El animador turístico: un comunicador y promotor de la cultura nacional. M.Sc Guillermo Rodríguez Alonso. guillermor@uclv.edu.cu Luis Miguel Campos lmcampos@uclv.edu.cu Centro de Estudios Turísticos. Universidad central ´´ Marta Abreu ´´ de Las Villas. Resumen: La animación turística es considerada hoy como una herramienta de desarrollo de productos turísticos y de rentabilidad económica por los beneficios que aporta al sector hotelero y a las demandas de una mayoría de visitantes que buscan el turismo cultural como vía de aporte al desgaste laboral y retribuyen de forma espiritual un conocimiento de las costumbres y de la vida en un contexto diferente. Es objetivo del trabajo presentar algunos de los beneficios que esta investigación en fase de terminación ofrece para que esta acción de animar y mostrar la cultura nacional sea interpretada y reconocida como una estrategia de desarrollo sostenible en el plano de la cultura de Cuba. Introducción: El mundo actual, inmerso en un proceso de globalización que alcanza dimensiones insospechadas y toca a todos los países con un desigual intercambio en lo económico, lo social y lo cultural, ha provocado cambios visibles y acelerados tanto en la ciencia y la técnica como en las ramas de la comunicación. En este empeño, la tendencia es hacia una cultura única que como característica esencial despoja a los pueblos de sus patrones culturales, para introducir elementos negativos que los apartan de sus verdaderos valores patrimoniales. El turismo ha experimentado un notable aumento en los últimos años como vía para los intercambios culturales entre los pueblos, como alternativa para, primeramente desarrollar las posibilidades de un crecimiento económico y a su vez ocupar el tiempo libre y lograr el esparcimiento de quienes viajan a conocer el mundo, como dijera Eusebio Leal, solo desde la cultura se le muestra el país a los turistas. El turista posee una variedad de imágenes en relación con el destino. Es posible que el viaje evoque en las experiencias y estilos de vida y educación semejantes pero en muchos casos diferentes. Conocer nuevos lugares, vivenciar diferentes culturas, aprender cosas, deleitarse con maravillosos paisajes se junta con el merecido descanso, con la posibilidad de compartir con la familia, con la ampliación de las redes sociales y la oportunidad de hacer actividades que la cotidianeidad no siempre lo permite.

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En las últimas décadas, la proyección hacia el turismo en los países industrializados se ha caracterizado por grandes desplazamientos, mayor escalonamiento de sus vacaciones y una mayor tendencia a practicar diversas actividades durante su estancia vacacional. Esto ha permitido que el turista vea en sus vacaciones una experiencia con múltiples aportaciones como el reconocimiento e integración con el medio ambiente que visita, encuentros con otras culturas, el descubrimiento de la historia y la evolución de otros pueblos, mayor participación dentro del desarrollo de actividades para convertir sus vacaciones en una experiencia productiva en constante movimiento. Cuba, se integra a este movimiento acelerado aspirando a convertirse en uno de los principales polos turísticos del Caribe, para lo cual desarrolla un fuerte proceso inversionista y eleva el nivel de capacitación y profesionalidad de este sector dentro del cual, la prestación de servicios de animación turística en cuestión se solidifican para brindar al visitante un producto de alto contenido nacional y culturalmente autóctono. Son notables los cambios ocurridos de la conducta del turista actual en cuanto al disfrute de sus vacaciones. Existen otras necesidades y hábitos. Este, por lo general con mayores experiencias en el ámbito turístico, condicionadas entre otros aspectos por un aumento del tiempo libre y el nuevo hábito de distribuir sus vacaciones en diferentes momentos, presenta nuevas intenciones de practicar distintos tipos de turismo según las épocas del año y para ello la prioridad es formar sus vacaciones de manera más selectiva, la supersegmentación de la demanda, y la búsqueda de una mayor integración con el entorno del destino visitado que haga la experiencia más enriquecedora en todos los sentidos, da lugar al desarrollo de la gestión de animación.

Las potencialidades de desarrollo de la animación hoy son el producto de la necesidad de llenar el espacio del turista quien viene a recuperarse del desgaste laboral y busca una nueva opción de recreación fuera de su contexto vital. La Declaración de Manila hace referencia a la utilización del tiempo del turismo de manera más enriquecedora y provechosa en los planos cultural, material, educativo y espiritual. Y esa manera abarca tanto al flujo de personas cuyas motivaciones obedecen a imperativos (negocios, eventos, etc.) como a aquellos cuya motivación esencial es el descanso y la recreación.

El turismo permite a los clientes satisfacer necesidades biológicas como: Recuperación, alimentación y recreación, pero también favorece otros tipos de necesidades como son:

• Socialización • Comunicación • Información • Diversión.

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Para el logro de estos objetivos se provoca el desplazamiento y la permanencia de los individuos fuera de su lugar de residencia, involucrando en esta actividad a las agencias de viajes, el transporte, servicios de hospedaje, centros culturales, gastronomía y mucho más.

