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1 Desiguales-PNUD 2017 Orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile 1 Comentario Benito Baranda 2 Santiago 14 de junio 2017 Introducción Agradezco la oportunidad que se me ha brindado de comentar este libro- estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un organismo que ha demostrado que efectivamente está al ‘servicio de las personas y las naciones’ ya que de manera persistente y consistente nos ha llamado la atención en las últimas décadas de las contradicciones de nuestro desarrollo, de las fracturas de nuestra sociedad y de los impactos de éstas en las personas...y además nos brinda pistas de salidas, luces de esperanza. Los felicito por atreverse a ingresar en este laberinto que hace ya muchas décadas venimos discutiendo en Chile y América Latina, GRACIAS. Desiguales como sabemos es la consecuencia de una pre-ocupación del PNUD, es decir de una ocupación que viene de hace ya un tiempo, donde hemos tenido la oportunidad de leer, escuchar, discutir y ‘rumiar’ textos, estudios, reflexiones, comentarios…etc. serios, rigurosos, que marcan una ruta en la mirada de la realidad. En medio de tantos avances, anunciados y pregonados, del crecimiento del PIB, de la cobertura preescolar, escolar y de educación superior, del acceso a la salud y la vivienda…etc. este libro nos vuelve la mirada hacia nosotros mismos, no tanto en comparación con otros ni de manera parcial, sino más bien haciendo una introspección social de aquello que nos impide avanzar y hablar de un auténtico e integral desarrollo, equivalente y compartido. Dicho de otro modo, siguiendo la orientación sistémica de la psicología, considerar al ser humano como un 1 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (2017). Desiguales: orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile. Uqbar Editores, Santiago. 2 Estos comentarios son tributarios del trabajo de la Fundación Superación de la Pobreza y de la Fundación América Solidaria.

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Desiguales-PNUD 2017

Orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile1

Comentario Benito Baranda2

Santiago 14 de junio 2017

Introducción

Agradezco la oportunidad que se me ha brindado de comentar este libro-

estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un

organismo que ha demostrado que efectivamente está al ‘servicio de las

personas y las naciones’ ya que de manera persistente y consistente nos ha

llamado la atención en las últimas décadas de las contradicciones de nuestro

desarrollo, de las fracturas de nuestra sociedad y de los impactos de éstas en

las personas...y además nos brinda pistas de salidas, luces de esperanza. Los

felicito por atreverse a ingresar en este laberinto que hace ya muchas

décadas venimos discutiendo en Chile y América Latina, GRACIAS.

Desiguales como sabemos es la consecuencia de una pre-ocupación del

PNUD, es decir de una ocupación que viene de hace ya un tiempo, donde

hemos tenido la oportunidad de leer, escuchar, discutir y ‘rumiar’ textos,

estudios, reflexiones, comentarios…etc. serios, rigurosos, que marcan una

ruta en la mirada de la realidad. En medio de tantos avances, anunciados y

pregonados, del crecimiento del PIB, de la cobertura preescolar, escolar y de

educación superior, del acceso a la salud y la vivienda…etc. este libro nos

vuelve la mirada hacia nosotros mismos, no tanto en comparación con otros

ni de manera parcial, sino más bien haciendo una introspección social de

aquello que nos impide avanzar y hablar de un auténtico e integral

desarrollo, equivalente y compartido. Dicho de otro modo, siguiendo la

orientación sistémica de la psicología, considerar al ser humano como un

1 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (2017). Desiguales: orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile. Uqbar Editores, Santiago. 2 Estos comentarios son tributarios del trabajo de la Fundación Superación de la Pobreza y de la Fundación América Solidaria.

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todo en relación a los demás y a su medio y no mirarlo ni escudriñarlo desde

las miopes parcialidades.

Chile viene conversando con menor temor acerca de la desigualdad, eso es

bueno. Al iniciar mis estudios universitarios de psicología en 1977, en plena

dictadura militar, tuve la oportunidad de trabajar como voluntario en el

Hospital psiquiátrico El Peral donde me percaté que varias de las personas

que supuestamente entraban para sanarse eran destruidas por el

electroschock y me pregunté si no existiría una manera diferente de

encontrar una mejoría. Busqué en nuestra biblioteca, pero los textos de

psiquiatría comunitaria no estaban y no había espacio para conocer y hablar

acerca de Franco Basaglia3 y los avances en dignidad logrados por su equipo

en Trieste (Italia) enfocados en un trato igualitario. Su mirada era de

izquierda y como tantos otros, estaba proscrito por la dictadura del

pensamiento.

