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UnprometidoinadecuadoRominaNaranjo
Primeraediciónendigital:Enero2016
TítuloOriginal:Unprometidoinadecuado
©EditorialRomanticEdiciones,2015
©RominaNaranjo,2015
www.romantic-ediciones.com
Imagendeportada©ArtsiomKireyau,JoergHackemann,ViktoriiaTalitskaya.
Diseñodeportadaymaquetación,OlallaPons.
ISBN:978-84-944561-7-6
Prohibidalareproduccióntotaloparcial,sinlaautorizaciónescritadelos
titularesdelcopyright,encualquiermediooprocedimiento,bajolassancionesestablecidasporlasleyes.
Paratodosaquelloslectoresquedesearonconocerestahistoria.
Sonellos,quieneslahanhechorealidad.
Gracias,porencontraraJoshyClairemuchoantesqueyo.
ÍNDICE
Prólogo123456789101112131415161718192021222324252627EpílogoAgradecimientos
PrólogoTenía que arrancarle a Claire las ilusiones que le había dado sin
pretenderlo, porque aquello simplemente no podía ocurrir, de ningunamanera. Ella era demasiado valiosa, demasiado importante, incluso sincontarlaposiciónsocialylaeducación,existíaalgoensuinteriorqueél,nunca,podríatocar.Laconocíalosuficienteparasaberquenoaceptaríalas palabras para rendirse y dejarle de lado, así pues… solo podíaobligarlaadespreciarle.Aunquelasolaidealematarapordentro.-Joshua…nomeimportaqueintentesfingirquenadahapasado,porque
ambos sabemos que no es así –resopló, llena de tensión-, tenemos quehablar…loquepasó…-Ya hemos hablado de lo que pasó, señorita. Le he contado todo lo
ocurrido. Ahora su familia está a salvo, el peligro ha pasado y yo debovolveramisquehaceres–diounpasoatrás-,yaheperdidounanochedesueño,nodesearíaperdertambiéneldía.-¿Yquéhayde loqueocurrió en el establo, eh?–le encaró,haciendo
quesupequeñaestaturaparecieraeldobleconformesuvozsehacíamásruda-, ¿vasadecirmeque soñé conesosbesos, con las caricias?Ambosestábamos allí… los dos lo deseábamos y permitimos que ocurriera, nopodemoshacercomosi…-Yonolodeseaba.Arnold estaba cruzado de brazos, apoyado en el vano de la puerta,
impidiendoasíasumadrelavisióndelaescenaperosinperderélniunsolo detalle de la misma. Josh subió un segundo la vista, porque pordesagradable que fuera, prefería mirarle a él que ver el espanto y ladecepciónquesusúltimaspalabrashabíanprovocadoenClaire.Lajoventardó varios minutos en asimilarlo, pero en cuanto lo hizo, comenzó anegar vehementemente con la cabeza,mientras sonreía de puros nervios,sinpizcadehumor.-Mientes–ledijo,aunquesonócomosisuplicara-,solodicesesoporque
piensasquenodebiópasar.-Esquenodebiópasar.-¡Eso no importa! Yo sé que lo deseabas, y tú también lo sabes –se
enfurecía más y más conforme más impertérrito se mostraba Josh-, yoestabaahí…loviví…¡séloquesentiste,lonoté!
-Temíaquemedespidierasimenegaba.-¿Dequéestás…?-Dejéquepasaraparaquenomeecharadeaquí, señorita,perono lo
disfruté.Megustan lasmujeresmásmaduras,más…experimentadas - lamiró directamente a los ojos, dispuesto a lanzar el golpe de graciadefinitivo-. Simplemente supuse que a las muchachas de su clase lesgustaban ese tipo de juegos, ¿no? Tener un… capricho con uno de loscriados,asíque…Tuvoeltiempojustodeapretarlamandíbulacuandolamanosedosade
Claireimpactócontraél,girándolelacaracomoconsecuenciadelafuerzadel bofetón. Joshua apretó los puños y se obligó a bloquear el corazón,pues la tentación de arrodillarse a mendigarle perdón por sus suciasmentirashirienteserademasiadofuertecomopararesistirlo.Lamuchachaclavó en él sus ojos grandes, veteados de lágrimas, tan solo unminuto,despuésechóacorrer.
***Lasrisastodavíaeranaudibles,peseaencontrarseenelladoopuestoa
lapuertacristaleraqueseparabaelsalónprincipalde la terrazaexterior.Completamente extenuada, Claire se esforzó por aislarse de losmurmullosysonidosdealgarabíaprocedentesdelafiestaypermitirqueaquella pena sorda que desde hacía semanas la acompañaba, irrumpieraporfinentodosuser.Llevándose la mano al pecho, sintió que le faltaba el aire. Lucía un
vestido de colormelocotón en corte recto, con lasmangas ligeramentetranslúcidas y un fajín sobre la cintura que hacía que se le cortara larespiración.Elcorséestabademasiadoapretadoyloszapatosempezabana provocarle un dolor atroz en los pies. Por si fuera poco, el bonitotocadodeperlasquelehabíansujetadoalpeloletiraba,ypocoimportabacuanto se abanicase, la transpiración empezaba ahacermella en toda supiel,marcándolacongotitashúmedasquenotardaríanenhacerlapasarunmalrato.Dentro de la casa, el entrechocar de las copas y los buenos deseos
prácticamente sentenciadosenvozalta,habíanestadoapuntodehacerla
desfallecer.Debíaestarcontenta.Eraeldíadelabodadesuhermano,yjamáshabía
vistoaAndrewtanfelizcomoelmomentoenqueporfinVictoriaLintonsehabíaconvertidoensuesposa.Todoélestabaradiante,deslumbrabadepuradicha,ysucuñada…aquellamiradaarrebolada,elbrilloensusojoscada vez que éstos se cruzaban con los de su marido, prometiendosecretosqueprontopodríanllevaracabosinlamolestapresenciadelosdemás.Elmirarles,coneseamorjovenreciéndescubiertoyprontoconsumado
provocabaenvidiaenlospresentes,inclusoenquienesyateníanformadasu familia. Para Claire, que sufría y llevaba en el corazón el peso delrechazoylavergüenza,eradoblementetristepresenciartantafelicidad.Por si no fuera suficiente, durante el baile de novios, su vista había
reparado más de una vez en Josh, el lacayo de confianza y amigo deAndrew,quiencomotal,estabainvitadoacelebrarelenlaceconlafamiliay distinguidos invitados. Cada vez que reparaba en él, Claire caía en lacuentadeque Joshuaevitaba sucontactoygiraba imperceptiblementeelrostroparanoenfrentarsumirada.Eranormal, sedijomientras se apoyaba en labarandilladegranito e
intentabatomarpequeñasbocanadasdeairedeformarítmica,teniendoencuenta las últimas palabras que se habían dicho.Claire no tenía duda deque Joshua debía haber pasado parte del banquete temiendo que ella leobligara,sopenadeperderempleoyhogar,aalgotanignominiosocomotocarlaomirarladurantevariossegundos.Pensarquelarepudiaba,queaquellosbesosycariciasnohabíannacido
delamornilapasión…élsoloimaginaraJoshsintiendorepulsaantesucercanía…−Desde luego, el matrimonio puede tener un efecto completamente
asfixiante,estoydeacuerdoconusted.Sobresaltada, Claire giró sobre sí misma, topándose de frente con el
futuro vizconde Arnold Calvin, quien realizó una venia para saludarlaapropiadamente.Estabaarrebatadorconelfracnegroyelcorbatínblancoalmidonadoalaperfección.Lavivaimagendeundandi,todouncaballeroalaalturadecualquiersituación.Dadoquepermanecerensilencionopodríaconsiderarsenidecorosoni
adecuado,Claireseapresuróacomponerunarespuesta.−Metemoquelaafluenciadeinvitadoshasidodemasiadoparamí.
−Bueno,cabíaesperar–ArnoldlededicóaquellasonrisadeslumbranteporlaquemásdeunadamadeLondresyasuspiraba−,suhermanoesunconde, y estapropiedad, unade lasmásgrandesde todoKent.Nadiehaqueridoperderseelacontecimiento.−Hasidounabodapreciosa.−Y la pareja contrayente está formada por unos novios perdidamente
enamorados.Nocabedudadequehasidounabuenaunión.ElaguijonazoseclavójustoenelcentrodelpechodeClaire,quecasi
sintiócomosudolientecorazónsesaltabaunlatido.Desoladayalbordede las lágrimas, se dio la vuelta inmediatamente para evitar que aqueljoven la viera derramar unas lágrimas que de ningún modo podríajustificar.Unayotravez, la imageninalcanzabledeJoshsecolabaensumente,
intercalada con la sonrisa de Victoria, vestida de novia y bailando enbrazosdesuhermano.Ellanuncatendríaalgoasí,inclusoaunquesevieraobligadaacasarseporcualquiercircunstancia.Jamás luciríaaquelgestode supremo éxtasis, ni se abandonaría en brazos de su esposo con laconfianzaquedaelamorsinceroycorrespondido.No,aquellono ibaapasarleaella.Porque había elegido entregar su corazón al único hombre que ni
siquierapodíapermitirsemirar,yporsifuerapoco,ellanoeramásqueunadeesasobligacionesqueélatendíacuandoeramenester.¿Cuántasdesuspalabrasoatencioneshabríannacidodeldeber?¿HabríaJoshmentidoen cada cosa que le hubiera dicho, en cada gesto que hubierancompartido?¿Elaprecioquedecíatenerleerahonesto?¿Acasohabíacorrespondido
susbesosportemoraldespidoyporpenaarechazarla?Unhipidoprofundoescapóde forma involuntariade entre sus labios.
Sin darse cuenta, estaba a punto de desmoronarse en mitad de lacelebración.Ya iba a disculparse y salir huyendo cuando un pañuelo deseda apareció frente a su campo de visión. Tomándolo con cuidado,observóaArnoldCalvin,queestabajuntoaella,deleitándoselagrandezadeloscamposdeKent.−No se aflija –le susurró, sin mirarla para entregarle intimidad
suficienteentantoellasesecabalosojosconsutileza−,él tampocodebeestarpasándolobien,siesconscientedesusufrimiento.AClaireselehelóelalientoenlagarganta.Incrédula,miródereojoa
Calvin,esperandoquelajuzgara,seburlaraointentarasacaralgúntipodeinformacióndeprovechoparausarconcualquierfin.Halló,sinembargo,solounasonrisaamigayungestocómplicequeéldemostródejandocaerloshombros.−Estabacercaaquella tarde,despuésde loocurridoen lacasacon las
invitadasdesuhermano–explicóél,sinentrarendetalles innecesarios−.Saquémispropiasconclusionessobreloqueoí.−SeñorCalvin,yo…−Déjemedecirlealgo,señoritaFerris–ysegiróhaciaellaparapoder
mirarla a los ojos antes de seguir−. Ese hombre no se la merece, pormuchasrazonesquedenadasirveenumerarahora,peroporfortuna,sehaapartadodesucaminoantesdequepudieraaconteceralgoirreparable.Bajando la mirada, Claire dedicó toda su atención al pañuelo que
sostenía entre las manos, intentando por todos los medios que aquellaspalabras dichas con honestidad no encendieran aún más su pena. Porsupuesto,debíaestaragradecidadequelasansiasdeJoshporobedecerlanohubieran llevadoamás, ¡perocómopodíapensarenalgosemejante!Lo único que quería era desaparecer en aquel mismo instante, y llevartodosudolorydecepciónconella.−No tengo ningún derecho a opinar sobre el tema, señorita –la suave
vozdeArnold lahizo levantar lavista−,puesnoconozcode lahistoriamásquelopocoquepordesgraciaescuché.Perodeseoayudarla.−Leagradezcosuconsuelo,deverdad,perometemoquenohaynada
quepuedahacerpormí.−Creoqueseequivoca.Dígameconsinceridad,¿quéesloquenecesita
paraqueestasituaciónseamenospenosaparausted?Queélmequiera,pensóClaire,peroaquellonoestabaenmanosnide
Arnold Calvin, ni de nadie. Cambiar el sentir de Joshua sería comoimpediralatierrabrotar,oaloscielosabrirseydejarcaerlalluvia.Algodeltodoincontrolableparacualquierserhumano.No obstante, había otra cosa. La opción quemás cerca estaba de sus
deseos.−Irme–dijo,sinmás,conunencogimientodehombros−,seregoístay
escapardelmomentomásfelizenlavidademihermano,parapoderestarsolay…olvidar.Arnoldasintióconlacabeza,tomándoseunosminutosantesdevolvera
hablar.Echóunamiradadereojoal interiordelsalón,ydespués,volvió
todasuatenciónaClaire.−Parta a Londres. Esta misma noche. Sabe Dios que la casa será un
hervidero,yomismonomeiréhastamañanaygranpartedelosinvitadosharánlopropio,peroustednotieneporquésoportarlomás.La ideadepasaraquellanochesola,ensucama, trashabervivido los
preparativos y el feliz enlace, pensando en cuanto deseaba aquello paraellay lodifícilque seríaobtenerlo, lahacía sentir esperanzada, aliviadaincluso.Erajustoloquenecesitaba,libertadparallorar,paramaldecirsifuerapreciso.Paranotenerquecontenersemás.−Metemoqueesoes imposible.Mimadrenoestarádispuestaapartir
tandeinmediato.−Entonces, no la espere –la sonrisa de Calvin, destructora, la hizo
enarcarunaceja−,apuestoaquetieneamigosyconocidosenLondresquepuedanservirledeexcusaplausibleparamarcharsin levantarsospechas.¿Algún evento que se acerque y la requiera? ¿Acontecimientos en cuyapreparacióncuentenconusted?Claire hizo memoria, aferrando con fuerza aquella posibilidad. De
pronto,unaideabrillantesefraguóensumente,ymiróaArnoldcomosijuntos,acabasendedescubriruntesorooculto.−Mi amiga, la señorita Hildegar, celebra su cumpleaños en los
próximosmeses.Ciertoquefaltabastantetiempo,peroconociéndola…−Es obvio que hay muchos pequeños detalles que requieren de
antelaciónsuficiente–decretóCalvin−,siellalehubieseescritorogándoleque volviera, dudo mucho que la condesa viuda pusiera algúnimpedimento.Infórmelaalrespecto,estoyconvencidodequeentregarásubeneplácito.−Peromihermano…−Querida,suhermanoenestemomentopasaríaporaltocualquiercosa.
Esunreciéncasado.UnlevesonrojoinundólasmejillasdeClaire.Contratodopronóstico,
fue capaz de componer una leve sonrisa de puro agradecimiento queofrecióaCalvincontodosucorazón.Saberquepodríapartirsindemora,apartándosedeKentydeJoshua,aligerabalaagoníaconlaquesehabíavistoforzadaaconvivir.Poner distancia era justo lo que precisaba, estar lejos de él, evitar el
temor de que sus miradas se cruzaran y nuevas palabras demoledorashicierandianaen susmaltrechos sentimientos. Ignoraba siBetinaestaría
yaorganizandosufiesta,peroencuantollegarayfueracapazdecesareltorrente de lágrimas que seguro derramaría, a salvo de ojos extraños ypreguntas malintencionadas, pensaba ofrecerse como colaboradora,ocupandosutiempolibretantocomofueraposible.−Está decidido, me parece –atestiguó Arnold, con una nueva venia y
sonriendo con satisfacción-, esa será la versión que dé cuando, dadanuestracercaníadeestosdías,semepreguntesiséalgodesumarcha.−No sé cómo agradecerle este gesto, señor Calvin –y lo decía
sinceramente−, su ayuda y discreción en estosmomentos, cuando sentíaqueestabaapuntode rompermeenpedazosesalgoqueno tengocomopagarle.−Quiénsabe,señoritaFerris,puedequealgúndía,ustedpuedahacerme
unfavoramí.Entonces,estaremosenpaz.Un ligero guiño fue lo último que vio de Arnold Calvin, quien se
dispusoavolveraentraralsalónparacontinuardisfrutandodelafiesta.
1Londres,1852Los camareros, arreglados con susmejores galas, se paseaban de un
lado a otro sirviendo copas de champán, canapés, dulces, entregandoservilletas de hilo y carnets de baile por todo el salón. El ambiente,sofocante de por sí al encontrarse inmersos en pleno verano, caíadoblemente sobre cada uno de los invitados a consecuencia de laslámparas de araña y los farolillos que iluminaban cada rincón de laestancia.Dondequieraqueunoposara lavista, jóvenesataviadasconbrillantes
colores y muchachos con trajes oscuros y camisas almidonadas reían,comían y semezclaban en círculos de confidencias, esperando llegar aesferasmásaltasconformeeltiempoylaprácticalesvalierainvitacionesaeventosdemáslustre.No obstante, para Betina Hildegar, que celebraba su cumpleaños, no
habíaactoalgunoenlaaltasociedaddeLondresquepudieracompararseconlafiestaquehabíanorganizadoparaellasuspadres.Había tenido lugar un ágape en los jardines cuando el sol comenzó a
ocultarse,seguidodeunaexóticasueltademariposasdealasazules, trasla cual, invitados y servicio pasaron al salón principal para el baile.Unconjuntodecuerdaarmonizabalaveladaconlasmelodíasdelmomentoypartiturasclásicasparalosacompañantes.Elgrupocontabaconunjoventrompetistacuyapieldelcolordelébano levantóexclamacionesdelmáspuroasombroentretodoslospresentes.−Mepreguntodedondelohabránsacado–dijounadelasmatronasque
acompañaba a su joven sobrina, poniéndose unas gafas redondas parapoder mirar mejor al muchacho, que tocaba ajeno a la expectaciónlevantada−,¿cómoesposiblequesepaleermúsica?Todo el mundo parecía dispuesto a calificar la velada como el
acontecimientodelmes(erademasiadoprontoparanotificarlocomo‘delaño’),exceptoClaireFerris,queapurabasusegundoponcheacodadaenlaparedyprocurabaportodoslosmediosasualcance,mantenersealejadadeconversacionesycharadas.
Aquelerasuprimeractosocialenmeses.DesdesuvueltadeKent,habíadedicadoeltiempoalestudio,lalecturayacartearseconsucuñadaparainteresarse por el crecimiento de su sobrino, CharlesAnthony. Todo lodemás,carecíaporcompletodeinterésparaella,cuyosánimoshabíanidocayendoenpicadoyamenazabanconnovolverarecobrarsejamás.Claireteníaelcorazónrotoyestabaheridaensuorgullo,ylopeordel
caso es que no existía una sola persona a la que pudiera confiarse paraaliviarunpocoeldolorylapenaquellevabaacuestas.Puedequemuchasde las jóvenespresentesen la fiestasupieranaconsejarlaparasuperar ladecepciónprovocadaporelhombreincorrecto,peroellasabíamuybiencuáles serían esas recomendaciones, y puesto que no pensabamandarsehacer vestidos nuevos, cambiarse el peinado o prometerseapresuradamenteparaacabarconelposiblequédirán,optabaporlomássimpledetodo:pasarinadvertida.Forzó una sonrisa al ver de lejos la mirada escrutadora de Betina,
alzandoinclusolosrestosdelponcheamododebrindis.Serviríadepoco,bien losabíaClaire,quemascullópor lobajoalvera suamigaabrirsepasoprácticamenteacodazosparallegarhastaella.Había intentado inventar excusas, pero aquel cumpleaños era uno de
esos momentos en la vida de una joven dama que una amiga no podíaperderse. Bastante mal se había sentido en los meses posteriores a suvuelta,cuando,peseasuintencióninicialdemantenerseactivayocupada,había dado esquinazo a todos los planes y reuniones que se le fueronpresentando. Añadir a su deuda una falta como la de esa noche, seríainconcebible.Betinano se loperdonaría jamás,y aquel eraunpesoqueClairequenopodíasumaratodoelqueyasosteníasobreloshombros.−¿Puedesabersequétepasa?Volviendoasimularlasonrisamásradiantequepudocomponer,como
si el calor no la sofocara, el vestido de muselina beige no estuvieraasfixiándola y la afluencia de invitados no resultara extenuante, Clairedejó la copa vacía, se recolocó los guantes y tomó la mano de Betinacomoquiensostieneunadelicadapaloma.−Soloestoytomándomeundescanso.−¿Devivir?–lascejasnegrasdeBetinasearquearon−,nohasvenidoa
lamesaderefrigerios,¡nitampocoaladecintas!−Cumplesveinteaños,¿nocreesquehallegadoelmomentoderetirar
lamesadecintasderasodelalistadeentretenimientosdetusfiestas?
Pesealtonoamablequeusó,Clairedeseócontodassusfuerzasquesuamigatomaraaquelconsejoehicierabuenusodeél.Aquellasactividadeshabíansidounadeliciacuandoambasteníanochoodiezaños,peroBetinalas había mantenido incluso en su baile de debutante, el cual habíaculminado con todas las jóvenes damas, ya presentadas en sociedad,luciendocintasdecoloresvivosatadasasusmuñecasocabellos.−Es una tradición –se excusó la joven, recolocándose el fajín azulón
que acompañaba su vestido aguamarina−, y me gustaría que mi mejoramigaparticiparadeella.Claire suspiró,diciéndosequeni toda la fuerzadevoluntadque fuera
capazde reunirpodríavalerparaque seacercaraamirarcintascon lascualesjuguetear.Elvuelodelicadodeloslazoslerecordaríaalascinchasdeloscaballos,ypensarenellos…−¡PorelamordeDios,Claire,tehassonrojado!−Haceuncalorextremo,Betina.¿Podemosdarunpaseoporeljardín?
Seguramentehabrámenosgente.−¿Yporquéíbamosairaunlugarconmenosgente?Todoelmundo
debequererverme,¡soylahomenajeada!Para dar énfasis a sus palabras,Betina dio una vuelta sobre símisma
queprovocóenClaireunasonrisagenuina.Estabamuyguapaconaquelvestido de tono tan alegre y el largo cabello azabache recogido contirabuzones. Su sonrisa era sincera y sus ojos, aunque algo pequeños yseparados,brillabandeentusiasmo.CabíaesperarungrandespliegueporpartedelosHildegar,quienessiemprehabíanintentadodarasuhijatodocuantofueraparasuplirsufaltadetítuloconopulencia.Clairesabíabienloimportantequeeraparasuamigatenerunaspecto
lomás deseable posible en una celebración como aquella.LosHildegarsiemprehabían sidouna familiade rasgos robustosyduros, lamadreyhermanas de Betina eran gruesas, y la papada de su padre siempre sellevaba miradas allá donde la lucía, sin el menor reparo. Ella, sinembargo, parecía mantenerse en esa delicada línea que separaba lasformascurvasagraciadas,delaredondezpropiadesufamilia.−Laverdadesqueelquenotemireseríauncompletotonto–ledijocon
cariñoClaire,volviendoacogerlelamano−,estáspreciosa.−Meayudabastanteelquetúluzcasesemalsemblante,laverdad.Asupesar,lajovensonrió.NuncahabíanexistidocelosseriosentreBetinayella,peroempezabaa
ser notable que Claire conformaba un foco de atención bastante máspotente que el que la benjamina de los Hildegar podía atraer. Con elcrecimiento,esedatodejódepasardesapercibidopara lasmuchachas,ytambiénparatodoaquelquesecruzabaconellasynoreparabaenemitirjuicios y comentarios despectivos hacia una y alentadores hacia la otra,creando momentos realmente incómodos en aquellos actos de sociedaddondehabíancoincidido.Indudablemente, fuera Claire o no una joven de belleza notable, era
hermanadeunconde,yaquellojugabamuchoensufavor.−Deberías haberte aplicado más polvos en esas ojeras, ¿quieres que
vayamosaltocador?−¿No se supone que debes agradecerme que no te eclipse con mi
enigmáticabelleza?Lasdosrieron, recordandoaquelladescripciónde la jovenFerrisque
unarevistadecotilleoshabíahechotiempoatrás,cuandofuepresentadaensociedaddelbrazodesuhermanoAndrew.“Enigmática”,sindudaporqueno había dejado de ser una niña y era difícil saber si al crecer sedesarrollaría con elegancia y gracia o sería un ser simplón sin másatractivoqueunacuantiosadote.−Yonopodría competir contigoni en tus peoresmomentos,Claire –
Betinaalzóloshombros,aunquesusojillosvivarachoshabíandejadodesonreír−,losémuybien.−Hazelfavordenosermezquinacontigomisma.Niconmigo,depaso.
Estásdeslumbrante.−Esperoque lo suficientepara lograrunabuenaproposición. ¿Qué te
parecenlasopcionesdisponibles?Muda de asombro, Claire dirigió la vista hacia donde el dedo
enguantadodesuamigaleindicaba.Habíatresjóvenesenuncorillo.Unotenía los dientes delanteros más grandes que hubiera visto en su vida,acompañadosdeunasnadafavorecedoresorejasdesoplillo.Otro,eratandelgadocomounjunco,lucíaunaalturatalqueleeraimposibleponersederecho, por lo que semostrabaperpetuamente encorvado; en cuanto altercero…−¿EseeselhijodelbarónChamber?Betinaasintiócon tantoorgulloque labarbilla le rozóel iniciodesu
recatadoescote.Porsupuesto,lasiluetaorondaylosbrazoscomotroncosde árbol de Bernard Chamber “el honorable segundo” eran
completamente inconfundibles, así como su cercanía a la mesa dedegustaciones.Loextraño,eraverloenunsalóncomoaquel,rodeadodejóvenesalosqueestabaapuntodedoblarlaedad.−¿Le has invitado a tu fiesta de cumpleaños? –exclamó Claire,
mostrando el asombro que le había faltado en el momento en que elexóticotrompetistahabíahechoaparición.−Séqueesalgomayorquenosotras,perosemueveennuestrocírculo
–y aquello, en opinión de Betina, lo decía todo−, además… no puedenegarse que se ha convertido en alguien después de…ya sabes. Lo quehizoportuhermano.Lamentandoseriamentenoteneramanounacopadeponcheconlaque
podercubrirselabocaparaevitardecirloquerealmentepensaba,Clairefruncióloslabiosconunamuecaque,conmuchaimaginación,podríaserinterpretadacomounasonrisa.Por supuesto, habían corrido ríos de tinta con aquel supuesto gesto
desinteresadoqueel segundohijodelbarón IlhanChamberhabía tenidocon el conde de Holt, cediendo por completo la mano de la señoritaVictoria Linton (que ya era prácticamente su prometida, en palabras deBernard),paraqueéstayAndrewpudierandarriendasueltaasuamorydesposarse.SiBernardhabíatenidoalgunavezesperanzauoportunidadalgunade
casarse con Victoria o no, solo ella lo sabía, y se guardaba muy bienaquellainformación.Nopocoshabíanintentadoindagarsobretanjugosoasunto, sobre todo cuandoAndrewhabía expresado, elmismo día de laboda, su eterno agradecimiento al rechoncho joven por haberse echadocaballerosamente atrás en su carrera por la conquista de Victoria. LoshalagosdelcondelehabíanvalidoaBernardlaaceptacióndesupadre,unhombreesquivoypocodadoaotorgarleellugarquelecorrespondíapornoserelprimogénito.Lo que Claire desconocía, era que los hechos le hubieran supuesto
también un acercamiento a eventos como el cumpleaños de BetinaHildegar.−¿Vasadecirmequeestásconsiderándolocomoprometido?−Dios, ¡claro que no, Claire! Todavía estoy a tiempo de intentar
conseguir un títulomás prominente –expresó la chica, que no obstante,sonrióendirecciónalcorillo−,cuántomenos,alheredero.−¿Unodeesoseselhijomayordelbarón?¿Cuálde…?–Clairelevantó
la cabeza para otear el horizonte de unmodo tan descarado que estuvoseguradeque,sisumadrelahubieravisto,lahabríaarrastradofueradelasalaconcarácterinmediato.−¡Oh,nopuedocreerlo!Repentinamente, lamanodeBetina secerrócomounagarra sobre su
muñeca, ejerciendo la suficiente presión como para que empezaran adormírselelosdedosencuestióndesegundos.Conlosojoscomoplatos,intentódesasirse,perosuamigateníaunafuerzavorazynocejabaensuempeño, como si de soltarse del agarre seguro que suponía Claire,pudieracaersedebrucesenmitaddelescandalosogentíoquepoblabaelsalón.−¡Ha venido, ha venido! –susurraba la cumpleañera, intentando por
todoslosmediosquelaexcitaciónnolahicieralevantarlavoz.−¿Quieres tranquilizarte de una vez? –por fin, Claire consiguió
liberarse.SefrotólamuñecaymiróconelceñofruncidoaBetina,cuyoéxtasiserapalpableencadaporodesupiel−,teestátranspirandolafrente.−¡Voyatranspirarentera,Claire!¿Hasvisto?¡Estáaquí,esél!−¿Puedesabersedequiénestáshablando?Dado que una imagen siempre era más válida que cualquier amplia
explicación,BetinaoptóporsujetaraClairedeltalle,mostrandoparaellouna fuerza inusitada, y la hizo girar sobre sí misma, apartándola de suagradable escondite junto a la pared y dejándola justo de cara a lasgrandespuertasdoblesdeentradaalsalóndondesecelebrabalareunión.Los ojos castaños de la muchacha barrieron a varios invitados que
había pasado por alto, hasta que dio con el indudable origen de laexaltación deBetina. La súbita aparición, que había empezado a abrirsepaso entre las hordas de invitados, levantó suspiros entre las damaspresentes,almismonivelquecreócuchicheosentreloscaballeros.−Oh señor, viene hacia aquí –musitó Betina, que había dejado
parcialmente de respirar y se había quedado tan blanca como las perlasquellevabacolgandodelasorejas−,vienejustohacianosotras.Claire constató que era cierto, pues los pasos del recién llegado se
encaminarondirectamentey sin dilación justohacia la únicapersonadelaspresentesquerezabaporpermanecerinvisibleasuvista:ella.
2−SeñoritaFerris,quéplacer.ArnoldCalvineraensímismo,unconjuntoimpecableyllamativo.Con
una entallada chaqueta de color marfil y el cabello dorado peinado enondas, fueabriéndosepasoentre trajessobriosdecolornegroy frufrúsdevestidosdedamasquegirabanparaverlepasar,hastaquesus formasopacaron totalmente la visión de Claire. Aquel andar sofisticadoacompañadode la sonrisabrillante, hablabandeunhombre creadoparaser el esposoperfecto de cualquiermujer que anhelara un caballero delquealardear.Delicado,eleganteycorrectoentodasituación.Claire le devolvió la sonrisa almibarada que Arnold parecía haber
compuesto solo para ella, mientras sentía que las manos empezaban atranspirarledepuronerviosismo.Habíaestado intentandoevitarlecon todassus fuerzas.Ella losabía,y
estabaconvencidaquetodounfuturovizcondenoeratantontocomoparanohabersepercatadodesutotalyabsolutafaltadeentusiasmoencuantoaaquellas invitaciones a pasear por el parque, a tomar un refrigerio, eincluso, a acudir a veladas musicales ofrecidas por algunas de las másdistinguidasfamiliasdelazonamásexclusivadeLondres.La pura verdad era que Claire se había apoyado en Arnold Calvin
únicamenteporqueensumomentodemáximacaídaalosinfiernos,habíasidoélquienhabíaestadopresenteparasujetarla,aunquefueraporpuracasualidad.DespuésdelosdurosinstantesvividosensusúltimashorasenKent,fueArnoldquienseofrecióaguardareducadamenteelmotivodesutristeza y melancolía, ofreciendo a todo el que quisiera oírlo un relatocuidadosamente preparado por ambos en el que quedaba explicado elmotivodelaausenciadeClaire,tanrepentinatraslabodadesuhermanoconVictoriaLinton.Élhabíasidoelúnicoserhumanosobreelquedesahogareldesplante
queJoshMcKanlehabíacausado,ysoloporello,Clairehabíaaceptadosuconsueloycompañía.Hasta comprender que el futuro vizconde Calvin pretendía,
evidentemente, llevar aquella amistad a puentes que Claire no estabadispuestaacruzar.−Me alegro mucho de verle, señor Calvin –logró responder por fin,
moviendolacabezaensudirección.−Elgustoestodomío,señorita–ynuevamente,hizoacopiodeaquella
sonrisapor laquesinduda,muchasdamasperderíangustosaselsentidodelapropiedad−,reconozcoqueencontrarlaporfinenunactosociales…refrescante.−Heestadoocupada.−Naturalmente.ElgestocomprensivodeArnoldcrispólosnerviosdeClaire,yaunque
sereprendióasímismapornoestarsiendotancortéscomodeberíaconalguienquehabíamostradopacienciaycomprensiónconella,sinjuzgarlani hacerle preguntas, el tono resabido de Calvin la incomodó más quecualquierpalabradereprochequepudierahaberpronunciado.Veíaensumirada dulce y serena que él creía comprenderla, que de verdad estabasegurodeposeerelconocimientoquedesentrañaríalapersonaqueClaireera,yaquel,eraunpensamientoalarmante.PercibiendolatensiónquesehabíaapoderadodeBetinaenlosescasos
minutosque llevabaconversandoconArnold,Clairesemoviódeformacasiimperceptiblehacialaderecha,emulandoalaperfecciónlasformasdesumadre,abriendodeesemodolaconversaciónparaincluiralajovenprotagonistadeafiestaenlacharla.Calvinnoparecióadvertirlo,yaquesumirada,gestoseintencionesseguíancompletamentepuestosenClaire,alaquehabíasaludadoenexclusiva.−Nodejadesorprendermeencontrarleenunaveladacomoesta,señor
Calvin –comentó ella, cruzando mentalmente los dedos para que él sediera por aludido y aprovechara el momento para elogiar en algo aBetina,oalmenos,suinvitación.−Por favor, señorita Ferris, llámeme Arnold. No somos totales
desconocidos,despuésdetodo.El gesto de súbito entendimiento volvió a las facciones del hombre y
estavez,nopasódesapercibidoparaBetina,queenarcóunacejaoscuraendirecciónaClaire,enunamudapreguntaqueamenazabaconllenarsedereprochesencuantosequedaranasolas.−Lo siento, pero eso no sería lo apropiado –respondió de la forma
menoscortantequepudo.UngestodelamanoindicóqueArnoldnoestabadispuestoadejarque
algocomoesoledisuadiera.−Como le decía…no pude pormenos que aceptar la invitación de la
familia Hildegar al saber que usted estaría presente –con una sonrisadepredadora,letendiólamano−,ynomeretirarésinaceptaralmenos,unbaile.Milmotivos de rechazo cruzaron por lamente deClaire, todos ellos
igualdeválidosy sostenibles.Estabaapuntodeempezaraenumerarlospuntoporpuntocuando lamirada implorantedeBetinavolvióacolarseenmediode sudeterminación.Suamiga teníaunaexpresiónquepodríahaberpasadoinadvertidaparacualquierasalvoparaella.Muchosañosdeprácticahabíandotadoaambasjóvenesdeunsurtidoramilletedegestosdecomunicaciónnoverbalparasituacionescomoaquella.Betina estaba pidiéndole que aceptara, pero no en alas de favorecer a
Claire en absoluto, sino con la única intención de que el baile, en eseambientemásíntimoreservadosoloparados,dieraaClaireoportunidaddeentablarconArnoldCalvinunainteresanteconversaciónquetuvieraalabenjaminadelosHildegarcomopuntoprincipal.ElmundoenterocayóalospiesdeClaireconformeBetinalaempujaba
consuavidadhacialamanoextendidadeArnold,puescomprendióquesuamigaestabainteresadaenelfuturovizcondedeunmodoqueteníapocoque ver con la cortesía de tenerle en cuenta en una lista de invitados.Aaquello se refería con lo de lograr una buena proposición. ¿Pero quépodía hacer ella? ¿Acaso no había quedado claro que Arnold apenasparecíarepararenqueBetinaexistíayseencontrabaaescasosmetrosdeél?−Vamos, Claire, no te hagas de rogar –susurró la joven, oprimiendo
másénfasisensusempujoncitos−,negarsenoseríalocortés.−Nopodríaestarmásdeacuerdo.¿Señorita?Con un suspiro nada femenino, Claire se vio obligada a claudicar.
Tomó lamano deArnold Calvin y dejó que éste la guiará a través delsalóndebaile,dondeyahabíaalgunasparejasmoviéndosealcompásdelas canciones que amenizaban la balada con ritmos suaves y pococomprometedores.Echando una ojeada esperanzada hacia los laterales del salón, donde
matronasychaperonashacíanguardiasinquitarlosojosdeencimadesuspupilas, Claire rogó porque se produjera alguno de aquellos fortuitosmomentos en los cuales su madre aparecía de improviso, justo paradetenerla antes de cometer alguna acción que se pudiera considerarinapropiada. No obstante, Joanna debía encontrarse sumamente
entretenida,puessusiluetanoeravisibleentrelagente.ClairenopodíadecirlomismodelosojosdeBetina,loscualessentía
clavados en su nuca, radiografiando cada movimiento y seguramente,preguntándose por qué su amiga no había empezado a alabarla ya anteArnoldCalvin.−Esperoquenolotomecomounaimpertinencia,señoritaFerris,pero
debodecirlequeestanocheestádeslumbrante.Conunparpadeoincómodo,Claireserecolocóenmediodelosbrazos
deArnold,dejandoqueéllallevaraenelbaile,dadoqueellaapenaspodíaprestar atención a los acordes de lamúsica.A falta de algoquepudieradecirle, lededicóungestode agradecimiento, reiterándoseunavezmásque ser agradable con la única persona en quien se había apoyado era,aparte de lo educado, lo menos que podía hacer para mostrarseagradecida.−Es muy positivo para usted que haya consentido retomar su vida
pública –seguía diciendo él, aparentemente ajeno a sus tribulaciones−.Londreslahaechadodemenos.−¿Contodasesasnuevasdebutantesansiosas?Permítamequelodude.Calvindejóescaparunacarcajadatanfranca,queenaquellaocasión,la
sonrisadeClaire fuesincera.Lacamaraderíayel sentimientoagradablequeempezaronainvadirlaledieronfuerzasparatocaruntemaquehabíapermanecido oculto en lo más profundo de su corazón durante meses.Haciendo acopio de sus fuerzas, apretó lamano deArnold con la suyaparallamarsuatención.Élclavólamiradaenellaconcarácterinmediato.−Noestoyseguradehaberleagradecidolobastantesu…−Nisiquieralomencione,señoritaFerris–ylequitótodaimportancia
conungestobanaldelacabeza−,noesalgodeloquemegustealardear,nitampocosoytanpococaballerosocomopararecordarlo.LagratitudqueClairesentíaporél,semagnificó.−¿Puedo atreverme a preguntar si el daño se ha reparado? –susurró
Arnold, acercándose lo suficiente para que nadie pudiera oír ni unapalabradeaquellaconversación−,¿supenaesmásllevadera?Sumadresolíadecirquealgunaspalabraseranigualesalasgrietasque
seformabanenlosjarronesolosvidriosquecaíandesdeciertaalturaochocabancontrasuperficiesduras.Norompíanelexterior,nideformabanel objeto, pero ya no podían retirarse. Una figura astillada nunca seríanueva otra vez, delmismomodoque un corazónherido por el rechazo
jamáslatiríaporcompletodenuevo.Las palabras de Joshua habían sido como impactos de flecha. Rudas,
certeras,directasalazonamásvulnerabledeClaire.Suefectividadhabíasidotal,quedurantedías,semanasincluso,ellanohabíadeseadootracosaquedejarderespirarconlaesperanzadequeeldolorcesara.Ahorainhalabaaire,perocadaexpiraciónlarasgabapordentro.−Le mentiría si dijera que si –contestó con un mohín−, pero intento
sobrellevarlo.−El tiempoesunaliadosabio,señoritaFerris.Pronto,antesde loque
imagina, la afrenta sufrida no será más que una página que nuevasilusiones,haránpasar.Desetiempo,tienetodoeldelmundo.Aunquedudabaqueaquellofueracierto,Clairetuvoeltinodelimitarse
asonreírparanoahondarmáseneltema.Conocíasussentimientostantocomoseconocíaasímisma,despuésdetodo,nollevabaconviviendoconellospocosmeses,nihabíannacidodelcaprichodeunaniñaquehavistopocomundoysedejadeslumbrarporelhombreindebido.Loque albergaba supechoera sinceroy fuerte, ynomoriría incluso
aunquelahumillaciónquesentíaamenazaracondejarlasinresuello.Se daría tiempo, tal como Arnold había propuesto, pero no para
olvidar, pues aquello sería imposible. Claire usaría la distancia parafortalecerse y recubrir la humillación a la que Josh McKan la habíasometido de ira y rencor. Estar enfadada siempre era más fácil quesentirse dolida, y ella había demostrado en el pasado que sabíamanejarmuybienlasactitudeshostilesydesagradablesdelasqueélhacíagalaconella.Esavez,aunquetardaramás,aunquedolieramás,aunquerompieracon
cadaúltimaesperanzadefelicidadquelequedaradentro,noibaaserunaexcepción.Todocuantonecesitaba,eraseguirpermaneciendolejosdeél.Arnoldalzóelbrazoyellagiróconobediencia,mostrandounasonrisa
sosegadacuandovolvieronaencontrarsedefrente.Seacercóunospasos,yClairenoloevitó.−¿Cómo se encuentra su hermano? Parece que cada vez es menos
frecuenteverleporlaciudad.−Su vida está en Kent –explicó ella, dejando vagar los recuerdos−,
dividesutiempoentreeltrabajoenlapropiedadysufamilia.−Desde luego… con una esposa tan encantadora como lady Victoria,
¿qué hombre querría alejarse del hogar? Quién iba a pensar que ese
matrimonioibaaresultarencajardeunmodotannatural.−Ellos lo sabían –Claire esbozó una sonrisa irónica−, o al menos,
Andrew lo supo desde un comienzo.Mi cuñada…necesitó algomás detiempo.−¡Laaltasociedadapenaspudocreerlo!¿Recuerdaesaspublicaciones?
–CalvinvolvióahacergiraraClaire,retomandoluegolaconversaciónenel lugar en que la había dejado−, ¡cuántas columnas de cotilleos sellenaron con el enlace del conde deHolt con la denominada ‘candidatainesperada’!−Resultó ser lamejor opción. ParaAndrew no hay en elmundo otra
mujercomoVictoria,esopuedoasegurárselo.−Yveoquehasidoacogidaenlafamiliacontodaplenitud–Arnoldse
apresuró a mostrarse de acuerdo con ello ante el tono de Claire, quedejaba claro que no aceptaría crítica alguna sobre su cuñada−. Imaginoqueelpequeñodebehaberseconvertidoentodoundiablillo.−Yprontotendráunaliadoensusintentosdeecharabajolapropiedad.−¡Quénoticiatanfantástica!Temiendo haber hablado de más ante una persona ajena al círculo
familiar, Claire quiso apresurarse a cambiar de tema, sin embargo, unfogonazolacegóporunmomento,haciendoqueperdieraunpasoyfueraincapazdehilarlaspalabrasqueteníapensadopronunciar.Notandoquesehabía quedado parcialmente bloqueada,Arnold la tomó conmás ímpetudeltalle,acercándosehastaquesuscuerposcasiserozaron.−¿Seencuentrabien?−Sí,yo…solo…Pero Calvin ya no estaba poniendo en ella su atención, pues había
alzado la mano y señalaba hacia algún lugar indeterminado de la sala,aprovechando su altura para hacerse ver por la persona cuya atenciónqueríallamar.−Parece que nos requieren –dijo con evidente satisfacción−. ¡Sonría,
queridaseñoritaFerris!ElbrazodeArnoldseposicionóalrededordesucinturay,sinpreverlo,
Claireseviosituadajustofrenteaunjovendesconocidoquecargabaunodeaquellosgrandesaparatoscapacesdecapturar imágenes inmóvilesenblancoynegro.El chico,que leshacía señas escondido trasunacortinaoscura,estirólamanoparaexpresarlesquesemantuvieranquietos,algodeltodoinnecesario,dadoqueClairenohabríapodidomoverunmúsculo
aunquesuvidahubieradependidodeello.Después,accionóeldisparador.Unimpactodeluzlediodirectamente,dejándolaparcialmenteciega.En
mediodelanebulosaqueseformóensumente,eincapazdecambiarsuexpresión de hermética inquietud, Claire apenas fue consciente de lainmensasonrisagallardaquelucíaArnoldCalvinsosteniéndolaentresusbrazos, en tanto que un terrible presentimiento hizo que se le pusiera elvello de punta, provocando que, de repente, sintiera un sudor fríomuydesagradablerecorrerlelaespalda.La sonrisa del mozo que sostenía el pesado artefacto de fotografías
quedójustofrenteaClairecuandoesteemitióotrodisparo.Tocándoselagorra con la mano derecha, el joven se perdió entre los invitadoscargando con su pesado equipo, seguramente dispuesto a rescatar lamayorcantidaddemomentosposiblesdelavelada,loscualesestaríanaldía siguiente ocupando las primeras planas de toda publicación desociedadquesepreciara.−La luz no es lamejor−se lamentóArnold, con un suspiro sentido−.
Seríamuchomejortomarlasfotografíasenelexterior,enunestudio,¿nole parece? está claro que los Hildegar no han escatimado en gastos yoriginalidadparaestavelada.Percibiendo con más fuerza que algo muy malo estaba a punto de
ocurrir,ClaireprestóoídossordosalaspalabrasdeArnold,concentradasoloenbuscarconlamiradaaBetina,quehabíapermanecidoenunlateraldel salón durante gran parte del baile, sin perderse detalle alguno de loque acontecía. Apesadumbrada, se preguntó si el fotógrafo recordaríahacerposaralaanfitrionaantesderetirarse.Esperando con todas sus fuerzas encontrarse de frente con la figura
redondeada y sonriente de su amiga, Claire buscó entre la gente,removiéndose inquietayobligandoporelloaArnoldadetenerelbaile,masnolaencontró.−SeñoritaFerris,−decíaCalvin,tratandodeconferiralcuerpotodavía
tenso de Claire algún movimiento −tal vez no es el momento másadecuado, pero teniendo en cuenta que el tiempo transcurrido entre loshorriblesacontecimientosque tuvieron lugaren sucasadeKentha sidomásquerazonable,querría…−Ahorano, señorCalvin–comopudo,Claire sedeshizo, separándose
deél−.Lolamentomuchoperonopuedoseguirhablandoconusted.En algúnmomento situado entre los acercamientos, las sonrisas y las
fotografías indeseadas, Betina había desaparecido, llevándose con ella,probablemente,unaseriedeideasequivocadascomofrutodelasescenasque había estado observando, en silencio y apartada del hombre cuyaatencióntandesesperadamentehabíadeseadoacaparar.Ynadamenosqueeneldíadesucumpleaños.Su familia lo había dado todo para dotar a Betina del mayor
protagonismoposibleaqueldía,sinembargo,éstanohabríapodidopasarmásdesapercibida.Notando una terrible opresión en el pecho como fruto del
arrepentimiento, Claire se precipitó entre las parejas que bailaban,perdiéndose de vistamientras intentaba idear una explicación razonablequepoderofreceralaamigaquehabíaofendidosinsiquieradarsecuenta.
3“…por eso, y aunque no pienso descuidar mi salud, sí quiero hacer
constarquenovoyatolerarsufrirunencierroenmipropiacasa.Salirdela camaymovermenopuede sernegativoparamí, como sí lo sería, sinduda, permanecer cautiva y aislada del mundo como si estuviera en losestertoresdelamuerte.Suhijo,ynopediréperdónporlafranquezayaquecomoesposaestoyentodomiderechoacalificarlecomomeplazca,esuninsufrible,pomposoyegocéntricotiranoqueno…”.
−¡Claire!Joanna Ferris, viuda de Holt, que en aquel momento se encontraba
tomandoplácidamentesuacostumbradotéconlimónmientrasreíaporlobajolaspalabrasdesunuera,sevioabruptamenteinterrumpidacuandosuhija menor, haciendo gala de toda falta de modales, arrojó ante ella elejemplarvespertinodelLondonJournalSociety,unagacetaquincenalquerecogía lomás destacado de la aristocracia inglesa, y que era temido yansiado a partes iguales por todas las personas que conforman losescalafonesdelaaltasociedad.−Losientomadre,peroesurgente.Doblandopulcramentelaservilletadehiloqueusabaparalascomisuras
de sus labios, Joanna alzó una ceja ymiró a su hija con todos aquellosañosdesabiduríaquecargabaasusespaldas.Conungestodistante,apartólagacetay tomóen lamanoderecha la carta, alzándolaparaqueClairepudieraverlabien.−DudoqueloseamásquelasnoticiasdeKent.Simedisculpas…−¿Es deAndrew? –desde luego, que el destinatario de unamisiva tan
temprana fuera alguien de la familia, cambiaba ligeramente las cosas−,¿haocurridoalgo?−EstáescritaporVictoriaysí,haocurrido.Seencuentranalbordedel
desastre,metemo–peroJoannasonreíaapesardesusagoreraspalabras−,tu hermano está desquiciado de preocupación y pretende mantener aVictoriarecluidaencamadurantetodosuembarazo.−Aloqueella,sinduda,seniega.−Con ahínco –confirmó Joanna, repasando las últimas líneas con sus
vivosojosazules−,estaballamándoletiranocuandomehasinterrumpido.−Andrewpuede sermuyhoscocuandoquiere–bien lo sabía ella, que
eramujerymenorqueél,porsifuerapoco−.Peroestoyseguradequesuintenciónesúnicamentecuidardeella.−Desdeluego,querida,tuhermanosoloquierequelascomplicaciones
enelestadodeVictoriapasenloantesposible.Claireemitióunmohíndedisgustoantelaspalabrasdesumadre.Hacía
pocas semanas, habían recibido una carta de un alteradísimo AndrewdondeespecificabaqueeldoctorCorentin,médicodelafamiliaenKent,había recomendado reposo a Victoria a consecuencia de unas levespérdidasqueéstaestabapadeciendo.Desdeluego,afirmabaquenohabíanada de qué preocuparse, dado que la salud de la embarazada era laadecuadaysuvientrecrecíasegúnloprevisto.Por supuesto, ninguna de aquellas tranquilizadoras palabras había
significadoalgoparaAndrew,cuyamentesolosabíaponerseenlopeor.−¿Haseguidosangrando?−Imperceptiblemente–Joannadoblólacartaydecidiódejarlaparamás
tarde,envistadequelasinterrupcionesnoladejaríanconcentrarseensulectura−, cuando yo le esperaba a él perdía mucho más, y nació sincomplicaciónalguna.Estoyconvencidadequeestarábien.−Y aun así, tu doncella personal ha empezado a bajar lasmaletas del
trastero.Untando mermelada sobre un panecillo caliente con la misma
delicadezaconlaqueacariciaríaaunreciénnacido,Joannaasintió.−Alguientienequeevitarqueesosjóvenessematen.−¿YlaseñoraLinton?−Está avisada.No soñaría jamás enfrentarme a tu hermano a solas en
estosmomentos.Nosencontraremosallí.Dicho lo cual, Joanna de Holt procedió a seguir desayunando en
silencio.Clairecontómentalmentetantosnúmeroscomofuecapaz,hastaqueno
pudosoportarlomás.Recuperandolagaceta,quedescansabaapartadaaunladodelamesayconlosbríosdesuenfadoinicialrecobrados,lalanzóporsegundavezenloqueibademañanajustoantelamiradadesumadre,queéstavez,dejólatazadeporcelanasobreelplatitoconlabrusquedadsuficiente como para mostrar a las claras que empezaba a cansarse desemejanteactitud.−ClaireMarieFerris…−¡Salgoenlaportada,madre!
−¿Qué?−Ahí,justoenelcentro,¿puedesverme?¡Quépregunta!TodoLondres
podrávermeconeltamañoquetieneesadichosafotografía.Joanna la hizo callar alzando la mano. Después, se concentró en la
gacetaquehabíaplantadoladiscordiaensumesadedesayuno.Enefecto,reconoció enseguida a su hija, que estaba prácticamente en el centro deunaimagenmaliluminada,ocupandoelsalóndebailedelosHildegarenlaveladaquehabía tenido lugardosnochesantes,porelcumpleañosdeBetina.El rótulo que acompañaba la difusa fotografía, cuya calidad podría
haber sido mejorable de contar con unas condiciones más propicias,comentabaque lasmásdistinguidas jóvenesy loscaballerosde fortunasmás prometedoras se habían dado cita para celebrar el vigésimocumpleañosdelahijamáspequeñadelmatrimonioHildegar.Destacaban,porsupuesto,alahermanacasaderadelactualcondedeHolt, laseñoritaClaire Ferris, que posaba con semblante hermético junto a un futurovizcondeparanadadesconocido.−Demodoque…ArnoldCalvin.Claire esperó el estallido de furia, pero Joanna se limitó a hojear
pesadamente la gaceta apenas unos segundos, antes de descartarladefinitivamente.−Bien,imaginoquepodríahabersidopeor–concluyó,porfin−.¿Debo
suponerqueestásconsiderándolocomounpotencialallegado?−¿Qué? ¡No! –Claire se tapó la cara con las manos, superada por la
situación. Su madre no lo entendía, ¿cómo era posible que no pudieraentenderlo?-,noquieroquemecorteje,niquevuelvaainvitarmeapaseosoveladas.−¿Ha hecho alusión a que tenga intenciones contigo? –tras dudar un
poco, Claire negó−, entonces no hay nada de qué preocuparse, hija.Ambos sois jóvenes, estáis solteros y es natural que, compartiendocírculos,alhabercoincidido,decidierasacarteabailar.−¿No estás molesta por esto? –Claire señaló la gaceta con un dedo
acusador,comosiesperaraqueprendieraenllamasencualquiermomento−,¿novasadecirmequedebídeclinarsuoferta?−¿Por qué deberías? Si fue cortés en todo momento y se mostró
educado…nomepareceparatanto.Por supuesto, su madre no podía imaginar que el hecho de haber
acercado posiciones, aunque fuera mínimamente con Arnold Calvin síimportaba mucho para Betina, quien todavía, no había dado señales deseguir con vida o estar interesada en recibir la explicación que Clairetantoansiabadarlesobreaquellanoche.Había escrito tres veces a su casa, sin respuesta. Le había enviado un
recadoconunacriada,conidénticosresultados.Yahora,paraterminardeempeorar lasituación,salíaen laportadadeaquelladichosapublicaciónenbrazosdeArnold.−Tepreocupaalgo,Claire.¿Dequésetrata?Conunsuspiro,decidiómaquillarlaverdadlosuficienteparanotener
que mentir a su madre. Aunque tampoco aspiraba a poder lograrengañarla.−EraelcumpleañosdeBetina.Lafiestasehizoensuhonor.¡Suspadres
inclusocontrataronunfotógrafoparaqueella!−Fue una veladamuy agradable –coincidió la condesa viuda, con una
sonrisa−, admito queme quedé con la curiosidad de poder ver conmispropiosojosal famoso trompetistapero…es increíble lo rápidoque sepasaeltiempocuandohablasdenuerasynietosconotrasconocidas.−Nohacenmenciónaella,madre.Niunasolapalabra.Erasufiestayla
portadaesparael señorCalvinyparamí.Ni siquieraesuna imagendegrupoo…unrótulogeneral,es…es…−Ereslahermanacasaderadeunconde,Claire–Joannacolocósumano
sobre la de su hija, calmando su diatriba y mirándola con afecto, perotambién con seriedad−, donde quiera que vayas, levantarás miradas ycuchicheos.−¿Noteimportaquehablendemienestos…?−Me disgusta, puedes jurarlo. Tuvemi dosis de cotilleos de sociedad
durante toda la adolescencia de tu hermano. Se hacían cávalas, sobre eltipodehombrequesería, lamujerqueescogeríao lasbarbaridadesquecometeríahastasentarlacabeza.Porsuerte,yocrieaAndrew,asíquenoimportaba cuantas veces su imagen fuera noticia, yo sabía quién era. Ycomoera–conunasonrisa,Joannadoblólagacetaendos,demodoquelaimagendeportadaquedóinvisibleparaambas−.También tecriea ti.Mitranquilidadeslamisma.Agradecida,Clairedevolvióasumadrelasonrisa,permitiendoqueun
suspiro profundo le llenara de aire los pulmones. No se llevó lapreocupación, pero el peso se redujo lo suficiente para ayudarla a
encontrarcalma.−Serabuelatehaablandado.−Esonosignificaquenovayaa tenerunojopuestoen ti, jovencita–
dicholocual,selevantóconlamismaeleganciaqueunareinatendríaaldejarsutrono−.YcuidadoconestefuturovizcondeCalvin.Sinobuscassuafecto,asegúratedequenoseconfunda.Unadamaescortés,peroclara.−Loharé,madre.Máslevalía,pensómientraslaveíamarcharsedelcomedor,sideseaba
conservarasuamigamásantigua.Horas después, cuandoClaire empezaba a plantearse seriamente dejar
deladoel libroqueintentabaleersinponerningunaatenciónparahacerunnuevointentodeenviarunmensajeacasadelosHildegar,ladoncellasubióhastasudormitoriopara indicarleque teníaunavisitaaguardandoenlasalita.Rogando de todo corazón que no se tratara de ningún mensajero
portando unamisiva deArnoldCalvin (o,Dios no lo quisiera, flores ochocolates),Clairebajóalaplantaprincipalconelcorazónenunpuñoyconteniendolarespiración.Antesdecruzara lasaladondelamisteriosapresencialaesperaba,hizoacopiodeserenidad,sealisólosplieguesdelafalda color tierra que llevaba y pellizcó suavemente sus mejillas paraevitarmostrarexcesivapalidez.Alaproximarsealsaloncitodondeserecibían lasvisitas,constatóque
lasmedidashabíansidodeltodoinnecesarias.Susonrisabarriócontodoelpesarquehabíaestadoacumulandoenelrostrodurantedosdías.−¡Betina!–exclamó,llenadealegría,altiempoquecruzabalaestancia
endoszancadasytomabaasuamigadelasmanos−,¡cuántomealegrodeverte!Pese a su algarabía inicial,Claire tardómuypoco en darse cuenta de
que el sentimiento, no eramutuo. El rictus de Betina no podía sermásseco. Tenía los ojos hinchados y sumalhumor habría sido visible paracualquiera.Inquieta,lasoltó,dandodoscautelosospasoshaciaatrás.−Solohevenidoparaquedejesdeenviarnotasymensajesamicasa.Ya
estábien,Claire.−Estabapreocupadaporti.Despuésdelafiestanopudeencontrarte,han
pasadodosdíasynohesabido…−Oh,Señor…¿demodoqueahoradeboañadirlahipocresíaatodastus
otrasfaltas?
El tono cortante fue como un jarro de agua fría que impactódirectamente contra Claire. Incrédula, parpadeó, como si esperara queBetinafueraaromperencarcajadasencualquiermomento,restandotodaimportanciaalmomento.−¿Dequéestáshablando?−Oh,¿nolosabes?¿Todavíanolohasrecibido,Claire?Probablemente
hayas estadomuy ocupada preparando la lista de invitados a tu pedida,compromiso o lo que sea, como para verlo, ¿es así? Bueno, ¡puestranquila!lasamigasestamosparaeso,¿no?¡Aquílotienes,disfruta!Y le arrojó a los pies un ejemplar del London Journal Society. Por
supuesto,laprimeraplanacayóhaciaarribamostrandolaimagenborrosadelaparalizadaClairesiendorodeadaporunsonrienteArnoldCalvinenmitaddelsalón.Elsonidosordodelapublicacióncayójustoentrelasdos,abriendounabrechaqueamenazabaconserinsalvable.−Betina… tienes que calmarte y escucharme solo un momento, por
favor.−¿Qué te escuche? ¿Tú te atreves a pedirme algo amí, Claire? ¿Tú?
¡Cómohaspodidohacermeesto,cómo!Sabíasloquesentía,sabíasquelehabíainvitadoparahacermeconocer,paraacercarme,¡ytú…!−¡Yosoloaceptébailarconélporquetúmeempujasteaello!−¡No recuerdohaber tenidoque suplicar o rogar demasiadopara que
aceptaras!–Betinagolpeóelsueloconsubotadepaseo.Teníalasmejillastan encendidasque eraunmilagroquepudiera seguir respirando−, soloqueríaquelehablarasdemí,queledijerascosasquepudieraninteresarle,¡debiste…!−¡Lo intenté, Betina, intenté hacerlo pero no le interesaba lo más
mínimo!Silencio.Cayópesado,comounalosa.Claireseapresuróabuscaruna
excusa,cualquieraque fuera,con laquepoderdesdecirsedesusúltimaspalabras.SipretendíaarreglarlasituaciónconBetina,ysabíaDiosquelodeseaba, lo último a lo que habría debido recurrir era al desinterés deArnoldCalvinenella,aunqueestehubierasidoevidente.Ahora además de enfadada estaba herida en su orgullo, algo que por
experienciapropia,Clairesabíamuybienqueeraalgocomplejodecurar.−Era algo con lo que esperaba que tú pudieras ayudarme –susurró
Betina, con lavozquebradapero fría−,por esomeaseguréde invitarlecuando supequevendrías, sabíaquehabía estado enKent, que lehabías
conocidoypensé…esperé,creí…quetúmeayudarías.−Betina…¡Diosmíoestoesabsurdo!Yonisiquieraqueríabailarcon
él,¿creesquebuscosuatención?¿Creesquepretendo…?−¡Siempretieneslaatención!Ereslahermanadeunconde,Claire.Creí
queesapopularidadseríasuficienteparati.FueevidentequeBetinanohabíapretendidopronunciar talespalabras
delmodoenquehabíansalido,perodesdeluego,eratardepararetirarlas.Clairesesentíaculpableporhaberacaparadolaatencióndelosmediosdesociedadensupersonacuandoéstosdebíanhabersecentradoeneleventoprincipal,peronoestabadispuestaatolerarqueleecharanencaracosassobrelasquenoteníaningúncontrol.Y mucho menos, aceptaría que se la acusara de buscarlo
premeditadamente.−Tienes razón, soy la hermana de un conde –y su voz sonó tan fría
como la deBetina−, pero no tengo la culpa de quemi persona seamásimportanteparalasociedadquetucumpleaños.−¿Cómopuedesdecirmeeso,Claire?¡Creíqueerasmiamiga!−¡Bien, yo también lo creía, Betina, de verdad que sí! De hecho, he
estadointentandoponermeencontactocontigoparacontarteestoporquesabía,válgameDios,queloprimeroqueharíasseríapensarlopeordemíalveresadichosafotografía.¿Ytúmeacusasdenoserunabuenaamiga?¿Hasoídoalgodeloquehasvenidoagritarmeenmipropiacasa?−Si tanta prisa tenías en dar una explicación es porque te sentías
culpable–dandounpasoalfrente,aBetinaletemblaronloslabios−,ylaculpavienedealgoquesehahechomal,noloolvides.−Arnold Calvin no me interesa –alzando las manos al cielo, Claire
emitió un gruñido de desesperación−, ¡bailé con él porque tú me lopediste,cómoquieresqueteloexplique!−¡Debiste esforzarte en lograr que me acercara a él, eso hacen las
amigas!−¡Nole interesas,Betina!–Clairesupoqueestabagritando,yconstató
lo duras que habían sido sus palabras al ver el semblante pálido de suamiga.Cogiendoaire,decidióqueel tiempodesuavizar lascosashabíapasado.Noloharíaacostadeserellalacastigada−.Soytuamiga,peronopuedohacermilagrospor ti.Élnoestá interesado, losiento,pero tienesqueentenderlo.−Loentiendo.Loentiendoperfectamente.
Betinaseagachócontaltorpezadebidoalosnervios,queClaireestuvoapuntodeinclinarseparasujetarladelcodo.Seabstuvo,observandoconasombrocomolaafectadamuchacharecogíaelejemplardelagacetaylosostenía con fuerza inusitada entre las manos. Cuando volvieron amirarse, el semblante de Betina, aunque roto, parecía aúnmás coléricoquecuandohabíallegado.−Es imposible que yo le interesara cuando tenía que prestar toda su
atenciónalaestrelladelbaile,lapreciosayperfectahermanadelconde–escupió, talcomosiestuviera insultándola−,¿sabes lopeor,Claire?Quesé que es verdad, Arnold Calvin no te interesa, pero eso no importaporque,erestú.Siempredebestenerlotodo.−Ni siquiera sabes de qué estás hablando. Y si tuvieras idea de cuan
falsas son tus palabras, se te caería la cara de vergüenza y no podríasmirarme.−¿Acaso hay algo que desees y que no esté al alcance de tusmanos,
Claire?¿Odeltítulodetuhermano?Noseasmentirosa.−No te debo ninguna explicación, Betina. No estoy interesada en el
futuro vizconde y jamás lo estaré. Puedes creer lo que quieras si eso teayudaadigerirmejorsurechazo,medaigual.−Siesoesverdad,demuéstraloentonces.¡Dameunaprueba!Negandoconlacabeza,Clairecrispólospuños,pensandoenloinjusta
yabsurdaqueeratodaaquellasituación.Quealguienquedebíaconocerla,alguien que la quería desde hacía muchos años la acusara de cosas taninfameslaponíaenferma.¿Cómoeraposiblequenoloviera,quenoloentendiera?¿AcasoBetinaveíaaClairefeliz,exultante?¿Nohabíanotadosuestadoalicaídoytristedesdehacíameses?Pensar que ella creía que su título y posición la hacían deseable y
perfecta para cualquier hombre que quisiera… cuan distinta era larealidad,pensóconamargura,cuandoeraprecisamentetodoesoloqueladistanciabasinremediodelúnicoalquejamáspodríallegaraquerer.−Notengonadaquedemostraraunapersonaquemeacusadelmodoen
quetúlohashecho–ycomoestabaheridaysesentíavulnerable,alzómásloshombrosysumiradafuetransparenteyclara−.Hedicholoqueteníaquedecir,pormiparte,estaconversaciónsehaterminado.Por supuesto, su negativa a demostrar su falta interés amoroso en
ArnoldencenderíamáslasbrasasdeBetina,peropocoimportabaya.Loque había empezado como un malentendido, había denigrado en una
situaciónqueeramuchomejorcortarporlosano.−Sí… me parece que es lo único cierto que has dicho esta mañana,
Claire.Laconversaciónhaterminado.Betinaseencaminóhacialapuerta,comounanimalheridoquecoleaba
surabiacontratodoelqueseatrevieraamirarensudirección.−¡Bien!–exclamóClaire,quelasiguióporelpasillohastaverlaabrirla
puertaprincipaldeuntirón−,¡puesentoncesnohaynadamásquedecir!−¡No,nolohay!–conunamiradadeprofundodesprecio,Betinaasestó
lapuntadaasudesdén−,¡adiós,ladyFerris!Despedirseconelusodeaquellapalabra,referidaalashijasoesposas
decondes,fuelapruebadefinitivadequelaamistadentreBetinayClaire,sinoestabarota,pendíaprecariamentedeunhilo.Atribulada por las palabras dichas y oídas, con el corazón latiendo a
todavelocidadysintiéndoseultrajadayhumilladaporunadelaspersonasmáscercanasconlasquecontabaensuvida,Clairesediocuentadequeya no le quedaba refugio en el que esconderse. Londres iba a ser unherviderodechismesdurantesemanas, sinomeses,aconsecuenciade lafotografía de la gaceta, en cada evento al que fuera, en cada velada, seesperaríaconansiasunencuentroentreellayArnoldCalvin, lascotillasde la aristocracia se frotarían las manos si él la visitaba, si coincidíandando un paseo o si imaginaban si quiera que algún tipo de romanceestabanaciendoentreambos.Volver a ver a Betina, o a cualquiermiembro de la familia Hildegar
después de aquello iba a ser un infierno, no podría mirarla, y estabaseguradequeellaharíalopropioporevitarlotambién.Permanecerenlaciudad,dondeloscírculossocialesestabantanasfixiantementeunidosqueeraimposibleescapardeellos,habíadejadodeserunaopciónválidaparaClaire.Incapazdeencontrarningunasoluciónposible,subióatrompiconeslas
escalerasyentróaldormitoriodesumadresinllamaralapuerta.Joanna,queestabainmersaenlatareadeindicarleasudoncellalosvestidosquequeríaqueprepararaparasuviaje,alzólascejasinquisitivamente,apuntodeestallarenpreguntasquejustificaranlarepentinaaparicióndeClaire.Ellanoledioopciónaformularninguna.−He cambiado de opinión, madre –musitó, casi sin voz y temiendo
romperallorarencualquiermomento−.IrécontigoaKent.
4NadahabíaenelmundoquecausaramáspazinterioraJoshuaMcKan
queloscaballos.Sucuidadoyatención,vigilarsualimentación,susciclosvitales, el cuidado estado de las herraduras, las crines, la atención a ladentadura o las marcas dejadas en la piel por insectos, eran elementospropiosdesudíaadía,aspectosquepodíacontrolar,delosquesabíatodoloqueunbuenencargadodecuadrasdebíasaber.Locualno impedía,desde luego,queal llegarel finaldeuna jornada
especialmente dedicada a los equinos, sintiera como si todo su cuerpoestuvieraapuntodedesmoronarsedepurocansancio.Frotándoselanucayarrastrandolasbotas,Joshsolopensabaencomer
hastahartarse,echarseaguafríaporencimaytumbarseapiernasueltaadormirtodoeltiempoquepudierahastalasiguienteronda.Poreseorden.Windy, la yegua castaña, estaba en celo, y ello conllevaba que el
sementaldelcondenopararadepiafar,golpearlapuertadesucubículoyrelincharatodoloquelepasarapordelante.Dadoquelaparejaproducíaunos potros excepcionales, el momento de la monta cuando llegaba latemporada era especialmente esperado por los trabajadores de la finca,que sabíande la importanciaque tenía lacrianzadeanimalesdecalidadconlosqueabastecerelestablo.Pesea lasprisasdelanimal,cuyamiradasolíadesencajarsecuandola
yegua andaba cerca, hasta que el veterinario no acudiera a la casa paraverificar que todo estaba bien, Josh no podía autorizar el apareamiento,pormásqueWhitish,elsementaldecolorblancofantasmal,cabecearáyselevantarasobresusfuertespatastraseras.−Lo siento, amigo –le había dicho esa misma tarde, después de
abrevarlo y asegurar los goznes de su puerta−, vas a tener que seguiresperandotumomento.Que el pobre animal no pudiera salir a galopar, solo empeoraba la
situación.Elcondeestabaocupadoconasuntosdelacasa,vigilandoasuesposa
preñaday encargándosedequién sabía cuántos temasmás, por lo tanto,era prácticamente imposible encontrarlo por las tierras, o entregado apaseosalomosdesucaballo.Andrewestabacentradoendejartodoslosasuntos que más apremiaran listos para cuando su mujer diera a luz,
posponiendotodolodemás, locual incluíaconsentirasucompañerodecorreríasparaqueéstedescargaraunpocosusbríos.Despuésdegolpearlasbotascontraelescalónmásbajodelapuertade
servicio para no llenar el suelo de barro, Josh caminó por el pasillo,deambulandocasisinverhastadarconlaentradaalacocina.Apestabaasudor y animales, tenía la coleta casi deshecha y esa mañana no habíatenido tiempo de afeitarse. Necesitaba aseo y comida, aunque nonecesariamenteporeseorden,talcomoleindicóelrugirdesuestómago.Eljaleoquemontabanlasbestiasenelestabloenépocadecelosiempre
le obligaba a ocupar el dormitorio para empleados situado dentro de lacasa,algoqueledesagradabaenloabsoluto.Sibieneramáscómodo,conunacamablandayabrigada,unajofainadeagualimpiayunarmarioenelque mantener la librea lo más adecentada posible, tenía un gran yconsiderableinconvenienteparaJosh:Gillydormíaasulado.Y aquellos ronquidos hacían palidecer los gruñidos de todos los
caballos.Nadamás cruzar la impoluta estancia donde se preparaba la comida,
estiró la mano hasta el trapo que cubría la masa de pan dispuesta parahornear,pellizcandounpedazosinqueleimportaraqueaúnnoestuvieracocida.Yaibaacogeruncuencoyservirsecualquiercosaquebulleraenelcalderoquetuvieramáscerca,cuandounamanoregordetalegolpeóelbíceps.−¡Ay!−Fueraesasmanos.Josephineenarcólacejablancayseapresuróataparcorrectamentela
masadelpanyalejarelcuencoqueJoshteníaenlasmanosdelestofadoquehervíaafuegolentopara lacena.Lemirócontodoelreprochequefuecapazdemostrarensucarasurcadadearrugas,empujándolelejosdelacomidasinningúnmiramiento.−¿Se te ha perdido algo,muchacha? –increpó a una de las doncellas,
quehabíadejadodepicarverduraparaecharunvistazoa la escena−.Atrabajar.Ya.Diounapalmadaylajoven,bajandoinmediatamentelacabeza,volvióa
suquehacer.−Nodeberíassertandura–murmuróJosh,echándosealabocalamasa
queaúnteníaenlasmanos−,teagriaráelcarácter.−Atisíquetevoyaagriaryo…porDiosSantoyMisericordioso,¿tú
hasvistolaaparienciaquegastas?¿Tehasolido?¡Fuerademicocina!−Necesitocomer,llevodesdelamadrugadaatendiendoalosanimales.−Loquenecesitasesdejardecomportartecomouno–limpiándoselas
manos en el delantal blanco que llevaba sobre la falda, Josephine leentregóunpedazodecarneasadayunmendrugodepanque Joshmiróconencono−,jovencito,mástevalequebajesesascejassinoquieresquetemandefueradeunapatada.−Despuésdehoraspartiéndomelaespalda,¿estoesloquemedas?−Veaasearte,Joshua.Elcondequiereverte.Ensudespacho.Con más fastidio que curiosidad, Josh se comió las escasas viandas
conseguidas sin apenas masticar, teniendo que darse golpecitos en elpecho para evitar atragantarse. Aunque sabía por experiencia queJosephine era lamujermenos dada al chismorreo de cuantas pisaban latierra,decidióintentarsonsacarlealgodeaquellamisteriosareunióndelaqueacababadetenernoticias.−¿Puedesaberseparaquémequiereelconde?Elgestodesuabuelaselodijotodo.−Buenosestaríamossiahorafuéramosaponernosaindagarsobrelas
decisionesdelseñordelacasa,enlugardecumplirlassinrechistar.Sacudiéndoselasmanosenlapartetraseradelpantalón,Joshviocómo
su idea de agua fría y jergón se iba distanciando cada vez más de susplanesinmediatos.Enhonoralaverdad,teníaquereconocerqueAndrewnunca le sacaba de sus ocupaciones por tonterías o caprichos, si lerequeríaeneldespachodebíaserporalgún temaserio, relacionadoconalgunadelascosasalasqueélsededicabaparalafinca.Ese era un motivo más que suficiente para que pospusiera sus
necesidadesmásprimarias.−Voyaverquenecesita,entonces.−¡Quédices!Nopuedespresentarteanteelcondeconesafacha.−Sinotengotiempoparacomer,tampocopuedolavarme.−¡Joshua…!−Elcondeesdueñodeunapropiedadenelcampo,noseasustaráporun
pocodepesteacaballo.Dicho lo cual, salió de la cocina a paso vivo, dejando a Josephine
rumiandounaseriedequejasqueporningúnmotivopensabadejarseeneltintero. Airada, destapó la masa cruzada del pan y tomó el rodillo,blandiéndolocomosiestuvieramásquedispuestaapartirloenlacabeza
delprimeroquesecruzaraensucamino.−¿Puede saberse qué miras? –le gruñó a la doncella, cuyo gesto
embelesadosehabíaidodetrásdeJosh−,¡atrabajarhedicho!
