Alonso_Decrecimiento y Comunal

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  • 7/25/2019 Alonso_Decrecimiento y Comunal

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    VII Encuentro de PrimaveraCientficos por el Medio Ambiente

    Pamplona, 17-18 de Mayo de 2010

    Decrecimiento y Comunal.Una alianza estratgica contra el capitalismo y la crisis

    Andoni Alonso (U. Extremadura) y Iaki Arzoz (Dalevuelta)

    El desarrollo econmico ha impedido por doquier, y quiz ha hecho del todo imposible,una vida activa creadora de espacios habitables. El desarrollo econmico ha cubierto decemento el mundo habitable. El medio ambiente se ha vuelto tan duro que nuestroscuerpos ya no pueden marcar en l su impronta. As, pasamos por la vida sin dejarhuella.

    Ivan Illich.La reivindicacin de la casa.

    Esta degradacin (de los comunales) tiene una larga historia que coincide con la del

    capitalismo pero en absoluto se puede reducir a sta. Desafortunadamente laimportancia de esta transformacin se ha pasado por alto o despreciado por la ecologapoltica hasta hace poco. Es necesario darse cuenta de ello si es que vamos a organizarmovimientos de defensa de lo que queda de comunal. Esta defensa constituye una tarea

    pblica crucial para la accin poltica. Esta tarea ha de tomarse urgentemente porque loscomunales pueden existir sin polica pero los recursos no. Tal como el trfico hace, losordenadores exigen polica, incluso ms que el trfico y de formas an ms sutiles.

    Ivan Illich. Silence is a Commons.

    Prembulo: Pensar el decrecimiento, labor comunal

    Una de las labores ms urgentes para entender y desarrollar la filosofa deldecrecimiento es explorar su relacin con otras teoras crticas de nuestro tiempo, yasean filosficas, polticas o econmicas. En este sentido, conectar el mbito deldecrecimiento con visiones afines del pensamiento ecologista o de la economa es unode los trabajos prioritarios para reforzar un frente comn alternativo al crecimientocapitalista. Nos puede proporcionar una cartografa de las corrientes crticas y de sus

    posibles reas de confluencia y, a partir de ah, de los espacios de trabajo colaborativo.Por otra parte, uno de los mayores problemas de las filosofas que se pretendencosmovisiones es la fidelidad al mito romntico de producciones intelectuales debidas algenio de un pensador seminal. Pero la colosal hazaa de investigar, teorizar y poner en

    prctica la visin decrecentista para contribuir efectivamente a la supervivencia delplaneta, requiere del trabajo y de la experiencia de numerosos grupos de intelectuales yde una red de nodos decrecentistas. Por valiosas que sean las aportaciones de SergeLatouche y otros pensadores de la primera hora decrecentista, en estos momentos,todava es ms importante detectar y rellenar las lagunas de su aportacin.La filosofa decrecentista hemos de entenderla como un proceso complejo, un work in

    progressde grandes y pequeas aportaciones que sobre el ncleo inicial va tejiendo undiscurso terico-prctico cada vez ms slido, coherente y practicable. Nuestraconviccin es que, sin un comunal de pensamiento progresivamente articulado ycoordinado a travs de una deriva estratgica, no es posible conseguir que eldecrecimiento se implante en nuestra sociedad del crecimiento. Y en esta labor comunal

    tan decisivo como atender y recoger a las novedades es recuperar piezas delpensamiento proto-decrecentista que han fertilizado numerosas vas. Justamente,

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    resulta plenamente decrecentista, para evitar cierta inflacin terica, reciclar elpensamiento vlido antes de consumirpseudonovedades intelectuales.Este es el caso del pensamiento sobre el comunal de Ivn Illich, uno de los intelectualesque han nutrido el pensamiento decrecentista, cuya obra es clave para entender larelacin entre la filosofa del decrecimiento y las teoras sobre los commons.

    Intentaremos aproximarnos a esta fructfera relacin a partir de una revisin crtica deIvan Illich al pensamiento actual sobre los commonsy la tecnologa nos detendremos enel caso a la vez representativo y singular de las nuevas tecnologas como posiblecomunal decrecentista. Por ltimo, pretendemos abrir la expectativa en torno a unaeconoma comunalista-decrecentista a travs de una serie de lneas de investigacin y deexpectativas activistas. Nuestra aportacin no pretende sentar ctedra sobre estascuestiones sino contribuir a un debate comunal y libre que sospechamos ser decisivoen los tiempos de crisis que nos esperan.

