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La coccidiosis se presenta en todas partes donde se crían bovinos, ejer-ciendo su mayor impacto en los be-cerros de menos de un año de edad, causándoles severo daño en el tracto intestinal. Se asocia con diarrea de varios grados de severidad, infeccio-nes secundarias e incluso mortalidad.

Algunos reportes indican que los animales que sobreviven a las infec-ciones severas, incluso con diarrea sanguinolenta, pueden pesar en pro-medio de 22 a 27 Kg menos que los no infectados, hasta un año después

de la infección. En la edad adulta también se puede ver afectado el desempeño reproductivo y la produc-ción de leche (Maddox-Hyttel et al., 2003 [24]).

Sin embargo, estos casos clínicos son sólo “la punta del iceberg”. Tal vez los casos leves de coccidiosis no se asocien con síntomas clíni-cos ni mortalidad, pero conducen a condiciones corporales deficientes y retardo en el crecimiento, por lo que afecta los resultados que obtiene el ganadero.

Introducción

Fitzgerald (1980) calculó que la coc-cidiosis en bovinos y búfalos cuesta aproximadamente US$700 millones anualmente en todo el mundo, canti-dad que todavía se debe ajustar a los valores actuales. Frecuentemente no se ha prestado la debida atención a la coccidiosis bovina porque es difícil de diagnosticar (diferenciación de otros problemas diarreicos), además de que no es fácil administrar el

tratamiento a tiempo y, hasta la fecha, han sido pocos los fármacos efecti-vos.

Con base en más de 30 años de experiencia controlando la cocci-diosis, Bayer desarrolló BaycoxM.R., una suspensión oral lista para usarse y para administración en una sola dosis, formulada especialmente para becerros.

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La Coccidiosis en los Bovinos

Especies Tamaño enum

Forma de los Oquistes

Pared del Ooquiste Comentarios

E. subspherica 

E. zuernii

E ellipsoidalis

E. cylindrica

E. alabamensis

E. bovis

E canadensis

E. wyomingensis

E. auburnensis

E brasiliensis

E. pellita

E. bukidnonensis

9­14 x 8­13(11 x 10)

15­22 x 13­18(18 x 16)

20­26 x 13­17(23 x 16)

16­27 x 12­15(23 x 12)

13­24 x 11­16(19 x 13)

23­34 x 17­23(28 x 20)

28­37 x 20­27(32 x 23)

37­45 x 26­31(40 x 28)

32­46 x 20­25(38 x 23)33­43 x 24­30(37 x 27)

36­41 x 26­30(40 x 28)

47­50 x 33­38(49 x 35)

redondeada

­esférica

subesférica

elipsoide

cilíndrica 

alargada

ovoide piriforme

subesférica 

alargada

ovoide

ovoide

ovoide

ovoide alargada

elipsoide

piriforme, plana 

en un polo

incoloro

sin micrópilo

incoloro

sin micrópilo

incoloro

sin micrópilo

incoloro

sin micrópilo

incoloro

sin micrópilo

incoloro, micrópilo inconspicuo

de incoloro a amarillo claro,

micrópilo inconspicuo

café amarillento, micrópilo 

ancho

pared café amarillenta con 

superficie lisa granular

café amarillento, tapón en polo

pared café gruesa, con 

protuberancias

pared gruesa café amarillenta

 con estrías 

incoloro

sin micrópilo

RO: ­ 

RE: ­ 

RO: ­ 

RE: ­

RO: ­ 

RE: +

RO: ­ 

RE: ­

RO: ­ 

RE: +

RO: ­ 

RE: ­ 

RO: ­ 

RE: + 

RO: ­ 

RE: (+) 

RO: ­ 

RE: (+) 

RO: ­ 

RE: + 

RO: ­ 

RE: + 

RO: ­ 

RE: + 

RO = Residuio de ooquistes; RE= Residuo de esporoquiste; tamaño entre paréntesis =promedio

Instituto de Parasitología, Universidad de Leipzig. 

4

Taxonomía y morfología

La coccidiosis bovina es causada por los parásitos protozoarios del género Eimeria y se ha reportado en todas

partes del mundo. Las doce especies de Eimeria que infectan más común-mente al ganado vacuno en el mundo son las siguientes:

Características Morfológicas de las Especies de Eimeria del Ganado

De las 12 especies de coccidias del bovino arriba indicadas,Eimeria bovis, Eimeria zuernii y

Eimeria alabamensis son las más importantes en el mundo desde el punto de vista clínico.

5

Ciclo de vida de las coccidias

Todas las especies de Eimeria son monoxenas (N. del T.: tienen sólo una especie de huésped; en este caso, el bovino). La infección ocurre mediante la ingestión de ooquistes esporu-lados, junto con agua o alimento contaminados. El ciclo de vida de las coccidias comprende dos fases.

Fase exógena

Durante la fase exógena, los oo-quistes se excretan en las heces

requieren niveles óptimos de tempe-

ratura, humedad y tensión de oxíge-no. Existe una relación directa entre la temperatura ambiental y el tiempo que tardan en esporular. Eimeria spp. en el bovino tarda de 10 a 14 días para esporular a 10°C.

Sin embargo, la esporulación tarda de 5 a 9 días ó de 2 a 5 días ya sea a 20 ó 30°C, respectivamente. Cuando la temperatura ambiental es inferior a 10°C la esporulación puede ser lenta. A temperaturas por encima de 60°C los ooquistes pueden morir.

