Adelmo melo rey

ADELMO MELO REY ALCALDIA DE SAN JOSE DEL GUAVIARE

Fortalecimiento del Centro de Memoria

con las historias de vida de los pioneros

de la Colonización

Adelmo Melo Rey Fundadores de San José del Guaviare

1

ADELMO MELO REY, sirvió en la cauchería y en la administración pública como

dirigente deportivo, en el sector de la infraestructura vial, y como dirigente

político fue concejal del Municipio de San José del Guaviare. Llega por primera

vez al Guaviare en noviembre de 1955. Se establece definitivamente en San José

del Guaviare a finales de los 60.

RELATO DE DON ADELMO MELO REY.

Yo llegue al Guaviare, invitado por un primo hermano, que fue de los pioneros

de la pesca y la caza del caimán, en el Ariari y Guaviare, que se llamó Valerio

Melo Argaño. Eso fue a mediados de noviembre del año 1955, a pescar y a cazar

caimanes, con un amigo que el andaba, que todo el mundo conoció en el

Guaviare como el “mocho grigelio”.

La felicidad de mi primo era la caza del caimán, y la pesca. Pero tenía un pilar,

en la línea de pesca, que él en ésa época, viajaba hasta ésa zona porque ahí se

encontraba con Don Pedro Verpajosky el polaco, que todo mundo conoció en

esta región, como “pedro polaco”, amigos íntimos, y era una de las personas,

que se encerraba en el Guaviare, desde el mes de septiembre a octubre, a

pescar.

Que en esa época se utilizaba, era el guaral, la atarralla, para la pesca, este señor,

todos los años llegaba, en semana santa a San Martín, con 8 con 10 toneladas de

pescado, a inundar a San Martín, a Acacías y Villavicencio, con pescado seco.


2

Mi primo Hermano como le cuento, me invitó, a que conociera y “que si quería

venir a pescar con migo”. Yo estaba recién llegado de Ibagué, la ciudad que me

recibió como refugiado político, y que me empezó a formar como persona.

Lo acompañé y vine a pescar y en la sola bajada, de Puerto Lleras a donde hoy

existe el Puente del Guaviare, el mató 3 caimanes, uno en las bocas de cunumia,

otro en el charcón abajo del cunumia, y otro en las bocas del rio Güejar. Pues yo

de eso no conocía ni sabía cómo era, ellos simplemente mataban el animal, le

sacaban la piel, la cubrían de sal, la envolvían, y la guardaban en un costal y la

colgaban en un árbol.

Mi primo Y el señor Pedro Verfajoski, les dio por tomar trago una noche a

mediados de noviembre, y nosotros pescando y tendiendo guarales, y

recogiendo pescado, y por la mañana me sale Valerio a contarme que la había

embarrado, le dije “¿Qué pasó?”; dijo, “primo, le compre el pescado seco que

tiene Pedro”, “¿Cómo así?”, “Si le compré todo el pescado seco”, “¿y en qué nos

vamos a ir? No hay en qué viajar”.

Me dijo: “No primo, nosotros ya tenemos resuelta la situación, “y como así”, dijo

“si ahora que arreglen ese pescado que están arreglando vamos a San José”, “¿y

qué vamos a hacer a San José?”, “Allá vamos a comprar la canoa para el viaje”.

Llegamos a San José y bajamos de las canoas como a las 9 o 10 de la mañana,

Bajamos a buscar y había una casa grande por ahí al frente de las famas donde

hoy queda el crucero del amor, incluso parecía como una caballeriza, y en la

parte de arriba por ahí donde vivió el papa de Héctor Solano, había una, dos o

tres casas. La casa cural aquí, como ese era el dueño de todo San José, el

aeropuerto era allá donde es la policía, acá por detrás de la iglesia,


3

En esa época el aeropuerto era por ahí diga usted, más o menos desde la casa

de Jaime Días que en paz descanse, hacia el oriente, o sea cruzaba el pueblo,

pero como era que no había pueblo, no habían casas. Prácticamente todo eso era

potrero y montaña. Después fue que ya empezaron la caja agraria, a hacer los

barrios, el barrio de la caja agraria es donde hoy en día está el barrio la

esperanza, ese fue construido por la caja agraria.

El comerciante del pueblo según eso en esa época era el cura párroco, negociar

con el cura que ya traía todas las instrucciones de Don Pedro, comprar un potrillo

para dos personas, echarlo a la canoa de él, e irnos para arriba de donde hoy es

el puente, a preparar el viaje. De ahí nos íbamos en un potrillo, palo atrás, lo que

hoy se llama las bocas del Guayabero arriba, hasta Puerto Lleras.

Él no podía cargar sino escasamente un motorcito 3 Archimedes, que era lo que

tenía, iba como con tres toneladas y media de pescado seco, entonces no había

cupo para más, y los dos con el mocho, voliando remo, a palo atrás, para Puerto

Lleras, pero como con la brisa, y ya de entrada de verano, en el día no se puede

navegar, el con el peso y por la brisa se le llenaba la canoa de agua, hacia brisa

y buscar un barranco y acostarse porque, y nosotros lo mismo, hacer de comer

y esperar que fueran por ahí las tres y media o 4 de la tarde y dale,.

Gastamos 12 días para llegar a Puerto Lleras, porque era que no se podía andar

en el día, únicamente en la mañanita y en la tarde, por el peso que llevaba la

embarcación y como nosotros no llevábamos sino varas y remos.

