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AUTOR:
MTRA. YOLANDA OLIVARES PÉREZDIRECTORA DEL INSTITUTO VERACRUZANO DE LAS MUJERES
COLABORADORA:
LIC. FABIOLA ISABEL LUNA RODRÍGUEZ ANALISTA PROYECTO OFICINA DE VINCULACIÓN
INSTITUCIONAL Y OSC’S
AGENDA SECTORIAL DE CAMBIO CLIMÁTICO DEL
INSTITUTO DE LAS MUJERES 2016-2018
El cambio climático es uno de los problemas más urgentes de la agenda global y un factor determinante en el desarrollo humano del siglo XXI. Sus impactos se hacen cada vez más palpables y por ello los países trabajan en definir políticas para mitigar las causas, reducir las condiciones de vulnerabilidad y fortalecer las políticas y acciones de mitigación y adaptación.
En la actualidad existen datos científicos sólidos que ponen claramente de manifiesto que el clima de la tierra está cambiando a gran velocidad, debido principalmente, a la actividad humana. Se prevé que el ascenso de las temperaturas, la subida del nivel de las aguas del mar, los cambios en el régimen de precipitaciones y el aumento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos tenga efectos negativos en los principales determinantes de la salud humana, como la pureza del aire y el agua, y la disponibilidad de alimentos suficientes y de viviendas adecuadas.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático establece que hay que dar prioridad a las medidas de mitigación que generen beneficios sociales. La salud es uno de los beneficios sociales más claros, las medidas emprendidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el ámbito de la energía doméstica, el transporte, la alimentación y la agricultura, y la generación eléctrica, tanto en entornos de ingresos bajos como altos, pueden generar beneficios adicionales (o beneficios derivados) para la salud, que a menudo son muy importantes.
Por su parte, los efectos del clima en las sociedades humanas y la capacidad del ser humano para mitigarlos y adaptarse a ellos están condicionados por factores sociales como el género. El Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM) reconoce la necesidad de la participación activa de las mujeres en la Agenda Sectorial de Cambio Climático, y esto tiene una importancia trascendente, toda vez que el cambio climático puede aumentar la desigualdad en el mundo, si se aborda sin tomar en cuenta las diferencias entre mujeres y hombres.
En este sentido, el IVM establece en su Agenda de Cambio Climático, medidas como realizar eventos formativos al personal de la APE sobre los efectos del cambio climático y para disminuir la vulnerabilidad de la sociedad, con enfoque de transversalización de la perspectiva de género; así mismo se adhiere a la campaña de acopio de aceite vegetal usado “energía de la gente”, encabezada por SEDEMA, con el fin de contribuir a disminuir la contaminación del agua y evitar problemas en la salud; todo en el marco de tres ejes trascendentales, sociedad, educación y agua.
PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN 6
OBJETIVO 7
ANTECEDENTES 8
DIAGNÓSTICO DE SECTOR 10
RESUMEN DE MEDIDAS Y ACCIONES 12
MATRIZ DE MEDIDAS, ACCIONES Y METAS 13
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 14
CC Cambio climáticoCMNUCC Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático CO2e Dióxido de Carbono equivalenteGEI Gases de Efecto InvernaderoGIZ Sociedad Alemana para la Cooperación InternacionalINECC Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático IVM Instituto Veracruzano de las MujeresLEMAECC Ley 878 Estatal para la Mitigación y Adaptación a los Efectos del Cambio ClimáticoPECC Programa Especial de Cambio Climático PECCUV Programa de Estudios sobre Cambio Climático de la Universidad VeracruzanaSEDEMA Secretaria del Medio Ambiente SEMARNAT Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
ÍNDICE
Glosario de abreviaturas
AGENDA SECTORIAL DE CAMBIO CLIMÁTICO DEL
INSTITUTO DE LAS MUJERES 2016-2018
Es necesario entender como la desigualdad de género puede poner en riesgo la capacidad de adaptación al cambio climático. Existen limitantes actuales en el ámbito de la perspectiva de género respecto a la adaptación al cambio climático, los contextos específicos en las cuales se crean y reproducen las desigualdades y un abordaje social del cambio climático.