Los ooquistes no esporulados son más sensibles a los cambios ex-

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Vellosidades normales en la pared del yeyuno con un esquizonte de E. bovis en el período prepatente [27]. 6

tremos en los factores climáticos, que los esporulados (Horton-Smith y Long, 1954 [21]). Los ooquistes pueden resistir la congelación a tem-peraturas de -5 a -8°C durante varios meses (Wilson y Morley, 1933 [43]; Marquardt et al., 1960 [26]; Schnei-der et al., 1972 [37]). En Noruega, los ooquistes pueden pasar el invierno en los potreros y ser infectantes para los animales en la siguiente temporada de pastoreo (Helle, 1970 [20]).

La fase endógena del ciclo de vida comienza cuando los animales ingie-ren los ooquistes esporulados.

Fase endógena

El huésped ingiere los ooquistes esporulados con el alimento o el agua contaminados. En el intestino delgado ocurre la exquistación bajo la influencia del CO2, la tripsina y las sales biliares, liberando ocho espo-rozoítos, los cuales penetran a las células apropiadas del huésped. En esta etapa los esporozoítos reciben el nombre de trofozoítos, que luego presentan división nuclear o esquizo-gonia, para formar los esquizontes. Esta es la esquizogonia de primera generación. Cuando los esquizontes maduran se libera la primera genera-ción de merozoítos que luego pene-

tran a otras células apropiadas del huésped para continuar su ciclo de desarrollo asexual. En la nueva célula huésped, los merozoítos se redon-dean y se transforman en trofozoí-tos que, al igual que los anteriores, presentan fisión nuclear o división asexual, desarrollando así la segunda generación de esquizontes que, a su vez, producirán la segunda genera-ción de merozoítos.

Es posible que los merozoítos de segunda generación continúen desa-rrollando generaciones subsiguientes de merozoítos. Sin embargo, esta reproducción asexual no continúa indefinidamente.

El número de generaciones de merozoítos (generaciones de mul-tiplicación asexual) varía entre dos y cinco, dependiendo de la especie de Eimeria. Después de un número fijo de esquizogonias (generaciones de merozoítos), la última generación de merozoítos comienza la fase de reproducción sexual o gametogonia).

Mucosa sexual con esquizontes de segunda generación (flecha izquierda) y oquistes (flecha dercecha) de E. zuernii (32) de E. zuernii [32].

7

La última generación de merozoítos cambia a trofozoítos que, en vez de repetir la esquizogonia, se diferencian en macrogametocitos y microgame-tocitos, los cuales crecen hasta su tamaño maduro y cada macrogame-tocito da origen a un macrogameto, mientras que cada microgametocito da origen a un gran número de mi-crogametos biflagelados.

Los microgametos jóvenes contienen gránulos pequeños cerca del núcleo, que luego aumentan de tamaño y se reparten en el citoplasma. Los grá-nulos grandes que se encuentran en la periferia de la célula se denominan “gránulos formadores de la pared” y constituyen la pared del ooquiste después de la fertilización del macro-gameto.

La fertilización del macrogameto por el microgameto da como resultado la formación de un cigoto, el cual forma una pared a su alrededor, para cons-tituir un ooquiste. El ooquiste rompe

a su célula huésped y sale a la luz intestinal (lumen) para ser excretado con las heces.

El período prepatente (tiempo que transcurre desde el día de la infec-ción hasta el inicio de la excreción de ooquistes) es de 17 a 22 días para Eimeria, mientras que para Eimeria zuernii es de 16 a 19 días. El período prepatente de Eimeria alabamensis es de 6 a 8 días.

Prevalencia y epizootiología

Prevalencia

La coccidiosis bovina se presenta en todo el mundo, pero algunas especies son más comunes que otras. Entre las diferentes especies de coccidia que afectan al bovino, Eimeria, E. zuernii y E. alabamensis son impor-tantes desde el punto de vista clínico.

Eimeria bovis es una de las coccidias más comunes del bovino en diferen-tes partes del mundo; sin embargo, Eimeria zuernii, Eimeria auburnensis y Eimeria ellipsoidalis también se en-cuentran frecuentemente (Boughton, 1945 [5]; Supperer, 1952 [36]; Ernst et al., 1984 [13]; Cotteleer y Fameree, 1978 [7]; Cornelissen et al., 1995 [6]).

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Especies deEimeria Holanda EE.UU. Rep.

Checa 1Rep.

Checa 2 Alemania Reino Unido Canadá Bélgica

E. bovis 28% 73% 19% 28% 37% 75% 31% 29%E. zuernii 11% 14% 24% 50% 9% 65% 21%

21%12%

E. alabamensis 15%15% 3% 18% 15% 15% N.A.

8

Taylor y Catchpole (1994 [41]) men-cionaron 12 especies de coccidia que infectan al bovino en Europa. En 2002

incidencia de 29 a 52% de infeccio-nes de Eimeria en tres localidades de Sudáfrica. Se ha demostrado que E. alabamensis es una importante causa de diarrea al principio de la

-ner et al., 1982 [19]; Svensson et al., 1994, 1997 [39, 40]). Oda y Nishida [35], identificaron nueve especies de coccidias en las heces de bovinos japoneses, en 1989. Morilla e Isidro (2005) (comunicación personal) en-contraron la presencia de E. bovis y/o E. zuernii y/o E. alabamensis en 56 de 77 ranchos ubicados en la región central de México.

