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 Disponible en: http://www.redalyc.org/ articulo.oa?id=59854308  Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Roberto Ham Chande Los umbrales del envejecimiento Estudios Sociológicos, vol. XVIII, núm. 3, septiembre-diciembre, 2000, pp. 661-676, El Colegio de México México  ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Estudios Sociológicos, ISSN (Versión impresa): 0185-4186 [email protected] El Colegio de México México www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Roberto Ham ChandeLos umbrales del envejecimiento

    Estudios Sociolgicos, vol. XVIII, nm. 3, septiembre-diciembre, 2000, pp. 661-676,El Colegio de Mxico

    Mxico

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    Los umbrales del envejecimiento

    Roberto Ham Chande

    Los cambios en las estructuras de poblacin

    EL FUNCIONAMIENTO DE LAS SOCIEDADES SIEMPRE HA ESTADO CONDICIONADO porlos volmenes y estructuras de edad y sexo de sus poblaciones. Por citaralgunas circunstancias, hace algn tiempo, los conflictos blicos se decidanprincipalmente por la cantidad de hombres en edades convenientes para laguerra; en otras pocas y episodios histricos se hizo necesario ocupar losterritorios despoblados, para lo cual se propici la migracin individual yfamiliar; asimismo hace algunas dcadas se adoptaron modelos de desarro-llo basados en la suficiencia del mercado interno y en grupos de trabajobarato para la agricultura e industria de mano de obra intensivas. Pero ahoralas cosas parecen ser diferentes, sobre todo cuando la poblacin suele consi-derarse excesiva y causante de males sociales: degradaciones urbanas, cri-minalidad, deterioro del medio ambiente e incapacidad del sistema social yeconmico para dar suficiente educacin, ocupacin y salud al gran sectorde los jvenes, dejando a muchos de ellos sin trabajo ni servicios (Welti,1998). De esta manera, en las ltimas tres dcadas del siglo XX, en Mxico yprcticamente en todas las naciones de desarrollo intermedio se han adop-tado polticas de poblacin cuyo propsito es disminuir y adecuar la dinmi-ca demogrfica como parte directa de los planes de bienestar y las estrate-gias de desarrollo.

    Una parte de estas polticas de poblacin y sus relaciones con la econo-ma, la educacin y la salud pblica han logrado su objetivo: se han incre-mentando las esperanzas de vida, disminuido las tasas de fecundidad y de-crementando los ritmos de crecimiento demogrfico, en busca de volmenesy estructuras de poblacin de menor presin social, econmica y ambiental(Davis, 1991). Sin embargo, tambin se deben tomar en cuenta dos circunstan-

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    cias. Por una parte es notorio que a pesar de los cambios demogrficos elsistema social y econmico no haya sido capaz de resolver los problemassociales y econmicos que ocasionan crisis recurrentes. Por otra parte, unelemento menos conocido pero fuente de una gran crisis potencial en el me-diano plazo que cada vez se hace ms corto, viene del acelerado enveje-cimiento de la poblacin que traer consigo la dinmica demogrfica delibe-radamente procurada.

    El envejecimiento demogrfico se refiere al incremento en nmeros ab-solutos y porcentuales de la poblacin en edades avanzadas. Se trata de unfenmeno que por una parte se debe a las bajas en la mortalidad, debido a lascuales cada vez mayor parte de la poblacin sobrevive hasta edades avanza-das aumentando as el nmero de personas mayores y, por otro lado, se debetambin al descenso de la fecundidad que ocasiona menores volmenes depoblacin en la infancia, niez y adolescencia, incrementando as la participa-cin porcentual de las personas mayores.

    Desde que empezaron a disearse las polticas de poblacin se conocaesta relacin entre los descensos de la mortalidad y fecundidad con el enve-jecimiento demogrfico, y que ste iba a ser un resultado ineludible (Vron,1992). As, se haba observado en la experiencia de los pases de desarrollosocioeconmico y demogrfico adelantado y se mostraba en las proyeccio-nes de poblacin. Sin embargo, no es sino hasta ahora que se le est dando laadecuada atencin debido a su magnitud, la rapidez con la que se presenta ylas consecuencias que trae consigo, dentro de una inercia tal que en el sigloXXI el sector de la poblacin envejecida marcar los rumbos sociales y eco-nmicos de la nacin. Esta aseveracin parte de las formas que tiene el pro-ceso de envejecimiento demogrfico, las cuales transformarn la manera deentender social y culturalmente a la poblacin en su composicin por edad ysexo, su capacidad para el trabajo y el desarrollo, los niveles de competen-cia, su estado de salud y sus necesidades. La presencia de menos nios yadolescentes y de ms personas adultas y envejecidas dar lugar a nuevasvisiones sociales y culturales acerca de los diferentes segmentos de la pobla-cin y su funcionamiento. Habr cambios sustanciales en las formas de tra-bajo y produccin, los patrones de demanda y consumo de bienes y servi-cios, la atencin a la salud, los requerimientos a la seguridad social, la formade las relaciones familiares, la conformacin de redes de apoyo, el sentidoen las transferencias de recursos, y el funcionamiento de los sistemas polti-cos y administrativos.