Ahora ya no te catalogan de marxista y/o de enemigo de la libertad cuando

hablas de trato igualitario. Inclusive hace una década la Revista Capital

sorpresivamente tituló su portada con ‘La vergonzosa desigualdad de Chile’.

Sin embargo, todavía en las conversaciones menos públicas, un buen número

de personas sigue creyendo en el exclusivo papel del crecimiento económico

para superar la pobreza material y desdeñando la importancia de la

búsqueda de la igualdad en nuestra sociedad. Un botón de muestra de ello es

que mediados de los ’90 al entregar en Informe del Consejo Nacional para la

Superación de la Pobreza, no nos acompañaron las autoridades económicas

de la época y se nos criticó en ámbitos políticos y económicos ese ‘ánimo

igualitarista y de integración social’ del documento.

Artificiosamente algunos economistas y políticos –desconociendo la

naturaleza colectiva del ser humano (Nowak)4- han querido contraponer

disminución de la desigualdad a superación de la pobreza, señalando que la

3 Basaglia, Franco & Basaglia O., Franca (1971).La maggioranza deviante. Editorial Einaudi, Turín. 4 Nowak, Martin & Highfield, R. (2012) SuperCooperadores, Ediciones B, Barcelona. “La cooperación es el arquitecto de la creatividad a través de la evolución (…) Sin cooperación no puede haber ni construcción ni complejidad en la evolución” (p.20)

3

prioridad es el crecimiento económico para alcanzar esta última. Así en la

selección de las prioridades de los planes de gobierno, de manera simple han

asociado sus estrategias de superación a meras ‘transferencias monetarias’

(bonos, que pasan a ser un nuevo opio para el pueblo) y/o a una pretendida

ampliación de oportunidades por la vía meritocrática y para ello han abierto

las puertas del mercado en la salud, la educación y la vivienda. Esta corriente

mercantilista terminó -como consecuencia natural de la acción del mercado

que se basa en ‘segmentar y estratificar para avanzar’- por generar mayores

diferenciaciones sociales, segregaciones y exclusiones. Han abierto nuevas y

profundas brechas en el plano subjetivo que han despertado intensas

frustraciones y malestar social, algo ya anticipado hace más de medio siglo

por Erich Fromm5, y analizado –entre otros- en el último tiempo por

Zygmunt Bauman6, Amartya Sen7 y Byung-Chul Han8.

Quisiera compartir hoy con ustedes 4 ideas que me surgen con la lectura y

relectura del texto que presentamos. Algunas de ellas acompañadas de

reflexiones personales o de vinculaciones con otros ámbitos que me han

rondado y que considero importantes para la dignidad de las personas y

comunidades en nuestro país y también en América Latina y el Caribe.

1° IDEA. UN DIAGNÓSTICO CONOCIDO, MÁS NO SATURADO... Y MUY

NECESARIO.

La primera idea, es que esta publicación viene a reiterar lo que se ha escrito

durante años en relación a las desigualdades en nuestro país, más aún

cuando la proximidad entre la mediana de los ingresos es tan cercana al

umbral de la pobreza. El texto hace una detallada revisión de la desigualdad a

lo largo de nuestra historia desde "donde surgen injusticias y arbitrariedades"

de antigua data, labradas –como sabemos- culturalmente entre el trato, los 5 Fromm, Erich (1978). ¿Tener o ser? Fondo de Cultura Económica, México. 6 Bauman, Zygmunt (2008). Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Editorial Gedisa, Barcelona 7 Sen, Amartya (2000). Desarrollo y libertad. Editorial Planeta, Bogotá. 8 Han, Byung-Chul (2012). La sociedad del cansancio. Ediciones Herder, Barcelona.

4

privilegios económicos, sociales y políticos, y las prácticas religiosas y

asistenciales.

