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DATOS SOBRE LOS ARQUITECTOS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII

datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

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DATOS SOBRE LOS ARQUITECTOS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII

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ÁNGEL ALBISU

El papel que Albisu representa, en el con­junto de la arquitectura de la segunda mi­tad del siglo XVIII, es el de la figura que re­cibió en su día la formación académica en Madrid y que, posteriormente, decide mar­char fuera, estableciéndose en otra ciudad importante —como es Cádiz— enfrentándo­se al saber, todavía barroco, que allí man­tienen los viejos arquitectos. Pero desligado —tanto por la distancia como por la evolu­ción en los estudios que en Madrid se reali­zan— no es raro que reciba —y las recibe con sorpresa— críticas de aquella institución que en su día le formó, no logrando com­prender la evolución de los supuestos teóri­cos. Formado Albisu en el interior de la Academia ' y dependiendo de las enseñan­zas de Miguel Fernández, participa en los Premios anuales de 1778 (concursa con Ma­teo Guill y Guillermo Casanova) y traza los planos de un gran hospicio 2. Al año si­guiente, según sabemos por el expediente que sobre él existe en la Academia, marcha a Cádiz donde contacta con diferentes maes­tros de obras locales, iniciándose al mismo tiempo en el estudio de la Ingeniería Na­val ~\ puesto que en sus primeros años ha­bía sido alumno de los Reales Estudios (asis­tiendo a cursos de Matemáticas e Ingeniería Militar), lo que le vale, en 1780, para que la Academia le conceda el título de Acadé­mico Superhonorario 4.

Trasladado a Cádiz, durante los primeros años simultanea su actividad entre esta ciu­dad y Jerez como lo demuestra el hecho, co­mentado por Teodoro Falcón, de proponer

a la Academia en 1784 las obras de empe­drado de Jerez lo cual plantea una fuerte po­lémica 5. En 1785, a la muerte de Cayón, Albisu es nombrado Arquitecto del Ayun­tamiento de Cádiz 6 e inicia entonces una importante labor local al rechazar los esque­mas, todavía barrocos, existentes en la obra de aquel y proponer los conceptos de un cla­sicismo más próximo al gusto de la Acade­mia. Quizá por ello pide, en 1787, ser nom­brado por la Comisión de Arquitectura de la Academia responsable de las obras que se han de realizar en la cartuja de Jerez, siéndole denegada tal petición puesto que para tal función ya había sido comisionado Manuel Machuca 7. Sin embargo al año si­guiente y sin duda como consecuencia de un entendimiento personal con éste, envía a la Academia los dibujos de la colegiata, que son rechazados por la Comisión en base a no estar terminados H. En 1790 propone el reconocimiento del alcantarillado de Jerez de la Frontera 9 y en 1794 es comisionado para inspeccionar la situación de Lorca, des­pués de que el pantano hubiese reventado, ocasionando los daños que se conocen U). En estos años la actividad de Albisu como arquitecto disminuye —debido, sin duda, a que Benjumea ha sido nombrado, en su lu­gar, Arquitecto Municipal de Cádiz— y ello dará pie a d,ue dedique su atención a dos as­pectos: a desarrollar propuestas de arquitec­tura urbana en Cádiz y a participar en los proyectos que la Marina inicia en la vecina población de San Carlos, frente al Are­nal " .

A pesar de todo Albisu no corta su rela­ción con la Academia y, en el mismo año de

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Pedro Albisu. Planta de Iglesia, 1780. A. S. F. Pedro Albisu. Alzado de Iglesia, 1780. A. S. F.

1794, propone un proyecto de puerta en Al­calá de los Gazules '2 y, al poco, envía otros dos proyectos para la misma población, el uno de calzada y el otro de puente l3.

A pesar de esta actividad —y frente las críticas que contra él formula la Academia— existe en Albisu una vocación académica que intenta demostrar al desarrollar unas excavaciones en las correderas de Alcalá de los Gazules 14, siguiendo así la línea esbo­zada por Alday, Ortiz de la Fuente y tantos otros arquitectos. Proyecta, en 1803, el ma­tadero municipal concibiendo además al año siguiente —según comenta Castro en su Guía del viajero— el edificio en cuyo inte­rior pensaban alojarse los tribunales y lon­jas de comercio l6 dentro de un plantea­miento espacial ya típico de los primeros años del XIX. En el mismo año manda di­bujos a la Academia de Madrid de un mue­lle principal para la vía de Puerto Real 17,

que no es aprobado, y en esa fecha realiza el altar mayor de la iglesia de San Agustín de Cádiz (de madera pintada imitando jas­pe 18), quizá queriendo remedar el altar ma­yor que Arnal realizó en Jaén.

Pero si la vida profesional de Albisu no tiene para nosotros interés (arquitecto se­cundario, individuo que lucha contra la Aca­demia discutiendo pequeños detalles, de­mostrando realmente hasta qué punto se en­cuentra alejado de la enseñanza arquitectó­nica), es de destacar por el contrario su pa­pel en el desarrollo de la nueva arquitectu­ra gaditana. Cádiz, punto tradicional del co­mercio y de la difusión de libros como estu­dió en su día Gonzalo Anes iy, es uno de los centros en los que la pervivencia de un barroco particular se da de manera más cla­ra. Por ello, que Albisu se esfuerce en di­fundir el nuevo clasicismo gracias a proyec­tos o libros —como lo demuestra el que pi-

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de a Azara que se encargue en Roma de comprar tratados de arte y arquitectura— refleja un hecho destacable y que sólo se puede valorar correctamente planteando sus enfrentamientos primero con Cayón y lue­go con Benjumea.

NOTAS

1 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. De cualquier forma es preciso consultar el estudio de Teodoro Falcón. «Biografía de Pedro Ángel Albisu», en el Homenaje al profesor Carriazo. Tomo III. Fac-tultad de Filosofía y Letras. Sevilla.

2 Premios, 1778, pág. 46. La Prueba de Pensado corresponde a «un gran hospicio con comodidades pa­ra fábricas, manufacturas, habitaciones de pedendien-tes y división oportuna para hombres y mujeres».

Los dibujos de Albisu que se encuentran en la Aca­demia corresponden al proyecto de Templo catedral, firmado y fechado en 1780; consta de tres diseños, que son: planta, alzado y sección. Signatura BA 28/753-5.

3 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 4 Academia de San Fernando. Junta Particular de

6 de febrero de 1780. Presenta ante la Academia unos dibujos de Torre para una iglesia en el valle de Carran­za. Sin embargo, estos dibujos no logran que se le acep­te como Académico de Mérito y recibe entonces, sin duda como complemento a la educación o formación que ha recibido en el Colegio de Nobles, el grado de Académico Supernumerario.

5 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 6 Teodoro Falcón Márquez, en la Tesis Doctoral que

realizó sobre «Torcuato Benjumea y la arquitectura neoclásica en Cádiz», comenta este dato entresacándo­lo del texto de Cambiaso y Perdes, Memorias para la biografía y bibliografía de la isla de Cádiz. Madrid, 1829, tomo II, pág. 232.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 30, 13 de diciembre de 1787.

8 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 42, 30 de octubre de 1788.

9 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 68, 10 de julio de 1790.

'" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 118, 24 de noviembre de 1794.

' ' En uno de los pocos artículos publicados sobre es­tos arquitectos gaditanos, concretamente en el editado en la Revista Nacional de Arquitectura en el mes de ene­ro de 1949, se señala cómo Benjumea (pág. 48) fue nombrado en esta fecha Arquitecto Mayor de la ciu­dad de Cádiz.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 154, 30 de octubre de 1800.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 154, 30 de octubre de 1800.

14 En varios momentos Albisu solicita noticias sobre proyectos concebidos en Madrid (o en Francia e Italia) con la pretensión —que comenta— de tomarlos como ejemplos en su arquitectura.

15 Teodoro Falcón, op. cit., pág. 101. Los planos de las excavaciones que Albisu realizó se encuentran en el Archivo Histórico Nacional, y aunque Falcón no da en su estudio la signatura, ésta corresponde a «Con­sejos/94».

16 A. de Castro, Guía del viajero en Cádiz, pág. 138. 17 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 189, 29 de febrero de 1804. IS Catálogo Monumental de Cádiz, pág. 343. 19 G. Anes, Economía e Ilustración en la España del

siglo xviil. Barcelona, 1970, pág. 84.

JOSÉ ALDAY FERNANDEZ

Al estudiar la figura y actividad de los maestros de obras locales que, sin haber re­cibido una formación en el interior de la Academia, difunden sin embargo los su­puestos del nuevo gusto, sorprende un he­cho de indudable importancia: a pesar de las censuras que la Comisión de Arquitectura formula, la gran mayoría de las críticas no tratan sobre la disposición general del edifi­cio —excepto en casos singulares— sino que casi siempre son observaciones concretas so­bre cómo mejorar el planteamiento adopta­do u objeciones a la decoración utilizada, proponiéndose su sustitución por otra. De este modo resulta que sólo poco a poco se plantea la discusión sobre el nuevo gusto y sobre las nuevas tipologías, y quizá por ello las observaciones formuladas por Ferro Caaveiro contra la Academia, al declararse contrario a que «... sólo la formulación aca­démica es válida» ', contraponiendo a ello el no ser ésta «... el mismo manantial de los

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conocimientos arquitectónicos», resultan un tanto duras.

En este sentido, Alday Fernández repre­senta —dentro del núcleo santanderino— el individuo que mejor manifiesta un saber no académico, pero sí ilustrado, que refleja en la disposición general de sus proyectos este cambio en la arquitectura. Perteneciente al círculo de Jovellanos, la primera noticia que tenemos de él aparece cuando presenta pa­ra su aprobación cinco planos para la adua­na de Santander 2 y que son remitidos a la Academia por los Directores Generales de Renta del Ministerio de Hacienda; la deci­sión de la Comisión, si bien no aprueba los planos, tampoco los rechaza radicalmente y opta entonces por nombrar a Pedro Arnal como asesor del proyecto 3, intentando de este modo que Alday modificara sus dise­ños. Poco sabemos, hasta el momento, so­bre la formación de Alday a no ser los cons­tantes avales que sobre él formula Jovella­nos y un dato, quizá sin importancia, que re­fleja la mentalidad de la época: cuando Al­

day viaja a Madrid lleva consigo un peque­ño cuaderno de viaje en el cual anota, co­menta y dibuja la arquitectura antigua y mo­derna que ve en el itinerario 4. Lejos del Grand Tour, es cierto, por ser el recorrido más corto o transcurrir por tierras no extran­jeras no podemos, sin embargo, minimizar este afán de conocimiento, típico de un cier­to momento.

La colaboración con Arnal se demuestra fructífera y prueba de ello es que dos meses más tarde Alday presenta cuatro nuevos pla­nos, que son aprobados en 1790. De nuevo avalado por Jovellanos, en el mismo año presenta los dibujos de un hospital en San­tander 5 y, demostrando a la Academia un espíritu erudito y su atención por la Histo­ria, desarrolla un levantamiento de cuatro planos de las ruinas de Saelices 6. A pesar de todo la opinión que la Academia tiene de Alday no es la de un brillante arquitec­to, sino que le considera sólo como un maes­tro de obras avanzado, como lo prueba el que sea propuesto, en 1792, como tal —y

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José Alday Fernández. Alzado y sección de un hospital, 1787. A. S. F.

José Alday Fernández. Planta de un hospital, 1787. A. S. F.

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junto con Alexo de Miranda— para ayudar a To raya 7, quien debe actuar como arqui­tecto en el proyecto del puente de madera que se debe construir en Bilbao. En 1793 Alday vuelca su interés hacia las propuestas de los ingenieros militares para Santander, concibe un proyecto de reforma del puerto s

y mantiene durante algún tiempo una acti­vidad edilícica centrada en la construcción y reformas de las viviendas de la ciudad, tal y como conocemos por los datos existentes en el Archivo Histórico Nacional y. En 1806 presenta dibujos para la decoración exterior de la plaza de Santander lü siendo rechaza­da su idea y proponiéndose que sea Agua­do quien lo desarrolle " , yen 1808 propo­ne las trazas de la casa de baños de Cal­das l2, resultando aprobado el proyecto.

NOTAS 1 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 2 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 24, 16 de agosto de 1787. 3 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 24, 16 de agosto de 1787. 4 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 26, 24 de octubre de 1787. 5 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 65, 23 de abril de 1790. El proyecto de hospital que Alday Fernández pre­

senta se encuentra en el Archivo de la Academia de Madrid. Firmado y fechado en junio de 1787, consta de cuatro planos que tienen como signatura BA 28/508-601.

6 Archivo Histórico Nacional. Estado. Legajo 3193. Sig. 630-633. Figuran cuatro planos fechados en 1790.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 84, 6 de marzo de 1792.

s Archivo íde Planos del Servicio Geográfico del Ejército. AE.; tomo 5; C/, núm. 45.

9 Archivo Histórico Nacional. Estado. Plano de una casa para Santander. Se. 339.

'" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 3, 1 de abril de 1806.

11 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 9, 17 de junio de 1806.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 27, 4 de febrero de 1808.

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LORENZO ALONSO

La figura de Alonso cobra especial senti­do en la arquitectura de Castilla la Nueva y Murcia a lo largo de la segunda mitad del si­glo, si tenemos en cuenta la importancia que tiene la región de Murcia por su economía y por los proyectos políticos que sobre ella se conciben. En todos ellos —o en su gran mayoría— aparece como autor Lorenzo Alonso, arquitecto del que Berenguer ha se­ñalado insistentemente ' su carácter de gran renovador de la arquitectura murciana. In­fluido en su forma de concebir por Arnal (con quien colaborará en el proyecto que aquél desarrolla en los años noventa en Murcia 2), Lorenzo Alonso había sido alum­no de la Academia de Madrid en 1763 3, aunque extrañamente no participe en ningu­no de los Premios que se convocan en este centro: a pesar de ello, cursa sus estudios junto a Casanova, Olaguibel, Turulo... es decir, con un amplio conjunto de arquitec­tos representativos de la difusión de los mo­delos clasicistas. Por ello la llegada de Lo­renzo Alonso a Murcia tiene importancia, sobre todo si valoramos la notable situación intelectual de esta ciudad en la segunda mi­tad del siglo, como lo prueba el hecho de que Rejón de Silva intentase, en esta ciu­dad, crear un círculo intelectual que tuviese como misión traducir y estudiar la obra de Winckelmann 4. En este sentido es preciso recordar cómo Rejón atribuye a la arquitec­tura un sentido no acorde con el pensamien­to de la Academia —el clasicismo como es­tudio de las ruinas— sino capaz de poten­ciar nuevas formas y desarrollar los proble­mas planteados en su momento, con lo que el proyecto de Nueva Murcia que concibe no responderá tanto a una preocupación for­mal como a la intención por desarrollar la capacidad de la región diferenciándose así de diseños puntuales, como son los que Sa-batini traza para la nueva población de San Carlos, en Cádiz.

Lorenzo Alonso inicia, al poco de termi­nar sus estudios en Madrid, una importante

Lorenzo Alonso. Planta baja de una casa de Recreo para un gran señor, 1788. A. S. F.

actividad que se refleja en los proyectos que realiza. Así, en uno de los primeros que en­vía a la Academia —la fachada para la igle­sia parroquial de Alcalá de Riojucar 5— plantea el tema de la fachada clasicista casi como máscara a un interior barroco, cuan­do no gótico, como en la iglesia de Chinchi­lla, que posteriormente se realiza en Jumi-11a 6. En el mismo año pide consejo a la Co­misión de la Academia sobre cómo ampliar el crucero de la iglesia de Cebrilla 7 y en 1788 pide ser nombrado Académico de Mé­rito, para lo cual remite un proyecto de Ca­sa de Campo 8 que es aprobado y.

Nombrado Académico en 1789, la Acade­mia le encarga ejecutar el proyecto conce-

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Lorenzo Alonso. Fachada principal de casa de Recreo para un gran señor, 1788. A. S. F.

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Lorenzo Alonso. Sección de la casa de Recreo, 1788. A. S. F.

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bido por Rivelles para el camino de Lie-tor lu, e igualmente es comisionado para realizar la fábrica de hojalata que Ignacio Tomás debía haber construido en Alca-ñiz n . Proyecta la cárcel para Muceros 12 y da el dibujo para la iglesia de San Juan Bau­tista, en Murcia ° . En 1790 es comisionado para reconocer las obras del puente que se construye en Cieza 14 y se le recomienda pa­ra construir la posada que Manuel Turulo ha proyectado en Murcia. Da dibujo para la iglesia de Chinchilla l5 y, en el mismo año de 1790, eleva a la Academia de San Fer­nando una queja contra aquellos individuos que, sin titulación, desarrollan una impor­tante actividad edilícica en la provincia 16, lo cual da pie a una importante reacción de la Academia que elogiará no sólo la obra de Alonso sino, y sobre todo, la labor de difu­sión de la buena arquitectura que éste lleva a cabo en Murcia. En 1791 da dibujo para el camarín de San Lázaro, en Alhama 17, y al año siguiente manda a la Academia siete diseños de varias plantas de alzado de la iglesia de Peñas de San Pedro, en Car­tagena If!.

La postura de la Academia defendiendo a Alonso frente al instrusismo tuvo que lle­var aparejada alguna reacción de éste con­tra maestros de obras o alarifes, porque dos años más tarde Alonso es denunciado a su vez: y por la manera de contestar de la Aca­demia, sin entrar en el tema, denota que quizá el comportamiento de Alonso pudo haber sido incorrecto, cayendo en un cierto caciquismo iy. En 1793 proyecta la iglesia de Yecla 20 y en 1794 da dibujos para la iglesia en la población de Águilas, en Lorca 21. En 1799 da cinco dibujos para la parroquia de las Cárceles, en Cartagena 22, y en el mis­mo año Arnal modifica alguno de los deta­lles de la iglesia de Yecla, quedando defini­tivamente aprobada 23.

Presenta a la Comisión de Arquitectura de la Academia en 1803 dibujos para la igle­sia franciscana en la ciudad de Murcia 24 y en 1804 es comisionado para reparar el puente sobre el río Guadalquivir en Beas de

Segura . En el mismo año envía dos dibu­jos para otro puente en Guadalimar26, igualmente en Beas de Segura, y en 1805 traza la capilla de comunión de la iglesia de Arcediana, en Santiago de Villena 27, prefi­riéndose por parte de la Academia sus dibu­jos a los de Toraya 2fi. Interesa, por último, destacar que Alonso había sido nombrado Aparejador Mayor de las Reales Obras en Murcia 29.

NOTAS

1 La figura de Arnal como teórico es interesante, so­bre todo por su influencia. Al haberle sido encargado en los últimos momentos del siglo la obra de la iglesia de las monjas de Murcia, su ejemplo no sólo como teó­rico sino como director de la Academia de San Fernan­do, esto es, como presidente de la Comisión de Arqui­tectura, sin duda tuvo que ser de gran importancia.

2 Una de las escasas noticias que hemos encontrado sobre Lorenzo Alonso es la que publicó Berenguer en BSEE, año II, núm. 12, págs. 178-79. Igualmente el año después (1898), en pág. 64, este mismo autor daba una noticia complementaria.

3 E. Pardo Canalís, Los libros de matrícula de la Academia de San Fernando. Madrid, 1967, pág. 6.

4 Entre las distintas obras publicadas por Rejón de Silva figuran Diccionario de las nobles artes, Madrid, 1788; El tratado de la pintura de Leonardo de Vinci y los tres libros que sobre el mismo arte escribió León Bautista Alberli, Madrid, 1784; La pintura, Madrid, 1786; Historia del arte entre los antiguos, por Mr. Win-ckelmann, s. a., y Extracto de la práctica de la pintura y de la vida de pintores y escultores por D. A. Palomino.

