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AMAZONIA ECUATORIANA-BOSQUE LLUVIOSO TROPICAL
Andrea Terán-Valdez
1. INTRODUCCION
Los bosques tropicales lluviosos ocupan aproximadamente el 7% de la superficie de la
Tierra y albergan el mayor número de especies vivientes a nivel mundial (De la Torre y
Vitt, 1996; Kricher, 2010); este tipo de bosque se encuentra en Sudamérica, África y Asia.
Su tasa de deforestación es muy alta y existe una gran preocupación sobre el futuro de estos
ecosistemas (Kricher, 2010). Este documento estará enfocado principalmente en el Bosque
Tropical Lluvioso del Ecuador o también llamada Amazonia (Fig. 1); ésta es la región
natural más extensa del Ecuador con un área de 73909 km2 (29.8% del territorio
continental) (Ron et al. 2011). El objetivo de este corto ensayo es: caracterizar y describir
de manera general este ecosistema, sus características bióticas y abióticas.
Palabras clave: Amazonía, Bosque lluvioso tropical, Ecuador, diversidad, productividad.
Figura 1. Regiones continentales del Ecuador (Fuente: Barros y Troncoso, 2010).
2. DESARROLLO DEL TEMA
2.1 Características abióticas
Cima._ La región oriental amazónica es cálida, húmeda y relativamente uniforme, con poca
diferencia entre estaciones. La temperatura media anual es de 24.9°C, y raramente
sobrepasan los límites inferior y superior de 20°C y 35°C, respectivamente. La
precipitación media anual es de 3349 mm, con un rango de 3000 a 4000 mm (Ron et al.
2011; INAMHI, 2011; Navarrete, 2001). Las lluvias son más o menos continuas pero hay
dos picos de pluviosidad en abril-mayo y octubre-noviembre, alternadas con épocas menos
lluviosas en diciembre, febrero y agosto. Se han registrado eventos de sequía muy fuertes,
sin embargo esto no es común y se cree que podrían haber tenido influencia del Fenómeno
del Niño (Navarrete, 2001). La evapotranspiración es sumamente alta (causada también por
la irradiación solar alta) (Fig. 2), de hecho, alrededor del 50% de la lluvia en la amazonia
viene de la propia transpiración del bosque (Kricher, 2010).
Figura 2. Evapotranspiración en el Ecuador. Se denota una evapotranspiración de la región
oriental de 1000 a 1200 mm con extremos de 1300 y 1400 mm en el límite norte (Fuente:
INAMHI).
Suelos._ Los suelos de la Amazonía están formados por sedimentos depositados durante el
levantamiento de la cordillera de los Andes hace 12-18 millones de años; durante esta
época, la cuenca amazónica era un complejo de lagos y ríos llamado Pebas. Este sistema
hidrológico recibía sedimentos por la erosión de la cordillera y a medida que ésta se
elevaba, el Pebas también lo hacía, de manera que sus lagunas se convirtieron en ríos que se
drenaron hasta formar los bosques de Tierra Firme (ver descripción más adelante). Es por
esto que la topografía de la Amazonía varía entre áreas planas, terrazas separadas por
quebradas y colinas con pendientes fuertes.
Los tipos de suelo encontrados en el oriente pueden ser: i) arcillosos, presentes en bosques
de Tierra Firme, ii) aluviales, presentes en las riberas de los ríos y, iii) suelos arenosos con
un contenido de arena que llega hasta el 80%. Los suelos de tierra firme tienden a ser
arcillosos, ácidos y pobres en la mayoría de nutrientes menos en hierro y aluminio;
los suelos aluviales tienden a ser más jóvenes, más ricos en nutrientes y menos arcillosos
(Navarrete, 2001).
2.2. Vegetación
Los bosques son altos, siempre-verdes con dosel cerrado y ricos en especies de plantas. La
comunidad florística está dominada por árboles, lianas y arbustos; mientras que las
herbáceas son, en general, escasas. La diversidad florística es muy alta a escala local pero
baja a escala regional, es decir, la flora total en la región oriental no llega a la mitad de
especies encontradas en zonas sobre los 1000 metros. Por otro lado, el grado de
endemismo es muy bajo (menos del 2%) debido a la ausencia de barreras geográficas
importantes y uniformidad del clima en la región (Navarrete, 2001).
Tipos de bosques:
En la región se pueden diferenciar 5 tipos de vegetación principalmente, cada uno con
características específicas que albergan diferente flora y fauna. (i) Bosques no inundados o
de Tierra Firme que crecen generalmente sobre colinas; están caracterizados por su alta
diversidad vegetal, de manera que en una hectárea se pueden encontrar 350 especies
diferentes de árboles. La altura del dosel está en un rango entre 10 y 30 m, con árboles
emergentes de hasta 40 m. Los Bosques inundados están a orillas de ríos y lagunas, y
dependiendo del tipo de agua que los inundan (blancas o negras) poseen una composición
florística característica. Entonces, los bosques inundados por ríos de aguas blancas, que
acarrean gran cantidad de materia orgánica, son llamados (ii) Varzea; los bosques
inundados por aguas negras, ricas en taninos y otros químicos de las plantas, son llamados
(iii) Igapó. Otro tipo de bosques, presentes en menor extensión, son los (iv) matorrales de
islas rivereñas y v) los pantanos de palma de Mauritia flexuosa o Morete (Ron et al. 2011;
de la Torre, 2000).