Nos dice el documento que "la discriminación y el menosprecio son el eje de

las relaciones cotidianas". Podríamos preguntarnos si esta conclusión central

ha alcanzado ya, desde la investigación cualitativa, grados de saturación

teórica, mi opinión es que no. Y ello porque la información que hoy se nos

presenta, aporta y enriquece el diagnóstico que hasta ahora teníamos y es

indudablemente necesario avanzar más por la dignidad de quienes están

experimentando y soportando esta injusticia.

Tenemos pues ante nuestros ojos un trabajo que aporta densidad y

profundidad a una discusión tan necesaria como urgente. Esperamos que

esta vez, por la excelencia y pertinencia del trabajo y por la autoría del PNUD,

se ponga en el centro de la agenda pública y también por fin sea parte de las

discusiones académicas no como el hermano menor del ‘crecimiento’ y de la

‘superación de la pobreza’ sino como un actor relevante en el desarrollo y de

la paz de nuestros países. No cabe duda alguna que gran parte de nuestro

futuro como nación se juega en las decisiones que tomemos respecto a

nuestro desarrollo y a la distribución de las rentas del mismo.

2° IDEA: LA INTENSIDAD DE LAS DESIGUALDADES Y LA MANERA DE

ENTENDER LA POBREZA.

En nuestro país y particularmente en los círculos de la elite, hemos estado

habituados a "sacarle el bulto" al tema de la desigualdad. A poco andar,

nuestras discusiones giran hacia la necesidad de "un mayor crecimiento, para

recién ahí repartir adecuadamente", o a acusar la miopía y majadería en

insistir en el tema, cuando lo relevante ha sido la meritoria baja en la pobreza

de ingresos en el país.

Desiguales nos adentra en la intensidad y consecuencias de una desigualdad

marcada por un profundo enquistamiento en nuestra vida nacional, tanto en

el ámbito público como en nuestras cosas más cotidianas, en la política y en

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el ejercicio de ella, como en el estilo de vida de cada uno. Cuantitativa y

cualitativamente, estamos en presencia de evidencia indesmentible de las

graves fracturas producidas por la inequidad. La desigualdad ha calado

nuestra cultura impregnando hábitos y tratos, algo incipientemente

investigado. En el Estudio se afirma que “una de las expresiones más

sensibles y menos estudiadas de las desigualdades socioeconómicas es el

trato diferenciado que reciben las personas por razón de su posición en la

estructura social. En Chile las desigualdades cristalizan en modos de

interacción, en cómo las personas son tratadas, en cómo el respeto y la

dignidad se confieren o deniegan en el espacio social” (26).

Desde hace más de una década la filósofa Adela Cortina nos ha insistido

sobre el ‘rechazo al pobre’, allí estaría el epicentro de las exclusiones y

discriminaciones, y recientemente –en su último libro- nos ha entregado una

reflexión más extensa al respecto, ella lo ha bautizado como aporofobia9.

El propio Informe nos advierte que el debate sobre esta materia es abierto y

siempre inconcluso. Por ello quisiera adicionar al debate sobre la

desigualdad, un debate, también abierto, sobre la pobreza en nuestro país,

ambos íntimamente relacionados en la experiencia humana concreta en

donde se coarta la libertad de muchas y muchos.

Desde diversos espacios hemos tratado de ampliar la mirada sobre la

comprensión de la pobreza. Así, y de manera absolutamente

complementaria, desde la Fundación Superación Pobreza y América Solidaria,

hemos insistido, como lo hace este libro, que en los últimos lustros, gran

parte de la sociedad chilena ha visto cómo se incrementaron sus ingresos

reales, permitiendo una mayor integración al consumo, pero que no obstante

ello, un alto porcentaje de nuestros hogares aún no cuenta con un ingreso

mensual adecuado para realizar sus funcionamientos básicos de forma

estable y segura. Así también, hemos advertido de la disminución del déficit

histórico en vivienda, pero sin una política urbana que aborde adecuada y

permanentemente la habitabilidad en su conjunto. Ello ha producido la 9 Cortina, Adela (2017). Aporofobia, el rechazo al pobre. Editorial Paidós, España.