Mundt et al., 2005 [29] estudiaron la epizootiología de la coccidiosis clínica debida a E. bovis y E. zuernii en Europa y en la República Checa. Once de las 16 granjas que investiga-ron resultaron positivas a ambas es-pecies. Recientemente se realizaron estudios de prevalencia en Bélgica, Francia, Alemania, Hungría, Italia,

demostrando una alta incidencia de especies patógenas de coccidias (E. bovis y E. zuernii) en bovinos. De las 288 granjas examinadas, 179 (62.15%) resultaron positivas a estas dos especies de Eimeria. Los resul-tados se muestran en el cuadro que aparece a continuación (Bhushan et al., 2006, datos en archivo).

N.D. = No disponible. Se resumen los datos de Cornelissen et al. (1995), Ernst et al. (1984), Bejsovec et al. (1984), Weinandy (1989), Kennedy y Kralka (1987), Joyner et al. (1966), Cotteleer y Fameree (1978).

País Granja examinada

No. de granjaspositivas

No. de animalesexaminados

Animales positivosa E. bovis

Animales positivosa E. zuernii

BeneluxFranciaAlemania

Hungria

Italia

PoloniaPortugal

España

632743

57

31

1933

15

41 (65%)27 (100%)35 (81.4%)

35 (61.4%)

21 (68%)

19 (100%)20 (61%)

8 (53%)

109 (17%)61 (23%)117 (16.2%)

71 (12.7%)

71 (17.5%)

68 (38.4%)39 (12.2%)

35 (9.2%)

64 (10%)21 (8%)112 (16.2%)

26 (4.6%)

16 (4.6%)

74 (41.8%)23 (7.2%)

19 (5%)

640270447

559

404

177320

379

N. del T.: Benelux = Bélgica, Holanda y Luxemburgo

9

Epizootiología

La coccidiosis es una enfermedad multifactorial cuya severidad y mani-festación varían de un rancho a otro.

La coccidiosis debida a E. bovis y E. zuernii se observa principalmente en animales en confinamiento. Frecuen-temente se ven los signos clínicos cuando los becerros se movilizan a instalaciones previamente contami-nadas con las heces de los becerros que las habían utilizado anteriormen-te. Se ha demostrado que las vacas contribuyen a la contaminación am-biental pues ocurre una elevación en los conteos de ooquistes de E. bovis en el período peripartum (Faber et al., 2002 [14]).

Svensson et al., 1997 [39], demos-traron que los ooquistes de E. alaba-mensis pueden sobrevivir en el pasto durante el invierno en cantidades suficientes y pueden causar la enfer-medad clínica en los becerros dentro de la siguiente semana de haberlos introducido al potrero contaminado.

E. ala-bamensis puede ocurrir en becerros en confinamiento, si se les alimenta con heno de pastizales contamina-dos.

-ma de control, es importante consi-derar varios puntos para cada caso particular, incluyendo los siguientes:

1. Animales en riesgo El rango habitual de edades de los animales que sufren coccidiosis es de

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10

un mes a un año aproximadamente, aunque los bovinos son susceptibles durante toda su vida o hasta que de-sarrollen la inmunidad adquirida. La susceptibilidad de los animales se ve influenciada por el estado nutricional (aporte de calostro), el estrés (aglo-meración, transporte, clima, higiene, etc.), estado inmune y enfermedades concurrentes.

2. Presencia de especies patógenas de coccidias La infección con varias especies de Eimeria (patógenas y apatógenas) es común. Las especies más importan-tes relacionadas con la manifestación clínica de la enfermedad en el establo son E. bovis y E. zuernii, mientras que E. alabamensis se asocia común-mente con problemas diarreicos en animales que se liberan al pastoreo.

3. Historia del hato Es importante determinar cuáles son los animales de la granja que están en riesgo. En algunos hatos la mani-festación de la enfermedad se puede relacionar con ciertas prácticas de manejo como el reagrupamiento y el transporte, o con variaciones en el clima y en el alimento, que precipitan la enfermedad en el hato.

4. Diseminación de la enfermedad Boughton, 1945 [5] sugirió que los “huéspedes portadores” disemi-nan relativamente pocos ooquistes, mientras que los “huéspedes multi-plicadores” adquieren la infección y diseminan muchos ooquistes en el ambiente. La exposición a huéspedes múltiples conduce a una infección subclínica o ligeramente clínica en los animales que viven con un gran número de ooquistes en el ambiente. Los becerros expuestos a muchos ooquistes pueden desarrollar cocci-diosis severa. Autzen et al., 2002 [2] demostraron que existe una relación entre el conteo de ooquistes por gramo de heces (opg) y la presencia de diarrea en los animales. Asimismo, las siguientes prácticas de manejo estuvieron altamente correlacionadas con la coccidiosis:

Fitzgerald (1962 [18]) publicó la hipótesis de que en los corrales de engorda donde existen pocos ooquistes, los factores de estrés como el destete, la dieta, la tempera-tura y otras variables, hacen que los becerros sean más susceptibles a la infección y, bajo tales condiciones, aumenta el potencial de reproducción de las coccidias en el intestino.

edad ambiente(animales jóvenes)

Factores deestrés

Factores deestrés

AmbienteInfectado

Factores Relacionados con la Coccidiosis

11

Fisiopatología y manifestaciones clínicas

En situaciones de campo es raro que ocurra la infección con una sola es-pecie, lo más común es que se trate de especies múltiples. Dado que sólo algunas especies de las coccidias que afectan al bovino se consideran patógenas, la intensidad de la patolo-gía variará dependiendo de la especie de coccidia involucrada, del número de ooquistes ingeridos de coccidias patógenas y de los factores rela-cionados con el huésped, como los estados nutricional e inmunológico.