3 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 30, 13 de diciembre de 1787.

6 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 33, 27 de marzo de 1788.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 34, 8 de mayo de 1788.

s Academia de San Fernando. BA 8/691-94. 9 Uno de los pocos ejemplos que se han planteado

a lo largo de la arquitectura española de Casas de Cam­po proviene sin duda del estudio realizado por fray Mi­guel Agustín, Libro'de los secretos de la agricultura, ca­sa rústica y pastoril, del cual existen en pleno siglo xvm una traducción en Madrid en 1731, otra en Barcelona en 1749; Madrid, 1762; Barcelona, 1770; Madrid, 1781, y Barcelona, 1805.

10 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 47, 27 de febrero de 1789.

11 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 53, 8 de julio de 1789.

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12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 56, 27 de agosto de 1789.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 57, 9 de octubre de 1789.

14 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 59, 19 de noviembre de 1789.

'"' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 66, 14 de mayo de 1790.

10 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 75, 3 de marzo de 1791.

17 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 61, 15 de enero de 1790.

Iíf Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 88, 5 de mayo de 1792.

|,J Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 89, 26 de mayo de 1792.

211 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 94, 5 de noviembre de 1793.

21 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 115, 24 de septiembre de 1790.

22 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 146, 18 de julio de 1789.

23 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 150, 29 de noviembre de 1799.

24 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 183, 3 de agosto de 1803.

25 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 206, 4 de septiembre de 1805.

2(1 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 206, 4 de septiembre de 1805.

27 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 9, 17 de julio de 1806.

2!i Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 9, 17 de julio de 1806.

2V Baquero, Catálogo de ayustas murcianos, pág. 301. Da una amplia noticia de la vida de Alonso, aun­que sin señalar ninguna de las obras anteriormente co­mentadas. Alonso muere en Murcia el 5 de septiembre de 1810.

RAMÓN ALONSO

La actividad arquitectónica de Ramón Alonso, al igual que tantos otros miembros pertenecientes a la Academia de San Fer­nando, se centra en el desarrollo de los tra­bajos encomendados por la Comisión de Ar­quitectura, recorriendo el país y difundien­do —frente a los partidarios del antiguo ha­cer— el modelo académico. Alumno de la Academia desde 1779 \ en 1782 desarrolla (en uno de los Premios) el tema de un tea­tro en ciudad 2. Influido sin duda por la re­forma que Arnal ha realizado en distintos locales y testigo del proyecto que Francisco Sánchez ha finalizado en el teatro de los Ca­ños del Peral 3, su proyecto merece el Pri­mer Premio de la Segunda Clase de la Aca­demia. Sabemos que, en 1787, pide ser nom­brado Académico de Mérito, presentando para ello un proyecto de casa de campo 4, y, aprobados los diseños, recibe tal título y es reconocido por la corporación para reci­bir encargos. Así, en 1788 es nombrado pa­ra reconocer los planos del proyecto de puente en Escardillo 5 y, aprobado su infor­me, le comisionan como arquitecto para rea­lizar las obras de la casa consistorial de Lec­tura 6, proyecto que finaliza en 1789 7, año en que realiza el puente de Villanueva de Alcaudete 8.

En dicho año de 1789 se le piden dibujos para el puente de Gumiel del Mercado 9, y paralelamente realiza proyectos para modi­ficar viviendas urbanas en Pamplona lü. Al año siguiente Alonso se traslada a Toro, desde donde informa sobre el estado del puente Mayor n y, junto con Martín Rodrí­guez —el sobrino de Ventura Rodríguez—, reconoce e informa sobre el granero existen­te en Baños del Berete 12. En 1791 es nom­brado para informar tanto sobre la situación del camino de Cuenca como sobre el estado del puente de Almuña 13.

En este año tiene lugar un hecho intere­sante para comprender el sentido de la Co­misión de Arquitectura. De la Puente Or-tiz, arquitecto que constantemente sostenía

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con la Academia una relación de tirantez, plantea un conflicto en Cuenca con sus asen­tistas 14. La Academia, intentando resolver­lo, nombra a Ramón Alonso para que infor­me y éste redacta una fuerte crítica a la ac­tuación de Ortiz que la Academia asume y a su vez proyectará sobre De la Puente 15. En este sentido interesa ver cómo importa menos a la Academia la defensa de uno de sus individuos que la correcta difusión que pueda tener el ideal clasicista y, por ello, la función del arquitecto debe diferenciarse de la que años antes mantenían los maestros de obra.

En 1792 presenta dibujos para un puente sobre el río Tajuña K\ da igualmente dibu­jos de puente en Zamora, en Toro y en Al-muña 17, y en 1796 es propuesto para la pla­za de San Roque l8. En el mismo año pro­yecta el convento de los Dominicos de Eci-ja iy y concibe, en 1802, el altar de los Je­rónimos de la misma ciudad 2Ü, proyecto que recibe críticas por parte de la Academia encargándose a Arnal su reforma 21.

NOTAS

1 E. Pardo Canalís, Los libros de Matrícula de la Academia de San Fernando. Madrid, 1967, pág. 6.

2 Premios, 1772, pág. 33. Participa en la Segunda Clase conjuntamente con Juan de Milla y Antonio González Velázquez, desarrollando como tema un tea­tro de fábrica y piedra para las comedias españolas, con el adorno correspondiente.

Los dibujos de Alonso, que se encuentran en la Aca­demia de Madrid, corresponden al Primer Premio de la Segunda Clase en 1772. Cinco dibujos sobre el tema de Teatro y con signatura BA 44/340-335. Igualmente existe un proyecto de Puerta, firmado y fechado en 1779, con signatura BA 49/897. y un estudio del Tem­plo de Nimes, firmado y fechado en noviembre de 1779, con signatura BA 24/378-380.

3 L. Pérez de Guzmán, Algunas noticias desconoci­das sobre el teatro de los Caños del Peral, Revista de Ar­chivos, Bibliotecas y Museos, 1926, págs. 87-92.

4 Academia de San Fernando. BA 8/688-699. ^ Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 42, 30 de octubre de 1788. 6 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 42, 30 de octubre de 1788.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 51, 22 de mayo de 1789.

8 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 51, 22 mayo de 1789.

9 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 52, 19 de junio de 1789.

'" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 56, 27 de agosto de 1789.

" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 75, 11 de marzo de 1791.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 76, 8 de abril de 1791.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 78, 29 de junio de 1791.

14 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 82, 24 de septiembre de 1791.

15 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 82, 24 de septiembre de 1791.

16 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 83, 24 de febrero de 1792.

17 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 84, 6 de marzo de 1792.

18 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 126, 1 de julio de 1796.

19 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 126, 1 de julio de 1796.

2" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 171, 30 de septiembre de 1802.

21 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 172, 27 de octubre de 1802.

ALFONSO ALVAREZ BENAVIDES

Un tema importante para la comprensión de los diferentes focos culturales existentes en la segunda mitad del siglo XVIII es el es­tudio de las distintas Academias provin­ciales. Concebidas todas ellas desde un co­mún desprecio al Barroco (recordemos, por ejemplo, el comentario que se hace desde El Censor sobre la arquitectura del pasado próximo «... soy hombre, en fin, que no he pasado la segunda vez por la calle de Ato-

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Page 14: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Alfonso Alvarez Benavides. Planta de una Iglesia, 1775. A. S. F.

Alfonso Alvarez Benavides. Alzado de una Iglesia, 1775. A. S. F.

cha por no exponerme a volver a ver la por­tada de San Sebastián» J) , la visión clasicis-ta se convierte para muchos en motivo de re­flexión teórica, pero para otros no será sino una nueva moda difundida por Madrid que, necesariamente, es preciso seguir. De este modo en el estudio de las Academias pro­vinciales debemos comprender lo distinto que son los ambientes culturales existentes, por ejemplo, en Valencia y los que se des­arrollan en Valladolid 2; en el primero, y co­mo han estudiado Garin y Berchez, las re­ferencias a los teóricos italianos, a Laugier o a Diego de Villanueva aparecen de mane­ra constante, sin duda debido a la notable formación teórica de sus profesores, de mo­

do que poco importa que los nombres de Gaseó, Pérez Bayer, Guilabert, se simulta­neen con los de Martínez o con los discípu­los de Tosca, porque todos ellos participan del conocimiento ilustrado en la arquitectu­ra. En Valladolid, por el contrario, los es­tudios de su Director —Alvarez Benavi­des— se limitan a una ligera crítica del Vi-trubio 3 (en la que refleja lo primario de sus conocimientos teóricos) y a un modo de ha­cer contradictorio, puesto que éste mismo todavía traza, en 1773, un proyecto de edi­ficio con biblioteca y sala de reuniones para funciones públicas en Valladolid que refleja una manera barroca de comprender la ar­quitectura 4. Por ello, cuando en 1786 la

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Page 15: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Academia de la Purísima Concepción de Valladolid le propone para el cargo de Di­rector de Arquitectura 5, lo que se eviden­cia es más el deseo por incorporarse a un gusto y sensibilidad nuevos que la coheren­cia en el nombramiento, puesto que cuando Alvarez Benavides envia a San Fernando un cierto número de dibujos con el fin de ser nombrado Académico de Mérito, éstos se­rán rechazados y su petición denegada 6. Y otro ejemplo del desfase existente entre la Academia de Valladolid y la de Madrid, Va­lencia o la concebida por la Junta de Comer­cio de Barcelona lo demuestra que en 1791 se sigue proponiendo, en los Premios de Ar­quitectura, como tema, el «Alzado, corte y planta de un palacio para un gran señor» que, como estudió Henares en su texto so­bre el gusto clasicista, sería inimaginable en la Academia de Madrid.

La formación, entonces, de Alvarez Be­navides será clave para la difusión del mo­delo que él identifica con el clasicismo de es­tos años y su actividad se desarrolla no sólo en los diferentes encargos que recibe en el entorno de Valladolid sino en la influencia que ejerce en la recién constituida Acade­mia de Bellas Artes de la Purísima Concep­ción de Valladolid. Alumno durante un tiempo de la Academia de San Fernando de Madrid, Benavides concursa en 1775 a los Premios de San Fernando (compitiendo con Olaguíbel) y, vuelto a Valladolid, comienza a recibir un importante número de encargos y comisiones de la Academia de San Fer­nando. De éstos, el primero que conocemos es la petición de que informe sobre la situa­ción del camino en el Valle del Redondo, en Patencia 7.

En el mismo año pleitea contra Medina de Rioseco a causa del estado de las cañe­rías de esta ciudad, pleito que finaliza con el testimonio de González Ortiz 8, quien da fe del buen estado de éstas. En 1787 se aprueban los planes para la panera de San Cebrián del Mazóte y y al año siguiente es nombrado para trazar los planos de la Casa Consistorial de Valladolid "'.

Presenta dibujos para la reedificación de una calzada con pontones, proyecto que cri­tica la Academia " y ordena que se pase a Regalado Rodríguez para su conclusión 12, y da dibujo, en 1788, para la Casa Ayunta­miento de Castrodela 13.

En 1790 informa sobre las reparaciones que deben efectuarse en la iglesia de Villa-nueva del Campo l4, lo que da pie a un elo­gio de la Academia a su labor y por ello se le comisiona el mismo año para establecer el proyecto de desecación de charcas de la Villa de Laguna l5, demostrando cómo la formación del arquitecto en los años de la última mitad del siglo se ha ampliado consi­derablemente frente al saber establecido ca­si cincuenta años antes.

En 1791 Benavides envía a Madrid el di­bujo de cárcel de Castro Urdíales l6, pro­yecto que es aprobado por la Academia, y remite los planos de la Casa Consistorial con cárcel para la villa de Cega '7, los diseños para la parroquia de Villanueva del Cam­po lfí y en 1792 remite las trazas para el al­tar en el madrileño Monasterio de San Ber­nardo ly. Durante un tiempo poco sabemos de la actividad de Benavides y sólo a partir de 1797 reaparecen en la Academia noticias suyas. En dicho año traza el puente sobre el río Pisuerga, en Dueñas 20, y envía proyec­to de altar en San Pedro Cetarse 2I. Al año siguiente, en 1798, se enfrenta a la Comi­sión de Arquitectura con motivo del pleito sobre la cárcel de Zamora 22, proyectada en un principio —en 1790— 23 por Pedro Cas-tellót. Censurada la obra, la Academia ha­bía rechazado estos dibujos y proponía a Machuca para dar nuevos dibujos 24, aun­que dejaba puertas abiertas para que Sagar-binaga presentase diseños. En 1792, la Co­misión elige las trazas de Machuca 25 y ello plantea un largo pleito, que se mantiene vi­vo en 1798, cuando Benavides polemiza con los dibujos de Machuca 2<\ y redacta un me­morial en el que demuestra no comprender la situación de la arquitectura. Desde ese momento, nada más sé de Alvarez Benavi­des y de su actividad en Valladolid.

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Page 16: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

NOTAS JUAN PEDRO ARNAL

' J. F. Montesinos prologó la edición antológica preparada por Elsa García Pandavenes (Barcelona, 1972). La cita correponde al «Discurso primero», op. cit., p. 63.

2 J. M. Caamaño Martínez, «Datos para la historia de la Real Academia de la Purísima Concepción de Va-lladolid (1786-1797)», Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, Valladolid, 1963.

3 Caamaño, op. cit., p. 148. 4 Archivo Histórico Nacional. Estado. Sec. 647. 5 Caamaño, op. cit., p. 185. Igualmente, Academia

de San Fernando. Comisión de Arquitectura, núm. 81, 24 de septiembre de 1791.

6 Academia de San Fernando. Armario 1. legajo 43. Los dibujos de Benavides que se guardan en la Acade­mia de Madrid corresponden al proyecto de Iglesia que presenta en 1775 y que tiene como signatura BA 32/139-41 (firmados y fechados en 25 de febrero de 1775).

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 2, 4 de mayo de 1786.

K Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 10, 23 de septiembre de 1786.

lJ Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 28, 25 de octubre de 1786.

'" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 142, 30 de octubre de 1788.

" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 43, 20 de noviembre de 1788.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 43, 20 de noviembre de 1788.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 68. 10 de junio de 1790.

14 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 72, 1 de diciembre de 1790.

I"' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 73, 17 de diciembre de 1790.

16 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 75, 17 de marzo de 1791.

17 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 80, 19 de agosto de 1791.

Ks Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 91, 11 de agosto de 1792.

| y Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 102, 16 de septiembre de 1793.

20 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 132, 28 de septiembre de 1797.

21 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 134, 28 de noviembre de 1797.

22 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 142, 29 de noviembre de 1798.

23 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 70, 23 de octubre de 1790.

24 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 98. 8 de marzo de 1793.

2> Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 142, 29 de noviembre de 1798.

26 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 147, 27 de julio de 1798.

Como he señalado anteriormente, al tra­tar su figura como teórico, Arnal desempe­ña en la Academia de Madrid, desde 1766 hasta su muerte en 1805, un singular papel como difusor de las opiniones francesas e italianas. Pero si su figura como teórico ad­quiere un especial realce ', lo mismo su ac­tividad como arquitecto tiene un sentido no estudiado.

Sabemos que Arnal llega a Madrid, des­de Toulose, donde ha estudiado Arquitec­tura 2, participando en los Premios de la Academia de San Fernando en 1763 y más tarde en 1766. Ganador en Toulouse de un Primer Premio de Arquitectura 3, su pro­yecto de 1763 había sido sorprendentemen­te rechazado por Villanueva, Hermosilla y Castañeda, y sin embargo en 1766, apoyado por los nobles encargados de realizar la crí­tica de las artes barrocas, logrará el aplauso de la Corporación, lo cual le vale ser nom­brado Arquitecto de las principales fami­lias 4. Así, construye la casa del Conde de Baños, en la plazuela del Ángel "\ es nom­brado arquitecto de la casa del Marqués de Santa Cruz b y, por los documentos que se encuentran en la Sección de Osuna del Ar­chivo Histórico Nacional, sabemos que en los primeros años de su vida profesional rea­liza un conjunto de obras en la calle de Segovia 7.

Interesado en la vida académica, al aban­donar Villanueva la vacante de la Sala de Geometría (que cubría al haber marchado Subirana a Barcelona s , Arnal comienza a impartir la enseñanza de Geometría y, ayu­dado por Martín Rodríguez. En 1774 logra ser nombrado profesor 10, y desde este mo­mento es encargado de informar sobre dis­tintos problemas de arquitectura " . Su pri­mer informe consiste en estudiar la situación en la que se encuentra la traida de aguas de Pamplona, colaborando con Juan de Villa-nueva y Ventura Rodríguez 12.

En 1786 traza el testero de la iglesia de San Felipe el Real de Madrid, para colocar

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Page 17: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

O ni alo i/c ta (asa del Eiciim ileñor Afaryugr de Cbaólüido. Año ¡le '?*;>.

Juan Pedro Arnal: Ornato para la Casa del Marqués de Cogolludo. Madrid. 1789.

la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe de México l3, y, poco más tarde, proyecta una urna para la iglesia de don Juan de Alar-cón, también en Madrid '4 , de cuya obra da noticia Tormo basándose, sin duda, en las notas de Ponz.

En 1778 proyecta en la madrileña iglesia de San Andrés un pequeño sepulcro, por en­cargo del Duque del Infantado y Marqués de Santa Cruz 15 y concibe dos de sus más importantes obras: la Imprenta Real y el Pa­lacio de Buenavista. Situada la Imprenta en la calle Carretas de Madrid, tras la antigua casa de Correos y próxima al edificio de Pos­tas, Arnal la proyecta antes de 1783, y so­bre su construcción Amador de los Rios dio pie a una extraña confusión, consecuencia de identificar la concepción del proyecto con un plano de fachada que, para este mismo edificio, firma Fernández Noseret . El error del historiador se debe sin duda a no haber estudiado la figura de Fernández No­seret (alumno de la Academia, había ingre­sado en ella sólo en los últimos años del si­glo, sin que por ello pudiera colaborar con Arnal en este proyecto), y tal identificación

es errónea cuando sabemos que el proyecto se efectuó con anterioridad a 1783, puesto que en el memorial, que Arnal presenta en ese año a fin de ser nombrado Director de la Academia de Madrid, se atribuye el títu­lo de arquitecto de la recién construida im­prenta Real de Madrid 17.

El palacio de Buenavista, estudiado en 1935 por Fernando Chueca y posteriormen­te por Martínez Friera lfi, es testimonio de cómo Arnal entiende en estos años la tipo­logía de un gran palacio (próxima, por ejem­plo, al edificio que en 1763 proyectaba para palacio Episcopal) y gracias a ambos textos vemos cómo el arquitecto concibe los órde­nes, cómo valora el tratamiento de la facha­da o como establece las referencias clásicas que aparecen,en el edificio. En cierta medi­da, el tratamiento que da a la portada re­cuerda al que, poco antes, diseña también Arnal en su estudio de nueva fachada para el Hospital Tavera, en Toledo iy, o a la res­tauración —inconclusa— en el frente del pa­lacio del Marqués de Santa Cruz, en El Vi­so 2(). La actitud de Arnal consiste, pues, en desarrollar (en 1777, fecha del Proyecto de

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Page 18: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Buenavista) un tema clásico frente a la pro­puesta barroca, adornando un pórtico que no cuestiona ni la idea general del proyec­to, ni su distribución, ni su valoración de los espacios.

