50

Cartilla política pública casas de la cultura

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Cartilla sobre políticas públicas de casas de la cultura, realizada con insumos del Encuentro entre pares artísticos de Fontibón y el componente Conversatorios Política Pública Casas de la Cultura. Proyecto "Apoyo al fortalecimiento de gestión de la Casa de la Cultura de Fontibón Cacique Hyntiba". Convenio 235 de 2015 entre la Secretaría Distrital de Cultura Recreación y Deporte y la Fundación Sociocultural Eos

Citation preview

Page 1: Cartilla política pública casas de la cultura
Page 2: Cartilla política pública casas de la cultura
Page 3: Cartilla política pública casas de la cultura

Gustavo Petro UrregoAlcalde Mayor de Bogotá D.C.

Clarisa Ruiz CorrealSecretaria de Cultura Recreación y Deporte

Isaura Salamanca ValeroDirectora Fundación Sociocultural Eos

Nohora Judith Rodríguez VelandiaCorrección de estilo

Carlos Andrés Méndez SalamancaDiseño y diagramación

Imacorp PublicidadImpresión

Proyecto Apoyo al Fortalecimiento de la Gestión de la Casa de la Cultura de Fontibón Cacique Hyntiba,

realizado bajo el convenio de asociación 235 de 2015, celebrado entre la Secretaría de Cultura Recreación y

Deporte y la Fundación Sociocultural Eos

Distribución gratuita

Bogotá D. C., Colombia2015 (CC BY-NC-ND)

Fundación Sociocultural EosTel: (+57)2675734

www.eoscultural.org

Page 4: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura2

PRESENTACIÓNCuando se cumplen diez años de las Políticas Culturales Distritales 2004 -

2016, la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte en articulación con los diferentes espacios del Sistema Distrital de Cultura, han comenzado a surtir el proceso con miras a la formulación de unas nuevas políticas culturales para la ciudad, invitando a la ciudadanía a involucrarse activamente en busca de la mayor participación, reflexión y consenso posibles.

En el programa de Ejercicio de las Libertades Culturales del Plan de Desarrollo Bogotá Humana, se estableció la meta de fortalecer el modelo de gestión de las doce casas de la cultura de la ciudad y acompañar iniciativas de creación de cuatro nuevas casas de la cultura, marco en el cual se suscribe el Convenio de Asociación No. 235/15 entre la Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte y la Fundación Sociocultural EOS, a objeto de apoyar el fortalecimiento de la gestión de la Casa de la Cultura de Fontibón Cacique Hyntiba.

Uno de los componentes del convenio consistió en la realización de un foro y una serie de conversatorios orientados a la participación ciudadana en la formulación de las políticas culturales de la ciudad, particularmente sobre las Casas de la Cultura de Bogotá, permitiendo generar un diálogo ciudadano fluido donde se expresaron ideas importantes para su fomento, sostenibilidad y fortalecimiento.

“Las políticas públicas implican un curso de acción y una red de decisiones,

por lo que no pueden vincularse sólo a un momento, un actor, una decisión y una acción.”

Séverine Deneulin y Lila Shahani

Page 5: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 3

La presente cartilla es producto de un ejercicio pedagógico encaminado hacia la socialización, la disertación y el diálogo sobre el desarrollo, los avances y las dificultades del proceso de formulación de la Política Pública de Casas de la Cultura en Bogotá, en el que sin duda hay muchos puntos de encuentro, pero también algunas diferencias puntuales propias del abordaje desde enfoques diversos.

Las experiencias compartidas a través del foro y los conversatorios en diferentes Upz de Fontibón, donde la Casa de la Cultura ha sido por años un referente que contribuye al desarrollo humano, hizo posible escuchar una polifonía de voces de actoras y actores que conviven en la localidad, generando un conjunto de reflexiones y valiosos aportes que seguramente permitirán brindar importantes elementos a tener en cuenta a la hora de la definición de las Políticas Públicas para las Casas de la Cultura de Bogotá.

La Casa de la Cultura de Fontibón ha querido presentar algunas ideas en torno a la propuesta de Política Pública Distrital de Casas de la Cultura que ha venido trabajando la Mesa Distrital de Casas de la Cultura, en el cual se precisan sus antecedentes y algunos aspectos de las discusiones surgidas durante el proceso, enfatizando sobre aspectos que atañen con el marco conceptual y procedimental requeridos, la necesidad de trabajar simultáneamente lo político y lo jurídico, particularmente que no se llegara a desbordar la potestad reglamentaria en la formulación de la política y surtir el debido proceso administrativo con miras a su expedición, planteando una serie de argumentos que militan a favor de la expansión de un modelo mixto, participativo y democrático de Casas de la Cultura.

En el escenario de una nueva administración, el señor Hugo Cortes nos presenta sus opiniones en torno a las Políticas Culturales de Casas de Cultura, que busca enmarcar en las ideas sobre el desarrollo de Amartya Sen, Marta Nussbaum y Manfred Max Neef, proponiendo unas nuevas dimensiones y categorías del desarrollo cultural, así como planteando unas limitaciones del modelo de Casas de la Cultura, unas tensiones, problemáticas estructurales y de gestión que fueron muy controvertidas, particularmente desde la Casa de la Cultura de Fontibón.

Finalmente, el señor Jorge Riaño desde la localidad de Suba nos muestra una de las primeras experiencias de organización y puesta en funcionamiento de Casas de Cultura en la ciudad fomentadas por la Administración, muy ligada a

Page 6: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura4

los procesos de urbanización y expansión de la ciudad, a la concertación entre actores comunitarios, socioculturales y jóvenes del sector, siendo significativo cómo el entonces Instituto Distrital de Cultura y Turismo –hoy Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte- promueve y lidera el proceso desde el Programa de Casas Culturales, a través de acciones de mediación, formación y gestión cultural para su dinamización, logrando el acuerdo que posibilitó la creación de la Corporación Casa de la Cultura Ciudad Hunza a finales de 1997 como una de las experiencias piloto.

Sin duda el proceso de formulación de las Políticas de Casas de la Cultura no se encuentra todavía agotado, pues entre otras cosas se puede apreciar la necesidad de unos diagnósticos más actualizados y cuantificados que permitan identificar muy bien los problemas o dificultades que se busca efectivamente solucionar, posibilitando derivar unas líneas base y unos indicadores de medición que seriamente comprometan con avances progresivos y efectivos en las diferentes líneas estratégicas; la necesidad misma de poner la política de Casas de la Cultura a tono con unas nuevas políticas culturales para la ciudad, con las transformaciones requeridas en la organización y funcionamiento del sector, particularmente en términos de los valiosos desarrollos que ha tenido el tema de Gobernanza Democrática a partir de la Agenda 21 de Cultura.

Esperamos así que esta sencilla cartilla no sea la clausura del tema, sino que sirva para propiciar nuevas voces ciudadanas interesadas en las políticas culturales, de cara en últimas al avance en la plena efectividad de los derechos culturales de todas y todos como pilar fundamental del desarrollo humano en la ciudad.

Isaura Salamanca ValeroFundación Sociocultural Eos

Page 7: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 5

Hacia una Política Pública de Casas de la Cultura para Bogotá

Por Carlos Córdoba Sánchez1

ANTECEDENTES DE LA POLÍTICA DE CASAS DE LA CULTURA

Como antecedente remoto de las Casas de la Cultura encontramos las Casas del Pueblo en la Rusia zarista de la década de 1880, usualmente diseñadas por los más afamados arquitectos y gestionadas por asociaciones culturales independientes como generosos espacios de reunión, estudio y sociabilidad para los trabajadores, en las que se trataba de integrar la mayor diversidad posible de actividades culturales y artísticas.

Estas Casas llegan a su mayor apogeo y propagación luego de la revolución de 1905 contra

el régimen del zar Nicolás II, quien las promueve y obtiene su financiación mediante aportes de las Dumas municipales, empresarios locales y filántropos privados; revolución que condujo a la Constitución Rusa de 1906, al establecimiento de una monarquía constitucional restringida y la Duma Estatal del Imperio Ruso que funcionó de manera intermitente y limitada. Tras la revolución de octubre de 1917 buena parte de las organizaciones de las más de 500 Casas del Pueblo se fueron transformando en asociaciones obreras, cayendo su nombre en progresivo desuso al ser renombradas como Casas de la Cultura (en ruso Народный дом - Naródny dom).

La idea de las Casas de la Cultura es retomada en Francia al final del periodo de entreguerras por Emmanuel Mounier, al acercarse a experiencias como Joven Francia2, pero buscando sustancialmente su resignificación a partir de la crítica en la Revista Sprit de los totalitarismos de izquierda y derecha, de la misma ortodoxia católica francesa de entonces, proponiendo en su lugar un

“La cultura no la hace le

Estado, el Estado debe abrir los

espacios físicos, financieros, los espacios de la

creación, pero no la creación”

1 Director de la Casa de la Cultura de Fontibón; Consejero Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio; Consejero Distrital de Casas de la Cultura; miembro del Consejo Territorial de Planeación Distrital; Abogado de la Universidad Santo Tomás de Bogotá (1983), Investigador y Gestor Cultural. 2 Joven Francia fue una asociación conformada antes de la segunda guerra que buscaba generar una política de renovación cultural fomentando espacios que sirvieran el interés de los jóvenes por promover las actividades artísticas y culturales.

Page 8: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura6

manifiesto a favor de la persona humana desligado de dichos extremos.

Mas será el Ministro de Asuntos Culturales André Malraux quien luego de la Segunda Guerra Mundial apuesta a través de las Casas de la Cultura por la recuperación del puesto de vanguardia que sobre la creatividad y el pensamiento había exhibido Paris ante el mundo. En este sentido las Casas de la Cultura son la más clara, la más destacada y primigenia expresión de la política cultural francesa de democratización de la cultura, como salida histórica frente a las tremendas consecuencias culturales de la segunda guerra, pero sobre todo ante el terrible impacto que supuso la ocupación nazi, ni más ni menos que el proyecto de reconstruir espiritualmente un país luego de que fuera azotado por la violencia de la guerra, experiencia nada lejana a nuestra realidad colombiana de posacuerdo al conflicto armado.

