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So c iedad civi l Cuadernos de la NÚMERO 2 • AGOSTO DE 2008

Cuaderno de las OSC 3

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Cuaderno de las Organizaciones de la Sociedad Civil 3

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la NÚMERO 2 • AGOSTO DE 2008

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3Cuadernos de la

sociedad civil

Sociedad política y sociedad civil: las dos cubiertas de la democracia.

Nuestra revista, Cuadernos de la Sociedad Civil, quiso dedicar su segundo número a reflexionar sobrelas relaciones de la sociedad política y la sociedad civil, como testimonio del valor que asignamos a estosdos actores en los procesos de construcción y consolidación de la democracia.

Cada vez cobra mayor fuerza el interés por debatir el tema de las relaciones entre la sociedad civil y lasociedad política, en virtud de la necesidad de precisar su rol y su sentido de complementariedad paraposibilitar la cohesión social.

El sistema de partidos políticos y los distintos niveles de gobierno, constituyen fuentes generadoras yreproductoras de poder. A partir de ellas se pauta el ordenamiento institucional de la sociedad, cuyanaturaleza encuentra razón de ser en tanto es legitimado por una sociedad organizada y no organizadaque, haciendo uso de las formalidades convencionales, dota de sentido al estado nación.

Para nuestro programa resulta de interés social abrir un espacio en su revista, para que intelectualesdominicanos y de otras naciones hermanas expongan sus puntos de vista sobre dicho tema. Nuestrointerés es ampliar el diálogo político entre las organizaciones de la sociedad civil y la sociedad política.

Nuestra apuesta en este esfuerzo es colocar en el centro del debate la necesidad de construir actoresde la sociedad civil con capacidad propositiva y con autonomía respecto de los otros poderes. Actoresque, conjugado con una sociedad política legítima y representativa, constituyan verdaderos pilares deldesarrollo social y político del país.

Sabemos que la sociedad dominicana tiene una larga experiencia extraída de procesos de distintas natu-raleza y magnitudes, provenientes tanto desde el Estado como desde la propia sociedad civil. Sin embargo, dada su progresiva complejidad, resulta indispensable profundizar los compromisos con la institucionalidad democrática y avanzar en la ampliación de los mecanismos de co-gestión, con mirasa mejorar los niveles de eficiencia en la lucha por superar la pobreza, mediante una mejor distribucióndel ingreso.

La diversidad de proyectos que subvencionamos en los distintos territorios priorizados por el programaencuentra un complemento en la riqueza conceptual de los artículos que publicamos en la presenterevista. Estos textos deberán constituir insumos importantes para ampliar el debate que de seguro seproduce en el marco de la implementación de las subvenciones.

Las presentamos como nuevas reflexiones que permitan profundizar en cada una de las temáticas abor-dadas. Esperamos que se discutan en distintos escenarios académicos, entre ONG´S y organizacionescomunitarias; entre gremios profesionales y empresariales; así como en iglesias y organizaciones políti-cas, a fin de ampliar la calidad del debate con miras a mejorar las relaciones de la sociedad civil y lasociedad política.

IntroducciónCuadernos de la Sociedad Civiles una publicación del Programa de apoyo a las iniciativas locales de la sociedad civil,financiado por la Unión Europea

Oficinas del PRIL:Unidad técnica de gestión y antena regional EsteCalle Casimiro de Moya # 104, GazcueDistrito Nacional • Santo Domingo • Rep. Dom.Teléfono: 809-331-1000 Fax: 809-412-8111www.pril.org.do

Antena regional surCalle 19 de marzo esq. Hermanas Ortiz #149Azua • Rep. Dom.Teléfono: 809-521-6285

Antena regional norteAve. del Arrollo esq. Ave. Francia # 18D, Retiro I, Santiago • Rep. Dom.Teléfono: 809-233-1970

Dirección General: Ernesto López de la RivaCoordinación: Marino TejedaEdición: Edith FeblesDiseño y diagramación: Éxito C.E.P., S.A.Impresión: Amigo del Hogar

En ningún caso debe considerarse que esta revistarefleja los puntos de vista de la Unión Europea.

PROGRAMA DE APOYOA LAS INICIATIVAS LOCALESDE LA SOCIEDAD CIVIL

Í N D I C E

Javier Cabreja habla de las fortalezas y debilidades en la relación de la sociedad civil y la sociedad política.P.4-7

Juan Bolivar Díaz analiza el rol de la sociedad civil en el ámbito democrático.P.8-10

Virtudes Álvarez conversa sobre los equívocos en el camino de la participación.P.11-12

Licelot Marte de Barrios ofrece unavisión desde la perspectiva política.P.13-15

Dr. Ángel R. Villarini Jusino realiza un valioso aporte con un ensayo desde Puerto Rico.P.16-19

Jorge Luis Acanda González desdela Habana, Cuba conduce nuestramirada a América Latina.P.20-27

PROMUS nos abre sus puertas a su actualidad y a su historia.P.28-31

Carmen Imbert Brugal: “Tranformar la participación“P.32-33

Las actividades pasadas y presentestienen aquí espacio.P.34

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¿Qué tan difícil fue entonces el vínculo de la sociedad civil con lospolíticos?

La principal dificultad fue precisamentela desconfianza, la poca credibilidad delos actores políticos frente a este tipode instituciones y las tensiones que estogeneró. La clase política dominicana esmuy sensible a los cuestionamientos y a las críticas. Hubo por ello mucha tensión. Pero hemos avanzado. Ahorahay más confianza y credibilidad en eltrabajo que hace la sociedad civil, sobretodo en estos temas vinculados a lapolítica. Hay una mayor comprensión delos partidos políticos a estos trabajos atal punto de que algunos temas se tra-bajan de manera conjunta. Y esto haimplicado que estos proyectos e iniciati-vas ganen en calidad.

Después que las organizaciones dela sociedad civil colocaron los temaspolíticos en su agenda ¿cuáles hansido los frutos?

Hay tres aportes importantes. El primero tiene que ver con la mejoríade los procesos electorales en Repúbli-ca Dominicana, ahora más transparen-tes y respetuosos de la expresión popu-lar en las urnas. Hasta 1996 cada proce-so electoral generaba crisis política.Hemos avanzado, quizás no lo suficien-te, porque siguen pendiente algunos

puntos. Pero en el proceso electoral elavance es significativo.

El segundo aporte ha sido la transfor-mación del sistema judicial dominicano,sobre todo desde la elección de losintegrantes de la Suprema Corte deJusticia en 1997. La presión de las orga-nizaciones de la sociedad civil, a travésde la Coalición por una Justicia Inde-pendiente, fue crucial para lograr que elproceso de selección fuera transparentey que se escogieran hombres y mujeresen condiciones de iniciar el proceso de reforma que ha experimentado elsistema judicial. Un proceso en el que las organizacionesse han mantenido vigilantes a fin de quese profundice y se afiance cada vez más.En materia del sistema judicial seguimosteniendo debilidades, con un MinisterioPúblico dependiente de los actorespolíticos, específicamente del PoderEjecutivo, y una Policía Nacional con susdebilidades. Pero, en sentido general,en el Poder Judicial es donde podemosvisualizar mayores avances.

Un tercer aporte importante es que enel país las organizaciones de la sociedadcivil han contribuido a mejorar el marcolegal con la aprobación de nuevas leyesque posibilitan un Estado en condicio-nes legales para ser más transparentes y tener una lucha más efectiva contra la corrupción.

5Cuadernos de la

sociedad civil

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“La incorporación

de los temas

de política y

democracia en

las organizaciones

de la sociedad

civil, constituye

un paso de

avance y

madurez”

Evitar tensiones y confrontacionesentre la sociedad civil y la políticaJavier Cabreja, funge como Director Ejecutivo de Participación Ciudadana,una entidad de la sociedad civil dominicana que ha hecho una reconocida contribución a importantes procesos que, como el electoral, son vitales endemocracia.

4 Cuadernos de la

sociedad civil

“La incorporación de los temas de polí-tica y democracia en las organizacionesde la sociedad civil, constituye un pasode avance y madurez de las organizacio-nes de la sociedad civil”, dice Cabreja aliniciar esta conversación.Participe desde su posición de buenaparte de los procesos de reforma de laültima década Cabreja aborda las forta-lezas y debilidades que a su juicio sehan registrado en ese diålogo perma-nente entre la sociedad civil y los acto-res políticos. “Habría que evitar tensiones y confron-taciones innecesarias que a veces sur-gen de ambos lados“, recomienda eldirector ejecutivo de una de las institu-ciones mås activa en impulsar el diålogoentre los diversos actores de la socie-dad dominicana.

¿En qué momento las organizacio-nes de la sociedad civil hicieron esainclusión de temas en su agenda?

Podríamos situarnos en la última década.Hasta hace poco tiempo política y demo-cracia eran temas exclusivos de los políticosy de los políticos partidarios, básicamente.

Cuando instituciones como ParticipaciónCiudadana, la Fundación Institucionalidad yJusticia (Finjus) y el Centro Juan Montalvocomenzaron a incidir en este tipo deagenda, hubo mucho recelo con relaciónal rol de la sociedad civil. Había muchadesconfianza porque se temía que unactor civil pudiese incidir en los temaspolíticos sin que por detrás hubiesealgún plan o intereses determinados.

A Participación Ciudadana, por ejemplo,se le cuestionó y criticó bajo el argumen-to de que era parte de un proyecto deun partido político determinado.

En aquellos momentos la acusación fueque respondíamos al Partido Revolucio-nario Dominicano y al doctor José Fran-cisco Peña Gómez. Después vino la crítica alertando que nos convertiríamosen partido político.

Y más tarde se nos acusó de estar vinculados al Partido de la LiberaciónDominicana. Las acusaciones dependíande quien estuviese en el poder, lo quepermitió a Participación Ciudadana evidenciar su nivel de independencia yautonomía.

JAVIER CABRERA

DIRECTOR EJECUTIVODE PARTICIPACIÓN

CIUDANANA

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coordinación entre las organizacionesde la sociedad civil y los partidos políticos, para atacar los problemas fundamentales que tiene la sociedaddominicana.

¿Existe algún límite en esa relación?

Creo que a veces puede existir la tenta-ción en las organizaciones de la socie-dad civil de asumir funciones que le son ajenas. Y lo hacen, la mayoría de las veces convocados por el mismoEstado.

Por eso es imperativo que las organiza-ciones de la sociedad civil mantengansu autonomía respecto al Estado y a lospartidos políticos. Es lo que le otorgalegitimidad y credibilidad.

Otra cosa por la que se ha atacadomucho a organizaciones de la sociedadcivil es porque personas de la sociedadcivil terminan vinculándose a determina-do gobierno.

Es algo que ocurre con frecuencia, por-que en la sociedad civil hay personascon trayectoria de trabajo, reconoci-miento social y capacidad profesionalen determinadas áreas y el Estadodemanda sus servicios en determinadogobierno. Es una situación que generacontroversia.

¿Le impide esto a la persona asumirun rol en el Estado?

