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RESUMEN. Tomando como referencia la publicación de la segunda edición del libro de Concha Roldán Entre Casandra y Clío, el presente artículo examina algu- nas cuestiones relacionadas con el pasa- do, el presente y el futuro de la filosofía de la historia. En primer lugar, se analiza la crisis actual que atraviesa la disciplina tratando de determinar cuál puede ser el sentido de la filosofía de la historia en el comienzo del siglo XXI. En segundo lugar, se pasa revista al debate a propósi- to del carácter científico del conoci- miento histórico y se examinan sus implicaciones en la actualidad. En ter- cer lugar, se intenta determinar la fun- ción ética que puede desempeñar la filo- sofía de la historia. Palabras clave: Filosofía de la historia, Filosofía especulativa de la historia, filo- sofía crítica de la historia, Historia y ciencia, Ética. ABSTRACT. Taking the publication of the second edition of Concha Roldan’s Entre Casandra y Clío as reference, this article analyses the philosophy of history from the perspectives of the past, the present and the future. First, the paper examines the current disciplinary crisis in an effort to define the philosophy of history at the beginning of the twenty-first century. Second, the article considers the histori- cal dimension of the debated scientific nature of historical knowledge and inclu- des the current implications of this con- troversy. Third, the essay explores the ways in which the philosophy of history can play an ethical function. Key words: Philosophy of history, spe- culative philosophy of history, critical philosophy of history, History and Science, Ethics. 295 Entre Casandra y Clío: A propósito del pasado, el presente y el futuro de la filosofía de la historia ÓSCAR MORO ABADÍA Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, París ISEGORÍA, Nº 35 julio-diciembre, 2006 295-308, ISSN: 1130-2097 Introducción La publicación a finales de 2005 de la segunda edición del libro de Concha Roldán Entre Casandra y Clío constitu- ye una excelente ocasión para debatir a propósito del pasado, el presente y el futuro de la filosofía de la historia. Al fin y a cabo, tal y como la autora señala en la introducción, el texto es una invitación a pensar la filosofía de la historia a la luz de su crisis actual: “Los autores y los problemas tratados no son fruto del azar, sino que responden a una clara inten- ción, la de mostrar en qué puede consis- tir la filosofía de la historia hoy, a través de una historia en la que se ponen de manifiesto los excesos cometidos por esta disciplina, excesos que la llevaron a granjearse el rechazo que sufre en la actualidad” 1 . En otras palabras, ya desde buen comienzo el libro se coloca bajo el

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teoria de la historia

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RESUMEN. Tomandocomoreferencialapublicacindelasegundaedicindellibro de Concha Roldn Entre Casandray Clo, el presente artculo examina algu-nas cuestiones relacionadas con el pasa-do, el presente y el futuro de la filosofade la historia. En primer lugar, se analizala crisis actual que atraviesa la disciplinatratando de determinar cul puede ser elsentidodelafilosofadelahistoriaenelcomienzodelsigloXXI.Ensegundolugar, se pasa revista al debate a propsi-todelcarctercientficodelconoci-mientohistricoyseexaminansusimplicacionesenlaactualidad.Enter-cerlugar,seintentadeterminarlafun-cin tica que puede desempear la filo-sofa de la historia.Palabrasclave:Filosofadelahistoria,Filosofa especulativa de la historia, filo-sofacrticadelahistoria,Historiayciencia, tica. ABSTRACT. Taking the publication of thesecond edition of Concha Roldans EntreCasandra y Clo as reference, this articleanalysesthephilosophyofhistoryfromtheperspectivesofthepast,thepresentand the future. First, the paper examinesthe current disciplinary crisis in an effortto define the philosophy of history at thebeginningofthetwenty-firstcentury.Second, the article considers the histori-caldimensionofthedebatedscientificnature of historical knowledge and inclu-desthecurrentimplicationsofthiscon-troversy.Third,theessayexplorestheways in which the philosophy of historycan play an ethical function. Keywords:Philosophyofhistory,spe-culativephilosophyofhistory,criticalphilosophyofhistory,HistoryandScience, Ethics.295Entre Casandra y Clo:A propsito del pasado, el presente y el futuro dela filosofa de la historiaSCAR MORO ABADAEcole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, ParsISEGORA, N 35julio-diciembre, 2006295-308, ISSN: 1130-2097IntroduccinLapublicacinafinalesde2005delasegundaedicindellibrodeConchaRoldn Entre Casandra y Clo constitu-yeunaexcelenteocasinparadebatirapropsitodelpasado,elpresenteyelfuturo de la filosofa de la historia. Al finy a cabo, tal y como la autora seala enla introduccin, el texto es una invitacina pensar la filosofa de la historia a la luzdesucrisisactual:Losautoresylosproblemas tratados no son fruto del azar,sinoquerespondenaunaclarainten-cin, la de mostrar en qu puede consis-tir la filosofa de la historia hoy, a travsdeunahistoriaenlaqueseponendemanifiestolosexcesoscometidosporestadisciplina,excesosquelallevaronagranjearseelrechazoquesufreenlaactualidad1. En otras palabras, ya desdebuen comienzo el libro se coloca bajo el11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 295signodeesatradaconsustancialalapropia filosofa de la historia: el pasado-presente- futuro.Enprimerlugar,EntreCasandrayClo constituye una de las mejores histo-rias de la filosofa de la historia escritasenlenguacastellana.Frenteaotrostra-bajosquerepasanelpasadodeladisci-plina en un tono ms ensaystico2o queplanteanotrasalternativas3,eltextode Roldn permite obtener una visin deconjuntodelahistoriadeladisciplina.DesdeSanAgustnhastaCollingwood,pasandoporVoltaire,VicooHegel,ellectorencuentraenestaspginasunaexposicinclarayprecisadelpensa-miento de aquellos autores que contribu-yeronaforjaresaparticularformadereflexin sobre la historia que fue la Ges-chichtsphilosophie4.Enestesentido,Roldnhaceunbuentrabajodesntesisal definir el concepto filosofa de la his-toria, limitarlo histricamente y