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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE FILOSOFÍA DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA IV (TEORÍA DEL CONOCIMIENTO E HISTORIA DEL PENSAMIENTO) TESIS DOCTORAL El problema de la libertad en la filosofía crítica de Kant. Génesis, evolución y su realización en el mundo MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Encarnación Pesquero Franco DIRIGIDA POR Sergio Rábade Romeo Madrid, 2002 ISBN: 978-84-8466-240-2 ©Encarnación Pesquero Franco, 1994

El Problema de La Libertad en La Filosofía Crítica de Kant

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  • UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

    FACULTAD DE FILOSOFA

    DEPARTAMENTO DE FILOSOFA IV

    (TEORA DEL CONOCIMIENTO E HISTORIA DEL PENSAMIENTO)

    TESIS DOCTORAL

    El problema de la libertad en la filosofa crtica de Kant. Gnesis, evolucin y su realizacin en el mundo

    MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR

    PRESENTADA POR

    Encarnacin Pesquero Franco

    DIRIGIDA POR

    Sergio Rbade Romeo

    Madrid, 2002

    ISBN: 978-84-8466-240-2 Encarnacin Pesquero Franco, 1994

  • UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

    FACULTAD DE FILOSOFA

    EL PROBLEMA DE LA LIBERTAD EN LA FILOSOFA CRTICA DE KANT.GNESIS, EVOLUCIN Y SU REALIZACIN EN EL MUNDO

    Tesis doctoral presentada porEncarnacin PESQUERO FRANCOdirigida por el Dr. D. SergioRABADE ROMEO

    Madrid, 1994

  • 2NDICE

    RELACION DE ABREVIATURAS UTILIZADAS 5

    INTRODUCCIN 9

    1.- LIBERTAD Y RAZN PURA 12

    1.1.- ANTINOMIAS Y RAZN PURA 12

    1.1.1. RAZN Y DIALCTICA 13a) Razn e ilusin trascendental 14b) Razn e ideas 17o) El uso regulativo de las ideas 21

    1.1.2.-EL SISTEMA DE LAS IDEAS COSMOLGICASY EL CONFLICTO ANTINMICO 28

    a) Las ideas trascendentales comoconceptos csmicos 31

    b) Causas de las que depende elconflicto antinmico 34

    o) La solucin del conflicto antinmico 36

    1.2.- SOBRE LAS ANTINOMIAS DINMICAS: GNESIS,ESTRUCTURA Y SOLUCIN 57

    1.2.1.- TERCER CONFLICTO DE LAS IDEASTRASCENDENTALES: SOBRE LA LIBERTADY LA NECESIDAD NATURAL 59

    a) Planteamiento y desarrollo de la tesis 59b) Planteamiento y desarrollo de la

    anttesis 64c) La solucin a este conflicto: Hacia

    una posible armonizacin de lalibertad y la necesidad natural 67

    1.2.2. CUARTO CONFLICTO DE LAS IDEASTRASCENDENTALES: SOBRE LA POSIBILIDADO IMPOSIBILIDAD DE LA EXISTENCIA DE UNSER NECESARIO 82

    a) Planteamiento y desarrollo de la tesis 82b) Planteamiento y desarrrollo de la

    anttesis 85c) La solucin a este conflicto: Lacontingencia de los seres naturaleses compatible con la hiptesis de laexistencia de un ser necesario 87

    d) Caractersticas de este conflicto.relaciones y diferencias con latercera antinonia 90

  • 31.3. LIBERTAD TRASCENDENTAL Y LIBERTAD PRACTICA.HACIA UN CANON DE LA RAZN 95

    1.3.1.- SOBRE LA LIBERTAD TRASCENDENTALY LA LIBERTAD PRACTICA 96

    a) La libertad trascendental 96b) La libertad prctica 98o) Relaciones entre la libertad

    trascendental y la libertadprctica 102

    d) El carcter inteligible y elcarcter emprico. Su relacincon el tena de la libertad en laKrV 109

    1.3.2.- SOBRE LA POSIBILIDAD DE UN USOPRACTICO DE LA RAZN 112

    II. - LIBERTAD Y MORALIDAD: SOBRE LA FUNDAMENTACIONDE LA MORAL 1.31

    11.1.- LIBERTAD Y MORALIDAD EN LA GMS 133

    11.1.1.- EL ESTABLECIMIENTO DEL PRINCIPIODE LA MORALIDAD 133

    a) El principio de la moralidad: Elpunto de vista del conocimientovulgar de la razn 133

    b) El principio de la moralidad: De lafilosofa moral popular a lafilosofa prctica. Las frmulasdel Imperativo Categrico 142

    11.1.2.- EL IMPERATIVO CATEGRICO Y LALIBERTAD. LA JUSTIFICACIN DELPRINCIPIO DE LA MORALIDAD EN LAGMS 164

    a) La libertad como presuposicinnecesaria de la voluntad de losseres racionales 166

    b) La distincin entre el mundosensible y el mundo inteligible 171

    c) La justificacin del ImperativoCategrico 176

    11.2. LIBERTAD Y MORALIDAD EN LA ~3 178

    11.2.1.- EL PRINCIPIO DE LA RAZN PURAPRCTICA. DE LAS RELACIONES ENTRELEY MORAL Y LIBERTAD EN LA 5pM 180

    11.2.2.- LA DOCTRINA DEL FAKTUM DE RAZON.LA FUNDAMENTACIN DE LA MORALIDAD ENLA ~p3 186

    a) La ley moral como Faktum de razn 186b) La deduccin de la libertad 191

  • 411.2.3.- EL FUNDAMENTO DE DETERMINACINSUBJETIVA DEL OBRAR MORAL: ELSENTIMIENTO DE RESPETO 201

    11.3.- SOBRE LAS LIMITACIONES DE LA VOLUNTADHUMANA 210

    11.3.1.- ANLISIS DE LOS CONCEPTOS DEWILLE, WILLKUR Y GESINNUNG 210

    a) La distincin Nille- Willkry su relacin con el tema de lalibertad 211

    b) El concepto de Gesinnuna 21911.3.2.- VOLUNTAD HUMANA Y MAL RADICAL 230

    a) El mal radical: Concepto,caractersticas y los distintosgrados en la realizacin de lapropensin al mal 230

    b) La posibilidad de la conversin 242

    III.- MORALIDAD Y FELICIDAD: HACIA LA REALIZACIN DELBIEN SUPREMO 247

    111.1.- LA ANTINOMIA PRCTICA. SOBRE EL BIENSUPREMO 251

    111.1.1.- PLANTEAMIENTO GENERAL DE LAArr:NOMIA PRCTICA 251

    a) Ana: tis del concepto debien supremo 252

    b) La conexin virtudfelicidaden la antinomia prctica 254

    111.1.2.- SOLUCIN A LA ANTINOMIA PRCTICA 258111.1.3.- FUNDAMENTOS DE LA POSIBILIDAD DEL

    BIEN SUPREMO: LOS POSTULADOS DE LARAZN PURA PRCTICA 266

    a) La inmortalidad del alma 266b) La existencia de Dios 267c) La libertad 276d) El estatuto epistemolgico de los

    postulados: la fe racional 279

    111.2.- LA FINALIDAD COMO CONDICIN DELA POSIBILIDAD DE LA REALIZACIN DELBIEN SUPREMO 284

    111.2.1.- EL PRINCIPIO DE FINALIDAD YEL CONOCIMIENTO PARTICULAR DELA NATURALEZA 285

    111.2.2.- LOS SERES ORGANIZADOS COMOFINES DE LA NATURALEZA 287

  • 5111.2.3.- LA ANTINOMIA DEL JUICIOTELEOLGICO: MECANICISMO YFINALIDAD 291

    a) La hiptesis de una causainteligente de la naturaleza 296

    b) La solucin final a la antinomj.a.La relacin entre los principiosmecnicos y teleolgicos 299

    111.2.4. SOBRE LAS RELACIONES EXTERNASDE LOS SERES ORGANIZADOS: LANATURALEZA COMO SISTEMATELEOLGICO COMPLETO 304

    a) El hombre como fin ltimo dela naturaleza 305

    b) El hombre como fin final dela creacin 308

    111.3.- DE LA CULTURA A LA MORALIDAD: HACIAUNA COMUNIDAD SOCIAL ETICA 311

    A.- CULTURA: HACIA UNA SOCIEDAD CIVILJUSTA 312

    111.3.1.- EL PLAN DE LA NATURALEZA YEL HECHO DEL PROGRESO 312

    a) La consideracin racional dela Historia 314

    b) El antagonismo como motor delprogreso histrico 316

    111.3.2.- HACIA UNA CONSTITUCIN INTERIORY EXTERIOR PERFECTA 324

    111.3.3. SIGNOS DEL PROGRESO HISTRICODE LA HUMANIDAD 336

    a) Indicios en e). pasado del triunfode la libertad sobre la naturaleza 336

    b) Un signo histrico de progreso:La Revolucin Francesa 343

    B. - MORALIDAD: HACIA UNA COMUNIDAD SOCIALTICA 347

    111.3.4.- LA ILUSTRACIN COMO MOTOR DELPROGRESO MORAL 347

    111.3.5.- LA COMUNIDAD SOCIAL TICA COMOREALIZACIN DEL BIEN MORAL 353

    CONCLUSIN 366

    BIBLIOGRAFA 371

    Y-

  • 6RELACIN DE ABREVIATURAS UTILIZADAS

    KrV (A y B)

    Kritik der reinen Vernunft. Crtica de la razn pura,prlogo, traduccin, notas e ndices por P. Ribas,Alfaguara, Madrid, 1978.

    Prolegomena

    Prolegomena zu einer jeden knftigen Metaphysik, die alsWissenschaft wird auftreten knnen. Prolegmenos, trad. deJ. Besteiro, Aguilar, B. Aires, 1975.

    GMSGrundlegung zur Metaphysik der Sitten. Fundamentacin de laMetafsica de las Costumbres, trad. de M. Garca Morente,EspasaCalpe, Madrid, 1980.

    KpVKritik der praktischen Vernunft. Crtica de la raznprctica, trad. E. Miana Villagrasa y M. Garca Morente,Espasa Calpe, Madrid, 1975.

    KUKrtik der Urteilskraft. Crtica del Juicio, trad de M.Garca Morente, Porra, Mxico, 1978.

    ReDie Religion innerhalb der Grenzen der blossen Vernunft. Lareligin dentro de los lmites de la sola razn, trad. deJ.M. Quintana Cabanas, P.P.U., Barcelona, 1989.

    MdSDie Metaphysik der Sitten. La Metafsica de las Costumbres,trad y notas de A. Cortina Orts y J. Conil Sancho

    O.P.Obergang den Eetaphysischen Anfangsgrnde derNaturwissenschaft zur Physik. Transicin de los principiosneta! Lsicos de la ciencia natural a la fsica. (Opuspostumuin), trad. F. Duque, Ed. Nacional, Madrid, 1983.

    IdeeIdee zur einer algemeinen Geschichte in veltbrqerlicherAbsicht. Ideas para una historia universal en clavecosmopolita, y trad. de C. Roldn Panadero y R. R. Aramayo,Tecnos, Madrid, 1987.

    AufkBeantvortung der Frage: Nas ist Aufklning? Respuesta a lapregunta: Qu es la Ilustracin?. En Qu es Ilustracin?,trad. de A. Maestre, Tecnos, Madrid, 1989.

  • 7Anfang

    Mutuasslicher Antang der Menschengeschichte. Probable iniciode la historia humana. En Ideas para una historia universalen clave cosmopolita y otros escritos sobre filosofa de lahistoria, trad. de C.Roldn y R.R. Aramayo, Tecnos, Madrid,1987.

