El Angel del caminoEl Angel del caminoEl Angel del caminoEl Angel del caminoEl Angel del caminoEl Angel del caminoEl Angel del caminoEl Angel del caminoEl Angel del caminoEl Angel del camino

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Este camionero solía hacer fletes, es decir transportaba cualquier tipo de material lícito que iba desde materiales de construcción hasta frutas y verduras; varias veces incluso viajaba a países vecinos con el mismo fin; eso sí, detestaba viajar solo y la mayoría de veces era difícil conseguir alguien que lo acompañe en las diferentes travesías porque el trajín del viaje era agotador tanto para chofer como para pasajero; incluso algunas veces le pidió a su esposa que lo acompañe pero sólo antes de tener al primer niño pues lógicamente después de nacido el primogénito del camionero, su esposa tenía que quedarse a cuidar del bebé.

Entre otros camioneros que prestaban el mismo tipo de servicios, la capacidad de manejar de este joven chofer se estaba volviendo legendaria, siempre les ganaba el cliente porque cumplía llevando la carga más rápido que los demás; porque podía manejar durante 20 horas sin descanso y ninguna ruta era lo suficientemente peligrosa o difícil para disuadirlo de tomar el flete.Las intención de camionero no era otra que reunir dinero para construir una casita propia para su mujer y su hijo recién nacido, lastimosamente, la consecución de ese propósito tenía como precio el sacrificio de pasar muchos días lejos de su familia, viajando ida y vuelta a lugares distantes.

Durante un largo viaje de retorno al hogar que apenas comenzaba, poco después de haber entregado la carga, el camionero se disponía a manejar toda la noche debido a que quería llegar a tiempo para celebrar el primer cumpleaños de su hijo. No había dormido lo suficiente como era su costumbre, viajaba en medio de una ligera neblina en una noche muy oscura.

Después de un par de horas entre el camino, el camión y él; le pareció ver a un lado de la carretera, una especie de velo blanco que se movía a lo largo del extremo lateral de la vía, semejando una persona que caminaba en la misma dirección en la que viajaba el camión, es decir, parecía ser una persona de espaldas caminando en la misma dirección en la que él viajaba

Ese viajero a pié debe estar muriéndose de frío si sólo tiene ese velo para cubrirse, de haberlo visto antes hubiese parado para llevarlo, así me hacía compañía y él no se moría de frío, el

siguiente pueblo no está lejos pero a pié en una noche como esta puede ser peligroso.

En el siguiente pueblo, el camionero se reabasteció de combustible en una gasolinera que quedaba al lado de un restaurante, ambos negocios atendían la 24 horas y estaban destinados a atender profesionales del volante como él. Mientras cargaba combustible, llenó su termo con café comprado en el restaurante, fue lo único que compró además de la gasolina, él pensaba que el hacer digestión mientras se maneja es un error porque produce sueño y cansancio, así que se conformó únicamente con el café. Después de unos minutos estaba de vuelta en la carretera; mientras bebía el café a sorbos, vio nuevamente a la distancia el velo blanco que flameaba por el viento nocturno, el mismo que había visto más temprano, y todavía avanzaba en la misma dirección que él.

Otra vez el mismo caminante, que rápido avanzó... si su destino no era el pueblo

anterior entonces... lo llevaré.

Un par de Kilómetros

más adelante.

El camionero se sorprendió al ver que la misteriosa figura que caminaba al lado de la carretera, era la de una mujer; al ofrecerse a llevarla ella aceptó con mucho agrado.

¿Para dónde

va?

Yo conozco bien este camino y hasta dentro de 80 Kilómetros en

que está el próximo pueblo, no hay nada.

Yo lo sé, sólo iba a rezar al pié de la cruz de mi esposo;

usted sabe... una de esas cruces blancas que están incrustadas a los

lados del carretero, marca el lugar en que él

murió.

Usted como camionero debe saber que esas cruces marcan el lugar en que las

personas han muerto en accidentes de

tránsito.

¡Qué tragedia!

Sí, yo sé... Perdón que le pregunte... ¿Su esposo era

chofer de bus o camionero?

¿Qué tipo de accidente fue?

Él era camionero, manejaba muchas horas sin descansar; siempre se arriesgaba mucho, una de esas veces en que no había dormido casi nada, se quedó dormido mientras

manejaba, el camión se salió del carretero y se hundió en un

abismo estrellándose aparatosamente en el fondo.

Lo siento mucho Señora; indíqueme dónde está la cruz de su marido, que yo también haré un

rezo por él.

Muchas gracias, señor; mire ya estamos cerca,

es ahí adelante.

Me alegro que haya reflexionado

en eso; ya llegamos... es

aquí.

Si ya veo el lugar, desde aquí alcanzo a ver las

cruces... de verdad que es una pena su pérdida, señora... yo también

tengo familia y recién ahora me doy cuenta lo terrible que sería para ellos una tragedia así.

Mire usted, y para colmo, parece que

en el mismo accidente falleció

alguien más, porque hay dos cruces....

Sí, la otra cruz es mía; yo iba acompañando a mi marido la noche del accidente, ambos nos quedamos dormidos.

agrrrr!!!agrrrr!!!agrrrr!!!agrrrr!!!agrrrr!!!agrrrr!!!agrrrr!!!agrrrr!!!agrrrr!!!agrrrr!!!

En medio de un sobresalto el camionero abrió los ojos y se despertó apenas a suficiente distancia para alcanzar a frenar y no caer al mismo abismo con el que estaba soñando, el mismo abismo donde la mujer del sueño y su marido habían muerto.

Cuando el chillido de las llantas terminó y el camión se detuvo por completo, el camionero se bajó de su vehículo y observó las dos cruces blancas con los nombres de un esposo y su esposa escritos en ellos. Esa noche el camionero dio la vuelta y condujo de nuevo hasta el último pueblo que había pasado unos Kilómetros atrás; al llegar compró algo de comer y buscó hospedaje en un motel para viajeros. Antes de dormir agradeció a Dios por haberle enviado a ese ángel del camino que además de salvarle la vida le hizo ver que lo más importante para los seres que nos aman: es nuestra simple presencia.