Capítulo 1. ¿Qué es una Vida de Fe? ………………………………… 785 Sección 1.
Una Vida de Fe es… …………………………………… 785 Sección 2. La Meta de una
Vida de Fe …………………………… 793 Sección 3. El Camino de la Fe
……………………………………… 801 Sección 4. Etapas en la Vida de Fe
………………………………… 808 Sección 5. Experiencias de la Vida de Fe
……………………… 813
Capítulo 2. Entrenamiento de la Mente y el Cuerpo …………… 818 Sección
1. El Entrenamiento es… ………………………………… 818 Sección 2. El Propósito
del Entrenamiento ………………………824 Sección 3. Entrenamiento en la Fe
………………………………… 830 Sección 4. Entrenando la Mente …………………………………… 837
Sección 5. Entrenando el Cuerpo ………………………………… 845 Sección 6. Vivir
con la Meta de Unir Mente y Cuerpo ……… 850
Capítulo 3. La Vida de Fe y el Curso para Asemejarse a los Padres
Verdaderos …………………………………857
Sección 1. Una Vida de Fe y la Providencia de la Restauración
……………………………………… 857
Sección 2. El Curso para Encontrar a los Padres Verdaderos
…………………………………… 861
Sección 3. El Curso para Renacer a Través de los Padres Verdaderos
………………………………… 866
Sección 4. El Camino de Crecimiento al Seguir a los Padres
Verdaderos ………………………………… 869
Sección 5. El Camino a la Perfección Mediante los Padres
Verdadeross………………………………… 874
Capítulo 4. El Camino de los Creyentes desde el Punto de Vista de
la Vida de los Padres Verdaderos …………… 878
Sección 1. Vida de Misión ………………………………………… 878 Sección 2. Una Vida
de Realización ………………………………886 Sección 3. Una Vida de Cuidar a los
Demás …………………… 892 Sección 4. Una Vida de Herencia …………………………………
896
LIBRO 8 VIDA DE FE Y
ENTRENAMIENTO
Sección 1. Una Vida de Fe es… 1 La vida de fe es no tener que
ponerse en posición de espectador. Ustedes ahora me van
siguiendo, pero no llevan una vida de fe centrada en mí, sino en
ustedes mismos. De modo que la persona que practica una vida de fe,
tiene que ir por su propio camino, sin importarle los demás. Tal
vida de fe es una vida en el profundo mundo del corazón, de ser
capaz de vivir solo, centrado en Dios, una vida de agradecimiento y
de satisfacción, una vida que no puede expe- rimentarse ni siquiera
con la persona más cercana. Hay que llevar una vida de fe tal que,
por malo que fuera el mundo, poda- mos mirar a los cielos y la
tierra y decir: “gracias; soy feliz”. Si no pueden hacerlo ni
sentirlo así, entonces en la posición opuesta de extrema tristeza,
necesitarán tomarse inexorablemente un tiempo para resurgir
determinados y orar: “Soy un pecador. Por favor, concédame el
coraje que me falta”.
Una Verdadera Visión de la Fe
2 Si lo hacen con fe, nada es imposible. Tienen que tener esta
visión de la fe. Tie- nen que pensar de la siguiente manera: “¡El
primer sujeto es Dios, yo soy objeto. Un positivo absoluto crea un
negativo abso- luto. Yo soy el segundo Dios, el segundo Jesús, y
estoy en la posición de segundo padre, de modo que puedo llegar
allí!”. Pienso cómo es que yo estoy haciendo solo este trabajo
mundial, y es porque
estoy digiriendo directamente el país centrado en un contenido con
semejante trasfondo losóco. Por eso quiero que se comprometan
claramente ante mí: “¡Lo heredaremos y lo pondremos en práctica sin
falta!”.
3 Hay cuatro contenidos grandiosos que le dejaré al mundo de la fe
con mi venida a esta tierra. Dejé bien en claro la rela- ción entre
Dios y el hombre. Nadie en la historia supo de la parte de
responsabi- lidad ni de la indemnización. Ignoraban por qué el ser
humano llegó a esto. Eso lo dejé bien claro. Y también los motivos
por los cuales la vida es difícil para las personas de conciencia,
mientras que las personas malas viven bien. Ignoraban la ley de la
indemnización y el problema Caín-Abel. Después expliqué también por
qué si alguien aspira a la bondad, las cosas se le ponen
gradualmente más difí- ciles. Esta es una cuestión de linaje san-
guíneo, por culpa de la sangre sucia de Satanás. Dado que ignoran
básicamente la cuestión sanguínea, no pudieron resol- verlo.
Los problemas del mundo están todos relacionados a este
principio.
4 Hasta ahora, la vida de fe ha sido algo para encontrarse a uno
mismo. Ha sido para poseer una individualidad original, sin pecado,
semejante a la perdida por Adán y Eva. ¿Y cuál es ahora el
deseo
785
08.,-spain-401008_Layout 1 14. 12. 18. 9:18 Page 785
supremo de Dios? En primer lugar, que se unan de a dos personas sin
pecado en el amor de Dios y formen una familia unida. Además, a
partir de familias a las que Dios pueda amar, que se restauren los
clanes, las naciones y el mundo. Esa es la voluntad integral de
Dios.
5 El cielo ha hecho esfuerzos innitos para lograr que los humanos,
que viven centrados en esperanzas meramente humanas, pudiesen vivir
con una nueva esperanza, admirando el mundo eterno, superando el
momento crucial de la muerte. Por lo que quienes practican una vida
de fe tienen que vivir soñando con el mundo de la esperanza eterna,
con una esperanza capaz de trascender incluso la muerte más que
cualquier otra esperanza terrenal. Para eso es que hoy
llevamos una vida de fe.
6 Si hay alguien que experimenta en carne propia el corazón del
cielo, y siente locamente el impulso y el estímulo de esa esfera
del corazón, no hay manera de detener el andar de esa persona, por
más que en este mundo su camino lo obstruya cualquier tipo de
persecución, sufri- miento o aun el camino de la muerte. Ese
corazón toca la mente, y esa mente insta al cuerpo y a las
extremidades a moverse inconscientemente esforzándose por
experimentar profundamente cada paso en dirección a un plano
innito; esa es precisamente la vida de una persona de fe en este
mundo secular.
7 Dios no quiere que los cristianos prac- tiquen su fe priorizando
a su propia
congregación. También yo coloco el car- tel “Iglesia de Unicación”,
pero siempre pienso: “¿Cuándo podré bajarlo?”. Ustedes estarán bajo
la atención de quienes los señalan por ser de la Iglesia de Unica-
ción, pero, quiero decir, ¿cuándo desapa- recerá esa identicación
en la Península de Corea? Los miembros de la Iglesia de Unicación
dispersos por todo el mundo están esforzándose con los dientes
apre- tados para aliviar el amargo dolor de Dios, corriendo con un
corazón el y leal, dispuestos a ir por un camino de tribula- ciones
en lugar de Dios. Este es un ben- decido camino a seguir.
8 Dios contempla con muchísima preo- cupación el concepto de fe de
ustedes. Si yo no estuviera más en este mundo, me pregunto cuántos
de ustedes quedarían. Supongo que habrá peleas. Los observo
preguntándome sobre cuántos de ustedes estarán dispuestos a morir
por la Volun- tad de Dios. Deberán ponerse serios. Reexionen sobre
la cuestión “¿Cuánta devoción puse en el hogar por mi esposa y por
mis hijos? ¿Cuánta devoción puse en la iglesia por los
miembros?”.
9 Alguien incapaz de sembrar semillas de compasión no tendrá una
vida de fe dura- dera. Lo mismo se aplica a mí. Yo mismo, por
supuesto, en cuanto a lo público, si me estoy trasladando y llego
tarde a un servi- cio, oro antes de aparecer en el púlpito. Hay
domingos cuando se hace la hora del servicio y no puedo ir. También
en esas ocasiones hago inexorablemente una ora- ción de
arrepentimiento. Como persona que carga la responsabilidad
subjetiva, en
786 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
08.,-spain-401008_Layout 1 14. 12. 18. 9:18 Page 786
quienes los miembros ponen su fe y devo- ción buscando una solución
a las cuestio- nes de vida o muerte, si no puedo ir pido en oración
que me perdonen. Esas oracio- nes son necesarias.
10 Hay que sacricarse y avanzar por el bien del mundo. El tiempo
requerido para cumplir los objetivos se acortará según el grado de
sacricio que está dispuesta a hacer la persona que quiera alcanzar
sus objetivos, según cuánto de ello va hacia el interior de la
esfera de su objeto receptivo de amor. Para vivir por el bien del
mundo, hay que vivir por el bien de Corea. Si la República de Corea
no vive por el bien del mundo, nosotros tendremos que hacerlo.
Mientras permanezcan personas con una fe y un pensamiento como los
míos, o esa clase de descendientes que puedan dejarle a las
generaciones futuras una ideología como esta, el Pensamiento de
Unicación será la ideología que creará en el mundo una nueva
cultura global. Esta es mi visión, y es la visión de Dios.
11 Su vida de fe tiene que ser entusiasta. Tiempo atrás los envié
al interior a que testiquen, y yo visitaba las Industrias Tongil
dos o tres veces al día. También visi- taba Cheongpyeong día por
medio. ¿Por qué creen que lo hacía? Porque estaba entusiasmado y
animado. Podía encon- trarle un sabor que la gente común no siente.
En ese mundo de ir y venir con devoción, las células de mi alma se
des- arrollaban, y ese poder de desarrollo se mueve en el interior
de uno; hay que tener “ese algo”, ya sea que llueva o caiga nieve,
hay que sentirle el sabor.
