Confianza Del Consumidor Economia Uruguaya

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  • 8/15/2019 Confianza Del Consumidor Economia Uruguaya

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    Cuaderno de Economía • Publicación del Departamento

    de Economía, Facultad de Ciencias Em presariales,

    Universidad Católica del Uruguay • ISSN 1688-3519

    N.o  4 • 2009-2010

    Confianza del consumidor:

    ¿qué nos dice sobre la economía uruguaya? *

    Silvia Vázquez, Santiago García y Carolina Rocha**

    Resumen. Este trabajo tiene por objeto presentar y contribuir a instalar en el análisis y el debate

    económico la información que aporta el índice de confianza del consumidor ( ICC  ) en Uruguay. A

    escasos meses de comenzar a difundirse esta información, que consta de series de dos años de

    extensión, se entiende necesario, para su correcta interpretación y utilización, profundizar en su

    concepto, antecedentes y alcance. El estudio se estructura en dos partes. Por un lado, se presenta

     y analiza la confianza del consumidor como variable de análisis económico, revisando su origen y

    desarrollo, sus mediciones y resultados en otras economías. Por otro lado, se presenta el ICC  en laeconomía uruguaya, para lo que se analiza detalladamente su metodología de construcción, el

    aporte de otras mediciones de confianza económica de los consumidores en Uruguay, y su relación

    con otras variables económicas.

    Entre los principales hallazgos cabe destacar, como aspectos conceptuales, que: a) se identifica

    la congruencia entre las expectativas que el consumidor formula sobre diferentes variables eco-

    nómicas; b) el consumidor es capaz de considerar diferentes factores al formar expectativas con

    diferente horizonte temporal, y c) surgen algunas señales respecto a cómo forma sus expectativas.

    Por otra parte, en relación con aspectos más empíricos, se identifica que el ICC  y los subíndices que lo

    conforman son capaces de: a) anticipar la información de variables cuyo desempeño el consumidor percibiría directamente, y que si bien se determinan en el mismo período en que se releva el nivel

    de confianza se difunden más tarde (por ejemplo: el salario, el ingreso de los hogares); b) anticipar

    la evolución de variables cuyos cambios en el tiempo no son observables directamente por el con-

    sumidor, pero que son anticipados meses o trimestres según el caso, y cuyo desempeño —hipótesis

     por probar— podría ser consecuencia de las decisiones adoptadas en función de la percepción de

    la situación económica por parte del consumidor (a saber: IVF  e índice de ventas de maquinarias y

    electrodomésticos, de automotores; importaciones de bienes durables).

    Palabras clave: EXPECTATIVAS / CONFIANZA DEL CONSUMIDOR / URUGUAY .

     Abstract. The aim of this work is to introduce and put forward on the economic analysis and acade-

    mic debate the information that could be extracted from the Consumer Confidence Index ( CCI  ) in

    Uruguay. In this respect, and since the CCI  has only been calculated systematically for two years, we

    * Elaborado en el marco del Programa de Opinión Pública y

    Conanza Económica (POPCE) que conforman el Departamento

    de Economía de la UCU y Equipos Consultores Asociados. Para

    acceder la información que elabora el POPCE, véase ‹http://

    economia.ucu.edu.uy/popce›.

    **Silvia Vázquez. Magíster en Economía Aplicada por la Ponti-

    cia Universidad Católica de Chile. Economista por la Universidad

    de la República, Uruguay. Investigadora-docente del Departa-

    mento de Economía de la Universidad Católica del Uruguay.

    Santiago García. Licenciado en Economía por la Universidad

    Católica del Uruguay. Asistente de investigación del Departa-

    mento de Economía de la Universidad Católica del Uruguay.

    Carolina Rocha. Licenciada en Economía por la Universidad

    Católica del Uruguay. Asistente de investigación del Departa-

    mento de Economía de la Universidad Católica del Uruguay.

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    1. Introducción

    El objeto de este artículo es presentar y con-tribuir a instalar en el análisis económico y en eldebate académico la información que aportala medición del índice de confianza del consumi-dor en Uruguay. Dado que la disponibilidad deesta información, de manera sistemática, es re-lativamente reciente para la economía urugua-ya,1 se entiende necesario para su correcta in-terpretación y utilización profundizar en su

    concepto, sus antecedentes y alcance.Con tal objetivo, en primer lugar, este estu-dio analiza el concepto de confianza del con-sumidor  como variable de análisis económico,revisando su origen, su desarrollo y sus medi-ciones y resultados en otras economías. Lue-go presenta el ICC de la economía uruguaya,para lo que examina su metodología de cons-trucción, el aporte de otras mediciones de con-fianza de los consumidores y los primeros re-

    sultados para el escenario local. Culmina conunas primeras reflexiones acerca del aporte yel comportamiento de los indicadores de con-fianza en Uruguay.

    Al observar que en muchas economías delmundo la información sobre la confianza delconsumidor complementa la disponible deotras fuentes y habilita lecturas más adecua-das del desempeño económico, en particularen contextos de elevada incertidumbre, amediados del año 2009 se conformó el Pro-grama de Opinión Pública y Confianza Eco-nómica (POPCE) para elaborar y analizar losindicadores de confianza del consumidor enUruguay.

    El POPCE es una iniciativa desarrollada porel Departamento de Economía de la Universi-dad Católica y Equipos Consultores Asociados,que tiene como finalidad aportar a una mejo-ra de la calidad de las políticas públicas y delos procesos de toma de decisiones de losagentes privados a través de la difusión deinformación, análisis e investigación académi-ca aplicada sobre la confianza económica enUruguay.

    understand that in order to contribute to its interpretation and future usage , it is necessary to analy-

    se its concept, background and scope. Thus, as a first step we present and analyse the consumer con-

    fidence index as a well established variable in economic analysis, highlighting its origins, develop-

    ment and performance in other selected economies. Then, focusing on the Uruguayan case, we centre

    the analysis on the specific CCI  estimation methodology for the uruguayan economy, on the informa-

    tion that could be extracted from other consumer’s economic confidence measures and, finally, on

    the relationships between CCI  and other relevant economic variables.

    The main conceptual findings are: (i) consumers tend to be consistent when they formulate their ex-

     pectations about economic variables; (ii) consumers take into account different variables when they 

    formulate expectations for different time frames; and (iii) some signals of how consumers build ex-

     pectations could be identified. The main empirical findings regarding theCCI  and its sub indexes rela-

    te to their capability to: (i) anticipate information about variables that are issued later than the con-

    fidence indexes, and whose performances consumers could perceive directly (e.g. wages, household 

    incomes, etc.); and (ii) anticipate months in advance the evolution of variables which consumers can-

    not observe directly but that evolve according to their subjective decisions shaped by how they feel 

    about the evolution of the economic situation – untested hypothesis – (e.g. production and sales

    indexes of machinery and appliances and motor vehicles; durable goods imports, etc.).

    Key words: EXPECTATIONS / CONSUMER CONFIDENCE  / URUGUAY .

    1 El ICC  en el Uruguay se presenta mensualmente desdeagosto de 2007.

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    2. Qué es y qué aporta la medición

    de la confianza del consumidor 

    2.1. Concepto y alcance de las medicionesde confianza del consumidor

    La confianza del consumidor  es un concep-to que en los últimos años se ha instalado enla sociedad y es seguido y analizado por losdiferentes agentes de la economía, como em-presarios, responsables de política económi-ca, medios de comunicación y el propio con-sumidor.

    Al formar parte del diálogo económico, se-ría razonable pensar que es un concepto claroy específico, sobre cuya definición hay consen-so, pero no es así. La definición de confianzadel consumidor   se mantiene todavía difusacomo consecuencia de que lo directamenteobservable es el comportamiento de los con-sumidores, no su confianza.

    El desarrollo de esta área de información hapartido de la premisa, verificada posteriormen-te, de que las expectativas de los consumido-res contienen información nueva sobre el com-portamiento del gasto en consumo de lasfamilias. Dado que el consumo privado gene-ralmente representa dos tercios del gasto to-tal de una economía de mercado (70% en losúltimos 10 años en Uruguay), resulta evidentela relevancia de su desempeño para analizar yproyectar el comportamiento de las principa-

    les variables macroeconómicas y, eventual-mente, del ciclo económico.Medir la evolución de la confianza del con-

    sumidor es de utilidad, en primer lugar, por-que está disponible antes que los datos eco-nómicos subyacentes, lo que permite mejorarla eficiencia de las decisiones. Por otra parte,su relevancia radica también en que brinda in-formación independiente sobre el curso futu-ro de la economía, capturando el efecto de

    shocks de origen no económico que por tantodifícilmente podrían ser explicados o anticipa-dos a través del comportamiento de otras va-riables económicas.

    En este sentido, la capacidad de las medi-ciones de confianza del consumidor para pre-decir los cambios en el ciclo de la economíacoincide con la de otras variables económicasen períodos de crecimiento estable, mientrasque la importancia de la confianza del consu-midor es todavía más importante en puntos deinflexión o en coyunturas de cambios que re-sultan de shocks no económicos.

    En este marco, las mediciones de las expec-tativas de los consumidores brindan informa-ción que permite mejorar las proyecciones eco-nómicas de corto plazo. Sin embargo, noresulta significativo ni apropiado incluirlas enmodelos que apuntan a proyecciones de largoplazo. Además, cabe subrayar que el uso de lasmedidas de la confianza del consumidor tienepor objeto complementar y no reemplazarotras fuentes de información económica.

