FRANCESCO COLONNA

SUENO DE POLIFILO

¡DICION Y TRADUCCION DE

| ,r ^.^*r'.^onBARCELONA I999

que qüerí¿ gtitar, no tenía voz Pero él huyó súbi¡anente'- i yo, hubiettdo-. repuesto un tanlo, levantando los

olos hacia la parte donde las colinas parecían juntarse' r'i

a 1o lejos una increíble altura en l'or_ma de torre o de altí

si*u atalrya 1'.,rta grrn consrrucción que, aunque todavía

¿o-re.rr i,¡De lecl, nerrre, 'cnelaF; ol--' r _tllu' ru__r

,','ic.r,. I ' !,'J io'o. 'no r, u'"' d' ' 'l'' 'e '''rrl¡¿rcad, ve, rrrás en la di¡eccíón de este edificio y los veía

unltlos con é1, que cerraba el espacio entre dos de ellos Y

estimándo aqu;llo n]uv digno de ser visto, emprenclí ha

cia allí e1 camino sin tardanza v, cuanto 1¡ás me aprori_

m¿b¿. tanto más descubría que era obra ingente v magní'

fica y se multiplicaba mi deseo de admirarla, aunque 'va

no me parecr'a eler'ada atalaya, sino ¡al vez un altísimo

obelGco erigido sobre un enorüe mo¡tó¡ de piedras

mo que no tiemble y arda al neditar sobre ella? ¿Feliz, ad-

rni¡¡ble o a¡erradora? Me pareció estar en una amplia lla-nura que se presentaba mry adornada, tocla ella verdeantev pinta.la de diversos colores por muchas clases de flotes.Y acariciada por suaves btisas, r'ei,aba en ell¡ el silencio vningÍrn ruido ni voz alguna llegaba a mis atentísinros oídos

v el tler¡po e¡a dulce l¡ajo los gratos rayos c{el sol.

Vagando por este lugar con temorosa a¿miración, ¿e

cía i'o entre rní: <Aquí no ap¿rece ninglin ser huma¡o a la

deseosa mirada, ni animal salvaje, selr.ático, silvestreni do-¡réstico, ni seve alquería alguna, ni vivienc{a c¿mpesira, nicobijo de pastores, ni cabaña ni choza.> Igualmente, en

aquellos herbosos lugares ¡1o veía ni pastores, ni cabreros,nj boyeros ni yegüerizos, tocando sus lústicas siringas de

dos cañas y sus llautas de cotteza, nivagaban po¡ allí r'eba'

ños ni nanadas. Pero, confiado a causa de la tranquilidadde l, regiox la berrig,ridad del lug", r .,.i .ir remor. rn,

raba, caminando de acá para al1á, las tierras frondas queteposaban inmór'iles, sin ver nínguna otta cosa-

Y así lni viaje sin rl,reta me llevó a una espesa seh'a, en

la cual, apenas entré, perdí mi cdmino ¡o sé cómo. Micorazón en suspenso fue invadido de repente por un sú

bito temor que se ¿ifun¿ió pot mis pálidos miembrosjunto con Jos apresurados Jatidos, y mis mejiJJas perdie-ron su color. A mis ojos no se ofrecía huella alguna nisendero y en 1a espinosa seh'a no aparecían sito densas

zarzas, punzantes espinos, el fresno salvaje desagradablea las serpientes, rudos olmos gralos a las fecundas vides,alcornoques, cuya co¡¡eza es empleada como o¡namenlopo¡ las mujeres;'r duras enci[ás sih'estres, fuertes roblesy encinas llenas de bellotas y de ramas tan abundantesque no permitían llegar completamente los gra¡os tayosdel sol al suelo cuejado de rocío, sino que, folm¿ndo unacúpule de frondas, no dejab¿¡ penetrar la luz vivificdnte. Y cle este modo ¡re encontré en medio de la f¡escasoml¡¡a, en el eite húr¡edo y en el oscuro bosque, pol loque co¡1encé enseguidi,! a sospechdr con funclamerto y a

creer que helría llegado a lu r.astísine selva Hercinía, yque allí no había otra cosa que guaridas de fieras dañinasy cubiles de aninales salvajes y de bestias feroces. Porello, sentía gr¿Lr terror al pensar quc, estando jndclc¡so

e ignorantc, podí¿ ser destrozado po¡ un hirsuto v coimilludo jabalí, como Charidemo, o por un uro furioso I'h,r br enro o 'r', 5lLJ r" ..rt'ier're. ) \, r Inj. c¿rnr.consumjdas vorazmente por lobos aullantes que podídndsal¡arme v desn1embrdrne de uLr 1¡odo mise¡able. De

Enronces, como un ¿nimal que, cegedo por eJ dulceebo. -o p.-. rbe l' . .,no- o.

"1r,. ¡o,po, iendo - I . -e-'d"d, "¡¡-,¡ rr¿-cLe"r r o.,¡or.¡ 1,..,, ,q,,.'la. ..r"..o-

brehumanas, _caminando a toda prisa. pclo, cuando pen,

saba razonablemente que ya había llegado a ellas, las oíeen ot¡a parfe, v cuando ¡ápidanen¡e alcanzaba aquella,parecían esrar en otra. Y así como ¡,o cambiaba de ltrgar,del misr¡o nodo cambiabe, cada vez más suave v delicio

su\ Le (\r,!er ¿ n onr.,. A ." ,r ,le.,L,vana fatiga y de haber corrido ¡aDro y de esta¡ tatl sedie¡_to, me sentí ran débil que apenas podía ma¡renet en piemi cansado cuerpo. Mis ánimos agitados no eran ya capa-.er de.o. e-rr po I h, tieFFo e'.uerDo g-,re¡¡e|le I -rsadc ' po-.1 nredo p,."do. po. lr u gen,e..d t., t,

grave ansiedaci y por el calor. y, abanclonado por mis

87

\+...\\¡'\ #.

F1üWLffii\i'{>{L-14 ' ; -.:-=-

" "I--* u'

lIrrlporít tt.o cLr¡Nt,r ,trltrí rlll l-r t'.lnlcló oon-

-\4ltr.l Il \l l\'O \ \l '\rO\'lUl\ 'l L\"\ I\

liN vALl-li Cti'r'O Fx r'RFl\1O FS lAlrA Al)NIIRABLE-

IlfN' t , r.1{,',,Iu\ I\{ lL)tr'l l\\lo'l ¡lni¡ll

DIj Drc\A trtr,tnutn,tctóx, QUF 1E-'íA uN Ar-To

oBtsL-ISCO E^_ail,\1,{. l- qu tl rx,rrttló EsfAs Dos co-SAS SIiTILN1FN'I'E. CO¡'''IIIDADO Y PLA'ER'

ALIDO DF LA LSP¡NTOSA SELVA Y

del cspeso I'osque, y h¿bíenc1o aL'endonr

.1o los otros 1ügrtes a quc primero mc refe

rí. con el dulce sueño que se hrL'ía dífLrndi

do por nis l'atigaclos y abatidos niembtos,

9t

rrc encontré ric nuevo en orro lug,rr, pero rlÍs rgradablc,tue el rrrtrrior. No es¡ilbr rodeaclo de rrrontes,ispo.os vr,i ¡s salientes, ni irterumpirlo por.riscos y z.rrzllcs, sino,,rr gran annonia, ¡ode¡clo de cLrliLns de ¡l¡rr¿ ¡loder,r-iL, cuLierr:Ls de jóvenes c¡ci¡il1as, cle roblcs.liesnos. ¡hcrLIcs 1' cucin.rs ircrtlosas 1, tiernos Lwcllrnos ¡' alis,-rs v ti-

l,* y arces v accLLrches, ciisprrcstos segiin 1a rrlrura de l,rs,,linas. Y er¡ l¡r 1l¡rnura haL,írr gr.aros bosquccillos de o¡.os

