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Ciencias Sociales en América Latina:Observaciones sobre una tendenciageneralizada*
Esla eonverución, destinada ar ciclo que or¡aniz¡el Centro de Estudios Latinoamericanos de nuestra f¡cultad, puede considerarse la segunda partede la conferenc ia sobre Universidad y Estado enAmt!ria, l at ina que pron uncié par;¡ el Centro deEstudios Bí sicos en Teorla Social y cuyo textoapareció en el núm. 134 de la Rcvista Mexicanade Ci( ncilS Po lóliu $ y Soc illles.
Se Hata de un lema cuya ampl itud desbordalas posib ilidades de una sesión , pero SI es útil unesfuerzo por encerrar en un t iempo brcv c un panorama gener,¡t, porque la verdad es que estamos enpresencia de una tendencia generalizada, que nosalcanza a todos los que trabajamO$ en docencia einvestiglción en ciencias socia les.
Pensando en lo que h¡ sido hasta hoy la producción cseritil en Cienciasseetares en nuestros países,podríamos distinguir con (Iaridad t res grandeseupiS en lo que va del siglo. Cuando se inid l laSegunda Guerra Mundial, en 1939, esumos alÍnplenamente en ese prolongado periodo en el ccatlcque se observa y lo que se esc:ribe en la tem<fti( asod al esa domi nado por el género de ensayo ypor un modo de obse rvar que surge de una (ul tu~
general y de una ri(a experien( ja de la vida diaria.A esta etap a perten ecen, en todos nuestros países,obriS y fragmento s de gran penetlui6n jnterpreUtiVi y algunos de los primeros _ y muy inteligen·res- . ensayos de cuantifi(a(i6n de los fen6menosdemogr:ffi(os.
f inaliu da la Segunda Guerra Mundial, liSwndi(iones (a mbian. Aunque alguniS de las u·r~eriS en ( iendas sociales proceden de años anterlores, la mayo r,'a de ellas son ( read6n de la segunda eU pa. Este actc de fundaci6n estuvo lnclu-
slve, en algunos (asas, aoompañado por una pelé miu muy interesante, (omo esa reuni6n de expe rtos en la (u al se tril6 en Méxk o si deb ía crearseuna carrera especial para la formad6n de ecc ncmistas . Hubo no poo:as opiniones en oontra, peropredomin6 la argumenuci6n pre( isa de Jesus SilvaHerzqg a favor de la cread6n de la urrera. Exlste una versión u quigráfiu de esa reuni6n.
La UNESCO tom6 en aqueltos años la iniciat;'va de organizar en Am~ri(a Lat ina ( ursas permanentes de sociolog(a y teo r(a pol ít ica para graduados, porque no exist(an en las universidades delsubcontinente y para est imularlas a que los arpnizaran, As( nad6 la facultad l ati noamer icana deCiencias Sociales (fL ACSO), con sede en Sant iago de Chile. Muy pronto, fue en esa ciudad dondese inici6 ta mbii n un (U!"$O c::~ esp~(l a1i zadón ene( onom (a y otro en demografía .
Esta eupa -cque en t~rminos muy generalespod r(amos llamar del desarrollismo- se caracrer tza, adem¡\s, por otras in;(iat ivas importan tes. Pa·ralelamente a la orga nizaci6n de liS urreriS eneconom(a, socio logía y teor(a polít ica, se expandepor casi loda Améri( iI latina el (ompromiso.quese transforma en programa pol (tico de mu( hos gobiernos- de promover un programa de indu wializad 6n y de desarrollo eccn émíco general. Esulendencia, u n ext endida, se vio fuertemente estlmulada por obra de la Comisi6n E(on6mk a par¡ AmÜica l at ina (CEPAl), el organismo de lasNa(iones Unidas que ecmenzé a a(tuar en NuevaYork pero que muy pronto se insul6 en Sant iagode Chile, cludad que, hasta la u lda de Atiende, en1973, se t ransform6 en uno de los centros más im
. pOftantesdeell botaci6n y difusi6n del pensamien·lo lalinoameri( ano en tem¡\tiu social.
la tend encia induslrializadora y la (onvi(d 6ndesarrottista -u que, en su form a mis pura y optimista , se exp resaba en el axioma seg(in el cual" primero el desarrollo eccn émkc y despuis lasolud 6n de todos los prob lemas nac:ionales"-
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dieron lugar a la creación de gran número deillSlilUtos de desarroll o y planificación económicos , muchos de ellos de pend ien tes de los gob iernosresped iYos Y cuya misión fun damental tonsisl(aen el análisis coyuntural y en 1.. preparación deplanes económicos de mayor alcance. El desarrolIismo, en efecto, estuvo acomp¡¡ ~ado por unafuerte lendencia a 'a programación económica einclusive social.