***Unadelasventajasdehabercrecidoentreaquellosmuros,eraqueJosh
podía recorrer la casa solariega a una velocidad envidiable, llegando acualquier destino y usando para ello casi todos los pasillos y entradasdisponibles.Casinuncarecurríaalapuertaprincipal,conaquelsuelodemármolylagranescaleraquedabaalpisosuperior,sinoquelohacíaporlasecundaria,queabríalazonadeservicioalashabitacionesdelaplantaprincipal.Pasópordelantedelsaloncitorosaqueerausadooriginalmenteporla
condesaparatomarelté,bordarorealizarreunionesconsusamistades,yenelquelaactualseñoradelacasaapenasponíaunpiesipodíaevitarlo,cruzó la reformada sala de retratos y llegó hasta la zona del pasillopresidida por una gran puerta doble de madera maciza tras la que seocultaba labibliotecaqueAndrewusabapara trabajar, cuandonoqueríaocupareldespachodelaplantasuperior.Conunasonrisilla,Josh llamóconlosnudillos.Josephineno lehabía
especificadosielseñorestabaeneldespachodearribaoeneldeabajo,perodada la reclusiónforzosade lacondesa,noeradifíciladivinarqueAndrew pondría una saludable distancia, en caso de que llovierancarísimosjarronesensudirección.−Adelante.En un intento desesperado por parecer menos andrajoso, Josh se
remangólacamisayseajustólostiranteslomejorquepudo,diciéndosequeaquelloenpocodisimularíalasmanchasdetierra,sudoryquiensabequémásquepoblabansucuerpo.Conunsuspiroresignado,cruzóelumbral,recorriendolaestanciacon
lamiradahastallegaralagranmesatraslacualseencontrabaelconde,parcialmente oculto entre una serie descomunal de libros forrados decuero que Joshua reconoció como las cuentas de la propiedad y losdiarios que él mismo rellenaba en razón al uso de materiales. Allí serecogíaeltrabajoconlosanimalesyrendimientodelazonadecultivos,recientemente ampliada, de la que comían todos los empleados yarrendatariosdelcondedeHolt.
Conuncarraspeo,empezóaaproximarse,pasandoporaltolasmanchasque sus botas surcadasdebarro seco ibandejando enuna alfombraqueprobablementellevabaallígeneraciones.−Tengoentendidoquequeríaverme.Dejando de lado la pluma, Andrew compuso una sonrisa cansada e
invitó a Josh a sentarse en una de las sillas Luis algo tapizadas (iría alinfierno antes de conocer la numeración de los muebles en los que sesentaba)queestabansituadasfrentea lamesa.Demasiadocansadocomopara tentar a su cuerpo a relajarse antes de tiempo, Josh declinó elofrecimiento con un movimiento elocuente de la cabeza. No era unhombreamigodeirseporlasramas,todoslosqueleconocíanlosabían.−Parecequehastenidounamañanadura–comentóAndrew,apartando
unodeloslibrosparaapoyarlosbrazossobrelamesa.Nohabíareprocheensuvoz−,¿algúnincidentequedebasaber?−Todomarchalomejorquepuededadaslascircunstancias−.Joshcruzó
los brazos sobre el pecho, remarcando los músculos de bíceps,endurecidosafuerzadetrabajocontinuo−,Windyhaentradoenceloyelsemental está echando abajo los potreros. Se espera al veterinario parafinalesdesemana.−Imaginoquenodebeserfácillidiarconél.Intentarésacarhuecopara
llevarloagaloparmañanaporlatarde.−Seríarecomendable.Lapobrebestianopodrásoportarlomuchomás.−¿Esindispensablequeelveterinariodéelvistobuenoantessoltarala
yegua? –quiso saber Andrew, tocándose la barbilla, pensativo−, con laayudadelosempleadospodríacontrolarselamontayevitardaños.−No pienso permitir que el semental cubra a la yegua hasta que el
veterinario asegure que es el momento correcto. Malgastaríamosesfuerzosytiempoparanada.Andrewsonrió.Joshuanohabíaexpresadosurespetoalcontradecirle,
nitampocohabíaestadodeacuerdoconélporserelcondeyestardandouna instrucción. Él no lo habría esperado. Se conocía desde que eraprácticamente niños, y el paso de los años había dotado a ambos decaracteres muy distintos y formas de proceder que, si bien opuestas,siempresolíanacabarllevandotodoslosasuntosabuenpuerto.Habíapocoshombressobre losqueAndrewFerrisdepositarasu total
confianza, sin exigir demostraciones o pruebas de seguridad, y JoshuaMcKaneraunodeellos.Selohabíaganadoapulso,trabajandocomoun
esclavo,interesándoseyaprendiendosobretodoloqueteníaqueverconlapropiedad.Nadie sabíamásqueélde las cosas a lasque sededicaba,poreso,Andrewnoponíaendudasusopiniones.Másbienalcontrario,pensóconciertopesaralrecordarelmotivode
aquellareunión,intentabarecompensaraJoshporsutrabajo,aunqueéstenosiempreloaceptara.−Como tú decidas estará bien, estoy demasiado encerrado entre estos
dichosos papeles para estar tan al tanto de los animales comodebiera –dijo por fin el conde, pasándose las manos por la cara en un gesto deevidentecansancio−.¿Quépuedesdecirmedeloscultivos?−Los surcos están listos en la zona sur, casi a punto paramontar los
sistemasderegadíoyempezaratrabajarlatierraparaplantar.−Caramba… eso suena a un avance bastante más llamativo del que
esperaba.Buentrabajo.−Nomelodigaamí.Losincentivosquerecibieronlosmuchachoshan
sidomotivaciónsuficiente.−Eralomínimo,dadaslascondicionesenquetrabajan.Sabiendoquesuspiernasnoibanasostenerpormuchotiempomásel
agotamiento que suponía erguir el resto de su cuerpo, Joshua intentóbalancearsehaciaadelanteyatrás,cambiandoelpesoaunpieyotrocadapocos minutos. El conde parecía alicaído, extremadamente ausente ycargado de problemas de índole personal. Aunque se lo planteó, Joshdecidió no tocar el temani hacerle preguntas, puesto que siemprehabíaconsideradoqueloqueocurrieradentrode losmurosdelacasa,noeraasuntosuyo.O al menos… así era como debía ser. No siempre le era posible
conseguirlo.−TehepedidoquevinierasparahablartedeGreyson–continuóporfin
Andrew,conun tonodevozbastantemás formal. Joshsepusoalertadeinmediato−,eldoctorCorentin,acabadetraermeelinformedesuestadoynopodríaserpeor.Lapulmoníasehaagravadoyelreumaqueyapadecíaprovocaquelosmedicamentosapenashagannadaporél.−Lenecesitamos.Pormuchoquelosempleadosarrimenelhombrono
sonnadasinuncapatazqueestéencimadeellos,controlandoquenohayarevueltas y peleas. Son muchos hombres trabajando en un espacioreducido.−Losé.Poresoprecisamenteestástúaquí.
−Hago lo que puedo, milord, pero empieza la época de celo y loscaballos…−NecesitoqueocupeselpuestodeGreysoncomocapataz,Joshua.Estático, Josh solo atinó a parpadear y quedarse mirando a Andrew
comosiéstesehubieravueltoloco.Eraposible,desdeluego,habíaoídocasosdehombresqueperdíanporcompletoeljuiciocuandosusmujeresparían,ylacondesaestabacercaderepetirexperiencia.¿SeríaposiblequeAndrewhubierasucumbido?¿Quétantasdisputasyalejamientodellechoconyugalhubieranmermadosuraciocinio?−Nopuedo.−¿Nopuedes?−Me encargo de las cuadras y los establos, milord. Los animales
requierendetodomitiempo.−Tú mismo has dicho que los empleados necesitan tener a alguien
encimaparacumplirconsutrabajodelamaneraadecuada,¿noesasí?−Bien, ¡pues para eso está Greyson, él es el capataz de estas tierras,
llevasiéndolodesdeantesdequeyonaciera!−Estámuy enfermo, Joshua.Elmédico no cree que una recuperación
vaya a ser posible -el suspiro emitido porAndrew dejó claro cuánto ledolía dar aquella información−,Dios sabe que solome queda ofrecerletodoloquepuedaparaqueseencuentrelomáscómodoposibleeltiempoquelequede.AquellocayócomounalosasobreJosh.Conlamenteatribulada,negócontodalavehemenciaquepudo.¿Qué
demonios significaba todoaquello?Habíaaprendidocuanto sabíade lastierras y los cultivos del maestro Greyson, ese hombre taciturno,malhumorado, hosco y gruñón que, si bien tenía una vista envidiable,apenas podía moverse sin llevar bien sujeto su bastón. Se habíaacostumbradoaentendersuspalabras,malpronunciadasacausadelapipaquesiemprellevabacolgandodeloslabios.Esehombreeracomounodelosabedulesdelapropiedad,comolascolumnasquepresidíanlaentradaolagranverjadehierroforjadoquedelimitabaelterreno.Siempre había estado allí, siempre había tenido un papel. ¿Y ahora el
condepretendíaquelosustituyera?¿Él?−¡Yamehaascendidoalacayo!¿Esquenotienesuficiente?Porimposiblequeparecieradadaslascircunstancias,Andrewsoltóuna
risotadaquehizoqueselemovieraelpelocastaño,pulcramentepeinadoa
lamoda.−Joshua,ereselúnicohombrequeconozcoqueseencolerizaportener
mejorescondicionesdetrabajo.−Estoymuy contento con lo que hago.Dejemos las cosas tal y como
están.Andrewno se dejó amilanar por lamandíbula endurecida de Josh, ni
tampocotuvoefectoenélsumiradaoscurallenademolestia.Sabíaqueasu empleado le gustaba dedicar su tiempo al trabajo al aire libre, a loscaballos y los establos, pero aquel gusto no iba a prevalecer sobre susdeseosestavez.Ymuchomenos,sobrealgoqueconsiderabadejusticia.−Nadiemereceelpuestomásquetú.Nadiehatrabajadoporéltanto,ni
sehaesforzadohastaloslímitesquetúllegas.Telomereces,einclusosinofueraasí,yoloordeno.Esmiúltimapalabra.Mascullandounamaldición, Joshdejó caer losbrazos a los ladosdel
cuerpo. Era tal su reprobación a lo que allí estaba ocurriendo, que elcansancioparecíahaberleabandonado.−¿Y qué va a pasar con la monta? Porque no voy a tener tiempo de
ocuparmedetodo.−Contrataremos a quien haga falta para que te asista –dictaminó
Andrew,retomandoellibroquehabíaapartadoparaseguirconsulectura−, en cuanto el asunto de los cultivos de la zona sur esté en marchadispondrásdemás tiempoparael establo.TengoentendidoqueGillyeshábilconloscaballos,élteayudará.−Infiernos…cuandocreíaqueestonopodíaserpeor…Con una sonrisa taimada,Andrew cogió la pluma y lamojó en tinta,
mirando a Josh conpaciencia, casi como si esperara unnuevo estallidocontraelquetenersequedefender.Desdeluego,noalbergabaesperanzasdeunagradecimiento,Diossabíaqueeldíaquese lehabíaentregadolalibreadelacasaHolt,elmuchachocasihabíasalidoardiendodepuraira,perofingirloeradivertido.−¿Algunacosamás,Josh?−Sí,quierosaberporquémecastiga.−¿Te parece castigo darte un ascenso? –divertido, Andrew garabateó
unascifrasenel libroque teníadelante−.Porqueesoes loquesignificaconvertirteencapataz,porsinolohabíasnotado.Elpuestovieneconunmayor salario. Conlleva más trabajo, no te mentiré. Pero también trae
consigomejorescondiciones.−Estabamásqueconformeconmiscondiciones,milord.LaformaenquemascullóeltratamientohizosaberaAndrewquemás
valíaponer fin a la reunión en aquelpunto, antesdeganarse las irasdeotrapersonamásdelasquevivíanbajosutecho.−Sinonecesitasnadamás…−¿Cómo se encuentra su esposa? –a su pesar, Josh sabía que no
conseguiríamarcharsedeldespachosinantesinteresarseenlamedidadesusposibilidadesporlasaluddelaseñora.Supreocupacióneragenuina,aunqueporel tonodevozqueempleó,másparecióestaramenazandoaAndrewcondesollarlosinocambiabadeparecer.−De salud bien, de ánimos… creo que en este momento comparte la
mismaopinióndemíquedebestenertú.−¡Pues deje de ascender a la gente entonces, señor! –y desanduvo sus
pasos,derechoalasalidadelabiblioteca−,¡consupermiso!−Espropio,administradorMcKan.El portazo hizo reír a carcajadas a Andrew, que de pronto, se
encontrabademuchomejorhumorparaseguirtrabajando.
5TodoelconocimientoqueteníaJoshsobrelaestructuraydistribución
delacasadeHoltfueenvanocuandoabandonólabiblioteca.Tambaleándose, fue tropezando conpuertasymuebles, como si fuera
uno de esos hombres que se dejaban los cuartos embriagándose entabernasdedudosareputación.Porunmilagro,logróllegaralpasilloquecomunicabalasestanciasdelapropiedadconlacocinayhabitacionesdeloscriados,e incapazdemoverse, sedejócaer, resbalandopor laparedhastaquequedósentadoenelsuelo,conlaspiernasentumecidasestiradas,ocupandocasilatotalidaddelanchodelpasillo,yloshombroscaídos.Conlamiradapedida,Joshuasetapólacaraconlasmanos,diciéndose
que debía tener fuerza de voluntad y, si bien terminar de llenar elestómago había pasado a un segundo plano, debía al menos lavarse yponerseunamudalimpiaquelehicierasentirunpocomáshumano.Claroque,¿selomerecía,acaso?Lodudabamucho.Habíahechoydicholoimposible,peroAndrewnohabíacejadoensu
empeño. Dichoso conde justo y honorable… ¿tenía que escogerprecisamente aquel momento para hacer gala de lo mucho que leimportabansusempleados?¿Ydebíaserél,entreloscientosquepoblabansus dominios quien recibiera los beneficios de la pronta pérdida de untrabajadorcomoGreyson?Joshuasabíaquenosemerecíaelpuesto,pormuchasrazones.Ynolo
quería.Porqueasumanera, tambiéneraunhombrejustoyhonorable,ysabía que era imposible que pudiera ostentar el cargo de capataz con lacabezaaltadespuésdeloquehabíahecho.Andrew no lo sabía. Nadie lo sabía. Se llevaría aquella afrenta a la
tumba y por ella se retorcería hasta el Juicio Final. Mentiría a quienhicierafaltaparaprotegerunpocodeladignidadquetanalaligerahabíaayudadoamancillar,puesera lomínimoquepodíahacer, loúnicoa sualcance.Noobstante,nitodassusbuenasintencionesjuntasharíanqueloshechosdesaparecieran.Aquelloeraalgoquenosepodíadeshacer.YqueDiosloperdonarasipodía,perodehabersidoposible,Joshsabía
quejamásvolveríaatrás.Dehecho,seguíavivoafuerzaderememoraraquellosrecuerdosunay
otravez.
−Nopuedohacerlo–ledijoalpasillovacío,convoztrémula−,¿cómoaceptar laconfianzadelcondecuandoya lahepisoteadobajosupropiotecho?Habíanpasadomuchosmeses,peroel tiemponolograríaemborronar
nunca el recuerdo de aquella noche en los establos, donde Claire y élhabíandejadosalirunossentimientosque,almenosenelcasodeJosh,leestabanconsumiendopocoapoco.Sicerrabalosojos,podíacoreografiarsusmovimientos, paladear el sabor de la boca femenina y sentir en susmanos,encallecidasyásperasdeltrabajo,latersuraytibiezadelapielquehabíaacariciadoconiraypasión.DesearaClaireeramorarenelInfierno.Unasensaciónplacenteraque
le había recorrido el cuerpo durante escasos minutos y que ahora learañabaelalmaacadasoplodeairequeinhalaba.Laverdaderaquehabíaintentado apartarla, era cierto, fue grosero y hosco e hizo cuanto pudo,peroellaquería respuestas, exigíamotivosa su rechazo, echabaencaraunaseriedecosasdelasquenoteníaniidea.¿Quéhabríapodidohacer?Joshnieraunsantonipretendíaconvertirse
en uno,Claire era culpable de que su hombría le palpitara en las venascada vez que la veía, y por si eso fuera poco, le había retado acomportarsecomounhombre,¿cómonoresponder?¿Cómonocallarlaconloshechosporlosqueellatantoseindignaba?Aquellos besos, el sentir la calidez de su lengua, su cuerpo menudo
apretándose contra él, alzándose, ofreciéndole las caderas sin saber siquieraqueestabamatándolopocoapoco…gustosoentregaríalamitaddela vida que le quedara por volver a tener entre los dedos sus senos,acariciarlosyprovocarconelloqueelcorazóndeClaireserompieraenlatidosdedeseo.Inclusoantesdeemprender lospasosque le separabandeella aquella
maldita y anhelada noche, Joshua sabía que se arrepentiría. El precio apagaribaaserdemasiadograndeylasconsecuenciasdifícilesdemanejar.Se había concedido un momento, solo eso, unos escasos minutos deextrema felicidad donde por primera vez en su vida se había permitidoestirar las manso y tomar lo que deseaba sin preguntar a nadie, sinpreocuparsepornadaysinvalorarloquefueraavenirdespués.Al diablo con todo, le había dicho a la misma Claire antes de
abalanzarse sobre ella como el animal que era, que se lo llevara si eranecesario.
Ahorapagabacaro sumomentodeplacer.Probablemente,mantendríaaquelladeudahastaeldíadesumuerte.Tomando la pared como apoyo, fue levantándose poco a poco,
lograndoerguirseconesfuerzo.Lepesabauncuerpoagotadodeltrabajoy que ahora, además, recordaba vívidamente la frustración de aquellapasión no satisfecha. Daba igual cuántos meses pasaran, Josh nuncaconseguiría quitarse de encima el ansia contenida, esa sed que no habíapodidosaciar,aunquehabíaestadoapunto.Comosino se sintiera lobastantemiserable, ahoraAndrewFerris, el
condedeHolt y el amigoquedeniño lehabía abierto laspuertasde sucasa, quería premiarle con un mejor puesto de trabajo, mayoresresponsabilidades y una muestra de confianza sin parangón. A él, quegustosamentehabríasubidolasfaldasdesuhermanapequeñaylahabríamontadohastalamuertesobrelosrestosdepajasecadelestablo,conloscaballoscomoúnicostestigos.−Maldita seami suerte –se lamentó, abriendo la puerta que daba a la
cocinasinprestaratenciónaqueaquelnoeraelrumboquele llevaríaapoderasearse−,milvecesmaldita…Nadamásponerunpieenlaestancia,dondeelaromadelguisoalfuego
inundabacadarincón,dosparesdeojosseposaronansiosamenteenél.Suabuela, que blandía un imponente cuchillo, se apresuró a acercarle unplatoconsuración,sindespegarlosojosdeélenningúnmomento.−¿Ybien?–inquirió,muertadeimpaciencia,mientrasdejabalacomida
enlamesadelcentro−,¿telohaofrecidoya?Pasando las piernas por encima del banco y tomando con rudeza el
tenedor, Josh no tuvo tiempo a dar el primer bocado antes de soltar unbufidodeimpaciencia.−¿Esquelosabías?Josephine se limitó a estirarse el delantal, con la cabeza muy alta.
Después, se reordenó algunos mechones del moño que se le habíansoltado,haciendotiempo,comosielreprochenofueraconella.−Nopuedo creerlo –masculló Josh, clavando el tenedor en la panceta
pornohacerloensupropiamano.−¿Nosabesacasoqueenestacasanosemueveniunasillasinqueyo
estéaltanto?–lacocinerayamadellavesdejóunpanecillojuntoalplatoque había servido y luego, entrecruzó los dedos−, ¿entonces? ¿Lo hahechoono?Contesta.
−VamosJosh,nostienesenascuas,¿ereselnuevocapataz?Elsegundopardeojosquelehabíanestadoobservandoconatención,
de un azul vivaracho y aniñado pertenecían a Gilly, el compañero dedormitorio de Josh y lacayo de la propiedad. Aunque era un buenempleado,hábilenelestabloycasisiempredispuestoaayudarentodoloquepudiera,poseíaunseriedegrandesdefectos,yesqueeraunhombreentrometido, parlanchín en exceso y con una tendencia poco sana aentrometerseenasuntosquenoleconcernían.Como consecuencia, solíameterse en serios problemas, pero Josh le
consideraba suamigomáscercanoyamenudo, lograbadejarpasar susindiscreciones.Aunquenosimulabaqueéstaslegustaran.−¿Tútambién?Gilly,consupelorubiocortadoybienpeinadoseencogiódehombros,
dando unmordisco al panecillo de su almuerzo, el cual había abierto yrellenado con el tocino y las patatas que Josephine le había servidominutosantes.−Intentomantenermeinformadodeloquepasaporaquí–dicholocual,
tomóelprimerperiódicodelmontónsituadoenlamesayloabrióalazar−,unhombretienequesaberloquesecueceparaestarpreparado.−¿Paracorrerconelchismealasdoncellasydistraerlasdesutrabajo?−¡Esosolopasóunavez!–semolestóGilly,visiblementeofendido−,y
te recuerdo quemi avispado carácter alertó al conde de un robo el añopasado.Josh puso los ojos en blanco, preguntándose durante cuánto tiempo
viviríaGillydeaquellahazaña.−¿Podéis dejaros de tonterías de una vez? –Josephine se retorció los
dedos,inquieta−,Joshua,¿tehaofrecidoelcondeelpuestodecapataz?Élasintióunasolavez.−¡Québuenanoticia!Minieto,elcapatazdelapropiedad,¡siempresupe
que llegarías alto, Joshua, jamás lo dudé! –orgullosa, Josephine hizo loquepocaspersonaspodíandar fedehabervisto algunavez, sonrió contodaamplitud−.Ypensarquerezongastecuandoteimpusieronlalibreadelacayo.−Todavía lohace–apostillóGillycon laboca llena−.Todas lassantas
mañanassequeja.Sinquefalteniuna.−Quizáahora tengasununiformediferente, algomás…distintivo, ¿te
habló de ello el conde? ¿Te interesaste siquiera por las condiciones del
nuevopuesto?Incapazdeseguirmasticandomientrasoíatodaaquellasartadepalabras
que le importaban poco, Josh dejó el tenedor a un lado y se pasó laservilletaporlascomisurasdelaboca.Quédíaaquel,pensóconmalestar,lohabíaempezadosabiendoquese leveníaencimaunadura jornadadetrabajoconloscaballos,perolapromesadeunbuenbañoyunashorasdesueñoensoledad,mientraselrestodeempleadosestabaporlastierras,lehabíaanimadoalevantarsedelacamaconelmejorsemblanteposible(oalmenos,conuno lobastantebuenocomoparanoasustara loscriadosconlosquesecruzaba).Esa tarde había planeado dedicarla por completo a los cultivos de la
zona sur, sin otra preocupación en mente que no fuera sacar el mayorrendimientoposiblea la tierray torturarsesindescansoconel recuerdodeClaireFerris.Enpocaspalabras,undíanormalparaél.Yenlugardeeso…−¿Esquenadiesedacuentadequeparaquecualquierotroseacapataz,
elmaestroGreysontienequemorir?–preguntó,comosiblasfemara−,¿esquedeverdadosalegralanoticiasabiendoquesignificaqueaeseviejolequedaunsuspirodevida?Josephinesepersignó,alzandolosojosalcielocomosiconesesimple
gesto quedara tácitamente perdonada toda ofensa que hubiera podidohacer.−Lamuerteespartede lavida, Joshua–dijo,conun tonomuchomás
sereno−,Diossabequenuncamecayóbienesecarcamalcorreoso,peroerabuenoensutrabajoynuncadiomotivosdeproblema.Noledeseamoslamuerte,perosegúnsecomenta…pocohayquesepuedahacer.−Elcondedicequeescuestióndetiempo–mascullóJosh,paranadieen
particular−, las medicinas del médico solo le quitan el dolor, pero nopuedencurarle.Todavía le parecía impensable creer que aquel hombre, que parecía
mantenerse en pie de puromal carácter, fuera a dejarse vencer por unaenfermedad.Hastahacíapoco,habríajuradoquenadapodríaconelviejoGreyson, la muerte misma parecía intentar evitar enfrentarse con él.Joshuahabíaaprendidomuchoenlaslargasydurashorastrabajandobajosumando,conunsoldejusticiacastigándolo.Habíansidocercanos,quizáporqueentrelosdos,apenaspodíadecirsequienselasgastabapeor.−Puesyomealegrodequevayaaestirarlapata–dijoderepenteGilly
−. Ese hombre es lomásmalo que haya pisado alguna vez tierra santa,vayaquesí.Dondeescupíanocrecíalahierba.JosephinevolvióapersignarseylelanzóaGillyeltrapodecocina,que
impactó justo sobre el periódico que leía, desparramando las hojas porencimadelamesa.Encontradesuvoluntad,Joshtuvoquesonreír.SabíabienqueGreysonhabíasidounamalamulaconGillyporqueéstetendíaadejarse llevar por distracciones que le hacían rendir poco en el trabajo,algoqueelcapataznotoleraba.−Pues si esperas que conmigo las cosas vayan a ser diferentes… ya
puedesempezararezarporunmilagroquecureaGreyson.−¡VamosJosh!Somosamigos,compañerosdecuarto–el jovenrubio,
queintentabaordenarlashojasdelperiódico,lemiróconligeroencono−,¿setevaasubiralacabezadesdetanpronto?¡Buenosestamos!−Dejaderezongaryterminadecomer.Terecuerdoquetetocaturnoen
elestablo.−¿Significaesoquevasaaceptarelpuesto?–Josephineseacercóasu
nieto,bajandoeltonoymirándoleconseriedadyesperanza.−Heintentadohacerleentenderalcondequenolonecesito.Megustami
trabajocomoes,ylascosastalycomoestán.−Lavidacambia,Joshua.Paratodos–dijolamujer,poniendounamano
cariñosaensuhombro−,notengasmiedo,nocreasqueconformarteeslosabioportemoraperderloqueyatienes,esonovaapasar.−Esonopodemossaberlo.Soybuenoconloscaballos,semedanbien
lasplantasyllevolascuentasdelestabloconmanodehierro,peroquizáparaadministrarlafinca…−Loharástanbiencomotodolodemás,porquetratasestatierracomo
sifueratuya,yeso,esloqueelcondenecesita.Nopuedesdarlelaespaldaahora,hijo,nocuandotehapedidoayuda.Pasándoseunamanoporelpelolargoyenmarañado,Joshenumerósus
opciones. Podía seguir negándose por principios, por considerarinapropiadotomarlazanahoriaqueseleofrecíadespuésdehabersacadolospiesdeltiestodelamaneraquelohabíahecho,peroesosupondríaqueAndrewbuscaraaotrapersona,probablementedefueradelastierras,quenoconocíalosmétodosdetrabajo,nialosempleados.Todoseretrasaríaydeberíanempezardecero.Y eso siendo positivos. Porque si el capataz contratado resultaba un
inútil, pendenciero, ladrón o farfullero, las cosas se pondrían todavía
peor.Tambiénpodíaaceptarelcargo,ponersealmandoyusarloquesabíay
todasaquellasideasqueescondíaensumenteparahacermásprovechosala plantación, incrementar las ganancias y con ello, reparar los riegos,contratarmás empleados y dedicarmás terreno al cultivo. Se dejaría lapielparaquelafincaprodujeraalmenosunveinteporcientomásdeloquehacíaahora.Podríaconseguirlo.Sabíaquepodía.Quizápartiéndoselaespaldaporelconde,repararíaenpartesuafrenta.
Podríaserledeayuda,brindarlelamanoahoraquelenecesitaba.−Supongoquepodríaorganizarlascosasparaencargarme–musitó,no
demasiado convencido−, al menos, hasta que el conde encuentre unarreglomejor.−¿Mejor?¡Túereslamejoropción,Josh!Unasonrisillasedibujóensucaramorena.−Siendomiabuela,¿quévasadecirsino?−¡Ja!Comosinohubierademostradosermásobjetivaque…−¡Eh,miradesto,eslaseñoritaClaire!Deunsaltoqueapuntoestuvodevolcarelbanco,Joshsepusoenpiey
arrebató a Gilly el papel que tenía en las manos. Allí, justo ante susnarices,enunaimagenligeramentemalenfocadaenblancoynegroyenplenaportadadeunadeesasestúpidasrevistasdesociedaddeLondresquese enviaban a la propiedad, estaba la culpable de todos sus desvelos einfelicidades, la mujer que le había condenado en vida a no poderencontraralegríaniconsuelojamás.Mirándolodefrente.ClaireFerris,laflamanteycasaderahermanadelcondedeHolt,según
rezabaelpiedelafotografía,habíaacudidoaunafiestadecumpleañosysehabíadejadovermásquecoqueta,bailandoenbrazosdeesepetimetreestiradodeArnoldCalvin.Malditofuera,pensóJosh,arrugandoelpapel,colérico, y sin poder dejar de mirar la imagen. Ya sabía él que eseaspirante a vizconde no desaprovecharía la oportunidad que le habíaservido en bandeja, ¡sería idiota si lo hiciera, después del sacrifico quehabía supuesto para Josh humillar a Claire como lo había hecho paraalejarla!Peronopensóquefueraamoverfichatanpronto.Noestabapreparado
paraquelohiciera,ylarealidaddequeestabaocurriendo,dequepodríaserverdad,legolpeólasentrañascomounmazo.−¿Esenoes el caballeroqueestuvoaquí el añopasado, laúltimavez
que la condesa viuda abrió la casa? –preguntó Gilly, rascándose elmentón.−CuandoconocimosamiladyVictoria,sí–Josephinemirólafotopor
encima, sin dedicarle demasiado interés−, en mi opinión, la señoritapodríaoptaraalgomásqueesejovencitosinoficionibeneficio.−Bueno…puesparecequelaestácortejando,aunquenosealobastante
buenoparaella.Con un crujido, Josh hizo añicos el ejemplar de la gaceta, dejándolo
caerasuspiesinanimadamenteyfantaseandoconpoderhacerlomismoconlacaradeArnoldCalvin,quiendesdeluego,noestaríaalaalturadeClairejamás,pormuchotítuloqueestuvieracercanoaheredar.−Nadieeslosuficientementebuenoparaella–gruñó,conlamandíbula
apretada.Llenodelairamásvisceraldecuantashabíaconocidohastaentonces,
Josh salió de la cocina por la puerta que daba al jardín. Si su abuela oGillylellamaronohicieronpreguntas,nolosoyó.Lasangrelecorríaatal velocidad por las venas, con un calor tan incandescente, que era unverdaderomilagroqueelhumonolesalieradelosoídos.Pisó con rabia y recorrió el camino al establo en grandes zancadas,
abriendoycerrandolospuñoshastacrearseheridasenlaspalmasdelasmanos. En su mente, casi podía oír la música, sentir el calor de laslámparassobresucabezayverelgirardelasparejasenaquelsalón,consus sonrisas taimadas y sus miradas llenas de sueños y esperanzas.Girabanybailaban.Reíanyhablaban.Yenmediodetodoaquello,ArnoldCalvin había tenido a Claire en sus brazos, había conversado y pasadotiempo con ella, ganando un terreno precioso que él le había cedido,aprovechando el camino que Josh, a fuerza de dolor y renuncia, habíalabradoparaél.Fuera de sí, entró al establo y subió a la parte alta, donde aún
permanecían su jergón, la lámpara y demás enseres que usaba cuandoaquel lugar se convertía en su improvisado dormitorio y refugio.Golpeándoseconlassogasquecolgabandelosclavosqueélmismohabíapuesto, apartódeunmanotazouna silla,quecayóal sueloemitiendounsonidosordo.Alzólavista,buscandoentrelostravesañosqueseparabaneltechodeloslaterales,yporfin,dioconeltrozodemaderaquebuscaba.Estaba ajado por el paso del tiempo y surcado de las marcas que él
había ido grabando conforme pasaban los días desde la última vez que
habíavistoaClare,aqueldía,cuandohabíaescupidoensucaralamentiramásamargadecuantashabíainventadoensuvida,quenoeranpocas.Quisoserjusto.Quisotenerhonoryhacerloadecuado.Provocarleuna
decepción ahora sería preferible a las consecuencias que tendrían queenfrentar si ella albergaba ilusiones de que lo sucedido entre ellos enaquelmismolugarfueraarepetirse.Habíavistoensusojosladestrucciónylapenaquelehabíaprovocado.Estabadesilusionada,deshecha,tanrotacomoél.Pero al parecer, todo tenía cura cuando uno se entregaba al calor de
otrosbrazos.Conlospuñoscerrados,Joshempezóagolpeareltravesañocontodas
sus fuerzas, le dio una y otra vez, más fuerte y con más insistencia amedidaqueelrecuerdodelaslágrimasdeClaireacudíaasumente.Yanolloraba, se dijo, descargando en la madera todos sus celos, que lequemaban.Ahorapodíaimaginarlatalcomohabíasidodescritaenaquellapublicación, sonriendo, bailando y gozando como si aquello estuvierabien,dejandoque todos lavieranycomentaransobresiseríaaquel,porfin,elafortunadoqueseconvertiríaensumarido.Tal vez fuera a serlo. Quizá Claire se dedicara a pasar sus tardes de
verano en los salones de baile, dejándose guiar de unos brazos a otroshasta encontrar aquellos en los que encajaramejor, losmás adecuados,parahacerdeesehombreelelegido.Unhombrequenoeraél.−Puedes intentarlo todo lo que quieras –gruñó Josh para sí mismo−,
ninguno de esos imbéciles te tocará como yo, ninguno te besará comoyo…esaserámimaldición,perotambién,serálatuya.Tomando impulso, levantó la pierna derecha y propinó una patada al
travesañodemaderasurcadodemarcas,elcualcedióporcompletoyseprecipitódelestablo,cayendovariosmetroshastaposarse,inerteypartidoendos,sobreelverdecésped.Habíaquedadorotoyechopedazos.Exactamentecomoél.
6Clairesentíaquelosnervioslaconsumían.Notabaqueelpechoibaaexplotarleyqueelairequedebíallenarsus
pulmonessenegabaahacersutrabajo.Peseanollevarcorséportratarsede un viaje largo, la sensación de ahogo se iba haciendo más y másprofunda a medida que se aproximaban a Canterbury, el agradablepueblecitodeKentdondeseencontrabalacasasolariegadeloscondesdeHolt.Tal como solía pasarle a Andrew, normalmente el traqueteo del
carruaje, los rayosdesolcalentando lasventanasy lasvistasde labastacampiñarelajabanyhacíansentiraClaireunagradablesoporduranteeltrayecto,peroigualquelepasaraaéltiempoatrás,aquellavueltaaKenten particular hacía que la tensión y la incertidumbre le imposibilitarandisfrutardelcamino.Acadametrorecorrido,laansiedadyeltemorporllegar,hacíanmásmellaensuinterior.−Escurioso–comentóJoanna,que ibasujetaa lacinchadecueroque
colgaba del lateral interior del carruaje para soportar mejor lasirregularidades del camino−, no hace tanto que emprendí este mismorecorrido con tu hermano, justo antes de que su vida cambiara porcompleto.Preguntándosesisumadrepodríaleerlelamente,Claireposóenellala
mirada, envidiando aquel porte distinguido pero cercano que Joannasiempre había poseído. Vestía un elegante conjunto, sencillo y cómodo,consistenteenunafaldaplisadaentonosverdesacompañadadeunablusaabullonadadeunblancocegador.Sobreloshombros,comocasisiemprequeibaencarruaje,llevabaunchalbordadoamanoconunosflecosquesemovíangraciosamenteacausadelaccidentadocamino.−Lascircunstanciasnosonlasmismas,madre–dijoClaire,aquienuna
sacudida hizo dar un bote nada femenino en su asiento−, Andrew ibadispuestoacasarsecuandoemprendióelviaje.Sabíaquesuvidaestabaapuntodedarungiro.−Loteníaprevisto,escierto–lacondesaviudasonrió,recordandopor
unmomentolatezagobiadadesuhijocuandolehizoentregadellistadodeinvitadosalacasa−,peronisiquieraélpodíahaberprevistoloqueibaasuceder.
−Desdeluego,seguroqueelresultadofinalfuemuchomejordeloqueesperaba.−No te quepa duda, querida. Nada nos habría podido preparar para
VictoriaLinton.Volviendolamiradahacialaventanilla,dejandoquelosrayosdesolde
mediodía incidieranen sucabello castaño,Claire suspirócondesánimo.Noeralaprimeravezqueexperimentabaenvidiasanaporsuhermano,yno por el título y todo lo que aquello conllevaba (responsabilidades,obligaciones, una vida plagada de organización y trabajo), sino por lafelicidaddequeAndrewgozaba.Nopodíaalegrarsemáspor la llegadadeVictoriaa lafamilia,ella le
habíadadoalegríaycoloralavidadeAndrew,lehabíaconvertidoenunhombre completo, evitando que el título de conde eclipsara todo cuantoera.DesdequehabíanacidoelpequeñoCharlesAnthony,suhermanoeracapazdesolucionartodaclasedeadversidadesdesdeunpuntodevistaaúnmáshumanoqueantes,puestoquesabíaquealterminareldía,tendríaunafamiliaesperándole,brindándoleamorycompañía.Andrew Ferris ya no estaría nunca solo, pues se había enamorado y
llevadoatérminoesesentimiento.Aquelloeraloqueellaenvidiaba.Clairepensóensímisma,entodaslas
comodidadesyfacilidadesquehabíatenidoensuvida.Noeratonta,sabíalo que lasmuchachas pobres, sin familia ni recursos padecían. Sabía loquealgunasdebíanhacerparasobrevivir.Habíadadolimosna,entregadovestidosycomidaalosnecesitadosyleídoalosenfermos,perotodoesoquedabafueradelasprotectoraspuertasdesucasacuandovolvíaaellayseentregabaalosmimosycuidadosdesuscriadosydoncellas.Ella no era una joven engreída y malcriada. Había sufrido pérdidas,
como la de su padre, y también había hecho renuncias a causa de todasesasventajasquetenía.Laaristocraciadabamuchoperoexigíaacambiopagospesadosquesedebíancumplir,unodeloscuales,seríacasarseconunhombreadecuado,yaunquerezabaparaquelasituacióndesuhermanohiciera ese trámitemás llevadero, temía con todo su corazón cualquierdecisiónquepudierantomaralrespecto.Simplemente,ningúnpretendienteescogidoseríaelqueellaquería.Ese,
queestabaelevadoalacategoríadeimposibleensumáximoexponente.−Claire,hija–levantó lavistahacia losojos azulesde sumadre−, los
problemassurgidosconBetinaHildegarterminaránporsolucionarsesile
daseltiemponecesarioparaquesanensusheridas.Intentanopreocuparte.−Ni siquierame dio tiempo a explicarme,madre. Se limitó a venir a
casa,insultarmey…−Lo sé, querida. Una mujer dolida es capaz de cualquier tontería
imaginable.Todasnoshemosdejadollevarporloscelosalgunavez.−¿Incluso tú? –a Claire le costaba un mundo imaginarse a su madre
perdiendo los papeles de ninguna forma. Incluso en situacionesdesesperadas, Joanna Ferris era la perfección y calma hecha mujer−,¿cuándo?−Oh,hacemuchosaños–ungestomelancólicoseinstalóensumirada−,
hacíamuypocoqueestabacasadacontupadre.CasielmismotiempoquehacedelabodadeAndrewyVictoria.−¿Yquépasó?−Verás, −Joanna se impulsó de la cincha a la que estaba sujeta para
separarlaespaldadelmullidoasientoyacercarseasuhijaparacompartirla confidencia−, dimos un baile para celebrar el cierre de un negocio yacudieron muchas personas. Grandes aristócratas de todas las clases,incluso un cónsul. Todos asistieron con sus parejas, excepto uno de losinvitados –sus labios se unieron en una fina línea−, una duquesa solteraque fue por su propio pie, llevando un vestido escandaloso, fumando ybebiendoenlamesadeloshombres.−Debiósertodounespectáculo.−Tu padre estaba fascinado. O al menos, eso me pareció en ese
momento.Joanna le contó a Claire como aquella mujer había alabado la levita
burdeos que el conde lució aquella noche, pasando las manos por lassolapas y describiendo como el corte y el paño en que estaba hecharealzabasumusculaturafuerteyrígida.−¡Madre!−Bueno hija, tendrás que comprender que tu padre no fue siempre
mayor,ydesdeluego,nopasóenfermomásquelaúltimapartedesuvida–Joanna suspiró ante el recuerdo−, era tan gallardo y atractivo… tuhermanoseparecemuchoaél.−¿Quépasóconladuquesasinvergüenza?−Nadaenabsoluto,aélnoleinteresabadeellamásquelossementales
quecriaba,peroesonosignificónadaparamí.Aquellanoche,melevantédelacama,cogíunastijerasehicepedazoslalevitadetupadre.
Completamente escandalizada,Claire rompióa reír, olvidandoporunmomentolaspreocupacionesquehabíanopacadotodosentidodelhumordesurostroen losdíaspasados.Comprendióqueeramásparecidaasumadredeloquehabíacreídoenunprincipio,yaqueaunquenoasimilabanipodíaperdonarloocurridoconBetina,estabaseguradequeellahabríaactuadodeformamuchopeor.SisehubieratratadodeJoshua…perolapunzadaquesintióenelpecho
le recordó que no tendría derecho alguno a hacer reclamos cuandoaquelloocurriera. Joshno eranada suyo, se lohabíadejadomuyclaro.Algún día, pronto, tendría unamujer que podría celarlo y comportarsecomounalocaanteeltemordeperderlo,estabaconvencida.Soloquenoseríaella.−Tupadre solodijoquenunca lehabíagustadoaquel abrigo,bendito
sea–Joannavolvióaacomodarsecontraelasiento,mirandoaClaireconlaserenidadquedan losañosvividos−, loscelosy la irason lospeoresconsejeros delmundo, hija.Has hecho bien en poner distancia de ellos,dejaqueel tiempocure loque tengaquecurar.Tuamiga terminaráporentenderloytodosearreglará.−Sí…esoespero.Gracias,madre.PocomáspodíadecirClaire,quehabíatenidoquecambiarsusiniciales
planesdepermanecerenLondres,recluidacomounratónasustadizoparaevitarreencontrarseconJoshua,quienlehabíaarrojadosuafectoydeseoreciéndescubiertoalacaramesesatrás.Deundíaparaotro,sehabíavistoentrelaespadaylapared,sinsabersi
permanecerenelhogar,arriesgándoseamásmuestrasdeinterésporpartede Arnold Calvin que levantaran todavía más ampollas en su ya frágilrelaciónconBetina,oevitartodocontactoconambospartiendoalcampo,dondedeberíacruzarcadacorredorsintiendoelcorazónenunpuñoporsi se tropezaba de frente con Josh, ese cobardementiroso que le habíagruñidoqueaceptabasusbesossoloportemoraperdersutrabajo.Así pues, había optado por la humillación de tener que verlo ante la
opción de incrementar los problemas con su amiga y ver crecermás ymáslashabladuríassielfuturovizcondecomenzabaahacermovimientoshacíaella.−Estamos llegando, ¡por fin! –Joanna exhaló un suspiro extasiado,
recomponiéndoseyretirandodel todolacortinaquecubríasuventana−,esestupendoestarencasa, ¿no teparece? Inclusoaunquevengasdeuna
quetambiéntepertenezca.Conformeveíaacercarselasrejas,coronadasconlaenormeHlabrada
que su padre había hecho colocar como emblema de la familia, Clairesintióqueelestómagoselecontraía.Cadavezestabamáscercadellegarasudestino.Soloesperabahabertomadoladecisióncorrecta.
***Ajenosalavisitaqueestabanapuntoderecibirenlapropiedad,Gillyy
Joshua se encontraban más allá de la zona del invernadero acristalado,convenientementeocultos trasunosgrandesárboles salvajesquecrecíanenelterrenoquedelimitabalastierrasdelcondeconelbosquecilloqueseabríaalcaminoaHampshire.Allí, en medio de la espesura, se erigía la vivienda del capataz. Se
tratabadeunaconstrucciónsencilladepiedrarevestidaconestuco,aunasola altura y de planta rectangular. El techo, originalmente a dos aguas,había perdido prácticamente toda su forma, con lo que ahora aparecíaredondeado,cubriendotodalapartesuperiordelaconstrucción,delaquesobresalíandoschimeneasde ladrillovisto,unaalnortey laotra, en lapartesur.Las ventanas, con sucios cristales cuadrados, y la puerta, que era de
madera y estaba combada, parecían resistentes, aunque su estado era,comoeldelrestodelaedificación,elreflejodelmáspuroabandono.Prácticamente toda la superficie de la fachada estaba cubierta por
maleza y enredaderas que habían crecido de forma salvaje, al techo, decolormarrón,sehabíanidoadhiriendohojasyramascaídas,queahoralotapabancasiensutotalidad.Elcaminodeacceso,alquehabíantenidoqueabrirse pasomachete enmano, tenía sueltas algunas de las losas que loremarcaban, y el amurallado de piedra que bordeaba toda la extensión,estabacasiderrumbado.Vistoenperspectiva,Joshcasipodíajurarqueaquellacasahabíanacido
de algún árbol y allí se había quedado, creciendo en la naturaleza yformandopartedeella,manteniéndoseenpieporalgúnmilagro.Mientras intentaban desbrozar parte de las zonas de acceso, con la
puerta y ventanas abiertas para que el interior se ventilara antes de
empezarasacarmueblesparavalorarsuestado,losdoshombreshacíantodotipodecábalassobrecómoeraposiblequenuncahastaesemomentohubieransabidoqueGreysoncontabanconunapropiedadajenaenlaquepodría vivir. Hasta donde ambos sabían, el antiguo capataz habíapernoctadoenlacasa,enunadelashabitacionesqueseencontrabanenelmismopasilloquelaqueellosocupaban.−Tiene sentido –jadeó Gilly, mientras vertía en el montón de
desperdiciosunamarañadehojarascaqueacababaderetirarypasabaalinterior−,conel reuma,venirhastaaquídesde lazonadecultivosdebíasermuydifícilparaél.Joshasintióconlacabeza,asumiendoqueaquellapodíaserunarazón
tanválidacomocualquierotra.Élseinclinabamásporpensarqueelviejocascarrabias,enrealidad,nohabíaqueridosentirse tansoloyalejadodesu trabajo,queera loqueamabayconocía,motivoporelquenohabíadadoaaquellacasitamásuso.Paraél,quevalorabalasoledadyladistanciaparapoderconcentrarse
mejor en sus cosas, aquel lugar apartadoydedifícil accesohabría sidounabendiciónquehabríadisfrutado inclusomásquesuescondrijoen lapartealtadelosestablos.Ahoratodoparecíaseñalarqueibaapoderhacerlo.UnaexclamacióndeasombrodeGillylehizosoltarelmacheteconel
queestabacortandolasramasdelárbolmáscercanoaunadelasventanastraseras (que habían creado un círculo perfecto en el cristal, llegando aatravesarlo)yacudirraudoalinteriordelacasa,dondeelpolvoreinabaentodaslassuperficies,ocupandolareciamesadecentro,lasdossillas,ungran arcóny todas las sábanas con las quediversosmuebles estabantapados.−¿Algunaalimañatehamordido?–cuestionó,apartandotelasdearañaa
supasoytropezandoconcestosycacharrosregadosporelsuelo−,¿hayalgúntejónmuerto?Olía a podredumbre y suciedad, de eso no le cabía duda, así que se
esperabacualquiercosa.−Ojalá–exclamóGilly, cuyopelo rubio estaba cubiertodepolvareda.
Se encontraba en la pequeña cocina, justo frente a un hogar lleno dehollín. Sobre el viejo calentador de agua, reposaba una caja demaderaabiertadeparenpar−,Diosbendito…¿cómodiantrespodíaguardaralgoasí?¿Quéclasedementedeviejoperturbado…?
Cubriendolosescasosmetroscuadradosqueseparabanelimprovisadorecibidordelacocina,JoshapartóaGillyyechóunaojeadadentrodelacaja,quehabíasidoconstruidamanualmente.Enarcólascejasnegras,sinentenderenprincipioloqueveía.−¿Quédemonios…?−¡Escenizadepipa,Josh!¡Cenizadepipa!Malditoviejoloco…−Quizálausabaparaabonarlasplantas,vabastantebien.−¿A ti te parecequeGreyson sepreocupabamuchopor loque crecía
alrededordeestaratonera?¿Enserio?−Talvezfueranparalasplantacionesdelconde.Aesasleshadedicado
suvida.−Otalvez,estéparaencerrarlo,¿quétepareceeso,eh?Blasfemando, Gilly se dedicó a abrir ventanas mientras rezongaba
sobre cómo un hombre podía dejar que su propiedad llegara a aquelestado.Entretanto,Joshuarecorrióellugar,observandoquelaschimeneasdaban,unaalacocinayotra,alaestanciaprincipal,dondeunviejosillónyunpardesillasampliascubiertasconsábanaspresidíanelespacio.Elaseo,pequeñopero interior,seencontraba juntoaldormitorio,una
sala grande a la que la luz incidió de lleno cuando retiró los tablonesinternosquetapiabanlasventanas.Habíaunacamagrande,dehierro,yunpardecómodasensorprendentebuenestadoacadalado.Juntoalapuerta,unescritoriosobreelquetodavíaseveíauncandil.Tenía entendido que la instalación de agua corriente había llegado a
aquel lugar, pero no estaría seguro de que funcionara hasta que no seocuparadelalimpiezamásapremiante.Probablementehabríagoteras,talcomorelataban laszonasdelsuelodemaderaqueestabandesgastadasohinchadasporlahumedadconstante,loqueatraeríaelmoho.Loscristalesrotos hablaban de nidos de pájaros e insectos que se habría buscado unapaciblerincóndondeguarecerse,yretirartodoaquelpolvorevelaríalasreparacionesmenoresquehabríaquehacer.En definitiva, un trabajo pesado y largo que daría como resultado o
bienelabandonodefinitivodellugar,comobienhabíahechoGreyson,oporelcontrario,unamásqueacogedoramoradaescondidadelosruidosylavidadelapropiedadprincipalenmitaddeljardín.−No parece gran cosa –oyó decir a Gilly a su espalda. Parecía más
relajadodesdequelehabíavueltoadarelaire−,perocreoquecontrabajoduro,puedevaler.
−Sí… yo también lo creo –Josh se llevó las manos a las caderas,vislumbrandoloquepodríahacerconaquello−.Serácuestióndepartirseellomo,perocontiempoymateriales…−Quién iba a pensar que el puesto de capataz vendría con una casa
propiadentrodelastierrasdelconde–comentóGilly,echandootrotablónalmontónqueyahabíanarrancadodelasventanas.−Necesitamuchoscuidados,antesdepoderllamarlocasa.−Empezando por tirar esa condenada caja de cenizas lo más lejos
posible.Conunarisotada,Joshuaserecogióelpeloazabacheconuncordel,y
reemprendióeldesbrozadodeljardínconelmachete.Sumente,atestadadeideas,nodejabadesentirpesaranteloquetodos
susplaneseideassignificaban.Alotroladodelsembrado,enlacasadelconde,Greyson continuaba gravemente enfermo, pero aun respirando ycon vida. Estar allí, en la que había sido su casa, pensandomaneras demejorarla y cambiarla por completo le hacía sentir indigno de laconfianzaqueelviejocapataz lehabíadadoalenseñarleeloficio tantosañosatrás.¿Habríasabidoélqueestabaformandoaquienlesustituiríallegadoel
momento? Probablemente no, pero siendo un hombre capaz de cargarsobrelaespaldaunagrancantidaddeculpabilidad,Joshestabadispuestoaañadiresaalacargaqueyatenía.Le había faltado al conde, no se le olvidaba ni por unminuto, y él a
cambio…Andreweraunhombrepráctico,yensituacionescomoaquellaestaba
claroqueel tiempoeraunfactor importantequenosedebíaperdera laligera. Greyson seguía con vida, pero su situación era precaria y novolveríaal trabajo.QueJoshuaseocuparadetodocuantoanteseravitalpara que la producción y el sembrado de los cultivos no se salieran deplazo.Habíaplantasyverdurasqueteníasumomentoenelañoparasercultivadas,ysiéstesepasaba,todalarecolecciónseresentiría.Elhechodequelehubierandadocartablancaparacomenzarahacerse
conlosaspectosbásicos,comoverlacasayevaluarsuestadoparaluegosolicitar los materiales que fuera a necesitar, solo demostraba que elcondequeríaagilizarlascosas,ydejarlotodoatadoycontroladoloantesposible.Andrewnoeraunhombreinsensiblealdolorajeno,perosímuyconsciente de que cientos de familias dependían de que sus cultivos
llegaranabuenfin.Por mal que le pareciera a Josh ocupar aquella parcela cuando aún
sentíaqueno lecorrespondía,entendíaqueera lomás inteligenteporelbiendelnegociodelquevivíantantaspersonas.−Detodasmaneras,noséyocuántodepremiohayendartelaocasión
de vivir aquí –oía decir a Gilly a lo lejos, entre resoplidos−, no memalinterpretes, estoy deseando que te mudes para dejar de oír tusrezongostodaslasmañanas.−Elsentimientoesmutuo,amigo–sonrióelaludido,descubriendouna
zona del amurallado surcada de grietas−, ya sabes que prefiero dormirconloscaballos.Hablanmenosquetú.Gilly ni siquiera pareció oírlo, perdido como estaba en sus propios
pensamientos.−Aunasí…viendoelestadodeestapocilga…vasatenerquearrimar
muchomásquetusdoshombrosparaqueseahabitable.−Esperocontarconlostuyos.LasonrisaaniñadadeGillycontestóporél.Ellacayorubio,conlacara
tiznadaylacamisaremangadahastaloscodos,clavólahorcaqueestabausando en el montón de hojas secas y las unió al montón con unasentimientofirmedelacabeza.−Puedesapostartuscalzonesmáslimpiosaquetrabajarétandurocomo
silacasafueraparamí.−Vaya,graciasGilly,mealegravertetanentregadoaltrabajoduro.−Vas a ser el nuevo capataz, más me vale congraciarme contigo –
respondió éste, sacándole a Josh una risilla−, además, hace tiempo quequieropedirteunfavor,asíconseguiréquenopuedasnegarte.−Yameparecíaamí…−No puedes acusarme de no ser un hombre avispado, amigo mío –
declaró el lacayo, con orgullo−, eso fue precisamente lo que me hizodetectartanprontoelroboque…Joshmiró al cielo con impacienciamientras volvía a oír la historia,
estirándose luegoparausar elmachetey cortar con él las ramasque sehabíanpegadoa los cristales exterioresde lasventanas.ConelparloteoalegredeGillydefondo,continuótrabajandoensilencio.
7AVictoriaLinton, actual condesadeHolt,no le agradabael saloncito
rosadelaplantaprincipaldelacasadeKentquesehabíaconvertidoensuhogar.No es que la estancia fuera desagradable, muy por el contrario, con
aquellos ventanales abiertos hacia los campos y losmueblesmullidos yconfortables, era uno de los lugares más frescos y plácidos de toda lacasa,peroaunasí,poralgúnmotivo,nohabía logradosentirsedel todocómoda en el escaso año que hacía que había adoptado el título trascasarseconAndrew.Probablementeteníaqueverconloscojines.Estabacasisegura.Mirara
alládondemirase,veíacojinesdediversos tamañosy formas,bordadospor las anteriores mujeres que, como ella, se habían casado con loshombres Ferris destinados a ostentar el título de condes. Iban desdediseñosfrutalesmuyintrincadoshastaelaboradísimospaisajesmarinosocampestres, pasando por cestos de flores, rostros de querubines,mariposas, e incluso, una representación bastante exacta de la casasolariega,obradelaabueladeAndrew.Dado que era bastante torpe con la aguja, Victoria todavía no había
decididocuálseríasuaportaciónaaquellasalaquerezumabafeminidad.Siacaso,pensabacuandosepermitíasermordazconsigomisma,donaríatodaaquellacolecciónacualquieraquequisieraquedársela.Observandolosgrácilesmovimientosdeladoncellaquehabíaacudido
alasalaconelcarritodel té,elcualservíaconpulcritudenlas tazasdeporcelana,Victoriatuvoqueadmitirquesiaquellugarerasualternativaalencierroalquesumaridolateníasometidaenelpisodearriba,bienpodíaempezaracogerlecariño.GraciasaDios, laoportunaaparicióndesusuegraycuñadalohacían
muchomásllevadero.−Queridaniña,debodecirque tienesunsemblantemuchomás lozano
delqueesperabaporlascartasdemihijo.Victoria, que llevaba un vestido de color celeste con un fajín bajo el
pecho, remarcando su incipiente vientre de cuatro meses, le sonrió aJoanna con todo el afecto que le profesaba. Aquella mujer había sidodesde un comienzo, como una segundamadre para ella, inclusomucho
antes de que su boda con Andrew fuera una posibilidad. El saber queestabaallíparasocorrerla,eratodounconsueloparalajovencondesa.−Esoesporquemeencuentroperfectamente.−Ni siquiera estás un poco pálida, ni tienes ojeras –apostilló Claire,
tomandosusegundagalletadecanelaycolocándolacontientoaunladodelplatitoquesosteníaentrelasmanos−,laprimaMarigoldlucióunatezverdehastaquenaciósubebé,¿lorecuerdas,madre?−Espantoso –confirmó Joanna, con un asentimiento muy serio−, en
comparación,túnisiquieraparecesenestado.Satisfecha, Victoria dio un sorbito al té, moviendo elocuentemente la
cabeza hacia su derecha y dejando que algunos de los mechones de sucabellorojoresbalarandelaredecillaenquehabíaintentadoconfinarlos,sindemasiadoéxito.Arrugandolanarizconunmohín,serecolocóenlabutacaqueocupaba,toqueteándoseelvientreconungestodistraído.−Silaprimeravezfuebastantellevable,noséporquéahoratendríaque
serdiferente–masculló,tomandootroterróndeazúcaryechándoloenlatazacontantabrusquedadquealgunasgotitasoscurassalpicaronelplato−,despuésdetodo,¿Quiénpuedesabermejorqueyocomomesiento?Soylaqueyahapasadoporesto.−Muycierto,querida,muycierto.−Los hombres siempre creen que tienen todas las respuestas –dijo
Claire,levantandoloshombrosmuydigna−,sobretodo,losqueostentantítulos.−Puessieseeselcaso, ¡yo también tengounodeesos títulos!¿Acaso
mipalabravalemenos?¡Soyyolaquegestaalosherederos!−Ynodeberías tener que sufrir todo este estrés tan negativo para ese
preciosobebéquellevas.Estamosdeacuerdo.Conunsonorocarraspeo,Andrewpasólahojadelperiódicoquehabía
estado hojeado, sentado a conveniente distancia de las tres mujeres,quienesdebíanhaberdejadoenfriareltéconsemejantecháchara.No habían parado desde que su madre y hermana habían cruzado el
umbraldelacasa.Biensabíaélqueacudíanparahacerfrentecomúnconsucabezotaesposa,peronadadetodoesoimportaba,porqueelbienestardeella,pordurademolleraquefuera,ydelbebéqueesperaba,radicabaporcompletosobresupersona.Andrewsedejaríatirarporlasescalerasantesqueponerlosenpeligro.
Inclusoaunquenohubierarazonesalgunasporlascualespreocuparse,se
encargaríadetenerencuentatodaprotecciónposible.−Sé lo que estáis haciendo –murmuró, echando un vistazo a las
finanzas,sinsiquieralevantarlacabeza−,ypodéisdedicarosaellotodoeldía,señorasmías.Tantoda.−¡Nopuedesforzarmeapasarnuevemesesencama,Andrew,esonoes
sano!Ennadapodríadañarmeiralinvernadero,cuidardemijardín…−Jamás soñaría con hacer algo así, querida –le dedicó un guiño que
sacóaúnmásdequicioaVictoria−.Sologuardarásreposodurantecincomeses más, el tiempo de embarazo que te queda para que esa criaturaabandone tu cuerpo sin el menor riesgo ni para él, o ella, ni para ti.Después,todovolveráasercomoantes.−Sicreesporunsegundoquelascosasentrenosotrosvana…AndrewdejóelperiódicosobrelamesitaHepplewhitequeteníaallado
ysobrelaquereposabatambiénsuabandonadatazadeté,seinclinóhaciaadelanteyclavóensuesposasusojoscastaños.Antesdehablarle,suspiróprofundamente,porquesoloDiossabíalodifícilqueestabasiendolidiarconaquellasituación.−Victoria,teamo–ledijo,sinrodeos−,esunaverdaduniversalqueno
memolestoendisimular.Aveces,esesentimientomecolmadefelicidad,pero otras es un verdadero reto. Solo te pido que seas paciente, que terelajes,yquedejesdellevarmelacontraria.Porfavor.−Ya he estado embarazada, Andrew, he dado a luz un hijo sano y
preciosoynoveoporquéestavezvayaaserdiferente.−Hasestadosangrando,eseesunhechoquenisiquieratúpuedesnegar.−¡EldoctorCorentindijoqueeranormalyquenoteníaimportancia!−EldoctorCorentinnoestumarido.Yolosoy.Yelconde.Esmiúltima
palabra.−¡Como si es la primera de una enorme retahíla, Andrew! –airada,
Victoriadejólatazaycruzólosbrazosinfantilmentesobreelpecho,conla barbilla tan alzada que la punta de su nariz parecía mucho máspuntiagudadeloqueeraenrealidad−,tecomportascomounpomposoyegocéntricotiranoque….−Teamo,Victoria.Frustrada,elladejócaerlosbrazosalosladosdelcuerpo,mirandoasu
suegra como si esperara que ella se diera cuenta de cuan grave era lasituaciónconaquelmerogesto.−¿Veloquetengoquesoportar?
−Pareceaterrador–convinolacondesaviuda,escondiendounarisitaensu servilleta de hilo−. Un marido amoroso y entregado puede serexasperante.−Muchasgracias,madre–Andrew lamiró con encono−.Tupresencia
aquíestáresultandounacompletadelicia.−¡Miradquiensehadespertado!El suave trotar de Harvey precedió a la comitiva que puso fin a la
discusión.EleanorLinton,lamadredeVictoria,ibapavoneándosedentrodesuvestidosalmóndediariomientrasaupabaensusregordetesbrazosalpequeñoCharlesAnthony,deojoscastañosycabellorojizo,queabriósubocadesdentadaenunasonrisatiernacuandosumiradaseposósobreladesumadre.Se armó un revuelo considerable en la antaño tranquila salita de las
condesascuandoJoannayClaireseprecipitaronparatomarenbrazosalpequeño,queacababadecumplirunañoyempezabaahacergaladetodaunaseriedesonidosymovimientosquecreabanexpectaciónentodossusfamiliares. Eleanor, que había viajado desde Surrey dos días antes paravisitarasuhija,apenaspodíasepararsedelpequeño,quienaseguraba,eraelvivoretratodesuamadomarido,Charles.Lo cierto era que el niño, llamado a suceder a su padre como conde
muchosañosdespués,vivíaajenoa laemociónquecreabacadavezqueeracapazdedirigirsupuñitoconcertezadentrodesubocallenadebabas,cuando removía los pies tumbado boca arriba en su cuna o, sobrecualquier otra cosa, cuando fijaba lamirada en el rostro de su padre yambos parecían compartir graves y serias conversaciones en el másabsolutosilencio.Intuyendo que el griterío tardaría en cesar, Harvey, el dálmata de
Andrew,seechóplácidamentebajolamesaHepplewhitesituadaalladodesuamo,que leacarició lasorejasparacomplacerleporaquella tareadeperpetuocuidadordelbebéqueelperroparecíahaberasumidodesdequeéstenaciera.NadieajenoalacasaseacercabaalherederosinqueHarveyseapostara
frentealniño,gruñendoymostrandolosdientescomoaviso.−Todo se acaba pareciendo a su dueño –solía decir Victoria cuando
paseaba con el niño por los pasillos, con Harvey deambulando a sualrededor.Cuandoletocóelturnodesostenerasusobrino,Claireselosentóen
las rodillas,moviéndolas arriba y abajo para que el pequeño, al que ledisgustabapasarmuchoratoquieto,serelajarayestuvieraentretenido.−Esunaauténticapreciosidad–dijoJoanna,incapazdedejardemirarlo.−Ycrececomolamalahierba–atestiguóEleanor,sacandodeunadesus
mangassuabanicoyprocediendoadarseaireconél−,comeconmuchoapetitoyduermemuybien.−Esoesporqueesunniñosano,talcomoésteloserá.Incapazdevolveraenfrascarseenlamismadiscusiónunavezmáscon
su esposa (sobre todo ahora que tenían unamujermás y un bebé en sufrente y él solo contaba con la fidelidad fácilmente comprable de superro), Andrew se puso en pie, se abrochó la chaqueta y le dedicó aVictoriaunamiradatiernaperosevera.−Encuantoacabéisdedespellejarmepor la espalda, subeadescansar,
amor.−Eresuntirano,Andrew.−Lo sé, vida mía –se inclinó hacia ella, que alzó la cara de forma
mojigata,ydepositóunbesoensufrente-,peroporunasolavez,déjameganar. Madre, odio alejarte de tu nieto pero ¿me acompañas a dar unpaseo?Consciente de que su hijo pretendía ponerla al día de aspectos
relacionadasconlapropiedad,Joannaseapresuróalevantarseytomarleel brazo. Dejando atrás los animados balbuceos del bebé, que estabaencantado de ser el centro de todas las atenciones, abandonaron elsaloncitoysalieronporlapuertaprincipal,recorriendoelamplioporcheymirandoalhorizonte,dondeelsolempezabaaponersetraslosgrandesárbolesqueocultabanelcaminoaHampshire.−EsextrañoqueHarveynosehayadadoprisaenpisartelostalones.Andrew sonrió, rozando con sus dedos lamano de sumadre, aquella
quetantascariciasyleccionesvitaleslehabíadado.−Apenasseseparadelniño.NideVictoria,ahoraqueestáenestado.A
vecescreoquecomprendeminecesidaddesaberlasegurayseencargadeelloporsímismo.Comosabíadelaprofundaconexiónquesuhijoteníaconaquelperro
(lahabíavisto,despuésdetodo),Joannanodijonada.Síestabadispuestaaresolverotrascuestionesquelateníanpreocupada,yasíselohizosaber,llamándolelaatenciónconunlevetiróndelamangadesuchaqueta.−¿CuántaverdadhayenlagravedaddelestadodeVictoria,hijo?Nome
mientas.−Corentindicequeesalgonatural–respondióAndrewenunsuspiro−,
queelcuerpo femeninoproducemássangrealestargestandoyporesotiende a perder unpoco…perono soyun experto,madre, y aunque asífuera… ¿cómo estar seguro de que nada pasará? Ha habido mujerescompletamentesanasquealalumbrar…−Sivivesconeseperpetuotemor,notendrásmáshijos.−Elladesdeluegonolodesearáderecordarestassemanas.−Tratadetomarloconserenidad–pocomáspodíaaconsejarle,Joanna
losabía−,cedeunpoco,paraqueellatambiénlohaga.Poco dispuesto a ahondarmás en aquel tema,Andrew le refirió a su
madresobreelestadodesaluddeGreyson,elhastaentoncescapatazdelapropiedaddeHolt,cuyasituaciónnohacíasinoempeoraracadahoraquepasaba.Cabizbaja,pueseranmuchoslosañosenqueaquelhombrehabíaestadoalserviciodesuesposoydeella,Joannasemostróconformeconlos cuidados y atenciones que Andrew había tenido para el anciano,proporcionándole todocuántoéstepudieranecesitarparaestar lomenosincómodoposible.−HepensadoenponeraJoshuaMcKanenelpuesto.−Meparecelomáslógico–confirmólacondesaviuda,asintiendocon
lacabeza−,de todos losempleadosesenelqueGreysonmásconfianzadepositaba,tienelatuya,quenoespoco,ynomecabelamenordudadequeharáunbuentrabajo.Esunmuchachocapaz.−Estoydeacuerdocontodoeso,madre.LavalíadeJoshuaparatodolo
queseproponeesmuydeadmirar.Sinofueraporesecaráctersuyo…−¿Sehatomadoamalelascenso?−Creoquehabríadeseadopoderinsultarmetalcomolohacemiesposa.
Dehecho,noestoysegurodequenolohiciera…dealgúnmodo.Joanna soltó una risita que acabó por contagiar a Andrew. Como
recordaba cuanto había rezongado Joshua el día que se le impuso lalibrea, podía hacerse una ideamuy exacta de la incomodidad que debíahaber supuesto para un muchacho tan sencillo como él, apegado a lanaturaleza y que se relacionaba mejor con los animales que con laspersonas,aceptaruncargodesemejanteimportancia.−Josephineseocupará.−Esa es mi esperanza –Andrew suspiró otra vez, acodándose en la
barandilla y presionándose el puente de la nariz con los dedos, como
siemprequesentíaquela tensiónlodesbordaba−, lomenosquenecesitoesnopodercerrareseasunto,contodolodemásquellevoacuestas.TodaslasalarmasdeJoannaseencendierondesúbito.−¿Quétepreocupa?−¿Recuerdasasugracia,WaldonOzma?−¿Elduque?–elbigotedeaquelhombreeradistintivoparaJoanna−,he
coincidido con él en algunos actos sociales, pocos, la verdad, no sueleprodigarseporlaciudad.−Estuvo presente el año pasado, cuando abriste la casa –su madre
asintió, haciéndole ver que lo recordaba−, mantuvimos una interesanteconversación sobre el adecuado aprovechamiento de mis tierras decultivo.−Algo sobre… sustituir la plantación vegetal por algo más…
¿económicamentesatisfactorio?−Caballos, en suopinión–asintióAndrew, conun suspiro−.Segúnél,
todalazonanortedeloscultivosdeberíaestardestinadaalacríadepurasangresdecompetición.Hacompradolaparcelavecinayambicionaesepedazode tierraparaentrenara losanimalesyprepararlos.Segúnél, latierraestáenunlugaridóneoparatalempresa.−Pero esa parte es casi el sesenta y cinco por ciento de la tierra
destinada a la recolección, Andrew, tu padre así lo dispuso. Lostrabajadorescomendeella,latrabajanconsusmanos,¿cómo…?−Sétodoesomadre–yparatranquilizarla,pusolamanoensuhombro,
con una ligera presión−. Mi padre buscó el modo de que la casa seabastecierayenriquecierasinpasarporencimadelasnecesidadesdesusjornaleros.Esalgoquenodeseocambiar,quevoyamantener.Yasíselohago saber en las cartasqueenvíocomo respuesta a lasqueélmehacellegar.−Einsiste,imagino.−Tambiényoenmipostura–aunquesuvozeracansada,Andrewtenía
unamiradatransparentequehablabadeestarmuysegurodeloquehacía−.Estas sonmis tierras, y esos cultivos son el sustento demis empleados.Pormuylucrativaquesealacríaparacompetir…nocederé.Elproblemaestáenhacérseloentender.−Encontrarás una solución, hijo –sentenció Joanna, mirándolo con
orgulloyamor−,siemprelohaces.Esperandode todocorazónquesumadre,queno teníaporcostumbre
equivocarse, estuviera acertada también en aquella ocasión, Andrew larodeóconunbrazo,envolviéndolaconelcariñodelhijoque,aunsiendounhombreconpoderycabezadesupropiafamilia,siguenecesitandodelconsejodeaquellosque labraronel sueloporelqueahorapisaba,antesqueél.−Vayamosdentro,señora.Casieshoradecenaryestoysegurodeque
noquerráperdersemástiempolasandanzasdesunieto.