    Por otro lado, dada la reciente evidenciade que en las pasadas décadas habría dismi-nuido la amplitud del ciclo de negocios en lospaíses de la Organización para la Cooperacióny el Desarrollo Económico (OCDE), principal-mente debido a la disminución de las fluctua-ciones de la demanda doméstica (Karras &Song, 1996; Dalsgaard et al., 2002), cabe pre-guntarse cómo se ve afectado el potencial delas medidas de la confianza del consumidor.Esta relativamente menor volatilidad de la de-manda doméstica sería resultado de que losconsumidores han aumentado la proporcióndel ingreso que gastan en servicios en detri-

    mento del gasto en bienes durables (Wick-man-Parak, 2008), que es más volátil que elprimero. No obstante, si bien al disminuir laparticipación del gasto en bienes durables enel total de consumo se podría esperar un me-nor potencial explicativo de los índices de con-fianza del consumidor respecto al ciclo, auto-res como Carroll et al. (1994), Ludvigson (2004)y Gelper et al. (2007) sostienen que dicho po-tencial no se ha limitado.

    En este contexto, las expectativas de losconsumidores ganan relevancia en diferentesáreas de análisis y son progresivamente inter-nalizadas en los modelos teóricos, básicamen-

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    te en aquellos que explican comportamientosde gasto-ahorro, en especial en el segmentode bienes que no son de subsistencia. Esto esconsecuencia de que las expectativas influyenparticularmente sobre ese segmento de de-manda por cuanto, al ser un tipo de gasto másprescindible, existe mayor margen para admi-nistrarlo intertemporalmente.

    Además de este profuso desarrollo de lamacroeconomía en las últimas tres décadas,tendiente a entender los procesos de forma-ción de expectativas de los agentes (pasandode procesos de expectativas estáticas a adap-tativas y racionales), en busca de sus funda-mentos microeconómicos, la macroeconomíatambién ha profundizado el conocimiento so-bre cómo las expectativas de los agentes afec-tan el desempeño de las variables económicasy condicionan la eficacia de las políticas. Enparticular, las decisiones intertemporales de losconsumidores en materia de consumo-ahorro,con sus efectos respectivos sobre las cuentaspúblicas y la balanza de pagos, dependen delas expectativas que los consumidores formu-lan sobre variables claves tales como el ingre-so disponible (véase por ejemplo Obstfeld y Ro-goff, 1996). Asimismo, las expectativas de losagentes son el anclaje en los sistemas de polí-tica monetaria como el inflation targeting (véa-se por ejemplo Bernanke & Mishkin, 1998), im-plementado actualmente por el Banco Centraldel Uruguay (BCU) en la conducción de la polí-tica monetaria del país, y los consumidores son

    parte relevante de ese conjunto de agentesque forman expectativas.Desde otra perspectiva, en el ámbito de los

    negocios, en la medida en que las expectati-vas de los consumidores explican parte de susdecisiones de gasto, también resultan relevan-tes para las proyecciones de ventas (sobre todoen el sector de bienes duraderos). En funciónde ello, afectan también variables tales comoel retorno real esperado de la inversión y la ren-

    tabilidad financiera. Además, el análisis de se-ries de precios de commodities, como el petró-leo, permite identificar, particularmente en elmarco de escenarios de elevada incertidumbre,

    variaciones en el precio que coinciden con re-cambios en la confianza del consumidor enEstados Unidos. Por último, otro de los preciosrelevantes que en economías desarrolladas re-sulta afectado en el corto plazo ante anunciosdel desempeño de la confianza del consumi-dor es el tipo de cambio nominal, variable al-tamente sensible a las expectativas.

    En este marco, al día de hoy, en al menos45 países —desarrollados, así como muchos envías de desarrollo y emergentes— se realizanregularmente encuestas buscando medir laconfianza de los consumidores.

    2.2. Origen del ICC

    El estudio de la confianza del consumidorcomenzó a desarrollarse en la década de loscuarenta en la Universidad de Michigan, en elmarco de un programa de investigación delcomportamiento económico, como parte delproceso de planeamiento de la posguerra.

    En ese entonces, la agenda del programa

    estaba concentrada en entender el rol del con-sumidor en la transición desde una economíaen tiempos de guerra hacia una nueva econo-mía. En este marco, el Directorio de la ReservaFederal (FED) auspició en 1946 la primera en-cuesta a consumidores para relevar datos so-bre los activos y las deudas de los hogares, conescaso interés en la actitud y las expectativasde los consumidores.

    No obstante, sosteniendo que los encues-

    tados estarían más dispuestos a cooperar si seles formulaban primero preguntas generales ymenos directas, el psicólogo George Katonaconvenció a la FED para incorporar preguntasque exploraran el componente psicológico, enel que siempre había estado interesado.2

    Katona (1974) señalaba que «el gasto de-pende tanto de la habilidad como de la inten-ción de pago», entendiendo por gasto las com-pras discrecionales (de bienes prescindibles en

    2 La FED, convencida de que estas preguntas eran necesa-rias exclusivamente con fines metodológicos, le dijo a Kato-na que no tenía necesidad de reportar dichos resultados.

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    la vida),3 por habilidad de pago el ingreso co-rriente y por intención la que surge de la per-cepción que tuviesen los consumidores sobresu ingreso futuro. Por tanto, se hacía evidentela necesidad de medir la confianza del consu-midor de manera que internalizara el poderexplicativo tanto del nivel esperado del ingre-so como de su varianza.

    Katona explica que la confianza del consu-midor depende de factores asociados por unlado al conocimiento y por otro a lo afectivo, ycomo consecuencia cambió el nombre de laserie de confianza del consumidor por el de per-cepción del consumidor (consumers sentiment).

    A modo de contexto, cabe señalar que elsurgimiento de la medición de la confianza delconsumidor se dio una década después de lapublicación de la Teoría general de la ocupación,el interés y el dinero de Keynes (1936), dondeentre otros grandes aportes del autor aparecíael humor  de los agentes, expresado en optimis-mo o pesimismo, el cual impactando en lasdecisiones de inversión daba lugar a variacio-nes de la demanda agregada que, según Key-nes, explicaban los ciclos del producto.4 Portanto, en la década de los treinta aparecían yalas expectativas de los agentes con un rol de-terminante en el desempeño económico. Noobstante, cabe resaltar que el Consumers Sen-timent Index buscaba capturar algo que va másallá de estos impulsos de humor de los agen-tes denominados por Keynes animal spirits, ba-sándose en que el estado de optimismo o pe-

    simismo de los consumidores no es arbitrario,sino que se ve influido por el desempeño devariables macroeconómicas claves, como la in-flación y desempleo, cuya evolución afecta susdecisiones de gasto familiar.

    La hipótesis subyacente en el interés de Ka-tona por medir esta variable era que el gastoen consumo tendería a incrementarse con re-

    lación al gasto total y, por lo tanto, tambiénaumentaría su importancia en la determina-ción de las variables macroeconómicas.

    Esa hipótesis, en ese entonces, se sopor-taba sobre dos acontecimientos que luego severificaron en la segunda mitad del siglo XX.En primer lugar, el crecimiento del ingreso yla tenencia de activos por parte de los consu-midores, quienes al aumentar su capacidad fi-nanciera se convertirían en agentes cuyas de-cisiones adquirirían mayor relevancia en elmercado. El segundo cambio fue el aumentodel gasto en consumo de bienes durables. Estetipo de compras pueden ser fácilmente ade-lantadas o pospuestas, razón por la cual el ti-ming del gasto se vuelve cada vez más depen-diente de las expectativas sobre el futuro.5 Noobstante, Katona no llegó a considerar el im-pacto que tendría sobre las expectativas eldesarrollo de la era de la información, el rápi-do crecimiento del conocimiento, la sofistica-ción económica de los consumidores, el efec-to de la globalización o el grado en el que lasdecisiones de los consumidores se basarían enotras expectativas específicas.

    2.3. Variables económicas que influyeny son influidas por el ICC

    El proceso de formación de expectativas delos consumidores es afectado por diferentesvariables, en un entramado de relaciones eco-nómicas que, además de aportar información

    relevante para la toma de decisiones, resultaen sí mismo un fenómeno de interés académi-co. Considerando que la confianza del consu-midor se forma principalmente en contextosde difusión de información sobre otras varia-bles que los economistas usan típicamente enmodelos para proyectar, no debería sorpren-

    3 No existen razones para pensar que la confianza del con-sumidor desempeña un papel importante al determinar elgasto en bienes necesarios.4 Véase el capítulo 5: “Expectation as Determining Outputand Employment”.

    5 Si bien este paradigma puede reflejar sobre todo el com-portamiento en las economías desarrolladas, el mismo razo-namiento se puede hacer en las otras, con la única diferenciade que en estas últimas las compras discrecionales son típi-camente bienes que se considerarían (según el estándar deeconomías avanzadas) baratos y no durables.

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    der que otras variables económicas puedancapturar la información contenida en las expec-tativas del consumidor.

    La relativamente corta extensión de las se-ries de confianza del consumidor en Uruguayaún no habilita a realizar estudios estadísticoso econométricos que permitan identificar re-laciones estructurales.6  En este marco, a losefectos de conocer las características espera-bles de la confianza del consumidor, se repor-tan los resultados de investigaciones para estetipo de series en otras economías.