Las políticas malrauxianas de democratización de la cultura se desarrollan a lo largo de la década de los 60, con el objetivo fundamental de difundir la cultura entre los ciudadanos, independientemente de su posición social o adscripción territorial. La cultura deja de ser propiedad exclusiva de las élites y se democratiza, facilitándose el acceso a la misma; se pone en circulación todo el patrimonio cultural acumulado en épocas anteriores, las estrategias de ayuda a la creación, producción y sobre todo a la difusión, serán las dominantes en esta época.

La idea de las Casas de la Cultura pasa a países europeos como Alemania, Hungría, Polonia, Yugoslavia y España, así como a la mayoría de países de Latinoamérica. La semilla de democratización de la cultura a través de las Casas de la Cultura, pronto comienza a crecer y fructificar en las Conferencias Intergubernamentales sobre Políticas Culturales auspiciadas por la UNESCO, desde donde entre otras cosas se recomienda que con miras a acelerar la participación activa de sectores cada vez mayores de la población en la vida cultural y en la actividad creadora de sus países, los Estados miembros asocien a las organizaciones no gubernamentales lo más estrechamente posible a la formulación y aplicación de sus políticas culturales, teniendo en cuenta la necesidad creciente de descentralizar las actividades culturales y de una política cultural suficientemente flexible para adaptarse a las condiciones de cada medio y favorecer las iniciativas locales.

Si en la democratización de la cultura el objetivo era difundir la cultura entre los ciudadanos, progresivamente se pasa a las políticas de democracia

Page 9: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 7

cultural en las que se acentúa la participación de los ciudadanos en el proceso de construcción de su propia cultura. A los ciudadanos se les propone un cambio de papeles importante, de ser espectadores pasivos de la obra de otros, a ser actores activos de su propia cultura. Adicionalmente ocurre un aumento paulatino de los procesos de descentralización, los municipios y las localidades ganan poder y reconocimiento frente a los Estados, al ser las estancias administrativas más cercanas a los ciudadanos, conocedoras de sus problemas y necesidades, pudiendo orientar sus acciones hacia demandas más reales.

En Colombia en los años cuarenta se conforman las primeras Casas de la Cultura de índole no gubernamental, como las de los municipios de Santa Rosa de Cabal en Risaralda y Jericó en Antioquia. Las iniciales Casas de la Cultura oficiales datan de la década de los años sesenta, modelo favorecido por la Constitución del 86 de carácter estatista, centralista, paternalista, autoritario y burocrático, negado a la participación ciudadana, el cual en general todavía se conserva y reproduce en muchos municipios del país.

En Bogotá, desde mediados de los años sesenta del pasado siglo, encontramos precedentes de Casas de la Cultura como La Candelaria –hoy Teatro la Candelaria-, y la Casa del Pueblo en Fontibón que a finales de los años sesenta se comienza a recuperar por la misma comunidad como bien patrimonial tradicionalmente destinado a las prácticas culturales y artísticas, la cual es inaugurada en 1973 por el Presidente de la República y el Alcalde Mayor de la ciudad y reconocida aproximadamente una década después como la Casa de la Cultura de Fontibón3.

Pero será durante la administración de Antanas Mockus, de fuerte énfasis en los temas de cultura ciudadana, cuando con la participación activa de las bases culturales y artísticas las Casas de la Cultura empiezan a brotar en las localidades -comenzando por un pilotaje en Suba-, gracias también a una mejor disponibilidad de recursos y a los convenios de cooperación europea; nuevas formas de organización descentralizada y participativa de los movimientos artísticos, culturales, sociales y populares que luchaban por avanzar en los procesos de reconocimiento y construcción democrática de sus prácticas culturales, artísticas y patrimoniales frente a los excluyentes autoritarismos históricamente enraizados en nuestro país.

De suerte que luego de un largo periodo de relegación o exclusión de la

3 Vid. Velandia, Roberto: Fontibón Pueblo de la Real Corona, Ed. Alcaldía Mayor de Bogotá Imprenta Distrital, Bogotá D, E., 1983, págs. 144 – 160.

Page 10: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura8

cultura popular viva de las agendas públicas de la ciudad, en desarrollo de la Constitución del 91 las Casas de la Cultura de participación mixta se van configurando como un espacio paradigmático de construcción y concertación entre Estado y sociedad civil, de participación decisoria en la administración y gestión pública en arte, cultura y patrimonio a través de sus propios órganos estatutarios de dirección, administración y representación.

Precedentes jurídicos de la Política de Casas de la Cultura en Bogotá

Con la expedición de la Ley General de Cultura 397 de 1997 de tanta importancia para el sector, el tema de Casas de la Cultura adquiere fuerte reconocimiento en nuestro país, al disponer que “El Estado, a través del Ministerio de Cultura, apoyará a las Casas de la Cultura como centros primordiales de Educación Artística no Formal, así como de difusión, proyección y fomento de las políticas y programas culturales a nivel local, municipal, distrital, departamental, regional y nacional. Así mismo, las Casas de la Cultura tendrán que apoyar procesos permanentes de desarrollo cultural, que interactúen entre la comunidad y las entidades estatales para el óptimo desarrollo de la cultura en su conjunto. Para los efectos previstos en este Artículo, el Ministerio de Cultura y las entidades territoriales celebrarán los convenios a que haya lugar”.

Adicionalmente la Ley General de Cultura estableció la designación de representantes de las asociaciones de Casas de Cultura a los Consejos Nacional

Page 11: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 9

y Departamentales de Cultura, la obligación de los municipios de asignar “a las actividades culturales, prioritariamente casas de la cultura y bibliotecas públicas, al menos un dos por ciento de los recursos regulados en el artículo 22 numeral 4, de la Ley 60 de 1993”, correspondiéndole al Ministerio de Cultura orientar y apoyar ”a las gobernaciones, las alcaldías municipales y distritales y a los cabildos indígenas en la realización de convenios con instituciones culturales sin ánimo de lucro que fomenten el arte y la cultura, con el objeto de rescatar, defender y promover el talento Nacional, democratizar el acceso de las personas a los bienes, servicios y manifestaciones de la cultura y el arte con énfasis en el público infantil y juvenil, tercera edad y discapacitados físicos, psíquicos y sensoriales; así como consolidará las instituciones culturales y contribuirá a profundizar su relación interactuante con la comunidad”.

De ahí que con la reforma del Sistema Distrital de Cultura mediante el Decreto 781 de septiembre 10 de 1998 que determinó ponerlo a tono con la Ley General de Cultura, se buscó igualmente ampliar y fortalecer el tema de Casas de la Cultura en la ciudad, de tal suerte que entran a hacer parte de cada Sistema y del Consejo Local de Cultura con sede en las localidades, correspondiéndoles junto con el entonces Instituto Distrital de Cultura y Turismo velar por la conformación de redes culturales.

El artículo 20 del Decreto 781 de 1998 definió las Casas de la Cultura como “personas jurídicas, sin ánimo de lucro, con autonomía administrativa y financiera, con capacidad de ejecutar programas y realizar eventos y acciones culturales, de recibir recursos provenientes de sectores oficiales y privados, nacionales e internacionales. Las Casas de la Cultura, como parte del Sistema Distrital de Cultura, deben basar sus acciones en los principios de autonomía, participación, democracia, representatividad e interinstitucionalidad en el ámbito local, distrital o nacional. Sin perjuicio de la facultad que tienen las Casas de Cultura para fijar sus propios objetivos en los Estatutos, se deberán establecer por los menos los siguientes:

1. Fortalecer un modelo de gestión participativo y democrático.

2. Realizar la difusión, formación, investigación y apoyo a la creación artística local.

3. Promover en el ámbito local el desarrollo de actividades permanentes y de gestión de proyectos.

4. Apoyar el desarrollo de propuestas, programas y proyectos de los grupos

Page 12: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura10

culturales, organizaciones no gubernamentales y de otros espacios culturales de la localidad, como ente nuclear de redes de trabajadores culturales y socioculturales en la localidad, en coordinación con el Consejo Local de Cultura y demás instancias que se requiera.

5. Fomentar el intercambio entre los grupos culturales y socioculturales locales y de estos con otros de la capital, ayudando a su proyección a nivel Distrital”.

En el marco regulatorio y de políticas de creación y fortalecimiento de las primeras Casas de la Cultura de la ciudad como corporaciones o fundaciones de participación mixta, igualmente prestan un soporte fundamental los planes de desarrollo de la ciudad de ese entonces, guardando correspondencia y armonía con embrionarias aproximaciones hacia la gobernanza democrática en cultura que hoy se busca ampliar y profundizar⁴.

En este marco regulatorio se suscriben convenios interadministrativos como un primer acercamiento a la organización y funcionamiento de las Casas de la Cultura de participación mixta, inicial aproximación al entendimiento entre los Fondos de Desarrollo Local y el entonces Instituto Distrital de Cultura y Turismo; mas poco tiempo después se expide Ley 489 del 29 de diciembre de 1998 sobre organización y funcionamiento de las entidades públicas, que en los artículos 95 y 96 de manera palmaria diferencia el régimen de los simples convenios interadministrativos del más complejo relativo a la constitución de personas jurídicas sin ánimo de lucro, trátese de asociaciones entre entidades públicas o con participación de estas y los particulares.

Según estas disposiciones de la Ley 489, la constitución, organización y funcionamiento de las Casas de la Cultura de participación mixta, ya no eran 4 La Gobernanza Democrática es una línea de política cultural que actualmente desde el sector cultural se plantea ampliar y profundizar como uno de los importantes derroteros de la Agenda 21 de Cultura, tanto más cuanto que una de las mayores debilidades encontradas por los observadores internacionales en las políticas culturales distritales ha sido el insuficiente avance en la descentralización y la participación culturales.

Page 13: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 11

regulables mediante simples convenios interadministrativos, pues a las claras reclamaban una regulación mucho más específica y adecuada que en todo caso debía plasmarse en el correspondiente acto constitutivo de la persona jurídica, en punto a los objetivos y actividades a cargo de la corporación, los derechos, compromisos y obligaciones de los asociados, los aportes iniciales, la participación en su sostenimiento y funcionamiento, la integración de los órganos de dirección y administración, la duración de la asociación y las causales de disolución, como fácilmente se constata en las normas en comento.