estable-cerculeshansidosuscondicionesdeposibilidad.Ensegundolugar,larefle-xindeRoldnestorientadaporunaactualidadque,desdeHegel,sehacon-vertidoenunadelastareasprincipalesde la filosofa5. Se trata, en definitiva, deexaminar el pasado a la luz del presente,tomandocomoreferencialacrisisdeladisciplinaparadeterminarsipodemosseguir hablando de filosofa de la histo-ria y, si es as, en qu sentido debemoshacerlo. En tercer lugar, Entre Casandray Clo es una invitacin a pensar sobre elporvenir de la disciplina. La crisis actualnoscolocafrenteaunfuturoinciertodondelafilosofadelahistoriaslopodrsobreviviracondicindeaceptarque se ha roto en mil pedazos el espejode lo absoluto6y que es necesario bus-carnuevosparmetrosparapensarfilo-sficamentelahistoria.Comolapropiaautoraseala,aunquelasconcepcionestradicionalestienenqueserdescartadas,lociertoesquealgntipodereflexinfilosficasobrelahistoriaes,yseguirsiendo, pertinente y necesaria.Paraplantearestepequeoensayoapropsitodelpasado,elpresenteyelfuturodelafilosofadelahistoria,megustararetomartresdelasprincipalespreguntasalasqueellibrodeRoldnpretenderesponder.Atravsdeellasespero establecer un dilogo con la auto-ra que me permita, en la aurora del sigloXXI, tomar el pulso a la Philosophie derGeschichte. En primer lugar, la cuestina propsito de la crisis de la filosofa dela historia: Por qu la filosofa de la his-toriahallegadoaserunadisciplinatandiscutida? Es legtimo seguir utilizandodichadenominacin?Essuficienteconechar un vistazo al libro de Roldn paraconstatarque,hastafechareciente,elpulsoentrefilsofosehistoriadoresseresolvi a favor de los primeros: En suafn por explicar el conjunto ha perdidode vista los aspectos singulares e indivi-dualesdeladisciplinaquecomenzsiendo su objeto de estudio. La filosofadelahistoria[]estabaconcebidacomomateriadeespeculacinmetafsi-ca,deahqueseaconocidaentrenoso-troscomofilosofaespeculativadelahistoria7.Esaconcepcinespeculativadeladisciplina8(queWalshdenominafilosofaespeculativadelahistoria yDantofilosofasubstantiva)9seencuen-tradesdehacetiempo10seriamentedis-cutida:Haacabadolaconcepcindeunahistoriaentendidacomounprocesonico,evolutivo,coherentehaciaunameta11. Del mismo modo, el nfasis enlabsquedadeexplicacionescientficasy de leyes generales que caracteriz a lafilosofa crtica de la historia tambin hasidopuestoenentredicho.Anteestasituacin,laactualidadnosobligaahacerfrentealacrisisdelasfilosofastradicionales para tratar de construir unanueva reflexin sobre la historia que bienpudiera adoptar la forma de una filosofa296ISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 296crtica,entendidacomorenunciaaesperarelsentidoltimodelaevolu-cin12. Mi primer objetivo ser, por tan-to,determinarqusentidopuedeteneruna filosofa de la historia en los iniciosdel siglo XXI.Unsegundoproblemaqueellibroplanteaeslapreguntaapropsitodelcarctercientficodelahistoria:Eslahistoriaunaciencia?Siesas,debeadoptar el modelo de las ciencias natura-lesodelascienciassociales?Estassonpreguntasalasquehistoriadoresyfil-sofossehanenfrentadodesdehacecasidos siglos. Para unos, como Leopold vonRanke13oLouisBourdeau14,lahistoriatenaquerenunciaratodaespeculacinmetafsicayconvertirseenunaciencianaturalquemostraseloshechostalycomosucedieron(Wieeseigentlichgewesen).Paraotros,comoWilhemDilthey15, la historia tena que construir-se a partir de la metodologa de las cien-cias del espritu y no de las ciencias natu-rales.Estapolmica,queseantojaintrnseca al propio saber histrico, se hareactivadorecientementegraciasalacontroversiaentornoalgirolingsti-co. La cuestin ser, por tanto, retomarelpasadodeestadiscusinparaexami-nar los ecos de la misma en el presente.Al fin y al cabo, toda reflexin filosficasobrelahistoriaquesepretendacrticatiene, necesariamente, que hacer frente alproblemadelacientificidadyaotrascuestionesderivadas(elproblemadelaverdad, de la objetividad, de la existenciade leyes generales, etc.).Laterceracuestinquemegustaraexaminareslarelacinentrehistoriaytica:PuedeseguirCasandraprofeti-zando al odo de Clo? Se le puede exi-gir a la filosofa de la historia algn tipode compromiso tico hoy que parecemosinstaladosenelescepticismo,yaseamoderno o postmoderno? Roldn consi-deraquelafilosofadelahistoria,todavezliberadadesucondicindegranrelatoomnicomprensivo,estencondi-ciones de desempear una funcin tica:Elfilsofodelahistoriayanopuedededicarsearealizarterrorficasoespe-ranzadorasprediccionesdefuturo,perotampocodeberenunciararealizarvalo-racionesestimativasacercadelmismo:nopuedeanunciarloqueser,perosproponercmodebieraser o,entodocaso,cmonodebieraserjams16.Enestecontexto,miobjetivoserplantearalgunaspreguntasapropsitodeesadimensin tica de la disciplina. Quizs,como analizar ms adelante, la filosofadelahistoriapuedaconvertirseenunareflexincapazdeorientarlaaccinenel presente.Las cuestiones que acabo de men-cionar (la crisis de la filosofa de la his-toria, la naturaleza cientfica de la histo-riaylarelacinentrefilosofadelahistoriaytica)meservirncomopie-dras de toque para tomar el pulso de esepacienteaparentementemoribundoquees la filosofa de la historia.La crisis de la filosofa de la historiaNocreoquemeequivoquecuandoafir-moqueelprimerobjetivodeEntreCasandra y Clo es responder a una seriede cuestiones a propsito del presente dela filosofa de la historia: Acaso [] lafilosofadelahistoriaesalgoqueslopertenecealpasado?Podemosseguirhablando de filosofa de la historia? Si esas,enqusentido?17.Sinembargo,como la autora nos recuerda, para hacerfrenteadichaactualidadesnecesariomirar hacia atrs, hacer recuento e inten-tar dar respuesta a una pregunta siemprepertinente:Cmolafilosofadelahis-toriahallegadoaserloquees?Ensubsqueda de respuestas, el libro de Rol-dnpartedeunaactitudcrtica haciaelpasado disciplinar: no se trata de restituirISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097297NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 297la gloria perdida a los padres fundadoressinodeponerdemanifiestoloserrorescometidos en el pasado.Roldnconsideraquepuedendistin-guirse cuatro grandes fases en la historiadelafilosofadelahistoria:unalargaprehistoria que se prolonga desde la Gre-ciaClsicahastaelRenacimiento;unaauroraqueanuncialasideasfundamen-tales sobre las que se construir la disci-plina;unatercerafasequecorrespondeal apogeo de la filosofa especulativa dela historia y, por ltimo, un perodo don-de