8
Joshua estaba hecho al trabajo duro. Recordaba vívidamente en cadaunodelosmúsculosdesucuerpoaquellashorasinacabablesquepasabaalmando de los establos que su padre se había empeñado en construir,ejerciendodemozodecuadras,de limpiador,deherrero…ydesacodepajacuandoalgunasdesusactividadesdespertabanalviejo,que tendíaadormirlamonaapoyadoenlostablones.Había trabajado desde muy niño por lo poco o nada que podía
conseguir, haciendo prácticamente de todo, y aquella formación habíasidomuyvaliosaalempezaraejercerunoficioenlapropiedaddelconde.No obstante, trabajar para un señor justo y sobrio, tenía sus ventajas,comohorariosnormales,camasblandasycomidasconquealimentarsuespíritu.ElproblemaeraqueelalmadeJosh,raravezencontrabadescanso.Deambulando por los jardines aledaños a la casa, con la luna como
único foco para guiarse, lamentó por primera vez que el veterinariohubiera decidido adelantar su visita.Windy estaba sana y más que listaparavolverapreñarse, con locual, el sementaldeAndrewhabía tenidounatardedelosmásplacenteraenelcercado,mientrasotrostresmozosyel mismo Joshua sujetaban las cinchas para contener los bríos deltremendosemental,queparecíadevoraralayeguadetantasganascomoteníademontarla.Normalmente,esasjornadasledejabanunasensacióndesatisfacciónen
elcuerpoporeltrabajobienrealizado,peroendíascomoaquel,cuandohabía pasado desde el alba hasta la hora de comer trabajando en lapropiedaddelcapataz,elsentimientoeramásbiendedesplome.Sentíaquelas piernas pronto dejarían de sostenerle y caería como un fardo, cuanlargo era, sobre elmullido césped.Ymás le valía que no le importaraamanecerempapadoconelrocíodelamañana,porqueestabaseguroquedecaer,notendríaespírituparavolveralevantarse.Casi había llegado al lateral de la casa, y ya estaba pensando en
arrastrar los pies con la poca energía que le quedaba para llegar a lahabitaciónquecompartía conGilly, cuandounvistazoalporche ledejóparalizado.
Lafuerzavolvióacorrerleporlasvenas,casicomositodaslashorasde trabajo hubieran desaparecido. Y también hubo ira, llenándole porcompletoyocupandocadafibradesuser.Pensó que se había vuelto loco. No podía haber otra explicación. Al
finalhabíaocurrido,eraimposiblevivirenaquelpurgatorioynoperderlarazón.Siempresupoquelepasaría,esperabahaberpodidocontrolarlodurantealgúntiempomás,peroestabaclaroqueelpesodesuspecadoslehabíadadocazaporfin.Dispuesto a enfrentarse con aquel demonio, por más que fuera fruto
solo de su imaginación, que temía y deseaba al mismo tiempo, Joshemprendióelcaminoytodaideadedescansoyquietuddesapareciódesuhorizonte.Ahora,solodeseabaalcanzaraaquelespectro,ydesembocarenéltodasurabia.
***Claire no podía dormir. Tampoco había podido cenar y fue un
verdaderomilagroquelograrabajarlasescalerasysalirporlapuertasintropezar y acabar la velada enmanos del doctor Corentin, que ya teníamásquesuficientecomoparaocuparsedeuntobillotorcidoacausadesutorpeza.Mientrassosteníasobresushombroselchalque lecubríaelcamisón,
deunblanco tanníveoquecasi rivalizabacon la luna,Claire repasó losacontecimientos desde su llegada a Kent para descubrir el motivo quehabíaincrementadoaqueldesasosiego.El recibimiento de su hermano y cuñada no habría podido sermejor.
Después de queAndrewy sumadre salieran de la salita,Victoria y ellahabían tenido a Charles Anthony solo para ambas, y Claire no habíadudado en acomodarse en la alfombra para jugar con él, riendo yobservandocondeleitelosprogresosquesusobrinohacíaamedidaqueibacreciendo.Eraunencanto,unniño risueño, regordeteysimpáticoalquesuspadresadoraban.Unavezreunidostodosenelcomedor,sesirviólacena.Algunosdelos
platosquemáshabíaechadodemenosdelacocinadeJosephinelefueronexpuestosyClairehabíaestadomuydispuestaadevorarlos,aunqueluegopasaralanocheincómodaporeldolordeestómago.
Habría sido un planmaravilloso.Una primera noche serena, como eldescansoprevioquetieneelcondenadoantesdequeseleyerasusentencia.Habríapodidoatesoraraquellosmomentosdecalmaantesdeenfrentarsealoinevitable,tenerunashorasdegracia.Peroporsupuesto,aquellotambiénselohabíanarrebatado.Era lo que pasaba por ser una cobarde, decidió, el castigo divino
siemprelograbaencontrarte.Intentandomantenerprotegidossusbrazosdesnudosdelairecillodela
noche,Clairedesdoblólahojadepapelmanoseadaqueteníaenlamano,revisandoaquellaletrapulcraquelainformaba,enpocaslíneas,dequeeldesastre del que había intentado escapar en Londres iba camino deseguirla.Inquieta,sepreguntósiladoncellanopodríahaberleentregadoaquellamisivaenlospostres,dejándolaasídisfrutardealmenosunpocodecena.Nerviosa,sepaseóporelporche,intentandoquelossonidosnocturnos
del campo la distrajeran. Sabía que arriba, en la planta destinada a losdormitorios,VictoriaestaríaarrullandoasubebébajolaatentamiradadeAndrew,quelarecorreríaconlosojoscargadosdeamoryternura.Entretanto, en la sala contigua, Joanna y Eleanor estarían tomando su té denoche, conversando comoviejas amigas y haciendo todo tipo de planessobreelnietoqueyateníanyaquelqueestabaporllegar.Y ella… ¿qué iba a ser de ella? ¿Cuánto más podría ocultar sus
emociones, su incapacidad para sonreír con alegría aunque la rodearanmotivosparahacerlo?VictoriayalamirabaconsuspicaciayClairesabíaque era cuestión de tiempo que debiera revelar sus tribulaciones.Quizáasí,elpesodecargarlasseríamenor.Pocomáspodíahacer.Sobretodo,cuandounodesusprincipalesquebraderosdecabezaestaba
cercaairrumpirallímismo,enlacasadeHolt,soloDiossabíaconquéintenciones.Betinaseenteraríapronto,estabasegura.Ynuncalaperdonaríadespués
deaquello.−¿Hayalguienahí?Sobresaltada,elchalresbalóporloshombrosdeClaire,cayendohasta
loscodosyhaciéndolasentirunescalofríoque tuvomásqueverconelsustoqueconsuexposiciónalanoche.Entrecerrandolosojos,intentóvermásalláde las sombrasde los setosquedecorabanelporche,atisbar sialguna de las hamacas o mesitas que se usaba para tomar refrigerios
estabaocupada,osi(noloquisieraDios)aquelnuevolacayotanestrictoque su hermanohabía contratado la había descubierto a horas indebidasfueradelacamayveníaareclamárselo.Noseveíaniunalma.Perohabíaalguienallíconella.Podíasentirlo.−¿Quién está ahí? ¡Muéstrese! –gritó, aunque se sintió estúpida al
hacerlo.Unas pisadas duras, de botas, se revelaron subiendo la escalinata que
uníaelporcheconelcéspedrasodeljardín.Enmediodelassombrasquereflejabalaluna,unaspiernaslargasempezaronaservisiblesparaClaire,quediouninstintivopasoatrás.Poco a poco, ante ella sematerializó la imagen de un hombre joven,
ligeramente encorvado y que iba arrastrando los pies con cansancio.Estaba lleno de polvo y tenía el cabello sucio, con algunos mechonesnegros como el cielo que los cubría en ese momento, sueltos tras lasorejas.Elmentón,duroyancho,estabacubiertoporunasombradebarba.Lo más preocupante del conjunto, era la ira ciega que reflejaban
aquellos ojos, queClaire habría podido reconocer incluso aunque no laestuvieranmirandoaella.−Joshua…−jadeó,casicomosidijeraunaoración.−¿Quédemonioshacesaquí?Lavoz roncade él la sobresaltó. Inquieta, volvió a dar unpasohacia
atrás,tropezadoconlabarandillaquedelimitabasuespaciodehuida.Nolequedabasitioadondeir.Porunsegundo,sepreguntósiélestaríabebidoy por eso parecía tan sumamente fuera de sus cabales, pero prontocomprendió que aquello era del todo imposible. Joshua llevaba ropa detrabajo,ynuncaharíaalgosemejantedentrodelastierrasdesuhermano.Almenos,esoqueríacreer,peronopodíajurarlo.Habíaquedadoclaro,
meses atrás, que no le conocía tanto como ella creía, y el recuerdo deaquellas palabras, le sesgó el corazón, marchitando el júbilo que habíasentidoalverle.−¿Hasvenidoparaatormentarme,verdad?–seguíagruñendoJosh,que
se acercaba a ella comoundepredador−, para robarme la poca corduraquemequeda,¡malditasea!Confundida,Claireparpadeó,olvidandoelpudorydejadoqueelchal
cayeraalsuelo,dondesearremolinó.CuandolamiradadeJoshsepaseópor ella, descubriendo que iba en camisón, se le cerraron los puños.Mirándolodesdesuprecariaposicióndeseguridad,Claireestuvosegura
dequedebíahabercrecidodesdelaúltimavezquelehabíavisto.Eso,oella se había hecho aún más pequeña, lo cual, por orgullo, no podíapermitir.No iba a dejar que la menospreciara otra vez, porque no lograría
recuperarsedenuevo.−Noséquéhabrásbebido,peroéstaesmicasayelporquéestéaquí,
noesdetuincumbencia.−Mientes…¡eresunespectroyestásmintiéndome!–alzandoelpuñoal
cielo, Josh fue incapaz de apartar la mirada del cuerpo que se dejabaentrever en medio de las sombras. Maldita fuera su mente enferma, sedijo,quenoleprivabadeningúnpecaminosodetalle.−¿Quieresdejardedecirtonteríasdeunavez?¡Vasadespertaratodala
casa!–yClairediounpasoalfrente,preguntándosesielenfadoquesentíahacia él, estaría volviéndola loca−, no sé de qué estás hablando, pero siunode losdosesun fantasma, sinduda se tratade ti.Tienesunaspectohorrible.−No puedes estar aquí, ¿cómo ibas a estarlo? ¿Cómo ibas a volver
despuésdetodasaquellashorriblescosasquetedije?–Joshdiootropasoalfrente,yluego,unomás.Exactamenteigualqueaquellanocheoscura,enelestablo−.Lohiceparaquetefueras…¡nopuedesestaraquí!Laúnicaexplicación,esqueheperdidolarazónportucausa.Empezandoacomprenderquépodíaestarpasando,Claireexperimentó
unligerosentimientodelástima.Eratonta,losabía,¿porquésentirpenacuandoéllahabíaofendidoyexpulsadodesusbrazossinelmásmínimoremordimiento? ¿Cómo podía mirarlo si quiera, preocuparse de queestuvierabiencuandoél…cuandohabíadicho…?Porquesabesquenoeraélmismo.Porqueleconoces.Túleconoces.Y
losabes.Lohassabidosiempre.−Joshua… trata de calmarte y escucharme –él seguía apretando los
puños, mirándola con encono, como a un insecto vil que se le hubieraposadoenlabota−.Estaesmicasa,ysinimportarloquedigas,oloqueintenteshacer…aunquemeduela…seguirévolviendo.Siempre,volveré.Antes de que pudiera darse cuenta, la distancia que los separaba se
esfumó como por encanto, Josh estaba justo frente a ella, sosteniéndoleconfuerzalosbrazosconaquellasmanosencallecidasyreciasdeltrabajo.La tomó tan fuerte, con tanto ahínco, que Claire tuvo que ponerse depuntillas.Sintióelolorasudorycaballosqueéldesprendía,elcalordesu
aliento,queatravesóelcamisóncomosisetrataradelanada,aquelolordeél,solodeél,quehacíaquesesintieracomounamujersedientadeunlicorquejamáshabíaprobado.Eso era estar en sus brazos, le recordó su corazón, que galopaba su
pechocomounpotro,sinimportarnadamás.−¿Ahsí?–lerugióJoshua,presionándolelosbrazos,manteniéndolaen
una precaria distancia entre la lejanía y el calor tentador de su pecho−,¿siempre volverás? ¿Seguirás volviendo? ¿Es eso lo que dices, Claire?¡Contéstame,malditasea!−¡Sí,sí!Volveréaquí,Josh.Unayotravez.Aunquemeeches.Aunque
meodies.Volveré.Losojosnegros comoel carbónde él se cerraron.La cabeza le bajó
varios centímetros y Claire deseó con todo lo que era poder acunarla,besarla, olvidar todo lo pasado, el inmenso mar de dudas, miedos ymotivos por los que solo mantener aquella conversación les estabacondenando. Pronto su vida se derrumbaría a sus pies, ¿por qué no unanochedefelicidad?¿Porquéno,unosinstantesapenas?Aunquenofueracierto.Aunqueélmintiera.Olvidareldoloreratanfácilcuandolateníaenbrazos…tanfácil…−Eres una estúpida –susurró Josh, negando con vehemencia−. Una
estúpida…nosabesnada…todavíanohaspodidoentenderlo.−¿Quétengoqueentender?Dímelo,hablaconmigo,dejaque…−¡Noquierohablarcontigo,demonios!Noquieronimirarte,nisaber
queestáscercademí,¿loentiendesahora?¿¡Loentiendesahora!?Con más fuerza de la necesaria, Josh la soltó, dejando a Claire
desmadejaday con la sensaciónde estar a puntodeprecipitarte por unapendiente de la que nada podría salvarla. Él se paseaba delante de ella,tapándose la cara con lasmanos, guardándose su aroma en lamemoriaparatodasaquellasnochesdecalvarioqueestabanporllegar.−Así que es eso –por unmilagro, aClaire no se le quebró la voz al
hablar−,tereafirmasentodoloquemedijiste,enquetodastusatencionesygestosdeafectonacierondeltemoraperdertodoloquetenías–ahorafue ella la que cerró los puños. Se hizo daño en las palmas, pero no leimportó. Nada importaba ya−. Mi sola presencia te repugna… quédescubrimiento.Joshualevantólavista,mirándolafijamente.Allíestaba,enmitaddela
noche,fueradelaseguridaddelacasaqueconsusfuertesmuroslapodría
esconder delmundo y todos sus peligros. Incluido él.Allí, cubierta conaquelridículocamisónquesedesgarraríacomounateladearañaconelsolorocedeundedoexperto,esperandoqueasintieraparasentenciarconesegestolabrechaqueélhabíaintentadocrearentrelosdos.Vayaqueeraestúpida,sedijoJosh,lamentándose.Oélmejormentiroso
de lo que esperaba, si había logrado convencerla. Aunque habría sidofácil, aunque habría podido resolvermuchos de sus problemas y lograrporfinapartaraClaireyponerdistanciaentreambos,Joshuasabía,contodo su corazón, que nunca más podría volver a herirla de un modosemejante.Simplementenoseríacapaz.Perosípodríamancillarlasinarrepentimientoalgunoydemilmaneras
diferentes.SabíaelDiabloquehabíaestadopreparadoparaellodesdequellegó a él la adolescencia y con ella, la consciencia de sus deseosmasculinos.Tenía que evitarlo. Clairemerecía algomás que a un bruto como él.
Solo tocarla, era un ofensa a Dios mismo, por la que más pronto quetarde,tendríaquepagar.−No has debido volver –fue todo lo que pudo decir a su mirada
anhelante−.Aquínohaynadaparati.Deseosa de poder abofetearle, infligirle de algún modo la mitad de
dolorqueellasentía,Claireblandióelbrazo,yconél, laolvidadacartaque aún sostenía en su puño. Fue solo un instante, un segundo demezquindad que luego lamentaría, pero se aferró a él con sus precariasfuerzas,porquetodoharíafrenteaJoshuaMcKan,salvomostrarsedébilyderrotada.Noqueríaquelavieraasí.Jamás.−Puesmásvalequeteacostumbresprontoamipresencia,porqueenun
brevetiempopasaréaquílargasjornadas…conmifuturoesposo.Aquellodebíasentirsecuandolamuerteveníaabuscarloauno,adivinó
Josh,quetrastabillóaldarunpasoatrás.Claireseacercó,lacartatodavíacomounestandartedevenganza,depoder,bienvisibleentresusdedos.−ArnoldCalvinacabadeanunciarsupróximavisitaa lacasadeHolt.
Seguroquelerecuerdas.Alto,educado,unpartidoinmejorable.−Noparati.Ese imbécil… Josh se maldijo mil veces, recordando el recorte de
periódicodondesedecíaqueClairebailabaconél,mostrándoseanimada
y sonriente, abierta a proposiciones que aquel desgraciadonuncahabríapodidohacersiélnolehubierapuestotanfácilelacercarse.Unridículoyrefinado futurovizconde…Andrewnunca lopermitiría.Ese tipono eranadaparaClaire.−Por supuesto que para mí –le retó ella con la mirada, instándolo a
decir lo que fuera que tenía dentro−, está siendo cortés y muy atentoconmigo,¿quécreesquepretendeconeso,Joshua?−Sialzaunasolamanoyo…−¿Tú? ¿Túqué? ¿Ledirás que le fuerzo a estar cercademípara que
puedaobtenersutítulooalgosemejante?Sobrestimasmipoder.Nopuedomanejaraloshombresamiantojo,talcomoparecescreer.Temiendoseriamentequelarabiahicierasalirporsubocapalabrasque
noleestabapermitidopronunciar,Joshdecidióquedebíaalejarse.Teníaque terminar con aquella conversación o tomaría aClaire en brazos, lamontaríaenlagrupadelprimercaballoqueencontrarayelmundoseiríaalinfierno.Era lo que él había querido. Eso era lo que había pretendido con su
artimaña.Ahí lo tenía, justoen lasnarices.Pero tendríanquesacarle lasentrañasparaqueestuvieradispuestoapermitirlodeformatanligera.Claire aguardaba, todavía con la dichosa carta entre los dedos.Cómo
deseabaarrancárselayhacerlapedazosantesusojos,demostrandoasílopocoqueleimportabanArnoldCalvinytodassusproposicionesridículas.Apesardeello, tragandosussentimientosunavezmás,Joshuasedio lavuelta, caminó por el porche y bajó dos escalones, diciéndose que eldormitorio de empleados le esperaba, y que era allí, y no en un lugarapartado y enmitad de la noche, con la señorita prácticamente desnuda,adondeélpertenecía.Yesonocambiaríanunca,puesnoseríasuyoelderechoyprivilegiode
verlaencamisón.−¿Novasadecirnada?¿Vasairteasí,comouncobarde?Frenó enmedio de un paso, con cientos de palabras picándole en los
labios,masno segiró,y tampocodijoningunadeellas.Solohabíaunacosaquenocallaría,sinimportarcualesfueranlasconsecuencias.Eraunaverdadquelatíaenmediodeellosdos,yantesdedesaparecerenlanoche,la dejaría reluciendo ante Claire como una antorcha que esperaba lahicieraarderhastaconvertirseencenizas.−Cásese conquienguste, señoritaFerris–decretó en el tonomás frío
quefuecapazdecomponer−.Nuncaseráfeliz.Ellasabíabienloquedebíacontestar.−Nitútampoco.Lasentenciacayósobre losdos,y sinmediarunasílabamás, Joshse
alejóapasovivo.
9Sielenfadohubierapodidomedirsecomosemedíanlascuerdaspara
los caballos o los tablones para las cercas, el estado de Joshprobablemente habría servido para levantar una construcción querivalizaraconlacasadeHoltalcompleto.Maldita Claire… ¿cómo demonios había podido volver? ¿Es que no
habíatenidosuficiente?¿Ensucabezadeseñoritanocabíalaprudencia?Joshuahabíapasadomesestorturándoseporlasofensasquehabíansalidodesuboca,creyendoqueaquellaspalabras,dichasconelcerebroyporunbiencomúnperosinsentirlasenabsoluto,habíansidoelúltimoclavoatodassusesperanzasconella.Eraimposible,sedecía,queClaireFerrisleperdonaraalgoasí.Imposible.Pero allí estaba, plantada en mitad de la noche como una diosa en
camisón, luciéndose como el fruto más brillante del árbol más lejano.Tentándole,comoelcastigodivinoquesemerecía.Yprontaacomprometerse.Con renovadas energías nacidas de la rabia, recorrió el pasillo de
piedraquedabaa losdormitoriosde losempleadoscontantavelocidad,queapuntoestuvodeaplastaraunajovendoncella,cargadaconsábanasrecién planchadas, que caminaba en dirección contraria. Sin pararse adisculparse,ydejandoalapobremuchachapegadaalaparedyluciendoen el rostro una expresión de susto y contrariedad, Joshua cuadró loshombros y entró en tromba en el dormitorio, lanzando la camisa quehabíaidodesabotonándoseporelcaminosobresucamadeshecha.Todo había esperado salvo encontrarse frente a frente con Claire
aquellanoche.Noestabapreparado, jamás loestaría.Ensupresencianoeramás que un niño torpe demanos sudadas que no sabía hacia dóndemirar,quéhaceroloquesedebíadecir.Ahora,alaagoníadedesearlaenla distancia se unirían la vergüenza a las palabras pronunciadas y elprofundo y arraigado temor de verla desposarse con otro hombre,convivirconél,sersuya,darlehijos…ArnoldCalvin.Sisusmaldicionessurtieranefecto,deberíahabercaído
muertohacíahoras.Gilly,queestabamuchomejorarregladoybienpeinado,cómodamente
sentadoensuladodeldormitoriohojeandounperiódico,levantólavistaa tiempo de ver a su compañero hundir las manos en la jofaina reciénllenadeaguayechárselaporlacara.−Vayacara tegastas,McKan–ledijo,moviendocongracia lapuntera
delabota,comosibailarasentado−,yaveoquelamalacaranoessolopor las mañanas. Ni a la hora de comer. En realidad… ¿hay algúnmomentodeldíaenqueno…?−¡La señorita Ferris está en la casa,Gilly, y seguramente, la condesa
viudatambién!-,explotó,comosiculparaotrofueraaaliviarledealgúnmodo−,¿tienesalgoquedeciralrespecto,zoquete?−¡Eh,eh!Sinfaltar,queunocomponeletrasyhacecuentasconrelativa
fluidez –arrugando la nariz pecosa, Gilly se rascó elmentón, tal comosolía hacer cuando quería pensar las cosas en profundidad−, oí algo deunallegadacuandofuialcobertizoapormateriales…peroimaginéqueseríanvisitasparalacondesa.−¿Imaginaste?¿Ynoseteocurrióindagarparasaberdequésetrataba?−¿Yporquédiantresmeculpasamí?Laseñora,ensucondición,recibe
visitas.Lasmujeres son así, ¿qué importancia tienequehayanvenido laseñoritaysumadre?Éstaessucasa.−Pero no estábamos preparados.Nosotros no lo sabíamos –queGilly
nopudiera entender la gravedaddel asunto le encolerizaba todavíamás.Pocaimportanciateníaquesuencononacieradeotrosmotivos,exigíaunmínimodecomprensión−,¿ysilashubierarecibidoDevon?−¿Ese alcornoque sin seso? Jamás le dejarían acercarse a un carruaje
coninvitados–perolachispadeGilly,seencendió−,¿alguienleshadadountratoindebidoyelcondequierenuestracabeza?−No–gruñóJosh,usandolacamisasuciaparasecarselasgotasquele
habíanescurridoporelpecho−.Nohuboproblemaalguno.−Entoncesloquetemolestaesnohabersidotúquienestabaprestopara
verlasllegar–larisilladeGillyinundóeldormitorio−,tranquilo,hombre,nonecesitasganartemáselfavordelconde.Estásapuntodesercapataz.−Noestoydehumorparabromas,Gilly.De un manotazo, Josh abrió el armario de dos puertas y sacó una
camisalimpia,porlaquemetióambosbrazosdelmismomodoqueusaríaparadarpuñetazoscontralasparedes,ideaqueporcierto,yaselehabíacruzadoporlacabeza.−¡Esoesperfecto,amigomío!–Gillydejóelperiódicoaunladoyse
pusoenpie,aunquetuvoeltinodemantenerciertasdistancias−,estanochetenecesitoentuestadomásprimario,asíquenotecontengas.−¿Dequédemonios…?−¿Recuerdastodasesashorasqueheechadotrabajandoenesaruinaala
quellamamoscasadelcapataz?¿Recuerdasquedijequemedejaríalapielporqueibaanecesitarunfavor?Con un resoplido, Josh se calzó unas botas que no tuvieran barro y
metió los faldonesde lacamisapordentrode lospantalones.Seplanteópor un momento mandar a Gilly al diablo. No le costaría esfuerzoenemistarse con alguien más teniendo en cuenta el día que llevaba.Tambiénpodíareusarsedeloquefueraquenecesitarapedirle,meterseenlacamayrogarporqueelagotamientolecondujeraaunsueñodondesusmanos se cerraran con fuerza sobre el pescuezo debilucho de ArnoldCalvin…ytalvez,alrededordelacinturadeClaire.Eseúltimopensamientohizoqueseletensaranciertaspartesdelcuerpo
quenadateníanqueverconeldurotrabajorealizadodurantelajornada.Laverdaderaquecon la iraque lecorríapor lasvenas,noseríadifícilqueselenublaralamenteyconello,cometieraunaestupidezdetomoylomo, como presentarse en mitad de la noche en el dormitorio de laseñoritaydarformaasuspensamientosmásrecurrentes.Talvezentretenersumenteencualquierdescabelladaideaquepudiera
tenerGillyfuerajustoloqueleconvenía,despuésdetodo.−No eres un hombre que deje pasar las oportunidades, está claro –le
gruñó,cruzándosedebrazos−,¿dequésetrata?−Necesitoquemeacompañesaunsitio.−¿Fuera de la propiedad? –Gilly asintió y a Josh le pareció
extrañamente bueno poder poner distancia−. Espero no tener quearrepentirme.−¡Teaseguroquenoloharás!–exclamóellacayorubio,apresurándose
asalirdeldormitorioporsiJoshuapudieracambiardeopinión.
***Conforme salían por la puerta de servicio y cruzaban el jardín, por
detrás de la superficie acristalada del invernadero, Josh empezó a hacerteorías.
EraposiblequeGilly lenecesitarapara repararalgúnerrorcometidocomo descuido, por ejemplo, un eje de carro que se hubiera salido,astillandolarueda,algunaroturadeimportanciaenelestablo,problemasconlaalimentacióndeloscaballos,eincluso,unrepentinodescontrolconalgunode losdemásempleadosqueel joven lacayonopudiera resolverporsucuenta.Comodebíaestaragradecidodemantenerlasmanosylamentepuestas
en cualquier cosa que le alejara de Claire Ferris y su regreso, Josh seprometió a sí mismo que fuera lo que fuera aquello que Gilly habíaprovocado,tendríapacienciayleayudaríaaresolverlo,inclusoaunquelellevaragranpartedelanoche.Sus expectativas, sin embargo, se fueron esfumando a medida que
llegabanalasgrandesverjasdelacasaHoltylastrasponíanparasaliralcamino.−¿Adóndehasdichoquéíbamos,Gilly?–increpóJosh,nerviosoalver
adosbayosatadosjuntoalcastañoquedelimitabalazonadelcaminoqueentrabaalacasa.−No lo he dicho –contestó el lacayo, tomando una de las riendas y
pasándolelasotras−,peronoquedalejos.−¿Yestoscaballos?¿Cómotehasatrevido…?−Esunacuestióndeemergencia,Joshua.Yelcondesiempredicequeen
casodenecesidadpodemostomarloscaballos,¿noesasí?Tomandosusriendas,Joshseaupódeunsaltoalagrupadelcaballoy
lopusoalpaso,mirandodecuandoencuandohacialoslímitesdelacasayviendocómoseacrecentabansusnerviosamedidaquesealejaban.−Empiezoaestararrepentidodeesto.−Yacasiestamos–selimitabaadecirGilly,sinmásexplicación.Después de lo que pudieron ser unos veinteminutos de paseo, quedó
claroque ladirecciónescogidaeraelpueblo.Entonces, lascavilacionesdeJoshuatomarontintesbastantemásserios.QuizáGillyhabíacontraídodeudas de juego (aunque conociéndole, le parecía poco probable) o sehabíametidoenproblemasconalgunodeloscomerciantesconlosqueelcondehacíanegocios.Solíanenviarlemuchoahacercomprasyrecados,ya que a diferencia de Josh, vestía la librea color chocolate como si setrataradeunpañorealyeraafableysociablecontodoelmundo.Laperspectivadepasarlanochereparandoestropiciosseconvirtióen
laideadepasarlaenfrascadoenpeleasfísicasconquienquieraquehubiera
creadoproblemasaGilly.Joshsepuso rígidosobre lagrupadelbayo,unacosaeramantenerse
distraídoyotramuydistinta,darconsushuesosenunaceldadecastigoporescándalopúblico.Jamáspondríaenentredichoelnombredelcondeconuncomportamientosemejante,yqueDiosseapiadaradeGillysi lohabía hecho porque entonces, tras de sacarle del entuerto, le molería apalos.Y después, Josephine acabaría con los dos por semejante
comportamiento.−Sino me dices ahora mismo adónde vamos, daré la vuelta –decretó
Josh,tirandodelasriendasparahacerfrenaralcaballo−,vaenserio.−Nohacefaltaquesigamos,yahemosllegado.Elbarrodelazonadelsuelosehabíaadheridoapartedelasparedesy
losprofundossurcosdejadosporlasruedasdeloscarruajesensusidasyvenidas provocaban que botas y bajos de faldas quedaranirremediablemente marcados de la suciedad que se acumulaba. En unpueblo de campo como aquel, donde apenas había varios comerciosrespetables para hacer encargos, los locales más transitados eran lacantina, de la que salía una musiquilla estridente y que lucía atestadainclusodesdeladistanciaalaqueseencontraban.LamanotrémuladeGilly,cuyacarasehabíapuestoligeramentepálida,
señalóhaciaundestartaladoedificiodetablones,vulgarmentepintadodecolorcerezaqueestabailuminadoconprecariedadporalgunaslucesmalpuestas.AJoshua se ledesencajó lamandíbula,yun sudor frio lebajopor la
espalda cuando los recuerdos se arremolinaron en sumente, escapandodelconfinamientoalqueañosatrás,loshabíasometido.Apenasteníatreceaños,lavezquesupadrelecogiódelbrazoytiróde
élhaciaunlugarcomoaquel,poniéndolesobrelacabezaunsombrerodehombrequeleibademasiadogrande,apestandoaalcoholyvociferandoavoz en grito que ya era tiempo de que dejara de comportarse como unniño. Su madre había empeorado aún más, y el alcohol y las malascompañías,eranlaúnicaformaenquesupadrepodíasoportarlo.Joshuanuncahabíatenidomiedoacasinada,oalmenos,habíasabido
esconderloyenfrentarsealoqueletocabasindejarversudebilidad,peroaquellanoche,forcejeóconsupadreyclavólostalonesenlahierbasecapara evitar obedecer. No sirvió de nada, pero peleó con fuerza, aunque
supodesdeelcomienzoque,estavez,nopodríaganar.Alviejolecausócarcajadasversusintentos.Disfrutódesumiedo.Lo
paladeócomohacíaconellicorenelquetantolegustabagastarlopocoquetenían.−Bastadetonterías,muchacho–ledecía,conlavozajadaporelwhisky
−,vas a convertirte enunhombre comoDiosmanda, ¡es tiempodequeconozcaselcalordeunabuenahembra!¿Quépasa?¿Esquenoquieres?El sonido de la música le golpeó los oídos casi tan fuerte como el
grueso brazo de su padre las costillas cuando intentó escapar. De unempellón, le hizo entrar al local, donde los olores a perfume barato ylicores mezclados casi le provocaron arcadas. Entonces las vio porprimeravez.Aquellas mujeres, pobres desgraciadas que intentaban esconder con
maquillajeyartificiosloajadasqueseencontraban.Picadurasdeviruela,cicatrices,dientespodridosycojeraslerodearon,yJoshquisocubrirselacara con las manos, hacerse más pequeño y desaparecer de sus vistas.Estabasegurodequevomitaría si le tocaban,yentonces, supadreno leperdonaríajamás.Había estado tensandomucho la cuerda, revelarse contra todo era su
maneradeasumirqueelfinaldesumadreestabapróximo.Aquelseríasucastigo, imaginaba, aquella cruel obligación que podría suponerle unamarcadelaquenuncaserecuperaría.−Cumple como un hombre –le ordenó el viejo,mientras su brazo ya
rodeabaaunarollizamujerquelucíaunaenormepeluca−,nosaldrásdeaquí, hasta que lo hayas hecho. No te permitiré desafiarme, muchacho.¿Me has entendido, Joshua? ¿Me has entendido? Vas a obedecerme.Meobedecerás.
***−¿Joshua?LavozdeGilly lehizovolvera la realidad.Unacapade sudorhabía
perladosufrente.Conesfuerzo,controlandolabilisqueselehabíasubidoa la garganta, Josh enterró aquellos recuerdos en el hondo pozo al quepertenecían.−¿Me tomas el pelo?–inquirió,mirandoalternativamente el lugary a
Gilly,sindarcrédito−,¿esteestodoelmalditomisterio?¿Elburdel?
−Noesloqueparece,amigo.−Somos hombres adultos, Gilly. Si quieres dejarte el jornal con esas
mujeresesproblematuyo,¿paraquénaricesmehashechoveniramí?−Bueno…tambiéneresunhombreadulto,nosalesmuchoy…−¿Qué?–enredandolamanoenlasriendas,Joshestuvoapuntodetirar
deellasysaliratodogalopeensentidocontrario−.Yonovengoaestoslugares.Jamás.Deberíassaberlo.Era cierto.Las veces que había deseado abandonar la soledad, buscar
compañía, había acudido al pueblo, a muchachas dispuestas a pasar sutiempoconélsinquehubieratransaccióneconómicaomediadoresentreambos.−Losé,¡noestamosaquípararetozar,porelamordeDios!¿Porquién
mehastomado?−¡Estamosanteunmalditoburdel,Gilly!¿Quéesperasquepiense?−Puedoexplicarlo–comunicó,bajándosedelbayoyguiándolohaciael
lugar,delqueproveníantodasuertedesonidos−,¿vasaacompañarmeono?−Infiernos…ComolaperspectivadedejarentraraGillysololeparecíamuchopeor
queenfrentarseélmismoconsusdemoniosdelpasado,Joshterminóporatarlasriendasdeloscaballosaunvalladocercanoyseguirlelospasosendirecciónalburdelquelesaguardaba.Latensiónquehabíaidoacumulandodesdequedescubrieracualerael
origendeaquelpaseonocturnosealivióunpococuandotraspusieronlaspuertas.El lugar estabamás limpio y era relativamentemás amplio queaquel que recordaba. Incluso parecía acogedor, si a uno le gustaban losmuebles tapizados en colores chillones, el calor sofocante de las velasposadasaquíyalláyelolorcillodeltabacomezcladoconelsudoryloslicores.Laschicas,quepaseabandeunladoaotro,ocupadasonoendistraera
los clientes, tenían mejor aspecto que las malaventuras que Josh habíaconocidoensujuventud.Algunasinclusoeranbonitas,aunquetodas,sinexcepción,teníanenlamiradaaquellaluzfingidaqueindicabaalasclarasqueestarallíyejercersulabornoeraconloquehabíansoñadocuandoeranniñas.Gillyseacercóa labarra,cubiertadevasossucios,yse inclinóhacia
adelanteparahacerseoírporunaseñoradeamplísimoescotesurcadode
lunares, que se apresuró a inclinarse y toquetearle las solapas de lachaqueta con coquetería. Joshua ya iba a interponerse entre aquelladevoradora de hombres y su amigo, que parecía un ratoncillo asustadocuandounajovenselecruzó,haciéndolefrenarenseco.Lamuchacha,queteníaunaprofusacabelleraazabachecompletamente
suelta,vestíaunvestidodescocadollenodebrillosentonosblancoyazul.Losgrandesojosclarosylatezpálidaindicabanqueaquellamelenadebíahaber sido tratada con algún producto que cambiara su color.Probablemente, para hacerlamás exótica. Dibujando una sonrisa en suslabios carnosos, la jovenposó lasdosmanos sobre elpechode Joshua,emitiendounsilbido.−Quemecondenensiestenoesunpremiopocohabitual–leronroneó,
pretendiendoacercarsepara tenerelcuerpomasculinomáscerca−,¿québuscas,guapo?Loseréparati.Josh intentaba levantar la cabeza para ver más allá de la muchacha
morena,cuyaalturaeraconsiderableparasermujer.Másalládelasmesasdonde los borrachos empezaban a tener las manos largas, e incluso através de las parejas que se apretujaban en las esquinasmásoscuras dellocal, incapaces de esperar a tener una habitación libre en la queesconderse,vioaGilly.Estabasubiendounaescaleraatodaprisa.−Joder.−Me encanta darme revolcones con hombres que maldicen como
marineros–susurrólachica,guiandoconhabilidadlamanoderechahacialospantalonesdeJosh−,veamosquétenemosaquí…Él la apartó sin miramientos, provocándole una mirada iracunda.
Obviamente,seteníaasímismaporunodelosprincipalesatractivosdellugarynoestabahechaalosrechazos.−Pertenezco a otra –dijo Josh en tono seco, evitando por todos los
mediosrecordaraquellascariciasdeañosatrás−.Porcompleto.−¿Ahsí?¿Yquéhacesaquíentonces?−Esomepreguntoyo.Sinpararseadarmásexplicaciones,Joshuarecorrióelestablecimiento
en pos de Gilly, a quien había perdido de vista. Con un terriblepresentimiento corroyéndole por dentro, subió los escalones de dos endos,haciendooídossordosalosblasfemosinsultosdelamujerquehabíarechazado, y llegó a un pasillo de puertas arañadas. Todas estabancerradas, salvo una, y desde lejos, pudo distinguir la cabellera rubia de
Gilly, que estaba sentado en una silla, junto a una cama de sábanasarrugadas.Cuandollegóalumbral,Joshsequedóparalizadoante laestampaque
seencontródentrodelcuarto.Suamigoestabahumedeciendountrapoenuna palangana desportillada y pasándolo por la frente de una criaturarubiaquenoquizánollegaraatenermásnidiecinueveaños,porloqueélpodíaver.Lachiquilla,serevolvíainquietaenlacama,tiritandoyechaunovillo.Eratanmenuda,quelospiesnolellegabanalosextremos,pesealpequeñotamañoqueteníaelcatre.−Estámuyenferma–susurróGilly,singirarlacara.−Yaloveo.−Sisigueenestascondiciones,morirá.Nohabíaque jurarlo,dadoel estadodel cuarto.Ropa sucia, restosde
comidasinrecoger,polvo, telarañas…al ladodeaquel lugar, laruinosacasitadelcapatazeratodounpalacio.Cuando Gilly giró el rostro, ceniciento y surcado de preocupación
haciaél,Joshsupoquesumalpresentimientohabíaestadoporcompletojustificado. Se fijó en que su amigo tenía una de lasmanos de la chicaentrelasuyayqueésta,congranesfuerzo,intentabamirarleatravésdelsoporquelafiebrelecausaba.Sepreguntó,enunmomentoderidículacuriosidad,cuándoycómola
habría conocido, y qué habría pasado entre los dos para que su amigosintiera aquella responsabilidad y mostrara semejante delicadeza en suformadeactuaryportarseconlamuchacha.−Debosacarladeaquí,Josh–musitóGilly,enunruego−.Ayúdame.
10Victoria disfrutaba paseando por los jardines de la casa de Kent.
Siempre le había gustado el aire libre y el ambiente distendido y sinpretensionesdelcampo,yadesdequevivieraenSurreyjuntoasumadre.Por supuesto, nada podía compararse a las extensiones de verdor y
maravillosafloradelacasadeHolt,contodosaquelloscaminos,olores,coloresyformasqueconformabanunespacionaturalenelquedisfrutabaperdiéndoseypasandohorasentrepaseos,trabajosdejardinería,lecturayjuegosprivadosconsumarido.Echandounmomentolavistaatrás,Victoriarecordóconfeliznostalgia
aquellos tiempos, no tan lejanos, donde tratara de huir de su inevitabledestino,corriendoporentrelosárbolesyperdiendohastalassuelasdesusbotas de paseo en el camino.Andrew le había dado caza hábilmente, sedijoconcariñomientrasacariciabasuvientre,ydequémanera.Peseasusbellosrecuerdos,elmomentoenelqueseencontrabaenel
presentedistabamuchodeseragradable.Nisiquieraelhechodeescapardelconfinamientode sudormitoriopodíaanimarla,puesvestidade lutorigurosoydel brazode su cuñada,Victoria trasponía el caminoque lasconduciría al carruaje que esperaba para llevarlas, junto al resto de lafamilia y empleados de la casa, al cementerio del pueblo para dar aGreyson,elantiguocapatazdelapropiedad,elúltimoadiós.Elhombre,cuyaenfermedadllevabamesesarrastrando,habíafallecido
lanocheanterior, sumiendoa toda lacasaenuna tristeza insondable.Supresenciahoscayseriaparecíahacersenotaren todos lossilencios,queabundabanenaquellashorasporlospasillosdelhogar.−Aunque es una tragedia que haya sucedido tan pronto –comentó
Victoria,queandabaapasoregularperolento,mirandomuybiendondeponíalospies−,mealegrodequetumadreytúestéisaquí.Claireasintióconlacabeza.ParaJoannahabríasidoimperdonableno
estarpresenteenel entierrodeunempleado tan fielyunidoal condadocomoloeraGreyson.Ellamismahabíadispuestotodoslosarreglosparaelsepelio,yhabíapartidoconAndrewaprimerahoradelamañanahaciaelpueblo.Conloscabellosrecogidosentrenzassobriasysinjoyasniartificios,
ambasmujeresibanrecorriendolaparcelaconpausa,sumidasambasen
sus pensamientos.Harvey, que había trotado con ellas parte del camino,habíavueltosobresuspasos,dispuestoapermanecerenelhogarfamiliar,dondeJosephinehabíaaceptadoquedarseparacuidardelpequeñoCharlesAnthonyhastaqueEleanor,madredeVictoria,volvieraparasustituirla.−¿Teencuentrasmal,Claire?EntiendoquetuafecciónporGreysonsea
mayorquelamía,puestoquehaestadopresenteenestacasadurantetodatuvida,peroparecestandesolada…¿hayalgomás?Claire suspiró, ¡algo más! ¿Por dónde empezar? No habría en todo
Hampshire terrenosuficienteporelqueandarparaquepudieracontaraVictoriacuántoahondabaensuinterior.Deseabadecírselo,porsupuesto,desahogarseconalguienquelaayudaraasoportartodoaquelpeso,perodadaslascircunstancias…−Mepareceunafaltaderespetodejarmeafligirporproblemasbanales,
teniendoencuentaquenosdirigimosaunsepelio.−Espor esomismoquedebespensar enotras cosas–Victoria intentó
sonreírle−, seguimos vivas, y nuestros problemas no sonmenos por elhechodequeunamuertenoshayaasolado.Nopodemosprotegernosdelaspenasmundanas.Claire miró a la lejanía, más allá del invernadero y las cuadras,
preguntándose si Joshua haría acto de presencia en el cementerio oactuaríacomoveníasiendosucostumbre,entrelassombras,ocultoporlaoscuridad y sin contar con nadie. Probablemente daría su despedida aGreyson solo, cuando no tuviera que enfrentarse a ella, dado que supresencialeparecíatancorrosivaymaligna.Cuántoardorhabíandemostradosusojosysusmanosaquellanoche,en
elporchede lacasa, cuántaenajenación.Porunabsurdo instante,Clairehabíapensadoqueibaabesarlaconlafuriadeunanimalalquehasheridoperonohasmatado,arrasándolasincontemplaciones.Habíaestadosegurapor un segundo, pero luego… luego Josh la había desechado,prácticamentearrojándolaal fangoporhaberosadoregresardespuésdequeéllapidarasusilusionesconunpuñadodepalabras.Yellalehabíaamenazadoconestarprestaatomarunesposo.Locual,
sidejabaseguirpasandoeltiempo,severíaobligadaahacer.−Estás asustándome, Claire –Victoria la apremió con un apretón de
manos,mirándolaahoraconelceñofruncido−,sabesbienqueestoydetuparteynoosaríaentrometerme,perosinomedicesnadaysospechoqueocurrealgogravetendréquerecurriraAndrew.
−Oh,Victoria…−Es tu hermano. Un pomposo engreído y mandón también, pero tu
hermano–ypeseasuspalabras,sonrió−,teadora,ysisabequesufres…Diciéndose que más que para aliviarse era para evitar confrontar a
Andrew,ClairedecidióquecompartiríaconVictoriatodocuantopudieradecirle. Después de todo, la joven pelirroja había confiado en ella enaquellosprimerosdíastrascomprometerseconsuhermano.Eranfamiliaahora, estaban unidas más que por lazos de sangre, pues había amistadsinceraentreambas.Claire sabía que no contaba con demasiados oídos amigos que
estuvierandispuestosparaellaenaquelmomento,demodoquenopodíapermitirsedesperdiciarlosdeVictoria.−He…perdidoaBetinaHildegar,miamigamásíntima,acausadeun
malentendidoqueseniegaaver–empezó,dejandoescaparunhipidoqueno sabía que estaba conteniendo−, desde que he llegado he tratado deescribirleperomispalabrasparecentanvacías…ComenzóporelprincipioyrelatóaVictorialosucedidoenlafiestade
cumpleaños,asícomo lapublicaciónde la revistadesociedady todo loquevinodespués.Sucuñadalaescuchóconpaciencia,sininterrumpirla,yunavezClairehuboterminado,laabrazóconcariño.−Estoyconvencidadequeeltiempoyladistancialaharánrecapacitar.−Betina es terriblemente obstinada, Vicky, no tienes idea –se lamentó
Claire−,havividosiempreentrelassombras,comoperdidaenmediodeuna serie de complejos que la hacen estar a la defensiva con todo elmundo.−Incluidatú,porloqueparece.−Nunca hasta ahora. Yo jamás me he creído superior a ella, todo lo
contrario. Sabe desenvolverse mucho mejor que yo en público y haviajadoyvividomásenlaciudad.−¿Entonces cuál es el problema?¿Espocoagraciadade algúnmodo?
Notodosloshombressonsuperficialesybuscanenunamujerbellezayriqueza–Victoria irguió loshombros,orgullosa−,bien sabesquepuedohablarporexperienciacuandodigoqueyonoreuníaniunsolorequisitoparaserunaesposadeseable.−¡Tonterías!Eresperfectaparamihermano.−Sí,bueno…Andrewtienemuchasuertedequelehayaescogidoaélen
lugardeaBernardChamber–Victorialehizounguiñoqueprovocóuna
sonrisaenClaire−,admitoquefueunadecisiónardua.−Betinasiemprehaluchadocontrasímisma.Ensupuestadelargo,que
fueuneventofastuosodondeacudieronpersonalidadesdetodaslasclasessociales,atosigóaloscaballerosparaquelasacaranabailar,porqueteníamiedodequeningunolohicierasiesperabaquetomaranlainiciativa.Victoria asintió, recordando con espanto su propia puesta.Había sido
limitada y sin demasiada pompa, puesto que su familia no podíapermitírselo. No había estrenado vestido y tampoco había imperado lamoda en la celebración, de modo que apenas habían acudido jóvenesdeseables. En aquel momento, se había forzado a fingir que nada deaquello le importaba, ahora, pasado el tiempo, teniendo aAndrewy sushijos, se daba cuenta de que debía estar agradecida de aquel fracaso,puestoquepodríahaberacabadojuntoalapersonaequivocada.−¿Quéocurriófinalmente?−Tuvo que desistir, nadie la invitó a bailar y estuvo a punto de
derrumbarse –Claire suspiró, recordando como ella había empezado anegarbailesporempatíaasuamiga,sinqueéstalosupiera−.Andrewlallevó a la pista y bailó con ella con todo un despliegue de maneras.Despuésdeeso…hubounacoladecaballerosmásquedispuestos.−Mihéroe–Victoriasonrióysusmejillassesonrojaron−,discutirécon
él hasta mi último aliento, Claire, pero jamás dudes que pienso que tuhermanoesunhombreexcepcional.−¿Aunqueseempeñeennodejarteescapardetureposo?−Nomelorecuerdes.Lagranpuertade rejascon laH forjadaempezabaa servisibleenel
horizonte, juntoconlamotaoscuraquepocoapocoiríaconvirtiéndoseenelcochequellevaríaaClaireyVictoriaalpueblo.Conscientedequeelprincipal motivo de sus desvelos no podría ser compartido, Claire sepreguntó qué más podría decir para aplacar la mirada inquieta de sucuñada.Por supuesto, Victoria tenía muy claro adónde quería llevar aquella
conversación.−¿Qué ocurre con el hombre del baile,ArnoldCalvin? ¿Te ha hecho
algunaproposición?−Me ha escrito recientemente. Y estuvo visitándome en mi casa de
Londres.−¡Claire!–Victoriaseparótanderepente,quesucuñadaestuvoapunto
deperderunpaso−,¡teestácortejando!−No,noesasí–perobufódeunaformamuypocoadecuadaparauna
dama,porqueellatambiénempezabaadudarlo−,almenosesperoqueno.Betina jamás podría perdonármelo. En cuanto se entere de que me haescrito,noquerrávolverahablarmejamás.−Claire,escúchamebien.Esloableymaravillosoquedeseesconservar
unaamistadquetienesdesdejoven.Esolohassacadodetuhermano,perollegaunmomentoenlavidadetodamujer,enlaquenopuedeanteponeresalealtadasussentimientos.La joven Ferris enarcó una ceja, comprendiendo que Victoria había
malinterpretadosuspalabras.Claroque,¿quéibaapensar?ArnoldCalvineratodoloqueunaseñoritadesuclasepodríaesperar,culto,bienvivido,aristocrático,conunagudosentidodelhumor,buenasmaneras…inclusoestabacercanoaheredarunbuentítuloyunarentanadadesdeñable.¿Quémás podría querer? Se llevaban bien y él parecía interesado, podríaresultar fácil y cómodo dejarse llevar por la situación y, simplemente,optarporqueotrostomaranlasdecisiones.Su vida sería plácida, pasada entre viajes a la ciudad y estadías en el
campojuntoasufamilia.EstabaseguradequeArnoldnoseloimpediría,si acaso tuviera intenciones serias con ella, entonces, ¿por qué lamortificabatantopensarlo?Larespuestaerasencilla,porquedeentretodossusatributos,Arnoldno
poseíaelquemáscontabaparaClaire, lacapacidaddehacerquesupielardieraenllamasconunasolacaricia.Nopodíalograrquesuvientresecontrajera ante la idea de verlo, que los nervios perlaran de sudor sufrenteo sumerapresenciahicieraquedeseosprohibidosbrotarandesumente.El futuro vizconde Calvin no era JoshuaMcKan, ese hombre hosco,
malhumorado y en constante rabia contra el mundo, el culpable de losmayoresdesvelosytodaslaslágrimasqueClairehabíaderramadodesdeque dejara de ser una niña. Arnold no olía como Josh, el tacto de susmanos, suaves y aterciopeladas, no provocaba nada en ella, su tono devoz,nolaseducía.Y,queDioslaperdonase,sabíaquelosbesosdeCalvinno lograrían jamásperturbarsualmade forma tan íntimacomoJosh lohacía.Noeraparaella, inclusoaunquetodoindicaralocontrario.Claireera
una mujer, y solo un hombre había sido capaz de hacerla sentir así.
Ningúnotrololograría.−Victoria,yonobuscosusatenciones.No lasdeseo–expresópor fin,
apartandotanardientespensamientosdesumente−,elseñorCalvinesunapreciadoamigoque sehaportadoconmigodeuna forma inmejorable.Perodudoqueesofundamentecualquierrelación.−Muchosdiríanquehayunionescimentadasenmenos.−Nolaqueyoquiero.Victoria la miró, suspicaz. Su cuñada no era una niña, por más que
Andrew senegara a tocar aquellos temaspor temor a ver a suhermanacomo la mujer en que se había convertido. Como era reservada y nosiemprepasabatiempoenelcampoconellos,Victorianopodíadilucidarsi la joven estaba ilusionada por otro muchacho que ahora ocupase sucorazón, sin dejar espacio para nadie más, o si por el contrario,únicamente veía el amor con aquel brillo poético y poco real que solíatenerparalosinexpertos.−A veces el amor ideal de los libros no existe, Claire. En muchas
ocasiones, el compañerismo y el buen trato son razones perfectamentesensatasparaaceptaruncortejo–amedidaquepronunciabalaspalabras,elsemblantedeVictoriaseagriaba−,aunquesiquieresmiopinión…−Porfavor,teloruego.Estoyapuntodeecharmeallorar.Compartieronunarisitacómplice,haciendounlevealtoenelcamino.
Frente a frente, Victoria y Claire semiraron, la primera con lamiradabrillantey lasegunda,expectantedeoírdebocadeunamujerexpertasiaquello que ella anhelaba, eso que tan brevemente había experimentado,podíarealmenteexistir.−Cuandomiro a tu hermano cadamañana todo enmi interior parece
cobrar vida, me hace estar atenta a cada palabra que dice, alerta pararesponderle, para presentarle batalla cuando pretende retarme, encualquieraspecto–Victoriasonrió,echándoselatrenzahaciaatrásconunademán−,cuandosonríeyestáalegre, todoenmimundoparece irbien.Séqueesfelizpormí,ycréeme,Claire,ningúnsentimientoesigual.−Eseeselamorquequiero,Vicky.−Querida,eseeselamorquemereces–tomósumano,concariño−,uno
que haga que cada beso te provoque ganas de reír y llorar al mismotiempo. No puedo aconsejarte qué hacer, pero puedo hablarte de miexperiencia,Andrewnoestabahechoparamíenelsentidopráctico,peroenloquerealmenteteníasentido,enelcorazón…éramosuno.Nadamás
importa.Claire no dijo nada, mas no fue necesario. Arnold Calvin no podría
convertirse en sumotivo de ser feliz. Comprendió, por las palabras deVictoria, que por más que fuera fácil o cómodo, jamás sentiría esasensacióndehogarsisecasabaconél.Laúnicacuestiónquequedabaenelaireera,¿estaríadispuestaaluchar
por su imposible amor verdadero, sabiendo de antemano, que era unabatalla destinada a perder?Tal vez aceptar la compañía agradable de unhombre apropiado fueramenos doloroso que toda una vida de soledad,pensandoenotrocuyodestinonolepertenecería.−El señor Calvin le ha escrito a mi madre para informarnos de que
desea hacernos una visita –le comunicó aVictoria cuando retomaron elpaso−,esperaunarespuestasiAndrewestádeacuerdo.−Ytútemesquelepidaformalmenteiniciaruncortejo.−Asíes.Sentimientos aparte,Arnold era un pretendiente bastante aceptable, de
modoqueAndrewnotendríaporquénegarlelaoportunidaddeacercarsea Claire, si no conocía los motivos por los cuales ella no deseabasemejantesatenciones.Llegaronjustofrentealagranrejadelacasa,dondeunlacayoataviado
conlalibreacolorchocolateaguardaba,muyerguido,porellas.Antesdetrasponerlasalidaydirigirsealpueblo,VictoriatomóaClairedelbrazoy la llevó a un aparte, asegurándose de que nadie pudiera escuchar susconfidencias.−Me aseguras tácticamente que tu negativa no tiene nada que ver con
herirlossentimientosdetuamiga,sinoquenacetotalmentedeti.−NodeseodañarmásaBetina,escierto,peroteaseguro,Victoria–yla
miró directamente a los ojos para corroborarlo−, que no hay interésalgunopormiparte enqueel señorCalvin sehaga ilusiones.Nodeseoquesemeimpongaporserconveniente.−Eso no pasará –muy segura, Victoria le dio unos golpecitos en la
palma de la mano−. No debes preocuparte. Yo hablaré con Andrew, ysabréexactamentequédecirle.Aliviada,ClairelededicóunasonrisacomedidaaVictoria,poniendoen
ellatodassusesperanzasdeverseliberadadeaquelposiblecompromisoque parecía flotar en el aire, dificultando todas las relaciones queverdaderamenteleimportaban.ConBetina,conJosh…
Cáseseconquienguste,señoritaFerris.Nuncaseráfeliz.La conocía mejor que nadie, pensó Claire, dejando que el lacayo la
ayudaseasubiralcarruajetrasVictoria,puessuspalabrasescondíanunagran y poderosa verdad, no importaba que esposo escogiera, si no secasaba con JoshuaMcKan, no sería en la vida nadamás que unamujermuydesgraciada.
11Paracuandocruzólaarboledaquecubríadelavistalacasadelcapataz,
Joshteníayalacamisaamediodesabrochar,lostirantesbajadosyelceñomásfruncidodeloqueacostumbraba.Sindirigirunasolapalabraogestoque indicara que había visto aGilly, que llevaba allí trabajando algunashoras,saltóelruinosomuro,dejólacamisacolgadadeunaramabajayprocedió a desclavar trozos demadera podrida de los alféizares de lasventanas.Gilly,quehabíaaguardadotensoaquesuamigoapareciera,levioiry
venirduranteunosmomentos,apilandomadera inservibleporun ladoyseparandolaquepodríareutilizarporotro.Aquellamañana,Joshuanosehabía afeitado, y una sombra negra le cubría las mejillas y el mentón.Tampocoparecíahaberserecogidoelpelocondemasiadocuidado,puesvariosmechones se le escapaban a cada cambio caprichoso que daba labrisa.−DebesdehabertecruzadoconelcarruajedelaseñoraVictoria–tanteó
Gilly,quecontinuabasuluchacontralacantidadingentedemalashierbasquerodeabanellugar−,hasalidohaceunosminutoshaciaelcementeriodelpueblo,conlaseñoritaClaire.SiJoshoyósuvozono,soloéllosabía,puesnohuborespuesta.Conla
mandíbulaaúnmásapretada,McKantomóunmartilloyutilizóunodelossalientesparaempezarasacarlostablonesqueseresistíanaabandonarlafachadadelacasa.Elsudorempezóaescurrirleporeltorsoylaespalda,haciendobrillarsumusculatura,obtenidaabasedemuchotrabajoypocodescanso.−Hayun ambientemuy sobrio en la casa.Noquiero ni contarte en la
cocina,cuandonoshemosreunidolosempleadosparacomer–Gillynegóconlacabeza−,desolador…noesquenoloesperáramos,perounonuncaterminardeasimilar…Elgolpe secoquehizoel alfeizar enmohecidodeunade lasventanas
provocóunrespingoenGilly.Joshusósupesoy la fuerzadesupiernapararomperlasuperficiecuadradaylanzarlacontraelresto,empezandoa plantearse si debía vender aquellamadera o quemarla antes de que sesiguieraamontonandoyprovocaraplagasyaúnmássuciedaddelaqueyatenía para ocuparse. Enmomentos como ese, rendido, demal humor y
sudoroso, casi lamentaba la confianza que le había mostrado Andrew,dejandotodoeltemadelasreformasasujuicioyconveniencia.Molestoporlaactituddesuamigo,Gillylanzóelrastrilloysecruzóde
brazos,mirándoleconunenconoque Joshhabríaobservadodehabersedignadoalevantarlacabeza.−¿Esquenopiensasvolveradirigirmelapalabra?Hastiado de tanta cháchara unilateral, Joshua por fin se irguió,
resoplando.NomiróaGilly,perolavozlellegóclaracuandorespondió.−Ahoramismo,noquieronimirartealacara.Dehecho,habíatenidoquecontenersemucholanocheanteriorparano
romperle a Gilly aquellas facciones de niño bueno que se gastaba. Elcaminodevueltadelmalditoburdelselehabíaantojadoelpeorrecorridoque había hecho en su vida, y eso, que se había largado tan pronto sucompañero de cuarto le había puesto al día de la situación y el absurdoplanenquequeríameterle.Dehaberlosabidoantes…−Todavíanopuedoentenderenquédemoniosestabaspensando.−¿Yo? ¿Y qué me dices de ti? Te diste la vuelta, Josh, sin que te
importara nada –recriminó el lacayo, sinceramente dolido−, ¿es que notienesalma,nicorazón?Dudoqueseaasícomotehacriadotuabuela.Elsonidosecoquehizoelmartilloalcaeralsuelopusoenclaroque
aquellaspalabrassehabíansalidodetodolímite.Conelsudorescurriendoporsussienes,JoshgirómediocuerpoyencaróaGilly,apuntándoleconundedoacusadorquebienpodríahabersidoconsideradounarmablanca.−Niseteocurrameterlaenesto,malditasea.¡Niamídebíashaberme
metido!−Estáenferma,Josh.−¡Esunaprostituta,Gilly!¿Entiendes loquesignificaesapalabra,por
Diosbendito?¿Necesitasqueteexpliqueloquehace?Lasorejasdelmuchachoseenrojecieronyestavez,fueélquienbajóla
vista.DenadahabíaservidoqueexplicaraaJoshcomohabíaconocidoaaquella pobre desventurada, el momento en que sus miradas habíanconectadoyélhabíasentidounaclasedeunión,deconexión,que jamáshabíatenidoconningunamujerantes.Gillynoeraidiota,sabíaaloqueseenfrentaba,perotambiénsabíaquiéneraellaycómoera.Habíadecididonojuzgarlaalaligera,ynosehabíaequivocado.−Nohaynadadeesoentrenosotros,Josh.Nuestrarelaciónnoesasí.
−Caramba,¡nomedigas!¿Nohaydinerodepormedio?−¡Porsupuestoqueno!¿Porquiénmetomas?Yonomeaprovecharía
deunamujerdeesemodo.Admitoquefuiaeselugar…bueno…¡tuveunmomento de debilidad de carácter! Pero al verla, tan joven y frágil…simplemente no pude.Me di cuenta enseguida de que estaba enferma yyo…−Gilly…escúchamebien.Esunnegocio,¿deacuerdo?Ladueñadeese
lugar sabe qué tipo de chicas buscar para atraer a sus clientes, y tudamiselaenapurosnoesmásqueeso,partedelnegocio–Joshintentóquesuspalabrasnofuerancrueles,peronoconocíaotromododeexpresarlas−,mealegrosinotehasacostadoconella,tantoportudinerocomoportusalud,perodebesdejardevisitarla.Olvídala.−¿Deverdadesesoloquepiensas?¿Deverdadlacreescapazdefingir
supropiomalparaatraerme?−¡Nopuedocreernada,nolaconozco!Ytútampoco,malditasea.−¡Yolaconozco!Sésunombre,elcualnisiquieramehaspreguntado,
séporqué tienequeestarahí,aunqueesenoessudeseo.Ysé–Gillyseacercóunospasos,encarándosecomopocasveceshabíahechoensuvida−,queno llevael tiemposuficientenihecho losméritos adecuadosparaquesuenfermedadestérelacionadaconlanaturalezadeesetrabajo.Intentandocontenersubrío,Joshsepasólasmanosporlacara,tratando
portodoslosmediosdeponerseenlapieldelestúpidodesuamigoporunossegundos,aunquesinéxito.Élteníaporaquellasmujereslaclasedeprejuiciosymiedosqueunniñopocopreparadoasumecuandoseenfrentaa loqueélhabía tenidoquepasar.Entrar alburdel lehabía revuelto lasentrañasdelapeormanera,yverelestadodeaquellamuchachalehabíatraídoalamentelaspicadurasdeviruela,losdientespodridosyelhedoracarneenfermadisfrazadadelentejuelas.PensarqueGillyhabíapasadohorasde su tiempoallí,metido enuna
mentira o quizá haciendo algo que él consideraba misericordioso,escapabaasucontrol.Joshua era un hombre acostumbrado a obedecer órdenes que le
parecíandadasconacierto.Ayudabacuandolacausateníasentidoparaélyrenunciabaaaquelloqueescapabaasucontrol.Almenos,encasitodosloscasos.−Nosoyunmalnacidoajenoalmaldelmundo,Gilly–ledijoporfin−,
peronopuedessalvaraesachica,porquenohaynadaquepuedashacer
porella.−Ladueñadelburdelestádispuestaadejarlairsiselepagalacantidad
quehaperdidoeltiempoquellevaenferma–estavez,eltonorojizollegóasusmejillas−,escomodosmesadasdelacayocompletas.−¿Intentasdecirmequeestásdispuestoacompraraunamujer?−¡Cómoseteocurre…!−Esunaprostituta–repitióJosh,pensandoquequizáasí,laideacalaría
hondoenGilly−,denoestarpostradaencamaganándose tu compasiónejerceríasuprofesiónacambiodedinero.−Peronolohahecho.Llegóenferma,nisiquierahapodido…−Esoesloqueellatehadicho.−Bien, pues yo la creo, Josh. Es una cuestión de fe y la mía es tan
grandequesoycapazdecreerenunDiosquenoveoyquenosproveedetoda esta grandeza que tenemos alrededor –Gilly caminó otro paso,mirándole con ojos implorantes−, no pretendo que te conviertas enalguien cercanopara ella, ni quehagas turnos junto a su camamientrasrecobralasalud,solotepidoquemeayudesamí,comoamigo.Yaveréyocomopagártelo.Elamoreraalgoprofundo,pensó Joshpara símismo,con lamirada
clavada en el gesto de ruego deGilly. Algo oscuro, dañino y capaz dedestruir a un hombre. Quizá su amigo tenía razón y aquella pobredesgraciadahabíatenidolafortunadeenfermarantesdequeloshombresdetodalaregiónpusieransusmanossobreella,peroaquellonosuponíaningunadiferenciaparalasgentesdeunpuebloacostumbradoajuzgaralos demás según el lado de la sociedad donde se encontraran. Ella bienpodría haber pasado bajo el techo del burdel una sola noche, que seríaconsideradaunafulanaelrestodesuvida.Igual que él, le dijo una voz en su interior. Por bien planchada que
llevara la librea u horas que pasara trabajando para el conde, era quienera,ylascosasquehabíahechoenelpasado,sinimportarquelosdemásnolosupieran,lemarcabanigualqueaaquellamujer.Nohabríaprotecciónparaninguno,niescondite.Quizáellamurieraen
cuestión de días, o quizá tuviera una recuperación que le permitiera serseñaladaasupasoduranteaños.Encualquiercaso,Gillyparecíamásquedispuestoatenderlelamano,talvezporamor,biensabíaJoshqueeraunsentimiento por el que él mismo habría entregado la vida con gusto, oquizáporesaingenuidadycreenciaenelbienquetodavíaconservaba.
Josheramáscínico,tendíaapensarlopeoryesperarlopeordetodaslassituaciones,porqueasíeracomohabíacrecido,esperandoelsiguientegolpe,lapróximatraición,lanuevapruebaimposibledesuperar.−Porlopocoquevi…esossudoresypalidez…−Podrían ser fiebres −Gilly pateó una piedra, intentandomostrar una
firmezaquenosentía.-Oalgomuchopeor–dijoJosh.−Conmedicinasadecuadascreoquepodrácontrolarse.−Nosabesloquetieneytuplanestraerlaaquíycuidarla.−Miplanessacarladeeselugar,delresto…yameocuparé.−Eslacasadelconde,Gilly,nopuedesmeteraquíauna…−Tú vas a mudarte pronto, el dormitorio que compartimos quedará
libre.Ocuparéelestabloyse lodejaréaella,nadieentranunca,ni tieneporqué,asíseevitaráelriesgodecontagio.Aquelpuntoeramuydiscutible,yJoshnoqueríanipensarenunbrote
defiebres,malariaocualquierotracosa.Pensarenaquellaplagadentrode la casa por culpa de una mujerzuela que no tenía nada que ver conningunodeellos,lollenabaderabia.−Asumiendoque seas capaz demantenerla en ese dormitorio y evitar
contacto con el resto de habitantes… ¿qué crees que pasará cuandorecobre la salud? –si nomoría dentro de losmuros de la casaHolt, locual,tambiéneraunaposibilidad.−Esoseveráunavezestécurada.Todoloquemeimportaahora…es
quenopaseeneseinfectositioniunanochemás.Suspalabraserantansinceras,ysusemblantelucíatantodolor,quelas
pocas defensas que Josh aún tenía, se agrietaron. Le vino a lamente sumadre, enferma de tisis, echada en aquel camastro sin apenas nada quellevarsealabocaninadiequelaatendieracuandosupadreyéltratabandesacaradelantesuestabloenruinas.Niunsolovecinoacudíaaofrecersuhospitalidad o su piedad, por temor al contagio, a la podredumbre y lapobrezaabsoluta.Ni siquiera aquellos que estaban en su misma situación, fueron
compasivosjamás.Élhabríaqueridoquealguienletendieselamanoasumadre,claroque,
como bien solía pensar, si no iban a sacar algo a cambio, ¿para quéhacerlo?−La quiero, Josh –susurró Gilly, venciendo la vergüenza y hablando
conelcorazón−, talveznoloentiendas,ni loaceptes,séquereniegasyme consideras un tonto y seguramente tengas razón, puede curarse ymarcharselejosdemí,pero…¿quélevoyahacer?Noelegíquererla,yno puedo dejar de hacerlo aunque eso me vaya a romper la vida enpedazos.Joshuatragósaliva,sinpronunciarsonidoalguno.Aquellaspalabrasle
eran fáciles de entender. El querer a alguien incluso aunque esesentimientoestuvieradestinadoadestrozartodocuántoerasyposeías,leeramásqueconocido.Convivía,respirabaconél.Eranuno.Tampoco Gilly asumiría las oscuras verdades que él escondía en su
corazón.Ni las aceptaría. Josh podía luchar con tantas armas por hacerdesaparecer su sentir porClaire, comoGilly por aquella joven a la quetantodeseabasalvar.¿Cómonoayudarle,inclusocuandolaesperanzadequeelfinalfueraa
serbuenoeratannimio?−¿Cómosellama?−¿Qué?−La…ella, lamuchacha–explicóalaturdidoGilly−,dijistequesabías
sunombre.−Caroline.Recuperando el martillo de entre la maleza en que había caído, Josh
asintió una vez con la cabeza, decidiendo de repente dejar de lado losprejuiciosquesehabíaninstaladoensumenteacausadesupadreyhaceralgoporaquelamigoalqueapreciaba.−Puesdilequeseprepareparacambiarderesidencia.Ydevida.−¿Vas…mevasaayudar?−Peroseráamímanera–advirtióJosh,muyserio−,ysialgúnmiembro
delacasacorreelmásmínimoriesgo…−¡Te prometo que no, Joshua, lo juro! ¡Dios mío, sabía que no me
dejaríassoloenesto!Sabiendo de antemano que aquello les hundiría en problemas, Josh
decidióvolveraltrabajoantesdeempezarareplantearselaestupidezqueambosestabanapuntodecometer.