Lo anterior, puesto que entre las personas más afectadas por el cambio climático se hallan las mujeres; cuando recogen agua, pescan o cultivan tierras afectadas por inundaciones; durante el embarazo y la maternidad su salud se encuentra en mayor riesgo; mientras tanto, su voz suele ser la última a la que se presta atención en la planificación y la gestión ambientales, disponiendo de menos acceso a tierras y recursos productivos.
No obstante, se necesita de la participación activa de sus mujeres en todos los niveles de adopción de decisiones sobre el medio ambiente, la integración de sus preocupaciones y sus perspectivas en políticas y programas, y el establecimiento de métodos de evaluación de la repercusión de las políticas de desarrollo y ambientales.
Es por ello que al diseñar y aplicar instrumentos normativos para promover la eficiencia energética o reducir las emisiones, es importante conocer los grupos destinatarios. Si el perfil de consumo energético y reducción de emisiones de los hombres y las mujeres difiere, es preciso que los instrumentos normativos de mitigación reflejen esas diferencias, con el fin de sacar el máximo partido de las políticas aplicadas.
Así, el IVM del Estado de Veracruz, tiene la función de promover, fomentar e instrumentar las condiciones que posibiliten la igualdad entre mujeres y hombres, tomando en cuenta que el cambio climático constituye un factor que compromete seriamente el desarrollo integral de las mujeres y el acceso a la igualdad; por lo que integrar una perspectiva de género en el análisis ayudará a comprender el modo en que las normas, las funciones y las relaciones asignadas a cada género determinan la conducta de los hombres y las mujeres a la hora de obtener y utilizar los combustibles, la energía y el agua. Es por ello que este instituto asume que el Cambio Climático es un tema en el que debe incidir dándose a la tarea de elaborar e impulsar la presente Agenda Sectorial de Cambio Climático.
INTRODUCCIÓN
6
Informar sobre los efectos del cambio climático para disminuir la vulnerabilidad de la sociedad, con enfoque de transversalización de la perspectiva de género; y contribuir desde el Instituto Veracruzano de las Mujeres, a la disminución de emisiones de CO2 durante el período 2016 – 2018.
OBJETIVO
7
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de 1992 y en el Protocolo de Kyoto de 1998, son el marco de las políticas globales sobre el cambio climático. La Convención de las Naciones Unidas para el Combate a la Desertización (CNUD) de 1994, incluyeron el tema de género en el texto y reconocieron por primera vez los diversos roles de las mujeres y de los hombres para tratar problemas relacionados con la pérdida de la biodiversidad y la desertización. Sin embargo, hasta 1998, no existía ninguna referencia a las mujeres o a la igualdad de género en los documentos emitidos.
Fue hasta 2001, en la Séptima Conferencia de las Partes (COP) de la CMNUCC en la Decisión de Marrakech 36/CP.7 cuando por primera vez se llamó a mejorar la participación de las mujeres en la representación de las partes en organismos establecidos bajo la CMNUCC o el Protocolo de Kyoto.
En 2009, la Secretaría de la CMNUCC decidió reconocer de manera oficial a las ONG de mujeres y de género, provisionalmente como circunscripciones oficiales para el proceso de toma de decisiones. A partir de 2011, de manera permanente las mujeres y los grupos de género pueden realizar intervenciones oficiales en las negociaciones.
En 2009, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en México (PNUD), creó la “Guía recursos de género para el cambio climático”, la cual se convirtió en una herramienta necesaria para entender la
inclusión de una perspectiva de género en las estrategias de mitigación y adaptación del cambio climático.