Nosotros no éramos formalmente viajeros, veníamos pescando, no teníamos

medida de tiempo, solo caza y pesca hasta completar el cupo de la canoa, el


4

incidente que cambio las cosas fue el encuentro de ese par de amigos, Pedro

Verfajsoky y Valerio Melo, ellos eran uña y mugre, hablaban de todo,

negociaban de todo, no había más nada que hacer, uno era un aprendiz, ellos

eran como se dice los dueños y amos del negocio, por que por aquí un vecino

por el rio se conseguía, uno me parece que era en Barranco Alto, que era un

italiano que había por ahí, no había más gente, eso era solo.

Para esa época que yo conozca, no se antes, sé que el barrio indígena que en esa

época se llamaba el 20 de julio, que lo había entregado según la historia que yo

conocí, el señor González Villamizar, y Narciso Matus Torres, eran los dueños del

Vaupés, ellos habían entregado los terrenos y habían dado eternit para techar, y

luego se metió la caja agraria, y construyo allá lo que es la esperanza, el resto

fue desarrollo del pueblo poco a poco.

Las primeras viviendas que se hicieron, ustedes todavía lo pueden ver hoy, en

esta casa como se ve, que la estoy reconstruyendo, con el apoyo de mis hijos,

esta era una casa de las antiguas, las paredes eran en adobe cimbarrán, tierra

prensada, ese era el ladrillo de acá, y el techo pues eternit, eso era lo que traía

Narciso Matus, que despachaban para dar a los indígenas, porque yo esta casa,

que tengo hoy en día, se la compre a un indígena, que se ubicó por allá en charco

caimán, y después dijo que se iba para la tierra de él, por los lados de yavarate.

Yo me vi con él en Mitú una vez, me dijo que el vendía la finca que tenía en

Charco Caimán y que se iba, eso era ya cosa de cada indígena. Porque aquí el

fuerte colonizador de la época del Guaviare, de don Narciso Matus Torres, Don

Hernando Gonzales Villamizar, era la parte indígena. Poblar con indígenas.


5

En realidad, que se recuerde así, como gente prominente en el Guaviare

después del Cura, era Don Melco García, que según la historia que cuentan él

llego aquí como policía, se retiró y se vinculó al Guaviare, y como ustedes saben,

murió en el Guaviare, dejó una familia grande, bien acomodada.

Después así que se recuerde era el Papa de Héctor Solano, que era de los viejos

fundadores de este pueblo, Después, eso fue más adelante, cuando llego el papa

de Julieta Mendoza, la Diputada, Julio Mendoza, se trasladaron a San José porque

yo al finado lo conocí en Mitú, y después cuando vine a radicarme en el año, ya

lo encontré en San José, con casa, y con negocio en San José, yo lo había conocido

a él era en Mitú.

También recuerdo a don mamerto, finado mamerto. Él fue un personaje en este

pueblo, que creo que, de esa época en un 50 u 80 por ciento de las casas tenían

manos metidas Mamerto, ese sí, también fue de los estables de esa época, el

papa del Doctor Feliz Bonilla, fue un personaje ese señor en este pueblo, por su

prestancia, por su rectitud, era un personaje, así como la señora Gladys.

En realidad de la época que yo conocí del Guaviare, prácticamente no recuerdo

sino, a Pedro Gasparosky, y se oía hablar de un señor Melco García, porque yo

en San José del Guaviare, en 1953 únicamente entré, a acompañar el primo a

comprar la canoa, nos demoramos una hora y nos devolvimos, y volví el 7 de

enero de 1967, para establecerme definitivamente.

El cambio del pueblo ya para esa época fue notorio, era ya casi una ciudad se

puede decir, porque yo no conocí sino una casona grande donde amarraban las

bestias, había una enramada donde se podían guindar hamacas, no más. Porque

como dije, yo no permanecí más de una hora, mientras mi primo hizo el negocio


6

de la canoa y nos regresamos, yo después pase varias veces cuando vivía en

Miraflores.

Porque yo fui cauchero en el año 1964, trabaje con Francisco Benjumea, en el

caño mapapi, en Miraflores Vaupés, 64, 65 y 66, raspando caucho con indígenas,

y bajar por el rio Vaupés, hasta Yavarate, a contratar indígenas, y traerlos en

canoa, desde Yavarate Brasil, a venírselos a presentar, al gobernante de la

época, que en Paz descanse, don Jaime Díaz, que era el corregidor de Miraflores,

y quien le daba el visto bueno a uno para poder trabajar con ellos, tenía que venir

a registrar indígenas, con nombre, con identidad, y ahí si los podía uno llevar a

los cortes de caucho que teníamos.

Frente a lo que se dice de los indígenas, que eran esclavizados, pues la realidad,

es que para nosotros, tal vez ya la época que nosotros llegamos, con Francisco,

la idea de nosotros era trabajar mas no esclavizar, nosotros le pagábamos lo que

ellos nos pedían, y el finado Jaime Díaz nos hacía figurar en contrato que nos

hacía firmar, en cuanto le íbamos a pagar el kilo de caucho seco, que era

diferente extender un poco de caucho verde a ir a recogerlo seco para sacarlo a

Miraflores y venderlo.

