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    UNIVERSIDAD DE CHILE

    FACULTAD DE ARTESESCUELA DE POSTGRADOMAGSTER EN MUSICOLGA

    DE CHARANGO A CHILLADOR

    Confluencias musicales en la estudiantina altiplnica

    Tesis para optar al grado de Magster en Artes conmencin en Musicologa

    Por:

    Omar Percy Ponce Valdivia

    Profesor Gua:

    Rodrigo Torres Alvarado

    Santiago de Chile, diciembre de 2008

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    AGRADECIMIENTOS

    Agradezco el apoyo de la Comisin Nacional de Investigacin

    Cientfica y Tecnolgica CONICYT del gobierno de Chile, al

    haber sido beneficiario de una beca otorgada por el Programa

    Nacional de Becas de Postgrado, la cual me ha permitido concluir

    estudios en el programa de Magster en Artes con mencin en

    Musicologa de Universidad de Chile durante el ao acadmico

    2007.

    Gracias a la Facultad de Artes de Universidad de Chile por acoger

    el presente proyecto. A los profesores Fernando Garca y Lus

    Merino por la revisin de este texto y por sus valiosas

    orientaciones. Igualmente, corresponde un gran agradecimiento al

    profesor Rodrigo Torres por su presencia en todos los momentos

    de esta experiencia, con su amistad, sus valiosas enseanzas y

    acertadas reflexiones.

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    Gracias a los amigos y compaeros que conoc en esta aventura

    por Chile, compartir con ellos senderos comunes por las msicas

    andinas y de Amrica ha significado un apoyo humano. A talo

    Pedrotti por su generoso recibimiento, a los charanguistas y

    phusiris de Santiago que se han dejado congregar por la msica

    altiplnica. Gracias a Antonio Tobn por su ayuda siempre justa

    en este periplo musicolgico y por las tantas horas de charla.

    Debo agradecer de manera especial a los charanguistas y msicos

    puneos con quienes hemos compartido largas o fugaces

    conversaciones, como el tiempo nos lo haya permitido. Ellos son

    Aurelio Mamani Cutipa, Daniel Ramos Pari y Vicente Ccama

    Mamani del distrito de cora, Lisandro Serruto Bellido yMarcelino Paredes del distrito de Pichacani, David Salas Ziga

    quien nos dej tan luego, y Eusebio Quispe Chicata, ambos del

    distrito de Ayaviri. Gracias a Juan Apaza Panca quien nos ense

    su mundo musical y a Hiplito Charka Pancca, ambos de la

    comunidad de Siale en el distrito de Capachica, a Mario Yucra

    Ramos en Lima, a Zahul Escalante Gutirrez en Puno y finalmentea Flix Paniagua Loza y a Walter Rodrguez Vsquez por su

    amable hospicio en Puno. Todos ellos han enriquecido este trabajo

    con su saber y sus msicas desde el Altiplano mgico.

    Santiago de Chile, 16 de Enero de 2009

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    NDICE

    DE CHARANGO A CHILLADORConfluencias musicales en la estudiantina altiplnica

    INTRODUCCIN.vi

    Panorama de la problemtica....vi

    Enfoques musicolgicos.......ix

    PRIMERA PARTE: La prctica del charango en el Altiplano puneo...12

    La Kjaswa de los pueblos quechua. El lugar y tiempo del charango..15

    Capachica y los rituales de Carnaval...18

    El instrumento musical: El Khirki...32

    Tiemplar y tocar. El uso musical del Khirkinchu39

    La msica de Kjaswa...48Un universo simblico: Capac Tika, la gran flor.......55

    El Qajjelo de los pueblos aymara. El espacio comunicativo del charango........60

    El relato local: Imaginarios y Personajes....60

    Contextos y conjuntos. Prctica musicalprctica social..........62

    La msica del Qajjelo. Musicalidad, traspasos y transformacin..........72

    El instrumento musical. Templar en DiabloyPisadas...82

    Los Toques del charango.92

    SEGUNDA PARTE: El charango en las estudiantinas altiplnicas...104

    La Estudiantina altiplnica. Colectivos musicales en el departamento de Puno...104

    La estudiantina y su refuncionalizacin en Amrica.106

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    La Estudiantina altiplnica: Un orgnico sonoro..110

    Conformacin instrumental. Modalidades locales de la estudiantina...113

    Surgimiento de la ciudad de Puno y de sus estudiantinas: La narrativa local..119

    Msicos urbanos y msicas locales. El Centro Musical Theodoro Valcrcel..124

    Marinera y Huayo pandillero, un Carnaval urbano.126

    El charango en la estudiantina, una friccin de musicalidades.131

    De charango a Chillador. El proceso de confluencias musicales.139

    Representatividad local de las provincias: Los concursos de estudiantinas..141

    La Captacin: Un proceso musical hacia lo comunitario..142

    El instrumentoel msico. Perfiles de la integracin a un Chillador..151

    El Qajjelo en la ciudad: Un solista escondido..157

    CONCLUSIONES...165

    BIBLIOGRAFA.169

    Sitios consultados en Internet ...175

    OTRAS FUENTES..176

    Entrevistas.176

    Registros audiovisuales.177

    Discografa.178

    ANEXOS...179

    Contenido del CD Audio adjunto..186

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    INTRODUCCIN

    PANORAMA DE LA PROBLEMTICA

    En el presente trabajo enfocaremos un proceso musical que ha estado

    ausente en las construcciones discursivas referidas al instrumento musical

    andino denominado charango. Tanto las referencias escritas como las

    asunciones ideolgicas de lo nacionaly lo latinoamericano, hantrastocado

    el discurso sobre el instrumento, llegando a configurar un imaginario

    homogneo y generalizador respecto a las prcticas musicales andinas. Desde

    esta premisa, analizaremos la problemtica en experiencias de investigacin

    desarrolladas en el departamento de Puno en Per, focalizando localidades

    ubicadas en el Altiplano del Collao.

    Los textos etnogrficos y etnomusicolgicos de la tercera y cuarta dcadas del

    siglo XX, han narrado descripciones o definiciones respecto al charango, que

    hoy dan luces a una problemtica de inters musicolgico, cual es, la

    construccin discursiva de identidades y pertenencias tnicas asignadas tanto

    a los instrumentos musicales como a sus respectivas prcticas musicales.

    Estas descripciones, al connotar una prctica homognea y un instrumento

    generalizado en cuanto a sus caractersticas, su msica y sus contextos, han

    tenido vigenciaen diferentes aspectosen el imaginario del folklore durante

    la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, la prctica musical en las

    comunidades andinas, est constituida como un hecho ritual y social y se

    articula por la manifestacin y mantencin de distintivos musicales locales.

    Desde una observacin primera, los distintivos en la prctica del charango,

    estn marcados por la existencia de variantes del instrumento, las que son

    usadas por comunidades especficas, as como por la existencia de

    modalidades de ejecucin especficas y que corresponden a contextos

    distintos. Desde una observacin mas profunda, los distintivos pueden ser

    reconocidos por la presencia de caracteres sonoros propios as como por la

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    vinculacin de sus funciones con la temporalidad de prctica y los planos

    simblicos de esta.

    En los textos, parece consensualmente aceptada una procedencia indgena del

    instrumento y, es a partir de tal idea que sus definiciones se basan en una

    tipificacin del instrumento en tanto objeto musical. Este enfoque est ligado a

    una idea de pertenencia sociocultural del instrumento y seala por tanto una

    prctica exclusiva respecto a su mbito social. Otro aspecto de las definiciones

    escritas, est orientado a la descripcin del plano sonoro y morfolgico del

    instrumento; bajo diferentes concepciones, los textos describen una sonoridad

    dbil as como una rusticidad en cuanto a su construccin como instrumento

    musical. Desde el panorama de la prctica actual, estas descripciones se

    constituyen en referencias, ms que del instrumento en s, de la mirada que

    circundaba a los enfoques del folclor, la cual, vea a un mundo indio

    tcitamente des-conexo de la modernidad. Tales descripciones en tanto

    representaciones, podran ser revisadas a la luz de los enfoques actuales y

    desde una investigacin focalizada en los espacios de la prctica misma y la

    performance de la msica. Entre algunos textos que pueden sealar esta

    problemtica citamos:

    En 1937 Hector Gallac seala: Especie de bandurria, posee un sonidode reducido volumen y timbre chilln [], este pintoresco instrumento,que su origen es quechua[es] de prosapia aborigen(Gallac 1937: 74).

    En 1938 Antonio Gonzales seala: instrumento de cuerda, que no esindgena, pero que se usa mucho entre los criollos, mestizos y algunasporciones de los indios quechuas de Bolivia. [] Es, en realidad, una

    Guitarra pequea, o mejor, un Guitarrillo [] cuya encordadura constade 5 rdenes de cuerdas de tripa(Gonzles 1938. p. 174).

    En 1940 Jos Mara Arguedas seala: el indio[] cre el charango yel quirquincho a imagen y semejanza de la bandurria y la guitarra[] esahora el instrumento mas querido de los indios y an de los mestizos(Arguedas 1940,www.chrangoperu.com).

    En 1946 Carlos Vega seala: El charango es una guitarrilla criollaespecialmente difundida en Bolivia y en el Per. (Vega 1946: 149), es, como forma, una verdadera guitarra espaola de tamao reducido,

    [sus partes son] absolutamente como sus sinnimos de la Guitarra(Vega 1946: 152).

    http://www.chrangoperu.com/http://www.chrangoperu.com/http://www.chrangoperu.com/http://www.chrangoperu.com/
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    Posteriormente, entre las dcadas de 1960 y 1970, el charango es empleado y

    difundido en los espacios de la msica denominada latinoamericana. El uso

    del charango en el repertorio de movimientos musicales como la Cancin

    poltica o la Nueva cancin latinoamericana, configura una simbolizacin del

    instrumento que remite a una presencia de lo andino en la idea de conformar

    representativamente un repertorio latinoamericano. No obstante estos

    movimientos han instalado un imaginario latinoamericanista, y la difusin de su

    msica ha significado una suerte de aparicin del charango en el contexto

    internacional, la asuncin del instrumento como smbolo integrador y

    representativo ha significado tambin la construccin de una imagen

    generalizadora del instrumento junto al desconocimiento de sus variantes. El

    uso musical del instrumento en el repertorio denominado latinoamericano,

    estuvo alejado de un contacto inmediato con las prcticas musicales de ciertas

    comunidades andinas, en las que el empleo del instrumento corresponde con

    aspectos centrales de la cultura como son la ritualidad, la sociabilidad y la

    expresin colectiva en la msica.