Por su parte, el Estado de Veracruz cuenta con un marco jurídico e institucional en materia de cambio climático desde el año 2009, con el Programa Veracruzano ante el Cambio Climático (PVCC) y posteriormente, en el año 2010, con la Ley Estatal de Mitigación y Adaptación ante los Efectos del Cambio Climático. El artículo 3ro. de dicha Ley, establece que, en las Agendas Sectoriales de Cambio Climático, se deberán fijar metas y objetivos específicos de mitigación y adaptación, e indicadores de sustentabilidad de las acciones.
En el año 2012, el Ejecutivo Estatal realizó la instalación del Consejo Veracruzano para la Mitigación y Adaptación ante los Efectos del Cambio Climático, cuya función principal es generar y revisar la Política Climática del Estado. A través del mismo, se acordó que sería la Secretaría de Medio Ambiente del Estado (SEDEMA), la encargada de coordinar los esfuerzos para la construcción de las Agendas Sectoriales de Cambio Climático 2012-2016 (Gobierno del Estado de Veracruz, 2013).
La SEDEMA, con apoyo de la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN) diseñó los Criterios para la Elaboración de las Agendas Sectoriales de Cambio Climático 2012-2016 de las dependencias de la Administración Pública Estatal. Este proceso permitió concretar un total de 373 medidas, dentro de las 18 Agendas Sectoriales.
ANTECEDENTES
8
En 2013, la SEDEMA tuvo acercamiento con la Alianza Mexicana Alemana de Cambio Climático de la Cooperación Alemana al Desarrollo (Deutsche Gesellschaft fur Internationale Zusammenarbeit, GIZ) para solicitar el apoyo para la realización de un Sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación de las Agendas Sectoriales de Cambio Climático. En 2014, se inició una consultoría específica, por parte de la empresa Factor CO2, para realizar un Sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación (Sistema MRV y M&E) robusto a medidas de mitigación de gases de efecto invernadero (GEI) y adaptación al cambio climático, que fueran priorizadas por las Dependencias estatales.
En este contexto, es que el IVM se une los esfuerzos de la Administración Pública Estatal, con el objetivo de promover la participación activa de las trabajadoras y trabajadores del instituto en la lucha para enfrentar el cambio climático, pero además contribuir en la transversalización de una Agenda de Cambio Climático con perspectiva de género, y de incidir en las mujeres en general para fomentar su participación activa en la Agenda.
Para el IVM es necesario mejorar la colaboración entre mujeres y hombres para hacer frente a los riesgos climatológicos, las mujeres veracruzanas deben tener una participación amplia en la toma de decisiones relacionadas con el cambio climático y a su vez una participación más dinámica para enfrenarlo. Es por lo que, para este instituto, los presupuestos asignados para la prevención, mitigación y
adaptación y la reducción de vulnerabilidad con respecto al cambio climático deben ser sensibles al género y alcancen a grupos de mujeres en su diversidad.
9
El desarrollo sostenible es un desarrollo que busca satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades, para alcanzarlo, la igualdad es un prerrequisito. En tanto que la desigualdad de género es una de las principales formas de desigualdad, debemos enfocarnos en las dimensiones transversales del género y del desarrollo sostenible en la búsqueda de soluciones como lo es la Agenda Estatal de Cambio Climático Veracruz 2016-2018.
El enfoque de género es una herramienta conceptual y metodológica que analiza las relaciones de mujeres y hombres para identificar las desigualdades y sus orígenes, a fin de dimensionar la vulnerabilidad de ambos ante el cambio climático y los riesgos de desastres, así como las necesidades y los aportes que hace cada uno de ellos para diseñar acciones diferenciadas en un marco de justicia e igualdad.
Para Sánchez (2013), la perspectiva de género es una herramienta que nos permite reconocer las desigualdades entre los géneros y emprender acciones a todos los niveles, que involucren mujeres y hombres en la construcción de relaciones equitativas y participativas en los procesos de desarrollo sostenible.