El empresario que se siente a esperar que se combinen las condiciones políticas, económicas y sociales que permitan un funcionamiento armónico en el tiempo y el espacio, posiblemente perderán el tiempo y el espacio será ocupado por otro.

A partir de las actividades de Animación (no solamente para hoteles, también para estancias turísticas, restaurantes, clubes, colonias de vacaciones, etc.), se pretende generar en los establecimientos turísticos acciones que potencien y articulen el desarrollo sustentable a través de lo social, cultural y ambiental, entonces ¿para qué esperar más?, es hora de comenzar a brindarle a los clientes un producto novedoso, que los llene de emociones y que cada vez que hablen de vacaciones, se refieran a lo bien que la pasaron con las actividades que su establecimiento les brindó; eso es sinónimo de calidad, que es igual a hospitalidad y todo junto debería producir el motivo por el cual las familias se movilizan: La búsqueda de la felicidad, aunque sea por unos pocos días.

La animación para el turista de hoy, está muy asociada a la búsqueda de experiencias, que provoquen sensaciones diferentes a las vividas cotidianamente y les marque un recuerdo imborrable de su estancia en el lugar visitado. Es por ello que concebirla como una "mera actividad recreativa", es un error conceptual en la conformación y gestión del producto turístico. El turismo es relación entre personas, descubrimiento, folklore, cultura, costumbres, paisajes, gastronomía, artesanía, etc. y en este sentido, la animación debe concebirse como una actividad que promueva el intercambio de estos valores y potencie el desarrollo humano y cultural del turista. Por ello, esta visión forma parte de un nuevo concepto de animación turística, que aplicada a la gestión del hotel, hace de esta actividad no un complemento del producto, sino parte consustancial del mismo. Este es un concepto que aún está poco explotado por la mayoría de los hoteleros, a pesar de que la animación es una actividad que viene practicándose desde hace varios años. Para muchos, es entendida como el desarrollo de simples actividades de recreación y diversión dentro del hotel, orientada a “vender” en muchos casos, una cultura, que en ocasiones se presenta distorsionada respecto a la verdadera realidad socio-política del país que se visita. Otros establecimientos hoteleros, la conciben esencialmente, como un “movimiento constante”, tanto dentro como fuera del hotel, cansando al turista y no permitiéndole apreciar verdaderamente los valores del destino que visita.

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Si verdaderamente se entiende lo que buscan nuestros clientes, se debe tener claridad que quieren lo simple, lo autentico, lo que es como es, lo que aporta el calor humano, lo que aporta experiencias y conocimiento, lo que permite valorar y respetar al individuo y todo lo que le rodea. Asumir la actividad de animación bajo el nuevo enfoque explicado, lleva implícito un trabajo más profesional en este sentido, más planificado, el cual debe formar parte de la gestión del producto hotelero a los fines de una diferenciación en el mercado. En aras de esta diferenciación, la tendencia actual es considerar la animación en el hotel como la tercera área operativa. Aunque no genere ingresos directamente su operación, sí genera un fortalecimiento o mejora de la imagen del establecimiento en el mercado, siempre que esté, bien concebida y operada. De acuerdo con Roberto Boullon, las actividades recreativas pueden clasificarse en dos tipos: las planificadas al aire libre y las concebidas bajo espacio cubierto. En las primeras, se requiere de planificación y solución para los que allí quieren disfrutar de una piscina, practica deportiva o de juegos, realización de pic-nics o simplemente pasear al sol encuentren la respuesta especial. Que satisfaga sus expectativas. La segunda clasificación incluye al turista que prefiere realizar otras actividades que les permitan disfrutar a la sombra y compartir otro tipo de juegos que pueden incluir desde las clases de español hasta el trabajo en el taller de artesanía. Para analizar las potencialidades del animador turístico actual debemos tener en cuenta una serie de cualidades como son:

• Modales educados. • Respeto. • Espíritu internacional. • Entusiasmo. • Respeto. • Flexibilidad. • Tolerancia. • Buen porte y aspecto personal. • Solidaridad. • Generosidad. • Proceder alegre. • Sonriente. • Espíritu de trabajo en equipo. • Habilidades comunicativas desarrolladas.

La profesión del animador turístico ha sufrido un proceso de cambio en los últimos 10 años. Los hoteles nacionales han empezado a considerar la función del animador como imprescindible a la hora de ofrecer un servicio de calidad.

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Consideremos que al hablar de ofrecimiento de un producto se debe analizar primeramente que este debe llevar un alto contenido de actividades que permitan la valoración de los recursos socioculturales y turísticos del patrimonio. Estos deben proponer fórmulas para el consumo apropiado, que por un lado valorar y preservar con respeto los recursos humanos, naturales y culturales pero a su vez propicien una mejor definición para su posicionamiento en los mercados nacional e internacional. Es así como los programas de animación proponen:

• Un conocimiento a profundidad de momentos, circunstancias y adaptación a diferentes entornos.