,ustr¡s silvcstres, r' florirlas ret¡¡as v Jivcr.sas cl¿scs ¡1,:

'1 .r..rre.l- {¡rrr i.rrr,.. ,ril^ F, , .1.,, ¡, t¡s ¿rlmizcl¡rlas, floridos r'¿ri¡rcLrlos. hir:rl,ls de ciervo,,rL.1as, y orrasr.,rrias hierbrrsyl1oresigrra|,rtnLenobles v

l. ,,r . . ,r;le , .1* "r,, i.l . r.. r. rd... ¡.,,. "..r,los lbda esr'r alcgfe región sc olrecía abrurrlaLrrcnen-¡lorn¿d,r dt ve¡dor. I-ucgo, Lrn poco r¡js ,r1li de srr,cl, encorrró unr playa rlc lrena v guijer.r.os sembrade

, ,.r s,¡¡cnte cle ¡lgrros rllatojos ck: lrioba. Arlrí sc prc, r(r ir rllis ojos lrr alcgre palnr<rrLl, con l.rs hojis ,rpuntr

'. , ,,.1 ,1. ..1- , r , ," l./,¡i ,.r r ',,. , i¡ r^ ,,rr, ,rl¡und.Lrcir de su drrlcísino lmto. L.r palmeras. c,rr

,, s rlr racinos, ,:rrrr rlc clistin¡os ¡rrorarios: .rlgrrrLs pe,,rs Dnrch¡s rncdian¿s v o¡r¿s rccr.rs v al¡¿s. stubolo

u i ¡,.r lrr..i,-r.,.,1..,cr:r1 peso rgobiaurc. tampoco er csLc lLrg.rr encorrl.¡l,rr,r,rcs ni ¡ninr,rl lleuno; pe¡o, paselrrclo solir,uic,, l,rs hermosisinrs palrr:ras, que ro est:rban rpiña-.rro grrrrdando inren,rrlos entr-e sí, p<rrsando que lrrs\ ,lLrel,rida, Fasélicla ¡,- Libir ral vez rro sc podían corrr

, oLr ¡strs, he ¡q uí quc se me prcscntó por la clcrccha1 ,,,l,Lienro y carnír'oro lobc, con la Locrr Il,:,n,r. Su vis

,. ,." ro. . ,L,e o. ,t , .. , -. ,,.

cido, obstinado e impenetrable que haya existido jan,ás.

¡Ay de mí, si era capaz iflcluso de ar¡anca¡ de su puesto

a Atlas, que sostiene la bór'eda de los cielos, qué no haríx

con ün hombre joven y de poco ánfuo, solo eh lugares

desconocidos y que se encontrabe inerme y asustado!

Percibí que de sus fauces brolaba un aliento humeante,asqueroso y fulesto, y, desconfiando de cualquier huicla

¡t de escapar del mortal peligro, sintiendo que las fuetzas

¿banclonaban r¡i ánimo, invoqué remblalldo y ate¡roti-zado a cad¿ una de las divíTas potencias.

Y, danclo medi¿ vuclta síÍr demo¡a, penetré en 1a os-

curidad y emprendí la fuga rápidamente por la parte tu-

terio¡, para mí desconocida, de aquel lugar tenebroso, y

lru por direr.as ) o\!urJ\ Le\uclta. v pasaje. .inuo.o'.Allí pensé firmemente que habíallegado a 1a inextricable

lrllrrica del sagaz Dédalo o al labe¡into de Porsena, que

r'onter, ía tantas intfincadas vueltas y revueltas y nume'tos0s puettas para fingir la salida y hacer regresal a los

llisl¡os caminos equivocadosi o a la caverna llena de an_

los del terrible Cíclope o a la oscura cueva del rapaz(irco. Yhasta quenis ojos no se acostunbraron un poco

¡t la oscuridad, no era capaz ¿e ningüna manerA, desgra-

r,ildo de mí, de ver nada, sino que caminaba con los bra_

,os extendiclos ante el rostro para no toparme, al correr',

ton rlgún pilar'. ".un'iendo

l¡ iur', ion d. '¡is

oio. ciegos.( bmo un caracol, con su casa a cuestas, que extiende sus

cl¡nosos cuernecillos para tanteat el camino ,rt los con-

tt¿re ante los obstáculos, 1o mismo hacía yo con 1os bra-

los, palpando para no chocar con los enormes sosteles

tlc la montaña y de la pirámide. Y cuando me volvía a mi-Iflr si el cruel y espantoso dragón me segula, la luz había(lcsap¿recido completamente.

Me en. onrr'¡hr. fu... en las c iega. vr.' er.r. e impr"rllcables caminos de las cavernas sombrías y en mal¡ot te_

t rcr y mortal espanto que Mercurio cu¿rndo se convirtiócu ibis y Apolo en cuen'o y Diana en la avecilla oropén'rlola i' Pan en imagen doble;n' y er, mayores que los de

Ldipo. Liro. I re.o ' Pelseo: y en rnr'^r error y ruinaqrre el ladrón Tr¿sileo convertido en oso, y en lrlayores

ngustias que Psiquis y en peligtos más ttabajosos que

los de Lucio convettido en asno, cuando oía el conciliáhrlo d. 1". '.rdrone' .obre .u rnue re.'ir nir prrr,r op

ción que seguir, sin seber qué hacer 1, desesperado.n'En

rsLe punto, adeDás de todos los miedos antedichos,r' de

los terrores ¡t espantos que me habían puesto asustadísi

nro y nervioso, el vuelo frecuente en torno a mi cal¡eza de

r53

tados por el viento, hal¡ían chocado unos con otros. Vol'ví en mí enseguida y, riéndome, me fui de allí.

Entonces invoqué religiosamenle a los benévolos

dioses Yugantino, Colarina y Valonia pa¡a quei puesto

que recorría lugares consagrados a ellos, me fueran pro_

pícios, porque casi temí encontrarme con un ejército e

causa del soní¿o de la trompeta- Peto, pensándolo me

jor, juzgué que se trataba de un cuet[o pastorj] de cor_

teza, y decidí no hacer de ntevo eJ lidículo. Pero poco

después r'ro tardé nucho en oír que vcnía cantando und

. ornirvJ que. , ju,, gar po- 1". ro, e' ric,,'.'s v iorere'pensé que se compondría de c¡cantadoras damiselas, rasí e¡a. Se trat¿ba dc lindas muchachas que jugueteaban

v se solazaL¡an por las hierbas llotidas y bajo Jas frescas

sotrb¡as, libres de cualquicr recelo, ¡' vagaba¡ por entre

las he¡mosas flores batiendo palmas. La increíble dulzu'rn de su rrinonios¿ voz, llevada pot blisas tibias y porl¿r

dotas de rocío, se difuldía ¡,or el delicioso lugal acorr-pañacla pol eJ dulcísimo sot.rido de la lira.