    Gemein

    Ober den Gemeinspruch: Das ng in der Theorie richtig sein,taugt aber nicht fr die Praxis. En tono al tpico: Talvez eso sea correcto en teora, pero no sine para laprctica, trad. de M.F.Prez Lpez y R.R. Aramayo, teonos,Madrid, 1986.

    EFZun evigen Frieden. La Paz perpetua, trad. de 3. Abelln,Tecnos, 1985.

    spDer Streit der Fakltaten. El conflicto de las facultades,trad. de E. Taberning, Losada, B. Aires, 1963.

    Fortschritte

    Welche sind die virklichen Fortschritte, die Metaphysik seitleibnizens un Vol!fs Zeiten in Deutschland qeuacht hat?Cules son los efectivos progresos que la Metafsica hahecho en Alemania desde los tiempos de Leibniz y Vol!!,trad. de F. Duque, Tecnos, Madrid, 1987.

    Das Ende

    Das Ende aller Dinge. El fin de todas las cosas. EnFilosofa de la Historia, trad. de E. Imaz, F.C.E., Mxico,1979.

    Anthropologie

    Anthropologie in praquatischer Hinsicht. Antropologa ensentido pragmtico, trad. J. Gaos, Alianza, Madrid, 1991

    Pdagogik

    Oberpdaqogik. Pedagoga, trad. L. Luzuriaga, Akal, Madrid,1983.

    Re!1.

    Reflexionen zur Moralphilosophie.

  • 8INTRODUCCIN

    Nos vamos a ocupar en este trabajo de investigacin delanlisis del problema de la libertad en la filosofa crtica deKant guiados por el inters de descifrar el significado de esaafirmacin de]. prlogo de la KoV que dice que el concepto delibertad constituye la piedra angular de todo el edificio de unsistema de la razn pura, incluso de la especulativa Vemosreflejada en ella la importancia que el filsofo alemn da a ladimensin moral del hombre y que se hace explcita al defenderla primaca del uso prctico de nuestra razn. Una razn que noes slo razn terica, sino que es fundamentalmente raznprctica. Razn interesada de manera muy especial en laresolucin de los problemas morales, ya que es en el mbito dela disposicin moral donde el ser humano toma conciencia de susresponsabilidades y se constituye como persona. La libertad, queaparece como problema para la razn terica, hallar el lugar desu posible realizacin en el mbito prctico. Creemos, por tanto,que el examen de este concepto constituye un punto de vista

    privilegiado desde el que abordar la constitucin y el desarrollode la filosofa crtica, filosofa que se divide en dos partesbien diferenciadas segn sus principios: filosofa terica comofilosofa de la naturaleza, y filosofa prctica como filosofa

    de la libertad. Nuestro trabajo pretende as no slo analizar laevolucin del concepto de libertad, sino enfrentarse a ese otroaspecto fundamental en el planteamiento kantiano, el de lanecesaria bsqueda del acuerdo entre la naturaleza y la libertad,en cuanto que ellos son los dos objetos de la legislacin de larazn humana y en definitiva, segn Kant, de la 1ilosolla.

    . RoV, p. 12; Ak, y, p. 4

  • 9Libertad y moralidad aparecen en la filosofa crtica

    kantiana como dos conceptos estrechamente relacionados, frentea ellos queda el mundo natural, el mundo regido por la causalidad

    natural. En la KrV Kant nos presenta, en un primer momento, lalibertad y la necesidad natural como conceptos contradictoriosque someten a la razn a un conflicto aparentemente irresoluble:

    el conflicto antinmico. El propio Kant nos indica la profundaimportancia que el descubrimiento de este hecho tuvo en eldesarrollo de su pensamiento, hasta el punto de afirmar que fueprecisamente ese descubrimiento lo que le hizo abandonar el sueodogmtico e iniciarse en el proyecto critico. Si al enfrentarsea la idea del mundo como totalidad, la razn es capaz de afirmarigualmente una tesis (la libertad es posible en el mundo) que sucontraria (slo existe la necesidad) no cabe duda de laconveniencia de someter a esta facultad a una profunda revisin.El tema de las antinomias se convierte as en un asunto centraldel pensamiento crtico. Efectivamente, si el descubrimiento delconflicto antinmico r erza la necesidad de la crtica, de lasolucin que podamos :arle depender el restablecimiento denuestra confianza en la razn y, por ende, la posibilidad dealcanzar un sistema de la razn como ideal al que aspira lafilosofa crtica.

    Hemos organizado nuestro trabajo en torno a tres apartadosen los que pretendemos comprender el desarrollo del problema de

    la libertad en el perodo critico. Desde el planteamiento delproblema en la y~fl, donde la posibilidad de pensar la libertadnos abre las puertas del uso prctico de nuestra razn y nossita ante la dimensin moral de nuestra conciencia, pasaremos

    a ocuparnos a continuacin, en un segundo apartado, de lanecesidad de fundamentar la moralidad. En la GMS, pero msclaramente en la KoV, Kant buscar la manera de llevar a caboeste propsito. Una vez establecida y justificada la validez delprincipio de la moralidad, tendremos que examinar, y este serel asunto del tercer apartado de nuestro trabajo, cmo la propialey moral es la que nos impulsa a la realizacin del objeto de

  • lo

    la razn pura prctica, a la realizacin del bien supremo. Todoparece indicar adems que este concepto, que expresa la conexinentre la virtud y la felicidad, debe realizarse en el mundo. De

    esta manera, la necesidad de conciliar la libertad con lanecesidad natural, que para la razn terica era mera

    posibilidad, se convierte posteriormente en un ideal, el del biensupremo, ideal ste ltimo que nuestra razn, como raznprctica, nos impulsa a realizar y cuya realizacin debemosesforzarnos en perseguir. El anlisis del tema de la libertad nosllevar as a entender que este concepto, clave para lacomprensin de nuestra dimensin moral, se desarrolla siempre enestrecha relacin con la necesidad natural y es que la libertad,no cabe duda, debe siempre realizarse en el mundo.

    Conflicto antinmico y evolucin del concepto de libertadsern, por tanto, los temas en los que se va a centrar nuestrotrabajo. Pero quisiramos subrayar adems que estos temas sedesarrollan en ntima relacin. La libertad aparece planteada enel seno de la tercera antinomia de la razn pura. All se acepta

    esta idea slo cono un pensamiento posible. Ser la filosofaprctica la encargada posteriormente de matizar y especificar laimportancia de este concepto. La libertad, como fundamento de lamoralidad, se proyectar ms all de ella en la filosofa de lahistoria y en la filosofa de la religin. Es evidente la inmensariqueza y la complejidad de este concepto. En torno a l searticulan las preguntas referentes al qu debo hacer? y qume cabe esperar? La moralidad nos conduce al concepto de biensupremo, que nos sita ante otro conflicto antinmico: el quesurge en el seno de la razn prctica entre la virtud y lafelicidad. Y, por ltimo, la posible realizacin del bien supremoen el mundo nos llevar a plantearnos el tema de la finalidad en

    la naturaleza. En este caso, la justificacin del principio dela facultad de juzgar teleolgica se realiza mediante unadialctica que hace las veces de una deduccin. El conflictoantinmico enfrenta ahora al mecanicismo y a la finalidad. Yestos dos ltimos conflictos antinmicos, tanto el de la raznprctica como el de la facultad de juzgar teleolgica, guardan

  • 11

    a su vez, como veremos, Una estrecha relacin con la terceraantinomia de la razn pura.

    Libertad-necesidad, virtud-felicidad ymecanicismo-finalidadson tres conflictos antinmicos en los que, al margen de susdiferencias, podemos encontrar un inters que los hace coincidir:la necesidad de resolver la cuestin de qu relacin puedeexistir entre el mundo de los fenmenos y lo que est ms allde ellos y constituye la realidad en s, el noneno. Creemos quebien puede decirse que estamos ante diversas consideraciones queapuntan todas ellas a un mismo intento ltimo que preocupabaprofundamente a Kant: hacer posible la moralizacin del hombrey del mundo.

  • 12

    1. LIBERTAD Y RAZN PURA

    1.1.- ANTINOMIAS Y RAZN PURA

    No cabe duda de que el problema de las antinomias juega unimportantsimo papel en el desarrollo del pensamiento crticokantiano. Ya en los Prolegmenos, dice Kant que nos hallamos anteel fenmeno ms notable de nuestra razn, aqul que puede servira la filosofa para despertar de su adormecimiento dogmtico y

    al estudioso de la misma indicarle los caminos por los quetransitar a la hora de buscar los fundamentos ltimos de nuestroconocimiento . El dogmatismo es, para el filsofo de Knisberg,el procedimiento dogmtico de la razn sin previa crtica de supropia facultad 2~ Evitarlo es la tarea a la que dedicar todossus esfuerzos. En ese proceso de liberacin del dogmatismo

    parece claro que fue la necesidad de resolver la escandalosacontradiccin en la que caa la razn consigo misma al ocuparsede las ideas cosmolgicas, es decir, de las antinomias, la quele impuls a llevar a cabo una crtica de la razn, de suscapacidades y de sus lmites. Atendiendo a estas palabras parececlaro que intentar clarificar el significado de este fenmenode nuestra razn (Phemonen der menschlichen VernunfU, nosayudar a comprender gran parte del sentido de su proyectofilosfico. Desde el prlogo de la edicin B de la KrV, seestablece la doble utilidad de la crtica. Negativa en cuanto quenos advierte de los riesgos de ir ms all de la experiencia conla razn especulativa. Con sta slo somos capaces de alcanzar

    el conocimiento de una parte de lo real, lo fenomnico. He aquel valor positivo de la crtica, la razn no puede avanzar sinequivocarse en ese otro mbito de lo real que est ms all delo sensible, en el mbito de lo noumnico. Para acercarnos a lo

    . Cfr. Kant, 1., Proleaomena, 50, p. 162; Ak., IV, p.338.

    2 Cfr. KrV, B XXV.

  • 13

    suprasensible disponemos de otra dimensin de nuestra razn, larazn en su uso prctico: De ah que una crtica que restrinjala razn especulativa sea, en tal sentido, negativa, pero, a lavez, en la medida en que elimina un obstculo que reduce su usoprctico o amenaza incluso con suprimirlo, sea realmente de tanpositiva e importante utilidad La crtica tendr un contenidoprioritario: sealar los lmites de nuestra razn, esto es, hastadnde puede la razn, en su uso terico, guiamos con autnticaseguridad, evitando los equvocos, malentendidos, e incluso, lascontradicciones, a la que ella puede abocarnos si obviamos esehecho. El conflicto antinmico, como veremos inmediatamente, nosmostrar una razn contradictoria, capaz de mantener afirmacionesopuestas, y nos empujar a cuestionarnos cmo esto es posible.Nos mostrar, en definitiva, la necesidad de examinar el valory el lmite de nuestra facultad cognoscitiva, la necesidad mismade la crtica.

    1.1.1.- RAZN Y DIALCTICA EN LA KrV

    Las antinomias, como el resto de los argumentos dialcticoso sofsticos de nuestra razn, aparecen como un fenmeno naturalde la razn humana, en el que sta cae por s sola einevitablemente . Este fenmeno consiste en provocar una ilusin(Schein), la ilusin trascendental. Las ilusiones de nuestrarazn son errores provocados por la influencia inadvertida de lasensibilidad sobre el entendimiento. Adems este es un fenmenosumamente perjudicial por cuanto nos lleva a tomar por verdaderoun conocimiento falso, es decir, nos lleva a confundir lanecesidad subjetiva de cierta conexin de los conceptos con lanecesidad objetiva de la determinacin de las cosas en s mismas% En esto consiste la ilusin trascendental que nos incita,a pesar de las advertencias de la crtica, a rebasar el uso

    KrV, BXXV.