se desarrolla una filosofa de la histo-riaquesepretendecrtica nosloporponerenteladejuiciolosplanteamien-tosanterioressinotambinporconcen-trarse en el anlisis de una serie de pro-blemas concretos.Durantelasdosprimerasfasesdeesta cronologa (i.e. desde la Antigedadhasta el siglo XVI) no puede hablarse deuna filosofa de la historia sensu stricto.Enlosorgenesdelpensamientoocci-dental, la historia y la filosofa siguieroncaminosparalelosqueimpidieronqueuna filosofa de la historia pudiera cons-tituirse.Dehecho,ambasdisciplinasremitan a dos tipos de saber contradicto-rios.Porunlado,lahistoria(historiarerumgestarum)nopodaserobjetodeespeculacin filosfica porque se limita-baalasimplenarracindeloshechosporpartedeuntestigodelosaconteci-mientos. Por otro lado, la duracin no erasusceptible de convertirse en objeto filo-sfico:elfilsofoeraaquelcapazdeadquirirconocimientoscientficos,esdecir conocimientos inmutables no suje-tos al cambiante devenir. Habra que pre-guntarse si, como seala Cassirer citandoa Burckhardt, toda la filosofa de la his-toria posterior no qued lastrada por estacontradiccininicial:Lafilosofadelahistoria, dice Burckhardt, es un centauro,una contradiccin en los trminos porquelahistoriacoordinayporestaraznesnofilosfica,mientrasquelafilosofasubordina y por esta razn es antihistri-ca18.Esta situacin de incompatibilidad semantuvohastalaobradeSanAgustn,creador de una primera filosofa cristianadelahistoria.Enmiopinin,Roldnacierta al considerar que De Civitate Deiconstituyelaprimerainterpretacinsobreelsentidodelahistoriauniversal,peroquetodavanopuedeconsiderarsefilosofa(puestoquenoesunavisinracionaldelahistoria).Dehecho,sloenelRenacimientocomenzadesarro-llarseuntipodepensamientosobreelpasado que dar lugar, durante la Ilustra-cin,alafilosofadelahistoriasensustricto.Elnacimientodeestareflexinseexplicaprincipalmenteporlaeman-cipacin de una razn filosfica respectodeunatradicinteolgicaquelavenaencorsetandoyque,sinelprocesodesecularizacin nunca habra alcanzado sumayoradeedad19.LasobrasdeLeib-niz, Voltaire, Vico y Herder son conside-radaselprecedenteinmediatodeunafilosofadelahistoriaquealcanzarsuapogeoafinalesdelsigloXVIIIyprin-cipios del XIX gracias a Kant y Hegel, yqueseprolongarduranteelsigloXIXde la mano de Comte y de Marx.La filosofa especulativa de la histo-ria esuntipodereflexinquepuededefinirse a partir de los siguientes rasgos:1)tieneporpretensinexplicarelcon-junto de la historia20, 2) define la historiacomo un proceso universal21, 3) equipa-ra el proceso histrico a la realizacin delarazn,4)buscadeterminarlasleyesque demuestren que la historia no es unasecuencia arbitraria de hechos, 5) preten-de predecir los acontecimientos futuros,6) est organizada en torno a las ideas deevolucin ydeprogreso.Estavisindela historia (que, grosso modo, es comna Kant, Hegel, Comte y Marx) est cons-truidasobreunadistincinentrelos298ISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 298hechos y la Historia: Los hechos sonslo datos, indicios, sntomas en los queaparecelarealidadhistrica.stanoes ninguno de ellos, por lo mismo que esfuente de todos. Ms an: que hechosacontezcandepende,enparte,delazar.LasheridasdeCsarpudieronnosermortales.Sinembargo,lasignificacinhistricadelatentadohubierasidolamisma22. En definitiva, se trataba de untipo de reflexin construida sobre el olvi-dodelahistoriao,siseprefiere,deespaldas a los hechos histricos. Tanto laideadeunahistoriauniversaldeKant,como la ley de los tres estadios de Com-teoladialctica(yaseaensuversinhegelianaomarxista)eranreconstruc-cionesidealesapriori sobreeldevenirhistrico.EstaconcepcinentrencrisisafinalesdelsigloXIXconelpaulatinorechazo de las concepciones metafsicashegelianas.Apartirdeesemomento,ladisciplina experiment un cambio funda-mental.Parailustrarlo,quisieraexami-nar brevemente el libro de Oswald Spen-glerDerUntergangdesAbendlandes(LadecadenciadeOccidente)quebienpudiera considerarse, si se me permite eljuegodepalabras,derUntergangderGeschichtsphilosophie. Esta obra consti-tuyelltimointentodeconstruirunafilosofaespeculativadelahistoriaque,en la fecha de aparicin del primer volu-men(juniode1918),yanoeraposible.Spengler, cuyo objetivo fundamental erapredecirlahistoria23,comienzaplante-ando la divisin entre los hechos histri-cosylarealidadhistrica:Hayunalgicadelahistoria?Haymsalldeloshechossingulares,quesoncontin-gentes e imprevisibles, una estructura delahumanidadhistrica,pordecirloas,metafsica,queseaenloesencialinde-pendientedelasmanifestacionespolti-co-espiritualestanpatentesydetodosconocidas?24. El autor alemn descubreesaestructuradelahumanidadhistri-caenlacultura,verdaderaprotago-nistadelahistoria.Spenglerdistinguenueveculturas,cadaunadelascualesimprime a su materia, que es el hombre,suformapropia,cadaunatienesupro-pia idea, sus propias pasiones, su propiavida,suquerer,susentir,sumorirpro-pios25.Oponindosealaimagentradi-cional de la historia como una lnea rec-ta, Spengler ve mltiples culturas que sesucedenllenandoeltiempohistrico.Utilizandolametforaorgnica,consi-dera que dichas culturas son seres vivosquenacen,maduran,envejecenymue-ren.Elobjetivodellibroesanalizarelltimoestadiodeunadeesasculturas:Occidente.Endefinitiva,loquelaobrade Spengler pone de manifiesto es que elapriori delprogreso quehabaorgani-zado la filosofa especulativa de la histo-ria ya no era vlido en 1918: el porvenirdel Occidente no consiste en una marchahacia delante sin trmino, en la direccinde nuestros ideales presentes y con espa-cios fantsticos de tiempo, sino que es unfenmeno normal de la historia, limitadoen su forma y duracin26. La idea de unplan,deunpropsito,deunametaquegua el destino de la humanidad (nocinintrnsecaalafilosofaespeculativa)habasidodefinitivamentedescartada:La humanidad no tiene un fin, una idea,unplan,comonotienefinniplanlaespeciedelasmariposasodelasorqu-deas27.Elrechazodelafilosofaidealistallevalintersporunafilosofadelahistoria que no fuera interpretada en tr-minosnimsticosnimetafsicos.Esloque Walsh llama la filosofa crtica de lahistoria que se interesa por el estudio decuatro conjuntos de problemas: a) la his-toria y otras formas de conocimiento, b)verdadyhechoenhistoria,c)objetivi-dadhistricayd)laexplicacinenhis-toria28. Se trata, como Roldn