    Como resultado de aplicar tests de causali-dad de Granger a series de confianza del con-sumidor en diferentes países surge que estasseries anticipan y son anticipadas por un am-

    plio rango de variables económicas, aunque losdatos muestran diferencias sustanciales entrelos distintos países.

    En esta línea, Curtin (2007) encuentra que,para un conjunto de países analizado,7 pese alas diferencias de cada caso en particular, sur-ge que el desempeño del PBI, del ingreso per-sonal y el gasto en bienes durables son las va-riables que más influirían sobre la formaciónde expectativas de los consumidores. Por suparte, la evolución de la tasa de desempleo, delas ventas al por mayor, del PBI y del consumoprivado a su vez estarían siendo anticipadaspor el comportamiento de la confianza del con-sumidor. Los resultados del estudio se resumenen la cuadro 1.

    Cuadro 1. Causalidad entre índices de confianzay variables económicas relevantes para grupo de países

    Variables Variable predice la confianza Confianza predice la variable

    Tasa de desempleo 50% 62%Índice de precios al consumo 29% 26%

    Tasas de interés de corto plazo 40% 31%Ingreso personal 56% 48%Producto bruto interno 59% 54%Consumo personal total 36% 51%Ventas al por mayor 39% 55%Gasto en durables 54% 45%Registración de vehículos 23% 46%

    Fuente: Curtin (2007).

    6 Por ejemplo, la información sobre consumo privado, in-versión o producto bruto interno se conforma de series tri-

    mestrales de las Cuentas Nacionales que elabora el BancoCentral del Uruguay. De esta manera, al trimestralizar las se-ries de confianza del consumidor, solo se dispondría de ochoobservaciones en la actualidad, tamaño muestral que impi-de el uso de las herramientas referidas.

    7 De los 45 países en los que se identificaron encuestas so-bre las expectativas del consumidor, ocho debieron descar-tarse debido a la escasa cantidad de observaciones o porquela información no estaba disponible. Las regresiones recogenhasta el último dato disponible para cada país cuando se rea-lizó el análisis (en general, primer trimestre de 2004), aunquela primera fecha utilizada difiere según los países, conformela disponibilidad (de la medición de confianza del consumi-dor o de las otras variables económicas) en cada caso.

    2.4. La construcción del ICC

    La capacidad de predicción de los índicesde confianza del consumidor no tiene relacióndirecta con las diferencias en la muestra, lamanera de preguntar o la construcción del ín-

    dice. No obstante, se sugiere que la metodolo-gía reconozca un concepto de confianza delconsumidor que contemple cambios en el co-nocimiento y la propia sofisticación del consu-midor, la disponibilidad y el acceso a informa-

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    ción económica, así como los cambios en lacomposición de la demanda. Además, se pro-ponen nuevos modelos de análisis que des-agregan el gasto de consumo en sus compo-nentes, y a los consumidores según grupoeconómico y ubicación demográfica. Tambiénse sugieren cambios en los aspectos operati-vos de la encuesta, en particular sustituir la víatelefónica por Internet, ya que ello aumenta-ría la tasa de respuesta, sobre todo de jóvenes,y al mismo tiempo permitirían manejar medi-ciones más complejas. Finalmente, a efectos dearmonizar la información mundial, se deberíaevolucionar dejando de centrar la atención enlas preguntas para focalizarse en el índice re-sultado, de modo que se pueda contemplarcierto rango de diversidad en las metodologías.

    Las expectativas del consumidor son típi-camente medidas a través de encuestas conpreguntas cualitativas. Hay tres aspectos ge-nerales que considerar en la interpretación delos resultados: a) el diseño de la muestra, b) laformulación de las preguntas y c) la transfor-mación de los datos duros en estimaciones deconfianza del consumidor.

    2.4.1. Muestra

    La mayoría de los países han diseñado mues-tras para que cada adulto de la población tengala misma probabilidad de ser seleccionado, aun-que en algunas economías emergentes o paísesen vías de desarrollo las muestras son limitadas acentros urbanos (limitación que no es demasia-do importante si los agentes excluidos no parti-cipan activamente en la economía de mercado).

    Otro aspecto importante es la no respues-ta, sobre todo si la tasa cambia entre lossubgrupos de la población. Las encuestas te-lefónicas agregan a ello un problema de co-bertura, cuando existen áreas geográficas ca-rentes de teléfonos.

    2.4.2. Preguntas

    Hay varios tipos de formulación de pregun-tas para medir la confianza del consumidor. En

    casi todos los países las preguntas se centranen las finanzas personales, las condiciones ge-nerales de la economía y las intenciones deahorrar o gastar. A pesar de esto, hay distintasversiones según los países; por ejemplo, algu-nos incluyen preguntas sobre la actualidad res-pecto al pasado y otros solo para el futuro, al-gunos trabajan con un horizonte temporal deseis meses y otros de un año o más, entre otros.

    2.4.3. Formulación del índice

    Casi todos los países admiten cinco res-puestas posibles: muy positivo (PP), positivo (P),neutral, negativo (N) y muy negativo (NN). Típi-camente hay dos pasos en la construcción delíndice; en primer lugar, para cada pregunta secalcula el equilibrio estandarizado (E), basadoen alguna distribución de porcentajes, como:

    E = (pp + 0,5 p) – (0,5 n + nn)

    En aquellos países donde se admiten tresen lugar de cinco respuestas, se utiliza la mis-

    ma fórmula sin los términos multiplicados por0,5. El índice de confianza es el resultado delpromedio simple entre estos equilibrios.

    2.5. Interpretación del índice

    Para interpretar el índice hay dos enfoquesposibles: concentrarse en las preguntas o en lasrespuestas. En el primer caso, si la pregunta pue-de relacionarse con una variable observable(por ejemplo, el empleo), la diferencia entre loque se pregunta y lo que se responde puedeser considerada como un error en la medida. Elsegundo enfoque busca medir empíricamentequé es lo que midió la pregunta, enfocándoseen la respuesta. Por ejemplo, se puede trabajarcon la hipótesis de que la confianza del consu-midor se correlaciona con las expectativas delingreso familiar y las perspectivas de trabajo.Esto se podrá probar a través de tests econo-métricos que cuantifiquen la relación.

    En este último caso se pueden seguir doscaminos: analizar qué es lo que explica la for-

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    mación de las expectativas o identificar quées lo que estas pueden predecir. Si bien hayquienes consideran que estos dos procesosson independientes y que las expectativas seforman antes que la toma de decisiones, lomás posible es que ocurran simultáneamen-te. De hecho, los consumidores podrían for-marse expectativas específicas solo cuandotienen necesidad de tomar una decisión. Eneste caso, antes de enfrentar la disyuntiva, qui-zás los consumidores se formen expectativasmás generales del tipo de las que captan laspreguntas de las encuestas.

    Otra variante es si las expectativas se creanmirando hacia atrás o hacia adelante, es decir,si indican lo que ya pasó o lo que va a pasar.Los estudios parecen indicar que las expecta-tivas de los cambios en la economía deben in-corporar ambas dimensiones.

    3. La confianza del consumidor

    en otras economías

    Como se anticipó, dada la relativamentecorta extensión de las series de confianza delconsumidor en Uruguay, se reportan los resul-tados de investigaciones sobre este tipo deseries en otras economías, de forma tal de ex-plorar su potencial explicativo.

    3.1. Índice de la Universidad de Michiganpara Estados Unidos

    Resulta relevante analizar el Index of Con-sumer Sentiment  de la Universidad de Michigan(ICSM), por tres motivos: a) es el primer indi-cador sobre la confianza de los consumidores(lanzado a comienzos de la década de los

    Cuadro 2. Ejemplos de medios estadounidenses e internacionales que recogen el ICSM

    Fuente: Elaboración propia basada en los sitios de noticias respectivos.

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    cincuenta, cuando se consideró que la canti-dad de observaciones era suficiente), por loque es útil para identificar relacionas más es-tructurales y de largo plazo con otras variablesde la economía; b) es uno de los más popula-res y replicados, tanto en economías desarro-lladas como emergentes, lo que habilita lacomparación internacional; c) es recogido pornumerosas cadenas de noticias nacionales e in-ternacionales por su importancia como indi-cador sobre el estado general de la economía,tal como se ilustra en el cuadro 2.

    El ICSM se construye a partir de la informa-ción recogida de las respuestas a cinco pregun-tas: sobre las finanzas personales actuales y lasesperadas dentro de 12 meses, sobre las con-diciones de negocios del país dentro de docemeses y de cinco años, y por último una pre-gunta sobre las condiciones actuales para lacompra de bienes durables.

    Además de este índice general, con base enlas mismas respuestas se presentan dos subín-dices: el de condiciones actuales y el de expec-tativas. El primero se basa en las respuestas alas preguntas 1 y 5 y representa la opinión delos consumidores sobre las condiciones eco-nómicas actuales. El segundo se construye apartir de las preguntas 2, 3 y 4 y muestra el sen-timiento de los consumidores sobre el futurode la economía.

    Asimismo, para obtener información másamplia sobre el gasto en consumo y así enri-quecer el análisis, la Universidad incluye otras

    preguntas en la encuesta. Estas abarcan la per-cepción de la evolución del ingreso familiar, delempleo, de la tasa de interés, las condicionesde compra de una variedad de productos, laactitud hacia el ahorro, las deudas y varios ac-tivos, entre otros.

    La muestra utilizada es representativa delos adultos residentes en 48 estados más el dis-trito de Columbia y está diseñada para que laprobabilidad de elegir a cualquier adulto que

    viva en un hogar con teléfono sea la misma. Almismo tiempo, dentro de cada hogar se usanmétodos probabilísticos para seleccionar aladulto que responderá.

