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Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura y la salud Daniel Kesner: El teatro y la salud Marcelo Della Mora: La radio y la salud Carolina Ramos Luna: Experiencia en el Hospital de Neuquén Carla Micele: Experiencia en la UNLa Edita Martinez y Juan Fontana: Experiencia en un equipo de Fiorito

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Cuidar al que Cuida

La urgencia, esa tramposaEquipo de trabajo y el trabajo en equipo

Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015

Andrea Homene: La escritura y la salud • Daniel Kesner: El teatro y la saludMarcelo Della Mora: La radio y la salud • Carolina Ramos Luna: Experiencia

en el Hospital de Neuquén • Carla Micele: Experiencia en la UNLaEdita Martinez y Juan Fontana: Experiencia en un equipo de Fiorito

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Cuaderno Nº 3

Los talleresCuidar al que Cuida

Cuaderno Nº 3

Los talleresCuidar al que Cuida

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[staff]Equipo editorLaura PiedimonteJuan FontanaAlejandro IrurzunAlberto Gallini

CoordinadorAlberto Gallini

Colaboran eneste númeroElena de la AldeaLic. Carla MiceleCarolina Ramos LunaMarcelo Della MoraAndrea HomeneDaniel KersnerJuan FontanaMaría Edita Martínez OvelarAlberto Gallini

Diseño y diagramaciónFernando Pagliari

Ilustración de tapaFoto: ”Trabajo en equipo”de Laura Piedimonte

editorial los talleres

[email protected]

[staff]Equipo editorLaura PiedimonteJuan FontanaAlejandro IrurzunAlberto Gallini

CoordinadorAlberto Gallini

Colaboran eneste númeroElena de la AldeaLic. Carla MiceleCarolina Ramos LunaMarcelo Della MoraAndrea HomeneDaniel KersnerJuan FontanaMaría Edita Martínez OvelarAlberto Gallini

Diseño y diagramaciónFernando Pagliari

Ilustración de tapaFoto: ”Trabajo en equipo”de Laura Piedimonte

editorial los talleres

[email protected]

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3[Cuidar al que Cuida]

[sumario]

4 Editorial

9 Pensar sin urgenciaElena de la Aldea

19 El trabajo en equipo y el equipo de trabajoElena de la Aldea

30 Pensar la salud mental en lugares que nofueron pensados para la salud mentalLic. Carla Micele

37 Aprendimos a trabajar con lo posibleCarolina Ramos Luna

47 La palabra sustituye los silenciosMarcelo Della Mora

57 Escribir la prácticaAndrea Homene

63 Me curo en cada funciónDaniel Kersner

67 “Se hace camino al andar” Una experiencia decuidadoJuan Fontana y María Edita Martínez Ovelar

77 Dos manos que vuelanAlberto Gallini

79 Quiénes somos, qué hacemos, por qué lohacemosElena de la Aldea

3[Cuidar al que Cuida]

[sumario]

4 Editorial

9 Pensar sin urgenciaElena de la Aldea

19 El trabajo en equipo y el equipo de trabajoElena de la Aldea

30 Pensar la salud mental en lugares que nofueron pensados para la salud mentalLic. Carla Micele

37 Aprendimos a trabajar con lo posibleCarolina Ramos Luna

47 La palabra sustituye los silenciosMarcelo Della Mora

57 Escribir la prácticaAndrea Homene

63 Me curo en cada funciónDaniel Kersner

67 “Se hace camino al andar” Una experiencia decuidadoJuan Fontana y María Edita Martínez Ovelar

77 Dos manos que vuelanAlberto Gallini

79 Quiénes somos, qué hacemos, por qué lohacemosElena de la Aldea

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EditorialNos volvemos a encontrar en este tercer número de los cuadernos Cui-

dar al que Cuida; en este colectivo, que ya tiene un recorrido decinco años, se vienen sumando nuevas miradas a una vieja problemáticaque crece en todo el planeta, como lo es la referida a los padecimientosderivados del estrés laboral.

Nuevos lugaresNo sólo sumamos en este número cantidad y calidad, sino también dis-

tancias, ya que hemos recibido noticias de que los cuadernos Cuidar al

EditorialNos volvemos a encontrar en este tercer número de los cuadernos Cui-

dar al que Cuida; en este colectivo, que ya tiene un recorrido decinco años, se vienen sumando nuevas miradas a una vieja problemáticaque crece en todo el planeta, como lo es la referida a los padecimientosderivados del estrés laboral.

Nuevos lugaresNo sólo sumamos en este número cantidad y calidad, sino también dis-

tancias, ya que hemos recibido noticias de que los cuadernos Cuidar al

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que Cuida se están leyendo en diversas provincias argentinas y hasta hanllegado a Chile, Paraguay y México, aunque es posible que estén en otroslugares y todavía no nos hayamos enterado. Interpretamos este hechocomo muy positivo y alentador, ya que nos demuestra que estamos con-siguiendo uno de los objetivos de esta publicación, que es comunicarnos,más allá de los límites de los talleres, para potenciar el intercambio de ex-periencias y opiniones.

¿Por qué cuidarnos?La pregunta en torno a ¿por qué cuidarnos? casi siempre resulta tan

obvia que pocas veces se formula. Mas allí surge una respuesta, la que nopor sencilla es menos cierta: “Cuidarnos para no enfermarnos”.

Porque cuando nos enfermamos sufrimos, no sólo nosotros, sino tam-bién quienes nos rodean: familia y amigos, lo que justi`ca por sí solo elhecho de cuidarse. Pero además con frecuencia los que trabajamos en ins-tituciones con intervenciones sociales hacemos recaer sobre la comunidadlas consecuencias de nuestra enfermedad, advirtamos ese efecto o no.Intervenciones

Si en un dispositivo de interven-ción, quien tiene que orientar la bús-queda de solución al problema de unapersona o una familia está ausente,corremos el riesgo de perder las pocasposibilidades de acción que nos danlas urgencias sociales. O si quien estáa cargo está atravesado alguna situa-ción de conaicto y no se encuentra encondiciones físico-psíquicas de des-empeñar su trabajo, puede empeorarel daño que ya existe, en lugar de co-laborar en su resolución.

La herramienta de la experienciaTrabajar en lo social es un o`cio que se aprende básicamente en tres

momentos que interactúan de modo permanente. Uno es el momento dela formación mediante el aprendizaje de las teorías; otro es el que aportala propia experiencia en el campo de trabajo; y el tercero, el que nos trans-

5[Cuidar al que Cuida]

que Cuida se están leyendo en diversas provincias argentinas y hasta hanllegado a Chile, Paraguay y México, aunque es posible que estén en otroslugares y todavía no nos hayamos enterado. Interpretamos este hechocomo muy positivo y alentador, ya que nos demuestra que estamos con-siguiendo uno de los objetivos de esta publicación, que es comunicarnos,más allá de los límites de los talleres, para potenciar el intercambio de ex-periencias y opiniones.

¿Por qué cuidarnos?La pregunta en torno a ¿por qué cuidarnos? casi siempre resulta tan

obvia que pocas veces se formula. Mas allí surge una respuesta, la que nopor sencilla es menos cierta: “Cuidarnos para no enfermarnos”.

Porque cuando nos enfermamos sufrimos, no sólo nosotros, sino tam-bién quienes nos rodean: familia y amigos, lo que justi`ca por sí solo elhecho de cuidarse. Pero además con frecuencia los que trabajamos en ins-tituciones con intervenciones sociales hacemos recaer sobre la comunidadlas consecuencias de nuestra enfermedad, advirtamos ese efecto o no.Intervenciones

Si en un dispositivo de interven-ción, quien tiene que orientar la bús-queda de solución al problema de unapersona o una familia está ausente,corremos el riesgo de perder las pocasposibilidades de acción que nos danlas urgencias sociales. O si quien estáa cargo está atravesado alguna situa-ción de conaicto y no se encuentra encondiciones físico-psíquicas de des-empeñar su trabajo, puede empeorarel daño que ya existe, en lugar de co-laborar en su resolución.

La herramienta de la experienciaTrabajar en lo social es un o`cio que se aprende básicamente en tres

momentos que interactúan de modo permanente. Uno es el momento dela formación mediante el aprendizaje de las teorías; otro es el que aportala propia experiencia en el campo de trabajo; y el tercero, el que nos trans-

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miten las personas que ya han pasado por esas situaciones, o sea la llamadatransmisión generacional, que no es ni más ni menos cómo hemos idoevolucionando los humanos desde que comenzó nuestra existencia.

Los anteriores trans`eren a los nuevos los conocimientos básicos comopunto de partida y no como mera pauta a repetir. En general, el joven tienela energía y el viejo, la experiencia; esta interacción hace que los humanosmejoremos constantemente.

En los últimos tiempos se viene detectando en el campo del trabajo so-cial que quienes tienen la experiencia suelen estar muy afectados por las si-tuaciones laborales que han atravesado durante años y se encuentran cap-turados por un sentimiento de sinsentido con lo realizado en sus carreras,lo que trae aparejado que lo que transmiten a menudo no sea conoci-miento, sino frustración.

Lo descrito anteriormente nosmuestra una situación muy grave por-que como comunidad estamos per-diendo un capital indispensable paraavanzar en la creación de nuevas es-trategias y herramientas de interven-ción.

ConclusiónLas consecuencias del enfermarse

trascienden la esfera del plano indivi-dual. El cuidado de uno mismo pri-mero es por uno, pero también es unaresponsabilidad nuestra respecto de la calidad del servicio que brindamos.

¿Cómo no enfermarnos?Esta es una pregunta que exige una gran complejidad en su respuesta,

ya que la enfermedad es un proceso donde está incluida una amplia gamade variantes, tales como personales, familiares, sociales, históricas, ideoló-gicas, etc. Y las responsabilidades para prevenirlas y curarlas son tanto in-dividuales como de políticas públicas, acciones gremiales y de asociacionesprofesionales.

Desde esta publicación consideramos que como sociedad debemos dar yampliar el debate, ya que venimos observando, pese a carecer de datos esta-dísticos, que la cantidad de afectados crece y las consecuencias son cada día

6 [Los talleres]

miten las personas que ya han pasado por esas situaciones, o sea la llamadatransmisión generacional, que no es ni más ni menos cómo hemos idoevolucionando los humanos desde que comenzó nuestra existencia.

Los anteriores trans`eren a los nuevos los conocimientos básicos comopunto de partida y no como mera pauta a repetir. En general, el joven tienela energía y el viejo, la experiencia; esta interacción hace que los humanosmejoremos constantemente.

En los últimos tiempos se viene detectando en el campo del trabajo so-cial que quienes tienen la experiencia suelen estar muy afectados por las si-tuaciones laborales que han atravesado durante años y se encuentran cap-turados por un sentimiento de sinsentido con lo realizado en sus carreras,lo que trae aparejado que lo que transmiten a menudo no sea conoci-miento, sino frustración.

Lo descrito anteriormente nosmuestra una situación muy grave por-que como comunidad estamos per-diendo un capital indispensable paraavanzar en la creación de nuevas es-trategias y herramientas de interven-ción.

ConclusiónLas consecuencias del enfermarse

trascienden la esfera del plano indivi-dual. El cuidado de uno mismo pri-mero es por uno, pero también es unaresponsabilidad nuestra respecto de la calidad del servicio que brindamos.

¿Cómo no enfermarnos?Esta es una pregunta que exige una gran complejidad en su respuesta,

ya que la enfermedad es un proceso donde está incluida una amplia gamade variantes, tales como personales, familiares, sociales, históricas, ideoló-gicas, etc. Y las responsabilidades para prevenirlas y curarlas son tanto in-dividuales como de políticas públicas, acciones gremiales y de asociacionesprofesionales.

Desde esta publicación consideramos que como sociedad debemos dar yampliar el debate, ya que venimos observando, pese a carecer de datos esta-dísticos, que la cantidad de afectados crece y las consecuencias son cada día

6 [Los talleres]

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más preocupantes, tanto si hablamos de afecciones individuales como co-munitarias.

Como primer paso, nos parece importante que se sumen a la currículade los centros de estudios dedicados a la enseñanza de atención a personaslos aprendizajes para el cuidado.

Nuestra propuesta es difundir ideas, experiencias, prácticas que mues-tren la potencia de lo creativo y que puedan operar como agentes multi-plicadores –sin desestimar ninguno de los numerosos aportes provenientesde todo el abanico social– para apartarnos de esas prácticas burocráticasque nos conducen al callejón sin salida de los “como si”.

Reconocemos la necesidad de la justa protesta, alentando a que éstanos impulse a la acción, porque cuando nos cristalizamos en la queja, lomás probable es que nos enfermemos.

InteracciónPara que este colectivo tenga sentido, crezca y se nutra, necesitamos

de la interacción con ustedes.Les solicitamos que se tomen unos minutos y nos envíen las respuestas

a las siguientes preguntas y las observaciones que desean a:[email protected]

A) ¿La lectura de estos escritos y laparticipación en los talleres le haservido para cambiar la mirada desu situación personal y/o laboral?¿De qué manera?B) ¿En su institución se plantearoncambios a partir de participar enestos espacios o lectura de los li-bros? ¿Cuáles?C) ¿Qué sugerencia puede realizar-nos para avanzar en el tratamientode la problemática?

Centro de Formación en Psicología Social de BanQeld

Centro de Referencia Lomas de Zamora

Grupo Red - Salud Mental

7[Cuidar al que Cuida]

más preocupantes, tanto si hablamos de afecciones individuales como co-munitarias.

Como primer paso, nos parece importante que se sumen a la currículade los centros de estudios dedicados a la enseñanza de atención a personaslos aprendizajes para el cuidado.

Nuestra propuesta es difundir ideas, experiencias, prácticas que mues-tren la potencia de lo creativo y que puedan operar como agentes multi-plicadores –sin desestimar ninguno de los numerosos aportes provenientesde todo el abanico social– para apartarnos de esas prácticas burocráticasque nos conducen al callejón sin salida de los “como si”.

Reconocemos la necesidad de la justa protesta, alentando a que éstanos impulse a la acción, porque cuando nos cristalizamos en la queja, lomás probable es que nos enfermemos.

InteracciónPara que este colectivo tenga sentido, crezca y se nutra, necesitamos

de la interacción con ustedes.Les solicitamos que se tomen unos minutos y nos envíen las respuestas

a las siguientes preguntas y las observaciones que desean a:[email protected]

A) ¿La lectura de estos escritos y laparticipación en los talleres le haservido para cambiar la mirada desu situación personal y/o laboral?¿De qué manera?B) ¿En su institución se plantearoncambios a partir de participar enestos espacios o lectura de los li-bros? ¿Cuáles?C) ¿Qué sugerencia puede realizar-nos para avanzar en el tratamientode la problemática?

Centro de Formación en Psicología Social de BanQeld

Centro de Referencia Lomas de Zamora

Grupo Red - Salud Mental

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El primer número de los cuadernos Cuidar alque Cuida lo dedicamos a la subjetividad

heroica, que desde hace más de una década nosha ayudado a pensar muchas de las formas en

que nos relacionamos con nuestro propio trabajoy que no por muy conocidas dejan de tener a

veces oscuridades para muchos.En esta entrega, Elena comparte nuevasreflexiones sobre uno de los aspectos de la

subjetividad heroica, como es la urgencia en lasintervenciones sociales.

[Los talleres]8

El primer número de los cuadernos Cuidar alque Cuida lo dedicamos a la subjetividad

heroica, que desde hace más de una década nosha ayudado a pensar muchas de las formas en

que nos relacionamos con nuestro propio trabajoy que no por muy conocidas dejan de tener a

veces oscuridades para muchos.En esta entrega, Elena comparte nuevasreflexiones sobre uno de los aspectos de la

subjetividad heroica, como es la urgencia en lasintervenciones sociales.

[Los talleres]8

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[Cuidar al que Cuida] 9

[Pensar sin urgencia]

Continuando con lasubjetividad heroica

Por Elena de la [email protected]

La subjetividadLa subjetividad es una máquina para pensar y no un

sistema de ideas. Es una disposición y no una convicción.Su condición de enunciación nunca es absoluta. No sepuede enunciar, pero se ve en los enunciados y en lasprácticas: uno la puede deducir mirando. Y no sólo se veen las prácticas, sino que está instituida por vía práctica.La subjetividad no forma parte del currículum de la for-mación de nadie. Tiene una cierta opacidad para sus por-tadores, que no la pueden nombrar. Es eficaz porque essecreta. Y además es compartida.

Se habla con frecuencia de la subjetividad y no siempreresulta fácil definir con claridad de qué se trata. Para noso-tros, la subjetividad adquiere visibilidad en los enuncia-dos y prácticas. La subjetividad no es un estado fijo, sinouna potencia maleable, un proceso o estrategia: puede pa-sarse de un modo subjetivo a otro. No es una estructurade carácter, sino una modalidad de ser, de hacer, de estar,de pensar y sentir, pasible de transformaciones.

¿La subjetividad heroica?La subjetividad heroica es, entonces, un modo especí-

fico de situarse ante un problema. La subjetividad heroicaes una forma que adopta esa máquina de pensar y hacerpensar y de pensarse cuando la comunidad “no es lo que

[Cuidar al que Cuida] 9

[Pensar sin urgencia]

Continuando con lasubjetividad heroica

Por Elena de la [email protected]

La subjetividadLa subjetividad es una máquina para pensar y no un

sistema de ideas. Es una disposición y no una convicción.Su condición de enunciación nunca es absoluta. No sepuede enunciar, pero se ve en los enunciados y en lasprácticas: uno la puede deducir mirando. Y no sólo se veen las prácticas, sino que está instituida por vía práctica.La subjetividad no forma parte del currículum de la for-mación de nadie. Tiene una cierta opacidad para sus por-tadores, que no la pueden nombrar. Es eficaz porque essecreta. Y además es compartida.

Se habla con frecuencia de la subjetividad y no siempreresulta fácil definir con claridad de qué se trata. Para noso-tros, la subjetividad adquiere visibilidad en los enuncia-dos y prácticas. La subjetividad no es un estado fijo, sinouna potencia maleable, un proceso o estrategia: puede pa-sarse de un modo subjetivo a otro. No es una estructurade carácter, sino una modalidad de ser, de hacer, de estar,de pensar y sentir, pasible de transformaciones.

¿La subjetividad heroica?La subjetividad heroica es, entonces, un modo especí-

fico de situarse ante un problema. La subjetividad heroicaes una forma que adopta esa máquina de pensar y hacerpensar y de pensarse cuando la comunidad “no es lo que

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debería ser” y se exige corregirla; nos compone a todoslos que trabajamos en estas temáticas; es algo que hemosaprendido en este sistema social al que pertenecemos,todos tenemos la exigencia de corregir lo que no está–según nosotros– donde debería estar. Habría que pre-guntarse de dónde saca el héroe, de donde sacamos esaconvicción tan intensa de qué sabemos y tenemos, lo queestá bien, y desde que lugares internos e institucionalesvenimos a corregir, a salvar a los otros.

La urgencia, esa traidora / pensar la urgenciaLa subjetividad heroica funciona como un recurso

sobre el que se sostienen aquellos que actúan en inter-venciones sociales, para apagar el incendio y hallar unaposición estable enel desastre.

Es útil reflexio-nar sobre la posi-ción de autoridad ypoder que da el sa-berse y sentirseaquel que sabe yque tiene el co-rrecto diagnósticode lo que ocurre ylos medios para re-solverlo; así, porta-dor de la institu-ción a la quepertenece, parte a lasalvación de “la víc-tima” y en esemismo acto seconstituye en unhéroe salvador, sinpercibir que a lo único que salva es a los criterios de ver-dad y legitimidad que tiene la institución, su institución,

[Los talleres]10

debería ser” y se exige corregirla; nos compone a todoslos que trabajamos en estas temáticas; es algo que hemosaprendido en este sistema social al que pertenecemos,todos tenemos la exigencia de corregir lo que no está–según nosotros– donde debería estar. Habría que pre-guntarse de dónde saca el héroe, de donde sacamos esaconvicción tan intensa de qué sabemos y tenemos, lo queestá bien, y desde que lugares internos e institucionalesvenimos a corregir, a salvar a los otros.

La urgencia, esa traidora / pensar la urgenciaLa subjetividad heroica funciona como un recurso

sobre el que se sostienen aquellos que actúan en inter-venciones sociales, para apagar el incendio y hallar unaposición estable enel desastre.

Es útil reflexio-nar sobre la posi-ción de autoridad ypoder que da el sa-berse y sentirseaquel que sabe yque tiene el co-rrecto diagnósticode lo que ocurre ylos medios para re-solverlo; así, porta-dor de la institu-ción a la quepertenece, parte a lasalvación de “la víc-tima” y en esemismo acto seconstituye en unhéroe salvador, sinpercibir que a lo único que salva es a los criterios de ver-dad y legitimidad que tiene la institución, su institución,

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ya que la población a la que asiste queda excluida de lacomprensión de ella, queda en el lugar de la que no sabeni tiene, se debilita y torna pasiva y dependiente (lo queen un círculo vicioso y doloroso le confirma a la subjeti-vidad heroica que el otro no puede nada y que sin suayuda cae… y así sigue y sigue la ronda).

Uno de los aspectos de la subjetividad heroica sobre elque queremos ampliar la mirada hoy es el de la urgenciaque impide pensar, como decía en el texto original, “laurgencia, esa traidora”.

Los secretos del pensar¿Y cuál sería el problema de no pensar? Lo más grave

que genera este impedimento es no poder ponerse encontacto con los propios recursos… lo que es de altoriesgo en las situaciones de emergencia donde más nece-sitamos de ellos.

Cuáles son las propiedades del pensar:entre otras, permite comprender las circuns-tancias en las que estoy, cuáles son los reque-rimientos de acción para ella, cuáles son loslímites de mi propio y hacer y de mis posi-bilidades, comprender que este hecho al queestoy enfrentada hoy ocurre en el tiempo yha empezado antes y seguirá después si nopercibió y ubicó bien las causas. Permitesaber con quiénes cuento en la situacióncomo aliados y cuáles serían los puntos de

acción más correctos en función de todas estas variables.Pensar es un acto colectivo, no sólo individual; mis

pensamientos se constituyen de la materia prima de miexperiencia vital y ella siempre es con otros que me inte-gran y hablan a través de la síntesis de tantos y tantos quesoy yo; se piensa con otros, aun en su ausencia física; im-plica estar presente en el propio cuerpo y en el tiempopresente en la dimensión afectiva con otros, sentir suapoyo y su sostén.

“Habría quepreguntarse dedónde saca el héroe,de dónde sacamosesa convicción tanintensa de quesabemos y tenemos,lo que está bien”.

[Cuidar al que Cuida] 11

ya que la población a la que asiste queda excluida de lacomprensión de ella, queda en el lugar de la que no sabeni tiene, se debilita y torna pasiva y dependiente (lo queen un círculo vicioso y doloroso le confirma a la subjeti-vidad heroica que el otro no puede nada y que sin suayuda cae… y así sigue y sigue la ronda).

Uno de los aspectos de la subjetividad heroica sobre elque queremos ampliar la mirada hoy es el de la urgenciaque impide pensar, como decía en el texto original, “laurgencia, esa traidora”.

Los secretos del pensar¿Y cuál sería el problema de no pensar? Lo más grave

que genera este impedimento es no poder ponerse encontacto con los propios recursos… lo que es de altoriesgo en las situaciones de emergencia donde más nece-sitamos de ellos.

Cuáles son las propiedades del pensar:entre otras, permite comprender las circuns-tancias en las que estoy, cuáles son los reque-rimientos de acción para ella, cuáles son loslímites de mi propio y hacer y de mis posi-bilidades, comprender que este hecho al queestoy enfrentada hoy ocurre en el tiempo yha empezado antes y seguirá después si nopercibió y ubicó bien las causas. Permitesaber con quiénes cuento en la situacióncomo aliados y cuáles serían los puntos de

acción más correctos en función de todas estas variables.Pensar es un acto colectivo, no sólo individual; mis

pensamientos se constituyen de la materia prima de miexperiencia vital y ella siempre es con otros que me inte-gran y hablan a través de la síntesis de tantos y tantos quesoy yo; se piensa con otros, aun en su ausencia física; im-plica estar presente en el propio cuerpo y en el tiempopresente en la dimensión afectiva con otros, sentir suapoyo y su sostén.

“Habría quepreguntarse dedónde saca el héroe,de dónde sacamosesa convicción tanintensa de quesabemos y tenemos,lo que está bien”.

[Cuidar al que Cuida] 11

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Las riquezas del obstáculoPensar es sostener la problematicidad del problema

para que “destile”, nos cuente sus riquezas como tal, paraque nos dé todos los aspectos ocultos de una situación. Elproblema, el obstáculo es el que devela y, al mismotiempo, oculta el origen y causa de la situación.

Entonces las dificultades más que ser vistas como unpunto donde cesa lo conocido y como una apertura anuevas miradas y descubrimientos, se las tomacomo pesadas paredes silenciosas, mudas y pa-ralizantes que nos separan de la “solución”, selas toma como algo que amenaza a la comu-nidad a la que hay, así, que cuidar en su fra-gilidad y vulnerabilidad sin contar con todoslos recursos –también ocultos para la subjeti-vidad heroica que sólo cuenta con los suyos–que ella sí posee para entender y encarar la si-tuación.

La subjetividad heroica no necesita pensar qué haceren una situación difícil; ya sabe, siempre sabe. Desde sulugar de conocimiento y poder profesional; y lo que sabees que hay que actuar “YA”, que es urgente; se trata dedesactivar la bomba. El héroe lucha contra el tiempo; enese su ir contra el tiempo, en ese ir de urgencia en urgen-cia va perdiendo perspectiva y recursos. Y ya que la vidasiempre es cambio, siempre sucede algo diferente de loanterior, y siempre sucede algo nuevo e imprevisto; y deeste modo, la subjetividad heroica se cierra toda posibi-lidad de trabajar sobre esa diferencia, esa particular y ori-ginal manera de la realidad de contarnos sus caminos quenos permitiría, aunque sea un pequeño, un margen de re-flexión y de iniciativa. El héroe no se permite un espaciopara pensar en esta nueva y única situación. De este modono puede contar con el aporte de los que están viviendohoy el problema; ese nuevo problema, aunque tenga carade igual, ellos quedan como pasivos receptores instru-mentos del hacer de la subjetividad heroica

[Los talleres]12

Las riquezas del obstáculoPensar es sostener la problematicidad del problema

para que “destile”, nos cuente sus riquezas como tal, paraque nos dé todos los aspectos ocultos de una situación. Elproblema, el obstáculo es el que devela y, al mismotiempo, oculta el origen y causa de la situación.

Entonces las dificultades más que ser vistas como unpunto donde cesa lo conocido y como una apertura anuevas miradas y descubrimientos, se las tomacomo pesadas paredes silenciosas, mudas y pa-ralizantes que nos separan de la “solución”, selas toma como algo que amenaza a la comu-nidad a la que hay, así, que cuidar en su fra-gilidad y vulnerabilidad sin contar con todoslos recursos –también ocultos para la subjeti-vidad heroica que sólo cuenta con los suyos–que ella sí posee para entender y encarar la si-tuación.

La subjetividad heroica no necesita pensar qué haceren una situación difícil; ya sabe, siempre sabe. Desde sulugar de conocimiento y poder profesional; y lo que sabees que hay que actuar “YA”, que es urgente; se trata dedesactivar la bomba. El héroe lucha contra el tiempo; enese su ir contra el tiempo, en ese ir de urgencia en urgen-cia va perdiendo perspectiva y recursos. Y ya que la vidasiempre es cambio, siempre sucede algo diferente de loanterior, y siempre sucede algo nuevo e imprevisto; y deeste modo, la subjetividad heroica se cierra toda posibi-lidad de trabajar sobre esa diferencia, esa particular y ori-ginal manera de la realidad de contarnos sus caminos quenos permitiría, aunque sea un pequeño, un margen de re-flexión y de iniciativa. El héroe no se permite un espaciopara pensar en esta nueva y única situación. De este modono puede contar con el aporte de los que están viviendohoy el problema; ese nuevo problema, aunque tenga carade igual, ellos quedan como pasivos receptores instru-mentos del hacer de la subjetividad heroica

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El héroe también está atrapado en su misma lógica,también queda sin los recursos de la situación que losotros le aportarían, cada vez más exigido internamente ycada vez más agotado y enojado. Y sin percibir que este“dar” suyo, un dar sin pensar ni incluir al otro, no sumasino que resta, no aporta sino paraliza, no enriquece sinoempobrece , y él también queda limitado por sus auto-matismos de respuesta que van quedando viejos y pobresfrente a una realidad siempre nueva y cambiante y cadavez más compleja.

Caminando hacia la reciprocidadPara ser sujeto, además de dar hay que ser capaz de

pedir (ayuda, calma, comprensión, recurso, etc.) y de re-cibir; hay que ser capaz de reciprocidad.

Nunca es del todo claro lo que damos yrecibimos al realizar nuestro trabajo; porello es “saludable” que lo que recibimos aldar y lo que damos al pedir no nos quedeopaco y naturalizado, y de ese modo noshaga perder la riqueza que el intercambioda a ambos: al que recibe y al que da. Y aveces el que cree que sólo da y el que creeque sólo recibe pueden encontrarse y mi-rarse. En este intercambio es donde se abren

nuevas puertas que permiten abrir otros destinos tanto ala víctima como al héroe descubriendo riquezas en sí.

Todos tenemos las mismas y diferentes posibilidadesde autonomía; cuando yo hago por el otro, lo privo deese derecho a probar su propia potencia y el héroe secarga todavía más de peso, no ve la vitalidad que hay enla vida y la historia de los otros. Al no pensar sino salir aresolver solo y desde sus propias y únicas percepciones,se pierden también las potencias de la información ocultaen la situación actual.

La urgencia se transforma así en una excusa, en la queel héroe cree en función de las propuestas y políticas de

[Cuidar al que Cuida] 13

El héroe también está atrapado en su misma lógica,también queda sin los recursos de la situación que losotros le aportarían, cada vez más exigido internamente ycada vez más agotado y enojado. Y sin percibir que este“dar” suyo, un dar sin pensar ni incluir al otro, no sumasino que resta, no aporta sino paraliza, no enriquece sinoempobrece , y él también queda limitado por sus auto-matismos de respuesta que van quedando viejos y pobresfrente a una realidad siempre nueva y cambiante y cadavez más compleja.

Caminando hacia la reciprocidadPara ser sujeto, además de dar hay que ser capaz de

pedir (ayuda, calma, comprensión, recurso, etc.) y de re-cibir; hay que ser capaz de reciprocidad.

Nunca es del todo claro lo que damos yrecibimos al realizar nuestro trabajo; porello es “saludable” que lo que recibimos aldar y lo que damos al pedir no nos quedeopaco y naturalizado, y de ese modo noshaga perder la riqueza que el intercambioda a ambos: al que recibe y al que da. Y aveces el que cree que sólo da y el que creeque sólo recibe pueden encontrarse y mi-rarse. En este intercambio es donde se abren

nuevas puertas que permiten abrir otros destinos tanto ala víctima como al héroe descubriendo riquezas en sí.

Todos tenemos las mismas y diferentes posibilidadesde autonomía; cuando yo hago por el otro, lo privo deese derecho a probar su propia potencia y el héroe secarga todavía más de peso, no ve la vitalidad que hay enla vida y la historia de los otros. Al no pensar sino salir aresolver solo y desde sus propias y únicas percepciones,se pierden también las potencias de la información ocultaen la situación actual.

La urgencia se transforma así en una excusa, en la queel héroe cree en función de las propuestas y políticas de

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la institución en la que se nutre y trabaja. La urgenciatambién habilita ese lugar de saber y poder y es fuente detodas las justificaciones a los errores y fallas ya que“como era urgente” y urgente va asociado a grave, todoestuvo bien… todo se justifica y no hay posibilidad deerror y, por lo tanto, se pierda la posibilidad de hacer eva-luaciones y correcciones a las prácticas, a las herramien-tas, a las lecturas que se usan. El errores vivido como un peligro en las insti-tuciones; causaría una “mala imagen” opeor aún, sanciones, reprimendas. Asíla fuente más valiosa del aprendizaje sepierde… El aprendizaje por ensayo yerror (como señalan todos los verdade-ros pedagogos) es el más valioso y pro-ductivo sistema de aprendizaje que loshumanos han practicado y encontradoa la largo de siglos… Si ese error sepuede trabajar con otros, se transformaen una riqueza colectiva. Esa es la ri-queza de las evaluaciones. En vez deello suelen vivirse como riesgos y ame-nazas…

Los trabajadores que se dedican a situaciones difícilesde vida de aquellos a los que atienden suelen ser serescompasivos y capaces de empatía y solidaridad; esasmismas características que los llevan a elegir estas profe-siones que los conectan diariamente con el dolor de lacondición humana son también, además de su territoriode realización personal ya que pueden desplegar sus me-jores cualidades, el lugar donde son más lastimados, to-cados, conmovidos por el objeto de su trabajo.

No estamos dejando de lado lo que las institucionesde pertenencia deberían hacer para cuidar a su gente: ca-pacitación, contención, espacios de intercambio, super-visiones, despliegue de lo mejor de cada uno, conduccióncoherente y adecuada a la tarea, reconocimiento de la

[Los talleres]14

la institución en la que se nutre y trabaja. La urgenciatambién habilita ese lugar de saber y poder y es fuente detodas las justificaciones a los errores y fallas ya que“como era urgente” y urgente va asociado a grave, todoestuvo bien… todo se justifica y no hay posibilidad deerror y, por lo tanto, se pierda la posibilidad de hacer eva-luaciones y correcciones a las prácticas, a las herramien-tas, a las lecturas que se usan. El errores vivido como un peligro en las insti-tuciones; causaría una “mala imagen” opeor aún, sanciones, reprimendas. Asíla fuente más valiosa del aprendizaje sepierde… El aprendizaje por ensayo yerror (como señalan todos los verdade-ros pedagogos) es el más valioso y pro-ductivo sistema de aprendizaje que loshumanos han practicado y encontradoa la largo de siglos… Si ese error sepuede trabajar con otros, se transformaen una riqueza colectiva. Esa es la ri-queza de las evaluaciones. En vez deello suelen vivirse como riesgos y ame-nazas…

Los trabajadores que se dedican a situaciones difícilesde vida de aquellos a los que atienden suelen ser serescompasivos y capaces de empatía y solidaridad; esasmismas características que los llevan a elegir estas profe-siones que los conectan diariamente con el dolor de lacondición humana son también, además de su territoriode realización personal ya que pueden desplegar sus me-jores cualidades, el lugar donde son más lastimados, to-cados, conmovidos por el objeto de su trabajo.