Un espaldarazo a este marco regulatorio lo brinda claramente la Sentencia C-671 del 9 de septiembre de 1999 de la Corte Constitucional, al declarar exequible el artículo 96 de la Ley 489 de 1998, con los efectos erga omnes propios de la cosa juzgada constitucional, en el entendido que en nada vulnera la Carta Política la participación de las entidades estatales en ese acto de creación de personas jurídicas de naturaleza mixta para el desarrollo de actividades propias de los cometidos y funciones que la ley asigna a las mismas entidades, por cuanto se trata simplemente de un instrumento que el legislador autoriza utilizar para beneficio colectivo o interés general y, en todo caso, con acatamiento a los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad que rigen la actividad administrativa del Estado.

En la misma Sentencia reitera la Corte que “por no ser de creación legal las asociaciones y fundaciones de participación mixta, se las considera bajo la denominación genérica de entidades descentralizadas indirectas de segundo grado, y están sometidas al mismo régimen jurídico aplicable a las corporaciones y fundaciones privadas, esto es, a las prescripciones del Código Civil y demás normas complementarias”, el régimen de la autonomía de la voluntad de los particulares.

Ahora bien, en sentencias de la Corte Constitucional como la C-506/94, es también clara la posibilidad de conformación de las fundaciones y asociaciones sin ánimo de lucro, con carácter mixto por la participación de aportes de la Nación y de sus entidades descentralizadas, que en todo caso significa la posibilidad de utilizar formas válidas y legítimas de asociación y participación en la gestión de fines públicos, sin que comporten por sí mismas un simple traslado de recursos públicos a los particulares. Al respecto recuerda la Corte que la doctrina y la jurisprudencia nacionales han desarrollado el tema de las características de la participación del Estado como asociado o fundador

Page 14: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura12

de las personas jurídicas sin ánimo de lucro y de las instituciones dotadas de personalidad jurídica que surgen de la mencionada participación.

Para el caso se trata, según la misma Corte, de una concreta modalidad de destinación de los recursos públicos para la atención de una actividad específica de carácter público identificada en la Constitución y en la ley, con la participación de los particulares, en los términos del artículo 71 de la Carta que prevé los fines específicos a los que pueden dedicarse. En efecto, las voces de tal artículo son muy claras para caracterizar estas modalidades a las que el Estado ofrece toda su autorización y respaldo en estos términos: “Artículo 71. La búsqueda del conocimiento y la expresión artística son libres. Los planes de desarrollo económico y social incluirán el fomento a las ciencias y, en general, a la cultura. El Estado creará incentivos para personas e instituciones que desarrollen y fomenten la ciencia y la tecnología y las demás manifestaciones culturales y ofrecerá estímulos especiales a personas e instituciones que ejerzan estas actividades.”

Como quiera que a las claras las Casas de la Cultura no se podían seguir regulando jurídicamente mediante convenios interadministrativos, estos se terminan y liquidan de mutuo acuerdo por el Instituto Distrital de Cultura y Turismo y los Fondos de Desarrollo Local, y seguidamente se comienza a surtir el proceso de constitución de nuevas Casas de la Cultura atendiendo las exigencias legales, con unos compromisos más serios en términos de aportes, descentralización cultural, participación ciudadana real y efectiva en los órganos de dirección y administración, lo que le da mucha más fuerza y consistencia al programa distrital de casas de la cultura en Bogotá.

Este inicial modelo organizativo de las Casas de la Cultura de Bogotá, supuso para su funcionamiento importantes responsabilidades y aportes compartidos entre la sociedad civil e instituciones como el antiguo IDCT y los fondos de desarrollo local, bajo la forma de entidades descentralizadas indirectas –corporaciones o fundaciones de participación mixta- de conformidad con la Ley 489 de 1998, importando el encuentro horizontal del Estado y la sociedad civil, mediante formas asociativas de participación en la administración y gestión pública de la cultura, así como una expresión de la descentralización cultural de gran impacto local.

Page 15: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 13

Hacia una Política Publica de Casas de la Cultura para la ciudad

Es ciertamente lamentable, incomprensible y extraño que sin intentar construir sobre lo construido, sin profundizar mayormente sobre el estado de la cuestión, el inicial modelo organizativo de Casas de la Cultura se haya querido transformar en los últimos años, generando relaciones signadas por la falta de seguridad, certeza y confianza jurídica.

Ante tantos avatares, la Mesa Distrital de Casas de la Cultura de Bogotá, en el marco del Encuentro de Saberes y Experiencias realizado en julio de 2009, logró avanzar de manera concertada en unas definiciones, unos fines y unos principios orientadores del quehacer de las Casas de la Cultura, los que en cierta medida sirvieron de insumo a las Políticas Culturales del orden nacional, así como al establecimiento mediante el Acuerdo 448 de 2010 de los lineamientos generales de la Política Pública de Casas de la Cultura en Bogotá.

En virtud del Acuerdo 448 de 2010 le corresponde al Alcalde Mayor de la ciudad expedir una Política Pública Distrital sobre las Casas de la Cultura, con el propósito de promoverlas, impulsarlas y apoyarlas en todas las Localidades de la ciudad, como nodos de organizaciones generadoras de procesos culturales y sociales y de contribuir a que trabajen por el bien público y colectivo y participen en la tarea de hacer efectivos los derechos culturales de la población.

Cuando se habla de que el propósito de las políticas de casas es promoverlas, impulsarlas y apoyarlas, evidentemente se está refiriendo a la actividad administrativa que por antonomasia caracteriza al sector cultural y artístico: la actividad de fomento, esto es, vía alianzas, asociaciones, apoyos, estímulos, etc.

De ninguna manera el Acuerdo se refiere a que la Administración Distrital asuma la prestación del servicio de las Casas de la Cultura, ni le otorga una función de policía en virtud de la cual pueda limitar o restringir su accionar. Muy por el contrario, de lo que trata es de la típica actividad administrativa de fomento que busca la canalización de las actividades e iniciativas de las Casas de la Cultura en función de un mayor beneficio general, ampliando y fortaleciendo su esfera de acción mediante su promoción, impulso y apoyo, en razón de las externalidades positivas que generan en interés público o colectivo.

En este orden de ideas no se pueden soslayar pilares fundamentales del

Page 16: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura14

desarrollo de la cultura en el país como es la concertación, componente básico del fomento y la sostenibilidad cultural, el cual implica no la publificación de una actividad de los ciudadanos, sino el apoyo del Estado al fortalecimiento de las organizaciones culturales, labor que permite la afirmación del tejido cultural de la sociedad, la promoción de determinadas áreas de la cultura entendidas como prioritarias y el reconocimiento de proyectos con influencia positiva en las comunidades.

La política de concertación promueve el apoyo público a aquellas instituciones y organizaciones sociales que trabajan en los diferentes campos de la cultura, el arte y el patrimonio con criterios de calidad, participación activa y logros comprobados en la sociedad, escenarios de expresión de la diferencia que apoyan la creación y la circulación de bienes y servicios culturales, pero también la formación, la gestión, la investigación y la apropiación social de la cultura.

En este sentido uno de los objetivos específicos de la política de concertación es fortalecer organizaciones culturales como las Casas de la Cultura de Bogotá, a las que la propia Administración Distrital les ha reconocido sus buenas prácticas innovadoras, transferibles, ejemplares, corresponsables y participativas⁵.

Por otra parte, el Acuerdo 448 de 2010 y su exposición de motivos son muy claros al establecer que las Casas de la Cultura son nodos de organizaciones y no una simple infraestructura cultural, una precisión que desde las Casas de la Cultura de Bogotá se realizó a la inicial política de infraestructura cultural del orden nacional, como también durante el proceso surtido para la expedición del Acuerdo 448 de 2010⁶. 5 Loc. cit. Bertran Coppini, Roser – Manito, Félix (editores): Aprendiendo de Colombia – Cultura y educación para transformar la ciudad. 6 Como sostiene Edgar Morin: El todo tiene cualidades o propiedades que no se encontrarían en las partes si éstas se separaran las unas de las otras y ciertas cualidades o propiedades de las partes pueden ser inhibidas por las fuerzas que salen del todo. Un nodo supone cierto grado de interacción, comunicación y relación, no es simplemente un conglomerado de personas, grupos, poblaciones, comunidades, organizaciones o entidades que se hallan en proximidad física pero sin comunicación recíproca, ni tan siquiera una reunión de personas que asisten a un acto público. Esto nos invita a trabajar organizacionalmente la complejidad entre Estado y sociedad civil, es decir, lo que se teje juntos, lo que a todos nos afecta; a no separar los elementos diferentes que constituyen un todo, un tejido interdependiente de las partes y el todo, el todo y las partes, las partes entre ellas. Los desarrollos propios de nuestro tiempo nos enfrentan cada vez más y de manera cada vez más ineluctable a los desafíos de la complejidad, pero se prefiere la simplicidad, lo dislocado, lo desgarrado, lo parcelado, lo desunido, lo compartimentado, se rechazan los lazos, las intercomunicaciones, los acuerdos, los compromisos, los controles, el trabajo en colectivo.

Page 17: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 15

Se promueve, impulsa y apoya a las Casas de la Cultura como nodos de organizaciones, esto es, como puntos de conexión o confluencia de organizaciones, como puntos sinérgicos de accionar conjunto que posibilitan brindar mayores resultados e impactos positivos que la suma de los que pueden generar las organizaciones operando cada una de ellas de manera separada e independientemente. Las propiedades o cualidades esenciales pertenecen al conjunto organizado como nodo, sin que ninguna de las organizaciones consideradas aisladamente las tenga por sí sola. En términos jurídicos el punto de mayor articulación sinérgica es la persona jurídica, distinta de los asociados individualmente considerados, y entre ellas particularmente las corporaciones y fundaciones de participación mixta en virtud de la corresponsabilidad del Estado y la Sociedad Civil.

En este orden de ideas el artículo 9 de la Agenda 21 de Cultura que compromete la ciudad en términos de gobernanza democrática, establece que los actores culturales de los tres sectores, públicos, privados o civiles, tienen, en particular y en el marco de la gobernanza democrática, la responsabilidad de interactuar y, cuando sea necesario, de tomar iniciativas para velar por el respeto de los derechos culturales, y desarrollar modos de concertación y participación, con el fin de asegurar la puesta en práctica, en particular para las personas desaventajadas por su situación social o de pertenencia a una minoría.

Ahora bien, las Casas de la Cultura de Bogotá aportaron a la construcción de la política pública la perspectiva de avance progresivo en la plena efectividad de los derechos culturales, comprendiendo, entre otros elementos, un modelo de gestión y un sistema de evaluación y seguimiento apoyado en indicadores pertinentes, teniendo en cuenta los parámetros que orientan el Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio, y los siguientes principios: perspectiva de derechos, igualdad, diversidad, solidaridad, democracia cultural, interculturalidad, probidad, participación, descentralización, concertación y corresponsabilidad.

