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Año IV Viernes, 5 de Febrero de 1886. Núm. 1384

LA DIARI.O P O L Í T I C O , L I T E R A R I O Y MERCANTIL

EDJgtftil PE LA WA^AIIA REDACCIÓN Y ADMUOSTRA-CIÓN: RAMBLA DE SANTA MÓ-V?. A. ÍÚM. 6, PISO 1.'

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En Barcelona: Un mfie,,<apta8.--Fuera: ün trim. d.]-:'.extranjero: ün sem. Si<k

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Santo del dia..—Los Slos. ñnrs.dél Japón y Stas. Águeda y Galamaoda mrs. y S. Albino.' Santo de mañana.—Sias. Dorotea y Revócala mrs-CKiarenta-lloras.—Finalizan ea la iglesia de Nira. Sra. de Misericordia, de religiosas terciarias

•de San Francisco deAsis. Se. descubre á las 7 y media de la macana y se reservará á las S y media de laur#e. £ ¿ _ ; « ¿^ ^^ i ^

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por Bruto Bocci.—Hoy. faacíón 7i* de abono.—Turco impar.—2.* de la «Tertulia Barcelonesa.»— lia Bettaiui.-A las 8 y media.

Goatinúa abierto en la contaduría de este teatro el abono de 3 funciones de ópera que dará la ODoinente diva Adelina ?atti á último de los corrientes.

TEATRO ROMEA.—Hoy viernes á las ocho.—Sociedad Cervantes.-Lo contramostre y Cuatro cásate y un viudo.—Entrada -t rs.—2.* pi?o 2 rs.

>;sS',!S**íí?,í?S

El lañes próximo á beneficio de D.' Catalina Mirambell se pondrá en escena L' aítre mon j Iio castell deis trea dragons.

TEATRO DEL TtVOIiI.—Ultima semana.—Hoy viernes.—A. las 8 y media IiS Mascota.— Entrada 3 rs.—Domingo tarde j noche.—Ultimas fanciones y despedida de la Compañía con et viaje de gran espectácalo. De la térra al soL

BUEN RETIRO—Hoy, á las 8 y media.—-La zarzu^a en tres actos Zaos comediantes de Antaño,—^A. 2 reales.—No se dan salidas.

GZRGO EGUISTRE BARCELONÉS —Hoy viernes^-Extraordinaria faacíón en la qae tomarán parte las célebres Xilophonistas y principales partes de las dos Compañías.—k las 8 y me<Üa. —Entrada 3 rs.—Mañana sábado Canción monstrua.—Parodia de ana corrida de toros.—Se despacha en coniadaría.

Crónica. El Diluvio ha de.comprender qae la noticia que dimos copiándola de un colega,

relativa á los vigilantes nocturnos del Ensanche, no envuelve por parte unestra acasacíón alguna contra dichos empleados, paes no hicimos más qae hacernos eco de lo qae decía otro periódico, siendo en todo caso este el responsable de lo dicho.

—Ayer paseaban en carretela descabierta por las calles de Fernando, Jaime I y Princesa, tres desgraciadas que llamaban la atención del público con sas trajes lla-mativos y relucientes.

l a que se ha dado en tolerar ciertas instituciones que por irrisión son llamadas de higientf debería procurarse encerrarlas dentro de los mas estrechos límites prohi-hiendo toda clase de eiLhibíciones escandalosas, sobre todo en pantos céntricos y en ciertas horas del día.

—Dice un periódico qae se habla de un robo que ha tenido lugar en el muelle y cuyas circunstancias deben llamar la atención de las aatoridades. Los objetos robados faei^n unos cíenlo cincuenta cueros, con la particularidad de que los ladrones los cogieron uno por uno sacándolos de los fardos en que estaban atados de diez en diez ó de doce en doce. Para hacer esta operación se requirió mucho tiempo y es de supo-ner que los caeros se llevarían en algún carro; y, sin embargo, el guardián ni los carabineros se apercibieron de nada. Esta es la seguridad de que disfrutan los géne-ros en los muelles de Barcelona; esta es la vigilancia que se ejerce, porque al fin los repetidos cueros debieron ser llevados á alguna parte y los carabineros tenian el de-ber de verlo é impedirlo, no solo en defensa del interés de los particulares, sino en el del fisco.