    El comunal decrecentista

    En los ltimos aos, al mismo tiempo que cobraba fuerza la filosofa del decrecimientoy el posdesarrollo, resurga paralelamente el debate sobre los commons o los bienescomunes1. Especialmente a propsito de los bienes intangibles relacionados con lasnuevas tecnologas o TIC e Internet. No obstante, la aparicin de una suerte de grancomunal de tecnologa y conocimiento se recuperaba la figura del comunal, todava

    presente en nuestro derecho y en la economa tradicional del mbito rural. Lareinterpretacin de estas formas econmicas nuevas como comunales ha suscitado laexpectativa de una reinterpretacin de lo comn, desde los bienes comunales al dominio

    pblico. Ahora bien, en medio de este debate se ha producido a menudo el equvoco deque los bienes de libre acceso eran simplemente comunales, esto es, bienes cuya

    propiedad ostenta un grupo determinado y regulados por una ley, organizacin ocostumbre. El aire o el agua, bienes de libre acceso, se convertan as en comunales,contribuyendo a la confusin.Este es el tipo de equvoco que promova la teora clsica anticomunalista de Latragedia de los comunales de Garrett Hardin (1968)2, al entender que un pastizal delibre acceso -no regulado como rgimen comunal por una comunidad determinada- eraesquilmado por una serie de abusivos usos particulares que no velaban por la

    1La definicin de "libre acceso", "bien pblico" y "comunal" ha generado un torrente de bibliografa. Deforma esquemtica podra decirse que unbien de libre acceso es aqul que no est limitado a nadie y suuso no menoscaba el uso de otros como hasta hace poco la atmsfera (en la actualidad ya existen cuotas

    de contaminacin industrial que se pueden comprar y vender entre particulares). Un bien pblico es aqulque ofrece el estado o un ente de carcter estatal, basado en el derecho romano y que se restringe a losciudadanos de un pas o gobierno local. Slo puede ser administrado desde el punto de vista funcionarialo estatal. Y bien comunal es aqul que pertenece a una comunidad y es administrado por ella. Tal comosostiene F. Aguilera (2006), existe la exclusin para quienes no pertenecen a esa comunidad. En lalegislacin espaola los bienes comunales no pueden ser de titularidad pblica.

    2G. Hardin abogaba por la visin del comunal como un recursodentro de una economa de la escasezcuando lo que representa es fundamentalmente un bien dentro de una economa de la subsistencia. Unacrtica acertada a este famoso artculo la proporciona F. Aguilera (2006) sealando las contradiccionesinternas del texto de Hardin: ste critica a A. Smith por su teora del egosmo pero considera que la

    privatizacin de los comunales es una solucin, aunque sea injusta (mejor la injusticia que la extincin).Illich estableca claramente la diferencia entre un comunal como bien de subsistencia, proporcionado y

    acotado dentro de una comunidad y el "recurso" de la economa contempornea, propio del "homooeconomicus". Entre los dos se producen necesariamente conflictos.

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    conservacin o sostenibilidad del bien comn. En el mundo actual en el que convivenlos viejos comunales con estas nuevas formas comunalistas, es preciso distinguir lo quesolo es un bien de libre acceso de aquel que ha alcanzado el rango de comunal. Estadistincin es importante para no caer en un idealismo comunalista tanto como para

    promover la conversin -de acuerdo con una visin comunalista- de todos los bienes de

    libre acceso en bienes comunales3

    .Cuando la supervivencia del planeta est en juego no podemos dejar, por ejemplo, quela atmsfera, ese bien de libre acceso planetario cuya conservacin es decisiva para elcambio climtico, no se convierta en un verdadero comunal global. El aire, el agua, laenerga, la naturaleza son ejemplos de bienes de libre acceso que han sidosobreexplotados o cercados por la propiedad privada y que necesitamos recrear comocomunales sostenibles. Cada vez ms se oyen voces para privatizar estos bienes porque,segn la lgica imperante, se han convertido en recursos, en escasez y por eso deben seradministrados preferentemente por empresas privadas y secundariamente por losestados, que en demasiadas ocasiones estn a favor de las corporaciones. Por otra parte,se considera que est por llegar una batalla por comunales como la atmsfera

    (geoingeniera), los materiales (nanotecnologa) y la bioesfera (bioingenieras).La gran cuestin es si seremos capaces de comunalizar el planeta o al menos de regularde manera comunalista los bienes esenciales para nuestra supervivencia antes de que

    pasemos el punto de no retorno hacia la tragedia definitiva.

