anexos 2° básico II Semestre 2013

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Unidad Nº 5: Regalos de la tierra y del universo2º Básico

Anexo 1 - clase 2

Texto utilizable única y exclusivamente para fines de enseñanza - Aptus Chile

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Anexo 2 - clase 2

Ya la Luna baja en camisón a bañarse en un charquito con jabón. Ya la Luna baja en tobogán revoleando su sombrilla de azafrán. Quien la pesque con una cañita de bambú, se la lleva a Siu Kiu.

Ya la luna viene en palanquín a robar un crisantemo del jardín Ya la luna viene por allí su quimono dice no, no y ella sí. Quien la pesque con una cañita de bambú, se la lleva a Siu Kiu.

Ya la luna baja muy feliz a empolvarse con azúcar la nariz Ya la luna en puntas de pie en una tacita china toma té Quien la pesque con una cañita de bambú, se la lleva a Siu Kiu.

Ya la luna vino y le dio tos por comer con dos palitos el arroz Ya la luna baja desde allá y por el charquito-quito Quien la pesque con una cañita de bambú, se la lleva a Siu Kiu.

Canción para bañar la luna

María Elena Walsh


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Anexo 1 - clase 4


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Anexo 1 - clase 6

Pasos para crear una adivinanza

En el conocido libro de Gianni Rodari, Gramática de la fantasía se describen los pasos para construir adivinanzas. El autor las denomina operaciones.

Primera operación: Extrañamiento:

Elegir un objeto, pero con la sorpresa que nos produce algo por primera vez. Separado de su significado y de su contenido habitual, el objeto pierde esa familiaridad que tiene, que nos hace identificarlo, y de tan conocido se transforma en misterioso.

Por ejemplo; el paraguas protege de la lluvia, es de tela, tiene mango.

Segunda operación: Asociación y comparación:

Tomamos alguna característica del objeto elegido, pero que no lo defina en su totalidad.

Por ejemplo, la forma del paraguas, una especie de techito.

Tercera operación. Metáfora final.

Finalmente se presenta el objeto desde un lugar totalmente distinto, con lo cual se lo convierte en un desafío a la imaginación.

Cuarta operación: Se trata de rimar la flamante creación, aunque no siempre sea indispensable.

“Me llevan para la lluvia, me usan de techito, me cuelgan de la perchacuando hay solcito.”(El paraguas)


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Anexo 1 - clase 10


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Anexo 2 - clase 10

EJEMPLOS DE FORMAS QUE SE PODRÍAN INVENTAR PARA HACER LLOVER

1. Rituales: danza de la lluvia, conjuros, oraciones, magia. Para la realización de un ritual conviene elegir un día y un lugar especial; hacer ofrendas de flores, animales o alimentos. Dirigirse a los cuatro rumbos y emplear los cuatro elementos.

Ejemplo de ritual para provocar la lluvia:

Consigue y luego mantén una piedra pequeña y redonda en la palma de tu mano derecha. En silencio, llama al cielo, a las nubes y a los espíritus del agua para que vengan a ayudarte. Imagina que está cayendo una suave lluvia mientras elevas la piedra de lava haciendo círculos hacia el cielo. Mientras elevas la piedra repite este cántico una y otra vez:

2. Lluvia artificial: máquinas, químicos, generar islas de calor, sembrar las nubes, etc.

TLÁLOC: espíritu de la lluvia y la fecundidad en Mesoamérica.

Cielo, cielo, mira hacia aquí, derrama tus lágrimas sobre mí, hoy.Sabrás si el ritual ha funcionado cuando notes que el viento empieza a tomar fuerza. Normalmente, la lluvia llegará, aunque tal vez sólo sea una llovizna que dure pocos minutos.


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Anexo 1 - clase 14

¿Cómo cuidar el planeta?Genera menos basura•La basura que no recibe un manejo adecuado

es fuente de contaminación de suelos, agua y aire. Por otra parte el manejo y tratamiento de los residuos requiere mucha energía. Por todo eso, entre menos basura, mucho mejor

• Evita los productos conmuchos empaques oenvolturas que acabarás tirando.

•Llevacontigounabolsadetelaparaquenoutilicesbolsas de plástico cuando hagas compras.

• Separa tus residuos al menos en orgánicos einorgánicos y si es posible en reciclables (papel, aluminio, vidrio, cartón, tetrapack, etc).

•Conviertetubasuraorgánicaencomposta.

Menos químicos•La industria química es la fuente más grande de

contaminación tóxica y peligrosa. Y muchos de nosotros contribuimos a esta contaminación a través de los productos de esta industria que utilizamos para limpieza, para el jardín, para el arreglo personal, entre otros. El cuidado del ambiente comienza en casa.

•Enlugardedisolventestóxicosutilizavinagre(5%ácidoacético). Es un desinfectante suave, corta la grasa, limpia el vidrio, desodoriza y remueve los depósitos de calcio, manchas y acumulación de cera.

Ahorra energía• Producir y distribuir la energía genera gran

cantidad de gases de efecto invernadero, por eso, para cuidar el planeta ¡ahorra energía!

•Aprovechalaenergíasolar.

•Nodesperdiciesenergía.Apagalaslucesquenoutilices.

Consumir responsablemente•Séunconsumidorresponsable.Consume

sólo lo que necesitas y agota la vida útil de los productos, en otras palabras: reduce, reutiliza y recicla.

•Tambiénséunconsumidorresponsabledeagua.No desperdicies este cada vez más escaso recurso y al mismo tiempo estarás ahorrando energía porque hacerla llegar a tu casa, tratarla y desecharla implica un gasto energético.

Reciclar materiales:- Podemos reutilizar envases de plástico, para maceteros y trabajos manuales, entre otras cosas.


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Unidad Nº 6: Chile, mi país, mi tierra y mi gente2º Básico

Anexo 1 - clase 1


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Anexo 1 - clase 2


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Anexo 2 - clase 2

PAPELUCHO HISTORIADORMarcela Paz

La gente grande no se acuerda ya de lo mucho que cuesta estudiar. Creen que uno no tiene nada en la cabeza… Y hay que ver lo difícil que es poner atención y no pensar en otra cosa. Porque hay tanto en qué pensar. Cuando alguien nos explica bien, le entendemos; si ese alguien nos explica algo entretenido, pone-mos atención y si ese alguien cuenta una historia que nos gusta de veras, la aprendemos y no la olvidamos nunca. A mí me cuesta tanto estudiar, que para poder aprender he tenido que escribirme yo mismo la Historia de Chile. Y ahora sí que sé de veras y no se me va a olvidar.

PAPELUCHO

Capítulo IHace mucho tiempo, tal vez dos años, yo estaba en 3° Básico. La señorita Carmen era la profesora de nosotros. Era buena gente, pero a mí me tenía mala barra. Siempre me estaba diciendo:- Papelucho, baja a la tierra. Te vas a pegar al techo, como las moscas. Vives en las nubes… y me sacaba harta pica.Todavía me acuerdo del día en que nos explicó que la tierra es redonda. Yo ya sabía que la tierra era redonda. Pero me la imaginaba redonda como un plato inmenso. Creía que el Cielo era la tapa del mundo. Por eso no le ponía atención a la profesora, porque ya había oído eso.Pero de repente sacó ella de su bolsillo una naranja. La mostró a toda la clase y comenzó a explicar que la tierra era de esa clase de redondez.Cuando me di cuenta que el mundo era como esa naranja me dieron unas ganas tremendas de comerme un pedazo del mundo. Sentía una sed terri-ble y los dientes se me salían de la boca por ir a darle un mordisco. Entonces paré el dedo:- ¿Qué hay Papelucho?—dijo la Srta. Carmen.- Yo no entiendo... —dije.- Ven acá entonces.Me acerqué. En realidad yo sólo quería tocar la naranja y tal vez olerla, por-que no estaba bien seguro si era de verdad o de goma. Hacía un año que no comía naranjas.- ¿Qué es lo que no entiendes, Papelucho?- Lo de la naranja —contesté, y se me comenzó a reventar la hiel.- Es redonda ¿ves tú? La tierra es igual —dijo ella— redonda como esta naranja.

- ¿Y cómo no nos resbalamos y nos caemos para fuera de la tierra? —pre-gunté.- Papelucho, hace media hora que estoy explicando que en el centro de la tierra hay un imán que atrae. Por eso si tú saltas, caes de nuevo al suelo. Si la tierra no tuviera imán te volarías. Yo sabía lo que era un imán. Además lo estaba sintiendo muy fuerte con la naranja ahí tan cerca. Tenía casi reven-tada la hiel.- ¿Me entiendes ahora? —dijo la señorita.- Un poco... ¿A ver? —estiré la mano y ella me pasó la naranja. Sentí una cosa rara. Algo así como si yo fuera el lobo y la naranja la Caperucita. Creo que era el imán de la tierra. Antes de pensarlo, la naranja estaba mordida y casi comida.- ¡Papelucho! —un brusco tirón de la señorita Carmen me la arrancó de la boca y sólo entonces me di cuenta de que estaba terriblemente agria.- ¿Por qué hiciste eso? —ella estaba roja de enojada.- Porque creí que estaba dulce y también por lo del imán — contesté. Y cuando la vi tan furia traté de explicarle todo porque ahora sí que entendía muy bien que la tierra era de la redondez de una naranja y que tenía un imán tremendo.

Capítulo IIDespués de ese día la Srta. Carmen no trajo más naranja para enseñarnos que la tierra es redonda. Todos lo sabíamos. Pero trajo un mapamundi. Y es lo más encachado porque salen en él todos los países del mundo. Cada país tiene su colorcito propio, todos brillantes, pero lo más macanudo de todo es el mar. La Srta. Carmen nos mostró dónde está Chile. Está abajo y es largo y flaco como una lombriz que casi se corta a cada rato.- Este es Chile y este es Santiago —dijo mostrando un puntito negro—. La capital de Chile y la ciudad más importante es Santiago.Pensar de que nosotros vemos Santiago del porte de una peca de mi nariz... Uno se da cuenta de que si Santiago sale tan chico en el mapamundi quiere decir que no importa que Chile se vea tan flaco en el mapa. Resulta que es inmenso...- Chile es muy rico —dijo— porque tiene a un lado el Océano Pacífico y al otro la Cordillera de los Andes.Yo me quedé pensando cuáles serían las riquezas y por fin entendí. Resulta que un país con mar es como una casa con una inmensa puerta que da a todo el mundo. Y un país con cordillera es como una casa con una muralla de fortaleza por la que no se puede meter ningún intruso.- ¿Este mar es de nosotros? —le pregunté a la Srta. Carmen.