¿Qué dirá á esto La Vanguardia^ Lo de siempre; que no se trata de un robo, sino de un hurto. Como si las causas no fuesen iguales. Y los resaltados también. —Los mozos de. la Escuadra, Feliu Escola y Buenaventura Trescens, detuvieron

en 30 del pasado enero y en el término municipal de S. Hateo de Bages, á un sajeto vecino de dicha población, por autor dé danos causados en las casas de dos vecinos de dicha localidad y fué puesto á disposición del respectivo juzgado.

Una pareja de mozos de la Subdivisión de Piera, denunció en dicho día al juzgado municipal de Masquefa á un pastor de la citada localidad, por haberle hallado apa-centando su rebaño compuesto de cincuenta cabezas ganado cabrío ta dos diferentes propiedades sin permiso del dueño de las mismas.

^ S e acentúan en todos los bardos de esta populosa ciudad las quejas por la mala calidad de los artículos de más necesario y común consumo. Si esto sigue así, serán completamente inútiles las demás medidas sanitarias para conjurar lospelibros á qoe continuamente se espone la salud pública.

Respecto á los vinos constantemente adulterados reproduciremos para conoci-miento de nuestros lectores, lo que ocurre en Lion.

Los tribunales persiguen actualmente á varios tratantes en vinos, acusados de

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haber falsiñcado sus productos de ua modo perjadícial á ia salad de los consamido-res, por medio de la fucsina.

Trátase nada meaos qne de cieii individuos, seis de los cuales han sido ya senten-ciados. Sus nombres son los siguientes: Hipólito Roux, de Beziers; Lois fabre, de Catries; Francisco Billar, de Pomard; Juan Gíbert, de Saint Bres; Honorato Gregoire, de Lunel, y Juan Pons, de Montpeller.

Estos sujetos apelaron al mismo sistema de defensa, asegurando que mezclaban los vinos ñojos con vinos graesos del Mediodía ó de España, algunos de los cuales contenían fucsina.

Pero este sistema de defensa fué destruido por las declaraciones, de los testigos citados por el ministerio público.

Un empleado de Roux dijo que su amo solía entregarle varias cantidades de fuc-sina con orden de mezclarlas en el vino, en una proporcióa determinada.

Los cinco primeros acusados han sido condenados á las penas siguientes: Roux, á ocho dias de cárcel y 500 francos de multa; Fabre, Gíbert y Billar, á 500 francos respectivamente, y Gregoire á 300. £1 tribunal ha dispuesto, además, ia aprehensión de los vinos denunciados, el

anuncio de la sentencia en la puerta del domicilio de cada uno de tos traficantes y la inserción de dicha sentencia en un periódico de Lyon y en otro del departamento correspondiente.

El sexto acusado, Pons, ha sido condenado á 100 francos de multa y á la pérdida de los vinos denunciados.

—Han sido nombrados Médicos auxiliares del Hospital de Santa Cruz los seño-res don Sebastian Recasens, don Rosaiino Rovira, don Agustín Bassols y Prim, don José María Treisllet, don Juan Frexas, don Jerónimo Girait, don Juan Ribas y Per-digó, don Ricardo Mandado, don Enrique Igual y don Luis Maluquer.

—̂ Han quedado completamente terminadas las obras de construcción del ferro-carril de San Martin de Provensals á Llerona, estando dispuestas las estaciones, nombrado y distribuido el personal de servicio y adoptadas todas las disposiciones para que pueda funcionar desde luego y entregarse á la explotación aquella nueva vía férrea.

