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áfrica 26 / El Viejo Topo 310 / noviembre 2013 Nelson Mandela

AGUIRRE - La Sudáfrica Que Dejó Mandela

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    26/El Viejo Topo 310 / noviembre 2013

    Nelson Mandela

  • Pocos das antes que Mandela saliera del hospital de Pre to -ria, en donde una vez ms se haba temido por su vida, los mi -neros haban recordado el primer aniversario de la masacre deMarikana. Un ao antes, en agosto del 2012, la polica, ampa-rndose en leyes del apartheid, haba acribillado a 34 de ellosmientras se manifestaban pacficamente por un salario digno.En la ceremonia, las 12 sillas que haban reservado para el go -bierno del Congreso Nacional Africano (ANC) se haban que-dado vacas. Haban tenido dudas de cmo iban a ser recibi-dos y optaron por no presentarse. La masacre haba hecho tri-zas la relacin romntica que los mineros haban establecidodurante dcadas con el ANC. Hasta el arzobispo Desmond Tu -tu, un amigo de Mandela, smbolo de la lucha contra el apar-theid, haba dicho pblicamente que no votar en las prxi-mas elecciones (2014) por Jacob Zuma, el actual Pre sidente ycan didato del ANC a la Presidencia. Qu haba pa sado? C -mo era posible que un movimiento de liberacin que tantasexpectativas haba levantado entre los oprimidos de frica yde todo el mundo se estuviera despedazando?Los mineros de Wenderkop, una poblacin a 120 kilmetros

    al noreste de Johanesburgo donde se localiza la mina de plati-no de Marikana, haban visto de primera mano esta transfor-macin del ANC. Cyril Ramaphosa, un antiguo sindicalistahaba sostenido el micrfono con el que Mandela habl por

    primera vez en un acto de masas en Ciudad del Cabo despusde pasarse 28 aos encarcelado por los racistas blancos en lasceldas de Robben Island. Ramaphosa haba sido atrado a lalucha contra el apartheid por el Movimiento de la ConcienciaNegra de Steve Biko, asesinado en las mazmorras del racismo.El da de la tragedia de Marikana, Ramaphosa, miembro delANC, estaba sentado como accionista en el consejo de admi-nistracin de Lonmin, la empresa con sede en Londres propie -taria de Marikana que se negaba a subir los salarios a los mi -neros y haba llamado a la polica.Ramaphosa haba empezado su militancia en el ANC preci-

    samente como un sindicalista minero. El ANC es una alianzade sindicatos, el Partido Comunista, lderes locales negros einfluyentes lderes de origen indio (colorados). En la dcadade 1980 cuando la lucha era especialmente dura haba orga-nizado la resistencia de los mineros de Johanesburgo contralas condiciones de explotacin que el apartheid impona enlas minas. Sus propietarios, mayoritariamente britnicos yblan cos judos sudafricanos el control del oro descubierto enlas cercanas de Johanesburgo en 1886 fue la razn principalde la guerra de los Boers siempre han mantenido a los mine-ros sudafricanos en niveles de mera subsistencia. Primero, aprincipios del siglo XX trajeron chinos para mantener bajoslos salarios. Despus se aprovecharon de las cartillas del apar-

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    La Sudfrica que dejaMandela

    obre el papel se acab el apartheid, pero para la inmensa mayora de los negros las cosas no han cambia-do demasiado: siguen siendo muy pobres en un pas muy rico, en el que los hilos econmicos siguen sien-do manejados por los blancos y una pequea minora negra, a la que ya le van bien las cosas tal como

    estn. Y no se vislumbran grandes cambios para el futuro.Spor Mark Aguirre

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    theid que asignaban a los mineros negros a una mina y a sucorrespondiente ghetto. Durante el apartheid no haba librecir culacin. Los negros y colorados sudafricanos solo podanvivir en determinadas reas y frecuentar determinados esta -ble cimientos asignados por los blancos. El apartheid no fue slo un proyecto racista basado en la

    supremaca blanca, fue una salida econmica a la gran crisiscapitalista de mediados del siglo anterior cuando la pobrezaempez a extenderse entre los blancos. Por eso fue apoyadopor Londres y Washington durante muchos aos. Saban quebeneficiaba a sus empresas y accionistas. Los blancos acudie-ron a la poltica para evitar que se cuestionara su propiedad delas granjas y minas ganadas a la fuerza a la poblacin indge-na africana, asegurarse los mejores empleos pblicos, y dotara sus empresas de una mano de obra negra barata y dis ci -plina da siguiendo la tradicin del uso de la fuerza.Ramaphosa haba sido un importante organizador de la