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Anexo 2 - clase 2

- Este mar es el Océano Pacífico —dijo— y toda nuestra costa orillea el Océano. Las aguas que están cerca son aguas chilenas.- ¡Qué pena! —dije.- Pena, ¿por qué?- Porque es un Océano Pacífico. No debe pasar nada nunca…- Es sólo el nombre. Han habido batallas y guerras, barcos piratas y muchas cosas que conocerás más adelante, Papelucho.- Así que, ¿hay barcos hundidos en el fondo de este mar? —pregunté—. ¿Eran barcos piratas con tesoros y cofres y todo?- Sí, pero no es fácil sacarlos...- ¿Es que las ballenas no permiten sacarlos? O tal vez los pescados se ali-mentan de ellos y por eso tienen cutis de plata.- Tal vez —dijo.- Me habría gustado nacer ahí… Y también para salir a nadar por todo el mundo. Si fuera pescado chileno habría sido tan aventurero y habría ido a muchas partes a buscar lo más rico y sabroso, lo más lindo de los otros mares para traerlo a Chile...- En realidad los pescados chilenos son sabios y esquivos y no se dejan pi-llar fácilmente. Hay pocos países en el mundo que tienen tanta costa como Chile…- ¿Y cordillera? —pregunté.- Tampoco tienen otros una cordillera como la nuestra.- Eso quiere decir que no es una patilla cualquiera.- Es una cadena de montañas —dijo.- ¿Cadena?- Así se llama cuando hay muchos cerros altos uno al lado de otro.- ¿Y son cerros de qué?- Al parecer de roca, pero minerales.- ¿Con minerales? —pregunté—. Yo le pregunto si hay algo dentro de ellos.- Naturalmente. Hay minas preciosas.- ¡Chitas! —dije—. A un lado tesoros en mar y al otro minas preciosas... En-tonces no importa que parezca un queque con sorpresas. Como los de los cuentos. De eso queques que tienen frutas confitadas, nueces, caramelos y chocolates... ¿Han sacado ya las minas preciosas?- Solamente algunas. Han descubierto minas de oro, de plata, de cobre, de

carbón y de fierro.- Pero, ¿quedan otras por descubrir? Ojalá que no tengan tiempo de descu-brirlas todavía para que me quede una a mí. Es macanudo nacer en un país donde el que escarba encuentra.Ojalá que la Cordillera de los Andes guarde bien sus tesoros para cuando nosotros seamos grandes. ¿Ella es como la bodega de Chile?- Sí, Papelucho.- ¡Me gusta haber nacido en Chile! Me gusta por tres cosas.- ¿Cuáles son?- 1°. Porque uno se puede subir a la punta de la cordillera y con skies se tira derecho al mar; 2° porque uno es dueño de todos los pescados y ballenas de las aguas chilenas. Si uno amaestra bien una ballena puede vivir en ella y salir a navegar hasta por debajo del agua y sacar tesoros de piratas, y 3° porque cuando yo sea grande voy a hacer Sociedad Atómica y le vuelo un cogollo a la cordillera y después recojo las piedras preciosas y listo. Estoy bien feliz de nacer chileno.


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Anexo 1 - clase 4

Resulta que una vez el señor Lobo estaba muy enfermo y nadie se apiadaba para ir a darle un traguito de agua ni para hacerle un remedio. El Lobo era el mismo que se encontró en el bosque Caperucita Roja, el que se fue a la casa de la Abuelita, se la comió, se vistió con su ropa y después es-peró metido en la cama que llegara la niña para decirle que entrara, que las orejas le habían crecido para oír mejor y que los dientes eran tan grandes para mejor comérsela. Bueno, todo esto ya lo saben ustedes. Pero no saben que después que llegó el Leñador, cuando ya el mal Lobo se había comido a Caperucita Roja, y que abrió la guata del Lobo y sacó de su estómago a la viejecita aterrada y a la niña muy tranquila, ésta hizo que aquélla, muy ducha en medicinas, cosiera el animal dañino, y con ciertas hierbas de la montaña lograra que las heridas cicatrizaran y volviera el Lobo a su cubil, arrepentido y dispuesto a nunca más comerse a las niñi-tas que atraviesan el bosque, ni a las abuelitas que las esperan en la cama rezando el rosario. El Lobo cumplió su promesa. Pero no por eso dejó de comer corde-ritos y otros indefensos animalillos. Y siempre era él muy temido y odiado. Y, es claro, cuando se enfermó gravemente, nadie quería ir a darle un poquito de agua ni a hacerle un remedio. Y resulta que entonces el Lobo empezó a dar unos grandes gritos de dolor, de hambre y de miedo, porque creía que de un momento a otro iba a morirse solito en su abandono. Y el Eco --que ya saben ustedes que es muy bueno para repetir recados-- se fue corriendo a contarle lo que pasaba a Caperucita Roja, que estaba ese día terminando de bordar un cubrepiés que le iba a regalar a su Abuelita. Y como ya saben ustedes que la niña está llena de bondad, pues inmediatamente que supo la noticia se puso su capa roja, de la cual le ve-nía el llamarla como todos la llamamos. Y muy ligero se fue por el bosque, hasta llegar a casa de la Abuelita, y pedirle que la acompañara a ver al Lobo enfermo. Y resulta que juntas y con el canastito en que la Abuelita guardaba sus hierbas medicinales, atravesaron el bosque, camino de la guarida del Lobo. Este estaba hecho un grito, con un dolor terrible en el costado, por-que lo que tenía era gripe.

Los animales del bosque las vieron pasar llenos de temor, sabiendo que iban tan de prisa por ver al Lobo. El Eco había contado la noticia a todo el mundo. Y como las buenas acciones dejan siempre huella, tras los pasos de la Abuelita y Caperucita Roja se fueron todos a ver cómo estaba el enfer-mo, un poco novedosos y otro poco deseosos de servir. Y resulta que cuando llegaron al cubil del Lobo, iba tras ellas una verdadera procesión que encabezaba la señora Zorra, siguiéndola la señora Rata del Campo, el señor Culpeo, la Sapa-Verde, la Sapita Cua-Cua, el Jote-Calchón y muchos amigos nuestros, todos en fila india para no molestarse unos a otros. Bueno. ¡Hay que ver cómo estaba todo de sucio en la guarida del Lobo y cómo estaba éste de enfermo! Inmediatamente Caperucita Roja se puso a barrer y a limpiar. Y la Abuelita se puso a preparar sus remedios. Pero aquí fue lo lindo; cada uno de los Animales que venían detrás de ellas quiso ayudar en algo, y la señora Zorra del Campo, con su larga cola, se puso a barrer, y el Jote-Calchón y sus niños sacaron la basura, y la Sapa-Verde y los Sapitos-Guainas echaron agua en el suelo, y los Chincoles trajeron hierbitas suaves para hacer una cama nueva, y así cada uno ayudó en la medida de sus fuerzas, y al poco rato el cubil del Lobo era una verdadera casa, limpia y todo. Y entonces la Abuelita le puso una compresa y le dio una taza de tilo, y ya el Lobo empezó a sentirse mejor. Y como se quejara de frío, pues nada menos que las señoras Ovejas del Prado vinieron a acurrucarse a su lado para darle calor con su lana. Y el Lobo estaba cada vez mejor y en esto se quedó dormido dando unos tremendos ronquidos, que tenían muertas de risa a las Catitas, que ya saben ustedes que son muy alegres. Así pasó un largo rato, y era ya casi media tarde cuando el Lobo despertó, muy contento porque ya se había mejorado. Caperucita Roja y la Abuelita le dijeron lo que habían hecho por él los Animales, y entonces el Lobo dijo que él iba a ser el Lobo Bueno y que todos iban a ser sus amigos desde ese día. Y cumplió su promesa y- murió de viejo, cuidado por todos sus compañeros del bosque y por los hijos de Caperucita Roja, que eran sus más queridos amigos.

HISTORIA DEL LOBO CUANDO SE ENFERMÓMarta Brunet


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Anexo 1 - clase 5

Papas


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Trigo

Anexo 2 - clase 5


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Anexo 3 - clase 5

Maíz


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Anexo 1 - clase 7

Hace muchos años, un muchacho tenía la mejor voluntad del mundo para portarse bien, pero no hacía ni decía más que tonterías. Por eso todo el mundo, menos su madre, inteligen-te y trabajadora, le llamaba Juan Bobo. Cierto día la madre dijo:— Vete al mercado del pueblo y vende esta gallina gorda. Con el dinero que recibas, compra una bolsa de arroz.— Sí, mamá, - dijo Juan.— Y sé cortés y obediente con toda la gente que encuentres.— Sí, mamá.Diciendo esto, Juan tomó la gallina y muy alegre salió para el mercado. Pronto se encontró con mucha gente que venía, la mitad en una carreta y la otra mitad a caballo. Venían de una boda. Andando, por la carretera, iban el novio, la novia y los familiares, mientras los amigos los acompañaban montados.— Tengan ustedes mi más sentido pésame - dijo Juan.En otra ocasión había ido con su madre a un funeral, y como ésta había saludado a la fami-lia de ese modo, Juan creyó que había que saludar así siempre que hubiera mucha gente reunida. Naturalmente, los recién casados, así como los amigos, se enojaron muchísimo y el esposo le dijo a Juan:— Cuando te encuentres otra vez con mucha gente, debes saludarlos diciendo: “¡Viva, viva!”— Muchas gracias, así lo haré - respondió Juan, triste por haber confundido los saludos.Siguió caminando el muchacho, y pronto se encontró con un carnicero y sus tres hijos. Vol-vían del mercado llevando algunos cerdos que habían comprado. Recordando las palabras del novio, Juan saludó así:— ¡Viva, viva! - mientras agitaba su sombrero como el novio le había enseñado.Los cerdos, asustados al ver a aquel muchacho que agitaba su sombrero y gritaba, corrieron en otras tantas direcciones por el campo. El carnicero se enojó y le gritó:— ¡Estúpido! La próxima vez que veas algo semejante, será mejor saludes: “Dios les dé dos por cada uno”.— Muchas gracias, así lo haré - respondió Juan y siguió caminando.Cerca del mercado observó a un campesino que quemaba un montón de malas hierbas que había arrancado de sus tierras. Acordándose de lo que le había enseñado el carnicero, Juan saludó así:— ¡Dios le dé dos por cada uno!— ¿Qué tienes, hijo? No debes decir esto.— ¿Qué debo decir, señor? - preguntó Juan, muy confundido.— Otra vez que veas algo así, mejor será que ayudes en lugar de decir tonterías.— Muchas gracias, así lo haré - respondió Juan y siguió caminando, afligido, pensando que él había nacido para equivocarse.Pronto vio dos hombres grandes y fuertes que se peleaban en medio del camino. Se acordó entonces de lo que le había aconsejado el campesino y corrió gritando:— Esperen, señores, yo los ayudaré.