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    La delimitacin estadstica de la vejez

    La manera ms simple de percatarse del proceso del envejecimiento es ob-servando la evolucin estadstica de la poblacin a partir de ciertas edades,por ejemplo de 60 65 aos en adelante, con la idea de que a partir de unaedad determinada se llega a la vejez. El cuadro 1 muestra la delimitacinde los 65 aos y los cambios para Mxico de sus totales de poblacin, juntocon los del sector de 65 y ms aos de edad; da las cifras en millones de habi-tantes y en su distribucin porcentual para cada dcada de la segunda mitaddel siglo XX, y las proyecciones del Consejo Nacional de Poblacin en sus hi-pteis intermedias para las dcadas de la primera mitad del siguiente siglo XXI.

    A partir del ao 1950, cuando las personas en edad avanzada eran811 000 y representaban el 3.1% de la poblacin total, su monto ha ido cre-ciendo pausadamente para llegar a 3 124 000 en el ao 1990, alcanzando3.7%. Un hecho importante es que durante las primeras nueve dcadas delsiglo XX los incrementos en la participacin porcentual de esta poblacin hansido a lo ms de 0.2. Esto contrasta con la diferencia porcentual entre losaos 1990 y 2000, la cual es de 1.1%, lo que indica la aceleracin del enve-jecimiento, pues las diferencias se irn agrandando conforme avancen lasdcadas de la primera mitad del siglo XXI. Ya entre los aos 2030 y 2040 seespera una diferencia porcentual de 5.7 puntos, que habr de mantenerseentre 2040 y 2050.

    Otro hecho notable es que el proceso de envejecimiento muestra mayoraceleracin que el crecimiento general de la poblacin. Mientras en la ltimamitad del siglo XX la poblacin total se multiplica por 3.8 al pasar de 26.2millones a 99.8 millones, la de 65 y ms aos lo hace por 5.9, creciendo de811 000 hasta 4.8 millones. De acuerdo con las estimaciones para los prxi-mos 50 aos, del ao 2000 al 2050 se espera una desaceleracin en el creci-miento demogrfico, la multiplicacin para la poblacin total ser tan slopor 1.3, para llegar a 132.4 millones. Sin embargo, en la poblacin de 65 y

    Cuadro 1

    Poblacin total, poblacin de ms de 65 aos, y porcentaje sobre el total. Mxico1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010 2020 2030 2040 2050

    Total 26 219 36 030 49 914 66 559 83 480 99 818 112 474 122 475 129 412 132 837 132 444ms de 65 811 1 160 1 682 2 342 3 124 4 768 6 998 10 753 17 033 25 159 32 524

    % ms de 65 3.1 3.2 3.4 3.5 3.7 4.8 6.2 8.8 13.2 18.9 24.6

    Fuente: Conapo, 1998, Proyecciones de la Poblacin de Mxico, 1990-2050.

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    ms aos el factor subir a 6.8 veces, alcanzando 32.5 millones. Bajo estasestimaciones para la mitad del prximo siglo la cuarta parte de la pobla-cin de Mxico tendra 65 y ms aos de edad. En esta carrera hacia la ve-jez, en algn momento poco despus del ao 2030, la poblacin de 65 y mscomenzar a ser ms numerosa que la de nios y adolescentes en edades de 0a 14 aos, de tal manera que ya para 2050 habr 167 personas de 65 aos yms por cada 100 de 0 a 14 aos.

    65 aos y ms? o la funcionalidad en el envejecimiento?