seala, deISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097299NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 299unplanteamientofundamentalmenteepistemolgico,queataealaposibili-dad de conocimiento de la historia29. EsporestaraznqueErnstCassirerhablade un enfoque epistemolgico de la his-toria30que ya no estara interesado en lahistoria como objeto, sino en el modo deconocimiento de dicho objeto. Se preten-da,portanto,determinarelmtododeconocimiento o, si se prefiere, el carcterespecficodelconocimientohistrico.Estafilosofacrticadelahistoria(quenacienelsigloXIX)seprolongduranteelsigloXXmetamorfoseadaenunafilosofaanaltica principalmenteinteresada en determinar si la historia esonounaciencia.Roldnsitalacrticapopperianadelhistoricismoylaspro-puestasdeHempel,DrayyVonWrighten este contexto (2005, pp. 143-155).Lo significativo es que algo de la pre-tensinomnicomprensivaynormativadeladenostadafilosofaespeculativasobrevivienlafilosofacrtica:Lafilosofacrticadelahistoria,quetoda-vaenalgunadesusmsrecientesver-siones ha tendido a autoconcebirse comouna reflexin de orden superior sobre lametodologahistoriogrfica,acaparandoparasiysometindoloaunatanfrreacuantoinjustificadavoluntadnormativaeseimprecisoterritorioconocidocomolateoradelahistoria31.Endefinitiva,elintentodeconocercientficamentelahistoria(i.e.labsquedadeleyesgene-rales) esconda la pretensin de predecirel futuro y, sobre todo, negaba la impre-dicibilidad delahistoria.Sinembargo,tambin el nfasis positivista en la expli-cacin se sald con un fiasco del que dafe el fracaso del Covering Law Model deHempel.Llegadosaestepunto,megustararetomar la pregunta que dio origen a estareflexin: si tanto la filosofa especulati-va como la filosofa crtica de la historiaparecenhaberfracasado,tienesentidoseguirhablandodeunafilosofadelahistoria? Dado que se trata de una cues-tinfundamental,megustaraexplorarlasdosrespuestasposibles.Enprimerlugar, parece evidente que hoy no pode-mospensarlahistoriaentrminossiquierasimilaresalosdelafilosofaespeculativa. La creencia en el progreso,el establecimiento de leyes generales o laposibilidad de predecir el futuro son ide-alesgnoseolgicosquepertenecenauntiempopasado.Delmismomodo,laexpectativaobjetivistadebieraconside-rarsedefinitivamentedescartada32,ycon ella se han esfumado parte de las ilu-siones,eneldoblesentidodeltrmino,delafilosofacrtica.Endefinitiva,lasformastradicionalesdepensarfilosfi-camente la historia no han podido adap-tarse a los nuevos tiempos. Esto ha pro-vocadoque,nosinrazn,algunosautoreshayanrechazadoeltrminofilosofa de la historia por considerarlodemasiadoligadoalavisintradicionalde la Geschichtsphilosophie.Sinembargo,hayquienescreemosque sigue habiendo algo a lo que deno-minados filosofa de la historia, slo queha cambiado de signo [] contina pen-sndosesobreyapartirdelahistoria,comosilosfilsofoshubieranexperi-mentadoungirodesdeloperenne aloperentorio33.Enotraspalabras,sicon-sideramos la filosofa de la historia comoun intento de pensar sobre y a partir dela historia, entonces estaremos de acuer-do en que dicha reflexin no slo es per-tinentesinoqueesnecesaria(llmesefilosofa de la historia, llmese meto-dologahistricacomoprefieredecirManuelCruz).Dadoquelosviejosmodelos ya no sirven como referencia, lacuestin estribara en llenar de contenidodicha reflexin. Para ello, hay que partirde un hecho fundamental: estamos en unmomento en el que se produce ms pen-samiento sobre la historia que nunca. El300ISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 300problemaes,comohaafirmadoJavierMuguerza,quelostiemposnoparecenestarparasistemas34yqueesaingentereflexinsenospresentabajoformastandiversas que apenas podemos adivinar susentido. Por esta razn, pienso que una delas funciones de la filosofa de la historiadeberaser,precisamente,explicaresamultiplicidad. Se tratara, en definitiva, deque la filosofa nos ayudase a comprenderqu tipo de historia escribimos, por qu yen qu medida esa reflexin est orientadaporlaactualidad.Esetrabajodesntesispodra permitirnos comprender el vnculoprivilegiadoquelahistoriaestablececonel presente35y, de este modo, ayudarnos aentender nuestro hoy.En segundo lugar, la filosofa de lahistoriadebeayudarapensar loscon-ceptos,lasideasylascategorasdeltiempoquenoshatocadovivir.Desdeluego, ya no es posible imaginar la histo-ria como la realizacin del progreso o delarazn.Tampocoparececonvenientesaliralabsquedadepautasyleyesgenerales que expliquen el pasado y pre-diganelfuturo.Ahorabien,comoRol-dn seala, eso no significa que la refle-xinfilosficasobrelahistoriahayamuerto,sinoquehacambiadodesigno.Nuestro tiempo es el de la multiplicidad,el escepticismo y la diversificacin. En lhansurgidonuevosobjetosdepensa-mientoquehaceapenasdossigloserandespreciados. La literatura, cada da msabundante,apropsitodelacontingen-cia,elacontecimiento,lanarracin,laidentidad o la memoria da fe de la exis-tencia de una reflexin frtil sobre la his-toria.Seraunerror,desdemipuntodevista, negarle a dicha reflexin la catego-ra de pensamiento por el mero hecho dequenoadopteunaformasistemtica.Nuestratareadeberaser,portanto,construirunafilosofaacordeconnues-trotiempo,aunquesepamosquenoesdefinitiva36.Historia y cienciaEl debate a propsito del status cientficodelahistoriaseremontaalsigloXIXyhaadoptadodosformasdiferentes:lasdiscusiones entre los filsofos en torno alacuestindelahistoriacomociencia(Eslahistoriaunacienciadelmismorangoquelasnaturales?Esposiblelaprediccin en historia?, etc.) y los deba-tes entre los historiadores que, ms liga-dos a la prctica de la historia, han inten-tadodeterminarlasposibilidadesdeconstruir un relato fidedigno del pasado.Dado que el texto de Roldn examina endetalle la primera de estas dos formas, hepensado que lo mejor sera completar elcuadrotrazadoporlaautorarecogiendolas principales discusiones entre los his-toriadores. De este modo, quiz estemosen condiciones de responder a una cues-tinqueIggersplanteabadelsiguientemodo:QuquedahoydelafedelaIlustracin en la posibilidad de ocuparseracionalmente,estoes,cientficamente,delahistoriayquequedadelcometidoemancipador de la ciencia ahora, cuandolaposmodernidadhacuestionadoradi-calmente no slo la coherencia de la his-toriasinotambinladelpensamientohumano?37.DuranteelsigloXIX,lahistoriaseconstituy como una disciplina universi-tariaque,comoJanus,presentabadoscaras: la