12 El objetivo de que venga el Señor a este mundo es establecer el
Reino de los Cielos terrenal. ¿Qué lugar es el reino celestial? Es
el lugar al que va quien aprobó en las preparaciones para servir al
Señor, y quien aprobó en la vida de servi- cio y asistencia. El
Reino de los Cielos es el mundo en el cual uno puede estar eter-
namente orgulloso ante el universo por su preparación para servir
por su vida de asistencia. ¿Saben qué es lo que hace la gente
cuando va al Reino de los Cielos? Algunos podrán pensar que es un
lugar donde uno se divierte yendo de un lado a otro, pero no es
así. Para andar divirtién- dose hay que tener condiciones prepara-
das previamente en el pasado a tal n, condiciones de la vida
cotidiana. Pero la gente solo reza pidiendo bendiciones sin haber
hecho nada. Allí está la principal razón por la cual las personas
espirituales claudican ante las dicultades. Por más gracia divina
que haya recibido una per- sona, es difícil superar los 7
años.
13 Pedir bendiciones incondicional- mente no es una vida de fe
verdadera. ¿Qué deben hacer para recibir bendiciones? La humanidad
que vive en el mundo actual es la descendencia de Adán que ha
venido descendiendo desde hace 6.000 años bíbli- cos. Por lo tanto,
ya deberíamos tener ase- gurado el estándar de derramar lágrimas
aferrados a toda la humanidad. Si no, jamás podremos
estrechar vínculos con aquel mundo. Tienen que tener el corazón de
no soportar el dolor en el pecho al ver a un desdichado mendigo, no
soportar estar bien vestidos al ver a alguien sin ropa ade- cuada,
perder las ganas de comer al ver a
787Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
08.,-spain-401008_Layout 1 14. 12. 18. 9:18 Page 787
quien padece hambre, simplemente sentir que no podemos estar tan
cómodos.
14 Hay dos clases de personas religiosas en el mundo, un tipo son
las que esconden sus defectos y buscan comodidad y ben- diciones,
las que piden por su propia con- gregación y por su propio pueblo.
Sabiendo esto, la Iglesia de Unicación propone ayudar a Dios,
liberarlo aun al sacricio de nuestra propia vida. ¿Qué logramos con
la unicación? Liberar a Dios. Ori- ginalmente el Dios Verdadero, en
el mundo ideal bajo Su dominio, habría cantado canciones de
alabanza y felici- dad con los primeros ancestros humanos que lo
habrían asistido. Pero, en cambio, debido a la miserable situación
de Dios, buscamos liberarlo. Esta es una propuesta asombrosa. Es
una noticia extremada- mente buena para Dios que en los círculos
religiosos haya surgido algo así.
15 La vida de fe busca resolver, en vida, la cuestión de la muerte.
Tal vez ustedes no sepan sobre los condenados a muerte, pero yo los
conozco bien, porque estuve con ellos. Esa gente se pone muy seria
ante su propia condena a muerte. Cuando llega un día como Chusok
(acción de gracias) el reo aprecia esa luna de Chusok como si fuese
la última luna, como si nunca la hubiera visto en la historia.
Aunque sople viento o haya una tempestad, igual la aprecian, como
diciendo: “¡Aha, la última tormenta de mi vida!”. Pasan los días
con un corazón tan serio que pue- den percibir todas las formas con
un sentimiento renovado. ¿Cuántos habrá, entre quienes siguen el
camino de la fe,
que con esa seriedad ponderen valiosa la vida celestial y avancen
comprometién- dose cada día? Este es un problema serio. Yo continúo
por este camino porque tam- bién yo estoy en una situación muy
seria.
La Vida de Fe es una Vida de Asistencia
a Dios
16 La fe es una vida de asistencia a Dios, de vivir junto con Dios
y asistirlo. Si no seguimos ese camino, no nos sentiremos cómodos;
vendrán molestias a nuestro cuerpo. Vendrán obstáculos a nuestro
entorno. La vida de fe es una vida de vivir con Dios y asistirlo. A
la mañana sale el sol, luego se hace el mediodía y al ano- checer
el sol se oculta; eso no cambiará ni en miles de millares de años.
Si esa órbita se torciese, todo se desviaría. Hay que ir en
busca del amor, del camino del amor verdadero. La persona que
recibe en herencia la vida verdadera y el linaje verdadero,
se hace familiar con Dios y vive siempre con Él. Vivir
con Dios es vivir alegremente con la naturaleza, vivir con
alegría nuestras idas y vueltas.
17 La vida de fe se practica en comuni- dad, pero también hay una
vida de fe individual. En la vida de fe comunal se puede recibir la
gracia divina promedio, pero es difícil que cada individuo reciba
gracia personal. Para ello habría que practicar una vida en
cercanía con Dios. La fe del individuo se eleva en propor- ción a
cuán cerca se está de Dios en medio de una vida de profunda oración
y en una vida cotidiana por sí mismo.
18 Para hacer actividades en la Iglesia
788 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
08.,-spain-401008_Layout 1 14. 12. 18. 9:18 Page 788
de Unicación, señores, deberán renovar su determinación como
personas de fe. Tienen que poseer una clara convicción sobre su
centro de fe. Antes de reconocer a ese centro como más importante
que el centro del mundo, no se puede llevar una vida de fe
tal que pueda inuir al mundo. Tampoco podrán identicar el carácter
de la fe. Por consiguiente, ustedes tienen que poseer una rme
convicción sobre el centro de su fe. Si uno aspira a llegar a la
cima de la montaña, debe escalar día y noche. Y en el mundo
de la mente tam- bién hay que probar ir miles de veces, y una
vez que uno está seguro que es el camino correcto, recién entonces
tradu- cirlo en acciones. Sin hacer esto interna- mente, no se
debería actuar. Primero hay que determinarse una y mil veces
en su mente. Al haberse determinado por cuenta propia encontrarán
el material para resol- ver cualquier peligro que encuentren.
Eso es la vida de fe.
19 La vida de fe no se lleva a cabo des- cuidadamente. La vida de
fe es preparar el material necesario como para conquis- tar la cima
de una montaña, o la más alta de las cimas. De modo que si se
tropiezan con un momento crítico no deben eva- dirlo y dar un
rodeo, sino penetrarlo y avanzar. Aunque enfrenten más dicul-
tades que las actuales, deben esforzarse para descubrir su
verdadero yo subjetivo, ser capaz de digerir las dicultades desde
una sincera posición de no permitirse ser derrotado allí.
20 La gente persigue una vida de fe con la creencia de que van a
prevenir el mal
y dejar un legado de bondad. ¿Cuál es la máxima esperanza de la
humanidad? Volverse completamente seres de bon- dad. Está escrito
en Mateo 5:48 “Sed pues, vosotros perfectos como vuestro Padre que
está en los cielos es perfecto”. El Dios Absoluto y Sujeto de la
bondad deseará que el ser humano se posicione como objeto de Su
amor. Por eso, tam- bién el hombre aspirará como máximo a
posicionarse como ser receptivo del Dios de absoluta bondad. Como
sujeto de la bondad, Dios no quiere que Sus objetos receptivos
sufran en una situa- ción mala, lamentándose y siendo acu- sados
por Satanás. No hay dudas sobre esto. De modo que Dios, el sujeto
de la perfecta bondad, desea que el hombre se convierta en objeto
de absoluta bondad. ¿Deseará que fuese así desde el naci- miento?
Por supuesto que sí. ¿Deseará que vivan así toda su vida? Por
supuesto que lo deseará. Así lo ha deseado hasta ahora, y también
en el futuro, Dios dese- ará que seamos buenos, no puede ser de
otra manera.
21 Fe es asistir con admiración. ¿Cuál es el límite de esa fe?
¿Hasta dónde llegan los límites de una fe paciente y supera- dora?
Hasta el punto de ser llevados en andas sobre las espaldas de Dios.
Más que asistirlo es llegar hasta donde está Él, aunque nos subamos
hasta el tope de Sus cabellos y bailemos, le gustará y nos invi-
tará a que continuemos. Hay que elevarse hasta esa posición.
Entonces no habrá nada que no podamos creer. Estando el contenido
bien respaldado, no hay nada que no podamos creer.
789Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
08.,-spain-401008_Layout 1 14. 12. 18. 9:18 Page 789
22 La Iglesia de Unicación tiene a Dios como objeto de su fe, como
objeto de reve- rencia y promueve la solidaridad y la uni- dad a
partir del amor de Dios. Esa fue la motivación del comienzo de la
Iglesia de Unicación. Es una religión que comenzó sobre el
fundamento más teórico. No es una quimera, sino que comenzó expo-
niendo un contenido concreto.
23 Una vida de fe, aunque lleve mil años de existencia, no admite
bajo ningún concepto pensar en sí mismo. No debe- rían pensar: “Yo
asistí al Reverendo Moon durante décadas”. No me gusta esa clase de
personas. Yo me he olvidado de todo lo que hice hasta ahora. Cuando
uno sigue, olvidando lo que hizo, lo espera una vida de asistencia
más grande aún. Dios también es así.
Una Vida que Encuentra Esperanza a
Través de la Fe
24 Una persona de fe debe vivir por una causa mayor y ofrecer una
oración pública. ¿Cómo se puede hacer, entonces, para que esto se
despliegue horizontalmente? Eso no debe terminar apenas
imaginándolo, sino que les pido que se aventuren creati-
vamente para que se manieste como un fruto en sus acciones.
Así, una persona de fe debe luchar constantemente con el entorno
real y tiene que llevar una vida aventurera para hacer realidad el
ideal. La vida de fe es la vida de un pionero supe- rior, de
un luchador superior, de un evan- gelista/misionero superior. Tiene
que manifestarse en resultados para que pue- dan llegar a ser los
más victoriosos. Uste- des tienen que practicar una vida de fe
así.
25 Cuando alguien, creyendo en sí mismo, tomándose a sí mismo como
una espe- ranza, amándose a sí mismo, pueda decirle: “¡Dios, reciba
mi amor, disfrute de ver mi esperanza!”, Dios tiene que ser capaz
de decir: “¡Oh sí!” Ese es el objetivo de tener fe, es el objetivo
de buscar esperanza, es el objetivo de añorar el amor; y si así
fuese, allí nos encontraremos con el Señor y viviremos
con Él.