Pero en realidad nosotros, se escuchaba de la época que los blancos ultrajaron

al indígena, lo castigaban, porque tenía que sacarle determinada cantidad de

caucho que de pronto no alcanzaban, ya cuando nosotros llegamos, nosotros

trabajábamos era lo que el indígena a fuerza bruta podía conseguir, y cuidarnos

de la famosa mixtura que ellos sabían hacer,


7

Esa era la otra, que ellos mixturaban el caucho con lo que llaman en el Vaupés el

Juan Soco o árbol vaca. Cortar un árbol vaca le daba un galón, entonces ese galón

lo revolvían con el que sacaban de la rayada del caucho.

Ese galón lo revolvían con el látex del caucho que sacaban, lo revolvían, lo

mezclaban y lo prensaban, pero tenía el defecto que cuando se les iba mucho la

mano, entonces, después de que el caucho secaba, se partía, quedaba no

elástico sino duro, quebrando, o blanco, “y eso porque viene blanco? Ese caucho

no se los recibo” le miraban a uno el bulto, y de una vez le decían en la caja

agraria, “esa mixtura no se la recibimos”. Claro, se veía a leguas que eso no era

caucho, otra mixtura, pero eso fue ya los indígenas que aprendieron.

Pues nosotros prácticamente lo único que hacíamos, era, a nosotros no nos lo

compraba la caja agraria, entonces nosotros lo devolvíamos, y cuando íbamos a

fin de año a arreglar cuentas, le descontábamos los kilos a ellos, Que más

podíamos hacer?, pegarles, no les podíamos pegar, si querían seguir trabajando

lo único que teníamos que hacer era, volver a coger, bajar a yabaraté, y pedirle

autorización al cura que manejaba todas esa etnias en el Brasil, que fulanito y tal,

no quieren volver, quieren seguir trabajando, entonces le daban a uno la

autorización, y el que se quería ir, de una vez lo llevaban. Y contratar los que

quisieran venir a trabajar, eso era trabajo de todos los años.

Para mover la carga en esa época, lo único que había en la época, era que mucha

carga que se podía, que querían trabajar, era en esa época, el trazo que estaban

haciendo, del camino San José – Calamar, con el fin de utilizar, el Rio Vaupés,

para el transporte fluvial, pero como no había carretera, era solamente trocha, o

mula, para ir a Calamar, pues no significaba por que todo era vía aérea, lo que si

hacia el avión, que le decíamos nosotros en Miraflores, “el avión de la leche” era


8

que urraca, el venado, Salíamos de Villavo a San José, porque habían pasajeros,

había carga, San José – Miraflores, otra descarga, Miraflores – Yavarate – Mitú –

Carurú, los recorridos que se hacían, todo era aéreo.

Eran aviones tipo DC3, pues prácticamente cuando yo conocí el Vaupés, en 1964,

las empresas aéreas de esa época era Urraca y el Venado, eras las empresas que

prestaban el servicio, que fue donde cayó el capitán Guayabito, y todo eso,

quedaron en el Vaupés.

Volviendo al tema de San José, pues, sencillamente, no sé, cual sea la causa, cual

ha sido la forma, pero yo desde que llegue, con el Ingeniero Pedro Gutiérrez

Garavito, que era el Secretario de Obras Públicas, de esa época, siempre viví en

el Barrio 20 de Julio, primero porque vivía mi paisano, y hermano prácticamente

para mí, el finado Martin Viatela, entonces, él me ayudó a ubicar, donde vivir,

porque yo dure un año solo aquí, viviendo con Pedro Gutiérrez, y el hospedaje

de nosotros era lo que hoy es la Alcaldía de San José, ese era el albergue de los

funcionarios de Obras Públicas del Vaupés.

Esto no era Guaviare, era Vaupés, y ya luego, pues entonces, cuando tuve la

oportunidad, entonces fui por los hijos, por el hijo, porque no teníamos sino el

hijo, porque las dos niñas nacieron en el Guaviare, se criaron en el Guaviare, que

son Rosa Emiliana Melo y Lida Lorena Melo,

Para esa época San José era un pueblo muy tranquilo, muy apacible, el

movimiento económico de la región en esa época, era a través, de la venta de

pieles, de tigrillo, de perro de agua, de caimán, que era lo que perseguía el

cazador de la época, si, por que las caucheras como le cuento eso estaba de

Miraflores para abajo.


9

En la zona de San José, solamente se pensaba en matar el tigrillo, en matar perros

de aguas, vender pieles, y pescado. Sacar pescado. No había ganadería todavía,

más que por ahí las vacas que tenía el finado Melco García, y las que tenían

monseñor allá por el lado de El Retorno. Que fueron los primeros que entraron

ganadería acá. Monseñor y Melco.

De esa época recuerdo así que, conocí que en algunos momentos alcanzo tal vez

a serlo, fue “el charro” Aldemar Cuellar, ellos alcanzaron a buscar pesca, Porque

si teníamos uno que era de tiempo completo, cazador, Sanmartinero, pero no lo

he mencionado por que no me acuerdo del nombre de él, nosotros le decíamos:

“caimanero”, me parece que era caimanero, él vivía de la caza y la pesca

vendiendo pieles de caimán de perro de agua de nutria y de eso, y toco velarlo

aquí, murió de una neumonía por ahí en la sabana, no me recuerdo así de más

porque yo en ese campo nunca estuve metido.

