes la midel billete; entonces l te completotra mitad. Igual que Surez, tenun deseo imponente de ser honesSi no le preguntabas, no te contabpero si le preguntabas, s te contab y te contaba la verdad; yo no s sda, pero creo que casi todaP.- Hablbamos del Elefante BlacoR.- Le pregunt a Sabino por el moso tema del Elefante, y me cons que don Juan Carlos meti la pta en el libro de Vilallonga (una bgrafa del Rey, basada en variconversaciones con el protagoniscuando dijo que l saba, desdeprimer momento, quin era el Efante Blanco. Surez tambin dque slo dos personas saben quera el Elefante Blanco, y yo soy uSi Surez lo saba, y desde luegono lo era, y el Rey tambin lo sabsegn l mismo le dijo a Vilallon y est en la edicin francesa y eninglesa. Ergo Despus, en la vsin espaola eso se corrigi, porse hubiese tenido que reabrir el s

    mario del 23-F. ERey tambin deca ela primera edicin, francesa, que l habl con Armada vrias veces esa nochEn fin, hay un momento en el que Sabino me dice que, eel supuesto de que

    tomado el Congres Armada hubiera conseguido proponer sGobierno de concetracin, y hubiese sdo necesaria la presencia de una autordad superior anuevo presidente dGobierno y que raticara moralmente seleccin, en ese cso... el Elefante Blaco slo poda ser

    Rey.P.- Me ha sorprendido el papel de bino en el arranque de la Operaci Armada. En julio de 1980 habla Armada como presidente

    A MIEDAD NO ESHONESTOOCULTAR LAVERDAD. YELPERIODISTATIENE QUECONTARVERDADERA

    SHISTORIAS,LA HISTORIAVERDADERA... SI ADOLFOHUBIESESOBREVIVIDO A TODOSLOS

    P.

    La gran desmemoria,el nuevo libro deinvestigacin de laperiodista Pilar Urbanosobre la Transicin,sale a la venta este

    jueves, 3 de abril(Editorial Planeta)

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    alternativo a Surez; encambio, el 23-F es el propio Fernn-dez Campo quien juega un papeldecisivo contra el golpe.R.- Porque se dio cuenta pronto deque la Operacin Armada desem-bocara en una junta militar.P.- Pronto... o tarde, porque Fernn-dez Campo conoce la Operacin Armada desde julio de 1980, en elmomento en el que el comandanteCortina, del CESID, expone al Reycmo tendra que llevarse a cabo elgolpe de timn para cambiar a Su-rez por un independiente. Tododentro de la legalidad, peda elRey, segn su libro.R.- Cortina se inspira en la Opera-cin De Gaulle y pretende hacer lomismo en Espaa, con una grancoalicin de partidos que apoyen a

    un hombre independiente. Planteados candidatos apartidistas, comoposibles presidentes: un civil, Jos ngel Snchez Asian, y un militar, Alfonso Armada. Sabino est con- vencido de que el presidente enaquella situacin tena que ser mili-tar, y que ese hombre era Armada.P.- Tres nombres propios ms: Car-los Ollero, Jaime Carvajal y Urquijo, y Paddy Gmez Acebo.R.- Carlos Ollero, catedrtico deTeora del Estado y de DerechoConstitucional, hombre prximo alPSOE, es el encargado de elaborarun informe sobre la licitud de inves-tir a un candidato extraparlamenta-rio. Haba sido senador real. A me-diados de agosto de 1980, ese infor-me llega a Armada, no a Zarzuela oMarivent. Y Armada se lo enva aSabino para que lo entregue al Rey. Ah se indicaban dos vas: una, la dela mocin de censura, con un candi-dato alternativo, su propuesta alRey y la posterior investidura de s-te si consegua los votos de los dostercios de la Cmara; y otra, noconstitucional, por la que el Jefe delEstado, dadas las graves circuns-tancias nacionales, propondra a laCmara un presidente no parla-mentario para que fuese investidopor los diputados, y que en torno al se nucleara un gobierno de uni-dad nacional. Un calco de la Opera-cin De Gaulle, que luego tomaracuerpo en la Operacin Armada.P.- Ollero era simpatizante socialis-

    ta y Felipe Gonzlez tambin sim- patizaba con la movida anti-Su-rezR.- Tanto que estaba dispuesto a en-trar en el Gobierno de Armada. Enmi libro cuento el almuerzo que enel segundo semestre del 80 tieneSabino con Felipe, Peces-Barba yMgica. Le preguntan sobre los ru-mores de golpes. Decan saber que,al menos, haba dos dispositivosgolpistas, el de Tejero con labandaborracha yel de los generales . Se-gn mis fuentes, Gonzlez dej cla-ro que prefera esperar a las eleccio-nes, previstas para 1983; pero que,como poltico con sentido de Esta-do, estaba dispuesto a metersede-bajo del paso , y arrimar el hombro