    ~. Cfr. KrV, B434.

    ~. Cfr. KrV, A 297

  • 14

    emprico de las categoras, esperando engaosamente que seproduzca una ampliacin del entendimiento puro que nos lleve msall de lo sensible. Tal ilusin no es aqulla en la que seenreda un ignorante por falta de conocimiento, o un sofista paralograr confundir a gentes sensatas. Es una ilusin natural einevitable de nuestra razn que no desaparece, dir Kant, aunquese haya mostrado su nulidad gracias a la crtica trascendental:Se trata, ms bien, de una dialctica que inhiere de formainevitable en la razn humana y que, ni siquiera despus dedescubierto su espejismo, dejar sus pretensiones de engao nisus constantes incitaciones a los extravos momentneos, loscuales requieren una constante correccin . Tal ilusin, quepretende convertir principios puramente subjetivos en principiosobjetivos de determinacin, no desaparecer jams y la tarea dela dialctica trascendental, en cuanto que estudio de esailusin, se conformar con detectara y evitar as que nosengae. Puesto que parece que la ilusin trascendental esproducida por una incorrecta forma de entender los principios,intentaremos ver en q medida contribuyen al desarrollo de lamisma.

    a) Razn e ilusin trascendental

    La ilusin trascendental, lo veamos ms arriba, es unfenmeno natural de nuestra razn. Estamos obligados, por tanto,a detenernos un momento en el anlisis de esta facultadcognoscitiva. La razn es la facultad de los principios (Vermcender PrinziDien), como el entendimiento es la facultad de lasreglas (Vermcen der ReQein) Y propiamente hablando, diceKant, slo se puede denominar conocimiento por principios a aqulen que conozco lo particular en lo universal. Esto es lo que haceel silogismo: inferir un conocimiento a partir de un principio.Toda inferencia es un razonamiento y ste exige: una proposicinque sirve de base, otra que es extrada de ella y, por ltimo,

    6 KrV, A298/B355.

    ~. Cfr. KrV, A299/B356.

  • 15

    la inferencia misma gracias a la cual la verdad de la ltima seliga a la verdad de la primera. Un razonamiento, una inferenciaes inmediata cuando la conclusin se deriva directamente de lapremisa. La inferencia inmediata es propia del entendimiento.Frente a sta, si para conseguir una conclusin se hacennecesarias dos premisas, estamos ante la inferencia mediata,propia de la razn ~ De este modo, en el silogismo mediato,tenemos, en primer lugar, una premisa, la mayor del silogismo,que ser la regla, y que ser presentada por el entendimiento.En segundo lugar, la premisa menor, en la que subsumimos unconocimiento bajo la condicin de la regla. Por ltimo, laconclusin que resultar de la determinacin de un conocimientomediante el predicado de la regla. Kant distingue tres clases deinferencias, segn sea el juicio propio de la premisa mayor:silogismo hinottico, categrico y disyuntivo t

    Qu consigue la razn al inferir mediatamente? Reducir lavariedad del conocimiento del entendimiento a un nmero menor deprincipios para lograr la suprema unidad de los mismos t Estaactividad difiere esencialmente de la del entendimiento. Este,por medio de las categoras, crea en un juicio una unidadelaborada a partir de lo mltiple dado en la intuicin. La raznbusca la unidad sometiendo todos los conceptos, y as todos losjuicios que sea posible, bajo una regla general. La razn,comofacultad de los principios, no se refiere, como el entendimiento,a intuiciones para someterlas a reglas, sino exclusivamente aconceptos y a juicios. La razn se refiere exclusivamente alentendimiento y a sus juicios, no a los objetos ni a su forma deintuirlos . La unidad de la razn es esencialmente distinta dela unidad de la experiencia posible, unidad propia delentendimiento: El que todo cuanto suceda tenga una causa no es

    S~ Cfr. KrV, B360/A304.

    . Cfr. KrV, B361.10 Kr3[, A305.

    Cfr. KrV, A302/B359.

  • 16

    un principio conocido y prescrito por la razn. Es un principioque hace posible la experiencia sin tomar nada de la razn, lacual hubiese sido incapaz, sin esa referencia a la experienciaposible, por simples conceptos, de imponer semejante unidadsinttica 12 Adems, la razn, al proporcionar unidadsistemtica a los juicios en un orden silogstico, intentasometer toda premisa mayor bajo una nueva regla en virtud de lacual se sigue esa premisa mayor como conclusin. Intenta hallaruna premisa ms general para cada uno de los juicios, la ltimapremisa en cada cadena de silogismos, es decir, busca aquello quecondiciona todo lo condicionado, busca lo incondicionado(Unbedincste). De ah que el principio general de la razn, ensu uso lgico, sea: encontrar lo incondicionado del conocimientocondicionado del entendimiento, aquello con lo que la unidad deste queda completa . Este principio no puede ser ms que unamxima, que intentar reducir a la unidad la diversidad de losconceptos del entendimiento, pero que jams pretender unaampliacin de los limites del entendimiento, imponiendo una leya sus objetos, intentando conocerlos o determinarlos 14

    En su uso lgico, que es un uso meramente formal, la raznhace abstraccin de todo contenido de conocimiento. Cabe suponer,sin embargo, que como ocurra con el entendimiento, exista un usoreal, puro de esta facultad, por el que la razn se convierta enel origen de ciertos principios y conceptos que le son propios~ Para poder afirmar que existe tal uso puro, habr que

    contestar a las siguientes preguntas:

    Podemos aislar a la razn? Sigue siendosta, una vez aislada, una fuente especfica deconceptos y juicios que surgen exclusivamente deella y por medio de los cuales se refiere a losobjetos? O es una simple facultad subalterna

    ~. KrV, A307/B364.

    . Ibidem

    .

    ~. Cfr. KrV, A306/B363.

    ~. Cfr. Kr3L1. A299/B356.

  • 17

    destinada a conferir cierta forma a unosconocimientos dados, cierta forma que se llamalgica y a travs de la cual se subordinan unosa otros los conocimientos del entendimiento, poruna parte, y, por otra, las reglas inferiores conrespecto a otras superiores (cuya condicinabarca en su esfera la condicin de lasprimeras), en la medida en que ello puedallevarse a cabo comparndolas entre si? ~.

    Contestar a estas preguntas requiere comprobar que la mximalgica anteriormente citada puede convertirse en un principiofundamental de la razn en su uso puro. El trnsito de la mximaal principio trascendental exige suponer necesariamente que laserie de las condiciones o de las premisas puede llegar a sercompletada, esto es, que posee un ltimo miembro que es elincondicionado. Tal principio ser un principio sinttico, ya queciertamente lo condicionado se refiere analticamente a lacondicin, pero de ninguna manera a lo incondicionado, por esto,dir Kant: Lo incondicionado, si realmente tiene lugar, puedeser especialmente considerado conforme a todas lasdeterminaciones que lo distinguen de cuanto es condicionado, ypor ello debe suministrar materia para algunas proposicionessintticas a nriori . La tarea que surge de modo inmediato espreguntarse si ese principio de la razn pura posee validezobjetiva o simplemente es una prescripcin lgica, una mxima,que nos impulsa a alcanzar la totalidad de la serie de lascondiciones, logrando as la mayor unidad de nuestrosconocimientos ~.

    b) Razn e ideas

    El principio de la razn pura suministrar una serie deproposiciones sintticas a nriori, que sern los conceptos purosde razn o ideas. Sern conceptos inferidos, no obtenidos

    ~. KrV, B362.

    . KrV, A308/B365.% Cfr. KrV, B366.

  • 18

    por simple reflexin. Tales conceptos no se restringen a laexperiencia, en tanto en cuanto se refieren a un conocimiento delque el conocimiento empirico es exclusivamente una parte: Losconceptos del entendimiento sirven para concebir, al igual quelos del entendimiento sirven para entender (las percepciones)19 Nos interesa detenernos un momento en el anlisis del trminoconcepto, ya que hemos dicho que las ideas son conceptos purosde razn. Tambin las categoras son conceptos, slo queconceptos del entendimiento. Mientras que stos ltimos nospermiten entender las percepciones, aqullos slo nos permitenconcebir, pensar la unidad de los conocimientos aportados porel entendimiento. Tendremos que preguntarnos qu diferencias seestablecen entre ambos tipos de conceptos o de representaciones.Los conceptos puros de razn se originan en el entendimiento,pero sin el concurso de la imagen pura de la sensibilidad:

    El conocimiento es, o bien intuicin, obien concepto (intuitus vel conceptus). Laprimera se refiere inmediatamente al objetoy es singular; el segundo lo hace de modomediato, a travs de una caracterstica quepuede ser comn a muchas cosas. El conceptoes, o bien emprico, o bien puro. Esteltimo, en la medida en que no se originasino en el entendimiento (no en la imagenpura de la sensibilidad, se llama nocin(j~j~). Un concepto que est formado pornociones y que rebase la posibilidad de laexperiencia es una idea o concepto de razn20

    La idea es, por lo tanto, un concepto puro formado pornociones, que excede la posibilidad de la experiencia. De estemodo, parece que las categoras, en tanto que no estnrestringidas por los esquemas propios de la imaginacin, sepueden considerar nociones. Esto es posible gracias a ladistincin entre el doble uso, subjetivo y objetivo, que espropio de toda categora y, en general, de todo concepto. A todo

    19 5fl, A311/B368.20 ~ A320/B377.

  • 19

    concepto se le exige, por un lado la forma lgica del conceptoen general, por otro la posibilidad de un objeto al que puedareferirse 21~ El significado objetivo de las categoras vendrentonces determinado por su aplicacin a la sensibilidad, y enconcreto a nuestras formas de la sensibilidad. Al margen de lasformas de la sensibilidad, las categoras slo harn posible unuso subjetivo o hipottico en relacin, no al fenmeno, pero sial nomeno: Las categoras, consideradas en su purasignificacin y dejando a un lado las condiciones de lasensibilidad, deberan ser aplicables a las cosas en general talcomo son stas, no tal como se manifiestan en los esquemas quesimplemente las representan 22~ No cabe duda que para Kant larazn no produce conceptos. Los conceptos slo pueden surgir delentendimiento y, por tanto, aquella facultad, la razn, lo nicoque puede hacer es liberar al concepto de las limitaciones delentendimiento, llevndolo ms all de los limites de laexperiencia posible 23~

    Las ideas serian conceptos necesarios de razn y podradecirse que: 1) Se refieren al conocimiento emprico en cuantoque determinado por la absoluta totalidad de las condiciones. 2)Son trascendentes, van ms all de la posibilidad de laexperiencia ya que no se da en ella un objeto adecuado a la idea.En tal sentido, observar Kant que la idea expresa mucho respectodel objeto, pero muy poco en relacin al sujeto, es decir, enrelacin con la realidad de ese objeto bajo condicionesempricas, precisamente porque no hay posibilidad alguna de quetal idea tenga correspondencia en concreto 2~ 3) Sin embargo,

    21 Cfr. Kr.51, B298/A239.22 ~y, A147/B186. Etiain Cfr. KrV E 305. Recordemos a

    este respecto la conocida distincin kantiana entre pensar yconocer. Con el solo contenido lgico de las categoras podemosllegar a pensar, pero no a conocer objetivamente, pues nosquedamos con meras formas sin contenido real. Cfr. KrV

    ,

    A258/B314, A271/B327, 8114, A146148, A131A139/8170178.23 Cfr. KrV, A409/8436.