26 El problema no son sus méritos y deméritos, la cuestión es
si ustedes mis- mos pueden avanzar con una fe abso- luta, capaces
de obedecer a Dios. Si no tienen resultados, al menos tengan espe-
ranzas. Por supuesto que para tener esperanza hay que tener fe
absoluta, y deben tener un registro de resultados. Represento
a todos los hombres en este mundo, y debo atravesar una historia de
luchas más que cualquier otro. Yo vine con la autoridad certicada
por los mun- dos espiritual y físico, pero ustedes no. Si no tienen
resultados los pueden obtener con la fe. ¿Y cómo debe ser esa fe?
No puede ser una fe egoísta. Aunque se rea- lizase la voluntad con
ese tipo de fe, como es una voluntad que solo es egoísta, no le
gustará a Dios. Cuanto más insistan en hacer lo que les place, más
se alejarán de Dios y de mí. No deberían decir: “Me tiene que
gustar a mí para que yo quiera hacerlo”. Tiene que gustarle a Dios.
Ahí está el problema. Lo mismo se aplica a mí. Por eso les digo que
tengan fe abso- luta, aunque no puedan ponerla en prác- tica. Basta
con creer.
27 Los miembros de la iglesia de Uni-
790 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
08.,-spain-401008_Layout 1 14. 12. 18. 9:18 Page 790
cación tienen que creer absolutamente en mi palabra. Tienen que
encontrar la esperanza y creer como en el pasado. En aquellos días,
aun cuando no entendían la providencia, avanzaban abrigando una
esperanza, añorando el amor. Más aún ustedes, yendo por el camino
encon- trado, si no llegaran a esa posición, deben creer en mis
enseñanzas, creer en el amor de Dios y moverse según mis
instruccio- nes. No hay otro remedio. Tienen que pasar por ese
sendero. En caso de que ustedes hayan recibido la Bendición de Dios
en una posición individual y fami- liar victoriosa, tienen que
avanzar a los niveles tribal, social, nacional, mundial y hasta el
cosmos; les quedan siete nive- les. Para ir ante Dios hay que pasar
por las siete etapas. Hay siete obstáculos a superar. Para llegar
allí tienen que creer absolutamente en Dios y obedecerle
absolutamente a cualquier instrucción que les diese.
Arrepentirse y Obtener una Nueva Vida
28 Algunas personas dicen que practi- carán una vida de fe cuando
envejezcan, que cuando les llegue la hora de morir creerán, así se
asegurarán ir al cielo. ¡Pero, por favor! Así no podrán ir al
cielo. Lo importante es cuándo comenzarán su vida centrados
en Dios. Si la comenza- ron poco antes de morir, signicará que la
mayor parte de sus vidas estuvieron en la posición de traicionar a
Dios. De modo que deberán arrepentirse en una relación proporcional
a ello. A pesar de eso, la persona que dice que creerá para ir al
cielo cuando envejezca, es una per- sona tonta e insensata.
29 Algunos miembros han vivido una vida de fe de un año desde
el día que conocieron a Dios, otros llevan 10 años, y también debe
haber quien vivió la mitad de su vida acompañando la Provi- dencia.
La cuestión es si durante todo ese tiempo su vida de fe ha sido
estática, ha sido progresiva o ha sido regresiva. Antes de seguir
adelante, deberían meditar acerca de cuál de estos tres ha sido el
caso de ustedes. Por más que hayan progre- sado en el pasado, si
hoy están estáticos, no puede haber allí poder vital de Dios. No
puede haber vínculos con el amor de Dios. Aunque en el pasado hayan
vivido avanzando con innito valor, innito poder vital e innito
poder del amor, si hoy están estancados, signica que se han
separado de Dios.
30 Para que nosotros, seres caídos, ingre- semos en la esfera de la
vida y el amor de Dios, inexorablemente debemos arrepen- tirnos y
cambiar. Si desde sus antepasados al presente han cometido una
cantidad, digamos, de 100 pecados, deberán esfor- zarse y
arrepentirse más que ello. De modo que, en la vida de fe, no se
puede dejar afuera el arrepentimiento. Nacimos de incontables
generaciones de antepa- sados. Si esos antepasados son buenos,
automáticamente uno estará a una dis- tancia cercana a lindar con
el interior de la esfera de vida de Dios. Pero, si los ante-
pasados son malos, estamos lejos de ella. Si quien está lejos
quiere establecer un vínculo con la esfera de vida de Dios,
necesitará absolutamente de un período de arrepentimiento que
supere el mal cometido por sus antepasados malos. A
791Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
08.,-spain-401008_Layout 1 14. 12. 18. 9:18 Page 791
menos que complete esta tarea, no podrá entrar en contacto con una
esfera de vitalidad superior a la suya. Por eso, en el camino
de la fe, se necesitan inevitable- mente lágrimas de
arrepentimiento.
Vivir Según la Palabra
31 Si uno ha vivido una vida de fe durante 10 años, tienen que
haber sido 10 años de lucha para ser uno con el corazón de Dios. Y
si sintieron una tre- menda alegría al hacer alguna actividad en
particular, tiene que llegar sin falta el día en que se realice lo
provocado por ese estímulo. Ese pensamiento debería per- manecer
constantemente en lo profundo de sus corazones, de modo que cuando
se vean rodeados de dicultades, puedan tener la convicción como
para decir: “Cuando llegue la primavera volveré a mostrar otra vez
esto e iré hasta el n del cielo. Ya lo van a ver. Cuando llegue el
momento, lo haré”.
32 La fe es, hasta cierto punto, necesaria también para
proporcionar un motivo para poner algo en práctica. Por eso la
Biblia, al enseñar dónde se encuentra el Reino de los Cielos, no
enseñó que esté en la fe, sino que está dentro de uno. Decir que la
posición subjetiva está en uno no quiere decir que depende del
mundo objetivo. El contenido subjetivo lo tengo que determinar yo.
Expresa la realidad de que la motivación que lo determina está en
el ser humano.
33 Señores, ustedes tienen que aplicar en un escenario práctico la
fe vivida en carne propia, ya sea espiritualmente o a
través mío. Si lo hicieren, allí tendrá lugar el Reino de los
Cielos. Si lo mira- mos centrados en Dios, nosotros estamos en
segundo lugar y el entorno en tercer lugar. Son las tres etapas:
formación, cre- cimiento y perfeccionamiento. Como estoy en la
posición central puedo per- feccionar al cielo y también puedo per-
feccionar al mundo. Por eso es que incluso en la Biblia encontramos
que el segundo es siempre el problema. ¿Qué posición es la segunda?
Al considerar a Dios y al Universo, la gente está en la segunda
posición.
34 Una persona conecta tres puntos de una línea. De modo que, al
perfeccio- narse el ser humano, veremos la perfec- ción de Dios; y
al ver la perfección del ser humano podremos ver también la perfec-
ción del Universo. Pero lo que ahora nece- sitan absolutamente en
su curso de pioneros es la vivencia en carne propia y la práctica
como para poder arbitrar estos dos mun- dos. Puesto desde el lado
espiritual, la práctica se reere a la verdad; si la vivencia
personal es el lado derecho, la práctica es el lado izquierdo.
Cuando uno alinea la vivencia y la puesta en práctica en
líneas paralelas culminando el estándar de su personalidad,
entonces uno puede entrar en escena como un hijo de Dios y repre-
sentante del Universo.
35 No está bien si no tienen resultados. La cuestión es si salen al
campo de batalla y por lo menos una persona obtiene fru- tos
victoriosos. No estoy interesado en prácticas sin valor. Como
representantes de Dios, de una familia, de una nación,
792 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
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debemos librar una lucha sangrienta por un proceso de práctica
merecedor de res- peto. No podemos hacerlo riéndonos. Llevar sus
creencias a la práctica con una determinación seria, de vida o
muerte, hará surgir naturalmente resultados pro- porcionales a
ello. De modo que, es tiempo de dejar logros detrás de nosotros
des- plegando toda nuestra capacidad.
Sección 2. La Meta de una Vida de Fe 1 Una vida de fe rutinaria es
peligrosa. Tal vida de fe se transforma en un factor que le
proporciona a Satanás, quien actúa incesantemente, una condición de
acusa- ción. A medida que las personas transitan el curso de la
restauración, Satanás, quien no quiere perder ni a uno solo de
ustedes, debe separarse de los individuos, pero puede volver a
invadirlos a nivel familiar o nacional. En cierto sentido,
preceptos religiosos estrictos son muy provechosos en la vida de
fe. Una vida secular depen- diente de ciertos hábitos tiende a
llevarlos fácilmente a su vida anterior, por lo que no es una
manera de vida verdadera. Recién cuando un ser humano lleva una
vida únicamente de amor verdadero y de sacricio personal
sostenido puede supe- rar a Satanás. En consecuencia, aunque fuera
difícil, cuando uno practica una vida por el bien público
puede obtener una satisfacción grandiosa. Todos tienen que vivir
una vida así.
La Razón de Llevar una Vida de Fe
2 Una persona tiene conciencia y cuerpo físico. Si el físico nos
arrastra y amplía su ambición, nuestro centro se reduce. Si
el
físico hace lo que le da la gana, el mundo de la conciencia retorna
a cero. Nos arras- tra hacia abajo. Si nos deshacemos de eso nos
elevamos verticalmente. En cuanto al estándar vertical, aún no
hemos logrado ante Dios el estándar de perfección; de modo que,
para alcanzarlo, debemos ofrendar una devoción suprema, supe- rior
a cualquier amor mundano. Hay que invertir más que el amor mundano
para llegar al nivel de perfección de la etapa de crecimiento, y
superar así la esfera de la perfección de la parte de
responsabilidad centrada en la órbita de unidad del domi- nio
directo e indirecto. Esa es la perspec- tiva del Principio.