    Unin Nacional de Trabajadores de las Minas (NUM). Un sin-dicato vinculado al ANC al que se haban afiliado decenas demiles de mineros en la lucha contra el apartheid. Un activismoque le haba llevado varias veces a la crcel. Veinte aos des-pus, segn la revista Forbes, Ramaphosa estaba dentro de los25 hombres ms ricos de frica. Es propietario de ShandukaGroup, una compaa que gestiona su cartera: los McDonalden Sudfrica, distribuidoras de Coca Cola, inversiones en ener -ga solar, telfonos mviles y bancos, entre otras empresas. Suriqueza se estimaba en 2012 en 675 millones de dlares.Fue Clive Menell , ya fallecido, cabeza de un conglomerado

    de minas de oro, perteneciente a unade las familias mineras tradicionalessu dafricanas, quien lo transform delder sindical a hombre de negociosmi llonario. Fueron precisamente es -tos magnates mineros quienes mspre sionaron a los nacionalistas, cuan-do P.W. Botha era Presidente, para quenegociaran con Mandela el fin del r -gi men racista. Las negociaciones se -cretas empezaron incluso cuandoMan dela estaba todava en la crcel. Luego continuaron con elPresidente Klerk. Estos capitalistas haban llegado a la conclu-sin de que el apartheid, que haba funcionado bien para elsistema durante los aos anteriores, haba llegado a serincompatible con sus intereses econmicos. El capitalismosudafricano necesitaba de una clase obrera ms preparada yuna clase media de consumidores negros que compraran susproductos. Lo que estos hombres de negocios blancos ofre -can a cambio al ANC era ayudarles a crear una incipiente

    clase de hombres de negocios negros. El mismo Mandela,cuando sali de la crcel en 1990 no regres a Soweto. Se ins-tal en Houghton, un suburbio de clase alta donde viven losricos en Johanesburgo.La cooptacin del ANC al statu quo capitalista el propio

    Mandela haba estado cercano a las juventudes comunistascuando estaba al frente del ala militar del ANC antes de serjuzgado y condenado por sedicin a cadena perpetua en1964 era ayudada por la represin selectiva del apartheidmien tras los blancos nacionalistas y negros negociaban. Erauna forma consciente de debilitar la fuerza de los que propo-nan aadir a la demanda de un hombre, un voto (el pasa-porte al poder, el 80% de la poblacin era negra) una agendasocial en las negociaciones. El apartheid se aprovechaba deque el ANC quera a toda costa evitar una guerra civil. Losblancos estaban mucho mejor armados y preparados. A lolargo del proceso de paz (1990-1994) se estima que 40.000 per-sonas perdieron la vida. Esta violencia culmin en el asesina-to el 10 de abril de 1993 de Chris Hani, comandante militar delANC y lder del Partido Comunista de Sudfrica. El asesinatoera un golpe bien dirigido. Se esperaba que Hani jugase unpapel importante en el futuro del gobierno de ANC. Eso ocu-rra cuando la Unin Sovitica se desintegraba y el comunis-mo como ideario conoca una crisis de dimensiones histri-cas, los comunistas rusos eran expulsados del poder mientraslos chinos empezaban su viaje al capitalismo, debilitando alinfluyente partido comunista sudafricano dentro y fuera delANC.

    Rafael Shikhani trabaja en el Centrode Estudios Estratgicos en Maputo. lconoce a Ramaphosa desde los tiemposde la lucha contra el apartheid. La capi-tal de Mozambique se haba convertidoen un centro de la resistencia. Ataquescon bomba contra activistas sudafrica-nos comunistas eran frecuentes. Lomis mo que bombardeos quirrgicos, dela misma manera que hace hoy Israelcontra activistas palestinos. Luego Pre -

    to ria apoyara al RENAMO en la guerra civil mozambiquea(1977-1992), un milln de muertos, organizada por el apar-theid. Shikhani defiende a Ramaphosa.El rico Ramaphosa no ha roto los lazos con el ANC que

    tena el Ramaphosa sindicalista. Contribuye a los cofres delpartido, est en su Comit Ejecutivo y sigue dirigiendo variosgrupos para el apoderamiento negro de la economa, como leencarg la direccin del ANC. Se habl de que iba a ser el suce-sor de Mandela como Presidente, pero al final se impuso

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    El capitalismo sudafricano necesitaba de una clase obrera mspreparada y una clase media de

    consumidores negros que compraransus productos.