    24 Cfr. KrV, B384/A328.

  • 20

    lo anteriormente dicho no puede hacernos suponer que las ideassean conceptos arbitrarios, esto es, superfluos o carentes devalor; se basan en la naturaleza misma de la razn 25 Aunque nopodamos determinar ningn objeto por medio de ellas, nos sirvenpara organizar y sistematizar el conocimiento aportado por elentendimiento; y lo que es ms importante, ellas sern condicinindispensable de todo uso prctico de nuestra razn, porque comomuy bien explica Kant, en consonancia expresa con Platn, lasideas dirigen la accin y la hacen posible, su lugar preferentees lo prctico, el mbito de la libertad, que depende deconocimientos que son producto genuino de la razn 26

    Habr que descubrir ahora cules son, en concreto, esosconceptos puros de razn o ideas. De la misma manera que hacamoscon las categoras, tendremos que servirnos de la forma lgicadel conocimiento de la razn. Desde este punto de vista, la raznes la facultad de inferir, de juzgar mediatamente. Las ideas dela razn se constituirn, por lo tanto, en virtud de las tresformas de inferencia, que sern las tres formas de adquirirconocimiento desde principios. As, si avanzamos por medio de lacadena silogstica, podremos alcanzar: 1) un sujeto que ya no espredicado (silogismo categrico), 2) una suposicin que ya nosupone nada ms (silogismo hipottico), 3) un conjunto demiembros de la divisin donde no falte ya nada para completar ladivisin de un concepto (silogismo disyuntivo) 2~ Pero sabemosque la razn ha de alcanzar lo incondicionado de la sntesiscondicionada del conocimiento, incondicionado que elentendimiento no puede alcanzar. Encontraremos tres tipos de

    25 Cfr. KrV, B386/A329, B380/A 324, B384/A328.

    26 No cabe dudar de la importancia de las ideas en cuantoque nos remiten no al conocimiento sino a la accin, son sumotor. Una accin que se desplegar no exclusivamente en el campode lo moral, sino tambin se manifestarn como modeloscientficos (ideal de sistematizacin del conocimiento) y comoexpresiones geniales que se concretan en la obra de arte. Cfr.Aleu, J., Filosofa y libertad, PPU, Barcelona, 1987, pp. 95 y55.

    27 Cfr. KrV, A323/B380.

  • 21

    unidad absoluta, tres incondicionados, segn las clases derelacin que el entendimiento se represente por medio de lascategoras: la relacin con el sujeto, con la multiplicidad delobjeto en el fenmeno y con todas las cosas en general. Las ideastrascendentales sern tres: La primera incluir la unidadabsoluta (incondicionada) del sujeto pensante; la segunda, launidad absoluta de la serie de las condiciones del fenmeno; latercera, la unidad absoluta de la condicin de todos los objetosdel pensamiento en general 28, La disciplina que tiene porobjeto el sujeto pensante es la Psicologa racional. LaCosmoloca tiene al mundo por objeto, y la Teoloaia a Dios. Todasestas disciplinas son, segn lo dicho, un producto y, por tanto,un problema de la razn pura ~. Verdaderamente nuestra razntiende inexorablemente a plantearse esas cuestiones, no las puederechazar, no puede mostrar indiferencia ante ellas. Pero notienen correlato alguno en la experiencia y el entendimiento nopuede formarse la menor imagen de ellas. Intentar determinar suexistencia es un error que conduce a la paralizacin misma de lasinvestigaciones en ese campo. Es posible imaginar que, en tanto

    connaturales a nuestra razn, las ideas ejercern alguna funcinen el dinamismo cognoscitivo, si sabemos orientar su uso demanera correcta y adecuada: Todo lo fundado en la naturaleza denuestras fuerzas ser apropiado y conforme al correcto uso de lasmismas si podemos evitar cierto malentendido y descubrir cul es

    fl 30

    su verdadera direccin

    c) El uso regulativo de las ideas

    Si las ideas son tan connaturales a nuestra razn como lascategoras al entendimiento, tendrn un uso adecuado, inmanente

    ,

    y slo cuando se desconoce ese uso y se las toma por cosasreales, sern engaosas y de uso trascendente. En el primer caso,estaremos ante conceptos correctamente inferidos, conceDtus

    28~ KrV, A334.

    29 Cfr. KrV, B392/A335.

    30, KrV, A643/B671.

  • 22

    ratiocinati; en el segundo, ante inferencias sofsticas odialcticas, conceDtus ratiocinantes ~. No es la idea en smisma considerada, sino el uso que hagamos de ella lo que puedeconducirnos a malentendidos y errores. Estos resultan de intentartraspasar con la idea la experiencia posible, asignndoledirectamente un objeto que se supone que le corresponde. Pero larazn no puede referirse nunca a un objeto, sino al entendimientoy a su propio uso emprico: La razn no produce, pues, conceptos(de objetos), sino que simplemente los ordena y les da aquellaunidad que pueden tener al ser ampliados al mximo, es decir, enrelacin con la totalidad de las series, totalidad que noconstituye un objeto del entendimiento 32, Las ideas no puedendeterminar conceptos de ciertos objetos; si lo pretenden producenconceptos dialcticos y sofsticos. Esto es lo propio del usoconstitutivo de las mismas. Sin embargo, cuando la idea aspiranicamente a conseguir la completa unidad de los concentos delentendimiento sirvindose de la regla de su uso emprico, en estecaso, estamos ante el uso regulativo que busca dirigir elentendimiento a un objetivo determinado en el que convergen laslneas directrices de todas sus reglas. Este punto deconvergencia, aunque no sea ms que una idea (focus imapinarius)

    ,

    es decir, un punto del que no parten realmente los conceptos delentendimiento, ya que se halla totalmente fuera de los lmitesde la experiencia, sirve para dar a esos conceptos la mayorunidad, a la vez que la mayor amplitud ~.

    Del mismo modo que el entendimiento una la diversidad delos fenmenos mediante conceptos para someterla a leyesempricas, igualmente la razn quiere unificar sistemticamentelos posibles actos del entendimiento. Estos necesitan de losesquemas de la sensibilidad para determinar los objetos. Siqueremos alcanzar, como intenta la razn, la completa unidadsistemtica de todos los conceptos del entendimiento,

    . Cfr. KrV, AJll/B368.32 Ibidem.

    ~. KrY, A644/B672.

  • 23

    necesitaremos, si no un esquema, porque no puede hallarse en laintuicin ninguno que le corresponda, s al menos un anlogo deun esquema, que ser la idea del maximum de la divisin y de launificacin del conocimiento del entendimiento en un principio.La idea de la razn es entonces el anlogo de un esquema de lasensibilidad, entendiendo que la aplicacin del concepto delentendimiento al esquema de la razn no produce conocimiento delobjeto, sino una simple regla o principio de la unidadsistemtica de todo uso del entendimiento ~. De esta manera losprincipios de la razn tendrn validez objetiva para indicar elprocedimiento que haga concordar el entendimiento consigo mismo,es decir, para que el uso del entendimiento se enlace con elprincipio de la completa unidad y se derive de l. Conviene,pues, distinguir entre los conceptos puros del entendimiento quese refieren a un objeto sin ms frente a las ideas, conceptospuros de razn, que nicamente se refieren a un objeto en laidea (Geaenstand in der Idee). Aquellos pretenden determinarobjetos, stas no se asignan directamente a ningn objeto y sirvenicamente para representarnos otros objetos mediante larelacin que guardan con esta idea, atendiendo a la unidadsistemtica de los mismos, es decir, indirectamente t Lasideas sern conceptos heursticos, no ostensivos, que indicarnfundamentalmente cmo debemos buscar el encadenamiento de losobjetos de la experiencia en general . Cuando hago este uso delas ideas, cuando no pretendo con ellas llegar a la constitucinde ningn objeto, las considero como mximas, esto es, comoprincipios subjetivos que proceden del inters de la razn enrelacin a la posible perfeccin del conocimiento: Si seconsideran como constitutivos los principios que son meramentereguladores, pueden entrar en conflicto unos con otros portomrselos como objetivos. Pero si los consideramos como simplesmximas no hay ningn conflicto, sino diferentes intereses de larazn, lo cual da lugar a la separacin de distintos modos de

    ~. RrV, A665/B693.

    ~. KrV, A670/B698.36 Cfr. KrV, A671/B699.

  • 24

    pensamiento ~.

    Las ideas de la razn no son en s mismas dialcticas.Pertenecen propiamente a la razn y sta no puede contenerengaos e ilusiones originarias. Si provocan en nosotros un tipoespecial de ilusin, la ilusin trascendental, entendemos que nopuede deberse ms que a su uso inadecuado, y que ellas mismasdebern poseer, como de hecho poseen, una finalidad adecuada yapropiada ~ En este sentido, hemos de tomar siempre a la ideacomo el indicador de la forma en que deberamos enlazar losconocimientos de la experiencia, y tomar la unidad a la que stosnos conducen como si (als ob) existiera. Las ideas no han deser tomadas como cosas en s mismas, sino nicamente comoanlogas de cosas reales ~. De la idea hemos de eliminar lascondiciones dadas por la sensibilidad, esas que hacen posible elconcepto determinado de un objeto y que son las que limitan elconcepto del entendimiento. En definitiva, la idea no produce unaextensin de nuestro conocimiento, sino que nicamente ampla launidad emprica de - la experiencia, que proporciona elentendimiento, gracias a la unidad sistemtica de la experienciaque pretende alcanzar la razn. No pretende tampoco determinaresa unidad ni buscar la propiedad del ser en que ella se basara:En efecto, el hecho de que pongamos una cosa, algo, un ser realque corresponda a la idea, no quiere decir que pretendamosampliar el conocimiento de las cosas con conceptos trascendentes,ya que ese ser slo es puesto como fundamento en la idea, no ens mismo, y, consiguientemente, para expresar la unidad

    ~. 5fl, B694/A666.38 Y en esto consiste la deduccin trascendental de todas

    las ideas de la razn especulativa, no como principiosconstitutivos destinados a extender el conocimiento a ms objetosde los que la experiencia puede ofrecernos, sino como principiosreguladores de la unidad sistemtica en la diversidad delconocimiento emprico en general, que refuerza y corrige as suspropios lmites ms sealadamente de lo que podra hacerlo sinesas ideas, con el mero uso de los principios del entendimientoKrV, A671/B699.

    ~. Cfr. KrV, A674/B702.

  • 25

    sistemtica que habr de servirnos de gua en el uso emprico dela razn 40

    Ahora bien, las ideas poseen propiedades anlogas a las quedeterminamos como propias de los conceptos puros delentendimiento. Las categoras servan para explicar laposibilidad en el mundo de los sentidos, pero no podan dar raznde la posibilidad del universo mismo, ya que tal fundamento deexplicacin estara fuera del mundo mismo, y no sera un objetode experiencia. Aunque no podamos suponer lo que sea en s mismotal fundamento, en tanto en cuanto es nicamente el objeto de unaidea, si podemos suponerlo en relacin con el mundo sensible. Siel mayor uso emprico de la razn se basa en una idea, la de launidad sistemtica completa, para llevar la unidad emprica almximo grado posible debemos entonces realizar esa idea, ponerun objeto como real, pero, eso s, slo como algo en general quedesconocemos en s mismo, algo a lo que atribuimos slo encuanto fundamento de aquella unidad sistemtica- propiedadesanlogas a los conceptos del entendimiento en su uso emprico~. Por consiguiente, las ideas slo devienen dialcticas a causade malentendidos y por falta de cautela. Una vez precisado suverdadero uso, comprendemos:

    1. Que la razn se sirve de la unidad sistemtica no paradeterminara objetivamente y convertirla en un principio quellegue ms all de los objetos, sino nicamente se sirve de esaunidad subjetivamente, como una mxima que extiende su campode aplicacin ms all del conocimiento emprico posible de losobjetos: la coherencia sistemtica que la razn puedeproporcionar al uso emprico del entendimiento no slo asegurasu ampliacin, sino su correccin ~.