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formación de espacios segregados, con entornos hostiles y barrios

estigmatizados para los más pobres. En materia de educación, hemos logrado

tasas de escolarización y alfabetización nunca antes visto en la historia de

nuestro país, pero con intolerables grados de segregación y repartición muy

desigual del capital cultural de la sociedad. También hemos dicho, con

orgullo, que el hambre es cosa del pasado en Chile. Pero que aún existen

inequidades en materia de acceso oportuno a servicios de recuperación de la

salud o a un contexto de promoción de estilos de vida saludable, lo que

perjudica, sensiblemente, a las personas que experimentan la pobreza.

En definitiva, hoy en día amplios sectores que antes no accedían a ciertos

bienes y servicios, hoy lo hacen, pero dicho acceso está altamente

segmentado, ya sea en términos de calidad, oportunidad, pertinencia o

valoración social. Obtener acceso a experiencias educativas, laborales, de

salud, de vivienda, esparcimiento, etc. depende -de manera significativa- de

los ingresos que las familias logren generar y destinar a tales ítems,

generando así, una satisfacción de necesidades en espacios altamente

segregados, donde los sectores medios altos y altos se auto marginan de la

acción del Estado.

En este contexto, alcanzar un futuro de realización e integración social plena,

resulta seriamente obstaculizado para todos y todas aquellas que, por

diversas razones, no logran generar el nivel de ingresos exigido por el

mercado, para acceder a los satisfactores que permiten la integración

vertical. Se ha disminuido la pobreza por ingresos, pero como nos demuestra

el estudio, no se han podido configurar clases medias "seguras"10.

También hemos hecho esfuerzos en realizar estudios longitudinales que

muestran que más de un tercio de los consultados aparece viviendo

situaciones transitorias de pobreza por ingresos. En otras palabras, la

10 Hardy, Clarisa (2014). Estratificación social en América Latina: retos de cohesión social. Ediciones LOM, Santiago.

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pobreza es un fenómeno que afecta a un grupo de población muchísimo

mayor que aquél que develan los estudios convencionales de corte

transversal (34% aprox.). La pobreza sigue siendo un fenómeno extendido.

Un gran número de hogares y comunidades experimentan, cíclicamente, una

superposición de necesidades mal satisfechas o restricciones muy relevantes

en sus posibilidades de ser/hacer.

Como se ve, un concepto de pobreza más integral tiene plena vigencia, en

especial cuando las propias personas lo usan para elaborar una visión de sí

mismos y sus circunstancias. En el estudio Voces de la Pobreza11, ya

habíamos detectado que:

1.- La pobreza es diversa: Desde el habla de los afectados, la pobreza no es

una sola ni se vivencia de igual forma por todas las personas. Así, entre los

principales grupos en pobreza, las personas identifican aquellos que

participan de la cultura del esfuerzo-emprendedor, la del esfuerzo-resignado,

la del oportunismo, la de los “papeles manchados”, la de la exclusión.

2.- La gente destaca la fuerte presencia discursiva de la cultura del

esfuerzo: la que lucha incansablemente, pone el hombro y se las rebusca por

salir adelante. Esta es una imagen dignificada de la pobreza que domina en

los discursos y que clama por ser reconocida y diferenciada de la pobreza que

se queda entrampada en su desesperanzada, que vive de la asistencia, y que

en muchos casos, se alimenta de estereotipos generados por el resto de la

sociedad.

3.- Se detecta la pobreza equipada e invisible: La dinámica de la pobreza que

conocíamos por los resultados estadísticos de encuestas Panel Casen, perfila

un rostro de pobreza equipada.

4.- La pobreza se experimenta con un profundo malestar. Pero la

comprensión de la pobreza adquiere un carácter multidimensional más

complejo, lo que se evidencia en un desplazamiento de la percepción que la

pobreza es “NO tener”, asociada a carencias básicas (falta de abrigo,

11 Fundación Superación de la Pobreza (2010) Voces de la Pobreza: significados, representaciones y sentir de personas en situación. Edición Fundación Superación de la Pobreza, Santiago.

8

hambre), propias del pasado, a una construcción más compleja donde la

pobreza, en el presente, se experimenta como un fuerte malestar emocional,

donde lo que define y distingue a la mayoría de las personas que se ven

afectadas por la pobreza es un NO SER y NO HACER. Coexisten sentimientos

de discriminación e impotencia para desarrollar una vida plena o digna,

donde las posibilidades de ser y hacer son muy restringidas y cuentan con

fuertes obstáculos estructurales.