Más próximo a los estudios historicistas o a la teoría compositiva francesa en la forma de entender la planta que en la solución for­mal dada a la fachada, Arnal inicia a partir de este momento una importante actividad difundiendo estas ideas como posibles op­ciones al cambio. Partidario desde la Aca­demia de dar a conocer la arquitectura del pasado en igual modo que los estudios fran­ceses del momento, Arnal sólo entenderá a partir de 1780 que la solución no radica en establecer máscaras clasicistas a proyectos barrocos sino en comprender el alcance de la antigüedad. Por ello propone, desde la Academia, la necesidad de establecer un control sobre las obras que en esos momen­tos se lleva a cabo en España y consecuen­cia de su propuesta es la denominada Comi­sión de Arquitectura de la Academia 21.

Proyecta en este año una puerta de ingre­so en la villa de Andújar, sustituyendo al an­tiguo motivo barroco 22 y modifica la dispo­sición en la Sala de Natural de la Academia que en 1773, había propuesto, Diego de Vi-llanueva cuando reformó el palacio de Go-yeneche 23, al tiempo que realiza a lo largo de los primeros años del siglo reformas, en el mismo edificio, para adecentar y acondi­cionar el viejo pozo que se encontraba en el último patio. Aconseja a Barcenilla sobre el proyecto de altar que debe afectar para la iglesia de San Sebastián, en Madrid 24, y en 1787 presenta un proyecto para casa consis­torial y cárcel de Villa en Pozoblanco 25, proponiendo como Maestro de Obras de es­ta fábrica a Vicente Lardera.

Entre 1787 y 1797 traza unos planos para el puente de Navalcarnero, sustituyendo a los realizados por Manuel Serrano 2(S; pro­yecta un retablo en la iglesia Parroquial de Sesma 27, modificando el que había realiza­do Juan Manuel de Astelarra, y colabora con Alday en el proyecto de Aduana para

Santander que éste somete a la Academia de Madrid. Reforma, igualmente, los planos que Manuel Ibarra había presentado en 1788 2y y, cumpliendo órdenes del Consejo de Castilla, presenta los dibujos de la nueva población de San Carlos en el valle de San­ta Elena, en La Mancha, desarrollando así un interesante tema como es el trazado de las Nuevas Poblaciones 3Ü.

Un año más tarde, en 1789, proyecta un pequeño altar que la Marquesa de Estepa pensaba construir en Zaragoza 31 y, en el mismo año, proyecta el tabernáculo de már­moles verdes de la catedral de Jaén, del cual Ponz da noticia en sus viajes 32. El altar, re­producido por casi todos los viajeros del si­glo xvni e igualmente dibujado en el XIX por Parcerisa, contrasta por su diseño clasi-cista con la Sacristía de la misma Catedral, concebida sólo pocos años antes por Ventu­ra Rodríguez.

En 1789 proyecta el altar para las salas ca­pitulares de la catedral de Burgos 33 y rea­liza el diseño de un puente en Tíratefuera, en La Mancha 34. Da dibujo para la iglesia parroquial de Navalcarnero 35 y presenta, en el mismo año, planos para la fuente de Villafranca en Córdoba 36. También proyec­ta un altar para San José en la iglesia de San Ginés de Madrid 37 y da planos para la igle­sia parroquial de Santa María de Cata-lañazor 38.

Estudia el proyecto de catedral de Cuen­ca, en Quito 3y, en el que sitúa igualmente un seminario conciliar y un palacio episco­pal y, coincidiendo con el núcleo cortesano de la Duquesa de Alba, realiza la remode­lación de Sanlúcar de Barrameda 4l), proyec­tando además el conjunto de ornatos que se van a construir en Madrid en 1789, con mo­tivo de la entrada de los Reyes y de la co­ronación de Carlos IV 41.

En el mismo año de 1789 proyecta un al­tar en la iglesia de Nuestra Señora de Or-duña 42 y, como estudió en su día Pita An-drade, dibuja el retablo de la capilla mayor de la iglesia parroquial de la Villa de Cam-

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bados ; da igualmente dibujos para un ta­bernáculo en la parroquia de Santa María, de Madrid 44 y, en 1792, proyecta el colate­ral en estuco de la iglesia parroquial de Car-melistas, en Villanueva y Geltrú 4~\

En 1793 concibe el altar de Madridejos, en el Priorato de San Juan 4f\ y al año si­guiente da dibujos para el nuevo retablo en la iglesia de San Nicolás, de Madrid 47. Rea­liza el tabernáculo para la catedral de Cór­doba, en Tucumán 4i5, y da un proyecto pa­ra la fachada del convento de las monjas Ca­puchinas, en Murcia 4y, que va a tener gran influencia entre los arquitectos de aquella localidad, los cuales, basándose tanto en las indicaciones de Rejón de Silva como en los esquemas que plantee Lorenzo Alonso, constituirán uno de los núcleos arquitectó­nicos más importantes. Concibe también el tabernáculo de la catedral de Málaga, que posteriormente (en el intervienen Silvestre Pérez y Evaristo del Castillo, aunque tam­poco éstos logran finalmente llevar a la prác­tica el tema M), y en 1797 realiza una escue­la en Mascueras M .

En 1801 estudia los planos para la cons­trucción de la iglesia de Berriatúa 32 y con este proyecto inicia un conjunto de colabo­radores formado por los principales arqui­tectos del País Vasco, entre los que pode­mos destacar a individuos como Alexo de Miranda, Olaguíbel, Olasagasti...

De esta forma estudia, en el mismo año, un proyecto de dos caseríos en Jaizquíbel 53

y presenta los planos para el retablo mayor de la iglesia de San Esteban de Valencia 54. Construye un pósito en el valle de Adga-bir -"° y poco más tarde proyecta el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, en la ciu­dad de México, modificando los planos de Tolsá, que había presentado a la Academia de San Fernando de Madrid y que ésta no había aprobado 36.

En 1803 colabora con Elias Villalobos en la construcción de la torre de Urda 37, pro­yectando como última obra antes de morir una presa en el Pobedal del Marrón, en As­turias, proyecto que va a finalizar Alexo de Miranda :>fi.

NOTAS

1 Existen referencias a este arquitecto en textos co­mo el Osorio, en el Baquero (pág. 296) o en el mismo estudio de Madrazo sobre Sevilla pintoresca (pág. 164), por no citar los más corrientes Gestoso (pág. 523. to­mo II) o Pulido (pág. 124). Aparte de estas referen­cias, su nombre aparece casi solo en algunos artículos de época (Semanario Pintoresco Español, 1840, pág. 276; ó 1843, II tomo, pág. 98) y algún otro artículo de revistas eruditas españolas del siglo xx. Ni siquiera es citado por Kubler en su tomo del Ars Hispaniae, y el mismo Calzada, en su pequeña Historia de la arquitec­tura española, publicada en 1933, no dudaba en califi­carlo como arquitecto fernandino.

A pesar de ello, sí existieron en el siglo xvm gran número de referencias a este arquitecto, fundamental para la historia de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. El Barón de Bourgoing, en su viaje Un pa­seo por España durante la Revolución francesa, publi­cado por J. García Mercadal en el tomo III de sus via­jes por España, señala (pág. 977) cómo «... la arqui­tectura en España puede honrarse con los nombres de Ventura Rodríguez. Villanueva y Arnal (este último francés) y con un italiano, don Francisco Sabatini, Di­rector de las construcciones reales».

Del carácter estudioso de Arnal dio noticia en su día Menéndez y Pelayo reseñando, casi al pie de la letra, la noticia dada por Caveda. Sólo Chueca Goitia, en su primer estudio sobre Buenavista, insinuó al sentido de este arquitecto y más tarde Martínez Friera lo califica­ba como arquitecto del palacio de Buenavista de Ma­drid.

Sólo tres artículos les han sido dedicados de forma monográfica y son: R. Mesuret, «Documents et refe-rences sur Pierre Arnal», en Caravelle, 1966, Toulou-se, págs. 76 y sigs.; J. M. Pita Andrade, «La Casa de Alba costea el retablo de la Iglesia Parroquial de Cam­bados», en Cuadernos de Estudios Gallegos, IX, fase. XXVII (1959), págs. 144-150, y finalmente el estudio que yo mismo publique en Archivo Español de Arte, núm. 183, págs. 299-318.

2 La importancia de la Academia de Toulouse para la evolución de la arquitectura española, concretamen­te para la arquitectura catalana y del Pirineo oriental, sería uno de los temas más interesantes de estudiar des­de el punto de vista formal. La contradicción de una tradición barroca.catalana, representada por Pere Cos­ta, frente a una arquitectura perfectamente identifica­da a las realizaciones de Lyon o de Burdeos, es un pro­blema que no comprendemos sobre todo en un momen­to en el que la presencia francesa se sintetiza de forma concreta no sólo en la industria, sino también en el campo de las matemáticas, estudios eruditos sobre an­tigüedades... En Toulouse se educa Bails e igualmente se van a formar toda una serie de matemáticos españo­les de singular importancia en el xvm.

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Page 20: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

"' Sobre este tema de la formación de los arquitectos franceses en Toulouse. ver R. Mesurct. el artículo ci­tado, donde describe no sólo los premios que Arnal lo­gra, sino que. y esto es lo importante, los temas con los que se tiene que enfrentar.

Existen en la Academia dibujos de Arnal, que corresponden a las siguientes signaturas:

BA 24/1: Elevación del templo del Honor, firmado adelante y fechado en 1763: BA 48/116: mausoleo en honor de Luis Velasco, firmado y fechado en 1763; BA 24/11: Planta del cuarto principal del Palacio Arzobis­pal, firmado y fechado en 1763; BA 24/111: Planta del cuarto bajo del Palacio Arzobispal, firmado y fechado en 1763; BA 24/IV: Alzado de la fachada principal del palacio Espiscopal, firmado y fechado en 1763; BA 24/V: Sección longitudinal del palacio Episcopal, firma­do y fechado en 1763; BA 24/VI: Plano General, fir­mado y fechado en 1763: BA 25/VII: Ornato para la fa­chada de la Academia de San Fernando de Madrid, sin firma ni fecha, corresponde a uno de los cuatro dibu­jos que presentó Arnal en 1789 con motivo de la en­trada en Madrid de Carlos IV: BA 25/VI: Ornato de la fachada de la Academia de San Fernando, sin firma ni fecha; BA 25/V: Ornato de la fachada de la Acade­mia de San Fernando, firmado atrás; BA 25/IV: Orna­to de la fachada de la Academia, sin firma ni fecha; BA 25/111: Ornato de la fachada de la Academia de San Fer­nando, sin firma ni fecha; BA 25/11: Fachada de la Aca­demia de San Fernando, sin firma ni fecha; BA 25/1: Academia de San Fernando, ornato de la fachada, sin firma ni fecha.

4 Academia de San Fernando. Junta Particular de 11 de noviembre de 1770.

-"' Academia de San Fernando. Junta Particular de 29 de diciembre de 1770.

" Academia de San Fernando. Junta Particular de 12 de abril de 1971.

7 Archivo Histórico Nacional. Sección de Osuna, le­gajos 402/2 y 393/1.

s F. Chueca Goitia. Juan de Villanueva. Madrid. 1949. pág. 110.

'' Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 111 Academia de San Fernando. Armario 1. lega­

jo 28. " Academia de San Fernando. Junta Particular de

31 de enero de 1772. Armario 2. legajo 28. Finalmente es nombrado Teniente de Arquitectura de la Academia en Junta General de 9 de septiembre de 1774. forman­do el cuadro junto con Ventura Rodríguez y Miguel Fernández como Directores, y siendo Teniente con Juan de Villanueva. Para detalles del proceso de acce­so de Arnal a la Academia, ver C. Sambricio, «J. P. Arnal. arquitecto del siglo XVIII». en AEA. nú­mero 183. pág. 306.

12 Academia de San Fernando. Junta Particular de 15 de agosto de 1775.

13 La primera noticia de esta obra la tenemos de la primera edición de Ponz. quien en su tomo V señala

ya como antes de 1770 existe dicho monumento (pág. 295). El mismo Gaya Ñuño, en su estudio sobre La ar­quitectura española en sus monumentos desaparecidos, Madrid. 196. pág. 286. da igualmente noticia de esta obra de Arnal. La mayor parte de los proyectos de Ar­nal que damos a partir de este momento corresponden a los que publicamos en su día en AEA. por lo que es obvio entonces citar de forma reiterativa aquel estudio.

14 E. Tormo. Las iglesias del viejo Madrid. Madrid, 1927. pág. 248. Igualmente, en Ponz, op. cil.. Madrid, 1776. Noticias nuevas.

15 Ponz. op. cil.. tomo V. pág. 297. E. Tormo da la misma nota en su estudio sobre las iglesias madrileñas, pero repite la referencia en una nota que presentó por una parte a la Academia de la Historia en 1926. y al mismo tiempo en otra que dio a la Academia de San Fernando en 1925. aparecida en el «Boletín».

"' Aunque desaparecida la imprenta Real, en el mo­mento actual existe todavía una vieja fotografía de la fachada de este edificio y se encuentra en el Archivo Municipal de Madrid, num. 8.297. La referencia de Llaguno a la imprenta es casi nula, en cuanto que ape­nas si cita el edificio... La referencia de Amador de los Ríos aparece en su Historia de Madrid, tomo IV, pág. 298). Señala por una parte cómo Manuel Turulo ayu­dó a Arnal en la realización de la obra y, por otra, di­ce que el dibujo que posteriormente Barcia catalogó entre los existentes en la Biblioteca Nacional de Ma­drid es obra de Fernández Noseret. El dibujo de Turi-11o seguramente es un ejercicio de Academia o mero apunte del tema, por cuanto que la fecha de 1795 con que aparece firmado el título no coincide con ese mo­mento de la actividad profesional de Turulo. Fernán­dez Noseret era en aquellos años alumno de la Acade­mia, como lo prueban los dibujos que envía en 1797 y 1800. correspondiendo el premio a Un estudio sobre Madrid (con signatura ASF. BA 38/820-8. y el segun­do a un Proyecto de posada, de signatura BA 38/819.

17 Academia de San Fernando. Armario 1, lega­jo 43.

Is Martínez Riera, en su estudio sobre el palacio de Buenavista, atribuye a Arnal el proyecto tomando co­mo base lo señalado por Ponz en el Viaje.

19 Existen, como ya lo hemos señalado al tratar del tema del historicismo. cuatro dibujos de Pedro Arnal para modificar el cuerpo central de la fachada del hos­pital Tavera de Toledo. Encontrados estos dibujos por Fernando Marías, me fueron amablemente cedidos pa­ra la presente publicación.

211 La referencia a la reforma de fachada del palacio del Viso se encuentra igualmente en la Sección de Osu­na, del Archivo Histórico Nacional de Madrid, en los legajos a los que antes hacía referencia.

21 Como he señalado, el gran mérito de la Corpora­ción fue romper los estrechos moldes de la calle de Al­calá y difundir por todo el país su discusión y su opi­nión sobre el clasicismo. Es en este sentido cómo la fi-

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Page 21: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

gura de Arnal y. en consecuencia, la Comisión de Ar­quitectura tienen un especial sentido dentro de la ar­quitectura española del siglo xvm. Extraña entonces que Bedat. en su trabajo sobre la Academia, no haya entendido ni el papel de Arnal ni la función de la Co­misión, papel y función que tampoco han sido estudia­dos en ninguno de los trabajos publicados sobre la Academia.

22 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 8. 23 de agosto de 1786, y Comisión de Arquitectura, núm. 10. 26 de febrero- septiembre de 1786.

21 Los planos de Villanueva para la reforma de la Academia se encuentran en la Academia de San Fer­nando, en el Archivo de Planos, y corresponden a las signaturas BA/4-291 a 278 y fueron publicados por mí en Academia, segundo trimestre de 1973.

24 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 7. 4 de agosto de 1786. Tormo completa la noticia añadiendo que Arnal había además construi­do la capilla de los Guardias en la misma iglesia (op. cit., pág. 382).

25 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 29, 14 de noviembre de 1787.

2'' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 20. 27, 29 y 113. de 1787 a 1795. El in­forme de Serrano lo había establecido Ignacio Tomás, y junto con él este Maestro de Obras presentaba siete dibujos para el puente. Las únicas referencias que he­mos encontrado sobre este individuo son las que da Ba-quero en su estudio sobre los artistas murcianos, pág. 284.

27 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 24, 16 de agosto de 1787.

2S Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 22, 28 de julio de 1787.

2'' No hemos encontrado ninguna referencia de este Maestro de Obras en ninguno de los Archivos que he­mos consultado. La única referencia se encuentra en la Academia de San Fernando, en cuanto que un Manuel Ibarra presenta a la Comisión de Arquitectura, a fin de ser nombrado arquitecto, un proyecto de casa de niños expósitos en Soria, fechado en 2 de junio de 1819. y que tiene como signaturas en el archivo de planos BA 2/101-102 y 103.

El proyecto que presenta a la Academia en 1788 corresponde a un ejercicio a fin de ser nombrado arquitecto.

•'" El inicial proyecto para la población correspondía a Antonio de Arias. En diciembre de 1787. el proyecto llega a la Academia, y es entonces cuando Arnal es nombrado para realizar los dibujos de la Población. Academia de San Fernando. Comisión de Arquitectu­ra núm. 30. 13 de diciembre de 1787. y núm. 78, 21 de julio de 1794.

31 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 32. 29 de febrero de 1788.

32 El proyecto inicial para el tabernáculo era de Gre­gorio Manuel López, de quien sólo tenemos la referen­

cia de unos dibujos que presentó a la Academia y que corresponden a la signatura BA 9/820-1-2. Presentado el proyecto de López a la Comisión de Arquitectura de la Academia el 31 de agosto de 1783. Comisión núme­ro 39. Arnal recibe el encargo de proyectar un nuevo modelo, presentándolo casi un año más tarde, concre­tamente en la Comisión de Arquitectura núm. 50. La noticia que da Ponz se encuentra en la pág. 183 del to­mo XVI, en la edición de 1791.

","' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 33. 27 de marzo de 1788.

34 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 33, 27 de marzo de 1788.

35 La iglesia de Navalcarnero tiene un cierto interés por cuanto que el proyecto que elabora Arnal en rea­lidad es una modificación de los iniciales dibujos de Ig­nacio Haan. Academia de San Fernando. Comisión de Arquitectura núm. 34, 6 de marzo de 1788.

36 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 48 y 64. marzo de 1789 y 1790.

37 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 57 y 60, octubre-diciembre de 1789.

3S Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 26 y 40, septiembre de 1787 y 1788. Ver igualmente las pequeñas precisiones que da Tormo res­pecto a esta iglesia en su libro sobre las iglesias madri­leñas, pág. 178.

TO Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 56-57, agosto-octubre de 1787.

40 La primera noticia que tenemos del obelisco que traza para Sanlúcar de Barrameda es la que da Llagu-no en su Diccionario (pág. 384, tomo IV). El único gra­bado que conocemos es el que el botánico Rojas Pini-llas daba en su estudio sobre Sanlúcar.

41 Sobre los distintos ornatos que construye Arnal, sería interesante recordar la fuente que concibe para la Alameda en Sigüenza, la que realiza en Villafranca de Córdoba o la reforma de la Academia que realiza para los ornatos de 1789. Es interesante para comprender la todavía clásica concepción de las columnas y de los adornos. Confrontando estos ornatos con los que, por ejemplo, realiza Sabatini o con los que traza Villanue­va. es interesante ver de qué manera cada uno plantea una alternativa distinta.

Academia de San Fernando. Comisión de Arquitec­tura núm. 25. 24 de junio de 1789. Archivo de planos de la Academia, ver BA 24/I-IV. Igualmente es impor­tante ver el libroj Ornatos públicos realizados en Ma­drid para conmemorar la entrada de los Reyes en 1789.