    Para intentar resolver esta cuestin es preciso contestar a otra pregunta previa: Es elcomunal decrecentista? Desde nuestro punto de vista solo una visin decrecentista de laeconoma puede garantizar nuestra supervivencia a largo plazo y, por ello, hemos dedeterminar si lo comunal es o puede ser decrecentista. Los viejos comunales vinculadosa la tierra o el agua no necesitaban ser decrecentistas -segn los trminos actuales-

    porque eran sostenibles, estables, o recuperables y, en este sentido, ajenos alcrecimiento. El viejo comunal no necesitaba volverse decrecentista porque no eracrecentista, era un bien de subsistencia como hemos sealado antes. Y en los casos deque la superpoblacin o la sobreexplotacin por alguna razn interna o ajena acabaraarrasando un comunal -por ejemplo, un bosque- desapareca el comunal y confrecuencia la comunidad que se nutra de l. En la estructura interna del comunal sehalla por tanto la proporcionalidad, una escala convivencial como base para su

    pervivencia.El problema surge cuando los pequeos comunales sostenibles son afectados por elcrecimiento de la economa capitalista y sus problemas globales. Su fragilidad esabsoluta, su autosuficiencia es su taln de Aquiles. Para proteger los comunales es

    preciso un derecho y una proteccin de mayor alcance y, en ltimo trmino, un rgimencomunalista que los regule entre s. Los bienes de libre acceso planetarios por una partey el conjunto de comunales por otra requieren de una organizacin comn que losconvierta en globalmente sostenibles por interdependientes. Y para que esto realmenteocurra, los viejos comunales sostenibles o los nuevos comunales arrastrados a la

    3Se produce una confusin de G. Hardin entre bien de libre acceso y comunal, desde su punto de partida.Tal como indica Illich, el comunal no es un "recurso escaso" sino un "bien de supervivencia". Si seentiende de la primera forma entonces es clara la tragedia del comunal. Los individuos, desde el punto devista de Harding, actan como "minicercadores" de ese comunal hasta que, al ser limitado, se agosta. No

    tiene en cuenta las obligaciones de los comunalistas frente a los bienes ni los acuerdos que toman alrespecto.

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    economa de crecimiento capitalista y sus crisis estructurales, ahora s, han de volversedecrecentistas.Cuando los bienes de libre acceso o los comunales han sido degradados por la mitologadel progreso es preciso recuperar la integridad del sentido comunal. Comunal no es soloun rgimen comn de propiedad sino un sistema de reparto del trabajo, de valores ticos

    y costumbres como la asistencia mutua o la democracia participativa. ste es el granhallazgo de Ostrom en contra de Hardin: cuando la informacin que concierne alcomunal es equitativa entre todos los miembros, entonces es posible la pervivencia delcomunal, tal como demuestra la existencia de comunales antiguos. Esta equidad es elrequisito bsico para una democracia realmente participativa al tiempo que para lasupervivencia del comunal. Por ello no hay comunal sin un estilo de vida comunalistaque comprende que lo que es de todos, para seguir sindolo, hay que cuidarlo,

    protegerlo, mejorarlo progresivamente entre todos. El bien comunal exige unconocimiento comunal y personas comunalistas, que se sirven de los beneficios delcomunal tanto como contribuyen activamente al comunal. Esto es, el comunal exige unavisin comunalista de la economa y de las relaciones sociales y polticas; exige la

    reconstruccin de la comunidad. Al comunalismo le compete refundar los comunalesexistentes y los comunales por organizar a travs de la comunidad y desde laherramienta del decrecimiento. Paradjicamente, una herramienta que exige decrecer alcapitalismo del crecimiento y de la propiedad privada, y sin embargo el crecimiento delas formas comunales o comunalistas. La nica condicin es que sean fieles a su esencia

