Ciegas_de_cólera - Libro Congreso AASM 2015

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    menor nerviosismo. En palabras de Christine: " Mi crimen es lo bastante grande para que

    yo diga lo que es (…) No me arrepiento de nada, o no sé si me arrepiento. Prefiero

    haberlas matado antes de que ellas nos mataran a nosotras. No hemos premeditado

    nada. No odiaba a la señora, pero no toleré el gesto que tuvo conmigo"

    En junio de 1933 se conoce el informe de los peritos oficiales. Al preguntarles las

    razones de su acto, Cristine respondió sin ninguna emoción que aún no lo sabe y explica

    que estaba  ciega de cólera.La fiscalía basó sus alegatos en la imagen de dos perras

    rabiosas, que muerden la mano de quien les da de comer; pero responsables de sus

    actos, por ende imputables. El procurador alegó que no son locas, aunque cometieron un

    crimen de locas. Al concluir las audiencias públicas, los jueces sancionaron que el doble

    crimen no fue una crisis de locura, sino una crisis de cólera. Sentenciaron a pena de

    muerte, luego conmutada por reclusión perpetua en un manicomio, para Christine; y 10

    años de cárcel a Lea.

    Jean Allouch (1984) plantea que, en el transcurso del proceso legal, la discusión

    del caso cambió de terreno, desplazándose del campo jurídico al psiquiátrico. Al aceptar

     juzgarlas así, la justicia se desposeía del caso en el mismo instante en que pretendía

    resolverlo.Los peritos naufragan al no tener en cuenta la dimensión de la enunciación, en

    un tiempo en que Cristine está, antes que nada, preocupada por reivindicar su acto.

    Lacan (1950) plantea que la estructura psicopatológica de los actos criminales no

    radica en la situación que expresan, sino en el modo irreal de esa expresión. Algo se

    sustrae de la escena, cae del entramado simbólico. Postula que el psicoanálisis resuelve

    un dilema criminológico: al irrealizar el crimen, no deshumaniza al criminal. El hombre se

    hace reconocer por sus semejantes por los actos cuya responsabilidad asume. Toda

    sociedad manifiesta la relación entre el crimen y la ley a través de castigos, cuya

    realización exige un asentimiento subjetivo. Este asentimiento es necesario para la

    significación misma del castigo; sin él se elude, en el mismo movimiento, la asunción de la

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    culpa y responsabilidad. En este punto, la posición analítica se vuelve un pivote

    fundamental del derecho: los psicoanalistas son quienes pueden generar las condiciones

    de posibilidad para una experiencia dialéctica del sujeto.

    El Dr. Logre, perito de la defensa, habla de  pareja psicológica  y concluye que al

    leer las declaraciones de las hermanas, uno cree leer doble. Lacan (1932) interpreta esa

    pareja psicológica como una paranoia, un folie á deux . -delirio a dos- sin elemento

    inductor . Rechaza toda inducción de delirante a delirante; busca demostrar que no se

    trata de la sugestión de Cristine sobre Lea, sino del paralelismo criminal entre ambas. Lo

    hace a través de la perspectiva mortífera del narcisismo: al matar a la señora Lancelin y

    su hija, matan a su propia imagen en el espejo. Algo no se puede ver, por eso arrancan

    los ojos.

    El doble homicidio de las hermanas puede ser considerado dentro de los crímenes

    del ello (Allouch, 1984), por ser un crimen netamente pulsional. En estos casos, la victima

    representa un sustituto de la imagen materna, materializando las amenazas del superyo

    bajo la forma de perseguidores. Así es que la primera gran perseguidora será Clèmence,

    la madre de las hermanas; quien era muy severa y había renunciado a la crianza de sus

    hijas. Cuando se desencadena el pasaje al acto homicida, Christine fusiona

    imaginariamente en la señora Lancelina su madre; y en ese instante es ella vista como

    madre rival que se une a modo de cómplice de acto con su víctima. En este punto, lo

    imaginario se fusiona a lo real; la psicosis se explaya en su mayor esplendor. Christine y

    Lea matan a la perseguidora que hostigaba sus ideales, aquel sujeto simbólico que

    construyó su superyó autopunitivo.

    Las hermanas no conversaban jamás, salvo lo absolutamente necesario, con su

    patrona. Ella había impuesto esta condición; y ella misma, con terribles consecuencias,

    fue la primera en quebrarla, constituyéndose un objeto persecutorio. Los dichos de una

    madre desencadenan el pasaje al acto homicida. Silvia Tendlarz plantea que el pasaje al

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    acto psicótico apunta a establecer una diferencia simbólica en lo real, y así producir una

    extracción de goce. Su efecto no es uniforme. Alarrancarles los ojos a sus víctimas vivas,

    las hermanas se sustraían sus propios; por no poder sustraerse ella de la mirada que la

    volvía objeto miserable.

    Lasegue y Falret (1873) denominaron locura comunicada  a las presentaciones

    clínicas en las que dos personas, estrechamente relacionadas, comparten el mismo

    delirio. Para que esto ocurra, es necesario que los dos sujetos constituyan una comunidad

    cerrada con mínimo contacto con el entorno social, por un periodo prolongado de tiempo.