42 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 61 y 62. enero y febrero de 1792. El pro­yecto originalmente presentado era de Manuel de la Pe­ña Padura.

43 J. M. Pita Andrade, «La casa de Alba costea el Retablo Mayor de la iglesia de Santa María de Cam­bados». Cuadernos de Estudios Gallegos, IX, fase. XXVII. 1959. págs. 144-150.

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Page 22: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

44 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 89, 26 de mayo de 1792.

45 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 92, 15 de agosto de 1792.

4ft Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 97-100, febrero-mayo de 1793.

47 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 127-128, agosto-diciembre de 1796.

48 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 123, 21 de febrero de 1796.

49 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 127-128. agosto-diciembre de 1796.

•," Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 128-129, diciembre-marzo de 1796-97.

11 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 132, 27 de julio de 1797.

52 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 182. 16 de julio de 1863.

"">"1 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 174-182 y 185, febrero-septiembre de 1803.

54 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 162, 3 de septiembre de 1801.

5:1 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 156-161, marzo-septiembre de 1801.

56 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 170, agosto de 1802.

*7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 185, septiembre de 1803.

•"* Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 184-188, septiembre de 1803-noviembre de 1804.

JOSÉ TORCUATO BENJUMEA

Si Cayón refleja, en el Cádiz de la prime­ra mitad del siglo, la opción de un saber barroco y Albisu es, a su vez, el exponente de un clasicismo contradictorio, casi ligado a Ventura Rodríguez, Benjumea representa la figura del arquitecto más próximo al sa­ber de finales de siglo influido, por tanto, por el ambiente de los que pretenden enten­der el significado de la antigüedad. Estudia­do brillantemente por Teodoro Falcón, po­co puedo añadir a lo por él publicado, a no

ser algunos datos concretos que no figuran en su trabajo.

José Torcuato Benjumea nace en 1757 y se forma en el estudio de su tío Cayón '. De este modo, y sin pasar por la Academia de Madrid, la formación barroca que recibe sin duda se complementa con la lectura de tex­tos y libros sobre el nuevo ideal arquitectó­nico, no desconocido en un medio tan cos­mopolita y avanzado como en el Cádiz de fi­nales del XVIII. En 1783, a la muerte de su maestro 2, Benjumea —que ha recibido su formación junto con Miguel Olivares— se hace cargo de los proyectos inconclusos de su tío e inicia una importante actividad. De su formación teórica, clave para compren­der cómo se desliza del barroco gatidano, es importante el dato que solicita a Azara —embajador de Roma— la compra de li­bros de Arte y Arquitectura para la Acade­mia de Cádiz 3, con lo que demuestra cómo, lejos de ser un arquitecto barroco, se preo­cupa por el estudio del ideal clasicista. La primera obra que conocemos de él, comen­tada por Castro en la Guía del viajero de Cá­diz 4, es la parroquia de San José, en Cádiz. Pero los primeros contactos de Benjumea con la Academia de San Fernando —el ór­gano rector a fin de cuentas de la política ar­tística del momento— se sitúan entorno a 1792, cuando Benjumea presenta dibujos para la cárcel de Cádiz ~\

Aprobado el proyecto con modificacio­nes, Benjumea debía ser conocido en la Academia, puesto que cuando Machuca y Silvestre Pérez habían viajado a Cádiz, en 1781, para inspeccionar la catedral ft, sin du­da han tomado contacto con él. En 1796 pre­senta a la Academia el dibujo de la capilla, en el crucero de la epístola, de la parroquia de Puerto Real 7, y al año siguiente envía los dibujos para el retablo de la iglesia de San Antonio, en Cádiz s , siendo rechazados por la Academia, que nombra para el nue­vo proyecto a Martín Rodríguez y. No es és­te el primer revés que sufre Benjumea pues­to que, en 1793, al solicitar ser nombrado A c a d é m i c o de M é r i t o l l ) , h a b í a

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Page 23: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Torcuato José Benjumea. Plano del primer piso de un Consulado, 1793. A. S. F.

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Torcuato José Benjumea. Planta del segundo piso del Consulado en Puerto de Mar, 1793. A. S. F.

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Torcuata José Benjumea. Sección de un Consulado en Puerto de Mar, 1793. A. S. F.

Torcuato José Benjumea. Fachada principal de un Consulado en Puerto de Mar, 1793. A. S. F.

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Page 25: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Torcuato José Benjumea. Sección de una Casa para Consulado en Puerto de Mar, 1793. A. S. F.

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enviado ocho dibujos sobre el tema de Un consulado en Puerto de Mar y tanto el pro­yecto como su petición habían sido rechaza­dos l l . En 1802 envía a la Academia los di­bujos preparatorios del cementario de Cá­diz 12, que son de nuevo rechazados, y sólo cuando en 1803 envía nuevos diseños logra que éste se apruebe parcialmente l3, reci­biendo el encargo de desarrollar la traza existente.

En 1804 efectúa los dibujos para la cárcel de Cádiz '4 y más tarde da también los de la cárcel de Algeciras 15, En 1806 concibe la casa capitular de Cádiz l6 y traza el muelle de Puerto Real l7, recibiendo críticas y re­formas por la Comisión. Benjumea, que asume los cambios, traza en 1807 de forma definitiva la casa consistorial lcS. En el mis­mo año, y existiendo ya una actitud de en-frentamiento, presenta los dibujos para un puente sobre el río Guadalete, en Villa Mar­tín (Sevilla), que son de nuevo censura­dos ly. ¿Cuáles son entonces las objeciones que se formulan a sus dibujos? De modo rei­terado es, casi siempre, una sola: que sim­plifique los dibujos y que esquematice los proyectos. De este modo es posible enten­der cómo la discusión entre Arnal, Pérez y

jóvenes como Cuervo se refleja en la arqui­tectura del resto del país y podemos imagi­nar el desconcierto existente en Benjumea: él, que se ha formado en el barroco y ha si­do capaz de asumir —con esfuerzo eviden­te— el ideal ilustrado que ha sido aceptado por la Academia en los primeros momentos de los años ochenta y que recibe, además, el aplauso del Cádiz de finales de siglo, no puede comprender ni dónde se plantea la crítica ni el sentido que tiene esa censura de «simplificar» los dibujos. De este modo, y a partir de 1814, su actividad continúa cohe­rente con un gusto clasicista, pero ignoran­do —creo— los problemas sobre la ciudad que se han planteado años antes.

NOTAS

1 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 2 A. de Castro, Guía del viajero en Cádiz, pág. 125. 3 Academia dé San Fernando. Armario 1, legajos

36-37. 4 A. de Castro, op. cit., pág. 125. Teodoro Falcón,

en su interesante estudio sobre José Benjumea, sitúa la obra de San José entre 1783 y 1787. El plano de esta iglesia que él señala se encuentra en una colección par­ticular de Cádiz.

5 Academia de San Fernando. BA 5/442-448. El pro­yecto que presenta el 19 de noviembre de 1793 corres-

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Page 26: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

ponde a una casa y consulado de un puerto de mar, aunque no es aprobado su dibujo.

* Existe en la Academia de San Fernando un largo expediente sobre la catedral de Cádiz debido al gran número de informes secretos que Machuca pronunció al inspeccionar la obra de la catedral.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 128, 29 de diciembre de 1796.

N Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 129, 1 de marzo de 1796.

'' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 129, 1 de marzo de 1796.

'" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 148, 6 de agosto de 1897.

" Academia de San Fernando. Armario 1, lega­jo 43.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 164, 4 de febrero de 1802.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 166, 29 de abril de 1802.

14 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 195, 30 de octubre de 1804. Los planos de Benjumea para la cárcel de Cádiz se encontraban, hace pocos años, en la Biblioteca particular de Ro­dríguez-Salmones.

15 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 195, 30 de octubre de 1804.

16 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 12, 5 de noviembre de 1806.

17 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 5, 24 de abril de 1806.

I s Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 24, 29 de octubre de 1807.

19 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 28 de julio de 1807.

GUILLERMO CASANOVA

Al igual que Ignacio Haan, Casanova es uno de los arquitectos españoles de la déca­da de 1780 que juega un importante papel, pero que, sin embargo, nunca ha sido estu­diado. Alumno de la Academia de Madrid, desde 1772 ', en 1778 concurre al Primer Premio de Primera Clase enfrentándose a Mateo Guill y a Albisu con el tema de un

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Guillermo Casanova. Alzado principal de una iglesia, 1786. A. S. F.

hospicio 2; obtiene, al año siguiente, la pen­sión en Roma que le permite permanecer en aquella ciudad de 1779 a 1785 3. Poco sabe­mos, por estudios españoles, de'la actividad de los pensionados en aquellos momentos y la única referencia que tenemos son las que Preciado de la Vega manda al Secretario de San Fernando, o la que el Embajador en Roma remite a Madrid. Pero gracias a los trabajos publicados por Fernando Bo-yer sobre el ambiente artístico de aquella ciudad podemos saber cuáles son los temas de discusión existentes 4 en la Academia de Francia e imaginamos entonces cómo Casanova toma contacto con el mundo cla-sicista que Arnal ha insinuado en Ma­drid 5.

A su llegada a España en 1786, y gracias a los dibujos que ha mandado desde Roma, es nombrado Arquitecto Académico de Mé-

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Page 27: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

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Guillermo Casanova. Planta de iglesia Octogonal, 1786. A. S. F.

Guillermo Casanova. Sección e iglesia con tabernáculo, 1786. A. S. F.

rito 6 y desde ese momento se convierte pa­ra la Academia en uno de sus individuos de confianza: prueba de ello es que en 1786 se le comisiona para que informe sobre la si­tuación del puente que Nicolás de la Serna había empezado en Garganta de Valdetejo, cerca de Piedralagos 7. En 1787 es nombra­do Director de Perspectiva, puesto que an­teriormente desempeñaba Miguel Fernán­dez 8 , y al año siguiente se le comisiona pa­ra que construya una torre en Rivera de Fresno y, para que continúen las obras ini­ciadas por Pedro del Mazo '", para que cen­sure el proyecto de cárcel que Ignacio To­más había concebido al respecto u y para que, en ese mismo año, sea él quien trace los planos para esta cárcel 12.

En 1789, Casanova proyecta la iglesia parroquial de Villanueva del Río , da pro­yecto y ampliación de la iglesia de Rivera

del Fresno l4, ofrece planos para la puerta de Valenzuela en la Villa de Almagro l5 y traza el proyecto del seminario conciliar de Astorga 16. Paralelamente, tenemos noticias de que es propuesto para el puente de Pie-drabuena 1?, en la Mancha, por el único mo­tivo de realizar frecuentes viajes a las Nue­vas Poblaciones, encargado por el Consejo de Ordenes lf!, y este dato cobra interés, puesto que podemos imaginar cómo Casa-nova —Teniente Director de la Academia— interviene en el trazado de obras importan­tes de Sierra Morena, ayudado sin duda por Losada y enfrentado a Manuel Mateo. En 1792 dibuja una torre para Alcalá la Real 19

y un año más tarde critica la iglesia que Boch realiza en Barbera 2(); es comisionado —junto con Toraya— para dirigir las obras que se deben realizar en Almendralejo 21 y en 1794 recibe el encargo de proyectar la

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iglesia de Barbera 22. Un año más tarde, en 1795, Casanova recibe el encargo de trazar el ayuntamiento para la población de Bri-huega 23 y en 1796 es comisionado, junto con Martín Rodríguez, para inspeccionar el Lazareto de Manon, que Justo Pellón había concebido poco antes 24. En 1799 da dibujo para el puente de Duratón, en Segovia 2:>, y presenta cuatro dibujos para un hospicio con capacidad para 400 personas que se pre­tende realizar en Córdoba 26. Junto con Juan Antonio Cuervo pretende finalizar el proyecto inconcluso de Ventura Rodríguez para Corral de Almaguer 27 y recibe para ello la indicación de la Academia para que con Martín Rodríguez, sobrino carnal de aquél 28, elabore el proyecto. En 1801 Ca­sanova redacta un importante manuscrito sobre La economía de la Arquitectura, que se encuentra sin publicar en los Archivos de la Comisión de Arquitectura de San Fernan­do 2y y en el mismo año intenta, como ya he comentado al tratar dé Cuervo, dar un guión a la Comisión de Arquitectura para que és­ta modifique su actitud con respecto a algu­nos proyectos, intento que es desestimado debido, sin duda, de Arnal 30.

En 1803, Casanova recibe su más impor­tante encargo (que, desgraciadamente no he podido localizar) al pedírsele que proyecte un hospital militar en Barcelona con capa­cidad para 4.000 enfermos 31. Sin duda, por su muerte, ocurrida en 1804, Casanova no finaliza dicho estudio que hubiese podido convertirse —conociendo por ejemplo los trazados de Ugartemendía y los proyectos de Aguirre 32 o Pellón 33 para Mahón— en uno de los más importantes proyectos de la arquitectura ilustrada de España.

NOTAS

1 Enrique Pardo Canalís, Los Registros de matrícula en la Academia de San Fernando de 1752 a ¡815. Ma­drid, 1967, en la pág. 22 no aparece el.ingreso de Gui­llermo Casanova en la Academia, a pesar de que de manera constante, en su expediente personal —que se encuentra en los archivos de la Academia (ASF, lega­jo 43, armario 1)—, señala su ingreso en este año.

2 El tema de los premios de 1778 era el de «... un gran hospicio con comodidades para fábricas, manufac­turas, habitaciones, de dependientes y división oportu­na para hombres y mujeres, templo capaz con tribunas separadas para los dos sexos con toda magnificencia: planta del cuarto bajo, otra del principal: fachada y cor­te todo geométrico».

En la Academia de Madrid existen numerosos dibu­jos de Casanova que corresponden a las siguientes signaturas:

BA 24/XLVIII: Capitel, friso y cornisa del orden Dó­rico, firmado y fechado en 1772; BA 28/757: Alzado de un templo, firmado y fechado en 2 de junio de 1775; BA 28/756: Sección del templo anterior, firmado y fe­chado en 2 de junio de 1775; BA 28/757: Planta esce­nográfica de un magnífico templo, firmado y fechado en 2 de junio de 1775; BA 28/730: Plano geométrico que demuestra la forma cómo se puede construir un magnífico hospicio capaz de albergar 3.000 personas, firmado y fechado en 30 de junio de 1778; BA 28/729: Alzado y sección de un hospicio, firmado y fechado en 30 de junio de 1778; BA 28/728: Plano geométrico del piso principal del hospicio, firmado y fechado en 30 de junio de 1778; BA 28/759 bis: iglesia de orden Dórico con triglifos cuya planta interior tiene la figura de un oc­tógono, firmado y fechado en 27 de abril de 1876; BA 28/759: Sección Transversal de la iglesia octogonal, fir­mado y fechado en 27 de abril de 1786; BA 28/758: Fa­chada principal de la misma iglesia octogonal, firmado y fechado en 27 de abril de 1786.

' Aunque no hemos encontrado ninguna referencia j de Casanova en Roma, ni en la Academia de San Luc- I ca, ni tampoco en la —por entonces— recién constitui­da Academia del Nudo, interesa destacar que en la Academia de San Fernando de Madrid (armario 1, le­gajo 48) se encuentra la documentación sobre su pen­sión y sobre su estancia.

4 El tema de la Academia de Roma es importante para el estudio de los españoles de aquella ciudad; co­mo bibliografía mínima interesa tener presente los si­guientes estudios: Atti delta Academia romana di Belle Arti denomínala di S. Lucca publícate nélla sicorrenza del trecentisimo anniversario delta inaugurazione dell'A-cademia. Roma, 1894. Boyer F.: «Les artistes frangais etudiants laureants au membres de l'Academie romain de Saint Luc. entre 1660-1700». Bulletín de la Societe de l'histoire de I'art jraneáis, 1950. Missirini, M.: Me-morie per serviré alia storia dellAcademia di S. Lucca fino ala morte di A. Canova. Roma. 1823. L. Pirotta: Contributo alia storia delta Academia nazionale di S. Lucca. Strenna dei romanisti, vol. XIX, 1958, págs. 293 y 302; «Un grupo di artisti francesi nell'Academia di San Lucca». Capitolium (1961), núm. 6. págs. 24-26.

""" Como ha estudiado Fernando Marías al tratar de la reforma del hospital Tavera de Toledo en 1776, la evolución de Arnal es reflejo de los cambios experi­mentados en la Academia de Francia.

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'' Academia de San Fernando. Armario 1. legajo 43. 7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 11. 24 de octubre de 1786. 8 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. '' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 43, 27 de marzo de 1788. '" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 35, 29 de mayo de 1788. " Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 37, 3 de junio de 1788. 12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 38, 24 de julio de 1788. L1 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núms. 51-56, 22 de mayo y 21 de agosto de 1789. M Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 52, 19 de junio de 1789. La Academia re­chaza en esta Junta el proyecto que simultáneamente había presentado Mateo Guill.

'-"' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 56, 27 de agosto de 1789.

"' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 60, 28 de diciembre de 1789.

17 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 73. 17 de diciembre de 1790. Aunque en un primer momento son simultáneamente propuestos por la Academia Casanova y Toraya, es elegido el pri­mero dado los frecuentes viajes que realiza a la Man­cha.

"" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 73, 17 de diciembre de 1790.

| ,; Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 96, 22 de diciembre de 1792.

2" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 97 y 113, 6 de febrero y 16 de julio de 1793-94.

21 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 101, 1 de agosto de 1793.

22 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 113, 16 de julio de 1794.

22 Aunque los planos de la fábrica de paños de Brihuega no corresponden al proyecto del ayuntamien­to al que hacemos referencia, deseo agradecer a Igna­cio Lafuente Niño el haberme facilitado los planos de la fábrica. La referencia de Casanova como arquitecto del Ayuntamiento se encuentra en la Academia de San Fernando, Comisión de Arquitectura, núm. 121, 28 de agosto de 1795.

2J Academa de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 124. 31 de marzo de 1796. Además de los planos presentados por Santiago Sebastián en su estu­dio sobre Mallorca, hemos encontrado entre los fondos del Archivo Histórico Militar de Madrid la documen­tación correspondiente al proyecto de Pellón, mientras que los dibujos de Domingo de Aguirre nos han sido imposibles de localizar.

2> Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 150, 29 de noviembre de 1799. Poco más tarde, el 28 de febrero del mismo año presenta a la Co­

misión cuatro planos para la construcción del puente que serán ya definitivamente aprobados, pasándose a su ejecución.

2<' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 153, 31 de junio de 1800.

27 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 155, 23 de diciembre de 1800. Hemos en­contrado por otra parte en la Sección de Consejos del Archivo Histórico Nacional un plano de Ventura Ro­dríguez fechado en 1777 para esta obra.

28 Archivo Histórico Nacional. Consejo. Planos núm. 48. Manuel Martín Rodríguez. Dibujo para Corral de Almaguer.

29 Guillermo Casanova, Discurso sobre la economía en la arquitectura, seis folios, 1801, Academia de San Fernando, armario 1, manuscrito 66.

M Beltrán, Alfonso Rodríguez, Cuervo y Casanova presentan a la Junta Particular de 3 de mayo de 1801 un guión a tratar en el que se hace referencia a la ne­cesidad de establecer nuevas normas que rijan los acuerdos de la Comisión de Arquitectura. Aprovechán­dose de que dominan con su presencia en la Junta Par­ticular, su interés se centra en forzar la crítica a pro­yectos de aquellos que, carentes de formación, han adaptado poco a poco un barroco mal entendido a los esquemas clasicistas. El manuscrito en cuestión se en­cuentra en la Academia de San Fernando, armario 1, legajo 66, de manuscritos.