3 Cuanto más pura es una religión, más castiga al físico. Muchos
cristianos llevan una vida de celibato, sirviendo sacricada- mente
a la sociedad y a todas las personas. En el cristianismo le enseñan
a sus creyen- tes máximas como: “Trata de convertirte en la piedra
angular, no seas solo un ladri- llo en la pared”, y “Conviértete en
un pilar que sostenga las paredes, no en un pilar ornamental en la
puerta de entrada”. Las enseñanzas de la Biblia nos dicen todo lo
opuesto a los deseos del cuerpo. No se pueden dejar descuidados ni
el cuerpo ni la mente caídos. Por eso se lleva al cuerpo al lado
opuesto al que le gusta. Porque solo así se puede remover lo que el
cuerpo desea. La religión más pura y elevada es aquella que
mejor conduce al cuerpo del lado de lo que le gusta hacia el lado
opuesto.
4 En el camino de la fe no se pueden imponer las armaciones propias
ni las
793Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
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concepciones egoístas. La fe absoluta se reere a una fe en la que
no permanece ninguna concepción del “yo”. Cuando decimos que
nuestra fe es absoluta, que- remos decir que no debe quedar en mí
ningún factor que se oponga a ella. Al querer ser uno con Dios, no
debe existir allí nuestra pretensión personal. Hay que estar
completamente de acuerdo con las demandas del sujeto. Coincidir
plena- mente signica no tener la menor inten- ción de imponer
armaciones propias. Si hay algún lugar en la vida de fe para
argumentar, ese lugar no es el Reino de los Cielos. Por devota que
haya sido nuestra fe, esa posición de perseguir nuestros propios
deseos y esperanzas no es el lugar del Reino de los Cielos. Tienen
que pensar seriamente en estas cuestio- nes fundamentales. También
yo pienso seriamente en esas cuestiones.
5 Cuando se tropiezan con algo que no se puede resolver
individualmente, deben buscar a alguien que sea más elevado en el
aspecto espiritual, o que sea su supe- rior, y deben contarle todo
con fran- queza; deben decirle: “No existo por mí mismo; viviré por
los que Le siguen”. Si esa persona les dice que vayan hacia la
dere- cha, o hacia la izquierda, vayan. Si les pide que suban, o
que bajen, háganlo. Si pudie- sen decir: “No viviré para mí mismo,
sino que representaré a quien me guía”, encon- trarán un camino
para evitar esa situa- ción. Por eso se necesitan compañeros en la
vida de fe; quien no tiene compañeros se siente muy solo. Si tienen
un compa- ñero, pueden complementarse y prote- gerse mutuamente. De
esa manera surgirá
un camino para poder superar las di- cultades circunstanciales. Si
no tienen un compañero, tienen que resolver todo arbitrariamente y,
viéndose incapaces de resolver solos las relaciones contextuales,
no deja de ser una profunda dicultad para sí mismo.
6 La vida de la gente caída comenzó por Satanás; de modo que, sin
negarse a sí mismos, no podrán formar un vínculo con la vida de
Dios. Por lo que no hay otra manera que dar la vida. ¿Dónde tiene
lugar la unicación de nuestra vida y la vida de Dios? Allí
donde se abandona la vida caída; es decir, donde uno se
vincula a la nueva vida de Dios al nal del sacri- cio de su propia
vida. Así, el camino de la fe es transitar el camino de la
voluntad, el camino para estar unidos, un camino que se transita
arriesgando la vida.
7 Cuando ustedes conversan riéndose en la habitación, yo enseguida
percibo si ante Dios esa risa es positiva o es negativa. Me
viene esa percepción. Ustedes también deben hacerse ese
hábito y desarrollarlo para poder percibirlo. Nada de lo que sucede
a su alrededor es insignicante. Todo aparece como un libro de texto
para desarrollarme y hacerme progresar. Nece- sitamos esa actitud
de vida. Así, aunque estén solos, no podrán hacer lo que les
plazca. Si viven esa forma de vida, no mal- tratarán a nadie, ya
sea alguien que ven por primera vez o un conocido o quien fuere. No
deberían pensar que pueden tratar a alguien de cualquier manera
porque lo ven por primera vez. ¿Acaso saben cómo es esa persona?
Por lo tanto, en nuestra vida
794 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
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tenemos que desarrollar nuestra sensibili- dad espiritual
relacionándonos con nues- tro entorno centrados en el nivel del
corazón. Por eso, si alguien descubrió indudablemente un valor
efectivo en cada situación y sintió alegría, la vida espiritual de
esa persona no es una vida de fe con- ceptual, sino que es una vida
de fe real, una vida de fe vivida junto con Dios.
8 Una vida de fe debe ser fervorosa. Así como el hambriento anhela
comida, o como un bebé busca a la madre que per- dió, debe
anteponerse ese sentimiento fervoroso. Porque el camino de la fe,
el objetivo de la fe, es invisible. ¿Se ve la Voluntad de Dios? La
Voluntad de Dios, antes de llegar a la posición de poder ser
cumplida por medio de alguien, es invi- sible. En el mundo todos
planican, dise- ñan, elaboran un presupuesto y ejecutan, pero la
Voluntad de Dios no se puede ver ni tocar. Por eso es una tarea
extrema- mente difícil perseguir ese mundo invi- sible e ir
cumpliendo sus objetivos en la realidad. Sus ojos fueron concebidos
para ver lo que es visible, no para ver lo que es invisible.
Tampoco fuimos pensados para ver, escuchar sentir lo que es invisi-
ble, sino para ver y sentir lo que es visible. Inexorablemente la
acción de los cinco sentidos está para ver, escuchar, tocar, sentir
el mundo visible.
9 ¿Qué es el camino de la fe? Si alguien puede sentir sensaciones
más fuertes del mundo invisible que las sensaciones que percibe en
el mundo visible, esa persona jamás se va a sentir exhausta. Las
cosas del mundo externo se mueven
todas siguiendo lo visible, pero como el camino de la fe va tras lo
que no se ve, cuando ese objetivo es ambiguo, no nacen
fuerzas.
Recobrando la Relación Padre Hijo con
Dios
10 ¿Cuál debería ser la meta en la vida de fe de los miembros de la
Iglesia de Unicación? Deberán vivir teniendo como meta transitar el
camino de la cruz, con el corazón de un padre en los zapatos de un
sirviente. Somos indignos incluso de ser sirvientes. Somos el
cuerpo del asesino que mató al Padre. Por eso debe- mos ir por el
camino que lo indemnice. Si Jesús fue por ese camino aunque no
tenía pecado, nosotros, pecadores que matamos al Padre, debemos ir
cien y mil veces por ese camino.
11 Que el ser humano no haya podido encontrar a Dios a pesar de
suplicar amargamente con un corazón aigido, se debe a que por culpa
de la Caída no pudo tener una relación de padre e hijo con Dios, ni
formar un vínculo de amor for- malmente celestial. Hay que conocer
la razón y el contenido por los cuales el ser humano cayó en
semejante situación, esclarecer la verdad sobre Satanás y res-
taurar la posición original. No se necesita una relación padre-hijo
ligada de pala- bra, tampoco una relación por convenio. Cuando
demos todo nuestro corazón y nuestras fuerzas por Su
voluntad, siendo victoriosos y aguantando en medio de un
dolor que derrita nuestros huesos y nues- tra carne, podremos
entonces restaurar nuestra relación de padre e hijo con Dios.
795Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
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12 Imagínense la gloria de una creación hecha por la mano de Dios,
realizada por Su palabra. El cielo y la tierra actuales no son así.
Es algo lamentable e indignante. Ni la motivación ni el propósito
de la cre- ación eran este, pero terminó siendo el resultado
inesperado de haber infringido la motivación y el propósito de la
creación por una caída inesperada del hombre. La Caída se convirtió
en una fuente de sufri- miento, tristeza e infortunios, la causa de
todo lo que el ser humano detesta. El ene- migo no es solamente
quien nos enfrenta con un cuchillo; la Caída, y no otra cosa, es el
enemigo de la humanidad, el ene- migo de la creación, el enemigo
del Crea- dor. ¿Desde dónde comenzó ese enemigo? Comenzó desde hace
miles de años, desde los primeros ancestros. Así que se nece- sita,
por supuesto, una lucha desesperada. Para extirpar la raíz de estos
males y peca- dos, debemos erradicar la base de opera- ciones de la
Caída, hacerla volar y cortarla del todo, para que de ese modo no
pueda tener relación con la gente terrenal. Como eso aún permanece
por hacer, el crimen y el mal en el mundo es rampante. El
cre- yente no tiene que luchar contra las cosas determinantes, sino
que debe ponerse como primer objetivo encontrar la base de
operaciones de la Caída. Hay que ir en busca de la cueva del
enemigo, el origen de la Caída, y entre los tres: el hombre, Dios y
Satanás, resolver esa cuestión. De otra manera, no se desenredará
la madeja de la desdicha.
13 La esperanza de la humanidad, de toda la creación y de Dios
mismo, es lla- mar “Padre” a Dios desde la posición de
hijos verdaderos. Por lo tanto, tenemos que superar el destino de
la restauración en este mundo como hijos e hijas verda- deros de
Dios; si hay aquí una sola cosa que deseamos es recuperar el
vínculo de padre e hijos con Dios centrados en el amor
verdadero.
14 La alegría y la tristeza están represen- tadas por los nombres
Cielo e Inerno. Cuando ingresé por primera vez a este camino, lo
hice pensando en cuál sería el origen y la esencia del Universo; y
es la relación entre padre e hijos. Por lo tanto, el contenido
básico de la restauración es el vínculo entre padres e hijos. La
historia debe restaurar esa relación. En virtud de esto, la
historia providencial ha sido la recuperación y restauración de la
rela- ción padre e hijo.