    En el contexto peruano, tanto los textos escritos como la presencia mediada de

    la msica andina, han instalado tambin una generalizacin respecto a la

    existencia de estilos musicales del charango en el Per. Tales estilos,

    enmarcados en relacin a contornos geopolticos, son distinguidos como

    propios de las ciudades, y consecuentemente departamentos, de Ayacucho,

    Cusco, Puno y Arequipa como centros de prctica, apareciendo as una idea de

    al menos cuatro estilos musicales. En esta generalizacin, no solo quedan

    excluidas importantes msicas de las comunidades de Huancavelica, Apurimac

    y Lambayeque, sino que tal delineacin territorial, an denotando diversidadmusical y sonora del charango en Per, corresponde a un imaginario nacional

    que opaca las msicas, las variantes y modalidades de ejecucin locales que

    coexisten en las comunidades del interior de cada uno de estos departamentos.

    Finalmente, el relato local se ve impactado las crnicas, la literatura y la

    documentacin del folclor surgidas desde los movimientos indigenistas, los

    que se hacen presente en el Altiplano desde la primera mitad del siglo XX. Enel relato local, encontramos las primeras menciones a la msica que

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    manifiestan una idea de re-conocer la diversidad del instrumento en cuanto a

    contextos y formas de ejecucin, no obstante, desde una mirada citadina que

    ha narrado las msicas lejanas a la ciudad, en muchos casos, idealizadas en

    funcin a la construccin de nuevas identidades.

    Luego de esta revisin, observamos que tanto en las publicaciones escritas

    como en el discurso construido desde lo latinoamericano, lo nacional y lo local,

    est en gran medida ausente la idea de considerar a la prctica del charango

    como una prctica transversal a diferentes contextos, as mismo, queda oculta

    la presencia de caracteres musicales propios y que son primigenios.

    Comprenderemos el proceso musical estudiado como la confluencia de estos

    caracteres en las msicas locales, las que al haber sido elaboradas en las

    ciudades, alcanzan una refuncionalizacin de sus caracteres y los proyectan en

    un contexto urbano, traspaso que ser determinante en el surgimiento y

    desarrollo de modalidades diferentes de ejecucin.

    ENFOQUES MUSICOLGICOS

    Nuestra principal hiptesis de trabajo se refiere a que la msica del charango

    ha seguido un proceso de traspasos musicales, proceso basado en la sntesis

    de ciertos caracteres musicales y sonoros que son procedentes de msicas

    rituales de la prctica indgena, a las que nos referiremos, para efectos de

    distincin, como msicas primigenias. De manera subyacente, stos caracteres

    han confluido en la prctica urbana del instrumento, especialmente a partir de

    su incorporacin a las estudiantinas altiplnicas, ya que esta incorporacin

    configura una variante instrumental con modalidades propias de ejecucin, laque ha sido denominada charango Chillador.

    Este proceso de confluencias, estudiado en el marco de la formacin y

    consolidacin de las estudiantinas, requiere un marco metodolgico que pueda

    privilegiar la prctica musical y la observacin de campo como fuentes de

    mayor pertinencia. As mismo, el enfoque propuesto recurrir a un anlisis de la

    performance apoyado en la transcripcin y visualizacin de los mecanismos deejecucin del charango chillador, ya que estos mecanismos han sido

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    constituidos por elementos de traspaso y confluencia musical de lo primigenio

    en una prctica urbana.

    En el presente trabajo, los conceptos referidos a una prctica urbana,

    entendida como la emergencia de msicas locales en tanto que conforman una

    comunidad local con unidades distintivas (Finnegan 2001: 437), sern

    pertinentes para enfocar la presencia del charango como un instrumento que

    articula unidades cohesivas en el contexto heterogneo de las urbes. Es

    importante comprender en este enfoque la multidimensionalidad que implica el

    concepto de msicas locales, en tanto que, las msicas locales corresponden a

    una prctica social de la vida urbana, y por su dinmica colectiva, se

    constituyen en espacios de re-encuentro entre msicos y concurrentes que

    expresan sus distintivos musicales y los resignifican.

    Por otra parte, si bien las prcticas musicales locales dependen de conexiones

    interpersonales, poseen una cierta estructura persistente mas all de estos

    vnculos, ya que mientras unos vnculos se disuelven otros surgen, siguiendo

    un continuo mas que una red (Finnegan 2001: 448). Esta idea seala cmo las

    elaboraciones musicales adquieren cierta permanencia en tanto que se

    constituyen en msicas representativas de las comunidades locales. Al estar

    los msicos y las msicas de las estudiantinas en un permanente cambio, uno

    de los factores para la consecucin y continuacin de tal representatividad es la

    incorporacin del charango a la conformacin orgnica de la estudiantina,

    expresamente, para dotar a la msica de una sonoridad y una musicalidad

    local. Las msicas locales se constituyen en un principal espacio donde la

    variante denominada Chillador ha cumplido roles creativos a su vez querepresentativos.

    Desde este punto, es pertinente la complementariedad de este enfoque con el

    concepto de musicalidad, para dar cuenta de las confluencias musicales,

    heterogneas y diversas, presentes en la msica y el funcionamiento social de

    la estudiantina altiplnica. La heterogeneidad la urbe queda expresada en la

    mixtura instrumental de la estudiantina, observaremos esta prctica musicalcomo una confluencia de distintas musicalidades, las que son provenientes del

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    xi

    mundo indgena, de lo indgena moderno y lo contextualmente moderno.

    Observaremos cmo en el espacio musical denominado Estudiantina

    altiplnica, las musicalidades entran en dilogo en trminos de friccin (Tadeu

    1997: 388). El enfoque analtico del presente trabajo, elaborado y sustentado

    desde estos conceptos, postula a una comprensin de la cultura local como un

    proceso en el cual las msicas son transformadas a su vez que actualizadas.

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    PRIMERA PARTE

    La prctica del charango en el Altiplano puneo

    A MODO DE INTRODUCCIN

    En la primera parte estudiaremos cmo la prctica musical cumple importantes

    roles en la sociedad altiplnica. Entendidos estos roles como funciones

    sociales de la msica, describimos algunos aspectos del contexto que, de

    acuerdo a su dinmica social no podran ser concebidas sin la msica como

    factor fundamental, es decir, focalizamos las actividades diversas y

    heterogneas en las cuales la prctica musical se constituye en el espacio de

    integracin al hecho cultura general.

    Si partimos de la afirmacin que la musica es un aspecto del cotidiano, desde

    esta idea, el sentido de cotidianidad se hace pertinente para comprender una

    descripcin del contexto que permita acotar un entramado de concepciones

    imbricadas con lo musical. Dado que una caracterstica fundamental de los

    hechos musicales que estudiamos, es que en ellos puede participar un nmero

    relativamente grande de personas, en esta instancia de participacin colectiva

    y mayoritaria queda enfatizada la carencia de una distincin bsica ente

    artista y artesano o entre artista y audiencia. (Merriam 2001: 278). Desde

    esta observacin, aquella integracin de las actividades sociales con aspectos

    de la prctica musical en s misma, podra ser comprendida como cotidianidad.

    Como un marco de referencia general respecto al contexto, consideramos a la

    prctica musical en el Altiplano como un hecho cotidiano, que se manifiesta en

    diferentes momentos y espacios, en correspondencia con sus funciones y

    determinado por concepciones ritualessociales. Esta cotidianidad musical,

    permite a los pobladores altiplnicos reconocer la presencia de vnculos entre

    determinadas prcticas musicales, sean de aparicin permanente o de

    aparicin temporalizada, en base a reconocimientos sonoros, a funciones en el

    contexto o, en la accin paralela de ambos factores.

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    En algunos casos, la vinculacin entre prcticas musicales est basada en que

    sus funciones comparten un mismo contexto espacio temporal. Tal es el caso

    de las msicas de Carnaval, las que si bien buscan y mantienen distintivos

    locales, pueden llegar a presentar rasgos musicales relativamente compartidos

    entre una prctica y otra as como pueden presentar una dinmica de accin y

    funcionamiento equivalente en tanto que se desarrollan al interior de una

    dimensin ritual comn. Podemos mencionar entre las msicas de Carnaval,

    entendido ste como una poca ritual, a prcticas msicodanzarias como son

    Wifala, Pukllay, Kajcha, Kaswa1entre otras. En otros casos, la vinculacin est

    sealada por la asociacin instrumental de un determinado corpus de msicas,

    es el caso de las msicas asociadas en la prctica colectiva del Sikuri2,donde

    las modalidades de expresin musical, an compartiendo el instrumento, son

    diversas. Es tambin el caso de las msicas de estudiantina o de conjuntos

    instrumentales mixtos, donde las msicas quedan vinculadas a partir de tal

    modalidad de instrumentacin, su vnculo consiste entonces en la bsqueda y

    mantencin de rasgos estilsticos, las estudiantinas relacionan en sus espacios

    urbanos a la msica del Huayocon la msica de la Marineray a stas con las

    captaciones de msica ritual. En un tercer caso, las vinculaciones musicales

    estn articuladas por la modalidad de ejecucin instrumental, ello implica una

    accin paralela de los dos casos anteriores ya que una modalidad de ejecucin

    puede vincular a ciertas msicas desde lo sonoro en cuanto a la presencia o

    ausencia de elementos musicales constitutivoscomo desde lo contextual en

    cuanto a las funciones y espacios de performance de tal modalidad. Esta

    vinculacin basada en el traspaso de las caractersticas de ejecucin de un

    1

    En estas msicas, los instrumentos musicales son mayoritariamente aerfonos, cada una de las msicasmencionadas es ejecutada en una conformacin concisa de instrumentos, los que tienen denominacionesgenricas como: Pinkillo, Toccoro, Pitu, Kina kina o Choquela, y presentan en algunos casosdenominaciones internas para organizar sonoramente la conformacin, como en el caso de la msica dePinkillos, la cual est conformada por grupos o familias de PinkillooPinkuylloyMachu pincuyllo. Enlas msicas de Tiempo de Carnaval, los aerfonos son asociados entre s a nivel homogneo para serinterpretados colectivamente, igualmente, estas conformaciones estn asociadas a un determinadomembranfono o grupo homogneo de membranfonos, es decir que existe una variante de tambordefinida para cada conformacin de flautas. Finalmente, un rasgo comn entre estas msicas es la

    produccin colectiva del sonido, la presencia de los sonidos agudos y la asignacin de roles musicalesespecficos para hombres y roles para mujeres.