•'' Aunque en ningún momento Rafols da noticias de este proyecto ni tampoco Pierre Vilar o Carrera, el he­cho es que en la Comisión de Arquitectura núm. 179, 17 de mayo de 1803, y en la posterior núm. 181, 3 de julio del mismo año, Casanova presenta el tema que va a ser aprobado al mismo tiempo por la Academia.

32 Ni en la Cartoteca Militar recientemente editada por el Archivo Histórico y Servicio Geográfico del Mi­nisterio del Ejército (Madrid. 1974), ni en el Servicio Histórico Militar se encuentran referencias del plano de Domingo Aguirre. Sin embargo existe, firmado por Casanova, un plano del fuerte de Ken. uno de los de pri­mera línea del Castillo de San Felipe, fechado en 1803.

" Miguel Pellón. Planos del Lazareto de Mahón. Servicio Histórico Militar, núms. B/17-8. B/17-1 y B/15-18, que corresponden respectivamente a los nú­meros 3609, 3602 y 3588 del nuevo catálogo.

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LUCAS CINTORA

Lucas Cintora centró su actividad arqui­tectónica en la región sevillana, desempe­ñando el papel de difusor de los esquemas generados por Ventura Rodríguez. En este sentido, su labor complementa la realizada por Sanz, Loys de Monteagudo, Munar o Martín Rodríguez y, sin duda por ello mis­mo, sabemos que Cintora mantuvo una ac­titud frente a la arquitectura que le valió las críticas de la Academia en los últimos años del siglo. Confiando en que los esquemas de su maestro son suficiente referencia, Cinto­ra no comprende los cambios de criterio que experimenta la Academia y se sorprende al advertir que las críticas que recibe tienen poco en común con lo que él aprendió de Rodríguez. Por ello, e intentando comple­mentar las noticias dadas en su día por Lla-guno ', quiero ofrecer algunos datos que pueden servir para comprender la actitud y los criterios mantenidos por Cintora.

Nacido en Fitero, en 1732, desde los ca­torce años estudió en Bayona 2 y al poco co­mienza sus trabajos en la obra de la capilla del Pilar de Zaragoza 3, junto a Rodríguez, pasando posteriormente a trabajar en Sevi­lla donde, años más tarde, será nombrado arquitecto de los Reales Alcázares, del Tri­bunal de la Inquisición y de la Real Audien­cia 4. A través de los datos de la Comisión de Arquitectura, sabemos que diseña la torre de la parroquia de Manzanilla, la igle­sia de San Juan del Arrabal, en Sevilla; arre­gla el colegio de las Becas y la casa del Mar­qués de Mediana ~\ En 1786, Cintora, que ha llevado a cabo distintas obras en la Lon­ja, recibe fuertes críticas sobre su actua­ción 6 y por ello elabora un pequeño folle­to, Justa repulsa de ignorantes y émulos ma­lignos, carta apologética y crítica en que se revindica la obra que se está haciendo en las Lonjas de Sevilla, con el que intenta acallar las críticas que recibe.

Que Cintora logra alcanzar un puesto de excepcional importancia en Sevilla lo prue­ba un simple hecho: es capaz de romper la

obligada dependencia formal que le liga a la Academia de Madrid y sólo —que sepa— en dos ocasiones acepta las disposiciones existentes enviando 7 a la Comisión de Ar­quitectura dibujos de sus obras. El primer poryecto que remite se fecha en 1786, cuan­do presenta las trazas de una una casa con­sistorial en el Castillo de la Guarda 8, y recibe una fuerte crítica de la Academia «... el pensamiento es reprobable no sólo por su distribución, sino por el mal gusto de la planta que podría dar perniciosísimo ejemplo a los estudiantes incautos..., y frus-taría los esfuerzos de modificar la arquitec­tura que pretende la Academia de Madrid», proponiéndose a renglón seguido que Ma­nuel Machuca, sin salir de Madrid, trace lí­neas de referencia para estas casas consisto­riales. El segundo —y último— contacto con la Academia se sitúa cuando Cintora remite el proyecto de obras que pretende llevar a cabo en Sanlúcar de Barrameda 9 y que tam­bién es rechazado por la corporación. Ex­traña esta relación, pero sorprende más cuando —siendo evidente sus referencias formales en Ventura Rodríguez— al ser par­tidario de un barroco clasicista, nos encon­tramos que es nombrado Director de la Es­cuela de Diseño de Sevilla "' manteniendo así una actividad docente que sin duda es el origen de la falta de clasicismo que entien­de la Academia, en la Sevilla de finales del siglo XVIII.

Nombrado Académico de Mérito no por Madrid, sino por Valencia " , Cintora mue­re en 1800, como consecuencia de la epide­mia de peste que en dicha fecha asóla Sevilla.

NOTAS

' Llaguno, Diccionario de arquitectos y arquitectura de España desde su restauración. Madrid, 1829, tomo IV, pág. 325.

2 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. •' Existe igualmente un expediente sobre la obra de

Cintora en la Academia de San Carlos de Valencia. Enfrentado a la Academia de Madrid, Cintora envía

en 1776 un dibujo a la Academia de Valencia y es nom­brado entonces Académico de Mérito de San Carlos.

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Joaquín Berchez, en su estudio sobre los dibujos de la Academia de San Carlos (Valencia 1981), facilita los tres planos remitidos por Cintora con el fin de ser nom­brado Académico de Mérito, op. cit., pág. 292. Da igualmente una breve biografía de este arquitecto (pág. 387), retomando —como cita— los datos de Llaguno.

4 Llaguno, op. cit., tomo IV, págs. 315-316. 5 Ibid., pág. 326. 6 Catálogo arqueológico de la provincia de Sevilla,

tomo I. pág. 165. Igualmente, Luis Cuevas Aleoler, en su estudio sobre Un ejemplo español de arquitectura in­dustrial del siglo XVIII (Madrid, 1946) publicado por la Asociación Nacional de Ingenieros Industriales, da (en la pág. 48) una pequeña referencia de Cintora sacada del Schubert (pág. 444).

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 8, 23 de agosto de 1786.

s Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 8, 23 de agosto de 1786.

9 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 43, 20 de noviembre de 1788.

10 En los registros de la Academia de Madrid, y a través de la correspondencia que se establece con Se­villa, se especifica de forma clara cómo efectivamente no sólo era Arquitecto de la Audiencia de Sevilla, sino que además figuraba como Director de Arquitectura de la escuela de diseño. (Academia de San Fernando. Ar­mario 2, legajo 25.)

" Academia de San Carlos de Valencia. Es nombra­do Académico de ésta el 5 de mayo de 1776.

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Juan Antonio Cuervo. Estudio de capitel corinteo. A. S. F. 1780.

JUAN ANTONIO CUERVO

Sin duda, Juan Antonio Cuervo fue uno de los individuos que, en los últimos años del siglo, logra ejercer una mayor influen­cia en la arquitectura de sus contemporá­neos. Alumno de la Academia de San Fer­nando, en la que ingresa en 1778 ', al año siguiente participa en los premios de Segun­da Clase de la Academia con el tema de Edi­ficio para baños públicos 2 y en 1784 lo ha­ce en la Primera Clase de Arquitectura, desarrollando una Casa de Campo para cua­tro personas distinguidas con sus familia­res 3.

Nombrado Académico de Mérito en 1788 4, su carrera docente se plantea al ser nombrado primero, en 1801, Teniente Di­rector 5 y, en 1814, Director de Arquitectu­ra 6. Sin embargo, por el elevado número de proyectos que antes de esta fecha presen­ta a la Academia, podemos conocer cual fue la formación teórica que tuvo Juan Antonio Cuervo.

En 1789 presenta a la Academia un dibu­jo para cárcel con Ayuntamiento en Velilla de San Antonio 7 y al año siguiente presen­ta unos dibujos para la fábrica tahona en Fuencarral 8, que son aprobados por la Co­misión de Arquitectura. Un año más tarde,

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Page 32: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

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Juan Antonio Cuervo. Fachada del Teatro Marcelo, 1782. A. S. F.

en 1791, presenta tres dibujos para cañerías y fuentes en la Oveja, en Toledo y, recibien­do al mismo tiempo su primer encargo de la Academia para inspeccionar la fuente de la Cañada, de Madrid 1(). En 1792 realiza la ca­sa consistorial de Valdemojado " y presen­ta unos dibujos para un puente sobre el río Tajo, entre Auñón y Sacedón 12, que en un primer momento son rechazados y sólo me­ses más tarde, al ser modificados, serán aceptados L\ En el mismo año recibe el en­cargo de la Academia de inspeccionar el puente del arroyo de Bobadilla 14.

Proyecta la iglesia de Todos los Santos, de Sevilla '5, y recibe de la Academia la in­dicación de que debe modificar las trazas en la forma en que Martín Rodríguez se lo se­ñale, siendo entonces aprobadas '6. En esta fecha ingresa en la Comisión de Arquitec­tura, junto con Blas Cesáreo Martín, en ca­lidad de arquitecto académico '7 y al año si­guiente, en 1794, es comisionado para ins­peccionar la construcción de la parroquia de Bisconi, en Vizcaya us, realizando su prime­

ra gran obra en 1795, al dar los dibujos pa­ra la plaza principal de Avila |y.

El tema de las plazas mayores presenta una importante evolución a lo largo del si­glo XVIII desde los iniciales supuestos esta­blecidos por Churriguera en Salamanca has­ta el modelo de plaza que configura Silves­tre Pérez en el Puerto de la Paz 20. A lo lar­go de estos setenta años la aparición de la plaza en el Nuevo Baztán, en la Barcelone-ta 21, en las Nuevas Poblaciones de Anda-lucia, en Soria, Ocaña o Avila presenta una tipología común en ciertos aspectos, dife­renciada en otros del sistema de la plaza de­finidos en Vitoria. Ocaña, Avila o Soria re­presentan un nuevo tratamiento de la vieja plaza barrocaí un esquema en el que pode­mos comentar el sentido que tienen las en­tradas, destacando la presencia de sus acce­sos y definiéndolas entonces como plazas abiertas o cerradas. El tratamiento del so­portal que años más tarde definirá Ugarte-mendía en San Sebastián o Silvestre Pérez en Bilbao difieren, como han estudiado Jo-

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Juan Antonio Cuervo. Sección de una iglesia, 1782. A. S. F.

sé Ignacio Linazasoro y Ignacio Galarraga, de la plaza de Vitoria 22. El antiguo casco de Vitoria, la «almendra» medieval que con su crecimientos ha insinuado en el XVIII un núcleo nuevo, abre en cierta medida los can­tones de la ciudad a la ladera de la colina. Por ello, el tema de la plaza de Avila con­cebida por Cuervo se encuentra más próxi­mo al proyecto de Ocaña o al dibujo de re­forma de la plaza de Soria, que al proyecto de plaza de Vitoria 23.

La obra de Avila, que se prolonga duran­te todo 1797 24, conduce a que Cuervo sea comisionado para inspeccionar las obras de puente Ortiz en Coca 2:> y a colaborar, en 1800, con Casanova en el cauce del río que corre a través de Corral de Almaguer 26. En 1801 recibe el encargo de inspeccionar la iglesia de Villaseca, que había comenzado Simón Ferrer 27, y da cuatro dibujos para di­cha iglesia que son aprobados por la Comi­sión de Arquitectura 28.

En 1801 es nombrado Teniente Director de Arquitectura en la Academia por falleci­

miento de Francisco Sánchez 2y y presenta cinco diseños en borrador para la iglesia parroquial de Travia 30, en Asturias. En 1802 se ofrece para realizar los dibujos de un proyecto de panera en Puig de Cinca, en Benaberma 31, proyecto que es aprobado en el mes de octubre; da dibujos para la parro­quia de San Martín, en Madrid, aprobados a lo largo de 1803 32, y realiza un expedien­te sobre las Descalzas Reales, analizando si el alero que existe resiste o no, pasando en­tonces el estudio al arquitecto mayor de Ma­drid, es decir a Juan de Villanueva 33. En 1804 proyecta un convento para Monjas de la Ensenada en Vergara 34, que se aprueba sin dificultad, y en 1805 proyecta un panóp­tico para Madrid 35. En este año concibe una iglesia catedral para Popayan, en Amé­rica 36, presentando a la Comisión de Ar­quitectura siete dibujos, que son aprobados, y recibe, junto con Arnal, algunos encargos para construir viviendas privadas en la ciu­dad 37, así como peticiones de informes, co­mo es el que realiza sobre un grupo de ca-

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sas pertenecientes al Duque de Osuna, si­tuadas en la calle de Segovia 3S, o el encar­go que recibe de Antonio Collado 39 para que inspeccione, junto con Silvestre Pérez, la casa que se encuentra en el número 22 de la Carrera de San Jerónimo.

En 1805 diseña la capilla del Carmen que se quiere construir en El Ferrol 40, modifi­cando los planos que anteriormente había presentado a la Comisión de Arquitectura Pérez de Juan 4 I , y en 1806 informa y da di­bujos, junto con Alfonso Rodríguez, sobre el estado en que se encuentra la casa sita en la calle de Don Pedro núm. 10, en Ma­drid 42; da trazas para la iglesia de Santia­go, igualmente en Madrid 4 \ y proyecta el altar mayor de San Rafael Custodio, en Cór­doba 44. En 1807, el último proyecto que co­nocemos antes de la guerra, proyecta el hos­picio de Burgos.

A partir de esta fecha, Cuervo desarrolla una amplia actividad arquitectónica, siendo nombrado en 1814 Director de Arquitectura.

NOTAS

1 E. Pardo Canalís, Los Registros de matrícula de la Academia de San Fernando. Madrid, 1967. No figura ni en pág. 26 ni pág. 145, a pesar de que en distintos expedientes el mismo Cuervo señala esta fecha como la de su ingreso en la Academia de Madrid.

2 Academia de San Fernando. Premios, 1781, pág. 22. Concursan con él Isidro Velázquez, Juan Bautista García y José Toroya. 1784.

3 Premios, 1784. pág. 22. 4 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 5 Academia de San Fernando. Junta Particular de 4

de marzo de 1801. 6 Cuervo ocupa el puesto que en un primer momen­

to había desempeñado Silvestre Pérez. Existen en la Academia numerosos dibujos de Cuer­

vo, que corresponden a las siguientes signaturas: BA 24/351: Planta y capitel Jónico, firmado atrás y

fechado en 27 de noviembre de 1779; BA 24/348: Ca­pitel y coronamiento de la fachada del templo de Nimes según Paladio, firmado y fechado en 5 de noviembre de 1779; BA 24/347: Arquitrabe, friso y cornisa del tem­plo de Júpiter Tíñante, según Desgodetz, firmado y fe­chado en 6 de abril de 1780; BA 24/353: Planta y ca­pitel corintio, según Desgodetz, firmado atrás y fecha­do en 20 de abril de 1780; BA 48/832: Orden clásico, firmado y fechado en 1781; BA 43/267-261: Patio cir­cular, firmado y fechado en 1782; BA 24/346: Fachada

Juan Antonio Cuervo. Dibujo de friso y cornisa del Templo de Júpiter en Roma, 1780. A. S. F.

principal del teatro Marcelo, firmado y fechado en 14 de noviembre de 1782; BA 24/345: Planta del teatro Marcelo de Roma, según Desgodetz, firmado y fecha­do en 5 de noviembre de 1782; BA 40/1157: Proyecto para un palacio, firmado y sin fecha; BA 42/139: Por­tada de una casa, firmado y sin fecha; BA 24/352: Sec­ción del templete de San Pedro en Montorio, firmado y fechado en 1 de octubre de 1783; BA 24/350: Aspecto de la fachuda de San Pedro en Montorio, firmado y fe­chado en 1 de octubre de 1783; BA 24/349: Planta del templo de San Pedro en Montorio y de los dibujos de esta Academia, firmado y fechado en 1 de octubre de 1783; BA 32/189: Sección de una iglesia y alzado de la torre, firmado y fechado en 3 de diciembre de 1783; BA 32/188 bis: Alzado principal del templo, firmado y fechado atrás en 3 de diciembre de 1783; BA 32/188: Planta de una iglesia, firmado y fechado en 3 de diciem­bre de 1783; BA 32/187 bis: Alzado del retablo para la iglesia, firmado y fechado en 7 de marzo de 1783.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 51, 22 de mayo de 1789.

K Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 71, 18 de noviembre de 1790.

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Page 35: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

* Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 79, 13 de julio de 1791.

10 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 80, 19 de agosto de 1791.

" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 83, 24 de febrero de 1792.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 85, 27 de marzo de 1792.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 89, 26 de mayo de 1792.

14 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 95, 20 de noviembre de 1795.

15 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 98, 8 de marzo de 1793.

16 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 99, 13 de abril de 1793. Juan Antonio Cuervo construye en Madrid un edificio de viviendas si­tuado en la plaza del Alamillo, en 1793, cuyos planos se encuentran en el Archivo de Villa con signatura A. S. A. 1-53-12.

17 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 107, 20 de diciembre de 1793.

'" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 115, 24 de septiembre de 1794.

''' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 118, 13 de febrero de 1795.

20 C. Sambricio, Silvestre Pérez, arquitecto de la Ilus­tración. San Sebastián, 1975.

21 En otro momento, al tratar el tema de las nueva poblaciones hemos intentado resaltar la importancia que presentan las plazas dentro de los núcleos urbanos de nueva plaza.

22 I. Galarraga y J. I. Linazasoro, Vitoria: una ciu­dad en el País Vasco.

23 Recientemente el estudioso don Luis Cervera Ve­ra ha publicado una importante monografía sobre el te­ma de la Plaza Mayor de Avila, de obligada consulta para conocer el sentido de la plaza en el siglo xvm.

24 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 129, 1 de marzo 1797.

25 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 130, 22 de marzo de 1797.

26 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 155, 23 de diciembre de 1800.

27 Academia de San Femando. Comisión de Arqui­tectura núm. 157, 2 de mayo de 1801.

2S Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 160, 27 de agosto de 1801.

2'' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 157, 2 de mayo de 1801.

311 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 157, 2 de mayo de 1801.

31 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 169, 28 de junio de 1802.

32 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 176, 30 de septiembre de 1802.

3> Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 194, 3 de octubre de 1804.

34 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 196, 30 de noviembre de 1804.

•̂ Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 20, 30 de marzo de 1805.

36 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 197, 2 de enero de 1805.

37 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 202, 29 de mayo de 1805.

3K Academia de San Fernando. Junta Particular de 3 de abril de 1805.

39 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 203, 26 de junio de 1805.

411 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 206, 4 de septiembre de 1805.

41 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 205, 8 de agosto de 1805.

42 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 207. 3 de octubre de 1805.

43 Academia de San Fernando. Junta Particular de 5 de mayo de 1806.

44 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 17, 2 de abril de 1807.

DOMÍNGUEZ ROMAY

A lo largo de la segunda mitad del si­glo XVIII son varios los arquitectos gallegos

i que desarrollan una actividad constructiva ligada a los supuestos ilustrados, variando en su caso los planteamientos, pero demos­trando conocer —y asumir, en su caso— los cambios existentes. De este modo, si poco antes he señalado la importancia de Loys de Monteagudo o de Ferró Caaveiro como re­presentantes de un primer clasicismo, en los últimos años del siglo serán Domínguez Ro-may y Miguel Caaveiro quienes demuestren haber comprendido las nuevas ideas formu­ladas por la Academia '.

Murguía, en su estudio sobre la Galicia del siglo XVIII, señalaba la importancia y el interés que despertaron los temas historicis-tas y cómo el estudio de la teoría arquitec-

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Page 36: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

tónica se desarrolla entre una minoría de in­dividuos, hasta el punto que uno de los ma­nuscritos de Lorenzana sobre el orden Es­pañol se encontraba en la biblioteca de la Universidad de Santiago 2.