15 Para pararnos ante nuestro Padre Absoluto como hijos e hijas
verdaderos, debemos superar con una renovada fe el mundo de toda
duda, el mundo de la muerte, el mundo del delito y el mundo del
horror. Una vez que entendemos el contenido de la fe demandada por
Dios, debemos establecer el estándar que pueda probarlo e ir ante
Dios. De no poder hacerlo, no podremos llegar a ser hijos de Dios.
Tengan en cuenta que cuando posean esa fe podrán formar una rela-
ción eterna con Dios, podrán disfrutar de bondad eterna y vida
eterna, siendo liberados eternamente del dolor, pudiendo
vivir dentro de la órbita del Reino de los Cielos.
16 Si una persona no tiene vínculos con
796 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
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sus padres siente tristeza, si no tiene pareja siente tristeza, si
no tiene un país que lo proteja a él y a su familia también siente
tristeza. Esto se maniesta en el afecto mutuo entre las personas.
Si se siente tristeza aun por los vínculos cam- biantes, ¿no van a
sentir tristeza de no poder poseer vínculos eternos? Aunque una
persona lo posea todo en este mundo, aun así anhela más, aspira a
un vínculo celestial eterno.
17 Un creyente no debería vivir condi- ciones ideológicas
cambiantes. Hay que recuperar y restaurar los vínculos inmu-
tables, comprender que ese vínculo no está separado, sino que en el
ámbito donde uno vive, ese vínculo es uno con el todo, y por uno
mismo hay que formar un vínculo con Dios y vivir con Él. Tener una
relación con Dios es recuperar valo- res positivos, atender a Dios
en el cora- zón, es decir que se puede vivir en medio de un lazo de
unión con Dios. Si uno siente la presencia sustancial de Dios
haciéndonos llevar esa clase de vida, ese valor no es apenas
parcial; cuando se res- taure el ambiente para poder realizar un
valor total, el valor del individuo y el de la totalidad
comienza a moverse centra- lizado en uno mismo.
18 La concepción unicacionista de la fe diere de las creencias
existentes. Hasta el presente los cristianos han tenido un concepto
vago centrados en Jesús y en la Biblia del concepto “Salvador”.
Pero nos- otros, usando el concepto “padres” tene- mos una relación
de padre e hijos con Dios, creyendo en Él desde la posición
de
hijos. Padres e hijos tienen un lazo inse- parable. Es así desde el
día en que nace- mos, es así mientras vivimos y es así aún hasta en
la muerte. Entiendan entonces que ustedes no pueden vivir ni hacer
actividades aparte de sus padres. Esos padres que son el centro de
la historia universal no vienen con vínculos priva- dos, sino que
poseen un vínculo absoluto con Dios. Por eso es que si ustedes no
se conectan en unanimidad con Dios y con esos padres, ni
podrán cumplir su responsabilidad ni podrán alcanzar el objetivo
nal. Lo más importante es que coincidan en todo momento Dios, esos
padres y uno mismo.
19 ¿Cuál es el lamento del ser humano? ¿Cuál es el lamento de toda
la creación? El hombre no participa en la familia celestial como
miembro de ella. Ese es el lamento cósmico. El objetivo de que lle-
vemos hoy una vida de fe no es otro sino dirigirnos a Dios
llamándole: “¡Padre!”. Dios guió la providencia durante dos mil
años para ver el día en que toda la huma- nidad disfrute como
verdaderos hijos Suyos y lo llamen: “Padre”.
Madurez Espiritual
20 ¿Cómo es que Jesús se llamó a sí mismo el unigénito de Dios? De
esa manera, Jesús les presentó una condición difícil de creer a la
gente, a n de otorgarles a aque- llos que le creyesen la gracia de
poder dar un salto instantáneo. Si la gente cree en Jesús con
innita fe y clama al Cielo, su fe crecerá drásticamente. Cuanto más
ele- vado sea el grado de su fe hacia el centro del Cielo,
más podrá el mundo espiritual
797Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
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trabajar a través de ustedes; y si poseen una fe sin límites podrán
sentir, al ins- tante y en grado inimaginable, las reali- dades del
mundo extrasensorial y del universo según su personalidad. Pero el
hombre ha perdido estas habilidades for- midables. Si decimos que
la actitud del hombre de fe es ir, e ir e ir, en los Últimos Días
tendrá que librar una gran lucha universal para vencer a las
fuerzas que pretenden que tengamos una fe que per- manezca en una
esfera limitada.
21 El ser humano fue destinado original- mente para llegar a ser
perfecto única- mente si lo es tanto en lo espiritual como en lo
físico. Mientras Jesús permanezca solamente en la posición de padre
espiri- tual, puede darnos solamente la salvación espiritual, esto
resulta en la mitad de la sal- vación. En consecuencia, tiene
que venir al mundo el Señor de la Segunda Venida para traer la otra
mitad de la salvación; es decir, para darnos la salvación física.
El Señor de la Segunda Venida tiene que congregar a los espíritus
que en vida cre- yeron en Jesús, así como a los cristianos
esparcidos por el mundo, ofrecerlos a Dios como ofrenda y así poder
ver el punto de partida del Tercer Israel. Para que los israelitas
se pudieran convertir en ciudadanos del Segundo Israel espiritual
tuvieron que realizar el bautismo; pero, para pertenecer al Tercer
Israel centrali- zado en el Señor venidero, deben pasar por la
puerta de la Bendición.
22 Dado que un amor erróneo indujo a Adán y Eva a la Caída, para
restaurar eso hay que formar vínculos de noviazgo
yendo por la puerta de la Bendición cen- tralizada en el amor de
Dios. De no ser así, no pueden ir al Cielo. Tampoco Jesús con-
cluyó esa responsabilidad. Si el Salvador no aparece nuevamente y
realiza esta tarea, pasando por la raíz de todas las cosas de este
mundo, no tiene cómo corregir todo lo que está enmarañado. Tiene
que cum- plir esa responsabilidad absolutamente.
23 Al ser crucicado, Jesús no pudo convertirse en realidad en un
Padre Ver- dadero con un cuerpo físico. Él estableció el linaje de
Dios, pero no hizo realidad el surgimiento de Padres Verdaderos en
carne y espíritu. Está limitado al mundo espiritual, logró
solamente la salvación espiritual, pero no realizó la salvación
física; es decir, la redención de la carne. En consecuencia, el
cristianismo solo ha tenido hasta hoy padre y madre espiri- tual,
Jesús y el Espíritu Santo. Por lo tanto, cuando vengan Padres
Verdaderos ten- dremos que, condicional o simbólica- mente, volver
a ingresar al útero de la madre a n de renacer física y espiritual-
mente gracias a ellos, oreciendo como una nueva vida. Estamos
yendo, a tientas, por ese curso.
24 En cuanto al yo físico y al yo espiritual, el más importante no
es el yo físico, sino el yo espiritual. El yo físico vivirá unos 70
u 80 años dentro de la esfera temporal limi- tada, pero el yo
espiritual tiene la capaci- dad de trascender el tiempo y el
espacio. Por lo tanto, la intención original del hombre es tomar
conciencia de esa res- ponsabilidad histórica y cumplirla. Aun- que
disfruten de una buena vida material,
798 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
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al nal, se van a morir. De todas formas, el cuerpo físico está
destinado a morir.
25 Al igual que en aquellos días cuando Juan el Bautista no asistió
a Jesús a nivel familiar, por lo que, en su lugar, Jesús debió
indemnizarlo, como la esfera cul- tural cristiana no asistió al
Señor de la Segunda Venida, hemos fundado la Igle- sia de Unicación
en reemplazo del cris- tianismo tipo Juan el Bautista. Por eso la
Iglesia de Unicación, en la era de la Segunda Venida, es como el
Judaísmo en el territorio global. Los Estados Unidos y el mundo
libre, en una posición similar al país de Israel, deberían haberse
unido, pero, por el contrario, todos se nos opu- sieron, incluso
Corea. Al igual que en la era del Nuevo Testamento, Dios guió la
providencia de la salvación espiritual por medio de Jesús, la
Iglesia de Unicación, sin un país, ha venido guiando la provi-
dencia de la salvación espiritual. Si en los Últimos Días el
cristianismo, poseedor de un fundamento espiritual de dominio
mundial, se une completamente conmigo, no habrá problema en
conectarlo al fun- damento físico.
26 En primer lugar, debemos salirnos del mundo satánico y poseer
emociones dife- rentes a las de las personas del mundo exterior.
Hay que ser capaces de sentir en carne propia el amor de Dios. Hay
que odiar lo que Satanás ama y debemos sacri- carnos a nosotros
mismos por el bien del mundo entero. Si centrados en mí ustedes son
victoriosos a nivel individual, familiar, tribal nacional y
mundial, podremos cons- truir el Tercer Israel, el pueblo escogido
de
Israel, podremos volver a construir el Israel espiritual. Entonces,
Dios podrá salvar a toda la humanidad en ambos aspectos, el
espiritual y el físico.
27 ¿Cuál es más importante, el estándar espiritual o el estándar
físico? Nosotros no vivimos centrados en el estándar físico.
El físico existe para el espíritu y el espíritu existe para el
físico. No se cuelguen de la forma de vida de las personas del
mundo secular. Deben partir desde una posición más provechosa,
teniendo unidad espiri- tual y física. A pesar de ser este el
camino a seguir por ustedes, poseedores de una visión
Unicacionista, hay muchos que piensan que es más importante comer
y vivir bien físicamente. Todos ellos queda- rán
atrapados en esa condición.
Compartiendo Nuestras Vidas con los
Padres Verdaderos
28 ¿Cuál es el fundamento único en el que pueden converger el
anhelo de Dios y la esperanza de la humanidad, y ser el punto de
partida para una victoria de la gente de fe? Como el origen del
amargo dolor de Dios es que la humanidad haya comenzado de padres
caídos, debemos ser personas que obedezcan a los Padres Verdaderos
en un vínculo sagrado con ellos. Recién entonces los cielos y la
tierra podrán ser liberados y abrirse las puertas del Reino de los
Cielos.