Creo que no podemos impedirle esto anadie. Lo que hay que evitar es que aese servicio que se ofrece al Estado, o aese puesto que se asume, se acceda utilizando a las organizaciones de lasociedad civil como trampolín. En esesentido, las organizaciones estamoscompelidas a evitar que estas situacio-nes se produzcan, pero por lo demás,no aprecio mayores dificultades.

¿Cuáles son los desafíos actuales enlas relaciones de la sociedad políticay las organizaciones de la sociedadcivil?

En República Dominicana estamos enun momento importante de reformaspolíticas y constitucionales, es necesarioque las organizaciones sigan asumiendoun papel importante en el debate deesas reformas. Y no lo lograremos sipersiste ese nivel de atomización queen este momento existe en las organiza-ciones de la sociedad civil.

Dentro de las organizaciones de lasociedad civil deben surgir los mecanis-mos posibles para el diálogo. La disper-sión, vigente ahora, no posibilita man-comunar esfuerzos de participación enesas reformas.

”En República

Dominicana

estamos en

un momento

de reformas

políticas y

constitucionales.

Es necesario que

las organizaciones

sigan asumiendo

un papel

importante en

el debate de

esas reformas”

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sociedad civil

La Ley de Libre Acceso a la InformaciónPública, la ley que regula las contrata-ciones estatales, o la propia Ley Munici-pal, constituyen expresiones de esfuer-zos por una mayor transparencia. Son leyes que, de aplicarse, constituirí-an una base importante para la transpa-rencia. Creo que uno de los compromi-sos que tenemos es impulsar que lospolíticos asuman un real compromiso en el cumplimiento de cada una deestas leyes.

Muchas organizaciones han logradoarticular a un conjunto de personas yactores que tradicionalmente no habíantenido una participación activa en losasuntos de carácter político. Me refiero,por ejemplo, a procesos como la obser-vación electoral, donde hay una partici-pación muy importante de los jóvenes y de las mujeres demandando mástransparencia.

¿Cuáles son las normas básicas de larelación entre las organizaciones de lasociedad civil y la sociedad política?

Debe primar una conciencia y claridadsobre el rol que cada uno de los actoresdebe tener en la democracia. La cali-dad de la democracia es un asunto detodos los actores. Los políticos tienenque entender que la democracia no esun asunto exclusivo de los partidos

políticos y que las organizaciones socia-les tienen un rol en materia de mejorarla calidad de la democracia.

Los partidos políticos tienen el rol decontribuir en la calidad de la democra-cia y su diferencia con la sociedad civilradica en que tienen el interés y la voca-ción de alcanzar el poder a través de losmecanismos electorales, un rol que nocorresponde a la sociedad civil.

Habría que evitar tensiones y confronta-ciones innecesarias que a veces surgende ambos lados. Por un lado, de la faltade comprensión de los partidos políti-cos, respecto al rol de las organizacio-nes de la sociedad civil y, por otro lado,la falta de comprensión de las organiza-ciones de la sociedad civil de los parti-dos políticos.

No se trata de una confrontación entrelo que representa cada actor. Puedensurgir actores en la sociedad civil quepretendan erigirse como la partebuena, frente a la parte política quepercibe como mala. Esa es una visiónincorrecta. Creo pertinente evitar ten-siones de ese tipo por ambas partes.

Solo podemos avanzar en materia deinstitucionalidad en la medida en quehay una conciencia de tender puentes,establecer lazos de cooperación y

”Debe primar

una conciencia

y claridad

sobre el rol

que cada uno

de los actores

debe tener en

la democracia”

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asenso económico y social despropor-cionado, frente a la situación de pobre-za del país. Todos esos son factores quehan creado tensiones entre la sociedadcivil y la sociedad política. Y desdeluego, estamos hablando de una socie-dad que no es partícipe de la transpa-rencia, ni de la rendición de cuentas;donde los que dirigen toman decisionesy pasan por encima de cuestiones funda-mentales sin dar explicaciones a nadie.En una sociedad así, es todavía másnecesaria la presencia de grupos organi-zados que reclamen transparencia, infor-mación, igualdad de derechos. Ahí radi-ca el hecho de que estas organizacionessean mal vistas por esos partidos.

Con todo, hay muchos dirigentes y militantes de los partidos políticos queentienden el rol de la sociedad civil ytratan de mantener buenas relacionescon ella. Pero en sentido general, prevalecen unas relaciones tensas.

A veces se le imputa a la sociedadcivil querer jugar el papel de lasociedad política ¿usted qué piensacuando escucha esto?Puede ser algo cierto en algunas actitu-des de algunos individuos y algunasorganizaciones que piensan que pue-den estar por encima del bien y del maly de lo político. En algún momento esaapreciación puede tener validez, peroen sentido general no es cierto. Lasociedad civil ha planteado que nobusca dirigir el Estado, lo que busca esque el Estado sea bien dirigido.

¿Cuál debe ser el papel de la socie-dad civil frente a la sociedad política?

De co-participante. La participaciónsocial es la profundización democrática.Por ejemplo, para participar en la ges-tión de un municipio no hay que estaren un partido.

La junta de vecinos, las organizacionesbarriales, sectoriales, los grupos organi-zados, de oficio, todos tienen derecho aparticipar en la gestión pública y en latoma de decisiones de las cosas que lesafectan y en cómo se invierten los recur-sos que ellos pagan al ayuntamiento.Todo eso es parte de la democracia. Laidea es que las autoridades no hagan loque les de la gana con los cuartos denosotros.

En lo referente a la municipalidad, porejemplo, la nueva Ley Municipal esta-blece el presupuesto participativo comoobligado. Para mí, el presupuesto parti-cipativo es el mejor ejemplo de la formade participar, se trata de que las autori-dades, en este caso municipales, discu-tan con la sociedad civil organizada y con todo el que quiera participar, qué hacer con el dinero de ellos, cómoinvertirlo. Esto fortalece el rol de una sociedadcivil vigilante, que da seguimiento a los proyectos, que participan de la gestión pública, que opina en dóndedeben ser invertidos los recursos.

“El régimen

democrático parte

del principio de

que la democracia

no es solo

la elección de

las autoridades,

sino también

la participación

y rendición

de cuentas de

esas autoridades”

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8 Cuadernos de la

sociedad civil

“El mejor ejemplo de la contribución dela sociedad civil lo constituye Europa,en donde sus naciones más desarrolla-das instituyeron la participación de lasociedad en la gestión pública como unmecanismo de avance”, dice de entradael también profesor universitario. “Lo normal es que la participación de laciudadanía se canalice a través de lasorganizaciones sectoriales, regionales,por preparación u oficio”, añade. JuanBolívar Díaz explica que como periodis-ta profesional fue “más fácil convivir conuna organización de la sociedad civilque con un partido político”. Eso, aclara,no significa que esté contra los partidospolíticos. Al contrario, “los partidos sonel fundamento de la democracia, aligual que las organizaciones sociales”. Y culmina “no puede existir la democra-cia si no existen los dos”.

A su juicio ¿cuál es el fundamentode la relación entre la sociedad civily la sociedad política?Indudablemente que la democracia. El régimen democrático parte del prin-cipio de que la democracia no es solo la

elección de las autoridades, sino tam-bién la participación y rendición decuentas de esas autoridades, que inclu-ye el derecho a revocar ese mandatocuando la población lo considere nece-sario. Creo que la definición más gene-ralizada de la sociedad civil nos ofreceuna perspectiva de esa relación enten-diendo a la sociedad civil como aquellasagrupaciones de los más diversos géne-ros, encaminadas a promover el bien dela sociedad, no importa que sea por ofi-cios, intereses, profesiones, de origenreligioso, por razones de géneros, deservicios o fundaciones.

¿Cómo valora la relación sociedadcivil y la sociedad política en Repú-blica Dominicana?La sociedad política es demasiado abarcadora, monopoliza. El Informe de Desarrollo Humano del PNUD (Programa de las Naciones Unidas parael Desarrollo) dice que el Estado ha sidosecuestrado y que se está violentandocontinuamente el orden institucional. Lanuestra, es una sociedad demasiadoligada a la corrupción, vinculada a un

JUAN BOLÍVAR DÍAZ

DIRECTOR MATUTINOUNO + UNO

CATEDRÅTICOUNIVERSITARIO

El periodista Juan Bolívar Díaz es, además de un reconocido ejecutivo demedios de comunicación, un activista comprometido con el fortalecimiento dela sociedad civil dominicana. Fundador de Participación Ciudadana y propul-sor de la integración de todos los sectores sociales a los procesos democráti-cos, aborda en esta entrevista el vínculo entre la política y la sociedad civil.

e n t r e v i s t a

Sin sociedad civil y política no puede existir democracia

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11Cuadernos de la

sociedad civil

VIRTUDES ÁLVAREZ

VICEPRESIDENTADEL MOVIMIENTO,INDEPENDENCIA, UNIDAD Y CAMBIO

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La sociedad civil y políticadeberían ser complementariasVirtudes Álvarez es una destacada dirigente del Movimiento Independencia, Unidad y Cambio (MIUCA). Además de su rol como mujer política ha sido partícipe de importantes procesos de luchas desde organizaciones no gubernamentales.

A Virtudes Álvarez le molestan lasposes. Dice que en el país las hay endemasîa. “Hay políticos que no quierenque se les exija algo, que no rindencuentas ni quieren hacerlo por su voca-ción antidemocrática; y de otra parte,miembros de la sociedad civil que seasumen por encima del bien y del mal“,dice al tiempo de advertir que tales formas constituyen una expresión de lafalta de vocación democrática.

En este diålogo la dirigente políticahabla del rol que, a su juicio, debendesempeñar los actores polîtico y lasociedad civil que, aunque indepen-dientes son complementarios.

¿Cómo valora la relación sociedadcivil con sociedad política? cuálesson las debilidades y fortalezas deesa relación?

Debería ser de complementariedad. Por los roles asignados literal e histó-ricamente a una y otra. Es un debate muy viejo.

En todo caso se trata de una agenda, lacomún. En el caso dominicano valoroesa relación más como ficción quecomo realidad, en cualquier versión desociedad civil que se enfoque, sea lapromovida por la Agencia para el Desa-rrollo de los Estados Unidos (AID) y la Pontifica Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), o la otra, la del barrio, la anónima, la de los excluidos/as. No obstante, en la que cada uno de losactores de la sociedad civil dominicanaexiste “su sociedad política detrás de la oreja”.

En tanto complemento, una de la otra,puede que las debilidades de una seafortaleza en la otra y viceversa. Lo “bueno” de la sociedad civil, su for-taleza, es que en tanto siempre será“oposición” se siente en derecho de fiscalizar, de exigir, de cuestionar, dejuzgar, prácticamente sin compromisode construcción y de riesgos, riesgosque se corren sólo cuando se actúadesde una perspectiva de acción degestión y de gestores.

10 Cuadernos de la

sociedad civil

¿La sociedad civil en el país estájugando su papel?