La protección del clima con sensibilidad de género tiene en consideración una diversidad de percepciones, actitudes y tácticas más amplia, establece medidas
de prevención en lugar de medidas a posteriori, se basa en objetivos comunes y medidas que se complementan unas a otras, significa la participación activa de mujeres y hombres y conlleva una mayor aceptación de las medidas propuestas (Roehr, 2017).
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “las mujeres hacen contribuciones fundamentales a la economía rural de todas las regiones de los países en vías de desarrollo como agricultoras, labradoras y empresarias”. Como mujeres de entornos rurales, tienen un rol importante en la producción de alimentos. Ellas son quienes aseguran con frecuencia, la alimentación de sus familias mediante la agricultura de subsistencia y la cría de ganado, a menudo en las cercanías de sus hogares. Los hombres, por otro lado, tienden a trabajar entidades de producción más grandes ubicadas en lugares distantes de su hogar. En su papel como proveedoras de alimentos, las mujeres dependen altamente de los recursos naturales y de un ambiente sano y son, por lo tanto, las primeras en ser afectadas por los impactos del cambio climático.
Otra tarea central de las mujeres es la maternidad, el cuidado de los infantes y el manejo de la casa. Además de la provisión de servicios de salud y medidas de higiene, esto incluye otras actividades, tales como el suministro de energía y agua. En varias sociedades son las mujeres y las niñas quienes proveen toda el agua para el uso doméstico. La provisión y
DIAGNÓSTICO DE SECTOR
10
seguridad lámparas y focos ahorradores en los inmuebles de 70 oficinas operadoras para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; se redujo el consumo de papel mediante la promoción del uso de medios electrónicos y acopio para reciclaje; se participó en atención a la presencia de fenómenos hidrometeorológicos como inundaciones y sequías, con entrega de agua limpia, desazolve de drenaje y rehabilitación de sistemas; lo que significo en una reducción de 502 tCO2e.
Ante la situación económica que atraviesa el país y el Estado, es trascendental sensibilizar al usuario del agua teniendo que buscar opciones de difusión y educación que permitan cambiar su ideología para que adopte una cultura del uso del agua y del pago del servicio de agua, drenaje y saneamiento, y de esta manera poder resolver los problemas de abastecimiento de los sistemas de agua potable, situación que nos obliga a pensar en acciones que nos lleven al ahorro de energía para economizar y coadyuvar en el medio ambiente.
Para 2017, se genera una actualización de dicha Agenda, que además de atender los temas mencionados anteriormente, se incluye la participación en la campaña de acopio de aceite comestible usado, con el fin de contribuir a reducir la contaminación de agua; así como la reutilización y el reciclaje de algunos materiales de oficina (hojas de papel principalmente), y se llevará a cabo un proceso de digitalización de documentos y oficios lo cual nos permitirá un ahorro
en el consumo de papel, repercutiendo favorablemente en el cuidado de los bosques, con el propósito de coadyuvar a la preservación y cuidado del ambiente y contrarrestar los efectos del cambio climático.
11
RESUMEN DE MEDIDAS Y ACCIONES
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3 Adaptación
2Medidas
4 Acciones
3 Ejes
AGENDA
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14
Castillo, H. (2010). Género y cambio climático. San José, Costa Rica, FMICA.
Género, cambio climático y salud. (2016). Organización Mundial de la Salud, 2016. Consultada 28 de septiembre de 2017. http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/204178/1/97892435
Gobierno del Estado de Veracruz (2013). Agendas Sectoriales de Cambio Climático 2012-2016 del Estado de Veracruz. 1ª. Edición 2013. Xalapa, Veracruz.
Roehr, U. (2017). Género, medio ambiente, sostenibilidad, un largo camino hacia una sociedad con equidad de género. CLIMATEFORCHANGE.
Sánchez, L. (2013). Mujer y medio ambiente. Ciudad de México, México, INMUJERES.
Stock, A. (2012). El cambio climático desde una perspectiva de género. Quito, Ecuador, Fundación Friedrich Ebert.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
08184_spa.pdf