Al ver el muchacho, los hombres dejaron de pelear y empezaron a reírse.— No debes decir esto - dijo el primer hombre.— Pues, ¿qué debo decir?— Debes decir: “No se peleen, por favor, señores”.— Sí, eso es lo que debes decir, - añadió el segundo hombre.— Gracias por sus consejos, señores. Los recordaré.— Y, diciendo esto, Juan continuó su camino mientras repetía: no se peleen, por favor . . .Al llegar al mercado, Juan vendió la gallina y compró una bolsa de arroz, según las instruc-ciones de su madre. Entonces, ya muy feliz, caminó por el mercado. Observó a los alfareros haciendo y decorando hermosos jarros, grandes y pequeños. Muy contento y boquiabierto, contempló a los sopladores de vidrio, y se lamentó por no tener dinero para comprar un florero para su mamá. Por fin, salió Juan del mercado y se puso en camino para su casa. Pero, pronto se sintió cansado y subió a un árbol frondoso para dormir la siesta. Se acomodó en una rama ancha, y en un abrir y cerrar de ojos le vino el sueño. Mientras el joven dormía, el cielo oscuro anunciaba un aguacero, y al poco tiempo comenzaron a caer gotas gruesas. El ruido de la lluvia y el rumor de voces que se aproximaban despertaron al joven. Abrió los ojos y vio a varios ladrones que se refugiaban debajo del árbol.— Aquí estaremos seguros de la lluvia. Nadie nos verá mientras contamos el dinero que hemos conseguido.Así habló el jefe de la banda mientras depositaba en el suelo un enorme montón de mone-das de oro.— ¡No seas estúpido, Paco! - gritó uno de los ladrones. - debemos contar el botín hasta la noche.— ¡Silencio! - respondió el jefe golpeando con su mano fuerte al hombre que había hablado.Alarmado, gritó Juan desde la rama:— ¡No peleen, señores, por favor!Pero, mientras gritaba, rompió el saco que contenía el arroz para su madre.— ¡Socorro! ¡Socorro! - gritaron los bandidos. - ¡Está cayendo granizo! ¡El Dios de la tempes-tad nos ha descubierto! ¡Corramos!Y los bandidos corrieron a toda prisa, abandonando su mal adquirido tesoro. Juan bajó en-tonces del árbol, y no tardó en recoger el riquísimo botín que puso en su sarape. Luego, silbando una canción muy alegre, corrió en dirección de su casa.— Aquí estoy, mamá, y le traigo un regalo.Y abriendo su sarape, le enseñó las monedas de oro.— ¡Ay, mi querido Juanito, somos ricos! Pero, explícame lo que pasó.— No hay nada que explicar, mamá. Es fácil hacerse rico si una persona es cortés y obedien-te con toda la gente.Así habló Juan Bobo, el rico.

OTRA AVENTURA QUE LE SUCEDIÓ A JUAN EL BOBOAnónimo


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Anexo 1 - clase 9

Playas de Chile


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Anexo 1 - clase 9

Viña del Mar


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Anexo 1 - clase 9

Coquimbo Iquique


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Anexo 1 - clase 9

Pichilemu Playa Cole Cole, Chiloé


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Hace muchos años, regresaba un día un viajero a su casa, cuando sintió mu-cho apetito. Entonces se detuvo en una choza junto al camino, para pedir algo de comer. Golpeó la puerta y salió una viejecita.- Hola, abuelita, ¿podría darme un poco de comida? —le pidió.- Cuelga tus cosas en ese clavo —le respondió la viejecita, haciéndose la sorda.- No, abuelita, lo que quiero es que me dé algo de comer —insistió el viajero.- Puedes ir a acostarte —repuso la señora. Tanto y tanto le habló el hombre que, por fin, ella dijo:- No tengo nada para darte de comer.Entonces el viajero le pidió un hacha que había en la cocina.- Dame el hacha y prepararé la más exquisita sopa que se haya visto.El hombre tomó una olla, le echó agua y fuego. Luego limpió el hacha y la puso adentro. La señora lo miró muy sorprendida. «Vaya qué cosa tan rara, hacer sopa con un hacha», pensó. Al cabo de unos minutos, la olla comenzó a hervir y a hervir. El hombre probó un poco del agua con una cuchara y dijo:- Esta sopa quedaría mejor si tuviera un poco de sal.- De eso tengo yo —dijo la viejecita y trajo el salero—. Yo seré pobre, pero sal hay siempre.El hombre revolvió la sopa y la probó otra vez.- Quedaría mucho mejor con unas zanahorias —opinó. La vieja salió a la huerta y trajo algunas.- Deliciosa —dijo el hombre probando la sopa de nuevo.- Quedaría más rica con un pedazo de zapallo. La señora salió a la reja donde se enroscaba una mata de zapallo y cortó uno que estaba amarillito.

- Excelente —señaló el hombre, cortando un trozo— Ahora, no faltan más que un par de papas. La señora tomó dos papas de una canasta, debajo de la mesa. El hombre las peló y las echó a la olla.- Y ahora un poco de perejil.La viejecita cortó unas ramitas que crecían en una maceta en la ventana.Al cabo de un rato, salió un rico olor.- Listo, abuelita —exclamó el hombre—. Traiga dos platos y dos cucharas, y usted y yo nos serviremos la «sopa de hacha» más exquisita del mundo.- ¿Nos comeremos el hacha? —preguntó la viejecita asustada.- No, no está aún bastante cocida —repuso el hombre riendo—. La guarda-remos para otro día.Ahora a comer la sopa se ha dicho. Los dos se sentaron a la mesa y disfruta-ron de una deliciosa «sopa de hacha».A la mañana siguiente, el viajero continuó su camino. Le dijo adiós a la seño-ra y dicen que ella le regaló el hacha.

Adaptación de Cecilia Beuchat.Colección “Cuentos para narrar y leer” Ed. Santillana.

SOPA DE HACHAAnónimo

Anexo 1 - clase 10


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Anexo 1 - clase 11

Ay! ¡Qué disparate! ¡Se mató un tomate! ¿Quieren que les cuente? Se arrojó en la fuente sobre la ensalada recién preparada. Su vestido rojo, todo descosido, cayó haciendo arrugas al mar de lechugas. Su amigo el zapallo corrió como un rayo pidiendo de urgencia por una asistencia. Vino el doctor Ajo y remedios trajo. Llamó a la carrera a Sal, la enfermera. Después de secarlo quisieron salvarlo, pero no hubo caso: ¡estaba en pedazos! Preparó el entierro la agencia “Los Puerros”. y fue mucha gente... ¿quieren que les cuente? Llegó muy doliente Papa, el presidente del club de Verduras, para dar lectura de un “verso al tomate” (otro disparate) mientras, de perfil el gran perejil hablaba bajito

con un rabanito. También el laurel (de luna de miel con doña nabiza) regresó de prisa en su nuevo yate por ver al tomate. Acaba la historia: ocho zanahorias y un alcaucil viejo forman el cortejo con diez berenjenas de verdes melenas sobre una carroza bordada de rosas. Choclos musiqueros con negros sombreros tocaban violines, quenas y flautines, y dos ajíes sordos y espárragos gordos con negras camisas cantaron la misa. El diario “ESPINACA” la noticia saca. ¡HAY, QUÉ DISPARATE! ¡SE MATÓ UN TOMATE! Al leer, la cebolla llora en su olla. Una remolacha se puso borracha. — ¡Me importa un comino! —dijo don Pepino... y no habló la acelga (estaba de huelga).

Se mató un tomateElsa Bornemann


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Unidad Nº 7: Viajando por el mundo2º Básico

Anexo 1 - clase 1

Información anexa para introducir la Unidad Nº 7

De los nueve planetas que rodean al Sol, solo en la Tierra es posible la vida. Los seres humanos actuales (homo sapiens) han aparecido hace solo 40.000 años. Han demostrado ser hábiles cazadores y, alrededor de 10.000 años atrás, ya habían aprendido de la agricultura y de la ganadería. En ese tiempo vivían solo alrededor de seis millones de personas en todo el mundo.En la actualidad, la población mundial es de aproximadamente 5.300 millones de personas. El hombre vive en desiertos, junglas y en ciudades. Viaja alrededor del planeta por tierra, mar o aire. Ha escalado las montañas más altas y visitado las profundidades de los océanos. Como vimos en las unidades anteriores, incluso ha salido de su planeta y viajado al espacio exterior.

Introducir ÁFRICA

África es el tercer continente más grande. (El primero es Asia luego viene América) Es África “la cuna de la humanidad”, porque allí comenzó a desarrollarse la raza humana hace alrededor de cuatro millones de años. África es el continente más extraño y fabuloso. Es una tierra de contrastes y contradicciones. El desierto más grande del mundo, el Sahara, está muy cerca de una gran selva. El continente africano cuenta con diferentes razas. Sus 220 millones de habitantes se dividen en millares de tribus y hablan más de 700 dialectos diferentes. Algunos africanos habitan grandes ciudades industriales y otros no han cambiado de costumbres desde mucho antes del nacimiento de Cristo.En África es posible encontrar la mayoría de las grandes reservas de animales salvajes. En ellas habitan más animales diversos que en ninguna otra parte del mundo.Gran parte del continente es todavía silvestre y hermoso, y constituye el hábitat de las últimas manadas de animales salvajes.

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Anexo 2 - clase 1

(Anansi o el Hombre Araña es un personaje presente en muchas narraciones africanas. Es ingenioso y él mismo se cree muy sabio, pero se mete en líos y no siempre sale victorioso. Además, es goloso; su comida favorita es el ñame, también conocido como batata o camote.En este relato, proveniente de las tierras del sur de África, observar algunas características de este tipo de cuentos, como la repetición de palabras, las frases cortas y mucho humor e ingenio).