Según rumores, que no parecen destituidos de fundamento, es posible que ape-sar del celo y actividad que están desplegando, así la Gerencia, como la Junta de gobierno de aquella importante vía, se retarde por algunos dias la apertura del ser-vicio público en ella, por falta de algún trámite le^al como lo es la indispensable autorización previa qne para ello ha de otorgar el Ministerio de Fomento, indica el jumor público la promoción de algunas gestiones, encaminadas á suscitar obstáculos á la concesión del indicado permiso, bajo especiosos pretextos y triquiñuelas buro-cráticas.

.\ttestra buena fé quizás, nos hace poner en duda la existencia de tales gestiones,

3ue supondrían una mezquindad de miras y una pequenez de espíritu poco dignas e la poderosa entidad á que se atribuyen, pero si por desgracia fuese cierto que

existieran, ya directa ya indirectamente practicadas, esperamos que serán rechaza-das como corresponde y que, toda vez que el sensible fracaso d«¿ las negociaciones encaminadas á armonizar los intereses de dicha Compañía con los de la de Tarrago-na á Barcelona y Francia hicieron necesaria la construcción de la nneva sección de

CÚRANSE RADICALMENTE POR CRÓNICOS QUE SEAN e-v^ta.aa.dLo tro. zepxod.vLceióaa..

GONSDLTA MÉDICA ESPECliL- Pao, 14. 3 . ^ 1.*. de docs á tres. • • • • • • • • • • • • • i H H H B H H B H H H H I H B n S i a s a B i B a í ^

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enlace entre GranoIIers y esta capital, no se diferirá indebidamente el momento de qne ios capitales en eiia invertidos rindan sa natural producto en beneficio de la misma Compañía concesionaria, y de qne el público pueda utilizar las ventajas de la nueva vía férrea.

—En el país de las escenlricidades y empresas improvisadas, los Estados-Uni-dos, unos veinte capitalistas reuniéronse la semana ultima y en pocos momentos suscribieron oO,000 daros, para celebrar en Washington una gran exposición de jas «Artes é industrias de todas las tribus de la tierra.» be construirá un edificio apro-pósito en la parte alia de la ciudad, donde se exhibirán no sólo los productos aludi-dos, sino también los individuos, á cuyo efecto Mr. Davis emprenderá un largo viaje á primeros de Mayo próximo.

—Además de los abusos qne denuncia un colega, cometidos por algunos solda-dos del batallón acuartelado en el Buensuceso, desde el terrado del mismo qne cor-responde á la calle de las Ramelleras; hemos observado muchos otros en diversas horas del dia, y repetidas bromas con las mujeres de mala vida habitantes en aque-llas inmediaciones, que exigen un pronto y severo correctivo.

—̂ £1 domingo próximo terminará la actual temporada en el teatro del Tívolí y se despedirá la Compañía con la misma obra con que inauguró sus tareas, es decir, COE el popular espectáculo De la térra al sol.

—£1 lunes próximo empezarán las obras de restauración de la parroquial iglesia de.San Pedro de esta capital. Según los planos aprobados y de conformidad con los mismos empezará á trabajarse. La iglesia resaltará formando tres naves: la central, que no sufrirá modificación por ahora y las laterales. Para construir la de la derecha se derribará la pared, de la derecha de la entrada y la otra que forma la sacristía,

Siedando así formada la nave desde el interior de la capilla de Nuestra Señora de las racías hasta la línea del altar Mayor.

Mas dificultades ofrecerá la nave izquierda, pues además del derribo del coro del antiguo coNvento, será necesario adquirir y derribar parte de las casas construidas en la calle de Méndez N'uñez, que ocupan el espacio marcado en los planos para com-pletar la uniformidad y esbeltez del templo mirado desde la calle de Méndez Ñoñez, donde tendrá su fachada, basta al altar Mayor.

Las obras empezarán por el derribo de la primera pared de la derecha de la ac-tual puerta de entrada.

—̂ A. las nueve de la noche de hoy, el orientalista don Enrique Soms y Castelin, dará en el «Ateneo Barcelonés» una conferencia pública sobre el tema: «Del lenguaje estudiado analíticamente.—Elementos que integra su concepto.—Cooparación del lenguaie natural con el artificial.»

