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Chillida, el desocupador del espacio José Antonio DE ORY La música inventa al silencio, la arquitectura inventa al espacio. (O. Paz: Lectura de John Cage) Desde el espacio, con su hermano el tiempo, bajo la gravedad insistente, sintiendo la materia como un espacio más lento, me pregunto con asombro sobre lo que no sé. (E. Chillida: Preguntas) La reflexión sobre el espacio es central en el trabajo de Chillida y a ella vuelve una y otra vez a lo largo de los años cuando habla sobre lo que hace o sobre la vida. Una vida dedicada, diríamos, a recoger el espacio, a envolverlo. Más aún, a entenderlo, a saber qué es, de qué hablamos cuando lo nombramos. Chillida, el escultor del espacio, el buscador del espacio, el pensador del espacio. Como antes que escultor y que cualquier otra cosa fue portero de fútbol, de la Real Sociedad, ahí, frente al campo, con la portería detrás, tuvo que enfrentarse a la reali- dad en tres dimensiones, y no en dos como solemos percibirla la mayoría: Era portero y la portería es la zona tridimensional del campo. No hay que olvidarse de que allí está el área, está el arco y están todos los fenómenos activos del fútbol. Cuando final- mente tuvo que dejarlo, por una lesión, debió de haber quedado ya marcado para siempre por el sentido del espacio. Tanto, que tal vez por eso abandonó a la mitad la carrera de arquitectura, porque intuía ya entonces que a muchos arquitectos parecen importarles más las fachadas, las puertas, los cerramientos… que lo que queda dentro, y él quería un oficio donde el espacio, lo contenido, fuera tan importante como lo continente. Chillida labra, forja, talla, esculpe, moldea, fragua para buscar no sólo la forma que surge entre sus manos sino el vacío que va quedando, eso que no vemos, o no vemos tan fácilmente, pero que es tan provocado como lo que sí vemos, tan parte de su obra. Acaso más: él mismo dice que el vacío que queda oculto en algunas de sus piezas en madera es más la obra que lo que el espectador 366 Escritura e imagen Vol. 10, Num. especial (2014): 366-371 Notas

Chillida

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Criterios sobre chillida

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  • Chillida, el desocupador del espacio

    Jos Antonio DE ORY

    La msica

    inventa al silencio,

    la arquitectura

    inventa al espacio.

    (O. Paz: Lectura de John Cage)

    Desde el espacio, con su hermano el tiempo, bajo la

    gravedad insistente, sintiendo la materia como un

    espacio ms lento, me pregunto con asombro sobre

    lo que no s.

    (E. Chillida: Preguntas)

    La reflexin sobre el espacio es central en el trabajo de Chillida y a ella vuelve unay otra vez a lo largo de los aos cuando habla sobre lo que hace o sobre la vida. Unavida dedicada, diramos, a recoger el espacio, a envolverlo. Ms an, a entenderlo, asaber qu es, de qu hablamos cuando lo nombramos.

    Chillida, el escultor del espacio, el buscador del espacio, el pensador del espacio. Como antes que escultor y que cualquier otra cosa fue portero de ftbol, de la Real

    Sociedad, ah, frente al campo, con la portera detrs, tuvo que enfrentarse a la reali-dad en tres dimensiones, y no en dos como solemos percibirla la mayora: Era porteroy la portera es la zona tridimensional del campo. No hay que olvidarse de que allest el rea, est el arco y estn todos los fenmenos activos del ftbol. Cuando final-mente tuvo que dejarlo, por una lesin, debi de haber quedado ya marcado parasiempre por el sentido del espacio.

    Tanto, que tal vez por eso abandon a la mitad la carrera de arquitectura, porqueintua ya entonces que a muchos arquitectos parecen importarles ms las fachadas, laspuertas, los cerramientos que lo que queda dentro, y l quera un oficio donde elespacio, lo contenido, fuera tan importante como lo continente.

    Chillida labra, forja, talla, esculpe, moldea, fragua para buscar no slo laforma que surge entre sus manos sino el vaco que va quedando, eso que novemos, o no vemos tan fcilmente, pero que es tan provocado como lo que svemos, tan parte de su obra. Acaso ms: l mismo dice que el vaco que quedaoculto en algunas de sus piezas en madera es ms la obra que lo que el espectador

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  • ve, y se pregunta, Qu es lo que manda: el hueco o lo que lo delimita, lo queenvuelve ese hueco?...