No lo está jugando plenamente. Ha per-dido su esplendor. En los últimos 4 o 5años ha caído en una especie de letar-go. Hubo una década de gran auge enel 1994-2004. Pero a raíz de la contra-rreforma que auspició el entonces presi-dente Hipólito Mejía en el 2002, lasociedad civil entró en un reflujo y unadecepción muy grande, que se haextendido hasta el presente gobierno.Una decepción que se incrementa envez de disminuir, lo que se profundizafrente a la debilidad institucional de lospartidos y la captación de miembros dela oposición por parte del gobierno.

Frente al panorama que plantea,¿Cómo visualiza el futuro de lasociedad civil?

Espero que haya un reflujo en la socie-dad universal, y en la dominicana enparticular. Hay períodos de conformis-mo y períodos en los que la gente quie-re lanzarse a la calle. Lamentablementedebería ser una cosa más permanente.Por ejemplo, en Suiza la gente estaorganizada en el cantón y participa en laadministración de su escuela, de su cen-tro de salud. Nosotros necesitamosconstancia y dar seguimiento a lascosas. La sociedad civil también estáconminada a ser democrática y transpa-rente constituyéndose en un modelopara la sociedad política.

¿Y qué nos dice del futuro de lasrelaciones entre la sociedad civil ypolítica?

En la medida en que la democracia y lasinstituciones se fortalecen, van a ser másimportantes las organizaciones sociales.No hay institucionalidad democráticaque se fortalezca sin contar con los ciu-dadanos. Hay que contar con ellos, con-sultarles. El grado superior lo tienenaquellas sociedades en las que todo seconsulta mediante un plebiscito, peroaquí ni siquiera existe esa figura. Por esolo imperativo es contar con las organiza-ciones existentes en todos los ámbitos.

La sociedad civil tiene un gran desafío,es un futuro complejo el que tiene, por-que en el país la gente no tiene culturademocrática. Por ejemplo, aquí todavíaprevalece el presidencialismo y el provi-dencialismo. La gente entiende que esnormal que a un funcionario lo nombrensin consultarlo para el puesto. Ese es unrasgo que viene de la dictadura y laautocracia. Es una práctica que ocurríaen la época en que gobernaba el fene-cido Joaquín Balaguer y el dictadorRafael Leónidas Trujillo, para tener alenemigo por debajo. Son cuestionesculturales tan difíciles de desarraigar enun país donde la gente todavía rindeculto a la subordinación. Mientras esosiga así, las organizaciones sociales novan a funcionar eficientemente. Creoque la única forma de realizar las trans-formaciones necesarias será mediantela educación. Ese es el gran desafío.

e n t r e v i s t a

“La sociedad civil

también está

conminada a ser

democrática y

transparente

constituyéndose

en un modelo

para la sociedad

política”

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13Cuadernos de la

sociedad civil

e n t r e v i s t a

Partidos y organizaciones dela sociedad civil fuertes, son fundamentales para la democraciaLa ex diputada por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Licelot Martede Barrios, reconoce su vinculación con la sociedad civil, la que -según afirma-marcó su vida política. “Creo en la participación de las organizaciones de la socie-dad civil en los asuntos del Estado, el gobierno, la nación y los partidos políticos,porque a través de ellas se canalizan las demandas de la sociedad”, dice.

¿Cómo valora la relación de lasorganizaciones de la sociedad civilcon la sociedad política dominicana?Creo que ha sido una relación un pocodesorganizada. A ello contribuye la pro-liferación de organizaciones que no sehan manejado correctamente. Aunquedeben ser comprendidas, porque, en elfondo, sólo expresan el deseo de lapoblación de participar y servir. Un pasoimportante fue adecuar las organizacio-nes de la sociedad civil a un nuevomarco legal. Hasta el año 2005 estabanregidas por la orden ejecutiva 520.Como legisladora, en el 2005, presenta-mos el proyecto 122-05 contando con laparticipación de la misma sociedad civily del Banco Interamericano de Desarro-llo (BID). La normativa llegó para regla-mentar todo el accionar de la sociedadcivil. Antes de esa ley aparecían en elmismo renglón una junta de vecinos,una iglesia, una institución que se ocu-paba de los niños u otra que atendía alos ancianos. Era una mezcla. En esesentido la clasificación es importante.Esto propicia que las organizaciones,

estando acreditadas y habilitadas, anteuna institución de Estado como es elSecretariado Técnico de la Presidencia,ofrezcan el servicio que ellas dicen quedan, sea posible fiscalizarla y accedan,de forma transparente, a los fondospúblicos. Como política, valoro mucho el trabajode las organizaciones de la sociedadcivil. Su labor es complementaria por-que ellas llegan a lugares donde elbrazo del Estado no puede llegar. Su roles fundamental, no sólo para la vidapolítica sino también para el Estado. Deahí la necesidad de cohesionar losesfuerzos. Y ayuda para ello el hecho deque muchos partidos han fortalecido suinstitucionalidad. Lo importante endemocracia es que haya partidos fuer-tes, gobiernos fuertes y organizacionesde la sociedad civil fuertes. En estosmomentos las organizaciones que másse destacan, porque se expresan conmás frecuencia, son las organizacionesque requieren y demandan acciones detipo político.

LICELOT MARTE DE BARRIOS

DIRIGENTE POLÍTICA

“Los vicios y

debilidades

registrados en la

sociedad política

se reproducen en

la sociedad civil.

¡Estamos hechos

de la misma pasta!

El hecho de militar

en una u otra,

por derivación,

no nos hace

democráticos”

12 Cuadernos de la

sociedad civil

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A veces se le endilga a la sociedadcivil querer asumir el papel de lasociedad política. ¿usted que piensa?

En el momento que así lo quiera deja deser sociedad civil. Creo que la sociedadcivil, en sentido general, ha sido satani-zada por la sociedad política y viceversa.

En nuestra realidad hay de todo, inclu-yendo poses. ¡Muchas poses!

Políticos que no quieren que se les exijaalgo, que no rinden cuentas ni quierenhacerlo por su vocación antidemocráti-ca; y de otra parte, miembros de lasociedad civil que se asumen por enci-ma del bien y del mal, lo que también esuna falta de vocación democrática; yque en sus espacios de poder hacenprevalecer la misma cultura verticalistadel liderazgo político tradicional delpaís.

¿Usted cree que hay democratiza-ción en cuanto a la participación enlos procesos que involucran tanto ala sociedad civil como a la sociedadpolítica?

La democracia es el factor ausente encasi todas las instancias de la sociedaddominicana. Estamos marcados por el autoritarismo.

La democracia es un mero discurso. Los vicios y debilidades registrados enla sociedad política se reproducen en

la sociedad civil. ¡Estamos hechos de lamisma pasta!. El hecho de militar en unau otra, por derivación, no nos hacedemocráticos.

Usted, con fuertes vínculos en lasociedad civil, ¿por qué decide entrara la política?

Es mi pasión. La gente, la cotidianidad,el cómo ocurre esa cotidianidad. La lógica de la política -el poder- comovía para resolver problemas, definir pro-yectos de sociedad. Servir a la gente. Esmi vida.

¿Cómo ve el futuro la relación sociedad civil-sociedad política?

Soy optimista. Me gustaría que la Socie-dad Civil en mi país fuese parte integraldel proceso de cambio progresista quereclama nuestra realidad social.

Que actuara al margen de los interesesforáneos, por ejemplo las llamadasagencias de cooperación internacional,representantes de los intereses de lasgrandes potencias mundiales, que“donan” sus recursos e imponen agen-das en nuestros países. Muchos ymuchas de los protagonistas de esasociedad civil, inconscientemente, le sirven a dichos intereses.

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sociedad civil

e n t r e v i s t a

de la sociedad civil no es coyuntural nipor razones políticas, es por que lo sien-to así, han sido parte de mi vida. Pero,naturalmente, primó en mí el deseo deservir a la ciudadanía a través de la polí-tica. De ahí es que he estado en pues-tos públicos de importancia, especial-mente en el gobierno del doctor Joa-quín Balaguer y, posteriormente en elCongreso.

¿Cuál cree que debe ser la posturade los políticos frente a las deman-das de la sociedad civil?

Si estamos hablando de una organiza-ción de la sociedad civil que sea seria,que esté dentro de los parámetroscorrectos, es necesario prestarle aten-ción. Eso ayuda no sólo a los políticos,sino al Estado mismo. Una denunciacierta puede generar un resultadobeneficioso para toda la sociedad, yeso es positivo. Pero si es una denunciatemeraria, cuyo fin es incidir en las deci-siones políticas, no sirve. La meta de lasociedad civil debe ser bien gobernadapero no gobernar. Y si a través de ladenuncia pretende potenciarse política-mente para gobernar está perdida, porque ya no es sociedad civil.

¿Como vislumbra la relación futura entrela sociedad política y la sociedad civil?

Esa relación debe ser eminentementecomplementaria, constitutiva, nuncadebe ser sustitutiva. Hay organizacionesque hacen una labor complementariaexcelente. Destaco, por ejemplo, la

labor del Instituto de Rehabilitación. En el país no existe un instituto queopere como ese. Y aunque recibe millo-nes de pesos de parte del Estado labuena dirección y ejecutorias está ensus manos. El Estado les deja eso aellos. Entonces su trabajo es comple-mentario a una función en salud. Creoque llegará el momento en que lasorganizaciones de la sociedad civil seantan fuertes, potentes y serias, que influ-yan del mismo modo que ese institutoen áreas como la economía, la protec-ción de los derechos del consumidor, el medio ambiente. De hecho estos sontemas que se están planteando para lanueva Constitución. Para el futuro, tanto los partidos políti-cos como las organizaciones de la socie-dad civil están avocados a fortalecerse ytrabajar juntos: los partidos políticosgobernando y la sociedad civil requi-riendo ser bien gobernada. Y es necesa-rio que ambos actores sean fuertes por-que es la única forma de complementar-se. Si una es fuerte y otra es débil, unatratará de bloquear a la otra. Y, porsupuesto, no se trata de eso. Sin socie-dad civil ni partidos políticos, o sin unade las dos, la democracia estaría coja.Porque la democracia es la interrelaciónde los ciudadanos a través de organiza-ciones o del Estado. La democracia eslibertad. Por eso creo que ambos, socie-dad civil y sociedad política, deben trabajar cada día más por profundizar lademocracia del país.

“La democracia

es libertad.

Por eso creo

que ambos,

sociedad civil y

sociedad política,

deben trabajar

cada día más

por profundizar

la democracia

del país”

14 Cuadernos de la

sociedad civil

e n t r e v i s t a

“Los partidos

políticos como las

organizaciones de

la sociedad civil

están avocados a

fortalecerse y

trabajar juntos:

los partidos políticos

gobernando y la

sociedad civil

requiriendo ser

bien gobernada”

A veces, desde el sector político, sele imputa a la sociedad civil quererasumir el poder o el rol de la socie-dad política, ¿que piensa de eso?