Signos clínicos – diarrea hemorrágica.

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Signos clínicos – diarrea acuosa.

12

La severidad del daño intestinal se relaciona con el número de ooquistes ingeridos de especies patógenas. Cuando el número de ooquistes es menor, los animales sanos y no inmu-nizados pueden tolerar la infección sin presentar signos visibles de la enfermedad clínica.

Aun cuando se destruyen las células intestinales, su rápida sustitución permite sólo un daño mínimo; sin embargo, si estos animales sanos y no inmunizados se exponen a un gran número de ooquistes, el daño intes-tinal es amplio y severo, incluyendo edema de mucosa y submucosa en el ciego y el colon, seguida de una apariencia de cuero acartonado en la mucosa de ciego y color (en las infecciones con E. bovis). Se obser-van estrías de fibrina en la mucosa y luego las lesiones son más marcadas, pudiéndose observar congestión, ul-

ceración y hemorragia extensa en los tejidos de la submucosa y la mucosa.

En pocas palabras, la enfermedad se asocia con pérdida de sangre, líquidos, albúmina y electrólitos en el intestino. Se puede ver descamación de la mucosa intestinal y cilindros de fibrina en las heces, que también pueden estar teñidas con sangre. En ocasiones la pérdida de sangre es considerable.

En los episodios leves de coccidiosis, los animales no presentan diarrea, o bien ésta es poca. Las heces pue-den estar teñidas con sangre y los animales afectados pueden estar anoréxicos.

En casos severos y debido al a gran magnitud del daño en el epitelio intestinal, las heces son líquidas y hemorrágicas, y pueden contener moco y fibrina. Los animales se ven deshidratados, débiles y deprimidos.

cual puede producir prolapso rectal.La cola y los cuartos traseros de los animales están sucios con heces y puede haber pérdida del pelo en estas áreas. El resto del pelo se ve áspero, las orejas caídas y los ojos hundidos. Algunos de los más seve-ramente afectados mueren a causa de la enfermedad.

Diferencia en el crecimiento de becerros infectados concoccidias y los no infectados.

Diarrea hemorrágica con estrías de fibrina, procedente de animales con infección con E. bovis (27, 31].

13

Los cambios patológicos inducidos por E. alabamensis se caracterizan por inflamación catarral del intestino delgado, que produce profusa dia-rrea acuosa, falta de apetito, depre-sión, dolor abdominal y reducción del crecimiento.

Esta enfermedad generalmente ataca a los animales de 3 a 7 días después de cambiarlos de potrero. La coc-cidiosis también predispone a los animales a las infecciones bacteria-nas secundarias.

La recuperación de un episodio se-vero puede requerir varias semanas. Se han reportado signos neurológicos durante los brotes de coccidiosis en los becerros y en los bovinos de car-ne destetados (Fanelli, 1983 [15]).

En una granja infectada la mayo-ría de los animales se infecta pero sólo algunos sufren y presentan los síntomas clínicos (de 10 a 15% de los animales). Sin embargo, es imposible predecir cuáles animales presentarán los signos clínicos en un hato. Es importante recordar que incluso la coccidiosis asintomática puede gene-rar reducción del crecimiento, erosio-nando las ganancias económicas del productor.

Apariencia normal del íleon de un becerro [32].

Lesión en la superficie epitelial del íleon de un bece-rro, causada por E. zuernii [32].

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un becerro, causada por E. zuernii [32]. Infección bacteriana secundaria después de cocci-diosis en mamíferos [33, 44].

14

Diagnóstico

El diagnóstico de esta enfermedad en el hato se puede basar en los sínto-mas y la historia clínica de la granja.

En las operaciones donde no existe información histórica el diagnóstico puede ser difícil pues los síntomas clínicos preceden a la diseminación de ooquistes.

Muestras de heces

de plástico pequeños y suspenderlas en 15 ml de solución saturada de NaCl

Filtración

por un tamiz para té, hacia una probeta graduada de 100 ml

ra-da de sal a 60 ml

Centrifugación

mezclar la solución durante 2 minutos aproximadamente, a la velocidad mas alta

Tomar una alícuota -

mente 1 ml del centro de la muestra en agitación con una pipeta, descartando la primera gota cada vez

Transferir a la cámara de flotación de McMaster

una de las cámaras de una laminilla de McMaster, evitando crear burbujas de aire

Examinar al microscopio

bajo el micrzscopio

15

El muestreo y el monitoreo de la presencia de Eimeria en muestras fe-cales proporciona buena información sobre la coccidiosis en el hato y pue-de reflejar el curso de la infección si el muestreo se hace repetidamente.

Con el objeto de establecer el estado real de la coccidiosis en el hato, se deberá identificar la especie de Eime-ria presente.

Algunos puntos importantes a seguir cuando se toman las muestras feca-les son:

directamente del recto con un guante de plástico (cuando menos de 4 a 10 gramos por muestra).

se sospeche coccidiosis, de acuerdo con la historia del hato.

-males de la misma edad en un grupo.

examen se realiza en 1 a 2 días.

(4°C) por varios días.

embarque. -

pientes para enviarlos al laboratorio.

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Eimeria bovis 100x.

Eimeria alabamensis 100x.

Eimeria zuernii 100x.

16

La identificación de la especie cau-sante de los síntomas clínicos se basa en la morfología de los ooquis-tes.

Con un poco de experiencia es po-sible identificar cuando menos tres especies patógenas (E. bovis, E. zuer-nii y E. alabamensis) que infectan al ganado, con alta precisión y usando ooquistes sin esporular, directamente en las heces frescas.