Un día, Anansi, la araña, tomó de su huerto algunos ñames muy dulces y sabrosos. Los puso a cocer al horno con mucho cuidado y, cuando los sacó, salió un olor delicioso. No podía esperar; quería comérselos de inmediato. Justo entonces, alguien golpeó a la puerta. Era la Tortuga, que había viajado todo el día, por lo que estaba muy cansada y hambrienta.- Hola, Anansi —dijo la Tortuga—. He caminado mucho y acabo de sentir el más exquisito olor a ñame. ¿Serías tan gentil de compartir tu comida conmigo?Anansi no podía negarse, ya que en su pueblo tenían la costumbre de compartir la comida con las visitas que llegaran cuando estaban en la mesa. Anansi no se sentía muy feliz, puesto que era un tanto goloso y quería los deliciosos ñames para él. Y así fue como a Anansi se le ocurrió un plan, después de pensar un momento para sus adentros.- Pasa, por favor, Tortuga. Será un honor tenerte como huésped esta noche. Siéntate, toma una silla y sírvete a gusto.La Tortuga pasó y se sentó, pero justo cuando iba a tomar un ñame, Anansi gritó:- Tortuga, ¿no sabes que uno no se sienta a la mesa con las manos sucias?La Tortuga se miró las manos y vio que estaban inmundas. Había marchado lentamente todo el día y no había tenido oportunidad de bañarse. La Tortuga se paró y fue al río a lavarse los pies.Caminó de vuelta hasta la casa de Anansi, quien había empezado a comer.- No quería que estos sabrosos ñames se enfriaran, de modo que empecé —dijo Anansi.Pero, por favor, acompáñame, Tortuga.La Tortuga se sentó nuevamente, pero, cuando iba a tomar un ñame, Anansi otra vez le gritó:- Tortuga, ¿no me oíste antes? ¡Es de mala educación venir mesa con las manos sucias!La Tortuga se miró y vio que sus manos limpias se habían ensuciado una vez más, ya que había tenido que usarlas para marchar de vuelta a la casa. Entonces, volvió a bajar al río para lavarse bien. Y, esta vez, tuvo especial cuidado en caminar por el pasto, de manera que no se le ensuciaran las manos. Sin embargo, cuando se sentó a la mesa, Anansi había terminado el último pedazo de los exquisitos ñames y no había dejado ni un bocado.La tortuga miró a Anansi y luego dijo:- Gracias por compartir tu comida conmigo. Si alguna vez te encuentras cerca de mi casa, permíteme devolverte el favor.Y entonces, lentamente, se dirigió a la puerta. Salió y continuó su camino. Pasaron los días y Anansi pensaba más y más en esa comida que la Tortuga le había ofrecido. Sentía más y más interés por una comida gratis. Finalmente, ya no pudo seguir esperando y partió un día, hasta dar con la casa de la Tortuga.La encontró asoleándose a la orilla de un río, justo cerca de hora de comida.

La Tortuga miró y le dijo:- Hola Anansi, ¿has venido a compartir la comida de la noche conmigo?- Oh, ¡sí! ¡sí!—dijo Anansi, quien tenía cada vez más y más hambre.La Tortuga se sumergió en el agua para poner dos puestos su mesa. Pronto, volvió a la orilla y dijo:- Tu puesto te espera y la comida está lista. Por favor, acompáñame, Anansi.Y, entonces, se hundió en el agua y empezó a comer lentamente.Anansi saltó al agua, pero no pudo llegar al fondo del río. Trató de nadar hasta abajo, pero era tan liviano, que era devuelto nuevamente a la superficie. Trató de zambullirse. Trató de lanzarse de guatazo. Trató de saltar, tomando impulso a la carrera, pero nada le sirvió para llegar al fondo del río. Mientras tanto, la Tortuga seguía comiendo lentamente.Anansi no estaba dispuesto a renunciar a una comida gratis y corría en círculos, preguntándose qué podía hacer. Finalmente, tuvo una idea. Empezó a tomar piedras y rocas para echárselas a los bolsillos de la chaqueta.Ahora sí; al saltar al agua se hundió bien al fondo y pudo tomar su lugar en la mesa. Esta se veía muy linda y estaba llena de comida deliciosa. Anansi apenas podía creer cuántos alimentos sabrosos había ante él. Quiso empezar a comer de inmediato, pero justo cuando iba a tomar el primer bocado, la Tortuga dejó de comer y dijo:- En mi pueblo, nos sacamos la chaqueta para ir a la mesa.Anansi notó que la Tortuga se había sacado su propia chaqueta antes de sentarse. Entonces, no le quedó más que hacer lo mismo, pero apenas se la quitó de los hombros, subió abruptamente de vuelta a la superficie y apareció en la orilla del río. Desesperado, metió su cabeza en el agua y vio cómo la Tortuga gozaba lentamente de su maravilloso banquete.

Leyenda africana

ANANSI Y LA TORTUGA


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Anexo 1 - clase 2

LA GULA QUE MATÓ A ANANSICuento de Jamaica

Hace mucho tiempo, Anansi vivía en un país en el que había una reina, que también era bruja. Ella decretó que caería muerto quien usara la palabra CINCO, pues ése era su nombre secreto y no quería que nadie lo usara. Ahora bien, Buh Anansi era un tipo astuto y voraz a la vez. Las cosas estaban especialmente mal, pues había hambruna, de modo que Anansi se hizo una pequeña casita cerca del río donde todos irían en busca de agua. Y cuando alguien viniera por agua, pensaba él, le gritaría: - Te ruego que me digas cuántos montones de ñame tengo aquí, no puedo contarlos bien.Así, pensó él, se presentarían uno por uno, y dirían: - Uno, dos, tres, cuatro, CINCO, —e irían cayendo muertos. Entonces, Anansi los tomaría y los pondría en salmuera en un barril y se los comería, y de esa manera tendría montones de comida, ya fuera para tiempos de hambruna o de abundancia. Así pasó el tiempo y terminó su casa y plantó sus ñames, y vino la gallineta. Anansi le dijo: - Te ruego, mijita, dime cuántos montones de ñame tengo aquí. Entonces la gallineta vino y se sentó en uno de los montones y dijo: - Uno, dos, tres, cuatro, ¡y en el que estoy sentada!Anansi dijo: - ¡Cho! (y chasqueó la lengua contra los dientes), no sabes contar bien.Entonces la gallineta se fue a otro montón y dijo: - Uno, dos, tres, cuatro, ¡y éste en el que estoy sentada! - ¡Cho! ¡No tienes idea de contar! - ¿Cómo cuentas tú, entonces? —dijo la gallineta, un poco enojada con Anansi. - Bueno, en esta forma: uno, dos, tres, cuatro, ¡CINCO! —Ahí mismo cayó muerto y la gallineta se lo comió. Este cuento demuestra que es cierto aquel dicho que expresa: «Más mató la gula que la espada».


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Datos acerca de Asia

El gran continente de Asia forma parte de la misma masa de tierra que Europa. Asia es el continente de los récords mundiales.

- Su población representa más de la mitad de la población de la Tierra. De cada dos hombres que viven en el planeta, uno es asiático.

- Asia está compuesta por personas de raza blanca, de indios, de raza amarilla (mongoles) y de raza negra (los malayos).

- En Asia está China, el país más poblado del mundo.

- En Asia está la cordillera del Himalaya y en ella está el monte Everest, el monte más alto del planeta, denominado “el techo del mundo”.

- Asia es la cuna de las civilizaciones más antiguas: la de China, la de Japón y la de India.

- En Asia encontramos tierras heladas como las de Siberia y lugares tropicales como la India y Tailandia.

- El petróleo es una de las industrias asiáticas más importantes. Más de la mitad del petróleo mundial se encuentra en Asia, principalmente en Arabia Saudita.

- En Asia encontramos territorios casi vacíos en regiones de Siberia, la India y de Malasia; en cambio, millones de habitantes se agrupan en China y Corea.

- Asia es un continente de gran riqueza espiritual, ya que las religiones más practicadas del mundo surgieron en Asia; judaísmo, cristianismo, islamismo, budismo e hinduismo.

- La religión mayoritaria en Asia es el budismo.

- En el continente se practican artes marciales como el judo, el karate, el aikido, etc.

Anexo 1 - clase 3


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Algunos datos sobre la India

- La India es una mezcla de muchos pueblos diferentes. El hindú es la lengua oficial y lo hablan 265 millones de habitantes. Hay catorce idiomas oficialmente reconocidos, pero en realidad se hablan muchos más.

- Existen diferentes tradiciones hindúes: una de ellas es que los padres arreglan los casamientos de sus hijos. La familia de la novia debe pagar una gran dote a la familia del novio. La familia del novio y de la novia debe pertenecer a la misma clase social o casta.- Los indios cultivan el arroz, que plantan en aguas fangosas de arrozales y que recogen varias veces al año. Los campesinos son muy pobres, el trabajo es muy duro y los cultivadores no siempre comen lo suficiente.

- Periódicamente los indios abandonan su choza y los campos que cultivan, para realizar junto a su familia una larga y fatigosa peregrinación a las orillas del río sagrado: el Ganges. Caminan cada día hasta el agotamiento de sus fuerzas, para llegar, finalmente a la meta fijada. Purifican su cuerpo y su alma bañándose en las amarillas aguas del río sagrado.

- Cuando Colón descubrió América, él pensó que había llegado a la India.

- En la India, el clima es muy caluroso y las reuniones y las ferias se realizan a la intemperie.

Anexo 1 - clase 4


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Anexo 2 - clase 4

Madre Teresa junto al Papa Juan Pablo II Madre Teresa de Calcuta


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LOS TRES TESOROSLos siete mejores cuentos chinos. Editorial Norma Melba Escobar (selección)

Había una vez un chico muy leal y sencillo, pero que no tenía la menor idea de hacer dinero. Su madre lo rechazaba por eso y le decía que no servía para nada. Su candor y su ingenuidad eran conocidos por toda la aldea; de ahí que la gente lo hubiera bautizado con el apodo de “tonto”. Un buen día, su madre le dio unas galletas y le dijo refunfuñando:- ¡Toma! ¡Coge esto y márchate! Trata de traer algún dinero. De lo contrario no volverás a poner los pies en esta casa.El muchacho se marchó con las galletas. Pero, ¿cómo iba a ganar dinero? Más muerto que vivo, se marchó a la aventura. Al cabo de un tiempo llegó a orillas de un río. Se sentó para darse un poco de aliento, sacó una galleta y le dio unos mordiscos. De pronto, vio en la orilla a una pequeña ser-piente, no más larga que un palillo de comer arroz, que no se movía y parecía bastante enferma.El muchacho se apiadó de ella y la metió en una caja con la idea de que quizás algún día la podría vender. Compartió con ella sus galletas y la cuidó con atención. Con el paso del tiempo, la ser-piente crecía más y más. Un buen día, le dijo al muchacho:- Hazme el favor de llevarme hasta el gran río, si no voy a morir de tristeza.El niño le contó que pensaba venderla y ganar algún dinero con ella. La serpiente replicó:- Ganar dinero es fácil; yo te prometo que te harás rico. Ahora llévame hasta el río.El muchacho accedió a llevarla. En cuanto llegaron, la serpiente se lanzó al agua y se transformó en un dragón de alas y escamas de oro, que soplaba y aleteaba entre las olas. A manera agradeci-miento con el chico, le regaló un burro encantado y le dijo:- ¿Quieres oro? No tienes más que decirle al borrico: “¡Hazme oro!”, y hará para ti todo el que quie-ras. ¿Quieres dinero?, le dices: “¡Hazme dinero!”, y lo hará enseguida. Maravillado, el muchacho quedó muy agradecido con el dragón, y emprendió el camino a casa. Pero a medida que avanzaba se iba oscureciendo, así que decidió pasar la noche en una posada que había sobre el camino. En la puerta lo recibió el posadero, a quien el chico le dijo:- Dale de comer bien al burro, ¡Ah! ¡Y no le pidas que haga oro!El posadero así lo prometió. Pero, una vez en su alcoba, no lograba conciliar el sueño de pensar en la extraña petición del muchacho. A media noche saltó de la cama y fue al establo. Al ver al borrico, dijo:- ¡Hazme oro!, y al punto se quedó perplejo de encontrar en el suelo un montón de oro macizo de brillantes reflejos.Sin querer perderse de semejante tesoro, el posadero cambió el burro encantado por su propio burro, viejo y ordinario. Al día siguiente, el niño, sin darse cuenta, se llevó al burro del posadero a casa, en vez del obsequiado por su amigo dragón.Al llegar, su madre lo esperaba ansiosa por ver el dinero que había traído. El chico, feliz y conven-cido, le dijo que había traído algo todavía mejor. Pero el burro se negó a hacer oro, por más que el chico repetía una y otra vez: “¡Hazme oro!”. Al cabo de un rato, lo único que hizo el burro sobre el tapiz fue boñiga. La madre, más enfurecida que nunca, echó al chico junto con su burro de casa. El chico, desesperado y sin comprender lo que ocurría, fue al río a buscar al dragón, y le dijo:- ¡No tenías por qué haberte burlado de mí! ¡Este burro no sirve para nada!