En la tarea por contribuir al desarrollo humano desde el arte, la cultura y el patrimonio, las Casas de la Cultura de Bogotá han insistido en tomarnos en serio la necesidad de avanzar de manera progresiva y sostenible en la plena efectividad de los derechos culturales de la gente, en el entendido que no puede ser simplemente una perspectiva meramente programática de la Administración, sino una obligación que se desprende del propio carácter del Estado Social de Derecho; con más veras cuando a los derechos culturales

Page 18: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura16

no se les otorga el mismo peso que a los otros derechos humanos, por lo que siguen siendo descuidados, subestimados y tratados como “parientes pobres” de los derechos humanos, siendo objeto de restricciones y desconocimientos frecuentes, tras el malentendido de que se trataría de derechos meramente programáticos, inexigibles, materia de decisiones discrecionales de los administradores.

Los derechos culturales suponen garantizar a todos los ciudadanos y ciudadanas, por el simple hecho de serlo, no por caridad, paternalismo o política asistencial, el acceso a los medios necesarios para tener condiciones de vida acordes con la dignidad de las personas. En este sentido el párrafo 1º del artículo 2 del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales claramente establece que “cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a adoptar medidas, tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperación internacionales, especialmente económicas y técnicas, hasta el máximo de los recursos de que disponga, para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive en particular la adopción de medidas legislativas, la plena efectividad de los derechos aquí reconocidos”.

De aquí resulta que no se permiten las medidas regresivas, lo que quiere decir, por ejemplo, que si el estándar de los derechos culturales se encuentra en determinado punto hoy en día, no es dable bajarlo de posición. Adicionalmente existe la obligación mínima de asegurar la satisfacción inmediata de por lo menos niveles esenciales de cada uno de los derechos consagrados en el Pacto, aquellos contenidos básicos sin los cuales todo derecho pierde sentido como derecho humano, impidiendo la posibilidad de que una persona o grupo de personas caigan por debajo de un nivel elemental de vida que le permita reconocerse y ser reconocidas en su dignidad humana. Así por ejemplo, si un número importante de individuos está privado de la posibilidad de participar en las prácticas básicas o esenciales de la propia cultura, el Estado no estaría cumpliendo con sus obligaciones derivadas del Pacto y por consiguiente desconociéndolo.

Avatares y escollos en la concertación y desarrollo de la política de Casas

La expedición del Acuerdo 448 de 2010, votado favorablemente por todos los Concejales y Concejalas de la ciudad, fue muy celebrada por todos, pero

Page 19: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 17

al año siguiente, a propósito de las aproximaciones a la reglamentación, se comenzó a hacerle el quite a lo que en principio era y sigue siendo muy claro en el Acuerdo.

Sin duda tenemos amplios e importantes puntos de encuentro en la formulación de la política, como consta a lo largo del proceso de construcción y concertación, pero también algunas diferencias sustanciales. Por razones de brevedad no vamos a entrar en los detalles de la propuesta que nos dejó la administración de la Bogotá Positiva y que en buena medida retomó la Bogotá Humana, simplemente destacar muy grosso modo los puntos que nos separan.

Primero lo político luego lo jurídico fue una divisa de la administración de la Bogotá Positiva para la formulación de la política, frente a la posición del Consejo Distrital de Casas de la Cultura que consideró la necesidad de tener en cuenta al mismo tiempo ambos aspectos.

Cuando la Secretaría Distrital de Cultura planteó su propuesta resultó claro que de manera palmaria, ostensible, protuberante, la propuesta desbordaba la facultad reglamentaria del Alcalde Mayor, los lineamientos generales de la política trazados en el Acuerdo 448 de 2010, por lo que el Consejo Distrital de Casas de la Cultura se permitió llamar la atención sobre la necesidad de revisar lo jurídico, de sentarnos con la Oficina Jurídica de Secretaría de Cultura, solicitud que nunca se concretó.

En efecto, la propuesta de la Administración cambia el rumbo hacia un modelo estatista de Casas de la Cultura que las quiso contraer a simples equipamientos culturales manejados y controlados por ella, negado a la expansión de la participación ciudadana en su administración y gestión. A este respecto en la Bogotá Humana se han realizado pilotajes en las localidades de Ciudad Bolívar, Tunjuelito y Barrios Unidos sin que se evidencie avance positivo alguno, ni las pregonadas bondades de la estatización de las Casas de la Cultura sin la partición ciudadana en su administración y gestión. En este orden de ideas las Casas de la Cultura de Participación Mixta desde años atrás no reciben aportes públicos para los gastos de funcionamiento, dinamizan sus actividades artísticas y culturales mediante la celebración de convenios de muy corto tiempo y escasos recursos que en últimas y para colmo han terminado contratados con otros operadores.

Sobre el particular es claro que el desarrollo de la Política de Casas de

Page 20: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura18

la Cultura de Bogotá deben estar subordinadas al Acuerdo 448 de 2010 y demás normas de orden superior, de suerte que la Administración no pueden modificar sus disposiciones arrogándose una competencia de la que carece, sino únicamente desarrollar el contenido del Acuerdo en el marco de la Constitución y la Ley, estándole vedado ampliar o restringir su sentido, suprimir o modificar sus disposiciones, pues con ello estaría excediendo sus atribuciones.

Esto en el entendido que la facultad reglamentaria tiene por objeto contribuir a la concreción de las normas superiores, limitarse a darle vida práctica, desarrollar lo que explícita o implícitamente está comprendido en el Acuerdo, la Constitución y la Ley, encontrándose por consiguiente subordinada a lo dispuesto por ellas, sin que sea factible alterar o suprimir su contenido, introducir normas que no se desprendan natural y lógicamente de sus disposiciones, ni tampoco reglamentar materias cuyo contenido esté reservado a la Constitución y la Ley.

El planteamiento de la estatización de las Casas de la Cultura palmariamente desbordaba la competencia reglamentaria del Acuerdo 448 de 2010, pues el artículo tercero claramente establece que la política debe ser formulada y aplicada con respeto a la autonomía de las Casas de la Cultura, un punto que se dejó muy claro a propósito de los debates en el Concejo de Bogotá sobre los lineamientos de la política pública de casas de la cultura.

Amen de todo lo expuesto, se pasa además por alto que las políticas culturales distritales 2004 – 2016 reconocen que el papel de la Administración no es hacer cultura y distribuirla entre la población, sino asumir el reto de transformar y facilitar las condiciones necesarias y suficientes para que todos los sectores involucrados en la creación, la investigación, la circulación, la difusión y la apropiación de bienes culturales de carácter simbólico o de artefactos, puedan ejercer su derecho a expresarse simbólica y materialmente.

Por un modelo de Casas de la Cultura descentralizado y participativo

El modelo de Casas de la Cultura como asociaciones, corporaciones o fundaciones de participación mixta, es una opción por la descentralización territorial y por la participación ciudadana real y efectiva en la administración y la gestión pública en cultura, de conformidad con la Constitución Política de Colombia, la ley, los convenios internacionales celebrados por Colombia,

Page 21: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 19

los precedentes la doctrina constitucional y administrativa.⁷ Este modelo de participación mixta sin duda ha estado en tensión entre el viejo modelo público de casas de la cultura de la Constitución del 86 de carácter estatista, centralista, autoritario, paternalista y burocrático y el modelo de mercado en el que las casas son una organización privada más en lucha por los recursos.

Al respecto se pasan por alto importantes aspectos que guardan correspondencia y armonía con el modelo de participación mixta:

I.- El Programa de Gobierno de la Bogotá Humana planteo gestionar, en asocio con la comunidad artística, la adecuación, equipamiento y administración de nuevos espacios para Casas de la Cultura. Por su parte el Plan de Desarrollo Bogotá Humana, en el Programa Ejercicio de las Libertades Culturales y deportivas – Proyecto Arte Cultura y Patrimonio en la Transformación, el cual apunta a fortalecer las capacidades de los individuos y organizaciones para el despliegue y acceso a las expresiones y prácticas artísticas, culturales y patrimoniales, mediante la oferta de oportunidades en condiciones de equidad, inclusión y no segregación, para la ampliación de las libertades de todos y todas, busca fortalecer el modelo de gestión de las 12 Casas de la Cultura Pública y acompañar iniciativas de creación de 4 nuevas casas de la cultura.

En este sentido, en el Eje Tres del Plan Distrital de Desarrollo, Una Bogotá que Defiende y Fortalece lo Público, no identifica lo público con lo estatal, sino que busca garantizar en distintos ámbitos del territorio procesos participativos que promuevan la movilización, la organización, la deliberación y la toma de decisiones amplia e informada de la ciudadanía en la gestión de la ciudad, fortaleciendo sus capacidades, los procesos sociales, las organizaciones y los movimientos sociales, reconociendo nuevas ciudadanías e involucrando a la población en el uso y goce del espacio público estableciendo una relación de diálogo y responsabilidad entre la ciudadanía y la administración pública. La participación ciudadana se asume como una garantía para el goce efectivo de los derechos y la realización de la democracia local, de manera que todas las iniciativas en este campo tendrán como propósito devolver el poder de decisión a la ciudadanía en asuntos primordiales de gobierno urbano.

7 Ver Tafur Galvis, Álvaro: La Constitución de 1991 y la modernización del estado colombiano: la participación, la colaboración convencional, las empresas públicas, la privatización; Ed. Universidad Externado de Colombia, Bogotá. 1993. Penagos, Gustavo: Derechos Administrativo Nuevas Tendencias – Organización Administrativa Colombiana, Tomo II, 5ª. ed., Ed. Ediciones Doctrina y Ley, Bogotá D. C. – Colombia 2007, pág. 593. Chavez Marín, Augusto Ramón: Los convenios de la administración: entre la gestión pública y la actividad contractual; Ed. Universidad del Rosario, Bogotá D. C. – Colombia, 2008, págs. 26 y ss,

Page 22: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura20

II.- La Ley 1516 de 2012, por medio de la cual se aprueba la Convención sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales, reconoce el papel fundamental que desempeña la sociedad civil en la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales, por lo que se debe fomentar su participación activa en los esfuerzos por alcanzar los objetivos de la Convención. En tal conformidad se plantea a los gobiernos “reforzar las asociaciones con la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado, y entre todas estas entidades, para fomentar y promover la diversidad de las expresiones culturales”. (…) “Las Partes alentarán la creación de asociaciones entre el sector público, el privado y organismos sin fines lucrativos, así como dentro de cada uno de ellos, a fin de cooperar con los países en desarrollo en el fortalecimiento de sus capacidades con vistas a proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales. Estas asociaciones innovadoras harán hincapié, en función de las necesidades prácticas de los países en desarrollo, en el fomento de infraestructuras, recursos humanos y políticas, así como en el intercambio de actividades, bienes y servicios culturales” (arts, 12 lit. c) y 15 de la Convención), en correspondencia con la serie de Conferencias Intergubernamentales sobre políticas culturales.