***
Yaanochecíaalacabarlajornada,peroJoshuasabíadebuenatintaquesihabíaalguienconunoshorariostanlargoscomolossuyos,sinomás,ese era Andrew. Después de asearse para intentar cuidar un poco laimpresiónqueibaadarleportratarsedeunacuestióndelicada,entróalacasaprincipalpor lapuertade lacocinayanduvoporelpasillohasta labibliotecaquehacíalasvecesdedespacho.Llamóyentrósinesperarelbeneplácitodelconde,alqueencontróde
pieenmitadde lasala.Parecíacansado,ysupelocastaño,normalmentebienpeinado,lucíaahorarevueltoysinforma.Sehabíadesabrochadoelcorbatínnegroy llevaba lasmangasde lacamisablancadobladas sobrelosantebrazos.Losojosdeamboshombresseencontraronyconunsuspiro,Andrew
leindicóquepasaraycerraralapuerta.−Si traes algunamalanoticia, no es elmomento–declaró, y el coñac
queacababadeservirselodejabaclaro−,hoyheacudidoalsepeliodeunhombrequeayudóamipadreaqueesta tierra fuerapróspera.Yese,essolo uno de los muchos contratiempos a los que me enfrento en estosmomentos.−Lolamento,milord.Unamiradadesdeñosa indicó a JoshqueAndrewno estabadehumor
paratratosformales.Él,quehabíaacudidoadespedirsedeGreysonbienentradalamañana,paraevitarquelacasasequedarasinresponsablesunavezlosseñoreshubieransalido(yparaevitarencontrarseconClaire,porsupuesto),comprendíaelpesarqueserespirabaenelambiente.Puedequeelviejocapatazfueraunhombreagrioydetratodifícil,pero
habíasidountrabajadorincansableeincondicional.Sihubierasabidoquelasactividadesdecultivoydemástrabajosdelacasasehabíanparalizadodurantehorasporsuentierro,probablementehabríavueltoamorirse.−Señor…−Y luego está mi madre, Joshua –Andrew dio un sorbo al coñac,
presionándoseelpuentedelanarizconlamanolibre−,queesunaseñorayunamujerejemplar,indiscutiblemente.−Sinlamenorduda–inquieto,Joshempezóacambiarelpesodeunpie
aotro.−Pues bien, con todo y su gran porte de dama, no se le ocurre nada
mejorquedecirme,cuandovolvíamosacasaenunespacioreducidodelcualnopodíaescapar,quepiensaorganizarunacena,aquí,en lacasa,e
invitarapersonalidadesdelacomarca,señorasycaballeros,paracelebrarqueestamosjuntosyenfamilia.Josh sedevanó los sesos intentandoadivinarqué se suponíaque tenía
queresponderélasemejanteinformación.−La…condesaviudaprobablementepretenda…−Yotediréloquepretende,amigomío–Andrewleseñalóconelcoñac
a medio beber−, pretende tener una excusa por la cual hacer viajes alpueblo,pasarhorasprobándosevestidosyescogiendoparafernaliaparalacena. Contando para todo ello, con la inestimable colaboración de miesposa,queensuestado,deberíaestarreposando.−Comprendo,milord–mintióJoshcondescaro.−Pretenderánqueyofinjaquenomedoycuentadequetodoestonoes
más que una vil treta orquestada por mí querida madre y mi adoradasuegraconelfindequeVictoria,migranamor,ignoreporcompletomissabiasrecomendaciones.De un golpe seco, Andrew dejó el vaso sobre la licorera,mirando a
Joshcon losgrandesojos castaños abiertosdepar enpar, seguramente,esperandoelveredictoasusacusaciones,algoque,porprincipios,McKanjamásdaría.Paraél,losasuntosrelacionadosconelinteriordelacasadelcondeerancomoelhumodeunafogata,sedisipabanenelvientomuchoantesdequeunopudieraverloscontodaclaridad.−Victoria nunca habría aceptado una reunión social de damas para
conmemorarsuestado,tuvoquepasarlaconCharlesAnthonyyodiócadasegundo–seguíaAndrew,másparasímismo, ignorando lapresenciadesunuevocapataz,quedeseabahuirdeaquellugardeinmediato−,unacenaexigirámásdesarrolloy trabajo,eselplanperfectopara romperconeltansaludablereposoqueyo…−Niéguese –soltó Josh de pronto, cansado de la diatriba−.Usted es el
conde,tienetodoelpoder.Digaqueno.Alzando la ceja, Andrew se acercó y palmeó el hombro de un muy
sorprendidoJosh.−Cuandotengasesposa,amigomío,comprenderásporquéelpoderde
un hombre no es, en realidad, más que un mito inventado por algúnsoltero.JoshuaimaginabaqueAndrewsereferíaa losprivilegios íntimosque
perdería si se mostraba intransigente, pero nada en el mundo podríahacerletocaraqueltema.
−En fin…¿qué te trae por aquí? Imagino que no has venido para oírmisproblemasconyugales.−Ylamentolapartequeahoraconozco,señor.Andrew soltó una risita, animándole con un gesto a que hablara.
Carraspeando,Joshpensóquelamejormaneraseríairdirectoalgrano,como cuando uno se rompía un hueso y había que colocarlo antes deestabilizarlafractura.Ungolpeseco,directo.−Señor…sabeque,normalmente,pidoquelatotalidaddemissalarios
seentregueamiabuela,yaqueellaadministramuchomejorqueyotodosesosasuntos–Andrewasintió,sindecirnada−,megustaríasabersiseríaposiblequemeentregaraamí,unadelantodelapróximaquincena.Ahora.Andrew le dedicó unamirada suspicaz, intentando dilucidar si habría
algúnproblemaquerequirieradesuintromisión.−Josh…¿haocurrido algopor lo quenecesites dinero conurgencia?
¿Algorelacionadoconlasaluduotracircunstanciaenlaqueyopudieraayudarte?−Con todo respeto, señor…se tratadeunasuntopersonal–y tratando
desuavizarsuincomodidad,dijo−,peronadadeloquedebapreocuparse.Conunasentimientoparco,Andrewseacercóalamesaparapreparar
elpagoinmediatoporunasumaquerondaralamitaddelsalario.Aquellole extrañaba, puesto que sabía bien que su joven empleado no era unhombre de grandes gastos y ostentaciones,motivo por el que JosephinehabíaoptadopordarleaaqueldinerounasalidamuchomásproductivadeloqueelmismoJoshuapodíallegaraimaginar.Porunmomento,seplanteótantearsielmuchachoalgunavezsehabía
interesado por saber lo que su abuela hacía con aquellas cantidadesganadas con tanto sudor y esfuerzo, pero imaginaba que para Josh,cualquierdecisióntomadaporJosephineerabienrecibida,ydadoqueélhabíaprometidoguardarsilencio,selimitóaorganizarsuspapeles,abrirelcajóndesumesayextraerdeélloqueselehabíapedido.−Muchas gracias señor –dijo Joshua, claramente inquieto, al tomar el
dinero−,noespropiodemísolicitarpagosadelantados,perosetrata…Andrew alzó la mano con un gesto afable en el rostro. Conociendo
como conocía al hosco nuevo capataz, imaginaba lo que debía suponerparaélacudirasolicitaraquelpréstamo.Leapreciaba,yportantonoseloharíamásdifícil.−Nopretendoexplicacionesdetusasuntos,Joshua.
Conungesto de la cabeza,McKan abandonó la estancia yAndrew sequedó sentado en su silla, mascullando la sensación de que estabanocurriendo bajo su techo eventualidades de las que él, no parecía estarenterándose.
12ElrelojdesumesatocólamedianocheyClairelevantólavistadelas
escasaslíneasquehabíaescrito.Soltólaplumayserascólosojos.Estabaagotada,perodormirseríaimpensablesinolograbacomponeralmenosunasfrasesqueenviaraBetinaporlamañana,cuandounodeloslacayosdelacasasalieraaLondresconelcorreo.Mirando a su alrededor, a aquel dormitorio en penumbra que tan
acogedorlehabíaresultadoantañoytanvacíoparecíaahora,Clairecontóhastacincoarrugadosintentosdecartaquenohabíanprosperado.Elqueteníadelantenoeramuchomejor.Palabrasvacíasysinsentidoquenitansiquieraellasecreía,¿cómolograrquesuamigavierasinceridadenellascuandoenpocosdíasrecibiríanaArnoldCalvinbajoesemismotecho?Incluso si Claire lograra hacerle llegar la carta antes de que la visita
fueraunhecho,tanprontoelfuturovizcondepusieraunpieenKent,todossus intentos se irían al infierno. BetinaHildegar estaba empeñada en suamor por Calvin, y todo acercamiento que éste intentara con Claire,aunquesolofueracasual,aumentaríaladistanciaqueyareinabaentrelasdos.Decidiendo que nadamás podría sacar en claro aquella noche,Claire
dejó guardado el tintero y mantuvo la carta a medias en un lado delescritorio,pensandoquequizáalaluzdeldíavieraconmásobjetividadlopocoquehabíalogradoescribir.Yaibaatomarelcandilparallevarloalamesilladenoche,cuandounas
sombrascercanasalacasalaalertaron.Suventanadabajustoalcaminodeaccesoalapuertaprincipal.Cuando
eradedía,Clairepodíaverloscultivos,elestabloalolejosylaextensióndearboledaquecubríalapropiedadhastalasrejasdeentrada.Ahora,conlalunabrillandoenlaoscuridaddelanoche,nohabríapodidoatisbarelacercamiento de aquellas sombras si éstas no hubieran estado losuficientementecercadelacasa.Comounresorte,selevantódelasillayseacercóaúnmásalalfeizar,
entrecerrando los ojos para tratar de distinguir enmedio de la negrura.Parecía que dos figuras, íntimamente entrelazadas, caminaban a pasolento,dejandoatráslaentradadelporcheparaseguramente,encontrarotramásprivadaporlaqueaccederalacasa.Dadoquehabíaoídosubirasu
hermano hacía un buen rato, Claire dudó mucho de que se tratara deAndrew,queabuensegurodormíaconplacidezensucama,alotroladodelpasillo.TampoconingunadelasfigurasparecíaadaptarseaVictoria,unamujer
altaycuyasformasempezabanaredondearsedebidoasuembarazo.No,aquellasombraeramenuda,demujer,sinduda,peropequeñayfrágil.Encuantoaladehombre…unúnicorayodelunaincidiendoenélfue
todo lo que Claire necesitó para identificarlo. No había otro en todaInglaterraconaquelloshombros,niaquelperfil.Elcabelloazabacheylosandaresleresultabaninconfundibles,yporsitodoesohubierasidopoco,los saltos que le dio el corazón al sentir su presencia lo terminaron deconfirmar.Josh estaba deambulando por los alrededores, encaminándose
directamentealaentradadelacocina.Llevabaunamujerrodeadaconelbrazo,delicadaymenuda,probablementejoven,dadoquelaúnicaancianaconlaqueteníarelacióneraJosephine,defiguramuchomáscorpulenta.Elcorazónqueanteshabíasaltadodecontentoahoraseparalizócomo
heridodemuerte.Joshentrabaalacasaabrazadoaunamujer,protegidoporlaquietanegruradelanoche.No había que ser muy listo, ni tener sobrada experiencia en esos
asuntos,paraimaginarlosmotivos.Encolerizada, Claire volcó el tintero, que dejó una mancha sobre la
carta que ya nunca llegaría a manos de Betina, e ignorando que seencontrabaenropadecama,decidiópasarporalto todaslasnormasdeldecoroestablecidasysorprenderinfragantiaaqueldesgraciadohombrecuyoencuentroamorosonoestabadispuestaapermitir.Abriólapuertadesualcobadeparenparyseprecipitóescalerasabajo,
decidida a poner fin a aquella charada de una vez por todas. Si Joshdeseabatenermujeresqueledierancalorenmitaddelanoche,jurabaporsusantepasados,retratadosenlasparedesdeaquellacasa,quetendríaquehacerlolomáslejosposibledeella.
***Mientrastanto,ycompletamenteajenoaqueelmundoestabaapuntode
abrirse bajo sus pies, Joshuamascullaba su repentino afánpor ayudar a
Gilly,rumiandoelarrepentimientoquesentíaparasímismo.Sicreíaquevolverdelburdel laprimeravezhabía sidoun recorrido
detestable, hacerlo con Caroline Higgs subida a la grupa de su cabellohabíaresultadoinfernal.Pesealláudanoquelehabíadadoalachicaantesdeiniciarelcamino,habíatenidoquedetenerabruptamenteaTroqueldosvecesparaquevomitaraenelcamino.Lajovenestabatandébilyenfermaqueapenaslograbasostenerse,cabeceabaymusitabapalabrassinsentidoacausadelafiebre.AhoraquecasihabíanllegadoaldormitorioqueGillyyélcompartían,
Josh prácticamente debía llevarla en brazos, pues andar suponía unaagoníaparaCaroline,quienapenaseraconscientedenadadeloocurridoa su alrededor. Josh casi podía jurar que la chiquilla apenas habíaentendido una palabra cuando le había explicado que se marchaban deaquelinmundolugar.Sacarladeallínohabíasidotareafácil,inclusoconlabolsadedinero
queGillyyélhabían reunido, lamadamedelburdelnodiomuestrasdeestar satisfecha. Susmiradas y gestos una vez Josh le planteó el asuntodejarona lasclarasquequerríaotraclasedecompensación,ademásdeldinero,antesdecederantelapérdidadetanprometedorafulana.−Apenassetieneenpie–habíamasculladoJoshua,deseosodesalirdel
lugarcuantoantes−,nopodríaservirteniparalimpiarelsueloquepisas.La vieja bruja había estado de acuerdo en que era una pena que tan
jovenybonitapalomaseencontraraprácticamentealaspuertasdeunirseal Creador, y había estado conforme con llegar a un acuerdo más…íntimo,siJoshestabadispuesto.Aunqueintentóevitarelascoquelesupusosolopensarlo,Joshestuvo
segurode quedebiónotársele en la cara, pues lamadame se volvió tanintransigente que tuvo que amenazarla con destrozar todo aquel nido desuciedadsinodejaba ir aCaroline.Debía llevársela,y loharíapasandosobrequienfuerapreciso.Finalmente,lamujertomóeldineroysehizoaunlado.Joshnorespiró
hastaqueespoleóaTroquellobastantelejosdeaquellapartedelpueblo,donde el aire de la noche era puro y llenaba sus pulmones. Se habríadejadomatar antesdemeterse en la camadeaquella repulsivamujer,nisiquieraporGilly.Ahora,cruzandoyaelpasillodeladrilloquedabaalosdormitoriose
intentandoquelosbalbuceosdeCarolinenoresonaranenelsilenciodela
noche,Joshsepreguntabaquéibaapasar.AúnfaltabaunratoparaqueGillyacabaransurondaysereunieracon
la muchacha para cuidarla durante la noche. Iba a perder sus horas desueñoporpropiavoluntad,yJoshualosabía.Detodosmodos,ypesealasansias que tenía el lacayo por cuidar a Caroline, no le había dejadoacompañarle al burdel, seguro de que su presencia y sus ansias deconvertirseenunhéroehabríanservidoparaquelascosassedificultaran.Habíapreferidohacerloasumodo,deformadiscretaysininterrupciones.Con algodebrusquedad, dejó aCaroline echada en la camadeGilly.
Ella encogió el cuerpo, tiritando, y apenas pudo abrir los ojos unosinstantes para mirarle. Joshua no tenía ni idea de qué diría si ella lehablaba,puesenmediodetodoelcaminohasta lacasaestabasegurodehaberdejadoclaro,consusgestosyexpresiones,quenadadeaquello leparecíabien.Fuera como fuese, ella estaba allí, enfermay conunpie en la tumba,
perotambiénlomássanaysalvaquehabíasidoposible.Supartedeltratoya estaba hecha, ahora podía desentenderse del asunto y dejarlo todo enmanosdelidiotadeGilly,alquemáslevalíaquelascosasnosepusieranfeas si no quería ver a su adoradamoribunda de vuelta al burdel y asímismo,enlacalleysinempleo.−Gracias–susurróCaroline,sinapenasvocalizar.−Duérmete.Josh permaneció inmóvil en el dormitorio durante unos minutos,
observandocómoelpechodeCarolinesubíaybajaba.Cuandosequedóquietaylospárpadosselecerraron,exhalóelairequehabíacontenidoydecidió que necesitaba poner un poco de distancia que le ayudara asacudirse de encima la sensación de súbito desastre que le habíaacompañadodurantetodalanoche.Recorrió el pasillo en sentido inverso, tanteándose los bolsillos en
buscadealgodetabacoconelquerelajarsumente,ysalióalexterior.Elsonidodelahierbabajosusbotas,elairedelanochemeciendosupeloyelaromaconocidoacampoyfloressiemprelograbareconectarleconlavida,ayudarlearesolverconflictosysentirseenpazconsigomismo.Aquellanoche,sinembargo, tanprontopusounpiefueradelapuerta
quecomunicabalacocinaconeljardín,unamanopequeñaperofirmelecruzó la cara, propinándole una sonora bofetada que le tomócompletamente desprevenido y que a punto estuvo de hacerle perder el
equilibrio.Incrédulo, dejó caer el cigarrillo al suelo y llevándose la mano a la
mejilladolorida,buscóenmediodelaoscuridadalresponsable.−¿Quédemonios…?−Asíqueaestoesaloquetededicasentusratoslibres,¿no,Joshua?Pocoapoco,lafiguradeClairefuevisibleparaél.Comounaaparición
fantasmagórica,lahermanadelconde,vistiendoúnicamenteuncamisónyconlamelenacastañasuelta,lemirabaconunosojosinyectadosensangrequemuybienpodríanrivalizarcon losdesuhermanoensusmomentosmásoscuros.EstabamáshermosadeloquelamenteenfermadeamordeJoshpodía
recordar.Ycoléricacomopocasveceslehabíavisto.Pesealagravioquehabíasupuestoquelepegarasinmotivoaparente,sucuerpolotraicionó,endureciéndosecomosololeocurríaconella.Volverapensarconfrialdadlecostótodasufuerzadevoluntad.−¿Sepuedesaberquéhacelevantadaaestashoras,señoritaFerris?–y
aunque utilizó su tono más educado, la molestia en su voz fue clara−,¡vuelvaasuhabitaciónahoramismo,queestéaquínoesdecente!−¿Decente?¿Ytúmehablasdedecencia,Joshua?¡Tehevistoconmis
propios ojos, abrazando a una mujer y llevándola dentro, a tushabitaciones!¿Loniegasacaso?−No,noloniego.Eslaverdad.Clairecargódenuevocontraél,peroestavez, Joshestuvopreparado
parasujetarlelasmanosantesdequeleabofetearadenuevo.Tardóunossegundosencomprenderqueellaestabamolestaporlasupuestaapariciónde una querida que tuviera relaciones con él.De haberse encontrado enotra situación, sonreiríacondeleite,disfrutandodeunoscelosquesabíanolepertenecían.Porunmomento,pensóendejarlaensuerror,quizásiClairepensaba
que él tenía amantes,mujeres con las que se acostaba, la distancia entreellossehicieraporfininsalvable,peromentirledeesemodo…sehabíaprometidoquenovolveríaahacerlojamás.−¡Estese quieta de una vez! –le gruñó, mientras ella forcejeaba con
ímpetu−,¡pareceunavulgarcampesinaenlugardeunadama!−¿Esoesloquetegusta,Joshua,lascampesinas?–lerespondióClaire,
cuyasmejillasenrojecidasypuñoscerradoseranmuchomenostemiblesde lo que ella pensaba−, ¡te aseguro que puedo arañarte mejor que
cualquieradeellas!Josh lo imaginó por unos segundos, y la incipiente erección que ya
tenía duplicó su tamaño, haciendo que casi tuviera que doblarse por lamitad. Maldita Claire, pensó, si tuviera un mínimo de seso saldríacorriendolomáslejosquepudiera.−Si la señorita consiente callarse y estarse quieta, podría explicarme
conpropiedad.−¿Explicarte?¡Nomehagasreír!Nonecesitosermuylistaparasaber
loqueestápasandoaquí.Con un ligero empellón, Josh la soltó,mirándole de frente.Claire se
echó hacia atrás los cabellos, respirando agitadamente, con el pechosubiendoybajandoacausadelaexcitacióndelmomento.Eralaprimeravez,desdeaquellanocheenelporche,cuandoélhabíaestadoconvencidodequeellanoeramásqueelfrutodesumenteatribulada,queteníanunencontronazotanfísico.Losdoseranconscientes.−Noesloquepiensas–musitóJosh,tuteándolayalzandolamanocon
lapalmahaciaarribacomohacíaconlasyeguas−,déjameexplicarte.−Noprecisoexplicaciónalguna.Tehasextralimitadoentusfunciones.
Traesmujeresdesconocidasacasadetupatrón,¡demihermano,elcondedeHolt!−¡Demoniosmujer,cállatedeunavez!Clairediounrespingodeimpresión,perocerrólaboca.Joshuasepasó
lasmanosporelpelo,contandosusrespiracionesyevitandodecirpalabrahastaqueéstas fueran lasapropiadas.Claroque tambiénpodríaenviarlotodo al diablo y darse un buen revolcón sobre la hierba con aquelladeslenguada,queestabapidiéndoseloagritos.Cálmate Joshua, no hagas ninguna estupidez. No la toques… no la
mires…−Lamujer…la…esamigadeGilly–dijocuándofuecapazdehablar−,
estámuy enfermay vivía en un lugar inmundodonde no habría podidocurarse.Lahetraídoaquíparaayudarleavelarporellahastaquerecobrelasalud.Claire parpadeó varias veces, mirando a Joshua como si esperara
detectar el menor signo de mentira en su expresión. Él asintió con lacabeza,sinapartarlamiradadeella.−Entonces…¿noestu…?
−Noseñorita,noloes.Apesardequeelalivioquesintiófuerevelador,Clairesediocuentade
queibaatenerquecubrirmuybiensushuellassinoqueríaquedarentotalridículodelantedeJoshua,quesehabíacruzadodebrazosyesperaba,atodasluces,queellapresentaraexcusassobresuabruptocomportamiento.Pensar en ello la hizo enrojecer, recordando la forma en que se habíacomportado, increpándole su falta como si tuviera algún derecho parahacerlo.−Bien–selimitóadecir,alzandoelmentón−,habríasidounaabsoluta
faltaderespetohaciamihermanoquetrajerasatus…−¿Mujeres?–laayudóJosh,divertido,acercándosedespacio−.Losé,y
noosaríafaltaralcondeosufamilia.−Esloqueunbuenempleadoharía.−Oh,señoritaFerris,soyunempleadoejemplar.Deesonotengaduda.−Desde luego –Claire alzó cínicamente una ceja, haciendo sentir
inseguroaJosh,queesperabapoderintimidarlaparahacerlahuir−,tengomuypresentelossacrificiosqueestásdispuestoahacerparacomplaceratusseñores.Inclusoservirdejuguete,¿noesasí?−Creoqueesmomentodequeseretire,señorita.Estarde.−¿O qué? ¿Enviarás a otro lacayo a que se ocupe para no tener que
hacerlotú?Malditaseasporempujarmemásalládetodolímite…−No, señorita. Si no se va, esta vez me ocuparé yo mismo. Se lo
prometo.Josh dejó caer los brazos a los lados de su cuerpo, como preparado
para entrar en acción. Claire se dio cuenta del cambio súbito que habíadado la conversación y semantuvo alerta.Había esperado incomodarlohaciendo referencia a aquellaspalabras expresadas con ira tiempoatrás,peroMcKan, como siempre, parecía listo para encajar cualquier golpequeellaleenviara.Ladiferencia,esquenoellaestabadispuestaavolveramarcharsecon
elraboentrelaspiernas.Nipensabapermitirqueéllohiciera.−Éstaesmicasa,notienesautoridadparamandarmeretirar.−Tengotodalaautoridaddelmundocuandotratoconunaniñaincapaz
dedarsecuentadeloqueesmejorparaella.−¡Cómoteatreves!−¡Meatrevo,ClaireFerris,porqueeslasegundavezquetepaseaspor
ahíencamisón,sinqueteimporteundemonioquienpuedaverteosalirtealpaso!−¡Nomehables…!−¿Cómo,Claire,cómonodebohablarte,eh?–Joshrompióladistancia
y la tomó con fuerza de los brazos, pegándosela al pecho y haciéndolaponerse de puntillas al alzarla contra él−, ¿cómo a una coqueta, así nodebo hablarte? Porque está claro que solo buscas llamar la atención,presentándotedeesemododelantedeunhombre.−¿Quéhombre,Josh?–escupióClaire,queapenasintentabalibrarsede
laprisióndesusbrazos−.Yosoloteveoati.McKan sonrió con estupefacción. Qué sorpresa, se dijo, cuando ya
pensaba que nada más en Claire podría enloquecerle, descubría aquelardor que le nacía del mismo centro del pecho. El solo pensar que élestabaconotramujer,elimaginarle…habíabastadoparaquelapequeñahermanadelcondesacaraalasuperficietodolomujerqueera.Dehaberladeseadomás,Joshuahabríaexplotado.−Tenga mucho cuidado, señorita Ferris, o podría confundir esas
palabrasconunainvitaciónademostrarleloequivocadaqueestá.ElbrilloenlosojosdeClairelesecólaboca.Cuandolehabló,lohizo
mirándolecomonuncahastaentonceshabíahecho.−Creíquepreferíasalasmujeresmásexpertas.−¿Ynoloeres,um?–losdedosencallecidosdeJoshsedemoraronpor
aquellosbrazosdesnudos,queirradiabancalor.SentíalateladelcamisóncontraelcuerpoylasfirmespiernasdeClaireapretadascontralassuyas−,¿tuprometidoaúnnotehaenseñadopartedelasmielesdelmatrimonio?−Loharámuypronto.−¿Ah sí? –la realidad de la visita de Arnold Calvin impuso la ira al
deseoqueJoshsentía−,¿yvasapermitírselo?−¿No debería? Después de todo… es muy posible que pronto nos
casemos.−Peroaúnnoeressuesposa.−Tampoco era la tuya cuandome besaste, aunque no significara nada
parati.¿Porquéélmerecemenos?Lapresióndel agarrede Josh se intensificó, y también la cercaníade
Claireasucuerpo.Casipodíarozarlanarizconlasuyaylamiradadelajoven, aunque cálida, estaba empañada por una fiereza que en esemomento, ambos compartían. Josh no sabía si dejarse arrastrar por el
deseo,queleforzabaatumbartodassusdefensas,oporlaincipienterabiaqueempezabaanublarlelarazón.Varias escenas de Arnold y Claire juntos desfilaron por su mente,
provocándolearcadas.Siéllahabíatocado,JoshualeromperíatodosloshuesosdelcuerpoantesdequecruzaralaspuertasdelaresidenciadelosHolt.Eraunapromesaquesehacíaasímismo.−¿Intentasdecirmequeesehombretehabesadocomoyo?−Eso no es de tu incumbencia, Joshua –contestó levantando bien la
mirada−,yquiensabe,quizáaélsilegustevermeencamisón.Fuemásdeloquepudosoportar.−¡Responde,malditasea!–laalzóunoscentímetrosmás,suscarasmuy
juntas−,¿tehabesadocomoyotebesé?¿Tehatocadocomomismanosterecorrieron?DímeloClaire,yquesealaverdad,porquecuandoacabeconélquierosaberexactamenteporquélohago.Durante unos segundos se mantuvieron la mirada, él ansioso por
escucharlasúnicaspalabrasquelesalvaríandebajaralosinfiernos,aúnmásdeloqueyaloestabayella,decidiendoquenopodríamentirenalgoque sabía le causaría un dolor tan punzante como el que habíaexperimentadoellaalcreerlejuntoaotra.Con un leve gesto, Claire negó con la cabeza, despejando las más
funestasdudasdeJosh.−Nadieme ha besado como tú –le dijo en un susurro.Claire llevó la
palmacálidadesumanoreciénliberadaalamejillaligeramenteásperadebarba−,ningúnbesomearrancarájamáselsabordetuslabios.Con el corazón bombeándole en el pecho, Joshua acomodó el brazo
sobreladelgadacinturadeClaire,queseacomodóensupechocomosihubieranacidoparaestarenél.Tragósaliva,sinpoderapartarlosojosdeella, con todo el cuerpo excitado y en tensión. La miró con el almadesgarradaporunamorqueluchabaporenterrardíaadíayque,enaquelmomento,seledesbordabaporlosporosdelapiel.−Entoncesmeasegurarédequenuncaloolvides.Elbesonofuegentil,claroqueellatampocoloesperabadeesamanera.
Conunamanocerradaalrededorde sucinturay laotra sujetándole conhabilidadlacabeza,JosharrasóconlabocadeClairecomounnáufragoquetrasdarbandazosenmarabiertollegaporfinalaplaya.Seabriópasoen su interior, exigiendo una respuesta que ella pronto, aprendió asatisfacer.
Permitió que su lengua se enredara con la de Josh y el latigazo deplacerfuetanintenso,tanbrutal,queestabaseguradequehabríacaídoalsuelo si él no hubiera estado sujetándola. Notaba las respiracionesagónicasqueJoshemitíacuandoseparabaapenasloslabiosdelosdeella,para inmediatamente volver a lanzarse al asalto, dispuesto a arrebatarlehastaelalmaconaquellabocaquenoparecíatenersuficiente.Poco a poco, fue bajándola al suelo, hasta que sus pies descalzos
tocaron la fresca hierba del jardín. Con dedos trémulos y los ojosabiertos, Claire acarició la mejilla ligeramente roja de Josh, cuyospárpadosmorenospermanecíancerradosconfuerza,comosiestuvieraenmediodeunsueñodelquenodeseabaserdespertado.−Losientotanto…−lesusurrólajoven,arrepentidadesuarranquede
ira−,pensarqueotra…−Nunca, Claire, jamás –susurró Josh, dándole pequeños besos en las
mejillas calientes y las comisuras de los labios, hinchados y húmedos−.Erestú.Solotú.Parasiempre.Un jadeo ahogado escapó de la boca de la muchacha, que intentó
pronunciar unaspalabrasque Josh calló conunbeso suave,muchomásdulce que los compartidos anteriormente, evitando que pronunciara unasentenciaquecaeríasobrelosdoscontodoelpesodelasconsecuencias.Bastanteseríayapagarporesemomentodedeliciosadebilidad,pensó
él, agonizando de deseo, con el cuerpo tenso, duro e insatisfecho. Nopodíapermitirseincrementarmásaquelladeuda,opronto,nolequedaríanpedazosdealmaconlosquepagarla.−¿Quévamosahacer?¿Cómovamosasuperar…?−Debescasarte,Claire–lerespondióélasusúplica−,ypronto,porque
sinoyo…−Losdossabemosquenodeseohacerlo.Yquetúnomelopermitirías.−Preferíamorirmeantesqueverlo.De no haber sido su voz tan lastimera, Claire incluso podría haber
sonreídoante las funestaspalabrasde Joshua.Su semblante era eldeunhombrederrotado,agotadodepelearcontrafantasmasinvisiblesalosqueno podía vencer. Con desgana, la fue soltando, apartándose de ella consumadificultad.Unavezelairecorrióentre losdos,él sedio lavuelta,tapándose la cara con las manos para evitar derramar las lágrimas deagoníaqueacumulabaenelalma.−Nopuedoseguirasí,Claire,nopuedo–gruñó,conlavozronca−,es
un tormento peor que la muerte. Por favor… evita que te mire, nopermitasquetetoque…onoséloqueserádemí.Sintió un instante las pequeñas y tibias manos de ella en su espalda.
Esperóoírla intentardeciralgo, insistirenpronunciarpalabrasquesololes harían padecer aún más, pero tan pronto como llegó el contacto,desapareció. Oyó un leve murmullo tras él y supo que Claire, comoaquellaánimaque levisitabaen sueños, comoel ángel inalcanzablequeera,habíadesaparecido.−¿Josh?LevantólamiradaysetopódefrenteconGilly,queveníasaliendodela
cocinaenaquelmomento.Ellacayolerecorrióconlamirada,enarcandounacejarubiadeformainterrogativa.−Jesús,pareceshabervistoalDiabloenpersonaanteti–Joshpensóque
no se alejaba mucho de la verdad−, he ido a ver a Caroline, pensaballevarlealgodecomer,¿tieneshambre?−No.Notengo.−Oye, amigo…no sé cómoagradecer loquehashechopornosotros
hoy.−¿Deverdadquieresaesamujer?–Gillyasintióconfirmeza−,entonces
nopermitasquenadietelaquite.Con esa sentencia, Joshua se perdió de vista, dirigiéndose al establo
dondepensabapasarlanoche,sumidoenlosmásoscurospensamientos.
13Apesardesusdeseos,JoshuasevioobligadoapasartiempoconClaire
muchoantesdeloquehabríaquerido.Dos días después de su fortuito encuentro, Andrew había decidido
tomarselamañanalibreysalirdelapropiedad,ofreciéndoleaWhitish,elsemental blanco, la cabalgada que calmaría sus restantes bríos hasta lapróximamonta.Vestidoconropademontaryvalorando losestragosque la finapero
constantelluviadelanochehabíacausadoenelterreno,Andrewdispusoque,dadoque lasmujeresdeseabanvisitar a lamodista enChartham,élpodríaacompañarelcarruajequelasllevarayproseguirdespuéssupaseoensolitario.−Me gustaría que estuvieras pendiente de ellas durante el tiempo que
pasenenelpueblo–lecomentóaJoshcuandodespuntabaelalba,mientrascepillaba a Whitish y le colocaba los estribos−, sabe Dios quéinconvenientespuedencausartresmujeressolas.−Con todo respeto señor… ¿no podría encargarse Devon? Tenía
pensadoocuparmedelosanimalesyluegoseguirconlasreparacionesdelacasa.AndrewlevantólacabezayclavósusojosenJoshua,cuyamenteeraun
torbellino de ideas descabelladas para verse libre de la obligación depasarhorascuidandocadapasoqueClairedieraporelpueblo.Sehabíaofrecido a ayudar aGilly conCaroline, cuyamejora no parecía llegar,por no hablar del sinfín de obligaciones que ya tenía contraídas, sinnecesidaddeperdertodoundíadandopaseosconmujeres.Además de que no sabría cómomirar a Claire después de lo pasado
entreellos.Aquelbeso…habíaconvertidopartedesupechoencenizasytemíaquepermanecercercadeellalashicieraprendernuevamente.−Joshua, van mi madre, mi hermana y mi esposa embarazada, ¿me
pidesqueenvíeacuidardeellasalnuevolacayo,alqueapenasconozco?Yaquedebotragarconlacelebracióndeesadichosacena,yprivaramiesposadel reposoque tantonecesita,almenosquiero tener laseguridadde que mientras está fuera de mi vista, se encuentra en perfectascondiciones.La culpabilidad por haber intentado urdir una artimaña contra los
deseosdeAndrewhizoqueaJoshletemblaralavozalresponder.−Es…esunbuenmozo,señor.−Podríaestarbañadoendiamantes,quenolepondríaalcuidadodemi
familia. Lleva demasiado poco tiempo trabajando aquí para talresponsabilidad.A su pesar, Josh sabía que él tampocopodría concentrarse en nada si
aquelalcornoquetorpeyreciénllegadoteníaquevelarporlasseñorasdela casa.Solopensarque sedespistaseunosminutos, que lasperdieradevista…Chartham,aunqueeraengranparteunlugaragradableparadamasdebien,nodejabadeserunsitiodepaso,dondeconfluíangranvariedaddepersonas.Cualquier sucesopodríapasar,dañando la integridaddealgunade las
mujeresdelacasadeHolt.−¿Ybien?–Andrewempezabaaimpacientarseantelamiradataciturna
desucapataz.−Estarépreparadocuandolasseñorasgustensalir.Satisfecho, el conde le dio una palmada en la grupa al caballo, que
relinchómuertodeimpacienciaporelpaseoqueseleavecinaba.−Decidido entonces, ¡vamos! –exclamó Andrew, contagiado de la
vitalidadqueelsementalexudabaporloscuatrocostados.Mientrasseponíalalibreaytratabadeluciraseado,Joshuarecordaba
lasdosnochesquellevabayapasadasenelestablo,sinpoderpegarojonidejardepensar.Lasensaciónde teneraClaire rendidaentre susbrazos,conlapielsuaveyresplandecientebajolosdedosyloslabiosseparados,invitándoleadevorarlosconunosbesosqueahoralepesabancomolosassobrelaconciencia,nolehabíaabandonadoniunsolominuto.TampocotrabajarconGillyen lacasadelcapataz ledabasosiego.Su
amigonocesabadecontarleplaneseideasalocadasparaviviraquelamorenruinasqueesperabacompartirconlamoribundaCaroline,queapenaseracapazdecalmarlasedporsímisma.Desdesullegabaalaresidenciade los Holt, la muchacha no había pronunciado más palabra que elagradecimientoque ledieraa Joshpor suayuda,yaaquellasalturas,élempezabaacreerquequizáselohabíaimaginado.Cuando estuvo considerablemente arreglado, bajó del establo y se
personó junto al porche principal de la casa, donde el carruaje estabapreparadoparatrasportaraVictoria,Joanna,yClaire.Eleanor, lamadredeVictoria,habíarehusadoviajaralpuebloacausa
desusproblemasdesalud.Lamujer,peseaquesemanteníaenunestadorelativamente bueno, temía los grandes esfuerzos innecesarios quepudieran impedirle llevar su día a día con calma y sin estragos. Comoestabaacostumbradaavivirdeformahumilde,EleanorLintoncreíaquemandarse hacer un vestido nuevo para una única cena, era uno de esosesfuerzosquenoteníanecesidaddetomar.−Idydivertíos –la oyódecir Josh,mientras pasaba cariñosamente las
manosporelvientredesuhija−,mequedaréconCharlesAnthonyyleeréalgunadeesasnovelasquetumaridohahechotraer.−¿Estássegura?–lacondesa,quellevabasubrillantetrenzarojacogida
conunlazodesedarosaclaroajuegoconsuvestido,lamiróconlacejaalzada−,Andrewfuemuyespecíficoensuordendequegastáramostodocuantopudiéramos.−Ylovamosahacer–dijoJoanna,queenaquelmomentoseuníaala
animadacomitiva−,quetumadrenonosacompañenolalibraráderecibiralgunachuchería.−¡Oh,Joanna!–Eleanorabrióelabanico,conunarisillamodesta−,me
malcriáisterriblemente.−Lotienesmerecido.−Claroquesí–afirmóVictoria, inclinándoseparabesarrepetidamente
lacabezarojizadesuhijo,queempezabaahacerpucherosantelaideadeverpartirasumadre−,lomerecemosporhaberarrancadoaAndrewdelasoltería.Las risas femeninas llenaron el porche, en tanto que Josh, incómodo
como siempre que presenciaba escenas que consideraba fuera de suslímites de empleado, aguardaba tieso comounpalo, con lasmanos a laespalda.Unaauna,lasdamassubieronalcarruaje(Victorianecesitódesuayudaparahacerlo),hastaquelastresestuvieronacomodadas.Cuandocasi respiraba tranquilo, creyendoque laprovidencia lehabía
libradodeunnuevoencuentroconClairequeiríaarañándolelasentrañaspoco a poco durante todas las horas que pasara cerca de ella, la vioaparecer.Llevaba un vestido de color mandarina entallado en la cintura y que
dejabapartedeloshombrosdescubiertos.Sehabíarecogidoelpeloenunrodetequelecaíasobre lanucaysurostro,debellasfaccionessobre lablancaporcelanadesusmejillas,lucíabrillante,sanoyfresco.Eracomounafrutamaduracolgandodeunaramademasiadocercana
comoparaquecualquierapudierapasarlaporalto.−Yaerahora,querida–exclamóJoanna,haciéndoleseñasdesdedentro
del carruaje−, aunque no lo creas, Joshua no tiene todo el día paraperderloconnuestroscaprichos.−Yo… las acompaño con todo gusto, milady –Josh hizo una venia y
sostuvo abierta la puerta del carruaje mientras extendía la mano paraayudarasubiraClaire−,mesientohonradoensucompañía.Condedostemblorosos,Clairepusolamanosobrelapalmahúmedade
Joshua y sus miradas apenas se encontraron. Aupándose con prisa, lajoven Ferris se pisó el bajo del vestido y estuvo a punto de caer sobreVictoria,queestirólosbrazosparasujetarasucuñadayevitarlacolisión.Claire tratódeerguirse,yel resultado fuegolpearse lacabezacontraeltechodelcarruaje,quesebalanceóconlevedad.−¿Está bien señorita? –Josh metió medio cuerpo en el interior del
vehículo,conlascejasalzadas−,¿sehahechodaño?−Hija,porDios,¿quéocurrecontusentidodelequilibrio?Mortificada, Claire Ferris tomó asiento con la espalda muy rígida y
solomiróalfrente,tratandodeignorarportodoslosmedioslasmiradasinsidiosasdesumadreyVictoria,asícomolaperpetuavigilanciadeJosh,quedebíapensarqueeraincapazdemoverunpiedelantedelotroporsímisma.−Estoyperfectamentebien.Vámonos.Conladudapintadaensucaramorena,Joshuacerrólapuertezuelayse
aupódespuésalasientodelconductor,dadoquepensaballevarélmismoaloscaballoshastaelpueblo.Los espoleó ligeramente, haciendoque se pusieran enmarcha con un
suave traqueteo. Tras ellos, acercándose a gran velocidad, Andrewgalopabaa lomosdeWhitish,conunfelizHarveypisándole los talones.CuandollegóalaalturadeJosh,elconderedujoelpasoylededicóunamiradaparallamarsuatención.−Estaréporlosalrededores–exclamó,manteniendoelportedistinguido
que solounhombre acostumbrado amontar desde temprana edadpodíatener−,nolaspierdasdevista.−Lasprotegeréconmividasiespreciso,señor.Andrew sonrió, dedicándole una mueca desdeñosa que dejaba a las
claras que no creía que aquello fuera a ser necesario, pese al tonosupremamenteserioylaexpresiónhoscadeJosh.Tocándoseelsombrero
conunamano,redirigiólospasosdelcaballoparaapartarlodelarutadelcarruaje.−Buenasuerte–ledijoavivavoz,galopandoluegofueradeloslímites
desustierras,consufieldálmatacorriendoatodavelocidadensuflanco.Encuantoempezaronadejaratráslazonaboscosa,consusbarrizales
que remarcaban el paso de las ruedas del carruaje, el paisaje fuetornándoseligeramentemásurbano.Chartham,sibiennoeracomparableaLondres,consus tiendasvariopintasysusplazasampliasydecoradas,eraunlugarapacibleyprovistodetodasaquellasfrusleríasquelasdamasdelasociedad,afincadasenKentpormotivospersonalesuobligatorios,pudierannecesitar.Valorando rápidamente las diferencias entre aquel lugar y el lado
opuestodelpueblo,másalládelaarboledaquedabaaHampshire,dondeseencontraban las cantinasyelburdel, Josh sepercatóunavezmásdelenormecinismoquereinabaentrelasdistintaspersonasqueconformabanlosestratossociales.Aquelloscaballerosdebien,quelucíansusimpolutostrajeseibandelbrazodesusesposas,noteníainconvenienteenpasarelrato retozando con alguna ramera barata en un lugar demalamuerte ypestilencia, siempre y cuando, éste estuviera lo suficientemente lejos, enunazonaapropiada,yquenadatuvieraqueverconelrestodeactividadesquehacíanensudíaadía.ComoempleadodeunestabloenunazonaajadadeLondres,Joshhabía
visto a damas y caballeros dejarse imbuir de la atmósfera rancia conmucho agrado, siempre que tuvieran la seguridad de que nadie de suentornocomúnlosabría.Unavezrecorridalaavenidaprincipal,hizofrenaraloscaballosdetiro
ybajódeunsaltodelcarruaje,colocándoselasmangasdelalibrea,quesehabía subidohasta el codo, y abriendo laportezuelaparaque lasdamasqueescoltabapudierandescender.Ayudó primero aVictoria y luego, a Joanna. Claire bajó la última, y
Joshua no pudo resistir elmantener sumano sujeta durante unos pocossegundosmásdelonecesario.−Bien, creo que deberíamos dirigirnos a la modista antes de hacer
cualquierotracosa–opinólacondesaviuda,recolocándoseelsombrerode paseo y ajustándose los guantes−, una vez decidamos el color delvestido,comprarlosaccesoriosparadecorarlodeberíasermásfácil.−Debería ser –musitó Victoria, que tomó el brazo que su suegra le
ofrecía, mirando los distintos puestos y toldos de las tiendas condesasosiego−,nuncahehalladoplacerenlascompras.−Bueno, querida, sin duda lo hallarás estando fuera del alcance del
controldemiamadohijo.JoannalehizounguiñoyVictoria ledevolvióelgestoconunarisita.
AunquenoqueríaabusardesusuerteyhacerenfadaraAndrewmásdelonecesario,síqueestabamuydeacuerdoenhacerlever loerróneodesucomportamientoconsalidascomoaquella.Solodepensarenobedecerymantenerse en reposo absoluto durante meses, las ganas de tomarsemedidasyescogertelasparecíanaumentar.Joshua iba siguiendo la comitiva en absoluto silencio. Vigilaba cada
pequeñopasoquedabaClaire,queseguramenteeramuyconscientedequetenía la mirada oscura de él clavada en la nuca. La muchacha, que ibaapenasunospasospordetrásdesumadreycuñadanoparecíamuyalegreantelaperspectivadegastarpartedelafortunadesuhermanoenvestidosy lazos, sinoquesedistraíacon facilidadmirando lasdistintasopcionesqueaquelpueblocomercialteníaparaofrecer.AcostumbradaaLondres,JoshestabasegurodequeClaireencontraría
Charthammásquedeficiente.Algoenloqueélestabadeacuerdo.Nadaestaríanuncaasualtura.Victoria y Joanna cruzaron el umbral de una tienda grande y cuyo
escaparate estaba abarrotado de maniquíes luciendo encajes, sedas ysombreros de día de todas formas y colores. Inmediatamente, lasexclamaciones de la dueña del establecimiento fueron tan audibles quealgunostranseúntesdetuvieronsuspaseosparaecharunvistazoyverquéestaba ocurriendo. Josh tuvo quemorderse la lengua y evitar responderconimproperiosquehabríanofendidoalasseñoras.La presencia de la actual condesa y de la madre del conde formaría
revueloscomoaquelencada lugardondedecidierancomprar,dadoqueeran,seguramente,lasdamasdemásaltaposiciónqueseencontrabanenKentenaquellosmomentos.Decidida a seguirlas, Claire se dispuso a entrar a la tienda, pero no
calculó la alturadel escalónde la entradayvolvió apisarse el bajodelvestido, provocando que todo su cuerpo se inclinara hacia adelante.Emitiendounlevegrititoanteelgolpequeseavecinaba,Claireseveíayaechada en el suelo de cualquiermanera,mas su cuerpono llegó a caer,pueslosbrazosfuertesdeJoshualaalzaronalvuelo.
−¡Claire! –exclamó Victoria, acercándose a toda la velocidad que suestadolepermitía−,querida,¿estásbien?¿Tehashechodaño?Entantolamodistasedeshacíaendisculpasanteeltremendoincidente
que se habría podido producir, la aludida no podía decir ni una solapalabra. Aturdida y llena de vergüenza, tuvo que soportar que Josh laalzaradel escalónhastadejarla a salvodentrode lasdependenciasde latienda,yquelahicieragirarlacaraalosladosparacomprobarquenosehubierahechodañoalguno.−Estoybien–leregañó,intentandoapartarsusatencionesfraternalesde
ella−,sinoestuvieraspisándomelostalones…−De haberme alejado ahora estaría tendida en el suelo, señorita –le
respondió,cruzándosedebrazosanteella,comoretándolaaapartarsemásdemediometrodeél−,esimpensabledejarlaandarsola.−¿Acasocreesquesoyincapazdevalermepormímisma,Joshua?−Estelugar,aunqueseleparezca,noessuambiente–asupesar,aquella
eraunaverdadqueescondíamásdeunainterpretación−,eslógicoquenosepamoverseporél.−Escúchamebien, yo puedo desenvolverme donde guste sin elmenor
problema.−Noesesoloquemehaparecido,señorita.−¡Claire! –Joanna se abrió paso, dejando atrás a la ofuscadamodista,
queinsistíaenquelasmedidasycancanesseríanregalodelacasa−,hijamía,¿quétesucedeestamañana?Parecequetehayascalzadodoszapatosizquierdos.−Joshuaestabaenmedio,madre–acusóella,sinimportarlequeaquello
leacarrearaconsecuenciasalantipáticocapatazcuyamiradaairadahabíatenidoquesoportardesdequesalierandelapropiedad−,supresenciameponenerviosa.Éllevantóunaceja,recordandolobienquesehabíasentidoClaireensu
presenciasolodosnochesatrás.Guardóunsilenciosepulcral,alzándosecuanaltoera,hastallegarcasiarozarlaseleccióndeplumasdecoloresqueadornabaneltechodelestablecimiento,soloparaintimidarla.−Bien… esperemos que en este espacio reducido puedas andar sin
tropezar con nada –musitó Joanna, intentando que la situación no lahicierareír−,bastantetengoconmantenerelvientredeVictorialejosdelcontactodelasfigurasdeporcelana.−Locualagradezcomucho–declarólaaludida,queyaestabacolocada
sobre una de las peanas demadera labrada sobre las que lemedirían eltalleparalascosturasdelvestido.−Joshua,siéntetelibrededeambularporelpueblo.Estonosllevaráun
buenrato,ydudoquequieraspresenciartodoelprocesodeconfeccióndelostrajes.Él asintió en dirección a la condesa viuda, poco dispuesto a quedarse
dondeestabaenelmomentoenquelasdamasempezaranadesvestirseysequedaranenropa interiorparaprobarsecuerposdevestido, faldasdetulyencajesvarios.Antesdedarsemediavueltaysalirdelatienda,clavóenClaireunamiradaacusadora,apuntándolaasuvezconundedo.−Hágaserecortaresadichosafalda–leordenó,mirandolatelacomosi
deseara desgarrarla con sus propiasmanos−, quizá así pueda andar conpropiedad.Seguro de que ella querría maldecirlo por su atrevimiento, Josh se
apresuróasalirdelatiendaydejarlasirasdeClaireatrás,satisfechoconhaberprovocadoenellalareaccióndeseada.Haciendo caso al ofreciendo de Joanna deHolt, echó a andar por las
callejuelasdeChartham,mirandode reojo losescaparatesde las tiendasde dulces, bolsos y zapatos con que se iba cruzando.Recordaba que, aligual que a la actual condesa, a él nunca le había supuesto un gustoespecial el gastarse dinero en cosas como aquellas, por mucho que enciertasocasionesfueranecesario.Recientementehabíaderrochadounagrancantidaddemonedas,acausa
delaempresaqueGillyhabíaemprendidoconsuayuda,ysibiencontabaconelexcedenteenlosbolsillos,ningunodelosartículosconlosquesecruzabaeradesuagrado.Se detuvo unos momentos ante una sombrerería e imaginó por unos
instantes que vencía la vergüenza de cruzar su entrada y solicitaba a ladependienta,unamujerentradaenañosqueenaquelmomentoretocabaunvelo de encaje, que le dispensara algunas cintas para el cabello de unadama.SeruborizóalimaginarseatandoconsusdedostorpesyásperostandelicadoslazosenlossedososmechonesdeClaire,quienensumente,nollevabapuestonadamásqueaquelobsequiopagadodesubolsillo.Todosucuerporeaccionóantetalestampa,haciéndolesentirincómodo.Algún día… quiso decirse, por más que supiera que era del todo
imposible.AntesseríaGillyfelizconsumujerdelacallereconvertidaenseñoritaqueélpodríapermitirsedarregalosaClaireconlasintenciones
ocultasdeunamante.Noteníaderecho,pormásquelahubieratocadoenciertasocasiones,aaspiraranadaquenofueravigilarestrechamentesuspasosycuidardequenielmismoairequeazotabaloscamposladañara.Continuó caminando cabizbajo, tratando de apartar de su mente todo
aquello que nunca podría poseer, cuando sus pies llegaron hasta elextremo de la zona cubierta por tablones, que hacía las veces de paseoparalasgentequeibanyvenían,ysetoparonconunsenderoenlodadodeunos cuatros metros, tras el cual se levantaban unas gruesas tablas quedabanformaaunimprovisadoestablodentrodelcual,variosejemplaresdecaballosmovíansuscrinesbajoelsol.Atraído por el sonido y el olor de los equinos, Joshua se acercó,
dándosecuentadequeelvendedor,unhombrecilloatodaslucesitineranteque vestía un traje blanco impecable, trataba de convencer a un orondocaballerodequeañadieraasucolección,probablementeyamuyamplia,algunodeaquellosejemplares.−Pormipalabraledigo,señormío,queensuvidaverácriaturascomo
lasqueaquíleofrezco,¡porfavor,noseprivedeposeerlos!Joshua, que era un entendido, supo enseguida que al menos dos de
aquellos animales, estaba enfermo de gravedad. Uno cojeaba y el otroparecía tener problemas de visión, a juzgar el modo en que se movía,lento y siempre pegado a los tablones, como si buscara algún punto deapoyodelqueservirseantelafaltadeunodesussentidos.Sielprecioqueelvendedorpedíaporelloseraelrotuladoeneltablón
clavado justo delante de la cerca, no cabía duda de que se trataba de untimo.Ya iba a darse la vuelta, siguiendo los pasos del caballero, que había
rehusado la compra, cuando un sonido de mucho más brío llamó suatención.Alzandoelcuello,Joshuasediocuentadequehabíaotracerca,bastante más pequeña, detrás de la primera, donde se encontraban loscaballos enfermos.Medio escondida por un carruaje de segundamano,apenaseravisibleparaquienespasearanporaquel lugar,perosusoídosestabanacostumbradosa loscaballos,ynisiquieraaaquelladistanciaelruidodeloscascoslepasódesapercibido.Dejandode lado lasexclamacionesdelvendedor,quebuscabaaquien
estafar, saltó por encima de la montaña de tablones desechados y seaproximóhastaelcercadopequeño,viendoantesíunimponenteejemplarruanoespañol.Desdedondeestaba,Joshcalculóquepasabaconcrecesde
los dosmetros de altura. Tenía las crines espesas ymuy negras, y unallamativamanchacabezademoroquelellegabahastalasorejas.El imponente animal, que bufaba y cabeceaba, alzaba los cuartos
traseros,golpeandolaarenaenlodadaconloscascosdelaspatasdeatrás,alborotando la melena y mirándole como si estuviera midiendo lacapacidaddeJoshparaacercarsemásodarselavuelta.Sintiendo que el corazón le daba un vuelco en el pecho al apreciar
aquelloscolores,aquellapurafuerzafísicaenmovimiento,laspalmasdeJosh se abrieron poco a poco, como si temiera que sus puños cerradospudieranserinterpretadosporelanimalcomounintentodeagresión.Labestia,perfectaydeformidablebrío,nocejabademirarleconlasorejaslevantada,piafandoyremoviéndose.−Meestásadvirtiendo,¿noesverdad?–susurróJosh,sonriendo−,pues
nomedasningúnmiedo,amigo.La belleza del caballo, su porte poderoso, le trajeron a la memoria
recuerdosdetodosaquellosotrosquehabíacuidadoytratadoalolargodesuvida.Losanimalesdelconde,deexcelentecategoría,mimadoshastaellímiteexacto,entrenadosycriadosconmanofirmeperoamable.Ylosdemás…losquedejabanensuhumildeestablodurantehoraslosseñoresque difícilmente podrían encontrar alojamiento mejor, algunos, apenascapacesdesostenersesobresuscascos,yotros,frutodemezcladerazasdesafortunadas.Perohabíaunoenespecial…unoqueJoshuahabíaqueridoyprotegido
más que ningún otro. De un tono alazán y casi del mismo tamaño queaquel que tenía en frente, lo había criado desde casi potro, y era el queexhibía y mostraba como reclamo para garantizar a los amos que suhumildecuadraestabaalaalturadeldineroquepagabanporsuuso.Esehabíasidoelúnicoanimaldesuposesióndurantesuvida.Elúnico
realmentesuyo,hastaquenohubomássalidaquevenderlo.−Vamospadre,porfavor,puedocuidardeél,¡nocomeréyosiconeso
puedosostenerelgastodesualimento!Elviejolohabíamiradoconalgoparecidoalalástima,mientrastiraba
con fuerzade lasogaquereteníaelmorrodelanimaly losacabacasiarastrasdelestablo,entantoJoshlosseguía,flacoydesgarbado,luchandocontralapenaparaevitarllorar.−¡Padre,nolohaga,élno!−Maldita sea muchacho, ¿no entiendes que no hay nada aquí para
nosotros?Voya irmeenbuscade fortunay loquevaleesteanimales loúnicoquetengoparahacerlo.−¡Nopuedevenderlo,esmío!−¡Bien,puesdespídeteentonces,porqueestádecidido!Alládondevas
verásotroscaballos,tuabuelatrabajaenunahaciendamuyrica.−¡Élesmío,esmío,padre!Josh se había cuadrado ante la puerta del establo con los brazos
extendidos,mascayóalsuelodelprimerempellónpropinadoporsupadre,viendocomolaúnicaposesiónquetenía,seperdíaenelhorizonte.−¡Eh!¡Tú!¿Quédiabloscreesquehaces?Conlavistafijaenelanimal,Joshuanosediolavueltaparaencararde
frente al vendedor, que se acercaba todo lo rápido que le dejaban suscortaspiernas,manteniendolafustaentre lasmanos.Elcaballoseretiróunospasos,conelhocicoabiertoylamiradaenloquecida.LospuñosdeJoshvolvieronacerrarseconfuerza,eintentóresistirla
tentación de tomar aquella fusta e infringir al bastardo humano losmismoscastigosquesinduda,dabaalanimal.−¿Cuántoporelespañol?–preguntó,encambio.−¿Cómodices?Estavez,Joshuasediolavueltaparamirarledirectamentealosojos.El
hombrecillocesósus intencionesdeacercarse,probablementevalorandolaalturadelcontrincanteylafuerzadesusmúsculos.−Lehepreguntadoquécuántopideporeseejemplar.−Nocreoquepuedaspagarlo,muchacho.Notandoelbarrobajolasbotas,Joshdiounpasoalfrenteyluego,otro.
Pensó en usar la librea, que llevaba doblada bajo el brazo, pero supusoqueno lanecesitaríapara intimidaraaquelfanfarróntrileroquepocoonadadebíasaberdecaballos.−Lo que crea me es indiferente, señor. ¿Cuánto vale para usted, ese
animal?Conungestodudoso, el hombre señaló el cartel conelpreciode los
otros animales. Estaba claro que no tenía idea, se dijo Josh, pues lacantidad era desorbitada para ejemplares enfermos, y nimia para unocomo aquel que tenía a la espalda, cuya fuerza podía sentir pese a ladistancia.Sinmediarpalabra, extrajounas cuantasmonedasde subolsilloy las
lanzó sobre las embarradas tablas que todavía pisaba el vendedor. La
mirada de éste recorrió la cantidad que se le había arrojado, mudo deasombro.−Considereelpago justo,dadoquesuconocimientodelnegociodeja
mucho que desear –exclamó Josh, cruzándose de brazos−, y deme lasgracias por no advertir a todo con el queme cruce, que intenta vendercaballosenfermos.−¡Cómoteatreves,vilysuciobastardo!−Bautíceme como guste –dijo Josh, sin amedrentarse−. Poco me
importa. Ahora, abra esta valla y enviaré al animal a la propiedad delcondedeHolt.Estabaclaroquesielvendedorpensabaprotestar,lamencióndeltítulo
de Andrew disuadió todo intento. Con torpeza, recogió las monedaslanzadas a sus pies y entregó a Joshua una pequeña llave para que élmismohicieraloshonores,asícomoundocumentoquellevabadobladodentro de la chaqueta, por el cual cedía la propiedad del caballo reciénvendido.−Es una mala bestia. Nadie en su sano juicio habría comprado a ese
monstruo.Conunasonrisadisplicente, Joshpasó lacuerdaa travésde lacabeza
delanimal,quesehizofuertesobrelascuatropatasparaevitarmoversedel sitio. Había señas de los castigos sobre la piel, pero prontodesaparecerían.−Eso,esloquesuanteriordueñohizodeél.−Jamáslograrásdomarlo,muchacho–decretóelhombre,quenosabía
simostraraliviooaprensiónalversaliraltremendoequinodelasvallas−,tepartiráelcuello.−Yaloveremos.Sosteniendoentrelasmanoslasoga,JoshMcKansealejóapasofirme,
satisfechoconelconvencimientodequeaquelloporloquetrabajaría,eraahoradesutotalpropiedad,algoalcanzadoyobtenidoconsuesfuerzoysusudor,deloquenoestabadispuestoadesprenderse.Nadamásveralanimalporprimeravez,supoqueeraundiablo,unser
llenodefuerzaeiracontraloshombresqueloencadenabanycastigabanpor negarse a obedecer. Domarlo sería un reto, pero Josh estabaacostumbradoalasempresasdifíciles.−Muéstrametodaturabia,amigo–dijoenvozbaja,mientrasguiabaal
animalhaciaelmozoquelollevaríaalapropiedad−,talvezsiunimostu
frustraciónconlamía,obtengamosalgodeprovecho.
14Los vivarachos ojillos castaños la miraban con adoración, estirando
aquellosdedosregordetesqueintentabancazaralvuelolaspuntasdesuscabellos,entregorjeosyrisitasdesdentadasquehabríacausadodebilidadenelhombredecorazónmásduro.Totalmente ensimismada, Victoria pasó la mano por el vientre de
Charles Anthony, haciéndole cosquillas y sonriendo al verle patalear yremoverse hasta que la suavemantita bordada que debía cubrirle de lasbajas temperaturas nocturnas quedó totalmente olvidada a los pies de lacuna.−Yaestábien,pequeñogranuja–lesusurró,besándoloenlafrentecon
unamorquehastahaciapoco,desconocíasercapazdeprofesar−,eshoradedormir.Victoria empezó a tararear una de las nanas que recordaba de su
infancia,aunqueestabaseguradequenolohacíanidelejostanbiencomoEleanor,entantomecíalacunaparaquesuhijoconsintieraporfincerrarlos ojos hasta un nuevo día. Admitía que parte de la culpa de que sehubierahechotantardesinqueestuvieradormidoeratodasuya,puestrastantas horas de compras, nada le había apetecidomás que pasar tiempoconelpequeño,jugandoydedicándolemimos.Lapuerta del dormitorio se abrióyvolvió a cerrar casi en elmismo
momento en que el niño fue vencido por el sueño. Con sumo cuidado,Victoriavolvióacubrirlecon lamantitay seacercóa lazonaprincipaldel gran dormitorio de matrimonio que ocupaba para descubrir si elreciénllegadoerasumarido.−¿Andrew?Obtuvo como respuesta el sonido de la chaqueta cayendo sobre el
tocador,seguidodelcorbatín.Conmiradaexpectante,Victorialeviodejarlos gemelos de oro sobre el tocador y remangarse la camisa sobre losantebrazoscongestocansado.Harvey, que estaba cómodamente recostado en su almohadón,
perpendicularalacuna,alzóunaorejaparainteresarseporelestadodesuamo. Al ver que parecía saludable desde su punto de vista, volvió adormitar.−Parecequemásquedeunacenavengasdelfrente.
Andrewlevantó lacabezay lesonrióasumujer,queestababellísimaconsucamisóncolorcremayelbatíndesedaabiertocayéndolesobreloshombros. Con paso vivo, se acercó a ella y la besó en la frente,asomándose luego a la cuna y admirando al bebé con un suspiro deresignación.−Otranochequenoleveodespierto…−Acaba de dormirse –Victoria empezó a abrir la camaparamantener
lasmanosocupadasenalgo, intentandodarle tiempoaAndrewparaquecontara por sí mismo sus tribulaciones. Lamentablemente, no era unamujerquedeslumbraraporsupaciencia−,¿ybien?¿Cómohaido?Mientrassequitaba loszapatosysopesabaseriamente ignorarelbaño
que tanto le apetecía para poder meterse en la cama sin más dilación,Andrewlamiróconelceñofruncido.Despuésdelacena,Clairelehabíaretenidocon laexcusadecomentarlealgo relacionadoconunapróximavisitadelfuturovizcondeArnoldCalvin.LoqueenunprincipioAndrewpensóqueseríasolounintentodeconvencerledequetratarabienaaqueljoven conocido, empezó adesembocar en algoque todavíahacíaque ledieravueltaslacabeza.−Estoypreocupadopormihermana,Victoria–dijopor fin−, todoese
asuntodelassupuestasintencionesdeCalvin…−Esoesloqueellateme,peronopuedeestarsegura.−¿Porquésino,ibaavenirhastaaquíavisitarla?−Ambos son partidos deseables –estuvo de acuerdoVictoria−, parece
quehantrabadoamistad.Noesimposiblequeélpretendatupermisoparauncortejo.−YClaireseopone.Victoriaasintió.ParecíaquesucuñadalehabíacontadoaAndrewtoda
lahistoria,incluidosuproblemaconBetinaHildegaryeltemorquesentíadequeArnoldCalvinseledeclararaycomenzaraahacerseilusionesconunabodaquelajovenFerrisestabamuylejosdedesear.−¿Estamosconvencidosdequemihermanano rehúsa solopor evitar
herirasuamiga?−Sinlamenorduda.Andrew se pasó las manos por el pelo, dejándose los mechones, sin
fijador, de punta. Después, se desabrochó la camisa, ofreciéndole aVictoriaunavisióndelomásapeteciblequecasilahizodesearterminarprontocon laconversación,pormásquedesearaservirledeapoyoasu
cuñada.−Veo a Claire tan perdida, Victoria, tan… llena de dudas, de
desasosiego.−Esnatural–incapazderesistirse,seacercóyleacaricióloshombros−,
esunajovenqueseenfrentaporprimeravezalaposibilidadrealdequeun hombre esté interesado en hacerla su esposa. Debe sentirse llena demiedo.−¿Esofueloquesentistetúcuandoempecéacortejarte?−No,querido.Yomeenfurecíacadavezquetemeacercabas.Con una risotada, Andrew giró sobre sí mismo y encerró a Victoria
entre susbrazos.Permanecieronunosminutosasí, solomirándosea losojos,recordandoaqueltumultuosocaminorecorridohastallegaradondeahora se encontraban, juntos, felices, creando una familia que prontocrecería.−¿QuévasahacerconlavisitadelseñorCalvin?−Nopuedonegarlemihospitalidad–Andrewapoyólabarbillasobrela
coronilladeVictoria,suspirando−.Aceptaréquevengacomouninvitadomás a la cena que estáis organizando, de ese modo su presencia serámenos…llamativa,yClairenosesentirátanpresionada.−Sabíaqueencontraríaslasolución.−Bueno, no cantemos el triunfo todavía, amor. Si me habla de sus
intenciones,notendríarazonesdepesoparanegarlequeintentecortejaramihermana.−Tieneslarazónmásimportantedetodas,Andrew.Ellanolequiere.−Sí…puedeser–Andrewvolvióasuspirar.Sumenteerauntorbellino
deposibilidades,yaquecomosiempre,tratabadedarrespuestaatodoaloqueseenfrentaba−,¿piensasqueellapuedesentirafectoporotrojoven?−Solo sé, Andrew, que no desea las atenciones de Arnold Calvin. El
resto,silohubiera,perteneceasuintimidad.Estaba claro que aquellas palabras no tranquilizaban a su marido,
Victoria estaba segura. La sospecha de que pudiera existir un hombrehabitandoenelcorazóndeClaire,unoporelquesenegaraatrataraunjovenconocidoporlafamiliaFerrisydereferenciasdeseables,empezabaaanidarensuinterior.−Creesquenoestáseguradeloquesienteyquepuedeestarechandoa
perderunaoportunidad–ledijo,intentandoadivinarsuspensamientos.−Creo que es una muchacha muy joven que debe darse tiempo y
conoceralaspersonasantesderechazarlas–concuidado,soltóaVictoriaylabesóenlamejilla−,nolapresionaré,perosideverdadsedaelcasoen que deba tomar una decisión, le exigiré motivos firmes para esanegativa.−Estoy segura de que si Arnold Calvin llega a tanto, ella misma los
expondrá.−ParecesmuyseguradelossentimientosdeClaire.−Nadamáslejos–Victoriahizoresbalarlacamisaporloshombrosde
Andrew, viendo inmediatamente como sus ojos centelleaban de pasiónconformelosdedoscálidosdesuesposaleacariciabanlapieldesnuda−,peromepareciómuyseguradeloquedecía.−Asíque…segúntuexpertavisión,notengodequépreocuparme.−Querido, tienesmuchosasuntosdequépreocuparte–Victoriasonrió,
poniéndosedepuntillaspara rozar sus labios con losdeAndrew−,perodudoqueClaireseaunodeellos.−Tú, en cambio… −con gran agilidad, Andrew tomó en brazos a
Victoria,quelanzóunarisillaqueapenaspudocontener−,ereslaprimeradelalistaencuantoatemasdelosqueocuparme.−¿Yvasademostrármelo?–lesusurróella,coqueta.Portodarespuesta,Andrewemprendióelcaminoalacama,empezando
a recorreryael cuellode suesposaconbesoshúmedosque lahicierontemblardeanticipación.
***AunqueJoshsejuróasímismoquesoloseacercabaaldormitoriode
los lacayos para buscar ropa limpia con la que poder asearse antes devolver al establo, lo cierto era que a su pesar, sentía curiosidad por elestadodeCaroline.Despuésdevolverdelpueblonohabía tenidotiempodepreguntarlea
Gillysihabíahabidoalgúncambio.Inmediatamentedespuésdeayudaradescenderdelcarruajealasseñoras,seencontrórecibiendoalruanoqueacababadecomprar,yqueyaestabaacomodadoenunodeloscubículosvacíosdelospotreros.Meterloyretirarlelasogahabíasido,conmucho,el trabajo más extenuante que Josh había realizado desde hacía muchotiempo,incluyendolasobrasdereparacióndelacasadelcapataz.
Habíatenidoqueestarconcentradoenextremo,atentoacadasonidoygestoparaqueelanimalnolointerpretaracomounaofensaointentodecastigo.Lamanerade acercarse, de tocarlo, incluso la posturaque Joshhabía mantenido durante todo el tiempo que había estado cerca, eraestudiada. Aun faltaría tiempo antes de que el animal confiara en él losuficiente como para permitirle montarlo libremente, pero ese díallegaría,estabaseguro.Notándoselosmúsculosagotados,peroconlasonrisainconfundibleen
loslabiosquesoloelplacerdeltrabajobienhechopodíadarle,cruzólacocina,queyaestabavacíaaaquellashoras,yrecorrióelpasillohastaeldormitorio que ahora pertenecía solo a Gilly. Recordándose ese hecho,llamóconlosnudillos,mientrassefrotabalanucaagarrotadayanhelabaelmomentodemeterseensujergónydormir.−Vaya mala pinta traes, amigo –fue el saludo que su compañero le
dedicó, tras unamirada escrutadora−, sé que hay polvo en el camino alpueblo,peropodríashaberlodejadoallí.−Ahorame asearé –con pasos lentos, Josh entró a la habitación, que
estabaparcamenteiluminadaporunpardevelas.Elbultosobrelacama,queapenassemovía,captósuatención-,¿cómoestá?Gilly,quelucíaojerasyteníaelrostrodeesetonopálidoqueacompaña
a laspersonasquepasanmuchashorascuidandodeenfermos,dejócaerloshombros.Conpesar,negóconlacabeza,señalandouncuencomediollenoquereposabasobrelamesilla.−Apenaspasabocadoymetemoqueconlasmedicinasquetenemosal
alcance,pocopodemoshacer.−¿Sigueteniendofiebre?−Y los sudores parece que van a peor… claro que lamiro con tanta
atención que quizá lo estoy imaginando –con cansancio, se dejó caersobrelacamalibre−,apenasaguantadespierta,Josh.−Miabuela siempredicequeante la enfermedad lomejorquepuedes
haceresdormir.−Peroesquesialmenoscomiera…−Loharácuandotengahambre.−Nosé,Josh…nosé.Sinsaberquépoderdecir,McKanselimitóadejarcaersupesadamano
sobre el hombro de Gilly, presionando ligeramente para intentarreconformarlo. Él no había querido sabermás sobre el tema, y todavía
considerabaquesuparticipaciónenlosasuntosrelacionadosconCarolinehabíatocadosufinenelmomentoenquelahabíatrasladodelburdelalacasadelconde.Nohabíamásquepudieraniquisierahacer.Peroporotro lado…leera imposiblenoestarpreocupado,viendo la
maneraenquesuamigosufríaypenabaporaquellamuchachaalaquetalvez,nuncaconocíallenadevitalidadysalud.PuedequeenunprincipionohubieraqueridoentenderqueunapersonalibredetodaataduracomoeraGilly, hubiera decidido hipotecar sus escasas horas de descanso en elcuidadodeunadesconocida,soloporunsentimientoreciénnacidoalquehabíaqueridollamaramor.Ahora, sin embargo, pasado un poco de tiempo y viendo cómo se
desarrollaban las cosas, Josh estaba convencido que de serClaire quienestuvierapostradaencama,ningunafuerzadelanaturalezahabríapodidoarrancarledesulado.Nisiquieralamismamuerte.−Mehaestadoapretando lamano–susurróGilly, sinveniracuento−,
conformeyolehablaba,ella…séquépiensasqueesunatontería.−Nolopienso–confesóJosh,sintiéndoseincómodoporhaberdadouna
imagentanfría−,meparecequees lamaneraqueella tieneparahacerteentenderquesabequeestásahí,ayudándola.−¿Estásseguro?¿Deverdadlocrees?De ninguna manera habría podido arrebatar a aquella mirada
esperanzadalapocaluzdeilusiónquelequedaba.Forzandounasonrisa,Joshasintió.−Cuandodespierte,ellamismatelodirá.ElsuspiroqueemitióGillyledijoalasclarasquenoestabasegurode
que aquello fuera a suceder pronto. En todo el tiempo que hacía que seconocían, Josh no recordaba haberle visto nunca tan desanimado. Dehecho,Gillyeraunhombrequepodíasacarel ladopositivoacualquiersituación, o almenos, lo había sido, hasta que aquellamujer de dudosareputaciónyqueluchabaporsuvida,lehabíarobadoelcorazón.−Deberíasdormirunrato,estásrendido–aconsejóJosh.−Un par de horas, mañana temprano quiero terminar de arreglar los
accesosatucasa.−Olvídatedeeso,puedeesperar–Joshuasedirigióalarmarioytomóla
muda limpia que en un principio había ido a recoger−, ya lo haré yo.Puedoquedarmeeltiempoquehagafaltaenelestablo,yalosabes.