-~hsta noche en la Asociación de Ingenieros industriales, celebrará sesión extra-ordinaria lá Sección de Legislación, estadística é higiene, para tratar de asuntos de vital interés, relacionados con la carrera industrial.

IMPRESIONES E¿ Liberal se lamenta de que la mayoría de los diputados de nuestros tiempos no

sean ni sombra de lo qne fueron los de las Corles de Cádiz y de la tercera época constitucional.

Según el colega, nuestros representantes no degenerarían si saliesen elegidos por el sufragio universal.

Como si lo viéramos! Pues, ¿no recordamos aún aquellos sabios y prudentes varo-nes que durante la república constituyeron el Congreso?

£1 quemas y el que menos sabía hacer un discui'so sobre un barril.... Pero nó escribir siquiera su propio nombre. ¡Oh! aquellos sí, que salieron elegidos por sus propios méritos! Y ¡qué méritos, cielo santo!

Mientras por una parte ordena D. Carlos el retraimiento de sos secaaces en las próximas elecciones, por otra circnla ya la noticia de que los integristas van á pre-sentar la siguiente caodidatnra:

Nocedal (D. Ramón), y Viaader. por (Cataluña. Calderón (D. Carlos); por Granada. Sangarrén, por Azpeitía. Ampnero, por Darango. Dorronsoro, por Tolosa. Vildósosola, por Guernica. Barrio y Mier, por Cervera (paíencia). La Hoz, por ^víla. Llaader, por Manresa. Granada, por La Vecilia. Eguiluz. per Amurrio. Cavero, por Zaragoza. Estrada, por Oviedo, Caneja, por Villaviciosa. Fernández de Velasco, por Yalladolid, y Morales, por Daroca. Felices se las prometen los carlistas caando tantos candidatos presentan; pero ya

vendrá don Venancio con la rebaja. Además, no se olviden las declaraciones anti-carlistas del episcopado español.

£1 primer decreto del señor Montero Rios, relativo á la enseñanza, no es más que la continuación del afán centralizador que siempre domina en las esferas oficiales, con la particularidad de adolecer además de otros defectos intrínsecos.

Todo él se{sintetiza en el primer artículo que dice: cActicalo 1.** Se creará en est? corte aa establecimíeDto de enseñanza dependiente de

la Dirección general de lastracción pública con el titulo de Escaela general preparato-ria de Ingenieros y A.rqaitecto3, eü la caal podrán adquirir los conocimientos á todos comanes cnanto» aspiren á ingresar en las Esenelas especiales de lugenieros de Cami-nos, Minas, Montea, Agrónomos, Industriales y Arquitectos'»

De modo que Madrid sólo, tendrá el privilegio de encerrar dicha escuela con gra-ve perjaicio de la de Ingenieros industriales que existe en esta Capital; y los jóve-nes que deseen practicar aquellos estudios deberán abandonar su provincia, hacer cuantiosos gastos y trasladarse á la Corte para que en ella queden todos los réditos.

¡Bonita ventaja nos proporciona el señor Montero Rios! Pues mirado el asunto bajo el punto de vista técnico, todavía es más detestable.

Porque ¿cómo es posibe que unas mismas asignalaras interesen por igual á los inge-nieros industriales y arquitectos? Cómo es posible que el estudio de,tales asignatu-ras por íu mismo que son muchas y variadas, sea tan detenido y profondo como exi-je su especial naturaleza la caal establece un encadenamiento tan fatal y estrecho entre sus principios como entre la demostración y el corolario?

Si estas son las ventajas que han de proporcionarnos los ministros demócratas, valiera más que no nos proporcionaran ninguna.

El Progreso encabeza su editorial del martes con las siguientes líneas: ccHemos recibido un telegrama que dice así: Andrés Solís.—Madrid.—París 1.» 9 y

30 noche.—Mi enhorabuena por la valiente campaña del periódico. Saludo á los compa-^ ñeros.—Ruiz Zorrilla.