    40 ELY, A674-5/B7023.

    41 ELY, A6778/B7056.

    42 EL=LLA680/B708.

  • 26

    2. Que esa unidad sistemtica debe ser tomada como unprincipio objetivo indeterminado (crincinium vaaum), es decir,cono un principio regulador y como mxima destinados afomentar y reforzar hasta lo infinito (indeterminado) el usoemprico de la razn, abriendo nuevos caminos desconocidos parael entendimiento, pero sin jams oponerse con ello a las leyesde dicho uso emprico ~

    3. Que el objeto que la razn quiere dar a su idea no puedeencontrarla en la experiencia, ya que en sta no hay un ejemplode perfecta unidad sistemtica. La idea no puede ser entendidaen trminos absolutos y como algo real en s mismo, sinonicamente como un fundamento problemtico destinado a tomartodas las conexiones de las cosas en el mundo sensible como sise basarn en ese ente de razn (ens rationis raciocinatae)

    :

    Pero slo se adopta la hiptesis con objeto de fundar en dichoente aquella unidad sistemtica que puede ser indispensable a larazn para favorecer en todo caso el conocimiento emprico delentendimiento sin -ader, en cambio, obstaculizar talconocimiento ~.

    4. Que la idea es la perspectiva, el punto de vista(Gesichtsnunkte), desde el que ampliar la unidad sistemtica, tanprovechosa al entendimiento, ms all de toda experienciaposible; y que, de ese modo, ha de ser entendida nicamente comoun principio regulador del uso de nuestra razn ~.

    Hemos descubierto cmo la razn, que inicialmente parecaquerer ampliar nuestros conocimientos ms all de la frontera dela experiencia, no contiene ms que principios subjetivos y, porende, reguladores. Todos los errores que ella poda cometerprovenan de confundir esos principios subjetivos, meras mximas,con principios objetivos que aspiran a la constitucin de unos

    Ibidem

    .

    . KrV, AESl/B710.

    ~. Cfr. KrV, A682/B710.

  • 27

    objetos que se hallan ms all del alcance de nuestroconocimiento porque caen fuera del mbito de la experiencia.Entendidos como principios subjetivos que imponen la mayor unidadposible al uso emprico del conocimiento, permiten unaconciliacin entre el entendimiento y la razn beneficiosa, sinlugar a duda, para la cohesin interna de nuestros conocimientos.El estudio de la dialctica trascendental viene a confirmar losresultados de la investigacin crtica realizada en la estticay en la analtica trascendental, que nos indicaban que lasproposiciones que pretenden ampliar nuestro conocimiento ms allde la experiencia real jams pueden conducirnos ms all de laexperiencia posible, por eso, teniendo en cuenta todo esto, eranecesario indagar minuciosamente todas estas vanas elaboracionesde la razn especulativa hasta sus fuentes primeras. Y dado queen este caso la ilusin dialctica no slo es engaosa en lo quese refiere al juicio, sino que es, adems, tentadora y natural como lo ser siempre incluso en lo que toca al inters puestoen este juicio, me ha parecido aconsejable redactardetalladamente las actas de este proceso, por as decirlo, yarchivaras en la razn humana con el fin de prevenir errores deesta clase en el futuro 46

    Donde aparece con ms claridad la necesidad del usoregulativo de nuestra razn es en la idea cosmolgica. Aqu larazn tropieza con una antinomia produciendo afirmacionescontradictorias, ante las que esa facultad no halla motivos quela lleven a elegir una mejor que otra. Con relacin a la teologay a la psicologa, nada nos impide asumiras como objetivas ehipostticas, ya que no se produce en ellas contradiccin alguna.A pesar de esto, no hemos de olvidar, nos indica Kant, que nodebemos convertir en objetos reales y determinados unosproductos, que aunque no se hallen en contradiccin con nuestrosconceptos, los rebasan por completo, simplemente porque la raznespeculativa nos empuje hacia ellos deseosa de dar por concluida

    . KrV, A7034/B7312.

  • 28

    su tarea . Sin duda lo antes dicho pone de manifiesto laimportancia de la antinomia en el desarrollo del proyectocrtico. La especificidad de este conflicto provoca en nosotrosdesconcierto y hasta escndalo. Los otros conflictos ocultan unengao de nuestro razonamiento, pero nos tranquilizan, aunque seafalsamente, porque nos ofrecen solamente una ilusin unilateral.La antinomia, por su parte, al embrollarse en contradicciones,ciertamente se libera del letargo de una ilusin unilateral, peropuede sentirse predispuesta a dejarse vencer por la desesperacinescptica o a abrazar un dogmatismo tenaz y ambas posturassignificaran la muerte de una filosofa sana, si bien la primerapodra denominarse eutanasia de la razn pura ~. Por eso,debemos escuchar y examinar este conflicto, que resulta ser muyfavorable a la razn. Esa lucha, que se hace patente en laantinomia, debe ser contemplada desde el asiento de la crticay su resultado sin duda ser muy til para nuestrosconocimientos: A la razn le hace mucha falta esa lucha. Ojalse hubiese desarrollado antes y con ilimitada y pblicaautorizacin. Tanto ms pronto hubiese surgido la crtica, antela cual tienen que desaparecer por s mismas todas esas disputas,ya que los que en ellas intervienen descubren entonces la cegueray los prejuicios que provocaban su enfrentamiento .

    1.1.2. EL SISTEMA DE LAS IDEAS COSMOLGICAS Y EL CONFLICTOANTINMICO

    Cuando la razn pretende aplicar su principio de la unidadincondicionada a la sntesis objetiva de los fenmenos, e intentaas determinar la existencia del mundo como totalidad, estamosante el segundo de los argumentos sofsticos o dialcticos denuestra razn, al que Kant da el nombre de Antinomia de la razn

    ~. Cfr. KrV. A673/B701.~ KrV, B 434

    A747/B775.

  • 29

    pura (Die Antinomie der reinen Vernunft) 50 Como los dems, esteargumento es producto de una ilusin trascendental, que buscadeterminar un incondicionado. Ahora bien, y he ah lo propio dela Antinomia, cuando la razn busca el incondicionado de lasntesis objetiva de los fenmenos se encuentra ante ladesconcertante situacin de verse capaz de llegar a dosafirmaciones que parecen ser igualmente sostenibles y que son,sin embargo, o parecen ser, contradicciones. Estamos ante unnuevo fenmeno de la razn en el que nuestra razn cae por ssola y, adems, inevitablemente. La investigacin de estefenmeno constituye, dice Kant, la antittica de la razn pura.

    La antittica no se ocupa, pues, deafirmaciones unilaterales, sino queconsidera los conocimientos generalesde la razn teniendo nicamente enconsideracin el conflicto que losenfrenta entre si y las causas delmismo. La antittica trascendental esuna investigacin sobre la antinomia derazn nura y sobre sus causa y

    Hemos analizado ya cmo el incondicionado era el objeto dela razn terica. En este sentido, creemos que las antinomiastienen su origen en una determinada manera de entender eseconcepto que aparece como propia de este conflicto 52, En l, la

    SO, Bennett, J. critica el ttulo que ha dado Kant a estecaptulo, pues considera que el conflicto antinmico aquanalizado se refiere no a la antinomia sino a las antinomias.Cfr. Bennett, J., La Crtica de la razn Dura de Kant, Alianza,Madrid, 1981, Pp. 133-134. Por nuestra parte, estamos de acuerdocon la opinin de V.S. Wike que defiende que existe un origen ofundamento comn para todas las antinomias, lo que le sirve debase para refutar la tesis de Bennett y de ese modo aceptar elttulo propuesto por Kant. Cfr. Wike, V.S., Kants Antinomies ofReason. Their anam and their Resolution, University Press ofAmenica, Washington, 1982, p. 43.

    51 3fl1, A421/B449.

    52 Coincidimos, pues, con aquellos autores, como Walsh,Martin o Wike, que consideran el origen de las antinomias comoun tema intrnseco al propio sistema kantiano, rechazando laopinin de AlMm que cree ver en las antinomias nicamente un

  • 30

    razn, a la hora de pensar su objeto, el incondicionado, puedehacerlo de dos maneras diferentes. Puede, en un caso, pensar laserie total de los trminos condicionados y condicionantes conoun nico todo incondicionado; o bien, puede pensar un trminorelevante en la serie de las condiciones que sea l mismoincondicionado y al que todos los dems trminos de la serieestn condicionados. El incondicionado pude ser o bien la serieinfinita misma o bien una parte de la misma, una condicin msalta, un primer trmino al que todos los dems quedarancondicionados ~. Estas dos formas de entender el incondicionadodaran lugar, respectivamente, a la anttesis y a la tesisde las distintas antinomias. Con respecto a cada una de aqullases posible presentar pruebas o refutaciones igualmente coherentesy que parecen ser adems alternativas mutuamente excluyentes.Desde un punto de vista puramente formal, podramos decir que lasantinomias muestran una contradiccin (Widersnruch) ms que unconflicto (Widerstreit), ya que las anttesis aparecen comonegaciones explcitas de las tesis ~. A. Philonenko ha sealadoque es sta una caracterstica comn a todas las antinomias: Unaantinomia es una contradiccin y no slo una divergencia deopiniones. Para que exista una antinomia debe haber dosproposiciones y, adems, cada una de esas proposiciones debeestar respaldada por la prueba de lo absurdo de la proposicinopuesta t

    En la medida en que tanto tesis como anttesis implican nouna mera ilusin artificial, sino una ilusin natural einevitable de nuestra razn, que no podemos borrar aunque sdebemos contrarrestar su efecto, el filsofo crtico debe

    reflejo del debate histrico entre Clarke (tesis) y Leibniz(anttesis). Cfr. V.S. Wike, O.c., pp. 4447.

    ~. Cfr. KrV, A418/B445.

    ~. Cfr. KrV, A407/B433. Asimismo KrV A421/B448.

    ~. Philonenlco, A., Lantinomie du jugement tlologiquechez Kant. En Revue de Mtanhvsiaue et de Morale, 82 (1977), p.20

  • 31

    observar esa lucha, incluso provocara, pero nunca para tomarpartido por alguna de las afirmaciones. Debe actuar de observadorimparcial y descubrir si no ser que el objeto del enfrentamientoes un espejismo intilmente ambicionado. Debe proceder, en primerlugar, segn el mtodo escptico, que es bien distinta alescepticismo. Este ltimo socava las bases del conocimiento,quitndole confianza y seguridad; aqul, por el contrario,apunta a la certeza, tratando de descubrir en esa lucha que esntegra por ambas partes y conducida inteligentemente, el puntoque ha desencadenado el malentendido y haciendo como loslegisladores prudentes, que de la confusin de los jueces en lospleitos extraen enseanzas para si mismos acerca de los defectose imprecisiones de sus leyes 56, La tarea a realizar por elfilsofo ser, siguiendo las indicaciones del propio Kant: 1)averiguar ante qu proposiciones la razn se ve abocada a eseconflicto, 2) a qu se debe dicho conflicto y 3) averiguar si esposible algn tipo de solucin al mismo ~.

    a) Las ideas trasdendentales como conceptos csmicos

    Respecto al primer asunto planteado, precisa Kant que las

    ideas trascendentales, en el momento en que hacen referencia ala absoluta totalidad en la sntesis de los fenmenos, puedendenominarse conceptos csmicos (Weltbegriffe). Como tales, slohacen referencia a la sntesis de los fenmenos y aunque llevensu sntesis hasta un punto que sobrepasa toda experiencia, seocupan exclusivamente del mundo sensible, no de nomenos. Ahorabien, cuando se intenta alcanzar la totalidad absoluta en lasntesis de las condiciones de todas las cosas posibles, estamosno ante las ideas cosmolgicas, sino ante el ideal (Ideal) de larazn pura ~. Los conceptos csmicos, como el resto de losconceptos puros y trascendentales, no son producidos por larazn; sta simplemente libera a los conceptos del entendimiento

    ~. ELy, A424/B452.