Pa¡a obsen a¡ esta noveclad. mc incliné por debajo

d.la. rr n,'' b"j:s y',. \, .nir hJ i,,n ."r' p '.o s- ."

so, con las juveniles cal¡ez¿s envuel¡as en bellísi¡rcs cin-

tas de lilo dc oro y coronadas v ceñidas con guirnaldas

dc mi¡to floriclo v de diversas floles. Y por sus niveas

frentes r'evoloteaban los rizos dorados v temblorosos ,\'

luego pot Jas espaldas fluían las crenchas abundAntes,

dispuestas con la perfección y el eJegatrte atte propio de

l¿s ninfas- Vesrí¿n lujoses túnicas de sed¿ de distintos

colores y textutas. Cada una ller.al¡a tes túnicas, rúrmás corta que Ja otra ]¡ difetcntes: le inferio¡ teñida de

roio, lueso un,r de seda de color r.erde intenso tejidr.r corr

¡r'r) v por Írltimo unrl clc seda sutilísima, teñida dc amarill,, y lizada; ccñiclas con un cintu¡ón de olo bajo los re-,l,,rclos pechitos. Los c¿rnosos hrazos il¡an cubie¡tos

1,,, r Ir última túnica de seda v su color se transprrentab¿

lr rlrDente.lebejo. Y junto a 1¿s lnanos gordczLrclas,lasrrr'rngas estaban at,rd¿s con cordoncillos de llna sed¡, ,rrrvenientcrrcnte pasados por presillas de oro con ¡efi,rr,,la invención- Algu¡¿s cle cllas calz¿l¡¿n sand¡li¿s dol,I s, con los piececlllos cleganteme¡re enr,uelt,-rs cn nírltr¡,lcs cintas cic oro y de seda prirpru a; oLras lleval¡¿¡ c¿l,¿¡ rl¡¡s de prño verde v escerlat¡ sol¡¡c l.rs Lirartes cáligas,,,lrirs de cuero suave y brillarte sobre 1a piel desnudar''r..',1.,rr' r.,,,.,.d, L-l'r.,,n.,o'".. ..rq. ..lr, r'rrn los cledos. Los zapatos teníen borcles cle ofo y est¿-1,,' ' ..rJJo. ..re l.'r , nr. .oLr, l" r'rr.o. - 'rp,'r -.

/

.li:::-- l:-

)G-'=

wtt.VA'- Yñ-¡r\.:

, r ,rndo Ls hoj,Ls mcti)icas sc cerreron, m,: quedé en-. , rell¿s hernos¿s nínfas que, encantadotas 1, lasci

,iL,i!::r7¡ron ¡ jogAr á mi alrededor y, rodeíndotre, ¡\,\.,Ir¡ro¡Jr '"','r' r.."1'r.. ".''."r' l

, r ,i.rs tentaclor¿s. ErperinerLubu un cr¡¡rir:rzo clc

, ¿.n, \,1 clue sus rostros descatados me provocrbrnrucrto dcl fucgo del ,rmor 1' de l¿ excit¡ción. 'l¿1

lrílr v supersticioso Xcll¡lcr¿¡es se hal¡ri¡ en¡mor¿-

'rr amor itrpetuoso cle ltiró y lrabtia caíJo cn lr lu-, r'no hul,iera sido ¿crxado por ella de ser cono unarL¡,r, si sc l¡rrbicsc tr¡trdo de unr de estrs, que teníiur

. t,\Lrlrs LLsci\'os, 1os cc¡r'rLzones desvergonz.rdos, los

¡ ¿1s en t-¡rcontrrr l¡ cos,r clLrc rnis amas eo el ounclo, qrre

tu cor¿zri¡ ¡lcsr:r sirr dcsc.rnso 1 .1ue es nryr." L¡ronces,

',,,'rt,',.,'- ,, lr'l. r'- r ,¡ r r¡ ,lI,dcsglrcirdo no h,rl,ír cose n,is 11cs,:abk qLre ni liolia, se

rrrejarte al sol. Alegrddo po¡ cstas plact-nielas, gratisi.nrs v clir,in.rs p¡l¿brill¡s, me sen¡í eltr¿ror.lrn¡ril¡rcntcco¡for¡¡Jo. Thclc¡¡ia se dio cuenra dc c¡rc )rr lrlrlora,

sus muchachas l, rquel hLsrrr ¡¡t cr'1rn sumamenteagr.rdables v, bes,indomc colro una palome

y abrazrirrrlomc cstrechemenr., ".dcspidió v se nrrchó.

I

do daozas hermosrs l juguetonas ,r' batiendo palmas con

gran regocijo. Admirado por esta grata noved¡d, me detuve sin s¡ber si debía proseguir.mi camino.

Y hc aquí que sc separó de ellos una noble y alegreni¡Ia, con Lür¿ antorcha enccnclid¿ en l¿ mano, y dirigió

hecia mí sus pasos virginalcs, pot lo que, r.iendo cl¿ra-rrrelr¡e que era un¿ nuchacha dc ca¡ne v hucso, ¡o melnoví siro que esperó contento. ViDo hacia mí so¡tie¡do.<on juvenil rapiclez y ¡rodcsLo con¡inel¡c ]' con --1 rost¡oIesplandecícnte corno unx es¡felld, v co¡ r¿l prcs¡¿ncia,elegancia 1, henrosura conlo tal vez no se ¿p¿reció al be,

licoso Marte la amo¡osa ldalia,'," ni a ella el he¡mosot)¿rsto¡ Adonis, ni cl delicado Ganimedes al supremo err ilan rdo lupirer niIL Lell,sr n'l t"rqrrisrl,r<1,-n,eL r-ido. ].ur lo que. si vo lrrhre.e risro 'l e.r- enrrc l¡s rres

,liosas discordes como la cu¿r1a y huLiese siclo puesto.omo juez po¡ el supremoJove, cual eo las umb¡osas selrrs de Mesarioni¿ el pasror frigio, sin duda la habríalrrzgado más digna por su hetnosura dc l¿ manzana con lar0scripcíón, sin r.espeto alguno por las otras., . A primeravista sospeché que era Polia, percl lo desacostumbrado,le su atavío v clel lugar me disuadieton y por eso esrabarrrdcciso y perrnanecí en una duda llena de ¡esDeto

Ve.r¡ (.tr ,,rrtr. rrmc.¿n,e,l sol .u ",,.,.¡.., i,",;,

¡qiLral v divino con una surilísima rela de seda ve¡de Lejida. r úr^. form¡ndo un colo, cr.. nr¡<lor .^,no el l.l.rs

l,lurras del cuello de los ánades, sobre u¡n camisa l¡l¿n-,:r y de tejido rizrdo, nrás l.rermoso que el que tcjió nun-, ¡ sl inven¡ora Pánfil¡, hija de platis, en Ia isla de Cos, ',¡.Lre cubría la carnc resplandeciente y, delicrda y la l<:r,..'pi, l. l r-.,,.i...pJr,,L rel. r;,.., ro.¡rn-,,r" r,.,rs blarrquísimas y encarnadas y rstaba iinanente plcs¿_\,,b,e11tJ-t\e.,,.,o,..,d,,(,..,tJs. ..,;, .l, l eq'rer,". r,,.Jro, ..r rrru. ,1.r.e. r,r..¡., ,l..ilr, d. ur. qur red,,.J,¡ pn,,, le,Jr r,.,u J,,.

| , . .lei r'r..r,'o¡,. ro."1.r, cl ¡.e. l,od, lr, r.l,r ,"r,Lcrtgentc LlcvrrbLr por enciL¡a dc1 cintu¡ór.r lo crue sobr¡-

.. '. lr'¡',..ri.'. t, 1", , t,.1,, , de 1,,.. , ,,o ". ,..t.,1'i.

Ill cordoncillo rle or.o que ceñia esr,r r.esridur . Dl:rnt, riéndr¡l¿ clev¡¡l¿, era corno el s:rgrado cintur.ón cte la., rt¿ Citerca: el clegante bullórr rodcaLa clpúrlico r:stó

ffiW

I

l,astaclo ¡'ara ,rlrastr,rr y hrcet srlir de las llarras elcrnas

a hs alm.rs perdidas 1' para devolvcr su irrtegúdad a los

cnerpos cleshcchos de 1as tumbes, v, pr tercrla sir:mptt

,, l¡ vis¿r. Baco h¡bría oh'id¿tlo sLr irrsignc bortacheta

dl. 'i iJ¡rr"o Ir'I"tl"ror¡'r i"o picrano, r la hLrbierrr seguido con cl cotrzón

inqLri,:ro y pa$itrLnte dc emor. más rgitarl:r,:¡ue un priarillo atlrp¿dc' ' co""' l'r

Lnnicla Presa Jlcrrda Pot el lobo1.tP¿z entre los dicntes

por h garg.rnta.