cientfica y la poltica. En efec-to, desde muy pronto la actividad de loshistoriadores se inscribi en un campo defuerza resultado de la tensin entre estosdos polos. Por un lado, aspiraban a pro-ducirunrelatoverdaderosobreelpasa-do.ElnoblesueodeRanketenasucorrelatoeneldeseodepermanecerindependientes de toda opinin poltica yreligiosa [] sin proponerse otro objeti-vo y otro fin que el que puede obtenersede la verdad38. Por otro lado, la institu-cionalizacindelahistorianopuedeISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097301NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 301separarse de la experiencia nacional quedichahistoriapretendepresentarcomonatural y evidente39. El caso francs esunejemploparadigmticodelaliaisonentre el proceso de legitimacin del Esta-do moderno y el nacimiento de la profe-sin de historiador. As, la burguesa quepas a detentar el poder a partir del sigloXIX comprendi que la nueva sociedad,paracreerenellamisma,tenanecesi-daddenohabernacidoayer40.Eranecesario justificar el nuevo estado revo-lucionario, colocndolo bajo el peso delpasado de Francia41. En este sentido, lahistoriaseconvirtienuninstrumentodelegitimacinfundamentalquetenacomounodesusprincipalesobjetivosextraer de nuestras viejas crnicas rela-toscapacesdeemocionarlafibrapopu-lar42.Estos dos procesos (la bsqueda de laverdad y la utilizacin poltica del pasa-do) instauraron una paradoja en el cora-znmismodelaempresahistricamoderna: por un lado, la historia se cons-tituycomounsaberquetenacomofuncinprincipallegitimarelnuevoorden poltico y, por otro, los historiado-res aspiraban a restituir la verdad de lostiempos pasados por encima de interesespolticosconcretos.Durantemsdeunsiglo, esta contradiccin marc la orien-tacin de los debates tericos en la disci-plina,enlosquecuestionescomolaobjetividadylaresponsabilidadsecon-virtieronenproblemasfundamentales.Sin embargo, durante mucho tiempo, loshistoriadores tuvieron la capacidad no desuperarlamencionadaparadoja,perosialmenosdesoportarelpesodelacon-tradiccin.Dehecho,piensoque,hastafinalesdelsigloXX,loshistoriadoresfueroncapacesdeencontrarunequili-brio entre la bsqueda de la verdad y lasimplicacionespolticasdesuactividad.En primer lugar, aprovecharon el dilogocon otras ciencias sociales para construirunahistoriacapazdeofrecerunrelatoverdico delpasado.Apesardequelacuestindelahistoriacomocienciafueobjeto de discusin permanente (el textodeRoldnresumeperfectamentelosprincipales debates al respecto), lo ciertoes que nadie pona en duda que el histo-riadorfueracapazdeofrecerunretratofidedigno del pasado. En segundo lugar,loshistoriadoresguardaronunaciertaautonomaconrespectoalpoderpolti-co. Constituidos en comunidad universi-taria,fueroncapacesdeconsolidaruncamporelativamente independientedelasdemandaspolticas.Enestesentido,como cualquier otro campo cientfico, elde los historiadores puede ser considera-dounmicrocosmosautnomoenelinteriordelmacrocosmossocial.Aut-nomo,segnlaetimologa,quieredecirque tiene su propia ley, su propio nomos,quetieneensmismoelprincipioylaregla de su funcionamiento43. En defini-tiva,elequilibrio44quehizoposibleeldesarrollodelahistoriaduranteelsigloXX estuvo basado en dos principios fun-damentales:(a)elacuerdoapropsitodelcarcterverdaderoyrigurosodelconocimientohistricoy(b)laconsoli-dacindeunaciertaautonomadeloshistoriadoresconrespectoalospoderespolticos.Sinembargo,estsituacinhacam-biadodurantelosltimosaos.Dehecho,creoqueloquelosespecialistasllamanlacrisisdelahistoria esunprocesojustamenterelacionadoconlaquiebra de los dos principios que hacanposible el mencionado equilibrio. En pri-mer lugar, desde los aos setenta ciertascorrientes de pensamiento han puesto encuestinlaposibilidadmismadecons-truirunrelatoverdicosobreelpasado.Yanosetratadesabersilahistoriaesunacienciadelmismorangoquelasnaturales,sinodedeterminarsieldis-curso histrico es una forma de retrica302ISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 302prximaalaliteratura.Ensegundolugar,lacreenciaenlaautonomadelhistoriadorhadesaparecido.As,escu-chamos hablar constantemente de la uti-lizacinpolticadelahistoria,delosusosdelpasadoodelosabusosdelamemoria.Laideadequelahistoriasiempre tiene una funcin poltica45seha generalizado. Dado que estos dos pro-cesosparecenhaberpuestoenjaquelaposibilidaddelconocimientoracionaldelpasado,megustaradetenermebre-vemente en ellos.En primer lugar, desde la publicacindellibrodeHaydenWhiteMetahistory.TheHistoricalImaginationinNinete-enth- Century Europe46y del artculo deLawrence Stone The Revival of Narrati-ve:ReflectionsonaNewOldHistory47,unnmerocadavezmayordehistoria-dores parecen convencidos de que la his-toriatienemsqueverconlaliteraturaque con la ciencia. As, el ltimo desafoa la historia cientfica proviene del girolingstico(linguisticturn)48,unafor-madetextismo popularizadaporelpro-pioHaydenWhite.Segnl,lahistoriaesunaestructuralingstica(verbalstructure)quenodifiereesencialmentedelaliteratura.Porconsiguiente,loshistoriadores tienen que tomar las narra-tivashistricasporloquemanifiesta-mente son: ficciones verbales cuyos con-tenidostienenmsencomnconsushomlogosliterariosqueconlosdelasciencias49.Tomandocomoreferenciaalgunas ideas de la filosofa del lenguajede Wittgenstein50, los defensores del girolingstico consideran que el historiadornohacereferenciaalpasado,sinoqueconstruye la realidad histrica. Ensegundolugar,duranteloslti-mos aos se ha insistido mucho en el usopoltico de la historia. Aunque los histo-riadoreshantenidoconcienciadedichautilizacindesdehacemsdeunsiglo,lo cierto es que fue a partir de la dcadadelossetentacuandosegeneralizlaidea de que la nica funcin de la histo-ria ha sido (es y ser) legitimar el poder.Estaprdidadelainocencianoesunfenmeno exclusivo de la historia: formapartedeunatomadeconcienciamsgeneral a propsito de las implicacionespolticasdelascienciassociales.DesdelaaparicindelaobradeautorescomoSaid o Foucault, las ciencias sociales hanretenido la idea de que el poder produ-ce saber [] que poder y saber se impli-candirectamenteelunoalotro;quenoexiste relacin de poder sin constitucincorrelativadeuncampodesaber,nidesaber que no suponga y no constituya almismotiempounasrelacionesdepoder51.Tantoelgirolingsticocomolageneralizacin en la creencia del carcterpolticodeldiscursohistriconosobli-gan