    en un Gobierno de concentracinque presidiera otro, por supuesto noSurez. Entonces Sabino se moj ylanz en ese almuerzo el nombre de Armada, a lo que Felipe respondique la figura de Armada, aunquepersonalmente no lo conocan, po-dra ser bien aceptada por ellos, porser quien era.P.- Qu papel juegan en su relatoIgnacio, Paddy, Gmez Acebo, her-mano de Luis, cuado del Rey, y Jai-me Carvajal y Urquijo?R.- Paddy Gmez Acebo, duque deEstrada, era presidente del InstitutoGallup en Espaa. El Rey y l se te-nan gran confianza. Un da deaquel invierno de 1980, don JuanCarlos le confiesa que la nica ma-nera de reconducir la situacin deEspaa era formando un gobiernode coalicin o de concentracin na-cional, presidido por un indepen-diente, ajeno al mundo poltico, quegobierne con energa, con firmeza.El Rey llama a Sabino para que ex-plique la envoltura legal de la ope-racin y cuando ste acaba, Gmez Acebo, que al principio se qued

    bloqueado no dando crdito a loque estaba escuchando all, en pala-cio, por fin suelta lo que piensa: Lomo no es una opinin, es una defi-nicin: eso se llama primorriveris-mo , y me permito recordarle a SuMajestad lo que le pas a su abuelo, Alfonso XIII, al colocar a un generalpara reconducir la situacin de Es-paa. Esa misma tarde, y con idn-ticos trminos, el Rey explica suplan a su amigo y compaero de co-legio Jaime Carvajal y Urquijo, quele dice exactamente lo mismo queel duque de Estrada: Todo eso separece demasiado a lo que hizo vuestro abuelo nombrando a Primode Rivera. Jaime Carvajal ha teni-do un detallazo de confianza con-migo: me dej un buen lote de pgi-nas de su diario, muy ilustrativas.P.- Y no le asusta que todas susfuentes, las vivas, claro, se echenatrs y le desmientan ante lafuerza de sus acusaciones?R.- Yo no acuso. Yo investigoe informo de unos hechoshistricos que nos concier-nen y que estaban desfigura-dos, tergiversados, mal histo-riados. Artculo 20 de la Cons-titucin: el derecho a obtener y transmitir informacin veraz.Siempre puede haber una ope-racin desde el gran poder influ- yente de la Zarzuela para silenciarmi libro... Ms que por decisin delRey, por celo excesivo de sus edeca-nes ycuidadores . Sinceramente, yo

    no he pretendido ir contra nadie.Pero a mi edad no sera honestoocultar la verdad. Yo pienso que elperiodista no slo tiene que contarhistorias, tiene que contar la histo-ria verdadera. Entera? No, siemprequeda mucho ms. No se llega a to-do. Entiendo que habra que volveratrs para desentraar la historiaoculta de muy altos protagonistas,con medallas colgadas por tales ycuales acciones, que no las habanmerecido porque, sencillamente,ellos no haban sido los hroes.P.- A quin se refiere? A su Majes-tad el Rey?R.- Bueno... la gran desmemoria deSurez no slo ha beneficiado alRey, tambin a Felipe Gonzlez, a

    Osorio, a Fraga, a Herrero de Mi-n, a Segurado y a todos los com-parsas de la Operacin Armada, mi-litares, empresarios, periodistas Yo he podido poner negro sobreblanco determinados episodios quepermanecan brumosos porque hetenido acceso a ciertos documentos,anotaciones y diarios de Armero, deCarvajal, de Eduardo Navarro, delpropio Surez; o porque testigos deprimera fila como Martn Villa, La-mo de Espinosa, Arias Salgado,Landelino Lavilla, Santiago Carrillohan querido contarme cmo fue lalegalizacin del PCE, quin estimu-l y quin puso palos en las ruedasde la Constitucin Si no, yo hu-biese seguido creyendo que el Reyfue el motor del cambio. Y es cier-to que el Rey dio su venia al cambiode la dictadura a la democracia. ltena todos los poderes heredadosde Franco, y no haba Constitucinque le constriese: poda haber di-cho que no. Ahora bien, en impor-tantes momentos ms que motori-zar meti el freno.P.- Durante la legalizacin del PCE

    se fue a ParsR.- Se fue a Pars. Doy noticias de11 cartas del Rey a Surez. Sobreesto del medallero no siempre me-ritado, me rechina escuchar y leer eltpico de que el Rey nos salv del