    2Los conjuntos Sikurio agrupacin colectiva de Sikus, cuyo funcionamiento permanentes en las ciudades

    es no temporalizado respecto apoca de Carnaval, Cruz de mayou otras instancias rituales, asocian a surepertorio diferentes msicas como la Marcha, Sikumoreno o propiamente Sikuri, Huayo y ltimamentehuayos de otras regiones.

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    instrumento hacia otro instrumento, puede ser entendida como la proyeccin de

    una determinada expresin musical, o musicalidad, hacia otro contexto

    espaciotemporal, en el cual, los elementos musicales son no solamente

    empleados en correspondencia con lo primigenio, sino tambin son

    actualizados semnticamente.

    Este proceso es el eje del presente estudio, focalizaremos cmo las msicas

    del charango en el Altiplano, se han constituido sobre la base de un traspaso

    de elementos y caracteres musicales, los que provenientes de una

    instrumentacin primigenia, como pueden ser las flautas y tambores, han

    confluido en las modalidades de ejecucin del instrumento as como en las

    msicas de conformaciones instrumentales mixtas en que ste participa. Desde

    esta observacin, las msicas del charango por una parte sintetizan msicas

    del contexto festivo y ritual, y por otra, establecen vnculos musicales con

    conformaciones instrumentales y espacios de prctica en cierta medida

    distintos.

    Podemos decir entonces que la prctica del charango corresponde a espacios

    diversos y paralelos. Para comprender estos aspectos estudiaremos dos

    prcticas musicales que recurren al charango, cuya presencia es inherente a

    determinados aspectos del cotidiano altiplnico; estudiaremos la msica de la

    Kjaswa como una prctica de ritualidad y la msica del Qajjelo como una

    prctica de sociabilidad, no sin indicar que ambas tienen interacciones con

    otros aspectos de la cotidianidad y que el aspecto aqu sealado como foco de

    estudio para cada una de ellas no significa la exclusin del otro u otros

    aspectos. En ambas prcticas coexisten los dos aspectos sealados aunquebajo diferentes maneras de interaccin.

    Podemos decir entonces que en el contexto altiplnico la ritualidad es un hecho

    inherentemente social. Desde esta asuncin, los enfoques de ritualidad y

    sociabilidad aplicados respectivamente a las prcticas musicales mencionadas,

    obedecen a un criterio bsicamente metodolgico para un acercamiento al

    contexto. As lo descriptivo est orientado a contribuir significativamente alabordaje del problema en un alcance ms general.

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    LA KJASWA DE LOS PUEBLOS QUECHUA.

    EL LUGAR Y TIEMPO DEL CHARANGO

    En las comunidades altiplnicas la ritualidad ocupa un rol relevante.

    Diversos hechos socio-culturales son articulados por prcticas rituales, estas se

    constituyen en lugares y tiempos para la relacin entre los miembros de la

    comunidad as como entre la comunidad y sus entidades sagradas. El enfoque

    del presente captulo, est basado en las prcticas rituales ms prolongadas y

    las mas extendidas entre las comunidades andinas, como son la celebracin

    del Carnaval en tanto poca, el pago a la tierra, la marcacin del ganado, entre

    otras. Estas prcticas se constituyen inherentemente en espacios de prctica

    musical, la funcin de la msica en estos contextos es marcar las secuencias

    rituales y a su vez refuerzan la ritualidad en tanto institucin social (Merriam

    2001: 292). Considerando la prctica del charango como instrumento de

    interaccin ritual, abordamos una msica en la cual tocar el instrumento se

    constituye en el acto central de la ritualidad, sta es la msica de Kjaswa3.

    El plano musical de la Kjaswa se presenta asociado a la interaccin entre

    varias expresiones, entre ellas el canto, la danza, el lenguaje simblico, el lugar

    y tiempo de la ritualidad. Nuestro acercamiento al contexto esta basado en

    experiencias de campo realizadas entre los aos 2003 y 2007, en registros

    audiovisuales del contexto msico-ritual, en informaciones de msicos locales

    participantes de la Kjaswa, as como en fuentes bibliogrficas referidas a esta

    prctica.

    REVISIONES.Respecto a las fuentes escritas, la Kjaswa es posiblemente una de las

    prcticas musicales que ms temprano ha tenido presencia en los relatos,

    crnicas y etnografas. En un recuento breve, podemos mencionar referencias

    como las de Fray Domingo de Santo Toms, quien en el Lexicn o vocabulario

    de la lengua general del Perdel ao 1560, indica: Ccachuay.Danza o bayle,

    Taquic o toxoc o cachuac. Baylador o bailadora o danzador (Citado en

    3Emplearemos para este caso la escritura y pronunciacin local, la cual esta expresada en estandartes delos conjuntos as como en sus discos. Esta esKjaswa, o tambin kaswa.

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    Siancas 1987: 12). A inicios del siglo XVII, Diego Gonzales Holgun en el

    Vocabulario de la lengua general de todo el Per llamada Quichua del ao

    1608, indica: Kach Ouani.Baylar en corro asidos, o Cachua. Bayle asidos de

    las manos(Citado en Romero 1985: 244). Aos mas tarde, el cronista Felipe

    Guamn Poma de Ayala menciona en El primer nueva crnica y buen gobierno

    la existencia de Cachiua uanca y arawi (Citado en Romero 1985: 243). Ya

    al finalizar el siglo XVIII, el Obispo Baltasar Jaime Martnez Compan apunta

    en el cdice Truxillo del Per (c. 1782-1785) la denominacin de Cachua

    Cachua serranitao Cachuytapara titular cinco de las canciones transcritas

    en su cdice las que fueron compiladas en el norte de Per.

    El relato etnogrfico del siglo XX se apoy por una parte en la historicidad de

    estas crnicas, por la otra parte, motivado por el pensamiento indigenista de la

    poca se bas en una observacin relativamente inmediata de los contextos,

    observacin desde la cual han sido desarrollados algunos de los aportes

    etnogrficos mas relevantes para el presente trabajo. Josafat Roel Pineda en el

    ao 1959 y Jos Mara Arguedas en 1977, hacen referencias sobre la msica,

    danza y otros elementos recurrentes a la Kjaswa o Qhaswa4 observados en

    diversos poblados de la regin andina en Per.

    Kjaswa, Kashua, Qashwa, Cashuau otras variantes fonticas expresadas en

    los textos, ponen en evidencia una diversidad de pronunciaciones locales entre

    las comunidades quechua, podemos considerar estas variantes locales como

    fonemas propios respecto de las comunidades, regiones o poblados que los

    emplean. En un acercamiento etnogrfico a la Kjaswa como acto musical,

    observamos que se hace presente en diferentes lugares y comunidades de lacultura andina, en donde, no obstante su constitucin en espacio musical de

    carcter festivo y comunitario, as como su ubicacin temporal de prctica

    designada estrictamente a la poca de Carnavalson caractersticas generales

    y extendidas, sus expresiones musicales estn ms all de una idea de

    gnero musical en tanto que sus caractersticas musicales no son unitarias.

    4Como escribe Roel Pineda sujetndose a las normas deEscritura de las lenguas Quechua y Aymara.

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    El hecho de que varias msicas tomen la misma denominacin en diferentes

    comunidades andinas, aun siendo distintas en cuanto a elementos sonoros,

    formales y expresivos, da cuenta de una equivalencia de sus contextos de

    prctica en los diferentes lugares. La Kjaswa es ms que una msica, una

    prctica cultural imbricada con los rituales comunitarios y las temporalidades

    asignadas para la celebracin.

    Entre algunas localizaciones de esta celebracin, mencionamos la Kashuade

    la provincia de Canas en Cusco, sobre la cual Thomas Turino distingue una

    secuencialidad entre Punchay Kashwa y Tuta Kashwa o Kashwapara el da

    y para la noche respectivamente (Turino 1983). Mencionamos tambin la

    Qashua de las comunidades de Tambobamba en Apurimac cuyo contenido

    ritualal igual que la anteriorest enmarcado en la semana de Carnaval. As

    mismo es pertinente mencionar la Cashua de Incahuasi en la sierra de

    Lambayeque ya que celebra el cumplimiento de ritos de pasaje en el mes de

    febrero (Vreeland 1998). Aunque existen referencias sobre otras localizaciones

    e instrumentos musicales empleados, citamos estos tres casos a partir de un

    aspecto comn entre ellos que es relevante para el presente trabajo, ste es, el

    uso del charango como instrumento central en la msica, y sta, en ritualidad.

    El acto de tocar el charango en la Kjaswa, articula los rituales de cortejo y

    emparejamiento de jvenes en estas localidades, ritos que deben hacerse

    presentes precisamente durante las celebraciones del Carnaval o Tiempo de

    carnaval,para as acceder a una validacin social de la unin conyugal. Tanto

    Turino como Vreeland hacen puntual mencin al uso del instrumento en la

    dinmica social de estos rituales, cada uno respecto a sus lugares de estudio.

    En cuanto a los planos sonoro y estilstico de la msica de Kjaswa, el uso delcharango o los charangos, corresponde al uso de variantes locales distintivas,

    particularizndose la forma del instrumento, los materiales empleados en su

    construccin as como las afinaciones, sonoridades y los repertorios.

    Advirtiendo sobre la diversidad local de la Kjaswa, encontramos un texto del

    periodista puneo Augusto Siancas, quien en su libro MsicaMsicos-Melgar,

    resume algunos marcos locales y un objeto o funcin generalizada:

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    En Puno, la KASWA es solamente de la parte Kheswa. Los procesos de su

    baile son distintos en la generalidad de los pueblos; ms, el objeto y su conducta

    es sensual hasta la culminacin. (Siancas 1987: 26)

    En el Altiplano puneo, la poblacin aymara, quechua e hispanohablante,

    asumen la Kjaswa como una expresin propia del mundo quechua. En su

    puesta en acto ritual, el charango aparece en el centro de la prctica y con un

    valor distintivo, ya que el Charango de Kjaswase constituye en una variante,

    propia de un lugar y propia de un contexto especfico en trminos de

    temporalidad. Este lugar y tiempo para la Kjaswaes la celebracin del Carnaval

    de Capachica5,donde la msica marca y articula diferentes momentos rituales

    desarrollados durante el denominado Tiempo de Carnaval. Estos momentos

    rituales son entonces momentos musicales.