  • Mbeki apoyado, era su ltimo deseo, por Oliver Tambo (1917-1993); y el ANC lo puso a cargo de New Africa Investment, unacompaa del partido para potenciar las habilidades empresa-riales entre los negros. Se crea necesario forjar cientos deempresarios negros para que la economa dejara de estar enmanos de los blancos. Ramaphosa se enriqueci como unatarea asignada por el ANC, no por una voluntad personal,deca.Pero los escndalos, extravagancia y corrupcin protagoni-

    zados por esta nueva elite negra lo mismo que las estadsticasque veremos luego han acabado con esta ilusin de expandirla riqueza entre los negros estableciendo una nueva clase deempresarios. Una ilusin que muchos califican benvolamen-te de ingenuidad. Frantz Fanon, en su famoso Condenados dela Tierra, ya advirti de los peligros de que un movimiento deliberacin se convirtiera en un instrumento de progreso per-sonal. Algo que est ocurriendo en toda el frica ex-colonial.Muchos ven en este nuevo grupo de millonarios negros sud-africanos una fachada para ocultar el tremendo predominiode los blancos en la economa que contina despus de 20aos de democracia. Apenas hay nuevos empresarios negros

    fuera de esos clonados de laboratorio de Clive Menell mien-tras la clase media negra no despega. El abandono de refor-mas estructurales a cambio del ennegrecimiento de la claseempresarial no ha dado resultados. La inmensa poblacinsigue abajo, cada vez mas dependiente del distintivo neolibe-ral de la caridad o de la ayuda social para satisfacer sus nece-sidades mas bsicas. Uno de cada cuatro sudafricanos estviviendo de la ayuda pblica. Mientras, la violencia imparablemuestra la frustracin creciente.

    ***

    Sudfrica es la primera economa de frica pero tambinuno de los pases ms desiguales socialmente sino el quems en el mundo. El 20% de los sudafricanos con menoringreso vive con el 1,4% del ingreso nacional. En pocos lugaresse sienten al mismo tiempo la prosperidad y la precariedad,una encima de la otra. Una obscena brecha social trazada casisiempre en trminos raciales. En Ciudad del Cabo los blancosviven en sofisticadas urbanizaciones y los negros en apretadosShantytowns. En los refinados restaurantes de la zona vinco-la de Stellenbosch camareros negros sirven a comensalesblancos. En el karoo en Beaufort West blancos atemorizadosse quedan en sus confortables casas viendo televisin duran-te la noche mientras los negros salen de sus pequeas casasprefabricadas a clubs y bares donde no van los blancos. Eltransporte pblico es para negros. Incluso, los blancos pobres,que ves pidiendo en los semforos se calculan 400 mil entoda Sudfrica viven segregados de los negros. En Johanes -bur go, una ciudad de urbanizaciones unidas por autopistashay ms coches que viviendas los blancos viven en las rela-tivamente seguras y bien equipadas urbanizaciones, mientraslos negros habitan otras infestadas por la violencia y sin equi-pamientos. Sudfrica tiene uno de los mayores ndices de vio-lencia en el mundo: diariamente cerca de 50 asesinatos y 300robos a mano armada. Dos de cada 5 mujeres dicen que la vio-lacin fue su primera experiencia sexual. En Pretoria se venconsumidores negros en los modernos centros comercialesque pretenden dar alma a las urbanizaciones, es el triunfo deuna pequea clase media negra que en estos veinte aos se haido gestando, pero los blancos siguen teniendo las mejorescasas y los mejores empleos y siguen dominando la economa.Solo el 8% de los asientos en la bolsa de Johanesburgo estn enmanos de negros. El ltimo censo, de 2011, mostr que despus de 18 aos de

    gobierno del ANC el ingreso de los hogares de los blancos eraseis veces mayor que el de los negros. Siete millones de negrossudafricanos viven en chabolas no ms grandes de 40 metros2,