Se habló mucho de la colonización del Guaviare, y los impulsos para la creación

del Departamento, porque nosotros cuando llegábamos aquí, trabajábamos con

Pedro Gutiérrez, nuestro sueldo no lo pagaba Mitú, y teníamos que muchas veces

ir hasta Mitú a traer el sueldo, y cuando éramos de buenas nos pagaban por ahí

cada dos meses, si estábamos torcidos se demoraban hasta tres cuatro meses en

venir a pagar, uno de los pagadores que estuvo más tiempo con nosotros fue

Humberto Perea, tal vez ustedes lo conocieron, él era el pagador.

Pero así de impacto fue el esfuerzo que se hizo, y que algo tuvo que ver en eso

fue Guillermo Pulido, fue con la cuestión de abrir carreteras, porque nosotros

entrabamos era por trocha, nosotros gastábamos hasta tres cuatro días en un

camión para llegar a San José, y si no, nos tocaba coger embarcación en Puerto


10

Lleras, y venirnos en una canoa cargada de panela, de todo el mercado, pues

como sería el viaje.

Entonces para no llegar uno por aquí no habían buses, no había nada,

únicamente camión. Entonces el transporte era muy difícil porque todo el mundo

viajaba era en avión, “Que vamos al Guaviare!, si, pague el vuelo”, valía 80 mil

pesos el pasaje, Villavo San José,

Cuando yo llegué aquí, con mi paisano, que como todos lo saben, con migo ese

hombre ha sido como un hermano, entonces se fue de aquí, yo estaba en ese

momento como visitador administrativo de la Secretaria de Agricultura del Meta,

manejaba en el departamento todo lo que tenía que ver con ferias, exposiciones,

en todos los municipios del Meta.

Feria que quisiera realizar debía llevar el visto bueno mío, y el programa que

cantidad de ganado y calcular en que porción más o menos se calculaban las

ventas de la Ganadería, porque el Meta ustedes saben siempre se ha manejado

a través de la Ganadería.

Y llego Pedro, yo estaba discutiendo con el Secretario de Agricultura, no se me

olvidara nunca, se llamaba Gabriel Sogamoso, en el despacho, cuando mire a

Pedro por el centro del parque, le dije Doctor hasta hoy trabajo con usted, “Pero

Adelmo que es lo que quiere”, le dije “usted sabe que uno trabaja, que tiene que

voltiar en todo el departamento, y un aumento de 20 pesos yo no lo acepto, yo

me voy”. “¿y qué se va a poner a hacer?” le dije “allá ese señor que viene ahí

por debajo viene a llevarme”. Y preciso, Pedro Llego ahí, se metió al despacho

del Secretario y “¿hermanito nos vamos?”, le dije, “nos vamos”. Y a los dos días

estaba en San José del Guaviare, con Pedro.


11

Llegue aquí como, para poderme ubicar en el Guaviare, como el conductor del

Secretario de Obras Públicas, a los 20 días de estar trabajando, como el

conductor, entonces le dio vacaciones al inspector de carreteras, lo echo a

vacaciones lo de dos años, como treinta y pico de días, entonces me nombró

inspector en comisión, y ya después cuando el hombre intentó llegar al

Guaviare, ya Pedro le había cuadrado el chico y lo tenía de inspector otra vez en

Mitú, entonces me dejó la inspección de carreteras a mí.

Y Seguí trabajando como inspector de carreteras, hasta que Pedro se fue, y llegó

el Doctor Luis Rodríguez, que fue en esa época, candidato de Hernán Benjumea,

y venía específicamente a buscarme, porque él no conocía el Vaupés, el

Guaviare, y entiendo que Hernán le dijo “Allá está fulano de tal, hable con él,

organícelo y vera que él le orienta, es un ingeniero pero llegó con los ojos

vendados, si para que, me dio la oportunidad y seguí de inspector de carreteras

con el Doctor Luis Eduardo Rodríguez.

Cuando yo llegue, ya el pueblo estaba trazado en la parte vial, para que me doy

la jacta de que yo protagonice, no, nosotros trabajamos o trabaje con ingenieros

tan duros como fue Pedro Gutiérrez Garavito, el Doctor Hugo Agudelo, y el

Doctor Luis Eduardo Rodríguez, pero fue gente que ellos querían dar

presentación a San José porque eso eran unas calles y unos barriales, como usted

se puede imaginar de esa época, ellos, la intención era darle una infraestructura

mejor, por ejemplo, el parque que existe en San José, ese lo trazó Pedro

Gutiérrez Garavito, él se vino y se paró y dijo “yo tengo que dejar este parque”.

La carretera San José del Guaviare, era allá por la sabana, y Pedro Gutiérrez

pidió autorización y duró dos horas volando, San José – Puerto Arturo – Puerto


12

Arturo San José, hasta que diseño ese tramo de carretera por donde está

actualmente, eso lo hizo Pedro Gutiérrez Garavito.

Antes de que interviniera Pedro Gutiérrez, el proyecto de carretera era hasta

Calamar, para aprovechar la navegación fluvial del Vaupés, y en este proyecto,

la carretera no pasaba por San José porque estaba un poco al sur y había que

desviarse, siendo un desvío innecesario y que incrementaba los costos. Eso lo

había dejado caminos vecinales, ese era el trazado de la carretera.

El Doctor Luis Eduardo Rodríguez, quiso hacer el puente por donde estaba el

trazado de caminos vecinales, que era prácticamente la recta que viene del otro

lado de la maría, el terraplén derecho a salir a este lado, y coger la sabana, pero

Pedro ya le había trazado la carretera por el bordo de la loma a San José porque

él decía que él no iba a dejar a San José por fuera de la carretera para el interior

de la selva.

