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CONCLUSION Y tras contar así esta historia, añadió Schehrazada: "Y ésta es ¡oh rey afortunado! la tierna historia del príncipe Jazmín y de la princesa Almendra. Y la he contado como llegó a mí: ¡Pero Alah es más sabio!". Luego se calló. Entonces exclamó el rey Schahriar: "¡Oh Schehrazada! ¡cuán espléndida es esa historia! ¡Oh! ¡qué admirable es! Me has instruído, ¡oh docta y discreta! y me has hecho ver los acontecimientos que les sucedieron a otros que yo, y considerar atentamente las palabras de los reyes y de los pueblos pasados, y las cosas extraordinarias o maravillosas o sencillamente dignas de reflexión que les ocurrieron. Y he aquí en verdad, que, después de haberte escuchado durante estas mil noches y una noche, salgo con un alma profundamente cambiada y alegre y embebida del gozo de vivir. Así, pues, ¡gloria a quien te ha concedido tantos dones selectos, ¡oh bendita hija de mi visir! ha perfumado tu boca y ha puesto la elocuencia en tu lengua y la inteligencia detrás de tu frente!'. Y la pequeña Doniazada se levantó por completo de la alfombra en que estaba acurrucada, y corrió a arrojarse en los brazos de su hermana, y exclamó: "¡Oh Schehrazada, hermana mía! ¡cuán dulces y encantadoras y deliciosas e instructivas y emocionantes y sabrosas en su frescura son tus palabras! ¡Oh! ¡qué hermosas son tus palabras, hermana mía!". Y Schehrazada se inclinó hacia su hermana, y, al besarla, le deslizó al oído algunas palabras que sólo oyó ésta. Y al punto la chiquilla desapareció, como el alcanfor. Y Schehrazada se quedó sola, durante unos instantes, con el rey Schahriar. Y cuando se disponía él, en el límite del contento, a recibir en sus brazos a su maravillosa esposa, he aquí que se abrieron las cortinas y reapareció Doniazada, seguida de una nodriza que llevaba a dos gemelos colgados de sus senos, en tanto que un tercer niño marchaba a cuatro pies detrás de ella.

Conclusion

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conclusion de las mil y una noches según mardrus