    proporcional y, decreciendo si es preciso, lleguen a un nivel de sostenibilidad. Para queel planeta llegara a ser el comunal de comunales, necesitamos que el decrecimiento seconvierta en el gran regulador glocal de la misma manera que para que el decrecimientosea real ha de volverse comunalista. El comunal por tanto es decrecentista en tanto encuanto el decrecimiento se vuelve comunalista. Estamos utilizando trminos genricos yabstractos, combinando aparentemente a nuestro capricho comunal y decrecimiento,y los expertos en una o ambas materias nos pueden reprochar un juego retrico quehuye de los datos, etc. No es propsito de esta ponencia detallar todos los aspectossealados sino plantear una tesis general para que pueda ser revisada y debatida. Paraexplicar nuestra tesis del comunalismo decrecentista (o del decrecimiento comunalista)vamos a tratar brevemente una de las nuevas formas comunales o comunalistas actualesms importantes como son ciertas formas culturales relacionadas con las nuevastecnologas de la informacin y la comunicacin. En este caso se resumen lasaspiraciones, las paradojas y los problemas del comunalismo decrecentista.

    El caso de la cibercultura libre como comunal decrecentista

    Hemos sealado que ciertas formas culturales relacionadas con las nuevas tecnologasse entienden de una forma genrica como un comunal, lo que en cierto foros se ha dadoen llamar procomn. Nos referimos a lo que se denomina cultura libre ocibercultura libre en la que se incluye de manera destacada el software libre y elcopyleft, ambos conceptos acuados por Richard Stallman. No vamos a entrar en eldebate terico de qu tipo de comunal pueden ser ciertas formas de cultura o deconocimiento -como las relacionadas con la tecnologa-, pero hemos de reconocer queen su totalidad, lamentablemente, no lo son. Tampoco son bienes de libre acceso comoel aire o el sol, puesto que estn sometidos a las leyes abusivas del copyright, etc.El nico comunal relacionado con la cultura y el conocimiento es, como seala Illich, el

    lenguaje, lo cual lo relaciona con la deriva comunalista de la cibercultura libre, basadaen un cdigo o lenguaje universal. La cibercultura libre no funciona obviamente como

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    los viejos comunales pero, salvando las distancias tecnolgicas, sorprendentemente, engran medida, se asemejan. Existen razones para sealar diferencias pero al tiempo

    podemos afirmar que el software y el conocimiento libres abren un comunal nuevo quese basa en el antiguo: la lengua/cdigo/matemtica transformado en software. Elsoftware libre es una forma de programacin, no producida por una compaa privada,

    sino generada por los propios usuarios y abierta a la participacin de todos; cualquierapuede crear, utilizar o distribuir gratuitamente los diversos programas y aportar susmejoras a los mismos. Es un comunal de programadores de software que se ofrece a lagran comunidad de usuarios de internet. La base de su existencia es el intercambio detrabajo comunal. Las licencias copyleft, frente a las licencias copyright, como creativecommons o las GPL, permiten bajo diversas condiciones, acceder a un conjunto de

    producciones informativas, cientficas, filosficas, artsticas de todo tipo: artculos,ensayos, novelas, canciones, vdeos, fotografas, etc. Podemos acceder libremente aestas producciones culturales y aportar las nuestras e incluso colaborar con otrosusuarios en su creacin. El ejemplo ms claro de este comunal del conocimiento atravs de Internet es la wikipedia, una enciclopedia colaborativa en progreso. Por

    muchos fallos o problemas que se puedan plantear a esta iniciativa, no deja por ello deser un extraordinario y modlico comunal universal. Y hay otros muchos quizs menosconocidos por especializados pero que estn ah: la open science y el open design.La existencia de estos comunales de la cibercultura libre resultan extraordinariamente

    positivos ya que permiten el acceso libre a todos los usuarios, especialmente a los msdesfavorecidos. No obstante debemos revisarlos desde una ptica decrecentista paracomprobar sus lmites y posibilidades. La visin general de los usuarios de lacibercultura libre aboga por su crecimiento; en principio es un crecimiento de loinmaterial, ya sea software o bits que componen las creaciones digitales. Sin embargo,cuando los partidarios del comunal digital, como cualquier usuario convencional, pidenmejores aparatos y mayor ancho de banda para su produccin libre, estn solicitandotambin un crecimiento material y tangible. Toda produccin inmaterial se sostienesobre bienes tangibles como ordenadores, satlites o cables de fibra ptica. Y esta es la