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    La celda de Mandela en Robben Island

    Foto de M

    ark A

    guirre

  • sin electricidad o agua y con letrinas compartidas. El mismonmero prcticamente que haba en 1994, el ao en queNelson Mandela se convirti en el primer presidente negro deSudfrica. Cerca de 1,9 millones de hogares segn el censono tienen ningn ingreso, mientras solo en Johanes burgo hay23.400 millonarios (personas que tienen mas de un milln dedlares excluyendo el valor de su primera residencia). Unnmero mayor que en ninguna otra ciudad de frica segnNew World Wealth, una consultora con base en Oxford. Cuatro

    ciudades sudafricanas adems de Johanesburgo Ciudad delCabo, Durban y Pretoria estn entre las 10 pri me ras en elcontinente en millonarios.Los negros no han dejado de ser pa -

    rias a pesar de las prome sas que hi zoMandela cuando era el Presi dente delANC, hace ya 20 aos. Ha llegado lahora de enfrentar la cuestin que nosquema, de alimentar a los millonesque en nuestro pas estn hambrien-tos, vestir a los millones que es tndes nudos, acomodar a los millonesque no tienen casa y crear empleo para los millones que estndesempleados, dijo en julio de 1993 cuando luchaba pa ra queSudfrica tuviera un Presidente negro que acabara con siglosde dominacin blanca. Mandela gan la batalla electoral pero

    ni l, ni Thabo Mbeki ni Jacob Zuma, que le sustituyeron, hanpodido terminar con el legado social perverso del apartheid.La tarea sigue pendiente.

    ***

    En la ceremonia conmemorativa de Marikana, JuliusMalema estaba sentado junto a las viudas de los mineros ase-sinados por la polica. Malema haba sido el lder de las ju -

    ventudes del ANC. Las juventudes hansi do histricamente quienes han rege-nerado al ANC. En 1944 Anton Lem -bede, Oliver Tambo, Walter Sisulu,Nelson Mandela fundaron la Liga Ju -venil, a travs de la cual, apoyados enlos comunistas entonces una organi-zacin de judos blancos impusieronuna agenda social e indigenista a laANC, en aquella poca una organiza-cin liberal con gran influencia cristia-na. Malema apoy a Zuma en su luchapor el poder contra Mbeki, a quienvea entregado a los intereses econ-micos blancos. Lleg incluso a decirque matara por Zuma y cant variasveces Dispara al Boer, una cancinpolmica de la poca de la resistencia.Cinco aos ms tarde, tras varias his-torias rocambolescas, estaban enfren-tados. Expulsado de la ANC, fracasadoen regenerarla, Malema ha acabadoformando un nuevo partido, el de Lu -

    chadores por la Libertad Econmica (EFF), un partido queesta ganando influencia en las minas.

    Malema estaba poniendo nombre poltico al deterio-ro ideolgico que las promesas no cum-plidas estaban ocasionando. En las mi -nas el sistema de re clu ta miento y lascondiciones de vida son muy similares alos que existan durante el apartheid.Los mi neros se sienten abandonados yde sencantados. Como consecuenciarompan el carnet de la Unin Nacionalde Tra bajadores de las Minas (NUM), el

    sindicato li gado al ANC, para afiliarse a sindicatos ms radica-les, ahora mayoritarios. Por eso el gobierno haba dejado lassillas vacas y Malema haba sido elegido para dar el discursopoltico. Los mineros empezaban a hacerse eco de lo que vie -

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    Uno de cada cuatro sudafricanos est viviendo de la ayuda

    pblica. Mientras, la violencia imparable muestra la frustracin

    creciente

    Soweto hoy.