    Las estadsticas del cuadro 1 son bastante contundentes en cuanto a la dinmicade la poblacin y las magnitudes del proceso de envejecimiento. Pero estasestadsticas tienen un supuesto bsico y por dems simplista. Se consideracomo personas envejecidas a aquellas que han cumplido o rebasado los 65aos de edad, segn un criterio mramente cronolgico y que estadstica-mente todo lo hace sencillo (Legar et Desjardins, 1984). Asimismo, es fre-cuente que se encuentren y manejen otras estadsticas que consideran la terce-ra edad a partir de los 60 aos (UNFPA, 1982), con lo cual las magnitudes delenvejecimiento y las interpretaciones acerca de ellas cambian radicalmente.Qu tan propias son estas delimitaciones de una edad cronolgica para se-parar a los viejos de los que todava no lo son? Ciertamente se trata de unindicador fcil de entender, sin ambigedades, de disponibilidad inmediataen fuentes de datos como censos y encuestas demogrficas, pero que no sloimplica controversia sino que requiere discusin acerca de qu tan bien re-presenta a la vejez y el envejecimiento. Se conocen personas de edades querebasan los 65 aos de edad con actitudes vigorosas que las hacen jvenesy tambin hay jvenes en edad que consideran y actan la vida con nimosenvejecidos. Esto lleva a buscar conceptos de vejez funcional.

    Para elaborar un umbral de la vejez que desde el punto de vista demogr-fico y social sea ms categrico y con mayor sentido que la edad cronolgica,se debe partir de algunos cuestionamientos. Cules son las caractersticasde la vejez que permiten encasillar a una persona como envejecida? Qu eslo que interesa o preocupa del proceso demogrfico del envejecimiento? Enbusca de respuestas se puede comenzar dividiendo someramente el curso deuna vida en cuatro grandes ciclos de acuerdo con conceptos elaborados porP. Laslett (1996).

    El primer lapso es el de la infancia y la adolescencia. Se trata de la po-ca pre-reproductiva, cuando los roles y metas fisicas y sociales son cre-

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    cer, fortalecerse, educarse y prepararse para la vida, para lo cual se de-pende de los padres y personas mayores en cuanto a proteccin, susten-to, oportunidades y gua.

    De la calidad de esta preparacin depende el desempeo y los logros de lasegunda etapa, la fase reproductiva. En este ciclo se llega a la madurez,es cuando se toman las tareas y los deberes de la reproduccin natural ysocial, asumiendo las responsabilidades que esto conlleva. En esta etapaalgunos de los intereses principales son el trabajo, la creacin de una fa-milia, asegurar la sobrevivencia de la descendencia, educarla y prepararla.

    La tercera fase es una pos-reproductiva, cuando por razones de edad sedejan los deberes, las tareas y las cargas de la segunda etapa. Se cedenlas responsabilidades de sostener a la familia, viene la disminucin o elretiro de la actividad y del trabajo, para idealmente conducirse con au-tonoma, independencia y libertad. Concebida como arquetipo, es laoportunidad para llevar a cabo actividades de recreacin y satisfaccin.Junto con el cese de la actividad y del trabajo la necesidad de bienes yservicios siempre existe, por lo que se inicia una nueva dependencia.

    Finalmente se delimita un cuarto periodo, caracterizado por la prdidanotable de capacidades, de autonoma, posibilidades de adaptacin yresistencia por razones de edad avanzada. Estas prdidas se dan en ra-zn del deterioro de la salud y las capacidades fsicas y mentales, lo cualobliga a asumir grados mayores de dependencia, menores alternativas ymenor capacidad de decisin.

    Las dos ltimas fases son las que se propone que se asimilen al enveje-cimiento, bajo el supuesto de que no es la edad cronolgica avanzada la quelo determina, sino las condiciones de cese de actividades, roles y responsabi-lidades que en etapas posteriores terminan en una nueva dependencia, todocomo resultado directo del avance en la edad. Cabe repetir que aun en latercera edad, cuando existen condiciones de independencia econmica comouna pensin o recursos acumulados, el consumo y atencin necesariamenteprovienen de la productividad de la poblacin en activo.

    Esta manera de definir al envejecimiento tiene una obvia conotacinnegativa que puede provocar rechazo, particularmente hacia las personas dela tercera edad. Este enfoque se basa en que si todas las personas que alcan-zan las edades avanzadas lo hicieran sin mayores problemas, con salud ade-cuada, mentalmente alertas, en buen desempeo fsico, desarrollando conplenitud roles sociales y familiares, llevando a cabo ocupaciones laboralessatisfactorias que les permitieran independencia econmica, entonces el en-vejecimiento como tema social, demogrfico y econmico no tendra razn

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    de ser.1 Desafortunadamente, son pocas las personas que llegan a edadesavanzadas en estas condiciones ideales. Lo comn es que el avance en laedad traiga la fragilidad en la salud, los riesgos de incapacidad, la prdida deroles sociales y el retiro del trabajo. Esos factores en s mismos y en sus ne-cesarias interrelaciones terminan por imponer esa vuelta a la dependencia.