Domínguez Romay, sin haber sido alum­no de San Fernando, había adquirido una sólida formación clasicista que recibirá acep­tación de la Academia al obtener, en 1790, el título de Académico de Mérito 3 tras des­arrollar el tema de Una plaza de Toros 4. De esta forma no sólo sus conocimientos son aceptados sino que recibe la confianza de la Academia, quien a partir de este momento le confía diferentes encargos y misiones co­mo lo prueba que el mismo mes en que es aceptado como Académico se le nombre pa­ra reconocer el estado en que se halla el co­liseo de La Coruña \ A lo largo de su vida, recibe distintos nombramientos, entre los que destaca el de Maestro Mayor de fortifi­caciones b y Arquitecto Mayor de La Coru­ña, presentando para esta ciudad un estudio de conducción de aguas que es aprobado 7. En el año de 1799 se le propone, junto con Diego de Ochoa, para componer la iglesia de Ribadeo 8, presentando él solo los pla­nos debido a no haber podido Ochoa hacer­se cargo de la obra. Un año más tarde pre­senta un proyecto para la catedral de Tuy 9

y en 1802 realiza distintas obras en Pa­drón l l\ dando nueva dirección a las aguas del río Sar y construyendo puentes y calles de modo que, al presentar el expediente a la Academia, ésta aprueba el total, introdu­ciendo sólo algunas críticas concretas " .

En el mismo año presenta tres planos pa­ra ampliación de la casa consistorial en la fe­ligresía de Santa María de Osas l2, en Mo-nelos, en el camino real, y también el puen­te sobre el río Santa Marina, en Viana del Bollo I3. Concibe el altar mayor de la igle­sia de los Padres Dominicos de La Coruña y por vez primera un proyecto suyo sufre el rechazo por parte de la Comisión de Arqui­tectura 14. En 1803 presenta los dibujos pa­ra la casa consistorial en Puente de

Eume l:> y en 1804 traza los planos de la car­nicería y matadero de La Coruña, enviando además a la Comisión de Arquitectura los dibujos de la iglesia de Tuy K\

En 1806 manda a la Academia un largo memorial describiendo la situación en la que se encuentra el hospital de Santiago l7 y sor­prende ver cómo Romay, que nunca ha pa­sado por ser un teórico, logra comprender la evolución ya no del tratamiento formal, sino de la distribución del nuevo concepto de hospital. En 1807 manda dibujos para ca­ñerías y fuentes en La Coruña '8 y poste­riormente, a causa de la guerra y al igual que otros arquitectos, se ve expulsado de la profesión por las famosas Purificaciones que lleva a cabo Fernando VII en la Academia de San Fernando l9.

Gracias a Murguía conocemos algunas precisiones sobre sus obras ya comenzadas, como la descripción de los proyectos de la casa consistorial de La Coruña o de la adua­na de la misma ciudad.

NOTAS

' En el número de Cuadernos de Estudios Gallegos (1964, pág. 367), dedicado en homenaje a Sánchez Cantón, figura un interesante artículo de un discípulo de éste sobre la obra de Domínguez Romay en la Aca­demia de San Fernando de Madrid. Las notas más im­portantes de Murguía se encuentran en torno a las págs. 203-206. Couselo trata de este arquitecto en su pág. 279.

2 Nos referimos al estudio sobre la posibilidad de concebir un orden arquitectónico español que presentó Lorenzana en 1772 y que según Murguía se encontraba en la biblioteca de la Universidad de Santiago.

3 Academia de San Fernando. Junta Particular de 7 de marzo de 1790.

4 Academia de San Fernando. BA 53/1-2-3. ^ Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 64, 30 de marzo de 1790. 6 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 65, 23 de abril de 1790. 8 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 66, 14 de mayo de 1790. 9 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 109, 12 de marzo de 1794. 10 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 151. 28 de febrero de 1800.

324

Page 37: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 151, 28 de febrero de 1800.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 152, 15 de mayo de 1800.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 166, 29 de abril de 1802.

14 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 167, 25 de mayo de 1802.

'""' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 186, 3 de noviembre de 1803.

"' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 196, 30 de noviembre de 1804.

17 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 3, 1 de abril de 1806.

I s Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 23. 30 de septiembre de 1807.

19 Domínguez Romay muere en La Coruña el 1 de abril de 1818 y quizá por ello no tiene, como otros ar­quitectos, la posibilidad de volver a gozar de honores.

MANUEL ECHANOVE

Arquitecto que centra su labor casi exclu­sivamente en Álava, Echanove juega un dis­creto papel en el medio en que se desenvuel­ve debido, sobre todo, a no contar con el pleno apoyo de la Academia. Podríamos, in­cluso, prescindir de la referencia a este in­dividuo, puesto que no tiene ninguna obra significativa y destacable, pero el hecho de haber desarrollado una gran actividad en obras menores y el demostrar cómo un in­dividuo sin formación académica entiende el hecho clasicista, fuerzan su estudio. No ha­biendo sido alumno de la Academia y sin lo­grar ser nombrado Académico de Mérito la única vez que lo solicita ', en 1793, Echano­ve limitará su actuación bien a colaborar con Olaguíbel o con cualquiera de los grandes arquitectos vascos de los últimos años del siglo.

Por las noticias que tenemos de la Comi­sión de Arquitectura de la Academia de San Fernando sabemos que en 1786 participa en

reconstrucciones y reformas por encargo de la Academia 2 es y que en 1787 es comisio­nado por la misma para informar sobre el molino que Francisco Ibero 3 había proyec­tado, así como también es comisionado pa­ra dar opinión sobre las obras del puente que se realizan sobre el río Tizón 4, a pesar de lo cual las reformas que plantea para es­te puente no son aprobadas, como tampoco lo son los dibujos que envía para la cons­trucción de un puente en la Casa la Reina 5.

En 1798 da dibujos para la reconstrucción de un puente en Santo Domingo de la Cal­zada 6, y dos años más tarde presenta los planos de un hospital que pretende construir en la misma ciudad 7, sin duda como conse­cuencia de la influencia que ejerce sobre és­ta la vecina fábrica de Ezcaray, obra de Pe­ña Padura. En 1801 es comisionado para ins­peccionar la situación en que se encuentra el puente sobre el río Rituerto, en Soria, siendo además nombrado dos años más tar­de Director de las aguas de este río. Al año siguiente es igualmente comisionado para realizar las obras del puente de la villa de Cerezo, en Burgos s , y por noticias que exis­ten en la propia Academia sabemos que Echanove ha obtenido, para este proyecto, la ayuda de Olaguíbel 9.

NOTAS

1 El proyecto que Echanove envía a la Academia, en 1793 corresponde al BA 2/109-115 del Archivo de Planos de la Academia.

2 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 6, 18 de mayo de 1786.

-1 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 18, 3 de mayo de 1787.

4 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 68, 10 de junio de 1790.

3 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 88, 5 de mayo de 1792.

6 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 135, 28 de febrero de 1798.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 154, 30 de octubre de 1800.

s Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 157, 2 de mayo de 1801.

9 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 201, 3 de mayo de 1801.

325

Page 38: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

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Manuel Echanove. Fachada y sección de un Hospicio, 1793. A. S. F.

Manuel Echanove. Planta de un Hospicio, 1793. A. S. F.

Page 39: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

MIGUEL FERNANDEZ

Miguel Fernández es uno de los alumnos que primero ingresa en la Academia de San Fernando, en los momentos en que la Junta Preparatoria intenta formar una institución semejante a las corporaciones existentes en la Europa del momento. Condiscípulo de Diego de Villanueva, mientras aquél des­arrolla un saber teórico basado en la re­flexión sobre la antigüedad y sobre las rui­nas, Miguel Fernández, por el contrario, es un ejemplo de la confusión barroca existen­te, mateniéndose alejado del saber teórico e ignorando —voluntariamente, supongo— el nuevo gusto clasicista. Quizá como con­secuencia de ello, Diego de Villanueva le to­ma como ejemplo —en uno de sus Papeles Críticos— de un incorrecto modo de hacer, y, al comentar su proyecto para retablo en la iglesia de San Antonio de los Portugue­ses, señala cómo algunos confunden el ideal de la antigüedad con la utilización de los nuevos elementos con clasicistas, pero man­teniendo la misma composición barroca uti­lizada hasta poco antes.

Miguel Fernández, sin embargo, poseía una formación académica distinta a la que habían adquirido los arquitectos barrocos. Alumno de la Academia —como he señala­do—, en 1748 es pensionado para viajar a Roma, conjuntamente con José de Hermo-silla, y durante los años en que permanece en Roma se debate en una duda teórica al no saber —o no querer— aprovechar la en­señanza de los maestros del barroco roma­no, al tiempo que rechaza las enseñanzas del historicismo que desarrollan los individuos próximos a él. De este modo, si los dibujos que Hermosilla envía a la Academia se en­cuadran dentro de la línea esbozada por Fu­ga, Fernández, por el contrario, dedica su atención, quizá por indicación de Ventura Rodríguez, al estudio de la obra de Fonta­na o Vittone. Por ello no comprende que la crisis que se desarrolla ante él es algo más que una alternativa local, y reflejo de su confusión es que, desde Madrid, Ventura

Rodríguez critica los planos que éste envía desde Roma '.

A su vuelta a Italia, Fernández encuentra que sus opiniones son casi unánimemente rechazadas y así, mientras que Hermosilla obtiene casi inmediatamente a su llegada el título de Director de Arquitectura, él debe­rá solicitar a la misma que interceda con el fin de poder ingresar en la obra de Palacio 2. Por los dibujos que presenta en 1752, con el tema de una Universidad 3, vemos cómo Fernández mantiene los supuestos del barroco y cómo su actividad se define como la de un seguidor no brillante de Ventura Rodríguez, personaje más próximo a las di­recciones de la obra del maestro que indivi­duo ligado a la concepción del proyecto. Nombrado, en 1760, primero Teniente Di­rector de las obras de Palacio —al suceder a Ventura Rodríguez— y luego Teniente de Arquitectura en la Academia de Madrid 4, al suceder a Antonio González Velázquez —que es nombrado Teniente Director de Pintura— \ podríamos pensar que Fernán­dez varió sus esquemas. Sin embargo, en el proyecto que concibe en 1761 para la iglesia convento de la Orden del Templo de Mon­tera ft, en Valencia, mantiene sus ideales barrocos, levantando fuertes polémicas, y, de igual modo, el retablo que concibe en el mismo año para la iglesia de San Antonio de los Portugueses (que es descrito por Lla-guno) es ferozmente criticado por Diego de Villanueva 7 quien intercala en su texto, con fina ironía, la más terrible de las censuras al comentar las consecuencias que puede tener el que un pequeño libro de órdenes haya caí­do en manos de un hábil profesor que inten­ta, a partir de éste, concebir un proyecto próximo a la antigüedad: «... ellos dicen que sí se atiendes a los antiguos monumentos de los griegos... y jamás mezclaron en un or­den dos ordenaciones diferentes. Entre los romanos no haya tampoco un ejemplo se­mejante: ... Corta esta dificultad diciendo que pudo ser hecho por alguna colonia ro­mana establecida en nuestra España por el siglo XVII o cerca del x v m , la que

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Miguel Fernández. Alzado de una iglesia. A. S. F. Miguel Fernández. Alzado de una iglesia. A. S. F.

Miguel Fernández. Planta y detalle de una iglesia. A. S. F.

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Page 41: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

enfadada de la esterilidad de los antiguos... quiso dar... un apoyo a los que habían roto los límites que el poco genio de los antiguos había puesto a la arquitectura sirviendo en lo sucesivo de modelo y autoridad...» 8.

La crítica pública del Director de Arqui­tectura de la Academia al Teniente de la misma institución, señala la importancia de las tensiones existentes en la Corporación y cómo las diferencias de criterio marcan di­ferencias importantes. Y la discusión no só­lo se centra en la conveniencia del retablo de la iglesia de San Antonio, sino que tam­poco la traza que realiza para la custodia de la catedral de Sevilla recibe la aprobación de la Academia y, lo cual le planteará un alejamiento de la institución y una aproxi­mación a las esferas administrativas que de­fienden criterios alejados de las nuevas corrientes. Nombrado arquitecto del juzga­do de la Real Casa de Aposento ll), colabo­ra eventualmente con Ventura Rodríguez, y sabemos que en 1771 traza las casas de ve­cinos que se encuentran próximas al palacio de Buenavista " centrando su actividad, so­bre todo, en sus contactos con Sabatini: y gracias a los estudios publicados en su día por Azcárate sabemos que en 1785 trabaja en la colegiata de Alabanza '2.

Hasta su muerte, en 1786, tenemos noti­cias de su actividad por la Comisión de Ar­quitectura de la Academia de San Fernan­do, y gracias a ella sabemos que es comisio­nado, junto con Martín Rodríguez, para re­conocer la plaza de Toros de Madrid '3 y dar opinión sobre su estado, así como que, po­cos días antes de su muerte, recibe el encar­go de proyectar el altar de la catedral de Lérida l4.

NOTAS

1 Academia de San Fernando. Junta Particular de 9 de octubre de 1752. En esa fecha Miguel Fernández y Hermosilla remiten los dibujos realizados durante el tiempo de su pensión en Roma, y la crítica surge en la Junta Particular de 10 de mayo de 1753.

2 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 1 Academia de San Fernando. Junta ordinaria de 2

de octubre de 1753. 4 Aunque M. A. Alonso Sánchez da noticia, en su

Tesis Doctoral, de que Miguel Fernández trabajó du­rante su estancia en Roma con Fuga, el hecho es que, como estudió en su día Azcárate, a su vuelta logra ser nombrado Teniente de las obras de palacio y empieza a colaborar con Sabatini. Boletín de Arle y Arqueolo­gía de la Universidad de Valladolid. 1954, pág. 206.

1 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 6 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 7 Sánchez Cantón, en la edición crítica que preparó

de las Fuentes literarias, señala cómo el tema de la cuar­ta carta de Diego de Villanueva corresponde a la igle­sia de San Antonio de los Portugueses.

s Op. cit., tomo V, pág. 284. <J A partir de un cierto momento las relaciones exis­

tentes entre Diego de Villanueva y Ventura Rodríguez se deterioran hasta tal punto que la sola identificación de Fernández con el frente formado por Ventura Ro­dríguez va a tener consecuencias importantes, como son, por ejemplo, su discutible participación en la ela­boración del tratado de geometría que realiza Castañe­da. En este sentido, es de señalar que Fernández for­ma parte de la Comisión encargada por la Academia para estudiar el Curso redactado por Castañeda (Aca­demia de San Fernando, Junta Particular de 3 de mar­zo de 1765), ocupando el puesto de Castañeda a su muerte (ASF, Junta Particular de 6 de octubre de 1766). Los dibujos de Miguel Fernández que se encuen­tran en el Archivo de Planos de la Academia corres­ponden a los siguientes temas y signaturas: Proyecto pa­ra un palacio, BA 41/XXII-XXIV, firmado y fechado en 1748; Altar principal y capilla para una iglesia, BA 33/IV-XV, y Proyecto para un palacio episcopal, firma­do y sin fecha, con signatura BA 33/I-II1.

10 Llaguno, Noticias de arquitectos... Madrid, 1828, tomo IV. pág. 272.

" Martínez Friera, Historia del palacio de Buenavis­ta. Madrid, s. a., pág. 250.

12 Azcárate, op. cit., da noticias de que trabaja jun­to con Sabatini en 1775.

'•' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 2, 4 de mayo de 1791.

14 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 5, 12 de julio de 1786.

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Page 42: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

SIMÓN FERRER

Sorprende, al estudiar la arquitectura ca­talana de la segunda mitad del siglo, ver có­mo apenas existen reflejos del saber ilustra­do dentro del mundo de la arquitectura. Manteniendo aquellos arquitectos un saber todavía barroco —cuando no desarrollando un extraño gótico— sólo individuos como Soler o Celles, a finales del siglo, desarro­llan una labor de difusión del Clasicismo. Antes, en los primeros momentos de la se­gunda mitad, sólo la actuación ilustrada de individuos como el Conde de Riela posibili­ta el trazado de las Ramblas barcelonesas en el lugar de las antiguas murallas del Arra­bal, e ingenieros militares como Cermeño o Smith son los autores de los trazados fun­cionales de las poblaciones. Pero apenas si hubo arquitectos que recibiesen la confian­za de la Academia de Madrid, y uno de los pocos que conocemos es Simón Ferrer. Va­lenciano quizá, y seguramente ingeniero mi­litar por su formación en cuanto que no fi­gura en ningún sentido en los estudios de la Academia de San Fernando ', la primera noticia que conocemos de él hace referen­cia a unos planos de Cartagena y a su situa­ción después de la demolición del castillo de la Concepción 2. Desde la fecha de estos planos en 1779 hasta 1788, en que aparece como arquitecto propuesto por la parroquia de Altet, en Urgel 3, para realizar las obras de edificación, nada sabemos; pero a partir de esta fecha Ferrer figura como hombre de confianza de la Academia en el país catalán, aunque su nombre tampoco aparece en las actas de la Academia establecida por la Jun­ta de Comercio de Barcelona.

En 1788 es comisionado para realizar la iglesia de la Villa de Labuna 4, en Tarrago­na, y en 1789 es nombrado para proyectar el puente de madera y piedra en Arfa 3. Dos años más tarde recibe el encargo de realizar el retablo de la nueva iglesia de la Merced Calzada de Barcelona 6 y de construir la iglesia de Villalonga 7, y es propuesto, jun­

to con Sanz, el arquitecto aragonés, y con Rivelles, el valenciano, para las obras que se deben efectuar en Tortosa 8.

A partir de 1791, sabemos que cambia su residencia de Barcelona a Cartagena y, don­de recibe encargos de la Academia, como la reedificación de la parroquia de Olega '" y la iglesia parroquial de Villaseca " . En 1801, debido sin duda a algún accidente, co­munica que no puede hacer esta iglesia y pi­de que los dibujos pasen a Cuervo.

NOTAS

1 Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. 2 Archivo Histórico Nacional. Consejos. Planos,

núm. 114. Planos de Cartagena después de la demoli­ción del castillo de la Concepción.

3 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 37, 8 de julio de 1788.

Los planos de Ferrer que se encuentran en la Aca­demia de Madrid corresponden a una Lonja de Comer­cio. Firmado y fechado en 3 de mayo de 1788, la sig­natura del mismo, BA 35/588-585.

4 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 41, 16 de octubre de 1788.

•"' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 55, 24 de julio de 1789.

6 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 74, 11 de febrero de 1791.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 74, 11 de febrero de 1791.

s Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 76, 8 de abril de 1791.

9 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 81, 24 de septiembre de 1791.

"' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 97, 6 de febrero de 1793.

" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 151, 28 de febrero de 1800.

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Page 43: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

MIGUEL FERRO CAAVEIRO

Hijo del arquitecto barroco Lucas Anto­nio Ferró, Miguel Ferró Caaveiro es, uno de los más interesantes arquitectos gallegos de la segunda mitad del siglo.

Estudiado por Coustelo o por Murguía ' (y más recientemente en dos trabajos publi­cados por Socorro Ortega 2 en Cuadernos de Estudios Gallegos), sabemos que se forma arquitectónicamente en el estudio de su pa­dre, con quien colabora, en 1767, en pro­yectos como la puerta de Mamoa 3, sustitu­yéndole a partir de 1769 en las obras del Ayuntamiento de Santiago y logrando, un año más tarde, ser nombrado arquitecto de obras de la catedral.