    ~. Cfr. KrV. B449.

    ~ Cfr. KrV. A408/B435.

  • 32

    de las limitaciones de la experiencia, es por eso que, en primerlugar, las ideas trascendentales no sern, en realidad, ms quecategoras extendidas hasta lo incondicionado y podrn formar uncuadro ordenado de acuerdo con los ttulos de stas tInmediatamente se nos advierte, sin embargo, que para estepropsito slo podremos utilizar aquellas categoras en las quela sntesis sea una serie de las condiciones de un condicionadodado, pero una serie formada por condiciones subordinadas, nocoordinadas entre si ~. La idea cosmolgica constar entoncesde dos trminos: a) la serie de las condiciones (serie regresiva)de un condicionado que expresar un determinado orden desubordinacin, y b) la serie de condicionados, condicionesdescendentes o consecuencias (serie progresiva). Para poderhablar de una serie ordenada es necesario poder determinar latotalidad de la serie ascendente de un condicionado dado, esdecir, que la serie ascendente de las condiciones tenga un lmitey, adems, que el descenso de la condicin al condicionadocarezca de lmite:

    La totalidad absoluta slo es exigidapor la razn en la medida en que esatotalidad se refiere a la serieascendente de las condiciones de uncondicionado dado. No es exigida, portanto, cuando se trata de una cadena decondiciones en sentido descendente, nicuando se trata de un agregado decondiciones coordinadas respecto detales consecuencias. En efecto, lascondiciones se dan por supuestas en

    ~. ~y, A409/B436. N. Kemp Smith cree que esta parte de laseccin debi ser escrita por Kant antes de la formulacin de ladeduccin metafsica de las tres clases de silogismo. Estaseccin comienza como si el asunto no hubiera sido tratado antesy adems aqu la razn no es una facultad separada delentendimiento, no produce ella misma ningn concepto peculiar ens mismo. La razn es simplemente un nombre para el entendimientoen tanto en cuanto acta independientemente de la sensibilidady busca por medio de sus formas puras, y abstrayndose de todaslas limitaciones empricas, conseguir el incondicionado Cf r.Kemp Smith, N. A Commentarv to Kants Critiaue of Pure Reason

    .

    The Macmillan Press, Ltd., London, 1979, Pp. 478479.

    ~. Cfr. KrV, A409lO/B43637.

  • 33

    relacin con el condicionado dado y,consiguientemente, pueden considerarsecomo dadas juntamente con ese ltimo.Por otra parte, como no son lasconsecuencias las que hacen posiblessus condiciones, sino que, alcontrario, las presuponen, se puedeprescindir, en el ascenso hacia lasconsecuencias (o en el descenso desdela condicin dada hasta locondicionado), de si la serie terminao no. La cuestin de su totalidad no esun presupuesto de la razn 61

    Las ideas cosmolgicas se ocuparn entonces de la totalidadde la sntesis regresiva, aqulla que va desde las condicionesms prximas al fenmeno dado hasta las ms remotas, ya que paraentender lo que se nos da de forma completa en el fenmenonecesitamos sus fundamentos, no sus consecuencias. Paradeterminar cules son exactamente las ideas trascendentales,tendremos que tener en cuenta los cuatro ttulos de lascategoras y tomar de cada uno de ellos aquellas que tengan quever con una serie de miembros condicionados y condicionantes, esdecir, las que conllevan una serie en la sntesis de lo diverso.De este modo nos encontraremos con las cuatro ideas cosmolgicasque harn referencia a 62:

    CANTIDAD (Totalidad) 1. La absoluta completud de la composicindel conjunto dado de todos los fenmenos.

    CUALIDAD (Realidad) 2. La absoluta completud de la divisin deun conjunto dado en la esfera del fenmeno.

    RELACIN (Causalidad-dependencia) 3. La absoluta completud delorigen de un fenmeno en general.

    MODALIDAD (necesidad-contingencia) 4. La absoluta conpletud dela dependencia de la existencia de lo mudable en la esfera del

    61 ~y, A410/B437.

    62 Cfr. KrV, A415/B433.

  • 34

    fenmeno.

    Estas ideas trascendentales, en cuanto que conceptoscsmicos, pueden dividirse en dos grupos. El primero ser el delos conceptos csmicos en sentido estricto, cuando nos ocupamosde la consideracin matemtica del todo de los fenmenos. Eneste caso, la totalidad es vista como el agregado de espacio ytiempo para producirlo como magnitud, tanto en lo grande como enlo pequeo. A esta consideracin responden las dos primeras ideascosmolgicas, las que se ocupan de la absoluta totalidad en lasntesis de los fenmenos y del desarrollo de la misma, bien seapor composicin o por divisin. Estamos ante la consideracinmatemtica del todo a la que bien podemos darle el nombre demundo (Welt). Ahora bien, si consideramos ese todo no ya comoel todo matemtico, sino como un todo dinmico, esto es, si nospreguntamos por la existencia o naturaleza de esos fenmenos, nosconviene referirnos a ese todo con otro trmino, el denaturaleza (Natur). Las otras dos ideas debern entoncesllamarse conceptos trascendentes de la naturaleza, en tanto encuanto se ocupan, la una, del origen del fenmeno en general,y la otra, de la dependencia de la existencia de lo mudable en

    63

    la esfera del fenmeno

    b) Causas de las que depende el conflicto antinmico

    Cada una de estas ideas expone afirmaciones contradictoriassobre la naturaleza del mundo o de la naturaleza; sin embargo,no son ninguna de ellas productos mentales arbitrarios, sino queellas, como el resto de las ideas trascendentales, son cuestionesque nuestra razn tiende naturalmente a plantearse. Podr lafilosofa trascendental darnos una respuesta a este hecho? Kantno duda en responder que ni el pretexto de la ignorancia, ni ladificultad del problema pueden impedir a la filosofatrascendental ofrecernos una solucin, ya que ella, frente alresto de los conocimientos especulativos, se caracteriza porque

    63 Cfr. KrV, A41920/B44748.

  • 35

    ninguna pregunta referente a un objeto de la razn pura esinsoluble para esta misma razn humana y ningn pretexto basadoen la ignorancia inevitable o en una insondable profundidad delproblema puede eximir de la obligacin de responderla rigurosay completamente ~. En la filosofa trascendental, el mismoconcepto que nos sita ante la pregunta se convierte en la clavede solucin de la misma, pues el objeto no se halla fuera delconcepto que nos plantea la propia pregunta. Adems lascuestiones cosmolgicas son las nicas de las que se puede exigiruna respuesta satisfactoria sobre su objeto. Este, el mundo,tiene que darse empricamente y la cuestin, por lo tanto, slose referir a si ese objeto es o no adecuado a la idea. El objetode las otras dos ideas es trascendental y, en ese sentido,desconocido. No podemos decir nada acerca de la naturaleza de unobjeto trascendental, no podemos decir qu sea ese objeto. Poreso la respuesta a las preguntas que plantea la psicologaracional o la teologa racional consiste en afirmar que lapregunta no es nada, ya que en ella no se nos ha dado ningnobjeto 65 Las ideas cosmolgicas no hacen referencia a un objetotrascendental, sino a la sntesis objetiva de los fenmenos, yla pregunta que plantean se refiere a si resulta posiblecontinuar tal sntesis hasta la totalidad incondicionada de lamisma, que ciertamente ya no puede darse en la experiencia. Talespreguntas no ataen ya, desde ese momento, a un objeto que esten la experiencia, sino a uno que slo se da en nuestropensamiento: la totalidad de la sntesis de los fenmenos. El

    64 ~ A477/B505.

    t Todas las preguntas de la psicologa trascendentalpueden ser, y son efectivamente, contestadas en este sentido, yaque se refieren al sujeto trascendental de todos los fenmenosinternos, sujeto que, al no ser por su parte un fenmeno, ni estdado como objeto, ni rene las condiciones requeridas para quele sean aplicadas las categoras (a las que, sin embargo, apuntala pregunta). Este es, pues, un caso en el que se verifica eldicho de que el no contestar es tambin una contestacin, esdecir: preguntar por la naturaleza de algo que, debido a que estpuesto enteramente fuera del campo de los objetos que puedendrsenos, no podemos pensar mediante ningn predicadodeterminado, es plantear un problema nulo y vaco KLY,A479/B507, nota 1

  • 36

    origen del problema no est en el objeto, sino en la idea, meroproducto de nuestra razn y a la que no corresponde objetoalguno. Slo la experiencia posible podra conferir realidad anuestros conceptos de razn, que no son ms que inferencias dela razn sobre conceptos o juicios realizados por elentendimiento. Ninguna experiencia puede, sin embargo,proporcionarnos el objeto de nuestras ideas al margen de lascondiciones espaciotemporales a las que se someten nuestraspercepciones. Para poder conocer en concreto el objeto de lasideas, el incondicionado absoluto, necesitaramos adems de estaintuicin completa, una sntesis igualmente completa y laconciencia de su absoluta totalidad, lo cual no es posiblemediante ningn conocimiento emprico 6% Ahora ya sabemos quela solucin dogmtica que pretende asignar a la idea unarepresentacin de un objeto cognoscible es imposible. No lograms que aumentar nuestra ignorancia, confundindonosirremediablemente. Desvelada la causa del problema que subyacea la antinomia, que no reside en el objeto, sino en la idea, esde esperar mejor suerta con el mtodo crtico que no considerala cuestin en trminos objetivos, sino atendiendo a losfundamentos del conocimiento en que tal cuestin se basa 67~

    e) La solucin al conflicto antinmico

    Antes de plantear la que considera autntica solucin alproblema de las antinomias, la solucin crtica, Kant reconocelas ventajas del mtodo escptico en lo referente a lascuestiones que la propia razn pura se plantea a s misma. Esteltimo nos ayuda a deshacernos de elementos dogmticos y sirvede catrtico a la hora de desvanecer vanas ilusiones. Consisteen permitir que los argumentos de la razn se enfrentenlibremente unos a otros, y si en ambos casos descubrimos que seproduce un sinsentido, podremos estar en disposicin de analizarcrticamente si no ser ste fruto de una suposicin infundada

    66 Kr3L, BSll/A483.

    67 KrV, B512/A484.

  • 37Por ejemplo, si la idea cosmolgica no se refiere ms que a

    un objeto emprico, que necesita adecuarse a un concepto delentendimiento, y conseguimos demostrar que esa idea es o biendemasiado grande o bien demasiado pequea en relacin con elconcepto del entendimiento, entonces, dice Kant, no nos cabe msque pensar que esa idea es vaca, carente de significado y jamsconcuerda con su objeto, esto es lo que ocurre con todos losconceptos csmicos y es precisamente por eso que la razn sehalla sumida, mientras se atenga a ellos, en una antinomiainevitable ~. Tomando como punto de referencia el concepto delentendimiento, ya que la experiencia posible es la nica quepuede conferir realidad a nuestros conceptos, analizamos lasafirmaciones de las cuatro ideas cosmolgicas. Estas mantienenlas siguientes afirmaciones: el mundo es ilimitado/ es limitado,el mundo es infinito! es finito, el mundo est determinado porla causalidad natural! en el mundo existe la libertad, existenicamente lo contingente en el mundo! existe lo necesario. Elpunto de vista escptico mostrar en las distintas posiciones queal buscar la adecuacin de cada una de las ideas por ellasdefendidas a algn concepto del entendimiento, ste se encuentracon que las afirmaciones de las anttesis son demasiado grandesen lo que respecta al regreso emprico, y las de las tesisdemasiado pequeas. De este modo, llegamos a pensar, dir Kant,que las ideas cosmolgicas, y con ellas todas las afirmacionessofsticas en conflicto mutuo, se basan acaso en un conceptovaco y meramente imaginario de cmo se nos da el objeto de talesideas. Esta sospecha puede ponernos en la pista adecuada paradescubrir la ilusin que tanto tiempo nos tena extraviados ~.Frente al procedimiento dogmtico, propio de una edad infantilen el tratamiento de las cuestiones que a ella le afectan, elprocedimiento escptico sealar la prudencia de un juicio quese ha confrontado ya con la experiencia. Queda todava porencontrar el mtodo propio al juicio maduro, que someter a

    68 Cfr. KrV, A486/B514.

    69 Ibidem

    .

    lo. ~fl,A490/B518.