    Es importante destacar también que lamuestra está diseñada para maximizar el es-tudio del cambio en las expectativas y el com-portamiento mediante rotaciones en el panelde selección (tanto a nivel agregado como in-dividual). Esto resulta en que, de 500 entre-vistas mensuales, el 60% son nuevos entre-vistados y el resto son consultados porsegunda vez.

    3.1.1. Relaciones con variables económicas

    relevantes8

    A los efectos de explorar la capacidad ex-plicativa del ICSM se analizan algunas correla-ciones.

    En Estados Unidos el subíndice de expec-tativas tiende a estar más relacionado con va-riables del mercado financiero y el subíndicede condiciones actuales guarda relación conel mercado laboral. El índice de la confianza delos consumidores en general se correlacionamás significativamente con variables de la eco-nomía real.9

    El ICSM presenta una fuerte relación (el co-eficiente de correlación [] es 0,72) con la va-riación en 12 meses de la producción indus-trial. Si se rezaga cuatro meses el ICSM  larelación es aún más fuerte ( = 0,83), de ma-nera que el ICSM podría anticipar los movimien-tos en la variación de la producción industrialen un cuatrimestre. (A modo de ejemplo, cuan-do los consumidores se tornan más pesimis-tas, los efectos de sus decisiones se reflejaríanen que cuatro meses más adelante cayera laproducción industrial.)

    8 Se utilizan las variables desestacionalizadas, el índice deproducción industrial desestacionalizado oficialmente por laFED y el resto por el programa Demetra 2.2 por el método X-12-ARIMA con componente irregular (incluidos el índice y sussubíndices), excepto el índice Standard & Poor’s 500, que se

    mantiene con la estacionalidad de la serie original.9 Para las mediciones empíricas se consideró una muestraen la que las condiciones se mantengan relativamente ho-mogéneas, sin cambios estructurales; para ello se analizaronlos subíndices y las variables para los últimos seis años.

  • 8/15/2019 Confianza Del Consumidor Economia Uruguaya

    10/28

    130 CUADERNO  DE  ECONOMÍA • 4

    Por otro lado, el subíndice de condicionesactuales presenta una elevada correlación con

    el desempleo en niveles ( = –0,72). Nueva-mente, si se rezaga el subíndice seis meses, larelación mejora ( = –0,82), lo que implica queel ICC podría anticipar un semestre la evolucióndel desempleo. El otro subíndice, de perspec-tivas sobre el futuro, se correlaciona con la si-tuación financiera, expresada a través de lavariación en 12 meses del índice Standard &Poor’s 500; presenta un coeficiente de correla-ción de 0,72 en niveles y 0,75 si se rezaga un

    mes el índice de expectativas, lo que de nuevopermite anticipar los movimientos del merca-do financiero. Resulta razonable que los lagsen los mercados financieros sean más cortosque en el sector real.

    3.1.2. El ICSM y las recesiones

    en Estados Unidos

    En las últimas tres décadas se registra una

    serie de procesos recesivos en la economíanorteamericana que responden a diferentesshocks. Según los datos del National Bureau of Economic Research (NBER), entre enero y julio

    de 1980 la economía norteamericana registróuna recesión, fruto de las políticas monetarias

    contractivas que siguieron a la crisis energéti-ca que resultó de la guerra de Irak. Tras un cor-to proceso de expansión, se recayó en una nue-va recesión que se inició en julio de 1981 yculminó en noviembre del siguiente año. A me-diados de 1990 se dio nuevamente un proce-so recesivo con una duración de tres trimes-tres, impulsado en gran medida por el mercadoinmobiliario. En marzo de 2001 comenzó unanueva recesión, causada por el colapso de las

    empresas punto com y los atentados del 11 deseptiembre. Por último, en diciembre de 2007la crisis en el mercado inmobiliario detonó unacrisis financiera que condujo a una nueva re-cesión aún no superada.

    En el gráfico 1 se presenta la evolución delICSM, donde las áreas sombreadas identificanlos períodos en que la economía norteameri-cana ingresó en procesos de recesión en lasúltimas tres décadas. Como puede apreciarse,

    los períodos recesivos son perfectamentecapturados por el índice e incluso anticipadosen algunas oportunidades. Cabe señalar que,aun cuando se registra en el mismo mes la

    Gráfico 1. El índice de confianza del consumidor y las recesiones en Estados Unidos

    Fuente: Elaboración propia basada en Survey of Consumers Reuters, Universidad de Michigan, y NBER.

    50

    60

    70

    80

    90

    100

    110

    120

    Índice de Confianza del Consumidor

        e    n    e  -     7

         8

         j    u     l  -     7

         9

        e    n    e  -     8

         1

         j    u     l  -     8

         2

        e    n    e  -     8

         4

         j    u     l  -     8

         5

        e    n    e  -     8

         7

         j    u     l  -     8

         8

        e    n    e  -     9

         0

         j    u     l  -     9

         1

        e    n    e  -     9

         3

         j    u     l  -     9

         4

        e    n    e  -     9

         6

         j    u     l  -     9

         7

        e    n    e  -     9

         9

         j    u     l  -     0

         0

        e    n    e  -     0

         2

         j    u     l  -     0

         3

        e    n    e  -     0

         5

         j    u     l  -     0

         6

        e    n    e  -     0

         8

         j    u     l  -     0

         9

  • 8/15/2019 Confianza Del Consumidor Economia Uruguaya

    11/28

    S. VÁZQUEZ, S. GARCÍA Y C . ROCHA • CONFIANZA DEL  CONSUMIDOR ... 131

    caída del índice de confianza y del nivel de ac-tividad, la disponibilidad de información del

    primero antecede al segundo en un lapso sig-nificativo, relevante para la toma de decisiones.Más allá de los cambios estructurales o de

    tendencia que el ICSM es capaz de recoger, yen algunas ocasiones incluso anticipar, tam-bién registra movimientos más coyunturales yde menor profundidad en el corto plazo. Comoejemplo, se observa su sensibilidad en el últi-mo año a shocks y anuncios de los medios decomunicación. Como puede observarse, se re-

    flejan los efectos de shocks  tanto políticoscomo económicos.

    3.2. Índices de confianza de la región

    Siguiendo la tendencia internacional, lospaíses de la región han desarrollado en los úl-timos años diferentes indicadores de confian-za de los consumidores. Si bien existen nume-

    rosos indicadores de este tipo, el presenteanálisis se limitará a aquellos que siguen la me-todología desarrollada por la Universidad deMichigan (metodología que también se ha

    adoptado para la medición en Uruguay), a losefectos de establecer comparaciones. Por otro

    lado, esta exploración se realiza para poner demanifiesto la relevancia y utilidad que tienenlos índices de confianza del consumidor eneconomías que comparten más característicascon la uruguaya que la estadounidense. Losíndices se ordenan por antigüedad.

    En el cuadro 3 se presenta una compara-ción de los principales aspectos que hacen alrelevamiento del ICC en los cuatro países de laregión reseñados.

    En todos los casos las encuestas son telefó-nicas y el ICC se calcula a partir del promediosimple de las cinco o seis preguntas, segúncorresponda.

    A partir de una representación gráfica delos índices (gráficos 3, 4 y 5) puede apreciarseque, si bien las economías de la región son másvolátiles que la estadounidense, en lo que res-pecta al comportamiento de la demanda in-terna los índices muestran que el consumidor

    es capaz de leer   los principales eventos quesuceden en la economía, e inclusive se apreciala sensibilidad de los indicadores a shocks noeconómicos, tales como conflictos políticos,

    Gráfico 2. El índice de confianza de los consumidores de Estados Unidos en el último año

    Fuente: Elaboración propia basada en Survey of Consumers Reuters, Universidad de Michigan.

    50

    55

    60

    65

    70

    75

        s    e    p

      -     0     8

        o    c    t  -     0     8

        n    o   v

      -     0     8

         d     i    c

      -     0     8

        e    n    e  -     0

         9

         f    e     b

      -     0     9

        m    a

        r  -     0     9

        a     b    r  -     0     9

        m    a   y

      -     0     9

         j   u    n

      -     0     9

         j   u     l  -     0     9

        a    g    o

      -     0     9

        s    e    p

      -     0     9

        o    c    t  -     0     9

    ICS

    Comienza larecuperación

    Quiebre de LehmanBrothers, venta deMerrill Lynch yrescate de AIG

    Obama electo

    Se aprueba el paquetede estímulo de 787 billones

    Preocupación

    por precios ydesempleo

  • 8/15/2019 Confianza Del Consumidor Economia Uruguaya

    12/28

    132 CUADERNO  DE  ECONOMÍA • 4

    Cuadro 3. Síntesis de aspectos metodológicos del relevamiento del ICC en Chile,Argentina, Brasil y Uruguay

    Gráfico 3. Índice de percepción de la economía chilena ( IPEC)Período enero 1992 - marzo 2008 (datos trimestrales)

    Período 1992:01 - 2008:03 (datos trimestrales)

    15

    25

    35

    45

    55

    6575

    85

    95

        m    a    r  -     9     2

        s    e    p  -     9

         2

        m    a    r  -     9     3

        s    e    p  -     9

         3

        m    a    r  -     9     4

        s    e    p  -     9

         4

        m    a    r  -     9     5

        s    e    p  -     9

         5

        m    a    r  -     9     6

        s    e    p  -     9

         6

        m    a    r  -     9     7

        s    e    p  -     9

         7

        m    a    r  -     9     8

        s    e    p  -     9

         8

        m    a    r  -     9     9

        s    e    p  -     9

         9

        m    a    r  -     0     0

        s    e    p  -     0

         0

        m    a    r  -     0     1

        s    e    p  -     0

         1

        m    a    r  -     0     2

        s    e    p  -     0

         2

        m    a    r  -     0     3

        s    e    p  -     0

         3

        m    a    r  -     0     4

        s    e    p  -     0

         4

        m    a    r  -     0     5

        s    e    p  -     0

         5

        m    a    r  -     0     6

        s    e    p  -     0

         6

        m    a    r  -     0     7

        s    e    p  -     0

         7

        m    a    r  -     0     8

        s    e    p  -     0

         8

        m    a    r  -     0     9

        s    e    p  -     0

         9

    Índice de Percepción de la Economía Chilena

    E. Frei electo

    Recesión

    Crisis

    asiática

    R. Lagoselecto

    M. Bacheletelecta

    Crisisinternacional

    Fuente: Elaboración propia basada en Adimark-GfK, Centro de Investigación en Finanzas (UTDT), Instituto Brasileño deEconomía (FGV) y POPCE.