Cuanto nos satisface la aprobación de nuestra conducta por el ilustre jefe de la Revolución, no tenemos poque encarecerlo.»

Aprieta, aprieta. \l todavía se quejan esos señores por falta de libertad! Y se les

7 permite estampar al frente de su periódico frases de emoción y de estimulo por su-escritos de propaganda ilegal y por sas trabajos encaminados á derrocar las instis^ tttciones del país por medio de la violencia y de la fnerzah

Y tienen la osadía de apellidarse con público alarde, soldados del ilustre jefe de la Revolución^ hasta con mayúscula, cual sí se tratara de la mas santa y respetable de las instituciones.

Es preciso reconocer que la osadía de los reyolucionarios está á la misma altura que la debilidad é indolencia del señor Sagasta.

Solo que entre ambas ya á resultar una víctima; el país.

L

La profanda crisis que venimos atravesando desde más de dos años, va tomando todos los aspectos y afectando todos los intereses. Así como ha perjudicado al co­mercio, á la marina y á los trasportes, y ha reducido el consumo de todos los prt-ductos del suelo y del arte y ha ocasionado una inmensa perturbación en todas las industrias manufactureras, na trascendido al mercado bursátil y al monetario y ha ocasionado, singalarmente en nuestro país, una extraceión tan cuantiosa de metales preciosos, que apenas queda en España oro en barras ni amonedado, y la plata que existe, tiene en su mayor parte la forma fraccionaria de pesetas, dobles pesetas y medias pesetas, quedando las transacciones reducidas á utilizar exclusivamente los billetes de banco.

A.hora bien; en situación tan desventajosa, ocurre el hecho gravísimo de que dá cuenta nuestro colega £/ Diluvio de ayer, en los siguientes términos.

(Llamamos la ateucióa del comercio sobre el sigoieate sueldo de El Liberal recibido anoche:

*^Dú un hecho bastante grave ák cuenta la prensa de Vigo. Parece que á principios de enero presentó al cambio un comerciante en la sucursal del Banco de España de aqae> Ha ciudad billetes por valor de 5,000 pesetas, y como no le dieran más que monedas de k medía ppsf̂ ta, protestó ante notario pidiendo ol cumplimiento del decreto de 16 de octn-bre de 1868, que ordena que los pagos deben hacerse en oro ó en monedas de plata de ¿ 5 pesetas, sea cualquiera la cuantía del page, excepto 50 pesetas, que pueden ser abo* nadas en monedas fraccionarias.

Consultado el caso k los señores Figuerola y Silvela (don Luis), opinaron que el primer establecimiento de crédito de la nación esta obligado k cumplir ese decreto, j , promovida en el Juzgado de Yigo la correspondiente demanda ejecutiva, falló el juez que la sucursal pagase las 5,000 pesetas an monedas de lo menos de k dos, excepto las oO ya dichas, condenándola en costas, y k embargo si no lo hiciere.

A.I procaderse al cobro, el director de la sucursal desobedeció el mandato del juez y ni aun permitió la entrada en la caja k los dependientes de la autoridad á hacer el embar* go, de todo lo cual se levantó un acta. Esto ha ocurrido el jueves último, dando lugar k no pocos comentarios.

Lo que alega la sucursal, no deja de ser curioso. Dice que esa misma ley que ae invo­ca, también prescribe que se acuñarían monedas de oro de 100, 50, 20, 10 y 5 peHetas, k lo cual no se ha dado todavía cumplimiento por el gobierno, por lo que su vacio se debe llenar con plata, no precisamente de 5 pesetas, porque eso no seria posible, sino con las distintas fracciones que acuña el Estado.» '

Hé aquí la manera como el Bxnco de España trata.de eludir el eumblimiento de las-disposiciones vigentes.

Si eso sucede ahora en que la crisis monetaria está en sus comienzos, ¿cuál debemos esperar será la conducta del Banco el dia no lejano en que por las iañnltas emisiones de billetes llegue aquella crisis á su periodo álgido.