29 En una familia verdadera tiene que haber padres verdaderos, una
pareja ver- dadera, hijos verdaderos. En su centro, el propósito
del individuo es ser un padre verdadero, el propósito del
hombre y la
799Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
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mujer es ser padres verdaderos y tener hijos, formar un hogar. Por
eso en la Igle- sia de Unicación decimos: “Tengamos fe en los
Padres Verdaderos”, “Creamos en los Padres Verdaderos”. Creer no es
tener certeza, y por ser incierto es que tenemos que creer. Si uno
tiene certeza, entonces trasciende la creencia. Hasta ahora hubo
que creer porque no lo sabí- amos con certeza; ahora que lo
sabemos, ya no es creer. Hasta ahora se ignoraba para qué nacemos,
para qué es nuestra pareja, para qué son los hijos, para qué una
familia. Pero nosotros no creemos en la familia de los Padres
Verdaderos, sino que la conocemos. Ustedes conocen a los Padres
Verdaderos; no es que crean en ellos. No deben pensar que creen en
ellos, sino que los conocen. Y luego, hay que compartir la
vida con los padres Ver- daderos, hay que vivir con ellos.
30 El Mesías es el Padre Verdadero per- feccionado no caído ajeno a
la Caída, sin pecado. Para que haya un eje que conecte al hombre
con Dios, tienen que surgir Padres Verdaderos. Dios es el “Padres
Verdaderos” espiritual, y cuando Adán y Eva se perfeccionan,
se convierten en los sustanciales Padres Verdaderos terrena- les.
Gracias a ese eje es que puede haber unidad. Hasta ahora, las
religiones no incluían ese estándar de Padres Verdade- ros, de modo
que no había cómo conec- tarse con Dios en el mundo terrenal.
Ofrecían condiciones de devoción una y otra vez, todo el
tiempo, para ajustarse a un estándar recíproco con el Cielo y
encontrarse con el Señor en espíritu. Por esta razón, muchos
hombres de fe han
venido encontrándose con “el cielo” haciendo condiciones de
devoción de forma gradual.
31 El camino que tendrá que transitar la humanidad será el de
renacer injertán- dose al amor verdadero, a la vida verda- dera y
al linaje verdadero, cortando con el amor falso, la vida falsa y el
linaje falso del que nacieron. La religión surgió para conquistar
el cuerpo y crear la unidad. En esa posición tienen que vivir en
este mundo siendo uno en amor verdadero, y dando a luz hijos que
puedan ir al reino de los cielos. Sin creer en una religión, no
pueden ser personas que tengan hijos e hijas verdaderos que puedan
ir al cielo. Por lo tanto, la religión emerge para que tengan
unidad subyugando al cuerpo, para que se injerten a los Padres
Verda- deros. El ideal de la creación es que pue- dan entrar en
aquel país eterno, el Reino de los Cielos, dando a luz hijos e
hijas verdaderos; para ello, el olivo silvestre debe tornarse
un olivo verdadero.
32 Los Padres Verdaderos van desde el fondo del inerno a lo más
alto del Cielo. No habrá ninguna distancia entre los Padres
Verdaderos, quienes van con amor verdadero, si uno, siguiendo
la voluntad de esos Padres Verdaderos, es uno con su corazón y con
el ideal de sus vidas. Lo que establecieron e indemnizaron
vertical- mente ingresa horizontalmente. Hay que ir desde la
restauración del individuo hasta la liberación de Dios, pasando por
la restauración de la familia, el clan, el pueblo, la nación, el
mundo y el cos- mos; y desaparecerá todo el estándar de
800 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
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las 8 etapas. Restaurando esto horizontal- mente, el individuo
puede ir todo el camino a la familia, la tribu, y la nación. Como
el individuo puede ir libremente de la fami- lia hacia la tribu, la
nación, se comienza a partir del individuo, se llega al n del mundo
y se puede retornar.
Sección 3. El Camino de la Fe 1 Debido a que el hombre nace descen-
diendo de antepasados humanos caídos, si no supera el punto crítico
de la Caída, no hallará un camino para poder encon- trar a Dios,
mucho menos para ir al Reino de los Cielos. Por otra parte, como
ser con naturaleza caída, por más que busque el camino para
revertir la Caída, es imposi- ble que lo haga por sí mismo. Para
rever- tir la Caída no le queda otra que depender de la fuerza de
un tercero, no de la propia fuerza. Todos los que vivimos hoy en
este mundo estamos en semejante situación y, afortunadamente, el
Cielo no nos ha abandonado, y ha cargado con esa res- ponsabilidad,
padeciendo a lo largo de la historia hasta ahora para hacernos
supe- rar y revertir la Caída.
Vivir Según la Voluntad de Dios
2 Cuando hablamos acerca del verdadero camino de la fe, “verdadero”
signica que existe un único camino. ¿Cuál es, entonces, el objeto
de nuestra fe? Ese objeto es el Dios absoluto. Una vida de fe se
trata de buscar y encontrar el destino de la espe- ranza de Dios
deseada por Él, en concor- dancia con Su Voluntad. Una vida de fe
no se trata de lo que yo quiero, ni del deseo de los que lideran
una vida de fe. La confusión ha aparecido en la comunidad global de
fe,
porque las personas no entendieron que la vida de fe debería
estar centrada en el cumplimiento de la Voluntad de Dios, y
no en sí mismos.
3 Todo depende de uno mismo, inclu- yendo llegar a la perfección o
fallar en alcanzarla. Lo mismo ocurre en alcanzar el éxito o fallar
en lograrlo. Una vida de fe no es diferente. Aunque nuestra fe
puede ser constante a lo largo de nuestras vidas, como seres
humanos, nuestra conciencia nos impulsa a luchar por metas cada vez
más elevadas. Alcanzar el estándar más elevado no es una tarea
corriente. Cuanto más alto escalemos, más pequeño se vol-
verá el camino a la cima, hasta que, en última instancia, nos
damos cuenta que todo naliza en unidad. Alcanzar ese lugar de
unidad es difícil: históricamente, nuestras conciencias han estado
bus- cando el propósito del bien; sin embargo, la perfección que
deseamos como seres humanos se nos escapa.
4 En la Iglesia de Unicación, nuestra vida de fe nos obliga a
elevar el estándar a través del cual nos medimos para poder caminar
junto a Dios en nuestras vidas diarias. Cuando vayan al mundo
espiri- tual, ese estándar elevado será su ventaja. También será su
factor determinante para decidir si en la nueva era serán héroes
his- tóricos o desterrados.
5 Cada uno de nosotros necesita de un estándar victorioso, un punto
de par- tida desde el cual podamos cumplir nuestra misión. Esto
signica que debe- mos establecer un estándar de victoria
801Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
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desde la posición subjetiva. Natural- mente, a menos que
establezcamos un estándar de victoria, no seremos capaces de
cumplir nuestro propósito. ¿Dónde debemos establecer este estándar?
Este debe ser creado en nosotros mismos.
6 Jesús vino a la tierra cargando en sus hombros la misión de Dios
como el único responsable de terminar con la lucha cós- mica, y su
tarea fue siempre la de centrarse en su relación con Dios. Dios
debía ser el centro del cielo y la tierra, y Jesús el centro
sustancial. Jesús fue siempre consciente de este hecho. Si una
brecha hubiera ocurrido entre él y Dios, o se hubiera planteado
algún conicto en cuanto a su propósito, ellos no habrían sido
capaces de progresar hacia la victoria.
7 Dentro de su corazón, Jesús llevaba la convicción de que el Padre
y el hijo debían siempre estar unidos. En otras palabras, centrado
en Dios, el Padre Sujeto victo- rioso, Jesús estaba completamente
adver- tido de que, para poder preparar un fundamento victorioso en
la tierra como compañero sujeto, él necesitaba servir a Dios en su
corazón. Desde este punto de vista, Jesús se reere a sí mismo
como el templo de Dios. Alcanzar un estándar vic- torioso signica
crear un fundamento de unidad, convirtiéndose en un templo cen-
trado en Jesús, la manifestación sustancial de Dios en la tierra.
De lo contrario, la na- lización de la restauración, el
cumplimiento de la misión de Jesús, sería imposible. Por ello, a
menos que establezcamos el estándar de fe, no podremos proclamar
que hemos alcanzado el fundamento victorioso. Esta
es la verdad, no importa por cuánto tiempo hayan practicado una
vida de fe o cuán difí- cil nuestro curso haya sido. En conclusión,
el punto más importante es poder tener un momento en el que denamos
el estándar de victoria en nosotros mismos.
8 Cuando buscan aquello que es verda- dero, necesitan un corazón
que anhele lo que es verdadero. Cuando ustedes anhelan la verdad en
la cual el cielo y la tierra se deleitan, deben darse cuenta que
necesitan colocar sus cuerpos en el estándar de lo verdadero
para estar alineados con la pers- pectiva el Cielo. El signicado de
la existen- cia puede diferir entre el Dios verdadero, la
verdad y los seres humanos. De todas for- mas, desde un punto
de vista interno, los tres se mueven en la misma dirección. En
otras palabras, Dios y la verdad se mueven en una dirección y
coexisten por la eterni- dad. Cuando miramos hacia el mundo de hoy,
lamentamos que este mundo no se haya convertido en un mundo
verdadero. Por otra parte, cuando miramos profunda- mente en
nuestro ser, lamentamos no habernos convertido en personas verdade-
ras, y deploramos no encontrar el Dios ver- dadero en nuestras
vidas de fe, aunque lo anhelemos. Esta es la agonía enfrentada por
aquellos que llevan una vida de fe.