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CONCLUSION

Y tras contar as esta historia, aadi Schehrazada: "Y sta es oh rey afortunado! la tierna historia del prncipe Jazmn y de la princesa Almendra. Y la he contado como lleg a m: Pero Alah es ms sabio!". Luego se call. Entonces exclam el rey Schahriar: "Oh Schehrazada! cun esplndida es esa historia! Oh! qu admirable es! Me has instrudo, oh docta y discreta! y me has hecho ver los acontecimientos que les sucedieron a otros que yo, y considerar atentamente las palabras de los reyes y de los pueblos pasados, y las cosas extraordinarias o maravillosas o sencillamente dignas de reflexin que les ocurrieron. Y he aqu en verdad, que, despus de haberte escuchado durante estas mil noches y una noche, salgo con un alma profundamente cambiada y alegre y embebida del gozo de vivir. As, pues, gloria a quien te ha concedido tantos dones selectos, oh bendita hija de mi visir! ha perfumado tu boca y ha puesto la elocuencia en tu lengua y la inteligencia detrs de tu frente!'. Y la pequea Doniazada se levant por completo de la alfombra en que estaba acurrucada, y corri a arrojarse en los brazos de su hermana, y exclam: "Oh Schehrazada, hermana ma! cun dulces y encantadoras y deliciosas e instructivas y emocionantes y sabrosas en su frescura son tus palabras! Oh! qu hermosas son tus palabras, hermana ma!". Y Schehrazada se inclin hacia su hermana, y, al besarla, le desliz al odo algunas palabras que slo oy sta. Y al punto la chiquilla desapareci, como el alcanfor. Y Schehrazada se qued sola, durante unos instantes, con el rey Schahriar. Y cuando se dispona l, en el lmite del contento, a recibir en sus brazos a su maravillosa esposa, he aqu que se abrieron las cortinas y reapareci Doniazada, seguida de una nodriza que llevaba a dos gemelos colgados de sus senos, en tanto que un tercer nio marchaba a cuatro pies detrs de ella. Y Schehrazada, sonriendo, se encar con el rey Schahriar, y le puso delante a los tres pequeuelos, despus de estrecharlos contra su pecho, y con los ojos hmedos de lgrimas le dijo: "Oh rey del tiempo! he aqu a los tres hijos que en estos tres aos te ha deparado el Retribuidor por mediacin ma". Y mientras el rey Schahriar besaba a sus hijos, penetrado de una alegra indecible y conmovido hasta el fondo de sus entraas, Schehrazada continu: "Tu hijo mayor tiene ahora dos aos cumplidos, y estos dos gemelos no tardarn en tener un ao de edad. (Alah aleje de los tres el mal de ojo!)" Y aadi: 'Sin duda, te acordars oh rey del tiempo! de que estuve indispuesta veinte das entre las seiscientas sesenta y nueve noches y las setecientas. Pues entonces precisamente fu cuando di a luz a estos dos gemelos, cuyo alumbramiento me ha fatigado mucho ms que el de su hermano mayor, el ao anterior. Porque tan poco molesta estuve en mi primer parto, que pude continuarte sin interrupcin la historia, empezada a la sazn, de la Docta Simpata". Y tras de hablar as, se call. Y el rey Schahriar, que estaba en el lmite extremo de la emocin, paseaba sus miradas de la madre a los hijos y de los hijos a la madre, y no poda pronunciar ni una sola palabra. Entonces, despus de besar a los nios por vigsima vez, la tierna Doniazada se encar con el rey Schahriar y le dijo: "Y ahora, oh rey del tiempo! vas a hacer cortar la cabeza a mi hermana Schehrazada, madre de tus hijos, dejando as hurfanos de madre a estos tres reyezuelos que ninguna mujer podr amar y cuidar con el corazn de una madre?" Y el rey Schahriar dijo, entre dos sollozos, a Doniazada: "Calla, oh nia! y estate tranquila". Luego, logrando dominar un poco su emocin, se encar con Schehrazada y le dijo: "Oh Schehrazada! por el Seor de la piedad y de la misericordia, que ya estabas en mi corazn antes del advenimiento de nuestros hijos! Porque supiste conquistarme con las cualidades de que te ha adornado tu Creador y te he amado en mi espritu porque encontr en ti una mujer pura, piadosa, casta, dulce, indemne de toda trapisonda, intacta en todos sentidos, ingenua, sutil, elocuente, discreta, sonriente y prudente. Ah! Alah te bendiga, y bendiga a tu padre y a tu madre y tu raza y tu origen!" Y aadi: "Oh Schehrazada! Esta noche, que es la miliunsima, a contar del momento en que te vi por vez primera, es para nosotros una noche ms blanca que el rostro del da". Y as diciendo, se levant y la bes en la cabeza. Y Schehrazada cogi entonces la mano de su esposo el rey, y se la llev a los labios, al corazn y a la frente, y dijo: "Oh rey del tiempo! te suplico que llames a tu viejo visir, a fin de que su razn se tranquilice por lo que a m respecta y se regocije en esta noche bendita". Y el rey Schahriar mand al punto llamar a su visir, quien, persuadido de que aquella era la noche fnebre escrita en el destino de su hija, lleg llevando al brazo el sudario destinado a Schehrazada. Y el rey Schahriar se levant en honor suyo, y le bes entre ambos ojos, y le dijo: "Oh padre de Schehrazada! oh visir de posteridad bendita! he aqu que Alah ha elegido a tu hija para salvacin de mi pueblo; y por mediacin de ellas, ha echo entrar en mi corazn el arrepentimiento". Y tan trastornado de alegra qued el padre de Schehrazada al ver y or aquello, que se cay desmayado. Y acudieron a auxiliarle, y le rociaron con agua de rosas, y le hicieron recobrar el conocimiento. Y Schehrazada y Doniazada fueron a besarle la mano. Y l las bendijo. Y pasaron aquella noche juntos entre transportes de alegra y expansiones de dicha. Y el rey Schahriar se apresur a enviar correos rpidos en busca de su hermano Schahzamn, rey de Samarkanda Al-Ajam. Y