No estamos dejando de lado lo que las institucionesde pertenencia deberían hacer para cuidar a su gente: ca-pacitación, contención, espacios de intercambio, super-visiones, despliegue de lo mejor de cada uno, conduccióncoherente y adecuada a la tarea, reconocimiento de la

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labor, valorización del esfuerzo, aprendizaje a partir delos errores, fomento de la solidaridad y de la confianza enlos equipos, etc.

Transformando la subjetividad heroicaVamos a mirar ahora lo que nosotros mismos pode-

mos hacer para cuidarnos y proteger nuestra herra-mienta de trabajo que somos nosotros mismos.

Parecería, y así lo demuestran múltiples estudios y,sobre todo, la experiencia, que el elemento central de estecuidado es la toma de conciencia de la realidad, y ello esel primer paso para salir de la disociación de héroes y vic-timas, el bien y el mal, salvadores y salvados, pensa-miento y acción, dolor y dureza, ternura y sometimiento,

yo y los otros, la institución y nosotros,los que saben y los que no saben, lo quees y lo que imaginamos. Límites y omni-potencia, evaluación vs. éxito, error vs.verdad, obstáculo vs. solución, coopera-ción vs. competencia; disociaciones todasque nos ubican en un polo de oposición ypobreza, pues perdemos los matices y lasvariaciones que nos daría reconocernosen el otro polo también, registrar las po-tencias de cada uno de los aspectos e inte-grarlos para nuestro disfrute y creci-

miento personal y la calidad de nuestro trabajo.De la subjetividad heroica se sale no peleando contra

ella, sino agradeciéndole lo que nos enseñó y dejándolade lado como un bello recuerdo de adolescente.

La toma de conciencia tiene también que hacer un re-corrido desde mi ego, mi pequeño yo personal para in-cluir en mi mirada las determinaciones sociales y grupalesque llevan a las instituciones a leer la realidad desde esa suespecial perspectiva, ver cómo el desarrollo histórico hallevado a los pueblos a buscar modos de convivenciasiempre complejos, siempre en fallida, siempre en regene-

“La subjetividadheroica es una formaque adopta esamáquina de pensar yhacer pensar y depensarse cuando lacomunidad ‘no es loque debería ser’ yse exige corregirla“.

[Cuidar al que Cuida] 15

labor, valorización del esfuerzo, aprendizaje a partir delos errores, fomento de la solidaridad y de la confianza enlos equipos, etc.

Transformando la subjetividad heroicaVamos a mirar ahora lo que nosotros mismos pode-

mos hacer para cuidarnos y proteger nuestra herra-mienta de trabajo que somos nosotros mismos.

Parecería, y así lo demuestran múltiples estudios y,sobre todo, la experiencia, que el elemento central de estecuidado es la toma de conciencia de la realidad, y ello esel primer paso para salir de la disociación de héroes y vic-timas, el bien y el mal, salvadores y salvados, pensa-miento y acción, dolor y dureza, ternura y sometimiento,

yo y los otros, la institución y nosotros,los que saben y los que no saben, lo quees y lo que imaginamos. Límites y omni-potencia, evaluación vs. éxito, error vs.verdad, obstáculo vs. solución, coopera-ción vs. competencia; disociaciones todasque nos ubican en un polo de oposición ypobreza, pues perdemos los matices y lasvariaciones que nos daría reconocernosen el otro polo también, registrar las po-tencias de cada uno de los aspectos e inte-grarlos para nuestro disfrute y creci-

miento personal y la calidad de nuestro trabajo.De la subjetividad heroica se sale no peleando contra

ella, sino agradeciéndole lo que nos enseñó y dejándolade lado como un bello recuerdo de adolescente.

La toma de conciencia tiene también que hacer un re-corrido desde mi ego, mi pequeño yo personal para in-cluir en mi mirada las determinaciones sociales y grupalesque llevan a las instituciones a leer la realidad desde esa suespecial perspectiva, ver cómo el desarrollo histórico hallevado a los pueblos a buscar modos de convivenciasiempre complejos, siempre en fallida, siempre en regene-

“La subjetividadheroica es una formaque adopta esamáquina de pensar yhacer pensar y depensarse cuando lacomunidad ‘no es loque debería ser’ yse exige corregirla“.

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[Los talleres]16

ración, salir de la mirada centrada en mí es, cu-riosamente, muy aliviador, nos sentimos asíparte de un todo más grande, podemos perci-birnos menos frágiles y pequeños, más pode-rosos, unidos a la fuerza de la vida que nosatraviesa y de la que somos portadores y tes-tigos. Y sabedores que siempre trabajamoscon otros: los compañeros del equipo, nuestrafamilia, los usuarios y que entre todos com-ponemos muchos más recursos: “juntossomos mucho más”.

Generando y descubriendo recursos...en mí y en los otros

El segundo punto para atravesar sin rechazar a la sub-jetividad heroica es focalizar nuestra tarea en ser “descu-bridores y generadores de recursos” en mí mismo y enlos otros, en el equipo y en la población: este “oficio” esmucho más gratificante para nosotros y para los otrosque ser un crítico señalador de problemas, y dificulta-des… ello nos priva de saber los lími-tes y comprender también los límitesy las falencias; es cuestión de dónde sepone el peso, en la comprensión y enla transmisión.

Retomamos el valor de descubrir yvalorar la diferencia; las diferencias eneste sostenerse y apreciarse mutua-mente en el equipo, valorando el lazoafectivo que se va creando y va cre-ando confianza. Ello nos permitirá ser“afectado” por el dolor que transitanuestro quehacer diario, pudiendo integrarlo en mis vi-vencias sin ser destruido por él.

Es bueno saber que no hacer esta integración de par-tes, esta toma de conciencia de la realidad y sus límites,nos deja a merced de las creencias antiguas que marcan

“De la subjetividadheroica se sale no

peleando contra ella,sino agradeciéndolelo que nos enseñó ydejándola de lado

como un bellorecuerdo de

adolescente”.

“La subjetividadheroica no

necesita pensarqué hacer enuna situacióndifícil; ya sabe,siempre sabe”.

[Los talleres]16

ración, salir de la mirada centrada en mí es, cu-riosamente, muy aliviador, nos sentimos asíparte de un todo más grande, podemos perci-birnos menos frágiles y pequeños, más pode-rosos, unidos a la fuerza de la vida que nosatraviesa y de la que somos portadores y tes-tigos. Y sabedores que siempre trabajamoscon otros: los compañeros del equipo, nuestrafamilia, los usuarios y que entre todos com-ponemos muchos más recursos: “juntossomos mucho más”.

Generando y descubriendo recursos...en mí y en los otros

El segundo punto para atravesar sin rechazar a la sub-jetividad heroica es focalizar nuestra tarea en ser “descu-bridores y generadores de recursos” en mí mismo y enlos otros, en el equipo y en la población: este “oficio” esmucho más gratificante para nosotros y para los otrosque ser un crítico señalador de problemas, y dificulta-des… ello nos priva de saber los lími-tes y comprender también los límitesy las falencias; es cuestión de dónde sepone el peso, en la comprensión y enla transmisión.

Retomamos el valor de descubrir yvalorar la diferencia; las diferencias eneste sostenerse y apreciarse mutua-mente en el equipo, valorando el lazoafectivo que se va creando y va cre-ando confianza. Ello nos permitirá ser“afectado” por el dolor que transitanuestro quehacer diario, pudiendo integrarlo en mis vi-vencias sin ser destruido por él.

Es bueno saber que no hacer esta integración de par-tes, esta toma de conciencia de la realidad y sus límites,nos deja a merced de las creencias antiguas que marcan

“De la subjetividadheroica se sale no

peleando contra ella,sino agradeciéndolelo que nos enseñó ydejándola de lado

como un bellorecuerdo de

adolescente”.

“La subjetividadheroica no

necesita pensarqué hacer enuna situacióndifícil; ya sabe,siempre sabe”.

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[Cuidar al que Cuida] 17

el sufrimiento como un valor en sí, más allá de la trans-formación en experiencia y aprendizaje y también saberque todo aquello que nos sucede y no tomamos concien-

cia pasa a ser tomado por el cuerpo,que hace de caja de resonancia de tan-tos y tantos silencios y expresa en susenfermedades y patologías aquello delo que no queremos enterarnos.

Retomar el arte de ayudar pasa pordesplegar el arte de cuidarse comoparte integrante de ese movimiento

del hacer entre todos. Saber que ayudar es diferente desalvar, que se puede cuidar acompañando, que el pensa-miento compartido lleva a hacer todo lo posible, y nomás de lo posible; respetarse a sí mismo es un modo tam-bién de respetar a los otros, y también respetar a los otrosme enriquece a mí y me cuida. Y recordar que la urgenciano es buena consejera en situaciones difíciles.

“Y a veces el quecree que sólo da yel que cree que sólorecibe puedenencontrarse ymirarse”.

[Cuidar al que Cuida] 17

el sufrimiento como un valor en sí, más allá de la trans-formación en experiencia y aprendizaje y también saberque todo aquello que nos sucede y no tomamos concien-

cia pasa a ser tomado por el cuerpo,que hace de caja de resonancia de tan-tos y tantos silencios y expresa en susenfermedades y patologías aquello delo que no queremos enterarnos.

Retomar el arte de ayudar pasa pordesplegar el arte de cuidarse comoparte integrante de ese movimiento

del hacer entre todos. Saber que ayudar es diferente desalvar, que se puede cuidar acompañando, que el pensa-miento compartido lleva a hacer todo lo posible, y nomás de lo posible; respetarse a sí mismo es un modo tam-bién de respetar a los otros, y también respetar a los otrosme enriquece a mí y me cuida. Y recordar que la urgenciano es buena consejera en situaciones difíciles.

“Y a veces el quecree que sólo da yel que cree que sólorecibe puedenencontrarse ymirarse”.

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El siguiente texto contiene algunas reCe-xiones que nos acerca Elena sobre uno delos momentos más importantes de la laboren instituciones dedicadas a problemáticassociales, como es el trabajo de equipo, ya

que consideramos que el equipo es la prin-cipal herramienta que tenemos para pen-

sar, hacer y cuidarnos.

[Los talleres]18

El siguiente texto contiene algunas reCe-xiones que nos acerca Elena sobre uno delos momentos más importantes de la laboren instituciones dedicadas a problemáticassociales, como es el trabajo de equipo, ya

que consideramos que el equipo es la prin-cipal herramienta que tenemos para pen-

sar, hacer y cuidarnos.

[Los talleres]18

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[Cuidar al que Cuida] 19

[El trabajo en equipo yel equipo de trabajo]

Por Elena de la [email protected]

Hoy tomaremos, para pensar juntos, a los equipos detrabajo en su doble dimensión.

1.- Como un sistema perteneciente a una institu-ción, y, por lo tanto, el equipo la devela, nos habla de sussecretos; y la oculta, es decir, se hace cómplice de lo queella no quiere mostrar, y ambas dos cosas al mismotiempo, y sobre todo que como parte que es ella está so-metida y dependiente de las mismas fuerzas, problemáti-cas, objetivos y determinaciones que el resto de la insti-tución.

Es frecuente que los miembros del equipo hablemosde la institución como de algo ajeno a nosotros, “en estainstitución…”, “todo es culpa de la mala organización dela institución…”, “la institución no cumple con…” sintomar en cuenta que somos parte estructuralmente deella, que cuando hablamos de ella hablamos también denosotros, que al pertenecer hemos tomado su vestimentay, lo que es más serio, es que para los otros: clientes,alumnos, pacientes, etc… nosotros somos ella para ellos.

2.-Como un grupo de trabajo, un grupo de reaexión,de pertenencia, con todas las características de cualquiergrupo humano que se reúne por un tiempo determinado,regularmente con un objetivo y reglas explícitas de fun-cionamiento y todas las reglas tácitas subjetivas que el in-tercambio humano conlleva: relaciones de poder, transfe-rencias de sentimientos, toma de lugar de otros,proyección de otras `guras personales, parentales en losmiembros del grupo, supuestos básicos que se ponen enmovimiento en el inconsciente grupal, con toda la histo-

[Cuidar al que Cuida] 19

[El trabajo en equipo yel equipo de trabajo]

Por Elena de la [email protected]

Hoy tomaremos, para pensar juntos, a los equipos detrabajo en su doble dimensión.

1.- Como un sistema perteneciente a una institu-ción, y, por lo tanto, el equipo la devela, nos habla de sussecretos; y la oculta, es decir, se hace cómplice de lo queella no quiere mostrar, y ambas dos cosas al mismotiempo, y sobre todo que como parte que es ella está so-metida y dependiente de las mismas fuerzas, problemáti-cas, objetivos y determinaciones que el resto de la insti-tución.

Es frecuente que los miembros del equipo hablemosde la institución como de algo ajeno a nosotros, “en estainstitución…”, “todo es culpa de la mala organización dela institución…”, “la institución no cumple con…” sintomar en cuenta que somos parte estructuralmente deella, que cuando hablamos de ella hablamos también denosotros, que al pertenecer hemos tomado su vestimentay, lo que es más serio, es que para los otros: clientes,alumnos, pacientes, etc… nosotros somos ella para ellos.

2.-Como un grupo de trabajo, un grupo de reaexión,de pertenencia, con todas las características de cualquiergrupo humano que se reúne por un tiempo determinado,regularmente con un objetivo y reglas explícitas de fun-cionamiento y todas las reglas tácitas subjetivas que el in-tercambio humano conlleva: relaciones de poder, transfe-rencias de sentimientos, toma de lugar de otros,proyección de otras `guras personales, parentales en losmiembros del grupo, supuestos básicos que se ponen enmovimiento en el inconsciente grupal, con toda la histo-

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ricidad de los grupos de referencia en los que nos consti-tuimos cada uno de nosotros y de ese particular grupohumano, de ese equipo de trabajo, hoy, aquí, en estepunto de la historia del grupo y de cadauno de sus integrantes.

Entonces podríamos decir que los equi-pos de trabajo son herramientas por las quese corporizan las políticas institucionales ysus juegos de poder, el cumplimiento de sus`nes sociales. Y son también un grupo depersonas sometidas a las emociones que ge-nera el compartir y depender y que lamayor parte de las veces corren por canalesinconscientes, surgiendo a la super`cie enmomentos especiales, en general en mo-mentos de crisis.

Mirando desde la instituciónAsí, empecemos por ver algunas de las características

que tiene una institución si por ella entendemos conceptosocial que hace referencia a todas aquellas estructuras quesuponen cierto mecanismo de control u orden social, queson creadas justamente para facilitar la convivencia hu-mana y que tienen que ver con el desarrollo de lazos yvínculos grupales en diferentes circunstancias o momen-tos de la vida personal o social; se dice también de un or-ganismo que desempeña una función de interés público.Se aplica, asimismo, el concepto a estructuras socialesabstractas en las cuales siempre se representa el vínculohumano, por ejemplo, la familia, el matrimonio; por lotanto, por ahora usaremos indistintamente institución yorganización.

Estos grupos humanos tienen para su funcionamientouna estructura que en muchos casos es espacial: casa, edi-`cios, locales, o`cinas, etc., que las distinguen, caracteri-zan, que las hacen visibles y reconocibles para todos.Unamaterialidad legal, económica, histórica. Su Knalidad res-

“Cuando unainstitución prioriza

sus propiasnecesidades, o lasde un grupo dentrode ella, más queaquellos objetivospara los que fuefundada, pierde

legitimidad socialy fuerza”.

20 [Los talleres]

ricidad de los grupos de referencia en los que nos consti-tuimos cada uno de nosotros y de ese particular grupohumano, de ese equipo de trabajo, hoy, aquí, en estepunto de la historia del grupo y de cadauno de sus integrantes.

Entonces podríamos decir que los equi-pos de trabajo son herramientas por las quese corporizan las políticas institucionales ysus juegos de poder, el cumplimiento de sus`nes sociales. Y son también un grupo depersonas sometidas a las emociones que ge-nera el compartir y depender y que lamayor parte de las veces corren por canalesinconscientes, surgiendo a la super`cie enmomentos especiales, en general en mo-mentos de crisis.

Mirando desde la instituciónAsí, empecemos por ver algunas de las características

que tiene una institución si por ella entendemos conceptosocial que hace referencia a todas aquellas estructuras quesuponen cierto mecanismo de control u orden social, queson creadas justamente para facilitar la convivencia hu-mana y que tienen que ver con el desarrollo de lazos yvínculos grupales en diferentes circunstancias o momen-tos de la vida personal o social; se dice también de un or-ganismo que desempeña una función de interés público.Se aplica, asimismo, el concepto a estructuras socialesabstractas en las cuales siempre se representa el vínculohumano, por ejemplo, la familia, el matrimonio; por lotanto, por ahora usaremos indistintamente institución yorganización.

Estos grupos humanos tienen para su funcionamientouna estructura que en muchos casos es espacial: casa, edi-`cios, locales, o`cinas, etc., que las distinguen, caracteri-zan, que las hacen visibles y reconocibles para todos.Unamaterialidad legal, económica, histórica. Su Knalidad res-

“Cuando unainstitución prioriza

sus propiasnecesidades, o lasde un grupo dentrode ella, más queaquellos objetivospara los que fuefundada, pierde

legitimidad socialy fuerza”.

20 [Los talleres]

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ponde a alguna delegación por parte de la sociedad, país,que les da su sentido y legitimidad. Su objetivo social (enun principio, cuando el homo sapiens tuvo que sobrevivir,tenía objetivos más simples: alimentarse, vestirse, abri-garse, defenderse, transmitir los conocimientos y recursos

a las nuevas generaciones, intercambiarcon otros grupos, etc.); en la actualidad,estamos altamente diversi`cados en esos`nes, aunque si miramos profunda-mente, los originarios siguen permane-ciendo en aquello que da legitimidad so-cial a las instituciones; ellas se deben a esa`nalidad, y en el mejor de los casos esa`nalidad es la que guía su accionar. Tie-

nen un momento fundacional que les dio existencia, conun equipo fundador y también objetivos que llevar ade-lante, reglas para cumplir esos objetivos, miembros quelos realizaran y también tendrán normas para pertenecero ser excluidos de la institución. A veces estas reglas estánescritas, otras son tácitas y al mismo tiempo conocidas

por todos los integrantes de la institución. Yotras sólo se revelan en momentos de crisisgrave y ahí se ponen de mani`esto, aunquesiempre estuvieron permeando la situacióninstitucional.

Su objetivo va más allá de sí mismas, porello cuando una institución prioriza suspropias necesidades, o las de un grupo den-tro de ella, más que aquellos objetivos paralos que fue fundada, pierde legitimidad so-cial y fuerza. Crozier llamaba a esta enfer-medad de las instituciones burocracia; ahíla institución se mira a sí misma y se desco-necta de sus `nes sociales, se rigidiza,

pierde aexibilidad y capacidad de adaptarse a los cambiossociales… todos conocemos estos procesos, los hemosvivido y padecido y reproducido en nuestras prácticas.

“Los equipos sontambién un grupode personassometidas a lasemociones quegenera el compartiry depender y que lamayor parte de lasveces corren porcanalesinconscientes”.

21[Cuidar al que Cuida]

ponde a alguna delegación por parte de la sociedad, país,que les da su sentido y legitimidad. Su objetivo social (enun principio, cuando el homo sapiens tuvo que sobrevivir,tenía objetivos más simples: alimentarse, vestirse, abri-garse, defenderse, transmitir los conocimientos y recursos

a las nuevas generaciones, intercambiarcon otros grupos, etc.); en la actualidad,estamos altamente diversi`cados en esos`nes, aunque si miramos profunda-mente, los originarios siguen permane-ciendo en aquello que da legitimidad so-cial a las instituciones; ellas se deben a esa`nalidad, y en el mejor de los casos esa`nalidad es la que guía su accionar. Tie-

nen un momento fundacional que les dio existencia, conun equipo fundador y también objetivos que llevar ade-lante, reglas para cumplir esos objetivos, miembros quelos realizaran y también tendrán normas para pertenecero ser excluidos de la institución. A veces estas reglas estánescritas, otras son tácitas y al mismo tiempo conocidas

por todos los integrantes de la institución. Yotras sólo se revelan en momentos de crisisgrave y ahí se ponen de mani`esto, aunquesiempre estuvieron permeando la situacióninstitucional.

Su objetivo va más allá de sí mismas, porello cuando una institución prioriza suspropias necesidades, o las de un grupo den-tro de ella, más que aquellos objetivos paralos que fue fundada, pierde legitimidad so-cial y fuerza. Crozier llamaba a esta enfer-medad de las instituciones burocracia; ahíla institución se mira a sí misma y se desco-necta de sus `nes sociales, se rigidiza,

pierde aexibilidad y capacidad de adaptarse a los cambiossociales… todos conocemos estos procesos, los hemosvivido y padecido y reproducido en nuestras prácticas.

“Los equipos sontambién un grupode personassometidas a lasemociones quegenera el compartiry depender y que lamayor parte de lasveces corren porcanalesinconscientes”.

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1er EjercicioEstaría bueno que como un pequeño ejercicio en este

momento de la lectura, pudiéramos parar unos minutos,quizás mate en mano, y pensar en la institución a la quepertenecemos, como quien mira un paisaje, y buscar cadauno de estos elementos que aquí señalo y las anécdotasinstitucionales que todos conocemos que nos hablan deestas características. Si en este momento no estamos tra-bajando en ninguna institución, lo habremos hecho enalgún momento anterior, ya que todos pasamos a lo largode nuestra vida por múltiples instituciones.

Mirando desde el grupoEn cuanto al otro aspecto de un equipo podemos

mencionar su ser un grupo estable, lo que incluye entra-das, salidas demiembros con roles diferenciados (a vecesno tanto), habilidades, edades, pertenencia, profesiones,culturas, procedencias geográ`cas diferen-tes, también ideologías, creencias, valores,a veces también diferentes aun en lo pare-cido… y con todas esas diferencias tienenque conformar un equipo que lleve a cabolos objetivos de ese equipo dentro de esainstitución y conciliar también con losotros equipos de la misma institución, puestodos atienden a la misma población –qui-zás en diferentes momentos de la de-manda–, pero con cada uno de los otrosequipos deberán conciliar y acordar algu-nos objetivos, con los juegos de poder que siempre su-pone la interdisciplina, lo intersectorial, lo intergrupal.

Sin olvidar que cada equipo tiene su autoridad: coor-dinador, jefe, etc., que a su vez reporta a sus autoridades,donde los temas de delegación y transmisión de las de-mandas pasan por las múltiples vicisitudes de la comuni-cación humana. Y sabemos de las luchas y desafíos alpoder que toda autoridad provoca. Ese grupo para poder

“Lo igual sólolleva a la

repetición y lopropio de la vidaes el cambio y ahíestá la creatividad

disponible y laalegría y laintensidadde la vida”.

22 [Los talleres]

1er EjercicioEstaría bueno que como un pequeño ejercicio en este

momento de la lectura, pudiéramos parar unos minutos,quizás mate en mano, y pensar en la institución a la quepertenecemos, como quien mira un paisaje, y buscar cadauno de estos elementos que aquí señalo y las anécdotasinstitucionales que todos conocemos que nos hablan deestas características. Si en este momento no estamos tra-bajando en ninguna institución, lo habremos hecho enalgún momento anterior, ya que todos pasamos a lo largode nuestra vida por múltiples instituciones.

Mirando desde el grupoEn cuanto al otro aspecto de un equipo podemos

mencionar su ser un grupo estable, lo que incluye entra-das, salidas demiembros con roles diferenciados (a vecesno tanto), habilidades, edades, pertenencia, profesiones,culturas, procedencias geográ`cas diferen-tes, también ideologías, creencias, valores,a veces también diferentes aun en lo pare-cido… y con todas esas diferencias tienenque conformar un equipo que lleve a cabolos objetivos de ese equipo dentro de esainstitución y conciliar también con losotros equipos de la misma institución, puestodos atienden a la misma población –qui-zás en diferentes momentos de la de-manda–, pero con cada uno de los otrosequipos deberán conciliar y acordar algu-nos objetivos, con los juegos de poder que siempre su-pone la interdisciplina, lo intersectorial, lo intergrupal.

Sin olvidar que cada equipo tiene su autoridad: coor-dinador, jefe, etc., que a su vez reporta a sus autoridades,donde los temas de delegación y transmisión de las de-mandas pasan por las múltiples vicisitudes de la comuni-cación humana. Y sabemos de las luchas y desafíos alpoder que toda autoridad provoca. Ese grupo para poder

“Lo igual sólolleva a la

repetición y lopropio de la vidaes el cambio y ahíestá la creatividad

disponible y laalegría y laintensidadde la vida”.

22 [Los talleres]

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funcionar tendrá reglas, a veces consensuadas, a veces im-puestas, y tendrá su historia de éxitos, fracasos, pérdidas,conaictos y reconciliaciones.

Visto todo esto, lo sorprendente es que alguna vez sepueda funcionar y hacer algo… y, sin embargo, se lograen la mayoría de los casos llevar a cabo lo que cada grupose propone.

2do EjercicioPensar en su equipo actual o pasado, recorrerlo, mi-

rarlo sin hacer juicios como quien mira una montaña; auna montaña no se nos ocurre decir“quedaría mejor un poquito más alta,mas verde, etc” simplemente es así. Laidea es que recorran los temas apuntadosen los párrafos anteriores sobre grupos yequipos y encuentren anécdotas historiasque ilustren algunos de estos aspectosmencionados y ver qué lugares he ocu-pado yo en esas historias y cuáales otrospodría haber tenido.

Los equipos, amalgama de diferenciasLos equipos están constituidos por todas estas dife-

rencias que mencionábamos; éstos son sus obstáculos yéstas son, al mismo tiempo, sus riquezas y sus posibilida-des de disfrute, enriquecimiento, conocimientos y apren-dizaje. Lo igual sólo lleva a la repetición y lo propio de lavida es el cambio y ahí está la creatividad disponible y laalegría y la intensidad de la vida.

La habilidad de un coordinador es poder utilizar lopropio de cada miembro del equipo, aquello que le salebien naturalmente, aquello que disfruta y que lo hace sen-tir reconocido y apreciado por los otros. Y para losmiembros del equipo está bueno mostrar aquello quesabe y que puede dar con alegría y sin esfuerzo… a vecespensamos que lo valioso es lo que más nos cuesta, y, por

23[Cuidar al que Cuida]

funcionar tendrá reglas, a veces consensuadas, a veces im-puestas, y tendrá su historia de éxitos, fracasos, pérdidas,conaictos y reconciliaciones.

Visto todo esto, lo sorprendente es que alguna vez sepueda funcionar y hacer algo… y, sin embargo, se lograen la mayoría de los casos llevar a cabo lo que cada grupose propone.

2do EjercicioPensar en su equipo actual o pasado, recorrerlo, mi-

rarlo sin hacer juicios como quien mira una montaña; auna montaña no se nos ocurre decir“quedaría mejor un poquito más alta,mas verde, etc” simplemente es así. Laidea es que recorran los temas apuntadosen los párrafos anteriores sobre grupos yequipos y encuentren anécdotas historiasque ilustren algunos de estos aspectosmencionados y ver qué lugares he ocu-pado yo en esas historias y cuáales otrospodría haber tenido.

Los equipos, amalgama de diferenciasLos equipos están constituidos por todas estas dife-

rencias que mencionábamos; éstos son sus obstáculos yéstas son, al mismo tiempo, sus riquezas y sus posibilida-des de disfrute, enriquecimiento, conocimientos y apren-dizaje. Lo igual sólo lleva a la repetición y lo propio de lavida es el cambio y ahí está la creatividad disponible y laalegría y la intensidad de la vida.

La habilidad de un coordinador es poder utilizar lopropio de cada miembro del equipo, aquello que le salebien naturalmente, aquello que disfruta y que lo hace sen-tir reconocido y apreciado por los otros. Y para losmiembros del equipo está bueno mostrar aquello quesabe y que puede dar con alegría y sin esfuerzo… a vecespensamos que lo valioso es lo que más nos cuesta, y, por

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lo tanto, queremos que los demás valoren nuestro es-fuerzo. Pero como no es lo mismo que les cuesta a losotros, no suelen valorar “la hazaña” que paranosotros representó. Y eso, después de tantoesfuerzo enoja, molesta, irrita. Sin que paralos otros sea evidente. Lo mismo nos pasa anosotros cuando el otro se vanagloria dealgo que nos parece sencillo, casi elemental,sin saber lo que para él/ella ha signi`cado.

Estas creencias son producto de una cul-tura judeo-cristiana que ha valorado más eldolor y el esfuerzo que la alegría y el disfrute,y todos llevamos esas marcas fuertementeimpresas. Se trata de empezar a saber que hayotras formas de sentir y vivir tan o más bon-dadosas y generosas con los otros y con nos-otros mismos. Y que vale la pena explorarnuevos territorios emocionales y nuevas cre-encias sobre el mundo y sus habitantes.

Uno de los espacios donde suelen desple-garse la multitud de diferencias y contradic-ciones y también recursos, encuentros e inteligencia com-partida son las reuniones de equipo.

Las reuniones de equipo, espacio para pensar y hacerVamos a hacer un breve recorrido sobre este espacio

de encuentro, trabajo y posibilidades y muchas veces,también de frustraciones.

Primero, algunas nociones teórico/técnicas al res-pecto.

1.- Toda reunión tiene un objetivo: encontrarse, decidir,planear, proyectar, comunicar novedades, incorporar o des-pedir a alguien, etc., etc. Lo más frustrante es irse sin haberresuelto a lo que se vino, o pasarse la reunión sin saber “dequé se trata” donde cada uno comienza a imaginar y des-concertarse cuando descubre que no era eso. En `n, que locentral es tener claro el objetivo de para qué estamos ahí; si

24 [Los talleres]

lo tanto, queremos que los demás valoren nuestro es-fuerzo. Pero como no es lo mismo que les cuesta a losotros, no suelen valorar “la hazaña” que paranosotros representó. Y eso, después de tantoesfuerzo enoja, molesta, irrita. Sin que paralos otros sea evidente. Lo mismo nos pasa anosotros cuando el otro se vanagloria dealgo que nos parece sencillo, casi elemental,sin saber lo que para él/ella ha signi`cado.

Estas creencias son producto de una cul-tura judeo-cristiana que ha valorado más eldolor y el esfuerzo que la alegría y el disfrute,y todos llevamos esas marcas fuertementeimpresas. Se trata de empezar a saber que hayotras formas de sentir y vivir tan o más bon-dadosas y generosas con los otros y con nos-otros mismos. Y que vale la pena explorarnuevos territorios emocionales y nuevas cre-encias sobre el mundo y sus habitantes.

Uno de los espacios donde suelen desple-garse la multitud de diferencias y contradic-ciones y también recursos, encuentros e inteligencia com-partida son las reuniones de equipo.

Las reuniones de equipo, espacio para pensar y hacerVamos a hacer un breve recorrido sobre este espacio

de encuentro, trabajo y posibilidades y muchas veces,también de frustraciones.

Primero, algunas nociones teórico/técnicas al res-pecto.

1.- Toda reunión tiene un objetivo: encontrarse, decidir,planear, proyectar, comunicar novedades, incorporar o des-pedir a alguien, etc., etc. Lo más frustrante es irse sin haberresuelto a lo que se vino, o pasarse la reunión sin saber “dequé se trata” donde cada uno comienza a imaginar y des-concertarse cuando descubre que no era eso. En `n, que locentral es tener claro el objetivo de para qué estamos ahí; si

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el coordinador no lo aclara de entrada se puede indagar yno dejar pasar el tiempo en la incertidumbre…

2. - El saber cuál es el objetivo tiene que servir paraorganizar el tiempo, de tal modo que se llegue a él; esopermite no desperdigarse, no usar el tiempo de todo elgrupo sin llegar a la `nalidad, lo que genera siempre ma-lestar. Uno de los hábitos, malos hábitos, es trabajar alcomienzo y largamente con los temas administrativos –cuando ése no sea el objetivo de esa reunión–: lleva largas

discusiones y deja lo esencial para los pocosminutos `nales donde los presentes sienten queno se tomó en cuenta su opinión, ya que nohubo tiempo o que decidió el jefe o que se hizolo que el más hábil con la información y la pa-labra quiere. Y todos se van sin la nutriciónpara la que la reunión de equipo está creada,para que cada uno tenga claro cuál es su lugar,se sienta reconocido y bien aprovechado en sushabilidades, y enriquecido con los aportes dife-rentes de los compañeros del grupo.

3.- Un momento de importancia en la reu-nión es el cierre, que no sea un deshilachar las presencias.Que se tomen unos pocos minutos para hacer una sínte-sis de lo discutido y de las conclusiones a las que se llegó,los acuerdos y desacuerdos y a lo que abren esas decisio-nes y cómo se evaluará la pertinencia o no de la decisióny qué otros proyectos o propuestas quedan disponibles.

Lo aquí señalado parece ser decisión e incumbenciaexclusiva del coordinador, pero en los equipos de largadata o de buen clima estas son propuestas que puedehacer sin di`cultad cualquiera de los integrantes, plante-adas con sencillez y claridad. Y llevarlas adelante. A vecesla pasividad permite luego una queja sobre lo no hechoy remite al que el responsable sea otro sin percibir la parteque cada uno de nosotros tiene en los procesos en los queparticipa, quizás pequeña parte, pero no inexistente.

“Se trata deempezar a saberque hay otrasformas de sentiry vivir tan o másbondadosas ygenerosas conlos otros ycon nosotrosmismos”.

25[Cuidar al que Cuida]

el coordinador no lo aclara de entrada se puede indagar yno dejar pasar el tiempo en la incertidumbre…

2. - El saber cuál es el objetivo tiene que servir paraorganizar el tiempo, de tal modo que se llegue a él; esopermite no desperdigarse, no usar el tiempo de todo elgrupo sin llegar a la `nalidad, lo que genera siempre ma-lestar. Uno de los hábitos, malos hábitos, es trabajar alcomienzo y largamente con los temas administrativos –cuando ése no sea el objetivo de esa reunión–: lleva largas

discusiones y deja lo esencial para los pocosminutos `nales donde los presentes sienten queno se tomó en cuenta su opinión, ya que nohubo tiempo o que decidió el jefe o que se hizolo que el más hábil con la información y la pa-labra quiere. Y todos se van sin la nutriciónpara la que la reunión de equipo está creada,para que cada uno tenga claro cuál es su lugar,se sienta reconocido y bien aprovechado en sushabilidades, y enriquecido con los aportes dife-rentes de los compañeros del grupo.