    Las diferentes dimensiones del envejecimiento

    As concebido, el de la vejez es un fenmeno multidimensional que implicaaspectos biolgicos, fsicos, mentales, sociales, econmicos, psicolgicos eincluso polticos, relacionados unos con otros, de tal manera que no se puedehacer referencia a uno sin mencionar todos los dems. De aqu surgen lossiguientes planteamientos: frente a estas variables cmo son las expectati-vas, los roles, las oportunidades y las capacidades en las edades avanza-das? En busca de conceptuar al envejecimiento de modo funcional cabepreguntar dnde estn los umbrales de la vejez y cmo se los define? y, pordems relevante, cmo intervienen los valores sociales y culturales frenteal incremento de las personas envejecidas? (Montes de Oca, 1999).

    Estos enfoques llevan a sistematizar el concepto de vejez como un tr-mino relativo, cuestin por dems intuitiva. Se constata que la vejez no se daigual en el mbito rural que en el urbano, existen diferencias entre hombres ymujeres, se presenta en forma distinta por clase socioeconmica, ha sidodiferente en pocas pasadas de lo que es ahora, y seguramente ser distintaen el futuro (Alba, 1992). De esta manera, la vejez y el envejecimiento de-penden de contextos demogrficos, sociales y econmicos propios y que va-ran en el espacio y el tiempo, de ah que surjan la necesidad y el propsitode manejarlos de manera propia dentro de cada sociedad. No habr as unasola definicin y un mismo umbral hacia la vejez, sino multiplicidad de cir-cunstancias tales como la heterogeneidad social y econmica existente.

    En el cuadro 2 se muestran algunas de las caractersticas y signos msrelevantes cuya presencia determina el envejecimiento. Es tambin inmedia-ta la consideracin de que estos indicadores no deben referirse solamente a

    1 Las consideraciones o estudios acerca del envejecimiento pueden ser rechazadas, pues

    ste se ve como un tema deprimente. Deberan ser igualmente deprimentes los temas de lapobreza, la violencia hacia la mujer o el medio ambiente; sin embargo, estos tpicos puedenser abordados con tranquilidad cuando se sabe que el observador no va a ser vctima de esassituaciones. En cambio, es inevitable involucrarse en los problemas de la vejez debido a larelacin con familiares y allegados adems de que esa es la condicin que a todos aguarda alsobrevivir.

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    que alguna condicin est presente o no, ya que generalmente vienen congraduaciones. Estos signos de la vejez se esquematizan en el cuadro 2 y suscaractersticas se comentan en los siguientes apartados.

    Cambios biolgicos

    En la concepcin del envejecimiento y la vejez, las consideraciones msclaras, directas y universales se dan en las variaciones biolgicas que se pre-sentan conforme se alcanzan las edades mayores y se avanza en edad. Frentea una persona que se conoce por primera vez, es la apariencia fsica lo queprimero y de inmediato proporciona los signos para considerarla o no comoenvejecida. Las canas, la presencia de arrugas, la falta de cabello y en gene-ral la prdida de belleza y lozana se asocian con el envejecimiento. Obvia-mente se trata de umbrales difusos de los cules es fcil decir cundo no se

    Cuadro 2

    Caractersticas y signos del envejecimientoCaractersticas Signos

    Cambios en la apariencia fsicaBiolgicas Prdidas de fortaleza, vigor, agilidad

    Prdidas de la memoria a corto plazoMenopausia

    Patologas crnicasDe la salud Anormalidades o prdidas

    Limitaciones funcionalesIncapacidades

    Salida del hogar del ltimo hijoLlegada del primer nieto

    Familiares Muerte del ltimo padreNacimiento del primer bisnietoViudez

    Suspensin de roles sociales o familiaresSociales y econmicas Retiro de la actividad

    Retiro del trabajo

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    han cruzado y tambin cundo se han traspasado ya, pero resulta ambiguodiscernir cundo se estn dando al mismo nivel.2

    Otras marcas que se perciben como caractersticas de la vejez son lasque tienen que ver con el desempeo fsico, cuando por razones de edad vie-nen las mermas en la fortaleza muscular, el vigor, la agilidad y la resistencia.A estas mermas puede agregarse la disminucin de la memoria en cuanto asucesos recientes. En las mujeres una distincin importante es el fin de lavida reproductiva, marcada por la llegada de la menopausia (Austad, 1997).