5.- Las personas que participan de la nueva pobreza se sienten

invisibilizadas. La política social muchas veces no reconoce sus esfuerzos y,

pese a su mayor disposición para generar procesos sostenidos de superación,

se sienten poco apoyados para poder dar el salto que transformará sus vidas.

6.- La pobreza se ve como falta de oportunidades y se vive con impotencia.

No poder cumplir con las obligaciones que la sociedad establece a los jefes de

hogar, genera sentimientos de dolor y la angustia, de no poder responder a

los hijos y darles lo que requieren para proyectar una vida diferente a la que

ellos han tenido.

7.- Se reconoce una fuerte asociación entre la superación de la pobreza y

las buenas oportunidades educación, salud y trabajo. Se reconoce en la

educación y en las condiciones laborales dos factores claves que pueden

favorecer u obstaculizar los procesos de superación de la pobreza.

8.- En el mundo de la pobreza no sólo coexisten carencias, también hay

recursos y activos humanos y sociales. Los principales son el esfuerzo, la

honradez y la experiencia. Es necesario que la sociedad tome en cuenta

estos activos. Asimismo, identifican algunas prácticas que dificultan poderlos

movilizar, como los prejuicios, las políticas clientelistas, la poca

transparencia, el maltrato y la larga espera a que habitualmente son

sometidos.

9.- Existe un paradigma del emprendimiento y problemas de validación

social. En el pasado, para ser reconocidos y valorados por la sociedad, las

personas requerían mantener valores y conductas como la disposición a

trabajar, el esfuerzo y la honradez. Sin embargo, en la actualidad el proceso

9

de validación social se ha vuelto más complejo, porque junto con los valores

antes descritos, en el presente la responsabilidad de crear trabajo se traslada

progresivamente desde la sociedad hacia el individuo, se instala la noción de

emprendimiento. Si bien esta rompe con el paternalismo anterior y

promueve la innovación y la creatividad, también les exige ser exitosos y

constantes para validarse en dicho paradigma

10.- Existen dificultades para visualizar actores intermedios en las

soluciones a la pobreza: En todos los focus se motivó a los participantes a

discutir sobre cuáles son las causas y soluciones de la pobreza y quienes

deben estar involucrados en ellas. Los resultados de dicha provocación nos

llamaron profundamente la atención. Mencionaron en mayor medida a

actores ubicados en la cúspide del poder: el gobierno/estado y los

empresarios, pero por sobre estos dos, las referencias al propio individuo en

pobreza o su familia son las que mayor presencia tienen en los discursos, en

especial al referirse a las soluciones a la pobreza, cuestión que es consistente

con lo expresado anteriormente de la instalación de la cultura del

esfuerzo/emprendimiento.

Como se puede ver, estos hallazgos, demuestran una sorprendente y precisa

concordancia con los del Informe. ¿Significa ello que queramos "fundir" o

confundir los conceptos de pobreza y desigualdad? No, de ninguna manera.

Significa que tal cual lo hace esta publicación, es necesario entender las

desigualdades y la pobreza, ampliando los criterios y superando la mera

diferencia de ingresos. Por ello el trabajo que hoy presentamos, no se queda

solo en la utilización de encuestas de ingresos ni de presupuestos, como

tampoco deben hacerlo los análisis de la pobreza.

La agregación reciente del concepto e indicadores de pobreza

multidimensional y la necesaria realización de trabajos de corte cualitativo,

permiten entender fenómenos que hemos significado como un fenómeno

multidimensional en sus manifestaciones, multifactorial y que se produce en

un contexto relacional con expresiones en identidades productivas, sociales,

territoriales y culturales específicas que afectan al conjunto de la existencia

humana, limitando también lo que se puede SER, HACER y donde se puede

10

ESTAR en la sociedad. En definitiva como concluye el Informe, la evidencia

muestra que la disminución de la desigualdad y reducción de la pobreza, son

objetivos que se pueden conciliar, más aun cuando ampliamos la mirada

sobre esta última.