el rey Schahzamn contest con el odo y la obediencia, y se apresur a ir al lado de su hermano mayor, que haba salido a su encuentro, a la cabeza de un magnfico cortejo, en medio de la ciudad enteramente adornada y empavesada, en tanto que en los zocos y en las calles se quemaban incienso, alcanfor sublimado, loe, almizcle indio, nadd y mbar gris, y los habitantes se tean frescamente las manos con henn y el rostro con azafrn, y los tambores, las flautas, los clarinetes, los pfanos, los platillos y los tmpanos hacan resonar el aire como en los das de fiestas mayores. Y despus de las expansiones propias del encuentro, y mientras se daban regocijos y festines enteramente a costa del tesoro, el rey Schahriar llam aparte a su hermano el rey Schahzamn, y le cont cuanto en aquellos tres aos le haba sucedido con Schehrazada, la hija del visir. Y le dijo en resumen todo lo que de ella haba aprendido y odo en mximas, palabras hermosas, historias, proverbios, crnicas, chistes, ancdotas, rasgos encantadores, maravillas, poesas y recitados. Y le habl de su belleza, de su cordura, de su elocuencia, de su sagacidad; de su inteligencia, de su pureza, de su piedad, de su dulzura, de su honestidad, de su ingenuidad, de su discrecin y de todas las cualidades de cuerpo y alma con que la haba adornado su Creador. Y aadi: "Y ahora es mi esposa legtima y la madre de mis hijos!" Eso fu todo! Y el rey Schahzamn se asombraba prodigiosamente y se maravillaba hasta el lmite de la maravilla. Luego dijo al rey Schahriar: "Oh hermano mo! siendo as, yo tambin quiero casarme. Y tomar a la hermana de Schehrazada, a esa pequeuela cuyo nombre no conozco. Y as seremos dos hermanos carnales casados con dos hermanas carnales". Luego aadi: "Y de ese modo, con dos esposas seguras y honradas, olvidaremos nuestra desgracia anterior. Pues, por lo que respecta a la antigua calamidad consabida, empez por alcanzarme a m el primero; despus, por causa ma, te alcanz a ti a tu vez. Y si no se hubiese descubierto mi desgracia, no te hubieras t enterado, ni por asomo, de la tuya. Ay! oh hermano mo! en estos tres ltimo saos lo he pasado muy mal. Jams pude gustar realmente el amor. Porque, siguiendo tu ejemplo, cada noche tomaba a una muchacha virgen, y por la maana mandaba matarla, para hacer expiar a la raza de las mujeres la calamidad que nos haba alcanzado a ambos. Pero ahora tambin quiero seguir el ejemplo que me das, y casarme con la segunda hija de tu visir". Cuando el rey Schahriar oy estas palabras de su hermano se tambale de alegra, y se levant en aquella hora y en aquel instante, y fu en busca de su esposa Schehrazada, y la puso al corriente de lo que acababan de hablar l y su hermano. Y as fu como le notific que el rey Schahzamn se haca novio oficial de su hermana Doniazada. Y Schehrazada contest: "Oh rey del tiempo! damos nuestro consentimiento, pero con la condicin expresa de que tu hermano el rey Schahzamn habite en adelante con nosotros. Porque ni por una hora podra yo separarme de mi hermana pequea. Yo soy quien la ha educado; y ella no puede dejarme, como yo no puedo dejarla. Por tanto, si tu hermano acepta esta condicin, desde este instante mi hermana es su esclava. Si no, nos quedamos con ella. Entonces el rey Schahriar fu en busca de su hermano, con la respuesta de Schehrazada. Y el rey de Samarkanda exclam: "Por Alah, oh hermano mo! que sa era precisamente mi intencin. Porque tampoco yo podra ya separarme de ti, aunque slo fuera una hora! En cuanto al trono de Samarkanda, Alah le escoger y le enviar a quien quiera. Pues, por mi parte, no pienso en reinar all ms, y no me mover de aqu". Al or estas palabras, el rey Schahriar no tuvo lmites para su alegra y contest: "Eso es lo que yo anhelaba! Loado sea Alah, oh hermano mo! que por fin nos ha reunido despus de larga separacin!" Y acto seguido se envi a buscar al kad y a los testigos. Y se extendi el contrato de matrimonio del rey Schahzamn con Doniazada, la hermana de Schehrazada. Y as fu como se casaron los dos hermanos con las dos hermanas. Y entonces fu cuando los regocijos y las iluminaciones llegaron a su apogeo, y durante cuarenta das y cuarenta noches toda la ciudad comi y bebi y se divirti a costa del tesoro. En cuanto a los dos hermanos y a las dos hermanas, entraron en el hammam, y se baaron con agua de rosas y con agua de flores y con agua de sauce aromtico y con agua perfumada de almizcle, y se quem a sus pies madera de aigle y de loe. Y Schehrazada pein y trenz los cabellos de su hermana menor, y los roci de perlas. Luego le puso un traje de tela antigua del tiempo de los Khosroes, brochada de oro rojo, y adornada aparte del tejido, con bordados que representaban, en sus colores naturales, animales ebrios y aves desfallecidas. Y le puso al cuello un collar ferico. Y as bajo los dedos de su hermana, Doniazada qued ms hermosa que pudiera estar nunca la esposa de Iskandar el de los Dos Cuernos. As es que cuando los dos reyes salieron del hammam y se sentaron en sus tronos respectivos, el cortejo de la recin casada, compuesto por esposas de emires y dignatarios, se form en dos filas inmviles, una a la derecha y otra a la izquierda de ambos tronos. Y las dos hermanas hicieron su entrada, sostenindose una a otra, semejantes a dos lunas en una noche de luna llena. Entonces avanzaron hacia ellas las ms nobles entre las damas presentes. Y cogieron de la mano a Doniazada, y despus de quitarle los trajes que llevaba, la pusieron un traje de raso azul, de un tinte ultra marino, que arrebataba la razn. Y qued ella como lo describiera el poeta en estos versos:

Se adelanta vestida con un traje azul ultramarino, y creerasela un fragmento arrancado del azul de los cielos!

Sus ojos son sables famosos, y bajo sus prpados tiene miradas llenas de hechicera!

Sus labios son una colmena de miel, sus mejillas un parterre de rosas y su cuerpo una corola de jazmn!

Al ver la finura de su talle y su encantadora grupa redondeada en la tranquilidad, se la confundira con el tallo del bamb clavado en un montculo de movible arena!

Y su esposo el rey Schahzamn se levant y descendi a mirarla el primero. Y cuando la hubo admirado as vestida, volvi a subir a su trono. Y Schehrazada, ayudada por las damas del cortejo, puso a su hermana un traje de seda color de albaricoque. Luego la bes, y la hizo pasar por delante del trono del esposo. Y as, ms encantadora que con su primer traje, era de todo punto la que ha descrito el poeta:

La luna de verano en medio de una noche de invierno no es ms hermosa que tu llegada, joh joven! Las trenzas sombras de tus cabellos, que te entorpecen los talones, y las bandas de tinieblas que te cien la frente, me hacen decirte: Ensombreces la aurora con el ala de la noche!" Pero me contestas: "No! no! es una simple nube que oculta la luna!"

Y el rey Schahzamn descendi a mirar a Doniazada, la recin casada, y la admir por todos lados. Y tras de disfrutar as el primero con la contemplacin de su belleza, volvi a sentarse al lado de su hermano Schahriar. Y Schehrazada, despus de besar a su hermana pequea, le quit su traje color de albaricoque y la visti con una tnica de terciopelo granate, y la puso como dice de ella el poeta en estas dos estrofas.

Te contoneas oh llena de gracia! en tu tnica granate, ligera como la gacela; y a cada uno de tus movimientos tus prpados nos lanzan flechas mortales!

Astro de belleza, tu aparicin llena de gloria los cielos y las tierras, y tu desaparicin extendera tinieblas sobre la faz del Universo!

Y de nuevo Schehrazada y las damas de honor hicieron a la desposada dar la vuelta a la sala lentamente y a pasos contados. Y cuando Schahzamn la hubo considerado y se hubo maravillado, la hermana mayor la visti con un traje de seda amarillo limn, rayado con dibujos a lo largo. Y la bes y la estrech contra su pecho. Y Doniazada era exactamente aquella de quien el poeta haba dicho:

Aparece como la luna llena en la serenidad de las noches, y sus miradas hechiceras alumbran nuestro camino!

Pero si me acerco, para calentarme al fuego de sus ojos, me rechazan dos centinelas: sus dos senos erectos y duros como la piedra!

Y Schehrazada la pase, a pasos lentos, por delante de los dos reyes y de todos los invitados. Y el recin casado se aproxim a mirarla muy de cerca y volvi a subir a su trono, encantado. Y Schehrazada la bes largamente, le cambi sus vestidos y le puso un traje de raso verde brochado de oro y sembrado de perlas. Y le arregl simtricamente los pliegues, y le ci la frente con una ligera diadema de esmeraldas. Y Doniazada, aquella rama de ban alcanforada, di la vuelta a la sala, sostenida por su querida hermana. Y fu un encanto. Y no ha mentido el poeta cuando ha dicho de ella:

Las hojas verdes oh joven! no velan de manera ms encantadora lo, flor roja de la granada, que te vela a ti tu verde tnica!

Y le dije: "Cul es el nombre de ese vestido, oh joven!?" Ella me dijo: "No tiene nombre: es mi camisa".