  • ne repitiendo desde que diriga las juventudes: nacionalizarlas minas y expropiar los grandes latifundios sin in dem ni -zacin y repartirlos a campesinos ne -gros. Pre cisa men te la represin habasido tan feroz en Marikana porque losmineros haban empezado a cuestio-nar la propiedad britnica de la mina.No deberan controlar sus re cursosna turales los propios negros su da fri -canos? Los fantasmas de Shar pa ville en1960, la re belin de Soweto de 1976, deBoipa tong en 1992, donde decenas de luchadores negros ha -ban sido asesinados por la polica del apartheid reapareca

    creando un estado de ansiedad entre los quelucharon contra el mismo. Por qu la po licaestaba defendiendo con leyes del apartheidlos intereses de una mina Lon min, de propie-dad con base en Lon dres, que explota el cintu-rn mas rico de platino del mundo y paga sa -larios no suficientes? Malema naci en una familia pobre de Lim -

    popo, una de las provincias a su vez ms po -bres de Sudfrica, con una tradicin violentapor la propiedad de la tierra desde la llegadade los boers en el siglo XIX. En Sudfrica ungranjero blanco tiene el doble de posibilida-des de morir asesinado que un polica. To -dava no se ha revertido en la estructura de lapropiedad la Natives Land Act, la ley emitidaen 1913 con la que los blancos legalizaron su

    apropiacin de la tierra y la desposesin negra. La ley prohibaa los indgenas africanos po seer ms del 8% del territorio

    nacional (enmendada en 1936, se au -ment al 13%). La ley fue abolida en1994 pero todava en esta regin de Su -dfrica ser blanco es ser Boer, propieta-rio de la tierra.Malema creci en la calle cuando el

    apartheid acababa y se abra un mun -do de oportunidades para las nuevasge neraciones negras, pero el sueo no

    se ha realizado.Segn cuenta l mismo, Malema empez colaborando con

    la rama militar del ANC antes de aliarse con Jacobo Zuma, unmilitante veterano, guerrillero, que pas 10 aos encarceladojunto a Mandela, cercano a los comunistas y a los sindicatos.Malema ha mostrado su admiracin por Robert Mugabe, elPresidente de Zimbabwe. Incluso viaj a Harare para apoyarsu reforma agraria. Para Malema, Mugabe esta haciendo lo po -sible para que los negros recuperen la economa mientrasZuma ha acabado claudicando ante los intereses econmicosde los blancos.Rangani es de Limpopo y pertenece a la etnia venda, como

    Malema. Trabaja como ranger en uno de los parques naciona-les. No ve con malos ojos a Malema, dice que Zuma lo utilizen su lucha contra Mbeki, pero cree que Malema tiene pocacredibilidad entre la mayora de la poblacin. El nuevo parti-do EFF tiene arraigo entre los mineros y los jvenes uno decada dos jvenes es desempleado y solo uno de cuatro lograacabar el bachiller pero su influencia no la ha extendido aotros sectores. Lo ven como un aventurero. Los jvenes lo apo-

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    En las minas el sistema de reclutamiento y las condiciones de vida son muy similares a los que

    existan durante el apartheid

    Las minas Lonmin

    Slo en Johanesburgo hay 23.400 millonarios.

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  • yan porque son ms crticos con el ANC. Desconocen fsica-mente la brutalidad del apartheid y no tienen una ligazn emo-cional con l. Malema, a quien le gustan los coches caros y lostrajes de marca, tiene varias causas pendientes con la justiciaacusado de corrupcin y evasin de impuestos. l dice queestn polticamente motivados pero muchos lo asocian con lacorrupcin del entorno actual y pasado de Zuma. Hay dudas de que en Sudfrica se pue da hacer lo que est

    haciendo Mugabe en Zimbabwe, donde una re forma agraria exi-tosa ver el libro Zim babwe takes backits Land, Josep Han lon, Jeannette Man -jengwa, Teresa Smart ha dado tierra a170 mil nuevos campesinos negros trasocupar granjas de 4.000 blancos. Estosblancos de Zimbabwe en cierta maneranunca han dejado de ser ingleses. Eranblancos europeos en frica, donde ex -plotaban sus fincas, pero te nan casa enInglaterra. Zimbabwe nun ca dej seruna colonia, aunque fuera conflictivacon Londres en los ltimos aos de dominio colonial. No ocurrelo mismo con los blancos sudafricanos: frica es su hogar. Lu -charon contra los indgenas primero e Inglaterra despus paraconseguirlo. Por eso Mandela negoci con ellos, no quera susti-tuir el rgimen del apartheid con un sistema de supremacanegra. El ANC no es antiblanco, les ha reconocido como ungrupo genuino sudafricano, como una nueva tribu, son losnacionalistas africanos blancos que no tienen donde ir. Tambinsabe que siguen armados, mantienen sus comits de defensa ycontinan haciendo ejercicios con sus armas. Rangani deca queel ANC quiere restituir tierra a los negros pero dentro de la lega-lidad. La tierra debe ser pagada y los negros entrenados para cul-

