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DIOS Y EL MAL
❶_La existencia del mal
❷_El poder de Dios
❸_¿Se puede afirmar que Dios es bueno?
❹_¿Por qué aparece el dolor?
❺_La maldad humana
❻_La doctrina de la caída
DIOS Y EL MAL4 RELIGIÓN CATÓLICA
1. LA EXISTENCIA DEL MAL
El mal natural El mal voluntario
A primera vista, parece que este tipo de mal se corresponde con la propia naturaleza de las cosas. Pero también es cierto que:
La vida supone la aparición de nueva vida.
Miramos con ojos humanos una realidad que no es humana.
Su origen está en la libertad humana.
Con frecuencia, la inteligencia se pone al servicio de la injusticia o la corrupción.
La violencia, la indiferencia ante el sufrimiento, etc., nos afectan en lo más íntimo.
Es difícil encontrar una
explicación que
justifique la existencia
de una víctima
inocente. ¿Por qué
Dios lo permite?
La Biblia plantea este problema en el
libro de Job. Job comprende que es un
misterio y lo acepta con humildad, de
modo que el dolor lo acerca al
conocimiento de Dios y de sí mismo.
DIOS Y EL MAL4 RELIGIÓN CATÓLICA
2. EL PODER DE DIOS
Dios no está obligado a
revelarse a los hombres. Lo ha hecho por amor.
Si Dios no existe, no hay defensa contra el mal, y este se hace más irracional y terrible.
Hablar del mal es algo que depende de la existencia del bien y, en último término, de Dios.
¿Dios puede hacer cualquier cosa?
Negar la existencia de Dios como solución al problema del mal plantea dos inconvenientes:
¿Dios tiene poder para haber creado un mundo mejor?
Dios no puede hacer nada que sea intrínsecamente imposible.
Que Dios es omnipotente significa que puede hacer todo aquello que es intrínsecamente posible.
Sí, pero quiso crear un mundo «en estado de vía» hacia su perfección, con el concurso de las criaturas.
Las limitaciones de la vida pueden contribuir a acrecentar y embellecer la propia vida.
DIOS Y EL MAL4 RELIGIÓN CATÓLICA
3. ¿SE PUEDE AFIRMAR QUE DIOS ES BUENO?
Dios no está obligado a
revelarse a los hombres. Lo ha hecho por amor.
No podemos comparar nuestra limitada visión de las cosas con la sabiduría divina.
Nuestra idea del bien no tiene porqué coincidir con lo que Dios sabe que es bueno.
¿Qué no hay que entender por un Dios
bueno?
¿Qué hay que entender por un Dios bueno?
Un Dios que no se inmiscuya en la vida del hombre.
Un Dios que pretende obligarnos a ser buenos.
Un Dios que, como un artista, quiere sacar lo mejor de cada uno de nosotros.
Un Dios clemente y misericordioso, que nos ama gratuitamente.
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4. ¿POR QUÉ APARECE EL DOLOR?
Dios, que nos conoce en lo más íntimo, sabe qué es lo mejor para nosotros.
La rebelión contra Dios no conduce a la libertad, sino a la esclavitud.
A través de la esperanza y la piedad
comprendemos la exigencia de
eternidad que implica el amor y
humanizamos el mundo.
Dios hecho hombre cargó sobre sus
hombros el peso del mal y del dolor,
y con su Resurrección venció al
pecado y a la muerte.
El sufrimiento nos ayuda a recuperar
la conciencia de que somos peregrinos
en este mundo.
DIOS Y EL MAL4 RELIGIÓN CATÓLICA
5. LA MALDAD HUMANA
Dios no está obligado a
revelarse a los hombres. Lo ha hecho por amor.
El hombre moderno parece haber perdido la conciencia de culpa, que ha estado presente en todas
las religiones desde la Antigüedad.
Con ayuda de la gracia
divina podemos
transformar nuestra
vida y hacernos
semejantes a Dios.
A menudo se confunde la bondad con «no hacer daño a nadie», evitando el compromiso personal
en la búsqueda del bien.
Debemos aceptarnos
como somos y
ponernos en manos
de Dios para que nos
ayude a mejorar.
Los seres humanos
estamos inclinados a la
maldad, pero no
sujetos a ella.
LA GRANDEZA DE LA LIBERTADLA GRANDEZA DE LA LIBERTAD
DIOS Y EL MAL4 RELIGIÓN CATÓLICA
6. LA DOCTRINA DE LA CAÍDA
Dios no está obligado a
revelarse a los hombres. Lo ha hecho por amor.
Dios quiso la bondad de todas las criaturas y que existieran en dependencia unas de otras.
El primer hombre fue constituido en amistad con su Creador, en armonía consigo mismo y con el resto de la Creación.
Esta armonía se rompió con el pecado original.
El pecado original
El mal, el pecado y la
muerte no son obra de
Dios, sino del hombre.
Dios no abandonó al
hombre. Él nos llama y
nos anuncia la victoria
sobre el mal.
Fue un pecado de orgullo y de idolatría, por el que la criatura antepone su yo a Dios.
Acá se muestra el misterio de la libertad. Dios no quiso esclavos, sino hijos.
Con el pecado se quebró el dominio del espíritu sobre el cuerpo.
Las relaciones entre los hombres pasaron a ser de deseo y de dominio.
El dolor y la muerte entraron en el mundo.
CRISTO VENCIÓ AL MALCRISTO VENCIÓ AL MAL