    pregunta crtica: En un mundo en crisis urgido por el decrecimiento podemos aspirarlegtimamente a ciertas formas de crecimiento tecnolgico? La cuestin es que loscomunales raramente estn aislados entre s y por ello los bienes digitales estnsoportados por los materiales. Lo que ocurre en uno de ellos afecta al otro, sin dudaalguna. Y curiosamente las compaas privadas abanderan, por ejemplo, la necesidad deun ancho de banda mayor y mejores ordenadores porque sirve tambin a sus intereses:se puede producir ms aparatos para el consumo e Internet se puede convertir en unmero dispositivo de entretenimiento para suministrar por su pelculas y contenidos de

    consumo banal.Lo que la gran mayora de partidarios de las diversas formas de la cibercultura libreolvidan es que esa visin del comunal se asienta en la produccin de bienes materialesque dejan su huella ecolgica y se olvidan de las externalidades. Esto es, en la industriatecnolgica ms cnicamente capitalista que produce ordenadores, mviles odispositivos, cuya produccin a menudo resulta altamente contaminante o de dudosatica (el caso del coltn en frica para los mviles o de las condiciones laborales deindustrias de ordenadores clnicos, la basura tecnolgica arrojada en la India, laexplotacin en China de los recicladores de ordenadores, etc.). La gran paradoja es quela cibercultura libre como el software libre funciona en hardware propietario. Pese a losdiversos intentos por producir un hardware libre, porttiles baratos o gratuitos, basados

    en un open design, construidos con materiales ecolgicos y nutridos con fuentes

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    renovables de energa, han resultado poco alentadores hasta ahora4. De momento,lamentablemente, no hay capacidad desde la comunidad de la cibercultura libre paragenerar una industria de hardware libre que sea realmente competitiva.Por ello, el comunal digital de la cibercultura libre es un gigante con pies de barro quesolo puede vivir en la inercia del crecimiento capitalista. En sus ordenadores y a travs

    de sus cables y satlites est sometido a sus leyes anticomunalistas como las leyesrestrictivas contra los programas p2p como la reciente Ley de la economa sostenible,etc. La cibercultura libre exige mayor libertad para el comunal digital pero todava notiene conciencia decrecentista; no es consciente de que la mayor amenaza a medio ylargo plazo no son las leyes antipiratera o contra la privacidad sino su inmadurez

    poltica y su falta de autocrtica. Para que el comunal digital sobreviva y se desarrolle hade plantearse un horizonte y unas prcticas decrecentistas. El comunal digital, porejemplo, no puede exigir cualquier tipo de crecimiento tecnolgico sino un crecimientodel comunal inmaterial de acuerdo con una visin decrecentista en lo material. Lacompra preferente de un hardware estndar, barato y de calidad con baja huellaecolgica y, a medio y largo plazo, la produccin de hardware libre bsico impulsado

    por iniciativas pblicas.Por otra parte, podemos buscar ya un perfil decrecentista, impulsando la utilizacin desoftware libre en las administraciones pblicas (con el consiguiente ahorro del

    presupuesto), la habilitacin de pginas web de aprendizaje -como sugera Illich enDeschooling Society en 1971!- y la extensin de sistemas wifi, el reciclaje tecnolgico,el uso compartido de los ordenadores, hbitos de ahorro en el consumo de electricidad,etc.En muchos de estos aspectos resulta fundamental activar el comunal digital para pensar,crear y mejorar usos y prcticas decrecentistas, ignoradas hasta ahora. En este sentido,el crecimiento del comunal digital, gracias a la progresiva superacin de la brechatecnolgica y la extensin de los derechos digitales, ha de suponer la expectativa de laimplantacin de un comunal decrecentista y no del crecimiento de un capitalismotecnolgico desaforado. Para contribuir en esta direccin resulta fundamental que lacomunidad de la cibercultura libre se acerque tanto a la posicin decrecentista como enotros mbitos, la sociedad y cierta industria (si bien, de manera harto superficial), se hanacercado a la sensibilidad ecologista y, a ser posible, relacionado ambas, ecologa ydecrecimiento. Por qu es tan importante que el comunal digital se vuelta activamentedecrecentista? Entre otras razones de peso, por que como la mayora de las luchasanticapitalistas, el decrecimiento vive gracias al comunal convivencial de la red y senutre del comunal de conocimiento de la red. Es preciso reconocer que su potencialreside en su participacin en el comunal digital de la cibercultura libre. Y conservar ese

    comunal, a travs de un decrecimiento sostenible, supone la garanta de la pervivenciadel movimiento por el decrecimiento a escala global. Esta situacin obliga a que elmovimiento por el decrecimiento aplique sus criterios decrecentistas a su propio uso dela tecnologa digital al tiempo que ha de acercarse de manera estratgica al mundo, a