−Algún día tendrás que ser una persona normal y hacer vida en unacasa,Joshua–apesardelasituación,Gillysonrió−,sobretodo,sitienesesperanzasdecompartirtutiempolibrecon…compañíafemenina.−Este esmi lugar de trabajo –y como había sonado a reproche, Josh
sonrió−,además,parecequelaúnicamujerconlaquevoyapasartiempoestudoncellaenapuros.−¿Quéquieresdecir?¿Vasacuidarla?–Joshasintió−,¿peronohabías
dicho…?−Digomuchascosas.Ahoraacuéstateyduermeunrato,elcondepuede
necesitar enviarte a algún recado y debes estar en condiciones. Vendrétempranoyestaréconella.−Joshua…notengocomoagradecértelo.−Aúnquedamaderapodridaenlacasadelcapataz.Compartieron una carcajada que hizo que las facciones de Gilly
retomaran un poco de color. Satisfecho, aunque en un principio nopensabarelacionarseconCarolinemásdeloqueyalohabíahecho,Joshledevolvióelgesto,sintiendoquepartedeesepesoquesiemprecargaba,sehabíadisipado.Noestaríamalqueporunavez,alguienlograraserfelizconlamujer
quequería,pensó,aunquenofueraapasarlenuncaaél.−Oye…−Gillyserascólacabeza,volviendoaescrutarleconlamirada
−,inclusocontandoelpolvodelcamino…¿cómoesposiblequeestéstansucio?Yhuelesabestia.Másquedecostumbre,porcierto.LasonrisadeJoshuafuetangenuina,queGillytuvoqueabrirlosojos
comoplatosparapoderreflejarsuimpresión.−Verás,amigo,mehecompradouncaballo.−¿Qué?¿Uncaballodices?Joshasintió,vertiendoaguasobrelajofainaylavándoseconahíncola
cara, brazos y el pecho recién desnudo, pretendiendo tardar lo menosposibleparadejardescansaraGillyeintentarhaceréllopropio.−¿Yquépiensashacerconél?−Domarlo,principalmente–respondió,quitándoselacoleta−,asíquizá
medejeacercarmesinquererarrancarmeunbrazodeunacoz.−Imagino que luego pretenderás montarlo –su amigo afirmó con
obviedad−, ¿y no te habría sido condenadamente más simple pedirprestadouncaballoalconde?Nuncanosloshanegado.−NoGilly, no seríamás simple.Yo no quieromontar un caballo del
conde,quieromontarmipropiocaballo,¿entiendes?Uncaballodelqueseadueño.−Necesitasunamujer.Gillyno imaginabacuanacertadohabíaestado,perocomoJoshuano
pensabaexplicarlelosprofundossentimientosdeanheloqueleprovocabanopoder teneraClaire,ycomoelcompraraaquelanimal leayudabaasentirse menos impotente, decidió zanjar la conversación con unencogimientoindiferentedehombros.−Puesdemomento,vaatenerquealcanzarmeconelcaballo.
15Después de otra noche prácticamente en vela, Claire había logrado
componer unas líneas lo bastante decentes comopara que el lacayo queiríaaLondresaquellamañanaconlaprimeratandadeinvitacionesparalacena,pudierahacérselallegaraBetina.Conlosdedoscruzados,esperabaquesusexplicacionesenloreferentealapróximavisitadeArnoldCalvinalacasadesuhermanosirvieran,sinoparanormalizarlascosasentresuamigayella,almenos,paraquenoempeoraran.Una vez entregado el sobre, Claire acudió al comedor, donde ya
aguardaba su madre, y se sorprendió al ver que el enorme desplieguedispuestoparaeldesayunohacíarugirsuestómagoconrenovadosbríos.Quizá, todoel estrés superadoporno saber cómoenfrentar la situacióniba a permitirle por fin disfrutar de una comida copiosa con la querecuperarlasfuerzasquehabíaperdidodesdesullegadaaKent.TrashaberhabladoconsuhermanoyteniendolapromesadeAndrew
dequeCalvinnopodríaconsiderarsuestanciaenlacasacomonadamásqueunacortesíadadaatodoslosinvitadosalacenaqueJoannayVictoriaestaban organizando, Claire empezaba por fin a respirar con algo detranquilidad.Estadoquepor supuesto,perdíaporcompletoal recordar susúltimos
encuentrosconJosh.Resultabaevidentequelasvecesenqueseveíanalabrigodelanoche
eran los momentos en que más sinceros se volvían, mostrándoseincapaces de contener sus sentimientos. Dejando de lado la visita aChartham,dondeelsolocontactoconlamanodeJoshuaparaayudarlaasubiralcarruajecasihabíahechoqueClairesedesplomaraalospiesdesu cuñada, aquel momento oculto, ante la entrada que daba a lashabitacionesdelosempleados,permanecíavivoyfrescoensumemoria,robándole el sueño por las noches y haciéndola sentirse temblorosa yasustadizadurantelavigilia.Claire había creído que ya conocía los besos de Josh, fuertes, rudos,
comountorrentedeaguasaladaquesalíadespedidatrashaberreventadoel dique tras el que el joven capataz escondía su pasión. Pero seequivocaba. Con él, la vida siempre sería un misterio, una constantesorpresasinfin.Cadavezque la tocaba,que labesabaydejabadespués,
Claire se llenaba de sentimientos y sensaciones nuevas, descubría capasocultasenJosh,másprofundasyatractivas.¿Cómo superar aquel anhelo, aquella constante sensación de
frustración, de acción inacabada, si cada roce de sus pieles les abría unnuevomundotodavíaporexplorar?Estabaconvencidadequeniaunviviendoelrestodesuvidajuntoaél,
gozando de sus atenciones, teniendo su amor, llegaría nunca aexperimentarentotalidadtodocuantoJoshuaMcKanteníaparaofrecer.El saber que ni siquiera podría intentarlo, que quizá aquellos besos
robados,llenosdeiraycorajeibanaserlosúltimosquecompartieran,lallenabandeunapenaqueempezabaa ser imposibledeesconderpara sufamilia.Llegaríaeldíaenqueplantearíancuestionesabiertamente,yellatendríaquementirunayotravez,aceptarunesposoyvivirunaexistenciacargadadesuspirosquesellevaríaelviento,preguntándosecómopodríahaber sido su vida de haber tenido el valor necesario para vivirla sinconformarse.Pero,¿paraquéluchar?Solíadecirseenlosmomentosdemásangustia,
Joshuanuncaloharía.Lohabíadejadoclaro.Sudeseoporellaparecíasertanfuertecomoladeterminacióndenotomarlaquesehabíaimpuesto.−¿Claire? –Joanna la zarandeó suavemente, mirándola con las cejas
fruncidas−,queridallevasvariosminutossosteniendoesabandeja,¿vasatomarunpanecilloono?−Intentabadecidir cuál –sonrojada,Clairedejóun esponjosodulce en
su platito y devolvió la bandeja de plata a la mesa−. Son todos tanapetitosos… la cocina de Josephine no puede compararse con ningunaotra.−En eso estoy totalmente de acuerdo contigo –asintió Joanna, que
rellenósutazadetéconunosdedostanelegantescomoalasdemariposa−,peroocultémosloanuestracocineradeLondres.Claire se mostró conforme y tomó el cuchillo y la mantequilla para
untar generosamente el panecillo y rellenar así las costuras de susvestidos, que empezaban a soltarse de sus caderas a causa de la falta deapetitoquehabíamostradoenlosúltimosdías.Dedicandoasutareamásatención de la que ésta precisaba, no se dio cuenta de queVictoria y sumadre,EleanorLinton,acababandeentraralcomedorcogidasdelbrazo.Rápidamente,lacondesaviudalevantólacabezaymiróasunueracon
expectación. Victoria, que iba vestida de forma simple pero impecable,
conunafaldadeunbeigemuysuaveyunablusaabullonadablanca,lucíaenelrostrolaexpresióndequienviveenunaperpetuamortificación.Cuando se sentó a lamesay sacudió la servilletadehiloparadejarla
sobresuregazoabultado,lohizocontalfuerzaqueinclusoEleanor,pocodadaacorregirnormasdeprotocolo,lamiróconseriedad.−Vicky…mivida…−¡Eratotalmenteinnecesario,madre!LaseñoraLinton,acalorada,sacóelabanicodeunadesusmangasyse
apresuróasentarsejuntoaJoanna,queyaestabaofreciéndoleuntédulceparaqueaplacarasusnervios.−DeduzcoqueeldoctorCorentinnohaencontradomotivoalgunopara
darpiealostemoresdeAndrew–comentólacondesaviuda,contiento.−Vicky se encuentra perfectamente –asintió Eleanor, sonriendo−, su
condiciónavanzasegúnloprevisto.Tieneunasaludexcelente.−Talcomomedijoaprincipiosdeestasemana–mascullóVictoria,que
abrió un panecillo con tanta fuerza que hizo salir disparada una de lasrebanadas−,perdón.−Notienelamenorimportancia,querida.Masticandocuidadosamentesudesayuno,Claireibamoviendolacabeza
deunladoaotrodelamesa,esperandohacerseconunavisiónglobaldelproblema.Desde luego,parecíaevidentequeeldoctorde lafamilia,queúltimamenteparecíavivirbajoelmismotechoquelosFerris,habíatenidoquevolveraexaminaraVictoriamuchoantesdeloquelaprácticausualhacíanecesario.Sinduda,porexigenciasdesuhermano,quevivíaaterradoconqueasu
esposalesucedieraalgoque,alparecer,soloéleracapazdeimaginar.−¿Por qué motivo ha vuelto a verte el doctor, Victoria? –preguntó
Claireporfin,decididaadespejarsusdudas.−Segúntuhermano…eseviltirano…noganoelpesosuficiente.Claire enarcó una ceja, fijando la vista en el remarcado busto y las
caderas redondeadasque sucuñadaempezabaaexhibir.Ellano lahabíavisto más que una vez en su anterior embarazo, cuando el matrimoniohabíaviajadoaLondresparacelebrarelcumpleañosdeJoanna,yenesemomento,elestadodeVictoriaestabamásavanzado,porloquesutamañoerarazonablementesuperioralquelucíaahora.Enarcando una ceja, Claire se preguntó cómo era posible que su
hermanovivieraestesegundoembarazoconmuchomáspavordeloque
habíasidoelprimero,dondeinclusohabíaestadodeacuerdoconunviajeencarruajequeduróvariashoras.−¿YnosuponeAndrewqueconformeavancetuestado…?−Eso es exactamente lo que el doctor, bendito sea, le ha intentado
explicar–dijoEleanor,cuyasmejillasestabansonrojadas−,porlomenosenestaocasión,milordhatenidoabienesperarfueramientrasVickyerarevisada.−¿Normalmentepermanececontigoenlaalcoba?–inclusoJoanna,que
era una mujer moderna en muchos sentidos, abrió profundamente losojos.−Ynoensilencioysinestorbar,precisamente–adujoVictoria,aunque
dabalaimpresióndequeaquellonolamolestabadeltodo−,apartedelasmiradas amenazantes que dedica al doctorCorentin cuando comienza laexploración,sepermitehacerleapreciacionesparaquemejoresutrabajo.−Los hombres… creen que pueden controlarlo todo en lo que a sus
mujeresserefiere.−Humildementecreoquedeberíatomarloconcalma–ledijoEleanora
Joanna, con mucho tacto−, o terminarán enfrascados en una lucha sincuartel.−Creoquetienesmucharazón.−Pormiparte,piensoexigirqueelpróximoherederoalcondadosalga
de su vientre –rezongó Victoria, ganándose sonrisitas de simpatía porpartedelasotrasmujeres−,entoncesyomeencargarédetorturarle.−DudoqueAndrewpudieraconsemejanteempresa.−Oh, cuñada… tu hermano es muy capaz –Victoria sonrió, como
guardándoseunainformaciónvaliosaparasímisma−,deesonotequepaduda.−Hablaréconél.Comomadreycondesaviuda–decidióJoanna,porfin
−,leordenaré,sihacefalta,quedejeenpazalbuenodeCorentin,alqueporcierto,alguiendebeagradecerelquesehayatrasladadohastaaquítandeprisa.Algo en la mente de Claire pareció cobrar viva. Con dedos
temblorosos, se llevóel chocolatea los labiosy fingió soplar labebidacaliente y sorber con cuidado el contenido de la taza de porcelanamientraspensabaa todavelocidad, atandocabosque se lehabíanestadoresistiendo.Durantevariosdías,pesealnerviosismoinicialquelesuponíaenfrentar
a Joshdespuésdelmomento íntimocompartido (sabíaDioscomohabíaacabadoelquehabían tenidoenel establo),nohabíahalladomaneradeacercarseaélconunpretextolosuficientementefuertecomoparaquenopudieradesembarazarsedeella.Ahora, de forma repentina, parecía que la angustia perpetua que su
hermanosentíaporlasaluddeVictoriayelhijoqueesperabanibaadarlelasolución.−Madre–dijodepronto,intentandoaparentarindiferencia−,siestásde
acuerdo, acompañaré al doctor Corentin cuando vaya a retirarse. Estoyseguradequetendrápacientesqueatenderyseríaeducadoquealguiendelafamiliaagradecierasuayuda.−Eseesungestomuyeducado,hija,pero imaginoque tuhermanose
ocuparápersonalmente.Claire estuvo a punto de maldecir su suerte, pero entonces, Victoria
reabrió la esperanza y dio una nueva oportunidad a su recién fraguadoplan.−Me temo queAndrew va a estar ocupado todo el día.Al parecer ha
recibido una carta esta misma mañana, del duque Waldon Ozma, entérminos…nada agradables –la condesa hizo unmohín, y en sumiradadejódeestarpresentetodadiversiónymolestiafingidaporlasatencionesde sumarido,dandopasoaunapreocupaciónverídicaqueanadiepasódesapercibida.−¿Arazóndeloscultivosdelazonanorte?–inquirióJoanna.Sunuera
asintió−,¡noesposible!¿Acasonohasidomihijoclaroycortanteconsunegativadeentregartanvaliosatierraparalacríadecaballos?−Absolutamente–Victoriadejólaservilletaaunlado.Habíaperdidoel
apetito−, pero la respuesta del duque es férrea. Insiste y no parecedispuestoaclaudicar.Hainvertidoenlosterrenosvecinos,yestospierdenvalorsinlashectáreasqueAndrewseniegaavenderle.−¡Jesús! –Eleanor aumentó la velocidad del abanico, sintiendo que se
ahogaba−,¿cómoseatreve?¡Encontradelosdeseosdelconde…!−Andrew lo solucionará, estoy segura –Victoria mostró toda la
seguridad de que fue capaz−, pero no estará disponible en varias horas,metemo.Hahechollamarasuabogadoyasesory llevaconelloseneldespachodearribadesdebienentradalamañana.−Bien, no se le molestará entonces –Joanna dirigió a Claire toda su
atención,reorganizandodeformainmediatatodossusplanes−,querida,tu
ofrecimientodeacompañaraldoctorCorentinalcarruajeque le llevarádevueltaasucasaesmásquebienrecibido.Teentregarésushonorarios,paraquesutrabajosearecompensado.−Me encargaré enseguida, madre –atestiguó Claire, que ya estaba
levantándosedelasilla.EsperóconpacienciaaqueJoannaterminarasutéyluegolaacompañó
a la biblioteca de la planta principal, de donde se tomó el pago para elmédicoqueAndrewhabíaestipulado.Después,ClaireaceptóelbrazoqueCorentin le ofrecía y recorrió con él todo el pasillo hasta el porchecentral,escuchandoconsupremaatencióntodaslasopinionesycreenciasque el anciano médico tenía que decirle sobre el estado de salud deVictoria y los temores, infundados en su opinión, que estaba sufriendoAndrew.−En todos mis años de servicio, y han sido muchos, señorita Ferris,
pocasveceshevistounpadretantemerosodelosasuntosincontrolablesdelanaturalezacomomilord.Ymás,teniendoencuentaqueelqueviene,es su segundo hijo. Uno esperaría que estuviera más versado en estostemas.Claireasintiócon lacabeza.Ysiguióhaciéndoloconformeelmédico
expresabasuseguridaddequelaactituddeAndrewsolopodíaexplicarseporelprofundoamorqueprofesabaa lacondesa.Todas lasmujeresenestadoestabanenpeligro, ledijo,desde lascampesinashasta lasnobles,pero en el caso de Victoria, poco había que temer dada su fuerza yrobustez,pornohablardequenohabíanexistidoproblemasenelprimerpartoporloquecabíaesperarpocassorpresas.−Estoyconvencidodequetraeréaestemundounbebésano,grandey
despierto,talcomoyahiceconelherederodemilord–culminóeldoctor,ya al pie del carruaje−, entretanto… sobrellevaremos los temores delcondedelamejormaneraposible.−Me temoqueno sosegaráhasta que la criatura rompa a llorar –dijo
Claire, con una sonrisa−. Doctor Corentin… antes de que se marche…¿mepermitepedirleunpequeñofavor?Elhombrelehizounasuavereverencia,retirándoseelsombreroqueya
se había calado en la cabeza. Con las palmas de lasmanos ligeramentehúmedas,Clairetomóaire,esperandoquetodoelplanteamientoquehabíahechoparaexponerlacuestión,salieratalcomoesperaba.
***Cuando la jornada tocó a su fin, sorprendió a Joshua todavía con las
botasmetidas enmedio del barrizal que empezaba a tomar forma en lazona sur de los cultivos. Los trabajos de limpieza y preparación delterrenoy laszanjashabíanvueltoaponerseenmarcha tras lamuertedeGreyson,aunqueporsupuesto,lascosaseranahoramuydiferentes.Aquella mañana, cuando Josh se dirigía a echar un vistazo a los
animales, se había topado de frente con un grupo de hombres, armadosconazadasyrastrillos,queesperabanporél.Confuso,habíapreguntadocon brusquedad el por qué no estaban ya trabajando, y uno de ellos, atodas luces el cabecilla de los jornaleros, le había respondido con unaspalabrasparalasqueJoshnohabríapodidoprepararsejamás.−Esperamossusórdenes.Durante unos minutos, los hombres y Joshua se habían mirado en
silencio, midiéndose desde la situación actual. Aunque habían trabajadojuntosenelpasado,laposicióndeJosheraahoradistinta,ysibienanteshabíahechoapreciacionesqueGreysonhabíaaceptado,ahoratodoelpesodelasdecisionesrecaíadirectamentesobresushombros.Debíaorganizarelplande trabajo,asegurarsedeque todos tuvieranclarassus funcionesparaevitarperdereltiempo,ydejarelterrenolistoyacondicionadoparalasiembra.Conpasovivo,sehabíaremangadolacamisayechadoaandarhaciael
sector sur, seguido por los empleados del conde, que aguardaban consuspicacialosposiblescambiosqueaqueljovenreciénascendidopudieraestablecer.Leconocíanlobastanteparasaberqueeraunbuentrabajador,pero existían hombres a quienes el poder echaba a perder, y estaba porversedequépastaestabahechoelnuevocapataz.Tanprontollegóalaszanjas,Joshsemetiódentrodeunadeellas,tomó
las herramientas y empezó a cavar, a pesar de que las pulcras hilerasestabantodaspreparadasconformealasmedidasqueseleshabíadadoalostrabajadoressemanasatrás,cuandosedecidióutilizaraquellapartedelastierrasparaelcultivo.En un silencio solo roto por los golpes precisos que Josh daba a la
tierra,lostrabajadoresvieronconasombrocomoelagujerosehundíaalmenosunpulgarmás.CuandoJoshualevantóelpicoquehabíautilizado,elbordeestabahúmedo.
−Las zanjas tienen que ser más profundas –decretó, pasándose elantebrazo por la frente para secarse el sudor−, hay humedad naturaldebajodeesta tierra,ysiqueremosqueelabonoylassemillasagarren,debeserfácildemanejar.Los murmullos no se hicieron esperar. Desde luego, aquel no era el
mecanismoquehabíanempleadoenelsectornorte,dondelosresultadoserantanbuenosquetodoslospresentescomíanyvivíandelarecogidadefrutos sin mayores inconvenientes. El jornalero que hacía las veces deportavoz,diounpasoalfrente,dispuestoaexpresaravivavozlasdudasdesuscompañeros.−Enlaotrazonamojamoslatierracuandoestuvopreparada.Funcionó
muybien.−Escierto–convinoJosh,conmediocuerpometidodentrodelbarrizal,
quecadavezeramásamplio−,loquesupusoeldobletrabajodeprepararla tierra y acarrear el agua para empaparla. De aprovechar la humedadnaturaldelterreno,esosupondráunahorrodetrabajoytambién,deagua–explicó,concalma,pueserapocodadoaponerpalabrasasusacciones−,después,sihacefalta,igualaremoselrestodelterrenoparaqueelcultivonoquededemasiadoenterrado.Nuevos cuchicheos llenaron la ladera. Josh apretó la mandíbula,
diciéndosequeaquelnuevoordendelascosas,dondeteníaqueexplicarelporquéyparaquémoveríacadapiedraibaaserunapérdidadetiempo.Puede que aquellos hombres, acostumbrados al trabajometódico y a laformadehacerlascosasqueGreysontenía,nuncaestuvierandeacuerdocon sus ideas, lo cual llevaría a problemas, retrasos en la plantación einnumerablespérdidasdetiempoqueleimpediríanocuparsedelrestodesusasuntos.Y probablemente, provocarían que Andrew le apartara del puesto de
capataz,donde,paraempezar,nuncatendríaquehaberlemetido.−¿Elcondeestádeacuerdo?–cuestionóeljornalero,haciendocallarlas
vocesasualrededor.−El conde confía en mi criterio –contestó Joshua, armándose de
pacienciayrecordandoque,comoél,aquelloshombressolomirabanporel pan que llevarían a sus familias−, y no es un cambio que hago a laligera.Loheestudiado.Yestoyseguro.El jornalero asintió con la cabeza, tomó otro pico y saltó a la zanja
donde estaba Josh. El acto conciliador fue rápidamente imitado por el
restode empleados, que llenaron las zanjas armados con sus enseresdetrabajo,sinunasolaréplicamásqueañadir.−Ya habéis oído al capataz –espetó el hombre−, esta tierra es rica en
aguaporsímisma,¡encontrémosla!Conelpechollenodeunasatisfacciónquepocasvecesensuvidahabía
experimentado,Joshuapasóprácticamentetodalajornadaconelbarroalaalturadelasrodillas,trabajandocodoconcodoconaquelloshombresconlosqueantañohabíasudado,discutidoyreídoencondicionesdecaloroenfermedad.Hubocomentariosjocososypalabrasmalsonantescadavezquealgúncantoseinterponíaentreelpicoyelsubsuelohúmedo,peroconelpasodelashoras,elbarroempezóaaparecer,ylosvítoresdequieneshabíanpeleadoporél,ledieronlabienvenida.Cuando salió de la zanja, con los músculos en tensión y la suciedad
cubriéndole la ropa, Josh se sintió realizado ante lo que veía. Por fin,habíapodidollevaracabounaideaparamejorarelsistemadecultivodelapropiedaddelcondesintenerquerogaranteningúnsuperiorparaquesiquiera laconsiderara.Si salíamal, todoelpesode la responsabilidadrecaería sobre él, y quizá se ganara por ello la enemistad de aquelloshombresqueahoraleseguíanyobedecíanconelrespetoquesolotieneunlídercuyasampollaspuedenmedirseconlasdesustrabajadores.Perositodoibatalcomoesperaba…entoncesdemostraríaquebajosu
fachadahabíamuchomásde loqueparecía.Demostraríaqueeraválidoparaaquelpuestoqueenprincipionisiquierahabíaquerido.Demostraríaqueeracapazdehacerquealgoquebrotabadesumenteydabaformaconsusmanos,salieraadelante.Demostraríaqueeraunhombrecapaz.Y para alguien como él, acostumbrado a la renuncia y la pérdida,
aquellaidealocambiabatodo.Con la mente completamente llena de nuevas ideas y el amplio
horizontedeposibilidadesasualcance,Joshselavóenelabrevaderodelestablo que solía usar para su aseo personal cuando no acudía a lashabitacionesprincipalesdelos lacayos,secambióderopaydecidióqueiría a ver a Gilly antes de tomar algo para cenar. Aquel día, su amigohabíaestadoocupándosedelacasadelcapatazyloscaballosmientraséllo hacía de los cultivos, de modo que le daría unas buenas horas dedescansoentantoélvigilabaelsueñoimperturbabledeCaroline.Tal vez podría usar la mesita de la habitación para dar forma a una
nuevamáquinade riego en la quehabía estadopensando, y así lograríavencerelcansancioquesinduda,leinclinaríahaciaecharseadormirenunacamamullidadesábanaslimpias.Si hacía más óptimo el trabajo en el campo, los resultados no solo
seríanmejores,sinoqueloshombrestendríanunosconocimientosnuevosque ampliarían sus fronteras de trabajo y él, contaría con tiempo libreparapoderocuparsedel caballoqueacababade comprar, y cuyas cocescontralapuertadelcubículodelestablodondepermanecía,lerecordabanque no podría mantenerlo encerrado y privado de correrías demasiadotiempo.−¡Joshua!Perdidocomoestabaensuspensamientos,nosediocuentadequehabía
cruzadoyaelpasillodepiedrahacialashabitaciones.Estabajustodelantede la suya, cuando lavozdeGilly ledevolvióalpresente.Elmuchachoestaba pálido y nervioso. Sus hombros bloqueaban la entrada, por cuyoresquicioentreabiertoseatisbabaunaligeraluzprocedentedelinterior.−Parecequehayasvistoaunmuertolevantarsedelatumba.Joshhizoelcomentariosinpercatarsedequepodríasonarcruel,dado
el estado de salud de Caroline. Por un segundo, temió que ésta hubieraperdido la lucha contra la enfermedad y por eso, Gilly tuviera aquelsemblante desangelado. Se le puso de punta el vello de la nuca, pero elmuchachosonrióquedamente,librándoledesustemores.−Anda,veteacomeralgoyduermeunpoco.Yomequedaré.−No…nohaceningunafalta–informóellacayo,queaúnlecortabael
paso−.Debesestaragotadodetodoundíaenloscampos.−A punto de romperme en pedazos, pero un trato es un trato. Me
encargaréestanoche.Intentó franquear la puerta, peroGilly reafirmó suposicióny le hizo
darunpasoatrás.Empezandoafruncirelceño,Joshuasecruzódebrazos,haciendoquelosmúsculosseleapretarancontralateladelacamisa.−¿Quédemonioshashecho,eh?Tal vez una buena mentira, pensada detenidamente, habría podido
ayudar a Gilly a salir de la tormenta que se le avecinaba. Perolamentablemente, nunca había sido un buenmentiroso y pensar excusasconrapidez,noestabadentrodesusmuchostalentos.Josh solo tuvo que dar un único paso al frente para que el lacayo se
derrumbaraporfin.
−¡Losientomucho,Joshua!Nohasidoculpamía,lojuro.Yasabesquetengomuchosentidodelapropiedadyrespeto,yporsupuesto,sabíaqueesto no estaba bien, ¡sé que no es nada correcto! Pero estaba tandesesperado,amigo…¿quéibaapoderhaceryo?¡Nopodíanegarme!−¿De qué estás…? –toda paciencia perdida, Josh dio un empellón a
Gilly,haciéndoletambalear−,¡quitadeahídeunavez!Porfin,laentradaaldormitorioquedóliberadayJoshuapudopasaral
otro lado. Apenas anduvo unos pasos antes de quedarse estático justodonde estaba, pues la visión que tuvo frente a él, le imposibilitó todomovimiento.Claire estaba allí, sentada junto a una adormecida Caroline, con un
delantalcubriendosuvestidoyuncuencodesopaenlamano.Lamesillade noche, ocupada ahora por una palangana de vidrio llena con agua yhielo,estabacolmadadefrascosdedistintostamaños,asícomodetraposdobladosconpulcritudyvariosenseresdeaseocomopeinesyjabones.Conunmechóncastañocayendotentadorsobresufrente,Clairegiróel
rostroymiró con elmentónmuyaltohacia Josh, retándole a decir unasolapalabraenvozalta.Élpermaneciómirándola,mudoeinmóvil,comosi aquel fantasma que había acosado a Gilly rato antes, se le hubieraaparecidoahoraaél.−Sivasaquedarteahí sinnadaquedecir,más tevaleserútil–ledijo
Claire,volviendosuatención laenferma−,empiezaamojaresos trapos.Debemosbajarlelafiebre.
16Durante loquepudieron servariashoras, Joshua se limitóaempapar
trozos de lino en la palangana de agua fresca y dejarlos en las capacesmanos de Claire, que iba cambiándolos paulatinamente de la frente deCaroline.Sindecirunapalabra,Joshcontemplócomolaenfermaentreabríalos
ojosdecuandoencuando,mostrandounaspupilasdecolorverdosoquemiraban a aquella desconocida que tantos cuidados le procuraba con unagradecimientoqueibamásalládecualquierapalabraquehubierapodidopronunciar. Con paciencia extrema, Claire fue dándole cucharadas desopa,secandolascomisurasdesuslabiosyhumedeciendolafrentefebrilsinperderenningúnmomentolasonrisa.Luchandoconelenfadoqueseabríapasodentrodeél,Joshescuchóla
vozsuavedeClaireconformeéstanarrabaaCarolineescenasdesuniñezen Kent, disputas con su hermano cuando éste no era más que unmuchacho, los cambios que supuso en su vida trasladar su lugar deresidencia a Londres cuando Andrew hubo de cursar sus estudios, lamuertedesupadre,delqueconservababellosrecuerdosqueleretratabancomo a un hombre cercano y devoto de su familia, y un sinfín demomentosmás que Joshua estaba seguro a Caroline no debían serle deningúninterés,peroqueescuchabaconatención.LavozcalmadeClaire,susatencionesycuidados,sirvieronparaquela
jovenCaroline tomara casi todo el cuencode sopa, y cuando su cuerpoestuvolobastantefresco,cayóenunsueñomuchomásapacibledelosquehabíatenidohastaelmomento.En ese instante, cuando Claire estaba levantándose de la cama y
desatando el delantal que llevaba para cubrirse el vestido,Gilly hizo suaparición,portandounabandejaconunpanecilloyunplatodesobrasquedejó sobre el escritorio. Con las orejas completamente coloradas, seretorciólasmanos,sinsabersimiraraClairealosojosolanzarseasuspiesparabesarloscondevoción.−SeñoritaFerris…sihubierapalabras,laspronunciaríatodas.−Mehagustadomuchoserdeutilidad,Gilly.Elúnicoagradecimiento
queprecisoesverqueCarolinepareceencontrarsealgomejor.Josh, que se había entretenido doblando los paños de lino para evitar
tenerlasmanosociosas,fruncióelceño.Desdeluego,tansolounashorasantes, no habría apostado un solo céntimo a que aquella pobre mujerhubiera sobrevivido una noche más, pero ahora… estar en manos deClairebienpodríasersuficienteparaqueunmoribundoselevantaradelacama,deesoestabaseguro.Conocíaalaseñoritadesdequenoeramásqueunachiquilladelargas
trenzas y cuerpo delgaducho, pero esa tarde, por primera vez, la habíavistodemododistinto.Claireerapiadosa,comprensiva,unamujer llenade cariño y afecto que dar, sin prejuicios, a la que no le importabaentregarsutiempoenfavordeotrosmenosfavorecidos.Siempre había sabido que era buena, que hacía obras de caridad y
mostrabahumildadantelosquenohabíannacidoconunacucharadoradaentreloslabios,peroJoshsolíapensar,ensusvanosintentosporbajarlade aquel pedestal donde ella sola había trepado, que lo hacía solo porobligación,porunacrianzaimpuestaporsuspadres.Sehabíaequivocadocompletamente.ClaireFerriseraunamujerconmuchasmáscualidadesdelasqueélmismo,queveíaporsusojos,podríahaberleotorgadojamás.Pero también era descuidada, insolente y no tenía ningún reparo en
mezclarseenambientesen losquenosolosu reputacióncorríapeligro,sino también su salud. Algo que no pensaba perder ocasión de hacerlesaber.−Ahoradormiráunascuantashoras–ledecíaellaaGilly,ajenaaque
lasirasdeJoshestabanenplenaebullición−,cuandodespierte,debesdarleunacucharadadeesospolvosblancos,mezcladaconagua.−Unacucharadaenagua.Sí,señoritaFerris,nosepreocupe.Clairelededicóunasonrisasuave,acariciándolesuavementeelhombro
con aquellamano tierna que era capaz demantener a raya a lamuerte.Joshsesintiócelosohastatalpunto,quesepreguntóporquéjamáshabíacaído enfermo, aunque solo fuera para gozar de aquellas íntimasatenciones.−Si se mantiene la fiebre baja, toma la quinina y se alimenta con
regularidad,laenfermedadempezaráaceder.Incapaz de resistirse, Gilly tomó la mano de Claire y la besó
repetidamente,murmurandosuagradecimientodeformatanrepetitivaquelamuchachaacabóporecharseareír.−Esustedunángel,señoritaFerris.Unángeldelcieloque tenemos la
suertedepoderverytocar…
−MuybienGilly,yaestábien.Aparta,¡bastatedigo!Joshualepropinóunempujónsuaveperolobastantecerterocomopara
hacerleaunlado.Conunamiradadereproche, le indicósinpalabras loterriblementefueradelugarqueestabaquehubieratocadodeesemodoaClaire,besándolasincontrolysusurrándolepalabrascasieneloídocomosinofueraunempleadoencasadesupropiohermano.Esosincontarconque la supuesta dueña del corazón de Gilly estaba postrada en cama apocosmetrosdeél.−¿Voy a tener que recordarte tu lugar? –masculló Josh, haciendo
enrojecerhastaelcuelloallacayo.−No tiene ninguna importancia –Claire intentó mediar, más divertida
quemolestaconlasituación−.Recuerdamisinstruccionesconrespectoalasmedicinas,Gilly.PasarémañanaavercómosigueCaroline.−Loharétodosegúnsusindicaciones,señorita,¡muchasgracias!ComoClairesedirigíaalasalida,Joshuaseapresuróaabrirlalapuerta
y extender el brazo para indicarle que saldría después de ella. Porsupuesto, no fue necesario que dejara claro que pensaba acompañarla,pues de ningún modo ella recorrería la distancia entre la salida de losdormitoriosdeempleadosylapuertaprincipaldelacasasolaaesashorasdelanoche.Cubrieron laprimerapartedel trayectoen talsilencio,que losgrillos
nocturnoseranaudibles,casicantandoparalelosconlospasosqueambosdaban,aproximándosealafachadaprincipaldelacasayporello,alfinaldeaquelextrañoratoquehabíancompartido.Cuandoelporchequedóalavista,Joshdetuvoelpaso,ycomoeraélquienprecedíalacomitiva,Clairehizolomismo.−Bien…empezabaacreerquehabíasperdidolavoz.−¿Quéhaqueridodecir esode“pasarémañanaaver cómosigue”?–
inquirióJosh,sindejarseamilanarporlapulla.−Pues…meparecequeestábastanteclaro,¿noteparece?−SeñoritaClaire…−Escúchame,Josh–alzandolapequeñamano, lehizocallar−,antesde
queempiecesadarmeunasleccionesdepropiedadydecoroconlasqueheconvividodurantetodamivida, teprevengo:nomeharáscambiardeopinión.HedecididoayudaralaamigadeGillyyeso,esjustoloquevoyahacer.LamenteatribuladadeJoshuaempezóaplantearquequizáunosazotes
serían lo más adecuado. Jamás había estado de acuerdo con que secastigaraa lasmujeres (anadie, en realidad, si recordabaeldolorde lamano abierta de su padre cuando algo no era de su gusto), pero laseñorita…estabahechadeotrapasta.Ellacreíaquepeseaserunadamadelaaristocracia,hermanadeuncondeysoltera,podíapasarelratoentrecriados y prostitutas enfermas, deambular por la casa en camisón sinimportarlashorasdelanocheyhaceramistadconcualquiermaleantequesecruzaraensucamino.Clairepermitíaqueéllabesara,yesosolodebíasermotivosuficiente
paraquealguien ledemostrarade forma físicacuanerradaestabaen sucomportamiento. Por un momento, Josh fantaseó con ser él quieninfringiera ese castigo, con Claire echada sobre su regazo. Después,acariciaría su rostro y la consolaría como solo un hombre, encendidocomoélestaba,podríahacerlo.−No conoce a esa mujer. No sabe de dónde ha salido, ni quien…
−balbuceó,alteradoporlasimágenesqueempezabananublarsumente−,estáenferma,ellapodría…¡demoniosClaire!−Vaya, no es apropiado que yo cuide de una enferma pero sí que tú
blasfemesenmipresencia,¿noesasí?Estavez, fueel turnodeJoshparaenrojecer.Sepreguntóporqué,de
entretodaslastarasqueunhombrepuedetener,aéllehabíatocadoelserincapazdemostrarseserenoylocuazdelantedeClaireFerris.−Pidoperdón.−Yyopido que dejes de decir tonterías –con lamirada cálida,Claire
diounpasohaciaél−,poco importaelorigendeesamuchacha, Joshua.¿Acasonosomostodoshumanos?Estáenfermadegravedad,denocontarconlaquininapocosehabríapodidohacerporella.−¿De dónde la has sacado? Sé bien que es unamedicinamuy cara –
pensarquehubierapagadoporellalehorrorizó.−EldoctorCorentin,elmédicodemifamilia,melahaproporcionado–
antesucaradeestupor,Claireseapresuróaexplicarse−,lecontéqueerapara el hospicio del pueblo, a quienes, por supuesto, he destinado lamayorparte.−¿Ha…hamentidodentrodesucasa?¿Porlasaluddeesamuchacha?
Nisiquieralaconoce,señorita,nosabenadadesuvida,nidesupasado.−Tampoco mi padre lo sabía cuándo llegaste aquí, ¿recuerdas? La
palabra de Josephine bastó para que se te diera la bienvenida y un trato
adecuado.LadeGillyessuficienteparamí.Repentinamente bloqueado, pensó que aquella era otra de las razones
por las que Claire era demasiado inocente como para permitirle tomardecisionesporsucuenta.Ella,comocasitodoslosdemás,nosabíanadadelavidaqueJoshhabíatenidoantesdellegaraKent.Inclusoeraposiblequesupropiaabuelanoestuvieraaltantomásquedealgunosretazosalosque prefería hacer oídos sordos.Noobstante, allí estaba ella, sola en laoscuridad, hablando con él como si fueran iguales, tanto en posiciónsocialcomoenhonradez.Comosilasalmasdelosdos,estuvieranlimpias,llenasdepurezayse
pudierancomparar.−Mi agradecimiento con el conde y su familiame impedirán siempre
hacerledañoalguno–gruñó,con lavozroncaporelesfuerzoquehacíaparaevitargritarleyzarandearla,esperandoqueasíentendiera lascosastalcomoéllasveía−,peronopuedoresponderdetodoelmundo.−¿Deverdadcreesqueesapobremuchachapodríaherirme?−¡Podríacontagiarla,hacerlaestarenferma!−Puesentoncesmástevalequemañanaestésmuyatentoaloscuidados
ymedicinasqueestoydándoleaCaroline.Encasodequeenunfuturo,yolasnecesite.Claire le sonrió. Tuvo la vergüenza demostrarse coquetamientras a
Joshselellevabanlosdemonios.Imaginarqueibaatenerqueverlatodoslos días, que ocuparía con ella espacio en aquella reducida habitaciónrevestida de piedra, cuyos sonidos no podrían oírse desde el exterior,hacíaqueardierapordentrocomosihubiera ingerido todaunacajadelwhiskymásbaratodelaposada.Con tiento,diounpasoatrás,preguntándosequépodríahacerodecir
para disuadirla, para alejarla de Caroline y la enfermedad, de lapodredumbre de la realidad que muchachas como ella jamás deberíanconocer.Y sobre todo, de él, que cada día que pasaba, veía su voluntadmásmermadaydébil.−Dudoquesuprometidoestédeacuerdoconestadecisión.Claire, que proseguía sonriendo, entretenida mientras casi veía los
engranajes del pensamiento de Joshua moverse por sus sienes, se pusoseria.Aquel era un tema del que todo elmundo parecía estar pendiente.Incluso era posible que lo aguardaran con ilusión. O ira, tal comomostraba Josh, cuyas cejas negras como el carbón se habían unido,
fruncidas.Pormásquehubieraqueridosaberlarespuesta,Clairenuncasehabría
atrevido a preguntar si lo que le molestaba era el hecho en sí de quepudieracasarse,concualquiera,oporelcontrario,quefueraaexistirotropatrón sobre el que tendría que rendir cuentas, puesto que Josh, duranteprácticamentetodasuvida,solohabíatratadoconAndrew,yésteveíaenélaalguienigualydeconfianza.−Dehaberunprometido–expresóconcuidadoymidiendosuspalabras
−, llegaría cuando Caroline estuviera ya recuperada, de modo que nohabríaproblemaalguno.−¿NodijoqueesevizcondeCalvinibaavenirpronto?−EsuninvitadoalacenaquemimadreyVictoriaestánorganizando.−¿Yestaningenuaquedeverdadpiensaqueélleescribecartasypide
veralcondesoloporquequiereestarpresenteenunaestúpidacena?Joshsonabaariscoymalhumorado,yaunquenoeracorrecto,Claireno
podía sentirse más complacida. Ella había encendido aquella mecha, serecordó, blandiendo la carta de Arnold Calvin y haciendo aspavientoscomounaquinceañeraantesupróximaaparición.Habíasidounmomentodondeelorgullosehabíasobrepuestoa larazón, loadmitíaahora,perodadoquenopodíadarmarchaatrás sindescubrirse, tendríaquematizarloshechoslomejorquepudiera.Por lo menos, hasta que ella misma supiera qué esperar de aquella
dichosa cena y se enfrentara por fin, cara a cara y sin dobleces, conArnoldysussupuestasintencioneshaciaella.−Sialbergaesperanzasdealgúntipo,Joshua,lodesconozco.−Secarteaconél..Debesaberlo.−¡Una dama no interroga a un caballero sobre sus sentimientos, por
Dios!Ymuchomenos,porcarta.−¿Pero una dama sí cuida de pobres desgraciadas enfermas y pasa
tiempoconcriadosmuypordebajodeella?¿Esesocorrecto?LoshombroscrispadosylaalturadominantedeJoshuanointimidaron
aClaire,quelededicóunamiradaquenoeranidediversiónnideenfado.Estabacansada,esaeralaverdad.Agotadadetenerquepelearcontrasussentimientossoloporelhechodequeél,quehabíanacidoenlapobrezayhabíaescaladonivelessocialesabasedetesónytrabajofueralapersonamás cerrada de mente y apegada al qué dirán y tontas normasaristocráticasdecuantasconocía.
Dehecho,Clairehabíacompartidomesaymantelconhijosbastardoscuyasfortunassehabíanlabradotrabajandoyque,envezdeesconderlacabezayocultarse trasparedesdehipocresía,disfrutabandesutriunfoysemostrabanorgullososdeél.Élnuncacambiaría,deesoestabaconvencida.Aunqueelmundoentero
le diera la bienvenida y todos bendijeran aquel amor, él no lo aceptaríajamás.Por eso, los sentimientos de ambos estabandestinados a hacerlesdañoytorturarles,hastaqueunodelosdos,dejaraderespirar.−El únicoque considera que alguien está por debajo de otra persona,
Joshua,erestú.Eseestuproblema.−Mi problema… ¡mi problema,Claire, es que soy incapaz de hacerla
entendercuál…!−Yoséperfectamentebiencuálesmilugar,noteequivoques.Sinolo
ocupo,esporquetúnomelopermites.Claire le dio la espalda y subió la escalinata del porche, dejándole
postradoyensilencio,viendocómosealejaba.
17Comosihubierallegadoaunacuerdoconsigomisma,Claireempezóa
comportarse,durantelosdíassiguientesasudiscusiónconJoshua,comolaperfectaycorrectadamaqueera.Aunque su decisión de continuar con los cuidados a Caroline se
mantuvofirme,elrestodesuactitudpodíaconsiderarseinmaculada.Actuandoconunacortesíaquerayabaenlodesagradable,Clairepasaba
parte de su tiempo confiando aCaroline sensaciones y experiencias quehabíavividoenlosbailesyeventossociales,quetanlejosquedabandelavidaquehabíatenidolaenferma.Entresorboysorbodelassopadeleche,la vida de la alta sociedad empezaba a ser menos desconocida paraCaroline, quien comenzó a poder hacer preguntas y participar en lascharlascadavezconmásfuerzas.Susaludmejorabayconello,suaspecto.Aquelcabellorubioylosojos
claros iban siendo visibles conforme la fiebre y tono cetrino de la pielcedía.Gillysolíatomarsuscomidaseneldormitorio,escuchandoconunasonrisaenloslabioslasconversacionesdelasdosmujeresysuspirandosincesarconformesuqueridaCarolinerecobrabalasalud.La quinina que Claire le había llevado obró milagros, pero también
ayudaron el camisón limpio y el aseo y posterior cepillado de pelo.AunqueCarolineestabadébil, empezabaaencontrarsemás fuerte,yporlasmiradasqueintercambiabaconGilly,Claireestabaconvencidadequeambos anhelaban una cura completa para poder seguir adelante con susvidas.−¿Creequecuandopuedalevantarmeserécapazdeaprenderasentarme
correctamenteyusarbien loscubiertos, señorita?–lepreguntóCarolineunamañana,distrayendoaClairedelalecturaquehabíainiciado.−Creoquesitelopropones,podrásaprendercualquiercosa.−No serénuncaunadama…peromegustaría parecerlo–y lamirada
claradelajovenseperdióporelventanalhacialoscampos,dondesabíaqueGillytrabajaba−,aunquefueraunamentiraexterior.Claireletomólamano,haciendounpocodepresión.Conunasonrisa
cálida, lehizosaberaCarolinequepodíacontarconellaparacualquieraprendizaje que se propusiera. Puede que no fuera adecuado, pero laconsideraba una amiga y confidente, después de todo, ambas habían
luchadocodoconcodocontralaenfermedad.−Siempre has sido una dama, Caroline –le susurró−, mucho más
respetablequeaquellasquesepuedanatreverajuzgarteporcosasquehanescapadoatucontrol.SibienClaireeratodobondadysonrisascuandoseencontrabaenaquel
dormitorio junto a Caroline y Gilly, todo cambiaba en cuanto Joshuatraspasabaelumbraldelapuerta.Entonces,sumiradasevolvíafríaysushombros se ponían rígidos. Le dedicaba un saludo cortés y carente deentusiasmoyseperdíadevistaalamayorbrevedad.EnunprincipioJoshhabíapensadoqueellaestabamolestaporaquellas
verdadestannecesariasquehabíanintercambiado,yoptópordejarpasarunpocodetiempoymantenerlasdistancias.Después,alsaberqueellanosolo no había cejado en su empeño de dedicar esfuerzos y horas aCaroline, sino que además le daba esperanzas de futuras lecciones deprotocoloypaseospor el jardín, sehabíavistoobligadoa terminar susjornadas laborales yendo a la habitación de los lacayos para dejar bienclaroqueseoponíatajantementeasucomportamiento.Cada segundo que Claire pasaba allí, rodeada del aire viciado que
acompañabaalosenfermoseraparaéluntormento,puessufríapesadillascontinuas donde la veía caer inconsciente y ser recluida en una de lashabitacionesdelacasagrande,dondeéljamáspodríacuidarlanivelarporsusalud.Sin embargo, pronto comprobóque la actitudde la señoritaFerris se
alejabadelcalorpropiodeunenfadopasajero.Eraalgomás,unaactitudcuidadaycontinuaquelereservabasoloaél.AntelasmiradasdeCaroliney Gilly, Claire se transformaba en una dama distante y se despedía sinmiraraJoshua,pasandocasiatravésdeélperosinrozarlesiquieraconelvuelodesufalda,perdiéndosedesuvistaduranteelrestodeldía.−¿Quécreesquepuedahabersucedido?–preguntóCarolineunatarde,
trascomprobarquesurecienteamigasemarchabaconlacabezamuyaltay poco después, Joshua hacía lo mismo, dando un ruidoso portazo−,¿habrándiscutido?−Nosé…nocreo–Gilly,querevisabalosfrascosdemedicina,serascó
labarbilla−,élsiempresequejadequelaseñoritaesdemasiadocercanaypococorrecta.Quenorespetasuposición.−¿Cómopuededecireso?SilaseñoritaClairefuerasiemprecomocon
él,esolaalejaríadenosotros,ynocreoqueellaloquiera.
−MeparecequesiJoshpudiera,laapartaríadetodoelmundoparaquenielairelatocarajamás.IgnorandoquelasituaciónvividaentreClaireyélempezabaaestaren
bocade sus amigos, Joshuapasaba los días sumido en elmásprofundomalhumor.Sucarácter,deporsíagrioydifícil,parecíahaberseendurecidotodavía
más.ElsaberqueelpocotiempoqueteníadurantelajornadaparaveraClaireibaaserobjetodesudesprecioydistanciahacíaquelehirvieralasangre.Puedequeaquellafueralaactitudadecuadaquecomoseñoritadelacasaelladebíamostrar,peropormásquehubierainsistidoenello,JoshnoconcebíaqueClairehubieradecididoobedecer.Intentó romper sus barreras, mostrando interés por Caroline y
dedicandomáshorasalalimpiezayreconstruccióndelacasadelcapatazparaqueGillyestuvieralibreypudierapasartiempoconella,peroClaireno valoró ninguna de esas cosas. Por el contrario, su sonrisa y gestoamable se perdía en cuanto él aparecía en su campo de visión, como sitenerle cerca marchitara las flores e impregnara el aire de un olornauseabundo.Ella jamás le había tratado así, ni siquiera cuando la había ofendido
mesesatrás.Enaquelentonces,sehabíaenfadado,habíagritadoyconsucomportamiento, le había dadoun escarmiento que Josh había aceptado.Ahora, por el contrario, era tan correcta y apropiada que empezaba asacarledequicio.LaClairequeélconocíajamáshabíasidotanfría,nisiquieracubierta
desedasyjoyashabíamostradounacaratanclasistaypomposa.Ynoesque le tratara conmezquindado le faltara al respeto (aquello
habría demostrado algún sentimiento por su parte), es que simplemente,actuabacomosiJoshuafueraunadeesasesculturasqueelcondelucíaenlos pasillos de la casa, por las que uno pasaba sin fijarse si quiera quérepresentaban.Amedidaque los días pasarony empezaron a llegar los carruajes de
Londresportandovajillasytelaresparaorganizar lacenaenlamansiónHolt,JoshuaeraconscientedequeeltiempoquerestabahastalaaparicióndelfuturovizcondeysupuestoprometidodeClaire,sereducía.Concadasalidaquelasdamashacíanalpuebloparacomprobarlosavancesdesusvestidos y cada invitación que era aceptada por nobles y hacendados,incrementabansuenfadoymalestar.
Como consecuencia, se volvió impaciente en lo único que podíacontrolar.Empezóagritarimproperiosyserexigenteconlosjornaleros,aquienesincrepabaporserincapacesdehaberterminadodeprofundizarlas zanjas en el tiempo establecido a causa de unas lluvias que habíanretrasadoeltrabajo.Tambiénenlasreparacionesdelacasadescargabasufrustración, golpeando la madera y destrozando marcos de ventanas ybutacasenperfectoestadosolopor lanecesidad imperiosaquesentíadeusarsufuerzabrutacontraalgo.Perosobretodo,sevolcabaenelruano.Aquellabestiaasalvajadaerael
servivoconelquemásseidentificabaJoshuadecuantosvivíanenlacasadeHolt.Elcaballopiafabayremovíalacabeza,clavandoloscascosenlaarena cada vez que, con esfuerzo y maldiciones, Josh lo sacaba delcubículoylometíaenelcercado.Conlascrinesalborotadasylacolaalta,elanimaldejabaclaroqueacercarseaélnoerasensato.QuizáJoshua,quesabíadecaballoslosuficientecomoparareconocer
cuandounonoestabalistoparaenfrentarsecaraacaraconunamo,habríapodidoverlasseñales.Sinembargo,elhumorojodelairaquenublabalarazóndel ruano, también lehabía afectadoa él, demodoqueuna tarde,despuésdequelalluviahubieraconvertidolazonadeentrenamientoenunlodazal, tomólacuerdayelbocadoydecidióqueyahabíadadoaaquelcaballodeldemonio tiempomásquesuficienteparahacersea la ideadequehabíanacidoparasermontadoporunjinete.Ante la atentamirada de algunos de los empleados, que recogían los
aperos de labranza después de haber dejado preparado el sector norte,Josh saltó dentro de la cerca anudando la cuerda. Con paso firme, seaproximó al caballo, dispuesto a dejarse la piel si fuera necesario perocon el convencimiento de que, antes de que anocheciera, lograría laobedienciadelanimal.Ametrosdedistancia,acomodadasenunamantagruesaydisfrutando
del calor de la tarde convenientemente protegidas con sus sombrillas,ClaireyVictoriacharlabanydescansabanlospiesdespuésdeunamañanaenChartham.−Tumadrediráloqueguste,peromeparecequeacadavisitaquehago
aesacondenadamodista,lascosturasdelvestidometiranmásymás–selamentóVictoria,acariciándoseelvientre−,¿cómopuedocrecertantoentanpocassemanas?Clairepensóen los tresbollosdecanelaque sucuñadahabía tomado
con el té, pero se limitó a sonreírle con un encogimiento de hombrosamigable.BastanteteníaVictoriayaconelmiedodeAndrewacualquierinconvenientesurgidoduranteelembarazocomoparaademás,padecerlahumillacióndequealguienledijeraqueestabacomiendodemasiado.Despuésdetodo,elbebénecesitabacrecertodolonecesario.−EstoyconvencidadequemadameSommersdejarátuvestidoperfecto
paralacena.−Desdeluego,entremiscosturasqueseamplíanylastuyasqueparecen
soltarse…LamiradareprobatoriadeVictoriahizoqueClairetuvieraqueapartar
la suya. Era cierto, había perdido el apetito con todo lo que estabapasando,ycuantomásseaproximabaelmomentoenqueArnoldCalvinhicieraactodepresencia,máslecostabatomarbocado.ElhechodequesurelaciónconJoshsehubieracongeladotampocoayudabamucho,aunqueestoúltimofuerasoloculpadeél.Imaginarqueenescasotiempopodríaverseabocadaauncompromiso
ynocontar siquieraconmomentos robadosdegracia,estabaacabandoconsusganasdevivir.Ydecomer,depaso.−Es el por el calor del campo, cuñada–excusó, comoveníahaciendo
díasatrás−,Eleanorestádeacuerdoconmigoenqueesteclimanoinvitaaregalarsegrandesbanquetes.−Tonterías–argumentóVictoria, retirando la sombrillaydejandoque
losrayosdesolhicieranbrillarsucabello−,mimadrevivependientedesunietoyolvidalascomidasytú…empiezoaestarconvencidadequeeseasuntoconelfuturovizcondeCalvintepreocupa.−Andrew lo ha solucionado –se apresuró a explicarClaire−, el señor
Calvinacudiráalacenacomouninvitadomás.Nadadebedarleasuponerquetendráuntratopreferente.−Sí…tuhermanoesmuyconvincente,peroesonosignificaquepueda
frenarensecolasintencionesdeCalvin.Debesestarprevenida.−Estoyconvencidadequenoalbergaintenciónalguna,Vicky.Nodebes
preocuparte.Intentandopor todos losmediosque suconcienciano le reclamara el
mentir a su cuñada embarazada, Claire esbozó una sonrisa, rogandoporqueVictoria creyera suspalabras.Locierto esqueellamisma temíaqueArnoldpudierahacerunapeticiónformaltanprontosuspiespisaranKent, pero no tenía sentido colocar sobre los hombros de nadie más
angustias,especialmenteenVictoria,puestoqueteníayasuficienteconlaorganización de la cena, su cuidado personal durante el embarazo y lapreocupaciónqueAndrewledespertaba.Claireestabaapuntodedesviarlaconversaciónparapreguntarlecómo
ibanlosasuntosdesuhermanoconelduquedeOzma,quiennocejabaensuempeñodeintentarcomprarpartedelastierrasdecultivodelcondadodeHoltparaanexarlaasunuevaposesiónycriarcaballosdecompetición,cuandolossonidosairadosylosgritosprocedentesdelazonadelestabloladistrajeron.Victoria, que también los había oído, le tendió lamano de inmediato
para que la ayudase a incorporar, y tan pronto como ambas mujeresestuvierondepie,empezaronaotearelhorizonteenbuscadelanaturalezadeaquelrepentinorevuelo.−Mimadre se encuentra bien –dijo la condesa, llevándose lamano al
pecho−, está en el porche, llevando y trayendo aCharlesAnthony en elcochecito.¿Quéhapodido…?−Vienedelcercadodeloscaballos.−¿Qué?A Claire solo le hizo falta un vistazo pasajero. No reconoció al
imponenteanimalnegroquecabeceabaysealzabaamenazador,pateandocontralatierrayrelinchandollenodeunairaqueamenazabaconabrirloscielos en dos mitades, más la identidad del desventurado jinete, se lerevelóenunsegundo.Sujetoalacuerdaysinsilla,Joshluchabaconahíncopornoperderel
control de su cuerpo, pero le resultaba imposible mantenerse sobre elcaballosinelapoyodelosestribosyenelestadoenfebrecidoenqueseencontrabaelruano.Seenredólacuerdaenlosbrazosyafianzólostalonesdelasbotasen
los flancos del caballo, pero aquello solo sirvió para que el animal,nervioso, se encolerizara todavíamás. El robusto cuerpo del caballo seremovióysacudió,haciéndosefuertesobresuspatasdelanterasyechandola testuz hacia abajo, propinó una fuerte patada que le elevó los cuartostraseros,lanzandoaljineteatodavelocidad.ElcuerpoinertedeJoshapenastuvotiempodedoblarseenposiciónde
defensa, pues en cuestión de segundos, impactó directamente contra lasvallas del cercado, cayendo luego sobre la arena húmeda de la lluvia,donde se quedó inmóvil, a merced de las coces de aquel demonio de
cuatro patas, que se le acercaba con la amenaza pintada en unos ojosnegroscomoelcarbón.−¡Joshua! –chilló Claire, recogiéndose las faldas y echando a correr
todolorápidoquesuspiernaslepermitían.Desde donde se encontraba, Victoria vio el terror más genuino
brillandoenlasfaccionesdesucuñada,ysiguiósucarrerahaciaellugardonde yacía Josh, demasiado impactada como para poder moverse delsitio.Con un molesto presentimiento que hizo que se le secara la boca,
VictoriarecordóhaberledichoaAndrewqueClaireeraalgopor loqueno debía preocuparse. Todo parecía indicar, que había errado en suspredicciones.−Diosmío–comentó,llevándoselamanoalvientreengestoprotector
−,¿seráposible?
18Aunque estabamásmalhumorado que herido, Josh tuvo que soportar
conlabocacerradaquelosempleadosletrasladaranenvolandas,comosisehubieraquedadolisiado.Protestódurantetodoelcamino,hastaqueledepositaron de malas maneras sobre una silla de madera situada en lacocinadelacasaysuabuelatomóelmandodelasituación.Entonces,nohubopalabramásqueañadir,soloreprochesqueescuchar.Allí sentado, indefenso y con la camisa abierta y echada hacia atrás
sobreloshombros,tuvoquedejarqueserevolotearaasualrededorysediscutieradeformaentendidasiteníaonoalgúnhuesoroto,peseaquesupielbronceadanopresentabamásquerojecesylasmarcaspropiasdelostablonesdelacercacontralaquehabíaimpactado.Peseaqueseinteresó,nadierespondíaasuspreguntasmásacuciantes,
yellosoloprovocabaquesepusieradepeorhumor,siacasoeraposible.−¿Ha devuelto alguien el caballo al cubículo? –insistía, haciendo
muecascadavezqueintentabamoverse−,¿lehaquitadoalguienlasogadealrededordelcuello?Puedeahogarse,¡demonios!Uncerterogolpeenlacabeza,propinadoconunamanofríaperomuy
hábil lehizocallarde inmediato. Josephine,que llevabaentre lasmanosun frasco de pomada, le miraba como si tuviera delante a un chiquillomalcriadoconelquedesearaquedarseasolasparadescargarenéltodoelmiedo que había sentido. Nada más verle aparecer, cargado por lostrabajadoresyconelrostrolívido,sehabíatemidolopeor.Ahora que sabía lo que había ocurrido, la preocupación por posibles
lesionessemezclabaconelenfadoyelpesardecomprobarquesunietollevabaaquellanecedade incapacidaddecuidardesímismoacuñadoencadaunodesusgenes.−Másvalequedejesdeblasfemarenmicocinaytecomportes–leriñó
con tal fiereza, que provocó un silencio absoluto−, ¿se sabe algo delmédico?−Nonecesitoninguno,maldita…¡au!Mordiéndoseconfuerzaloslabios,Joshuamiróasuabuelaconrencor,
mientras ésta extendía una cataplasma de aquella pomada maloliente ypegajosaporlaszonasmagulladas,queempezabanacambiardecolor.Seobligóapermanecerquietoyevitarlasmuecasdemalestarquecadaroce
leprovocaba,puesdeningunamanerapensabaperderelrestodeldíaenmanosdecualquiermatasanosquelevendaraelpechoimpidiéndoletodomovimiento.Teníainfinitascosasquehacer.−Eresuninconsciente,siemprelohassido.Asupesar,Joshtuvoqueesbozarunasonrisaafableanteelsemblante
hoscode su abuela.Estaba algodescoloriday teníavariosmechonesdepelo cano fuera del moño, algo absolutamente raro en ella, que era lapulcritudhechapersona.−Puesmehacriadousted,algohabráhechomal.−¡Dartedemasiadacuerda,desdeluego!–lereprobó,dejandoelfrasco
de pomada y limpiándose lasmanos en el delantal−, ¡ese animal podríahabertepartidoendos!−Ya casi lo tenía –masculló él, más herido en su orgullo que en el
cuerpo−,soloescuestióndetiempo.−¿Quéacabesenlatumba?Nomecabelamenorduda.La voz, ronca y fuerte, provocó un fuerte revuelo en la cocina. Los
empleados que todavía seguían por allí, se apresuraron a levantar lacabeza,yJosephine,alaquehabíadadounrepentinoataquedetos,apartóraudaunasillade lamesaparaqueel recién llegadotomaraasiento.Noobstante,Andrewignoróelgesto,aunqueloagradecióconunamirada.Surostrodejabaa lasclarasqueaquellanoeraunavisitadecortesía.
Como esperando que elmismo infierno se le cayera encima, Joshua seirguiócuantopudo,emitiendounamuecadedolorquenopudoesconder.-¿Enquédemonios estabaspensando?–increpó el conde,mirando las
rojecesdelpechodeJoshuaconpreocupación−,siqueríasmatarte,existenformasmuchomásrápidaseindolorasparahacerlo.−Repararélosdesperfectosdelacerca,señor.Andrewenarcólacejaysecruzódebrazos,mirandoaMcKancomosi
estuviera viendo a su propio hijo intentando llevarse a la boca algoabsurdamentepeligrosoparasusalud.−Bueno,entonceselasuntoestásolucionado,puestoqueesaeratodami
preocupación.−¡Compórtate!–le riñóJosephine,entregándoleunvasodeaguaenel
que había revuelto unos polvos blancos que guardaba en la alacena−,tómateeso,calmaráeldolor.−Tengoquetrabajar.
Cansadodedarrodeos,AndrewapartólasillayseacuclillóanteJoshpara verle justo de frente. La mirada de ambos hombres se mantuvoduranteunossegundos,tiempoenelqueelcondeintentódesentrañarlossecretos que su capataz escondía en tanto que éste, luchaba pormantenerlosocultos.−Lo que has hecho no tiene justificación, Joshua –determinóAndrew
por fin, muy serio−. No solo has puesto en peligro tu vida, sino queademástehascomportadocomounprincipianteconeseanimal,queporotrolado,meestotalmentedesconocido.−Yolocompré.Mepertenece.−Yesoesalgoquemeparecemuydignoportuparte,amigo,¿perode
verdad el sentido de la propiedad hace que tus conocimientos comodomador desaparezcan? ¿Cómo, en nombre de Dios, pensaste que esabestiaestabalistaparasermontada?Porque la frustración estaba devorándole las entrañas, quiso decir
Joshua. Porque no soportabamás el trato correcto y distante al que erasometido por parte de Claire, quien era, en sí misma, la única cosaexistenteenelmundoqueélhabíaambicionadoalgunavez.Elsaberqueleeramáslejanaquenunca,lesumíaentaldolor,enunadesesperacióndeunniveltanalto,quenisiquieraelinminentepeligrodemoriraplastadobajo lascocesdeunanimaldemásdecienquilos, importabaen lomásmínimo.−Podríahaberloconseguido–fueloquedijoenlugardelaverdad−,y
loharé.−¿Te empecinas a pesar de que has estado a punto de recibir heridas
fatales?Andrewnodabacrédito,pero lociertoeraqueaquelloqueveíaen la
mirada de Joshua no dejaba lugar para cuestiones, y estaba convencido,aunquelacertezalellenaradepreocupación,dequetanprontopusieraunpieenelestablo,lovolveríaaintentar.−Notengadudadequelolograré,señor.−¿Eres consciente de que puedo prohibírtelo alegando que ése es mi
establo?−Hagaloqueleplazca.Josephineahogóungritoantelarespuestaquesunietodabaalconde,
masAndrew, en lugar de enfadado, lucía en el rostro una expresión dederrota difícil de ocultar. Irguiéndose, se cruzó de brazos paramirar a
Josh de frente, preguntándose qué demonio se le habría metido en elcuerpo.−Demodo que para eso querías el adelanto del dinero –susurró,más
parasímismoqueparaelresto−,paracompraruncaballoingobernableymorirenelintentodedomarlo.Nohuborespuesta,peroAndrewtampocolaesperaba.−¿Nohedejadoclaroquesiempretendríasatudisposicióncualquiera
demisanimales?−Yo quería uno mío –Joshua le miró a los ojos, al hombre que era
debajo del título de conde, al muchacho con el que había crecido ycompartido las primeras vivencias que ahora, les habían hecho quieneseran−,simelanzacontralasvallasomedestrozaacoces,lohabráhechoalgoquemepertenece.Amí,yanadiemás.−Eresunnecio,Joshua.−Despídameentonces.Pese a lo tenso de la situación, Andrew dejó escapar una carcajada
carentedehumor.Sellevólamanoalpuentedelanariz,presionandoconfuerza.Deseabaquellegaraelmomentoderetirarseasuaposento,dormiren su cama junto al calor de sumujer.En lugar de aquello, y aparte detodoslosasuntosqueaúnteníaquetratar,estabaallí,razonandoconunode los hombres a los que más apreciaba y respetaba, para intentar,aparentementeenvano,mantenerasalvosupellejo.−¿Sabes algo, Josh? De saber que usarías el dinero para fines tan
peligrosos,tehabríanegadoeladelanto.−No lo quería solo para eso, ¿de acuerdo? El caballo fue… solo
necesitaba…−¿Haspedidodineroalconde?–Josephineabriólosojosdeparenpar,
acercándose a su nieto conmanos temblorosas−, ¿qué necesidad podíastenerparahacerlo?−¿Acasonoeramío?–gruñóJosh,queempezabaasentirseacorralado
ytemíadeciralgoquepusieraaGillyaldescubierto.DeningunamanerapodíacontarquéhabíahechoconelrestodelsueldoqueAndrewlehabíaentregado−,jamáspidonigastonada,necesitabadineroymecompréuncaballo,¿dóndeestáelproblema?−¡Enquenoeresresponsabledetusactos,Joshua,ahíestáelproblema!
–bramóAndrew,perdiendolapaciencia−,mesorprendemuchoquedadostusconocimientoscomprarasuncaballoenesascondiciones,ymásaún,
quecreyerasqueestálistoparaserpaseadocuandoesevidentequesetratade una mala bestia. Francamente, Josh, si es así como juzgas tusposesiones,empiezoadudarsialgunavezdeberássaber…−Señor, por favor –con el semblante todavía más trémulo, Josephine
dedicó a Andrew unamirada elocuente−, creo que ha entendido que suconductaesinaceptable.UnasentimientobastóparaqueAndrewdemostraraquehabíaentendido
elpuntoalqueJosephinehabíaqueridollegar.Tiesoyrígidoenlasilla,Joshuamiraba aunoyotro conencono,manteniendo laboca cerradayrogandoporqueaquelrapapolvoterminaraprontoyledejaranirenpaz.Aceptabalasriñasdesuabuela,yledaríacuentasdelpréstamocuando
fueraelmomento,peroAndrew…conéltendríapalabrasmuypronto.Noestabadispuestoaqueledijeracómodebíacuidardesímismonidequémanera comportarse, como si fuera un chiquillo. Si supiera que todocuantohacíaproveníadesudeseodenofaltarlealrespeto,noseatreveríaareplicarle.−Puestoqueteniegasapermitirmehacerveniralmédico–dijoelconde
−,pongoentuconocimientoquehayciertoscuidadosdelosquenovasalibrarte.Joshyaibaadiscutir,cuandoClairecruzóelumbralde lacocinacon
un montón de vendas entre los brazos. Tragando saliva, se quedó tanpálidoquellegóacreerquesedesmayaría.Ellaseacercódespacio, tomandoasientoenlasillaqueAndrewhabía
desdeñadoantesylemiróalosojoscomohacíamuchotiempoquenolohacía.Había calidez en ellos, un calor y un afecto que Josh creía haberperdidoparasiempre.Cuandolajovenextendiólasmanospararevisarlasmagulladuras, se vio a sí mismo inclinándose hacia adelante parafacilitarle la tarea, sumiso como un gato al que hubieran empezado aacariciar.En cuanto los delicados dedos entraron en contacto con su piel, todo
estuvobienenelmundoparaél.Cienvecesmásmontaríaaaquelbenditocaballo y ciento una se dejaría lanzar contra las vallas del cercado si lejurarananteDiosqueClaireFerrisletocaríacomoconsuelo.−¿Te duele al moverte? –susurró ella, mirándole con aquellos ojos
castañosquenoparecíandeestemundo.−Apenas–susurróJosh,sinencontrarcasilavoz.−Porsupuestoqueleduele–jadeoJosephine,pasándoselamanoporla
frenteysuspirando−,apenaspuedemantenersesentado.Con un asentimiento, Claire tomó uno de los rollos de venda y lo
mostró a Josh, declarando su intención de cubrir lasmagulladuras paraque el roce con la ropa no le provocara molestias. Aunque todos lospresentespensaronqueempezaríaablasfemarotravez,McKanselimitóaasentirhumildementecon lacabezayapartar losbrazosparaqueClairepudiera empezar a recorrer su torso con la venda, cubriendo las zonasmalheridasconmaña.−Debes dar gracias a que Claire haya aprendido cuidados básicos en
Londres –dijo Andrew de repente, recordándole a Josh que pese a laintimidad de la escena, seguía ahí−. Y también que se haya ofrecido aayudarteapesardetuinsensatez.−Sí… yo… −Josh tragó, tenía la coronilla de Claire justo bajo la
barbilla. La sentía inclinada hacia él, tratando con mimo y cuidado susheridas−.Loagradezco.−Te vi caer –le dijo ella, alzando despacio el rostro para mirarle−,
estabaenelpradoconVictoriayvi…vimos…measustétantoqueechéacorrer.−Seguroquenofueparatantocomoparecía…señorita.−Unsoloarañazoquesufrieras,seríademasiadoparamí.Joshua estaba seguro de que pronto, perdería la batalla con la
contención. Sentir a Claire tan cerca y verla tan volcada tras días dedistancia le provocaron una ola de sentimientos que estaba a punto deahogarle.Pocoimportabayaquesuhermanoestuvierapresente,sehallaranenla
cocinadelacasa,oqueaélacabaradelanzarleuncaballocontralistonesdemadera.Ellaestabaallí,susojostodavíaseveíanhúmedosybrillantesde preocupación. Había corrido a su encuentro, porque a pesar de susdesplantes,desusintentosysuspalabras,nohabíaenelmundocosamásimportanteparaClaireFerrisqueél.Del mismo modo que para él, no existía nada con más valor que el
amorquesentíaporella.¿Valíadealgoacasoellucharcontraello?¿Nosería más inteligente rendirse, dejarse llevar? Empezaba a pensar queaquelcastigoquetantotemíasufrirsiseatrevíaatomarlahabíarecaídoyasobreél,ynoescaparíaamenosquedejara losprejuiciosy losmiedosatrás. Fue como un fogonazo, un momento de absoluta clarividencia yentendimientoquelesacudió.