  • 38

    crtica no slo los hechos de la razn, sino la razn misma. Conl se sobrepasa el mbito de la censura y se llega a la crticade esa misma razn, y ser el que nos permita la verdadera yautntica solucin de los problemas que a sta se le plantean;en nuestro caso, el que nos permitir solucionar el conflictoantinmico que ella misma produce, por eso hemos de tener encuenta que: El escepticismo es, pues, un punto de descanso parala razn humana, donde puede reflexionar sobre su marchadogmtica y trazar un esquema del lugar en que se halla, convistas a poder elegir su futuro camino con mayor seguridad, perono un sitio de residencia permanente

    El idealismo trascendental como clave nara solucionar ladialctica cosmolgica

    .

    Kant no duda en mantener que los fundamentos que harnposible una solucin de la dialctica cosmolgica losproporcionar el Idealismo trascendental. Conviene, sinembargo, no confundir ste con el Realismo trascendental ni conel Idealismo emprico o material. Aqul convierte las merasrepresentaciones (fenmenos o simples objetos de la experiencia)en cosas en si mismas. No existe el nomeno como cosa nocognoscible para nosotros, siendo as posible, desde estaperspectiva, conocer las cosas y conocerlas por ellas mismas.Para el realismo trascendental el sujeto del conocimiento es, porlo tanto, un sujeto pasivo, receptor de las cosas que son las queafectan al sujeto; y las cosas son en s mismas,independientemente del sujeto que las conozca 2, Por su parte,el Idealismo emprico, que niega la existencia de las cosas enel espacio, admite, sin embargo, la realidad de este ltimo.Tampoco pone dificultad a considerar como cosas reales losfenmenos del sentido interno y llega a afirmar que slo estaexperiencia interna demuestra suficientemente la existencia real

    ~. KrV, A761/B789.12 Cfr. KrV, A491/B519.

  • 39

    de su objeto (en si mismo, con toda la determinacin temporal) Frente a estos, la clave del Idealismo trascendental est enla distincin FenmenoNomeno. Los fenmenos son lasrepresentaciones que se hace el sujeto de cmo es el mundo, perotal como es para nosotros, tal como lo intuimos en lasensibilidad. Sin embargo para Kant las cosas no son slofenmenos (lo que nosotros podemos representarnos), sino quedetrs de cada fenmeno hay un nomeno, referido a algo que lascosas son en s mismas, sin que en ello intervenga el sujeto.Estos nomenos slo seran cognoscibles para un entendimientoinfinito, arauetnico, y no para un entendimiento finito yectvnico como el entendimiento humano. Al contrario del Idealismoemprico, el Idealismo trascendental piensa que s son reales losobjetos del espacio y del tiempo, pero slo son reales en cuantoque son intuidos por el sujeto. Hay dos elementos que condicionanla existencia real de los objetos del mundo: espacio y tiempo,que son las condiciones formales de nuestra sensibilidad, externae interna:

    Nuestro Idealismo trascendentalpermite, al contrario, que los objetosde la intuicin externa sean reales talcomo son intuidos en el espacio, ascomo todos los cambios en el tiempo,tal como los representa el sentidointerno. En efecto, teniendo en cuentaque el espacio es ya una forma de laintuicin que llamamos externa y que,si no hubiese objetos en l, no habratampoco representacin empricaninguna, podemos y debemos admitir comoreales los seres extensos que hay enl, y lo mismo ocurre con el tiempo74

    Podramos cuestionarnos si el espacio y el tiempo son cosasreales en s mismas o, si por el contrario, slo son condicionesposibilitadoras de nuestras intuiciones externas y, por tanto,

    ~. Ibidem

    .

    . KrV, B520/A492.

  • 40

    no existen en s mismas. Desde la perspectiva del Idealismotrascendental, espacio y tiempo no son cosas en s mismas, sinoque nicamente las pone el sujeto, es decir, slo podemos hablarde ellas desde el punto de vista del hombre. Las cosas, en tantoque fenmenos, no poseen espacialidad ni temporalidad, sino questas son puestas por el sujeto: Si tratramos de una cosa ens misma, se podra decir que existe en s misma, sin relacincon nuestros sentidos ni con la experiencia posible. Perotratamos slo de un fenmeno en el espacio y en el tiempo, queno constituyen, ni el uno ni el otro, determinaciones de lascosas en s mismas, sino simples determinaciones de nuestrasensibilidad. Lo que hay en el espacio y en el tiempo (losfenmenos) no es, pues, algo en s, sino mera representacin que,de no sernos dada (en la percepcin), no podemos encontrar enninguna parte ~. Si el espacio y el tiempo son condiciones paraque se den los objetos externos, y aqullos son puestos por elsujeto, nos encontramos con que el sujeto es el nicoposibilitante de la existencia fenomnica de los objetos, queslo llegan a poseer sentido en tanto en cuanto que haya unsujeto que tenga experiencia de ellos ~.

    El objeto emprico, fenomnico, es resultado de la sntesisque hace el sujeto mediante la estructura de su pensamiento ymediante unas reglas llamadas por Kant leyes de la unidad de laexperiencia. De esta forma, el objeto emprico ser el resultadode una subsuncin de las intuiciones, que produce la sensibilidaddel sujeto, bajo las categoras o conceptos puros producidos porel entendimiento del sujeto. Estas deben estar mediadas por losesquemas trascendentales de la imaginacin como frmulasmedianeras que participan tanto de la particularidad ycontingencia de las intuiciones empricas cuanto de launiversalidad y necesidad de los conceptos puros del

    5rL. A49394/B52223. Aunque la verdad en si no se nosda mediante tales condiciones, para Kant es posible, al menos,garantizar la verdad emprica de los fenmenos, lo cual no estabasuficientemente garantizado en el Idealismo emprico.

    ~. Cfr. KrV, A493/B521.

  • 41

    entendimiento o categoras. Segn lo dicho, las reglas de launidad de la experiencia, esto es, las reglas que constituyen losobjetos empricos, estn dadas por el sujeto mediante lascondiciones subjetivas: la sensibilidad (espacio y tiempo), laimaginacin (esquemas trascendentales) y el entendimiento(categoras). Es el sujeto el que constituye el objeto, que noes nada en s mismo, sino slo en cuanto que es constituido porel sujeto en el acto del conocimiento. Y as afirmar Kant en laAnaltica trascendental que las condiciones de posibilidadde la experiencia en general constituyen, a la vez, lascondiciones de posibilidad de los objetos de la experiencia y porello poseen validez objetiva en un juicio sinttico a priori

    De los objetos empricos, el hombre nicamente puedeexplicarse la causa sensible (fenmeno), pero la causainteligible de ellos nos es completamente desconocida. Ese algoque existe detrs de cada fenmeno como su otra cara es lo queKant llama objeto trascendental o nomeno y que est dado en smismo con anterioridad : cualquier experiencia ~. Puede decirseque los fenmenos indican el objeto trascendental, pero slocuando las percepciones que indican un objeto como real se hallanrelacionadas con todas las dems segn la ley de la unidad de laexperiencia. De este modo, slo podemos representarnos la seriede los sucesos ocurridos desde tiempo inmemorial como imaginadaen una serie regresiva de percepciones posibles, y no comohabiendo existido en si misma . Del mismo modo, cuando queremosrepresentarnos todos los objetos de los sentidos existentes entodo tiempo y en todos los espacios, tal representacin no puedeser ms que el pensamiento de una experiencia posible en sucompletud absoluta. La causa de las condiciones empricas de esteregreso es desconocida para nosotros, y por lo tanto slotendremos que ocuparnos de las reglas del progreso de laexperiencia en la que se dan esos objetos en cuanto que

    . KLY, A158/B197.8, ~ A494/B522.

    . Cfr. ~fl,A495/B523.

  • 42

    fenmenos: Adems al final da lo mismo el que diga que puedollevar mi progreso emprico en el espacio hasta encontrarestrellas cien veces ms alejadas que las ms remotas que ahoraveo, o que diga que esas estrellas existen tal vez en el espaciocsmico aunque nadie las haya percibido ni las vaya a percibir.En efecto, incluso si se dieran como cosas en s mismas, sinrelacin con la experiencia posible, no serian nada para mi, esdecir, no serian objetos sino en la medida en que estuvierancontenidas en la serie del regreso emprico ~. La distincinentre fenmenos y cosas en s debe ser tenida especialmente encuenta, advierte Kant, cuando se trata de las ideas cosmolgicaspor ser una cuestin que rebasa los lmites de la experienciaposible, slo as se evitar la ilusin que provoca una falsainterpretacin de los conceptos del entendimiento.

    La solucin crtica. Princinio reculador e ideascosmolgicas

    Se tratar a continuacin de aplicar el punto de vistacritico a la resolucin concreta del problema de las ideascosmolgicas. La antinomia de la razn pura se basa en elsiguiente argumento dialctico :

    PREMISA MAYOR: si se da lo condicionado, se da tambin laserie entera de las condiciones.

    PREMISA MENOR: los objetos de los sentidos se nos dan comocondicionados

    CONCLUSIN: Por consiguiente, en el mbito del conocimientopropio de los objetos de los sentidos se tiene que dar tambinla serie entera de las condiciones

    80 KrV, B524/A496.

    Cfr. ELY, B525/A497.

  • 43

    El esquema formal lgico del silogismo es vlido. Se tratade un proceso deductivo en el que hay dos premisas que tienen untrmino comn, lo condicionado, que no aparecer en laconclusin. En sta, sin embargo, relacionamos los otros dastrminos: los objetos de los sentidos y la serie entera de lascondiciones. Para descubrir el aspecto sofstico, dialctico,de tal argumento, examinaremos algunos conceptos que intervienenen l. No cabe duda de que la premisa mayor, si se da locondicionado, se da tambin la serie entera de las condiciones,es una proposicin analtica en la que el predicado no dice nadanuevo, sino lo que est ya en el sujeto. Efectivamente, elconcepto de lo condicionado implica por si mismo el que serefiera a una condicin. Ahora bien, cabe plantearse la relacinentre lo condicionado y su condicin de dos maneras diferentes.Cabe, en primer lugar, considerar lo condicionado y su condicincomo cosas en s mismas:

    Si tanto lo condicionado como sucondicin son cosas en s mismas,entonces, una vez dado lo condicionado,no slo se nos plantea el regreso haciala condicin, sino que sta nos esrealmente dada 82

    En este caso no es necesario ni siquiera el regreso en labsqueda de las condiciones. Al drsenos lo condicionado comoalgo en s mismo, ese condicionado conleva el que se d tambinla condicin, o lo que es lo mismo: si se nos da la serie de lascondiciones, se nos da tambin lo incondicionado. Aqu, tanto locondicionado como la condicin son sntesis llevadas a cabo porel mero entendimiento. Se supone entonces que el entendimientoes capaz de conocer por s slo, cuando sabemos ya que elIdealismo trascendental nos ha enseado que para el conocimientoemprico son necesarios tambin la sensibilidad y la imaginacin.Para sustentar el hecho de que lo condicionado y la condicinpudieran ser conocidos en s mismos necesitaramos un

    62 ELY, B526/A498.

  • 44

    entendimiento capaz de representar las cosas como son, sinatender a si podemos llegar a conocer esas cosas ~ Este noparece ser el caso del entendimiento humano.