a replantearnos una serie de cuestio-nes fundamentales: Pueden los historia-dores superar el desafo postmoderno?52Puedenvolveraalcanzarelequilibrioperdido? Es todava posible una historiacientfica?Lafilosofadelahistoriaseantojaunespacioprivilegiadodesdeelque responder a estas cuestiones. En pri-merlugar,puedeaportarundiagnsticobien informado a propsito de problemastales como la objetividad, la verdad o laexplicacin(cuestionesquesonobjetode debate desde hace un siglo). En defi-nitiva,puedeintroducirlareflexividadnecesariaparacomprenderladerivadela discusin. En segundo lugar, la filoso-fadelahistoriapuedaayudaraencon-traruntercercaminoquenospermitaescapar del callejn en el que relativistasy positivistas nos han metido. Se trataradeaceptartantolaimposibilidaddelaobjetividadcomoladeterminacinso-cio-lingsticadelconocimiento53sincaerenelrelativismoabsoluto.Slosiresolvemosesaecuacinestaremosencondiciones de avanzar.ISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097303NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 303Filosofa de la historia y ticaLaterceragrancuestinqueeltextodeRoldnplanteaeslarelacinentrefilo-sofa de la historia y tica. En este caso,laautoraenuncialapreguntaclaveysugierealgunasideasquenospermitenintroducireldebate:Miapuestaporlafilosofadelahistoriaesunaapuestamediada por la tica. No propongo que latica sustituya a la historia, pero s que sesirvadeellaparaseguirbuscandoelrumbo que evite la catstrofe. De algunamanera,setratadeunasimbiosisentrehistoriayticaPodrlaticadarunrenovado tirn del pasado y hacer que elngel de la historia al que aluda W. Ben-jaminvuelvalacarahaciaelfuturosindejarsearrastrarporelhuracndelmalllamadoprogresohaciasuautodestruc-cin?54. Para responder a esta preguntamegustaratomarprestadasunaspala-bras de Manuel Cruz: La historia, pues,nos ayuda a vivir el presente de la nicamanera que le es dado hacerlo: ayudn-donosaentenderlo[]Porunconoci-mientodelpresente,comoesobvio,pasannuestrasprogramacionesdefutu-ro. Como tambin pasa por l la noticiadelpasado55.Lahistoriadebeayudar-nosaentendernuestraactualidadparaorientar la accin o, dicho de otro modo,lareflexinsobrelahistoriaescondi-cin sine qua non de una accin respon-sable.Por qu situar el problema de la rela-cinentrelafilosofadelahistoriaylaticaenelpresente?Porque,enmiopi-nin, tanto el fracaso de la filosofa espe-culativacomoeldelafilosofacrticapueden explicarse, hasta cierto punto, porsu incapacidad para medirse con la actua-lidad. As, lo propio de la filosofa espe-culativa de la historia era colocar el acen-toenelfuturo,entendidocomoelmomentoderealizacindelaAufkl-rung,delarevolucinproletariaodelestadio positivo. El presente era el instan-te previo, el espacio de posibilidad desdeel que emerga el futuro: Si nos pregun-tamos si vivimos en una poca ilustrada,larespuestaesno,perosenunapocade Ilustracin. Todava falta mucho paraqueloshombres,talcomoestnlascosas, considerados en su conjunto, pue-dansercapacesoestnensituacindeservirse bien y con seguridad de su pro-pio entendimiento sin la gua de otro enmateria de religin. Sin embargo, es aho-racuandoseleshaabiertoelespacioparatrabajarlibrementeenesteempe-o56. En el caso de la filosofa crtica, elnfasisenlaexplicacin (queescomnaautorestandiferentescomoRankeoHempel) era correlativo a una definicindelpasadocomounobjetodeconoci-miento ajeno al presente desde el que elhistoriador escribe. Se supona que exis-ta un nico pasado que poda ser descri-to en trminos objetivos. En definitiva, elacentosecolocabaenelconocimientodel pasado en tanto que pasado, objetoimpvido a la espera de conocimiento57.Sinembargo,elpasadodelhistoria-dornoespretritoperfectosimplesinocompuesto. El pasado slo puede vivir atravs de un presente que, adems, es ellugar de la accin. Es por esta razn queesalldondedebemosplantearlapre-gunta por la tica. Para hacerlo, es nece-sario comenzar tomando algunas precau-ciones. As, hay que evitar el anlisis delmomento presente como si ste fuera pre-cisamente en la historia el momento de larupturaoelmomentodelbalance,odelcumplimiento, o el de la aurora que retor-na58.Elpresentenoeselmomentodeadvenimientodelahistoria,sinoundacomo los otros, o ms bien es un da quenuncaesigualcompletamentealosdems59. La filosofa de la historia debe,portanto,colocarsealserviciodelaactualidadnoparalegitimarla,sinoparaexplicarla y para permitirnos modificarla.304ISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 304Jos Carlos Bermejo lo ha explicado conbrillantez:Sernecesariopartirdelasituacinpresente,perosinperderdevista,esos,queestepresentenuestrono tiene sentido sin referencia al pasado, noyaporqueelpasadopuedaservircomofundamentodelpresente,sinoporqueprecisamenteloqueaqulnosponedemanifiestoeselcarcterabiertodelmomento actual, su falta de fundamento,supermanenteestadodeindetermina-cin60. Esta interpretacin permite con-cebir la filosofa de la historia como unareflexin sobre el presente que se resumeen la cuestin del hoy y en el problemadelnosotros: Quesommes-nousencetemps qui est le ntre?61.Enqumedidaestafilosofadelahistoriaentendidacomounaontologadelpresente puedeayudaraorientarlaaccin?Dichodeotromodo:Qufun-cin tica puede desempear una filoso-facrtica?Comohesealadoenlaspginas anteriores, la filosofa debe ayu-darnos a comprender la relacin entre laactualidadylahistoriaqueescribimos.Setratara,comodiceManuelCruz,depreguntar al que pregunta con el objeti-vo de asumir nuestra responsabilidad enla construccin del pasado: Preguntar alquepreguntasignifica,portanto,abrirestosinterrogantes:quinessomos,endefinitiva,loshabitantesdeesepresen-te?Qunosdefine?Aquinesconsi-deramosnuestrosiguales enlahisto-ria?62.Sitenemosencuentaquenuestrasinquietudes,pensamientoseideassobreelpasadonosdicenmsapropsito de quines somos que de quie-nesramos,entoncesestaremosdeacuerdoenquelafilosofadehistoriapuedeserunaherramientafundamentalpara comprender la actualidad. Y esto esas porque, como ya he sealado, slo untipodereflexinmeta-histricapuedepermitirnos comprender el sentido gene-raldelahistoriaqueescribimos(msancuandonuestrareflexinsobrelahistoriaadoptaformascadavezmsvariadascuyosignificadonopuedeseraprehendidomsqueatravsdealgntipodereflexinglobal).Convertidaenunaformadediagnsticodenuestraactualidad,lafilosofadelahistoriapodrorientarlaaccindelanicamanera