    CAPACHICA Y LOS RITUALES DE CARNAVAL

    El poblado de Capachica est ubicado en una pennsula del lago Titicaca, al

    noreste de la ciudad de Puno, a 3.810 m.s.n.m. Es actualmente uno de los

    distritos que pertenecen a la provincia de Puno en el departamento del mismo

    nombre y cuenta con 11.435 habitantes (www.capachicaalmundo). El poblado

    est conformado por las comunidades: Llachn, Capano, Yapura, Lago Azul,

    Ccollapa, Miraflores, Cotos, Chillora, Isaura, Escallani, Hilata, San Cristobal y

    Siale, siendo sta ltima la que ms ha conservado la Kjaswa en tanto

    prctica ritual, y donde actualmente habitan reconocidos maestros o

    charangueros locales. Hemos observado que entre las diversas celebraciones

    altiplnicas, la poblacin asume respecto a la Kjaswa que los msarraigados son los de Siale6, adems que es ah donde residen los artesanos

    y maestros7. Desde las categoras locales, maestrosson llamados no solo los

    constructores de charangos sino tambin los charanguistas, ya que a los

    5El nombre de este distrito: Capachica, proviene de los vocablos quechua: Capaq.gran, grande, y Tika.flor . Lo que significa: La gran flor o, lugar de las grandes flores.

    6Entrevista aZahl Escalante Gutirrez(34), msico nacido en Capachica y residente en Puno. Profesorde msica. (Puno 2007)

    7Entrevista a Juan Apaza Panca (58), msico de Siale y director del Conjunto Kashuas los Picaflores de Sialecomo maestro charanguero. (Capachica 2007)

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    tocadores les dicen maestros y cuando se trata de una fiesta, `!Vmos a

    contratar al maestro` dicen, o sea no es al msico, y tiene un estatus social

    en ese grupo, el maestro es el mejor atendido (Escalante 2007, entrevista).

    Desde esta percepcin propia, que la Kjaswaen la comunidad de Siale es una

    prctica mayoritaria y arraigada, focalizamos para nuestro acercamiento al

    hecho musical, la msica de los conjuntos sialeos.

    Contexto de celebracin de la Kjaswa en Capachica Febrero de 2007.

    Como hemos indicado, la Kjaswa es celebrada en una temporada definida,

    entre los meses de enero y marzo, la que se denomina Tiempo de carnaval.

    Tanto en Capachica como en otras localidades andinas, Carnavales denotaun tiempo de celebracin comprendido entre una semana antes y una despus

    del domingo de carnaval designado por el calendario catlico. Si bien esta

    prctica se extiende durante el tiempo indicado y comprendiendo diferentes

    modalidades rituales, los aspectos ms relevantes en cuanto a la prctica

    musical se presentan el da mircoles de la semana de carnaval, dia

    denominado mircoles de ceniza. Este da, la Kjaswase manifiesta como una

    celebracin abierta en la plaza principal de la localidad de Capachica, instanciaen que las comunidades de este distrito peninsular, se hacen presentes y se

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    reconocen entre s a travs de sus msicas y sus conjuntos. El mircoles de

    ceniza, los kjaswantes provenientes de las comunidades que componen el

    distrito de Capachica se renen en la plaza de la localidad, se constituye as un

    espacio de reconocimiento social a las uniones de jvenes kjaswantes o, de

    reafirmacin conyugal de las parejas constituidas en aos anteriores al

    participar en la danza. En esta ocasin, as como sucede en el encuentro de

    conjuntos autctonos, que se realiza en el mes de febrero dentro de la

    celebracin a la Virgen Candelaria en la ciudad de Puno, la Kjaswa es

    ejecutada por las comunidades de Capachica en una modalidad de comparsa a

    la cual se denomina Conjunto Kjaswa.

    Un Conjunto Kjaswaesta conformado por un grupo de msicos y un grupo de

    bailarines cantores. La msica de la comparsa est ejecutada por un grupo de

    charangueros que puede variar entre uno, ocho o ms ejecutantes

    generalmente los de mayor experiencia y un grupo de cantoras relativo al

    nmero de charangueros. La caracterstica de los bailarines varones es llevar

    el charango en la mano para representar coreogrficamente la accin de tocar,

    comunicando en su corporalidad la ritualizacin del cortejo como un acto

    imbricado con el acto musical.

    Como hemos observado, la Kjaswaest conformada por diferentes momentos

    musicales-rituales durante el tiempo de carnaval, en este tiempo, la celebracin

    del mircoles de ceniza es la que presenta importantes aspectos para el

    estudio musicolgico. La msica en esta celebracin presenta una

    secuencialidad que hace referencia a los momentos del cortejo que se han

    hecho presentes durante toda la semana. En esta secuencialidad, laperformance de la msica y danza, entretejida por la interaccin de varones y

    mujeres, significa momentos que van desde la eleccin de la pareja hasta el

    reconocimiento de sta como tal. Cada meloda presente en la celebracin del

    mircoles de ceniza, corresponde y sintetiza a un momento ritual. Para efectos

    de la descripcin, a cada momento del ritual, que corresponde a una msica

    determinada, denominaremos como momento musical.

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    Cada momento musical presenta una meloda propia, o ms precisamente un

    modelo meldico, el que toma variaciones en el transcurso de los cantos de

    acuerdo a lo expresado por los versos, respecto a la cantidad de slabas, y de

    acuerdo a la articulacin de los fonemas quechua respecto a los acentos e

    intensidades.

    CAPTACIN.

    Aunque los momentos musicalespresentan variaciones en la performance, en

    ciertos espacios de representacin musical de lo autctono en los espacios

    urbanos, algunos modelos meldicos han sido llevados a la escritura musical

    para su refuncionalizacin en el contexto local, proceso que desarrollaremos

    en la segunda parte del trabajo. Encontramos en el libro de Augusto Siancas

    una trascripcin pentagramada con el ttulo de Kashua de Capachica,

    consistente en un apunte de cuatro frases meldicas y las indicaciones

    verbales de Cambiemos para la segunda frase y Carnaval para la tercera.

    La transcripcin menciona tambin: Cap. Victor masias., lo que significa

    Captacin8de Vctor Masas, la inclusin de este texto seala que las msicas

    rituales circularon en otros contextos mediante apuntes manuscritos. En el

    Altiplano, la captacin de msicas campesinas constituye una prctica

    generalizada de los msicos lectores, quienes proyectan tales transcripciones

    hacia los espacios musicales de prctica urbana. Adems de mostrarnos aquel

    proceso de representacin, que posteriormente abordaremos como punto

    central, la importancia de estos datos est en que nos permite analizar los

    elementos contenidos en la partitura9. Ms all de privilegiar la representacin

    meldica, la transcripcin pone de manifiesto aquella secuencialidad en la

    8 En este caso, Cap. abrevia captacin. Se refiere al apunte meldico de canciones que han sidocaptadas en su contexto ritual por los msico urbanos. En la segunda parte del presente trabajo

    desarrollaremos sobre Captaciny su constitucin en gnero musical.

    9Respecto a otros datos de la trascripcin, en la parte posterior menciona: Cortesa de su hijo Augusto. Comp., este ltimo dato refiere a la posible donacin que hiciera el compositor Augusto Mas asHinojosa al autor del texto Augusto Siancas, como una captacin realizada por su padre VctorMasas,quien entre 1930 y 1940 como msico autodidacta[] realiz la captacin de melodas aymara-quechuas (Paniagua 1989 p. 57). Este dato se relaciona a la formacin del Conjunto Obrero Masas y lairradiacin de la msica altiplnica a las ciudades de Arequipa, Cusco, Lima y La Paz (Paniagua 1989),irradiacin de la cual se conforma el Centro Musical Theodoro Valcrcelen Puno en el ao 1953, ya que

    es considerado como una continuidad del Conjunto obrero Masas. Observaremos que el Centro MusicalTheodoro Valcrcelpuso especial nfasis en su repertorio a las msicas de captacin.

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    msica de la Kjaswa, secuencialidad expresada con la indicacin de

    cambios. Los cambios meldicos constituyen entonces una caracterstica

    inherente y necesaria a la msica de Kjaswa, an cuando sta fuera llevada

    en una performance resumidaa espacios de representacin escnica.

    Kashua de Capachica en:Siancas 1987: 28

    En el contexto de la Kjaswa en Capachica, tocar el charango es un rol que

    corresponde a los varones mientras que el canto es compartido por varones y

    mujeres, alternando versos entre unos y otros sobre los modelos meldicos de

    cada momento musical. La participacin de las mujeres en el canto presenta

    caractersticas de fonacin que remiten a msicas de flautas, esto es: con

    inflexiones vocales, registro agudo, intervalos de entonacin, articulaciones y

    melismas. La Kjaswade Capachica, en la actualidad corresponde a la prctica

    del charango como su instrumento musical propio y en una variante propia, sin

    embargo sus races musicales podran ser anteriores al uso de cordfonos.

    Una referencia de Lizandro Luna en su texto Zampoas del Collao de 1975,

    aunque sin sealar el lugar, narra imgenes regionales de la kjashua del

    Collao mencionando que en ella se hacia uso de las quenas as como

    metaforizando ideas referidas al emparejamiento:

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    apenas se dejan or las notas nostlgicas de la kjashua en las quenas

    vibrantes, {es} cuando empiezan a caer, como llovidos del cielo, parejas

    humanas. (Citado en Siancas 1987: 27).

    En gran parte de las celebraciones andinas, la produccin del sonido musical

    es una accin colectiva y compartida, al punto que en algunas instancias la

    distincin entre msicos y no msicos esta ausente. En cuanto al empleo de

    instrumentos aerfonos, tiene predominancia la ejecucin es colectiva,

    existiendo colectivos de quenas, de quena quenas, de pinkillos o pinkillada, de

    tarkas o tarkada, de choquelas, de sikus u otros, en los cuales, al igual que en

    la msica de Kjaswa, los roles de ejecucin instrumental estn asignados a los

    pobladores varones. As mismo, la concepcin de una sonoridad grupal para

    estos instrumentos, esta determinada por su asociacin instrumental que es

    siempre homognea10. Cada una de estas asociaciones, llega a conformar una

    sonoridad que, en trminos colectivos, establece correspondencia con una

    determinada funcin, poca y lugar de performance, se instala as la msica

    como una entidad sonorade lo local. En la conformacin de estas entidades

    sonoras colectivasen este caso de instrumentos soplados el canto de las

    mujeres, en el plano verbal cumple un rol comunicativo, mientras que en el

    plano musical, la expresin en lo ms agudo de su registro vocal, corresponde

    a una necesidad de integracin con aquella entidad sonora a manera de

    correlato de las flautas. Esta caracterstica de correlato musical a las flautas por

    parte de las voces femeninas, est presente en la msica del Choquela y en

    msicas de Wifala, las que pertenecen al mismo contexto de Carnaval en el

    que se ejecuta la Kjaswa.