    La relevancia de la salud

    Como parte del proceso biolgico, de entre todas las variables que determi-nan no slo la vejez sino tambin el grado de envejecimiento, las condicio-nes que tienen que ver con la salud son las de mayor significancia. Es a par-tir de los estados de salud, fsicos y mentales, que se afectan las capacidadesy la autonoma. En las ltimas etapas de la vida los individuos acumulanvarias condiciones crnicas en una polipatologa que no resulta mortal, peros originan problemas de fragilidad, disfuncionalidad e incapacidad (Ver-brugge y Jette, 1994). Los cuadros clnicos comunes en las edades avanza-das incluyen la presencia simultnea de varias dolencias que no llevan a lamuerte, pero que tienen impacto en la calidad de la vida y en la percepcinde la vejez: la propia y la de los dems. Ejemplos comunes de estas condicio-nes son la artritis, reumatismo, lumbago, problemas de audicin, dificultadesen la visin y deficiencias del aparato musculoesqueltico. Asimismo, se dala presencia de otros padecimientos crnicos como hipertensin, diabetes,enfermedades cerebrovasculares, padecimientos obstructivos de la respira-cin y tumores, que interfieren en el bienestar de la vida y pueden conducir ala muerte (Garrido et al., 1999).

    Respecto a las formas y patrones que llevan al envejecimiento y a lasenfermedades crnicas e incapacidades, se han propuesto varios esque-mas, entre los cuales destaca por su claridad y aplicaciones el descrito porNagi (1991). Este modelo se ilustra en el cuadro 3, en el que se han aadidoalgunos ejemplos3 de manera ilustrativa.

    2 De hecho el cruce por el umbral de la vejez puede atrasarse mediante artificios tansimples como los afeites y los tintes para el pelo.

    3 En los ejemplos suponemos que la diabetes y la depresin han llevado a la vctima por

    todas las etapas, pero que la hiperplasia prosttica no ha causado limitaciones funcionales niincapacidades.

  • HAM: LOS UMBRALES DEL ENVEJECIMIENTO 669

    Este patrn describe una secuencia de condiciones progresivas en unasola direccin. Aunque esto es lo comn en la mayora de los procesos, tam-bin se dan casos en los que puede haber regresiones, como curas, rehabili-taciones y controles, que pueden consistir en dietas, medicamentos o ciru-gas mayores.

    Estas etapas en el proceso de salud y enfermedad como caractersticasde la vejez, la forma y magnitud de las anomalas as como sus consecuen-cias, se interpretan de manera distinta dependiendo de cada individuo, losroles que han venido desempeando, su entorno socioeconmico, las expe-riencias de salud y la percepcin que tiene de la propia vida (Hayward, 1999).

    La construccin social de la vejez

    Adems de las determinantes biolgicas, el envejecimiento es tambin unproceso social, econmico y cultural (Clark et al., 1967). En los hallazgosarquelgicos de la prehistoria no se encuentran personas en edad avanzada;de los ms de 300 restos humanos que se han encontrado en Neanderthal,slo uno aparenta ser de una mujer posmenopusica (Hayflick, 1994). Sinembargo, es probable que en el desarrollo de la humanidad la gente haya

    Cuadro 3

    Patrn sobre el proceso hacia la incapacidad

    Etapa Descripcin Algunos ejemplos

    Patologa activa Interrupcin de algn proceso a) Diabetes desapercibida normal en el funcionamiento b) Depresin

    fsico o mental del organismo c) Hiperplasia prosttica

    Deterioro Anormalidad o prdida a) Visin borrosa por retinopata anatmica, fisiolgica b) Ansiedad

    o mental c) Dificultades para orinar

    Limitacin funcional Trabas para el desempeo a) Restricciones para la lectura de actividades normales b) Dificultades de relacin

    Incapacidad Limitaciones para la realizacin a) Imposibilidad para trabajarde actividades o tareas b) Incumplimiento de deberessocialmente definidas y roles

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    logrado llegar a la vejez hasta que se logr acumular ciertos mnimos en lossobrantes alimenticios y se organiz colectivamente la proteccin ante peli-gros, es decir, cuando se tuvieron los recursos para sostener a los viejos.

    En los ms antiguos registros histricos acerca de personas envejecidasse da cuenta de que stas eran escasas y veneradas, seguramente ante lo sobre-natural que parecia su larga vida, lo importante que era su experiencia, lamemoria que conservaban de los acontecimientos vividos, adems de queeran los sobrevivientes de condiciones adversas y por lo tanto los ms fuer-tes, inteligentes y aptos de su generacin, con antecedentes de respeto y ad-miracin.