,\quí lLri alcanzedo cálidametrte por ar-clotes .rgrada

l,r que, crecicrclo pruL.rtilrrmente, corrrenzaron a ca

r L,rl v elcende¡ mi helado p,rr.r,r r a rrrl<,cnrr nri elte¡e-,, c,rlo¡ ¿l de un ¿urot sincc¡r¡. Y va crsi superado i, r, ido por rn deseo creciente e írtino, meditrLnrlo ct¡

, rí callad¡nenLc, disprtt;rl,a conmigo nismo del si. ,.o,1o. \",, l , ¡ L',2 l

" rr ' re qrrir rl o

rcr'¡ el amor de estu, si no corrplctamente. al menos, rLicipando de él en parte.> Luego, teplochJrclorne mis

1,íos descos, dccía por e1 contrario: <Av de mí, apeLras

', ,.io c¡eet lLue scmei¿Dles ninlas se clignen escuch.rr- a

. homl¡¡es irfirio¡es y rcrresrrcs, t¿n dlstintr¡s de ellas

', r¡clo. Sin dud.r, est¿ es digna dc 1os cstlccl¡os ¿brazos

l, l,'s di,-¡scs suFeriores ¡r sr delicioso anor setír cap.Lz dc

' ,roc¡tlos cle 1os rl¡os cir¡los, haciéLrdoles despojarse deI l,rrmx divha y trarsrrLrtrrse y adoptar otra., Por otrN

r rr le, me consolaba pensando quc si 1,o )e ol'recí¿ mi elm¿

'r,'orada prres no tenía otro regalo más rligro de

,L , rLrnque clh er¡ divin¿, t¡l vez no 1o desprecirtía,,,rrro Artajrrjcs, rcy c1e los persas, que se hclnró a beberI ¡ua que le oftecírn cn cl hueco dc ltrs mA¡os. Por eso,

ririir egitarse v con1noverse grandenentc cou tibios sus-.r ,,s lus parLcs ¡rhs írtir¡es de mi pecho i¡r'rdído, que se

,1r¡taba clc bucra gln¡ ¡r t.rL ministerio )'se pteparaL-a

'r,,. r' I .,. rn ¡o ,lr p'r' n .trre l.' ..r ,:r ',. l,rl,iéndole eplicrdo un.r peqLrcñl chispa, tlrle corr'

¡,,, ¡ ^,..1,1 ,r or.r "l.r ,,...

lr | ',r,, ,' " ', ¡ ' r, ,r. ,-'oJt,rul., ,

1,,. r'jpidamcntc una pcqocne llama agradrLle l' fimiliar,,,, se increnent¿l¡.r por causl c1e l,rs ¡urotos¿s rrirrdesI ,ll,¡, quc eran para mí golpes perníciosos ,v Drorrirlcs.

lH\)5ffi!

ña, algunos bellísimos amotcillos desnudos, que cortaban

los pendientes y pesados ¡acimos maduros: unos se apte-

suraban a ofrecér'selos al divino numen en los cestos y é1,

al darse cuenta, los recíbía plácidamente; otros yacían

hoc¡ arriha en el uelo verde. dulcemente amodoradospor el zumo de las uvasi ot¡os hacían diligenremente el

trabajo delvinoso otoñoiotros tocaban graciosamente los

tensos panderos y cantu¡reaban.''' Según la exigencia dc

los colores de estas figuras, el ttabajo y la inteligencia del

artífice habían eprovechedo oportu[amente las vetas na.

tu¡ales de la preciosa piedra. Y aunque estas ligurillaseran pequeñas, no te[ían defecto alguno en su más míri-llla peÍe, sino que todas se distinguían perfectamente.

Fuera del r'aso descrito c¡ecía una frondosa vid dc

o-o cor lo. p"mparo' r iz¡do.. ¿d"rn¡d¡ cor r d! irnoc cu.

yos g¡anos eran de amatista roja india. Su follaje era de

santa selenita verde de Persia, no sujeta a los movimien

tos lunares y agradable a Cupido, protecto¡a del que

lleva; y daba sombra al carro.

tri nfal, ¡esplandecía un precioso candelabro basado so

bre tres pies en forma de cuerno, de coral, qüe es favor¿

ble a los labrado¡es, repelente cle los rayos, tifores yter¡

Colocado en cada ángulo de la cubie¡ta del car

pestades, y amuleto beneficioso para el que lo lleva;ymás hermoso que el que encontró Perseo debajo de

cabeza de la Gorgola'" y no lo hay' semejante en el

Eritleo, ni en el Pérsico ni se le igualaba el dtepánicEl vástago de uno de los candelablos e¡a cle ceraunio

lusitano azul, enemigo de la tempestad y amigode Diana, de anchura moderada y folma

de balaustre, de dos pies de altura.

Ir6

lil o¡ro era de linísima píedr.r dionisia negra con nan-'

lr,rs rojizas, quc cuando se f¡ora huele al,ino. El rerce_ro, de óptima medea, de colo¡ oscuro semb¡ado de. o. con "¡bor '' n..,,r. I l ,rlrirno deprr,io.rr.-

b¡ida, dedic¿da al ¡umen, de notable negromezclado con l¡lanco ¡, verde. En la

corTcha de estos candel¿b¡os arctíaperpetuamente una llamita

piramidal de fuegoinextinguible.

Con el resplandorde su luz i' el de las

fulgu¡anres piedras F¡ecio-sas, no era necesarío esforzarse

para verlas eximias obras e imágenes.

de por qué razórT la preciosa carne de la gordezuela mñeca de la ¡¡ano de ella, cuendo yo la tocaba se convertlen purísima leche y desaparecía de ella el licor purpduralrte algunos momentos; rambién trre adniraba el acon que la maestra nat taleza había esparcido en es

hermoso cuetpo todo el perfume de Arabia y había fij

ll,,r;Lclea, en su ftente estelar, cubierta de rizos de oro.Luego, dirigiendo la mitada a los hermosos y peque

tror ¡,ies, admiré aquellos z¿patos ¡ojos, muy tensos sobre

'.1 rrlrrfileño empeine, con los bo¡des en forma de luna y

rrr,,r ,rbertura sinuosa, est¡echamente atados con ganchi'r,i\ (le oro y cordones de seda azul, instrumentos aptísirrr,,s lrara quitar la vida y na¡ti¡iza¡ más el inflamado co-

rrurin. Enseguida volvía mi mirada lasciva a la ¡ecta

t,LLlrnta rodeada de perlas orientales, no distirguiendoI'r, r la blancur¿ de una y otras; y descendía al l¡rillante

1* lro y delicioso seno, donde sobresalían dos ¡edondostrrrtos que hinchaban obstinadamen¡e el vestido, tales

,,,1,'o sin duda no los recogió Hércules en el jardín de las

I lr.spérides ni los vio Pomona en su cesto. Estos, blanquí-¡trros, estaban colocados en el ros¿do pecho como 1¿ nie-vc rn la estación de Oriór, en su ocaso, bajo el cuerpo de

¡,r,2 del plácido monsttuo de Pan.'¡- Entre ellos miraba, ,,r voluptuosidad un delicioso vallecito donde se hallabal,r ,lelicada sepultura de mi alma, como no la tu1.o Nlduso-l,r ton todas sus riquezas. Ocupado en esto v con el des'

trrredo corazón consciente de que Ios ojos, arrastrándoloL , ualquiera de aquellas partes lindísimas, le hacían mo-rir', Lro podía 1,o refrenarlos suspiros amorosos y ardientesrri reprímirlos ran secretamente que no pudieran oírse.