    tivarla productivamente. A su juicio hay que hacer lascosas ms cui da dosamente, ms gradualmente. Lle va Mandela casi 50 aos ganar el derecho al voto para losnegros, porqu tanta prisa para cambiar la economa?Hay que seguir negociando con los blancos para evitarel sabotaje de la economa e incluso una guerra civil,sealaba. Rafael Shikhani, el historiador del Centro de

    Estudios Estratgicos de Ma puto, deca que el desen-canto con el ANC se est expresando ms que en undarle la espalda, en un pragmatismo crtico. La crisisque enfrenta el ANC es res ultado de su transformacinde un movimiento de resistencia guerrillera a un parti-do de gobierno en condiciones de mocrticas, deca.Cree que a pesar de las divisiones, hay cuatro candida-tos vinculados histricamente de alguna ma nera al

    ANC, y que Zuma ganar las elecciones presidenciales del 2014.El apartheid contina de alguna manera presente. Los sudafri-canos continan votando en trminos raciales y lo harn por elANC aunque lo castiguen por su corrupcin los peridicos hanpublicado que Zuma se haba gastado al me nos 25 millones dedlares del erario pblico en mejorar su casa natal en Nkandla,en Kwazulu-Natal y mal manejo de la economa, y no gane lamayora absoluta.Mandela es una carta marcada de Zuma en su lucha por la

    reeleccin, por eso no lo dejan ir. Selle g a decir que se mantena vivo artifi -cialmente. Graa Machel, su actualmujer, ha dicho que Mandela est can -sa do. Zuma gan en el congreso delANC su candidatura pero est muyque mado ante la opinin pblica porsu extravagancia, co rrupcin y nepotis-mo. Todo el mundo sabe que vive muypor encima de sus posibilidades. Zumadebe en parte su puesto a Mandela.

    Man dela pag su fianza, 75 mil euros, cuando fue acusado enun caso de corrupcin vinculado a un trato de armas con unfabri can te francs. Zuma finalmente fue ab suelto, como lo fueen un caso de vio lacin. En un ao Mandela ha visitado el hos-pital hasta cuatro veces y las cuatro se temi por su vida. Arras -tra una grave lesin en los pulmones de su tiempo en RobbenIsland. Retirado de la poltica activa hace ya cinco aos y a pesarde su deteriorado estado de salud contina siendo una referen-cia moral y poltica de proporciones picas. Es muy probableque mientras Mandela est presente la gente votar por el ANC,la organizacin que Mandela llev al poder y que acab consiglos de dominacin blanca

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    Zuma est muy quemado antela opinin pblica por su extravagancia, corrupcin

    y nepotismo. Todo el mundo sabe que vive

    muy por encima de sus posibilidades

    Zuma

  • EL VIEJO TOPOEnsayo

    Samir Amin

    El capitalismo contemporneoEl capitalismo realmente existente ha evolucionado hasta constituir hoy, en palabras de Samir Amin, el capitalismo de los monopolios generalizados. Un sistema que implosiona ante nuestros ojos, y que es visiblemente incapaz de superar sus cada vez mayores contradicciones internas. Incapaz de reformarse, est condenado a proseguir su lo ca carrera.

    Por el m

    ismo au

    tor

    LA CRISIS

    PRIMAVERA RABE?

    LA LEY DEL VALOR MUNDIALIZADA

    EL HEGEMONISMO DE ESTADOS UNIDOS Y EL DESVANECIMIENTO DEL PROYECTO EUROPEO

    MS ALL DEL CAPITALISMO SENIL: POR UN SIGLO XXI NO AMERICANO

    LAS LUCHAS CAMPESINAS Y OBRERAS FRENTE A LOS DESAFOS DEL SIGLO XXI

    POR UN MUNDO MULTIPOLAR

    POR LA QUINTA INTERNACIONAL

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