    TRASPASOS

    La ejecucin del charango como instrumento musical propio de la Kjaswade

    Capachica, corresponde a un traspaso de aquella concepcin musical de

    sonoridad compartida y colectiva, y de conformacin instrumental homognea

    10 Las flautas se asocian de manera homognea, sin embargo, en cada grupo instrumental existenorganizaciones sonoras internas entre las distintas dimensiones del instrumento y sus proporciones en el

    balance del sonido colectivo. Estas sub-asociaciones de flautas son consideradas familias, cuyaclasificacin local, frecuentemente toma denominaciones de parentesco como: Taika: la mayor,Jacha: elmayor,Ankuta: el mediano, Suli: el menor.

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    como en los aerfonos, hacia una nueva entidad sonora conformada por la

    vibracin pulsada de cuerdas metlicas11en conjuncin con las voces agudas.

    Este traspaso se pone de manifiesto en que para producir la msica de Kjaswa,

    la comunidad recurre al uso de varios charangos en igual afinacin, y no al uso

    de un charango acompaado por otros cordfonos. Este traspaso es tambin

    evidente en el hecho que ejecutar el charango se mantiene como rol masculino.

    Podemos sostener entonces que, en trminos de prctica musical, tanto el

    contexto como las funciones de la msica de Kjaswa, son equivalentes con

    aquellas que tuvieron vigencia antes de la llegada de los cordfonos. Se trata

    de la continuidad de aquella prctica denominada Kashua o Cachua que

    hemos revisado en las antiguas fuentes escritas aunque con el nuevo agente

    sonoro que constituyen las cuerdas pulsadas.

    Por parte del canto, la emisin de la voz es un elemento que reactualiza la

    sonoridad de flautas altiplnicas, instrumentos precisamente asociados al

    tiempo de carnaval. Es pertinente relacionar a esta reactualizacin, la

    presencia de otros rasgos musicales tales como el predominio del unsono, el

    uso del registro agudo y ciertas inflexiones vocales generadas por la emisin

    de armnicos al producir los intervalos ms distantes, y la presencia de

    melismas y ligados.

    En relacin a los aerfonos en la tradicin de Capachica, hemos observado la

    prctica colectiva de sikuriy tarkada.Buscando informacin respecto al empleo

    de otras flautas nos indica el msico capachiqueo Zahl Escalante:

    entre los instrumentos nativos nativos (enfatizando) hay esos pinkillos que

    tocan los Machuaycha Los pitos que tocan por ejemplo para Los Negritos

    (danza) que ha desaparecido... (Escalante 2007, entrevista)

    11

    El encordamento metlico y el empleo del armadillo son factores sonoros relacionados con la ritualidadde la Kjaswa y, factores que ms adelante se relacionarn a una identidad sonora de lo local.

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    Evidentemente el traspaso de instrumentos aerfonos a los cordfonos est

    manifestado en la kjaswa. Las flautas de Carnaval estn ausentes en la Kjaswa

    de Capachica ya que la prctica instrumental ha reubicado su funcionalidad en

    el uso colectivo del charango, no solo en cuanto a conformar la entidad sonora

    colectiva, sino tambin en cuanto a que la msica se mantiene adscrita a la

    temporalidad del ritual.

    En el contexto del mircoles de ceniza,hemos observado en Capachica una

    celebracin del Conjunto Kjaswa los Picaflores de Siale, quienes ejecutaron

    cinco momentos musicales durante aproximadamente diez minutos, alternando

    cantos entre versos de varn y versos de mujer, entre los cuales, la ejecucin

    de interludios en el charango es el elemento encargado de marcar los cambios

    de momento musical y de sus correspondientes danzas. En este corpus

    temtico observado, las diferentes melodas o modelos meldicos toman

    aunque no expresamente denominaciones del momento ritual al que

    corresponden y, su duracin o prolongacin puede ser variable12. Una

    descripcin coreogrfica que se relacione detalladamente con los momentos

    musicales sera extensa y menos pertinente al presente trabajo, con la idea de

    vincular el desenvolvimiento de los momentos musicales con la modalidad

    propia de ejecucin del charango, presentamos la transcripcin de los

    momentos musicales ejecutados por el Conjunto Kjaswa los Picaflores de Siale

    el da mircoles de ceniza del ao 2007 en la localidad de Capachica.

    La transcripcin enfoca la secuencialidad de los momentos musicales que

    fueron cinco (I Momento, II Momento, III Momento, IV Momento y V Momento).

    La notacin de los cantos est planteada con la idea de un acercamientobsico a la entonacin, ya que los efectos vocales representados en este caso

    a manera de ornamentos, constituyen, mas all de tal concepto, un rasgo

    musical bastamente complejo y cambiante como para ser representado en los

    alcances de la escritura meldica convencional. De igual forma, los valores

    rtmicos representados sern referenciales, ya que las divisiones internas de

    cada pulso presentan cuantificaciones o proporciones internas que no

    12De ah que optamos por la denominacin de momentomas que te temamusical o de cancin.

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    corresponden con las divisiones binaria ni ternaria de los parmetros de

    mensuracin rtmica establecidos por la escritura de la msica occidental.

    Desde esta aclaracin, los apuntes meldico-rtmicos buscan para este caso,

    mostrar cmo los diferentes modelos meldicoscorresponden a determinados

    momentos musicales, producindose durante la secuencia o corpus, cuatro

    cambios meldicos. Una constante en la secuencializacin de la danza y el

    ritual, es que los inicios de cada momento, con excepcin del tercero, son

    marcados por el toque de charango, este toque consiste en un fragmento

    meldico que sintetiza en pocos pulsos la meloda entrante a la vez que

    caracteriza el movimiento del nuevo momento musical. El fragmento

    denominado llamada, asignado a la ejecucin del charango solo, genera una

    instancia en que el sonido del Khirkinchuo charango de kjaswaes el sonido

    aglutinador del colectivo, sea como llamadao como cierrede cada momento

    musical. El canto del Khirkinchu constituye una seal sonora para la

    ubicacin espaciotemporal de los diferentes momentos del ritual en cuanto a su

    duracin, prolongacin o situacin.

    En la celebracin que describimos, mientras los jvenes Kjaswantesritualizan

    su unin en el acto de danzar, el grupo de msicos estuvo conformado por dos

    cantoras y tres charangueros, uno de los cuales canta solo y siempre lanzando

    los versos primeros de cada momento musical. En la secuencialidad, los

    momentos de Llamada corresponden al charango o Khirkinchu, luego los

    primeros versos cantados corresponden al Maestroy los versos de respuesta

    corresponden a las Cantoras, entre ambos el ciclo de respuestas se repite

    varias veces. Despus del ltimo verso, el charango realiza el Cierre del

    momento musical ejecutando una vez el modelo meldico, nuevamente solo ysiempre con el rasgueo13.

    Presentamos la transcripcin de los momentos musicales y versos traducidos

    para cada momento musical:

    (Referencia de Audio: Track 1)

    13La modalidad de ejecutar una meloda de carcter polifnico con la accin del rasgueo, describiremosen la parte central de este captulo referida al funcionamiento del instrumento.

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    I mom ento.

    Versos Maestro:Charanguituytakas apamusiani, kjaswana punchaumi chayarqamuna.

    Mi charanguito estoy trayendo, de la kjaswael da ya ha llegado.

    Versos Cantoras:Intika lloqsirimushanaraqri, Hatunmanta cuna quicharisunchis.El sol saliendo ya est, el gran lugar nuestro (Capachica) ahora abriremos.

    I I momento

    .

    Versos Maestro:Viernes mircoles punchaumi kashan Wayna sipasqa khaswarikuchun.Este da es viernes, este da es mircoles que los jvenes se festejen.

    Versos Cantoras:

    Kayqama khaswana ponchaupiqa Bruzuykichista maariwaychis.Ah est, en este da de festejo prstenme vuestros brazos.

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    I II mom ento.

    Versos Maestro:Cambiasunchisma kunanqa, huekota Kutichisunchis.

    Cambiaremos ahora cambiaremos! (sombreros), y despus los devolveremos.

    Versos Cantoras:Sombreruta monterata, cambiasunchis kunanqa.Sombrero por montera14(y viceversa), cambiaremos ahora.

    IV momento.

    Versos Maestro:wifay carnawales

    wifay,carnavalesVersos Cantoras:

    Charango waqashan, Sirenawan kusqa, khaswakunanchispaq.El charango esta llorando, junto con la sirena, para que festejemos.

    14

    Montera es la indumentaria usada para cubrirse la cabeza, en celebraciones rituales son adornadas porflores y son de uso especfico de las mujeres, mientras que a los hombres corresponde el uso delsombrero.

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    La prctica no escrita de la msica es un proceso de variacin y transformacin

    permanente junto a sus contextos, desde esta idea observamos que las

    canciones aqu transcritas presentan similitud con las melodas del manuscrito

    publicado en el libro de Augusto Siancas que hemos presentado anteriormente

    (p. 22). Sin buscar precisiones entre las melodas transcritas y considerando

    los problemas de la notacin escrita, es evidente que ciertos elementos

    meldicos y formales guardan coherencia con las melodas de la actualidad.

    Entre estos, la similitud en la extensin de las frases meldicas, la conjugacin

    de las notas o Tonos empleados en el diseo de modelos meldicos o

    Tonadas. Queda tambin en evidencia que la transcripcin meldica estuvo

    frente a los dilemas de representacin en cuanto a la compleja divisin rtmica,

    habiendo optado Masas en su captacin, por el uso de grupos de tres y de

    dos corcheas, sin que ello signifique una diferencia sustancial en la ejecucin

    respecto a la manera actual. Al respecto, mas adelante presentaremos una

    grfica del registro de audio digital correspondiente a un fragmento ejecutado

    en charango, en la cual observaremos las proporciones rtmicas y dinmicas

    internas respecto a cada pulso. (p. 52)

    Enfocando la prctica de Kjaswa, retomamos el tema del maestro charanguero.