3.- Un momento de importancia en la reu-nión es el cierre, que no sea un deshilachar las presencias.Que se tomen unos pocos minutos para hacer una sínte-sis de lo discutido y de las conclusiones a las que se llegó,los acuerdos y desacuerdos y a lo que abren esas decisio-nes y cómo se evaluará la pertinencia o no de la decisióny qué otros proyectos o propuestas quedan disponibles.

Lo aquí señalado parece ser decisión e incumbenciaexclusiva del coordinador, pero en los equipos de largadata o de buen clima estas son propuestas que puedehacer sin di`cultad cualquiera de los integrantes, plante-adas con sencillez y claridad. Y llevarlas adelante. A vecesla pasividad permite luego una queja sobre lo no hechoy remite al que el responsable sea otro sin percibir la parteque cada uno de nosotros tiene en los procesos en los queparticipa, quizás pequeña parte, pero no inexistente.

“Se trata deempezar a saberque hay otrasformas de sentiry vivir tan o másbondadosas ygenerosas conlos otros ycon nosotrosmismos”.

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ComunicándonosPara terminar por el momento, seguiremos en otros

textos o talleres, quería que mirásemos juntos el tema dela comunicación en el equipo. Como todo encuentrogrupal cualquiera sea su situación y condición, las formasy condiciones en que se tramite la comunicación seránlos resultados del encuentro.

Y esa comunicación variará, o deberíavariar según el objetivo; así si es una reuniónde despedida de un miembro del equipo, sehará en un clima de recuerdos compartidos,de historia, se irá deslizando hacia los pro-yectos del que se va, etc., y ello marcará elritmo como la cadencia de una música, y eneste caso, la comunicación será más lenta,más liviana, incluirá silencios y dejará espa-cios para cada uno de su relación con el queparte. Si se trata de lograr una `nanciaciónpara un proyecto importante para el equipo,el tempo será más activo, más racional, seescuchará más a los que más saben del tema, se harán máspreguntas o hipótesis sobre posibles alternativas.

Debajo de cada diferente objetivo de la reunión(transmisión de información, resolución de conaic-tos internos, evaluación de tareas, creación de pro-yectos, etc.) habrá tácita y quizás indirecta y casiinconscientemente:

a.- el deseo y la necesidad de conocerse y saberquiénes formamos parte;

b.- el desarrollo de la con`anza entre los miem-bros;

c.- la constitución de subgrupos por a`nidadesen función de necesidades de ideologías, de proyec-tos personales o sociales, etc.

d.- la medición de las fuerzas y el poder personalque cada uno tiene en cada subgrupo o tema o si-tuación especí`ca;

“Uno de los espaciosdonde suelendesplegarse lamultitud dediferencias y

contradicciones ytambién recursos,

encuentros einteligencia

compartida son lasreuniones de equipo”.

26 [Los talleres]

ComunicándonosPara terminar por el momento, seguiremos en otros

textos o talleres, quería que mirásemos juntos el tema dela comunicación en el equipo. Como todo encuentrogrupal cualquiera sea su situación y condición, las formasy condiciones en que se tramite la comunicación seránlos resultados del encuentro.

Y esa comunicación variará, o deberíavariar según el objetivo; así si es una reuniónde despedida de un miembro del equipo, sehará en un clima de recuerdos compartidos,de historia, se irá deslizando hacia los pro-yectos del que se va, etc., y ello marcará elritmo como la cadencia de una música, y eneste caso, la comunicación será más lenta,más liviana, incluirá silencios y dejará espa-cios para cada uno de su relación con el queparte. Si se trata de lograr una `nanciaciónpara un proyecto importante para el equipo,el tempo será más activo, más racional, seescuchará más a los que más saben del tema, se harán máspreguntas o hipótesis sobre posibles alternativas.

Debajo de cada diferente objetivo de la reunión(transmisión de información, resolución de conaic-tos internos, evaluación de tareas, creación de pro-yectos, etc.) habrá tácita y quizás indirecta y casiinconscientemente:

a.- el deseo y la necesidad de conocerse y saberquiénes formamos parte;

b.- el desarrollo de la con`anza entre los miem-bros;

c.- la constitución de subgrupos por a`nidadesen función de necesidades de ideologías, de proyec-tos personales o sociales, etc.

d.- la medición de las fuerzas y el poder personalque cada uno tiene en cada subgrupo o tema o si-tuación especí`ca;

“Uno de los espaciosdonde suelendesplegarse lamultitud dediferencias y

contradicciones ytambién recursos,

encuentros einteligencia

compartida son lasreuniones de equipo”.

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e.- la rea`rmación o cuestionamiento de los liderazgos–formales o informales–.

Vale la pena observar en los otros y en sí mismo estoselementos de los que estamos hablando ya que todos nosdamos cuenta, en las reuniones, de lo que está en juego;lo que muchas veces no tomamos en cuenta son nuestrospropios juegos.

Algunos aspectos de la comunicación humana paralos que conducen la reunión y los que participan en ella.

1.- La comunicación humana está compuesta de un93% de información que se transmite por vía corporal:tono de voz y posturas físicas, gestos.Y sólo un 7% co-rresponde a las palabras pronunciadas, al contenido ver-bal de lo que se ha dicho. Así tendremos todos que saberque cuando uno dice: “Yo te lo dije”, dice poco. Habráque ver cómo, cuándo y en qué tono y con qué gesto fuedicho. Un “te quiero” puede ser una declaración de amoru odio destilado, y muchas veces nuestro cuerpo y la voz

dicen lo contrario de lo que a`rmannuestras palabras.

2.- Por ello siempre es necesario re-conKrmar lo que el otro entendió de loque dijimos. La comunicación sólo seestablece cuando el emisor recibe la res-puesta del receptor y con`rma que fuelo que le quiso decir.

3.- Recordar que nuestra comunica-ción será fuertemente teñida por nuestroobjetivo y que muchas veces descubri-mos lo que queremos decir por la res-

puesta del otro, ese otro que oyó lo que estaba detrás delas palabras.

4.- Olvidamos muy a menudo que el otro no es unacopia de mí, que mira el mundo desde otro lugar, le due-len otras historias, tiene otro recorrido personal que ledan pesos diferentes de los nuestros a lo que recibe. Estosson puntos muy importantes cuando uno trabaja con

“Como todoencuentro grupalcualquiera sea susituación y condición,las formas ycondiciones en quese tramite lacomunicación seránlos resultados delencuentro”.

27[Cuidar al que Cuida]

e.- la rea`rmación o cuestionamiento de los liderazgos–formales o informales–.

Vale la pena observar en los otros y en sí mismo estoselementos de los que estamos hablando ya que todos nosdamos cuenta, en las reuniones, de lo que está en juego;lo que muchas veces no tomamos en cuenta son nuestrospropios juegos.

Algunos aspectos de la comunicación humana paralos que conducen la reunión y los que participan en ella.

1.- La comunicación humana está compuesta de un93% de información que se transmite por vía corporal:tono de voz y posturas físicas, gestos.Y sólo un 7% co-rresponde a las palabras pronunciadas, al contenido ver-bal de lo que se ha dicho. Así tendremos todos que saberque cuando uno dice: “Yo te lo dije”, dice poco. Habráque ver cómo, cuándo y en qué tono y con qué gesto fuedicho. Un “te quiero” puede ser una declaración de amoru odio destilado, y muchas veces nuestro cuerpo y la voz

dicen lo contrario de lo que a`rmannuestras palabras.

2.- Por ello siempre es necesario re-conKrmar lo que el otro entendió de loque dijimos. La comunicación sólo seestablece cuando el emisor recibe la res-puesta del receptor y con`rma que fuelo que le quiso decir.

3.- Recordar que nuestra comunica-ción será fuertemente teñida por nuestroobjetivo y que muchas veces descubri-mos lo que queremos decir por la res-

puesta del otro, ese otro que oyó lo que estaba detrás delas palabras.

4.- Olvidamos muy a menudo que el otro no es unacopia de mí, que mira el mundo desde otro lugar, le due-len otras historias, tiene otro recorrido personal que ledan pesos diferentes de los nuestros a lo que recibe. Estosson puntos muy importantes cuando uno trabaja con

“Como todoencuentro grupalcualquiera sea susituación y condición,las formas ycondiciones en quese tramite lacomunicación seránlos resultados delencuentro”.

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otras personas y quiere, necesita, llegar a acuerdos y con-sensos.

5.- Cada persona ve, oye, mira el mundo y lo entien-den desde sus particulares creencias y valores que se hanconstruido en su infancia y se han ido modi`cando pordiferentes experiencias de vida. Y todo encuentro conotro implica que ese otro viene con sus creencias a cues-tas, como yo también y que todas las creencias y valoresson tan verdaderos como otros. No existe una verdadsino tantas verdades como historias, culturas, lugares. Lamía, mi verdad, tampoco es universal.

6.- Entonces tendremos que ir a la reunión de equipocon el espíritu y el corazón abierto y curioso hacia estacondición humana tan compleja, cambiante y fascinante.

Todos disponemos de los recursos necesarios paratransitar con alegría los encuentros. Existe una ley de lacomunicación que se llama ganar-ganar, es decir que delintercambio ambos participantes tienen que salir ganan-ciosos para que ella sea una experiencia de enriqueci-miento.

En un equipo cada uno sostiene al otro y se sostiene enel otro. La noción de la propia vulnerabilidad y de la pro-pia fragilidad lleva a ser más humilde y a valorar la ri-queza del compartir.

El trabajo en equipo es una propuesta difícil, a vecesdolorosa, siempre intensa, pero es un desafío que vale lapena, ya que los recursos que encontramos nos llenan deriquezas, transformaciones y alegrías.

28 [Los talleres]

otras personas y quiere, necesita, llegar a acuerdos y con-sensos.

5.- Cada persona ve, oye, mira el mundo y lo entien-den desde sus particulares creencias y valores que se hanconstruido en su infancia y se han ido modi`cando pordiferentes experiencias de vida. Y todo encuentro conotro implica que ese otro viene con sus creencias a cues-tas, como yo también y que todas las creencias y valoresson tan verdaderos como otros. No existe una verdadsino tantas verdades como historias, culturas, lugares. Lamía, mi verdad, tampoco es universal.

6.- Entonces tendremos que ir a la reunión de equipocon el espíritu y el corazón abierto y curioso hacia estacondición humana tan compleja, cambiante y fascinante.

Todos disponemos de los recursos necesarios paratransitar con alegría los encuentros. Existe una ley de lacomunicación que se llama ganar-ganar, es decir que delintercambio ambos participantes tienen que salir ganan-ciosos para que ella sea una experiencia de enriqueci-miento.

En un equipo cada uno sostiene al otro y se sostiene enel otro. La noción de la propia vulnerabilidad y de la pro-pia fragilidad lleva a ser más humilde y a valorar la ri-queza del compartir.

El trabajo en equipo es una propuesta difícil, a vecesdolorosa, siempre intensa, pero es un desafío que vale lapena, ya que los recursos que encontramos nos llenan deriquezas, transformaciones y alegrías.

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29[Cuidar al que Cuida]

Elena de la Aldea: Lic. en Psicología UBA. Doctorado cursadoen Belgica ucde Lovaina, Instructora en Trabajo psico-corpo-ral. Consteladora Familiar y Organizacional (Inst. Bert Hellin-ger de Bs. As.). Docente de Maestrías en Salud Mental y Cáte-dras de postgrado en UBA, Univ. Nac. de Entre Ríos Univ.Nac. de Lanús, Antigua docente Univ. Nac. de la Patagonia,Univ. de Barcelona (España), Univ. Centroamericana de Nica-ragua, Univ. Autónoma del Estado de Toluca (México), Univ.Autónoma de Querétaro (México), Univ. Autónoma Metro-politana (México), Hospital Escuela de León (Nicaragua),Hospital Psiquiátrico de Managua (Nicaragua). Hospital Psi-quiátrico A. Korn. Consultora internacional en temas de repa-ración de la violencia.Elena de la Aldea tiene consultorios en CABA y Remedios deEscaladaMás inf.: www.elenadelaaldea.com.ar

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Elena de la Aldea: Lic. en Psicología UBA. Doctorado cursadoen Belgica ucde Lovaina, Instructora en Trabajo psico-corpo-ral. Consteladora Familiar y Organizacional (Inst. Bert Hellin-ger de Bs. As.). Docente de Maestrías en Salud Mental y Cáte-dras de postgrado en UBA, Univ. Nac. de Entre Ríos Univ.Nac. de Lanús, Antigua docente Univ. Nac. de la Patagonia,Univ. de Barcelona (España), Univ. Centroamericana de Nica-ragua, Univ. Autónoma del Estado de Toluca (México), Univ.Autónoma de Querétaro (México), Univ. Autónoma Metro-politana (México), Hospital Escuela de León (Nicaragua),Hospital Psiquiátrico de Managua (Nicaragua). Hospital Psi-quiátrico A. Korn. Consultora internacional en temas de repa-ración de la violencia.Elena de la Aldea tiene consultorios en CABA y Remedios deEscaladaMás inf.: www.elenadelaaldea.com.ar

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La licenciada CarlaMicele nos hace llegaralgunas reRexiones de cómo inRuyeron lostextos “Subjetividad heroica” y “Trabajoen equipo, equipo de trabajo”, de Elenade la Aldea, en sus prácticas cotidianas enla Universidad Nacional de Lanús, dondecoordina un novedoso programa paraacercar jóvenes a la universidad, que tra-dicionalmente la sienten como ajena,donde paralelamente proyectan realizartareas de cuidado para el equipo de pro-fesores que intervienen con estos jóvenes.

[Pensar la salud mental enlugares que no fueron pensados

para la salud mental]Por Lic. Carla [email protected]

El texto “Subjetividad heroica” llego a mí a través deElena de la Aldea, quien fue mi docente en la Maestría enSalud Mental Comunitaria de la Universidad Nacional deLanús (UNLa). Luego de leerlos y recorrerlos, me invita-ron a pensar en mi práctica cotidiana y a repensar algunasacciones que llevo a cabo desde mi tarea profesional.

En un intento por reaexionar acerca de los aportes a lapráctica cotidiana de estos textos sugeridos, en principioy como forma de organizar mi exposición se requierepoder brevemente presentar algunos interrogantes acercade la actividad sobre la cual se pondrán en tensión losaportes de la lectura realizada.

En este sentido, hace tiempo que me pregunto cómopensar la salud mental desde espacios e instituciones que

[Los talleres]30

La licenciada CarlaMicele nos hace llegaralgunas reRexiones de cómo inRuyeron lostextos “Subjetividad heroica” y “Trabajoen equipo, equipo de trabajo”, de Elenade la Aldea, en sus prácticas cotidianas enla Universidad Nacional de Lanús, dondecoordina un novedoso programa paraacercar jóvenes a la universidad, que tra-dicionalmente la sienten como ajena,donde paralelamente proyectan realizartareas de cuidado para el equipo de pro-fesores que intervienen con estos jóvenes.

[Pensar la salud mental enlugares que no fueron pensados

para la salud mental]Por Lic. Carla [email protected]

El texto “Subjetividad heroica” llego a mí a través deElena de la Aldea, quien fue mi docente en la Maestría enSalud Mental Comunitaria de la Universidad Nacional deLanús (UNLa). Luego de leerlos y recorrerlos, me invita-ron a pensar en mi práctica cotidiana y a repensar algunasacciones que llevo a cabo desde mi tarea profesional.

En un intento por reaexionar acerca de los aportes a lapráctica cotidiana de estos textos sugeridos, en principioy como forma de organizar mi exposición se requierepoder brevemente presentar algunos interrogantes acercade la actividad sobre la cual se pondrán en tensión losaportes de la lectura realizada.

En este sentido, hace tiempo que me pregunto cómopensar la salud mental desde espacios e instituciones que

[Los talleres]30

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en el colectivo social no son pensadas como institucionesde salud mental; con ello me estoy re`riendo a mi desem-peño profesional, que circula en el ámbito de la UNLa;por ello pareciera pensarse que una institución educativano podría establecer acciones concretas a la comunidadpensadas desde la salud mental, y hago hincapié en estaidea porque no estoy hablando de la salud en general,sino de la salud mental comunitaria.

En esta línea de ideas no podemos desconocer que sibien la universidad forma profesionales en diversas disci-plinas, entre ellas las de la salud, muchas veces y desde laconcepción tradicional de universidad se piensa esta fun-ción sólo como formadora de sujetos que saben bien latécnica, pero que se encuentran alejados de las problemá-ticas de la comunidad.

En mi tarea cotidiana coordino un programa de talle-res para jóvenes que provienen de sectores desfavoreci-dos social, económica y culturalmente; y que si bien seencuentran cerca a la universidad en cuanto a su ubica-ción geográ`ca, no la reconocen como cercana desde suconcepción simbólica.

En este sentido, uno de los objetivos a desarrollar enel marco de este programa es acercar la universidad al ba-rrio, hacer que se vea amigable, que se rompan fronteras

[Cuidar al que Cuida] 31

en el colectivo social no son pensadas como institucionesde salud mental; con ello me estoy re`riendo a mi desem-peño profesional, que circula en el ámbito de la UNLa;por ello pareciera pensarse que una institución educativano podría establecer acciones concretas a la comunidadpensadas desde la salud mental, y hago hincapié en estaidea porque no estoy hablando de la salud en general,sino de la salud mental comunitaria.

En esta línea de ideas no podemos desconocer que sibien la universidad forma profesionales en diversas disci-plinas, entre ellas las de la salud, muchas veces y desde laconcepción tradicional de universidad se piensa esta fun-ción sólo como formadora de sujetos que saben bien latécnica, pero que se encuentran alejados de las problemá-ticas de la comunidad.

En mi tarea cotidiana coordino un programa de talle-res para jóvenes que provienen de sectores desfavoreci-dos social, económica y culturalmente; y que si bien seencuentran cerca a la universidad en cuanto a su ubica-ción geográ`ca, no la reconocen como cercana desde suconcepción simbólica.

En este sentido, uno de los objetivos a desarrollar enel marco de este programa es acercar la universidad al ba-rrio, hacer que se vea amigable, que se rompan fronteras

[Cuidar al que Cuida] 31

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tradicionalmente pensadas como elitistas y que al menosla universidad pueda ser un horizonte para ellos, puedaincluirse en un proyecto de vida y es en este aspecto quepienso a la función educativa como la otra cara de la saludmental.

Desde lo planteado en el texto de “Subjetivi-dad heroica”, los profesionales vamos al barriocon un bagaje de conocimientos, teorías e ideas yello avalado por una institución que ha sido laresponsable de nuestra formación, y, por lotanto, nuestra tarea consiste en… “intervenirpara que las cosas sean como deben ser…”, peroaquí me parece interesante poder pensar cómomuchas veces esto nada tiene de correlato en larealidad y toma mayor sentido lo que se da enllamar la subjetividad heroica, poder pensarlodesde otro lugar y que nuestra posición comoprofesionales no delimite jerarquías, sino quepueda tender puentes que acerquen a los sujetosa las instituciones, y a las instituciones a las problemáticasreales de los sujetos, pero no sólo para apagar los incen-dios, sino para poder construir las intervenciones con losotros.

A partir de ello, no desconocer que el trabajo en y conla comunidad requiere la conformación de equipos, y quemuchas veces es a partir de ellos que la institución cobraexistencia; en este caso en particular los jóvenes se acercan

[Los talleres]32

“No desconocerque el trabajoen y con lacomunidadrequiere la

conformaciónde equipos, yque muchasveces es a

partir de ellosque la institucióncobra existencia”.

tradicionalmente pensadas como elitistas y que al menosla universidad pueda ser un horizonte para ellos, puedaincluirse en un proyecto de vida y es en este aspecto quepienso a la función educativa como la otra cara de la saludmental.

Desde lo planteado en el texto de “Subjetivi-dad heroica”, los profesionales vamos al barriocon un bagaje de conocimientos, teorías e ideas yello avalado por una institución que ha sido laresponsable de nuestra formación, y, por lotanto, nuestra tarea consiste en… “intervenirpara que las cosas sean como deben ser…”, peroaquí me parece interesante poder pensar cómomuchas veces esto nada tiene de correlato en larealidad y toma mayor sentido lo que se da enllamar la subjetividad heroica, poder pensarlodesde otro lugar y que nuestra posición comoprofesionales no delimite jerarquías, sino quepueda tender puentes que acerquen a los sujetosa las instituciones, y a las instituciones a las problemáticasreales de los sujetos, pero no sólo para apagar los incen-dios, sino para poder construir las intervenciones con losotros.

A partir de ello, no desconocer que el trabajo en y conla comunidad requiere la conformación de equipos, y quemuchas veces es a partir de ellos que la institución cobraexistencia; en este caso en particular los jóvenes se acercan

[Los talleres]32

“No desconocerque el trabajoen y con lacomunidadrequiere la

conformaciónde equipos, yque muchasveces es a

partir de ellosque la institucióncobra existencia”.

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[Cuidar al que Cuida] 33

a la universidad a partir de otros intereses (aprender uno`cio, formar parte de un ensamble de percusión o es-tampar una remera) que no necesariamente tienen comohorizonte estudiar en ella, pero a partir del trabajo del

equipo germinan nuevos intereses y desdeallí nuevas perspectivas para su proyecto fu-turo.

Todo ello genera conaictos hacia el inte-rior del equipo, lo que resulta interesante yaque se generan nuevos interrogantes y bús-quedas que no existirían si el conaicto noestuviera, tensando estas relaciones, perotambién generando diferentes modos de re-solverlo. A partir de estos conaictos se pien-san diferentes estrategias en pos de resolver-los; así se generan espacios de intercambioen las reuniones de equipo, donde las di`-cultades comienzan a transitar en busca deposibles soluciones. En esta búsqueda deposibles respuestas, a partir de 2014 inicia-mos encuentros/espacios de capacitación.

“Pensar accionesde cuidado de losequipos de trabajoen pos de una mejoraen nuestra tareacomo profesionales,respetando lascaracterísticas decada uno de nosotroscomo sujetos, perosin perder de vistanuestras propiaslimitaciones ytemores en eltrabajo con los otros”.

[Cuidar al que Cuida] 33

a la universidad a partir de otros intereses (aprender uno`cio, formar parte de un ensamble de percusión o es-tampar una remera) que no necesariamente tienen comohorizonte estudiar en ella, pero a partir del trabajo del

equipo germinan nuevos intereses y desdeallí nuevas perspectivas para su proyecto fu-turo.

Todo ello genera conaictos hacia el inte-rior del equipo, lo que resulta interesante yaque se generan nuevos interrogantes y bús-quedas que no existirían si el conaicto noestuviera, tensando estas relaciones, perotambién generando diferentes modos de re-solverlo. A partir de estos conaictos se pien-san diferentes estrategias en pos de resolver-los; así se generan espacios de intercambioen las reuniones de equipo, donde las di`-cultades comienzan a transitar en busca deposibles soluciones. En esta búsqueda deposibles respuestas, a partir de 2014 inicia-mos encuentros/espacios de capacitación.

“Pensar accionesde cuidado de losequipos de trabajoen pos de una mejoraen nuestra tareacomo profesionales,respetando lascaracterísticas decada uno de nosotroscomo sujetos, perosin perder de vistanuestras propiaslimitaciones ytemores en eltrabajo con los otros”.

Page 35: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

Este proyecto de formación se orienta a los docentesque participan de actividades de cooperación y permiteprofundizar en los aspectos que hacen al “cuidado”. Esdecir, pensar acciones de cuidado de los equipos de tra-bajo en pos de una mejora en nuestratarea como profesionales, respetandolas características de cada uno de nos-otros como sujetos, pero sin perder devista nuestras propias limitaciones y te-mores en el trabajo con los otros.

Los textos elegidos invitan a pensarestas cuestiones y a preguntarnos ¿quélugar ocupamos? ¿Cómo lo ocupamos?¿Para qué? ¿Y con quiénes? Es evidenteque sólo estamos en el inicio de la dis-cusión y que es necesario retrabajar yreleer constantemente nuestras prácti-cas y sus modos de relación con losotros.

Desde lo expuesto, no puede dejar de reconocerse la“acción colectiva” como formas de organización y decambio; es interesante pensarlo desde el lugar de la coo-

“Muchas veces ydesde la concepción

tradicional de universidadse piensa esta funciónsólo como formadorade sujetos que sabenbien la técnica, peroque se encuentran

alejados de lasproblemáticas de la

comunidad”.

[Los talleres]34

Este proyecto de formación se orienta a los docentesque participan de actividades de cooperación y permiteprofundizar en los aspectos que hacen al “cuidado”. Esdecir, pensar acciones de cuidado de los equipos de tra-bajo en pos de una mejora en nuestratarea como profesionales, respetandolas características de cada uno de nos-otros como sujetos, pero sin perder devista nuestras propias limitaciones y te-mores en el trabajo con los otros.

Los textos elegidos invitan a pensarestas cuestiones y a preguntarnos ¿quélugar ocupamos? ¿Cómo lo ocupamos?¿Para qué? ¿Y con quiénes? Es evidenteque sólo estamos en el inicio de la dis-cusión y que es necesario retrabajar yreleer constantemente nuestras prácti-cas y sus modos de relación con losotros.

Desde lo expuesto, no puede dejar de reconocerse la“acción colectiva” como formas de organización y decambio; es interesante pensarlo desde el lugar de la coo-

“Muchas veces ydesde la concepción

tradicional de universidadse piensa esta funciónsólo como formadorade sujetos que sabenbien la técnica, peroque se encuentran

alejados de lasproblemáticas de la

comunidad”.

[Los talleres]34

Page 36: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

peración; en este sentido, históricamente las universida-des se han vinculado con la comunidad a través de sus se-cretarías de extensión. En las últimas décadas, los que tra-bajamos con la comunidad preferimos pensar ya no en laextensión, que da una idea de unidirección, sino desde lacooperación como aquellos espacios de construcción deun ida y vuelta, y ya no sólo en la comunidad, sino desdela comunidad. En de`nitiva, pensar el espacio de la uni-

versidad en un sentidomás amplio ya no sólocomo productora ytransmisora de cono-cimiento, sino comouna institución pro-motora de accioneshacia y para la comu-nidad, que entre otrascosas puede promoverintervenciones ensalud.

Carla Elizabeth Micele. Licenciada enPsicología UBA. Posgrado Psicoanálisisy prácticas socioeducativas. FLACSO.Maestría en Salud Mental UNLa. Tesisen preparación. Docente UNLa. Direc-tora de Cooperación, Secretaría de Coo-peración y Servicio Público UNLa. Co-ordinadora del Programa de Apoyo para

el último año del nivel medio / polimodal para el ingreso alnivel superior. Ministerio de Educación. Coordinación de Vo-luntariado Universitario “Formación de promotores Sociales”Coordinación general Programa de Verano UNLa. Y Pro-grama Permanente la UNLa de los jóvenes

[Cuidar al que Cuida] 35

peración; en este sentido, históricamente las universida-des se han vinculado con la comunidad a través de sus se-cretarías de extensión. En las últimas décadas, los que tra-bajamos con la comunidad preferimos pensar ya no en laextensión, que da una idea de unidirección, sino desde lacooperación como aquellos espacios de construcción deun ida y vuelta, y ya no sólo en la comunidad, sino desdela comunidad. En de`nitiva, pensar el espacio de la uni-

versidad en un sentidomás amplio ya no sólocomo productora ytransmisora de cono-cimiento, sino comouna institución pro-motora de accioneshacia y para la comu-nidad, que entre otrascosas puede promoverintervenciones ensalud.

Carla Elizabeth Micele. Licenciada enPsicología UBA. Posgrado Psicoanálisisy prácticas socioeducativas. FLACSO.Maestría en Salud Mental UNLa. Tesisen preparación. Docente UNLa. Direc-tora de Cooperación, Secretaría de Coo-peración y Servicio Público UNLa. Co-ordinadora del Programa de Apoyo para

el último año del nivel medio / polimodal para el ingreso alnivel superior. Ministerio de Educación. Coordinación de Vo-luntariado Universitario “Formación de promotores Sociales”Coordinación general Programa de Verano UNLa. Y Pro-grama Permanente la UNLa de los jóvenes

[Cuidar al que Cuida] 35

Page 37: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

En el editorial de esta publicación comentamosque no sólo sumamos cantidad y calidad, sino tam-

bién distancias.Tuvimos la grata sorpresa de que nuestra publica-ción llegó a Neuquén, lo que nos permitió enterar-nos de la experiencia que transita el Hospital Pro-

vincial Neuquén de contar con la Asesoría deCuidado de Cuidadores.

Con la curiosidad de conocer qué están haciendo,y con el deseo de que esta experiencia inspire a quese multipliquen espacios de cuidados, conversamoscon la Lic. Carolina Ramos Luna, que está a cargo

de este emprendimiento.

[Los talleres]36

En el editorial de esta publicación comentamosque no sólo sumamos cantidad y calidad, sino tam-

bién distancias.Tuvimos la grata sorpresa de que nuestra publica-ción llegó a Neuquén, lo que nos permitió enterar-nos de la experiencia que transita el Hospital Pro-

vincial Neuquén de contar con la Asesoría deCuidado de Cuidadores.

Con la curiosidad de conocer qué están haciendo,y con el deseo de que esta experiencia inspire a quese multipliquen espacios de cuidados, conversamoscon la Lic. Carolina Ramos Luna, que está a cargo

de este emprendimiento.

[Los talleres]36

Page 38: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

[“Aprendimos a trabajarcon lo posible”]

Pregunta: ¿Qué factores generaron la inquietud paracrear la consultoría?

Carolina Ramos Luna: La Asesoría de Cuidado de Cuida-dores (ACC) es un espacio de trabajo institucional, creado en2011, en el Hospital Provincial Neuquén Dr. Eduardo CastroRendón, de la ciudad de Neuquén. Es el hospital central de laprovincia; en él trabajan aproximadamente 1.600 agentes.Nació como un proyecto interdisciplinario en el Departa-mento de Enfermería con el programa de gestión “Recupe-rando a las personas” de la Lic. Ariela Bravo, con el objetivo deasesorar, capacitar, brindar orientación y acompañamiento pro-fesional en temáticas vinculadas al paradigma de “cuidado decuidadores”. Ese programa introduce un cambio de paradigmasen relación con modelos de gestión de enfermería anteriores, lo

que permitió, entre otras cosas, generar el espaciopara la creación de esta asesoría. Por supuestocontamos con el acompañamiento institucionalde las autoridades del hospital.

P.: ¿Quiénes (por sus roles) empezaron a ve-hiculizar la idea?

C.R.L.: Iniciamos un trabajo de sensibiliza-ción en temáticas vinculadas al autocuidado espe-cíficamente con personal de conducción de enfer-mería: un grupo de alrededor 35 jefes, subjefes ysupervisores. No contamos con referencias simi-lares cercanas, pero sí algunos antecedentes pro-

vinciales como que nuestro sistema de salud público provincialen el país ha sido históricamente reconocido por el modelo sa-nitario implementado décadas atrás y también que desde 2005a la fecha se fue incorporando una mirada diferente y más in-tegral de la salud ocupacional y medicina laboral.

P.: ¿Cuándo surgió la idea?C.R.L.: Surgió, como les decía antes, en el Dpto. de Enfer-

mería, y para la concreción contó con el apoyo institucional yestratégico de la Dra. Cecilia Tamburini, en ese momento di-

“Por sobre todo,hubo que aprendera delimitar ydiscriminar lasdemandas queinicialmente nosllegaban”.

[Cuidar al que Cuida] 37

[“Aprendimos a trabajarcon lo posible”]

Pregunta: ¿Qué factores generaron la inquietud paracrear la consultoría?

Carolina Ramos Luna: La Asesoría de Cuidado de Cuida-dores (ACC) es un espacio de trabajo institucional, creado en2011, en el Hospital Provincial Neuquén Dr. Eduardo CastroRendón, de la ciudad de Neuquén. Es el hospital central de laprovincia; en él trabajan aproximadamente 1.600 agentes.Nació como un proyecto interdisciplinario en el Departa-mento de Enfermería con el programa de gestión “Recupe-rando a las personas” de la Lic. Ariela Bravo, con el objetivo deasesorar, capacitar, brindar orientación y acompañamiento pro-fesional en temáticas vinculadas al paradigma de “cuidado decuidadores”. Ese programa introduce un cambio de paradigmasen relación con modelos de gestión de enfermería anteriores, lo

que permitió, entre otras cosas, generar el espaciopara la creación de esta asesoría. Por supuestocontamos con el acompañamiento institucionalde las autoridades del hospital.

P.: ¿Quiénes (por sus roles) empezaron a ve-hiculizar la idea?

C.R.L.: Iniciamos un trabajo de sensibiliza-ción en temáticas vinculadas al autocuidado espe-cíficamente con personal de conducción de enfer-mería: un grupo de alrededor 35 jefes, subjefes ysupervisores. No contamos con referencias simi-lares cercanas, pero sí algunos antecedentes pro-

vinciales como que nuestro sistema de salud público provincialen el país ha sido históricamente reconocido por el modelo sa-nitario implementado décadas atrás y también que desde 2005a la fecha se fue incorporando una mirada diferente y más in-tegral de la salud ocupacional y medicina laboral.

P.: ¿Cuándo surgió la idea?C.R.L.: Surgió, como les decía antes, en el Dpto. de Enfer-

mería, y para la concreción contó con el apoyo institucional yestratégico de la Dra. Cecilia Tamburini, en ese momento di-

“Por sobre todo,hubo que aprendera delimitar ydiscriminar lasdemandas queinicialmente nosllegaban”.

[Cuidar al que Cuida] 37

Page 39: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

rectora asociada, quien visualizaba esta creación como una ex-periencia piloto con la idea futura de ir ampliando a otras áreasen el hospital, con el aval del director Dr. Adrián Lammel. Ac-tualmente, la asesoría depende de una dirección asociada acargo del Dr. Adrián Cattaneo.

P. : ¿Cómo fueron los comienzos? ¿Se sostuvo en formaregular?

C.R.L.: Los comienzos no están tan lejanos: abril de 2011.Fue construir todo, marco teórico-práctico, delimitar y plani-ficar la tarea, buscar referentes confiables, potenciar redes intrae interinstitucionales, supervisar mi tarea profesional de ma-nera externa e individual, estar receptivos a lo que pudiera apa-recer, trabajar todo el tiempo la distancia operativa, porque escierto que el trabajo es también muy solitario. Por sobre todo,hubo que aprender a delimitar y discriminar las demandas queinicialmente nos llegaban.

P.: ¿Cuántos son en el equipo?C.R.L.:Hasta el momento, en el área estoy trabajando sola,

por ello mi red de sostén externa es muy grande y generada pormí misma.