Y el dragón, muy tranquilo, le dijo: - Si no te ha servido el burro, te daré un mantel mágico. Cada vez que tengas hambre, sólo tienes que extenderlo, y en el acto encontrarás los platos más deliciosos servidos sobre él.Cargado con el mantel, el chico emprendió el regreso a casa. Pero de nuevo oscureció durante el camino, así es que decidió pasar la noche en la misma posada de la vez anterior. Al llegar, el posadero le hizo mala cara, pues temía que le reclamara el borrico. Sin embargo, como el joven huésped no decía palabra, se fue tranquilizando poco a poco. Antes de acostarse, el muchacho plegó el mantel, y lo acomodó en un rincón de la habitación. Luego le dijo al posadero que no tocara su mantel, y que por ningún motivo le pidiera platos. Cuando se durmió, el posadero entró en la habitación y se llevó el famoso mantel, remplazándolo por uno de igual apariencia. Al canto del gallo, el muchacho se levantó y reanudó su camino. Al llegar a casa, anunció a su madre la feliz noticia:- Mira, madre, te he traído un mantel al que puedes pedirle los platos que se te antojen.- Entonces, pídele arroz —dijo la madre.- ¡Bueno! —respondió el chico. Y dirigiéndose al mantel, agregó:- ¡Sírveme arroz!Pero de nada le valió insistir. Nada aparecía sobre el mantel. Su madre, hecha una fiera, le dio un golpe y lo volvió a echar a la calle.El muchacho volvió de nuevo a la orilla del río a buscar al dragón, y le dijo:- ¿Por qué disfrutas burlándote de mí? ¿Por qué me hablas de tesoros si no tienes ninguno? Ya me han pegado dos veces por tu culpa.- Espera un minuto -respondió el dragón sin pedir más explicaciones—, voy a buscarte otra cosa.Esta vez apareció con un garrote y se lo ofreció al niño con esta recomendación:- Esta vez advertirás al posadero que de ningún modo debe decir al garrote: “¡Garrote, garrote, pégame!” No lo olvides.Con el garrote en la mano, el muchacho reemprendió el regreso. El posadero, al verlo llegar, se sintió dichoso de pensar que el niño le traería un nuevo tesoro y lo recibió con gran amabilidad.Antes de acostarse, el chico puso el garrote junto a la cama y le dijo al posadero:- Por nada del mundo le vayas a decir “¡Garrote, garrote, pégame!” ¡No lo olvides!En cuanto el niño cayó dormido, el posadero tomó el garrote en sus manos y dijo: “Garrote, garro-te, pégame”. No había terminado de decir estas palabras, cuando el garrote saltó de sus manos y le dio un golpe tan fuerte en la cabeza que le hizo gritar de dolor. Luego lo persiguió por todas partes dándole golpazos cada vez más enérgicos. Horrorizado, el posadero entró a la habitación del niño, para suplicarle de rodillas y con las manos juntas:- ¡Recoge tu garrote, por lo que más quieras! Yo te devolveré tu borrico y tu mantel.A la mañana siguiente, el chico salió de la posada llevando el mantel y el famoso garrote y tirando al trote la cuerda del borrico. Iba dichoso, al fin, de poder llevar a su hogar tantos tesoros.

Anexo 1 - clase 5


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Datos de China anteriormente conversados en la Unidad Nº 1 (Para recordar)

- Ubicación: China está ubicada en Asia; la capital de China es Beijing.

- Horarios (día en Chile, noche en China) ¿Qué hora es ahora en China? ¿Qué estarán haciendo en este momento los niños chinos?

- Raza: los chinos tienen rasgos diferentes a la nuestros; la raza oriental.

- Familia: en China solo se puede tener un hijo por familia. Es el país más poblado del mundo y para regular la población, las familias pueden tener solo un solo hijo. Es muy triste. Los hijos mayores, los primogénitos, son muy importantes en las familias chinas.

- Nombres: ¿Cómo son los nombres chinos? ¿Alguien conoce un nombre chino?

Nuevos datos para conversar sobre CHINA

- La gran muralla China se construyó hace más de dos mil años para proteger al país. Es la muralla más grande del mundo y es la única obra construida por el hombre que se puede observar desde la Luna.

- Las calles de Beijing, capital de China, son siempre muy bulliciosas. Mucha gente utiliza en esa ciudad la bicicleta como medio de transporte.

- En la celebración del año nuevo en China, algunas personas se disfrazan de dragón y bailan en las calles para recolectar regalos para la gente pobre.

- Más de 1100 millones de personas viven en China, más que en cualquier otro país del mundo. China tiene más o menos la misma superficie de Europa. Dentro de sus límites hay 56 pueblos distintos. De cada cinco personas que hay en el mundo, una es china.

- En China se hablan diferentes dialectos, pero el chino mandarín es el idioma hablado por la mayor cantidad de gente en el mundo.

Anexo 2 - clase 5


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Datos sobre costumbres chinas presentes en la Cenicienta china.

En la antigua China era costumbre que los hombres tuviesen dos esposas. Una de “pies grandes”, que se dedicaba a los trabajos y quehaceres de la casa, y otra, puramente decorativa, de “pies de lirio” y con las uñas de sus manos larguísimas. Sus uñas de quince centímetros imposibilitaban el uso de las manos y las mujeres se dedicaban a pregonar ante el mundo la riqueza del esposo, que podía permitirse una esposa tan inútil.

Antes de la llegada de los comunistas al poder, en China era práctica común ceñir los pies de las niñas jóvenes. Los pies crecían con deformidades y se veía en esto un signo de belleza. Los chinos se deleitaban contemplando los menudos pasitos de las infelices mujeres de pies atrofiados y vendados.

En la actualidad, están prohibidas prácticas tan crueles, pero todavía se pueden ver mujeres mayores cojeando por la calle.

Anexo 1 - clase 6


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Anexo 1 - clase 7

Había una vez un niño que se llamaba Torito Sentado y vivía en Dakota.Un día Papá Gran Jefe Sioux le dijo:- Mamá Sioux y yo vamos a cazar todo el día y volveremos cuando estés dormido. El viento y la luna te estarán vigilando. Pórtate bien.Cuando Torito Sentado vio que sus papás se habían ido, dio un salto y se puso el copete de cuero y plumas que sólo llevan los Grandes Jefes Sioux.- ¡Ahora soy el Sioux más importante de todo Dakota! —dijo Torito Sentado.Y salió de su tipi para que todo el poblado lo viera. Pero nada más salir, un fuerte golpe de viento se llevó el copete de cuero y plumas volando como una bandada de pájaros hasta que desapareció por detrás de las montañas.- ¿Qué voy a hacer ahora? —se preguntó Torito Sentado desconsolado.Se sentó en una roca, junto a su tipi, y se puso a llorar.- ¿Y cuando se entere mi papá, qué pasará?Por ahí pasaba un coyote, que al verle tan triste le preguntó:- ¿Qué te pasa Torito Sentado?- Pues que he perdido el copete de cuero y plumas del Gran Jefe Sioux y cuando se entere se va a enfadar.- No te preocupes. Soy Coyote Colorado, el coyote más rápido de todo Dakota y con mi olfato lo encontraré.Se puso a correr y a correr, y Torito Sentado corría y corría detrás de él. Cruzaron montañas verdes y montañas azules, praderas y ríos hasta que llegaron delante de un gran árbol. Por ahí pasaba una gallina, que al verlos tan tristes les preguntó:- ¿Qué os pasa Torito Sentado y Coyote Colorado?- Pues que no podemos coger el Copete de cuero y plumas del Gran Jefe Sioux y cuando se entere se va a enfadar.- No os preocupéis. Soy Gallina Emplumada, la gallina más saltarina de todo Dakota y con mis alas lo bajaré.Después de unos cuantos intentos bajó el copete de cuero y plumas del Gran Jefe Sioux. Pero, al bajarlo, una pluma se cayó por un agujerito tan, tan pequeño que no la podían coger.- Y ahora, ¿qué haremos? —se preguntaron Torito Sentado, Coyote Colorado y Gallina Emplumada.Por ahí pasaba una hormiga, que al verlos tan preocupados les preguntó:- ¿Qué os pasa Torito Sentado, Coyote Colorado y Gallina Emplumada?- Pues que no podemos sacar la pluma del copete de cuero y plumas de Gran JefeSioux y cuando se entere se va a enfadar.

- No os preocupéis. Soy Hormiga Negra, la hormiga más fuerte de todo Dakota y con mis patitas la sacaré.Se metió en el agujero y, tras muchos, muchos esfuerzos sacó la pluma del sombrero. ¡Qué contentos se pusieron todos! Estaban tan contentos que se pusieron a bailar bajo la luz de la luna.- ¿La luna? — dijo Torito sentado — ¡Ya es de noche, tendría que estar durmiendo!¡Corred, hemos de volver a casa!La hormiga se subió encima de la gallina, la gallina encima del coyote y Torito Sentado cogió el copete con mucho cuidado y empezaron a correr. Entonces un golpe de viento les dio un empujón y bajaron las montañas azules y verdes tan, tan rápido que casi volaban. Hasta que llegaron a casa. Y Torito Sentado estaba tan cansado que se quedó dormido sin cenar. Justo entonces volvieron Papá y Mamá Sioux, le arroparon en la camita y le dijeron:- Buenas noches, Torito Sentado.Y la luna le guiñó un ojo al viento y le dijo:- Ya verás, como nunca, nunca más lo hará.