En economra, ¡ nno polos (a, socia los"'. y leorí¡ poll'lit a se registr,l u mbién el predominio, aveces simulú neo ya vecessucesiyo,del est ructu ral·funcionalismo de origen es!adunidense; y delmarxismo. Los congresos de Iol Asociaci6n Latl~mericana de Sodalog!. son un buen registrode esas modalidades. Amln s escuelas de pensamiento se expresaron en las cátedras y en los nuevos instituto s de investigación, ta nto en sus expresiones m~s responsables y ronstruct ivas como eninterpretaciones meúnieu y de ex tre ma simplificac ión.
Cuando se cierra esta segunda etapa, su resumen cs muy posit ivo, porqu e generó una ampli,¡capac idad de análisis que sobrepasa con holgura laslimitaciones ccncepruales del manu ahsmo.
Desde luego, habr{,¡ muc ho más que decir SG'bre el tema. Tend r (amos que,¡n alizar, por ejemplo,dos cap{tulos impor ta ntes: uno se refiere ,¡ la for omación de especialistas latinoa.mericanos en cenotros un ivenitarios europeos y est,¡dunidenses;ot ro , '¡ la ,¡parición de la profesión misma de docente e invest igador en clenclas soc iales.
Más aún, toda reconstrucción históri ca deber íaincluir un prolon gado capúulo scbre la guerr,¡ quenumerosas dictadul'<1s inspiradas en la teor (a de laseguridad nacional -Chile, Argenlina, Uruguay,Brasil- decla raron ,1 las ciencias sociales, al psiooanálisis, a las matemáticas modernas y, en ~neral ,1 1,1 creac ión cu ltul'<1l. Sigue siendo un u p{lll lotr~gico que aún no finaliza - pienso en Guatemalay El Salvador- y que inctuye el efecto que esaguerl'<1 siniestra tuvo en la capacidad de Inte rpretación y de análisis para los trabajadores de la cult uraque la vivieron romo víctimas.
En los dos últimos lustros las con diciones han experimentado cambi os drásticos. l a crisis econó mi.ca impon e con diciones diferentes y lo menos quepodemos recon ocer es que estamos viviendo delleno una eta pa bastante dist int,¡o
Se trata de mod alidades que se han expandido mucho en nuestros países en pocos años, y esemismo hecho nos obliga a examinarlas como unverdade ro prob lema de fondo y no como una tendencla eircunstancial.
Los que vivimos Fa realidad un ivenilaria de todos los d{,¡s conocemos muy bien los s(n lomas,
que se repite n en numerosos pa{scs tanncamertcanos. Se com ienz.a po r una marcada y sosten idareducción del ,¡po rte fiscal a las un iversidades estat ales y a los organismos oficiales de estimulo ala investigación ctent rñca. En muchos ea rses quepadecen gobiernos muy represivos, los órganos delEstado atacan militarmente a las univenidades y,¡los centros estata les de investigación, as( tambiéncome a instituciones similares dependien tes de algunas órdenes religiosas.
Simultáneamente, se multi plican en muchosparses lati noamericanos las institu ciones particu lares de enseñanza superio r, destinadas con fesadamente a formar profesionales y lécnicos para lagran empresa privada, sobre todo la de c,¡ráetertramaclcnal. Asimismo, se multiplican los centrosprivados de investigación en ciencias sociales consubvención generosa de trasnacionale s y ciert asfund,¡ciones, centros que trabajan con una remauca, una md odo logla y un esquema conceptualmuy precisos y muy diferen les de todo,¡quello quealimentó la mejor producción en la proble mátiasocial y naciona l en las otras etapas que acabo demencionar.
Toda esta tendencia va acompañada de impor·tantes transformaciones en el contexto sccjc-estructural de 1,1 enseñann superior y de la invest i.gación cien nflca, Que se exp resa ,1 veces po r v(assutil es y otras por cambios manifiestos.
Los lat inoamericanos vivimos esta nueva experiencia todos los d"as y podemos citar siempre casos muy concretos. Lo que resulta menos fácil esel análisis com paral ivo, que nos permitir{,¡ observar cómo la tendencia se presenta simultáneamentey con las mismas car,¡etefl'st icas fundamentales enaqu ellos paúes del subcontinen te donde la enseñanza y la invest igación en ciencias soc iales hab{,¡nhecho algunos progresos importantes en los lustrosanteriores.