que le es dado hacerlo: aportan-doelconocimientonecesarioparaqueuna accin responsable sea posible. ConclusinConEntreCasandrayClo sucedeloqueconalgunosrelatosdeBorges:enunaspocaspginasseencuentranresu-midaslascuestionesqueimportan.Podemos hablar de filosofa de la histo-ria en el comienzo del siglo XXI? Ququeda de la fe ilustrada en la posibilidaddeconocerracionalmenteelpasado?Puede la reflexin sobre la historia fun-damentar la accin? La respuesta a estaspreguntasdepender,enbuenamedida,de la concepcin que cada uno tenga dela filosofa de la historia. Quienes consi-deranqueelconceptodefineuntipodereflexinmeta-histricaquealcanzsucenitconlossistemasdeHegel,KantoComte, probablemente entendern que laGeschichtsphilosophie pertenecealpasado.Quienesconsideramosqueelconcepto remite a una reflexin sobre y apartirdelahistoriaentendemos,encambio, que todava podemos hablar defilosofadelahistoria63.Teniendoencuentalacrisisdelasgrandesnarracio-nes tradicionales, el problema estriba enpensarqusentidopuedetenerlarefle-xinfilosficasobrelahistoriaenestemomento que nos ha tocado vivir.En este ensayo he propuesto algunasideas al respecto. En mi opinin, la filo-sofadelahistoriadebeconvertirseenunareflexincrticaorientadaporlaactualidad.Enprimerlugar,lafilosofaISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097305NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 305debe ayudarnos a comprender el presen-tedeterminandoqutipodereflexinhistrica es la especfica de nuestro hoy.Porquesarecurrentepreocupacinpor la tradicin y la memoria? Qu es loquehaydetrsdenuestrainquietudporlaidentidad?Porquelcrecienteinte-rs por objetos antes despreciados comolacontingenciaoelacontecimiento?Lafilosofadelahistorianodebelimitarsea responder a cada una de estas cuestio-nesporseparado,sinoquetienequedecirnosalgosobresusignificado.Tie-ne, por tanto, que ofrecernos una sntesisquenospermitacomprenderporqupensamos la historia de una determinadamanera y no de otra. Ese trabajo sobre laactualidadnospermitirdeterminarloque de especfico tiene nuestra reflexinsobrelahistoriay,almismotiempo,nosayudaracomprenderquinessomos.As, conviene insistir en que la manera quenuestra sociedad tiene de pensar su histo-ria dice mucho ms a propsito de su pre-sentequedesupasado.Porlotanto,lareflexin sobre nuestro ser histrico debe-ra, como he indicado en la ltima parte deeste trabajo, ser condicin imprescindiblede una accin responsable.En definitiva, estamos en un momen-toenelqueurgeconstruirunanuevafilosofadelahistoria.Quizporello,megustaraconcluirdeseandoquelaautoradeEntreCasandrayClo,des-pus de ofrecernos una brillante historiadeladisciplina,seapliqueallegadodeCollingwoodconelquecierrasulibro:construidvuestrashistoriasyvuestrasfilosofas, aunque sepis que no son defi-nitivas64.AGRADECIMIENTOSQuisieraagradeceraManuelCruz,Roberto R. Aramayo, Jos Carlos Ber-mejoyJosLuisMorenoPestaalalectura atenta de mi texto. Un recuerdoespecialmerecenJaimedeSalas,cuyosinteresantescomentariosaesteensayomepermitirnplantearnuevosproblemas,yConchaRoldn,conquienpudediscutirmuchosdelostemasaquplanteados.Atodosellos,muchas gracias.306ISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097NOTAS Y DISCUSIONESNOTAS1Roldn,C.(2005):EntreCasandrayClo:Unahistoriadelafilosofadelahistoria,Akal,Madrid, p.13. 2Cruz, M. (1991): Filosofa de la historia. Eldebatesobreelhistoricismoyotrosproblemasmayores. Paids, Barcelona.3Bermejo, J. C. y Piedras, P. A. (1999): Gene-aloga de la Historia. Ensayos de Historia TericaIII. Akal, Madrid.4Sueledistinguirseactualmenteenalemnentredostrminos,Geschichtsphilosophie,parareferirsealafilosofadelahistoriaensentidoestricto-comoformatradicionaldeentenderesadisciplinaduranteunapoca-yPhilosophiederGeschichte en un sentido ms amplio que incluiray partira de las crticas de la denominada posthis-toria; esto es, la ltima sera una manera no exentade paradoja de volver a reflexionar sobre la histo-riadespusdelfindelafilosofadelahistoria.Cfr. al respecto Rohbeck, J. Geschichtsphilosophiezur Einfhrung, Junius, Hamburg, 2004, p.19, cita-do por Roldn (2005), p. 220. 5La tarea de la filosofa es concebir lo que es,puesloquees eslarazn.Enloquerespectaalindividuo, cada uno es, de todos modos, hijo de sutiempo; de la misma manera, la filosofa es su tiem-poaprehendidoenpensamientos.Esigualmenteinsensato creer que una filosofa puede ir ms allde su tiempo presente como que un individuo pue-desaltarporencimadesutiempo,msalldeRodas:Hegel,G.W.F.(1820):Principiosdelafilosofadelderechooderechonaturalycienciapoltica, Edhasa, Barcelona, 1999, p. 61.6Roldn, C. (2005), p. 17.11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 30617Roldn, C. (2005), 16.18Concepcin que, siguiendo a Manuel Cruz,estaratentadodellamarfilosofaidealista delahistoria: Nada impide, por tanto, aceptar la crisisoeldebilitamientodelasgrandesnarracionesdeteologayfilosofadelahistoriaheredadasdesiglos pasados [] Su error habra sido empearseenbuscarunfundamentoobjetivo,exterior,alaesperanza o a la ilusin: al sentido positivo de desa-rrollo, en definitiva. A la primera acometida de loshechosmismos,todasellashabranmostradosucondicin de ideales: ideal de la revolucin prole-taria,idealdeldesarrolloeconmicoindefinido,idealdelademocraciaburguesa,incapacesdesobrevivir a la refutacin, en: Cruz, M. (1991), pp.30-31. 19Walsh, W. H. (1978): Introduccin a la filo-sofadelahistoria,SigloXXI,Madrid,p.12;yDanto, A. C. (1989): Historia y narracin. Ensayosde filosofa analtica de la historia, Paids, Barce-lona,p.29.Aestadisquisicinterminolgica,apuntadaenpp.13-14,dedicaRoldn(2005)laspp. 117-122.10Ya en 1944, Ernst Cassirer sealaba el fra-casodelafilosofaespeculativadelahistoria:Espero que a partir de estas observaciones podrisjuzgar si podemos continuar hablando de una filo-sofadelahistoria.Nopodemoscomprenderestetrminoensusentidometafsicoanterior[]Nopodemos descubrir mediante mtodos simplementeespeculativos los hechos o las leyes de la historia,en:Cassirer,E.(1944):LaPhilosophiedelHis-toire, en: Lide de lhistoire. Les indits de Yaleet autres crits dexil, Cerf, Paris, 1988, p. 52. 