    Recordando la mencin a un estatus del que era poseedor el msico en

    aquellos contextos, observamos que la comunidad denomina maestro al

    msico que ejecuta el charango, esto implica un rol musical y social cual es

    crear los versos, que en muchos casos sern cantados colectivamente y

    recrear las melodas para los diferentes momentos rituales. En esta ocasin, el

    maestro cantor del Conjunto Kjaswa Los Picaflores de Siale, fue el msico Juan

    Apaza Panca,quien a su vez indic haber sido autor de la letra y msica deaquellas canciones, refirindose a las variaciones meldico-rtmicas que

    compuso desde los modelos meldicos preexistentes, varaiciones

    posiblemente correspondientes con las slabas y palabras de los nuevos

    versos. La meloda cantada en el IV Momento por ejemplo, con el estribillo de

    Wifay carnawales, equivale en tanto modelo meldico a la tercera meloda

    que lleva la indicacin de Carnaval en la Captacin de Vctor Masas. As

    mismo, la meloda cantada en el III Momento, presenta relacin meldica con lasegunda meloda captada por Masas y que lleva la indicacin de

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    Cambiemos. Si recordamos que la Captacin de Vctor Masas (p. 22)

    habra sido realizada entre las dcadas de 1930 1940, entendemos la

    declaracin del maestro Juan Apaza, de ser el compositor de la msica y letra

    de aquella Kjaswaen tanto su auto-reconocimiento como creador est fundada

    en la creacin de variaciones concretas tcitamente, sobre la base de los

    modelos meldicos preexistentes para la celebracin de sa comunidad, y

    especficamente, de se ao. Esta modalidad creativa de presentar cada ao

    cierta renovacin de las melodas sobre la base del repertorio preexistente, es

    una prctica generalizada entre las comunidades musicales altiplnicas.

    Refirindose a una connotacin definidamente local de su msica, indica Juan

    Apaza:

    Lo que hago es original y mantengo la msica desde los ancestros, desde mis

    abuelos, yo aprend a tocar a los siete aos de edad y ya tengo cincuenta y ocho

    aos de edad Toda la vida mantengo la msica nativa que mi comunidad Siale

    nunca puede olvidar. (Apaza 2007, entrevista)

    Bajo esta nocin de originalidad, la renovacin constante de melodascontribuye a configurar una representatividad local basada en la permanencia y

    recreacin de los modelos meldicos entendidos como nativos. Desde este

    punto, la observacin de Thomas Turino en su trabajo sobre las msicas

    altiplnicas, hace referencia un estilo grupal de composicin y aprendizaje

    musical, desde cuya dinmica, la originalidad y la competencia musical se

    convierten en demostraciones de competencia social y de peculiaridad en la

    identidad comunal (Turino 1998: 82-83). Juan Apaza manifiesta entonces su rolde ser creador de msica sin desprenderse de la mantencin de sus rasgos

    musicales locales, aqu el sentido de originalidad hace correspondencia con lo

    preexistente as como con lo comunitario ms que con lo renovado o individual.

    GRABACIONES

    Algunas relaciones de identidad local y comunal han sido construida a partir de

    la asuncin de una pertenencia de las melodas de Kjaswa a determinadas

    comunidades. Es posible que algunas melodas y versos hayan tomado rumbos

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    y contextos distintos al tiempo de Carnaval o tiempo ritual, ya que han sido

    grabadas para la produccin local de casetes y discos compactos, mediacin

    en la aparecen a manera de canciones. En los discos, los ttulosasignados

    aluden a funciones o momentos de ritual al que corresponden. Otras veces, los

    ttulos sealan elementos simblicos del ritual, entre los que tienen especial

    presencia las flores, picaflores, aves y espritus. En otros casos, los ttulos

    hacen mencin a das importantes para la celebracin, tales como el domingo

    de Carnaval o el mircoles de cenizas. En los siguientes ttulos incluidos en

    producciones locales, observamos importantes significados as como mltiples

    connotaciones del contexto:

    Los Anchanchos, que significa los espritus de los lugares encantados.

    Mircoles de cenizas. Domingo de compadres. Tika sonqo, que

    significa: Corazn de flor en idioma quechua. Montera churanakuy, que

    significa: Cambiemos monteras. Kapaq tka, que significa: La gran flor.

    Mamacha Candelaria, que significa: Madre o madrecita Candelaria,

    refirindose a la virgen candelaria. Sonqo suwa, que significa: Roba

    corazn.15

    Tika montera,que significa: Flor de la montera. Kusirikuy, que significa:

    Alegremos, alegrmonos. Centinela orco, que significa: Cerro centinela.

    Wifai sialeo, Wfayes interjeccin de gozo, se refiere a la danza Wifala

    en una modalidad local propia de Siale. Kjasway punchay, que significa:

    Da de Kjaswa. Kjapaj tika llanta, que significa: El pueblo de las grandes

    flores, se refiere a Capachica. Sumaj punchayniyqui, que significa: En

    este bello da16.

    Al ingresar estas msicas a la grabacin, la Kjaswa se constituye en un

    referente musical de lo capachiqueo en contextos distintos y fuera del tiempo

    y espacio de lo ritual. La produccin mediada, ha tenido fuerte impacto en la

    15Ttulos incluidos en el Caset Huanchanchos de las orillas del Titicaca. Conj. Kcashuas los picafloresde Siale. CapachicaPuno.

    16

    Ttulos incluidos en el CD Anchanchos de las orillas del Titicaca. Conjunto Kjaswa los picaflores delos hermanos artesanos.

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    construccin y reconocimiento de identidades locales a travs de la msica, se

    reconoce en las grabaciones las ideas de tema musicalo modelo meldico, la

    sonoridad o estilo local de instrumentacin y empleo de un idioma respectivo

    para los versos.

    Mediante la produccin discogrfica, las msicas de contextos rituales haan

    sido llevadas a conformaciones instrumentales diferentes, las que

    corresponden a una prctica musica de contextos urbanos. A modo de ttulo,

    los disco presentan denominaciones genricas de estas msica, como:

    Kaswa, Wifala, Ayarachi, a su vez, estas denominaciones genricas son

    consideradas como piezas de captacin cuya funcin ser generar una

    representatividad17musical de lo local.

    EL INSTRUMENTO MUSICAL: EL KHIRKI

    Respecto al instrumento musical de la kjaswa, estudiaremos las relaciones

    entre el charango y su material de construccin: El Armadillo, considerando que

    esta caracterstica implica cierta animidad del instrumento para su funcin en

    los rituales.

    Leonidas Cuentas Gamarra en Danzas del altiplano de Puno de 1981, hace

    una importante referencia que aunque considerablemente reciente toca un

    aspecto que se encontraba escondido por el relato latinoamericano del

    charango, sino sobreentendido por el relato local. ste seala a la Kjaswa

    como una msica de charango:

    en Capachica, es otro carnaval del sector quechua del departamento (Puno),que se ejecuta generalmente al son de charangos especiales, sin caja de

    resonancia, muy sonoros de timbre agudo. Un solo charango puede hacer bailar

    a 20 30 parejas. Previos algunos gritos estridentes de citacin a los bailarines

    comienza la danza que tiene tres partes; una primera en que las mozas danzan

    cadenciosa y alegremente entonando canciones picarescas e insinuantes parte en

    quechua y parte en castellano; a la que los mozos que danzan con pasos

    17

    Sobre el tema de representatividad, volveremos a las msicas rituales mas adelante, vistas desde laexperiencia de la Estudiantina altiplnica.

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    gimnsticos y vigorosos, responden con gritos, silbidos y palmas. La segunda

    parte (es) El Cambio de monteras por sombreros, y la tercera es el

    Cacharpari o despedida con canciones picarescas. (Citado en Siancas

    1987: 26)18

    La observacin al plano sonoro en cuanto a lo especial del instrumento, as

    como la mencin de algunas de sus caractersticas morfolgicas, deja instalada

    la idea de una diferenciacin local del charango en Capachica. En seguida,

    menciona observaciones sobre el desarrollo de la danza y la existencia de

    partes en trminos coreogrficos, evidentemente, refirindose a la

    secuencialidad de los que hemos denominado momentos musicales. El texto

    tambin advierte acerca de comportamientos rituales que recurren a lo sonoro

    como son gritos, silbidos y palmas, las que de acuerdo a nuestras

    observaciones de campo, son indicadores de los cambios en la secuencia. Sin

    embargo queda la posibilidad que la descripcin de Leonidas Cuentas

    corresponda a una performance representativa de la Kjaswa o a una

    escenificacin consistente en aquellas tres partes, ya que en la prctica de

    contexto ritual, la secuencialidad puede tener un mayor nmero de cambios o

    momento rituales y ser stos de larga duracin. La mencin al cambio de

    monteras por sombreros, seala interacciones rituales que la msica y la

    danza articulan para el emparejamiento de los kjaswantes. El intercambio de

    las prendas de la cabeza es una instancia del ritual que significa la constitucin

    de la pareja, mientras que los cantos en cuanto a su texto, en ese momento

    musical son ms directos que alusivos, caracterstica a la cual el relato

    sealara como canciones picarescas.

    18 Estas descripciones de Leonidas Cuentas, aluden a la transcripcin antes presentada, realizada porVctor Masias muchos aos antes de tal relato. Es posible adems que aquel manuscrito haya tenido

    incidencia en lo descrito por Cuentas respecto a las denominaciones de Cambio de monteras yCacharpari.

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    EL KHIRKINCHU

    El charango que se ejecuta en la Kjaswa es denominado Khirkincho o

    khirkinchu19, esta denominacin se debe al empleo del caparazn de un

    armadillo o Khirkicomo caja de resonancia. El uso del armadillo como cuerpo

    del instrumento, plantea connotaciones de animidad adjudicadas al charango

    dado que su uso en el ritual es inherentemente mgico, sea por vas de lo

    sonoro, lo musical, lo simblico y de otros niveles de comunicacin que ubican

    a la Kjaswacomo una prctica social.

    Estudiando los usos del instrumento, traemos nuevamente a mencin el tema

    del traspaso,que de aquella sonoridad colectiva expresada en los instrumentos

    soplados, devino hacia los instrumentos desde esa perspectivarasgueados

    como es el charango, o ms propiamente, hacia un colectivo de cordfonos o

    charangos. Analizando lgunos antecedentes que pudieran generar hiptesis

    sobre cules seran algunos factores que subyacen en este traspaso,

    abordaremos sobre el cambio de la fuente sonora, es decir, la adopcin del

    sonido de cuerdas pulsadas en lugar del sonido de aerfonos. Existi o

    existen vinculaciones entre instrumento sonoro y una determinada prctica

    musical ms all de la pragmasis? Al explorar el uso y adopcin de un

    instrumento cordfono, en una prctica musical que anteriormente fue propia

    de los aerfonos deberamos focalizarnos en factores de ndole funcional o

    pragmtica respecto al uso de uno u otro instrumento?, o qu subyace en

    otros planos del empleo de un determinado instrumento, en este caso, del

    charango de armadillo o Khirkinchu?