Como est,¡ tendencla v,¡aecmpas ada del exte·nuante problema de la deuda externa, h,¡y unamarcada prope nsión a explicar la una por la otra ,No cabe duda que esa simultaneidad está revelando algo real, pero esos no son todos los eleme ntosdel prob lema . Si así fuera, es ta tendencia que nosotros percibimos sin d ificultades en Amirica L,¡·tina estar{a localizada en esta parte de l mundo; obien, serí,¡ compart id,¡ por lo que resta deltercermund o y que vive también bajo el agobio de ladeu da externa. Pero el panoram a presenta ot rascomplejidades, que es menester tener muy encuenta.
c. En el Pfimer mundo
En Estados Unidos lapolítica educacional y cient"·fica duunte las dos presidenci,¡s de Reagan ha tenido una orientación precisa, que es menesterconocer por trat arse de un pa(s que se encuentra a
la~u de la inveslipción en muchu especiali'dades. TlaSladando a los municipios el~o de laeduC.llción en los primeros peldaños -la ",uelaprimaria y el high $Chool- Y restriflliendo nota·bleme nle la subvención fede ral~ esa finalidad ,se ha~ que un allo porcentaje de nil\os y;tdokscenles ele seclores pobres abandooen las au ·lB mb tempanamcnte 0, si no lo hacen , recibanuna eMClUnU OenI,TIC.lI de menor C.lIlidad. D.Allan Bromley, ffsic;o nucíear ele primen impor.WICia qllt' se hlo hed'lo wgo de b dirección ele bOfICina ele Pol(tia CienuTIU y TeconoIócia ele laPresiderKb ele lI. Repúblia PIXOde:spu6; de inic iar.se la admin~rxi6n Bush, h.abfa tnudo en 1980este euadro de la preparación eien uToa. en supaís: en l05n iveles an terioresal ecMpo, esunda.1oSI; en el colegio, mezm. ele u u leoeia y mediocricbd; en el poscr~o, lidemgo mundial. Sc~ntJfIc
Amtrlaln aseJ ura, en su nUmero de julio de 1989,que el dia¡n6stico~tinúa ~ndo vSlido en la acl ualidad.
l a pol ftica de Rugan tu vo eee U pfl Ulo, realmenle com plemen tario de l que Kabo de ciu r,Los h/gh sdl<J<¡ls y los colegios muy uros meloI1ron durante esos ullimos años la u lidad y launlidad de la enseñanu cien l (ficO-lecnol6giu,la seleccl6n de los jóvenes qued6 asil1dicalmenledefinida: lu pruebas de ingreso a los cursos especialiu dos y a los doclorados en ciencia y IccnoloSlasó lo pod lan ser superadu por aq uellos alumnoscuyas familiu hubiel1n pod ido pagar una prepara·ción un costosa.
Desde luego, ha habido y sigue habiendo becas- lascua les en pane permiten el acceso a los rangossuperiores de la enseñanza a jóvenes proudenlesde pafses del Sudeste AsiStico-, pero denlro ele la<:orriente pnenl de esa pol ltica eduQ(ional, susefeclOS son insilnif"oa.ntes .
Pod rfa uno prqunu ne cómo se p_ Estados Unidos en los años actum de los tK nicos ylos l"'OfesionaJts que elemmda su elendo niveleontemporSneo. El défICit ha sido cubierto hastaahora por la inml¡nción de egresados ck uJ idadsobrtWitnte ele Ambica Lalina, de OUOS paisesdel tercer mundo e induSÍY'e de Europa occidental, que encuenlran en el pars del norte recompe....sas económicas muy superioresy emtroJ de u'a bajomuy bien eq uipados.
l o que esU ocurriendo en algunos paises deEuropa o«.iOtntal complementa también el pano.rama que quitro reconstruir aqu (, aunque sea enforma somera. El cobierno de la señora Thate herha len ido una polflica eduacional muy claramen·te orienu da : ha ido limita ndo en forma drSst icael apo rte presup uestala lu universidades esutateshasta Producir en algunas de ems situ aciones v<: r·daderamenle extremas, Esel caso de la Un iversid ~d
de OKford , I ~ cual duranle los anos reclenles hadebido afronur problemu i n~d i tos de preMl pues·
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lo, que han llevado a al¡ unos de sus mSs famososlaboratorios y centros 6e Inveslip ci6n a situacioneseKlremas de empobrecimiento .
Un episodio últ imoes muy e1oc4tente. Oxford,de CUYilS aulas, a lo brxo 6e si¡los, han sur¡ido 24primeros ministros del Imperio, ac.llba 6e lOmar bdecisión ex presa de negar el doclorado honorisuusa a la sei'iol1 Thatcher , que qra6 ck sus aulilS,conlo a,gl rompe una anl icua iadición.