    4El One Laptop per Child fue una iniciativa de N. Negroponte en 2005 (presentada en la conferencia deTnez sobre la Sociedad de la informacin) para salvar la brecha digital entre los pases menosdesarrollados econmicamente. En un principio la propuesta tuvo en cuenta las cuestiones ecolgicas (eracompletamente reciclable), respetuoso con el medio ambiente (se sugeran formas de recargar las baterasdel porttil aprovechando la energa corporal) y el software era libre y por tanto sostenible. Sin embargoel gigantismo de la operacin y los continuos cambios de actitud provoc que terminara sirviendo dealiciente para abaratar el mercado de los netbooks (miniporttiles) y aumentar as un consumo todava

    ms enloquecido de cacharrera electrnica (el miniporttil es un aadido y no un sustituto de los equipostradicionales).

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    menudo autista, de la cibercultura libre. Creemos que solo desde una alianza del grancomunal digital de la cibercultura libre con el pequeo comunal del movimiento por eldecrecimiento, es posible la supervivencia. La figura del usuario o del hackerdecrecentista es todava una quimera, al menos en el primer mundo, pero es preciso

    buscarla. Emprender esa labor nos llevar tiempo, reflexin y movimientos tcticos de

    aproximacin, pero es preciso empezar cuanto antes.

    Hacia una economa comunalista-decrecentista?

    La apertura de la expectativa de una cibercultura libre, comunalista y decrecentista, abretambin un debate de mayor alcance, referido al modelo econmico, que es preciso almenos apuntar en los trminos en los cuales nosotros, comunalistas/decrecentistas, losentendemos. El crecimiento de la economa del comunal digital y la necesidad deldecrecimiento nos sitan en la tesitura de analizar en el contexto del capitalismo encrisis. Una crisis estructural basada en la crisis del General Intellect y la aparicin delcognitariado, el nuevo proletariado del trabajo inmaterial que utiliza ordendaores. A

    pesar de los movimientos como el software libre y otros sectores intelectuales que serebelan contra la economa de mercado -como Peka Himanen-, este sector se

    proletariza/precariza gracias a unas tecnologas de control y a una visin del trabajocompletamente opresivas tal como seala Franco Berardi Bifo. Ahora lo que se alienano es slo el tiempo sino tambin el deseo y la voluntad de hacer las cosas bien. Comoindica Illich, el ordenador es as una forma de control que requiere de una polica atentatanto a las violaciones del copyright como al absentismo on line.Es un hecho que la economa comunal es posible en el capitalismo, aunque se hallesometido constantemente a restricciones o ataques. Incluso hay autores que entiendenque la economa comunal es bsica para la supervivencia y el crecimiento delcapitalismo. El comunal es aprovechado por las iniciativas capitalistas como una fuentede materias, productos, ideas, patentes, etc. que son privatizados e integrados en laeconoma capitalista, esto es, su mbito natural de crecimiento5. El problema de estavisin a corto plazo es que no incluye ni la visin integral del comunal ni los problemasdel desarrollo ilimitado del actual capitalismo en crisis. No son visionescomunalistas/decrecentistas del comunal, sino visiones capitalistas del comunal que, enltimo trmino, nos llevarn al parasitismo del comunal y al desastre del propio modelocapitalista cuando estos se agoten.Sin embargo, tambin podemos entender el comunal decrecentista como una apuesta

    por otro modelo econmico frente al capitalismo neoliberal. No estamos hablando deuna vuelta del fracasado socialismo real como frmula de comunismo estatalista y

    dirigista. La economa comunal o comunalismo abogara por el crecimiento y laregularizacin de un sector comunal de la economa que reforzara el actual sectorpblico y pondra lmites a un capitalismo financiero desbocado obligndolo a decrecer.En este proceso la conversin de bienes de libre acceso o incluso de algunos pblicos enverdaderos comunales resulta fundamental. Y para ello, el reparto y la distribucin deestos grandes bienes inabarcables en pequeos comunales regulables y conectados, es laforma de garantizar su pervivencia. No podemos ver el auge del comunalismo como unautopa sino como un proceso de transicin y reconversin dentro del capitalismo haciaun modelo diferente, hbrido e imperfecto pero, gracias al decrecimiento,

    5Desde el punto de vista del capitalismo, el comunal es una aberracin econmica porque no maximiza el

    beneficio que se puede obtener de tales bienes y limita la capacidad de negocio. En realidad, elcercamiento de los comunales, bien con vallas, patentes u otros mtodos tecnolgicos, forma parte de ladinmica del sistema capitalista sin la cual no podra subsistir.