Creo que algunas organizaciones de lasociedad civil incurren en un grave errorcuando pretende asumir el puesto delos partidos políticos. La sociedad civildebe ser la que complementa la funciónde los partidos, es la ciudadanía organi-zada, es el canal entre la sociedad y elEstado. Me parece que a veces hayorganizaciones que pierden la perspec-tiva al pretender obtener beneficios úni-camente para ellos. Cuando la sociedadcivil trata de ser como el Estado estáperdida.

¿Cuáles el papelde la sociedadpolíticafrente a la sociedad civil?

Debe ser de cohesionar ambas partes.Posibilitar que las acciones se multipli-quen cuando se presentan las denun-cias. Comprender que la sociedad civiles un canal de la sociedad. Para lasociedad política es primordial ganarseel apoyo de una sociedad civil organiza-da. Creo que es importante el fortaleci-miento de ambos actores. Aunque nome atrevo a decir que los partidos polí-ticos estén en su mejor momento creoque la sociedad civil también necesitafortalecerse. Porque hay una interrela-ción. Desde mi punto de vista la socie-dad civil está mucho mejor que en losaños 80, en los 90. Fue precisamente enla década de los 90 cuando la sociedad

civil empezó a tener otro hálito de viday en este momento, ya reglamentada,tiene un potencial que desarrollar. En unmomento determinado aquí hablamosde 10 mil organizaciones pero no eraverdad que existiesen. Eso generó quemuchas organizaciones cayeran en eldescrédito porque no hacían su trabajode forma correcta.

Según tenemos entendido usted,además de política, estuvo vinculadaa la sociedad civil, ¿qué tal su expe-riencia?

Entré a la vida política por una situaciónfamiliar. Pero, ciertamente, estuve vin-culada a la sociedad civil. Fui fundadorade la Asociación Nacional de Abogadas(ANA), trabajé en MUDE. Fui presidentade ambas entidades. Estuve muy vincu-lada al primer comité gestor del Cole-gio Dominicano de Abogados y en laactualidad soy presidenta de la juntaDirectiva de PROFAMILIA donde he tra-bajado por más de 20 años. Esto hamarcado mi servicio y vocación hacia lasociedad. De modo que cuando entro ala Cámara de Diputados inicio un proce-so de acercamiento a las personas conlas que siempre he tenido relación en lasociedad civil. Comenzamos a hablar deun marco legal y casi sin pensarlo mecoloco a su lado, les ayudo en la elabo-ración y mejoramiento de la ley que lesregula, para que fuera aprobada e intro-duje el proyecto en la cámara legislati-vas. Mi relación con las organizaciones

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17Cuadernos de la

sociedad civil

e n s a y o

para la ciudadanía el poder de gobier-no, que garantice la capacitación delciudadano para el autogobierno, quefortalezca su autonomía personal ycolectiva mediante el desarrollo decompetencias, es decir, de formas deconciencia, habilidades y sensibilidadesciudadanas.

Hoy día parece haberse generado,tanto en la teoría de los académicoscomo en la práctica de los movimientossociales, el consenso de que ha hechocrisis la forma limitada en que se haquerido entender la democracia comoejercicio partidista electoral controladodesde los mecanicismos del Estado. Semultiplican pues las propuestas e inicia-tivas de nuevas formas de entender ypracticar la democracia que expresanmás adecuadamente su verdadero con-tenido ideal y sentido utópico.

La democracia más que un régimen jurídico es:

• Una forma de constituir el poder(voluntad) colectivo, mediante su dis-tribución igualitaria entre las perso-nas que componen la comunidad,para conducir los asuntos comunalesy sociales, para satisfacer necesida-des y utilizar recursos.

• Una manera ideal de organizar lasrelaciones humanas en términos de

autonomía, reciprocidad, justicia ysolidaridad; que crea las condicionesque hacen posible el desarrollopleno para todos; que reconcilia losdos valores más importantes denuestra tradición: la libertad personaly la solidaridad comunal.

• Un espacio público de comunicacióncon un método racional para solucio-nar conflictos y disputas de cultura,valores y metas, a través del inquirir,el diálogo y la deliberación, que con-duce a la construcción de un proyec-to colectivo de vida.

La distribución igualitaria del poder esla característica fundamental de lademocracia. De modo que toda luchapor la democracia entraña una denunciade monopolio o distribución no igualita-ria del poder y un reclamo de su redis-tribución de modo que todo el mundopueda vivir una vida digna y plena.

Pero la posibilidad de que se reclame ylogre esa distribución igualitaria delpoder descansa en la existencia de indi-viduos y comunidades soberanas, esdecir capaces, tanto intelectual comocolectivamente, de reclamar su cuotade poder, tanto en su carácter personalcomo en cuanto miembros de diversoscolectivos. La soberanía del pueblonace de la soberanía de cada personaque lo integra, es decir de su autonomía

“Hoy día se

quiebran las

ilusiones del

Estado liberal

y neoliberal.

Ese sistema se

muestra incapaz

de atender las

necesidades y

los reclamos de

vida digna de

derechos de

los ciudadanos”

16 Cuadernos de la

sociedad civil

DR. ÁNGEL R. VILLARINI JUSINO

CATEDRÁTICODE LA UNIVERSIDADDE PUERTO RICO Y

PROFESOR HONORARIO DELAUNIVERSIDADAUTÓNOMA

DE SANTO DOMINGO YDE LA UNIVERSIDAD DEL

NORTE EN COLOMBIA.

e n s a y o

Eugenio María de Hostos y la educación ciudadana

Decía Martí: “Hombres haga quienquiera hacer pueblos”. Esta es precisa-mente la misión fundamental de la edu-cación, ayudar a desarrollar la personahumana que dará a la comunidad suparticular carácter. Para Hostos laescuela, el hogar, la comunidad debíantener una acción directa sobre la mentede la niñez y la adolescencia y “poracción refleja sobre la inteligenciapopular de nuestros pueblos predesti-nados a completar la obra de la inde-pendencia, forjando a martillazos lanueva sociedad”.

Hoy existe un consenso generalizado enque enfrentamos la crisis del Estadocentralista, autoritario y clientelista.También la crisis del sistema representa-tivo-partidista tradicional. En el fondode esta crisis está el hecho histórico deque para monopolizar el poder, el Esta-do fue des-capacitando al ciudadano,individual y colectivamente, para enten-der y atender muchos de los problemassociales que le aquejan. Los problemasde vivienda, alimento, salud física y

mental, formación moral, etc. se convir-tieron en materia exclusiva del Estado,al que había que acudir para su solu-ción. El Estado creaba entonces la ilusión de atenderlos mediante sus políticas y agencias. El ciudadano setransformaba en cliente, la comunidadquedaba desorganizada, desmovilizaday atomizada en individualidades cadauna luchando por su propia salvación.Las áreas de la salud, servicios sociales yvivienda proporcionan magníficos ejem-plos de esta estrategia.

Hoy día se quiebran las ilusiones delEstado liberal y neoliberal. Ese sistemase muestra incapaz de atender las necesidades y los reclamos de vidadigna de derechos de los ciudadanos.Como alternativa, emergen de la socie-dad civil movimientos sociales y nuevasformas de los pueblos de organizarse y construir plataformas políticas. Lasexperiencias venezolana, boliviana,ecuatoriana, paraguaya y de otros pue-blos, indican la necesidad de establecerun nuevo contrato social que rescate

Eugenio María de Hostos nos legó a los pueblos latinoamericanos un proyec-to político-educativo de emancipación humana colectiva y personal que man-tiene, hoy más que nunca, su vigencia.

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19Cuadernos de la

sociedad civil

Es por esta razón que la meta princi-pal de toda educación cívica demo-crática es la construcción de la subje-tividad democrática; de formar laconciencia democrática del pueblo yapoyar el desarrollo de sus compe-tencias ciudadanas:

• Capacidad para el inquirir interdisci-plinario histórico-social-político

• Capacidad para la interpretación crítica de la realidad socio-política

• Capacidad para el diálogo y delibe-ración política-cívica

• Capacidad para la comunicación yacción pública política-cívica

La formación cívica y ciudadana con-temporánea corresponde principalmen-te, más allá del hogar, a cuatro espacios:la comunidad y la sociedad civil, laescuela o universidad, los partidos polí-ticos y los medios de comunicaciónmasiva.

En este sentido tenemos hoy día el tipode sujeto cívico y ciudadano que seconstruye en estos espacios a través delas interacciones comunicativas y formasde convivencia y participación que sedan en ellos.

Una educación ciudadana crítica yemancipadora para el desarrollo denuevas formas de democracia, como la

que nos legara Hostos, tiene que plan-tearse cómo transformar estos espaciosde los lugares de domesticación y formación de ciudadanos incompeten-tes, que son ahora la mayor parte de lasveces, en zonas de desarrollo de subje-tividades democráticas.

Contribuir a la formación de subjetivi-dades democráticas significa fomentarel desarrollo de seres humanos de conciencia histórica cívica, competen-tes para entender los grandes proble-mas y retos históricos de carácter moraly social del país y participar activamen-te en el proceso democrático de su solución y en la construcción de unasociedad solidaria, en la que todo ser humano pueda vivir en forma digna.

e n s a y o

“La formación

cívica y ciudadana

contemporánea

corresponde

principalmente,

más allá del hogar,

a cuatro espacios:

la comunidad y

la sociedad civil,

la escuela o

universidad, los

partidos políticos

y los medios

de comunicación

masiva”

Este ensayo para Cuadernos de

la Sociedad Civil es del Dr Villarini,

director del Proyecto para el Desa-

rrollo de Destrezas de Pensamiento

y Presidente Internacional de la

Organización para el Fomento del

Desarrollo del Pensamiento.

Se puede obtener información sobre

su trabajo visitando la página:

www.pddpupr.org

18 Cuadernos de la

sociedad civil

o capacidad de mando, y ésta de suconciencia. Por ello sólo hay verdaderavoluntad popular si existe un ciertogrado de desarrollo de la concienciapolítica, en todas las personas que com-ponen el pueblo. Esto a su vez requierede procesos educativos formativos, formales e informales, por medio de loscuales se construye tal conciencia ycompetencias ciudadanas. En ausenciade la persona soberana la democraciadegenera en nuevas formas monopolís-ticas de distribución de poder.

Distribución igualitaria del poder, sobera-nía de la persona y educación de la con-ciencia, son pues los tres elementos fun-damentales de la democracia.

Nuestro Eugenio María de Hostos loentendió así cuando con perfecta claridadseñaló que: “Democracia en sus fines individuales, es absoluta autonomía de lapersona humana, absoluta libertad en losderechos que le consagran… La demo-cracia es una ficción cuando no hay pueblo: no hay pueblo cuando no se cumplen en el individuo los fines que lofortalecen ante el Estado y en sí mismo,los fines que el Estado debe desempeñar en la representación de las atribucionesde la sociedad… sin educación del pueblo no habrá jamás verdadero pueblo; y que, sin pueblo verdadero, la democra-cia es una palabra retumbante, no un sistema de gobierno.”.

La lucha por la democracia es hoy día,más que nada, la lucha por la redistribu-ción del poder a través de la formaciónde personas soberanas, es decir de con-ciencia democrática, por medio de laeducación.