Amaba a Claire, y por algún extraño milagro divino, ella parecíadispuestaainterponerseentreuncaballofuriosoyélparaprotegerle.−Claire… −susurró solo para ella, alzando una mano, anhelando
tocarla,atraerlahaciasupechoycalmareldolorqueello leprovocaríaconunbesodeaquellabocaquelerobabaelsueñoylacalma−,yo…−¿Josephine?¿Seencuentrabien?¡Josephine!LavozdeAndrewsacóaambosjóvenesdesuspensamientos,dehecho,
provocóqueJoshuasepusieraenpieignorandolasmolestiasquesentíaalcomprobarqueelamadellaves,cuyorostrosehabíavueltodelcolordelaceniza,setambaleabasobresuspies,apuntodedesfallecer.
19Como digna abuela de Joshua que era, Josephine armó toda clase de
aspavientos durante el tiempo que tardó en ser trasladada a uno de losdormitoriosdelacasaprincipal.Se quejó de que interrumpieran su trabajo y después, de que no la
llevaran a sus propios aposentos, pero Andrew se mostró tajante. Noestabadispuestoaqueotromiembrode la familiaMcKandesdeñarasusofrecimientosdeunadecuadotratamientosanitario,sobre todo, teniendoencuentaelmalaspectoquelucíaJosephine,cuyosudorfríoypalidezsehabíanacrecentado.−El doctor estará aquí de un momento a otro –explicó el conde,
arropandoalamujerquelehabíavistocrecerconcariño−,mimadreenpersonahaidoalpuebloabuscarle.−¿Lacondesaviudahaido…?¡PorDiosbendito,cómoseleocurre!−Porquenospreocupamosporusted.Incapazdehacernadaparacambiarlasituación,Josephinesedejócaer
contra losalmohadones, inhalandoyexhalandopocoapocounairequeparecía le faltaba. En algún momento le habían quitado su impolutodelantal y también habían deshecho su moño, con lo que ahora, losmechonesblancosdesucabellolecaíansobreloshombros.−Señor…Andrew–susurró,ganándoseconaquelgestocercanotodala
atencióndelconde−,ordeneaesasmuchachasqueseocupendeservirlacena a su hora. Y por Dios, que nadie toque mis cuchillos, no sabenafilarlosylosestropearan.−Ustedpreocúpesesolodedescansar.Elrestopuedeesperar.Josephine le dedicó la mirada de quien ha pasado por demasiados
esfuerzosdurantetodasuvidacomoparadejarsetumbarsinantesdarunpocodeguerra,peroelcasoesque inclusoella tuvoquereconocerqueaquel malestar, que ya llevaba días fraguándose, estaba empezando aasustarla.−Metemoquehansidodemasiadas impresionesparaundía–convino
Andrew,quetambiénseveíasuperado−,duermaunpoco,Corentinllegaráenseguida.Josephine asintió, viendo marchar a Andrew por el pasillo y
preguntándosesiaquello,elestarencama,angustiadayagotadacomouna
chiquilla parturienta significaría que era el momento de saldar ciertasdeudas que tenía pendientes. Y desvelar secretos que había enterradotiempoatrás.−Necesitounpocomásdetiempo–susurróparasímisma,dispuestaa
serprácticasidebíaponerseenlopeor.
***Entretantoyajenoalastribulacionesdesuabuela,Joshesperabaenel
pasilloaquealguienledijeraalgo.Completamentefueradesíyconlosnervios de punta, recorría con sus botas elmismo espacio de alfombrauna y otra vez, memorizando prácticamente a la perfección el dibujoestampadoencolorburdeosyazul.TanprontoJosephinehabíaestadoapuntodedesmayarse,enlacocina
empezaron a moverse a la velocidad del rayo. Los empleados que lehabían ayudado a él la cargaron, formando una comitiva seguida porAndrew, que daba órdenes a unos y otros sin perder aparentemente lacalma,aunquesusemblantesombríodejabaalasclarasqueaquelibaaserunodeesosdíaspararecordar,ynoparabien.Élintentóseguirles,perotanprontosepusoenpieenlasilla,eldolor
de sus costillas magulladas le hizo perder el aliento. Claire le habíadetenido, prometiéndole que tan pronto se supiera algo, le informarían.Después, lahabíavistosalircorriendo,enbuscadeJoanna,paratraeralmédico.Aquel viejo decrépito que se jactaba de haber ayudado a parir a una
buenacantidaddemujeresdelaaristocracia(entreellas,laactualcondesa)yconelqueJoshuajamáshabíahechobuenasmigas,tendríalasaluddesuabuela,suúnicafamilia,lamujerquelehabíacriadoyacogidodespuésdeque no quedara nada para él en el seno paterno, en las palmas de lasmanos.Pedirlequemantuvieralacalma,habíasidoinútil.−No conozco unamujermás fuerte que Josephine, Joshua –la voz de
Victoria,decuyapresenciacasisehabíaolvidado,lehizopararenmediodeunpaso−,nolaayudarássinodescansastambién.Estásherido.−Ustednolavio,milady…ella…jamáshaestadoenferma.Nunca.−El doctor Corentin estará aquí de inmediato y encontrará la causa.
Andrewnopermitirálocontrario.Ningunodenosotros.Mirandoaaquellabuenamujerdecabellosrojizos, tanbellayfranca,
consuabultadovientreylasarrugasenelceñoqueindicabanproblemasque hasta el momento otros desconocían, Joshua quiso con todas susfuerzaspoder creerla.Deseódecorazónpoder calmarseydejarque lascosassearreglaranporsímismas,peroesanoerasuformadeser.Pocoimportabaqueelmédico llegaraenunsegundoyeldiagnóstico
quediera resultaraelcorrecto,el tiempoquehabíapasadodesdequesuabuelasehabíacontagiadohastaquelossíntomassehabíanhechovisiblesyahabíatranscurrido.ParaJosh,esamuchachaestabaenfermademalariayhabíacontagiadoasuabuela.DenadaservíaqueGillypensaraquesoloeraunasfiebresyquelaquininasurtieraefecto.Estabaconvencidodequeel mal estaba en ella, ganando terreno gracias a su edad avanzada yagotamiento.Josephineerafuerteyrobusta,esoeracierto,perocuandounotraíala
enfermedada losmurosde lacasa,cabíaesperarqueéstasecebaraconlaspresasmásdébilesprimero.Niños.Ancianos.Y él, había abierto de par en par las puertas a una plaga que ahora
empezabaaasomarlacabeza.−¿Joshua? –alarmada por su gesto, Victoria dio un cauteloso paso al
frente,acercándose−,¿sonlascostillas?¿Teencuentrasmal?−Nopodránhacernada,señora…niusted,nielconde.−Debestranquilizarse,elmédico…−Esinútil.Serádemasiadotarde.LaréplicamurióentreloslabiosdeVictoria,pueslosaceleradospasos
delpasillo le indicaronque los refuerzospor finhabían llegado.JoannadeHolt, despeinaday conelbajode la faldamanchadodebarro acudíarauda,conelmaletíndecuerodelmédicoentrelosbrazos.Corentin,depiernasmuchomáscortas,laseguíaasupropioritmo.Tan
pronto cruzó mirada con Joshua, ambos se midieron con un gesto,acostumbrados como estaban a rivalizar en cuanto a los tratamientosmédicosylanaturalezadelasdistintasenfermedades.Muchotiempoantesdel intento de envenenamiento que había sufrido Victoria, Corentin yJoshuaya habían tenidodisputas, uno, centrando su práctica solo en losestudiosylarazón,yelotro,enlasexperienciasquehabíavivido.−Bueno, señor McKan, espero que esta vez, y dado que la principal
interesada en recuperar la salud es su abuela, me deje trabajar sin
presionarmeygruñirmealoídosusdiagnósticos.−Nonecesitoquelaexamine,yaséloquetiene.−Joshua… −Joanna entregó el maletín al médico, mirándole con
seriedad−,Clairehaidoainformaralosjornalerosdelasnovedades.Talvezdeberíasretirarte.Conunasentimiento,Corentinsequitóelsombrero,dispuestoaentrara
lashabitacionesdondedescansabalaenfermaparaocuparsedeanalizarsuestado.Antesdequepudierahacerlo,Joshletiródelbrazoconinsistencia.−Esmalaria–graznó,con lamandíbulaapretada−.Debedarlequinina.
Ahora.−¿Peroquéestádiciendo,muchacho?¿Haperdidoeljuicio?−Joshua, intenta tranquilizarte. Haz caso a mi suegra y retírate a
descansar,noteharábienestaraquí.−Victoriatienerazón–Joanna,confirmeza,retirólamanodeJoshdel
brazodelmédico−,déjaletrabajar.−Escucheloqueledigo–lamiradanegradeJoshuaseguíaclavadaen
elmédico,queestabainmóvil−.Delequininaenseguida.−Joven, su impertinencia para con mi persona empieza a resultarme
exagerada,¡notoleraréquepongaendudamisdiagnósticosunavezmás,ymuchomenos,enpresenciadetanilustresdamas!−¡Mi abuela tienemalaria, demonios! –ignorando el dolor, Joshua se
removióparaevitarquelacondesaviudayseleacercara−,hayunbroteenlacasa,estoyseguro.−Y yo estoy seguro de que debe usted recostarse y dejar que los
facultadosdictemoslosdiagnósticos.Buenastardes,señorMcKan.Ofendido hasta más allá de lo razonable, Corentin traspuso el
dormitorio y cerró la puerta en las narices de los allí presentes.Intercambiandounamiradadepreocupación,VictoriayJoannamidieronla situación, valorando qué debería hacerse a continuación. Finalmente,dado que todos aquellos sobresaltos podrían ser contraproducentes parasunuera,fuelacondesaviudalaquedecidióintentarhacerentrarenrazónaJoshua.Sin embargo, él tenía sus propios planes, y antes de que ninguna de
aquellas mujeres pudiera decir una palabra, desapareció por el pasillorumbo a los jardines, con paso vivo pero irregular, doliéndose de lasmagulladurasquelehabíaprovocadolacaída.−Diosmío–susurróVictoria,abrazándoseelvientreconvoztrémula−,
¿peroquéhapasadoenestacasa?−Nolosé,querida–Joannaseapresuróaabrazarla,guiandosuspasos
haciael saloncitomáscercano−,pero teaseguroquedehabercualquierriesgo en ella nos ocuparemos enseguida, trata de no perder la calma.EsperemosaverquénosdiceCorentin.
***Con la ira desbordando por todos sus poros y alimentando la fuerza
necesariaparaavanzarcadapesopesealdolor,Joshuarecorrióeljardínyellateraldelacasa,decididoaencontrarsedefrenteconelfocodeaquelmalqueélmismohabíadejadopenetrarenlacasaHolt.Intentóevitarquelamentedivagarahaciasuabuela,cuyoestadotodavía
nohabíapodidocomprobar,puesdebíaserfuerteymantenersealerta.Loque tenía por delante no iba a ser fácil, pero no se tocaría el corazón.Debíahacerloporelbiendetodoslosquevivíanbajoaqueltechoqueélhabíapuestoenpeligro,porqueeralojustoylocorrecto.Soloesperabanollegardemasiadotarde.Pensar en Josephine, que a pesar de la distancia compartía lugar de
descansoenelpasillodondeCarolinehabíaestadoalojadahizoqueselerevolviera el estómago. ¿Cómo podía haber sido tan tonto y confiado?¿Cómo podía hacer cedido cuando algo en su interior, ese poderosoinstinto que tenía, le había gritado desde un principio los riesgos quetodoscorrían?YClaire…Ella había estado cara a cara con la enfermedad. En la misma
habitación,compartiendoespacio,tiempoyairepútrido.Apretólospuñosehizomáslargassuszancadas,temiendoquepronto,enunashorasquizá,ellasucumbiríaalamalaria,caeríaenfermaysufriríaunalargaagonía.Entonces,todocuantoéleranotendríasentido.Nadavaldríalapenani
tendríavaloralguno.Cruzó la puerta de servicio y el pasillo de los dormitorios de los
empleados,debiendodetenersecontraelmurodepiedrapararetomarelaliento.Eldolorerainfernal,peroyadescansaríadespués,cuandotodalacasaestuvieraasalvo.ConlamiradadeClaireclavadaenlamente,conlaimagenpálidaysudorosadeJosephineancladaenelpecho,Joshuaabrióla puerta del dormitorio y entró en él como un vendaval, apretando lospuños y recorriendo la estancia con una hojeada colérica que parecióbarrercontodoslosenserespersonalesqueallídescansaban.
Gilly, que estaba de pie, sosteniendo a unaCaroline demuchomejorsemblante por la cintura mientras ella deambulaba por fin fuera de lacama, lemiró con aprensión.Comopor instinto, temiendo la explosiónqueaquellosojosavecinaban,afianzósuagarreeneltalledelamuchacha.−¿Josh…?−Tienesquesacarladeaquí.Ahoramismo.La joven pareja intercambió una mirada de confusión. Rápidamente,
GillyguioaCarolinehaciaunade lassillasdemaderade lahabitación,ayudándolaasentarse.Después,sequedópetrificadocomoestaba,depieanteella,comosicubrirladelavistadeJoshuasirvieraparaqueéstenodejarasalirsuiracontraella.−Hesabidolodelcaballo,elaccidente–balbuceóGilly, toqueteándose
elpelorubioconnerviosismo−,noparecequehayassalidomalparado.−Miabuelaestáencama.Tienemalaria,porsuculpa.UndedoacusadorseñalóaCaroline,quesetapólacaraconlasmanos
y empezó a negar. Apenada y muerta de miedo, trató de susurrar unadisculpa,perodesuslabiosnosaliópalabraalguna.−Esonoesposible,Josh.Tuabuelanohaestadoaquí.−¡Duermeenestepasillo,Gilly!–bramóMcKan,dándosecuentadeque
el razonamientono ibaaservirparanada−,¡viveenestacasa, igualquetodos los demás! ¿De verdad creías que podríamos esconder laenfermedadtrasunapuerta?−¿Yalahavistounmédico?¿Tehandichoqueesmalaria?−No necesito que lo hagan. Lo sé bien. Tiene los mismos síntomas,
sudores,lapielpálida,fiebre…−¡Podríaserotracosa,Joshua,cualquiera!Esunamujermayor,trabaja
desolasol,seguramente…−VasallevárteladeaquíGilly.Esunadecisióntomada.Losdoshombres,íntimos,compañerosdedurasjornadasdetrabajo,se
miraron a la cara como desconocidos por primera vez. Joshua, con elcabellohúmedoyelrictuscontraídodedoloryGilly,conunacertezayseguridad en sí mismo que solo el amor correspondido podía haberleconferido.Nunca sehabíaopuesto anadaque Josh lepidiera, claroquenunca,hastaentonces,habíaconsideradotaninjustoloqueoíadebocadesuamigo.−Losiento,Josh–dijo,cerrandolospuños,comosiseprepararapara
afrontar lo que viniera−.Caroline no está bien para viajar, no va a ir a
ningúnsitio.−¿Creesqueelcondenodescubriríaenseguidaqueestáaquí,pudriendo
cadabriznadehierbaycadamotadepolvocon lamalaria tanprontoelmatasanosloconfirme?−Siesasí…hablaréconél.Joshsoltóunacarcajadacarentedehumor,apoyándoseenlaparedpor
temoraquelaspiernasnolesostuvieran.−¿Yquédemoniosvasadecirle?Encuantosepaquehayriesgoparasu
mujeryelbebé,saldrásdeaquítanrápidocomoella.−Joshua…−ladelicadavozdeCarolineabrióunabrecha,provocando
queamboshombreslamiraran−,yo…sientomuchísimo…−Cállate.Cadavezqueseparasloslabiosnosponesaúnmásenriesgo.
Nunca debí traerte, jamás debí permitir que este zoquete hiciera talestupidez.−¡Ya basta, Joshua! –gruñóGilly, completamente fuera de sí−. Puedes
estartodolopreocupadoquequieras,peronotepermitoquelatratesasí.−¿Cómo,Gilly?¿Cómosifueraunamujerzuelaquenoshatraídouna
plaga?Ellacayoalzóelpuño,ylodejóenelaireeltiemposuficienteparaque
susintencionesquedaranclaras.−Por respeto al estado de tu abuela, y lo que ello te provoca, no te
pegaré–susurró−,ysabeDiosque talcomoestáspodría tumbartedeunsoloderechazo.−Esonocambiarálaverdad–Joshlemiróconencono,lamentandono
tenersusfuerzasapuntoparahacervalersuverdad−.Inclusoaunquesolopasara una noche bajo el techo del burdel eso ya la hamarcado.No hamuerto de malaria, pero no dejará tras de sí más que desgracia.Empezandopormiabuela.−Nosabessiestácontagiada,Joshua.Tuarrogancianotedejaverque
quizáestésequivocado.−Ytuestupideznodejaqueloveastú–conunsuspiro,Joshsepresionó
elcostadoconunbrazo,apoyandoelotrosobrelamesadeescritorioenlaqueredactabasusinformesparaAndrew−,laseñoritaClairehaestadoenestahabitación.Simuestraunsolosíntomayellaaúnsigueaquí…−¿Qué? –increpóGilly, viendo que nada tenía que perder−, ¿hablarás
conelconde?¿Nosdescubrirás?−Haréloquedeba,porencimadequiensea.
Seguardóuninstantedesilencio,comodejandoquelasduraspalabrasdichasreposaranentreamboshombres.Después,Gillyrespondióconunasentimiento, seguro de que no se dejaría amedrentar. Con pasoscautelosos,seacercóalaafectadaCaroline,quellorabaensilenciohechaunovilloenlasilla,yletomólamano.−Tambiényoharéloquedeba,amigo–dijoGilly,conuntonosecoy
carentedeemoción−.Ynotepermitiréquelatoques.−Estásadvertido–dijoMcKan−.Rezaparaquenohayamáscontagios.Gillyestuvoapuntodedecirlequeoraraél,portenerlarazón,puesde
equivocarse,Joshibaatenerquetragarsemuchaspalabras.Sinembargo,el dolor y la decepción que él sentía al ver a su amigomás querido encontra,noeranadacomparadoalabrechaqueseleabríaenelpechoalcontemplarlaconsternacióndeCaroline.Probablemente,lachicaseveíadenuevosinrecursos,echadaalacalle
dondenolequedaríamásremedioquevolveraaquelterriblelugarparasubsistir,claroqueestavez,nocontaríaconlaenfermedadparademorarpormás tiempo lo que la dueña esperaba de ella. Joshua, cegado comoestaba por preservar el bienestar del conde y su familia, parecíadeterminadoaarrojarlaasusuertesincontemplaciones.Élapreciabaa losFerris,quienes lehabíandadotrabajoytecho,pero
inclusocontodoelpesardesucorazón,Gillynopermitiríaquelamujeralaqueamabasufrieralasconsecuenciasdeunposiblecontagiodelquenoeraculpable.−Tieneshastamañanapara sacarla de las tierras del conde–sentenció
Josh,enuntonoquesonócarentedetodosentimiento.Intentóerguirseparasepararelcuerpodelaparedyabandonaraquella
habitacióninfectaloantesposible,perolospasosapresuradosyelfrufrúdeunas faldas le hicieron interrumpirse.Antes inclusode tenerla cara acara,yasabíaloqueibaaocurrir.−Maldición–susurró.−¡Joshua!Claire entró como una tromba, mirando la escena sin comprender.
CarolinellorabaenbrazosdeunGillyquenuncahabíatenidolacaramásroja y surcada de pena. En tanto que Joshua parecía a punto de caer alsuelocuanlargoera,inerteporeldolor.−¿Quédemonioshaceaquí?–lebramó,casisinaliento−,¿nosabeque
hayunamalditaplagademalariaenlacasa?¡Salgaahoramismo!
−EldoctorCorentinha terminado.Tuabuelaquiereverte–se limitóaresponderClaire,confundidaantelaescenaqueteníaantesusojos−,¿quéhapasado?¿Caroline,estásbien?−Noseacerque–gruñóJosh,casisinvoz,altiempoquelatomabadel
brazo−. Es la culpable… ella ha traído la enfermedad. Y yo lo hepermitido.Peroloarreglaré,Claire…nodejaréquetú…−Para, Joshua, ¿quédices?PorDios, apenaspuedes sostenerte enpie,
¿cómohasllegadohastaaquí?−Miabuela…llévemeconella.Porfavor.Con un asentimiento confuso,Claire le pasó su brazomenudo por la
cintura y le guio con cuidado fuera de la habitación.Antes de cruzar elpasillo,dedicóunamiradasignificativaaGilly,quienrojodeira,bajólavistaynoseladevolvió.
20Por el camino a la casa, Claire solo escuchaba los jadeos que iba
exhalandoJoshamedidaquedarcadapasolesuponíaunesfuerzomayor.Con toda la fuerza que pudo reunir, intentó que su brazo le sirviera deapoyo para que no se tambaleara, pero él era mucho más alto ycorpulento,demodoqueconfrecuenciateníaquesujetarsedelasparedesysetosqueibahallandoasupasoparanocaer.−Puedosolo–declarócuandoestuvoalpiedelasescaleras−,¿siguemi
abuelaenlamismahabitacióndehuéspedes?−HainsistidoenvolveralasuyaperoAndrewnolohapermitido.−Bien–pusoelprimerpieenel escalóny tuvoquecerrar losojosal
notareltiróndelaherida−.Seguirédesdeaquí.−PorDiosJoshua,¿novesqueestásapuntodeperderlasfuerzas?Sial
menoshubierasdejadoalmédicoquetedieraalgoparacalmareldolor…−Queríaestarlúcido.Habíacosasquehacer.Clairepensóquetalvezaquelnofueraunbuenmomento,puesestaba
claroquedebíapermaneceratentaporsiJoshdabaunmalpasoycaíadebruces,algoqueparecíabastanteposibledadosuestado.Sinembargo,loque había visto en aquel cuarto no era algo que pudiera dejar pasar sinmás.−¿VasadecirmequéproblemahastenidoconGillyyCaroline?−Lohesolucionado.–Lamiróalosojos,haciéndoleverqueeraverdad
−.Notepreocupes.Molesta por su tono distante, Claire subió dos escalones y miró a
Joshua desde arriba, con el ceño fruncido. Casi le dio pena su rostrosudorosoypálido,peronosedejóamilanar.−Miabuelaespera.−Notardaremosmuchosidejasdehablarenclaveymecuentasquéha
pasado –sentenció ella, muy segura−, me han dicho que has estadogritándole al médico que había malaria en la casa. ¿Cómo has podidodecireso?Victoriaestáembarazada,sehallevadounsustodemuerte.−Eslaverdad–yJoshsabíaperfectamentetodaslaspersonasalasque
su torpeza podría afectar. Empezando por lamismaClaire, su principalpreocupación−.Yohetraídoaesa…mujeraquí.YopermitíqueGillymeconvenciera. Ahora la enfermedad los pondrá en peligro a todos… ¡y
usted,señorita,nohaparadodepasearseporesacondenadahabitación!−Carolineestábien.Suestadonoeratangravecomoparaquepudiera
propagarseunaepidemia,haestadoaislada…−Tantoda.Miabuelahaenfermado,elbebédelacondesapuedeserel
siguiente,inclusoelquetodavíallevaenelvientre.−Nadie va a caer enfermo, Josh, ¿quieres escuchar lo que te digo?
Josephine…−Meestáesperando–consumoesfuerzo,subióotroescalón,mirandoa
Claireconseriedad−.Másvalequetengaustedlarazónynoyo,señorita.Porquesienfermaymuere,laseguiréalaotravidasoloparahacerleverqueestabaequivocada.Muda de asombro, vio a Joshua subir el resto de las escaleras y
perderseapasoirregularporelpasillo.Ibasujetándoseelcostadodondesehabíallevadoelgolpe,peronisiquieraesolerestabaportealcaminar.Amenudo,Clairepensabaqueno importabamuchosi lacunaen laquehubieranacidoJoshhabíasidodemaderaenlugardelabradaconpiedraspreciosas,teníalasformasdeuncaballero,latemplanzadequiensabequeloquediceohacetieneunfin.Siempre anhelaría que mostrara esa seguridad y empuje en lo que a
ellosserefería,peroaquellaparecíaserlaasignaturapendientedeJoshua,que si bien daría por ella la vida, y se la quitaría con gusto a quien lahiciera sufrir, no parecía dispuesto a compartir la existencia junto aClaire,másqueadistancia.“La seguiré a la otra vida” había dicho. Claire sintió un escalofrío
recorrerlelapieldearribaabajo.Sabíaquenoeranpalabrasvacías.
***Cuando Joshua llegó a la habitación de huéspedes, cruzó la puerta
esperando encontrarse lo peor. Su sorpresa fue mayúscula al ver queJosephine, si bien algo alicaída y pálida, parecía casi tan fuerte comosiempre.Cojeando,seacercóhastalacabeceradelacamaytomóasientoenla
sillavacíaquehabíaasulado,emitiendoungruñidoquehizoaJosephinealzarlascejasgrisesenunaexpresiónqueindicabareproche.−Así que has estado paseándote por la casa en vez de echarte a
descansar para que tu herida sane, ¿eh? No puedo distraerme ni unsegundocontigo.Porraroquepareciera,Joshfuecapazdesonreír.−Sienfermamoslosdos,¿quéserádeestacasa,abuela?−Muy cierto –la mujer suspiró, tomando de la mesilla sus gafas y
dejándolas caer con gracia sobre la nariz−, también yo me puse a darvueltas,creyendoquemitiempoalmandoseagotaba.Echando una ojeada discreta al surtido de medicamentos de la
habitación, Josh constató que no había frascos con quinina.Ni tampocopañosyaguafríaconlaquedisiparlafiebre.Habíaaprendidoatratarlossíntomas tras tantos días cuidando de Caroline, como también habíaaprendido a apreciar las señas que la enfermedad iba dejando en elenfermoconformeavanzaba.Suabuelanolaspresentaba.−¿Qué ha dicho ese matasanos? –inquirió, empezando a tensarse al
recordarlamiradadepavordelacondesaaloírlepronunciarlapalabramalaria−,¿tehatratadoadecuadamente?−Ha sido un perfecto caballero –corroboró Josephine−.Yo no estaba
tandébilcomoparapermitirotracosa.−Estoyseguro.Unaccesode tos interrumpió lacharla. Joshseapresuróa levantarse,
peroJosephineleindicóconungestoquenolohiciera.Mirópreocupadasugestodedolorcuandovolvióadejarsecaerenlasillaysedijoquelacharlanodebíademorarseenexceso,odelocontrario,aquelladolenciadesunietosoloempeoraría.−Al parecer, he cogido una especie de pulmonía –explicó la mujer,
restandoimportanciaasuspalabrasconunmovimientodelamano−,noparecesertangrave,oalmenos,eldoctorCorentindicequenoloserásidescansodebidamenteytrabajomenos.Por la expresión facial que había puesto su abuela, Joshua supo de
inmediato que había descartado de pleno tales consejos. Para Josephine,trabajar menos supondría dormir más de seis horas diarias, algoimpensable, ya que se retiraba la última y cuando los empleados selevantabanellaparecíallevarhorasinmersaentodaclasedetareas.−Debehacerlo,abuela,porsubien.−¿Ahoravasaponertedepartedelmédico?Porquemientrasmetrataba
noparabadeecharsaposyculebrasporlabocaentucontra.
−Cree que sabe más que nadie sobre las demás personas por tenerestudiosdemedicina–bajólamirada,pretendiendoquesufaltadeciertosconocimientoshabíadejadodeimportarlehacemucho−,peroaveces,seequivoca.−Estavez,elequivocadofuistetú,hijo–Josephineexhalóunsuspirotan
hondoqueseleremoviótodoelcuerpo−,¿cómoseteocurredecretaravoz en grito que hay una plaga de malaria en la casa? ¡Lady Victoriaestabaaterrada!−Tuvemisrazones.−¿Yesoestodoloquevasadecir?Sicreesquevaaservirme,esque
nohasaprendidonadalosañosquellevasviviendobajoestetecho.−Heresueltoelproblema,abuela–aunquesupieradedóndeproveníala
enfermedad y deseara erradicarla, no podía echar a los perros a Gilly.Dabaigualloquelehubieradichoparaamedrentarlo,noledelataría−,medisculparéconlacondesaporcrearalarma,peropronto,todoestarábien.−Sé, desde hace días, que algo te traes con el lacayo… esas idas y
venidasvuestrasnosonnormales.Joshlamiróconsuspicacia,aunqueporsupuesto,noeraunasorpresa
quesuabuelaestuvieraenteradadecadacosaquesucedíaenlacasa.Aquelerasuoficio,ylodesempeñabaalaperfección.−Novoyapreguntartequées–dijoenunsusurro−,noesesodeloque
quería hablarte, pero confío en que los dos seáis conscientes de lo queestáishaciendo.−Las cosas pronto volverán a la normalidad, abuela. Usted solo…
descanseytratederecobrarlasfuerzas.−¿Con la cena de los señores tan próxima? Tendrán suerte si logran
mantenermeencamahastamañana–ysonrió,orgullosa−,leheprohibidoalseñorquelacancele.Yesoqueveníamuydispuesto.−MecuestaimaginarlallevandolacontrariaaAndrew,abuela.Josephinechasqueó la lengua, ligeramente incómodaante elhechode
queJoshtutearaalconde.Ciertoquesololohacíaencontadasocasiones,y cuando no había otras personas delante, pero a ella no terminaba deparecerleadecuado.Peseahaberparticipadoactivamenteensucrianzayhaber compartido losmomentosmás importantes de su vida, había unalíneaquenoestabadispuestaacruzar.−Le aprecio, y él lo sabe. Cuando no obedezco sus órdenes, tengo
motivosdepeso–lamiradaselevolviócálidaalmiraraJosh−.Mepasa
lomismocontigo.−Sé que me quiere, abuela, no tiene que decirme eso porque esté en
cama.−No, no son mis sentimientos por ti los que debo confesar, bien lo
sabes.Sino los secretosqueheocultado, creyendoqueconello tehacíabien–unnuevosuspirolenaciódelpechoyJoshsepusotensodeformainstintiva−, creí que moriría sin haberte contado algunas cosas… y nopuedopermitirmecorrereseriesgo.−Vaaponersebien,nohaynecesidadde…−Lahay,Joshua.Yvasaguardarsilencioyescucharme.Tomando aire, dándose valor, Josephine le remitió a Joshua aquellos
añosdondehabíavividoenLondresconsuspadres.Despuésdelamuertedelamadreacausadelatisis,elpadredeJoshhabíaempezadoabeberyatratarlodeformainapropiada,forzándoloatrabajardurantehorasenunestabloenruinasyhaciéndolepadecerhambre,fríoymiedoarepresaliassisequejaba.Pocasveceslepusolamanoencima,peroJoshnotemíalosgolpes.Lo
queledabamiedodesupadre,eraaquellaincapacidadparasentirafectoomisericordia por nada ni nadie en el mundo. Una vez la esposa fuesepultada,nadaparecíatenerimportancia.Vendióelcaballodesuhijo,lellevó a un burdel a temprana edad, e incluso, le ofrecía bebidasintolerablessinqueesolesupusieraunproblema.Conelpasodelosaños,Joshuahabíallegadoalaconclusióndequesu
padre se había esforzado porque él semarchara, dejándole solo con supena irreparable, llevándolo a un límite que finalmente había terminadoconelabandonomásabsoluto.−Envíe dinero a tu padre durante meses –decía Josephine−. Cuando
muriómihija,supequeloúnicoquetemantendríaasalvoseríaqueesehombretuvieralosbolsillosllenosparapoderllevarsuduelolomáslejosposibledeti.−Así que por eso apenas me ponía las manos encima –dedujo Josh,
encajando aquella pieza a la que tantas vueltas le había dado. Su abuelaasintió.−Le hice prometerme que te trataría como era debido.Yo sabía de tu
amorporloscaballos,detuesfuerzoparaqueeseestablosalieraadelante.Debessaber,Joshua,quetumadremeescribióconorgulloensusúltimascartas,queerasunchicodespierto,listoyconmuchasposibilidades.
−No sirvió de nada –dijo él con amargura−, estábamos destinados aperderlotodo.−Yolo temía.Pormásquemandabaa tupadrenuncaerasuficiente,y
misconocidasenlascasasdeLondresmehablabandetudurotrabajoydela forma atroz en que te estaban criando… así que decidí cerrar losingresos.−Entoncessefueabuscarsupropiafortuna–Joshnuncaolvidaríaaquel
día−,ymeenvióconusted.−Quizálaúnicacosasensataquehizoensumiserablevida.Incapaz de permanecer quito, Joshua se levantó y deambuló por la
habitación,mirandoporelventanalquedabaalosfrondososjardinessinvernadaenrealidad.Siemprehabíasabidoqueelúnicoservivienteporelquesupadrehabía
sentidoamorhabíasidosuesposa.Aél,lehabríaqueridodepoderseguircontandocon sumujer, pero ellahabíamuertodejándoleun críoque lerecordabacontinuamentequeteníadeberesyobligacionescomopadredelasquenodeseabaencargarse.Aunqueseconsiderabacuradodetodoeso,elsaberquelaúnicarazón
porlaquenolehabíanmolidoapaloseraeldineroquesuabuelaenviaba,abrióunhuecooscuroensucorazón.Sepreguntóporquénomerecíaserquerido por el hombre que debió protegerlo antes que a cualquier otracosa. ¿Por qué debía mendigar un trato aceptable a cambio de dinero?¿Porquénolomerecíaporsímismo?Joshua había aprendido a muy temprana edad que dar amor a otra
persona era perder un poco de uno mismo. Arriesgarse inútilmente,buscarunrechazoquelerompíapordentro.Josephinelehabíadadoamordemadrealrecogerle,yélhabíaaprendidopocoapocoacorresponderla,aunquesiemprehabíaexistidounlugarensucorazón,tapiadoconfuerza,dondenadaninadiepodíaentrar.HastaeldíaenquehabíaconocidoaClaireFerris.−¿Supoalgodeéldespuésdequesefuera?–cuestionóconvozronca.−A laspocas semanas recibí una carta–el pesarde Josephine ante las
palabrasqueibaapronunciarfuepalpableensuvoz−.Habíamuerto.¿Qué esperabas? ¿Qué volviera montado en un caballo español y
cargadoderiquezastrasañosdelejanía?¿Queabrieralosbrazosalhijoalquenuncasupoquerer?−Porsupuesto.
−Joshua, debes entender por qué te lo he ocultado. Yo no quería quesufrieras, que algo como eso empañara la felicidad que estabasempezando a construir aquí. Te veía jugar con el señor y crecer fuerte,aprendiendo,haciéndoteunhombredeprovecho…−Ynoqueríaquemeecharaaperdersabiendoquemipadremehabía
abandonadoparanada–conelpuñocerrado,Joshdejócaerlamanosobreelalfeizardelaventana,demasiadocansadoparasentirdecepción−,eradeesperarquesuintentodehacerfortunaleacarrearalamuerte.−Decidí que dejaras esa parte de tu pasado atrás –Josephine aguardó,
mirándole con preocupación−. Debería arrepentirme por habertearrebatadotumomentodeduelo,peronolohago,hijo.Porquelomejorquehizoportiesehombre,fuedejarteconmigo.−¿Creequemequiso?Dándoselavuelta,Joshuamiródefrenteasuabuela,clavandoenella
aquellos ojos negros que eran capaces de ver la verdad incluso aunqueéstaestuvieraocultatrasunmantodementiraspiadosas.−Creoqueaprendióaquereratumadreconmuchoesfuerzo–declaró
Josephine, escogiendo las palabras con cuidado−. Y ya no le quedócapacidadparanadamás.Joshdeseópreguntarlesipensabaqueéleracomosupadre,incapazde
querer de verdad, de abrir el corazón, pero se lo guardó. Sabía que laquería a ella, daría su salud y sus fuerzas por su abuela y deseaba quevivieratantosañoscomofueraposible.Larespetabayagradecíacontodasualmaquelehubierallevadoconella,otorgándoleunavidaquerallabaenellujoencomparaciónaloquehabíatenidoantes.QueríacreerquehabíamuchodeJosephineenél,bondad,capacidadde
sacrificio,buenfondoyhonestidad.Perolaverdadesqueteníalasangrede su padre corriéndole por las venas. Mal genio, hosquedad, untemperamentodifícil…todasesascosaseranheredadasdelviejo.−Laqueríatantoquebuscósupropiadestrucciónparareunirseconella
cuantoantes,pasandoinclusoporencimadeti.Laspalabrasdesuabuelalesacaronderepentedesuspensamientos.Su
primerimpulsofuededesprecio,comoelhijoquenohabíabastadoparaque su padre superara lamuerte de sumadre y siguiera a su lado.Peroluego, las analizó como el hombre que ahora era, y se vio a símismo,teniendoqueenterraralamujeramadayseguiradelantedíaadíasinella.“Laseguiréalaotravida”,recordó.Nohabíasentenciamásverdadera
queaquella.SiClaireFerrisdejaradehabitarenelmundo,éstenotendríaningúnsignificadoparaJoshua.−Medamiedosercomoél–confesóporfin.−Bueno,erescomo tupadre,nohayduda.Elcuerpo, losojos…pero
tambiénerescomotumadre.Todos tenemosvariascapas.Eres tú,quiendecideloquemuestraalosdemás.Conpasoslentos,Joshvolvióaacercarsealasilla.Tomólamanoque
su abuela le ofrecía y le dedicó una sonrisa suave que tranquilizó elanciano corazón de la buena mujer. Su nieto no estaba enfadado niguardabarencoralgunoporlasverdadesdescubiertas.Nohaberlassabidolehabíandadounainfanciamejor,ynoibaahacerreprochesaeso.−Graciasporhabérmelocontado.−Eramideber–con tiento, Josephine tomóde lamesillauncuaderno
rojizo, acarició sus tapas y volvió a mirar a su nieto con seriedad−.Todavíaquedauntemaportratar,despuéspodrásirteadescansar.−Sé loquevaadecirme,y leaseguroquepresentarémisexcusaspor
habercreadoalarmaconlaenfermedad.−Oh,nohaydudadequeloharás,muchacho.Hablarásconlacondesay
con el doctorCorentin. Te disculparás con todas las personas a las quehayasabrumadocontudiagnóstico.−Sí,abuela.AlpensarenGilly,algoserevolviódentrodeJosh.Puedequesumiedo
hubieraestadobienfundado,perosehabíaequivocadoensusacusaciones,yesperabaque,alintentarremediarlo,nofuerademasiadotarde.Presurosaporculminarlaconversación,Josephinepusoensusmanos
el cuaderno rojo con solemnidad. Enarcando una ceja, Josh lo abrió,pasandopáginasyviendofilasdenúmeroscuyanaturaleza,enprincipio,nocomprendió.−¿Quéesesto?−Esto, es loqueheestadohaciendocon tus salariosdurante todoeste
tiempo–declarólamujer,queestabavisiblementemásorgullosadeloquehabíaparecidoalprincipiodelacharla−,esmomentodequetepongaalcorriente.
***
Ratodespués,todavíatambaleándoseacausadeldolorconstanteydelainformaciónqueserevolvíaensumente,Joshabandonóeldormitorioyrecorrió los pasillos en penumbra con la sensación de que lo veía todoporprimeravez.Suvidahabíacambiado,pormuchasrazones,despuésdequeJosephine
le revelaracosasque jamáshabría imaginadoposibles.Porprimeravezensuvida,Joshuafuecapazdevermásalládelmañana,llegandoateneresperanzasdeun futuromuchomásprometedorde loquenuncapodríahabercreído.Acostumbradoanotenernadaqueofrecer,aenarbolarcomoestandarte
su simplicidad, ahora se veía en disposición de creer que sus sueños yesperanzas más íntimas iban por fin a hacerse realidad. Teníaposibilidades dematerializar sus sueños, y armas para pelear por elloshastaelmismofinal.Esperanza.Unapalabrapoderosacapazdesanarelalmadeunhombre.
Corría a raudales, inundándole las venas, llenando las grietas de susmiedoseinseguridades.Esperanza.Porfin.Teníamotivos, se dijo, para dejar de pasar por la vida agachando la
cabezapormiedoadesearalgoquejamásibaapoderposeer.Eratiempode exigirse a símismo lo quemerecía, lo que quería.De invertir en sufelicidad,entodoelsentidodelapalabra.Repentinamente más animado, recorrió el pasillo a paso vivo,
ignorando las punzadasdel costadoydiciéndoseque, antes de construirnada, tenía que limpiar bien el terreno y arreglar las cosas. Su primeraparada,antesdeabrazardefinitivamentealamor,ibaaserAndrewFerris,con quien debía tratar varios asuntos y a quien debía explicaciones denaturaleza profesional. Para hablar de lo demás, habría tiempo, pues noeraélaquiendebíaconfesarseprimero.Después, teníaquepedirdisculpasasumejoramigoyasegurarleque
apoyaría cada paso que diera en su relación con Caroline. Habituadocomoestabaaobstáculosinsalvables,Joshuadecidióquenoseconvertiríaenunoparanadie.Sonriendo como pocas veces en su vida, llamó con los nudillos a la
puerta de la biblioteca donde sabía se encontraba el conde. Ahora quesabía cómo encauzar las cosas, el tiempo parecía escapársele entre losdedos.
21ArnoldCalvindejóclarassusintencionesalserelprimerinvitadoala
cenaofrecidaporloscondesdeHoltquehizoaparición.Llegóamediamañanadeldía señalado,cuando lo lógicohabría sido
hacerlounaspocashorasantesdequelacenasesirviera,dadoqueentrelosinvitados,secontabaconmiembrosdelaaristocracialocalyactualesresidentes en Kent. Algo informal y sin demasiados presentes, paraentretenerelcautiveriomédicodelaactualcondesa.No obstante, Arnold bajó del carruaje con su impecable traje y su
cabello rubio bien peinado y esbozó una sonrisa plácida al apreciar loscamposycultivos,peseaquenoeraunsecretoparanadiequeél,eraunhombre urbanita que disfrutabamás de ciudades comoLondres oParís,quedelugaresabiertosycampestres.Claire, que apenas había logrado pasar bocado del desayuno al haber
sido informada de su llegada, se dijo que lo cortés, sería recibirlopersonalmente. Su hermano estaba ocupado y Victoria y Joannaencerradasensusdormitorios,dandolosúltimosretoquesasusvestidosconlamodista.Eldeellaestabacolgadoyadesuarmario,perolasganasquehabíatenidodelucirlosehabíanesfumado.Mientrasrecorríaapasolentolospasillosparaacudiralporchedonde
Arnold laaguardaba,Claire luchabaconsigomismapara lograresbozaralguna sonrisa que fuera convincente, gestos amables que ocultaran laspreocupacionesy tristezasque se aferrabana su interiory senegaban adejarlair.Contodoloquehabíaocurridotrasaquellosmurosenlosdíasprevios,
parecía unmilagro que la cena no se hubiera cancelado.Con Josephinetodavía en cama, recuperándose, la cocinera de la condesa viuda enLondres había sido llamada de urgencia para que acudiera a la casasolariegaydispusieralonecesarioparalacena.BastedecirqueelhumordeJosephinealsabersesustituidanohabíahechosinoempeorarconformepasabanlashoras.Claire llegó al porche, presidido por la gran escalera de piedra que
comunicaba la casa con el jardín y apreció el trajín que empezaban amostrarloslacayosyempleados.Seorganizabanlascuadraspararecibirlos carruajes y caballos de los invitados, se preparaban dormitorios en
casodeque laveladasealargara,se limpiabanmesas, retratos, lasvelaseran sustituidasporotras, laplata sepulía, losvestidos seplanchaban…nadieestabaocioso,miraraunodondemirase.Dedicandounasonrisadedisculpaaunajovendoncellaqueportabauna
cestadecomprasporestarparadaenmedio,Claireechóaandar,hastaquedio con la figura alta y estirada de Arnold, que fumaba plácidamenterecostadoenunadelascolumnatas,protegidodelcalordelatardeporlasombra y mirando con indolencia el trabajo físico que nunca habíallevadoacabo.Teníaunamanometidaenelbolsilloylaotra,sosteniendoelcigarro.
Aquellosdedos suaves, largosy finos,bienpodríanhaberpertenecidoaunpianista.Clairelosmiróconatención,intentandoimaginarquésentiríasi fuera acariciada con la delicadeza de un noble que no conocía deltrabajomásquesusignificadoléxico.−¡SeñoritaClaireFerris!–exhalóélnadamásverla,dejando lacolilla
enunplatitoyaproximándoseaellaparaofrecerleunaveniaperfecta−,soportarelcalordelviajeaestashorasyahamerecidolapena.Le besó la mano y ella sonrió, sinceramente contenta de verle. No
olvidabalosmomentospasadosenqueCalvinsehabíadescubiertocomoun confidente amistoso, escuchándola sin juzgar ni valorarmoralmentesusaccionesosentimientos.Habíaaprecioenella,peroestabaconvencidadequeniaunesforzándose,lograríaqueexistieranadamás.−Mealegromuchodequehayaspodidoasistir.−Bueno,elconde fuemuycategóricoal respondermicarta–unaceja
rubiasealzóconsuspicacia−,casipodíasentir lafirmezaconquehabíarubricadolaspalabras“invitadoalacena”,evitandotodapresunciónpormiparteparasentirmeespecial.−Todas las personas que compartirán mesa con nosotros, son
especiales.Sibieneraunaexcusamuypobre,Arnoldparecióaceptarla.Ofreciósu
brazo aClaire y ella interpretó el gesto comoun deseo de recorrer losjardinesparatenerocasióndehablar.Durante un buen rato, ambos pasearon en calma, intercambiando
cotilleosdeLondresquelograroninclusohacersonreíraClaire.Arnoldlehablódelasveladasalasquehabíaasistido,lasjóvenesdamasquesepresentaríanensociedadaquellatemporadaylosescándalosmásjugososquecorríancomolatintaporlaspublicacionessensacionalistas.
−Me temoqueel artículodenosotros en la fiestade losHildegar fuemuyprontoolvidado–se lamentóCalvin−,nopodemoscompetircon lainfidelidad de un barón que nombra amante oficial a su doncellapúblicamente.−Menos mal –el suspiro de alivio de Claire fue casi audible−, no te
imaginaslosproblemasquemetrajoesanotaenlaprensa…Recordó el enfadodeBetina, la ira ciegade Joshuay las preguntas e
insinuacionesdesuhermanoyVictoria.Aquellaimagenhabíaplantadoenmuchoslasemilladequequizá,lajovenhermanadelcondeibaatomaralfuturo vizconde Calvin como prometido, algo que estaba lo más lejosposibledesuintención.Aestasalturas,Clairetodavíanoestabaseguradequéleparecíapeor,sí
que todos parecieran estar de acuerdo con la posible unión, viéndolacomoalgodeseable,einclusoesperado,oelquenosehubieranprivadodehacerpúblicassusopiniones,haciendoqueaquellosquenosehabíanpronunciado,acabaranpordedicarasushipotéticosasuntosamorosossutiempoypensamiento.−ImaginoquelaseñoritaHildegarnodebióestarsatisfechadequenos
lleváramoslaatencióndesucumpleaños–comentóArnold,sacándoladesus cavilaciones−, resultaba obvio que esperaba algo de crédito para símisma.−La fiesta era en su honor, ¿cómo no esperar que, de haber eco del
acontecimiento,latuvieraaellacomoprotagonista?−Claire…vamos, no pretendía ofender a tu amiga.Muy al contrario,
comprendosudecepción.¿Sehadistanciadodetiporesacausa?No era un secreto para nadie, evidentemente. Cuidando sus palabras,
Clairedecidiódarunarespuestaambigua,puesantetodo,debíarespetarelderechoalaintimidaddesu,hastaahora,amiga.−Algoasí–expresóconvaguedad−,hahabidomalosentendidosentre
nosotrasúltimamente.Esperopoderresolverlos.−¿Algunodeellostienequeverconmigoymisatenciones?−¿Perdón?−Claire, seamos honestos –Arnold se detuvo en mitad del paseo,
mirándoladefrente−,HerecibidoinvitacionesdelacasadelosHildegarpara tomar el té, acudir a reunionesmusicales, eventos de caridad y unsinfín de charadas más con la única intención de forzarme a pasar untiempo con la señoritaBetina que seríamalinterpretado por todo el que
nosvierajuntos.−SufamiliaesmuyreconocidaenLondres,dehecho,creoquesupadre
yeltuyohicieronnegocioshacetiempo.−Nolograronentendimiento–peroArnolddesechóaquellaopcióncon
ungestode impaciencia−,pretendollegara lacuestiónsiguiente,Claire.LaseñoritaHildegarestáinteresadaenmídeunmodomás…emocional.Y su conducta parece haberse reforzado desde que tú te has ido deLondres.−Arnold, no me parece apropiado, ni decente, que hables de los
sentimientosdeBetinadeunamaneratanfrívola.Porunmomento,Claireimaginólavergüenzaquesuamigasentiríade
saberquesusesperanzase ilusionesestabansiendodiseccionadasporelhombrealquedeseabaylamujerquetemíasequedaraconél.Deserellamisma, no podría soportarlo. Pensar que se debatiera libremente surelación con Joshua, incluso aunque ésta no tuviera una naturalezadefinida,lahacíasentirenferma.−NoalbergointenciónalgunadecorresponderalaseñoritaHildegar–
la voz de Arnold sonó sincera, y ella lo lamentó por Betina−, herechazadosusintentosconlamáximacaballerosidad,teloaseguro.Perome temoquenecesitadeunapruebamás firmepormipartepara rendirsusesfuerzos.−¿Quéintentasdecirme?−Meparecequesabesporquéestoyaquí.−Arnold… no imaginas hasta qué punto me siento honrada y
agradecida,peroyo…−Vamos, querida –él sonrió, pese a que había interpretado
correctamentelanegativaquesubyacíabajolaspalabrasdeClaire−,nadiemejorqueyosabeenquésituaciónteencuentras.Conozcopartedeloquetucorazónesconde,¿recuerdas?−¿Aunasíhasvenidohastaaquí?−No soy un iluso, Claire.No pretendo cortejarte al uso y lograr con
ello que el amor que aferras en tu pecho sea entregado a otro hombre.Pero ambos sabemos que a quien ahora le pertenece, no es el adecuadoparati.−Ypiensasquetúloeres.−Pienso que quizá puedas devolverme el favor que te hice aquel día,
durante la celebración de la boda del conde. Guardé tu secreto y fui tu
confidente,talvezpodríashacerlomismopormí.Impresionada por la franqueza con que ambos estaban tocando temas
tan delicados, Claire oyó a Arnold contarle las vicisitudes de su vidaacomodadayfácil,quealparecer,noloeratanto.Supadre,elvizconde,era un hombre rígido y de tratomuy difícil, incluso en la ancianidad yachacado de enfermedades que lemantenían postrado en cama, hacía suvoluntad y manejaba los designios de la vida de su hijo con mano dehierro.−No habrá herencia, ni título, sinome desposo antes de quemuera –
expresó Calvin con un suspiró que, lejos de expresar pena, dejaba vercansancio−,comopuedesimaginar,eltiempodeencontrarunacompañeraalaqueunirmeporlazosdeafectoycariño,cortejarlayconvencerladeunirsuvidaalamía,hapasado.−¿Tangraveestátupadre?–contiento,Claireletocóelbrazo,apenada
−,nosabíaquesuenfermedadfuera tangrave.Arnold,dudomuchoquenoteentreguetuherencia,eressuúnicohijo.−Amenazacondarloamiprimo,alquejamáshesoportado,almozoo
hasta al sobrino de la cocinera. Y es capaz, Claire, tú no conoces amipadrecomoyo.Escapazdedejarmesinuncéntimosinocumploconsusdeseos.−Nopuedeforzarteaunmatrimonioensemejantescondiciones,¡serás
terriblementeinfeliz!Tantotú,comolamujerquetomesporesposa.−No,sioptoporarreglarunmatrimoniodondeambaspartessalgamos
beneficiadas.Aquí,querida,esdondetenecesitodesesperadamente.−Pormásquedesearaayudarte,Arnold…jamáspodríaprometerteque
mis sentimientos por ti fueran a crecer –sintiendo la necesidad de sertotalmente honesta, Claire lemiró directamente a los ojos, sin expresarduda o titubeo−, tal vez seas lamejor opción posible paramí, pero noquierobasarmividaenunabuenadecisión,sinoenalgoquedeseoconelcorazón.−Locomprendo.Perolosdossabemosqueesedeseoquealbergas,muy
difícilmente podrá verse satisfecho –la sonrisa que Calvin mostró acontinuación, hizo saltar todas las alarmas en Claire−, a menos, quetuvieras un esposo dispuesto a colaborar en tu felicidad, estuviera estajuntoaquienestuviera.−¿Quéintentasdecirme?−No me importaría que lleváramos un nuevo empleado con el que
fuerasafín,connosotros,unavezcasados,Claire–conunsuavebesoensupalma,Arnoldintentócalmarelgestodeespantoqueellahabíapuesto−,comotehedicho,estauniónseríabeneficiosaparaambaspartes.Solopiénsalounosdías,¿deacuerdo?Talvez,esteseaunmododesolucionarlosproblemasdeambos.
***Cediendoporfinalanecesidaddetomarcalmantesparapodermoverse
sinsentirelpunzantedolorenelcostadoquelacaídadelcaballolehabíaprovocado, y después de soportar las pullas del doctorCorentin, que sepavoneabaporhaberse resarcidoconél, Joshuahabíaestadoenfrascadoenlastareasdeacondicionamientointeriordelacasadelcapatazdurantetodoeldía.Comonopodíahaceresfuerzosdemasiadopesadosporelmomento,se
dedicóa recolocar losmueblesconquecontabay limpiarel interiordepolvo, insectos y restos de comida que habían quedado olvidados hacíatiempo.Aunquetodavíaquedabatrabajopordelante,elinteriordelacasitaempezabaaparecerhabitable,contandoconmesasfirmesysillasfuertes,unacamagrandeconelcabeceroarañadoperocubiertoconunintrincadotallado antiguo, una jofaina desportillada y varios baúles atascados quemásadelantehabríaqueabriryvaciar.También había aprovechado el tiempo como terapia para reflexionar
sobre la que iba a ser su situación a partir de aquel momento. Laconversaciónconsuabuela,ademásdearrojar luzycerrarpuertasaunpasado lleno de preguntas, había abierto ventanas a la esperanza y lailusión.Josh tenía, quizá por primera vez en su vida, un plan donde él era el
protagonista. Iba a empezar a actuar velandopor sus interesesydeseos,alzandolacabezasinavergonzarsedeserunhombrequequeríamásdeloquelehabíatocadoensuerte.Procederíaconcautela,porsupuesto,perosurepentinaalegríaledaba
unasalasquehastaelmomento,habíamantenidocortadas,yyanoestabadispuestoaseguirreprimiendosusimpulsosynecesidades.EraconscientedequeeltiempojugabaensucontrapuessabíaquellegaríaunmomentoenelqueClaireFerrisdejaríasimplementedepoderesperarmásporél.
Ella era una señorita, hecho que no olvidaba y no podía ni queríacambiar.Elmotivoporelquealbergabacariñoporél,siempreleseríaunmisterio, pero una cosa estaba clara, si continuaba dándole negativas yempujándolalejosdesusbrazos,prontonopodríasostenerla.Noestabadispuestoaarriesgarse.Noahora,queporfin,teníaalgomás
quesuamorconloquepresentarseanteella.Decididoasolucionarunasuntocadavez,recogiólasherramientascon
lasquehabíaestadoreforzandolosmueblesdelacasadelcapataz,seaseóenlosestablosytomóelpequeñosacoabultadoqueguardarahorasantes,metiéndolo en el bolsillo. Después, lleno de dudas, pero determinado,recorrióeljardínenlapenumbradelacaídadelsolhastallegaralpasillodelashabitacionesdelosempleados.Llamóunasolavezconlosnudillos,ydespuésentró.Gillyestabaallí,embutiendosuspertenenciasenunaviejamaletaconel
rostrodecididoperosurcadoporlapena.Almirarlo,aJoshseleencogióelcorazónyelpesodemilculpabilidadesleatenazólagarganta.Amboshombressemiraronduranteunossegundos,sinsaberquédecir.−Sivienesarecordarnosquevasaecharnosapatadas,nohaceninguna
falta–expresóGillydespuésdeunrato−,nosiremosdespuésdelacena,porlamañana.Joshuatragósaliva,recorriendolapequeñaestanciadeunsolovistazo.−¿DóndeestáCaroline?−LaseñoritaFerrislahaacompañadoadarunpaseo.Tranquilo,nohay
nadieporlosalrededoresaquienpuedacontagiarsumiseria.−Vamos,Gilly…−¿Qué,Joshua?¿Hasvenidoadecirnosadiós?¿Aasegurartedequetus
órdenessehancumplido?Como siempre había sidounhombremás de hechos quede palabras,
JoshlanzóelsacodedinerodentrodelamaletadeGilly,quelomirósincomprender.Encogiéndosedehombros,McKanseñalóeldinero,decididoanousareldiscursoquehabíaensayadoydecirsololoquesentía.−He venido a darte eso, y a pedirte disculpas por elmodo en que te
hablé.−Nonecesitamos…−Sí,Gilly.Sideverdadosvais,hastaquevuelvasaencontrartrabajo,lo
necesitas.¿Hashabladoconelconde?Puededarteunarecomendación,hasservidoaquíduranteaños.
−Loharémañana–agotadopor lasdurasdecisiones tomadas,Gillysedejócaersobrelacama,ocultandolacaraentrelosbrazos−,estanocheessucena,estáocupado.Viendoqueelnudodepesarnoseapartabadesugarganta, Joshdejó
caer la mano sobre el hombro de su amigo, presionando con fuerza,transmitiéndolelomuchoquesearrepentía,loerradoquehabíaestado.AlsentirqueGillyserelajabaunpoco,empezóasentirunagradablealiviorecorriéndole.−¿Dedóndehassacadotodoesedinero,Josh?−Hevendido el caballo –era una verdad amedias.Todo lo que podía
decirporelmomento.−¿Qué?¡Estabasmuyorgullosodetenerlo!Dijistequeporfinposeías
algosolotuyo,¿porqué…?−Ya poseía algo mío, Gilly. A ti. A mi amigo –Josh se encogió de
hombros−, la forma en que te traté cuando me necesitabas no tienedisculpa,asíquesolomequedaesperaraquemeperdonesy,sideverdaddecidesdejar lacasa,hacer todocuantopuedaparaque tuviaje seamásfácil. Empezando por darte ese dinero queCaroline y tú necesitáis parapoderempezar.−CarambaJoshua…noséquédecir.−Para una vez que te quedas sin palabras, aprovechémoslo –forzando
una sonrisa,McKan intentó aliviar el ambiente−, esamala bestia habríaterminadopormatarme,amboslosabemos.Hasidoparabien.El gesto de Gilly se relajó, seguramente, le era más fácil aceptar el
dinerosipensabaqueelapegodeJoshporelcaballohabíadisminuido.Conungestodeagradecimiento,tomóelsaquitoyloguardóbienentrelaropaqueyateníadobladaenlamaleta.−No te faltaba razón en lo que dijiste –murmuró−, Caroline está
recuperada, y no puedo mantenerla escondida en esta habitación parasiempre.−Seguroquepodríaisencontraralgoenelpuebloparalosdos.Gillyyaestabanegando,inclusoantesdequeJoshterminaradehablar.−Pasará justo lo que aventuraste. Siempre será señalada por todos.
Vivirá con el estigma de haber pasado unos días en esemaldito burdel,inclusoaunquenolahayatocadonadie–Gillyselamentó,conunsuspiróquelebrotódelalma−,laquiero,Joshua.−Losé,amigo.
−Y ella me quiere –la mirada del lacayo expresaba que con esaspalabras,todoquedabaresuelto−,nopuedodejarla,perotampocoforzarlaavivirasí.Comono estaba preparado para despedirse, Josh decidiómanejar sus
crecientesemocionesdelamejorformaquesabía,siendoprácticoyútil.Fingióinteresarseporelestadodelarmarioylapulcrituddelascamisasque allí guardaba, dándole la espalda a Gilly para tener así unosmomentosparapensar.−Creo que es lo correcto –le dijo al final−, por lamujer amada, uno
tienequetomarriesgos.Yafrontarloqueseasindudar.−¿Me acompañarás? A hablar con el conde… a contarle la verdad y
pedirleunacartaquemerecomiendeparatrabajarenotracasa.−Porsupuesto.Haréporvosotrostodoloquepueda.−¿Deverdad?–lasonrisilladeGillyiluminósurostrojoven−.Puesen
ese caso, y ya que estás tan dispuesto, hay un favor muy grande quenecesitopedirte.Joshua sonriódeoreja aoreja, cruzando losbrazos sobre el pechoy
balanceándose sobre los talones. No hizo esperar al lacayo por surespuesta.−Cuentaconmigo.
22Andrewterminódeajustarselosgemelosyseechóelpelohaciaatrás
con lasmanos, admirando suporte ante el espejoydiciéndoseque, porfin, después de unos días de mucho trabajo y angustia que le habíanmantenido prácticamente alejado de su familia, iba a poder disfrutar deuna noche en compañía de todas las personas a las que quería cenando,tomando alguna copa de oporto y agasajando con toda su atención a suvoluptuosa esposa, cuya presencia constante echaba poderosamente demenos.Alzandolamiradaatravésdelespejo,vioaVictoriaacabardeajustarse
elvestidoescogidopara lacena.Lamodistahabía terminadoesamismamañana los últimos retoques, fijando la cintura y caderas de seda a losnuevoscambiosqueelcuerpodelacondesapresentaba.Se trataba de una exquisita pieza confeccionada en azul cobalto,
formadapordospartes,unafaldaampliadecortesimplecuyacaídateníael efecto de disimular el estado de Victoria y un corsé de hombrosdescubiertosymangascortas.Elescote,adornadocon flecosdeunazulmásoscurodejabalojustoalavistaparaqueelbustofuerallamativosincaerenloindecente.Lapiezasuperior,atadaconcordonesaterciopeladosescondíasuembarazograciasaundoblezbajolatela.−Bien…¿qué teparece?–Vickygirósobre símisma trascalzarse los
zapatos,forradosa juego.Llevabalamelenarojizarecogida,convariosmechones cayendo sobre sus hombros desnudos−,me temo que ocultarmásmiestadoseríaimposible.−Notienesporquéhacerlo,estásennuestracasayesunacenainformal
–tomándoladelamano,Andrewlainstóagirardenuevosobresímisma,provocándole una sonrisa−, está espectacular, mi señora. Quizádemasiado.Talveznosearecomendablequenadietevea.Ella lesonrió,agradeciendointeriormentequepesea lorígidoquese
volvía Andrew en todo lo que concernía a su seguridad y cuidados, semostrabaflexiblealahoradedejarlaparticipardeciertosdivertimentos.Por supuesto,dehaber estadoen la ciudad,ode tratarsedeuna reuniónmásformal,lascosashabríansidomuydiferentes.Por suerte para Victoria, encontrarse en el campo facilitaba el poder
acudiralacena,inclusoconsuvientreabultado.
−Lamodistahahechoungran trabajo–comentó,acabandosuarreglocon unos pendientes de brillantes emparejados con una delgadagargantilla,regalodesuesposotraselnacimientodeCharlesAnthony.−Lamodelosinduda,hasabidoinspirarla.Con una sonrisa perpetua en el rostro, Victoria se estremeció ante el
beso dulce que su esposo le daba en la nuca, apartando con suavidad elcabello y mirándola con ojos hambrientos que hicieron que todo sucuerposetensara.−¿Estásseguradequesenotaríamuchosifaltáramosalacena?−Metemoquesí–con losguantescolocados,Victoriaechóunúltimo
vistazo al dormitorio contiguo, donde una de las doncellas doblaba lassábanasdelacunadelbebéentantoéstedormía−,aunquenoprometonoescaparmeparasubiraveralpequeño.−Estarábien.La sonrisa de la doncella, seguida de la venia que les dedicó para
despedirles,así loconfirmaba.Decididaadisfrutarporfindeunanochelibre de preocupaciones, Victoria tomó el brazo de Andrew y juntos,bajaronlasescalerashaciaelsalón,dondepartedesusselectosinvitadosaaquellaveladayaaguardaban.Se armóun revuelo contenido en formademurmullos, cada vezmás
audibles,encuantoloscondesquedaronalavistadetodos.Escondiendouna sonrisa mientras afianzaba su mano en la de Andrew, Victoriarememorólaprimeravezquehabíabajadoesasmismasescaleras,vestidatambién para una cena, y temiendo secretamente encontrarse a su ahoramarido en compañía de alguna otra dama. Las cosas habían cambiadomuchodesdeentonces,talcomoindicabanlasveniasquefuerecibiendoasupaso.−Parecesdemuchomejoránimoqueendíaspasados–susurróVictoria,
concuidadodenoseroída−,¿haspodidosolucionaresosproblemasconelduquedeOzma?−He pasado horas reunido en el despacho con asesores y abogados,
perosí,estoyconvencidodequemiproceder,estudiadocontododetalle,porfin,nohadejadolugaradudas.−¿Habrá buen ambiente entonces cuando le dediques el saludo esta
noche?Con una sonrisilla contrita, Andrew hizo un gesto hacia su madre y
EleanorLinton,queconversabananimadasjuntoalapuertadelcomedor,
encompañíadeClaire.Sinduda,aguardandosullegadaparaqueabrieralacomitivaytodospudieranpasaracenar.−Ese es el punto, amor–se acercó lamanodeVictoria a los labiosy
besósusdedos−,heretiradosuinvitaciónparaestanoche.−¡Andrew!¡Esunduque!−Yyounconde.Yestaesmipropiedad.Novoyapermitirquenadieme
intimideymedigaloquedeboonohacerconmistierrasdecultivo–sumirada dejó claro que era un tema sobre el que no pensaba discutir−.Ahora,porfavor,disfrutemosdelavelada.Todavía conmocionada por las implicaciones sociales que podría
conllevar la decisión de Andrew, pero orgullosa hasta más allá de loracional, Victoria se dejó guiar entre la gente, saludando y siendosaludada por los invitados que, presurosos, rodearon a la pareja deanfitriones, deseando una palabra por parte de los condes, o saber delestadodelacondesayganarseelfavordeAndrewparaposiblesnegociosycolaboraciones.Unavezreunidosconelrestodelafamilia,Victoriavolvióasonreíral
apreciar el espectacular cambiodeClaire, quien trasdías con semblanteapagadoy triste, lucíaun impactantevestidoencoloramarillocálidodeseda salvaje ribeteado con multitud de encaje y brillantes. Al igual queella,mostrabaunprofundoescoteylasmangas,queconsistíanúnicamenteengruesastirasdeseda,dejabansusbrazoscompletamentealdescubierto.Elpelo,rizadoyrecogido,estabaadornadoconfloresblancas.−Claire…nuncahasestadomásbella.−Estoydeacuerdo–Andrewbesólamanodesuhermana,compartiendo
con ella una sonrisa−, ahora comprendo mejor porque el señor Calvinestabatanansiosoporllegar.Notandocómo lasmejillasse lesonrojaban,Claire luchópor intentar
hacercambiarelrumbodelaconversaciónacualquierotrofrentedistintode ella. Todavía no había visto a Arnold aquella noche, pero temía lallegadadelmomento,conscientecomoeradequetodavía,nohabíadadounarespuestaalaextravagantepeticióndelaquehabíasidoprotagonista.Ensusmomentosdemáximadesesperación,cuandoelsofoconocturno
lehacíaimposibleconciliarelsueño,Clairefantaseabaconaceptar.TeneraArnoldcomomaridoyconello,laproteccióndeunapellidorespetableyserlibreparaentregarluegosusafectosaJoshua,quientrabajaríaparaellossinquenadiesupieraque,enrealidad,eraeldueñodelcorazóndela
vizcondesa.Después,elalballegabaysusfantasíasseesfumabanporentero.Puede
queJoshuanuncaaceptaradesposarlaoadmitirsiquierasussentimientosporella,perodesdeluego,eramuchomásprobablequehicieraesoantesdeclaudicarconladisparatadaideadeArnold.Élnuncacompartíaaunamujer. Jamásseríaelhombreen la sombra.
Erademasiadoorgullosoparaeso.Mientrassumentecargadadeposibilidadesamenazabaconnodejarla
disfrutar de la cena, Andrew halagaba a su madre, radiante con unelegantísimo vestido en verde hoja con cuello tradicional envuelto enmuselinaylargafaldaconbordados;yasusuegra,Eleanor,queparecíaunpavorealconsumodeloenrojosangre,decinturagruesayvolantesalaalturadelasmangas.Aligualquelafaldadesuhija,lacaídayformadelcuerpo,estilizabalafiguradeEleanor,haciéndolaparecermásjovenyvivaquelosvestidosqueacostumbrabaallevar.−Estáustedradiante–ledijoAndrew,besandosumanoyprovocándole
unsonrojoquerivalizóconsucaballo−,sinduda,eseessucolor,señoramía.−Oh, vamos, vamos… −Eleanor, poca acostumbrada a ser objeto de
coqueterías, buscó en el ridículo su inseparable abanico−, no habíaningunanecesidaddehacerelgasto…−Pero yo insistí, querida –esta vez, Joanna fue quien respondió−, no
todos los días abrimos la casa para una cena como ésta. Había queadecentarseenconsecuencia.Una vez pasaron todos al comedor, los camareros y doncellas
comenzaron a servir la cena. Cuando los platos estuvieron dispuestos,Andrewsepusoenpieyefectuóunbrindisdeagradecimientoatodoslosnobles, aristócratas y arrendatarios de Kent que habían asistido a laresidenciadelosHoltparacompartirconellosaquellavelada.Desde su posición en lamesa, y removiendo la sopa demarisco que
tenía delante, Claire era muy consciente de la atenta mirada de ArnoldCalvin, que decía sin necesidad de palabras, que pensaba buscarla paraarrancarleporfin,unarespuestaasupropuesta.A medida que los distintos platos fueron degustados y las
conversaciones en distintos flancos de la gran mesa se hacían másaudibles,lajovenFerrisacusabaelcansancioyelagobiopropiosdelosdías previos. Todo el asunto de la enfermedad deCaroline, seguido del
accidente de Joshua tras ser golpeado por aquel caballo, Josephine, queaún descansaba en el piso de arriba, y las insinuaciones de Arnold,amenazabanconsobrepasarla.Aunque logró aguantar con estoicismo hasta que se sirvieron los
postres, tan pronto algunos invitados comenzaron a dispersarse enpequeñosgruposdedamasquedeseabancharlarycaballerosansiososportocartemasdenegociosconelconde,Clairedecidióescabullirseybuscarunpocodeintimidadyairefrescoenelquepoderpensaryescucharsuspropios pensamientos. Le dedicó una mirada serena a Victoria, cuyosemblantesuspicazdejabaalasclarasquesabíaquealgoibamalconella,ysalióalaterrazaconpasosapresurados.Unavezsola,emitióunprofundosuspirodealivio, tomótodoelaire
quesuprietocorsélepermitíaeinclusocerrólosojosbajolanegruradelanoche.Porsupuesto,latranquilidaddesuesconditenoeramásqueunailusión,
puesmásprontoquetardetendríaquedarlacarayunarespuestahonestaaArnold,cuyapeticióndematrimonioleibaaserimposibleaceptar.Sabíaque,dehacerlo,lasescasasposibilidadesqueteníaconJoshuamorirían,ytalcomoleindicabasucorazón,preferíapermanecersolterayensoledad,albergandolaesperanzadequeasí,quizá,élundíalerespondería,antesquequemardefinitivamenteaquelúltimocartucho.−¿SeñoritaFerris?Inquieta, Claire se dio la vuelta, topándose de frente con el rostro
taciturno deGilly. Parecía inquieto, seguramente por encontrarse en losjardinescuandohabíareuniónenlacasa.−Buenasnoches–respondióella,expectanteantelarepentinaaparición.−Lamentomucho importunarla en estemomento, señorita, pero… ha
pasadoalgoy…necesitoquemeacompañe.Sinpensárselo,Clairese recogió las faldasybajó losescalonesde la
terrazaquelaseparabandeljardín,aproximándoseaGillyatodaprisa.Ellacayolamirósorprendido,puesseguramenteesperabatenerqueinsistirmás.−¿Hapasadoalgo?¿EsJosephine?¿Caroline?−No, señorita, es… no es nada grave, solo… necesito que venga
conmigo.Sinhacerpreguntas.−Gilly…−Porfavor,señoritaClaire–elmuchacho,azorado,sefrotólanuca−,le
aseguroquenocorreustedelmásmínimopeligro.Confíeenmí.La curiosidad pudomás que todo acceso de prudencia, demodo que
Claire,asintió.−Lohago–determinó,aunqueconfusa−.Iré.