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    verdaderamente sostenible. En este aspecto es preciso reconstruir y actualizar unaeconoma del don. El crecimiento de la economa comunal supone el decrecimiento delcapitalismo, especialmente de sus formas ms agresivas y depredadoras. Pero para elloes importante que el comunalismo se declare decrecentista y no procapitalista. En estalabor hemos de confiar en posibles contribuciones como la alianza del comunal digital y

    el movimiento por el decrecimiento pero tambin, lamentablemente, en que lapedagoga de la catstrofe de Latouche acabe por ensearnos la va correcta.

    Conclusin: lneas de investigacin y expectativas activistas

    Nuestra tentativa de contribucin al debate sobre el decrecimiento desde elcomunalismo, a buen seguro todava repleto de inconsistencias y lagunas, solo pretende

    plantear un debate necesario. A nuestro juicio lo prioritario ahora es iniciar una serie delneas de investigacin tericas interdisciplinares que abarquen reas como la economa,la ecologa, la filosofa de la tecnologa, la cibercultura libre y la poltica. Por otra parte,an ms urgente es iniciar, paralelamente, los trabajos conjuntos dentro del activismo

    comunalista/decrecentista, especialmente en la cibercultura libre, de acuerdo con unavisin estratgica de largo alcance.Vamos a proponer algunas de las posibles actividades que tanto los colectivoshacktivstas de la cibercultura como los colectivos por el comunalismo y por eldecrecimiento debieran asumir, en una suerte de declogo. En este sentido launiversidad debiera cumplir una funcin de crisol de estas iniciativas e investigaciones

    para generar propuestas, fundamentadas terica y cientficamente, practicables y delargo alcance.

    Declogo para un comunal digital decrecentista:

    1. El comunal digital decrecentista tiene que ser consciente de su conexin con otrosmbitos de la economa, con otros comunales en la vida real.2. El espritu colaborativo se ha de traducir en un ahorro de costes y materiales, en la

    bsqueda de la optimizacin de lo que existe y un rechazo de la obsolescenciaprogramada.3. Se debe apostar por un desarrollo decrecentista que pueda ayudar realmente a salvarla brecha digital y no contribuir indirectamente a ella por medio de aparatos ytecnologa cada vez ms potente que solo sirven a las necesidades de la industria y no delos individuos.4. Se ha de establecer la huella ecolgica del comunal digital y de sus diferentes

    aspectos como el uso de nuevas mquinas para ser consciente del impacto real que tieneesta tecnologa . Hay que desterrar la idea de que la informtica es una "tecnologablanca".5. Se han de tomar medidas decrecentistas de ahorro en el consumo y de reciclaje de latecnologa digital, en la reutilizacin de la maquinaria y en el gasto energtico. Hay que

    buscar fuentes de energa alternativas tambin para la informtica.6. Es necesaria la revisin decrecentista de proyectos de open design para hardwarelibre a fin tanto de ser respetuoso con el medio ambiente como capaces de generarmquinas convivenciales.7. Es necesaria la elaboracin de una tica decrecentista para el comunal digital comomanual de buenas prcticas hacktivistas.

    8. Resultara fructfero establecer encuentros entre colectivos de hacktivistas y activistasdecrecentistas a fin de dar sentido estratgico a las aspiraciones de ambos colectivos.

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    9. Se han de proponer proyectos universitarios de investigacin y desarrollo sobre elcomunal digital desde una ptica decrecentista.10. Se ha de asumir, en definitiva, una "agenda" poltica del comunal digitaldecrecentista a la vez que de los diferentes comunales, integrados en la red queconforma este mundo, como parte de una estrategia contra el capitalismo y la crisis.

    Andoni [email protected]

    Iaki [email protected]

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  • 7/25/2019 Alonso_Decrecimiento y Comunal

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