Por esta circunstancia, ella, excitada y sacudida írrr,diatar¡ente por el contagioso amor, volvíd hacia mí,rs nirad¿s dulcísimas que eran enr.ídia del sol, y yo sen'rr r extenderse por nTi cuerpo un incendio itritaclo que se

,liinndía con gran comezón por mis partes bajas e ínti

',,,rs y luego por todas mís velras. La conten, plación con-

rru¿da de sus nobles e insignes bellezas, hacía que se

do la parte más bella del cielo, es decir, la esplendoror

.10t

D, .M. _S.CADAVERIII.AMORT- f vRENTIVMMlr¡RA¡YNDIS PoLTANDRION

dezo v tení¿ ulra partc de su tínrpano o frontón, qgregia-r¡eote noldu¡ado. En su superficie triangularvi dos ligurasl:sculpidas rotas: un pájaro rlecapitado, que pensé que seríaun Lriho, 1' rna lárrpara antigua, todo de perfecro alabasr¡o.Lo interpreté así: vrrar L[r.Hr¡En NvNrrvs. .l

Cuando llcgué a 1a parte cenrral del tenplo, 1a en-contré basta¡re bjell conservada y limpia de escoml¡ros.lJn ella el tienpo, que todo lo consume, sólo hal¡ía ¡espetrdo una obra digna de ser dcscrita, todo de pcirlidorojizo Era h,:xagonal, con las b¡s¿s de l¿s colu¡rnas so,Lre una piedra ot'ita dc una sola pieza quc hacía de paví-m.ntoi sus seis col¡rmníllas, dist¡n¡es entre sí seis pies,.o,.r'r.,.1" qr''rraL'e r',¡ \.or,,r,.I u.ñ..\\rnnr,,gunrdorno, que por fuera 1'ornubar rrn herágono !¡ por dcn-to un círculo. Sobre lLr parte supcrior de la cornise nací,rura cúpula de píedra cle una sola pieze realiz¡rcla co¡ ad-rniral¡le hal¡ilid¿d, que se csrrechaba en la cirspide lor,

+f I 4r5

',,rndo una ¿lta chime-,( ir rbie¡tá. Esta cúpul¿rl,úa una cavidad sub, r inea Jluninada por,r rLertura citcular, ce

',rrl,r por ula vcr.ja de,etal de firndición. En,Irrtré este adrnirable ci-

l",rio muv hermoso.Mirando a través de

r r:jr. mepaleciór.ercle,1,.r¡r Lrna especie de cua,, r',:1o, porlo que, encer,

1 ,lo por el curioso clesco

l(.clesccrdel a estl par-, l,rla cxplorar.la, bus-

, r.l cnrte aquel)as frac-rLrras y fiagnrentos y tri

,Ls algunr entrada, y encol)tr.é una pil:rsrra de m¿irmol.,.strozada e:icep¡o €¡ u¡os dos p.rsos v revesti(l¿ potirir yedrá tenaz v flexible, que te¡írr seniohtur.ada la, ,rlLura,le una pue¡reci1la, por Ia que entré sin pensar,' dos veces, denasirclo seducido po¡ el.lcseo de crrrio, rrr'. Desceldí porun oscuro declive co¡ escrlones 1, al pe,.trel nre h¡llé e¡ unas hordbles tinieblus y ura oscura'rr-. pero,l

'l od, u,' ,.,1" ..,.^.r rrbraron ur-r poco a ellas, come¡cc a l,isluml¡r.ar algo v vin lugar subLerráneo grande,v espacioso, rcdondo, dc¡ren¿zadora reson¡ncia a caus.r de l¿r humedad. E¡.a cu'rl"d ', r'r¡L,.o.r,rrido 1,or ..is,^'urn .¿\ F¡¿ u\ \.luJ-

1,rs perpendicularmenre debajo de las de la cúpula srpe

piedra roja como el coral, brillanre y sin adornos,ba sus frondas y l1ores para fo¡ma¡ el recho vegetal, quse alzaba a una altura de circo pasos, con las cajas,columnas y el ¿rquitabe. Desde esta al¡u¡a comenzaba voltearse las cÍrpulas, cubie¡tas ellas solas de rosas aD1a,

rillas, mientras que las pérgolas racliales lo esraban¡os¿s blancas de todas clases v las t¡asvcrsales de r.osag

rojas de distintas variedades. Todos los rosales esrab

centto, se alzaba un rectísiho t(onco que, trepando so.bre el arquitrabe que se ex¡endía ent¡e ellas y que era de

E¡ medio de cad¿ unoI rl¡ía t¡es escalones circula,,s. [1 diámetro del supe-i,,r era de dos pasos y me-

,li,¡ y sob¡e él se asentaba un1,, r'istilo de ocho columni-llrrs que tenían siere diámen,rs cle altura medidos en Ial,'Lsc, a 1¿ manera dórica, con.rs basas y sus capiteles !¡,l,i1ddas de énrásisj entre una\ tJtla se tendí¿n arcos. SoI rc los a¡cos corríaÍr el a¡,,lLriLlabe, el friso y la corni-.,, soLr.e los cuales, perpen-,|( Lrlarnente a cada colum,r;, se alzaba un vaso anti-¡uo de tres pies de diáme-ilr) en su parte más anchai'r ¡edonclo pie acababa,lr pu[ta ]¡ desde él se en.r. rrchaba hasta la parte me-

el arco de la pérgola que dal¡a bacia el cent¡o del círcu1o, a un paso del suelo, igual al inter-colunrnio del seto.

La primera pérgola cur.,,.a era contigua al seto de naranjos, que tenía una ventana de aÍrchura algo menor q

Cada prado tenía cuatro puertls en el centro de la clumnata, en las que se inter¡umpían lds cajas, v estastas se correspondíal en todos los prados al mismo nivel

PerpetuaDente verdes y lloridos y exhalaben ull grataroma. Fuera de las cajas crecían toda cl¿se de floresplantas aromáticás.

En medio de los herl¡osos y flotidos prados r.i una obde cu¡iosa distril¡ución y gran he¡mosu¡a. En ceda

uno c{e los p¡imeros se alzaba l¿ notabilísimal¿bri,¡ de un¿ ruenre..i,u;da bajo rrn

cobertura de boj de hábil iacrura.Era igual en [odo el ci¡,

cujto de los primeros

Pr¿dos y teníaesta dispo

sición.

*

,llr, que estaba adornada con un f¡iso ex¡ruisito. Des.i-.' .,, ¡., e|dr¡ " mod" a¡o ¿..¡¡,.5¿sr¿ l¿ boc,. cenl,1, por labios de gran hennosura: desde aquí hasta el, rd.. ., .,¡'r', .', de pre y nedio: el r.*ro la.r , el pie

lrrrlir ttes, y esre medio pie. Estaba adornado con cana. ,rlu, n ¡lvéolo. que

" I princrpro eran l rlr.rmos \ \e en

''r¿b¿n lrrego moder J.irnrer re lr". r:r lo. b",d.,. . nt",l , rle colla¡es- Tenían dos asas ¡e¡orcidas, que se cu¡vaban, t rDodo irve¡so en los bordes v la panza, imitando una

487

Estaban cuajados de frutony flores y sus hojas no eran ca.

clucas, ofreciéndose gratamen.

te a todos los sentidos. No tc.nían las ranlds oblicuas, dísco.

las ni inLrincadas, sino traba.jadas cuidadosanette en for"mas diversas;ni estaban sujetos

a las fises de la luna ni al en.

sombrecimiento del sol, stut¡

qüe sielrrpre permanecían irc.

cundos, con tierno y jugoso

verdo¡, constantes en el mjs,

mo es¡ado sill c¿mbios y pro"duciendo continuamelrte sus

f¡utos.También e¡an du¡ade¡as l¿r¡

flores v las hie¡bas aromá¡icas, cuya f¡agancie deliciosa c

inusual se dilundía por doquier. Los rosales me ¡esultabanmuv gratos, Por cuan¡o que etan de las variedades más di.rer.a.. olguna. ¿e.. or'o.i¿". pa-; r.ri: l^rec'. r rqur en

abundancia las tosas de Damasco, de Preneste, pentáfllas,de Campcnia, rojas de Nlileto, de Paestum, cle Trajín y dcAlabanda 1' de otras especies nobles y muy celebradas, quc

pemlanecídn sie]npre con su olor suar'ísimo v alegre colo.rido ent¡e las verdes hojas perennes, de modo ql¡e, cuandouna se marchit¿Lra, brotab¿ otrr.