    Si consideramos, por el contrario, que lo condicionado ysu condicin no son cosas en si mismas, sino que los consideramosnicamente como fenmenos, meras representaciones empricas queprovienen de la sntesis que realiza el sujeto mediante lasintuiciones de la sensibilidad y las categoras delentendimiento, entonces no se sigue que de lo condicionado, comomera representacin, se pueda pasar a la serie de todas lascondiciones, y por tanto, a lo incondicionado: En efecto, losfenmenos no son en la aprehensin, otra cosa que una sntesisemprica (en el espacio y en el tiempo) y no se dan, por tanto,sino en esa sntesis. Pero no se sigue de ello que, si locondicionado (en la esfera del fenmeno) est dado, tambin estdada y presupuesta la sntesis que constituye su condicinemprica 84

    De este modo se comprende que en la premisa mayor se tomalo condicionado en el sentido trascendental de una categorapura. Aqu la sntesis entre lo condicionado y la condicin noimplica limitacin ni en el espacio ni en el tiempo. Adems alconsiderar que todos los miembros de la serie son cosas en smismas, sin condicin temporal alguna, se supone dada la absolutatotalidad de la serie de las condiciones. Sin embargo, en lapremisa menor, lo condicionado no es mero objeto delentendimiento, sino el resultado de la sntesis que hace elsujeto en la que entran los conceptos del entendimiento y lasintuiciones de la sensibilidad. Esta sntesis es una sntesisemprica anclada en los lmites del espacio y del tiempo y sernecesariamente sucesiva y slo se da en cuanto formada pormiembros que se siguen unos de otros ~. En el silogismo

    a~. KrV, A498/B527.

    ~. KrV, B527/A499.S5 KrV, A500/B528.

  • 45

    cosmolgico, la premisa mayor toma sus objetos como cosas en s,mientras que la menor los toma como fenmenos, hallndonos antela falacia dialctica conocida como sonhisma fipurea dictionis

    .

    Demostrada la falta en que incurre el argumento, podemosrazonablemente rechazar tanto la tesis como la anttesis de lasantinomias. Ya que su posicin no est respaldada por ningntitulo slido, la nica solucin es convencerlas a las dos deque luchan por nada, de que cierta ilusin trascendental les hahecho creer que hay una realidad donde no existe ninguna. Estees el camino que vamos a seguir ahora para solucionar una disputasobre la que no es posible pronunciar una sentencia definitiva6

    La profundizacin en la solucin crtica lleva a Kant aconsiderar la distincin entre oposicin analtica y oposicindialctica. En la primera se oponen dos tipos de juicios que secontradicen mutuamente siendo, por tanto, uno de ellosverdadero y otro falso. Este es el caso cuando decimos, desde elpunto de vista de la magnitud, que el mundo es, o bien infinito,o bien finito. Ahora suponemos que el mundo, es decir, la serieentera de los fenmenos, es una cosa en s misma de manera queaunque suprimamos el regreso finito o infinito de la serie detales fenmenos, el mundo como cosa en s sigue existiendo. Porotro lado, dos juicios se oponen dialcticamente cuando ambospueden ser falsos, es decir, uno no se limita a contradecir alotro, sino que aade algo ms de lo que la contradiccinrequiere. En este sentido consideramos al mundo simplemente comoun fenmeno. El mundo no existe en si, ni como un todo infinitoen s, ni como un todo finito en s, sino que el mundo es nicay exclusivamente la serie de los fenmenos. La idea de mundosolamente la podemos encontrar en el regreso emprico de laserie de los fenmenos. Si la idea de mundo slo la podemosencontrar en el regreso emprico de la serie de los fenmenos,y esta serie es siempre condicionada, de ningn modo podemospensar que la idea de mundo constituye un todo incondicionado,

    e~. KrV, A5012/B52930.

  • 46

    ni que la idea de mundo existe como un todo, ya sea de magnitudfinita, sea de magnitud infinita

    El conflicto antinmico queda superado al mostrarse que enlas ideas cosmolgicas se da una oposicin dialctica. La ilusinque las provocaba radicaba en aplicar la idea de totalidadabsoluta, que nicamente es vlida para cosas en s mismas, afenmenos que existen slo en la representacin y, por lo tanto,en el regreso emprico de la serie de los fenmenos SSComprendido correctamente, el conflicto antinmico no favoreceel escepticismo, sino ms bien el mtodo escptico y demuestraindirectamente la validez del Idealismo trascendental. La pruebapuede presentarse como un dilema: si el mundo es un todo queexiste en s mismo, es o bien finito o bien infinito. Pero laprimera alternativa es rechazada por las pruebas que ofrecen lasanttesis, y la ltima por las pruebas que ofrecen las tesis. Elmundo, entonces, no puede ser un todo que existe en s mismo,llegando as a la afirmacin del Idealismo trascendental quedice que los fenmenos no son nada al margen de lasrepresentaciones. Si somos capaces de comprender que lasantinomias descansan en el error de suponer que los fenmenos soncosas en s mismas, entonces, dice Kant, el conflicto nosconduce al descubrimiento de la verdadera naturaleza de las cosasen cuanto objetos de los sentidos. Consiguientemente, ladialctica trascendental no abona el terreno del escepticismo,sino el del mtodo escptico, el cual puede exhibir, a travs detal dialctica, un ejemplo del gran servicio que puede prestarsiempre que se permita que los argumentos de la razn seenfrenten unos a otros con la mayor libertad ~

    Sin perder de vista los presupuestos del Idealismotrascendental y retomando ahora el postulado lgico de la razn,Kant presentar la solucin definitiva de la antinomia. El

    Cfr. KrV, A 505/B533.

    Cfr. KLY, A506/B534.

    89 KrV,B535/A507.

  • 47

    principio de la razn respecto a la idea de totalidad o maximumdel mundo hace referencia a la serie de las condiciones delmismo. Habr de averiguarse ahora si el maximum (la totalidad)se aplica, o bien a la serie de condiciones de un mundo de lossentidos en donde los objetos habrn de ser considerados comocosas en s mismas en tanto que dados por ellos mismos y en sustotalidad, o bien al regreso en la serie de las condiciones. Enel caso de que la serie de las condiciones del mundo de lossentidos constituya una totalidad, sta poseer lmites y elconcepto de totalidad ser axiomtico, considerar que latotalidad es conocida, dada a la realidad ~ Sin embargo, lo queentiende Kant es que el concepto de totalidad es un conceptoproblemtico, planteado a un sujeto que es el que produce losobjetos mediante la sensibilidad y el entendimiento, tal y comonos lo ha enseado el Idealismo trascendental. Es problemticoporque no marca unos lmites a la nocin de totalidad, sino quemarca una orientacin, una gua en la bsqueda sucesiva delregreso hacia las condiciones. De esta manera no se considera quetenga que existir un incondicionado; exclusivamente se piensa quees posible seguir siempre en la bsqueda de la condicin,bsqueda en la que toda condicin a la que podemos llegar es, asu vez, condicionada:

    Por consiguiente, el principio de larazn no es en realidad ms que laregla que impone en la serie de lascondiciones de fenmenos dados unregreso al que nunca est permitidodetenerse en un incondicionadoabsoluto .

    La idea de totalidad no es un principio de la posibilidadde la experiencia y del conocimiento emprico de los objetos delos sentidos. Tampoco es un principio constitutivo que nospermita ampliar el concepto de mundo sensible ms all de laexperiencia sensible a lo suprasensible. Es ms bien un

    ~ Cfr. KrV, A508/B536.

    ELY, A509/B537.

  • 48

    principio regulador de la razn que postula una orientacin oregla de cmo hemos de llevar a cabo el regreso en la bsquedade un posible incondicionado absoluto a partir de lo meramente

    emprico. Por lo tanto, la idea de totalidad slo puede sertomada como un principio que da las instrucciones de lo que hemosde hacer en la bsqueda del incondicionado, pero sin considerarde forma dogmtica que tal incondicionado existe: Es, pues, unprincipio de la razn que postula en cuanto regla, lo que hemosde hacer en el regreso, pero que no anticipa qu es lo dado ensi en el objeto con anterioridad a todo regreso. Por ello lollamo principio regulador de la razn 92

    La distincin entre principio regulativo y constitutivo ponede manifiesto el error en el que incurran las antinomias.Considerado como principio constitutivo, el principio de la raznatribua realidad objetiva a la totalidad de los objetos de lossentidos, que se tomaban como existentes en si cuando, enrealidad, slo deben ser considerados como eslabones en la cadenade las condiciones. Esa bsqueda slo pertenece al sujeto, elcual slo puede considerar la idea de totalidad como un mecanismode bsqueda de algo que no se sabe si es condicionado oincondicionado, de algo que no se sabe si es finito o infinito.Esa regla de la razn no podr decirnos qu sea el objeto, sinocomo hay que efectuar el regreso emprico para lograr unconcepto completo de ese objeto de la razn: La idea de la raznse limitar, pues, a imponer a la sntesis regresiva en la seriede las condiciones una regla en virtud de la cual esa misma ideaavanzar desde lo condicionado, recorriendo las condicionessubordinadas unas a otras, hasta lo incondicionado. Sin embargo,ste nunca es alcanzado ya que lo absolutamente incondicionadonunca es encontrado en la experiencia ~.

    A continuacin, Kant pasa a distinguir entre dos expresionesque pueden utilizarse para determinar la sntesis de una serie

    92, KrV, A509/B537.

    t KrV. A510/B538.

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    en tanto que nunca es completa. Los matemticos utilizan laexpresin proaressus in infinitum, mientras que los filsofosadmiten la de proaresus in indefinitum. El progreso siempre serefiere al avance desde la condicin a lo condicionado. Talavance en sentido descendente puede ciertamente llegar hasta elinfinito, encontrando siempre un nuevo condicionado. Aqu larazn no se plantea el problema de una totalidad absoluta decondiciones, pues no necesita que tal totalidad exista. No serefiere a lo dado (pasado) sino slo a lo que sea capaz de darse(al futuro), y al futuro puede aadrsele siempre cuanto sequiera pues puede considerarse como algo sin fin, por eso larazn no necesita una absoluta totalidad en estos casos, ya queno la supone como condicin y como dada (datum), sino slo comoalgo condicionado y simplemente capaz de darse (dabile), comoalgo que va aadindose sin fin .

    Por otro lado, el regreso asciende desde lo condicionadohasta la condicin de una serie. Aqu cabe preguntarse si elregreso llega hasta eL infinito o si, por el contrario, seextiende indefinidamente, es decir, cabe preguntarse si podemosdecir que es un regreso hasta el infinito o slo un regreso quese extiende indefinidamente (in indefinitum)? ~. Si se dierael todo en la intuicin emprica, si se estuviera tomando elmundo como cosa en s, entonces el regreso en sus condicionesinternas llegara hasta el infinito. Por ejemplo, las partesen las que podra dividirse un cuerpo finito serian infinitas,y en esa continua divisin nunca encontraramos una parte quefuese indivisible, que fundamentase empricamente las dems y quefuese la que hiciese detener la divisin. Igualmente en elregreso hacia las condiciones del mundo tomado como un todo,nunca encontraramos una parte incondicionada, sino que siempresera posible remontarse ms atrs en la bsqueda de unacondicin. Si, por el contrario, e