Que el que quisiera conocer el Guaviare tenía que entrar a San José y por eso

echo la carretera por ese lado, y la formó y la hizo y hoy en día es la carretera. Y

como usted sabe, quien venga de Villavicencio y quiera ir al Retorno tiene que

pasar por San José, punto, no lo dejo afuera. Ese fue Pedro Gutiérrez.

En cuanto al trazado de vías urbanas de San José, pues así que me acuerde yo,

como dice por los comentarios del pueblo, de la gente de lo que yo conocí y

hable, francamente los dueños de ese trazado se llamaron, que en paz

descansen, porque ya murieron ambos, Campo A Díaz, el papa de los hijos del

hotel Yurupary, y Arturo Viatela que duro como topógrafo del Vaupés como

cinco años, o más tal vez, se iba de aquí a Vil lavo y lo traían, a trazar carreteras,


13

y después trabajo con Pedro trazando carreteras, y así fue que dentraron a

Calamar.

Porque cuando yo llegue a San José del Guaviare, estaba la trocha, ya hecha, con

buldócer, de El Retorno a Calamar, pero no había conformación de carretera ni

nada, sino un buldócer, que tal vez recuerden, todavía se encuentran los pedazos

en las Damas, allá hay unos pedazos de T18 que ese buldócer murió haciendo

esa carretera.

Esa vía se abrió oficialmente con Pedro Gutiérrez Garavito, como secretario de

Obras Publicas del Vaupés, era un comisario chiquito en el Guaviare, porque no

había más funcionario acá, el otro era Eutimio Ortiz, que era el Secretario de

Agricultura, eran los dos funcionarios del Vaupés que Vivian en San José.

Francamente no me acuerdo el nombre del comisario del Vaupés de esa época,

pero era un joven muy inquieto que provenía de Boyacá. José Miguel Cuervo

Araos ya había dejado el trazo hace mucho tiempo, esos eran de tiempos

anteriores. Se decía que iban en mula, por una pica, ellos hicieron el trazado. Eso

era una trocha, pero carretera no, porque a mí personalmente Pedro Gutiérrez

me autorizo recibir del inspector de vías, la conformación de la carretera entre

el alto de las pavas y Calamar.

Los operarios de la maquinaria que abrió esta vía, esos señores, que Dios los

tenga en buena parte, fueron operadores, incansables, Pedro Vázquez, y

Laureano Aranda, el que abrió el pozo aquí en los tubos, ambos murieron ya, uno

se mató con un palo, tumbando un palo le cayó una rama encima y lo mato en el

buldócer.


14

Operadores que dieron su vida por abrir al Guaviare carretera. Y Laureano

murió en Acacias, atacado de próstata y murió. Laureano Aranda porque él le

gustó mucho beber, le daban esos ataques, y yo le decía, “hermano cuídese” él

decía “si sí, voy a traer y traigo” y tomaba otros tres o cuatro o cinco días y

duraba dos tres días borracho, cuando se le destapo fue que lo mato.

Los primeros vehículos en esa época, que yo recuerde, era la volqueta de

Ignacio Larrarte, que el sí tenía una volqueta que solamente para cargar material

porque esa época en el Guaviare se abrieron las primeras trochas, con

afirmación de carreteras y todo, fue con maquinaria alquilada por horas, una

motoniveladora, un buldócer, ya después llego maquinaria de propiedad oficial

como saben, ese buldócer que quedo allá botado, eso era del Vaupés, un T18.

Pero así que maquinaria, el otro era la volqueta de Hugo Arciniegas, Camperos

este muchacho comerciante de la libertad, Mario Cifuentes, del Retorno, que

fueron gente que fueron verdaderos pioneros de esa época, cambiar la mula por

vehículos, porque después la mayor parte del trasporte era tractor, una zorra,

cargue gente, cargue remesa, para llevar, y ya después, empezaron a llegar ya

entraban las volquetas, esta carretera hasta Calamar, se afirmó con maquinaria

alquilada, y así se trabajaba.

El comercio de la época, el finado Anibal Ayala, que el sí para que era un

verdadero pionero, el hermano de Arturo, los dueños del Almacén oriental ahí

en la esquina del puerto, el esposo de la viuda Yaneth, el dueño de la época don

Julio Mendoza, también siempre que vivió en el comercio él estaba.

Otro comerciante que trabajo los Rodríguez, Don Hernando Rodríguez, él fue un

verdadero pionero en ese campo y aún se mantienen los hijos, El murió y los


15

hijos siguen sosteniendo el almacén Veracruz, el comercio más antiguo de aquí

del Guaviare, porque lo del proveedor fue ya después.

Porque cuando yo llegue a este pueblo, el dueño hoy del Imperio Echeverry,

estaba echando pica y pala, en las calles metiendo el acueducto para San José,

que plata tenia si era obrero, después ya consiguió una ladrillera, y después se

convirtió en comerciante, formaron una heladería con otro señor que no

recuerdo el nombre.

En el tema de Dúmar Aljure, el sí estuvo acá en San José, a mucho honor, fui uno

de sus soldados, y no me arrepiento nunca de haber servido a esta causa, y

contar, como conozco a mi compadre Demetrio, que era prácticamente el

segundo para del Finado Dúmar, Demetrio Castaño, porque Dúmar fue un

hombre de ideas, y como él nos decía, a él lo tenía en la rebeldía, las actuaciones

del mismo gobierno que lo habían hecho desertar de su ejército para defender

las banderas del partido liberal, porque dentro del ejercito él no podía hacer

partidismo.