PEQUEÑO SIOUXPatricia Geis


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Anexo 1 - clase 8

Carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos(Carta: Fragmento)

Jefe Seattle

NotaEl presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envía en 1854 una oferta al jefe Seattle, de la tribu Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de Wáshington. A cambio, promete crear una “reservación” para el pueblo indígena. El jefe Seattle responde en 1855.

El Gran Jefe Blanco de Wáshington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras. El Gran Jefe Blanco nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad. Va-mos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar nuestras tierras. El Gran Jefe Blanco de Wáshington podrá confiar en la palabra del jefe Seattle con la misma certeza que espera el retorno de las estaciones. Como las estrellas inmutables son mis palabras.

¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña.

Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada pu-ñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel roja.

Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las es-trellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre


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piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nues-tras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertene-cen a la misma familia (…)

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para él una porción de tierra tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa. (…)

No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Mas tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos (…)

¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.

Ustedes deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.

Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas las cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo (…)

Anexo 1 - clase 8


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Anexo 1 - clase 9

Anexo para conversar sobre los polos.

- Las dos regiones polares, situadas en los extremos de la Tierra, corresponden a los lugares más fríos, ventosos y remotos del planeta. Ambas regiones tienen inviernos largos, oscuros y helados.

- En las regiones cercanas a los polos Norte y Sur, el Sol no se pone nunca durante los meses de verano. Esto ocurre debido a la inclinación de la Tierra con respecto al Sol. Mientras un polo está constantemente iluminado, el otro está cubierto por la oscuridad invernal, debido a que el Sol nunca sale.

- El Ártico y la Antártida son las dos últimas regiones intactas del planeta. Ambas regiones polares se ven cada vez más amenazadas por la contaminación, la minería y otras presiones humanas.

- Normalmente, se divide el mundo en cinco continentes. Esta división no contempla las tierras del Polo Norte y Sur. La superficie total de estas tierras es 24 veces la de Francia. Se justificaría hablar entonces de un sexto continente.


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Anexo 1 - clase 10


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Anexo 1 - clase 10


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Anexo 1 - clase 12

Información anexa sobre Oceanía:

- Australia es la mayor isla del mundo, casi tan grande como Europa; sin embargo, solo tiene 16 millones de habitantes. Gran parte de su territorio corresponde a desiertos o territorios con arbustos secos, donde es muy difícil vivir. Se dice que en Australia hay diez ovejas por cada australiano (a).

Aislada del resto del mundo, Australia alberga sorprendentes razas de animales: - El canguro, que puede dar saltos de dos metros de altura y que guarda sus crías en una bolsa ventral.- El ornitorrinco, de cuerpo peludo, que pone huevos, pese a ser mamífero, y tiene pico y patas como los patos.- El koala, animal muy goloso que gusta comer hojas de eucaliptus.

Nueva Zelanda es una nación formada por dos islas mayores y por muchas islas más pequeñas. En estas islas encontramos un clima fresco y benigno y en ella viven muchas plantas y pájaros que no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra, como por ejemplo, el kakapo y el kiwi.


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Anexo 2 - clase 12


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Anexo 3 - clase 12

Había una vez un niño que se llamaba Pequeño Maorí y vivía en la Bahía de las Islas, al norte de Aotearoa, o sea, Nueva Zelanda. Un día, como cada día, el Pequeño Maorí salió con su canoa a buscar mejillones. Y empezó a remar y a remar por el mar transparente entre más de cien islas de color verde. Sólo veía cielo, islas y agua. Al llegar a un islote ató la canoa a una roca, se metió en el agua hasta las rodillas y los peces jugando le hacían cosquillas. El Pequeño Maorí empezó a coger mejillones y pensó:- Si hoy cojo muchos mejillones, no tendré que volver mañana. Y si cojo muchísimos no tendré que volver en toda la semana y si cojo aún más ¡no tendré que volver jamás!Así que empezó a llenar la canoa con tantos, tantos mejillones que al final no cabía ni medio más. Y entonces decidió que era hora de volver al poblado. Desató la barca y empezó a remar y a remar. Y al pasar junto a un islote vio a una pequeña gaviota que gritando le llamaba:- ¡Ohé! ¡Ohé! ¡Pequeño Maorí!- ¿Qué pasa, qué pasa? —dijo el pequeño Maorí.- ¿Podrías llevar estas ramitas en tu canoa? Son para hacer un nido, pero soy muy pequeña y no puedo llevarlas yo sola.- ¿No ves que no caben? Lo siento en el alma. Pero ya no hay sitio ni para una rama.Y siguió remando y remando. Y al pasar junto a una playa vio a una gaviota mediana, que gritándole llamaba:- ¡Ohé! ¡Ohé! ¡Pequeño Maorí!- ¿Qué pasa, qué pasa? —dijo el pequeño Maorí.- ¿Podrías llevar estas ramitas en tu canoa? Son para hacer un nido, pero pesan tanto que no puedo llevarlas yo sola.- ¿No ves que no caben? Lo siento en el alma. Pero ya no hay sitio ni para una rama.Y siguió remando y remando. Y al pasar junto a una playa vio a una gran gaviota que gritando le llamaba:- ¡Ohé! ¡Ohé! ¡Pequeño Maorí!- ¿Qué pasa, qué pasa? —dijo el pequeño Maorí.- ¿Podrías llevar estas ramitas en tu canoa? Son para hacer un nido, pero soy muy viejecita y no puedo levantarlas yo sola.- ¿No ves que no caben? Lo siento en el alma. Pero ya no hay sitio ni para una rama.Y cansado de tanto remar y remar, el Pequeño Maorí decidió parar un ratito para descansar. Las olas mecían tan suavemente la canoa que el Pequeño Maorí se fue quedando poquito a poco dormido. Y cuando se despertó, la corriente lo había llevado mar adentro. ¡Sólo veía agua y cielo!Pero de repente notó una sacudida y algo enorme le empujó hacia arriba.- ¿Qué es esto? ¿Un monstruo marino, un taniwha? ¡Es una ballena!- De un coletazo la ballena envió la canoa tan alto que pasó por encima de capas y capas de nubes.

- Y el Pequeño Maorí miró hacia abajo y ¡ya sólo veía cielo!- ¡Ay! ¡Que me caigo!Y mientras caía, pasó por su lado la pequeña gaviota, cargada de ramitas. Y le dijo:- ¡Ohé! ¡Ohé! ¡Gaviota, gaviota!- ¿Qué pasa, qué pasa? — dijo el pajarito.- ¿Me podrías ayudar, por favor, que me caigo?- ¿No ves que no puedo? Lo siento en el alma. Pero ahora estoy muy ocupada.Y el Pequeño Maorí caía cada vez más rápidamente. Justo entonces pasó por su lado la gaviota mediana cargada de ramitas. Y le dijo:- ¡Ohé! ¡Ohé! ¡Gaviota, gaviota!- ¿Qué pasa, qué pasa?- ¿Me podrías ayudar, por favor, que me caigo?- ¿No ves que no puedo? Lo siento en el alma. Pero ahora estoy muy ocupada.Y el Pequeño Maorí miró hacia abajo muy, pero muy asustado. Y en ese momento pasó por su lado la gaviota grande cargada de ramitas. Y le dijo:- ¡Ohé! ¡Ohé! ¡Gaviota, gaviota!- ¿Qué pasa, qué pasa?- ¿Me podrías ayudar, por favor, que me caigo?- ¿No ves que no puedo? Lo siento en el alma. Pero ahora estoy muy ocupada.Y cuando el Pequeño Maorí estaba a punto de estrellarse sobre un islote, las tres gaviotas le agarraron por los calzones y le dejaron sentado en el suelo. Justo a su lado cayó la canoa con un gran estruendo y cientos de mejillones volaron a los cuatro vientos. Tras recuperarse del susto y para celebrar que no había pasado nada hicieron una gran fiesta. E invitaron a todas las gaviotas a comer mejillones sobre una roca. Y cuando ya se hacía de noche acompañaron al Pequeño Maorí volando, volando a su casa. Mamá Maorí estaba haciendo la cena en un horno de barro, un hangi, y le llegó el olorcito a kumara y a pepitas de karaka. Y desde entonces cada día el Pequeño Maorí Iba a ver a sus amigas, a coger mejillones y a llevar ramitas de islote a islote.

Patricia Geis

EL PEQUEÑO MAORÍ


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Unidad Nº 8: Grandes historias: hechos, inventos y personajes2º Básico

Información anexa para el profesor

1. Información sobre la importancia de los viajes para la historia del hombre:

Los viajes de exploración europeos hacen que todos los grandes grupos del planeta entren en contacto e inician de esta forma una historia en común. Al descubrir y viajar por los diversos continentes comienza la historia universal. Antes la familia humana había vivido en universos cerrados, separados entre sí por desiertos, océanos, o por actitudes de rechazo hacia los extranjeros. En un comienzo, las comunicaciones entre los continentes eran solo un intercambio limitado a productos como el oro, las piedras preciosas, el marfil y las especias. Esa historia de integración que comenzó con expedicionarios como Marco Polo, Colón, Magallanes llega hasta nuestros días.

2. Información anexa sobre el unicornio de Marco Polo:

En la Edad Media se hablaba mucho de un ser mitad caballo, mitad macho cabrío, muy blanco y muy pequeño, que ostentaba en la mitad de la frente un cuerno recto y largo. Este animal que tenía un solo cuerno era el unicornio. En verdad, este era un ser imaginario, pues los europeos nunca vieron realmente a un unicornio. Al llegar Marco Polo de su largo viaje por Asia comenta acerca de un animal con un único cuerno en su cabeza. ¿Qué animal será el que vio Marco Polo? Su unicornio era un animal pesado, parecido a un buey gigante con un cuerno grueso y enorme en la mitad de la nariz. Se trataba del rinoceronte, un animal desconocido por completo en Europa.

Anexo 1 - clase 1


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Unicornio Rinoceronte

Anexo 2 - clase 1


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Anexo 1 - clase 2“San Jorge y el dragón”


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Información anexa para el profesor

1. San Jorge:

San Jorge fue un soldado de cuerpo fuerte y robusto, nombrado coronel de ejército. Por su valor y buena conducta pronto fue ascendido a los puestos más altos por el emperador Diocleciano. Cuando este príncipe declaró la guerra contra la religión cristiana, San Jorge dejó a un lado sus insignias y puestos y se quejó frente al emperador. De inmediato fue arrojado en prisión y tratado con amenazas y torturado con gran crueldad. Nada pudo hacerlo cambiar de opinión. Al día siguiente fue decapitado.