Los resultados del laboratorio de diagnóstico se deben interpretar con precaución pues el patrón de excreción de ooquistes varía con el tiempo, siendo posible que los resul-tados no se relacionen con los signos clínicos. Es importante notar que el conteo de ooquistes por gramo (opg) de heces también puede conducir a errores si no se identifica la espe-cie y si no se conoce el curso de la enfermedad.

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Manejo y Control

Tiene sentido adoptar medidas pre-ventivas que impidan que se acumule la carga de infección en el ambiente de los animales. Se debe garantizar el estado general de salud de los becerros y del resto de los animales, por lo que se recomienda adminis-trarles de 3 a 5 litros de calostro dentro de las primeras 24 horas de nacidos. La transferencia del corral de maternidad a la becerrera sólo se deberá realizar después de haber lim-piado y desinfectado dicha instala-ción. Un estado nutricional deficiente y un aumento en los niveles de estrés harán que disminuya la capacidad de las becerras de resistir la coccidiosis.

El clima extremoso, los cambios de alimentación, el transporte, la aglo-meración, las condiciones no higiéni-cas, etc. representan factores adi-cionales de estrés para los animales y pueden desencadenar o agravar la coccidiosis.

potreros causada por E. alabamensis, los animales no se deben soltar en los potreros fuertemente contaminados, especialmente en la primera tempora-da de pastoreo.

También es importante establecer programas de control de plagas para prevenir la presencia de vectores en la granja, como son los roedores.

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No parece factible la erradicación de la coccidiosis debido a su amplia dis-tribución, su prevalencia y su enorme potencial reproductivo, y a la capaci-dad de los ooquistes de sobrevivir en el ambiente durante mucho tiempo (Bejsovec, 1991 [3]; Cornelissen et al. [6]; 1995; Fayer et al., 2000 [16]). Al aceptar este hecho, es importante establecer un programa exitoso de control de la enfermedad.

Los procedimientos tales como limpiar correctamente, usando agua caliente (>70°C) a alta presión y man-teniendo un ambiente seco durante las primeras semanas de vida ayudan a reducir el número de ooquistes presentes.

Aún cuando las especies de Eimeria son resistentes a la mayoría de los desinfectantes comunes, existen algunos reportes de reducción en el número de ooquistes cuando se utili-zan compuestos capaces de penetrar la pared del parásito (combinación de compuestos fenólicos y alcohólicos o amoníaco en solución al 50%).

Es muy importante el establecimiento de programas que combinan estrate-gias de manejo, medidas de higiene en la granja e intervención quimiote-rapéutica estratégica, para reducir la

presión de infección con el parásito y para limitar los efectos de la enferme-dad en los animales.

Es importante recordar que una vez iniciada la diarrea en los becerros, la terapia anticoccidiana tendrá sólo un efecto limitado en la prevención de las consecuencias de la enfermedad. El retraso que sufren los animales es prácticamente imposible de compen-sar después.

En los hatos afectados con coccidio-sis, se ha visto que un tratamiento oral con 15 mg de BaycoxM.R. por Kg de peso vivo a todos los becerros, brinda excelentes resultados en el control de estos problemas en el campo.

Este tratamiento “metafiláctico” previene la aparición de los signos clínicos y las pérdidas de producción, mientras permite el desarrollo de inmunidad, pues las etapas intra-celulares del parásito, dañadas por BaycoxM.R., permanecen dentro de las células huésped durante sufi-ciente tiempo como para generar un estímulo antigénico para el desarrollo de la inmunidad contra infecciones posteriores.

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Ingrediente Activo

Nombre Internacional no Patenta-do (INN): Toltrazuril (nombre genérico)

Nombre químico: 1-[3-metil-4(41-trifluorometiltio-fe-noxi)fenil]-3metil-1,3,5-triacina-2,4,6- (1H,3H,5H)-triona

ó

1-metil-3-[4-[p-[(trifluorometil)tio]fenoxi]-m-tolil]-s-triacina-2,4,6 (1H,3H,5H)-triona

Fórmula molecular: C18H14F3N3O4S

Fórmula estructural:

Espectro de Actividad

BaycoxM.R.5% es activo contra varias especies de coccidias en mamíferos y aves, incluyendo Eimeria bovis, E. zuernii y E. alabamensis en bovinos.

Modo de Acción

Los estudios clínicos y con micros-copio electrónico muestran que BaycoxM.R.5% es activo contra todas las etapas intracelulares del desarro-llo de las coccidias, incluyendo a los esquizontes, los microgametos y los macrogametos. Interfiere con la divi-sión del núcleo del protozoario, con la actividad de las mitocondrias y daña los cuerpos formadores de la pared en los microgametos. BaycoxM.R.5% produce vacuolización severa del re-tículo endoplasmático del protozoario en todas sus etapas intracelulares de su desarrollo.

Peso molecular: 425.38

Baycox® 5% T o l t r a z u r i l

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Farmacocinética

Los estudios de farmacocinética se realizaron en becerros después de la administración de BaycoxM.R.5% a la dosis de 15 mg/Kg. BaycoxM.R.5% y sus metabolitos toltrazuril sulfóxido y toltrazuril sulfona se midieron hasta los 23 y 45 días respectivamente, después del tratamiento.

Luego de la administración oral, el intestino absorbe lentamente a BaycoxM.R.5%, con una distribución duradera en todos los diferentes compartimientos del organismo. La principal vía de eliminación del pro-ducto es a través de las heces.