Por cieno que OKford se ha visto forz~u busar filWlCWnien to por otras yras - y ~te es el se....ndo Upl'tulo de cualquiera ck estas hislorias queestamos refiriendo-, y lo ha hecho rcwrriendo a¡ipntesas em~ tnsnKionales. Desde ahora ,Squ ibb dorwS a Oxford una. enorme St.ItI\II pUl!financiar cenos c.lIpi'tulos ck b invcstipción cient tlia, que debemos supotler que son del interésparticular ee esa empresa. l a señon. Thu chel hatriunfado : ya no sed el Esudo nK lonal sino la ¡lp ntesc.a empresa Pfivada. trunKional b que n·nancit los ¡rande cen lros un iversitarios y la invesl ipclón cien t if"oa.. Por sup ueslo, eslO involucratambi~n la p~rd ida de la independencia de selección de ternas y ladecisi6n en mater ia de o bjttivoscien t íficos.
5i¡amos con los paises del primer mundo delcap ita lismo. En noviembre de 1988, fa ediciónfrancesa de Lt Monde DiplQmotlque public6 unImpo rt.'lnte eslUdio de G~rud Cou rlols tltuladc"De la escuela a la Univ<: rsidad . l a injuslicia siempre recomienza" , donde se analiun lendencias re·d entes en los eslUdios universiurios de n rios par·ses de Europa occ idental . Recuerda este aUlor quedespués de la Segunda.Guerra Mund ial en muchospaíses eet Oecidenle eureeeo 1.1 enseñann un iver·sita ria recibió un soplo viposo de renovx ión encuanto t la orientación de bs urreras, los conteonidos de 1.1 enseilanu y el acceso de la poblolciónjuwnil. Esa eupa ha term inado y los al\os recienteS estSn mostrando una tI\IIl"Qd.1 lendencia de laorpninción universitaria a preocuparse funda.menta lmente por salistaour los requ isilOS a tortoplazo ele b empresap~.
d. En resumen
Podrramos squir cm tMísqueda de aetececeetes,porque hay mocho mis que decir y muchos otrOSdatos que permilen compleur y enriquecer el un;'verso cese.....ab le. Por ejemplo, los req uisitos de laenseñanza de las nuevu leenolOl ,'as se esun im·pon iendo en Europa occidenul , como en Aml!riaLatina, a COSta de los cursos de formación culturaly, mSs concretamente , de aquellu U i¡nal UraSqueperm ilcn a los jóvenes com prender la naturtl euy los mea nismos fundamentales de las soe ied~des
conlempol;ínn s, en las cuales viven y en las quevan a ejercer sus nuevas profesiones.
En un espacio u n limiu do como éste sólo
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podem os señalar las lendencias fundamentales yex poner algunos de los casos mí s recientes e importantes. A pe~f de la brevedad de GSU exposiciÓn los da lOs enu nciados indiun con efecu enctaque 'In recienles tcndencias que eslln ¡ fecundoel CUlIdro universitar io, profesional y cultu,,,1dela nueva ¡ entruión en Ami,iC<! lat im formanparte de un con tex to miÍs amplio, cuyas principales raJ ees se encuentran en los cap(tulos .«ien lesde la ecc ncmra y el eesarrcnc tecnológico de l pri·mer mundo capitalista.
Como es obvio, las universidades v.tos ambien.tes cultura les luin04lmericJ n05 están viviendo Citecap(tu lo eon sus pro pios acen to s, pero las , "presiones fundamentales SOn comunes ecn el primermundo : el bloqueo fin anciero - ·y en algulKlSpaisesel ataque milita. directo, como hoy en Guatemala,El Salvador , Perú y Chile; y, ayer no más, en Argentina, Uruguay y Brasil- ; el estímulo a la finan.t iatión de la enwñanza y la investigatión por partede las grandes empresas pt ivadas trasnati o nales; la
decadencia de la ense"a nza destinada a dotar a losjóvenes de Ul$ t apatidad de lnterpretacfén delas sociedades tOnt empor~n eas ; la invitadón a losbuenos profesionales e i n~est igadores a que w pon.gan al servicio de la gran empresa pri~ada o bienque abandon en sus pa{ses de origen.
El proble ma es serio y generalizado. Lo quececee en Amériu Lat ina en esus mate rias no termina de compren derse hasta que se descubre queforma parte de una tendencia generalizada , que seorigina en el primer mun do upita lisu. Pero nose trata de un naufragio sin esperanza. Lo inme_diato y decisivo en nuestros d{as es descubrir laverdadera magnitud y natur;tleU del prOblema ysaber enfrentarlo en fund ón de los resul tados deese an~ lisis.
Se trata de la defensa del derecho a saber ; de lacapacidad de coloc arse en el nivel superior de la in~ent i6n científica sin ren und ar al seouec de lohumano y a la apt it ud de comprende r lo que <xurre en las sociedades de los homb res.