Pero hay más aún; hasta ahora hablamos visto que los encargados de administrar jna* ticia no detenían por nadie, fuese quien fuese, la ejecución de los actos que de ella dima­nan, y por ello nos sorprende que la resistencia del Banco haya sido causa suficiente para que el Juzgado haya dejado de obrar. Solo esto faltaba. A. los innumerables privile­gios de que gozo, ¿tendremos que añadir el de la inmunidad?

Lo repetimos. El hecho referido por El Liberal debo.ser tenido muy en cuenta por el comercio.»

8 Tanto más, añadimos nosotros, en cnanto hemos entrado por lo qne á Barcelona

se refiere en un nuevo período, ocasionado á serios disgustos, á graves perjnicios y ^nizás á algnn conflicto.

Es ei caso qne, según parece en cumplimiento de ordenes terminantes, los pagos que se efectnan en la Tesorería de esta provincia desde ayer ó desde cortos dias, se verifican entregando un diez por ciento de la cantidad total cobradera, en moneda de cobre del sistema decimal.

r no valen reclamaciones ni protestas, sino qne no se paga á quien rehusa tal moneda en la proporción indicada.

Esto, sobre estar en abierta pugna con las disposiciones del Real Decreto de 16 de octubre de 1868, y otras análogas, tiene dos circunstancias agravantes qne no desconocerán nuestros lectores.

En primer lugar, el verdadero é ilegítimo perjuicio qne irroga al acreedor del Estado, á quien se obliga á recoger con un carretón ó con un carro, ana cantidad re­lativamente pequeña, cansándole verdadero perjuicio, inundando de calderilla naes> tra plaza, qne ahora se prestaba á aceptar la nueva moneda y preparando tal vez al­gnn conflicto.

En segundo lugar, y esto sea a¡\úzás más grave todavía, que sea el Estado mis­mo, al encargado de hacer cumplir la ley, quien falta abiertamente á ella.

Será este quizás el nuevo sistema ideado por el señor Camacho para salvar la Ha­cienda?

¿Querrá ahora soliviantará las verduleras ^ vendedores ambulantes con una inun­dación de monedas de cobre, el que tuvo el triste privilegio de exacerbar á los pe­queños industríales con sus flamantes tarifas de subsidio?

Correspondencias particulares de «La Dinastía.» 3LVDRID 3 FEBRERO DE 1 8 8 6 .

Bien á pesar mío, porque quisiera dar á estas oartas toda la amenidad y toda la viveza compatibles con su carácter político, no me es posible sustraerlas á la mono­tonía del tema que domina en la actualidad, absorbienao casi por completo la aten­ción, de las gentes políticas y produciendo una especie de obsesión avasalladora que agobia el ánimo de los que no aspiran á labrar la felicidad del país desde á los es­caños rojos de una ú otra Cámara, en tanto que enardece las pasiones de los que ci­fran boy. por boy toda sn dicha en conseguir, por bnenas ó malas artes, un acta más ó menos sucia de diputado ó de senador.

—¿Qué tal? ¿Cómo está usted, señor de López, ó de Pérez, ó de González Ro­dríguez?

—Bien; ¿y usted... por donde se presenta? —¿Ha recibido usted noticias de la señora, querido García?^ —Ño, pero tengo cartas del distrito, que está muy bueno, por cierto. — ¿̂Vas este año á la feria de Sevilla, Nicolás? —Imposible aínigo mió. ¡Bueno estaré yo para diversiones en A.bril! Figúrate que

lacho en una circanscrípcíón compuesta de veinte secciones y donde aspirrmos treinta y dos candidatos al puesto de las minorías...

Estos diálogos, repetidos y diversificados hasta el infinito, constituyen, en los momentos actuales, la conversación casi exclusiva de muchos millares de españoles.