    Fuente: Elaboración propia basada en Adimark-GfK.

  • 8/15/2019 Confianza Del Consumidor Economia Uruguaya

    13/28

    S. VÁZQUEZ, S. GARCÍA Y C . ROCHA • CONFIANZA DEL  CONSUMIDOR ... 133

    elecciones nacionales, etc. Aunque estos even-tos afectan las expectativas de los agentes y a

    través de estas sus decisiones de gasto, difícil-mente se puedan captar (antes de la manifes-tación de las decisiones económicas) en otravariable.

    El índice de percepción de la economía chi-lena (IPEC), que es el relevado desde hace más

    tiempo, se considera un indicador relevante dela economía chilena, a tal punto que es inclui-do en los informes de política monetaria delBanco Central de Chile como variable que

    Gráfico 5. Índice de confianza del consumidor brasileñoPeríodo setiembre 2005 - octubre 2009 (datos mensuales)

    95

    10 0

    10 5

    11 0

    11 5

    12 0

    12 5

        s    e    p

      -     0     5

         d     i    c

      -     0     5

        m    a    r  -

         0     6

         j    u    n

      -     0     6

        s    e    p

      -     0     6

         d     i    c

      -     0     6

        m    a    r  -

         0     7

         j    u    n

      -     0     7

        s    e    p

      -     0     7

         d     i    c

      -     0     7

        m    a    r  -

         0     8

         j    u    n

      -     0     8

        s    e    p

      -     0     8

         d     i    c

      -     0     8

        m    a    r  -

         0     9

         j    u    n

      -     0     9

        s    e    p

      -     0     9

     Índice de Confianza del Consumidor brasileño

    Crisisfinanciera

    Lulareelecto

    Fuerte crecimientoeconómico

    Gráfico 4. Índice de confianza del consumidor argentinoPeríodo marzo 2001 - octubre 2009 (datos mensuales)

    25

    30

    35

    40

    45

    50

    55

    60

    65

        m    a    r  -     0     1

         j    u    n  -     0

         1

        s    e    p  -     0

         1

         d     i    c

      -     0     1

        m    a    r  -     0     2

         j    u    n  -     0

         2

        s    e    p  -     0

         2

         d     i    c

      -     0     2

        m    a    r  -     0     3

         j    u    n  -     0

         3

        s    e    p  -     0

         3

         d     i    c

      -     0     3

        m    a    r  -     0     4

         j    u    n  -     0

         4

        s    e    p  -     0

         4

         d     i    c

      -     0     4

        m    a    r  -     0     5

         j    u    n  -     0

         5

        s    e    p  -     0

         5

         d     i    c

      -     0     5

        m    a    r  -     0     6

         j    u    n  -     0

         6

        s    e    p  -     0

         6

         d     i    c

      -     0     6

        m    a    r  -     0     7

         j    u    n  -     0

         7

        s    e    p  -     0

         7

         d     i    c

      -     0     7

        m    a    r  -     0     8

         j    u    n  -     0

         8

        s    e    p  -     0

         8

         d     i    c

      -     0     8

        m    a    r  -     0     9

         j    u    n  -     0

         9

        s    e    p  -     0

         9

    Índice de Confianza del Consumidor argentino

    Crisisfinanciera

    Kirchnerelecto

    Fuerte crecimientoeconómico ConflictoINDEC

    CFK electa

    Conflicto delcampo

    Crisisfinanciera

     

    Fuente: Elaboración propia basada en Centro de Investigaciones en Finanzas (UTDT).

    Fuente: Elaboración propia basada en Instituto Brasileño de Economía (FGV).

  • 8/15/2019 Confianza Del Consumidor Economia Uruguaya

    14/28

    134 CUADERNO  DE  ECONOMÍA • 4

    aporta señales sobre la evolución de la deman-da interna.

    Al igual que en Estados Unidos, en todoslos países de la región los índices de confianzadel consumidor son difundidos por los princi-pales medios de prensa y utilizados por inves-tigadores y consultores para diversas estima-ciones.

    4. Índice de confianzadel consumidor en Uruguay (ICC)

    4.1. Metodología de construcción

    El índice de confianza del consumidor en Uru-guay  (ICC) es elaborado y analizado por el POP-CE, que conforman Equipos Consultores Aso-ciados (ECA) y el Departamento de Economíade la Universidad Católica del Uruguay. El ICCha sido relevado mensualmente por ECA des-de agosto de 2007. Este indicador se elabora apartir de una encuesta telefónica para unamuestra de 400 personas, representativas delos habitantes de 18 años o más de las zonas

    Cuadro 4. Preguntas de la encuesta para la construcción de los subíndices y el ICC

    urbanas de todo el país. La selección de losentrevistados se basa en una muestra proba-bilística de hogares particulares que poseen unteléfono fijo y residen en ciudades de más de10.000 habitantes, según el censo poblacionalde 2004 del INE. El margen de error esperadoes de +/– 4,8%, con un 95% de confianza.

    Al igual que para los demás países, el ICC seconstruye a través del promedio simple de di-ferentes preguntas. En el caso uruguayo, aligual que el argentino, el índice cuenta con tressubíndices que a su vez están compuestos pordos preguntas cada uno. A continuación sedetallan los tres subíndices y las seis pregun-tas del ICC en Uruguay.

    Los dos primeros subíndices son preceptua-les, puesto que se pregunta a los consumido-res cuál es su percepción respecto a su situa-ción económica personal y la del país. El tercersubíndice, en cambio, es un indicador actitu-dinal, ya que apunta a una disposición de losconsumidores a tomar decisiones de gasto másque a una percepción y/o sentimiento.

    Además del relevamiento y la construccióndel ICC  el POPCE  cuenta, como la Universidad

    Fuente: POPCE.

  • 8/15/2019 Confianza Del Consumidor Economia Uruguaya

    15/28

    S. VÁZQUEZ, S. GARCÍA Y C . ROCHA • CONFIANZA DEL  CONSUMIDOR ... 135

    con una de las dos preguntas sobre las que seconstruye el subíndice de situación económicadel país del ICC. La otra pregunta del ICE refiere ala percepción de los consumidores sobre la si-tuación actual de la economía respecto a un añoatrás. El ICE se construye a partir del promediosimple de las respuestas a ambas preguntas.10

    Este indicador y sus subíndices, además de lainformación que aportan por sí mismos, consti-

    tuyen una herramienta para buscar indicios derelaciones que se pueden dar en el largo plazoentre los indicadores de confianza y otras varia-bles económicas. En el gráfico 6 se presenta laevolución trimestral de estos indicadores parael período enero 1997 - febrero 2009.

    de Michigan, con series que relevan expectati-vas inflacionarias, de desempleo e ingresos fa-miliares, capacidad de ahorro, decisión de por-tafolio (pesos/dólares) y lugar óptimo paradepositar (país/extranjero). Asimismo, esta in-formación se encuentra desagregada por sexo,departamento de residencia, edad, segmentode ingresos y nivel de formación.

    4.2. Resultados de loms índicesde confianza en Uruguay

    4.2.1. Contextualización en un período

    más extenso: el índice de confianza

    en la economía

    Si bien, como se mencionó, el ICC es releva-do periódicamente desde agosto de 2007, Equi-pos Consultores Asociados releva desde media-

    dos de la década del noventa un índice deconfianza económica (ICE). Una de las pregun-tas de este indicador —sobre la situación eco-nómica del país dentro de un año— coincide

    10 En estas mediciones mensuales se encuesta a 900 personasmayores de 18 años de zonas urbanas y rurales de todo el país.

    Los encuestados se seleccionan según una muestra probabi-lística de hogares, aplicando cuotas de sexo y edad en la elec-ción del entrevistado. El margen de error esperado para unamuestra de 900 casos es de +/–3,2% considerando un interva-lo de confianza del 95%.