    Ludovico Bertonio en el Vocabulario de la lengua aymara,publicado en 1612

    en Juli Chucuito, lugar cercano a la localidad de nuestra observacin,

    menciona: Quirquichu. Animal como tortuga, aunque prolongadillo, y los indios

    tienen creydo que colgandole a la puerta de su casa el ladrn bolvera todo lo

    que hubiese hurtado (Bertonio 2005: 671). sta mencin presenta un

    19Nuevamente, las escritura del vocablo es diversa, en diversas fuentes de la literatura local encontramos:

    Kirkincho, Quirquinchu y Quirquincho (Paniagua 1973/2005). Optaremos por la escritura Khirkinchu,planteada en el texto de Luperio Onofre Mamani (Mamani 2006) la cual consideramos ms cercana a lapronunciacin local.

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    vnculo entre el animal y una prctica o creencia mgica de los aymara. Por

    otra parte, diversas prcticas ligadas a lo mgico en el Altiplano, recurren en la

    actualidad al uso de este animal, algunas de ellas han sido sealadas en un

    texto local de Luperio Mamani, quien indica que: Los vendedores que

    participan en la feria de alasita llevan consigo un armadillo con fines rituales y

    principalmente para desearles mucha suerte a los compradores y objetos

    comprados en esta actividad. Ms adelante, describe otras prcticas acerca

    de los hechizos y brujeras y los propsitos medicinales de su uso,

    concluyendo que en el mundo aymara, el khirkinchu es considerado como un

    extico y misterioso animal, por ello, los oficiantes de la regin (resiri, yatiri,

    paqu, layka, chamacani y xapallani)20 emplean con fines netamente

    rituales. (Mamani 2006: 21)

    Otras menciones relevantes respecto a lo musical que aparecen en el texto de

    Bertonio son: Quirquitha, Taquitha. Baylar, brincar, pisando con velocidad el

    suelo, como usan los uros, y tambien los que danan con los cascabeles.. Ms

    adelante: Quirquittaatha. Hazer baylar a otro, como quando la madre tiene su

    nio sobre las rodillas, y la haze dar brincos por holgarse.. Y seguidamente:

    Quirquinacatha. Danar discurriendo de una a otra parte. Encontramos aqu,

    que la vinculacin entre la raz fontica Quirquiy los conceptos relacionados a

    bailes, cascabeles en tanto metalfonos, brincos, holgarse y discurrir de una a

    otra parte, indican que la denominacin del animal obedece a ciertos niveles

    de significacin de lo celebratorio y lo danzario debido a su manera de

    desplazarse y de simblicamente bailar. Esta relacin entre Quirquiy Taqui,

    aparece profundamente integrada a las nociones de ritualidad, magia, y danza-

    msica, as la imagen del animal denominado Quirquichu o Khirkinchu haestado imbricada con una nocin mgico celebratoria desde antes de la llegada

    de los cordfonos en tanto instrumentos exclusivamente musicales. Ms

    interesante an es el concepto que presenta Bertonio desde la raz Taqui, ste

    indica: Taquista, kochusta, quirquista, saucasta. Idem: Baylar y cantar que

    siempre van juntos.... (Bertonio 2005. p.703). La asociacin de estas cuatro

    palabras integrando un solo concepto, denota la inherencia que l observara

    20Categoras de la sociedad aymara para denominar a personas encargadas de oficios mgicos como lacuracin, a las cuales Mamani se refiere como oficiantes.

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    entre la prctica de canto, el baile, trasladarse de un lugar a otro y burla o

    reyr; con stas ltimas, esta sealando actos inmanentes a una instancia

    colectiva de carcter festivo.

    Recordemos que Domingo de Santo Toms indicaba en 1560: Taquic o toxoc

    o cachuac, y entre 1612-1613, Guamn Poma de Ayala mencionaba al Taqui

    y Cachiua. Estas citas establecen una importante conexin entre las nociones

    de Kjaswa y de Taqui en tanto aparecen en ambos casos como conceptos

    integradores de msica y danza. En el mbito del altiplano, la conexin Cachua

    Taqui, estara extendida a una relacin inherente KjaswaQuirqui.

    La hiptesis generada desde estos antecedentes, es que tal inherencia entre el

    complejo ritual de la Kjaswa y la imagen mgica del Quirqui, emerge en lo

    musical a partir de una transfiguracin de la imagen cncava de los lades, en

    tanto instrumentos sonoros, en la imagen del armadillo o Qhirqui en tanto

    cuerpo resonante. Siendo Qhirqui una nocin ancestralmente asociada a la

    musica y danza, y siendo los cuerpos seos asociados al sonido soplado21, su

    concepcin como instrumento musical encuentra correspondencia con la

    concepcin de la entidad sonora colectiva. En el traspaso, el charango se

    constituye en el instrumento musical propio de la Kjaswa de Capachica,

    proceso que otorg prevalencia a los planos conceptuales y rituales del

    khirkincho ms que a una posible adopcin del instrumento en trminos de

    utilidad o practicidad.

    Otra mencin importante es la que indica Bernab Cobo en su Historia del

    Nuevo Mundo de 1651. Describe aqul animal de extraa y maravillosahechura al cual le suelen sacar toda la carne, dejando entera la caparazn.

    De la espalda guarnecida en oro y plata, se hacen curiosas tazas en que beber

    y de la concha de la cola, que es toda una, de partes desiguales, [] y es de

    dos o tres palmos de largo, suelen usar los Indios por trompeta en sus bayles y

    regocijos (citado en Mamani 2006: 21-22). Aqu, la mencin es directa

    21Como se observa en los caracoles marinos, en la ocarina de crneo de venado presentado por Guaman

    Poma en la lmina 187 (Presentada en Bolaos 2007: 133) o en las actuales trompetas de cuerno u otrasque lo como pabelln resonante.

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    respecto al uso de un instrumento musical construido con una parte del

    animal. En la mencin de este instrumento por trompeta recae una

    tipificacin que puede ser revisada22, sin embargo, sea de tipo trompeta o

    flauta, la existencia de aquel instrumento nos remite nuevamente al traspaso de

    un accionar soplado a un accionar rasgueado. Esta idea contribuye a la

    hiptesis de que la presencia del armadillo, como base del instrumento musical

    destinado a la prctica ritual de la Kjaswa,es una determinacin cultura ms

    que prctica u objetual. En esta misma perspectiva, el Khirkinchu adquiere

    connotaciones en lo simblico que no pueden ser desligadas de lo

    expresamente sonoro. Ello nos acercara a comprender aquella nocin de

    animidad adjudicada al instrumento musical, y cmo al interior de la prctica, es

    reconocido como elemento central de los rituales de kjaswa, en este caso, de

    los ritos de emparejamiento.

    Para finalizar nuestro anlisis de los documentos, analizamos la lmina 324 de

    El primer nueva crnica y buen gobierno, en la cual Guaman Poma de Ayala

    representa la Fiesta de los collasuios. Entre los elementos de esta lmina

    aparece la inscripcin Colla pampa situando esta celebracin en la meseta

    del Collao, regin a la que actualmente se denomina el Altiplano y por tanto

    pertinente a nuestro enfoque. La lmina Fiesta de los collasuios presenta un

    colectivo de celebrantes donde una mujer toca el tambor y los varones ejecutan

    instrumentos musicales soplados, evidentemente en actitud de tocar flautas

    ms que trompetas, ya que su corporalidad dirige la ejecucin hacia abajo. Al

    observar la forma de los instrumentos, se trata claramente de aerfonos que

    son similares entre todos los ejecutantes. Por una parte, esto nos vincula de

    manera directa a la prctica de los aerfonos en asociaciones de un mismotipo, es decir que aquella representacin remite a la formacin de la entidad

    22Generalmente en las crnicas o relatos este aspecto ha sido impreciso. Un motivo para esta revisin loencontramos en las iconografas, en ellas, los msicos que tocan instrumentos de tipo trompeta, sonrepresentados generalmente en una corporalidad que dirige la ejecucin hacia arriba. En cambio lasrepresentaciones de la ejecucin de flautas como el Pinkillo o Pincollo, presentan a los msicosdirigiendo su accin musical en una corporalidad hacia abajo. Igualmente, en las trompetas de cermicaconstruidas por los moche (Presentadas en Bolaos 2007: 76) observamos que la confeccin de losinstrumentos obedece a esta misma concepcin, ya que el pabelln del instrumento est dispuesto para ser

    dirigido hacia arriba. Desde estas observaciones, los contextos, funciones e intencionalidades musicalesde la ejecucin de trompetas y las flautas parecen ser distintas, distincin que tambin est presente en lasactuales prcticas de msica colectiva.

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    sonora colectiva. Al observar detalladamente la forma de aquellos instrumentos

    aparece la interrogante del presente anlisis: No se trata evidentemente de

    flautas de caa, sino de un instrumento con un abultamiento en la parte central,

    a manera de dos conos unidos, uno que se abre y otro que se cierra. Sera

    esta imagen concordante con aquellos instrumentos de colasde partes

    desiguales, de dos o tres palmos de largo que describa Bernab Cobo?.

    Entre las msicas altiplnicas de sonoridad colectiva, hemos observado una

    diversidad de instrumentos aerfonos y siempre asociados stos de manera

    homognea, sin embargo, el instrumento representado por Guaman Poma en

    la Fiesta de los collasuios, est ausente entre las prcticas actuales y esta

    tambin ausente en los relatos locales o descripciones organolgicas23.

    Considerando otros contenidos de la lmina, observamos que la modalidad de

    esta fiesta supone un espacio fijo para la celebracin, ya que el tambor se

    encuentra colgado en un madero horizontal que es afirmado entre dos troncos,

    ste uso es otra caracterstica no observada en la actualidad, ya que en su

    generalidad, las msicas colectivas son de traslado. Un indicio para

    comprender la ausencia de estas caractersticas s en la prctica actual, podra

    ser la mencin que presenta la lamina acerca del contexto, indica : Hauisca

    mallco capaca colla, lo que significa al llamado de la autoridad sagrada colla,

    una autoridad posiblemente opacada por la colonia, y por tanto, una msica

    que junto a su instrumento pudo perder vigencia.