    Las hermanas cumplen estas características: nunca salían de la casa y pasaban todo el

    tiempo juntas. En la misma línea, de Clérambaultpostula que el automatismo mental es el

    fenómeno elemental que el delirio encubre, y que siempre es aislable si se sabe interrogar

    al enfermo. En el partenaire del delirante principal, de Clérambault constata el hallazgo de

    Lásegue y Falret: se trata de alguien que adopta el delirio.

    Es importante destacar la idea que los fenómenos elementales no son contagiosos,

    como sí lo es la trama del delirio. La posición del delirante primario está fijada a un

    significante Ideal y que tiene la característica de aglutinar bajo su égida, al modo de la

    holofrase, a los dos participantes.El partenaire, el delirante secundario, movido por su

    interés adopta el delirio. El dúo delirante, cuando se trata de dos psicóticos distribuye sus

    posiciones, en relación a la doble forclusión propuesta por Lacan (1958) El delirante

    principal se destaca por la fijeza del significante Ideal que comanda el trabajo del delirio al

    modo de un S1, significante primordial. El delirante secundario aparece como orientado

    en la realidad por un remedo de significación fálica, porque puede construirse, con su

    participación en el dúo, una especie de suplencia de la función paterna de la que no

    dispone.

    Régis(1880) propone que la verdadera folie à deux se trata de un cuadro de dos

    psicóticos indudables que coinciden en el tiempo en su delirio. A esta presentación la

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    denomina locura simultánea; en oposición a la noción de locura comunicada. Plantea al

    contagio como la creencia que puede despertar un delirante en individuos no psicóticos y

    define la locura comunicada como delirio que suscita adherentes. Existen sujetos

    delirantes que suscitan adhesiones, de sujetos pertenecientes a todas las estructuras

    clínicas, del mismo modo que sucede con los líderes de masas. Es importante diferenciar

    la adhesión a un delirio de una relación entre psicóticos delirantes.

    Freud (1921) explora el trabajo de Le Bon sobre el alma colectiva, en el cual

    investiga los cambios que experimenta un individuo al pasar a formar parte de una

    multitud. Y se detiene en lo que considera una laguna importante en los desarrollos de Le

    Bon: no aparece mencionada la persona que, para la multitud, sustituye al hipnotizador.

    Entonces Freud postula que el individuo, sumido algún tiempo en el seno de una multitud

    activa, cae pronto en un estado particular, muy semejante al estado de fascinación del

    hipnotizado entre las manos de su hipnotizador.

    Durante los primeros cinco meses luego de la noche del crimen, sus testimonios

    eran idénticos, no había diferenciación alguna. En abril, seis meses después del crimen,

    Cristinecomienza a sufrir crisis intensas que la deterioran rápidamente. Desarrolla un

    delirio alucionatorio. Su objeto es Lea, quiere verla, hablar con ella. Frente a la

    imposibilidad, intenta arrancarse los ojos en varias oportunidades; llegando a lastimarse

    hasta que se hunde en un desconocimiento total de su hermana, jamás vuelve a

    nombrarla. Cristine comienza a experimentar fenómenos melancólicos. Al poco tiempo

    muere de inanición, sin llegar nunca a cumplir su condena.Lea, separada de Cristine,

    queda sumergida en el vacío de significación que produce su acto.

    Para concluir, quisiera recordar la expresión  pálidos delincuentes  (Nietzsche,

    1972), reservada para aquellos sujetos que realizan un acto criminal, pero la imagen de

    su acción se les torna insoportable una vez cometido éste. Y desde ese momento, quedan

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    petrificados como autores de una sola acción. Las hermanas Papin, ciegas de cólera, se

    volvieron pálidas delincuentes.

    Bibliografía:

    * Allouch, J. 1984. El doble crimen de las hermanas Papin. México: de la Letra.

    * De Clérambault, G. 1942. Automatismo mental . Buenos Aires: Polemos.

    * Freud, S. 1921 “Psicología de las masas…”En OC t XVIII . Bs As: Amorrortu.

    * Lacan, J. 1932. De la psicosis paranoica…. México: Siglo XXI. 2005.

    * Lacan, J. 1950. “Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en criminología” .

    En Escritos 1. Buenos Aires: Siglo XXI. 2003.

    * Lacan, J. 1958 “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de las psicosis”.

    En Escritos 2 . Buenos Aires: Siglo XXI. 2003.

    * Laségue, Ch. y Falret, J. 1877. “La folie á deux”. Buenos Aires: Polemos.

    * Leibson, L. 2013. Maldecir las psicosis. Buenos Aires: Letra Viva.

    * Régis, E. 1880. La Folie à Deuxou Folie Simultanée, avec des observationsrecueillies à

    laClinique de PatologieMentale. J.B. Baillière. Paris.

    * Tendlarz, Silvia Elena & Carlos Garcia. 2014. ¿A quién mata el asesino? Psicoanálisis y

    criminología. Buenos Aires: Paidós. 2014.

    Lic. Maria Florencia Mussar [email protected]

    Artículo publicado en el libro “Lecturas de la Memoria” Asociación Argentina de

    Salud Mental. 2015.

    mailto:[email protected]:[email protected]