    Gráfico 6. Índice de confianza en la economía (ICE)Período enero 1997 - junio 2009 (datos trimestrales)

    -90

    -75

    -60

    -45

    -30

    -15

    0

    15

    30

    45

    60

         j    u    n  -     9

         6

         d     i    c

      -     9     6

         j    u    n  -     9

         7

         d     i    c

      -     9     7

         j    u    n  -     9

         8

         d     i    c

      -     9     8

         j    u    n  -     9

         9

         d     i    c

      -     9     9

         j    u    n  -     0

         0

         d     i    c

      -     0     0

         j    u    n  -     0

         1

         d     i    c

      -     0     1

         j    u    n  -     0

         2

         d     i    c

      -     0     2

         j    u    n  -     0

         3

         d     i    c

      -     0     3

         j    u    n  -     0

         4

         d     i    c

      -     0     4

         j    u    n  -     0

         5

         d     i    c

      -     0     5

         j    u    n  -     0

         6

         d     i    c

      -     0     6

         j    u    n  -     0

         7

         d     i    c

      -     0     7

         j    u    n  -     0

         8

         d     i    c

      -     0     8

         j    u    n  -     0

         9

    Situación país actual Situación país futuro Confianza económica 

    Fuente: POPCE.

  • 8/15/2019 Confianza Del Consumidor Economia Uruguaya

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    136 CUADERNO  DE  ECONOMÍA • 4

    Como se observa en el gráfico 6, los consu-midores uruguayos se muestran sistemática-mente más optimistas con respecto a la situa-ción económica futura que a la actual. Dehecho, la media del indicador de situación ac-tual se ubica en –37,5 mientras que la de situa-ción futura asciende a 5,1.11

    Desde el comienzo de la muestra hasta fi-nes de 1998, en un contexto de crecimientoeconómico, el ICE se presentaba al alza. Esa ten-dencia se interrumpió tras la noticia de depre-ciación del real (enero de 1999). Luego de esteepisodio, en correspondencia con la pérdidade dinamismo de la economía uruguaya, el ín-dice se presentó a la baja, hasta alcanzar sumínimo a mediados de 2002, coincidente conel estallido de la crisis económico-financieramás profunda de las últimas décadas. A medi-da que la economía comenzó a recuperarse, loque se manifestó en la mejora de distintos in-dicadores macroeconómicos, también repun-tó el ICE, mostrando comportamientos simila-res de los subíndices hasta 2005.

    A partir de 2005 los subíndices presentancomportamientos diferenciados. Mientras elde percepción de la situación del país actual(SSPA) continuó creciendo (hasta fines de2009) —reflejando una economía que tam-bién crecía, así como el consumo privado y laproducción industrial—, el subíndice quemide las expectativas sobre condiciones fu-turas del país (SSPF) se deterioró rápidamen-te. Respecto a este punto se podrían elaborar

    distintas hipótesis. No obstante, dado que nose encuentra correlación con otras variableseconómicas, como se explica a continuación,no puede afirmarse que ello se deba al des-empeño económico.

    Si se observa la evolución del SSPF, podríanidentificarse indicios de un ciclo político ope-rando sobre las expectativas. El SSPF creció conmayor dinamismo a fines de 1999 y de 2004, ynuevamente estaría creciendo a fines de 2009,

    lo que podría indicar un mayor optimismo de

    los consumidores en meses en que los parti-dos políticos tienen por delante la oportuni-dad de ganar o incrementar su participaciónen el esquema político. Esas expectativas serevertirían parcialmente tras las elecciones na-cionales, en las que ya se configura un escena-rio de ganadores y perdedores, lo que podríaexplicar parte de la caída del SSPF a partir de2005 (pese a que la economía continuaba cre-ciendo), tal como se observó en el año 2000 ycomo se podría observar tras las elecciones denoviembre de 2009.

    Un elemento a destacar sería el efecto di-ferenciado en los subíndices de la crisis inter-nacional que estalló en setiembre de 2008.Mientras pudieron surgir temores respecto ala situación del país a un año, haciendo que elSSPF acelerara su caída en el último trimestrede 2008, los agentes mantenían, con indepen-dencia de estas expectativas, la percepción dela situación económica actual, que continuócreciendo (más lentamente, pero al alza), en unmarco en que la economía desaceleró su dina-mismo pero no revirtió su crecimiento.

    Por otra parte, a los efectos de analizar laexistencia de relaciones de largo plazo entreestos indicadores y variables de la economíauruguaya, se realizaron estimaciones de corre-laciones cruzadas. Las expectativas de los con-sumidores sobre la economía para el año si-guiente (SSPF) presentan una correlación de73% con las expectativas sobre la economíapara los próximos seis meses relevadas por la

    Cámara de Industrias del Uruguay (CIU

    ). En con-secuencia, las expectativas de ambos agentesse comportarían en forma similar, probable-mente porque consideren un conjunto de va-riables en común a la hora de formarlas. Tam-bién se analizaron correlaciones de este índicecon otras variables de la economía, sin hallarresultados significativos.

    Por su parte, el subíndice que mide la per-cepción sobre la situación económica del

    país actual (SSPA)12

      presenta un coeficiente

    11 Valores positivos indican más respuestas negativas quepositivas, mientras que valores negativos indican lo contrario.

    12 Si bien las mediciones regulares tienen frecuencia men-sual, al inicio de la muestra la pregunta no se relevaba todos

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    de correlación de 90% con el PBI del mismoperíodo desestacionalizado y de 89% conrespecto al PBI  del período siguiente. Estosresultados sugieren que el indicador presen-ta un potencial interesante para anticipar eldesempeño del PBI, en especial dado el reza-go de tres meses en la presentación de las ci-fras oficiales de evolución trimestral del PBIpor parte del BCU.

    Este indicador también presenta una eleva-da correlación con la evolución del índice de vo-lumen físico desestacionalizado13 de la indus-

    tria manufacturera en su conjunto y con el sectorComercio, reparaciones, restaurantes y hoteles( = 0,90 y 0,72 respectivamente). De esta for-ma, la percepción actual de la economía tam-bién podría anticipar la información del BCU (quese difunde con un trimestre de rezago) sobre el

    desempeño de los sectores Industria y Comer-cio, reparaciones, restaurantes y hoteles, que sonlos dos sectores que más contribuyen al PBI. Porsu parte, en materia de demanda interna, el con-sumo muestra una correlación relativamentesignificativa ( = 0,69), de la cual resulta que elICC  anticipa en cuatro trimestres al consumoprivado que computa el BCU,14 es decir, un au-mento del optimismo de los consumidores sereflejaría probablemente en un mayor consu-mo privado un año después.

    Por otra parte, la extensión de la serie de

    alguna manera permite ubicar  el estado deconfianza que se releva con otra metodolo-gía y profundidad a través del ICC. En este sen-tido, cuando se observan los dos años de evo-lución del ICC  desde agosto de 2007, cabríapreguntarse si en un plazo más extenso esosniveles son históricamente altos o bajos. Eneste sentido, el ICE indicaría que, tras la caída

    Gráfico 7. Relación entre la situación país actual y el PBI

    90

    100

    110

    120

    130

    140

    30

    70

    110

    150

    190

    230

        m    a    r  -     9

         7

        n    o    v  -     9

         7

         j    u     l  -     9

         8

        m    a    r  -     9

         9

        n    o    v  -     9

         9

         j    u     l  -     0

         0

        m    a    r  -     0

         1

        n    o    v  -     0

         1

         j    u     l  -     0

         2

        m    a    r  -     0

         3

        n    o    v  -     0

         3

         j    u     l  -     0

         4

        m    a    r  -     0

         5

        n    o    v  -     0

         5

         j    u     l  -     0

         6

        m    a    r  -     0

         7

        n    o    v  -     0

         7

         j    u     l  -     0

         8

        m    a    r  -     0

         9

    Situación económica país actual Producto Interno Bruto

    Fuente: POPCE y Banco Central del Uruguay.

    los meses, por lo que el índice se construyó a partir del pro-medio de los datos disponibles para cada trimestre. El índicede situación económica del país actual  se desestacionalizó uti-

    lizando el programa Demetra 2.2, por el método X-12-ARIMAcon componente irregular, para que sea consistente con elíndice de volumen físico del PBI .

    13 Series de IVF  desestacionalizado del Banco Central delUruguay.

    14 Debido al cambio en la metodología de cómputo de lasCuentas Nacionales que implementó el BCU en el año 2009, alos efectos de contar con series trimestrales oficiales más ex-tensas se trabajó con la serie de IVF del consumo privado base1983=100.

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    de los niveles de confianza del año 2002, es-tos comenzaron a recuperarse y desde el 2005se encuentran en una zona en que las respues-tas positivas superan a las negativas. En estesentido, los niveles actuales son, en un hori-zonte temporal más amplio, relativamente másoptimistas.

    Otro aspecto que se aprecia en esta serie,más larga que la disponible del ICC para Uru-guay, es que sobre los niveles de confianza delconsumidor podría operar un ciclo político. Eneste sentido, se observa que el repunte de con-fianza de los consumidores que reporta el ICCen el año 2009 podría, en parte, obedecer a esavariable, en la medida en que a partir del ICE seobserva que en los meses previos a las elec-ciones nacionales repunta la confianza. Estasituación también se advierte en otras econo-mías regionales (gráficos 2 a 5) y configura unahipótesis por probar.

    4.2.2. Primeros resultados de la medición

    del ICC en Uruguay

    En esta sección se realiza un primer análisisexploratorio acerca de las relaciones entre elICC, sus respectivos componentes y algunasvariables de la economía uruguaya. Sujetos ala restricción que impone una serie con obser-vaciones para 26 meses (ocho trimestres com-pletos), la metodología escogida consiste enanalizar las correlaciones cruzadas entre el ín-dice, sus componentes y las diferentes varia-bles (tanto en niveles como en tasa de varia-ción, y considerando la estructura de rezagos)a los efectos de identificar qué variables po-drían ser anticipadas por los índices, así comotambién el desempeño de qué variables po-dría incidir en la formación de expectativas,puesto que, como se señaló, estos procesos engeneral ocurren simultáneamente.