La primera obra suya que conocemos la construye en 1771 y es la capilla de los Mi­lagros, en la iglesia parroquial de San Félix. Y aunque Ortega da, casi año a año, una lar­ga relación sobre la vida de este arquitecto, sólo empieza a realizar obras de importan­cia cuando traza en 1782 el plano de fa­

chada de la casa de Miguel Martínez, en la puerta del camino de Santiago.

En 1787 toma contacto con la Comisión de Arquitectura de la Academia y envía un proyecto en Agar 4, que es aprobado, y dos años más tarde presenta las trazas al puente que se debe construir en Santiago 5 (modi­ficando así el proyecto de López Freiré de 1773 6 ) , recibiendo también la aprobación de San Fernando 7. Sería interesante con­trastar la actividad de dos maestros de obras como Pérez Monrroz y López Freiré frente a Ferró Caaveiro, quien intenta difundir en Galicia los conceptos clasicistas, tomando como punto de partida las obras que aqué­llos realizaron en el Priorato de Santa Ma­ría en Santiago 8 y cotejándolas como las trazas que Ferró Caaveiro realiza, en 1779, para la iglesia parroquial de este Priorato 9.

Como anexo a la amplia lista de proyec­tos realizados entre 1790 y 1794 lü que Coustelo y, luego, Socorro Ortega facilitan, existe un gran proyecto de Ferró Caaveiro, que concibe en 1795, cuando traza la uni-

Miguel Ferro Caaveiro. Estudio para la ubicación del Colegio Seminario, hoy Palacio de Rajoy. AHN.

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Page 44: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

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Miguel Ferro Caaveiro. Estudio para el Arsenal de La Coruña. A. H. N.

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Page 45: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Miguel Ferro Caaveiro. Plano de la Bahía de La Coruña, 1777. A. S. F.

Page 46: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

versidad de Santiago ", y que la Academia aprueba, del mismo modo que también aprueba las trazas de la cárcel de Orense l2.

Pero si la larga lista de proyectos se refie­ren a obras realizadas, existe igualmente en Caaveiro un aspecto no estudiado en su di­mensión de teórico, desarrollando su activi­dad en el campo de las matemáticas y de la física en los pequeños tratados titulados Di-vertimento de geometría mixta B , que publi­ca en 1792, y da a conocer igualmente un Tratado de las máquinas armónicas 14. Tan­to uno como otro demuestran de qué mane­ra Ferró Caaveiro se aparta de la figura del maestro de obras local y realiza estudios en consonancia con la opción teórica del mo­mento: Caaveiro tiene, en los últimos años de su vida, obligaciones teóricas importan­tes puesto que no sólo es arquitecto de la ca­tedral y Director de las obras públicas, sino que además es socio de mérito de la Socie­dad Compostelana de Amigos del País y fundador de la Escuela de Dibujo, aunque, a pesar de ello, existe un resentimiento la­tente contra los individuos formados en la Academia, como ocurre en el caso de Mel­chor del Prado.

NOTAS

1 Murguía, El arte en Santiago durante el siglo xvm. Madrid, 1884, pág. 213.

2 S. Ortega, «Planos de Miguel Ferró Caaveiro para un hospicio de Santiago», Cuadernos de Estudios Ga­llegos, núm. 80. págs. 309-318; «El arquitecto Ferró Caaveiro», Cuadernos de Estudios Gallegos, núm. 76, págs. 143-164.

3 Socorro Ortega, El arquitecto Miguel Ferro Caa­veiro.

4 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 29, 16 de noviembre de 1786.

5 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 47, 27 de febrero de 1789.

6 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 47, 27 de febrero de 1789.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 59, 9 de noviembre de 1789.

8 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 60. 18 de diciembre de 1789.

v Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 60, 18 de diciembre de 1789.

'" S. Ortega, op. cit., pág. 148. Existen además al­gunos proyectos menores, que no figuran en las rela­ciones citadas y son el proyecto que presenta para el río Tambre (ASF, C de D núm. 108, 25 de enero de 1974).

" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 108, 25 de enero de 1794.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 131, 23 de mayo de 1797.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 138, 13 de junio de 1798.

14 La nota que da Coustelo del pequeño tratado de geometría mixta, que no aparece en la bibliografía de Ramón Gutiérrez, se anunció en la Gaceta de Madrid de 4 de septiembre de 1798.

Sobre el tratado del Tablero de máquinas armónicas, Socorro Ortega (op. cit., pág. 163) da noticias de estos aparatos.

LESMES GAVILÁN

Gavilán, de la misma manera que tantos otros artistas de la segunda mitad del si­glo XVIII, es exponente de la contradicción en la que se desarrolla la arquitectura espa­ñola. Director de la Escuela de Dibujo ar­quitectónico de Salamanca ', a pesar de existir en esta ciudad —como estudió Chue­ca al tratar de la catedral Mayor 2— una ac­tividad arquitectónica, no logra potenciar la idea clasicista que se debate entre el papel desempeñado primero por Sagarbinaga el viejo en los momentos de la reforma de la catedral, la tradicción churrigueresca y la in­fluencia que pudo tener Hermosilla con la construcción del colegio Anaya o de San Bartolomé. ¡En alguna medida Lesmes Ga­vilán se encuentra indeciso entre estas dos alternativas, y frente a una influencia barro­ca demasiado próxima, su intención de in­tegrarse en la corriente clasicista le lleva a sustituir una decoración a base de grutescas por otras clasicistas, sin comprender el cam­bio en el gusto que se plantea en Madrid.

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Lesmes Gavilán. Alzado y sección de un hospicio, 1788. A. S. F.

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Page 48: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Sabemos que en 1786 proyecta un puente para la localidad de Azcediano 3, proyecto que luego amplía a una carnicería y cárcel en el mismo lugar, aprobándose todo por parte de la Academia 4. Al año siguiente re­mite una obra que le supone la censura de la Academia: presenta dibujos para altares colaterales en el colegio mayor de Oviedo, en Salamanca, y la Comisión encarga a Ar-nal para que éste redacte de nuevo el pro­yecto 5. En el mismo año, interesado en ob­tener el nombramiento de Académico de Mérito solicita este título 6, presentando pa­ra ello un proyecto que es rechazado.

Da, igualmente, un conjunto para puen­te 7, pontoncillo y alcantarilla en Alguería de Huelmos, que es aprobado por la Aca­demia, y sólo años más tarde remite de nue­vo a la Comisión de Arquitectura un pro­yecto de iglesia parroquial en Medina de Rioseco 8. Al año siguiente proyecta la cár­cel de Ledesma 9 y da igualmente dibujos sobre la casa consistorial, que piensa reali­zar en este pueblo 10. En 1804 realiza los di­bujos para la iglesia parroquial de Ledes­ma n , que la Academia critica al sugerirle que para la aprobación de estos proyectos se entreviste con Sagarbinaga el joven l2.

NOTAS

1 La noticia de que Lesmes Gavilán figura como Di­rector de la Escuela de Nobles Artes de Salamanca se encuentra en la Comisión de Arquitectura núm. 13, 30 de noviembre de 1786, al enviar la contaduría general de propios unos dibujos para Arcediano.

2 F. Chueca Goitia, La catedral nueva de Salaman­ca. Madrid, 1951, págs. 188-190.

3 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 13. 30 de noviembre de 1786.

4 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 14, 18 de diciembre de 1786.

5 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 15, 7 de enero de 1787.

6 Academia de San Fernando. Junta Particular de 17 de febrero de 1788. Los dibujos se encuentran en el Ar­chivo de Planos de la Academia, con la signatura BA 2/117-118.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 33, 27 de marzo de 1788.

8 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 147, 27 de julio de 1799.

'' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 154, 30 de octubre de 1800.

10 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 154, 30 de octubre de 1800.

11 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 190, 24 de marzo de 1804.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 190, 24 de marzo de 1804.

FERNANDO GONZÁLEZ DE LARA

Tres fueron, principalmente, los arquitec­tos que actuaron en Castilla a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII: Alvarez Be-navides lo hizo, de modo preferente, en Va-lladolid; Sagarbinaga proyectó y construyó en Salamanca, y Fernando González de La-ra se convirtió en el hombre de confianza de la Academia en Burgos. Sin duda es éste úl­timo, de los tres, quien mejor supo en sus obras reflejar las opiniones de la Academia, debido a su formación en el interior de la corporación. Alumno de ésta, Fernando González de Lara había concurrido a los Premios celebrados en 1760 ', desarrollan­do el tema de Un ayuntamiento con pórti­co 2 y concibiendo, en la prueba, un proyec­to para gran hospital 3. Los dos primeros proyectos de González de Lara correspon­den todavía a un esquema barroco, pero en los dibujos que envía en 1772 —al preten­der ser nombrado Académico de Mérito— adopta un esquema historicista en la com­posición de la planta, introduciendo referen­cias renacentistas, y tanto en este proyecto 4

como en el que concibe para el Arco de ho­nor del Conde de Fernán Núñez 3 asume las premisas clasicistas, y son estos proyectos los que le ganan la confianza de la Aca­demia.

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Page 49: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Fernando González de Lara. Templo de Honor y la inmortalidad, 1772. A. S. F.

Fernando González de Lara. Planta del templo del Honor y la inmortalidad, 1772. A. S. F.

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En 1786 ésta le encarga, junto con Alva­rez Benavides, un informe sobre la situación del camino del valle de Redondo 6, y en el mismo año es nombrado por la Academia integrante de una terna que ofrece al Con­sejo de Castilla para restaurar la iglesia parroquial de Aramayona, de Mújica 7, for­mando grupo junto con Ochoa y Sagarbina-ga. También en el mismo año es comisiona­do para informar sobre el puente que existe en Barbadillo del Mercado 8, que había

construido Francisco del Corral 9, y presen­ta un proyecto de cárcel, casa consistorial y carnicería en Nava de Roa , que sustituye al proyecto que Enrique Andrés había tra­zado (y la Academia rechazado) y, siempre el mismo año, es propuesto al Consejo de Castilla, junto con Alvarez Benavides y Ola-guíbel, para realizar obras en el puente de Almansa u .

En 1787 presenta proyectos de dos puen­tes, uno en Valenzuela y otro en Moral 12,

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Page 50: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Fernando González de Lara. Alzado lateral de un templo con habitación para dos capellanes, 1773. A. S. F.

Fernando González de Lara. Alzado principal de un templo con habitación para dos capellanes, 1773. A. S. F.

pidiéndole la Academia que amplíe la infor­mación del primero y aprobando directa­mente el segundo. En 1788 proyecta un puente para Moneo, en Villarcayo '•, y se le comisiona para que decida sobre la cons­trucción de un puente sobre el río Nela l4, nombrándosele igualmente para realizar el puente sobre Arlanza, en Tordomar l5. Es propuesto por la Academia en el mismo año para el proyecto de puente que se debe de construir en Aranda de Duero y asimismo para el de Peñalva de Castro l6.

Como podemos ver (y el estudio de la In­

geniería Militar en España nos lo confirma­ría), la importancia que tienen en el momen­to las reformas de caminos, los proyectos de puentes y los estudios de canales se deben, como ha señalado Herr en su estudio sobre la economía española en la segunda mitad del siglo l7, a uno de las ideas más intere­santes insinuadas por Aranda. El camino, el puente y el canal son los medios para favo­recer la economía, y de la misma manera que se nos dice cómo Valencia, Cataluña y Vascongadas habían logrado un importante desarrollo gracias al comercio marino (ade-

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Page 51: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Fernando González de Lara. Planta de un Templo con habitación para dos capellanes, 1773. A. S. F.

más de la costa andaluza), Castilla por el contrario sólo logrará su adelanto facilitan­do el comercio del trigo puesto que con tal actividad se logra fomentar en primer lugar la creación de nuevos mercados posibilitan­do en segundo lugar, la colonización de las zonas despobladas y, por lo tanto, impro­ductivas. En este sentido los puentes se construyen fundamentalmente en la zona que comunica Castilla con el País Vasco, con la montaña de Santander o con Gali­cia l8, llegando el caso —como sucede con Diego de Ochoa— que algún arquitecto só­

lo realiza proyectos de puertos o caminos. Por ello, de la misma manera que los puer­tos logran un desarrollo notable debido a los intentos de Ward por potenciarles cara a un comercio exterior, los caminos se conside­ran como elemento de desarrollo de una in­dustria interior.

En 1788 es comisionado para realizar un proyecto de tres puentes en Pinillo ly y en 1789 realiza un estudio para utilizar las es­tatuas del palacio Real de Madrid que no se colocaron, como era intención del Padre Sarmiento 20. La voluntad inicial era colo-

339

Page 52: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

car cuatro estatuas que el Rey había conce­dido a la ciudad en el proyecto de Espolón o Paseo Nuevo, y para ello González de La­ra pide ayuda a Juan de Villanueva, quien propone varias enmiendas a los dibujos ori­ginales con la intención de dar mayor «... forma al sitio y una simetría a los edifi­cios adyacentes al Espolón proyectado». La Comisión de Arquitectura, a pesar de ello, no aprobó los dibujos de Lara y pidió a Mar­tín Rodríguez que modificase el pensamien­to 21.

En 1789 informa, junto con Sagarbinaga, sobre la construcción de un puente en San Vicente del Palacio, en Medina del Cam­po 22, y proyecta un puente para Vanguar­dia del río Arlanza 23. Paralelamente es co­misionado junto con Diego de Ochoa para componer y conservar los trozos de camino que se encuentran en Lezama, La Riumbre y Estebisa 24. Nombrado para el puente de Peñaranda de Duero, en Almazán , en 1790 estudia —y remite a Madrid— dibujos para sustituir la fachada principal de la ca­tedral de Burgos por otra moderna, inte­grando así en el edificio gótico elementos clasicistas 2<\ Tal actitud contrasta con la opinión de Arnal o Bosarte, conocedores de los estudios de Soufflot sobre el gótico 27

—publicados en 1754—, con criterio histo-ricista, y la Comisión le hace llegar la impo­sibilidad de aceptar tal pretensión, señalán­dole que no se ha resuelto tanto el tema de aceptar o rechazar los dibujos remitidos co­mo oponerse, sobre todo, al derribo del an­tiguo edificio 2S.

En 1791 presenta dibujos para el puente de Peñalba de Castro 2y, y en dicho año in­siste en el proyecto de reforma de la cate­dral, dando esquemas de la posible puerta de la catedral que proyecta 3Ü. Concibe, igualmente, el puente de Ontoria de Val-dearos 3J y da noticias de que las estatuas del palacio de Madrid han quedado instala­das de forma definitiva en el Paseo del Es­polón, en Burgos 32.

En 1792 es propuesto para proyectar el parador de Quintanavides y, junto con

Regalado Rodríguez, es comisionado para edificar el ayuntamiento de Arcos 34. Al año siguiente proyecta el camino de Renteria 35

y construye un puente sobre el río Esgue-va 36. En 1795 proyecta el monasterio de Benedictinos en Nájera 37 y el puente del Esgueva 38, y en 1802 da uno de sus más im­portantes proyectos al concebir el teatro pa­ra Burgos 3y.

Por último, y poco antes de morir, envía a la Academia dibujos del altar mayor de la iglesia de San Jorge, en Burgos 40.

NOTAS

1 Premios, 1760. pág. 14. Compite en estos premios con José Téllez y Andrés Fernández.

2 «Un gran hospital con todas sus comodidades, ofi­cinas y servidumbres, plan del cuarto bajo, otro del cuarto principal, fachada y corte interior todo geomé­trico». Premios, 1760, pág. 10.

' El tema del hospital corresponde a las signaturas de los planos de la Academia de Madrid BA 32/XII-XVII.

J Además de estos planos que hemos señalado, exis­ten otros que corresponden a una iglesia, igualmente en la misma bandeja, fechados y firmados en 1771, con signatura BA 32/XIV-XVII.

1 Barcia, Catálogo de dibujos de la Biblioteca Nacio­nal. Madrid, 1906. dibujo núm. 1107. Arco del Conde de Fernán González. Planta y alzado.

* Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 2, 4 de mayo de 1786.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 9, 7 de septiembre de 1786.

s Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 12, 9 de noviembre de 1786.

9 Francisco Corral había presentado al escribano de cámara Payo Sanz 16 autos y dos dibujos para realizar el proyecto de Bárbadillo del Mercado.

'" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 13. 30 de noviembre de 1786.

" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 14, 21 de diciembre de 1786.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 22', 28 de julio de 1787.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 34, 8 de mayo de 1788.

14 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 34, 8 de mayo de 1788.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 41. 16 de octubre de 1788.

16 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 42, 30 de octubre de 1788.

340

Page 53: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

17 R. Herr. España y la revolución del sigh xvm. Madrid. 1971.

IS Bastaría con estudiar los mapas y planos que se encuentran tanto en el «Servicio Histórico Militar», sección de documentación, como en el Archivo de Pla­nos del Servicio Geográfico del Ejército Histórico Mi­litar de Madrid para comprender la importancia a tales temas

" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 42, 30 de octubre de 1788.

2" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 45, 13 de enero de 1789.

21 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 47, 27 de febrero de 1789.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 55, 24 de julio de 1789.

23 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 56, 27 de agosto de 1789.

24 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 58. 3 de noviembre de 1789.

- Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 65, 23 de abril de 1790.

2'' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 73, 17 de diciembre de 1790. Un impor­tante estudio publicado en castellano sobre la valora­ción gótica dentro de la arquitectura del xvín corres­ponde al realizado por J. M. Azcárate en «La valora­ción del gótico en la estética del siglo xvni». Cuader­nos de Cátedra Feijoo. 1966.

27 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 77, 13 de mayo de 1791.

25 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 77, 13 de mayo de 1791.

2'' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 76, 8 de abril de 1791.

, 0 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 77, 13 de mayo de 1791.

31 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 79, 13 de junio de 1791.

32 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 80, 17 de agosto de 1791.

33 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 89, 26 de mayo de 1792.

,4 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 95, 20 de noviembre de 1792.

3" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 98, 8 de marzo de 1793.

36 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 101, 1 de agosto de 1793.

37 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 118, 13 de febrero de 1795.

,!< Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 124, 31 de marzo de 1796.

39 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 169, 28 de julio de 1802.

""' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 11, 4 de septiembre de 1806. Figura igual­mente la noticia del retablo en el Bol. Con. Mon. Bur­gos, núm. 112, 1950, pág. 223. González de Lara mue­re en Burgos el 16 de abril de 1806.

PEDRO GONZALEZ ORTIZ

Sin duda, el estudio monográfico de Gon­zález Ortiz carecería de sentido —por su ninguna importancia en el momento— de no haber sido por un pequeño estudio publica­do por Urrea en la Universidad de Vallado-lid \ y es el que daba noticias sobre este in­dividuo. González Ortiz es en, mi opinión, y como sucede con tantos otros, un arqui­tecto que hacia 1770 logra ser nombrado Académico de Mérito, importándole poco la opinión que los demás tienen de él, como años más tarde el propio Sabatini lo confir­ma 2. Pero lo más sorprendente no es su ac­tividad sino que, ante los ojos de los valli­soletanos, aparece como el reformador de la arquitectura, hasta el punto que en 1786 es nombrado Teniente de Arquitectura de la Academia de Bellas Artes de Valladolid 3. El, que no posee ningún criterio sobre el he­cho arquitectónico y que sistemáticamente es criticado en la Academia por sus proyec­tos, siéndole rechazadas la mayoría debido a la fiebre existente en la segunda mitad del XVIII por crear Academias provinciales, irónicamente es nombrado Teniente Direc­tor 4.