P.: ¿Te surgen interrogantes?C.R.L.: Sí, la tarea es apasionante, pero siempre me resuena

un interrogante, de que si una tarea así como la que estamosllevando a cabo es posible, si puede tener continuidad, si fun-ciona en un marco institucional tan grande y con tan pocos re-

HospitalProvincial deNeuquén.Mural por los100 años, calleBuenos Aires.

[Los talleres]38

rectora asociada, quien visualizaba esta creación como una ex-periencia piloto con la idea futura de ir ampliando a otras áreasen el hospital, con el aval del director Dr. Adrián Lammel. Ac-tualmente, la asesoría depende de una dirección asociada acargo del Dr. Adrián Cattaneo.

P. : ¿Cómo fueron los comienzos? ¿Se sostuvo en formaregular?

C.R.L.: Los comienzos no están tan lejanos: abril de 2011.Fue construir todo, marco teórico-práctico, delimitar y plani-ficar la tarea, buscar referentes confiables, potenciar redes intrae interinstitucionales, supervisar mi tarea profesional de ma-nera externa e individual, estar receptivos a lo que pudiera apa-recer, trabajar todo el tiempo la distancia operativa, porque escierto que el trabajo es también muy solitario. Por sobre todo,hubo que aprender a delimitar y discriminar las demandas queinicialmente nos llegaban.

P.: ¿Cuántos son en el equipo?C.R.L.:Hasta el momento, en el área estoy trabajando sola,

por ello mi red de sostén externa es muy grande y generada pormí misma.

P.: ¿Te surgen interrogantes?C.R.L.: Sí, la tarea es apasionante, pero siempre me resuena

un interrogante, de que si una tarea así como la que estamosllevando a cabo es posible, si puede tener continuidad, si fun-ciona en un marco institucional tan grande y con tan pocos re-

HospitalProvincial deNeuquén.Mural por los100 años, calleBuenos Aires.

[Los talleres]38

Page 40: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

cursos... Desde lo que uno esperaría idealmente no es recomen-dable el apertura de un área así con un solo profesional, sin unespacio específico y otros recursos espaciales necesarios… perola red construida, el respeto y el compromiso en la tarea lo fue-ron haciendo posible… por ahora la experiencia transitada diceque estamos pudiendo, se seguirá viendo paso a paso… los co-mienzos son de siembra, de un trabajo profundo entre los quese encuentra tolerar la frustración.

P.: ¿Cómo fue la acogida de los trabajadores en general?C.R.L.: En general, fue receptiva. Hemos aprendido en

estos años a trabajar con lo posible.P.: ¿Qué es lo posible?C.R.L.: Lo que hay. Por ejemplo: el hospital tiene solo un

aula de docencia con los recursos necesarios para brindar el ta-ller. Y es un hospital en el que trabajan casi 1.600 y por lo tantoel aula es muy requerida… entonces pregunté qué día y en quéhorario el aula estaba libre (por supuesto en horario laboral);lunes de 8 a 10, bueno allí lo hacemos. ¿Quiénes asisten al ta-ller? Los que llegan. A veces cuatro, a veces 12, a veces 18.

Lo posible hasta ahora con las redes construidas ha sidobrindar talleres de estrategias de autocuidado de la salud. Tallerde emociones en el trabajo. Entrevistas de orientación psicoe-ducativa. Charlas con invitados externos. El ciclo se llamó “Re-flexiones de miércoles! Jornada de Arte y Salud, Actividadesde Intercambios Interhospitalarias”… bueno, ¿no está tan mal,no?

P.: ¿Tus compañeros te tienen confianza?C.R.L.: La confianza es un bien preciado; se

construye con la integración de palabra y la acción.Y que en mi caso, desde el rol que cumplo, se sos-tiene con el trabajo profesional y ético fundamen-tado en un marco teórico y práctico que avala laspropuestas que realizamos desde la asesoría. Es unamodalidad de trabajo nueva y desconocida en el hos-pital y hemos ido trazando redes de confianza. Tra-bajamos con lo que se puede, y a veces lo que sepuede, a simple vista, puede parecer “poco”.

P.: ¿Cómo transmiten lo que ustedes hacen?C.R.L.:Hemos aprendido a valorar lo que tene-

mos y a transmitirlo, sobre todo al personal de con-ducción; que estas actividades no pueden ser obliga-

“… por ahora laexperiencia transitadadice que estamospudiendo, se seguiráviendo paso a paso…los comienzos sonde siembra, de untrabajo profundo entrelos que se encuentratolerar la frustración”.

[Cuidar al que Cuida] 39

cursos... Desde lo que uno esperaría idealmente no es recomen-dable el apertura de un área así con un solo profesional, sin unespacio específico y otros recursos espaciales necesarios… perola red construida, el respeto y el compromiso en la tarea lo fue-ron haciendo posible… por ahora la experiencia transitada diceque estamos pudiendo, se seguirá viendo paso a paso… los co-mienzos son de siembra, de un trabajo profundo entre los quese encuentra tolerar la frustración.

P.: ¿Cómo fue la acogida de los trabajadores en general?C.R.L.: En general, fue receptiva. Hemos aprendido en

estos años a trabajar con lo posible.P.: ¿Qué es lo posible?C.R.L.: Lo que hay. Por ejemplo: el hospital tiene solo un

aula de docencia con los recursos necesarios para brindar el ta-ller. Y es un hospital en el que trabajan casi 1.600 y por lo tantoel aula es muy requerida… entonces pregunté qué día y en quéhorario el aula estaba libre (por supuesto en horario laboral);lunes de 8 a 10, bueno allí lo hacemos. ¿Quiénes asisten al ta-ller? Los que llegan. A veces cuatro, a veces 12, a veces 18.

Lo posible hasta ahora con las redes construidas ha sidobrindar talleres de estrategias de autocuidado de la salud. Tallerde emociones en el trabajo. Entrevistas de orientación psicoe-ducativa. Charlas con invitados externos. El ciclo se llamó “Re-flexiones de miércoles! Jornada de Arte y Salud, Actividadesde Intercambios Interhospitalarias”… bueno, ¿no está tan mal,no?

P.: ¿Tus compañeros te tienen confianza?C.R.L.: La confianza es un bien preciado; se

construye con la integración de palabra y la acción.Y que en mi caso, desde el rol que cumplo, se sos-tiene con el trabajo profesional y ético fundamen-tado en un marco teórico y práctico que avala laspropuestas que realizamos desde la asesoría. Es unamodalidad de trabajo nueva y desconocida en el hos-pital y hemos ido trazando redes de confianza. Tra-bajamos con lo que se puede, y a veces lo que sepuede, a simple vista, puede parecer “poco”.

P.: ¿Cómo transmiten lo que ustedes hacen?C.R.L.:Hemos aprendido a valorar lo que tene-

mos y a transmitirlo, sobre todo al personal de con-ducción; que estas actividades no pueden ser obliga-

“… por ahora laexperiencia transitadadice que estamospudiendo, se seguiráviendo paso a paso…los comienzos sonde siembra, de untrabajo profundo entrelos que se encuentratolerar la frustración”.

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Page 41: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

torias y que no se darán GRANDES cambios repentinamente;eso es lo que tratamos de transmitir y, por ende, también apren-der; el autocuidado del personal y de los equipos lleva tiempo,lleva cambios estratégicos en los modelos de gestión, conduc-ción y distribución de tareas: es un trabajo diario de pequeñasa grandes acciones y que para ello hay que formarse y asumirla responsabilidad que implica. No hay fórmulas mágicas ni in-mediatas.

P.: ¿Te has sentido frustrada o agotada?C.R.L.: En la actualidad, trabajar en hospitales públicos,

por las características de la tarea y el contexto, puede resultaren algunos momentos muy frustrante y agotador; esos senti-mientos son parte de la tarea. Trabajo personal y profesional-mente sobre esas emociones y sensaciones que me provoca latarea. Entreno en ello, lo intento, a veces me sale mejor queotras. Las instituciones hospitalarias no son burbujas ajenas alo que pasa externamente y allí estamos los seres humanos in-tentando tramitar todo eso. Insistimos en esto de inspirarnosen personas que pudieron atravesar adversidades, aprovecharlo que tuvieron y de allí ser ejemplos para transformar y trans-formarse.

En relación con la pregunta, es bueno identificar que paraeso son los trabajos con colegas externos ya sean reuniones pe-riódicas, supervisiones, la terapia personal, etc. Que nos ayu-dan a identificar, acotar, delimitar y transmutar esas emociones,

Distintostalleres deautocuidadorealizados enel HospitalProvincial deNeuquén.

[Los talleres]40

torias y que no se darán GRANDES cambios repentinamente;eso es lo que tratamos de transmitir y, por ende, también apren-der; el autocuidado del personal y de los equipos lleva tiempo,lleva cambios estratégicos en los modelos de gestión, conduc-ción y distribución de tareas: es un trabajo diario de pequeñasa grandes acciones y que para ello hay que formarse y asumirla responsabilidad que implica. No hay fórmulas mágicas ni in-mediatas.

P.: ¿Te has sentido frustrada o agotada?C.R.L.: En la actualidad, trabajar en hospitales públicos,

por las características de la tarea y el contexto, puede resultaren algunos momentos muy frustrante y agotador; esos senti-mientos son parte de la tarea. Trabajo personal y profesional-mente sobre esas emociones y sensaciones que me provoca latarea. Entreno en ello, lo intento, a veces me sale mejor queotras. Las instituciones hospitalarias no son burbujas ajenas alo que pasa externamente y allí estamos los seres humanos in-tentando tramitar todo eso. Insistimos en esto de inspirarnosen personas que pudieron atravesar adversidades, aprovecharlo que tuvieron y de allí ser ejemplos para transformar y trans-formarse.

En relación con la pregunta, es bueno identificar que paraeso son los trabajos con colegas externos ya sean reuniones pe-riódicas, supervisiones, la terapia personal, etc. Que nos ayu-dan a identificar, acotar, delimitar y transmutar esas emociones,

Distintostalleres deautocuidadorealizados enel HospitalProvincial deNeuquén.

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Page 42: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

lo cual no es nada fácil, pero es posible y potencia la tarea y lapropia salud. En ello debo reconocer el rol que para mí tienen

la Dra. Leonor Toledo, Dr. Antonio Valli, Lic. Caro-lina Tecles, Lic. Diana Scialpi y la Lic. Cristina Pé-cora.

P.: ¿Cuáles fueron los obstáculos con que se en-contraron?

C.R.L.: Estar sola en el rol es un gran obstáculo.Estamos tratando de que no sea así y sé que la redinstitucional que nombré anteriormente hace lo quepuede y está a su alcance por transformar esto y pro-bablemente pronto podamos ir avanzando en ello,pero son cambios que cuestan y son lentos. Es nece-sario reconocer la permeabilidad de las autoridadesdel hospital a las propuestas en el método de trabajoque tenemos. Son modalidades diferentes, institu-yentes y, sin embargo, las van aceptando al ver algu-

nos logros que empiezan a palparse. Vamos experimentandojuntos con un objetivo centrado en la tarea, haciéndolo visibley lo más explícito posible. Proveerme de mis redes protectoras,si bien las tengo, las busco y entreno en ello permanentemente,pero sería bueno poder contar con más recursos disponiblesinstitucionalmente y a nivel económico también que permitie-ran una movilidad mayor en posibilidades que la instituciónnos brinde para mayor entrenamiento y actualización profe-sional. De todas maneras, desde cuando empecé hasta la actua-lidad ha habido algunas mejoras en la disponibilidad para asis-tir a actividades de actualización profesional con colegas de laUniversidad de Córdoba, de Rosario y Buenos Aires, lo cualvaloro mucho y agradezco.

P.: ¿En qué teorías se fundamentan?C.R.L.: Con un abordaje interdisciplinario construido

desde el trabajo en red (Denise Najmanovich, Elina Dabas) yla relación permanente teoría-práctica, nuestros marcos refe-renciales provienen sobre todo de la Psicología Institucional(Virginia Schejter, Alicia Corbalán de Mezzano, Eugene Enrí-quez, José Bleger, otros autores franceses, etc.), la Salud Ocu-pacional (OMS), la ética del cuidado (Carol Gilligan, PascaleMolinier) y la Psicodinámica del Trabajo (Christophe Dejoursy otros). Aportes de colegas nacionales sobre Psicología Labo-ral (Andrea Pujol, Graciela Filippi, Cecilia Ros, Miriam

“Trabajar en hospita-les públicos, por lascaracterísticas de latarea y el contexto,puede resultar enalgunos momentosmuy frustrante yagotador; esossentimientos sonparte de la tarea”.

[Cuidar al que Cuida] 41

lo cual no es nada fácil, pero es posible y potencia la tarea y lapropia salud. En ello debo reconocer el rol que para mí tienen

la Dra. Leonor Toledo, Dr. Antonio Valli, Lic. Caro-lina Tecles, Lic. Diana Scialpi y la Lic. Cristina Pé-cora.

P.: ¿Cuáles fueron los obstáculos con que se en-contraron?

C.R.L.: Estar sola en el rol es un gran obstáculo.Estamos tratando de que no sea así y sé que la redinstitucional que nombré anteriormente hace lo quepuede y está a su alcance por transformar esto y pro-bablemente pronto podamos ir avanzando en ello,pero son cambios que cuestan y son lentos. Es nece-sario reconocer la permeabilidad de las autoridadesdel hospital a las propuestas en el método de trabajoque tenemos. Son modalidades diferentes, institu-yentes y, sin embargo, las van aceptando al ver algu-

nos logros que empiezan a palparse. Vamos experimentandojuntos con un objetivo centrado en la tarea, haciéndolo visibley lo más explícito posible. Proveerme de mis redes protectoras,si bien las tengo, las busco y entreno en ello permanentemente,pero sería bueno poder contar con más recursos disponiblesinstitucionalmente y a nivel económico también que permitie-ran una movilidad mayor en posibilidades que la instituciónnos brinde para mayor entrenamiento y actualización profe-sional. De todas maneras, desde cuando empecé hasta la actua-lidad ha habido algunas mejoras en la disponibilidad para asis-tir a actividades de actualización profesional con colegas de laUniversidad de Córdoba, de Rosario y Buenos Aires, lo cualvaloro mucho y agradezco.

P.: ¿En qué teorías se fundamentan?C.R.L.: Con un abordaje interdisciplinario construido

desde el trabajo en red (Denise Najmanovich, Elina Dabas) yla relación permanente teoría-práctica, nuestros marcos refe-renciales provienen sobre todo de la Psicología Institucional(Virginia Schejter, Alicia Corbalán de Mezzano, Eugene Enrí-quez, José Bleger, otros autores franceses, etc.), la Salud Ocu-pacional (OMS), la ética del cuidado (Carol Gilligan, PascaleMolinier) y la Psicodinámica del Trabajo (Christophe Dejoursy otros). Aportes de colegas nacionales sobre Psicología Labo-ral (Andrea Pujol, Graciela Filippi, Cecilia Ros, Miriam

“Trabajar en hospita-les públicos, por lascaracterísticas de latarea y el contexto,puede resultar enalgunos momentosmuy frustrante yagotador; esossentimientos sonparte de la tarea”.

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Wlosko, etc). Promovemos diversas estrategias de autocuidadode manera individual, grupal, de equipo.

Aportes muy relevantes en ese tema hacen distintos colegas(Ana María Aaron, Elena de la Aldea, etc.). El trabajo realizadose enmarca dentro del paradigma del cuidado de cuidadores.

P.: ¿Intercambian experiencias con otras instituciones?C.R.L.: Sí, además de ser un factor protector en

mi rol, las redes externas hacen que pueda hacermejor mi trabajo internamente en el hospital. La en-trada y salida real y simbólica en este tipo de tareases fundamental. El movimiento en ese sentido es unrequisito indispensable. Soy integrante de una red decolegas: he sido invitada a ser parte varios años delComité Científico del Congreso Internacional dePsicología del Trabajo y las Organizaciones (UBA),integro la red de Red Iberoamericana de Psicologíade Organizaciones y del Trabajo y una red en for-mación con colegas de la Universidad Nacional deCórdoba, de la de Rosario, de la UTN y del Pro-grama de Salud y Trabajo de la Universidad deLanús, entre otros.

P.: De haber profesionales interesados en replicar la con-sultoría en otros hospitales del país, ¿qué les sugerirías?

C.R.L.: Las personas que trabajamos en ámbitos de saludtenemos que aprender que sí podemos generar estrategias deautocuidado y que eso llevará tiempo y trabajo y que se reque-rirá de establecer acuerdos, de pensar juntos qué posibilidadesreales se encuentran al alcance. Cada profesional y equipo irántrazando sus propias experiencias. Las autoridades y referentesde conducción tienen mayor responsabilidad institucional engenerar este tipo de espacios porque son espacios indispensablespara el ejercicio profesional y ético de la tarea, afrontando eldesgaste mismo que genera. Y para ello deberían formarse ellosinicialmente para saber de qué se trata y qué beneficios les traea ellos también, al proyecto institucional y a los pacientes y fa-miliares que son el sentido de ser de las instituciones de salud.

P.: ¿Y cuando las condiciones no son favorables?C.R.L.: Sí, es cierto que a veces las condiciones instituciona-

les no posibilitan un entramado augurioso como el que les com-partimos, entonces estará en nuestra creatividad planificar ins-tancias con continuidad, por ejemplo, un plan anual que incluya

“Las personas quetrabajamos en ámbitos

de salud tenemosque aprender que sípodemos generar

estrategias deautocuidado y que

eso llevará tiempo ytrabajo y que se

requerirá deestablecer acuerdos”.

[Los talleres]42

Wlosko, etc). Promovemos diversas estrategias de autocuidadode manera individual, grupal, de equipo.

Aportes muy relevantes en ese tema hacen distintos colegas(Ana María Aaron, Elena de la Aldea, etc.). El trabajo realizadose enmarca dentro del paradigma del cuidado de cuidadores.

P.: ¿Intercambian experiencias con otras instituciones?C.R.L.: Sí, además de ser un factor protector en

mi rol, las redes externas hacen que pueda hacermejor mi trabajo internamente en el hospital. La en-trada y salida real y simbólica en este tipo de tareases fundamental. El movimiento en ese sentido es unrequisito indispensable. Soy integrante de una red decolegas: he sido invitada a ser parte varios años delComité Científico del Congreso Internacional dePsicología del Trabajo y las Organizaciones (UBA),integro la red de Red Iberoamericana de Psicologíade Organizaciones y del Trabajo y una red en for-mación con colegas de la Universidad Nacional deCórdoba, de la de Rosario, de la UTN y del Pro-grama de Salud y Trabajo de la Universidad deLanús, entre otros.

P.: De haber profesionales interesados en replicar la con-sultoría en otros hospitales del país, ¿qué les sugerirías?

C.R.L.: Las personas que trabajamos en ámbitos de saludtenemos que aprender que sí podemos generar estrategias deautocuidado y que eso llevará tiempo y trabajo y que se reque-rirá de establecer acuerdos, de pensar juntos qué posibilidadesreales se encuentran al alcance. Cada profesional y equipo irántrazando sus propias experiencias. Las autoridades y referentesde conducción tienen mayor responsabilidad institucional engenerar este tipo de espacios porque son espacios indispensablespara el ejercicio profesional y ético de la tarea, afrontando eldesgaste mismo que genera. Y para ello deberían formarse ellosinicialmente para saber de qué se trata y qué beneficios les traea ellos también, al proyecto institucional y a los pacientes y fa-miliares que son el sentido de ser de las instituciones de salud.

P.: ¿Y cuando las condiciones no son favorables?C.R.L.: Sí, es cierto que a veces las condiciones instituciona-

les no posibilitan un entramado augurioso como el que les com-partimos, entonces estará en nuestra creatividad planificar ins-tancias con continuidad, por ejemplo, un plan anual que incluya

“Las personas quetrabajamos en ámbitos

de salud tenemosque aprender que sípodemos generar

estrategias deautocuidado y que

eso llevará tiempo ytrabajo y que se

requerirá deestablecer acuerdos”.

[Los talleres]42

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supervisión externa, capacitaciones y no sólo ateneos que ha-blan del paciente, sino de qué les pasa a los profesionales conesos pacientes, de reuniones de equipo, de ir adquiriendo clari-dad respecto del rol y las tareas que llevamos a cabo, cuál es elproyecto o plan del servicio o el área donde trabajamos. El cui-dado del cuidador implica una variedad de acciones posibles,pero primero hay que ser consciente y realista de qué es con loque contamos. Y de allí trazar planes posibles con continuidad.

P.: ¿Un psicólogo que atiende al público es recomendableque atienda a sus compañeros del hospital?

C.R.L.: No es lo mismo trabajar en un rol asistencial parael que alguien se prepara, forma y estudia, que trabajar en unrol vinculado a la salud ocupacional, como lo es el que se refierea la experiencia que estoy compartiendo. Comento esta dife-rencia que parece obvia porque en la práctica a veces no lo estanto. Desde nuestra experiencia, no es recomendable hacer lasdos tareas a la vez en la misma institución, “atendiendo” a lospropios compañeros de trabajo. Tal vez otros profesionales pu-dieron con la experiencia y han tenido buenos resultados; des-conozco. A veces, profesionales del área de salud mental queatienden a pacientes externos se interesan por sus propios com-pañeros de trabajo del hospital y empiezan a tener una tareadoble de sobreexigencia, a veces sin darse cuenta, y terminansumamente implicados y desbordados. A veces en esta tenden-cia omnipotente que tenemos las personas que trabajamos en

HospitalProvincial deNeuquén.

Mural donaciónde órganos,calle Buenos

Aires.

[Cuidar al que Cuida] 43

supervisión externa, capacitaciones y no sólo ateneos que ha-blan del paciente, sino de qué les pasa a los profesionales conesos pacientes, de reuniones de equipo, de ir adquiriendo clari-dad respecto del rol y las tareas que llevamos a cabo, cuál es elproyecto o plan del servicio o el área donde trabajamos. El cui-dado del cuidador implica una variedad de acciones posibles,pero primero hay que ser consciente y realista de qué es con loque contamos. Y de allí trazar planes posibles con continuidad.

P.: ¿Un psicólogo que atiende al público es recomendableque atienda a sus compañeros del hospital?

C.R.L.: No es lo mismo trabajar en un rol asistencial parael que alguien se prepara, forma y estudia, que trabajar en unrol vinculado a la salud ocupacional, como lo es el que se refierea la experiencia que estoy compartiendo. Comento esta dife-rencia que parece obvia porque en la práctica a veces no lo estanto. Desde nuestra experiencia, no es recomendable hacer lasdos tareas a la vez en la misma institución, “atendiendo” a lospropios compañeros de trabajo. Tal vez otros profesionales pu-dieron con la experiencia y han tenido buenos resultados; des-conozco. A veces, profesionales del área de salud mental queatienden a pacientes externos se interesan por sus propios com-pañeros de trabajo del hospital y empiezan a tener una tareadoble de sobreexigencia, a veces sin darse cuenta, y terminansumamente implicados y desbordados. A veces en esta tenden-cia omnipotente que tenemos las personas que trabajamos en

HospitalProvincial deNeuquén.

Mural donaciónde órganos,calle Buenos

Aires.

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“El cuidadodel cuidadorimplica unavariedad deacciones po-sibles, peroprimero hay

que serconsciente yrealista dequé es conlo que con-

tamos”.

[Los talleres]44

salud creemos que podemos con todo, y se cometen estos erro-res que pueden generar consecuencias negativas para las rela-ciones de trabajo. Con solo la buena motivación no sirve, por-que se convierte en un riesgo.

P.: ¿Y si la institución no genera recursos para atender asus trabajadores?

C.R.L.: Aconsejaría que, de no darse las condiciones paraque en la misma institución se genere un espacio con profesio-nales formados y capacitados en esta línea de trabajo, se puedabuscar ayuda externa con continuidad. Que fortalezcan lasredes interinstitucionales, que supervisen la tarea y que cuandola institución no brinde la posibilidad o los recursos para ello,que no se queden con esa limitación y queja adjunta, sino quebusquen la oportunidad para hacerlo igual. Siempre uno en-cuentra la manera. En la actualidad tenemos muchas posibili-dades de entrar en contacto entre nosotros con las redes socia-les o acceder a material, investigaciones, etc. Que fundamentanlo relevante de estas temáticas y eso ayuda a que fundamente-mos y hagamos psicoeduación con quienes tienen la responsa-bilidad de brindar los medios y logística de implementación, yaunque no lo hagan, tenemos el fundamento de por qué es ne-cesario tiempo para que cada profesional lo haga en su espaciode trabajo y empezar a hacerlo.

P.: ¿Qué valor le das a la terapia individual?C.R.L.: En este quehacer, el valor es central. Siempre la psi-

coterapia individual o el análisis personal son grandes recursosque lamentablemente no son dispositivos frecuentes que utili-cen quienes trabajan en instituciones de salud, por lo menos enla Argentina, aunque debiera ser un requisito indispensable nosólo para el autocuidado de la misma persona, sino como partede su responsabilidad profesional al ser integrante de una ins-titución de salud que tiene como objetivo brindar lo mejor alpaciente y a su familia.

P.: Si alguien que lee esta nota quiere saber más sobre estaexperiencia, ¿cómo puede hacer?

C.R.L.: Pueden enviarme un e-mail; con gusto responderé.Así también se da la posibilidad de conocer otras experienciasque se estén llevando a cabo y que desconocemos… tenemospara compartir publicaciones varias que hemos ido produ-ciendo en estos años. Gracias a ustedes por esta posibilidad degenerar encuentros.

“El cuidadodel cuidadorimplica unavariedad deacciones po-sibles, peroprimero hay

que serconsciente yrealista dequé es conlo que con-

tamos”.

[Los talleres]44

salud creemos que podemos con todo, y se cometen estos erro-res que pueden generar consecuencias negativas para las rela-ciones de trabajo. Con solo la buena motivación no sirve, por-que se convierte en un riesgo.

P.: ¿Y si la institución no genera recursos para atender asus trabajadores?

C.R.L.: Aconsejaría que, de no darse las condiciones paraque en la misma institución se genere un espacio con profesio-nales formados y capacitados en esta línea de trabajo, se puedabuscar ayuda externa con continuidad. Que fortalezcan lasredes interinstitucionales, que supervisen la tarea y que cuandola institución no brinde la posibilidad o los recursos para ello,que no se queden con esa limitación y queja adjunta, sino quebusquen la oportunidad para hacerlo igual. Siempre uno en-cuentra la manera. En la actualidad tenemos muchas posibili-dades de entrar en contacto entre nosotros con las redes socia-les o acceder a material, investigaciones, etc. Que fundamentanlo relevante de estas temáticas y eso ayuda a que fundamente-mos y hagamos psicoeduación con quienes tienen la responsa-bilidad de brindar los medios y logística de implementación, yaunque no lo hagan, tenemos el fundamento de por qué es ne-cesario tiempo para que cada profesional lo haga en su espaciode trabajo y empezar a hacerlo.

P.: ¿Qué valor le das a la terapia individual?C.R.L.: En este quehacer, el valor es central. Siempre la psi-

coterapia individual o el análisis personal son grandes recursosque lamentablemente no son dispositivos frecuentes que utili-cen quienes trabajan en instituciones de salud, por lo menos enla Argentina, aunque debiera ser un requisito indispensable nosólo para el autocuidado de la misma persona, sino como partede su responsabilidad profesional al ser integrante de una ins-titución de salud que tiene como objetivo brindar lo mejor alpaciente y a su familia.

P.: Si alguien que lee esta nota quiere saber más sobre estaexperiencia, ¿cómo puede hacer?

C.R.L.: Pueden enviarme un e-mail; con gusto responderé.Así también se da la posibilidad de conocer otras experienciasque se estén llevando a cabo y que desconocemos… tenemospara compartir publicaciones varias que hemos ido produ-ciendo en estos años. Gracias a ustedes por esta posibilidad degenerar encuentros.

Page 46: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

Carolina Ramos Luna, licenciada en Psicología, Universi-dad Nacional de Córdoba (1998). Desde 2011, a cargo de laAsesoría de Cuidado de Cuidadores en el H.P.N. De 2006 a2011, integrante del Equipo de la Dirección de Salud Ocupa-cional Subsecretaría de Salud de Neuquén. Desde 2005, in-vestigadora en Psicología Institucional. Integrante del Co-

mité Científico del Congreso Internacional de Psicología delTrabajo y las Organizaciones. Asociación Argentina de Psicó-logos Laborales (2011, 2012, 2013). Desde 2013, integrante dela Red Iberoamericana de Psicología de Organizaciones y delTrabajo. De 1995 a 1999: docente e investigadora de la Uni-

versidad Nacional de Córdoba.

Asesoría de Cuidado de Cuidadores - Hospital ProvincialNeuquén

E-mail: [email protected]@yahoo.com.ar

Facebook Asesoría de Cuidado de Cuidadores hpn

[Cuidar al que Cuida] 45

Carolina Ramos Luna, licenciada en Psicología, Universi-dad Nacional de Córdoba (1998). Desde 2011, a cargo de laAsesoría de Cuidado de Cuidadores en el H.P.N. De 2006 a2011, integrante del Equipo de la Dirección de Salud Ocupa-cional Subsecretaría de Salud de Neuquén. Desde 2005, in-vestigadora en Psicología Institucional. Integrante del Co-mité Científico del Congreso Internacional de Psicología delTrabajo y las Organizaciones. Asociación Argentina de Psicó-logos Laborales (2011, 2012, 2013). Desde 2013, integrante dela Red Iberoamericana de Psicología de Organizaciones y delTrabajo. De 1995 a 1999: docente e investigadora de la Uni-

versidad Nacional de Córdoba.

Asesoría de Cuidado de Cuidadores - Hospital ProvincialNeuquén

E-mail: [email protected]@yahoo.com.ar

Facebook Asesoría de Cuidado de Cuidadores hpn

[Cuidar al que Cuida] 45

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Una de las características que tienen todos los seresvivos es la comunicación; el ser humano ha compleji-zado de tal manera las relaciones que nos obliga a pre-guntarnos cómo es la relación entre la salud y la comu-

nicación.Para empezar a reflexionar sobre el tema, conversamoscon el Lic. Marcelo Della Mora, que tiene a su cargoun espacio radial “Programa Radial Psi” (PRP), en

Lomas de Zamora, dedicado a difundir temas vincula-dos con la salud y la psicología.

[Los talleres]46

Una de las características que tienen todos los seresvivos es la comunicación; el ser humano ha compleji-zado de tal manera las relaciones que nos obliga a pre-guntarnos cómo es la relación entre la salud y la comu-

nicación.Para empezar a reflexionar sobre el tema, conversamoscon el Lic. Marcelo Della Mora, que tiene a su cargoun espacio radial “Programa Radial Psi” (PRP), en

Lomas de Zamora, dedicado a difundir temas vincula-dos con la salud y la psicología.

[Los talleres]46

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[“La palabra sustituyelos silencios”]

Pregunta: ¿Qué te conmueve de la radio y la comunica-ción?

Marcelo Della Mora: La radio tiene un encanto espe-cial… casi todos los que alguna vez han tenido la oportuni-dad de participar en un programa radial coinciden en la“magia” que experimentamos cuando se encienden los mi-crófonos. Cada semana nos sorprende saber que lo que deci-mos al aire lo escuchan muchas personas; a algunos podemosimaginarlos porque han devenido fieles seguidores de nuestroprograma; otros interactúan inmediatamente a través de lasdiferentes redes sociales –es, propiamente, un diálogo–; yotros nos escuchan de lugares muy remotos. La magia tam-bién se produce puertas adentro; en ese sentido, “hacer

radio” para nosotros es jugar –en el sen-tido winnicottiano del término–, divertir-nos, reflexionar, reírnos de nuestros pro-pios errores… esa atmósfera se percibe enel estudio radial y también la captan quie-nes nos escuchan. Hay un refrán que diceque “a las palabras se las lleva el viento”;seguramente muchas se las lleva, perotambién muchas quedan dando vueltas enla cabeza o en el corazón de nuestrosoyentes, nos dejan pensando, nos infor-man, nos acompañan… porque estamosconvencidos de que en PRP la palabra latenemos todos y todas.

P.: ¿De qué manera estas vivencias han interactuado entu actividad docente, para hacer surgir el proyecto de PRP,junto con tus alumnos?

M.D.M.:Hace más de veinte años que me desempeño comoprofesor en la Facultad de Psicología; a los alumnos les tras-mito que la psicología, además de estudiar el comportamientohumano, es la ciencia de la comunicación humana. La idea dehacer radio surge de las charlas, en clase y fuera de ellas, con losalumnos sobre la comunicación.

“Al principio leshablaba de ‘la magia’que se producecuando se enciendenlos micrófonos; esa‘magia’ no es otracosa que sentirnoscomunicados comocuando charlás conun amigo en un café”.

[Cuidar al que Cuida] 47

[“La palabra sustituyelos silencios”]

Pregunta: ¿Qué te conmueve de la radio y la comunica-ción?

Marcelo Della Mora: La radio tiene un encanto espe-cial… casi todos los que alguna vez han tenido la oportuni-dad de participar en un programa radial coinciden en la“magia” que experimentamos cuando se encienden los mi-crófonos. Cada semana nos sorprende saber que lo que deci-mos al aire lo escuchan muchas personas; a algunos podemosimaginarlos porque han devenido fieles seguidores de nuestroprograma; otros interactúan inmediatamente a través de lasdiferentes redes sociales –es, propiamente, un diálogo–; yotros nos escuchan de lugares muy remotos. La magia tam-bién se produce puertas adentro; en ese sentido, “hacer

radio” para nosotros es jugar –en el sen-tido winnicottiano del término–, divertir-nos, reflexionar, reírnos de nuestros pro-pios errores… esa atmósfera se percibe enel estudio radial y también la captan quie-nes nos escuchan. Hay un refrán que diceque “a las palabras se las lleva el viento”;seguramente muchas se las lleva, perotambién muchas quedan dando vueltas enla cabeza o en el corazón de nuestrosoyentes, nos dejan pensando, nos infor-man, nos acompañan… porque estamosconvencidos de que en PRP la palabra latenemos todos y todas.

P.: ¿De qué manera estas vivencias han interactuado entu actividad docente, para hacer surgir el proyecto de PRP,junto con tus alumnos?

M.D.M.:Hace más de veinte años que me desempeño comoprofesor en la Facultad de Psicología; a los alumnos les tras-mito que la psicología, además de estudiar el comportamientohumano, es la ciencia de la comunicación humana. La idea dehacer radio surge de las charlas, en clase y fuera de ellas, con losalumnos sobre la comunicación.