Las ideas de él eran políticas, es más, tengo una anécdota que se la cuento, y se

la repito todos los días a los políticos de hoy, de un campesino que llego por el

año, diga 59, o como en el 61, yo ya estaba en Puerto Lleras, y compro una

finquita que hoy día todos conocen en los Llanos de San Martin, como Llano

Grande.

Compro una finca, un terreno por ahí de unas 50 hectáreas, y bueno, pues ahí la

parte más cerca para venirse a caballo desde allá a San Martin eso era una

distancia de más o menos siete horas, y a Puerto Lleras gastaba dos horas y


16

media, pues iba a comprar a Puerto Lleras, y yo era el presidente del Directorio

Liberal allá,

El señor llegó y se identificó en el Directorio Liberal, diciendo en el directorio

en una reunión, un sábado, que había cometido un error después de que había

conocido la región, le preguntamos con el finado “Joaquín Niño”, hermano del

dueño de la papelería el Piolin, Don Rodrigo Niño, “¿que por qué error?”, dijo

“si, por que yo soy conservador de cuna, y me metí en una zona que no pueden

haber conservadores”,

Yo me pare por que Joaquín era el hombre más expresivo pero a él no le gustaba

hablar, le dije “No, que no puedan vivir, no, lo que pasa es que aquí, no se

aceptan es los picaros, y le digo una cosa señor, en la próxima subida de Dúmar

Aljure a Chapurray, vamos a tratar su punto, y tienes que bajar a conocer al

capitán Dúmar Aljure”, “No, ¡Que él me mata!”, le dije “no, es que los hombres

de ideas no pelean con armas, pelean con ideas, y ese en este momento es

Dúmar Aljure”.

Así fue que los convencimos y como a los tres meses, me llegó la noticia de que

Dúmar subía a una temporada a Chapurray, le dije, alístese porque cuando

hablemos es para que nos bajemos para Chapurray, se le dijo ahí puede vivir,

criar su familia, hacer lo que quiera, lo único que le queda prohibido es

politiquiar, aquí somos liberales ciento por ciento, pero el hecho que usted sea

conservador tiene que morirse, no, tiene derecho a vivir como nosotros, viva

entre la normalidad, y así fue, yo me vine de Puerto Lleras, y el señor formo una

ganadería muy grande, y no se para dónde agarraría.


17

Yo estuve con Dúmar Aljure en candilejas, en Puerto Lleras, y tuve el honor de

echar un discurso delante de Hernando Duran Dussán, Dúmar Aljure y Federico

Castro que eran los políticos, y Marcos Lozano, porque nos querían meter gato

por liebre y yo como no tengo pelos en la lengua dije lo que era.

Y me confiaron tanto, que lo que yo hable, con los grandes que era Duran Dussán,

que era Federico Castro, y este señor Marcos, voy a venir con el capitán Dúmar

Aljure, él quiere venir, es que la reunión es con el fin de pedirle a Dúmar que nos

oriente, para la campaña, y me encargaron organizar la reunión.

Me le reuní a la policía, les pedí el favor, “no es que el venga a entrarse aquí al

pueblo, pero él va a pasar por mi casa, le pido el favor sargento”, dijo “no,

tranquilo, no hay problema, páselo”.

Lo lleve a la reunión, para no interrumpir su acción policiva, nos tocó hacer la

reunión fuera del caserío, en la carpa de un camión, pa´ poder que todo el mundo

hablara, y volver a recoger al Finado Dúmar y tráelo, porque él decía que el

entregarse, él no se entregaba, porque a él lo que no le perdonaban era ser

desertor del ejército. Él se voló con diez soldados, siendo cabo primero del

ejército, entonces era lo que el gobierno no le perdonaba,

Esas son mis anécdotas con el finado Dúmar Aljure. Yo siempre fui inquieto por

la política, Dios y patria, siempre he militado en el glorioso partido liberal, ciento

por ciento liberal, de nacimiento, formación y demás. Milite por ideas, con la U,

y fui uno de los fundadores, de la U en el Guaviare, porque creí en las

expresiones que dio en esa época Uribe, sin embargo, me di cuenta rápido que

ese no era el camino, porque yo no soy, la persona que me presto para oprimir

el pueblo.


18

Si hay libertad, es para todos, no para los de gorra, no pude seguir en esa

posición, y una de las cosas que más me dolió, fue precisamente su famosa ley

100 que creo y volvió un fleco la salud en Colombia, eso es lo que no entienden,

eso es lo que no hace el pueblo en darse cuenta, lo que vale la salud de nosotros

los pobres, hoy en día, en manos de esas EPS que no hacen sino robarnos el

sueldo que pagamos y nunca nos prestan un servicio.

Y tengo pruebas para afirmar lo que digo, esta operación me la hicieron en

urgencias gracias a una médica nueva, hija del Guaviare, que me conocía, he

hizo que me hicieran esa operación, por que llegue a la EPS que le pago

doscientos veinte mil ochocientos mensual, y que no tenían tiempo, que si quería

volver por la tarde y esa cuestión.