    El espacio vaco no es algo que resulta de la obra de Chillida, que sucede, sino alcontrario, parte de la obra misma, de su sentido, de lo que la obra es. Como en esos jue-gos de percepcin en que si uno hace un esfuerzo consigue ver dos imgenes completa-mente diferentes, Chillida busca provocar que el espectador cambie la mirada, el puntode vista, y vea el espacio vaco tanto como ve la pieza en madera o en hormign.

    Espacio es esencialmente aquello a lo que se ha hecho espacio, lo que se ha deja-do entrar en sus fronteras, dice Heidegger. Y eso hace Chillida, abrir espacio alEspacio, dejarlo entrar y, al hacerlo entrar, hacerlo ser.

    Hay una relacin de ida y vuelta entre Chillida y Heidegger en torno al espacio,una reflexin y un inters compartidos, una influencia recproca. Juntos hicieron ellibro Die Kunst und der Raum, Heidegger el texto, que Chillida le hizo escribir amano, en caligrafa gtica directamente sobre la piedra litogrfica; y ste siete litogra-fas-collage.

    Ah, en El arte y el espacio, Heidegger habla de tres espacios de la figura plstica: elespacio en que se encuentra como un objeto presente; el espacio que la envuelve, (ums-chlieen: Flix Duque lo traduce como el espacio involucrado -o implicado- por losvolumenes de la figura); y el espacio que, como vaco, subsiste entre los volmenes.

    Son esos tres espacios, dos, en definitiva, materia presente y espacio vaco, los quecomponen cada obra de Chillida. Materia y vaco.

    El Vaco es nada, la nada, ausencia de algo, de todo. Es exterior, es decir, no est-en-algo, no est-en, no es, o, si es, es-fuera. Lo vaco, en cambio, el vaco del escultor,el hueco de Chillida, s est, dentro, en su pieza, entre la madera, entre el hierro,entre el hormign; o alredor, involucrado por la pieza, envolvindola, como est alre-dedor de las esculturas que Giacometti deliberadamente reduce para resaltar el espa-cio, para agrandarlo.

    Y por eso, porque est dentro, porque es-dentro, o en torno, es algo, no es ausencia: sele ha hecho espacio. Aunque invisible, se puede ver; aunque intangible, se puede tocar;aunque no ocupa lugar, se puede caminar, penetrarlo. Existe. Est presente. Es.

    Espacio vaco, s, por tanto, pero no vaco como nada, como cero, sino vaco comoalgo-que-s-es. Espacio vaco que es tan parte de la obra, tan elemento suyo, como elobjeto presente, la materia. Vaco que el escultor esculpe, va conformando con susmanos al tiempo que labra la piedra, forja el hierro o moldea el barro. Porque va a lavez tambin, sin duda, labrando el aire, forjando el vaco, moldeando el espacio ydejndolo entrar. Forjador de vacos llama Flix Duque a Chillida.

    Y Escultor arquitectnico lo ha llamado tambin, Arquitecto cuando esculpe. YJos Angel Valente: Maestro de la vacuidad, arquitecto del vaco. Tal vez porque aun-que abandonara temprano la arquitectura ha reivindicado ese oficio que tambin debe-

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  • ra ser el de los arquitectos, ms que ningn otro, ms que de ningn otro: constructo-res de espacios.

    Espacios grandes o pequeos, claros o intricados, lisos o estriados, visibles oescondidos en la pieza y sabidos slo por su artfice.

    Espacios positivos o negativos. Chillida habla de espacio positivo, la obra, elvolumen real de la obra, el espacio del objeto presente, frente a la vista, evidente,material (hecho de materia); y espacio negativo, el espacio que queda dentro: lovaco, el hueco.

    Espacio negativo, s, pero negativo como el de una fotografa, esa otra cara de larealidad donde lo blanco es negro y lo negro blanco, lo mismo visto de otra manera,desde el otro lado. Negativo, pero, de nuevo, no como ausencia, como lo que no es,sino un negativo igual de real que el positivo, cara y cruz de lo mismo, misma imagena uno y otro lado del espejo. Intercambiables por tanto, dependientes del punto devista, tan reales el uno como el otro, tanto el espacio que ocupa la pieza de madera, dehierro, de hormign, cuanto el espacio vaco que se genera en medio o en torno.Espacio real creado, conformado (dado forma) por esa materia que puede ser tanto lopositivo, lo que es, como podra al cabo, si logramos alterar el punto de vista, ser lonegativo, lo de afuera, lo que slo envuelve.

    Estar a veces en el lmite de no saber si lo que estoy separando del espacio,lo que estoy esculpiendo, es la masa de materia que estoy trabajando, o esel aire que se est haciendo pasillos ya interiores y cerrados para siempre.