    golpe. El Rey nos salvin extremis de un golpe que l mismo habapuesto en marcha, no queriendoque fuera un golpe, queriendo unasolucin fraguada en el Parlamen-to; pero Surez le adverta: Esto esun golpe!P.- Traiciones, miserias, hroes que,segn usted, no lo son... paraecharse a llorar!R.- S, tambin el Rey se ech a llo-rar en la madrugada del 23 al 24 defebrero. Se narra en La gran desme-moria . Sabino me lo cont varias veces. El Rey ya ha dado el discursoen televisin en la medianoche del23-F al 24-F. Tejero contina en elCongreso con sus guardias civiles.De pronto, don Juan Carlos rompeen sollozos. Sollozaba, recordabaSabino, como si se le hubiera rotoun juguete. No, ms que un juguete:el gran juguete, la Corona. Fue unmomento en el que el Rey no sabacmo acabara aquello, qu reac-cin militar podra haber, l habatenido muchas conversaciones congentes diversas, se haban prometi-do carteras, estaba formado prcti-

    camente un Gobierno Quinesiban a callar? Quines iban a ha-blar? Qu se iba a decir...?. Era demadrugada. Todo incierto. Hacafro fsico en la Zarzuela. A las 11 olas 12 de la noche haban apagadola calefaccin en el edificio. Es en-tonces cuando el Rey se pone unacazadora negra, la de piloto, no spor qu no su guerrera militar conla que haba grabado el mensaje.Quizs el subconsciente... En la ga- veta de su mesa de despacho tenauna pistola. En aquel momento, se-gn me cont Gmez Acebo, la pu-so encima de la mesa, y luego se lameti en el cinto.P.- Surez debera haber sido nom-brado Duque del Olvido?R.- Y de la lealtad. Por no contar losservicios de lealtad que hizo al Rey.Surez deca que tena que prote-ger al Rey del Rey mismo, de suscampechanas, de su verbosidad,porque algn malintencionado po-da tirarle de la lengua y grabarle di-ciendo cosas inconvenientes, inclu-so peligrosasP.- No entiendo.R.- La historia del Rey y su reinadono termina el 23-F. Podramos decirque casi empieza otra vez, no? Yempieza, pgina nueva, con los so-cialistas, largos gobiernos en losque ocurren muchas cosas en Espa-a y en el extranjero con relacin aEspaa. Lo insino en el eplogocuando sugiero que alguien quisoblindarse en el Rey tomando pre-

    cauciones y diciendo: bueno, yoquiero defender al Rey, pero si a mme tiran al foso difcilmente voy apoder defenderle. En esos momen-tos hay un patriota que sale a prote-ger al Rey: Adolfo Surez.P.- Sigo sin entender a qu se re-fiere.R.- Quiere usted que se lo diga msclaro? Surez sali del Gobierno sinToisn. El Rey se lo concedi mu-chos aos despus...P.- Por otros servicios?R.- Servicios legtimos, legales y pa-triticos prestados por Surez. Y elRey lo sabe.P.- Intuyo que lo contar en su pr-ximo libroR.- Mire, le estoy hablandoO

    JAIME CARVAJAL Y URQUIJO

    Aristcrata ybanquero,compartipupitre con

    Juanito en el bachillerato. El5 de julio de 1980, anotaba su diario: Encontr al Reyms distanciado de Surez pensando en la posibilidadde unindependiente .Semanas despus, el Rey leexplic la operacin paradeponer a Surez: Eso serprimorriverismo lerespondi Carvajal, lo qua vuestro abuelo le cost elexilio y la Corona.

    JOS LUIS CORTINA

    Jefe de Operaciones Especiales deCESID, tenaentrada libre en

    Zarzuela. Expuso al Rey unestudio corrector delsistema desde el propiosistema: simular un climaficticio de ruido de sablesamenaza de golpes durosque hiciera deseable ungolpe cvico-militar pararelevar a Adolfo Surez porotro presidente.

    FELIPE GONZLEZ

    Fracasada sumocin decensura de 1980,se sum al coro

    que reclamaba un gobiernode coalicin sin Surez. Atravs de sus alfiles sigui lOperacin Armada, en cuygobierno figuraba como vicepresidente. Sunmerodos, Alfonso Guerra, tanteal PNV para que entrara enen un gobierno de gestinlas rdenes de un general.Testigo, Marcos Vizcaya.

    MIGUEL HERRERO DE MIN

    Defenda laalianza delcentro y laderecha para

    lograr lo que Fraga llamabla mayora natural. Y,como l, estuvo hasta lostetanos en la Operacin Armada, en cuya lista degobierno figuraban los do

    ALFONSO OSORIO

    Vicepresidentecon Surez, fueuno de losprimeros

    conspiradores del cenculoque urdieron el derroca-miento. Su nombre sonabacomo presidenciable en lasmismas quinielas en las quapareca Armada. El 23-F ldijo a Manuel Fraga:Manolo, baja y dile a Tejeque llame a Armada. Oso y Fraga slo podan pensaren el recurso a Armada siestaban dentro de laOperacin. Y lo estaban.

    OTRPROTAGO

    EL 23F SECRETOS

    El general Armada, el 23 F.

    Viene de