Las cajas estaban labricadas con sumo ate; su lustrcde espejo hacía que parecieran tener aire y ftondas, flo.res y hojas diseminadas.

Bajo las oblas de jardincría ¡' Ias pérgolas, las calles

496

, sr¡ban pavimentades con la mejor piedra y con un tta-l,rrjo que no podría heber sido concebido por ingenio

Más allá de los tres prados que se repartían igualnen-rr', halrí¿ un magnífico y admirable peristilo eústilo,' 'lclmosamente cu¡r'ado, que fomaba una valla de sepa-rrreió¡ en círculo. Elmurete dela columnata estaba cons-loido por un¿ cancela nobilísiraa, ordenada y artística,

, rr lLr que se intercalaban l:s pedestales, con un zócaloLrl,.rjo y un cimacio y golas a¡¡iba. El intercolumnio teníal,,s intervalos de la anchura de dos columnas v un cuarto,r Llonde los caminos desemLocabar en el perisrilo habíar)e abe¡¡ura de su misrna anchura, que rompíe la collri,rrridad del círculo, en la que estaba construida una puer.r,r r¡obilísin¿. Los cuernos de su arco desc¿¡sal¡an en

rcl..,olrn-n.. .ur¿ 'l,r. r.olo.¿ciorr.r 'r .er,cJ-.rt,s a las de las otrás, pero diferían de ellas en anchura,

¡,,rla aconodarse a la sinetría de los miembros quer,rportaban- Sobte el arquitrabe curvo descans¿l¡a ellion,rliLr, con todos sus adornos correspondientes cuidddor|renle esculpi¿os- Sobre la columnata cabalgaban sin

mediano, que revoloteaban de acá pala allá y jug erea.

bar, con sus alitas y plumillas, piando deliciosamenre. Lq,suave sono¡idad de su canto, resonando por doquier, ha.brr, .rdo .apaz de rgr¿da ruI , o-,,, on n"a( .el\ r ri( o e

'rrsensible. Estaban aquí el quejoso ruiseñor, Declatión l1o.¡ando la muerte de la hija de Lic¿ón,qrlos manchadonirlos, la alondta cantarina o galeríta, la ter¡aneola, p4.rra o alondra, los solita¡ios gorriones, el papagayo char.l¿,¿n. re,,ido de bl¡n,o. ¡m¡'rllo. rojo 1 rerde: el uni

-peto no aquí v maravilloso fénix y blanquísimas pa

ce; Idona, llorando a su querído esposo lthílo,r.'Asrericon los pies calzados de rojo y los dos picos,,16 Prognque labira er' lo' r. ado. vlapirdo'aAr'rrgora.demlsiado bella incluso sin lengua,'.'e Itys, de dolorosa y

lomas y Pico, esposo de Pomolra,qr poniendo de manfiesto las hinchadas helidas que le produjo la ira de Ci

nesta mesa,rl, y la o¡opéndola de largo cuello, y Tereque habita entre l¿s rocas, conservando en las plumaspompa real, murmurando <pu, pu> y llevando en la c

beza Lr .r'es¡a ner:r. v el pa..or odocido por Siringa,,J' y los pája¡os de Palámedes,." y

cerceta, y la lasciva perdiz, y el porfirión, y Períclimno, cuya forma usóJúpiter licenciosámenre para

sus amores;rJ; y la sigólida o melancorifo obecada de cabeza negra, que cambia

de plumaje en otoño; y el etitacoo pato cle cabeza roja y

otros rnuchos cuyaenume¡ación

sería p¡o-lija.

50r

I' ¿ r¡¿vor rcl¡r¿cio¡ dire que L.in unteren.id de'"., r.1,¡ d"li.io., v ¿nerr.jm¡ er¡ de r¡e, mijl¿s f.nratrrrr milla de diámetro que, dividido en tres partes, dabatttr lcrcio que contenía 333 pasos, un pie y dos palmos v,t/' r 'rs. Desde el l¡o¡dedet"r,t,y,hn.,,"l

".;ode,,,.::,rr,j,

hlL,rr un.e\,o. e. decir. r_ , pa.o. v diez p,lmo.lJ,\.re ro'r LonenTJbrn lo. pr,do. qreocuprbarr hacia"r , nr '.r orlo serro Disrnbuido. p.re. .uid¿do.,menr.rr', r'r to erre¡o. qued¿ rr serlo h¡s.r el cen lro. e" decir

] , . ."" I diez p"l,¡o.. DerC. el pq¡¡,¡,¡. rr,"¿,.5. 5,l'r.r.'.rn e.L,a.io "nrre lo. pr¡do.. prr,.rirar la e.rre

- ¿ ¿=-rlr --f \\r " '

- +A*ti:iif*p='tF-.+T=+--44

par.r la cun'a. Tenía doce pies dc larga y estaba cubi(11,rCe roblc. ro.¿l.s de I'n,.. de,nlnr ¡ur1u.a e irrrrrr.,'peÍirme clevados sobre varillas de or.o resplandecicrrr'El briJlarte pavimento cstaba hecho de obra sécril y, vcrmiculrrcla de piedras preciosas, y cetca de la a¡madu¡,r ,ln

la pérgola había asientos de jaspe dispuestos eleganrrrrmamente, con los oporrunos adornos y una superli, rr

para sentarse de siete or,zas y medio as.

Ill suelo de todo el área encerr-ada allí era ver.dc ¡,,rrtodas pattes, sin ninguna calva, de menudísimo sct¡',1oloroso cuyas hojas no sobresalían una de orra, cul¡r'irrr

t8.j 585

,lo cou agradeble dersidad e igualado corte lt¿sta l¿s or-ill,rs de la l'Lre¡re.

Debajo de la pérgola r.i un¿r c¡l¡r¡ r'ene¡rble, qrru reve, rciamos clelotamente aquelJes dnfas clivines y noso

rros: era Lü sepulcro marar,illoso i llelo de misterio. dc, 1n.:o pies dc longitucl v 1¿ mjsme enchur¿ ¡¡1o. y d-- ¿lto orro r¿nto, exccpto el plinto y h cornisa, queredí¿n cinco onzas. Las ninfas dJjeron qrre aquel e¡¡ el tú,,¡ulo ¡1c1 c¿z¡dor Ador.ris, asesiraclo er aquel lugar: por el,uirrilludo jabalí: y c¡re tambión en estc luga¡ l¿ santa Ve, rr rs. al salir desnuda con rostro gesricul¿nte c indignado v, (¡r el esfi.iru ¿rormentado, para socorter.lc cu¿nclo erarl,atido por é1, sc hi¡iLi cn un¡ pantorrilla cor acluellosros¿les esta cscenilla se veía escllplda perlectamentc, rr r¡no de los lados latgos del sarcófngo--, v que su hiio

"¡ ido hrl,r r re. n¡ido Lrcpu lr p'rrpu e. . ¡grr p,, urJ,,,ncha, v añaclier.on que csra h¡bía sido colocada iu¡to, orr l¿s ce[izas con todo el santo ritue]. En el lrerte del,[puJcro que daba a nuesrra enrrada, sc había vaciado unL rcLllo iDscrito en el cuadrado y reJlcnado JUcgo con uD¿,rcciosa piedra de jacillto transpareDre dc colo¡ bcrme-