Y exclam: "Qu maravillosa es tu camisa, que nos traspasa el hgado! En adelante la llamar la camisa punzadora del corazn!" Luego Schehrazada cogi a su hermana por el talle, y se encamin lentamente con ella, entre las dos filas de invitadas y ante los dos reyes, a los aposentos interiores. Y la desnud y la prepar y la acost y le recomend lo que tena que recomendarle. Despus la bes llorando, porque era la primera vez que se separaba de ella una noche. Y Doniazada llor tambin, besando mucho a su hermana. Pero como iban a verse por la maana, tomaron su dolor con paciencia, y Schehrazada se retir a sus habitaciones. Y aquella noche fu para los dos hermanos y las dos hermanas la continuacin de la mil y una noches, por la alegra, la felicidad y la blancura. Y se convirti en efemrides de una era nueva para los sbditos del rey Schahriar. Y cuando lleg la maana posterior a aquella noche bendita, y los dos hermanos, al salir del hammam, se reunieron de nuevo con las dos hermanas bienaventuradas, y as que los cuatro estuvieron juntos, el visir, padre de Schehrazada y de Doniazada, pidi permiso para entrar, y fu introducido al punto. Y ambos se levantaron en honor suyo; y sus dos hijas fueron a besarle la mano. Y dese l larga vida a sus yernos, y les pidi rdenes para el da. Pero le dijeron: "Oh padre nuestro! queremos que en adelante seas t el que tenga que dar rdenes, sin recibirlas nunca. Por eso, de comn acuerdo, te nombramos rey de Samarkanda Al-Ajam" Y dijo Schahzamn: "S, pues he renunciado a la realeza". Y Schahriar dijo a su hermano: "Pero es a condicin oh hermano mo! de que me ayudes en los asuntos de mi reino, aceptando el compartir conmigo la realeza, para lo cual gobernaremos por turno, yo un da y t otro da". Y Schahzamn di a su hermano mayor la respuesta que convena, diciendo: "Escucho y obedezco". Entonces las dos hermanas se arrojaron al cuello de su padre el visir, que las bes y bes a los tres hijos de Schehrazada, y se despidi tiernamente de todos. Luego parti para su reino, a la cabeza de una escolta magnfica. Y Alah le escribi la seguridad, y le hizo llegar sin contratiempo a Samarkanda Al-Ajam. Y se regocijaron con su llegada los habitantes de Samarkanda. Y rein sobre ellos con toda justicia, y fu un gran rey entre los reyes. Y esto es lo referente a l. Pero en cuanto al rey Schahriar, se apresur a llamar a los escribas ms hbiles de los pases musulmanes y a los analistas ms renombrados, y les di orden de escribir cuanto le haba sucedido con su esposa Schehrazada, desde el principio hasta el fin, sin omitir un solo detalle. Y pusieron manos a la obra, y de tal suerte escribieron con letras de oro treinta volmenes, ni uno ms ni uno menos. Y llamaron a esta serie de maravillas y de asombros: EL LIBRO DE LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE. Luego, por orden del rey Schahriar, sacaron un gran nmero de copias fieles, que difundieron por los cuatro costados del Imperio para que sirvieran de enseanza a las generaciones. Respecto al manuscrito original, lo depositaron en el armario de oro del reino, bajo la custodia del visir del tesoro. Y el rey Schahriar y su esposa la reina Schehrazada, aquella bienaventurada, y el rey Schahzamn y su esposa Doniazada, aquella encantadora, vivieron entre delicias, felicidades y alegras durante aos y aos, con das ms admirables que los anteriores y noches ms blancas que el rostro de los das, hasta la llegada de la Separadora de amigos, la Destructora de palacios y la Constructora de tumbas, la Inexorable, la Inevitable! Y tales son las historias esplndidas llamadas MIL NOCHES Y UNA NOCHE, con lo que en ellas hay de cosas extraordinarias, enseanzas, maravillas, prodigios, asombros y belleza. Pero Alah es ms sabio. Y slo El puede discernir en todo ello lo que es verdad y lo que no es verdad. El es el Omnisciente! Loores y gloria, hasta el fin de los tiempos al que permanece intangible en Su eternidad, cambia a Su antojo los acontecimientos, y no experimenta ningn cambio, al Dueo de lo Visible y de lo Invisible, al Unico Viviente! Y la plegaria y la paz y las ms escogidas bendiciones para el elegido por el supremo Potentado de ambos mundos, para nuestro seor Mahomed, Prncipe de los Enviados, joya del Universo Pidmosle un dichoso y bienaventurado F I N