9 Nadie que lleve una vida de fe hasta el punto de arriesgar su
vida, quiere ver a su fe simplemente desmoronarse ante las tribu-
laciones de la vida. Cuanto más seriamente practiquemos nuestra fe,
mayores serán los desafíos que encontremos, y cuanto más profunda
queramos que sea nuestra fe, más amplia y profunda será. Si Dios
está bus-
802 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
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cando seriamente cada una de nuestras vidas, desearíamos que
Él busque por nos- otros más que por otros. Por otra parte, como
creyentes, todos deseamos dejar un legado en este mundo en relación
con la causa más cercana a nuestro corazón.
10 Como creyentes, decimos que nos convertiremos en los hijos de
Dios. Sin embargo, ¿cuál es el deseo de Dios? El deseo de Dios no
tiene nada que ver con los asuntos mundanos de nuestra vida dia-
ria, tales como comer o dormir. Esas acti- vidades son
comunes para todo el mundo. La Biblia claramente nos dice: “No os
preo- cupéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, qué beberemos o qué
vestiremos? Los gen- tiles se afanan por todo eso; pero bien sabe
vuestro Padre Celestial que de todo eso tenéis necesidad.
Buscad, pues, primero el reino y su justicia, y todo eso se os dará
por añadidura”, (Mateo 6:31,33)
11 Una vida de fe consiste en la supe- ración de las limitaciones
de nuestro ambiente, alcanzando logros día a día y buscando
constantemente nuevos cami- nos. A menos que vivamos así, no podre-
mos entrar al reino deseado de Dios. Dado que a menudo carecemos de
ener- gía y que nuestros hábitos diarios no se ajustan a un alto
estándar en nuestro camino de fe, necesitamos mantener a Dios como
nuestro estándar y ajustar nuestras vidas diarias a Él.
El Camino para Eliminar la Naturaleza
Caída
12 Originalmente, la vida humana estaba destinada a comenzar a
través de vivir
por los demás con Dios en el centro. Sin embargo, debido a la Caída
humana, la vida no comenzó viviendo por el bien de los demás.
Comenzó con un pensa- miento egoísta, viviendo para sí mismos y
creando relaciones egoístas. Debido a que estamos luchando por las
metas de la paz y la libertad eternas, debemos elimi- nar el
egoísmo y la naturaleza caída que se encuentran en nuestros deseos
perso- nales, ante el propósito más elevado, y convertirnos
en personas que vivan por el bien de los demás trascendiendo nues-
tro propio ser.
13 Antes de que podamos estar orgullo- sos de nosotros mismos,
primero debemos admitir que somos personas caídas. Antes de querer
mostrar nuestras cualidades, debemos confesar la naturaleza de
nues- tros pecados y admitir que, inmersos en nuestra naturaleza
caída, venimos de una historia de pecado. Aunque esta sea la rea-
lidad de nuestro estado caído, tratamos de evadirlo de distintas
formas. El Cielo debe limpiar todos los crímenes pecaminosos
cometidos a lo largo de la historia, y resol- ver los
resentimientos que se han heredado a través del linaje como
resultado de estos pecados históricos acumulados.
14 Entre sus colegas, profesores, estu- diantes o familiares, ¿hay
alguno al que le agrade el tipo de personas que se excusan
constantemente? La gente es propensa a culpar a los demás cuando
algo sale mal. Una excusa común es: “¿Por qué solo me culpas a mí?
Él también lo hizo, mi her- mano hizo lo mismo”. Esto está mal. Una
persona que comete un error, debe ser
803Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
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honesta. Sin embargo, a menudo, aquel que cometió un error trata de
implicar a los demás. Tal comportamiento es parte de la naturaleza
caída. Para poder corre- gir esta tendencia caída en nosotros mis-
mos, debemos ser honestos cada día de nuestras vidas. Más aún,
debemos ser honestos ante Dios.
15 Cuando piezas perfectas son juntadas con un propósito, se crea
un objeto per- fecto. Por ejemplo; para construir una casa, las
puertas y todo lo relacionado con los componentes deben ser
perfectos. Solo así una casa puede ser completada. Cuando
consideramos esto, nos damos cuenta de que necesitamos perseguir la
perfección. Por eso en Mateo 5:48 Jesús dice: “Sean perfectos, así
como su Padre que está en los Cielos es perfecto”. El estándar es
que ustedes también alcancen la perfección del Cielo. Sin ninguna
duda, deben perseguir los valores de un com- pañero objeto que se
acerca al Ser Abso- luto. Se requiere de un compañero objeto
completo que no tenga vergüenza alguna al pararse en frente del
Absoluto. Para poder alcanzar esto, debemos comenzar examinando
seriamente nuestras vidas y eliminar nuestra antigua vida y
pensa- mientos. También debemos dejar a un lado nuestro cuerpo,
incluyendo nuestros órganos sensoriales. Tenemos que sentir todo de
manera distinta a como lo hacía- mos antes.
16 Cuando se rearman ante la huma- nidad caída, se puede inferir
que ustedes aún poseen naturaleza caída. Desde este punto, deben
ser completamente des-
mantelados. Sin embargo, si aún llevan consigo la misma forma y
elementos cuando son reconectados, elementos de la naturaleza caída
que no se han removido, todavía no han alcanzado el
desmantelamiento completo y la total autonegación. La autonegación
signica ponerse a uno mismo a un lado, comple- tamente. La
esperanza verdadera, origi- nal e ideal de los seres humanos no
puede ser alcanzada por un camino egocéntrico como el de las
personas caídas. Esta es la conclusión. Es por ello que, mientras
Dios persiga metas providenciales a tra- vés de la religión,
el camino que Él man- tiene no es uno de autoarmación, sino de
autonegación. A menos que establez- camos el estándar comenzando
por la abnegación total, no hay forma de que las personas caídas
completen el principio de compañerismo del Ser Absoluto.
17 Debemos separarnos completa- mente de nuestra naturaleza caída.
Para liberarnos de ella, primero debemos disociarnos de nosotros
mismos. Por lo tanto, debemos ser victoriosos como individuos; y
luego en los niveles fami- liar, tribu, nación, mundo y nalmente el
cosmos. Este sería el reino de la com- pleta liberación de la
naturaleza caída. Cuando una persona nalmente se des- cubre como un
compañero objeto para Dios, habiendo superado su naturaleza caída,
inmediatamente se dará cuenta de que Dios lo está observando y que,
en lugar de simplemente creer en Él, está unido fuertemente a
Dios.
18 Cuando se paran frente al Cielo, deben
804 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
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revelar sus límites y reconocer que son pecadores. Entonces, deben
convertirse en una bola de arcilla que Dios pueda mol- dear a Su
gusto. Este proceso será imposi- ble si ustedes se imponen o se
reconocen a sí mismos. Por ello la frase bíblica que dice: “Porque
todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que
pierda su vida por causa de Mí, la hallará”, (Mateo 10:39) es
válida. Hay naturaleza caída en cada parte de nuestro cuerpo: hay
natura- leza caída en estos ojos, en estos oídos, en estos labios.
Debemos eliminar completa- mente la naturaleza caída. Si Dios nos
muestra un camino, debemos seguirlo; si Dios toma otro camino,
debemos ir por él; si Dios nos pide que extendamos nues- tra mano,
deberíamos hacerlo; si Dios ordena que nos retiremos, debemos reti-
rarnos. Deberíamos estar absolutamente dispuestos a cumplir los
anhelos y deseos de Dios.
19 Cambiar la percepción o el entendi- miento de uno es una tarea
difícil y com- plicada. Una vez que adquirimos un hábito malo es
difícil de cambiar. Es por eso que tenemos el dicho: “Los hábitos
formados de pequeños, continúan hasta envejecer”. Aunque hayan
estado en la Iglesia de Unicación por décadas, puede que no hayan
arrancado de raíz sus hábitos caí- dos. Podrían decir: “Sacricarse
por la providencia”, pero, ¿realmente se han sacricado? Si les dan
la opción de elegir entre un camino confortable y uno de tri-
bulaciones y pruebas, ¿podrían con con- anza decir que elegirían el
camino de sacricio? No. Esta predisposición de tomar la salida
fácil es el resultado de los
hábitos seculares transmitidos históri- camente. Incluso San Pablo
exclamó: “¡Pobre de mí! ¿Quién me rescatará de este cuerpo de
muerte?”, (Romanos 7:24) Esta miseria es también resultado de
hábitos acumulados durante toda una vida. San Pablo se
lamentó: “¡Pobre de mí!” porque vio en su interior dos leyes en
guerra. Su interior se deleitaba en la ley de Dios, pero su cuerpo
seguía los deseos de Satán. Él también agregó: “¿Quién me res-
catará de este cuerpo de muerte?”.
20 Los hábitos formados durante la vida no pueden ser
eliminados, por más que lo intenten hasta la muerte. Así, es lógico
decir que los hábitos y la natura- leza caída, los cuales han sido
heredados durante millones de años, no pueden ser arrancados de
raíz con los esfuerzos hechos en pocos siglos. Este es un pro-
blema serio. Hablan vagamente acerca de la naturaleza caída, pero
esta no fue heredada a través de algo que haya sido. La naturaleza
caída ha sido heredada a través de la carne y el hueso, y ha sido
transmitida a través del linaje. Estos hábitos han sido mezclados
con la carne y la sangre. La naturaleza caída se ha enraizado, y no
puede ser removida con la energía humana. Ha crecido dentro de un
árbol gigante reuniendo a todas las personas del mundo.
21 Necesitamos estar atentos a nuestra naturaleza caída y la amarga
tristeza de la Caída. Piensen sobre Adán y Eva lamen- tándose luego
de ser echados del Jardín del Edén. Recuerden esto, y vamos a afe-
rrarnos fuertemente a nuestro Padre,
805Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
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anhelando ser uno con Él, con la determi- nación de seguir
adelante, incluso si tene- mos que pasar diez mil años cruzando las
cumbres de la muerte. Si somos incapaces de alcanzar el punto de la
unidad de mente y cuerpo, no tendremos relación alguna con el
fundamento de la victoria suprema de Dios, a pesar de que este
fundamento se extienda por toda la tierra.