La lucha por la democracia es la luchapor la construcción de una particularforma de subjetividad: la subjetividaddemocrática. La subjetividad democráti-ca no nace, se construye a través deproceso educativos fórmales e informa-les. De aquí que nuestros grandes patri-cios (Bolívar, Martí, Hostos, etc.) tuvie-ran clara la estrecha relación entredemocracia y educación; específica-mente una educación formadora de lainteligencia, la sensibilidad y la volun-tad, en resumen la conciencia, querequiere el ejercicio democrático.

Una conciencia es democrática cuandola sensibilidad, la razón y la voluntad delos miembros de la comunidad estánorientadas y motivadas por valoresdemocráticos. La democracia descansaen una forma de subjetividad, de agen-te, capaz de la actividad política quecrea el espacio público que la sostiene.

Para que el sujeto democrático seacapaz de la acción política a la que estállamado, debe poseer una cultura, unovalores y actitudes y unas competenciasdemocráticas, en fin una peculiar formade conciencia política.

e n s a y o

“Una conciencia

es democrática

cuando la

sensibilidad,

la razón y

la voluntad de

los miembros

de la comunidad

están orientadas

y motivadas

por valores

democráticos”

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21Cuadernos de la

sociedad civil

Lo que ha caracterizado al empleo delconcepto de sociedad civil en los últimos decenios ha sido su utilizaciónindiscriminada, descuidada y carente derigor. Y ello no sólo en el discurso polí-tico, sino también el campo de la teoríasocial. Ha sido empleada para analizarcontextos muy diferentes, con una granvariedad de significados y con connota-ciones ideológicas encontradas. EnAmérica Latina, la idea de sociedad civilha sido utilizada como soporte teóricotanto del neoliberalismo como de lasestrategias políticas de los nuevos movi-mientos populares de izquierda.

Con todo, entre tanta diversidad deusos y sentidos, un conjunto de elemen-tos en la interpretación de la sociedadcivil se han difundido y generalizadocon tanta fuerza que se han constituidoen elementos comunes a posicionesteóricas y políticas diferentes. Se haextendido una lectura de la noción desociedad civil que se caracteriza porlos siguientes rasgos:

Se la define por exclusión y antítesis conrespecto al Estado. La sociedad civilsería lo que no es el Estado. De hecho,se trata de una interpretación por nega-ción: es más lo que se dice sobre lo queella no es, que sobre lo que es.

En tanto contrapuesta al Estado se laasume como una región no política, en elsentido de que en ella no primarían laslógicas de dominación (o racionalidad

estratégica), y que su objetivo no sería latoma ni el desempeño del poder estatal.

La imprecisión conceptual se expresa enque se la entiende indistintamentecomo espacio o como sujeto. Lo mismose habla de “fortalecer” a la sociedadcivil como de “movilizarla”.

Se le identifica en exclusiva con el espa-cio asociativo y la voluntariedad.

La espontaneidad sería otro rasgo esen-cial. La sociedad civil habría surgidoindependientemente del Estado y sedesarrollaría independientemente de él.

Se la entiende como algo homogéneo,y con una valencia exclusivamente positiva. “Fortalecer” la sociedad civilsignifica desterrar el autoritarismo,desarrollar la conciencia cívica de laspersonas, etc.

Entre los que comparten esta visión dela sociedad civil, el único punto esencialde discusión es con respecto a las insti-tuciones que están o no dentro de ella.La polémica esencial es con respecto ala economía. Para los neoliberales, elmercado es el centro y el prototipo dela sociedad civil. Para las posiciones quebuscan en la sociedad civil una vía paraevitar o atenuar los efectos de las políti-cas neoliberales, ella no puede incluir al mercado, por ser este un espacio animado por una racionalidad “estraté-gica” o “instrumental”.

e n s a y o

“En América

Latina, la idea

de sociedad civil

ha sido utilizada

como soporte

teórico tanto

del neoliberalismo

como de

las estrategias

políticas de

los nuevos

movimientos

populares

de izquierda”

20 Cuadernos de la

sociedad civil

JORGE LUISACANDA GONZÁLEZ

CATEDRÁTICODE LA FACULTAD DE

FILOSOFÍA E HISTORIA, UNIVERSIDAD DE LA

HABANA; AUTOR DE“SOCIEDAD CIVILY HEGEMONÍA“,

“LA CONTEMPORANEIDADDE ANTONIO GRAMSCI“

Y “FILOSOFAR CONEL MARTILLO“

La concepción gramscianasobre la sociedad civil y su significación para América Latina

El tema de la sociedad civil se ha situa-do en los últimos tres decenios en elcentro de la atención de políticos yespecialistas de las ciencias sociales, ytambién en el centro de los debates dela opinión pública. Asistimos a una ver-dadera explosión en la utilización de untérmino que había sido relegado al olvi-do desde mediados del Siglo XIX, y queahora retorna con fuerza extraordinaria,sobre todo porque viene acompañadode una considerable carga de mesianis-mo. Como antaño ocurriera con otrosconceptos, el de sociedad civil apareceacompañado del aura de ser no sólo lanueva llave teórica que permitirá deve-lar los misterios del funcionamientosocial, sino también - y por sobre todo -el “ábrete sésamo” para encontrar lasolución a todos los males. Parecehaberse convertido en la nueva escaleraque, ahora sí y al fin, nos conducirá alParaíso.

En esta época de cambios, las personassienten la angustia ante transformacio-nes sociales profundas que parecendejar de lado sus intereses y valores

como personas. Apresados entreestructuras políticas enajenantes, porun lado, y las realidades de un mercadodespersonalizado y hostil, por el otro,tienden a añorar, pensar y buscar unespacio social donde encontrar abrigo yseguridad. Desde cada extremo delespectro político se expresa el miedo ala desintegración social, y surgen los llamados a la creación de nuevas solida-ridades, a resucitar la comunidad. La expresión sociedad civil pareceencarnar en si misma todos esos temo-res y esas esperanzas.

Pero las dificultades comienzan cuandose quiere asir con una mayor precisiónel contenido de este término. El concepto de sociedad civil aparece enel debate actual en forma tan recurren-te como semánticamente imprecisa.Junto con otros conceptos (identidad,pueblo, nación, democracia) comparteel dudoso honor intelectual de habersido aplicado en toda una pluralidad de contextos, con una variedad aúnmayor de significados y connotacionesideológicas.

El tema de la sociedad civil se ha situado en los últimos tres decenios en elcentro de la atención de políticos y especialistas de las ciencias sociales, ytambién en el centro de los debates de la opinión pública.

e n s a y o

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23Cuadernos de la

sociedad civil

Esta invocación a la sociedad civil, porsus presupuestos fundacionales, no permite una visión actualizada de lacomplejidad de los procesos que sedesarrollan actualmente en el mundo, yespecialmente en América Latina.Como ha apuntado Norbert Lechner, nisiquiera plantea el problema de la inte-gración social,4 precisamente en elmomento en que los procesos derecomposición económica en nuestrocontinente han conducido a la exclusiónpolítica y la marginalización económicade amplios sectores de la población. Esla realidad de estos procesos la que hahecho evidente que la sociedad civil noes un cuerpo social homogéneo, y queen ella existen fuerzas e intereses desentido no sólo diferente, sino inclusocontrapuesto. A. Giddens ha alertadosobre la posibilidad de una relación detensión entre la democratización y lareconstrucción de la sociedad civil, puesesta, por sí sola, no es fuente de relacio-nes sociales más humanas. El desarrollode derechos abstractos y universales,como los que promueve el liberalismo,no contribuye a la creación de relacio-nes de comunidad.5

Identificar a la sociedad civil en exclusi-va con las formas de asociacionismo nocoercitivas significa olvidar que a menudo ese espacio es en si mismocoercitivo.6 Los fenómenos y relacionesde carácter espiritual (creencias religio-sas, tradiciones, etc.), pueden ser – y dehecho han sido – elementos con un altopoder restrictivo que han funcionadocomo garantes de la asimetría social y ladesigualdad.

Esa comprensión abstracta de la socie-dad civil conduce necesariamente a quetoda invocación a su movilización oreforzamiento se quede en una vacíaalusión genérica a la acción colectiva noestatal. Fernando Vallespín ha destaca-do que con esto se corre el peligro depasar de un discurso antiestatista a undiscurso antipolítico.7 Por su parte, Ben-jamín Barber ha llamado la atención alhecho de que no necesariamente todolo que está en contra del Estado está afavor de la sociedad civil.8 El discursoantiestatista funciona como elementolegitimador de prácticas políticas anti-populares y neo-liberales, que han lleva-do a la privatización creciente del espa-cio público, elemento fundamental detoda sociedad civil.

e n s a y o

4. Norbert Lechner, “La problemática invocación de la sociedad civil”, Espacios, San José de CostaRica, nr. 4, abril-junio 1995, p. 115. A. Giddens, obra citada, p. 125.6. Benjamin Barber, Un lugar para todos, Paidós, Barcelona, 2000, p. 12.7. F. Vallespín, “Sociedad civil y <crisis de la política>”, Isegoría, Madrid, nr. 13, 1996, p. 40.8. B. Barber, ibid.

“La sociedad civil

no es un

cuerpo social

homogéneo.

En ella existen

fuerzas e intereses

de sentido

no sólo diferente,

sino incluso

contrapuesto”

22 Cuadernos de la

sociedad civil

Esta lectura de la idea de sociedad civilse fundamenta en un conjunto de pre-supuestos erróneos. Existen muchasrazones, tanto de índole teórica, comohistórica y política, para desestimarla.Su punto de partida es la aceptación dela concepción liberal sobre la contrapo-sición Estado-sociedad, en la que elEstado se concibe como una instanciaexistente fuera y por encima de la socie-dad, con una única función legítima: lade ser garante del orden y la estabili-dad. Además, se sustenta en una com-prensión instrumental y reduccionistadel Estado, la política y el poder, yasume la visión positivista de la socie-dad como un conjunto de espacios yux-tapuestos y con una relación de exterio-ridad entre ellos.