“Al principio leshablaba de ‘la magia’que se producecuando se enciendenlos micrófonos; esa‘magia’ no es otracosa que sentirnoscomunicados comocuando charlás conun amigo en un café”.

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Luego de una lenta pero sostenida gestación del proyectodurante 2009 y 2010, salimos al aire en abril de 2011. Me emo-ciona ver que quienes otrora fueran mis alumnos van graduán-dose conforme pasa el tiempo y ahora forman parte del equipode producción; algunos han realizado parte del proceso de sucarrerea en la radio.

P.: En la radio te hemos escuchadodecir “la palabra sustituye los silencios”;quienes organizamos “el Cuidar...”hemos observado que en las institucio-nes (las propias y también en las de quie-nes participan de los talleres) “lo nodicho” -cuando no circula la palabra-“enferma”. ¿Qué opinás al respecto?

M.D.M.: ¡Estoy totalmente deacuerdo! Todo lo que no circula se es-tanca, y lo que se estanca a la larga “sepudre”, lo que –de manera figurada– esuna forma de enfermar, padecer, sufrir…tal como lo concibió Wilhelm Reich, acérrimo defensor dela teoría de la libido. Reich consideraba que la causa de todaslas neurosis era la estasis o estancamiento de la libido, lo quese traduce en inhibición de la expresión, de la angustia, delplacer, miedo a vivir y especialmente miedo a amar. Esa es-tasis libidinal o energía inhibida es también –desde su puntode vista– el origen de muchas enfermedades debido a suefecto sobre todo en el sistema nervioso autónomo o visce-ral.

Las instituciones, con sus burocracias, deshumanizan y sonenajenantes tanto para quienes reciben el servicio que fuere

“Las instituciones,con sus burocra-cias, deshumani-zan y son enaje-nantes tanto paraquienes reciben elservicio que fuerecomo para quienes

lo prestan”.

[Los talleres]48

Luego de una lenta pero sostenida gestación del proyectodurante 2009 y 2010, salimos al aire en abril de 2011. Me emo-ciona ver que quienes otrora fueran mis alumnos van graduán-dose conforme pasa el tiempo y ahora forman parte del equipode producción; algunos han realizado parte del proceso de sucarrerea en la radio.

P.: En la radio te hemos escuchadodecir “la palabra sustituye los silencios”;quienes organizamos “el Cuidar...”hemos observado que en las institucio-nes (las propias y también en las de quie-nes participan de los talleres) “lo nodicho” -cuando no circula la palabra-“enferma”. ¿Qué opinás al respecto?

M.D.M.: ¡Estoy totalmente deacuerdo! Todo lo que no circula se es-tanca, y lo que se estanca a la larga “sepudre”, lo que –de manera figurada– esuna forma de enfermar, padecer, sufrir…tal como lo concibió Wilhelm Reich, acérrimo defensor dela teoría de la libido. Reich consideraba que la causa de todaslas neurosis era la estasis o estancamiento de la libido, lo quese traduce en inhibición de la expresión, de la angustia, delplacer, miedo a vivir y especialmente miedo a amar. Esa es-tasis libidinal o energía inhibida es también –desde su puntode vista– el origen de muchas enfermedades debido a suefecto sobre todo en el sistema nervioso autónomo o visce-ral.

Las instituciones, con sus burocracias, deshumanizan y sonenajenantes tanto para quienes reciben el servicio que fuere

“Las instituciones,con sus burocra-cias, deshumani-zan y son enaje-nantes tanto paraquienes reciben elservicio que fuerecomo para quienes

lo prestan”.

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como para quienes lo prestan. La mayoría de las pocas institu-ciones que prestan servicios de salud mental disponen a prioriun tiempo máximo de consulta que no suele superar los quinceminutos, ¡es insólito! Un profesional puede excederse en eltiempo porque quizá necesita unos minutos extra con un pa-ciente descompensado o porque él mismo necesita recompo-

nerse luego de atender la consulta de uncaso “pesado”; sin embargo, ello no estácontemplado por el sistema de salud quegestiona grandes números de usuarios deun servicio, en este caso de salud mental.Para las instituciones de la cultura repre-sora –un término del Dr. Alfredo Grande–, las quejas, las demandas y los problemasson de los usuarios, y no los agentes;cuando los agentes se quejan –reclaman susderechos– suelen ser pre-juzgados, des-alojados y apartados… “no ha lugar”, enese sentido las instituciones no están pre-paradas o pensadas para solucionar losproblemas de los prestadores. ¿A quién sele ocurre pensar que –por ejemplo– unbombero tenga miedo o “se quiebre” en un

rescate? Y, sin embargo, sucede muy a menudo, ¡los bomberosno reconocen –y mucho menos confiesan a un par– que algo de

“Hay un refrán que diceque ‘a las palabras selas lleva el viento’;seguramente muchas selas lleva, pero tambiénmuchas quedan dandovueltas en la cabeza oen el corazón denuestros oyentes, nosdejan pensando, nosinforman, nosacompañan”.

[Cuidar al que Cuida] 49

como para quienes lo prestan. La mayoría de las pocas institu-ciones que prestan servicios de salud mental disponen a prioriun tiempo máximo de consulta que no suele superar los quinceminutos, ¡es insólito! Un profesional puede excederse en eltiempo porque quizá necesita unos minutos extra con un pa-ciente descompensado o porque él mismo necesita recompo-

nerse luego de atender la consulta de uncaso “pesado”; sin embargo, ello no estácontemplado por el sistema de salud quegestiona grandes números de usuarios deun servicio, en este caso de salud mental.Para las instituciones de la cultura repre-sora –un término del Dr. Alfredo Grande–, las quejas, las demandas y los problemasson de los usuarios, y no los agentes;cuando los agentes se quejan –reclaman susderechos– suelen ser pre-juzgados, des-alojados y apartados… “no ha lugar”, enese sentido las instituciones no están pre-paradas o pensadas para solucionar losproblemas de los prestadores. ¿A quién sele ocurre pensar que –por ejemplo– unbombero tenga miedo o “se quiebre” en un

rescate? Y, sin embargo, sucede muy a menudo, ¡los bomberosno reconocen –y mucho menos confiesan a un par– que algo de

“Hay un refrán que diceque ‘a las palabras selas lleva el viento’;seguramente muchas selas lleva, pero tambiénmuchas quedan dandovueltas en la cabeza oen el corazón denuestros oyentes, nosdejan pensando, nosinforman, nosacompañan”.

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eso les sucede! En las instituciones de salud mentalpasa exactamente lo mismo y muchos agentesoptan por no hablar de sus problemas… quienes ala larga es harto probable que manifiesten síntomasde burn-out (síndrome descripto por Freudenber-ger [1974] como un estado de fatiga o de frustra-ción que se produce por la dedicación a una causa,forma de vida o de relación que no produce el es-perado refuerzo), entre otras patologías discapaci-tantes.

P.: Para vos, en lo personal, ¿PRP cumple unafunción de cuidado en cuanto a que ayuda a darles la palabraa muchos temas que suelen ser silenciados

M.D.M.: ¡Absolutamente! Recuerdo muchos programasque han sido muy movilizantes, ya sea por el tema abordado opor el clima que se fue generando en el estudio de la radio amedida que lo desarrollamos al aire. Estamos en una culturaque históricamente oculta lo doloroso, que por suerte está cam-biando; al darle el micrófono a quien sufre o trabaja con el su-frimiento, se genera un efecto aliviador, porque al compartir, tesentís protegido de la soledad, aunque no sepas quién te está es-

cuchando. Y también es curativo para ese oyente que está atra-vesando un dolor o asistiéndolo desde el lugar de allegado o deprofesional, porque escucha una voz que lo está entendiendoen su padecimiento.

Recuerdo que a comienzos de 2012 preparamos un pro-grama para conversar sobre Parkinson; compartimos intere-

“¿A quién se leocurre pensar que–por ejemplo– unbombero tenga

miedo o ‘sequiebre’ en unrescate? Y, sin

embargo, sucedemuy a menudo”.

[Los talleres]50

eso les sucede! En las instituciones de salud mentalpasa exactamente lo mismo y muchos agentesoptan por no hablar de sus problemas… quienes ala larga es harto probable que manifiesten síntomasde burn-out (síndrome descripto por Freudenber-ger [1974] como un estado de fatiga o de frustra-ción que se produce por la dedicación a una causa,forma de vida o de relación que no produce el es-perado refuerzo), entre otras patologías discapaci-tantes.

P.: Para vos, en lo personal, ¿PRP cumple unafunción de cuidado en cuanto a que ayuda a darles la palabraa muchos temas que suelen ser silenciados

M.D.M.: ¡Absolutamente! Recuerdo muchos programasque han sido muy movilizantes, ya sea por el tema abordado opor el clima que se fue generando en el estudio de la radio amedida que lo desarrollamos al aire. Estamos en una culturaque históricamente oculta lo doloroso, que por suerte está cam-biando; al darle el micrófono a quien sufre o trabaja con el su-frimiento, se genera un efecto aliviador, porque al compartir, tesentís protegido de la soledad, aunque no sepas quién te está es-

cuchando. Y también es curativo para ese oyente que está atra-vesando un dolor o asistiéndolo desde el lugar de allegado o deprofesional, porque escucha una voz que lo está entendiendoen su padecimiento.

Recuerdo que a comienzos de 2012 preparamos un pro-grama para conversar sobre Parkinson; compartimos intere-

“¿A quién se leocurre pensar que–por ejemplo– unbombero tenga

miedo o ‘sequiebre’ en unrescate? Y, sin

embargo, sucedemuy a menudo”.

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santes reflexiones del equipo de neurología del Hospital RamosMejía. Unos meses más tarde hicimos otro programa sobre elmismo tema, pero en esa oportunidad la palabra la tuvieronaquellos que sufren de Parkinson, sus familiares, parejas, ami-gos, etc. Fue un programa con mucha participación del públicoen el que pudimos escuchar sus opiniones, sensaciones, per-cepciones, temores y fantasías tanto de los familiares y allega-dos como de quienes padecen esa enfermedad neurodegenera-tiva que avanza despiadadamente.

Otro ejemplo que les puedo dar y al que le dedicamos va-rios programas ha sido el abuso sexual y el maltrato, sobre todoen la población infanto-juvenil; en todos ellos el feedback in-mediato con la audiencia no se hace esperar, el público se haceeco de las reflexiones e interrogantes de los y las profesionalesinvitados, y no faltan los llamados telefónicos espontáneos paracontar una experiencia personal o de algún allegado, mezcla dedolor, consternación y desorientación… el programa devieneentonces una in(ter)vención clínica y social, derivación, con-tención, escucha y acompañamiento

P.: Vos sostenés que “la radio es el medio más adecuadopara crear un clima distendido y calmo que ayuda a integrarla mirada y la escucha”. En uno de los textos de Elena de laAldea menciona esto de no hablar de situaciones críticas porlas que se atraviesa. Ella dice: “… intenten decirle a la genteque trabaja en terapia intensiva que cada muerte les afecta.No es tan sencillo. En muchas profesiones han necesitado

“Algo funda-mental: quenos escu-chen, y quequeremosescuchar-los”.

[Cuidar al que Cuida] 51

santes reflexiones del equipo de neurología del Hospital RamosMejía. Unos meses más tarde hicimos otro programa sobre elmismo tema, pero en esa oportunidad la palabra la tuvieronaquellos que sufren de Parkinson, sus familiares, parejas, ami-gos, etc. Fue un programa con mucha participación del públicoen el que pudimos escuchar sus opiniones, sensaciones, per-cepciones, temores y fantasías tanto de los familiares y allega-dos como de quienes padecen esa enfermedad neurodegenera-tiva que avanza despiadadamente.

Otro ejemplo que les puedo dar y al que le dedicamos va-rios programas ha sido el abuso sexual y el maltrato, sobre todoen la población infanto-juvenil; en todos ellos el feedback in-mediato con la audiencia no se hace esperar, el público se haceeco de las reflexiones e interrogantes de los y las profesionalesinvitados, y no faltan los llamados telefónicos espontáneos paracontar una experiencia personal o de algún allegado, mezcla dedolor, consternación y desorientación… el programa devieneentonces una in(ter)vención clínica y social, derivación, con-tención, escucha y acompañamiento

P.: Vos sostenés que “la radio es el medio más adecuadopara crear un clima distendido y calmo que ayuda a integrarla mirada y la escucha”. En uno de los textos de Elena de laAldea menciona esto de no hablar de situaciones críticas porlas que se atraviesa. Ella dice: “… intenten decirle a la genteque trabaja en terapia intensiva que cada muerte les afecta.No es tan sencillo. En muchas profesiones han necesitado

“Algo funda-mental: quenos escu-chen, y quequeremosescuchar-los”.

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armar una co-raza para poderenfrentar ciertotipo de situacio-nes que les sonmuy frecuentes.Pero eso no sig-nifica que losproblemas afec-tivos no incidanen la produc-ción de eseequipo...”. ¿Pu-diste observarsi algunos de losinvitados al programa, sobre todo aquellos que trabajan consituaciones de mucho dolor, han podido encontrar en PRPun espacio “distendido y de calma” para conversar sobre sutrabajo cotidiano asumiendo el impacto que tiene sobreellos?

M.D.M.: ¡Sí!, recuerdo que en uno de los programas dedi-cados al bullying (maltrato y violencia entre pares) invitamos aMarcela Fernández, presidenta de la asociación que lleva elnombre de su hijo reciente e injustamente fallecido: Pablo Ni-colás. Esa vez empezamos en programa “en seco”, como sellama técnicamente, es decir, en crudo, sin música de fondo…La voz de Marcela, temblorosa y firme a la vez, leía lenta y pau-sadamente una carta de Pablo a sus compañeros “carta a mispares” que la pueden leer en el link: http://www.asocpabloni-colas.org.ar/carta-a-mis-pares.php

El tema es –lo sabemos– sumamente alarmante a la vez quepreocupante, pero cuando vino Marcela dejamos las estadísti-cas –que casi siempre preparamos con antelación– y las com-paraciones de datos de lado; ¡esa vez todos lloramos y habla-mos desde las entrañas!

A los profesionales no los invitamosa “exponer”, como podría ser un con-greso donde siempre está presente la crí-tica y la evaluación, sino a “conversar”sobre lo que hacen, lo que piensan y loque sienten, en general a medida que avanza el programa y

“No haysalud sin

comunicación”.

[Los talleres]52

armar una co-raza para poderenfrentar ciertotipo de situacio-nes que les sonmuy frecuentes.Pero eso no sig-nifica que losproblemas afec-tivos no incidanen la produc-ción de eseequipo...”. ¿Pu-diste observarsi algunos de losinvitados al programa, sobre todo aquellos que trabajan consituaciones de mucho dolor, han podido encontrar en PRPun espacio “distendido y de calma” para conversar sobre sutrabajo cotidiano asumiendo el impacto que tiene sobreellos?

M.D.M.: ¡Sí!, recuerdo que en uno de los programas dedi-cados al bullying (maltrato y violencia entre pares) invitamos aMarcela Fernández, presidenta de la asociación que lleva elnombre de su hijo reciente e injustamente fallecido: Pablo Ni-colás. Esa vez empezamos en programa “en seco”, como sellama técnicamente, es decir, en crudo, sin música de fondo…La voz de Marcela, temblorosa y firme a la vez, leía lenta y pau-sadamente una carta de Pablo a sus compañeros “carta a mispares” que la pueden leer en el link: http://www.asocpabloni-colas.org.ar/carta-a-mis-pares.php

El tema es –lo sabemos– sumamente alarmante a la vez quepreocupante, pero cuando vino Marcela dejamos las estadísti-cas –que casi siempre preparamos con antelación– y las com-paraciones de datos de lado; ¡esa vez todos lloramos y habla-mos desde las entrañas!

A los profesionales no los invitamosa “exponer”, como podría ser un con-greso donde siempre está presente la crí-tica y la evaluación, sino a “conversar”sobre lo que hacen, lo que piensan y loque sienten, en general a medida que avanza el programa y

“No haysalud sin

comunicación”.

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crece el ida y vuelta con los oyentes, nosdistendemos y aflora “la charla”. Al princi-pio les hablaba de “la magia” que se pro-duce cuando se encienden los micrófonos;esa “magia” no es otra cosa que sentirnoscomunicados como cuando charlás con unamigo en un café. Esta comunicación es unacto de salud. Por supuesto que no vamosa solucionar el problema de estrés quetenga el profesional que nos venga a visitar,pero sentirse escuchado y sentir que te es-cuchan renueva las energías.

P.: En tu experiencia, como psicólogo,docente y conductor de PRP, ¿programasradiales como el de ustedes tienen algopara aportar al cuidado de quienes los es-

cuchan y de quienes los hacen?M.D.M.: Nos ponemos muy contentos cuando nos dicen

que PRP se ha convertido en fuente de consulta para estudian-tes, profesionales y público en general sobre los temas que tra-bajamos en el programa semana a semana. Todos los programasse graban en vivo y luego los guardamos en una biblioteca deaudios (http://radioteca.net/userprofile/radiopsi) para ser es-

cuchados en diferido y/o utilizados aposteriori como iniciadores de deba-tes. Desde la radio aportamos a lasalud a partir de la prevención, ha-ciendo más accesible la información avariadas problemáticas.

P.: Mejorar la comunicación pro-fesional-comunidad ¿es un acto desalud?

M.D.M.: No hay salud sin co-municación. Se me cruzan por la ca-beza –en este momento– variosmaestros que han contribuido enor-memente al desarrollo de la psicolo-gía (Pichon Rivière y Vygotzky,entre tantos otros), del psicoanálisis(Sigmund Freud, Winnicott yDoltó, por nombrar algunos) y de la

“Estamos en una cul-tura que histórica-mente oculta lo dolo-roso, que por suerteestá cambiando; aldarle el micrófono aquien sufre o trabajacon el sufrimiento, segenera un efecto ali-viador, porque al com-partir, te sentís prote-gido de la soledad,aunque no sepas quiénte está escuchando”.

“Se desconoce loque realiza la genteque trabaja dentrode las instituciones;esto genera un ló-gico enfrentamientoentre el vecino quese siente desprote-gido y el profesionalal que no se le reco-noce lo que hace”.

[Cuidar al que Cuida] 53

crece el ida y vuelta con los oyentes, nosdistendemos y aflora “la charla”. Al princi-pio les hablaba de “la magia” que se pro-duce cuando se encienden los micrófonos;esa “magia” no es otra cosa que sentirnoscomunicados como cuando charlás con unamigo en un café. Esta comunicación es unacto de salud. Por supuesto que no vamosa solucionar el problema de estrés quetenga el profesional que nos venga a visitar,pero sentirse escuchado y sentir que te es-cuchan renueva las energías.

P.: En tu experiencia, como psicólogo,docente y conductor de PRP, ¿programasradiales como el de ustedes tienen algopara aportar al cuidado de quienes los es-

cuchan y de quienes los hacen?M.D.M.: Nos ponemos muy contentos cuando nos dicen

que PRP se ha convertido en fuente de consulta para estudian-tes, profesionales y público en general sobre los temas que tra-bajamos en el programa semana a semana. Todos los programasse graban en vivo y luego los guardamos en una biblioteca deaudios (http://radioteca.net/userprofile/radiopsi) para ser es-

cuchados en diferido y/o utilizados aposteriori como iniciadores de deba-tes. Desde la radio aportamos a lasalud a partir de la prevención, ha-ciendo más accesible la información avariadas problemáticas.

P.: Mejorar la comunicación pro-fesional-comunidad ¿es un acto desalud?

M.D.M.: No hay salud sin co-municación. Se me cruzan por la ca-beza –en este momento– variosmaestros que han contribuido enor-memente al desarrollo de la psicolo-gía (Pichon Rivière y Vygotzky,entre tantos otros), del psicoanálisis(Sigmund Freud, Winnicott yDoltó, por nombrar algunos) y de la

“Estamos en una cul-tura que histórica-mente oculta lo dolo-roso, que por suerteestá cambiando; aldarle el micrófono aquien sufre o trabajacon el sufrimiento, segenera un efecto ali-viador, porque al com-partir, te sentís prote-gido de la soledad,aunque no sepas quiénte está escuchando”.

“Se desconoce loque realiza la genteque trabaja dentrode las instituciones;esto genera un ló-gico enfrentamientoentre el vecino quese siente desprote-gido y el profesionalal que no se le reco-noce lo que hace”.

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educación (María Montessori). La humildad de los grandestiene –en mi opinión– un denominador común: la simplici-dad. La comunicación es un acto de salud si, y sólo si, nosesforzamos por comunicar con términos y frases simples,que todos puedan comprender y apropiarse del saber quecada quien atesora; ello otorga libertad, autonomía e inde-pendencia.

Es cada vez más común leer noticias de médicos agredidospor pacientes en los hospitales, o escuchar decir que los juecesno hacen nada por la seguridad, y muchas veces no es que nose haga nada, sino que se desconoce lo que realiza la gente quetrabaja dentro de las instituciones; esto genera un lógico en-frentamiento entre el vecino que se siente desprotegido y elprofesional al que no se le reconoce lo que hace. Esto se podríaevitar con mejores vías de comunicación.

P.: Para finalizar, ¿querés decirle algo más al que lea estanota?

M.D.M.: Sí, algo fundamental: que nos escuchen, y quequeremos escucharlos.

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[Los talleres]54

educación (María Montessori). La humildad de los grandestiene –en mi opinión– un denominador común: la simplici-dad. La comunicación es un acto de salud si, y sólo si, nosesforzamos por comunicar con términos y frases simples,que todos puedan comprender y apropiarse del saber quecada quien atesora; ello otorga libertad, autonomía e inde-pendencia.

Es cada vez más común leer noticias de médicos agredidospor pacientes en los hospitales, o escuchar decir que los juecesno hacen nada por la seguridad, y muchas veces no es que nose haga nada, sino que se desconoce lo que realiza la gente quetrabaja dentro de las instituciones; esto genera un lógico en-frentamiento entre el vecino que se siente desprotegido y elprofesional al que no se le reconoce lo que hace. Esto se podríaevitar con mejores vías de comunicación.

P.: Para finalizar, ¿querés decirle algo más al que lea estanota?

M.D.M.: Sí, algo fundamental: que nos escuchen, y quequeremos escucharlos.

[Los talleres]54

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PRP ha sido distinguido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y laAsociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), en la categoríaPeriodismo Responsable.En octubre de 2014 presentamos a PRP como dispositivo comunitario en la Jor-nada Provincial del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires, or-ganizada por el Consejo Superior de dicho organismo y celebrada en Necochea.En noviembre de 2014 PRP fue presentado en la 13ª Jornada de Salud MentalLomas 2014 “Segregación y Desamparo”, como dispositivo preventivo y asis-tencial, organizada por la Dirección de Salud Mental de Lomas de Zamora enel Hospital Estévez, Temperley.En marzo de 2015 tuvimos el inmenso honor de presentar a PRP como disposi-tivo interdisciplinario en el 1st Pan-American Interdisciplinary Conference, Pic2015, cuya organización estuvo a cargo de el European Scientific Institute (ESI),la Universidad de Flores (UFLO) y la University of the Azores, Portugal.

Lic. Marcelo Della Mora. Psicólogo, epidemió-logo (UBA). Especialista en Salud Pública. Inves-tigador científico en salud sexual infanto-juvenil.Profesor asociado de la Universidad Kennedy.Profesor asociado de la Facultad de Psicología y

Ciencias Sociales (UFLO). Miembro de la Comi-sión Directiva de la Sociedad Argentina de SaludIntegral del Adolescente (SASIA). Integrante de

la Comisión de Salud del CEEP, Centro de Estudios de Ejecución Penal,Departamento de Derecho Penal y Criminología, Facultad de Derecho(UBA). Miembro de AASES, Asociación Argentina de Sexología y Edu-cación Sexual, filial Buenos Aires. Coordinador del curso anual de actua-lización profesional “Salud Sexual y Reproductiva (SSR) Infanto-Juve-nil: un desafío para la interdisciplina”, Hospital Santamarina, Serviciode Ginecología. Supervisor clínico del Colegio de Psicólogos de la Pro-

vincia de Buenos Aires, Distrito XIII.

Online: http://www.antena91.com.ar/Reproductor.htmtodos los sábados de 16 a 18 hs.

Facebook: http://www.facebook.com/pages/Programa-Radial-PSI/219695668121524

Twitter: http://twitter.com/Radio_PSIPágina: http://www.antena91.com.ar/PSII.htm

e-mail: [email protected]

[Cuidar al que Cuida] 55

PRP ha sido distinguido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y laAsociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), en la categoríaPeriodismo Responsable.En octubre de 2014 presentamos a PRP como dispositivo comunitario en la Jor-nada Provincial del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires, or-ganizada por el Consejo Superior de dicho organismo y celebrada en Necochea.En noviembre de 2014 PRP fue presentado en la 13ª Jornada de Salud MentalLomas 2014 “Segregación y Desamparo”, como dispositivo preventivo y asis-tencial, organizada por la Dirección de Salud Mental de Lomas de Zamora enel Hospital Estévez, Temperley.En marzo de 2015 tuvimos el inmenso honor de presentar a PRP como disposi-tivo interdisciplinario en el 1st Pan-American Interdisciplinary Conference, Pic2015, cuya organización estuvo a cargo de el European Scientific Institute (ESI),la Universidad de Flores (UFLO) y la University of the Azores, Portugal.

Lic. Marcelo Della Mora. Psicólogo, epidemió-logo (UBA). Especialista en Salud Pública. Inves-tigador científico en salud sexual infanto-juvenil.Profesor asociado de la Universidad Kennedy.Profesor asociado de la Facultad de Psicología y

Ciencias Sociales (UFLO). Miembro de la Comi-sión Directiva de la Sociedad Argentina de SaludIntegral del Adolescente (SASIA). Integrante de

la Comisión de Salud del CEEP, Centro de Estudios de Ejecución Penal,Departamento de Derecho Penal y Criminología, Facultad de Derecho(UBA). Miembro de AASES, Asociación Argentina de Sexología y Edu-cación Sexual, filial Buenos Aires. Coordinador del curso anual de actua-lización profesional “Salud Sexual y Reproductiva (SSR) Infanto-Juve-nil: un desafío para la interdisciplina”, Hospital Santamarina, Serviciode Ginecología. Supervisor clínico del Colegio de Psicólogos de la Pro-

vincia de Buenos Aires, Distrito XIII.

Online: http://www.antena91.com.ar/Reproductor.htmtodos los sábados de 16 a 18 hs.

Facebook: http://www.facebook.com/pages/Programa-Radial-PSI/219695668121524

Twitter: http://twitter.com/Radio_PSIPágina: http://www.antena91.com.ar/PSII.htm

e-mail: [email protected]

[Cuidar al que Cuida] 55

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[Los talleres]56 [Los talleres]56

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[[Escribir la práctica]Por Andrea [email protected]

¿Para qué escribir sobre la práctica? Probable-mente existan muchas respuestas a esta pregunta,que sólo formulo como disparadora de algunas re-flexiones sobre eso que se produce toda vez que ledoy forma escrita a aquello que sucede en el espa-cio clínico o en el ámbito forense.

Porque si bien son espacios absolutamente dife-rentes (mientras en la clínica el diagnóstico es me-ramente un orientador, un punto de partida tal vezen la dirección de la cura, en el ámbito forense esaquello a lo que se debe arribar como punto de lle-gada), en ambos se trata de sostener una escucha

Nuestro primer acercamiento a Andrea Homene fue leyendo la sección Psi-cología del diario Página/12. Nos llamó la atención la simpleza de su escri-tura, que permite a quien no tiene formación en psicología comprender quépuede hacer una psicoanalista en escenarios complejos de pobreza, locura,desolación, injusticia, etc., donde los recursos humanos y materiales nuncaalcanzan.Cuando la conocimos personalmente, nos comentó: “En el hospital, a veces,no teníamos ni sillas para atender a los pacientes”; sin embargo, ella nos re-lata cómo aplica el psicoanálisis, no sólo sin el tradicional ensoñador diván,sino en esos rincones del conurbano, que se han transformado en trincherashabitadas por lastimados sociales, donde lo que inunda y hunde es la des-esperanza.Pero Andrea no sólo demuestra que siempre algo se puede hacer, sino quetambién lo escribe. Desde nuestro espacio de reflexión sobre el cuidar y elcuidarse, le preguntamos:¿La escritura es una actividad saludable para quien trabaja con el sufri-miento en las trincheras sociales?Consecuentemente, Andrea nos contesta escribiendo.

“La escritura delcaso permitemuchas vecesque el analistase deje sorpren-der por aquellossignificantes quecreía no haberescuchado”.

[Cuidar al que Cuida] 57

[[Escribir la práctica]Por Andrea [email protected]

¿Para qué escribir sobre la práctica? Probable-mente existan muchas respuestas a esta pregunta,que sólo formulo como disparadora de algunas re-flexiones sobre eso que se produce toda vez que ledoy forma escrita a aquello que sucede en el espa-cio clínico o en el ámbito forense.

Porque si bien son espacios absolutamente dife-rentes (mientras en la clínica el diagnóstico es me-ramente un orientador, un punto de partida tal vezen la dirección de la cura, en el ámbito forense esaquello a lo que se debe arribar como punto de lle-gada), en ambos se trata de sostener una escucha

Nuestro primer acercamiento a Andrea Homene fue leyendo la sección Psi-cología del diario Página/12. Nos llamó la atención la simpleza de su escri-tura, que permite a quien no tiene formación en psicología comprender quépuede hacer una psicoanalista en escenarios complejos de pobreza, locura,desolación, injusticia, etc., donde los recursos humanos y materiales nuncaalcanzan.Cuando la conocimos personalmente, nos comentó: “En el hospital, a veces,no teníamos ni sillas para atender a los pacientes”; sin embargo, ella nos re-lata cómo aplica el psicoanálisis, no sólo sin el tradicional ensoñador diván,sino en esos rincones del conurbano, que se han transformado en trincherashabitadas por lastimados sociales, donde lo que inunda y hunde es la des-esperanza.Pero Andrea no sólo demuestra que siempre algo se puede hacer, sino quetambién lo escribe. Desde nuestro espacio de reflexión sobre el cuidar y elcuidarse, le preguntamos:¿La escritura es una actividad saludable para quien trabaja con el sufri-miento en las trincheras sociales?Consecuentemente, Andrea nos contesta escribiendo.

“La escritura delcaso permitemuchas vecesque el analistase deje sorpren-der por aquellossignificantes quecreía no haberescuchado”.

[Cuidar al que Cuida] 57

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distinta a cualquier otra, una escucha en la que el sentidode lo dicho es puesto en suspenso, para poder justamenteescuchar aquello que se dice, sin quererdecir, sin intencionalidad consciente, sincontrol del pretendidamente omnipo-tente y engañoso yo del sujeto.

La escritura del caso (me referiré deeste modo a fin de unificar los ámbitosde intervención) permite muchas vecesque el analista se deje sorprender poraquellos significantes que creía no haberescuchado, que se habían sustraído a suregistro en el momento de la entrevista,y que sin embargo estaban ahí, agazapa-dos, prontos a darse a oír en el instantede la escritura.

Probablemente la escritura compartaen este punto un aspecto que se asemejaal efecto que se produce en la supervi-sión: un Otro que puntúa, señala, su-braya, alguna palabra que orienta al ana-

lista en el camino arecorrer. Este Otroes en la escritura del caso, justa-mente, la palabra escrita.

Cuántas veces me ha sucedidoque al escribir, o al volver a leer lo yaescrito, descubrí un aspecto del su-jeto que hasta entonces me había pa-sado desapercibido. Ese efecto desorpresa es sumamente enriquecedory tiene un valor equivalente al de unaproducción del inconsciente, entanto revela una verdad de otromodo inaccesible.

Escribir también permite acercarse al conocimiento denuestra implicancia como analistas en el caso que estamos

“La neutralidadmal entendidaha hecho creer alos practicantesdel psicoanálisisque ‘un buenanalista no debesentir nadafrente al padeci-miento psíquicodel paciente’”.

“Escribir tambiénpermite acercarseal conocimientode nuestra impli-cancia como ana-listas en el casoque estamos tra-bajando. Nos con-fronta con nues-

tros propiosfantasmas, per-mitiéndonos po-nerlos a raya, evi-

tando quecontaminen el es-pacio analítico”.

[Los talleres]58

distinta a cualquier otra, una escucha en la que el sentidode lo dicho es puesto en suspenso, para poder justamenteescuchar aquello que se dice, sin quererdecir, sin intencionalidad consciente, sincontrol del pretendidamente omnipo-tente y engañoso yo del sujeto.

La escritura del caso (me referiré deeste modo a fin de unificar los ámbitosde intervención) permite muchas vecesque el analista se deje sorprender poraquellos significantes que creía no haberescuchado, que se habían sustraído a suregistro en el momento de la entrevista,y que sin embargo estaban ahí, agazapa-dos, prontos a darse a oír en el instantede la escritura.

Probablemente la escritura compartaen este punto un aspecto que se asemejaal efecto que se produce en la supervi-sión: un Otro que puntúa, señala, su-braya, alguna palabra que orienta al ana-

lista en el camino arecorrer. Este Otroes en la escritura del caso, justa-mente, la palabra escrita.

Cuántas veces me ha sucedidoque al escribir, o al volver a leer lo yaescrito, descubrí un aspecto del su-jeto que hasta entonces me había pa-sado desapercibido. Ese efecto desorpresa es sumamente enriquecedory tiene un valor equivalente al de unaproducción del inconsciente, entanto revela una verdad de otromodo inaccesible.

Escribir también permite acercarse al conocimiento denuestra implicancia como analistas en el caso que estamos

“La neutralidadmal entendidaha hecho creer alos practicantesdel psicoanálisisque ‘un buenanalista no debesentir nadafrente al padeci-miento psíquicodel paciente’”.

“Escribir tambiénpermite acercarseal conocimientode nuestra impli-cancia como ana-listas en el casoque estamos tra-bajando. Nos con-fronta con nues-

tros propiosfantasmas, per-mitiéndonos po-nerlos a raya, evi-

tando quecontaminen el es-pacio analítico”.

[Los talleres]58

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trabajando. Nos confronta con nuestros propios fantas-mas, permitiéndonos ponerlos a raya, evitando que con-taminen el espacio analítico. Vamosreconstruyendo no sólo relatos, esce-nas, sino también tonos de voz, mira-das, silencios, climas, y hasta sensacio-nes corporales. Porque cuandointervenimos nos pasan cosas. Es in-evitable. La neutralidad mal entendidaha hecho creer a los practicantes delpsicoanálisis que “un buen analista nodebe sentir nada frente al padeci-miento psíquico del paciente”. Esto esun grave error de interpretación de laneutralidad. Neutralidad es otra cosa;es no intervenir desde el propio fan-tasma, desde los propios ideales, desde la propia ideolo-gía, desde la propia concepción acerca de la vida misma.