• Aprendizaje a través de la participación y el intercambio. Son muchos los resultados positivos que pueden dejar las estrategias y acciones de la animación en la vida de millones de turistas como las que ya han cosechado las empresas que han sabido adoptar este enfoque y obran con los siguientes conceptos:

• Diversificación del producto turístico. • Diversificación de la oferta de servicios. • Creación de más empleos calificados. • Preservación del patrimonio turístico y cultural. • Rentabilidad económica de la empresa. • Desarrollo regional más equilibrado. • Integración de los recursos humanos de la empresa. • Valoración de la cultura nacional.

Es frecuente, en el contexto del turismo hacerse la siguiente pregunta, El animador turístico ¿nace o se hace? A esta respuesta se contesta que puede nacer y puede prepararse a lo largo de su desempeño. El animador nace con aptitudes y cualidades que le facilitan este trabajo y se va formando con la experiencia de cada día. Si el animador se cultiva y en la práctica social desarrolla su imaginación en la explotación de productos adecuados entonces se demuestra que las vacaciones del visitante tendrán opciones de realización en la convivencia, la comunicación y la proyección de un buen producto que hacen de la Animación moderna una fuente de energía en constante renovación capaz de ofrecer una mejor calidad de vida al cliente. El animador es un agente del desarrollo de los individuos y de los grupos con los que interactúa y su acción se expresa sobre una escala de valores, principios, responsabilidades y técnicas profesionales que están encaminadas a efectuar programas de actividades de interés múltiple como pueden ser: ecológico, de intercambio cultural, artístico, manual, intelectual y deportivo. Este agente mediador debe también proyectar la animación con objetivos didácticos siempre que cumpla dos elementos clave:

1. Creatividad. 2. Innovación sistemática.

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De acuerdo con (Chaves:2001), existen cinco requisitos para el compromiso en la fidelización del cliente dentro de la actividad de animación. Estos son:

1- El trabajo en si: este propone tener conciencia del trabajo que le gusta hacer y el logro del gusto y el deseo de preparar una actividad atractiva.

2- Reconocimiento: que los responsables del negocio valoren el trabajo de manera implícita y explícita de forma que si el servicio es bueno, el cliente quedará satisfecho.

3- Realización: El trato con otras personas de forma dinámica con objetivos y relaciones nuevas que se amplían en períodos no muy reducidos.

4- Responsabilidad: El trato directo con el cliente se debe hacer con responsabilidad y debe asignarse esta tarea a quienes demuestren mejor habilidad en este punto estratégico del negocio.

En la actividad de animación turística existen actividades de mayor popularidad que el hotel no debe descuidar. Ellas son:

• Actividades de contacto social. • Actividades de contacto deportivo • Espectáculos y fiestas. • Actividades para el público infantil.

Las actividades de contacto social normalmente son las más relajadas. Los clientes tienen la oportunidad de interactuar con grupos afines. En estos se perfilan habilidades e intereses propios. Son más adecuadas a personas adultas. Estas son muy útiles para promocionar en conjunto los recursos turísticos de la zona o la localidad y lograr complacer la curiosidad de los clientes. Deportivas: Estas no deben faltar en los programas de animación, sobre todo en los establecimientos donde hay jóvenes con disposición física y preocupación por el cuidado de aspecto o su estado de salud. Se adapta a espacios exteriores pero pueden realizarse también en interiores. Espectáculos y fiestas: estas son las actividades de última hora antes del descanso. Toman lugar cuando los clientes están físicamente cansados y en disposición de pasar un tiempo feliz y divertido. En la realización de las actividades programadas, el animador debe demostrar que es un agente mediador, creativo e innovador sistemático como corresponde al estilo vanguardista que desarrolle las cinco funciones más importantes dentro de la animación moderna:

• Función de organización. • Función de relacionador. • Función pedagógica. • Función de investigación. • Función de creador de cultura.

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Conclusiones: El animador turístico es un promotor del patrimonio intangible del país y a su vez activa las vacaciones del turista con actos propios de su cultura, mueve la recreación al estilo nacional y muestra las características …. Bibliografía: • Abreu Hernández, Pedro Pablo. 2003. Manual de animación turistica.

Editorial RegionR Empresa Periodística. La Pampa. • Alvariño, Mabel y otros. 2005. La animación turística como estrategia del

desarrollo sustentable. Tendencia mundial. Centro de información y documentación turística de Villa Clara

• Baullon, Roberto. 1990. Las actividades turísticas y recreacionales. El hombre como protagonista. Editora Trillas. México.

• Chaves, Antonio. 2001. El animador. Cómo organizar las actividades de los clientes en un hotel divertido. Ediciones Alertes, S.A. Barcelona. España..

• Baxter Pérez, Esther. 1997. La educación en valores. Papel de la escuela. Impresión ligera. Instituto Central de Ciencias Pedagógicas. Ministerio de Educación. La Habana.

• González Rey, F.1995. Comunicación, personalidad y desarrollo. Editorial Pueblo y educación. La Habana.

• López Arranz, José. 2002. Manual del guía. Ediciones Alertes. Barcelona. España.

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