En Chile la pobreza y las desigualdades, son fenómenos ligados

estrechamente entre sí. Basta visitar el gueto más extenso construido por el

Estado en Chile en la zona sur de Santiago para 130 mil habitantes, Bajos de

Mena, donde además de la segregación de la que son víctimas por la política

pública se los traslado sin servicios de educación, salud y seguridad (solo hace

una semana se inauguró la comisaría!).

3° IDEA: LA JUSTICIA.

Una mirada multidimensional de la pobreza y la mirada amplia de

desigualdades que nos entrega el Informe, encuentran un punto común en el

fundamento ético de la necesidad de su superación y disminución

respectivamente. Ambas concepciones comparten un elemento clave a la

hora de construir una sociedad más justa: la necesaria igualdad en dignidad y

derechos (también llamada igualdad en la diferencia). Comparto que solo se

puede hablar de desigualdad cuando se produce una desmerecida

acumulación de desventajas por algunos en la sociedad. Respecto a la

dignidad, nos señala el Informe, en Chile debemos fijarnos en las formas de

menoscabo, estigmatización y demérito que sufren ciertas personas. En

relación a los derechos debemos preguntarnos: ¿igualdad en qué derechos?

La respuesta a esta pregunta viene desde una concepción amplia de pobreza:

La igualdad debe darse en aquellos derechos que correspondan a las

capacidades consideradas básicas por nuestra sociedad; y, por la insuficiente

disposición de recursos económicos para desempeñar una función en la

cadena causal, que desemboca en una falta de cumplimiento de los derechos

humanos.

11

Cuando me refiero a algunos derechos, no estoy desconociendo la

indivisibilidad e interdependencia de los derechos humanos, más bien estoy

señalando, como lo ha hecho el PNUD en diversos documentos, que una

estrategia global requiere priorizar algunos derechos sobre otros para

abordar la pobreza; y agrego, la desigualdad.

Citando a John Rawls, mencionado también en el Informe, los talentos de las

personas no son más que producto de una “lotería natural”, por lo que el

sistema institucional debe alivianar a los individuos de esa situación. Para ello

entonces, se deberá dotar a los individuos de lo necesario para que puedan

ejercer su libertad y no ser privados de ella por la acción del Estado y/o del

mercado.

Es a partir de esta visión, de la cual podemos afirmar que los derechos

sociales como integrantes de los derechos humanos, nacen conectados al

Estado como una manera de plasmar las necesidades básicas y desigualdades

que deberán ser corregidas para que cada uno pueda ejercer su libertad. Se

trata ni más ni menos, que la libertad sea igualitaria. Porque como verán en

el Informe que hoy comentamos, las desigualdades de nuestro país no son

sino la privación de libertad en que viven hoy millones de nuestros

compatriotas. Y aquí sin lugar a dudas les corresponde la más alta de las

responsabilidades al mundo político, y como este mismo texto lo demuestra

el juego entre ‘desigualdades, poder, riqueza e influencia política’ sigue

plagado de obstáculos y auto sabotajes.

4° IDEA: TAREA DE TODOS...PERO ESPECIALMENTE DEL ESTADO.

Un fuerte promotor de la diferenciación, la segmentación y la estigmatización

como se detalla en el libro, es y ha sido el propio Estado mediante su

esquema de políticas subsidiarias. El Informe detalla con precisión el rol del

estado en las áreas de la salud, la educación, la seguridad social, la vivienda;

y, los consecuentes relatos de importantes sentimientos de desconfianza en

la relación que el Estado construye con sus ciudadanos. La dignidad de las

12

personas muchas veces es usurpada por el mismo Estado en sus prácticas y

trato.

Las consecuencias subjetivas y relacionales que se nos presenta son

alarmantes. Una de las entrevistadas señala que "solo quiere que sus hijos no

vayan a pedir a la Muni". El Estado, particularmente a nivel local, junto con

dar señales ciertamente equívocas en torno al esfuerzo y evidenciar

insensibilidad a las nuevas áreas de insatisfacción y necesidad (ser/hacer),

han masificado una práctica que encierra un profundo ejercicio de violencia

simbólica vinculada al trato y que debe ser desactivada cuanto antes.