Yo no voy a pedir limosna a una EPS, yo estoy pagando una plata mensual, que

me la descuentan de mi nomina, en el hospital en una media hora me entregaron

mi mano soldada. Entonces, ¿qué es eso?, porque no dejaron el sistema como

estaba de salud, y todos los pobres teníamos derecho a ir a un hospital, hoy en

día si no pertenece a una EPS y se deja robar doscientos, trecientos mil pesos

mensual no hay servicio de salud.

Como militante del partido liberal, a mucho honor, participe en los procesos

políticos de Luis Carlos Galán. Fui concejal dos veces de San José del Guaviare

con Luis Carlos Galán, Fui uno de los fundadores del nuevo liberalismo acá, y me

siento orgulloso de haber pertenecido a ese movimiento, y si ese hombre

viviera, este país sería otro. Porque él no peleaba con escopetas, el peleaba con

ideas, y este país hubiera cambiado en manos de Luis Carlos Galán.


19

No aquí si la mayor parte, en el nuevo liberalismo no era sino decir que soy de

esa colectividad y todo el mundo lo respaldaba, es como digo yo a hoy a los

concejales, a los diputados, ¿Cuándo nos preguntaron a nosotros para hacer una

campaña, cuántos millones tiene?, a nosotros nunca nos pidieron eso, “usted se

quiere candidatizar?” Si, “ha bueno entonces usted es concejal, y haga la

campaña”. Nosotros peleábamos con ideas, echábamos discurso en todos los

barrios, yo no me acuerdo haber dado panela, ni haber dado cemento, a nadie,

y fui dos veces concejal de San José del Guaviare.

Otras personas que fueron concejales en la época fueron, Marcos Gutiérrez, así

notables de esa época, los finados Hernández, Carlos y Eugenia, Turulo, Héctor

Solano, ese era inseparable de nosotros, los Arciniegas,

Por esa época se dio un hecho de lamentar, con los militantes de la Unión

Patriótica, porque a mí personalmente, yo me lleve muy adentro, las ideas de

Luis Carlos Galán, y el hombre pelea con ideas, no con armas, y las ideas no es

para refutarlas porque usted no piensa igual que yo, tendrá mejores ideas, pero

tiene el mismo derecho a vivir que yo, entonces por qué si es de otro partido

tiene que morirse, no, haga la política, hágala limpia, y sea valiente y diga la

verdad, como es, pero hoy en día, la política da vergüenza.

Mi experiencia como dirigente deportivo, me jacto de decirlo, que el proceso

deportivo, en el Guaviare, para Adelmo Melo, fue la trayectoria que yo traía

como dirigente deportivo en el Meta. Yo fui presidente de la liga de ciclismo del

Meta, y fui quien envió en una vuelta a México, a Ricardo Ovalle que en ese

momento era la insignia del ciclismo en el Meta, y aquí, tal vez, dos o tres

personas, conocían mi trayectoria cuando yo llegue al Guaviare, uno que era


20

Ramón Mojica, gerente de la caja agraria, y el otro era Sarmiento, el de la

ciclería.

Ellos me dijeron: “Adelmo, hagamos algo” le dije, “hermano yo no, no porque a

mí me gusta trabajar con organización”, tomando tinto y hablando de deporte,

apareció el corregidor de turno, era Miguel Sanclemente, nos pusimos a hablar,

me dijo “Adelmo, vamos a crear la Junta Municipal de Deportes”. Dije “Así, si les

trabajo, organizados”.

Y así fue que Miguel Sanclemente se recogió la documentación, y organizo la

Junta Municipal de Deportes del Guaviare, y trabajo a quien más era en ese

momento como vocero de los deportistas, y abrió la oficina, Miguel Sanclemente

trabajo y cuando él ya se fue, pasaron como dos administraciones, fue cuando

llego el finado Nacho Rojas, más o menos en el año 72, 74.

Yo a él lo acompañe en todo, en la campaña, en la posesión, en todo. Me dijo,

“Adelmo, recíbame la Junta Municipal de Deportes”, le dije, “No. Ahí está

Arquimedes, él es deportista y ha trabajado en el Meta”, dijo, “pero ya me dijo

que no porque él no va a dejar su negocio para meterse en eso”, me convenció

y le recibí la Junta de Deportes.

Corregí algunas cosas, pero se trabajaba con centavos, el presupuesto eran

como doce millones, pa´ mantener el deporte aquí eso era muy cruel, pero

gracias a Dios yo a través de los conocimientos que tenía, a través del ciclismo y

el deporte, me relacione bien con Bogotá, y empezaron a darnos recursos.

Y fue cuando de la presidencia de la Republica a través del Doctor Luis Alfonso

Muñoz, en una visita lo traje al Guaviare, que era el Director Nacional de


21

Coldeportes, El me pidió que si era posible, que la primera dama hiciera un

encuentro deportivo masivo aquí, le dije “Doctor, en la vida todo es posible

desde que uno quiera, dígale que venga”.

Yo no sabía quién era, que una consejera presidencial que quería hacer los

juegos de la paz en el Guaviare, le dije pues, yo se los dirijo, y no me da miedo

y yo le hago lo que sea, y si, para que, me mandó la plata, y lo que hay que ver,

yo recogí las veredas del Retorno, recogí la Fuga, recogí la Carpa, recogí a

Capricho, Puerto Nuevo, San José, Calamar, Miraflores, y se hicieron los juegos

de la Paz, y que era la mitad indígena y la mitad de blancos.