Cuándo administrar el tratamiento

Conociendo el ciclo del parásito, sa-bemos que las fases asexual y sexual causan daño severo al intestino y que los ooquistes se excretan después de que este daño ha ocurrido ya. Las lesiones causadas en el intestino durante el período prepatente son severas.

El período prepatente (tiempo que transcurre desde el día de la infec-ción hasta el inicio de la excreción de ooquistes) es de 17 a 22 días paraE. bovis, mientras que para E. zuernii es de 16 a 19 días y para E. alabamensis es de 6 a 8 días.

El momento en que se aplique el control terapéutico es la clave para obtener resultados óptimos. El trata-miento durante el período prepatente asegura que los animales no sufrirán la enfermedad clínica, pero si se aplica después de que se observan ooquistes en las heces, sólo podrá reducir el deterioro posterior.

La coccidiosis es dinámica y engaño-sa en las granjas donde los animales se encuentran en diferentes etapas del desarrollo de la enfermedad (dependiendo de la dosis infectante y del tiempo de ocurrida la infección).Es posible deducir el momento ade-cuado para el tratamiento (aproxima-damente una semana antes de que se prevea que ocurrirán los síntomas

Especie Período Prepatente

E. bovis De 17 a 22 días

De 6 a 8 días

De 16 a 19 díasEl zuernii

E. alabam ensis

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clínicos), dependiendo de la historia de la granja y de los episodios de coccidiosis.

El mecanismo de acción (actividad contra todas las etapas intracelula-res del desarrollo de las coccidias) y el comportamiento cinético de BaycoxM.R.5% (mayor tiempo en el organismo) brindan una ventana más

amplia de intervención que asegura la muerte de la mayoría de las etapas del desarrollo de los parásitos y que los animales no sufran los síntomas clínicos. Más aun, BaycoxM.R.5% no sólo controla la infección coccidiana sino que además no impide la ca-pacidad de los animales de adquirir inmunidad, promoviendo la resisten-cia a las reinfecciones (Steinfelder et al., 2005 [38]).

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Pruebas de Eficacia

Pruebas clínicas:Coccidiosis estable

El primer estudio de campo examinó la eficacia de BaycoxM.R.5% contra la infección natural de las becerras con Eimeria zuernii. Se seleccionó una granja con historia de coccidio-sis y los investigadores realizaron un estudio preliminar para determinar la presencia de la infección en dicha explotación, estableciendo que cuan-do las becerras se llevaban al área de becerreras “K2” sufrían principal pero no exclusivamente la infección con E. zuernii, por lo que el estudio se planeó para tratarlas metafiláctica-

mente 15 días después de su llegada a dicha área de alojamientos.

El estudio se realizó en dos réplicas de 36 becerras cada uno. En cada réplica los animales se distribuyeron entre tres grupos de 12 animales cada uno. Un grupo recibió el trata-miento con BaycoxM.R.5% a dosis de 15 mg/Kg de peso corporal el día 15 (metafilaxis), mientras que los otros dos grupos recibieron un placebo (testigo) o BaycoxM.R.5% a dosis de 15 mg/Kg de peso corporal después de haber diagnosticado coccidiosis con base en los síntomas clínicos (terapia). El tratamiento se administró a la primera réplica el día 22 y a la segunda réplica el día 29 (el diagnós-

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tico de coccidiosis se realizó el día 22 en la primera réplica y el día 29 en la segunda) (Mundt et al., 2005 [32]).

Los animales no tratados desarrolla-ron problemas significativos de cocci-diosis después de la infección natural con E. zuernii. Los que recibieron el tratamiento el día 15 (al principio del período prepatente) mostraron un número significativamente menor de días con diarrea y excretaron signi-ficativamente menos ooquistes que el grupo tratado terapéuticamente y que el grupo no tratado. También hubo una diferencia significativa en la excreción de ooquistes y en los días con diarrea entre el grupo tratado terapéuticamente y el no tratado.

Este estudio confirmó la eficacia del tratamiento metafiláctico único con BaycoxM.R.5% en suspensión oral durante el período prepatente contra la infección natural con E. zuernii.

El tratamiento terapéutico curó la infección parasitaria y permitió la recuperación de los animales afec-tados. Sin embargo, la intervención metafiláctica controló completamente los efectos nocivos de la enfermedad (Mundt et al., 2005 [32]).

Se realizó otra prueba clínica aleato-ria, ciega y “multicéntrica” en cinco granjas con un problema conocido de coccidiosis en Alemania y la República Checa (Mundt et al., 2005 [29, 30]).

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Antes de iniciar el estudio, las inves-tigaciones epizootiológicas confir-maron que los animales presentaban coccidiosis entre las 3 y 4 semanas después de introducirlos a los alber-gues. Durante el estudio epizootioló-gico se encontró que sufrían infec-ciones con E. bovis y/o E. zuernii. El estudio se realizó con 212 becerras en cinco granjas (en tres de ellas se utilizaron dos réplicas y en dos gran-jas se utilizó una réplica, para un total de ocho réplicas independientes).

El día en que los animales se mo-vilizaron a su nuevo albergue fue el primer día de exposición a la infec-

ción con coccidias. Los animales de cada réplica se dividieron en dos grupos (tratamiento con 15 mg de BaycoxM.R.5%/Kg de peso corporal día 14 después de la exposición en un grupo, y tratamiento con un place-bo en el grupo testigo). Las becerras se monitorearon durante tres sema-nas después del tratamiento. Durante el estudio se llevaron a cabo evalua-ciones de la salud, el peso corporal, conteos de ooquistes y calificación de las heces.