III.- En similar sentido el Decreto Distrital 465 de 2006, por el cual se adopta el Plan Maestro de Equipamientos Culturales de Bogotá PLAMEC, en el cual de acuerdo con las funciones del equipamiento se visualizan las Casas de la Cultura como espacios cívicos asociativos, plantea la conformación de alianzas estratégicas con el sector privado que permitan el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas culturales y la sostenibilidad de los equipamientos y la Red, la construcción de lineamientos de corresponsabilidad público - privada para la planificación y gestión de la Red de Infraestructura Territorial Cultural, el desarrollo de convenios con participación pública y privada para la gestión y manejo de la Red de Infraestructura Territorial Cultural, así como la creación del modelo de gestión financiera para equipamientos culturales con criterios de equidad en la priorización en territorios deficitarios, descentralización y gestión pública y privada.

IV.- En el Plan Sectorial de Cultura, un importante documento elaborado por la Universidad de los Andes, con el fin de lograr la visión planteada para 2021, entre los objetivos estratégicos se destaca la importancia de fomentar las distintas formas de emprendimiento cultural, en especial las formas asociativas, por lo que el Distrito debe proveer las condiciones necesarias para que estas nuevas organizaciones puedan surgir y mantenerse de forma sostenible,

Page 23: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 21

pensar y ejecutar acciones encaminadas a tener un mejor conocimiento de las necesidades y retos de estos emprendimientos para asistirlos y articularlos efectivamente con el ecosistema de emprendimiento de la ciudad, es decir, con el resto de las instituciones, planes, programas u acciones que participan y actúan en pos del emprendimiento.

En el mismo Plan Sectorial se resalta la necesidad de fortalecer el esquema de gobernanza del campo cultural con énfasis en el nivel local. Este objetivo busca la revisión y ajuste del actual del modelo de gobernanza cultural en la ciudad, con el fin de concertar los esfuerzos del Gobierno Distrital, de todas sus entidades, del sector privado y de las organizaciones de la sociedad civil. El Gobierno no es el único, ni necesariamente, el principal actor en la gestión de la cultura. Requiere articularse mediante esquemas de cooperación (alianzas) con el sector privado y la sociedad civil. La revisión del sistema de gobernanza se debe orientar para superar los siguientes retos:

1) Formular y ejecutar la política en materia de cultura, recreación y deporte de manera descentralizada, acercando el ciudadano al Gobierno y creando espacios de deliberación y contacto directo.

2) Fortalecer el proceso de participación y darles protagonismo a las localidades en la formulación, ejecución y evaluación de los objetivos estratégicos y acciones del sector. Definir claramente cómo se coordinan y complementan y cómo podrían cofinanciar buena parte de los proyectos que se conciben desde el nivel central. A su vez explicitar un esquema claro de gestores culturales en las localidades que divulguen las políticas, sirvan de puente y articulen el trabajo de las localidades y el nivel central.

3) Precisar los principios y mecanismos de cooperación con el sector privado y la cooperación internacional. Existen obstáculos operativos que no permiten desarrollar aún más las alianzas estratégicas con el sector privado y con las organizaciones de la sociedad civil, por lo que se están perdiendo oportunidades valiosas para el logro de las metas del sector.

4) Generar cambios en la forma de trabajo de la administración pública distrital, teniendo en cuenta que el Plan de Desarrollo prevé que la cultura hará aportes fundamentales a sectores como la salud, la educación, la convivencia, el hábitat y espacio público, así como a la innovación, desarrollo y uso de nuevas tecnologías por parte de la ciudadanía en general. Por ello una administración

Page 24: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura22

pública fragmentada, sectorializada, no permitirá desarrollar el trabajo cooperativo entre entidades para obtener objetivos transversales.

5) Revisar la estructura organizativa del sector en cuanto a funciones de las entidades evitando posibles duplicidades o confusiones, estableciendo los aspectos en los que resulta clave el trabajo con los actores externos.

6) Revisar los participantes del sistema de cultura, arte, deporte y patrimonio, a partir del cual se estructura la participación de los actores y agentes del sector, para darles legitimidad a los representantes y evitar la captura de grupos específicos de interés que velan solo por sus intereses particulares sin permitir mayor participación y democratización.

7) Generar cambios en normativa y regulaciones, en particular en materia de financiación, acceso a recursos y participaciones.

8) Desarrollar redes de cooperación en materia de investigación, memoria, creación y circulación de los procesos culturales.

9) Desarrollar un sistema de información integral que sirva a los propósitos de localidades, actores y agentes y entidades.

V.- La Política Pública de Casas de la Cultura indudablemente no es ni puede ser una decisión unilateral de la Administración, como quiera que la participación ciudadana incidente es un eje central del abordaje y definición de las políticas públicas y de su implementación. En efecto, como se establece en la Sentencia T-291/09 de la Corte Constitucional: “La jurisprudencia constitucional ha precisado tres condiciones básicas, a la luz de la Constitución Política, que debe observar toda política pública orientada a garantizar un derecho constitucional: (i) que la política efectivamente exista; (ii) que la finalidad de la política pública debe tener como prioridad garantizar el goce efectivo del derecho; y (iii) que los procesos de decisión, elaboración, implementación y evaluación de la política pública permitan la participación democrática”.

A este respecto es bueno tener presente que durante el proceso de concertación de la Política Pública de Casas de la Cultura de Bogotá se ha tenido en cuenta una serie de elementos que fundamentan el modelo tripartito o mixto de Casas de la Cultura, comenzando por el artículo 2° de la

Page 25: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 23

Constitución Política que entre los fines esenciales del Estado establece el de garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución y facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación.

En este sentido el artículo 32 de la Ley 489 de 1998 establece que todas las entidades y organismos de la Administración Pública tienen la obligación de desarrollar su gestión acorde con los principios de democracia participativa y democratización de la gestión pública, para lo cual podrán realizar todas las acciones necesarias con el objeto de involucrar a los ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil en la formulación, ejecución, control y evaluación de la gestión pública. Entre otras podrán incentivar la formación de asociaciones y mecanismos de asociación de intereses para representar a los usuarios y ciudadanos;

Por su parte el Acuerdo Distrital 257 de 2006, convoca a la Administración Distrital a promover la participación ciudadana en cada una de las etapas de la gestión pública, a fortalecer los espacios de interlocución e impulsar procesos de concertación entre los intereses ciudadanos y las iniciativas distritales. “Las autoridades administrativas del Distrito Capital serán responsables del cumplimiento de las políticas y los objetivos propuestos en los Planes de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas Distrital y de la respectiva localidad, en el Plan de Ordenamiento Territorial y en la misión y objetivos de los organismos y entidades, procurando la mayor efectividad e impacto para garantizar el ejercicio efectivo, progresivo y sostenible de los derechos

Page 26: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura24

humanos, individuales y colectivos, de sus habitantes.”

El artículo 32 del mismo Acuerdo define el Sistema de Coordinación de la Administración del Distrito Capital como “el conjunto de políticas, estrategias, instancias y mecanismos que permiten articular la gestión de los organismos y entidades distritales de manera que se garantice la efectividad y materialización de los derechos humanos, individuales y colectivos, y el adecuado y oportuno suministro de los bienes y la prestación de los servicios a sus habitantes. (…) este sistema integra, en forma dinámica y efectiva, las políticas distritales con el funcionamiento de los organismos y las entidades entre si y establece mecanismos de interrelación entre éstos y las formas organizadas de la sociedad.”

Por su parte, el Decreto Distrital 448 de 2007 organizó el Sistema Distrital de Participación Ciudadana como mecanismo de articulación entre la Administración Distrital las instancias de participación, las organizaciones sociales y comunitarias, las redes, asociaciones, alianzas temporales y permanentes, con el fin de garantizar el derecho a la participación en las políticas públicas del Distrito Capital.

En este orden de ideas, el Decreto 627 de 2007, por el cual se establece el Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio, garantiza las condiciones culturales y políticas para que los Agentes Culturales, Organismos y Organizaciones concerten las decisiones que les afectan mediante mecanismos de representación y participación. Su objetivo es fomentar y garantizar prácticas de participación y espacios representativos para la deliberación y toma de decisiones concertadas entre Agentes Culturales, Organismos y Organizaciones de los campos del arte, la cultura y del patrimonio a fin de construir poder ciudadano y ciudad en los ámbitos local, sectorial y con grupos poblacionales definidos.

Adicionalmente, mediante el Decreto 503 de 2011 se adoptó la Política Pública de Participación Incidente para el Distrito Capital, en el cual se dispone que será de obligatorio cumplimiento para los/as servidores/as públicos/as, entidades, dependencias e instancias de gobierno y de la administración pública del orden distrital y local, cuyo objetivo general es promover, concertar y fortalecer los procesos de construcción democrática de lo público, creando las condiciones que permitan reconocer y garantizar el derecho a la participación incidente de la ciudadanía y sus organizaciones en los procesos de formulación,

Page 27: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 25

decisión, ejecución, seguimiento, evaluación y control social de las políticas públicas, Plan Distrital de Desarrollo, Planes Locales de Desarrollo y Plan de Ordenamiento Territorial.

En virtud del Decreto 689 de 2011 se adopta la Guía para la formulación, implementación y evaluación de Políticas Públicas Distritales, una herramienta para desarrollar el ciclo de las políticas públicas distritales y sectoriales, cuyos lineamientos mínimos deben ser observados por las entidades y organismos distritales en todos los procesos de su formulación, implementación y evaluación, lo que implica adelantar todas las fases del ciclo allí descritas, con sus acciones estratégicas, utilizando las metodologías que para el efecto se consideren idóneas; debido proceso que en relación con las Políticas Públicas de Casas de la Cultura ha de surtirse plenamente.

