El Valle de la Muerte es un lugar caluroso y drido en Estados Unidos donde pr~,cticamente no puede vivir ni una especie. CANADASTOCK

E1 Valle de la Muerte de la ciencia>ciencia/Por falta de financiaci6n, de conocimiento del entorno o por los propios entresijos del sistema,muchos descubrimientos cientificos mueren antes de Ilegar al mercado. Por Paula Clemente

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14 Noviembre, 2017

>ClENCIA

E1 valle dondemueren los inventosde las ’life sciences’61 sector salud reivindica rn s facilidadesy conocirniento para superar las fases queseparan un descubrirniento cientifico de suimplantaci6n comercial, Pot Paula ¢lemente

HaY un valle, en Estados Unidos,donde cuesta horrores sobrevivir.Caluroso, ~rido y sin apenas vida,es conocido como E1Valle de la

Muerte. Porque alli se muere uno. Igual quemueren tantos descubrimientos cientificos,a simple vista revolucionarios, antes de lle-gar a convertirse en producto de mercado.Antes, incluso, de poder hacer los ensayosclinicos en humanos que iban a determinarsi merecia la pena o no, apostar por ello. Aeso tambi6n lo llaman E1Valle de la Muerte.Aunque, en este caso, con matices. O discre-pancias. Porque el primer reto de tal mote,es la especifidad y la coincidencia en la de-finici6n, la causa y los motivos.

~E1Valle de la Muerte es la brecha quehay entre lo que financia de un proyecto elsector pfiblico y el sector privado~>, planteaDelia Zafra, del departamento de innovaci6ndel Institut de Recerca BiomSdica de Barce-lona (IRB). ~Muchos de los proyectos quetienen potencial para llegar lejos, est/~n de-masiado poco maduros para la farina, por-que todavia hay demasiado riesgo asociadoa los mismos, todavia pueden fallar en mu-chos pasos posteriores y, por eso, a la farinale cuesta invertir en ellos, porque necesitanuna prueba de concepto con animales o al-go un poco m~s evolucionado que lo quenormalmente tienem>.

Afiade otros motivos Toby Reid, directorde Biocity Nottingham, una de las acelera-doras de empresas de life science m/~s gran-des del Reino Unido, que presume de una ta-sa de supervivencia de las empresas de191%y embajador ocasional en Barcelona de laempresa a raiz de la jornada de graduaci6ndel programa d.Health. ~Existe la percep-ci6n de que supone un gran reto convertir latecnologia early-stage en un proyecto co-mercial viable, que est6 preparado para le-vantar financiaci6n o implementarse plena-mente~, expone. ~La realidad es que no tie-ne porque ser una cuesti6n exclusivamenteecon6mica, es m~s primordial la falta deconciencia sobre la cabida del proyecto en elmercado~.

E incluso algo mils allfi va el creador de laspin off InBioMotion, investigador del IRB y

conocedor de primera mano de los retos dela transferencia tecnol6gica, Roger Gomis:((En el momento en que se hace la primerasolicitud de patente, se pone el contador enmarcha: se tienen 12 meses para generar da-tos y 18 para que se haga pfiblico el descu-brimiento~. Eso sin hablar de los 3.000 eurosque puede costar la solicitud, los 10.000 delsistema internacional de patentes (PCT) los 30 o 40.000 euros de pasar ~sta PCT a ra-ses nacionales.

~Hay mucha presi6n por parte del sistemapfiblico, por un lado para financiar los sitiosen base a los articulos que haya escrito unoy por otro para hacer transferencia de tecno-logia, y ambas cosas son absolutamente con-traproducentes~>, afiade. Porque no se puedepatentar algo que ya se ha publicado, pero lapublicaci6n es uno de los indicadores b~isi-cos de reputaci6n cientifica.

La clave, para este investigador, es hacer

ccNo e$ s61o una cuesti6n dedinero, falta conciencia sobre si elproyecto encaja en el mercado~

la patente cuando ya se han hecho los expe-rimentos clave de prueba y concepto. La di-ficultad en este caso reside en que el centrode investigaci6n ofrezca las facilidades eco-n6micas para que se puedan hacer estos ex-perimentos, teniendo en cuenta que segura-mente no tendril para todos y que puededarse el caso de que no considere al cientifi-co rentable pot no publicar ni patentar.

((Este es el verdadero Valle de la Muerte,el verdadero callej6n del sistema>>, determi-na Gomis. Un tejemaneje bien dificil de ges-tionar.

((Primero porque el 99,9% de la gente quehace investigaci6n en este pals estfi contra-tada dentro del sector pfiblico y supone unobstgtculo enorme la dicotomia de que unempleado pfiblico haga una compafiia priva-day eso no acabe en un caso de enajenaciSnde un bien pfiblico>>, explica el mismo. Se-

gundo, porque ~nadie arriesga 25 millonesde euros en una cosa que tiene tanto riesgocomo es la biologia si no sabe que de alli sa-carfi 100>>.

Toby Reid, por su lado, afiade que muchasveces no se reflexiona lo suficiente acerca delas consecuencias de lanzar una nueva tec-nologia o procedimiento al mercado. ~Pue-des sacar una herramienta que prevenga lainfecci6n bacteriana en dispositivos m~di-

cos, pero si no tienes una soluci6n para lim-piar el material, has creado un problema quenadie quiere tener)).