1,', que certelleaba en r.irtud dc las ll¿L¡as de la luz quc. '1r¡,¡.s ,hlqer,"l ,¡r.r;o, d.r¡od"qu, , i.ojos,l,er,rs eran capaces de de¡ene¡se e¡ ella u causa de su par

En el otro lado, en l.r parre larga del sarcófago, vir¡luaJnTerte al caz¿dor Adonis con algunos pasror.es,,t ultos ent¡e unos ¿rbustos, con perros v el jabalí muerr,', y a é1, muerto por el jabalí. Y Venus, llorando dolien-rr, que caía ex¿i1,ime enr¡e los br.azos piadosos de úesrLrfas vestid¿s de paño sutilísimo. quc lloraban con Ia

y l¿rs esparzamos sobre el sepLrlcro de al¿Lastro v lo crr

bramos conpletarren¡e, errtre i¡\,oc¿cioncs ritu¿lles clalta loz; y luego, co¡ cl mismo ordct, se n¿rcha. Al dírsigrricrtc los rosales dcspojados vuelvcn a florecer con el

misrno núme¡o dc rosas blancas que tenían antes.>Y en los idus, ¡.'olviendo de nue¡'o ]a diosa como l,r

vez primcra, ¡os hAcc lccolter las r.osas del sepulcro varrojrrlas solernnemerle todas de¡rro dc 1¿ fuente, desdrdonde so¡ attas¡ adas por el r.iachuelo que nace dc ella

>Luego que 1a divina señora se ha 1¿','ado en 1¿ luerrte como rrcostumb¡a u srlc de ella para conmemora¡ ¿ sl

,lrrerirlo Adonis, mucr-Lo por Martc, se arroja sobrc el se-,uJcro al¡r;rzárdc¡lo, con los ojos arrasrdos cn Lígrimas

,lre caer mojando sus mcjillas de r.osa, 1, llora tierna,ente entfc nLrest¡os pcnosos cl¡¡or.cs de plañideras,,orquc en tal día se pinchó con las espinas de est.s rosas

I r divtua pantorilla del pie que nosotros hemos besado: yl,,rf eso en aquel ¡rismo día se abre solcmnemente l¿llmba ir fodas nosotr¿s cirntdtnos alegrcs v e:rultent"-s,

, on gran cerenonía, y su hijo lleva h co¡ch¿ con Ia sanrre ¡Jivha v ella. olciando como sacer-clotis¡, el ramo der)sas, que couser\¡¿ür su f¡escura, ¡ruy ¡legrc y con sere

"Apcn.rs es sacado el precioso licor, de repente todas.Ls rosrs blanc¿s se tiñen de pírrpurd, cono ap:ltece¡rlrora. Con este orrlen damos tr.cs veces la rnrelta al sepul,, r'o solemnemerte, y elle, quc llora y tiene los ojos arasa-,los en l:igrinas. se los enjuga con el puñaclo de rosas. Al,r rerccta r.uelta, las cosas sagradas sc dev eh'en a su sirio! ¡odo este día célcb¡e se dedicr a los placeres, d,rnzas,rrúsicas v c¿ntos, r en é1se alcanza 1ácilmentc su lavor.>

Frente al sepulcro habír e¡ 1¡ fuente cinco escalores,le l¡ ¡¡isma píedra, quc co¡ducírrn a1 fo¡do. no ¡ocoso

rl,-ocler,rii,,',..iror,¡'r ".,','do,",,t,c,,,.on,"-

.'rico ver¡ricnlado y séctil. El Iccho del ri¡chuclo emis¿-rlo llevaLa el egua sobr¿¡¡e sul¡terráne¿mc¡te hasta r¡ísll¿i de l¡s caocel¿s.

Cu.rndo l:rs feljccs ninfas hubicron narrarlo epacible

" elocucntemente ulr misterío tarr memorable v curioso,L t¡reDza¡on a ¡oca¡ de nueYo v a cantar con dulz t¡r vlr' ¡1,.r :.trr.ll.'. lr'r,. .... .'r.-.o. I l:r.zr ,lr,

,lcilor de 1¡ fuente chrrante largo rato. Luego nos se¡¡a-

t88 t 89

sus desgrtrci¿s, intent¿rrc1o apartarme de rú i¡clinació¡i p. r. . J rr" r rr',2 e r,.i...,...y', p¿du'i r',.. l'. ".rr. l- ir,..\o ,l.re,or, \u, rurmcntos r dcsoía sus sírpJicas dulcísim¿s v cordidles in.prcc¿ciones y aDorosos Negos y 11o ¡le con¡nov1a sltper-drrlablc argusria, sino 11ue, recLrzanrlo vo to¡la hrr" , ,,r. J . .¿Jqr.i. ¡,,.cr,,r ,,.", . ," 1,,1,. ,.,,,_ ,,J. lr -, r' , t,r"l ,,er..,o.r..¡,rder...l/.,,.r.., ,o,

r. o'r r.. I u. o , ¡r'el .rdo t,r,,o r. ¡.erF rnr..Lo , r.,,, . | . , z:,1 t. ,,..,'.1,r" 1. 1.., o,. ., r..r,,e. ,l qu.."l :rrr,,

no podía iijarse ni apro:rimarse cn nrodo rlg,,no, u, q,,"er¡ desdeñ¿do y parrlizaJo su poder, .lue se enscrtorrrt¿n divcrs¡nre¡¡e de Jos cor¿zones hur¡aros cuando s"..,.t... . -t,". .t... ,,.,,,r,,,,,o,to ur_ Ir ,.r r. ",r r1.r<,r.:, l.^ ! .2,t..¡.,r....t,p,,1r, noi,dJ.,,¡./r..,l-¡.o ll",,,1,,...u.t..,...i,Jue,,,.n,o.ol.r,r..J.

Jel .,,r-,'. .,.1o ,.. r,. ¿,n.r. J... .,.u,rr,, r,i ,.q1,. ,,,.r.colnovíaJ lln r¡i, l¿ más cuel de toclas 1as nujeres, nitgún .-stírLrlo sLrscitaba inciicio alguno de rlolor.,v picd,rrl-i,,, . r. ,, I. r,.ol. l,¡..r..,,r ncp.1,\o.Jt ,,,nr,.rrrr¡ ..rr , r,g¡j.r r..do-¿ .t ie h,ll.,r.,j.t,r|?.Jguro err mi

_duro pecho, cn el que no podía rornper l,n

:¡_.1e¡.rs dc h piedrd encarcclacla. Así prrcs, cuanclo vrrI,.l ., o .,,,.,,.o,,r. 1.,... J.. J" t,.; ,,,,,,H.,,,.,..,

.-,1'.-.'r. \e.,.r, rroh¡.re,1¡,,.^r. d.l11 ,..r.,l^rrr'.. I. e. ,¡.-r, ,L. ,¡u, , rrl., ,rcr':l , .1., I rrlr,cotrscicnre v cuJpaLIc rsesin¡ c1e sU e¡rrmorudo co¡¡:t,,rr

Por lo rLr¿rl, encorrr¡¡done cn nrcdio cle sinicslr.raLrspicios, lejos v.r del tcnp)o quc hrbía ,rbanclonario r.r

I ' ' :,r-,.1. o,',.,r.l'd,,i......,¡ '" ¡¡ 1r'-.tr'.,r .p,,r., r., ,r' r, -.u..r.. ,r.,, r..1,.,\

con 1os brazos a¡ados a la espalda, lloraban miserabl(nente, entreci'¡oce¡do los dientes, ¡, las lágri¡ras, al c,r"r

sobre les c¿den¡s a¡dientes, producían un chirrido. llr rrr

¡zuzd.1as sín ces¿u por un niño alado i¡acunclo,'i' flrjolsimo e implacable, quc estal¡a sol¡¡e el vehículo ígneo: s r

aspecto era holloloso, indignado y m:is horrible dc l,'clue fire la tcrrible c¿l¡eza de la gorgona a Fineo v sLr,