En este valioso instrumento se tiene presente que “el origen de las políticas públicas y su desarrollo en la ciudad da cuenta de procesos de movilización social gestados para exigir el reconocimiento y el respeto a la diferencia y al pluralismo en una ciudad diversa y compleja, lo que ha puesto a la participación como eje central del abordaje de las políticas públicas y de su implementación no en un plano teórico sino de realidad. De allí que quienes se enfrentan a la construcción de política pública en la ciudad, necesariamente conciben el ciclo de realización de la misma, como espacio de encuentro, negociación, concertación entre actores sociales e institucionales en pro de un mismo objetivo y finalidad: calidad de vida.

“Por ello, no puede dejarse de lado en este ejercicio, la importancia central de la participación social en el desarrollo del ciclo de cada política distrital, transversal a todas las fases, central en la definición de sus principales aspectos y trascendental en el seguimiento, evaluación y control social. Para el efecto, habrá de hacerse uso de todos los escenarios distritales y locales en los que se garantiza la voz y el voto de la sociedad civil para el proceso decisorio de las políticas públicas.

El debido proceso ha de partir de una agenda pública en la que se establecen participativamente las orientaciones y reflexiones que guiarán todo el proceso de desarrollo de la política pública, una construcción identificando cuál es la realidad que caracteriza a la población y al territorio, teniendo en cuenta como acciones estratégicas la identificación del marco de referencia, elaboración de diagnóstico participativo, así como la identificación del problema, situación

Page 28: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura26

prioritaria o potencialidad.

La construcción del marco de referencia debe abordar la revisión previa de los marcos normativo, conceptual, ético – político y analítico, los instrumentos jurídicos y de planeación vigentes, documentos conceptuales y analíticos; la delimitación temática, poblacional y espacial, que a través del reconocimiento colectivo de las circunstancias que caracterizan la dinámica social se pueda establecer el por qué y el para qué de la política pública. Para la definición precisa del alcance de los factores involucrados, el marco de referencia incluye la elaboración de un diagnóstico que permita conocer la situación real y concreta para actuar con eficacia, la lectura de los factores, los determinantes, entre otros elementos que caracterizan las condiciones, situaciones y problemáticas identificadas como objeto de la política, de modo que facilite caracterizar sus posibles alternativas de solución y transformación.

El desarrollo de las actividades propias de la construcción del marco de referencia, debe incluir actividades participativas que involucren a los principales actores sociales, en orden a garantizar mayor objetividad en la descripción misma de la situación, condición y problema que se espera transformar y una participación decisoria durante la fase. A partir de esta fase y en todas las demás, ha de hacerse uso de los espacios

que se encuentran establecidos en el Distrito Capital para facilitar el ejercicio participativo de la sociedad civil y los grupos de interés en la construcción de lo público.

Para el caso de la Política Pública de Casas de la Cultura el espacio establecido es el Consejo Distrital de Casas de la Cultura que según artículo 7 del Decreto 455 de 2009 es el “escenario destinado al encuentro, deliberación, participación y concertación de las políticas, planes y programas públicos y privados y las respectivas líneas estratégicas de inversión para el desarrollo de

Page 29: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 27

las Casas de la Cultura en todas sus dimensiones y procesos” y de conformidad con el artículo 9 del mismo Decreto le corresponde entre sus funciones la de “Formular concertadamente lineamientos de Política de Casas de la Cultura, y gestionar su inclusión en las políticas, planes, programas, proyectos y presupuestos de carácter distrital”.

Se agrega en la Guía la necesidad de partir de una situación, condición, problemática o potencialidad que permita identificar aquello que se desea transformar mediante las acciones de las autoridades públicas en el marco de sus competencias legales y constitucionales.

Así, el ejercicio inicia su desarrollo con la caracterización de la situación, condición o problemática que se pretende transformar. Para ello, una vez definida la delimitación temática, poblacional y espacial soportada en datos y evidencia medible, se continúa el flujo de decisión hacia la identificación y caracterización de los factores, los determinantes, entre otros elementos del objeto de análisis.

También se establece en el instrumento la necesidad de contar con escenarios legitimados por los diferentes actores en los que se pueda realizar el debate público, con participantes que representen o den cuenta tanto de la visión comunitaria, como del gobierno o de la administración pública, el sector privado y de los grupos de interés involucrados, así como realizar ejercicios de análisis frente a la situación actual y los riesgos que se corren en términos de costo social y capacidad del Estado (la administración pública, la comunidad organizada o no, el sector privado, entre otros), al no atender las situaciones, necesidades o problemáticas identificadas.

Adicionalmente, de conformidad con la Ley 1757 de 2015 o Ley Estatutaria de Participación Ciudadana, se busca promover, proteger y garantizar modalidades del derecho a participar en la vida política, administrativa, económica, social y cultural, estableciendo las normas fundamentales por las que se regirá la participación democrática de las organizaciones civiles.

En relación con la Ley Estatutaria de Participación Ciudadana simplemente queremos destacar la necesidad de que todo plan de desarrollo incluya medidas específicas orientadas a promover la participación de todas las personas en las decisiones que los afectan y el apoyo a las diferentes formas de organización de la sociedad. De igual manera los planes de gestión de las instituciones públicas

Page 30: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura28

harán explícita la forma como se facilitará y promoverá la participación de las personas en los asuntos de su competencia.

De conformidad con esta ley se entiende por gasto en participación ciudadana el financiamiento de actividades y proyectos para la promoción, protección y garantía al ejercicio del derecho de participación, propendiendo por la puesta en marcha y la operación de mecanismos efectivos de participación para que las personas y las organizaciones civiles puedan incidir en la elaboración, ejecución y seguimiento a las decisiones relacionadas con el manejo de los asuntos públicos que las afecten o sean de su interés.

En relación con los recursos presupuestales prioritariamente asociados a la promoción de la participación ciudadana se tiene el deber de invertir en actividades de apoyo a iniciativas dirigidas al fortalecimiento de las capacidades organizacionales de las expresiones asociativas de la sociedad civil que buscan materializar las distintas manifestaciones de la participación ciudadana a nivel distrital.

A manera de conclusión, ante los extremos de políticas estatistas o de mercado que en la práctica no han logrado generar los resultados satisfactorios pregonados, la Mesa Distrital de Casas de la Cultura ha insistido en un modelo participativo y expansivo en la Administración y Gestión de las Casas de la Cultura, como son las Corporaciones o Fundaciones de Participación Mixta, un modelo de gobernanza democrática expansivo de los derechos culturales y de participación (no restrictivo o regresivo), de suerte que las Casas de la Cultura no sean unas organizaciones más compitiendo en el mercado por la asignación de recursos, o sometidas a la intervención o censura estatal por la forma o el contenido de los proyectos, sino un espacio de encuentro y concertación entre el Estado y la Sociedad Civil en orden a la articulación y dinamización de las prácticas ciudadanas en arte, cultura y patrimonio.

Page 31: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 29

Políticas Culturales y Casas de la Cultura Locales en el Escenario de

una Nueva Administración-Nuevas Perspectivas-

Por Hugo Cortes8

La cultura por naturaleza le aporta a la paz, así no debería haber otra clase de cultura.

Entendemos por Políticas Culturales el conjunto organizado de intervenciones articuladas entre el sector público, privado y sociedad civil que permiten alcanzar logros concretos y medibles en el desarrollo cultural del territorio.

El proceso de Casas de la Cultura no tiene mucho dato de soporte en término de impacto, hay algunos datos en términos de gestión.

Hoy se requiere del sector público, del sector privado, hoy el territorio no es solo un enfoque o lineamientos de política cultural, el territorio es una política cultural en Bogotá. Tenemos diversos territorios administrativos y los que hemos construido culturalmente. Como se habla de política cultural como estrategia, medio, la política cultural debería generar desarrollo cultural, no para que se enriquezca una organización a través de la contratación, los protagonistas son los ciudadanos y ciudadanas, agentes de la cultura. La política no se hace para los oferentes de la cultura, se hace para quienes nos gusta la cultura.

Por Desarrollo Cultural comprendemos el proceso de generación y ampliación de opciones, oportunidades y capacidades que permiten a las personas elegir, producir, expresar, trasmitir, acceder, consumir, intercambiar y apropiar prácticas, contenidos, bienes y servicios culturales. Cualquier

Page 32: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura30

proyecto cultural debe tener la búsqueda del desarrollo cultural.

En cuanto a la Cultura y el Desarrollo Humano, hoy en día la cultura no solo sirve para que nos entretengamos, hoy en día la cultura está en el contexto del desarrollo humano. El enfoque de desarrollo humano lo trabajó Amartya Senn que propone que para que una comunidad sea feliz lo fundamental es que las personas tengan libertad, pero eso no se da sino se tienen capacidades y hay que generarlas; capacidades para ejercer su libertad, que no solo tienen que ver con la economía, La calidad de vida no se adquiere con cosas sino con sentidos. Ahí el Estado es fundamental, pues es quien debe “enseñar a pescar”. A todas y a todos no nos hace feliz lo mismo, a unos les gusta la Coca Cola a otros Pepsi, pero el Estado no les puede satisfacer ese gusto; existe el líquido, si quiere bebidas o ese nivel de satisfacción tiene que pagar; es decir existe un bienestar subjetivo.

Page 33: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 31

SE REQUIERE UN CAMBIO ESTRUCTURAL EN LAS POLÍTICAS CULTURALES QUE PROPONGA UN

ENFOQUE DE CULTURA Y DESARROLLOLos clanes instrumentalizan el arte, es importante la articulación con

el colegio, reconocer que los colegios deben sacar no solo bachilleres sino ciudadanos y ciudadanas, no solo el aprendizaje de un conocimiento sino la formación del individuo. CLAN no solo en dar unos talleres en horas extracurriculares sino meterse en el pensum académico. Construcción de una ciudadanía responsable y comprometida. En este contexto la dimensión cultural del desarrollo adquiere mayor relevancia; se requiere un cambio estructural en las políticas culturales que proponga un enfoque de cultura y desarrollo

Las políticas culturales no pueden estar hablando de talleres, hoy en día la cultura va más allá de eso que tiene que ver con las tics, las relaciones de la cultura con la economía, las relaciones intersectoriales y en ese sentido nuestro enfoque debería resignificarse, reaprenderse y reorientarse.