Todo ello, por supuesto, alternando con variaciones sobre el tema de como en­tiende y practica el Gobierno la farsa de la sinceridad electoral, que es cosa curiosa, de la cual pueden ya dar fidedigno testimonio los Ayuntamientos suspensos, dimiti­dos y procesados, los estanqueros, peatones, alcaides de cárcel y administradores de rentas que han caido á manos de los caciques fusionistas, las firmas recojidas en cé­dalas para la designación de interventores antes de abrirse el periodo electoral, los delegados de escopeta y perro que recorren, hace días, los distritos insumisos exa-

^J^íf^^^^5^^??5S^^^S^S^í5i!??r •'i^i^i^í^i-é^^Shür^^.-^i

minando libros de actas concejiles y exigiendo dimisiones de alcaldes independien­tes, con tanta otra cosa y tanta, qne acreditan y comprnebán como perfectamente exacta y apropiada la deñnición que el mismo ministro de la Gobernación ha discn-rrido para explicar qne quiere de^ir sinceridad electoral al uso fasionista.

—Xo sean ustedes candidos—decia don Venancio, pocas noches hace, a tres ó cuatro liberales de los íntimos, de los elegidos, esto es, de los que serán elegidos, aunque no sean llamados por los distritos;—no sean ustedes inocentes ni se preo­cupen por lo que dice La Correspondencia en los sueltos que manda Sánchez Pastor por orden mia: el gobierno tieae candidatos ministeriales; diré más, tiene candida­tos oñciaies, porque no tenerlos yaldría tanto como suicidarse y yo respondo de que, pur ahora, no sentimos inclinación á tirarnos por el viaducto. Lo que hay es que nos sobran amigos, que tenemos.plétora de candidatos adictos;̂ y para líbranos de las cuatro quintas partes de ellos, hemos inventado Sagasta y yo, eso de la sinceridad electoral, que es como á modo de criba, por cuyos agujeros pasarán y caerán al sue­lo como tierra y granzas desprecíales, los aspirantes adocenados ^ue no nos sirvan y los oposicionistas que nos estorben, quedando en el amero únicamente los amigos utilizables y los adversarios qne nos hagan el juego ó á quienes sea imposible derro­tar sin demasiado escándalo.

La definición es tan auténtica y con tal fírmeza respondo de su exactitud, que, sí no atírmo qne las palabras trascritas son precisamente las mismas que de labios del ministro de la Gobernación oyeron, en aoa de las pasadas noches, varios fusionis-tas, puedo asegurar, al menos, que los conceptos son los mismos y aún alguna de las frases, como el símil vulgarmente mancbego de la criba, es textual.

Con qué quedan enterados los lectores de LA. DINASTÍA de lo que es la sinceridad electoral de este Gobierno, según definidor tan autorizado é írrecusabfe como el pro­pio autor de la risible farsa.

Entretanto, los que han de acudir á los comicios se aperciben á la lucha con ac­tividad y ardor extraordinarios, habiendo jefe, no ya de partido, sino de exiguo gra-po y de fracción diminuta que, como dicen del señor Romero Robledo, ha recibido, desde que se suspendieron las sesiones de Cortes, más de mil cartas sobre asuntos electorales.

Desde luego puede asegurarse que hay en esto DO pocas ventajas para la rentada correos; pero ahora falta saber sí toda esta correspondencia será del género de aque­lla del cantar:

Papeles son papeles, cartas son cartas; palabras de electores todas son falsas.

La coalición electoral republicana no ha salido aun de la esfera de los proyectos realizables, y anda todavía por los caminos de las entrevistas y los pourparlers de los que han de realizarla.

Ta se han reunido en conferencia misteriosa los señores Salmerón, Figuerola, Pí Margall y Castelar, grandemente atareados en buscar la fórmula y las bases sobre que ha de sustentarse el pacto para la inteligencia electoral; pero nada ha traspirado al conocimiento público respecto de lo acordado en tal reunión, y solamente se sabe que los federales orgánicos, que se congregarán en esta semana para decidir en defí-nitiva cuál ha de ser su conducta electoral, no lucharán sino en caso de que se rea­lice la coalición con todos los elementos, republicanos. Yo afirmo que lucharán.