La infección natural dio como resulta-do el desarrollo de problemas clínicos significativos de coccidiosis en los

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animales del grupo testigo que reci-bió el placebo. Tanto la tasa de excre-ción de ooquistes como la duración y la severidad de la diarrea inducida por las coccidias fueron significativa-mente inferiores en el grupo tratado que en el testigo no tratado.

El estudio confirmó la eficacia del tratamiento metafiláctico con BaycoxM.R.5% durante el período prepatente contra la infección natural con E. bovis y/o E. zuernii (Mundt et al., 2005 [29, 32]).

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Pruebas clínicas:Coccidiosis de los potreros

Se llevó a cabo un estudio de campo en varios sitios, de forma aleato-ria, ciega, con diseño en bloques y con un grupo testigo que recibió un placebo, para evaluar la eficacia y la severidad de BaycoxM.R.5% en el tratamiento de la coccidiosis en becerros durante su primer año de pastoreo, infectados naturalmente con Eimeria spp.

En este estudio se enroló un total de 331 becerros que se asignaron a uno de dos tratamientos, en proporción de uno a uno. Se trataron 167 ani-males una vez oralmente con 15 mg/Kg y 164 animales funcionaron como

testigos tratados con el placebo.Se compararon dos regímenes: un tratamiento metafiláctico (administra-do el día de liberarlos en el potrero o un día después) y un tratamiento terapéutico (4 y 7 días después de liberarlos). Durante el período de observación de 14 días después del tratamiento los animales se examina-ron clínicamente en busca de diarrea y se tomaron muestras fecales con regularidad en busca de ooquistes de Eimeria. Se excluyeron las otras cau-sas de diarrea con base en exámenes microbiológicos y virológicos.

Los animales se infectaron predomi-nantemente con E. alabamensis. El número de días con diarrea de los animales tratados con BaycoxM.R.5%

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fue significativamente menor que en el grupo tratado con el placebo

Más aun, el número de animales que mostró diarrea durante el período de estudio por un mínimo de 3 días y el número de animales con conteos po-sitivos de ooquites en las heces con el tiempo fueron significativamente inferiores.

Al final del período de observación el peso corporal de los animales trata-dos con BaycoxM.R.5% fue significa-

tivamente superior al de los animales tratados con el placebo. La media de la diferencia del peso corporal fue mayor en el grupo que recibió el tra-tamiento metafiláctico (+7.3 Kg) que en el grupo que recibió el tratamiento terapéutico (+3.4 Kg). No se observa-ron reacciones adversas.

Los resultados indican que BaycoxM.R.5% es altamente eficaz y seguro para el tratamiento metafilác-tico y terapéutico de la coccidiosis causada por E. alabamensis (Epe et al., 2005 [10]).

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Pruebas Comparativas

Coccidiosis estable

Se llevó a cabo un estudio de efica-cia en tres sitios en Alemania para comparar un tratamiento único con BaycoxM.R.5% (15 mg/Kg de peso corporal) y diclazuril (1 mg/Kg de peso corporal) el día 14 después del alojamiento de los animales. En cada sitio se incluyó un grupo no tratado.

En todos los casos se detectó la pre-sencia de E. bovis y E. zuernii en los animales, con diferentes presiones de infección. Los resultados de estas pruebas coinciden con el hecho de que los animales tratados con

BaycoxM.R.5% (el día 14 después del alojamiento) mostraron una reducción drástica en la excreción de ooquistes dentro de unos cuantos días, además de menos problemas de diarrea. Sólo algunos animales estaban excretando ooquistes después del tratamiento y en la mayoría de los casos dicha excreción se suprimió casi comple-tamente hasta el final del estudio (día 56 después del alojamiento). Inicialmente el diclazuril tuvo un buen efecto pero aproximadamente dos semanas después del tratamiento y durante un período de casi dos se-manas, la mayoría de los animales de estos grupos comenzaron a excretar ooquistes nuevamente (Mundt et al., 2006 [28]).

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En los grupos tratados con BaycoxM.R.5% se registró una mayor ganancia de peso que en los grupos diclazuril y testigo, durante estas pruebas.

Estos resultados coinciden con los obtenidos por Mage y Le Sueur en un estudio comparativo que se realizó con becerros lactantes en Francia, donde obtuvieron menos proble-

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mas de diarrea, menor excreción de ooquistes y mayor ganancia de peso (+5.1 Kg en un período de 90 días) en el grupo tratado con BaycoxM.R.5%, en comparación con el grupo tratado con diclazuril (Mage y Le Sueur, 2006 [25]).

Coccidiosis de los potreros

Se efectuó un estudio clínico de cam-po con diseño ciego y con grupos testigos positivo y negativo, para evaluar la eficacia de BaycoxM.R.5% (toltrazuril) y del diclazuril, en el tra-tamiento de los signos clínicos de la coccidiosis en becerros en pastoreo.

tres granjas en Alemania con historia de brotes recurrentes de coccidiosis en los animales en pastoreo. Ninguno de los animales seleccionados reci-bió tratamiento anticoccidiano alguno durante las cuatro semanas previas a su salida a los potreros. El día en que se llevaron a los potreros, 60 animales (de 4 a 10 meses de edad) de ambos sexos se distribuyeron aleatoriamente entre tres grupos, uno de los cuales recibió BaycoxM.R.5% (toltrazuril 15 mg/Kg), otro recibió diclazuril (1 mg/Kg) y el tercer grupo sirvió como testigo negativo.