También llevaron delegaciones artísticas, a la Carpa, que fue el centro de todo,

la sede, porque nosotros hacíamos los torneos, por ejemplo yo reuní en la Fuga,

el edén, el mielón, sabana, el trín, cuatro veredas para hacer un torneo y lo mejor

lo sacábamos para que fuera a la Carpa, así mismo en el retorno, unas

eliminatorias.

Una anécdota para recordar, sería el susto que se llevó a raíz, de las amenazas

que en esa época se recibían constantemente de la Guerrilla, en la zona del

Guayabero, y que en el tablado, que habían preparado en la caseta comunal para

las presentaciones artísticas, no sé si fue por asunto del mismo zapateo, el manejo

de la comunidad, entiendo que se cayó uno o dos micrófonos de esos que

estaban haciendo el recuento histórico, y al zapateo por los micrófonos se

escuchó como una balacera.

Todo mundo corría, se paraba en la cabeza, del susto, hasta que alguien callo en

cuenta, y dijo “eso no es ninguna balacera, es los micrófonos que están sonando,


22

por los zapateos” eso fue todo pero eso casi se purga toda la gente, después de

eso, todo el mundo no hacía sino reírse y amanecimos riéndonos.

Hay algo que me da mucho recuerdo y que me siento orgulloso, de haber

participado y haber actuado, como un subdirector de ese programa, y que un

gran amigo para mí, porque de los pocos amigos de San José del Guaviare, es

una persona que yo la tengo como algo especial, que es Gabriel Alvarado,

cuando se abrió la campaña, para la Alcaldía de Gabriel Alvarado, con el

recogimos los frutos de esos juegos de la paz, porque con Gabriel la campaña la

hicimos, precisamente en pro al dinamismo, a la unión del campesino, y que ya,

a este suscrito, le creían de lo que yo decía se hacía.

Porque por ejemplo la gente del edén, salió un señor allá a decir, que como iban

a llevar las niñas de ellos en pantaloneta, y se paró un señor ahí, yo no lo conocía,

y según eso me conocía hacia unos cuarenta años en Puerto Lleras, y dijo: respete

por que la persona que está hablando, la conozco en su historial y es don Adelmo

Melo, y si él dice que nos van a dar uniformes y nos van a dar todo lo necesario,

don Adelmo nos cumple.

Entonces ante esa voz, participo el Edén, que usted sabe que esa vereda es

ciento por ciento evangélica, no deja participar las mujeres por que muestran las

piernas, y que, allá participaron y estuvieron bien, y con Gabriel nosotros

después en la campaña de Gabriel, hacíamos eventos deportivos en todas las

veredas, y para que teníamos una acogida extraordinaria, entre sus cosas

Gabriel utilizaba el tiempo para vender cerveza y llevaba el equipo de sonido y

hacíamos parranda. Y sobrado ganamos la Alcaldía.


23

Como dirigente deportivo lo más exigente para mí en esa formación, era

organizar el campesinado, que se rigiera por las leyes que rigen el deporte, que

los clubes, que las ligas, para que se pudiera hacer deporte en forma organizada

y poder percibir recursos, del nivel nacional, que en algunas cosas, mientras el

Doctor Luis Alfonso Muñoz fue director de COLDEPORTES el Guaviare recibió

apoyo, para uniformes, para balones, yo llegue a tener una época en que me

mandaban, o tenía que ir a Bogotá, a traer balones para darle a todas las veredas

Les dimos balones que eso nunca lo habían hecho en el Guaviare, Pero a las

veredas que tenían su club deportivo, de futbol, de baloncesto, de ciclismo, y así

di que sí se puede si el pueblo se educa se le puede exigir que es lo que yo

reclamo hoy en día, de ver la tristeza que una ciudad como Bogotá, me cabe la

cuña aquí, tenga un medio de transporte tan mediocre, como ese del trasmilenio,

que cosa más ridícula, más pobre, para una capital tan importante como

Colombia, es triste, pero eso es porque nuestro pueblo no lo hemos educado, en

el sentido de responsabilidad personal en el bien público,

En el Guaviare se ha promovido el Futbol, baloncesto y ciclismo, de los cuales

tuve gente participando en eventos interdepartamentales, dobles a Restrepo, en

Villavicencio hicimos la doble a Cáqueza y participamos, eventos que

verdaderamente y después, cuando estas niñas que tal vez ustedes recuerdan,

las Murcia, ganaron un torneo de nivel nacional, y fue tal vez una de las Murcia

la mejor encestadora del torneo.

Eso fue baloncesto, eso se debe a la organización que en esa época se dio,

deportivamente, que cuando encontré a una de mis alumnas directora de

Instituto de Deportes me dio mucha alegría, que fue a Rosemary Vázquez,

pidiéndome que hiciera respetar el deporte asociado, sin deporte asociado no


24

había nada, tu vez que ahorita no hay deporte prácticamente nada. Creo que el

otro pilar en el deporte era Jairo Gonzales, se retiró Jairo y como que hasta el

baloncesto está muriendo. Eso es todo.

Me da alegría, saber que aquellos hombres que en un momento, me

acompañaron en mi dirección de deportes, sin decir es ni señalaros, los vi llegar

al podio de la Gobernación, y a la Alcaldía de San José del Guaviare, Gabriel

Alvarado Lemus y el Doctor Eduardo Flores, y los invito que mientras visiten

Bogotá busquen la manera de saludar al Doctor, está muy enfermo pero todavía

vive.

Documents

Adelmo melo rey