Debido a su profesión, San Jorge es considerado el patrón de los militares y además se dice que se apareció a un ejército cristiano durante la guerra santa. A San Jorge se le representa sobre un caballo blanco luchando contra un dragón que está bajo sus pies; que es la representación del mal.

El día de San Jorge conmemora la muerte de éste el 23 de abril de 303. La Unesco declaró el 23 de abril como día internacional del libro.

En Cataluña, España se celebra el día de Sant Jordi y las personas se regalan rosas y libros.

Anexo 2 - clase 2


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Anexo 1 - clase 3


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Anexo 1 - clase 3


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Anexo 1 - clase 3


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En una ocasión Thomas Jefferson aconsejó cómo dominar el mal carácter: «Si estás enfadado, cuenta hasta diez antes de hacer nada, y si estás muy enfadado, cuenta hasta cien.» Genghis Khan había aprendido la misma lección ochocientos años antes. Su imperio se extendió desde Europa oriental hasta el mar del Japón.

Genghis Khan fue un gran rey y un gran guerrero. Condujo a su ejército hasta China y Persia y conquistó numerosas tierras. En todos los países la gente hablaba de sus grandes hazañas y decían que, desde Alejandro el Grande, no había habido otro rey como él. Una mañana en la que se encontraba en su casa después de volver de la batalla, cabalgó hasta el bosque para cazar. Le acompañaban muchos de sus amigos. Cabalgaron alegremente con sus arcos y flechas. Les seguían los sirvientes con los perros. Formaban una partida de caza tan alegre que el bosque se llenó de sus gritos y sus risas. Y esperaban continuar con sus bromas al llegar a su casa al anochecer. Posado en su muñeca el rey transportaba a su halcón favorito, ya que en esos tiempos los halcones eran entrenados para cazar. Cuando su dueño se lo ordenaba, alza-ban el vuelo y oteaban a su alrededor en busca de una presa. Si tenían la suerte de ver un ciervo o un conejo, se precipitaban sobre ellos, veloces como una flecha. Genghis Khan y sus cazadores cabalgaron por el bosque todo el día, pero no encontraron tantas presas como habían esperado. Al caer la tarde, se dirigieron a su casa. EI rey había cabalgado a menudo por el bosque y conocía todos sus senderos. Así que, mientras los demás cazadores volvían a casa por el camino más corto, él se internó por una senda que atravesaba un valle entre dos montañas. Había sido un día caluroso y el rey estaba sediento. Su halcón amaestrado había abandonado su muñeca y alzado el vuelo. EI ave sabía con certeza que encontraría el camino de regreso. El rey cabalgó pausada-mente. Recordaba haber visto un riachuelo cerca de ese camino. ¡Si pudiera encontrarlo! Pero el calor del verano había secado todos los arroyos de las montañas. Por fin, para su contento, vio un hilillo de agua que se deslizaba por la hendidura de una roca y dedujo que un poco más arriba habría un manantial. Siempre, en la estación húmeda, un potente chorro de agua brotaba de aquella fuente, pero ahora el fresco líquido solo caía gota a gota. El rey echó pie a tierra, cogió un pequeño vaso de plata que llevaba en su zurrón de cazador y lo acercó a la roca para recoger las gotas de agua. Tardó mucho tiempo en llenar el vaso. Tenía tanta sed que apenas podía esperar. Cuando el vaso estuvo casi lleno, el rey se lo llevó a los labios y se dispuso a beber. De

repente, un zumbido cruzó el aire y el vaso cayo de sus manos. EI agua se derramó por el suelo. EI rey levantó la vista para ver quién había provocado el accidente y descubrió que había sido su halcón. EI pájaro pasó volando unas cuantas veces y finalmente se quedó posado en las rocas cerca del manantial. El rey recogió el vaso y volvió a llenarlo. Esta vez no esperó tanto. Cuando el vaso estaba a la mitad, se lo llevó a los labios. Pero antes de que pudiera beber, el halcón se lanzó hacía él e hizo caer de nuevo el recipiente. EI rey se puso furioso. Volvió a repetir la operación, pero, por tercera vez, el halcón le impidió beber. Ahora el rey estaba verdaderamente enfadado. -¿Cómo te atreves a comportarte así? -gritó-. Si te tuviera en mis manos, te rom-pería el cuello. Y volvió a llenar el vaso. Pero antes de beber desenfundó su espada. -Ahora, señor halcón -dijo-, no volverás a jugármela. Apenas había pronunciado estas palabras, cuando el halcón se dejó caer en picado y derramó el agua otra vez. Pero el rey le estaba esperando. Con un rápido mandoble, alcanzó al halcón. EI pobre animal cayó mortalmente herido a los pies de su amo. -Esto es lo que has conseguido con tus bromas –dijo Genghis Khan. Al buscar el vaso, vio que este había rodado entre dos rocas donde no podría cogerlo. -Tendré que beber directamente de la fuente -murmuró. Entonces se encaramó al lugar de donde procedía el agua. No era fácil, y cuanto más subía, más sediento estaba. Por fin alcanzó el lugar. Encontró, en efecto, un charco de agua. Pero allí, justo en medio, yacía muerta una enorme serpiente de las más venenosas. EI rey se paró en seco y olvidó la sed. Sólo podía pensar en el pobre halcón muerto tendi-do en el suelo. -EI halcón me ha salvado la vida –exclamó-, ¿Y cómo se lo he pagado? Era mi mejor amigo y le he dado muerte. Descendió del montículo, cogió al pájaro con suavidad y lo puso en su zurrón de cazador. Entonces montó en su caballo y cabalgó velozmente hacía su casa. Y se dijo a si mismo: -Hoy he aprendido una triste lección: nunca hagas nada cuando estés furioso.

EL REY Y EL HALCÓN Adaptación de James Baldwin

Anexo 2 - clase 3

• otear: registrar o mirar con cuidado desde un lugar alto.• zurrón: bolsa de cuero• mandoble: cuchillada.


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Información para el profesor

Algunos datos sobre Colón y el descubrimiento de América

- Cristóbal Colón llegó a Portugal a raíz de un naufragio. Durante su estancia en ese país, Colón tuvo conocimientos de los estudios del humanista Paolo del Pozzo Toscanelli, quien sostenía que la Tierra era redonda y que las costas de China se encontraban al otro lado del océano Atlántico. Colón hizo suyas esas ideas y concibió el proyecto de llegar a Oriente navegando hacia Occidente. Por esta razón cuando Colón llegó a América él creyó haber llegado a la India.

- El descubridor de América tardó diez años en conseguir la financiación necesaria para su proyecto. El primer viaje a las Américas comenzó el 3 de agosto de 1492 en el puerto de Palos Moguer (España). Cristóbal Colón zarpó de palos con tres calaveras: la Santa María, La Pinta y la Niña, y con un total de noventa hombres comandados por él mismo y por los hermanos Martín Alonso Yáñez Pinzón y Vicente Yáñez Pinzón. Cuando ya la situación se hizo insostenible, debido a que la tripulación, amotinada, reclamaba por regresar a España, el marinero Rodrigo de Triana gritó: “¡ Tierra a la vista!”.

- El descubrimiento de América es uno de los hechos más importantes de la historia de la humanidad, y Cristóbal Colón fue su principal protagonista. Como todo navegante, Colón llevaba un diario en el que describió el descubrimiento de América, ocurrido el 12 de octubre de 1492.

- El continente descubierto por Colón fue bautizado como América en honor de Américo Vespucio, un navegante y cartógrafo florentino que servía a la corona española y que fue el primero en comprender que estas tierras en realidad formaban un extenso continente. En 1507 se confeccionó el primer mapa de América, apenas un año después de la muerte de Colón.

Anexo 1 - clase 4


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Información anexa para el profesor sobre la imprenta y el papel:

El arte de escribir se conoce en diversas civilizaciones desde el tercer milenio A. C. Su verdadera revolución se experimentó durante la Edad Media, cuando la imprenta y el papel se aliaron para hacer los libros, dejando estos de ser objetos caros y exclusivos, por lo que pasaron a estar al alcance de muchos individuos. A partir de entonces la escritura ya no fue una actividad manual de tipo artesanal, sino una técnica relativamente fácil, capaz de crear muchos ejemplares de un mismo texto en poco tiempo.Los chinos conservaron el secreto del trascendental descubrimiento del papel durante más mil años, de tal manera que este material no se conoció en Occidente hasta el siglo XII aproximadamente.La imprenta contribuyó a difundir la cultura. Su enorme importancia comenzó desde el momento mismo de su aparición, y por eso se expandió rápidamente por Alemania y por el resto de Europa. Fueron los propios operarios de Gutenberg los que se encargaron de enseñar el arte de la impresión a otros artesanos de Europa. De las imprentas europeas no tardaron de salir todo tipo de libros religiosos, literarios y científicos que pusieron la cultura al alcance de los príncipes y de los burgueses. La cultura salió así de los monasterios, donde estaba recluida.

anexo 1 - clase 5


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Anexo 2 - clase 5

Tato tenía seis años y un caballo de madera.Un día, su padre le dijo:-¿Qué regalo quieres? Dentro de poco es tu cumpleaños.Tato se quedó callado. No sabía que pedir. Entonces, vio un pisapapeles sobre la mesa de su padre. Era una pajarita de plata sobre un pedazo de madera. Y sobre la madera estaba escrito:“Para los que no tienen tiempo de hacer pajaritas”.Al leer aquello, sin saber por qué, el niño sintió pena por su padre y dijo:-Quiero que me hagas una pajarita de papel.El padre sonrió:-Bueno, te haré una pajarita de papel.El padre de Tato empezó a hacer una pajarita de papel; pero ya no se acordaba.Fue a una librería y compró un libro. Con aquel libro aprendió a hacer pajaritas de papel.Al principio, le salían mal; pero, después de unas horas, hizo una pajarita de papel mara-villosa.-Ya he terminado, ¿te gusta?El niño miró la pajarita de papel y dijo:-Está muy bien hecha; pero no me gusta. La pajarita está muy triste.El padre fue a casa de un sabio y le dijo:-Esta pajarita de papel está triste; inventa algo para que esté alegre.El sabio hizo un aparato, se lo colocó a la pajarita debajo de las alas, y la pajarita co-menzó a volar.El padre llevó la pajarita de papel a Tato y la pajarita voló por toda la habitación.-¿Te gusta ahora? -le preguntó.Y el niño dijo:-Vuela muy bien, pero sigue triste. Yo no quiero una pajarita triste.El padre fue a casa de otro sabio. El otro sabio hizo un aparato. Y, con aquel aparato, la pajarita podía cantar.La pajarita de papel voló por toda la habitación de Tato. Y, mientras volaba, cantaba una hermosa canción. Tato dijo:-Papá, la pajarita de papel está triste; por eso, canta una triste canción. ¡Quiero que mi pajarita sea feliz!El padre fue a casa de un pintor muy famoso. Y el pintor muy famoso pintó hermosos

colores en las alas, en la cola y en la cabeza de la pajarita de papel.El niño miró la pajarita de papel pintada de hermosos colores.-Papá, la pajarita de papel sigue estando triste.El padre de Tato hizo un largo viaje. Fue a casa del sabio más sabio de todos los sabios. Y el sabio más sabio de todos los sabios, después de examinar a la pajarita, le dijo:-Esta pajarita de papelno necesita volar,no necesita cantar,no necesita hermosos colorespara ser feliz.Y el padre de Tato le preguntó:-Entonces ¿por qué está triste?Y el sabio más sabio de todos los sabios le contestó:-Cuando una pajarita de papel está sola, es una pajarita de papel triste.El padre regresó a casa. Fue al cuarto de Tato y le dijo:-Ya sé lo que necesita nuestra pajarita para ser feliz.Y se puso a hacer muchas, muchas, pajaritas de papel.Y, cuando la habitación estuvo llena de pajaritas, Tato gritó:-¡Mira, papá! Nuestra pajarita de papel ya es muy feliz. Es el mejor regalo que me has hecho en toda mi vida.Entonces, todas las pajaritas de papel, sin necesidad de ningún aparato,volaron y volaron por toda la habitación.