Contra la asunción difundida de lasociedad civil como esfera surgida demanera espontánea y en contraposiciónal Estado, es preciso destacar que tantola idea de sociedad civil como su reali-dad estuvieron históricamente vincula-das al Estado y la centralización queeste produjo. La interacción entre elEstado y la sociedad civil ha sido causal,y no se puede entender su decursar his-tórico fuera de este nexo. La sociedad

civil surgió a la vida como parte de laconstrucción del Estado, y nunca hasido simplemente un conjunto de insti-tuciones localizadas fuera de éste.1

Este discurso prevaleciente sobre lasociedad civil ha sido rechazado pormuchos en América Latina, por conside-rar que tiende a fortalecer el poder dela oligarquía dominante. Con la yuxta-posición simplificada Estado-sociedadcivil, se pretende que el fortalecimientode todo lo que no depende del Estadoconstituye un paso hacia la democrati-zación y la emancipación. Resulta obvioque esta idea puede estar muy cercadel pensamiento neoliberal, pues con-duce a aceptar que cualquier privatiza-ción sería un paso hacia una sociedadcivil más desarrollada. Este empleo dela noción de sociedad civil tiende aesconder las diferencias que realmenteexisten en la sociedad, haciendo quedesaparezcan de la percepción de losocial fenómenos tales como las clasessociales, los grupos de poder económi-co, etc.2 Ha conducido a que se diluya la centralidad de la relación capital-trabajo en la definición de las relacionesde poder.3

e n s a y o

1. Al respecto: A. Giddens, Beyond Left and Right. Stanford University Press, 1994, pp. 124-125 y 135;M. Mann, Las fuentes del poder social, I y II, Madrid, Alianza Editorial, 1991-1997; K. Polanyi, La grantransformación, Madrid, La Piqueta, 1989.2. Al respecto: Klaus Meschkat: “Una crítica a la ideología de la sociedad civil”, en: P. Hengstenberg/K. Kohut/ G. Maihold (edit.). Sociedad civil en América Latina, Nueva Sociedad, Caracas, 1999.3. Haroldo Dilla, “Pensando la alternativa desde la participación”, Temas, La Habana, nr. 8, 1996, p. 107.

“La sociedad civil

surgió a la vida

como parte de

la construcción

del Estado, y

nunca ha sido

simplemente un

conjunto de

instituciones

localizadas

fuera de éste”

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25Cuadernos de la

sociedad civil

La complejidad de la sociedad capitalis-ta hacía insostenible la identificaciónentre “civilidad” y “mercado”. De ahíque, en los Cuadernos de la cárcel, elconcepto de sociedad civil no sea utili-zado para designar simplemente rela-ciones asociativas contractuales, volun-tarias, entre las personas, pues la pro-ducción y reproducción de la civilidadse había tornado algo mucho más com-plicado, sino como el conjunto de todaslas relaciones sociales productoras desentido. Esto es lo que permite enten-der el modo en que para Gramsci sevincula la economía con la sociedad civilen el mundo moderno. Está claro que laproducción de mercancías (finalidadfundamental de la economía capitalista)no significa tan solo la creación de unobjeto, sino ante todo la producción deun tipo específico de subjetividadhumana, como premisa y resultado dela existencia de aquellas. El mercadocapitalista es algo mucho más complejoque la simple compra-venta. “Es lageneralización de un modo de repre-sentar sujetos, procesos y objetos regidos por la lógica del fetichismo”10. El mercado capitalista es una importan-tísima agencia de socialización de los individuos, y por ende de “civismo”,

de producción, difusión y reafirmaciónde normas y valores, y e los códigossimbólicos distintivos que le dan un sig-nificado concreto al sentido de la socia-lizad, la solidaridad y la comunidad.

Lo mismo puede decirse del modo deentender la relación entre el Estado y lasociedad civil, a la luz de las concepcio-nes gramscianas. Manuel A. Garretónha llamado a descartar la visión simplis-ta del Estado, que lo considera “comoun conjunto neutro de organizaciones einstituciones, del que se podrá prescin-dir o reducir a una dimensión meramen-te instrumental.

El Estado tiene funciones simbólicas,institucionales, instrumentales y actora-les o de agente autónomo”11. El Estadoes también un momento importante enel proceso de producción de sentidosocial. Aquellas instituciones, estructu-ras o prácticas del Estado que incidancon la producción simbólica y la sociali-zación de los individuos (por poner sóloun ejemplo: el sistema educacional), formarán parte necesariamente de lasociedad civil.

En lo que respecta a la utilización delconcepto de sociedad civil es preciso

e n s a y o

10. José Miguel Marinas. “La verdad de las cosas (en la cultura del consumo)”. Agora, Universidad deSantiago de Compostela, volumen 16, nr. 1, 1997, p. 92.11. Manuel Antonio Garretón. “Las nuevas relaciones entre Estado y sociedad y el desafío democráti-co en América Latina”, Revista Internacional de Filosofía Política, Madrid, nr. 4, noviembre 1994, p. 63.

“Aquellas

instituciones,

estructuras o

prácticas

del Estado

que incidan con

la producción

simbólica y

la socialización

de los individuos

formarán parte

necesariamente

de la sociedad

civil”

24 Cuadernos de la

sociedad civil

La identificación de la sociedad civil conlo no político tiende a poner en escenaun antiestatismo en el momento precisoen el que el debilitamiento de las fun-ciones sociales y económicas del Estadoy su retraimiento de estas áreas ha agu-dizado el problema de la articulaciónsocial, y ha favorecido la reconducciónde la participación popular “por víasparroquialistas y getoizadas, apoyadaen la propia fragmentación-exclusión delos sectores populares y funcional a losprocesos de descentralización-privatiza-ción del Estado”9.

Por todas estas razones, soy de la opi-nión de que debe asumirse una segun-da lectura o interpretación del concep-to de sociedad civil, por considerarlamás ajustada a las características esen-ciales de la sociedad y a los procesosobjetivos que en ella se desarrollan. Me refiero a la interpretación desarrolla-da por Antonio Gramsci en sus Cuader-nos de la cárcel. Sus elementos funda-mentales pueden resumirse, a grandesrasgos, así:

Su punto de partida es la idea de que ladiferenciación entre sociedad civil ysociedad política es sólo metodológica,pero no orgánica.

Se fundamenta en una interpretaciónrelacional, y no cosificada, de los proce-sos y objetos sociales.

Por ende, asume una comprensiónampliada (con respecto a la tradicional)y relacional sobre el Estado, el poder yla política, que se expresa en la teoríagramsciana de la hegemonía.

Plantea la existencia de una relación deinterpenetración y exclusión entre lasociedad civil y el Estado. Determinadasestructuras del Estado forman parte dela sociedad civil, y a su vez ciertasestructuras de la sociedad civil formanparte del Estado.

La sociedad civil es entendida como elcampo por excelencia de la lucha declases y, por tanto, de la obtención de lahegemonía o del desafío a la existente.

De acuerdo con esta interpretación, la sociedad civil se entiende como elconjunto de relaciones, instituciones yprácticas sociales a través de las cualesse produce y distribuye el conjunto de valores socialmente establecidos. La idea de civil society había sido crea-da por el liberalismo inglés para desig-nar el campo de interrelaciones quedesarrollan la civilidad de las personas.

e n s a y o

9. Haroldo Dilla, obra citada, p. 104.

“La sociedad civil

se entiende como

el conjunto de

relaciones,

instituciones y

prácticas sociales

a través de las

cuales se produce

y distribuye el

conjunto de valores

socialmente

establecidos”

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Page 14: Cuaderno de las OSC 3

27Cuadernos de la

sociedad civil

su relación de interpenetración conambas, entendiéndola como el conjuntode estructuras e instituciones que con-dicionan la socialización del individuo yla producción social de sentido, esferade existencia de la cultura. Por lo tanto,como punto de anclaje fundamental delpoder y arena por excelencia de la luchapolítica.

Se trata de una concepción que no seagota en los términos estrechamentepolíticos de toma del control de las ins-tituciones públicas represivas, ni en losestrechamente económicos de estatali-zación de los medios de producción,sino en los términos verdaderamentepolíticos y económicos de socializacióndel poder y socialización de la propie-dad. Que comprende a esta transforma-ción, por verdaderamente política yeconómica, como complejo procesosocio-cultural de creación de un modode vivir y de pensar raigalmente nuevos,de construcción de una hegemonía designo radicalmente diferente. Y queveía la garantía de ello en la creación deuna cultura y una sociedad civil desena-jenantes y liberadores. La idea de socie-dad civil no se usaba como instrumentopara negar la validez del ideal socialista,sino para plantearlo de un modo másradical. Recordemos que Marx dijo queser radical era ir a la raíz, y que la raíz

era el hombre mismo. Y asumir la pers-pectiva que se condensa en los concep-tos de hegemonía y sociedad civil signi-fica colocar al hombre, a la producciónde su subjetividad, en el centro de lareflexión. De tal manera, el objetivoahora se presenta como la construcciónpaulatina y sistemática de una contra-hegemonía alternativa y desafiante a lade los círculos de poder del capitalinternacional.

Se trata de estructurar movimientossociales, tejer redes, fortalecer la accióncolectiva y llevar a cabos proyectos con-cretos en los más variados campos (laescuela, el arte, el mundo de la empre-sa, etc.) que representen la creación denuevos modos de vivir y pensar en laspersonas. Construir espacios y redessociales en los que se generen formasde acción práctica que promuevan elpensamiento crítico, la autonomía delas personas y el desarrollo de valoresde civismo y solidaridad. Es en estadirección que la concepción gramscianasobre la importancia de la sociedad civilpuede constituir un instrumento teóricode ineludible importancia para enfren-tar los desafíos que se alzan ante lospueblos de América Latina.

“La concepción

gramsciana sobre

la importancia

de la sociedad civil

puede constituir

un instrumento

teórico de

ineludible

importancia

para enfrentar

los desafíos que

se alzan ante

los pueblos de

América Latina”

e n s a y o

26 Cuadernos de la

sociedad civil

evitar lo que con razón N. Lechner hallamado “un uso ingenuo del término”12.Hay que tener en cuenta el carácter problemático del mismo. “Quien recu-rra a la sociedad civil como fórmulamágica pronto se encontrará con unafórmula vacía”.13

La invocación a la idea de sociedad civilno puede llevarnos a repetir los esque-mas teóricos del liberalismo ni a aceptarsin cuestionamientos sus estructuraspolíticas. Es necesario tener en cuentael sentido en el que este término hasido empleado por los movimientos deizquierda en América Latina. En pala-bras de Lechner, su uso ha sido unaexpresión del “malestar con la demo-cracia”. Su invocación ha tenido el propósito de marcar los defectos, insuficiencias y limitaciones del modeloliberal de democracia, y de llamar a la revisión radical de sus postulados.14

Tradicionalmente, al reflexionar sobre larealidad de nuestros países, se han pri-vilegiado dos perspectivas para el análi-sis: desde el Estado y el espacio de lopolítico-gubernamental, o desde elmercado y el espacio de lo económico.Y ello ha condicionado el conjunto delos temas sobre los que se reflexiona yse discute: un Estado reforzado o unodebilitado, más mercado o menos

mercado, un mercado más libre o máscontrolado. La utilización de la concep-ción gramsciana sobre la sociedad civilpermite un tercer enfoque. Alternativo,pero no por exclusión de los otros dos,sino por ser más abarcador, porque nospermite plantearnos la política y la eco-nomía desde una perspectiva másamplia. Frente a los análisis estrecha-mente sectorialistas y cerrados de lapolítica y la economía (que precisamen-te por el angostamiento de su enfoqueno nos permiten entender ni a la una nia la otra), ahora se nos propone unaperspectiva que nos permite mirar anuestras sociedades como totalidadorgánica. Se nos propone un análisissocial. No se trata simplemente deemplear un término, sino de utilizar unaconceptualización y un punto de partidao de posicionamiento teórico desde elque asumir una realidad (lo que es máscomplejo y profundo que simplementeinterpretarla). Y asumir la realidad socialdesde la perspectiva de la sociedad civilimplica pensarla de un modo diferente.Concibe al poder no solo ni esencial-mente como dominación, sino comohegemonía, como capacidad de unaclase de conformar el ambiente cultural-espiritual de la sociedad. Y a la sociedadcivil no en contraposición mecánica conla sociedad política y el Estado, sino en

e n s a y o

12. N. Lechner. Obra citada, p. 7.13. Idem, p. 8.14. Idem, pp 7 y 12.

“Quien recurra a

la sociedad

civil como

fórmula mágica

pronto se

encontrará

con una

fórmula vacía”

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29Cuadernos de la

sociedad civil

Enriquillo. Sus integrantes aguardan ilu-sionados la creación de una red deorganizaciones de base en la región. Lainiciativa, ya en proceso, podría agruparhasta 120 organizaciones de base.