Mils complejo aun en el entorno cientifi-co, donde los inversores pueden hacer todoslos checks y la finica incertidumbre que seadmire es la biol6gica. ((A1 final, le darfisunos ffirmacos a unos individuos y a vecesfuncionarfin y a veces no, y eso si que seacepta, lo que no se acepta es ningfin otro

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DATOS~,Fmpresas: SeBOn el Oltimo Informe Biocat, de 2015,en los diez a~os anteriores se habian puesto enmarcha 337 nuevos proyectos empresariales en laBioRe@i6n, en el ~mbito de ciencias de la vida.

~,lnversi6n: Las empresas biom~dicas catalanasatrajeron, un a~o rn~s tarde, en 20Z6,153 rnillones deeuros de inversi6n privada, se~On muestra el primerestudio de este tipo realizado entre CatloniaBio y E¥.

¯ Ayudas: El mismo informe biocat 2015 destaca queCatalufia obtiene el 53% de todas las ayudas que elEuropean Research Council otorsa a cient[ficos delestado espa~ol, un 35% de las cuales corresponden aciencias de la vida.

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nero. Delia Zafra, sin embargo, insiste enque no es asi. ~M~s que econ6mico, es deconocimiento)~, argumenta. ~E1 dinero lo ne-cesitas siempre, pero el problema es lo ma-duro que est~ un conocimiento y enfocar losexperimentos a lo que necesita la farma~).

Sea como sea, el problema no se reduce adescubrimientos cientificos en centros deinvestigaci6n, porque algo similar ocurrecon las iniciativas que salen de empresas yaconstituidas en el campo de las ciencias dela vida.

La entidad que coordina y promueve elsector life sciences en Catalufia, Biocat, ase-gura que la serial de que una empresa ha su-perado este primer Valle de la Muerte es quehaya obtenido ingresos ya sea con inversi6no levantando ayudas competitivas. Asimis-mo, que, segfin el Informe Biocat de 2015,los motivos de desaparici6n de las empresasde este sector, son la falta de resultados cien-tificos concluyentes sobre la tecnologia oproducto desarrollado y la debilidad del pro-yecto de negocio o de alguno de sus aspec-tos clave, asi como la identificaci6n de un ni-cho de mercado poco claro o la falta de unbuen equipo gestor.

Pese a eso, el mismo informe muestra queentre 2005 y 2015 se pusieron en marcha337 nuevos proyectos empresariales en laregi6n en los /~mbito farina, biotech,medtech y digital health, y que, en el mismoperiodo s61o se han extinguido un 9% de losproyectos. Dato que contrastan con la tasade mortalidad de las empresas innovadorasen Catalufla y Espafia, que, dicen, est~ cer-ca de150%.

E1 resumen de todo, para Delia Zafra esque tiene que madurar todo el sistema.~¢,qui entran tambi6n los centros generado-res de conocimiento y las personas que es-t~n en 61 haciendo conocimiento>>, concluyela misma. ~Evidentemente hay que hacer in-

(tEn el mundo cientifico, la finicaincertidumbre que se admite esla que atafle a la propia biologia>>

riesgo~, expone Gomis.Lo positivo es que hay distintas maneras

de superar esto. ~Una de ellas seria que sediera una colaboraci6n entre los centros deinvestigaci6n y las empresas. No seria licen-ciar el producto directamente, sino ver c6mofunciona~, retoma Delia Zafra, de innova-ci6n del IRB. En este escenario, matiza, se-ria la empresa la que se encargaria de las fa-ses posteriores de ensayos con humanos.

¢¢Otra manera es crear una spin off, si hayun cientifico que es, tambi6n, emprendedor,que tiene claro que la idea tiene potencial yque se siente con coraje para hacerlo puedecoger el proyecto, hacer un business plan,ver qu6 cosas necesitaria para desarrollarlo,qu6 experimentos requiere, que se pide a ni-vel regulatorio e ir a buscar inversores~, pro-sigue la misma.

En este sentido, los nombres que cita Za-

Una de las propuestas,para reducir este Vallede la Muerte es crear

rn~s departamentos deinnovaci&n en los cen-tros de investiqaci6n.

EL MUNDO

fra son Caixa Capital Risc, Ysios, Inve-rReady o HealthEquity.

La tercera opci6n, de nuevo para Zafra, esencontrar fondos especificos: ~Es decir,avanzar con fondos concretos para hacer es-te tipo de cosas, pero dentro de la institu-ci6n>~. En este caso, cita a Agaur, Evo, Acci6,CERCA, Retos colaboraci6n, La Caixa o LaFundaci6n Botin.

A1 final, si que parece una cuesti6n de di-

vestigaci6n y buena, pero se requiere uncambio de mentalidad por parte de los in-vestigadores. Y no s61o ellos, sino que desdelas direcciones de los centros se incorporende forma profesional todas estas oficinas deinnovaci6n y transferencia de tecnologia queayuden y aporten el conocimiento para po-der dar estos pasos y avanzar~.

Porque hay que tener en cuenta que esteValle de la Muerte es s61o una primera fasede riesgo. ~Luego queda que ese f/~rmacorealmente tenga un buen efecto en el huma-no>~, advierte Zafra.

En la linea termina Roger Gomis. ~La fa-se m~s critica de todas es tener la idea~>,concede el experto. ~Tendemos a hablar delValle de la Muerte y cosas asi, pero lo dificiles tener la idea: descubrir algo que sea inte-resante y luego darse cuenta de que eso tie-ne aplicaci6n>~.

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