    En la continuacin natural de estos argumentos la historia demogrficaha constatado que hasta antes de la primera mitad del siglo XX la capacidadpara envejecer de una sociedad ha dependido directamente de su grado dedesarrollo, por lo cual el envejecimiento ha sido diferencial en tiempos ymagnitudes, por pases, y tambin por grupos sociales de una misma nacin.En los pases en desarrollo llegar a la vejez era un acontecimiento poco fre-cuente y no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XX cuando el combate alas enfermedades y la postergacin de la muerte se generalizaron a la mayo-ra de los pases y poblaciones, y sus beneficios en gran medida tambinllegaron a los dbiles y pobres. Se est ahora ante una democratizacin delenvejecimiento que permite que la mayor parte de las personas llegue a eda-des avanzadas, incluso con debilidades, y que una vez alcanzada esta etapatambin se vivan ms aos en la vejez.

    La duracin mxima de la vida que potencialmente puede vivir unhumano no se ha modificado a lo largo de la historia y permanece en algoms de 100 aos. Lo que ha cambiado en las ltimas dcadas es la esperanzade vida, y con ello ha crecido la proporcin de los que logran sobrevivir yllegan a edades avanzadas. Esto se debe principalmente a la tecnologa m-dica, la produccin de frmacos y los avances sanitarios promovidos porfactores econmicos y escolares (Hayflick, 1994). Prcticamente la totali-dad de estos recursos y mtodos han sido promovidos por los pases desa-rrollados.

    Asimismo, las condiciones en que transcurren los aos avanzados de lavida y la vejez que se adquiere son tambin construcciones sociales que es-tn en correlacin con las variables fsicas y de la salud. Los cambios en laapariencia de las personas envejecidas y la prdida de salud y de capacida-des traen cambios en los roles familiares, sociales y econmicos, sustitucinde responsabilidades y prdida de poder, cuyas formas, causas y consecuen-cias estn determinadas por las propias condiciones sociales, econmicas yculturales.

  • HAM: LOS UMBRALES DEL ENVEJECIMIENTO 671

    El retiro de la actividad econmica

    Social y psicolgicamente se le otorga un gran valor al trabajo y a la remune-racin que gracias a l se obtiene. De esta manera, uno de los principalessignos del envejecimiento es el dejar de trabajar debido a la vejez, y es justa-mente entonces cuando se pasa a una dependencia ante las necesidades deconsumo. ste es un parmetro objetivo y concreto, por lo que uno de loscriterios ms utilizados para delimitar una edad de ingreso al envejecimientoes la edad normal de retiro de la actividad econmica. De ah parte la so-corrida delimitacin estadstica de que la poblacin en edad avanzada esla de 65 y ms aos, pues esa es la edad de retiro que ha adoptado la mayo-ra de los seguros sociales del mundo y que se muestra en leyes, reglamentosy prcticas (OIT, 1984). Esta edad es usada tambin por el Instituto Mexicanodel Seguro Social (IMSS) la principal organizacin de seguridad social delpas, como aqulla a partir de la cual se generan los derechos completos pa-ra la jubilacin.

    Enfocando la parte laboral desde el concepto de vejez como prdida deautonoma y de adaptacin, es comn que conforme un trabajador va enveje-ciendo se le vayan acumulando deterioros fsicos y mentales. Estos desgas-tes repercuten en su capacidad y rapidez de respuesta ante las exigencias detrabajo, disminuyen sus niveles de productividad y en muchos casos seincrementan los riesgos laborales. Estas condiciones dependen, desde luego,de factores individuales y de la clase de trabajo que se desempea. Sin em-bargo para un trabajador, cualquiera que sea su ocupacin, antes o despusde los 65 aos de edad, el avance en la vejez eventualmente ocasiona menoractividad, generalmente en forma gradual hasta que se detiene por completo.Estos recesos tambin pueden ser de obsolescencia en el trabajo por cambiostecnolgicos o de simple contrato, como es una jubilacin forzada. As, en elsector formal se generan prejuicios patronales contra trabajadores de edadavanzada, cuestionamientos acerca de su capacidad de aprendizaje y deadaptacin a nuevas metodologas laborales, y preocupacin por las utilida-des que puedan extraerse de las inversiones de capital que requieren elreentrenamiento y reacomodo en el empleo de personas mayores (Schultz,1991). Estas transformaciones y actitudes son propiciadas por la internaciona-lizacin de la economa y la creciente informalidad en el trabajo.