Si algo llama la atención de esta entidades su capacidad para generar alianzas.Cada uno de sus proyectos aúna esfuer-zos de organizaciones urbanas y campe-sinas, locales e internacionales. PRO-MUS pertenece, por ejemplo, al comitéde seguimiento de Foro Ciudadano.“Nos sentimos bien identificada con elForo, por ser un espacio donde la socie-dad civil tiene la oportunidad de poderestablecer un diálogo y buscar soluciónen conjunto a los problemas. Este espa-cio hay que preservarlo porque nosayuda a poder socializar, analizar y ver larealidad y, juntos, buscar soluciones”,expresa la organización en uno de susmúltiples escritos.

Como integrante de Foro CiudadanoPROMUS coordina la Mesa de PolíticaSocial. Con orgullo Méndez destacaque hace poco, en esa función, analiza-ron y reflexionaron sobre la necesidadde que el país se apruebe y aplique unpresupuesto nacional concebido paracombatir la pobreza y la exclusión.

Otro de los proyectos le vincula a Parti-cipación Ciudadana. Aquí las energíasestán destinadas a lograr un marco legalpara la participación social en RepúblicaDominicana. En esa misma línea PROMUS

participa en un proyecto auspiciado porel Instituto Tecnológico de SantoDomingo (INTEC), creado para monito-rear el enfoque de equidad de géneroen políticas públicas sobre pobreza y empleo. Esta iniciativa impulsa la participación de las mujeres en temasdiversos entre los que se encuentra, por ejemplo, el proceso de reformaconstitucional.

A las integrantes de PROMUS se lespuede encontrar un buen día en laCámara de Diputados. Hasta allí lleganpara impulsar sus ideas. De hecho,entre sus últimos logros, cuentan que elpresidente de ese órgano legislativo,Julio César Valentín, les juramentó hacepoco como miembro consultivo deldenominado Centro de Representación,un órgano de la Cámara Baja que reúnetres áreas: la oficina de acceso a la infor-mación, iniciativas y consulta ciudadanay el área de educación ciudadana.

Entre sus integrantes prevalece la ilu-sión de sus antecesoras y es que, con-forme a lo que dice Méndez, en laregión Enriquillo “la idea que dio origena PROMUS sigue vigente”.

SU NACIMIENTOHace 34 años una religiosa belga impul-só la formación de una entidad capazde aglutinar a mujeres del campo y dela ciudad para que trabajaran juntas porsu superación. Así nació PROMUS

28 Cuadernos de la

sociedad civil

Colemont se inspiró en la falta de unanutrición adecuada en las familias deBarahona, la ausencia de organizacio-nes de mujeres, las precariedades de loscaminos, en fin, las dificultades de lavida cotidiana para las familias de estaprovincia, sobre todo las residentes ensus comunidades campesinas.

“Colemont fue una religiosa belga quetuvo la visión de organizar a las mujeresde aquella época. Era una mujer lucha-dora. La recuerdo vagamente porque,para entonces, yo era una niña”. Así noshabla Norma Méndez, la actual coordi-nadora de PROMUS.

Colemont se marchó del país pero dejóuna semilla que hoy cosecha frutosabundantes. La descripción que haceMéndez refiere a PROMUS como unagran plataforma desde la cual se impul-sa a otras organizaciones y federacio-nes. “La mayor parte de nuestro trabajoestá destinado al fortalecimiento y eldesarrollo de las organizaciones demujeres campesinas, de las áreas rura-les, urbanas, barriales y comunidadescañeras”, explica Méndez.

Son estas zonas, precisamente, las queagrupan a las poblaciones más vulnera-bles de la región Enriquillo, un territorioque conforme a los datos oficiales figuraentre los más pobres de RepúblicaDominicana. En la actualidad PROMUSacompaña 60 asociaciones que agluti-nan alrededor de 1,800 mujeres y 4 federaciones provinciales. Estas fede-raciones tienen personería jurídica y operan en sus oficinas distribuidas enBarahona, Baoruco, Independencia y lazona cañera.

El trabajo de PROMUS es amplio. Desa-rrolla diversos y variados proyectos conla cooperación de organismos naciona-les e internacionales. En esa diversidadse le ubica trabajando en la formaciónde líderes, en alfabetización o capacita-ción técnica. Sus energías alcanzan paracombatir la ignorancia, estimular la par-ticipación comunitaria, impulsar proyec-tos de salud, posibilitar créditos paraproyectos pecuarios o para pequeñasiniciativas comerciales. Por estos días PROMUS trabajen un proyecto destinado a fortalecer adiversas organizaciones de la región

Corría el año 1975 cuando nació. Eran aquellos tiempos difíciles. Los prime-ros informes de su fundadora, Sor María Colemont, sirven de referencia paracomprender sus orígenes, sus preocupaciones y motivos.

PROMUS,La fuerza de las mujeres...

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31Cuadernos de la

sociedad civil

Medio Ambiente

Este es un proyecto en el que junto alInstituto Técnico de Investigación Agro-forestal (IDIAFF), varias universidades yla Secretaría de Estado de Agriculturase trata de mejor la calidad del agua delrío Nizaito, el cual abastece de agua aun gran número de poblaciones de laregión Enriquillo.

Entre otras cosas aquí encontramos aPROMUS trabajando en la cuencamedia del Río Nizaito del sur y promo-viendo la integración al cuidado delmedio am-biente de pequeños produc-tores de Villa Nizao, Platón y LanzaAbajo.

María Altagracia Suero es la respon-sable del departamento de educa-ción de PROMUS. Se vinculó a laorganización hace 32 años. "Al principio cuando una promotorade la comunidad de Uvilla, VictoriaReyes, me invitó a participar, yo noquería ir porque tenía miedo alrechazo". Pero al paso de los díasMiledys, como le llaman sus máscercanos, enfermó junto a sus hijos."Teníamos problemas de nutrición",confiesa. "Yo decidí ir a la reunión,fui recibida con aplausos y todas lasmujeres me aceptaron y empecé aaprender como alimentarlos y comoutilizar mejor los recursos económi-cos en mi casa y aportar a la comu-nidad", dice sonriente."En PROMUS aprendí a usar mejortodo lo que conseguía y aprendí aconocer la utilidad, la propiedad dealgunos alimentos, a mantener lacasa higiénica", dice Miledys. Peroella aprendió más, su vínculo con la

organización la hizo comprender "la importancia de la convivencia".Su vida fue otra. "Nació en mi eldeseo de estudiar, de crecer y decrearle un mejor lugar y una mejorcondición de vida a mis hijos"."En mi cambió la forma de ver las cosas y mi familia también cam-bió, las relaciones que antes eranproblemáticas mejoraron", conclu-ye. Miledys inició sus estudios apoyada por el grupo. En la actuali-dad está terminando su carrera de orientación. El mayor de sus hijosterminó recientemente su carrera deIngeniería en sistemas mientras lasegunda niña termina, como ella, la carrera de orientación."En PROMUS me quedé para siem-pre", dice la mujer cuya vida cambiócuando, según sostiene, comenzó a ver el mundo con otros ojos, una mirada que desde PROMUStrata de contagiarles a otras mujeresdel sur dominicano.

MI VIDA CAMBIÓ EN PROMUS

30 Cuadernos de la

sociedad civil

donde la organización y la educación seconstituyeron en columna vertebral desu quehacer. En 1982 PROMUS obtuvo personeríajurídica otorgada en el decreto delPoder Ejecutivo número 264.

ALGUNOS PROYECTOS QUE DESARROLLAEducativos:

En ocho comunidades de las provinciasBarahona e Independencia se ejecutaun programa que busca que las familias,las comunidades y los grupos comunita-rios desarrollen y estimulen mejoresprácticas de atención a los niños conedades comprendidas desde su naci-miento hasta los cinco años. Este pro-yecto cuenta con el apoyo de las entida-des Plan internacional y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales(FLACSO).

De fortalecimiento

Se trata de una iniciativa destinada afortalecer las instituciones de la regiónEnriquillo integrada por las provinciasBarahona, Independencia, Baoruco yPedernales. Entre las organizacionesque forman parte de esta iniciativa seencuentran el Centro de Educación yDesarrollo del Sur, la Fundación para elDesarrollo y la Cuenca del Río Nizaito,la Junta de Mujeres de la Zona Cañera,las federaciones de mujeres de Baraho-na y Bahoruco, Fundación de TrabajoComunitario, entre otras entidades.

De salud

Alianza con INSALUDPROMUS mantiene una alianza con elInstituto Nacional de la Salud (INSA-LUD), organismo en el que tiene mem-bresía. Con INSALUD desarrolla traba-jos como los operativos médicos ejecu-tados tras el paso por el país de la tor-menta Noel, jornadas en las que tam-bién participó la Secretaría de Estadode Salud Pública.

Red de género y VIH Con este proyecto PROMUS busca quelas mujeres defiendan sus derechos auna salud sexual y sin riesgo. La iniciati-va vincula a unas 60 organizaciones.

Red dominicana por la saludEsta es una idea que PROMUS impulsajunto a la Colectiva Mujer y Salud. Setrata de crear una red por la salud de lasmujeres. Aquí las mujeres están pen-dientes de las políticas de salud delEstado, del Seguro Familiar de Salud yde las garantías que tienen todas lasmujeres para acceder a los serviciossanitarios. Además de las dos organiza-ciones citadas, al proyecto están asocia-das entidades como:

• el Instituto Nacional de la Salud (INSALUD),

• el Centro de Apoyo Aquelarre (CEAPA),

• el Equipo de Mujeres Raíces (EEMUR)

• y, el Núcleo de Apoyo a la Mujer (NAM).

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33Cuadernos de la

sociedad civil

Corte de Justicia. El mérito de los ciuda-danos organizados, no partidistas, fueindiscutible.Empero, a partir de aquellas jornadasagotadoras y positivas, algo cambió.Admitirlo, no es derrota, sirve para refle-xión y enmienda.