El Camino Para Encontrar el Ser Original
22 No pueden regocijarse en lo que son, ya que no son seres
originales. Deben reconocer que su situación es triste. Su pena,
sin embargo, no debe ser diri- gida hacia el mundo. Incluso cuando
sienten dolor, este no debería tener ninguna relación con la
angustia del mundo secular. Cuando sientan tris- teza y dolor,
debería ser por no poder encontrar su yo verdadero, su yo ori-
ginal. No importa cuán grandes sean, la angustia y el sufrimiento
del mundo no exceden la tristeza y el dolor de no poder encontrar
su yo verdadero. Dada esta situación, ¿a quién ha estado bus- cando
Dios hasta ahora? Dios ha estado buscando a cada uno de ustedes. Es
por eso que necesitan descubrir y fortalecer su yo original. De
otra forma, no ten- drán ninguna relación con una familia
verdadera formada de individuos ver- daderos, una sociedad
verdadera cons- truida sobre familias verdaderas, una nación
verdadera, un mundo verdadero o el cosmos que contiene al mundo
ideal que se ha unido perfectamente al Ser Substancial como su
centro. El pri- mer estándar para todos estos niveles de bondad es
la perfección individual.
23 Al desobedecer el mandato de Dios, la humanidad perdió el mundo
de Dios, perdió Su sustancia y Su amor. ¿Pueden imaginar el corazón
de Dios cuando Él habló Su Palabra, Su corazón mientras Él creaba a
los seres humanos para que llegaran a ser Sus encarnaciones sustan-
ciales, y el orgullo en Su corazón cuando manifestaba Su ser a
través de ellos como Su sustancia? Somos nosotros los que perdimos
la Palabra de Dios, fallamos en encarnarlo y encarnar el amor que
pudo crear el jardín previsto por Dios. Por ello, debemos darnos
cuenta de que todos somos pecadores que no pue- den estar
orgullosos de sí mismos. Por el contrario, somos seres incapaces de
establecer iniciativas por nosotros mis- mos, e incapaces de
encontrar alguna base para descubrir el fundamento para el Sabbath
dentro de nuestras pro- pias mentes.
24 A lo largo de nuestro camino, nuestra mente original
constantemente nos redi- recciona. Ella nos dice: “Date la vuelta.
Regresa al camino original. Regresa al lugar más profundo de tu
mente”. Es por ello que el budismo nos invita a meditar. La
realidad de nuestra vida en la tierra es que a través de la guía de
nuestra mente original, buscamos tristemente nuestro yo original.
Una vez que hayamos puri- cado nuestros seres y regresado al estado
original, será insoportable recordar nues- tro pasado, incluso en
sueños. La meta de Dios es eliminar este tipo de vida penosa.
Deberíamos estar viviendo en un nuevo mundo ideal, cautivados con
una nueva esperanza.
806 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
08.,-spain-401008_Layout 1 14. 12. 18. 9:18 Page 806
25 En el mundo secular, la gente busca buena comida y usar ropa a
la moda. En contraste, la actitud básica de un buscador religioso
debería ser comer comida pobre por elección. Un devoto religioso va
a través de un camino opuesto al mundo. Cuando miran a los
buscadores religiosos, a pesar de comer comida pobre, usar ropas
desgastadas y llevar vidas empobrecidas, su camino de vida y su
propósito es encon- trar la relación original de amor que pueda
abrazarlos eternamente.
26 El lugar original de la Voluntad es donde mora Dios. Es por eso
que ese lugar original es sagrado. Cuando trascendemos todos los
niveles de la creación y medimos nuestras coordenadas en todas las
direc- ciones, podemos determinar exactamente dónde estamos en
relación con el Abso- luto. Sin embargo, si erramos en medir y no
estamos alineados con el punto original en el grado 180, no
podremos alcanzarlo hasta que nos volvamos a alinear y nos
enderecemos a nosotros mismos. Debido al contexto de nuestra
historia pecaminosa, esta es la conclusión inevitable. Necesitamos
realinearnos a las cuatro direcciones para poder encontrar el punto
cero original. Y, para encontrar este punto, necesitamos entender
claramente el centro original. Solamente cuando nos unamos
totalmente al punto cero podre- mos alcanzar ese centro original.
Hasta que entendamos esto, no podremos recu- perar nuestra posición
como segundos seres resultantes, totalmente unidos con la Voluntad
a través de la cual podemos alcanzar un nuevo comienzo. Esto es
lógico, y nadie puede oponerse.
27 Cuando Dios creó a Adán y Eva, Él invirtió todo Su corazón
basado en esa relación original. De la misma manera, debemos
restaurar nuestro ser caído y tratar de volver a nuestra
posición origi- nal a través de invertir decenas de veces mayor
esfuerzo del que Dios invirtió en nosotros, usando toda Su
creatividad, a lo largo de miles de años en la historia. En la
historia de la restauración, los esfuerzos por asegurar el
fundamento del bien han tenido cientos de intentos y ha tomado
decenas de miles de años.
28 El cuerpo y la conciencia humana comenzaron a luchar una vez que
se for- maron bajo el reino del amor de Satán, con el domino del
mal, el cual es opuesto a la mente original. El problema crítico es
cómo resolver esta pelea entre nuestra conciencia y nuestro cuerpo.
Sin embargo, resolver este problema en el nivel indivi- dual no es
suciente. Cada uno de nos- otros debe reparar el ambiente global,
el cual ha sido tomado por fuerzas satánicas. El ambiente no
debería contradecirnos, este debería ajustarse a nosotros, debe-
ría seguirnos. A menos que logremos el correcto orden del dominio,
no podremos movernos en la dirección que nuestra mente original
aspira.
29 Debemos preguntarnos: “¿Qué clase de ser soy?”. Somos príncipes
y princesas divinos con un valor cósmico, que están destinados a
encontrar la corona de gloria al nal de nuestras vidas, heredando
toda la creación y el universo entero. ¿Es acaso aceptable que
personas de tal valor sean vendidas por un tazón de arroz, o
sean
807Capítulo 1 ¿Qué es una Vida de Fe?
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títeres de un grupo de forajidos sin valor? ¡Absolutamente no!
Debemos encontrar nuestro ser. Necesitamos cargar la respon-
sabilidad de nuestra restauración y restau- rar nuestra naturaleza
original. Tenemos que preguntarnos: “¿Dónde está mi ser original?”.
Estamos buscando llenos de esperanza, mientras luchamos por reunir-
nos con nuestro ser verdadero. Debemos descubrir nuestro ser
original, conectados con la historia original, la ley cósmica
y con la realidad de hoy y el futuro.
Sección 4. Etapas en la Vida de Fe 1 Si buscan el carácter chino de
“creen- cia” () verán que es una combinación de los caracteres
de “persona” ()y “palabra” ()Creencia entonces signica: “la pala-
bra de una persona”. “Palabra” aquí se reere a la comunicación que
conecta a dos personas. Cuando no hay una rela- ción no se dicen
palabras. Pero, cuando dos personas hablan, inmediatamente
hay una relación de dar y recibir. Entonces, para formar una
relación, necesitamos creer. Más aún, el fundamento para que una
relación emerja de una conexión se establece con amor. Pero tal
relación no puede ser establecida arbitrariamente. Una conexión es
posible debido a que las con- diciones necesarias de energía están
allí y, de alguna manera, los niveles y los objeti- vos de
ambas partes coinciden.
Las Etapas en el Establecimiento de
Nuestra Vida de Fe
2 La esperanza siempre apoya a la fe. ¿Qué exige la fe? Si una
persona posee una fe perfecta, la fe le demandará que el
valor de ésta coincida con su esfuerzo
sustancial. Fe signica mantenerse rme y creer en la persona que ha
descubierto el ideal de la creación, que está alineado a la ley del
principio, y quien no ha caído sino alcanzado la perfección,
actuando luego en consecuencia. Aquel que sea victorioso en
este tipo de fe verá realizada su esperanza. El amor de Dios llega
natu- ralmente a aquellos que alcancen la vic- toria en su fe y
esperanza.
3 Ya que el principio formal de Dios es buscar al creyente
absoluto, Él no ha tenido más alternativa que ordenarle a Noé que
construyera un arca en la cima de una montaña. Noé consiguió el-
mente realizar esta tarea luego de 120 años. Así es como el número
120 pudo ser restaurado. Noé invirtió su vida entera cumpliendo la
voluntad de Dios. Luego del diluvio, los hijos de Noé se die- ron
cuenta de que su padre había estado en lo correcto, y ellos lo
respetaron dicién- dole: “creíamos que nuestro padre estaba loco.
Pero, como él predijo, el juicio de Dios llegó y solo nuestra
familia de ocho integrantes quedó con vida. Las palabras de nuestro
padre eran ciertas. Él es un pro- feta y un hombre de Dios”. Sin
embargo, luego del diluvio, cuando Cam vio a su padre durmiendo
desnudo, se sintió aver- gonzado y llamó a sus dos hermanos,
diciendo: “Nuestro padre está loco. Ahora está durmiendo desnudo”.
Acto seguido, tomaron su ropa y, caminando hacia atrás, cubrieron
el cuerpo de Noé. Con ese acto, los hermanos negaron por completo
la posición de Noé ordenada por Dios. Es innegable que ellos se
opusieron a él nal- mente. Por ello, debemos practicar la fe
808 Libro 8 Vida de Fe y Entrenamiento
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absoluta ante Dios. Debemos dedicar fe absoluta solo a Dios, no a
Satán. Quien dedique absoluta fe a Dios, será bendecido por Dios
como el padre de la fe. Dios no podrá dejar de amar a tal
persona.
4 Cuando observamos la fe y la práctica de la misma, hay siempre
una brecha entre ambas. La fe siempre precede a la práctica, no al
revés. Solo cuando los seres humanos tengan una fe fuerte podrán
practicarla vigorosamente. Pero Dios no busca solamente fe. Dios
requiere de la fe como un puente para un mejor resultado que se