.omp¿ijcros. ColFerbe sjn ccsl con rabia bestial 1gr.,r r

1uria, con un 1átigo arrlientc y hecho de nervios, a lcs nrr

ch¿chas a¡ed¡s, plr¡ rzuzarlas, con una ycnganza rrrr!,,rque ia tlc Zcto y Anfión contr¡ su ¡¡rdrrstra Dirce-

EllNs, etraDtes v sir¡ s¿ber quó hacer. intent.rb¡r l¡htrida por lugates irr¡racticables y ertraviados,r' ¡','rdensos espinos, loc¿s de dolor ¿ crusd dcl laceranr" r'

mortal azotc v por el alclor del carro cncendido, s.rlir.lclose clel c¡¡¡ino muchas veces, f¡ialcr do por los rrl¡ustos. lace¡adas de pies a cabeza y con los mieül)rirlloviendo sangre y las clrres desgarrades. Y ¡'o vi crl rr,,' .,nr e .r ' , l,'rr.c,r'. .. ril,.,r¡ rc .r.j:,r ¡.. r e r.L t,,llas agudrs espirrs y por'la tierr¿. Inll¿rnarlrs de ral¡i,r ll.ios¡, xrrastr¿b¿n penosa v dcsordenad¿meLrte dc rL,,t

p.rra rllá. entre las zLrrz¿s den!¿rs y punzAn¡es, cl crr.ro rrr

cliente 1'¡csado, que cluenal,a cruchLrcnte 1as c¿ur,\tiernas y dclicadas,1as cuales no srjlo sc ¿suL¡an, sino ,¡rr,

rechin¡b¿¡ como c ero quemado. Y, rfligié¡dosc ,,,rrrrycs ,v desgraciados gritos, lanzaban altos cl¡norri r

llatLos v al¡ridos n¡iscrables, con rr ayor fur'iu quc ( )r,,,tes. Todo el escab¡ oso y boscoso lugar r.csor¿L-a coLr

'.,r^tierl)os lamcntos v, cor las mandíbulas ya apretadrrs r ,r

voz cansada, enronquecid¿ v consumicla. no po.líArr ri,ildoloúc1as y eránimcs. A1 crbo de poco rienpo lcs ,rl, rrr

/xron muchos animales salvajes. y el niño, verdugo. 'r¡J. r... l,:Ler ,,,rrn,"r, ,,1o,lr. rl..g¡,. i¿d,. mu.hrr,sl, F,,,,rF,r¿Fr.,re L,¡jú¡"1,.,ro,omoho,, b,..

"i.¡. i¡ ,to . r .e nei,r,re. ., ri...r.,, .^,,'| ñ., .t¡. \ ' ¡, o, ,rF,..p,d | . 1.., de. ,ro der ¡¡olesLo

r Lrgo y las.libni deJ pesaclo arrastre, pero, despojacio de, nrrlquier bener-olcncia y conmiser.ación, con scverid¡¡lri!u¡osísir¡a e iDtacre, de repente rtraresii po¡ 1¿r r¡it¿¡l,Is corazones !r¡lpi¡¿nres.

\ '. ucii" o,,¿'. tr,..rd:r¡r¡"r...¡..,rc..1. r r,1_¡e... h,.,,,,.

".,.l't. i-'.'o.. J," ,,,.t,. t,.,nd,.. ,..,",... \

l, .,, , r,.. , 1". q., .I re. ,'1.,, ,,..,,, ;r,.

¡o^ l^¡ r, , t,r, eI¡Jr¡, l-. rF, .r', rjr. ) || ,.r.r, . v lobos lulla,:lor.es y, por cl air.e, ,iguil.rs rapaccs, han-

Lrientos milanos y silbantes buit¡es. El niño, sin ningrrrrrhumanjdad, cuando les nruchdchas huLrieron profetirl,'el último quejiclo y voz, las cortó por la nitad y, desg,r

ttando su femenino pecho, les sacó el corazón todavirrvivo y se 1o arrojó a las lieras aves, y las r'íscer¿s hume¡ltes a las águiles, y el res¡o de los pili.los cuerpos, tloc¡J¡r

do, lue arrojado a las fietas. Yo veía a los crueles leoncs

saltando prra devo]:ar,r' porer con ávida glotonería srrs

dentadas mandíbulas en las c¿rnes hunanas y desmenr

brarlas 1' romperlas y laceratlirs con Jas garras, y sl¡s ur

bi¡s nelenas se teñíar en h sangre purpúrea, por úhirrtr),

hicieron una rcrrorífica carnicería,v despeclazaniento cn

los miembtos espatcidos de las dos nuchachas de tierrledad, muertas prematuramente. ¡Qué cruel espectácuh,qué horrible sepultura I Ay de ní, figur'áos, piadosas nirrfes, espdntadd a l¿ vistd dc ¡d¡ro drño y crucl ilereza, ¡rccncont¡aba sin ayuda ni consejo, alterada e incteíl¡lcmente asustada- EstaLa escondid¡ v oculta entre zarzrr¡

¡evuelt¿s con ciluelos esp; osos, ros:rs sih.est¡es, cscilr'rt

nujos punzantes y ásperos cspinos. Per'm¿necí bdjo c$tlcspesur'a de setos silvestres y cubierta por las sombnr¡d"l bosqu.. ,'e udr p" qre r 'e pñnr:, crl

mai¡or espento que el fant¿süe de cli¡emDcstra, arn;r,lrrde serpiertes ¡' de ardiente fuego, ¿l ¡¡d¡ricid¿ Orest(.i,tcnricndo qoc les licras salv¿rjes. dot,rdas de fho olfrto,ne descubrietan en aquella selva escondida y espesa, , rtando yo sol¿ e inerme y' sin esperanzas de ayuda y si"rt

d".rpl. yde.,vo "d,ddFI lF. e hi.re-,,, (or'nrr.{,,

une car.iccrí¿ scmejdntc. Y decíe eDrre mí, Lemblal([r<Ay cle mí, ahabté sido traída por los vientos como lllgenia eDüe los crudelísimos Tau¡ices pxr¿ ser \'íctilir¡r"

,\r de mí, ¿qué Cáuc.rso, qué Hircania, qLré Libia inteit,r o Agisinu¿.r', que nLrr¡en r¿rt¿s besti.rs r¡ah,¡clas v, .r.ir' ras. podru \ur .t L,r . o¡ ,¿,, ir,. , rL,r. , rLr.l-

,l,rcl?> Ay, desgr¿ciadr de rní, es¡a excerjí¿ sjn comu¡r¡,"r".1,. 1..ri. ,sJrro. i.,l,-. ..t,:...p"q,,. -qr.¡'...

rrm¿lcs crLrdelísirrlos despeclazeban lla pres¿ vaccnre )¡I desrrozabarr para devorar.la.<¡Oh cspcctrícLrlo rle i¡creíl¡le dureza y ouelcl¿cl in-. nhi,,, drr.,".J. .t,, rd,1...,.,,,',, rL'. J.

, ir,u, desgr.aciada dc corsiilerrr, horro¡osr ), esparrosr1, oí v despeciaLlc

1, r.cpulsive al pcnsarnierrro! ;A1, der. triste y desgraciacla cle mít ¿Córro Le vericlo a prrar

, lin espe¡a¡z¡I, a esros peligros norralesi ¡\v cle ¡¡í'', ;o, .l *. ¡,, ñ'. .r,. . r,¡r . . u,l ,i, ,,.1.., . or. \-,, 1,.,r ,.r , L,,..1,,1 r.. .o.i.