2.3. Productividad y descomposición en un Bosque Lluvioso
Los bosques lluviosos tropicales tienen una productividad primaria neta y bruta sumamente
altas. Además, las tasas de respiración de estos bosques son muy grandes, su gasto en la
respiración está entre 50 y 60% de la productividad primaria bruta. Si se considera el área
total global de bosques lluviosos se calcula una producción anual de 49400 millones de
toneladas de materia orgánica seca, mientras que los bosques templados producen 14900
millones de toneladas (Kricher, 2010).
Existen relativamente pocos estudios acerca de la estructura y las comunidades de
descomponedores en los bosques lluviosos tropicales. Sin embargo, el papel de los hongos
es de suma importancia, en parte debido a su abundancia; el micelio de los hongos puede
llegar a cubrir partes del suelo del bosque. Los procesos biogeoquímicos de
descomposición de materia orgánica y el movimiento de minerales están influenciados por
la temperatura y la precipitación, dos componentes abundantes en los bosques lluviosos.
Adicionalmente, existen asociaciones entre hongos y raíces (endomicorrizas) que permiten
una absorción de nutrientes muy eficiente de parte de la materia vegetal (Kricher, 2010). De
manera que, la descomposición acelerada y la rápida captación de nutrientes del suelo
producen un “reciclado” de materia orgánica muy acelerado que influye también en la alta
productividad de estos bosques.
2.4. Diversidad
La diversidad de estos bosques, como se mencionó anteriormente, es muy alta. Hay varias
hipótesis que intentan explicar esta alta diversidad entre las cuales están los Refugios del
Pleistoceno (fuertemente discutida y no muy aceptada actualmente pero muy difundida) y
la hipótesis de la competencia. Por razones de extensión no me detendré en la explicación
de estas dos hipótesis. En este trabajo se tomará como ejemplo para datos de riqueza de
especies un área de la Amazonía denominada Parque Nacional Yasuní (declarada una
Reserva de la Biósfera), con un área total de 9320 km2. Se darán datos de esta área por ser
la mejor estudiada dentro de la Amazonía ecuatoriana y por su relevancia como “hotspot”.
Los datos fueron obtenidos de Bass et al. (2005).
Vegetación: 2500 spp. de árboles y arbustos
Aves: 556
Anfibios: 83
Reptiles: 105
Mamíferos: 173
Insectos: más de 100000 spp. por héctarea.
3. CONCLUSIONES
Este ecosistema ha sido llamado muchas veces “laboratorio de la naturaleza”, y es que sus
características bióticas y abióticas y sus muy complejas relaciones hacen que este
ecosistema sea único. De hecho, es el lugar perfecto para aprender de manera práctica lo
que es la ecología, las relaciones entre flora y fauna, la composición de comunidades, los
ciclos biogeoquímicos actuando de manera acelerada, adaptación, etc.
Los suelos de la Amazonía son muy pobres en nutrientes, de hecho, son muy malos para la
agricultura y soportan solo cierto tipo de sembríos. Su pobreza se debe, en parte, a la alta
pluviosidad que “lava” el suelo y se lleva consigo la materia orgánica y los nutrientes. Sin
embargo, la productividad de los bosques y su flora abundante y masiva nos haría creer que
son suelos ricos; su productividad no se debe a la cantidad de nutrientes en el suelo, se debe
a las adaptaciones de los organismos, como por ejemplo las endomicorrizas que permiten
una rápida absorción de los nutrientes. Si no fuera por una descomposición y captación
rápida, la vegetación no sería capaz de la alta productividad.
Sin duda, la Amazonía es un ecosistema muy importante porque alberga una gran cantidad
de especies; sin embargo, la alta tasa de deforestación, el tráfico de especies exóticas, la
explotación petrolera inadecuada y la colonización ponen en peligro esta región, tanto a sus
comunidades vegetales como animales. Existen medidas y leyes que, teóricamente,
protegen la biodiversidad de esta área, sin embargo, cuando se interpone la explotación
petrolera, las medidas y leyes no sirven de nada.
4. LITERATURA CITADA
Bass, M., Mogollón, H. y Asimbaya, P. 2005. Yasuní, belleza y vida en peligro.
Terra Incógnita, 37: 20–29.
INAMHI (Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología). 2011. Características
generales del clima del Ecuador. Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, Ecuador.
<http://www.inamhi.gov.ec/meteorologia/eclimaticos_caracteristicas.htm>, acceso 25 de
octubre, 2011
Kricher, J. 2010. Un Compañero Neotropical: Tercera Edición. American Birding
Association, Colorado, Estados Unidos. 437 pp.
Navarrete, H. 2001. Helechos comunes de la Amazonía baja ecuatoriana. Editorial
Simbioe. Quito, 152 pp.
Ron, S. R., Coloma, L. A, Guayasamin, J. M. y Yanez-Muñoz, M. H. 2011.
AmphibiaWebEcuador. Version 2011.0. Museo de Zoología, Pontificia Universidad
Católica del Ecuador.
<http://zoologia.puce.edu.ec/Vertebrados/anfibios/AnfibiosEcuador>, acceso 24 de octubre,
2011
Stella de la Torre. 2000. Primates de la Amazonía del Ecuador. Simbioe, Quito-
Ecuador, pp. 60.
Stella de la Torre y Vitt, L.J. 1996. Lagartijas del Cuyabeno. Centro de Diversidad y
Ambiente, Pontificia universidad Católica del Ecuador, 165 pp.