    FIESTA DE LOS COLLASUIOS. Lmina 324.

    23El Mapa de los instrumentos musicales de uso popular en el Per , consigna entre los aerfonos a losinstrumentos denominados Cashtaina y Yaix Jina, en ellos es aplicada la cola de armadillo como

    pabelln, as mismo consigna otra Trompeta longitudinal con el caparazn del armadillo. Sin embargo,

    de acuerdo a la descripcin de estos instrumentos, se trata concretamente del empleo del armadillo en el

    pabelln de aquellas trompetas ms que como trompeta en si misma como estara sealada por BernabCobo. Por otra parte, estos tres instrumentos pertenecen a las localizaciones culturales de Sharanahua,Cashinahuay,Zaparorespectivamente, todas ellas pertenecientes a la regin de la selva. (p.471 - 472)

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    EL CHARANGO DE KJASWA O KHIRKINCHU

    El charango de Kjaswa se constituye en una variante definidamente local entre

    las comunidades de Capachica, consecuentemente se hace distintiva de los

    espacios de prctica adscritos a la temporalidad ritual. Khirkinchues entonces

    una denominacin propia que denota la inherencia entre el animal o Khirkiy la

    concepcin del instrumento sonoro. La palabra Khirkinchu para nombrar al

    charango, pone en relieve que el funcionamiento musical de aquella variante

    pertenece primigeniamente a espacios de prctica ritual. El alcance de lo

    musical en la ritualidad de Capachica sita al instrumento mas all de una

    concepcin objetual que podra significar un uso exclusivamente sonoro, el

    khirkinchues eje de una prctica ritual que, en la cultura local, acta como una

    va de sociabilidad y como una manera de afirmar lo comunitario desde la

    prctica musical. As enfocado el Khirkinchu,estamos frente a un instrumento

    re-creado por las comunidades en el marco de las interacciones sociales que

    involucran su uso y sus funciones (Torres 2006 / Cohen 1993).

    TIEMPLAR Y TOCAR: EL USO MUSICAL DEL KHIRKINCHU.

    Analizaremos en esta seccin, aspectos del uso musical del charango de

    Kjaswa o Khirkinchu concernidos con algunas instancias del ritual.

    En el plano sonoro, la agudeza en cuanto a registro y timbre es una

    caracterstica central del instrumento, est vinculada al canto y a las flautas. La

    necesidad del sonido agudo establece una relacin entre lo tmbrico y lo

    morfolgico; el khirkinchues un charango de dimensiones menores respecto a

    otras variantes del charango, su caja de resonancia es construida con elcaparazn de un armadillo que debi ser joven y pequeo para prestar

    resonancia al canto agudo del ritual, la tapa armnica adherida al armadillo es

    de una placa delgada de madera y en su parte centra l esta ubicada la boca

    que tiene siempre forma circular, la tapa porta tambin el puente que sujeta

    las cuerdas y en algunos casos representa figuras simblicas de la ritualidad,

    como alas, patas de ave o contornos de flores. El charango Khirkinchu

    presenta siempre forma de elipse, es decir que su caja es circular y nopresenta cintura como otras variantes. En cuanto al caparazn, ste es re-

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    formado por los constructores como un cuerpo de resonancia plana o de poca

    profundidad, dando cierto predominio acstico lo agudo y metlico, o se puede

    inferir, como no-buscando sonoridades de sensacin grave. La figura siempre

    circular de la caja en tanto cuerpo, re-presenta una imagen natural del Khirki,

    en una condicin de no-alteracin sino de integridad de su cuerpo, ya que

    tambin es reconstruida la cabeza y algunas veces los ojos y orejas del animal

    en la parte posterior de la caja donde se inicia el mango. En esta imagen

    reconstruida del animal, en que toman parte el caparazn, cabeza, orejas y

    ojos, esta simbolizada la concepcin de hacer cantar al instrumento. El

    animal, suponindose vivo, est proyectando el sonido desde su parte ventral

    y brindando su caparazn al charanguero, de manera anloga, la sujecin del

    charango por parte del charanguero al momento de ejecutar la msica, consiste

    en ubicar el instrumento a la altura de su vientre y lo adhiere hacia s como una

    prolongacin de su vientre o una trans-proyeccin de su ser vital a travs del

    Khirkinchu.

    Este vnculo de identificacin entre el msico y el instrumento, trasladado a la

    idea de Ramn Pelinsky sobre la corporeidad y experiencia musical, mostrara

    que la disposicin cultural para sujetar el instrumento y ponerlo en accin, bien

    puede sealar la manera en que el msico conceptualiza su relacin con el

    instrumento, ya que al compartir nuestro concepto del mundo basado en

    imgenes con otros seres [] como los animales, existe una regularidad en la

    construccin de aspectos [musicales, tales como:] texturas, sonidos, formas,

    colores y espacio (Pelinsky2005). Aplicando estos conceptos a una msica de

    prctica colectiva, tal vnculo corporal, compartido y generalizado entre msicos

    e instrumentos, puede sealar que una de las maneras en que la comunidad deCapachica, otorga al Khirkinchu connotaciones de animidad, se basa

    precisamente en el rol de proyectar sonoramente las intenciones del ejecutante

    en el marco ritual de la kjaswa.

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    intencionalmente cierto patrn sonoro para expresar la msica, est expresado

    en el relato que para que tenga resonancia, el charango es planito, es de un

    khirkinchu pequeito o no muy grande. (Escalante 2007, entrevista)

    Registro, densidad y resonancia agudas, son factores sonoros indesligables del

    charango de Kjaswa. Considerando a las msicas de flautas como msicas

    precedentes, recordamos que en ellas se hace presente sustancialmente cada

    uno de estos factores25, los que se relacionan con el poder comunicativo de la

    msica en lo ritual. Para profundizar en la vigencia de estos factores sonoros

    en el charango de Kjaswa, citamos una entrevista en que se menciona la

    existencia de algunos charangos capachiqueos [que] no tienen caparazn de

    armadillo(Rodrguez 2007, entrevista) los cuales siempre mantienen su forma

    circular, la forma en este caso es un cuerpo slido de madera sin proveer de

    caja para la resonancia, es decir que el charango se presenta como trozos de

    madera con cuerdas de metal (Rodrguez 2007, entrevista). An sin contar con

    un cuerpo de resonancia, puesto que no se advierte de algn reemplazo en el

    material para dotar de caja al instrumento, stos charangos sin caparazn

    (Escalante 2007) cumplen igualmente el rol comunicativo de lo musical en la

    Kjaswa en cuando a que mantienen e l sonido brilloso, caracterstica tmbrica

    frecuentemente mencionada por los charangueros. La agudeza sostenida por

    la forma y las dimensiones del Khirkinchues una caracterstica inmanente de la

    expresin musical local de Capachica, an que fuera, que ste haya sido

    construido sin armadillo por ausencia de tal material.

    Podramos expresar esto mismo indicando que, si bien el KhirKi no se ha

    hecho presente en el charango para re-sonar en el cuerpo del charanguero, slo estn significativamente sus cualidades sonoras, como son el registro agudo

    ligado a su tamao, la resonancia plana ligada a la ausencia de caja y la

    densidad de los sonido siempre metlicos.

    25En la generalidad de las flautas altiplnicas como el Pinkillo,Lawakumu, Choquela, Tarkaentre otras,la ejecucin es sobre los sonidos armnicos. El nfasis del soplo expresa la intencionalidad musical,

    produciendo la aparicin de tonos agudos que corresponden a los armnicos superiores. En esta mismaintencionalidad, cada tono emitido por las flautas presenta una densidad sonora que consiste en la

    aparicin simultnea de ms de un sonido, generalmente el armnico primero y otros superpuestos amanera de resonancias y en algunos casos alternancias o ronquidos. Esta densidad es percibida

    culturalmente como sonido musical colectivo.

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    TIEMPLE

    Por su parte, la afinacin del Khirkinchu es particular entre las variantes del

    charango y otros cordfonos empleados entre las comunidades andinas. La

    idea de ser poseedores de una caracterstica propiapara afinar el instrumento

    es permanentemente enfatizada por los charangueros. Se denomina Templeo

    Tiemple de Capachica a la manera de disponer la organizacin de las cuerdas

    en las alturas establecidas para esta prctica musical. Por otra parte, en

    Capachica saber el Tiemplese refiere a dominar un proceso de afinacin que

    involucra aspectos de la memoria musical local, este proceso consiste en la

    ejecucin pulsada y reiterativa de un patrn meldico o meloda corta,

    orientada a la consecucin justa de las alturas y la densidad armnica del

    Khirkinchu.

    El Tiemple, en su primera nocin, nos remite a una convencin cultural

    respecto a los parmetros de altura aplicados en la afinacin del instrumento,

    las alturas se interrelacionan con la consecucin de un carcter sonoro y la

    consecucin de una sensacin de densidad propia para el instrumento. Desde

    este concepto, observamos que en los conjuntos Cinco Claveles de Siale

    (Registro 2005) y Los Picaflores de Siale(Registro 2007), las alturas asignadas

    a las cuerdas de sus charangos, repartidas en cinco rdenes, corresponden a

    la notacin aproximada de: Fa sostenido 5 para el primer orden, Do sostenido 5

    para el segundo orden, La 5 para el tercer orden, Mi 5 para el cuarto orden y, Si

    4 para el quinto orden. La asignacin de estos tonos, otorga una presencia

    aguda a la msica del Khirkinchuya que los modelos meldicos se presentarn

    siempre dentro del ndice acstico 5. En cambio, el Si 4 del quinto orden,

    corresponde a la permanencia de una sensacin resonante y grave la cualanalizaremos ms adelante. Esta sustancialidad de la sonoridad aguda la

    hemos observado en conjuntos de otras comunidades de Capachica, quienes

    an siguiendo estas mismas relaciones intervlicas, afinan sus charangos

    sobre una base an ms aguda respecto a la base de Siale. Su elevacin, en

    un intervalo aproximado o relativo a un tono del sistema occidental, hace que la

    msica se desenvuelva como una constante definidamente aguda.

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    Concluyendo con la primera nocin de Tiemple, podemos indicar que Tiemple

    de Capachicaconcepta dos niveles de lo sonoro relacionados al parmetro de

    altura. En un nivel interno del instrumento, se refiere a la manera de disponer

    las alturas de las cuerdas en tanto caracterstica local, mientras que la

    determinacin d