Page 34: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura32

Como se puede medir el desarrollo cultural: en el diagnóstico que se dio en el 2013 (página del Ministerio de Cultura) 6 dimensiones y categorías del desarrollo cultural.

Page 35: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 33

Desarrollo cultural como pilar fundamental pasa por dimensiones tan importantes como la diversidad cultural, los accesos culturales, economía y cultura, prácticas artísticas, gobernanza cultural y capital social, lass que se conectan mediante la competitividad, sustentavilidad. la integración y la equidad con el desarrollo economico, ambiental y social, los cuatro pilares que contribuyen al desarrollo humano y territorial.

El Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio nos muestra su utilidad mediante la gobernanza cultural generando condiciones y potenciando las demás dimensiones. En el fortalecimiento de las capacidades la gobernanza cultural busca fortalecer procesos de la institucionalidad, de la sociedad civil y del sector privado, que en relación con las otras dimensiones del desarrollo cultural generan crecimiento. En lo institucional se busca fortalecer su propio desarrollo, la planeación, la participación, financiación, información y formación; en la sociedad civil el fortalecimiento de la participación y la acción cultural, la organización, el tejido social y experiencias significativas; en el sector privado el fortalecimiento de las alianzas, la responsabilidad social y el

Page 36: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura34

emprendimiento.

Las dimensiones del desarrollo cultural como herramientas de gestión podemos considerarlas a partir de las prácticas artísticas que se van extendiendo desde el barrio, la localidad, el Distrito, la Región hasta llegar a la Nación, en relación con las demás dimensiones del desarrollo cultural y dimensiones del desarrollo tan importantes como Salud, Inclusión Social, Habitat, Educación, Ambiente y Economía.

Page 37: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 35

Page 38: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura36

Page 39: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 37

LIMITACIONES DEL MODELO DE CASAS DE LA CULTURA EN BOGOTÁ

Desde el enfoque de desarrollo humano tenemos como supuestos del modelo actual:

• Las entidades rectoras de la política cultural se articulan y desarrollan interacciones de manera fluida con las administraciones locales.

• Las entidades del nivel central implementan sus acciones a partir de las propuestas y necesidades locales.

• El sector implementa unas acciones continuas en el tiempo, con reglas claras y estables.

• El sector cuenta con organizaciones fuertes, capaces de desarrollar dinámicas de trabajo articulado y de representación de intereses colectivos.

• La descentralización se fortalece y se aclaran competencias distritales y locales.

• Los procesos de casas de la cultura reciben apoyo público al comienzo y pueden ser autosostenibles en el tiempo.

• Las casas de la cultura son procesos sociales que movilizan voluntades, donde la gestión se realiza de forma colectiva y no dependen de liderazgos individuales.

• Los líderes de las casas se actualizan, fortalecen sus capacidades de gestión y consolidan ejercicios de gerencia.

• Las alcaldías locales reconocen el papel estratégico de las casas y aportan recursos.

• Los marcos administrativos y jurídicos de la administración pública se pueden flexibilizar y responden a las necesidades del proyecto casas de la cultura.

• Las casas de la cultura comparten su conocimiento y ayudan a las organizaciones a gestionar recursos.

• Las casas de la cultura son procesos para acercar a los agentes culturales, generar alianzas y producir capital social.

Page 40: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura38

TENSIONES Y PROBLEMÁTICAS ESTRUCTURALES

• Las casas de la cultura no tienen la capacidad para responder a las necesidades y propuestas de los agentes culturales locales.

• El cubrimiento y alcance de las acciones de las casas de la cultura son limitados en relación con la complejidad, la extensión y la diversidad cultural de las localidades

• Las organizaciones culturales se asocian alrededor de los supuestos beneficios laborales y económicos que les puede ofrecer las casa de las cultura. Incentivo negativo.

• Las iniciativas de conformación de casas son dependientes de recursos públicos, lo que se traduce en proyectos sin continuidad, sin sostenibilidad y sin sentido de pertenencia local.

• Las casas de la cultura se convirtieron, por necesidad, en competidores de las organizaciones culturales.

• Las acciones implementadas desde la institucionalidad distrital son inestables, discontinuas y generan inseguridad en las administraciones locales.

• Los contextos culturales, políticos, administrativos y económicos han cambiado y el modelo de casas se mantiene estático.

• El desarrollo cultural de las localidades se ha supeditado a la existencia de casas de la cultura y no al revés.

• El modelo administrativo, además de ser poco claro, no es llamativo para los jóvenes y los agentes culturales que trabajan con nuevos enfoques de gestión cultural y en nuevas prácticas culturales.

• El proyecto de casas ha generado tensiones, fracturas y distanciamiento permanente entre institucionalidad, administraciones locales y agentes culturales.

• Los recursos se ejecutan por obligación o por presión de los agentes interesados y no a partir de un enfoque estratégico que le dé un lugar a las casas de la cultura en el desarrollo cultural de las localidades.

Page 41: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 39

PROBLEMATICAS DE GESTION

• No se cuenta con recursos para sostener las casas de la cultura.• Capacidades gerenciales limitadas.• Debilidades organizativas en los agentes culturales.• No se miden los impactos reales de las casas de la cultura.• Localidades grandes con problemas de movilidad.• El problema de cada año se concentra en quien va a ejecutar el proyecto

y no en qué objetivos se van a cumplir.• Excesivo desgaste administrativo para la cantidad de recursos que se

entregan.• Los proyectos son poco innovadores y no se reconoce la cadena de

valor asociada al proceso.

• La preocupación es sobrevivir, obtener los pocos recursos de la SCRD o de la Alcaldía Local. No hay proyección, idea de futuro.

Se considera entonces que no hay que enclaustrar las prácticas culturales, artísticas y patrimoniales en “Casas”, menos casas de la cultura y más infraestructura pública donde desarrollar procesos culturales desde el enfoque de desarrollo humano, generando capacidades y garantía de derechos, más organizaciones culturales que presten servicios y ofrezcan bienes y productos culturales desde la perspectiva del emprendimiento y la competitividad.

Se requiere activar procesos de movilización ciudadana en Juntas de Acción Comunal y juntas administradoras de propiedad horizontal, brindando satisfactores próximos a las necesidades, reconocer a la ciudadanía como la protagonista del desarrollo cultural, como productora de contenidos y saberes, así como generar espacios integrales donde la ciudadanía pueda desarrollar sus capacidades humanas y ejercer su libertad.

Precisa transformar la política cultural fomentando los hábitos de apreciación, valoración, demanda y consumo cultural y no solo la oferta, generar proyectos innovadores que potencien los recursos disponibles, implementar proyectos estratégicos en todas las dimensiones del desarrollo cultural, medir lo que hacemos y demostrar el impacto de los proyectos y fortalecer la interacción con otros sectores del desarrollo.

Es necesario simplificar las estrategias de implementación minimizando

Page 42: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura40

los costes administrativos y burocráticos, utilizar nuevas metodologías, nuevos lenguajes expresivos, aprovechar las TIC, enamorar a los y las niños y jóvenes, construir procesos a largo plazo, exigir claridad, coherencia y responsabilidad a las entidades públicas, promover la transición hacia nuevos escenarios para la gestión cultural.

¿Deben existir Casas de la Cultura hoy? Depende del modelo de desarrollo cultural de la ciudad y sus localidades. Es importante no dar por hecho que las Casas de la Cultura deben existir. Y si se decide crear, conformar, constituir o poner en funcionamiento una Casa de la Cultura ¿Debe ser pública, privada o mixta? Las Casas de la Cultura deben ser públicas. ¿Qué se debe tomar en cuenta antes de tomar la decisión? Contar con un diagnóstico actualizado, un Plan de Sostenibilidad de la Casa, constituido por las entidades y niveles de la administración que estén comprometidos. Como referente se puede revisar la Ley 1185 de 2008 y sus Decretos reglamentarios en lo relacionado con los PEMP para patrimonio material y los PES para el patrimonio inmaterial. Tener constituida la Red de infraestructura o equipamientos para el desarrollo cultural RIE. GRACIAS.

Page 43: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 41

Experiencias desde la Casa de la Cultura Ciudad Hunza de Suba

Por Jorge Fabio Riaño9

9 Exdirector de la Casa de la Cultura de Ciudad Hunza, Gestor Cultural del Instituto Distrital de Cultura y Turismo durante la administración de Enrique Peñalosa, Exconsejero del Consejo Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio y del Consejo Distrital de Casas de la Cultura, Artista titiritero.

La Casa de la Cultura Ciudad Hunza está ubicada al noroccidental del Distrito Capital de Bogotá (D.C), en el costado sur del cerro que es icono de la Localidad de Suba, territorio administrativo del cual forma parte.

Suba fue territorio habitado por la etnia indígena Muisca, grupo importante de la familia de los Chibchas, donde aún se reseña la presencia y dinámicas de raizales.

También fue municipio de Cundinamarca hasta el año 1954, año en el cual fue integrado a la ciudad de Bogotá.

La Casa de la Cultura se encuentra a una distancia de trece kilómetros del centro histórico de la ciudad.

En este sector se generaron diversos y complejos desarrollos urbanísticos en las décadas de los 70 y 80, que principalmente fueron el resultado de procesos informales.

Page 44: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura42

Algunos asentamientos se ubicaron en zonas de protección ambiental consideradas de alto riesgo por las posibles inundaciones y deslizamientos.

El barrio Ciudad Hunza donde se ubica la Casa de la Cultura es un ejemplo de estos desarrollos.

Circundan buena parte de la localidad ríos, lagunas y humedales, constituyéndose en parte de su patrimonio ambiental. Por el suroccidente el río Juan Amarillo y el humedal y laguna de Tibabuyes; por el noroccidente el humedal de la Conejera y el rio Bogotá; por el nororiente el humedal de Guaymaral y parte del rio Bogotá a la altura del histórico Puente del Común.

Desde la Casa de la Cultura de Ciudad Hunza se pueden apreciar el rio Juan Amarillo, el humedal y laguna de Tibabuyes, una de las escasas zonas para la recreación pasiva de la población de este sector y que hoy en día se ha convertido en lugar de atractivo paisajístico y turístico de la localidad y la ciudad.