    El cese en la actividad, abrupto o paulatino, siempre conlleva para lapoblacin envejecida prdidas de ingresos, lo que repercutir en diversasmaneras que dependen de las capacidades y caractersticas de cada persona.En lugar de salarios o ganancias por el trabajo, se llega a la dependenciacuando las necesidades se cubren por medio de una pensin, la ayuda fami-

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    liar, las redes sociales de apoyo, los programas oficiales y privados de benefi-cencia, o la caridad pblica. Sin ser excluyentes, lo que generalmente se da esla combinacin de algunos de estos factores, los cuales en la generalidad de lasociedad mexicana no resuelven el problema del sustento en la vejez. En mu-chos casos esto implica empobrecimiento no slo de la persona envejecida,sino tambin de su entorno familiar y social. De hecho, la situacin precariaen la vejez y la insuficiencia del sistema de pensiones obliga a desempearun trabajo informal durante la vejez (Pedrero, 1997).

    Familia y redes sociales

    De entre las distintas relaciones sociales, las ligas familiares se han destaca-do siempre por sus connotaciones para la identidad, las relaciones sentimen-tales, el apoyo que se busca y el que se ofrece y, en resumen, el sentido de lavida misma. La estructura y funcionamiento familiar son parte de los mbi-tos culturales, son cambiantes con las condiciones sociales y econmicas,responden a la dinmica demogrfica y por lo tanto delimitan condiciones yumbrales para la vejez.

    Un signo de ingreso a la tercera edad es llegar al final del ciclo repro-ductivo, el cual no se entiende slo como la procreacin, sino que incluye elsostenimiento de la descendencia, su educacin, la gua para su socializaciny la proteccion necesaria para su crecimiento y fortalecimiento. El fin deestas tareas y deberes se enfatiza cuando el ltimo hijo o hija sale del hogarpara conformar independiente su propia vida, en lo que se ha dado por nom-brar el nido vaco (Zetina, 1999). Ser abuelo refuerza esa identidad de vejez,pues son ahora los propios hijos los que se harn cargo de las responsabilida-des y papeles del segundo ciclo. Asimismo, L. Leero (1999) sugiere que lasensacin de tercera edad se convierte en la de cuarta edad cuando se llegaa ser bisabuelo. En las edades avanzadas, la viudez generalmente representasoledad y desproteccin, lo cual es especialmente impactante para los hom-bres al interior de una cultura en la cual los quehaceres domsticos, el cuida-do del hogar y la atencin domstica a la familia, incluyendo conyuges yancianos, est a cargo de las mujeres (Garca, 1995).

    Cabe mencionar que el cruce de los umbrales de la vejez bajo las varia-bles familiares no necesariamente implica pasar a la soledad. Algunos deellos se refieren a los cambios en la insercin familiar y a los arreglos de domi-cilio. En la familia el envejecimiento se manifiesta por la prdida de roles yde autoridad. Esto sucede cuando se pasa de ser el proveedor para el sosteni-miento de la familia y el lder de las decisiones, a ser dependiente cuando el

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    liderazgo familiar se debilita y desaparece. Esos cambios de estatus al inte-rior de la familia son ocasionadas por las condicionantes del envejecimientomencionadas disminucin de aptitudes fsicas y mentales y la prdida deingresos, pero tambin influyen aspectos culturales. En pocas pasadasla experiencia de los viejos y su acervo de conocimientos eran aprovecha-dos para la misma sobrevivencia de la comunidad y la familia, de tal maneraque se formaban y respetaban los consejos de ancianos (Reyes, 1999). Sinembargo, actualmente la memoria y documentacin familiar, de trabajo o decualquier ndole, se guarda en impresos, videos, discos duros, etc., y el acce-so a ella es ms flexible y rpido mediante el uso de la computadora y la in-ternet.

    Una reconsideracin acerca de los 65 aos y ms

    Los progresos en las esperanzas de vida, las condiciones que definenfuncionalmente las etapas de la vejez y el hecho de que para cada individuoel envejecimiento es un proceso de caractersticas particulares, lento y gra-dual, lleva a la consideracin de que ms que una edad fija que separa a losviejos de los que todava no lo son, deben considerarse umbrales de transi-cin y diferentes periodos que tomen en cuenta las distintas cualidades y ca-lidades de la vida en las edades avanzadas. Sin embargo, siempre existe lanecesidad prctica por motivos de administracin de seguridad social, orga-nizacin de los servicios de salud y cualquier otra mbito que tenga que vercon el envejecimiento demogrfico, incluyendo su evaluacin y estudio.

    De cualquier manera, sin querer enmarcar numricamente a la vejez contoda propiedad en los lineamientos revisados en este artculo, pero ante lanecesidad de agrupaciones y generalizaciones que la estimen estadsticamen-te, para el caso especfico de la poblacin de Mxico y su envejecimientodemogrfico se adopta la siguiente clasificacin en tres rangos de edades. Setrata de criterios basados en las prcticas y clasificaciones existentes, sinotambin en informacin de los organismos de seguridad social, las estadsti-cas de salud y las limitadas encuestas que existen acerca del envejecimientoen Mxico. Estos son criterios aplicables a la generalidad, pero contienencierto grado de convencin y arbitrariedad as como sus excepciones.