    Las variables de la economía uruguaya uti-lizadas en el análisis abarcan los siguientes as-

    pectos: precios, salarios de los trabajadores,ingresos de los hogares, recaudación, ventasde automotores, importaciones, expectativasde industriales, índices de ventas, índices de

    producción, indicadores del mercado laboral,y otros indicadores de confianza económica.

    Como primer punto, es importante desta-car que, si bien en Uruguay la información esrelativamente reciente, se identifican indiciosde relaciones en ambos sentidos. Sin embar-go, dada la metodología utilizada y la longi-tud de las series, no es posible aplicar tests paraanalizar relaciones de causalidad, por lo queno se realizan inferencias en este sentido, sinoque se identifican correlaciones estadística-mente significativas.

    Las variables económicas se utilizaron des-estacionalizadas15 por el programa Demetra2.2. a través del método X-12-ARIMA,16 con com-ponente irregular. Esto se debe a que muchasde las series económicas presentan estaciona-lidad que no se relaciona con las expectativasdel consumidor y por lo tanto no resulta deinterés incluirla (por ejemplo, zafras, períodosde cosecha y cultivo, entre otros). Por otro lado,dada la escasa cantidad de datos de los distin-tos subíndices y el ICC, aún no es posible des-estacionalizar las series y por lo tanto se utili-zaron con estacionalidad; a medida que seincorporen meses a las series, se contará conun número suficiente de mediciones y se pro-fundizará el estudio realizado.

    4.3. Resultados de análisisde correlaciones cruzadas

    La percepción de los consumidores acerca

    de la situación económica del país dentro de unaño presenta correlación significativa con otrasseries de expectativas, no así con variables eco-nómicas del amplio conjunto analizado. Soloa efectos de reportar la que aparece con ma-yor coeficiente de correlación, existe una

    15 Excepto las variables de ingreso medidas en pesos corrien-tes, ya que las series no cuentan con suficientes datos comopara que el programa Demetra 2.2 detecte la estacionalidad

    de la variable. A medida que se agreguen más datos se estu-diará la posibilidad de hacerlo.16 El programa Demetra no permitió la desestacionalizacióndel índice medio de salarios por método X-12-ARIMA, por loque se utilizó desestacionalizado por el método Tramo-Seats.

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    expectativas sería de expectativas adaptativas(en la medida en que no forma sus expectati-vas para el país a un año a partir del desempe-ño económico efectivo que viene observando),pero sí se advierte que las expectativas forma-das son congruentes entre sí, y el resultado delas encuestas muestra que el consumidor tie-ne capacidad de asociar con los signos espe-rados el desempeño esperado de las variables.

    Las expectativas de los consumidores acer-ca de la  situación económica del país para los próximos tres años presentan correlaciones ele-vadas con los índices de salario real y nominal( = 0,78 y 0,75 respectivamente). Esto podríaindicar que, para una perspectiva de más lar-go plazo, los agentes sí asocian la evoluciónefectiva que van percibiendo de su ingreso conel rumbo que llevará la economía.

    Los índices de situación económica del paísa un año y a tres años  no muestran una rela-ción estadísticamente significativa entre sí.Como consecuencia, los consumidores uru-guayos estarían considerando variables dife-rentes a la hora de responder cada pregunta.Esta independencia entre las perspectivas parauna misma variable con diferente horizontetemporal nuevamente parece indicar la capa-cidad del consumidor de entender que exis-ten diferentes determinantes para el crecimien-to en el corto y el largo plazo,18 internalizandoel concepto del ciclo económico.  Al respecto,los resultados sugieren que, mientras en el cor-to plazo (1 año) el desempeño esperado de la

    economía puede estar más asociado a shocksde variables exógenas (nueva información parael sistema, que deja sin relevancia la preceden-te o la actual), a la hora de pensar en el largoplazo (3 años) sí se considera el desempeñoreciente de las variables económicas que se

    correlación negativa en niveles ( = –0,59) conla inflación acumulada en doce meses. De estaforma, los consumidores estarían manifestan-do, en un elevado porcentaje de las observa-ciones, un proceso de aprendizaje, en el senti-do de que asociarían un menor ritmo decrecimiento de precios con mejores perspecti-vas para la economía a un año.17

    Las expectativas de ingreso familiar a un añoformadas en el mismo período (indicador POP-CE) están relacionadas positivamente ( = 0,80)con el indicador de  percepción sobre la econo-mía en el próximo año, de manera que, cuandoel consumidor espera mayor ingreso en lospróximos doce meses, también espera que alpaís le vaya mejor en ese período. No se encuen-tra, sin embargo, una relación significativa conlas variables que miden o son proxy  del ingreso(índice de salarios y/o ingreso medio). Con lasexpectativas de desempleo para dentro de unaño (indicador POPCE) también se detecta unacorrelación negativa ( = –0,71), de manera quea mayor desempleo esperado, peores serán lasperspectivas para la situación económica delpaís a un año. Esta relación tampoco se confir-ma con las variables del mercado laboral quemiden el desempleo, el empleo o la actividad.

    En relación con los otros subíndices quecomponen el ICC, el índice de situación del paísdentro de un año guarda relación directa con elíndice de predisposición de compra de electro-domésticos y con el de predisposición de com-pra de casas y autos en el mismo período

    (

     = 0,73 y 0,79). Esto podría indicar que a la horade efectuar gastos relativamente más importan-tes respecto a su presupuesto, los consumido-res no son indiferentes a la evolución que espe-ran para la economía en su conjunto.

    Cabría por tanto inferir, con la informacióndisponible hasta este momento, que el consu-midor no tiene capacidad de  proyectar   apro-piadamente la situación del país a un año, así como tampoco su proceso de formación de

    17 Lo que se confirma también para la situación personal, másadelante.

    18 Como se hacía referencia en secciones anteriores, en elcaso del ICC original (Universidad de Michigan), así como enel caso chileno, las percepciones a más largo plazo son rele-

    vadas a través del subíndice situación económica del país paralos próximos cinco años, pero, dada la mayor volatilidad en lahistoria de nuestras economías, en el caso de Argentina yUruguay se le pide al consumidor el esfuerzo de prospectivaa tres años, como medida de “largo plazo”.

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    percibe más directamente (salarios), como for-ma de vincular mejoras en estas variables (quepodrían asociarse a factores más estructuralesvinculados al mercado de trabajo) con mejo-ras en el largo plazo de la economía.

    La percepción de la  situación económica personal actual con respecto a la de hace un año

    presenta una correlación de casi 70% con elingreso medio de los hogares de un mes an-tes. Por lo tanto, el ingreso sería una de las va-riables que los consumidores consideran a lahora de comparar su situación con respecto ala de un año atrás. En este sentido, el índice desalario nominal y real también se relaciona po-sitivamente con la situación económica perso-nal en el mismo período ( = 0,81 para amboscasos). En conclusión, podría afirmarse que elingreso es la variable principal que los consu-midores consideran para evaluar la situacióneconómica personal.

    La percepción de la situación económica personal dentro de un año  resulta vinculada alas mismas variables que la situación personalactual, a saber: variables que miden ingreso einflación;19 por lo tanto, a diferencia de lo quesucede con la situación del país, es esperableque el horizonte temporal no implique cam-bios en las expectativas de los consumidores.Esta presunción se verifica en la medida en quela percepción de la situación económica perso-nal actual y futura  se correlacionan en formasignificativa ( = 0,70).

    Por su parte, la situación económica perso-

    nal futura  guarda relación con la expectativade situación económica del país a un año y a tresaños ( = 0,77 y 0,69 respectivamente); asimis-mo, el subíndice de situación económica del  país y la situación económica personal  presen-tan un coeficiente de correlación de 0,71. Estoindicaría que el consumidor entiende que susituación económica futura no es independien-te de lo que le suceda a la economía nacional.

    A su vez, la  predisposición a la compra de elec-trodomésticos  presenta correlaciones cercanasa 80% con el índice de ventas de máquinas yaparatos eléctricos ( = 0,81) relevado por el Ins-tituto Nacional de Estadística (INE) e importacio-nes de consumo durable ( = 0,78) relevadospor el BCU. En particular, dada la estructura derezagos explorada en las correlaciones, la  pre-disposición a la compra de electrodomésticos se-ría capaz de predecir los movimientos de lasimportaciones con tres meses de anticipación.

    Por otro lado, la  predisposición a la comprade electrodomésticos guarda una estrecha rela-ción con el tipo de cambio nominal ( = –0,77).Dado que, en su amplia mayoría, los electro-domésticos son de origen importado, las va-riaciones del tipo de cambio nominal implicanvariaciones directas en su precio en monedanacional, por lo que se infiere una obvia elasti-cidad precio negativa.