    La bsqueda del vaco como espacio positivo: he ah el gran reto de Chillida y desu obra. Tal vez la sublimacin de la obra de arte, esa en que lo que lo material, lo queest ah, no es ms importante que lo que no vemos, sino parte slo de lo que el artis-ta ha querido crear y que el espectador vea, apenas un elemento, uno entre varios, elque contiene y limita a eso otro que tambin es la obra y que tambin podemos veraunque no tenga materia porque es puro vaco, hueco.

    Espacio involucrado por los volumenes de la figura y espacio que, como vaco,subsiste entre los volmenes, deca Heidegger. Uno dira que en Chillida el funda-mental es ste ltimo; ms, mucho ms, importante el espacio vaco entre medias queel espacio alrededor. Ms el vaco envuelto que el envolvente. Trampas para apresarlo inaprensible: el viento, el rumor, la msica, el silencio el espacio, llama OctavioPaz a algunas esculturas de Chillida.

    Y Flix Duque habla de vaco excavado-y-encerrado a la vez por Chillida. He ah,tal vez, una clave para entender. Vaco excavado, vaco encerrado.

    Vaco encerrado cuando materia y espacio son dos caras de la misma obra, positi-vo y negativo a la vez, como en el juego de percepcin, y uno puede jugar a cambiar

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  • la mirada y decidir si quiere que la obra sea, por ejemplo, las manos, las zarpas, lastenazas de hierrro forjado que son el Peine del Viento, o si el Peine del viento es msbien el aire y el agua que atrapan, el mar y el viento que lo peinan sin cese.

    O si la obra de Chillida en el parque barcelons de La Creuta del Coll, Elogio delagua, lo que realmente se refleja en el estanque debajo, son esas garras de hormign oms bien el espacio vaco que agarran.

    Como Elogio del horizonte no es slo la impresionante pieza de hormign, el arco quese impone sobre el horizonte en el Cerro de Santa Catalina de Gijn, sino lo que ella abar-ca, contiene, define, dibuja. El arco es slo lmite, perfil: lo que cuenta es el volumen quesurge dentro, el espacio, lo vaco. Ese bside hueco y cncavo donde el propio Chillidadice que el mar -la mar la llama l siempre- se oye de manera diferente. Escultura inmen-sa junto a la que el hombre se ve y se asume nfimo y que debe de lograr hacerlo sentirsedentro, protegido, y al tiempo asustado frente a lo que lo desborda y lo cuestiona. A la vezventana al horizonte, abrazo al aire, cpsula desde donde or la mar y capilla de homena-je y humillacin del hombre frente a lo inmenso, lo incomprensible, lo inefable. Espaciopositivo, tanto o ms que el arco de hormign que lo crea y lo delimita.

    Y vaco excavado cuando el escultor hiende la piedra para, a la vez, en una mismaaccin, quitar lo que sobra y crear vaco, re-crear el espacio.

    Cavar, sacar, tambin es esculpir. Como al forjar el hierro o al moldear el barro sevan esculpiendo volmenes, al cavar, al quitarle a la piedra, se va esculpiendo elvaco, dejando salir al espacio. Crendolo.

    Dice Valente:

    Es que la escultura tradicionalmente era un arte de ocupacin del espa-cio. Y la originalidad de Eduardo es que desocupa el espacio (), inte-rroga a la naturaleza en su intimidad, es decir, la penetra. Es como si sehubiera desplazado la funcin de la escultura, que era un arte de ocupa-cin. Y en Eduardo es un arte de desocupacin del espacio.

    Un arte de desocupacin del espacio Chillida, el desocupador del espacio.Eso hace Chillida, no saca piedra, no quita, sino que aade, mete espacio.

    Desocupar materia es llenar de espacio vaco, es apartar lo que lo esconde. Vaca yllena al tiempo, aligera, cambia materia por espacio. Esculpe vaco.

    Chillida, dice, se dio cuenta un da de que cuando los canteros sacan piedra de unamontaa, sin saberlo estn metiendo espacio. De esa epifana, que puede meterse espa-cio dentro de un espacio, surgi el proyecto de Tindaya: excavar esa montaa sagrada enla isla de Fuerteventura, labrarla como se labra la piedra, como si la montaa fuera una

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  • roca inmensa a la que se puede tambin quitar lo que sobra para re-crear, liberar el espa-cio oculto ah, en su interior, en el corazn de la montaa. Para meterle espacio.