Neutralidad implica partir de la basede que ninguno de nosotros analistasporta un saber acerca de “lo que es mejorpara la vida de la gente”. No sólo no losabemos, sino que aun cuando ese“saber” nos fuera accesible, sería suma-mente inapropiado utilizarlo para dirigirla vida del paciente.

Neutralidad es ser respetuosos con lamodalidad de goce de cada uno; sólo po-demos sentirnos autorizados a interveniren la línea de algún tipo de lo que se llama“acotamiento del goce” cuando medianteel trabajo analítico se arriba a la inteligen-cia de que ese goce excede al sujeto tor-

nándose doloroso, arrasador. Mientras tanto, y ya lo dijeron los poetas mucho más

claramente que los analistas, “no esperés, no te enseñaréa vivir”.

“Escribir eshacer con la angustia, demodo tal queésta no inter-fiera en la prác-tica. Y especial-mente de que nose traduzca enimpacto físico.Que no en-ferme”.

“Cuántas vecesme ha suce-

dido que al es-cribir, o al vol-ver a leer lo yaescrito, descu-brí un aspectodel sujeto quehasta entoncesme había pa-sado desaper-

cibido”.

[Cuidar al que Cuida] 59

trabajando. Nos confronta con nuestros propios fantas-mas, permitiéndonos ponerlos a raya, evitando que con-taminen el espacio analítico. Vamosreconstruyendo no sólo relatos, esce-nas, sino también tonos de voz, mira-das, silencios, climas, y hasta sensacio-nes corporales. Porque cuandointervenimos nos pasan cosas. Es in-evitable. La neutralidad mal entendidaha hecho creer a los practicantes delpsicoanálisis que “un buen analista nodebe sentir nada frente al padeci-miento psíquico del paciente”. Esto esun grave error de interpretación de laneutralidad. Neutralidad es otra cosa;es no intervenir desde el propio fan-tasma, desde los propios ideales, desde la propia ideolo-gía, desde la propia concepción acerca de la vida misma.

Neutralidad implica partir de la basede que ninguno de nosotros analistasporta un saber acerca de “lo que es mejorpara la vida de la gente”. No sólo no losabemos, sino que aun cuando ese“saber” nos fuera accesible, sería suma-mente inapropiado utilizarlo para dirigirla vida del paciente.

Neutralidad es ser respetuosos con lamodalidad de goce de cada uno; sólo po-demos sentirnos autorizados a interveniren la línea de algún tipo de lo que se llama“acotamiento del goce” cuando medianteel trabajo analítico se arriba a la inteligen-cia de que ese goce excede al sujeto tor-

nándose doloroso, arrasador. Mientras tanto, y ya lo dijeron los poetas mucho más

claramente que los analistas, “no esperés, no te enseñaréa vivir”.

“Escribir eshacer con la angustia, demodo tal queésta no inter-fiera en la prác-tica. Y especial-mente de que nose traduzca enimpacto físico.Que no en-ferme”.

“Cuántas vecesme ha suce-

dido que al es-cribir, o al vol-ver a leer lo yaescrito, descu-brí un aspectodel sujeto quehasta entoncesme había pa-sado desaper-

cibido”.

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[Los talleres]60

De modo tal que escribir también es una forma deanoticiarnos de aquellos instantes en los que nos desliza-mos hacia una psicoterapia, en los que intervenimos enla línea de una presunta “búsqueda de salud” o de la nor-mativización del goce.

Por último, debo decir que la escritura es para mí unamanera de hacer algo con la angustia, con esa angustia in-decible que el encuentro con un sujeto sufriente genera,y cuya expresión controlamos, ya que no se trata de lar-garse a llorar con el paciente. Escribir es hacer con la an-gustia, de modo tal que ésta no interfiera en la práctica. Yespecialmente de que no se traduzca en impacto físico.Que no enferme.

Con esto digo que escribir sobre la práctica es una ma-nera de cuidarse del daño que la permanente exposiciónal goce, que el sostenimiento del deseo del analista, po-drían generar en quienes prestamos el cuerpo al Otro dela transferencia, al Sujeto Supuesto al Saber, a fin de poderestar allí, en el escenario mismo de las tramitaciones fan-tasmáticas que tanto dolor les causan a los analizantes.

Marzo de 2015

[Los talleres]60

De modo tal que escribir también es una forma deanoticiarnos de aquellos instantes en los que nos desliza-mos hacia una psicoterapia, en los que intervenimos enla línea de una presunta “búsqueda de salud” o de la nor-mativización del goce.

Por último, debo decir que la escritura es para mí unamanera de hacer algo con la angustia, con esa angustia in-decible que el encuentro con un sujeto sufriente genera,y cuya expresión controlamos, ya que no se trata de lar-garse a llorar con el paciente. Escribir es hacer con la an-gustia, de modo tal que ésta no interfiera en la práctica. Yespecialmente de que no se traduzca en impacto físico.Que no enferme.

Con esto digo que escribir sobre la práctica es una ma-nera de cuidarse del daño que la permanente exposiciónal goce, que el sostenimiento del deseo del analista, po-drían generar en quienes prestamos el cuerpo al Otro dela transferencia, al Sujeto Supuesto al Saber, a fin de poderestar allí, en el escenario mismo de las tramitaciones fan-tasmáticas que tanto dolor les causan a los analizantes.

Marzo de 2015

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Andrea Homene: psicoanalista. Licenciada en Psicologíaen la Universidad de Buenos Aires.Trabajó en el Hospital Municipal Francisco J. Muñiz,

y el Hospital Paroissien de La Matanza. Desde 2002 comenzó a desempeñar tareas en el ámbito

judicial, y fue designada en 2010 como perito oficial en elMinisterio Público de la Defensa en el Departamento Ju-dicial de Morón. Integrante del Equipo de Coordinaciónde la Red de Salud Mental en Incidente Crítico, depen-diente del Ministerio de Salud de la Provincia de BuenosAires. Editora en la Revista Psyché Navegante, para luego

publicar en distintos medios nacionales y extranjeros (Ac-tualidad Psicológica, El Otro, Psicoanálisis en el Sur,Imago Agenda, Página/12 sección Psicología, Clarín, LaNación, etc.). Publicó el libro: Psicoanálisis en las Trinche-ras, Práctica Analítica y Derecho Penal, Editorial LetraViva. Actualmente es perito oficial en la Suprema Corte de

Justicia de la Provincia de Buenos Aires, dicta clases en laDiplomatura en Ciencias Forenses de la UniversidadAbierta Interamericana y ejerce la práctica privada.

[Cuidar al que Cuida] 61

Andrea Homene: psicoanalista. Licenciada en Psicologíaen la Universidad de Buenos Aires.Trabajó en el Hospital Municipal Francisco J. Muñiz,

y el Hospital Paroissien de La Matanza. Desde 2002 comenzó a desempeñar tareas en el ámbito

judicial, y fue designada en 2010 como perito oficial en elMinisterio Público de la Defensa en el Departamento Ju-dicial de Morón. Integrante del Equipo de Coordinaciónde la Red de Salud Mental en Incidente Crítico, depen-diente del Ministerio de Salud de la Provincia de BuenosAires. Editora en la Revista Psyché Navegante, para luego

publicar en distintos medios nacionales y extranjeros (Ac-tualidad Psicológica, El Otro, Psicoanálisis en el Sur,Imago Agenda, Página/12 sección Psicología, Clarín, LaNación, etc.). Publicó el libro: Psicoanálisis en las Trinche-ras, Práctica Analítica y Derecho Penal, Editorial LetraViva. Actualmente es perito oficial en la Suprema Corte de

Justicia de la Provincia de Buenos Aires, dicta clases en laDiplomatura en Ciencias Forenses de la UniversidadAbierta Interamericana y ejerce la práctica privada.

[Cuidar al que Cuida] 61

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[[Me curo en cada función]]Por Daniel Kersner

[email protected]

Como médico psiquiatra miembro del Equipo Argentinode Trabajo e Investigación Psicosocial (EATIP), me tocó peri-ciar a muchos represores, en representación de la querella in-tegrada por el colectivo de organismos de derechos humanosJusticia ya!

De esas pericias recuerdo tres en particular: la de Almirón,uno de los fundadores de las tres A, porque fue la primera quehice; la de Etchecolatz, porque además de recordar su siniestratrayectoria, tenía presente su participación en el programa delcínico Mariano Grondona, donde bajo su “mediación”, Etche-colatz torturó, esta vez sólo psicológicamente, a su ex prisioneroAlfredo Bravo. Y finalmente recuerdo la del ex almirante Ma -ssera, un icono de la dictadura y la representación más acabadade la crueldad y el delirio de poder. Un verdadero gángster.

En nuestro país, al igual que en toda Latinoamérica, en las últimas décadas hemostransitado momentos sociales de mucho dolor; sin duda, la dictadura del 76 hasido uno de los hechos más aberrantes, cuyas heridas, como comunidad, seguimosintentando cicatrizar.Partiendo del horror, las víctimas y los familiares vienen liderando un procesode construcción de verdad y justicia. Parte de esa construcción son los juicios pordelitos de lesa humanidad; para que se concretaran fue necesario sostener a lostestigos en sus alegatos, buscar pruebas, evaluar el impacto de la conexión con lotraumático y la necesidad de dejar testimonio, todas tareas que se pudieron con-cretar gracias a voluntades que colaboraron desde distintas instancias y en dife-rentes momentos en los intrincados procesos judiciales.Desde este espacio, dedicado a reflexionar sobre el cuidado de los que cuidan,nos preguntamos cómo vivenciaron y qué hicieron con lo que les pasaba quienestomaron la valiente decisión de asumir tareas de acompañamiento a las víctimasy familiares, lo que inevitablemente los ponía en continuo contacto con lo sinies-tro. Buscando respuesta, le solicitamos que compartiera su impresión al Dr. Da-niel Kersner, médico psiquiatra, quien fue uno de los que estuvo a cargo del pe-ritaje psiquiátrico del ex almirante Emilio Massera, que fue su fuente deinspiración para escribir y dirigir la obra teatral “El Almirante”.

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[[Me curo en cada función]]Por Daniel Kersner

[email protected]

Como médico psiquiatra miembro del Equipo Argentinode Trabajo e Investigación Psicosocial (EATIP), me tocó peri-ciar a muchos represores, en representación de la querella in-tegrada por el colectivo de organismos de derechos humanosJusticia ya!

De esas pericias recuerdo tres en particular: la de Almirón,uno de los fundadores de las tres A, porque fue la primera quehice; la de Etchecolatz, porque además de recordar su siniestratrayectoria, tenía presente su participación en el programa delcínico Mariano Grondona, donde bajo su “mediación”, Etche-colatz torturó, esta vez sólo psicológicamente, a su ex prisioneroAlfredo Bravo. Y finalmente recuerdo la del ex almirante Ma -ssera, un icono de la dictadura y la representación más acabadade la crueldad y el delirio de poder. Un verdadero gángster.

En nuestro país, al igual que en toda Latinoamérica, en las últimas décadas hemostransitado momentos sociales de mucho dolor; sin duda, la dictadura del 76 hasido uno de los hechos más aberrantes, cuyas heridas, como comunidad, seguimosintentando cicatrizar.Partiendo del horror, las víctimas y los familiares vienen liderando un procesode construcción de verdad y justicia. Parte de esa construcción son los juicios pordelitos de lesa humanidad; para que se concretaran fue necesario sostener a lostestigos en sus alegatos, buscar pruebas, evaluar el impacto de la conexión con lotraumático y la necesidad de dejar testimonio, todas tareas que se pudieron con-cretar gracias a voluntades que colaboraron desde distintas instancias y en dife-rentes momentos en los intrincados procesos judiciales.Desde este espacio, dedicado a reflexionar sobre el cuidado de los que cuidan,nos preguntamos cómo vivenciaron y qué hicieron con lo que les pasaba quienestomaron la valiente decisión de asumir tareas de acompañamiento a las víctimasy familiares, lo que inevitablemente los ponía en continuo contacto con lo sinies-tro. Buscando respuesta, le solicitamos que compartiera su impresión al Dr. Da-niel Kersner, médico psiquiatra, quien fue uno de los que estuvo a cargo del pe-ritaje psiquiátrico del ex almirante Emilio Massera, que fue su fuente deinspiración para escribir y dirigir la obra teatral “El Almirante”.

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Fuimos a periciar a Massera siete profesionales; la Dra.Diana Kordon y yo por el EATIP, y otros colegas en represen-tación de distintos organismos estatales. La primerapericia duró más de cinco horas. Fuimos en una se-gunda oportunidad y duró cerca de tres horas. Enrigor, con cualquier otra persona que estuviera en elestado que estaba Massera, la pericia no debía haberdurado más de una hora. Sin embargo, pesaban va-rias cosas sobre nosotros: poco tiempo atrás sehabía dictaminado la inimputabilidad del genocidaPinochet, luego de su detención en Londres. Al lle-gar a Chile, en silla de ruedas y casi demente, el an-ciano criminal se levantó, salió caminando y ha-blando a la perfección. Su pretendidainimputabilidad era un engaño de cabo a rabo. Esteantecedente pesaba conscientemente sobre nos-otros. El otro peso era inconsciente, caminábamospor el departamento de Massera buscando no séqué. Hoy creo que buscábamos las manchas de sangre queLady Macbeth no podía sacarse de encima, buscábamos unapista sobre los desaparecidos, buscábamos metafóricamente allímismo a los desaparecidos. El estado de salud de Massera,quien se encontraba muy deteriorado física y psíquicamente,nos obligó a decir que no se hallaba en condiciones de ir a jui-cio. Con mucho pesar tuvimos que afirmar y firmar esto, porhonestidad intelectual y por ética profesional. Haber dicho otracosa nos hubiera transformado en una especie de talibanes dela psiquiatría. Recuerdo la figura de su esposa, presente en las

dos ocasiones que fuimos a su casa,verborrágica, indignada con nues-tra presencia, acusándonos de tor-turarlo (¡) y a la vez pidiéndonosque nos animáramos y lo fusilára-mos como a los zares (¡). Llegaba ami casa y me ponía a escribir, no lasnotas sobre la pericia, sino una si-tuación imaginaria gatillada por eseencuentro, que pasé a llamar “cer-cano del tercer tipo”. Escribía casisin trabajo, sin detenerme a pensar,bastante cercano a la escritura au-

“Escribir nospermite variascosas a la vez:ordenar ideas yemociones, pen-sar y conceptua-lizar, despegar-

nos de la realidadsin negarla, neu-tralizar y fugar

con humor, con-tar y compartir”.

“Recuerdo la fi-gura de su es-posa, presenteen las dos oca-siones que fui-mos a su casa,verborrágica, in-dignada connuestra presen-cia, acusándonosde torturarlo”.

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Fuimos a periciar a Massera siete profesionales; la Dra.Diana Kordon y yo por el EATIP, y otros colegas en represen-tación de distintos organismos estatales. La primerapericia duró más de cinco horas. Fuimos en una se-gunda oportunidad y duró cerca de tres horas. Enrigor, con cualquier otra persona que estuviera en elestado que estaba Massera, la pericia no debía haberdurado más de una hora. Sin embargo, pesaban va-rias cosas sobre nosotros: poco tiempo atrás sehabía dictaminado la inimputabilidad del genocidaPinochet, luego de su detención en Londres. Al lle-gar a Chile, en silla de ruedas y casi demente, el an-ciano criminal se levantó, salió caminando y ha-blando a la perfección. Su pretendidainimputabilidad era un engaño de cabo a rabo. Esteantecedente pesaba conscientemente sobre nos-otros. El otro peso era inconsciente, caminábamospor el departamento de Massera buscando no séqué. Hoy creo que buscábamos las manchas de sangre queLady Macbeth no podía sacarse de encima, buscábamos unapista sobre los desaparecidos, buscábamos metafóricamente allímismo a los desaparecidos. El estado de salud de Massera,quien se encontraba muy deteriorado física y psíquicamente,nos obligó a decir que no se hallaba en condiciones de ir a jui-cio. Con mucho pesar tuvimos que afirmar y firmar esto, porhonestidad intelectual y por ética profesional. Haber dicho otracosa nos hubiera transformado en una especie de talibanes dela psiquiatría. Recuerdo la figura de su esposa, presente en las

dos ocasiones que fuimos a su casa,verborrágica, indignada con nues-tra presencia, acusándonos de tor-turarlo (¡) y a la vez pidiéndonosque nos animáramos y lo fusilára-mos como a los zares (¡). Llegaba ami casa y me ponía a escribir, no lasnotas sobre la pericia, sino una si-tuación imaginaria gatillada por eseencuentro, que pasé a llamar “cer-cano del tercer tipo”. Escribía casisin trabajo, sin detenerme a pensar,bastante cercano a la escritura au-

“Escribir nospermite variascosas a la vez:ordenar ideas yemociones, pen-sar y conceptua-lizar, despegar-

nos de la realidadsin negarla, neu-tralizar y fugar

con humor, con-tar y compartir”.

“Recuerdo la fi-gura de su es-posa, presenteen las dos oca-siones que fui-mos a su casa,verborrágica, in-dignada connuestra presen-cia, acusándonosde torturarlo”.

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tomática de los surrealistas. En criollo, tipo vómito. En un parde meses nada más estaba listo “El Almirante”, una obra de te-atro unipersonal en la que una anciana, esposa de un almirante

del proceso, relata su vida junto a él, mientras en otrocuarto, que nunca se ve, el almirante agoniza. Normal-mente tardo cerca de un año para escribir una obra de tea-tro; en este casó salió como escupida de músico. Otrasvoces fueron convocadas por el almirante: dichos de maes-tros, creencias populares, frases y opiniones de familiaresen mi infancia: sobre la homosexualidad, sobre los ingleses,sobre los “negros”, es decir, los peronistas. Un coro de re-accionarios se había formado y hablaba a través de la es-posa del almirante. Luego de un año encontré a “la” actrizpara hacer la obra: Isabel Cabán. Ya llevamos más de 50 re-presentaciones, hemos hecho El Almirante en el teatro, enhospitales y cárceles, y seguimos. Y yo me curé a mi modode esos “encuentros cercanos del tercer tipo” escribiendoy haciendo teatro, que es la mejor manera que encontrépara hacer algo con lo traumático, con el dolor, con el odio,con la incertidumbre. ¡Que no todo es psicoanálisis en lavida! Corrijo: me curo en cada función, en las reaccionesdel público, en su estupor, en sus risas. Escribir nos permite

varias cosas a la vez: ordenar ideas y emociones, pensar y con-ceptualizar, despegarnos de la realidad sin negarla, neutralizary fugar con humor, contar y compartir. Debe haber más cosas,pero con éstas ya es bastante. Recomiendo como práctica ha-bitual a quienes trabajan en salud mental escribir sus experien-cias, en especial las más complicadas y problemáticas, las quemás angustian, las que nos dejan sabor amargo y la sensación

de que salieron y/o estuvimos mal. Escribamos sobreeso. Por supuesto que no es necesario hacer una obrade teatro, puede ser un trabajo teórico, o simplemente–que no es nunca simplemente– la comunicación deuna experiencia. Será de gran utilidad para nosotros ynuestro grupo y para otros que la lean. Será siempremás útil de lo que nos imaginamos de antemano. Ade-más de hacernos pensar, el escribir nos protege de que-dar pegados a la experiencia, sin entender su signifi-cado, ni poder descubrirle nuevas aristas y sentidos.El escribir posibilita transmitir la experiencia a otros,y eso también es parte de nuestro trabajo.

“Escribía casisin trabajo, sindetenerme apensar, bastantecercano a la es-critura automá-tica de los su-rrealistas. Encriollo, tipo vó-mito”.

“Yo me curé a mimodo de esos‘encuentros cer-canos del tercertipo’ escribiendoy haciendo teatro,que es la mejormanera que en-contré para haceralgo con lo trau-mático, con eldolor, con el odio,con la incerti-dumbre”.

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tomática de los surrealistas. En criollo, tipo vómito. En un parde meses nada más estaba listo “El Almirante”, una obra de te-atro unipersonal en la que una anciana, esposa de un almirante

del proceso, relata su vida junto a él, mientras en otrocuarto, que nunca se ve, el almirante agoniza. Normal-mente tardo cerca de un año para escribir una obra de tea-tro; en este casó salió como escupida de músico. Otrasvoces fueron convocadas por el almirante: dichos de maes-tros, creencias populares, frases y opiniones de familiaresen mi infancia: sobre la homosexualidad, sobre los ingleses,sobre los “negros”, es decir, los peronistas. Un coro de re-accionarios se había formado y hablaba a través de la es-posa del almirante. Luego de un año encontré a “la” actrizpara hacer la obra: Isabel Cabán. Ya llevamos más de 50 re-presentaciones, hemos hecho El Almirante en el teatro, enhospitales y cárceles, y seguimos. Y yo me curé a mi modode esos “encuentros cercanos del tercer tipo” escribiendoy haciendo teatro, que es la mejor manera que encontrépara hacer algo con lo traumático, con el dolor, con el odio,con la incertidumbre. ¡Que no todo es psicoanálisis en lavida! Corrijo: me curo en cada función, en las reaccionesdel público, en su estupor, en sus risas. Escribir nos permite

varias cosas a la vez: ordenar ideas y emociones, pensar y con-ceptualizar, despegarnos de la realidad sin negarla, neutralizary fugar con humor, contar y compartir. Debe haber más cosas,pero con éstas ya es bastante. Recomiendo como práctica ha-bitual a quienes trabajan en salud mental escribir sus experien-cias, en especial las más complicadas y problemáticas, las quemás angustian, las que nos dejan sabor amargo y la sensación

de que salieron y/o estuvimos mal. Escribamos sobreeso. Por supuesto que no es necesario hacer una obrade teatro, puede ser un trabajo teórico, o simplemente–que no es nunca simplemente– la comunicación deuna experiencia. Será de gran utilidad para nosotros ynuestro grupo y para otros que la lean. Será siempremás útil de lo que nos imaginamos de antemano. Ade-más de hacernos pensar, el escribir nos protege de que-dar pegados a la experiencia, sin entender su signifi-cado, ni poder descubrirle nuevas aristas y sentidos.El escribir posibilita transmitir la experiencia a otros,y eso también es parte de nuestro trabajo.

“Escribía casisin trabajo, sindetenerme apensar, bastantecercano a la es-critura automá-tica de los su-rrealistas. Encriollo, tipo vó-mito”.

“Yo me curé a mimodo de esos‘encuentros cer-canos del tercertipo’ escribiendoy haciendo teatro,que es la mejormanera que en-contré para haceralgo con lo trau-mático, con eldolor, con el odio,con la incerti-dumbre”.

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Daniel Kesner: Médico (UBA). Especialista en Psicología Médica (UBA). Espe-cialista en terapias grupales (Egresado de la Asociación Argentina de Psicología yPsicoterapia de Grupo, AAPPG). Presidente Honorario del capítulo Salud Mental,Derechos Humanos y Emergencias Sociales de la Asociación de Psiquiatras Ar-gentinos, APSA. Miembro del Comité Ejecutivo del Equipo Argentino de Trabajoe Investigación Psicosocial, EATIP. Ex miembro del Equipo de Asistencia Psico-lógica de Madres de Plaza de Mayo (1983-1990). Ex miembro del Consejo Con-sultivo de la Cátedra Libre de Salud y Derechos Humanos de la Facultad de Me-dicina (UBA)

Coautor de los libros: -La impunidad, una perspectiva psicosocial y clínica. Ed. Sudamericana-Planeta. -Efectos psicológicos y psicosociales del terrorismo de Estado y la impunidad. Dela dictadura a la actualidad. Ed. Madres de Plaza de Mayo. -Paisajes del dolor, senderos de esperanza. Experiencias de asistencia en salud men-tal y derechos humanos en el Cono Sur. Ed. Polemos.-Sur, dictadura y después... Ed. Librería Paidós.Numerosas publicaciones en revistas y libros internacionales.

Autor y/o director de las siguientes obras:Preguntá antes de abrir. / IKA, Industrias Kaiser Argentina. / Abrochar mariposas(Tres historias turbias). / Vacaciones. Un choque de barcos (editada en Edicionesen Danza). / Babel, Boedo, Babilonia. / La llanura ¿para qué querés escorpiones?/ El Almirante. / Mi vida con Perón. / Pecados de juventud o Cómo envolver untriciclo. / Las flores desde abajo / ¿Qué es lo peor?

[Los talleres]66

Daniel Kesner: Médico (UBA). Especialista en Psicología Médica (UBA). Espe-cialista en terapias grupales (Egresado de la Asociación Argentina de Psicología yPsicoterapia de Grupo, AAPPG). Presidente Honorario del capítulo Salud Mental,Derechos Humanos y Emergencias Sociales de la Asociación de Psiquiatras Ar-gentinos, APSA. Miembro del Comité Ejecutivo del Equipo Argentino de Trabajoe Investigación Psicosocial, EATIP. Ex miembro del Equipo de Asistencia Psico-lógica de Madres de Plaza de Mayo (1983-1990). Ex miembro del Consejo Con-sultivo de la Cátedra Libre de Salud y Derechos Humanos de la Facultad de Me-dicina (UBA)

Coautor de los libros: -La impunidad, una perspectiva psicosocial y clínica. Ed. Sudamericana-Planeta. -Efectos psicológicos y psicosociales del terrorismo de Estado y la impunidad. Dela dictadura a la actualidad. Ed. Madres de Plaza de Mayo. -Paisajes del dolor, senderos de esperanza. Experiencias de asistencia en salud men-tal y derechos humanos en el Cono Sur. Ed. Polemos.-Sur, dictadura y después... Ed. Librería Paidós.Numerosas publicaciones en revistas y libros internacionales.

Autor y/o director de las siguientes obras:Preguntá antes de abrir. / IKA, Industrias Kaiser Argentina. / Abrochar mariposas(Tres historias turbias). / Vacaciones. Un choque de barcos (editada en Edicionesen Danza). / Babel, Boedo, Babilonia. / La llanura ¿para qué querés escorpiones?/ El Almirante. / Mi vida con Perón. / Pecados de juventud o Cómo envolver untriciclo. / Las flores desde abajo / ¿Qué es lo peor?

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[[“Se hace camino al andar”.Una experiencia de cuidado]]A principios del año pasado, se acercaron a nosotros compa-

ñeras de la Red de Psicología Comunitaria y Pedagogía Socialde Educación, de Fiorito (Lomas de Zamora, provincia deBuenos Aires) para solicitarnos que realicemos el taller Cuidaral que Cuida en su zona de trabajo, ya que consideraban quenosotros les podíamos aportar conocimientos para pensar sutrabajo de una manera más saludable.

A los que organizamos los talleres del Cuidar, esta invita-ción, en primer lugar, nos generó orgullo por el reconocimientoa la tarea que venimos realizando, pero a la vez nos pregunta-mos si un esquema de taller, como el que realizamos en la bi-blioteca Alberdi, le sería de utilidad a un grupo de trabajo te-rritorial centrado en instituciones educativas, ya que nuestraimpronta está diseñada para facilitar el intercambio entre dis-tintas disciplinas, distintas instituciones, distintos territorios, dis-tintos saberes, etc.

Hasta el momento, no pudimos darnos una respuesta comoequipo, pero dejamos de discutir cuando uno de los que organi-zan el “Cuidar”, Juan Fontana, director del Centro de Forma-ción en Psicología Social, levantó la mano y dijo: “Yo me hago

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[[“Se hace camino al andar”.Una experiencia de cuidado]]A principios del año pasado, se acercaron a nosotros compa-

ñeras de la Red de Psicología Comunitaria y Pedagogía Socialde Educación, de Fiorito (Lomas de Zamora, provincia deBuenos Aires) para solicitarnos que realicemos el taller Cuidaral que Cuida en su zona de trabajo, ya que consideraban quenosotros les podíamos aportar conocimientos para pensar sutrabajo de una manera más saludable.

A los que organizamos los talleres del Cuidar, esta invita-ción, en primer lugar, nos generó orgullo por el reconocimientoa la tarea que venimos realizando, pero a la vez nos pregunta-mos si un esquema de taller, como el que realizamos en la bi-blioteca Alberdi, le sería de utilidad a un grupo de trabajo te-rritorial centrado en instituciones educativas, ya que nuestraimpronta está diseñada para facilitar el intercambio entre dis-tintas disciplinas, distintas instituciones, distintos territorios, dis-tintos saberes, etc.

Hasta el momento, no pudimos darnos una respuesta comoequipo, pero dejamos de discutir cuando uno de los que organi-zan el “Cuidar”, Juan Fontana, director del Centro de Forma-ción en Psicología Social, levantó la mano y dijo: “Yo me hago

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[Los talleres]68

cargo”, y fue así como propuso realizar desde su instituciónuna supervisión a este grupo de trabajadoras que les estabanponiendo el cuerpo a situaciones muy crudas de vulnerabilidadsocial.

Juan, en diálogo con las coordinadoras de la Red, les acercóla idea de realizar encuentros en su Centro de Formación, quetiene sede en la Sala Cestoni, a pocas cuadras de la estación deBanfield, pero les propuso ampliar los encuentros, es decir: pararealizar un trabajo planificado de tres intervenciones, para emi-tir un diagnóstico del equipo y un encuentro más para realizaruna devolución, con un pronóstico.

O sea que Juan les cambió las coordenadas de tiempo y es-pacio que las compañeras de la Red solicitaron.

“La chicas de Fiorito”, ya acostumbradas a lidiar con lo in-esperado, aceptaron el desafío y (previas gestiones institucio-nales) comenzaron a reunirse viernes por medio durante losmeses de septiembre, octubre y noviembre, donde no faltó elmate ni las galletitas acompañando angustias, esperanzas, do-lores y alegrías que trae aparejado pensar sobre el trabajo, re-lacionándolo con los deseos personales y profesionales de cadauna.

A continuación compartimos dos textos que nos invitan aacercarnos a la primera parte de esta experiencia.

El primero está escrito por Juan, quien nos comenta la téc-nica que utilizó; y el segundo texto lo escribió Edita, una de lasdos coordinadoras de la Red, y refleja el sentimiento que les pro-dujeron estos encuentros.

Nos comprometemos a comentar, en el próximo número deestos cuadernos, la segunda parte de esta experiencia que co-mienza en mayo de este año 2015.

Para los que organizamos los talleres del “Cuidar”, conside-ramos importante crear nuevas experiencias de cuidado, comotambién dejar registro para enriquecer el intercambio; en estesentido, si la lectura de estos textos les producen nuevas pregun-tas, pueden hacerlas vía e-mail a Edita o a Juan, ya que, comodijo el poeta, “Caminante no hay camino, se hace camino alandar”.

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cargo”, y fue así como propuso realizar desde su instituciónuna supervisión a este grupo de trabajadoras que les estabanponiendo el cuerpo a situaciones muy crudas de vulnerabilidadsocial.

Juan, en diálogo con las coordinadoras de la Red, les acercóla idea de realizar encuentros en su Centro de Formación, quetiene sede en la Sala Cestoni, a pocas cuadras de la estación deBanfield, pero les propuso ampliar los encuentros, es decir: pararealizar un trabajo planificado de tres intervenciones, para emi-tir un diagnóstico del equipo y un encuentro más para realizaruna devolución, con un pronóstico.

O sea que Juan les cambió las coordenadas de tiempo y es-pacio que las compañeras de la Red solicitaron.

“La chicas de Fiorito”, ya acostumbradas a lidiar con lo in-esperado, aceptaron el desafío y (previas gestiones institucio-nales) comenzaron a reunirse viernes por medio durante losmeses de septiembre, octubre y noviembre, donde no faltó elmate ni las galletitas acompañando angustias, esperanzas, do-lores y alegrías que trae aparejado pensar sobre el trabajo, re-lacionándolo con los deseos personales y profesionales de cadauna.

A continuación compartimos dos textos que nos invitan aacercarnos a la primera parte de esta experiencia.

El primero está escrito por Juan, quien nos comenta la téc-nica que utilizó; y el segundo texto lo escribió Edita, una de lasdos coordinadoras de la Red, y refleja el sentimiento que les pro-dujeron estos encuentros.

Nos comprometemos a comentar, en el próximo número deestos cuadernos, la segunda parte de esta experiencia que co-mienza en mayo de este año 2015.

Para los que organizamos los talleres del “Cuidar”, conside-ramos importante crear nuevas experiencias de cuidado, comotambién dejar registro para enriquecer el intercambio; en estesentido, si la lectura de estos textos les producen nuevas pregun-tas, pueden hacerlas vía e-mail a Edita o a Juan, ya que, comodijo el poeta, “Caminante no hay camino, se hace camino alandar”.

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[[Supervisión en la RED Nº 10 de Lomas de Zamora - Año 2014]]

Por Juan Carlos [email protected]

La palabra supervisión deriva de super: sobre y de visum,supino de videre, ver; implica, por lo tanto, ver sobre, revisar,vigilar desde arriba, “mirar desde lo alto”, lo cual induce la ideade una visión global, de superioridad; esta posición es distantede la concepción que entendemos los psicólogos sociales; la en-tendemos como una instancia de aprendizaje propuesta porEnrique Pichon Rivière, quien lo define como “apropiacióninstrumental de la realidad, para modificarla”, y toma al sujetocomo productor y también como producido en relaciones quelo determinan.

La supervisión surge porque es habitual que los profesio-nales que trabajan con personas, y más aún en situación vul-nerable, se encuentren en su actividad profesional con la nece-sidad de compartir sus experiencias, aclarar dudas, confirmarsus planteamientos en el abordaje de un determinado caso,analizar situaciones concretas que han surgido durante la in-

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[[Supervisión en la RED Nº 10 de Lomas de Zamora - Año 2014]]

Por Juan Carlos [email protected]

La palabra supervisión deriva de super: sobre y de visum,supino de videre, ver; implica, por lo tanto, ver sobre, revisar,vigilar desde arriba, “mirar desde lo alto”, lo cual induce la ideade una visión global, de superioridad; esta posición es distantede la concepción que entendemos los psicólogos sociales; la en-tendemos como una instancia de aprendizaje propuesta porEnrique Pichon Rivière, quien lo define como “apropiacióninstrumental de la realidad, para modificarla”, y toma al sujetocomo productor y también como producido en relaciones quelo determinan.