    Resulta interesante señalar que, más allá delo que indica la teoría (para las decisiones degasto, no para la predisposición), a la hora deformar su opinión respecto a la convenienciade comprar o no electrodomésticos (bienestransables) los consumidores no repararían sig-nificativamente en el comportamiento del tipode cambio real (en nivel ni variaciones, y enninguna de sus versiones bilaterales o global).Una posible explicación es que, mientras la teo-ría indica que las variaciones del tipo de cam-bio real afectan la composición de la canastade consumo —o sea, la relación de gasto en-

    tre bienes transables y no transables—, aquí lo que está en consideración es la disposiciónal gasto en los primeros, no el peso que el gas-to en este tipo de bienes tiene en la canasta.Por otra parte, esto podría indicar que, a losefectos de evaluar la oportunidad para com-prar electrodomésticos, los consumidores sim-plemente observan la pizarra de cotizacionesy no los precios relativos relevantes como eltipo de cambio real.

    La  predisposición a comprar casas y autostambién guarda una estrecha relación con eltipo de cambio nominal ( = –0,71), siguiendola misma lógica; por lo tanto, puede inferirse

    19 En el caso de la situación económica personal actual, lainflación influye no solo a través del índice del salario real,sino que presenta un coeficiente de correlación de –0,63. Enel caso de la situación futura este asciende a –0,73.

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    que los consumidores tienen en cuenta princi-palmente el precio de la moneda para comprar

    bienes durables (tanto electrodomésticos,como casas y autos). Esto se comprueba empí-ricamente a través de la correlación entre am-bos subíndices, que asciende a 0,90.

    Cuadro 5. Síntesis de análisis de correlación cruzada con variables seleccionadas 20

    * Nota: La notación (+) x  indica que el coeficiente de correlación que se reporta es entre la variable respectiva y el subíndice(de la primera columna) rezagado x  períodos. Por el contrario, la notación (–) x  indica que el subíndice es anticipado x  períodos,y el 0 indica que la correlación reportada es para ambas variables fechadas en el período t.Fuente: POPCE.

    20 Se reportan las correlaciones más elevadas. Se han testea-do las relaciones con otras variables del INE, BCU y CIU que sereportan con frecuencia mensual. Asimismo, todas las varia-bles se testearon con diferentes esquemas de rezagos, en ni-veles y tasas de variación.

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    Por otro lado, la venta de automóviles cerokilómetro está correlacionada con el subíndi-ce rezagado un mes ( = 0,64), de manera quela evolución de este subíndice podría predecircon un mes de anticipación los grandes movi-mientos en la venta de automóviles nuevos.

    Por otro lado, la  predisposición a comprar casas y autos estaría relacionada con el índicede ventas al mercado interno de la CIU , demodo que cuando aumentan las ventas almercado interno cabría esperar que a los dosmeses mejorara la predisposición a comprar

    casas y autos ( = 0,75). Además, este subíndi-ce también presenta una estrecha relación conel índice de ventas de máquinas y aparatoseléctricos (en el mismo período,  = 0,77) y elíndice de ventas de vehículos y automotores(anticipado dos meses por el subíndice, = 0,80), ambos relevados por el INE. A su vez,la evolución del IVF de máquinas y aparatoseléctricos ( = 0,63) y de vehículos y automo-tores ( = 0,69), ambos relevados por el INE, es

    también anticipada en dos meses por el índicede predisposición a compra de autos y casas.Sobre esa base, el subíndice de  predisposi-

    ción de compra de bienes durables (promedio de

    los subíndices de electrodomésticos y de ca-sas y autos), rezagado tres meses, presentacorrelaciones elevadas con las importacionesde consumo de bienes durables ( = 0,75), demodo que puede anticipar un trimestre el com-portamiento de esta variable del comercio ex-terno. Además, dadas las relaciones de sus doscomponentes con el tipo de cambio nominal,el subíndice también muestra una fuerte rela-ción negativa ( = –0,76), por lo que un tipo decambio más bajo es positivo para la predispo-sición a la compra de bienes durables.

    4.4. ¿Qué dice el ICC de la economíauruguaya desde agosto de 2007?

    Cada mes el POPCE difunde un informe queanaliza en detalle la evolución del ICC en Uru-guay.21 Por tanto, en esta sección, con el objetode presentar las principales características delcomportamiento del ICC y sus subíndices en losdos primeros años de información sistemática

    disponible, se obviarán detalles y aspectos

    Gráfico 8. Evolución del índice de confianza del consumidor y sus subíndices

    25

    35

    45

    55

    65

    75

        a    g    o

      -     0     7

        o    c

        t  -     0     7

         d     i    c

      -     0     7

         f    e     b

      -     0     8

        a     b

        r  -     0     8

         j    u    n

      -     0     8

        a    g    o

      -     0     8

        o    c

        t  -     0     8

         d     i    c

      -     0     8

         f    e     b

      -     0     9

        a     b

        r  -     0     9

         j    u    n

      -     0     9

        a    g    o

      -     0     9

        o    c

        t  -     0     9

    Situación económica personal Situación económica país

    Consumo de bienes durables Confianza del Consumidor

    Fuente: POPCE.

    21 Véase .

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    puntuales para señalar las características másestables. Además, ejemplificando con hechosdestacados del período, se intentará mostrarel potencial del indicador para captar nueva in-formación y anticipar el comportamiento de lasvariables económicas, potencial que se repor-taba y analizaba en la sección anterior a partirdel análisis estadístico de las relaciones de co-rrelaciones cruzadas.

    El índice de confianza del consumidormuestra que, en general, durante los últimosdos años el consumidor uruguayo se ha movi-do en una zona de optimismo moderado, a ex-cepción de finales de 2008 y comienzos de2009. En este sentido, durante los meses deoctubre a diciembre de 2008, como conse-cuencia de la profundización de la crisis finan-ciera internacional que detonó en setiembrede 2008, la confianza de los consumidores uru-guayos pasó a la zona de  pesimismo modera-do. Por otro lado, a partir de la segunda mitadde 2009, la amenaza del shock de la referidacrisis se alejaba y se sumaba un estado de áni-mo especial basado en la hipótesis del efectopositivo del ciclo político previo a las eleccio-nes nacionales —se observa la regularidad,pero aún no hay información suficiente paraverificar la hipótesis— la confianza superó eloptimismo moderado, ingresando en una zonade atendible optimismo.

    Sistemáticamente, a excepción de los me-ses inmediatos a la crisis financiera internacio-nal, el consumidor uruguayo es más conserva-

    dor a la hora de formular las expectativasacerca de la situación económica personal quedel país. Asimismo, es más conservador el ín-dice actitudinal (predisposición a comprar bie-nes durables) que los índices perceptivos (ex-pectativas en sentido estricto).

    Como sería de esperar, en un período enque la economía acumuló tasas de crecimien-to excepcionales para la historia económicalocal, los agentes son optimistas respecto a la

    situación del país, optimismo que, sin embar-go, fue fuertemente afectado por la crisis fi-nanciera internacional de setiembre de 2008.No obstante, más allá de percibir que esta cri-

    sis podría perjudicar al país, mientras el em-pleo-salario e ingreso de las familias no fueafectado, las expectativas sobre la situacióneconómica personal tampoco. Por el contrario,a medida que en el período mejoraba el des-empeño de los indicadores mencionados, cre-cía el optimismo de las percepciones sobre lasituación personal. Por otra parte, más allá dela influencia de otras variables económicas, seobserva que el subíndice de  predisposición a lacompra de bienes durables prácticamente repli-ca los movimientos de la pizarra de cambiosen lo que respecta a la cotización del dólar nor-teamericano.

    Por otra parte, resulta de interés señalarque, mientras las perspectivas para la situacióneconómica del país a un año  se vieron afecta-das por la crisis internacional y demoraron va-rios meses en recuperarse, las expectativas so-bre la situación económica del país a tres añosno resultaron afectadas por la crisis. Esto indi-caría, en línea con lo analizado en la secciónprevia, que los agentes consideran diferentesconjuntos de información a la hora de formu-lar sus expectativas según se trate de un me-diano o «largo» plazo. En particular, pareceríaque para el consumidor uruguayo las condi-ciones del país a largo plazo no dependen engran medida de la coyuntura del escenario in-ternacional, sino que estarían relacionadas convariables más estructurales.

    En cuanto a la situación económica perso-nal, los consumidores son más optimistas res-

    pecto a su futuro (zona de atendible optimis-mo) que con respecto a la  percepción de lasituación actual  (zona de optimismo moderado).

    Por tanto, la evolución del ICC, resultante asu vez del desempeño de los subíndices, evi-dencia la capacidad del consumidor de leer las señales y los indicadores económicos, yque pese a tratarse de un público sin forma-ción específica en el área económica y que nonecesariamente accede a informes de pers-

    pectivas económicas, tiene la sensibilidad ne-cesaria para internalizar, y con los signos ade-cuados, la nueva información que ingresa alsistema.

  • 8/15/2019 Confianza Del Consumidor Economia Uruguaya

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    Por otra parte, uno de los aspectos relevan-tes de disponer de estos indicadores para Uru-guay es que el ICC y los respectivos subíndices

    —información disponible en los primeros díashábiles del mes siguiente al que se reporta—puede anticipar, a veces en un trimestre, com-portamientos de variables económicas rele-vantes de la economía, con lo que conformaun aporte a la mejora de las decisiones públi-cas y privadas.

    4.5. Comparación de la evoluciónde los ICC en Uruguay

    y los países de la región22

    Al comparar el comportamiento del ICC enUruguay con el de Argentina, Brasil y Chile seconstata la existencia de ciertos movimientoscomunes que señalarían la presencia de facto-res externos (el ciclo de la economía interna-cional, los precios de los commodities y el flujode capitales) que influyen en toda la región y

    generan impactos similares en la confianza delos consumidores. También se identifican algu-nos elementos particulares de cada econo