Se obtuvieron muestras de heces de cada animal el día previo al trata-

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miento y cada dos a tres días, hasta el final del estudio. Las muestras se examinaron en busca de E. alaba-mensis y E. bovis, usando un método modificado de McMaster. Los signos clínicos de diarrea se evaluaron du-rante un período de 21 días. Sólo dos becerros tratados con BaycoxM.R.5% mostraron signos clínicos de diarrea un día después del tratamiento (días 6 u 11 después del tratamiento), mientras que se obser-vó diarrea en los becerros tratados con diclazuril y en los no tratados, con la misma frecuencia y durante un período similar. El número prome-dio de ooquistes de E. alabamensis encontrado en los becerros tratados

con BaycoxM.R.5% se mantuvo en un nivel bajo (máximo 84) durante todo el estudio.

El número promedio de ooquistes de E. alabamensis determinado en los becerros tratados con diclazuril y en los no tratados alcanzó su máxi-mo nivel a los 9 días después de la aplicación (aproximadamente 10,000 ooquistes por gramo de heces). En todos los grupos se observaron sólo pocos ooquistes de E. bovis.

Durante los 21 días de la prueba, los grupos tratados con BaycoxM.R.5% ganaron más peso que los otros gru-pos (Epe et al., 2006 [11]).

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Seguridad

Se realizaron algunos estudios para examinar la seguridad de una sola dosis de BaycoxM.R.5% en los bece-rros.

Se demostró que BaycoxM.R.5% es bien tolerado a la dosis recomendada y a sobredosis (“probado hasta al triple de la dosis recomendada”). El examen de patología macroscópica y el histopatológico de rumen, abo-maso, duodeno, yeyuno, íleon, bazo, hígado, riñón, glándulas adrenales, corazón, pulmón y tiroides no mos-traron anormalidades sistémicas ni tendencias entre los grupos.

En el curso de varios estudios se trataron diversas razas de bovinos productores de leche y de carne

el Friesian Alemán, el Manchado de las Montañas, el Alemán Leonado y algunas cruzas lecheras, entre otras, siendo muy bien tolerado el trata-miento.

Durante el curso de varios estudios, la administración concomitante de diversos fármacos y vacunas como BaycoxM.R.5%, danofloxacina, defquinome, ceftiofur, florfenicol, tilmicosina, penicilina bencílica, oxi-tetraciclina, amoxicilina, meloxicam,

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metamizol, dexametasona, doramec-tina y soluciones en perfusión como electrólitos, glucosa, vitaminas y selenio antes y después de BaycoxM.R.5%, no causó ningún efecto adverso ni se observaron interacciones. Se demostró que BaycoxM.R.5% es seguro para el bovino.

Cómo usar BaycoxM.R.5% en los becerros

BaycoxM.R.5% es una suspensión oral lista para usarse, formulada para controlar los problemas coccidianos en los becerros. Una dosis única de 15 mg/Kg (3 ml por cada 10 Kg de peso corporal) por vía oral, controla efectivamente la coccidiosis bovina. Su manejo es seguro y el producto es bien tolerado por los animales.

BaycoxM.R.5% es una suspensión estable que permanece distribuida homogéneamente hasta por 8 horas después de mezclarla con el sucedá-neo de leche.

Presentación Frasco de 250 ml y 1 litro

Información complementaria La leche y carne de animales trata-dos con BaycoxM.R.5% no debe ser consumida en un periodo de 70 días posteriores al tratamiento.

Contraindicaciones Ninguna conocida.

Efectos indeseables Ninguno conocido.

Interacción con otros fármacos y formas de tratamientoNinguna conocida.

El uso de BaycoxM.R.5% en el curso de las investigaciones de su eficacia, y en la práctica, con varios millones de animales no reveló indicación al-guna de efectos colaterales ni incom-patibilidades con otros fármacos ni con las prácticas zootécnicas.

Condiciones de almacenamiento Manténgase fuera del alcance de los niños y en lugar fresco y seco.

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Lineamientos de control

Paso 1: ¿Existen en su hato animales con diarrea o retrasados?Sospeche coccidiosis

-rrágica en el hato, que no responde al tratamiento con antibióticos.

manejo tales como reagrupamiento, transporte, variaciones en el alimento, etc., que ponen a los animales sus-ceptibles en contacto con los ooquis-tes coccidianos.

reseco y áspero.

Paso 2: Confirme la enfermedad

de especies patógenas de coccidia(E. bovis, E. zuernii y/o E. alabamen-sis) presentes en la granja.

especies de coccidia, a saber: E. bovis 17 - 22 días E. zuernii 16 - 19 días E. alabamensis 6 - 8 días

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Paso 3: Diseñe un programa de tratamien-to a la medida de su hato

en su granja de acuerdo con sus prácticas locales de manejo (rea-grupamiento, cambios de alimento, pastoreo, etc.), con las especies de coccidia presentes en el hato y con la historia del inicio de la diarrea.

-das con la coccidiosis, el tratamiento se debe realizar antes de que aparez-can los signos clínicos.

de 15 mg/Kg de BaycoxM.R.5% a los animales.

-tando signos clínicos y se traten, serecuperan. Sin embargo, el daño ocurrido en el intestino afecta los parámetros de producción. Esto se puede prevenir con un tratamiento metafiláctico de los animales durante el período prepatente.

-mas metafilácticos en el hato para evitar los efectos nocivos y los altos costos relacionados con la coccidio-sis.

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