El Informe Nacional de Desarrollo Humano PNUD después de encomiar la existencia de los grupos sociales, subraya..."lo más importante es preguntarse sirepresentan demandas sociales sentidaspor la mayoría de la población, sobretodo de aquellos sectores que no tienenacceso a los medios de opinión paraque sus demandas sean escuchadas enlos circuitos de toma de decisiones". En un colectivo desmovilizado, agobia-do por la cotidianidad y la multiplicidadde problemas, procede averiguar cuáles el procedimiento idóneo para esta-blecer la sintonía con los demás. Cómo cambiar la sensación de repre-sentatividad limitada, a través de porta-voces autorizados por minorías.

Cuando Mario Vargas Llosa optó por lacandidatura presidencial en Perú, susasesores electorales detectaron uninconveniente. Comprobaron que losvotantes simpatizaban con la persona, nocon el mensaje del afamado escritor. Los dirigentes de las organizaciones ciudadanas, deben utilizar ese aserto eindagar si existe dificultad con el mensajeo con los mensajeros. Del mismo modo,investigar si sus solicitudes trascienden elefecto inmediato del titular de periódico,

la entrevista, la celebración de un semi-nario o de una conferencia.

Basta la observación de acontecimien-tos recientes para verificar cuán debili-tados están esos grupos. Tal vez, concientes de la debilidad no se arries-gan y sus pronunciamientos parecenescarceos retóricos, a veces vanidosos yapegados a los requerimientos de unaagenda individual.

Los privilegiados con derecho a opinaren nombre de los otros, expresan ideaspropias, sin conexión con sus pares.Defensores del uso de la palabra, sincontradictores, repelen la disensión. Prefieren pactar con el poder formalantes de reconocer equivocaciones oestrategias fallidas. Sancionan comporta-mientos de funcionarios, denuncianinfracciones y retornan a sus atalayas,satisfechos. Actúan como propietariosde la verdad, deciden sin escuchar. Reeditan las conductas excluyentes querepudian y aspiran modificar.

El micrófono, las cámaras, el reportaje,las asambleas, confieren poder fugaz.Adhesión efímera. El tiempo de seducto-ras arengas cívicas, pasó. Quien desco-nozca esa realidad continuará presidien-do reinados no partidistas, quebradizos,autoritarios y conservadores. Favorecerála abulia ciudadana, la ficción del consen-so. Se impondrá la egolatría y continuaráinconclusa, la tarea que procura institu-cionalizar el país. La democracia exigedemasiado, comienza por la transforma-ción de sus propaladores y defensores.

o p i n i ó n

“En un colectivo

desmovilizado,

agobiado por

la cotidianidad

y la multiplicidad

de problemas,

procede averiguar

cuál es el

procedimiento

idóneo para

establecer

la sintonía

con los demás”

32 Cuadernos de la

sociedad civil

Arrogarse la representación de la mayo-ría, sólo está permitido a los políticos. El aval electoral y la adscripción de lospartidarios validan sus prédicas. Tienenun mandato. El discurso será aceptadoo rechazado, pero la réplica no es inme-diata. El político habla desde el podio,la tribuna, sin interlocutor.

La vocinglería refrenda. Es un monólogolegitimado. Luego adviene el análisis, elcomentario. La efectividad y legitimidaddel discurso de los dirigentes comunita-rios, de los rectores de organizacionesno gubernamentales, sin embargo, precisa de la confrontación previa.Antes de su divulgación debe ser evaluado por aquellos que delegan, enun vocero, su representación. Asumir laaprobación masiva de proyectos y reivindicaciones, acarrea confusiones,atrevimientos, errores. Algunos searriesgan. Convocan, proponen y losresultados no son apetecibles.

Aquí hubo tres décadas de silencio,luego, cuando lo dicho disgustaba, pro-vocaba la muerte, la pérdida de dere-chos, la rendición. La persistencia preser-vó la palabra, a pesar de exilios y rece-sos, conversiones y ofertas. La osadíaocupó salas de redacción, cabinas deradio, estudios de televisión. Se estrena-ba la diversidad. Los opinantes aumenta-ron. Los partidos políticos sumaban

militantes y comenzó la gestión cívica.Diferentes los propósitos, distinta lacomposición, después del tiranicidio laciudadanía comenzó a organizarse.Agrupaciones religiosas, profesionales,empresariales, de campesinos, de muje-res, de personas preocupadas por elacontecer nacional y con deseos de ins-titucionalizar el país, trabajaban, crecían.Lograron respaldo. Desde los grupos dereafirmación cristiana, auspiciados por elempresariado y la jerarquía católica,hasta movimientos coyunturales quepredicaban la moralidad, el intento departicipación ha sido constante.

La tenacidad de los regentes de esasentidades, en la década de los 80 y 90,fue determinante para la obtención dereformas legales importantes. La apresu-rada modificación constitucional del1994 acogió propuestas reiteradas pororganizaciones de la sociedad civil. Se estableció en la Carta Magna la prohi-bición de la reelección del Presidente dela República, la separación de las elec-ciones presidenciales de las congresua-les y municipales, la segunda vuelta elec-toral, la creación de los colegios electo-rales cerrados, la preservación de lanacionalidad dominicana, aunque la persona adquiera otra, el ConsejoNacional de la Magistratura para laselección de los jueces de la Suprema

Transformar la participación

CARMEN IMBERT BRUGAL

ABOGADA Y ESCRITORA

o p i n i ó n

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35Cuadernos de la

sociedad civil

El doctor Domingo Jiménez, Ordenadorde los Fondos Europeos de Desarrollo,dirige la Dirección General de Coopera-ción Multilateral, dentro de la Secretaríade Estado de Economía, Planificación y Desarrollo, encargándose de la defini-ción, administración, evaluación y segui-miento de los programas de coopera-ción multilateral que se ofrecen al país através del acuerdo de COTONÚ.

El 28 de febrero del 1975, la UniónEuropea canalizó su cooperación internacional a un grupo de países de África, Caribe y Pacifico (ACP) a travésdel acuerdo de la convención de Lomécon el objetivo de promover su desa-rrollo económico y cultural.

En 1989 República Dominicana se integró a los países ACP y empezó aformar parte del “Acuerdo de LoméIV”, creando la Oficina nacional para laconvención de Lomé IV.

En el año 2000 los países ACP firma-ron un nuevo acuerdo con la UniónEuropea que se denominó COTONÚ.Ese mismo año la Oficina nacional parala convención de Lomé IV pasó a serdenominada Oficina del ordenadornacional para los fondos europeos dedesarrollo (ONFED).

En la actualidad está bajo la depen-dencia de la subsecretaría de coopera-ción internacional de la Secretaría deEco-nomía, Planificación y Desarrollo.

i n f o r m a c i ó n

34 Cuadernos de la

sociedad civil

El Programa de Iniciativas Locales de la Sociedad Civil, PRIL, con el apoyo de la Unión Europea y el Estado dominicano, desarrolló durante su primer y segundo Presupuesto Programa, su estrategia fundamental para el fortalecimiento de las organizaciones y redes de la sociedad civil dominicana; las dos convocatorias del Fondo para el Desarrollo Institucional de laSociedad Civil, FONDESIN.

En la primera convocatoria, que inició en el mes de marzo yconcluyó con la adjudicación de las subvenciones en el mesde julio del 2007, el comité de evaluación constituido paraestos efectos, aprobó 26 propuestas en las cinco líneas definanciación del FONDESIN.En la segunda convocatoria, iniciada en el mes de enero yconcluida en el mes de mayo del presente año 2008, seaprobaron 8 proyectos, para un total de 34. Se adjudicó un total de 182.585.838. 28 pesos dominicanosen ambas convocatorias. Las organizaciones subvencionadas, fueron: CIPROS,CIECA, CE-MUJER, Colectiva Mujer y Salud, IDDI, INSALUD,MOSCTHA, Participación Ciudadana, CEPOCS, CEPROSH,COTEDO, NATURALEZA, Comunidad Cosecha, CMC, FUN-DAZUCAR, MUDE, Oficina Técnica Provincial, Asociación dePersonas con Disca-pacidad, CEPROS, Ciudad Alternativa,COPADEBA, FEPROCA, FUNDASUR, IDEAC y PROMUS, enla primera convocatoria; y en la segunda: Fe y Alegría, Equi-po Educativo de Mujeres Raíces, Colectiva Mujer y Salud,MUDE, Fundación Solidaridad, CEPOCS y Fundación deIntegración y Desarrollo de Elías Piña.El primer encuentro se abordó el tema “Retos de la Socie-dad Civil para fortalecerse a nivel de institucionalidad yrepresentatividad”, contó con las expositoras, señoras AnaSelman y Rina Quiñones. El segundo encuentro, versó entorno a “La Evolución de la Sociedad Civil Dominicana: Enfoque Histórico”, contando con la exposición de los historiadores Mu-Kien San Beng y Raymundo González; y, un tercer encuentro con el tema “Las agendas locales dela sociedad civil y financiamiento externo”, con las exposi-ciones de la Sra. Sonia Vásquez y el Sr. Octavio Figueroa.Desde las diferentes Antenas territoriales se coordinanactividades con las organizaciones de la zona, como lo esel acompañamiento en la ejecución de sus proyectos; la socialización de la Ley Municipal, 176-07, y los meca-nismos de participación que contribuirán a ser más efectivo el diálogo Estado-Sociedad Civil.

Algo de lo que hicimosLas actividades más relevantes que pretendemos desarro-llar en nuestro último plan de trabajo, están orientadas asistematizar los resultados del Programa, las relacionesentre el Estado y las Organizaciones de la Sociedad Civil,OSC; así como, visibilizar los aportes que realizan las organizaciones de la sociedad civil al desarrollo del país. Detallamos las más relevantes:

Documentar las relaciones entre el Estado y las OSC enel marco de espacios instituídos para la solución de distintos problemas sociales y económicos. Para esto, nos proponemos localizar los distintos espa-cios de diálogo Estado-Sociedad Civil a nivel sectorial,nacional o territorial; así como disponer de una estrate-gia de observación y de un instrumental que permitarecoger informaciones relevantes para documentar elproceso de diálogo.

Diseñar y poner en marcha una campaña de promociónde la sociedad civil, buscando con ella, visibilizar el aporte de las organizaciones de la sociedad civil al desarrollo sostenible y a la gobernabilidad del país.

Publicar tres ó cuatro números de la revista “Cuadernosde la Sociedad Civil”, con los temas “Desarrollo Institucio-nal y Legitimación Social”, “Gobernabilidad y Desarrollo“,“Cohesión Social y Equidad“, y “Rol de las organizacionesde la sociedad civil en el desarrollo social y económico“.

Socializar con la sociedad civil dominicana los resultadosalcanzados por el Programa PRIL desde sus inicios hastael cierre de sus actividades. Se realizarán tres cierres del Programa, en Santo Domingo,Norte y Sur del país.

Continuar acompañando a las organizaciones de la sociedad civil en la ejecución de sus proyectos, poniendoa su servicio las capacidades técnicas instaladas en el Programa.

Lo que queremos hacer

a g e n d a d e l

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PRIL, UN PROGRAMA DE LA REPÚBLICA DOMINICANA CON FINANCIAMIENTO DE LA UNIÓN EUROPEA

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