Tomado de “El hombrecito vestido de gris y otros cuentos”Fernando Alonso

Ed. Alfaguara

LA PAJARITA DE PAPEL.


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Anexo 1 - clase 7

Julio Verne nació el 8 de febrero de 1828 en Nantes y soñó desde su niñez con viajar y conocer muchos lugares. Es así como a los once años se escapó de su casa para trabajar de grumete en algún barco y recorrer el mundo. No contaba, sin embargo, con que sus padres lo buscarían por cielo, mar y tierra y lo llevarían de regreso a casa. Avergonzado por su corta aventura, juró no volver a viajar jamás, salvo a través de la imaginación. Así, comenzó a escribir libros. En todos ellos hacía correr su fértil imaginación, describiendo formas de viajar aún desconocidas y siempre buscando cosas novedosas. Sus padres, no contentos con el comportamiento de su hijo y considerando demasiado ridículos estos viajes imaginarios, lo obligaron a estudiar leyes en París. Presionado por ellos, Verne se recibió de abogado el año 1850; pero mientras estudiaba, dado su interés por escribir, tomó contacto con escritores de renombre, entre los que se cuentan Víctor Hugo y Alejandro Dumas, quienes lo motivaron aún más en su interés por la literatura. Julio Verne era un gran lector y se interesaba, en especial, por los avances de la ciencia y de la tecnología. Estos conocimientos le permitieron imaginar hechos que ocurrieron cien años después, como por ejemplo, la llegada del hombre a la luna. Según un estudio, realizado en 1972 por la revista Paris Match y patrocinado por UNESCO, Verne escribió más de ochenta libros, que han sido traducidos a más de cien idiomas. Destacan Viaje al centro de la tierra, De la tierra a la luna, La vuelta al mundo en 80 días y Veinte mil leguas de viaje submarino, entre muchos otros.Si quieres disfrutar con alguna aventura interesante, busca un libro de Verne.

el ViajaDo julio VeRneTomado de: Curioseando el mundo.

Osvaldo Schenke. Ed. Santillana, 2003.


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Datos anexos para conversar sobre Leonardo da Vinci

- Desde pequeño Leonardo coleccionaba todo tipo de cosas: minerales, plantas, insectos, etc. y prontamente comenzó a dibujarlas. Pensaba que podría comprender mejor cómo era la estructura y cómo funcionaban las cosas si era capaz de plasmarlas en un papel. De esta forma logró hacer dibujos de una belleza inigualable y de un grado de detalle que dejaban atónito a cualquiera que los viese.

- Leonardo compraba pájaros enjaulados en el mercado y los soltaba en una habitación para estudiar sus movimientos. La gente se reunía para ver cómo el muchacho, después de haberlos estudiado y dibujado, los dejaba en libertad.

- Leonardo se divertía inventando extrañas criaturas. Afirmaba que para hacer un dragón había que conseguir una cabeza de mastín, los ojos de un gato, las orejas de un puercoespín, las cejas de un león y el cuello de una tortuga.

- Su enorme respeto por la naturaleza guió toda su obra. Comparó las ramas de los árboles con las venas del cuerpo. Descubrió que se podía conocer la edad de un árbol contando los anillos de su tronco. Consideraba que el artista debía pintar con el mismo cariño con que se estudia y retrata a las personas. Aunque sus opiniones no eran muy compartidas por la mayoría de los artistas de su época, él les aconsejaba: “consulta para todo con la naturaleza”.

- Leonardo descubrió que la pupila del ojo se dilata, es decir, se ensancha en la oscuridad, y se contrae, es decir, se empequeñece al recibir la luz. Los gatos, las lechuzas, los búhos… tienen la pupila muy pequeña al medio día y muy grande por la noche, observó. Descubrió las causas de la miopía y se hizo sus propias gafas. Incluso imaginó que en el futuro existirían unos lentes en contacto directo con el ojo para corregir la vista.

Anexo 1 - clase 8


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Anexo 2 - clase 8


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Anexo 2 - clase 8

La Gioconda

Dibujo: Máquina voladora

Algunas obras de Leonardo da Vinci


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Anexo 2 - clase 8

Estudio de los brazos


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Anexos para conversar sobre los inventos en la vida del hombre

- Muchos inventos son el resultado de años dedicados a la investigación. Otros llegan como un destello de inspiración. Todos los inventos recurren al conocimiento humano y al trabajo de inventos anteriores.

- Además de los grandes inventos que han dado pie a los avances más fundamentales de la civilización humana, a lo largo de la historia se han producido también pequeños inventos o logros que han sido muy positivos para alguna disciplina o para algún aspecto determinado de la vida del hombre. Objetos como la moneda, el reloj, los anteojos, la brújula, los lápices no han existido siempre.

- La pasta de dientes: la pasta de dientes en tubo la creó en 1892 un dentista estadounidense llamado Washington Sheffield. Antes la pasta de dientes venía en una jarra y mucho antes se vendía en polvo.

Anexo 1 - clase 9


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Anexo 1 - clase 11

Bellota


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Anexo 1 - clase 11

Calabaza


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Información anexa sobre el Velcro:

- ¿Por qué se le llama velcro? El nombre de este cierre de nylon viene de la unión de dos palabras. La primera es velvet, que en inglés significa terciopelo, y la segunda crochet,, que significa gancho. De esta manera si unes las primeras sílabas de ambas palabras te dará el nombre “velcro”, que fue patentado en 1959 en Francia. El velcro revolucionó la alta costura y llegaría, en algunos casos, a reemplazar al famoso botón. A partir de la segunda mitad del siglo XX el uso del velcro se popularizó tanto, que ya ha desplazado en muchas prendas y complementos a los cordones y a los cierre eclair.

Además, este sistema de cierre innovador y práctico ha tenido múltiples usos en aparatos domésticos, en fábricas y oficinas, y en cualquier producto que deba ser unido en dos partes. El velcro es utilizado en una gama muy amplia de artefactos, que van desde la ropa que ocupamos todos los días hasta los utensilios que manejan los astronautas en el espacio. Aquí van algunos ejemplos:

- ¿Cómo se abrochan las chaquetas de los bomberos? Los bomberos no pierden el tiempo que pueden necesitar para apagar un incendio en abrocharse los botones. Sus chaquetas se cierran con velcro. De esta manera, ellos solamente tienen que unir los dos bordes de sus ropas y estas rápidamente quedan unidas. Así evitan también que los botones se calienten en la mitad de un incendio y puedan quemarse ellos mismos.

- En el mercado del automóvil este sistema de cierre se encuentra entre los principales fabricantes y proveedores de todo el mundo. Asientos, forros, guantes, cajas de herramientas, capotas, casi todo tiene velcro. ¿Por qué los diseñadores de automóviles escogen este sistema de cierres en lugar de tornillos, roscas, remaches o adhesivos? Porque es ideal para interior, exterior, capotas y maleteros; porque es fácil de manejar en el proceso de producción, es resistente y duradero, no se oxida, ni es corrosivo, y no se mueve, minimizando así los ruidos y vibraciones.

- Los astronautas tienen grandes problemas a la hora de amarrar las cosas en el espacio, ya que, como no existe la fuerza de gravedad, todo vuela por la nave. Para solucionar este problema, la NASA incorporó el velcro como método adhesivo a las vestimentas y utensilios de los hombres del espacio. De esta forma, las cosas no se les escapan de las manos. El único problema que tiene esta cinta es que después de un largo tiempo en la nave adquiere un mal olor, cosa que para los astronautas no tiene ningún chiste, ya que ellos no pueden abrir las ventanas para ventilar su hogar.

Anexo 1 - clase 12


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Anexo 2 - clase 12

Los ricos helados, que se fabrican en todos los países y se comen tanto en verano como en invierno, se producen industrialmente gracias a que en 1846 una norteamericana, Nancy Jonson, inventó y fabricó la primera heladera automática. Pero el origen de los helados es mucho más antiguo. Ya por el año 500 antes de Cristo eran conocidos en muchas partes del mundo. Alejandro Magno mandaba a sus esclavos para que trajeran nieve de las cordilleras más cercanas, la que mezclaban con frutas o jugos, lo que le permitía disfrutar de bebidas frías y algunas formas de helados. También los chinos, los turcos y los árabes conocían esta forma de producir bebidas heladas. Los turcos la llamaban chorbet y los árabes charat. De aquí se deriva el nombre que actualmente conocemos para las bebidas heladas: sorbete. No obstante, esta forma de producir bebidas heladas o algunos tipos de helado podían disfrutarlos muy pocos, sólo reyes y personas muy importantes, por el alto costo y esfuerzo que significaba traer nieve de las montañas y conservarla en pozos construidos para ello. Presumiblemente fue Marco Polo quien dio a conocer los helados y bebidas heladas en Italia. De ahí, el conocimiento de este rico alimento se extendió a Francia y al resto de Europa. Fue en la corte de los reyes franceses donde al helado se le incorporó por primera vez leche, logrando un producto cremoso de un sabor muy superior a los anteriores. Recién en 1851, Jacob Fussel montó en Estados Unidos la primera fábrica de helados.

UN INVENTO HELADOTomado de: Curioseando el mundo. Osvaldo

Schenke. Ed. Santillana, 2003.


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anexos 2° básico II Semestre 2013