11Roldn, C. (2005): p. 17.12Aron,R.1969.Laphilosophiecritiquedelhistoire, Vrin, Paris, p. 15.13Cfr. Roldn. C. (2005), pp. 122-128.14Bourdeau,L.1888.Lhistoireetleshisto-riens: essai critique sur lhistoire considre com-me science positive, Alcan, Paris.15Cfr. Roldn. C. (2005), pp. 128-135.16Roldn, C. (2005), p.18.17Roldn, C. (2005), pp. 16-17.18Cassirer, E. (1944), p. 52. A. Gmez Ramosparte de est contradiccin en su libro Reivindica-cin del centauro. Actualidad de la filosofa de lahistoria,Akal,Madrid,2003;citadoporRoldn(2005) p. 220.19Roldn, C. (2005), p.49.20Como seala Danto (1989, p. 29): Un fil-sofo de la historia trata de proporcionar una expli-cacin del conjunto de la historia. 21Segn Spengler, la idea de una historia uni-versal es una creacin occidental: La historia uni-versal es nuestra imagen del mundo, no la imagendelahumanidad.Elindioyelantiguonoserepresentaban el mundo en su devenir. Y cuando seextingalacivilizacindelOccidente,acasonovuelva a existir otra cultura y, por lo tanto, otro tipohumano para quien la historia universal sea unaforma tan enrgica de la conciencia vigilante, en:Spengler, O. (1918): La decadencia de Occidente,Espasa- Calpe, Madrid, 1966, p. 41.22OrtegayGasset,J.(1966):Proemio,en:Spengler, O. (1918), p. 13.23En este libro se acomete por vez primera elintento de predecir la historia, Spengler, O. (1918,p. 25).24En Ibd.25En Ibd., p. 48.26En Ibd., p. 71.27En Ibd., p. 48.28Walsh, W. H. (1978), p. 12.29Roldn, C. (2005), p.116.30Cassirer, E. (1944), p. 52.31Muguerza,J.enPrlogoa:C.Roldn(2005), p. 5.32Cruz, M. (1991), pp. 24-25.33Roldn, C. (2005), p. 17.34Citado en: Roldn, C. (2005), p.18.35Cruz, M. (1991), p. 16.36Cfr. Roldn, C. (2005), p. 207.37Iggers, G. G. (1995): La ciencia histrica enelsigloXX.Lastendenciasactuales.Unavisinpanormica y crtica del debate internacional, IdeaBooks, Barcelona, p. 11. 38Monod,G.(1876):Duprogrsdestudeshistoriques en France, en : G. Bourd y H. Mar-tin (1983): Les coles historiques, Seuil, Paris, pp.168 y 170. 39Hartog,F.,Revel,J.(2001) :Lesusagespolitiques du pass, ditions de lEHESS, Paris, p.14.40Guizot,F.(1820):DugouvernementdelaFrancedepuislaRestaurationetduministreactuel,LibrairieFranaisedeLadvocat,Paris,p.210.41Michelet,J.(1869): Prfacede1868lHistoire de la Rvolution Franaise,en: HistoiredelaRvolutionFranaise,Gallimard,Paris,1952, p. 11.42Thierry, A. (1835): Dix ans dtudes histo-riques, Just Tessier, Paris, p. XVI.43Bourdieu, P. (2000): Propos sur le champ poli-tique, Presses Universitaires de Lyon, Lyon, p. 52.44DeacuerdoconIggers,dichoequilibrioestuvo basado en la supremaca de la orientacincientfica.Segnesteautor,elpensamientohis-tricohatomadodosgrandesorientacionesdurante el siglo XX. (a) una orientacin cientfica(representada por la Social History, la escuela deAnnales oelmarxismo)quepropusounacrticadelhistoricismoconelobjetivodereforzarlaposibilidaddeunahistoriacientfica;y(b)unacorrientefilosficaque,desdefinalesdelsigloISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097307NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 307XIX, ha planteado una crtica radical a la historiacientfica.EstasegundacorrientesloadquiriunprotagonismoimportanteafinalesdelsigloXX :Sinembargo,hasidosolohafinalesdelsigloXXcuandolasdudasprovocadasporestedesafohanafectadoseriamentealtrabajodeloshistoriadores,en:Iggers,G.C.(1997):Historio-graphyintheTwentiethCentury.FromScientificObjectivitytothePostmodernChallenge,Wesle-yan University Press, Connecticut, p. 5.45Koselleck,R.(2002):Thepracticeofcon-ceptualhistory:timinghistory,spacingconcepts,Stanford University Press, Stanford, p. 14. 46White, H. (1973): Metahistory. The Histori-calImaginationinNineteenth-CenturyEurope,The Johns Hopkins University Press, Baltimore &London (hay trad. cast.: Metahistoria. La imagina-cin histrica en la Europa del siglo XIX, Mxico,Fondo de Cultura Econmica, 1992). 47Stone, L. (1979): The Revival of Narrative:ReflectionsonaNewOldHistory,HistoryandTheory, 85, pp. 3-24.48Rorty,R.(ed.,1967):TheLinguisticTurn.RecentEssaysinPhilosophicalMethod,TheUni-versity of Chicago Press, Chicago.49White,H.(1974):TheHistoricalTextasLiterary Artifact, en: H. White (1978): Tropics ofdiscourse.Essaysinculturalcriticism.TheJohnsHopkins University Press, Baltimore & London, p.82(haytrad.cast.deVernicatozziyNicolsLavagnino,Eltextohistricocomoartefactolite-rario, Paids, Barcelona, 2003).50Los lmites de mi lenguaje son los lmitesdemimundo,en:Wittgenstein,L.(1927):Trac-tatusLogico-Philosophicus (trad.PierreKlos-sowski), Gallimard (coll. Ides), Paris, p. 141.51Foucault,M.(1975):Vigilarycastigar.Nacimientodelaprisin,SigloXXI,Madrid,1992, p. 34.52Breisach,E.(2003):OntheFutureofHistory: the postmodernist challenge and its after-math, Chicago University Press, Chicago.53En este sentido, estoy de acuerdo con Bour-dieu cuando escribe: No hay contradiccin, pesea las apariencias, en luchar al mismo tiempo con-tra lahipocresamistificadoradeluniversalismoabstracto y a favor del acceso universal a las con-dicionesdeaccesoalouniversal,objetivopri-mordialdetodoverdaderohumanismoquelapredicacinuniversalistayla(falsa)subversinnihilistatieneencomnolvidar,en:Bourdieu,P.1997.Meditacionespascalianas,Anagrama,Barcelona, p. 98.54Roldn, C. (2005), p. 17-18.55Cruz, M. (1991), p. 44.56Kant, I. (1784): Ideas para una historia uni-versalenclavecosmopolita,en:Ideasparaunahistoriauniversalenclavecosmopolitayotrosescritos sobre filosofa de la Historia, ed. de R.R.AramayoencotraduccinconC.Roldn,Tecnos,Madrid, 1987, p. 15.57Cruz, M. (1991), p. 13.58Foucault,M.(1983):Estructuralismoypostestructuralismo,en:Esttica,ticayherme-nutica.Obrasesenciales.VolumenIII,Paids,Barcelona, 1999, p. 325.59Foucault (1983), p. 32560Bermejo, J. C.; Piedras, P. A. 1999. pp. 5-6.61Foucault,M.1988.Latechnologiepoliti-quedesindividus,en:MichelFoucault.DitsetcritsII,1976-1988,Gallimard,Paris,2001,pp.1632.62Cruz, M. op. cit, p. 26- 27.63Roldn, C. (2005), p. 17.64Roldn, C. (2005), p. 207. En este senti-doesobligadocitareltrabajo deRoldnrecientemente publicado en un volumen colec-tivodedicadoaJavierMuguerzaquellevaporttulo Disenso e incertidumbre; ver C. Roldn,Nuevas vueltas a la historia. Por una filosofadelahistoriadobladadetica,enJ.F.lva-rezyR.R.Aramayo,Disensoeincertidumbre.UnhomenajeaJavierMuguerza, PlazayVal-ds, Madrid, 2006, pp. 519-546.308ISEGORA, N 35, julio-diciembre, 2006, 295-308. ISSN: 1130-2097NOTAS Y DISCUSIONES11618 - ise 35 - 2 col (F)11/6/0713:48Pgina 308