Importante por más de un concepto fué la reunión celebrada ayer- en salón de. presupuestos del Congreso, por gran número de representantes de la industria na­viera, reunión de la cual dije algo en mi carta anterior, si bien no tanto como habría dicho si lo avanzado de la hora me lo hubiese permitido.

Los puntos que en dicha reunión y en las sucesivas fueron y han de ser objeto del debate son estos:

10 1.* Organizacióa de la marina mercante. 2.* Organización de los paertos de comercio, sa reglamento iaterior, policía y

todo lo referente á practicajes, balizamientos, bidrolog^ etc. 3.' Reformas precisas en la ley de Sanidad. ^ 4.* Reformas necesarias en las ordenanzas de A.daanas. o.* Tarifas y derechos consulares. A.lganas noticias sobre nombramientos para ocupar altos puestos. Para la fiscalía del Consejo de Estado, es seguro el nombramiento del señor Pazo

y Delgado, y para la del Tribunal de Cuentas se indica á don Celestino Rico. En cambio, sigue pendiente el pleito para la provisión de la fiscalía del Tribunal

Supremo, puesto para el cual pierde terreno el señor Malnquer, porque le aceptará el señor Romero Girón, previo un aumento de sueldo.^A.R60S.

PABÍS t FEBRERO 1886.

El ministro de la Guerra y la prensa repablicaoa.—La sesión de ayer.~La actitad del general Bonlanger.—La derecha y el ejército.—Lo que dijo el ministro de la Gaerra. —̂ Las órdenes del dia propuestas por los demócratas y conservadores.—Lo que se deduce de la sesióa de ayer.—La crisis británica.—^El viaje de Gladstone á Oiborne. —̂ El nuevo gabinete y su programa.—^Noticias.

» *

Para nadie es un secreto que el ministro de la Guerra de la República francesa se muestra deferente con los periódicos democráticos que han aprobado las medidas coercitivas que respecto de los oficiales qae mantienen amistosas relaciones, no solo con los miembros ue la familia de Orleans, si que también con los particulares que militan en el campo conservador, acaba de adoptar, pero ningún ciudadano habría creido que el general Bonlaoger se hubiese atrevido á insultar en pleno Parlamento al ejército.

Esto es, sin embargo, lo que sucedió en la sesióh de ayer. Mr. Gaudin de Villame, en un excelente discurso que arrancó justos y merecidos

aplausos á los monárquicos, refiriéndose á los sucesos que recientemente han tenido lugar en Tours, y de los que he hablado á ustedes en una de mis ultimas cartas, dirigió algunas preguntas al ministro de la Guerra, quien se apresuró á contestar en términos que sorprendieron hasta á los radicales, sus eorreligionarios.

Es posible que esta sea la primera vez que un roienbro del gabinete sin fijarse en las consecuencias que puede traer su conducta, se haya conducido de semejante ma-nera, más que el mal no tiene remedio, culpa suya será si los oficiales del ejército que llevan títulos nobiliarios se declaran públicamente partidarios del conde de París.

Mr. Gaudin de Villaine, en su interpelación, se concretó á censurar los presentes cambios de guarniciones que no por convenir al servicio, sí no por otras trascenden-tales razones se llevan á cabo en ios departamentos deLMediodía de á Francia, lo cu^l respondió brutalmente el general Bonlanger, «que cuando los oficiales permanecen mucho tiempo en una población, contraen deudas y sostienen relaciones que com-prometen sn carrera.» •

Estas acusaciones tan intempestivas como graves que la prensa de Marte rehusa indignada en nombre del ejército, añadiendo que no descansan sobre ningún motivo fundado producieron en la Cámara el efecto que es de suponer.

Mr. Ballne, propuso al Parlamento que se pronunciase contra la «escandalosa re-sistencia» de ciertos y determinados oficiales que manifiestan marcada aversión ha-cia la República.

£1 ministro de la Guerra, acogió con satisfacción las palabras de Mr. Ballne y es indudable que habría triunfado sí Mr. Duval, terciando en el debate no hubiese de-clarado que jamás los diputados monárquicos consentirían que se insultase al ejercí-