***Entretanto,ysintiendocomoelnerviosismodevorabacadapartedesu
ser,Joshuaaguardabaenlacasadelcapataz,mirandoconojocríticolosnimiosarreglosquehabíapodidohacercontanpocotiempo.Aquellos escasos muebles, cubiertos todavía con sábanas blancas
parecían fantasmas agazapados en las habitaciones, esperando alzarse yaullarparaasustara los incautos inquilinos.Lacocina,amedio limpiar,estabaoscurayresultabafríaacausadeloscristalesrotosenlasventanasprincipales.Laúnicaestanciaqueparecíaserhabitableeraeldormitorio,con la gran cama de cabecero tallado y el baúl a sus pies, lamesita depatasaltasylasdossillasdispuestasasualrededor.Habíaencendidoalgunasvelasyretiradolahojarasca,granpartedela
suciedad y las telas de araña, pero aún eran visibles los arañazos de lamaderadescuidadaylasmanchasqueañosdeabandonohabíanprovocadoen una estructura que necesitaría de meses para ser considerada unaverdaderacasadondealguiencomoClaire,pudieraconsiderarvivir.Noobstante,Joshteníaesperanzasdelograrlo.Proprimeravezcontaba
conlosmediosnecesariosparaemprenderaquellatarea.Solotendríaqueconvencerladequeesperaseunpocomás,dequeaguardaraaquetodoloque ya podía darle se materializara fuera de sus sueños e imaginación.Esperabaqueaceptara, estabapreparadopara jugárselo todoa cualquiermanoqueeldestinoletuvierareservada,sinecharseatrás,inclusoaunquelasformasnofuerandeltodolimpias.Habíadesafiado las leyesdeDios antes, sedijo,mientrasdeambulaba
por la casa, pensativo. Por Claire, retaría al mismo Demonio de sernecesario.−Novoyaperderteamanosdeningúnnoble–sedecíaasímismo−,no
voyapermitirlo.Tan pronto oyó acercarse los cascos del caballo de Gilly, toda la
tensión del momento desapareció para Josh. Ella había acudido a la
llamada, incluso aunque no supiera exactamente para qué. Presuroso,abriólapuertadelacasayseacercó,tomandoaunaasombradaClairedeltalle para ayudarla a bajar de la grupa del caballo. Iba cubierta por unacapa gruesa, pero incluso así se atisbaba el fino vestido amarillo quellevaba debajo. Inquieta,miró a un lado y a otro, sin saber qué hacer ocómoproceder.−¿Joshua?–leestudióduranteunossegundos,valorandosielgestode
dolorquehabíahechoalsujetarladebíasertomadoporalgograveono−,¿quéhapasado?Gillymehadichoque…Ellacayo,cuyasorejasestabancompletamenterojas,espoleóalcaballo
y rápidamente, se perdió de vista por donde había venido, si siquieradespedirse.Demasiadopreocupadaporlasmúltiplesopcionesqueaquellopudieratener,Clairenosediocuenta,einterrogóaJoshconunamiradacargadadedudas.−NomedigasqueCarolinehaempeoradoyhabéis tenidoque traerla
aquí–dijoatodaprisa−,Gillynomehapermitidoiraporlaquinina,notengonadaconloque…−Todo está bien,Claire –le dijo Joshua con la voz ronca y lamirada
tierna−.Respiraytranquilízate.Nohaynadieenfermo.−¿Peroentoncesporquéestoyaquí?En respuestamuda, él le tendió lamanomorena, con la palma hacia
arriba,yesperó.Alzandolaceja,Clairesedebatióentrevolveragritarleque no había tiempo que perder, si es que ciertamente existía amenazaalguna,odejarsellevarporloquesusemocioneslepedían.Alfinal,éstasganaron, de modo que le tomó la mano a Joshua y dejó que la guiaradentrodelacasa.Claire la recorrió despacio, fijándose en los arreglos y las
posibilidadesqueaquellugartendríaconunabuenadosisdeentusiasmoyunamanofemeninadiestra.Améndemuchapintura,hábilesherramientasyabundantemadera.−¿Quéteparece?−Tiene mucho potencial –respondió ella, rozando con sus dedos el
respaldodeunode los sillones−, ¿es la casa queocupas desdeque erescapataz?−Loharé,tanprontopuedasolucionaralgunosproblemas.−Es espaciosa, y parece confortable y segura.Aquí erigida, enmedio
delbosque,comodecuentodehadas.
Joshua sonrió demedio lado, preguntándose por qué de pronto aquellugarenruinasparecíaunpalacioytodoasualrededorbrillabaycobrabavidaconsolocontarconlapresenciadeClaire.−Tengograndesplanes–susurró,incapazdedejardemirarla.−¿Mehastraídoaquíenmitaddelanocheparacontármelos?Mirándole de frente, Claire notó que Josh parecía distinto. Seguía
teniendo eseportepropiode losnobles, espalda ancha, piernas largasyaspecto robusto. Pero había algo en sus ojos, en la forma en que lamiraba,queeracompletamentediferentea todocuantohabíavistoantes.Aquellos ojos negros con los que había soñado desde niña, limpios ysinceros, parecían cubiertos de llamas, y las manos, fuertes perocontenidas,seabríanahorahaciaella,enunamudapeticiónquehacíaquetodoelcuerpofemeninoseecharaatemblardeunaanticipaciónporalgoque,todavía,nosabíareconocer.−SéloqueCalvinpretende–declaróJosh,yelhechodequeserefiriera
aArnoldsimplementecomounhombre,sintítulo,hizoquesuspalabrasfueran todavíamás potentes−. Y sé que no puedo evitar que lo aceptes,peroestásaquí,paraqueyopuedaasegurarmedealgo,antesdequetomesningunadecisión.Con pasos lentos, Josh se acercó a ella. Claire miró, con los ojos
abiertosdeparenpar,comoleabríaconcuidadolacapa,dejándolaluegocaersobreelsofámáscercano.Éladmirócondetalleelvestidoamarillo,cadaplieguedelaseda,cadacurvadesucuerpodeliciosamentecubierta.Conmanostiernas,acariciólosbrazosdesnudosdeClaire,llegandohastasusdedosyusandoelsutilagarreparaatraerlahaciaél,hastaqueambosestuvieronabrazados,muyjuntos.−¿Dequéquieresasegurarte?–musitóella,convoztrémula.Conunasonrisapetulanteque,enotrascircunstancias lahabríahecho
sonreír, Josh tomó la barbilla de Claire y alzó so rostro, admirándolocomo haría un ciego cuyos ojos se abrían a la luz por primera vez. Subrazo fuerte le rodeó la cintura y ella comprendió, llena de una alegríairracional,quenoibaadejarlairindemne.−Si vas a casarte con otro –explicó Joshua, con voz grave−, ten por
seguroquehabráalgoquenadiemásqueyo,podrátener.Claire apenas tuvo tiempode suspirar antes de que lamasculina boca
exigente, descendiera sobre la suya. Como siempre, el beso fue másarrebatador e insaciable que amable, pero eso era justo lo que ella
deseaba.Ansiosa,tomóelrostrodeJoshtanprontosusmanosquedaronlibres,
deseando podermantenerlo junto a ella, evitar que se apartara sin darleesealgoporloquesucuerpoenterohabíaempezadoapalpitar.Conlosdedosligeramenteparalizados,soltólacintaqueatabasupelonegroysedeleitó acariciándoloy enredandoenél susmanos, en tantoque Joshua,alzándoladelacintura,profundizabaensubocaconunahíncoquehastaentonceshabíalogradomanteneroculto,peroqueahoraseledesbordaba.Conpiernastemblorosas,losjadeosmoríanentreloslabiosdeambos,
la mente de Claire se quedó parcialmente en blanco, con un únicopensamientoquereinabaensuinterior,unodealegría,desatisfacción,desuma dicha al ver que por fin, los diques de la resistencia de Joshuaparecían haberse quebrado. Toda la fuerza de voluntad con la que él senegaba a ella estaba ahora concentrada en besar sus labios, su cuello,acariciabasupelo,haciendocaeralsuelolasdelicadasflorecillasquecontantoesmerohabíacoladoensupeinadoladoncellahorasantes.−Claire… oh, Claire. Eres mi tormento, mi infierno personal. No lo
hagas, por favor. No le aceptes… no le aceptes…−rogaba con la vozcargadadeunaroncasensualidad,haciéndolaestremecer.−Nomecasaréconél–gimióella,incapazdecallaraquellaverdadque
nuncahabíasidounsecretoparanadie−.Nopodríahacerlo.Nopodría.−Necesitoestarseguro–respondióJosh,conlospárpadosfuertemente
cerradosylafrenteapoyadasobreladeella−,podríaconvencerte,hacertedudar.−Nunca–Clairenegóconlacabeza,sabiendoquepronunciabaaquellas
palabrasconplenaseguridad−.Paramínohayotro,Joshua.Nolohabrájamás.−Júramelo, Claire –la mirada oscura, los dedos enredados en su
cabello, todo el cuerpo de él, rogaba y exigía al mismo tiempo−,demuéstramelo.−Tequiero,Joshua.Siemprehassidotú.Un beso profundo, brusco, calló las bellas palabras de Claire. Josh,
completamente fuera de sí, desesperado por alcanzar cimas que durantetanto tiemposehabíanegado, laalzóenbrazos, ignorandoeldolory laincomodidad de su costado todavía magullado, y la aferró contra supecho, como el cazador tomaba a la presa y la dejaba sin escapatoriaposible.
−Esperoqueseaverdad,miamor–susurróJoshuaenun jadeoque lesalió del alma misma−, porque no pienso dejarte salir de aquí hastahaberte comprometido tanto y de tal manera, que tu única salida seaaceptarmeypertenecermeparasiempre.Cuando la miró a los ojos, y ambos comprendieron lo que iba a
suceder,Claireasumióquelasentenciaestabadictada.Sucorazónexplotódepurafelicidad.−Sí–respondió,abandonándoseporentero−.Sí.
***
La suavidad de las sábanas frescas inundó los sentidos de Claire, almenos, durante los pocos segundos que Josh tardó en cubrirla con sucuerpo y regar de besos su escote, hombros y brazos. Entre sonrisascómplices,miradas llenasdepicardíaygestosque recordabanaaquellaniñezvividaentre loscampos, correteandoalrededorde lagrancasadeHoltsinotrapreocupaciónmásquedivertirse.El cabello negro de Joshua, suelto e indomable, caía sobre la piel de
Claire, estremeciéndola conforme el confinamiento del vestido ibacediendoterrenobajounasmanossorprendentementediestras.Unavezestuvodesabotonadoydejandodeladoelpudor,Clairealzóla
espaldadelcolchónydejóqueJoshualesacaralasmangas,observandoelcorséylaropainteriorquetodavíaleimpedíanversucuerpoporentero.Él, por su parte, se había bajado los tirantes y sacado la camisa por lacabeza,sinmiramientos.Eltorso,surcadodevelloyunosmúsculosahoramarcadosporloshematomaspropiosdelgolperecibidoqueempezabanahacer aparición, llamó enseguida la atención de Claire, que se demoróacariciandoybesandocadacentímetro,adorandolapielcurtidadelúnicohombrequehabíalogradohacerlaperderlarazón.Conteniendoun jadeo, Josh cerró los ojos, dejándola explorar. Sentía
aprisionados lospantalonesy todocuantoera, todasu fuerzayvirilidadpugnabanporunaliberaciónrápida,inmediata.TomaraClairehabíasidocomo aquella estela brillante que uno observaba desde la distancia y laquietudenlasnochesdespejadas,algoquepodíaimaginar,anhelar,peroquejamásseveríacapacitadoparaconsumar.Las cosas habían cambiado. Mientras sus manos ásperas tomaban
aquellas mejillas delicadas, toda una vida de privaciones y frustraciónparecíacedera lafelicidaddelmomento.ElcorazóndeJoshua,siempre
resentidoymalhumorado,abríaunanuevabrecha,unnuevoespacioquellenar,apartirdeesemomento,contodoslossentimientosquetodavíanosehabíapermitidoexperimentar.−Tequiero,Claire–ledijoconvozroncayapretandolafrentecontrala
deella−.OjaláDiosmelibraradeello,porqueamarteesunatorturaymehacedaño,peronopuedoevitarlo.Tequiero.Clairefuecapazdesonreírle,porqueloqueveíaenlosojosdeJoshua,
estabasegura,eralomismoquereflejabanlossuyos.Mientrasélrecorríasuscabellosconlosdedos,memorizándoladeaquelmodo,despeinadayamediodesvestir,elladecidióquenoimportabasienlassiguienteshoraselmundoentero,contodosumoralismoycostumbres,lecaíaencima.Nadaninadieibaaquitarleeseinstanteperfecto,deunión,deamor,en
brazosdelhombrealquehabíaescogidoparaconocertodoelplacerqueimplicabaserunamujer.InclusosielmismoJoshuasearrepentíaconlallegadadelalba,Clairejamáslamentaríahabertenidoesemomento,yconelrecuerdo,lograríasubsistir.−Mi corazón es tuyo, incluso aunque no lo quieras –le susurró,
buscando sus labios y rozándolos cuidadosamente con los suyos−, todocuantosoy…tepertenecesilodeseas.−Lo deseo –la voz ronca de Josh así lo demostraba. Con cuidado,
recostó a Claire sobre la cama, irguiéndose sobre ella cuan alto era,cubriéndolaconsusombra−,lodeseomásqueseguirrespirandounairequenoestéimpregnadodeti.El pequeño dormitorio de la casa del capataz pronto se sumió en el
sonidodelossuspirosymovimientosdedoscuerposquehanencontradoporfinelmododeentrelazarse.Claireseviolibredelvestidoylasmanosde Joshua tiraron con ahínco de los lazos del corsé, en tanto que larecorría,porcadaporodepieldescubierta,conbesosyrocesdesubarbaincipiente,haciéndolatemblaryarquearseenbuscadealgoquedeseabaydesconocía.Unavez laropaquedóabandonada,echadadecualquiermanerasobre
elsuelosinpulir,losamantespudieroncontemplarsetalcualeran,sinlosdisfraces propios de los escalones de la aristocracia a la que ambospertenecían,sinjoyasniartificios.Solounhombreyunamujerdispuestosa cruzar el umbral de la pasión, dejando de lado todo lo que estuvierafueradeaquellascuatroparedesquesehabíanconvertidoenrefugiodeunamorprohibidoque,porfin,seabríacamino.
Sin apartar los ojos de Claire, Josh deambuló sobre sus pechos,succionado los rosadospezonescon labocayprovocando losprimerosgemidosqueellahabíaexhaladonunca.Ahuecólossenosensusmanos,presionando y dejando que sus palmas reconocieran el tacto y aroma,embebiéndosedeellos,entantosuspiernasfuertes,empezabanasepararlosmuslosfemeninosparabuscarunacercaníamásprofunda.Claire,llenadesensacionescuyonombrenosabía,afianzabasusmanos
sobre la espaldamorena de Josh, tiraba de su pelo y se aferraba a sushombros.Lesentíamoverse,presionandoentresusmuslos,enelvérticedevellocastañoquesupurabahumedadacadagestoqueélhacía.Le deseaba allí, por raro e inverosímil que pareciera. Justo en aquel
lugar,enlomáshondoyprofundodesucuerpodemujer.Sabíalobásicoparaestarseguradequehabríamomentosdeincomodidad,peroalalzarlavista,aldejarquesusojossehundieranenlosprofundospozosnegrosque eran los de Joshua, solo podía experimentar deseo. Incluso si habíadolor, pensó con el poco raciocinio que le quedaba, deseaba que fueraprovocadoporJoshua.−Claire…−jadeabaél,deslizandolayemadesusdedospor los labios
hinchados de la muchacha, incapaz de saciarse−, hay tantas cosas quedeseohacercontigo,tantoquequieromostrarte…−Hazlo–estirandolosbrazos,Claireabrazósucuello,atrayéndoloasu
boca,asucuerpo−.Soytuya,Josh.Inclusoaunquenometocaras,siempreseríatuya.UngruñidovisceralescapódelalmadeJosh,cuyosbesosdescendieron
porelvientredeClaire,perdiéndoseensusmuslosymásallá,enellugarsecreto que penaba por sus atenciones. Con los mechones de cabellooscuro haciéndole cosquillas sobre la piel trémula y temblorosa,Clairecontempló, perdida en mil emociones, como aquellos labios hábiles seperdíandentrodesuhumedad, recorriendo,besandoy lamiendo lugaresdesuinteriorqueelladesconocíatener.Incapazdepresentarbatallaanteelplacermásaterradoryglorioso,se
abandonó a las atenciones de un Joshua cuya intención estaba puestaúnicamenteenprodigarleunclímaxviolentoyfugaz.Clairecerróconfuerzalosojos,sujetandoconlospuñoslassábanasde
lacama,echó lacabezahaciaatrásypensóque lapazmásprofundadelser humano debía ser la que encontraba en momentos como aquel.Olvidadosyasusreparoseinseguridades,atravesólasbarrerasdelgozoy
dejóqueJoshse la llevara tan lejosde lascalmadasorillasqueconocíacomodeseara.Cuandoelmomentopasó,élvolvióarecorrerlaconpausadascariciasy
suaves besos, ascendiendo esta vez hasta que tocó la frente perlada desudordeellaconlapuntadelalengua.Almirarle,Clairevioenlosojosmasculinosunasedimpacientequeapuntoestuvodehacerlagritar.−Noséhacerestocomouncaballero–susurróJosh,entrelazandouna
manotemblorosaconladeella−,nitratartecomoaunadama.−Trátame como a una mujer, entonces –fue la respuesta que le dio-.
Solocomoaunamujer.Joshua la besó profundamente, alzándose entre sus muslos y
acomodando sus caderas contra las de ella. El primer roce que sintióClaire del caliente y duro miembro masculino hizo que se le secara lagarganta, preguntándose cómo sería albergarlo en su interior, poseer aJoshmientraséllaposeíaaella.−No seré delicado –oyó que él decía, mientras sus dedos largos y
peligrosos la torturaban−, pero te prometo que disfrutarás cada vez quemismanostetoquen.Tan solo un asentimiento pudomostrarClaire antes de sentir que era
invadida. Con un certero movimiento, Josh se perdió en su interior,acoplándoseyexigiendounespacioque,hastaentonces,ellajamáshabríaimaginadoposeer.Parasusorpresa,sucuerposerindióalaevidenciadequesulegítimodueñohabíadecididoporfintomarposesióndeél,asíqueenlugardelucharcontralainvasión,serindióaella.Pronto aprendió a alzarse al ritmo de las embestidas de Joshua, a
devorarsupielconcariciasosadas,notandoalcolocarlasmanosensuscaderaslafuerzaypotenciaconquecabalgabaraudosobreella,comositemiera que el arrepentimiento les asolara, alejándola de su lado.Clairebesó, acarició y expresó con su cuerpo y su voz las sensaciones queexperimentaba, dejándose llevar y conociendo el placer del amor físicoconlaúnicapersonaquesabía,seríacapazdedárselo.Pese a sus palabras, Josh se contuvo y supo ser cuidadoso para no
dañarla,aunquenoescatimóenpresionarlaconsusmanos,exigiendomásentregaydemandandoquetodoloqueClairetenía,lefueraentregado.Mientrassonreía,conscientedeestarviviendoelmomentomásfelizy
dulce de su vida, un nuevo clímax arrasó a Claire, haciéndola alzar elcuerpo de la cama y gritar, perdiendo la cordura y rindiendo su ser al
captor.Después,cuandolosestremecimientosdeJoshuapasaronylamantuvo
presaensusbrazos,apretadaycobijadaensupecho,Claire sepermitiócerrarlosojosalmundoyabandonarlarazón.Porprimeravez,durmióenbrazosdelhombreamado,sabiendoquetodoenelmundoestaríabienentantoélmantuvieraalejadassuspesadillas.
23Labrumaindicabaqueapenashabíaamanecidocuandoabriólosojos.
Confundida, le costó al principio recordar donde estaba, y la certeza dequeaquelloqueempezabaa llegarasumentenoeraunsueño,provocóquesucorazónsesaltaravarioslatidos.Tirandodelassábanasconpudor,Clairesecubrióelcuerpodesnudo,
incorporándose en la cama.Notó pinchazos en las piernas y un escozorextraño y desconocido que nacía de su interior, pero no le importó.Aquellasseñales,laspruebasgrabadasafuegoensucuerpoindicabanqueera real, quehabía sucedido. Joshy ella habíahecho el amor, se habíanentregadoasussentimientos.Yanopodíadeshacerse.Sepertenecíanelunoalotrodelaformamás
profundaque tenían los sereshumanosparademostrar sus sentimientos.Ahora,nadapodríasepararlos.Buscándoleconlamirada,Claireloencontróalotroladodelaestancia,
apoyado contra la pared ymirandohacia afuera a través de un ventanaldesportillado.Joshteníaelcabellonegrosueltoyrevueltoysolosehabíapuestolospantalones.Conlamiradaperdidaenalgúnpuntodelexterior,fumabadeformadistraída,aparentementeajenoatodo.Hastaqueellaemitióunsonidoimperceptible.Entonces,Joshuaalzólas
cejasydejólacolillaenelalféizar,apagándolaconmovimientossuaves.Sediolavuelta,contemplándola,yensusemblantesedibujóunaternuraqueladesarmó.−¿Estásbien?–lepreguntóconvozronca.−Nada podría hacer que este momento fuera más perfecto –Claire le
sonrió, abrazándose las piernas, cubiertaspor las sábanas−, salvoquizá,quevolvierasalacamaconmigo.Joshuasemetiólasmanosenlosbolsillos,admirandocadadetalledel
cuerpo femenino tras la cortina oscura de su pelo. Sumirada era clara,pero había un ceño sobre sus ojos que indicaba que antiguos fantasmasseguíanatormentandosuser.−Nosoyunbuenhombre,Claire–dijodepronto,sintiendolanecesidad
deliberarsualmadeungranpesocargadoduranteaños−.Antesdevenira trabajar para el conde, hice cosas que no estuvieron bien. Cosas que
ningúnhombrequetemerezcahabríahecho.−¿Estásarrepentido?−No–declaró,muyseguro−,debíasobrevivir.Yesofueloquehice.−Háblame de ello. Cuéntame cómo era tu vida antes, que es eso que
cargassobreloshombrosyquecreesquenotehacemerecermicariño.Talvezporquenuncahabíasidocapazdenegarlenada,oquizáporque
los recientes acontecimientos le obligaban a ser honesto, el caso es queJoshua se encontró a sí mismo asintiendo, confesándole a Claire losdifícilesmomentosquepasóensu infancia,especialmente tras lamuertedesumadre.Lasexigenciasdeunpadrealcohólicoyausente,susintentosdedoblegarsuvoluntad,deobligarleahacercosasparalasquenoestabapreparado.−Melibrédepasarunanoche terribleconaquellasmujeres–lecontó,
refiriéndoseasuprimeraincursiónenelburdel−,engañaronamipadreyélcreyóque lohabíahecho,aunquenohubiera sidoasí.Porun tiempo,aquelloparecióhacerqueme respetara, quememiraradeotra formayyo, empecé a creer que era diferente, que me había convertido en otrapersona.Sintiendounrepentinofríoquenada teníaqueverconla temperatura,
Clairepermaneciócallada, escuchando las atrocidadespor lasquehabíapasadoJoshuaantesdequesupadre,elcondedeHolt, leacogieraensucasa,haciendosuexistenciamásfácilyofreciéndoleunhogarseguro.−Así que por eso eras tan distante con Caroline –dedujo ella, atando
cabosrápidamente−porellugardondelahabíaisencontrado.−Detesto esos nidos de podredumbre, es cierto. Cuando he precisado
compañía,no lahebuscadoporun intercambiodedinero.Pero aprendíalgomuyvaliososeneselugar.Fuicapazdementirleamipadrealacara,Claire.Ydescubríquesemedababien.−Debíassaliradelante,Josh.Nadiepuedereprochártelo.−Escierto.Perotambiéncomprendíquenadieibaavalorarmiesfuerzo
sinoloconseguía–despacio,seacercóaella−,cuandoelestabloempezóairmalydejarondetraernoscaballos,medediquéacualquiercosaquepusiera comida en la mesa. Empecé a robar para luego vender a otrosraterosmástorpesqueyolosbotines.Erabueno,Claire,realmentehábil.Cuandollegójuntoalbordedelacama,Joshuaapoyólarodillasobre
el colchón, clavando en ella su mirada oscura, buscando un atisbo derepulsaydecepción.EnlosojosdeClaireviolástimaycomprensión,de
algunamanera,sentimientospeores,quenopodíatolerar.−Mepagabanparaqueconsiguieraciertascosasqueenellugardonde
vivíaescaseaban.Leche,carne…avecespodíarobarlasalosricos,delosmercados e incluso, alguna que otra vez, de sus propias casas. Pero nosiempre era posible. Una pieza de ternera esmuy difícil de localizar…peroseparecedeformasorprendealacarnedecualquierotroanimalquepuedesencontrarporlacalle.Estremecida, Claire negó con la cabeza, tomando a Joshua de las
mejillasconambasmanosydedicándoleunamiradadedesdicha.−Basta,Josh.Basta.Nosigas.−¿Terepugnasaberloquehesidocapazdehacerpornomorir?Porque
esesoyyo,Claire.Eseeselhombreaquienhasdadoalgoqueyajamásvasarecuperar.−¿Porquéintentasasustarme?¿Porquétratasdeestropearelmomento
másmaravillosoquehemoscompartido?Con un suspiro, Josh se sentó junto a ella, tomándole la mano y
besándolaconcuidadoyternura.Alvolveramirarla,susojossehabíanenfriadoyyanomostrabantantainquinacontraelmundo,solopesar.−Nada desearía más que tener el poder de borrar toda mi existencia
antes de haberte conocido, pero no puedo, Claire. Es algo que siempreestaráahí,quesiemprehabitaráenmí.−Asíescomotequiero–lerespondióella,conlamanoenelcorazón−,
todo loque túconsideras tus faltas,hansido lasmuestrasdeuncarácterfuerte y un alma decidida a perdurar. Ese es el hombre que quiero. Eseerestú.−He desafiado aDios y a los hombres.He pecado, de tantasmaneras
quenotendríavidaparacontártelas.Yséquevolveréahacerlo,cadavezqueseaprecisodefendermeamímismooaquienesvivenbajoestetecho.−Así–repitióClaire,sinsombradedudaensuvoz−,escómotequiero.
Eseerestú.Teacepto,Joshua,siemprelohehecho.Incapazdeexpresarconpalabras loquesentíaenaquellosmomentos,
Josh tiró de Claire hasta acomodarla en su regazo. Después la abrazó,manteniéndola pegada a su pecho, cobijada y protegida en sus brazos,dondesabíaqueestabaasalvo.Dondeélmismo,nocorríapeligro.Cadavezqueellaletocaba,concadapalabradeamorquelededicaba,
se sentía un poco más limpio. No había vergüenza ni arrepentimiento,habríaarrasadocon loquefueraporsobrevivir, sinpedirperdónnidar
explicaciones.Peroahora,habiendodecidido lucharpor finporganarseelderechoaamaraClaire,eraimportantequeellacomprendierael tipodehombrequesería.Delocontrario,jamáslograríaconvivirasulado.−Deseopasar loqueme restedevida contigo,Claire–musitó, con el
rostro escondido en su cabello castaño−, pero siempre cargaré con mipasado,nopodremosdejarloatrás.−Todo cuanto siempre he querido, Joshua, es poder amarte. Que me
correspondierasyestuvierasdispuestoaintentarloesmásdeloquepodíaanhelar –con una sonrisa, ella demostró que estaba de acuerdo−, lo queseaquevenga,conloquehayaquelidiar,loharemosjuntos.Contenerse era imposible, de modo que Joshua tomó los labios de
Claire y devoró sus palabras con besos, profundos y bruscos, comosiempre.La saboreó, recorriendo con suboca toda la piel del rostro deaquellamujerqueselehabíametidodentrodelalmadesdequenoeramásque una chiquilla, atormentándolo y torturándolo con su sonrisa, sumiradacristalinaybrillante,suformadeserytrataralosdemás.Amarla había sido empezar de nuevo, en un mundo maravilloso y
refrescantequeJoshsolohabíapodidoadmirardesdelejos.−No voy a perderte, Claire, no ahora que por fin tengo algo que
ofrecerte,algoconloquepresentarmeanteti.Confusa,ellaseapartódesustentadoresbesos,mirándoleconelceño
fruncido, sin comprender. Suspirando, Josh supo que ya que habíaempezado a sincerarse, era momento de hacerlo por entero. No seperdonaríaocultaralgocomoaquelloaClaire,especialmente,cuandoerasubazaprincipalparapoderponerseenpieanteelcondeyexpresarlesusdeseos.−¿Dequéestáshablando?–seimpacientóella,alverledudar−Miabuelamecontóalgo,mientrasestabaenferma.Algoquecambia
totalmentenuestrasituación,algoquelahaceposibleporfin.Tratando de ordenar las palabras y las ideas, Josh le habló de las
mesadasqueentregabaaJosephineydeloqueellahabíahechoconéstas.Lecontólodeaquellosbonosyparticipacionesenelmismoferrocarrilyen empresas de cultivo y maquinaria a vapor en las que colaborabaAndrew.Lehablódelosbeneficios,asunombre,delasposibilidadesqueaqueldinerobieninvertidosuponíaparalosdos.−Josh…¿intentasdecirmequeeres…rico?
Unamueca irónica tiróde la comisurade los labiosdeMcKanaloíraquella palabra, cuyo significado nunca le había importado en lo másmínimo.−Notantocomotuhermano,perosímuchomásdeloquejamáshabría
sidoposible–entrelazósumanoconladeella−,miabuelapidióalcondequeinvirtierapequeñascantidadesenlosmismoslugaresqueélfrecuenta,paraevitarriesgos.Yhahabidofrutos.Siguió hablando. De planes, de oportunidades y de mayores
participaciones en negocios que como lacayo o capataz nunca habríanestado a su alcance. La mente de Claire, demasiado sobrecargada deinformación, solo fue capaz de registrar unos pocos datos al azar, peroconellos,tuvosuficienteparahacerseunaideaclaradelasituación.Repentinamente seria, apartó su cuerpo del de Joshua, que calló al
comprenderquelaincomodidadsehabíainstaladoentreellos.−¿Quépasa,Claire?¿Noestáscontenta?−Porsupuesto.Mealegromuchoportiytusuerte.SindudaJosephine
hademostradosermuycapazeinteligente.Haveladoportufuturo.−¿Velado?¡Mehadadounfuturo!¡Alosdos!¿Porqué…?−De no haber ocurrido, de no haberte enterado de que ahora eres el
orgullosoposeedordeunafortunarespetable,¿habríaocurridoestoentrenosotros, Joshua? ¿Me habrías buscado y declarado tu amor, haciendoimposible que nos separaran después de haber pasado juntos la noche,despuésdehabermeentregadoati?Tensandolamandíbula,Joshuasecruzódebrazos,apartandolamirada
del gesto reprobatorio de Claire, lo que evidentemente, le dio a ella larespuesta.−Nopuedocreerlo…¡nopuedocreerquesigascontuscomplejosytus
inseguridades,despuésdetodoporloquehemospasado!−Loqueyonopuedocreeresqueestésenfadadaconmigoahoraqueno
hay nada que nos impida estar juntos. ¡Tengo dinero, Claire, muchodinero!¿Cómoesposiblequeesoseaunproblema?−El problema es que hayas creído que solo por poseerlo podías
acercarteamí.−No era más que un lacayo hasta hace unos días. Un capataz de las
tierrasdetufamilia,noteníanadaque…−¡Yosolotequeríaati!–gritóClaire,desesperada,alzandolasmanos
parahacerteentender−.Señor,¿nuncavasacomprenderlo?¿Nuncavasa
ver loquesiemprehe tratadodedecirte?Yojamáshequeridonadamásqueestarcontigo,Josh.Meimportapocovivirenlacasaoaquí.−Yonolohabríapermitido.Consternada,Claire se dio cuenta deque aquel era unode esospesos
conlosqueJoshuacargaríaelrestodesuvida.Notuvodudasdequesuspalabras eran ciertas, de no haber degustado lasmieles de su repentinafortuna, jamás habría osado ponerle una mano encima, incluso aunqueAndrew, en su benevolencia, tomara a bien que ellos decidieran estarjuntos,elmismoJoshsenegaríaenrotundoaforzaraClaireaunavidamiserableypordebajodeloquemerecía,segúnsuspropiasopiniones.El saber que poder tenerle y ser feliz a su lado había dependido
prácticamentedelazar,lahacíasentirinseguraytriste.Ellaqueríaamarlelibrementeyqueestuvieranjuntossoloporsussentimientos,sinquenadamás importara. Por lo visto, era un punto de vista que Josh, nuncacompartiría.−Nodudodetuamor,Claire–leoyódecir,pocodespués−,peroincluso
aunqueestuvierasdispuesta,vivirdeformahumildehabríaterminadopordistanciarnos. No estás acostumbrada a ello y llegado un momento, elamornohabríasidosuficiente.−Entoncessídudasdeque teame tantocomopara renunciara lavida
queconozco–lemiróalosojos,conseguridadyconfianza−.Demuestrasconocermepoco.−Solopretendoqueseasfeliz,entodo.Noquieroqueestarconmigote
suponga perder nada más, a tu familia o amistades. Tener queacostumbrarteaunavidasimpleysinlujos.Nopodríasoportarlo.−Nodigasentoncesqueyonoseríacapazdeacostumbrarme.Diquetú
noloaguantarías.¡Quizáseatuamorelquenotengalafuerzasuficiente!Tomándoladelosbrazos,JoshacercóaClairehaciasíhastaqueambos
tuvieronsusrostrosaescasoscentímetros.Ambosmolestos,llenosdeunafrustraciónenlaquetendríanquetrabajarparalograrentenderse.−Mataría a cualquiera por ti, Claire. Incluso a mí mismo. No dudes
nuncadelafuerzademissentimientos.Despacio, ella colocó la palma de la mano en la mejilla de Josh,
lograndoqueexhalaraelairecontenidoysufuriaempezaraadisiparse.También la mirada castaña de Claire se tornó más dulcificada,recordándose que lo importante era el ahora. Estaban juntos, debíadisfrutarloydejardeladoelcomosehubierandadolascosas.
Él, que pareció leer sus pensamientos, la abrazó con fuerza, como elniño que había perdido a su madre y tenido que pagar con una vidaangustiosalospecadosdeunpadreincapazdeprotegerle.−Estamosjuntosahora–lesusurró−,tengounavidaqueofrecerte,algo
conloquecimentarmiamorydevoción,Claire.¿Esesobastante?¿Serábastante para ti, para hacerte olvidar mis complejos y miedos a nomerecerte?−Te habría aceptado aunque únicamente hubieras tenido tu palabra de
querermesoloamí.−Losé–Joshcerró losojos,acariciándosecon lamejilladeClaireel
rostro−,losé,miamor…losé.Joshbuscósuslabios,yClaireselosentregó,dejándosearrastrarpor
unbesoqueprometíallevarseyocultaraquellazozobraqueamenazabaunhorizontedeamoralquetodavíadebíanacostumbrarse.Alversenuevamenterecostadasobrelacama,coneldeliciosopesode
Josh sobre su cuerpo y susmanos y dedos encendiéndole el deseo concaricias, Claire suspiró, decidida a abrazar el momento presente,utilizándolocomorecuerdodelquetomarfuerzascuandofueranecesariolucharenlosmomentosdelfuturoqueestuvieranporllegar.−No habría podido soportarlo –le confesó Josh, mientras la adoraba
con su mirada brillante−, aunque no hubiera tenido nada, jamás habríapermitidoqueamarasaotro.−Nuncaamaréaotro.−Bien…porqueyanadavaainterponerseentrenosotros–musitóJosh,
inmovilizándolelasmanosaambosladosdesucabeza,entrelazandosusdedosconlosdeella−,nisiquierayo.Cuando se cernió sobre ella, abriéndose paso dentro de su cuerpo,
Claire emitió un gemido de placer y alivio. Pensó, con una satisfacciónqueinundótodosuser,queJoshnuncadejabaunaamenazasincumplir.
24No era la primera vez queClaire se colaba en la casa hurtadillas.De
hecho, siendo una niña lo había hecho más veces de las que podíarecordar,enaquellastardesfríasdondesuspadresleprohibíansaliryellaseveíaincapazderenunciarapasaralmenosunashorasencompañíadelos caballos, recorriendo los jardines o persiguiendo a su hermanoadondequieraquefuera.Por eso en aquelmomento, después de que Joshua le hubiera pedido,
llenodemisterioypicardíaquefueraasudormitorioabuscarunvestidobonitodelquenoleimportaradesprenderse,Clairerecorríalospasadizossinpensar prácticamente en lo quehacía.Sabía por dónde entrar y salirpara evitar al servicio o los invitados que se rezagaban tras la cenaofrecidaporelcondeyVictoria,evitólaescalinataprincipalysolotuvoque aguardar unos instantes antes de cruzar el comedor y dirigirse alpasillodondeseencontrabasualcoba.Oyódelejoslasvocesdesuhermanoycuñada,queseguramenteiríana
desayunar tras una larga noche de charlas y entretenimiento con susamistades. Dedujo, acertadamente, que muchos de los miembros de sufamiliadebíanestarpreguntándosedóndesehabríametido,puestoquesehabíaperdidogranpartedelafiestay,traseso,noselahabíavueltoaver.El recuerdode sus hazañas,mientras la casa estaba llena de invitados
quehabíanrecorridovarioskilómetrosparaaceptarladeseadainvitacióndelcondedeHolt,coloreósusmejillasehizoquesupechoseinflamaradefelicidad.Siemprehabíacreídoquesusamigas, trascasarse,exagerabanmucho
sus emociones y sentimientos.Después de aquel primer contacto con elmarido,muchasdeellas,sobretodoaquellasqueguardabansentimientosporelhombreconelquesehabíancasado,lecontabanconéxtasiscomoahoralavidaylosasuntosmássencillosparecíancompletamentenuevos.Clairedudabadequeeldíaadíadeunamujercambiaraporelhechodehaberentregadosuvirginidadaunhombre.Dehecho,nuncapensóqueelasunto fuera realmente reseñable una vez llevado a cabo. Un mero yesperado trámite tras lasnupcias, pensaba.Ahora sabíaquehabía estadoequivocada.Quizánofueraporelhechoensídehaberconocidolarelaciónmarital
más íntima, sino por haberla vivido con el hombre adecuado. Este quesabía,estabaenelmundoparaella.Aquellamañanaelsolparecíabrillarmás, el aire eramás puro, las flores de coloresmás vivos y elmismosonidodesuspasossobrelahierba,cantarínyalegre.Alládondemirara,recorriendolospasillosalfombradosdeunacasade
laqueconocíacadarincón,parecíaencontraralgonuevo.¿Siemprehabíaestado tanpulida la escultura situada juntoa labiblioteca?¿Lamesadelcomedorhabíasidoasíde lustrosa?¿Las faldasde lasdoncellas,yellasmismas,habíanmostradodíasatrásaquelbuenaspecto?Todoeranuevo.Todoerafascinante,hermosoyfelizasualrededor.El
día había empezado y la había encontrado envuelta en sábanas cálidas,rendidaalascariciasdeJoshua,quelamirabaporfincomosiestuvieradispuestoaenfrentarunejércitoporella.NadapodíaopacarlaalegríaquehabitabaenClaire,nilosinterrogantesdelinciertofuturonilassombrasqueaguardabanenlasesquinas,intentandoatraparla.Ni siquiera el hecho de que Joshua solo hubiera dado el tan deseado
paso por considerarsemás apto a las necesidades que él pensabaClairetenía. Con la fortuna sonriéndole, él había estado dispuesto por fin arendirsealamor,pero…¿ysielcaprichosodestinovolvieralabalanzaensucontra?Silascosassetorcieran,silavidamostrarasucaramásdurayhostil,
¿la dejaría él de lado, creyendo que nadamás tenía que ofrecerle si nopodíacolgardesucuellobrillantesyperlas?¿PerderíaaJoshporqueélseríademasiadoorgullosoparadejarquesuhermanolesmantuviera?−No pienses en eso. Ahora no –se ordenó, abriendo con cuidado la
puertadesudormitorioycolándosedentrocomounaladronaprofesional−,hoyvaaserundíamaravilloso.Nadaloestropeará.EstabaporversiAndrewpensabalomismocuandoJoshuatuvieracon
él la tan esperada y temida conversación, pero Claire decidió apartaraquellodesumenteydedicarsealatareaencomendada.Aunquenosabíaporqué,podíaimaginarlasrazonesporlascualesse
lehabíapedidoquelocalizaraunvestidobonito.JoshlehabíadichoqueGillyteníaunplanrománticoparaelquelesnecesitabaaambos,yClaire,que suspiraba con aquellas novelas que escondía bajo la almohada, nohabíatenidocorazónparanegarse.SospechabaqueteníaalgoqueverconCaroline, cuya presencia en la casa era solo conocida por un reducidocírculo, y deseó de corazón que aquellamañana, lamuchacha obtuviera
algoquearrancaradesurostroelpesaryeldolor.Había superado una dura enfermedad y ahora yacía prácticamente
escondidaenel cuartodeempleados.Semerecíauna salidaencarruaje,vestidacomounadamayacompañadadelhombreamadoylosamigos.Despuésdemirarconojocríticosuarmario,tomóparaellaunvestido
celestedemangasabullonadasyescote redondeadocon fajínde tul,quepese a los detalles y el corte, era fresco y apropiado para un paseo. Elsegundo,quesinduda iríadestinadoaCaroline,eradeun rosaapagadomuyfavorecedor,conmangashastaelcodoyunribetede terciopeloentonocoraltantoenelescotecomoenlacinturayelbajodelafalda.Sinduda,elcoloryeltallefavoreceríanaCaroline,queerarubiayde
pielclara.ConunasonrisasatisfechaClaireintrodujoenunabolsitaunospendientessencillosdeoroydoblóelvestidolomejorquepudoantesdecambiarse y dejar sobre la cama el que había llevado la noche anterior.Consuerte,pensó,si lasdoncellasentrabany loencontraban,deduciríanquesehabíacambiadoenalgúnmomentodelamadrugada,aunquenadielahubieravistosubiraldormitorio.Sevistióycepillóelcabello,atándoloconunacintadetulturquesa.Al
mirarse en el espejo, pensando si aplicarse o no color en las mejillas,comprobóquenolonecesitaba.Valorósuimagen,preguntándosesiseríavisibleparaelrestodelmundoloquesucuerpohabíaexperimentadosolounashorasantes,puesaellaleparecíaquecadarincóndesupielbrillabaconelrecuerdodelascariciasdeJoshua.Esperópacientementeunosminutos,hastaqueestuvoseguradepoder
evitareltrasiegodelosempleadosquedebíanestarocupadísimosdejandolacasaHoltenóptimascondicionestraslavisitadelosinvitados.Saliódeldormitorio,rehaciendoelcaminoysintiendoelcorazónbombearleatodavelocidadenelpecho.SentíaunasganasinmensasdevolverareunirseconJoshua,mirarsus
ojos negros y fundirse en ellos. Minutos antes, cuando se habíandespedido,entre losdosparecieronsaltarchispas,y losbesosycariciasque se prodigaron para soportar la nimia separación todavía la hacíansonreír.Además, se reconocióa símisma, semoríade impacienciapor saber
quéeraaquelmisterioqueGillyhabíaorganizado.Sosteniendoelvestidoconsumocuidado,Clairellegóalaplantabaja,
cruzó los pasillos, atajando por la sala de retratos, donde la mirada
escrutadora de cientos de antepasados parecieron seguirla, pasó justodelantedelasalitadelascondesasyporfin,alcanzólapuertaquedabaalporche.Un ligero gruñido procedente del suelo la hizo detenerse y, confusa,
miródereojoaHarvey,eldálmatadesuhermano,quesosteníaentrelasfauces una galleta recién horneada y había alzado las orejas en mudapreguntahaciaClaire.−Sinodicesquemehasvisto–susurró lamuchacha, acariciándole el
hocico−,nopreguntarédedóndehassacadoeso.¿Tratohecho?Harveymovióelraboyechóacaminarconsusgrácilespatas,pasando
juntoaClairesingirarlacabezaparamirarla.Deambulóporelpasilloydespués,conparsimonia,cruzóalasaladelascondesas,ysiguióhastaelcomedor, seguramente para echarse en un discreto rincón desde el quepoder vigilar al bebé cuando apareciera, protegiéndolo de cualquierposibleamenaza,talcomoerasucostumbre.Unavezconseguidalahuidadelinteriordelacasa,Clairedebíallegar
junto a los establos, donde Joshua y Gilly esperaban. Había bajado lasescalerasdelporcheyyadirigíasuspasosalcaminoquellevabaalazonadecuidadoaloscaballos,cuandounafiguraaltaymasculinalecortóelpaso.Con el vestido entre los brazos y la garganta seca,Claire no tuvomás remedio que pararse en seco, en tanto la mirada escrutadora deArnoldCalvin(quesindudaseríamuchomenosbenévoloqueHarvey),laanalizaba.−¡Claire!–exclamó,haciendoaspavientosconlosbrazos−.SantoCielo,
¿tienes ideadecuánto teheestadobuscando?Ningunade laspersonasalasquehepreguntadosabíanadade ti.Ya ibaadirigirmea lacasaparahablarcontuhermano.−Pues…estoyaquímismo.Arnoldenarcóunaceja,evidentementenadasatisfechoconlarespuesta.
EstirólamanoparatomarladeClaireyconducirladentro,peroésta, laesquivó.−Teagradezcomucholapreocupación,Arnold,perosimedisculpas…
tengomuchoquehacer.−¿Puedesabersedóndevascontantaprisa?Anochedesaparecistedela
cena,nisiquieramedisteocasióndepedirteunbaile.−Siento mucho haberte ofendido pero sucedieron cosas… que me
hicieronimposiblequedarmeenlafiesta.
Calvin volvió a recorrerla con aquellos ojos que parecían taladrarla.Claire supo que no había pasado por alto el vestido que llevaba en lasmanos,ni tampocoelruborexacerbadodesusmejillas.LacejarubiadeArnoldsealzóycruzólosbrazossobreelpecho,enunapose indolenteperodeclaradominación,destinadaahaceraClairesentirculpable.−Noerami intencióndesalentartedeunamanera tanbrusca,Arnold–
dijo ella, consciente de que al menos, le debía un gesto amable−, perotampoco te di nunca motivos para que creyeras que las cosas seríandistintasentrenosotros.−¿Intentasdecirmequerechazasmipetición,Claire?−Nopodríaacomodarmealtipodearregloquemesugieres.Losiento.Elhechodequeélparecieratancontrariado,dabamásmotivosaClaire
para afianzar sunegativa.Saberse esposadeArnoldya sería lobastanteduro,iríaencontradetodocuantosucorazónysualmaanhelaban,peroademás,pensarenproponerleaJoshuaqueseconvirtieraoficialmenteensu amante, que trabajara bajo su techo y pasara con ella momentosrobados bajo la mirada displicente de un esposo que solo quería unmatrimonioparaobtenersutítuloyherencia,leeraimpensable.Joshua nunca aceptaría ese arreglo, y ella sería incapaz de faltar al
juramento hecho aArnold, quebrantando sus votos, viviendo junto a unhombreyañorandoaotro.−Conocesmissentimientosdesdehacemucho–ledijo,conunasonrisa
suave−.Yonopodríaquerertedelmodoenqueunaesposadebequererasumarido.Nuncasemehaforzadoaaceptarunmatrimoniopordeber,asíquenopuedohacerloahora.−Amiladopodríasserfeliz,Claire,¡yonopidotucorazón,nisiquiera
tu amor o tu entrega obligada! –Arnold se disculpó con una mirada,conscientedequehabíaalzadoligeramenteeltono,tocandotemasíntimosqueunadamanoteníaporquéoír−,nomeinterpondríaaquelevierasyvivierasasuladolosmomentosquegustases.−Peroesqueyonopodríahacerlo,Arnold.Inclusocontubendición,no
podríajuraranteDiosrespetarteysertefielyluegocorreralosbrazosdeJoshua.Seríaincapaz.Yélnolopermitiría.−¿Prefierenopodertenertenunca,renunciarati?Porquetalycomoes
vuestrasituaciónahora,notendréissiquierainstantesquerobar.Fueunamalasuposición,yArnoldsediocuentatanprontolaspalabras
abandonaronsuslabios.Eraunhombreexperimentadoyhabíavividolas
situaciones suficientes con mujeres de diversa índole como para captarseñalesqueparaotros,podríanresultarimposiblesdever.CuandosumiradarecayóenladeClaire,exhalóunsuspiro,llevándose
la mano a la barbilla, como si sopesara los cambios que aquel hechosuponía a la situación.Ella, por suparte, nobajó lamiradani ocultó larealidadconpudoresotemerososbalbuceos.Eraciertoqueesperabaquela realidad de su condición no se supiera delmodo incorrecto, antes dequepudieraarreglarlasituacióndelamejormaneraposible,pueseraunadamayhabíasidocriadapararespetarseasímismayasufamilia;peroellonoimplicabaqueestuvieraarrepentidadeloocurrido.Su cuerpo siemprehabía estadodestinado ayacer entre losbrazosde
JoshuaMcKan, poco importaba si la primera vez sucedía siendo ya suesposaono.Clairesabíaqueno leamaríamás llevandounanilloensudedo.−No puedo aceptarte, Arnold. Ahora menos que nunca –susurró,
esperandoqueaquellolehicieradesistirporcompleto.−Oh, querida… ¿por qué lo has hecho? Habríamos encontrado la
manerade…−¡Claire!Las grandes zancadas de Joshua se hicieron audibles inmediatamente.
RecorrióaunavelocidadnadadesdeñableladistanciaqueleseparabadeArnoldyClaire,cuyaconversaciónsehabíaacabadodeformaabrupta.Con la mandíbula endurecida y el gesto claramente hosco, Josh se
interpuso entre los dos, tomando posesivamente a Claire del brazo yocultándolaasuespalda,comosisolodejarqueCalvinlamirarapudieraperjudicarenmodoalgunoloscambiossufridosentreellosenlashorasprevias.−Séparaquéhavenido–leescupióaArnold,sinelmenormiramiento
−.Pierdeeltiempo.El futurovizconde tomóunaposecómoda, llevándose lasmanosa la
espaldaydandoalgunospasosaderechaeizquierdaconformeobservabaaJosh,queparecíaesperanzadodequesuspalabrascayeranensacoroto.Sinduda,deseabatenerlaoportunidaddedesahogartodaaquellarabiaatravés de los puños, tal como reflejaban su lenguaje corporal y gestoamenazante.−Joshua…hazelfavordecomportarte–ledijoClaire,haciéndoseaun
ladoymirándolemuyseria−,Arnoldyyoestábamoscompartiendouna
conversacióndelomásinocente.−Nadaesinocenteconunhombrequequieredesposarte–McKanestiró
el brazo, impidiéndole moverse−. No deberías haberte acercado a élestandosola,¿esquenosabesquepodríacomprometerte?La carcajada deArnold hizo que el ceño de Joshua se fruncieramás
aún.−¿Lehacegracialoquedigo?−Señor…−Calvin estiró lamanohacia él, pocodispuesto aperder el
tiempoennombresyformalidades−,meparecemuyhipócritadetuparteacusarmede intentos de comprometer a la señorita Ferris cuando tú, deformaclaraypremeditada,tehasaprovechadodesuinocencia.−Ellaesmía–contestóJosh,sinalterarse.−¡Josh,basta!–hartadeverteenunsegundoplanomientrassuhonraera
discutidaporaquelloshombres,diounpasoal frente−.Arnold,no tieneningún sentido que prolonguemos esta conversación sin sentido ni unmomentomás.−Noestoydeacuerdo,Claire,eselmomentoperfectoparallegaraun
acuerdo –con un suspiro que pretendía mostrar sus altas dotes comonegociante, Arnold prosiguió−. Está claro que tu situación es delicada.Ahoramásquenunca,mipropuestacobratodoelsentido.Fueradesí,Joshdiolospasosadelantesuficientesparaquelaspunteras
desusbotashicieranretrocederaArnold.−¿Propuesta?¿Dequéestáhablando?−He ofrecido a la señorita Ferris un arreglo que nos beneficiaría a
ambos. Ser mi esposa, y poder gozar demi beneplácito para buscar lafelicidadallídondequieraencontrarla.Sininterferencias.Josh perdió parcialmente el habla. Cerró los puños con fuerza,
incréduloanteloqueoía.−Ya he dado mi negativa –intervino Claire, con una clara mirada de
advertencia−.Ymirespuestasiguesiendolamisma,Arnold.Porfavor.−¿Quéclasedearregloesese?¿Deverdadcreequepermitiréquetome
aClairepara luegocompartirla?–Joshmiróaunoyaotra, sintiéndosefuera de sí ante palabras que equiparaban la relación entre hombre ymujer,conburdosnegocios−.Nopuedecasarseconusted.Niconningúnotro.Esmía.Mepertenece,delmismomodoqueyolepertenezcoaella.¿Loentiende?−Perfectamente.Yaveoquesuspalabrasdehaceunosmeseshancaído
ensacotodo.Todoeseasuntodelarenunciaparaqueellaobtuvieraloqueclaramentemereceydesea,unhogar,unafamiliarespetable…−Clairemequiereamí–Joshuasentíaardersusmejillas.Odiabahablar
públicamente de sus sentimientos y más, ante personas como Calvin, aquienconsiderabanosolouncompetidor,sinoademás,unrivalencuantoaposiciónsocia−.Mequiere.−No tengo dudas al respecto –Arnold lemiró, compasivo−, y seguro
que tú la quieres a ella y vuestro amor es uno de esos con los que lospoetascreansonetos.Peroesteeselmundoquehabitamos,y laseñoritaFerris precisa de un esposo que pueda darle una vida más al uso,¿comprendes?Por supuesto que lo comprendía. Joshua sabía bien todo a lo que se
arriesgabaconcadapasoquedabaendirecciónaClaire.Costaría,inclusoaunque ahora tuviera el dinero suficiente como para hacer de su vidadiaria algo muy similar a lo que estaba acostumbrada. Los círculossociales,ciertasreunionesdedamasydemáseventosalosqueellaacudía,podríanmirarlamalsiteníaporesposoaunlacayoreciénconvertidoencapataz.Eldineroabríapuertas,esoeracierto,peronoevitabaloscuchicheos.
ConArnoldCalvin,aquellonosupondríaunproblema.Elniñobonitodelaaristocracia,futurovizconde,semoveríacomopezenelaguaentodosalóndebaileyactodecaridad.Enlapráctica,eralomejorparaClaire,lomáscómodoyaceptable.Loquemenosriesgostenía.Elasuntoestaba,enqueJoshuanopensabapermitirlo.−¿Es que no piensa decir nada? –le atosigó Arnold, perdiendo la
paciencia−,¿sehaquedadosinargumentosparadefendersupostura?−Usted habla suficiente por los dos –contestó Joshua, cruzándose de
brazos con despreocupación−. Puede decir todo lo que quiera, porqueningunadesuspalabrasesdeamorycompromiso.NoquiereaClaire,yporDiosqueellaaustedtampoco.−Elamornotienenadaqueverenestecaso.Hablamosdematrimonio,
deunacuerdofructíferoparatodaslaspartes.−Noestoydispuestoarenunciaralamujeralaquequiero.Pornadie–
sentenció Joshua, con firmeza−. Puede que no tenga su apellido, nitampocosutítulo,peronomehacefalta,¿sabeporqué?PorqueyotengoloqueClairequiere,yustedno.−¿Yquéesesoqueellaquiere,segúnusted?–eltonousadoporCalvin
fuecortante,conscientedequeeltuteoylosintentosdeacercarposicionesconaquelempleadocaíanensacoroto.Entrelazando los dedos con los de Joshua, fue lamismaClaire quien
respondió,conscientedequeaquella ibaaserunaformainmejorabledeponerapruebasufortalezadeespíritualahoradedefendersuderechoaserfelizycompartirlavidaconelhombreindicado.Después,tendríaquehacerlo ante su familia, ya que de ningún modo permitiría que Joshdefendieralacausasolo.Sufelicidadestabaenjuego.−Esél,Arnold–dijoconsimpleza−.Aunquepudierasofrecermelavida
másmaravillosadelmundo,noloseríaenrealidad.SolopuedodesearaJoshua, solo en él veo un compañero y un esposo. Lo lamento, peroningúnarreglo,porfácilquehagalascosas,puedecambiareso.−Claire… recapacita, por favor. Te juro que nome interpondré entre
vosotros,permitiréqueestéisjuntos,arreglaremos,dealgúnmodo…−No voy a conformarme con eso –dijo Josh, y su tono de voz, dejó
claroquelaconversaciónmoríaenesepunto−.Ysiustedesunhombre,tampocodebería.Rendido,ArnoldCalvintuvoquedesviarlamiradaparaqueelfuegode
la unión que tenía en frente no le cegara. Podría decir mucho más, losabía,eraunhombrelocuazqueraravezdesistíaenundebatedondesabíaquesusargumentoseransindudalosmejores,peroseríacomopredicareneldesierto.Claireestabadeterminadaallevaracabosuvoluntad,ysinduda,aquelhombrejuntoaella,JoshuaMcKan,quehastahacíapocosdíasservíaenlacasa,teníaunavoluntadinfranqueable.Nolograríapasaratravésdeél,nohabríanadaqueletentaraaocupar
enlavidadeClaireunsegundoplano.Eraunhombreorgulloso,yArnoldtambién. Suplicar no estaba en su vocabulario, pormás que la situaciónqueviviera,fueradesesperada.−Esperodecorazónquenoestéscometiendounerror,Claire–ledijo,
tratandodealigerarelambientetensoquelosrodeaba−,sabesquesiemprepodráscontarconmigo.−Sé que ahora te parece una traición, Arnold, pues la ayuda que me
prestasteenelpasadosindudamereceunarecompensamejor–tomándolelamano,Claireledevolviólasonrisa−,perohallarásalamujeradecuadayentoncesmirechazohabrásidounabendición.Asintiendopor faltadealgomejorquedecir,Arnolddedicóa Joshua
unamiradasincera,ladeunhombrequesabequehaperdidofrenteaunigual.Letendiólamano.−Cuidadeella.−Paraesovivo.Joshestrechólamanoqueseleofrecíaconungestoquedecíamucho
másquesusparcaspalabras.−Ve a hacer lo que debas –susurró Arnold, mirando a Claire con
intención−, tratarédemantenerme fuerade lavistade tu familia.No lesdaréningunainformación,sipuedoevitarlo.−Gracias,portodo.UnasentimientofuetodoloqueCalvinpudomostrar,antesdequedarse
justo allí parado, enmedio del jardín, viendo como sumejor baza paraderrotarlatiraníadesupadreseleescapabaentrelosdedos,guiadadelamanodeunhombrequecongustolehabríatumbadodeunsologolpedehaberseinterpuesto.−Nohabráquienseacerqueaella–susurróparasímismo,sonriendo.
25−Perdónporelretraso,yaestamosaquí.Recogiéndose las faldas, Claire descendió la pequeña hondonada que
comunicaba lazonadelestabloconelcaminoquedabaa lasalidade lapropiedad,conaquellasgrandesverjasdehierroforjadocoronadasconlaH que su padre, orgulloso, había mandado colocar para delimitar supropiedad.JuntoalcarruajedepaseoesperabanJosh,quesehabíapuestolalibrea
(seguramente la pieza de vestir más elegante que poseía dado su pocoentusiasmopor losgastos superfluos) yGilly, que lucíaun traje oscuroconsombreroyparecíapálidoyasustadizobajoelpelorubio.−Estoyseguradequelatardanzahamerecidolapena.Claire tomó de la mano a Caroline, que había venido detrás de ella
desde que salieran del dormitorio de los empleados, lugar que habíanusadoparaarreglarse.Tímidayligeramenteinquieta,lamuchachasedejóverbajoelsol,mostrandoelvestidoentonosrosadosqueClairelehabíaregaladoytanbienparecíaamoldarsealasformasdesucuerpo.Aunquevisiblementemás delgada a causa de la enfermedad,Caroline
era una joven bien proporcionada y de talle estilizado.El fajín en coraldejabaalavistaunacinturadelgadayhacíacaerlasfaldasdelvestidocongracia. El cabello, que se había recogido en un rodete trenzado, le caíasobrelanuca,haciendobrillarlosdelicadospendientesdeoroquelucía.Gillysequitóelsombreroyabriótantolaboca,ydurantetantotiempo,
queJoshtuvoquedarleuncodazo.−Porlossantoscalzonesdemiabuelo,Caroline…¿estásseguradeque
quieres conformarte con un don nadie como yo? Estás tan bonita…tanto…quehastaelmismocondecaeríarendidoatuspies.Con una risita, Claire se hizo a un lado, dejando a la joven pareja
intercambiarmiradasde anheloy suspiros.Alverlos, tan enamoradosydispuestos a todo por hacer de su amor una realidad, una punzada deenvidia se abrió paso en su pecho. Aunque estaba ahora más cerca deJoshuaquenunca,eltemoralmomentodeponerlascartassobrelamesaera latente en Claire, que deseaba y a la vez temía dar la cara ante sufamilia.Joshuateníalasideasfijas,peroeraunhombredehonoryantepondría
ante todo lo que considerara sería la felicidad y bienestar de ella. Si leconvencíandequeélnopodíaproporcionársela…−¿Estás bien? –interrogó él, al verla tan ausente−, ¿te ha disgustado
nuestroencuentroconCalvin?Sihacealgocontra…−Arnoldesuncaballero.Dudomuchoquehabertropezadoconélnos
supongaalgúnproblema.Joshselimitóagruñir,dejandoclarosinnecesidaddepalabrascuálera
suopiniónsobreunhombrequehabíaintentadocortejaraunadamaporrazones“quepodríanbeneficiaraambaspartes”.Él,quehabíarenegadode su amor por Claire durante años, porque simplemente sabía que erapoco para ella, no podía concebir que alguien que tenía todo entre lasmanosparapodercomportarsecomounrivaldigno,actuabadelmodoenqueCalvinlohabíahecho.Claro que si hubiera estado rendido de amor por Claire, la situación
habría sido la misma. Josh no estaba dispuesto a renunciar a ella antenadie.−Esperoquehayacomprendidoturechazoysehagaaunlado.Porsu
bien.−Joshua,consideroaArnoldunamigocercano,unapersonaconlaque
hablar y relacionarme independientemente de que su propuesta no hayasidodemiagrado–antelamiradainquisitivadeMcKan,semantuvofirme−.Estuvoamiladocuandolonecesitaba.−¿Cuándoocurrióeso?¿Cuándopudisteprecisarayudaynoacudistea
mí?Nohaynadaqueyonohicieraporti,Claire.−Me habías dicho a la cara que solo habías correspondido ami beso
portemoraserdespedido.Quenolodeseabasynohabíadebidopasar.Llenodeunavergüenzaquelehacíaimposiblemirarlaalacara,Joshua
giró sobre sí mismo, apoyando las manos sobre la puerta lacada delcarruajeyapretandolamandíbula.EraevidentequeCalvin ibaa tomarventajadeaquella retiradaqueél
habíaprotagonizado.No lecupo lamenorduda, tanprontodesestimóelcariñodeClaireyseapartó,dequeArnoldharíaentoncessumovimientomaestro.No se arrepentía.En sumomento, creyóque aquello era loquedebía
hacer,lomáslógico,lomásadecuado.RenunciaraClaireantesdequelascosasfueranamásylavirtudyhonordelafamiliaquedaraenentredicho.Poraquelentonces,siendosolounlacayoquedormíaenelestablo,Josh
veíasuvidapasaranhelandotocarunasestrellasqueestabanmásalládesualcance.Enestemomento,todoeradistinto.Talveznosoloporqueahoraeraun
hombre con posibles, capaz de poner sobre la cabeza de su amada untecho cómodo, cubrirla con joyas y ropajes y darle una existencia sinvergüenzanicarencias,sinotambiénporquesehabíadadocuentadeque,deseguirhaciéndoleaunlado,llegaríaelmomentoenqueelladejaradeesperarle.Y,llegadoelmomento,tampocoseguiríaqueriéndole.−Sabesbienqueningunademispalabrasfuereal.Tansolopretendía…
creíqueteestabaprotegiendo,arrancándotedemíparaquenoecharasaperdertuvida.−¿Ynopensasteeneldañoquemehacías?–poniendosumanopequeña
sobreelhombrodeJosh,lehizodarselavuelta−,¿noveíasacasoqueturechazomerompíapordentro?Joshua cerró los ojos cuandoClaire alzó lasmanos y le acarició las
mejillas,ligeramenteásperasporlabarbaincipientequeteñíadeoscurolamitad inferior de su rostro. Bajo su tacto, se sentía como un cachorrodomado,aexpensasdecualquierordenopeticiónqueellahiciera.Sucuerpo,queyasabíaloqueeratenerla,tembló,anhelandoelabrazo
íntimounavezmás.−Pensé que sería menos doloroso destruir tus ilusiones antes de que
éstasfueranmásfuertes.−¿Quépiensasahora?LamiradanegradeMcKanparecióhacerlaarderenllamascuandose
clavóenella.−Quetendríanquematarmeparaapartarmedeti.−Joshua…Él bajó la cabeza unos centímetros, asegurándose de hablarle en tono
bajoperomuycercadeella,rozandocasisufrentecontralosmechonescastañosquecaíangrácilmentesobrelasorejasdeClaire.−Yencuantoestemosasolas,volveréademostrártelo.−Estamoslistos.Gilly y Caroline se acercaron a ellos, tomados del brazo y con un
sonrojoenlasmejillasquedejabaclaroaquésedebíasuprisa.Concaballerosidad,Joshayudóalasdosmujeresaentraralcarruajey
él subió junto a Gilly en el asiento del conductor. Los dos amigosintercambiaron una mirada llena de significado, conscientes de lo que
aquelpasosignificaba.Unavezhecho,Gilly tenía la intencióndehablarconAndrew,confesarle loocurrido, laestanciadeCarolineen lacasaysusplanesdebuscartrabajoenotrolugardondeelpasadodelamuchachanolapersiguiera.Sabíaqueconseguiríaunabuenacartaderecomendación,puesllevaba
muchos años sirviendo para los Ferris. Conocía cada palmo de aquellugar, cada árbol y hendidura del terreno. Decir adiós iba a ser difícil,tantoalatierrayanimalesqueconsusmanoshabíacuidado,comoalaspersonasqueallísequedabanyalasqueconsiderabasufamilia.LamanodeJosh,presionandosuhombro,lereconfortó.−Hablaré con él por ti –ofrecióMcKan−, le contaré cómo pasó todo.
Estoy seguro de que te ofrecerá más ayuda que una carta derecomendación.−Noquisieraabusardesubuenafe,Joshua.TenencuentaqueCaroline
haestadobajosutechosinquelosupiera.Podríadarmeporafortunadosinomeechaconlopuesto.−Elcondenoesasí.Esunhombrejusto–yaelloseaferrabaconfuerza
−, además, tu petición no será nada en comparación con la que debohacerleyo.Con suma discreción, Gilly echó una ojeada hacia atrás, donde la
puertezueladel coche sehabíacerrado.Lasvoces suavesde lasmujereseran apenas audibles, pero su presencia parecía inundar cada rincón,inclusoaunquenoestuvierana lavista.Tomando las riendasconmanosexpertas,carraspeó,mirandoalfrente.−Imagino que tiene algo que ver con la señorita Ferris y su
desaparicióndelacenadeanoche.Conlascejasarqueadas,Joshuamiróasuamigo,esperandoladiatriba
de reproches, quejas y aspavientos a los que Gilly le tenía tan bienacostumbrado. No obstante, el lacayo se limitó a mover las riendas yponerloscaballosaltrote,guiándolosconmanofirmehacialasalidadela propiedad.Cuando llevaban unosminutos de camino silencioso, Joshapoyólabotaeneltravesañoyleincrepó.−¿Cómoesposiblequelosupieras?−No soy tan descuidado como todos creéis –contestó Gilly,
encogiéndosedehombros−,¿sabesloquetehaces?−Ellame quiere y sabeDios que yo dormiría en el infierno antes de
hacerla infeliz.Seríacapazdedesposarla inclusoaunqueno laamara,si
esofueraloqueellaquisiera.NofuenecesarioqueGillypreguntarasiaqueleraelcasoosi,porel
contrario,lossentimientosdeJoshuacorrespondíanalosdeClaire.Habíacosasquenonecesitabanrespuesta,unaúnicamiradasolíabastarparaquedospersonasquehabíanconvividoytrabajadojuntas,seconocieranalaperfección.Eseeraelcasodelosdoshombres.−Yaentraremosendetalles–dijo Josh, sonriendoconmalicia−, ahora
vayamosahacerdeCarolineunamujerrespetable.−Síseñor–decretóGilly,sonriendoconentusiasmo.TomaronelcaminoquedabaaKent,pasandoporelpequeñoChartham
y dejando atrás sus comercios. En agradable silencio, Gilly y Joshuavieron pasar las arboledas y vallados de las grandes casas y haciendasvecinasaladelcondedeHolt,dejandoatrásStonyCross.Una vez enKent, hicieron parar el carruaje justo frente a la pequeña
iglesiademaderadondelosfielesypiadososhabitantesibanalasmisasyrezos. Una visita anterior, previo pago del tiempo que el párroco iba aemplear en atenderlos, había dado aGilly los conocimientos necesariosparapoderllevarabuentérminosuplanenelmenortiempoposible.Por supuesto, de haber contado con más medios y una extensión de
tiempo más amplia para prepararlo todo, habría podido engalanar ellugar,comprarlea sunoviaunverdaderovestidoyofrecerle, almenos,undesayunoenalgunacantinarespetable.Sinembargo,lascosaseranlasque eran, y su situación requería de medidas rápidas, pues si quería laayudadelconde,sucasodebíaserpresentadocomoalgoserioyformal.Tomando a Caroline de la mano y dedicándole una mirada que
profesabamásamordelqueseríanuncacapazdeexpresarconpalabras,Gillycruzóconellaelumbraldelaiglesia,seguidosdecercaporJoshuayClaire,queharíanlasvecesdetestigos.Elpárroco,unancianoconmiradaacuosa,lesesperabayaenelpúlpito.
Sometió a la pareja a algunas preguntas, antes de centrarse en su ajadolibroyempezaraleersinemoción.Pesealolúgubredelmomento,ylaescasezdeinvitados,labodaentre
Caroline,quelucíaradianteconelvestidomásbonitoquehabíatenidoensu vida, y Gilly, un hombre alegre y bonachón que por primera vezdisfrutaba de la sensación de estar enamorado y ser correspondido, fueunadelasmásbonitasqueClairehabíavistoensuvida.