La supervisión surge porque es habitual que los profesio-nales que trabajan con personas, y más aún en situación vul-nerable, se encuentren en su actividad profesional con la nece-sidad de compartir sus experiencias, aclarar dudas, confirmarsus planteamientos en el abordaje de un determinado caso,analizar situaciones concretas que han surgido durante la in-

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tervención, o conocer los avances en el abordaje de los distin-tos problemas.

MARCO TEÓRICO

Realizamos nuestra lectura del material recogido en uncampo específico con un Esquema Conceptual Operativo Re-ferencial, desde una manera de pensar el acontecer de una tramavincular humana determinada, entendiendo que esta trama estáen una permanente interrelación dialéctica, mu-tuamente transformante entre el sujeto y elmedio. Es en esa dialéctica donde las personasaprenden a satisfacer necesidades y van a resol-ver las distintas problemáticas o conflictos queles permitan potencializar sus recursos y llevaradelante sus proyectos.

Nos insertamos en el campo de la acciónno desde una planificación previa, sino par-tiendo de un existente que se va nutriendo desituaciones emergentes, con personas protago-nistas de su acontecer, que puedan encontrarla forma de reflexionar, pensar, confrontar,desarrollar conocimientos, ya que creemos que es una manerade que aparezcan todos los elementos en juego de una estruc-tura. No es la idea llevar soluciones, sino crear una estructurade diálogo, de intercambio, que permita una mirada crítica dela realidad y de las situaciones cotidianas, que se hacen invi-

“Nos insertamosen el cam po dela acción no

desde una plani-ficación previa,

sino partiendo deun existente quese va nutriendode situacionesemergentes”.

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tervención, o conocer los avances en el abordaje de los distin-tos problemas.

MARCO TEÓRICO

Realizamos nuestra lectura del material recogido en uncampo específico con un Esquema Conceptual Operativo Re-ferencial, desde una manera de pensar el acontecer de una tramavincular humana determinada, entendiendo que esta trama estáen una permanente interrelación dialéctica, mu-tuamente transformante entre el sujeto y elmedio. Es en esa dialéctica donde las personasaprenden a satisfacer necesidades y van a resol-ver las distintas problemáticas o conflictos queles permitan potencializar sus recursos y llevaradelante sus proyectos.

Nos insertamos en el campo de la acciónno desde una planificación previa, sino par-tiendo de un existente que se va nutriendo desituaciones emergentes, con personas protago-nistas de su acontecer, que puedan encontrarla forma de reflexionar, pensar, confrontar,desarrollar conocimientos, ya que creemos que es una manerade que aparezcan todos los elementos en juego de una estruc-tura. No es la idea llevar soluciones, sino crear una estructurade diálogo, de intercambio, que permita una mirada crítica dela realidad y de las situaciones cotidianas, que se hacen invi-

“Nos insertamosen el cam po dela acción no

desde una plani-ficación previa,

sino partiendo deun existente quese va nutriendode situacionesemergentes”.

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sibles por la fuerza de las costumbres, produciendo estrés, dis-placer, desarmonía.

Nuestro objetivo es abrir canales de comunicación que per-mitan la aparición del conflicto, rieles por los cuales se posibi-lite la emergencia de los obstáculos, las situaciones dilemáticasy la posibilidad de superarlos.

Desde nuestra mirada como psicólogos sociales, sabemosque toda situación de cambio produce ansiedades, a veces per-

secutoria, miedos, malos entendidos, fantas-mas que circulan, a veces sospechas mutuas,prejuicios, desconfianza, inseguridad, y es apartir de abrir estos canales de comunicaciónque se hace posible que estas significacionescirculen y puedan transformarse, superarse,dando lugar a que aparezcan nuevas formas.

En toda situación de cambio, en cualquierámbito, existe un sistema representacionaldel pasado, de la historia, y aparecen hechosde la nueva situación que pueden fracturar laposibilidad de comprensión simbólica que setenía hasta ese momento, apareciendo las di-ficultades de dar una nueva significación, deotorgar un nuevo sentido. Cuando estas si-tuaciones no se resuelven, pueden quedar es-tereotipadas propiciando de este modo quese instale el síntoma. Hay una misma manera

de intentar comprender las situaciones de conflicto que se vancreando a través de los diferentes cambios que se van produ-ciendo y que necesitan ser miradas desde otro lugar, con el finde encontrar caminos de salida hacia la transformación, la co-herencia y la salud de las personas que conforman cualquiergrupo que se encuentra en un proceso de cambio.

Nuestro aporte es realizar una lectura en un contexto deter-minado, escuchando los relatos de todos los actores involucra-dos en dicho contexto, con el objetivo de descifrar el acontecerde una trama vincular específica, creando una situación que po-sibilite facilitar la comunicación en un encuentro comprome-tido que permita plantearse las problemáticas, las diferentessignificaciones que pueden poner en juego las distintas manerasde pensar, de sentir, de hacer, apropiarse de sus necesidades, desus intereses, de todo aquello que los conmueva, nuevas mane-

“Nuestro aportees realizar unalectura en un con-texto determi-nado, escuchandolos relatos de to -dos los actores in-volucrados endicho contexto,con el objetivo dedescifrar el acon-tecer de unatrama vincular es-pecífica”.

[Cuidar al que Cuida] 71

sibles por la fuerza de las costumbres, produciendo estrés, dis-placer, desarmonía.

Nuestro objetivo es abrir canales de comunicación que per-mitan la aparición del conflicto, rieles por los cuales se posibi-lite la emergencia de los obstáculos, las situaciones dilemáticasy la posibilidad de superarlos.

Desde nuestra mirada como psicólogos sociales, sabemosque toda situación de cambio produce ansiedades, a veces per-

secutoria, miedos, malos entendidos, fantas-mas que circulan, a veces sospechas mutuas,prejuicios, desconfianza, inseguridad, y es apartir de abrir estos canales de comunicaciónque se hace posible que estas significacionescirculen y puedan transformarse, superarse,dando lugar a que aparezcan nuevas formas.

En toda situación de cambio, en cualquierámbito, existe un sistema representacionaldel pasado, de la historia, y aparecen hechosde la nueva situación que pueden fracturar laposibilidad de comprensión simbólica que setenía hasta ese momento, apareciendo las di-ficultades de dar una nueva significación, deotorgar un nuevo sentido. Cuando estas si-tuaciones no se resuelven, pueden quedar es-tereotipadas propiciando de este modo quese instale el síntoma. Hay una misma manera

de intentar comprender las situaciones de conflicto que se vancreando a través de los diferentes cambios que se van produ-ciendo y que necesitan ser miradas desde otro lugar, con el finde encontrar caminos de salida hacia la transformación, la co-herencia y la salud de las personas que conforman cualquiergrupo que se encuentra en un proceso de cambio.

Nuestro aporte es realizar una lectura en un contexto deter-minado, escuchando los relatos de todos los actores involucra-dos en dicho contexto, con el objetivo de descifrar el acontecerde una trama vincular específica, creando una situación que po-sibilite facilitar la comunicación en un encuentro comprome-tido que permita plantearse las problemáticas, las diferentessignificaciones que pueden poner en juego las distintas manerasde pensar, de sentir, de hacer, apropiarse de sus necesidades, desus intereses, de todo aquello que los conmueva, nuevas mane-

“Nuestro aportees realizar unalectura en un con-texto determi-nado, escuchandolos relatos de to -dos los actores in-volucrados endicho contexto,con el objetivo dedescifrar el acon-tecer de unatrama vincular es-pecífica”.

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ras de mirar, de buscar juntos soluciones con su estilo, con suideología, a su manera, con el fin de potencializar al máximo losrecursos del contexto que los contiene.

Buscamos la mayor coherencia entre el pensar, el sentir y elhacer.

Algunos puntos aclaratorios:

Desde el marco de la Psicología Social, teniendo en cuentaque la supervisión es un proceso teórico-metodológico-práctico,proponemos revalorizar la supervisión en tanto proceso deaprendizaje y de contención de la difícil y angustiante realidadsocial en la cual les toca intervenir profesionalmente.

La supervisión, como un proceso teórico metodológico conobjetivos de aprendizaje y reflexión en el desempeño profesio-nal, proceso en el que intervienen conocimientos teóricos y ex-periencia profesional, habilidades intelectuales y cuestionesemocionales.

Entendiendo a la supervisión como un espacio de proble-matización y reflexión crítica, tanto intelectual como afectiva,entre los integrantes del binomio (supervisor/supervisados).

Esta tarea estará orientada a mantener el encuadre, removerobstáculos que se interponen y encauzar al grupo hacia el logrode sus objetivos.

La supervisión apuntará a detec-tar situaciones de conflicto o estere-otipo, esclarecer conceptos y vincu-lar experiencias personales con latemática abordada, propiciando laproducción de conocimientos queayuden a conceptualizar sobre la re-alidad abordada.

[Los talleres]72

ras de mirar, de buscar juntos soluciones con su estilo, con suideología, a su manera, con el fin de potencializar al máximo losrecursos del contexto que los contiene.

Buscamos la mayor coherencia entre el pensar, el sentir y elhacer.

Algunos puntos aclaratorios:

Desde el marco de la Psicología Social, teniendo en cuentaque la supervisión es un proceso teórico-metodológico-práctico,proponemos revalorizar la supervisión en tanto proceso deaprendizaje y de contención de la difícil y angustiante realidadsocial en la cual les toca intervenir profesionalmente.

La supervisión, como un proceso teórico metodológico conobjetivos de aprendizaje y reflexión en el desempeño profesio-nal, proceso en el que intervienen conocimientos teóricos y ex-periencia profesional, habilidades intelectuales y cuestionesemocionales.

Entendiendo a la supervisión como un espacio de proble-matización y reflexión crítica, tanto intelectual como afectiva,entre los integrantes del binomio (supervisor/supervisados).

Esta tarea estará orientada a mantener el encuadre, removerobstáculos que se interponen y encauzar al grupo hacia el logrode sus objetivos.

La supervisión apuntará a detec-tar situaciones de conflicto o estere-otipo, esclarecer conceptos y vincu-lar experiencias personales con latemática abordada, propiciando laproducción de conocimientos queayuden a conceptualizar sobre la re-alidad abordada.

[Los talleres]72

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[[“Solar de libertad”]]Por María Edita Martínez Ovelar

[email protected]

Rostros distendidos, clima afectivo, de paz, una sensaciónde alivio y de que no se termine la mañana…, “que el tiempo sedetenga ahora, porque acá estamos a salvo”… Afuera, el sol ca-prichoso del verano que viene empieza a hacerse sentir; adentroresplandece una luz natural, una luz que sella el rostro y losojitos incandescentes de cada una y de quienes hemos transi-tado a lo largo de estos encuentros la maravillosa experiencia deconstruir en red un entramado de recursos humanos fortaleci-dos, convencidos de que nada se puede en soledad y que enequipo no sólo hemos levantado los cimientos del “Solar deLibertad”, sino que logramos construir una mirada alentadorafrente a la complejidad que nos convocan los espacios de in-tervención.

A veces, sin haberlo previsto, ocurre lo inesperado, nossorprende y nos deja casi sin aliento, hasta volver a recupe-rar lentamente el sentido de la realidad… Fue tal vez la sen-sación encontrada de quienes formamos parte de los equi-pos de Orientación Escolar de la Red Zonal Nº 10, queincluye a la EP Nº 67, 85, 44, Instituto San Martin, EET Nº8 y Jardín Nº 926 de Villa Fiorito, instituciones asentadas

[Cuidar al que Cuida] 73

[[“Solar de libertad”]]Por María Edita Martínez Ovelar

[email protected]

Rostros distendidos, clima afectivo, de paz, una sensaciónde alivio y de que no se termine la mañana…, “que el tiempo sedetenga ahora, porque acá estamos a salvo”… Afuera, el sol ca-prichoso del verano que viene empieza a hacerse sentir; adentroresplandece una luz natural, una luz que sella el rostro y losojitos incandescentes de cada una y de quienes hemos transi-tado a lo largo de estos encuentros la maravillosa experiencia deconstruir en red un entramado de recursos humanos fortaleci-dos, convencidos de que nada se puede en soledad y que enequipo no sólo hemos levantado los cimientos del “Solar deLibertad”, sino que logramos construir una mirada alentadorafrente a la complejidad que nos convocan los espacios de in-tervención.

A veces, sin haberlo previsto, ocurre lo inesperado, nossorprende y nos deja casi sin aliento, hasta volver a recupe-rar lentamente el sentido de la realidad… Fue tal vez la sen-sación encontrada de quienes formamos parte de los equi-pos de Orientación Escolar de la Red Zonal Nº 10, queincluye a la EP Nº 67, 85, 44, Instituto San Martin, EET Nº8 y Jardín Nº 926 de Villa Fiorito, instituciones asentadas

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en un radio de cercanía y con identidades y realidades socia-les similares.

Fue tal vez el desconcierto, el desgaste y la incertidumbrefrente a hechos complejos que se reiteraban lo que nos motivóa generar un espacio distinto, corrernos de la queja, del enojoy construir posibles caminos de trabajo.

La búsqueda nos condujo a recurrir a otras redes: un primeracercamiento a Alberto (con quien habíamos compartido desdehace tiempo espacios de enriquecimiento orientado a la tarea delos equipos que trabajan con el padecimiento ajeno): no dudóun segundo y se sumó en la incansable misión de seguir te-jiendo una red humana. Luego, golpeamos otra puerta que seabrió desinteresadamente de par en par, ahora era Juan quientambién sujetaba ese entramado. Juan, muy hábil en primerosauxilios sociales, casi no nos dio tiempo y nos despertó de unsacudón, invitándonos a transitar una experiencia de trabajototalmente distinta a la que intentábamos proponer.

Transmitir la propuesta a nuestros pares, escribir el pro-

yecto, plantearlo a nuestra supervisión, a los equipos de con-ducción de nuestras instituciones que no siempre ven con bue-nos ojos nuestra salida de las escuelas debido a que nos quierensiempre cerca, no sabemos de qué o de quién…, en fin, muchatarea en un período muy corto.

Pero a veces la necesidad colectiva de ser escuchadas, cuida-das, acompañadas nos lleva a sortear todo obstáculo… Primero

“Pero a vecesla necesidadcolectiva deser escucha-das, cuida-

das, acompa-ñadas noslleva a sor-tear todo

obstáculo”.

[Los talleres]74

en un radio de cercanía y con identidades y realidades socia-les similares.

Fue tal vez el desconcierto, el desgaste y la incertidumbrefrente a hechos complejos que se reiteraban lo que nos motivóa generar un espacio distinto, corrernos de la queja, del enojoy construir posibles caminos de trabajo.

La búsqueda nos condujo a recurrir a otras redes: un primeracercamiento a Alberto (con quien habíamos compartido desdehace tiempo espacios de enriquecimiento orientado a la tarea delos equipos que trabajan con el padecimiento ajeno): no dudóun segundo y se sumó en la incansable misión de seguir te-jiendo una red humana. Luego, golpeamos otra puerta que seabrió desinteresadamente de par en par, ahora era Juan quientambién sujetaba ese entramado. Juan, muy hábil en primerosauxilios sociales, casi no nos dio tiempo y nos despertó de unsacudón, invitándonos a transitar una experiencia de trabajototalmente distinta a la que intentábamos proponer.

Transmitir la propuesta a nuestros pares, escribir el pro-

yecto, plantearlo a nuestra supervisión, a los equipos de con-ducción de nuestras instituciones que no siempre ven con bue-nos ojos nuestra salida de las escuelas debido a que nos quierensiempre cerca, no sabemos de qué o de quién…, en fin, muchatarea en un período muy corto.

Pero a veces la necesidad colectiva de ser escuchadas, cuida-das, acompañadas nos lleva a sortear todo obstáculo… Primero

“Pero a vecesla necesidadcolectiva deser escucha-das, cuida-

das, acompa-ñadas noslleva a sor-tear todo

obstáculo”.

[Los talleres]74

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fue la elaboración del proyecto: un espacio de reflexión, de aná-lisis, de autoevaluación continua, en compromiso con unomismo y con el otro; luego los tres encuentros de trabajo conuna frecuencia quincenal, una última reunión de evaluación ydevolución del diagnóstico y pronóstico de la Red por partede la coordinación.

Cada encuentro tenía un propósito, conacciones concretas y acordes con el obje-tivo. El primer encuentro fue el inicio, “lagénesis”, de algo que ya empezaba a des-pertar la curiosidad de todas; y sentadas encírculo, caminando por el espacio, encon-trando nuestras miradas, en un abrazo,compartiendo un mate, elaborando y cons-truyendo en conjunto nuestro lugar en elmundo… Un segundo encuentro, en unclima de mayor confianza, en un compro-miso más profundo, respetando puntual-mente el inicio y sin preocuparnos tantopor salir a las corridas a cumplir otras res-ponsabilidades; pudimos expresar las forta-lezas, las debilidades personales y hasta enel tercer encuentro logramos viajar al pa-sado compartiendo recuerdos muy pro-fundos de la primera infancia, jugando aser por un rato otra vez esa niña de tiempoatrás.

“Convencidos deque nada sepuede en sole-dad y que enequipo no sólohemos levan-tado los cimien-tos del ‘Solar deLibertad’, sinoque logramosconstruir unamirada alenta-dora frente a lacomplejidad quenos convocanlos espacios deintervención”.

[Cuidar al que Cuida] 75

fue la elaboración del proyecto: un espacio de reflexión, de aná-lisis, de autoevaluación continua, en compromiso con unomismo y con el otro; luego los tres encuentros de trabajo conuna frecuencia quincenal, una última reunión de evaluación ydevolución del diagnóstico y pronóstico de la Red por partede la coordinación.

Cada encuentro tenía un propósito, conacciones concretas y acordes con el obje-tivo. El primer encuentro fue el inicio, “lagénesis”, de algo que ya empezaba a des-pertar la curiosidad de todas; y sentadas encírculo, caminando por el espacio, encon-trando nuestras miradas, en un abrazo,compartiendo un mate, elaborando y cons-truyendo en conjunto nuestro lugar en elmundo… Un segundo encuentro, en unclima de mayor confianza, en un compro-miso más profundo, respetando puntual-mente el inicio y sin preocuparnos tantopor salir a las corridas a cumplir otras res-ponsabilidades; pudimos expresar las forta-lezas, las debilidades personales y hasta enel tercer encuentro logramos viajar al pa-sado compartiendo recuerdos muy pro-fundos de la primera infancia, jugando aser por un rato otra vez esa niña de tiempoatrás.

“Convencidos deque nada sepuede en sole-dad y que enequipo no sólohemos levan-tado los cimien-tos del ‘Solar deLibertad’, sinoque logramosconstruir unamirada alenta-dora frente a lacomplejidad quenos convocanlos espacios deintervención”.

[Cuidar al que Cuida] 75

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En cada taller desbordaban palabras teñi-das de emotividad, recuerdos olvidados y unsinfín de experiencias recuperadas por la sen-cilla razón de habernos permitido poner enpalabras, en actos, aquello que a veces estáoculto porque justamente la complejidad delo cotidiano nos sumerge en una dimensiónincierta.

Tres talleres que forjaron un entramadosólido, logrado a lo largo de los encuentros,volver a recuperar nuestra espontaneidad, laesperanza y fundamentalmente los recursospersonales que permiten seguir apostando ala construcción colectiva de lo posible, po-niendo en juego la empatía y las fortalezas delas que disponemos, frente a quienes requie-ren de nuestro acompañamiento.

Nos queda aún un gran desafío por delante: retomar y re-cuperar estas experiencias y dar cuenta de una red que no so-lamente incluya a quienes hemos tenido la satisfacción de tran-sitar esta experiencia, sino sumar redes, muchas otras, a fin decontinuar haciendo camino allí donde necesitemos seguir an-dando al lado de muchos otros…

¡Eternamente gracias!

“A veces,sin haberlo

previsto, ocu-rre lo inespe-rado, nos sor-prende y nosdeja casi sinaliento, hastavolver a recu-perar lenta-

mente el sen-tido de la

realidad…“.

[Los talleres]76

En cada taller desbordaban palabras teñi-das de emotividad, recuerdos olvidados y unsinfín de experiencias recuperadas por la sen-cilla razón de habernos permitido poner enpalabras, en actos, aquello que a veces estáoculto porque justamente la complejidad delo cotidiano nos sumerge en una dimensiónincierta.

Tres talleres que forjaron un entramadosólido, logrado a lo largo de los encuentros,volver a recuperar nuestra espontaneidad, laesperanza y fundamentalmente los recursospersonales que permiten seguir apostando ala construcción colectiva de lo posible, po-niendo en juego la empatía y las fortalezas delas que disponemos, frente a quienes requie-ren de nuestro acompañamiento.

Nos queda aún un gran desafío por delante: retomar y re-cuperar estas experiencias y dar cuenta de una red que no so-lamente incluya a quienes hemos tenido la satisfacción de tran-sitar esta experiencia, sino sumar redes, muchas otras, a fin decontinuar haciendo camino allí donde necesitemos seguir an-dando al lado de muchos otros…

¡Eternamente gracias!

“A veces,sin haberlo

previsto, ocu-rre lo inespe-rado, nos sor-prende y nosdeja casi sinaliento, hastavolver a recu-perar lenta-

mente el sen-tido de la

realidad…“.

[Los talleres]76

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[[Dos manos que vuelan]]Por Alberto Gallini

[email protected]

Estos cuadernos, al igual que los talleres del Cuidar al queCuida, son posibles gracias a la sumatoria desinteresada de mu-chas manos que nos acompañan, desde compartir sus conoci-mientos, aportando correcciones a los textos hasta acercandofotos para ilustrar las notas, y mucho más que hace a la “co-cina” de un libro.

El pasado 13 de abril se nos fueron un par de esas valiosasmanos; fueron las manos que diseñaron e imprimieron los dosprimeros números de los cuadernos del Cuidar al que Cuida.

Se trata de Juan Viera, criado en un conventillo en Pom-peya, cantor aficionado de tango, degustador de buenos vinos,que vivió consecuente a sus ideales socialistas.

Gráfico de toda la vida, que aprendió el oficio como obrerocuando era adolescente y creció en el gremio hasta tener supropio taller.

“El taller” no era sólo el lugar donde Juan y su ayudante,Fernando, conseguían el sustento para mantener a sus familias;también era un lugar donde siempre había un mate circulando.Allí he conocido a poetas que pedían consejos para concretarsu primera publicación, como también a escritores que hacíanla tapa de su libro premiado. Me divertí con jóvenes desaliña-dos que buscaban imágenes para su primer demo; charlé conmaestras que, en su lucha contra el analfabetismo, querían di-fundir el método de enseñanza que habían inventado en su es-cuela; me asombraron ancianos anarquistas convencidos de quesus nuevas proclamas iban a incendiar el mundo de una vez portodas; “miré” a hermosas secretarias de ministros que necesi-taban “urgente” prolijas memorias y balances; conversé con di-rectores teatrales a quienes lo que recaudaban de la venta deentradas apenas les alcanzaba para pagar la impresión de la fo-lletería que Juan les diseñaba.

En la cartera de clientes de su taller “Duotono” figurabanlas principales editoriales argentinas y, con la llegada de internetcomo medio de trabajo, se le sumaron varias que tenían sede enMéxico y en España.

“Qué buenolo que uste-des hacen; siyo me hu-biera sabidocuidar, tal vezeste cáncerno me hu-biera aga-rrado”.

[Cuidar al que Cuida] 77

[[Dos manos que vuelan]]Por Alberto Gallini

[email protected]

Estos cuadernos, al igual que los talleres del Cuidar al queCuida, son posibles gracias a la sumatoria desinteresada de mu-chas manos que nos acompañan, desde compartir sus conoci-mientos, aportando correcciones a los textos hasta acercandofotos para ilustrar las notas, y mucho más que hace a la “co-cina” de un libro.

El pasado 13 de abril se nos fueron un par de esas valiosasmanos; fueron las manos que diseñaron e imprimieron los dosprimeros números de los cuadernos del Cuidar al que Cuida.

Se trata de Juan Viera, criado en un conventillo en Pom-peya, cantor aficionado de tango, degustador de buenos vinos,que vivió consecuente a sus ideales socialistas.

Gráfico de toda la vida, que aprendió el oficio como obrerocuando era adolescente y creció en el gremio hasta tener supropio taller.

“El taller” no era sólo el lugar donde Juan y su ayudante,Fernando, conseguían el sustento para mantener a sus familias;también era un lugar donde siempre había un mate circulando.Allí he conocido a poetas que pedían consejos para concretarsu primera publicación, como también a escritores que hacíanla tapa de su libro premiado. Me divertí con jóvenes desaliña-dos que buscaban imágenes para su primer demo; charlé conmaestras que, en su lucha contra el analfabetismo, querían di-fundir el método de enseñanza que habían inventado en su es-cuela; me asombraron ancianos anarquistas convencidos de quesus nuevas proclamas iban a incendiar el mundo de una vez portodas; “miré” a hermosas secretarias de ministros que necesi-taban “urgente” prolijas memorias y balances; conversé con di-rectores teatrales a quienes lo que recaudaban de la venta deentradas apenas les alcanzaba para pagar la impresión de la fo-lletería que Juan les diseñaba.

En la cartera de clientes de su taller “Duotono” figurabanlas principales editoriales argentinas y, con la llegada de internetcomo medio de trabajo, se le sumaron varias que tenían sede enMéxico y en España.

“Qué buenolo que uste-des hacen; siyo me hu-biera sabidocuidar, tal vezeste cáncerno me hu-biera aga-rrado”.

[Cuidar al que Cuida] 77

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Cuando fui a buscar los primeros libros que nos imprimiópara el Cuidar, le pregunté cuánto le debía, y me despidió di-ciendo: “Hagan la jornada, vendan lo que puedan y despuésvemos”.

Había en Juan algo que a pri-mera vista se presentaba comocontradictorio. Él nunca teníatiempo, siempre andaba apuradopor los trabajos que tenía que en-tregar.

Pero, sin embargo, siempretenía tiempo para invitar a sentarseal lado de su computadora tanto aesa persona que le traía un pro-yecto coherente y rentable como aese otro que hablaba de ideas alo-cadas e inviable económicamente;escuchaba con su capacidad de tra-ducir cualquier proyecto en unproducto gráfico de primer nivel.

Juan nunca tenía tiempo para él, pero siempre tenía tiempopara hacer que el que le acercaba una idea se sintiera escuchado,comprendido, interpretado, mimado, es decir que en el taller deJuan el que entraba estaba cuidado, aunque creo que a él nuncase le pasó por la cabeza que su forma de trabajo tuviera eseefecto.

Un día del último verano lo fui a visitar; estaba casi ciego yapenas caminaba. Le comenté que estábamos preparando eltercer número del Cuidar, y me dijo: “Qué bueno lo que uste-des hacen, si yo me hubiera sabido cuidar tal vez este cáncer nome hubiera agarrado”; tomó aire, esperó que volvieran susfuerzas y después de un rato siguió: “No te preocupes, ahorame van a hacer unos rayos, recupero la vista y hacemos el libro”.

Necesitamos muchos “Juanes” que nos acompañen y noscuiden en nuestros ideales.

Pero también necesitamos que estos “Juanes” aprendan acuidarse.

Amigo Juan, como cantábamos en los 70, en el “glorioso”ENAM de Banfield:

¡¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!

“Hagan lajornada, ven-dan lo quepuedan ydespuésvemos”.

[Los talleres]78

Cuando fui a buscar los primeros libros que nos imprimiópara el Cuidar, le pregunté cuánto le debía, y me despidió di-ciendo: “Hagan la jornada, vendan lo que puedan y despuésvemos”.

Había en Juan algo que a pri-mera vista se presentaba comocontradictorio. Él nunca teníatiempo, siempre andaba apuradopor los trabajos que tenía que en-tregar.

Pero, sin embargo, siempretenía tiempo para invitar a sentarseal lado de su computadora tanto aesa persona que le traía un pro-yecto coherente y rentable como aese otro que hablaba de ideas alo-cadas e inviable económicamente;escuchaba con su capacidad de tra-ducir cualquier proyecto en unproducto gráfico de primer nivel.

Juan nunca tenía tiempo para él, pero siempre tenía tiempopara hacer que el que le acercaba una idea se sintiera escuchado,comprendido, interpretado, mimado, es decir que en el taller deJuan el que entraba estaba cuidado, aunque creo que a él nuncase le pasó por la cabeza que su forma de trabajo tuviera eseefecto.

Un día del último verano lo fui a visitar; estaba casi ciego yapenas caminaba. Le comenté que estábamos preparando eltercer número del Cuidar, y me dijo: “Qué bueno lo que uste-des hacen, si yo me hubiera sabido cuidar tal vez este cáncer nome hubiera agarrado”; tomó aire, esperó que volvieran susfuerzas y después de un rato siguió: “No te preocupes, ahorame van a hacer unos rayos, recupero la vista y hacemos el libro”.

Necesitamos muchos “Juanes” que nos acompañen y noscuiden en nuestros ideales.

Pero también necesitamos que estos “Juanes” aprendan acuidarse.

Amigo Juan, como cantábamos en los 70, en el “glorioso”ENAM de Banfield:

¡¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!

“Hagan lajornada, ven-dan lo quepuedan ydespuésvemos”.

[Los talleres]78

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[[Quiénes somos, qué hacemos,

por qué lo hacemos]]

Como creemos que para muchos de los que están le-yendo esta publicación es su primer acercamiento al pro-yecto “Cuidar al que cuida”, dedicamos estas últimas pá-ginas para comentarles quiénes somos, qué hacemos y porqué lo hacemos.

La publicaciónDesde el año 2013 venimos organizando en la zona

sur del Gran Buenos Aires unos talleres a los que deno-minamos Cuidar al que Cuida. Si bien nos entusiasma-ban los resultados, sentíamos que los que participabanse iban con muchas enseñanzas, pero que nos faltabapoder ofrecerles un soporte, tanto para fortalecer la in-corporación de los nuevos conocimientos como para quetengan la posibilidad de socializar lo aprendido con suscompañeros en las instituciones desde donde actúan. De esta necesidad surgieron, desde el año pasado, los

Cuadernos Cuidar al que Cuida como un complementode las capacitaciones.

Historia del cuidarLos talleres “Cuidar al que Cuida” surgieron sin ima-

ginarlo, impuestos por la dinámica de los encuentros.Anteriormente, organizábamos talleres a los que defi-

nimos como “Primeros auxilios sociales”; la propuesta eragenerar un espacio donde obtener nociones básicas decómo actuar cuando nos encontramos con problemáticasque no son nuestra especialidad.Consultando a los que concurrían acerca de cuáles eran

[Cuidar al que Cuida] 79

[[Quiénes somos, qué hacemos,

por qué lo hacemos]]

Como creemos que para muchos de los que están le-yendo esta publicación es su primer acercamiento al pro-yecto “Cuidar al que cuida”, dedicamos estas últimas pá-ginas para comentarles quiénes somos, qué hacemos y porqué lo hacemos.

La publicaciónDesde el año 2013 venimos organizando en la zona

sur del Gran Buenos Aires unos talleres a los que deno-minamos Cuidar al que Cuida. Si bien nos entusiasma-ban los resultados, sentíamos que los que participabanse iban con muchas enseñanzas, pero que nos faltabapoder ofrecerles un soporte, tanto para fortalecer la in-corporación de los nuevos conocimientos como para quetengan la posibilidad de socializar lo aprendido con suscompañeros en las instituciones desde donde actúan. De esta necesidad surgieron, desde el año pasado, los

Cuadernos Cuidar al que Cuida como un complementode las capacitaciones.

Historia del cuidarLos talleres “Cuidar al que Cuida” surgieron sin ima-

ginarlo, impuestos por la dinámica de los encuentros.Anteriormente, organizábamos talleres a los que defi-

nimos como “Primeros auxilios sociales”; la propuesta eragenerar un espacio donde obtener nociones básicas decómo actuar cuando nos encontramos con problemáticasque no son nuestra especialidad.Consultando a los que concurrían acerca de cuáles eran

[Cuidar al que Cuida] 79

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las temáticas que más les urgía aprender para complemen-tar sus trabajos en comunidad, nos encontramos con lasorpresa de que la mayoría opinaba que para cuidar aotras personas más o menos se las arreglaban, pero que notenían idea de cómo cuidarse ellos y que desconocíandónde aprenderlo. Fue así que empezamos a convocar aprofesionales que nos acercaran herramientas teóricas yprácticas para reflexionar sobre cómo trabajar de maneramás saludable.

Los motivosCada uno de los que integramos este colectivo tiene sus

propias razones personales, ideológicas, institucionales,profesionales y de todo tipo, por lo cual aporta un tiempoa la organización de estos eventos y a la publicación.Pero el motivo que nos es común son las ganas de en-

contrarnos en la búsqueda de granos de arena para mejo-rar nuestra sociedad.

Los organizadoresLos que organizamos los talleres “Cuidar al que

Cuida” pertenecemos a tres instituciones: Grupo Red,Salud Mental, Centro de Formación de Psicología Socialde Banfield y el Centro de Referencia Lomas de Zamora.Como nos gusta que sepan quiénes somos y porque

consideramos que es imprescindible que nos conozcamosquienes intervenimos en actividades comunitarias, dedi-camos las siguientes páginas para comentarles algunas denuestras actividades.Si desean mayor información, tienen nuestros teléfonos

y mails en cada cada nota.

AgradecimientoAgradecemos el aprendizaje que nos viene dejando la

organización de estos talleres, en tanto nos permitió inter-actuar y dialogar con otras disciplinas e instituciones sobresus realidades y sus sentires.

[Los talleres]80

las temáticas que más les urgía aprender para complemen-tar sus trabajos en comunidad, nos encontramos con lasorpresa de que la mayoría opinaba que para cuidar aotras personas más o menos se las arreglaban, pero que notenían idea de cómo cuidarse ellos y que desconocíandónde aprenderlo. Fue así que empezamos a convocar aprofesionales que nos acercaran herramientas teóricas yprácticas para reflexionar sobre cómo trabajar de maneramás saludable.

Los motivosCada uno de los que integramos este colectivo tiene sus

propias razones personales, ideológicas, institucionales,profesionales y de todo tipo, por lo cual aporta un tiempoa la organización de estos eventos y a la publicación.Pero el motivo que nos es común son las ganas de en-

contrarnos en la búsqueda de granos de arena para mejo-rar nuestra sociedad.

Los organizadoresLos que organizamos los talleres “Cuidar al que

Cuida” pertenecemos a tres instituciones: Grupo Red,Salud Mental, Centro de Formación de Psicología Socialde Banfield y el Centro de Referencia Lomas de Zamora.Como nos gusta que sepan quiénes somos y porque

consideramos que es imprescindible que nos conozcamosquienes intervenimos en actividades comunitarias, dedi-camos las siguientes páginas para comentarles algunas denuestras actividades.Si desean mayor información, tienen nuestros teléfonos

y mails en cada cada nota.