    El grupo de edades (60-64), se toma como el quinquenio de transicinhacia la vejez. Es entonces cuando existen ambigedades entre adultezmadura y vejez, y lo comn es que sin poder calificarse como joven sefuncione con capacidad y autonoma (Redondo, 1990).

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    En el grupo de edad de 65 a 74 aos las personas tienen una gran posibi-lidad de considerarse en la tercera edad. Es entonces definitivo que seest en las edades mayores en cuanto a mermas en las condiciones fsi-cas, roles sociales y actividad econmica, pero an con oportunidadessignificativas para una vida en condiciones aceptables de funcionalidady salud.

    El grupo abierto de ms de 75 aos corresponde a las edades de la ancia-nidad, la cuarta edad, en la que la generalidad de las personas sufreprdidas de capacidad; lo comn es que tengan problemas severos deenfermedades crnico-degenerativas e incapacidades y recaigan en unadependencia creciente para su sostenimiento y cuidado (Sols, 1998).

    Finalmente... dnde estn los umbrales de la vejez ?

    Desde el ttulo de este artculo a propsito se ha dado lugar a entender que lavejez tiene ms de un umbral. En primer lugar, se dieron las referencias des-de el punto de vista demogrfico y de la acumulacin esperada de la pobla-cin en edades mayores; de la clasificacin etaria se pas a la definicin deenvejecimiento como grado de dependencia y prdida de adaptacin. Estolleva a las variables biolgicas, a las manifestaciones de salud y a la presen-cia de enfermedades crnicas e incapacidades, a las condiciones que se ligancon lo social y lo econmico como es la suspensin de roles y el retiro deltrabajo. Como ltima referencia, en esta nota se toca la parte de la familia yalgunas condicionantes psicolgicas.

    Estos temas acerca del envejecimiento varan de sociedad a sociedad,de lugar a lugar, de poca a poca y de persona a persona. La experienciaindividual o colectiva del envejecimiento tiene que ver con grados de desa-rrollo, posiciones socioeconmicas, formas culturales, mbitos regionales,pocas y condiciones histricas, relaciones familiares, la manera en que se esvisto por los dems y la de verse uno mismo (Vzquez, 1999) como parte delas actitudes psicolgicas hacia el envejecimiento y sus manifestaciones. Deacuerdo con estas consideraciones, en un mismo individuo los inicios de lavejez son varios, de tal manera que en un aspecto se puede ser viejo pero noen otro. Estos determinates y clasificaciones de la vejez aqu presentadosno son todos los que se pueden considerar. En realidad hay ms de los queaqu se han discutido, cada uno con un propsito. En cuanto a las profesio-nes, un obrero de la construccin no llega ms all de los 50 aos de edad ensu vida activa, mientras que un profesor universitario se mantiene en activoluego de los 65 aos. En el deporte de alto rendimiento, ya se es viejo a los

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    25 aos para las competencias de velocidad en natacin y los umbrales de lavejez llegan a 35 aos de edad para un corredor de fondo.

    Dentro de todas estas circunstancias consideradas para definir la entra-da a la vejez, un aspecto relevante se refiere a los cambios en el tiempo y lastendencias observadas de que el envejecimiento llega a una edad cada vezms avanzada. Se arguye que durante el Imperio Romano una persona de 40aos probablemente ya sera vieja, se dice que a principios del siglo XX lacondicin de vejez se alcanzaba a los 50, y ahora que comienza el siglo XXIhay sociedades que la marcan despus de los 75 aos de edad. Lo que ven-dr, ms que calificarlo como ciencia-ficcin, podramos llamarlo especula-cin cientfica ante los avances mdicos y sociales que anuncian victoriasacerca de las enfermedades crnicas e incapacidades basadas en los adelan-tos del cncer y las condiciones cardiovasculares, el manejo gentico y laproduccin de rganos de remplazo (Hopkin, 1999). Las esperanzas de vidams all de los 100 aos no aparecen como suposiciones aventuradas y, con-juntamente, los umbrales de la vejez aparecern a edades mayores.

    Recibido y revisado: Diciembre, 1999

    Correspondencia: El Colegio de la Frontera Norte-Colmex/BoulevardAbelardo L. Rodrguez nm. 2925/Zona del Ro/Tijuana, B.C.N./Tel. 01 6684 22 26/Fax: 84 87 65/e-mail [email protected]

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