Adicionalmente el rol subsidiario del Estado ha ayudado a contribuir

fuertemente a la autoexclusión de los sectores pudientes que resuelven sus

necesidades mediante mecanismos propios del mercado. Asimismo, los

sectores medios declaran sentimientos de injusticia al no recibir ayuda

estatal alguna. Este déficit institucional, nos dice el Informe, es una de las

causas del individualismo presente en Chile.

En una sociedad marcada por una realidad objetiva circunscrita a cuestiones

de orden material, tales como bienes y servicios específicos, pero también

por una subjetiva, habitada por sentimientos, percepciones, valoraciones,

conceptos y auto conceptos, pensamientos y tensiones; la política pública

debe avanzar desde el paradigma de “dar cosas y bonos”, a un enfoque

basado en convocar a los afectados a enfrentar el presente y el futuro de

manera diferente. Esto requiere respeto y tiempo, más escucha y diálogo.

La evidencia que nos muestra el PNUD, indica que caminos sólidos y

sistemáticos para superar las desigualdades, al parecer pasan por un cambio

significativo del marco de relaciones entre los propios ciudadanos y su

contexto económico, político, social, institucional y cultural, que se funda en

un ejercicio de ampliación progresiva de su marco de decisiones de manera

proactiva, propositiva y corresponsable. La reparación que requerimos como

sociedad, implica escenarios de validación y reconocimiento social de las

personas, sus familias y comunidades, así como también de sistemáticos

ejercicios de dignificación, que pasan por el involucramiento activo de los

13

afectados en las decisiones que les atañen y en las soluciones de sus

problemas y desafíos. Estos atributos debieran constituir una piedra angular

del quehacer estatal.

De esta manera, las políticas sociales no deben ser meras proveedoras de

bienes y servicios o quedar atrapadas en la tiranía de las transferencias; sino

más bien ser una óptima forma de construir sociedad y aprovechadas bajo

esa mirada, para convocar a la población a forjar un destino común.

De contraparte, es alentador percibir una creciente desnaturalización de las

asimetrías tradicionales existentes desde que somos Nación. Esto se ve

reflejado en la mirada de las nuevas generaciones y de pequeños cambios

sociales que debemos amplificar. Una buena muestra –incipiente- de ello son

los ejemplos de cambio de prácticas de confianza y relacionamiento de

algunas empresas con las comunidades en inversiones recientes, del mismo

estado con la sociedad civil y de estos con el mundo empresarial.

Cierre

Invito pues a la lectura de esta publicación con una mirada amplia, generosa

e inquieta, que despierte efectivamente en nosotros el deseo de construir

una nación y un continente desarrollado no a medias ni parcialmente, no

desde los datos promedio. Al evaluar, medir, diseñar una política pública –

dada la alta desigualdad que se constata en Chile en las diversas dimensiones

del desarrollo- sugiero que utilicemos más la mediana que los promedios.

Abrigo la esperanza que las universidades usen el texto como parte de las

lecturas que ‘abren mentes’ y hacen ingresar la necesaria ‘diversidad de

análisis y miradas’ para despertar la inquietud intelectual de investigadores y

realizadores, logrando conversaciones rigurosas y no caprichosas. Desde el

mundo universitario nos pueden ayudar a dilucidar alguno de los 6 nudos

planteados ¿en cuál de ellos podemos avanzar más por qué tenemos mayor

control?

Por último los invito a profundizar otras sendas importantes en este ámbito:

la relación entre desigualdad y política pública; desigualdad y pobreza

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multidimensional; desigualdad y felicidad, desigualdad y crecimiento

económico heterogéneo, desigualdad y acción de las organizaciones de la

sociedad civil, entre otras.. Hoy la ciudadanía tiene mayor conciencia de su

dignidad –algo que ya pedía el Padre Hurtado en la década de los ’40- y por lo

tanto sus exigencias son mayores, su percepción de las desigualdades y de los

orígenes de ésta es más clara y aspiran a un trato más igualitario.

Que el PNUD nos siga ayudando en este caminar, que siga siendo el tábano

socrático para los chilenos y chilenas, para no dormirnos y cambiar, para no

dejar de construir un país mejor para todos y todas.

MUCHAS GRACIAS!