AgradecimientoAgradecemos el aprendizaje que nos viene dejando la

organización de estos talleres, en tanto nos permitió inter-actuar y dialogar con otras disciplinas e instituciones sobresus realidades y sus sentires.

[Los talleres]80

Page 82: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

[Cuidar al que Cuida] 81 [Cuidar al que Cuida] 81

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“Nuestroprogramade estudiosestá orien-tado a queel alumno

pueda, pos-teriormentea su egreso,crear y sos-tener orga-nizaciones oasociacio-

nes civiles”.

[Los talleres]82

Por otra parte, nuestras reuniones, que son la cocinadel Cuidar, nos han aportado nutrientes tanto en lo per-sonal como en lo profesional.

[[Centro de Formación en Psicología Social

de Banfield]]Por Juan Fontana

Director del Centro de Formación en Psicología Social de Banfield

[email protected]

La Psicología Social es una disciplina reciente, encuanto a ciencias sociales se refiere.

Así como la Psicología es la ciencia que estudia la con-ducta observable de los individuos y sus procesos men-tales, incluyendo los procesos internos de los individuosy las influencias que se ejercen desde su entorno físico ysocial, y la Sociología es una ciencia social que estudia,describe y analiza los procesos de la vida en la sociedad,la Psicología Social abarca el área de lo que ocurre entrelas personas, estudia la conducta de éstas dentro del con-texto social en el que están desarrollándose. Como eje,toma los temas que tienen que ver con los vínculos, la co-municación, las problemáticas de los grupos, de las insti-tuciones, etc.

La Psicología Social funda su proceso en un pensa-miento del hombre que comprende su configuraciónsubjetiva, producida en una relación dialéctica, demutua transformación, entre el sujeto y su contexto so-cial-vincular, para el logro de una adaptación activa a larealidad.

“Nuestroprogramade estudiosestá orien-tado a queel alumno

pueda, pos-teriormentea su egreso,crear y sos-tener orga-nizaciones oasociacio-

nes civiles”.

[Los talleres]82

Por otra parte, nuestras reuniones, que son la cocinadel Cuidar, nos han aportado nutrientes tanto en lo per-sonal como en lo profesional.

[[Centro de Formación en Psicología Social

de Banfield]]Por Juan Fontana

Director del Centro de Formación en Psicología Social de Banfield

[email protected]

La Psicología Social es una disciplina reciente, encuanto a ciencias sociales se refiere.

Así como la Psicología es la ciencia que estudia la con-ducta observable de los individuos y sus procesos men-tales, incluyendo los procesos internos de los individuosy las influencias que se ejercen desde su entorno físico ysocial, y la Sociología es una ciencia social que estudia,describe y analiza los procesos de la vida en la sociedad,la Psicología Social abarca el área de lo que ocurre entrelas personas, estudia la conducta de éstas dentro del con-texto social en el que están desarrollándose. Como eje,toma los temas que tienen que ver con los vínculos, la co-municación, las problemáticas de los grupos, de las insti-tuciones, etc.

La Psicología Social funda su proceso en un pensa-miento del hombre que comprende su configuraciónsubjetiva, producida en una relación dialéctica, demutua transformación, entre el sujeto y su contexto so-cial-vincular, para el logro de una adaptación activa a larealidad.

Page 84: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

A quienes estén interesados en la indagación y com-prensión de la conducta de las personas y sus interrelacio-nes vinculares en distintas instancias de la experiencia dela vida cotidiana.

Nuestro programa de estudios está orientado a que elalumno pueda, posteriormente a su egreso, crear y soste-ner organizaciones o asociaciones civiles orientadas a la

prevención en diversas problemá-ticas sociales, por eso incluimostemáticas que van desde los Dere-chos Humanos hasta la EducaciónPopular.

Optamos por un recorrido nohegemónico, centrado en el des-arrollo humano y una formación

basada en una mirada crítica de la realidad.

MARCO TEÓRICOEnrique Pichón RivièreAlfredo MoffattCarlos Sica

VISIÓNFormar excelentes profesionales desde el punto de

vista de la teoría, la práctica, la metodología, y la técnica,configurando una praxis.

Nuestro Centro de Formación en Psicología Social,nuevo, dinámico, actualizado, flexible, integrador, dife-rente, inclusivo, está orientado a la formación de profe-sionales conscientes del contexto y con un compromisoclaro: ser profesionales críticos de la realidad y agentesde cambio.

MISIÓNSer la mejor opción en el espacio de capacitación, para

todas aquellas personas que desarrollan su tarea en gru-pos e instituciones y que necesitan adquirir conocimien-

“La Psicolo-gía Socialabarca elárea de loque ocurreentre laspersonas,estudia laconducta deéstas dentrodel contextosocial en elque estándesarrollán-dose”.

[Cuidar al que Cuida] 83

A quienes estén interesados en la indagación y com-prensión de la conducta de las personas y sus interrelacio-nes vinculares en distintas instancias de la experiencia dela vida cotidiana.

Nuestro programa de estudios está orientado a que elalumno pueda, posteriormente a su egreso, crear y soste-ner organizaciones o asociaciones civiles orientadas a la

prevención en diversas problemá-ticas sociales, por eso incluimostemáticas que van desde los Dere-chos Humanos hasta la EducaciónPopular.

Optamos por un recorrido nohegemónico, centrado en el des-arrollo humano y una formación

basada en una mirada crítica de la realidad.

MARCO TEÓRICOEnrique Pichón RivièreAlfredo MoffattCarlos Sica

VISIÓNFormar excelentes profesionales desde el punto de

vista de la teoría, la práctica, la metodología, y la técnica,configurando una praxis.

Nuestro Centro de Formación en Psicología Social,nuevo, dinámico, actualizado, flexible, integrador, dife-rente, inclusivo, está orientado a la formación de profe-sionales conscientes del contexto y con un compromisoclaro: ser profesionales críticos de la realidad y agentesde cambio.

MISIÓNSer la mejor opción en el espacio de capacitación, para

todas aquellas personas que desarrollan su tarea en gru-pos e instituciones y que necesitan adquirir conocimien-

“La Psicolo-gía Socialabarca elárea de loque ocurreentre laspersonas,estudia laconducta deéstas dentrodel contextosocial en elque estándesarrollán-dose”.

[Cuidar al que Cuida] 83

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tos, saberes y herramientas para la intervención eficaz endichos ámbitos.

MODALIDADPresencialDuración: 4 añosCursada: una vez por semanaTítulo: psicólogo Social

SEDERincón 143, Banfield

[[Grupo RED en su historia]]Alejandro Irurzun

Director de Grupo Red Salud [email protected]

En el Cuadernillo Nº 1 describíamos quiénes somos,de dónde venimos, cuál es nuestro enfoque y cuáles nues-tras áreas de trabajo.

A continuación, queremos compartir algu-nos aspectos que hacen a nuestra manera detrabajar; puesto que en ello va el sentido deformar parte de este emprendimiento.

En la institución funcionan actualmente ta-lleres de música, trabajo corporal, braille,orientación vocacional, reiki y archivos akás-hicos.

Talleres de constelaciones familiares(en la Biblioteca Alberdi)El Programa Cuidar al que Cuida(en el Instituto Alberdi)

“El mate debajo delsauce es un espacioprivilegiado; es allí

donde nuestros ancestros compartían

sus asuntos sin necesi-tar concurrir a un espa-

cio fuera de su cotidianeidad”.

[Los talleres]84

tos, saberes y herramientas para la intervención eficaz endichos ámbitos.

MODALIDADPresencialDuración: 4 añosCursada: una vez por semanaTítulo: psicólogo Social

SEDERincón 143, Banfield

[[Grupo RED en su historia]]Alejandro Irurzun

Director de Grupo Red Salud [email protected]

En el Cuadernillo Nº 1 describíamos quiénes somos,de dónde venimos, cuál es nuestro enfoque y cuáles nues-tras áreas de trabajo.

A continuación, queremos compartir algu-nos aspectos que hacen a nuestra manera detrabajar; puesto que en ello va el sentido deformar parte de este emprendimiento.

En la institución funcionan actualmente ta-lleres de música, trabajo corporal, braille,orientación vocacional, reiki y archivos akás-hicos.

Talleres de constelaciones familiares(en la Biblioteca Alberdi)El Programa Cuidar al que Cuida(en el Instituto Alberdi)

“El mate debajo delsauce es un espacioprivilegiado; es allí

donde nuestros ancestros compartían

sus asuntos sin necesi-tar concurrir a un espa-

cio fuera de su cotidianeidad”.

[Los talleres]84

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El trabajo grupal con jóvenes en conflicto con la leypenal juvenil (llamado “Tramayo”) y sus familiares, orga-nizado junto al Centro de Referencia de Lomas de Za-mora.

Realizamos una reunión de equipo semanal, en la quese discuten y deciden las estrategias y metodologías detrabajo más adecuadas para lo preventivo y para lo asis-tencial.

El trabajo interdisciplinario requiere de vínculos per-manentes -personales y telefónicos- con compañeros deotras disciplinas (trabajo social, médicos, abogados, do-centes, etc.) dentro y fuera de la institución. Dicho tra-

bajo es el que nos permite encon-trar una “inteligencia común”.Esta mirada interdisciplinaria nosorienta con los ojos más abiertosfrente a la complejidad que lossistemas familiares presentan.

El trabajo con instituciones intermedias como las es-cuelas públicas del partido, la Biblioteca Alberdi, el ClubVillegas, el Hospital Vecinal de Lanús, etc. son esencialesa la hora de pensar la inserción real en nuestra comuni-dad, pues somos parte de ella.

Las personas que participan en las diferentes tareassienten que están en una “casa” común y corriente. Unlugar cotidiano donde pueden compartir una charla conotro semejante en la sala de espera o en la galería -sin ne-cesitar saber si es un paciente, un tallerista, un familiar deotro paciente o un terapeuta. Esta suerte de “mezcla” noes algo inocente. Entendemos estos hechos como estric-tamente humanos generadores de un efecto terapéutico;puesto que se parecen a la vida que vivimos en el barrio,en el trabajo o en la escuela.

El mate debajo del sauce es un espacio privilegiado; esallí donde nuestros ancestros compartían sus asuntos sinnecesitar concurrir a un espacio fuera de su cotidianei-dad.

“Esta miradainterdiscipli-naria nosorienta conlos ojos másabiertosfrente a lacomplejidadque los sis-temas fami-liares pre-sentan”.

[Cuidar al que Cuida] 85

El trabajo grupal con jóvenes en conflicto con la leypenal juvenil (llamado “Tramayo”) y sus familiares, orga-nizado junto al Centro de Referencia de Lomas de Za-mora.

Realizamos una reunión de equipo semanal, en la quese discuten y deciden las estrategias y metodologías detrabajo más adecuadas para lo preventivo y para lo asis-tencial.

El trabajo interdisciplinario requiere de vínculos per-manentes -personales y telefónicos- con compañeros deotras disciplinas (trabajo social, médicos, abogados, do-centes, etc.) dentro y fuera de la institución. Dicho tra-

bajo es el que nos permite encon-trar una “inteligencia común”.Esta mirada interdisciplinaria nosorienta con los ojos más abiertosfrente a la complejidad que lossistemas familiares presentan.

El trabajo con instituciones intermedias como las es-cuelas públicas del partido, la Biblioteca Alberdi, el ClubVillegas, el Hospital Vecinal de Lanús, etc. son esencialesa la hora de pensar la inserción real en nuestra comuni-dad, pues somos parte de ella.

Las personas que participan en las diferentes tareassienten que están en una “casa” común y corriente. Unlugar cotidiano donde pueden compartir una charla conotro semejante en la sala de espera o en la galería -sin ne-cesitar saber si es un paciente, un tallerista, un familiar deotro paciente o un terapeuta. Esta suerte de “mezcla” noes algo inocente. Entendemos estos hechos como estric-tamente humanos generadores de un efecto terapéutico;puesto que se parecen a la vida que vivimos en el barrio,en el trabajo o en la escuela.

El mate debajo del sauce es un espacio privilegiado; esallí donde nuestros ancestros compartían sus asuntos sinnecesitar concurrir a un espacio fuera de su cotidianei-dad.

“Esta miradainterdiscipli-naria nosorienta conlos ojos másabiertosfrente a lacomplejidadque los sis-temas fami-liares pre-sentan”.

[Cuidar al que Cuida] 85

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[Los talleres]86

Por último, la necesidad de celebrar y agradecer la en-contramos en la fiesta que realizamos desde hace 16 añosa mediados de diciembre. La llamamos la “Choriceada”y en ella participan pacientes, familiares, amigos y Cco-legas. La entrada es libre y gratuita

[[Centro de ReferenciaLomas de Zamora]]

Por Laura PiedimonteDirectora del Centro de Referencia

Lomas de [email protected]

Los espacios grupales en el procesode construcción de ciudadanía

“Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión”1.

A través de los artículos publicados en los cuadernosNº 1 y Nº 2 de “Los Talleres Cuidar al que Cuida” pu-dimos presentar a los Centros de Referencia como dis-positivos dependientes de la Secretaría de Niñez y Ado-lescencia de la Provincia de Buenos Aires, que trabajancon jóvenes en conflicto con la ley penal y que se encuen-tran transitando una medida alternativa a la privación dela libertad2.

Como planteamos en el segundo artículo, las interven-ciones que realizamos, debido a los cambios sociales, re-quieren que nuestras prácticas sean revisadas y modifi-cadas constantemente, por lo que nos encontramos en labúsqueda de nuevas formas de intervención.

[Los talleres]86

Por último, la necesidad de celebrar y agradecer la en-contramos en la fiesta que realizamos desde hace 16 añosa mediados de diciembre. La llamamos la “Choriceada”y en ella participan pacientes, familiares, amigos y Cco-legas. La entrada es libre y gratuita

[[Centro de ReferenciaLomas de Zamora]]

Por Laura PiedimonteDirectora del Centro de Referencia

Lomas de [email protected]

Los espacios grupales en el procesode construcción de ciudadanía

“Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión”1.

A través de los artículos publicados en los cuadernosNº 1 y Nº 2 de “Los Talleres Cuidar al que Cuida” pu-dimos presentar a los Centros de Referencia como dis-positivos dependientes de la Secretaría de Niñez y Ado-lescencia de la Provincia de Buenos Aires, que trabajancon jóvenes en conflicto con la ley penal y que se encuen-tran transitando una medida alternativa a la privación dela libertad2.

Como planteamos en el segundo artículo, las interven-ciones que realizamos, debido a los cambios sociales, re-quieren que nuestras prácticas sean revisadas y modifi-cadas constantemente, por lo que nos encontramos en labúsqueda de nuevas formas de intervención.

Page 88: Cuidar al que Cuida · Cuidar al que Cuida La urgencia, esa tramposa Equipo de trabajo y el trabajo en equipo Año 2 - Nº 3 - Buenos Aires - Junio de 2015 Andrea Homene: La escritura

“Partiendode la causapenal, nosproponemostrabajarjunto a losjóvenes ysus familiasacompañán-dolos en laconstrucciónde un pro-yecto de vidaque los sos-tenga másallá del pro-ceso penal”.

[Cuidar al que Cuida] 87

Una de las nuevas tareas que estamos implementandoes la creación de espacios grupales, tanto para jóvenescomo para los adultos responsables de éstos.

Asumiendo el desafío de que las acciones que desple-guemos se nutran y encarnen los nuevos paradigmas esque entendemos nuestro trabajo desde una mirada inte-gradora, desde lo grupal.

La entrada en vigencia de nuevas legislaciones en laprovincia de Buenos Aires3 habilitó la gestión de políticaspúblicas que crearon dispositivos nuevos; éstos colaboranen la construcción comunitaria de espacios de atención,que intentan desestigmatizar y trabajar de manera inte-gral, generando así posibilidades para que las institucio-nes públicas se acerquen a los usuarios de manera dife-rente, priorizando la complementariedad de todos lossaberes, de donde surge la necesidad de poner en valor latarea grupal, que, especialmente en el trabajo con adoles-centes, resulta sumamente rica y mutuamente edificante.

En ese sentido, la tarea que desarrolla el Centro de Re-ferencia Lomas de Zamora se distancia del mero “con-trol” de la medida o regla de conducta impuesta por juezdel Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. Partiendode la causa penal, nos proponemos trabajar junto a losjóvenes y sus familias acompañándolos en la construc-ción de un proyecto de vida que los sostenga más allá delproceso penal, para lo cual se sumó al trabajo que veni-mos realizando: la implementación de espacios grupalespara jóvenes.

Desde nuestra experiencia, la mayoría de los jóvenesque ingresan a nuestra institución no han podido serparte de un proceso de construcción de ciudadanía,donde las instituciones sean los lugares privilegiados deinteracción y encuentro con pares, en los que se aprendea crear/escuchar/proyectar.

Por lo tanto, nuestro trabajo grupal intenta generar es-pacios específicos donde el joven pueda descubrir sus po-tencialidades tanto individuales como comunitarias, y a

“Partiendode la causapenal, nosproponemostrabajarjunto a losjóvenes ysus familiasacompañán-dolos en laconstrucciónde un pro-yecto de vidaque los sos-tenga másallá del pro-ceso penal”.

[Cuidar al que Cuida] 87

Una de las nuevas tareas que estamos implementandoes la creación de espacios grupales, tanto para jóvenescomo para los adultos responsables de éstos.

Asumiendo el desafío de que las acciones que desple-guemos se nutran y encarnen los nuevos paradigmas esque entendemos nuestro trabajo desde una mirada inte-gradora, desde lo grupal.

La entrada en vigencia de nuevas legislaciones en laprovincia de Buenos Aires3 habilitó la gestión de políticaspúblicas que crearon dispositivos nuevos; éstos colaboranen la construcción comunitaria de espacios de atención,que intentan desestigmatizar y trabajar de manera inte-gral, generando así posibilidades para que las institucio-nes públicas se acerquen a los usuarios de manera dife-rente, priorizando la complementariedad de todos lossaberes, de donde surge la necesidad de poner en valor latarea grupal, que, especialmente en el trabajo con adoles-centes, resulta sumamente rica y mutuamente edificante.

En ese sentido, la tarea que desarrolla el Centro de Re-ferencia Lomas de Zamora se distancia del mero “con-trol” de la medida o regla de conducta impuesta por juezdel Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. Partiendode la causa penal, nos proponemos trabajar junto a losjóvenes y sus familias acompañándolos en la construc-ción de un proyecto de vida que los sostenga más allá delproceso penal, para lo cual se sumó al trabajo que veni-mos realizando: la implementación de espacios grupalespara jóvenes.

Desde nuestra experiencia, la mayoría de los jóvenesque ingresan a nuestra institución no han podido serparte de un proceso de construcción de ciudadanía,donde las instituciones sean los lugares privilegiados deinteracción y encuentro con pares, en los que se aprendea crear/escuchar/proyectar.

Por lo tanto, nuestro trabajo grupal intenta generar es-pacios específicos donde el joven pueda descubrir sus po-tencialidades tanto individuales como comunitarias, y a

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“Estamossiendo testi-gos de las

transforma-ciones que eltrabajo en ‘logrupal’ ge-nera en losjóvenes”.

[Los talleres]88

partir de ellas construirse un proyecto de vida que lo alejede la transgresión.

De ellos participan jóvenes que se encuentran bajo el acom-pañamiento del Centro de Referencia y que pueden o no pre-sentar un consumo problemático de sustancias psicoactivas, oatraviesan situaciones de conflicto social y/o familiar.

Son espacios abiertos, que funcionan de manera des-centralizada en el Partido de Lanús –en Monte Chin-golo–, dentro de una sede de la Secretaría de Niñez dondeademás funcionan una escuela primaria de adultos y unaONG ambientalista de la comunidad de Chingolo, queingresa a los jóvenes al programa Más y Mejor Empleo.Allí, la coordinación del espacio grupal está a cargo delCentro de Referencia junto con el CPA de Lanús.

Otro de los espacios funciona en la Sede del ServicioZonal de Promoción y Protección de Derechos del NiñoAlte. Brown. Y el tercer espacio lo realizamos en nuestrasede central en Lomas de Zamora.

Pero además, contamos con dos espacios grupales paraadultos. Uno funciona en José Mármol y está co-coordi-nado por un profesional del Centro de Referencia, y otrode salud mental del Municipio de Alte. Brown. El se-gundo está en la localidad de Remedios de Escalada, Par-tido de Lanús; está co-coordinados a profesionales unaONG, Grupo Red Salud Mental y del Centro de Refe-rencia. A dichos espacios invitamos a participar a los pa-dres, familiares y/o referentes afectivos de los jóvenes,entendiendo que si esperamos del trabajo compartidoque ellos efectúen cambios y modificaciones en sus pro-yectos de vida, eso resulta posible cuando su entorno fa-miliar los acompaña y también efectúa modificaciones fa-vorables y positivas que aporten a la crianza de sus hijos.

Esta experiencia grupal lleva funcionando más de unaño, experiencia que nos deja el aprendizaje de trabajarcon profesionales de otras instituciones, que contribuyea un modo de hacer efectiva la co-responsabilidad enun-ciada en las nuevas legislaciones y prácticas.

“Estamossiendo testi-gos de las

transforma-ciones que eltrabajo en ‘logrupal’ ge-nera en losjóvenes”.

[Los talleres]88

partir de ellas construirse un proyecto de vida que lo alejede la transgresión.

De ellos participan jóvenes que se encuentran bajo el acom-pañamiento del Centro de Referencia y que pueden o no pre-sentar un consumo problemático de sustancias psicoactivas, oatraviesan situaciones de conflicto social y/o familiar.

Son espacios abiertos, que funcionan de manera des-centralizada en el Partido de Lanús –en Monte Chin-golo–, dentro de una sede de la Secretaría de Niñez dondeademás funcionan una escuela primaria de adultos y unaONG ambientalista de la comunidad de Chingolo, queingresa a los jóvenes al programa Más y Mejor Empleo.Allí, la coordinación del espacio grupal está a cargo delCentro de Referencia junto con el CPA de Lanús.

Otro de los espacios funciona en la Sede del ServicioZonal de Promoción y Protección de Derechos del NiñoAlte. Brown. Y el tercer espacio lo realizamos en nuestrasede central en Lomas de Zamora.

Pero además, contamos con dos espacios grupales paraadultos. Uno funciona en José Mármol y está co-coordi-nado por un profesional del Centro de Referencia, y otrode salud mental del Municipio de Alte. Brown. El se-gundo está en la localidad de Remedios de Escalada, Par-tido de Lanús; está co-coordinados a profesionales unaONG, Grupo Red Salud Mental y del Centro de Refe-rencia. A dichos espacios invitamos a participar a los pa-dres, familiares y/o referentes afectivos de los jóvenes,entendiendo que si esperamos del trabajo compartidoque ellos efectúen cambios y modificaciones en sus pro-yectos de vida, eso resulta posible cuando su entorno fa-miliar los acompaña y también efectúa modificaciones fa-vorables y positivas que aporten a la crianza de sus hijos.

Esta experiencia grupal lleva funcionando más de unaño, experiencia que nos deja el aprendizaje de trabajarcon profesionales de otras instituciones, que contribuyea un modo de hacer efectiva la co-responsabilidad enun-ciada en las nuevas legislaciones y prácticas.

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Pero, además, estamos siendo testigos de lastransformaciones que el trabajo en “lo grupal”genera en los jóvenes, ya que pueden, a vecespor primera vez, reflexionar sobre temas quevan desde una realidad más próxima, como latransgresión, el consumo de sustancias, o lasconflictivas familiares, a poner en juego sus de-seos, sueños y necesidades, elaborando suspropios proyectos de vida. Pero esto es posibleporque no se trabaja desde la verticalidad

“adulto-joven”, sino desde la “horizontalidad del grupo”,es decir, que se propicia la interacción y el diálogo entre losmismos jóvenes. Para facilitar las reflexiones, los coordina-dores aportan diversas técnicas y herramientas que provie-nen de diferentes campos del conocimiento y la expresión,como la psicología, el trabajo social, la psicología social, elarte, etc.

Se aplican herramientas que ponen en juego las poten-cialidades de cada joven, su voz, su reflexión a la hora deidentificar problemas en los medios familiares, vincularesy sociales y sus capacidades para “ser” y “hacer”. A travésde prácticas como las del “mapeo” se facilita el abordajey la problematización de territorios sociales, subjetivos ygeográficos. Entonces son los propios adolescentes quie-nes efectúan mapeos barriales, identificando y resignifi-cando su propio barrio, las zonas donde hay organizacio-nes que los pueden acompañar y acoger, y aquelloslugares de peligro que deberían evitar. Evaluar y proble-matizar sus vínculos familiares; indagar sobre las redes deoficios, sobre los trabajos familiares, las ofertas barriales,etc., y, sobre esa base, armar sus propios proyectos devida, posibilitando que ellos mismos, a partir de allí, pue-dan proponer actividades para realizar en conjunto.

De esta manera se generan espacios creativos que per-miten poner en juego diversas dinámicas que abran nue-vos canales de comunicación y expresión de los jóvenes.Esto posibilita la construcción de prácticas compartidas,

“El trabajocon adoles-centes y jó-venes no esuna tareafácil, sobretodo cuandoéstos hansido siste-mática-mente ex-cluidos detodas aque-llas “institu-ciones” quedebían cui-darlos o quefueron crea-das paraellos”.

[Cuidar al que Cuida] 89

Pero, además, estamos siendo testigos de lastransformaciones que el trabajo en “lo grupal”genera en los jóvenes, ya que pueden, a vecespor primera vez, reflexionar sobre temas quevan desde una realidad más próxima, como latransgresión, el consumo de sustancias, o lasconflictivas familiares, a poner en juego sus de-seos, sueños y necesidades, elaborando suspropios proyectos de vida. Pero esto es posibleporque no se trabaja desde la verticalidad

“adulto-joven”, sino desde la “horizontalidad del grupo”,es decir, que se propicia la interacción y el diálogo entre losmismos jóvenes. Para facilitar las reflexiones, los coordina-dores aportan diversas técnicas y herramientas que provie-nen de diferentes campos del conocimiento y la expresión,como la psicología, el trabajo social, la psicología social, elarte, etc.

Se aplican herramientas que ponen en juego las poten-cialidades de cada joven, su voz, su reflexión a la hora deidentificar problemas en los medios familiares, vincularesy sociales y sus capacidades para “ser” y “hacer”. A travésde prácticas como las del “mapeo” se facilita el abordajey la problematización de territorios sociales, subjetivos ygeográficos. Entonces son los propios adolescentes quie-nes efectúan mapeos barriales, identificando y resignifi-cando su propio barrio, las zonas donde hay organizacio-nes que los pueden acompañar y acoger, y aquelloslugares de peligro que deberían evitar. Evaluar y proble-matizar sus vínculos familiares; indagar sobre las redes deoficios, sobre los trabajos familiares, las ofertas barriales,etc., y, sobre esa base, armar sus propios proyectos devida, posibilitando que ellos mismos, a partir de allí, pue-dan proponer actividades para realizar en conjunto.

De esta manera se generan espacios creativos que per-miten poner en juego diversas dinámicas que abran nue-vos canales de comunicación y expresión de los jóvenes.Esto posibilita la construcción de prácticas compartidas,

“El trabajocon adoles-centes y jó-venes no esuna tareafácil, sobretodo cuandoéstos hansido siste-mática-mente ex-cluidos detodas aque-llas “institu-ciones” quedebían cui-darlos o quefueron crea-das paraellos”.

[Cuidar al que Cuida] 89

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en las que se generan acciones que superan las propias decada institución –seguimiento de medida judicial, trata-miento en adicciones, etc.– pensando en intervencionestécnicas mediante las que se combinan elementos socio-educativos, pedagógicos, terapéuticos, que se ejecutansiempre contando con el medio socio-familiar del joven.

El trabajo con adolescentes y jóvenes no es una tareafácil, sobre todo cuando éstos han sido sistemáticamenteexcluidos de todas aquellas “instituciones” que debíancuidarlos o que fueron creadas para ellos. La instituciónescuela “no ha podido sostenerlos” y en su mayoría de-jaron de asistir antes de finalizar la educación primaria(esto es a los 11 o 12 años). En sus familias dejaron deocupar tempranamente el lugar de “niños”, que ha sidocedido a los hermanos más pequeños. En varios casos, ydesde apenas los 12 o 13 años de edad, se encuentran enla obligación de ser proveedores de dinero o recursospara sus familias, y esto lo hacen a través de salir a “car-tonear” –buscar desechos para reventa– mendigar orobar. Su lugar de referencia termina estando en las calles,y el consumo de sustancias a temprana edad se inicia por

[Los talleres]90

en las que se generan acciones que superan las propias decada institución –seguimiento de medida judicial, trata-miento en adicciones, etc.– pensando en intervencionestécnicas mediante las que se combinan elementos socio-educativos, pedagógicos, terapéuticos, que se ejecutansiempre contando con el medio socio-familiar del joven.

El trabajo con adolescentes y jóvenes no es una tareafácil, sobre todo cuando éstos han sido sistemáticamenteexcluidos de todas aquellas “instituciones” que debíancuidarlos o que fueron creadas para ellos. La instituciónescuela “no ha podido sostenerlos” y en su mayoría de-jaron de asistir antes de finalizar la educación primaria(esto es a los 11 o 12 años). En sus familias dejaron deocupar tempranamente el lugar de “niños”, que ha sidocedido a los hermanos más pequeños. En varios casos, ydesde apenas los 12 o 13 años de edad, se encuentran enla obligación de ser proveedores de dinero o recursospara sus familias, y esto lo hacen a través de salir a “car-tonear” –buscar desechos para reventa– mendigar orobar. Su lugar de referencia termina estando en las calles,y el consumo de sustancias a temprana edad se inicia por

[Los talleres]90

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“Asumiendoel desafío deque las ac-ciones quedesplegue-mos se nu-tran y encar-nen losnuevos pa-radigmas esque enten-demosnuestro tra-bajo desdeuna miradaintegradora,desde logrupal”.

[Cuidar al que Cuida] 91

las situaciones atravesadas, vinculándose al delito, porquelas utilizan para obtener valor antes de cometer un ilícito.

Por eso es necesario brindarles espacios que puedangenerar consciencia y confianza, a fin de que ellos mismossean parte de la construcción de la solución a sus proble-mas. Y esto se logra, al decir de Freire, a través de prácti-cas de liberación. “La liberación es al mismo tiempo unproceso personal y grupal de toma de conciencia y cons-trucción de confianza. La toma de conciencia –o concien-ciación– permite identificar y señalar a los causantes desu situación; la confianza es necesaria para que la gente seuna y se desprenda de los sentimientos de miedo, impo-tencia o resignación que han resultado de la opresión y dela falta de oportunidades para imaginar cambios. La con-cienciación se forja en la resistencia contra la opresión ét-nica o de género, la explotación económica de clase, la re-presión política o la intervención extranjera”4._____1 Paulo Freire.2 Medida Alternativa: es un mecanismo normativo y de proce-

dimiento judicial que tiende a evitar o morigerar la privaciónde la libertad ambulatoria, ya sea en el marco de una medidacautelar (previa al pronunciamiento de sentencia), en elmarco de la suspensión de juicio a prueba, o de una sentenciacondenatoria (medida judicial). Dentro de la legislación dela provincia de Buenos Aires, la Ley 13.634 contempla lasmedidas cautelares en su art. 42, y las judiciales en los arts.68 a 78 del mismo cuerpo normativo. Siempre y en todoslos casos deben ser dispuestas por el juez competente queinterviene en la causa.

3 La Ley de Promoción y Protección de Derechos del Niño –ley provincial 13.298–, la ley que crea el Fuero de la Res-ponsabilidad Penal Juvenil –ley provincial 13.634–; la leyprovincial de Salud Mental –ley 14.580–, etc.

4 Integración de cuidados de Salud Mental en la Atención Pri-maria de Salud. 4. Los pensamientos sobre salud. El SistemaMundo Capitalista. Dr. M. Argandoña Yáñez. Pág. 51,mayo de 2014.

“Asumiendoel desafío deque las ac-ciones quedesplegue-mos se nu-tran y encar-nen losnuevos pa-radigmas esque enten-demosnuestro tra-bajo desdeuna miradaintegradora,desde logrupal”.

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las situaciones atravesadas, vinculándose al delito, porquelas utilizan para obtener valor antes de cometer un ilícito.

Por eso es necesario brindarles espacios que puedangenerar consciencia y confianza, a fin de que ellos mismossean parte de la construcción de la solución a sus proble-mas. Y esto se logra, al decir de Freire, a través de prácti-cas de liberación. “La liberación es al mismo tiempo unproceso personal y grupal de toma de conciencia y cons-trucción de confianza. La toma de conciencia –o concien-ciación– permite identificar y señalar a los causantes desu situación; la confianza es necesaria para que la gente seuna y se desprenda de los sentimientos de miedo, impo-tencia o resignación que han resultado de la opresión y dela falta de oportunidades para imaginar cambios. La con-cienciación se forja en la resistencia contra la opresión ét-nica o de género, la explotación económica de clase, la re-presión política o la intervención extranjera”4._____1 Paulo Freire.2 Medida Alternativa: es un mecanismo normativo y de proce-

dimiento judicial que tiende a evitar o morigerar la privaciónde la libertad ambulatoria, ya sea en el marco de una medidacautelar (previa al pronunciamiento de sentencia), en elmarco de la suspensión de juicio a prueba, o de una sentenciacondenatoria (medida judicial). Dentro de la legislación dela provincia de Buenos Aires, la Ley 13.634 contempla lasmedidas cautelares en su art. 42, y las judiciales en los arts.68 a 78 del mismo cuerpo normativo. Siempre y en todoslos casos deben ser dispuestas por el juez competente queinterviene en la causa.

3 La Ley de Promoción y Protección de Derechos del Niño –ley provincial 13.298–, la ley que crea el Fuero de la Res-ponsabilidad Penal Juvenil –ley provincial 13.634–; la leyprovincial de Salud Mental –ley 14.580–, etc.

4 Integración de cuidados de Salud Mental en la Atención Pri-maria de Salud. 4. Los pensamientos sobre salud. El SistemaMundo Capitalista. Dr. M. Argandoña Yáñez. Pág. 51,mayo de 2014.

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94 [Los talleres]

Se terminó de imprimir en el mes de junio de 2015en Duotono, Cordero 30 Remedios de Escalada,

[email protected]

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Se terminó de imprimir en el mes de junio de 2015en Duotono, Cordero 30 Remedios de Escalada,

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