Las obras que conocemos de González Ortiz corresponden, en su mayor parte, a los proyectos que presenta a la Academia de Madrid. Así, sabemos que en 1787 da dibu­jos para la iglesia de Guara, en Palencia 5, si bien a lo largo de todo ese año la Comi­sión discute con Ortiz —intentando modifi­car el diseño y la disposición—, hasta que fi­nalmente nombra a Ignacio Tomás como re­parable del mismo «... por la imposibilidad que presenta González Ortiz de entender las modificaciones que le plantea la Acade­mia» 6.

En el mismo año presenta un proyecto pa­ra Lobatón, que inicialmente había concebi­do Manuel Rodríguez 7, el cual invita al ar­quitecto «... a que los simplifique (los pla­nos)». Una de las críticas que más frecuen­temente se formulan en la Comisión de Ar­quitectura en estos años es precisamente la constante indicación de simplificar los pro-

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Page 54: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

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Pedro Gonzalez Ortiz. Alzado de un edificio griego. A. S. F.

yectos, sustituyendo los elementos gratuitos y organizando en su lugar una arquitectura más racional, aunque ésto no signifique una arquitectura exenta de adornos en fachada.

En 1788, Ortiz presenta a la Academia un proyecto de puente en Torrelobatón, que no se aprueba, y al que se aconseja «... que lo cambie todo» K. En 1789 es nombrado para concebir el puente de Campo Redondo y el de Villamuno y y presenta dibujos, en 1790, para siete pontones en Meneces del Cam­po "'. Igualmente presenta proyecto del puente de Dueñas, del que se le pide que amplíe la información " . A l año siguiente es comisionado para proyectar la casa del al­calde en Villaescusa de Haro y da los dibu­jos finales del puente de Dueñas '2. Sin em­bargo la Academia, en 1792, decide, ante los dibujos que de González Ortiz ha reci-

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Pedro González Ortiz. Planta de un edificio griego, 1775. A. S. F.

bido, suspender el encargo de la casa con­sistorial de Villaescusa de Haro y da este te­ma a Ignacio Haan y a Toraya l3 para que sean ellos quienes lo realicen.

En el mismo año presenta un proyecto de calzada en Autillo de Campos 14, y en 1793, al haber sido denunciado por malversación de fondos en la obra de la iglesia de Santi-llana de Campos, la Academia manda re­dactar un informe sobre la situación de esta obra de González Ortiz, informe que elabo­ra Regalado Rodríguez l5.

Sabemos, por los planos que existen en la Sección de Consejos del Archivo Histórico Nacional, que en el mismo año de 1792 pre­senta un proyecto de templo en Montejo de la Vega l6 y que proyectó también el puen­te y calzada de Villabrágima de Campos, en Valladolid 17.

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Page 55: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Pedro González Ortiz. Sección de un edificio griego. A. S. F.

NOTAS

' Jesús Urrea. Algunas notas sobre el arquitecto Pe­dro González Ortiz. BSAA de Valladolid, 1973.

2 J. M. Azcárate, Datos artísticos publicados en el diario «Pinziano». BSAA de Valladolid, 1958, págs. 185-198, nota 2.

1 J. M. Caamaño Martínez, Datos para la historia de la Real Academia de la Purísima Concepción de Valla­dolid. BSAA de Valladolid, 1963, págs. 89-151.

4 Academia de San Fernando. Armario 2, legajos 36-37. En estos dos legajos se hace referencia, de ma­nera exhaustiva, a la fundación de la Academia en el primero de ellos, y al nombramiento de los profesores, en el segundo.

Los dibujos de González Ortiz existentes en la Aca­demia corresponden a las siguientes signaturas: BA 32/251: Planta de iglesia, firmado delante y fechado en 24 de julio de 1775; BA 32/250: Sección transversal de la iglesia, firmado y sin fecha; BA 32/249: Alzado igle­sia, firmado y sin fecha.

3 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 15, 8 de febrero de 1787.

6 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núms. 16, 19 y 21. A lo largo de estas Comi­siones de Arquitectura se intenta que sea nombrado Ig­nacio Tomás para realizar el proyecto.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 23. 26 de julio de 1787. Aunque finalmen­te plantea el tema en la Comisión núm. 40, 12 de sep­tiembre de 1788, tampoco esta vez el proyecto fue aprobado.

s Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 40, 12 de septiembre de 1788.

9 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 51, 22 de mayo de 1786.

'" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 65, 23 de abril de 1790.

" Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 68, 10 de junio de 1790.

12 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 75, 17 de marzo de 1791.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 83, 24 de febrero de 1792.

14 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 88, 5 de mayo de 1792.

13 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 90, 27 de junio de 1792.

16 Archivo Histórico Nacional. Consejo. Planos, núm. 5, Sección del Templo de Montejo de la Vega.

17 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura, núms. 97-103, 6 de febrero y 26 de septiembre de 1793.

MATEO GUILL

La figura de Mateo Guill como arquitec­to cobra singular relieve en su momento no tanto por la importancia de su obra como por su función como arquitecto ligado al Ayuntamiento de Madrid. En este sentido Guill, que carece de formación teórica, os­cila en su actividad entre los modelos que ofrecen Ventura Rodríguez y, después, Juan de Villanueva, puesto que éstos son los maestros de obras a las órdenes de quien trabaja. Discípulo de la Academia en los primeros años de ésta ' , cuando figuran co-

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Page 56: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

mo profesores Diego de Villanueva, Ventu­ra Rodríguez y Miguel Fernández, Guill se inclina voluntariamente por la opción for­mulada por Rodríguez y Fernández 2, aun­que complementa su formación en los Estu­dios Reales de San Isidro, con enseñanza de latín, filosofía y un curso de matemáticas que concluye con la redacción de un trata­do sobre fortificaciones que dio «... princi­pio a los estudios de arquitectura civil» 3. Participa, en la Academia, en los Premios de 1778 y dibuja el tema de un hospicio, compitiendo en el concurso con Albisu, An­tonio Velázquez, Francisco Sánchez y Gui­llermo Casanova 4.

Desde el inicio de su vida profesional, Mateo Guill centra su actividad en el Ayun­tamiento y sabemos que en 1779 recibe el encargo de trazar dibujos para la cárcel de Corte 5. En ese mismo año solicita ser nom­brado Académico de Mérito y en 1781 con­cursa, frente a Ignacio Tomás, Machuca, Arnal y Ramón Duran, al puesto de Tenien­te Director del Ayuntamiento de Madrid 6. Quizá pueda sorprender que el joven Ma­teo Guill compita en una oposición con los dos que hasta hace poco han sido sus maes­tros; pero sorprende más saber que es ele­gido por Ventura Rodríguez para la plaza, actuando a partir de entonces como auxiliar del arquitecto Mayor de Madrid 7. Sabe­mos, por los documentos existentes en el Archivo de la Villa, cuáles son las relacio­nes de obras y méritos que presentan estos arquitectos, así como la opinión e informe que Ventura Rodríguez da a cada uno de ellos. De todos, de los cinco que se presen­tan, el que menos puede argumentar en su favor y el que menos méritos puede expo­ner es, sin duda, Mateo Guill. Pero debe­mos tener presente —sobre todo conocien­do por datos concretos el carácter de Ven­tura —que difícilmente Rodríguez hubiese aceptado como ayudante a un individuo con personalidad propia o que mantuviese opi­niones contrarias a las suyas: en este senti­do su oposición a Arnal se entiende desde la disparidad de criterios que ambos defien-

Mateo Guill. Templo Pseudodiptero, 1778. A. S. F.

den en la Academia, del mismo modo que también Machuca representa para él un in­dividuo ligado a la corporación; Tomás es un fiel ayudante que Rodríguez prefiere te­ner, sea en Arenas, sea en el Sur: por todo ello Ventura'Rodríguez opta por Guill; a pe­sar de todo, que éste nunca entendió las ideas y propuestas del maestro mayor lo prueba un memorial de Manuel Martín Ro­dríguez en 1785 cuando, a la muerte de su tío, solicita continuar con las obras iniciadas por éste, oponiéndose a que sea Guill quien las continúe y, al destacar cómo él mismo es

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Page 57: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

Mateo Guill. Planta de una Catedral con Palacio Episcopal, 1779. A. S. F.

Mateo Guill. Fachada principal de iglesia, 1775. A. S. F.

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Mateo Guill. Sección de iglesia y Convento, 1779. A. S. F.

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Page 58: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

el candidato óptimo), argumenta que colo­cando la sobras bajo el ayudante de su tío —de Guill— «... puede padecer la buena memoria y opinión de su tío si por desgra­na se variaran o se equivocasen por no es-ar bien enterados de los planos que dejó,

como lo está el suplicante, de las científicas ideas de su tío» s .

Criticado a la muerte de Rodríguez tanto por los seguidores de éste como por los miembros de la Academia (que no le perdo­nan el resultado del concurso de 1781), los proyectos que Guill somete a la Comisión de Arquitectura reciben, casi sistemática­mente, críticas y censuras.

De esta manera, cuando Guill lleva a la Comisión de Arquitectura su proyecto para incorporar el Oratorio del Padre Salmerón con la cárcel de Corte, de forma unánime se rechaza el proyecto y. Durante el tiempo que Guill trabaja como Teniente de Maes­tro Mayor, antes de la muerte de Rodríguez, lo único que desarrolla son ideas suyas, pro­yectos por otra parte que sería necesario es­tudiar más al tratar de aquél que al referir­nos a éste. Lleva a cabo el ornato de la bo­da de la Infanta Carlota Joaquina, hija de los Príncipes de Asturias, con don Juan de Portugal 10; la iluminación de la Familia Real hacia el Santuario de Atocha " ; los or­natos de la llegada de la Infanta Mariana Vi­toria, esposa del Infante Gabriel 12, y el or­nato de la coronación de la Plaza Mayor con motivo del nacimiento de los Infantes geme­los y de la Paz con Inglaterra '-\

En 1782 había desarrollado el proyecto de Villanoblejas '4 y a partir de 1784, con mo­tivo de la muerte de Ventura Rodríguez, es nombrado por el Ayuntamiento para prose­guir y finalizar las obras que éste llevaba L \ En los años siguientes, antes de que Juan de Villanueva acceda al puesto de Arquitecto Mayor, construye una casa en la calle de Fuencarral por encargo de las Comunidades Religiosas de San Fernando 16 y, bajo la di­rección de Villanueva, colabora en la refor­ma de la casa de la Villa y de la casa de la

panadería de Madrid '7. Sabemos que Guill presenta, en 1787, un proyecto contra los es­tatutos de la Comisión de Arquitectura de la Academia al intentar hacer recobrar el decreto que señala cómo toda obra de utili­dad pública debe pasar por la Censura de la Corporación lfi. Consciente de las enemista­des que existen contra él en el interior de la Academia pretende minimizar —sin conse­guirlo— el papel que la Comisión desempe­ña, y de este modo sus actuaciones acaban con escándalo o pleito, como sucede cuan­do en 1787 presenta (como he señalado) el proyecto de incorporación de capilla del Sal­vador en la cárcel de Corte y que termina con un pleito con Arnal iy. En 1789 presen­ta dibujos para la iglesia de las Ordenes Mi­litares, que son aprobados por la Comi­sión 2,). Y en el mismo año da un proyecto de casa consistorial en Fuentelabrada, que la Academia rechaza, prefiriendo en su lu­gar uno concebido por Cuervo 2 I.

NOTAS

' Academia de San Fernando. Armario 1, legajo 43. Es un expediente que presenta a la Junta Ordinaria de 7 de noviembre de 1779, señala como ingresó en la Aca­demia bajo la enseñanza de Miguel Fernández, parti­cipando entonces en distintos Premios.

2 Academia de San Fernando. Ibid.. expediente personal.

3 La división de la Arquitectura en civil y militar po­dría resultar próxima a los esquemas esbozados en aquellos mismos años por el padre Rieguer y traducido al castellano por el padre Benavante.

4 Premios. 1778. pág. 46. Los dibujos de dicho Premio se encuentran en el Ar­

chivo de Planos de la Academia y corresponden a la sig­natura BA 28/724-727. Existe además una amplia rela­ción de dibujos de Guill. con diferentes temas, que de­tallo a continuación: Planta y sección de una escalera principal: fechado en 2 de marzo de 1775. sig. BA 34/741 y 472; Puerta de un Estadio: firmado y fechado en 1766, sig. BA/995; Proyecto de Panteón: firmado y fechado en 1766. sig. BA/1099-93; Iglesia de San An­drés de Roma, según el arquitecto Bernini: fachada y planta, firmado y fechado en 10 de junio de 1766, sig. BA 28/769.769 bis; Capilla para una catedral: firmado y fechado en 5 de diciembre de 1777 sig. BA 28/762-764; Palacio Episcopal con iglesia catedral: plan­ta, alzado y sección, firmado y fechado en 1779, sig. BA 28/765-768.

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Page 59: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

5 En el expediente personal que presenta al Ayun­tamiento el 1 de julio de 1781 a fin de ser nombrado Teniente Maestro Mayor del Ayuntamiento de Madrid, él se atribuye esta obra de la misma manera que des­taca el haber colaborado en la construcción de la Es­calera de Piedra que en la Cancillería Mayor va del por­tal a la Plaza Mayor, asegurando los cimientos. En el mismo expediente señala cómo igualmente ha ejecuta­do el puente de Madera.

6 Archivo de Villa. 1-188-11. 7 Archivo de Villa. 2-186-45. Sin duda, Ventura Ro­

dríguez prefirió contar como ayudante con un indivi­duo dócil y sumiso más que un arquitecto centrado en el estudio de la teoría arquitectónica.

8 Archivo de la Villa. 2-186-45. Memorial del recur­so de Martín Rodríguez al Consejo de Villa fechado en 2 de septiembre de 1785. Sólo el 13 de octubre de 1789 se contestará, por parte de la Academia, dándose a Guill el nombramiento de Teniente Maestro Mayor. Archivo de Villa 2-403-14. De los numerosos proyec­tos concebidos por Guill sólo he encontrado en el ma­drileño Archivo de Villa el relativo al palacio del Tri­bunal de la Inquisición, construido en 1782, y con do­cumentación A.S.A. 16-16-4, proyecto que fue inicial-mente trazado por Ventura Rodríguez.

'' Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 12, 24 de octubre de 1786.

10 Archivo de Villa. 1-188-11. 11 Archivo de Villa. 1-188-11. 12 Archivo de Villa. 1-188-11. 13 Archivo de Villa. 1-188-11. 14 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura num. 12, 24 de octubre de 1786. 15 Archivo de Villa. El nombramiento se realiza el

23 de octubre de 1773. 16 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 24, 16 de agosto de 1787. 17 F. Chueca. Juan de Villanueva. Madrid. 1949. 18 Sin duda el mejor estudio de los estatutos y órde­

nes de la Academia es el realizado por Claude Bedat en su estudio publicado en Toulouse.

19 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 48, 13 de marzo de 1789.

211 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 52, 15 de junio de 1789.

21 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 81. 21 de junio de 1789.

AGUSTÍN HUMARAN

Humarán es un arquitecto vizcaíno que, junto con Ugartemendía, se identifica en el País Vasco con los supuestos clasicistas de-

IX. . . JU

Agustín Humarán. Planta de una Casa de Moneda, 1800. A. S. F.

fendidos por la última generación ilustrada. Jugando un importante papel en los años posteriores a la Guerra, puesto que intervie­ne con Alexo de Miranda en gran número de obras de reconstrucción, Humarán había sido alumno de la Academia de San Fernan­do en la última década del siglo xvm, ob­teniendo, en 1796, el primer Premio de Ar­quitectura ' tras concebir un proyecto de

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i i i • • rrrTrrrrrri;; ?PfHT!HÍÍH Li Agustín Humarán. Alzado lateral y Sección, 1800. A. S. F.

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Agustín Humarán. Alzado principal de una biblioteca, 1800. A. S. F.

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Agustín Humarán. Secciones del edificio, 1800. A. S. F.

Page 61: datos sobre los arquitectos de la segunda mitad del siglo xviii

aduana. En 1798 Humarán pretende ser nombrado Académico de Mérito 2 para ello presenta dibujos de casa de campo, y, al año siguiente, somete a la aprobación de la Co­misión de Arquitectura de San Fernando cinco dibujos para la iglesia de San Pedro, en el Consejo de Galdeme, en las Encarna­ciones, Vizcaya 3. En 1804 presenta un di­bujo de fuente pública en Castro Urdíales 4

y en 1805 da, para el mismo pueblo, un es­tudio de cañerías y traída de aguas 3. En 1806 presenta un proyecto de retablo para altar Mayor y colaterales del crucero de Larraverrúa, proyecto que no se aprueba 6; presenta dibujo para el teatro de Bilbao —en colaboración con Alexo de Miranda—, y al año siguiente dibuja un peso para Bil­bao 7, colaborando a partir de 1813 con Alexo de Miranda en la reconstrucción de San Sebastián.

NOTAS

' Premios, 1796, pág. 33. Concursando junto con Diego de Cautillo, Francisco Pruneda y Juan González desarrolla como tema en la prueba de pensado Un edi­ficio magnífico con destino a la Academia de las Nobles Artes.

2 Academia de San Fernando. BA 9/815-814. Poco más tarde. 21 de junio de 1800, presenta como nuevo tema los planos de la iglesia de San Pedro. BA 9/817-819. Existen, además, dos proyectos de la Aca­demia: el primero, una Escenografía, firmado y sin fe­cha, con signatura BA 49/892-891; el segundo, un Ar­co Triunfal, con signatura igualmente, firmado y sin fecha.

3 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 162, 29 de octubre de 1801.

4 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 195, 30 de octubre de 1804.

'"• Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 199. 28 de febrero de 1805.

6 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 3. 1 de abril de 1806.

7 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­tectura núm. 15, 29 de enero de 1807.

MIGUEL INCLAN

Discípulo de Juan de Villanueva e igual­mente de Jovellanos en Gijón \ la actividad arquitectónica de Inclán se centra a lo largo de la primera mitad del siglo XIX, destacán­dose el hecho de ser el Primer Director de la Escuela de Arquitectura cuando ésta se independiza de la enseñanza de la Acade­mia de San Fernando.

Inclán había sido alumno de la Academia en los momentos de Manuel Martín Rodrí­guez y tenido como condiscípulo de Elias Villalobos, Marichalár o Romualdo de Vier-na. Sabemos que, como alumno de la Aca­demia, había presentado en 1802 2 un dibu­jo para casa de comercio en esta Corte 3 so­licitando al año siguiente ser nombrado Maestro Arquitecto y para lo que dibuja un Puerto de Mar, Cabeza de Departamento 4. En 1804 presenta un primer dibujo de igle­sia -"* y al año siguiente da cinco dibujos pa­ra la iglesia parroquial en Gijón, proyecto que es aprobado 6. En 1807 proyecta el ta­bernáculo de la parroquia del Puerto de Santa María, que se construirá en 1837 7. Sin haber desarrollado mayor actividad, en 1816 —y como consecuencia de la purifica­ción llevada a cabo contra Silvestre Pérez— es nombrado Teniente Director de Arqui­tectura, iniciando así su carrera docente.

NOTAS

1 Fernando Chueca Goitia, «El nuevo Llaguno: Mi­guel Inclán», Revista Nacional de Arquitectura, núme­ro 94. Madrid, 1946.

2 Premios, 1805, pág. 37. 3 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 167, 27 de mayo de 1802. 4 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 180, 1 de julio de 1803. * Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 189, 29 de febrero de 1804. 6 Academia de San Fernando. Comisión de Arqui­

tectura núm. 200, 30 de marzo de 1805. 7 Fernando Chueca, op. cit., pág. 137.

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