    Uno siente que Tindaya iba a ser la gran obra de su vida, la culminacin de esabsqueda de tantos aos, pero los ecologistas, que ni supieron ni quisieron entenderlo,lograron frustrarlo.

    Todo mi trabajo est saturado de un profundo respeto hacia la materia,porque la materia en s es cosa importante, y tambin hacia su compor-tamiento, hacia su conducta.

    Chillida sabe bien de dnde viene su obra, los porqus, qu es lo relevante en sutrabajo y en la vida. Sus temas y sus ideas son, por tanto, recurrentes, van y vuelvenuna y otra vez a lo largo de los aos, se repiten en sus escritos y en sus conversacio-nes: Es que un hombre que dice la verdad siempre dice lo mismo.

    Recurrentes como la del espacio, profundamente ligadas a ella, son sus reflexionessobre la materia y sobre los lmites. Espacio, materia, lmites, tres reflexiones separa-bles tal vez en el discurso de Chillida pero una sola sin duda en el fondo.

    Dice Octavio Paz que en la obra de Chillida se conjugan dos direcciones opuestasdel arte contemporneo: la atraccin por la materia y la reflexin sobre la materia.Relacin ntima entre uno y otra, entre espacio y materia. Tan estrecha que Chillida,de manera intrigante, las ve, uno dira que apenas las intuye, como lo mismo, materiay espacio como dos realidades pertenecientes a una misma categora y diferenciadasnicamente por la velocidad (el elemento tiempo?):

    El dilogo limpio y neto que se produce entre la materia y el espacio, lamaravilla de ese dilogo en el lmite, creo que, en una parte importan-te, se debe a que el espacio, o es una materia muy rpida, o bien la mate-ria es un espacio muy lento. No ser el lmite una frontera, no sloentre densidades sino tambin entre velocidades?

    La reflexin de Chillida sobre la materia no es diferente de la atraccin que lo llevaa escoger materiales, a decidir si va a trabajar en madera, en hierro, en hormign, abuscar sus propiedades, a explorar cmo reaccionan, cul es el papel de cada uno en elmundo. Tal como el vaco se convierte en espacio positivo, la materia -Chillida nohabla nunca de materiales- se vuelve en Chillida protagonista, elemento fundamental.La materia no le sirve como medio, no es un instrumento, sino parte central de su tra-bajo y de su obra, la naturaleza incorporada al arte. Materia, forma y espacio: eso es laescultura de Chillida.

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  • Por eso ha ido con los aos explorando materias distintas, estudindolas, viendocmo reaccionan, cmo se adaptan a lo que necesita. Diversos materiales le han idosirviendo en momentos distintos: primero el yeso, luego la piedra, el hierro -el hierrode los vascos (el de Chillida es un cosmos de hierro, dice Bachelard. La materiaincandescente, el mundo de los dioses, el flujo original, el fuego, dice Jos AngelValente)-, la madera, el alabastro, el papel. Hasta llegar al hormign de la SirenaVarada y de Elogio del horizonte.

    Todas las cosas se hacen importantes en los bordes, en los lmites, fuera,cuando las cosas dejan de ser. En los fuertes y fronteras, que dice sanJuan de la Cruz.

    De la preocupacin y la reflexin sobre el espacio fluye tambin el inters por loslmites. A Chillida le interesan los lmites de las cosas, ese terreno donde empiezan aser y dejan de serlo, donde son y a la vez no son, donde lo que es deja de ser y lo queno era comienza.

    Lmites de las cosas, de la realidad, de la materia. Lmites de sus obras, los puntosdonde se ensamblan, se funden, se imbrican, se acoplan, encajan las piezas que lascomponen; que las componan, ms bien, antes de que dejaran de ser varias para seruna sola, sin bordes ya que separen lo que ahora es uno, una sola pieza hecha a la vezde materia y vaco.

    Y, a la vez, pensamiento en los lmites, ms cercano a la periferia que a los centros,ms dado a las intuiciones que a las certezas, a las opiniones que a las ideas. Chillidano busca lo estable, lo fijo, no quiere consolidar, sino seguir siempre en la bsqueda -Tengo las manos de hoy, me faltan las de maana-, avanzar sin cese, tender ms quellegar, aproximarse siempre: Hay ms o menos inestabilidad; lo que no hay es estabi-lidad; no ser lo nico estable la persistencia de la inestabilidad?

    Ah es donde est la sabidura, en darse cuenta de que lo importante es el viaje msque el destino, la exploracin que el resultado, la intuicin que la certeza.

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