El origen de la Casa de la Cultura está fuertemente ligado a la historia del desarrollo del barrio y de los procesos organizativos del mismo, de la localidad y la Ciudad.

En el año 1982 el padre Saturnino Sepúlveda adquiere un lote en el cerro sur e inicia el proceso organizativo comunitario para la autoconstrucción del barrio con 310 familias provenientes de distintas partes de la ciudad y de orígenes socioculturales diversos (boyacenses, santandereanos, tolimenses y cundinamarqueses).

Este proceso organizativo comunitario dio origen entre 1982 y 1986 a la Asociación de Vecinos, a la Junta de acción comunal y a la Corporación para el Desarrollo Comunitario CORPOHUNZA liderada aún por mujeres cabezas de familia. A esta organización, con la idea de continuar el trabajo del padre Saturnino , llegó Solentiname, un grupo eclesial de base conformado por jóvenes universitarios que acompañó y promovió actividades con énfasis en lo cultural. Posteriormente; la agencia Cristian Children Fundation, apoyó

Page 45: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 43

algunas iniciativas en este sentido hasta mediados de los años 90, logrando proyectar localmente un primer trabajo con niños y jóvenes en torno a expresiones artísticas y recreativas, danza folclórica, títeres, danza urbana.

En el año 1995 el Instituto Distrital de Cultura y Turismo- IDCT, en el marco del Plan de Desarrollo Distrital Formar Ciudad, dio un énfasis muy importante a la promoción de la Cultura Ciudadana y la democracia cultural e inició la gestión para la creación y consolidación del Programa Casas de la Cultura para las localidades. Suba fue escogida para iniciar la experiencia piloto de este programa dada su trayectoria cultural, el interés de la base cultural del momento y la voluntad política de la Administración local por avanzar en el proceso de participación y descentralización

En el año 1997 se crea la Casa de la Cultura de Suba y se constituyen los procesos organizativos que dieron ese mismo año origen a la Casa de la Cultura de Ciudad Hunza y a la Casa de la Cultura de Rincón Occidente.

La Casa de la Cultura de Ciudad Hunza surge como resultado de un proceso

de concertación entre la Junta de Acción Comunal del barrio (en ese momento administrada por el Consejo Comunal), Corpohunza y jóvenes del sector.

El entonces Instituto Distrital de Cultura -hoy Secretaria Distrital de Cultura, Recreación y Deporte- promovió y lideró desde el Programa de Casas Culturales, acciones en mediación, formación y gestión cultural para dinamizar este proceso, cuyo acuerdo final posibilitó la creación de la organización cultural bajo la figura legal de CORPORACION CASA DE LA CULTURA CIUDAD HUNZA en diciembre del año 1997.

Como preguntas, observaciones y apreciaciones del auditorio se tienen:

• Si la propuesta de que la Casa de la Cultura sea pública no podría politizarse.

• Cómo la sociedad civil, si se ha hecho una propuesta para nuevos dirigentes, cómo se puede participar de ella, como se puede hacer otras propuestas.

1997 -201518 años promoviendo el

Desarrollo Social y Cultural en el Cerro sur de la localidad de Suba, Bogotá, Colombia,

Suramérica.

Page 46: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura44

• Ciudadanos se es por naturaleza, pensaría que la cultura forma seres humanos concienciados con sensibilidad. Las políticas públicas son perversas y segregan porque cada uno lucha por sí mismo; en educación nos quedamos en los años 30, perdimos hasta los centros literarios, la educación física, la gimnasia artística. Lo que toca es transformar esa cultura.

• Nuestro pueblo no tiene la costumbre de asistir a prácticas artísticas, lo cual es bastante complicado de cambiar.

• Importante las conferencias porque sirve para trasmitirlas en las comunidades. La vicepresidenta de la JAC de Villemar trabaja por la cultura, cómo empezar a trabajar para que apoyen en danza, los coros, porque necesitan vestuario e implementos.

• Por qué generan falsas expectativas y no las sostienen, sacrificando procesos y recursos.

Por su parte Carlos Córdoba Sánchez no discute varias de las observaciones realizadas por Hugo Cortes en su exposición relacionada con el Desarrollo Humano, particularmente ciertas apreciaciones de Amartya Sen, Martha Nassbaum y Manfred Max Neef que desde hace más de una década ha trabajado en textos de la Casa de la Cultura de Fontibón10, aun cuando hoy en día la discusión de cara a las nuevas políticas culturales es si partiendo del reconocimiento de la diversidad cultural puede haber un modelo de universal desarrollo a seguir.

Pero lo que si no comparte son muchas de las observaciones sobre las Casas de la Cultura, dado que no se muestran estudios metodológicos con base en los cuales se realizan las generalizaciones planteadas, chocando muchas de ellas con las observaciones y apreciaciones cotidianas que realiza la propia gente.

La Casa de la Cultura de Fontibón comparte su conocimiento y ayuda a las organizaciones culturales a gestionar recursos, buscando acercar no solo a los agentes culturales, sino también a las poblaciones y comunidades, generar alianzas y producir capital social.

Por supuesto, el cubrimiento y alcance de las acciones de la Casas de la Cultura es limitado en relación con la complejidad, la extensión y la diversidad cultural de las localidades, como lo es el de cualquier Alcaldía Local, el de la

10 Vid. Córdoba Sánchez, Carlos: Sistema Local de Cultura de Fontibón – Profundizando raíces y propagando semillas, 1ª ed., Ed. Fondo de Desarrollo Local de Fontibón, Bogotá – Colombia 2004, págs. 79 y ss.

Page 47: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 45

propia Secretaría de Cultura Recreación y Deporte y sus entidades adscritas, dado que con los recursos disponibles difícilmente se puede satisfacer las necesidades de los cerca de nueve millones de habitantes de la ciudad, pero se realizara un comparativo entre presupuesto e impactos de unos y otros seguramente la Casa de la Cultura de Fontibón mostraría unos resultados muy satisfactorios en el manejo óptimo de los recursos.

De dónde se saca que las organizaciones culturales se asocian siempre a las Casas de la Cultura por beneficios laborales o económicos, pues es una idea bastante limitada de las múltiples motivaciones humanas que contrasta con muestras de cooperación generosa y sin contraprestación alguna hacia la Casa de la Cultura de Fontibón, así como la aceptación de los corporados en el acceso a los bienes y servicios que ofrece en igualdad de condiciones para todos los habitantes y sin discriminación alguna.

De donde se sostiene que las Casas de la Cultura son dependientes de los Recursos Públicos, cuando v. gr. la Casa de la Cultura de Fontibón durante el año 2015 no ha celebrado un solo contrato o convenio con la Administración, y desde hace varios años a través de su propia gestión paga los gastos de funcionamiento que debería cubrir la Administración mediante sus oportunos aportes.

Será que los contextos culturales, políticos, administrativos y económicos han cambiado tanto en tan poco tiempo como para devolvernos al modelo de Casas de la Cultura estatales de la Constitución del 86 y negar el avance y expansión de la participación ciudadana en su administración y gestión. Hemos visto que lo que está ocurriendo en todas partes es precisamente lo contrario. La cultura es hoy en día un campo sumamente delicado, por lo que acertadamente se reconoce en las Política Culturales Distritales que al Estado no le corresponde hacer cultura y distribuirla entre la población, sino brindar las condiciones para que la gente pueda realizar sus propias prácticas culturales, artísticas y patrimoniales.

De donde se saca que el modelo administrativo, además de ser poco claro, no es llamativo para los jóvenes y los agentes culturales que trabajan con nuevos enfoques de gestión cultural y en nuevas prácticas culturales, cuando la realidad de la participación ciudadana nos muestra palmariamente lo contrario. A qué modelo de Casas de la Cultura se refiere cuando en la ciudad la mayoría son modelos públicos o privados promovidos por las últimas administraciones y sólo excepcionalmente son mixtos como es el caso de la Casa de la Cultura de

Page 48: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura46

Fontibón.

Claro está que los recursos en un convenio administrativo se deben ejecutar por obligación, pero que sea por indebida presión de los agentes interesados no pasa en Fontibón, eso hay que evidenciarlo para no quedarnos en el campo de lo meramente hipotético o de los supuestos.

Que falta un enfoque estratégico que le dé un lugar a las Casas de la Cultura en el desarrollo cultural de las localidades, basta simplemente invitar a mirar la propuesta de política de Casas de la Cultura trabajada por la Mesa Distrital de Casas, cotejarla con las otras propuestas presentadas y sacar conclusiones.

En cuanto a se refiere a capacidades gerenciales limitadas, debilidades organizativas en los agentes culturales, falta de objetivos a cumplir y medición de impactos reales de las Casas de la Cultura, es también simplemente mirar los proyectos ejecutados con los Fondos de Desarrollo Local, la Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte y sus entidades adscritas y ver si faltan esos aspectos necesarios en todo proyecto, así como precisar de qué modelo de Casas de la Cultura se habla en cada caso.

Por lo demás se desconoce que las prácticas culturales no se encuentran enclaustradas en las Casas de la Cultura, pues desde muchos años atrás los proyectos tienen un enfoque territorial y poblacional que las llevan a circular su oferta por todo el territorio local de manera próxima a las comunidades, reconociendo nuevos lenguajes expresivos, pero también las prácticas culturales, artísticas y patrimoniales asociadas a la tradición e identidad local.

Finalmente se plantea que las Casas de la Cultura deben ser públicas sin razón suficiente alguna, confundiéndose incluso lo público con lo estatal, criticando en general las Casas de la Cultura sin precisar que los modelos a los que responden son mayoritariamente los públicos y privados promovidos en las últimas administraciones, y solo excepcionalmente hay modelos mixtos derivados de las primeras experiencias de Casas de la Cultura que son los que cuentan con el más amplio respaldo de la Casas de Cultura de Bogotá.

El señor Hugo Cortes insiste en sus apreciaciones reiterando que la Casa de la Cultura de Fontibón es la excepción.

Sobre el particular el señor Carlos Córdoba termina sosteniendo que si la Casa de la Cultura de Fontibón responde a un modelo de participación mixta

Page 49: Cartilla política pública casas de la cultura

Políticas públicas de casas de la cultura 47

que hoy en día es la excepción pero funciona, pese a los palos en la rueda que se le atraviesan, pues la critica termina entonces dirigida a unos modelos públicos y privados de Casas de la Cultura no queridos por la mayoría de ellas.

Page 50: Cartilla política pública casas de la cultura