Emocionada al ver como la jovenpareja intercambiaba los votos queles unirían para siempre, pese a la adversidad, las diferencias, losinescrutablescaminosdelavidaylasdificultadesquepudieranencontraren el camino que ahora emprendían, deslizó su mano dentro de la deJoshua,tomándolaconfuerza,comosiaferrarseaélenunlugarsagradopudierasalvarlosdecualquierposibilidaddeseparación.Con dedos temblorosos,Gilly colocó un anillo simple en el dedo de
Caroline,quelloriqueóllenadealegría.−¿Nosimaginas?–lesusurróClaireaJosh,admirandocomolapareja
erabendecidayunidaenmatrimonio.Tragandosaliva,McKannegó.Después,sellevólamanodeClairealos
labiosylabesódevotamente,mirándolaalosojosconelconvencimientodequepronto,unnuevocapítuloseabriríasoloparaellos.−No será así para nosotros –susurró Joshua, haciendo alusión a la
iglesiavacíaycarentedeadornos−.Teloprometo.−Eso no tendría importancia. Me daría igual, siempre que estuviera
uniéndomeatiparasiempre.Conunaspocaspalabrassolemnesmás,GillyyCaroline,aquellasdos
almasperdidasenelmundo,cuyasvidashabíanpasadoporaltibajos, seconvirtieron en marido y mujer. Al volverse de frente ante sus únicostestigos,lafelicidadmisma,parecióhacersepersonaenlosrostrosdelosdos.Elamorhabíatriunfadoparaellos,pensóClaire,elevandounaplegaria
alcielo,¿loharíatambiénparaJoshyella?
***Silbando alegremente y con paso firme, Andrew entró el comedor
aquellamañanaenarbolandounsobrereciénabiertoyconelsemblantedequienhaconseguidoloqueseproponíautilizandoúnicamentelosmediosmássofisticadosdecuantosteníaasualcance.Conungesto,saludóasumadreysuegra,queseencontrabanyaenla
mesa, esperándole. Besó la coronilla de Victoria y atestiguó que susemblantenoparecíademasiadopálidooenfermizopeseaque lanocheanteriorhabíaestadolevantadaatendiendoalosinvitadoshastaaltashorasdelamadrugada.Harvey,queestabaacomodadobajolasillaqueAndrew
usaría,levantólacabezaybostezóensudirección.−Bellas damas, un hombre se siente más que honrado de poder
compartir mesa con tal ramillete de señoras. Soy afortunado hasta másalládeloadecuado.Victoria enarcó una ceja, mirando a su marido como si se hubiera
vuelto loco. No es que Andrew tuviera mal despertar o fueraespecialmentehoscopor lasmañanas,perosindudasemostrabamuchomáscomedidoyexpresabaungradodefelicidadbastantemásinferioralquelucíaenaquelmomento.−Parece que alguien ha tenido una buena noche –susurró su esposa,
haciéndolesonreír.−Como siempre desde que me casé contigo y por ello, comparto el
lechoysusplaceres–Andrewlehizounguiño,asegurándosedequenadiemásoíasurespuesta.Victoriaenrojecióhastaquetodosurostroquedóajuegoconelcabello
rojo que lucía, semirrecogido, sobre la espalda. Un carraspeo de lacondesaviudabastóparaatraerlaatencióndeAndrewdenuevohaciaelrestodecomensales.−¿Puedesaberseaquésedebetalalegríaahorastantempranas,hijo?−Pues ya queme lo pregunta, madre… −Andrew alzó nuevamente el
misterioso sobre que llevaba entre lasmanos, creando expectación−, herecibido,conlasprimerasluces,unacartadesugracia,WaldonOzma.Eleanor,queenaquelmomentomojabameticulosamenteunagalletade
centenoensuté,seasombrótantoqueladejócaerdentro,creandounlevechapoteo. Conscientes de los dimes y diretes que Andrew y el duquehabíanintercambiadoarazóndeaquellastierrasdecultivodelacasaHolt,queOzmadeseabacomprara todacosa, lasmujeresguardaronsilencio,temerosasdeunnuevorevésenlarelaciónentreamboshacendados.−¿Yquédice?–inquirióVictoria,tensa.−¿Havueltoasocavartuautoridad?¿Insiste?–preguntóJoanna,conlos
puñoscerrados,comosiseprepararaparagolpearalgo.−Nadamáslejos–contestóAndrew,relajado−,trassu…noinvitacióna
nuestra cena de ayer, su gracia expresa sus más honestas y delicadasdisculpas por su comportamiento. Me hace saber, así mismo, que esconsciente de haber utilizado su título e influencias para intentarintimidarmey,alegandoquesuvejezlehaceperderlasformasquetodocaballero de su clase debe lucir, reitera se le dispense y se pone a mi
disposiciónparacualquiereventualidaden laquepudiera sermeútil.Noobstante,ycitosuspalabrasexactas,seremosvecinosporlargosperiodos,yaquemantienelacompradelaparcelaquecolindaconestacasa,porlotanto,debemoslimartodaasperezacomocaballeros.−¡Nomediga!–Eleanor,queyallevabaunosminutosabanicándose,se
llevólamanolibrealpecho−,¿seharetractadodesuspalabras?−Detodas,señoramía–ledijoAndrew,sonriendoaúnmás−,dehecho,
respetamijuventudyvitalidadalahoradehabermenegado.Haapreciadoelintercambiodeopiniones,segúndice.−Nomecabedudaquehabersidoexcluidodelosinvitadoshaminado
sufortaleza–declaróJoanna,queconocíamuchode lasnormassocialesdelaaristocraciatrastodaunavidaceñidaaellas−,puedequesutítuloseasuperioraltuyo,Andrew,peroelcondadodeHoltesantiguoyrespetado.Ni siquiera el duque de Ozma querría verse excluido de tu amistad, ymenos,sipiensamudarsetancerca.−Esomeparecióamí,madre.Estáclaroquedesealimarasperezas.−Y para eso se ofrece a hacerte algún favor que puedas necesitar –
culminóVictoria con un suspiro, prestandomás atención a su desayunoqueaaquellaspalabras−,laaltasociedad…siempreseráunmisterioparamí.−Vicky,querida…¡yadeberíashaberaprendidoquenopuedescriticar
elcírculodelqueformasparte!UnamiradadelajovenpelirrojabastóparaqueaEleanornolequedara
más remedio que volver a su té, consciente de que inculcar ciertosapreciosalaaristocraciaenVictoria,seríaunapérdidadetiempo.−Seacomofuere–dijoAndrew,removiendosucafé−,estasituaciónha
llegadoporfinatérmino.−Me sientomuyorgullosa delmodo en que lo has solucionado, hijo.
Comotodouncaballero,sinperdertusitionirecurriramalosmodos.−Lohabríahechodebuengradodesernecesario,madre.Seloaseguro.−¡Señora!Elgrito,queproveníadelpasillo,hizoqueloscuatrointegrantesdela
mesa dejaran en pausa toda conversación. Andrew, que apenas se habíallevadolatazaaloslabios,selevantódesúbito,aligualqueVictoria,quecasitropezóconlasdimensionesdesuvientreabultadoalvervenir,rojade preocupación y con la cara sudorosa a Josephine, cuya larga trenzacanosasebamboleabaalritmodesusmovimientos.
Presuroso,ytrascomprobarquesumujerestababien,Andrewacudiójuntoalamadellaves,quellevabayasuuniformedetrabajo,habiéndosenegadoenrotundoapasarunsolodíamásreposandounaenfermedadalaqueyahabíavencido.−¿Lehaocurridoalgoamihijo?–preguntóVictoria, aterrada−,¿está
bien?−Oh,señora.Disculpe,nopretendíaasustarla.Elpequeñoduermecomo
unángeldelseñor.Unademisdoncellasdemásconfianzaestáconél.Conlamanoenelpecho,Victoriasedejócaersobrelasilla.Eleanorse
dioprisaenacudirasulado,ofreciéndoleaireypalabrasdesosiego.−¿Qué ha pasado? –esta vez, fue la condesa viuda quien preguntó. La
miradaqueambascompartierondejóclaroqueeraaellaaquiensehabíadirigidoJosephineenunprincipio−.PorDios,dímelo.AunsostenidaporlosbrazosdeAndrew,lamujer,consternada,miróa
los ojos a Joanna, como disculpándose por el dolor que sabía iba acausarle.−Es la señorita Claire, señora. Nadie la ha visto desde anoche, en la
cena.Desaparecióynohadormidoensudormitorio.−¿Qué estás diciendo? –Andrew, con el ceño fruncido, trató de hacer
memoria,preguntándosesihabíavistoosabidoalgodesuhermanaenlashoras previas−, ¿alguien estuvo con ella después de cenar? ¿Fue vistaanoche?Nadie respondió, pero las tres mujeres intercambiaron miradas
significativas.−Alhacerelaseodelamañana,hemosencontradosuvestidodefiesta–
siguióJosephine,queseretorcíalasmanos−,debióescabullirsealacasapara cambiarse en algúnmomento, pero le aseguro que no ha dormidobajoestetecho.Metemoquenopuedoencontrarla.
26−¿Quénopuedesencontrarla?¿Cómoquenopuedesencontrarla?Joanna, que se había quedado lívida, miraba a Josephine como si
esperasedetodocorazónqueéstarompieraencarcajadasyconfesasequetodoaquelloeraunabroma.LamentedeAndrew,quehastahacíapocosminutoshabíaestadolibre
detodapreocupación,bullíaahora,intentandorecordarlaúltimavezquehabía visto a su hermana, si algo en el semblante o la forma decomportarsedeClairehabíasidounapistadequeestabaprontaacometerunalocurayélnosehabíadadocuenta.−¿Estáseguradequenohadormidoenlacasa?–PreguntóEleanor,que
todavía abanicaba a Victoria para ayudarla a recomponerse del sustoinicial−.Tal vez hamadrugadomucho.Las jovencitas son siempremuyactivas.−Estoysegura,señoraLinton–Josephinesefrotólasmanos−,pasópor
eldormitorioparacambiarse,peronolousó.Despertandodel letargo,Andrewsoltó sobre lamesa la servilletaque
aún sujetaba entre lasmanos y cruzó la sala con prontitud.Harvey, quehabía levantado las orejas ante el revuelo que se había formado en eltranquilo desayuno, lemiró con sus ojillos despiertos, como esperandoquizáqueledieraalgunaordenopeticiónespecífica.−Busqueaalguienqueprepareloscaballos–ordenóAndrewanadieen
particular,haciendoqueJosephinesalierapresurosadelcomedor−,saldréahoramismoabuscarla.Joanna, nerviosa, balbucía preguntas y comentarios para sí misma,
perdidaensuspropiospensamientos.Eraimposible,sedecía,queClaireestuvierafueradelapropiedad,¿adóndehabríapodidoir?Susamistadesmás allegadas estaban en Londres, y de ninguna manera habría osadomarcharseenmitaddelanoche,sinavisarasusfamiliares,yemprenderunviajepeligrosoporsucuenta.Claroque,enelpasado,esohabíasidoexactamenteloquehabíahecho.−DiosmíoAndrew…Diosmío–elconde,alverasumadreallímitede
susfuerzas,seapresuróatomarlaporeltalle,temiendoquesedesmayara−,¿ysisehaidoalaciudad?−¿Por qué iba a hacer una cosa así, madre? Ymenos enmitad de la
cena,noestaninconsciente.−Está peleada con la hija del matrimonio Hildegar, han tenido algún
tipo de desacuerdo. Tu hermana le ha escrito pero no ha obtenidorespuesta.¿Ysi…ysihaidoaverlapersonalmente?¿Ysimihijahasidotanlocacomoparahuirenmitaddelanoche,solaporesoscaminos…?−Laencontraré,madre–aseguróAndrew,guardándose la información
−,volveréKentdel revésdesernecesariopero teprometo,que traeréaClairedevueltayellamismaexplicaráloocurrido.Victoria, que hasta ese momento había permanecido en un discreto
segundoplano,dejóvagarsumenteyrecordóaquellasconversacionesyratos pasados con Claire. Ellas eran cercanas, tenían confianza y secontabanconfidencias.Dehecho,habíasidoClaireenquienVictoriamássehabíaapoyadodurantelosprimerosmomentosdesucompromisoconAndrew, y una vez casada, se habían escrito amenudo, acrecentando suamistadpocoapoco.Ahora, más que cuñadas, eran amigas, por lo que era en Victoria en
quienClairesolíadescargarpartedesupreocupación.Recordando el incidente del caballo sufrido por Josh y todo cuanto
ClairelehabíacontadoarazóndeArnoldCalvin,Victoriaempezóaatarcabos, preguntándose si acaso no estaría alguno de esos dos jóvenesdetrásdelarepentinadesaparicióndesucuñada.Contiento,porquetocaraquel tema y errar sería muy delicado, tomó a Andrew de la manga,llamandosuatención.−PreguntaaJoshuaMcKan–lesusurró,esperandoquenadielaoyera−,
estámuyunidoaClaire,Andrew.Sielconde interpretócorrectamente lamiradadesuesposaono,ella
nolosupo,puesAndrewnosepronunció.Asintióconlacabezaylabesóenlafrente,dispuestoapartirsindemora.−Josephine, busque alSeñorCalvin, creo recordar que anoche estuvo
hablandoconClaireenlacena–ordenó,recorriendoelsalónendirecciónalasalida−.Voyabuscarla.−Esonoseránecesario.La voz de Josh, fuerte y potente, llenó cada rincón de la sala de
desayuno, dejando estáticos a los allí presentes que le vieron acercarse,conpasofirmeyseguro,acompañadodeunaClairequelucíaunamiradaserenaperocargadadeincertidumbreenelrostro.−¡Claire!–gritóJoanna,corriendoaabrazarasuhijatraslosmomentos
deangustiapasados−,¡chiquillatonta!¿Dóndetehabíasmetido?Andrew,quesehabíacruzadodebrazosyteníaelceñofruncido,dedicó
una única mirada inquisitiva a Victoria, seguramente a razón de quehubieraacertadoencuantoalascompañíasdesuhermana.Después,miróasucapataz,quenodetuvosuspasoshastaestaraunadistanciaadecuadadelospresentes.Dejando pasar los primeros instantes, en los que todos celebraron el
retornodeClaireyelhechodeque laposibilidaddehuidahubierasidosolounaexageración,elpropiocondemiróasuhermana,acariciándolelamejillaconalivio.LosojoscastañosdeClairechocarondirectamenteconlossuyos, tanparecidos,yaunqueAndrewnoeraunhombrequesedejara llevarpornadaqueno fuera la certeza, supode algúnmodoquemuchascosasestabanapuntodecambiar.−No te haces una idea del susto que nos has dado–le riñó, usando el
mismo tono que emplearía, años después, con el pequeño CharlesAnthony.−Losientomucho,Andrew,noeramiintención–ClairemiróaVictoria
yEleanor,condisculpa−,teaseguroquetieneunaexplicación.−Estamosansiososporoírla.La condesa viuda, recuperada ya de la preocupación de poder haber
perdido a su hija, y viéndola sana y a salvo ante ella, había tomadonuevamentesuposturademadreseria.AhoramirabaaClaireesperandodetodocorazónquesusexcusasfueranválidas,puesdelocontrario,todoelmiedoinicialquehabíasentidosetransformaríaenunairasinigual.Retorciéndose las manos, Claire miró de reojo a Joshua, que
comprendióqueeraelmomentodeasumirlasconsecuenciasdesusactos.−LaseñoritaFerris…Claire,nocorriópeligroenningúnmomento–le
parecióabsurdollamarlacontalformalidad,teniendoencuentaqueenlasúltimashoraslahabíaconocidodeunmodoíntimoyprofundo−,estuvoconmigoentodomomento.Victoria emitió un suspiro, fruto tanto de sentirse aliviada como
impresionada.Sedejócaersobrelasilla,mirandoentodomomentoasumarido,preguntándosecómoreaccionaríacuandoaquellaverdadqueellayahabíasospechado,salieraporfinalaluz.−MetranquilizasaberqueClairenoestuvosola,vagandoporlacasay
los jardines a altas horas –dijo el conde, dejando caer las manos a loslados del cuerpo−, pero tengo entendido que no durmió en esta casa,
¿Claire,puedesdecirnosdónde…?−Estuvo conmigo,milord –repitió Josh, sin darse tiempo a titubear−.
Clairepasólanocheconmigo.Todalanoche.Para cualquier otra familia, un momento como aquel podría haber
supuestounarupturacompletaconlatranquilavidadelaquedisfrutaban.De hecho, incluso en tiempos del padre de Andrew, la afirmación deJoshuapodríahaberacarreadogravesconsecuenciasquesinduda,habríanafectado a todos los presentes, provocando una toma de decisionesdesesperada y basada en mantener, a toda cosa, la reputación y buennombredelafamiliaintacto.Paraempezar,Clairehabríasidodesposadasindemora,probablemente
con Arnold Calvin, el pretendiente más adecuado y deseable. Él habíamostradointerés,demodoqueseleretribuiríalapérdidadelavirtuddelanoviaenformadedoteacrecentadayseesperaría,duranteelrestodelavidadeambos,queaquelsecretoquedaraenterradoentrelosmurosdelacasa.EncuantoaJoshua,dehabersidoelresponsabledelafamiliaotro,se
podríahaberesperadocualquieracosa.Lostiemposdelcastigofísicoyladenuncia a la guardia local para casos como aquellos habían, graciasDios,pasadodemoda.Ahoralaaristocracia,aunqueférreaencostumbresyanticuadaparasegúnquéprácticas,teníalamentemuchomásabiertaencuantoalasrelacionesyromancesdelosjóvenes.Losnuevosricosnoerantanmalconsiderados,yelhombretrabajador
que hacía fortuna de repente, aunque visto con suspicacia por tener lasmanos “manchadas” de la tierra, resultaba ser aceptado en los círculosmásaltos,sipodíapermitírselos.Contodo,yaunsiendolosHoltunafamiliabastantemoderna,laparte
conservadora que venía adherida al título proseguía firmemente ancladaenlospensamientosdetodoslosallípresentes.Poreso,nohubovítoresyalegríaanteel conocimientodequeClaire, lamiembromás jovende lafamilia, había pasado la noche con un empleado, extinguiendo de esemodo casi por completo sus posibilidades de hacer unmatrimoniomásencumbrante.LamiradadeAndrew,impertérrita,estabafijaenJosh,comovalorando
siseesperabadeélalgunapalabraespecíficaoungestofísicodeiraporlaconfianzatraicionada.Despuésdetodo,Claireerasuhermana,yaunquepodíaentenderloqueelamorylapasiónhacíanalcerebrodeunhombre,
existíancosascomoelhonoryelrespetoquenopodíanserpasadasporalto.−Meparecequeesmomentodequehablemos−ledijoporfinaMcKan,
sinmostraremocióndeningunaclase−,enmidespacho.ClaireyJoshcompartieronunamiradaqueduróapenasunossegundos.
Lamuchacha,consternadaporeltonofríoquehabíausadosuhermano,letomólamanoalhombrequeamaba,presionandocuantopudoconlasuya,comosiasílesalvaradetodomalyleprotegieradeposiblesrepresalias.−No tedejesconvencer–lesuplicó, temiendoque la ideadeofrecerle
opcionesparasalvaguardarelhonormancillado,nublaraelamordeJosh−,porfavor.−Nadamealejaráde ti–dijoél, soltándolaconcuidadoy siguiendoa
Andrew.
***Nadamásllegaralabiblioteca,Andrewsesirvióunbrandyylotomó
deunsolotrago.LatranquilidaddesaberaClaireasalvoselemezclabaconlaincapacidaddeasumirquesuhermana,enarasdeaquelladevociónque siempre había demostrado sentir por Josh, hubiera llegado a cotassemejantesporconseguirestarconél.Si dejaba a un lado la hipocresía, casi se sentía tentado de sonreír.
EstabaclaroquelosFerris,conindependenciadesusexo,hacíancuantoestuviera en sus manos para obtener el afecto de la persona deseada,fuerancualesfuesenlasconsecuencias.Élmismo,sinirmáslejos,habíaperseguidoaVictoriaLintonhastaarrancarleelsídeloslabioscontodaslasarmasdelasquehabíadispuesto.Ysupropiopadre,siechabalavistaaños más atrás, había desposado a Joanna, recién llegada al país yprocedentedeunafamiliadecomerciantes,sindejarseinfluirpornadaninadie.CiertoqueClaire,comomujer,veíalimitadaslasposibilidadesaloque
elhombreresponsabledesufamiliadictaraparaella.Porsuerteparalosimplicados,Andrewteníalasmirasabiertasypodíaentenderyasumirquehabía veces en la vida en las que buscar la felicidad pesaba más quecualquierconvencionalismo.Sinembargo…
LapuertaseabrióyporellaentróJoshua,conlacabezaalta,elmentónoscurecido por la sombra de la barba que no se había rasurado y loshombrosrectos.Cerróconcuidadoyseechóhacíaatrásunmechónnegrodepelo,observandoalconde,hombreyamigoconelquehabíacrecido,ensilencio.Habíarespetoenlamiradaquecompartieron,perotambiénsemidieron
elunoalotro.Andrewvolvióalalicoreraysirviódosvasos,másJoshuarechazóelsuyo.−Aceptaré cualquier cosa que quieras decirme –declaró McKan, con
serenidadperosinsumisión.TuteóaAndrewparahacerevidenteque,enaquelmomento,leconsiderabaunigual.−Vayaqueloharás.Notequepaduda.−Pero antes de que tratemos ese tema, hay otra cosa de la que me
gustaríahablarcontigo.Esimportante.Andrew se rio, dejando su segundo vaso vacío a un lado y
acomodándoseapoyadocontraelescritorio.Negóconlacabeza,mirandoaaquelmuchachoconelquepeseahaberpasadoaños,jamásterminaríadeconocer.Sefijóenquellevabapuestala libreadelcondado,algoqueeramuydifícildever.−Demodoque,inclusoenunasituacióncomolapresente,erestúelque
vaadictarlostérminosdecómovamosallevaracaboestadiscusión.−Simedespidesomemueles apalospor loocurrido, sabréque este
asunto ya ha sido expuesto –dijo Josh, sin gracia en su tono−, prefierodecírteloantes.−Habla.Conpacienciayde formaordenada, Joshua le expuso loshechosque
teníanqueverconGillyyCaroline.Lehablódesucompletacolaboraciónalahoradetraeralaenfermaalacasa,quebrantandoasílaconfianzaquetodos los Ferris le habían entregado. También le contó su temor a uncontagio masivo y su acción preventiva posterior. Le habló delarrepentimientoporhaberintentadoecharlosydeldeseoférreodeGillydedaraaquellajovenunavidamejor.−Lesentreguélasumacompletaporlaventadelcaballo–dijoporfin−,
paraquepudieranempezarypagarunabodacomoesdebido.−De modo que por eso me lo vendiste –decretó Andrew−, porque
necesitabasfondosdeinmediato.−Eralaúnicaformaqueteníadeacudiratisinviolarlaprivacidadque
Gillymehabíaexigido.−Peromelocuentasahora.¿Porqué?−Van a irse.Carolinenunca ejerció, peropasó en el burdel el tiempo
suficienteparaquenadieloolvidejamás.Sisequedanaquíseráseñaladaynopodránvivirenpaz.Gillynoquiereeso.−Comprendo–Andrewtomólaplumaentrelasmanos,deslizándolapor
sus dedos, pensativo−, me encargaré de recomendarlo para que seacontratadodondeseaquequierair,perosinotieneningunapreferencia…sedéuncaballeroquemedebeungranfavor.Élseencargará.Joshua asintió, con el agradecimiento pintado en el rostro. Por un
momento, estuvo tentado de preguntarle aAndrew si no estabamolestopornadadeloqueacababadeoír.¿Seríaposiblequenoleimportaraqueaquellamuchachadedudosa reputaciónyposiblemente enfermahubieramorado bajo su techo? ¿Cerca de su esposa e hijo? ¿Al cuidado de suhermana?Parecíademasiadocomoparaquesimplemente,lodejarapasar.−¿No vas a… decirme nada al respecto? –cuestionó Joshua al final,
incapazdedejarloestar−.Soyconscientede la falta,y la repararécomoestéenmimano.−Verás,Josh–Andrewdejólaplumaysecruzódebrazos−,sitenemos
encuentaqueeseesuntemaque,alparecer,haencontradosolución,nomepareceprudenteprofundizarmásenél.Sobretodo,partiendodequelasituación en la que Claire y tú estáis ahora mismo, eclipsaría hasta unincendio.−Nuncamehabríaacercadoaellasimifortunanohubieracambiado–
dijoJoshua,sinotroprincipioposibledelquepartir.−Esaesunaformapésimadedefendertusintenciones,amigomío.−Siempre la he amado,Andrew –Josh abrió los brazos, abarcando la
inmensidad, como si solo así pudieramedir el pesode sus sentimientospor Claire−, primero con protección y cariño y después, a medida quecrecíamos… siempre supe cuál era mi sitio, y por Dios que lo herespetado,hastalograrcasiquemeodiara.−Continua.−LallegadadeeseseñorCalvin…fuecomoungolpecertero.Sabíaque
Claire no seguiría aferrándose a migajas, que terminaría por aceptaralgún pretendiente, porque tendría que casarse y tener familia. Yo loaceptaba, lo comprendía.No deseaba ser egoísta y privarla de una vidafeliz.
−Hastaquecomprobastequeperderlapodíaserunarealidad.McKanasintió.−Sabía que solo era cuestión de tiempo que algún compromiso se
formalizara,perodetodosmodos,estabadecididoadejarlamarchar.No era más que un lacayo, le contó a Andrew, sin vergüenza ni
humillación, pero sí con la certeza de que aquello le marcaba comoalguien indeseable para una dama como Claire. El ascenso a capatazsuponía un cambio sustancial, sería más respetado, ya no se leconsideraría un trabajador raso que cumplía órdenes para ganarse unjornal, sino que tendría a su disposición la posibilidad de tomardecisiones,hacervalersusderechosyllegaraconsiderarcomosuyounpedazodetodoaquelloporloquehabíatrabajado.−De modo que rechazabas con tanto ahínco el puesto porque te
otorgabaesperanzasdeservistocomounhombremejor.−Nopodíapermitirmeilusiones,Andrew.NoenloreferenteaClaire.−¿Acaso esta familia teha tratado algunavez comoaun empleadoal
que no nos uniera nada? –preguntóAndrew,molesto−, ¿hemos sido tandespiadados como para pasaras años de sufrimiento bajo este techo sindecírnoslo?−Porelcontrario,tantotupadrecomotú,ylacondesa…habéissidomi
familia.Mehabéiscriado,protegido,dadolaopcióndeganarmelavidadeformadistintaaloquemipadre…−Joshsuspiró,decididoadejaresoatrás−,ponerlosojosenClairefuecomofaltarosatodos.Alprincipiomeodiaba por ello, por después, al saber que no podría cambiarlo, decidíevitarloatodacosta.−Hastalosrecientesacontecimientos.−Miabuelamehablódelasinversionesquelahasayudadoahacercon
mismesadas–McKanseencogiódehombros,todavíaincapazdeasimilarlo que aquello significaba−, las cosas cambiaron.Ahora tenía algomásquemipersonaparaofreceraClaire.Presionándose el puente de la nariz, Andrew se obligó a reorganizar
toda aquellamaraña de confesiones.Recordó aVictoria, pidiéndole quepreguntara a Joshua sobre el paradero de Claire al saberla perdida,recordó,asuvez,milesdemomentospasadosenloscualesMcKanhabíasaltado como una fiera para proteger y cuidar de su hermana, comosiempre había estado pendiente de ella, atento a todas sus palabras ygestos.Élmismo,habíacontadoconqueJoshuasiempreactuaríadeese
modo.Habíasidounaconstanteensuvida,yClairehabíacrecidovenerandoy
anhelandoelhombreenelqueJoshuaseibaconvirtiendo,entantoqueélmejoraba, su pulía, aprendía y luchaba solo por ganarse la sonrisasatisfechadeellaalcomprobarsusprogresos.Fueplatónicoalprincipio,una ensoñación infantil e inocente. Pero aquello cambió y creció, seconvirtióenreal.Incrédulo,Andrewsediocuentadeque lohabía sabidosiempre, solo
quehasta entonces,no sehabíadadocuentadequeunamor tangrande,unaverdadtanpoderosa,yacíadormidaentrelosmurosdesupropiacasa.−¿Cómopuedoconfiarenlafuerzadetussentimientospormihermana
simeestásdiciendoquesolo tehasdecididoasucortejo trassaberqueeresposeedordeesarepentinafortuna?A pesar del tono hosco del conde, Joshua tuvo que sonreír. Andrew
enarcóunaceja,sincreerloqueveía.−EsamismapreguntamelahizoClairetanprontoseloconté.−¿Yquéfueloquelerespondiste?−Esosololaincumbeaella–dijoJosh,sinamilanarse−,peroatitediré
quesolohabríasidocuestióndetiempo.Aunquemirenunciaestaballenade honor, no soy un caballero, Andrew. Ni un mártir. Habría acabadoreclamándola,valiéndomedecualquierpretexto.−Estáclaroquehasjugadounacartapeligrosa.Eirreparable.−Nomearrepiento–sumiradadeclarabaqueeracierto−.Asumiré las
consecuenciasnecesarias,peronorenunciaréaClaire.Nodeseohacerlo,ymedolería,perodesernecesario,meenfrentaréati.Conunacalma infinita,Andrew recorrióelbordedel escritoriohasta
situarsejustofrenteaJosh.Conelportedetodounconde,tomóasientoyle invitó así mismo a que hiciera lo propio. Aunque inseguro, McKanterminóporobedecer,dejándosecaerenlasillamáscercanaasuposiciónqueencontró.Aguardóloquepudieronserhoras,hastaqueAndrew,porfin,sepronunció.−Que te guarde gran afecto y te considere demi familia, Joshua, no
significa,niporasomo,quevayaaponerte lascosas fáciles–declaróelconde, con seriedad−. Claire es mi hermana y la situación en que seencuentradebesolucionarsedelamaneramásconvenienteparatodos.−Cuentoconello.AntelarespuestadeJoshua,Andrewcurvóloslabiosenunasonrisaque
prometíaesperanzas.Noobstante,elbrillopeligrosodesumirada,dejóalasclarasqueaquellaibaaserunaentrevistaarduayllenadeexigenciasypeticiones. Josh se armódepaciencia, consciente deque iba a tener queestardispuestoahacermuchasconcesionessiqueríaganarselabendicióndelconde.−Pontecómodo,McKan–parahacerhonora suspalabras,Andrewse
repantingóensusillón,disfrutandoampliamentedelsemblantehoscodelhombre que tenía enfrente−, porque todo cuanto hay que decidir, nosllevaráunbuenrato.
27Con la vista perdida, Claire intentaba entretenerse mirando como
Windy, la yegua castaña que lucía ya un vientre de notable preñez, eramimadaporunodelosencargadosdelacuadra,quecepillabasuscrinesyrevisabaelestadodelasherradurasconmimoysumaatención.Intentando que aquellas actividades que siempre la habían apasionado
lograran distraerla, Claire trató de llevar a su mente a ideas y planesfuturos, donde ella misma pondría nombre al potro y se encargaría desupervisar el cubículo doble donde madre y cría vivirían hasta que elpotro se alimentara solo. Después, el animal crecería, sería preparadopara la doma y cuando llegara el momento, seguro que su sobrinodisfrutaríapaseandosobresulomo.No obstante, por más que la vida y desarrollo de los caballos, en
especial de aquella yegua, que era su favorita, antaño la hubieraentusiasmado, Claire no podía alejar sus pensamientos de lo que estabaocurriendo tras los muros de la gran casa. En aquellos precisosmomentos,mientras ella semordía el labio presa de la desesperación ylosnervios,sufuturomásinmediatoestabasiendodecidido.Ignoraba cómohabría tomadoAndrew lapeticióndematrimoniopor
partede Joshua, pero solopodía rezar, de cuantas formas conocía, paraquesuhermanoseatuvieraarazonesypermitieraqueelcapatazyellaseconvirtieran en marido y mujer. Sabía Dios que Claire no aceptaría aningún otro hombre más que a Josh, y si bien estaba dispuesta a salircorriendoenmitaddelanocheparaseguirlesiéleraforzadoaabandonarla casa, deseada desesperadamente que hubiera entendimiento entre sufamiliayelhombreamado.Siemprehabíaoídoesodequenopodía tenerse todoen lavida,pero
ahoraquepor fin Josh estabadispuesto a lucharpor ellay el amorqueambos sentían, esperaba que la suerte le permitiera disfrutar de unafelicidadcompleta.−Nocabedudadequeenestacasasetrataalasembarazadasconsuma
precaución –oyó decir a Victoria a su espalda−, sin importar si sonhumanasono.Claire dejó escapar un suspiro y su cuñada, consciente de los duros
momentosdetensiónqueéstavivía,leapretóelhombroconcariño.
−Tratadeestarcalmada,Claire.Tuhermanonoesunhombrearisconidifícildellevar.EstoyseguradequeJoshuanotienenadaquetemer.−Pormás que le aprecie,Vicky… e incluso aunque haya crecido con
nosotros, sigue siendo un empleado de la casa. ¿Y si eso pesa en ladecisióndeAndrew?−Andrewnoesunhipócrita,Claire–acariciándoseelvientre,Victoria
seapoyóenlacerca,admirandoellustrosopelajedelayegua,quepacíatranquilamente a lo lejos−, él tampoco tomó por esposa a la mujeresperada.−Eresunadama,pocaimportanciatienesiposeíasonotítulo.−Nitítulo,nifortuna,nilasmanerasapropiadas…−Victoriacontócon
los dedos, riendo alegremente−, por Dios, ni siquiera las ansias dedesposarme tenía. Fue un verdadero golpe de efecto que tu hermanoconsiguieraarrastrarmealaltar.−Meconstaquetehicistederogar.−Solo para que no perdiera el interés –conmiradamaternal,Victoria
acarició la mano de Claire−, si Joshua te quiere, ni aun teniendo queenfrentarseaunnobleanticuadoydementecerradarenunciaríaati.Estoysegura de que, en el fondo, Andrew sabe que te entrega a la personacorrecta.−Esoespero,Victoria…esoespero.Pensando en su madre, quien todavía no se había pronunciado, y en
Josephine, que sería seguramente quienmás impedimentos pondría paraquelauniónsecelebraseyJoshuaseconvirtieraenmiembroporderechopropiodelafamiliaFerris,Clairepensóque,inclusosalvandoelescolloque Andrew suponía, a Josh y ella les quedaría todavía mucho quedemostrar.Consuerte,tendríanelrestodesuvidaparademostrarqueaquelamor
que se había ido fraguando desde que no eranmás que unos niños, eradignodeconfianzaporpartedelaspersonasalasquemásquerían.
***−¿Estásdiciéndomequerenunciasaladote?Hastiado,Joshuamiróaltechoyexhalóungruñido,tapándoseluegola
caraconlapalmadelamano.
−No voy a aceptar que me pagues por casarme con Claire. Eshumillanteeinnecesario.−Es una costumbre arraigada que se espera por mi parte –decretó
Andrewcomosihablaraaunniñopequeño−,mireputacióncomocabezadefamiliaseveríadañadasientregoamiúnicahermanaenmatrimoniosinunacorrespondientecompensacióneconómica.−Seguroquesobrevivesalescándalo.−Joshua…−Notomaréunsolocéntimodetubolsillo,nitierras,nipropiedades–
sentencióJosh,quenoestabadispuestoatransigirenaquello−.Claireporsímisma es un bien tan inmenso que no tendría suficiente conmi vidaenteraparamerecerla.Noquierasacrecentarladeuda,Andrew.−Josh… he cedido en muchas capitulaciones que nadie más, en mi
posición,habríaaceptado.−Unamásnosupondrádiferencia.−Admito el hecho de que quieras vivir en las ruinas bajo las cuales
habitóGreyson,soloporquemehasaseguradoquetras lasreparacionespertinentes, y contandocon tu reciéndescubierta situación, el lugar seráadecuadoparaClaire.−Noechará en falta ningunade las comodidadesde la casa.Eso te lo
aseguro.−¿Tienesideadecuántashabitacionesvacías…?−Noviviremosbajotutecho.BlasfemandounapalabraqueJoshuajamáslehabíaoídopronunciar,el
joven conde se dejó caer sobre la butaca, apoyando la espalda en elrespaldo.Ningunadelasnegociacionesquehabíallevadoacaboentodasu vida, con diplomáticos, aristócratas, empleados y nobles de diversorangopodíacompararsealaqueestabamanteniendoconJoshuaMcKan.Aquelhombreparecíatenerunsentidodelorgulloyelamorpropioa
prueba de cualquier tentación. Y era el ser más cabezota de cuantospoblabanelmundo,aAndrewnolecabíaduda.Siendounhombrequehabíanacidoteniendotodaslascomodidadesal
alcancedelamano,elcondevalorabayrespetabaaaquellosquebuscabanlabrarse un futuro según sus posibilidades. Joshua bien podría haberseaprovechado de la situación y sacar todo tipo de ventajas, pedir para élaquelloque,dehecho,Andrewestabaobligadoaofrecerle,paratenerunavidamáscómodayplacentera.
Sinembargo,lejosdesentirsecómodoanteloscambiosque,sinduda,su nueva posición iba a proporcionarle, Josh parecía más inquieto ymalhumoradoacadanuevapeticiónqueAndrewlehacía.Llegadoeltemadeladote,elcapatazparecíaestarapuntodeestallar.−Imagino que de otorgarte algún título para hacermás equilibrado el
matrimoniodecaraalasociedadserámejornihablar.−¡PorDios! –con lasmanos apoyadas sobre lamesa, Joshua lemiró
consúplica−,solodeseoaClaire.Nadamás.Continuaréconmitrabajoymividanocambiarámásqueenlonecesario.−Ahoraeresunhombreconunacrecientefortuna,Joshua.Ytuesposa,
por más que lo detestes, es la hermana de un conde. Tu vida ya hacambiado,yesonoharámásqueaumentar.Éllosabía.Porsupuesto.Joshnoeratanignorantecomoparaesperar
que seguiría vistiendo de forma simple, comiendo a deshoras ydisfrutandodelacompañíadeClairesinqueaquelloimplicaranadamás.Ella tendíaunavida socialquenopodíaniqueríaabandonar, amistades,ciudades que visitar, costumbres… ser su esposa no debía limitarla, nitampoco debía pretender que Claire viviera para siempre en el campo,comosiseescondieran.Aquellahabíasidounadelasrazonesporlascualesrenuncióaellaen
unprincipio.El saberquenopodría llevarladelbrazoabailesy cenas,que pasear a su lado por Londres o compartir agradables veladas encompañía de caballeros inteligentes con los que compartir ideas paraacrecentarloscultivosynegociosestabadescartadoparaél,lellenabadepesar.Ella solo vivía en sus sueños, en lugares oscuros y prohibidos donde
podíamirarlayadorarlaeninstantesrobados.Ahora,laspuertasdeaquellossalonesygalasseabríanparaél.Joshua
podría mezclarse con los hombres y mujeres a cuya vida Clairepertenecía.Y estar a su lado, compartiendo esa parte de la realidad conella.−Demonios…ponlotodoanombredeClaire.Parasuuso,¿estáclaro?Satisfecho,Andrewsonrió,garabateandoa todaprisaenunpapelque
teníadelante.−Será la dote, pues. Y ya hablaremos de algún nombramiento que
facilitetuaccesoaciertoscírculos.−Estásdisfrutandoconesto–legruñóJosh−,noteatrevasanegarlo.
−Niporasomomentiríadesemejantemanera–elconde,todavíaconlacomisuradelabocaalzada,miróalhombrehoscoqueteníadelante−,porlamemoriademipadrequejamásentenderéquéhapodidoverenti.Sinduda,tucarácterdócilyfacilidaddetratodebenhaberlaseducido.−¿Hemosacabado?Impaciente por abandonar aquella habitación de tortura, Joshua se
paseaba de un lado a otro, rogando que todo pasara cuanto antes ytemiendo que llegara algo aún peor. Como los preparativos delmatrimonio, donde seguramente se esperarían de él cosas que no podíasiquieranombrar.−Nada más lejos, Josh, pero creo que por el momento, ambos
merecemosundescanso–Andrewdejólaplumasobreel tinteroydoblóconpulcritudeldocumento−.Bienvenidoalafamilia.Joshua tragó saliva y asintió con la cabeza una sola vez, demasiado
sobrecogido con lo que aquellas palabras significaban. Quiso serelocuenteydeciraAndrewquelafuerzaeintensidaddesussentimientosharíanqueClairefuerasiemprefeliz,quejamáslamentaríahaberdecididoamarle,queéllacuidaríayprotegeríasiempreyvelaríaporquelasonrisanoabandonaranuncasuslabios.Nofuecapazdedecirnadasemejante,pueslaemociónyeléxtasisque
sentía sepropagaronpor su sistemanerviosoy lehicieron imposible elhablar. Tampoco hizo falta, según indicó lamirada deAndrew, él sabíatodoeso.Deotromodo,nolehabríaabiertolosbrazosnirecibidoensuhogar.−Sinotienesmáspreguntas…−Solounamás−pensativo,elcondedeHoltsetocólabarbilla,dándole
vueltasaalgoque llevaba rondándole la cabezavariashoras−, ¿porquémevendisteamíelcaballo?−NecesitabafondosinmediatosparaGilly.−Losé,peropudistehaberrecurridoacualquierestablodelpueblo.De
ese modo, no habrías tenido que contarme la verdad al final. ¿Por quéaquí?Joshua esbozó un gesto cínico que dio luz a todas las sospechas que
Andrewyahabíamantenidoparasímismo.Golpeandolamesa,elcondedejósalirunacarcajadaqueterminódedestensarelambiente.−Maldito seas… querías seguir teniendo derechos sobre él, ¿no es
verdad?Perosiendoyoelpropietario, tendrásqueobrarconmás tiento
paraevitarposiblesdañosalanimalyentimismo.Necesitabasalgoquetefrenaradevolveralanzartealcercadoconél.−Voyadomar a esabestia,milord–contestóMcKan,dedicándoleuna
veniayabriendolapuerta−,ysabeelDiabloqueserámásfácil,quetratartodosestosasuntoscontigo.MientrasAndrewreíaacarcajadas,Joshuaabandonóeldespacho.DeseosodetomaraClaireentresusbrazosypoderexpresarlequepor
fin su relación era pública y podían dejar de soñar con una vida juntosparaempezaraprepararlacontodorealismo,Joshcruzóelpasilloycasicorrió en dirección a la puerta principal, con la librea doblada decualquiermanerabajoelbrazoyunasonrisaimborrableenelrostro.Pensarenella,en losnerviosyel temorquedebíaestarpasandohizo
que se le encogiera el corazón dentro del pecho. Su Claire, su amadaClaire, que había sido capaz de lasmásmayores locuras por arrancarlepalabrasdeamorencontradesuvoluntad.Ahorapodríadecírselascadadía, al oído, y demostrarlas en cuanto la luna coronara el cielo y sussonidosdeplacerquedaraneclipsadosporlaintimidaddelanoche.−Yanadapuedeimpedirquetequieracontodasmisfuerzas–dijopara
símismo,exultantedefelicidad.Llegóalporcheyallísedetuvoenseco.Lasonrisaselecongelóenlos
labios, aunque no se disipó. Sentada en una de las sillas cubierta conalmohadones de brocado, la condesa viuda aguardaba, serena y consemblanteamable.−Buenas tardes, Joshua –dijo Joanna, dejando a un lado la labor de
costuraenquehabíaestadotrabajando−,parecequelaconversaciónconmihijohasidofructífera.−Yo…asíes,señora.¿Qué pasaría si ella se negaba? Josh no podía evitar maldecirse al
haberlodadotodoporsentadotanpronto.¿Ysilacondesaviudarehusabaaceptarle como marido para Claire? Estaría en su derecho, después detodo,ellaerasuúnicahija.Estabaseguroquetodamadrequesepreciaradesearía organizar un matrimonio lo más adecuado posible para unaseñoritadelacategoríadeClaire,algoelegante,distinguido,memorableparageneracionesfuturas.¿Cuántas condesas entregaban con satisfacción a sus hijas casaderas a
lacayos reconvertido en capataces con fortuna? Lasmanos de Josh aúnestabanásperasdeltrabajo,susformasnoeranapropiadas,eraunhombre
instruidosoloenlobásicoyaunqueeldinerollenaraahorasusalforjas…denoserporelconde,nohabríasabidoquéhacerconél.Sin duda, tendría que aprender amanejar la fortuna, saber dónde era
apropiado que la invirtiera y los mercados que debía evitar. Abrir susmiras más allá de los mecanismos de cosecha, buscar alternativas quedieran,enlosañospróximos,másfrutosconlosquevivircómodamente.Todoello,siacasolacondesaviudanorasgabasusesperanzasconunas
pocaspalabras.−Señora,séquenohasidolamaneramásadecuadanideseable…Joannaalzólamanoenaltoyélcayódesúbito.Tragósalivaycerrólos
puños, diciéndose que no importaba cuan duras fueran las palabras queoyera, no flaquearía ni faltaría al respeto a aquellamujer a la que tantodebía.Inclusoaunquenoestuvieradispuestoaaceptarnegativaalguna.−Voyacontarte algoquemuypocaspersonas saben, Joshua–empezó
Joanna, girando la cara hacia el sol, que se ponía en el horizonte−,imagino que conoces la historia de la fastuosa boda que mi esposo, elcondeAnthonyFerris,organizóparaquenosdesposáramos.Ignorante de adonde podría llevar aquella retrospectiva, Joshua solo
asintió.−Músicos,lámparasdearañarefulgiendoenelsalón,vestidosdegasay
seda, joyas… −ante el recuerdo, la condesa sonrió, nostálgica−, fue unevento social exacerbado, totalmente exagerado, si quieres mi opinión.Anthonydecía, quenoqueríaquenadie en elmundo fuera ignorantedenuestromatrimonio.−Estoy…segurodequeasífue,señora.−Te equivocas –Joanna sonrió, con la picardía de quien oculta un
secreto−, nadie suponadadenuestra boda.Almenos, de la primera.MiqueridoAnthonyyyo,noscasamosenLondres,asolas,antesdehablarenfirme con nuestras familias y viajar a Kent para organizar lospreparativos.−¿En secreto? –Preguntó Josh, incapaz de creer que la recta y
distinguidacondesaviudahubierahechoalgosemejante.−Mi fortuna era reciente y a ojos demuchas de las grandes familias
aristocráticasdelaciudad,yonoeramásqueunareciénaparecidahijadecomerciantes. Extranjera, además. Anthony poseía un condado con unagrantradición.Noeradifícilquealguienseopusiera.−Demodoquenodieronocasiónaunanegativa.
−Ninosloplanteamos.La brisa de la tarde removió algunos mechones encanecidos de la
condesaviuda, que sonreía ante el aireque acariciaba supiel, aún tersa.Era una mujer hermosa, que había vivido y obrado según losconvencionalismos,peroque,enelamor,habíaapostadotodoalcorazón,sindejarsellevarporeldeberoeltemoraloquesedijera.−Al igual que Andrew, su padre escogió a la mujer indebida para la
sociedad, pero perfecta para él –volviendo hacia Joshua el semblante,Joannasonrió−,parecequemihijahaheredadoeljuiciodelosvaronesdesufamilia.−Medasuconsentimientoentonces,señora.Joshua McKan no estaba preguntándolo, y aquello, terminó por
convenceraJoanna.−Eres el prometido más inadecuado de cuantos Claire pudiera tener,
Joshua–unsoloasentimientobastó−,esotehaceperfectoparaella.−Gracias, milady –Josh le dedicó a la mujer que tenía frente a sí, la
venia más torpe de cuantas había hecho en su vida−, le aseguro quetrabajarécadadíaparademostrarlequesuconfianzaestájustificada.−Oh,no temasdefraudarmeamí–Joannase levantó,echándosesobre
loshombrosdelgadosunelegantechalbordado−,nohallarásen toda lacampiña escondite del que huir de Josephine sino te conduces como esdebido.−¿Seríamuchopedirlequemeayudaráconmiabuela?Joannaasintió,sabedoradequeaunamujercomoJosephine,testaruda
pordefecto, le ibaasermuydifícilasumirquesunieto, inclusoaunqueellasiemprehubieraesperadolomejor,fueraaescalarasemejantescotas.−Tienesmipalabra.Ahoravete,hayunajovenqueesperaansiosa.Atodocorrer,Joshuabajólosescalonesdelporcheyseperdióraudo
devistaporelcaminodel jardín.Conunasonrisacansada,Joannase loquedómirando,conlanacientealegríaenelpechoqueledabasaberquesus dos hijos, por quienes gustosa habría dado su salud, estabandeterminadosapasarelrestodesusvidas,acompañadosdelaspersonasdestinadasahacerlesfelices.−Lo hemos hecho bien, querido Anthony –susurró, mirando al cielo
enrojecidoconanhelo−,lohemoshechobien.
***
Guiadopor su instinto, Joshuabuscó aClairedirectamente en la casa
delcapataz.Nadamásllegar,laencontrósentadaenunadelaspiedrasdelaentrada,
frotándoselosbrazosconlasmanos,másporunactodenerviosismoqueporquerealmenteacusaralabajadadetemperaturasqueanunciabaqueeldía,tocabaasufin.Con pasos apresurados, Josh cruzó el muro de piedra parcialmente
derrumbado y cubierto de helechos que daba al deslucido camino deentradaa lacasitay susombra,cayócomouna losasobreClaire,quienrápidamente se puso en pie y le miró, con aquellos ojos grandes ybrillantesllenosdepreguntas.Con los brazos caídos a los lados del cuerpo, Josh la observó con
atención unos minutos, recorriéndola de arriba abajo y a la inversa,deteniéndoseencadadetalle,encadapequeñamarcadesupielblanca,enlosmechones que se escapaban del lazo de seda que recogía sumelenacastaña, en sus dedos, temblorosos y entrecruzados como si estuvierarogando.Pensó,enunarranquedesatisfacciónsinprecedentes,quedesdeaquel
día en adelante, ya no tendría que bajar la mirada nunca más. PodríaadmiraraClaire,ydevorarlaconsucuerpoenterosiemprequequisiera.−SeñoritaFerris, noparecemuycontentapara serunamujerqueestá
próximaacomprometerseenmatrimonio.−¡Josh!Deunsolosalto,Clairesesubiósobreél,envolviéndoleelcuellocon
losbrazosyescondiendolacaraensuhombromientraschillaba,llorabayreía,todoalmismotiempo.Exultantedefelicidad,Joshualahizogirar,manteniéndolaalzada,sintocarelsuelo,flotandoenmediodeunaalegríaqueparecíadarlesalasaambos,dejándolesvolarporencimadelmundorealyllevándolosaunlugarlejano,dondesolosuamoreraimportante.Poco a poco, la fue bajando lo suficiente para que ambos rostros
quedaran frente a frente, y susmiradas se clavaron en el almadel otro,recorriendo en el océano de la memoria toda aquella vida que habíanpasadojuntos,peroinevitablementeseparados.Lasbarrerascayerona sualrededor,dejandosoloesperanzay futuro.
Unsinfíndemañanassoleadasparacompartir.−ClaireFerris,vasacasarteconmigo.
−Sí,Josh,mecasarécontigo.Los labios de McKan presionaron los de ella con fuerza, robándole
multitud de besos cortos y profundos mientras sus brazos fuertes lamantenían cautiva, apretada contra su pecho donde latía un corazón quellevabadormidomásdeunadécada.−Serás mi esposa tan pronto convierta esta casa en algo bueno para
nosotros.−Meparecebien.−Yvivirásconmigo.Ymequerrásparasiempre.Todos losdíasde tu
vida.Riendoacarcajadas,Claireechólacabezahaciaatrás,dejandoquelos
últimosrayosdesoldeaquellatardeincidieranensucabello,otorgándoleunbrillotanetéreoqueJoshsintiólágrimasagolpadasensusojos.−Yatehedichoquesí–susurróella,conlamiradallenadeternura−.Sí,
Josh.Mecasarécontigo,serétuesposayviviréatulado,porquenadaquepuedaofrecermelavidamebastaríasinti.−Repítelo, amor mío, porque te juro que con el paso de los años,
estandoenmilechodemuerte,seguirésincreermesermerecedordetantasuerte.−Tequiero,Joshua–declaróClaire,conlaspalmasdelasmanossobre
sus mejillas, humedeciéndose los dedos con unas lágrimas que caíansilenciosas−,ymirespuestaessí.Hoyyparasiempre.Todoslosdías.
EpílogoKent.Inviernode1852ApreciadoJoshua,Te escribo lleno de alegría para contarte que tantoCaroline como yo
estamos bien. Ayer mismo arribamos a las cosas del Nuevo Continente,América, trasuna travesíaenbarcoquemepareció interminable.EsperoqueestacartaconnoticiasnotardedemasiadoenllegarhastaInglaterra.¿Puedes creerlo, viejoamigo?Quién ibaadecirnosa losdos, cuando
veíamos pasar las horas desde nuestras camas, que un día, te escribiríadesdeelotro ladodelenormemarazul.Apenaspuedocreerqueesté tanlejos de casa. Se siente uno pequeño al ver que este mundo nuestro, vamuchomásalládelaspuertasenrejadasconelemblemadelconde.Sugracia,elpróximoduquedeOzma,milordHenry,hademostradoser
unpatrónamableydetratofácil.Ciertoquenadiepodríacompararseconnuestro conde de Holt, pero por el momento, ha sido increíblementegenerosoofreciéndomeempleoensuhaciendasinhabermevisto trabajarniunsolodía.Porfavor,nodejesdeagradeceramilordAndrewporhabersolicitado al duque deOzma tan grande favor paraCaroline y paramí.Estaremossiempreendeudaconél.MilordHenry,delquetehablarémásdetalladamenteenfuturascartas,
esunhombrealgomayoryhaenviudadohacepoco.Tieneunahijay,alparecer, va a someter aCaroline a prueba para ser su institutriz.No hahecho preguntas sobre su pasado, únicamente está interesado en lascapacidadesqueellatieney,porsiloponíasenduda,esunamujercultaeinteligente.Apenaspuedecreerensusuerte,ylaverdad,yotampoco.¿Cómoestánlascosasporlacasa?¿Yahanacidoelnuevopotro?¿Yel
hijo de milady Victoria? Espero me lo cuentes cuando ocurra, inclusoaunque la noticia llegue a esta parte del mundo, tan lejana, conmuchoretraso.Deseoquelasaluddetuabuelaseabuenayquelosavancesenlacasadelcapataz,siganadelante,aunqueseasinmí.Encuantoati,¡apenaspuedocreerquevayasacasarteconlaseñorita
Claire después de Año Nuevo! Si te tuviera delante te llevarías underechazo por no contármelo, aunque me figuro, y Caroline está deacuerdo,quenopudistedecirnadahastaestarconvencidodepoderserunbuen esposo para ella. La vida dematrimonio no siempre es fácil, te lo
digoconmirecienteexperiencia,peroresultaunamaravillateneralguienalladoalterminareldía.Teenviamosnuestrosmejoresdeseos.Prontoempezaréadesempeñarmis funciones.Meencargarédevarias
cosas hasta que pueda acomodarme a la casa y las costumbres de losnuevosseñores.¡PorloscalzonesdemiabueloJoshua!,Aquíhayplantasyanimalesque
nuncaanteshabíavisto,yalgunosdeloslacayossontanoscuroscomoelbetún de nuestras botas, pero muy simpáticos. Creo que harías buenasmigasconmuchosdeellos.Acuso la distancia de Inglaterra, pero sé que aquí podré encontrar la
felicidad si me esfuerzo en ello. Espero, de corazón, que tú también lohagas.Pocoshombresmerecentenerlamásquetú.No dejes de transmitir a la señorita Claire, de nuestra parte, las
felicitacionesquemereceestartanpróximaaserunamujercasada.Contodoafectoymuchocariño,GillyyCaroline.Conlasonrisapintadaenelrostro,Joshuadoblólacartayselametió
enelbolsillomientrasapreciaba,clarayaenelhorizonte,lacaídadelsolqueponíafinaotrodíacargadodetrabajoygrandesexpectativas.Laproximidaddelasfiestashacíaquelashorasvolarancomosifueran
pájaros,yamenudo,unoteníaquedejarparaeldíasiguientelaboresque,durantelaprimaverayelverano,podíadesempeñarenunasolajornada.Ensucaso,alternandocomoestabaeltrabajodecapatazconlosúltimosretoquesdesunuevacasa,aJoshlassemanasenterasselehacíancortasdetantosproyectoscomosumenteinquietaeracapazdereunir.El haber tenido noticias de Gilly hacía que su cuerpo cansado del
esfuerzo, renaciera. Su querido amigo…qué lejos lo sentía y cuánto loextrañaba.Pesealaalegríaynoticiasquecontabaensuscartas,eraclaroque también para el joven lacayo era duro haber dejado todo cuantoconocíaparaembarcarse, literalmente,en la travesíamásemocionanteylejanadesuvida.Incluso aunque sus motivos fueran más que justificados, y sabiendo
Joshua como sabía que la oportunidad ante la que se encontraba Gillytrabajandodirectamenteparaelherederodelduque,noponíaendudadeque su amigo, en cuanto le fuera posible, tomaría el vapor y volvería a
Inglaterra, aunque solo fuera para revisar que el nuevo inquilino de sudormitorio,tratabaloscobertoresconelmismomimoqueél.Joshsonrió.QuebuenmovimientoeldeAndrewalsolicitaraquelfavor
alduquedeOzma,que tantosquebraderosdecabeza lehabíadadoenelpasadoacausade las tierrasdecultivo.Caballerocomoera,WaldonnohabíapodidonegarseapedirasuhijoyherederotrabajoparaGilly,asícomo un pasaje en su próximo viaje, especialmente después de haberprometidoaAndrewsolucionarlasdiscrepanciasentreellosdecualquierformaenqueelcondedispusiera.AsíhabíasidocomoGilly,ellacayorubioquesolíapecardeexcesivo
apasionamientoparatodoaquelloquehacía,habíalogradovivirjuntoalamujeramadalejosdeprejuiciosyataques.−Te irá muy bien en tu nueva vida –decretó Joshua, mirando al
horizonteenrojecidoporlapuestadesol−,telohasganado.Ya ibaaentrara lacasapara seguirpuliendoalgunosde losmuebles
nuevosquehabíaadquirido,cuandovioveniraClaireporelcamino.Sehabía recogido las faldas y andaba presurosa hacia él, todavía con eldelantalblancoque sehabíapuestohacíahorasyconel cabellocastañoamenazandoconescapardelrodeteenquelohabíarecogido.Estirandolosbrazos,Joshlarecibiócontrasupechocuandoellafrenó
en seco.Tenía lasmejillas arreboladas y un brillo en los ojos que solopodíasignificarunacosa.−¿Ya ha nacido? –preguntó McKan, presionando las caderas de su
prometidaconlosdedos,porqueevitartocarlaleeraimposible.−Hacesolounosminutos–Clairesonrióabiertamente−.Esunaniña.Va
allamarseAnabelleJoanFerris.−Muyaristocrático.−¡No teburles!Teadviertoquenovoyapermitirteescogercualquier
nombremalsonantecuandolleguennuestroshijos.−¿Malsonante?¿Quiénhadichoqueyovayaahaceralgoasí?–Joshse
encogiódehombros,disfrutandoconel juego−,solodigo…quenomeagradaríaunnombretanlargoparaunhijonuestro.−Vanasersobrinosdelconde.−Ytambién,hijosmíos.LasatisfacciónquedabanaClairefrasescomoaquella,erapalpableen
el delicado rubor que teñía su rostro. Incapaz de contenerse, Joshua labesósuavementeen lascomisurasde los labios, tentándolaconsuavidad
para que separar los labios y la dejara profundizarmás en besos comoaquel,conlosquedebíacontentarse,porpeticióndesurománticanovia,hastaqueestuvieranunidosenmatrimonio.Decidido a no pensar en el tiempo que aún restaba para que por fin
pudieravolveraabrazaryamaraClairede laformaenquelodeseaba,tomóconcuidadosusmanos,mirándolaa lacarayefectuandotodas laspreguntas de rigor que sabía se esperaban de él tras haber huido de lalocuraenquesehabíaconvertidolacasadeHolttanprontoVictoriahabíaanunciadolarupturadeaguas.−¿Seencuentrabienlacondesa?−SegúneldoctorCorentin,elnacimientohasidomásrápidoyeficiente
quelaprimeravez,algoqueVictorianocomparteenabsoluto–Claireseencogiódehombros−,consideraexcesivascincohorasdelabor.Joshuaseencogió,rogandoalpatrónopatronadelosembarazos,que
los futuros por los que pasaraClaire, tuvieran una duración lo bastanteescasacomoparaqueaélnoleexplotaralacabezadepuraangustia.−Imaginoquetuhermanoestarápletórico.−Deseabaunahija–atestiguóClaire−,porsupuesto,nodijonadaenun
principio,yestoyseguradequehabríaamadoaotrohijovaróndehaberllegado,perosusatisfaccióneramuyvisible.−Seguroqueyaestápensandoenunbuenmatrimonioparalapequeña
AnabelleJoan.−Oh,no,alcogerlaenbrazoshaaseguradoalospresentes,quesuhija
nosedesposarajamás.Losdosrieron,conscientesdequesiloscelosqueAndrewdemostraba
paraconsuesposasehacíanvisiblestambiénensuhija,eramuyposibleque,enefecto,éstanuncafundarasupropiafamilia.−¿Yquéhapasadoconlaapuesta?¿Sehaanotadolacondesauntanto?Clairenegó,provocandomásrisasenJosh.−La niña es tan pelirroja como su madre.Mi hermano no perdió un
segundoenhacerlonotaralapobredeVicky,queapenaspodíaerguirsesobrelacama.−Todouncaballeronuestroconde.Clairesonrió,volviendolavistahastaelcielo,yatotalmenteplomizo,y
dejando salir un suspiro que remarcó sus facciones, surcadas del levecansancio que cabía esperar cuando llegaba un día como aquel. Noobstante,enlaexpresióndesuamadahabíaalgomásqueJoshua,pesea
conocerlacasimejorquenada,sabíaquedistabamuchodelasemocionespropiasdelallegadadeunreciénnacido.Algo la preocupaba, algo muy distinto a la posibilidad de que la
pequeña Anabelle hubiera podido retrasarse al llegar al mundo,coincidiendoconeldíaenquehabíanfijadosumatrimonio.Setratabadeun pesar real, con tintes melancólicos, que preocuparon a Joshuaenseguida.−Cuéntame que pasa –le susurró, dejando resbalar su mano por el
hombrodeClaire−,loqueseaqueterondalacabeza.Necesitosaberlo.−Mepreguntabacuánto tardará tuabuelaendescubrirquehevenidoa
verteyestamosasolas,fueradelprotectortechodemihermano.Joshlanzóunsuspiro,mirandoporencimadelhombrodeClairecomo
si,enefecto, temieraverapareceraJosephineblandiendoalgunodesuscacharrosdecocina,dispuestoacastigarlepornocomportarsecomouncaballero. Aún le costaba aceptar que el matrimonio fuera a llevarse acabo, y para que lograra hacerse a la idea, tantoClaire como él habíanestadodeacuerdoenconducirsecontodalarectitudqueelamadellaveshabríaesperado,facilitándolelatransicióndeverlesjuntos,comopareja.Aunque ponían sumejor empeño cuando ella estaba presente, eso no
impedía que los jóvenes enamorados, a menudo buscaran momentosrobadosenqueestarjuntos,sintestigosnichaperonas.−Empiezo a temer que cuando estemos casados, seguirá vigilando
comounhalcón–Joshlabesóenlasien,preocupadoalverqueClairenosonreía−,vamos,tupreocupaciónvieneporalgomás.Dímelo.NadielaconocíacomoJoshua,asíquenoteníasentidomentir.−HerecibidocartadeBetinaHildegar.Josh se permitió unos momentos para valorar aquella información,
tratandodevislumbrardóndepodíaestarlomalo.Peseasusesfuerzos,nolologró.−Viene acompañada de una invitación a su fiesta de compromiso –
prosiguió Claire, sacando la delicada nota del bolsillo de su delantal yentregándola en las manos de Josh−, va a casarse con Arnold Calvindentrodeseismeses.Sorprendido, Josh desdobló el elegante papel ribeteado en plata y
efectivamente, leyó ambos nombres, escritos con aquella pulcra y caraletra curva que había tenido que estudiar, punto por punto, cuando suspropiasinvitacionesmatrimonialeshabíanempezadoafraguarseparaser
transmitidasentrelaflorynatadelaaristocraciainglesa.−Haadjuntadoestanota–decíaClaire,queparecíamuymetidaen sus
propiaspreocupacionescomoparadarcabidaanadamás.Estimada Claire, espero que goces de buena salud y tu felicidad sea,
acaso,lamitaddelaqueahorasientoyo.Ruegoasistas,encompañíadetufamilia y prometido, a mi fiesta de compromiso para, de esa forma,ponernosaldíasobrenuestrasvidasybrindarporlaalegríasupremaqueambas,abuenseguro,encontraremostrasdesposarnos.
Joshenarcóunacejaburlona,seguramenteencontrandograciosoelser
invitadoentérminostanformales,perolaseriedadquehallóenlamiradade Claire le hizo replantearse la serie de comentarios jocosos quepugnabanporsaliratrompiconesdesuslabios.−EsevidentequeelhechodequenotehayasprometidoaCalvinyella
sí, la hace feliz –Joshua se encogió de hombros−, es algo bueno, ¿no?Llevasmesestratandodeacercarteatuamiga.Parecedispuestaahacerlaspaces.−Por los motivos equivocados, Josh, ¿no te das cuenta? Está muy
contentaporquevaacasarseconArnold,peroambossabemoseltipodeuniónqueélofrece.EsonoesloqueBetinaquiere.Noesconloquehasoñadodesdeniña.−Es una mujer ahora, Claire. Tal vez sus sueños han cambiado o…
simplemente,confíaenpoderganarseelamordesumaridounavezesténcasados.−Esunerror…yoséqueloes.¡Vaahacerlainfeliz!Dejandocaer lacabezasobreelpechodeJosh,Clairepermitióque la
abrazarayconsolaraporlapreocupaciónylástimaqueempezabaasentiracausadeltristefuturoqueleesperabaaBetinaHildegar,siacasoseguíaadelante con aquel matrimonio que estaría basado únicamente en elinterés.ArnoldCalvinnecesitabaunaesposaparacobrarlaherenciadesupadre,yaunquelaideadetenerlepormaridoparecieraserelculmendetodaslasexpectativasdeBetina,estabaclaroqueéllahabíaescogidosoloporqueellaaceptaríasinlamásmínimaduda.−SivasaellaeintentasdisuadirladequeacepteaCalvin,puedesvolver
aperderla.−Losé,Josh.Séquedeberíaguardarsilencioyalegrarmedequevayaa
obtener justo el marido que desea. Y esperar que él la valore y acabe
amándolaporloquees.−Pues entonces, haz eso, mi vida –con una sonrisa suave, Joshua
acarició sus mejillas, adorándola con cada fibra de su ser−, quizá eldestino tenga preparada para tu amiga una felicidad que acabarásenvidiando.−¿Por haber rechazado aArnold? –Claire negó con firmeza−. Jamás.
Nada, hará que lamente haber puesto por encima de todas las cosas elconseguir pasar el resto de mi vida con el único hombre al que podréamar.Joshua labesó.Labesódelmismomodoenquehacíacadanoche,en
sussueños,desdehacíatantosaños,cuandoambosnoeranmásqueunoschiquillosalosquelescostabasepararsepesealarealidadenqueestabanobligadosavivir.La besó con el convencimiento y la seguridad de que viniera lo que
vinieseconelsoldemañana,seríancapacesdeafrontarlojuntos.Pasaríaninviernos duros, discusiones que agriarían los días de primavera máshermosos,ymomentosquepreservar,asalvoensusmemorias,cuandoelotoño llegara a sus vidas y tiñera de recuerdos un pasado plagado deamor.Uninmensohorizontedeposibilidadesdeabríaanteellos,cadadíamás
amplioycargadodecaminosybifurcaciones.Soloteníanquetomarsedelamano,yandar.−Siento mucho haber estado ciego tanto tiempo −le susurró Josh,
acariciandosusdedosconternura−,avecespienso,sitehubierasrendido,simehubierasdatoporimposible…Claire suspiró, aferrándose a la dichadehaber recuperado aBetinay
desechando,demomento,todolodemás.−¿Deverdadcreesquehabríapodidovivirenpazsinti?–volviendoel
rostrohaciaél,dejóquelasonrisatocarasuslabios−,nuncahabríacejadoenmiempeño,Josh.Erasunacausademasiadoimportante.Cuánta devoción, pensaba él, lamentando que sus complejos e
inseguridadesleshubieranprivadodetantotiempojuntos.−¿Aunquenohubieraexistidofortunaymehubieranegadoaarrastrarte
amipobreza?−Notehabríaslibradodemí.PocoimportaríaqueJosephinenohubiera
demostrado subuenhacer en los negocios,mis sentimientos nohabríancambiadojamás.
−Tequerré,siempre,Claire.Noimportaloquemepase.Nuncaamaréaotra.¿Confíasenmí?−Contodomicorazón–lemirósonriendo−,parecequetodosnuestros
amigos están esforzándosemuchopor su final feliz…¿estás impacienteporllegaralnuestro?Joshua, que era un hombre que no gustaba en malgastar palabras
cuandopodíadecirloquepensabaconunaspocas,sediocuentaentoncesdequelefaltabanmodosparaexpresartodocuantoabarcabaensupechoparaClaire.Elsaberquedeaqueldíaenadelante,todocuantoledeparabalavidaestabaligadoaella,eramuchomásqueunobjetivocumplido,másquehaberalcanzadosussueños.Más incluso que saber que por más penas y preocupaciones que
vinieranenelfuturo,pocoleimportaríansipodíatendersumanoconelconvencimientodequeClaire,suClaire,laaferraría.El final…pensó,sonriendomientrasnegabacon lacabezay tirabade
sumanoparaguiarlaalinteriordelacasaquepronto,compartirían.−Esto,miamor,soloeselprincipio.
FIN
AgradecimientosSemehacemuydifícilsintetizar todoloquesupone,yagradecercon
propiedadatodaslaspersonasalasquedebolaexistenciadeestanovela,pero creoquees justomencionar a laprimerade todas ellas, porquienhoy,“Unprometidoinadecuado”,existe.ABartomevaOliver,mieditoradeRomanticEdiciones.Hacemuchos
mesesmedijiste,cuandoyotodavíanopodíacreerqueVictoriayAndrewfueranaconvertirseenunlibrorealytangible,queéstaeraunahistoriaquequerías conocer.No sé si te lo dije entonces, pero esa inyeccióndeconfianza y entusiasmome dieron unas alas que, hoy en día, amenazanconnodejarmeponerlospiesenelsuelo.Mehicisteellío,¡ymiraquébienhasalido!Estanovelasedebeatodoslosqueapoyaronmiprimerlibroynosolo
loleyeron,sinoqueademás,vieronmásalládesuspáginas,imaginandoeste romance imposible como algo tan real, que no pude más queescribirlo.Muchasgraciasporesecariño,notengocomopagarlo.Esperoqueosguste.Al equipo de Romantic Ediciones al completo, Bartomeva, Xisca,
Magdalena… todos los lectores y correctores, a Olalla Pons, que nosenseñóel rostrodeJoshuaparaquepudiéramosverlo, (¡qué lata tedoy,pero cómo aciertas siempre!) y a mis compañeras/os. A mis socias desecta,porlaalegríaquesientenyelaprecioquemedemuestran.Graciasporhacermesentirqueestoestambiénunpocovuestro.Soislasmejores,osquiero.Muyespecialmente,mesientoagradecidaa losblogs,ylasblogueras,
possusreseñasybuenaspalabraspara‘Unacandidatainesperada’,yesasespeculacionesmaravillosas sobre la posible continuidad de la historia,¡aquílatenéis!Sinvuestroapoyo,nohabríasidoposible.Gracias.Gracias a mis amigas, por tantas horas de aguante y de ayuda
compartiendo ideas y correcciones, por soportar los agobios cuando latramaseestancabaonosabíaencajaraquellaideaconlaotra.Graciasporaguantarlopesadaquemeponíaconlasexpectativas,¡yporcelebrarportodo lo alto cuando colocamos (sí, en plural) el último punto de miprimerasegundaparte!Hasidounviajemaravilloso.Gracias,CristinaSojo,porqueséquesaborearáslaesenciadeJoshua,
esaquetúyyosabemos,comoelmejorelixir.Esperoqueestéalaaltura.
Gracias, Ainara Díaz, por esa paciencia y tirones de orejas tannecesarios cuando el peso de mil agobios caía sobre mí. Cuántosdesayunos regados con las prisas y los nervios. No podría habersobrevividosinti.Gracias, Laura Maqueda, porque hace más tiempo del que puedo
recordar,túyasabíasqueéstahistoriaibaaexistir.Y sobre todo, a mi familia, a mis padres y, como siempre, a mis
hermanos,David,JoséPabloySamuel.Estoesparalostres.Nuncaunapalabratancortacomo“gracias”fuetaninmensacomoloes
hoyparamí.Seguirétrabajandoysoñandoportenermásagradecimientosinfinitosquecompartir.
RominaNaranjo.
TableofContentsPrólogo123456789101112131415161718192021222324252627EpílogoAgradecimientos